sentencia

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REPARACIÓN DIRECTA/Privación injusta de libertad/los registros no verificados
de la SIAN, no sirven para retener a la persona.
“En la demanda se señaló que existió una privación injusta de la libertad del demandante, por
haber sido retenido por la Policía Nacional, en cumplimento de órdenes de captura en su
contra, que aparecían en la SIAN. Es así como en el presente caso no se estructuró la
privación injusta de la libertad del actor, sino la falla del servicio, imputable a la actuación de
la Policía Nacional al obrar de manera ligera y apresurada y sin previa verificación con las
autoridades judiciales al retener al actor en el mes de diciembre del 2007, e incluirlo en el
“listado de los veinte más buscados”, teniendo como fundamento para ello unas presuntas
órdenes de captura que se encontraban vigentes, cuestión que ya fue analizada por la Sala,
al no encontrar ninguna justificación del actuar policial, porque los reportes de la SIAN le
dicen que debía verificar la información con la autoridad judicial de una parte, y de otra, que
si las supuestas órdenes de captura estaban vigentes, la Policía no cumplió con su deber, que
le imponía capturar al actor y ponerlo a disposición de la autoridad judicial que lo requería.
Luego al dejarlo en libertad, implicaría la desconfianza en este tipo de registros y lo que aún
es más grave, si las tales órdenes de captura estaban vigentes, como se dice, ello contradecía
la decisión judicial que da plena certeza, en el sentido que el juez que investigó el delito de
hurto calificado y agravado le otorgó la libertad condicional a partir del 9 de agosto del
2007, previa verificación que en su contra no pesaba requerimiento judicial alguno. Todo lo
anterior implica entonces que los registros no verificados de la SIAN, por parte de la
autoridad policial con los despachos judiciales como se indica en la parte final de tales
documento, no podían servir para retener al actor y menos para incluir su foto, nombre y
antecedentes en una campaña de lucha contra el delito, presentándolo como un peligroso
delincuente, pues hasta ese momento histórico en diciembre del 2008, ello no se podía
hacer pues el único antecedente probado era la sentencia en la cual fue condenado y donde
la autoridad judicial dispuso de su libertad, previa verificación que en su contra no pesaba
medida de aseguramiento alguno, librada por otra autoridad judicial”.
REPÚBLICA DE COLOMBIA
RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL CAUCA
Popayán, primero (1°) de septiembre de dos mil once
Magistrado ponente: CARLOS HERNANDO JARAMILLO DELGADO
Expediente:
Actor:
Demandado:
Acción:
2008-00267-00
BLAS FRANCISCO FERNANDEZ
NACIÓN - FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN Y MINISTERIO DE
DEFENSA – POLICIA NACIONAL
REPARACIÓN DIRECTA
I. ANTECEDENTES.
1. LA DEMANDA (fls 117 – 120 C. ppal.)
Expediente:
Actor:
Demandado:
Acción:
2008-00267-00
BLAS FRANCISCO FERNANDEZ
NACIÓN - FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN – POLICIA NACIONAL
REPARACIÓN DIRECTA
Los señores BLAS FRANCISCO FERNANDEZ, PIEDAD FERNANDEZ MOLINA y CAROLINA
FERNANDEZ ANACONAS por medio de apoderado, y en ejercicio de la acción de Reparación
Directa, dirigida en contra de la NACIÓN –FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN (FGN) y el
MINISTERIO DE DEFENSA - POLICÍA NACIONAL, solicitan:
• Que se declare civil y administrativamente responsable a las entidades demandadas por
los daños y perjuicios morales y de pérdida a la vida de relación, ocasionados con la
privación injusta de la libertad de que fue víctima el señor BLAS FRANCISCO FERNANDEZ.
•
Que se condene a la entidad demandada a pagar:
o A favor de cada uno de los demandantes, la suma de cien salarios mínimos legales
mensuales vigentes, por concepto de perjuicios morales.
o A favor de cada uno de los demandantes, la suma de cien salarios mínimos legales
mensuales vigentes, por concepto de daño a la vida de relación.
• Que las sumas sean actualizadas, conforme a la variación del índice de precios al
consumidor entre las fechas de causación del daño y la de ejecutoria de la sentencia, y su
reajuste conforme al interés del 6% anual; que se dé cumplimiento al fallo en los términos
del artículo 177 y que el cumplimiento de la sentencia se dé dentro de los treinta días
siguientes a la ejecutoria.
1.1.
Los hechos
Como fundamento fáctico de las pretensiones se expuso:
El día 13 de diciembre de 2007 el señor Blas Francisco Fernández fue detenido por miembros
de la Policía Nacional, pero luego fue dejado en libertad al constatarse que la orden de
captura se encontraba cancelada.
El demandante es retenido nuevamente el 7 y 20 de enero de 2008, procedimiento en el que
al parecer fue maltratado en su dignidad física y moral, siendo recluido en el CAI del barrio
Alfonso López de Popayán, para luego ser dejado en libertad.
El 29 de diciembre de 2007 y el 7 de enero de 2008 se publica en diarios la fotografía del
actor como uno de los delincuentes más buscados.
Por lo anterior, el accionante presentó derecho de petición ante el Comando de Policía Cauca
a través del cual solicitó se le informara los motivos que se tuvieron en cuenta para ser
incluido en la lista de los veinte delincuentes más buscados. Petición resuelta mediante oficio
000230 del 29 de enero de 2008, donde se le indicó que tenía una orden de captura vigente,
expedida por el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Popayán, una medida de
aseguramiento de la Fiscalía Sexta Especializada de Popayán y una sentencia condenatoria
por los delitos de hurto calificado y agravado y porte ilegal de armas.
Frente a los requerimientos antes mencionados se precisó:
La orden de captura dictada por el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Popayán, por los
delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes estaba dirigida contra la señora
Matilde Chantre, identificada con la cedula de ciudadanía N° 25.284.125 y no contra el
demandante.
La medida de aseguramiento emitida por la Fiscalía Sexta Especializada de Popayán no se
encontraba vigente al momento de emitirse el boletín de los más buscados.
2
Expediente:
Actor:
Demandado:
Acción:
2008-00267-00
BLAS FRANCISCO FERNANDEZ
NACIÓN - FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN – POLICIA NACIONAL
REPARACIÓN DIRECTA
El Juzgado Primero Penal del Circuito de Popayán condenó al actor por los delitos de hurto
calificado y agravado y porte ilegal de armas, correspondiendo la vigilancia de la ejecución de
la pena al Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Popayán, el
cual el 8 de agosto de 2007 le otorgó el beneficio de la libertad condicional.
Concluyéndose que la privación injusta de la libertad del accionante, se debió a la falta de
eficiencia al momento de cancelar las correspondientes órdenes de captura libradas en su
contra.
2. RECUENTO PROCESAL
La demanda fue presentada el 30 de julio de 2008 –fl. 125 C. Ppal. -, conocida inicialmente
por el Juzgado Tercero Administrativo del Circuito de Popayán quien a través de auto del 20
de febrero de 2009 –fl. 131 a 133 C. ppal.- declaró nulo todo lo actuado desde la admisión,
por falta de competencia, ordenando la remisión a esta Corporación, siendo admitida
mediante auto de 21 de julio de 2009 – Fls. 136 y 137 C. Ppal.- y debidamente notificada –
fls. 140, 141 y 142 C. Ppal.-, y el asunto se fijó en lista hasta el 28 de abril de 2010 –fl. 164
C. ppal.
3. LA CONTESTACIÓN
LA FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN expuso en su escrito de contestación a la
demanda:
Oposición a las pretensiones, y acogimiento a los hechos que resulten probados y que no
correspondan a apreciaciones o elucubraciones de la parte demandante.
En el presente caso no se estructuran los supuestos esenciales para endilgar responsabilidad
a la entidad.
En la demanda no se precisa el concepto de los perjuicios, el título de imputación ni los
supuestos que lo estructuran.
Propuso como excepciones de mérito:
Falta de legitimación en la causa por pasiva. Por cuanto se pretende la declaratoria de
responsabilidad solidaria, originada en la campaña “Los veinte delincuentes más buscados”,
en la cual no intervino la FGN.
La actuación de la FGN en el presente caso fue legítima y subordinada al ordenamiento
jurídico, en tanto que el demandante reconoció su participación en una conducta delictual
que lo hizo merecedor de una sentencia condenatoria.
Inexistencia de la responsabilidad de la FGN. No existe prueba que la entidad haya
comprometido su responsabilidad con el hoy demandante, teniendo en cuenta que en el
presente caso actúo conforme a sus funciones.
Ineptitud sustantiva de la demanda con ocasión de ausencia del nexo causal entre el daño
alegado y la responsabilidad de la FGN. No existe prueba del incumplimiento por omisión al
contenido obligacional impuesto normativamente a la entidad y la relación causal entre dicha
omisión y la producción del daño.
MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL
3
Expediente:
Actor:
Demandado:
Acción:
2008-00267-00
BLAS FRANCISCO FERNANDEZ
NACIÓN - FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN – POLICIA NACIONAL
REPARACIÓN DIRECTA
Presentó de manera extemporánea la contestación de la demanda.
4. PRUEBAS Y ALEGATOS
Las pruebas se decretaron en auto de 24 de junio de 2010 –fls. 168 y 169 C. Ppal. -, y se
corrió traslado para alegar en auto de 04 de noviembre de 2010 –fl. 189 C. Ppal.4.1 Ministerio de Defensa – Policía Nacional (fls. 191 – 194 C. ppal.)
Señala que el demandante fue capturado en cumplimiento a una orden de captura y dejado
a disposición de la autoridad judicial, con el fin de que ésta determinara su responsabilidad
en los hechos de acuerdo a la normatividad legal. Por lo que de existir responsabilidad por la
privación de la libertad del actor, ésta radica en un tercero y no en la institución.
Considera que de acuerdo a las teorías de la responsabilidad objetiva, a la entidad no le
asiste responsabilidad administrativa en la presente demanda.
4.2.
Alegatos de la parte demandante (fls. 195 – 201)
Luego de reiterar los planteamientos de la demanda y referirse a pronunciamientos del H.
Consejo de Estado, concluye que existió una falla en el servicio por la cual el demandante
“sufrió un daño antijurídico que no debe soportar, no por la emisión en su contra de ordenes
de captura, sino por la exposición de que fue víctima por (sic) publicación en medios
masivos de comunicación de su fotografía, siendo calificado como un delincuente de Alta
peligrosidad para la sociedad, lo que condujo que (sic) en varias oportunidades fuera privado
de la libertad, llevándolo a un estado de zozobra y aflicción que se irradio a su núcleo
familiar, perjuicios que deben ser resarcidos por las entidades demandadas”.
4.3.
La Fiscalía General de la Nación
Sostuvo que no se configuraron los presupuestos para la declaratoria de responsabilidad de la
entidad, por falta de pruebas y en consecuencia deben desestimarse las pretensiones de la
demanda, así como también debe condenarse en costas y agencias en derecho al
demandante.
II. CONSIDERACIONES
1. La competencia
Por la naturaleza del proceso, el lugar de ocurrencia de los hechos, la ley 270 de 1996 y el
auto de 9 de septiembre de 2008 del Consejo de Estado, el Tribunal es competente para
conocer de este asunto en PRIMERA INSTANCIA.
2. La caducidad
Obra a folio 6 del cuaderno principal oficio del señor Comandante del Departamento de
Policía Cauca, según el cual el demandante fue retenido el 12 de diciembre de 2007 y que
revisada la minuta de población del CAI Bello Horizonte ingresó el 13 de diciembre de 2007 a
las 13:05 horas y salió a las 17:28 horas del mismo día y de otra parte, que el mismo 13 de
diciembre se publicó el nombre y foto del actor en un periódico de circulación regional donde
se o tildada de ser un peligroso delincuente, integrante de los vente más buscados.
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Expediente:
Actor:
Demandado:
Acción:
2008-00267-00
BLAS FRANCISCO FERNANDEZ
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REPARACIÓN DIRECTA
En consecuencia, los hechos de los cuales se pretende la responsabilidad administrativa de
las entidades demandadas ocurrieron el 13 de diciembre de 2007, por lo que al haber sido
presentada la demanda el 30 de julio de 2008 –folio 125 C. ppal.-, la acción de reparación
directa se interpuso dentro del término de caducidad previsto en el artículo 136.8 del C.C.A.
3. De la comparecencia al proceso y la legitimación en la causa
1. Legitimación en la causa por Activa
Para la interposición de la demanda otorgaron poder en debida forma los señores BLAS
FRANCISCO FERNANDEZ y CAROLINA FERNANDEZ ANACONAS a nombre propio y a nombre
de su hijo menor MAICOL ANDRES FERNANDEZ FERNANDEZ y PIEDAD FERNANDEZ MOLINA,
según se observa en el folio 1 del cuaderno principal.
Los anteriores comparecieron al proceso en las siguientes calidades:
BLAS FRANCISCO FERNANDEZ, como directo afectado; CAROLINA FERNANDEZ ANACONAS
en calidad de compañera permanente, conforme se constata en el testimonio de la señora
ORFA MURILLO AGREDO, en el cual manifestó:
“(…) conozco a carolina desde mucho tiempo (sic) a el (sic) lo conozco hace 8 años que
convive con ella, y al niño hace 5 añitos que tiene el niño por que (sic) a el lo tuvieron en el
barrio (…)” (fl. 24 C. de pruebas)
Y el menor MAICOL ANDRES FERNANDEZ FERNANDEZ como hijo, parentesco comprobado
con la copia auténtica del registro civil de nacimiento obrante a folio 116 del cuaderno
principal.
El parentesco de la señora PIEDAD FERNANDEZ MOLINA, como madre del actor no fue
demostrada, ya que no se allegó la copia del folio del registro civil correspondiente, en
consecuencia de prosperar las pretensiones no podría reconocérsele ningún perjuicio.
2. Legitimación en la causa por Pasiva
La FGN alega que no está legitimada, por cuanto no intervino en los hechos sustento de la
demanda y de los cuales se pretende endilgarle responsabilidad.
No obstante, para la Sala, la FGN está legitimada, toda vez que uno de los hechos que sirve
de soporte para la demanda, es la captura del demandante por la existencia de una medida
de aseguramiento en su contra, dictada por la Fiscalía Sexta Especializada de Popayán, razón
por la cual le asiste interés a la entidad en el presente caso.
4. De la tesis de la demanda y del acervo probatorio
1. La demanda señaló que el señor BLAS FRANCISCO FERNANDEZ fue privado de su
libertad en forma injusta en razón a que el 13 de diciembre de 2007 fue capturado por
miembros de la Policía Nacional en cumplimiento de una orden de captura dictada en su
contra, la cual había sido cancelada. Y los días 7 y 20 de enero de 2008 fue capturado
nuevamente, siendo recluido en el CAI del barrio Alfonso López de Popayán y dejado
nuevamente en libertad.
Dichas capturas, al parecer se dieron en cumplimiento de una orden de captura dictada por
el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Popayán, la cual no estaba dirigida en su
contra, sino en la de otra persona; una medida de aseguramiento de la Fiscalía Sexta
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Expediente:
Actor:
Demandado:
Acción:
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Especializada de Popayán, la cual había sido cancelada y la sentencia condenatoria por el
delito de hurto calificado y agravado y porte ilegal de armas, respecto de la cual se le
habría otorgado el beneficio de la libertad condicional desde el 08 de agosto de
2007.
Además que en el mes de diciembre de 2007 la Policía Nacional puso en marcha la campaña
“los veinte delincuentes más buscados”, realizando para ello una gran difusión por medios de
comunicación y por afiches ubicados en lugares públicos de la ciudad de Popayán. En
desarrollo de dicha campaña el 29 de diciembre de 2007 y el 7 de enero de 2008 se expone
en los periódicos la fotografía del demandante.
2. El acervo probatorio del proceso es el siguiente:
Respuesta a derecho de petición dirigida por el Comandante del Departamento de Policía
Cauca al señor Blas Francisco Fernández, en el cual se le informa que fue incluido en la lista
de los 20 delincuentes más buscados del Departamento, por cuanto en el Sistema de
Información y Antecedentes de la Fiscalía (SIAN) presentaba una orden de captura vigente
por el delito de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes emanada del Juzgado Tercero
Penal del Circuito de Popayán; una medida de aseguramiento de detención preventiva sin
libertad provisional por el Delito de extorsión emanada de la Fiscalía Sexta ante el Juzgado
Penal del Circuito Especializado de Popayán y una sentencia condenatoria por los delitos de
hurto calificado y agravado y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones (fl.
2 C. Ppal.)
Oficio N° 000420 del 21 de febrero de 2008, por medio del cual el Comandante del
Departamento de Policía Cauca informa al señor BLAS FRANCISCO FERNANDEZ que fue
retenido el día 12 de diciembre de 2007. Además que revisada la minuta de población del
CAI Bello Horizonte figuran anotaciones en los folios 50 y 51 de fecha 13 de diciembre de
2007 a las 13:05 horas de ingreso y salida a las 17:28 horas del mismo día (fl. 6 C. Ppal.)
Copia auténtica de la Sentencia del treinta y uno de octubre de 2006, por medio de
la cual el Juzgado Primero Penal del Circuito de Popayán impone condena anticipada al señor
BLAS FRANCISCO FERNANDEZ por el delito de hurto calificado y agravado a cuarenta y un
meses y diez días de prisión (fls. 7 – 20 C. Ppal.)
Copia auténtica del Auto del 8 de agosto de 2007 por medio del cual el Juzgado Segundo de
Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Popayán – Cauca, concede al señor BLAS
FRANCISCO FERNANDEZ el beneficio de la libertad condicional por un periodo de prueba
igual al que le faltaba para descontar la pena impuesta, es decir, 14 meses y 5 días (fls. 27 29 C. Ppal.)
Boleta de libertad N° 1 del 9 de agosto de 2007, del Juzgado Segundo de Ejecución de
Penas y Medidas de Seguridad dirigida al director del EPCAMS de esta ciudad, donde le
solicita dejar en libertad al señor Blas Francisco Fernandez (fl. 30 C. Ppal.)
Registro en el sistema de información de antecedentes y anotaciones – SIAN de Popayán,
donde figura orden de captura a la señora Matilde Chantre identificada con la cédula de
ciudadanía N° 25.284.125, por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes (fl.
3 C. Ppal.)
Registro en el sistema de información de antecedentes y anotaciones – SIAN de Popayán,
donde le figura al demandante:
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Acción:
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Medida de aseguramiento, consistente en la detención preventiva sin libertad, impuesta por
el Juzgado Sexto Penal del Circuito Especializado de Popayán del 30 de marzo de 2005,
registrada el 12 de abril del mismo año (fls. 12 C. de pruebas)
Medida de aseguramiento, consistente en detención preventiva sin libertad provisional,
impuesta por el Juzgado Municipal N° 1 de función de control de garantías de Pasto – Nariño,
registrada el 14 de julio de 2008 (fl. 13 C. de pruebas)
Sentencia condenatoria del 08 de junio de 2009, con pena de prisión de siete años y un mes,
impuesta por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Pasto – Nariño, registrada el 26 de
agosto de 2009 (fl. 14 C. de pruebas)
Sentencia condenatoria del 26 de junio de 2009, con pena de prisión por el delito de tentativa
de homicidio, impuesta por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Pasto –
Nariño, registrada el 16 de junio de 2010 (fl. 15 C. de pruebas)
Sentencia condenatoria del 31 de octubre de 2006, con pena de prisión de cuarenta y un
meses y diez días, impuesta por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Popayán, registrada
el 24 de noviembre de 2006 (fl.16 C. de pruebas)
Recorte del diario El Liberal de Popayán del 13 de diciembre de 2007 en el cual se publicó el
afiche de la campaña de la Policía Nacional “los veinte más buscados”, en el cual aparece la
fotografía del señor Blas Francisco Fernández (fl. 112 C. Ppal.)
Recorte del diario El Liberal del 14 de diciembre de 2007 donde se publica la captura del
señor Blas Francisco Fernández en desarrollo del programa de la Policía Cauca “los veinte
más buscados” (fl. 113 C. Ppal.)
Recorte del diario El Liberal del 29 de diciembre de 2007 y el 7 de enero de 2008 donde se
publica nuevamente la fotografía del demandante dentro de la campaña “los veinte más
buscados (fls 114 y 115 C. Ppal.)
Declaración de la señora ORFA GLORIA MURILLO AGREDO (fls. 24 – 26 C. de pruebas)
3. Las copias simples no tienen valor probatorio alguno, por lo cual no serán
valoradas
En cuanto al valor probatorio de los documentos aportados al proceso en copia simple es
necesario precisar que de conformidad con el artículo 253 del Código de Procedimiento Civil,
los documentos que se pretendan hacer valer deben ser aportados al proceso en original o en
copias; que respecto de los primeros no se presenta ningún inconveniente para efectos de su
valoración probatoria, pues su condición los exime del cumplimiento de cualquier formalidad
adicional,; por el contrario, los segundos, por determinación de la ley procesal (artículo 254
del Código de Procedimiento Civil) sólo podrán adquirir el mismo valor probatorio que el
documento original al cumplir con la exigencia de la autenticidad, la cual se adquiere ya sea
por “provenir de la autorización del funcionario ante quien reposa el original, o por la
autenticación del notario previo cotejo con el original o la copia autenticada que se le
presente, ya por la reproducción del original o de copia auténtica que se ordene en el curso
de una inspección judicial”, lo que genera seguridad al juzgador frente a su producción.
En relación con la imposibilidad jurídica de darle valor probatorio a los documentos públicos,
aportados en copia simple el Consejo de Estado señala:
“…Sobre el valor probatorio de las copias de los documentos públicos, la Sala ha
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recalcado que, por expresa remisión que el artículo 168 del Código Contencioso
Administrativo hace al régimen probatorio previsto en el Código de Procedimiento Civil,
en cuanto a la admisibilidad, práctica y valoración de esta prueba documental, es
aplicable el artículo 254 de este último, En consecuencia, dado que dichas copias no
reposan auténticas en el expediente, carecen de valor probatorio, porque, en
tratándose de copias de documento público, para que puedan ser aducidas o
apreciadas como prueba dentro de un proceso judicial, deben reunir las exigencias
contenidas en el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil, entre las cuales se
encuentra la diligencia de autenticación. Con otras palabras, las copias simples no son
medios de convicción que puedan tener la virtualidad de hacer constar o demostrar los
hechos que con las mismas se pretendan hacer valer ante la jurisdicción, en cuanto su
estado desprovisto de autenticación impide su valoración probatoria, de conformidad
con lo prescrito en la norma procesal antes citada1”.
Todo lo anterior se explica porque respecto de los documentos públicos se ha establecido una
presunción en cuanto a su origen o autoría, esto es, acerca de su autenticidad, sin embargo,
tales características no pueden ser presumidas cuando el documento es aportado en copia
simple, por cuanto éste no tiene ningún valor probatorio, ni respecto de su origen ni de su
contenido2.
Por tal razón, los documentos aportados por la parte actora, en especial las copias simples
obrantes a folio 66 a 111 del cuaderno principal, no pueden ser valorados como prueba de la
privación injusta de la libertad de la que supuestamente fue víctima el demandante.
Ahora bien, en cuanto a los periódicos aportados, se precisa que en el presente caso no son
plena prueba, pero si constituyen indicio suficiente3 de que la información sobre el actor
publicada en un diario de amplia circulación de esta ciudad, fue suministrada por el
Departamento de Policía Cauca, no sólo porque así se dice en el Diario, que fue el propio
Coronel de la Institución quien dio la información, sino además porque aparece la aceptación
del hecho en el oficio enviado por el Comandante al señor Blas Francisco Fernandez el 29 de
enero de 2008.
4. Hechos Probados en el proceso
En efecto, halla la Sala que los elementos de juicio susceptibles de valoración, por cumplir
con los requisitos para ese efecto, dan cuenta de lo siguiente:
Que el señor BLAS FRANCISCO FERNANDEZ fue condenado por el delito de hurto calificado y
agravado por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Popayán, en sentencia de fecha 31 de
octubre del 2006 a cuarenta y un meses y diez días, tal como se verifica a los folios 7 a 20 y
posteriormente se le concedió libertad condicional según se corrobora a folios 27 a 30 del C.
principal, y la orden de libertad que se le dio por ese delito, donde de modo enfático dice el
Juzgado Primero Penal del Circuito que la orden de libertad sólo debe concederse en el
evento en que no haya en contra del condenado otras medidas que afecten ese derecho.
Sobre el particular dijo el Juzgado: “siempre y cuando no se halle solicitado o requerido por
1
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia del 31 de agosto de
2006; C.P. Dra. RUTH STELLA CORREA PALACIO. Radicación número: 25000-23-26-000-2003-00300-01(28448).
2
Cfr. Fallo de siete de septiembre de dos mil diez, Magistrado ponente: CARLOS JARAMILLO DELGADO,
Expediente:
200501515-00, Actor: JESÚS MARÍA ARROYAVE RAYO y Otros, Demandado:
FISCALÍA
GENERAL DE LA NACIÓN - POLICÍA NACIONAL.
3
Consejero ponente: ALIER EDUARDO HERNANDEZ ENRIQUEZ, veinticinco (25) de enero de dos mil uno (2001)
Radicación: 11413
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Demandado:
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REPARACIÓN DIRECTA
otra autoridad, sírvase DEJAR EN LIBERTAD A PARTIR DE LA FECHA EN EL PROCEO BAJO
RADICACION INTERNA NO. 7984-2, por cuenta y orden de este juzgado…” Este documento
visible al folio 30 del expediente tiene fecha de 9 de agosto del 2007.
Está probado que el actor fue capturado el día 12 de diciembre de 2007 y que ingresó al
CAI de Bello Horizonte el 13 de diciembre del mismo año, a las 13:05 horas y salió a las
17:28 horas del mismo día, por la propia manifestación policial contenida en el oficio de
fecha 21 de febrero del 2008, donde además le dicen que en el SIAN le aparece el reporte de
una orden de captura del 22 de febrero del 2006, del Juzgado Tercero Penal Municipal,
por el delito de hurto calificado y agravado. (Fls 6 del expediente).
Nótese entonces que la Policía Nacional, o bien no lleva los registros de modo adecuado o la
información de la SIAN no corresponde a la realidad, toda vez que si el Juzgado que condenó
al actor le concedió la libertad y se dejó expresa nota que ello sólo operaría en el evento en
que no hubieran en su contra otras medidas de aseguramiento y si ello se adoptó el 9 de
agosto del 2007, fuerza es concluir que lo anotado por la SIAN es equivocado o por lo menos
no atiende la realidad de los datos consignados en los procesos judiciales, pues no se explica
entonces como el señor Fernández recuperó su libertad si es que es verdad que tenía una
captura vigente de otro despacho judicial.
Y además, se debe decir que si ello era verdad, no se entendería por qué razón la Policía
Nacional no obró de conformidad, esto es poniendo a disposición a Fernández a la autoridad
competente, lo que no se hizo, sino dejarlo en libertad, todo lo cual es demostrativo de la
infidelidad de los registros de la SIAN, que entre otras cosas, advierte al final del documento,
tal como se lee en los contenidos en los folios 3 a 6 que “ESTE REGISTRO NO REEMPLAZA LA
DECISION JUDICIAL, POR TAL MOTIVO (sic) ESA DEBE SER VERIFICADA CON LA
RESPECTIVA AUTORIDAD EN TODOS LOS CASOS.
Que el señor BLAS FRANCISCO FERNANDEZ fue incluido por la Policía Nacional en la
campaña adelantada en el mes de diciembre de 2007, denominada “los veinte más
buscados”, porque en el Sistema de Información y Antecedentes de la Fiscalía (SIAN)
presentaba una orden de captura vigente por el delito de tráfico, fabricación y porte de
estupefacientes emanada del Juzgado Tercero Penal del Circuito de Popayán; una medida de
aseguramiento de detención preventiva sin libertad provisional por el Delito de extorsión
emanada de la Fiscalía Sexta ante el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Popayán y
una sentencia condenatoria por los delitos de hurto calificado y agravado y fabricación,
tráfico y porte de armas de fuego o municiones. Lo anterior aparece visible al folio 2 del
expediente, donde la Policía Nacional le explica al actor el porqué de su inclusión en la lista
de los 20 más buscados, donde al final le dicen que le anexan los reportes SIAN.
Si nos tenemos a ellos, resulta que el registro de la SIAN sobre la orden de captura vigente
en su contra por un delito de tráfico de estupefacientes, el mismo se observa que no
pertenece al actor, pues muy claramente se aprecia que la orden de captura está librada en
contra de una mujer, lo que implica la ligereza no sólo en adoptar las determinaciones sino
incluso en confundir al petente con una información falaz.
La segunda anotación que le fue entregada por la Policía es un reporte de la SIAN sobre la
comisión de un delito de extorsión, a cargo de la Fiscalía ante los Juzgados especializados de
Popayán, según unos hechos de fecha marzo 18 del 2005 y en el proceso No. 119456, tal
como se lee al folio 4. Sobre el particular se deben hacer las mismas apreciaciones
anteriores, esto es que si era verdad la anotación de la SIAN, la autoridad policial ha debido
9
Expediente:
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poner a disposición de esa autoridad judicial al actor y no lo hizo, o que el referido registro no
se acompasa con lo dicho por el Juzgado que ha condenado al actor por el delito de hurto
calificado y agravado y que en fecha posterior, es decir desde el 9 de agosto del 2007,
estableció que no pesaban contra él otras medidas de aseguramiento, de lo contrario no se
explica cómo salió de la cárcel por una orden judicial.
Finalmente, está el registro del folio 5 que ajustado a la realidad de lo probado en este
proceso, es la condena por el delito de hurto calificado y agravado a la cual fue condenado y
donde el juzgador le concedió la libertad condicional, previa verificación que en su contra no
hay otras requerimientos judiciales, tal como ya se ha dejado suficientemente explicado. Por
lo tanto, si la persona ha pagado por ese delito la condena y está en libertad por orden
judicial, la autoridad policial no puede pretender que ello implica mayor peligrosidad para
incluirlo en la lista de los más buscados, pues por el contrario, ello implicaría que la persona
fue juzgada y sentenciada por el delito cometido.
Como consecuencia de haber sido incluido dentro de “los veinte delincuentes más buscados”,
la fotografía del señor Blas Francisco Fernández fue publicada en el afiche diseñado por la
Policía Nacional dentro del desarrollo de dicha campaña, el cual fue divulgado en varias
oportunidades en un diario de amplia circulación de esta ciudad.
Ahora, si bien es cierto, el actor registra medida de aseguramiento, consistente en la
detención preventiva sin libertad, impuesta por Juzgado Municipal N° 1 con función de control
de garantías de Pasto -Nariño el 28 de junio de 2008, medida registrada el 14 de julio del
mismo año; así como dos sentencias condenatorias, impuestas por los delitos de hurto
calificado y gravado y la fabricación, porte de armas de fuego y tentativa de homicidio, del
28 de junio y 26 de junio de 2009 respectivamente, hechos que son posteriores a los
que sirven de sustento a la presente demanda, por lo cual en nada afectan el juicio de
responsabilidad a que haya lugar, puesto que la pretensión debatida se relaciona con la
presunta privación ilegal de la libertad del actor en diciembre del 2007 y la divulgación de su
nombre, foto y antecedentes en diarios de circulación regional.
5. La Falla del servicio.
Frente a la falla del servicio como título de imputación de responsabilidad del Estado el H.
Consejo de Estado tiene establecido que ésta se configura cuando no se presta un servicio al
cual está obligado el Estado, se presta tardíamente o se comete algún error en su prestación,
al respecto manifiesta:
“Como es bien sabido, este título se configura cuando el servicio no es prestado, o es
prestado en forma tardía o defectuosa, teniendo en cuenta que el término “servicio”,
en estos casos, hace alusión en general, al funcionamiento de todo el aparato estatal,
mediante la cumplida ejecución de las funciones a cargo de todos sus operadores,
dentro del marco de las competencias legalmente atribuidas, y con miras a obtener el
cumplimiento de los cometidos estatales, la correcta prestación de los servicios a
cargo del Estado y en últimas, la satisfacción del interés general. De modo que,
cuando se habla de falla del servicio, se está aludiendo a aquellos eventos en los
cuales las entidades estatales y sus autoridades no han cumplido en debida forma las
obligaciones a su cargo, por omisión, retraso o ejecución defectuosa de las mismas”4.
De esta forma, se encuentra decantado por la doctrina y la jurisprudencia que para que haya
lugar a declarar la responsabilidad patrimonial del Estado por falla del servicio, es necesario
que se den tres presupuestos esenciales, a saber: la existencia de un daño; que se verifique
4
Consejero ponente: RAMIRO SAAVEDRA BECERRA, dos (2) de diciembre de dos mil ocho (2008) Expediente N°
18656
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Demandado:
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una falla en el servicio público ya sea porque el servicio no se prestó o se prestó en forma
tardía o ineficiente y una relación de causalidad entre el daño y dicha falla.
El daño entendido como el menoscabo o lesión al patrimonio, en palabras de De Cupis5 es
una aminoración o alteración de una situación favorable y es el primer elemento de la
responsabilidad estatal, común a todos los regímenes subjetivos y objetivos, sin el cual no
puede surgir la responsabilidad, y para que este daño sea indemnizable debe cumplir con
algunas características: debe lesionar un bien protegido jurídicamente; quien lo sufre no
tiene el deber de hacerlo; debe ser cierto, determinado y personal, así lo ha sostenido la
jurisprudencia del H. Consejo de Estado:
“(…) El daño antijurídico, a efectos de que sea indemnizable, requiere que esté cabalmente
estructurado, por tal motivo, se torna imprescindible que se acrediten los siguientes aspectos
relacionados con la lesión o detrimento cuya reparación se reclama: i) que se lesione un
derecho, bien o interés, protegido legalmente por el ordenamiento; ii) debe ser antijurídico,
esto es, que la persona no tenga el deber jurídico de soportarlo; iii) que sea cierto, es decir,
que se pueda apreciar material y jurídicamente; por ende, no puede limitarse a una mera
conjetura (…)”6
En consecuencia si el daño no reúne los requisitos antes mencionados no puede ser
indemnizable.
6. Juicio de la Sala
En la demanda se señaló que existió una privación injusta de la libertad del demandante, por
haber sido retenido por la Policía Nacional, en cumplimento de órdenes de captura en su
contra, que aparecían en la SIAN.
Es así como en el presente caso no se estructuró la privación injusta de la libertad del actor,
sino la falla del servicio, imputable a la actuación de la Policía Nacional al obrar de manera
ligera y apresurada y sin previa verificación con las autoridades judiciales al retener al actor
en el mes de diciembre del 2007, e incluirlo en el “listado de los veinte más buscados”,
teniendo como fundamento para ello unas presuntas órdenes de captura que se encontraban
vigentes, cuestión que ya fue analizada por la Sala, al no encontrar ninguna justificación del
actuar policial, porque los reportes de la SIAN le dicen que debía verificar la información con
la autoridad judicial de una parte, y de otra, que si las supuestas órdenes de captura estaban
vigentes, la Policía no cumplió con su deber, que le imponía capturar al actor y ponerlo a
disposición de la autoridad judicial que lo requería.
Luego al dejarlo en libertad, implicaría la desconfianza en este tipo de registros y lo que aún
es más grave, si las tales órdenes de captura estaban vigentes, como se dice, ello contradecía
la decisión judicial que da plena certeza, en el sentido que el juez que investigó el delito de
hurto calificado y agravado le otorgó la libertad condicional a partir del 9 de agosto del
2007, previa verificación que en su contra no pesaba requerimiento judicial alguno.
Todo lo anterior implica entonces que los registros no verificados de la SIAN, por parte de la
autoridad policial con los despachos judiciales como se indica en la parte final de tales
5
Adriano de Cupis, El Daño Ed Bosh, Pág. 81
6
Consejero ponente: ENRIQUE GIL BOTERO, veintiséis (26) de mayo de dos mil diez (2010) Expediente: 18352
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documento, no podían servir para retener al actor y menos para incluir su foto, nombre y
antecedentes en una campaña de lucha contra el delito, presentándolo como un peligroso
delincuente, pues hasta ese momento histórico en diciembre del 2008, ello no se podía
hacer pues el único antecedente probado era la sentencia en la cual fue condenado y donde
la autoridad judicial dispuso de su libertad, previa verificación que en su contra no pesaba
medida de aseguramiento alguno, librada por otra autoridad judicial.
Más aún, si se lee la información que apareció en Diciembre del 2007, en el diario el liberal
de fecha diciembre 13 del 2007, de manera elocuente el propio Coronel LUIS JOAQUIN
CAMACHO manifestó que la lista de los más buscados “surgió después de hacer un completo
estudio hecho con la Fiscalía Seccional”. Desde luego que si se hubiera realizado el
“completo estudio”, no se estuviera adelantando la presente acción de daños, que es
precisamente lo que no se ha realizado en el presente caso. El dicho policial se ve a folios
112 del expediente.
Por lo anterior, la Sala en aplicación del principio iura novit curia, encuentra demostrado que
el daño padecido por el actor lo constituye el hecho de que la Policía Nacional lo incluyó en
un listado de personas buscadas por la comisión de diferentes delitos y lo sometió al escarnio
público al divulgar su fotografía en un periódico de amplia circulación de esta ciudad.
La falla en el servicio se estructura en que la inclusión en dicho listado se hizo sin verificar
cuál era el verdadero estado del actor en el sistema de información de antecedentes, siendo
entonces antijurídico, en la medida que si bien la entidad policial tiene dentro de sus
funciones el cumplimiento de providencias judiciales y de policía judicial frente a los delitos y
contravenciones, conforme lo señala la Ley 62 de 19937, en el ejercicio de tales funciones
debe verificar plenamente, que los registros coinciden con las decisiones judiciales, pues al
no hacerlo, es indudable que compromete su responsabilidad al afectar los derechos de los
ciudadanos como lo son la dignidad y la honra. Y el nexo causal es evidente en tanto que, si
el ente demando no realiza la actuación que hoy se le reprocha, no se hubiese configurado
el daño al actor.
Así las cosas, en el sub judice, si bien se afectó la libertad del actor en la captura de que fue
objeto en diciembre del 2007, tal como lo reconoce la autoridad policial en el oficio visible al
folio 6 del expediente, este hecho no fue de tal entidad para constituir un daño antijurídico,
el cual deba ser indemnizado por la parte demandada, en tanto que los miembros de la
Policía Nacional lo han retenido con el objeto de verificar la información para poder dejarlo
en libertad, es decir, que el daño sufrido por el demandante, es el mismo que debe soportar
cualquier otro ciudadano en el ejercicio de las funciones de la institución policial como
garante de la seguridad y convivencia ciudadanas.
Y respecto a las detenciones que alega el señor Blas Francisco Fernández, fue objeto el 7 y
20 de enero de 2008, no existe prueba de ellas dentro del expediente, razón por la cual no
puede hacerse el juicio de responsabilidad correspondiente, siendo entonces, imposible
condenar por estos hechos a las demandadas, ya que la carga de probar el daño está en la
parte demandante.
En consecuencia, considera la Sala que se deriva la responsabilidad del Estado por la
actuación de la Policía Nacional al haber sometido al señor Blas Francisco Fernández al
7
Por la cual se expiden normas sobre la Policía Nacional, se crea un establecimiento público de seguridad social
y Bienestar para la Policía Nacional, se crea la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada y se reviste de
facultades extraordinarias al Presidente de la República.
12
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escarnio público, en atención a los requerimientos que tenía por diferentes autoridades
judiciales, los cuales al momento de los hechos no estaban vigentes, sin que para nada se
vea comprometida la responsabilidad de la Fiscalía, pues no fue su acción u omisión la que
ocasionó el daño al actor, tal como se ha explicado.
7. De los perjuicios
En la demanda se pidió el reconocimiento y pago de los perjuicios morales y por daño a
la vida de relación a favor de cada uno de los demandantes
7.1.1. De los perjuicios morales
En relación con el perjuicio moral ha reiterado la jurisprudencia del H. Consejo de Estado que
la indemnización que se reconoce a quienes sufran un daño antijurídico tiene una función
básicamente satisfactoria y no reparatoria del daño causado y que los medios de prueba que
para el efecto se alleguen al proceso pueden demostrar su existencia pero no una medida
patrimonial exacta frente al dolor, por lo tanto, corresponde al juez tasar discrecionalmente la
cuantía de su reparación, teniendo en cuenta la gravedad del daño causado al demandante.
La magnitud del dolor puede ser apreciada por sus manifestaciones externas y por esto se
admite para su demostración cualquier tipo de prueba8.
Igualmente ha sostenido el H. Consejo de Estado, que respecto de los perjuicios morales el
pretium doloris, se determina conforme al prudente arbitrio de los jueces, se ha establecido
que si bien esa corporación ha señalado pautas a los Tribunales para facilitar la difícil tarea
de determinar el perjuicio moral, aquéllas no son obligatorias9. Igualmente, se ha
determinado que es razonable que el juez ejerza su prudente arbitrio al estimar el monto de
la compensación por el perjuicio moral y que para el efecto ha de tenerse en consideración
los lineamientos expresados en el artículo 16 de la Ley 446 de 1998, en virtud de los cuales,
dentro de los procesos contencioso administrativos: “la valoración de daños irrogados a las
personas y a las cosas, atenderá los principios de reparación integral y equidad.”
Así entonces, es claro que el arbitrio judicial, se configura como único sistema para realizar la
tasación de los perjuicios morales y de daño en la vida de relación y que es este el método
utilizado para definir las cuantías indemnizatorias reconocidas a los actores.
Ahora bien, cabe señalar que la jurisprudencia de lo contencioso administrativo a
determinado la existencia de la presunción del daño moral en los familiares de una persona,
opera hasta el segundo grado de afinidad y el primero civil, sean ascendientes, descendientes
o colaterales. Así lo estableció el Consejo de Estado en providencia de 17 de julio de 1992,
expediente número 675010:
“En punto tocante con perjuicios morales, hasta ahora se venían aceptando que estos
se presumen para los padres, para los hijos y los cónyuges entre sí, mientras que para
los hermanos era necesario acreditar la existencia de especiales relaciones de
fraternidad, o sea, de afecto, convivencia, colaboración y auxilio mutuo, encaminados
8
Ver, por ejemplo, sentencia de 2 de junio de 2004, exp: 14.950.
Consejo de Estado Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia de 5 de diciembre de
2005, MP Alier Eduardo Hernández Enríquez, radicación 76001-23-31-000-1994-00095-01(13339) Actor: Francia
Doris Vélez Zapata y otros Demandado: Municipio de Pradera -Valle del Cauca.
9
10
Reiterada en sentencia de 30 de agosto de 2007. Expediente 15.724, actor: Oswaldo Pérez Barrios. En igual
sentido ver, entre otras: Sentencia de once (11) de agosto de dos mil diez (2010), Radicación número: 2500023-26-000-1996-02533-01(18894) Actor: NICOLAS PADILLA MENDOZA Y OTROS.
13
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a llevar al fallador la convicción de que se les causaron esos perjuicios resarcibles.
Ocurre sin embargo, que la Constitución Nacional que rige en el país actualmente, en
su artículo 2o., señala que Colombia como Estado Social de derecho que es, tiene
como fines esenciales el de servir a la comunidad, promover la prosperidad general y
garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la
misma; también el de facilitar la participación de todos en las decisiones que los afecte
y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; al igual que
defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la
convivencia pacifica y la vigencia de un orden justo.
Por su parte el artículo 42 de la Carta Política, establece que el Estado y la sociedad
tienen como deber ineludible el de garantizar la protección integral de la familia,
núcleo fundamental de la sociedad, que "se constituye por vínculos naturales y
jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por
la voluntad responsable de conformarla." Y agrega que "Cualquier forma de violencia
en la familia se considera destructiva de su armonía y unidad, y será sancionada
conforme a la ley. Los hijos habidos en el matrimonio o fuera de él, adoptados o
procreados naturalmente o con asistencia científica tienen iguales derechos y deberes".
(Subrayas fuera de texto).
La ley no ha definido taxativamente las personas que integran la familia que goza de la
especial protección del estado y de la sociedad en general. Así las cosas, podría
adoptarse como criterio interpretativo el concepto amplio de la familia, como aquellos
parientes próximos de una persona a los que se refiere el artículo 61 del C.C., que es
del siguiente tenor:
"En los casos en que la Ley dispone que se oiga a los parientes de una persona, se
entenderá que debe oírse a las personas que van a expresarse y en el orden que
sigue:
1o. Los descendientes legítimos;
2o. Los ascendientes legítimos;
3o. El padre y la madre naturales que hayan reconocido voluntariamente al hijo, o este
a falta de descendientes o ascendientes legítimos;
4o. El padre y la madre adoptantes, o el hijo adoptivo, a falta de parientes de los
números 1o., 2o. y 3o;
5o. Los colaterales legítimos hasta el sexto grado, a falta de parientes de los números
1o., 2o., y 4o;
6o. Los hermanos naturales, a falta de los parientes expresados en los números
anteriores;
7o. Los afines legítimos que se hallen dentro del segundo grado, a falta de los
consanguíneos anteriormente expresados.
Si la persona fuera casada, se oirá también, en cualquiera de los casos de este artículo
a su cónyuge; y si alguno o algunos de los que deben oírse, no fueren mayores de
edad o estuvieren sujetos a la potestad ajena, se oirá en su representación a los
respectivos guardadores, o a las personas bajo cuyo poder y dependencia estén
constituidos."
También resulta procedente tomar como familia lo que los tratadistas definen como
familia nuclear, esto es, la integrada por los parientes en primer grado a que alude el
artículo 874, ordinal 3o ibídem, que reza:
"La familia comprende (además del habitador cabeza de ella) a la mujer y a los hijos;
tanto los que existen al momento de la constitución, como los que sobrevienen
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después, y esto aún cuando el usuario o habitador no esté casado, ni haya reconocido
hijo alguno a la fecha de la constitución."
La familia para fines de las controversias indemnizatorias, está constituida por un
grupo de personas naturales, unidas por vínculos de parentesco natural o jurídico, por
lazos de consanguinidad, o factores civiles, dentro de los tradicionales segundo y
primer grados señalados en varias disposiciones legales en nuestro medio.
Así las cosas, la Corporación varía su anterior posición jurisprudencial, pues ninguna
razón para que en un orden justo se continúe discriminando a los hermanos, víctimas
de daños morales, por el hecho de que no obstante ser parientes en segundo grado,
no demuestran la solidaridad o afecto hasta hoy requeridos, para indemnizarlos. Hecha
la corrección jurisprudencial, se presume que el daño antijurídico inferido a una
persona, causado por la acción u omisión de las autoridades públicas genera dolor y
aflicción entre sus parientes hasta el segundo grado de consanguinidad y primero civil,
ya sean ascendientes, descendientes o colaterales.
Como presunción de hombre que es, la administración está habilitada para probar en
contrario, es decir, que a su favor cabe la posibilidad de demostrar que las relaciones
filiales y fraternales se han debilitado notoriamente, se ha tornado inamistosas o,
incluso que se han deteriorado totalmente. En síntesis, la Sala tan solo aplica el criterio
lógico y elemental de tener por establecido lo anormal y de requerir la prueba de lo
anormal. Dicho de otra manera, lo razonable es concluir que entre hermanos, como
miembros de la célula primaria de toda sociedad, (la familia), exista cariño,
fraternidad, vocación de ayuda y solidaridad, por lo que la lesión o muerte de algunos
de ellos afectan moral y sentimentalmente al otro u otros. La conclusión contraria, por
excepcional y por opuesta a la lógica de lo razonable, no se puede tener por
establecida sino en tanto y cuanto existan medios probatorios legal y oportunamente
aportados a los autos que así la evidencien.” Subrayado añadido.
Y sobre la tasación fijó lo siguiente:
“Por otra parte, no puede perderse de vista el principio de equidad, también previsto
en la norma transcrita para ser tenido en cuenta en la labor de valoración del daño.
Su importancia resulta mayor cuando se trata de la indemnización de un perjuicio que,
por la naturaleza de éste, no puede ser restitutoria ni reparadora, sino simplemente
compensatoria. En efecto, la suma establecida no se ajustará nunca al monto exacto
del perjuicio, pero buscará, de alguna manera, restablecer el equilibrio roto con su
ocurrencia. Se impone al juez, entonces, el ejercicio de una cierta discrecionalidad,
que, sin embargo, debe encontrarse suficientemente razonada y fundada en las
probanzas que, en el proceso, obren sobre la existencia del perjuicio y su intensidad.
No se trata, en efecto, de una facultad arbitraria; por ello, en su desarrollo, debe
buscarse también la garantía del principio de igualdad, lo que hace necesaria la
comparación de la situación debatida con otras ya decididas, con fundamento en el
análisis de los diferentes aspectos que determinan aquélla y éstas, dentro de los cuales
deberá tomarse en cuenta, por supuesto, el valor real de la indemnización.” Subrayado
añadido.
Y más adelante expuso:
Sin duda, la afirmación de la independencia del juez implica la asunción, por parte de
éste, de una responsabilidad mayor. Deberá ponerse especial esmero en el
15
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cumplimiento del deber de evaluar los diferentes elementos que, en cada proceso,
permitan establecer no sólo la existencia del perjuicio moral, sino su intensidad, e
imponer las máximas condenas únicamente en aquellos eventos en que, de las
pruebas practicadas, resulte claramente establecido un sufrimiento de gran
profundidad e intensidad, superior a muchos de los pesares imaginables. Consejo de
Estado, Sección Tercera, 6 de septiembre de 2001, Radicación 1323 - 15646
Respecto de los familiares de quienes se presume el daño moral, ha estimado que la tasación
no puede hacerse en forma similar para todos. Esta posición fue asentada en sentencia de 30
de marzo de 1990, expediente 3510:
Pero, si bien se da por establecido el perjuicio moral para todos los componentes del
grupo familiar, estima la Sala que su tasación no puede hacerse en forma similar para
todos ellos, puesto que, como lo ha afirmando la jurisprudencia nacional, ‘si se admite,
como es necesario admitir las diferencias de grados, es natural que la reparación de
los daños busque una equivalencia más o menos aproximada para que la justicia no
pierda su naturaleza de dar a cada uno lo que es suyo’ (Corte Suprema de Justicia,
Sala de negocios generales, 13 de diciembre de 1943, G. J., Tomo LVI, No. 20001 2005, p. 668)” Subrayado añadido.
Indican tales criterios, que los perjuicios morales se presumen respecto del directo afectado
y respecto de sus familiares más cercanos, según las suficientes reglas que sobre el punto ha
decantado la misma jurisprudencia. La tasación del monto que se reconoce por perjuicio
moral, es de carácter compensatoria, y se hace por parte del juez, teniendo en cuenta, en
términos generales, la intensidad del perjuicio11, siendo que para la mayor intensidad se
reconoce el monto máximo de 100 SMLM12.
Bajo estos criterios, la Sala encuentra razonable reconocer a favor de BLAS FRANCISCO
FERNANDEZ, la suma de 10 SMLM por concepto de perjuicios morales, si se tiene en cuenta
que con la actuación de la demandada se le causó un daño, el cual se produjo sentimientos
de congoja y angustia, además de que se trató de confundirlo al entregarle unos registros de
la SIAN, que ni siquiera correspondían a los suyos.
Subsiguientemente, se reconocerá por este mismo concepto, la suma de 5 SMLM a favor de
la señora CAROLINA FERNANDEZ ANACONA y 5 SMLM a favor del menor MAICOL ANDRES
FERNANDEZ, quien fue representado en este proceso por sus padres.
No se reconocerá valor alguno a la señora PIEDAD FERNANDEZ MOLINA, ya que no se
demostró su parentesco con el señor BLAS FRANCISCO FERNANDEZ.
7.1.2. Del daño a la vida de relación
Tal perjuicio, pedido en la demanda, ha sido redefinido por la jurisprudencia contencioso
administrativa, como alteración a las condiciones de existencia, el cual debe ser acreditado a
través de los medios de prueba legales.
En providencia de 30 de agosto de 2007, radicado 15724, se expuso:
“(L)a Sala estima necesario precisar que mediante sentencia del 19 de julio de 2000 se
reformuló dicho concepto por el de daño a la vida de relación; al respecto, se dijo:
11
Al respecto, cabe ilustrar que el Consejo de Estado ha tenido en cuenta las condiciones personales del
detenido, el tiempo de la detención, la congoja demostrada, otros asuntos ya decididos, etcétera. Cfr. 20 de
febrero de 2008, radicado 15980, Sección Tercera, Consejo de Estado.
12
Por regla general, la mayor intensidad se aprecia por la muerte de una persona.
16
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“[E]l daño extrapatrimonial denominado en los fallos mencionados ‘daño a la vida de
relación’, corresponde a un concepto mucho más comprensivo, por lo cual resulta
ciertamente inadecuado el uso de la expresión perjuicio fisiológico, que, en
realidad, no podría ser sinónima de aquélla, ni siquiera en los casos en que este daño
extrapatrimonial –distinto del moral– es consecuencia de una lesión física o corporal.
Por esta razón, debe la Sala desechar definitivamente su utilización. En efecto, el
perjuicio aludido no consiste en la lesión en sí misma, sino en las consecuencias que,
en razón de ella, se producen en la vida de relación de quien la sufre”13
(Negrillas adicionales).
Más adelante, según lo refleja la sentencia proferida el 15 de agosto de 200714, la Sala
abandonó dicha denominación y se refirió al perjuicio por la alteración grave de las
condiciones de existencia, en los siguientes términos:
“En esta oportunidad la Sala aprovecha para, en aras de precisión y rigor en la
nomenclatura, dejar de lado el nomen que hasta ahora se ha venido utilizando -en
ocasiones de manera inadecuada o excesiva- para acudir al concepto de daño por
alteración grave de las condiciones de existencia, el cual ofrece mayor amplitud que el
anterior y abarca no sólo la relación de la víctima con el mundo exterior, sino, de
manera más general, esos cambios bruscos y relevantes a las condiciones de una
persona en cuanto tal y como expresión de la libertad y el albedrío atributos esenciales
a la dignidad humana principio fundante del Estado Social de Derecho colombiano y de
su ordenamiento jurídico, según consagra el artículo 1° de la Constitución Política.
En la citada sentencia del 19 de julio de 2000 se dijo, refiriéndose al daño a la vida de
relación social que “[p]ara designar este tipo de perjuicio, ha acudido la jurisprudencia
administrativa francesa a la expresión alteración de las condiciones de
existencia, que, en principio y por lo expresado anteriormente, parecería más
afortunada. No obstante, considera la Sala que su utilización puede ser equívoca, en
la medida en que, en estricto sentido, cualquier perjuicio implica, en sí mismo,
alteraciones en las condiciones de existencia de una persona, ya sea que éstas
se ubiquen en su patrimonio económico o por fuera de él.”
Resulta ahora pertinente recoger estos planteamientos para señalar que si bien es
cierto que la expresión relativa a la alteración de las condiciones de existencia resulta
ser más compresiva y adecuada, mal podría pensarse, desde la perspectiva de la
responsabilidad del Estado, que todo perjuicio, de cualquier carácter y magnitud,
comporte necesaria y automáticamente una alteración a las condiciones de existencia
jurídicamente relevante.
Sobre el particular la doctrina ha señalado, precisamente, que “para que se estructure
en forma autónoma el perjuicio de alteración de las condiciones de existencia,
se requerirá de una connotación calificada en la vida del sujeto, que en verdad
modifique en modo superlativo sus condiciones habituales, en aspectos
significativos de la normalidad que el individuo llevaba y que evidencien
efectivamente un trastocamiento de los roles cotidianos, a efectos de que la alteración
sea entitativa de un perjuicio autónomo, pues no cualquier modificación o
incomodidad sin solución de continuidad podría llegar a configurar este
perjuicio, se requiere que el mismos tenga significado, sentido y afectación en la vida
13
Consejo de Estado, sección Tercera, sentencia del 19 de julio de 2000, Exp. 11.842. M.P. Alier Hernández
Sección Tercera.
14
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia AG-385 de agosto 15 de 2007.
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de quien lo padece”15.
Por su parte, en la doctrina francesa se ha considerado que los llamados troubles dans
les conditions d’éxistence16 pueden entenderse como “una modificación anormal del
curso de la existencia del demandante, en sus ocupaciones, en sus hábitos o en sus
proyectos”17 o “las modificaciones aportadas al modo de vida de los demandantes por
fuera del mismo daño material y del dolor moral”18.
El reconocimiento de indemnización por concepto del daño por alteración grave de
las condiciones de existencia es un rubro del daño inmaterial -que resulta ser
plenamente compatible con el reconocimiento del daño moral-, que, desde luego, debe
acreditarse en el curso del proceso por quien lo alega y que no se produce por
cualquier variación menor, natural o normal de las condiciones de existencia, sino que,
por el contrario, solamente se verifica cuando se presenta una alteración anormal y,
por supuesto, negativa de tales condiciones”.
Tal como se analizó anteriormente, la Sala ha considerado que cuando se trata de lesiones
que producen alteraciones físicas que afectan la calidad de vida de las personas, éstas tienen
derecho al reconocimiento de una indemnización adicional a aquella que se reconoce por el
perjuicio moral; es decir, el reconocimiento de esta clase de perjuicios no debe limitarse a los
casos de lesiones corporales que producen alteraciones orgánicas, sino que debe extenderse
a todas las situaciones que alteran las condiciones habituales o de existencia de las
personas19.
Dicho perjuicio, como los demás, puede acreditarse a través de cualquier medio probatorio e
incluso en algunos casos puntuales puede darse por acreditado en consideración a las
circunstancias particulares, relacionadas con la naturaleza de la lesión física sufrida por la
víctima, las secuelas que le hubiere dejado y la alteración de las condiciones en que se
desarrollaba su vida cotidiana en lo social, en lo familiar, en lo laboral, en su ámbito
placentero o de otra índole.
Como quiera que se demostró que la fotografía del demandante fue publicada en un diario de
amplia circulación, al haber sido incluido dentro del listado de los veinte delincuentes más
buscados en el mes de diciembre de 2007, lo que implicó que fuera tildado de peligroso
delincuente, lo que sin duda afectó su honra y su buen nombre al momento en que se
publicó la referida información, de lo cual se ha comprobado, no existía la razón para hacer
tan desproporcionado señalamiento, por lo que se ordenará el pago a favor del señor BLAS
FRANCISCO FERNANDEZ de la suma de DIEZ SMLM.
En lo que se refiere al daño a la vida en relación de la señora CAROLINA FERNANDEZ
ANACONA como compañera permanente del señor BLAS FRANCISCO FERNANDEZ y de su
hijo, el menor MAICOL ANDRES FERNANDEZ, se concluye que no existe prueba que dé
15
Gil Botero, Enrique. Temas de responsabilidad extracontractual del Estado, Ed. Comlibros, Tercera Edición,
2006, p. 98.
16
Navia Arroyo Felipe. Del daño moral al daño fisiológico, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2000, p.
78.
17
Chapus René. Responsabilité publique et responsabilité privée. Les influences réciproques des jurisprudences
administrative et judicial, citado por Juan Carlos Henao, El Daño, análisis comparativo de la responsabilidad
extracontractual del Estado en Derecho colombiano y francés, Universidad Externado de Colombia, Bogotá,
1998, p. 252.
18
Paillet Michel. La Responsabilidad Administrativa, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2001, o. 278.
19
Sección Tercera, sentencia de 1° de noviembre de 2007, expediente 16.407.
18
Expediente:
Actor:
Demandado:
Acción:
2008-00267-00
BLAS FRANCISCO FERNANDEZ
NACIÓN - FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN – POLICIA NACIONAL
REPARACIÓN DIRECTA
cuenta de aquel y por ende será negado el reconocimiento de este perjuicio.
8. Decisión
Se declarará responsable a la Nación – Ministerio de Defensa – Policía Nacional, por los
perjuicios causados a los demandantes en razón a haber sometido al señor Blas Francisco
Fernández al escarnio público, en atención a los requerimientos que tenía por diferentes
autoridades judiciales, sin verificar la vigencia de los mismos y se la condenará al pago de las
sumas indicadas en la parte motiva de esta providencia. Se negarán las demás pretensiones
de la demanda.
III. DECISIÓN.
En mérito de lo expuesto, el Tribunal Contencioso Administrativo de Cauca, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
F A L L A
PRIMERO. Declarar que no existió responsabilidad por parte de la Fiscalía General de la
Nación respecto de los hechos sustento de la demanda, conforme a la parte considerativa de
esta providencia.
SEGUNDO. Declarar administrativamente responsable a la Nación – Ministerio de Defensa –
Policía Nacional, por la lesión a la dignidad y a la honra del señor BLAS FRANCISCO
FERNANDEZ, de acuerdo a lo expuesto.
TERCERO. Condenar a la Nación – Ministerio de Defensa – Policía Nacional, a pagar
solidariamente las siguientes cantidades de dinero:
a)
Por concepto de perjuicios morales:
La suma de DIEZ (10) SMLM a favor de BLAS FRANCISCO FERNANDEZ,
La suma de CINCO (5) SMLM a favor de: CAROLINA FERNANDEZ ANACONA,
La suma de CINCO (5) SMLM a favor del menor: MAICOL ANDRES FERNANDEZ
FERNANDEZ.
b) Por daño a la vida en relación
La suma de DIEZ (10) SMLM a favor del señor BLAS FRANCISCO FERNANDEZ.
CUARTO. Negar las demás pretensiones de la demanda.
QUINTO. Las condenas se cumplirán en los términos de los artículos 176 y 177 del Código
Contencioso Administrativo.
SEXTO. Sin costas.
19
Expediente:
Actor:
Demandado:
Acción:
2008-00267-00
BLAS FRANCISCO FERNANDEZ
NACIÓN - FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN – POLICIA NACIONAL
REPARACIÓN DIRECTA
CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
Se hace constar que el proyecto de esta providencia fue considerado y aprobado por el
Tribunal según consta en acta de sesión de la fecha.
Los Magistrados:
CARLOS H. JARAMILLO DELGADO
MOISÉS RODRÍGUEZ PÉREZ
CARMEN AMPARO PONCE DELGADO
20
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