Introducción −La situación trágica

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Introducción
−La situación trágica
Para que toda tragedia sea considerada como tal debe poseer ciertos rasgos característicos, entre ellos está el
hecho trágico, el cual representa el conflicto de la obra. Albin Lesky, en su libro La tragedia griega,
denominó este hecho como la situación trágica. Nuestro estudio entonces estará girando siempre en torno a
esta idea, que será analizada tomando a tres de los grandes exponentes de este arte.
Las obras seleccionadas para el análisis son: Prometeo Encadenado, Edipo Rey e Hipólito, las que
pertenecen respectivamente a Esquilo, Sófocles y Eurípides. Tres autores que exponiendo tres temas
distintos, ocupan elementos que los hacen acercarse unos a otros, rompiendo toda barrera temporal que los
separe; diferenciándose en cómo ocupan estos elementos. La situación trágica está siempre presente, reflejada
en cada una de estas obras, siempre dándosenos a conocer con la sutileza que cada uno de los autores le da a
su creación, lo que en el fondo las hace únicas e innegablemente importantes.
Antes de seguir encaminándonos en este análisis es necesario conocer ciertos conceptos referidos a la
tragedia, sin referirnos a su origen, ya que concierne a otra investigación referida a la expresión del contenido,
a la representación misma, es decir, enfocada más en su origen de rito y no al contenido de la expresión que
estaría más cercano a lo que aquí se plantea estudiar.
Una vez clara esta situación voy a hacer referencia a ciertas concepciones básicas de lo que podríamos
entender por tragedia.
Aristóteles en El Arte Poética1 la define como:
• La representación de una acción memorable y perfecta de magnitud competente, recitando cada una
de las partes por sí separadamente, y que no por modo de narración, sino moviendo a compasión y
terror, dispone a la moderación de estas pasiones.
• La tragedia como la imitación no de personas, sino de acciones y de la vida
Goethe, en una conversación con el canciller Von Müller dijo:
• Todo lo trágico se basa en el contraste que no permite salida alguna. Tan pronto como la salida
aparece o se hace posible, lo trágico se esfuma.2
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1 Aristóteles, El Arte Poética, Pág., 39
2 Lesky Albin, La Tragedia Griega, Pág., 24
Albin Lesky se refiere a ella como:
• la auténtica tragedia se halla siempre ligada a un desarrollo de intenso dinamismo. La mera
descripción de una situación de desgracia, miseria y abyección puede conmovernos profundamente y
apelar vivamente a nuestra conciencia.
De estas ideas forjaremos nuestro concepto de tragedia, ya que la primera no nos basta, sin desmerecerla, pues
peca por no mencionar un elemento característico de la tragedia: la falta de salida al problema. La presión que
1
la situación ejerce sobre el afectado, es un factor crucial para el desarrollo del drama, y sin él no se podría
constituirse como tragedia, como nos dice Goethe, lo trágico se esfuma.
Entonces lo que nos queda por contestar es: ¿qué es la situación trágica?, para ello nuevamente me apoyo en
Lesky, quien habla de la situación trágica como las fuerzas opuestas que se levantan unas contra otras. Es aquí
donde el ser humano no logra dar salida a su conflicto, observa inmóvil como su vida sigue, sin poder dar pie
atrás, avanzando hacia un camino de destrucción. El héroe se cuestiona y se atormenta, desesperado trata de
dar salida a su conflicto, pero sólo logra experimentar dolorosamente el peso de la responsabilidad de su
culpa, basta únicamente aceptar su posición.
El conflicto trágico se enlaza directamente con la situación trágica, se presenta como la forma más precisa de
mostrar a las fuerza en pugna, las cuales sólo arrastran a la destrucción a quien le toca vivirla. Por ejemplo, en
la relación hombre−destino, el héroe trata de sobrellevar los presagios que se le hacen, pero es inevitable, es
una lucha desmedida contra un elemento que es más fuerte que él, el destino se presenta como irrevocable.
Los elementos que se estudiarán en las obras ya están especificados, tanto lo que comprenderemos como
tragedia, como la situación trágica.
desarrollo
La primera obra que tomaremos para el análisis es Edipo Rey, considerada la tragedia por excelencia, nos
presenta a un Edipo quien después de poder descifrar el acertijo de la esfinge y de liberar al pueblo de Tebas,
se convierte en el rey, ya que el antiguo soberano ha caído muerto asesinado por un vándalo desconocido,
contrayendo matrimonio con Yocasta, ex−esposa de layo, el anterior rey de Tebas.
Hasta aquí todo parece perfecto, pero una peste caía sobre la ciudad, entonces Edipo envía a su cuñado
Creonte al templo de Apolo Pítico, para que diera la respuesta de cómo hallar solución a la dificultad que
atravesaban. Al regreso de éste, informa a Edipo que muy pronto se acabarán todos los males, basta con
expulsar del país a la impureza, que, según dice, esta inserto en él y no deja que prospere, es decir, lo que debe
hacer es vengar la muerte de Layo, el anterior rey. Para esto, Edipo anuncia que el asesino será desterrado y
manda a llamar a Tiresias, el anciano adivino, para que le diga quién es el responsable. Al llegar se negaba
con terquedad a dar respuesta a Edipo, quien finalmente lo obliga a confesar que el causante de todos los
males es el mismo Edipo.
Te digo yo, ya que tú como a ciego me injuriaste: teniendo vista, tú no ves a qué punto has llegado de
desgracia, ni dónde moras ni con quién vives. ¿Sabes de quiénes has nacido?¿No te das cuenta de que eres
enemigo de los tuyos, de los muertos y los vivos? La doble maldición de pie implacable de tu madre y de tu
padre ha de expulsarte un día de esta tierra de esta tierra, un día en el que tú, que tienes ahora vista, sólo veas
las tinieblas.3Pág. Sófocles, Edipo Rey, Pág. 58
Desde este momento es que el conflicto va tomando forma, Edipo se cuestiona su existencia, se pregunta
acerca de la verdad que profesó Tiresias. Paso a paso, a lo largo de la obra, se atan los cabos sueltos y
confirman las sospechas; las verdades no reveladas hace mucho tiempo acerca del pasado. Poco a poco, Edipo
descubre que él es el culpable de la peste de Tebas, de tener un incesto y de procrear hijos que a la vez son sus
hermanos. Pero asume su culpa, acepta su responsabilidad ante su propia palabra y se exilia a sí mismo.
En la obra logramos desprender dos motivos importantes: primero, la imprudencia de Edipo de administrar
justicia sin conocer la verdad, lo que lo convierte en portador del pecado de hybris. Pero lo que nos concierne
a nosotros es el segundo desprendimiento, aquel que habla acerca de la situación trágica; Edipo trata de
esquivar los designios que se le hacen primero en Delfos y después por Tiresias, lo que finalmente lo arrastra
al dolor y a pagar por su imprudencia.
2
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3 Sófocles, Edipo Rey, Pág. 58
El conflicto trágico que aquí se hace presente es el del hombre frente al destino (el cual ya explicamos
anteriormente). Edipo no puede negar lo innegable, lo simplemente evidente. Tiene un fallo y una caída de
una felicidad ilusoria y de una seguridad que no existía. El hombre frente al destino que se presenta
irrevocable, sólo puede ver como se extingue su felicidad, pierde todo lo que tenía y termina vagando por un
bosque, sin ayuda de nadie, habiendo perdido la visión y pagando por tratar de revelarse.
Prometeo Encadenado
La tragedia de Prometeo acontece en una montaña ubicada en el confín de la tierra, en este lugar la fuerza y la
violencia han llevado a Hefesto para que encadene a Prometeo a la montaña. Éste debe pagar por haberse
revelado a Zeus, ya que ha robado el fuego de la morada de los dioses y se lo ha entregado a los hombres. Este
motivo no es el único que ha empujado a Zeus a castigar a Prometeo, ya que también éste se reveló a los
designios del dios supremo por un deseo personal.
Mas para nada tuvo cuenta con los míseros mortales, antes bien, imaginaba aniquilarlos y crear una nueva
raza. Ninguno le salió al paso en sus intentos, excepto yo. Yo lo osé; yo liberé a los mortales de ser
precipitados en el orco profundo.4
Cuando Prometeo se contrapone a este dios en su deseo de salvar a los hombres, se convierte él mismo en
uno, enfrentándose con una fuerza que era más poderosa que él y, como en el caso anterior, vemos al hombre
frente a dios. El trágico contraste puede residir en el mundo de los dioses, los polos opuestos de este
contraste pueden ser dios y el hombre o puede tratarse de adversarios que se levanten unos contra otros en el
pecho mismo del hombre5
Es claro aquí que las fuerzas en pugna son el deseo filántropo de Prometeo contra los designios del propio
Zeus. Esta situación lo descoloca, lo pone frente a un ser superior que lo deja en total desventaja, por lo tanto
esta imprudencia debe pagarla y es por ello que Hefesto lo ató a la roca. Pero el castigo aún sería más fuerte,
ya que Hermes, enviado por Zeus, va a solicitarle que le revele el destino que le depara al nuevo imperio del
dios.
Padre manda que digas que bodas son esas por las cuales ha de caer el Imperio. Y esto sin enigmas, antes
explicándolo punto por punto 6
Podríamos decir que gran parte de las fuerzas o de las razones que se disputan en la mente de Prometeo de
acceder o no a la petición de Zeus y ser perdonado a la vez son
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4 Esquilo, Prometeo Encadenado, Pág. 16
5 Lesky Albin, La Tragedia Griega, Pág. 25
6 Esquilo, Prometeo Encadenado, Pág.36
responsables de su tragedia, pero la salida no existe, ya que el castigo recibido lo supone injusto y su orgullo
no acepta el trato que le proponen, aceptando su destino trágico. La acción y prepotencia de este héroe
encadenado son castigadas, la palabra de Zeus no se hace esperar, hienden las montañas hasta sus cimientos,
se abre la tierra y Prometeo es sepultado entre las rocas.
3
Las situaciones trágicas se presentan en esta obra como la pugna del hombre frente al dios y de cómo este
hombre acepta su destino.
Hipólito
La última obra a analizar será Hipólito de Eurípides. El conflicto básico que surge en ésta es la relación
Hipólito−Afrodita.
En la obra se nos muestra un Hipólito entregado a la vida de celibato y de adoración a la diosa Artemisa. El
problema de esta situación es que Hipólito se niega a rendir culto a Afrodita, ya que ésta representa la
fecundidad y la vida, ideales que no concuerdan con los ideales del héroe. Además, debemos agregar otro
hecho importante: en Grecia es obligación brindar tributo a esta diosa, según lo menciona por García Álvarez
7. Esto queda en claro cuando en una conversación con un criado se niega fría y bruscamente a dar adoración
a la diosa.
Servidor: ¿Y por qué tú no saludas a una diosa venerada?
Hipólito: ¿A cuál? Guárdate de ofenderme
Servidor: A Ciprina, la que preside a tus puertas
Hipólito: Como estoy puro, la saludo desde lejos
Servidor: Pero es digna de veneración, e insigne entre los mortales.
Hipólito: Cada dios y cada hombre elige recíprocamente al que mejor les parece.8
En este acto, se nos muestra un Hipólito orgulloso, incluso insolente y arrogante al negarse uno de los poderes
más grandes de la vida. Esta insolencia, a la vez, lleva a que su conducta y su castidad se conviertan en un
pecado de hybris.
Hipólito, al negarse, crea una situación de conflicto entre sus creencias y los ideales de venerar a otra diosa.
Esta relación podríamos considerarla como la situación trágica del hombre frente a la tradición de su pueblo y
la del hombre frente al dios. Hipólito debe pagar su imprudencia y para ello la diosa ocupa a Fedra como el
medio para su venganza, lo que finalmente desencadena la tragedia.
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7 Lecciones sobre la Tragedia Griega, Pág. 117
8 Eurípides, Hipólito, Pág.145.
También vale destacar dentro de esta obra otras situaciones de conflicto, como la confrontación del amor de la
madrastra hacia Hipólito y la castidad de éste.
Otra de las escenas que nos muestran un conflicto es cuando Teseo acusa falsamente a Hipólito de acostarse
con Fedra, quien administra justicia sin saber la realidad de los hechos y destierra a su hijo.
CONCLUSIÓN
Al estudiar los grandes autores de la literatura griega, necesariamente nos vienen a la mente nombres como
Eurípides, Esquilo y Sófocles.
4
Las obras de estos autores nos ofrecen distintos niveles de complejidad narrativa, resaltando entre ellos
Eurípides, quien perfecciona la idea del drama que hasta nuestros días se mantiene vigente.
Esquilo logra plasmar su pensamiento a través de un lenguaje descriptivo, lleno de elementos majestuosos y
sobre−humanos, los cuales resaltan el ambiente religioso en que se desarrollan las más conmovedoras
fatalidades de la literatura griega; no en vano es llamado el padre de la tragedia.
Sófocles, por su parte, se nos presenta como un verdadero revolucionario de las artes dramáticas, aportando
con elementos tales como la incorporación de un tercer actor y aumentando la importancia del coro.
La obra trágica actúa directamente sobre nuestro ser, y aunque es posible que el efecto catarsis que
experimentó el griego no podríamos sentirlo hoy en día debido a los cambios culturales, retando las
posibilidades que nos ofrece la lógica y la traslación temporal−espacial, no ha logrado romper la percepción
(o al menos parte de ella) que estos autores quisieron que nosotros, su público, tuviésemos de su trabajo a
través de los siglos.
BIBLIOGRAFÍA
García Álvarez, Cesar Lecciones sobre la tragedia griega, cuaderno del centro de estudios griegos bizantinos
Helénicos de la universidad de Chile. Lom ediciones limitadas 2001
Esquilo−Sófocles Teatro Griego, Esquilo−Sófocles: Prometeo encadenado y Edipo Rey, biblioteca de oro del
estudiante. Sociedad Editorial Revista VEA Ltda., impreso en Editorial Lord Cochrane S.A., edición julio
de1987
Eurípides Tragedias, recopilación: Alcestes, Medea, Hipólito, Hécuba, Las Troyanas, Ifigenia en Áulide,
Ifigenia en Táuride, Las Bacantes, El Cíclope , traducción de José Alemany y Bolufer, editorial Edaf S.A.,
impreso en Madrid, España 1983.
Lesky, Albin La tragedia griega. Edit. Lobos, S.A.
Die griechische tragodie. Título original
Traducción . Juan Godó Costa.
Editorial labor
Barcelona, 1966. 266 Páginas.
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