proceso 85-ip-2014

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TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA COMUNIDAD ANDINA
PROCESO 85-IP-2014
Interpretación prejudicial a petición del juez
consultante de los artículos 13, 15, 48 y 54 de la
Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo de
Cartagena y de oficio del artículo 43 de la Decisión
351 y de los artículos 2, 3 y 4 de la Decisión 472 de
la Comisión de la Comunidad Andina. Órgano
nacional consultante: Consejo de Estado, de la
República de Colombia Demandante: SOCIEDAD DE
AUTORES Y COMPOSITORES DE COLOMBIA –
SAYCO. Demandado: DIRECCIÓN NACIONAL DE
DERECHO DE AUTOR, DE LA REPÚBLICA DE
COLOMBIA. Asunto: Derechos de Autor: “Tarifas
cobradas por las entidades de Gestión Colectiva”.
Expediente Interno: 2008-00458.
Magistrado Ponente:
Dr. José Vicente Troya Jaramillo
EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA COMUNIDAD ANDINA, en San Francisco de
Quito, a los veinte días del mes de noviembre del año dos mil catorce.
VISTOS:
El Oficio 2238 de 21 de julio de 2014, recibido por este Tribunal vía electrónica el
mismo día, mediante el cual el Consejo de Estado, Sección Primera de la Sala de lo
Contencioso Administrativo de la República de Colombia, solicita a este Tribunal
interpretación prejudicial, a fin de resolver el Proceso Interno 2008-00458.
El Auto emitido por el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina el 28 de octubre
de 2014, mediante el cual se admite a trámite la interpretación prejudicial solicitada.
A. ANTECEDENTES:
Partes
Demandante:
SOCIEDAD DE AUTORES Y COMPOSITORES DE COLOMBIA
–SAYCO.
Demandada:
DIRECCIÓN NACIONAL DE DERECHO DE AUTOR, DE LA
REPÚBLICA DE COLOMBIA.
Entre los principales hechos considerados relevantes en esta causa se encuentran los
siguientes:
1. El 28 de enero de 1985, a través de la Resolución 009, el Director Nacional de
Derecho de Autor, resolvió fijar las tarifas supletorias por ejecución pública de música.
1
2. A través de la Resolución 010 de 1 de marzo de 1985, el Director Nacional de
Derecho de Autor, resolvió fijar las tarifas supletorias por ejecución pública de la
música en emisoras de radio y programas de televisión.
3. El 9 de marzo de 2006, la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia,
SAYCO, solicitó a la Unidad Administrativa Especial de la Dirección Nacional de
Derechos de Autor, la revocatoria de las resoluciones 009 y 010 de 28 de enero y 1 de
marzo de 1985, respectivamente.
4. Mediante la Resolución 096 de 26 de mayo de 2006, la Dirección Nacional de
Derecho de Autor, rechazó la petición de revocatoria planteada por la Sociedad de
Autores y Compositores de Colombia SAYCO.
5. El 28 de junio de 2006, Sociedad de Autores y Compositores de Colombia SAYCO,
solicitó a la Unidad Administrativa la actualización de las tarifas establecidas en las
Resoluciones 009 y 010 de 1985.
6. Con Oficio 2-2006-8296 de 22 de agosto de 2006, la Dirección Nacional de Derecho
de Autor resolvió la solicitud de actualización de tarifas contenidas en las Resoluciones
009 y 010 de 1985.
7. Sociedad de Autores y Compositores de Colombia SAYCO, presenta acción de
nulidad ante el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, solicitando
que se anulen las Resoluciones 009 de 28 de enero de 1985 y 010 de 1 de marzo de
1985.
8. El 19 de febrero de 2009, el Consejo de Estado, admite a trámite la acción de
nulidad planteada.
9. La Unidad Administrativa Especial de la Dirección Nacional de Derecho de Autor,
con fecha 24 de agosto de 2009, contesta la acción de nulidad planteada en su contra.
10. Mediante providencia de 1 de noviembre de 2013, el Consejo de Estado, resuelve
suspender el proceso y solicitar Interpretación Prejudicial al Tribunal de Justicia de la
Comunidad Andina.
a. Argumentos de la acción de nulidad.
11. Sociedad de Autores y Compositores de Colombia SAYCO, soporta su acción
en los siguientes argumentos:
12. Que si bien la entidad demandada era competente en el año 1985 para fijar
tarifas a cobrar, no obstante, de acuerdo con el artículo 61 de la Constitución y los
artículos 48 y 54 de la Decisión 351 de 1993, la Dirección Nacional de Derecho de
Autor, no puede fijar las tarifas por concepto de comunicación pública de obras
musicales al contradecir la naturaleza misma de los bienes protegidos de derecho de
autor, desconociendo compromisos internacionales adquiridos por Colombia.
13. Afirma que la fijación de tarifas por parte de la autoridad administrativa es un
atentado en contra del carácter privado y exclusivo del derecho de autor y los
derechos conexos.
14. Que es la Decisión 351 en su artículo 48 la que consagra el criterio para
determinar las tarifas, las cuales van de acuerdo con el principio de proporcionalidad
respecto de los ingresos que se obtengan con la utilización de las obras.
2
15. Que las tarifas fijadas por la autoridad son irrisorias y no se compadecen con la
realidad económica del mercado, haciendo nugatorio el derecho de autor y burlándose
del mismo.
16. Que cuando en el año 1993 entró en vigencia la Decisión 351, al ser de aplicación
inmediata y preferente estaba por encima del ordenamiento interno.
b.
Argumentos de la contestación a la demanda.
17. Por su parte, la Dirección Nacional de Derecho de Autor, contestó la acción en
los siguientes términos:
18. Afirma que es legítima la intervención del Estado en la fijación de tarifas
supletorias por derecho de autor al ser un mecanismo que fija el equilibrio entre los
intereses de los autores así como de la comunidad en general por el acceso a las
obras protegidas.
19. Que la intervención del Estado de manera subsidiaria y excepcional para la
fijación de tarifas, no es un fenómeno ajeno y del todo extraño al régimen autoral.
20. Que previo a la promulgación de la Decisión 351 de 1993, la norma que regía en
asuntos de derecho de autor era la Ley 23 de 1982.
21. Que el Ministro de Gobierno expidió en el año 1985 las Resoluciones 009 y 010,
en las cuales si entre los usuarios y los autores de las sociedades que los representan
no existía ningún contrato por la utilización de obras o prestaciones musicales o dichos
acuerdos perdían vigencia, se aplicaban las tarifas determinadas por la autoridad en
las resoluciones citadas.
22. Relata que cuando entró en vigencia la Decisión 351 de 1993, la situación antes
detallada cambió trascendentalmente, ya que al existir contradicción entre la norma
interna y la comunitaria, se aplicó la comunitaria, lo cual no significa que la nacional
queda derogada sino suspendida, las Resoluciones 009 y 0010 están vigentes pero no
se aplican y, por tanto, no se puede decir que son ilegales o nulas.
23. Concluye manifestando que las Resoluciones 009 y 0010 de 1985 no están
derogadas sino suspendidas, es decir, aun cuando están vigentes resultan totalmente
inaplicables, por lo que resulta impertinente su actualización o la declaratoria de
nulidad.
B. INTERPRETACIÓN PREJUDICIAL:
24. La Corte Consultante solicita la interpretación prejudicial de los artículos 131, 152,
483 y 544 de la Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena, la demandada
1
Artículo 13.- El autor o, en su caso, sus derechohabientes, tienen el derecho exclusivo de realizar, autorizar o
prohibir:
a) La reproducción de la obra por cualquier forma o procedimiento;
b) La comunicación pública de la obra por cualquier medio que sirva para difundir las palabras, los signos, los sonidos o
las imágenes;
c) La distribución pública de ejemplares o copias de la obra mediante la venta, arrendamiento o alquiler;
d) La importación al territorio de cualquier País Miembro de copias hechas sin autorización del titular del derecho;
e) La traducción, adaptación, arreglo u otra transformación de la obra.
2
Artículo 15.- Se entiende por comunicación pública, todo acto por el cual una pluralidad de personas, reunidas o no
en un mismo lugar, pueda tener acceso a la obra sin previa distribución de ejemplares a cada una de ellas, y en
especial las siguientes:
3
ha solicitado la interpretación prejudicial de los artículos 25, 36 y 47 de la Decisión 472 y
del artículos 48 y 54 de la Decisión 351, por lo que procede la interpretación solicitada.
Adicionalmente, del análisis de los antecedentes remitidos, este Tribunal considera
pertinente interpretar, de oficio, el artículo 438 de la Decisión 351.
C. CUESTIONES EN DEBATE:
25. En armonía con lo expuesto, los temas que deben ser objeto de la presente
interpretación prejudicial son los siguientes:
A. Preeminencia del Ordenamiento Jurídico Comunitario Andino. Principio de
aplicación directa y sus efectos. El Principio de Complemento Indispensable.
B. De las tarifas por uso de obras de derecho de autor. De las tarifas supletorias.
D. ANÁLISIS DE LAS CUESTIONES EN DEBATE
A. PREEMINENCIA DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO COMUNITARIO ANDINO.
PRINCIPIO DE APLICACIÓN DIRECTA Y SUS EFECTOS. EL PRINCIPIO DE
COMPLEMENTO INDISPENSABLE.
a) Las representaciones escénicas, recitales, disertaciones y ejecuciones públicas de las obras dramáticas, dramáticomusicales, literarias y musicales, mediante cualquier medio o procedimiento;
b) La proyección o exhibición pública de las obras cinematográficas y de las demás obras audiovisuales;
c) La emisión de cualesquiera obras por radiodifusión o por cualquier otro medio que sirva para la difusión inalámbrica
de signos, sonidos o imágenes. El concepto de emisión comprende, asimismo, la producción de señales desde una
estación terrestre
hacia un satélite de radiodifusión o de telecomunicación;
d) La transmisión de obras al público por hilo, cable, fibra óptica u otro procedimiento análogo, sea o no mediante
abono;
e) La retransmisión, por cualquiera de los medios citados en los literales anteriores y por una entidad emisora distinta
de la de origen, de la obra radiodifundida o televisada;
f) La emisión o transmisión, en lugar accesible al público mediante cualquier instrumento idóneo, de la obra difundida
por radio o televisión;
g) La exposición pública de obras de arte o sus reproducciones;
h) El acceso público a bases de datos de ordenador por medio de telecomunicación, cuando éstas incorporen o
constituyan obras protegidas; e,
i) En general, la difusión, por cualquier procedimiento conocido o por conocerse, de los signos, las palabras, los
sonidos o las imágenes.
3
Artículo 48.- Las tarifas a cobrar por parte de las entidades de gestión colectiva deberán ser proporcionales a los
ingresos que se obtengan con la utilización de las obras, interpretaciones o ejecuciones artísticas o producciones
fonográficas, según sea el caso, salvo que las legislaciones internas de los Países Miembros expresamente dispongan
algo distinto.
4
Artículo 54.- Ninguna autoridad ni persona natural o jurídica, podrá autorizar la utilización de una obra,
interpretación, producción fonográfica o emisión de radiodifusión o prestar su apoyo para su utilización, si el usuario no
cuenta con la autorización expresa previa del titular del derecho o de su representante. En caso de incumplimiento será
solidariamente responsable.
5
Artículo 2.- Las Decisiones obligan a los Países Miembros desde la fecha en que sean aprobadas por el Consejo
Andino de Ministros de Relaciones Exteriores o por la Comisión de la Comunidad Andina.
6
Artículo 3.- Las Decisiones del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores o de la Comisión y las
Resoluciones de la Secretaría General serán directamente aplicables en los Países Miembros a partir de la fecha de su
publicación en la Gaceta Oficial del Acuerdo, a menos que las mismas señalen una fecha posterior.
Cuando su texto así lo disponga, las Decisiones requerirán de incorporación al derecho interno, mediante acto expreso
en el cual se indicará la fecha de su entrada en vigor en cada País Miembro.
7
Artículo 4.- Los Países Miembros están obligados a adoptar las medidas que sean necesarias para asegurar el
cumplimiento de las normas que conforman el ordena-miento jurídico de la Comunidad Andina. Se comprometen,
asimismo, a no adoptar ni emplear medida alguna que sea contraria a dichas normas o que de algún modo obstaculice
su aplicación.
8
Artículo 43.- Las sociedades de gestión colectiva de Derecho de Autor y de Derechos Conexos, estarán sometidas a
la inspección y vigilancia por parte del Estado, debiendo obtener de la oficina nacional competente la correspondiente
autorización de funcionamiento.
4
26. Dentro del escrito de contestación a la demanda la Dirección Nacional de Derecho
de Autor, solicita al Consejo de Estado que se solicite al Tribunal de Justicia de la
Comunidad Andina, se esclarezcan los pormenores de la aplicación directa y
preferente de la normativa andina en el territorio de los Países Miembros, y el efecto
respecto de aquellas normas nacionales, que estando vigentes con anterioridad a la
expedición de las normas comunitarias, sean contrarias o regulen temas similares a
los regulados por estas últimas.
27. La preeminencia del ordenamiento jurídico comunitario como tal, está
fundamentado en el denominado principio de primacía contenido en el artículo 4 del
Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, el cual sostiene
que:
"(...) Los Países Miembros están obligados a adoptar las medidas que sean necesarias
para asegurar el cumplimiento de las normas que conforman el ordenamiento jurídico
de la Comunidad Andina.
Se comprometen, asimismo, a no adoptar ni emplear medida alguna que sea contraria
a dichas normas o que de algún modo obstaculice su aplicación (...)"
28. La normativa comunitaria por tener el carácter supranacional, prevalece sobre la
normativa interna de cada uno de los Países Miembros. El Tribunal al interpretar el
Ordenamiento Jurídico Comunitario debe velar por su aplicación uniforme en asuntos
que se deban regir por una norma comunitaria y que se estén adelantando ante un
Juez Nacional de uno de los Países Miembros.
29. El Tribunal al referirse a la primacía del ordenamiento jurídico de la Comunidad
Andina frente al ordenamiento de origen interno de los Países Miembros, en la
sentencia dictada en el proceso 34-AI-2001, de 21 de agosto de 2002, publicada en la
G.O.A.C. Nº. 839, de 25 de septiembre de 2002, y refiriéndose, también a otros
procesos, ha manifestado:
“En cuanto al efecto de las normas de la integración sobre las normas nacionales,
señalan la doctrina y la jurisprudencia que, en caso de conflicto, la regla interna queda
desplazada por la comunitaria, la cual se aplica preferentemente, ya que la
competencia en el caso corresponde a la comunidad. En otros términos, la norma
interna resulta inaplicable, en beneficio de la norma comunitaria (...). Se trata, más
propiamente, del efecto directo del principio de aplicación inmediata y de primacía que
en todo caso ha de concederse a las normas comunitarias sobre las internas (...) ‘. En
definitiva, frente a la norma comunitaria, los Estados Miembros ‘ (...) no pueden
formular reservas ni desistir unilateralmente de aplicarla, ni pueden tampoco
escudarse en disposiciones vigentes o en prácticas usuales de su orden interno para
justificar el incumplimiento o la alteración de obligaciones resultantes del derecho
comunitario (…)”.
30. En vista de lo antes manifestado, cabe reiterar que la posición del ordenamiento
jurídico de la Comunidad se sustenta en los principios de primacía y aplicación
inmediata.
31. Además, el Tribunal ha dicho que: ‘El derecho de la integración, como tal, no
puede existir si no se acepta el principio de su primacía o prevalencia sobre los
derechos nacionales o internos de los Países Miembros (...). En los asuntos cuya
regulación corresponde al derecho comunitario, según las normas fundamentales o
básicas del ordenamiento integracionista, se produce automáticamente un
desplazamiento de la competencia, la que pasa del legislador nacional al comunitario.
5
La Comunidad organizada invade u ocupa, por así decirlo, el terreno legislativo
nacional, por razón de la materia, desplazando de este modo el derecho interno. El
legislador nacional queda así inhabilitado para modificar, sustituir o derogar el derecho
común vigente en su territorio, así sea con el pretexto de reproducirlo o de
reglamentarlo, y el juez nacional, a cuyo cargo está la aplicación de las leyes
comunitarias, tiene la obligación de garantizar la plena eficacia de la norma común
(...). El derecho de la integración no deroga leyes nacionales, las que están sometidas
al ordenamiento interno: tan sólo hace que sean inaplicables las que le resulten
contrarias (…)’ (Sentencia dictada en el expediente N° 2-IP-90. Gaceta Oficial N° 69,
del 11 de octubre de 1990).
32. De igual forma dentro del Proceso 34-AI-2001, el Tribunal también se ha
pronunciado sobre la primacía del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina
frente al ordenamiento de origen internacional de los Países Miembros, en los
siguientes términos:
“(…) en lo que concierne a la relación propiamente dicha entre el ordenamiento
comunitario y el internacional, el Tribunal ha declarado que éste constituye una de las
fuentes de aquél, pero que de ello no se deriva que la Comunidad quede obligada por
el citado ordenamiento. En efecto, ‘En el caso de los tratados internacionales suscritos
por los países miembros para la regulación de determinadas actividades jurídicoeconómicas, como la protección a la propiedad industrial, puede afirmarse que en la
medida en que la comunidad supranacional asume la competencia ratione materiae
para regular este aspecto de la vida económica, el derecho comunitario se vincula al
tratado internacional de tal manera que éste le pueda servir de fuente para desarrollar
su actividad reguladora, sin que pueda decirse, sin embargo, que el derecho
comunitario se subordina a aquél. Por el contrario, toda vez que el tratado
internacional pasa a formar parte del ordenamiento jurídico aplicable en todos y cada
uno de los Países Miembros, conservando el derecho comunitario —por aplicación de
sus características ‘existenciales’ de obligatoriedad, efecto directo y preeminencia— la
específica de aplicabilidad preferente sobre el ordenamiento interno del país
respectivo (…)’. (Sentencia dictada en el expediente N° 1-IP-96, ya citada) (…)”.
33. Por lo antes expuesto, en caso de presentarse antinomias entre el Derecho
Comunitario Andino y el Derecho Interno de los Países Miembros, prevalece el
primero, al igual que cuando se presente la misma situación entre el Derecho
Comunitario Andino y las normas de derecho internacional; por lo anterior, la norma
contraria al Derecho Comunitario Andino es automáticamente inaplicable.
34. Respecto a la inquietud de la emplazada, respecto de la aplicación directa y
preferente de la normativa andina en el territorio de los Países Miembros, y el efecto
respecto de aquellas normas nacionales, que estando vigentes con anterioridad a la
expedición de las normas comunitarias, sean contrarias o regulen temas similares a
los regulados por estas últimas, se debe precisar que la norma comunitaria tal como
se lo ha establecido en líneas anteriores, es de aplicación directa desde su expedición,
la ley rige para lo venidero y mal podría una norma regir para hechos que aún no
existían, en razón de lo cual, cuando se promulga una nueva norma andina, ésta se
aplica inmediatamente, respecto de la norma nacional, dejándose sin aplicación la
norma interna que es contradictoria o no comparte con la comunitaria.
35. Todos los hechos pasados no regulados por una norma comunitaria se rigen por la
norma interna y en aplicación del principio de Complemento Indispensable, incluso
estando vigente la norma andina, en todos aquellos casos no contemplados por la
misma, siempre y cuando, no sean contradictorios con la legislación nacional, deberá
aplicarse la norma nacional.
6
36. El principio de complementación indispensable de la normativa comunitaria
consagra lo que algunos tratadistas denominan “norma de clausura”, según la cual se
deja a la legislación de los Países Miembros la solución legislativa de situaciones no
contempladas en la ley comunitaria, ya que es posible que aquella no prevea todos los
casos susceptibles de regulación jurídica.
37. Este principio implica que los Países Miembros tienen la facultad para fortalecer o
complementar, por medio de normas internas o de Acuerdos Internacionales, la
normativa del ordenamiento comunitario andino, pero, en la aplicación de esta figura,
las legislaciones internas de cada país no podrán establecer exigencias, requisitos
adicionales o dictar reglamentaciones que de una u otra manera entren en conflicto
con el derecho comunitario andino o restrinjan aspectos esenciales regulados por él.
38. El Tribunal en reiterada jurisprudencia ha manifestado que “la norma comunitaria,
la doctrina y la jurisprudencia recomiendan aplicar criterios restrictivos, como el
principio del ‘complemento indispensable’ para medir hasta donde pueden llegar las
innovaciones normativas de derecho interno, anotando que sólo serían legítimas
aquellas complementarias que resulten ser ‘estrictamente necesarias para la ejecución
de la norma comunitaria y, por tanto, que favorezcan su aplicación y que de ningún
modo la entraben o desvirtúen’ (…) advirtió la inaplicabilidad del derecho interno que
sea contrario al ordenamiento jurídico comunitario, debiendo quedar substraídos de la
competencia legislativa interna los asuntos regulados por la legislación comunitaria.
De esta manera, ‘la norma interna que sea contraria a la norma comunitaria, que de
algún modo la contradiga o que resulte irreconciliable con ella, si bien no queda
propiamente derogada, dejará de aplicarse automáticamente, bien sea anterior
(subrayamos) o posterior a la norma integracionista’”. (Proceso 121-IP-2004, marca
FRUCOLAC, publicado en la Gaceta Oficial 1139, de 12 de noviembre de 2004,
citando al Proceso 02-IP-96, marca: MARTA, publicado en la Gaceta Oficial 257, de 14
de abril de 1997).
39. En el presente caso, la Corte consultante deberá aplicar la norma comunitaria
sobre la norma interna, para todos aquellos casos que surgieron a partir de la vigencia
de la Decisión 351, dejando sin efecto la aplicación de la norma interna, en caso de
que sea contradictoria a la norma andina.
B. DE LAS TARIFAS POR USO DE OBRAS DE DERECHO DE AUTOR. DE LAS
TARIFAS SUPLETORIAS.
40. Dentro del proceso en análisis, el tema central se enfoca respecto de las tarifas
fijadas por la autoridad nacional competente, respecto del pago por el uso de
derechos de autor, en razón de lo cual, es necesario que el Tribunal haga un análisis
de lo que se entiende por ellas.
41. En relación a este aspecto el Tribunal ha expresado lo siguiente:
“La tarifa es el precio que debe pagar quien pretende usar el repertorio administrado
por la sociedad de gestión colectiva. Sirve, como se advirtió anteriormente, para
soportar las acciones administrativas y judiciales en caso de infracción a los derechos
administrados por la sociedad; además, genera igualdad de trato en todos los usuarios
del repertorio administrado por la institución.9
9
Ob cit. BERCOVITZ RODRÍGUEZ CANO, pág. 285.
7
Las tarifas que deben cobrar las sociedades de gestión colectiva, de conformidad con
la Decisión 351, tienen las siguientes características:
1. Las tarifas a cobrar deben estar soportadas en un reglamento de tarifas elaborado
por la sociedad de gestión colectiva. (Artículo 45, literal g).
2. Las tarifas generales por el uso de los derechos de sus afiliados, deben ser
publicadas por lo menos una vez al año en un medio de amplia circulación. (Artículo
45, literal h).
3. Deben ser proporcionales a los ingresos que se obtengan con la utilización de las
obras, interpretaciones o ejecuciones artísticas o producciones fonográficas, salvo que
la normativa interna de los Países Miembros establezca algo diferente. (Artículo 48).
Esta previsión es muy lógica, ya que si el objeto protegible por el derecho de autor
genera más ingresos, pues el pago por su explotación debe ser mayor al que genera
menos ingresos”.10
42. La tarifa que cancela un tercero a favor del autor viene a ser la retribución
económica que el titular del derecho solicita en contraprestación por la explotación de
sus obras protegidas.
43. En la interpretación prejudicial antes citada, el Tribunal analizó, si a la luz de la
normativa comunitaria andina, es posible que un País Miembro prevea un sistema de
tarifas en caso de no existir un contrato entre el titular de los derechos de terceros y
usuarios, que es uno de los argumentos aducidos por la demanda. En tal virtud,
estableció lo siguiente:
“Uno de los pilares básicos del sistema comunitario de protección de los derechos de
autor es la libre disposición de los derechos patrimoniales de autor por parte de los
titulares de los mismos, salvo ciertas excepciones expresamente consagradas.
De conformidad con su naturaleza, los derechos patrimoniales son transferibles,
renunciables y temporales. Son derechos exclusivos, lo que significa que nadie puede
explotar el objeto protegible sin la respectiva autorización de su titular. El artículo 54 de
la Decisión 351 es una consecuencia de lo anterior, ya que establece que para la
utilización de una obra, interpretación, producción fonográfica, emisión de la
radiodifusión, o prestación de apoyo para su utilización, se debe contar siempre con la
autorización previa y expresa del titular del derecho o su representante y, por lo tanto,
nadie puede autorizar su utilización sin este requisito esencial.
Lo anterior, está en consonancia con el manto de exclusividad que cubre el derecho
de autor, impidiendo que se explote el objeto protegido sin que el titular lo autorice.
Salvo excepciones expresamente consagradas, la explotación sin autorización previa y
expresa constituiría una infracción a los derechos de autor y daría lugar a trámites
administrativos e interposición de acciones judiciales para el cese de la actividad ilícita
y la búsqueda de una reparación. Es más que lógico, que el titular de los derechos de
autor esté interesado en autorizar la utilización y acordar los términos de la misma”.
Las tarifas supletorias son aquellas que se aplican en caso de no existir acuerdo o
contrato entre los titulares de los derechos de autor y los usuarios. Para el caso
10
Proceso 119-IP-2010 de 24 de noviembre de 2010, publicado en la G.O.A.C. No. 1949 de 3 de junio de 2011. Actor:
ORGANIZACIÓN SAYCO ACINPRO. Entidades de Gestión Colectiva.
8
particular, se plantea la aplicación de tarifas supletorias por ejecución pública de las
obras musicales.
Las tarifas supletorias, en la práctica ocasionarían que se pudieran utilizar las obras
pagando unas tarifas establecidas, obviando la autorización previa y expresa del titular
de los derechos o su representante. Esto claramente riñe con la normativa comunitaria
sobre derechos de autor. Los titulares no pueden perder la posibilidad de autorizar la
utilización de sus obras por parte de terceros, salvo ciertas excepciones consagradas
positivamente, ya que de lo contrario se estaría violando el derecho de exclusividad
que soporta el sistema de protección de los derechos de autor. Aún en el caso que el
usuario pagara o consignara una suma de dinero establecida por terceros (el Estado
en el caso de las tarifas supletorias), no es viable a la luz de la normativa comunitaria
andina obviar la autorización previa y expresa del titular de los derechos de autor o
conexos.
(…)”.11
44. Por lo antes expuesto, la aplicación de tarifas supletorias van en contra del
derecho de exclusividad del que goza el titular de un derecho de autor y están en
desacuerdo con las normas comunitarias andinas, toda vez que se desnaturaliza el
derecho del autor a autorizar el uso de sus obras. Sin embargo, las tarifas que la
Sociedad de Gestión Colectiva debe aplicar, deben ser proporcionales a los ingresos
que se obtengan con la utilización de las obras, interpretaciones o ejecuciones
artísticas o producciones fonográficas, salvo que la normativa interna de los Países
Miembros establezca algo diferente.
Sobre la base de estos fundamentos,
EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA COMUNIDAD ANDINA
CONCLUYE:
PRIMERO:
La normativa comunitaria por tener el carácter supranacional, prevalece
sobre la normativa interna de cada uno de los Países Miembros. El
Tribunal al interpretar el Ordenamiento Jurídico Comunitario debe velar
por su aplicación uniforme en asuntos que se deban regir por una norma
comunitaria y que se estén adelantando ante un Juez Nacional de uno
de los Países Miembros.
En caso de presentarse antinomias entre el Derecho Comunitario
Andino y el Derecho Interno de los Países Miembros, prevalece el
primero, al igual que cuando se presente la misma situación entre el
Derecho Comunitario Andino y las normas de derecho internacional; por
lo anterior, la norma contraria al Derecho Comunitario Andino es
automáticamente inaplicable.
La norma comunitaria es de aplicación directa desde su expedición, la
ley rige para lo venidero y mal podría una norma regir para hechos que
aún no existían, en razón de lo cual, cuando se promulga una nueva
norma andina, ésta se aplica inmediatamente, respecto de la norma
11
Proceso 119-IP-2010 de 24 de noviembre de 2010, publicado en la G.O.A.C. No. 1949 de 3 de junio de 2011. Actor:
ORGANIZACIÓN SAYCO ACINPRO. Entidades de Gestión Colectiva
9
nacional, dejándose sin aplicación la norma interna que es contradictoria
o no comparte con la comunitaria.
Todos los hechos pasados no regulados por una norma comunitaria se
rigen por la norma interna y en aplicación del principio de Complemento
Indispensable, incluso estando vigente la norma andina, en todos
aquellos casos no contemplados por la misma, siempre y cuando, no
sean contradictorios con la legislación nacional, deberá aplicarse la
norma nacional.
La Corte consultante deberá aplicar la norma comunitaria sobre la
norma interna, para todos aquellos casos que surgieron a partir de la
vigencia de la Decisión 351, dejando sin efecto la aplicación de la norma
interna, en caso de que sea contradictoria a la norma andina.
SEGUNDO: La tarifa es el precio que debe pagar quien pretende usar el
repertorio administrado por la sociedad de gestión colectiva. Sirve,
como se advirtió anteriormente, para soportar las acciones
administrativas y judiciales en caso de infracción a los derechos
administrados por la sociedad; además, genera igualdad de trato en
todos los usuarios del repertorio administrado por la institución.
“Las tarifas que deben cobrar las sociedades de gestión colectiva,
de conformidad con la Decisión 351, tienen las siguientes
características:
1. Las tarifas a cobrar deben estar soportadas en un reglamento de
tarifas elaborado por la sociedad de gestión colectiva. (Artículo 45,
literal g).
2. Las tarifas generales por el uso de los derechos de sus afiliados,
deben ser publicadas por lo menos una vez al año en un medio de
amplia circulación. (Artículo 45, literal h).
3. Deben ser proporcionales a los ingresos que se obtengan con la
utilización de las obras, interpretaciones o ejecuciones artísticas o
producciones fonográficas, salvo que la normativa interna de los
Países Miembros establezca algo diferente. (Artículo 48). Esta
previsión es muy lógica, ya que si el objeto protegible por el
derecho de autor genera más ingresos, pues el pago por su
explotación debe ser mayor al que genera menos ingresos.
Las tarifas supletorias, en la práctica ocasionarían que se pudieran
utilizar las obras pagando unas tarifas establecidas, obviando la
autorización previa y expresa del titular de los derechos o su
representante. Esto claramente riñe con la normativa comunitaria
sobre derechos de autor. Los titulares no pueden perder la
posibilidad de autorizar la utilización de sus obras por parte de
terceros, salvo ciertas excepciones consagradas positivamente, ya
que de lo contrario se estaría violando el derecho de exclusividad
que soporta el sistema de protección de los derechos de autor. Aún
en el caso que el usuario pagara o consignara una suma de dinero
establecida por terceros (el Estado en el caso de las tarifas
supletorias), no es viable a la luz de la normativa comunitaria
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andina obviar la autorización previa y expresa del titular de los
derechos de autor o conexos.
De conformidad con el artículo 35 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de
la Comunidad Andina, el Juez Nacional consultante, al emitir el fallo en el proceso
interno, deberá adoptar la presente interpretación. Asimismo, deberá dar cumplimiento
a las disposiciones contenidas en el párrafo tercero del artículo 128 del Estatuto
vigente.
Notifíquese al Juez consultante mediante copia certificada y remítase copia a la
Secretaría General de la Comunidad Andina, para su publicación en la Gaceta Oficial
del Acuerdo de Cartagena.
Leonor Perdomo Perdomo
PRESIDENTA
Cecilia Luisa Ayllón Quinteros
MAGISTRADA
José Vicente Troya Jaramillo
MAGISTRADO
Luis José Diez Canseco Núñez
MAGISTRADO
Gustavo García Brito
SECRETARIO
PROCESO 85-IP-2014
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