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ÍNDICE
Contenido: Página:
Introducción .............................................................................................................................. 2
¿Qué es el trabajo infantil? .................................................................................................. 4
Las peores formas de trabajo infantil ................................................................................ 5
Características del trabajo peligroso y agotador ............................................................ 6
Estadísticas de niños trabajadores en Chile ..................................................................... 9
Los efectos del trabajo infantil ......................................................................................... 10
Legislación laboral chilena para niños ................................................................................ 11
Convenios que Chile ha suscrito .......................................................................................... 12
Las respuestas del SENAME .............................................................................................. 15
Cómo se enfrenta el problema en la octava región ........................................................ 17
Conclusión ................................................................................................................................ 19
Material de apoyo ................................................................................................................. 20
INTRODUCCIÓN
El 11 de junio de 2004, se celebró el tercer Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
La infancia es un tiempo para jugar, aprender, crecer. Un tiempo en que todos los niños y niñas deberían tener
la oportunidad de desarrollar sus potenciales y soñar con brillantes planes para el futuro. Sin embargo, para
millones de niños en el mundo, su vida desde muy temprana edad es muy distinta. Ellos comienzan a trabajar
mucho antes de que sus cuerpos y mentes estén preparados para ello. Así, la infancia se vuelve un sueño
perdido.
Las preocupaciones y los estudios sobre el trabajo infantil se han concentrado más en continentes como África
y Asia, sin embargo en América Latina la cifra de niños y niñas trabajadores llega al 9 % de la población de
10 a 14 años de edad aproximadamente. En Chile se estima que trabajan más de 120.000 niños en formas de
trabajo y explotación más visibles como es el caso de sectores asalariados formalmente. Sin embargo, es claro
que una gran magnitud de niños trabajadores son informales y ejercen como vendedores callejeros,
cargadores, obreros de la construcción, temporeros etc., sin tomar en cuenta las formas ocultas como la
prostitución infantil, el trabajo doméstico y el tráfico de estupefacientes.
La noción de trabajo infantil debe aplicarse a niños de menos de 15 años de edad que realizan actividades
con el objetivo de ganar el propio sustento o el de sus familias. Ellos trabajan, en la mayoría de los casos, sin
horario ni derecho a prestaciones médicas o la mínima seguridad. Hechos que se repiten en todo el mundo.
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El ingreso precoz al trabajo infantil se encuentra vinculado principalmente a las condiciones de pobreza de las
familias; y es este motivo el que hace que los niños dejen de asistir a la escuela y comiencen a trabajar como
una manera de ayudar en sus casas y asegurar también su propia subsistencia. La mayoría de estas familias
presentan problemas de desintegración de sus hogares, abandono por parte de alguno de los padres, violencia
intrafamiliar, alcoholismo y drogadicción.
Los niños se incorporan a una variada gama de tareas, desempeñándose en actividades laborales en la
economía formal o bien como trabajadores por cuenta propia en ocupaciones callejeras. La calle se transforma
en el lugar cotidiano de vida de estos niños, incorporándolos junto con la vida laboral a todos los peligros que
ella acarrea: deserción escolar, exposición a abusos sexuales, drogas, etc. Por este motivo quisimos abordar
este tema que hoy en día, en nuestro país como en el resto del mundo, es un problema real.
En Chile, el organismo encargado de velar por el bienestar de los niños es el Servicio Nacional de Menores,
SENAME y el encargado de regular las condiciones labores es el Ministerio del Trabajo y Previsión Social,
MINTRAB; quienes en conjunto con otras instituciones integradas en el Comité Nacional de Prevención y
Erradicación del Trabajo Infantil, están empeñados en erradicar la existencia de niños y adolescentes en
trabajos inaceptables en Chile, especialmente las peores formas de trabajo y explotación infantil.
Si bien Chile se ubica entre los países que muestran los índices más bajos de trabajo infantil en la región
(menos de un 3%). Al analizar la evolución del trabajo infantil en la última década se observa como
Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá y Costa Rica han disminuido sus cifras, en cambio Chile sólo las ha
mantenido.
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¿QUÉ ES EL TRABAJO INFANTIL?
La OIT (Organización Internacional del Trabajo) establece una definición de trabajo infantil, determinando
que es la labor realizada por niños menores de 15 años, excepto el efectuado en casa de los padres (siempre
que se trate de ayudar y que los niños puedan ir a la escuela).
Se indican una serie de criterios para juzgar si el trabajo se vuelve una forma de explotación:
Si es realizado por niños demasiado jóvenes (niños de menos de 6 años que trabajan en una fábrica por
ejemplo).
Si las jornadas son demasiados larga (niños que trabajan más de 8 horas diarias).
Si los ingresos son insuficientes (niños que trabajan toda la semana sin ganar casi nada o simplemente solo
trabajan por comida).
Si las condiciones son peligrosas (niños que trabajan en minas o canteras o con productos químicos
peligrosos, especialmente en la agricultura).
Si son obligados (niños que trabajan forzosamente, obligados por padres o terceros).
Si peligra su integridad síquica o moral (niños que trabajan en la prostitución).
Así, se han definido dos conceptos para el trabajo infantil: aceptable e inaceptable.
Trabajo infantil aceptable: es el que se realiza cumpliendo la Ley, por parte de adolescentes de 15 años y
más. También se incluye en esta categoría el trabajo liviano o de pocas horas que pueden realizar, de manera
protegida, los niños entre 12 a 14 años.
Trabajo infantil inaceptable*: sería todo trabajo ilegal, nocturno o realizado en la calle por niños de 11 años
y menos. Niños entre 12 y 14 años que no estudien y/o trabajen 14 horas o más a la semana.
* Las peores formas de trabajo infantil inaceptable: Se refiere a niños, niñas y adolescentes víctimas de
explotación por adultos en actividades económicas que ocasionan daño a su desarrollo físico, psicológico y
moral (explotación sexual comercial, actividades ilícitas y asociación a la esclavitud, trabajos peligrosos por
naturaleza y trabajo peligroso por sus condiciones).
LAS PEORES FORMAS DE TRABAJO INFANTIL
Debido a la complejidad del tema y a que el trabajo infantil puede llegar a constituir una grave vulneración de
derechos de los niños y niñas ha sido necesario precisar aquellas "peores formas de trabajo infantil".
En ese sentido, el SENAME adscribe a las definiciones de la OIT y de la Convención Internacional de los
Derechos del Niño que describen entre las peores formas de trabajo infantil la utilización, reclutamiento u
oferta de niños para la prostitución, la producción o actuación pornográfica o el tráfico de estupefacientes; la
venta y tráfico de niños/as; y el trabajo forzoso u obligatorio, que por su naturaleza o por las condiciones en
que realizan, dañan la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.
Es así como el SENAME aproxima una definición de las peores formas de trabajo infantil, siempre en
menores de 18 años, como una relación de abuso de poder y moralmente abominable, que conlleva la
explotación física, sexual y emocional de niños, niñas y adolescentes y que debe ser erradicada.
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Existen criterios que ayudan a aclarar el concepto de "las peores formas de trabajo infantil":
El trabajo infantil es de mayor gravedad cuando se da en niños y niñas menores de 15 años y en general,
aquellos menores de 18 años. Cuando se trata de trabajos donde están expuestos a abusos de orden físico,
psicológico o sexual, como los siguientes:
Trabajos subterráneos (pirquineros) o bajo el agua, en espacios cerrados o alturas peligrosas.
Con maquinarias, equipos y herramientas peligrosas o manipulación y transporte de cargas pesadas.
En condiciones perjudiciales para la salud (exposición a sustancias químicas de temporeros/as).
En condiciones horarias de difícil cumplimiento (muy prolongadas o nocturnas), especialmente en el servicio
doméstico.
Con fines ilícitos y mercantiles (tráfico de drogas, pornografía y explotación comercial sexual).
EL TRABAJO INFANTIL ES PERJUDICIAL CUANDO COARTA LA FORMACIÓN
EDUCATIVA.
CARACTERÍSTICAS DEL TRABAJO PELIGROSO Y AGOTADOR:
Aunque la magnitud del trabajo infantil en Chile es muy pequeño en comparación con otros países, la
sociedad debe conocer y afrontar este problema hasta hacer desaparecer todo aquello que afecta el desarrollo
futuro de niños y niñas. Los peligros a que ellos se enfrentan varían de acuerdo al tipo de trabajo que realizan
y éste a su vez, dependerá directamente del lugar geográfico en que se ubiquen los niños; es decir, los trabajos
más comunes en Chile varían dependiendo de si es en una zona rural o urbana. Algunos riesgos son
inmediatos, otros tienen consecuencias a largo plazo. Lo que sigue son algunos ejemplos de los trabajos más
comunes desarrollados por niños en Chile y los riesgos que corren, según un reciente estudio realizado a partir
de la primera encuesta especialmente diseñada y aplicada en el 2003 por el Comité Nacional de Prevención y
Erradicación del Trabajo Infantil y dada a conocer por el INE el 02 de Septiembre del 2004:
Trabajo Agrícola: En las zonas rurales casi la totalidad de los casos se concentra en el trabajo agropecuario.
Sus labores consisten en cultivar y/o abonar la tierra, plantar y recoger frutas y verduras, venta de productos
agrícolas, cuidar de los animales o del huerto. Usar herramientas, maquinaria pesada y químicos. Por razones
climáticas y geográficas, el trabajo infantil agrícola es más extendido en las zonas centro y sur.
Peligros: Utilizar maquinaria pesada, insegura e inadecuada para su edad, permaneciendo en contacto con
sustancias peligrosas, constituyéndose en un trabajo fatigante en condiciones extremas de clima y con largas
jornadas que no incluyen la más mínima seguridad, en donde muchas veces deben pasar horas agachados
seleccionando los productos, además de cargar pesos inadecuados para su corta edad.
Consecuencias: Peligro de envenenamiento químico (ya sea crónico o agudo), con las consecuencias que ello
trae a su salud, el que muchas veces no es diagnosticado o simplemente es atribuido a otras causas. Daños
físicos, debido a los accidentes con maquinarias y herramientas peligrosas. Problemas de columna, debido a la
mala postura que se requiere para realizar el trabajo. Dolores musculares. Enfermedades como consecuencia
de las condiciones climáticas rigurosas.
NIÑOS QUE REALIZAN TRABAJO AGRÍCOLA DE TEMPORADA*:
EDAD
5 − 14 años
NÚMERO
12.678
%
70,5
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*Encuesta realizada en el mes de febrero a nivel nacional, que da cuenta del trabajo que los niños realizan en
su período de vacaciones escolares y que coincide con el tiempo de recolección y cosecha.
Recogida de desechos: Se da en las zonas urbanas. Los niños generalmente ayudan a sus padres a recoger
desechos de la basura que pueden ser reciclados o vendidos. Un claro ejemplo de ellos son los llamados
cartoneros, (recogen cartón para poder venderlo).
Peligros: Quemaduras, debido a la combustión de los desechos. Cortes por vidrio o metal. Exposición a
sustancias peligrosas y tóxicas provenientes de casas u hospitales. Inhalación de humo y gases. Riesgo de ser
atropellado ya que este trabajo se realiza especialmente en las noches. Tentación de comer comida podrida.
Riesgo de ser víctima de violencia (física o sexual) por parte de personas ebrias, pandillas, etc.
Consecuencias: Heridas infectadas que pueden llegar a producir la muerte por el tétanos si no son tratadas a
tiempo, envenenamiento químico por sustancias tóxicas. Riesgo de contraer enfermedades infecciosas por los
desechos descompuestos, envenenamiento por alimentos, accidentes por materiales de combustión.
Actividades en la calle: Venta de mercadería, oferta de servicios como lustrar calzado, llevar paquetes (aquí
también podríamos incluir el trabajo −muy común en nuestro país− que desarrollan los niños empaquetadores
de supermercado, que si bien no se hace directamente en la calle, si muchas veces cargan paquetes hasta un
auto por ejemplo). Cuidar o lavar autos, hacer malabarismo en las esquinas.
Peligros: La inclemencia del tiempo, los peligros del tránsito vehicular. Exposición a drogas, violencia (física
y/o sexual), actividades criminales, riesgo de ser víctima de acoso por parte de mayores, pandillas o
explotación.
Consecuencias: La mayor consecuencia es que, generalmente, los niños que trabajan en la calle no asisten a
la escuela. También están expuestos a la violencia del entorno callejero que pueden llevar a un
comportamiento antisocial, mayor riesgo de ser víctima de la adicción a las drogas, abusos sexuales y
explotación. Efectos negativos sobre el bienestar emocional que llevan a una escasa autoestima y sentimientos
de rechazo y desesperanza. Mayores posibilidades de ser condenado por actividades criminales.
NIÑOS QUE TRABAJAN EN LA CALLE A NIVEL NACIONAL:
EDAD
5 − 14 años
NÚMERO
8.546
%
12,5
Prostitución: Ofrecer servicios de carácter sexual.
Peligros: Estar bajo condiciones de trabajo forzoso y por lo tanto expuesto a violencia física y/o psicológica,
además de abuso sexual. Pérdida total de la libertad. Riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual,
traumas emocionales y psíquicos.
Consecuencias: Enfermedades e incluso la muerte debido a enfermedades transmitidas sexualmente, como el
Sida. Trauma emocional y una distorsión de los valores por los maltratos y abusos por aquellas personas que
están en el negocio de la llamada industria del sexo. Riesgo de embarazo no deseado a una edad prematura.
Trabajos Nocturnos: De los trabajos que se realizan en horario nocturno, aquellos detectados con mayor
frecuencia son: cargadores de camiones y mercadería que normalmente se realiza en la madrugada. Además se
mencionan a cuidadores de autos y atención de público en locales de videojuegos.
Peligros: Jornadas excesivas, inseguridad, acoso por parte de mayores. En general trabajar en un ambiente y
horario perjudicial para su salud física y psicológica.
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Consecuencias: Falta de tiempo para descansar lo que afecta su normal desarrollo físico y biológico,
impidiéndoles asistir a la escuela y socializar con la familia.
NIÑOS QUE TRABAJAN EN LA NOCHE A NIVEL NACIONAL:
EDAD
5 − 14 años
NÚMERO
10.924
%
16,0
− En 1992−1993, la OIT llevó a cabo una investigación respecto del trabajo infantil en cuatro países: Ghana,
la India, Indonesia, Senegal. Resultó de la investigación que en estos países el 25% de los niños menos de 15
años trabajan. Para un tercio de estos niños, trabajar es la principal ocupación; dos tercios compaginan el
trabajo y la escuela. Una investigación realizada por la UNESCO en 1990 mostró que en todo el mundo, hay
un 20% de los niños que no reciben enseñanza básica, o sea que probablemente trabajan.
DISTRIBUCIÓN SEGÚN SEXO DE NIÑOS ENTRE 5 Y 14 AÑOS
QUE TRABAJAN A NIVEL NACIONAL:
SEXO
HOMBRE
MUJER
TOTAL
NÚMERO
44.300
23.829
68.129
%
3,1
1,7
4,8
DISTRIBUCIÓN DE NIÑOS QUE TRABAJA POR ZONA A NIVEL NACIONAL
ENTRE 5 Y 14 AÑOS:
ÁREA
URBANO
RURAL
NÚMERO
50.786
17.343
%
2,1
4,4
DISTRIBUCIÓN DE NIÑOS TRABAJADORES
ENTRE 5 Y 14 AÑOS EN LA VIII REGIÓN:
ÁREA
TRABAJO
INACEPTABLE
TRABAJO
ACEPTABLE
TOTAL
PEORES FORMAS
NÚMERO
%
107.676
3,0
88.428
2,4
196.104
715
5,4
LOS EFECTOS DEL TRABAJO INFANTIL
¿Cómo afecta el trabajo al desarrollo del niño?
Durante la infancia, el mundo que nos rodea nos ofrece oportunidades importantes para aprender.
Desarrollamos habilidades que nos permiten ser seres sociales para participar plenamente en la vida familiar y
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comunitaria. Esta etapa de la vida es crítica e influye en nuestro futuro. Los trabajadores infantiles se ven
privados de vivir plenamente este período valioso. Su trabajo traba las actividades normales de la infancia y
entorpece su desarrollo físico, emocional y social.
Consecuencias del trabajo infantil:
Desarrollo Físico: Los niños trabajadores son mucho más vulnerables que los adultos porque sus cuerpos
todavía están creciendo y no están formados completamente. Tienen una salud física deficiente porque el
trabajo que ejercen los expone a los riesgos de las enfermedades y los accidentes. Los efectos pueden ser
inmediatos, como por ejemplo una quemadura o un corte, o pueden tener consecuencias que duran toda la
vida, como sufrir alguna enfermedad respiratoria, la amputación de algún miembro por manipular objetos y
maquinarias inadecuadas para su edad o contraer enfermedades incurables como el SIDA.
Desarrollo emocional: Los niños trabajadores frecuentemente laboran en actividades que son explotadoras,
peligrosas, degradantes y de aislamiento. Muy a menudo son maltratados, abusados y abandonados por sus
patrones. Como consecuencia de esto, los niños podrían tener dificultades para vincularse con otras personas o
tener sentimientos hacia ellas. Tienen problemas para interactuar y cooperar con otros y para desarrollar un
sentido real de identidad. A menudo les falta confianza en sí mismos y experimentan sentimientos de baja
autoestima.
Desarrollo Social: Los niños que laboran no tienen la oportunidad de participar en actividades que son vitales
para su formación, como por ejemplo, jugar, ir a la escuela y socializar con otros niños. No adquieren el nivel
básico de educación que se necesita para enfrentar la vida. Tampoco tienen la oportunidad de interactuar con
otras personas, ni participar activamente, ni de gozar la vida. Todas estas actividades son abandonas a favor de
el trabajo y, consecuentemente, los niños se ven presionados a llevar una vida adulta, sin que, obviamente,
estén listos para ello, haciendo un trabajo que requiere el nivel de madurez de un adulto.
LEGISLACIÓN LABORAL CHILENA PARA NIÑOS:
¿Y qué dice la legislación laboral chilena al respecto?:
El Código del Trabajo, en su Capítulo II, artículos 13 al 18, regula el trabajo de menores de edad y prohíbe
expresamente trabajar a niños menores de 15 años. Por lo tanto, si lo hacen, lo realizan en forma ilegal;
excepto en la situación especial de niños que pueden ser autorizados a trabajar en cine, teatro, televisión o
actividades similares, regulado por el Artículo 16 del mismo cuerpo legal.
La Ley 19.684/2000 regula la incorporación al mercado del trabajo de niños y adolescentes:
• Entre 15 y 18 años requieren autorización de sus padres, tutores o Inspector del Trabajo.
• Los adolescentes de 15 a 16 años requieren certificar estar cumpliendo con la escolaridad obligatoria.
• Les está prohibido desempeñarse en trabajos nocturnos, subterráneos, que requieran fuerza excesiva,
que sean peligrosos para su salud, seguridad y moralidad, o en lugares que expendan bebidas
alcohólicas.
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CONVENIOS QUE CHILE HA SUSCRITO EN RELACIÓN A PREVENIR Y ERRADICAR EL
TRABAJO INFANTIL
Nuestro país participa de una serie de convenios internacionales y leyes propias que protegen a los niños y
adolescentes y nos comprometen a erradicar el trabajo infantil y sus peores formas.
En este sentido, Chile ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
que expresamente establece que debe protegerse a los niños, niñas y adolescentes contra la explotación
económica y social. Estando igualmente en contra del empleo de niños en trabajos nocivos para la salud y
moral, o en las cuales peligre su vida o se corra el riesgo de perjudicar su desarrollo normal.
En la Convención de Derechos del niño de 1989, ratificada por Chile en 1990, en su Artículo 32 establece:
"el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de
cualquier trabajo que pueda ser peligroso, entorpecer su educación o ser nocivo para su salud o para su
desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social". Y además, en su Artículo 36 agrega: "los estados
partes protegerán al niño contra todas las demás formas de explotación que sean perjudiciales para
cualquier aspecto de su bienestar".
Específicamente en materia laboral, Chile ha ratificado siete convenios de la Organización Internacional del
Trabajo, OIT, referidos al trabajo infantil. Estos son los N°5 y 6 de 1919, sobre edad mínima de admisión a
trabajos industriales y horario nocturno; el N° 7 de 1920, sobre edad mínima en el trabajo marítimo; los N°
10, 15 y 16 de 1921, que se refieren a exigencias de edad mínima en el trabajo agrícola, pañoleros y fogoneros
y examen médico obligatorio de menores de edad empleados a bordo de buques, respectivamente.
Recientemente el Gobierno ratificó nuevos acuerdos internacionales que delinean la política actual frente al
trabajo infantil y adolescente. Especial importancia tiene el Convenio N 138 de la OIT sobre la edad mínima
de admisión al empleo (Febrero 1999), y el Convenio Nº182 de la OIT (Junio 2000). Con este último se
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adquiere el compromiso de adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la
eliminación de las peores formas de trabajo infantil, con carácter de urgencia para los menores de 18 años.
El Congreso Nacional, siguiendo los lineamientos del Convenio Nº138, modificó en el año 2000 la
legislación hasta entonces vigente a través de la Ley 19.684 del Código del Trabajo, aumentando la edad
mínima legal para desarrollar trabajos por parte de adolescentes: de 14 a 15 años.
En mayo del 2003, se promulgó la Reforma Constitucional que establece la enseñanza media obligatoria y
gratuita. Ésta entrega al Estado la responsabilidad de garantizar el acceso a dicho nivel educacional para
todos los chilenos hasta los 21 años de edad. De este modo el Gobierno busca lograr que todos los niños
tengan un mínimo de 12 años de escolaridad. Esta es una clara señal para tratar de erradicar el trabajo infantil
y lograr la retención en el sistema escolar. Esto, además, afecta directamente al Código del Trabajo en los
requisitos que se deben cumplir para contratar un niño en ciertas actividades permitidas y reguladas por la
Ley.
En relación al trabajo infantil y adolescente en el sector informal de la economía y a las peores formas de
trabajo infantil, la legislación que se aplica es la que regula la protección de los niños y sus derechos, la Ley
de Menores vigente Nº16.618 (1967), modificada en mayo de 2002 por la Ley Nº19.806.
Esta ley se refiere principalmente al sistema de medidas de protección que en situaciones de trabajo infantil
serían aplicables; además a determinadas sanciones penales relacionadas con el tema. A pesar que las
recientes modificaciones realizadas han eliminado parcialmente las deficiencias, todavía no se logra proteger
adecuadamente los derechos de los niños y adolescentes.
Con la finalidad de dar cumplimiento a los convenios internacionales y reforzar la política nacional en el
tema, en junio 1996, el Gobierno de Chile firmó junto a IPEC−OIT un Memorando de Entendimiento
(renovado en el año 2002). Bajo este contexto, ese mismo año se constituyó por Decreto Presidencial Nº131,
el Comité Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Menor Trabajador, en
la actualidad el Comité Nacional Asesor para la Prevención y Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil,
conformado por representantes gubernamentales, empleadores, trabajadores y de la sociedad civil,
también participan de la OIT/IPEC y UNICEF como organismos asesores.
En el 2001 el Comité, como parte de su compromiso, elabora el Plan de Prevención y Erradicación Progresiva
del Trabajo Infantil y Adolescente en Chile que se enmarca dentro del contexto de la Política Nacional de
Infancia establecida para el período 2001−2010.
Para avanzar en el objetivo de erradicación del trabajo infantil, se ha llevado a cabo una serie de acciones y
proyectos como: seminarios, campañas de sensibilización, actividades de capacitación, estudios sobre el tema,
entre otros. Estas se han realizado con el Gobierno, empresarios, trabajadores, sociedad civil, organismos
internacionales como Unicef y OIT.
Considerando las orientaciones entregadas en los acuerdos que firmó nuestro país, y en su adaptación y
redefinición a nuestra realidad nacional, podríamos consignar lo siguiente:
Según las últimas estimaciones entregadas por la OIT, en el informe mundial "Un Futuro sin Trabajo Infantil",
en el mundo 246 millones de niños y adolescentes de 5 a 17 años, están incorporados al trabajo. Tres cuartas
partes de ellos están atrapados en sus peores formas, que incluyen, entre otros, los trabajos peligrosos tanto
por sus condiciones como por su naturaleza, la esclavitud, el tráfico de personas, la servidumbre por deudas,
la prostitución, la pornografía y otras actividades ilícitas. En América Latina y el Caribe uno de cada cinco
niños (20 millones) ente 5 y 14 años trabaja.
Según la Primera Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes desarrollada por el Instituto
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Nacional de Estadísticas, INE, 107.676 menores chilenos, equivalente al 3% de esa parte de la población,
trabajan en condiciones calificadas como "inaceptables", lo que vulnera sus derechos a la educación,
descanso y recreación. La mayor parte de quienes trabajan en actividades inaceptables son hombres. Los niños
se ven afectados por dos o más de estas características: no han cumplido la edad mínima de admisión legal al
empleo de 15 años, no asisten a la escuela, trabajan en la calle, de noche o por más tiempo que la jornada
legalmente establecida para todos los trabajadores. Son niños y adolescentes que se ven seriamente limitados
en el ejercicio de sus derechos a la educación, recreación, salud física y mental. Tampoco crecen en un
ambiente de cariño ni de protección, lo que limita las oportunidades de progreso y desarrollo.
En nuestro país, como en otras partes del mundo, el trabajo infantil y adolescente se explica por la necesidad
que tienen familias muy pobres de asegurar la subsistencia. En estos casos, el trabajo infantil y adolescente no
es sino la expresión más visible de una realidad social ligada a una miseria aún más profunda que la sola falta
de ingresos.
También hay otra realidad: niños y adolescentes que apoyan a sus familias en sus actividades productivas y
contribuyen así a mejorar los ingresos familiares. Habitualmente, ello ocurre en condiciones de mayor
armonía familiar y se asocia al aprendizaje de un oficio que puede ser desempeñado a futuro como una forma
de ir asegurando la subsistencia ya que, en la mayoría de los casos, han abandonado la escuela a muy
temprana edad. Sin embargo, en muchos de estos casos, el trabajo infantil y adolescente involucra largas y
agotadoras jornadas de trabajo, inadecuadas para niños y adolescentes y se constituye en un obstáculo para
una normal inserción educacional y social.
LAS RESPUESTAS DEL SENAME
El SENAME cuenta con un sistema de registro de carácter nacional. Actualmente registra un total de 2.270
casos, de los cuales el 25,1% corresponde a mujeres y el 74,9% a hombres. Las regiones con más altas cifras
de trabajo infantil son la Metropolitana (28,4%), VIII (21,9%), V (13,4%) y I (10%).
Los acuerdos y normativas nacionales e internacionales antes señalados determinan las líneas de acción y
compromisos de intervención del SENAME que pueden resumirse en lo siguiente:
La prioridad de abordar el tema de "las peores formas de trabajo infantil".
La elaboración de estrategias intersectoriales. El SENAME se hace parte de los planes y programas
intersectoriales que tratan esta problemática y contribuye a propiciar y coordinar políticas de acceso a los
servicios que ofrece cada sector.
El establecimiento de orientaciones generales de políticas de intervención para implementar y desarrollar en
el ámbito de la prevención y reparación.
En el área de la prevención esto significa la atención de población específica, la promoción del ejercicio y
defensa de sus derechos, la intervención comunitaria, enfatizar el trabajo grupal, trabajo con familia y la
derivación de situaciones complejas.
En el ámbito de la reparación implica atender la población específica, centrándose en las situaciones de
mayor gravedad, a través de proyectos especializados, equipos interdisciplinarios, atención ambulatoria en el
ámbito regional−territorial y trabajo con familia.
Respecto de una política pública para abordar esta problemática, el SENAME se ha hecho parte del Comité
Nacional Asesor para la Prevención y Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil, en el cual participan
distintas instituciones estatales, organizaciones sociales y de trabajadores y empresarios y que es coordinado
por el Ministerio de Trabajo y Previsión Social. En este contexto, la institución realiza iniciativas para el
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compromiso de la formulación de una Política y un Plan Nacional al respecto y contribuir al desafío de
coordinar dicho plan a escala nacional.
El SENAME ha adquirido compromisos concretos que se detallan a continuación:
Abordar la problemática de las peores formas de trabajo infantil. Para ello se está implementando un proyecto
financiado por IPEC−OIT cuyos objetivos son:
− Implementar un sistema de registro progresivo de cobertura nacional de las peores formas de trabajo
infantil.
− Conocer las necesidades de los niños, niñas y adolescentes envueltos en las peores formas de trabajo infantil
y su percepción respecto a su experiencia de vida, como una forma de tener en cuenta su opinión para la
formulación de políticas.
El proyecto tiene una duración de un año y se está implementando en las regiones VIII, II, V, IX y
Metropolitana.
En la Octava región se trabaja a través de la ONG dependiente del Arzobispado de Concepción MOANI, que
realiza actividades de recreación y ayuda a 200 niños y con su proyecto Aura atiende a 50 niños ligados a la
prostitución infantil.
En la actualidad, el Servicio implementa tres proyectos específicos de prevención:
a) Dos proyectos en la Región Metropolitana, los que cuentan con una cobertura total anual de 170 niños/as y
adolescentes, a través de instituciones no gubernamentales (ONG's).
b) Un proyecto en Valparaíso que cuenta con una cobertura anual de 30 niños y niñas y está a cargo de la
institución Raíces.
En relación al fenómeno de la explotación comercial sexual infantil, se implementa una intervención
psicosocial y legal, con un proyecto piloto que actualmente se realiza en la zona norte de Santiago. Este
proyecto, que se desarrolla según la línea de reparación, cuenta con una capacidad de atención de 50 casos y
está a cargo de la ONG Raíces.
¿CÓMO SE ENFRENTA EL PROBLEMA EN LA OCTAVA REGIÓN:?
Movimiento Apostólico de adolescentes y niños MOANI
El programa Clubes Juveniles Moani, pertenece a la Pastoral Obrera del Arzobispado de la Santísima
Concepción. Está inspirado en el Movimiento Apostólico de Adolescentes y niños. Nace en 1995 motivado
por una necesidad de ponerse al servicio de los niños, niñas y jóvenes en riesgo social, con derechos y se les
garantice una vida plena con educación, salud, participación; siendo la única agrupación en la octava región,
que se preocupa de motivar a los niños que trabajan para que se mantengan en el sistema escolar.
Moani cuenta con Clubes Juveniles subvencionados por el Servicio Nacional de Menores (SENAME) está
integrado por un equipo multidisciplinario comprometido, que reconoce en los niños y adolescentes a
personas con dignidad, derechos y capacidades que deben ser fortalecidos.
Clubes Juveniles Moani, desde sus inicios ha incorporado en su experiencia el trabajo directo con más de 200
niños, niñas y jóvenes víctimas de las peores formas de trabajo infantil.
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El programa cuenta con seis centros de acogida que se encuentran ubicados en sectores vulnerables
socialmente de las comunas de Concepción, Talcahuano y Coronel. Además, cuenta con el proyecto AURA,
un centro especializado orientado en prevenir, rehabilitar y reparar el daño producido a las víctimas de
explotación sexual comercial infantil de la región. En la octava región en la actualidad hay mas de 50 niños
que trabajan en la prostitución.
Tipos de labores y/o trabajos más comunes realizados por niños, cuya edad varía entre los 5 y 14 años en la
octava región, detectados por MOANI:
− Trabajo en supermercados
− Las niñas hacen trabajos domésticos a particulares.
− Trabajo de malabarismo en las esquinas.
− En la vega como fleteros.
− Lavado de autos.
− Trabajo de recolección, cartones, fierro, cobre etc.
− Prostitución infantil (50 niños aprox.).
− Venta ambulante en micros y la calle
La principal función del movimiento Moani es el acompañamiento a los niños trabajadores, guiándolos para
tratar de mantenerlos lejos de las drogas y la prostitución, a través de actividades recreativas e incentivándolos
a mantenerse en la escuela.
La Srta. Ingrid Fernández, educadora del proyecto, trabaja una vez a la semana con algunos de estos menores,
en espacios de recreación y reforzamiento escolar.
Además se conversa con los padres y la mayoría de éstos aceptan el trabajo de sus hijos por un tema de
necesidad, ya que son familias en la mayoría bastante pobres. También asumen y creen que sus hijos pueden y
deben trabajar y estudiar a la vez.
La metodología participativa de este movimiento especializado, es el proceso educativo que se realiza con los
niños, niñas y adolescentes. Se sustenta en la metodología de movimientos de acción: ver, jugar, actuar y
celebrar. Esta filosofía de aprendizaje les permite integrar en ellos un crecimiento valórico y de habilidades
sociales, logrando a través de la experiencia y la participación, acercarse a la realidad para ver lo que ocurre
en ella. Formarse un juicio de los hechos a partir del Evangelio y en conjunto con los educadores planificar la
acción, pero siendo el niño y la niña los principales protagonistas.
Los clubes juveniles cuentan con el apoyo de educadores, psicólogos y coordinadores.
CONCLUSIÓN
Creemos que el trabajo infantil se produce, principalmente, por la mala política respecto del tema de la
pobreza a nivel gubernamental. La única explicación posible al trabajo infantil es, simplemente, la pobreza en
que viven junto a sus familias, siendo la consecuencia más directa de este problema la deserción escolar, lo
que transforma el trabajo infantil en un círculo vicioso, ya que, si no estudian, jamás podrán lograr un mejor
futuro en lo económico.
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A pesar de que Chile ha venido ratificando tratados con respecto al trabajo infantil desde 1919, recién el año
2003 se realizó una encuesta para medir la magnitud del problema.
Encontramos muchas definiciones, estudios y leyes que tratan y regulan el problema, pero ninguna solución
real. Nosotras creemos que la reinserción escolar y principalmente luchar por retener a los niños en las
escuelas, es la principal arma para combatir el trabajo infantil. Pero el tema más profundo y principal es
combatir la pobreza en la cual se encuentran insertados los niños y sus familias. Atacando este problema
podremos erradicar definitivamente el trabajo infantil.
El trabajo infantil es un obstáculo tanto para el desarrollo infantil como para oportunidades futuras. TODOS
los niños, sin excepción de raza o condición social y económica, tienen derecho a gozar sus sueños de infancia
y desarrollarse plena y naturalmente. TODOS tienen el derecho al amor, la educación, la protección. Conocer
y entender estos derechos es el primer paso para prevenir el trabajo infantil y ofrecer a los niños una
educación para que su futuro sea mejor. ¡TENEMOS QUE ABRIR LOS OJOS!
MATERIAL DE APOYO:
• Servicio Nacional de Menores SENAME.
• Instituto Nacional de Estadísticas INE.
• Arzobispado de Concepción.
• Movimiento Apostólico de adolescentes y niños MOANI.
• Fondo Internacional de las Naciones Unidas para el Socorro de la Infancia UNICEF.
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