Recientemente se ha iniciado la docencia de la nueva especialidad de Maestro de Educación Primaria. Los titulados de esta especialidad serán los encargados de impartir la mayoría de las materias, incluidas las ciencias, del ciclo 6-12. Dada la poca incidencia de la enseñanza de las ciencias en el curriculum de esta carrera resulta especialmente necesario saber cuales son los conocimientos previos de los alumnos al acceder a estos estudios. Los primeros análisis indican que la formación científica, especialmente en el campo de la Geología, es muy deficiente. ABSTRACT Training in the new speciality of Primary School Teaching has begun recently. People holding certificates in this speciality will be in charge of teaching the majority. of subjects, including science, to children in the 6-12 age range. As the teaching of science is but a small part of the course curriculum, it is particulaly necessary to know what previous knowledge student teachers have in this area. First analyses indica te that training in science, and especially in the field of geology, is very deficient. INTRODUCCIÓN Recientemente se han puesto en marcha los nuevos estudios de Magisterio, que comportan la incorporación de nuevas especialidades (Educación Primaria, Educación Infantil, Ed\lcación Musical, Educación Física, Lengua Extranjera, Educación Especial y Audición y Lenguaje) y la desaparición de otras que se habían mantenido durante años, como Ciencias, Ciencias Sociales y Filología. La finalidad de estos cambios es, junto a maestros especilistas, potenciar un maestro generalista que sea capaz de impartir cualquiera de las restantes materias correspondientes a la Enseñanza Primaria (6-12 años). Por ello la nueva especialidad de Maestro de Primaria engloba aspectos de las tres especialidades que desaparecen, con la consiguiente reducción del número de horas de clase de cada una de ellas. En la Universidad de Barcelona los estudios de Maestro de Primaria se iniciaron el curso pasado (1992-93), poco después de que se aprobara el nuevo plan de estudios. Centrándonos en la especialidad de Enseñanza Primaria, los profesores del ciclo 6 - 12 años reciben a lo largo de la carrera dos únicas asignaturas obligatorias de ciencias, que son cuatrimestrales y se imparten durante el segundo curso. Estas materias son Didáctica de las Ciencias Naturales y Didáctica de la Física y la Química, cada una de 7,5 créditos. Esto significa que en la carrera (tres cursos) se dedican tan sólo 3,75 créditos a cada una de las ciencias y sus respectivas didácticas (biología, geología, física y química). La poca incidencia de la enseñanza de las ciencias en la formación de los maestros se justifica por el hecho de que ya deben haber adquirido suficientes conocimientos durante el Bachillerato, y se deben reforzar únicamente los aspectos didácticos. Puesto que durante este curso han comenzado a impartirse por primera vez las asignaturas de ciencias de las nuevas especialidades, los profesores del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y la Matemática de la Universidad de Barcelona encargados de la docencia de la Geología y su Didáctica (incluida en la asignatura de Didáctica de las Ciencias Naturales), decidimos realizar el seguimiento de los conocimientos de geología de los estudiantes de Magisterio de la Especialidad de Primaria. Diversos autores han puesto de manifiesto la gran importancia de los estudios sobre conceptos y errores conceptuales en la enseñanza-aprendizaje de las Ciencias (Osborne y Wittrock, 1983). En el campo de la enseñanza de la geología existen pocos trabajos (Granda, 1988; Pedrinaci, 1987; Yuset al, 1992) Y no muchos más sobre las conceptos y errores conceptuales de los alumnos de Escuelas de Magisterio (Escuredo y Lacasta, 1984; Tilló et al, 1989, entre otros). Este trabajo refleja parte del estudio que se ha realizado con 120 alumnos que están cursando segundo de Educación Primaria en la Universidad de Barcelona. Sobre este colectivo la investigación se ha basado en entrevistas, discusiones en clase y tests, que se han efectuado antes del inicio de las clases y con posterioridad a la finalización de la asignatura de Didáctica de las Ciencias Naturales. ANÁLISIS DE LOS CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS DE LOS ALUMNOS ENCUESTADOS Considerando la relación entre los conocim~ntos de geología que los alumnos poseen y su formación general, ya que muchas ideas erróneas (1) Departament de Didactica de les Ciencies Experimentals i la Matematica, Universitat de Barcelona. Melcior de Palau, 140,08014-Barcelona. derivan de conceptos de otras ciencias mal adquiridos, con anterioridad al análisis del nivel geológico se realizaron algunas pruebas para valorar el nivel en otras ciencias. Las cuestiones versaron sobre aspectos que debían haberse adquirido en EGB, o como mucho en los primeros cursos del Bachillerato, y que resultan indispensables para entender aspectos básicos de la geología. A modo de ejemplo citaremos algunas de las cuestiones planteadas: 1. Densidad. 2. Diferencias entre sólido, líquido y gas. 3. Factores que pueden producir cambios de estado. 4. Sustancia pura, compuesto y mezcla. 5. ¿En qué sé diferencia un elemento químico de otro? 6. Diferencia azul. entre una luz roja y una luz 7. Citar alguna radiación apárte de la luz visible. electromágnética 8. Presión. 9. ¿Qué figura geométrica está limitada por cuatro triángulos equiláteros? ¿Y por ocho? Las respuestas fueron las siguientes: 1. Sólo dos alumnos definieron la densidad en función de su fórmula, pero ninguno supo decir qué variación sufre la densidad si un cuerpo se calienta y por lo tanto se dilata; Casi todos consideraron densidad sinónimo de peso. 2. Algunos alumnos definieron los tres estados en función de sus propiedades observables (el sólido no cambia de forma, el líquido sí, y el gas ocupa todo el volumen disponible), pero ninguno supo a qué se deben las diferentes propiedades en función de la disposición de las moléculas. En consecuencia tampoco pudieron diferenciar un sólido amorfo de un sólido cristalino. 3. Todos sabían que el cambio de estado depende de la temperatura, pero ninguno indicó que también depende de la presión. Tampoco nadie recordó que al añadir pequeñas cantidades de otra sustancia puede variar el punto de fusión o de ebullición, aunque al citarlo varios reconocieron haberlo estudiado anteriormente. 4. Las respuestas en cuanto a las diferencias entre sustancias simples, puras, compuestos y mezclas, fueron completamente aleatorias, en ge" neral la tendencia era considerar sinónimos sustancia simple y sustancia pura, y mezcla y compuesto. 5. Algunos pocos llegaron a concluir que los elementos diferentes tienen distinto número atómico. 6. No sólo no lo sabía nadie sino que la gran mayoría no era capaz de recordar en orden los colores del espectro de la luz visible. Al hablarles de la longitud de onda sólo 5 del total indicaron que lo habían estudiado pero no lo recordaban. 7. La mayoría desconocía que la luz visible es una radiación electromagnética, y por tanto no pudieron poner otros ejemplos. Sólo un alumno citó los rayos X, aunque bastantes citaron el sonido. 8. Bastantes tenían cierta idea de qué es la presión, pero les costaba definirla. Para muchos presión y fuerza eran sinónimos. 9. No hubo ninguna respuesta correcta, aunque al citarles los nombres varios admitieron que eran figuras que conocían. Como consecuencia de las respuestas anteriores se puede deducir que el nivel científico medio de los estudiantes encuestados era muy bajo, y por tanto era previsible que también lo fuera en geología. Tras inquirir a los estudiantes sobre las posibles causas, se obtuvieron varios tipos de respuesta: 1. Algunos no habían cursado asignaturas de ciencias (FP y mayores de 25 años), 2. Otros hacía mucho tiempo, y con muy poco nivel (Bachillerato y COU de letras). 3. Los que deberían poseer una formación más sólida, por haber estudiado Bachillerato de Ciencias, aducían haber olvidado las cuestiones. Con posterioridad al análisis descrito se propussieron tests y cuestiones generales sobre temas de geología a fin de determinar los conocimientos sobre esta materia. Previamente se averiguó cuántos alumnos habían cursado geología en COU y cuántos consideraban haber aprendido bastante geología durante el bachillerato. Del total de alumnos sólo 7 habían cursado geología en COU y 4 consideraban que habían alcanzado un nivel satisfactorio en las asignaturas de ciencias naturales de Bachillerato. Los test trataron fundamentalmente cuestiones básicas de geología, aunque también incluían algunas preguntas sobre materias relacionadas (geografía física, biología, meteorología). Los aspectos geológicos se pueden repartir en varios bloques: 12 Materiales terrestres (rocas y minerales). 22 Estructura y composición de la Tierra. 32 Dinámica terrestre. 42 Historia de la Tierra (El tiempo en Geología). El primer bloque incluía preguntas tales como definición de mineral y de roca, decir si algunas sustancias son o no minerales, citar los nombres de cinco minerales y de tres rocas, escribir los nombres de los tres grupos de rocas, citar alguna aplicación práctica de las rocas y de los minerales, etc. El análisis de estas preguntas permitió obtener las siguientes conclusiones: Sólo un 10% da una definición de mineral que incluye alguna de las propiedades que los ca- racterizan (estado sólido, naturaleza inorgánica, por ejemplo). El 90% no contesta o da una respuesta incongruente. Para indagar si el resultado estriba en la dificultad de definir o en la ignorancia del concepto de mineral, se añadió una lista de sustancias, entre las que había que separar las que eran minerales de las que no lo eran. El 97 Y 88% respectivamente supieron que el cuarzo y el diamante son minerales, sin embargo un 73% consideró también mineral el aluminio de fundición y un 89% el granito. Respecto a los líquidos y los gases, un alto porcentaje sabía que no eran minerales (un 10% creía que el agua sí lo era, y ninguno que lo era el aire). Por último mayoritariamente descartaron como minerales las sustancias de origen orgánico, como el hueso, el coral y las conchas de los moluscos, aunque para el 48% las perlas sí son minerales. Se puede deducir que a pesar de no saber la definición todos asimilaban mineral a sustancia sólida, y gran parte a sustancia inorgánica, pero sin embargo incluían los metales, aunque fueran obtenidos artificialmente y las rocas. En entrevistas se reafirmaron estos resultados, si bien se apreció que las únicas sustancias artificiales que incluyen mayoritariamente entre los minerales son los metales, algún producto químico (sales), y más raramente el vidrio y la porcelana. Un porcentaje elevado de alumnos sabe nombre de algún mineral (ninguno el 16%, 1 8%,2 el 21%, 3 el 30%, 4 el 17% y 5 o más 8%), sin embargo el 75% no fue capaz de citar una sola de sus aplicaciones. el el el ni El concepto de roca es mejor conocido que el de mineral, ya que casi un 30% de los alumnos da una definición más o menos correcta y casi la mitad citan al menos el nombre de una roca, aunque sólo el 13% escriben tres nombres, tal como se les pedía. La idea que tienen sobre una roca parte de la imagen del granito, probablemente por que es el ejemplo más citado en los libros de texto, ya que casi todos consideran que no existen rocas formadas por una sola especie mineral. Es evidente que el concepto de roca han debido estudiarlo previamente bastantes alumnos, ya que el 74% citan al menos uno de los tres grupos de rocas, y el 41 % mencionan los tres. Sin embargo el aprendizaje debe ser puramente memorístico, puesto que demuestran desconocer el origen y las características de cada uno de los grupos, (el 52% no responden preguntas como "¿Puede formar estratos cualquier roca?" o bien "¿Se pueden encontrar fósiles en las rocas ígneas?" y tan sólo el 16% y el 18% respectivamente responden correctamente ). En el segundo bloque, destinado a conocer qué ideas tenían los alumnos sobre la estructura y la composición de la Tierra, se les incluyeron preguntas como: ¿Cuáles son los cuatro gases más abundantes de la atmósfera?, ¿Cuál es el radio de la Tierra?, Citar los nombres de las capas en que se divide el interior de la Tierra, y otras destinadas a conocer qué ,idea tenían realmente de las características internas de nuestro planeta. El 78% de los estudiantes no respondió a la pregunta sobre el tamaño de la Tierra, y entre los que lo hicieron sólo la mitad dio un valor próximo al real y el resto una cifra notablemente mayor (hasta 65.000 km). Todavía resultan más chocantes las respuestas sobre la composición de la atmósfera, ya que si bien casi todos citan el oxígeno y el nitrógeno, hasta un 80% considera que el gas más abundante es el hidrógeno, y el 41 % el "carbono". Tan sólo el 8% cita el vapor de agua, y menos del 5% el C02' Esto indica que sus conocimientos de otras ciencias, como la química, son muy pobres. En cuanto a los aspectos estrictamente geológicos, como la estructura interna de la Tierra, el 43% no da el nombre de ninguna de las capas en que se ,divide el interior de nuestro planeta, y sólo el 24% menciona corteza, manto y núcleo. Sin embargo, pese a que casi una cuarta parte de los estudiantes recuerdan estos nombres, sus ideas sobre el interior de la Tierra pueden incluirse entre las más incorrectas. Prácticamente todos los alumnos suponen que en el interior de la Tierra existe alguna capa fundida, pero sólo el 20% cita el núcleo; para la mayoría existe una capa de magma que, a partir de una profundidad variable, se ex.tiende hasta el centro del planeta, y que es el material que se emite en las erupciones volcánicas. Incluso alumnos que conocen los nombres corteza, manto y núcleo, dan respuestas de este tipo. Existe también la idea bastante generalizada de la existencia de "cavidades" en nuestro planeta, ya que el 62% responde afirmativamente a la pregunta de si es posible acceder al interior de la Tierra a través de las chimeneas de los volcanes extinguidos, aunque la mayoría piensa que sólo se pueden alcanzar profundidades moderadas (entre 50 y 100 km). La idea de las cavidades vuelve a aparecer en una pregunta sobre la procedencia de las aguas subterráneas; para el 62% el agua no sólo se genera en el interior de la Tierra sino que además existen ríos y lagos subterráneos (sólo el 12% relaciona el agua subterránea con las precipitaciones). Todo esto indica un modelo sobre el interior de la Tierra más influenciado por los textos de Julio Verne que por los de Geología. El tercer bloque tiene como meta descubrir si tienen una idea evolucionista o fijista de nuestro planeta y también las nociones sobre la dinámica terrestre. Para ello se incluyeronm preguntas tales como si se forman rocas y minerales actualmente, si el tamaño y forma de los océanos es inmutable o varía con el tiempo, o si anteriormente han existido especies animales diferentes a las actuales. Todas las respuestas indican que los estudiantes tienen una concepción evolucionista de nuestro planeta, ya que el 73 Y el 62%, respectivamente, cree que se forman actualmente minerales y rocas, y sólo el 5% responde en sentido contrario. Asimismo el 84% opina que la forma y el tamaño de los océanos ha variado con el tiempo, y el 95% sabe que han existido especies ani- males diferentes de las actuales. Tan sólo un alumno reconoció en una entrevista que no creía en la evolución de los seres vivos. Si bien quedó de manifiesto que todos tenían una idea clara de un planeta dinámico, sus conocimientos sobre la dinámica terrestre eran mucho menos claros. CasLtodos los estudiantes (90%) sabían que hace 100 millones de años América estaba más cerca de Europa, pero muy pocos podían explicar por qué, en zonas como Japón, los terremotos son frecuentes. Únicamente el 23% daba una respuesta más o menos correcta, y otro 25% citaba las placas litosféricas, aunque sin saber cómo actúan; el resto (la mitad de los entrevistados) no supo responder a esta pregunta. La imagen que nuestros alumnos tienen de la dinámica interna de la Tierra quedaba aún más definida cuando se les preguntaba el porqué de la existencia de fósiles marinos en lo alto de las montañas: el 55% creía que el mar llegaba hasta allí (según una idea más o menos diluvista), frente a sólo el 20% que suponía que las rocas formadas bajo el mar se habían elevado posteriormente. El último bloque estaba destinado a reconocer la idea de tiempo geológico de nuestros estudiantes. Para ello se les preguntó sobre la edad de nuestro planeta y sobre la aparición de diversos grupos de organismos, dándoles una tabla con el orden de magnitudes. Respecto a la primera cuestión el 32% daba cifras más o menos correctas (entre 3.000 y 6.000 millones de años), el 44% no respondía, y el resto respondía con cifras muy erróneas (la mayoría por defecto). Sin embargo, donde se pone de manifiesto el gran desconocimiento del orden del tiempo geológico es en las cuestiones relativas a la época de aparición de los diferentes grupos de seres vivos: animales pluricelulares, vertebrados, animales terrestres, mamíferos y homínidos; se les daba a elegir entre las siguientes opciones: 1, miles de años; 2, cientos de miles de años; 3, millones; 4, decenas de millones; 5, cientos de millones y 6, miles de millones de años. Entre los alumnos que respondieron (el 37% no lo hizo) las respuestas son las siguientes: bastantes alumnos sitúan la aparición de los primeros seres vivos hace miles de millones de años (47%), aunque un 8% considera que hace sólo millones de años, y un alumno sitúa la aparición de la vida hace sólo miles de años. Conforme responden sobre la aparición de grupos más evolucionados, dan cada vez cifras más bajas y más alejadas de la realidad, así el 31 % cifra la aparición de los primeros mamíferos hace sólo cientos de miles de años y el 42% la de los primeros homínidos hace miles de años. El co~junto de las respuestas indica que, en cierta medIda el test ha condicionado las respuestas, ya que la 'mayoría incluye cada grupo en un orden de magnitud diferente (no ha incluido en el mism? orden de magnitudes dos grupos, como los pnmeros vertebrados y los primeros animales terrestres). Sin embargo, lo que resulta más evidente es que no se hacen idea del orden de las magnitudes con las que tratan, ni saben realmente cuándo aparecieron los diferentes grupos de seres vivos, puesto que son frecuentes incongruencias como situar antes la aparición de los animales pluricelulares que la de los seres vivos, o la de los homínidos antes que la de los mamíferos. INCIDENCIA DE LA ASIGNATURA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS NATURALES EN LA FORMACIÓN GEOLÓGICA DE LOS ESTUDIANTES Después de haber cursado la citada asignatura, que incluye las únicas horas de geología y su didáctica (unas 30) que se les imparten a los futuros maestros de Primaria, se pasó un test similar a un grupo de estudiantes que no lo habían realizado a principio de curso. Aunque la muestra es muy reducida (20 estudiantes) se consideró preferible una aproximación con pocos alumnos a repetir preguntas similares a los mismos que habían realizado los tests unos meses antes, a fin de que no conocieran de antemano las preguntas. Los temas tratados durante el curso se centraron sobre todo en el estudio de materiales (minerales y rocas), estructura interna de la Tierra, tectónica de placas y algo de geodinámica. Los tests muestran una notable mejoría en los conceptos trabajados en clase; así, prácticamente, todos definieron correctamente mineral y conocieron diversos minerales y sus aplicaciones. También el concepto de roca está bien asumido, y no sólo conocen los difere.ntes tipos de rocas y sus características, sino la mineralogía de algunas y su posible utilidad. Asimismo las preguntas respecto a la estructura interna de la Tierra y los aspectos relacionados con la tectónica de placas, son mayoritariamente respondidas correctamente, ya que estos temas se trataron en clase con cierta extensión. Sin embargo, lógicamente, los temas poco o nada tratados durante el curso, siguen siendo mal respondidos por la mayoría de los alumnos entrevistados. A pesar de que este trabajo se realizó con un número de alumnos reducido, a consecuencia de que los estudios de Maestro de Primaria son de .reciente implantación y en consecuencia sólo se ha podido entrevistar a los alumnos de la primera promoción de esta especialidad, su procedencia y características son lo bastante variadas para poder tomar en consideración los· datos que surgen de los diferentes estudios realizados sobre dichos alumnos. Quizá la conclusión más relevante es que su nivel de conocimiento de todas las ciencias es extremadamente bajo (a pesar de que sus calificaciones anteriores muestran que la mayoría fueron buenos estudiantes), puesto que desconocen muchas cuestiones básicas que deberán explicar a sus futuros alumnos durante la Educación Primaria. Además, es evidente que tendrán dificultades, por falta de base, para comprender aspectos científicos algo más complicados. Sin embargo el nivel de comprensión y de interés de estos mismos estudiantes sobre las materias científicas impartidas durante la carrera (al menos por la geología) son buenos. Si se parte de cuestiones muy básicas (para no correr el riesgo de dejar lagunas) tras pocas horas de clase consiguen entender con facilidad y aplicar correctamente cualquier concepto que se les explique, incluso cuestiones complicadas, como la Teoría de Tectónica de Placas. Tras analizar en diversas entrevistas con los estudiantes esta paradoja, la opción que parece más verosímil es que durante EGB, BVP e incluso COV, la meta fundamental fue aprobar la asignatura, y lo consiguieron aprendiendo de forma memorística y superficial los conceptos, sólo para pasar los exámenes. Sin embargo estos mismos estudiantes muestran actualmente mucho más interés en entender las cuestiones, ya que saben que algún día tendran que aplicar estos conocimientos. Resulta por tanto una grave paradoja que cuando los estudiantes son suficientemente maduros para aprender correctamente y además muestran una elevada motivación para hacerlo, el número de horas destinadas a los temas científicos sea tan escaso que impida profundizar en ninguna materia científica y en sus didácticas, a pesar de que las ciencias contarán de forma importante en la formación de sus futuros alumnos (de 6 a 12 años). En el campo de la geología se aprecia que el nivel es todavía más bajo que en las otras ciencias, sin embargo, este desconoci- miento generalizado evita la existencia de errores conceptuales previos, y además homogeneiza el nivel de los estudiantes, lo que facilita en cierta forma la docencia de la asignatura. Sin embargo, puesto que los futuros maestros habrán recibido a lo largo de todo su período de formación poquísimas clases de esta materia (algunos sólo las 30 que dura este curso), es evidente que no la podrán impartir con un mínimo de condiciones, lo que parece que aboca a la geología a ser cada vez una ciencia más marginada en el sistema de enseñanza de nuestro país. Escuredo, T. Y Lacasta, E. (1984). Las actitudes científicas de los futuros maestros en relación con sus conocimientos. Enseñanza de las Ciencias, 1984: 175-180. Granda, A (1988). Esquemas conceptuales previos de los alumnos en Geología. Enseñanza de las Ciencias, 6(3): 239243. Osbome, R.J. i Wittrock, M.e. (1983). Leaming Science: a generative process. Sci. Educ. 67(4): 479-508. Pedrinaci, E. (1987). Representaciones de los alumnos sobre los cambios geológicos. Investigación en la Escuela, 2: 64-74. Tilló, T.; Puigcerver, M.; García, P. (1989). 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