Número de registro: 18381 Novena Época Instancia: Tribunales

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AMPARO DIRECTO 70/2004.
Número de registro: 18381
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XX, Octubre de 2004
Página: 2138
AMPARO DIRECTO 70/2004. ÁLVARO CHÁVEZ ACHO.
CONSIDERANDO:
QUINTO. Son fundados los conceptos de violación esgrimidos por la quejosa, como se
precisa más adelante.
Previamente al estudio de los conceptos de violación, es conveniente reseñar los siguientes
antecedentes.
El veintidós de febrero de dos mil dos, Álvaro Chávez Acho, demandó de Rubén Acho y
Novia, Francisca Acho y Novia, y Crescencia Mercedes Acho, las siguientes prestaciones:
"A) Que se ponga término a la perturbación que pretenden realizar los demandados respecto
de la posesión que tiene el suscrito respecto de una fracción de terreno perteneciente al
ubicado en Quincuagésima Legislatura, antes Manuel Acuña número tres, Barrio de
Texcacoa en Tepotzotlán, Estado de México y que tiene las siguientes medidas y
colindancias: Al norte, en 89.25 mts., con Mercedes Novia viuda de Acho. Al sur, en 89.19
mts., con Armando Rubén Acho. Al oriente, en 6.63 mts., con Manuel Hernández. Al
poniente, en 6.77 mts., con la calle de Manuel Acuña. B) Se indemnice al suscrito de los
daños y perjuicios que me han sido causados por la perturbación realizada por parte de los
demandados respecto de mi posesión de la fracción de terreno descrita en el inciso A). C)
Afianzamiento por parte de los demandados por la cantidad de $1,000,000.00 (un millón de
pesos 00/100 M.N.) para el efecto de que mi contraria no vuelva a perturbar mi posesión
respecto de la fracción de terreno descrito en el inciso A). D) Conminar a la demandada con
multa y arresto, para que en el caso de que reincida en la perturbación de mi posesión de la
fracción de terreno descrita en el inciso A). F) El pago de los gastos y costas que se originen
con el presente asunto." (fojas 1 y 2 del expediente 190/2002).
La demanda se sustentó en los siguientes hechos:
"1. Tal como lo acredito con la sentencia de fecha siete de febrero de mil novecientos
noventa, dictada en el juicio ordinario civil promovido por las señoras Crescencia Mercedes
Acho y Novia y Francisca Acho y Novia con número de expediente 134/99 radicado en el
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Juzgado Primero Civil de Primera Instancia en Cuautitlán, México, sentencia que fue
confirmada mediante sentencia de segunda instancia de fecha doce de mayo del año dos mil
uno dictada en el toca de apelación con número 204/00 por los CC. Magistrados que integran
la Segunda Sala Civil Regional de Tlalnepantla, Estado de México la cual anexo a la presente
demanda en copia certificada, tengo la posesión de la fracción de terreno descrito en el
capítulo de prestaciones en el inciso A) de la presente demanda; dicha fracción de terreno la
ocupo con la ubicación, medidas y colindancias que detallo en el presente escrito. 2. Desde el
primero de agosto de mil novecientos setenta y nueve la he venido poseyendo en concepto de
propietario, de buena fe, de manera pacífica, continua y públicamente tal como me fue
reconocido dicho derecho mediante sentencia de fecha siete de febrero de mil novecientos
noventa, dictada en el juicio ordinario civil promovido por las señoras Crescencia Mercedes
Acho y Novia, y Francisca Acho y Novia con número de expediente 134/99 radicado en el
Juzgado Primero Civil de Primera Instancia en Cuautitlán, México, sentencia que fue
confirmada mediante sentencia de segunda instancia de fecha doce de mayo del año dos mil
uno dictada en el toca de apelación con número 204/00 por los CC. Magistrados que integran
la Segunda Sala Civil Regional de Tlalnepantla, Estado de México, la cual anexo a la
presente demanda en copia certificada. 3. El día diecinueve de febrero del presente año recibí
una llamada por parte de algunos familiares manifestándome que los señores Rubén Acho y
Novia, Francisca Acho y Novia, Crescencia Mercedes Acho y Novia, y aproximadamente
diez trabajadores (albañiles y un operador de máquina) habían entrado en el terreno descrito
en el capítulo de prestaciones en el inciso A) en el que por sentencia ejecutoriada el suscrito
tiene la posesión. Dichas personas desde aproximadamente las 8:30 de la mañana del día que
se narra entraron al terreno del cual tengo la posesión con maquinaria pesada (un trascabo
conocido como mano de chango) introduciéndose furtivamente a sabiendas de que perdieron
el juicio señalado en líneas anteriores y del que fui absuelto de la devolución del mismo,
entrando dichas personas con maquinaria pesada, como lo he mencionado, derribando la
malla de división del terreno y postes que detenían la misma con lujo de violencia y sin el
consentimiento del suscrito, dichos actos considero son actos preparatorios tendientes
directamente a la usurpación violenta y a impedirme el ejercicio de mi derecho de posesión.
4. En virtud de que me informaron lo que señalo en líneas anteriores me dirigí a mi domicilio
ubicado en Quincuagésima Legislatura, número tres, Barrio Texcacoa, Tepotzotlán, Estado
de México, llegando a éste aproximadamente a las diez de la mañana y, efectivamente, se
encontraban las siguientes personas Rubén Acho y Novia, Francisca Acho y Novia, y
Crescencia Mercedes Acho y Novia, realizando actos tendientes a perturbar mi posesión del
terreno descrito con anterioridad, ya que se encontraban excavando en el mismo con una
máquina de aproximadamente un metro de ancho abarcando la totalidad del perímetro de mi
terreno de aproximadamente 89 metros de largo, en el cual, además, depositaron tierra
producto de la excavación, todo ello sin mi consentimiento. 5. Es el caso que me dirigí a ellos
y les pedí que se abstuvieran de perturbar mi posesión, del cual no existe sentencia para que
el suscrito lo desocupe por haber ganado los juicios respectivos, ante dicha petición se
dirigieron al suscrito con agresiones verbales y amenazas, manifestándome ‘ni que fuera
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tuyo, esto es nuestro’ y puedes hacer lo que quieras, acto seguido ignorando mi petición
continuaron con las excavaciones, derribando la malla de mi predio, casi en su totalidad y sin
el menor indicio de abstenerse de seguir ocasionando daños en el inmueble materia del
presente juicio, ya que dichas personas continuaron en él absteniéndose de salir, siendo que
se los había solicitado, por lo que me vi en la necesidad de volver a decirles que se retiraran
de mi predio, lo cual fue todo lo contrario incluyendo los mismos trabajadores quienes
continuaron con las labores que les había encomendado, principalmente el señor Rubén Acho
y Novia y también Francisca Acho y Novia, y Crescencia Mercedes Acho y Novia,
dirigiéndose estas personas hacia el suscrito en forma agresiva y el señor Rubén Acho y
Novia estuvo casi a punto de golpearme por lo cual y ante las amenazas verbales de
golpearme me vi en la necesidad de salir del precitado inmueble, continuando ellos en el
mismo. 6. Como lo manifiesto en el hecho anterior, salí de mi propiedad y me dirigí al H.
Ayuntamiento de Tepotzotlán, atendiéndome el encargado de obras públicas, quien me
sugirió que hablara con el director del jurídico del mismo H. Ayuntamiento de Tepotzotlán
Lic. Juan Tenorio Labrada, quien para efecto de corroborar los hechos manifestados en la
presente demanda, envió con el suscrito a una licenciada del jurídico del H. Ayuntamiento y a
un arquitecto de obras públicas del H. Ayuntamiento, personas con quienes me dirigí a mi
propiedad, las cuales corroboraron plenamente lo narrado en la presente, la primera de ellos
se dirigió a las personas que se encontraban en mi propiedad solicitándose en ese acto la
documentación que les autorizaba a ejecutar dichos actos en esa propiedad, recibiendo la
licenciada como contestación de Rubén Acho y Novia, y Mauricio Durán Acho, contestando
en forma déspota, grosera y altanera sin importarles que el requerimiento lo hacía una
autoridad, manifestándole que no era quién para solicitarle documentación alguna y
dirigiéndose a ella en forma por demás agresiva. Acto seguido el arquitecto de obras públicas
corroboró las medidas y colindancias de cada una de las fracciones aledañas basándose en un
plano de obras públicas con lo que verificó que efectivamente se estaba utilizando el terreno
del cual tengo la posesión sin mi consentimiento, para mayor referencia de lo narrado en la
presente anexo a la misma fotografías que acreditan la presencia de los demandados y la
usurpación que pretenden hacer del terreno materia del presente juicio. 7. Es por lo narrado
con anterioridad que considero se está perturbando la posesión que detento sobre el inmueble
señalado con antelación lo que impide el ejercicio pacífico de mi posesión es por ello que
considero se acredita la existencia de actos perturbatorios a que se refiere el artículo 488 de la
ley adjetiva de la materia, ya que dichas personas se introdujeron al precitado terreno sin mi
consentimiento, por tanto, es de considerarse que los actos perturbatorios de hecho y de
palabra descritos en el presente y realizados en mi contra por parte de los hoy demandados
son actos tendientes directamente a la usurpación violenta y despojo del terreno ya
multicitado y que es motivo de la presente demanda, asimismo, son actos tendientes a
restringirme de continuar mi libre ejercicio de derecho de posesión que tengo respecto al
citado inmueble, ante tal situación el suscrito considera que es procedente que se les condene
a los hoy demandados al cumplimiento de todas y cada una de las prestaciones que les
demando en la presente vía y forma a fin de evitar que se lleve a cabo el despojo en mi
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perjuicio del inmueble descrito en el inciso A) del capítulo de prestaciones de la presente
demanda." (fojas 2 a 4 del expediente 190/2002).
Se admitió la demanda, quedando registrada bajo el número de expediente 190/2002 del
índice del Juzgado Primero Civil de Primera Instancia de Cuautitlán, Estado de México,
asimismo, se emplazó a los demandados, quienes contestaron la instaurada en su contra,
oponiendo las siguientes excepciones y defensas:
"1. La falta de legitimación activa al proceso y a la causa del supuesto actor, dado que la
discusión jurídica emana de un patrimonio hereditario, donde éste, no está reconocido. 2. La
excepción prevista en los artículos 581 del Código de Procedimientos Civiles, en relación con
los artículos 778 y 781 del Código Civil, en atención a que el supuesto demandante no
exhibió el documento fundatorio del derecho subjetivo ejercitado, es decir, el justo título que
lo justificara como poseedor jurídico, no obstante que el primero de los numerales,
categórica, tajante y terminantemente exige la exhibición del documento base de la acción
(véase que el artículo 581 del código procesal civil claramente establece ‘deberá’). 3. La
excepción de improcedencia de la acción interina de retener la posesión, en virtud de que el
mendaz actor, al ser un mero detentador y poseedor precario, que él mismo reconoce y
admite expresamente, carece de la posesión jurídica u originaria necesaria para conservar o
mantenerse en la misma, atento a lo dispuesto por el artículo 488, párrafo segundo, del
Código de Procedimientos Civiles. 4. La excepción de dolo procesal del supuesto actor. 5. La
excepción de oscuridad, imprecisión y defecto legal en la demanda, por los motivos y
fundamentos jurídicos que se invocan al dar contestación a las prestaciones que reclame el
mendaz actor y a los hechos narrados por éste. 6. La excepción de que la copia certificada de
una sentencia definitiva, exclusivamente de segunda instancia, carece de idoneidad y de
eficacia jurídica para admitirse y tomarse en cuenta como documento fundatorio del derecho
subjetivo ejercitado, por los motivos y fundamentos de derecho que se invocan, al dar
contestación a las prestaciones reclamadas por la contraria y en los hechos narrados por éste.
7. La excepción prevista en el artículo 512 del Código de Procedimientos Civiles (no es
permitido suplir la deficiencia de la queja con posterioridad, dado lo estricto del derecho
civil). 8. La excepción prevista en las fracciones IV y V del artículo 589 del Código de
Procedimientos Civiles (la demanda no es clara, ni precisa, ni exacta). 9. La excepción de
inexistencia física y jurídica del supuesto inmueble que señala la contraria en el escrito de
demanda, dado que al no tener la posesión jurídica u originaria, evidentemente que carece de
justo título. 10. La excepción prevista en el artículo 778, párrafo segundo, del Código Civil,
que establece: ‘Es mejor la posesión que se funda en título, y cuando se trata de inmuebles, la
que está inscrita. ...’. Como se aprecia de autos, el supuesto actor no reúne estas hipótesis, lo
cual sería suficiente para decretar la improcedencia de la acción provisional ejercitada. 11. La
excepción de que el supuesto actor omite mencionar en el escrito de demanda, cómo
adquirió, cómo obtuvo la posesión que dice tener, de quién la adquirió, qué actos materiales
de dominio ha realizado en el fundo que dice viene poseyendo y desde cuándo los ha llevado
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a cabo. Lo anterior, para haber estado en posibilidad de contestar debidamente y con
amplitud al respecto. Deficiencias técnico-jurídicas que ya no es posible enmendar, corregir y
subsanar con posterioridad, atendiendo a lo estricto del derecho civil, que no permite suplir la
deficiencia de la queja." ( fojas 38 vuelta a 39 expediente 190/2002).
Asimismo, reconvinieron de Álvaro Chávez Acho, lo siguiente:
"A) Se condene al contrademandado a la reparación del daño causado, restableciendo la
situación anterior al mismo, de conformidad con lo que disponen los artículos 1739 y 1744
del Código Civil. B) Se condene al reconvenido al pago de la cantidad de $450,000.00
(cuatrocientos cincuenta mil pesos 00/100 M.N.), como indemnización por el daño causado a
los contrademandantes. C) Se condene al contrademandado al pago de la cantidad de
$600,000.00 (seiscientos mil pesos 00/100 M.N.), por concepto de daño moral, causado a los
reconvenientes, originado por la conducta ilícita observada por el reconvenido. D) Se
condene al contrademandado, al pago de la cantidad de $330,000.00 (trescientos treinta mil
pesos 00/100 M.N.), por concepto de perjuicios, causados a los contrademandantes, que serán
regulados en su oportunidad en ejecución de sentencia, a juicio de peritos. E) Se condene al
reconvenido, al pago de los gastos y costas que se originen en todas sus instancias." (foja 39
vuelta del expediente 190/2002).
Dicha reconvención se sustentó en los siguientes hechos:
"I. Como lo justificamos con el testimonio de la escritura número 86,300 que se anexa al
presente, tirada ante la fe del licenciado J. Claudio Ibarrola Muro, notario público número
tres del Distrito de Tlalnepantla, México, que contiene la adjudicación de bienes inmuebles
que forman parte del acervo hereditario de la sucesión intestamentaria a bienes del señor
Fernando Acho Castro, inscrito en el Registro Público de la Propiedad, el suscrito Armando
Rubén Acho Novia, es propietario de una fracción de terreno ubicada en la calle de Francisco
Javier Alegre y Avenida Insurgentes, Avenida Quincuagésima Legislatura y calle Manuel
Acuña, Barrio de Texcacoa, Municipio de Tepotzotlán, México, el cual tiene las siguientes
medidas, colindancias y superficie: al norte, en 89.19 metros, colindando con Francisca Acho
Novia. Al sur, en 89.16 metros, colindando con Mercedes Novia viuda de Acho. Al oriente,
en 3.31 metros, colindando con Manuel Hernández. Y al poniente, en 3.39 metros,
colindando con la calle de Manuel Acuña. Teniendo una superficie de 298.86 metros
cuadrados. II. En virtud de que el contrademandado Álvaro Chávez Acho, indebida,
ilícitamente y sin ningún derecho despojó tanto al suscrito Armando Rubén Acho Novia, de
la heredad de mi propiedad, identificada en el hecho que antecede, así como a nuestra señora
madre Mercedes Novia viuda de Acho, de la fracción de terreno de su propiedad, ubicada en
las calles de Francisco Javier Alegre y Avenida Insurgentes, Avenida Quincuagésima
Legislatura y calle Manuel Acuña, Barrio de Texcacoa, Municipio de Tepotzotlán, México,
misma que tiene las siguientes medidas, colindancias y superficie: al norte, en 89.40 metros,
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colindando con el propio predio. Al sur, en 89.25 metros, colindando con propiedad de
Crescencia Mercedes Acho Novia. Al oriente, en 12.23 metros, colindando con propiedad de
Manuel Hernández. Y al poniente, en 11.07 metros, colindando con la calle de Manuel
Acuña. Teniendo una superficie de 1068.77 metros cuadrados, de la cual se ha demostrado
plenamente la propiedad con el testimonio de la escritura número 90,947, tirada ante la fe del
licenciado J. Claudio Ibarrola Muro, notario público número tres del Distrito de Tlalnepantla,
México, inscrita en el Registro Público de la Propiedad a nombre de nuestra citada señora
madre Mercedes Novia viuda de Acho, instrumento notarial que ya fue exhibido con
antelación. Nuestra mencionada señora madre y el suscrito Armando Rubén Acho Novia, nos
vimos en la imperiosa necesidad de demandar al mismo Álvaro Chávez Acho, ante ese propio
órgano jurisdiccional, la reivindicación de los fundos señalados en líneas precedentes,
registrándose los expedientes números 473/99, que correspondió al juicio reivindicatorio
promovido por el contrademandante Armando Rubén Acho Novia y el expediente número
314/98, que correspondió al juicio reivindicatorio que promoviera nuestra referida señora
madre Mercedes Novia viuda de Acho en contra del mismo Álvaro Chávez Acho. Los
procesos civiles de referencia, concluyeron por sentencia definitiva ejecutoriada, adversa a
los intereses del contrademandado Álvaro Chávez Acho, dado que se declararon procedentes
las acciones reales que se ejercitaron en su contra, al justificarse plenamente las mismas, por
lo que, obviamente, se le condenó a la restitución de los inmuebles que fueron materia de los
litigios, con todos sus frutos, mejoras y accesiones, y con fecha diecinueve de septiembre del
año próximo pasado, en cumplimiento de la ejecutoria pronunciada en los juicios
acumulados, la ejecutora de ese juzgado puso en posesión jurídica y material al suscrito
Armando Rubén Acho Novia y a nuestra referida señora madre, de las fracciones de terreno
que fueron materia de la controversia, dándose por recibidas a su entera satisfacción. Se
anexa al presente copia certificada de la diligencia judicial aludida, para que se agregue a sus
autos y se tome en cuenta al momento de pronunciarse la sentencia definitiva que proceda en
derecho. III. Con la finalidad de que el suscrito Armando Rubén Acho Novia y nuestra señora
madre Mercedes Novia viuda de Acho, quedáramos debidamente delimitados del
contrademandado Álvaro Chávez Acho y de su madre Hilda Olivia Acho Peza, decidimos
mandar construir una barda a todo lo largo de las propiedades de nuestra mencionada señora
madre y del ocursante Armando Rubén Acho Novia, señaladas y descritas en hechos
precedentes, no sin antes, desde luego, solicitar el permiso de construcción ante la Dirección
de Obras Públicas Municipales del Ayuntamiento de Tepotzotlán, mismo que nos fue
concedido el quince febrero de este año, sin obstáculo alguno, dado que se cumplieron con
los requisitos legales requeridos. Para llevar a cabo la obra en cuestión, se contrató una
pequeña retroexcavadora, propiedad de la empresa Materiales Rosas, con domicilio en el
poblado de Santa Cruz, Municipio de Tepotzotlán, México, operada por el señor Héctor
Manuel Cano, para que excavara zanjas o cepas de los dos inmuebles mencionados en líneas
precedentes, contratándose, además, a un maestro albañil de nombre Ramón Arana y cinco
peones o chalanes. Fue así, que el martes diecinueve de febrero del año en curso, como a las
ocho de la mañana, aproximadamente se dio inicio a la obra en comento, en los fundos
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propiedad de nuestra señora madre Mercedes Novia viuda de Acho y del suscrito Armando
Rubén Acho Novia, sin ningún contratiempo, interrupción, ni obstáculo de ninguna especie.
El operador de la pequeña retroexcavadora, excavó y abrió zanjas a todo lo largo de dichos
inmuebles, y una vez que concluyó su trabajo, de inmediato el maestro albañil y sus peones
empezaron a colocar mampostería de piedra; pero es el caso, que el jueves veintiuno de
febrero del año en curso, siendo como las quince horas con treinta minutos,
aproximadamente, sorpresiva e intempestivamente se presentaron en los citados terrenos, una
persona que se ostentó como licenciado, diciendo llamarse Juan Tenorio Labrada y ser el
director del jurídico del Ayuntamiento de Tepotzotlán, sin acreditarlo, en compañía del
contrademandado Álvaro Chávez Acho, dos personas del sexo femenino que se negaron a dar
sus nombres, pero dijeron trabajar en el jurídico del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán,
así como una patrulla municipal. En forma por demás agresiva, violenta y prepotente, el
primero de ellos, de nombre Juan Tenorio Labrada, sin estar facultado, ni autorizado por la
Dirección de Obras Públicas Municipales del mencionado Ayuntamiento de Tepotzotlán,
pues únicamente dijo ser el director del jurídico del mismo, no obstante que no laboraba para
la dirección de referencia, se le mostraron los permisos para construir la barda que nos otorgó
la citada dirección, indebida e ilícitamente le ordenó al maestro albañil que suspendiera la
obra o de lo contrario se los iba a llevar a la cárcel, junto con sus chalanes. Ante el temor de
que el referido Juan Tenorio cumpliera sus amenazas, el albañil contratado por nuestra señora
madre Mercedes Novia viuda de Acho y por los suscritos reconvenientes, no tuvo más
remedio que suspender la obra, lo cual nos causó serios y graves daños y perjuicios, puesto
que se invirtió en contratar al operador de la retroexcavadora, al albañil y peones, y los gastos
considerables que se hicieron para adquirir el material para construcción, a quienes se les
pagó por adelantado sus servicios prestados, y se les sigue pagando, aun sin laborar,
atendiendo al contrato concertado con ellos. De inmediato, los miembros del Ayuntamiento
Municipal de Tepotzotlán, citados con antelación, con la colaboración del contrademandado
Álvaro Chávez Acho y familiares de éste, indebidamente procedieron a fijar fajillas o sellos
de suspensión de la obra en los terrenos propiedad de nuestra señora madre Mercedes Novia
viuda de Acho y en el del suscrito Armando Rubén Acho Novia. Ante la ilícita y arbitraria
actitud del que se dijo director del jurídico del Ayuntamiento de Tepotzotlán, Juan Tenorio
Labrada y los miembros de la Dirección de Obras Públicas Municipales, se presentó una
denuncia en su contra ante la oficina de Derechos Humanos del mismo Ayuntamiento y
Contraloría Interna del Estado de México, a las cuales se les ha estado dando el seguimiento
correspondiente. Los anteriores acontecimientos se demuestran fehacientemente con las
documentales exhibidas al presente, al dar contestación a las prestaciones reclamadas por el
supuesto actor y a los hechos narrados por éste, que en obvio de inútiles repeticiones y por
economía procesal reproducimos en todas y cada una de sus partes. 4. La actitud ilícita y
arbitraria observada por el reconvenido Álvaro Chávez Acho, su familia, los miembros de la
Dirección de Obras Públicas y Dirección Jurídica del Ayuntamiento de Tepotzotlán, que
colaboraron y apoyaron, franca y abiertamente al mencionado contrademandado, al
suspender indebidamente la construcción de la obra autorizada por la propia Dirección de
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Obras Públicas, nos ha ocasionado, repetimos, graves y serios daños y perjuicios, y es por lo
que comparecemos a ese órgano jurisdiccional en demanda de las prestaciones reclamadas en
la presente reconvención para que, en su oportunidad procesal, se condene al reo al pago y
cumplimiento de las mismas." (fojas 39 vuelta a 41 del expediente 190/2002).
Mediante escrito de contestación de demanda, de fecha dieciocho de marzo de dos mil dos, se
admitió la reconvención planteada y el uno de abril de dos mil dos, el referido demandado en
reconvención dio contestación a la misma, manifestando las excepciones y defensas que
enseguida se transcriben:
"1. La de falta de acción y derecho de los actores en la reconvención, ya que no les asiste ni
la acción ni el derecho para demandarme en la vía y forma en que lo hacen, puesto que ellos
confiesan que el suscrito detenta la posesión del predio en cuestión y, además, de haberles
ganado un juicio por esta posesión, el suscrito no les para los actos perturbadores que
pretendían realizar colocando la barda a su antojo sin respetar la posesión del suscrito. 2. La
excepción de sine actione agis en que el actor de probar sus hechos y que el suscrito le causó
los daños y perjuicios que dice. 3. Opongo todas y cada una de las excepciones que se
deriven de la presente contestación." (fojas 260 y 261 del expediente 190/2002).
Seguida la secuela procedimental, con fecha cinco de junio de dos mil dos, el Juez natural
resolvió:
"PRIMERO. La parte actora Álvaro Chávez Acho, no probó los hechos constitutivos de la
acción real de interdicto de retener la posesión intentada en contra de Francisca, Armando
Rubén y Crescencia Mercedes de apellidos Acho y Novia, quienes sí justificaron la
excepción de improcedencia de la acción. SEGUNDO. Se absuelve a la parte demandada,
Francisca, Armando Rubén y Crescencia Mercedes de apellidos Acho y Novia, de todas y
cada una de las prestaciones que les fueron reclamadas. TERCERO. Este órgano
jurisdiccional se abstiene de entrar al estudio del fondo del negocio reconvencional, porque la
parte actora y demandada reconvencional Álvaro Chávez Acho, no se encuentra legitimada
pasivamente en el proceso por la existencia de litisconsorcio pasivo necesario. CUARTO. Se
dejan a salvo los derechos de la parte demandada y actora reconvencional Francisca,
Armando Rubén y Crescencia Mercedes de apellidos Acho y Novia, para que los hagan valer
en la vía y forma que estimen convenientes. QUINTO. Notifíquese personalmente." ( foja
402 del expediente 190/2002).
Inconformes con la anterior resolución, ambas partes interpusieron sendos recursos de
apelación de los cuales, por razón de turno, tocó conocer a la Segunda Sala Civil Regional de
Tlalnepantla del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, la que con fecha
veinticuatro de octubre de dos mil dos en el toca número 764/2002, resolvió:
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"PRIMERO. Esta Sala es competente para conocer y resolver el recurso de apelación.
SEGUNDO. No se hace pronunciamiento en relación a los agravios expuestos por los
apelantes. TERCERO. Se revoca la sentencia definitiva de fecha cinco de junio de dos mil
dos, dictada por el Juez Primero Civil de Primera Instancia del Distrito Judicial de Cuautitlán,
Estado de México, en el expediente número 190/02 relativo al juicio verbal promovido por
Álvaro Chávez Acho contra Rubén Acho y Novia y otras, para dictar otra que deberá quedar
en los términos precisados en la parte final del considerando quinto de esta resolución.
CUARTO. No se hace condena al pago de costas en esta segunda instancia. QUINTO.
Notifíquese personalmente." (foja 29 del toca 764/2002).
Contra esta resolución la parte quejosa promovió el amparo que se analiza.
La parte impetrante del amparo esencialmente alega que la resolución combatida es violatoria
de su garantía de seguridad contenida en el artículo 14 constitucional, en razón a que la Sala
responsable estimó innecesario el estudio de sus agravios, por considerar que en el juicio
natural se estaba en presencia de un litisconsorcio pasivo necesario.
En ese sentido, señala el agraviado que, por un lado, la acción interdictal es real, pues la
intención es conservar la posesión de un bien inmueble, además de que protege a toda clase
de poseedores y, por el otro, la reconvención planteada por los demandados consistente en el
pago de daños y perjuicios, en la que señalaron a una tercera persona, es una acción personal.
Lo anterior, así lo estima el impetrante del amparo, porque refiere que en la doctrina se ha
sostenido que los interdictos son juicios sumarísimos que no se preocupan por las cuestiones
de propiedad, ni aun de posesión definitiva, sino que su papel se limita en unos casos a
adquirir, retener o recobrar la posesión interina de una cosa, entre otros, para que la autoridad
dicte ciertas medidas que impidan que una cosa que amenaza ruina o cause daño, como
suspender la ejecución de una obra, cause perjuicio.
En ese sentido, el impetrante del amparo afirma que no puede existir litisconsorcio pasivo
necesario, en virtud de que la reconvención promovida por la parte demandada en nada se
relaciona con la acción real de interdicto de retener la posesión, pues los daños y perjuicios
podrían promoverse con la acción principal donde se determine la propiedad o posesión
definitiva del bien.
Aunado a lo anterior, refiere el quejoso que del escrito de contestación de demanda no se
advierte que los enjuiciados hayan mencionado que existan otras personas a quienes les
pueda parar perjuicio la sentencia que se dicte en relación con el interdicto, por lo que de
admitir ahí la existencia de un litisconsorcio pasivo necesario se perdería la naturaleza
jurídica de la referida figura jurídica que no se ocupa de las cuestiones de fondo o de carácter
definitivo, sino únicamente provisional, de ahí que estima el agraviado que no debe
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mezclarse con alguna acción personal que pretendan demandar los actores en reconvención.
En ese sentido, el peticionario de garantías estima que la sentencia reclamada se encuentra
indebidamente fundada y motivada, en orden a que la Sala responsable de manera general
señaló que el pronunciamiento en el fondo de la acción interdictal como principal, se
encuentra íntimamente ligada con la de daños y perjuicios, sin precisar cuáles son las razones
por las que considerara ligadas ambas acciones, pues insiste en que la procedencia de la
acción interdictal en nada afectaría que se dejaran a salvo los derechos de la actora
reconventora para que demandara todo lo manifestado en su reconvención, ya que es una
acción personal y no real, o bien, que lo demandara en la acción real que le corresponda.
En efecto, es fundado lo argumentado por la parte quejosa, en cuanto sostiene que la acción
interdictal ejercitada para retener la posesión de un inmueble debió haberse estudiado en la
forma y términos planteados en los agravios formulados en la apelación contra la sentencia
de primer grado, ya que el litisconsorcio pasivo necesario sólo afecta el reclamo de daños y
perjuicios planteado vía reconvención por la parte ahora tercera perjudicada, y no así a la
acción interdictal intentada por él, en virtud de que ésta quedó previamente integrada, además
de que sostuvo que las acciones intentadas son de naturaleza distinta.
En principio, cabe señalar que en la sentencia reclamada la Sala consideró que al no haberse
llamado a las personas que indicó la parte actora en la reconvención como responsables de
haberle causado los daños y perjuicios que refiere, no resultaba válido tampoco hacer el
pronunciamiento de fondo de la acción interdictal principal, toda vez que ambas decisiones se
encuentran íntimamente ligadas, pues deben resolverse en una misma sentencia, ya que al
declarar sobre la procedencia de una, traería como consecuencia inmediata desestimar la otra,
sin haber dado la oportunidad debida a todos los interesados, apoyando tales consideraciones
en los criterios de los rubros siguientes: "LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO.
REQUISITOS QUE SE REQUIEREN PARA LA EXISTENCIA DE." y
"LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. LA SALA ESTÁ IMPEDIDA PARA
RESOLVER EL FONDO, SI AL DECLARARLA DE OFICIO, ADVIERTE QUE LA
PARTE VENDEDORA NO FUE SEÑALADA EN LA RECONVENCIÓN."
Le asiste razón a la parte agraviada dado que, contrariamente a lo estimado por el tribunal de
alzada, la declaratoria relativa a la no integración de la relación jurídico-procesal respecto de
la acción reconvencional de daños y perjuicios causados por la suspensión de la obra que se
estaba llevando a cabo en el mismo inmueble objeto del interdicto y de la cual se duele en su
acción principal el actor, ahora quejoso, señalando que ello constituye los actos
perturbatorios de la posesión que detenta sobre el referido lote de terreno, no podía impedir
jurídicamente que se realizara el análisis de la acción interdictal que intentó la parte actora en
su demanda.
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Lo anterior, se concluye así, porque de las constancias del juicio natural se advierte que
Álvaro Chávez Acho, en ejercicio de la acción interdictal, demandó de Rubén Acho y Novia,
Francisca Acho y Novia, y Crescencia Mercedes Acho, la terminación de los actos
perturbatorios que pretenden realizar los demandados respecto de la posesión sobre una
fracción de terreno perteneciente al ubicado en Quincuagésima Legislatura, antes Manuel
Acuña, número tres, Barrio de Texcacoa, en Tepotzotlán, Estado de México, la
indemnización de daños y perjuicios que le causaron los referidos actos perturbatorios, el
afianzamiento por parte de los demandados para que no vuelvan a perturbar la posesión sobre
el inmueble indicado, que se conminara a los enjuiciados con multa y arresto en caso de
reincidencia, así como el pago de gastos y costas que originara el juicio.
Por su parte, los demandados al contestar la incoada en su contra, negaron la procedencia de
las prestaciones indicadas y reconvinieron la reparación del daño causado con apoyo en lo
dispuesto por los artículos 1739 y 1744 del Código Civil del Estado de México, abrogado,
por la cantidad de $450,000.00 (cuatrocientos cincuenta mil pesos 00/100 M.N.), la cantidad
de $600,000.00 (seiscientos mil pesos 00/100 M.N.), por concepto de daño moral y
$330,000.00 (trescientos treinta mil pesos 00/100 M.N.), por concepto de los perjuicios
causados a los contrademandantes, así como el pago de gastos y costas que originara el
juicio.
Como hechos fundatorios los actores en reconvención señalaron que contendieron en
diversos litigios con Álvaro Chávez Acho, respecto de la propiedad de una fracción de
terreno, ubicada en la calle de Francisco Javier Alegre y Avenida Insurgentes, Avenida
Quincuagésima Legislatura y calle Manuel Acuña, Barrio de Texcacoa, Municipio de
Tepotzotlán, México, el cual tiene las siguientes medidas, colindancias y superficie: al norte,
en 89.19 (ochenta y nueve punto diecinueve) metros, colindando con Francisca Acho y
Novia. Al sur, en 89.16 (ochenta y nueve punto dieciséis) metros, colindando con Mercedes
Novia viuda de Acho. Al oriente, en 3.31 (tres punto treinta y uno) metros, colindando con
Manuel Hernández. Y al poniente, en 3.39 (tres punto treinta y nueve) metros, colindando
con la calle de Manuel Acuña. Teniendo una superficie de 298.86 (doscientos noventa y ocho
punto ochenta y seis) metros cuadrados, el referido contrademandado indebida, ilícitamente y
sin ningún derecho despojó tanto a Armando Rubén Acho y Novia, de su propiedad,
identificada anteriormente, así como a su madre Mercedes Novia viuda de Acho, cuya
fracción de terreno de su propiedad, está ubicada en las calles de Francisco Javier Alegre y
Avenida Insurgentes, Avenida Quincuagésima Legislatura y calle Manuel Acuña, Barrio de
Texcacoa, Municipio de Tepotzotlán, México, y cuenta con las siguientes medidas,
colindancias y superficie: al norte, en 89.40 (ochenta y nueve punto cuarenta) metros,
colindando con el propio predio. Al sur, en 89.25 (ochenta y nueve punto veinticinco) metros,
colindando con propiedad de Crescencia Mercedes Acho y Novia. Al oriente, en 12.23 (doce
punto veintitrés) metros, colindando con propiedad de Manuel Hernández y al poniente, en
11.07 (once punto siete) metros, colindando con la calle de Manuel Acuña, con una superficie
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de 1068.77 (un mil sesenta y ocho punto setenta y siete) metros cuadrados.
Que después de dichas contiendas judiciales se declararon procedentes las acciones reales
que ejercitaron en contra de Álvaro Chávez Acho, por lo que, obviamente, se le condenó a
éste a la restitución de los inmuebles que fueron materia de dichos litigios, con todos sus
frutos, mejoras y accesiones, siendo así que con fecha diecinueve de septiembre del año
próximo pasado, se puso en posesión jurídica y material a Armando Rubén Acho y Novia, y a
su madre, de las fracciones de terreno que fueron materia de la controversia, dándose por
recibidos a su entera satisfacción.
Así las cosas, dichos actores en esa reconvención afirmaron que con la finalidad de delimitar
sus fracciones de la correspondiente a Álvaro Chávez Acho y su madre Hilda Olivia Acho
Peza, decidieron construir una barda a todo lo largo de la propiedad de la madre de los
contrademandantes y del propio Armando Rubén Acho y Novia, por lo que solicitaron el
permiso de construcción ante la Dirección de Obras Públicas Municipales del Ayuntamiento
de Tepotzotlán, mismo que les fue concedido el quince de febrero de este año, sin obstáculo
alguno, dado que se cumplieron los requisitos legales requeridos
Para llevar a cabo la obra en cuestión, contrataron una pequeña retroexcavadora, propiedad
de la empresa Materiales Rosas, con domicilio en el poblado de Santa Cruz, Municipio de
Tepotzotlán, México, operada por Héctor Manuel Cano, para que excavara zanjas o cepas de
los dos inmuebles mencionados en líneas precedentes, contratándose, además, a un maestro
albañil de nombre Ramón Arana y cinco peones o chalanes.
Así las cosas, señalaron que el martes diecinueve de febrero del año dos mil dos, como a las
ocho de la mañana, aproximadamente, se dio inicio a la obra en comento, en los fundos
propiedad de Mercedes Novia viuda de Acho y Armando Rubén Acho y Novia, sin ningún
contratiempo, interrupción, ni obstáculo de ninguna especie, procediendo el operador de la
pequeña retroexcavadora a excavar y abrir zanjas a todo lo largo de dichos inmuebles, y una
vez que concluyó su trabajo, de inmediato el maestro albañil y sus peones empezaron a
colocar mampostería de piedra; sin embargo, el jueves veintiuno de febrero del mismo año,
siendo como las quince horas con treinta minutos, aproximadamente, sorpresiva e
intempestivamente se presentaron en los citados terrenos una persona que se ostentó como
licenciado, diciendo llamarse Juan Tenorio Labrada y ser el director del jurídico del
Ayuntamiento de Tepotzotlán, sin acreditarlo, en compañía del contrademandado Álvaro
Chávez Acho, dos personas del sexo femenino que se negaron a dar sus nombres, pero
dijeron trabajar en el jurídico del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán, así como una
patrulla municipal y que el primero de ellos, de nombre Juan Tenorio Labrada, no obstante
que se le mostraron los permisos para construir la barda que les otorgó la citada dirección,
indebida e ilícitamente le ordenó al maestro albañil que suspendiera la obra, o de lo contrario
se los iba a llevar a la cárcel, junto con sus chalanes, por lo que temeroso del cumplimiento
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de tal amenaza el albañil contratado por Mercedes Novia viuda de Acho y los actores en
reconvención, no tuvieron más remedio que suspender la obra lo cual, aducen, les causó
serios y graves daños y perjuicios, puesto que invirtieron en contratar al operador de la
retroexcavadora, al albañil y peones, y los gastos considerables que se hicieron para adquirir
el material para construcción, habiendo pagado por adelantado los servicios prestados,
además de que les seguían pagando, aun sin laborar, en atención al contrato concertado con
ellos.
Que de inmediato, los miembros del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán, citados con
antelación, con la colaboración del contrademandado Álvaro Chávez Acho y familiares de
éste, indebidamente procedieron a fijar fajillas, o sellos de suspensión de la obra, con lo cual
consideran se demuestra la actitud ilícita y arbitraria observada por el reconvenido Álvaro
Chávez Acho, su familia, los miembros de la Dirección de Obras Públicas y Dirección
Jurídica del Ayuntamiento de Tepotzotlán, que colaboraron y apoyaron, franca y
abiertamente con el mencionado contrademandado, para suspender indebidamente la
construcción de la obra autorizada por la propia Dirección de Obras Públicas.
Por su parte, Álvaro Chávez Acho dio contestación a dicha reconvención, negando la
procedencia de las prestaciones que se le reclamaron.
De lo anteriormente reseñado se desprende que el hecho de que la Sala responsable haya
considerado que no se integró debidamente la relación jurídico-procesal respecto de la acción
reconvencional de responsabilidad civil por los daños y perjuicios que aducen los actores en
reconvención se les causaron, en modo alguno le impedía al tribunal de alzada que hiciera
pronunciamiento en lo relativo a la acción principal ejercitada consistente en el interdicto
para retener la posesión, con fundamento en el artículo 488 del Código de Procedimientos
Civiles del Estado de México, abrogado, ello porque para que la relación jurídico-procesal de
esta acción quede integrada no se requiere que previamente se llame a juicio a aquellas
personas que intervinieran en la diligencia de suspensión de obra, pues al ejercitarse la acción
interdictal sólo tiene que acreditarse: a) Que la perturbación consista en actos preparatorios
tendientes directamente a la usurpación violenta o a impedir el ejercicio de un derecho; b)
Que se haya reclamado dentro de un año; y, c) Que el poseedor no haya obtenido la posesión
de un contrario por la fuerza, clandestinamente o a ruegos, de ahí que, es indudable que el
fallo que se pronunciara al respecto no trascendería a la esfera jurídica de Juan Tenorio
Labrada, como director del jurídico del Ayuntamiento de Tepotzotlán, y de las dos personas
del sexo femenino que se negaron a dar sus nombres, pero dijeron trabajar en el jurídico del
Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán, así como de los ocupantes de la patrulla municipal
que dicen los quejosos participaron en la suspensión de la citada obra.
Robustece lo anterior el criterio sustentado por este Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Segundo Circuito, en la tesis II.2o.C.276 C, consultable en la página 1157, Tomo
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XIII, mayo de 2001, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, del
tenor literal siguiente:
"INTERDICTO DE RETENER LA POSESIÓN. PARA SU PROCEDENCIA SE
REQUIERE DE ACTOS DE PERTURBACIÓN REALES Y CONCRETOS, NO SÓLO
INTENCIONALES (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).-Los presupuestos que
deben ser acreditados por el actor para que pueda prosperar el interdicto para retener la
posesión, conforme lo dispone el artículo 488, párrafo segundo, del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de México, son: a) Que la perturbación consista en
actos preparatorios tendientes directamente a la usurpación violenta o a impedir el ejercicio
de un derecho; b) Que se reclame dentro de un año; y c) Que el poseedor no haya obtenido la
posesión de un contrario por la fuerza, clandestinamente o a ruegos. De lo anterior se
desprende que los actos desplegados por el demandado deben ser una manifestación de
voluntad directamente encaminada a producir una perturbación en la posesión con
consecuencias jurídicas, es decir, que para que pueda considerarse cierta su existencia deben
ser reales y externados esos actos, y no quedarse en la sola intención, puesto que la esencia de
esta figura jurídica estriba en la necesidad de evitar que los particulares se hagan justicia por
sí mismos; es decir, su objeto es poner término a dicha perturbación, indemnizar al poseedor
y que el demandado afiance no volver a perturbar y sea conminado con multa o arresto para
el caso de reincidencia. En ese orden de ideas, para que de acuerdo con su génesis se
actualice la acción interdictal que nos ocupa, es obvio que el demandado debe desplegar actos
que trasciendan al mundo material de manera efectiva, lesionándose el derecho real de
posesión que dice tener el actor sobre el inmueble, pues el orden jurídico no se ocupa de
conductas internas del individuo, sino de manifestaciones de voluntad que traigan aparejada
una consecuencia legal; en esas condiciones, resulta claro que si no existen dichas
manifestaciones de voluntad, no puede considerarse que existan actos perturbatorios del
derecho de posesión que amerite tutela jurisdiccional."
Lo anterior es así, dado que la reconvención en sí es el ejercicio de una acción, que en el caso
concreto fue la de responsabilidad civil por daños y perjuicios causados, por lo que la
relación jurídico-procesal de la misma debe ser integrada correctamente por su ejercitante
que, en la especie, lo es el actor reconvencionista.
De esta manera, si dicha parte procesal no realizó los actos tendientes a integrar
correctamente esa relación, puesto que no intentó tal acción contra todos los sujetos con
legitimación pasiva ad processum, entonces es claro que esas omisiones deben operar
únicamente en su perjuicio, con la consecuencia necesaria de que no se entre al estudio de su
acción reconvencional, mas no la de que por esta circunstancia no se entre al estudio de la
acción principal intentada y correctamente integrada por su contraria, hoy parte quejosa.
De lo anterior se concluye que si los demandados al momento de intentar su acción
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reconvencional omitieron llamar a juicio a las autoridades que dicen participaron en la
suspensión de la obra que realizaban, esa circunstancia opera únicamente en contra de la
acción reconvencional planteada por los enjuiciados, mas no en contra de la acción principal
intentada por la actora, ya que esta última sí cuenta con los elementos necesarios para ser
estudiada por el ad quem, como se indicó, pues la promovió contra todos los interesados, y de
considerarse que en la acción reconvencional falta llamar a diversos litisconsortes, se insiste,
ello sólo traerá perjuicio en cuanto a esa acción reconvencional en la que se estima son parte,
mas no la que se ejercitó en lo principal, pues ésta al encontrarse debidamente integrada debe
ser analizada por la Sala responsable a la luz de los agravios formulados.
Tiene aplicación a lo anterior, la tesis II.2o.C.211 C sustentada por este Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, consultable en la página 1007, Tomo XI,
marzo de 2000, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, del tenor
literal siguiente:
"LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. SI EN UN JUICIO SE EJERCITAN VARIAS
ACCIONES Y AQUÉL SE ACTUALIZA RESPECTO DE UNA DE ELLAS, DEBE
RESOLVERSE EL FONDO DE LA CUESTIÓN PLANTEADA, EN RELACIÓN CON
LAS ACCIONES RESTANTES CUYA LITIS HAYA QUEDADO DEBIDAMENTE
INTEGRADA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).-Cuando en un juicio se
ejercitan varias acciones, la Sala responsable al abocarse al estudio en apelación del fallo de
primer grado y percatarse de que no se llamó a juicio a un litisconsorte respecto de una
acción, debe declarar de oficio que se actualiza el litisconsorcio pasivo por no haber
concurrido todas las partes que intervinieron en el acto que se reclama, resultando procedente
que se abstenga de realizar el pronunciamiento correspondiente a esa acción; sin embargo,
está obligada a decidir el punto litigioso planteado respecto de diversa acción, en términos de
lo dispuesto por el artículo 209 del Código de Procedimientos Civiles vigente en la entidad,
ya que el ejercicio de la acción cuya litis quedó debidamente integrada trae aparejada la
obligación del juzgador de pronunciarse al respecto."
En ese orden de ideas, las consecuencias de derecho de la actualización de la figura de
litisconsorcio pasivo necesario respecto de la acción reconvencional de daños y perjuicios,
sólo puede trascender respecto de las partes con legitimación en dicha acción, mas no
respecto de las demás partes en la acción principal del juicio natural, pues en aquélla fueron
considerados por el tribunal de alzada, Juan Tenorio Labrada, como director del jurídico del
Ayuntamiento de Tepotzotlán, y de las dos personas del sexo femenino que se negaron a dar
sus nombres, pero dijeron trabajar en el jurídico del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán,
así como los ocupantes de la patrulla municipal.
Por ende, al no haberse ocupado la Sala Civil de la acción interdictal, a la luz de la litis fijada,
es indudable que incurrió en una violación a las garantías individuales contenidas en los
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artículos 14 y 16 constitucionales, por lo cual procede conceder el amparo para el único
efecto de que la Sala responsable deje insubsistente la sentencia reclamada y, en su lugar,
acto continuo, dicte otra en la que a la luz de las consideraciones vertidas en esta ejecutoria,
deje intocado el argumento consistente en que existe litisconsorcio pasivo necesario respecto
de la acción reconvencional de daños y perjuicios, y entre al estudio de los agravios
formulados por el apelante en relación con la procedencia de la acción relativa al interdicto
de retener la posesión, resolviendo con plena jurisdicción lo que en derecho corresponda,
todo de acuerdo con la litis inicial y demás probanzas aportadas por las partes.
Similar criterio sostuvo ya este Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil de este circuito,
al resolver por unanimidad de votos de sus Magistrados integrantes los juicios de amparo
directo 503/99 promovido por J. Isabel López Medina, 328/2001 intentado por Rosario Luna
Belman, 376/2001 promovido por Leticia Buendía Canto y 299/2002 intentado por Dolores
Catzoli López.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
ÚNICO.-Para los efectos precisados exclusivamente al final de esta ejecutoria, la Justicia de
la Unión ampara y protege a Álvaro Chávez Acho, quien por su propio derecho reclamó de la
Segunda Sala Civil Regional de Tlalnepantla, del Tribunal Superior de Justicia del Estado de
México, la sentencia dictada el veinticuatro de octubre de dos mil dos en el toca de apelación
764/2002.
Notifíquese; con testimonio de la presente ejecutoria federal devuélvanse los autos
respectivos al tribunal estatal de su origen; oportunamente archívese el expediente como
asunto concluido, previas las anotaciones de rigor en el libro de gobierno respectivo.
Así, por unanimidad de votos de los señores Magistrados presidente Noé Adonai Martínez
Berman, Javier Cardoso Chávez y Virgilio A. Solorio Campos, lo resolvió el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, siendo ponente el segundo de los
nombrados.
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