Sobre la eliminación del «exequátur» y otras novedades procesales

Anuncio
Transcom Legal Services
http://www.transcomlegal.com
Sobre la eliminación del «exequátur» y otras novedades procesales en el
ámbito de la Unión Europea
Diario Oficial de la Unión Europea, de 20 de diciembre de 2012
Reglamento (UE) núm. 1215/2012, de 12 de diciembre, relativo a la competencia judicial, el reconocimiento
y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil
Rebeca Alonso Galván
Servicio de Información Legislativa y Documental
I. INTRODUCCIÓN
Con la doble finalidad de seguir progresando en la unificación de las normas de conflicto de jurisdicción en materia
civil y mercantil en el ámbito de la UE, y de facilitar y garantizar el reconocimiento y ejecución de las resoluciones
judiciales dictadas en un Estado miembro, el día 20 de diciembre de 2012 se publicó en el DOUE el Reglamento
(UE) núm. 1215/2012, de 12 de diciembre, relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de
resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, también conocido como «Reglamento Bruselas I bis» (en
adelante, R 1215/2012), que entró en vigor a los veinte días de su publicación oficial.
Transcurridos dos años de vacatio legis, el día 10 de enero de 2015, empezó a aplicarse, con carácter general,
esta nueva disposición reglamentaria, a excepción de los artículos 75 y 76 cuya aplicación ya se viene efectuando
desde el mes de enero de 2014, tal y como se especifica en su artículo 81.
El nuevo Reglamento comunitario, que no representa una transformación significativa respecto de la norma
anterior -el Reglamento (CE) núm. 44/2001, de 22 de diciembre, sobre competencia judicial, reconocimiento y
ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, al que deroga y sustituye-, introduce
modificaciones puntuales y algunas novedades que reflejan, por un lado, la evolución del Derecho Internacional
Privado de la UE y, por otro, la tendencia jurisprudencial del TJUE en la materia, siendo uno de sus principales
logros la eliminación del procedimiento de «exequátur». A estas modificaciones y novedades procesales nos
referiremos muy brevemente en los sucesivos apartados.
II. ANTECEDENTES NORMATIVOS
El 27 de septiembre de 1968, los entonces Estados miembros de las Comunidades Europeas celebraron el
Convenio de Bruselas relativo a la competencia judicial y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y
1/6
mercantil, que fue modificado por los sucesivos convenios de adhesión de los nuevos Estados miembros a dicho
Convenio (en adelante, Convenio de Bruselas de 1968).
El 16 de septiembre de 1988, también los entonces Estados miembros de las Comunidades Europeas y
determinados Estados de la AELC, celebraron en la ciudad suiza de Lugano un nuevo instrumento normativo
internacional sobre la materia, paralelo al Convenio de Bruselas de 1968, al que nos referiremos, en lo sucesivo,
como el Convenio de Lugano de 1988.
Las principales disposiciones del Convenio de Bruselas de 1968 fueron recogidas en el Reglamento (CE) núm.
44/2001, de 22 de diciembre, también conocido como «Reglamento Bruselas I» (en adelante, R 44/2001), que vino
a sustituir al citado Convenio en los territorios de los Estados miembros a los que resulta de aplicación el TFUE, es
decir, todos los Estados miembros, a excepción de Dinamarca, para quien no sería vinculante ni aplicable debido a
su especial posición de conformidad con el Protocolo nº 22 anexo a los Tratado europeos.
No obstante, por medio de la Decisión 2006/325/CE, del Consejo, la entonces Comunidad Europea celebró con el
Reino de Dinamarca el Acuerdo de 19 de octubre de 2005, por el que se extendía la aplicación de las
disposiciones del R 44/2001 a su territorio.
Posteriormente, el Convenio de Lugano de 1988 fue revisado por un nuevo Instrumento convencional sobre la
materia celebrado, también en la ciudad de Lugano, en 2007, por la Comunidad, Dinamarca, Islandia, Noruega y
Suiza (en adelante, Convenio de Lugano de 2007).
III. ÁMBITO DE APLICACIÓN
En cuanto a su ámbito de aplicación material, el R 1215/2012 afecta a una generalidad de materias en el ámbito
civil y mercantil, con independencia de la naturaleza del órgano jurisdiccional, quedando expresamente excluidos
los asuntos relativos al estado y la capacidad de las personas físicas, los regímenes matrimoniales o los que
regulen relaciones con efectos comparables al matrimonio según la ley aplicable; la quiebra, los convenios entre
quebrado y acreedores, y demás procedimientos análogos; la seguridad social; así como, el arbitraje, al que nos
referiremos en un apartado posterior.
Como novedad, las obligaciones de alimentos quedan igualmente excluidas de la nueva disposición reglamentaria,
al suprimirse el apartado 2 del artículo 4 del R 44/2001, por aplicación, en la actualidad, del Reglamento (UE) núm.
4/2009, del Consejo, de 18 de diciembre de 2008, relativo a la competencia, la ley aplicable, el reconocimiento y la
ejecución de las resoluciones y la cooperación en materia de obligaciones de alimentos.
Por lo que se refiere al ámbito de aplicación territorial, a partir del día 10 de enero de 2015, los Estados miembros
de la UE quedan vinculados por el R 1215/2012 y sujetos a su aplicación, con excepción del Reino de Dinamarca,
quien, de conformidad con el Protocolo nº 22 sobre la posición de Dinamarca que figura como anexo al TUE y al
TFUE, no participa en la adopción del nuevo Reglamento, no quedando, por lo tanto, vinculada por el mismo ni
sujeta a su aplicación. No obstante, Dinamarca podrá aplicar las modificaciones introducidas en el R 44/2001 en
virtud del artículo 3 del Acuerdo de 19 de octubre de 2005, celebrado entre la CE y Dinamarca, al que ya nos
hemos referido anteriormente.
Por último, conviene recordar que el Convenio de Bruselas de 1968 seguirá siendo de aplicación en los territorios
de los Estados miembros que entran en su ámbito de aplicación territorial y que se encuentran excluidos del R
1215/2012 en virtud del artículo 355 del TFUE.
IV. COMPETENCIA JUDICIAL
A) Definición de órgano jurisdiccional.
Importa señalar que, en el concepto de órganos jurisdiccionales, se incluyen aquellos que sean comunes a varios
Estados miembros, como el Tribunal de Justicia del Benelux, cuando ejerzan su competencia en asuntos incluidos
en su ámbito de aplicación.
2/6
Por consiguiente, las resoluciones emitidas por dichos órganos jurisdiccionales se reconocerán y ejecutarán de
conformidad con las disposiciones del nuevo Reglamento.
B) Regla general de competencia.
Como regla general en materia de competencia jurisdiccional, se mantiene la del domicilio del demandando
prevista en el R 44/2001, de forma tal que, con carácter general, las personas domiciliadas en un Estado miembro
estarán sometidas, con independencia de su nacionalidad, a los órganos jurisdiccionales de dicho Estado.
En la parte expositiva del Reglamento, se introduce el deber de que exista una conexión entre los procedimientos
a los que se aplique y el territorio de los Estados miembros, de tal forma que, las normas comunes de
competencia judicial deberán aplicarse, en principio, cuando el demandado esté domiciliado en un Estado
miembro.
Por el contrario, cuando el demandado no se encuentre domiciliado en un Estado miembro quedará sometido, por
regla general, a las normas nacionales sobre competencia judicial aplicables en el territorio del Estado miembro
del órgano jurisdiccional que conozca del asunto.
Sin perjuicio de todo lo anterior, por razón de la materia litigiosa, el R 1215/2012 sigue contemplando unos foros
especiales y exclusivos de competencia, así como algunas peculiaridades para determinadas modalidades
contractuales, en concreto, para los contratos de seguros, los celebrados por los consumidores y para los
contratos individuales de trabajo.
C) Foros especiales y foros exclusivos.
En relación con las reglas de competencia especiales, el artículo 5 del R 44/2001 pasa a ser el artículo 7 del R
1215/2012. En la nueva redacción, se incluye un fuero especial a favor del lugar de situación de los bienes
culturales, según se definen en el artículo 1 de la Directiva 93/7/CEE del Consejo, de 15 de marzo de 1993, sobre
la restitución de bienes culturales que hayan salido de forma ilegal del territorio de un Estado miembro.
Esta regla especial de competencia, prevé que para el ejercicio de una acción civil basada en un derecho de
propiedad, incoada con la finalidad de recuperar un bien cultural, sea competente el órgano jurisdiccional del lugar
donde se encuentre dicho bien en el momento de interponerse la demanda.
Por otro lado, el R 1215/2012 no incorpora modificaciones significativas en las reglas sobre competencias
exclusivas que, en sustitución del anterior artículo 22, se recogen ahora en el artículo 24 del nuevo Reglamento.
De conformidad con la citada disposición, son exclusivamente competentes, sin consideración del domicilio de las
partes, los órganos jurisdiccionales que se indican seguidamente:
En materia de derechos reales inmobiliarios y de contratos de arrendamiento de bienes inmuebles, serán
competentes los órganos jurisdiccionales del Estado miembro donde se encuentre situado el bien
inmueble. De forma particular, para los contratos de arrendamiento de bienes inmuebles celebrados para
uso particular durante un plazo máximo de seis meses consecutivos, serán también competentes los
órganos jurisdiccionales del Estado miembro donde se encuentre domiciliado el demandado, siempre que
el arrendatario sea una persona física y que, tanto el propietario como el arrendatario estén domiciliados en
el mismo Estado miembro.
En materia de validez, nulidad o disolución de sociedades y personas jurídicas, así como en materia de
validez de las decisiones de sus órganos, serán competentes los órganos jurisdiccionales del Estado
miembro en el que la sociedad o persona jurídica de que se trate, se encuentre domiciliada. Para
determinar el domicilio, el órgano jurisdiccional aplicará sus normas de Derecho Internacional Privado.
En materia de validez de las inscripciones en los registros públicos, serán competentes los órganos
jurisdiccionales del Estado miembro en que se encuentre el Registro.
En materia de inscripciones y validez de patentes, marcas, diseños o dibujos y modelos, así como otros
derechos análogos sometidos a depósito o inscripción registral, serán competentes los órganos
3/6
jurisdiccionales del Estado miembro en el que se haya solicitado, efectuado o tenido por efectuado el
depósito o registro en virtud de lo dispuesto en algún instrumento de la UE, o en algún Convenio
Internacional, con independencia de que la cuestión se haya suscitado por vía de acción o por vía de
excepción. Asimismo, sin perjuicio de la competencia de la Oficina Europea de Patentes, según el
Convenio sobre la Patente Europea, firmado en Múnich el 5 de octubre de 1973, los órganos
jurisdiccionales de cada Estado miembro serán los únicos competentes en materia de registro o validez de
una patente europea expedida para dicho Estado.
En materia de ejecución de resoluciones judiciales, serán competentes los órganos jurisdiccionales del
Estado miembro del lugar de ejecución.
D) Particularidades en materia contractual.
En lo que respecta a los litigios en materia de contratos de consumo y contratos individuales de trabajo en los que
el demandado sea el empresario, quizá lo más destacable de la nueva disposición reglamentaria sea la extensión
de la aplicación de las reglas de competencia judicial previstas en el R 1215/2012 a los demandados que no se
encuentren domiciliados en un Estado miembro, al ser excluidos de la remisión a la legislación interna del foro.
E) Litispendencia.
El R 1215/2012 modifica el criterio general en materia de litispendencia previsto en el R 44/200, según el cual, en
caso de concurrencia, la prioridad correspondía, sin excepciones, al tribunal ante el que se interponía la primera
demanda.
El artículo 31 del R 1215/2012 da preferencia al tribunal que conoce en virtud de un acuerdo de atribución de
competencia, de tal forma que, en caso de presentarse una demanda ante los órganos jurisdiccionales de un
Estado miembro al que un acuerdo atribuye competencia exclusiva, los tribunales de otro Estado miembro
suspenderán el procedimiento hasta que el órgano designado en el acuerdo atributivo de competencia declare su
incompetencia en función del mismo. En caso de declararse competente, los tribunales de los demás Estados
miembros deberán abstenerse.
Como novedad importante, el R 1215/2012 contempla un régimen de litispendencia entre tribunales de Estados
miembros y tribunales de Estados no miembros de la UE que solo es aplicable en la medida en que el tribunal del
Estado miembro resulte competente, en base a la regla general de competencia del domicilio del demandado o en
virtud de los foros especiales de competencia.
Básicamente, el artículo 33 del R 1215/2012 contempla la posibilidad de suspender el procedimiento cuando se
prevea que la resolución de un tercer Estado pueda ser objeto de reconocimiento y, en su caso, de ejecución en el
Estado miembro en el que se tramita el litigio posterior.
No obstante, el tribunal del Estado miembro podrá revocar la suspensión en cualquier momento y continuar el
procedimiento si se da alguna de las circunstancias que expresamente se mencionan en el citado artículo 33.
V. RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DE RESOLUCIONES JUDICIALES
A) Definición de resolución.
A efectos del R 1215/2012, se entenderá por resolución «cualquier decisión adoptada por un órgano jurisdiccional
de un Estado miembro, con independencia de la denominación que reciba, tal como auto, sentencia, providencia o
mandamiento de ejecución, así como el acto por el cual el secretario judicial liquide las costas del proceso»; siendo
la aportación más destacable del nuevo instrumento normativo la exclusión de ciertas medidas provisionales o
cautelares de la posibilidad de reconocimiento y ejecución.
En este sentido, el R 1215/2012 hace una distinción expresa entre medidas provisionales o cautelares adoptadas
por un tribunal competente para conocer sobre el fondo del asunto y las adoptadas por otros tribunales, siendo
solo las primeras susceptibles de reconocimiento y ejecución en otros Estados miembros.
4/6
Tampoco se incluyen las medidas provisionales y cautelares acordadas por el órgano jurisdiccional sin que el
demandado sea citado a comparecer, a no ser que sea notificada al demandado con anterioridad a su ejecución.
B) Eliminación del procedimiento de «exequátur».
El artículo 36 del R 1215/2012 reconoce que «las resoluciones dictadas en un Estado miembro serán reconocidas
en los demás Estados miembros sin necesidad de procedimiento alguno», con lo que desaparece, tanto el
procedimiento de «exequátur», como la exigencia de una nueva resolución que la homologue, otorgándose validez
directa a la resolución dictada en el país de la UE de que se trate.
No obstante, la supresión del procedimiento de «exequátur» va acompañada de una serie de garantías que deben
cumplirse tanto para el reconocimiento como para la ejecución de una resolución dictada en otro Estado miembro,
y que se especifican, respectivamente, en los artículos 37 y 42 del R 1215/2012; siendo, básicamente, las que se
indican seguidamente:
1. Para el reconocimiento de una resolución:
La parte que desee invocar en un Estado miembro una resolución dictada en otro Estado miembro deberá
presentar copia auténtica de la resolución y un certificado expedido conforme al artículo 53.
La autoridad ante la que se invoque una resolución dictada en otro Estado miembro podrá solicitar la
presentación de una traducción o transcripción del contenido del certificado mencionado en el apartado
anterior; no obstante, podrá exigir que la traducción sea de la resolución, en lugar del certificado, en caso
de no poder continuar sus diligencias sin ella.
2. Para la ejecución en un Estado miembro de una resolución dictada en otro Estado miembro, el solicitante
deberá facilitar a las autoridades de ejecución que resulten competentes: a) copia auténtica de la resolución; y b)
certificado expedido conforme al artículo 53, que acredite que la resolución tiene fuerza ejecutiva y que contenga,
además del extracto de la resolución, en su caso, información sobre las costas impuestas en el procedimiento y el
cálculo de los intereses.
3. Cuando lo que se pretende es la ejecución de una resolución dictada en otro Estado miembro que ordene una
medida provisional o cautelar, el solicitante deberá facilitar a las autoridades de ejecución competentes, además
de la copia auténtica de la resolución, el certificado expedido conforme al artículo 53 que incluya una descripción
de la medida y acredite, tanto que el órgano jurisdiccional es competente en cuanto al fondo del asunto, como que
la resolución tiene fuerza ejecutiva en el Estado miembro de origen. En caso de que la medida haya sido ordenada
sin que se citara a comparecer al demandado, también será necesario acreditar la notificación de la resolución.
4. De conformidad con el artículo 57, en caso de resultar necesario, la autoridad competente de la ejecución podrá
exigir al solicitante la traducción o transcripción del certificado y, en caso de resultar necesario para poder
continuar sus diligencias, podrá exigir,en su lugar, la traducción de la propia resolución.
C) Limitaciones impeditivas del reconocimiento y ejecución.
El órgano jurisdiccional o la autoridad ante la que se invoque una resolución dictada en otro Estado miembro
podrá suspender el procedimiento, en todo o en parte, siempre que se produzca alguna de las dos contingencias
previstas en el artículo 38, y que transcribimos a continuación:
La resolución sea impugnada en el Estado miembro de origen.
Se solicite una resolución en la que se declare que no existen motivos para denegar el reconocimiento con
arreglo al artículo 45, o una resolución declarativa de que debe denegarse el reconocimiento por alguno de
tales motivos.
D) Disposiciones relativas al arbitraje.
En la parte expositiva del R 1215/2012 se introduce, expresamente, la exclusión del arbitraje de su ámbito de
5/6
aplicación material (cdo. 12), dedicando particular atención a este procedimiento en su parte dispositiva.
De forma particular, se clarifica que el nuevo Reglamento no afecta a la posibilidad de que los órganos
jurisdiccionales de los Estados miembros, cuando conozcan de una demanda respecto de un asunto sometido por
las partes a un convenio de arbitraje, remitan a dichas partes al arbitraje, se declaren incompetentes o examinen la
validez y eficacia del convenio arbitral de conformidad con su legislación nacional, con independencia de que se
pronuncien con carácter principal o como cuestión incidental.
Asimismo, se señala que el R 1215/2012 ha de entenderse sin perjuicio de la competencia de los órganos
jurisdiccionales de los Estados miembros para resolver sobre el reconocimiento y la ejecución de los laudos
arbitrales con arreglo al Convenio sobre el reconocimiento y la ejecución de sentencias arbitrales extranjeras,
hecho en Nueva York el 10 de junio de 1958 (en adelante, Convenio de Nueva York de 1958), que prevalece
sobre el Reglamento comunitario.
Por último, tampoco será de aplicación el nuevo Reglamento a ningún procedimiento incidental o acción
relacionada, en particular, con la creación de un tribunal arbitral, las facultades de los árbitros, el desarrollo del
procedimiento de arbitraje o cualesquiera otros aspectos de tal procedimiento, ni a ninguna acción o resolución
judicial relativa a la anulación, revisión, apelación, reconocimiento o ejecución de un laudo arbitral.
E) Sobre las resoluciones de Estados no miembros de la UE.
En línea con la disposición reglamentaria anterior, el R 1215/2012 se limita a regular el reconocimiento y ejecución
de resoluciones judiciales en las materias comprendidas dentro de su ámbito material de aplicación entre los
Estados miembros de la UE, quedando excluidas de su cobertura las resoluciones dictadas en terceros Estados.
En consecuencia, la eficacia de las resoluciones adoptadas fuera de la UE se regula por lo previsto en la
legislación interna de los Estados miembros, así como en los instrumentos legislativos internacionales en los que
cada Estado miembro sea parte.
6/6
Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)
Descargar