“Análisis jurídico de la constitucionalidad del procedimiento y

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE DERECHO
“Análisis jurídico de la constitucionalidad del procedimiento y
resolución por los que la Auditoría Superior de la Federación,
finca responsabilidades resarcitorias a los servidores públicos de
la Administración Pública Federal.”
Que para obtener el título de Licenciado en Derecho presenta:
Eduardo Rodríguez Domínguez
Nombre del asesor académico:
Maestro Iván García Soriano
UNAM – Dirección General de Bibliotecas
Tesis Digitales
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro,
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el
respectivo titular de los Derechos de Autor.
UNIDAD DE SEMINARIOS "JOSÉ VASCONCELOS"
FACULTAD DE DERECHO
SEMINARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y
DE AMPARO
VmV[W'JOAD NACIONAL
AvloN°HA
ú
Cd. Universitaria, D.F., 6 de noviembre de 2012.
M[X~(,o
DR. ISIDRO ÁVILA MARTíNEZ
DIRECTOR GENERAL DE LA ADMINISTRACiÓN
ESCOLAR DE LA U.N.A.M.
P R E S E N T E.
Por este conducto, me permito comunicar a usted, que el pasante RODRíGUEZ
DOMíNGUEZ EDUARDO, connúmero de cuenta 30355285-1 bajo la supervisión de este
elaboró
la tesis
intitulada
"ANÁLISIS JURíDICO DE LA
Seminario,
CONSTITUCIONALIDAD DEL PROCEDIMIENTO Y RESOLUCIÓN POR LOS
QUE
LA
AUDITORíA
SUPERIOR
DE
LA
FEDERACiÓN,
FINCA
RESPONSABILIDADES RESARCITORIAS A LOS SERVIDORES PÚBLICOS
DE LA ADMINISTRACiÓN PÚBLICA FEDERAL", realizada con la asesoría del
profesor Mtro. Iván García Soriano.
Con fundamento en los artículos 8° fracción V del Reglamento de Seminarios, 19 y
20 del Reglamento General de Exámenes de la Universidad Nacional Autónoma de
México, por haberse realizado conforme a las exigencias <;:orrespondientes , se aprueba la
nombrada tesis, que además de las opiniones que cita, contiene las que son de exclusiva
responsabilidad de su autor. En consecuencia, se autoriza su presentación al Jurado
respectivo.
"EL interesado deberá iniciar eL trámite para su tituLación dentro de Los seis meses
siguientes (contados de dia a dia) a aquéL en que Le sea entregado eL presente oficio, en
eL entendido de que transcurrido dicho Lapso sin haberLo hecho, caducará La autorización
que ahora se Le concede para ~meter su tesis a examen profesionaL, misma autorización
que no podrá otorgarse nuevamente, sino en eL caso de que eL trabajo recepcionaL conserve
su actuaLidad y siempre que La oportuna iniciación deL trámite para La ceLebración deL
examen haya sido impedida por circunstancia grave, todo Lo cuaL caLificará La Secretaria
GeneraL de La FacuLtad"
*mpm.
Ciudad Universitaria, México D.F., a 30 de octubre 2012.
LIC. EDMUNDO EllAS MUSI
DIRECTOR DEL SEMINARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
Y DE AMPARO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM
PRESENTE
Estimado Maestro:
Por este medio, me permito hacer de su conocimiento que el alumno EDUARDO
RODRíGUEZ DOlVlíNGUEZ, con número de cuenta 303552851, ha concluido el
trabajo de tesis con el que pretende obtener el grado de Licenciado en Derecho y que
ha sido registrado en el seminario a su digno cargo , con el título "Análisis jurídico de
la constitucionalidad del procedimiento y resolución por los que la Auditoría
Superior de la Federación, finca responsabilidades resarcitorias a los servidores
públicos de la Administración Pública Federal", misma que ha sido elaborada bajo
mi dirección y concluida de manera satisfactoria.
En dicho trabajo de investigación se analiza de manera puntual y objetiva , el tema de
las responsabilidades resarcitorias que determina la Auditoria Superior de la
Federación,
concretamente en
lo que se refiere a la constitucionalidad
del
procedimiento que realiza dicho ente público para tal efecto .
En conclusión , considero que el trabajo en comento cumple con los requisitos
reglamentarios exigidos .
En tal virtud me permito someter a su consideración el trabajo de tesis para que, de
así juzgarlo pertinente, se expida el respectivo oficio de impresión y se proceda con los
trámites conducentes para sustentar dicho trabajo en el examen de grado
correspondiente
Sin otro particular por el momento, le reitero las seguridades de mi más atenta y
distinguida consideración.
ATENTAMENTE
¿?
MTRO. IVÁN GARCíA SORIANO
PROFESOR DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM
AGRADECIMIENTOS
A Dios.
A la Universidad Nacional Autónoma de México.
A la Facultad de Derecho, que es como mi casa.
A mi Madre (q.e.p.d.), a quien le debo todo.
A mi Padre, quien siempre me brindó una excelente opinión.
A mi asesor, Maestro Iván García Soriano, por sus enseñanzas y su paciencia.
A mis familiares y amigos por su apoyo y motivación para concluir esta
investigación.
ÍNDICE
Página
Introducción
1
Capitulo 1. El control externo Administración Pública Federal
ejercido por la Auditoría Superior de la Federación
4
1.1. Conceptos previos
4
1.1.1 Concepción de Estado
4
1.1.2 El principio de División de Funciones
9
1.1.3 La Administración Pública
10
1.2 El control externo de la Administración Pública Federal
ejercido por la Auditoría Superior de la Federación
14
1.2.1 La Cuenta Pública
17
1.2.2 El Gasto Público
22
1.2.3 El Presupuesto de Egresos
25
1.2.4 La rendición de cuentas y la responsabilidad hacendaria
29
Capitulo 2. La Auditoría Superior de la Federación
32
2.1 Antecedentes
33
2.2 Naturaleza jurídica
38
2.2.1 Análisis de los artículos 74, fracción VI, y 79 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
44
2.3 Facultades
57
2.3.1 La Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación
59
2.3.2 La fiscalización de la Cuenta Pública
72
2.3.3 Las responsabilidades resarcitorias
80
2.3.4 Las situaciones excepcionales
87
Capítulo 3. La aplicación de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos por la Auditoría
Superior de la Federación
90
3.1 Conceptos previos
90
3.1.1 El servicio público y la función pública
91
3.1.2 El servidor público
96
3.1.3 La responsabilidad administrativa de los servidores
públicos
101
3.2 Facultades competenciales de la Auditoría Superior de la
Federación para la aplicación de la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos
116
Capítulo 4. Análisis jurídico de la constitucionalidad del
procedimiento y la resolución por los que se fincan
responsabilidades resarcitorias a los servidores públicos
adscritos a la Administración Pública Federal
128
4.1 Conceptos previos
128
4.1.1 Las garantías de seguridad jurídica
133
4.1.1.1 La garantía de audiencia
136
4.1.1.2 La garantía de legalidad
146
4.2 El procedimiento para el fincamiento de responsabilidades
resarcitorias
151
4.2.1 Sujetos del procedimiento
157
4.2.2 Etapas procedimentales
159
4.2.3 Consideraciones relativas al procedimiento para el
fincamiento de Responsabilidades Resarcitorias en relación a la
observancia de las garantías de seguridad jurídica
172
4.3 Análisis de la resolución
responsabilidades resarcitorias
176
4.3.1 Naturaleza jurídica
por
la
que
se
fincan
180
4.3.2 Contenido
181
4.3.3 Medios de Impugnación: Recurso de Reconsideración,
juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, y el amparo directo
185
4.3.4 Consideraciones relativas a la resolución recaída al
procedimiento para el fincamiento de Responsabilidades
Resarcitorias en relación a la observancia de las garantías de
seguridad jurídica
205
Conclusiones Propositivas
213
Bibliografía
235
Bibliografía electrónica
239
Marco jurídico
240
1
Introducción
Nuestro país se ha caracterizado por ser vanguardista en la creación de diversas
instituciones, y en materia de responsabilidad hacendaria y fiscalización no ha sido
la excepción, desde el año 2000 el Estado mexicano cuenta con una entidad de
fiscalización superior, la Auditoría Superior de la Federación, misma que es
concebida en los artículos 74, fracción VI, y 79 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, y que vino a relevar a la Contaduría Mayor de
Hacienda, que desde el año de 1824 venía realizando las tareas de control
presupuestario utilizando métodos o herramientas que a finales de los años
noventa ya no se encontraban acordes a las metas y objetivos que actualmente
todo Estado democrático se propone.
Nuestra entidad de fiscalización superior de la Federación, es un órgano técnico
especializado de la Cámara de Diputados que cuenta con autonomía técnica y de
gestión; siendo los alcances de su autonomía materia de múltiples estudios, ya
que al encontrarse adscrita al Poder Legislativo de la Federación, no cuenta con el
privilegio de encontrarse a la par jerárquica de los Poderes de la Unión, como
otros organismos constitucionalmente autónomos, por ejemplo: el Banco de
México, el Instituto Federal Electoral o la Comisión Nacional de Derechos
Humanos.
Por otra parte, la Auditoría Superior de la Federación es vigilada por la Comisión
de Vigilancia de la Cámara de Diputados, esta subordinación produce diversas
criticas sobre la auténtica imparcialidad de la institución, lo que se robustece en la
razón de que el Auditor Superior de la Federación puede ser removido de su cargo
a consideración de dicha Comisión cuando su desempeño ha sido poco
satisfactorio, lo que se traduce en una importante falta legislativa que trastoca su
autonomía, y puede prestarse para presiones de carácter político.
La tarea que nuestra Constitución encomienda a la Auditoría Superior de la
Federación es fundamental en toda democracia, que es vigilar el adecuado
cumplimiento de las disposiciones normativas que regulan la ejecución de
2
recursos públicos federales, salvaguardando los principios de transparencia,
responsabilidad hacendaria y rendición de cuentas. Además de ser la autoridad
encargada de la comprobación de los criterios establecidos en el ejercicio de la
Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Inicialmente con las reformas a la Constitución Política en el año de 1999, y con la
expedición de la Ley de Fiscalización Superior de la Federación, la Auditoría
Superior de la Federación, tiene su nacimiento y cuenta con una autonomía
técnica y de gestión conferida a nivel constitucional, teniendo como principales
facultades el efectuar revisiones respecto de la ejecución de recursos públicos
federales; fincar directamente responsabilidades resarcitorias, aplicar multas y
sanciones; solicitar en situaciones excepcionales información a los Poderes y
entes auditados; y establecer normas, procedimientos, métodos, sistemas de
contabilidad, archivo de libros y documentos justificativos y comprobatorios del
ingreso y gasto públicos.
La Auditoría Superior de la Federación, inauguró por disposición de la Ley de
Fiscalización Superior de la Federación, un nuevo tipo de responsabilidad, la
responsabilidad resarcitoria, la cual tiene como objeto el resarcir a la Federación,
los daños o perjuicios causados a la Hacienda Pública Federal, por la actividad
irregular de los sujetos que la propia Ley establece.
La particularidad que tienen las responsabilidades resarcitorias es que son
tramitadas y fincadas por un organismo constitucionalmente autónomo, el cual se
encuentra adscrito al Poder Legislativo de la Federación, por lo que su resolución
representa un acto formalmente legislativo, pero materialmente administrativo,
aunado a que es substanciado mediante un procedimiento administrativo
sancionador que produce en consecuencia, una sanción administrativa.
Con las reformas a la Constitución Política y con la expedición en el año 2009, de
la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, la cual abrogó a
la Ley de Fiscalización Superior de la Federación, se adicionaron nuevas
facultades como verificar el cumplimiento de los objetivos contenidos en los
3
programas públicos mediante auditorías de desempeño y fiscalizar los recursos
federales que ejerzan estados y municipios; siendo importante mencionar que la
ley vigente, contempla a las responsabilidades resarcitorias en los mismos
términos que su antecesora.
En el presente trabajo, iniciaremos con una investigación precisa de la entidad
superior de fiscalización, es decir, la Auditoría Superior de Fiscalización, sobre su
naturaleza jurídica y sus principales facultades, así como el control externo que
ejerce sobre la Administración Pública Federal, señalando con claridad conceptos
previos como la división de funciones, la cuenta pública, el gasto público, el
Presupuesto de Ingresos, la rendición de cuentas y la responsabilidad hacendaria.
Continuando con el análisis de las facultades que tiene la Auditoría Superior de la
Federación en materia de responsabilidades administrativas de los servidores
públicos, a fin de comprobar la hipótesis de que la entidad de fiscalización superior
viola el principio de presunción de inocencia de los servidores públicos al presumir
las responsabilidades administrativas de los mismos para derivar en una
responsabilidad resarcitoria.
Para finalmente, estimar si tanto el procedimiento como la resolución por la que se
fincan responsabilidades resarcitorias son acordes a las garantías y derechos
humanos que nuestra Constitución reconoce a favor de las personas.
4
Capitulo 1. El control externo Administración Pública Federal ejercido por la
Auditoría Superior de la Federación
1.1. Conceptos previos
1.1.1 Concepción de Estado
El concepto de Estado hace referencia a la sociedad formalmente instituida, es la
representación más amplia de la organización social y política del ser humano, la
cual brinda la capacidad de proponerse metas colectivas, que van desde el bien
común hasta el orden público.
El Estado es tradicionalmente definido como una sociedad políticamente
organizada y dirigida por el poder soberano en un territorio determinado. Por su
parte, Jellinek define al Estado en su acepción jurídica, como la corporación
formada por un pueblo, dotada de un poder de mando originario y asentada en un
determinado territorio,1 del que se desprenden sus elementos esenciales:
población, territorio y gobierno.
La población se refiere al aspecto cuantitativo de la sociedad, es decir, al número
de seres humanos que habitan en un territorio, en otras palabras, los seres
humanos que forman una unidad social.2
Por otra parte, el territorio es el área geográfica que sirve de asentamiento para la
población. El territorio es un elemento de Estado que se conceptualiza desde una
visión política, es decir, un ámbito espacial de validez del orden jurídico del
Estado, y que en gran medida delimita su soberanía.3
-
1
-
2
-
3
Cfr. Porrúa Pérez, Francisco. Teoría del Estado. Editorial Porrúa, México, 2005. Pp. 197 y 198.
Cfr. Serra Rojas, Andrés. Teoría del Estado. Décimo Quinta Edición. Editorial Porrúa. México, 2000.
Pp. 241 – 245.
Ídem. Pp. 271 -273.
5
El gobierno se identifica como un sistema de poder, el cual tiene como objetivo
dirigir a la población a sus metas comunes. Si su objetivo no fuera este nos
encontraríamos con un sistema de poder ajeno a la población, que si bien tendría
fuerza coercitiva, ciertamente no podría comprenderse como un gobierno, en
virtud de la carencia del fin común de la población, tal el caso de la esclavitud o la
tiranía; por lo que el gobierno debe encaminar los esfuerzos de la población de
manera ordenada a fin de obtener el bien público temporal.
El concepto de gobierno también se utiliza para designar al conjunto de los
poderes públicos, alude a las diversas maneras de organización de un Estado o al
ejercicio del poder. El gobierno es susceptible de dos acepciones: en el sentido
amplio designa la realización de la soberanía del Estado. En su sentido estrecho,
es un sinónimo de Poder Ejecutivo.4
La trasformación del Estado a través de los siglos ha permitido apreciar que el
elemento gobierno no es autónomo, es decir, no se crea de manera ajena a los
elementos de población y territorio, por lo que es necesario que todo gobierno se
adecue a las directrices sociales que son comúnmente aceptadas y que buscan un
beneficio común, mismas que se subsumen a la realidad histórica, cultural y social
de la población; y que se constituya en un territorio determinado a fin de
establecer su soberanía.
El gobierno, como elemento ejecutor y organizador del estado, requiere de un
orden jurídico que regule su funcionamiento a fin de garantizar que la
consumación de los fines para los que fue creado. Es por tanto, vital para el
Estado considerar otro elemento aparte de los tres ya mencionados, población,
territorio y gobierno; y este elemento es el orden jurídico.
El orden jurídico es el conjunto de normas que permiten encauzar al Estado en el
cumplimiento de sus funciones. Ahora bien, no hay que confundir al orden jurídico
como un elemento que compone al Estado en sí, en virtud de que el orden jurídico
-
4
Op. Cit. Serra Rojas, Andrés. Teoría del Estado. Pp. 453-459.
6
emana de la constitución del Estado. Por tanto, el orden jurídico es un elemento
que surge del Estado, que permite garantizar el ejercicio de sus funciones, y se
encuentra supeditado al mismo, ya que sin Estado, el orden jurídico no tiene
sentido de existir ya que no existe gobierno que garantice su observancia.
El orden jurídico también se conceptualiza como Derecho. El doctrinario Francisco
Porrúa Pérez menciona que un Estado sin Derecho, es un simple fenómeno de
fuerza; el Derecho sin el Estado, es una mera idealidad normativa, sin efectividad;
y el Estado con el Derecho, constituye una nueva clase de Estado por su
complejidad: el Estado de Derecho moderno.5
La Teoría Kelseniana, considera al Derecho como la fuente del Estado, sin
embargo, esta postura es criticada en razón de que el Estado no surge a partir del
Derecho, sino al contrario. El Estado existe desde el momento en que la población
tiene la motivación de constituirse como tal y en consecuencia los factores reales
de poder deciden qué decisiones político-jurídicas fundamentales deberán
establecerse en el orden jurídico.
La concepción correcta del Derecho frente al Estado, es la de ordenador, no
creador. Los factores reales de poder se plasman en el Derecho al determinar las
directrices, o decisiones político-jurídicas fundamentales, que han de regir al
propio Estado, brindándole la eficacia para la consumación de sus fines, mediante
la creación, en la mayoría de los casos de un Poder Constituyente del que emana
una Constitución Política.
El Estado de Derecho moderno plantea el otorgamiento o reconocimiento de las
garantías de los ciudadanos, el reconocimiento de los derechos humanos, y la
división de funciones.
Particularmente en nuestro país, desde el año de 1821, en que se consolidó la
independencia mexicana hasta 1917, año en que se promulgó la ley fundamental
5
Cfr. Op. Cit. Porrúa Pérez, Francisco. Teoría del Estado. Pp. 165 y 166.
7
vigente, existieron diversas normas fundamentales cada una con sus propios
matices político-jurídicos: la Constitución de 1824, que fue una copia de la
Constitución norteamericana de 1787, mediante la cual se importó el sistema
federal a nuestro país. Las Siete Leyes, las cuales se promulgaron en el periodo
del 15 diciembre de 1835 al 6 de diciembre de 1836, instauraron un gobierno
centralista, en el que sobresalía la figura del “Supremo Poder Conservador”.
Posteriormente las Bases Orgánicas de 1943, suprimieron al Supremo Poder
Conservador, sin embargo, se continuó con el sistema centralista. El 5 de Febrero
de 1857, se promulgó una nueva Constitución, conocida como la Constitución de
1857, la cual reinstauró el federalismo que se había establecido en la Constitución
de 1824. Finalmente, con el Constituyente de 1917 el Estado mexicano quedó
determinado en la Constitución del mismo año, misma que en sus artículos 40 y
41, en su texto vigente, señala que es voluntad del pueblo mexicano constituirse
en una República representativa, democrática, federal, compuesta de Estados
libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en
una federación establecida según los principios de esta ley fundamental, y que el
pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de
la competencia de éstos, y por los de los Estados, en lo que toca a sus regímenes
interiores, en los términos respectivamente establecidos por dicha norma
fundamental, y las constituciones particulares de los Estados, que en ningún caso
podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal.6
De lo anterior se desprenden elementos importantes del Estado mexicano, como
lo son su forma de gobierno, que es una República representativa, democrática,
federal; y que el ejercicio de su soberanía lo realiza mediante los Poderes de la
Unión.
La República se define como lo inherente al interés público y un sistema de
gobierno basado en la representación. Sin embargo, sus adjetivos la modifican
-
6
Cfr. O. Rabasa, Emilio. Historia de las Constituciones Mexicanas. Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM. Primera Reimpresión, México, 2004. Pp. 15 – 101.
8
categóricamente, ya que puede ser una República aristocrática o democrática,
encontrándonos en el caso del Estado mexicano una República representativa y
democrática, lo que infiere que el gobierno se establece con base a un sistema de
elección popular.
Para explicar el concepto de Federación, Jellinek, considera que el Estado federal
es un Estado soberano conformado por una variedad de Estados. Se trata de la
unión de Derecho Público entre Estados, los cuales establecen una soberanía
sobre los que se unen, por lo que se trata de una pluralidad de Estados fundidos
en una unidad. El Estado federal es la unión de Estados libres y soberanos, que
se adhieren mediante un pacto federal a fin de lograr en comunión los fines de
bienestar social, interés social y orden público, mismos que hacen valer su opinión
mediante su representación en los Poderes de la Unión, los cuales devienen del
pacto federal, instituido y consolidado en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.7
La constitución del Supremo Poder de la Federación, es consecuencia del pacto
federal, el cual de conformidad con el artículo 49 de la Constitución mexicana, se
divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y sus competencias
abarcan todo el territorio nacional, y se limitan en atención a lo señalado por el
artículo 124 de la Constitución, mismo que declara que las facultades que no
están expresamente concedidas por esta Constitución a los funcionarios federales,
se entienden reservadas a los Estados.
Por lo que es necesario referirnos al Supremo Poder Conservador respecto de sus
funciones y poderes, es decir, Ejecutivo Legislativo, y Judicial, a fin de clarificar su
apreciación a efecto de continuar con el análisis que este trabajo de investigación
demanda.
-
7
Cfr. Armenta López, Leonel Alejandro. Editorial Porrúa, México, 2010. Pp. 11 - 15.
9
1.1.2 El principio de División de Funciones
La teoría de la división de funciones del Estado es fruto de la revolución francesa.
Montesquieu, plasmó en su obra “El Espíritu de las Leyes”, la idea de separar al
Estado en tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, de manera que
para su tiempo, rompe con la tendencia del gobierno monárquico.8 La
trascendencia de la Teoría de Montesquieu se advierte ahora que el Estado
mexicano ejerce sus funciones a través de los poderes antes mencionados, que la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos faculta y limita en el marco
de sus competencias.
La división de funciones se aprecia como un elemento básico de la democracia, en
razón de que permite al Estado mantener un orden de pesos y contrapesos entre
los poderes, lo que implica que los poderes participan en comunión para la
consumación de los fines públicos desde sus competencias especiales. De esta
forma, el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial se encuentran ligados entre sí,
pero al mismo tiempo son autónomos, siendo el eje rector de sus obligaciones la
propia Carta Magna.
En México, la división de funciones va más allá de lo que Montesquieu alguna vez
imaginó, ya que la evolución del Derecho mexicano ha permitido la consolidación
de los Poderes de la Unión autónomos entre sí, pero también la creación de
organismos reconocidos constitucionalmente, y dotados por la norma fundamental
de plena autonomía, los cuales, por su naturaleza e importancia, se encuentran
apartados de los Poderes de la Unión a fin de garantizar su independencia e
imparcialidad, y se encuentran jerárquicamente colocados al mismo nivel de
aquellos.
Un organismo constitucionalmente autónomo se caracteriza por ejercer sus
funciones de manera independiente, tiene personalidad jurídica y patrimonio
-
8
Montesquieu, El Espíritu de las leyes, citado por Quiroz Acosta, Enrique. Teoría de la Constitución.
Editorial Porrúa, México, 2005. Pp. 70.
10
propios, así como la capacidad de regularse en cuestiones técnicas y de gestión,
lo que lo sitúan en una posición privilegiada ante los Poderes de la Unión, ya que
regularmente son creados con fines específicos necesarios para la consecución
del bien público temporal.
No obstante lo anterior, existen excepciones a la independencia que los
organismos constitucionales autónomos tienen de los Poderes de la Unión. Tal es
el
caso de la Auditoría Superior de la Federación, que es la entidad de
fiscalización superior, la cual está dotada por la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos de autonomía técnica y de gestión, sin embargo, la
propia norma fundamental la coloca como supeditada a la Cámara de Diputados,
del Congreso de la Unión.
De esta forma se aprecia que la teoría de la división de funciones es más compleja
que una simple categorización de los poderes del Estado. La modernidad, y los
nuevos conceptos trascendentales como la democracia y los derechos humanos
abundan en la construcción de diversos modelos de funcionamiento Estatal,
además de los nuevos organismos autónomos que conviven con los poderes del
Estado y son creados con propósitos de trascendencia, siendo el Banco de México
o el Instituto Federal Electoral, un ejemplo de ellos en nuestro país.
1.1.3 La Administración Pública
El jurista Jacinto Faya Viesca define a la Administración Pública en los siguientes
términos:
"la administración pública es el conjunto de medios de acción,
sean directos o indirectos, sean humanos, materiales o morales,
de los cuales dispone el gobierno nacional para lograr los
propósitos y llevar a cabo las tareas de interés público que no
cumplan las empresas privadas o las particulares y que
11
determinan los Poderes Constitucionales, legalmente dedicados a
recoger y definir la política general de la nación."9
La Administración Pública tiene tres acepciones, según su sentido objetivo,
subjetivo y formal. En su sentido objetivo representa a la función del Estado para
proveer sus fines, separada de la legislación y la justicia. Mientras tanto, en su
sentido subjetivo, se utiliza para denominar a funcionarios, agentes, etcétera.
Finalmente, en su sentido formal comprende todas las decisiones que tiene la
eficacia propia de los actos administrativos.10
Por otra parte, la premisa de que "la Administración es aquella actividad del
Estado que no es legislación ni justicia", es correcta en virtud de que el principio
de división de funciones determina que los poderes deben ser tres: ejecutivo,
legislativo y judicial, cada uno con competencias propias, mismas que son
determinadas por la Constitución.11
La Administración Pública Federal actúa bajo el escenario de una división de
poderes públicos y por una diversidad de poderes sociales: múltiples autoridades,
jurisdicciones y áreas de administración. Por ello, la coordinación de la
Administración Pública Federal, ya sea por medio del control interno o externo de
la misma, es un asunto de capital importancia; involucra lo político con las
opciones políticas fundamentales expresadas en la Constitución; la importancia de
vivir un Estado de Derecho y la de conciliar el derecho con la eficiencia. Por lo que
es conveniente establecer controles, pero es fundamental que cada servidor
público asuma responsabilidades directas.12
-
9
-
10
-
11
P.e. Teoría General del Derecho Administrativo, Editora Nacional, México, 1975. P.p. 13.
-
12
Op. Cit. Faya Viesca, Jacinto. Administración Pública Federal. P.p. 24.
Cfr. Faya Viesca, Jacinto. Administración Pública Federal. Editorial Porrúa, México, 1983. P.p. 32.
Cfr. Canasí, José. Derecho Administrativo. Volumen 1. Editorial Depalma. Buenos Aires,
Argentina. 1981. Pp. 41 – 43.
12
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo
90, que la Administración Pública Federal será centralizada y paraestatal conforme
a la Ley Orgánica que expida el Congreso, que distribuirá los negocios del orden
administrativo de la Federación que estarán a cargo de las Secretarías de Estado
y definirá las bases generales de creación de las entidades paraestatales y la
intervención del Ejecutivo Federal en su operación; por lo que de dicho artículo se
deriva la base legislativa para emisión de la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal.
Dicha Ley Orgánica declara en su artículo 1° que la Administración Pública
Federal se divide en centralizada y paraestatal. Siendo la centralizada la
compuesta por la Presidencia de la República, las Secretarías de Estado, los
Departamentos Administrativos y la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal. Y la
paraestatal se encuentra integrada por los organismos descentralizados, las
empresas de participación estatal, las instituciones nacionales de crédito, las
organizaciones auxiliares nacionales de crédito, las instituciones nacionales de
seguros y de fianzas y los fideicomisos.
La integración de la Administración Pública Federal nos brinda un panorama muy
amplio, y una idea de la cantidad de recursos que se necesitan para sostener cada
una de las dependencias y entidades establecidas en la Ley Orgánica a fin de
garantizar su adecuado funcionamiento. En efecto, en su estructura Centralizada,
la Administración Pública Federal se integra con dieciséis Secretarías de Estado, y
una Consejería Jurídica, dependencias que para ejemplificar su necesidad de
recursos financieros, casi alcanzan los ochocientos mil millones de pesos del
Presupuesto de Egresos del año 2011, lo que hace inminente el contar con a
entidad superior de fiscalización que realice las labores de control, gestión y la
revisión de la aplicación de tales recursos.
Tanto la Administración Pública Federal Centralizada como Paraestatal cuentan
con las normas esenciales que las facultan y ordenan, lo que genera una gama
inmensa de disposiciones normativas individualizadas para cada dependencia,
13
organismo u órgano. La necesidad de regular de manera tan específica a cada
una de las partes integrantes de la Administración Pública Federal nace del
principio de debida fundamentación y competencia de las autoridades para emitir
sus actuaciones, mismo que se establece en el artículo 16 de nuestra Carta
Magna.
Pensamos que difícilmente podríamos sostener la tesis de la legalidad de la
Administración Pública si el gobernado no contara con una serie de recursos y
medios que la ley le otorgara para defenderse de los actos legales de la
administración. El derecho administrativo moderno contiene este tipo de medidas
que garantizan a favor del gobernado si no la legalidad de los actos de la
administración, sí la posibilidad de un restablecimiento del orden jurídico violado,
partiendo como base del concepto de impugnación la indebida o carente
fundamentación de los actos de autoridad a se hacía referencia en el párrafo
anterior.13
La maquinaria de la Administración Pública Federal requiere de operadores, que
son los servidores públicos. El servidor público es el recurso humano de la
administración pública, y es el encargado de la aplicación de los programas del
Ejecutivo Federal, por lo que su actuación permite contemplarlo como un indicador
para el cálculo de la eficiencia o eficacia del servicio público, e influye
directamente como sujeto activo en uno de los grandes problemas de nuestro
país: la corrupción.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce la garantía y
el derecho humano a la seguridad jurídica, misma que aplica sin restricción alguna
a los servidores públicos, por lo que tienen plenos derecho a que los
procedimientos que se sigan a efecto de determinar si se cumplió o no con sus
responsabilidades cumplan con los requisitos que los artículos 14 y 16
-
7
Op. Cit. Faya Viesca, Jacinto. Administración Pública Federal. P.p. 40.
14
constitucionales establecen, lo que es un tema de gran trascendencia que será
abordado en los siguientes capítulos.
1.2 El control externo de la Administración Pública Federal ejercido por la
Auditoría Superior de la Federación
El control externo es el ejercido por una autoridad sobre otra, de manera que es
diverso al control interno que toda autoridad cuenta para su auto regulación. El
control externo permite que el sistema de pesos y contrapesos que deriva de
división de funciones se encuentre equilibrado.
Es menester explicar qué es el control interno a fin de tener una mejor
comprensión de qué es control externo. En el ámbito administrativo, en concreto,
la Administración Pública Federal, el control interno lo realizan los Órganos
Internos de Control de cada una de las Dependencias, o bien, la Secretaría de la
Función Pública, operando bajo las reglas que imponen las responsabilidades
administrativas de los servidores públicos. El control interno de la Administración
Pública Federal contempla todos aquellos instrumentos normativos que permiten
ejercer una potestad revisora, de control y orden, con el fin de comprobar la
eficiencia y eficacia de su funcionamiento, y en su caso imponer las sanciones que
procedan de conformidad con las leyes establecidas para tal efecto.
Por su parte, el control externo es la facultad concedida a una autoridad ajena a la
que se controla a efecto de que compruebe la
eficiencia y eficacia de su
funcionamiento, siendo que la diferencia con el control interno es precisamente la
esfera jurídica en la que se posa la autoridad que ejerce el control externo, la cual
se encuentra colocada fuera del ente controlado, tal es el caso del control que la
Auditoría Superior de la Federación ejerce sobre la Administración Pública Federal
en materia de fiscalización de la Cuenta Pública.
Las autoridades de competencia jurisdiccional juegan un papel fundamental en el
control externo de la Administración Pública Federal, siendo una de las
15
principales, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, mismo que se
encuentra plenamente facultado para conocer de los juicios que se promuevan en
contra de los actos administrativos, decretos o acuerdos de carácter general
diversos a los reglamentos, emitidos por la Administración Pública Federal. Dicho
Tribunal aunque situado en la esfera del Poder Ejecutivo Federal, cuenta con
autonomía plena para dictar sus fallos y en consecuencia provee de una
regulación de los actos de autoridad de la Administración Pública Federal.
Por otro lado, José Luis Vázquez Alfaro categoriza a los instrumentos de control
interno de la Administración Pública Federal, de la siguiente manera: primero, las
reglas de procedimiento para la elaboración de actos administrativos y, segundo,
los recursos administrativos. Asimismo, categoriza a los elementos de control
externo de la Administración Pública Federal, mencionando a la jurisdicción
administrativa federal, el amparo en materia administrativa, las modalidades de
control ejercido por el poder legislativo y por órganos independientes, y el control
financiero externo.14
Por lo que, si la Auditoría Superior de la Federación pertenece al Poder Legislativo
y es la autoridad constitucionalmente facultada para revisar la Cuenta Pública a
efecto de determinar si la erogación de los recursos federales a cargo de la
Administración Pública Federal fue realizada en apego a los principios que las
leyes contemplan, entonces, ejerce un control externo sobre la Administración
Pública Federal, mismo que puede conceptualizarse como un control externo de
tipo financiero.15
Es por lo expuesto que podemos definir al control financiero externo como el
proceso y efecto de supervisión de la actividad financiera de la Hacienda pública.
-
14
-
15
Vázquez Alfaro, José Luis. El Control de la Administración Pública en México. UNAM, México,
1996. P.p. 27, 61, 179, 213, 244 y 279.
Mijangos Borja, María de la Luz. Control del Gasto Público. Boletín Mexicano de Derecho
Comparado del IIJ de la UNAM.
Site:http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/boletin/cont/87/art/art11.htm
16
Es decir, la comprobación llevada a cabo por los órganos que, constitucional y
legalmente, tienen asignadas esas tareas, con el propósito de que la actividad del
Estado se desarrolle de conformidad con los principios que la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos y las normas secundarias establecen.
En materia de control externo financiero podemos afirmar que utilizar fondos
públicos y ejercer la actividad económico-financiera, sin la debida fiscalización,
inspección e intervención, equivale a ejercer el poder sin responsabilidad, lo que
constituye un contrasentido en un Estado de Derecho.
Por lo tanto, la competencia de la Auditoría Superior de la Federación comprende
la revisión de la Cuenta Pública, el gasto público y la adecuada ejecución del
Presupuesto de Egresos. Sus actuaciones se basan en los principios de rendición
de cuentas y de responsabilidad hacendaria, así como la facultad para iniciar y
resolver procedimientos mediante los cuales se fincan responsabilidades
resarcitorias, que tienen como objetivo resarcir al Estado de daños o perjuicios
causados a la Hacienda Pública, así como inhibir las conductas que los puedan
propiciar.
El doctrinario Felipe León Martínez, define la competencia de la Auditoría Superior
de la Federación como el control parlamentario que trata de comprobar si el
Gobierno (es decir, el Poder Ejecutivo), sigue gozando de la confianza que la
Cámara le otorgó, bajo la posibilidad de que si ésta se ha perdido, se ejercite la
exigencia de una responsabilidad política, así como todos los instrumentos que no
tienen aparejada una sanción, como lo son las exigencias de información, la
inspección parlamentaria, las funciones de dirección política, etc.16
La fiscalización realizada por la Cámara de Diputados a través del Órgano
Superior de Fiscalización, la Auditoría Superior de la Federación, contempla las
fases de auditoría, de solicitud de información, de la elaboración de los pliegos de
-
16
León Martínez, Felipe. La Fiscalización Política del Gobierno. Editorial Arazandi, España, 2002. P.p.
116 y 117
17
observaciones y en su momento del fincamiento de responsabilidades
resarcitorias cuando se pruebe la existencia de un daño a la Hacienda Pública
Federal. De este modo observamos que la Auditoría Superior de la Federación
cuenta con facultades revisoras y sancionadoras, por las que ejerce un control
externo de tipo financiero, sobre la Administración Pública Federal.
El control financiero se impone con la finalidad de vigilar la real y estricta
aplicación de los recursos y de tratar de impedir y descubrir las desviaciones
delictuosas. Esencialmente y de manera radical, el control financiero de las
operaciones del gasto estará dirigido a evitar la corrupción administrativa, y
máxime en países que como México, la corrupción constituye un grave y serio
problema que ha resultado difícil de erradicar. Por lo tanto la primera premisa de la
correcta ejecución del gasto es su debida reglamentación.
Repasando, el estudio, análisis y revisión efectuado por la Auditoría Superior de la
Federación engloba a la Cuenta Pública, el gasto público, la correcta aplicación
del Presupuesto de Egresos, bajo los principios de la rendición de cuentas y la
responsabilidad hacendaria, mismos que representan la base competencial de
dicho órgano superior de fiscalización para los efectos del control externo que
ejerce sobre la Administración Pública Federal.
1.2.1 La Cuenta Pública
La Cuenta Pública es el instrumento de las finanzas públicas que permite apreciar
el desarrollo económico del país en relación con el Plan Nacional de Desarrollo,
las metas de carácter económico que se propone el Estado, así como la
capacidad de inversión, captación o endeudamiento del país.
La Cuenta Pública es un documento de carácter evaluatorio que contiene
información contable, financiera, presupuestaria, programática y económica
relativa a la gestión anual del Gobierno con base en las partidas autorizadas en el
Presupuesto de Egresos de la Federación, correspondiente al ejercicio fiscal
18
inmediato anterior. Como el Presupuesto de Egresos así como la Ley de Ingresos
de la Federación, la Cuenta Pública se rige por el principio de anualidad, por lo
que año con año el Ejecutivo Federal se encuentra obligado a presentar la Cuenta
Pública del ejercicio anterior a fin de que se revise en su totalidad tomando en
consideración lo establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación y las
reglas para ejecutar el Gasto Público.17
La Cuenta Pública presenta de manera consolidada información financiera,
contable,
presupuestaria
y
programática
de
las
dependencias,
órganos
desconcentrados y entidades que conforman la Administración Pública Federal.
En ella se describen las políticas de finanzas públicas, las acciones programáticas
realizadas, las explicaciones de las variaciones del presupuesto ejercidos respecto
del Presupuesto de Egresos aprobado por la Cámara de Diputados, y su
vinculación con los programas y estrategias del Plan Nacional de Desarrollo.18
Es por eso que la Cuenta Pública tiene especial trascendencia para las finanzas
del país, ya que brinda una radiografía financiera del mismo, y facilita además, la
comprobación de las obligaciones de los ejecutores del gasto público.
De tal manera que corresponde a la Cámara de Diputados la revisión de la Cuenta
Pública. Lo anterior sucede así, inclusive antes de la creación de la Auditoria
Superior de la Federación, por su facultad exclusiva para aprobar el Presupuesto
de Egresos de la Federación. Sin embargo, con la creación de la Auditoria
Superior de la Federación y el nuevo esquema reglamentario de fiscalización que
contempla la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, no
podemos establecer como requisito indispensable de la entidad de fiscalización
-
17
-
18
Definición de cuenta pública, diccionario de economía. http://www.definicion.org/cuenta-de-lahacienda-publica-federal, consultado el 30 de octubre del año 2011.
Definición de cuenta pública, Secretará de Finanzas del Distrito Federal.
http://www.finanzas.df.gob.mx/egresos/cp2006/rg/resgral.pdf, consultado el 30 de octubre de
2011.
19
superior su pertenencia al Legislativo Federal, por las razones que en capítulo
segundo serán expuestas.
El artículo 74, fracción VI, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece que es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados, revisar
la Cuenta Pública del año anterior, con el objeto de evaluar los resultados de la
gestión financiera, comprobar si se ha ajustado a los criterios señalados por el
Presupuesto y verificar el cumplimiento de los objetivos contenidos en los
programas.
La Constitución en el citado artículo y fracción, designa para realizar tal
supervisión a la entidad de fiscalización superior de la Federación y la faculta para
el
efecto
de
que
si
aparecieran
discrepancias
entre
las
cantidades
correspondientes a los ingresos o a los egresos, con relación a los conceptos y las
partidas respectivas o no existiera exactitud o justificación en los ingresos
obtenidos o en los gastos realizados, determine las responsabilidades resarcitorias
correspondientes de acuerdo a lo previsto en la Ley de Fiscalización y Rendición
de Cuentas de la Federación. Siendo este artículo y fracción de la norma suprema,
el que determina la competencia de la Auditoría Superior de la Federación para
fincar las responsabilidades resarcitorias a los servidores públicos de la
Administración Pública Federal.
Por su parte, la Ley Federal de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación menciona en su artículo 8 los requisitos que debe contener la Cuenta
Pública, mismos que se transcriben para su mayor precisión:
“I. Información contable, con la desagregación siguiente:
a) Estado de situación financiera;
b) Estado de variación en la hacienda pública;
c) Estado de cambios en la situación financiera;
d) Informes sobre pasivos contingentes;
20
e) Notas a los estados financieros;
f) Estado analítico del activo;
g) Estado analítico de la deuda y otros pasivos, del cual se
derivarán las siguientes clasificaciones:
i. Corto y largo plazo, así como por su origen en interna y externa;
ii. Fuentes de financiamiento;
iii. Por moneda de contratación, y
iv. Por país acreedor;
II. Información Presupuestaria, con la desagregación siguiente:
a) Estado analítico de ingresos, del que se derivará la
presentación
en
clasificación
económica
por
fuente
de
financiamiento y concepto;
b) Estado analítico del ejercicio del presupuesto de egresos del
que se derivarán las siguientes clasificaciones:
i. Administrativa;
ii. Económica y por objeto del gasto, y
iii. Funcional-programática;
c) Endeudamiento neto, financiamiento menos amortización, del
que derivará la clasificación por su origen en interno y externo;
d) Intereses de la deuda;
e) Un flujo de fondos que resuma todas las operaciones y los
indicadores de la postura fiscal;
III. Información programática, con la desagregación siguiente:
21
a) Gasto por categoría programática;
b) Programas y proyectos de inversión, y
c) Indicadores de resultados;
IV. Análisis cualitativo de los indicadores de la postura fiscal,
estableciendo su vínculo con los objetivos y prioridades definidas
en la materia, en el programa económico anual:
a) Ingresos presupuestarios;
b) Gastos presupuestarios;
c) Postura Fiscal;
d) Deuda pública, y
V. La información a que se refieren las fracciones I a III de este
artículo, organizada por dependencia y entidad.”
De la lectura de los requisitos establecidos en la Ley de Fiscalización y Rendición
de Cuentas de la Federación podemos establecer algunas semejanzas con el
Presupuesto de Egresos de la Federación, por ejemplo que ambos cuentan con un
contenido programático. Pero a su vez notamos que existen requisitos contables
que deben ser acatados de manera estricta a fin de establecer el resultado
contable y financiero de las dependencias y entidades de la Administración
Pública Federal, y en su caso, determinar las probables afectaciones a la hacienda
pública federal mediante las responsabilidades resarcitorias.
La revisión y aprobación de la cuenta pública de un Estado constituyen
básicamente un acto político, ya que emanan de un órgano de representación
popular que, en base a la Constitución, participa de la revisión del gasto público y
22
en la aprobación del ejercicio presupuestario, otorgando al mismo tiempo plena
validez a la actividad financiera del Estado.19
El contenido de la Cuenta Pública es la materia prima de trabajo de la Auditoría
Superior de la Federación, la cual lo analiza y coteja con lo previsto en el
Presupuesto de Egresos, los principios de la Responsabilidad Hacendaria,
Transparencia y Rendición de Cuentas, así como los requisitos del Gasto Público.
1.2.2 El Gasto Público
El Gasto Público puede entenderse como la suma de las erogaciones realizadas
por las instituciones, entidades y organismos integrantes del sector público de una
economía nacional, y comprende el gasto realizado por el Estado y sus
organismos autónomos, las corporaciones locales, las empresas públicas y la
seguridad social.
En la contabilidad y administración de las finanzas públicas el Gasto Público se
compone de los pasivos, es decir, las erogaciones que realiza el Estado en sus
actividades, en las que se incluyen desde los programas hasta el pago de salarios
de los servidores públicos.
Es por tanto que podemos definir al Gasto Público de manera amplia como las
erogaciones en que incurren el conjunto de entidades estatales de un país.
Asimismo, comprende las compras y gastos que un estado realiza en un periodo
determinado. El artículo 4 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad
Hacendaria, proporciona la definición legal del Gasto Público, que se compone de:
“las erogaciones por concepto de gasto corriente, incluyendo los pagos de pasivo
de
la
deuda
pública;
inversión
física;
inversión
financiera;
así
como
responsabilidad patrimonial”.
-
19
Faya Viesca, Jacinto. Finanzas Públicas. Quinta Edición. Editorial Porrúa. México, 2000. P.p. 252.
23
Ahora bien, el Gasto Público es realizado por sus ejecutores, los cuales el propio
artículo 4 de la Ley en comento enlista de la siguiente manera:
I. El Poder Legislativo;
II. El Poder Judicial;
III. Los entes autónomos;
IV. Los tribunales administrativos;
V. La Procuraduría General de la República;
VI. La Presidencia de la República;
VII. Las dependencias, y
VIII. Las entidades.
Como se observa la lista es incluyente de todos los Poderes del Estado, siendo
que las fracciones V a la VIII, comprenden a la Administración Pública Federal.
Haciendo la aclaración de que la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal no contempla a los Tribunales administrativos como parte de la
Administración Pública Centralizada o Paraestatal, pero sí dentro de la esfera
jurídica del Ejecutivo Federal.
En atención a que el Presupuesto de Egresos tiene como principio la especialidad,
es decir, la estructura programática que facilita su estudio y aplicación, es natural
que el Gasto Público también utilice dicho principio. De tal manera que el artículo
24 de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria establece en su
artículo 24 que la programación y presupuestación del gasto público comprende:
I.
Las actividades que deberán realizar las dependencias y
entidades para dar cumplimiento a los objetivos, políticas,
estrategias, prioridades y metas con base en indicadores de
24
desempeño, contenidos en los programas que se derivan del
Plan Nacional de Desarrollo y, en su caso, de las directrices que
el Ejecutivo Federal expida en tanto se elabore dicho Plan, en
los términos de la Ley de Planeación;
II. Las previsiones de gasto público para cubrir los recursos
humanos, materiales, financieros y de otra índole, necesarios
para el desarrollo de las actividades señaladas en la fracción
anterior, y
III. Las actividades y sus respectivas previsiones de gasto
público correspondientes a los Poderes Legislativo y Judicial y a
los entes autónomos.
Siendo importante destacar la fracción II, ya que plantea la obligación de prevenir
los gastos que se derivarán de cubrir los recursos humanos, lo que garantiza
mantener a la maquinaria burocrática en funcionamiento, que como ya
comentamos es un elemento sustancial de la eficacia de las actividades de todo
gobierno.
La fracción I indica la necesidad de contar con los recursos necesarios para el
cumplimiento a los objetivos, políticas, estrategias, prioridades y metas, este
artículo se relaciona con el artículo 45 de la misma Ley, que establece que los
responsables de la administración en los ejecutores de gasto serán responsables
de la administración por resultados; para ello deberán cumplir con oportunidad y
eficiencia las metas y objetivos previstos en sus respectivos programas, conforme
a lo dispuesto en esta Ley y las demás disposiciones generales aplicables.
La administración por resultados es la base para exigir la Rendición de Cuentas,
ya que el Gasto Público no sólo previene la adecuada erogación de recursos sino
que la liga al cumplimiento de los objetivos, políticas, estrategias, prioridades y
metas, circunstancia que tiene una vital injerencia al momento de realizar las
25
erogaciones, ya que no deben hacerse gastos que no tengan un impacto favorable
para los objetivos y metas presupuestados.
1.2.3 El Presupuesto de Egresos
El Presupuesto de Egresos es el instrumento de las finanzas públicas que permite
el adecuado control en la distribución de los ingresos netos que cuenta el estado
para la realización de todas sus actividades.
El Presupuesto en su concepción tradicional contempla los ingresos y los gastos
públicos, de esta forma clasifica como un documento meramente financiero, el
cual, busca el equilibrio de los entre los ingresos y los egresos.20
La principal función de los presupuestos se relaciona con el Control financiero del
Estado. El control presupuestario es el proceso de descubrir qué es lo que se está
haciendo,
comparando
los
resultados
con
sus
datos
presupuestados
correspondientes para verificar los logros o remediar las diferencias. Los
presupuestos pueden desempeñar roles tanto preventivos como correctivos,
siendo todas estas cuestiones analizadas en la Cuenta Pública.
El Presupuesto de Egresos de la Federación constituye el documento a través del
cual se asignan fondos públicos a los órganos de los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, para que sean ejercidos durante el periodo fiscal, de acuerdo
con sus programas anuales. Representa el documento idóneo para la
programación de las actividades de la Administración Pública Federal.21 El reparto
de los recursos obedece a las necesidades primarias que se deben cubrir según
los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo.
-
20
-
21
Cfr. Delgadillo Gutiérrez, Luis H. Elementos del Derecho Administrativo. Editorial Limusa.
Primera Reimpresión. México, 1991. Pp. 19 – 21.
Ídem. Pp. 38 y 39.
26
La Cámara de Diputados el órgano que cuenta con la exclusividad para aprobarlo
el presupuesto de egresos lo que constituye una decisión política en torno a la
composición del gasto, misma que por su trascendencia es discutida por los
representantes del pacto federal. Dicha exclusividad se manifiesta de manera
expresa en el artículo 74 de la Constitución Política, ya que indica que es facultad
exclusiva de la Cámara de Diputados, aprobar anualmente el Presupuesto de
Egresos de la Federación, previo examen, discusión y, en su caso, modificación
del Proyecto enviado por el Ejecutivo Federal, una vez aprobadas las
contribuciones que, a su juicio, deben decretarse para cubrirlo. Asimismo, podrá
autorizar en dicho Presupuesto las erogaciones plurianuales para aquellos
proyectos de inversión en infraestructura que se determinen conforme
a lo
dispuesto en la ley reglamentaria; las erogaciones correspondientes deberán
incluirse en los subsecuentes Presupuestos de Egresos.
Para
su
aprobación
el
Presupuesto
de
Egresos
debe
cubrir
ciertas
consideraciones, mismas que están establecidas en el artículo 28 de la Ley
Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, las cuales son:
-
La administrativa, la cual agrupa a las previsiones de gasto conforme a los
ejecutores de gasto; mostrará el gasto neto total en términos de ramos y
entidades con sus correspondientes unidades responsables;
-
La funcional y programática, la cual agrupa a las previsiones de gasto con
base en las actividades que por disposición legal le corresponden a los
ejecutores de gasto y de acuerdo con los resultados que se proponen
alcanzar, en términos de funciones,
programas, proyectos, actividades,
indicadores, objetivos y metas. Permitirá conocer y evaluar la productividad
y los resultados del gasto público en cada una de las etapas del proceso
presupuestario.
-
La económica, la cual agrupa a las previsiones de gasto en función de su
naturaleza económica y objeto, en erogaciones corrientes, inversión física,
27
inversión financiera, otras erogaciones de capital, subsidios, transferencias,
ayudas, participaciones y aportaciones federales, y
-
La geográfica, que agrupa a las previsiones de
gasto con base en su
destino geográfico, en términos de entidades federativas y en su caso
municipios y regiones.
Estas consideraciones se empalman con los principios que todo presupuesto debe
tener. Los principios de carácter formal del Presupuesto según la doctrina son:
-
Unidad: se traduce en que sólo haya un Presupuesto y no varios, de
manera que se pueda apreciar con mayor exactitud las obligaciones del
Poder Público, lo cual constituye una garantía para el cumplimiento de
ellas.
-
Universalidad: consiste en que todos los gastos públicos deben estar
autorizados en el presupuesto, y tiene la consagración Constitucional en el
artículo 126 que dispone que no podrá hacerse pago alguno que no esté
contemplado en el Presupuesto o determinado por Ley anterior.
-
De especialidad o separación de gastos: significa que las autorizaciones
presupuestales no deben darse por globales, sino detallando para cada
caso el monto de crédito autorizado. La sectorización de todos los subsidios
ha permitido que los coordinadores del sector puedan identificar con mayor
claridad los programas de los sectores en su conjunto.22 Todo Presupuesto
debe tener una clasificación de los gastos públicos, para que se facilite su
formulación, ejecución y contabilización. Este sistema debe ser uniforme,
para coordinar loa planes de desarrollo económico y social con el
-
22
Op. Cit. Faya Viesca, Jacinto. Finanzas Públicas. P.p. 213.
28
Presupuesto. Las principales clasificaciones son la administrativa, por
ramos y por instituciones.23
-
Publicidad: quiere decir que debe ser conocido por el pueblo de la manera
más amplia posible, tanto en su fundamento como en sus cifras.24
El artículo 33 de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria determina
que en el proyecto de Presupuesto de Egresos se deberán presentar en una
sección específica las erogaciones correspondientes al gasto en servicios
personales, el cual comprende:
1. Las remuneraciones de los servidores públicos y las erogaciones a cargo
de los ejecutores de gasto por concepto de obligaciones de carácter fiscal y
de seguridad social inherentes a dichas remuneraciones, y
2. Las previsiones salariales y económicas para cubrir los incrementos
salariales, la creación de plazas y otras medidas económicas de índole
laboral. Dichas previsiones serán incluidas en un capítulo específico del
Presupuesto de Egresos.
Todos los elementos que conforman al Presupuesto de Egresos de la Federación
pretenden crear además de control financiero, una base para determinar las
responsabilidades que tiene el Poder Ejecutivo al recibir el capital necesario para
sus actividades, es por esto que los efectos del Presupuesto de Egresos según
Fraga, son los siguientes:
-
Constituye una autorización indispensable para que el Poder Ejecutivo
efectúe la inversión de los fondos públicos.
-
23
-
24
De la Garza, Sergio Francisco. Derecho Financiero Mexicano. Decimo Octava Edición. Editorial
Porrúa. México, 2000. P.p. 143
Ídem. P.p. 135-139.
29
-
Constituye la base para la rendición de cuentas que el Poder Ejecutivo debe
rendir al Legislativo.
-
Produce el efecto de descargar de responsabilidad al Ejecutivo, ya que sólo
actúa en el marco de lo autorizado en el mismo.
-
Es la base y medida para determinar la responsabilidad, cuando el
Ejecutivo obra fuera de las autorizaciones que contiene.25
El Presupuesto de Egresos es el documento financiero por el que se autoriza la
totalidad de los gastos que los Poderes de la Unión tienen derecho a ejecutar
mediante las operaciones de Gasto Público, y que sirve de base para la revisión
que la Auditoría Superior de la Federación realiza a la Cuenta Pública, para
comprobar la observancia de los principios de rendición de cuentas y de
responsabilidad hacendaria.
1.2.4 La rendición de cuentas y la responsabilidad hacendaria
La rendición de cuentas es la obligación que contrae quien ha realizado actos de
administración o de gestión por cuenta o en interés de un tercero y en cuya virtud
debe suministrar a este un detalle circunstanciado y documentado. La rendición de
cuentas es la operación por la cual toda persona que actúa por cuenta de otra le
da a esta razón de su cometido, detallando los actos cumplidos en su nombre,
mediante la exposición de todo el proceso económico y jurídico propio de ellos y
estableciendo el resultado final.26
La rendición de cuentas desde la óptica de la teoría política y del Estado,
constituye una obligación la cual tiene por objeto dar a conocer al gobernado el
cumplimiento de los fines del Estado en ejercicio del poder. Un ejemplo de la
-
25
Op. Cit. De la Garza, Sergio Francisco. Derecho Financiero Mexicano. P.p. 129.
-
26
Adriana Villalustre, Cecilia. Rendición de Cuentas. Editorial La Ley, Argentina, 2001.
30
rendición de cuentas es el Informe Presidencial, que debe rendir el Presidente de
la República el 1 de septiembre de cada año ante el Congreso de la Unión. La
rendición de cuentas es un concepto moderno el cual permite garantizar la
adecuada vida democrática del Estado, esto en virtud de que contempla un
derecho a favor de los ciudadanos de conocer las labores de sus gobernantes.
La rendición de cuentas es un elemento básico de la democracia, que se conjuga
con la transparencia y el acceso a la información pública y representa la obligación
a cargo de la autoridad por la que da a conocer los resultados de su gestión, sean
estos positivos o negativos, y permite determinar si se realizaron las actividades a
su encargo de manera eficiente y eficaz.
Para la adecuada auditoría de la cuenta pública el principio de rendición de
cuentas debe analizarse siempre en conexión con la responsabilidad hacendaria.
La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, publicada el día 30
de marzo de 2006 en el Diario Oficial de la Federación tiene por objeto
reglamentar los artículos 74 fracción IV, 75, 126, 127 y 134 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de programación,
presupuestación, aprobación, ejercicio, control y evaluación de los ingresos y
egresos públicos federales.
Asimismo, en su artículo 1, párrafo segundo, determina que los sujetos obligados
a cumplir las disposiciones de esa Ley deberán observar que la administración de
los recursos públicos federales se realice con base en criterios de legalidad,
honestidad, eficiencia, eficacia, economía, racionalidad, austeridad, transparencia,
control, rendición de cuentas y equidad de género.
Son estos criterios los que rigen el gasto público, es decir, sirven de pilares para
realizar las erogaciones presupuestadas a las dependencias de la Administración
Pública Federal, y se encuentran plenamente definidos e identificados en la Ley
de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
31
Los criterios mencionados son la base del análisis, estudio y revisión de auditoría,
y constituyen a su vez responsabilidades administrativas que deben cumplir los
servidores públicos adscritos a la Administración Pública Federal. Y para el efecto
de corroborar si estos principios fueron obedecidos, la Auditoría Superior de la
Federación ejerce el principio de transparencia y rendición de cuentas, mismo que
se desprende de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación,
en sus artículos 6 y 15, fracción X, mismos que a la letra dicen:
“Artículo 6.- Los servidores públicos y las personas físicas o
morales, públicas o privadas, que capten, reciban, recauden,
administren, manejen, ejerzan y
custodien recursos públicos
federales, deberán atender los requerimientos que les formule la
Auditoría Superior de la Federación durante la planeación,
desarrollo de las auditorías y el seguimiento de las acciones que
emita dentro de los plazos establecidos en esta Ley, de
conformidad con los procedimientos establecidos en las leyes y
sin perjuicio de la competencia de otras autoridades y de los
derechos de los usuarios del sistema financiero.
Artículo 15.- Para la fiscalización de la Cuenta Pública, la
Auditoría Superior de la Federación tendrá las atribuciones
siguientes:
X. Solicitar y obtener toda la información necesaria para el
cumplimiento de sus funciones de conformidad con lo previsto en
esta Ley.”
La rendición de cuentas y la responsabilidad hacendaria se complementan para
que la Auditoría Superior de la Federación ejerza su control financiero externo
sobre la Administración Pública Federal con las bases y elementos suficientes
para determinar la existencia de alguna actividad irregular que cause un daño o
perjuicio a la hacienda pública federal.
32
Capitulo 2. La Auditoría Superior de la Federación
La inserción gradual del sistema democrático, así como los principios
de
transparencia y la rendición de cuentas, ha promovido la modernización del
Estado mexicano, motivando la creación de instituciones e instrumentos estatales
que vigilen y garanticen su observancia. Como ejemplo encontramos al Instituto
Federal Electoral, el cual fue dotado de una autonomía constitucional a efecto de
tener independencia de los Poderes de la Unión, y de esta manera custodiar uno
de los derechos básicos de los ciudadanos mexicanos, que es el sufragio libre y
secreto.
Así como el Instituto Federal Electoral surge como una institución moderna acorde
a la necesidad de garantizar un Estado democrático, la Auditoría Superior de la
Federación es constituida para velar por los principios de transparencia, rendición
de cuentas y responsabilidad hacendaria, es por eso que la Constitución Política le
confiere una autonomía técnica y de gestión.
En un régimen democrático la revisión de la cuenta pública debe significar un
examen crítico, imparcial y objetivo, de la gestión realizada por el ejecutor del
gasto público, en el que se señalen las irregularidades o insolvencias de los entes
fiscalizados.
La Auditoría Superior de la Federación representa un ente complejo que participa
en la vida del Estado, regulando la erogación de los recursos federales mediante
la comprobación de la cuenta pública; depende jerárquicamente de la Cámara de
Diputados, la cual tiene plena capacidad de revisar, controlar, vigilar y recomendar
sus actuaciones, lo que provoca una limitación a su autonomía. Como ejemplo de
la injerencia de la Cámara de Diputados en la entidad superior de fiscalización
podemos mencionar que el nombramiento del Auditor Superior de la Federación
es competencia de la propia Cámara, por otra parte, la Auditoría no tiene
autonomía presupuestaria, quedando a consideración de dicho órgano legislativo
la aprobación de la propuesta de presupuesto que la Auditoría envíe.
33
Resulta necesario realizar un estudio minucioso de la naturaleza jurídica y
facultades de la Auditoría Superior de la Federación, ya que es la autoridad
facultada para fincar responsabilidades resarcitorias, por supuesto, previo
procedimiento que la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, establece.
2.1 Antecedentes
La Auditoría Superior de la Federación es el ente superior de fiscalización de
nuestro país y surge como consecuencia de la creación de diversas instituciones
que promueven la implantación del sistema democrático, así como diferentes
etapas históricas, las cuales no sólo son parte de nuestro acervo histórico nacional
sino que también se entrelazan con paradigmas internacionales.
Podemos identificar varios antecedentes de nuestro ente superior de fiscalización,
sin embargo, para efectos de este estudio es menester enfocarnos a los
antecedentes directos del mismo, que por mucho facilitaron la conformación del
cascarón institucional de la Auditoría Superior de la Federación, y que son los
siguientes:
•
La Constitución Española de 1812 establece a la Contaduría Mayor de
Cuentas como la facultada para realizar el examen de todas las cuentas
de los caudales públicos.
•
En la plena guerra de la independencia de México, fue mediante el
Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, del año
de 1814, mejor conocido como la Constitución de Apatzingán, que se
plasmó el primer antecedente nacional sobre la examinación y
aprobación de la cuenta pública, ya que en su artículo 114 establecía
que es atribución exclusiva del Supremo Congreso de la Unión la de
34
examinar y aprobar las cuentas de recaudación e inversión de la
Hacienda Púbica.27
•
El 25 de octubre de 1821, apenas a un escaso mes de la independencia
nacional, se creó la Junta de Crédito Público, la cual tenía la función de
dictaminar los créditos que el ya independiente Estado Mexicano
debería de reconocer.
•
La Constitución Federal de 1824, la primera de la República Mexicana,
constituye el segundo antecedente nacional sobre el control de la cuenta
pública, en virtud de que en su artículo 50 establece que el Congreso
tomará anualmente cuentas al gobierno.
•
El 16 de noviembre de 1824, se dio a conocer el decreto por el que se
expide la Ley sobre Arreglo de la Administración de la Cuenta Pública,
en la cual se crea a la Contaduría Mayor de Hacienda, órgano el cual se
encontraba bajo la dependencia exclusiva de la Cámara de Diputados.
La Contaduría Mayor de Hacienda operaba mediante la glosa de la
cuenta pública presentada por el Ministro de Hacienda, y emitía los
dictámenes correspondientes a fin de que la Cámara de Diputados
tuviera elementos para valorar las cuentas rendidas por el gobierno.
•
La “Bases Orgánicas”, las cuales culminaron del proceso reformador
que inició en el año de 1836, no modificaron sustancialmente a la
Contaduría Mayor de Hacienda, sino por el contrario se le seguía
otorgando la facultad competencial de la revisión de la cuenta pública.
•
El 26 de noviembre 1853, Santa Anna, expidió un decreto mediante el
cual se restablece al Tribunal Mayor de Cuentas, desapareciendo la
Contaduría Mayor de Hacienda y Crédito Público. El Tribunal se
-
27
Manuel Solares Mendiola. La Auditoría Superior de la Federación: Antecedentes y perspectiva
jurídica. Pp. 24-72.
35
compone de dos salas, una de primera y otra de segunda instancia. En
el decreto se detallan los procedimientos contenciosos mediante los
cuales se resolverían los “pliegos de alcances” en los que se
establecían
las
irregularidades
atribuidas
a
los
presuntos
responsables.28
•
En el año de 1856, el poder constituyente jura una nueva Constitución
Política, la cual reorganiza al Estado Mexicano, estableciendo un
Supremo Poder Legislativo, dentro del cual nuevamente se coloca a la
Contaduría Mayor de Hacienda.
•
En el año de 1857 se crea una nueva Constitución Política, esta tiene
como característica en el sistema de fiscalización la implementación de
que el Congreso es el facultado para aprobar el presupuesto de egresos
de la Federación, y asimismo emitir las disposiciones fiscales
adecuadas para cubrir dicho presupuesto.29
•
Para el año de 1895 a la Comisión Inspectora de la Cámara de
Diputados se le atribuyen las facultades únicas de vigilar las labores de
la Contaduría Mayor de Hacienda.
Siendo promulgada en el año
sucesivo, por iniciativa de la Comisión Inspectora, la Ley Orgánica de la
Contaduría Mayor de Hacienda.
Posteriormente existieron diversas
reformas en su estructura y funcionamiento, sin embargo, ninguna
modificó su denominación, sino hasta el año de 1999.30
•
El 13 de febrero de 1937 se publicó en el Diario Oficial de la Federación
la Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda. La cual en su
-
28
-
29
Ídem. Pp. 24-72.
-
30
Ídem. Pp. 24-72
Op. Cit. Manuel Solares Mendiola. La Auditoría Superior de la Federación: Antecedentes y
perspectiva jurídica. Pp. 24-72.
36
artículo 7, establecía que la Contaduría era la encargada de glosar y
revisar la cuenta anual del erario federal.
•
Mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el día
31 de diciembre de 1976, se reformaron diversos artículos de la Ley
Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda, dando como resultado
nuevas facultades a la Contaduría, entre las que destacaba la de
practicar auditorías.
•
En el ámbito internacional, en el mes de octubre del año de 1977,
México participó como parte del Acuerdo de Lima, el cual establece las
líneas básicas de la conformación de las Entidades Fiscalizadoras
Superiores, las cuales se basan en los propios capítulos del Acuerdo
que son: sus generalidades, su independencia, su relación con el
parlamento o poder legislativo,
las facultades de las entidades
superiores de fiscalización, sus métodos de control, la rendición de
informes y las competencias de control de las entidades superiores de
fiscalización. Este acuerdo sienta las bases con las que se construyó la
Auditoría Superior de la Federación, mismas que serán analizadas en
temas siguientes.31
•
Durante los trabajos de la LVII Legislatura (1997-2000) del Congreso de
la Unión se culminaron los esfuerzos que desde años anteriores se
habían dedicado para que la fiscalización superior tuviera un nuevo
ordenamiento jurídico y existiera una entidad fuerte y moderna para
hacerse cargo de estas funciones, en sustitución de la Contaduría
Mayor de Hacienda. Para alcanzar este objetivo, se instituyeron las
reformas constitucionales de los artículos 73, 74, 78 y 79 de julio de
1999 y la promulgación de Ley de Fiscalización Superior de la
-
31
Declaración de Lima de octubre de I977, de la Organización Internacional de las Entidades
Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI).
37
Federación en diciembre de 2000. Con estas nuevas bases legales se
creó la Auditoría Superior de la Federación.32
•
Mediante decreto publicado el día 07 de mayo de 2008, en el Diario
Oficial de la Federación se reformaron varios artículos de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mismos que
brindan mayores facultades competenciales a la Auditoría Superior de la
Federación, y modifican los procedimientos de gestión de la cuenta
pública.33
•
En abril de 2009, con objeto de fortalecer al órgano de fiscalización
superior, se abrogó a la Ley de Fiscalización Superior de la Federación
y se expidió la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, la cual rige actualmente la actuación de la institución.34
Como se desprende de la lectura de los antecedentes más importantes de la
Auditoría Superior de la Federación, el proceso histórico que nos permite su
constitución es complejo e inestable en razón de las diversas tendencias
ideológicas que detentaron el poder político.
La Auditoría Superior de la Federación se vislumbra como un triunfo institucional
que trasciende al centralismo presidencialista e inclusive a la injerencia del Poder
Legislativo en la revisión inoperante de las décadas pasadas, sin embargo, aún
existen muchos detalles que deben ser analizados. Es por eso que después de
estudiar los antecedentes que la originaron ahora debemos realizar un estudio
exhaustivo de su naturaleza jurídica.
-
32
-
33
-
34
Auditoría Superior de la Federación, página web:
http://www.asf.gob.mx/Publication/38_Normas_que_dan_Origen_a_la_ASF
Diario Oficial de la Federación, sitio web:
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5037072&fecha=07/05/2008
Auditoría Superior de la Federación, página web:
http://www.asf.gob.mx/Publication/38_Normas_que_dan_Origen_a_la_ASF
38
2.2 Naturaleza jurídica
La Auditoría Superior de la Federación es creada mediante las reformas
constitucionales de los artículos 73, 74, 78 y 79 de julio de 1999, y la promulgación
de Ley de Fiscalización Superior de la Federación en diciembre de 2000.
En la Crónica Parlamentaria del día 28 de noviembre de 1995, de la Cámara de
Diputados, se da a conocer el proyecto de decreto que reforma los artículos 73,
74, 78 y 79 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, enviada
por el Ejecutivo Federal, en el que se explican las características que debía tener
la Auditoría Superior de la Federación, siendo entre las principales: su carácter
técnico, profesional, autónomo y carente de influencia partidista. Asimismo, hace
mención que con la autonomía de gestión no se promueve la autarquía y, por
tanto, implica la sujeción del órgano a la Constitución y a la ley. Además se
puntualizó que el libre ejercicio de su gestión de fiscalización deberá ser protegido
de interferencias u orientaciones partidistas de toda persona, corporación o
autoridad, pero sus resoluciones estarán sujetas en todo momento a los controles
de la legalidad y constitucionalidad que establece nuestro orden jurídico.35
En la actualidad el Reglamento Interior de la Auditoria Superior de la Federación,
nos permite obtener una definición jurídica más completa de la entidad de
fiscalización superior, que la contenida en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos o la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, misma que a continuación se cita:
“Artículo 1o.- La Auditoría Superior de la Federación de la Cámara
de Diputados es la entidad de fiscalización superior de la
Federación que tiene a su cargo la fiscalización de la Cuenta
Pública, así como las demás funciones que expresamente le
-
35
Crónica Parlamentaria presentada el día 28 de noviembre de 1995, de la Cámara de Diputados en
la que se da a conocer el proyecto de decreto que reforma los artículos 73, 74, 78 y 79 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, enviada por el Ejecutivo Federal.
39
encomienden la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación y demás ordenamientos legales aplicables.”
De la lectura del artículo transcrito se colige que la Auditoría Superior de la
Federación es la entidad de fiscalización superior de la Federación. De tal suerte
que definir que es una entidad de fiscalización superior es trascendental en el
presente estudio.
Al respecto la Declaración de Lima sobre las Líneas Básicas de la Fiscalización de
1977, en su artículo 3, párrafo primero, establece que:
“Los órganos de control interno pueden establecerse en el seno
de los diferentes departamentos e instituciones; los órganos de
control externo no pertenecen a la organización de la institución
que debe ser controlada. Las Entidades Fiscalizadoras Superiores
son órganos del control externo.”36
Por lo tanto, la primer característica de estas entidades de fiscalización superior es
la de ser un órgano de control externo, el cual, tal y como lo explicamos en el
primer capítulo de esta investigación al referirnos al control externo ejercido por la
propia Auditoría Superior de la Federación, es la capacidad de comprobación,
inspección, fiscalización o intervención que realiza un ente jurídico a otro sin
encontrarse inmerso en la esfera jurídica del ente supervisado, lo que genera
objetividad por parte del ente
supervisor, el cual, en el marco de sus
competencias y facultades legalmente otorgadas, realiza acciones que tienden a
causar un impacto en los resultados de su intervención y por lo tanto la adecuada
regulación de las actividades del órgano supervisado.
La segunda característica de las entidades de fiscalización superior reside en sus
actividades. La tarea tradicional de las entidades fiscalizadoras superiores es el
-
36
Op. Cit. Declaración de Lima de octubre de I977, de la Organización Internacional de las Entidades
Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI).
40
control de la legalidad y regularidad de las operaciones, mediante un control
orientado hacia la rentabilidad, utilidad, economicidad y eficiencia de las
operaciones estatales, que no sólo abarca a cada operación sino a la actividad
total
de
la
administración,
incluyendo
su
organización
y
los
sistemas
administrativos.
Sin embargo, cada país determina las notas características de cada entidad de
fiscalización superior, por lo que para definir con claridad a la Auditoría Superior
de la Federación debemos realizar un estudio sobre el marco jurídico que la regula
a fin de rescatar todos los elementos normativos que la delimitan, iniciando por la
norma fundamental.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 79, primer
párrafo establece lo siguiente:
“La entidad de fiscalización superior de la Federación, de la
Cámara de Diputados, tendrá autonomía técnica y de gestión en
el ejercicio de sus atribuciones y para decidir sobre su
organización interna, funcionamiento y resoluciones, en los
términos que disponga la ley.”
De la lectura del artículo citado podemos apreciar que las esferas o dimensiones
de la autonomía que el legislador concedió a la Auditoría Superior de la
Federación son cinco37:
Técnica
De gestión y decisión, la cual a su vez se divide en:
Organizativa
Funcional
-
37
Jhon M. Akerman y Cesar Astudillo. La autonomía constitucional de la Auditoría Superior de la
Federación. UNAM, México, 2009. Pp. 153-154.
41
Resolutiva
La concepción etimológica sugiere que la autonomía técnica implica la capacidad
que se reconoce a un órgano para regir su comportamiento bajo criterios de
especialización, sin depender de criterios de comportamiento dictados desde otro
órgano. En este contexto, la exigencia de especialización debe vincularse con el
objeto para el cual existe una entidad fiscalizadora, pues recordemos que en todo
Estado de Derecho existe el imperativo de corroborar el manejo adecuado de los
recursos públicos a efecto de advertir desviaciones e infracciones a los principios
de legalidad, eficiencia en el manejo y
transparencia, mismos a los que se
encuentran sujetas las instituciones públicas.38
La autonomía técnica se encuentra indisolublemente ligada a las características
esenciales de la función de control de la gestión financiera de los órganos
estatales, que el artículo 74 fracción IV párrafo quinto de la Constitución, confiere
a la Cámara de Diputados. La autonomía técnica concede a la Auditoría Superior
de la Federación la capacidad de realizar la fiscalización de los recursos públicos
mediante
operaciones
jurídicas
y
contables,
ajenas,
en
principio,
al
comportamiento político de las instituciones, sino mediante mecanismos
plenamente técnicos.
Por lo que hace a la autonomía de gestión, el artículo 2, fracción XI, de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, establece que debe
entenderse por Gestión Financiera: las acciones, tareas y procesos que, en la
ejecución de los programas, las entidades fiscalizadas realizan para captar,
recaudar u obtener recursos públicos conforme a la Ley de Ingresos y demás
disposiciones aplicables, así como para administrar, manejar, custodiar, ejercer y
aplicar los mismos y demás fondos, patrimonio y recursos, en términos del
Presupuesto y las demás disposiciones aplicables.
-
38
Aproximación al concepto de autonomía técnica y de gestión. Auditoría Superior de la
Federación, página web:
http://www.asf.gob.mx/uploads/47_Estudios_especializados/InsInvJurcomp.pdf
42
En consecuencia, la Auditoría Superior de la Federación cuenta con una
autonomía constitucionalmente limitada, esto ya que el legislador la adjetiva como
técnica y de gestión, sin otorgarle el beneficio de plena autonomía que otros
organismos constitucionalmente autónomos. Ahora bien, la posición en la cadena
de jerarquía de la Auditoría Superior de la Federación en relación con la Cámara
de Diputados, y muy en especial a su órgano evaluador, la Comisión de Vigilancia,
provocan una mayor disminución de la autonomía e independencia de la Auditoría
Superior de la Federación.
Dicha Comisión de Vigilancia limita el desempeño autónomo de la Auditoría
Superior de la Federación, esto en virtud de que los protagonismos políticos, los
intereses de los grupos de poder y las redes de corrupción, afectan de manera
directa la fiscalización de la cuenta pública al inmiscuirse en los asuntos de la
entidad superior de fiscalización con base en competencias de control y
evaluación de la misma, aunado por supuesto a la figura eminentemente política
del Auditor Superior; provocando una simulación de la autentica fiscalización de la
cuenta pública y de la división efectiva de los poderes.39
Es fundamental, de acuerdo a lo establecido en el Acuerdo de Lima, que la
entidad superior de fiscalización sea independiente de los poderes públicos a fin
de garantizar la objetividad de sus actuaciones, mismas que deben ser garantes
de la adecuada regulación estatal, y que por obvias circunstancias deben estar lo
menos afectadas de la politización de las gestiones, por lo que la propuesta de
elevar a la Auditoría Superior de la Federación al rango de organismo
constitucionalmente autónomo no debe descuidarse.
Es por lo mencionado que es menester analizar de qué forma la realidad jurídica
que regula a la Auditoría Superior de la Federación afecta la auténtica autonomía
constitucional que debería ejercer. En el marco de las normas que establecen a la
-
39
Op. Cit. Jhon M. Akerman y Cesar Astudillo. La autonomía constitucional de la Auditoría Superior
de la Federación. Pp. 91-94.
43
Auditoría Superior de la Federación, encontramos limitantes u omisiones que
afectan su autonomía constitucional40, por ejemplo:
• No puede iniciar leyes, no puede promover controversias constitucionales,
no puede promover acciones de inconstitucionalidad, ni goza el Auditor
Superior de la inmunidad que prevé el artículo 111 Constitucional.
• No tiene autonomía presupuestal.
• La Comisión de Vigilancia supervisa sus tareas fundamentales.
• Existe una Unidad de Evaluación y Control de la Comisión de Vigilancia que
vigila el desempeño de la institución.
• La designación del Auditor Superior se realiza mediante un procedimiento
politizado.
• El presupuesto que recibe es menor al de la Secretaría de la Función
Pública.
• La Auditoría Superior de la Federación no puede imponer sanciones
administrativas, asimismo, los resultados de las auditorías de desempeño
no
traen
aparejada
sanción
administrativa
alguna
sino
sólo
recomendaciones.
• No hay autorización previa de la Auditoría Superior de la Federación en
materia de contratos, fideicomisos, fondos y permisos que por su cuantía
sean relevante interés para su gestión.
Podemos concluir que la naturaleza jurídica de la Auditoría Superior de la
Federación es la de ser una entidad superior de fiscalización, con autonomía
constitucional técnica y de gestión, lo que constituye una autonomía diversa a la
-
40
Op. Cit. Jhon M. Akerman y Cesar Astudillo. La autonomía constitucional de la Auditoría Superior
de la Federación. Pp. 102 - 104.
44
concedida a los otros organismos constitucionalmente autónomos, y que además
de ve limitada al ser un organismo dependiente de la Cámara de Diputados.
2.2.1 Análisis de los artículos 74, fracción VI, y 79 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, contempla a la entidad
superior de fiscalización, particularmente en dos artículos, el 74 fracción VI, que
determina la facultad de la Cámara de Diputados de revisar la Cuenta Pública; y el
79, que declara la conformación, facultades, obligaciones y competencias de la
Auditoría Superior de la Federación.
Por su parte el artículo 74, fracción VI, en su primer párrafo expone lo siguiente:
“Artículo 74. Son facultades exclusivas de la Cámara de
Diputados:
…VI. 1° Revisar la Cuenta Pública del año anterior, con el objeto
de evaluar los resultados de la gestión financiera, comprobar si se
ha ajustado a los criterios señalados por el Presupuesto y verificar
el cumplimiento de los objetivos contenidos en los programas.”
El preservar a la Cámara de Diputados como la facultada para revisar la Cuenta
Pública obedece a una realidad histórica, la cual pretende y procura mantener bajo
el poder de los representantes de la nación la revisión de las gestiones del gasto
público. Esta necesidad se sustenta en el principio de división de funciones, y de
pesos y contrapesos de los poderes, de tal suerte que la Cámara de Diputados del
Congreso de la Unión, es en sí misma un contrapeso en la fiscalización del
Estado, más específicamente un contrapeso con el Ejecutivo Federal.
Sin embargo, lo anterior no debe tomarse como un paradigma inamovible de
dependencia de las entidades superiores de fiscalización al poder legislativo o
parlamento, ya que basta ejemplificar que la entidad superior de fiscalización de
45
España es el Tribunal de Cuentas, el cual permanece al Poder Judicial, y
únicamente responde ante las Cortes Generales.
Por otra parte, el párrafo segundo del mismo artículo y fracción señala lo siguiente:
“La revisión de la Cuenta Pública la realizará la Cámara de
Diputados a través de la entidad de fiscalización superior de la
Federación. Si del examen que ésta realice aparecieran
discrepancias entre las cantidades correspondientes a los
ingresos o a los egresos, con relación a los conceptos y las
partidas respectivas o no existiera exactitud o justificación en
los ingresos obtenidos o en los gastos realizados, se
determinarán las responsabilidades de acuerdo con la Ley. En
el caso de la revisión sobre el cumplimiento de los objetivos de
los
programas,
dicha
entidad
sólo
podrá
emitir
las
recomendaciones para la mejora en el desempeño de los
mismos, en los términos de la Ley.”
De este párrafo podemos desprender elementos importantes sobre la fiscalización
de los egresos públicos, siendo los más importantes los siguientes:
La entidad de fiscalización superior (Auditoría Superior de la Federación)
Competencia de la entidad de fiscalización superior (como órgano técnico
especializado) de examinar la cuenta pública.
Facultad sancionadora en materia de responsabilidades (sin adjetivar aún
resarcitorias), de conformidad con la Ley (en su caso, la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación). Es inicialmente en
este artículo en el que se principia la discusión sobre las facultades
sancionadoras de la Auditoría Superior de la Federación. Nuestra Carta
Magna en este artículo es poco específica y deja toda la carga de
determinación de las facultades sancionadoras a las normas de carácter
secundario al mencionar que serán aplicadas “de acuerdo con la Ley”, lo
46
cual fuera de favorecer las competencias de la auditoría la perjudica en
razón de que el legislador puede modificar a su antojo las disposiciones
legales aplicables y todo esto en un marco de semi-constitucionalidad.
Facultad de realizar recomendaciones en materia del cumplimiento de
programas. Esta inserción es un menoscabo en la real autonomía de la
Auditoría, y como tal violenta el principio de eficiencia y eficacia necesarias
para la fiscalización de la Cuenta Pública, esto en razón de que la entidad
superior de fiscalización debe encontrarse dotada de mejores mecanismos
de control.
Ya en cuestiones más técnicas el párrafo tercero de la fracción en comento
determina que la Cuenta Pública del ejercicio fiscal correspondiente deberá ser
presentada a la Cámara de Diputados a más tardar el 30 de abril del año
siguiente, término prorrogable máximo hasta por 30 días naturales.
Es importante señalar que mediante el Decreto por el que se reforman y adicionan
diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en materia política, publicado en el Diario Oficial de la Federación el
día 9 de agosto del año 2012, se reformó el párrafo cuarto de la fracción VI del
artículo 74 constitucional, mediante la cual se establece que la Cámara de
Diputados concluirá la revisión de la Cuenta Pública a más tardar el 31 de octubre
del año siguiente al de su presentación, con base en el análisis de su contenido y
en las conclusiones técnicas del informe del resultado de la entidad de
fiscalización superior de la Federación. Antes de la reforma la Cámara de
Diputados debía concluir la revisión de la Cuenta Pública a más tardar el 30 de
septiembre. Por lo que si la Cuenta Pública del año 2011 fue presentada a más
tardar el 30 de abril del año 2012 (suponiendo no existiera ninguna prórroga en
términos del citado párrafo tercero de la fracción VI del artículo en estudio), la
Cámara de Diputados debe concluir su revisión a más tardar el 31 de octubre del
año 2013, lo cual nos permite calcular que la Cámara de Diputados cuenta con
dieciocho meses para, apoyándose en el Informe de Resultados de al efecto emita
47
la Auditoría Superior de la Federación, dar a conocer sus conclusiones sobre la
Cuenta Pública.
Finalmente, el párrafo quinto del artículo 74, en su fracción VI, establece una de
las regulaciones más criticadas de la actual conformación jurídica de la Auditoría
Superior de la Federación, ya que expresa lo siguiente:
“La Cámara de Diputados evaluará el desempeño de la entidad
de fiscalización superior de la Federación y al efecto le podrá
requerir que le informe sobre la evolución de sus trabajos de
fiscalización;…”
Como ya analizamos en el tema de la naturaleza jurídica de la Auditoría Superior
de la Federación, la entidad superior de fiscalización es un órgano dependiente de
la Cámara de Diputados, la cual mediante la Comisión de Vigilancia de la Cámara
de Diputados la evalúa en sus actividades. Este artículo por supuesto deduce el
sometimiento jerárquico de la Auditoría a la Cámara, lo que impide que se cumpla
el principio de independencia tan aludido desde la Declaración de Lima de 1977, la
cual en su parte conducente expresa:
“Las Entidades Fiscalizadoras Superiores sólo pueden cumplir
eficazmente sus funciones si son independientes de la institución
controlada y se hallan protegidas contra influencias exteriores.”41
Es por lo anterior que se puede concluir que si bien el artículo 76, fracción VI, de la
Constitución Política, se refiere a las facultades exclusivas de la Cámara de
Diputados, lo cierto es que contiene elementos fundamentales de la conformación
de la Auditoría Superior de la Federación, mismos que trascienden a su
desempeño y la adecuada construcción del marco legal que la compone.
-
41
Op. Cit. Declaración de Lima de octubre de I977, de la Organización Internacional de las Entidades
Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI). Artículo 5, párrafo primero.
48
El artículo 79 Constitucional se presenta más complejo en su estudio, primero por
su extensión y contenido, y segundo por su implicación sistemática al contemplar
de manera más específica las facultades y competencias de la Auditoría Superior
de la Federación.
De este modo iniciamos su estudio enunciando su primero y segundo párrafos,
los cuales expresan lo siguiente:
“Artículo 79. La entidad de fiscalización superior de la
Federación, de la Cámara de Diputados, tendrá autonomía
técnica y de gestión en el ejercicio de sus atribuciones y para
decidir
sobre
su
organización
interna,
funcionamiento
y
resoluciones, en los términos que disponga la ley.”
La función de fiscalización será ejercida conforme a los principios
de posterioridad, anualidad, legalidad, definitividad, imparcialidad
y confiabilidad.”
El primer párrafo es también sujeto de múltiples críticas. Se destaca la idea de la
“adjetivación” de la autonomía constitucional, esto se ejemplifica con la lectura de
los artículos 41, fracción V, y 28, sexto párrafo, los cuales regulan la naturaleza
jurídica del Instituto Federal Electoral y del Banco de México, respectivamente, y
de los que se desprende únicamente palabra “autónomo”, sin añadir las palabras
“técnica y de gestión”. Para su mejor estudio se transcriben los artículos
mencionados, subrayándose las partes esenciales de análisis:
Artículo 41, fracción V. “La organización de las elecciones
federales es una función estatal que se realiza a través de un
organismo público autónomo denominado Instituto Federal
Electoral, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, en
cuya integración participan el Poder Legislativo de la Unión, los
partidos políticos nacionales y los ciudadanos, en los términos
que ordene la ley. En el ejercicio de esta función estatal, la
49
certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad
serán principios rectores.”
Artículo 28, sexto párrafo. “El Estado tendrá un banco central
que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su
administración. Su objetivo prioritario será procurar la estabilidad
del poder adquisitivo de la moneda nacional, fortaleciendo con ello
la rectoría del desarrollo nacional que corresponde al Estado.
Ninguna
autoridad
podrá
ordenar
al
banco
conceder
financiamiento.”
En ese sentido, la limitante que el Congreso de la Unión estableció a la autonomía
de la Auditoría Superior de la Federación implica un obstáculo a la necesidad de
fortalecer una institución en tres aspectos fundamentales: la independencia de la
propia Auditoría, la independencia de sus miembros, y su independencia
financiera.
Desafortunadamente no podemos hablar en este momento que ninguno de los
aspectos fundamentales se encuentre protegido por la Constitución, sino al
contrario, limita y politiza la autonomía de la Auditoría Superior de la Federación,
lo que atenta de manera inmediata a su objetividad e imparcialidad.
Por su parte, el artículo 79 constitucional regula las facultades de la entidad de
fiscalización superior, mismas que se dividen en cuatro fracciones con diversos
párrafos, las cuales para un mejor estudio se resumen y agrupan, como siguen:
Fracción I:
a) Fiscalizar en forma posterior los ingresos y egresos; el manejo, la custodia y la
aplicación de fondos y recursos de los Poderes de la Unión y de los entes públicos
federales; (principio de posterioridad)
b) Fiscalizará directamente los recursos federales que administren o ejerzan:
• Los Estados.
50
• Los municipios.
• El Distrito Federal.
• Los órganos político-administrativos de sus demarcaciones territoriales.
• Recursos federales que se destinen y se ejerzan por cualquier entidad,
persona física o moral, pública o privada, y los transferidos a fideicomisos,
mandatos, fondos o cualquier otra figura jurídica.
c) Podrá solicitar y revisar, de manera casuística y concreta, información de
ejercicios anteriores al de la Cuenta Pública en revisión, sin que por este motivo se
entienda, para todos los efectos legales, abierta nuevamente la Cuenta Pública del
ejercicio al que pertenece la información solicitada; (excepción al principio de
anualidad)
d) Sin perjuicio del principio de posterioridad, en las situaciones excepcionales que
determine la Ley, derivado de denuncias, podrá requerir a las entidades
fiscalizadas que procedan a la revisión, durante el ejercicio fiscal en curso, de los
conceptos denunciados y le rindan un informe.
De la lectura del contenido de la primera fracción del artículo 79 Constitucional
observamos que resaltan varias cuestiones: el principio de posterioridad, el cual
aunque prevé que la revisión del gasto público se realizará posteriormente al
entregarse la Cuenta Pública, se complementa con las situaciones excepcionales
y la facultad de revisar de manera casuística la información de la Cuenta Pública.
Estas características permiten comprender el marco de competencias temporales
de la Auditoría Superior de la Federación ya que podrá realizar actividades de
control y gestión durante el ejercicio fiscal en curso, en las actividades “normales”
de revisión de la Cuenta Pública, o excepcionalmente al principio de anualidad,
revisar las Cuenta Pública de años anteriores al que debe examinarse.
Además de lo anterior, se advierte la competencia material de la Auditoría al
determinarse que fiscalizará los recursos federales que utilicen desde los Poderes
51
de la Unión, los Estados, hasta personas físicas y morales que los ejerzan para el
cumplimiento de alguna meta programada en el Presupuesto de Egresos. Dicha
competencia representa una mejora reguladora y de control de la Auditoría en
razón de que se contempla la universalidad de los recursos públicos federales
como objeto de fiscalización.
A continuación, la fracción II del artículo 79 de la Constitución Política, la cual
regula el procedimiento referente a la entrega del informe del resultado de la
revisión de la Cuenta Pública, mismo que decreta lo siguiente:
Fracción II:
a) Se entregará el informe del resultado de la revisión de la Cuenta Pública a la
Cámara de Diputados a más tardar el 20 de febrero del año siguiente al de su
presentación, (esto es, si la Cuenta Pública debe presentarla el Poder Ejecutivo a
más tardar el día 30 de abril del año siguiente a su ejercicio, la Auditoría Superior
de la Federación cuenta con un plazo de 10 meses para avocarse a su estudio,
lapso que es por demás ridículo y atenta en contra del profundo análisis que la
Cuenta Pública requiere).
b) De manera previa a la presentación del informe del resultado se darán a
conocer a las entidades fiscalizadas la parte que les corresponda de los resultados
de su revisión, a efecto de que éstas presenten las justificaciones y aclaraciones
que correspondan.
c) El titular de la entidad de fiscalización superior de la Federación enviará a las
entidades fiscalizadas las recomendaciones y acciones promovidas que
correspondan para que, en un plazo de hasta 30 días hábiles, presenten la
información y realicen las consideraciones que estimen pertinentes, en caso de no
hacerlo se harán acreedores a las sanciones establecidas en Ley.
d) La entidad de fiscalización superior de la Federación deberá entregar a la
Cámara de Diputados, los días 1 de los meses de mayo y noviembre de cada año,
un informe sobre la situación que guardan las observaciones, recomendaciones y
52
acciones promovidas. La entidad de fiscalización superior de la Federación deberá
guardar reserva de sus actuaciones y observaciones hasta que rinda el informe
del resultado a la Cámara de Diputados. (Este párrafo desorienta a la autonomía e
imperio de la Auditoría Superior de la Federación, esto en la razón de que si bien
puede emitir recomendaciones lo cierto es que la inexistencia de su
obligatoriedad, y de los procedimientos sancionadores por parte de la propia
Cámara
de
Diputados
en
caso
de
que
encontrara
insubsistencias
o
inobservancias.
Por su parte la fracción III, del artículo 79 nos menciona una de las facultades más
importantes de la entidad superior de fiscalización de la Federación, y que se liga
al principio de transparencia, es decir, la investigación de los actos u omisiones
que provoquen un daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal, el cual se
transcribe para su mejor comprensión:
Fracción III:
“Investigar
los
actos
u
omisiones
que
impliquen
alguna
irregularidad o conducta ilícita en el ingreso, egreso, manejo,
custodia y aplicación de fondos y recursos federales, y efectuar
visitas domiciliarias, únicamente para exigir la exhibición
de
libros, papeles o archivos indispensables para la realización de
sus investigaciones, sujetándose a las leyes y a las formalidades
establecidas para los cateos,…”
Como se lee, su contenido se encuentra plenamente ligado al artículo 16,
antepenúltimo párrafo de la propia Constitución Política que prevé que las
autoridades administrativas podrán practicar visitas domiciliarias para verificar el
cumplimiento de la Ley, y que para fines didácticos se transcribe:
“La autoridad administrativa podrá practicar visitas domiciliarias
únicamente para cerciorarse de que se han cumplido los
reglamentos sanitarios y de policía; y exigir la exhibición de los
53
libros y papeles indispensables para comprobar que se han
acatado las disposiciones fiscales, sujetándose en estos casos, a
las leyes respectivas y a las formalidades prescritas para los
cateos.”
Es decir, la Auditoría tiene facultades de control, inspección y vigilancia a efecto
de garantizar y comprobar el adecuado registro, administración, cuidado y
erogación de los recursos públicos federales, y dichas facultades se relacionan
con otras similares que tienen las autoridades administrativas para verificar el
cumplimiento de la leyes, lo que nos permite concluir también que la Auditoría
Superior de la Federación por sus facultades es un organismo de carácter
administrativo, pero integrado al poder legislativo, lo sigue convirtiéndolo en una
entidad objeto de interesantes estudios.
Retomando, la primera parte de la fracción III, nos habla de la facultad de
investigación de la Auditoría, la cual se limita únicamente realizar investigaciones
relacionadas con la revisión de la Cuenta Pública, y en su caso, dar a conocer a
las autoridades competentes sobre las presuntas responsabilidades que se
encontraron, ya sean penales o administrativas; fincando en uso de sus facultades
sancionadores las responsabilidades resarcitorias procedentes.
Por último, la fracción IV del artículo 79 constitucional establece a las
responsabilidades resarcitorias de manera implícita; así como la obligación de la
entidad de fiscalización superior de poner en conocimiento de las autoridades
competentes sobre las responsabilidades a que se refiere el Título Cuarto de
nuestra Constitución, es decir, las responsabilidades administrativas de los
servidores públicos, y en su caso, presentar denuncias y querellas ante el
Ministerio Público Federal.
A efecto de reforzar lo dicho, se cita la fracción IV, del artículo 79 de nuestra Carta
Magna, subrayando los puntos de análisis más importantes:
54
Fracción IV:
“Determinar los daños y perjuicios que afecten a la Hacienda
Pública Federal o al patrimonio de los entes públicos federales y
fincar directamente a los responsables las indemnizaciones y
sanciones pecuniarias correspondientes, así como promover ante
las
autoridades
competentes
el
fincamiento
de
otras
responsabilidades; promover las acciones de responsabilidad a
que se refiere el Título Cuarto de esta Constitución, y presentar
las denuncias y querellas penales, en cuyos procedimientos
tendrá la intervención que señale la ley.”
“Las sanciones y demás resoluciones de la entidad de
fiscalización superior de la Federación podrán ser impugnadas por
las entidades fiscalizadas y, en su caso, por los servidores
públicos afectados adscritos a las mismas, ante la propia entidad
de fiscalización o ante los tribunales a que se refiere el artículo 73,
fracción XXIX-H de esta Constitución conforme a lo previsto en la
Ley.”
La Cámara de Diputados designará al titular de la entidad de
fiscalización por el voto de las dos terceras partes de sus
miembros presentes.
“El
Poder
Ejecutivo
Federal
aplicará
el
procedimiento
administrativo de ejecución para el cobro de las indemnizaciones
y sanciones pecuniarias a que se refiere la fracción IV del
presente artículo.”
No podemos pasar desapercibido el contenido del segundo párrafo de esta
fracción, el cual nos señala que es competencia del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa el conocer de los juicios relativos a las responsabilidades
resarcitorias. Por supuesto esta decisión se toma en virtud de que la resolución
55
por la que se finca una responsabilidad resarcitoria es en sí un acto administrativo,
y dicha autoridad jurisdiccional de conformidad con lo establecido en el artículo
segundo de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, puede
conocer de los actos administrativos, Decretos y Acuerdos de carácter general,
diversos a los Reglamentos.
La controversia surge cuando el Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y
Administrativa en propiamente una de las entidades fiscalizadas por la Auditoria
Superior de la Federación, por lo que si las determinaciones de la entidad superior
de fiscalización puedan controvertirse ante una entidad fiscalizada resulta
incongruente con la dimensión que la Constitución le otorga. Además, lo anterior
se apoya con lo que establece la ya mencionada Declaración de Lima del año de
1977, la cual en su artículo 5, párrafo tercero menciona:
“Las Entidades Fiscalizadoras Superiores y el grado de su
independencia deben regularse en la Constitución; los aspectos
concretos
podrán
ser
regulados
por
medio
de
Leyes.
Especialmente deben gozar de una protección legal suficiente,
garantizada por un Tribunal Supremo, contra cualquier injerencia
en su independencia y sus competencias de control.”42
En consecuencia, a fin de armonizar la Declaración de Lima con nuestro derecho
interno, debería ser únicamente la Suprema Corte de Justicia de la Nación la
plenamente facultada para interpretar las disposiciones reguladoras de la entidad
superior de fiscalización de la federación, esto a fin de garantizar su adecuada
observancia y en su caso hacer valer su imperio sin obstáculos de interpretación
de menor jerarquía. Sin embargo, toda vez que la Suprema Corte de Justicia de la
Nación cuenta con facultades específicas, y atendiendo que el juicio de amparo es
un mecanismo de control de la constitucionalidad de los actos de autoridad, una
propuesta sensata sería la de trasladar la competencia para conocer de los juicios
-
42
Op. Cit. Declaración de Lima de octubre de I977, de la Organización Internacional de las Entidades
Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI). Artículo 5, párrafo primero.
56
interpuestos en contra de las resoluciones de la Auditoría Superior de la
Federación, a los Juzgados de Distrito en Materia Administrativa, para que
mediante el juicio de amparo resuelvan sobre su constitucionalidad.
Ahora bien, el párrafo tercero por su parte también es criticable, ya que el cargo de
Auditor Superior de la Federación es nombrado por la Cámara de Diputados, lo
cual, pone en juicio la objetividad del Auditor Superior en razón de que el puesto
inevitablemente se encuentra politizado, ya que los grupos parlamentarios que
tengan la mayoría son los que tienen el poder político real para proponer y aprobar
al titular de dicha entidad de fiscalización superior. Lo que nos lleva a una
pregunta muy válida, ¿es correcta la integración de la Auditoría Superior de la
Federación? A mi parecer no, pues no obedece al principio de independencia y
objetividad.
Finalmente el último párrafo nos menciona el procedimiento mediante el cual se
hacen efectivas las responsabilidades resarcitorias determinadas, es decir, el
procedimiento administrativo de ejecución, mismo que es el utilizado para el cobro
de créditos fiscales, y como se precisará más adelante, y en concordancia con lo
que nuestra Constitución dispone, las responsabilidades resarcitorias exigidas en
caso de su incumplimiento mediante el procedimiento administrativo de ejecución
contenido en el Código Fiscal de la Federación, lo anterior de conformidad con lo
que establece en sus artículos aplicables, la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación.
A manera de conclusión podemos decir que si las directrices constitucionales de la
Auditoría Superior de la Federación, presenta ciertas obscuridades y críticas,
debemos preocuparnos por el contenido de las normas de carácter secundario
que la regulan, y en las que se desglosan sus facultades y competencias. Es
necesario revisar de manera puntual, la estructura que a nivel constitucional se le
otorga, ya que es una entidad fundamental para el crecimiento y sostén de la vida
democrática, y es la autoridad encomendada al combate a la corrupción, y la
procuración de la adecuada rendición de cuentas.
57
2.3 Facultades
La Auditoría Superior de la Federación es la entidad de fiscalización superior de la
Federación; la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos le concede
una autonomía técnica y de gestión; y se encuentra supeditada a la Cámara de
Diputados, del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos. En ese
sentido, se encarga de la fiscalización de la Cuenta Pública con el propósito de
comprobar la aplicación correcta de los fondos federales aprobados en el
Presupuesto de Egresos de la Federación a los Poderes de la Unión, organismos
constitucionales autónomos, y demás sujetos que participen de los egresos de la
Hacienda Pública Federal para objetivos que tengan un fin público, como los
fideicomisos.
En este contexto la importancia de la Auditoría de la Federación como autoridad
administrativa encargada de la gestión del gasto público, se traduce en el marco
de nuestro sistema legalista en un cúmulo no menos significativo de disposiciones
normativas de carácter secundario, mismas que podríamos adjetivar con el
carácter de normas administrativas, en virtud de que proveen a la autoridad de sus
facultades y competencias, que por sus características especiales producen actos
administrativos, aunque formalmente legislativos.
La las normas vinculadas con las funciones de la Auditoría Superior de la
Federación más importante es la reciente Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación, la cual se encuentra en plena vigencia, y contiene sus
facultades.
Si bien es cierto Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación
nos dirige a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, es sólo
para efectos de brindar elementos suficientes para la facultad de comprobación y
revisión de la Auditoría, más no por el otorgamiento de nuevas facultades, ya que
la Auditoría Superior de la Federación, ocupa a la Ley Federal de Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria para determinar si las entidades fiscalizadas se
dirigieron en concordancia con los criterios de legalidad, honestidad, eficiencia,
58
eficacia, economía, racionalidad, austeridad, transparencia, control, rendición de
cuentas y equidad de género. Por otra parte, las leyes que se aplican de manera
supletoria a la misma no contienen ninguna competencia adicional a las que se
enuncian tanto en la Constitución como en la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación.
Dando seguimiento al contenido de la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación encontramos que las facultades más importantes del
órgano de fiscalización superior de la federación son:
La fiscalización de la cuenta pública, mediante las actividades de auditoría,
requerimiento de información, emisión de pliegos de responsabilidades y
recomendaciones, y el informe de resultado de auditoría que se presenta
ante la Cámara de Diputados.
La fiscalización de los recursos públicos federales que fueron destinados a
los Estados y Municipios con un fin programático.
La revisión de las situaciones excepcionales.
La revisión de la cuenta pública de años anteriores sólo para situaciones
específicas.
La revisión del cumplimiento de los criterios establecidos en el Presupuesto
de Egresos y la Ley de Ingresos de la Federación.
El fincamiento de responsabilidades resarcitorias a los responsables de un
daño causado a la Hacienda Pública Federal.
La Auditoría cuenta con otras tantas facultades, como la de verificar el adecuado
cumplimiento de los programas federales; presentar observaciones previas a las
entidades fiscalizadas a fin de que presenten su solventación adecuada del gasto
público; regular a las Entidades de Fiscalización Locales de los estados y del D.F.,
con el propósito de que cuenten con autonomía técnica y de gestión, asimismo,
59
establece requisitos para el nombramiento de sus titulares y principios básicos de
su actuación; etcétera.
Como nota aclaratoria al presente trabajo de investigación, se precisa que no se
analizará el contenido del Título Tercero, de la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación, el cual regula lo referente a “la Fiscalización de
Recursos Federales Administrados o Ejercidos por Órdenes de Gobierno Locales
y por Particulares”, ya que sale de la delimitación del tema que tiene el propio
título de la presente investigación.
A continuación realizamos el estudio de las disposiciones generales de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, estudiando las facultades
esenciales de la Auditoría Superior de la Federación relacionadas con la
fiscalización de la cuenta pública, analizando las responsabilidades resarcitorias,
definiéndolas y explicándolas, y finalmente tratando el tema de las situaciones
excepcionales al principio de posterioridad de la fiscalización de la Cuenta Pública.
2.3.1 La Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación
Mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 20 de mayo
del año 2009, se expidió la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, la cual en su artículo segundo transitorio establece que con esta se
abroga a la Ley de Fiscalización Superior de la Federación, publicada en el Diario
Oficial de la Federación el día 29 de diciembre del año 2000, la cual servía como
ley reguladora de las facultades y competencias de la Auditoría Superior de la
Federación.
La Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación surge como
norma reglamentaria de los artículos 74, fracciones II y VI, y 79 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de revisión y fiscalización de
la Cuenta Pública, tal como se desprende de su artículo 1. Es una ley de orden
público, es decir, de aplicación en todo el territorio nacional.
60
El objeto de la Ley es el reglamentar los preceptos constitucionales antes citados,
en materia de revisión y fiscalización de la cuenta pública, es el propio artículo 1,
en sus párrafos segundo y tercero, de la ley en estudio, el que define el concepto
de fiscalización de la cuenta pública. El cual se cita:
“…La fiscalización de la Cuenta Pública comprende la revisión de
los ingresos, los egresos, incluyendo subsidios, transferencias y
donativos, fondos, los gastos fiscales y la deuda pública; del
manejo, la custodia y la aplicación de recursos públicos federales,
con excepción de las participaciones federales, así como de la
demás
información
financiera,
contable,
patrimonial,
presupuestaria y programática que las entidades fiscalizadas
deban incluir en dicho documento, conforme a las disposiciones
aplicables.
La fiscalización de la Cuenta Pública tiene el objeto de evaluar los
resultados de la gestión financiera de las entidades fiscalizadas;
comprobar si se observó lo dispuesto en el Presupuesto, la Ley de
Ingresos y demás disposiciones legales aplicables, así como la
práctica de auditorías sobre el desempeño para verificar el
cumplimiento de los objetivos y las metas de los programas
federales, conforme a las normas y principios de posterioridad,
anualidad, legalidad, definitividad, imparcialidad y confiabilidad.”
De la lectura anterior se desprenden varios conceptos claves que permiten limitar
qué debe entenderse por la fiscalización de la Cuenta Púbica, siendo los
siguientes: revisar, evaluar, comprobar y verificar. Por supuesto todos implican
facultades meramente administrativas, por lo que no se puede desatender que es
parte de la naturaleza de la Auditoría Superior de la Federación el ser un ente
administrativo, con normas de carácter administrativo, y que actúa mediante
procedimientos
administrativos
que
concluyen,
evidentemente
en
actos
administrativos. La claridad en estos conceptos resulta necesaria al momento de
61
estudiar lo referente a los medios de impugnación, ya que como se verá, existe un
recurso administrativo que opera en contra de las resoluciones de la Auditoría
Superior de la Federación, el cual es optativo al juicio de nulidad o contencioso
administrativo, el cual debe agotarse para cumplir con el principio de definitividad
que exige la Ley de Amparo en su artículo 73, fracción XV, a efecto de acudir al
amparo directo ante los Tribunales Colegiados de Circuito del Poder Judicial de la
Federación.
Continuando con el análisis de los párrafos segundo y tercero del artículo 1 de la
Ley en estudio, es importante definir los conceptos clave que establecen los
mecanismos mediante los cuales el ente superior de fiscalización de la
Federación, ejecutará sus labores, mismos que se enlistan con sus respectivas
definiciones43:
-
Revisar: Ver con atención y cuidado. Someter algo a nuevo examen para
corregirlo, enmendarlo o repararlo.
-
Evaluar: Estimar, apreciar, calcular el valor de algo. Estimar el
conocimiento, aptitud y rendimiento.
-
Comprobar: Verificar, confirmar la veracidad o exactitud de algo.
-
Verificar: Comprobar o examinar la verdad de algo.
Como se ha venido repasando, la revisión de la Cuenta Pública está a cargo de la
Cámara de Diputados, la cual se apoya en el ente de fiscalización superior de la
Federación, es decir, la Auditoría Superior de la Federación, que tiene autonomía
técnica y de gestión, la cual le es otorgada por la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos en su artículo 79, párrafo primero, lo que es reforzado
por el artículo tercero de la Ley en comento, lo que genera concordancia entre el
contenido de la norma fundamental y las leyes secundarias en ese sentido.
-
43
Diccionario de la Real Academia Española, versión en línea: http://www.rae.es/rae.html
62
En cuestiones de sistemática jurídica en su artículo 5º, encontramos la
supletoriedad a la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación,
siendo que a falta de disposición expresa de la Ley en comento, se aplicarán en
forma supletoria y en lo conducente las siguientes leyes y disposiciones
normativas:
-
Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria;
-
Ley de Ingresos;
-
Código Fiscal de la Federación;
-
Ley Federal de Procedimiento Administrativo;
-
Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores
Públicos;
-
Presupuesto de Egresos de la Federación;
-
Así como las disposiciones relativas del derecho común federal, sustantivo
y procesal, dentro de los cuales encontramos por ejemplo: el Código Civil
Federal y el Código Federal de Procedimientos Civiles.
El estudio de la supletoriedad de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas
de la Federación, es fundamental, en virtud de que de ella se desprenden diversas
hipótesis normativas que no están comprendidas en la propia Ley. La
supletoriedad se aplica de acuerdo al caso específico y con base en una
necesidad fundada y motivada para su aplicación, por lo que la Auditoría Superior
de la Federación debe aplicar las normas supletorias únicamente en el marco de
sus competencias y sólo cuando la hipótesis normativa que requiera el uso de la
supletoriedad se manifieste. Lo anterior se robustece con la siguiente tesis de
jurisprudencia, que se transcribe para su mejor entendimiento:
Registro No. 212754
63
Localización:
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
76, Abril de 1994
Página: 33
Tesis: I.4o.C. J/58
Jurisprudencia
Materia(s): Común
“SUPLETORIEDAD DE LA LEY. REQUISITOS PARA QUE
OPERE.
Los
requisitos
necesarios
para
que
exista
la
supletoriedad de unas normas respecto de otras, son: a) que el
ordenamiento que se pretenda suplir lo admita expresamente, y
señale el estatuto supletorio; b) que el ordenamiento objeto de
supletoriedad prevea la institución jurídica de que se trate; c) que
no obstante esa previsión, las normas existentes en tal cuerpo
jurídico sean insuficientes para su aplicación a la situación
concreta presentada, por carencia total o parcial de la
reglamentación necesaria, y d) que las disposiciones o principios
con los que se vaya a llenar la deficiencia no contraríen, de algún
modo, las bases esenciales del sistema legal de sustentación de
la institución suplida. Ante la falta de uno de estos requisitos, no
puede operar la supletoriedad de una legislación en otra.”
La citada tesis nos permite resaltar un requisito sustancial de la supletoriedad, y
que dicha jurisprudencia menciona en su inciso d), que refiere que sólo se puede
aplicar la supletoriedad cuando las disposiciones o principios no sean contrarios a
las bases esenciales de la institución que van a suplir, siendo en el caso de la
fiscalización de la Cuenta Pública los principios de transparencia, rendición de
cuentas y responsabilidad hacendaria. Además, debemos pensar que en materia
de sanciones administrativas o resarcitorias operan otros principios, como el de
64
legalidad de las actuaciones de la autoridad, el requisito de fundamentación y
motivación, así como el principio de presunción de inocencia.
Por otra parte, los sujetos que pueden ser objeto de requerimiento de información
relacionada con la fiscalización de la Cuenta Pública, y en su caso,
determinárseles una responsabilidad resarcitoria, son los servidores públicos y las
personas físicas o morales, públicas o privadas, que capten, reciban, recauden,
administren, manejen, ejerzan y custodien recursos públicos federales, esto de
conformidad con el primer párrafo del artículo 6, de la Ley en estudio. En el caso
de que los servidores públicos o particulares no cumplimenten en tiempo y forma
los requerimientos formulados la Auditoría podrá imponerles una multa mínima de
650 a una máxima de 2000 días de salario mínimo diario general vigente en el
Distrito Federal.
En el caso de las personas físicas, las cuales no se encuentran en el supuesto de
ser un servidor público, las auditorías sólo podrán realizarse sobre recursos
públicos Federales, más no sobre recursos privados. Lo anterior permite la
desvinculación de las personas físicas de los sujetos que son beneficiados por
programas de gobierno, por ejemplo, los programas que brindan un apoyo
económico mensual, por lo que dichos dineros no son objeto de fiscalizarse, en
virtud de que se entiende como privado, y por lo tanto los particulares no deben
rendir cuentas de en qué gastan el dinero otorgado a su favor por algún programa
de apoyo. Para fortalecer lo anterior sirve de apoyo la siguiente tesis de
jurisprudencia:
Registro No. 173935
Localización:
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Noviembre de 2006
Página: 878
Tesis: P./J. 123/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Administrativa
65
“CUENTA PÚBLICA. LAS FACULTADES DE LA AUDITORÍA
SUPERIOR
DE
LA
FEDERACIÓN
DE
REVISARLA
Y
FISCALIZARLA SÓLO PUEDEN EJERCERSE RESPECTO DE
INGRESOS O RECURSOS PÚBLICOS. De los artículos 74,
fracciones II y IV, y 79 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 2o., 14, 16, 32, 51 y 74 de la Ley de
Fiscalización Superior de la Federación, se advierte que la entidad
de fiscalización superior de la Federación tiene diversas
facultades relacionadas con la cuenta pública, entre las que
destacan las de revisar y fiscalizar a cualquier persona pública o
privada, siempre que reciban, recauden, administren, manejen o
ejerzan recursos o ingresos públicos federales obtenidos; por
tanto, la Auditoría Superior de la Federación no puede ejercer
esas facultades respecto de recursos estrictamente particulares o
privados.”
La clasificación de recursos particulares o privados o recursos públicos, es básica
para comprender el alcance de las facultades comprobatorias en materia de
rendición de cuentas y responsabilidad hacendaria.
Por otra parte, las principales atribuciones legales con las que cuenta la Auditoría
Superior de la Federación para la fiscalización de la Cuenta Pública, de
conformidad con el artículo 15, de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas
de la Federación, son las siguientes:
Evaluar el cumplimiento final de los objetivos y metas fijados en los
programas federales, conforme a los indicadores estratégicos y de gestión
establecidos en el Presupuesto de Egresos y tomando en cuenta el Plan
Nacional de Desarrollo, los planes sectoriales, los planes regionales, los
programas operativos anuales, los programas de las entidades fiscalizadas,
entre otros, a efecto de verificar el desempeño de los mismos y, en su caso,
el uso de recursos públicos federales conforme a las disposiciones legales.
66
Lo anterior, con independencia de las atribuciones similares que tengan
otras instancias.
Verificar documentalmente que las entidades fiscalizadas que hubieren
captado, recaudado, custodiado, manejado, administrado, aplicado o
ejercido recursos públicos, lo hayan realizado conforme a los programas
aprobados y montos autorizados, así como en el caso de los egresos, con
cargo a las partidas correspondientes; además, con apego a las
disposiciones legales, reglamentarias y administrativas aplicables.
Verificar que las operaciones que realicen las entidades fiscalizadas sean
acordes con la Ley de Ingresos y el Presupuesto y se efectúen con apego a
las disposiciones respectivas del Código Fiscal de la Federación y leyes
fiscales sustantivas; las leyes General de Deuda Pública, Federal de
Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; orgánicas del Congreso
General de los Estados Unidos Mexicanos, de la Administración Pública
Federal, del Poder Judicial de la Federación y demás disposiciones legales,
reglamentarias y administrativas aplicables a estas materias.
Solicitar y obtener toda la información necesaria para el cumplimiento de
sus funciones de conformidad con lo previsto en esta Ley.
La Auditoría Superior de la Federación tendrá acceso a la información que
las disposiciones legales consideren como de carácter reservado,
confidencial o que deba mantenerse en secreto, cuando esté relacionada
directamente con la captación, recaudación, administración, manejo,
custodia, ejercicio, aplicación de los ingresos y egresos federales y la
deuda pública, estando obligada a mantener la misma reserva o secrecía,
hasta en tanto no se derive de su revisión el fincamiento de
responsabilidades.
67
Investigar, en el ámbito de su competencia, los actos u omisiones que
impliquen alguna irregularidad o conducta ilícita en el ingreso, egreso,
manejo, custodia y aplicación de fondos y recursos federales.
Efectuar visitas domiciliarias, únicamente para exigir la exhibición de los
libros,
papeles,
contratos,
convenios,
nombramientos,
dispositivos
magnéticos o electrónicos de almacenamiento de información, documentos
y archivos indispensables para la realización de sus investigaciones,
sujetándose a las leyes respectivas y a las formalidades prescritas para los
cateos, así como realizar entrevistas y reuniones con particulares o con los
servidores públicos de las entidades fiscalizadas, necesarias para conocer
directamente el ejercicio de sus funciones.
Formular recomendaciones al desempeño para mejorar los resultados, la
eficacia, eficiencia y economía de las acciones de gobierno, a fin de elevar
la calidad del desempeño gubernamental.
Formular
recomendaciones,
solicitudes
de
aclaración,
pliegos
de
observaciones, promociones de intervención de la instancia de control
competente, promociones del ejercicio de la facultad de comprobación
fiscal,
promociones
de
responsabilidad
administrativa
sancionatoria,
denuncias de hechos y denuncias de juicio político.
Determinar los daños o perjuicios, o ambos, que afecten la Hacienda
Pública Federal o, en su caso, al patrimonio de los entes públicos federales
o de las entidades paraestatales federales y fincar directamente a los
responsables
las
indemnizaciones
y
sanciones
pecuniarias
correspondientes.
La Auditoría Superior de la Federación promoverá y dará seguimiento ante
las autoridades competentes del fincamiento de otras responsabilidades a
las que se refiere el Título Cuarto de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y presentará denuncias y querellas penales.
68
Fincar las responsabilidades e imponer las sanciones correspondientes a
los responsables, por el incumplimiento a sus requerimientos de
información en el caso de las revisiones que haya ordenado tratándose de
las situaciones excepcionales que determina esta Ley.
Conocer y resolver sobre el recurso de reconsideración que se interponga
en contra de las resoluciones y sanciones que aplique, así como condonar
total o parcialmente las multas impuestas.
Fiscalizar la deuda pública en su contratación, registro, renegociación,
administración y pago.
De la síntesis de las principales facultades de la entidad superior de fiscalización
observamos la complejidad de sus atribuciones, las cuales nos permiten afirmar
que la Auditoría Superior de la Federación es un organismo de control, revisión y
evaluación, así como sancionador, y facultado para resolver sobre los recursos
que se interpongan en contra de sus resoluciones.
Las facultades de la Auditoría se traducen como un esfuerzo legislativo que
fortalece a nuestro sistema institucional. Sin embargo, aún es necesaria una
revisión y proposición seria respecto de la verdadera autonomía de la Auditoría, un
ejemplo de la limitación de su autonomía, y en consecuencia de su independencia
e imparcialidad, la encontramos en el artículo 92, fracción VIII, de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, el cual expresa lo
siguiente:
“Artículo 92.- El Auditor Superior de la Federación podrá ser
removido de su cargo por las siguientes causas graves de
responsabilidad:
VIII. Obtener una evaluación del desempeño poco satisfactoria sin
justificación, a juicio de la Comisión, durante dos ejercicios
consecutivos.”
69
De la lectura del artículo en comento encontramos una seria violación a su
autonomía, la cual, además de ser adjetivada como técnica y de gestión en la
Constitución, se ve aún más perjudicada al establecer una causa de remoción del
titular de la Auditoría, lo que permite de una manera discrecional que la Comisión
de Vigilancia emita una evaluación “poco satisfactoria”, siendo que el concepto
satisfacción siempre tiene una connotación de una apreciación subjetiva de las
cosas, lo que trae aparejada la posibilidad de una politización de dicha causa de
remoción en aras de intereses políticos que busquen impedir la adecuada
fiscalización de la Cuenta Pública.
Por otra parte, realizando un análisis de derecho comparado encontramos que de
vista a las facultades y naturaleza jurídica de la Auditoría Superior de la
Federación existe una similitud evidente con la Goverment Accountability Office
(GAO), que es la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de los Estado
Unidos de América, lo que provoca que nuestra entidad superior de fiscalización
de un vuelco hacia el sistema de fiscalización sajón.44
Lo anterior nos permite hacer críticas a la conformación de la Auditoría Superior
de la Federación, ya que la evidencia de copiar a nuestro vecino del norte en su
modelo de entidad de fiscalización superior, en lugar de fortalecer nuestro sistema
institucional, nos perjudica, pues la GAO opera de manera distinta a Auditoría
Superior de la Federación.
Para ejemplificar las diferencias que existen ente la Auditoría Superior de la
Federación y la Goverment Accountability Office, debemos apuntar que la GAO
tiene como objetivos el fortalecimiento financiero de áreas de bienestar, salud,
aprendizaje, trabajo, justicia, de seguridad nacional, sector militar, avance en los
intereses de Estados Unidos de América, y las fuerzas globales en el mercado,
además de realizar la evaluación de la administración, áreas de riesgo fiscal y
financiera.
-
44
Op. Cit. Jhon M. Akerman y Cesar Astudillo. La autonomía constitucional de la Auditoría Superior
de la Federación. Pp. 192.
70
La GAO encuentra su respaldo constitucional en el artículo 1º, sección 8, de la
norma fundamental estadounidense, que establece que el tesoro no debe
desembolsar ninguna cantidad de dinero que no sea consecuencia de una
asignación hecha por la autoridad constitucional del Congreso y reconocida por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación; por lo que con fundamento en su facultad
legislativa a y el contenido de dicho artículo, el Congreso de los Estados Unidos
de América emitió decretos legislativos que determinan la acción de la GAO.
La GAO es una entidad de fiscalización superior autónoma de los Poderes
Legislativo y Judicial para su organización, cuenta con autonomía funcional, en
sus programas de trabajo, presupuestaria, y guarda una estrecha relación con el
Poder Ejecutivo a fin de evitar la duplicidad de funciones de control interno previo
y posterior. La GAO no tiene facultades sancionadoras, por lo que únicamente
actúa como asesor legislativo, aunque sí publica principios de contabilidad y
administración que deben ser obedecidos por el Ejecutivo Federal en materia de
gasto público.
Una fortaleza evidente de la GAO es que su titular únicamente puede ser
destituido mediante la decisión conjunta del Presidente de la República y el
Senado.
Lo anterior nos permite cuestionarnos si nuestra entidad superior de fiscalización
adoptó el mejor ejemplo, el más aplicable a nuestro sistema jurídico, o bien,
debemos transitar a otro sistema de fiscalización, como lo es el europeo que se
caracteriza por ser de corte jurisdiccional, y del que resaltamos por su
composición
a
los
Tribunales
de
Cuentas
de
Uruguay
y
Alemania
(Bundesvechungshof, BRH).
Del Tribunal de Cuentas de Uruguay podemos destacar que aunque no cuenta
con facultades jurisdiccionales o sancionadoras su ubicación institucional es de
máximo nivel jerárquico, por lo que tiene independencia absoluta de los Poderes,
Organismos y Entidades del Estado uruguayo. Además de que asesora al
Ejecutivo en la emisión de títulos de deuda pública, empréstitos y superávits, y
71
ejerce un control previo mediante el examen de la legalidad de las erogaciones y
actos administrativos, y en caso de encontrar irregularidades, informa a la
Asamblea General que se compone por las cámaras alta y baja del Estado
uruguayo. Es importante mencionar que cuenta con facultad de iniciativa
legislativa en materia de contabilidad, de su propia Ley Orgánica, y del
presupuesto del organismo. Y finalmente, es de apuntarse que puede dictar
ordenanzas de contabilidad obligatorias para los Poderes y Organismos del
Estado.
Por su parte, el Tribunal de Cuentas de Alemania (BRH), se caracteriza por su
autonomía, la cual se puede dividir en: organizativa, funcional y financiera. Tiene
como principales funciones el fiscalizar la Cuenta Pública anual, informar sus
observaciones al Gobierno Federal, al Parlamento y al Senado, asesorar al
gobierno y acompañarlo en el proceso presupuestario anual, y a pesar de carecer
de facultades sancionadoras, mediante el informe Bi-anual revisa el cumplimiento
de las observaciones o recomendaciones; aunque la principal fortaleza del BRH es
su credibilidad.
El BRH posee independencia judicial, y su Ley establece que es una Oficina
Federal Superior y órgano independiente de fiscalización, lo que congruentemente
se evidencia con la forma en que puede ser removido su titular, que es mediante
un procedimiento disciplinario que solo puede solicitar el Presidente del
Parlamento ante una Sala Especializada de la Corte Federal de Justicia.
Ciertamente las composición y facultades de la GAO, el Tribunal de Cuentas de
Uruguay o la BRH, son temas sumamente interesantes pero que requieren de una
investigación muy profunda a efecto de emitir opiniones que permitan concluir si
esos modelos son mejores y aplicables a nuestro sistema jurídico, por lo que a
efecto de continuar con nuestra investigación, dejamos lo anterior, a fin de
ubicarnos en nuestro marco jurídico.
72
2.3.2 La fiscalización de la Cuenta Pública
En el capítulo relativo al control externo ejercido por la Auditoría Superior de la
Federación sobre la Administración Pública Federal, analizamos el concepto de
Cuenta Pública, e hicimos referencia al artículo 8 de la Ley de Fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación el cual nos establece la información que
como mínimo debe constar en la misma.
Recordando un poco lo que ya habíamos estudiado, podemos decir que la Cuenta
Pública es un documento de carácter evaluatorio que contiene información
contable, financiera, presupuestaria, programática y económica relativa a la
gestión anual del Gobierno con base en las partidas autorizadas en el
Presupuesto de Egresos de la Federación, correspondiente al ejercicio fiscal
inmediato anterior.
Ya teniendo la claridad sobre el concepto de Cuenta Pública podemos analizar la
acción de fiscalizarla. El artículo 12 de la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación nos menciona que la fiscalización de la cuenta pública
tiene por objeto:
Evaluar los resultados de la gestión financiera: Si se cumplió con las
disposiciones jurídicas aplicables en todos los actos en los que se apliquen
recursos públicos federales y si no han causado daños o perjuicios, o
ambos, en contra de la Hacienda Pública Federal o, en su caso, del
patrimonio de los entes públicos federales o de las entidades paraestatales
federales.
Comprobar si el ejercicio de la Ley de Ingresos y el Presupuesto se ha
ajustado a los criterios señalados en los mismos.
Verificar el cumplimiento de los objetivos contenidos en los programas:
Realizar auditorías del desempeño de los programas, verificando la
eficiencia, la eficacia y la economía de los mismos y su efecto o la
73
consecuencia en las condiciones sociales, económicas y en su caso,
regionales del país durante el periodo que se evalúe.
Determinar las responsabilidades a que haya lugar y la imposición de
multas y sanciones resarcitorias correspondientes en los términos de esta
Ley.
Son estos los objetivos de la fiscalización de la Cuenta Pública: evaluar los
resultados de la gestión financiera, comprobar el ejercicio de la Ley de Ingresos y
Presupuesto de Egresos, verificar el cumplimiento de los programas y determinar
las multas y responsabilidades resarcitorias. Siendo dichos objetivos los que
derivan en las facultades de la Auditoría Superior de la Federación que revisamos
en el capítulo anterior, que son: evaluar, comprobar, verificar y determinar.
La Auditoría Superior de la Federación deberá emitir los criterios relativos a la
ejecución de auditorías, mismos que deberán sujetarse a las disposiciones
establecidas en la presente Ley y publicarse en el Diario Oficial de la Federación.45
Lo cual brinda un marco discrecional de su modo de actuar, lo cual reafirma su
autonomía técnica y de gestión. Una vez realizada la revisión de la Cuenta Pública
a más tardar en el mes de enero del año siguiente al que se presentó la Cuenta
Pública, dará a conocer a las entidades fiscalizadas la parte que les corresponda
de los resultados finales y las observaciones preliminares que se deriven de la
revisión de la misma, a efecto de que dichas entidades presenten las
justificaciones y aclaraciones que correspondan, esto de conformidad con el
artículo 16 de la Ley en estudio.
Lo anterior brinda a las entidades fiscalizadas la oportunidad de solventar las
observaciones formuladas, a efecto de que no se incluyan en el informe de la
Cuenta Pública que la Auditoría debe rendir a la Cámara de Diputados.
-
45
Op. Cit. Jhon M. Akerman y Cesar Astudillo. La autonomía constitucional de la Auditoría Superior
de la Federación. Pp. 196.
74
La fiscalización de la Cuenta Pública está limitada al principio de anualidad, mismo
que se encuentra establecido en el artículo 79 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Sin embargo, el párrafo segundo del artículo 18 de la
Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, establece que:
“La Auditoría Superior de la Federación, sin perjuicio del principio
de anualidad, podrá solicitar y revisar, de manera casuística y
concreta, información y documentación de ejercicios anteriores al
de la Cuenta Pública en revisión, sin que por este motivo se
entienda, para todos los efectos legales, abierta nuevamente la
Cuenta Pública del ejercicio al que pertenece la información
solicitada, exclusivamente cuando el programa, proyecto o la
erogación, contenidos en el Presupuesto en revisión abarque para
su ejecución y pago diversos ejercicios fiscales o se trate de
revisiones sobre el cumplimiento de los objetivos de los
programas federales.”
De tal suerte, que cuando de la Cuenta Pública en revisión se requiera consultar la
Cuenta Pública de años anteriores, la Auditoría Superior de la Federación podrá
consultar toda la información necesaria, pero es importante aclarar, que las
observaciones, recomendaciones y sanciones, sólo podrán establecerse por los
resultados obtenidos de la revisión de la Cuenta Pública del ejercicio fiscal
anterior. Lo cual se refuerza con la siguiente tesis de jurisprudencia, la cual se
trascribe para su mejor estudio:
Registro No. 177363
Localización:
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005
Página: 888
75
Tesis: P./J. 98/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional
“AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN. EL PRINCIPIO
DE ANUALIDAD IMPIDE, QUE A TRAVÉS DE SU FACULTAD
ORDINARIA DE REVISIÓN DEL RESULTADO DE LA CUENTA
PÚBLICA, FISCALICE PROGRAMAS GUBERNAMENTALES
DE AÑOS ANTERIORES AL EJERCICIO AUDITADO. El
principio de anualidad, contenido en la fracción IV del artículo 74
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
constituye un límite a la facultad de revisión del resultado de la
cuenta de la Hacienda Pública Federal encomendada a la
Auditoría Superior de la Federación, de lo que deriva que a través
del despliegue de dicha atribución ordinaria, dicho ente no tenga
la posibilidad jurídica de verificar los términos de programas
gubernamentales realizados por los Poderes de la Unión en
ejercicios anteriores al que constituye la materia de la verificación,
sin perjuicio del ejercicio de las facultades excepcionales que, en
materia de fiscalización, establece el tercer párrafo de la fracción I
del artículo 79 constitucional.”
Por lo tanto, no debe perderse de vista que la revisión de la Cuenta Pública tiene
como objeto comprobar que durante el año anterior el Ejecutivo se ajustó
estrictamente a los gastos autorizados por el presupuesto de egresos que expidió
la propia Cámara de Diputados. Así, la revisión de la Cuenta Pública que realiza la
Cámara de Diputados persigue como fin inmediato verificar si se cumplió
estrictamente con las disposiciones del presupuesto de egresos de la Federación
y como fin mediato garantizar a los gobernados que los recursos públicos están
siendo manejados con pulcritud y destinados al bienestar de la población.
76
Una vez que todas las gestiones son concluidas, las cuales en su mayoría se
componen por la comparación jurídica-contable de los instrumentos normativos
como lo son la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y el
Presupuesto de Egresos con los informes contables de las entidades fiscalizadas
rinden, la Auditoría Superior de la Federación se encuentra obligada a rendir el
Informe de Resultados correspondiente ante la Cámara de Diputados, por
conducto de la Comisión de Vigilancia, el cual deberá de entregarse antes del día
20 de febrero del año siguiente al de la presentación de la Cuenta Pública a la
Cámara, esto de conformidad con lo dispuesto por el artículo 28 de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación.
Dicho informe, contendrá los informes de las auditorías practicadas e incluirá,
según el artículo 28 de la Ley en comento, como mínimo lo siguiente:
Los criterios de selección, el objetivo, el alcance, los procedimientos de
auditoría aplicados y el dictamen de cada auditoría.
En su caso, las auditorías sobre el desempeño.
El cumplimiento de los principios de contabilidad gubernamental.
Los resultados de la gestión financiera.
La comprobación de que las entidades fiscalizadas,
se ajustaron a lo
dispuesto en la Ley de Ingresos, el Presupuesto y demás disposiciones
jurídicas aplicables.
El análisis de las desviaciones.
Los resultados de la fiscalización del manejo de los recursos federales.
Las observaciones, recomendaciones y las acciones promovidas.
Un apartado específico en cada una de las auditorías realizadas donde se
incluyan las justificaciones y aclaraciones que, en su caso, las entidades
77
fiscalizadas hayan presentado en relación con los resultados y las
observaciones que se les hayan hecho durante las revisiones.
Derivado de las auditorías, en su caso y dependiendo de la relevancia de
las observaciones, un apartado donde se incluyan sugerencias a la Cámara
para modificar disposiciones legales a fin de mejorar la gestión financiera y
el desempeño de las entidades fiscalizadas.
De la lectura de los elementos que debe contener el Informe de Resultado,
comprendemos la enorme labor que realiza la entidad superior de fiscalización.
Es de resaltar el último elemento, el cual, indica que la Auditoría podrá hacer
sugerencias a la Cámara de Diputados, en materia de disposiciones legislativas.
Aunque esta facultad de la Auditoría pretende suplir su deficiencia para presentar
iniciativas de Ley, lo cierto es que no es suficiente para argumentar que cuenta
con la autonomía constitucional necesaria para el ejercicio de sus funciones.
Ahora bien, la Constitución le otorga la autonomía técnica y de gestión, sin
embargo, existen artículos específicos de la Ley Federal de Fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación, que la limitan, y que se encuentran
plenamente ligados a los temas que hemos estado manejando, es decir, la
fiscalización de la Cuenta Pública, y más en específico, el Informe de Resultado.
Un ejemplo de este tipo de artículos lo son el 31 y 33 de la Ley en comento los
cuales se analizaran enseguida.
Por su parte el artículo 31, establece lo siguiente:
“Artículo 31.- El Titular de la Auditoría Superior de la Federación,
una vez rendido el Informe del Resultado a la Cámara, y con
independencia de las actuaciones, promociones y procedimientos
iniciados a que se refiere el artículo anterior, enviará a las
entidades fiscalizadas y, de ser procedente a otras autoridades
competentes, a más tardar a los 10 días hábiles posteriores a la
fecha en que sea entregado el Informe del Resultado, las
78
acciones promovidas y recomendaciones señaladas en el artículo
13 de esta Ley.
Los
pliegos
de
observaciones
y
las
promociones
de
responsabilidad administrativa sancionatoria, deberán formularse
o emitirse durante los siguientes 160 días hábiles posteriores a la
presentación del Informe del Resultado con la finalidad de evitar la
prescripción de las acciones legales correspondientes.
En
el
caso
de
las
promociones
de
responsabilidades
administrativas sancionatorias que se notifiquen a las instancias
de control competentes, deberán remitirse acompañando copia
certificada del expediente que sustente la promoción respectiva.”
De este artículo surge la primer limitante en la tarea de control de la entidad
superior de fiscalización, ya que se establece un término de 160 días para
formular o emitir los pliegos de observaciones o bien las promociones de
responsabilidad administrativa sancionadora. Es decir, por supuesto que la
autoridad debe contar con un plazo de preclusión de sus facultades, ya que esto
fortalece el Estado de Derecho y las garantías de seguridad jurídica, sin embargo,
el término de 160 días, que equivalen a seis meses, resulta contraproducente, en
virtud de que la Auditoría Superior de la Federación cuenta con una inmensa
carga de trabajo, y por lo tanto no podrá ejercer dichas facultades con la misma
atención que si contara con un plazo mayor.
Es importante citar al artículo 32, de la Ley, porque nos da el antecedente jurídico
para analizar al artículo 33. Por lo que se cita:
“Artículo 32.- Las entidades fiscalizadas, dentro de un plazo de
30 días hábiles, contados a partir de la fecha en que reciban las
observaciones,
recomendaciones
y
acciones
promovidas,
deberán presentar la información y las consideraciones que
estimen pertinentes a la Auditoría Superior de la Federación para
79
su solventación o atención, con excepción de los pliegos de
observaciones
y
las
promociones
de
responsabilidad
administrativa sancionatoria cuyo plazo se establece en el
apartado correspondiente de esta Ley. En caso de no hacerlo, la
Auditoría Superior de la Federación podrá aplicar a los titulares de
las áreas administrativas auditadas una multa mínima de 650 a
una máxima de 2000 días de salario mínimo general vigente en el
Distrito Federal, además de promover las acciones legales que
correspondan.”
El artículo 32, básicamente establece que si las entidades fiscalizadas en un plazo
de 30 días hábiles no solventan las observaciones, recomendaciones y acciones,
serán acreedoras de una multa. Este artículo pareciera dar, por fin, una cierta
autoridad administrativa que permitiera ejercercitar a la Auditoría sus facultades de
comprobación. Sin embargo, el artículo 33, de la citada Ley, establece una clara
restricción, por lo que se cita, para su posterior análisis:
“Artículo 33.- La Auditoría Superior de la Federación deberá
pronunciarse en un plazo máximo de 120 días hábiles sobre las
respuestas recibidas de las entidades fiscalizadas; en caso de no
hacerlo, se tendrán por atendidas las recomendaciones y
acciones promovidas. En caso de que las entidades fiscalizadas
no presenten los elementos necesarios para la solventación de las
acciones determinadas, la Auditoría Superior de la Federación
procederá a fincar el pliego de observaciones o promoverá las
acciones que correspondan a que se refiere el artículo 49 de esta
Ley.”
Este artículo establece que si en el término de 120 días, que equivalen a cuatro
meses, la Auditoría no se pronuncia sobre las respuestas que dieron las entidades
fiscalizadas a las observaciones, recomendaciones y acciones, se tendrán por
atendidas, por lo que se incorpora una especie de “afirmativa ficta”, lo cual, fuera
80
de beneficiar a la Auditoría, la deja en un estado de inacción, ya que son sólo
cuatro meses los que tiene para referirse a las respuestas de las entidades
fiscalizadas, por lo que no es suficiente para realizar una revisión profunda a las
respuestas dadas.
Los artículos 31 y 33 son ejemplos de una actividad legislativa deficiente, ya que
incorporan la inactividad de las tareas de fiscalización, y la liberación de
responsabilidad de las entidades fiscalizadas.
Una vez que analizado lo referente a la Cuenta Pública, es momento de continuar
con el estudio de la facultad de determinación de la Auditoría, como resultado de
sus examinaciones, es decir, nos referimos a su facultad sancionadora: las
responsabilidades resarcitorias.
2.3.3 Las responsabilidades resarcitorias
La Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación contempla en su
título quinto, titulado: “De la Determinación de Daños y Perjuicios y del
Fincamiento
de
Responsabilidades”,
“Capítulo
II.
Del
Fincamiento
de
Responsabilidades Resarcitorias”; la figura jurídica de la responsabilidad
resarcitoria.
De la revisión que realizamos al contenido de los artículos 74, fracción VI, y 79,
de nuestra Carta Magna, se advirtió que la entidad de fiscalización superior de la
Federación, es decir, la Auditoría Superior de la Federación, es el ente encargado
de revisar la Cuenta Pública, y en caso de que halle elementos suficientes para
acreditar un daño a la hacienda pública federal, determinará las responsabilidades
correspondientes, o bien, presentará ante las instancias competentes la promoción
de otras responsabilidades; ya sean, administrativas, civiles, políticas o penales.
Ciertamente nuestra Constitución no conceptualiza
las
responsabilidades
resarcitorias, sino que sólo menciona sus efectos, es decir, reparar el daño o
81
detrimento que se ocasionó a la hacienda pública federal. Sin embargo, es la Ley
de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación la que le pone nombre y
apellido a este tipo de sanciones, de tal suerte que las enuncia en su Título V,
Capítulo II, como responsabilidades resarcitorias; las cuales comparten notas
características de las sanciones administrativas que derivan de la omisión o
incumplimiento de las responsabilidades administrativas de los servidores
públicos.
Iniciemos el análisis de las responsabilidades resarcitorias, primeramente,
considerando la definición de los conceptos que la componen. La palabra
responsabilidad, es definida por el Diccionario de la Real Academia Española
como: Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a
consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal; y tiene su origen
etimológico del latín “spondeo”, de la voz “respondere”, que significa estar
obligado. Por otra parte, la palabra resarcir, es definido por el Diccionario de la
Real Academia Española como: Indemnizar, reparar, compensar un daño,
perjuicio o agravio; y su origen etimológico deviene de la voz “resarcir”, del latín
“resarcire”, que significa: indemnizar, reparar, compensar un daño, perjuicio o
agravio.
El origen jurídico de la responsabilidad deriva del derecho civil. La responsabilidad
civil es la que implica el resarcimiento de los daños causados y de los y perjuicios
provocados por uno mismo a un tercero.46 De esta definición nos percatamos que
la responsabilidad civil trae consigo una acción de resarcir, lo cual, de primera
impresión nos acerca bastante a la determinación de la naturaleza jurídica de la
responsabilidad resarcitoria. Sin embargo, existe un elemento que acota a la
responsabilidad civil, y la diferencia de la responsabilidad resarcitoria, esto es: que
sucede entre particulares. Por lo tanto la complejidad de las responsabilidades
resarcitorias se construye a partir de lo que se va a resarcir, es decir, la hacienda
-
46
Palomar de Miguel, Juan. Diccionario para juristas. Mayo Ediciones. México, 1981. Diccionario
Jurídico Mexicano. Pp. 2824 – 2844.
82
pública federal, lo que no implica un saneamiento de un daño a un particular, sino
a un ente público.
Si sólo consideramos al derecho civil para construir una definición de la
responsabilidad resarcitoria, seguramente obtendríamos algo como: “la obligación
de reparar, por sí o por otro, como consecuencia de una culpa legal, un daño,
perjuicio o agravio ocasionado.”47 Esta definición fuera de facilitarnos el
entendimiento de la responsabilidad resarcitoria lo complica, en virtud de que sólo
ocupa los elementos básicos de las obligaciones civiles, situación que
evidentemente es superada por las responsabilidades resarcitorias al estar
condicionadas por un procedimiento administrativo para su fincamiento, por lo que
requieren de una autoridad con las facultades y competencias legalmente
establecidas que lo apliquen, y el acto de autoridad que las determina puede ser
revocada mediante el recurso, y o nulificado mediante sentencia dictada en juicio
contencioso administrativo.
A fin de acercarnos a la definición auténtica de la responsabilidad resarcitoria es
importante citar el artículo 51, de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas
de la Federación, el cual establece lo siguiente:
“Artículo 51.- Las responsabilidades que conforme a esta Ley se
finquen, tienen por objeto resarcir el monto de los daños y
perjuicios estimables en dinero que se hayan causado, a la
Hacienda Pública Federal, o en su caso, al patrimonio de los
entes públicos federales o de las entidades paraestatales
federales.”
El artículo 51, nos brinda la definición legal de la responsabilidad resarcitoria,
aunque bien deberíamos apuntar que su ubicación debería encontrarse en la de
-
47
Nieto, Santiago. Control externo y responsabilidad de los servidores públicos en el Distrito
Federal. Universidad Nacional Autónoma de México, primera edición, 2005. Pp. 202-203.
83
los conceptos generales de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación contenidos en su artículo 2.
La responsabilidad resarcitoria en base a lo dispuesto en el artículo en mención,
nos indica su objeto, el cual es el de “resarcir el monto de los daños y perjuicios
estimables en dinero que se hayan causado, a la Hacienda Pública Federal”.
Pareciera un pleonasmo el que la responsabilidad resarcitoria tenga como objeto
“resarcir”, sin embargo, de vista a lo que estudiamos con anterioridad y en relación
con lo que establece en sus principios el derecho civil al definir a la
responsabilidad civil, descubrimos que es la palabra resarcir la que mejor se
ocupa para definir a la responsabilidad, recordando que resarcir significa:
Indemnizar, reparar, compensar un daño, perjuicio o agravio.
Es la situación de los sujetos a los que se les pueden fincar las responsabilidades
resarcitorias lo que la conceptualiza como un tipo de responsabilidad distinta a la
civil. Para explicar con más claridad este aspecto es importante citar el artículo 52,
de la Ley estudio:
“Artículo 52.- Las responsabilidades resarcitorias para obtener
las indemnizaciones y sanciones pecuniarias correspondientes a
que se refiere este Capítulo, se constituirán en primer término, a
los servidores públicos o a los particulares, personas físicas o
morales, que directamente hayan ejecutado los actos o incurran
en las omisiones que las hayan originado y, subsidiariamente, y
en ese orden al servidor público jerárquicamente inmediato que
por la índole de sus funciones, haya omitido la revisión o
autorizado tales actos, por causas que impliquen dolo, culpa o
negligencia por parte de los mismos.”
De la lectura del artículo citado desprendemos que son los servidores públicos y
los particulares, personas físicas o morales, que tengan a su cargo recursos
públicos, sujetos de la responsabilidad resarcitoria. Es importante recordar que
sólo se pueden fiscalizar los recursos públicos, o a contrario sensu, no se pueden
84
fiscalizar los recursos privados; por lo tanto, cuando se refiere el artículo 52 a los
particulares, personas físicas o morales, se refiere únicamente a aquellos tengan a
su cargo recursos públicos.
La responsabilidad resarcitoria surge por la premisa de que es probable que los
servidores públicos en el ejercicio de sus funciones puedan causar daños y
perjuicios patrimoniales al Estado.48
Es muy importante señalar que las responsabilidades resarcitorias se determinan
con base en una conductas u omisiones que produce un daño cuantificable a la
hacienda pública federal, las cuales se advierten mediante las labores de
fiscalización que ejecuta la Auditoría Superior de la Federación, y es mediante
estas que se encuentran indicios de irregularidades, y en consecuencia la entidad
de fiscalización superior de la Federación, inicia el procedimiento para el
fincamiento de responsabilidades resarcitorias. Lo anterior se ve claramente
determinado por el artículo 49 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas
de la Federación, el cual, para su mejor análisis, se transcribe:
“Artículo 49.- Si de la fiscalización de la Cuenta Pública,
aparecieran irregularidades que permitan presumir la existencia
de hechos o conductas que produzcan un daño o perjuicio, o
ambos, a la Hacienda Pública Federal o, en su caso, al patrimonio
de los entes públicos federales o de las entidades paraestatales
federales, la Auditoría Superior de la Federación procederá a:
I. Determinar los daños o perjuicios, o ambos,
según
corresponda, y fincar directamente a los responsables las
responsabilidades resarcitorias por medio de indemnizaciones y
sanciones; (…)”
-
48
Delgadillo Gutiérrez, Luis Humberto. El sistema de responsabilidades de los servidores públicos.
Cuarta Edición. México. Editorial Porrúa. Año 2001. Pp. 29-31.
85
La redacción del artículo 49 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de
la Federación es oscura, ya que de su interpretación estricta se advierte que la
Auditoría Superior de la Federación, al “presumir” la existencia de irregularidades
“procederá” a determinar los daños y perjuicios y fincar a los responsables las
responsabilidades resarcitorias correspondientes, por lo que sorprende que, en
una interpretación literal del sentido del artículo se esté permitiendo la presunción
de culpabilidad.
Por otra parte, resulta confusa la redacción final del artículo en comento, ya que
refiere que se fincarán las responsabilidades resarcitorias “por medio de
indemnizaciones y sanciones”, es decir, aparentemente considera que las
responsabilidades resarcitorias provienen de indemnizaciones y sanciones, lo cual
es contrario a lo que dispone la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, ya que en ningún momento establece el fraccionamiento de las
responsabilidades resarcitorias, sino por el contrario, regula su determinación, y
pone como requisito de las mismas que sean determinables en una cantidad
liquida de dinero.
Continuando con nuestro tema, podemos definir a la responsabilidad resarcitoria
como: la obligación a cargo de los servidores públicos y los particulares de reparar
a la hacienda pública los daños y perjuicios ocasionados, cuantificables
monetariamente, como consecuencia de una conducta u omisión que incumpla los
ordenamientos jurídicos vigentes.49 Esta definición por supuesto se enriquece
apreciando que su naturaleza jurídica es la de una sanción de carácter
administrativo, aunque constituye un acto de autoridad formalmente legislativo y
materialmente administrativo.
La
Auditoría
Superior
responsabilidades
de
la
resarcitorias,
Federación
y
su
está
facultada
procedimiento
se
para
tramitará
fincar
con
independencia de otras responsabilidades o sanciones de carácter penal, esto de
-
49
Op. Cit. Nieto, Santiago. Control externo y responsabilidad de los servidores públicos en el
Distrito Federal. Pp. 204.
86
conformidad por lo señalado por el artículo 54, de la Ley en estudio. Este artículo
será citado en varias ocasiones posteriormente en la razón de que su
interpretación trasciende a varios temas, lo cuales, como se aclara, se tocarán
más adelante.
Para finalizar, el artículo 55, en su segundo párrafo de la Ley en comento
establece la cuantía necesaria para que se inicie un procedimiento de
responsabilidades resarcitorias, siendo en los casos en que la irregularidad no
exceda de cien veces el salario mínimo diario general vigente en el Distrito
Federal, es decir, aproximadamente $6,250.00 (SEIS MIL DOSCIENTOS
CINCUENTA PESOS 00/100 M.N.), no se formulará el pliego de observaciones
respectivo, sin perjuicio de las acciones que se promuevan ante las instancias de
control competentes para el fincamiento de responsabilidades administrativas
sancionatorias. Lo que implica que los actos de corrupción a menor escala, y
comparándolos con un fenómeno delictivo como lo es el “robo hormiga”, no
provocarán
una
responsabilidad
resarcitoria,
pero
sí,
posiblemente
una
responsabilidad administrativa o penal.
Podemos concluir que no podemos clasificar a la responsabilidad resarcitoria
como una responsabilidad civil por los sujetos, objeto y causas que la originan. La
responsabilidad resarcitoria algunas veces es catalogada como un “híbrido” que
engloba a la responsabilidad civil y a la administrativa, sin embargo, de la
examinación correspondiente se concluye que cuenta con elementos suficientes,
propios y singulares, para generar una nueva clasificación de responsabilidad, la
cual compartirá su especie con otras responsabilidades como la civil, penal,
administrativa, laboral o política; aunque su naturaleza jurídica similar a la de una
sanción administrativa.
87
2.3.4 Las situaciones excepcionales
El principio de posterioridad de la fiscalización de la Cuenta Pública se encuentra
contenido en el artículo 79, párrafo segundo, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, y es aquel que limita a la entidad de fiscalización
superior de la Federación, a realizar las labores de fiscalización de la Cuenta
Pública del ejercicio fiscal anterior, es decir, se trata de un control externo
financiero posterior.
Sin embargo, la fracción I, párrafo quinto, del artículo 79 constitucional, establece
una excepción al principio de posterioridad, la cual se actualiza cuando derivado
de denuncias la Auditoría Superior de la Federación se percate de la existencia de
situaciones excepcionales, expresado de otra manera, la Auditoría al recibir una
queja o denuncia sobre ciertas conductas que puedan provocar un daño o
perjuicio a la Hacienda Pública Federal, podrá requerir a las entidades fiscalizadas
que procedan a la revisión, durante el ejercicio fiscal en curso, de los conceptos
denunciados y le rindan un informe.
La Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación contempla en
su artículo 40, lo siguiente:
“sin perjuicio del principio de posterioridad, cuando se presenten
denuncias fundadas con documentos o evidencias mediante los
cuales se presuma el manejo, aplicación o custodia irregular de
recursos públicos federales, o de su desvío, en los supuestos
previstos en el artículo 42 de esta Ley, la Auditoría Superior de la
Federación podrá requerir a las entidades fiscalizadas le rindan un
informe de situación excepcional durante el ejercicio fiscal en
curso
sobre
los
conceptos
específicos
o
situaciones
denunciados.”
Si la Auditoría considera la denuncia fundada requerirá al ente fiscalizado le rinda
un informe de la situación excepcional; el ente fiscalizado al momento de recibir el
88
requerimiento de informe contará con un plazo de treinta días hábiles, en el cual
describirá la procedencia o improcedencia de la denuncia, así como sus
actuaciones y, en su caso, de las sanciones que se hubieren impuesto a los
servidores públicos involucrados o de los procedimientos sancionatorios iniciados,
lo anterior de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41 de la Ley en estudio.
Lo anterior representa una etapa pre-procedimental del procedimiento para el
fincamiento de las responsabilidades resarcitorias, ya que como se analizará en el
capítulo correspondiente, las responsabilidades resarcitorias siempre son
precedidas de un pliego de observaciones, sin embargo, para los casos de las
situaciones excepcionales, la Auditoría Superior de la Federación tiene la
obligación de requerir un informe previo ente fiscalizado a fin de integrar el
expediente de situación excepcional e iniciar el procedimiento correspondiente.
La situaciones excepcionales que pueden derivar en el fincamiento de
responsabilidad resarcitoria son contempladas por la Ley de Fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación en su artículo 42, asimilando la tipificación
que se hace en la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los
Servidores Públicos, ya que al igual que esta, enuncia las conductas que pueden
derivar en la sanción administrativa. De la lectura del artículo 42 de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación se desprenden las
siguientes situaciones excepcionales:
• Un daño patrimonial que afecte la Hacienda Pública Federal o, en su caso,
al patrimonio de los entes públicos federales o de las entidades
paraestatales federales, por un monto que resulte superior a cien mil veces
el salario mínimo diario general vigente en el Distrito Federal.
• Posibles actos de corrupción.
• Desvío flagrante de recursos hacia fines distintos a los que están
autorizados.
89
• La afectación de áreas estratégicas o prioritarias de la economía.
• El riesgo de que se paralice la prestación de servicios públicos esenciales
para la comunidad.
• El desabasto de productos de primera necesidad.
Si al momento de recibir el informe de procedencia del ente fiscalizado la Auditoría
concluye que se configura alguna de las hipótesis del artículo 42 de la Ley en
comento, podrá iniciar el procedimiento de responsabilidades resarcitorias contra
los presuntos responsables, así como promover ante las autoridades competentes
la determinación de otras responsabilidades, sean administrativas o penales.
En el caso de que el ente fiscalizado no rinda su informe en el plazo previsto por el
artículo 41 de la Ley, entonces de conformidad con los artículos 44 y 47 de la
citada Ley, la Auditoría Superior de la Federación podrá imponer a los servidores
públicos responsables de rendir el informe una multa mínima de 1000 a una
máxima de 2000 días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal, sin
perjuicio de la promoción de otras responsabilidades ante las autoridades
competentes ni del ejercicio de otras facultades que esta Ley le confiere.
En conclusión, las situaciones excepcionales son una excepción al principio de
posterioridad; brindan un control previo de la Cuenta Pública, aplicando los
esfuerzos de la fiscalización aún en la etapa del Gasto Público. El control previo
ejercido por una Entidad Fiscalizadora Superior, implica la ventaja de impedir un
perjuicio antes de producirse éste.50 Por otra parte, incluye una etapa preprocedimental que obliga a la entidad de fiscalización superior a requerir un
informe a la entidad fiscalizada a fin de tener mayores elementos para iniciar el
procedimiento de responsabilidades resarcitorias.
-
50
Op. Cit. Declaración de Lima de octubre de I977, de la Organización Internacional de las Entidades
Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI). Artículo 1, tercer párrafo.
90
Capítulo 3. La aplicación de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos por la Auditoría Superior de la
Federación.
3.1 Conceptos previos
Las responsabilidades resarcitorias se determinan cuando un servidor público o
una persona, física o moral, que tenga a su encargo el manejo de recursos
económicos de la Federación, realiza conductas u omisiones que generan un daño
a la Hacienda Pública Federal por un monto cuantificable en dinero.
De tal suerte que las responsabilidades resarcitorias tienen como objeto el resarcir
el daño causado a la Hacienda Pública Federal, y su cálculo se determina
mediante operaciones contables, las cuales con arreglo en las tareas de
fiscalización que prevé la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, permiten cuantificar de manera liquida su monto.
Ahora bien, siendo que las responsabilidades resarcitorias son fincadas a los
servidores públicos adscritos a la Administración Pública Federal, por determinada
conducta u omisión que trascienda a un daño en la hacienda pública, es menester
precisar que dichas responsabilidades podrán determinarse en base al
incumplimiento de sus obligaciones como servidores públicos, mismas que se
encuentran plenamente identificadas en la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos, así como en las demás disposiciones
normativas-administrativa que emiten las dependencias y entidades de la
Administración Pública Federal, ya que un servidor público es sólo responsable de
los fondos públicos federales que dispongan a su encargo las leyes, reglamentos,
circulares o manuales, y que tengan relación directa en sus obligaciones.
En el caso de los servidores públicos adscritos a la Administración Pública
Federal, la sistemática jurídica es compleja y requiere de un especial cuidado, ya
son diversas las disposiciones legales que regulan su actuar.
91
Por lo anterior, nos ocuparemos en este capítulo de definir primeramente los
conceptos previos del tema a analizar, los cuales son: el servicio público, la
función pública, el servidor público, y las responsabilidades administrativas de los
servidores públicos. Para posteriormente examinar las facultades de la Auditoría
Superior de la Federación en materia de responsabilidades administrativas, a fin
de dilucidar de manera clara, si la Auditoría Superior de la Federación puede fincar
dichas responsabilidades, o bien, basándose en éstas, determinar otras, las
responsabilidades resarcitorias.
3.1.1 El servicio público y la función pública
El Estado tiene la obligación de velar por el interés social y el orden público, la que
cumple mediante el principio de división de funciones, las cuales son: ejecutiva,
legislativa y judicial. En este esquema de división de funciones se advierte que el
servicio público se encuentra principalmente en la función ejecutiva, la cual
tradicionalmente se le adjudica a la administración pública, o al Poder Ejecutivo.
En este sentido, el servicio público son todas las actividades que realiza el Estado,
mediante su Poder Ejecutivo, mediante las cuales se garantiza el cumplimiento de
las necesidades que tiene por obligación el Estado de brindar.
Nuestra Constitución política prevé que algunos de los servicios públicos sean
concesionados a los particulares, ya que estos al no ser considerados como áreas
estratégicas o prioritarias de la economía nacional, pueden ser administrados por
particulares, pero bajo la revisión constante del Estado. Ejemplo de estos son la
telefonía fija y móvil, el gas, y el transporte terrestre y aéreo.
Por lo que el servicio público es una actividad técnica encaminada a satisfacer
necesidades
colectivas
básicas
o
fundamentales,
mediante
prestaciones
individuales, sujetas a un régimen de derecho Público. Esta actividad puede ser
prestada por el Estado o por los particulares mediante concesión.
92
Así mismo, como características del servicio público encontramos: que es una
actividad técnica, que tiene como finalidad las satisfacciones del interés general,
que puede ser realizada por el Estado o por los particulares mediante concesión, y
finalmente, el régimen jurídico que lo regula es de Derecho Público.51
El servicio público también se define como institución jurídico-administrativa en la
que el titular es el Estado, y cuya única finalidad consiste en satisfacer de una
manera regular, continua y uniforme necesidades públicas de carácter esencial,
básico o fundamental; se concreta a través de prestaciones individualizadas las
cuales podrán ser suministradas directamente por el Estado por los particulares
mediante concesión.52
Por su parte, la siguiente tesis aislada enuncia diversas características del servicio
público:
Registro No. 177794
Localización: Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXII,
Julio de 2005
Página: 1538
Tesis: XV.4o.8 A
Tesis Aislada
Materia(s): Administrativa
“SERVICIO
PÚBLICO.
SUS
NOTAS
CARACTERÍSTICAS.
Aunque la doctrina no ha llegado a un consenso respecto del
-
51
-
52
Cfr. Castrejón García, Gabino Eduardo. Sistema Jurídico sobre la Responsabilidad de los
Servidores Públicos. Editorial Cardenas Celasco Editores. Segunda edición. México, 2004. Pp. 114 y
115.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época. Tomo: VIII, Diciembre de 1998.
Página: 266 Voto particular.
93
concepto de servicio público, de las definiciones más aceptadas
es factible obtener las siguientes notas características: 1. El
servicio público debe consistir en una actividad prestacional, es
decir, una actividad que tiende a otorgar a otros una ventaja, un
bien, un beneficio, etcétera, de cualquier naturaleza y, por lo
tanto, varía el ingreso de quien la recibe o disminuye los gastos
en que pudiera incurrir en el supuesto de no recibirlo. 2. Esta
actividad es asumida por la administración pública de manera
expresa y concreta, lo que significa que es reservada en exclusiva
en cuanto a la dirección y organización a un órgano estatal y que
el ejercicio de esa actividad requiere de autorización previa del
Estado expresada con un acto de autoridad. En este sentido, las
actividades en las que se permite la concurrencia de particulares
sin esta previa autorización no son servicios públicos. 3. La
administración pública realiza la actividad de servicio público en
forma directa o indirecta, es decir, valiéndose de la concesión,
aunque la legislación mexicana no es consistente en la
denominación que otorga a esta figura jurídica, puesto que en
algunas leyes administrativas se emplea el término autorización,
cuando se refiere a la prestación de un servicio público. 4. El
servicio público siempre debe tender a la satisfacción del interés
general. 5. El servicio público se presta conforme a un régimen de
derecho público, especial y propio que lo particulariza e identifica
frente a otras actividades administrativas y cuyas características
son
su
generalidad,
uniformidad,
continuidad,
regularidad,
obligatoriedad y subordinación a la administración pública. Por lo
tanto, no puede estar sujeto a un régimen de derecho privado en
cuanto a su prestación.”
De la lectura de la tesis aislada citada, advertimos que el servicio público es una
actividad que trae un beneficio colectivo y que busca la satisfacción del interés
94
general, es asumido de manera concreta por la Administración Pública Federal,
puede ser concesionada a los particulares, y es regulado por el Derecho Público,
por lo que se puede concluir que dichas notas características componen su
definición.
El servicio público puede clasificarse según su importancia en: a) esencial, que se
relaciona con los fines del Estado; y b) necesarios, según las entidades públicas
que estén obligados a tenerlos. En relación a su utilización se clasifica en: a)
obligatorio, pues se impone a los particulares por ser de interés general; y b)
facultativo, pues es a voluntad del gobernado su utilización. Por su competencia el
servicio público puede clasificase en: a) exclusivo, cuando sólo puede ser
atendidos por las entidades administrativas o por cargo de éstas; y b) concurrente,
cuando participan los particulares en el mismo. Según su clasificación subjetiva se
dividen en: federal, local y municipal. Asimismo, se clasifica en relación a los
usuarios de mismo en: a) generales, cuando son dirigidos a toda la sociedad; y b)
específicos, cuando son dirigidos a un sector social determinado.53
El Estado necesita de recursos humanos para la realización de todas sus
actividades. De tal suerte que los empleados al servicio del Estado son la base del
buen funcionamiento del servicio público. Siendo que los recursos humanos del
Estado son imprescindibles, pues son la balanza entre la adecuada ejecución o no
de las actividades del Estado, su regulación en el marco de sus actividades es
vital, por lo que se debe contar con diversos dispositivos normativos de carácter
subjetivo y adjetivo, que permitan su eficiente control.
La función pública alude al régimen jurídico aplicable al personal administrativo, la
organización, funcionamiento y distribución de competencia entre los órganos del
-
53
Op. Cit. García, Gabino Eduardo. Sistema Jurídico sobre la Responsabilidad de los Servidores
Públicos. Pp. 115 y 116.
95
Estado. La función pública se forma, por consiguiente con el conjunto de deberes,
derechos y situaciones que se originan entre el estado y los servidores públicos.54
Por otra parte, la Secretaría de la Función Pública, dependencia del Poder
Ejecutivo Federal. Es la encargada de vigilar que los servidores públicos federales
se apeguen a la legalidad durante el ejercicio de sus funciones, y sanciona a los
que no lo hacen así; promueve el cumplimiento de los procesos de control y
fiscalización del gobierno federal, así como disposiciones legales en diversas
materias; dirige y determina la política de compras públicas de la Federación,
coordina y realiza auditorías sobre el gasto de recursos federales; coordina
procesos de desarrollo administrativo; opera y encabeza el Servicio Profesional de
Carrera; coordina la labor de los órganos internos de control en cada dependencia
del gobierno federal y evalúa la gestión de las entidades, también a nivel federal.
De las atribuciones de la Secretaría de la Función Pública, notamos que existe
una convergencia entre las labores de fiscalización de gasto público que ésta
realiza, y las que realiza la Auditoría Superior de la Federación, siendo importante
apuntar que la primera ejecuta dichas actividades mediante un control previo, y la
segunda mediante un control posterior. Aunque los tiempos de las labores de
fiscalización son distintas entre éstas, lo cierto es, que sus funciones de se ven
irremediablemente entrelazadas, por lo que es menester que dichas autoridades
converjan en un Plan Nacional de Fiscalización, a fin de establecer con
oportunidad las mejores formas de control previo y posterior del gasto público a fin
de hacerlo más eficiente y coordinado.
Por lo anterior, podemos concluir que el servicio público y la función pública son
conceptos que se relacionan en el actuar diario del Estado, por su parte el servicio
público se encamina a lograr el bien de la colectividad, mientras que la función
pública obedece a la necesidad de garantizar el buen funcionamiento de los
servicios públicos.
-
54
Op. Cit. García, Gabino Eduardo. Sistema Jurídico sobre la Responsabilidad de los Servidores
Públicos. Pp.117.
96
3.1.2 El servidor público
El servidor público es la parte accionante del servicio público, es decir, sin
servidores públicos la administración pública aún con una normatividad adecuada,
un presupuesto factible, infraestructura y modernización, no serviría de nada, ya
que son los recursos humanos lo que dan vida al plano institucional de la
Administración Pública.
El servidor público es un recurso humano, pero también es un concepto que
engloba diversas formas de relación laboral con el Estado. La Constitución Política
en su artículo 108 establece lo siguiente:
“Artículo 108. Para los efectos de las responsabilidades a que
alude este Título se reputarán como servidores públicos a los
representantes de elección popular, a los miembros del Poder
Judicial Federal y del Poder Judicial del Distrito Federal, los
funcionarios y empleados y, en general, a toda persona que
desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza
en el Congreso de la Unión, en la Asamblea Legislativa del
Distrito Federal o en la Administración Pública Federal o en el
Distrito Federal, así como a los servidores públicos de los
organismos a los que esta Constitución otorgue autonomía,
quienes serán responsables por los actos u omisiones en que
incurran en el desempeño de sus respectivas funciones.”
En consecuencia, bajo la denominación genérica de “servidor público”, se engloba
absolutamente a todos los trabajadores empleados y funcionarios de los Poderes
de la Unión o en el Distrito Federal, de los organismos constitucionalmente
autónomos, y finalmente a los representantes de elección popular.55
-
55
Arroyo Herrera, Juan Francisco. Régimen jurídico del Servidor Público. Editorial Porrúa. Tercera
Edición. México, 2005. Pp. 6 y 7.
97
El artículo 108 constitucional determina con claridad que son servidores públicos
los representantes de elección popular, los miembros del Poder Judicial Federal y
del Poder Judicial del Distrito Federal, los funcionarios y empleados y, en general,
toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier
naturaleza en el Congreso de la Unión, en la Asamblea Legislativa del Distrito
Federal o en la Administración Pública Federal o en el Distrito Federal, así como a
los servidores públicos de los organismos a los que esta Constitución otorgue
autonomía, quienes serán responsables por los actos u omisiones en que incurran
en el desempeño de sus respectivas funciones.
De esta forma, dicho artículo representa un triunfo en la materia de
responsabilidad administrativa en virtud de que contempla de manera muy amplia
a los empleados del Estado, los cuales tienen la obligación de desempeñar sus
encargos en base a los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, y
eficiencia en el desempeño de sus funciones, empleos, cargos y comisiones,
principios consagrados en el artículo 113 de la norma fundamental.
Es importante destacar que la Constitución establece en su “Título Cuarto. De las
Responsabilidades de los Servidores Públicos y Patrimonial del Estado”, las bases
específicas de las responsabilidades administrativas de los servidores públicos, lo
que les da una mayor trascendencia, ya que su contenido explícito en la Carta
Magna las convierte en un subsistema de derecho que tiende a su especialidad.
Es notorio que el marcho jurídico aplacable en materia de responsabilidades
administrativas de los servidores públicos no acaba en la Constitución o en la Ley
Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, sino
que trasciende a una gama de disposiciones normativas-administrativas tales
como reglamentos, decretos, manuales o circulares, por lo que su especial estudio
propicia no sólo grandes postulados y análisis, sino que también permite promover
propuestas como la creación de una sala especializada en dicha materia en el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
98
Continuando con nuestro estudio del servidor público, encontramos que la Ley
Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos en su
artículo 2, declara que:
“Artículo 2. Son sujetos de esta Ley, los servidores públicos
federales mencionados en el párrafo primero del artículo 108
Constitucional, y todas aquellas personas que manejen o apliquen
recursos públicos federales.”
Siendo de notoria importancia hacer mención de que la Ley citada realiza una
extensión del concepto de servidor público, ya que como bien se lee incluye a toda
persona que maneje o aplique recursos públicos federales. Por supuesto vale la
pena recordar lo que mencionábamos en el tema relativo a la Fiscalización de la
Cuenta Pública, en el cual aclarábamos que sólo constituyen recursos públicos
federales aquellos que tienen una utilidad pública, y que han sido otorgados a los
particulares en calidad de programas de apoyo, por ejemplo, a personas
discapacitadas, enfermos mentales, medicinas, etc.
Por lo que si bien el artículo 2, de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos incluye a toda persona que maneje o
aplique recursos públicos federales como un servidor público, sujeto de sanción en
términos de la propia Ley, debemos tener a bien considerar es estas personas
como servidores públicos, sujetos de sanción administrativa en términos de la Ley
Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.
El artículo 2 de la citada Ley debe analizarse conjuntamente con el artículo 50 de
la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, que establece:
“Artículo 50.- Para los efectos de esta Ley incurren en
responsabilidad:
I. Los servidores públicos y los particulares, personas físicas o
morales, por actos u omisiones que causen un daño o perjuicio, o
ambos, estimable en dinero, a la Hacienda Pública Federal o, en
99
su caso, al patrimonio de los entes públicos federales o de las
entidades paraestatales federales,(…)”
De la lectura del artículo 50 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de
la Federación y en relación con el artículo 2 de la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, encontramos que
tanto
las
responsabilidades
administrativas
como
las
responsabilidades
resarcitorias se pueden fincar a las personas que administren recursos públicos
federales, sin embargo, a fin de esclarecer tales alcances sobre las labores de
fiscalización de los recursos públicos, es importante citar la siguiente
jurisprudencia para su posterior análisis:
Registro No. 173935
Localización:
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Noviembre de 2006
Página: 878
Tesis: P./J. 123/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Administrativa
“CUENTA PÚBLICA. LAS FACULTADES DE LA AUDITORÍA
SUPERIOR
DE
LA
FEDERACIÓN
DE
REVISARLA
Y
FISCALIZARLA SÓLO PUEDEN EJERCERSE RESPECTO DE
INGRESOS O RECURSOS PÚBLICOS. De los artículos 74,
fracciones II y IV, y 79 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 2o., 14, 16, 32, 51 y 74 de la Ley de
Fiscalización Superior de la Federación, se advierte que la entidad
de fiscalización superior de la Federación tiene diversas
facultades relacionadas con la cuenta pública, entre las que
destacan las de revisar y fiscalizar a cualquier persona pública o
privada, siempre que reciban, recauden, administren, manejen o
ejerzan recursos o ingresos públicos federales obtenidos; por
100
tanto, la Auditoría Superior de la Federación no puede ejercer
esas facultades respecto de recursos estrictamente particulares o
privados.”
Lo que nos aclara que el límite de la aplicación de ambas leyes se establece en el
concepto de “recursos públicos federales”, entendiendo por estos a las cantidades
en dinero que tienen bajo su administración ciertos servidores públicos o
personas, que son de la propiedad de la Federación.
Una vez esclarecido que el servidor público es aquel que se encuentra en los
supuestos que la Constitución establece para tal efecto, así como aquellas
personas que manejen recursos públicos federales, pasamos a analizar los tipos
de servidores públicos que la doctrina nos menciona. De tal suerte que existen
diversos tipos de relaciones laborales con el Estado, las cuales son: 56
• Funcionario público: Es aquel que cubre el puesto oficial de trabajo en la
administración pública y que no es empleado público.
• Empleado público: Es aquel que presta un servicio determinado de carácter
permanente a un órgano público, caracterizado por un vínculo laboral que
tiene su origen en la ley.
• Servidor público: Es aquel ciudadano investido de un cargo, empleo o
función pública, ligado por un vínculo de régimen jurídico, profesionalmente,
por tanto, al cuadro de personal del poder público. Tal vinculación puede
ser directa (servidor de la administración pública centralizada) o indirecta
(servidor de la administración pública paraestatal).
Finalmente, el doctrinario Humberto Delgadillo distingue por su parte que con el
término empleado público se identifica al trabajador de la Administración Pública
Centralizada, generalmente conocido como burócrata cuya incorporación se
-
56
Cfr. Acosta Romero, Miguel. Derecho Burocrático Mexicano. Editorial Porrúa. Tercera Edición.
México, 2002. Pp. 145 - 148.
101
produce en la mayoría de los casos mediante el nombramiento. Por su parte los
funcionarios son aquellos empleados que tienen específicamente atribuidas
funciones en las normas legales, con facultades de decisión y dirección, de tal
forma que son la vía a través de la cual se exterioriza la voluntad del órgano, como
los secretarios de Estado, los subsecretarios, directores y jefes de departamento.57
Resulta importante mencionar que una persona adquiere el título de servidor
público mediante un nombramiento, emitido por la autoridad competente y
facultada, por lo que es dicho acto el que genera los derechos y obligaciones de
los servidores públicos, y es la base vinculante entre la conducta u omisión que se
le atribuye al presunto responsable y la sanción a imponerse.
Las normas jurídicas que regulan el actuar del servidor público producen actos de
control previo que las autoridades competentes de ejecutarlos realizan de
momento a momento, ya que al contrario de la fiscalización de la cuenta pública,
las labores de regulación de las actividades de los servidores públicos deben
ejecutarse constantemente.
3.1.3 La responsabilidad administrativa de los servidores públicos
La responsabilidad administrativa es aquella en la que incurren los servidores
públicos cuando en el desempeño de sus funciones, empleos, cargos o
comisiones, su conducta contraviene a lo establecido en la Ley Federal de
Responsabilidades
Administrativas
de
los
Servidores
Públicos
y
demás
disposiciones aplicables como: manuales, circulares, reglamentos, etc.
El antecedente directo de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de
los Servidores Públicos es la Ley de Responsabilidades de los Servidores
Públicos, la cual entró en vigor a partir del 1º de enero de 1983, y en su momento
-
57
Op. Cit. Delgadillo Gutiérrez, Luis Humberto. El sistema de responsabilidades de los servidores
públicos. Pp. 84 y 85.
102
estableció un concepto más amplio sobre la responsabilidad en la que puede
incurrir el servidor público, ya que determinaba específicamente en qué momento
y por qué razones un servidor público incurría en responsabilidad, así como el tipo
de sanción a que se haría acreedor.58
La ley vigente, la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los
Servidores Públicos, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 13 de
marzo de 2002, y aunque es muy similar en su contenido a la ley de 1982, su
creación se debió a la necesidad de contar con una legislación que regulara
especialmente a la responsabilidad administrativa, dejando por una lado la
responsabilidad política, prevista en la Ley Responsabilidades de los Servidores
Públicos, la cual quedo vigente para esos efectos y es aplicable en el supuesto de
responsabilidades administrativas de los servidores públicos del Distrito Federal.59
La Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos
representa un avance en materia competencial respecto de las autoridades
facultadas para aplicarla, ya que se extendió esta facultad a la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, al Consejo de la Judicatura Federal, a los Tribunales
Agrarios, el Instituto Federal Electoral, la Auditoría Superior de la Federación, la
Comisión Nacional de Derechos Humanos, así como al Banco de México.60
La responsabilidad administrativa se puede definir como el procedimiento
administrativo sancionador derivado de actos u omisiones cometidos por los
servidores públicos a que se refiere el Título Cuarto de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, y en contravención de las hipótesis jurídicas a las
-
58
-
59
-
60
Cfr. Herrera Pérez, Agustín. Las Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.
Editorial Porrúa. México, 1991. Pp. 145.
Cfr. Gándara Ruiz Esparza, Alberto. Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.
Editorial Porrúa. Segunda Edición. México, 2010. Pp. 9.
Ídem. Pp. 10.
103
que se refiere los artículos 8 y 9 de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos.61
La base constitucional de las responsabilidades administrativas de los servidores
públicos se encuentra pasmada en el Título Cuarto de nuestra Constitución: “De
las Responsabilidades de los Servidores Públicos y Patrimonial del Estado”. Y
más precisamente en el artículo 113, párrafo primero, de nuestra Carta Magna,
que establece:
“Artículo 113. Las leyes sobre responsabilidades administrativas
de los servidores públicos, determinarán sus obligaciones a fin de
salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, y
eficiencia en el desempeño de sus funciones, empleos, cargos y
comisiones; las sanciones aplicables por los actos u omisiones en
que incurran, así como los procedimientos y las autoridades para
aplicarlas. Dichas sanciones, además de las que señalen las
leyes, consistirán en suspensión, destitución e inhabilitación, así
como en sanciones económicas, y deberán establecerse de
acuerdo con los beneficios económicos obtenidos por el
responsable y con los daños y perjuicios patrimoniales causados
por sus actos u omisiones a que se refiere la fracción III del
artículo 109, pero que no podrán exceder de tres tantos de los
beneficios obtenidos o de los daños y perjuicios causados.”
De su lectura apreciamos que se desprenden los principios de legalidad,
honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia en el desempeño de sus funciones,
mismos que deben ser salvaguardados por las leyes en materia de
responsabilidades administrativas.
-
61
García, Gabino Eduardo. Sistema Jurídico sobre la Responsabilidad de los Servidores Públicos. Pp.
191.
104
Por otra parte, el citado artículo nos hace referencia a las sanciones,
procedimientos y autoridades para aplicarlas. Al respecto es conveniente citar la
siguiente tesis de jurisprudencia:
Localización: Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Noviembre de 2008
Página: 232
Tesis: 2a./J. 154/2008
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Administrativa
“RESPONSABILIDADES
SERVIDORES
CONSTITUCIÓN
ADMINISTRATIVAS
PÚBLICOS.
EL
ARTÍCULO
POLÍTICA
DE
LOS
DE
113
ESTADOS
LOS
DE
LA
UNIDOS
MEXICANOS, ES UNA NORMA DE EFICACIA INDIRECTA,
QUE RESERVA AL LEGISLADOR ORDINARIO LA FACULTAD
PARA SU REGULACIÓN E IMPOSICIÓN EN LAS LEYES
SECUNDARIAS. El citado precepto, al prever que las leyes sobre
responsabilidades administrativas de los servidores públicos
determinarán las sanciones aplicables por los actos u omisiones
en que incurran y que, tratándose de las sanciones económicas
deberán establecerse de acuerdo con los beneficios económicos
obtenidos por el responsable y con los daños y perjuicios
patrimoniales, sin que puedan exceder de tres tantos de ellos,
constituye una norma de eficacia indirecta, que requiere de la
intervención normativa de una fuente subordinada para ser
operativa, ya que en ella únicamente se establecen las bases
para sancionar en la vía administrativa el incumplimiento de las
105
obligaciones de los servidores públicos, en el desempeño de su
empleo, cargo o comisión, con el fin de salvaguardar la legalidad,
honradez, lealtad, imparcialidad y eficacia que deben observarse,
reservando así al legislador ordinario la facultad para establecer
de manera específica, en la ley secundaria, las sanciones
económicas aplicables por las faltas en que incurran, debiéndolas
ajustar necesariamente a las bases establecidas en el precepto
constitucional. Conforme a ello, para considerar debidamente
fundada una resolución, en la que se imponga a un servidor
público una sanción de naturaleza administrativa, con motivo de
una infracción cometida en el desempeño de sus funciones,
encargo o comisiones, se deberán señalar necesariamente los
artículos de la ley o leyes secundarias que de manera específica
establezcan la sanción correspondiente, independientemente de
que también se invoque como fundamento el propio precepto
constitucional.”
De la lectura de la jurisprudencia citada subrayamos la imperiosa necesidad de
que las normas de carácter secundario a la Constitución prevean de manera clara
y completa todo lo referente a las sanciones, procedimiento y resoluciones que
determinen una responsabilidad administrativa, siendo obligación de la autoridad
fundar de manera completa los artículos de las normas secundarias en las cuales
se basa para imponer la sanción correspondiente, no bastando el citar al artículo
113 constitucional.
Continuando con el análisis del artículo 113 constitucional en su primer párrafo,
podemos verificar que las sanciones que la Constitución prevé en el marco de las
responsabilidades administrativas son la suspensión, destitución e inhabilitación,
así como las sanciones económicas.
Por su parte el artículo 13 de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos establece que las sanciones por falta
106
administrativa consistirán en: Amonestación privada o pública; suspensión del
empleo, cargo o comisión por un período no menor de tres días ni mayor a un
año; destitución del puesto; sanción económica, e inhabilitación temporal para
desempeñar empleos, cargos o comisiones en el servicio público.
Ahora bien, de conformidad por lo establecido por el artículo 109 Constitucional,
las leyes en materia de responsabilidades administrativas deben ser legisladas
por el Congreso de la Unión y por las Legislaturas de los Estados, dentro de los
ámbitos de sus respectivas competencias.
El propio artículo 109, en su párrafo segundo dispone que los procedimientos
para
la
aplicación
de
las
sanciones
mencionadas
se
desarrollarán
autónomamente y que no podrán imponerse dos veces por una sola conducta
sanciones de la misma naturaleza. Este párrafo limita que las responsabilidades
administrativas
se
determinen
de
manera
independiente
a
otras
responsabilidades, como la civil, penal, resarcitoria o laboral a efecto de
salvaguardar la independencia de la competencia de las autoridades facultadas
para determinarlas.
Es interesante apuntar que al establecer la Constitución Política que “No podrán
imponerse dos veces por una sola conducta sanciones de la misma naturaleza.”,
por lo que resulta importante determinar la naturaleza jurídica de las
responsabilidades administrativas de los servidores púbicos, ya que como vimos
en el capítulo anterior, las responsabilidades resarcitorias constituyen un sanción
administrativa, que aunque cuenta con notas características propias, no resulta
muy distante de la naturaleza jurídica de las sanciones de responsabilidades
administrativas. Si se demuestra que las responsabilidades administrativas y
resarcitorias
son
sanciones
de
la
misma
naturaleza,
resultarían
anticonstitucionales las segundas, en virtud de que la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos sí contempla expresamente las primeras.
Existen un sinnúmero de disposiciones, reglamentos y acuerdos que identifican las
obligaciones de los servidores públicos, en estos podemos observar las diversas
107
obligaciones y sanciones que se aplican a los servidores públicos, por ejemplo,
siendo de gran interés el Título X de la Ley Orgánica de la Procuraduría General
de la República, el cual cita: “De las sanciones de los agentes del Ministerio
Público de la Federación, los agentes de la Policía Federal Ministerial y los
peritos.” Este Título también prevé un procedimiento especial lo que provoca que
el análisis de las responsabilidades administrativas sea muy rico en alcance.
A este respecto conviene citar la siguiente jurisprudencia, misma que nos permitirá
entender el beneficio que se la da a la Procuraduría General de la República en
cuanto a la resolución de las responsabilidades administrativas:
Registro No. 166247
Localización: Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXX, Octubre de 2009
Página: 63
Tesis: 2a./J. 156/2009
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
“AGENTES DEL MINISTERIO PÚBLICO DE LA FEDERACIÓN,
MIEMBROS DE LA POLICÍA FEDERAL INVESTIGADORA, ASÍ
COMO
PERITOS
GENERAL
DE
ADSCRITOS
LA
A
REPÚBLICA.
LA
PROCURADURÍA
SU
RÉGIMEN
DE
RESPONSABILIDADES ADMINISTRATIVAS SE RIGE POR LA
LEY
ORGÁNICA
EXCEPCIONALMENTE
RESPONSABILIDADES
DE
ESA
POR
LA
INSTITUCIÓN
LEY
FEDERAL
ADMINISTRATIVAS
DE
Y
DE
LOS
108
SERVIDORES PÚBLICOS Y SU APLICACIÓN CORRESPONDE
A LAS AUTORIDADES DE LA PROPIA PROCURADURÍA. En
términos de los artículos 123, apartado B, fracción XIII, y 109 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
conforme a los principios de supremacía constitucional, legalidad
y aplicación preferente de la norma especial, la naturaleza de las
funciones de los agentes del Ministerio Público de la Federación,
de la Policía Federal Investigadora y de los peritos adscritos a la
Procuraduría General de la República, los sujeta al régimen de
responsabilidades administrativas previsto específicamente para
ellos en los capítulos VIII y IX de la ley orgánica de esa
dependencia, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27
de diciembre de 2002, vigente hasta el 29 de mayo de 2009,
denominados "De las causas de responsabilidad de los agentes
del Ministerio Público de la Federación, agentes de la Policía
Federal Investigadora y peritos" y "De las sanciones de los
agentes del Ministerio Público de la Federación, agentes de la
Policía Federal Investigadora y peritos", los cuales establecen las
causas de responsabilidad así como las autoridades competentes
para instaurar los procedimientos administrativos y emitir las
resoluciones respectivas, en el orden siguiente: I. El Procurador
General de la República; II. Los Subprocuradores; III. El Oficial
Mayor; IV. El Visitador General; V. Los Coordinadores; VI. Los
Directores Generales; VII. Los Delegados; VIII. Los Agregados, y
IX. Los titulares de las unidades administrativas equivalentes,
tratándose de las sanciones de amonestación pública y privada,
así como suspensión y a petición de cualquiera de ellos, el
Consejo de Profesionalización del Ministerio Público de la
Federación podrá decretar la remoción. Por tanto, el régimen
general establecido en la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos sólo es aplicable a los
109
servidores
públicos
mencionados
por
excepción,
cuando
eventualmente su estatuto orgánico especial remita a aquél y no
exista incompatibilidad en su aplicación.”
De tal suerte que los servidores públicos mencionados en la jurisprudencia tienen
un ámbito de aplicación de la ley a efecto de realizar el procedimiento y sanción
de manera excepcional, esto por el privilegio que les brinda los artículos 123,
apartado B, fracción XIII, y 109 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
La responsabilidad administrativa para el servidor público debe de encontrarse
detallada en algún ordenamiento, o bien, acuerdo, circular o manual, sin embargo,
los Tribunales Colegiados de Circuito consideran que existen obligaciones de los
servidores públicos que aunque no se encuentran especificadas en algún
ordenamiento, acuerdo, circular o manual, son obligatorias de observancia, y
pueden generar una sanción de responsabilidad administrativa. Revisemos la
siguiente tesis de jurisprudencia:
Registro No. 165147
Localización: Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXXI, Febrero de 2010
Página: 2742
Tesis: I.7o.A. J/52
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
“SERVIDORES PÚBLICOS. LA CIRCUNSTANCIA DE QUE SUS
ATRIBUCIONES
Y
OBLIGACIONES
EXPRESAMENTE
CONTEMPLADAS
EN
NO
ESTÉN
UNA
NORMA
110
GENERAL,
ES
INSUFICIENTE
PARA
EXIMIRLOS
DE
RESPONSABILIDAD. El artículo 113 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos dispone que las leyes de
responsabilidades de los servidores públicos tienen por objeto
salvaguardar los principios de legalidad, honradez, lealtad,
imparcialidad y eficiencia en el desempeño de las funciones,
empleos, cargos y comisiones de los empleados del gobierno;
principios que están cargados de un alto valor moral, al que
aspiran los empleados del gobierno y entes del Estado. Por su
parte, el artículo 47, fracción I, de la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos (de igual redacción
al diverso numeral 8o., fracción I, de la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el trece de marzo
de dos mil dos), dispone como obligación a los empleados del
gobierno cumplir con la máxima diligencia el servicio que les sea
encomendado y abstenerse de cualquier acto u omisión que
cause la suspensión o deficiencia de dicho servicio o implique
abuso o ejercicio indebido de un empleo, cargo o comisión; así, la
circunstancia que el servicio encomendado, entendido como el
cúmulo de obligaciones o atribuciones inherentes al cargo, no se
encuentre detallado en forma de catálogo en alguna ley,
reglamento, decreto, circular o norma de carácter general, es
insuficiente para eximirlos de responsabilidad, pues resulta
materialmente imposible emitir una norma general por cada rango,
nivel o escalafón que exista en los tres poderes del gobierno. Por
tanto, ante la inexistencia de una disposición normativa que
especifique cuáles son las atribuciones de un servidor público, la
autoridad administrativa y, en su caso, la jurisdiccional, deberá
valorar los elementos de prueba allegados al asunto, para así
concluir si determinada conducta o actuación se encuentra dentro
111
de las facultades encomendadas al servidor público investigado o
sancionado, fundando y motivando su determinación.”
La interpretación conformista de los Tribunales Colegiados de Circuito, del poder
Judicial de la Federación, justifica la aplicación de sanciones infundadas en
materia de responsabilidades administrativas. Lo anterior sucede en virtud de que
permite a la autoridad competente realizar un estudio subjetivo del servidor público
en relación con su cadena de mando para aplicarlas. Es decir, si no existe una
directriz que establezca que un servidor público es responsable de tal o cual
obligación, ¿cómo puede la autoridad de manera genérica considerar que ese
servidor público efectivamente es el infractor de la norma? ¿Cómo en una
estructura tan compleja como la de las dependencias y entidades de la
Administración Púbica Federal, a falta de disposición que establezca con claridad
a quién le toca tal o cual actividad, se permite determinar a priori quién es el
responsable directo de su incumplimiento?
Por ejemplo, si se pretende sancionar a un Jefe de Departamento, podemos
investigar si sus inferiores jerárquicos cumplen con su deber en los términos de las
normas aplicables, al percatarnos que sus inferiores no lo hacen podemos
sancionarlo a él, pues debía de cumplir con las labores de supervisión y control
que tiene a su cargo un Jefe de Departamento. Sin embargo, hasta para las
labores de supervisión y control los manuales, circulares o acuerdos, deben
detallar las formas en las que se comprobará la eficiencia y eficacia del trabajo
realizado, por lo que volvemos a que si el Jefe de Departamento no incumplió
tales
preceptos,
expresamente
contemplados
en
las
normas
normativo-
administrativas, debe ser sancionado; pero a falta de tales disposiciones deberá
analizarse y determinarse de manera concreta y precisa quién es el auténtico
responsable de la inatención normativa. La interpretación de la citada
jurisprudencia trasciende en la aceptación de una indebida fundamentación y
motivación de la autoridad sancionadora.
112
Las responsabilidades administrativas de los servidores públicos como conjunto
de deberes, subsisten dentro de los límites autorizados por la ley, con otros
deberes emanados del nombramiento y/o contrato de trabajo, y tienden al correcto
desarrollo de estos últimos. Esta circunstancia deriva en la concurrencia en el
régimen jurídico del servidor público, de un orden de sujeción a la autoridad de la
Administración Pública Federal, y de un contenido prestacional regido por el
derecho laboral. El empleado público tiene su fundamento en el artículo 123 de la
Constitución, en tanto que el fundamento del servidor público es artículo 108 de la
Constitución.62
Es común en la práctica que servidores públicos aleguen de inconstitucional una
sanción administrativa y una laboral que haya derivado de los mismos hechos. La
manera
en
la
que
nuestra
Constitución
brinda
independencia
a
las
responsabilidades administrativas de las laborales es clara, y podemos encontrarla
en el ya citado artículo 109, párrafo segundo Constitucional. A este supuesto
tenemos una respuesta clara del Poder Judicial, mediante la siguiente
jurisprudencia:
Registro No. 194476
Localización: Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Tesis: 2a./J. 13/99
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa, laboral
“TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO. NO PUEDE
PLANTEARSE UN PROBLEMA DE PRESCRIPCIÓN DE LA
ACCIÓN LABORAL PARA DEMANDAR LA REINSTALACIÓN O
-
62
Op. Cit. Delgadillo Gutiérrez, Luis Humberto. El sistema de responsabilidades de los servidores
públicos. Pp. 87 y 88.
113
LA INDEMNIZACIÓN DE LEY CUANDO LA DESTITUCIÓN, CESE
O SUSPENSIÓN CONSTITUYE UNA SANCIÓN POR FALTAS
ADMINISTRATIVAS,
YA
QUE
EN
ESTE
SUPUESTO
ES
IMPROCEDENTE LA VÍA LABORAL. De lo dispuesto por los
artículos 1o., 2o., 46, 47, 53, fracciones III y IV, 64 y 70 a 75 de la
Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos,
deriva que la resolución por la que se impone a un servidor público
la suspensión o destitución del empleo como sanción por la comisión
de faltas y responsabilidades administrativas, es materialmente de
naturaleza administrativa y sólo es impugnable ante la propia
autoridad que la impone a través del recurso de revocación o
directamente ante el Tribunal Fiscal de la Federación, ante el que
también puede combatirse la resolución que recaiga al recurso de
revocación, en el entendido de que de obtenerse la nulidad de la
sanción en resolución que cause ejecutoria, se tiene que restituir al
servidor público en el goce de todos los derechos de que hubiere
sido privado con la ejecución de la sanción anulada. Por tanto,
tratándose del despido, cese o suspensión de un trabajador
burocrático derivado de una falta o responsabilidad administrativa,
no puede plantearse el problema de prescripción de la acción laboral
para demandar la reinstalación, o bien, la indemnización de ley por
despido o suspensión injustificada ante el Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje, en virtud de que esta vía no procede
respecto de un acto que no tiene naturaleza laboral sino
administrativa, como lo es el cese o suspensión como sanción
administrativa y, además, porque la ley burocrática resulta
inaplicable.”
La jurisprudencia anterior nos aclara la independencia de las sanciones
administrativa y laboral, así como la coexistencia de sanciones que puedan ser
consecuencia de los mismos hechos. No hay que perder de vista que aunque se
114
sancionan por los mismos hechos no tienen como base de la sanción las mismas
leyes, ya que hablamos de leyes en materia de responsabilidades administrativas,
y leyes del trabajo; ambas con procedimientos autónomos, y principios diversos,
ya que las primeras velan por la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, y
eficiencia en el desempeño de sus funciones, empleos, cargos y comisiones; y la
segundas por el cumplimiento de las obligaciones laborales.
Las responsabilidades administrativas de los servidores públicos son la fuente
para la determinación de las responsabilidades resarcitorias, esto en virtud de que
la Auditoría Superior de la Federación utiliza como base las responsabilidades
administrativas, ya que si por conductas u omisiones de un servidor público en
inatención a las sus responsabilidades, causa un daño a la Hacienda Pública
Federal se fincarán las responsabilidades resarcitorias.
Dicha
vinculación
entre
las
responsabilidades
administrativas
y
las
responsabilidades resarcitorias se ejemplifica con lo que dispone el artículo 52 de
la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, que establece:
“Artículo 52.- Las responsabilidades resarcitorias para obtener
las indemnizaciones y sanciones pecuniarias correspondientes a
que se refiere este Capítulo, se constituirán en primer término, a
los servidores públicos o a los particulares, personas físicas o
morales, que directamente hayan ejecutado los actos o incurran
en las omisiones que las hayan originado y, subsidiariamente, y
en ese orden al servidor público jerárquicamente inmediato que
por la índole de sus funciones, haya omitido la revisión o
autorizado tales actos, por causas que impliquen dolo, culpa o
negligencia por parte de los mismos.
Serán responsables solidarios con los servidores públicos, los
particulares, persona física o moral, en los casos en que hayan
participado y originado una responsabilidad resarcitoria.”
115
De tal suerte que las responsabilidades resarcitorias constituyen un todo, que
puede ser divisible de manera subsidiaria o solidaria, ocurriendo la primera cuando
los servidores públicos de mando jerárquico superior no realicen las funciones de
control correspondiente, y actualizándose la segunda, cuando existan coautores de
la conducta u omisión del acto u omisión que causó el daño a la Hacienda Pública
federal. Siendo que los responsables subsidiarios parten de una interpretación
directa a las normas administrativas de las que emanan sus responsabilidades, por
lo que la Auditoría Superior de la Federación deberá realizar un estudio minucioso,
a manera de probar su responsabilidad, lo que se considera en cierta medida
invasivo de la competencia de la Secretaría de la Función Pública, y genera
incertidumbre en el sentido de que la Auditoría no cuenta con facultades para la
determinación de una responsabilidad administrativa.
Ahora bien, como ejemplo negativo de la vinculación que existe entre las
responsabilidades administrativas y las resarcitorias ponemos el siguiente: a un
servidor público le es fincada una responsabilidad resarcitoria por incumplir con las
actividades que establece y encomienda un Manual de Procedimientos de una
dependencia de la Administración Pública Federal, y que por su inobservancia
provoca un daño a la Hacienda Pública Federal, dicho servidor público impugna la
resolución emitida por la Auditoría Superior de la Federación mediante juicio
contencioso – administrativo, y como principal concepto de impugnación argumenta
que el Manual de Procedimientos que es la base de la responsabilidad omitida y el
daño causado no cumple con el requisito de encontrarse publicado en el Diario
Oficial de la Federación y por lo tanto no tiene efectos jurídicos; la Sala que conoce
el juicio en el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa declara la nulidad
lisa y llana de la resolución impugnada tomando como argumento toral el antes
señalado.
Dicho ejemplo nos permite percatarnos que la vinculación indebida entre las
responsabilidades administrativas y resarcitorias no sólo es indebida para el
servidor público, sino también altamente ineficiente para la consecución de la
observancia de los principios de responsabilidad hacendaria y rendición de
116
cuentas, ya que la entidad de fiscalización superior depende de las disposiciones
normativas – administrativas que emitan las dependencias y entidades de la
Administración Pública Federal para contar con fundamentos jurídicos suficientes
para fincar una responsabilidad resarcitoria. En el caso expuesto, pese a existir una
conducta que causó ya un daño efectivo y cuantificado, la carencia de un marco
jurídico suficiente en materia de responsabilidades administrativas convierte
ineficaces las tareas de fiscalización.
Lo expuesto supone que deben identificarse plenamente las responsabilidades
administrativas para determinar a los presuntos infractores una responsabilidad
resarcitoria, por lo que se analizarán las facultades que tiene la Auditoría Superior
de la Federación en materia de responsabilidades administrativas de los
servidores públicos.
3.2 Facultades de la Auditoría Superior de la Federación para la aplicación de
la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores
Públicos
Los artículos 109 y 113 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, determinan que el Congreso de la Unión, así como las Legislaturas de
los
Estados,
deberán
expedir
leyes
en
materia
de
responsabilidades
administrativas de los servidores públicos en las cuales se determinen sus
obligaciones, las sanciones aplicables, así como los procedimientos y las
autoridades para aplicarlas.
En tal tesitura se publicó la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de
los Servidores Públicos, la cual tiene por objeto reglamentar el Título Cuarto de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esto de conformidad con
el artículo primero de la citada Ley.
117
El artículo 1°, en su fracción IV, de la citada Ley , determina que ésta reglamenta
lo relativo a las autoridades competentes y el procedimiento para aplicar las
sanciones que resulten al dictarse la resolución del mismo.
Por su parte, el artículo tercero de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos establece las autoridades facultadas
para aplicar la Ley, encontrándose en su fracción VII, a la Auditoría Superior de la
Federación, por lo que la entidad de fiscalización superior es competente para
substanciar el procedimiento administrativo sancionador y fincar, en su caso, las
responsabilidades administrativas conducentes. Sin embargo, tal premisa no se
entiende como una facultad ilimitada de la Auditoría, ya que como se precisará
adelante, sólo puede iniciar un procedimiento sancionador y determinar las
sanciones correspondientes únicamente a sus servidores públicos, no siendo así
por lo que hace a los servidores públicos de las entidades fiscalizadas.
Es importante precisar que la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación establece como supletoria de la misma a la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, entre otras
disposiciones, sin embargo, esto no implica una amplitud de las facultades de la
Auditoría Superior de la Federación que signifiquen una capacidad para sancionar
administrativamente a los servidores públicos de las entidades fiscalizadas.
Por lo anterior, es importante resolver si al tener como supletoria de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, a la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, la Auditoría
Superior de la Federación la podrá aplicar al efecto de fincar una responsabilidad
resarcitoria. La respuesta la encontramos en la propia Ley de Fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación, ya que en su artículo 64, dispone que en
todas las cuestiones relativas al procedimiento no previstas en el “Capítulo III. Del
Procedimiento para el Fincamiento de Responsabilidades Resarcitorias”, así como
en la apreciación de las pruebas y desahogo del recurso de reconsideración, se
observarán las disposiciones de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo y
118
del Código Federal de Procedimientos Civiles; por lo que para el fincamiento de
las mismas no es aplicable la Ley en materia de responsabilidades administrativas
de los servidores públicos.
Por otra parte, el artículo 11 de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos establece que la Auditoría Superior de
la Federación, conforme a la legislación respectiva, y por lo que hace a su
competencia, establecerá los órganos y sistemas para identificar, investigar y
determinar las responsabilidades derivadas del incumplimiento de las obligaciones
establecidas en el artículo 8, así como para imponer las sanciones previstas en el
presente Capítulo.
Lo anterior nos obliga a identificar plenamente respecto de la legislación
respectiva y en el marco de su competencia cómo la Auditoría Superior de la
Federación debe aplicar la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de
los Servidores Públicos.
Por lo tanto a continuación se detallan las facultades de la Auditoría Superior de la
Federación en dos rubros: 1) Sus facultades para la aplicación de la Ley Federal
de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos en relación a la
fiscalización de la Cuenta Pública; y 2) sus facultades para la aplicación de la Ley
Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos en
relación a su control interno.
1) Las facultades de la Auditoría Superior de la Federación para la aplicación de la
Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos en
relación a su actividad preponderante, que es la fiscalización de la Cuenta Pública
se pueden encontrar en las siguientes disposiciones de la Ley de Fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación:
-
Artículo 13, fracción I. Las observaciones que, en su caso, emita la
Auditoría Superior de la Federación derivado de la fiscalización de la
119
Cuenta Pública, podrán derivar en promociones de responsabilidad
administrativa sancionatoria.
-
Artículo 15, fracción XV. Para la fiscalización de la Cuenta Pública, la
Auditoría Superior de la Federación tendrá las atribuciones de realizar
promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria.
-
Artículo 31, segundo y tercer párrafos. Las promociones de responsabilidad
administrativa sancionatoria, deberán formularse o emitirse durante los
siguientes 160 días hábiles posteriores a la presentación del Informe del
Resultado con la finalidad de evitar la prescripción de las acciones legales
correspondientes. En el caso de las promociones de responsabilidades
administrativas sancionatorias que se notifiquen a las instancias de control
competentes, deberán remitirse acompañando copia certificada del
expediente que sustente la promoción respectiva.
-
Artículo 39. Cuando se acrediten afectaciones a la Hacienda Pública
Federal la Auditoría Superior de la Federación promoverá, en su caso, ante
los
órganos
o
autoridades
competentes
las
responsabilidades
administrativas.
-
Artículo 49. Si de la fiscalización de la Cuenta Pública, aparecieran
irregularidades que permitan presumir la existencia de hechos o conductas
que produzcan un daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal la
Auditoría Superior de la Federación procederá a promover las acciones de
responsabilidad a que se refiere el Título Cuarto de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos.
-
Artículo 56, segundo párrafo. Cuando los pliegos de observaciones no sean
atendidos dentro del plazo señalado o la documentación y argumentos no
sean suficientes para solventarlos, la Auditoría Superior de la Federación
solicitará la intervención de las instancias de control competentes para que
investiguen e inicien el procedimiento sancionatorio por los actos u
120
omisiones de los servidores públicos de las entidades fiscalizadas de los
cuales pudieran desprenderse responsabilidades administrativas.
-
Artículo 88, fracción XIII. Corresponde a los auditores especiales la facultad
en el caso de las promociones de responsabilidades administrativas
sancionatorias, solicitar a las autoridades informen sobre la resolución
definitiva que se determine o que recaiga en este tipo de asuntos.
De la revisión de las facultades de la Auditoría Superior de la Federación
contenidas en la Ley de Fiscalización y Cuentas de la Federación podemos
afirmar que sólo se faculta a la Auditoría Superior de la Federación para promover
ante las autoridades competentes las acciones de responsabilidad administrativa.
Lo anterior nos permite apreciar que la Auditoría superior de la Federación en
relación a su actividad primordial que es la fiscalización de la Cuenta Pública no
tiene facultad alguna para aplicar la Ley de Responsabilidades Administrativas de
los Servidores Púbicos, ya que no puede tramitar, sustanciar o resolver respecto
de las responsabilidades administrativas que se deriven de la fiscalización de la
Cuenta Pública, sino sólo promover ante las autoridades competentes, es decir,
los Órganos Internos de Control de las dependencias y entidades fiscalizadas, las
acciones de responsabilidad administrativa.
2) Las facultades de la Auditoría Superior de la Federación para la aplicación de la
Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, en
relación al control interno de las actividades de sus servidores públicos, se
encuentran establecidas en el Capítulo II, De la Vigilancia de la Auditoría Superior
de la Federación, contenido en la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de
la Federación, en los siguientes artículos:
-
Artículo 101. El Auditor Superior de la Federación, los auditores especiales
y los demás servidores públicos de la Auditoría Superior de la Federación
en el desempeño de sus funciones, se sujetarán a la Ley Federal de
121
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y a las
demás disposiciones legales aplicables.
-
Artículo 103, fracción III y último párrafo. La Unidad de Evaluación y Control
de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la
Cámara de Diputados del Congreso de la Unión recibirá quejas y denuncias
derivadas del incumplimiento de las obligaciones por parte del Auditor
Superior de la Federación, auditores especiales y demás servidores
públicos de la Auditoría Superior de la Federación, iniciar investigaciones y,
en su caso, con la aprobación de la Comisión, fincar las responsabilidades
a que hubiere lugar e imponer las sanciones que correspondan, en los
términos de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los
Servidores Públicos. Las entidades fiscalizadas tendrán la facultad de
formular queja ante la Unidad sobre los actos del Auditor Superior de la
Federación que contravengan las disposiciones de esta Ley, en cuyo caso
la Unidad sustanciará la investigación preliminar por vía especial, para
dictaminar si ha lugar a iniciar el procedimiento de remoción a que se
refiere este ordenamiento, o bien el previsto en la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, notificando
al quejoso el dictamen correspondiente, previa aprobación de la Comisión.
Asimismo, el Reglamento Interior de la Auditoría Superior de la Federación en sus
artículos 7, fracción XXXIX, 12, fracción XVII, 14, fracciones XXVI y XXVII, 15,
fracción X, y 34, fracción XXXI, facultan al Auditor Superior de la Federación, a los
Titulares de las Unidades, al Titular de la Unidad General de Administración, a los
Directores Generales y a la Dirección General Jurídica, respectivamente, para
promover las responsabilidades administrativas, dar seguimiento al procedimiento
de responsabilidades administrativas, gestionar y aplicar las sanciones que se
impongan a los servidores públicos de su adscripción.
El marco normativo que faculta a la Auditoría Superior de la Federación para la
aplicación de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los
122
Servidores Públicos existe con el fin de garantizar, por una parte, la facultad
sancionadora del Estado en el supuesto de que los servidores públicos
desplieguen acciones o incurran en omisiones que atenten contra los principios de
legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficacia en la función pública que
desempeñan y, por otra, la certeza jurídica a favor del servidor público de que sus
actos serán sancionados por autoridad competente.
La obediencia de crear un sistema normativo tan complejo para la aplicación de la
Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos por parte de la
Auditoría Superior de la Federación custodia el principio de legalidad, el cual se
contempla en el artículo 16, primer párrafo, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, y que establece que todo acto de molestia debe
ocurrir mediante mandamiento escrito, emitido por una autoridad competente, en
el cual se funde y motive la causa legal del procedimiento, además de
cumplimentar con todos y cada uno de los requisitos que para tal efecto las leyes
establezcan.
La Auditoría Superior de la Federación en sus labores de fiscalizar la Cuenta
Pública puede detectar conductas u omisiones de los servidores públicos que
generen tanto un daño patrimonial a la Hacienda Pública Federal, como una
responsabilidad administrativa. Sin embargo, la Auditoría Superior de la
Federación no está facultada para determinar si existió o no una responsabilidad
administrativa, sino sólo se encuentra facultada para imponer una responsabilidad
resarcitoria.
Las responsabilidades resarcitorias que se finquen por la cuantificación de un
daño que haya procedido de una conducta u omisión de un servidor público que
en desobediencia a las responsabilidades administrativas de los servidores
públicos deben encausarse mediante los fundamentos legales de la fiscalización
de la Cuenta Pública, contenidos en el Título Segundo, “De la Fiscalización de la
Cuenta Pública, de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación”.
123
Las resoluciones de la Auditoría Superior de la Federación que se finquen una
responsabilidad resarcitoria deben primeramente fundamentar su resolución en
base a la Ley Federal de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación,
ya que no se trata de una responsabilidad administrativa, sino resarcitoria. Lo
anterior debe ser así, pues la Auditoría Superior de la Federación no tiene
facultades para determinar si existe o no una responsabilidad administrativa como
resultado de la fiscalización de la Cuenta Pública.
Siendo que las responsabilidades resarcitorias derivan del incumplimiento de las
responsabilidades administrativas de los servidores públicos, se hace presente
una violación de las garantías jurídicas de los servidores públicos en las
resoluciones, al plantearse la presunción de una responsabilidad administrativa
para posteriormente fincar una responsabilidad resarcitoria.
Un ejemplo de cómo debería darse el procedimiento para el fincamiento de
responsabilidades resarcitorias de manera que no quede en una simple
presunción de la Auditoría Superior de la Federación la comisión de conductas u
omisiones de los servidores públicos que causen un daño a la Hacienda Pública
Federal, lo encontramos en el Título Cuarto, De la Revisión de Situaciones
Excepcionales, de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, la cual en sus artículos 40 y 41 establecen lo siguiente:
“Artículo 40.- Para los efectos de lo previsto en el párrafo quinto
de la fracción I, del artículo 79 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, sin perjuicio del principio de
posterioridad, cuando se presenten denuncias fundadas con
documentos o evidencias mediante los cuales se presuma el
manejo, aplicación o custodia irregular de recursos públicos
federales, o de su desvío, en los supuestos previstos en el artículo
42 de esta Ley, la Auditoría Superior de la Federación podrá
requerir a las entidades fiscalizadas le rindan un informe de
124
situación excepcional durante el ejercicio fiscal en curso sobre los
conceptos específicos o situaciones denunciados.
La Auditoría Superior de la Federación deberá
acompañar al
requerimiento los documentos o evidencias presentados por los
denunciantes al enviar el requerimiento antes mencionado a las
entidades fiscalizadas. Las denuncias podrán presentarse a la
Cámara, a la Comisión o directamente a la Auditoría Superior de
la Federación.”
“Artículo 41.- Las entidades fiscalizadas deberán rendir a la
Auditoría Superior de la Federación en un plazo que no excederá
de treinta días hábiles, contados a partir de la recepción del
requerimiento, el informe de situación excepcional donde se
describa la procedencia o improcedencia de la denuncia, así
como sus actuaciones y, en su caso, de las sanciones que se
hubieren impuesto a los servidores públicos involucrados o de los
procedimientos sancionatorios iniciados.
Con base en el informe de situación excepcional, la Auditoría
Superior de la Federación podrá, en su caso, fincar las
responsabilidades
que
procedan,
promover
otras
responsabilidades ante las autoridades competentes o solicitar
que la instancia de control
competente profundice en la
investigación de la denuncia formulada e informe de los
resultados obtenidos a la Auditoría.”
El procedimiento de fincamiento de responsabilidades resarcitorias derivado de
las situaciones excepcionales que aparezcan por denuncias presentadas ante la
Auditoría Superior de la Federación, como lo disponen los artículos citados,
establecen que la entidad de fiscalización superior debe obtener un informe de la
entidad fiscalizada en el cual mencione la procedencia o improcedencia de la
denuncia y en su caso las sanciones que se impusieron a los servidores públicos
125
involucrados, y en base a ese informe la Auditoría Superior de la Federación
podrá iniciar el procedimiento para el fincamiento de responsabilidades
resarcitorias.
El informe rendido por la entidad fiscalizada representa un visto bueno para iniciar
el procedimiento para el fincamiento de responsabilidades resarcitorias, el cual,
como en el procedimiento genérico de responsabilidades resarcitorias, no inicia
con una presunción de conductas u omisiones que causen desobediencia a las
responsabilidades administrativas de los servidores públicos, sino con una opinión
y hasta una resolución en la que se haya fincado una sanción administrativa a los
servidores públicos por haberse probado su desacato a las responsabilidades
administrativas de los servidores públicos.
Ahora bien, siendo que las responsabilidades resarcitorias no tienen claro sus
efectos sancionadores ya que pueden ser indemnizaciones o sanciones, en virtud
de que el artículo 79 fracción IV constitucional así lo dispone; si tomamos en
cuenta que el efecto de resarcir un daño se asemeja más al concepto de
indemnización, entonces podemos concluir que la responsabilidad resarcitoria es
distinta a la naturaleza jurídica de la facultad administrativa sancionadora, y en
consecuencia le resulta aplicable el criterio adoptado en la siguiente tesis aislada:
“RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. LOS
ARTÍCULOS 117 Y 138 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS
ADMINISTRATIVOS DEL ESTADO DE MÉXICO, AL PREVER
QUE EL PAGO DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS SOLICITADO
POR AQUÉLLA SE DETERMINARÁ HASTA QUE SE EMITA
RESOLUCIÓN EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
SANCIONADOR CONTRA EL SERVIDOR PÚBLICO CUYA
CONDUCTA LO ORIGINÓ, NO VIOLAN EL ARTÍCULO 113 DE
LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. El artículo 113, segundo párrafo,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece que el Estado tiene una responsabilidad objetiva y
126
directa por los daños que, con motivo de su actividad
administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de los
particulares y, correlativamente, prevé el derecho de éstos a
recibir una indemnización, conforme a las bases, límites y
procedimientos que establezcan las leyes. Por otra parte, de los
artículos 117 y 138 del Código de Procedimientos Administrativos
del Estado de México se observa, por un lado, la facultad de los
particulares para que al formular una denuncia o queja ante una
autoridad administrativa, contra la conducta de un servidor público
estatal o municipal, soliciten el pago de daños y perjuicios
causados por éste y, por otro, que al emitirse la resolución
sancionadora correspondiente, se determinará si procede o no el
mencionado pago, debiéndose cuantificar, en su caso, el importe
respectivo. De lo anterior se advierte que la finalidad del legislador
ordinario
al establecer en
los
señalados
dispositivos
un
procedimiento para determinar la indemnización a la cual puede
ser condenado el Estado, fue para comprobar que efectivamente
se hubiera realizado una actividad irregular, a través del
procedimiento administrativo sancionador, lo cual reúne las
características de ser objetivo y constitucionalmente válido y se
evita el reclamo injustificado de indemnizaciones excesivas. En
estas condiciones, se concluye que los referidos artículos 117 y
138, al prever que el pago de los daños y perjuicios solicitado por
la responsabilidad patrimonial del Estado se determinará hasta
que se emita resolución en el procedimiento administrativo
sancionador contra el servidor público cuya conducta lo originó,
no violan el precepto 113 constitucional.”
Aplicando la interpretación de la citada tesis por analogía a las responsabilidades
resarcitorias, se concluye que no contravendría el contenido de los artículo 76,
fracción IV y 113 de la Constitución Política, la adición a la Ley de Fiscalización y
127
Rendición de Cuentas de la Federación, a efecto de que previo al fincamiento de
responsabilidades resarcitorias se resuelva sobre la procedencia de las
responsabilidades administrativas. Por supuesto, la inconveniencia es que la
Auditoría Superior de la Federación se encontraría sujeta a una previa
determinación de responsabilidad por parte de la Secretaría de la Función Pública
o de los Órganos Internos de Control, por lo que la solución que permite
incorporar dicho requisito de procedencia se subsana otorgando a la Auditoría
Superior de la Federación plena competencia para la aplicación de la Ley Federal
de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, a fin de
determinarlas a los servidores públicos de las entidades fiscalizadas,
y
posteriormente considerar el fincamiento de las responsabilidades resarcitorias.
Aclarando en todo momento que dicha propuesta únicamente es válida si se
interpreta a la responsabilidad resarcitoria como una indemnización y no como
una sanción administrativa.
Como conclusión podemos afirmar que la Auditoría Superior de la Federación
tiene plena competencia para aplicar la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos para efectos de mantener el control
interno de sus servidores públicos, pero no es competente para aplicar la Ley
Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos para
determinar si existió una responsabilidad administrativa de los servidores públicos
de las entidades fiscalizadas, sino sólo puede presumir este hecho a efecto de
aplicar la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación y fincar
una responsabilidad resarcitoria.
128
Capítulo 4. Análisis jurídico de la constitucionalidad del procedimiento y la
resolución por el que se fincan responsabilidades resarcitorias a los
servidores públicos adscritos a la Administración Pública Federal
4.1 Conceptos previos
Nuestro país se encuentra en un proceso de transformación y progreso, el cual se
sustenta en la protección y promoción de los Derechos Humanos. Fue mediante
el Decreto por el que se modifica la denominación del Capítulo I del Título Primero
y se reforman diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011,
que nuestro país reconoció a los derechos humanos que deben ser respetados a
toda persona.
El texto vigente del artículo primero de nuestra norma fundamental luce la
dualidad de prerrogativas contenidas, primero, en los derechos humanos
reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales en que México
sea parte, y segundo, en las garantías constitucionales.
En su párrafo segundo, el artículo primero constitucional establece que toda
norma relativa a los derechos humanos se interpretará favoreciendo en todo
tiempo a las personas en su protección más amplia, esto es, la aplicación del
principio pro persona, el cual precisa que la interpretación de las normas
aplicables al hecho debe ser siempre la que beneficie más a la persona.
La reforma constitucional en materia de derechos humanos trajo consigo una
nueva interpretación de la jerarquía de normas establecida en el artículo 133
constitucional, por la que se debe considerar a los Tratados Internacionales en
materia de Derechos Humanos celebrados por el Estado Mexicano y a nuestra
Constitución Política en la mayor jerarquía, en igualdad de posición, lo anterior, en
razón de que los Tratados Internacionales con contenido de Derechos Humanos,
129
así como nuestra Constitución Política representan un bloque proteccionista de
las más altas prerrogativas de los seres humanos.63
El nuevo esquema de jerarquía normativa es únicamente aplicable para los
Tratados Internacionales que contengan normas relacionadas con los Derechos
Humanos, por lo que el principio de supremacía constitucional, y los criterios de
jurisprudencia que colocan a nuestra Constitución por encima de los tratados
internacionales (sin contenido en materia de Derecho Humanos) y normas
generales, continúa en aplicación, es decir, todo Tratado Internacional deberá
ajustarse a la Constitución Política por encontrarse en un segundo plano,
subsumida a la misma.
A los párrafos anteriores vale la pena hacer la acotación de que existe también el
criterio de que la reforma al artículo 1º Constitucional, en materia de derechos
humanos no modifica la interpretación establecida mediante jurisprudencia del
artículo 133 de nuestra norma fundamental respecto de la supremacía de la
Constitución, sino que todo tratado que contenga derechos humanos celebrado
por el Estado Mexicano tendrá como efecto el que se tengan por insertos al texto
constitucional los derechos humanos que son convenidos.
Bajo el término de supremacía de la Constitución, se hace referencia a la cualidad
de la constitución de fungir como la norma jurídica positiva superior que da validez
y universidad a un orden jurídico nacional. La Constitución es la fuente última de
validez de un orden jurídico, por lo que para que cualquier norma jurídica sea
válida requiere ser conforme a la norma suprema, pudiendo ser dicha conformidad
formal, es decir, respecto del procedimiento de elaboración de la norma, o bien, de
fondo, es decir, respecto del contenido de la misma.64
-
63
-
64
Carbonell, Miguel. La Reforma Constitucional de Derechos Humanos: Un Nuevo Paradigma.
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. México, 2011. Pp. 65-70.
Reyes Corona, Oswaldo G. Principios rectores del Juicio de Amparo. TAV Editores. México, 2005.
Pp. 19.
130
El nuevo esquema de protección a los derechos humanos trae nuevos criterios de
interpretación de nuestro sistema jurídico, lo que implica que el control de la
convencionalidad en materia de derechos humanos trasciende a lo plasmado por
el legislador en la ley, y lo subsume al principio pro persona o bien, a la
inaplicabilidad de la norma. En palabras del doctrinario Enrique Carpizo:
“Si bien tanto el Constituyente como el legislador pueden
establecer diversas limitaciones a los derechos fundamentales
ello no impide al operador jurídico enfocar su atención a si tales
restricciones trastocan o no el contenido esencial de un
derecho.”65
El comentario del jurista invita a la reflexión sobre los encargados de la aplicación
del derecho, es decir, los órganos jurisdiccionales. Teniendo por un lado la
declaración de inconstitucionalidad que se entiende reservada al Poder Judicial
de la Federación, y por el otro la declaración de inaplicabilidad la cual es facultad
de todo ente jurisdiccional, ya sean tribunales administrativos o del trabajo, o el
mismo Poder Judicial de la Federación.
Lo anterior se relaciona por lo que hace a los operadores jurídicos, ya que el
artículo 1º de nuestra Carta Marga en su párrafo tercero, establece que todas las
autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos. La interpretación de este
párrafo se realiza en el sentido de explicar que las autoridades tienen dos formas
de reaccionar ante el avistamiento de una norma jurídica que se considere
violatoria de los Derechos Humanos, esto es: por la declaratoria de invalidez, o
bien por la declaratoria de inaplicabilidad.
El estudio relacionado de los artículos 1º, 103, 105, 107, y 133, de nuestra norma
fundamental nos permite afirmar que es competencia exclusiva de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación el declarar la invalidez de normas jurídicas, esto en
-
65
Carpizo, Enrique. Derechos fundamentales. Editorial Porrúa. México, 2009.
131
la razón de que la invalidez provoca una desvinculación, una expulsión, de la
norma jurídica en el sistema normativo. Por otra parte, la declaratoria de
inaplicabilidad de la una norma jurídica corresponde a todas las autoridades
jurisdiccionales de los dos niveles de gobierno, Federal y Estatal.66
Vale la pena citar lo publicado en las Crónicas del Pleno y las Salas, con motivo
de las sesiones en las que se trató el caso Radilla Pacheco, en las que sintetiza la
opinión del Ministro Cossío Díaz, al presentar un modelo para hacer compatible
al control concentrado con el control difuso:67
“1. Control Concentrado: Corresponde al Poder Judicial de la
Federación
y
únicamente
puede
realizarse
en
amparo,
controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad
con los fundamentos constitucionales dados y con independencia
de si los efectos de la sentencia en amparo serán generales o
relativos; en controversias constitucionales generales o relativos;
y generales en acciones de inconstitucionalidad. Todo ello, por
medio de los órganos competentes para que hagan una
declaración de inconstitucionalidad de las normas que están
siendo impugnadas.
2. Control Difuso: No significa declaración de inconstitucionalidad,
sino una desaplicación de la norma general que el juzgador
estima inconstitucional en el caso concreto que llegue a
enfrentarse, lo cual no se hace en los puntos resolutivos sino en la
parte considerativa, se deben distinguir dos elementos:
-
66
-
67
Conferencia de la Señora Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas, en el tercer
encuentro universitario con el Poder Judicial de la Federación, que tuvo lugar en Expo Reforma, el
día
diez
de
noviembre
de
dos
mil
once,
a
las
09:30
horas.
http://www.scjn.gob.mx/conocelacorte/ministra/conferencia20111110.pdf, consultado el 15 de
marzo de 2012.
Cronista: Lic. Héctor Musalem Oliver. Crónicas del Pleno y las Salas. Asuntos destacados del
Tribunal en Pleno. Sesiones del 4, 5, 7, 11, 12 y 14 de julio de 2011. CASO RADILLA PACHECO. Pp. 4.
132
a) Por un lado, lo que puede hacer el Tribunal Electoral en
términos del párrafo sexto del artículo 99 constitucional, y;
b) Lo que pueden hacer el resto de los tribunales del país por vía
de los artículos 1º y 133 constitucionales.”
En consecuencia, y en razón de lo anterior, en el Ministro Zaldívar Lelo de Larrea
mencionó que con relación al control de convencionalidad y en general con la
interpretación de la Constitución por parte de los jueces, existen tres
posibilidades:68
“1.- Interpretación conforme en sentido amplio, que significa que
todos los jueces deben interpretar el orden jurídico a la luz de la
Constitución y ahora también con los tratados internacionales en
materia de derechos humanos.
2.- Interpretación conforme en sentido estricto, cuando hay varias
interpretaciones jurídicamente válidas, todos los jueces deben
preferir
aquella
que
sea
relativa
a
la
presunción
de
constitucionalidad de las leyes, es decir, la que hace a una ley
acorde a la Constitución, salvo que incida en el núcleo esencial de
un derecho humano o fundamental.
3.- Cuando lo anterior no es posible, procede inaplicar la ley. Por
lo que no se rompe ninguna lógica ni posición institucional, sino
simplemente lo que se hace es fortalecer el papel de los jueces,
dando la primacía que el artículo 1º, establece a la Constitución y
a los tratados internacionales.”
Las interpretaciones que comparten los Ministros, nos permiten delimitar el
alcance del segundo párrafo del artículo primero de la Constitución Política, que
dispone que las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de
68
Op. Cit. Cronista: Lic. Héctor Musalem Oliver. Crónicas del Pleno y las Salas. Pp. 5.
133
conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia
favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia.
En relación con nuestro tema, el análisis de la constitucionalidad del
procedimiento y resolución por el que la Auditoría Superior de la Federación finca
responsabilidades resarcitorias a los servidores públicos adscritos a la
Administración Pública Federal, es una exigencia el estudiar lo relativo a las
garantías y derechos humanos que tienen relación directa con nuestro tema,
siendo por excelencia las garantías de seguridad jurídica, las cuales integran dos
de las garantías más importantes de nuestro Estado de Derecho: la garantía de
audiencia y la de legalidad.
4.1.1 Las garantías de seguridad jurídica
La seguridad jurídica es la certeza que tiene el gobernado de que será respetado
por la autoridad en su esfera jurídica, pero si la autoridad debe producir una
afectación en la misma deberá hacerlo ajustándose a los procedimientos
previamente establecidos en la ley.69
El concepto de seguridad jurídica se encuentra condicionado a la existencia previa
de un sistema legal en el que se soporten las condiciones esenciales actuación de
las autoridades del Estado. La seguridad jurídica es uno de los propósitos más
trascendentes de los Derechos Humanos, ya que estos impulsan la construcción
de sistemas legales que permitan situar a la seguridad jurídica como pilar de la
normatividad propia del Estado de Derecho.
La garantías de seguridad jurídica son derechos subjetivos públicos a favor de los
gobernados, que pueden ser oponibles a los órganos estatales a fin de exigirles
que se sujeten a un conjunto de requisitos previos a la comisión de actos que
-
69
Poder Judicial de la Federación. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Colección de garantías
individuales. México, 2003. Pp. 9.
134
pudieran afectar a la esfera jurídica de los individuos para que estos nos caigan en
la indefensión o en la incertidumbre jurídica.70
El doctrinario Ignacio Burgoa, señala que las garantías de seguridad jurídica son el
conjunto general de condiciones, requisitos, elementos o circunstancias previas a
que debe sujetarse una cierta actividad estatal autoritaria para generar una
afectación válida de diferente índole en la esfera del gobernado, integrada por la
suma total de sus derechos subjetivos.71
De lo anterior podemos concluir que las garantías de seguridad jurídica son todas
aquellas que tienden a regular la actividad estatal cuando esta tiene por objeto
afectar cualquiera de los derechos subjetivos que integran la esfera jurídica del
gobernado. En este sentido, la facultad punitiva del Estado, entiéndase en materia
del derecho sancionador penal o administrativo, representa un acto de autoridad
que causa una afectación a los derechos del sujeto que será sancionado, por lo
que dicho acto privativo de derechos deberá ajustarse a las garantías de
seguridad jurídico, como lo es la resolución por la que se fincan responsabilidades
resarcitorias.
El artículo 14 constitucional contiene cuatro garantías fundamentales de seguridad
jurídica, que son: la irretroactividad de la ley (párrafo primero), la de audiencia
(párrafo segundo), la de legalidad en materia judicial civil y judicial administrativa
(párrafo tercero), y la de legalidad en materia judicial penal (párrafo cuarto).72
El primer párrafo del artículo 14 de nuestra Constitución Política establece el
principio de irretroactividad de la ley, el cual por regla general se presenta con un
conflicto de leyes en el tiempo, es decir, un conflicto de dos leyes expedidas
sucesivamente y que tienden a normar el mismo acto, el mismo hecho o la misma
-
70
-
71
-
72
Op. Cit. Poder Judicial de la Federación. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pp. 11.
Burgoa O. , Ignacio. Las garantías individuales. 39ª Edición. Editorial Porrúa. México, 2007. Pp.
504.
Cfr. Ídem. Pp. 505.
135
situación; sin embargo, también se aplica este principio cuando los mandatos de
una ley sean retroactivos y lesivos cuando rijan de manera originaria determinada
cuestión, es decir, cuando esta sea prevista legislativamente por primera vez.73
El principio de irretroactividad de la ley es una garantía de seguridad jurídica que
impera contra la aplicación retroactiva de una ley en perjuicio de la persona, y no
contra la expedición de leyes que puedan en su aplicación causar un perjuicio al
gobernado siempre que estas sean aplicadas a partir de la vigencia de la misma.
En este sentido la interpretación a contrario sensu del primer párrafo del artículo
14 de la Constitución, nos permite compartir el argumento de que se puede aplicar
una ley de forma retroactiva cuando esta traiga consigo un beneficio, ya sea este
se materialice en el derecho sustantivo o adjetivo.
Respecto del segundo párrafo del artículo 14 constitucional, debemos mencionar
que este integra cuatro garantías específicas de seguridad jurídica, que son:
1. El juicio previo al acto de privación.
2. Que dicho juicio se siga ante los tribunales previamente establecidos.
3. El
cumplimiento
u
observancia
de
los
principios
generales
del
procedimiento.
4. La decisión jurisdiccional ajustada a las leyes expedidas con anterioridad al
hecho.
Estas garantías en comunión y conexidad son conceptualizadas como la garantía
de audiencia,74 misma que analizaremos en el apartado inmediato.
-
73
-
74
Cfr. Op. Cit. Burgoa O., Ignacio. Las garantías individuales. Pp. 519.
Cfr. Ídem. Pp. 537.
136
4.1.1.1 La garantía de audiencia
La garantía de audiencia constituye una defensa primordial de los particulares
para oponerse a los actos de autoridad que entrañen una privación a sus
derechos fundamentales.
Esta garantía se encuentra contenida en el párrafo segundo del artículo 14 de
nuestra Carta Magna, el cual establece que:
“Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades,
posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los
tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes
expedidas con anterioridad al hecho.”
Al tenor del segundo párrafo del artículo antes citado, son cuatro las garantías
que involucran la genéricamente conocida como garantía de audiencia; el Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación las ha indicado de la siguiente
manera: 1. Que la privación se realice mediante juicio; 2. Que el juicio sea
seguido ante los tribunales previamente establecidos; 3. En el que se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento; y 4. Que la privación se realice
conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho.75
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha definido la garantía de audiencia
como el derecho que tienen los gobernados no sólo frente a las autoridades
administrativas y judiciales, sino también frente al órgano legislativo de tal manera
que este quede obligado a consignar en sus leyes los procedimientos necesarios
para que se oiga a los interesados y se les dé la oportunidad de defenderse, de
rendir pruebas y formular sus alegatos en todos aquellos casos en que puedan
resultar afectados sus derechos.76
-
75
-
76
Op. Cit. Poder Judicial de la Federación. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pp. 52.
Ídem. Pp. 51.
137
La garantía de audiencia así como el debido proceso no son exclusivos del
proceso seguido ante instancias jurisdiccionales, sino que protege a los
gobernados de actos tanto de autoridades legislativas como administrativas, lo
cual se confirma con el siguiente criterio de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación:
“AUDIENCIA, LA GARANTÍA DE. PROTEGE CONTRA ACTOS
DE CUALQUIER AUTORIDAD Y NO SÓLO JUDICIALES.- El
artículo 14 Constitucional no establece la garantía de audiencia
sólo para los juicios seguidos ante los Tribunales, sino contra
cualquier acto de autoridad que pueda ser privativo de la vida,
libertad, propiedades, posesiones y derechos, derive o no de un
juicio seguido ante tribunales o procedimiento seguido ante
autoridad diversa.”77
El cumplimiento de la garantía de audiencia en materia administrativa se aplica en
el sentido de que las autoridades administrativas previamente a la emisión de un
acto privativo, respetando los procedimientos que lo condicionan, tienen la
obligación de de dar oportunidad al posible agraviado para que exponga lo que
considere conveniente en defensa de sus intereses, aún cuando la ley que rija el
acto no establezca esta garantía.78
El estudio lógico del segundo párrafo del artículo 14 constitucional (que establece
la garantía de audiencia) nos precisa analizarlo de manera coherente en base a
su redacción, iniciando con el concepto de “Nadie”. El concepto “Nadie”, puede
interpretarse de manera contraria, dando como resultado el concepto “Todos”.
Esto se entiende como que la garantía de audiencia debe ser respetada para toda
persona, lo que se reafirma en vinculación con el artículo 1º de la Constitución
que establece que “todas las personas” gozarán de los Derechos Humanos.
-
77
Apéndice del Semanario Judicial de la Federación, 1917-2000, tomo I, pp. 142.
-
78
Op. Cit. Rivas Iturbide, Arturo. Elementos de derecho procesal administrativo. Pp. 25.
138
Por otra parte, el párrafo segundo continúa con la expresión “Nadie podrá ser
privado”, por lo que el concepto inmediato a analizar es el de acto privativo. El
acto privativo es aquel que consiste en una merma o menoscabo, disminución, de
la esfera jurídica del gobernado, determinado por el egreso de algún bien,
material o inmaterial, así como la incapacidad para ejercer un derecho. Una
característica esencial del acto privativo es que constituye en sí mismo el fin
último, definitivo y natural, del aludido acto; y no que sea un medio para que a
través del mismo, se obtengan fines distintos.79
De esta manera un acto privativo es aquel que causa un detrimento en la esfera
jurídica del gobernado. La resolución por la que se finca la responsabilidad
resarcitoria es un acto privativo de la propiedad, esto en virtud de que la
propiedad es un derecho real por excelencia, del cual derivan tres derechos
sustantivos fundamentales que son: el uso, el disfrute y disposición de la cosa.
Por lo que si la responsabilidad resarcitoria tiende a resarcir el daño producido a
la Hacienda Pública Federal mediante la determinación de un daño cuantificado
en dinero, y es ejecutada mediante el procedimiento administrativo de ejecución
sobre los bienes del responsable, es menester que la autoridad competente, es
decir, la Auditoría Superior de la Federación, cumpla con las exigencias
elementales de la garantía de audiencia.
Lo anterior se robustece con el contenido inmediato del segundo párrafo del
artículo 14 constitucional que dispone que la esfera jurídica del gobernado pueda
ser afectada de manera privativa en su libertad, propiedades, posesiones o
derechos; retomando la concepción de que la responsabilidad resarcitoria es un
acto privativo de las propiedades o posesiones del sujeto al que le es fincada.
Continuando con el análisis del segundo párrafo del artículo constitucional en
mención, podemos señalar que la garantía de audiencia incorpora las siguientes
garantías y requisitos:
-
79
Cfr. Op. Cit. Burgoa O., Ignacio. Las garantías individuales. Pp. 538.
139
1. El juicio o el procedimiento previo a la privación.
2. Que dicho juicio o procedimiento se siga ante los tribunales o autoridades
establecidas con antelación.
3. Que en el mismo se observen las formalidades esenciales de
procedimiento.
4. Que el hecho que diere origen el juicio o procedimiento se regule con leyes
vigentes con anterioridad.
El concepto de “juicio” previo a la privación, tal cual se expresa en el segundo
párrafo del artículo 14 constitucional, se define como la serie de actos procesales
que se realizan a fin de que la autoridad jurisdiccional competente dirima una
controversia; dicho concepto es equivalente a la idea de procedimiento, es decir,
una seria de actos concatenados entre sí afectos a un fin común que les da
unidad, siempre que dicho procedimiento tenga por finalidad la emisión o
resolución que por sus efectos se catalogue como privativo. Por lo que cuando se
trate de un acto administrativo que importe la privación en detrimento del
gobernado, el procedimiento que le da origen deberá brindar al gobernado la
oportunidad defensiva para cumplir con la garantía de audiencia.80
En este orden de ideas, para que una responsabilidad resarcitoria pueda
ejecutarse, deberá previamente ser determinada mediante un procedimiento
administrativo, el cual, se encuentra plenamente establecido en la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, siendo obligación de la
entidad de fiscalización superior el tramitarlo solventando sus deficiencias
legislativas de manera acorde al mandato que establecen las garantías de
seguridad jurídica contenidas en el artículo 14 constitucional en estudio; y
también cumplir con las obligaciones en materia de derechos humanos que
dispone el tercer párrafo del artículo 1º de nuestra norma fundamental.
-
80
Cfr. Op. Cit. Burgoa O., Ignacio. Las garantías individuales. Pp. 551.
140
El concepto de tribunales previamente establecidos nos hace referencia al poder
jurisdiccional, es decir, aquel que tiene la facultad en sentido amplio de resolver
controversias aplicando el derecho, y el cual es limitado por su competencia, ya
sea esta territorial, material, de grado o cuantía. Así mismo, debe también
entenderse con equivalencia a las autoridades ante las que debe seguirse el
procedimiento por el que se emitirá el acto privativo de autoridad. La extensión de
la garantía de audiencia cuando el acto privativo sea dictado por autoridades
administrativas, está corroborada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación
en una tesis que a continuación transcribimos en su parte medular:
“Las garantías individuales del artículo 14 constitucional se
otorgan para evitar que se vulneren los derechos de los
ciudadanos sujetos a
cualquier procedimiento,
bien sea
administrativo, civil o penal, por lo que es errónea la apreciación
de que sólo son otorgadas para sujetos del último.”81
Continuando con el estudio de las garantías de seguridad jurídica contenidas en
la garantía de audiencia que prevé el artículo 14 constitucional en su segundo
párrafo, nos encontramos con “las formalidades esenciales del procedimiento”;
que son las condiciones fundamentales que deben satisfacer todo proceso
jurisdiccional y el procedimiento administrativo para otorgar al posible afectado
por el acto privativo una razonable oportunidad de defensa, la cual se concentra
en la garantía de audiencia.82
El doctrinario José Ovalle Favela, clasifica a las formalidades esenciales del
procedimiento como las siguientes:83
-
81
-
82
-
83
Semanario Judicial de la Federación, tomo L, pp. 1,552.
Ovalle Favela, José. Garantías constitucionales del proceso. Editorial Oxford. México, 2007. Pp.
57 y 58.
Ídem. Pp. 58 a la 60.
141
1. Proporcionar al demandado o al posible afectado una noticia completa del
acto privativo de derechos o posesiones que pretenda realizar la autoridad
administrativa.
El procedimiento debe iniciar con la notificación personal al posible
afectado del acto privativo de derechos que pretenda llevar a cabo la
autoridad administrativa.
2. Otorgar a las partes o al posible afectado una oportunidad razonable para
aportar las pruebas pertinentes y relevantes para demostrar los hechos en
que se funden.
3. Otorgar a las partes y al posible afectado la oportunidad para que expresen
alegatos, es decir, para que formulen argumentaciones jurídicas con base
en las pruebas practicadas.
4. El proceso jurisdiccional y el procedimiento administrativo deben concluir
con una resolución en la que el juzgador o la autoridad administrativa
decida sobre el litigio o el asunto planteado. La resolución administrativa
deberá cumplir los requisitos de fundamentación legal establecidos en los
artículos 14 y 16 constitucionales.
Por lo anterior, y en concordancia con lo que expresa el doctrinario José Ovalle
Favela, citando al Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, podemos
resumir que las formalidades esenciales del procedimiento son las necesarias
para garantizar la defensa adecuada antes del acto de privación y que, de manera
genérica se traducen en los siguientes requisitos: a) la notificación del inicio del
procedimiento y sus consecuencias; b) la oportunidad de ofrecer y desahogar
pruebas en que se finque la defensa; c) la oportunidad de alegar; y d) el dictado
de una resolución que dirima las cuestiones debatidas.84
-
84
Cfr. Tesis de jurisprudencia P./J.47/1995, en Seminario Judicial de la Federación y su Gaceta,
novena época, t.II, diciembre de 1995, pp. 133 y 134, “FORMALIDADES ESENCIALES DEL
142
Por ejemplo, en los procesos administrativos se ha considerado que se viola la
garantía de audiencia cuando se desecha de plano un recurso administrativo sin
prevenir al recurrente para que lo corrija o complete, ya que deja en estado de
indefensión al recurrente.85
Finalmente, la garantía de seguridad jurídica que establece que la autoridad sólo
podrá aplicar las leyes expedidas con anterioridad al hecho, es una garantía que
se encuentra fuertemente vinculada al principio de irretroactividad de la ley en
perjuicio de persona alguna, sin embargo, la primera es más amplia, ya que
implica la total inaplicación de una ley que permita la emisión de un acto privativo
con efectos previos a su vigencia, la cual se encuentra sujeta a su publicación y a
lo que dispongan los artículo transitorios de la misma, los cuales deberán
observar dicha garantía.
Siendo que la reforma constitucional al artículo 1º, nos obliga a considerar las
prerrogativas
reconocidas
a
favor
de
las
personas
por
los
Tratados
Internacionales en materia de Derechos Humanos, es sustancial citar a los
artículos 7, 8, 9 y 25, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
mismos que contienen diversos derechos de seguridad jurídica, que son86:
• Artículo 7, segundo párrafo: Nadie puede ser privado de su libertad física,
salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas
conforme a ellas.
PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL
ACTO PRIVATIVO”.
-
85
-
86
Op. Cit. Ovalle Favela, José. Garantías constitucionales del proceso. P.p. 66.
CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS SUSCRITA EN LA CONFERENCIA
ESPECIALIZADA INTERAMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS. San José, Costa Rica, del 7 al 22
de noviembre de 1969.
143
• Artículo 8, primer párrafo. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las
debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la
ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella,
o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
• Artículo 8, segundo párrafo. Toda persona inculpada de delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca
legalmente su culpabilidad.
• Artículo 9. Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el
momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho aplicable.
Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el
momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del
delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se
beneficiará de ello.
• Artículo 25. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a
cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun
cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de
sus funciones oficiales.
De la lectura de los artículos citados de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos se desprende que el Estado Mexicano cumple en su Norma
Fundamental
con
los
derechos
de
seguridad
jurídica
convenidos
internacionalmente. Lo anterior brinda un esquema de protección a los derechos
humanos, los cuales, en nuestro derecho interno tratándose de las garantías de
seguridad jurídica se concentran en la garantía de audiencia.
144
Sin embargo, y no siendo óbice a lo anterior, las disposiciones constitucionales y
de derechos humanos son normas de principios, las cuales tienden a suplir sus
deficiencias mediante su interpretación, la cual deberá realizarse siempre
mediante la aplicación del principio pro persona, siendo un claro ejemplo de esto
las diversas tesis que se han citado y que homologan al “juicio” con el
“procedimiento administrativo seguido en forma de juicio” en el que se emite un
acto privativo, y en este sentido, en materia de derecho administrativo
sancionador deben observarse además los principios que rigen al derecho penal,
en virtud de que la responsabilidad y la sanción o pena, son elementos
confluyentes entre la responsabilidad penal y la responsabilidad administrativa o
resarcitoria.
En consonancia con lo anterior, y a fin de dar mayor fuerza a dicho argumento, se
cita la siguiente tesis d jurisprudencia dictada por el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en el año 2006:87
“DERECHO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR. PARA LA
CONSTRUCCIÓN
DE
SUS
PROPIOS
PRINCIPIOS
CONSTITUCIONALES ES VÁLIDO ACUDIR DE MANERA
PRUDENTE A LAS TÉCNICAS GARANTISTAS DEL DERECHO
PENAL, EN TANTO AMBOS SON MANIFESTACIONES DE LA
POTESTAD PUNITIVA DEL ESTADO. De un análisis integral del
régimen de infracciones administrativas, se desprende que el
derecho
administrativo
sancionador
posee
como
objetivo
garantizar a la colectividad en general, el desarrollo correcto y
normal de las funciones reguladas por las leyes administrativas,
utilizando el poder de policía para lograr los objetivos en ellas
trazados. En este orden de ideas, la sanción administrativa
guarda una similitud fundamental con las penas, toda vez que
-
87
Tesis de Jurisprudencia dictada en la Novena Época por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXVI, agosto de 2006, pp. 1565.
145
ambas tienen lugar como reacción frente a lo antijurídico; en uno y
otro supuesto la conducta humana es ordenada o prohibida. En
consecuencia,
tanto
el
derecho
administrativo
sancionador
penal
resultan
ser
como
dos
el
derecho
inequívocas
manifestaciones de la potestad punitiva del Estado, entendida
como la facultad que tiene éste de imponer penas y medidas de
seguridad ante la comisión de ilícitos. Ahora bien, dada la similitud
y la unidad de la potestad punitiva, en la interpretación
constitucional de los principios del derecho administrativo
sancionador puede acudirse a los principios penales sustantivos,
aun cuando la traslación de los mismos en cuanto a grados de
exigencia no pueda hacerse de forma automática, porque la
aplicación de dichas garantías al procedimiento administrativo
sólo es posible en la medida en que resulten compatibles con su
naturaleza. Desde luego, el desarrollo jurisprudencial de estos
principios en el campo administrativo sancionador -apoyado en el
Derecho Público Estatal y asimiladas algunas de las garantías del
derecho penal- irá formando los principios sancionadores propios
para este campo de la potestad punitiva del Estado, sin embargo,
en tanto esto sucede, es válido tomar de manera prudente las
técnicas garantistas del derecho penal.”
De lo expuesto en este apartado podemos concluir que la garantía de audiencia
es a su vez un derecho inherente a toda persona, el cual, consiste en tener la
posibilidad de ser llamado, escuchado, aportar pruebas y formular alegatos,
previamente a la emisión del acto privativo de derechos. Por supuesto la garantía
de audiencia es compleja ya que se configura con diversos conceptos, como: acto
privativo, juicio, tribunales previamente establecidos, formalidades esenciales del
procedimiento, leyes expedidas con anterioridad al hecho; que deben ser
interpretados siempre a favor a la persona.
146
4.1.1.2 La garantía de legalidad
El artículo 16, primer párrafo, de nuestra Constitución Política establece el
concepto de acto de molestia y recoge el principio de legalidad de los actos de
autoridad, el cual constituye una de las bases fundamentales del Estado de
derecho, mismo que se cita para su adecuado estudio:
“Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento
escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento.”
Para explicar qué es un acto de molestia, nos apoyamos en la definición que nos
brinda la tesis de jurisprudencia que al rubro cita: ACTOS PRIVATIVOS Y ACTOS
DE MOLESTIA. ORIGEN Y EFECTOS DE LA DISTINCION; misma que se
transcribe en su parte medular:
“…el articulo 16 de ese mismo ordenamiento supremo determina,
en su primer párrafo, que nadie puede ser molestado en su
persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud
de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y
motive la causa legal del procedimiento. (…) los actos de molestia
que, pese a constituir afectación a la esfera jurídica del
gobernado, no producen los mismos efectos que los actos
privativos, pues solo restringen de manera provisional o
preventiva un derecho con el objeto de proteger determinados
bienes jurídicos, los autoriza, según lo dispuesto por el articulo 16,
siempre y cuando preceda mandamiento escrito girado por una
autoridad con competencia legal para ello, en donde esta funde y
motive la causa legal del procedimiento. Para efectuar esa
distinción (entre los actos privativos y los acto de molestia) debe
advertirse la finalidad que con el acto se persigue, esto es, si la
privación de un bien material o inmaterial es la finalidad
147
connatural perseguida por el acto de autoridad, o bien, si por su
propia índole tiende solo a una restricción provisional.”88
Por lo anterior se colige que los actos de molestia son aquellos que restringen de
manera provisional un derecho para proteger determinados bienes jurídicos, es
decir, no son en sí mismos el fin jurídico buscado, sino un medio para el mismo.
Los actos de molestia de conformidad con lo dispuesto por el artículo en comento
podrán emitirse a efecto de aplicarse a la persona, familia, domicilio, papeles o
posesiones, y siempre deberán de cumplir con los requisitos de emitirse por
escrito, por autoridad competente, la cual deberá fundar y motivar la causa legal
del procedimiento.
Por lo que hace al principio de legalidad, el doctrinario José Ovalle Favela, cita a
Jean Jaques Rousseau, dicho pensador entendía por República: “todo Estado
regido por leyes, cualquiera que sea la forma bajo la cual se administre, pues sólo
así el interés público y la cosa pública tienen alguna significación, (…) Todo
gobierno atento a la voluntad popular, que es la ley.”89 Estas definiciones de
República nos permiten atender la importancia del Estado de Derecho, principio
que se rige a partir de los formalismos que la norma fundamental establece para la
creación de todo el subsistema normativo, además de que la carta magna
contiene las bases de organización del Estado, fijándose las mismas mediante el
acuerdo de los factores reales de poder, cumpliendo de esta manera con el
principio de voluntad popular, mismo que es recogido por el artículo 40 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Continuando con la garantía de legalidad, recordamos que la misma impone al
acto de molestia los siguientes requisitos: a) que se exprese por escrito; b) que
provenga de autoridad competente; y c) que en el documento escrito se exprese,
se funde y motive la causa legal del procedimiento.
-
88
-
89
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo IV, julio de 1996. Pp. 5
Op. Cit. Ovalle Favela, José. Garantías constitucionales del proceso. P.p. 85.
148
Es importante precisar que si bien los actos de molestia están sujetos sólo a la
garantía de legalidad establecida en el artículo 16, los actos privativos deben
someterse tanto a las garantía de audiencia y legalidad contenidas en el artículo
14, como a la de legalidad del artículo 16, ya que todo acto privativo además de
tener ese carácter es necesariamente también un acto de molestia.90
La primera condición que nuestra Constitución le impone al acto de molestia es
que conste por escrito. Al respecto debemos mencionar al artículo 3º, fracción IV,
de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, (Ley aplicable al tema objeto
de análisis, de conformidad con lo dispuesto con los artículos 5 y 64 de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación), el cual establece que son
elementos y requisitos del acto administrativo, el hacer constar por escrito y con la
firma autógrafa de la autoridad que lo expida; por lo que la firma autógrafa del
servidor público facultado para emitir el acto es un requisito indispensable y
relacionado directamente con la condición de constar por escrito.
La segunda condición del acto de molestia es ser emitido por autoridad
competente. La competencia de la autoridad es uno de los elementos esenciales
del acto administrativo, siendo una de sus características más importantes el que
requiere siempre de un texto expreso de la ley para poder existir. Los preceptos
constitucionales o legales en los que la autoridad sustente su competencia deben
quedar expresados en el mandamiento escrito dentro de la parte que se denomina
la fundamentación del acto.91
Para el jurista Ignacio Burgoa, el concepto de autoridad competente:
"(…) concierne al conjunto de facultades con que la propia Ley
Suprema inviste a determinado órgano del Estado, de tal suerte
que si el acto de molestia emana de un autoridad que el dictarlo o
ejecutarlo se excede de la órbita integrada por tales facultades,
-
90
-
91
Op. Cit. Ovalle Favela, José. Garantías constitucionales del proceso. P.p. 94.
Ídem. P.p. 86.
149
viola la expresada garantía, así como el caso de que, sin estar
habilitada constitucionalmente para ello, causa una perturbación
al gobernado en cualesquiera de los bienes jurídicos señalados
en dicho precepto."92
Podemos señalar que la competencia es un concepto que se refiere a la titularidad
de una potestad que un órgano administrativo posee sobre una determinada
materia. Es decir, se trata, de una circunstancia subjetiva o inherente del órgano,
de manera que cuando éste sea titular de los intereses y potestades públicas, será
competente.
Miguel Acosta Romero, afirma que la competencia es generalmente definida como
el poder de que está investida la autoridad, o que le es atribuido para expresar su
voluntad. La determinación de la competencia significa la determinación de este
poder y por consecuencia la de la voluntad.93
La tercera condición que establece el artículo 16 constitucional en su primer
párrafo es el requisito de fundamentación, el cual impone a las autoridades el
deber de precisar las disposiciones jurídicas que aplican a los hechos de que se
trate y que sustenten su competencia, así como de manifestar los razonamientos
que demuestren la aplicabilidad de dichas disposiciones, lo que se debe traducir
en una argumentación jurídica o juicio de derecho.94
Como dato histórico, el deber de expresar los motivos de hecho o las razones de
derecho que tomó en cuenta la autoridad para emitir el acto de molestia surge a
-
92
-
93
-
94
Cfr. Op. Cit. Burgoa O., Ignacio. Las garantías individuales. Pp. 588.
Cfr. Acosta Romero, Miguel, Teoría General del Derecho Administrativo, Octava Edición, Porrúa,
S.A., México, 1988. Pp 630.
Ídem. P.p. 108.
150
partir de la legislación revolucionaria francesa, como una reacción frente al
autoritarismo y la arbitrariedad del régimen impositivo.95
La motivación de los actos de autoridad es una exigencia esencial para tratar de
establecer sobre bases objetivas la racionalidad y la legalidad de aquellos; para
procurar eliminar en la medida de lo posible, la subjetividad y la arbitrariedad, de
las decisiones de autoridad para permitir a los afectados impugnar los
razonamientos de éstas, y al órgano que debe resolver la impugnación determinar
si son fundados los motivos de inconformidad.96
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. De acuerdo con el
artículo 16 de la Constitución Federal, todo acto de autoridad
debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado,
entendiéndose por lo primero que ha de expresarse, con precisión
el precepto legal aplicable al caso y, por los segundo, que también
deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en
consideración para la emisión del acto; siendo necesario, que
exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas
aplicables, que en el caso concreto se configuren las hipótesis
normativas.”97
En materia administrativa para poder considerar un acto autoritario como
correctamente fundado y motivado, es necesario que en él se citen: a) los cuerpos
legales y preceptos que se estén aplicando al caso concreto, los supuestos
normativos en el que se encuadra la conducta del gobernado, que serán
señalados con toda exactitud precisándole los incisos, subincisos, fracciones, y
-
95
-
96
-
97
Cfr. Acosta Romero, Miguel, Teoría General del Derecho Administrativo, Octava Edición, Porrúa,
S.A., México, 1988. Pp. 94.
Ídem. P.p. 96.
Tesis de Jurisprudencia 40 del apéndice al Seminario Judicial de la Federación 1917 – 2000, t.III,
pp. 46 y 47, “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN”.
151
preceptos aplicables, y b) los cuerpos legales y preceptos que otorguen
competencia o facultades a las autoridades para emitir el acto en agravio del
gobernado.98
En conclusión la garantía de legalidad establecida en nuestra Constitución Política
se aplica tanto a los actos privativos, los cuales deberán cumplir con las
condiciones establecidas en los artículos 14 y 16 constitucionales; como a los
actos de molestia, los cuales deberán reunir los requisitos establecidos en el
artículo 16 constitucional.
La resolución por la que se fincan responsabilidades resarcitorias es un acto
privativo, pues cumple con todas las características del mismo, ya que causa una
afectación directa a la esfera jurídica del servidor público en sus propiedades o
posesiones, por lo que esta debe cumplir en su totalidad con los requisitos
establecidos en los artículos 14 y 16 constitucionales, los cuales establecen las
garantías de audiencia y de legalidad.
Ya que se ha abordado el tema de las garantías de seguridad jurídica,
específicamente la garantía de audiencia y de legalidad, es momento de iniciar el
estudio del procedimiento y resolución por el que se fincan responsabilidades
resarcitorias a los servidores públicos de la Administración Pública Federal.
4.2 El procedimiento para el fincamiento de responsabilidades resarcitorias
Iniciamos el estudio del procedimiento para el finamiento de responsabilidades
resarcitoria definiendo el concepto procedimiento, diferenciándolo de otro
concepto similar que tiende a confundirse, el proceso.
Por proceso se entienden los actos realizados ante y por un órgano jurisdiccional
para resolver una controversia entre partes calificadas; en tanto que por
-
98
Op. Cit. Ovalle Favela, José. Garantías constitucionales del proceso. P.p. 101.
152
procedimiento se señala la serie de pasos medidas tendientes a la producción o
ejecución de un acto jurídico. 99
De esta maneta el proceso es el conjunto de actos jurídicos, relacionados entre sí,
que se realizan ante o por un órgano jurisdiccional con el fin de resolver un litigio.
Por su parte, el procedimiento es un conjunto de actos relacionados entre sí, que
tienden a la realización de un fin determinado.100
En particular el procedimiento administrativo es la serie coordinada de medidas
tendientes a producir y ejecutar un acto administrativo. Se puede establecer una
diferencia entre un procedimiento previo, del cual se originará el acto
administrativo, y un procedimiento de ejecución, que tiene por objeto garantizar la
eficacia del mismo.
Las formalidades y los requisitos que la constitución política señala, aplicables al
procedimiento administrativo en su procedimiento previo y de ejecución, son los
contenidos en las garantías de audiencia y de legalidad, establecidas por los
artículos 14 y 16 constitucionales, que en su conjunto establecen como requisitos
del procedimiento administrativo que sea de forma escrita; se fundamente la
competencia del órgano de aplicación; expresar las razones de derecho
(fundamentación); expresar los motivos de hecho (motivación); respetar el
principio de no retroactividad de la ley en perjuicio de persona alguna; no dejar en
estado de indefensión al gobernado permitiéndole expresar lo que a su derecho
convenga, aportar las pruebas necesarias y formular sus alegatos; y efectuarse
conforme a la ley que establezca el procedimiento administrativo aplicable.101
-
99
-
100
-
101
Martínez Morales, Rafael. Derecho administrativo, segundo curso. Editorial Oxford. Sexta
reimpresión. México, 2010. Pp. 400.
Dorantes Tamayo, Luis. Teoría del proceso. Editorial Porrúa. México, 2005. Pp. 241 y 242.
Cfr. Op. Cit. Martínez Morales, Rafael. Derecho administrativo, segundo curso. Pp. 401 y 402.
153
En el Estado de Derecho, la Administración sólo puede proceder conforme a la
Ley, sustentada en ella y teniendo en vista el fiel cumplimiento de las finalidades
señaladas en la ordenación normativa, por ello la necesidad del procedimiento
administrativo como instrumento jurídico para la canalización de la voluntad
pública, como un requerimiento de la función administrativa de control (autocontrol) y del control de la función administrativa (control-recursivo).102
Ya entrando a la materia de análisis de nuestro tema, debemos señalar que el
artículo 15, fracción XVI, segundo párrafo, de la Ley de Fiscalización y Rendición
de Cuentas de la Federación dispone que para el fincamiento de las
responsabilidades resarcitorias, se tramitará, substanciará y resolverá el
procedimiento previsto dicha ley, por las irregularidades en que incurran los
servidores públicos por actos u omisiones de los que resulte un daño o perjuicio, o
ambos, estimable en dinero que afecten la Hacienda Pública Federal o, en su
caso, al patrimonio de los entes públicos federales o de las entidades
paraestatales federales conforme a los ordenamientos aplicables.
Por lo tanto, nos avocaremos al estudio de este procedimiento, primeramente
determinando las características generales del mismo, que podemos encontrar en
los artículos 58 a 65, mismas que enunciamos a fin de proceder a su análisis:
-
Las actuaciones y diligencias se practicarán en días y horas hábiles; son
días hábiles todos los del año, con excepción de los sábados, domingos,
con excepción de días feriados y los que la Auditoría Superior de la
Federación declare como inhábiles. Son horas hábiles las comprendidas
entre las 9:00 y las 18:30 horas.
-
A solicitud del presunto responsable se podrá diferir la fecha de la audiencia
si acredita fehacientemente los motivos que la justifiquen, quedando
subsistente en sus términos el oficio citatorio y se señalará nuevo día y hora
-
102
Cfr. Drumi, Roberto. El procedimiento administrativo. Editorial Ciudad Argentina. Buenos Aires,
Argentina, 1999. Pp. 25.
154
para la celebración de la audiencia, dentro de los quince días naturales
siguientes.
-
Los plazos empezarán a correr a partir del día hábil siguiente a aquél en
que haya surtido efectos la notificación correspondiente. Las notificaciones
surtirán efectos al día hábil siguiente a aquél en que hayan sido
practicadas.
-
No se admitirán ni desahogarán incidentes de previo y especial
pronunciamiento, ni la prueba confesional de las autoridades, así como
tampoco aquellas pruebas que no fueren ofrecidas conforme a derecho, o
sean contrarias a la moral o al derecho.
-
La Auditoría Superior de la Federación deberá solicitar a la Tesorería de la
Federación proceda al embargo precautorio de los bienes de los presuntos
responsables a efecto de garantizar el cobro de la sanción impuesta, sólo
cuando haya sido determinado en cantidad líquida el monto de la
responsabilidad
resarcitoria
respectiva.
El
presunto
o
presuntos
responsables podrán solicitar la sustitución del embargo precautorio, por
cualquiera de las garantías que establece el Código Fiscal de la
Federación, a satisfacción de la Tesorería de la Federación.
-
Se aplicará supletoriamente en la substanciación del procedimiento de
responsabilidades
resarcitorias
la
Ley
Federal
de
Procedimiento
Administrativo y del Código Federal de Procedimientos Civiles.
-
Las multas y sanciones resarcitorias a que se refiere la presente Ley,
tendrán el carácter de créditos fiscales y se fijarán en cantidad líquida por la
Auditoría Superior de la Federación, haciéndose efectivas conforme al
procedimiento administrativo de ejecución que establece la legislación
aplicable.
De la lectura de las características generales del procedimiento es de resaltarse lo
dispuesto en los artículo 63 y 65 de la
Ley de Fiscalización y Rendición de
155
Cuentas de la Federación, que establecen que se solicitará el embargo
precautorio de los bienes de los presuntos responsables a efecto de garantizar el
cobro de la sanción impuesta cuando haya sido determinado en cantidad líquida el
monto de la responsabilidad resarcitoria, en virtud de que las sanciones
resarcitorias tienen el carácter de créditos fiscales.
Lo anterior nos obliga a la revisión del artículo 145, segundo párrafo, del Código
Fiscal de la Federación, el cual establece que las autoridades fiscales podrán
practicar embargo
precautorio,
sobre
los
bienes
o
la
negociación
del
contribuyente, para asegurar el interés fiscal, cuando el crédito fiscal haya sido
determinado por el contribuyente o por la autoridad en el ejercicio de sus
facultades de comprobación, cuando a juicio de ésta exista peligro inminente de
que el obligado realice cualquier maniobra tendiente a evadir su cumplimiento.
El artículo citado debe analizarse en conjunto con la tesis de jurisprudencia que a
rubro
cita:
EMBARGO
PRECAUTORIO
CONSIDERACIONES
QUE
LLEVARON
PRONUNCIARSE
RESPECTO
A
EN
AL
MATERIA
TRIBUNAL
LA
FISCAL.
EN
LAS
PLENO
DECLARACIÓN
A
DE
INCONSTITUCIONALIDAD DEL MODIFICADO ARTÍCULO 145 DEL CÓDIGO
FISCAL DE LA FEDERACIÓN SON INAPLICABLES RESPECTO DEL
ARTÍCULO 145-A DEL MISMO CÓDIGO, PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL
DE LA FEDERACIÓN EL 28 DE JUNIO DE 2006103, la cual se transcribe para su
posterior análisis:
“El modificado artículo 145 del Código Fiscal de la Federación
fue declarado inconstitucional por el Tribunal en Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia
P./J. 17/95, publicada en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, septiembre 1995, página
27, con el rubro: "EMBARGO PRECAUTORIO. EL ARTÍCULO
-
103
Novena Época, Primera Sala, Semanario judicial de la Federación y su Gaceta; XXXI, Febrero de
2010; Pág. 117.
156
145 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN QUE LO
PREVÉ VIOLA EL ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN.",
pues establecía la traba de un embargo fiscal sobre bienes del
contribuyente sin haber determinado el crédito; no obstante, a
pesar de que el vigente artículo 145-A del Código Fiscal de la
Federación también permite la práctica del embargo sin la
existencia de un crédito fiscal cuantificado, ello no lo torna
inconstitucional
por
las
mismas
razones,
porque
son
instituciones diferentes, pues el primero sólo busca asegurar los
intereses fiscales de la Federación mediante el pago de un
crédito futuro aún no determinado, mientras que el segundo no
persigue asegurar el pago de créditos ni el interés fiscal como fin
primordial, sino que tiene el propósito de conocer la situación
fiscal de los sujetos obligados, para que el aseguramiento
garantice que el contribuyente no pueda alterar, cambiar o
modificar los elementos de valoración y comprobación fiscal, de
ahí que el fin del aseguramiento de bienes no conlleva a
establecer que la norma respete el principio de seguridad
jurídica, ya que dependerá de la coherencia entre la medida
adoptada y su objeto para el caso concreto, considerando que
esta institución no sirve para que las autoridades puedan simular
un mecanismo de garantía para futuros créditos fiscales.”
La tesis de jurisprudencia transcrita nos permite acceder al antecedente del
artículo 145 del Código Fiscal de la Federación, ahora reformado, el cual
claramente establece, acorde a las garantías de seguridad jurídica, que sólo se
podrá practicar embargo precautorio, sobre los bienes o la negociación del
contribuyente cuando el crédito fiscal haya sido determinado por él mismo.
La Auditoría Superior de la Federación determina la cuantía de la responsabilidad
resarcitoria, de conformidad con lo establecido por el artículo 62 de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, en el Pliego Definitivo de
157
Responsabilidades, cuantía que deberá ser suficiente para cubrir los daños o
perjuicios causados a la Hacienda Pública Federal.
El Pliego Definitivo de conformidad con lo dispuesto por el artículo 57, fracción V,
de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, se emitirá en
los noventa días naturales posteriores al cierre de instrucción del procedimiento
de responsabilidades resarcitorias.
Como resultado de lo anterior se colige que la determinación de la cuantía de la
responsabilidad resarcitoria se determina posteriormente al procedimiento por el
que se que se fincan las responsabilidades resarcitorias, por lo que se cumple con
lo dispuesto por el artículo 145 del Código Fiscal de la Federación, y en
consecuencia, se puede iniciar con el embargo precautorio.
Vistas las generalidades del procedimiento por el que se fincan las
responsabilidades resarcitorias, pasemos al estudio de los sujetos del
procedimiento, a fin de establecer, dentro del marco de nuestra investigación, a
qué sujetos se les puede iniciar un procedimiento de responsabilidades
resarcitorias.
4.2.1 Sujetos del procedimiento
Los sujetos del procedimiento son aquellos individuos que se colocan en la
hipótesis normativa, y que son considerados como parte en el procedimiento,
teniendo por consiguiente interés jurídico para participar en el mismo.
La Ley de Fiscalización y Cuentas de la Federación, establece en su artículo 50,
que son sujetos de responsabilidad los servidores públicos y los particulares,
personas físicas o morales, por los actos u omisiones que causen un daño o
perjuicio, estimable en dinero, a la Hacienda Pública Federal.
158
De la lectura del artículo citado se advierte que son los servidores públicos y los
particulares, personas físicas o morales, que tengan a su cargo recursos públicos,
sujetos de las responsabilidades resarcitorias.
Es de mencionarse, que el artículo 2° fracción XVII I de la ley en comento, entiende
como servidor público a los señalados en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y en la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de
los Servidores Públicos, así como los considerados como tales por las
constituciones de los estados, el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal y
demás leyes de las entidades federativas, que tengan a su cargo la administración
o ejercicio de recursos públicos federales o ambos. Haciendo la observación que
en el apartado de las responsabilidades administrativas de los servidores públicos
se atendieron los conceptos de servidores públicos tanto para la Constitución
como para la ley aplicable en la materia.
Por otra parte, guarda relación con el tema en estudio el contenido del artículo 6
de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, que
establece que los servidores públicos y las personas físicas o morales, públicas o
privadas, que capten, reciban, recauden, administren, manejen, ejerzan y
custodien recursos públicos federales, deberán atender los requerimientos que les
formule la Auditoría Superior de la Federación durante la planeación, desarrollo de
las auditorías y el seguimiento de las acciones que emita dentro de los plazos
establecidos en la ley. Sin embargo, es de precisarse que sólo los sujetos de
procedimiento para el fincamiento de responsabilidades resarcitorias los que se
mencionan en el antes citado artículo 50 de dicha Ley.
Para efectos del presente trabajo de investigación nos enfocaremos únicamente a
los servidores públicos adscritos a la Administración Pública Federal, en virtud de
que nos permite un análisis específico y puntual, puesto que analizar a los
particulares personas físicas o morales, que tienen a su cargo recursos públicos
federales requiere de un análisis más extenso y que permitía obtener diversas
conclusiones.
159
4.2.2 Etapas procedimentales
El procedimiento de responsabilidades resarcitorias debe ir encaminado a
determinar con la debida objetividad, y con elementos fundados y motivados si el
servidor público causó o no un daño a la Hacienda Pública Federal.
Identificamos como etapas procedimentales a la serie de acciones u operaciones
que componen en su conjunto un procedimiento, en otras palabras, son cada uno
de los pasos que la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación
prevé en su artículo 67 para el desarrollo del mismo, que buscan resolver si existe
o no una responsabilidad resarcitoria, y que son de manera genérica:
1. La citación del presunto responsable a la audiencia de ley, mediante oficio
citatorio, el cual deberá ser notificado personalmente.
2. La celebración de la audiencia, en la que el presunto responsable podrá
manifestar lo que a su interés convenga y ofrecer pruebas.
Ocurriendo en caso de que el presunto responsable no comparezca sin
causa justa que se tendrán por ciertos los hechos que se le imputan y por
precluido su derecho para ofrecer pruebas o alegatos.
3. Una vez desahogadas las pruebas, el presunto responsable podrá formular
sus alegatos.
Precisando que para el efecto de la admisión de las pruebas la Auditoría
Superior de la Federación está Facultada para podrá señalar nuevo día y
hora de audiencia, que será en los diez días naturales siguientes a la
celebración de la audiencia. Y una vez admitidas las pruebas podrá acordar
su desahogo dentro de los veinte días naturales siguientes, plazo que podrá
ser ampliado a juicio de la Auditoría el tiempo que se considere necesario a
fin de garantizar el adecuado desahogo de las pruebas.
160
4. Concluida la audiencia la entidad de fiscalización superior acordará el cierre
de instrucción, y resolverá dentro de los noventa días naturales sobre la
existencia o inexistencia de la responsabilidad resarcitoria.
Por otra parte, el procedimiento de responsabilidades resarcitorias es muy similar
al procedimiento de responsabilidades administrativas de los servidores públicos,
situación que brinda mayores argumentos para considerar que la responsabilidad
resarcitoria es una sanción de naturaleza administrativa, como lo son las
sanciones en materia de responsabilidades administrativas de los servidores
públicos.
La Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación incorpora
elementos procedimentales casi idénticos los contenidos en el procedimiento
establecido en la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los
Servidores Públicos, por lo que realizar un estudio comparativo de ambas
disposiciones normativas nos permitirá obtener una mejor valoración del
procedimiento contenido en la primera ley.
A fin de agilizar su análisis comparativo se elaboró una tabla con dos columnas,
encontrándose en la primera de ellas los dispositivos relativos al procedimiento
para el fincamiento de responsabilidades resarcitorias, y en la segunda la
normatividad coincidente, o en su caso, las anotaciones respectivas, del
procedimiento para la determinación de responsabilidades administrativas de los
servidores públicos; tabla que continuación se expone, y posteriormente se
comenta:
161
PROCEDIMIENTO PARA EL
PROCEDIMIENTO PARA EL
FINCAMIENTO DE
FINCAMIENTO DE
RESPONSABILIDADES
RESPONSABILIDADES
RESARCITORIAS
ADMINISTRATIVAS
Artículo 57, fracción I. Se citará al Artículo 21, fracción I. Citará al
presunto o presuntos responsables a presunto responsable a una audiencia,
una audiencia para que comparezcan notificándole que deberá comparecer
personalmente
o,
tratándose
de personalmente a rendir su declaración
personas morales, a través de su en torno a los hechos que se le imputen
representante legal; asimismo, para y
que
puedan
ser
causa
de
que manifiesten lo que a su interés responsabilidad en los términos de la
convenga, ofrezcan pruebas y formulen Ley, y demás disposiciones aplicables.
alegatos en la audiencia respectiva
relacionados con los hechos que se les
imputan y que se les dieron a conocer
en el citatorio respectivo.
Artículo 57, fracción II. El oficio Artículo
21,
fracción
I,
párrafos
citatorio para audiencia se notificará cuarto y quinto. La notificación a que
personalmente al presunto responsable se refiere esta fracción se practicará de
con una anticipación no menor de siete manera
personal
al
presunto
ni mayor de quince días hábiles, a la responsable.
fecha de celebración de la audiencia,
donde se le señalará que podrá asistir
acompañado de su abogado o persona
de confianza. La notificación personal
realizada con quien deba entenderse
será legalmente válida, cuando se
efectúe en el domicilio respectivo o en
su centro de trabajo.
Entre la fecha de la citación y la de la
audiencia deberá mediar un plazo no
menor de cinco ni mayor de quince días
hábiles;
162
PROCEDIMIENTO PARA EL
PROCEDIMIENTO PARA EL
FINCAMIENTO DE
FINCAMIENTO DE
RESPONSABILIDADES
RESPONSABILIDADES
RESARCITORIAS
ADMINISTRATIVAS
Artículo 57, fracción III. La audiencia Artículo
21,
fracción
I,
párrafos
se celebrará en el lugar, día y hora tercero y cuarto. En la notificación
señalado en el oficio citatorio, y en caso deberá expresarse el lugar, día y hora
de
que
el
responsables
presunto
no
presuntos en que tendrá verificativo la audiencia;
o
comparezcan
sin la autoridad ante la cual se desarrollará
causa justa, se tendrán por ciertos los ésta; los actos u omisiones que se le
hechos que se le imputan y por imputen al servidor público y el derecho
precluido su derecho para ofrecer de éste a comparecer asistido de un
pruebas o formular alegatos y se defensor.
resolverá con los elementos que obren
en el expediente respectivo.
Hecha la notificación, si el servidor
público deja de comparecer sin causa
justificada, se tendrán por ciertos los
actos u omisiones que se le imputan.
Artículo
57,
fracción
IV.
En
la Artículo 21, fracción II. Concluida la
audiencia, el presunto responsable en audiencia, se concederá al presunto
forma
directa
representante
pruebas
que
o
a
través
podrá
a
de
ofrecer
su
su responsable un plazo de cinco días
las hábiles
que
ofrezca
los
derecho elementos de prueba que estime
convengan.
pertinentes y que tengan relación con
Desahogadas las pruebas que fueron
admitidas,
para
el
presunto
los hechos que se le atribuyen.
responsable No
se
podrá por sí o a través de su defensor, formular
establece
alegatos
formular los alegatos que a su derecho responsable.
convengan, en forma oral o escrita.
el
derecho
al
a
presunto
163
PROCEDIMIENTO PARA EL
PROCEDIMIENTO PARA EL
FINCAMIENTO DE
FINCAMIENTO DE
RESPONSABILIDADES
RESPONSABILIDADES
RESARCITORIAS
ADMINISTRATIVAS
Artículo 57, fracción V. Una vez Artículo 21, fracción III. Desahogadas
concluida la audiencia, la Auditoría las pruebas que fueren admitidas, la
Superior de la Federación procederá a Secretaría, el contralor interno o el
elaborar
y
acordar
el
cierre
de titular del área de responsabilidades
instrucción y resolverá dentro de los resolverán dentro de los cuarenta y
noventa
días
naturales
siguientes, cinco días hábiles siguientes sobre la
sobre la existencia o inexistencia de inexistencia
responsabilidad resarcitoria y fincará, impondrá
de
responsabilidad
o
al infractor las sanciones
en su caso, el pliego definitivo de administrativas correspondientes y le
responsabilidades
en
el
que
se notificará la resolución en un plazo no
determine la indemnización resarcitoria mayor de diez días hábiles. Dicha
correspondiente, a o a las personas resolución, en su caso, se notificará
responsables y notificará a éstos la para los efectos de su ejecución al
resolución y el pliego definitivo de jefe inmediato o al titular de la
responsabilidades,
remitiendo
un dependencia
o
entidad,
según
tanto autógrafo del mismo a la corresponda, en un plazo no mayor de
Tesorería de la Federación, para el diez días hábiles.
efecto de que si en un plazo de quince
días naturales contados a partir de la
notificación, éste no es pagado, se
haga efectivo su cobro en términos de
ley,
mediante
administrativo
de
el
procedimiento
ejecución.
Dicho
pliego será notificado también a las
entidades fiscalizadas involucradas,
164
PROCEDIMIENTO PARA EL
PROCEDIMIENTO PARA EL
FINCAMIENTO DE
FINCAMIENTO DE
RESPONSABILIDADES
RESPONSABILIDADES
RESARCITORIAS
ADMINISTRATIVAS
según corresponda.
Los
servidores
públicos
en
todo
momento durante el procedimiento a
que se refiere este artículo, o bien, para
la
interposición
del
recurso
de No
se
establece
reconsideración a que hace referencia consultar
el
los
derecho
a
expedientes
el artículo 69 de esta Ley, podrán administrativos en los que consten
expedientes los hechos que se le imputan.
consultar
los
administrativos
donde
consten
los
hechos que se les imputen y obtener a
su costa copias certificadas de los
documentos correspondientes.
Artículo 57, fracción VI. Si durante el Artículo 21, fracción IV. Durante la
desahogo de la audiencia la Auditoría sustanciación
del
procedimiento
la
Superior de la Federación considera Secretaría, el contralor interno o el
que
no
cuenta
con
elementos titular del área de responsabilidades,
suficientes para resolver o advierte la podrán practicar todas las diligencias
existencia de elementos que impliquen tendientes a investigar la presunta
una nueva responsabilidad a cargo del responsabilidad del servidor público
presunto o presuntos responsables o denunciado, así como requerir a éste y
de otras personas relacionadas, podrá a
las
dependencias
disponer la práctica de investigaciones involucradas
y citar para otras audiencias.
la
o
entidades
información
y
documentación que se relacione con la
165
PROCEDIMIENTO PARA EL
PROCEDIMIENTO PARA EL
FINCAMIENTO DE
FINCAMIENTO DE
RESPONSABILIDADES
RESPONSABILIDADES
RESARCITORIAS
ADMINISTRATIVAS
La Auditoría Superior de la Federación presunta
responsabilidad,
estando
podrá señalar nuevo día y hora para la obligadas éstas a proporcionarlas de
continuación de la audiencia, misma manera oportuna.
que
se
celebrará
dentro
de
los
siguientes diez días naturales, a fin de
resolver sobre la admisión de pruebas y
dentro de los siguientes veinte días
naturales para su desahogo a partir de
la admisión, pudiéndose ampliar este
último plazo, a juicio de la Auditoría
Superior de la Federación, el tiempo
necesario para el mismo efecto.
Si las autoridades encontraran que no
cuentan con elementos suficientes para
resolver
o
información
advirtieran
que
datos
impliquen
o
nueva
responsabilidad administrativa a cargo
del presunto responsable o de otros
servidores públicos, podrán disponer la
práctica de otras diligencias o citar para
otra u otras audiencias.
166
Del cuadro comparativo de los procedimientos de responsabilidades resarcitorias y
administrativas podemos encontrar las siguientes coincidencias:
1. Se citará a los presuntos responsables a una audiencia para que
manifiesten a lo que su interés convenga en torno a los hechos que se les
imputen.
2. El oficio citatorio se notificará de manera personal; especificándose en el
procedimiento de responsabilidades resarcitorias que será legalmente
válida la notificación cuando se realice en el domicilio o en el centro de
trabajo del presunto responsable.
3. La audiencia se celebrará el día y hora indicados en el oficio citatorio, y en
caso de que el presunto responsable deje de comparecer sin causa
justificada se tendrán por ciertos los hechos que se le imputan.
4. Si durante el desahogo de la audiencia, en el caso del procedimiento de
responsabilidades
resarcitorias,
o
durante
la
sustanciación
del
procedimiento en el caso de las responsabilidades administrativas, no se
cuentan con elementos suficientes para resolver o se advierte la existencia
de elementos que impliquen una nueva responsabilidad, se podrá disponer
de la práctica de investigaciones y citar a nuevas audiencias.
Por otra parte, del cuadro comparativo se desprenden las siguientes diferencias:
1. El plazo que debe mediar entre la fecha de la citación y la de la audiencia
en las responsabilidades resarcitorias es no menor a siete ni mayor de
quince
días
hábiles.
En
tanto
que
para
las
responsabilidades
administrativas es no menor de cinco ni mayor de quince días hábiles.
2. En las responsabilidades resarcitorias el presunto responsable en la
audiencia podrá ofrecer las pruebas que a su derecho convengan, mientras
que en las responsabilidades administrativas el presunto responsable podrá
167
ofrecer las pruebas que estime pertinentes en el plazo de cinco días hábiles
siguientes al día en que se concluyó la audiencia.
3. En las responsabilidades resarcitorias el presunto responsable podrá por sí
o por su defensor formular los alegatos que a su derecho convengan al
momento de desahogar las pruebas, mientras que en la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos no se
establece tal derecho.
4. En las responsabilidades resarcitorias una vez concluida la audiencia, y
acordado el cierre de instrucción podrá resolver en los noventa días
naturales
siguientes.
Mientras
tanto,
en
las
responsabilidades
administrativas una vez que fueren admitidas las pruebas podrá resolver en
los noventa días hábiles siguientes.
5. En la Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos
no se establece el derecho de los presuntos responsables de consultar los
expedientes administrativos donde consten los hechos que se les imputen y
obtener a su costa copia certificada, lo que el procedimiento de
responsabilidades resarcitorias si prevé.
6. En las responsabilidades resarcitorias una vez emitida la resolución y el
pliego definitivo de responsabilidades se los notificarán al responsable, a la
Tesorería de la Federación y a las entidades fiscalizadas involucradas.
Mientras que en las responsabilidades administrativas se
notificarán al
responsable y al jefe inmediato o titular de la dependencia o entidad.
Del listado de las coincidencias y diferencias de ambos procedimientos podemos
concluir que el procedimiento en materia de responsabilidades resarcitorias
cumple en mayor medida con las garantías de seguridad jurídica que el
procedimiento en materia de responsabilidades administrativas de los servidores
públicos, ya que establece, por ejemplo, el derecho del presunto responsable a
consultar los expedientes administrativos y a formular sus alegatos.
168
El procedimiento administrativo para el fincamiento de responsabilidades
resarcitorias se inicia con la notificación del citatorio al servidor público, en el que
se le da a conocer la irregularidad que se le atribuye de manera precisa. En dicho
citatorio, se requiere la comparecencia del presunto responsable a la audiencia de
Ley, a efecto de que rinda su declaración respecto de los hechos que se le
imputan.
En ese orden de ideas, el citatorio es el documento que emite la Auditoría Superior
de la Federación, el cual debe estar correctamente fundado y motivado, mediante
el cual se hace del conocimiento del servidor público, que es presunto responsable
de irregularidades que causaron un daño a la Hacienda Pública Federal, y en
consecuencia se le señala día y hora para comparecer a la audiencia en la cual
tendrá derecho a presentar su defensa y a alegar lo que a su derecho convenga,
así como para ser asistido por un abogado o persona de su confianza y consultar
el expediente respectivo.
El derecho del presunto responsable de comparecer asistido de un defensor
coloca en igualdad de condiciones al servidor público respecto de la autoridad en
relación a los conocimientos jurídicos que son aplicables en el asunto; sin
embargo, dicho derecho no es un requisito, por lo que el servidor público a falta de
recursos que le permitan hacerse de un defensor tendrá que valerse de su pericia
en la materia.
Una vez realizada la notificación, si el servidor público deja de comparecer sin
causa justificada se tendrán por ciertos los actos u omisiones que se le imputan;
dicho apercibimiento obedece a que su ausencia se tiene como un desacato al
requerimiento de presentarse, y en consecuencia permite advertir que pretende
sustraerse del procedimiento sancionador.
Llegado el día establecido en el citatorio se celebrará la audiencia. La audiencia es
definida como el acto mediante el cual el servidor público comparece ante la
autoridad competente, para declarar lo que a su derecho convenga, esto en
ejercicio de su garantía de audiencia. En dicho acto el presunto responsable
169
realiza sus manifestaciones de manera escrita u oral respecto de las imputaciones
que se le hacen; ofrecerá pruebas, las cuales podrán ser todas con excepción de
la confesional de las autoridades o las que vayan en contra del derecho o la moral.
Para el desahogo de las pruebas ofrecidas por el presunto responsable en caso
de que las mismas fueran admitidas por no ubicarse en ninguno de los supuestos
prohibidos, se aplicará supletoriamente el Código Federal de Procedimientos
Civiles en términos del artículo 64 de la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación. Así, a manera de ejemplo, las pruebas documentales
se desahogarán al momento de su presentación por su propia y especial
naturaleza, la prueba pericial se tendrá por desahogada hasta que se emita el
dictamen del perito, y la testimonial hasta que se conteste el cuestionario
propuesto por el presunto responsable.
Una vez desahogadas las pruebas, el presunto responsable podrá formular sus
alegatos, mismos que representan los argumentos finales en relación con todo lo
actuado, incluyendo el fondo del asunto hasta las incidencias que hayan ocurrido,
esto de conformidad con lo dispuesto por el artículo 344 del Código Federal de
Procedimientos Civiles.
Una vez formulados los alegatos o sin estos en caso de que el presunto
responsable haya renunciado a ese derecho, se tendrá por concluida la audiencia
y la Auditoría Superior de la Federación deberá acordar el cierre de instrucción.
Será a partir de este momento en que la entidad de fiscalización superior deberá
resolver dentro de los noventa días naturales siguientes sobre la existencia o
inexistencia de responsabilidad resarcitoria.
El procedimiento en materia de responsabilidades resarcitorias contenido en el
artículo 57 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación se
puede agrupar en cuatro grandes etapas, que son: 1) el citatorio; 2) la audiencia:
en la que se realizan manifestaciones y se ofrecerán pruebas, y una vez
desahogadas las pruebas se podrán formular alegatos; 3) el cierre de instrucción;
4) y la emisión de la resolución respectiva.
170
Como se ha venido mencionando la Ley Federal de Procedimiento Administrativo
y el Código Federal de Procedimientos Civiles, son aplicados supletoriamente a lo
dispuesto por la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación por
lo que hace al procedimiento por el que se fincan las responsabilidades
resarcitorias, por lo que es importante hacer alusión a las mismas.
La Ley Federal de Procedimiento Administrativo, publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 4 de agosto de 1994, tiene como finalidad armonizar todos los
procedimientos administrativos estableciendo sus generalidades y reglas de
aplicación; además, regula lo referente al acto administrativo, la nulidad,
anulabilidad, eficacia y extinción del mismo. En relación al procedimiento
administrativo, en su artículo 16 establece las obligaciones de las autoridades al
momento de sustanciar un procedimiento administrativo, siendo algunas de ellas:
solicitar la comparecencia de los sujetos del procedimiento; proporcionar copia de
los expedientes administrativos objeto del procedimiento; admitir las pruebas que
permita la ley y recibir alegatos; así como tratar con respeto a los particulares.
La Ley Federal de Procedimiento Administrativo también regula lo relativo a los
interesados; los impedimentos, excusas y recusaciones; los términos y plazos; el
acceso a la documentación e información; las reglas de las notificaciones; la
impugnación de las notificaciones (mediante el recurso administrativo); y la
iniciación, tramitación y terminación del procedimiento administrativo. Lo anterior
nos permite percibir que el procedimiento administrativo es complejo en su
normatividad administrativa, y si esto le aumentamos la supletoriedad del Código
Federal de Procedimientos Civiles, encontraremos una gama de disposiciones
aplicables a los procedimientos seguidos a manera de juicio.
Finalmente, hacemos referencia al artículo 54 de la Ley de Fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación, el cual establece lo siguiente:
“Artículo 54.- Las responsabilidades resarcitorias señaladas, se
fincarán independientemente de las que procedan con base en
171
otras leyes y de las sanciones de carácter penal que imponga la
autoridad judicial.”
El artículo citado previene que tanto el procedimiento como la resolución por la
que se fincan responsabilidades resarcitorias serán totalmente independientes de
otras responsabilidades, como las administrativas de los servidores públicos o de
las sanciones en materia penal. La lógica de la independencia de las
responsabilidades resarcitorias tiene que ver con la competencia de la autoridad
que las aplica, en este caso la Auditoría Superior de la Federación, a fin de
garantizar la eficacia de sus resoluciones.
Dicha independencia de las responsabilidades resarcitorias no sólo tiene efectos
en su procedimiento y resolución sino también en su impugnación ante el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, ya que en el procedimiento
contencioso administrativo no se podrá ofrecer como prueba la instrumental de
actuaciones consistente en el expediente y sentencia por la que se haya
declarado la nulidad de una resolución que determine una responsabilidad
administrativa la cual también hayan desembocado en el fincamiento de una
responsabilidad administrativa.
Lo anterior trae como consecuencia una contradicción lógica consistente en que si
por los mismos hechos se impone una responsabilidad administrativa y una
resarcitoria, a un servidor público, ¿por qué no permitirle controvertirlos en su
conjunto mediante el procedimiento contencioso administrativo? La respuesta
tiene que ver con que si bien los hechos derivan en una responsabilidad
administrativa y en una responsabilidad resarcitoria, son autoridades totalmente
distintas las que en base a los procedimientos establecidos en las leyes, valoran y
fundamentan de manera autónoma el contenido de sus resoluciones. De esta
forma aunque se deriven de los mismos hechos las responsabilidades antes
aludidas, la fundamentación y motivación de las sanciones son totalmente
independientes, autónomas. Por supuesto, lo anterior en base a un criterio
legalista el cual habrá que confrontar con las garantías de seguridad jurídica y con
172
los derechos humanos que por mandato constitucional toda autoridad deberá
proteger y promover.
4.2.3 Consideraciones relativas al procedimiento para el fincamiento de
Responsabilidades Resarcitorias en relación a la observancia de las
garantías de seguridad jurídica
El procedimiento en materia de responsabilidades resarcitorias es innovador en
los siguientes aspectos:
1. Prevé que la notificación al presunto responsable del citatorio se podrá
efectuar en su domicilio o en su centro de trabajo. Esta característica lo
hace superar la deficiencia que en materia de responsabilidades
administrativas se tenía, misma que tuvo que ser clarificada mediante
jurisprudencia. La especificación del lugar en donde se podrá notificar al
presunto responsable es una garantía de seguridad jurídica que obliga a la
Auditoría Superior de la Federación a notificarlo únicamente en su domicilio
o en su centro de trabajo, siendo toda notificación realizada en lugar diverso
ilegal.
2. Prevé que el presunto responsable podrá por sí o por su defensor formular
los alegatos al momento de desahogar las pruebas. También una
deficiencia
superada
de
la
Ley
Federal
de
Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos, ya que si bien la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo, supletoria de la anterior, establece esta
garantía; lo cierto es que la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de
la Federación la contempla de manera expresa, brindando mayor solidez al
procedimiento tanto en sus plazos como en sus prerrogativas a favor del
presunto responsable. La oportunidad de formular alegatos es una garantía
de seguridad jurídica que es integrante de la garantía de audiencia.
173
3. Prevé que el presunto responsable podrá tener acceso a todos los
expedientes que se relacionen directamente con los hechos que se le
imputan, así como de obtener copia certificada de los mismos. Asimismo,
es una deficiencia superada que en materia de responsabilidades
administrativas, la cual no se establece de manera expresa en la Ley
aplicable. Esta garantía permite que el presunto responsable se encuentre
en igualdad de circunstancias con la Auditoría Superior de la Federación
respecto de la información que será objeto de valoración.
Por otra parte, es importante mencionar que el procedimiento en materia de
responsabilidades resarcitorias tiene etapas pre-procedimentales importantes, las
cuales permiten su iniciación. Dichas etapas tienen una estricta relación con la
facultad de la Auditoría Superior de la Federación de fiscalizar la Cuenta Pública,
siendo de gran relevancia dos de ellas, que se culminan con: 1) los pliegos de
observaciones, y 2) el informe que rinde la entidad fiscalizada respecto de las
situaciones excepcionales.
El pliego de observaciones es la culminación de la tarea de fiscalización, es decir
toda aquella actividad orientada a cotejar, contabilizar, examinar, evaluar, la
información que las entidades fiscalizadas remitieron, en atención a lo dispuesto
por el Presupuesto de Egresos de la Federación, la Ley Federal de Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria, la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, así como toda la demás normatividad aplicable en la materia.
El pliego de observaciones contiene de manera precisa las inconsistencias que se
encontraron en las labores de fiscalización, por lo que representa el sustento
inicial para el procedimiento en materia de responsabilidades resarcitorias.
Sin embargo, el mismo no determina una responsabilidad, sino que sólo da a
conocer las irregularidades, las cuales, podrán o no ser causa de responsabilidad
resarcitoria una vez que el procedimiento respectivo se resuelva. De esta manera,
podemos decir que el pliego de observaciones es un instrumento del
procedimiento de responsabilidades resarcitorias, pero que no implica la plena
174
convicción de la realización de conductas u omisiones por parte del servidor
público, sino sólo un medio presuntivo para el inicio del procedimiento.
Por otro lado, en el caso de presentarse una denuncia que implique posibles
hechos que traigan como consecuencia un daño a la Hacienda Pública Federal
durante el ejercicio fiscal en curso, la Auditoría Superior de la Federación iniciará
las investigaciones correspondientes y solicitará a la entidad fiscalizada un informe
sobre la procedencia o improcedencia de la denuncia, y en su caso, la sanción
que fue impuesta al servidor público involucrado.
El informe que rinde la entidad fiscalizada en las situaciones excepcionales
representa una vía para dar mayor solidez a la resolución por la que se finquen
responsabilidades resarcitorias, ya que permite obtener un argumento jurídico
respecto de las responsabilidades administrativas que pueden ser causa de una
responsabilidad resarcitoria.
Lo expuesto nos permite concluir que los pliegos de observaciones y los informes
que rinden las entidades fiscalizadas al presentarse situaciones excepcionales son
el resultado de etapas pre-procedimentales que trascienden a la valoración
realizada durante el procedimiento substanciado para el fincamiento de
responsabilidades resarcitorias.
Como se desprendió del estudio de las facultades de la Auditoría Superior de la
Federación en relación a la aplicación de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos, la entidad de fiscalización superior no
puede
determinar
la
existencia
o
inexistencia
de
una
responsabilidad
administrativa en la resolución por la que se fincan las responsabilidades
resarcitorias.
En ese orden de ideas, siendo que las responsabilidades administrativas son el
fundamento para el fincamiento de las responsabilidades resarcitorias, lo que se
prueba atendiendo el contenido del artículo 52 de la Ley de Fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación, que dispone que será responsable
175
subsidiario de la responsabilidad resarcitoria determinada, el servidor público que
se encuentre en un nivel superior jerárquico y que haya omitido o autorizado los
actos u omisiones que causaron el daño a la Hacienda Pública Federal, por lo que
resulta que la única vía para determinar su responsabilidad subsidiaria será
mediante una interpretación de sus responsabilidades administrativas.
Por otra parte, aunque en plena relación a lo comentado, en la Administración
Pública Federal es únicamente la Secretaría de la Función Pública y los Órganos
Internos de Control los facultados para determinar las responsabilidades
administrativas de los servidores públicos.
En consecuencia a lo expuesto, se considera necesario adicionar al procedimiento
en materia de responsabilidades resarcitorias a efecto de que el citatorio en el que
se fijan los hechos que se le imputan al presunto responsable, sea también
notificado a la entidad fiscalizada en la que labora, a fin de que en el término de
treinta hábiles informe sobre la procedencia o improcedencia del inicio de un
procedimiento en materia de responsabilidades administrativas, fundando y
motivando su informe, a fin de obrar como documento base de valoración en la
resolución en la que se finquen responsabilidades resarcitorias.
Lo anterior haría más sólida la resolución en materia de responsabilidades
resarcitorias, ya que la Auditoría Superior de la Federación podría tomar en cuenta
los argumentos expuestos por la entidad fiscalizada para realizar la consideración
de la existencia o inexistencia de responsabilidades resarcitorias.
Tal alternativa se presenta como una propuesta básica y de bajo impacto
legislativo, ya que no implica la modificación gran cantidad de artículos de la Ley
de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación. Sin embargo, el
comentario negativo que se realiza a tal propuesta es que no armoniza a las
responsabilidades administrativas y resarcitorias, sino que siguen siendo
independientes entre sí, y no cambia el estado actual de las cosas pues las
primeras siguen resultando como base indispensable para las segundas.
176
Por lo que una solución, no menos compleja en la técnica legislativa, es dotar a la
Auditoría Superior de la Federación de facultades para determinar tanto
responsabilidades resarcitorias como administrativas, lo que implicaría que en una
misma resolución ambas sean fincadas, y en consecuencia las responsabilidades
administrativas ya no serían materia de un nuevo procedimiento substanciado ante
la Secretaría de la Función Pública o los Órganos Internos de Control. Además de
que permitiría a la entidad de fiscalización superior obtener un poder concentrado
de las sanciones relacionadas con las labores de fiscalización; aunado a que daría
mayor coherencia a la resolución por la que se finquen dichas responsabilidades,
así como brindar al servidor público la oportunidad de combatir legalmente dicha
resolución realizando argumentos en contra de ambas sanciones administrativas.
Como notamos, las inconsistencias que se observan en el procedimiento
contenido en la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas, trascienden a la
resolución en la que se determina la existencia o inexistencia de una
responsabilidad resarcitoria, por lo que en congruencia con nuestra investigación
pasamos a analizarla.
4.3 Análisis de la resolución por la que se fincan responsabilidades
resarcitorias
El procedimiento de responsabilidades resarcitorias se inicia con la notificación del
citatorio al presunto responsable en el que se describen las conductas u omisiones
que se le imputan, las cuales se obtienen de los pliegos de observaciones, de esta
manera la Auditoría Superior de la Federación concluye que existen elementos
suficientes para iniciarse el procedimiento en materia de responsabilidades
resarcitorias.
Posteriormente a la audiencia, el desahogo de las pruebas y la formulación de los
alegatos, la Auditoría Superior de la Federación acuerda el cierre de instrucción,
177
siendo que a partir de este día cuenta con el término de noventa días naturales
para resolver sobre la existencia o inexistencia de la responsabilidad resarcitoria.
Al momento de dictar el cierre de instrucción la entidad superior de fiscalización
tiene integrado un expediente administrativo el cual incluye desde las solicitudes
de información a las entidades fiscalizadas, los pliegos de observaciones, el acta
de notificación del citatorio de inicio de procedimiento, el acta de audiencia en la
que se describen las pruebas ofrecidas por el presunto responsable, en su caso, el
escrito mediante el cual el presunto responsable realiza sus manifestaciones
respecto de las conductas u omisiones que se le imputan, el escrito mediante el
cual se formulan los alegatos, y finalmente el cierre de instrucción.
Todo lo que integra el expediente administrativo será utilizado por la Auditoría
Superior de la Federación para resolver sobre la existencia o inexistencia de la
responsabilidad resarcitoria, y cuya valoración, supone imparcialidad de parte del
ente de fiscalización superior al momento de valorar cada argumento y prueba,
formulado y ofrecida, respectivamente, por el presunto responsable.
El artículo 49 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación
establece que si de la fiscalización de la Cuenta Pública, aparecieran
irregularidades que permitan presumir la existencia de hechos o conductas que
produzcan un daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal la
Auditoría Superior de la Federación procederá a determinar los daños y a fincar
directamente a los responsables de las responsabilidades resarcitorias.
El artículo en mención establece de manera muy sucinta lo que realmente sucede
en la integración del expediente administrativo, la valoración del mismo, y la
emisión de la resolución en la que se fincan las responsabilidades resarcitorias.
Además de que en una interpretación en sentido estricto, exegético y gramatical,
dicho artículo es violatorio de derechos humanos en virtud de otorgar a la entidad
de fiscalización superior la facultad de sancionar a los servidores públicos
bastando la presunción sobre las posibles conductas u omisiones que se les
atribuyen. Por supuesto, en un análisis sistemático del artículo se concluye que no
178
se trata de una relación presunción-sanción, sino que existe un procedimiento
previo al fincamiento de responsabilidad, sin embargo, bien valdría la pena
modificar dicho artículo para que en lugar de decir:
“Artículo 49. Si de la fiscalización de la Cuenta Pública,
aparecieran irregularidades que permitan presumir la existencia
de hechos o conductas que produzcan un daño o perjuicio, o
ambos, a la Hacienda Pública Federal o, en su caso, al patrimonio
de los entes públicos federales o de las entidades paraestatales
federales, la Auditoría Superior de la Federación procederá a:
I. Determinar los daños o perjuicios, o ambos, según corresponda,
y fincar directamente a los responsables las responsabilidades
resarcitorias por medio de indemnizaciones y sanciones;”
Refiriera: “Si de la fiscalización de la Cuenta Pública, aparecieran irregularidades
relacionadas con la existencia de hechos o conductas que produzcan un daño o
perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal o, en su caso, al patrimonio de
los entes públicos federales o de las entidades paraestatales federales, la
Auditoría Superior de la Federación procederá, previa substanciación del
procedimiento contenido en esta Ley, a:
I. Determinar los daños o perjuicios, o ambos, según corresponda, y fincar
directamente a los responsables las responsabilidades resarcitorias por medio de
indemnizaciones y sanciones;”
Lo que implicaría su armonización al contenido de la vigente Ley de Fiscalización
y Rendición de Cuentas de la Federación.
Una vez que la Auditoría Superior de la Federación se entera de la existencia de
conductas u omisiones que puedan causar un daño a la Hacienda Pública Federal,
lo cuantifica mediante los pliegos de observaciones, los cuales deben ser
solventados por las entidades fiscalizadas en el término de 30 días hábiles
contados a partir del día siguiente de su notificación, y en caso de no solventar las
179
observaciones o no cumplir en el término establecido, se iniciará el procedimiento
en materia de responsabilidades resarcitorias, lo anterior de conformidad con lo
establecido por el artículo 56 de la citada Ley.
Iniciado, substanciado y finalizado el procedimiento, la Auditoría Superior de la
Federación valora el contenido del expediente administrativo dando mayor valor a
los pliegos de observaciones y a las no solventaciones, que a los argumentos y
pruebas ofrecidas por el presunto responsable. Lo anterior se puede comprobar de
vista a los expedientes administrativos que obran en los diversos juicios de nulidad
radicados en el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
La emisión de los pliegos de observaciones es la consecuencia de las facultades
de fiscalización de la Auditoría Superior de la Federación. Sin embargo, es al
momento de emitir su resolución que aplica las responsabilidades administrativas
del servidor público, para en conjunción con el pliego de observaciones,
determinar la responsabilidad resarcitoria.
Por lo anterior, se nota la inconsistencia de la resolución por la que se fincan las
responsabilidades resarcitorias, ya que si bien es cierto se basa en las
irregularidades que se establecen en los pliegos de observación, también lo es
que improvisa sobre la responsabilidad administrativa del presunto responsable ya
que la misma no tiene facultades para determinar una responsabilidad
administrativa como resultado de las labores de fiscalización, en los términos que
en su momento se expusieron en el capítulo conducente.
Finalizando esta introducción al tema, a fin de abordar de manera más precisa
todo lo referente a la resolución por la que se fincan las responsabilidades
resarcitorias pasemos a lo relativo a su naturaleza jurídica, su contenido y los
medios de impugnación que puede interponer en su contra el servidor público
responsable.
180
4.3.1 Naturaleza jurídica
La Auditoría Superior de la Federación es la entidad superior de fiscalización, la
cual como órgano dependiente de la Cámara de Diputados, pertenece al Poder
Legislativo Federal, y aunque sus actuaciones no son materialmente legislativas,
sino administrativas, sí son formalmente legislativas por su pertenencia a dicho
Poder.
La resolución por la que la Auditoría Superior de la Federación finca
responsabilidades resarcitorias, es un acto formalmente legislativo, pero
materialmente administrativo, es decir, es un acto administrativo.
Los actos materialmente administrativos son emitidos tradicionalmente por el
Poder Ejecutivo, por lo que los actos materialmente administrativos emitidos por
los poderes Legislativo y Judicial son materia de estudio de la Ciencia Jurídica.
Como ejemplo de actos formalmente judiciales pero formalmente administrativos
tenemos los emitidos por el Consejo de la Judicatura Federal, mismos que
guardan una característica distintiva respecto de los actos emitidos por los otros
poderes, y es que el artículo 100, párrafo noveno, de nuestra Constitución
establece la definitividad e inatacabilidad de las decisiones del Concejo de la
Judicatura Federal, no procediendo juicio o recurso alguno en su contra, con las
excepciones que el propio dispositivo constitucional dispone.
El acto administrativo se define tradicionalmente como toda declaración de
voluntad unilateral y concreta, dictada por un órgano de la administración pública,
en ejercicio de su competencia administrativa, cuyos efectos jurídicos son directos
e inmediatos.104 Debemos adicionar a esta definición que un acto administrativo
también puede ser dictado por diversas autoridades, Poderes, u organismos
constitucionalmente autónomos.
-
104
53.
Pérez Dayán, Alberto. Teoría General del acto administrativo. Editorial Porrúa. México, 2003. Pp.
181
La resolución por la que se fincan responsabilidades resarcitorias es una
declaración unilateral de la voluntad del a Auditoría Superior de la Federación, la
cual es consecuencia de un procedimiento seguido en forma de juicio
expresamente contemplado en la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de
la Federación; así mismo tiene efectos inmediatos, ya que la propia Ley contempla
las formas para exigir su cumplimiento; y finalmente, es concreta y particular, ya
que no se determina sobre una universalidad de sujetos, sino sobre servidores
públicos concretos y determinados.
Lo anterior permite concluir que la naturaleza jurídica de la resolución dictada en el
procedimiento de responsabilidades resarcitorias es un acto administrativo, que
guarda las características de ser formalmente legislativo por la entidad que lo
emite, y materialmente legislativo por su contenido y efectos.
La naturaleza jurídica de dicha resolución se encuentra ligada a los requisitos que
debe cumplir por mandato constitucional, recordando que al ser un acto privativo
de derechos se encuentra condicionada a la observancia de los artículos 14 y 16
de nuestra carta magna, que entre otras, establece el principio de legalidad. En
este tenor, la resolución en materia de responsabilidades resarcitorias deberá
ajustarse a los requisitos que por la Ley le son condicionados para su eficacia
jurídica; por tal razón pasamos a analizar el contenido de la resolución en estudio.
4.3.2 Contenido
El contenido de la resolución por la que se fincan responsabilidades resarcitorias
debe obedecer a los requisitos tanto formales como materiales que la Ley Federal
de Procedimiento Administrativo le establece en su artículo 3, toda vez que de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 5 y 64 de la Ley de Fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo es aplicable supletoriamente en todas las cuestiones no previstas
por la misma. Por lo que en atención al contenido del citado artículo se exponen
182
dichos requisitos ligándolos con el contenido de la resolución emitida para el
fincamiento de responsabilidades resarcitorias:
1. Ser expedido por órgano competente, es decir, la Auditoría Superior de la
Federación.
2. Tener objeto que pueda ser materia del mismo; determinado o
determinable; preciso en cuanto a las circunstancias de tiempo y lugar, y
previsto por la ley; es decir, su objeto es la imposición de una sanción
resarcitoria, cuantificada en una cantidad líquida de dinero; preciso al
describir los hechos que dieron origen al procedimientos y que son la causa
de la imposición de la sanción.
3. Cumplir con la finalidad de interés público; es decir, por un lado el
resarcimiento del daño causado a la Hacienda Pública Federal, y por otro,
el ejercicio de la facultad punitiva del Estado con fines ejemplares y de
inhibición de conductas irregulares y sancionadas.
4. Hacer constar por escrito y con la firma autógrafa de la autoridad que lo
expida.
5. Estar fundado y motivado; es decir, señalando los motivos de hecho o las
razones de derecho.
6. Ser expedido sujetándose a las disposiciones relativas al procedimiento
administrativo previstas en la Ley Federal de Procedimiento Administrativo
por lo que no se encuentre contemplado en la
contemple la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación.
7. Ser expedido sin que medie error sobre el objeto, causa o motivo, o sobre el
fin del acto, o bien, a la referencia específica de identificación del
expediente, documentos o nombre completo de las personas; y sin que
medie dolo o violencia en su emisión.
183
8. Mencionar el órgano del cual emana. Es decir, la Auditoría Superior de la
Federación, y en su caso especificando la Unidad Administrativa que lo
emite, por ejemplo: Dirección General Jurídica.
9. Ser expedido señalando lugar y fecha de emisión.
10. Tratándose de actos administrativos deban notificarse deberá hacerse
mención de la oficina en que se encuentra y puede ser consultado el
expediente respectivo.
11. Tratándose de actos administrativos recurribles deberá hacerse mención de
los recursos que procedan; en este caso, del recurso de reconsideración o
bien del juicio de nulidad.
12. Ser expedido decidiendo expresamente todos los puntos propuestos por las
partes o establecidos por la ley. Es decir, realizando un análisis y valoración
de todos los argumentos que el presunto responsable formuló.
La estructura de la resolución por la que se fincan las responsabilidades
resarcitorias es: primero, los resultandos; segundo, los considerandos; y tercero,
los puntos resolutivos.
En los resultandos la Auditoría Superior de la Federación describe todos los
antecedentes que dieron inicio al procedimiento, los que se desarrollaron al
substanciarse el mismo, y que permiten llegar al momento para emitir la
resolución. Los mismos se incluyen las etapas de fiscalización, la mención del
contenido del pliego de observaciones, la respuesta de la entidad fiscalizada al
pliego de observaciones o su omisión de respuesta, la no solventación, así como
todos los oficios por los que las autoridades se hayan comunicado a fin de
intercambiar información tanto para la fiscalización como para la integración de las
conductas u omisiones que se presume causaron un daño a la Hacienda Pública
Federal.
184
Adicionalmente se deberán expresar las etapas del procedimiento: el contenido
del citatorio, su fecha de notificación; de la audiencia, si compareció o no el
presunto responsable, si realizó manifestaciones, si estas fueron por escrito o de
manera oral, asentando las manifestaciones de manera medular; si ofreció o no
pruebas, cuáles fueron, cuáles de admitieron o desecharon, cuales de
desahogaron; si formuló o no alegatos, y en caso de afirmativa, asentando
medularmente sus argumentos; y finalmente el cierre de instrucción señalando la
fecha en que se emitió.
En los considerandos la Auditoría realizará el análisis de los principales
argumentos del presunto responsable que pretenden desvirtuar las conductas u
omisiones que se le imputan y el posible fincamiento de responsabilidad
resarcitoria, es decir, sus excepciones. Asimismo realiza una valoración conjunta
de todos los documentos, pruebas, y manifestaciones a fin de construir
lógicamente una valoración global del asunto, lo que le permitirá concluir en base
a argumentos lógico-jurídicos, fundando y motivando, lo que se concluye,
resuelve.
Finalmente en los puntos resolutivos la autoridad puntualiza lo que concluyó en los
considerandos de manera sucinta y clara, resolviendo la existencia o inexistencia
de la responsabilidad resarcitoria, ordenando se notifique al ahora responsable o
servidor público, a la entidad fiscalizada, y en caso del fincamiento de
responsabilidades resarcitorias, la notificación a la Tesorería de la Federación.
Por lo que dicha resolución tiene una estructura lógica que integrada por los
antecedentes, las consideraciones y finalmente la puntual resolución.
La valoración de las constancias, pruebas y argumentos, siempre es subjetiva; y
aunque debería ser objetiva e imparcial, lo cierto es que la experiencia indica que
las autoridades con facultades sancionadoras en la mayoría de los casos
sancionan aunque no obren elementos contundentes para determinar una
responsabilidad, ya sea administrativa, resarcitoria o penal.
185
Es una obligación de los defensores de los servidores públicos sujetos a un
procedimiento administrativo sancionador el verificar exhaustivamente que las
disposiciones aplicadas así como la valoración de todo en cuanto lo integra se
realicen conforme a los principios establecidos en los artículos 14 y 16
constitucionales.
Una vez estudiado el contenido de la resolución por la que la Auditoría Superior de
la Federación finca responsabilidades administrativas de los servidores públicos
debemos abordar lo relativo a los medios de impugnación que el servidor público
puede interponer en contra de la misma.
4.3.3 Medios de Impugnación: Recurso de Reconsideración, juicio de nulidad
ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, el amparo directo
Cuando la resolución por la que se fincan responsabilidades resarcitorias es
notificada al servidor público en su domicilio o en su centro de trabajo, podrá elegir
de manera optativa, entre interponer el recurso de reconsideración ente la propia
Auditoría Superior de la Federación, o bien, promover juicio de nulidad ante el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. Lo anterior con arreglo a lo
dispuesto por el artículo 79, fracción IV, párrafo segundo de la Constitución
Política, el cual expresa:
“Las sanciones y demás resoluciones de la entidad de
fiscalización superior de la Federación podrán ser impugnadas por
las entidades fiscalizadas y, en su caso, por los servidores
públicos afectados adscritos a las mismas, ante la propia entidad
de fiscalización o ante los tribunales a que se refiere el artículo 73,
fracción XXIX-H de esta Constitución conforme a lo previsto en la
Ley.”
186
Iniciemos con el estudio del recurso administrativo de reconsideración que
contempla la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación,
definiendo previamente el concepto de recurso administrativo.
El recurso administrativo es la posibilidad que tiene la administración pública de
reconocer, corrigiéndolo, un error de su actuación y lo hará en virtud de una
petición de un particular; petición que encuentra su origen primario en el artículo
octavo de nuestro texto constitucional. El recurso administrativo es un derecho de
impugnación que se tramita a través de un procedimiento, y que se traduce en una
resolución que también tiene el carácter de un acto administrativo.105
Es decir, el recurso administrativo es todo medio de defensa al alcance de los
particulares para impugnar, ante la administración pública, o en su caso ante los
Poderes de la Unión, u organismos constitucionalmente autónomos, los actos y
resoluciones por ellos dictados en perjuicio de los particulares, por violación al
ordenamiento aplicado o falta de aplicación de la disposición debida.106
Un elemento fundamental del recurso administrativo es que debe estar establecido
en la ley, en consecuencia el artículo 69 de la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación, establece lo relativo al recurso administrativo de
reconsideración, mismo que se transcribe para su posterior estudio:
“Las sanciones y demás resoluciones que emita la Auditoría
Superior de la Federación conforme a esta Ley, podrán ser
impugnados por las entidades fiscalizadas y, en su caso, por los
servidores públicos afectados adscritos a las mismas o por los
particulares, personas físicas o morales, ante la propia Auditoría
Superior
de
la
Federación,
mediante
el
recurso
de
reconsideración o bien, mediante juicio de nulidad ante el Tribunal
-
105
-
106
Op. Cit. Martínez Morales, Rafael. Derecho administrativo, segundo curso. Pp. 405.
Margain Manatau, Emilio. El recurso administrativo en México. Editorial Porrúa. México, 2001.
Pp. 18.
187
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. El recurso de
reconsideración se interpondrá dentro de los 15 días hábiles
siguientes a la fecha en que surta efectos la notificación de la
sanción o la resolución recurrida o de ambos.”
El artículo citado es casi idéntico en su contenido al del artículo 79, fracción IV,
párrafo segundo de la Constitución Política, al que anteriormente se hizo
referencia, pero con la cualidad de que adiciona uno de los elementos más
importantes de todo medio de defensa: el término para su interposición.
El término para interponer el recurso de reconsideración es de quince días hábiles
contados a partir del día siguiente a la fecha en que surta efectos la notificación
de la resolución por la que se fincaron las responsabilidades resarcitorias. Para la
Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, la notificación
surte efectos al día hábil siguiente a aquél en que hayan sido practicadas, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 60 de la citada ley.
En el recurso de reconsideración el servidor público expondrá argumentos para
demostrar la ilegalidad de la resolución recurrida a fin de logar su modificación o
revocación. El escrito por el que se interpone el recurso de mérito deberá atender
los requisitos que dispone el artículo 86 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, que son:
• Mencionar el órgano administrativo a quien se dirige; es decir la Auditoría
Superior de la Federación.
• Mencionar el nombre del recurrente así como el lugar que señale para
efectos de notificaciones.
• Mencionar el acto que se recurre y fecha en que se le notificó o tuvo
conocimiento del mismo; siendo el acto recurrido la resolución por la que
se fincó una responsabilidad resarcitoria.
188
• Mencionar los agravios que se le causan, y en su caso, solicitar la
suspensión de la resolución impugnada.
• Acompañar copia de la resolución que se impugna y de la notificación
correspondiente.
• Mencionar las pruebas que ofrezca, que tengan relación inmediata y directa
con la resolución impugnada, debiendo acompañar las documentales con
que cuente, incluidas las que acrediten su personalidad cuando actúen en
nombre de otro o de personas morales.
Una vez interpuesto el recurso de reconsideración ante la Auditoría Superior de la
Federación, si el servidor público solicitó la suspensión de la resolución recurrida,
esta se suspenderá, siempre y cuando haya garantizado de cualquiera de las
formas que establece el Código Fiscal de la Federación el pago de la sanción
correspondiente, lo anterior de conformidad con lo establecido por el artículo 72
de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación.
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 141 del Código Fiscal de la
Federación las formas de garantizar el pago de la sanción, son las siguientes:
Depósito en dinero, carta de crédito; prenda o hipoteca; fianza otorgada por
institución autorizada; obligación solidaria asumida por tercero que compruebe su
idoneidad y solvencia; embargo en la vía administrativa; títulos valor o cartera de
créditos del propio contribuyente.
El procedimiento por el que se sustancia el recurso de reconsideración se
encuentra establecido en el artículo 70 de la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación, el cual establece las siguientes etapas:
a) Se iniciará mediante escrito.
189
b) En caso del escrito que no cumpla con alguno de los requisitos que se
explicaron con anterioridad se le requerirá al recurrente para que en el
término de cinco días naturales subsane las irregularidades.
c) Una vez subsanada la prevención o si el escrito cumplió con todos los
requisitos desde su presentación, en el término de quince días naturales la
Auditoría Superior de la Federación decidirá sobre la admisión o
desechamiento del recurso.
d) Acordará respecto de la admisión de las pruebas ofrecidas, y una vez
desahogadas las pruebas se cerrará la instrucción.
e) Cerrada la instrucción la Auditoría emitirá la resolución correspondiente en
el término de sesenta días naturales siguientes, notificando al recurrente
dentro de los veinte días naturales siguientes a su emisión. De conformidad
con lo establecido en el artículo 71 de la citada ley, la resolución que ponga
fin al recurso tendrá por efecto confirmar, modificar o revocar la sanción o
la resolución impugnada.
En caso de que la resolución recaída al recurso administrativo de reconsideración
no le beneficie al recurrente, o bien, si el servidor público no optó por interponer el
recurso de reconsideración, podrá presentar demanda de nulidad ante el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa
El artículo 73, fracción XXIX-H, de nuestra Constitución Política faculta al
Congreso de la Unión para expedir leyes que instituyan tribunales
de lo
contencioso-administrativo; en uso de esta facultad, el 6 de diciembre del año
2007, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley Orgánica del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
Es importante mencionar que el antecedente del citado Tribunal, era el Tribunal
Fiscal de la Federación, el cual cambió su denominación a la de Tribunal Federal
190
de Justicia Fiscal y Administrativa. El motivo del cambio no fue sólo darle un
nombre más acorde a sus facultades, sino también mediante la Ley Orgánica del
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa se le dota de nuevas
competencias sobre las materias que pude conocer, dentro de las que destaca la
contenida en el artículo 14, fracción XV, que señala:
“Artículo
14.-
El Tribunal
Federal
de
Justicia
Fiscal y
Administrativa conocerá de los juicios que se promuevan contra
las
resoluciones
definitivas,
actos
administrativos
y
procedimientos que se indican a continuación:
XV.
Las sanciones y demás resoluciones emitidas por la
Auditoría Superior de la Federación, en términos de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación.”
La competencia del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa de
conocer de las resoluciones emitidas por la Auditoría Superior de la Federación,
es novedosa, pero a su vez cuestionable, ya que dicho Tribunal es una entidad
fiscalizada en términos de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación. Por lo que de darse el supuesto de que la Auditoría finque
responsabilidades resarcitorias a servidores públicos del propio tribunal se
convertiría en juez y parte en las controversias que se sucinten.
El Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa es autónomo para dictar sus
fallos, sin embargo, causa incertidumbre que la Auditoría Superior de la
Federación, organismo constitucionalmente autónomo, se encuentre supeditada
en sus resoluciones a un Tribunal dependiente del Poder Ejecutivo, y además,
como se comentó, entidad fiscalizada. En este sentido, sería más propio que el
Poder Judicial de la Federación conociera de dichas controversias mediante
amparo indirecto, a fin de darle mayor fortaleza a estas resoluciones.
La actualidad jurídica nos obliga a demandar mediante procedimiento contencioso
administrativo las resoluciones en materia de responsabilidades resarcitorias, por
191
lo que nos avocamos a la tarea de revisar como se desarrolla este procedimiento
contencioso administrativo, con base en lo que establece la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo.
Al momento en que surte efectos la notificación de la resolución por la que se
fincan responsabilidades resarcitorias, o bien, de la resolución recaída al recurso
de reconsideración, el servidor público responsable cuenta con el término de 45
días hábiles para presentar su demanda de nulidad ante la Oficialía de Partes
Común de la Sala del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa que le
corresponda en razón de su domicilio.
El término antes mencionado se encuentra establecido en el artículo 13, fracción
I, inciso a), de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo. Este
mismo término opera a partir de que el servidor público se hizo sabedor de la
resolución impugnada sin que esta se le haya notificado como exige la ley; en
estos términos el actor podrá hacer valer conceptos de impugnación sobre la
ilegal notificación de la resolución impugnada.
A la presentación de la demanda la Sala a la que le correspondió conocer de su
asunto en razón de turno, decidirá sobre su admisión, desechamiento o
requerimiento, actualizándose este último si el escrito no cumple con los
requisitos señalados en el artículo 14 de la citada Ley, como lo son: nombre del
demandante, domicilio, resolución que impugna, conceptos de impugnación,
pruebas que ofrece; o bien, no anexe alguno de los documentos mencionados en
el artículo 15 de la misma Ley, como lo son: la resolución impugnada, su
constancia de notificación, el cuestionario en que deberá basarse el perito o
testigo para desahogar la probanza ofrecida, las copias de traslado necesarias
para las autoridades.
En el requerimiento se le otorgará al promovente el término de cinco días hábiles
al demandante para cumplimente apercibido de que de no cumplir en tiempo y
forma se tendrá por desechada su demanda de nulidad o bien por no ofrecidas las
pruebas.
192
Una vez admitida la demanda de nulidad se le correrá traslado a la autoridad
demandada, en este caso la Auditoría Superior de la Federación, para que la
conteste en el término de cuarenta y cinco días hábiles. La contestación a la
demanda deberá contener la mención de la autoridad que la emite así como la
Unidad Administrativa facultada para tal efecto, por ejemplo, la Dirección General
Jurídica de la Auditoría Superior de la Federación; además de precisar el juicio al
que le está dando respuesta mediante la citación del número de expediente y
nombre del actor; así mismo deberá referirse a los hechos y conceptos de
impugnación hechos valer por la parte actora, así como las pruebas que ofrezca;
finalmente, deberá señalar su domicilio para oír y recibir notificaciones, y en su
caso, los delegados autorizados para oírlas y recibirlas..
En caso de que la contestación a la demanda no cumpla con los requisitos
establecidos en la ley, se le requerirá a la autoridad demandada para que en los
mismos términos en que se formula el requerimiento a la parte actora
cumplimente lo requerido.
Ahora bien, de conformidad con lo establecido por el artículo 17 de la citada ley, si
en la contestación a la demanda se da a conocer la resolución impugnada, se den
a conocer hechos de los que la parte actora no tuviere conocimiento, o la
resolución impugnada sea una negativa ficta, se le otorgará a la parte actora el
término de quince días hábiles para ampliar su demanda.
En el escrito de ampliación la parte actora expondrá sus argumentos jurídicos a
fin de desvirtuar o manifestarse respecto de los hechos novedosos, sobre la
resolución impugnada, de su notificación si se le dio a conocer en la contestación,
o de los razonamientos por a las que la autoridad resolvió mediante su silencio
administrativo derivando en una negativa ficta.
Una vez admitida la ampliación a la demanda se correrá traslado con la misma a
la autoridad demandada para que en el término de quince días hábiles formule su
contestación a la ampliación a la demanda.
193
Si a la contestación a la ampliación a la demanda no recayó requerimiento alguno,
y las pruebas admitidas se desahogaron, se otorgará a las partes el término para
que formulen sus alegatos dentro de los cinco días hábiles siguientes contados a
partir de los diez días hábiles siguientes en que surta efectos la notificación del
acuerdo respectivo.
Con alegatos o sin ellos se elaborará el acuerdo de cierre de instrucción, para que
en los sesenta días siguientes se dicte la sentencia correspondiente.
Es importante señalar que en procedimiento contencioso administrativo pueden
existir diversos incidentes, como el de: suspensión del acto impugnado,
acumulación de autos, nulidad de notificaciones, incompetencia por materia,
recusación por causa de impedimento e interrupción por causa de muerte,
disolución o declaratoria de muerte o incapacidad.
Aunque por los mismos hechos se hayan impuesto a un servidor público dos
sanciones derivadas de la aplicación de la Ley de fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación y de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos, no será procedente la acumulación de
autos, pues aunque se cumple con el requisito contenido en la fracción III, del
artículo 31 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, el cual
establece que Independientemente de que las partes y los agravios sean o no
diversos, se impugnen actos o resoluciones que sean unos antecedentes o
consecuencia de los otros; el artículo 54 de la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación establece que las responsabilidades resarcitorias se
fincarán independientemente de las que procedan con base en otras leyes, lo cual
impide su acumulación.
La sentencia que dicte el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa
deberá fundarse en derecho y resolver sobre la pretensión del actor que se
deduzca de su demanda, en relación con una resolución impugnada, teniendo la
facultad de invocar hechos notorios.
194
La sentencia que la Sala emita podrá declarar la validez de la resolución
impugnada, su nulidad lisa y llana, o para determinados efectos. Quedando firme
cuando las partes no la hayan controvertido mediante juicio o recurso, o bien la
hayan consentido de manera expresa, para lo cual se emitirá el acuerdo de
firmeza de la sentencia, el cual permitirá contabilizar el término a para el
cumplimiento de la sentencia el cual es de cuatro meses.
En caso de que la autoridad sea omisa en el cumplimiento de la sentencia la parte
actora podrá promover la instancia de queja, a efecto de que la Sala resuelva
sobre el incumplimiento y tome las medidas necesarias para garantizar el mismo.
Finalmente, en contra de la sentencia definitiva se podrá interponer amparo
directo o bien el recurso de revisión, que los conocerá el Tribunal Colegiado de
Circuito de Materia Administrativa.
El procedimiento contencioso administrativo tiene como finalidad el salvaguardar
el principio de legalidad, por lo que el Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa
un órgano jurisdiccional facultado para velar por el integro cumplimiento de dicho
principio, y en consecuencia no puede entrar a un estudio que derive en la
interpretación de dispositivos constitucionales, ya que dicha competencia es
exclusiva del Poder Judicial de la Federación. Lo anterior provoca que dicho
órgano jurisdiccional limite sus consideraciones al cumplimiento de las normas de
carácter secundario a la constitución, y mientras que la resolución emitida en el
procedimiento de responsabilidades resarcitorias se ajuste a lo que la ley dispone
deberá resolver la validez de dicha resolución.
Vale la pena recordar que el control difuso de la convencionalidad permite a todas
las autoridades jurisdiccionales la inaplicación de dispositivos legales que
trasgredan los Derechos Humanos reconocidos a nivel constitucional o contenidos
Tratados Internacionales de los que México sea parte, por lo que el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa se encuentra no solo facultado, sino
obligado a velar por el más estricto respeto a los Derechos Humanos, lo que
implica una adición tácita de su competencia para realizar interpretaciones del
195
alcance de los dispositivos legales a fin de determinar su aplicación o inaplicación
de los mismos.
En ese sentido, es posible hacer valer ante ese tribunal administrativo en el
procedimiento contencioso administrativo diversos conceptos de violación que
incorporen una interpretación de un Derecho Humano; mismos en relación a las
responsabilidades resarcitorias se vinculan con los derechos a la seguridad
jurídica, el principio de presunción de inocencia y la justicia pronta y expedita.
Ahora bien, antes de analizar lo respectivo al Amparo Directo el cual es
promovido por el servidor público al que no le favorece el resultado de la
sentencia dictada por el Tribunal Federal de Justicia Fiscal Administrativa,
detengámonos para estudiar lo relativo al Recurso de Revisión, el cual es
promovido por las autoridades para los supuestos que al efecto señala la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.
El recurso de revisión, también llamado comúnmente como “recurso de revisión
fiscal”, tiene por objeto permitir que la autoridad demandad recurra la sentencia
emitida por el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
El artículo 63 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo,
establece que en contra de las resoluciones emitidas por el Pleno, las Secciones
de la Sala Superior o por las Salas Regionales, se podrá interponer el recurso de
revisión ante el Tribunal Colegiado de Circuito competente en la sede del Pleno,
Sección o Sala Regional a que corresponda, mediante escrito que se presente
ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa en la sede del lugar en
donde se emitió la resolución objeto del recurso.
El recurso de revisión se deberá interponer dentro de los quince días siguientes a
aquél en que surta sus efectos la notificación respectiva.
Será procedente el recurso de revisión siempre que se refiera a cualquiera de los
supuestos señalados por el artículo 63 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, los cuales son:
196
• Que sea de cuantía que exceda de tres mil quinientas veces el salario
mínimo general diario del área geográfica correspondiente al Distrito
Federal (Fracción I. $210,000.00 Doscientos diez mil pesos 00/100M.N.,
aproximadamente) vigente al momento de la emisión de la resolución o
sentencia.
• Que sea de importancia y trascendencia.
• Que sea una resolución dictada por la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, el Servicio de Administración Tributaria o por autoridades fiscales
de las Entidades Federativas coordinadas.
• Que sea una resolución dictada en materia de la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.
• Que sea una resolución dictada en materia de comercio exterior.
• Que sea una resolución en materia de aportaciones de seguridad social..
• Que sea una resolución en la cual, se declare el derecho a la
indemnización, o se condene al Servicio de Administración Tributaria, en
términos del artículo 34 de la Ley del Servicio de Administración Tributaria.
• Se resuelva sobre la condenación en costas o indemnización previstas en
el artículo 6º de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo.
• Sea una resolución dictada con motivo de las reclamaciones previstas en la
Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado.
197
El artículo anterior ha derivado en una interpretación muy interesante de una tesis
aislada de los Tribunales Colegiados de Circuito en Materia Administrativa, la cual
se cita107:
“REVISIÓN FISCAL. ES IMPROCEDENTE DICHO RECURSO,
CONFORME A LAS FRACCIONES II A VII Y IX DEL ARTÍCULO
63
DE
LA
LEY
CONTENCIOSO
FEDERAL
DE
ADMINISTRATIVO,
PROCEDIMIENTO
CONTRA
LAS
SENTENCIAS RELACIONADAS CON UNA DETERMINACIÓN
DE LA AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN QUE
FINCA
LA
RESPONSABILIDAD
RESARCITORIA
DE
UN
SERVIDOR PÚBLICO POR HABER CAUSADO UN DAÑO
PATRIMONIAL
A
UN
ENTE
GUBERNAMENTAL.
De
conformidad con el artículo 63 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, atento al carácter excepcional del
recurso de revisión fiscal, en los casos en los que la resolución
impugnada en el juicio de nulidad provenga de la Auditoría
Superior de la Federación y en ella determine la responsabilidad
resarcitoria de un servidor público por haber causado un daño
patrimonial a un ente gubernamental, obligándolo a resarcir el
detrimento
ocasionado,
fincándole
pliego
definitivo
de
responsabilidades a título de indemnización por determinada
cantidad, dicho medio de impugnación es improcedente, atento a
que no se colman los supuestos de las fracciones II a VII y IX del
indicado precepto, en razón de que no se surten los requisitos de
importancia
y
trascendencia
requeridos,
aun
cuando
la
responsabilidad resarcitoria por un daño causado al Estado en su
hacienda pública federal o al patrimonio de los entes públicos
federales es de interés social y de orden público, en razón de que
-
107
Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXXIV, Julio de 2011, pp. 2220.
Tesis: I.7o.A.790 A.
198
no basta el tipo de tema sobre el que verse el asunto para que se
considere que reúne las apuntadas características, porque debe
atenderse a las particularidades que lo individualicen y distingan
de los demás de su especie. Asimismo, la improcedencia se
sustenta también en el hecho de que la resolución debatida en el
juicio de origen no fue dictada por la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, el Servicio de Administración Tributaria o por
autoridades fiscales de las entidades federativas coordinadas en
ingresos federales; no trata sobre responsabilidades de los
servidores públicos, en tanto que la facultad de revisión de la
cuenta pública se limita a cuestiones financieras como son el
manejo de ingresos y egresos, a su aplicación conforme a los
objetivos contenidos en los programas y, derivado de ello, a la
posible determinación de los daños y perjuicios que afecten la
hacienda pública o al patrimonio de los entes públicos federales;
no es una resolución dictada en materia de comercio exterior ni
atañe a cuestiones referentes a aportaciones de seguridad social
o a algún aspecto relacionado con pensiones otorgadas por el
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores
del Estado, ni existe una condena a la indemnización en términos
del artículo 34 de la Ley del Servicio de Administración Tributaria,
y
tampoco
se
controvierte
una
determinación
sobre
la
responsabilidad del Estado por los daños que, con motivo de su
actividad administrativa irregular, hubiera causado en bienes o
derechos de los particulares. Cabe señalar que la mencionada
improcedencia sólo se superará en la hipótesis de que la cuantía
del negocio exceda las tres mil quinientas veces el salario mínimo
general diario del área geográfica correspondiente al Distrito
Federal, acorde con la fracción I del dispositivo inicialmente
citado, o cuando de conformidad con su fracción VIII, la Sala
199
condene en costas o indemnice de conformidad con el artículo 6o.
del ordenamiento adjetivo.”
La tesis en estudio nos permite apreciar una desventaja legislativa que minimiza a
la entidad de fiscalización superior en su capacidad de defender la legalidad de
sus resoluciones.
Debe adicionarse una fracción al artículo 63 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, en la que se establezca como condición de
procedencia, que se recurra una resolución emitida por la Auditoría Superior de la
Federación en términos de la Ley Federal de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación; o bien, las resoluciones dictadas por la Auditoría
Superior de la Federación que finquen responsabilidades resarcitorias.
Lo anterior, en virtud de que la responsabilidad resarcitoria tiene por objeto
resarcir los daños causados a la Hacienda Pública Federal, y por lo tanto, tiene un
interés tanto fiscal como público; ya que como se puntualizó en el segundo
capítulo de este trabajo, la entidad de fiscalización superior vigila el cumplimiento
de los criterios establecidos en la Ley de Egresos y en el Presupuesto de Egresos
de la Federación.
Finalmente, el recurso de revisión deberá tramitarse en los términos previstos en
la Ley de Amparo en cuanto a la regulación del recurso de revisión, mismos se
encuentran establecidos en los artículos 88 al 94, y 184, de la citada Ley, y que se
apuntan de manera sucinta: 1) debe ser presentado por escrito ante la autoridad
que haya emitido la resolución que se impugna; 2) el Tribunal Colegiado admitirá
o desechará el recurso de revisión interpuesto; 3) en caso de admisión se turnará
al Magistrado del Tribunal Colegiado de Circuito que deberá formular el proyecto
de ejecutoria, la cual será sesionada dentro de los quince días hábiles siguientes.
Ahora abordemos el tema relativo al amparo directo, el cual puede ser promovido
por el servidor público afectado por el sentido de la sentencia emitida por la Sala
del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, ya que en la misma se
200
declaró la validez de la resolución en la que se le fincan responsabilidades
resarcitorias.
El amparo directo es un medio de control constitucional que procede contra
sentencias definitivas, laudos arbitrales, y resoluciones que ponen fin a un juicio.
Por sus características intrínsecas es un recurso extraordinario, puesto que tiende
a invalidar actos de autoridad que violen las garantías individuales, es decir, que
contravengan a la Constitución; amén de ello, el amparo directo no está
contemplado como vía ordinaria, sino más bien extraordinaria.108
El amparo directo se puede interponer en contra de sentencias definitivas, laudos
arbitrales y resoluciones que pongan fin a un juicio. Siendo menester asentar su
definición:109
• Por sentencia definitiva entendemos la resolución de la autoridad
jurisdiccional natural, que dirime el fondo del negocio, y contra la cual no
procede recurso ordinario alguno que pueda revocarla o modificarla.
• El laudo arbitral es la resolución que da por terminado un juicio arbitral,
como es el caso de los juicios que se dirimen en las Juntas de Conciliación
y Arbitraje.
• Las resoluciones que ponen fin a un juicio son los acuerdos que dictan los
órganos con facultades jurisdiccionales, en que sin resolver el fondo del
negocio dan por terminado el asunto. Como ejemplo de esto puede
mencionarse el auto de caducidad de la instancia.
En el estudio que nos ocupa, sólo encontraremos a la sentencia o la resolución
que pone fin a un juicio como posibles actos de autoridad emitidos por el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa que pueden ser controvertidos
mediante amparo directo.
108
109
Cfr. Del Castillo del Valle, Alberto. Segundo curso de Amparo. Editorial EJA. México, 2008. Pp. 95.
Ídem. Pp. 96 y 97.
201
Sólo es procedente el amparo directo cuando se han agotado todas las instancias
que puedan revocar, modificar o extinguir el acto reclamado, es decir, se debe de
cumplir con el principio de definitividad.
El principio de definitividad instituye que antes de acudir a solicitar la protección y
observancia de las garantías constitucionales siempre debe acudirse primero a
los recursos o medios
de defensa legal a los cuales se tenga derecho con
respecto de acto que adolece de ilegal. Este principio entraña una causal de
procedencia del juicio de amparo, en el sentido de que el agraviado de un acto de
autoridad debe agotar todos los recursos y medios de defensa que la ley
establezca antes de ejercitar la acción de violación de garantías.
Nuestra Constitución Política en su artículo 107, fracción III, inciso a), párrafo
tercero, establece que para la procedencia del amparo directo deberán agotarse
previamente los recursos ordinarios que se establezcan en la ley de la materia,
por virtud de los cuales aquellas sentencias definitivas, laudos y resoluciones
puedan ser modificados o revocados, salvo el caso en que la ley permita la
renuncia de los recursos.
Los recursos ordinarios que cuenta el servidor público al que se le fincó una
responsabilidad resarcitoria son el recurso de reconsideración establecido en la
Ley de Fiscalización y Cuentas de la Federación, y el juicio de nulidad promovido
ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, contenido en la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.
En nuestra Constitución Política en su artículo 107, fracciones V, IX y XI, se
establecen las generalidades del amparo directo, que son:
• El amparo contra sentencias definitivas, laudos o resoluciones que pongan
fin al juicio se promoverá ante el Tribunal Colegiado de Circuito
competente en razón de territorio y materia.
• La demanda de amparo directo se presentará ante la autoridad
responsable, la cual decidirá sobre la suspensión.
202
• Procederá el recurso de revisión en contra de las sentencias que resuelvan
sobre
la
constitucionalidad
de
normas
generales,
establezcan
la
interpretación directa de un precepto de esta Constitución u omitan decidir
sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen
un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de los acuerdos generales
del Pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones
propiamente constitucionales, sin poder comprender otras.
El amparo directo promovido en contra de una sentencia emitida por el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa en materia de responsabilidades
resarcitorias, se interpondrá en el término de quince días hábiles de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 21 de la Ley de Amparo, ante la sede de la Sala
Regional que emitió la sentencia impugnada.
La Sala que conozca deberá decidir sobre la suspensión solicitada en la demanda
de amparo directo, lo anterior con arreglo al artículo 107 de la Constitución, así
como de los artículos 170 y 173 de la Ley de Amparo, que establecen que la
suspensión se decretará a instancia del agraviado, si concurren los requisitos que
establece el artículo 124, o el artículo 125 en su caso, y surtirá efecto si se otorga
caución bastante para responder de los daños y perjuicios que pueda ocasionar al
tercero.
La Sala del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, al momento de
recibir la demanda de amparo directo deberá acordar su presentación, y de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 169 de la Ley de Amparo, remitirá la
demanda, la copia que corresponda al Ministerio Público Federal y los autos
originales, al Tribunal Colegiado de Circuito, dentro del término de tres días. Al
mismo tiempo rendirá su informe con justificación, y dejará copia en su poder de
dicho informe.
Una vez recibida la demanda de amparo por el Tribunal Colegiado de Circuito en
Materia Administrativa, este acordará sobre su admisión, desechamiento, o bien,
203
formulará requerimiento al promovente, para que en el término de cinco días
cumplimente el requerimiento apercibido que en caso de no cumplimentar se
tendrá por no presentada su demanda de amparo directo, o bien, las pruebas
ofrecidas.
En caso de que el Tribunal Colegiado admita la demanda de amparo, se ordenará
notificar a las partes, es decir, al quejoso, que es el servidor público; a la
autoridad responsable, que es el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa; al tercero interesado, que es la Auditoría Superior de la
Federación; y finalmente al Ministerio Público de la Federación. A estos últimos se
les otorgará el término de diez días hábiles para que formulen sus alegatos.
El Presidente del Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Administrativa que
conoció del asunto, turnará los autos al Magistrado relator para que en el término
e cinco días hábiles formule el proyecto de resolución, a fin de que en los quince
días hábiles siguientes se realice la audiencia para sentencia, la cual se aprobará
por unanimidad o mayoría de votos, en la que se someterá a estudio el asunto
correspondiente. Y en caso de aprobación se ordenará notificar a las partes.
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 190 de la Ley de Amparo, las
sentencias de los Tribunales Colegiados de Circuito, no comprenderán más
cuestiones que las legales propuestas en la demanda de amparo; debiendo
apoyarse en el texto constitucional de cuya aplicación se trate y expresar en sus
proposiciones resolutivas el acto o actos contra los cuales se conceda o niegue el
amparo.
Finalmente, en contra de las sentencia emitida por el Tribunal Colegiado de
Circuito procede en contra el recurso de revisión establecido en el artículo 83,
fracción V, de la Ley de Amparo, cuando en la sentencia se decida sobre la
constitucionalidad
de
leyes
federales
locales,
tratados
internacionales,
reglamentos expedidos por el Presidente de la República o por los gobernadores
de los Estados, o cuando establezcan la interpretación directa de un precepto de
la Constitución.
204
Recapitulando, los medios de defensa que el servidor público sancionado tiene a
su disposición para controvertir la resolución recaída en el procedimiento para el
fincamiento en materia de responsabilidades resarcitorias, son: el recurso de
revocación que se interpone ante la propia Auditoría Superior de la Federación y
se substancia en términos de los dispuesto por la Ley de Fiscalización y Rendición
de Cuentas de la Federación; el juicio de nulidad, promovido ante el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, en contra de la resolución por la que se
fincan responsabilidades resarcitorias, o bien, en contra de la resolución emitida
en el recurso de revocación, el cual se substanciará en términos de lo dispuesto
por la Ley Federal del Procedimiento Contencioso Administrativo; y finalmente el
juicio de amparo directo, el cual se promueve en contra de la sentencia emitida por
el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, el cual es tramitado por el
Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Administrativa, en términos de los
dispuesto por la Ley de Amparo.
Finalmente, el amparo directo es el medio de control de la constitucionalidad,
siendo ahora con las reformas al artículo 1° de nue stra carta magna también un
medio de control de la convencionalidad, además de que en nuestro sistema
jurídico nacional representa el último recurso extraordinario que el servidor público
sancionado tiene para modificar o revocar la resolución en materia de
responsabilidades
resarcitorias.
Sin
embargo,
en
atención
al
derecho
internacional, el servidor público sancionado tiene la oportunidad de acudir ante la
Corte Interamericana de Derechos Humanos a fin de que esta realice una
valoración a la luz de los Derechos Humanos de la sentencia emitida por el
Tribunal Colegiado de Circuito o de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en
caso de actualizarse el recurso de revisión en amparo directo, y en consecuencia
dicho organismo jurisdiccional internacional emita recomendaciones al Estado
mexicano a fin de que modifique diversos dispositivos normativos que violenten
dichos derechos.
205
Una vez analizados los medios de impugnación que el derecho contempla para
controvertir la resolución por la que se fincan responsabilidades resarcitorias,
pasemos a las consideraciones relativas a esta resolución.
4.3.4 Consideraciones relativas a la resolución recaída al procedimiento para
el fincamiento de Responsabilidades Resarcitorias en relación a la
observancia de las garantías de seguridad jurídica
Las
responsabilidades
resarcitorias
se
encuentran
vinculadas
a
las
responsabilidades administrativas de los servidores público, sin embargo, de la
revisión exhaustiva de la normatividad reguladora de las actuaciones de la
Auditoría Superior de la Federación, se desprende que la misma no se encuentra
facultada para determinar responsabilidades administrativas a los servidores
públicos en los procedimientos en materia de responsabilidades resarcitorias por
lo que la entidad de fiscalización superior únicamente puede hacer una presunción
de las responsabilidades administrativas a efecto de aplicarlas en las
consideraciones de la resolución recaída al procedimiento que establece la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación.
Las responsabilidades resarcitorias son una expresión de la facultad punitiva del
Estado, y en consecuencia, como bien se indicó en el capítulo relativo a las
facultades de la Auditoría Superior de la Federación para la aplicación de la Ley
Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, en el
que se citó la tesis de jurisprudencia dictada por el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en el año 2006, que a rubro cita: “DERECHO
ADMINISTRATIVO SANCIONADOR. PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SUS
PROPIOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES ES VÁLIDO ACUDIR DE
MANERA PRUDENTE A LAS TÉCNICAS GARANTISTAS DEL DERECHO
PENAL, EN TANTO AMBOS SON MANIFESTACIONES DE LA POTESTAD
PUNITIVA DEL ESTADO”, tanto en el procedimiento como en la resolución de
las mismas deben observar el principio de presunción de inocencia.
206
Apoyándonos en otra tesis, precisemos qué tutela el principio de presunción de
inocencia:
“PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO
ESTÁ
CONSIGNADO
CONSTITUCIÓN
EXPRESAMENTE
POLÍTICA
DE
LOS
EN
ESTADOS
LA
UNIDOS
MEXICANOS, A PARTIR DE LA REFORMA PUBLICADA EN EL
DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE
2008. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha reiterado en diversos asuntos que el principio de
presunción de inocencia es un derecho universal que se traduce
en que nadie puede ser condenado si no se comprueba
plenamente el delito que se le imputa y la responsabilidad penal
en su comisión, lo que significa que la presunción de inocencia la
conserva el inculpado durante la secuela procesal hasta que se
dicte sentencia definitiva con base en el material probatorio
existente en los autos. Por otra parte, el Tribunal en Pleno
sustentó la tesis aislada P. XXXV/2002, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo
XVI,
agosto
de
2002,
página
14,
con
el
rubro:
"PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE
CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL.", en la que estableció que en la Ley Suprema, vigente
en ese entonces, no estaba expresamente establecido el principio
de presunción de inocencia, pero de la interpretación armónica y
sistemática de sus artículos 14, segundo párrafo, 16, primer
párrafo, 19, primer párrafo, 21, primer párrafo, y 102, apartado A,
segundo párrafo, se advertía que los principios constitucionales
del
debido
proceso
legal
y
el
acusatorio
resguardaban
implícitamente el diverso de presunción de inocencia. De ahí que
el perfeccionamiento de la justicia penal en nuestro país ha
207
incidido en que este principio se eleve expresamente a rango
constitucional a partir de la reforma publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 18 de junio de 2008, para quedar ahora
contenido en el artículo 20, apartado B, denominado: "De los
derechos de toda persona imputada", que en su fracción I,
establece: "I. A que se presuma su inocencia mientras no se
declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez
de la causa.”110
De la lectura de la tesis citada se desprende la definición del principio de
presunción de inocencia: es derecho universal que implica que nadie puede ser
condenado si no se comprueba plenamente el delito que se le imputa y la
responsabilidad penal en su comisión; y de manera genérica, constituye el
derecho a recibir la consideración y el trato de "no autor o no partícipe" en un
hecho de carácter delictivo o en otro tipo de infracciones mientras no se
demuestre la culpabilidad; por ende, otorga el derecho a que no se apliquen las
consecuencias a los efectos jurídicos privativos vinculados a tales hechos, en
cualquier materia.111
Nuestro país ha dado pasos agigantados en materia de derechos humanos. Fue
mediante la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio
de 2008, que nuestro país dio un giro histórico a nuestro sistema penal, pasando
de un sistema de enjuiciamiento penal mixto, al sistema acusatorio. Dentro de las
reformas que se hicieron a diversos artículos de nuestra Carta Marga, resalta la
realizada al artículo 20, apartado B, de la Constitución Política, que en su fracción
I, establece que toda persona tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez
de la causa.
-
110
-
111
Tesis Aislada. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro IV, año 2012. Pág. 2917
Tesis Aislada. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XXV, año 2007; Pág. 1186.
208
Por supuesto hablamos de un derecho inherente al proceso penal, sin embargo,
los Derechos Humanos y las tesis del Poder Judicial de la Federación, nos
permiten trasladar y aplicar este principio tan importante al derecho administrativo
sancionador, en razón de que tiene como tutela otros derechos fundamentales
como la dignidad humana, la libertad, la honra y el buen nombre.
Revisemos la siguiente tesis a fin de puntualizar la extensión aplicativa del
principio de presunción de inocencia:
“PRESUNCIÓN
DE
INOCENCIA.
ALCANCES
DE
ESE
PRINCIPIO CONSTITUCIONAL. El principio de presunción de
inocencia que en materia procesal penal impone la obligación de
arrojar la carga de la prueba al acusador, es un derecho
fundamental que la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos reconoce y garantiza en general, cuyo alcance
trasciende la órbita del debido proceso, pues con su aplicación se
garantiza la protección de otros derechos fundamentales como
son la dignidad humana, la libertad, la honra y el buen nombre,
que podrían resultar vulnerados por actuaciones penales o
disciplinarias irregulares. En consecuencia, este principio opera
también en las situaciones extraprocesales y constituye el
derecho a recibir la consideración y el trato de "no autor o no
partícipe" en un hecho de carácter delictivo o en otro tipo de
infracciones mientras no se demuestre la culpabilidad; por ende,
otorga el derecho a que no se apliquen las consecuencias a los
efectos jurídicos privativos vinculados a tales hechos, en cualquier
materia.”112
-
112
Op. Cit. Tesis Aislada. S.J.F. y su Gaceta, Libro XXV, año 2007; Pág. 1186.
209
De tal manera que el principio de presunción de inocencia debe ser observado en
todo procedimiento sancionador, como lo son, los incoados a servidores públicos
en materia de responsabilidades administrativas y resarcitorias.
Aunque el principio de presunción de inocencia es estrictamente aplicable durante
la tramitación del procedimiento sancionador, ya que impone la obligación a la
autoridad de probar los hechos que se le imputan al presunto responsable; lo
cierto es que siempre trasciende a la resolución del procedimiento, ya que la
valoración de las constancias siempre debe de basarse en la búsqueda de un
auténtico convencimiento, sin lugar a ninguna duda, de que el presunto
responsable realizó los hechos que se le imputan.
La valoración de las constancias que se integran en la tramitación del
procedimiento de responsabilidades resarcitorias debe establecer en su
resolución la existencia o inexistencia de una responsabilidad resarcitoria. Dicha
valoración no es sólo documental, sino también legal. En las consideraciones de
la resolución por la que se fincan responsabilidades resarcitorias la autoridad
debe realizar una autentica valoración de los argumentos y pruebas siempre en
subsunción de las disposiciones legales aplicables las cuales deben interpretarse
de una manera estricta a fin de vislumbrar si los hechos imputados al servidor
público se encuentran plenamente acreditados y si estos efectivamente son los
considerados en al hipótesis normativa, a fin de determinar si existe o no una
responsabilidad administrativa que derive en una responsabilidad resarcitoria.
En consecuencia, el principio de presunción de inocencia también implica que no
debe existir la menor duda de que el presunto responsable efectivamente perpetró
los hechos que se le impugnan, mismos que de conformidad con la legislación
aplicable son objeto de sanción.
En atención de que la Auditoría Superior de la Federación no puede determinar
las responsabilidades administrabas (con excepción de las que sí puede fincar a
sus propios trabajadores); se concluye que existe una presunción de las mismas
en las consideraciones de la resolución por la que se fincan responsabilidades
210
administrativas de los servidores públicos, situación que atenta al principio de
presunción de inocencia.
En tal virtud se considera necesario adicionar al procedimiento en materia de
responsabilidades resarcitorias a efecto de que el citatorio en el que se fijan los
hechos que se le imputan al presunto responsable, sea también notificado a la
entidad fiscalizada en la que labora, a fin de que en el término de treinta hábiles
informe sobre la procedencia o improcedencia del inicio de un procedimiento en
materia de responsabilidades administrativas, fundando y motivando su informe, a
fin de obrar como documento base de valoración en la resolución en la que se
finquen responsabilidades resarcitorias, lo que permitiría abatir en cierta medida la
presunción de las responsabilidades administrativas.
De igual manera, permitiría hacer más sólida la resolución en materia de
responsabilidades resarcitorias, ya que la Auditoría Superior de la Federación
podría tomar en cuenta los argumentos expuestos por la entidad fiscalizada para
realizar la consideración de la existencia o inexistencia de responsabilidades
resarcitorias.
La crítica que se realiza a tal propuesta es que no armoniza a las
responsabilidades administrativas y resarcitorias, sino que siguen siendo
independientes entre sí, y no cambia el estado actual de las cosas pues las
primeras siguen resultando como base indispensable para las segundas.
Por lo que otra solución es dotar a la Auditoría Superior de la Federación de
facultades
para
determinar
tanto
responsabilidades
resarcitorias
como
administrativas, lo que implicaría que en una misma resolución ambas sean
fincadas, y en consecuencia las responsabilidades administrativas ya no serían
materia de un nuevo procedimiento substanciado ante la Secretaría de la Función
Pública o los Órganos Internos de Control. Además de que permitiría a la entidad
de fiscalización superior obtener un poder concentrado de las sanciones
relacionadas con las labores de fiscalización; aunado a que daría mayor
coherencia a la resolución por la que se finquen dichas responsabilidades, así
211
como brindar al servidor público la oportunidad de combatir legalmente dicha
resolución realizando argumentos en contra de ambas sanciones administrativas.
En consecuencia, dotar a la Auditoría Superior de la Federación de facultades
para determinar tanto responsabilidades resarcitorias como administrativas, en
una misma resolución, es una alternativa viable y congruente con el diseño
institucional de la Auditoría Superior de la Federación.
Así mismo, se puntualiza que si la Auditoría Superior de la Federación estuviese
facultada para fincar responsabilidades administrativas y resarcitorias tendría la
capacidad de ejercer un control previo/posterior del los recursos públicos
federales, lo que le daría mayor sustento institucional, además de innovar en la
aplicación de responsabilidades administrativas de los servidores públicos por
entidades superiores de fiscalización.
La Auditoría Superior de la Federación debe superar la endeble capacidad
sancionadora con la que cuenta, a fin de ser efectivamente una entidad de
fiscalización superior.
Por otra parte, no debemos de dejar de referirnos a la omisión legislativa de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, la cual en su artículo 63 no
establece fracción alguna en la que se le permita a la Auditoría Superior de la
Federación recurrir la sentencia dictada por el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, ya que sería improcedente su interposición a menos que se
encuadre en los supuestos contenidos en las fracciones I y VI, del citado artículo,
que establecen que será procedente el recurso de revisión fiscal cuando la
cuantía del negocio exceda las tres mil quinientas veces el salario mínimo general
diario del área geográfica correspondiente al Distrito Federal, o cuando de
conformidad con su fracción VIII, la Sala condene en costas o indemnice de
conformidad con el artículo 6 de la Ley en comento, respectivamente.
Es urgente brindar a la Auditoría Superior de la Federación herramientas
procesales con las que pueda defender sus resoluciones, porque la falta de estas
212
sólo provoca su ineficacia institucional, y en consecuencia el abandono de la
observancia de los principios de rendición de cuentas, transparencia y
responsabilidad hacendaria.
Con estas consideraciones terminamos el estudio de una institución fundamental
en el devenir del Estado mexicano, la Auditoría Superior de la Federación, la cual
tiene objetivos y metas tan altas como lo es la responsabilidad de garantizar el
efectivo destino y captación de los recursos públicos federales.
De igual manera, finalizamos con el análisis de las responsabilidades resarcitorias
las cuales son una figura jurídica de reciente nacimiento, y que requiere aún de un
gran esfuerzo legislativo para su perfeccionamiento.
Como resultado los argumentos vertidos en la presente investigación, pasamos a
señalar de manera puntual las conclusiones propositivas que se consideran
adecuadas y necesarias para fortalecer el marco jurídico que se relaciona tanto
con el esquema institucional de la Auditoría Superior de la Federación, como con
el procedimiento y resolución por los que se fincan las responsabilidades
resarcitorias.
213
CONCLUSIONES PROPOSITIVAS:
1. La Auditoría Superior de la Federación ejerce un control externo de tipo
financiero sobre la Administración Pública Federal, a fin de garantizar el
cumplimiento de los principios de rendición de cuentas, transparencia y
responsabilidad hacendaria.
El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo,
Ejecutivo y Judicial, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 49 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; dicha división de
funciones se sustenta en el pensamiento de Montesquieu, quien plasmó en su
obra “El Espíritu de las Leyes”, la idea de separar al Estado en tres poderes a
efecto de constituir un sistema de pesos y contrapesos que impidiera concentrar el
mismo en una sola persona.
El control externo es consecuencia del principio de división de funciones, e implica
la facultad concedida a una autoridad ajena a la que se controla para que
compruebe la eficiencia y eficacia de su funcionamiento; es decir, la esfera jurídica
en la que se posa la autoridad que ejerce el control externo se encuentra fuera del
ente controlado.
En este contexto, la Auditoría Superior de la Federación al pertenecer al Poder
Legislativo y ser la autoridad constitucionalmente facultada para realizar las
labores de fiscalización de los recursos públicos federales, ejerce un control
externo de tipo financiero sobre la Administración Pública Federal, tomando como
base para las tareas de fiscalización el comprobar el cumplimiento de los criterios
dispuestos en el Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos de la Federación,
observando
los
principios
de
rendición
de
cuentas,
transparencia
y
responsabilidad hacendaria.
Lo anterior se robustece si atendemos el contenido del artículo 3, párrafo primero,
de la Declaración de Lima sobre las Líneas Básicas de la Fiscalización de 1977,
214
que establece que las entidades fiscalizadoras superiores son órganos del control
externo.
2. La Auditoría Superior de la Federación debe gozar de una autonomía plena
de los Poderes de la Unión, a efecto contar con la solidez que toda Entidad
de Fiscalización Superior requiere para el eficaz cumplimiento de sus
funciones.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 79, primer
párrafo concede a la entidad de fiscalización superior una autonomía técnica y de
gestión. La autonomía técnica concede a la Auditoría Superior de la Federación la
capacidad de realizar la fiscalización de los recursos públicos mediante
operaciones jurídicas y contables, ajenas, en principio, al comportamiento político
de las instituciones, sino mediante mecanismos plenamente técnicos. Por su
parte, la autonomía de gestión se divide en organizativa, funcional y resolutiva, es
decir, abarca desde su estructura orgánica, sus procedimientos internos, y la
facultad de resolver los procedimientos seguidos en forma de juicio y los recursos
que las leyes señalan.
Comparando la autonomía técnica y de gestión de la Auditoría Superior de la
Federación, con la de otros organismos constitucionalmente autónomos y de la
lectura a los artículos 41, fracción V, y 28, sexto párrafo de la Constitución Política,
mismos que regulan la naturaleza jurídica del Instituto Federal Electoral y del
Banco de México, respectivamente, se desprende que únicamente se incorporó al
texto constitucional la palabra “autónomo”, sin añadir las palabras “técnica y de
gestión”. En consecuencia, la Auditoría Superior de la Federación cuenta con una
autonomía constitucionalmente limitada y adjetivada como “técnica y de gestión”,
lo que le resta el beneficio de contar con la autonomía plena que otros organismos
constitucionalmente autónomos gozan.
215
Así mismo, la entidad de fiscalización superior de la Federación, tiene limitantes
que afectan su autonomía constitucional, por ejemplo: no puede iniciar leyes; no
tiene autonomía presupuestal; la Comisión de Vigilancia supervisa sus tareas
fundamentales; la designación del Auditor Superior se realiza mediante un
procedimiento politizado; los resultados de las auditorías de desempeño no traen
aparejada sanción administrativa alguna sino sólo recomendaciones.
Lo anterior se contrapone lo que dispone el artículo 5° de la Declaración de Lima
de octubre de I977, de la Organización Internacional de las Entidades
Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI), mismo que establece que las Entidades
Fiscalizadoras Superiores sólo pueden cumplir eficazmente sus funciones si son
independientes de la institución controlada y se hallan protegidas contra
influencias exteriores; además de que en relación a la independencia
presupuestaria el mismo ordenamiento internacional en su artículo 7° estipula que
hay que poner a disposición de las Entidades Fiscalizadoras Superiores los
medios financieros necesarios para el cumplimiento de las funciones que les
incumben.
Mientras que la Auditoría Superior de la Federación no sea independiente de los
poderes públicos a fin de garantizar la objetividad de sus actuaciones, y goce de
los beneficios de una autonomía plena, como lo son: la independencia
presupuestaria y de sus actuaciones sin intervención de la Cámara de Diputados;
no se podrá garantizar que sus funciones no sean politizadas, y por lo tanto no
sean objetivas e imparciales.
En consecuencia, debe dotarse a la Auditoría Superior de la Federación
autonomía plena de los Poderes de la Unión, a efecto de brindarle la solidez que
toda Entidad de Fiscalización Superior requiere para el eficaz cumplimiento de sus
labores. Así mismo, debe dotarse a la Auditoría Superior de la Federación de
mayores facultades que permitan el ejercicio de una autonomía auténtica, por
ejemplo: contar con autonomía presupuestaria; capacidad para iniciar acciones de
inconstitucionalidad; capacidad para formular iniciativas de ley en las ramas
216
relacionadas con las facultades de fiscalización; que la designación del Auditor
Superior de la Federación se realice mediante la elección y aprobación del
Congreso de la Unión del candidato de la terna enviada por el Presidente de la
República; y que la duración del cargo de Auditor Superior de la Federación por
más de 10 años.
3. La Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados al vigilar el
funcionamiento de la Auditoría Superior de la Federación, provoca una
disminución en su autonomía e independencia. Debe dotarse a la Auditoría
Superior de la Federación de plena autonomía de los Poderes de la Unión;
así como establecer en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que el Auditor Superior de la Federación podrá ser removido de
su cargo mediante por el voto de la mayoría del Congreso de los Estados
Unidos Mexicanos, a petición del Presidente de la República; y en caso de
promoverse responsabilidades en su contra, la autoridad competente para
determinarlas será la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El artículo 74, en su fracción VI, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, dispone que la Cámara de Diputados evaluará el desempeño de la
entidad de fiscalización superior de la Federación, mediante su Comisión de
Vigilancia; el contenido del artículo en mención instituye el sometimiento jerárquico
de la Auditoría Superior de la Federación a la Cámara de Diputados, lo que impide
que se cumpla con el principio de independencia que la Declaración de Lima de
1977, la cual proclama y advierte que las Entidades Fiscalizadoras Superiores sólo
pueden cumplir eficazmente sus funciones si son independientes de la institución
controlada y se hallan protegidas contra influencias exteriores.
El artículo 8° de la misma Declaración contempla qu e aún cuando las Entidades
Fiscalizadoras Superiores actúen como órganos del Parlamento, la Constitución
debe regular las relaciones entre la Entidad Fiscalizadora Superior y el
217
Parlamento, de acuerdo con las circunstancias y necesidades de cada país,
siempre garantizando su independencia.
El artículo 92, fracción VIII, de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de
la Federación establece que el Auditor Superior de la Federación podrá ser
removido de su cargo por obtener una evaluación del desempeño poco
satisfactoria sin justificación durante dos ejercicios consecutivos, a juicio de la
Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados. Dicho dispositivo legal dispone
una causa de remoción del titular de la entidad de fiscalización superior de la
Federación,
que
permite
que
la
Comisión
de
Vigilancia
dictamine
discrecionalmente una evaluación “poco satisfactoria”, lo que trae aparejada la
posibilidad de una politización de dicha causa de remoción en aras de intereses
políticos que busquen impedir la eficaz fiscalización de los recursos públicos
federales.
Ahora bien, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 93 de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, la Cámara de Diputados
podrá dictaminar sobre la existencia de los motivos de la remoción del Auditor
Superior de la Federación por causas graves de responsabilidad, para la cual
requerirá del voto de las dos terceras partes de los miembros presentes, lo que
implica una total incertidumbre sobre la continuidad de los trabajos y criterios de
fiscalización, además de violentar nuevamente el principio de independencia de la
Entidades Fiscalizadoras Superiores, en términos de la Declaración de Lima.
Basta con hacer un breve estudio de derecho comparado para demostrar
inseguridad jurídica que tiene el Titular de la Auditoría Superior de la Federación.
La Government Accountability Office, es la Entidad Superior de Fiscalización de
los Estados Unidos de América, como medida de seguridad jurídica e
independencia su titular únicamente puede ser destituido mediante la decisión
conjunta del Presidente de la República y el Senado. Por su parte el Tribunal
Federal de Cuentas de Alemania es el órgano independiente de fiscalización, su
Titular puede ser removido mediante un procedimiento disciplinario que solo
218
puede solicitar el Presidente del Parlamento ante una Sala Especializada de la
Corte Federal de Justicia.
La sumisión de la Auditoría Superior de la Federación a la Cámara de Diputados,
en especial a su órgano evaluador, la Comisión de Vigilancia, provocan una
disminución a su autonomía e independencia, lo que contraviene las prevenciones
contenidas en la Declaración de Lima de octubre de I977, de la Organización
Internacional de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI), en la que
participa el Estado Mexicano.
En consecuencia, debe establecerse que el Auditor Superior de la Federación
podrá ser removido de su cargo mediante por el voto de la mayoría del Congreso
de los Estados Unidos Mexicanos, a petición del Presidente de la República; y en
caso de promoverse responsabilidades en su contra, será la autoridad
competente para determinarlas la Suprema Corte de Justicia de la Nación; así
mismo, debe dotarse a la Auditoría Superior de la Federación de autonomía de
los Poderes de la Unión.
4. La naturaleza jurídica de las responsabilidades resarcitorias es la de una
sanción administrativa, y es una representación del derecho administrativo
sancionador.
La Constitución menciona que el objeto de la responsabilidad resarcitoria que es
reparar el daño o detrimento que se ocasionó a la hacienda pública federal, sin
embargo, la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación la
conceptualiza en su Título V, Capítulo II, como responsabilidad resarcitoria. La
misma Ley en su artículo 51, reafirma el contenido constitucional al establecer que
el objeto de dicha responsabilidad es el de resarcir el monto de los daños y
perjuicios estimables en dinero que se hayan causado, a la Hacienda Pública
Federal, o en su caso, al patrimonio de los entes públicos federales o de las
entidades paraestatales federales.
219
En atención al planteamiento anterior, podemos definir a la responsabilidad
resarcitoria como: la obligación a cargo de los servidores públicos y los
particulares de reparar a la hacienda pública los daños y perjuicios ocasionados,
cuantificables monetariamente, como consecuencia de una conducta u omisión
que incumpla los ordenamientos jurídicos vigentes.
Ahora bien, aunque la responsabilidad civil implica también el resarcimiento de los
daños causados y los perjuicios provocados por uno mismo a un tercero, no
podemos determinar que la naturaleza jurídica de la responsabilidad resarcitoria
es similar o de la misma especie que la de la responsabilidad civil en atención a
que los sujetos, objeto y causas que constituyen la responsabilidad resarcitoria
son totalmente diversos de la primera.
En consecuencia, la responsabilidad resarcitoria tiene elementos suficientes,
propios y singulares, para generar una nueva especie de responsabilidad, aunque
su naturaleza jurídica puede determinarse como una sanción administrativa.
5. La naturaleza jurídica de la resolución por la que se finca una
responsabilidad resarcitoria es la de un acto administrativo, que a su vez
constituye un acto formalmente legislativo y materialmente administrativo,
que por sus características y efectos, representa un acto privativo de
derechos el cual debe cumplir con las garantías contenidas en los artículos
14 y 16 constitucionales.
La Auditoría Superior de la Federación es la entidad de fiscalización superior de la
Federación, dependiente de la Cámara de Diputados del Poder Legislativo
Federal, en atención a la autoridad que la emite la resolución por la que la Entidad
de Fiscalización Superior finca una responsabilidad resarcitoria representa un acto
formalmente legislativo, pero materialmente administrativo.
Por sus efectos dicha resolución constituye un acto privativo de derechos, en
virtud de que su ejecución causa una afectación en el patrimonio de la persona, lo
220
que consecuentemente provoca que la misma deba atender las garantías
consagradas en los artículos 14 y 16 de nuestra carta magna.
Así mismo, la resolución en la que se determina una responsabilidad resarcitoria
es consecuencia de un procedimiento administrativo seguido a manera de juicio, y
la misma resuelve una situación concreta y particular, lo que permite concluir que
su naturaleza jurídica es la de un acto administrativo. En tal virtud, y en atención a
lo previsto en los artículos 5 y 64 de la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación, el contenido de la resolución en estudio debe obedecer
a los requisitos tanto formales como materiales que la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo establece en su artículo 3º, mismo que regula lo
referente al acto administrativo.
En síntesis, la resolución por la que se finca una responsabilidad resarcitoria es un
acto formalmente legislativo y materialmente administrativo, que por sus
características y efectos representa un acto privativo de derechos, además de que
permite establecer que su naturaleza jurídica es la de un acto administrativo.
6. Por la convergencia de las labores que realiza la Secretaría de la Función
Pública y la Auditoría Superior de la Federación en materia e fiscalización de
los recursos públicos federales, es necesario que dichas autoridades
atiendan un marco de actuación previsto en un Plan Nacional de
Fiscalización, que permita la homogeneidad de los sistemas de control
previo y posterior.
La Secretaría de la Función Pública, es la dependencia del Poder Ejecutivo
Federal, promueve el cumplimiento de los procesos de control y fiscalización del
gobierno federal, dirige y determina la política de compras públicas de la
Federación, coordina y realiza auditorías sobre el gasto de recursos federales y
coordina la labor de los órganos internos de control en cada dependencia del
gobierno federal.
221
Por otra parte, la Auditoría Superior de la Federación es la autoridad
constitucionalmente competente para realizar las labores de fiscalización de los
recursos públicos federales mediante la revisión de la Cuenta Pública.
En ese sentido, existe una convergencia entre las atribuciones de las labores de la
fiscalización de gasto público que ésta realiza la Secretaría de la Función Pública,
y las que realiza la Auditoría Superior de la Federación, siendo que la primera
ejecuta dichas actividades mediante un control previo, y la segunda mediante un
control posterior; sin embargo, sus funciones de se ven irremediablemente
entrelazadas, por lo que es menester que dichas autoridades actúen bajo el marco
de un Plan Nacional de Fiscalización, a fin de establecer con oportunidad las
formas de control previo y posterior del gasto público a fin de que su fiscalización
sea eficiente y coordinada.
7. La afirmativa ficta contenida en el artículo 33 de la Ley Federal de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación es contraria a lo que
dispone el artículo 79, fracción II, segundo párrafo de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que permite que no sean
valoradas todas las respuestas que recaigan a las observaciones,
recomendaciones y acciones emitidas por la Auditoría Superior de la
Federación y dirigidas a las entidades fiscalizadas, mismas que se deben
ser tomadas en cuenta para la elaboración del informe del resultado de la
revisión de la Cuenta Pública.
El artículo 32 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación
establece que entidades fiscalizadas deberán solventar en un plazo de 30 días
hábiles las observaciones, recomendaciones y acciones que la Auditoría Superior
de la Federación les solicite mediante un oficio de respuesta. Por su parte, el
artículo 33 de la citada Ley, dispone que la Auditoría Superior de la Federación
deberá pronunciarse en un plazo máximo de 120 días hábiles sobre las
respuestas
recibidas
de
las
entidades
fiscalizadas
en
atención
a
las
222
observaciones, recomendaciones y acciones requeridas, y en caso de no hacerlo,
se tendrán por atendidas las mismas.
En ese tenor, el artículo 33 prevé una afirmativa ficta, por la que se tienen por
cumplimentados los requerimientos solicitados a las entidades fiscalizadas cuando
al existir una respuesta por parte de las éstas, la entidad de fiscalización superior
de la Federación no realiza ningún pronunciamiento en el plazo de 120 días
hábiles.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo
79, fracción II, segundo párrafo, que de manera previa a la presentación del
informe del resultado se dará a conocer a las entidades fiscalizadas la parte que
les corresponda de los resultados de su revisión, a efecto de que éstas presenten
las justificaciones y aclaraciones que correspondan, sin conceder una afirmativa
ficta para las mismas, sino por el contrario dichas justificaciones y aclaraciones
deberán ser revisadas y valoradas por la entidad de fiscalización superior de la
Federación para la elaboración del informe del resultado de la revisión de la
Cuenta Pública.
En consecuencia, la afirmativa ficta contenida en el artículo 33 de la Ley Federal
de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación supera el alcance del
contenido del artículo 79, fracción II, segundo párrafo de la Carta Marga; por lo
que sería correcta su modificación a fin procurar que la valoración de todas las
respuestas que recaigan a las observaciones, recomendaciones y acciones
emitidas por la Auditoría Superior de la Federación y dirigidas a las entidades
fiscalizadas en cumplimiento a un mandato constitucional.
8. La Auditoría Superior de la Federación no es competente para determinar
una responsabilidad administrativa en la resolución por la que se fincan las
responsabilidades resarcitorias; ni determinarla a una persona que no sea
un servidor público adscrito a la propia entidad de fiscalización superior de
223
la Federación. Debe dotarse a la Auditoría Superior de la Federación de
facultades sancionadoras en materia de responsabilidades administrativas
de los servidores públicos, a fin de unificar en una sola resolución la
determinación de responsabilidades administrativas y resarcitorias.
El artículo tercero de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los
Servidores Públicos establece las autoridades facultadas para aplicar la misma,
encontrándose en su fracción VII, a la Auditoría Superior de la Federación; ahora
bien, el artículo 11 de dicha Ley dispone que la Auditoría Superior de la
Federación, “conforme a la legislación respectiva, y por lo que hace a su
competencia”, establecerá los órganos y sistemas para identificar, investigar y
determinar las responsabilidades derivadas del incumplimiento de las obligaciones
establecidas en el artículo 8, así como para imponer las sanciones previstas en
dicho ordenamiento normativo.
En ese orden de ideas, las facultades de la Auditoría Superior de la Federación
para la aplicación de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los
Servidores Públicos en relación con su actividad preponderante que es la
fiscalización de la Cuenta Pública, se pueden encontrar en diversos artículos de la
Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, a saber: 13,
fracción I, 15, fracción XV, 31, segundo y tercer párrafos, 39, 49, 56, segundo
párrafo y 88, fracción XIII, y qué de manera genérica facultan a la entidad de
fiscalización superior de la Federación, a efecto de promover ante las autoridades
competentes las responsabilidades administrativas que surjan como resultado de
las labores de fiscalización.
Por otro lado, la Auditoría Superior de la Federación tiene diversas facultades para
la aplicación de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los
Servidores Públicos, para garantizar el control interno de las actividades de sus
servidores públicos, mismas que se encuentran establecidas en el Capítulo II, De
la Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, contenido en la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación.
224
De igual manera, el Reglamento Interior de la Auditoría Superior de la Federación
en sus artículos 7, fracción XXXIX, 12, fracción XVII, 14, fracciones XXVI y XXVII,
15, fracción X, y 34, fracción XXXI, facultan al Auditor Superior de la Federación, a
los Titulares de las Unidades, al Titular de la Unidad General de Administración, a
los Directores Generales y a la Dirección General Jurídica, respectivamente, para
promover las responsabilidades administrativas, dar seguimiento al procedimiento
de responsabilidades administrativas, gestionar y aplicar las sanciones que se
impongan a los servidores públicos de su adscripción.
Por lo que la Auditoría Superior de la Federación no puede determinar la
existencia o inexistencia de una responsabilidad administrativa en la resolución
por la que se fincan las responsabilidades resarcitorias, ni determinarla mediante
la substanciación de un procedimiento administrativo sancionador a una persona
que no sea un servidor público de la propia entidad de fiscalización superior de la
Federación.
En consecuencia, debe dotarse a la Auditoría Superior de la Federación de
facultades sancionadoras en materia de responsabilidades administrativas de los
servidores públicos, a fin de complementar las responsabilidades resarcitorias,
respecto de hechos imputables a servidores públicos que sean acreedores a
ambas sanciones. El fortalecimiento de la entidad superior de fiscalización en su
capacidad sancionadora atiende a un clima de desconfianza del sector público,
causada principalmente por la corrupción, es este tenor, el brindar mayores
facultades sancionadoras a la entidad de fiscalización superior de la Federación es
una necesidad, ya que de lo contrario la Auditoría Superior de la Federación
continuará realizando las labores de fiscalización sin contar con las herramientas
que el derecho administrativo sancionador le puede otorgar.
9. La Auditoría Superior de la Federación viola el principio de presunción de
inocencia al conjeturar el incumplimiento de las responsabilidades
administrativas de los servidores públicos, lo que constituye una indebida
225
fundamentación y motivación de la resolución por la que se fincan
responsabilidades resarcitorias. Debe dotarse a la Auditoría Superior de la
Federación
de
facultades
para
determinar
tanto
responsabilidades
resarcitorias como administrativas en una misma resolución a fin de evitar
dicha presunción y fortalecer las actuaciones de la entidad de fiscalización
superior de la Federación.
La Tesis de Jurisprudencia dictada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en el año 2006, que a rubro se cita: “DERECHO ADMINISTRATIVO
SANCIONADOR. PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SUS PROPIOS PRINCIPIOS
CONSTITUCIONALES ES VÁLIDO ACUDIR DE MANERA PRUDENTE A LAS
TÉCNICAS GARANTISTAS DEL DERECHO PENAL, EN TANTO AMBOS SON
MANIFESTACIONES DE LA POTESTAD PUNITIVA DEL ESTADO”., expone
que tanto el derecho penal como el derecho administrativo sancionador resultan
ser dos inequívocas manifestaciones de la potestad punitiva del Estado, por lo
que en la interpretación constitucional de los principios del derecho administrativo
sancionador puede acudirse a los principios penales sustantivos, aunque desde
luego, el desarrollo jurisprudencial de estos principios en el campo administrativo
sancionador irá formando los principios sancionadores propios para este campo
de la potestad punitiva del Estado, sin embargo, en tanto esto sucede, es válido
tomar de manera prudente las técnicas garantistas del derecho penal.
Ahora bien, uno de los principios penales sustantivos es el de presunción de
inocencia, el cual, apoyándonos en el contenido de la Tesis que tiene por rubro:
“PRESUNCIÓN
DE
INOCENCIA.
EL
PRINCIPIO
RELATIVO
ESTÁ
CONSIGNADO EXPRESAMENTE EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, A PARTIR DE LA REFORMA PUBLICADA
EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008.”, la
cual define el principio en mención como un derecho universal que se traduce en
que nadie puede ser condenado si no se comprueba plenamente el delito que se
le imputa y la responsabilidad penal en su comisión.
226
En este tenor, el principio de presunción de inocencia impone la obligación de
arrojar la carga de la prueba al acusador, y de igual manera constituye el derecho
a recibir la consideración y el trato de no autor o no partícipe en un hecho de
carácter delictivo o en otro tipo de infracciones mientras no se demuestre la
culpabilidad; por ende, otorga el derecho a que no se apliquen las consecuencias
a los efectos jurídicos privativos vinculados a tales hechos, en cualquier materia;
lo anterior en atención al argumento plasmado en la Tesis Aislada:
“PRESUNCIÓN
DE
INOCENCIA.
ALCANCES
DE
ESE
PRINCIPIO
CONSTITUCIONAL.”
Las responsabilidades resarcitorias son una expresión de la facultad punitiva del
Estado, por lo tanto deberá observarse tanto en el procedimiento como en su
resolución la más estricta aplicación del principio de presunción de inocencia. EN
consecuencia la Auditoría Superior de la Federación debe realizar una autentica
valoración de los argumentos y pruebas siempre en subsunción de las
disposiciones legales aplicables las cuales deben interpretarse a fin de vislumbrar
si los hechos imputados al servidor público se encuentran plenamente acreditados
y si estos actualizan la hipótesis normativa.
Ahora bien, las responsabilidades administrativas son el fundamento para el
fincamiento de las responsabilidades resarcitorias, exponiendo como ejemplo de
ello que el contenido del artículo 52 de la Ley de Fiscalización y Rendición de
Cuentas de la Federación dispone que es responsable subsidiario de la
responsabilidad resarcitoria determinada el servidor público que se encuentre en
un nivel superior jerárquico y que haya omitido o autorizado los actos u omisiones
que causaron el daño a la Hacienda Pública Federal, ocurriendo en consecuencia
que la única vía para determinar su responsabilidad subsidiaria será mediante una
determinación tácita de sus responsabilidades administrativas.
Por otra parte, la Secretaría de la Función Pública y los Órganos Internos de
Control son las autoridades competentes para determinar las responsabilidades
227
administrativas de los servidores públicos adscritos a la Administración Pública
Federal.
En ese sentido, la Auditoría Superior de la Federación realiza una presunción de
las responsabilidades administrativas de los servidores públicos a efecto de
determinar una responsabilidad resarcitoria, lo que viola directamente el principio
de presunción de inocencia, en virtud de que la entidad de fiscalización superior
de la Federación, asume de manera prejuiciosa que se cometieron conductas u
omisiones que contravinieron las disposiciones en materia de responsabilidades
administrativas de los servidores públicos.
Aunado a lo anterior, dicha presunción genera una confrontación entre el marco
jurídico establecido a nivel constitucional de las responsabilidades administrativas
y resarcitorias, ya que con arreglo a lo dispuesto por los artículos 79, fracción IV y
113 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dichas
responsabilidades tienen procedimientos y autoridades específicas para su
fincamiento.
En este tenor, la Auditoría Superior de la Federación se enfrenta a una grave
omisión legislativa, ya que no se contempló que las responsabilidades
administrativas de los servidores públicos servirían de base y fundamento para la
determinación de las responsabilidades resarcitorias, lo que provoca que la
entidad de fiscalización superior de la Federación deba fundamentar sus
resoluciones en disposiciones normativas administrativas, por ejemplo, los
manuales de organización y procedimientos, las circulares, los lineamientos o los
estatutos; mismos que en ocasiones nos cumplen con las formalidades exigidas
por la ley para su emisión, o bien, no establecen de manera clara otras
responsabilidades de los servidores públicos. Aunado a lo anterior, nuestra
Entidad de Fiscalización Superior no puede intervenir en la revisión o evaluación
de dichas disposiciones normativas administrativas a fin de comprobar su eficacia
jurídica al momento de fincar una responsabilidad resarcitoria ya que esta facultad
se reserva a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal
228
en términos de lo dispuesto por el artículo 19 de la Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal, y demás aplicables de los reglamentos internos de
las dependencias y entidades del Ejecutivo Federal.
En consecuencia a lo expuesto, debe dotarse a la Auditoría Superior de la
Federación de facultades para determinar tanto responsabilidades resarcitorias
como administrativas en una misma resolución, lo que provocaría que las
responsabilidades administrativas ya no fueran materia de un nuevo procedimiento
substanciado ante la Secretaría de la Función Pública o los Órganos Internos de
Control, lo que permitiría a la entidad de fiscalización superior de la Federación,
obtener un poder concentrado de las sanciones relacionadas con las labores de
fiscalización; además de bridar mayor coherencia y unidad a la resolución por la
que se finquen dichas responsabilidades, lo que finalmente beneficiaría al servidor
público sancionado al contar con la oportunidad de combatir legalmente dicha
resolución mediante argumentos que intenten desvirtuar las consideraciones por
las que ambas sanciones administrativas se determinaron.
10. La adición a la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, consistente en que previo al fincamiento de responsabilidades
resarcitorias se determinen las responsabilidades administrativas, no
contraviene el contenido de los artículo 76, fracción IV y 113 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Al momento de estudiar y aplicar por analogía el criterio adoptado en la tesis
aislada del Segundo Tribunal Colegiado Auxiliar, con Residencia en Naucalpan de
Juárez, Estado de México, dictada en enero del año 2011, que al rubro se cita:
“RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. LOS ARTÍCULOS 117 Y
138 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS DEL ESTADO
DE MÉXICO, AL PREVER QUE EL PAGO DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS
SOLICITADO POR AQUÉLLA SE DETERMINARÁ HASTA QUE SE EMITA
RESOLUCIÓN EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR
229
CONTRA EL SERVIDOR PÚBLICO CUYA CONDUCTA LO ORIGINÓ, NO
VIOLAN EL ARTÍCULO 113 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.”, la cual en su
parte medular señala:
“De lo anterior se advierte que la finalidad del legislador ordinario
al establecer en los señalados dispositivos un procedimiento para
determinar la indemnización a la cual puede ser condenado el
Estado, fue para comprobar que efectivamente se hubiera
realizado una actividad irregular, a través del procedimiento
administrativo sancionador, lo cual reúne las características de ser
objetivo y constitucionalmente válido y se evita el reclamo
injustificado de indemnizaciones excesivas. En estas condiciones,
se concluye que los referidos artículos 117 y 138, al prever que el
pago de los daños y perjuicios solicitado por la responsabilidad
patrimonial del Estado se determinará hasta que se emita
resolución en el procedimiento administrativo sancionador contra
el servidor público cuya conducta lo originó, no violan el precepto
113 constitucional.”
De su lectura se desprende que no contravendría el contenido de los artículo 76,
fracción IV y 113 de la Constitución Política, la adición a la Ley de Fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación, a efecto de que previo al fincamiento de
responsabilidades
resarcitorias
se
determinen
las
responsabilidades
administrativas teniendo como base el mismo argumento lógico jurídico plasmado
en la citada tesis aislada, sólo que trasladado a las responsabilidades
resarcitorias.
Sin embargo, la inconveniencia es que la Auditoría Superior de la Federación se
encontraría sujeta a una previa determinación de responsabilidad por parte de la
Secretaría de la Función Pública o de los Órganos Internos de Control, por lo que
la solución se subsana otorgando a la Auditoría Superior de la Federación plena
competencia para la aplicación de la Ley Federal de Responsabilidades
230
Administrativas de los Servidores Públicos, a fin de determinar responsabilidades
administrativas a los servidores públicos de las entidades fiscalizadas en la misma
resolución en la que se finquen las responsabilidades resarcitorias.
11. El artículo 54 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la
Federación, establece que las responsabilidades resarcitorias se fincarán
independientemente de las que procedan con base en otras leyes y de las
sanciones de carácter penal que imponga la autoridad judicial, lo que
representa una contradicción lógica, la cual consiste en que por los mismos
hechos se puede fincar a un servidor público una responsabilidad
administrativa y otra resarcitoria, las cuales no se le permite controvertir en
conjunto en el juicio de nulidad.
El artículo 54 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación,
establece que las responsabilidades resarcitorias se fincarán independientemente
de las que procedan con base en otras leyes y de las sanciones de carácter penal
que imponga la autoridad judicial, lo que consecuentemente provoca que tanto el
procedimiento como la resolución por la que se fincan responsabilidades
resarcitorias sean totalmente independientes de otras responsabilidades, como las
administrativas de los servidores públicos o de las sanciones en materia penal.
Dicha
independencia
de
las
responsabilidades
resarcitorias
de
otras
responsabilidades y sanciones, trasciende a la substanciación del procedimiento
contencioso administrativo que tramita el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, en dos claros ejemplos:
1. No se podrá ofrecer como prueba la instrumental de actuaciones
consistente en el expediente y sentencia por la que se haya declarado la
nulidad
de
una
resolución
que
determine
una
responsabilidad
administrativa la cual también hayan desembocado en el fincamiento de
una responsabilidad resarcitoria.
231
2. Aunque por los mismos hechos se hayan impuesto a un servidor público
dos sanciones derivadas de la aplicación de la Ley de fiscalización y
Rendición de Cuentas de la Federación y de la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, no será
procedente la acumulación de autos, pues aunque se cumple con el
requisito contenido en la fracción III, del artículo 31 de la Ley Federal de
Procedimiento
Contencioso
Administrativo,
el
cual
establece
que
Independientemente de que las partes y los agravios sean o no diversos,
se impugnen actos o resoluciones que sean unos antecedentes o
consecuencia de los otros; el artículo 54 de la Ley de Fiscalización y
Rendición
de
Cuentas
de
la
Federación
establece
que
las
responsabilidades resarcitorias se fincarán independientemente de las que
procedan con base en otras leyes, lo cual impide su acumulación.
Lo anterior sustenta una contradicción lógica consistente en que por los mismos
hechos se puede fincar a un servidor público una responsabilidad administrativa y
otra resarcitoria, mismas que no se le permite controvertir en conjunto en el juicio
de nulidad; lo que trae como consecuencia una incoherencia en la aplicación del
principio de justicia, lo que genera un impedimento para los órganos encargados
de impartirla de allegarse de toda la información que permita llegar a la verdad, a
fin de resolver el asunto conforme a derecho.
12. Debe facultarse únicamente al Poder Judicial de la Federación para conocer
de los juicios que se promuevan en contra de las resoluciones en materia de
responsabilidades resarcitorias, en atención que el Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa en una entidad fiscalizada por la Auditoria
Superior de la Federación, por lo que resulta incongruente que una entidad
fiscalizada pueda nulificar dichas resoluciones.
El Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa es una entidad fiscalizada
por la Auditoria Superior de la Federación, por lo que si las resoluciones en
232
materia de responsabilidades resarcitorias se controvierten ante dicho órgano
jurisdiccional, resulta incongruente que una entidad fiscalizada pueda nulificar
tales resoluciones. Sirve de apoyo la Declaración de Lima del año de 1977, la cual
en su artículo 5, párrafo tercero, dispone que las Entidades Fiscalizadoras
Superiores “deben gozar de una protección legal suficiente, garantizada por un
Tribunal Supremo, contra cualquier injerencia en su independencia y sus
competencias de control.”
En consecuencia, a fin de armonizar nuestro derecho nacional con la Declaración
de Lima, debe facultarse únicamente al Poder Judicial de la Federación para
conocer de los juicios que se promuevan en contra de las resoluciones en materia
de responsabilidades resarcitorias, garantizando así que la interpretación conjunta
del contenido constitucional y legal que sirve de fundamento jurídico de las
responsabilidades resarcitorias se realice con plena competencia en términos de
los dispuesto por el artículo 103 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
Aunado a anterior, existe la limitante de que el Tribunal Federal de Justicia Fiscal
y Administrativa es un tribunal de legalidad, y en consecuencia no puede realizar
una interpretación constitucional de los artículos 76 y 79 de la Constitución
Política.
13. Debe adicionarse una fracción al artículo 63 de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, en la que se establezca como
condición de procedencia para interponer el recurso de revisión, que se
recurra una resolución emitida por la Auditoría Superior de la Federación en
la que se finquen responsabilidades resarcitorias.
El artículo 63 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo,
establece que en contra de las resoluciones emitidas por el Pleno, las Secciones
de la Sala Superior o por las Salas Regionales del Tribunal Federal de Justicia
233
Fiscal y Administrativa, se podrá interponer el recurso de revisión ante el Tribunal
Colegiado de Circuito competente en la sede del Pleno, Sección o Sala Regional
a que corresponda, mediante escrito que se presente ante el Tribunal Fiscal, en la
sede del lugar en donde se emitió la resolución objeto del recurso.
Será procedente el recurso de revisión siempre que se refiera a cualquiera de los
supuestos señalados por el artículo 63 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, los cuales son: que sea de cuantía que exceda de
tres mil quinientas veces el salario mínimo general diario del área geográfica
correspondiente al Distrito Federal; que sea de importancia y trascendencia; que
sea una resolución dictada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el
Servicio de Administración Tributaria o por autoridades fiscales de las Entidades
Federativas coordinadas; que sea una resolución dictada en materia de la Ley
Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos; que
sea una resolución dictada en materia de comercio exterior; que sea una
resolución en materia de aportaciones de seguridad social; que sea una
resolución en la cual, se declare el derecho a la indemnización; que resuelva
sobre la condenación en costas o indemnización previstas en el artículo 6º de la
Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo; y finalmente, que sea
una resolución dictada con motivo de las reclamaciones previstas en la Ley
Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado.
En ese sentido, una tesis aislada de los Tribunales Colegiados de Circuito en
Materia Administrativa, que tiene como rubro: “REVISIÓN FISCAL. ES
IMPROCEDENTE DICHO RECURSO, CONFORME A LAS FRACCIONES II A
VII Y IX DEL ARTÍCULO 63 DE LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO
CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO,
CONTRA
LAS
SENTENCIAS
RELACIONADAS CON UNA DETERMINACIÓN DE LA AUDITORÍA SUPERIOR
DE LA FEDERACIÓN QUE FINCA LA RESPONSABILIDAD RESARCITORIA
DE
UN
SERVIDOR
PÚBLICO
POR
HABER
CAUSADO
UN
DAÑO
PATRIMONIAL A UN ENTE GUBERNAMENTAL.”, señala en su parte medular
que de conformidad con el artículo 63 de la Ley Federal de Procedimiento
234
Contencioso Administrativo, en los casos en los que la resolución impugnada en
el juicio de nulidad provenga de la Auditoría Superior de la Federación y en ella
determine la responsabilidad resarcitoria de un servidor público por haber
causado un daño patrimonial a un ente gubernamental, dicho medio de
impugnación es improcedente, atento a que no se colman los supuestos de las
fracciones II a VII y IX del indicado precepto, en razón de que no actualiza
ninguna de las hipótesis previstas en esas fracciones, sin embargo, la
mencionada improcedencia sólo se superará en la hipótesis de que la cuantía del
negocio exceda las tres mil quinientas veces el salario mínimo general diario
vigente en el Distrito Federal, acorde con la fracción I del dispositivo inicialmente
citado, o cuando de conformidad con su fracción VIII, la Sala condene en costas o
indemnice de conformidad con el artículo 6o. del ordenamiento adjetivo.
En atención a lo expuesto, existe una notoria desventaja legislativa que afecta a la
entidad de fiscalización superior para defender la legalidad de sus resoluciones, y
en consecuencia, debe adicionarse una fracción al artículo 63 de la Ley Federal
de Procedimiento Contencioso Administrativo, en la que se establezca como
condición de procedencia para interponer el recurso de revisión, que se recurra
una resolución emitida por la Auditoría Superior de la Federación en la que se
finquen responsabilidades resarcitorias.
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10. Ley Orgánica de la Administración Pública Federal
11. Código Federal de Procedimientos Civiles
12. Código Fiscal de la Federación
13. Ley de Ingresos (Ejercicio fiscal 2012)
14. Presupuesto de Egresos (Ejercicio fiscal 2012)
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