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MÚSICA
El otro Adamo
Sergio Armstrong C.*
Al cantautor Salvatore Adamo lo conocemos la mayoría de los chilenos por algunas canciones de festival. Junto con exponer algunas letras de sus canciones de
estos últimos años, que abarcan temas
referidos a los niños, al malestar de nuestra cultura, la esperanza, el amor y la muerte, queremos profundizar en aspectos
poco conocidos del cantante.
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Silvio Rodríguez decía que la
canción es un arte mayor. Sin duda
tenía razón. Se requiere ser un gran
artista para componer una buena letra y una buena melodía y, sobre
todo, para unirlas de modo que pueda una ayudar a la expresión de la
otra.
Sin embargo, este arte mayor
suele opacarse cuando, por razones comerciales, se lo produce
masivamente en función de un mercado en que están en juego
grandes cantidades de dinero. Por eso uno agradece cuando se
topa con un auténtico “maestro” de este difícil arte. Sin duda
que lo son artistas como el mismo Silvio Rodríguez, Serrat,
Brassens, Brel y tantos otros que suenan poco en nuestras radios.
Este artículo está dedicado a uno de ellos: a Salvatore Adamo.
Es altamente probable que esto provoque algunas sonrisas irónicas o un cierto desdén. Más de alguno pensará que uno no
puede estar hablando en serio.
Ahí está el problema. Mucho peor que no conocer a alguien es conocerlo mal. Adamo, entre nosotros, está vinculado
exclusivamente con canciones del estilo de “Mis manos en tu
cintura”, cuyo estribillo casi todo el mundo conoce.
Adamo es conocido en nuestro país por sus éxitos de fines
de los sesenta. Canciones muy románticas con letras un poco
simplonas (cuya versión castellana no hacía él). Su vuelta a Chile
en agosto de 2003 y febrero de 2004 reforzó esta impresión,
dado que priorizó las canciones que lo hicieron famoso e incluyó sólo dos o tres nuevas cantadas en francés.
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El repertorio de Adamo es enorme: unas 300 canciones en francés
e italiano, versiones de algunas de
ellas en inglés, alemán, japonés; más
de 90 millones de discos vendidos.
Por razones de espacio escogeré cinco temas: los niños, el malestar de
nuestra cultura, la esperanza, el amor
y la muerte. Al presentar estas letras
soy consciente de una doble limitación: la ausencia de la melodía, parte constitutiva de una canción, y la barrera del idioma,
ya que mis traducciones van a empobrecer sin duda los textos
originales. Para atenuar este último problema pondré la letra
en francés a continuación de la versión en castellano. A lo dicho se agrega el que, por razones de espacio, no podré presentar canciones completas. Si este artículo despierta en alguien el
interés por escuchar a este poco conocido Adamo y le orienta
acerca de cómo acceder a parte de su obra en francés, me doy
por satisfecho.
LAS HORAS AZULES
Salvatore Adamo nace en Sicilia, en la pequeña comuna de
Comiso, el 1° de noviembre de 1943. Permanecerá como hijo
único durante sus siete primeros años (después llegará a tener
seis hermanos). Su padre, Antonio, es pocero y su madre,
Concetta, dueña de casa. En 1947, Antonio encuentra un empleo de minero en Bélgica y emigra con su familia a la ciudad
* Teólogo.
de Jemapres, primero, y después a Ghlin. Sus padres quieren
evitar a su hijo un porvenir de minero y hacen todo lo posible
para que siga sus estudios. Salvatore se muestra como un alumno solitario y trabajador en el colegio de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas
A pesar de lo duro de la situación en general, Salvatore vive
estos años con una profunda alegría, como lo relata en su canción “Las horas azules”.
En el transcurso de los años cincuenta comienza a aflorar
su pasión por el canto. Sus padres observan en un primer mo-
“(...) Y vuelvo a ver a mi padre y mi madre
Bajo las lámparas, las flores de papel.
Yo seguía su vestido claro
que ondulaba como un velero blanco.
Azul del domingo entre compadres
Para olvidar por algunos instantes
El negro del vientre de la tierra
Donde te desgastabas en sudor y en sangre.
Él la entrelazaba con paso altivo
Muy erguido, muy endomingado
Y contaba con mucha gracia
Recuerdos sin duda inventados.
(...)
Azul de tus ojos, mi dulce, mi reina
Que me escondía el gris del decorado
Azul de la esperanza valiente capitana
Que te batías en el infierno del Norte.
Es la música de los años quiméricos
Años de miseria en el extremo del exilio
Yo seguía en la luz de ustedes
Mi vida consistía sólo en ser su hijo (...)
Yo soñaba entre ustedes dos
Era niño, era feliz
Y no tengo más que cerrar los ojos
Para reencontrar esas horas azules”.
Et je revois mon père, ma mère/ Sous les lampions, les fleurs en papier/ Moi, je suivais sa robe claire/ Qui ondoyait comme un blanc voilier.
Lui, l’enlaçait, l’allure fière/Tout droit fringuant, tout endimanché/ Et racontait de jolie manière/ Des souvenirs sans doute inventés (...)
Bleu de tes yeux, ma douce, ma reine/ Qui me cachait le gris du décor/ Bleu de l’espoir, vaillant capitaine/ Qui te battait dans l’enfer du Nord.
Bleu du dimanche entre compères/ Pour oublier quelques instants/ Le noir du ventre de la terre/ Où vous trimiez en sueur et en sang.
C’est la musique des années chimères/ Années-misère au bout de l’exil/ Moi, je suivais dans votre lumière/ Ma vie ne tenait qu’à votre fil (...)
Moi, je rêvais entre vous deux/ J’étais enfant, j’étais heureux/ Et je n’ai qu’à fermer les yeux/ Pour retrouver ces heures bleues.
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LAS HORAS AZULES
(LES HEURES BLEUES, ÁLBUM REGARDS)
Salvatore Adamo
MÚSICA
NIÑOS
(ENFANTS)
mento esta pasión con desconfianza. Salvatore se presenta en
diversos concursos locales hasta el día en que la emisora Radio
Luxemburgo organiza un gran concurso en el teatro real de
Mons, cerca de su casa. En diciembre de 1959, participa con
una canción compuesta por él. Después de ser eliminado, un
miembro del jurado da una nueva oportunidad al joven cantante. Salvatore Adamo gana el concurso.
Rápidamente, sale su primer disco de 45 rpm., pero el éxi-
“Niños de todos los colores
Niños de miles y un infortunios
¿Quién ha dicho que ustedes nacieron todos iguales?
Niños de ciudades destripadas
En sus escuelas calcinadas
¿Quién les hará creer que el mundo es bueno?
Niños sin sueños, niños soldados
Niños masacrados aquí y allá
Niños,
Niños de la locura de los adultos
Niños del infierno de la nada
Niños, niños,
Todos esos niños ...
Niños benditos, príncipes de castillos
O niños muertos de todos los modos
¿Quién ha dicho que ustedes nacieron todos iguales?
Niños de las veredas de Manila
Niños vendidos como pacotilla
¿Quién les hará creer que el mundo es bueno?(...)”
Enfants de toutes les couleurs/ Enfants des mille et un malheurs/ Qui a dit que vous naissiez tous égaux ?/ Enfants des villes éventrées/ Dans vos écoles
calcinées/ Qui vous f’ra croire que le monde est beau ?
Enfants sans rêves, enfants-soldats/ Enfants massacrés çà et là/ Enfants/ Enfants de la folie des grands / Enfants de l’enfer du néant/ Enfants, /Enfants, tout
ces enfants (...)
Enfants bénis, princes des châteaux/ Ou enfants meurtris de tous les maux/ Qui a dit que vous naissiez tous égaux ?/Enfants des trottoirs de Manille/Enfants
vendus comme pacotilles/ Qui vous f’ra croire que le monde est beau ? (...)
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to es difícil. El joven, desanimado, piensa retomar sus estudios,
pero su padre decide hacerse cargo de la carrera de su hijo.
Juntos parten a París y comienzan a visitar salas de espectáculos
y sellos grabadores. Después de 4 discos, que pasan desapercibidos, Salvatore tiene su primer éxito con “Sans toi, ma mie”.
A partir de entonces, sus canciones pasan a ocupar el primer
lugar de los rankings durante semanas. Antes de cumplir los 20
años da un recital en el Olympia de París.
Comienzan sus interminables giras por el extranjero y
las versiones en diferentes
idiomas de sus canciones (no
siempre fieles al texto original
francés). Su popularidad en Japón supera toda medida con
el éxito de “Tombe la neige”,
que se instala 72 semanas a la
cabeza de los hit-parades.
Cuando está en lo mejor de su
fama muere trágicamente su
padre en agosto de 1966.
Incluso en estos primeros
tiempos Adamo no se queda en
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En 1993 es nombrado embajador de la
UNICEF en Bélgica. En una entrevista en
nuestro país Adamo cuenta: “La UNICEF
me solicitó hace 10 años ser embajador. Fue
en un momento en que me preguntaba a
mí mismo: ¿Qué cosas estoy haciendo, aparte de vender vientos y sueños? La UNICEF
me dio la oportunidad de compartir la suerte
que la vida me dio con otras personas que
no tienen la misma suerte. Se me han otorgado cuatro misiones. Hasta ahora dos en
Vietnam, una en Kosovo y en Afganistán.
Pasé la Navidad del 2001 en Kabul. Para mí
es una manera de compartir con la miseria.
Estoy muy feliz de haberlo hecho”.
Precisamente, en un recital a beneficio
de la UNICEF cantó la canción “Niños”.
(PAR LES TEMPS QUI COURENT).
“En el corazón del estrépito de la ciudad
Sueño con un jardín tranquilo
Donde pudiera sentarme al sol en un banco
Y tomarme el tiempo de saludar a las personas.
Tengo tantas cosas que contarles
Sí, pero en la ciudad querría gritarles
Me gustaría saber cómo se llaman
Tenderles la mano, enterarme de sus noticias.
Pero en los tiempos que corren
La gente sigue su camino
Pero en los tiempos que corren
En lugar de los jardines
Hay torres que suben
Que suben, que suben sin fin
Torres que guardan para ellas
El sol de nuestras mañanas.
Y tú, ángel en harapos con alas desgarradas
¿Has encontrado el cielo en tu curso insensato?
¿Dónde estabas perdido de la noche a la aurora?
Dime adónde vas, en qué crees aún.
Y tú, la sombra que pasa, tú que te pareces a mí
Dime qué te ha herido, díme por qué tu tiemblas
No estés tan tenso, concordemos nuestros pasos
Podríamos contarnos lo que nos retiene aquí
abajo.
Y si de nuestras soledades, y si, en fin, ellas se
tocan
Podría nacer una historia bonita de relatar
suspenderíamos estrellas sobre nuestro lecho
pintaríamos en nuestras miradas la felicidad de
existir.”
Au coeur du vacarme de la ville/ Je rêve d’un jardin tranquile/ Où j’pourrais m’asseoir au
soleil sur un banc/ Et prendre le temps de saluer les gens.
J’ai tellement de choses à leur raconter/ Oui mais dans la ville faudrait les crier/ J’aimerais
bien savoir comment ils s’appellent/ Leur tendre la main, prendre de leurs nouvelles.
Mais par les temps qui courent/ Les gens passent leur chemin/ Mais par les temps qui
courent/ A la place des jardins /Il y a des tours qui montent/ Qui montent, qui montent sans
fin/ Des tours qui gardent pour elles/ Le soleil de nos matins.
Et toi, l’ange en haillons aux ailes déchirées/ As-tu trouvé le ciel dans ta course insensée/
Où t’étais-tu perdu de la nuit à l’aurore/ Dis-moi juste où tu vas, en quoi tu crois encore
Et toi l’ombre qui passe, oui toi qui me ressembles/ Dis-moi qui t’a blesée, dis-moi pourquoi
tu trembles/ En sois pas si pressée, accordons nous deux pas/ On pourrait s’raconter c’qui
nous retient ici bas.
Et si de nos solitudes, et si enfin elles se touchent/ Pouvait naître une histoire jolie à
raconter/ On accrocherait des étoiles par dessus notre couche/ On peindrait dans nos
regards le bonheur d’exister (...)
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TODOS ESOS NIÑOS
PERO EN LOS TIEMPOS QUE CORREN
un repertorio exclusivamente romántico.
Cuando estalla la guerra de los seis días entre Israel y Egipto, en 1967, compone una
canción evocando el acontecimiento. En el
curso de su carrera escribirá sobre numerosos temas de actualidad, a veces muy candentes (la Unión Soviética, la España franquista, el Líbano, Bosnia). A fines de los años
sesenta, Adamo se casa con Nicole Durant
y tendrá con ella tres hijos.
En la década de los ochenta la popularidad de Adamo decae. Sin embargo eso no
le impide llenar teatros y estadios en sus giras por el mundo. Los tiempos han cambiado y el optimismo de los sesenta ha sido reemplazado por el pesimismo de los ochenta. Adamo, siempre innovador, adapta su
estilo y evoluciona hacia un tipo de canción
que privilegia la profundidad de la letra por
sobre la melodía; sus canciones se hacen más
reflexivas y sus temáticas aún más variadas.
Este nuevo estilo llega a su madurez en
los noventa y se refleja bien en los discos
que ha producido en esa época y a comienzos del nuevo milenio: “Reveur du fond”
(1991), “Regard” (1995), “La vie comme
elle passe” (1998), “Pars le temps que
courent” (2001) y “Zanzibar” (2004). La actual nostalgia de los años sesenta da a Adamo
un espacio para, junto con sus éxitos románticos antiguos, dar a conocer sus nuevos temas. Sus últimos discos han ido acompañados siempre por presentaciones en el
Olympia de París.
MÚSICA
1 Como lo expresa magistralmente en su canción “Le monde a mal”, compuesta
después de visitar los campamentos de los refugiados en Kosovo, y que omito
por razones de espacio.
VOLVER A EMPEZAR
Unido al tema de los niños está el de la guerra. Una realidad que se ha vuelto permanente y que, con el cambio de
milenio, parece haberse agravado. Para Adamo, es el principal
síntoma de un mundo profundamente enfermo1 , pero no el
(RECOMMENCER, PAR LES TEMPS QUI COURENT)
EL MALESTAR DE NUESTRA CULTURA
“Volver a empezar
Retomar ahí donde todo ha terminado
Dejar las cenizas y las ruinas
Detrás de sí.
Volver a empezar
aceptar el eterno desafío
De esa vieja desgracia que hiere
Tantas veces
(...)
De rodillas, ponerse de pie
Marchar y creer aún
Para que la noche
La larga noche
Se aclare en una aurora
Marchar hasta la salida del túnel
Y ver al fin el azul del cielo
Sonreír y volver a empezar...
Volver a empezar
Pagar el precio de los propios errores
Y a pesar de todo salir vencedor
Y crecer
Volver a empezar
buscar la esperanza en lo “no-dicho”
Entre las líneas de la vida
Está escrito
Levantarse de nuevo
Y sentirse vivo
Reconstruir castillos
Sobre la arena del tiempo (...)”
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MENSAJE noviembre 2005
Recommencer/ Reprendre là où tout fini/ Laisser les cendres et
les débris/ Derrière soi.
Recommencer/ Relever l’éternel defi/ De ce vieux malheur qui
meurtrit/ Tant de fois (...)
A genoux, K:O debout/ Marcher y croire encore/ Pour que la
nuit/ La longue nuit/ S’éclaire en une aurore
Marcher jusqu’au bout du tunnel/ Et voir enfin le bleu du ciel/
Sourire, et recommencer.
Recommencer/ Payer le prix de ses erreurs/ Et malgré tout sortir
vainqueur/ Et grandi.
Recommencer/ Chercher l’espoir dans le “non-dit”/ Entre les
lignes de la vie/ C’est écrit.
S’envoler à nouveau/ Et se sentir vivant/ Rebâtir les châteaux/
Sur le sable du temps.
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Yo quisiera ofrecerte palabras nuevas
Palabras aladas que vuelen más alto
Tengo siempre miedo de que suenen falsas
Esas palabras que uno dice cuando está bien.
Pero en la noche, al borde del primer sueño
Tengo a Verlaine, tengo a Baudelaire
En la punta de los labios, en la punta de los labios.
Mientras duermes
Más dulce, más frágil aún
Las palabras vienen, como yo te amo.
Mientras duermes
Las leo en letras de oro
Sobre la pantalla de la inmensidad
Esas palabras que son mi verdad
Y yo te amo, y yo te amo.
Desgraciadamente, sé que a tu despertar
Habré perdido esas palabras solares
Entonces me callaré igual
No diré nada, pero sé bien
Que con el tiempo, a falta de algo mejor
Tú has aprendido a leer en mis ojos
Esas palabras que yo quisiera maravillosas
Esas palabras que uno dice cuando está bien (...)”
C’est vrai j’dis jamais certains mots/ Non pas que je les trouve idiots/ Mais j’les
voudrais tellement plus eaux/ Ces mots qu’on dit quand on est bien.
J’voudrais t’offrir des mots nouveaux/ Des mots ailés qui volent plus haut/ J’ai
toujours peur qu’ils sonnent faux/ Ces mots qu’on dit quand on est bien.
Mais dans la nuit, à la lisière du premier reve/ J’ai du Verlaine, j’ai du Baudelaire/ Au
bout des lèvres, au bout des lèvres
Pendant que tu dors / Plus douce, plus fragile encore/ Les mots viennent, comme je
t’aime/ Pendant que tu dors/ Je les lis en lettres d’or/ Sur l’écran de l’inmensité/ Ces
mots qui sont ma vérité/ Et je t’aime, et je t’aime.
Hélas, je sais qu’à ton réveil/ J’aurai perdu ces mots soleils/ Alors je me tairai pareil/
Je n’dirai rien, mais je sais bien
Q’avec le temps, faut de mieux/ Tu as appris à lire dans mes yeux/ Ces mots qu’je
voudrais merveilleux/ Ces mots qu’on dit quand on est bien.
VOLVER A EMPEZAR
Adamo ha perdido la esperanza de un pronta transformación de nuestro mundo. Ve lejos ese momento
en que “el poder del amor venza el amor al poder”
(Julie et l’enfant). Sin embargo, a nivel individual,
siempre es posible encontrar y vivir la plenitud del
amor. Su canción “Volver a empezar” bien podría haber salido de las páginas de uno de nuestros evangelios.
Salvatore en absoluto ha renunciado a cantarle a
la experiencia del amor de pareja. Sin embargo, hay
en muchas de sus canciones algo que es muy difícil
de encontrar en cantantes actuales y antiguos: la experiencia de un amor que se ha forjado y prolongado a
través de muchos años de convivencia matrimonial, y
que ha visto el venir y el partir de los hijos. Es difícil
hacer una elección, pero me inclino por “Mientras
duermes” (tal vez dejando fuera otras más adecuadas).
EN TUS BRAZOS
Cuando Adamo canta al amor nunca prescinde de
la condición humana, de la situación real de los seres
humanos. Se puede apreciar esto en una canción en
que nos habla de la muerte y de cómo, si fuera posible
decidirlo, a él le gustaría morir (ver en pág. siguiente).
Es una gran canción. Quiero dejar al lector leyéndola,
ojalá saboreándola. Si después va más lejos y la escucha en el disco correspondiente, no habrá para estas
páginas mejor final2.
2 Una discografía completa de sus álbumes se puede encontrar en “http:/
/www.webalice.it/cosgri/Adamo_CD_Album.htm” (1977-2003) y en
“http://www3.nbnet.nb.ca/jeanloui/BIENVENUE%20Page.htm “
(1964-1977). Los discos pueden encontrarse o encargarse en http:/
/www.feriadeldisco.cl. Las letras en francés se pueden bajar de http:/
/www.frmusique.ru/texts/a/adamo_salvatore/adamo.htm. Si el francés es un problema, es posible solicitar traducciones en el foro de
http://www.adamosalvatore.com o al autor de este artículo:
“[email protected]”
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MENSAJE noviembre
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MIENTRAS DUERMES
(PENDANT QUE TU DORS, PAR LES TEMPS QUI COURENT)
“Es verdad, no digo nunca ciertas palabras
No es que las encuentre idiotas
Pero yo las quisiera tanto más bellas
Esas palabras que uno dice cuando está bien.
único. Está el desencanto actual, un tema recurrente
de sus canciones de los últimos años. No se trata sólo
de la caída de las grandes utopías, sino de algo más
profundo: de una crisis global de sentido, de un cierto
andar perdido, sin razón de ser. Aunque el planteamiento de fondo pueda ser distinto, me viene a la
mente el título de la obra de Freud, “El malestar de la
cultura” (ver pág. 47).
EN TUS BRAZOS
(MOURIR DANS TES BRAS, PAR LES TEMPS QUI COURENT)
MÚSICA
“Hay quienes mueren demasiado tarde
Cuando sus paraísos han pasado
Hay quienes mueren por azar
De un golpe de dados
Hay quienes mueren sin saber
Que no han nacido nunca de verdad
Hay quienes mueren sin esperanza
Pero llenos de dinero
Yo quisiera morir en tus brazos
Yo quisiera morir en tus brazos
Hay quienes mueren en las memorias
Que es peor que perder la vida
Cuando aquellos que quedan te dejan en la oscuridad
Y te olvidan
Hay quienes mueren marchando
Para ir a esconder su vejez
En las nieves del gran desierto blanco
Llenos de promesas
Yo quisiera morir en tus brazos
Yo quisiera morir en tus brazos
Hay quienes mueren porque es bello
Ver el sol acostarse
Y esperar el nuevo día
Del otro lado
Hay quienes mueren durmiendo
Ofreciendo una sonrisa a los ángeles
Hay quienes mueren como niños
¿Salen ganando?
Yo quisiera morir en tus brazos
Yo quisiera morir en tus brazos
Hay quienes mueren en primavera
Como relámpagos, como antorchas
Cortando el camino en un corto instante
A los carros de combate
Hay quienes mueren con permiso
Matriculados, como se debe
Dejando un casco y un fusil
Sobre una cruz
Yo quisiera morir en tus brazos
Yo quisiera morir en tus brazos
Hay quienes mueren todas las noches
Cuando el espectáculo ha terminado
Cuando encuentran en su espejo
Su verdad sin maquillaje
Hay quienes mueren en margaritas
Deshojadas por una mano distraída
Un poco ... un poquito ... nada
Y ahí se detiene
Yo quisiera morir en tus brazos
Yo quisiera morir en tus brazos
Toma mi mano, no la sueltes...” M
Y en a qui meurent bien trop tard/ Quand leur paradis est passé/ Y en a qui meurent au hasard/ D’un
coup de dés/ Y en a qui meurent sans savoir/ Q’ils en sont jamais nés vraiment/ Y en a qui meurent
sans espoir/ Mais pleins d’argent / Je voudrais mourir dans tes bras/ Je voudrais mourir dans tes
bras.
Y en a qui meurent dans les mémoires / Cést bien pire que perdre la vie/ Quand ceuz qui restent
quittent le noir/ Et vous oublient/ Y en a qui meurent en marchant/ Pour aller cacher leur vieillesse/
Aux neiges du grand désert blanc/ Pleines de promesses/ Je voudrais mourir dans tes bras/ Je
voudrais mourir dans tes bras
Y en a qui meurent parce que c’est beau/ De voir le soleil se coucher/ Et d’attendre le jour nouveau
De l’autre côté/ Y en a qui meurent en dormant/ En offrant un sourire aux anges/ Y en a qui meurent
comme des enfant/ Gagnent-ils au change?/ Je voudrais mourir dans tes bras/ Je voudrais mourir
dans tes bras.
Y en a qui meurent par erreur/ Pour une poussière sur la balance/ Quand la justice a ses rancoeurs/
Ou ses absences/ Y en a qui meurent dans les poubelles/ Les bannis de la société/ Leur rêve au bout
d’une ficelle/ Comme un ballon crevé/ Je voudrais mourir dans tes bras/ Je voudrais mourir dans tes
bras
Y en a qui meurent au printemps/ Comme des éclairs, comme des flambeaux/ Barrant la route un
court instant/ Aux chars d’assaut/ Y en a qui meurent avec permis/ Matriculé comme il se doit/
Laissant un casque et un fusil/ Sur une croix/ Je voudrais mourir dans tes bras/ Je voudrais mourir
dans tes bras
Y en a qui meurent tout les soirs/ Quand le spectacle est terminé/ Quand ils retrouvent dans leurs
miroirs/ Leur vérité démaquillée/ Y en a qui meurent en marguerites/ Effeuillées d’une main distraite/
Un peu ... beaucoup ... beaucoup trop vite/ Et ca s’arrête/ Je voudrais mourir dans tes bras/ Je
voudrais mourir dans tes bras/ Prends ma main, ne la lâche pas ...
MENSAJE noviembre 2005
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(...)
Hay quienes mueren por error
Por un poco de polvo en la balanza
Cuando la justicia tiene sus rencores
Y sus ausencias
Hay quienes mueren en los cubos de la basura
Los desterrados de la sociedad
Su sueño al final de un hilo
Como un balón reventado
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