análisis de la erosividad de la lluvia en isla de margarita (venezuela)

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Investigaciones Geográficas, nº 44 (2007) pp. 167-185
ISSN: 0213-4691
Instituto Universitario de Geografía
Universidad de Alicante
ANÁLISIS DE LA EROSIVIDAD DE LA LLUVIA
EN ISLA DE MARGARITA (VENEZUELA) A TRAVÉS DE DATOS
DE PRECIPITACIÓN HORARIA
Roque Leal Salcedo
Instituto de Geografía y Desarrollo Regional
Universidad Central de Venezuela
RESUMEN
Este trabajo presenta un análisis de la erosividad de la lluvia a partir de una serie
de indicadores que toman como datos los valores de precipitación a escala horaria, todo
ello, en el espacio geográfico que corresponde a la Isla de Margarita; espacio insular
localizado al Noreste de Venezuela. Estos datos colectados de los registros pluviográficos
de las estaciones climáticas: Boca de Pozo y La Guardia durante el periodo de estudio
de ocho años (1998-2006). Para este objetivo se realizó una revisión documental de la
temática a tratar y posteriormente mediante una caracterización geográfica del área en
estudio se desarrolló el cálculo y análisis de índices de erosividad: EI30 De Castro Filho
y EI de Lo et al, donde cada dato horario fue considerado un segmento de lluvia, todos
con igual duración de 1 hora y como intensidad máxima en 30 minutos se consideró el
segmento horario con mayor cantidad de lluvia. De los resultados se logró identificar,
explicar y diferenciar las características de los eventos erosivos, además que se condujo a
representar su estrecha relación con la intensidad y estacionalidad de las precipitaciones
en el periodo de 1998-2006 sobre el área en estudio; logrando además hacer análisis que
permitió conocer que sobre el área los eventos erosivos se presentan con mayor frecuencia en los meses lluviosos durante las horas de las 1:00 pm a las 9:00 pm presentándose
estos con una precipitación promedio de 23.50 mm y una intensidad por hora de 16.208
mm/hr y se refleja por último, que los índices de Castro Filho y Lo et al guardan cierta
correlación con la precipitación anual.
Palabras clave: erosividad hídrica, Isla de Margarita, índices de erosividad, perdida
del suelo.
ABSTRACT
This work presents/displays an analysis of the erosive of rain taking a series from
indicators that take like data the values from precipitation on hour scale, all it, in the
geographic space that corresponds to the Isla de Margarita; located insular space to the
Fecha de recepción: 7 de enero de 2008.
Fecha de aceptación: 17 de junio de 2008.
Roque Leal Salcedo
Northeast of Venezuela. These collected data of the pluviografic registries of the climatic
stations: Boca de Pozo y La Guardia during the period of study of eight years (19982006). In function to this objective a documentary revision of the thematic one was made
to treat and later on the basis of a geographic characterization of the area in study it was
developed to the calculation and analysis of erosividad; I30 Of Castro Filho and EI of
Lo et al, where each hour data was considered a rain segment, all with equal duration of
1 hour and as Maxima intensity in 30 minutes considered the hour segment with greater
amount of rain. From the results it was managed to identify, to explain and to differentiate
the characteristics from the erosive events, in addition that were conducted to represent
their narrow relation with the intensity and estacionalities of precipitations in the period
of 1998-2006 on the area in study; managing in addition to make analysis that allowed
to know that on the area the erosive events most frequently appear in the rainy months
during the hours of 1:00 p.m. to 9:00 p.m. appearing these with a precipitation average
of 23,50 mm and one intensity per 16,208 hour of mm/hr and is reflected finally, that the
indices of Castro Filho and Lo et al keep certain correlation with the annual rainfall.
Key words: hydric erosive, Venezuela, erosive indices, lost of the ground.
1. Introducción
La erosión de suelo es un problema ambiental muy serio que está afectando a la mayoría
de los países. Este problema es tan dramático como la reducción de la capa de ozono y el
efecto de invernadero, debido a que actualmente están afectando la subsistencia de millones
de personas. Como es conocido, la capa de suelo fértil que cubre las tierras agrícolas es de
apenas de unos 15 a 20 cm de espesor y la misma se ve afectada por la erosión causada
por el agua o el viento a tasas que exceden su formación.
Otro aspecto a señalar corresponde a que la erosión no es solamente una «enfermedad
del suelo», Freile (1962), sino también del paisaje porque incluye a la vegetación, clima,
etc. Una vez que la superficie del suelo ha sido removida, el subsuelo puede ser más vulnerable a la erosión, debido a la falta de materia orgánica que hace que la cubierta vegetal
protectora se establezca con dificultad y si el subsuelo no es de textura arcillosa entonces
hay menos agentes cementantes para mantener las partículas juntas.
En referencia a lo comentado, a nivel latinoamericano se halla el documento titulado Soil
erosion survey of Latin America (1954), desarrollado por la Fundación de Conservación y
la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación que expresa
como uno de sus resultados, los datos que se resumen en el cuadro 1, donde se indica la
distribución del grado de severidad de erosión en los países de Argentina, Bolivia, Brasil,
Chile y Paraguay.
Como se indica en el cuadro 1, para el año 1954, casi la mitad de las tierras tenían
bosques primarios y en relación a la erosión del suelo, el fenómeno afectó a todos los
cinco países para los grados A, A/B y B, en grado B/C la erosión afectó algunas áreas
de Argentina, Brasil y Chile y finalmente se detectó erosión severa en unos 1600 km²
en Brasil.
De lo expuesto, se aprecia que hace medio siglo, la erosión dentro estos países alcanzó
un total de 13.432.688 km² de tierras afectadas por esta consecuencia y es allí donde inicia
el motivo del presente estudio, en el cual se dedicará, sin menoscabo de agotar la discusión
en cuanto a la temática, el estudio de la erosión particularmente en lo referido al fenómeno
de erosividad de la lluvia tomando como área en estudio la Isla de Margarita, territorio
correspondiente al estado Nueva Esparta de la República de Venezuela. (Figura 1)
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Análisis de la erosividad de la lluvia en Isla de Margarita (Venezuela) a través de datos de precipitación horaria
Cuadro 1
EVALUACIÓN DEL GRADO DE LA SEVERIDAD DO LA EROSIÓN EN 1954 EN
ARGENTINA, BOLIVIA, BRASIL, CHILE Y PARAGUAY (expresado en km²)
Grados de Erosión
Argentina
Bolivia
Brasil
Chile
Paraguay
Total
Muy poca o
ninguna erosión
345794
398615
651484
68118
95717
2559729
A/B
Predomina poca
erosión 10% al
25% de las tierras
están desgastadas
moderadamente o
en exceso
1430251
68944
788168
85609
4869
2377841
B
Erosión moderada
422519
167889
666986
8703
11176
1267275
B/C
Erosión moderada:
10% al 25% de las
tierras desgastadas
107728
0
614025
32985
0
754739
0
0
1655
0
0
1655
450133
4746018
518041
288330
6469390
A
C
Erosión severa
I
Tierras con capa
vegetal y virgen
466866
Otros
1355
701
Total
2774514
1086283
2056
8458338
713458
400094
13432688
Fuente: Soil erosion survey of Latin America (1954)
Figura 1. Ubicación relativa del área en estudio.
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2. Materiales y métodos
En concordancia con las limitaciones propias de la investigación, originada por la necesidad de analizar los eventos de lluvia erosiva directamente sobre la banda pluviográfica,
indujo a tomar como alternativa para determinar la erosividad de la lluvia, la información
pluviométrica obtenida de los pluviogramas y recopilada en bases de datos, de las estaciones
Boca de Pozo y La Guardia, ubicadas dentro del área en estudio. (figura 3)
El organismo encargado de proveer la información fue la Dirección de Hidrología y
Meteorología del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (DHMMARNR), que además coordina el funcionamiento de las estaciones meteorológicas suscritas a su red y la preparación de los observadores meteorológicos. La mínima resolución
temporal de la información pluviométrica es horaria y, a partir de esta, se generan los datos
mensuales y anuales para todas las estaciones del país; bajo esta condición, se decidió basar
la investigación en la aplicabilidad de los datos horarios.
Los índices de erosividad empleados fueron el índice EI30 y Lo et al. El índice EI30,
desarrollado en los Estados Unidos por Wischmeier y Smith (1958) y que desde sus inicios
ha sido aplicado ampliamente a nivel mundial dado la relación significativa que demostraron
sus autores con las pérdidas de suelo.
Para su calculó en el presente estudio se consideró en índice de De Castro Filho (1982),
con su índice EI30 modificado a las condiciones de áreas tropicales:
EI30= 28,814 + (10,800+7,896 Log I30) x P x I30 x 10-3
EI30: índice de erosividad en ton-m.mm/ha.h
I30 = intensidad máxima en 30 minutos en mm/h
P = lluvia en mm
Por su parte igualmente se trabajó con el índice Lo et al (1985) en la que corresponde
a un cálculo más exacto y simplificado del I30 a través de la ecuación:
EI = 38,46 + 3,48P
Donde:
EI = erosividad de la lluvia en 100Nw/h
P = lluvia media anual en cm
Finalmente, estos índices fueron calculados a partir de los datos registrados y se llegaron a conclusiones y análisis que dieron cumplimiento a los objetivos propuestos en la
investigación.
3. Marco teórico
La erosividad de la lluvia
Definido el objeto de estudio de la investigación, se hace necesario tener una conceptualización de lo que refiere el termino erosividad de la lluvia y sus factores para luego
abarcar lo referido a la caracterización geográfica del área en estudio. En atención al
concepto erosividad de la lluvia, primeramente se tiene que el agua a través del fenómeno
de la precipitación inicia su acción erosiva inmediatamente luego que las gotas golpean el
suelo descubierto.
Este proceso de martilleo de la lluvia había sido despreciado durante muchos años
hasta que se realizaron diferentes ensayos comparativos y se logró observar directamente
el impacto particular de las gotas y la desagregación del suelo a causa de este fenómeno.
Ciertamente las gotas provocan un desplazamiento marcado de las partículas durante el
salpicamiento (Figura 2). Por ejemplo, «una gota de 5 mm puede proyectar las partículas
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de 4 mm hasta una distancia de 20 cm, y las partículas mas finas hasta 1,5 m» Dohrenheld,
(1977); Cooke and Doornkamp, (1974). Este proceso logra un impacto erosivo (erosión
por salpicamiento) notable en tierras inclinadas, debido al transporte asimétrico y dirigido
hacia las partes inferiores en función del ángulo del terreno mismo, así como de las fuerzas
de la gravedad. (figura 2)
Figura 2: procesos de Erosión Hídrica, adaptado de Julien y Frenette, (1986).
4. Resultados
4.1. Caracterización físico geográfica del área de estudio: Isla de Margarita
4.1.1. Localización
El Estado Nueva Esparta está formado por las islas de Margarita, Coche y Cubagua
y se localiza en el mar Caribe, al nororiente de Venezuela, frente a las costas del estado
Sucre. Sus coordenadas geográficas son las siguientes: 10°51’ 54’’; 11° 10’ 36’’ de latitud
Norte y 63°46’ 36’’; 64° 25’ 42’’ de longitud Oeste. Tiene por límites las aguas del Mar
Caribe. (Figura 3)
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4.1.2. Clima
Como región insular de proporciones relativamente pequeñas, el estado Nueva Esparta
tiene un clima altamente afectado por la altura al nivel del mar, las condiciones oceánicas, los vientos alisios y los centros de presión. No obstante, la presencia de dos bloques
montañosos actúa como factor de variabilidad. Según datos de las estaciones climáticas
seleccionadas, la temperatura media anual es alta en casi todo el estado (entre 26° y 28ºC),
con escasa variación diaria y con máximas de mayo a septiembre y mínimas de diciembre
a enero. La insolación es elevada y la evapotranspiración potencial oscila entre 1.600 y
1.800 mm. Ello determina un clima de tipo semiárido en casi todo el estado.
Figura 3: Estaciones climáticas en estudio.
El régimen de precipitación se caracteriza por dos períodos lluviosos (de junio a agosto
y de diciembre a febrero) y dos secos (marzo a mayo y septiembre a noviembre), pero
el balance hídrico es deficitario durante todo el año. La humedad relativa media es de 70
a 80 por ciento en la mayor parte de la isla, excepto en las montañas. La zona de mayor
precipitación es el bloque montañoso oriental, aunque con grandes variaciones, pues los
registros oscilan entre 400 y 1.100 mm anuales. En la península de Macanao, a pesar de
las montañas, la precipitación es menor debido a la acción de los vientos alisios (entre 300
y 500 mm anuales). La precipitación decrece con la altura.
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4.1.3. Vegetación
En la isla de Margarita los efectos climáticos y/o edáficos han producido una mezcla
de zonas de vida, con variados ecosistemas que comprenden desde la maleza desértica
tropical, en las zonas bajas y secas, hasta el monte espinoso y el bosque seco tropical en
zonas de mayor altura. En el cerro Copey se encuentra el bosque húmedo premontano y
en las zonas pantanosas y salinas abundan los manglares. Las especies más representativas
son olivos, dividive y pardillo, alrededor de los cerros Copey, Matasiete y Guaraguao. El
bosque muy seco se encuentra en áreas de vegetación muy intervenida. Las principales
especies son: cují, guatacare, guamache, cardón, dividive y olivo. Los espinares y las
malezas desérticas, formaciones dominantes del estado, ocupan las llanuras costeras. Sus
principales especies son abrojo, cují, yaque, orégano, tuna, cardón, dividive, guamache y
otras. Las concentraciones de manglares se localizan en La Restinga, Las Marites y otras
zonas de agua costaneras. Las especies más importantes son el mangle colorado, botoncillo
y el mangle negro. (Figura 4)
Figura 4: tipo de vegetación según zona climática.
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4.1.4. Geología
Los sectores de montaña, basamento geológico del Estado Nueva Esparta, están compuestos por formaciones igneo-metamórficas de la era mesozoica. La zona costera está
constituida por formaciones sedimentarias mientras que las terrazas marinas son formaciones
aluvionales y depósitos lagunares.
4.1.5. Suelos
Los suelos del Estado Nueva Esparta son el resultado de procesos de adición, pérdida o
transposición de materiales en zonas áridas y de escasa vegetación. Son suelos delgados y
pocos desarrollados, sujetos a intensos procesos erosivos acelerados por el sobrepastoreo, las
oscilaciones del nivel del mar y la deforestación realizada para el aprovechamiento agrícola. Los
suelos de los valles, las tierras de mejor calidad, son bien desarrollados, tienen capa orgánica,
están protegidos de la acción erosiva del viento y se encuentran cubiertos de vegetación, pero
sólo ocupan una pequeña proporción del estado. En las zonas de piedemonte, los conos de
deyección y materiales coluviales dan lugar a suelos muy pedregosos. Las islas de Coche y
Cubagua presentan suelos con salinidad y con una fuerte erosión resultante de la acción de
los vientos, lo cual le confiere a su capa superficial un carácter pedregoso.
4.1.6. Relieve
La isla de Margarita está constituida por dos secciones que originalmente fueron dos
islas y que se encuentran unidas actualmente por una restinga ó cordón arenoso. Tiene
dos paisajes dominantes: las zonas montañosas y las zonas planas costeras. En la sección
oriental se destacan el macizo El Copey, cuyas mayores alturas son los cerros de Choaima
(810 m) y Grande o San Juan (910 m), la mayor de la isla, y la fila integrada por los cerros
de Matasiete (670 m) y Guayamurí (480 m).
Los principales valles de este bloque son San Juan, Pedro González, La Asunción y el
valle del Espíritu Santo. En la sección occidental o península de Macanao, el núcleo montañoso está formado por una fila de cerros cuyas principales alturas son el cerro Macanao
(750 m), Los Cedros (745 m), cerro Risco Blanco (680 m) y Guaraguao (660 m). Alrededor
de estos conjuntos montañosos domina la llanura. Gran parte de la isla está formada por
llanuras costeras, como la de Juan Griego, Puerto Fermín-El Agua y la más importante, al
suroeste, desde la laguna de Las Marites hasta Bahía de Mangle y desde La Restinga hasta
el mar, en donde los únicos accidentes son el cerro Aguaverde (100 m), las Tetas de María
Guevara (100 m) y la serranía de Banco Largo. El relieve de las islas de Coche y Cubagua
está representado por tierras bajas costeras con elevaciones inferiores a los 70 m.
4.1.7. Hidrografía
El agua es un recurso muy escaso en el Estado Nueva Esparta pues los períodos de
lluvia son cortos y las precipitaciones reducidas. No existen ríos propiamente dichos sino
cursos de agua que se forman durante las épocas de lluvia y permanecen secos durante casi
todo el año. El estado depende del suministro de agua de tierra firme, el cual se efectúa
mediante un acueducto submarino.
En virtud de los elementos reseñados se puede dar inicio al análisis del elemento erosividad hídrica tomando como referencia los datos de precipitación provenientes de las
estaciones climáticas seleccionadas.
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4.2. Análisis de la erosividad en las estaciones de estudio
4.2.1. Estación Boca de Pozo. Serial 0791
La estación Boca de Pozo, perteneciente a la red de estaciones meteorológicas del
Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, se encuentra instalada en el extremo Oeste
de la Isla de Margarita, sobre las coordenadas Latitud Norte: 11°0´04´´ y Longitud Este
64°22´36´´ (ver figura 4), sobre a lo que corresponde a una amplia planicie de origen sedimentario, donde la acción fluvio-marina ha jugado un papel importante en el proceso de
deposición de los sedimentos acarreados desde los sectores montañosos de la Serranía de
Macanao, al igual del tipo de vegetación predominante, la cual de acuerdo a su tonalidad
y textura, es propia de Bosque Seco Tropical. El registro que se utilizó en el análisis de la
erosividad, comprende el período de enero de 1998 a enero de 2006 y la información se
basó en los datos horarios de la correspondiente estación, cuya información pluviométrica
se halla resumida en el cuadro 2.
El comportamiento espacio-temporal de la precipitación de la precipitación sobre
esta estación de acuerdo al cuadro 1, se ve determinado por tres factores relacionados
con su génesis. En primer lugar, por las lluvias originadas por el avance hacia el Norte y
posterior retorno, de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) cuya acción se puede
observar generalmente sobre los meses de abril a noviembre. En segundo lugar, se tienen
las precipitaciones debidas a situaciones que conjugan inestabilidad atmosférica, factores
orográficos y dirección del viento, que pueden ocurrir en cualquier momento del año; en
este caso se encuentran afectadas especialmente aquellas zonas con laderas orientadas en
dirección NE-SW, N-S o NW-SE, es decir, aquellas que interceptan el paso de los vientos
alisios provenientes del Este y Noreste, los cuales soplan constantemente sobre el país,
aunque con mayor frecuencia y velocidad durante la temporada seca. En tercer lugar, a la
ocurrencia de precipitaciones asociadas a situaciones meteorológicas «Norte» (vaguadas en
la altura y restos de frentes fríos), que generalmente se manifiestan en diciembre y febrero
sobre todo en estas áreas costeras.
De acuerdo al cuadro 2, la precipitación media anual varia de 893.4 mm a 117.1 mm
con una media de 379.6 mm y una desviación estándar de 216.4 mm siendo los meses de
agosto y septiembre, lo más lluviosos, con precipitaciones que superan los 60 mm, por
lo que la ocurrencia de los fenómenos asociados a la erosividad deben ser mayores sobre
estos meses a diferencia de los meses de junio, julio, octubre, noviembre y diciembre los
cuales poseen un comportamiento transicional donde las precipitaciones se encuentran entre los 30 mm y 60 mm, también tenemos como meses secos los meses de enero a mayo,
con precipitaciones menores a los 30 mm; este tipo de condiciones permite diferenciar
dos temporadas bien definidas a lo largo de todo el año: una seca y de gran variabilidad,
conformada por los meses de enero a mayo, y otra temporada transicional a lluviosa que
comprende los meses de junio a diciembre, presentándose una menor variabilidad. La
proporción de lluvia aportada en los meses secos alcanza solo el 8.14% con 31.3 mm de
lluvia, mientras que en los meses lluviosos el porcentaje alcanza el valor de 91.85% con
353.2 mm, y que coincide con los meses de mayor incidencia de eventos erosivos. El mes
más seco de año es abril, con una precipitación medio de 0.99 mm a diferencia del mes
más lluvioso de agosto con 95.2 mm de precipitación media, seguido de septiembre y julio
con 65.8 mm y 55.7 mm de lluvia respectivamente.
En lo que corresponde a la distribución de las lluvias a lo largo del día, se indica en el
gráfico 1, que las mayores precipitaciones las hallamos desde las 12:00 pm hasta las 9:00
pm, presentando los valores más altos en la hora de las 7:00 pm, siendo estas horas, la de
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mayor ocurrencia de eventos erosivos sobre los meses de julio a septiembre (ver cuadro
3), estos eventos se presentan con una precipitación media de 22.83mm con una desviación estándar de 14.05 mm y con una intensidad por hora promedio de 16mm/hr con una
desviación estándar de 9.04 mm/hr.
El análisis de la precipitación horaria a escala anual (Cuadro 4), indica que es el año
de 1998 donde se presenta la mayor incidencia de eventos, siendo el de menor incidencia
el año de 2006, pero tal aseveración pudiera originarse debido a la falta de consistencia de
los datos, reportándose para ese año el mayor porcentaje de datos faltantes y/o englobados
(23.13%), por otra parte, los valores más altos de precipitaciones coinciden con los índices
EI30 De Castro Filho más altos y con los meses más lluviosos, presentándose sobre las
horas más probables las cuales parten desde las 12:00 pm hasta las 9:00 pm. Siguiendo
con este índice, tenemos que, el evento más agresivo fue el ocurrido el 26 de julio de 2005
reportándose un valor de 163.3 ton.m.mm/ha.hr, sin embargo, el valor promedio de este
índice se encuentra en los 33.45 ton.m.mm/ha.hr (Gráfico 2).
Gráfico 1: promedio de precipitación horaria, periodo 1998-2006.
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Gráfico 2: índice de Castro Filho para cada uno de los eventos erosivos identificados. Estación:
Boca de Pozo. Serial 0791.
En lo que respecta al índice de Lo et al, este coincide con año de mayores precipitaciones y de incidencia de eventos erosivos, por lo que tales variables pudieran estar
correlacionadas (Gráfico 3).
Gráfico 3: índice El Lo et al anual. Estación: Boca de Pozo. Serial 0791.
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De los datos analizados se puede llegar a la conclusión que el año de mayor incidencia
de eventos erosivos de acuerdo a los índices de EI de Lo et al y el índice EI30 De Castro
Filho es el año de 1998 el cual coincide con el año de mayor cantidad de mm de lluvia y
de acuerdo con el índice de EI, la erosividad se presenta con mayor incidencia sobre los
meses de julio a septiembre, lo que concuerda con la distribución media horaria de las
precipitaciones a lo largo del mes. Estos eventos se presentan en su mayoría los primeros
diez días del mes con una frecuencia mayor sobre las horas de 12:00 pm a 9:00 pm y por
ultimo, las condiciones del área reflejan que existe una baja protección del suelo, por lo
que la susceptibilidad del suelo presente en el área debe ser muy alta a este tipo de eventos
erosivos.
4.2.2. Estación La Guardia. Serial: 1720
La estación La Guardia cuyo número de serial corresponde al 1720, esta determinada,
en relación a su localización astronómica, por las coordenadas 10°59´14´´ Latitud Norte y
64°1´54´´ Longitud Este lo que le confiere estar emplazada en el extremo Este del Parque
Nacional Laguna La Restinga dentro de la Isla de Margarita (ver figura 3) sobre el cual se
alza un paisaje de planicie aluvial cuyas características físicas guardan estrecha relación a
las descritas en la estación Boca de Pozo sólo que en el mencionado paisaje, los sedimentes
provienen del pie de la Serranía del Cerro Copey. (Ver figura 3).
Como se puede apreciar en el cuadro 5; los valores de precipitación registrados por
esta estación, son más bajos que los de la estación Boca de Pozo; y estos poseen un valor
promedio de 286.2 mm distribuidos de forma unimodal durante el transcurso del año,
lo que permite, al igual que en la estación Boca de Pozo, diferenciar dos temporadas
bien definidas: una seca y de gran variabilidad, conformada por los meses de enero a
junio con una proporción de lluvia que apenas alcanza el 21.97% , este comportamiento
obedece a la presencia del centro semipermanente de alta presión de las Azores el cual
es empujado hacia estas latitudes durante estos meses, predominando así condiciones de
masas de aire seco con escasa humedad y nubosidad, vientos Alisios del NE débiles y
pocas precipitaciones, tanto en frecuencia como en magnitud. En cambio en el período
de lluvias (el cual corresponde a un período transicional según el criterio de Koeppen)
comprende los meses de julio a diciembre, con una menor precipitación menor en el
mes de octubre, pero sin embargo, durante este período se concentran el 78.02% de las
precipitaciones debido al ingreso en dirección Sur- Norte de la Convergencia Intertropical, acompañada de vientos fuertes con masas de aire cargadas de humedad e inestables
con nubes de gran desarrollo vertical que producen precipitaciones cuantiosas e intensas
convectivas y orográficas, relacionadas con el ascenso y enfriamiento rápido de masa
de aire calientes y húmedas, además de los eventos «Norte» descritos anteriormente
en la estación Boca de Pozo y que contribuye a explicar la torrencialidad de las lluvias
presentes en esta temporada.
Al observar los datos en el cuadro 5, comparándolos con los resultados arrojados en el
cuadro 2, de la estación Boca de Pozo nos encontramos que ambas estaciones presentan
una marcada diferenciación estacional de la precipitación, donde la lluvia promedio corresponde a los 332.9 mm, la cual se concentra alrededor del 80% sobre los meses lluviosos
entre junio y diciembre, y el resto de ella en la temporada seca, entre los meses de enero
y mayo, manteniendo en consecuencia un régimen de lluvias unimodal, asociado principalmente a la influencia de los factores generales, como la Convergencia Intertropical,
los factores orográficos y aquellos cuya génesis sea producto de los eventos «Norte». Los
meses representativos de cada temporada, sobre ambas estaciones, son los meses de abril
180
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Gráfico 4: índice de Castro Filho para cada uno de los eventos erosivos identificados. Estación La
Guardia, Serial 1720.
El Lo et al
Gráfico 5: índice El Lo Al anual. Estación La Guardia, Serial 1720.
para la temporada seca y agosto para la temporada lluviosa, siendo los años con valores
altos y bajos de precipitación los años de 1998 y 2006 respectivamente.
En relación a la distribución de las precipitaciones a lo largo de las horas del día (ver
cuadro 6 y 7 para la estación La Guardia), se observa un máximo principal a las 3:00 pm
con más de 7 mm y los valores cercanos entre las 1:00 y 9:00 pm con valores que superan
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los 2 mm. En cuantos a los eventos erosivos, se han contabilizado 60 eventos continuos que
superan los 10mm los cuales se hayan resumidos en el cuadro 7 reflejan que los mismos se
presentaban con una precipitación media de 24.1783 mm con una desviación estándar de
16.4907 mm y su intensidad por hora comprendía en promedio los 16.416 mm/hr, siendo
mayor la ocurrencia de los mismos durante las 7:00 pm en los meses de agosto, octubre y
noviembre; gracias a estos valores se pudo realizar el calculo de los estadísticos del EI30
De Castro Filho, EI de Lo et al cuyos resultados arrojan la siguiente información.
De acuerdo con el EI30 De Castro Filho los eventos erosivos mas extraordinarios se
presentan durante los meses de julio a diciembre coincidiendo con la temporada lluviosa
siendo los valores extremos altos y bajos, los eventos ocurridos en julio de 2000 con
139.41 ton-m-mm/ha.hr y el evento ocurrido en agosto de 1998 con 30.40 ton-m-mm/ha.hr
respectivamente. A escala anual tenemos que los eventos con mayor cantidad de eventos
erosivos se presentan el año de 1998 y coincide con el valor del índice de Lo et al siendo
estes 234.8016 * 100 Nw/hr y presentándose por el contrario los valores más bajos durante
el año 2006, debido quizás, por la alta inconsistencia de los datos, referido también en la
estación Boca de Pozo.
5. Conclusiones
Actualmente ha surgido un aumento de la declinación de la capacidad actual y/o potencial
de los suelos, principalmente debido a la erosión, en sus diversas formas y aunque este tema
ha sido reemplazado por el problema de la polución, en el ámbito de la conservación del
ambiente, esta aptitud o cambio no refleja un caducidad de la importancia de la erosión del
suelo en el contexto actual. Sin embargo la falsa noción de ver al suelo como un recurso
inagotable ha llevado a observar al suelo como un cuerpo natural no degradable, por lo
que las medidas de conservación de los suelos no se llevan a cabo o se ejecutan una vez
generalizado el problema de erosión.
Una de los procesos más activos de la degradación de los suelos corresponde a la erosión
hídrica y esta envuelve dos secuencias importantes de eventos: El impacto de las gotas de
lluvia y su subsiguiente transportación,; por lo que la perdida de suelo será mayor mientras
mayor sea la intensidad y duración de la precipitación, pero la misma, puede disminuir
mientras se prevenga el impacto de las gotas de lluvia ya sea por medio de la vegetación
natural, los cultivos o cualquier otro tipo de cobertura que proteja al suelo.
En lo que respecta a la erosión en América Latina para el año 1954 en los cinco países
seleccionados para el estudio (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay) existen alrededor de 202 millones de hectáreas de tierras degradadas en los cinco países estudiados y
el 46% de la extensión total de tierras degradadas en los países en conjunto se encuentra
afectado por erosión hídrica, 20% por erosión eólica, 31 % por deterioro químico y 3 %
por deterioro físico hay que destacar que en los climas secos favorece la erosión eólica y
el deterioro físico mientras que los climas húmedos favorece la erosión hídrica y el deterioro químico.
En lo que respecta al área de estudio seleccionada y las estaciones escogidas para el
calculo de los estadísticos referidos a la erosividad, se concluye que, se logró identificar,
explicar y diferenciar las características de los eventos erosivos, además que se condujo a
representar su estrecha relación con la intensidad y estacionalidad de las precipitaciones
en el periodo de 1998-2006 sobre el área en estudio; logrando además hacer análisis que
permitió conocer sobre el área, los eventos erosivos se presentan con mayor frecuencia en
los meses lluviosos durante las horas de las 1:00 pm a las 9:00 pm presentándose estos con
una precipitación promedio de 23.50 mm y una intensidad por hora de 16.208 mm/hr y se
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Investigaciones Geográficas, nº 44 (2007)
Análisis de la erosividad de la lluvia en Isla de Margarita (Venezuela) a través de datos de precipitación horaria
refleja por ultimo, que los índices De Castro Filho y de Lo et al guardan cierta correlación
con la precipitación anual.
Los resultados indican que la erosividad de las lluvias tropicales es producto de pocos
eventos con muy altas intensidades y corta duración durante el año, hecho corroborado en
los datos de las estaciones Boca de Pozo y La Guardia en la Isla de Margarita y que además
confirma los planteamientos realizados por Hudson (1971).
6. Referencias bibliográficas
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Water Conserve. 150 pp.
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Center, Michigan Technology University. 78 pp.
FREILE, ALFONSO J. (1962): Meteorología y climatología tropical de Venezuela. UCV. 253 pp.
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HUDSON, W. (1971): Soil Conservation. Cornell University Press, Ithaca. New York. 15 pp.
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Investigaciones Geográficas, nº 44 (2007)
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