El aprovechamiento recreativo, deportivo y turístico

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Programa de doctorado
“Activitats Físiques i Esportives en el Medi Natural”
Bienio 1994/96
EL APROVECHAMIENTO RECREATIVO,
DEPORTIVO Y TURÍSTICO DE LOS ESPACIOS
NATURALES PROTEGIDOS: MODELOS DE
FRECUENTACIÓN
EL CASO DEL PARC NACIONAL D´AIGÜESTORTES I
ESTANY DE SANT MAURICI - ESPAÑA
Tesis para optar al título de doctora en
CIENCIAS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE
Estela Inés Farías Torbidoni
1
EL APROVECHAMIENTO RECREATIVO,
DEPORTIVO Y TURÍSTICO DE LOS ESPACIOS
NATURALES PROTEGIDOS: MODELOS DE
FRECUENTACIÓN
EL CASO DEL PARC NACIONAL D´AIGÜESTORTES I
ESTANY DE SANT MAURICI - ESPAÑA
Universidad de Lleida
Institut Nacional d´ Educació Física de Catalunya
Centro de Lleida
Noviembre 2000
Autora: Estela Inés Farías Torbidoni
Director de Tesis Doctoral: Dr. Andreu Camps i Povill
2
Parte de los resultados presentados en esta tesis fueron publicados
en los siguientes trabajos
Publicaciones varias
Farías, E; Torrebadella, X (1995): Hacia una metodología de análisis de los espacios
deportivos naturales susceptibles a la práctica de actividades físicas de aventura en la
naturaleza. Apunts: Educación Física y Deportes nº 41. Pág. 137-141.
Farías, E; Camps, A (1996): El caso del Parque Nacional d´Aigüestortes i Estany de
Sant Maurici-España. Su utilización deportivo-turística. Estudio fenomenológico de
sus visitantes. Investigación Social y deporte nº3. Pág. 319-327.
Farías, E (1997): El caso del Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici España. Su utilización deportivo-turística. Estudio fenomenológico de sus visitantes.
La investigació al Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
Generalitat de Catalunya - Departament d´Agricultura, Ramaderia i Pesca. Direcció
General del Medi Natural. Pág. 265 – 274.
Presentación en congresos
Farías, E (1995): Hacia una metodología de análisis de los recursos naturales
susceptibles a la práctica de actividades fisico-deportivo-recreativas en el medio
natural. Parque Nacional Aigüestortes. Universidad d´Estiu Lleida. "Activitats
físiques i esportives d´aventura a la natura. Una visió sociocultural". Seu d´Urgell.
Farías, E (1995): Hacia un método de análisis de los recursos naturales susceptibles a
la práctica de actividades fisico-deportivo-recreativas en el medio natural. Parque
Nacional Aigüestortes. II Congrés de Ciències de l`Esport, l`Educació Física i la
Recreació. Lérida.
Farías, E; Lagardera, F y Camps, A (1996): El caso del Parc Nacional d´Aigüestortes
i Estany de Sant Maurici. España. Actividades físico-deportivo-recreativas en el
medio natural: Una propuesta para analizar la oferta de los recursos naturales en
espacios protegidos. Congreso Mundial de Deporte y Medio Ambiente. Barcelona.
Farías, E (1996): El caso del Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici España. Su utilización deportivo-turística. Estudio fenomenológico de sus visitantes.
IV Congrés de la “Asociación Española de Investigación Social Aplicada al
Deporte” l´activitat física i l´esport en un context democràtic (1976-1996).
Barcelona.
Farías, E (1996): El Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici i la seva
utilizació esportivo-turística. Estudi fenomenològic dels seus visitants. Anàlisi dels
recursos naturals: guia d´itineraris. I Jornades Científiques. INEFC. Lleida.
Farías, E (1997): Plan de desarrollo estratégico del Parc Nacional d´Aigüestortes i
Estany de Sant Maurici: una gestión equilibrada. III Congrés de Ciències de
L`Esport, l`Educació Física y la Recreació. Lleida.
3
Farías, E (1997): El Parc Nacional, la utilizació esportiva y turística. Estudi
fenomenològic dels visitants. IV Jornades sobre recerca al Parc Nacional
d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Lleida.
Farías, E (2000): El aprovechamiento recreativo de los espacios naturales protegidos.
El caso del Parc Nacional d´Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. V Jornades
sobre recerca al Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Lleida.
4
Agradecimientos
Quiero agradecer a las siguientes personas e instituciones que
colaboraron con la realización de esta tesis doctoral:
- En primer lugar agradezco al Institut Nacional d´Educació Física
de Catalunya y en especial al centro de Lleida que me dio la
posibilidad de llevar a término los estudios de postgrado que me
ocupan.
- Al cuerpo directivo del Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de
Sant Maurici que colaboró de forma espontánea y desinteresada a lo
largo de todos estos años en la realización de este trabajo.
- A mi director de tesis Andreu Camps i Povill, por su apoyo
incondicional, preocupación y calidez con que supo guiar los
momentos más difíciles de esta etapa formativa.
- A Betty y Ricardo que, con su amor y ejemplo de vida, estuvieron, a
pesar de la distancia, siempre a mi lado, ayudándome a enfrentar los
tropiezos que implican el crecer, y compartiendo la inmensa felicidad
de cada pequeño logro.
-
Y en especial a Xavier, mi esposo y compañero, que supo
comprenderme, apoyarme y aguantarme de forma inclaudicable
durante todos estos años, haciendo del día a día un esfuerzo
compartido.
5
Resumen
Durante esta última década, el aprovechamiento recreativo de los
espacios naturales protegidos españoles y en concreto de los parques
nacionales, ha evidenciado un considerable incremento, lo que ha
supuesto, en la mayoría de los casos, un nuevo posicionamiento de
gestión; en donde la segmentación de la oferta y la demanda recreativa
de este tipo de espacios y con ella la posibilidad de sintetizar al máximo
posible algunos de los principales factores condicionantes de este tipo de
aprovechamiento, ha comenzado a ser considerada como una
herramienta práctica de información para la gestión.
En el presente trabajo, dentro de esta línea de estudio, situándonos en
uno de los doce parques nacionales españoles, concretamente en el Parc
Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (Lleida-España), el
estudio tipológico de la oferta y la demanda recreativa de este parque
nacional será abordado y con el mismo, las características de la
frecuentación recreativa existente.
Mediante la aplicación de un Análisis de Correspondencias Múltiples
(en el caso de la demanda) y un Análisis de Conglomerados (en el caso
de la oferta y la demanda), un total de cinco grupos de visitantes y tres
grupos de itinerarios fueron establecidos. La presencia de una
correlación positiva entre el grado de dificultad del itinerario frecuentado
y el nivel cultural, la juventud y el género masculino de los visitantes
acogidos ha sido uno de los aspectos observados en este trabajo. El
análisis de las relaciones manifiestas entre la tipología de visitantes y la
tipología de itinerarios concebidas en este estudio han demostrado la
existencia de un interesante modelo de frecuentación; en donde los
grupos extremos, es decir, los grupos de visitantes que frecuentan los
itinerarios más fáciles y más difíciles, son los que presentan una mayor
correlación y/o identificación frecuentativa.
6
Resum
Durant aquesta última dècada, l’aprofitament recreatiu dels espais
naturals protegits a Espanya i, en concret, dels parcs nacionals ha
evidenciat un considerable increment, la qual cosa ha suposat, en la
majoria dels casos, un nou enfocament de la gestió, on la segmentació
de l’oferta i la demanda recreativa d’aquest tipus d’espais i amb ella la
possibilitat de sintetitzar al màxim alguns dels principals factors
condicionants d’aquest tipus d’aprofitament ha començat a ser
considerada com una eina pràctica d’informació per la gestió.
En aquest treball, i dins de la línia d’estudi, ens situem en un dels dotze
parcs nacionals espanyols, concretament en el Parc Nacional d’Aigües
tortes i Estany de Sant Maurici (Lleida-Espanya). L’estudi tipològic de
l’oferta i la demanda recreativa d’aquest Parc Nacional serà analitzat i,
així també, les característiques de la freqüentació recreativa existent.
Mitjançant l’aplicació d’una Anàlisi de Correspondències Múltiples (en
el cas de la demanda), i d’una Anàlisi de Conglomerats (en el cas de
l’oferta i la demanda), van ser establerts un total de cinc grups de
visitants i tres grups d’itineraris. La presència d’una correlació positiva
entre el grau de dificultat de l’itinerari freqüentat i el nivell cultural, la
joventut i el fet que els visitants siguin del sexe masculí, ha estat un dels
aspectes observats en aquest treball. L’anàlisi de les relacions
manifestades entre la tipologia de visitants i la tipologia d’itineraris
concebuts en aquest estudi han demostrat l’existència d’un interessant
model de freqüentació, on els grups extrems, és a dir, els grups de
visitants que freqüenten els itineraris més fàcils i més difícils, són els que
presenten una major correlació i/o identificació freqüentativa.
7
Abstract
During the last ten years, the recreative use of Spanish protected natural
areas, has suffered an important increase what means, in most of the
cases, a new management; where the segmentation of the recreative
supply and demand of this kind of natural areas together with the
possibility of synthesizing some of the main conditioning factors of this
type of use is starting to be considered as a practical information tool for
the management.
In this piece of work, we deal with one of the twelve Spanish national
parcs, Aigüestortes i Estany de Sant Maurici National Parc (LleidaSpain). The typological study of the recreative supply and demand in this
area will be analyzed together with the different types and features of the
recreative activities that take place there.
Through the aplication of a Multiple Correspondency Analysis (when
dealing with the demand) and a Cluster Analysis (when dealing with the
supply and the demand), a range of five groups of visitors and three
groups of tracks were set. One of the aspects observed in the research is
the positive relation between the degree of dificulty of the usual tracks
and the cultural level, the youth and the masculine gender of the visitors.
The relation between the type of visitants and the type of tracks
analyzed in this work has proved the existance of an interesting
frequency pattern where the groups of visitants that take the easiest and
the most difficult tracks show the same frequency correlation and
identity.
8
ÍNDICE
CAPÍTULO 1.- INTRODUCCIÓN
1.1.- Presentación del problema
1.1.1.- El incremento de las actividades turísticas en los espacios naturales
protegidos
1.1.2.- La conservación y el aprovechamiento recreativo en los espacios
naturales protegidos
1.2.- Antecedentes en el estudio del aprovechamiento recreativo, deportivo y
turístico de los espacios naturales protegidos
1.2.1.- Una visión histórica en el ámbito internacional
1.2.2.- Principales líneas de investigación en el ámbito nacional
1.3.- Cómo abordar el problema
1.3.1.- Una cuestión terminológica: la frecuentación recreativa y las
actividades recreativo-deportivo-turísticas en el medio natural
1.3.2.- Los modelos de frecuentación como núcleo de información
1.3.3.- Objetivos de la investigación e hipótesis preliminares
...2
...2
...8
...11
...11
...18
...22
...22
...24
...28
CAPÍTULO 2.- EL CASO DEL PARC NACIONAL D´AIGÜESTORTES I
ESTANY DE SANT MAURICI
2.1.- Principales características territoriales
2.1.1.- Su territorio
2.1.2.- Sus recursos naturales
2.1.3.- La gestión de sus recursos
...32
...32
...34
...36
2.2.- Normas relativas al uso público
2.2.1.- Los usos y las actividades permitidas. Zonificación
2.2.2.- Regulación de actividades recreativo-deportivo-turísticas
2.2.3.- Tránsito de vehículos
2.2.4.- Disciplina
...38
...38
...42
...43
...44
2.3.- Dotación de infraestructuras y servicios
2.3.1.- Infraestructura de acogida. Puntos de información
2.3.2.- Infraestructura de alojamiento. Refugios de montaña
2.3.3.- Infraestructura de recreo. Red principal de comunicaciones
...45
...45
...46
...47
2.4.- El aprovechamiento recreativo, deportivo y turístico del Parc Nacional
d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici: actividades de invierno y actividades
... 51
de
Verano
9
CAPÍTULO 3.- METODOLOGÍAS Y TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN
...55
3.1- Procedimientos metodológicos utilizados
3.2.- La catalogación de los atractivos naturales
aprovechamiento recreativo, deportivo y turístico. CAND
3.2.1.- Indicadores y subindicadores
3.2.2.- Fichas de recogida de datos
3.2.3.- Definición de la red principal de itinerarios
3.2.4.- Trabajo de campo y de gabinete
susceptibles
al
...57
...59
...64
...68
...70
3.3.- La encuesta de hábitos y preferencias
3.3.1.- Las dimensiones y las variables
3.3.2.- El cuestionario
3.3.3.- Definición del universo de trabajo y selección de la muestra
3.3.4.- Realización de la encuesta
3.3.4.1.- Preencuesta
3.3.4.2.- Trabajo de campo
...75
...75
...79
...80
...83
...84
...85
3.4.- Tratamiento de los datos
3.4.1.- Análisis de la catalogación de los atractivos naturales
3.4.2.- Análisis de la encuesta de hábitos y preferencias
3.4.3.- Contraste de hipótesis
...92
...94
...96
...97
CAPÍTULO 4.- RESULTADOS
4.1.- Algunas características de la red principal de itinerarios del Parc Nacional
...101
d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
...101
4.1.1.- Ubicación, climatología y normas de uso público
...105
4.1.2.- Distancias, desniveles y tiempo de recorrido
...109
4.1.3.- Amplitud, tipo de terreno y señalización
...110
4.1.4.- Estado de conservación y aspectos paisajísticos
4.2.- Tipología de la red principal de itinerarios del Parc Nacional
...113
d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
4.3.- Hábitos y preferencias de los visitantes del Parc Nacional d´Aigüestortes i
Estany de Sant Maurici: un análisis descriptivo
4.3.1.- Perfil genérico del visitante-practicante
4.3.2.- Caracterización de la visita al Parque Nacional
4.3.3.- Frecuentación: Itinerario-zona-pico visitado y actividades recreativodeportivo-turísticas realizadas
4.3.4.- Motivaciones de la visita y percepciones medioambientales
4.3.5.- Opiniones acerca del parque nacional
...127
...128
...131
...136
...147
...150
4.4.- Tipología de los visitantes-practicantes del Parc Nacional d´Aigüestortes i
Estany de Sant Maurici
...152
4.5.- Factores que determinan la frecuentación recreativa de los visitantes-
10
practicantes del Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
4.5.1.- Características de los visitantes y frecuentación recreativa: aproximación univariable
4.5.2.- Tipología de visitantes-practicantes versus tipología de itinerarios
...174
...174
...183
CAPÍTULO 5.- DISCUSIÓN
5.1.- Las actividades recreativo-deportivo-turísticas como síntesis tipológica de
...193
frecuentación.
5.1.1.- Aplicabilidad de los resultados obtenidos y sugerencias para
...197
investigaciones futuras
CAPÍTULO 6.- CONCLUSIONES
..201
CAPÍTULO 7.- BIBLIOGRAFÍA
...205
CAPÍTULO 8.- ANEXOS
Anexo I.- Catalogación de atractivos naturales deportivos
1.1.- Fichas descriptivas
1.2.- Detalles metodológicos
...227
...227
...264
Anexo II.- Encuesta de hábitos y preferencias
2.1.- Encuesta
2.2.- Preencuesta
2.3.- Fichas de soporte
2.4.- Detalles metodológicos
...265
...265
...268
...271
...273
Anexo III. - Listado de matrices de datos y otros resultados
3.1.- Frecuencias
3.2.- Análisis de correspondencias múltiples
3.3.- Análisis de conglomerados
3.4.- Análisis discriminante múltiple
3.5.- Matriz de datos correspondiente a la catalogación
3.6.- Matriz de datos correspondiente a la encuesta
...274
...274
...277
...281
...284
...285
...287
11
Capítulo 1.
Introducción
En el aprovechamiento recreativo, deportivo y turístico de los espacios
naturales protegidos convergen multitud de factores. La perspectiva
medioambiental, inmersa principalmente en la protección-conservación
de los diferentes ecosistemas, la perspectiva social enmarcada
fundamentalmente en la satisfacción de los visitantes y la rentabilidad
económica de las poblaciones locales producto, en la mayoría de los
casos, de la correcta interacción entre los principales factores
condicionantes de ambas perspectivas requieren de un amplio
conocimiento. Los aspectos contextuales propios de cada espacio natural
protegido, las características principales de la oferta y la demanda
recreativa existente y las diferentes medidas o estrategias de
planificación y gestión susceptibles a ser empleadas en cada caso, se
constituyen, entre otros, como los aspectos básicos a partir de los cuales
el mayor equilibrio entre la conservación y el aprovechamiento
recreativo de este tipo de espacios puede ser un hecho.
En el presente estudio, desde la perspectiva de las actividades
físicodeportivas, situándonos concretamente en el territorio Parc
Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, lejos de profundizar
en todos estos aspectos, pero intentando tener en cuenta la mayor parte
de los mismos, las particularidades propias de la oferta y la demanda
recreativa de este parque nacional serán analizadas, y con las mismas, las
interacciones que de ellas se deriven; intentando de esta forma contribuir
en la mejora de los modelos de gestión aplicados en este y otros espacios
naturales protegidos.
Concibiendo a los recursos naturales susceptibles al aprovechamiento
recreativo, deportivo y turístico, en este caso, red principal de itinerarios,
como parte de la oferta recreativa de este parque nacional, y a los
visitantes-practicantes como la totalidad de la demanda recreativa de
dicho entorno; y partiendo del supuesto que las interacciones derivadas
de esta perspectiva resultarían básicas a la hora de favorecer la
satisfacción de los visitantes y la conservación de los diferentes recursos
naturales; el concepto de modelos de frecuentación recreativa fue
acuñado como el índice de consumo que nos permitiría analizar la
presencia, o no, de algún tipo de relación entre las características
tipológicas de la oferta y la demanda recreativa de este parque nacional.
12
Partiendo de la justificación del ámbito escogido, en donde el
incremento de las actividades recreativo-deportivo-turísticas en los
espacios naturales protegidos y las consecuencias medioambientales y
sociales que este hecho conlleva son sintéticamente analizadas, en el
capítulo 1, a modo de marco teórico, las principales líneas de
investigación desarrolladas en este campo son detenidamente
presentadas; y con ellas, nuestra propuesta de estudio, que justifica la
concepción de los modelos de frecuentación recreativa como una
alternativa válida de síntesis informativa para la gestión. Siendo los
aspectos contextuales propios de este espacio natural protegido, las
metodologías y técnicas de investigación utilizadas y la presentación de
los resultados obtenidos, la totalidad restante de los capítulos que
constituyen el presente estudio.
1.1.- PRESENTACIÓN DEL PROBLEMA
1.1.1.- El incremento de las actividades turísticas en los espacios
naturales protegidos
Desde que en las sociedades occidentales tecnológicamente avanzadas
y/o genéricamente desarrolladas se ha dado lo que Marcouse llamó la
inversión histórica (Múgica, 1993), alcanzada cuando la duración media
del tiempo libre supera la del tiempo de trabajo, un nuevo modelo
cultural se ha ido configurando; donde el hedonismo, el ocio y el tiempo
libre han jugado un papel estelar1.
Como es de suponer, dentro de estas circunstancias, donde el tiempo
libre ha pasado a ser uno de los ejes centrales de la vida cotidiana
durante el cual parece tener lugar el verdadero desarrollo de los valores
sociales, el incremento de la práctica de actividades recreativas,
entendiendo a las mismas como “aquellas actividades o experiencias humanas
que tienen su fuente en ocupaciones o dedicaciones voluntarias que están motivadas
1
Con relación a estos dos últimos términos, semánticamente muy relacionados, pero
no idénticos, resulta interesante mencionar la diferenciación que autores como
Uribarri y Monteagudo Sánchez (1998) realizan al respecto. Desde el punto de vista
de estos autores, el concepto de tiempo libre hace referencia a la existencia de una
determinada cantidad de tiempo, generalmente ajena a obligaciones laborales,
sociales o de otro tipo, que constituye, en potencia, un tiempo para el ejercicio de la
expresión y libertad personal. Para dichos autores, disponer de tiempo libre no
significa necesariamente disfrutar de ocio. Mientras que el tiempo libre es la
condición necesaria para que tenga lugar el ocio; el ocio supone llenar de sentido
personal y/o social el tiempo libre a través de una acción libremente elegida, que no
persigue fines utilitarios, sino que se lleva a cabo con un fin en sí misma.
13
por las satisfacciones que, de modo inherente, se derivan de ellas, y que tienen lugar
durante un tiempo no obligado” (Driver y Tocher, 1983:236) han sido una
constante, alcanzando en la actualidad niveles antes nunca vistos (Sue,
1981; Van Doren y otros, 1983; Feixa, 1985; Clawson, 1985; Olivera y
Olivera, 1985; Zaragoza, 1988; Racionero, 1990; Ramírez, 1994;
Castresana, 1995; Fuster, 1995b; Lagardera y Martínez, 1998)2.
En este sentido, y tal como veremos más adelante, son varios los
indicios que demuestran el gran peso especifico adquirido por algunos
sectores de este tipo de actividades, en particular las que podrían ser
incluidas dentro de algunas de las siguientes modalidades turísticas. Nos
referimos particularmente a las nuevas corrientes del turismo sostenible3;
que definido por la Unión Mundial para la Conservación (UICN, 1994:
38) como “toda forma de desarrollo, gestión y actividad turística que mantenga la
perpetuidad, la integridad ambiental, social y económica y el bienestar de los
recursos naturales y culturales”, incluye la practica de muy variadas
modalidades; entre las que destacan el turismo verde, el turismo
ecológico, el turismo activo, el turismo rural, el ecoturismo, el turismo
en la naturaleza...
En este sentido, merece la pena mencionar algunas de las definiciones
atribuidas a estas tres últimas modalidades turísticas, por ser estas las
más difundidas (Pérez de las Heras, 1999). Mientras que para Boo
(1990) y para Holing (1991) el ecoturismo y el turismo rural son
respectivamente “el turismo de naturaleza que contribuye a la conservación” y
“el conjunto de actividades turísticas que se desarrollan en contacto con la
naturaleza, la vida en el campo, en pequeñas poblaciones rurales” (tomado de
Pérez de las Heras, 1999:21); para Pérez de las Heras (1999:23), el
turismo en la naturaleza “es aquél que se realiza en el medio natural, y que
incluye, entre otras, las modalidades de turismo deportivo, de aventura, etc.”.
2
Considerando al deporte como una actividad de tiempo libre y en palabras de
García Ferrando (1997:60) “como uno de los hobbies más valorados por la sociedad
española”; datos como los registrados por dicho autor, relativos a la evolución de la
práctica deportiva durante el periodo 1975-1995 constatan algunos aspectos de estas
circunstancias. Mientras que en el año 1975 sólo un 22% de la población española
practicaba o manifestaba haber practicado alguna vez actividad deportiva, en el año
1995 este porcentaje prácticamente se triplicaba.
3
Terminología que se deriva del concepto de desarrollo sostenible definido en el
informe Nuestro Futuro Común, también llamado Informe Brundtland como “aquél
que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”
(Pérez de las Heras, 1999).
14
En este punto hemos de detenernos en la caracterización que esta autora
realiza de dichas modalidades, por tener estas, como veremos más
adelante, una importancia decisiva en nuestro objeto de estudio. Para
Pérez de las Heras, el turismo de aventura es una modalidad del turismo
en la naturaleza que persigue la consecución de una vivencia en una
situación especial, de carácter un tanto arriesgado; mientras que el
turismo deportivo, el móvil es la práctica de algún deporte en pleno
medio ambiente.
Ahora bien, con relación a la creciente implantación de estas
modalidades, y de acuerdo a los cuatro ciclos de vida generalmente
asignados a los productos turísticos (introducción, desarrollo, madurez y
declive)4, son varios los autores que sostienen que el turismo tradicional
de sol y playa actualmente se encuentra en una fase crítica de madurez,
próximo al declive; mientras que otros productos turísticos
pertenecientes al turismo en la naturaleza, se encuentran en plena fase de
desarrollo (Whelan, 1991; Machado Carrillo, 1992; OMT5, 1993; UICN,
1994; Pedreño Muñoz, 1996; Talaya, 1996). Estadísticas como las
elaboradas por el World Resources Institute, señalan que mientras el
turismo mundial crece a un ritmo de un 4,3% anual, el turismo en la
naturaleza, incluido el ecoturismo, lo hace a un ritmo de entre un 10 y un
30% (Pérez de las Heras, 1999).
En estas líneas, y en lo que se refiere al consumo turístico por
productos, las estimaciones realizadas en el Plan de Marketing de las
Illes Balears 1996-98 (Aguiló Pérez, 1996) señalan que a nivel
intraeuropeo el turismo de campo, de montaña y de deportes (sin
contemplar la práctica del esquí) se ha visto incrementado
significativamente. Estas tres modalidades turísticas, en la actualidad,
generan en Europa un consumo de 26.000.000 de viajes, un 21% del
volumen total. Mientras que el principal país emisor de este consumo es
Alemania; Francia, Austria y España, respectivamente, son los
principales países receptores.
En el ámbito español, de acuerdo con la clasificación de productos
turísticos elaborada por Talaya (1996), el consumo de productos
turísticos relacionados con la naturaleza asciende a casi un 6% y ocupan
el tercer lugar de las cuotas de mercado turístico6. Ver tabla 1.
4
Ver Talaya, 1996.
Organización Mundial de Turismo.
6
En este sentido, resultan reveladores algunos de los datos recogidos por Miranda y
otros (1995) relativos al incremento de la oferta turística de actividades físicas de
aventura en la naturaleza registrado en el ámbito de catalán. Mientras que durante el
5
15
Tabla 1.- Cuotas de mercado por productos de los europeos a España
Tipo de producto7
Cuota (%)
Sol y playa..........................................................................
74,0
Cultural..............................................................................................
8,5
De naturaleza....................................................................................
5,7
De negocios......................................................................................
8,0
Rural........... .....................................................................................
0,5
Deportivo..................................................................................
0,7
De Salud. ..........................................................................................
1,0
Otros...................................................................................................
1,6
Fuente: Talaya (1996:257)
En este sentido, y como bien lo han señalado numerosos autores
(Manning, 1983; Solé y otros, 1986; Veal, 1991; Bernáldez, 1992; Gorbi,
1993; Campillo, 1993; Salom, 1993; UICN, 1993; Fernández Tejeda,
1994; López Monné, 1995; McCool, 1996; Machado Carrillo, 1997), los
espacios naturales protegidos, a pesar que en ocasiones constituyen
ecosistemas frágiles, juegan un papel muy importante en la promoción
de estas modalidades turísticas8.
Desde el año 1982, la superficie de espacios naturales protegidos en
Europa se ha visto incrementada en 10 millones de hectáreas. En Italia,
en el año 1974 sólo un 1% de la superficie total del territorio nacional
estaba protegida, en el año 1994 este porcentaje alcanzaba un 7%
(UICN, 1994).
periodo transcurrido entre los años 1970-1984, el incremento de este tipo de oferta
tan sólo alcanzaba el 5%; durante los cortos periodos transcurridos entre los años
1985-1990 y 1990-1994 este incremento se situaba en el 37% y el 53%,
respectivamente.
7
Para el autor, el turismo en la naturaleza es un tipo de turismo que ofrece el
contacto con la naturaleza, paisaje, flora y fauna, y que incluye la visita de zonas que
destacan por sus excepcionales características naturales como parques naturales,
parques nacionales o reservas; mientras que el turismo rural se caracteriza por la
estancia y visita de zonas rurales, generalmente del interior, en alojamientos
plenamente integrados en el medioambiente natural.
8
Un claro ejemplo de este hecho lo podemos encontrar, tal como lo señala Pérez de
las Heras (1999), en las características de la afluencia turística registrada en países
como Costa Rica que demuestran la interesante interconexión manifiesta entre el
turismo y los espacios naturales protegidos. Más del 66% del turismo acogido por
este país durante el año 1996 visitó algunos de los 14 parques nacionales
costariquences.
16
En España, la superficie de espacios naturales protegidos se ha
multiplicado por quince en los últimos quince años. A principios de la
década de los 80, existían 20 zonas protegidas que ocupaban 200.000
hectáreas. En la actualidad, unos 529 enclaves, que ocupan unos
3.318.000 de hectáreas, se encuentran bajo alguna figura de protección9.
Las reservas ocupan una superficie similar a la de Catalunya.
Igualmente, en nueve años, la lista de parques nacionales ha ganado
cuatro nombres nuevos: Cabrera, Picos de Europa (antiguamente
Covadonga), Cabañeros y Sierra Nevada.
Dentro de esta realidad, donde el incremento de espacios naturales
protegidos es un hecho; el número de visitantes que concurre a este tipo
de espacios también ha sufrido notables cambios. Según la Dirección
General de Protección de la Naturaleza (antiguo ICONA), en España, en
el año 1999, 9,5 millones de personas visitaron alguno de los doce
parques nacionales españoles; mientras que en el año 1989, estos parques
nacionales tan sólo acogieron 3,7 millones de personas. Ver tabla 2.
Tabla 2.- Afluencia de visitantes en los Parques Nacionales de España 1989-1999
Parques Nacionales
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Aigüestortes
Archipiélago de Cabrera
Cabañero
Caldera de Taburiente
Doñana
Garajonay
Ordesa y Monte Perdido
Picos de Europa
Sierra Nevada
Tablas de Damiel
Teide
Timanfaya
233.444
--100.000
250.000
125.000
450.000
700.000
-101.602
1.000.000
800.000
259.219
--120.000
250.000
150.000
500.000
800.000
-96.183
1.100.000
700.000
241.129
21.891
-142.167
225.818
245.386
585.000
860.234
-94.916
2.227.000
1.000.000
229.499
28.729
-157.520
249.526
221.581
600.000
836.511
-82.690
2.250.000
1.200.000
272.204
35.934
-324.705
269.331
300.000
650.000
950.825
-73.952
2.250.000
1.300.000
264.927
32.226
-212.779
202.954
450.000
650.000
941.080
-83.746
2.434.152
1.757.513
311.798
45.000
-200.000
250.000
500.000
70 2.700
1.100.000
-60.190
2.500.000
1.450.000
333.734
39.265
22.984
250.000
366.287
450.000
624.503
1.676.392
-130.774
3.000.000
1.575.135
345.545
43.215
30.145
210.141
417.287
550.000
601.500
1.533.376
-285.371
3.237.000
1.606.638
349.021
52.796
51.000
265.961
385.393
525.000
603.004
1.451.697
-146.652
3.520.000
1.691.357
369.223
47302
52.921
288.032
384.276
550.000
624.263
1.619.588
250.000
112.195
3.800.000
1.742.082
Total
3.760.046
3.975.402
5.643.541
5.856.056
6.426.951
6.792.271
7.119.679
8.469.074
8.862.218
9.041.871
9.839.887
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente. Dirección General de Protección de la Naturaleza
9
Información facilitada por EUROPARC. Centro de documentación especializado en
espacios naturales protegidos europeos.
17
A partir de estas cifras de frecuentación, y teniendo en cuenta que la
finalidad de conservación en este tipo de espacios, siempre ha de primar
sobre la del uso público10; se puede intuir la difícil problemática a la que
se enfrentan los planificadores y gestores de los diferentes espacios
naturales protegidos. Sobre todo si consideramos la gran diversidad de
impactos ambientales que este tipo de aprovechamiento genera en los
diferentes ecosistemas11.
10
En este punto, cabe mencionar, que a lo largo del presente trabajo la utilización de
la terminología uso público estará circunscripta única y exclusivamente al
aprovechamiento y/o uso de tipo recreativo de este tipo de espacios, descartando, en
consecuencia, otros tipos de usos que bien podrían estar incluidos dentro de estos
términos; entre los cuales podríamos destacar, por ejempo, el ganadero, forestal, etc.
11
En este sentido, autores como Barton (1969), Weaver y Dale (1978), Price (1985),
Hammitt y Cole (1987), Steven y otros (1989), Cole y Marion (1988), Cole (1990),
Generalitat Valenciana (1992), Gómez-Limón y otros (1993a-1993b-1996b),
Martínez (1994), Wilson y Seney (1994), Meya (1994), Aedenat (1994), Pliego
(1996), Blanco y otros (1996), que han profundizado en el estudio del impacto
ambiental propio de las actividades recreativas y/o deportivas en el medio natural,
mencionan como factores básicamente responsables de este tipo de impactos los que
se enuncian a continuación; siendo en el caso de los espacios naturales protegidos
los impactos derivados de la masificación de actividades y del comportamiento de
los visitantes los más difíciles de minimizar y, por ello, los más impactantes.
• Acondicionamiento de los recursos; el impacto ambiental producido es
directamente proporcional al acondicionamiento de los recursos naturales
• Fragilidad de los diferentes ecosistemas, medible a través de la capacidad de
acogida; la cual es definida por Blanco y otros (1996) como el número máximo
de usuarios que pueden visitar un lugar, y por encima del cual la calidad
ambiental y recreativa del enclave se deteriora de forma irreversible
• Modalidad o actividad realizada, en este sentido Aedenat (1994) destaca como
actividades más impactantes los deportes motorizados (coches 4x4 y motos
todoterreno), el esparcimiento difuso y pasivo, la caza, el golf y los deportes
blancos (deportes de nieve). Y como menos impactantes, el barranquismo, la
escalada y las carreras de orientación
• Masificación de las actividades; con relación a la intensidad, frecuentación y
estacionalidad. Esta última la más conflictiva en el caso de los espacios
naturales protegidos
• Comportamiento de los visitantes hacia el medio; la relación entre la cantidad
de uso y el impacto no es necesariamente lineal (Cole, 1986). Veinte personas
con comportamientos muy agresivos y destructivos pueden ocasionar más daño
que cincuenta personas con actitudes muy respetuosas hacia el medio.
19
1.1.2.- La conservación y el aprovechamiento recreativo en los
espacios naturales protegidos
Si tenemos en cuenta que un espacio natural protegido es “una zona de
tierra y/o mar especialmente dedicada a la protección de la diversidad biológica y
de los recursos naturales y culturales asociados y gestionados legalmente o por
otros medios eficaces” y un parque nacional es “un área relativamente amplia,
donde uno o varios ecosistemas no se han visto materialmente alterados por la
explotación y ocupación humana, donde las especies vegetales y animales,
formaciones geomorfológicas y hábitats son de especial interés científico, educativo
12
y recreativo o contienen un paisaje natural de gran belleza” (UICN 1994: 9) y
que entre las funciones básicas atribuidas a este tipo de espacios (ver
tabla 3), la función recreativa, y con ella la función estética y
socioeconómica, ocupan un lugar importante; entramos en lo que ya a
partir de la década de los 60, primero en los Estados Unidos, y
posteriormente, en el resto de los países del mundo (ORRRC13, 1962) se
observaba como el principal conflicto a solventar en la gestión de este
tipo de espacios: el aprovechamiento recreativo y la conservación del
medio natural14.
En este punto, cabe mencionar las definiciones que de esta última figura de
protección (léase parques Nacionales) se realizan en la Ley estatal 4/1989 de
Conservación de los Espacios Naturales, Flora y Fauna Silvestre (BOE 74 28-03-89)
y en la Ley autonómica de la Generalitat de Catalunya 12/1985 d´Espais Naturals
(D.O.G.C 556 28-6-84), por presentar ambas una similitud conceptual evidente con
la definición atribuida por la UICN. Para la Ley 4/1989 los parques Nacionales son
“áreas naturales, poco transformadas por la explotación u ocupación humana que,
en razón a la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la
singularidad de su flora, de su fauna o de sus formaciones geomorfológicas, poseen
unos valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos cuya conservación merece
una atención preferente”; siendo para la Ley 12/1985 “espacios naturales de
extensión relativamente grande, no modificados esencialmente por la acción
humana, que tienen interés científico, paisajístico y educativo”.
13
Outdoor Recreation Resources Review Commission.
14
Un buen ejemplo de este hecho lo podemos encontrar, en la evolución de las leyes
españolas de conservación de la naturaleza. Mientras que en la ley del año 1916 de
parques Nacionales, el legítimo derecho de todos los ciudadanos a la libre utilización
de la naturaleza queda manifiesto en uno de sus objetivos “promover y garantizar el
disfrute de todos los ciudadanos de las bellezas naturales representadas en los
parques nacionales, procurando para ello un fácil y económico acceso”; la Ley
4/1989 de Conservación de los Espacios Naturales, Flora y Fauna Silvestre, a pesar
de mantener el carácter divulgador y promotor de aquel incipiente turismo en la
naturaleza, reconociendo explícitamente los valores estéticos y educativos de los
espacios naturales protegidos, matiza este compromiso cuando menciona en su
artículo 13 la necesidad de limitar determinados aspectos de la entrada de los
visitantes a este tipo de espacios, garantizando, de esta forma, la protección de sus
ecosistemas.
12
20
Tabla 3.- Funciones principales asignadas a la figura de protección parque nacional
1. Función protectora: esta función es la más importante que ha de realizar
un espacio que albergue elementos y recursos naturales cuya conservación
sea de interés, ya sea en función de su diversidad biológica y de la
existencia de procesos ecológicos esenciales, o porque contribuya a la
supervivencia de comunidades o especies que exijan una especial
protección.
2. Función educativa: el espacio tiene que poseer un singular interés desde
los aspectos educativos formales o desde los campos de la educación e
interpretación ambiental.
3. Función científica: asimismo, el espacio debe recoger muestras de
recursos o procesos que posean un alto valor científico.
4. Función recreativa: esta función se basa en el derecho de todo ciudadano
a disfrutar de medio ambiente de calidad. La actividad recreativa debe
estar supeditada siempre a los principios de la conservación del espacio y
ha de desarrollarse de una forma compatible y armónica con el espacio.
5. Función estética: el valor estético siempre ha sido el más difícil de
expresar dada su subjetividad, aún así, el paisaje como recurso natural es
un elemento que caracteriza profundamente la valoración que hace un
visitante de un espacio natural y por ello, ha de ser considerado como una
función de gran peso.
6. Función socioeconómica: las áreas protegidas se han manifestado como
factores dinamizadores de una nueva forma de promoción de las
comunidades locales del entorno de los espacios naturales. Este desarrollo
ha de ser respetuoso con el medio ambiente y los valores naturales que en
él existen, promoviendo un uso ordenado, armónico y compatible de los
mismos.
Fuente: Fernández de Tejeda (1994)
Si nos remitimos a la multitud de artículos que versan sobre esta
temática (Lime, 1977; Godin y Leonard, 1979; Fish y Bury, 1981;
Washburne y Cole, 1983; Wilson, 1984; Shelby y Heberlein, 1986;
Marion y otros, 1993; Manning y otros, 1996a, 1996b; Driver, 1996) y
nos centramos en lo que la mayoría de estos autores han propuesto como
los puntos neurálgicos de conflicto, podemos enunciar, con bastante
fundamento, la presencia de dos problemas básicos.
21
El primer problema a considerar, relativo, básicamente, a los
componentes ambientales y territoriales de este fenómeno, se centra
principalmente en los aspectos derivados del impacto ambiental físico y
biológico (compactación y erosión del suelo, introducción de vegetación
exótica, contaminación del agua, etc.) que de forma directa o indirecta
provoca este tipo de aprovechamiento.
Siendo el segundo problema a considerar, relativo a un ámbito más de
tipo social, la demanda recreativa o la calidad de la experiencia
recreativa (léase masificación, incompatibilidad de actividades,
insatisfacción del visitante, etc.). Sobre todo si tenemos en cuenta que en
términos de educación ambiental, esta demanda y/o experiencia
recreativa puede tener una influencia decisiva en el futuro
comportamiento medioambiental del visitante (Manning, 1986;
Roggenbuck y Lucas, 1987; Lewis y otros, 1996).
Ambas problemáticas, definidas de forma genérica como capacidad de
carga ecológica o límite de cambio aceptable y capacidad de carga
social, respectivamente15, han ido generando en las últimas décadas,
como veremos en los siguientes apartados, un gran volumen de
publicaciones; de las cuales se deduce que no se han de observar estos
dos puntos de conflicto como dos aspectos independientes, sino como un
todo, en donde las particularidades de cada problemática han de ser
analizadas desde un punto de vista sistémico.
A continuación, introduciéndonos ya en algunos aspectos inherentes a
nuestro objeto de estudio, repasaremos brevemente algunas referencias
bibliográficas relativas a este fenómeno, y nos detendremos en la
exposición de las principales líneas de investigación desarrolladas en
torno al estudio de la oferta y, sobre todo, de la demanda recreativo,
deportivo y turística de este tipo de espacios, por ser esta última temática
la más abundante.
15
Estos conceptos, relativos a la cantidad y calidad del uso recreativo, son
considerados por Pigram (1983:68) como el nivel máximo de uso a partir del cual las
declinaciones de las condiciones ecológicas y de la experiencia recreativa de los
participantes se hacen notorias; generando en mucho casos situaciones irreversibles.
22
1.2.- ANTECEDENTES EN EL ESTUDIO DEL APROVECHAMIENTO RECREATIVO, DEPORTIVO Y TURÍSTICO DE LOS
ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS
1.2.1.- Una visión histórica en el ámbito internacional
El aprovechamiento recreativo, deportivo y turístico de los espacios
naturales protegidos presenta una larga trayectoria, que bien podría
relacionarse con la creación del primer espacio natural protegido, el
parque nacional de Yellowstone, creado en Estados Unidos en el año
1872 (Clarke, 1979; Zeiger y otros, 1992).
Sin embargo, es a partir de la década de los 60 del siglo XX, cuando
este fenómeno comienza a tomar una forma propia, y se consolida como
un hecho social creciente. La implantación de un mayor número de
espacios naturales protegidos, el incremento del tiempo libre, la mejora
de los medios de comunicación, el crecimiento del poder adquisitivo y la
popularización, como veremos más adelante, de un amplio y variado
grupo de nuevas actividades recreativo-deportivo-turísticas en el medio
natural; promovieron el contexto adecuado que favoreció la implantación
de este fenómeno16 (Thompson, 1971; Jensen, 1977; Clawson, 1985;
Richez, 1987).
Lógicamente, como consecuencia de estas circunstancias, y partiendo
de la premisa de que la afluencia masiva de visitantes conllevaría
inevitablemente a un mayor deterioro del medio natural, surgen las
primeras investigaciones relativas a este fenómeno. Una vez más, es en
países como Estados Unidos, pioneros en la creación de espacios
naturales protegidos, donde hemos de remitirnos al buscar los orígenes
de muchos de los aspectos referentes a la investigación del
aprovechamiento recreativo, deportivo y turístico del medio natural
(Camp, 1984).
Trabajos como los realizados por Stone y Traves (1956), Dana (1957),
Clowson (1959), La Page (1962), Wenger (1964), Frissel y Duncan
(1965), marcaron los primeros pasos de una etapa que Lucas (1987)
caracterizó como exploratoria y descriptiva,y situó en la década de los
60, principios de los 70. El concepto de capacidad de carga fue
introducido por Wagar de la Intermountain Forest and Range
Experiment Station en su tesis doctoral the carrying capacity of wild
lands for recreation, en el año 1961. Ripley (1962), Hartesveldt (1963),
16
Léase Aprovechamiento recreativo, deportivo y turístico del medio natural.
23
Desmore y Dahlstrand (1965), Barton (1969) fueron unos de los
primeros investigadores que estudiaron el impacto del uso recreativo
sobre el medio natural. Más de 300 investigaciones inmersas en esta
temática fueron publicadas durante este tiempo en América del Norte,
Gran Bretaña y Europa occidental (Speight, 1973)17.
Dentro de este periodo, donde el principal tema de investigación fue el
impacto ambiental, los estudios sociológicos también fueron
ampliamente considerados. Autores como Burch y Wenger (1967),
Merriam y Ammons (1967), Ferriss (1970), Lime (1972), centraron sus
esfuerzos en la caracterización genérica de la demanda recreativa de los
espacios naturales protegidos; mientras que otros investigadores como
Lucas (1964), Hendee y otros (1968), Catton (1969), Hendee y Harris
(1970), Jubenville (1971), incursionaron en la vertiente más de tipo
fenomenológica18. Los estudios sobre las actitudes y las preferencias
medioambientales de los visitantes de este tipo de espacios recibieron un
especial impulso en esta etapa (Roggenbuck y Lucas, 1987).
Citar, por ejemplo, entre otros, dada la magnitud y antigüedad del
mismo, el trabajo realizado por The Outdoor Recreation Resources
Review Comimission (ORRRC, 1962), the quality of outdoor recreation:
as evidenced by user satisfaction, que tomando en consideración un total
de 24 áreas naturales, dicho estudio profundiza en la caracterización
sociodemógrafica de sus visitantes y en el grado de satisfacción o
insatisfacción que los mismos obtienen durante la visita. La satisfacción,
concluía este estudio, es el producto de los deseos personales y las ideas
preconcebidas que los visitantes tienen del área visitada, siendo la
posibilidad de realizar determinadas actividades otro de los factores
condicionantes de la satisfacción recreativa de los mismos.
17
En este sentido, resulta interesante mencionar la revisión bibliográfica realizada
por Wall (1977) para el Council of Planning Librarians, impacts of autdoor
recreation on the environment, en donde un total de 198 publicaciones relativas a
esta temática se encuentran referenciadas. En términos específicos de las actividades
recreativas, dicho autor menciona la existencia de un considerable volumen de
literatura centrada en los efectos del pisoteo sobre el suelo y la vegetación; siendo las
publicaciones relativas a la calidad del agua otro de los aspectos más estudiados
durante esta década.
18
Utilizamos el término fenomenológico cuando nos referimos a este tipo de
estudios, por presentar los mismos una cierta tendencia a profundizar en aspectos que
van más allá de las características sociales, económicas y/o demográficas de la
población encuestada. La comprensión de aspectos y/o relaciones más complejas,
entre las que se encuentran las actitudes, motivaciones, percepciones, hábitos y
preferencias de los visitantes, son una constante.
24
Sin embargo, es a principios de la década de los 70 cuando se inicia el
primer conjunto de trabajos referentes a la gestión del uso recreativo, en
donde el estudio de la oferta recreativa de este tipo de espacios comienza
a tenerse en cuenta. Autores como Stankey, Driver, Brown, Manning,
Hendee, entre otros, principales promotores de esta línea de
investigación, encaminaron sus estudios al desarrollo de nuevos
conceptos, modelos y teorías. El concepto de capacidad de carga social
fue presentado por Stankey en el año 1973. El modelo sobre
oportunidades recreativas19 fue introducido por Driver y Brown en el año
1978 (ver Brown y otros, 1978; Clark y Stankey, 1979; Driver y otros,
1987). En el año 1978 Hendee y otros (1978a), tomando en
consideración algunos de los trabajos desarrollados por el Departamento
de Agricultura de Estados Unidos (ver U.S.D.A 1960, 1968, 1972)
desarrollan uno de los primeros sistemas de catalogación de recursos
recreativos; que creado con la finalidad de dispersar el aprovechamiento
recreativo de este tipo de espacios naturales, fue innovador en el diseño
de un sistema de recolección de datos. Un libro de códigos que
sistematizaba los aspectos a tener en cuenta (localización, accesos,
facilidades, etc.) y unas tarjetas de perforación que facilitaban el
posterior tratamiento de datos hicieron que este sistema tuviera una
amplia aceptación20. Maning, en el año 1979, publicó el primer artículo
referente a estrategias de gestión21.
En este punto, resulta interesante comentar algunos de los aspectos más
destacados, comprendidos en la propuesta de este último y otros autores,
referentes a las estrategias y técnicas de gestión. Mientras que para
Manning las estrategias de gestión susceptibles de ser utilizadas en el
caso de los parques nacionales se agrupaban en cuatro grandes bloques
19
The Recreation Opportunity Spectum (ROS) es un modelo de gestión que parte de
la premisa de que la participación de los usuarios en según qué actividades depende
de las características de la oferta y/o de los diferentes escenarios recreativos; y
destaca el hecho de que dichos escenarios pueden ser modificados por el gestor,
ofreciendo un mayor número de oportunidades de recreo. Sintéticamente, el ROS
basa la calidad de las oportunidades recreativas en la combinación de tres
condiciones fundamentales; relativas a la naturaleza (cualidades físicas y biológicas),
asociadas al uso recreativo (cualidades sociales) y condicionadas por la gestión de
los recursos naturales (cualidades de gestión).
20
En este sentido, cabe mencionar, algunas de las particularidades propias de este
sistema de catalogación referente al lugar inventariado. Mientras que la mayoría, sino
todos, de los sistemas hasta el momento diseñados con esta finalidad se supeditaban
únicamente a la catalogación de la oferta y/o escenarios recreativos con cierto tipo de
uso, el Code-a-Site además de inventariar este tipo de escenarios, catalogaba aquellos
de uso potencial.
21
Para mayor información consultar “Strategies for managing recreational use of
national parks”. Parks nº 4(1). Pág. 13-15.
25
estratégicos, de los cuales dos se centraban en la gestión de la oferta
(incrementar la oferta y la durabilidad de los recursos) y dos, en la
gestión de la demanda (reducir y limitar el impacto del uso); para autores
como Peterson y Lime (1979), las estrategias de gestión propiamente
dichas, podían agruparse en dos tipos de acciones básicas: directas o a
corto plazo e indirectas o a largo plazo. Siendo, las acciones directas o a
corto plazo, las que actúan de forma puntual sobre el comportamiento de
los visitantes, las que dichos autores circunscribían a acciones como
limitar el uso, restaurar impactos y/o regular ciertos grupos de
actividades; y las acciones indirectas o a largo plazo, orientadas a los
aspectos más de tipo educativos y/o informativos, las que intentaban,
según dichos autores, influir sobre el comportamiento del visitante
mediante acciones de disuasión y/o redistribución22.
En este sentido, autores como Ciccheti y Smith (1973), Godin y
Leonard (1979), Lucas (1980), Bury y Fish (1980), Cesario (1980),
Bultena y otros (1981), Lucas (1982), McAvoy y Dustin (1983), La Page
(1983), que se posicionaban en torno a estas teorías, defendían la
necesidad de evitar al máximo la aplicación de acciones directas, ya que
las mismas, de carácter coercitivo, según dichos autores, resultarían
contraproducentes para la experiencia o para la calidad recreativa del
visitante.
Mientras que en este período se ponía de manifiesto, a través de un
consenso bastante generalizado, que el uso de la información era una de
las herramientas más apropiadas en la gestión del uso recreativo de este
tipo de espacios, la efectividad de la misma daba una perspectiva nueva a
los estudios hasta el momento desarrollados (Washburne y Cole, 1983).
Investigaciones como las desarrolladas por Brown y Hunt (1969),
Schomaker (1975), Canon y otros (1979), Roggenbuck y Barrier (1981),
Krumpe y Brown (1982), que profundizaron en la efectividad de las
diferentes técnicas informativas orientadas a la distribución del uso
recreativo, demostraron que el éxito era complejo y parecía depender de
múltiples factores. De acuerdo a los resultados obtenidos en sus
22
En este sentido, éste y otros autores (Lucas, 1990) apuntan que a pesar que la
redistribución del uso puede afectar la experiencia recreativa del visitante en cuanto a
la búsqueda de soledad; la información para influenciar la distribución del uso
también puede generar efectos deseables sobre esta experiencia, en el momento que
dicha información puede posibilitar al visitante la realización de una mejor selección
del lugar a visitar de acuerdo a las características deseadas.
26
investigaciones23, autores como Lime y Lucas (1977), Krumpe y Brown
(1982) y Roggenbuck y Barrier (1982), defendían que las características
de los visitantes eran uno de los aspectos más importantes a tener en
cuenta en este sentido; al mismo tiempo que para autores como Lucas
(1981)24, Robertson (1982) y Oliver y otros (1985) el lugar, el momento
y el canal de información también demostraban una incidencia decisiva
en la efectividad de esta técnica de gestión25.
Con el transcurso del tiempo, y volviendo a los estudios centrados en la
caracterización de la demanda recreativa de este tipo de espacios, hacia
finales de la década de los 80, principios de la década de los 90, el diseño
de mejores técnicas de muestreo y la aplicación y/o generalización de
nuevos análisis multivariables dieron paso al desarrollo de un nuevo
grupo de estudios sociológicos. La vertiente tipológica26 ganó adeptos y
generó un interesante conjunto de estudios (Lucas, 1987).
Citar, por ejemplo, a autores como Collins y Hodge (1984), que
tomando en consideración los cinco tipos de actividades más practicadas
en el parque nacional de Rabensbourne -Australia- (pícnic dentro y fuera
del área de pícnic, paseos por el bosque y juegos activos y pasivos en el
23
Dichos autores demostraron en sus investigaciones que los visitantes de los
espacios naturales, sin previa experiencia en el área, eran menos influenciables que
los experimentados.
24
Para este último autor, que tuvo poco éxito con el uso de folletos informativos para
distribuir el uso entre los senderos del espacio natural de Selway-Bitterroot (EEUU),
buscando las razones de los resultados observó que menos de la mitad de los
participantes en su estudio habían recibido el folleto, y de los que lo habían recibido,
sólo el 12% lo habían obtenido antes de iniciar su actividad.
25
En este sentido Lucas, en un capítulo del libro Wilderness Management (Hendee,
Stankey y Lucas, 1990), que realiza una revisión sobre algunos de los principales
factores condicionantes de la experiencia recreativa de los visitantes de los espacios
naturales, teniendo en cuenta éstos y otros estudios, destaca la existencia de otros
aspectos igualmente importantes a tener en cuenta en los programas de información
orientados a la redistribución del uso; entre los cuales menciona los objetivos de
gestión del espacio en cuestión, el segmento de la población hacia la que va dirigida
la información, como así también la exactitud, veracidad y proporción (ni mucha ni
poca) de la misma.
26
Basándonos en la definición genérica atribuida al término tipología “método
basado en la construcción de tipos -clasificaciones- mediante la selección de ciertos
criterios, cuyas referencias empíricas pueden señalarse en la realidad” (Diccionario
de la Real Academia Española, 1998), y a pesar de tener en cuenta la existencia de
una cierta similitud que el mismo presenta con relación al concepto segmentación
cuando nos referimos a determinados grupos de individuos y/o consumidores “grupo
o grupos de clientes que tienen unos mismos deseos que la organización puede
satisfacer”(Mullin y otros, 1995); utilizamos los términos tipológico – tipologías por
considerar que los mismos se adaptan más al contexto tratado.
27
lugar de llegada) elaboraron su tipología de visitantes y demostraron la
existencia de una relación muy consistente entre la práctica de dichas
actividades y el uso de los diferentes recursos del parque nacional27.
Siendo por otra parte, autores como McCool y Reilly (1993) los que
basando su investigación en los aspectos motivacionales de los visitantes
de tres parques estatales de Montana y clasificando la totalidad de los
mismos en cuatro grupos diferentes (entusiastas, naturalistas, escapistas
y jugadores pasivos); llegaron a constatar la existencia de relaciones
significativas entre estos segmentos de la demanda y la demanda de
comodidades y los patrones de gastos28.
Sin dejar de mencionar, como dentro de esta línea de estudios el grado
de especialización de los sujetos practicantes de determinadas
actividades como el excursionismo y/o el montañismo, se constituyeron
para Virden y Schreyer (1998) como un de los aspectos básicos a la hora
de valorar la importancia que estos tipos de visitantes le concedían a los
diferentes atribuidas físicos, sociales y de gestión del lugar visitado29;
27
Para ello, dichos autores aplicaron un análisis de conglomerados (cluster analysis)
a la totalidad de los visitantes encuestados y analizaron las relaciones que de dicha
agrupación se observaba con relación a los cinco tipos de actividades más
practicadas. Entre los resultados obtenidos, cabe mencionar, por ejemplo, los
relativos a algunas motivaciones y características de visita. Mientras que los grupos
con prácticas mayoritarias de tipo pasivas (pícnic, juegos pasivos) presentaban una
fuerte tendencia a concurrir a dicho espacio natural en grandes grupos de amigos y
de forma recurrente; los grupos identificados con prácticas más de tipo activas
visitaban las diferentes zonas en pequeños grupos y de forma muy esporádica. Para
estos últimos grupos, la principal motivación de visita se encontraba reflejada,
básicamente, en la belleza del paisaje, mientras que para el resto de los grupos, esta
motivación prioritaria se suscribía básicamente a las facilidades de pícnic y de
estancia propias de las diferentes áreas.
28
Mientras que para los grupos de entusiastas y jugadores pasivos la demanda de
comodidades se situaba en aspectos tan variados como la presencia de lavabos,
cabinas de teléfono, accesos pavimentados, duchas, etc; para los grupos de escapistas
y naturistas estas demandas de comodidades se suscribían tan sólo a la presencia de
fuentes de agua y de guardabosques. Por otra parte, en lo relativo a los patrones de
gastos, los resultados obtenidos en el presente estudio denotaron la existencia de
notables diferencias. Mientras que los grupos de entusiastas y escapistas
manifestaban haber gastado por persona/día alrededor de unos 25 y unos 29 dólares,
respectivamente; los grupos de naturistas y jugadores pasivos, respectivamente,
situaban estos valores alrededor de los 15 y 14 dólares.
29
Dichos autores, que utilizando como indicadores de especialización la experiencia
general y reciente del practicante, como así también la disposición de determinados
tipos de equipamientos personales y la importancia que la práctica de este tipo de
actividad ejercía sobre el estilo de vida personal de cada encuestado; encontaron que
el 50% y el 60% de los indicadores relativos a los atributos físicosociales y de
gestión, respectivamente, evidenciaban una relación significativa hacia el grado de
especialización de los diferentes visitantes encuestados. Siendo, por ejemplo, entre
28
siendo, por otra parte, para autores como Rollins y Rouse (1992) las
motivaciones visita y el lugar frecuentado una de las principales
correlaciones manifiestas entre los diferentes grupos de visitantes
estudiados30.
Ahora bien, dentro de esta línea de investigaciones, en donde la
receptividad que esta área de estudio le concede a las técnicas de
segmentación de mercados queda manifiesta y con ella los grandes
beneficios prácticos que la misma le reporta31; otros tipos de estudios
terminan de confirmar la multitud de factores susceptibles de ser
analizados desde el punto de vista de la demanda recreativa. Así
tenemos, por ejemplo, trabajos como los de Ewert y Hood (1995) que
diferencian a los visitantes de los espacios naturales de acuerdo al tipo de
espacio visitado (próximo o no a las grandes urbes); o investigaciones
como las de Haas (1977) que caracterizan los usuarios recreativos del
parque nacional Shenandoah con relación a la forma de acampar que
utilizan. Sin dejar de mencionar aquellos estudios, que serán presentados
con más detalle en el capítulo 4, donde las motivaciones (Ewert, 1985;
Vuoli, 1990; Pietarinen, 1990; McClaskier y otros, 1991), las actitudes
(Arcury, 1990) y las preferencias medioambientales (Wright, 1974;
Heywood y otros, 1991; Siderelis y Moore, 1998) son ampliamente
analizadas.
Con relación a estos últimos aspectos, y terminando ya con esta reseña
bibliográfica, resulta oportuno comentar algunos de los resultados
obtenidos por Lucas (1987) en su trabajo Visitor characteristics,
attitudes, and use patterns in the Bob Marshall Wilderness Complex,
1970-1982. Para dicho autor, el estudio sincrónico de la demanda
los atributos físicos y de gestión, la importancia de aspectos tales como la presencia
de lagos naturales, de vida salvaje y/o de agua natural para beber, en el caso del
primero, como de un buen mantenimiento de senderos, de una correcta reforestación
de determinadas áreas y/o de una buena señalización, en el caso del segundo grupo
de atributos (léase de gestión), los aspectos más valorados, entre los grupos de
visitantes más especialistas.
30
Para dichos autores, que establecieron la presencia de tres grandes grupos de
visitantes de acuerdo a las características del lugar visita (léase Salvajes, Rústicos y
Semirústicos), encontraron que para el caso del primer grupo (léase Salvaje) la
observación de la naturaleza y la experiencia de soledad se constituían como una de
las principales motivaciones de visita, mientras que para los otros dos grupos de
visitantes (léase Rústicos y Semirústicos) el hacer ejercicio físico, la sensación de
aventura, la observación de la vida salvaje y el perfeccionamiento de la destreza
física, en el caso del primero, y el relax y el estar con los amigos, en el caso del
segundo grupo de visitantes, denotaban ser una de las principales motivaciones de
visita a la hora de concurrir a este tipo de espacios naturales.
31
Ver Ditton (1975), Boon (1984), Crompton y Lamb (1986), Heath y Wall (1991).
29
recreativa de las tres áreas naturales consideradas en su trabajo (Great
Bear, Bob Marxhall y Scapegoat) revelan la existencia de diferentes
niveles de cambio-evolución, entre los cuales merece la pena mencionar
algunos de los aspectos relativos a las motivaciones de visita. Mientras
que para los visitantes encuestados en el año 1970 la posibilidad de
practicar ciertas actividades como la pesca y la caza se constituían como
unas de las principales motivaciones de visita; la calidad escénica, el
relax y el escapar de la civilización eran, para los visitantes del año
1982, las tres motivaciones más importantes a la hora de visitar el
espacio natural en cuestión.
1.2.2.- Principales líneas de investigación en el ámbito nacional
En el ámbito nacional, a diferencia del ámbito internacional, la
tradición científica en este campo es prácticamente inexistente; tan sólo,
trabajos como los realizados por algunos organismos oficiales tales como
la Diputació de Barcelona (1986)32, la Dirección General de Medio
Ambiente (Fuertes Rodríguez, 1986), ICONA (Garay, 1982; Aboal,
1982; Ortuño, 1982), la Generalitat Valenciana (1992) y/o el
Departamento Interuniversitario de Ecología y Centro de Investigaciones
de Espacios Naturales Protegidos Fernández González Bernáldez
(Múgica, 1993; De Lucio y Múgica, 1994; Múgica y De Lucio, 1996;
Gómez-Limón y otros 1996b; Gómez-Limón, 1996a; etc.), entre otros,
demuestran el tardío, pero creciente, desarrollo de esta área de
investigación que, en términos generales, se caracteriza por llevar a la
práctica el desarrollo de dos grandes líneas de investigación: relativas
por un lado, al impacto ambiental físicobiológico propio de la práctica de
ciertos tipos de actividades recreativo-deportivo-turísticas y referentes,
por otro, a algunos de los principales aspectos inherentes al estudio de la
demanda recreativa de este tipo de espacios naturales.
Ahora bien, haciendo referencia a la primera línea de investigación
anteriormente mencionada, donde los procesos físicobiológicos y los
impactos derivados de la práctica de ciertos tipos de actividades
recreativo-deportivo-turísticas son el centro de atención, hemos de
referirnos a la existencia de una interesante variedad de estudios, en
donde el impacto ambiental derivado de la práctica de actividades
recreativas en general y de la escalada (Meya, 1994; Martín y otros,
1996), el barranquismo (Blanco y otros, 1996) y el esparcimiento difuso
32
30
Ver Castell y otros (1996).
y pasivo (Gómez-Limón y De Lucio, 1993a), en particular, son
ampliamente considerados.
Para autores como Benayas y Ruiz (1991), Blanco y otros (1993),
Villalvilla (Aedenat -1994-), Pliego (1996), Pons (1996), García (1996),
Gómez-Limón y otros (1993b-1996d) el estudio de los impactos
ambientales derivados de la práctica de determinados tipos de
actividades recreativo-deportivo-turísticas les permiten establecer, en la
mayoría de los casos, una valoración o ranking de las actividades mas y
menos impactantes. Mientras que para autores como Villalvilla y Pons
está claro que las excursiones realizadas en 4x4 y en motos todoterreno,
junto al esparcimiento difuso y pasivo33, son unas de las actividades que
más repercuten de forma negativa sobre el entorno donde son realizadas;
las actividades como el montañismo, el senderismo, las carreras de
orientación, el barranquismo, la escalada y la espeleología no presentan
una valoración tan clara al respecto. Para Pons el montañismo, el
senderismo y las carreras de orientación son las tres actividades menos
impactantes, mientras que para Villalvilla lo son la escalada, el
barranquismo y la espeleología.
Por otro lado, y dentro de esta misma línea de estudio, investigaciones
como las llevadas a cabo por Gómez-Limón y De Lucio (1993a), Meya
(1994), Martínez (1994), Forestal Catalana (1994), Blanco y otros
(1996), Gómez-Limón y otros (1996b)34 centradas en el estudio de casos
prácticos, que incursionan en algunos de los múltiples aspectos
condicionantes de esta perspectiva, nos permiten observar la existencia
de una interesante variedad de enfoques metodológicos. Mientras que
Meya (1994), en su estudio Equilibri entre rapinyaires rupícoles i
escaladors. El cas de les Muntanyes de Prades, se basa en la revisión
bibliográfica y en la realización de entrevistas a naturistas y escaladores
para determinar los principales puntos de conflicto existentes entre la
práctica de la escalada y la nidificación de las aves; Blanco y otros
(1996), para determinar el grado de impacto ambiental derivado de la
práctica del barranquismo en la sierra de Guara utilizan la valoración y
descripción visual de los impactos ambientales, la incidencia que los
mismos poseen sobre los núcleos de tritón pirenaico (Euproctus asper) y
33
En donde se incluyen actividades tan diversas como la acampada, hacer barbacoas,
hacer picnics, jugar a juegos de pelota, etc.
34
Con relación a este estudio, hemos de mencionar que, a pesar de encontrarse citado
dentro de esta línea de investigación, el mismo, también incursiona sobre aspectos
tales como la frecuentación y la caracterización de la demanda recreativa de las 101
áreas estudiadas.
31
la evolución y distribución actual de las rapaces rupícolas observadas
sobre dicha área35.
En este sentido, cabe apuntar, que entre los resultados obtenidos por
éstos y otros estudios, merecen una especial atención aquéllos que, más
allá de orientar, condicionar o determinar la aplicación de medidas
prácticas de minimización de impactos, realizan una aportación de tipo
más científica. Tal es el caso, por ejemplo, de una de las investigaciones
llevadas a cabo por Gómez-Limón y De Lucio (1993a) Efectos del
pisoteo sobre comunidades pratenses por acción de actividades
recreativas en espacios naturales, que identificando las especies
asociadas con el aumento del pisoteo y con la compactación del suelo,
dichos autores determinan los valores de compactación a partir de los
cuales la pérdida de especies es grave, llegando, de esta forma, a inferir
sobre el Límite del Cambio Aceptable (LCA) propio de las cuatro áreas
estudiadas36.
Por otra parte, y centrándonos ya en la caracterización de la demanda
recreativa de algunos de los espacios naturales protegidos más
emblemáticos del territorio español, trabajos como los realizados por
Gómez-Limón y De Lucio (1992), Múgica (1993), Gómez-Limón y
otros (1994c), Lagardera y otros (1995) inmersos en algunos de los
múltiples enfoques susceptibles de ser tenidos en cuenta dentro de esta
línea de investigación, nos adentran en la reflexión de muchos aspectos
interesantes.
Así tenemos, por ejemplo, algunas de las investigaciones llevadas a
cabo por el Institut Nacional d´Educació Física de Catalunya (Lagardera
y otros 1995) que inmersas en el estudio de la demanda recreativa del
parque Natural de la Sierra de Guara (comunidad autónoma de Aragón),
encontraron que el 87% de los visitantes encuestados manifestaban haber
concurrido a dicho espacio natural para practicar barranquismo; siendo
para el 52,7% de los mismos, la búsqueda de emociones y sensaciones
nuevas una de las principales motivaciones de visita. Como, así también,
algunos de los trabajos realizados por Gómez-Limón y De Lucio (1992)
35
En el Decreto 133/1996 del 11 de Julio del Gobierno de Aragón, por el que se
regula la práctica del barranquismo en el parque de la Sierra y Cañones de Guara, se
recogen las principales medidas correctoras propuestas en este estudio, tanto en lo
relativo a la minimización de impactos sobre el medio como en la mejora de la
práctica de dicha actividad.
36
Los resultados obtenidos en esta investigación también se encuentran recogidos en
una publicación realizada por dichos autores en la revista Biological Conservación.
Ver también Gómez-Limón y De Lucio (1994b).
32
y Gómez-Limón y otros (1994c) que, estudiando las características
sociológicas y la distribución de los visitantes en distintos espacios
naturales de la Comunidad de Madrid, determinaron la existencia de un
cierto grupo de variables predictoras de frecuentación (léase, Presencia
de agua y vegetación, tamaño y accesibilidad del área); al mismo
tiempo que observaron la presencia de un cierto grado de correlación
entre la demanda de comodidades y el grado de especialización de la
actividad practicada37. Sin dejar de mencionar, por la proximidad a
nuestro tema de estudio y por las interesantes aportaciones realizadas a
este área de investigación, la tesis doctoral realizada por Múgica (1993)
Modelos de demanda paisajística y uso recreativo de los espacios
naturales38, donde el estudio tipológico de los visitantes de cuatro
parques nacionales españoles permitió corroborar la existencia de
diferencias significativas entre las preferencias paisajísticas de los
mismos. Los visitantes con un perfil de visita de tipo casual, concluía
este estudio, no se corresponden con las del lugar visitado, si estas no
coinciden con los parámetros generalmente asignados a los paisajes
bonitos (Presencia de montaña, agua y vegetación)39.
Por último, cabe mencionar, a pesar de no encontrarse íntegramente
implicada en esta línea de investigación, la tesis doctoral llevada a cabo
por Farré (1998) Economia política dels espais naturals protegits. Estudi
d´un cas en concret: El Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant
Maurici que centrada en el análisis de las diversas metodologías de
valoración de la demanda de servicios recreativos desarrolladas por la
economía ambiental, nos introduce en una propuesta de valoración más
amplia; en donde la gestión de los espacios naturales protegidos, en
general, y del Parc Nacional d´Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, en
particular, quedan reflejadas en sus conclusiones.
37
Los resultados de este estudio también se encuentran recogidos en el Journal of
environment Management (ver Gómez-Limón y De Lucio, 1994a) que serán
comentados con más detalles en los capítulos 4 y 5 del presente estudio.
38
Ver De Lucio y Múgica (1994).
39
La mayor parte de los resultados obtenidos en este trabajo serán comentados con
más detalle a lo largo de la presentación de los resultados del presente estudio (léase
capítulo 4).
33
1.3.- CÓMO ABORDAR EL PROBLEMA
1.3.1.- Una cuestión terminológica: la frecuentación recreativa y las
actividades recreativo-deportivo-turísticas en el medio natural
En el presente apartado, y antes de introducirnos de lleno en nuestra
propuesta de estudio, nos detendremos brevemente en la
conceptualización, definición y caracterización, como bien lo indica el
título de este apartado, de dos terminologías básicas inherentes a la
presente investigación; que son, la frecuentación recreativa y las
actividades recreativo-deportivo-turísticas en el medio natural.
Para comenzar, hemos de apuntar, que si bien desde el punto de vista de
la gestión recreativa y en concreto, de la gestión de los espacios naturales
protegidos, la utilización de la terminología frecuentación recreativa40 es
bastante corriente (Pigram, 1983; Harris, Driver y Bergensen, 1984;
Hendee, Stankey y Lucas, 1990; Gómez-Limón y De Lucio, 1992;
Gómez-Limón, 1996a-1996c; Gómez-Limón y otros, 1996b), la
definición de la misma, como tal, resulta escasa y, en la mayoría de los
casos, carece de consenso.
Mientras que para autores como Lucas (1980) y/o Hendee, Stankey y
Lucas (1990) la frecuentación recreativa se encuentra representada
básicamente en la cantidad del uso que el área de recreo y/o espacio
natural protegido en cuestión acoge; para otros autores como Pigram,
(1983), Harris, Driver y Bergensen (1984), Gómez-Limón y De Lucio
(1992), Gómez-Limón (1996a-1996c) el estudio de la frecuentación
recreativa va más allá de esta caracterización meramente cuantitativa.
Para Harris, Driver y Bergensen (1984) la frecuentación recreativa es
toda aquella conducta recreativa que puede presentar algún tipo de
implicación práctica a la hora de gestionar los diferentes espacios
naturales. La cantidad y la calidad del uso se constituyen, para estos
autores, como las dos caras de una misma moneda. Por otra parte, y
dentro de esta misma línea terminológica, autores como Gómez-Limón y
De Lucio (1992) y/o Gómez-Limón (1996c), que no llegan a definir este
40
En este sentido, se ha de tener en cuenta que si bien el concepto de frecuentación
recreativa, como veremos a continuación, presenta algún tipo de similitud a lo que en
otras áreas del conocimiento, como la sociología o el marketing, se podría entender
como afluencia/uso, y/o consumo, respectivamente; creemos que la utilización de la
presente terminología queda justificada en el momento que las características de la
misma hacen referencia a un uso y a un consumo especial, circunscripto y
generalizado en la gestión recreativa de este tipo de espacios.
34
concepto como tal, apuntan que en el estudio y/o caracterización de la
misma (léase frecuentación recreativa) no sólo se ha de tener en cuenta
el número de visitantes, sino también la distribución, la frecuencia, la
duración y la estacionalidad de la visita.
En nuestro caso, a la luz de los aspectos anteriormente mencionados, y
dentro de la línea terminológica desarrollada por Harris, Driver y
Bergensen (1984), creemos que merece la pena diferenciar lo que
genéricamente y/o consensualmente se entiende por frecuentación
recreativa (léase número de personas que concurren a un lugar
determinado en un lapso de tiempo variable, en nuestro caso temporada
de verano)41 y la modelización, en palabras de los autores anteriormente
mencionados, de esta frecuentación recreativa; más amplia y al mismo
tiempo más específica, como veremos en el siguiente apartado, de la
conducta recreativa de los visitantes de los diferentes espacios naturales
protegidos.
Ahora bien, en lo que a la conceptualización, justificación y/o
definición de la terminología actividades recreativo-deportivo-turísticas
en el medio natural se refiere, y antes de entrar en lo que nosotros
entendemos por las mismas, hemos de mencionar la existencia de una
variada gama de locuciones y/o definiciones (Miranda y otros, 1995a;
Olivera y Olivera, 1995; Padiglioni, 1995; Aspas, 2000). Mencionar, por
ejemplo, la denominación utilizada por autores como Miranda y otros
(1995b); Fuster y Elizalde (1995); Lagardera y otros (1997) y/o Feixa
(1995); Olivera y Olivera (1995) y Camps y otros (1995): actividades
físicas de aventura en la naturaleza, en el caso de las tres primeras citas,
y actividades físicas en la naturaleza, en el caso de las tres últimas. Sin
olvidar aquellas, elaboradas y, en este caso también definidas, por
autores y/u organismos oficiales como Fuster (1995a) y el Departamente
de Comercio, Consumo y Turismo de la Generalitat de Catalunya (léase
actividades físicas en el medio natural y actividades deportivas de
recreo y turísticas de aventura, respectivamente).
Mientras que para el Departamento de Comercio, Consumo y Turismo
de la Generalitat de Catalunya las actividades deportivas de recreo y
turísticas de aventura son “todas aquellas que se practican sirviéndose
básicamente de los recursos que ofrece la misma naturaleza en el medio en que se
desarrollan y a las que les es inherente el factor riesgo” (Decreto 81/1991-
DOGC 2062-); para Fuster (1995a) este tipo de actividades (léase
actividades físicas en el medio natural) son las que propician en los
41
Definición elaborada por la autora del presente estudio.
35
sujetos que las practican un estado de ánimo que motiva la utilización
del ocio de una forma enriquecedora y vital.
En nuestro caso, en base a la consulta de numerosos trabajos inmersos
en esta temática42, y circunscribiéndonos básicamente a algunos de los
aspectos específicos de nuestro objeto de estudio, hemos optado por
decantarnos en la utilización de la terminología actividades recreativodeportivo-turísticas en el medio natural (ARDTMN) cuando nos
referimos al aprovechamiento recreativo de este tipo de espacios; por
considerar que cuando hablamos en estos términos hacemos referencia a
un conjunto de prácticas recreativas que, desarrolladas en un entorno
natural, poseen la doble particularidad de ser practicadas fuera del lugar
de residencia habitual y en donde la práctica de alguna actividad física es
casi siempre una constante.
1.3.2.- Los modelos de frecuentación como núcleo de información
Ahora bien, centrándonos ya en nuestra propuesta de estudio y tal como
ya se ha ido comentando y contrastando a lo largo de este capítulo, son
múltiples los factores a tener en cuenta a la hora de gestionar el
aprovechamiento recreativo del medio natural. La vertiente social,
inmersa, principalmente, en facilitar al visitante una experiencia
recreativa satisfactoria43 se contrapone, en muchos casos, a la vertiente
ambiental, orientada fundamentalmente a la conservación de los
diferentes ecosistemas.
Sin embargo, desde un punto de vista global y/o sistémico ambas
perspectivas también pueden otorgar un beneficio mutuo. Por ejemplo, si
partimos del hecho de que uno de los soportes más patentes del
aprovechamiento recreativo de este tipo de espacios es el paisaje (Van
der Zee, 1990; Múgica, 1993) y que la satisfacción o apreciación
recreativa depende en gran medida de la calidad del mismo; se puede
pensar que los ecosistemas más conservados, o los que presentan un
menor impacto ambiental favorecen o incrementan la satisfacción
42
Ver, por ejemplo, Progen (1979), Darst y Armstrong (1980), Pigram (1983), Ewert
(1985), Laraña (1986), Pérez de las Heras (1990), Vanreusel (1993), como así
también los autores anteriormente citados.
43
Cuando nos referimos a los términos experiencia recreativa satisfactoria lo
hacemos en función de todo aquel tipo de experiencia recreativa, que vivida dentro
del entorno de un espacio natural, se ajusta a las expectativas perseguidas;
consiguiendo, al final de la misma, una sensación de bienestar y satisfacción
personal.
36
recreativa del visitante. Al mismo tiempo que la mayor satisfacción
recreativa del visitante puede reforzar el interés y la apreciación del
medio natural, potenciando la adquisición de una actitud más respetuosa
con el medio, más conservacionista. Ver gráfico 1.
Gráfico 1.- Relación de feedback positivo entre los principales componentes de este
fenómeno44
¬
Experiencia recreativa
satisfactoria
°
­
Conservación del medio
natural
©
Para poder llevar a la práctica y/o extrapolar esta relación de feedback
positivo, referente a la conservación del medio natural y a la satisfacción
del visitante, es donde se hace necesario contar con un determinado
grupo de información; que autores como Washburne y Cole (1983),
Marion y otros (1993), Maninig y otros (1996a) sintetizan en tres tipos:
relativas al medio natural, al uso público existente y a las posibles
medidas de gestión susceptibles a ser empleadas.
En este sentido, mientras que autores como Gómez-Limón (1996c),
Múgica (1993) centrados ya en la planificación y gestión del uso
recreativo propiamente dicho, apuntan hacia la necesidad de contar con
la mayor información posible en lo referente a aspectos tales como la
frecuentación o la distribución territorial de los visitantes, la tipología de
los mismos, las características de los recursos recreativos y la fragilidad
de los diferentes ecosistemas a la hora de diseñar y gestionar la oferta
recreativa en este tipo de espacios; otros autores, dentro de esta misma
línea, intentan reunir la mayor parte de estos aspectos en un número más
reducido de información.
Así tenemos, por ejemplo, el análisis del grado de impacto ambiental y
de la satisfacción de visitantes a través de la frecuentación recreativa en
el caso de Cole (1986) y Roggenbuck y Lucas (1987), respectivamente, o
algunos de los numerosos estudios ya mencionados anteriormente (ver:
Brown y Haas, 1980; Roome, 1983; Young, 1983; Collins y Hodge,
1984; Boon, 1984; Virden y Schreyer, 1988; Rollins y Rouse, 1992;
44
Las tablas y cuadros que no especifican la fuente bibliográfica, han sido
elaborados por la autora de este trabajo.
37
McCool y Reilly, 1993) que, desde la óptica de la segmentación de
mercado, la búsqueda de determinados tipos de correlaciones entre los
diferentes aspectos condicionantes de este fenómeno son una constante.
Partiendo del supuesto que el uso de los diferentes recursos recreativos
pueden ser un reflejo o una consecuencia de la calidad escénica, de la
adecuación física, de la accesibilidad propia de los mismos (Van Der
Zee, 1990; Gómez-Limón y otros, 1994c), como así también de las
motivaciones, hábitos y preferencias de la demanda recreativa (Krumpe
y Brown, 1982; McCool y Reilly, 1993), entre otros; y siguiendo a
autores como Cole (1986), Kuss y otros (1990), Gómez-Limón y otros
(1994b), en lo relativo a las consecuencias ambientales derivadas del
aprovechamiento recreativo del medio natural, y a autores como Stankey
(1973), Manning (1986), Shelby y Heberlein (1986), Roggenbuck y
Lucas (1987) en lo referente a la calidad de la experiencia recreativa de
los visitantes, es que consideramos a la frecuentación recreativa, además
de como un aspecto más a ser tenido en cuenta en la planificación y
gestión del uso recreativo de este tipo de espacios, como un potente
núcleo sintético y sintomatológico de información.
Desde el punto de vista de este trabajo de tesis, los modelos de
frecuentación recreativa, es decir, las relaciones manifiestas entre la
oferta y la demanda recreativa de este tipo de espacios, se constituyen
como una herramienta de información que facilita la lectura rápida y
continua del aprovechamiento recreativo de cada espacio natural
protegido en el momento que el estudio de las características de la
misma permiten entrever, aunque sea de forma superficial, muchos de
los principales aspectos condicionantes de este fenómeno.
En este sentido, nos referimos, tal como lo muestra el siguiente gráfico,
a aspectos tales como la tipología de visitantes (motivaciones, hábitos y
preferencias), las características del lugar visitado (accesibilidad, calidad
escénica, adecuación física para la actividad), y las normas de uso
público propias de cada recurso (zonificación de usos y actividades45,
capacidad de carga ecológica, límite de cambio aceptable,
aprovechamiento recreativo existente).
45
En este sentido nos referimos a una de las principales herramientas legislativas de
ordenación propias de los diferentes espacios naturales protegidos, en donde la
fragilidad de los diferentes ecosistemas y la prioridad en la conservación de los
mismos queda reflejada.
38
Gráfico 2.- La frecuentación como núcleo de información
Tipología de visitantes
Modelos de
Frecuentación
Características de
los recursos
Normas de uso
público
La concentración o la dispersión del uso, la estacionalidad del
aprovechamiento recreativo, la duración de la visita, el comportamiento
de los visitantes, el tipo de actividad realizada, las características propias
de los recursos naturales visitados, entre otros, son los principales
aspectos que, desde la óptica de los modelos de frecuentación recreativa,
han de tenerse en cuenta a la hora de valorar las consecuencias
ambientales y sociales de este tipo de aprovechamiento.
En base a estos supuestos, y dentro de la línea de estudios desarrollada
por Roggenbuck y Barrier (1981), Harris, Driver y Bergensen (1984),
Roggenbuck y Watson (1985), Múgica (1993) y Gómez-Limón y otros
(1994c y 1996c) en donde las características de los visitantes, de los
recursos naturales susceptibles al aprovechamiento recreativo y de la
frecuentación recreativa propiamente dicha, son consideradas como unos
de los aspectos básicos a tenerse en cuenta en la planificación y la
gestión del aprovechamiento recreativo, deportivo y turístico de los
espacios naturales protegidos; este trabajo propone la aplicación de una
metodología de análisis que ayude a detectar la existencia de patrones
y/o modelos de frecuentación recreativa entre los visitantes del Parc
Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici desde una óptica de
estudio original, en donde los recursos naturales recreativos sean
concebidos como oferta, los visitantes-practicantes como demanda y la
frecuentación recreativa como el índice de consumo recreativo de este
tipo de espacios.
39
1.3.3.- Objetivos de investigación e hipótesis preliminares
El principal objetivo perseguido en esta investigación es el de detectar
patrones o modelos de frecuentación recreativa entre los visitantes del
Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici con relación a los
recursos naturales disponibles.
Con tal objetivo se establecerá:
1. Una tipología de recursos naturales susceptibles al aprovechamiento
recreativo
2. Una tipología de visitantes
Las hipótesis de trabajo de las que partimos en la presente investigación
son las siguientes:
1. La red principal de itinerarios del Parc Nacional d´Aigüestortes
presenta ciertas características diferenciadoras en cuanto a sus
atributos físicos, sociales y de gestión
2. Los visitantes del Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant
Maurici pueden diferenciarse en función de sus motivaciones,
percepciones, hábitos y preferencias
3. Existen relaciones significativas entre la tipología de itinerarios
(oferta) y la tipología de los visitantes (demanda).
En concreto, se plantean los siguientes objetivos de conocimiento:
1. Diferenciar niveles de dificultad entre los itinerarios del Parc Nacional
d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
2. Diferenciar tipos o estilos de experiencia recreativa de los visitantes
del Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
3. Detectar la existencia de posibles relaciones entre las características
fenomenológicas de los visitantes, la frecuentación recreativa de los
mismos y los niveles de dificultad establecidos en los diferentes
itinerarios; alcanzando a discernir cuáles son los aspectos que más
inciden en la frecuentación
40
4. Realizar aportaciones en la creación y aplicación de medidas
correctoras orientadas a favorecer el aprovechamiento equilibrado del
uso recreativo, deportivo y turístico y la conservación de los diferentes
ecosistemas del medio natural del que estamos tratando
La exposición de los resultados de nuestro estudio sigue, en cierto
sentido, el orden de los objetivos anteriormente enunciados.
A partir de los capítulos 2 y 3, en los que se exponen de forma
respectiva las características principales del territorio Parc Nacional
d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, y la totalidad de los aspectos
metodológicos considerados en la presente investigación, los
apartados 4.1, 4.2, 4.3, 4.4 y 4.5, correspondientes al capitulo 4,
muestran los resultados obtenidos en este estudio.
En los apartados 4.1 y 4.2 se detallan respectivamente las
características principales de la red principal de itinerarios y la
tipología de la misma obtenida a partir del análisis de la Catalogación
de los atractivos naturales deportivos. Siendo los apartados 4.3 y 4.4
los que desarrollan, respectivamente, los resultados extraídos del
análisis monovariable y multivariable de la encuesta de Hábitos y
preferencias. La tipología de visitantes queda expuesta en este útlimo
apartardo. Por último, es en el apartado 4.5 donde se exponen los
resultados del análisis de las relaciones entre la tipología de itinerarios
(obtenida en el apartado 4.2) y la tipología de visitantes (analizadas
en el apartado 4.4).
Finalmente, los capítulos 5 y 6, correspondientes respectivamente a
la exposición de una sintética discusión y una minusiosa exposición de
los aspectos más relevantes desarrollados en este estudio, los que
concluyen con el desarrollo de la presente investigación.
41
42
Capítulo 2.
El caso del Parc Nacional
d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
Como ya ha sido comentado en la introducción del presente trabajo, el
estudio de las características contextuales propias de los diferentes
espacios naturales protegidos se constituyen como uno de los aspectos
básicos a ser considerados a la hora de valorar, estudiar y/o analizar el
aprovechamiento recreativo, deportivo y turístico de este tipo de
espacios.
La presencia de un determinado número de accesos, la existencia o no
de una amplia infraestructura de recreo (léase Refugios, Itinerarios, etc.),
la posibilidad o la imposibilidad de practicar determinados tipos de
actividades, y la forma en que las mismas deben ser practicadas (léase
Zonas, Épocas del año, etc.) entre otras, son algunas de las características
a las que nos referimos en este sentido.
Ahora bien, dado que la mayor parte, sino todas los aspectos
contextuales propias del territorio Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany
de Sant Maurici ya fueron estudiados con todo detalle en su momento
(ver Farías, Lagardera y Camps, 1995; Farías y Camps, 1996-1997); en
este capítulo nos limitaremos a exponer únicamente aquellas
características geográficas, legislativas y/o de gestión que tengan, desde
nuestro punto de vista, una mayor relevancia práctica en el desarrollo del
presente estudio46.
46
En este sentido cabe mencionar que los datos y las características que serán
expuestos a lo largo de los siguientes apartados han sido elaborados, al igual que en
las referencias bibliográficas, anteriormente comentadas, teniendo en cuenta muy
diversas fuentes bibliográficas; que van desde el Pla Rector d´Ús i Gestió
(Generalitat de Catalunya, 1993) hasta algunas de las numerosas guías turísticas y
artículos publicados sobre el parque nacional (Chinchilla, 1988; Verón; 1991; Poblet,
1992; Broch, 1994; Rispas, 1995; Añó, 1997; etc.).
43
2.1.- PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS TERRITORIALES
2.1.1.- Su territorio
Situado en los Pirineos centrales, el Parc Nacional d´Aigüestortes i
Estany de Sant Maurici reúne todos los elementos característicos de alta
montaña. Creado por Decreto el 21 de Octubre de 1955 (BOE 325 21-111955), y reclasificado por la Ley 7/1988, de 30 de Marzo (DOGC 978
14-4-1988), de la Generalitat de Catalunya, es uno de los espacios
naturales protegidos pertenecientes a la Red de parques Nacionales y el
único que ostenta esta categoría en el territorio catalán.
Con una superficie total de 40.852 hectáreas, este parque nacional se
encuentra repartido en cuatro comarcas pirenaicas que cuentan con un
rico patrimonio natural, cultural y arquitectónico: l´Alta Ribagorça, el
Pallars Sobirà, la Val d´Aran y el Pallars Jussà. Ver gráfico 3.
De esta superficie, 14.119 hectáreas corresponden a la zona central de
este parque nacional, que se encuentra dividido en dos sectores bien
diferenciados: Sant Maurici y Aigüestortes.
Por un lado, el sector oriental o de Sant Maurici, con acceso desde el
valle d´Espot, comprende los valles altos de los ríos Escrita y Peguera,
con los lagos de Sant Maurici, Peguera, Amitges, Monestero, Subenuix,
Ratera y la montaña de Els Encantats. Por otro lado, el sector occidental
o de Aigüestortes y Ribera de Caldes47, accesible por la Vall de Boí,
comprende la cuenca alta del río de Sant Nicolau, con los valles de
Serrader, de Llacs y de Morrano, de Dellui y de Contraig, hasta el Estany
Llong y el Rodó, en el caso del primero; y la zona de Obaga de Sant
Nicolau, glaciar formado por varios picos (Pico Roi, Punta Senyalada,
Comaloformo, Bessiberri, Tumeneia, Montarto, Travessany, Travessa,
Colomers y Punta Alta, entre otros), en el caso del segundo.
La zona periférica de protección, de 26.733 hectáreas, se extiende como
un anillo protector de la zona central, la misión de la cual es amortizar los
posibles impactos procedentes del exterior a fin de garantizar una completa
protección de los recursos que justificaron su creación. A ella pertenecen
los valles araneses de Ruda, Aiguamòg y Valarties, abiertos a los vientos
47
Este último sector ha sido incluido en la reciente ampliación del Parc Nacional
d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Decret 234/1996 de 5 de juliol, pel qual
s´amplia el Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (DOGC 2228 107-1996).
44
húmedos del atlántico; los valles de Gerber y Cabanes, de salvaje belleza;
el incomparable abetar de la Mata de València d´Àneu; la importante zona
lacustre de Cabdella, o el macizo del Montsent, en el valle de Assua, que
cuenta con una valiosa tradición de explotación ganadera de los pastos
alpinos.
Gráfico 3.- Parque nacional y zona periférica de protección
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente. Organismo Autónomo de Parques Nacionales
45
2.1.2.- Sus recursos naturales
Enclavado íntegramente en el Pirineo axial, el Parc Nacional
d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici constituye, desde el punto de
vista geomorfológico, una magnífica muestra de la acción de los
glaciares del cuaternario sobre granitos y pizarras, que componen
mayoritariamente un sustrato rocoso.
Durante diversos periodos glaciares, grandes masas de hielo ocuparon
todos estos valles erosionando intensamente el paisaje y dándole su
aspecto actual. Paisaje que se caracteriza por la presencia de numerosos
valles en forma de U, típicos de la erosión glacial, de circos, y de más de
un centenar de lagos, llamados estanys, que se encuentran repartidos por
todo el parque y que constituyen, sin lugar a dudas, la zona lacustre más
importante de los Pirineos. Algunos de estos lagos han sufrido procesos
de sedimentación intensa, que han provocado el establecimiento de
prados llanos y siempre húmedos, donde las aguas de los ríos y barrancos
se dividen en numerosos meandros de aguas tranquilas llamadas
aigüestortes, que otorgan a este espacio natural protegido una
personalidad y un atractivo muy especial.
En cuanto a su climatología, el Parc Nacional d´Aigüestores se
caracteriza por presentar la existencia de un gran número de microclimas
que vienen condicionados por diversos factores, como la altitud, que
oscila entre los 1.200 y los 3.033 metros, y la diferente orientación de sus
valles, con una mayor influencia oceánica en los valles abiertos al norte y
al oeste, y mediterránea en los que miran al este o al sur. En las zonas
altas, el clima se uniformiza y las precipitaciones de agua o de nieve
pueden llegar a ser del orden de los 1.500 mm anuales.
En este sentido, autores como Verón (1991) apuntan la existencia de
algunos fenómenos climáticos que pueden afectar al excursionismo que
recorre los picos y los valles de esta zona del Pirineo en verano. Estos
fenómenos principales se corresponden a las tempestades de rayos y lluvia,
originadas por nubes de convección, o las nevadas, que pueden caer incluso
en pleno verano, en situaciones de gota fría, y a las nieblas, especialmente
las de la vertiente de la Val d´Aran, de clima Atlántico, que vistas desde las
cumbres dan la impresión de un mar de niebla.
Las variaciones de la altitud, el clima y la orientación de las vertientes
(umbría-solana) determinan la composición y la distribución de las
especies vegetales predominantes en este entorno. Los fondos de los
valles están ocupados por bosques mixtos de caducifolios entre los que
46
predominan el abedul (Betula pendula), los robles (Quercus humilis) y
(Quercus petraea), el álamo temblón (Populus tremula) y la haya (Fagus
sylvatica), presente en el sector más occidentral del parque. También
ocupan una superficie considerable los bosques de pino silvestre (Pinus
sylvestris), así como los prados de siega y zonas de pastos que denotan
una fuerte influencia humana en estas zonas más bajas.
Esta vegetación montana se ve sustituida paulatinamente por
comunidades más resistentes al frío según se incremente la altitud. Los
abetos (Abies alba) se encuentran de una manera casi exclusiva en las
zonas umbrías hasta los 1.900 metros, aproximadamente, dejando paso al
pino negro (Pinus uncinata), que forma bosques no muy densos con un
estrato arbustivo muy importante de rododendros (Rhododendron
ferrugineum) y arándanos (Vacciniun myrtillus). Estos bosques ocupan
una gran parte del espacio forestal del parque.
Los prados alpinos, dominados por gramíneas del género Festuca,
constituyen el límite superior del bosque hacia los 2.300-2.400 metros,
aproximadamente. En estos prados se encuentran numerosas especies de
la flora alpina, entre las que destacan la enciana alpina (Gentiana
alpina), el ranúnculo de los Pirineos, (Ranunculus pyrenaeus) y el
musgo en flor (Silene acaulis). También son muy importantes las
especies vegetales presentes en las turberas y en los lagos. Algunas de
ellas como la hierba lagunera (Rannunculus aquatilis) o las diferentes
especies de orquídeas (Dactilorhiza sp) que en determinadas épocas del
año presentan floraciones espectaculares.
Finalmente, la fauna propia de este espacio natural, constituida
aproximadamente por unas 200 especies de vertebrados que tienen su
área vital en la totalidad de este territorio, corresponden, en casi dos
terceras partes, al grupo de las aves (Chinchilla, 1988).
Entre los mamíferos destacan el sarrio o isard (Rupicapra pyrenaica),
el jabalí (Sus scrofa), el armiño (Mustela erminea), la marmota
(Marmota marmota) y el corzo (Caprelus capreolus). Estos dos últimos
muy abundantes en la zona de Riu Malo (Sector de Ribera de Caldes).
Las aves constituyen un grupo muy numeroso e importante entre la
fauna de este parque nacional. Así, en los bosques más inaccesibles se
encuentran el pito negro (Dryocopus martius), el urogallo (Tetrao
urogallus), la lechuza de Tengmalm (Aegolius funereus), el piquituerto
(Loxia curvirostra), entre otras especies de aves. El buitre leonado (Gyps
fulvus), el águila real (Aquila chrysaetos) y el quebrantahuesos
47
(Gyapetus barbatus) pueden ser observados con relativa facilidad sobre
las vertientes y las crestas desprovistas de vegetación. Por último, en los
prados alpinos, se pueden encontrar el lagópodo alpino (Lagopus mutus),
el acentor alpino (Prunela collaris), el gorrión alpino (Montifringilla
nivalis) y la chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus).
Entre los anfibios destaca por su rareza el tritón pirenaico (Euproctus
asper). La víbora (Vipera aspis) es una pequeña serpiente que se puede
encontrar hasta los 2.300 metros de altura, y que junto la culebra lisa
europea (Coronella austriaca) constituye una representación del mundo
de los reptiles del parque.
Finalmente, en los ríos y lagos vive la trucha (Salmo trutta fario), que
encuentra en las aguas limpias y frías de este espacio natural protegidos
su hábitat idóneo.
2.1.3.- La gestión de sus recursos
En la actualidad, la gestión del Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany
de Sant Maurici, se encuentra adscrita, tal como queda expuesto en el
siguiente gráfico, a la Generalitat de Catalunya por medio del
Departament de Medi Ambient.
Gráfico 4.- Organigrama
Generalitat de
Catalunya
Departament de Medi
Ambient
Direcció General del
Patrimoni Natural i del Medi
Físic
Subdirecció General
de Boscs
Patronat
Unitat d´ Administració
i Gestió
48
Subdirecció de Conservació de la Natura
Director-conservador
Unitat de Medi
Natural
Unitat d´ Educació i
Divulgació
Unitat d´
Investigació
De acuerdo a la Ley del 30 de marzo de Reclasificació del Parc
Nacional (DOGC 978 14-4-1988), la gestión de este espacio natural
protegido corresponde a un patronato integrado por un total de 36
miembros, en el cual se encuentran representadas instituciones públicas y
privadas (léase Ayuntamientos, Estado, Organizaciones Sociales,
Organizaciones Científicas, etc.). En el seno del patronato funciona una
comisión permanente formada por nueve miembros y un presidente, que
tiene por objeto llevar a cabo, entre otras, algunas de las siguientes
funciones:
• Velar por el cumplimiento de las normas establecidas, promover
posibles ampliaciones del parque nacional, promover la construcción
y el acondicionamiento de los accesos necesarios, administrar los
fondos procedentes de la utilización de los servicios del parque,
proponer normas para la defensa más eficaz de los valores y
singularidades del parque nacional, elevar propuestas y hacer todas
las gestiones que crea beneficiosas para el parque.
• Aprobar provisionalmente el Pla Rector d´Ús i Gestió y sus
revisiones, velar por su cumplimiento.
• Aprobar los programas específicos que se anuncian en el art. 8 de la
Ley 7/1988.
• Informar sobre los proyectos que desplieguen los programas
específicos.
• Informar sobre cualquier tipo de trabajo, obras, explotación y estudios
de investigación que se puedan realizar, incluidos en el Pla Rector
d´Ús i Gestió, o no.
• Elaborar, aprobar y modificar su propio reglamento de régimen
interior.
Así mismo, de acuerdo a esta misma Ley y en función de los contenidos
desarrollados en el Pla Rector d´Ús i Gestió, aprobado el 9 de febrero de
1993 (DOGC 1727 29-3-1993) y prorrogado el Decreto 223/2000 de
junio, la gestión operativa de este parque nacional, propiamente dicha, se
encuentra organizada en cuatro unidades funcionales (ver gráfico 4); las
cuales, coordinadas y dinamizadas por el director-conservador, son las
encargadas de llevar a la práctica, entre otras, las siguientes funciones:
• Unitat d´Administració i Gestió
Desempeña los trabajos de administración y gestión de las unidades
funcionales por medio del control de los presupuestos y de la financiación.
49
• Unitat de Medio Natural
Coordina los trabajos sobre el medio natural. Realiza el seguimiento de
los elementos naturales y de los temas forestales, ecológicos y
paisajísticos. Coordina la vigilancia y los programas de emergencia.
• Unitat d´Educació i Divulgació
Realiza los trabajos educativos e interpretativos de los recursos naturales
del parque nacional y coordina los diferentes servicios de atención al
público.
• Unitat d´Investigació
Se encarga de los trabajos científicos basados en los valores del parque
nacional y en los agentes que pueden alterarlo, al tiempo que actualiza los
trabajos de interpretación y reconocimiento.
Finalmente, y en lo que se refiere a la gestión operativa de este espacio
natural protegido, cabe mencionar que la dotación actual del personal fijo
encargado de cumplir algunas de las múltiples funciones perseguidas por
este parque nacional se constituye por un total de ocho personas. Un
director de titulación superior, un guarda, cuatro técnicos y dos personas
laborales. El área de información, que cumple básicamente la función de
atender, informar y controlar a los visitantes que acuden a algunas de las
dos casas del parque nacional y/o acceden por algunas de las tres entradas
principales, está cubierta normalmente por once personas que dependen de
un contrato temporal. Por último, la brigada de mantenimiento, que tiene
por funciones básicas las de mantener y/o restaurar las diferentes
infraestructuras ubicadas dentro del territorio del parque nacional, está
constituida por un total de quince personas en las mismas condiciones de
contratación que las pertenecientes al área de información.
2.2.- NORMAS RELATIVAS AL USO PÚBLICO
2.2.1.- Los usos y las actividades permitidas. Zonificación
El Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, al igual que
otros parques nacionales españoles cuenta con una herramienta
legislativa propia, denominada Pla Rector d´Ús i Gestió (PRUG); la
función de la cual es facilitar la gestión, especificando y clarificando
cómo se ha de actuar en todos y cada uno de los ámbitos relacionados
50
con el espacio. En este sentido y para facilitar el mantenimiento del
equilibrio ecológico y de los diversos usos y actividades de cada
territorio, este plan rector establece una zonificación de usos y
actividades en función de las características propias de los diferentes
ecosistemas y/o de la fragilidad de los mismos.
En el caso del Parc Nacional d´Aigüestortes, esta zonificación de usos y
actividades divide la totalidad de su territorio (incluida la zona periférica
de protección) en siete zonas claramente diferenciadas, quedando de esta
forma determinados, como se expone en la siguiente tabla, unos niveles y
unos tipos de usos para cada una de ellas; que nosotros hemos preferido
agrupar en dos bloques (léase Posibilidades de uso, propiamente dichas,
y Posibilidades de prácticas recreativo-deportivo-turísticas).
Tabla 4.- Zonificación de usos y actividades del parque nacional
Áreas y Zonas
Área de
protección
integral
(78.50 ha.)
Área de
reserva
cualificada
(3.080 ha.)
Posibilidades de uso
Actividades recreativodeportivo-turísticas permitidas48
Sus características excepcionales
de relevante valor ecológico y
fragilidad comportan un uso
público muy limitado; exclusivamente son permitidas acciones
de investigación y conservación,
no estando permitido el acceso al
público en general. No se permite
ningún tipo de aprovechamiento,
incluido el del pastoreo.
Sus valores ecológicos, paisajísticos
y
científicos
son
compatibles con un uso público
limitado.
Están
permitidas,
debidamente controladas, actividades con finalidades educativas y científicas, alpinísticas y
de control del medio. Se admite
el aprovechamiento tradicional de
la pastura.
Está prohibida la práctica del
excursionismo, el alpinismo, el esquí
y la marcha a caballo. La acampada
está permitida exclusivamente para
realizar acciones de investigación.
El tránsito a pie se debe realizar
por la red de caminos y senderos.
Está permitida la práctica del
excursionismo, alpinismo y esquí,
condicionado al otorgamiento de
permiso. La acampada y la marcha
a caballo están prohibidas.
48
La práctica de escalada en roca no está contemplada dentro del PRUG; sin
embargo respetando la zonificación establecida, se puede realizar la misma por vías
ya equipadas, con previa autorización. Generalmente, esta actividad está controlada
de forma indirecta por los diferentes refugios y condicionada de acuerdo a los ciclos
de reproducción de la fauna autóctona.
51
En esta área está permitido un
uso público moderado. Estando
permitidas
las
actividades
alpinísticas,
recreativas,
educativas y de interpretación de
la naturaleza, como así también
actividades de control del medio.
Todas
ellas
debidamente
controladas.
Área de uso Son áreas destinadas a soportar
un
uso
público
intenso.
especial
Permitiéndose los usos de
carácter recreativo, educativo, de
control y de mantenimiento del
medio. El acceso al público es
libre, peatonalmente o con transporte público.
Zona
de
ecosistemas
de
Zona de
relevantes valores ecológicos,
reserva
científicos y paisajísticos, que
integral
(45
ha.) necesitan de una máxima
protección. En ella no se permite
Z.P.P50
ningún tipo de acción o
intervención ni ningún tipo de
aprovechamiento.
Áreas que por sus valores,
Zona de
representatividad y fragilidad
especial
necesitan una regulación de usos
interés
que garanticen su conservación.
ecológico y
Están excepcionalmente limitado
paisajístico
los usos y aprovechamientos
(3.042 ha.)
tradicionales.
Z.P.P
Cualquier aprovechamiento, obra
Zona de
o actividad ha de ser autorizada
protección
por el órgano gestor del parque
exterior del
nacional.
parque
Área de
reserva
(7.072 ha.)
(27.435 ha.)
Z.P.P
El tránsito a pie se debe realizar
por la red de caminos y senderos.
La práctica del excursionismo, del
alpinismo y del esquí está
permitida. Siendo necesario el
otorgamiento de
permiso; y
pudiéndose limitar su uso si el
medio así lo requiere. La marcha a
caballo no está permitida.
El tránsito a pie se debe realizar
por la red de caminos y senderos.
Está permitida la práctica del
excursionismo y alpinismo. La
marcha a caballo está prohibida y
la práctica de acampada tan sólo en
zonas delimitadas para vivac49.
Está prohibida la práctica del
excursionismo, el alpinismo, el
esquí y la marcha a caballo.
La pesca está genéricamente
admitida.
La
práctica
del
excursionismo, el alpinismo y el
esquí están permitidos por caminos
y senderos. La marcha a caballo no
está permitida.
La práctica del excursionismo, del
alpinismo, del esquí, de la marcha
a caballo y de la circulación de
trineos
está
permitida;
aconsejándose la utilización de
caminos y senderos. Incluye la
ZPP con excepción de la zona de
reserva integral y de la zona de
interés ecológico.
Fuente: Generalitat de Catalunya. Departament d´Agricultura, Ramadería i Pesca
(1993): Pla Rector d´Ús i Gestió
49
Tramos de acceso de transporte público a los valles de Sant Nicolau, de l´Escribà,
de Ratera y del bosque de Riutred.
50
zona periférica de protección.
52
La zonificación de usos y actividades del territorio incluido
recientemente en el parque nacional (léase Ribera de Caldes) está siendo
desarrollo, por lo que no consta en la tabla anteriormente expuesta. Sin
embargo, gran parte de este nuevo territorio adopta los niveles de
protección de los ecosistemas lindantes (léase Área de Reserva). Ver
gráfico 5.
Gráfico 5.- Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Zonificación de usos
y actividades
Fuente: Generalitat de Catalunya. Departament d´Agricultura, Ramadería i Pesca
53
2.2.2.- Regulación de actividades recreativo-deportivo-turísticas
En base a la zonificación anteriormente expuesta, como así también de
acuerdo a los diferentes tipos de regulaciones específicas promulgadas por
el PRUG; la práctica de determinados tipos de actividades recreativodeportivo-turísticas, como pueden ser la caza, la pesca, el esquí de
montaña, etc. en el entorno del parque nacional se encuentra regulada en
los siguientes términos:
Caza y Pesca: la caza y la pesca están prohibidas en todo el territorio del
parque nacional. En casos excepcionales, plenamente justificados y bajo
supervisión del órgano gestor del parque nacional, se permite la captura de
animales como sistema de control de poblaciones.
En la zona periférica de protección, la pesca está genéricamente admitida,
respetando las normas establecidas por Catalunya relacionadas con la
pesca en aguas continentales.
Excursionismo y Alpinismo: se admiten genéricamente el excursionismo
y el alpinismo en todo el ámbito del plan rector de acuerdo con la
regulación específica de cada área. No se permite acceder al área de
protección integral y en el resto del territorio del parque nacional, tan sólo
se permite circular por los caminos y senderos actualmente existentes.
En las áreas cualificadas, la práctica del alpinismo está condicionada al
otorgamiento de permisos específicos concedidos por el órgano gestor del
parque nacional. En los permisos se da preferencia a las personas que
dispongan de licencia federativa o bien sean socios de algún centro
excursionista.
En el resto del parque nacional y en su la zona periférica de protección, la
práctica del alpinismo es libre. Si se observa una excesiva frecuentación
que represente un riesgo para la conservación de los sistemas naturales el
órgano gestor del parque lo puede limitar.
Esquí de montaña: está prohibida esta práctica en las áreas de protección
integral. En las áreas de reserva cualificada, la práctica del esquí de
montaña está condicionada al otorgamiento de un permiso específico,
concedido por el órgano gestor del parque. Los permisos son concedidos
de igual forma que para el alpinismo. No se permite el esquí campo a
través en las zonas boscales.
54
En las zonas boscales del resto del territorio del parque nacional y en las
áreas de la zona periférica (zona de reserva integral, y zona de especial
interés ecológico y paisajístico) el esquí de montaña se puede practicar
solamente por los caminos y senderos ya existentes. En el resto de la zona
periférica de protección, la práctica del esquí de montaña es libre.
Marchas a caballo y circulación de trineos: están prohibidas en todo el
territorio del parque nacional y en las áreas de la zona periférica de
protección correspondientes a la zona de reserva integral, y de especial
interés ecológico y paisajístico. En el resto de la zona periférica de
protección la práctica de estas actividades es libre, siempre por los caminos
y senderos existentes.
Acampada: se prohíbe la práctica de la acampada en todo el territorio del
parque nacional y la zona periférica de protección (zona de reserva
integral, y zona de especial interés ecológico y paisajístico). Se exceptúan
de la prohibición aquellas personas que dispongan de un permiso especial
de estancia. Sin embargo, cabe mencionar la existencia de dos puntos de
vivac-acampada en la zona de Riu Malo (Cavallers), y en una zona
intermedia del Itinerari de la Núdria (Aigüestortes); aptos sólo para la
permanencia de una noche.
2.2.3.- Tránsito de vehículos
En la Resolución del 30 de julio de 1992 (DOGC 1629 7-8-1992), se
reguló por primera vez el acceso del tránsito rodado al parque nacional,
limitando el mismo en cantidad y/u hora de entrada. Posteriormente en la
Orden de 17 de Diciembre de 1993 (DOGC 1845) ante las quejas causadas
por la regulación anterior, se dispuso la prohibición total al acceso rodado,
a excepción de:
- Los vehículos de servicio del parque nacional (taxis), que transportan los
visitantes desde las poblaciones vecinas de Boí y/o Espot a los dos accesos
principales sitos en el interior del parque (léase Aigüestortes i Estany de
Sant Maurici)51.
- Los vehículos de servicio necesario para el control de las actividades
autorizadas y de mantenimiento de las instalaciones existentes en el
51
En este sentido, cabe apuntar la existencia de este único servicio de transporte
público autorizado a entrar en el territorio del parque Nacional. Servicio que en la
actualidad cuesta unas 600 pts. por viaje-persona.
55
interior del parque nacional (pastoreo, refugios, infraestructuras
hidroeléctricas).
- Los vehículos de los propietarios de los terrenos situados en el interior de
parque nacional, únicamente para el acceso a sus fincas.
- Y los vehículos de los vecinos domiciliados en los municipios d´Espot y
Barruera.
La circulación de los vehículos de transporte público autorizados para
entrar al parque nacional está limitada al área de uso especial.
En casos excepcionales, y debidamente justificados, el directorconservador otorga permisos especiales para la circulación de vehículos en
el interior del parque nacional (léase Trabajos de investigación, Control de
repoblaciones, etc.).
En la zona periférica de protección, la circulación de toda clase de
vehículos motorizados está restringida a las pistas de tres metros de
amplitud mínima.
2.2.4.- Disciplina
Finalmente, en cuanto a la disciplina, cabe mencionar, la prohibición total
de las siguientes actividades en todo el ámbito del parque nacional y de su
zona periférica de protección:
• El aterrizaje de aeronaves y el sobrevuelo del espacio aéreo por
avionetas, ultraligeros, helicópteros y aparatos sin motor, tal como
globos, aladelta, parapente, exceptuándose en los casos que situaciones
de emergencia que así lo requieran.
• Encender fuego.
• Arrojar desperdicios
• Arrancar o dañar cualquier elemento de señalización o mobiliario del
parque nacional.
• Utilizar los lagos o ríos para bañarse, o para practicar cualquier tipo de
actividad acuática.
• Realizar cualquier estudio o actividad profesional de fotografía, cine,
vídeo con finalidad comercial sin autorización del órgano gestor del
parque nacional.
• Entrar animales de compañía sueltos.
• Venta ambulante.
56
• Cualquier acción u omisión que vulnere las normas de aplicación del
Pla Rector d´Ús i Gestió.
La vulneración de las normas anteriormente mencionadas comporta,
además de las sanciones aplicables, la obligación de restaurar, en la
medida de lo posible, los daños causados por parte de quién es declarado
responsable.
2.3.- DOTACIÓN DE INFRAESTRUCTURAS Y SERVICIOS
2.3.1.- Infraestructura de acogida. Puntos de información
Cuando nos referimos a este tipo de infraestructuras, lo hacemos en
términos de todos aquellos servicios y/o instalaciones destinadas a acoger a
los visitantes; entre las cuales merecen la pena mencionar, entre otras, las
correspondientes a los accesos, los servicios de transporte público, y/o los
puntos de información.
En este sentido y dado que algunos de estos tipos de infraestructuras ya
han sido o serán desarrollados a lo largo de este capítulo (léase
respectivamente Servicios de transporte público autorizados52 y Accesos
principales53), en este apartado nos centraremos en los diferentes puntos de
información destinados a la atención/acogida de los visitantes que
concurren a este espacio natural:
• Oficina de Turisme de la Generalitat de Catalunya (El Pont de Suert).
• Casas del parque nacional, ubicadas en la plaza de Boí y en la entrada
d´Espot, que son los principales centros de atención al público. Ambas
cuentan con muy variados servicios, que van desde la información en
general de itinerarios, previsión del tiempo, riesgo de aludes, hasta la
proyección de audiovisuales y contratación de itinerarios. Estas casas
cumplen también con la función de centros de documentación
(biblioteca, videoteca, fototeca, fondo cartográfico) y de comunicación
(con los refugios, casillas de información, agentes rurales, bomberos,
Cruz Roja, protección civil).
• Y casillas de información; con un total de cinco casillas de
información, de las cuales tres están ubicadas en los accesos principales
52
53
Ver apartado 2.2.3.
Ver apartado 2.3.3.
57
(Ribera de Caldes, Aigüestortes y Sant Maurici) y dos en el interior del
parque, donde finalizan su recorrido los taxis (Estany de Sant Maurici y
Planell d´Aigüestortes) este espacio natural protegido completa su
estructura de acogida. El personal ubicado en estos puntos, además de
proveer información general, entregan a los visitantes la normativa del
parque y una bolsa para depositar los residuos que se vayan
acumulando a lo largo de la visita.
2.3.2.- Infraestructura de alojamiento. Refugios de Montaña
Por otra parte, y en lo que se refiere a la infraestructura de alojamiento
propia de este parque nacional, hemos de mencionar la existencia de una
amplia y completa red de refugios de montaña que pueden llegar a albergar
a un total de 536 visitantes. Ver tabla 5, gráfico 6 (apartado 2.3.3).
Tabla 5.- Refugios54
Refugios
Amitges
Bessiberri
Colomers
Colomina
Ernest Mallafré
Estany Llong
Mataró
J.Ventosa
J.M Blanc
Restanca
Saboredo
Pla de la Font
Situación
parque
parque
Z.P.P.
Z.P.P
parque
parque
Z.P.P
parque
parque
Z.P.P
Z.P.P
Z.P.P
Entidad
C.E.C
F.E.E.C
F.E.E.C
F.E.E.C
F.E.E.C
parque
U.E.C
C.E.C
C.E.C
F.E.E.C
F.E.E.C
M.N
Comarca
P.S
A.R
V.A
P.J
P.S
A.R
P.S
A.R
P.S
V.A
V.A
P.S
Plazas
80
12
30
40
36
80
16
80
40
80
20
22
Altura
2.380 m
2.805 m
2.100 m
2.395 m
1.950 m
1.980 m
2.460 m
2.220 m
2.330 m
2.010 m
2.200 m
1.950 m
Fuente: Pla Rector d´Ús i Gestió (Generalitat de Catalunya, 1993).
En este sentido, y desde el punto de vista de los servicios ofertados por
cada uno de estos refugios, merece la pena comentar la existencia de una
notable variabilidad en cuanto a los servicios ofertados por los mismos;
que pueden ir desde el simple alojamiento (ej. refugio Ernest Mallafré en
ZPP (Zona Perifèrica de Protecció). FEEC (Federació d´Entitats Excursionistes de
Catalunya) - UEC (Unió Excursionista de Catalunya) - CEC (Centrr Excursionista de
Catalunya) - MN (Medi Natural) - PS (Pallars Sobirà) - PJ (Pallars Jussà) - AR
(L´Alta Ribagorça) - VA (Val d´Aran).
54
58
época invernal) hasta un completo servicio de comedor, pícnic y/o
duchas (ej. refugio Amitges).
2.3.3.- Infraestructura de recreo. Red principal de comunicaciones
Finalmente, y haciendo referencia concretamente a la infraestructura de
recreo propia de este parque nacional, hemos de limitarnos casi
exclusivamente a la exposición de una completa red de comunicaciones,
que en función de las finalidades socioeconómicas y/o recreativas propias
de los diferentes componentes de la misma (léase, carreteras, caminos,
senderos, etc.) comprende la presencia, como se detalla a continuación, de
tres grandes categorías; de las cuales la tercera, es decir la red interna de
comunicaciones se encuentra detallada en el gráfico 6.
Red de acceso al Parc Nacional
1. Caldes de Boí (L-500) sector Aigüestortes
2. Caldes de Boí (L-500) a Cavallers
3. Espot al Parc, sector Sant Maurici
4. Pista de l´Estany Negre
Red de acceso a la Zona Perifèrica de Protecció
1. De Cabdella a Estany Gento.
2. Taüll- Pistas de esquí Boí & Taüll - al Port d´Erta.
3. Esquí- Filià.
4. Esquí - Montseny - Espot (Super Espot).
5. Esquí - Montseny - Pistas de Esquí Llessui.
6. Esquí - Montseny - Biesca.
7. Estais - Jou - Son del Pi.
8. Jou - Bosc.
9. València d´Aneu - Son del Pi.
10. Pista paralela al río Garona de Ruda.
11. Tredós - Río Aiguamòg - Riu Valarties - Arties.
12. De Betrén por el Riu Negre.
13. Barranc de Conangles (Hospital de Vielha).
14. Pista de Bessiberri.
15. Senet - Collada Gelada.
16. Barruera - Collada Gelada.
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Red interna de comunicaciones
- Caminos tradicionales: habitualmente se trata de caminos relativamente
estrechos, que permiten el paso de personas, animales y en ocasiones de
rebaños. Se caracterizan por su gran adaptación a las condiciones del
relieve, buscando siempre el trazado más suave y plano.
Algunos de los caminos tradicionales más importantes, situados tanto en
el área del parque nacional, propiamente dicha, como de la zona periférica
de protección son:
1. Camino d´Espot - Estany de Sant Maurici - Portarró d´Espot - Estany
Llong - margen del río Sant Nicolau- Estany de la Llebreta - La FargaCaldes de Boí - Durro
2. Camino de la Vall de Boí a la vall Fosca: desde Taüll - Riera - Capella
de Sant Quirc - Cabana de los Pastores - Port de Gelada
3. Camino del Vall de Boí a la Vall de la Noguera Ribargoçana: desde Erill
la Vall o desde Barruera - Port de Gelada - Senet
4. Camino de Esquí a Durro: Esquí - río de Filià - Filiá- río Manyanet - Pas
de Llevat - Durro
5. Camino del Hospital de Vielha a Vielha por el Port de Vielha
6. Camino de Durro a Senet
- Caminos y senderos de uso deportivo y recreativo: dentro de este grupo
se encuentran incluidos el conjunto de caminos que permiten hacer
recorridos e itinerarios a pie por las áreas de alta montaña, con una
finalidad eminentemente recreativa o deportiva. En la mayoría de los casos
se trata de senderos aptos para el tránsito de personas, señalizado en su
mayoría.
1. Camino de Sant Maurici al Estany de Monestero
2. Estany Sant de Maurici - Estany de Subenuix - Coll de Coté - Estany de
Monestero
3. Refugio Ernest Mallafré - Portarró d´Espot - Estany Llong - Refugio de
Llong
4. Refugio Ernest Mallafré - Estany Ratera - Estany d´Amitges - Refugio
de Amitges
5. Estany de Sant Maurici - Estany Negre - Refugio Joseph María Blanc
6. Del Portarró d´Espot - Pico de Portarró - Estany de Bergús
7. Refugio de Estany Llong - barranco de Contraix - Estany de Contraix
8. Aparcamiento de Aigüestortes - barranco de Morrano - Estany Mayor
9. Camino de Cavallers a la Vall d´Aran
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10. Del refugio Ventosa y Calvell - Estany Travessany - cap del Port de
Caldes - senda al Estany Major de Colomers - refugio de Colomers camino al coll de Montcasau - pista forestal que baja por el valle de
Aiguamòg - Banys de Tredòs - Tredòs
11. Del Estany Llong al Estany Colomina
12. Vall de Taüll a la Vall de Sant Nicolau
13. Del Estany de Sant Maurici al Estany Negre - refugio Josep M.Blanc collada de Saburó - Estany de Saburó - Estany de Mar - Refugio de
Colomina
14. Espot - Estany de Sant Maurici - Estany Ratera - Port de Ratera Estany de Saboredo - refugio de Saboredo - Ribera de Aiguamòg - Tredòs
15. Port de la Bonaigua - Estany Gerber - Refugio Mataró - Tuc de
Saboredo - Estany d´Amitges - Refugio de Amitges
16. Hospital de Vielha - Estany de Rius - Pont de Rius - Refugio de la
Restanca - pista que baja por el río Valarties - Arties
17. Barranc de Bessiberri - Estany de Bessiberri - Estany Estanyet
18. Camino d´Espot - Vall de Peguera - Estany Negre - Estany de Mainera
- Coll de Saburó - Estany de Mar - Estany Gento - Cabdella
19. Camino d´Espot a Llessuí por la cruz de Eixol - Cabaña de los Pastores
- Baga de la Font Blanca - a Llessuí, Caregue.
- Senderos de gran recorrido (GR 11): los senderos de gran recorrido se
constituyen por una red específica de caminos diseñados expresamente
para la práctica de actividades turísticas que unen puntos emblemáticos
atravesando países y accidentes geográficos.
En el trazado de estos senderos (de color blanco y rojo) se evita tanto
como sea posible transitar por carreteras, caminos asfaltados, intentando
recuperar caminos antiguos e históricos, como el caso de las vías romanas.
- GR 11 que va del Cap de Creus a Aragón por la Sierra Pirineica, pasando
por el área del parque nacional y de su correspondiente zona periférica de
Protección.
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