analisis de las cláusulas laborales en los tlc de

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ANALISIS DE LAS CLÁUSULAS LABORALES EN LOS TLC DE CANADA Y
U.S.A CON COLOMBIA, SU IMPACTO Y REALIDAD MATERIAL EN EL
MUNDO DEL TRABAJO.
LEÓN PALENCIA INGRID ANDREA (COD. 041071754)
UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE DERECHO
CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIO JURIDICAS
2012.
ANALISIS DE LAS CLÁUSULAS LABORALES EN LOS TLC DE CANADA Y
U.S.A CON COLOMBIA, SU IMPACTO Y REALIDAD MATERIAL EN EL
MUNDO DEL TRABAJO.
LEÓN PALENCIA INGRID ANDREA (COD. 041071754)
Monografía realizada para optar el título de Abogada.
Asesor
FRANCISCO RAFAEL OSTAU DE LAFONT DE LEÓN.
UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE DERECHO
CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIO JURIDICAS
2012
NOTA DE ACEPTACIÒN
_____________________________________________
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_______________________________________
FIRMA DEL PRESIDENTE DEL JURADO
_______________________________________
FIRMA DEL JURADO
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FIRMA DEL JURADO
Bogotá D.C. Abril de 2012.
Dedicado a la clase obrara, que con su lucha muestran la urgencia de
realizar grandes cambios en términos de
acciones desarrolladas potencialmente para mejorar y alcanzar la equidad social.
AGRADECIMIENTOS:
A la universidad como alma mater, a
mi Director de tesis, el Doctor FRANCISCO
RAFAEL OSTAU DE LAFONT DE LEÓN, por su generosidad al brindarme la
oportunidad de recurrir a su capacidad y experiencia científica en un marco de
confianza, afecto y amistad, fundamentales para la concreción de este trabajo.
A la central Unitaria de trabajadores CUT, y a la Escuela Nacional de sindicatos ENS,
quienes contribuyeron significativamente al desarrollo del tema.
A mi madre por enseñarme que la perseverancia y el esfuerzo son el camino para lograr
objetivos.
TABLA DE SIGLAS
TLC: Tratado de Libre Comercio.
USA: United States of America (Estados Unidos de América)
OIT: Organización Internacional del Trabajo.
FAO: Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la
alimentación.
UNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura.
OMS: Organización Mundial de la Salud.
ONU: Organización de las Naciones Unidas.
FMI: Fondo Monetario Internacional
NOEI: Nuevo orden económico internacional.
CEPAL: Comisión Económica para América Latina.
OTAN: Organización del Tratado Atlántico Norte
URSS: Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
ASEAN: Asociación de Naciones del Sudeste Asiático
ACR: Acuerdos Comerciales Regionales
ALC: Acuerdos de Libre Comercio
CAN: Comunidad Andina de Naciones.
MERCOSUR: Mercado Común del Sur.
SICA: Sistema de Integración Centroamericana.
CARICOM: Comunidad del Cribe y Mercado Común.
ODECA: Organización de Estados Centroamericanos.
ACLAN: Acuerdo de cooperación laboral para América del Norte entre el
gobierno de los Estados Unidos mexicanos, el gobierno de Canadá y el gobierno
de los estados unidos de América.
NAFTA: Tratado de Libre Comercio de América del Norte
CAFTA:
Tratado
de
Libre
Comercio
entre
Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos de América.
DANE: Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas.
CTC: Confederación de Trabajadores de Colombia
CUT: Central Unitaria de Trabajadores.
República
CONTENIDO.
NOTA DE ACEPTACIÒN
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTOS
TABLA DE SIGLAS
INTRODUCCION…………………………………………………………………...…1
CAPITULOS
1. CAPÍTULO I: APROXIMACIÓN A LOS ALCANCES Y EFECTOS DE
LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN COMERCIAL EN AMÉRICA
LATINA…………………………………………………………………………7
1.1. Introducción a los Conceptos y Enfoques Fundamentales sobre los Tratados de
Libre Comercio………………………………………………………………….7
1.2. Antecedentes de integración y libre comercio en América Latina…………….25
1.3. Análisis del capítulo laboral de los TLC suscritos en América Latina………..31
2. CAPÌTULO II: TRATADOS DE LIBRE COMERCIO DE CANADÁ Y
U.SA. CON COLOMBIA Y SU INCIDENCIA EN EL DERECHO
LABORAL…………………………………………………………………….40
2.1 Los derechos fundamentales del trabajo en el marco de los tratados de libre
comercio firmados por Colombia……………………………………………………....40
2.2 Tratado de Libre Comercio firmados por Colombia con Canadá y Estados
Unidos, las cláusulas de los principios y derechos fundamentales en el trabajo………45
2.3 Los derechos fundamentales en el trabajo: el mínimo común denominador de
cara a la globalización………………………………………………………………….48
2.4 La necesidad de la aplicación efectiva de los derechos fundamentales: la base
para un trabajo decente………………………………………………………….54
2.5 Aplicación de los Principios y Derechos Fundamentales en el trabajo establecidos
por la Organización Internacional del Trabajo en el caso colombiano…………56
3. CAPITULO III: La globalización mercantil frente al Derecho Internacional
Laboral de los Derechos Humanos…………………………………………...67
3.1 La gobernanza frente a la Declaración de principios y derechos fundamentales
en el trabajo de la OIT y los tratados de libre comercio (TLC)……………….69
3.2.
Aplicación del Derecho Internacional Laboral Incorporado
a nuestro
ordenamiento y control de empresas multinacionales……………………..71
3.3.
Derechos Laborales en los TLC, y las clausulas sociales…………………73
CONCLUSIONES…………………………………………………………………….77
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………...84
ANEXOS……………………………………………………………………………….92
INTRODUCCIÓN
Problema de investigación.
La pregunta que responderá esta investigación es ¿La Declaración relativa a los
principios y derechos fundamentales en el trabajo de la Organización Internacional del
Trabajo se aplica en las relaciones de trabajo en Colombia en el marco de los Tratados
de Libre Comercio firmados con Canadá y USA. (TLC)? Al plantearse este
interrogante, se hace necesario analizar el grado de cumplimiento y efectividad de los
Tratados de Libre Comercio y los medios que la sociedad civil puede emplear para
exigirlos.
Hipótesis de trabajo.
El análisis de la declaración de la OIT relativa a los principios y derechos
fundamentales en el trabajo en el marco de los tratados de libre comercio firmados por
Colombia, dará como resultado que en Colombia estos convenios no tienen una efectiva
aplicabilidad.
Estrategia metodológica.
El análisis planteado anteriormente se hará desde la sociología1 jurídica aplicando el
método inductivo para obtener conclusiones sobre la aplicación de los citados convenios
partiendo de hechos particulares. Las reglas del método que se utilizará serán de
inducción y deducción. Igualmente, se tendrá en cuenta la metodología del análisis del
discurso de las normas y de los convenios de la OIT.
Resultados.
Los convenios que son parte de la Declaración de principios y derechos fundamentales
en el trabajo de la Organización Internacional del Trabajo2 son los siguientes:
1
WEBER, Max. Economía y sociedad: Esbozo de sociología comprensiva. Trad. José Medina
Echavarría. México: Fondo de Cultura Económica. 1997. P. 12 ―El término estado, tanto el concepto
jurídico como aquellas realidades de la acción social frente a las cuales la norma jurídica eleva su
pretensión de validez‖.
2
ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO. La extensión del ámbito de aplicación de la legislación
laboral a la economía informal. Compendio de comentarios de los órganos de control de la OIT relativos
a la economía informal. Ginebra: Oficina Internacional del Trabajo, 2010. P. 14
El Convenio número 87 de 1948 ratificado por Colombia mediante la Ley 26 de 1976
desarrolla la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, estableciendo
dos principios básicos en el ejercicio del derecho de asociación como la autonomía y la
no injerencia del Estado en las organizaciones sindicales.
El Convenio número 98 ratificado mediante la Ley 27 de 1976 consagra lo relativo a la
aplicación de los principios del derecho de sindicación, de negociación colectiva y la
protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad
sindical.
El Convenio número 29 adoptado por la Conferencia General de la Organización
Internacional del Trabajo el veintiocho de junio de mil novecientos treinta (1930),
ratificado por Colombia mediante la Ley 23 de 1967, establece diversas proposiciones
relativas al trabajo forzoso u obligatorio entre las cuales se encuentra la obligación por
parte de los Estados de suprimir, lo más pronto posible, el empleo del trabajo forzoso u
obligatorio en todas sus formas.
El Convenio número 105 sobre la abolición del trabajo forzoso ratificado por Colombia
mediante la Ley 54 de 1982 consagra por la obligación por parte de los Estados de
suprimir y a no hacer uso de ninguna forma de trabajo forzoso u obligatorio y tomar
medidas eficaces para la abolición inmediata y completa del trabajo forzoso u
obligatorio.
El Convenio 100 de 1951 ratificado mediante la Ley 54 de 1962, desarrolla la igualdad
de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina por un
trabajo de igual valor
El Convenio número 111 ratificado por Colombia mediante la Ley 22 de 1967
desarrolla los principios sobre la discriminación en materia de empleo y ocupación
El Convenios número 138 ratificado mediante la Ley 515 de 1999 desarrolla los
principios sobre la edad mínima de admisión al empleo aplicable a sectores económicos
limitados, con miras a lograr la total abolición del trabajo infantil
El Convenio número 182 ratificado por Colombia mediante la Ley 704 de 2001
desarrolla la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata
para su eliminación con el fin de que sean adoptados nuevos instrumentos para la
prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil.
Las interacciones entre el derecho y la economía son cada día más complejas e
inaplicables. La incidencia mutua de tales visiones del comportamiento humano plantea
interesantes cuestiones cuya resolución no es siempre fácil si se constata que ante tales
perspectivas las respuestas tienden a transitar desde el extremo de lo debido hasta el
costado de lo eficiente.3 Pues bien, la suscripción de tratados internacionales orientados
a dilatar las zonas de libre comercio produce efectos económicos con notable incidencia
en el derecho, y al mismo tiempo activa cambios legislativos con indudable influencia
en los procesos económicos, donde la situación socio jurídica problémica se presenta en
el incumplimiento de las cláusulas sociales instauradas en los TLC como resultado de la
carencia de medidas de coerción efectiva para lograr la ejecución
real de los
compromisos laborales en el periodo 2009 – 2012., vemos como en la actualidad el libre
comercio es un propósito anhelado para todos los países independientemente de su
desarrollo económico, siendo por tanto una tarea ardua el análisis de tratados
comerciales debido a los cuestionamientos y a los fuertes debates que se generan, lo
cual hace ineludible la polarización de la discusión y la importancia de la no ausencia
en ella y más aun cuando se hace menester
la vinculación del fenómeno de la
globalización, todo esto se origina en el problema socio jurídico de investigación donde
los derechos laborales dislocados por la flexibilidad y la desregulación en el control de
aplicabilidad de los TLC, siendo el objetivo jurídico de este proyecto, las cláusulas
sociales
de los TLC de Colombia aprobados con: CANADÁ Y USA, donde la
utilización de los ocho convenios fundamentales de la OIT en el ordenamiento interno
determinan, interpretan y complementan los derechos nacionales del trabajo
contribuyendo a convertirlo en un instrumento vivo. Por tanto el objetivo general se
resume en el análisis del mundo del trabajo permitiendo la inclusión de aspectos
afianzados en verdaderas disposiciones de exigencia que incentiven a los países
participantes a el cumplimiento de compromisos laborales que refuercen los
procedimientos para las investigaciones de los infractores
3
y establecimiento de
Eric Rincón Cárdenas, Erwin Santamaría Ariza, Juan Jacobo Calderón Villegas: EL TRATADO DE
LIBRE COMERCIO, LA INTEGRACIÓN COMERCIAL Y EL DERECHO DE LOS MERCADOS.
Editorial Universidad del Rosario, Bogotá D.C., 2007,(Pág. 56).
sanciones que sean diversas y dirigidas no solo al país sino a los sectores o empresas
que permitan la vulneración de los derechos laborales cuando de ello se obtenga una
ventaja comercial.
Lo anterior determina que esta investigación sea Socio Jurídica, debido a que todos los
procesos de integración económica involucran aspectos sociales y los efectos que estos
provocan en la comunidad hacen que tarde o temprano la dimensión social o la cuestión
laboral aparezca como parte inevitable en la discusión regional o supraregional. Sin
perjuicio de las necesidades y motivaciones comerciales y económicas que generen los
procesos de integración, es innegable pensar que el equilibrio de fuerzas necesarias para
garantizar sus beneficios a todos los miembros de las comunidades participantes en él,
debe pasar por la homogeneización de una seria
de factores básicos ligados
profundamente al desarrollo social. En efecto hoy parece imposible plantear un proceso
de integración exitoso sino se asienta sobre la existencia de una serie de pilares políticos
y sociales básicos, en esencia democrático (es decir, con verdadera participación
ciudadana en el ejercicio del poder político), un verdadero Estado de Derecho, el
respeto estricto y general de los derechos humanos, incluidos los derechos laborales
fundamentales y un adecuado y transparente funcionamiento institucional, en especial
de las instituciones judiciales. La vinculación estricta de los procesos de integración con
el desarrollo laboral de la sociedad que lo sustenta es evidente, ya que toda integración
económica y liberalización comercial afecta o puede afectar seriamente a los niveles de
ocupación, a las relaciones entre actores sociales y , en fin, los derechos atribuidos por
la lógica del Estado Social a los trabajadores. Por ello es imposible hablar de
integración económica sin, en algún momento de la discusión mencionar los aspectos
laborales que lleva consigo y sin involucrar a los actores directos en la vida económica
del país.
La integración económica y el libre comercio deben estar vinculados al cumplimiento
de cierta normatividad laboral, razón por la cual los TLC que analizaremos establecen
clausulas sociales sobre derechos fundamentales en el trabajo. Sin embargo aun a pesar
del positivismo desarrollado en la normatividad, el cual reiteró es necesario, la gran
asignatura pendiente es la plena y adecuada aplicación de dichas normas, de las normas
de la OIT y de la propia legislación nacional; aplicación que se ha visto agravada,
incluso por la progresiva reducción del ámbito de aplicación de la normatividad laboral
como consecuencia de la falta de aplicación efectiva de las sanciones, de tal manera que
estas realizaciones constituyen una condición indispensable para avanzar en el campo
de un desarrollo con justicia social y para otorgarle al proceso de integración y, en
general a la globalización de la economía, el grado de gobernanza y de sustento social
de los que aún carece a plenitud.
Vemos como actualmente las necesidades de los individuos generan la modernización
de la justicia por tanto conclusiones en la orientación hacia la búsqueda de una justicia
para la convivencia eficiente e implantada en condiciones de equidad e inclusión social,
bajo los principios que enmarcan la defensa y la protección de los derechos humanos,
por tanto se pretende fundar una ideología de igualdad, justicia y primacía de los
derechos fundamentales, para que así se ejerza la defensa del derecho vulnerado en el
marco judicial. Donde el valor jurídico se da en la existencia de un vínculo entre las
condiciones laborales y el comercio es ineludible, esto obedece a un consenso acerca de
que la expansión del comercio es un factor importante para la expansión económica y
que esta última genera condiciones propias para mejorar las condiciones de trabajo y los
ingresos de los trabajadores.
En el Capítulo I de esta Investigación que hace referencia a los alcances y efectos de
los procesos de integración comercial y enfoques fundamentales de los tratados de libre
comercio en América Latina, se destacan dentro de los acuerdos de integración
económica, observándose los antecedentes de integración y en particular los TLCs,
donde cada Estado que decida pactar unas clausulas, revela una seria de circunstancias
particulares de si mismo, que reflejan las asimetrías que deben ser tenidas en cuenta a la
hora de negociar. Como resultado de estas diferencias, está el tema laboral, lo que lleva
a que se estipulen clausulas de reducción de las mismas, contenidas en los capítulos
laborales de los tratados comerciales analizados.
En el capítulo II, se hace referencia al contenido normativo de los TLC de Canadá y
USA con Colombia, donde se analiza la aplicación de los principios y derechos
fundamentales en el trabajo establecidos por la Organización Internacional del Trabajo
debido a que su protección y salvaguardia no son suficiente con la sola inclusión, de
igual manera se proporciona información sobre la aplicación de dichas normas en la
práctica y los principales problemas encontrados al respecto, razonado en elementos de
continuidad, superación y ruptura dialéctica como brecha epistemológica, con
disciplinas fundadas en fenómenos colectivos enmarcadas dentro del contexto sociojurídico.
Finalmente el capítulo III, se observa como la exigencia de estándares laborales en las
relaciones comerciales hacen que el mercado laboral sea proclive a reformas
flexibilizadoras que permiten ganar competitividad y acceso a mercados subordinándose
por tanto únicamente a lo económico donde la combinación de comercio y trabajo, en
pro de la eficiencia productiva atenta contra las garantías y derechos fundamentales del
trabajo, finalmente una argumentación de la existencia de una disfuncionalidad en el
ordenamiento jurídico. Este capítulo finiquita con conclusiones y reseña bibliográfica.
En conclusión se pretende subrayar que el principal pilar de la noción de trabajo decente
que forma parte central de la estrategia de la OIT, es el respeto a los derechos
fundamentales en el trabajo, sabiendo que aunque los problemas y debates ligados a la
globalización no son nuevos en modo alguno, ahora han de ser contemplados
básicamente mas desde la perspectiva de los DERECHOS HUMANOS.
1. CAPÍTULO I: APROXIMACIÓN A LOS ALCANCES Y EFECTOS DE
LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN COMERCIAL EN AMERICA
LATINA.
1.1 INTRODUCCIÓN
A
LOS
CONCEPTOS
Y
ENFOQUES
FUNDAMENTALES SOBRE LOS TRATADOS DE LIBRE COMERCIO.
Desde la época de las civilizaciones griega y romana, la economía estaba basada
fundamentalmente en la tierra, la motivación por conquistar nuevos territorios y la
necesidad de diversificar la actividad económica fue lo que abrió paso al comercio, con
la extensión hacía las costas y la construcción de puertos.
Después de la ruptura política del Imperio Romano de occidente, en el año 476 d. c.,
con la invasión barbará, Europa continuó con la estructura económica, social y religiosa
imperante de la época imperial. Fue con la invasión del Islam en el año 711 d. c., que se
da la ruptura económica de Europa, donde se cambia el esquema tradicional hacía la
creación y fortalecimiento del feudalismo, como sistema político- económico y de
seguridad, ante la incursión de los árabes a través de las rutas marítimas. 4
Tras las guerras y la intención del imperio Romano de Oriente, de reconstruir el imperio
de Occidente, unificación lograda por Carlomagno en el año 800 d. c., con el Sarco
Imperio y posteriormente con Otòn I, que logro la constitución del Imperio Romano
Germánico, Inglaterra, Francia y España, se forman como los primeros Estados
Nacionales, en su primera forma de Estado absolutista, periodo caracterizado por la
acumulación de metales preciosos (siglo XVI) y el auge del comercio internacional.
Adicionalmente en el siglo XVIII, bajo el esquema de Estado liberal, y en víspera de n
sistema económico capitalista, fortalecido por el maquinismo, en Europa continuaba la
agricultura como medio de subsistencia de muchos que lo hacían de forma precaria5.
4
SUNKEL, Osvaldo. El desarrollo Latinoamericano y la teoría del desarrollo. México. Editores Siglo XXI.
Última edición 1991. P. 28.
5
Ibíd. Pp. 28.
En este contexto histórico la actividad productiva era limitada a los textiles, el comercio
se hacía por rutas marítimas y fluviales, la educación era restringida, solo para los
religiosos y los ricos, así como la cultura entendida en lujos y viajes. Se observa cómo
gracias a la revolución industrial, pocos países lograron en corto tiempo un desarrollo
económico elevado y muchos países, pese a ello, continuaron en situación de
desventaja6.
―En el periodo que sigue, desde mediados del siglo XIX y hasta el XX, la revolución
Industrial ha dado sus frutos más visibles en Europa Noroccidental y Estados Unidos; y
tiene enorme significado para los países subdesarrollados de hoy, por cuanto la enorme
expansión de la economía industrial moderna de los países originarios de la Revolución
Industrial va creando, desde entonces, una economía internacional cada vez más
integrada donde comienzan a participar en forma creciente de los países que
actualmente se consideran en vía de desarrollo‖7
Es durante este periodo de la revolución industrial que la integración entre inversión
pública y beneficio abierto al sector privado, se implementa en los estados que tuvieron
ventaja durante este proceso, logrando impulsar la renovación de los sectores
productivos; sobre todos los interesados en el desarrollo industrial que depende de la
renovación y la innovación permanente, lo cual les permite mantenerse en el mercado
haciendo énfasis en el comercio para generar riquezas. En esta época muchos países en
desarrollo se mostraban hostiles hacia la inversión extranjera e imponían barreras de
regulaciones severas para el comercio; pero la integración que se daba de capitales
públicos y privados permitió que se transformara la forma en que se comercializaba
generando beneficios para los diferentes agentes económicos. Lo anterior es importante
para los países en vía de desarrollo porque les genera la posibilidad de mejorar su
capacidad productiva y una distribución eficiente de sus productos aplicando una
política económica basada en el comercio internacional8.
La revolución industrial como motor de desarrollo económico de los Estados logró que
estos continuaran en el proceso de renovación industrial creando una competencia entre
ellos que estimularon la producción y la comercialización a gran escala. Sin embargo,
muchos países no podían competir con los mismos niveles de industrialización; pero
6
Ibíd. Pp. 29.
Ibíd. Pp. 45.
8
Ibídem., P. 205.
7
estos últimos ayudaban a completar el ciclo propio del proceso de industrialización del
siglo XVIII Y XIX, ya que estas economías se convierten en nuevas rutas de comercio y
apoyo de los países desarrollados, que empiezan por liderar las actividades de
exportación, convirtiéndola en la fuente de riqueza.
En el siglo XIX se crea un sistema económico de industrialización, donde se integra la
sociedad, la economía, la tecnología y la ciencia dirigido por el Estado. Estos elementos
generaron un desarrollo notorio en la formación de las sociedades industriales, ya que se
da la noción de sistemas productivos, todo sujeto al modelo de Estado- Nación que
integra actividades productivas y comerciales, intereses políticos y militares y
condiciones de dinamismo social, basado en el principio de construir el mecanismo de
vinculación social fundado sobre la identidad política activa, dirigida a visibilizar los
procesos de integración social, política y económica en el seno de la nación9.
Al finalizar la Primera Guerra mundial se dio una fuerte competencia económica en las
industrias en el ámbito internacional y una restructuración de las condiciones de
creación de sistemas económicos que debían tener en cuenta las prioridades políticas y
ofrecer solución a las nuevas necesidades militares lo que contribuyó a la aceleración
del desarrollo industrial. ―Adicionalmente, e final de la que fue la llamada la gran
guerra, desde la firma del armisticio, en noviembre de 1918, por parte de Austria,
Alemania, Hungría y Turquía, hasta la firma del tratado de paz de un año después,
planteaba una doble cara de enfrentar: de un parte de los aliados, quienes habían salido
victoriosos de la confrontación, discutían y definían los términos que impondrían a
Alemania, considerada como la causante de la guerra, a la vez que buscaban la forma de
establecer mecanismos que permitieran una paz internacional estable y duradera‖10
La búsqueda de una paz internacional creó la necesidad de pensar en un orden
internacional radicalmente nuevo que cumpliera con las necesidades que se presentaban
en los diferentes gobiernos internacionales. ―La fuerza necesaria para crear el orden
aclamado por los gobernantes y reclamado por los ciudadanos de los Estados Unidos,
Woodrow Wilson, quien, desde 1917, había proclamado las bases de un acuerdo
internacional de posguerra: Una paz sin victoria, una paz que debería ganar la
aprobación de la humanidad y no únicamente estar al servicio de los diferentes intereses
9
Ibídem., P. 206
Ibídem., P. 207.
10
e inmediatos reclamos de los Estados involucrados en su formulación. Wilson
especificó su propuesta en el discurso dirigido al Congreso de los Estados Unidos, en
enero de 1918, en donde presentó su plan de catorce puntos para negociar el orden
internacional‖. 11
Sin embargo, los puntos planteados por Wilson, llevaron a diferentes desacuerdos
puesto que lo planteado se consideraba una idea revolucionaria ya que pretendía el
reemplazo de todos los viejos sistemas internacionales que se habían dado por uno
completamente nuevo. Aún así, éstos sirvieron como base para instituir la Liga de las
Naciones. ―La creación de este organismo internacional tuvo un efecto trascendental
para el siglo XX: el orden internacional tendría como referencia una estructura
constitucional, y como tal, este sería el marco de la acción política internacional. O, para
decirlo con mayor énfasis, las propuestas de Wilson, desde la paz de Westfalia, crearon
un orden internacional completamente moderno, basado en los principios
de la
constitucionalidad, la democracia, el gobierno de la justicia internacional, la dirección
secular y laica de los asuntos internacionales y la institucionalización de los ámbitos
internacionales, principalmente a través de la creación de una ―nueva diplomacia‖,
dirigida a terminar las prácticas de los pactos secretos, a convertir todos los tratados y
los elementos de intercambio en asuntos públicos, y a someter a mecanismos
democráticos a la ―comunidad de poder internacional‖, constituida por Estados que se
definen por la autodeterminación y el carácter de Estados modernos‖12.
―En ultimas el modelo de orden internacional que surgió al final de la gran guerra,
sellado por el tratado de Versalles en 1919, se construyó con base en un modelo
constitucional, inspirado en la práctica y la tradición de la democracia norteamericana,
llevada a su expresión internacional. Lo que Wilson hizo fue buscar obligaciones
institucionales que permitieran que los Estados se comprometieran en la creación de un
sistema democrático internacional y, con base en èl, de una institución supra estatal de
gobierno internacional, que condujera a las sociedades sobre la tierra a crear modelos
11
12
Ibídem., P. 208-209.
Patiño Villa, Carlos Alberto. El origen del poder de Occidente: Estado, guerra y orden
internacional. Bogotá D.C. Siglo del hombre editor, 2005. P. 215.
de integración democráticos, enmarcados en los principios de autodeterminación y
conformación nacional‖13.
Este nuevo modelo presentaba una nueva forma de definir el orden internacional, sin
embargo, dejó de existir por los problemas que presentó como la negativa del senado de
los Estados Unidos en aprobar el tratado y además la exclusión de Alemania y Turquía,
debido a su condición de países derrotados. También lo fue la Unión Soviética, dado el
carácter revolucionario de su régimen; a su vez Francia estaba más interesada en una
política de control directo y en garantizar un equilibrio militar efectivo, y Gran Bretaña
se mantenía distanciado de los conflictos para no verse involucrado en la guerra.
Por otro lado, ese orden internacional se vivió afectado con la Gran Depresión que fue
una crisis económica mundial iniciada en octubre de 1929, y que se prolongó durante
toda la década de 1930. Antes de esta década el marcado se autorregulaba y era
considerado un mecanismo equitativo y eficiente para orientar a las economías
capitalistas en la búsqueda de crecimiento y desarrollo. Por lo tanto, los gobiernos sólo
eran unos vigilantes pasivos de un sistema de mercado que supuestamente se adapta de
forma automática a las situaciones cambiantes por medio de las fuerzas del mercado.
Esta concepción es denominada clásica y su mayor exponente Adam Smith planteaba
que el Estado era visto como un ―mal necesario‖, y la mayor parte de los hombres de
negocios pensaban ―que el mejor gobierno es aquel cuya presencia se siente menos‖
excepto cuando sus intereses coincidían con los del gobierno. Todo esto cambió con la
gran depresión de los años treinta la cual deterioró el nivel de vida de las personas,
aumentó el desempleo y la inestabilidad política en la mayor parte del mundo.
―La gran depresión de la década de 1930 fue la mayor debacle economía de los tiempos
modernos. Entre 1929 y 1932, la producción industrial cayó verticalmente en el mundo
entero, con descenso casi del 50% en Estados Unidos, alrededor del 40% en Alemania,
cerca del 30% en Francia y sólo el 10% en el Reino Unido, donde la declinación
económica había comenzado en los años 20. Los países industrializados experimentaron
también una deflación sin paralelo. Los precios cayeron casi 25% en el Reino Unido,
algo más del 30% en Alemania y Estados Unidos y más del 40% en Francia. Los más
intensos costos humanos, sin embargo, se reflejaron en el desempleo, que alcanzó
niveles asombrosos y verdaderamente trágicos, la tasa de desempleo en los Estados
13
Ibídem., P. 216.
Unidos subió un 25% de la fuerza laboral en 1933. Alemania también experimentó un
aumento catastrófico del desempleo durante los años 30‖14.
La gran depresión fue un fenómeno global, que transcendió desde los países
desarrollado a los países en desarrollo. En América Latina, Asia y África las economías
colapsaron
porque disminuyó la exportación de materias primas a los países
industrializados como consecuencia de una reducción de la demanda por parte de estos
últimos. Además los países industrializados respondieron a esta crisis creando barreras
en el comercio contra las importaciones de otros países, con el fin de incrementar la
demanda de bienes nacionales y al tener un mayor consumo poder reactivar la
producción y de esta manera aumentar las fuentes de empleo de su población. Sin
embargo, esta política creaba más desempleo en el exterior. Un ejemplo de las políticas
proteccionista fue la de los Estados Unidos al adoptar en 1930 el arancel SmootHawley. Al entrar todos los países a proteger sus industrias nacionales, la demanda
interna colapsó el comercio internacional, y a esto se le sumó la pérdida de confianza
en el sector financiero por parte del público.
Lo planteado anteriormente cuestionó el modelo económico que se utilizaba y es ahí
donde surgen las ideas de John Maynard Keynes, el cual planteaba que fue la
inestabilidad en la confianza de los inversionistas el factor fundamental que influyó en
la crisis de los años 30. Además en su teoría general, estructuró un marco teórico
propicio para dar cuenta del prolongado desempleo durante el periodo y propuso
algunas funciones que podrían desempeñar las políticas fiscales y monetarias para
contrarrestar la crisis. Después de esto los gobiernos fueron asumiendo un papel más
activo en sus economías; tomando la responsabilidad de estabilizar las fluctuaciones de
auge y disminución del ciclo económico. Esta función nueva y más amplia, iniciada en
los treinta, se originó simplemente por no haber otra entidad dentro la economía que
pudiera o quisiera Keynes, ofrecer los análisis, recursos y medidas necesarias para
revitalizar las economías tan deprimidas de los países industrializados y pobres
(productores de materias primas) del mundo capitalista.
―La segunda Guerra Mundial impacta, desde la competencia militar, toda la estructura
del desarrollo social, transformando la casi totalidad de los campos de las ciencias, los
14
Sachs, Jeffrey. Macroeconomía en la economía global. Editorial Pearson. Buenos Aires- Argentina,
2004 Página 217.
espacios del desarrollo industrial y las maneras de interconexión de los miembros de las
sociedades. Este cambio tuvo un impacto profundo, pues colocó a disposición del uso
de las personas y de los usos civiles grandes logros obtenidos en el desarrollo de la
medicina y los programas de salud, al igual que en los campos d ordenamiento
institucional y desempeño de las organizaciones, toda vez que, como anota Van
Creveld, la mayoría de las organizaciones civiles, como empresas, centros educativos,
de investigación, hospitales; etc., en el periodo de entre guerras, pero en especial
después de la Segunda Guerra Mundial, asumen como propias la mayoría de prácticas
contables, sistemas de cálculos y principios de sanidad colectiva, tal como lo hacían los
ejércitos, que para el momento habían llegado a uno de los grados de mayor
profesionalización en toda la historia occidental (Van Creveld, 1991b: 245-252)‖15.
Además, durante la Segunda Guerra Mundial el aumento de la demanda de todo tipo de
bienes y servicios estimuló algunos mercados de exportación de América Latina, lo cual
favoreció el crecimiento de los procesos de industrialización a nivel nacional. El
conflicto bélico también limitó las exportaciones de Estados Unidos y de Europa,
incluso esto favoreció a las firmas manufactureras de América Latina porque les brindó
la oportunidad de desarrollarse más industrialmente sin la necesidad de competir con las
importaciones más baratas de los artículos que producían los países desarrollados que
en el pasado habían definido los intentos de industrialización.
El fin de la Segunda Guerra Mundial, la derrota del fascismo y los acuerdos políticos
logrados entre los países aliados, hacían suponer que el mundo comenzaba una nueva
ruta, en todas las esferas, caracterizada por el progreso, la justicia y la democracia. Se
creía que después de la finalización de décadas azotadoras para la economía mundial,
en las que se produjeron: la Primera Guerra Mundial, la crisis de los 20s, la gran
depresión de los 30s y la Segunda Guerra Mundial, era necesario que todos los hombres
pudieran disfrutar de una seguridad económica y social, maxime cuando se encontraba
en sus inicios la formación del Estado Social. Surge entonces el compromiso de
constituir herramientas que permitieran, la tan anhelada paz y se firma la declaración de
las Naciones Unidas en 1942.
15
Patiño Villa, Carlos Alberto. El origen del poder de Occidente: Estado, guerra y orden internacional.
Bogotá D.C. Siglo del hombre editor, 2005. P. 217.
Así mismo al finalizar la guerra, Estados Unidos inicia su hegemonía, presentándose
como líder económico, político y social en el mundo. En especial cuando ayuda a los
países de Asía y Europa que sufrieron con la confrontación del siglo XX, iniciando el
proceso de reconstrucción de sus economías a través del plan Marshall cuya finalidad
era proporcionar prestamos y subsidios a los países desarrollados de occidente para
fortalecerlos en sus economías y en su aparato militar. El proceso de reconstrucción fue
más rápido de lo que se esperaba y en una década las economías de Japón y Europa
contaban con nuevas instalaciones y equipos más industrializados que permitían tener
una mayor producción de los artículos que comercializaban y de esta forma tener
precios competitivos en los mercados extranjeros.
La demanda creada por el Plan Marshall fue de gran importancia para la economía de
Estados Unidos ya que por cada dólar que este país invirtió en la reconstrucción de otros
países después de la Segunda Guerra Mundial, regresaron cientos de dólares más en
forma de compras de productos agrícolas, bienes manufacturados y servicios. Además,
se aumentó la capacidad productora de la economía mejorando la calidad de vida de los
habitantes.
―El orden de postguerra, a partir de 1945, tuvo dos caras: una formal y otra informal.
La formal fue el producto de la creación de un nuevo orden internacional
institucionalizado, concretado en la creación de la organización de las Naciones Unidas,
done la carta fundacional cumple el papel de formulación constitucional y diseño
institucional para el gobierno mundial supraestatal. Esta cara formal del orden
internacional es la recepción directa de la influencia de Wilson en la creación de la Liga
de las Naciones. La cara informal del orden internacional fue el producto de la
confrontación y apareció en el contexto de la contingencia en la relación soviéticonorteamericana. Esta cara formal ha sido mundialmente conocida como la Guerra Fría,
y tiene un doble aspecto: es tanto un mecanismo de competencia como un mecanismo
de cooperación entre los Estados Unidos y la Unión soviética‖16.
En el ámbito internacional, los principales países industrializados, encabezados por
Estados Unidos e Inglaterra, se dieron la tarea de construir un nuevo sistema monetario
y de comercio internacional que había sido desintegrado durante la Gran Depresión y la
Segunda Guerra Mundial. Es así que en el periodo de 1944 y 1948, se fundó un grupo
16
Ibídem., P. 219.
de instituciones económicas multilaterales que tenían el propósito de crear nuevos
acuerdos en el comercio internacional. Las nuevas instituciones fueron creadas en la
conferencia ―Monetaria y financiera de las Naciones Unidas‖ celebrada en 1944 en
Betton Woods, para evitar conflictos militares originados por asuntos económicos
internacionales. ―En esta conferencia se concluyó que era una necesidad apremiante la
creación de las instituciones internacionales destinadas a cumplir labores especificas y
ajustadas a las necesidades propias para el mantenimiento armónico de las relaciones
económicas entre los Estados. Los asistentes a la conferencia determinaron organizar los
cuatro pilares básicos que actualmente conocemos como Banco Mundial17, El Fondo
Monetario Internacional, La organización Mundial del comercio y el dólar de los
Estados Unidos como la moneda patrón internacional‖18.
―Estas instituciones se convirtieron inmediatamente en la base de la estructura
económica internacional prevista para regir todas las actividades económicas, y le
dieron un marco legal adecuado para solucionar todos los problemas del intercambio
comercial y la correcta aplicación de los correctivos de los fenómenos que pueden
afectar la buena marcha de la economía internacional‖19.
Además dentro de la organización de las Naciones Unidas, se crearon nuevas
organizaciones como: la FAO (Organización para la agricultura y la alimentación) que
es la organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación; creada
en octubre 16 de 1945 con el fin de erradicar el hambre a través de actividades
internacionales. La UNESCO que es la organización para la educación, la cultura, las
ciencias naturales y sociales y la comunicación. La OMS (Organización Mundial de la
salud) que es el organismo especializado en gestionar políticas de prevención,
promoción e intervención en salud a nivel mundial. La OIT (creada en 1919 y asociada
a la ONU en 1946) que es la organización internacional del trabajo, ésta consagrada a la
17
En esta conferencia fue llamado el Banco Internacional para la reconstrucción y el Desarrollo. “Esta
institución fue organizada para contribuir a la reconstrucción de los países Europeos destruidos por la
segunda guerra mundial. Después de cumplido este objetivo sus miembros decidieron convertirlo en
una institución de fomento y de desarrollo, encaminando especialmente a financiar proyectos de
desarrollo de los países pobres; en infraestructura física; en inversiones de orden social, para los ajustes
estructurales que adelanten y en general para la búsqueda del crecimiento económico real de los países
menos desarrollados del planeta”. LEGUIZAMÒN, Acosta. William. Derecho económico. Fundamentos.
Ediciones Doctrina y Ley Ltda. Bogotá, D.C., Colombia, 2002. P, 403-404.
18
Leguizamón Acosta, William. Derecho económico. Fundamentos. Ediciones Doctrina y Ley Ltda. P 401.
19
Ibídem., P 401.
promoción de oportunidades de trabajo decente y productivo para mujeres y hombres en
condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana.
Si bien las políticas de industrialización, asì como, las medidas desarrolladas por el New
Deal, en Estados Unidos, sobre temas de seguridad social y satisfacción de derechos a
los ciudadanos dio resultados para los países desarrollados, no estaba funcionando de
igual forma para los países Latinoamericanos, donde se requieran cambios estructurales
de tipo macroeconómico. El desarrollo del comercio internacional, la mayor
independencia económica y la diversidad de la economía, eran elementos necesarios
para solucionar los problemas de distribución del ingreso, por ello entonces en 1948, la
Comisión Económica para América Latina20.
Con respecto a América Latina se habían dado pasos importantes frete al tema de la
industrialización, pero no se había obtenido el mejor resultado, por cuanto la
diversificación de la economía, la reducción de la dependencia de estos países y el
cambio de estructuras internas macro no fueron logrados, por el contrario se
precarizaron algunos sectores como: educación, salud y vivienda, y la distribución del
ingreso no fue equilibrada, manteniendo un esquema de comercio internacional basado
exclusivamente en la agricultura21. Por lo tanto, el 25 de febrero de 1948 por resolución
del consejo 106 (VI) del Consejo Económico Social fue establecida la Comisión
Económica para América Latina (CEPAL)22.
A pesar de los programas de reconstrucción de la Europa Occidental, del protagonismo
de la economía y la política norteamericana, del descomunal esfuerzo de Alemania y
Japón por recomponer sus economías de buena parte de los países tercermundistas, el
mundo presencio la conformación de dos grandes bloques de poder económico y
político, que en el plano militar se concretaron en la OTAN y el Pacto de Varsovia.
Con el desmoronamiento de las economías de los países de la llamada ―Cortina de
Hierro‖, el derrumbamiento del Muro de Berlín y la apertura económica asumida por la
URSS, el unipolarismo del plantea sigue imponiéndose, en cabeza de los Estados
Unidos de América, postergando de esta manera los anhelos de la humanidad por
alcanzar verdaderos escenarios de paz con igualdad y justicia social.
20
Sunkel. Ob. cit, P. 76-77.
Ibídem. Página 77.
22
En su resolución de 1984/67 del 27 de julio de 1984, el consejo decidió que la comisión pasara a
llamarse Comisión económica para América Latina y el Caribe.
21
Esta circunstancia obligó a que en el seno de la ONU se retomara la discusión sobre la
posibilidad real de concretar un Nuevo orden Económico Mundial, que diera cuenta de
las desigualdades entre países y favoreciera el desarrollo y el progreso del conjunto de
la población del planeta. Fue en 1974 cuando se dio la aprobación de la declaración
sobre el establecimiento de un nuevo orden económico internacional23, que buscaba
―corregir las desigualdades y reparar las injusticias actuales, eliminar las disparidades
crecientes entre los países desarrollados y los países en desarrollo y garantizar a las
generaciones presentes y futuras un desarrollo económico y social que vaya
acelerándose, en la paz y la justicia.
Miguel Wionczek24, a principio de la década de los 80s, hizo un relato magistral de los
avances y retrocesos que a la fecha había alcanzado la discusión del Nuevo Orden
propuesto al interior de la ONU. Por tanto, al transcurrir casi tres décadas, se han
podido validar sus argumentos e interpretaciones a través del tiempo.
―Cinco años después de emprenderse oficialmente en las Naciones Unidas el dialogo
Norte- Sur sobre el Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), este dialogo- que
en efecto empezó mucho antes- ha llegado a una parálisis completa en todos sus asuntos
ya sean importantes o menos importantes. ¿Qué ha sucedido con la negociaciones de
NOEI? ¿Qué hay detrás de esta parálisis? ¿Existe alguna salida? Si el NOEI no ha
definido satisfactoriamente, las áreas amplias en que se necesita con urgencia una
revisión sustancial de las reglas tradicionales del juego político y económico
internacional si ha identificado, tanto en los documentos oficiales de la ONU como en
otros, los temas relacionados, tales como: el mercado internacional de materias primas y
artículos manufacturados; comercio internacional de tecnología; flujos internacionales
de capital público y privado; y el sistema monetario Internacional. A esta lista hay que
añadir el asunto del control internacional de los recursos naturales‖25.
Al decir de Wionczek, se daba la existencia de un número considerable de planes y
propuestas de política técnicamente competente en todos los campos mencionados que
23
Declaración sobre el Establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional. Naciones Unidas.
Asamblea General, sexto período extraordinario de sesiones, mayo de 1974, A/RES/3201 (S-VI).
24
Wionczek Miguel. Nuevo orden Económico Mundial Internacional. Acerca de las negociaciones de la
UNCTAD sobre el código internacional de conducta para la transferencia tecnológica. Para mayor
información véase la Ponencia presentada Por Wionczek en la reunión sobre progreso en el
establecimiento del NOEI, obstáculos y oportunidades. México 1978. Páginas 19-21.
25
Ibídem. Páginas 19-21.
reflejaban la filosofía general del NOEI. La mayor parte fueron elaborados, no por
radicales del Tercer Mundo, sino por expertos académicos de los países desarrollados
que actuaron a título personal como miembros de organizaciones internacionales. Dada
la oposición de los principales países avanzados de Occidente y la falta frecuente de
consenso entre los países menos desarrollados, ningunas de las iniciativas del NOEI ha
alcanzado la etapa de ejecución. Así por ejemplo, ―la propuesta de establecer el
Programa Integrado para productos con el fin de eliminar las fluctuaciones externas de
precios de las principales materias primas y asegurar así un grado de estabilidad en las
transacciones de exportación para los países menos desarrollados productores, nunca se
ha llevado a cabo; los empréstitos estatales no han arrancado y por el contrario ha sido
la banca privada la que financia el desarrollo de los países menos desarrollados,
aumentando cada vez más la deuda externa de los mismos; la cooperación regional de
tipo económico y tecnológico, en aras a la disminución de la brecha Norte Sur ha sido
mínima‖26
El orden económico internacional vigente ha sido gravemente debilitado y alterado por
hechos extraordinarios resultantes de la invasión de Estados Unidos a Irak con el
pretextó de sentirse amenazados por los ataques terroristas del 11 de septiembre. Lo
hicieron según la doctrina preventiva y por fuera del orden mundial. Acusaron Irak de
constituir un peligro terrorista contra las naciones del mundo. Desconocieron el
concepto pacifista del Consejo de Seguridad de la ONU y obrando por su propia cuenta.
Atacaron secundados por la Gran Bretaña, armados con las máquinas de destrucción
más avanzadas de la historia de la humanidad. En semanas arrasaron áreas esenciales
de las ciudades, produjeron numerosos heridos y muertos entre la población civil y
desencadenaron un gigantesco caos social. Debido este acontecimiento ―el valor del
sistema de la ONU ha sido puesto en tela de juicio, la legitimidad del Consejo de
Seguridad ha sido desafiada, y el funcionamiento de las instituciones multilaterales se
ha desgastado. La arrogancia de las grandes potencias ha debilitado dramáticamente el
derecho internacional y la legitimidad, y las posibilidades de combatir el terrorismo
global han disminuido en lugar de aumentar‖27.
26
27
Ibídem. Páginas 19-21.
Held, David. La globalización: peligros y respuestas. EL PAÍS Opinión - 04-07-2004. Página 4.
Por lo tanto ―Se requiere en consecuencia de una agenda que proponga una nueva
arquitectura financiera internacional y sea capaz de proteger otros bienes públicos tales
como la vigencia de los derechos humanos, el medio ambiente, la superación de la
pobreza y las desigualdades a través de instrumentos y reglas capaces de proteger los
esfuerzos de las economías más débiles. Ya es hora de pensar cuál es la carta social a
nivel mundial que queremos para reforzar la cohesión de las sociedades a, tal como se
han hecho los pactos sociales a nivel nacional a lo largo del siglo XX, pactos como los
que hicieron posible el éxito económico y el fortalecimiento de la democracia en la
Europa devastada por la Segunda Guerra. Por su parte, las fuerzas del mercado
descubren día cómo sus estrategias de crecimiento requieren de un ordenamiento
institucional basado en valores y de una cohesión social efectiva‖28.
Sin embargo, las naciones más ricas y más poderosas no están dedicadas a construir un
orden internacional que provea de alivio, esperanzas y oportunidades a las naciones
menos favorecidas aunque las fortunas económicas, políticas, sociales y ambientales de
todos los países están crecientemente entrelazadas.
Los países menos desarrollados tampoco han ayudado en muchos sentidos.
Privilegiando su soberanía individual, se las arreglaron para separar en el debate del
NOEI el asunto de la reforma internacional del nuevo orden domestico social y
económico. La espesa bruma que rodeo este tema en las Naciones Unidas afecto la
credibilidad de NOEI y limitó seriamente el apoyo potencial que hubiera podido recibir
en los países desarrollados. Por si fuera poco, el frente común de los países menos
desarrollados en las negociaciones se derrumbo gradualmente por dos factores
específicos aunque raramente mencionados: las grandes diferencias en tamaña y niveles
de desarrollo de los miembros del Grupo de los 7729, y el impacto creciente de la crisis
económica mundial sobre los países menos desarrollados a nivel individual.
28
Lagos, Ricardo. Latinoamérica, otra vez maltrecha. Página 3. Lecturas Dominicales. El Tiempo. Bogotá,
septiembre 1 de 2002.
29
El Grupo de los 77 (G-77) El 15 de junio de 1964 por setenta y siete países en desarrollo signatarios de
la “Declaración Conjunta de los setenta y siete países”, expedida al final del primer periodo de sesiones
de la conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio Y Desarrollo (UNCTAD) EN Ginebra). Aunque
En consecuencia, dado que los países adelantados han preferido siempre el pragmatismo
conservador y las relaciones especiales de tipo unilateral, los diálogos individuales entre
diferentes partes del Norte y del Sur reaparecieron en la escena internacional,
erosionando el apoyo al NOEI en casi todos los países menos desarrollados.
En un mundo en el cual los países industrializados de Occidente adoptan la actitud de
―salvarse el que pueda‖ seria esperara demasiado que el débil Sur actuase de otra forma.
Los conflictos y fricciones que se dan entre los mismos países en desarrollo, junto con
el fracaso de las reformas populistas y el desencanto por la falla de progreso en el frente
del NOEI, llevaron inevitablemente a un descenso en la capacidad de estos países para
negociar con los países avanzados en la ONU y en otras partes.
El NOEI señalo como su objetivo supremo la armonización de intereses a nivel nacional
e internacional entre las partes desarrolladas y subdesarrolladas de la economía mundial.
Objetivo que se espera alcanzar a través de negociaciones dentro de un contexto
dinámico de crecimiento económico, de desarrollo social, progreso tecnológico y
científico, y acomodo político. Desafortunadamente, no solo faltan las fuerzas del
crecimiento económico dinámico en el mundo occidental capitalista y en el
subdesarrollado Sur, que están perceptiblemente debilitadas en el Oriente socialista,
sino que cada vez es más difícil discernir los factores dinámicos del avance científico y
tecnológico. Todas estas razones obligaron a Wionczek
a expresar su escepticismo
frente al progreso de la humanidad y sentenciar que ni siquiera el siglo XX vivirá la
concreción del nuevo orden económico mundial.
1. Integración y libre comercio. En términos generales, se considera integración
(subregional, regional o mundial) como un proceso que transcurre a través de
diferentes fases, iniciándose con acuerdos de libre comercio o de creación de una
área o una zona que se beneficia con ciertas preferencias económicas por parte de
países o bloques más desarrollados ( por ejemplo, el sistema generalizado de
los miembros del G-77 ha aumentado a 130 países, el nombre original se mantiene debido a su
importancia histórica. (http://www.g77.org/doc/).
preferencias que los Estados Unidos de Norteamérica aplica a países
centroamericanos y caribeños que cumplen ciertos requisitos) y que puede culminar
en una unión política de conjunto con la unión económica, como se pretende que sea
en el caso de la Unión Europea.
Haciendo referencia al proceso integracionista que sostiene que ―básicamente las etapas
o fases del mencionado proceso son las siguientes; ordenadas de menos a más en
términos de ámbito e intensidad de la integración: 1. Áreas o zonas de preferencias
económicas; 2 Áreas o zonas de libre comercio; 3 Unión aduanera; 4 Mercado común; 5
Unión monetaria; 6 Unión económica y monetaria; 7 Unión política30.
Se define cada una de estas fases o etapas así:
―Áreas o zonas e referencias económicas: área o zona con preferencias comerciales
entre los países que la componen o preferencias que un país otorga a otro u otros del
área sin que la materia negociada
deba abarcar necesariamente lo sustancial del
comercio entre los países signatarios, como si se requiere para las zonas de libre
comercio.
―Zona de libre Comercio: dentro del grupo de países comprendidos en esa zona, el
comercio se efectúa con exención de derechos, pero cada miembro puede fijar sus
propios derechos para gravar las importaciones procedentes de países no miembros
(ejemplos, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la Zona de Libre
Comercio de la ASEAN).
―Unión Aduanera: todos los países miembros de una zona de libre comercio imponen
los mismos derechos de aduana a las importaciones procedentes de países no miembros
(ejemplo, la Unión Europea).
―Mercado Común: Etapa posterior a la Unión Aduanera, con libre circulación de
factores (trabajo y capital) y con reglas comunes al respecto.
―Unión Monetaria: Utilización de una moneda única o de una moneda de referencia
constituida sobre la base de la ―canasta‖ de las respectivas monedas nacionales, con un
30
Martínez, Daniel. El mundo del Trabajo en la Integración Económica y la Liberalización Comercial. Una
mirada desde los países americanos. Organización Internacional del Trabajo, Julio, 2003, pagina 6.
Banco Central y una política monetaria común. La Unión Monetaria constituye una
etapa posterior al establecimiento del Mercado Común.
―Unión Económica y Monetaria: Sobre la base de la Unión Aduanera y de la Unión
monetaria, establecimiento de una Política económica común o, cuando menos, de
ciertos compromisos comunes en materia de política económica (metas de inflación,
déficit fiscal, etc.).
―Unión Política: Unión de países con políticas medioambientales, sociales, laborales y
culturales comunes; instituciones supranacionales que regulan y ―administran‖ el
proceso de integración, política exterior común‖, etc.31.
En los últimos años, los acuerdos comerciales regionales (ACR) se han convertido en
un elemento muy destacado del sistema multilateral de comercio. El número de ACR no
ha dejado de aumentar desde principios de 1990. Si se tienen en cuenta los ACR que
están en vigor pero no han sido notificados, los que se han firmado pero todavía no
están en vigor, los que se están negociando y los que se encuentran en la fase de
propuesta, el número de ACR cuya aplicación esta prevista de aquí a 2010 asciende a
cerca de 400. De estos, los acuerdos de libre comercio (ALC) y los acuerdos de alcance
parcial representan más del 90 por ciento y las uniones aduaneras menos del 10 por
ciento32.
Se observa el desarrollo del proceso de integración en diferentes formas, siendo los
Tratados de libre comercio, los más utilizados para representar el interés de integración
mundial, en especial a partir de la Ronda de Uruguay33, sin embargo este auge en las
últimas décadas, no significa que los acuerdos comerciales sean necesariamente
recientes en el escenario económico mundial.
31
Martínez, Ob. Cit, P.5
http://www.wto.org/spanish/tratop_s/region_s.htm
33
Ronda de Uruguay. Reunión de países con el fin de negociar la política de aranceles y la liberalización
de mercados a nivel mundial. La Ronda de Uruguay es la 8ª en este sentido, instalada en punta del Este
en 1986.
32
La integración puede materializarse a través de varias formas, entendiendo que procesos
de integración como la Unión Europea, la CAN
o el MERCOSUR, además de
establecer una unidad comercial, a través de políticas productivas que coordinen y
articulen la producción de bienes específicos. Así mismo, en los procesos de integración
la dimensión política está presente en diversos aspectos, como los referentes a la
producción, la seguridad regional, la emigración y las inversiones que se deban realizar
para infraestructuras: estos temas no están necesariamente incluidos y negociados en los
tratados de libre comercio, en donde quizá, el tema reinante sea como se indico el
intercambio libre de bienes y servicios.
Puede entenderse a integración, no solo como un único proceso en el que hay varias
etapas o fases, de las cuales hacen parte los acuerdos de libre comercio, sino considerar
que al proceso de integración es distinto y separado de los Tratados de Libre Comercio.
Nada impide que los países económicamente más poderosos firme un acuerdo de libre
comercio con el país más pobre del mundo, aunque este tipo de asociación es mucho
más difícil cuando se trata de un acuerdo de integración con los objetivos y ambiciones
de por ejemplo los tratados firmante entre Colombia- Canadá y Colombia-USA. La
razón se fundamenta en la diversificación del nivel económico, político y social de cada
miembro, asimetría que impide avanzar en el mismo sentido y lograr la dinámica
económica.
1.2 ANTECEDENTES DE INTEGRACIÓN Y LIBRE COMERCIO EN
AMÉRICA LATINA.
En América Latina a partir de la creación del Consenso de Washington se han
producido áreas de libre comercio, inicialmente entre países que compartían un mismo
contexto económico, pero posteriormente se involucran países del Norte, situación que
coloca en discusión algunos temas tan relevantes como la autonomía nacional, el
respeto a los derechos humanos consagrados en convenios internacionales y la
posibilidad de creación de un nuevo orden económico internacional que promueva la
igualdad social y política entre las naciones del mundo.
Los tratados de libre comercio son instrumentos que han permitido la materialización de
la integración económica entre los países, convirtiéndose muchos de ellos en áreas de
libre comercio, ya que dan paso al libre tránsito de bienes y servicios, al propender por
el desmote de aranceles y otras medidas restrictivas propias de los mercados
proteccionistas.
Se dice que la Globalización34 inicia después de la Segunda Guerra Mundial, debido a la
necesidad de muchos países de fortalecerse a raíz de la devastación económica que deja
la guerra y en torno a la creación de organismos mundiales como el FMI (Fondo
Monetario Internacional) y BM Banco Mundial), sin embargo hay quienes afirman que
la globalización data del siglo XV, con la expansión de los pueblos cristianos europeos
y con la colonización española35.
América Latina fue la primera región no europea en ser parte del comercio mundial que
en el siglo XV existía, ya que fueron incorporados por la colonización como los
proveedores de bienes no abundantes en Europa, así como fueron vistos como una
oportunidad de ocupar un nuevo mercado, dadas las dificultades de penetrar los
mercados asiático36, siendo esta región latina la más afectada por los efectos de la
internacionalización.
34
Globalización. Es un proceso de intervención económica creciente, provocada por el aumento del
volumen y la variedad de las transacciones fronterizas de bienes y servicios, así como de capitales, al
tiempo de la difusión acelerada de la tecnología. Concepto del FMI.
35
Herrera Beethoven. Globalización. El proceso real y financiero. Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá 2005. Página 29.
36
Los países Asiaticos tenían un nivel de vida comparable con al de Europa, así mismo se presentaban
buenas relaciones entre ellos pero igualmente conflictos, que hacían menos atractivo este mercado.
Herrera Beethoven. Globalización. El proceso real y financiero. 2005.
En el siglo XIX, los países europeos se especializan en la producción de bienes,
teniendo en cuenta las ventajas comparativas37, se produjeron medidas proteccionistas
no absueltas, por cuanto si bien hubo restricciones a la libre circulación de bienes, no la
hubo frente a la movilidad de mano de obra de capitales, las cuales fueron en este
contexto económico producto de la necesidad de los países de asegurar sus mercados
internos y que a través
de la especialidad se pudiera exportar la producción no
consumida por la demanda interna. Sin embargo, esta movilidad de los mercados hacía
las exportaciones, tuvo su impulso gracias a la implementación de nuevas formas de
transporte, marítimo a vapor y ferrocarriles, que permitieron que la información fluyera
con más rapidez, modernizando las técnicas comerciales del momento.
La mano de obra se concentra entonces en los grandes centros urbanos que actuaban
como polo de desarrollo comercial, como fueron Alemania y Reino Unido, sin embargo,
esta concentración de trabajadores empieza a dispersarse con el acaecimiento de la
depresión económica de estos países hacía 1870 que desacelera el ritmo de la economía,
comienza el fenómeno de las migraciones de trabajadores a otros países, facilitado por
los nuevos medios de transporte. A parece en el escenario económico Estados Unidos,
ya no solo como una economía netamente agraria, sino además industrial, presionando a
Europa que llevaba el liderazgo, y trayendo consigo la reducción de precios de los
bienes producidos en el sector industrial.
Este desarrollo industrial aunado, a los avances educativos que se dieron en los siglos
anteriores a la creación de las universidades y el acceso a todas las personas de
información académica valiosa, fue creando una conciencia acerca de las nuevas
realidades, surgiendo toda una corriente de pensamiento social, que lideró la defensa de
los derechos y en especial el establecimiento de garantías a los trabajadores de las
grandes industrias. Es así como se lidera por Bismarck, la defensa de la seguridad
social, para proveer a los trabajadores de ciertos beneficios sociales que les mejoraran
las condiciones socio-económicas, debido a que la economía consideraba que al mejorar
37
Ventaja Comparativa. La que tiene un país sobre otro en la elaboración de un producto, por cuanto
éste se puede producir a un menor costo, en términos de otro bienes y en comparación con un costo en
otro país. Stiglitz, Joseph. Principios de microeconomía. Editorial Ariel s.a. Madrid, 1994. Página 717.
las condiciones de los asalariados, mejoraba así mismo todo el mercado, ya que una
población remunerada y satisfecha, se volcaría más fácilmente hacía el consumo de
bienes y servicios38.
Todo este nuevo enfoque social, generado en Europa en el siglo XX, dio lugar a una
conciencia nacional en todos los aspectos, favoreciendo la unificación en varios sentidos
entre otros: se fortaleció el uso de una sola moneda y la movilidad de trabajadores.
Con respecto a América Latina la globalización ha ejercido una gran influencia puesto
que ha recibido grandes impactos de la economía mundial. Esta región fue integrada a la
economía europea a través de la expansión de los pueblos europeos; pero esta
integración ocurrió por la apropiación de manera violenta por parte de los colonos
europeos de las riquezas mineras y agrícolas del continente. A medida que los diferentes
países de América se independizan continúan con su mercado interno entre sus regiones
y buscan y buscan el fortalecimiento del comercio exterior. Sin embargo, a finales del
siglo XIX, América Latina sufrió de nuevo profundos impactos de la economía
mundial. El desarrollo del ferrocarril y el de la navegación a vapor produjeron una
rebaja sustancial en los fletes terrestres y marítimos y ello facilito la incorporación de
esta región, sobre todo del cono sur, al comercio mundial. Se produjo entonces un auge
comercial con la incorporación de capitales extranjeros de gran escala, y con los grandes
flujos de inmigrantes.
En la segunda mitad del siglo XIX, los países de América Latina se incorporaron a la
economía mundial donde la tecnología solamente llegaba a los sectores destinados a la
exportación. La idea del libre comercio y a división internacional del trabajo se hizo
presente y América Latina no logro extender a la mayor parte de la población los
beneficios del desarrollo.
38
Herrera Beethoven. Globalización. El proceso real y financiero. Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá 2005.
Por lo tanto, a partir del momento en que se da la idea del libre comercio cada país
desea mejorar sus condiciones económicas internas para así desarrollar asociaciones con
otros países donde se dé un beneficio de ambos para el progreso de su nación y mejorar
en la tecnología aplicada a la producción. Es por esto que todavía se piensa en acuerdos
comerciales y se llevan a cabo para buscar el beneficio de los países.
Así pues, los acuerdos de integración económica en la región son actualmente: el
Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Comunidad de Naciones Andinas (CAN), el
Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y la Comunidad del Caribe y Mercado
Común (CARICOM).
El Mercosur fue establecido hace 20 años en América Latina del Sur (1991),
adhiriéndose a éste Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Más de 200 millones de
personas y un producto nacional bruto, estimado, en ese momento en mil millones de
dólares anuales, convirtió al Mercosur en el grupo más grande de integración económica
de América Latina y del hemisferio sur. Posteriormente, Bolivia y Chile suscribieron
acuerdos de asociación económica y comercial con el Mercosur.
Hasta 1997 los países del MERCOSUR lograron un alto crecimiento económico, basado
en gran medida en la inversión extranjera atraída por la privatización de empresas
públicas, así como un aceptable desempeño laboral, a excepción de Argentina. Sin
embargo, a partir de 1997, cuando se genere la crisis asiática, se inicia un proceso de
inestabilidad económica y social que culmina con la crisis argentina del 2002 y sus
negativos efectos en las economías de los demás socios del mercado común.
El MERCOSUR es el proceso que, en la región, más ha desarrollado las dimensiones
laborales y sociales de la integración, así como la incorporación de los actores sociales
en el proceso. Años atrás, una Subcomisión del entonces Subgrupo 11 examinó la
situación para lograr armonizar la fuerza laboral, la seguridad social, los salarios y el
empleo. La metodología adoptada por dicho Grupo fue seleccionar 21 Convenios de la
OIT y promover la ratificación de los miembros por parte de los cuatro países miembros
del MERCOSUR, para de esta forma crear una doctrina común. Por otro lado, los
trabajadores en los países del MERCOSUR propusieron una carta social, basada en los
modelos europeos, pero hasta el día de hoy, no ha sido aprobada por los gobiernos. En
julio de 1998, el Subgrupo 10 (que sustituyo, en la nueva estructura del MERCOSUR,
al subgrupo 11 antes mencionado) inicio un debate sobre un posible acuerdo laboral,
que incluye, en parte, los contenidos de la carta presentada por los trabajadores39.
En 1998 se aprobó la Declaración Socio Laboral del MERCOSUR, la que hace expreso
reconocimiento a la libertad sindical, la negociación colectiva, el derecho de huelga, la
eliminación del trabajo forzoso, la protección especial a los menores de edad, la
obligación de no discriminación e igualdad efectiva de derechos en el empleo y la
ocupación.
La comunidad Andina de Naciones (CAN), conformada por los países miembros:
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú; además de los países asociados: Chile, Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay, abarca una población total de 96,9 millones de habitantes,
contando con un producto interno bruto (PIB) 407,9 millones de dólares en el año
200840.
El sistema de Integración Centroamericana (SICA) se inicio con la creación de la
Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), mediante la Carta de San
Salvador, del 14 de octubre de 1951, así como una adopción de tratados bilaterales de
comercio y preferencias recíprocas.
Posteriormente, se suscribieron diversos convenios de naturaleza comercial41. De igual
manera se firmaron acuerdos de estabilidad democrática e instrumentos de integración
39
Martínez, Daniel. Una mirada desde los países Americanos. Ponencia presentada en el Centro de Turín
OIT. 2003. Página 15.
40
http://www.comunidadandina.org/quienes.htm.
41
Protocolo de Modificación al Código Aduanero Centroamericano (CAUCA II); Segundo Protocolo al
Convenio sobre Régimen Arancelario y Aduanero Centroamericano (Puntarenas, Costa Rica, 5 de
noviembre de 1994); Tercer Protocolo al Convenio sobre Régimen Arancelario y Aduanero
Centroamericano (San Pedro Sula, Honduras, 12 de diciembre de 1995); Declaración de Monteliminar II
(Nicaragua, 9 de mayo de 1996); Tratado de Libre Comercio Centroamericana- República Dominicana;
complementarios con el propósito de lograr un sistema regional de bienestar y justicia
económica y social para los pueblos centroamericanos.
La Comunidad del Caribe y el Mercado Común- CARICOM, abarca los siguientes
países caribeños: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominicana,
Granada, Guyana, Jamaica, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las
Granadinas, Suriname, y trinidad y Tobago.
Los logros más importantes en materia de desarrollo de la dimensión social y laboral del
proceso de integración han sido: el Acta de Libertades Civiles para la comunidad del
Caribe; La Declaración de Principios Laborales y de Relaciones Industriales; el
Acuerdo sobre Seguridad Social del CARICOM y la adopción de los principios
comunes para diseñar, adoptar e implementar un plan multi anual en aras de desarrollar
un Sistema de Información sobre el Mercado Laboral dentro de la subregión del Caribe.
1.3 ANALISIS DEL CAPITULO LABORAL DE LOS TLC SUSCRITOS EN
AMÉRICA LATINA.
El primer antecedente de inclusión de un capítulo laboral en los Tratados de libre
comercio se hizo en el Nafta y más específicamente a través del Acuerdo de
Cooperación Laboral del Nafta.
En el acuerdo paralelo laboral se crearon compromisos entre los países firmantes (E.U.,
México y Canadá), para la garantía de los derechos laborales de los trabajadores y con
el fin de controlar una situación generada a partir del acuerdo comercial, suscrito en
1992 y que consistió en el desplazamiento de personas buscando nuevas alternativas
laborales en los países del norte, por tanto, como una forma de que los países hicieran
algo con respecto a las migraciones, se propuso que el acuerdo laboral incorporara la
protección de algunos derechos laborales.
Protocolo al Tratado de Libre Comercio Centroamérica- República Dominicana (Santo Domingo, 16 de
abril de 1998).
El ACLAN
es firmado con anterioridad a la Declaración de los Derechos
Fundamentales del trabajo de la OIT, tal como se expresó en partes anteriores a este, es
por ello que el número de derechos que involucra es mayor y contiene derechos que no
fueron incluidos por la OIT, pero que son de gran importancia como: el salario mínimo
y el respeto por el derecho a la huelga. En consideración a ello, el compromiso del
capítulo laboral implicó el cumplimiento real de la legislación laboral de cada país, a
través de la implementación de mecanismos administrativos o judiciales de garantía y
eficacia de las normas de trabajo y no revestía la obligación para los países de no
modificar su legislación.
Por lo anterior se establecieron tres niveles de exigibilidad frente al compromiso del
capítulo así:
1. El primer nivel comprende los derechos laborales colectivos (principios 1, 2 y
3), que son objeto del compromiso y la protección más débil. Su violación
acarrea sólo la supervisión de las OAN y, a lo sumo, consultas entre los
Ministros de Trabajo de los tres países. L a infracción de estos derechos, por
tanto, no puede dar lugar a sanciones ni evaluaciones por parte de comités de
expertos independientes.
2. El segundo nivel incluye los derechos relacionados con el trabajo forzado, la
discriminación en el lugar de trabajo, igualdad de remuneración entre géneros,
compensación en caso de enfermedad o lesión, y la protección de los
trabajadores migrantes. En caso de violación de estos derechos, los mecanismo
previstos por el ACLAN son la supervisión de las OAN, consultas ministeriales
y la evaluación de un comité de expertos. Sin embargo, a los derechos incluidos
en este nivel no se aplican los mecanismos más exigentes del sistema en caso de
falta de cooperación del país transgresor, esto es, el arbitraje y la imposición de
sanciones.
3. Finalmente, en el tercer nivel se encuentran los principios relativos al trabajo
infantil, salario mínimo y seguridad industrial. A estos se aplican todos los
mecanismos de supervisión y sanción del tratado.
Estos niveles de exigencia para el cumplimiento del compromiso del capítulo laboral no
se han replicado en otros TLC, por cuanto solo en los tratados siguientes se han
establecido un grupo de derechos con un mismo grado de protección a fin de evitar que
un derecho quede por encima de otro.
En el acuerdo se creó la Oficina Administrativa Nacional OAN, con sede en cada país
firmante, ante quien el gobierno o los particulares pueden presentar las quejas frente a la
violación de los derechos del ACLAN, organismo que intenta primeramente un acuerdo
conciliatorio entre los involucrados, que si fracasa da lugar a la revisión de los
Ministerios del Trabajo de los tres países, que hacen las recomendaciones de forma
conjunta, las cuales en caso de no ser acogidas por el país infractor, implican que el caso
pase al Comité de Expertos, quien expide un reporte que incluye así mismo unas
recomendaciones no obligatorias. Hasta ahora ninguna queja presentada a las OAN, ha
pasado de la etapa de conciliación y casi en su totalidad terminan por rechazo de la
queja o con recomendaciones poco enérgicas para los países.
En última instancia el conflicto es resuelto por un panel arbitral, cuando los países no
pueden llegar a un acuerdo frente a las recomendaciones dadas y es éste quien impone
la sanción, consistente en una multa para el país infractor42, por valor que debe destinar
a la protección del derecho vulnerado y que dio origen a la investigación.
Se observa que el procedimiento establecido para la imposición de la sanción, es débil y
las sanciones económicas no son lo suficientemente fuerte para lograr desincentivar al
país de realizar prácticas que violen los derechos protegidos y el cumplimiento de las
obligaciones acordadas en el capítulo laboral, y no se involucra al sector económico que
genera la vulneración del derecho o a la empresa, cuyas practicas están ocasionado la
vulneración de los derechos del trabajo, por cuanto el Estado responde, dando lugar a
que se produzca riesgo moral, ya quue muchos sectores de la economía de un país más
proclives a violar los derechos laborales, tanto individuales como colectivos,
experimentarán que la responsabilidad y la sanción es para el país, y no para corregir
sus malas prácticas en ell cumplimiento de las obligaciones laborales.
Otros acuerdos comerciales suscritos con posterioridad al ACLAN, son los firmados por
Canadá y Chile, y Canadá y Costa Rica, los cuales datan de 1997 y 2001
42
García Cuenca, Gustavo. Estudio del acuerdo laboral con Estados Unidos y Canadá paralelo al TLC.
Septiembre 2005. Página 22.
respectivamente, en ambos acuerdos se siguió la pauta marcada por el acuerdo paralelo
al NAFTA y se estableció un capítulo laboral con el fin de evitar el dumping social a
través del cumplimiento de los derechos fundamentales de la OIT. El ALC de Canadá y
Chile, estableció un listado de derechos a proteger y que hacían parte de la legislación
interna de los países tales como: tiempo de trabajo, salario mínimo, seguridad social en
el trabajo, reglas para la promoción del empleo y de los migrantes, así como la
elaboración de un procedimiento para tramitar quejas relacionadas con la vulneración de
los compromisos laborales negociados en el ACLAN. Sobre estos acuerdos en
particular no se vio un aporte o cambio frente al modelo mexicano43.
Posteriormente y con una propuesta de cambio frente al ACLAN, se negocia el TLC de
EE.UU. y Chile, QUE INCLUYE EL Capitulo Laboral no como un acuerdo paralelo,
como han sido las experiencias anotadas, sino como un capítulo más de lo negociado en
el acuerdo
comercial, en el cual las partes firmantes establecen como principal
compromiso la aplicación del derecho nacional,, según el cual una parte de dejará de
aplicar su legislación a través de un curso de su acción o inacción sostenido o
recurrente, de una manera que afecte el comercio entre las partes, adicionalmente
establecen el compromiso de respetar los derechos fundamentales del trabajo
reconocidos por la OIT.
Con respecto al grupo de derechos contemplados en el Capítulo se encuentra un listado
menor que el acordado en el ACLAN, pero incluye como novedad la garantía del
derecho de no discriminación, que no hizo parte en el acuerdo con México y que
constituye uno de los derechos fundamentales internacionales de trabajo. Quizas su no
inclusión en el ACLAN se debió a las consideraciones que se hicieron en líneas
anteriores, con respecto a la fecha de ratificación de éste acuerdo había sido anterior a la
declaración de principios y derechos fundamentales del trabajo de la OIT, a los que hoy
hacen referencias los acuerdos comerciales posteriores a 1998. Los derechos laborales
del TLC Chile-EE.UU. son: libertad sindical, negociación colectiva, trabajo forzoso,
trabajo infantil, condiciones de trabajo aceptables, equidad en el pago por género,
43
Doumbia Cleopatra- Gravel Eric. Acuerdos de libre comercio y derechos laborales. Evolución reciente,
en revista Internacional de Trabajo de la OIT. Vol.125, edición N° 3 2006 Ginebra. Página 215-216.
protección a migrantes, seguridad y salud ocupacional en el trabajo y por supuesto el
derecho de no discriminación.
Como organismos para el tema laboral se crea en Consejo Chile-EE.UU., encargado de
vigilar el cumplimiento del capítulo laboral y por medio de él se establece un sistema de
consultas y el Órgano de Cooperación continua, con el fin de impulsar y desarrollar
alternativas para el respeto de los derechos fundamentales de la OIT.
Se observa un retroceso con respecto a los sujetos activos de las quejas por violación de
los compromisos adquiridos con el capítulo laboral, por cuanto en este acuerdo se
estableció que los gobiernos son los únicos legitimados para proponer las quejas y
suscitar las investigaciones a los países infractores, considerándose una situación
desventajosa la exclusión de la sociedad civil en las denuncias de violaciones de
derechos laborales, por no existir un tercero que pueda cuestionar a los dos países
socios, como si es posible en el ACLAN.
Las controversias laborales serán decididas por el mismo panel arbitral que se
estableció, para las controversias de carácter comercial, alterándose el principio de
especificidad que se tenía en el NAFTA, cuya denominación coincide con la estabilidad
en dicho acuerdo paralelo, pero de conformación distinta44.
Es importante señalar que la resolución de las controversias de carácter laboral, pueden
ser objeto de estudio en el control constitucional de la ley que ratifica un tratado de libre
comercio, si la constitución de tribunales internacionales para la solución de
controversias surgidas entre los socios del mismo, y en el caso particular en la solución
de conflictos por violar las obligaciones laborales, es constitucional o no, en atención a
que la norma superior permita el fuero por atracción o por el contario establezca que
―nadie puede ser sustraído del Juez competente‖.
44
García Cuenca, Gustavo. Estudio del acuerdo laboral con Estados Unidos y Canadá paralelo al TLC.
Septiembre 2005
Por lo tanto el Tribunal comercial Internacional estaría en la capacidad de decidir si las
diferencias creadas entre los socios comerciales incluye un incumplimiento del acuerdo
o una violación del capítulo laboral, por parte de alguno de los miembros; si resulta que
se cometió alguna falta, el tribunal tiene toda la facultad para sancionar al país que
incumplió el acuerdo laboral. Si el Tribunal comercial no se considera un juez
competente en virtud el fuero por atracción para dirimir las controversias que se
susciten de la violación o el no cumplimiento de los compromisos, de debería establecer
en el acuerdo comercial un juez competente para resolverlos, como en el caso ChileEE.UU., que prevé el fuero por atracción al determinar que las controversias de asuntos
laborales sean conocidas por los jueces o tribunales comerciales. Considerando que la
atracción que hace el tribunal competente en materia comercial, sería eficiente, por
cuanto no genera la creación de otros organismos y no separa o dispersa los dos
asuntos.
No reviste mayor diferencia las sanciones económicas del Nafta, denominadas multas,
con la contemplada en los acuerdos de los demás tratados, llamadas contribuciones.
En particular el criterio referido al nivel de cumplimiento que podría esperarse del
infractor, sumado a la no participación de la sociedad civil en las quejas y a que solo
pueden ser promovidas por los gobiernos de los países firmantes, hace que tanto las
investigaciones como las posibles sanciones derivadas de ella, sean teóricas y no
reflejen un verdadero compromiso de salvaguarda de los derechos laborales y el logro
del objetivo del capítulo laboral.
En cuanto al tratado de libre comercio entre EE.UU. y
Centroamérica, también
conocido como CAFTA (RD), el cual entro en vigencia inicialmente en Salvador, y en
el que participaron: Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua, y que
hace parte de los acuerdos comerciales de la clasificación que se ha dado de países del
Norte y del Sur, también fue acordado un capítulo laboral, en condiciones similares a
los precedentes.
El compromiso principal del capítulo laboral consiste en la modificación de la
legislación laboral interna de los países firmantes, así como el respeto y la garantía de
protección de los derechos fundamentales de la OIT, obligación muy parecida a la
contraída en el acuerdo comercial de Estados Unidos y Chile. Respecto a lo que el Cafta
RD se entiende como legislación interna, se hace referencia a las leyes‖ que guardan
una relación directa con los derechos laborales internacionalmente reconocidos.
Como organismos proponen la creación de un Consejero de Cooperación Laboral y el
Comité Nacional de Trabajo, que apoyaran todo el trabajo de supervisión y vigilancia
junto con el Ministerio de Trabajo. De igual forma se establece un procedimiento para
el trámite de consultas laborales cooperativas, en el cual existe la posibilidad de que los
países realicen conciliaciones para la solución de las controversias de orden laboral, así
como está establecido en el Nafta, antes de llegar a la imposición de la contribución
monetaria o sanción económica impuesta por un grupo de árbitros.
Aun cuando de rescatan aspectos del procedimiento que garantizan el debido proceso e
involucran la conciliación como forma alternativa y pacifica de solución de
controversias, la imposición de sanciones de tipo económico y la conformación de un
grupo arbitral, el cual permite la participación de personas de todos los sectores expertos
o no en el tema laboral, aspecto diferenciador y favorable de este acuerdo; se observa
que no está prevista la participación de la sociedad civil en la presentación de quejas,
siendo ilusorio el procedimiento y las sanciones previstas para los países infractores de
los compromisos del capítulo laboral , por cuanto los gobiernos como sujetos activos
legítimos para iniciarlas, evitarían denunciarse entre sí, para no ser posteriormente
involucrados no solo en quejas sobre violaciones similares, sino obligados a demostrar
que si cumplen con los compromisos, que son objeto de quejas.
Los tratados de libre comercio con Centroamérica y con Colombia, han revestidos
mayores dificultades para lograra su ratificación y puesta en ejecución, en atención a
que estos países del sur tienen una característica similar en lo referente a las reiteradas
violaciones de los derechos laborales no solo individuales
sino colectivos, las
denuncias hechas en forma permanente frente al hecho de muertes a sindicalistas, el
trabajo infantil y forzoso, que en otras, han sido el motivo de discusión y estancamiento
de estos acuerdos, para lo cual, los países involucrados han suscrito compromisos para
proteger los derechos laborales amenazados y han aunado esfuerzos en mejorar las
condiciones de trabajo de esos países.
Todo lo anterior induce a reflexionar sobre el impacto económico de la cláusula, en el
sentido de determinar que los compromisos no aparecen en forma imperativa en el
acuerdo, más aún cuando lo derechos por ella protegidos sólo cubren los derechos
fundamentales del trabajo definidos por la OIT; los procedimientos para las
investigaciones y sanciones no son expeditos, la solución de un conflicto de violación
de derechos o compromisos laborales son dilatorios, adicionalmente las sanciones
contempladas por incumplimiento son multas, que pueden no ser sufrientemente
persuasivas para evitar violentar la cláusula, si el beneficio obtenido con esta consta
conducta, es decir la ventaja comercial, es superior a la sanción misma, además, no
existen sanciones comerciales, las cuales no deberían ir a sancionar al país en general,
afectando con ellos sectores vulnerables.
Con respecto a los organismos que se crean en cada uno de los acuerdos, no les fue
asignada una competencia jurisdiccional, ya que solo se les atribuyen las obligaciones
de vigilancia, garantía y protección de los compromisos adquiridos en el capitulo
laboral, llegando su competencia hasta la expedición de informes y consideraciones
entre los Ministros de Trabajo de los países involucrados.
2. CAPÌTULO II: TRATADOS DE LIBRE COMERCIO DE CANADÁ Y U.SA.
CON COLOMBIA Y SU INCIDENCIA EN EL DERECHO LABORAL.
2.1 Los Derechos Fundamentales en el marco de los tratados de libre comercio
firmados por Colombia entre Canadá Y U.S.A.
Colombia firmo tratados de libre comercio que esencialmente consiste en una apertura
de los enmarcados nacionales para los países firmantes de los correspondientes tratados
y que a la postre no son más que el complemento de las políticas neoliberales de política
de la Década del 80 de volver nuevamente al viejo estado del Lasser Faser en la cual el
Estado no tiene mayor control sobre el mercado, ahora bien, los efectos que ha
producido las teorías económicas neoliberales en el mundo del trabajo hay una
coincidencia que han sido negativos, produciendo desempleo, desregulación laboral y
pérdida total de la dignidad del ser humano hasta convertir el trabajo en una mercancía
más del mercado. Estos efectos que se profundizan en la década del 90 producen que en
1998 la OIT en su octogésima sexta reunión, en Ginebra del 18 de Junio aprueba la
Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y
su seguimiento45 que se ha convertido en un instrumento obligatorio para todos los
miembros de la OIT que hayan o no ratificado los convenios fundamentales, es decir el
convenio relativo a Libertad sindical y negociación colectiva (No. 87 y 98), la
Eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio (Convenio No. 29 y
105), la abolición del trabajo infantil (Convenio No. 138 y 182) y la Eliminación de
discriminación en materia de empleo y desocupación (Convenio 100 y 111).
A principios de los noventa, la necesidad de crear una plataforma social mínima para el
desarrollo del comercio – que asegure algunos medios de protección contra el «dumping
social» - ha llevado inevitablemente a la firma de un número creciente de acuerdos de
libre comercio (ALC) que incluyen una vertiente laboral, ya sea en el articulado mismo
o en un acuerdo complementario. Habitualmente, las cláusulas laborales no se limitan a
enumerar los compromisos mínimos en cuanto a la protección de los derechos humanos
45
Organización Internacional del Trabajo. Declaración de la OIT relativa a los Principios y Derechos
a
Fundamentales
en
el
Trabajo.
86
reunión
Ginebra,
junio
de
1998.
http://www.ilo.org/public/spanish/standards/relm/ilc/ilc86/com-dtxt.htm
en el ámbito del trabajo y a específicas normas internacionales adoptadas por la OIT,
sino que prevén también sistemas para la resolución de conflictos, medios de
financiación y de cooperación laboral, y sanciones pecuniarias. De hecho, son cada vez
más numerosos los acuerdos bilaterales de cooperación comercial – como los suscritos
por el Canadá, los Estados Unidos y la Unión Europea – que contienen disposiciones
sociales y laborales de esta índole46.
Igualmente, la OMC se pronunció sobre la necesidad que los tratados de libre comercio
se establecieran clausulas sociales que contengan la necesidad de la obligatoriedad de
aplicación de los principios de la OIT.
Los principios y derechos fundamentales en el trabajo se han convertido por consenso
para la comunidad internacional en la base social de la economía mundializada, muestra
de ello es la existencia de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos
fundamentales en el trabajo y por la que todos los Estados Miembros de la Organización
adquieren un compromiso de respetarla y promoverla. A pesar de su novedad, y de su
corta andadura, la Declaración empieza a ser un instrumento debatido, difundido y
comentado no sólo por los mandantes de la organización, sino también para la sociedad
civil para el desarrollo social de las relaciones internacionales y en general como
sustento a una nueva arquitectura de gobernanza de la globalización. Pobreza,
desempleo, costos laborales son temas fundamentales en discusión que se convierten en
el centro de atención del desarrollo económico entremezclándose con la idea de justicia
social y respeto a mínimos indisponibles en un marco de crecimiento económico.
Hablar de Derechos fundamentales, como un conjunto de principios básicos,
interdependientes y necesarios es hablar de trabajo decente donde la idea de la
Declaración (como instrumento de aplicación necesaria) como base de justicia
distributiva y de igualdad. En este contexto de justicia, adquiere relevancia singular el
concepto de derechos humanos o fundamentales como expresión ―jurídica‖ de los
46
http://www.ilo.org/global/standards/information-resources-and-publications/free-trade-agreementsand-labour-rights/lang--es/index.htm
valores esenciales de la comunidad. En efecto, todo ser humano tiene derecho a un
mínimo respeto debido al individuo como tal que supone la existencia de límites
morales a cualquier acción externa. Toda persona tiene derecho a ejercer su libertad sin
que se le interfiera y sin que él interfiera en otros individuos. Se trata en fin, de un
derecho igual para todos y que nace de la propia naturaleza del individuo en la sociedad.
Ser tratado de forma igual es un indicador de justicia y por ello ser tratado de forma
justa, supone ser considerado de forma equitativa y leal.
El carácter de derecho humano fundamental de la máxima expresión de las relaciones
colectivas (la negociación colectiva a través de la organización sindical), refleja la
importancia en la sociedad del derecho del trabajo en su vertiente más original. De
hecho en la mayor parte de las constituciones modernas, el derecho a la libertad sindical
y a negociar colectivamente aparece junto al derecho a la vida, a la propiedad o a la
libertad de domicilio. En efecto, este reconocimiento al más alto nivel del derecho
colectivo del trabajo implica en si la importancia central de la acción colectiva laboral
para conseguir los fines básicos del ser humano y por ende de la sociedad. Se trata, en
fin, de alcanzar la justicia social y ello no sólo a través de instituciones comunes del
derecho (ley, contrato, etc.), sino a través de formas sui generis que por ser expresión
máxima de la voluntad común, adquieren un rango singular que les dota de carácter, no
sólo normativo y vinculante, sino también de derecho fundamental. El trabajo y sus
manifestaciones más concretas también se reconocen como fundamentales en la mayor
parte de los textos constitucionales, aunque con carácter diferente según el elemento
protegido. Así el derecho al trabajo, la no-discriminación (igualdad en el ámbito
laboral), y la prohibición del trabajo forzoso aparecen generalmente junto a los demás
derechos fundamentales, vinculando y obligando en su cumplimiento directamente a los
poderes públicos, es decir permitiendo al ciudadano ejercerlo directamente incluso sino
está desarrollado por una ley ordinaria, mientras que otros derechos como el salario
mínimo, la jornada, la seguridad social, etc., son reconocidos, en ocasiones, con
marcado contenido programático y por tanto no son de aplicación directa, es decir sólo
son reivindicables por la vías de acción que les permite la legislación ordinaria, lo que
obliga a parte de su reconocimiento constitucional a un desarrollo específico.
En este ámbito, el Estado Social concilia los valores de seguridad y libertad, dotándole
así de legitimidad. En efecto el estado presta servicios públicos asegurando a los
ciudadanos el acceso a los servicios fundamentales y permitiendo, a la vez que
acrecienta sus derechos individuales, incrementar su solidaridad. Al mismo tiempo el
Estado providencia establece las reglas del empleo, bien ejerciendo una tutela directa
sobre la relación laboral, bien facilitando el desarrollo de la autonomía colectiva,
protegiendo así al trabajador de posibles riesgos que afecten su capacidad de ganancia.
El estado es hoy el garante de la protección social, aunque reconoce sus límites
buscando expresar la diversidad de los intereses que son comunes a la sociedad,
asociando a los representantes de esos intereses en la elaboración de sus normas, o bien
dejándoles definir en su ámbito lo que ellos conciben como bien común.
Así se comprueba que, el estado no parece capaz en la práctica de afrontar sólo las
desigualdades e injusticias de la exclusión social (en el fondo utilizando el mismo
argumento ya manejado por Beveridge). En este sentido los estados no tienen el
monopolio de la definición del interés general, y deben acoplarse a las instancias
regionales que el mundo plantea y de otra parte a los actores sociales, que a título
diferente, tienen el derecho ‖de construir el derecho‖. Es decir el estado deberá ser
considerado el garante del interés general, pero no será el único en definirlo.
Los derechos fundamentales en el trabajo son, como se ha venido mencionando, la
expresión de la libertad del individuo en el ejercicio de su actividad productiva y
profesional. Son instrumentos básicos que garantizan algunos aspectos centrales de su
desarrollo en una faceta esencial de su vida, aquélla que le permite ejercer sus
capacidades en tanto que ser útil en la comunidad y recibir por ello un fruto económico
El importante aumento experimentado en las últimas décadas por las exportaciones de
manufacturas industriales por parte de algunas economías subdesarrolladas ha suscitado
inquietud en las economías más avanzadas. Esa inquietud está motivada tanto por
cuestiones éticas como, sobre todo, por razones de tipo económico. Desde un punto de
vista ético, la preocupación fundamental es la posibilidad de que esas exportaciones
basen su gran dinamismo y su acentuada competitividad en unos costes
excepcionalmente bajos, fundamentados en la falta de respeto de los derechos más
elementales de los trabajadores. Desde una perspectiva económica, lo que causa temor a
los países más ricos es que sus empresas resulten perjudicadas al no poder competir en
igualdad de condiciones con las que están instaladas o subcontratan la fabricación de
sus artículos en economías que no respetan siquiera unos estándares laborales mínimos.
2.2 Tratado de Libre Comercio firmados por Colombia con Canadá y Estados
Unidos, las cláusulas de los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
Colombia-Canadá
―El Acuerdo de Promoción Comercial entre la República de Colombia y Canadá, sus
cartas adjuntas y sus entendimientos fueron suscritos en Lima, Perú, el 21 de noviembre
de 2008, y ―el canje de notas que corrige el acuerdo de libre comercio entre Colombia y
Canadá‖ el 18 y 20 de febrero de 2010. El acuerdo fue aprobado mediante la Ley 1363
del 9 de diciembre de 2009 por el Congreso colombiano‖ 47.
El texto del presente acuerdo en su capítulo dieciséis en materia laboral contiene lo
siguiente:
“Artículo 1601: Afirmaciones. Las Partes afirman sus obligaciones
como miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y
sus compromisos asumidos en la Declaración de la OIT sobre
Principios y Derechos Fundamentales del Trabajo (1998) y su
Seguimiento, así como su respeto continuo de las Constituciones y las
leyes de cada una.
Artículo 1602: Las partes reconocen que es inapropiado estimular el
comercio o la inversión a través del debilitamiento o la reducción de las
protecciones establecidas en sus leyes laborales o nacionales
Artículo 1603: Objetivos
47
https://www.mincomercio.gov.co/tlc/publicaciones.php?id=16157
Las
Partes
desean
profundizar
sus
respectivos
compromisos
internacionales, fortalecer su cooperación laboral, y en particular:
(a) mejorar las condiciones de trabajo y los niveles de vida en el
territorio de cada Parte;
(b) promover sus compromisos con los principios y derechos laborales
internacionalmente reconocidos;
(c) promover el cumplimiento y una efectiva aplicación de la respectiva
legislación laboral de cada Parte;
(d) promover el diálogo social en asuntos laborales entre trabajadores y
empleadores y sus respectivas organizaciones y gobiernos;
(e) desarrollar actividades de cooperación relacionadas con asuntos
laborales sobre la base del beneficio mutuo;
(f) fortalecer la capacidad de los ministerios responsables de los asuntos
laborales y de otras instituciones responsables de administrar y aplicar la
legislación laboral en los territorios de cada Parte; y
(g) fomentar un intercambio abierto y completo de información entre las
Partes en relación con su legislación laboral, su aplicación y las
instituciones en los territorios de cada Parte‖48.
Igualmente, como anexo al tratado, se firmo el acuerdo de cooperación laboral entre
Canadá y la República de Colombia. En dicho acuerdo se remite a la reafirmación de la
obligación de ambos países de cumplir la Declaración de la OIT relativa a los principios
y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento (1998)
Colombia- Estados Unidos49
―El Acuerdo de Promoción Comercial entre Colombia y los Estados Unidos de
América, sus cartas adjuntas y sus entendimientos fueron suscritos en
Washington, el 22 de noviembre de 2006. El proceso de incorporación a la
legislación interna colombiana se surtió mediante la aprobación de la Ley 1143
2007 por el Congreso colombiano, y se complementó mediante Sentencia C750/08 de la Corte Constitucional mediante la cual el Acuerdo y la citada ley se
48
49
Ibíd.
http://www.tlc.gov.co/publicaciones.php?id=14853
encontraron acordes al ordenamiento constitucional del país. Con igual suerte
corrió el ―Protocolo Modificatorio‖ del Acuerdo, firmado en Washington el 28 de
junio de 2007, y aprobado mediante Ley 1166 de 2007, cuya exequibilidad fue
declarada en Sentencia C-751/08.
El capítulo de Asuntos laborales del TLC tanto Estados Unidos como Colombia se
comprometen a cumplir su propia legislación laboral y a respetar los derechos
fundamentales de los trabajadores50, internacionalmente reconocidos mediante los
acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los derechos
fundamentales a que se hace referencia son el derecho de asociación; el derecho
de organizarse y negociar colectivamente; la prohibición del uso de cualquier
forma de trabajo forzoso u obligatorio; una edad mínima para el empleo de niños,
y la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil; y
condiciones aceptables de trabajo respecto a salarios mínimos, horas de trabajo y
seguridad y salud ocupacional, este dispone:
“Artículo 17.2: Derechos laborales fundamentales.
1. Cada Parte adoptará y mantendrá en sus leyes y reglamentos, y su
correspondiente práctica, los siguientes derechos, tal como se
establecen en la Declaración de la OIT relativa a los Principios y
Derechos Fundamentales en el Trabajo y su Seguimiento (1998)
(Declaración de la OIT):
(a) La libertad de asociación;
(b) El reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva;
(c) La eliminación de toda forma de trabajo forzoso u obligatorio;
(d) La abolición efectiva del trabajo infantil y, para fines de este
Acuerdo, la prohibición de las peores formas de trabajo infantil; y
(e) La eliminación de la discriminación con respecto a empleo y
ocupación.
2. Ninguna de las Partes dejará de aplicar o de otra forma dejará sin
efecto, ni ofrecerá dejar de aplicar o de otra forma dejar sin efecto,
sus leyes o reglamentos que implementan el párrafo 1 de manera que
50
CABRERA GALVIS, Mauricio. El 2012. La puesta en marcha del TLC con Estados Unidos. En:
http://www.razonpublica.com/index.php/econom-y-sociedad-temas-29/2650-especial-qel-2012q-lapuesta-en-marcha-del-tlc-con-estados-unidos.html
afecte el comercio o la inversión entre las Partes, donde dejar de
aplicar o de otra forma dejar sin efecto dichos instrumentos sería
inconsistente con un derecho fundamental estipulado en dicho
párrafo‖51.
El Protocolo Modificatorio al Acuerdo de Promoción Comercial Colombia –
Estados Unidos‖ en relación con el ámbito laboral señala:
A. El artículo 17.1 se modificará y leerá de la siguiente
manera:
―Las Partes reafirman sus obligaciones como miembros de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT)‖.
B. Después del artículo 17.1, insertar un nuevo artículo según
se indica a continuación y modificar la numeración de los
restantes artículos y notas al pie de página y referencias a los
artículos según corresponda”.
2.3 Los derechos fundamentales en el trabajo: el mínimo común denominador de
cara a la globalización.
El Estado social moderno se basa en la igualdad de trato de los ciudadanos en todos los
ámbitos, principio que se refuerza como necesario al situarlo fuera de una óptica
nacional, en un contexto de mundialización. En efecto, en el ámbito laboral la igualdad
de trato de los trabajadores es la base esencial para evitar prácticas desleales
internacionales en relación con el comercio internacional y garantizar un mínimo básico
de condiciones de trabajo que permitan el desarrollo de la persona a través del ejercicio
de una actividad productiva y en un contexto de justicia social general.
La propia Constitución de la OIT establece que ―si cualquier nación no adoptare un
régimen de trabajo realmente humano, esta omisión constituiría un obstáculo a los
esfuerzos de otras naciones que deseen mejorar la suerte de los trabajadores en sus
propios países‖, consideración que fundamenta desde 1919 la idea de lealtad común y
51
Ibíd.
solidaridad universal y que se traduce en el propio texto constitucional en la existencia
de umbral mínimo de condiciones de trabajo.
De acuerdo a este texto (y a otras Declaraciones Universales, así como al derecho
positivo nacional en casi todos los países) parece necesario y ineludible la existencia de
una serie de principios y derechos fundamentales que, con el fin de garantizar
condiciones de trabajo iguales, reflejen este mínimo común denominador, es decir una
serie de valores mínimos acogidos por el acervo común que son aplicables y exigibles,
en conformidad con el derecho positivo nacional, con independencia de nivel de
desarrollo del país. Esta necesidad general implica la idea de armonización del
reconocimiento (al mismo nivel) de dichos principios de forma que se conviertan en
derechos ―mundializados‖.
El cumplimiento de los derechos fundamentales es, en este contexto, un factor de
desarrollo ya que
proporcionan condiciones favorables para una mayor eficiencia
económica y una mejor distribución de los ingresos, fomentando una relación reciproca
de eficiencia –cumplimiento. En esta óptica el concepto desarrollo debe ser entendido
en un sentido amplio y no limitado a un análisis económico estricto.
Los derechos fundamentales tienen por tanto, una función económica que va más allá de
la función central de alcanzar la justicia y la equidad en el lugar de trabajo y que
permite obtener el mayor provecho en calidad y productividad de la mano de obra.
Utilizar el potencial productivo de un trabajador no es una cuestión de esfuerzo o
destajo, ya que en un sistema de producción caracterizado por la división de tareas, la
productividad depende de la existencia de relaciones laborales cooperativas y de
interrelaciones adecuadas entre empresa y trabajadores, así como del grado de seguridad
de cada trabajador individual sobre su empleo y su carrera.
Si bien se ha venido demostrando la existencia de ventajas, la presencia en las
normativas de los derechos fundaméntelas no es la panacea para solventar todos lo
problemas laborales. Sin aplicación tienen un valor limitado y muy ―literario‖ aunque
sean una referencia ineludible. De hecho un estado que carece de recursos para
promover el cumplimiento y el respeto a los derechos, por ejemplo promoviendo
programas y políticas de educación para evitar le trabajo infantil, no será efectivo en la
búsqueda de soluciones y provocará un desequilibrio en relación con los otros estados.
En resumen, los derechos fundamentales tienen un sustento mundial moral y
económico, basado tanto en la justicia social, como en el hecho de que permiten evitar
la competitividad destructiva y facilitar una gobernabilidad de un mundo globalizado.
En este sentido cumplir los derechos es un hecho completo que todos deben emprender
y garantizar. No se puede aducir la existencia de factores culturales (es típica esta
justificación con relación al trabajo infantil) u otros argumentos para desbaratar su
pertinencia. La necesidad de un cumplimiento de los derechos es real y la flexibilidad
para realizarlo sólo es posible con relación al modo de adaptarse a las necesidades y de
cumplir con el objetivo final.
El objetivo final es por tanto la existencia de una coordinación efectiva de las políticas
sociales y económicas de los distintos países que permitan mejorar y aumentar el
empleo sobre la base de la justicia social y ello sólo es posible sobre la existencia de una
serie de derechos mínimos.
Estos derechos deben ser universales y de ahí el valor de los instrumentos de la OIT ya
sea la declaración o las normas internacionales fundamentales. Se trata así de derechos
que evitan la competitividad destructiva, que nacen de la solidaridad y que permiten
adaptarse en un contexto de equidad a las necesidades de cada país. Universalidad no
implica que exista en todos los países el mismo nivel de descentralización de las
relaciones laborales o la negociación colectiva, sino que el derecho a negociar sea
garantizado sin trabas y que se desarrolle conforme a las necesidades de los actores
sociales52.
52
Humblet, M. y Zarka-Martres, M. 2001. La política normativa de la OIT (Ginebra, OIT).
Ahora bien, establecer esta distinción, y relacionarla con el desarrollo democrático,
implica que existe una relación entre democracia, empresas y negocios.
En los países más desarrollados, existen muchas empresas y relativamente muchos
menos negocios, y existe, por tanto, una verdadera cultura empresarial, gestada durante
muchos años de desarrollo económico en un contexto de desarrollo del régimen
democrático. En esos países no es extraño, por tanto, que el respeto de los derechos
fundamentales en el trabajo y de los derechos humanos en general, se constituyan en el
cimiento de la propia democracia y, por tanto, hayan sido incorporados a la cultura de
organizaciones que, como las empresas, han nacido o crecido en un ambiente
democrático; países en los que además, a nadie sorprende que el estado cree las
instituciones que se consideran necesarias para supervisar la efectiva aplicación de las
normas relativas a esos derechos y para sancionar a los infractores.
En los países de menor desarrollo relativo, muy en especial en aquellos con regímenes
autoritarios o con regímenes democráticos incipientes después de años de dictadura
política efectiva, las empresas son escasas y los negocios abundantes. No se trata, como
es obvio, de un injustificado juicio de valor por nuestra parte. Este predominio de los
negocios, en el sentido que aquí se le ha dado, es en cierta medida explicable. En países
con mercados pequeños e inestables, sin (o limitada) seguridad jurídica, instituciones
débiles, corrupción y caciquismo político, hacer empresa es muy difícil, y generar una
cultura empresarial es, al menos en el corto plazo, casi imposible. En estas condiciones
lo que medran son los negocios. Inversión de riesgo para atender pequeños segmentos
del mercado y procurando recuperar la inversión efectuada lo más pronto posible y, una
vez logrado, estirar la existencia del negocio hasta donde sea posible y procurando
obtener la mayor renta posible. Cuando el negocio se extinga, será cuestión de buscar
una nueva oportunidad para efectuar una nueva operación de riesgo de características
similares, y cuando se habla de una nueva oportunidad no se suele descartar que esa
resulte ofrecida por un (o una) dirigente político que quiere compartir con su socio los
beneficios del negocio, dado que en muchos países la vida política de los líderes
políticos suele ser bastante efímera.
Sin duda la existencia de unos valores mínimos positivizados en la norma nacional no
son suficientes en temas básicos para el buen funcionamiento de las relaciones
tripartitas, tales como la libertad real de afiliación y el reconocimiento efectivo de la
negociación colectiva y la no-discriminación. No podemos olvidar que la legitimidad
está basada en el consenso y en respeto a ciertos mínimos de interés general.
Una sociedad en la que el trabajo ha venido constituyendo la vía principal de
integración de sus miembros, en la que la estabilidad laboral se convierte en norma,
donde el reconocimiento de estos en los tratados de libre comercio se considera
necesarios para evitar que se produzca competencia desleal, pese a esta inclusión en la
realidad material no funciona como se estableció53, razón por la cual el derecho laboral
es dislocado mediante la flexibilidad que consiste básicamente en la desaparición de la
concepción central del ordenamiento, donde a menor nivel de aplicación efectiva de
derechos fundamentales, menor nivel de desarrollo económico, distorsionando el
funcionamiento del mercado de trabajo.
Las cláusulas de aplicabilidad no cuentan con una medida de coerción efectiva ante el
desconocimiento o el incumplimiento de los compromisos contenidos en el capítulo
laboral, ya que cumplen más una función de reproche social a los países infractores. Por
tanto se considera que las medidas adoptadas como sancionatorias para los Estados
firmantes de los TLC, que no se avoquen al cumplimiento de compromisos laborales, no
son suficiente incentivo para dejar de infringir las obligaciones en materia de derecho de
trabajo.
Concluyendo así la no manifestación con respecto a la falta de instrumentos al interior
de los capítulos laborales negociados en los TLC para minimizar las asimetrías en la
legislación laboral y la generación del dumping social.
53
García García Cuenca, Gustavo. Las transformaciones del estado contemporáneo. Alianza Universidad
(Madrid).
Las clausulas laborales son una solución trivial pero no está en las configuraciones
prácticas del derecho, es decir se llena el requisito más no hay agregación perfecta para
la satisfacción de los derechos en el mundo del trabajo, luego no hay acatamiento de la
responsabilidad que trae consigo el establecer y aceptar dichas clausulas, pues aunque
están establecidas no tienen una aplicabilidad efectiva y las medidas adoptadas no son
suficiente incentivo para dejar de infringirlas.
2.4 La necesidad de la aplicación efectiva de los derechos fundamentales: la base
para un trabajo decente.
Esta idea va más allá de la legalidad y entra en el concepto de valores, de ética, de
principios. Son estos los que deben inspirar el programa y la política social de cada país
con independencia de verse o no plasmados en la legislación nacional.
El concepto de trabajo decente se inspira, como se mencionó, en la obligación
constitucional de la OIT de que el trabajo no es una mercancía. ¿Cuáles son los
derechos que permiten plasmar este concepto de dignidad básico?, sin duda aquéllos
que son capaces de crear condiciones para el cumplimiento de otros derechos, es decir
los mínimos necesarios y comunes a toda la comunidad que permiten la creación de un
sistema articulado en función de necesidades particulares de cada país para adquirir
otros derechos que sean acordes a las necesidades del país en cuestión.
Estos principios son los que facilitan una sociedad decente y la gobernabilidad de la
globalización dándole una dimensión social que es de otra parte necesaria.
Estos derechos deben plasmarse a todos lo niveles y no sólo en la teoría o en los
tratados o instrumentos internacionales como la propia Declaración de la OIT. Las
empresas individuales deben ser conscientes de que la discriminación, el trabajo forzoso
o la esclavitud empeoran el mercado limitando sus oportunidades individuales de
crecimiento económico y creando una sociedad sin salida donde los productos tienen
menor oportunidad de ser adquiridos. Es fácil demostrar que el uso de la esclavitud o
del trabajo infantil no mejora la imagen de la empresa y no sirve al progreso.
Quizás sea el momento de retomar la óptica y repensar que el trabajo no es sólo un tema
―de empresas particulares‖. La ética, el fair play que proporcionan los principios básicos
es parte9-Los principios y derechos fundamentales en el trabajo de todo un desarrollo
económico general que servirá para el progreso económico general y para la reducción
de la pobreza en su conjunto.
En fin, los principios y derechos recogidos en la Declaración construyen pilares para un
enfoque equitativo y eficiente a la regulación del mercado de trabajo y eso porque
―buenas normas‖ son las que son reconocidas y aceptadas de forma común, de manera
amplia sin necesidad de la espada de Damocles de una eventual sanción.
El cumplimiento de los principios fundamentales y por tanto la existencia de un trabajo
decente va unido a un modelo de desarrollo justo y perdurable. El trabajo debe ser
equitativo y que genere suficientes ingresos junto con una protección social adecuada.
El propio informe sobre el desarrollo mundial del Banco Mundial 2000/2001 reconoce
la necesidad de un amplio programa social, al constatar que la desigualdad está de
nuevo de actualidad (Banco Mundial, 2002)54. En este contexto el Banco Mundial al
igual que la OIT para llegar a un trabajo decente sugiere como fórmula para reducir la
pobreza, el que los estados asuman obligaciones positivas a fin de asegurar el derecho
de acceso al trabajo, la sanidad, la educación y la seguridad social.
En fin el trabajo decente pasa por un compromiso basado en el respeto a los valores
esenciales, y en la actualidad y en lo social éstos están representados por los principios
y derechos fundamentales.
54
Banco Mundial. 2000. Informe sobre el desarrollo mundial 2000/2001: lucha contra la pobreza.
Madrid (Ediciones Mundi Prensa).
Es la formación de un esbozo que configure un equilibrio eficaz, donde el Estados
participes cumplan incluso coactivamente operando un dinamismo y una universalidad
en las clausulas laborales debido al hecho de haber sido adoptadas volitivamente, donde
los derechos humanos en el trabajo estén íntimamente ligados a todos los demás
derechos humanos, los cuales acrecientan su significado con la base sólida de los
derechos económicos y sociales fundamentales desarrollados por la OIT.
2.5 Aplicación de los Principios y Derechos Fundamentales en el trabajo
establecidos por la Organización Internacional del Trabajo en el caso
colombiano.
En relación a los Convenios número 87 y 98 de la OIT sobre el ejercicio del derecho de
asociación sindical y negociación colectiva, se puede señalar que estos convenios tienen
una reducida aplicabilidad en el mundo del trabajo en Colombia tal y como está
demostrado por los análisis de la Escuela Nacional Sindical55, del Ministerio de
Trabajo56 y por los documentos de la Central Unitaria de Trabajadores57. En resumen, se
puede establecer que entre el 3 y 4% de la población económicamente activa ejerce el
derecho de asociación sindical, esto es, menos de 800.000 trabajadores y en cuanto al
ejercicio del derecho a la negociación colectiva, menos de 100.000 trabajadores58 en los
años 2010 y 2011 ejercieron este derecho, incluidos los trabajadores que firmaron
pactos colectivos.
La Misión de Alto Nivel del 14 al 18 de Febrero de 2011 de la Organización
Internacional del Trabajo59 estableció en sus conclusiones lo siguiente:
55
http://www.ens.org.co/index.shtml?s=e&m=b
www.minproteccionsocial.gov.co/
57
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES (CUT). INFORME 100ª CONFERENCIA INTERNACIONAL DEL
TRABAJO GINEBRA-SUIZA. 1 AL 17 DE JUNIO DE 2011. En:
http://www.redjuridicacutctc.com/oit/informe_100_Conferencia_OIT.pdf
58
http://www.ituc-csi.org/?lang=es
59
http://www.ens.org.co/apcfiles/3a8983fd104d6672011fe348084d2e16/Conclusiones_Misi_n_Tripartit
a_Alto_Nivel_OIT_2011.pdf
56
“Ante esta situación, la Misión lamenta que el nivel de sindicalización, cuyas distintas
estimaciones varían entre el 4 y el 7 por ciento, sigue siendo muy bajo y que el grado de
cobertura de la negociación colectiva es aún más reducido. La Misión ha identificado
varias áreas clave en donde una acción urgente es necesaria para contribuir a resolver
estas dificultades:
• Renovadas medidas legislativas y acciones de control para acabar con la
intermediación laboral llevada a cabo por las cooperativas de trabajo asociado así
como todos los demás obstáculos legales y prácticos a la libertad sindical y
negociación colectiva que puedan resultar de la existencia de dichas cooperativas.
• Medidas legislativas y acciones prácticas adicionales eficaces para asegurar que los
pactos colectivos firmados por empleadores con los trabajadores no sindicalizados no
sean utilizados contra el ejercicio de la libertad sindical y de la negociación colectiva.
(…)”
De acuerdo con la Central Unitaria de Trabajadores, ―en total, las violaciones al derecho
a la vida, la libertad y la integridad de los miembros del movimiento sindical dejan un
desolador panorama del 98,3% de impunidad. La Comisión de Expertos de la OIT en su
informe de marzo de 2009 lamenta que “(…) el número de condenas pronunciadas siga
siendo reducido y que gran número de investigaciones se encuentren solamente en su
etapa preliminar.‖. Analizando el contenido de las sentencias emitidas podría afirmarse
que la mayoría de estas no permiten esclarecer la verdad de los hechos, han sancionado
a los autores materiales y no a los intelectuales, la investigación se realiza caso a caso,
sin una estrategia integral de investigación‖60.
En conclusión, los convenios Número 87 y 98 de la OIT en el marco del discurso
jurídico tienen plena vigencia, sin embargo, Colombia sigue siendo una sociedad
intolerante del ejercicio del derecho de asociación sindical y negociación colectiva. El
control sobre la aplicación de la normas es incipiente y en algunos casos se caracteriza
60
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES (CUT). INFORME 100ª CONFERENCIA INTERNACIONAL DEL
TRABAJO GINEBRA-SUIZA. 1 AL 17 DE JUNIO DE 2011. En:
http://www.redjuridicacutctc.com/oit/informe_100_Conferencia_OIT.pdf
por un alto margen de corrupción que va desde la ignorancia de la vigencia de estos
convenios hasta la negación de su aplicación y como consecuencia la impunidad de la
intolerancia y de la violencia que se ejerce contra dicho ejercicio.
En relación con los convenios número 29 sobre el trabajo forzoso y el convenio número
105 sobre la abolición del trabajo forzoso, cabe resaltar, que las políticas públicas se
encuentran supeditadas a la partida presupuestal que determina el Gobierno Nacional,
contrario a lo señalado por el artículo 2 del convenio fundamental No. 105, que
establece que los Estados deben tomar medidas eficaces para la abolición inmediata y
completa del trabajo forzoso u obligatorio.
El trabajo forzoso61 se ha dado como una estrategia de guerra en medio del conflicto
armado interno. Grupos vulnerables como niñas, niños adolescentes y mujeres,
especialmente de zonas rurales o marginadas, grupos indígenas, afro-colombianos y
campesinos, jóvenes migrantes son explotados sexual y laboralmente por grupos al
margen de la ley y fuerzas estatales. No se ha adelantado una política para prevenir esta
situación.
En el Informe publicado el 16 de febrero de 2011, el CEARC hace énfasis sobre la falta
de protección que se da en las zonas rurales al no existir vigilancia y control por parte
del Ministerio de la Protección Social, y señala ―La Comisión confía firmemente en
que, gracias a la cooperación internacional en curso para el fortalecimiento de la
inspección del trabajo, el Gobierno no dejará de adoptar las medidas necesarias que
permitan aplicar plenamente estos artículos del Convenio‖62.
En el informe de la Central Unitaria de Trabajadores se insiste en que "la Inspección del
Trabajo es inexistente en las poblaciones rurales y más aun en los sitios en donde existe
61
Conferencia Internacional del Trabajo. Erradicar el trabajo forzoso: Conferencia Internacional del
Trabajo 96ª Reunión, 2007. Ginebra: Oficina Internacional del Trabajo. 2007. P. 35.
62
http://www.ilo.org/ilolex/cgilex/pdconvs2.pl?host=status01&textbase=ilospa&document=12046&cha
pter=6&query=Colombia%40ref&highlight=&querytype=bool&context=0
explotación minera, por la inadecuada organización de la Inspección de Trabajo que no
aplicó los estudios efectuados por el Proyecto MIDAS. A título de ejemplo en la ciudad
de Girardot tenía asignado dos Inspectores hasta Marzo de 2011, se disminuyó a uno
sólo, es una población con más de 500.000 habitantes y un amplio sector rural y urbano.
En las demás poblaciones a nivel rural en algunas existe un inspector no capacitado, mal
remunerado y sin elementos de trabajo para desarrollar su labor. De ahí los múltiples
accidentes ocasionados en la explotación minera, en donde siempre hay niños de por
medio que están expuestos a las peores formas de explotación infantil"63. Esto
demuestra que en el sector rural y el sector de minas, el trabajo forzoso es tan grave que
ni siquiera la vigilancia y control de la inspección del trabajo llega a estas zonas, como
quedó expuesto en el informe radicado el 11 de junio de 2011 en la Conferencia 100 de
OIT.
En últimas, frente a los Convenios número 29 y 105 sobre trabajo forzoso, en Colombia
existe una flagrante violación de ellos, toda vez que, además de los argumentos
anteriores, la alta tasa de informalidad laboral cuya población asciende a más de 10.6
millones de Colombianos64, permite señalar que puede ser considerada como un trabajo
forzoso en el cual la población se ve obligada a generar medios de subsistencia alejados
del proteccionismo laboral y de la protección social.
2.3 En relación con los Convenios Fundamentales Número 10065 y 111 sobre la
Discriminación, empleo y ocupación, según cifras oficiales, del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística –DANE-, para el trimestre móvil diciembre
2010 - febrero 2011 la tasa global de participación fue 74,4% para los hombres y 51,4%
para las mujeres. De otro lado, la tasa de ocupación para los hombres fue 67,6% y para
las mujeres 42,6%. La tasa de desempleo de los hombres (9,1%) fue inferior a la tasa de
63
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES (CUT). Op. Cit.
Las mujeres ganan terreno en el empleo formal. En: Portafolio. Martes 7 de Febrero de 2012. P. 8
65
Oficina Internacional del Trabajo. La igualdad en el trabajo: un objetivo que sigue pendiente de
cumplirse: Conferencia Internacional del trabajo 100ª reunión, 2011. Suiza: Oficina Internacional del
Trabajo. 2011. P. 5
64
las mujeres (17,2%)66. Estas estadísticas evidencian la discriminación entre empleo y
ocupación relativa a hombres y mujeres.
Conforme a la observación 2003/74ª de la OIT, este organismo señala que en Colombia
se aplica constitucional y legalmente de forma restrictiva el principio de igualdad
salarial67, al consagrar: ―salario igual a trabajo igual‖, y no el indicado por el Convenio:
―igual remuneración trabajo de igual valor‖. Con la aplicación del principio restrictivo,
en Colombia sólo se reconoce la discriminación68 de aquellos casos en que se presenta
diferencia salarial frente a un mismo trabajo realizado, dejando por fuera los casos en
que se presenta diferencia de salario ―por trabajos de distinto tipo pero de la misma
categoría‖, es decir, trabajos similares69.
Se evidencia la discriminación generada por la misma Corte Constitucional70 en los
casos referidos a la negación de la licencia de maternidad por parte de las EPS por no
cumplir el requisito legal del período mínimo de cotización al régimen, por no cotizar
de forma continua durante el período de gestación, no porque se cancelaron las cuotas
extemporáneamente71.
En aquellos casos en que la madre gestante afiliada al sistema deje de cotizar por un
período inferior a dos meses, las EPS deberán pagar la totalidad de la licencia de
maternidad; y en los casos en que el período dejado de cotizar sea superior a dos meses,
la madre tendrá derecho al pago de la licencia pero solamente en proporción al tiempo
cotizado, esto con el fin de mantener el equilibrio financiero, discriminando a la mujer
en su estabilidad reforzada constitucional, por estabilidad en el empleo y por la
protección constitucional al menor.
66
DANE. Mercado Laboral por sexo. Trimestre móvil diciembre 2010- febrero 2011. DANE: Bogotá: 8
de
abril
de
2011.
Disponible
en:
http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/re_sexo_dic_feb11.pdf>
67
Conferencia Internacional del Trabajo. Estudio general de las memorias relativas al Convenio (núm.
100) y a la Recomendación (núm. 90) sobre igualdad de remuneración, 1951. Informe III (Parte 4B).
Suiza: Oficina Internacional del Trabajo, 1986. P. 12
68
BAQUERO, Jairo y Otros. Un marco analítico de la discriminación Laboral: Teorías, modalidades y
estudios para Colombia. En: http://www.urosario.edu.co/urosario_files/b9/b95818eb-c9d8-42a9-b1d33b398cdd9e65.pdf
69
Disponible en: http://alainet.org/active/35078
70
Sentencia T- 136 de 2008 Magistrado Ponente: Marco Gerardo Monroy Cabra.
71
Disponible en: http://www.viva.org.co/cajavirtual/svc0188/index%20-%20pagina%206.html#_ftnref8
La Corte ha establecido también que aunque la regla general es que la acción de tutela
no procede para el reconocimiento y pago efectivo de la licencia de maternidad, por su
carácter subsidiario como lo establece el artículo 86 de la Constitución Política; y que si
bien las demandas en las que se exige pagos de tipo económico deben surtirse a través
de procesos ordinarios; en algunos casos procede la acción de tutela como mecanismo
para proteger los derechos, casos como por ejemplo en los que se vulnere el mínimo
vital de la madre y el menor recién nacido72.
2.4 Respecto del Convenio número 138 sobre edad mínima de admisión al Empleo y el
Convenio número 182 sobre las peores formas de trabajo infantil, vale la pena señalar
que cumplidos diez (10) años de la ratificación del Convenio 182 por parte del Estado
colombiano, el fenómeno del trabajo infantil sigue siendo una preocupante realidad en
el contexto colombiano, lo que da cuenta de la falta de implementación de medidas para
prohibir y erradicar el trabajo infantil, acorde a las disposiciones del citado convenio.
Según las cifras más recientes del DANE73, crece el número de niños y niñas que
trabajan, el trabajo infantil en Colombia creció, mientras en 2007 la tasa del trabajo
infantil era del 6.9%, en 2009 esta tasa fue de 9.2%, o sea que creció 2.3%. La mayoría
de los niños y niñas que trabajan lo hacen en la agricultura (37.3%), le siguen el
comercio (30.5%) y la industria manufacturera (13.6%)74. 1.050.147 de niños y
adolescentes entre 5 y 17 años trabajaban en 2009, además de los 799.916 niños y niñas
que se dedicaban a oficios del hogar. Es decir, la tasa real de trabajo infantil en
Colombia es del 16.2%. Adicionalmente, los niños y niñas en Colombia trabajan
intensamente. El 41.3% trabajaba menos de 15 horas por semana, el 29.7% entre 15 a
34 horas, el 18.1% entre 35 a 48 horas y el 11% trabajaba más de 48 horas. Las
consecuencias de esto en su vida adulta serán dramáticas75.
"El trabajo infantil crece porque disminuyen los ingresos de las familias. El 36.1% de
los niños trabaja, porque ―debe participar en la actividad económica de la familia‖ ,
según el DANE, EL 14.7%, no estaba afiliado a seguridad social en salud (15.5% de los
72
Ibid.
PRANDI, María. El trabajo infantil y la explotación laboral infantil. En: DANE. Trabajo Infantil 2009
http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/jobinfantil/bol_trabinf_2009.pdf
74
http://www.ddhh-colombia.org/html/noticias%20sindicales/coyunturalaboral09052011.pdf
75
Ibíd.
73
hombre y 12.8% de las mujeres), y el 78% estaba afiliado al régimen subsidiado-. Las
ciudades donde tuvo más incidencia el trabajo infantil fueron Montería (12.9%) y
Bucaramanga (12.1%). Sorprende, pero es creíble, la baja tasa de trabajo infantil de
Cartagena (0.9%), que sufre un grave problema de explotación sexual infantil. La tasa
de trabajo infantil en la ciudad de Medellín sigue siendo alta 6.6% en 2009 mientras
2007 fue de 4.1%. No sorprende la baja tasa de trabajo infantil de Bogotá (2.8%) gracias
a políticas sociales, de gratitud de la educación y el aumento de la cobertura y acceso a
derechos básicos de los niños y niñas"76.
Estas cifras demuestran que el Convenio Fundamental No. 182 de la OIT no está siendo
aplicado. Esto puede explicarse por: (i) inexistencia de una legislación específica para
erradicar, prohibir y prevenir el trabajo infantil; (ii) falta de medidas administrativas y
presupuestales concretas, por parte del Gobierno Nacional, para prevenir, prohibir y
erradicar el trabajo infantil. Además, cabe resaltar, que en Colombia los representantes
de los trabajadores no son tenidos en cuenta para concertar y formular políticas en
materia de abolición de las peores formas de trabajo infantil.
Las implicaciones de la ausencia de aplicación del Convenio Fundamental número 182
de la OIT son muy graves en nuestro contexto. El trabajo infantil genera terribles
consecuencias para los menores de edad que se encuentran en esta condición,
específicamente porque promueve el abandono escolar, afectan notablemente las
condiciones de salud y altera el ciclo laboral de los niños, niñas y adolescentes que están
sometidos a estas formas de trabajo infantil. Así mismo, el trabajo infantil perpetúa el
ciclo de pobreza, especialmente en las zonas rurales y barrios marginales urbanos de
nuestro país77.
La Comisión de Expertos78 señaló sobre el Convenio No. 182 que a pesar de la
adopción del decreto-ley núm. 066, de 9 de junio de 2000, relativo a la desmovilización
y reinserción de los grupos vulnerables integrados a las fuerzas combatientes, y de la ley
núm. 09/001, de 10 de enero de 2009, que prohíbe el reclutamiento o la utilización de
niños menores de 18 años en las fuerzas y grupos armados en la policía, se sigue
76
Ibíd.
SALAZAR, María Cristina. El trabajo infantil en Colombia: tendencias y nuevas políticas. En:
http://www.ucentral.edu.co/movil/images/stories/iesco/revista_nomadas/12/nomadas_12_14_trabajo
.PDF
78
http://webfusion.ilo.org/public/db/standards/normes/appl/appldisplayAllComments.cfm?hdroff=1&ctry=0870&conv=C182&Lang=SP
77
reclutando a los niños, que son obligados a incorporarse a los grupos armados rebeldes
o a las fuerzas armadas regulares de la República Democrática del Congo. La Comisión
expresa su profunda preocupación ante la persistencia de esta práctica y ante el aumento
del número de niños reclutados en las FARDC. Asimismo, expresa nuevamente su
preocupación por la práctica de detener a los niños por su vinculación presunta con los
grupos armados y su juzgamiento por tribunales militares, una violación flagrante de las
normas internacionales79.
―La Comisión exhorta al Gobierno a que adopte, urgentemente, medidas inmediatas y
eficaces para garantizar que los niños menores de 18 años no sean objeto de
reclutamiento forzoso en la filas de las fuerzas armadas de la República Democrática
del Congo y le pide que comunique informaciones sobre las medidas adoptadas a este
respecto. En relación con la resolución núm. 1906, de 23 de diciembre de 2009, del
Consejo de Seguridad, en la que «exige que todos los grupos armados pongan término
inmediatamente al reclutamiento y utilización de niños y que liberen a todos aquellos
que se encuentran en sus filas‖.
La política nacional para erradicar el trabajo infantil no es eficaz, puesto que se basa en
suministrar transferencias en efectivo condicionadas a las familias en situaciones de
extrema pobreza con el fin de ayudarlas. No obstante, estos subsidios no son suficientes
para sacar a estas familias de la indigencia y son necesarias acciones suplementarias. El
CTC y la CUT señalan además que el porcentaje real de niños que trabajaban en 2007
era del 14,3 por ciento (1.628.300 niños), puesto que además del 6,9 por ciento de los
niños que trabajaban (786.576), ha de tenerse en cuenta el 7,4 por ciento (841.733) que
realizaban tareas domésticas durante 15 horas o más al día. La mayor parte de los niños
que trabajaban se encontraba en el sector agrícola (36,4 por ciento).
―Los últimos datos de trabajo infantil son del cuarto trimestre de 2009, pertenecientes al
módulo de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE. De los
11´443.496 niños y adolescentes de entre 5 a 17 años que tenía Colombia, 1´768.154
trabajaban. Una cifra preocupante, profundamente preocupante, si bien bastante inferior
a la que históricamente ha tenido nuestro país. Paulatinamente, el acceso a los servicios
sociales y en especial a la educación ha explicado su disminución, sin embargo, para los
79
http://www.redjuridicacutctc.com/oit/informe_100_Conferencia_OIT.pdf
objetivos que tenemos como nación aún estamos lejos de lograr nuestra meta: que
ningún niño de Colombia trabaje.
El trabajo infantil es sumamente heterogéneo: 718.007 de nuestros niños estaban en
oficios en sus hogares por más de 15 horas a la semana, en su mayoría niñas. 991.204
eran jóvenes mayores de 14 años y el 66% de todos los trabajadores compartían trabajo
y estudio. Además de la alta presencia de jóvenes y de mujeres en los oficios del hogar,
también es visible que en nuestro país el trabajo infantil se presenta con más fuerza en la
agricultura y que en su mayoría son trabajadores familiares, sin remuneración alguna‖80.
Por último, se quiere señalar que en cuanto al problema del trabajo infantil y juvenil en
Colombia81 quedan pendientes por indagar aspectos importantes, en particular el tema
de los costos y beneficios económicos que tendría una eventual erradicación de esta
clase de trabajadores; de igual manera, la contraposición de estas variables económicas
con las consecuencias actuales del problema en el bienestar de la población infantil y
juvenil. Por otro lado, con una mejora de los datos estadísticos que permita hacer
estudios de panel, sería interesante investigar sobre los impactos futuros en la salud y
educación de los individuos cuando han tenido una inserción temprana al mercado de
trabajo.
El país definió el marco legal de trabajo infantil, a través del Código de Infancia y
Adolescencia, basado en los Convenios de la OIT (Organización Internacional del
Trabajo) sobre los lineamientos de trabajo infantil. Durante el Gobierno de Andrés
Pastrana, se aprobó, por medio de la ley 704 de 2001, el Convenio 182 de la OIT que
explica las peores formas de trabajo infantil. Según esta ley: ―todo miembro que
ratifique el presente Convenio deberá adoptar medidas inmediatas y eficaces para
conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil con
carácter de urgencia‖. Entre las peores formas se encuentra prostitución, reclutamiento
80
DIAZ BETTER, Melva. Trabajo infantil en Colombia Las apuestas del Plan Nacional de Desarrollo y la
estrategia de política. En: http://asocajasrevistamasvida.asocajas.org.co/index.php/revista-mas-vida-no12/82-trabajo-infantil-en-colombia
81
PEDRAZA AVELLA, Aura Cecilia; RIBERO MEDINA, Rocío. El trabajo infantil u juvenil en Colombia y
algunas de sus consecuencias claves. En:
http://www.umanizales.edu.co/revistacinde/vol4/Aura%20Cecilia%20Pedraza.pdf
forzoso en el conflicto, producción y tráfico de drogas, y todo trabajo que atente contra
la salud e integridad82.
El bajo salario no es único que inquieta la situación sobre trabajo infantil en el país83.
Las condiciones laborales a las que se someten los niños y niñas son preocupantes. La
legislación colombiana ha causado que el trabajo se vuelva cada vez más informal y que
las empresas no contraten directamente, lo que según Jaimes ha llevado a que los niños
trabajen, sin seguridad social; el 14,7% no se encuentra afiliado a seguridad social en
salud. Entonces, a los bajos sueldos se suma que niños y niñas están expuestos a sufrir
enfermedades y accidentes, sin tener la posibilidad que el empleador responda84.
82
AGUILAR
TAPIAS.
¿Qué
pasa
con
el
trabajo
infantil
en
Colombia?
En:
http://bogotagotagota.org/wordpress/?p=92
83
Comunidad Andina. Trabajo Infantil en los países de la Comunidad Andina. En:
http://www.comunidadandina.org/estadisticas/semana28.htm
84
BOHORQUEZ, Lety Margarita. El Trabajo infantil en Colombia. En:
http://www.minproteccionsocial.gov.co/Documents/NOTICIAS%20OFICINA%20COMUNICACIONES/Trab
ajo%20y%20Empleo/CIFRAS%20%20ERRADICACI%C3%93N%20DEL%20TRABAJO%20INFANTIL.pdf
3. CAPITULO III: La globalización mercantil frente al Derecho Internacional
Laboral de los Derechos Humanos.
―Una de las características más destacables de los sistemas jurídicos internacionales en
la actual globalización neoliberal reside en la debilidad, cuando no ausencia, de normas
universales entendidas como vehículo de los valores de la comunidad internacional. El
marco legal mundial del sistema capitalista está formado por un conjunto de normas que
organizan todo tipo de actividades económicas en el plano global, sin discriminaciones
aparentes y sin tratos preferenciales. Sin embargo, las relaciones de fuerza, en su
expresión más cruda, la guerra unilateral y las relaciones bilaterales asimétricas, es
decir, desiguales en el ámbito del comercio internacional y financiero, son la ―norma‖
del sistema capitalista (Klein, 2007). La globalización económica diseña un marco
jurídico, político y económico en el que las empresas transnacionales se desenvuelven
sin contrapesos suficientes. El Derecho Internacional de los Derechos Humanos no tiene
articulados sistemas jurídicos capaces de someter a las multinacionales a control. Tanto
los sistemas universales de protección de los derechos humanos y laborales
fundamentales, como los códigos externos ad hoc y los internos no pueden neutralizar
la fortaleza del Derecho Comercial Global‖85.
La globalización genera una ruptura en la concepción monista del Derecho. El Estado
deja de ser el protagonista central de la producción legislativa y el pluralismo jurídico
global se consolida como expresión de una legalidad supraestatal, formal e informal,
basada en las instituciones y agentes económicos dominantes (Julios-Campuzano, 2007,
págs. 14-40). El Derecho Comercial Global, es decir la Lex Mercatoria, se encuentra
condicionada por las relaciones de poder entre Estados y sectores dominantes que
desplazan al Derecho estatal construido en torno a la nación.
Tanto los contenidos jurídicos, como el iter normativo (la tramitación) y los sujetos
supranacionales emisores de normas de Derecho Comercial Global generan fisuras en
85
Juan Hernández. Profesor de la Universidad del País Vasco. Miembro de Hegoa. EL DERECHO
COMERCIAL GLOBAL FRENTE AL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS
HUMANOS. Observatorio de Multinacionales en América Latina. 2008.
las tesis formalizadoras de las normas en el marco de las relaciones políticoeconómicas. La necesidad de reformular los principios esenciales de la democracia no
puede disociarse de la profunda crisis que la globalización económica está generando en
las instituciones representativas. El orden liberal, desde la estricta vertiente política, y su
doble fundamento representado por la imbricación de la democracia representativa y el
Estado de Derecho está amenazado, al menos, por el desplazamiento de las decisiones
de los antiguos marcos de los Estados Nación hacia las organizaciones internacionales.
Por otra parte, las políticas neoliberales sustituyen a la ciudadanía por consumidores, a
la ley por el contrato, a la lógica legislativa por la lógica contractual, al Derecho público
por normas privadas, a la superioridad de los poderes ejecutivos sobre los legislativos, a
las regulaciones laborales y derechos sociales por privatizaciones y desregulaciones, a la
democracia representativa por disputas electorales y al Estado de Derecho por Estados
al servicio de las empresas transnacionales. El binomio democracia-desarrollo humano
está siendo sustituido por elecciones formales-mercado.
La crisis del Derecho es inseparable de la crisis de los Estados, de su soberanía y de los
sistemas de fuentes. Son numerosas las funciones que se sustraen a la capacidad
normativa del Estado y cuanto más alejados se encuentren de los centros de poder
económico y político éstas tomarán relieves cualitativos y cuantitativos más reseñables.
Su papel intervencionista y su capacidad normativa se desplaza hacia instituciones
supranacionales o, incluso, hacia empresas transnacionales y sus regulaciones privadas.
Los Estados se dedican más a sostener la lógica mercantil de los distintos agentes
sociales y económicos que a regular y disciplinar a los mismos. Fomentan la
flexibilidad en el ámbito jurídico mediante las privatizaciones, desregulaciones y
limitaciones de las políticas públicas.
3.1
La gobernanza frente a la Declaración de principios y derechos
fundamentales en el trabajo de la OIT y los tratados de libre comercio
(TLC).
El término gobernanza en este caso hace referencia a la capacidad del Estado y de la
sociedad de establecer mecanismos de cumplimiento de los convenios descritos en el
aparte anterior y las normas jurídicas en el mundo del trabajo. Esta gobernanza se
podría clasificar en una gobernanza interna a través de los mecanismos de policía
administrativa y judicial en términos del Estado de derecho. Otro tipo de gobernanza
podría darse en los controles internacionales establecidos para el cumplimiento de los
derechos humanos y al ser estos convenios parte de estos derechos, entrarían en la
gobernanza del control de la OIT, de la comisión y de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, en la vigilancia de las Naciones Unidas de los derechos humanos,
la OMC y en la OCDE a través del Comité consultivo sindical.
Adicionalmente, se puede mencionar el tipo de gobernanza que surge en los convenios
de los TLC, que en el caso del firmado con Chile, en el artículo 17.3 se establece
mecanismos de cooperación laboral, en el cual las partes desarrollarán actividades de
cooperación en materia de derechos laborales fundamentales, trabajo decente, relaciones
laborales, trabajo de migrantes, diálogo social, etc. Dentro de esta cooperación se
comprometen a establecer unos cronogramas de actividades en las cuales podrán
participar organizaciones sindicales, empresariales y sectores no gubernamentales.
Igualmente establecen un punto de contacto en los respectivos ministerios de Trabajo
para que sirva de enlace con la sociedad y canalice todos los asuntos relacionados con la
cláusula laboral, a través de reuniones periódicas de altos funcionarios gubernamentales.
De lo anterior, se puede inferir que se trata de una gobernanza nacida de la voluntad de
los firmantes del tratado.
En el caso del tratado firmado con Canadá, en el capítulo dieciséis, artículo 1604, se
establece la obligación de firmar un acuerdo de cooperación laboral. En dicho acuerdo
se reafirma el cumplimiento de la Declaración de principios y derechos fundamentales
en el trabajo de la OIT, se da acceso a los particulares a los procedimientos de un
tribunal para hacer efectivo las leyes laborales. Igualmente se establece medidas de
aplicación gubernamental creando comités de empleadores y trabajadores, monitoreo,
mecanismos alternativos de solución de conflictos para lograr el cumplimiento de la
citada norma. Se crean mecanismos institucionales (art. 7 del acuerdo de cooperación
laboral) como el consejo ministerial de los ministros responsables de los asuntos
laborales y que tendrá como objetivo velar por el cumplimiento de dichas normas.
Aunado a lo anterior, se crea algunos mecanismos nacionales como el comité laboral
nacional y actividades de cooperación entre los países firmantes y algunos
procedimientos de revisión de las obligaciones con el objetivo de lograr un
cumplimiento efectivo en materia del mundo del trabajo de los principios y derechos
fundamentales.
En el caso del tratado firmado con Estados Unidos, muy similar al anterior en el campo
de la gobernanza interna del tratado para lograr el cumplimiento de los principios y
derechos fundamentales en el trabajo.
De la lectura de estos tratados, surge un control efectivo al interior de los convenios,
donde en últimas, son las partes quienes establecen el cumplimiento de la norma laboral
supeditando su violación a los efectos que pueda producirse en el comercio entre los
países. Esto quiere decir, que si la violación de un convenio fundamental no tiene
efectos comerciales, su violación no tiene mayor repercusión.
Por ello, los tratados garantizan los derechos fundamentales en materia laboral para
evitar el dumping social a través de la efectiva aplicación de la normatividad laboral
interna, protegiendo a los trabajadores en sus derechos fundamentales y logrando una
gobernanza interna del TLC, siempre y cuando esta repercuta económicamente en el
comercio. No obstante, queda la gobernanza interna del país como estado de derecho
que tiene la obligación de cumplir toda la normatividad vigente. De aquí que, las
cláusula laborales parecen más un discurso neoliberal social en que no tiene mayor
importancia si aparecen o no dentro de los TLC toda vez que el Estado colombiano
tiene la obligación de cumplir con los convenios internacionales de la OIT y la
legislación interna del trabajo, por ello, surge la pregunta ¿Será que por medio de los
tratados de libre comercio se pretende obligar a disminuir los indicadores sociales del
mundo del trabajo? El cumplimiento de los indicadores establecidos por la OIT, "según
los comentarios económicos del 12 de Octubre de la ANIF amenazan con una rápida
pérdida de competitividad de nuestra industria, entonces ¿Para que los TLC?" 86.
3.2
Aplicación del Derecho Internacional Incorporado
a nuestro
ordenamiento y control de empresas multinacionales.
Debemos asegurar el cumplimiento del mismo por todas las personas físicas y jurídicas
que actúan en su demarcación, como son las empresas transnacionales. Las dificultades
86
CABRERA GALVIS, Mauricio. El 2012: La puesta en marcha del TLC con Estados Unidos. En:
http://www.razonpublica.com/index.php/econom-y-sociedad-temas-29/2650-especial-qel-2012q-lapuesta-en-marcha-del-tlc-con-estados-unidos.html
son dobles. Por un lado, las relacionadas con la debilidad ya descrita de los Estados para
controlar a las multinacionales, se añade la fragilidad de las normas internacionales,
tanto por la necesidad de ratificación de las mismas para incorporarse a los
ordenamientos internos como por la falta de eficacia jurídica para tutelar los derechos
de las mayorías. Sus sanciones son más simbólicas que jurídicas. Por otro lado, las
posibilidades de exigir el cumplimiento directo del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos a las empresas transnacionales son más teóricas que prácticas, ya
que se considera esa posibilidad inviable, puesto que formalmente no está regulada en
ninguna norma internacional (con las excepciones de los delitos de crímenes de guerra y
lesa humanidad). Resulta difícil no aceptar el carácter dinámico del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos teniendo en cuenta su carácter universal y las
fuentes normativas sustentadas más allá de los tratados o acuerdos entre Estados. Todas
las oportunidades técnicas que la globalización ha dado a las empresas multinacionales
y que les han permitido fracturar los espacios de control y ampliar la tutela de sus
derechos no aparecen acompañadas de una mínima evolución en la aplicación directa de
las normas internacionales a las empresas transnacionales. Es flagrante la asimetría
entre la evolución del Derecho Comercial Global y el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos.
La vía jurídica que permite controlar a las empresas multinacionales, donde la empresa
matriz tiene su sede o domicilio. Implica extraterritorializar la responsabilidad, es decir,
exigirles responsabilidades por las actividades realizadas en el extranjero. La cuestión
consiste en si se puede extender la responsabilidad a la empresa matriz por los daños
causados por sus filiales. La dificultad reside en delimitar las competencias de los
tribunales en donde la empresa matriz se encuentra domiciliada para perseguir las
prácticas de las filiales que operan y están domiciliadas en otros países. Es ésta la
opción que mejor garantiza la restitución de los derechos de los afectados. Para ello
existe la técnica del levantamiento del velo corporativo, que permite imputar a la
empresa transnacional los daños causados por sus filiales. Pese a la apariencia de la
pluralidad de sociedades autónomas y con diferentes nacionalidades se busca
responsabilizar a quien coordina y dirige el grupo y que actúa como una unidad
económica.
Frente a la debilidad de los Estados para controlar a las empresas transnacionales, los
sistemas universales de Derecho Internacional de los Derechos Humanos y sus
jurisdicciones competentes son incapaces de neutralizar la nueva Lex Mercatoria. Su
debilidad se expresa por el cuestionamiento del carácter vinculante de algunos de los
instrumentos que constituyen el ius cogens (Declaraciones, Pactos Internacionales...),
por la necesidad de ratificación por los Estados y por la debilidad de las jurisdicciones
internacionales para dotar de efectividad el contenido de los mismos. Es decir, la
obligación de acatar el derecho al desarrollo por las transnacionales no existe, ya que se
cuestiona, por la doctrina mayoritaria y los Estados, su carácter material de norma frente
a su valor de mera recomendación. O bien, el convenio de la OIT sobre negociación
colectiva que para ser acatado deberá haber sido ratificado e incorporado al
ordenamiento interno, y además, una vez incorporado, si no se cumple, la jurisdicción
internacional no podrá hacer efectiva la tutela del mismo, quedándose en el plano de la
mera sanción moral87. Respecto al Derecho Comercial Global, ni la doctrina, ni los
Estados, ni las organizaciones internacionales dudan de los aspectos sustanciales de sus
cuerpos normativos, es decir del elenco de normas multilaterales, regionales o
bilaterales. Respecto a la ratificación resulta impensable la no adhesión a las reglas del
comercio internacional por un país alejado de los núcleos de poder. Y si esto ocurre, las
presiones políticas se multiplican, la salida del CIADI de Bolivia es un buen ejemplo,
frente a la indiferencia que provoca la no-ratificación de China de los convenios sobre la
libertad sindical. Por último, el incumplimiento de sanciones de la OMC o de los
tribunales arbitrales daría lugar a mecanismos coercitivos con implicaciones
económicas muy difíciles de sostener para los países periféricos. Nada que ver con las
represalias morales que el Comité de Libertad Sindical de la OIT ha impuesto a
Colombia por los miles de asesinatos de sindicalistas en los últimos años. Además, las
empresas transnacionales quedan fuera de la jurisdicción penal universal superadora del
vínculo nacional.
3.3 Derechos Laborales en los TLC, y las clausulas sociales.
Con relación a la conveniencia o no de la inclusión de clausulas sociales en los acuerdos
comerciales, se afirma que los países pueden oponerse a la inclusión de estas, se afirma
que los países pueden oponerse a la inclusión de estas, aun cuando tengan una finalidad
87
Bonet, J., Mundialización y régimen jurídico internacional del trabajo. La Organización Internacional
del Trabajo como referente político-jurídico universal, Atelier, Barcelona, 2007.
altruista. Sin embargo, si se opta por su inclusión, ocasionaría que no se hagan reformas
laborales en los países miembros, hacia la reducción de derechos que afecten el acuerdo
comercial suscrito con otro socio, lo que sirve como medio de presión para el
cumplimiento de las normas laborales de cada país y el fortalecimiento de las
instituciones y mecanismos para la salavaguardia de los derechos laborales.
La exigencia de estándares laborales en las relaciones comerciales, se generó por la
intervención que los Estados hicieron en el mercado laboral siendo proclives a las
reformas las flexibilizaciones laborales, que les permitieran ganar en competitividad y
acceso a los mercados, ya que dichas reformas implicaban una reducción en términos de
costos para la producción.
Sin embargo, la corriente institucionalista considera que las reformas no deben
subordinarse a lo económico, por el contrario existe la creencia de que la combinación
entre comercio y trabajo, en pro de la eficacia productiva, podría atentar contra las
garantías y derechos fundamentales del trabajó ganado históricamente por los
trabajadores88.
Por consiguiente se torna justo en el marco de las relaciones comerciales y socialmente
simétricas entre países que este tipo de compromisos laborales no sean objeto de
negociación, máxime cuando cada país negociador, cuanta con instrumentos legales y
judiciales de garantía frente a la protección de los derechos. Pero cuando la negociación
parte de una situación desigual, como ocurre en el caso de los Tratados de Libre
Comercio celebrados entre países del Norte, con países del Sur, tenemos que el
panorama se torna complejo, ya que las consecuencias de incluir un capitulo laboral en
cuanto a considerarlo una medida proteccionista, sería menos perjudicial que su no
inclusión, por ende de tendría que competir en desigualdad, puesto que es probable que
el país desarrollado tenga mayores obligaciones laborales, con altos costos o cargas
laborales, propias de su legislación y contexto social, que la afrontan los países en
desarrollo, que incluso se verían incentivados a modificar sus normas internas laborales
por la necesidad de entrar en el mundo comercial competitivo.
88
Jiménez Andrés. Centroamérica ante la vinculación del tema laboral en las negociaciones comerciales.
Instituto superior de Economía y Administración de Empresas. Estudio realizado para el programa
“Centroamérica en la economía mundial del siglo XX” El Salvador 2002. Página: 5.
La competencia generada en el comercio internacional y las políticas de los diferentes
gobiernos de los países que estimulan la integración económica ha ocasionado que la
empresas transnacionales de los países desarrollados intensifiquen el traslado de sus
operaciones a los países en vía de desarrollo.
Al respecto en el ámbito de la OEA, La Comisión Empresarial de Asesoramiento
Técnico en Asuntos Laborales (CEATAL), presento un informe en el que enfatizo que
los empleadores se oponen a la inclusión de clausulas laborales con sanciones
comerciales por su incumplimiento. Consideran que la inclusión de temas laborales a
los acuerdos comerciales se constituye en una barrera proteccionista y que limita el
crecimiento económico. Sin embargo, la Confederación de Sindicatos Libres y la
Confederación Mundial de Trabajo, considera necesario incluirlos dentro de los
acuerdos comerciales, para evitar los abusos en cuanto a la precarización de las
condiciones y derechos fundamentales laborales89.
La clausula laboral discutida en las mesas de negociaciones de los Tratados de Libre
comercio implican un mismo compromiso: la imposibilidad de modificar o inaplicar la
legislación interna de cada país, con respecto a los derechos laborales fundamentales
reconocidos por la OIT, como son: libertad sindical, derecho de negociación, trabajo
forzoso, no discriminación, trabajo infantil, ingreso igual para hombres y mujeres,
dejando de la otros temas como: salario mínimo, derechos prestacioneales, despidos,
estabilidad en el empleo.
Por lo tanto la clauslua laboral, genera incertidumbre sobre los derechos no sometidos a
la ley, como los que se generan de acuerdos convencionales colectivos o individuales
entre empresas y trabajadores, que pueden verse afectados (disminuidos o abolidos), ay
que en el capitulo laboral solo se ocupa de que los países firmantes no modifiquen la
legislación vigente, es decir, las normas que contemplan los derechos de orden legal,
mas no implica el respeto por los derechos extralegales que son de origen convencional,
los cuales pueden verse afectados, así como el derecho de asociación sindical y
negociación colectiva.
A partir de los factores hipotéticos se pretende conseguir una estrategia de armonización
para una eficacia en el cubrimiento total del derecho laboral, donde la instauración de
89
Lazo Grandi Pablo. Tratado de Libre Comercio y trabajo. Ministerio de Relaciones exteriores de Chile.
Enero de 2004. P. 9-10.
medidas coercitivas, sean efectivas para la transparencia y celeridad en el cumplimiento
de las cláusulas sociales, así los
trámites judiciales
y administrativos tendrán
sanciones para la protección eficaz de los derechos laborales vulnerados,
constituyéndose así un presupuesto indispensable para contribuir al fortalecimiento de
los compromisos establecidos, instaurando lineamientos directivos útiles para su
desarrollo,poniendo en evidencia la complementariedad entre las fuentes del derecho
nacional y derecho internacional del trabajo, para que así se dé un verdadero
fortalecimiento acompaño de la inspección de vigilancia, control y cumplimento de los
derechos laborales que mitigan las fluctuaciones para así asegurar una adecuada y
efectiva coordinación de las políticas sociales, que permitan mejorar y aumentar la
universalidad de los derechos sobre la base de la justicia social.
La necesidad de buscar un complemento entre el ordenamiento jurídico y la realidad
material, hace pertinente la Instauración de medidas coercitivas en los
trámites
judiciales y administrativos con sanciones que sean incentivos para dejar de infringir
las obligaciones laborales, así se excluye el incumplimiento por parte de los Estados
participantes rompiéndose con este círculo vicioso, donde la desprotección del
trabajador deja de estar en función del incumplimiento del Estado, luego se mejorarán
las condiciones en el mundo del trabajo y se fortalece las decisiones de la justicia
ordinaria con fines más eficaces, pues se ofrece la querella como una verdadera sanción,
recuperando credibilidad en el sistema, por tanto habrán verdaderas disposiciones de
exigencia que incentiven a los países participantes a el cumplimiento de compromisos
laborales que refuercen los procedimientos para las investigaciones de los infractores y
establecimiento de sanciones que sean diversas y dirigidas no solo al país sino a los
sectores o empresas que permitan la vulneración de los derechos laborales cuando de
ello se obtenga una ventaja comercial.
CONCLUSIONES:
En relación con el Convenio núm. 87, en ausencia de un sistema democrático en el que
se respeten los derechos fundamentales y libertades públicas, la libertad sindical no
puede desarrollarse plenamente. A este respecto, toma nota con grave preocupación de
los actos de violencia contra dirigentes sindicales (asesinatos, amenazas de muerte,
secuestros, etc.) que se cometen en Colombia, de igual manera el impacto negativo de
las formas precarias de empleo en los derechos sindicales y la protección de los
derechos de los trabajadores, especialmente los contratos temporales a corto plazo
renovados repetidamente; la subcontratación, utilizada para cumplir tareas de carácter
permanente por mandato legal; y la no renovación de contratos por motivos
antisindicales. Algunas de esas modalidades privan a menudo a los trabajadores del
acceso a la libertad sindical y a la negociación colectiva, especialmente cuando
encubren una relación de trabajo real y permanente. Luego los derechos de las
organizaciones de trabajadores y de empleadores sólo pueden ejercerse en un sistema
democrático, en un clima en que se reconocen los derechos humanos y que esté
desprovisto de violencia, de presiones o amenazas de toda índole contra los dirigentes y
afiliados de tales organizaciones.
En relación con el Convenio núm. 29,
a pesar de la adopción de disposiciones
constitucionales y legislativas que prohíben el trabajo forzoso, aún persisten en algunos
países problemas de aplicación en la práctica. El trabajo forzoso se asocia muy
frecuentemente a la pobreza y la discriminación, particularmente si se impone en la
economía privada, y aún más a menudo — en la economía informal. Hay casos de
personas que se encuentran atrapadas en situaciones sin salida a causa de diversas
formas de servidumbre por deudas y trata de personas para su explotación sexual y
laboral. Los más afectados por estas prácticas son los miembros de los grupos más
vulnerables. Asimismo, se solicita a dichos gobiernos que adopten todas las medidas
necesarias para identificar, liberar y rehabilitar a las víctimas del trabajo forzoso (tales
como los trabajadores en situación de servidumbre y las víctimas de la trata o de
prácticas análogas a la esclavitud) y sancionar a los autores, mediante el fortalecimiento
de la inspección del trabajo y del mecanismo para hacer cumplir la ley, así como
mediante la imposición de sanciones penales adecuadas.
En relación con el Convenio núm. 105, el examen de la legislación y la práctica
nacionales revelan que aún existen casos en que la libertad de expresión sigue siendo
objeto de restricciones que se ejecutan mediante sanciones que entrañan trabajo
obligatorio, considerándose por tanto la adopción de medidas necesarias para garantizar,
en la legislación y en la práctica, que no puedan imponerse sanciones que entrañen
trabajo obligatorio por la participación pacífica en una huelga.
En relación con los Convenios núms. 138 y 182, se considera que la educación gratuita
y obligatoria es uno de los medios más eficaces de combatir el trabajo infantil, pero la
falta de suministro de una educación de calidad insta para que el gobierno adopte las
medidas necesarias para mejorar el funcionamiento del sistema educativo.
En relación con los Convenios núms. 100 y 111, existe una considerable sensibilización
y aceptación acerca de la importancia de la igualdad y la no discriminación, dado que
esos conceptos ocupan un lugar central en la doctrina de todos los derechos humanos,
hay problemas sutiles y crónicos, así como actitudes profundamente enraizadas que
subyacen en la discriminación y la desigualdad de las remuneraciones que suelen ser
más difíciles de identificar y superar. Por consiguiente, la evaluación, acción, y
seguimiento regulares, así como las nuevas evaluaciones y ajustes, incluyendo las que
implican abordar las desigualdades de hecho, son actividades necesarias para lograr
progresos en este ámbito. Además, es indispensable que la política nacional en materia
de igualdad requerida en virtud del Convenio núm. 111, que debería incorporar medidas
para garantizar la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor, vaya más allá
de la legislación que prohíbe la discriminación e incluya también medidas proactivas y
enérgicas para promover la igualdad, el cumplimiento efectivo y los recursos, así como
el seguimiento del impacto de esas medidas.
Los ocho convenios, considerados conjuntamente, son tanto más importantes hoy en día
en cuanto que los desafíos globales de orden económico y de otro tipo que inciden sobre
el bienestar y el sustento de los trabajadores de todas las regiones. Estos convenios, que
aportan el marco ético y normativo clave para los derechos fundamentales en el mundo
del trabajo, requieren una aplicación aún más rigurosa en el ámbito nacional, a través de
leyes, políticas, recursos, programas prácticos, mecanismos y desarrollo de las
capacidades. En efecto, forman parte integrante de la arquitectura general de la
universalidad de los derechos humanos, brindan una protección a todos y responden
estrechamente a las aspiraciones de justicia social en un contexto globalizado.
Cabe hacer presente que es universalmente reconocido que un adecuado cumplimiento
de la legislación laboral constituye un presupuesto indispensable para permitir un
comercio internacional ausente de distorsiones, pues la desregulación y desprotección
del trabajo, como asimismo, niveles inadecuados de cumplimiento de la legislación
laboral permiten que ciertos Estados puedan competir deslealmente – frente a otros
Estados que sí protegen y cumplen su normativa laboral interna – ofreciendo precios
más baratos por sus productos, originándose así un típico caso ―dumping social‖. Esto
último encuentra una confirmación en la creciente importancia que han ido adquiriendo
los temas laborales en la agenda del comercio internacional y por el hecho que el TLC
como acuerdo
comercial suscrito por Colombia que incorpora este tema, debe
fomentar los mecanismos de cooperación bilateral, asegurando el cumplimiento de las
normas laborales nacionales en lo relativo al comercio entre las Partes y resguardando la
soberanía de los países en estas materias.
Los modelos culturales y normativos que justificaron el mundo de la vida, la
organización social y los criterios científicos, se volvieron insatisfactorios y limitados,
abriendo un espacio para repensar sociológicamente nuevas normas de referencia y
legitimización. Transponiendo esto para lo socio jurídico, se nos permite consignar que
la estructura normativa del moderno Derecho positivo formal es poco eficaz y no
consigue atender la competencia de las actuales sociedades periféricas, como las de
América Latina, que pasan por distintas especies de reproducción del capital, por
acentuadas contradicciones sociales y por flujos que reflejan crisis de legitimidad y de
funcionamiento de la justicia1.
La OIT no cuenta con una medida de coerción efectiva ante el desconocimiento o el
incumplimiento de los compromisos contenidos en el capitulo laboral, ya que cumple
mas una función de reproche social a los países infractores. Por tanto se considera que
las medidas adoptadas como sancionatorias para los estados firmantes de los TLC que
no se avoquen al cumplimiento de compromisos laborales no son suficiente incentivo
para dejar de infringir las obligaciones en materia de derecho de trabajo.
Una vez se considera la inclusión de capítulos laborales al interior de acuerdos de tipo
comercial, como son los TLC, como convenientes para la protección o salvaguardia de
los derechos del trabajo, pese a que la inclusión puede llevar al establecimiento de una
especie de protección, no serán suficientes siempre y cuando se vean materializadas en
la realidad del mundo del trabajo.
Si bien se considera preferible la inclusión en las negociaciones de unos compromisos
laborales, se hace necesario, que en esa negociación se contemplen los siguientes
aspectos:
 La inclusión de temas que prevengan las tendencias de deslaboralización del
trabajo, imponiendo compromisos a los países socios para que no se utilicen
otras formas de contratación no laborales que oculten y evadan el
reconocimiento de los derechos de los trabajadores.
 La creación de un árbitro o tercero, considerando independiente que conozca de
las quejas e investigue la conducta de los países firmantes en cuanto a la
verificación en el cumplimiento de los compromisos contratados con el capitulo
laboral. Se podría proponer en calidad de arbitro a un organismo internacional
como la OIT, ya que este tiene una conformación tripartita, es decir hay
representación de empleadores, gobierno y trabajadores, lo que legitimara aun
más el procedimiento sancionatorio establecido en el acuerdo.
 El establecimiento de sanciones diferente a multas, es decir sanciones de tipo
comercial, como: perdida de beneficios de bienes para el país infractor, sin
embargo se considera respecto a las sanciones económicas, denominadas
multas, podría establecerse una escala de dichas sanciones de conformidad con
la afectación de los derechos laborales, de acuerdo a cada caso en concreto,
siendo rescatable que estas sean invertidas en actividades o programas que
permitan superar los derechos vulnerados.
 La efectiva aplicación del fuero por atracción, con el fin que el tribunal
comercial pueda conocer de las investigaciones que se generan por violación de
los compromisos laborales, en especial por la no protección de los derechos
fundamentales que hicieron parte del acuerdo
o los relacionados en la
declaración de la OIT, con el fin de imprimir celeridad en los tramites.
 Accesos y garantías procesales acordes a los modelos de integración económica,
que sean justos, garantistas y gocen de celeridad, para ello se están
promoviendo la implementación de los sistemas orales procesales, para la
solución de controversias laborales.
Importancia de establecer reglas claras con respecto a las relaciones laborales, es decir
la inclusión de un capitulo laboral, con el fin de controlar que los trabajadores puedan
ser afectados en sus ingresos y condiciones de seguridad en el trabajo, por la necesidad
imperiosa de compartir de muchos sectores, no solo en los países del sur , sino también
en los países del norte, ya que los primeros buscan flexibilizar (reducir beneficios
laborales-dumping social), y los segundos, trasladaran su producción a los países socios
atraídos por los bajos costos de mano de
obra, ocasionando desempleo para sus
nacionales.
Se deben establecer compromisos laborales pero afianzados en que existan verdaderas
medidas de coerción que incentiven a los países a su cumplimiento, reforzando el
procedimiento para las investigaciones de los infractores y establecimiento de las
sanciones que sean diversas y dirigidas no solo al país, sino a los sectores o empresas
que permitan la vulneración de los derechos laborales cuando de ello se obtenga una
ventaja comercial.
Frente a la responsabilidad del cumplimiento de los convenios fundamentales y de los
Convenios de la OIT en términos generales, no cabe duda que la responsabilidad de su
cumplimiento recae sobre los Estados90, son ellos representados dentro del tripartismo
quienes aprueban los convenios de la OIT y son ratificados por los parlamentos
nacionales para entrar en vigencia en el orden interno, sin embargo, los estados
responden por la violación de ellos que hagan las empresas o sus agentes como
funcionarios públicos, correspondiéndole al Estado entonces, la vigilancia del
cumplimiento de los convenios por los actores sociales, incluidas las empresas
nacionales y multinacionales.
El panorama actual desde los llamados TLC que vislumbran la globalización de la
economía no puede pasar por desapercibido, que las empresas, en este caso los
empleadores han adquirido una dimensión con poder político y de influencia y si se
profundiza más habría que también incluir las empresas multinacionales que
prácticamente son estados dentro del los estados dado su poder económico y en lo
últimos años se han presentados fenómenos como que son estos sujetos sociales quienes
más violan los convenios del mundo del trabajo sin que en la práctica le sea declarado
una responsabilidad nacional ni internacional, no son sujetos de quejas en el seno de la
OIT, escasamente los estados pueden solicitarle información para efectos de los alegatos
que estos deben presentar a la OIT. De aquí que una de las conclusiones que se puede
extraer s que es necesario en el marco de los TLC la OIT pueda producir normas que
hagan responsables económica y socialmente a las empresas violadoras de los principios
fundamentales de la OIT junto con los estados.
Al analizar la suscripción de éstos tratados como una opción viable y como posibilidad
de no estar como nación aislada se exige plantear ciertas reflexiones que partan no solo
del contexto nacional, sino del estado actual de los procesos de globalización,
liberalización y desregulación que se desarrollan en el ámbito mundial de la economía y
el comercio. En este sentido surge un tema que merece especial atención y es el papel
de los derechos laborales dentro estos escenarios pues en lo relativo al comercio
internacional en que un crecimiento del mismo implica un crecimiento económico, que
a su vez representa un incremento del empleo y del bienestar para los ciudadanos, juega
un papel relevante los ocho Convenios fundamentales de la OIT (29, 87, 98, 100,105,
90
WEBER, Max. Economía y sociedad: Esbozo de sociología comprensiva. Trad. José Medina Echavarría.
México: Fondo de Cultura Económica. 1997. P. 12 “ El término estado, tanto el concepto jurídico como
aquellas realidades de la acción social frente a las cuales la norma jurídica eleva su pretensión de
validez”.
111, 138 y 182)
ratificados por Colombia y efectivos a través del Bloque de
constitucionalidad los cuales promueven una justicia social constituyendo un pilar
esencial para la paz, jugando un papel primordial en el contexto regional pues generan
una política clara frente a las negociaciones y garantizan un desarrollo económico,
social y sostenible a largo plazo por ende la aplicación de estas normas se considera
vital para la estabilidad, el progreso económico y la paz duradera, siendo una realidad
inminente de la cual el país no puede sustraerse por ende aceptar los condicionamientos
internacionales sin la menor discusión, olvidando el velar por los intereses de la nación
entera, seria sin lugar a dudas un error.
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Convenio sobre la igualdad de remuneración, 1951 (núm. 100)
Convenio la discriminación (empleo y ocupación), 1958 (núm. 111)
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ANEXOS
CONVENIOS FUNDAMENTALES DE LA OIT RATIFICADOS POR
COLOMBIA.
C87 CONVENIO SOBRE LA LIBERTAD SINDICAL Y LA PROTECCIÓN DEL
DERECHO DE SINDICACIÓN, 1948
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en San Francisco por el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 17 junio 1948 en su
trigésima primera reunión;
Después de haber decidido adoptar, en forma de convenio, diversas proposiciones
relativas a la libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación, cuestión que
constituye el séptimo punto del orden del día de la reunión; Considerando que el
preámbulo de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo enuncia,
entre los medios susceptibles de mejorar las condiciones de trabajo y de garantizar la
paz, "la afirmación del principio de la libertad de asociación sindical"; Considerando
que la Declaración de Filadelfia proclamó nuevamente que "la libertad de expresión y
de asociación es esencial para el progreso constante" ; Considerando que la
Conferencia Internacional del Trabajo, en su trigésima reunión, adoptó por unanimidad
los principios que deben servir de base a la reglamentación internacional, y
Considerando que la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su segundo período
de sesiones, hizo suyos estos principios y solicitó de la Organización Internacional del
Trabajo la continuación de todos sus esfuerzos a fin de hacer posible la adopción de uno
o varios convenios internacionales, adopta, con fecha nueve de julio de mil novecientos
cuarenta y ocho, el siguiente Convenio, que podrá ser citado como el Convenio sobre la
libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948:
Parte I. Libertad Sindical
Artículo 1. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo para el cual
esté en vigor el presente Convenio se obliga a poner en práctica las disposiciones
siguientes.
Artículo 2 Los trabajadores y los empleadores, sin ninguna distinción y sin autorización
previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así
como el de afiliarse a estas organizaciones, con la sola condición de observar los
estatutos de las mismas.
Artículo 3. 1. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de
redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir libremente sus
representantes, el de organizar su administración y sus actividades y el de formular su
programa de acción.
2. Las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar
este derecho o a entorpecer su ejercicio legal.
Artículo 4. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores no están sujetas a
disolución o suspensión por vía administrativa.
Artículo 5. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de
constituir federaciones y confederaciones, así como el de afiliarse a las mismas, y toda
organización, federación o confederación tiene el derecho de afiliarse a organizaciones
internacionales de trabajadores y de empleadores.
Artículo 6. Las disposiciones de los artículos 2, 3 y 4 de este Convenio se aplican a las
federaciones y confederaciones de organizaciones de trabajadores y de empleadores.
Artículo 7. La adquisición de la personalidad jurídica por las organizaciones de
trabajadores y de empleadores, sus federaciones y confederaciones no puede estar sujeta
a condiciones cuya naturaleza limite la aplicación de las disposiciones de los artículos 2,
3 y 4 de este Convenio
Artículo 8. 1. Al ejercer los derechos que se les reconocen en el presente Convenio, los
trabajadores, los empleadores y sus organizaciones respectivas están obligados, lo
mismo que las demás personas o las colectividades organizadas, a respetar la legalidad.
2. La legislación nacional no menoscabará ni será aplicada de suerte que menoscabe las
garantías previstas por el presente Convenio.
Artículo 9. 1. La legislación nacional deberá determinar hasta qué punto se aplicarán a
las fuerzas armadas y a la policía las garantías previstas por el presente Convenio.
2. De conformidad con los principios establecidos en el párrafo 8 del artículo 19 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, no deberá considerarse que
la ratificación de este Convenio por un Miembro menoscaba en modo alguno las leyes,
sentencias, costumbres o acuerdos ya existentes que concedan a los miembros de las
fuerzas armadas y de la policía garantías prescritas por el presente Convenio.
Artículo 10. En el presente Convenio, el término organización significa toda
organización de trabajadores o de empleadores que tenga por objeto fomentar y
defender los intereses de los trabajadores o de los empleadores.
Parte II. Protección del Derecho de Sindicación
Artículo 11. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo para el cual
esté en vigor el presente Convenio se obliga a adoptar todas las medidas necesarias y
apropiadas para garantizar a los trabajadores y a los empleadores el libre ejercicio del
derecho de sindicación.
Parte III. Disposiciones Diversas
Artículo 12. 1. Respecto de los territorios mencionados en el artículo 35 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, enmendada por el
Instrumento de enmienda a la Constitución de la Organización Internacional del
Trabajo, 1946, excepción hecha de los territorios a que se refieren los párrafos 4 y 5 de
dicho artículo, tal como quedó enmendado, todo Miembro de la Organización que
ratifique el presente Convenio deberá comunicar al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo, en el plazo más breve posible después de su ratificación, una
declaración en la que manifieste:
a) los territorios respecto de los cuales se obliga a que las disposiciones del Convenio
sean aplicadas sin modificaciones;
b) los territorios respecto de los cuales se obliga a que las disposiciones del Convenio
sean aplicadas con modificaciones, junto con los detalles de dichas modificaciones;
c) los territorios respecto de los cuales es inaplicable el Convenio y los motivos por los
que es inaplicable;
d) los territorios respecto de los cuales reserva su decisión.
2. Las obligaciones a que se refieren los apartados a) y b) del párrafo 1 de este artículo
se considerarán parte integrante de la ratificación y producirán sus mismos efectos.
3. Todo Miembro podrá renunciar, total o parcialmente, por medio de una nueva
declaración, a cualquier reserva formulada en su primera declaración en virtud de los
apartados b), c) o d) del párrafo 1 de este artículo.
4. Durante los períodos en que este Convenio pueda ser denunciado, de conformidad
con las disposiciones del artículo 16, todo Miembro podrá comunicar al Director
General una declaración por la que modifique, en cualquier otro aspecto, los términos
de cualquier declaración anterior y en la que indique la situación en territorios
determinados.
Artículo 13. 1. Cuando las cuestiones tratadas en el presente Convenio sean de la
competencia de las autoridades de un territorio no metropolitano, el Miembro
responsable de las relaciones internacionales de ese territorio, de acuerdo con el
gobierno del territorio, podrá comunicar al Director General de la Oficina Internacional
del Trabajo una declaración por la que acepte, en nombre del territorio, las obligaciones
del presente Convenio.
2. Podrán comunicar al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo una
declaración por la que se acepten las obligaciones de este Convenio:
a) dos o más Miembros de la Organización, respecto de cualquier territorio que esté
bajo su autoridad común; o
b) toda autoridad internacional responsable de la administración de cualquier territorio,
en virtud de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas o de cualquier otra
disposición en vigor, respecto de dicho territorio.
3. Las declaraciones comunicadas al Director General de la Oficina Internacional del
Trabajo, de conformidad con los párrafos precedentes de este artículo, deberán indicar si
las disposiciones del Convenio serán aplicadas en el territorio interesado con
modificaciones o sin ellas; cuando la declaración indique que las disposiciones del
Convenio serán aplicadas con modificaciones, deberá especificar en qué consisten
dichas modificaciones.
4. El Miembro, los Miembros o la autoridad internacional interesados podrán renunciar,
total o parcialmente, por medio de una declaración ulterior, al derecho a invocar una
modificación indicada en cualquier otra declaración anterior.
5. Durante los períodos en que este Convenio pueda ser denunciado de conformidad con
las disposiciones del artículo 16, el Miembro, los Miembros o la autoridad internacional
interesados podrán comunicar al Director General una declaración por la que
modifiquen, en cualquier otro respecto, los términos de cualquier declaración anterior y
en la que indiquen la situación en lo que se refiere a la aplicación del Convenio.
Parte IV. Disposiciones Finales
Artículo 14
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro,
al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 15
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos
Miembros hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce
meses después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 16
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración
de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en
vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la
fecha en que se haya registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año
después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente,
no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo quedará obligado durante
un nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la
expiración de cada período de diez años en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 17
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los
Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas
ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los Miembros de la
Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación
que le haya sido comunicada, el Director General llamará la atención de los Miembros
de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el presente Convenio.
Artículo 18
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al Secretario
General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de conformidad con el
artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa sobre todas
las ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con
los artículos precedentes.
Artículo 19
A la expiración de cada período de diez años, a partir de la fecha en que este Convenio
entre en vigor, el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo
deberá presentar a la Conferencia General una memoria sobre la aplicación de este
Convenio, y deberá considerar la conveniencia de incluir en el orden del día de la
Conferencia la cuestión de la revisión total o parcial del mismo.
Artículo 20
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión
total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en
contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará, ipso jure, la
denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el
artículo 16, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor;
b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente
Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales,
para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
Artículo 21
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.
C98 CONVENIO SOBRE EL DERECHO DE SINDICACIÓN Y DE
NEGOCIACIÓN COLECTIVA, 1949
Convenio relativo a la aplicación de los principios del derecho de sindicación y de
negociación colectiva (Nota: Fecha de entrada en vigor: 18:07:1951 .)
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo: Convocada en
Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, y
congregada en dicha ciudad el 8 junio 1949 en su trigésima segunda reunión; Después
de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas a la aplicación de los
principios del derecho de sindicación y de negociación colectiva, cuestión que
constituye el cuarto punto del orden del día de la reunión, y Después de haber decidido
que dichas proposiciones revistan la forma de un convenio internacional, adopta, con
fecha primero de julio de mil novecientos cuarenta y nueve, el siguiente Convenio, que
podrá ser citado como el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación
colectiva, 1949:
Artículo 1
1. Los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de
discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su empleo.
2. Dicha protección deberá ejercerse especialmente contra todo acto que tenga por
objeto:
a) sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que no se afilie a un sindicato o a
la de dejar de ser miembro de un sindicato;
b) despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma a causa de su
afiliación sindical o de su participación en actividades sindicales fuera de las horas de
trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas de trabajo.
Artículo 2
1. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores deberán gozar de adecuada
protección contra todo acto de injerencia de unas respecto de las otras, ya se realice
directamente o por medio de sus agentes o miembros, en su constitución,
funcionamiento o administración.
2. Se consideran actos de injerencia, en el sentido del presente artículo, principalmente,
las medidas que tiendan a fomentar la constitución de organizaciones de trabajadores
dominadas por un empleador o una organización de empleadores, o a sostener
económicamente, o en otra forma, organizaciones de trabajadores, con objeto de colocar
estas organizaciones bajo el control de un empleador o de una organización de
empleadores.
Artículo 3
Deberán crearse organismos adecuados a las condiciones nacionales, cuando ello sea
necesario, para garantizar el respeto al derecho de sindicación definido en los artículos
precedentes.
Artículo 4
Deberán adoptarse medidas adecuadas a las condiciones nacionales, cuando ello sea
necesario, para estimular y fomentar entre los empleadores y las organizaciones de
empleadores, por una parte, y las organizaciones de trabajadores, por otra, el pleno
desarrollo y uso de procedimientos de negociación voluntaria, con objeto de
reglamentar, por medio de contratos colectivos, las condiciones de empleo.
Artículo 5
1. La legislación nacional deberá determinar el alcance de las garantías previstas en el
presente Convenio en lo que se refiere a su aplicación a las fuerzas armadas y a la
policía.
2. De acuerdo con los principios establecidos en el párrafo 8 del artículo 19 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, la ratificación de este
Convenio por un Miembro no podrá considerarse que menoscaba en modo alguno las
leyes, sentencias, costumbres o acuerdos ya existentes, que concedan a los miembros de
las fuerzas armadas y de la policía las garantías prescritas en este Convenio.
Artículo 6
El presente Convenio no trata de la situación de los funcionarios públicos en la
administración del Estado y no deberá interpretarse, en modo alguno, en menoscabo de
sus derechos o de su estatuto.
Artículo 7
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro,
al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 8
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos
Miembros hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce
meses después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 9
1. Las declaraciones comunicadas al Director General de la Oficina Internacional del
Trabajo, de acuerdo con el párrafo 2 del artículo 35 de la Constitución de la
Organización Internacional del Trabajo, deberán indicar:
a) los territorios respecto de los cuales el Miembro interesado se obliga a que las
disposiciones del Convenio sean aplicadas sin modificaciones;
b) los territorios respecto de los cuales se obliga a que las disposiciones del Convenio
sean aplicadas con modificaciones, junto con los detalles de dichas modificaciones;
c) los territorios respecto de los cuales es inaplicable el Convenio y los motivos por los
cuales es inaplicable;
d) los territorios respecto de los cuales reserva su decisión en espera de un examen más
detenido de su situación.
2. Las obligaciones a que se refieren los apartados a) y b) del párrafo 1 de este artículo
se considerarán parte integrante de la ratificación y producirán sus mismos efectos.
3. Todo Miembro podrá renunciar, total o parcialmente, por medio de una nueva
declaración, a cualquier reserva formulada en su primera declaración en virtud de los
apartados b), c) o d) del párrafo 1 de este artículo.
4. Durante los períodos en que este Convenio pueda ser denunciado de conformidad con
las disposiciones del artículo 11, todo Miembro podrá comunicar al Director General
una declaración por la que modifique, en cualquier otro respecto, los términos de
cualquier declaración anterior y en la que indique la situación en territorios
determinados.
Artículo 10
1. Las declaraciones comunicadas al Director General de la Oficina Internacional del
Trabajo, de conformidad con los párrafos 4 y 5 del artículo 35 de la Constitución de la
Organización Internacional del Trabajo, deberán indicar si las disposiciones del
Convenio serán aplicadas en el territorio interesado con modificaciones o sin ellas;
cuando la declaración indique que las disposiciones del Convenio serán aplicadas con
modificaciones, deberá especificar en qué consisten dichas modificaciones.
2. El Miembro, los Miembros o la autoridad internacional interesados podrán renunciar,
total o parcialmente, por medio de una declaración ulterior, al derecho a invocar una
modificación indicada en cualquier otra declaración anterior.
3. Durante los períodos en que este Convenio puede ser denunciado de conformidad con
las disposiciones del artículo 11, el Miembro, los Miembros o la autoridad internacional
interesados podrán comunicar al Director General una declaración por la que
modifiquen, en cualquier otro respecto, los términos de cualquier declaración anterior y
en la que indiquen la situación en lo que se refiere a la aplicación del Convenio.
Artículo 11
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración
de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en
vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la
fecha en que se haya registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año
después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente,
no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo quedará obligado durante
un nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la
expiración de cada período de diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 12
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los
Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas
ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los Miembros de la
Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación
que le haya sido comunicada, el Director General llamará la atención de los Miembros
de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el presente Convenio.
Artículo 13
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al Secretario
General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de conformidad con el
artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa sobre todas
las ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con
los artículos precedentes.
Artículo 14
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia General una memoria sobre la
aplicación del Convenio y considerará la conveniencia de incluir en el orden del día de
la Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.
Artículo 15
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión
total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en
contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará, ipso jure, la
denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el
artículo 11, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor;
b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente
Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales,
para las Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
Artículo 16
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.
C29 CONVENIO SOBRE EL TRABAJO FORZOSO, 1930
Convenio relativo al trabajo forzoso u obligatorio (Nota: Fecha de entrada en vigor:
01:05:1932 .)
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del
Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 10 junio 1930 en su decimocuarta reunión;
Después de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas al trabajo forzoso u
obligatorio, cuestión que está comprendida en el primer punto del orden del día de la
reunión, y
Después de haber decidido que dichas proposiciones revistan la forma de un convenio
internacional,
adopta, con fecha veintiocho de junio de mil novecientos treinta, el siguiente Convenio,
que podrá ser citado como el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930, y que será
sometido a la ratificación de los Miembros de la Organización Internacional del
Trabajo, de acuerdo con las disposiciones de la Constitución de la Organización
Internacional del Trabajo:
Artículo 1
1. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que ratifique el presente
Convenio se obliga a suprimir, lo más pronto posible, el empleo del trabajo forzoso u
obligatorio en todas sus formas.
2. Con miras a esta supresión total, el trabajo forzoso u obligatorio podrá emplearse,
durante el período transitorio, únicamente para fines públicos y a título excepcional, en
las condiciones y con las garantías estipuladas en los artículos siguientes.
3. A la expiración de un plazo de cinco años a partir de la entrada en vigor del presente
Convenio y cuando el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del
Trabajo prepare el informe a que se refiere el artículo 31, dicho Consejo examinará la
posibilidad de suprimir sin nuevo aplazamiento el trabajo forzoso u obligatorio en todas
sus formas y decidirá la conveniencia de inscribir esta cuestión en el orden del día de la
Conferencia.
Artículo 2
1. A los efectos del presente Convenio, la expresión trabajo forzoso u obligatorio
designa todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena
cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente.
2. Sin embargo, a los efectos del presente Convenio, la expresión trabajo forzoso u
obligatorio no comprende:
a) cualquier trabajo o servicio que se exija en virtud de las leyes sobre el servicio militar
obligatorio y que tenga un carácter puramente militar;
b) cualquier trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones cívicas normales de
los ciudadanos de un país que se gobierne plenamente por sí mismo;
c) cualquier trabajo o servicio que se exija a un individuo en virtud de una condena
pronunciada por sentencia judicial, a condición de que este trabajo o servicio se realice
bajo la vigilancia y control de las autoridades públicas y que dicho individuo no sea
cedido o puesto a disposición de particulares, compañías o personas jurídicas de
carácter privado;
d) cualquier trabajo o servicio que se exija en casos de fuerza mayor, es decir, guerra,
siniestros o amenaza de siniestros, tales como incendios, inundaciones, hambre,
temblores de tierra, epidemias y epizootias violentas, invasiones de animales, de
insectos o de parásitos vegetales dañinos, y en general, en todas las circunstancias que
pongan en peligro o amenacen poner en peligro la vida o las condiciones normales de
existencia de toda o parte de la población;
e) los pequeños trabajos comunales, es decir, los trabajos realizados por los miembros
de una comunidad en beneficio directo de la misma, trabajos que, por consiguiente,
pueden considerarse como obligaciones cívicas normales que incumben a los miembros
de la comunidad, a condición de que la misma población o sus representantes directos
tengan derecho a pronunciarse sobre la necesidad de esos trabajos.
Artículo 3
A los efectos del presente Convenio, la expresión autoridades competentes designa a
las autoridades metropolitanas, o a las autoridades centrales superiores del territorio
interesado.
Artículo 4
1. Las autoridades competentes no deberán imponer o dejar que se imponga el trabajo
forzoso u obligatorio en provecho de particulares, de compañías o de personas jurídicas
de carácter privado.
2. Si existiera tal forma de trabajo forzoso u obligatorio en provecho de particulares, de
compañías o de personas jurídicas de carácter privado, en la fecha en que el Director
General de la Oficina Internacional del Trabajo haya registrado la ratificación de este
Convenio por un Miembro, este Miembro deberá suprimir completamente dicho trabajo
forzoso u obligatorio desde la fecha en que para él entre en vigor el presente Convenio.
Artículo 5
1. Ninguna concesión a particulares, compañías o personas jurídicas privadas deberá
implicar la imposición de cualquier forma de trabajo forzoso u obligatorio cuyo objeto
sea la producción o recolección de productos que utilicen dichos particulares,
compañías o personas jurídicas privadas, o con los cuales comercien.
2. Si las concesiones existentes contienen disposiciones que impliquen la imposición de
semejante trabajo forzoso u obligatorio, esas disposiciones deberán quedar sin efecto tan
pronto sea posible, a fin de satisfacer las prescripciones del artículo 1 del presente
Convenio.
Artículo 6
Los funcionarios de la administración, incluso cuando deban estimular a las poblaciones
a su cargo a que se dediquen a una forma cualquiera de trabajo, no deberán ejercer sobre
esas poblaciones una presión colectiva o individual con el fin de hacerlas trabajar para
particulares, compañías o personas jurídicas privadas.
Artículo 7
1. Los jefes que no ejerzan funciones administrativas no podrán recurrir al trabajo
forzoso u obligatorio.
2. Los jefes que ejerzan funciones administrativas podrán recurrir al trabajo forzoso u
obligatorio, con la autorización expresa de las autoridades competentes, en las
condiciones previstas por el artículo 10 del presente Convenio.
3. Los jefes legalmente reconocidos que no reciban una remuneración adecuada en otra
forma podrán disfrutar de servicios personales debidamente reglamentados, siempre que
se tomen todas las medidas necesarias para evitar cualquier abuso.
Artículo 8
1. La responsabilidad de toda decisión de recurrir al trabajo forzoso u obligatorio
incumbirá a las autoridades civiles superiores del territorio interesado.
2. Sin embargo, estas autoridades podrán delegar en las autoridades locales superiores la
facultad de imponer trabajo forzoso u obligatorio, cuando este trabajo no implique el
alejamiento de los trabajadores de su residencia habitual. Dichas autoridades podrán
igualmente delegar en las autoridades locales superiores, en los períodos y en las
condiciones que se estipulen en la reglamentación prevista en el artículo 23 del presente
Convenio, la facultad de imponer un trabajo forzoso u obligatorio para cuya ejecución
los trabajadores deban alejarse de su residencia habitual, cuando se trate de facilitar el
traslado de funcionarios de la administración en ejercicio de sus funciones y el
transporte de material de la administración.
Artículo 9
Salvo las disposiciones contrarias estipuladas en el artículo 10 del presente Convenio,
toda autoridad facultada para imponer un trabajo forzoso u obligatorio no deberá
permitir que se recurra a esta forma de trabajo sin cerciorarse previamente de que:
a) el servicio o trabajo por realizar presenta un gran interés directo para la comunidad
llamada a realizarlo;
b) el servicio o trabajo es actual o inminentemente necesario;
c) ha sido imposible procurarse la mano de obra voluntaria para la ejecución de este
servicio o trabajo, a pesar de la oferta de salarios y de condiciones de trabajo iguales,
por lo menos, a las que prevalecen en el territorio interesado para trabajos o servicios
análogos;
d) dicho trabajo o servicio no impondrá una carga demasiado pesada a la población
actual, habida cuenta de la mano de obra disponible y de su aptitud para emprender el
trabajo en cuestión.
Artículo 10
1. El trabajo forzoso u obligatorio exigido a título de impuesto, y el trabajo forzoso u
obligatorio a que recurran los jefes que ejerzan funciones administrativas para la
realización de trabajos de utilidad pública, deberán ser suprimidos progresivamente.
2. En espera de esta abolición, cuando el trabajo forzoso u obligatorio se exija a título de
impuesto, y cuando el trabajo forzoso u obligatorio se imponga por jefes que ejerzan
funciones administrativas para la ejecución de trabajos de utilidad pública, las
autoridades interesadas deberán cerciorarse previamente de que:
a) el servicio o trabajo por realizar presenta un gran interés directo para la comunidad
llamada a realizarlo;
b) el servicio o trabajo es actual o inminentemente necesario;
c) dicho trabajo o servicio no impondrá una carga demasiado pesada a la población
actual, habida cuenta de la mano de obra disponible y de su aptitud para emprender el
trabajo en cuestión;
d) la ejecución de este trabajo o servicio no obligará a los trabajadores a alejarse del
lugar de su residencia habitual;
e) la ejecución de este trabajo o servicio estará dirigida de acuerdo con las exigencias de
la religión, de la vida social y de la agricultura.
Artículo 11
1. Sólo podrán estar sujetos al trabajo forzoso u obligatorio los adultos aptos del sexo
masculino cuya edad no sea inferior a dieciocho años ni superior a cuarenta y cinco.
Salvo para las categorías de trabajo previstas en el artículo 10 del presente Convenio,
deberán observarse las limitaciones y condiciones siguientes:
a) reconocimiento previo, siempre que sea posible, por un médico designado por la
administración, para comprobar la ausencia de toda enfermedad contagiosa y la aptitud
física de los interesados para soportar el trabajo impuesto y las condiciones en que habrá
de realizarse;
b) exención del personal escolar, alumnos y profesores, así como del personal
administrativo en general;
c) mantenimiento, en cada comunidad, del número de hombres adultos y aptos
indispensables para la vida familiar y social;
d) respeto de los vínculos conyugales y familiares.
2. A los efectos del apartado c) del párrafo 1 de este artículo, la reglamentación prevista
en el artículo 23 del presente Convenio fijará la proporción de individuos de la
población permanente masculina y apta que podrá ser objeto de un reclutamiento
determinado, sin que esta proporción pueda, en ningún caso, exceder del 25 por ciento
de esta población. Al fijar esa proporción, las autoridades competentes deberán tener en
cuenta la densidad de población, el desarrollo social y físico de la misma; la época del
año y el estado de los trabajos que van a efectuar los interesados en su localidad por su
propia cuenta; de una manera general, las autoridades deberán respetar las necesidades
económicas y sociales de la vida normal de la comunidad interesada.
Artículo 12
1. El período máximo durante el cual un individuo cualquiera podrá estar sujeto al
trabajo forzoso u obligatorio, en sus diversas formas, no deberá exceder de sesenta días
por cada período de doce meses, debiendo incluirse en estos sesenta días los días de
viaje necesarios para ir al lugar donde se realice el trabajo y regresar.
2. Todo trabajador sujeto al trabajo forzoso u obligatorio deberá poseer un certificado
que indique los períodos de trabajo forzoso u obligatorio que haya efectuado.
Artículo 13
1. Las horas normales de trabajo de toda persona sujeta al trabajo forzoso u obligatorio
deberán ser las mismas que las que prevalezcan en el trabajo libre, y las horas de trabajo
que excedan de la jornada normal deberán ser remuneradas con arreglo a las mismas
tasas aplicadas a las horas extraordinarias de los trabajadores libres.
2. Se deberá conceder un día de reposo semanal a todas las personas sujetas a cualquier
forma de trabajo forzoso u obligatorio, debiendo coincidir este día, siempre que sea
posible, con el día consagrado por la tradición, o los usos del país o la región.
Artículo 14
1. Con excepción del trabajo previsto en el artículo 10 del presente Convenio, el trabajo
forzoso u obligatorio, en todas sus formas, deberá ser remunerado en metálico y con
arreglo a tasas que, para el mismo género de trabajo, no deberán ser inferiores a las
vigentes en la región donde los trabajadores estén empleados, ni a las vigentes en la
región donde fueron reclutados.
2. Cuando se trate de un trabajo impuesto por jefes en ejercicio de sus funciones
administrativas, deberá introducirse, cuanto antes, el pago de los salarios de acuerdo con
las tasas indicadas en el párrafo anterior.
3. Los salarios deberán pagarse a los propios trabajadores y no a su jefe de tribu o a otra
autoridad.
4. Los días de viaje para ir al lugar del trabajo y regresar deberán contarse como días de
trabajo para el pago de los salarios.
5. El presente artículo no impedirá que se proporcionen a los trabajadores, como parte
del salario, las raciones de alimentos acostumbradas, y estas raciones deberán ser, por lo
menos, de un valor equivalente a la suma de dinero que pueden representar; pero no se
hará ningún descuento del salario para el pago de impuestos, ni por los alimentos,
vestidos y alojamiento especiales proporcionados a los trabajadores para mantenerlos en
estado de continuar su trabajo, habida cuenta de las condiciones especiales del empleo,
o por el suministro de herramientas.
Artículo 15
1. Cualquier legislación referente a la indemnización de los accidentes del trabajo y
cualquier legislación que prevea una indemnización para las personas a cargo de los
trabajadores fallecidos o inválidos, que estén o vayan a entrar en vigor en el territorio
interesado, deberán aplicarse a las personas sujetas al trabajo forzoso u obligatorio en
las mismas condiciones que a los trabajadores libres.
2. En todo caso, cualquier autoridad competente que recurra al trabajo forzoso u
obligatorio deberá estar obligada a asegurar la subsistencia de dichos trabajadores
cuando, a consecuencia de un accidente o de una enfermedad que resulte de su trabajo,
se encuentren total o parcialmente incapacitados para subvenir a sus necesidades. Esta
autoridad también deberá estar obligada a tomar las medidas necesarias para asegurar la
subsistencia de cualquier persona a cargo del trabajador, en caso de incapacidad o de
fallecimiento resultante del trabajo.
Artículo 16
1. Las personas sujetas al trabajo forzoso u obligatorio no deberán ser transferidas, salvo
en caso de necesidad excepcional, a regiones donde las condiciones climáticas y
alimentarias sean tan diferentes de aquellas a que se hallen acostumbradas que
constituyan un peligro para su salud.
2. En ningún caso se autorizará este traslado de trabajadores sin que se hayan aplicado
todas las medidas de higiene y de alojamiento necesarias para su instalación y para
proteger su salud.
3. Cuando no se pueda evitar dicho traslado, se tomarán medidas para garantizar la
aclimatación progresiva de los trabajadores a las nuevas condiciones climáticas y
alimentarias, previo informe del servicio médico competente.
4. Cuando estos trabajadores deban ejecutar un trabajo regular al que no se hallen
acostumbrados, se deberán tomar las medidas necesarias para lograr su adaptación a
este género de trabajo, especialmente en lo que se refiere al entrenamiento progresivo, a
las horas de trabajo, a los intervalos de descanso y al mejoramiento o aumento de las
raciones alimenticias que puedan ser necesarias.
Artículo 17
Antes de autorizar el recurso al trabajo forzoso u obligatorio en trabajos de construcción
o de conservación que obliguen a los trabajadores a vivir en los lugares de trabajo
durante un período prolongado, las autoridades competentes deberán cerciorarse de que:
1) se han tomado todas las medidas necesarias para asegurar la higiene de los
trabajadores y garantizarles la asistencia médica indispensable, y, en particular: a) que
dichos trabajadores serán sometidos a un examen médico antes de comenzar los
trabajos, y a nuevos exámenes, a intervalos determinados, mientras dure su empleo; b)
que se dispone de un personal médico suficiente y de los dispensarios, enfermerías
ambulancias y hospitales requeridos para hacer frente a todas las necesidades, y c) que
las condiciones de sanidad de los lugares de trabajo, el suministro de agua potable,
víveres, combustible y utensilios de cocina y, cuando sea necesario, las condiciones de
vivienda y vestido son satisfactorias;
2) se han tomado las medidas necesarias para garantizar la subsistencia de la familia del
trabajador, especialmente facilitando el envío a la misma de una parte del salario por
medio de un procedimiento seguro y con el consentimiento o a solicitud del trabajador;
3) los viajes de ida de los trabajadores al lugar de trabajo y los de regreso estarán
garantizados por la administración, bajo su responsabilidad y a sus expensas, y la
administración facilitará estos viajes utilizando al máximo todos los medios de
transporte disponibles;
4) en caso de enfermedad o de accidente que cause una incapacidad de trabajo de cierta
duración, la repatriación de los trabajadores estará a cargo de la administración;
5) todo trabajador que desee permanecer como trabajador libre a la expiración de su
período de trabajo forzoso u obligatorio tendrá la facultad de hacerlo, sin perder sus
derechos a la repatriación gratuita, durante un período de dos años.
Artículo 18
1. El trabajo forzoso u obligatorio para el transporte de personas o de mercancías, por
ejemplo, el de los cargadores y el de los barqueros, deberá ser suprimido lo antes
posible, y hasta que se suprima, las autoridades competentes deberán dictar reglamentos
que determinen especialmente: a) la obligación de no utilizar este trabajo sino para
facilitar el transporte de funcionarios de la administración en el ejercicio de sus
funciones, el transporte del material de la administración o, en caso de absoluta
necesidad, para el transporte de otras personas que no sean funcionarios; b) la
obligación de no emplear en dichos transportes sino a hombres que hayan sido
reconocidos físicamente aptos para este trabajo, después de pasar un médico, siempre
que dicho examen sea posible, y en caso de que no lo fuere, la persona que contrate esta
mano de obra deberá garantizar, bajo su propia responsabilidad, que los obreros
empleados tienen la aptitud física requerida y que no padecen ninguna enfermedad
contagiosa; c) la carga máxima que podrán llevar los trabajadores; d) la distancia
máxima desde el lugar donde trabajen al lugar de su residencia: e) el número máximo de
días al mes, o en cualquier otro período, en que podrá exigirse a los trabajadores este
trabajo, comprendiendo en este número los días del viaje de regreso; f) las personas que
estarán autorizadas a exigir esta forma de trabajo forzoso u obligatorio, y hasta qué
punto estarán facultadas para exigirlo.
2. Al fijar los máximos a que se refieren los incisos c), d) y e) del párrafo precedente,
las autoridades competentes deberán tener en cuenta todos los elementos pertinentes,
especialmente el de la aptitud física de la población que va a ser reclutada, la naturaleza
del itinerario que tiene que recorrer y las condiciones climatológicas.
3. Las autoridades competentes también deberán tomar disposiciones para que el
trayecto diario normal de los portadores no exceda de una distancia que corresponda a la
duración media de una jornada de trabajo de ocho horas, entendiéndose que para
determinarla se deberá tener en cuenta no sólo la carga que hay que llevar y la distancia
por recorrer, sino también el estado del camino, la época del año y todos los demás
factores de importancia; si fuera necesario imponer a los portadores algunas horas de
marcha extraordinarias, deberán ser remuneradas con arreglo a tasas más elevadas que
las normales.
Artículo 19
1. Las autoridades competentes deberán solamente autorizar el recurso a cultivos
obligatorios como un método para prevenir el hambre o una carencia de productos
alimenticios, y siempre a reserva de que los alimentos o los productos así obtenidos se
conviertan en propiedad de los individuos o de la colectividad que los haya producido.
2. El presente artículo no deberá tener por efecto la supresión de la obligación de los
miembros de la comunidad de ejecutar el trabajo impuesto por la ley o la costumbre,
cuando la producción se encuentre organizada, según la ley y la costumbre, sobre una
base comunal, y cuando los productos o los beneficios resultantes de la venta de estos
productos sean propiedad de la colectividad.
Artículo 20
Las legislaciones que prevean una represión colectiva aplicable a toda una comunidad
por delitos cometidos por cualquiera de sus miembros no deberán establecer, como
método represivo, el trabajo forzoso u obligatorio por una comunidad.
Artículo 21
No se recurrirá al trabajo forzoso u obligatorio para los trabajos subterráneos que se
realicen en las minas.
Artículo 22
Las memorias anuales que los Miembros que ratifiquen el presente Convenio habrán de
presentar a la Oficina Internacional del Trabajo, en virtud del artículo 22 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, sobre las medidas que hayan
tomado para dar efecto a las disposiciones del presente Convenio, contendrán una
información lo más completa posible, sobre cada territorio interesado, referente a la
amplitud con que se haya utilizado el trabajo forzoso u obligatorio en ese territorio, y a
los puntos siguientes: fines para los que se ha efectuado este trabajo; porcentaje de
enfermedades y mortalidad; horas de trabajo; métodos para el pago de los salarios, tasas
de los salarios, y cualquier otro dato de interés.
Artículo 23
1. Las autoridades competentes deberán dictar una reglamentación completa y precisa
sobre el empleo del trabajo forzoso u obligatorio, para hacer efectivas las disposiciones
del presente Convenio.
2. Esta reglamentación deberá contener, especialmente, reglas que permitan a cada
persona sujeta al trabajo forzoso u obligatorio presentar a las autoridades todas las
reclamaciones relativas a las condiciones de trabajo y que garanticen que estas
reclamaciones serán examinadas y tomadas en consideración.
Artículo 24
Deberán tomarse medidas adecuadas, en todos los casos, para garantizar la estricta
aplicación de los reglamentos relativos al empleo del trabajo forzoso u obligatorio, ya
sea mediante la extensión al trabajo forzoso u obligatorio de las funciones de cualquier
organismo de inspección creado para la vigilancia del trabajo libre, ya sea mediante
cualquier otro sistema conveniente. También deberán tomarse medidas para que las
personas sujetas al trabajo forzoso conozcan el contenido de estos reglamentos.
Artículo 25
El hecho de exigir ilegalmente trabajo forzoso u obligatorio será objeto de sanciones
penales, y todo Miembro que ratifique el presente Convenio tendrá la obligación de
cerciorarse de que las sanciones impuestas por la ley son realmente eficaces y se aplican
estrictamente.
Artículo 26
1. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que ratifique el presente
Convenio se obliga a aplicarlo en los territorios sujetos a su soberanía, jurisdicción,
protección, tutela o autoridad, siempre que tenga derecho a aceptar obligaciones que se
refieran a cuestiones de jurisdicción interior. Sin embargo, si este Miembro quiere
acogerse a las disposiciones del artículo 35 de la Constitución de la Organización
Internacional del Trabajo, deberá acompañar su ratificación de una declaración en la
que indique:
1) los territorios respecto de los cuales pretende aplicar las disposiciones del presente
Convenio sin modificaciones;
2) los territorios respecto de los cuales pretende aplicar las disposiciones del presente
Convenio con modificaciones, junto con los detalles de dichas modificaciones;
3) los territorios respecto de los cuales se reserva su decisión.
2. La declaración antes mencionada se considerará como parte integrante de la
ratificación y producirá sus mismos efectos. Todo Miembro que formule una
declaración similar podrá renunciar, total o parcialmente, por medio de una nueva
declaración, a las reservas formuladas en virtud de los apartados 2) y 3) del párrafo 1 de
este artículo.
Artículo 27
Las ratificaciones formales del presente Convenio, de acuerdo con las condiciones
establecidas por la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, serán
comunicadas, para su registro, al Director General de la Oficina Internacional del
Trabajo.
Artículo 28
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros cuyas ratificaciones hayan
sido registradas en la Oficina Internacional del Trabajo.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos
Miembros de la Organización Internacional del Trabajo hayan sido registradas por el
Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce
meses después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 29
Tan pronto como se hayan registrado en la Oficina Internacional del Trabajo las
ratificaciones de dos Miembros de la Organización Internacional del Trabajo, el
Director General de la Oficina notificará el hecho a todos los Miembros de la
Organización Internacional del Trabajo. Igualmente les notificará el registro de las
ratificaciones que le comuniquen posteriormente los demás Miembros de la
Organización.
Artículo 30
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración
de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en
vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la
fecha en que se haya registrado en la Oficina Internacional del Trabajo.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año
después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente,
no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo quedará obligado durante
un nuevo período de cinco años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la
expiración de cada período de cinco años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 31
A la expiración de cada período de cinco años, a partir de la fecha en que este Convenio
entre en vigor, el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo
deberá presentar a la Conferencia General una memoria sobre la aplicación de este
Convenio, y deberá considerar la conveniencia de incluir en el orden del día de la
Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.
Artículo 32
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión
total o parcial del presente, la ratificación por un Miembro del nuevo convenio revisor
implicará, ipso jure, la denuncia de este Convenio sin ninguna demora, no obstante las
disposiciones contenidas en el artículo 30, siempre que el nuevo convenio revisor haya
entrado en vigor.
2. A partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente
Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.
3. Sin embargo, este Convenio continuará en vigor, en su forma y contenido actuales,
para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
Artículo 33
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.
C105 CONVENIO SOBRE LA ABOLICIÓN DEL TRABAJO FORZOSO, 1957
Convenio relativo a la abolición del trabajo forzoso (Nota: Fecha de entrada en vigor:
17:01:1959 .)
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del
Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 5 junio 1957 en su cuadragésima reunión;
Después de haber considerado la cuestión del trabajo forzoso, cuestión que constituye el
cuarto punto del orden del día de la reunión;
Después de haber tomado nota de las disposiciones del Convenio sobre el trabajo
forzoso, 1930;
Después de haber tomado nota de que la Convención sobre la esclavitud, 1926,
establece que deberán tomarse todas las medidas necesarias para evitar que el trabajo
obligatorio o forzoso pueda dar lugar a condiciones análogas a la esclavitud y de que la
Convención suplementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata de esclavos y las
instituciones y prácticas análogas a la esclavitud, 1956, prevé la completa abolición de
la servidumbre por deudas y la servidumbre de la gleba;
Después de haber tomado nota de que el Convenio sobre la protección del salario, 1949,
prevé que el salario se deberá pagar a intervalos regulares y prohíbe los sistemas de
retribución que priven al trabajador de la posibilidad real de poner término a su empleo;
Después de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas a la abolición de
ciertas formas de trabajo forzoso u obligatorio en violación de los derechos humanos a
que alude la Carta de las Naciones Unidas y enunciados en la Declaración Universal de
Derechos Humanos, y
Después de haber decidido que dichas proposiciones revistan la forma de un convenio
internacional,
adopta, con fecha veinticinco de junio de mil novecientos cincuenta y siete, el siguiente
Convenio, que podrá ser citado como el Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso,
1957:
Artículo 1
Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que ratifique el presente
Convenio se obliga a suprimir y a no hacer uso de ninguna forma de trabajo forzoso u
obligatorio:
a) como medio de coerción o de educación políticas o como castigo por tener o expresar
determinadas opiniones políticas o por manifestar oposición ideológica al orden
político, social o económico establecido;
b) como método de movilización y utilización de la mano de obra con fines de fomento
económico;
c) como medida de disciplina en el trabajo;
d) como castigo por haber participado en huelgas;
e) como medida de discriminación racial, social, nacional o religiosa.
Artículo 2
Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que ratifique el presente
Convenio se obliga a tomar medidas eficaces para la abolición inmediata y completa del
trabajo forzoso u obligatorio, según se describe en el artículo 1 de este Convenio.
Artículo 3
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro,
al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 4
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos
Miembros hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce
meses después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 5
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración
de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en
vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la
fecha en que se haya registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año
después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente,
no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo quedará obligado durante
un nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la
expiración de cada período de diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 6
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los
Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas
ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los Miembros de la
Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación
que le haya sido comunicada, el Director General llamará la atención de los Miembros
de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el presente Convenio.
Artículo 7
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al Secretario
General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de conformidad con el
artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa sobre todas
las ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con
los artículos precedentes.
Artículo 8
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia una memoria sobre la aplicación
del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir en el orden del día de la
Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.
Artículo 9
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión
total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en
contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará, ipso jure, la
denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el
artículo 5, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor;
b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente
Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales,
para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
C100 CONVENIO SOBRE IGUALDAD DE REMUNERACIÓN, 1951
Convenio relativo a la igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la
mano de obra femenina por un trabajo de igual valor (Nota: Fecha de entrada en vigor:
23:05:1953 .)
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del
Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 6 junio 1951 en su trigésima cuarta reunión;
Después de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas al principio de
igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina
por un trabajo de igual valor, cuestión que está comprendida en el séptimo punto del
orden del día de la reunión, y
Después de haber decidido que dichas proposiciones revistan la forma de un convenio
internacional,
adopta, con fecha veintinueve de junio de mil novecientos cincuenta y uno, el siguiente
Convenio, que podrá ser citado como el Convenio sobre igualdad de remuneración,
1951:
Artículo 1
A los efectos del presente Convenio:
a) el término remuneración comprende el salario o sueldo ordinario, básico o mínimo,
y cualquier otro emolumento en dinero o en especie pagados por el empleador, directa o
indirectamente, al trabajador, en concepto del empleo de este último;
b) la expresión igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano
de obra femenina por un trabajo de igual valor designa las tasas de remuneración
fijadas sin discriminación en cuanto al sexo.
Artículo 2
1. Todo Miembro deberá, empleando medios adaptados a los métodos vigentes de
fijación de tasas de remuneración, promover y, en la medida en que sea compatible con
dichos métodos, garantizar la aplicación a todos los trabajadores del principio de
igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina
por un trabajo de igual valor.
2. Este principio se deberá aplicar sea por medio de:
a) la legislación nacional;
b) cualquier sistema para la fijación de la remuneración, establecido o reconocido por la
legislación;
c) contratos colectivos celebrados entre empleadores y trabajadores; o
d) la acción conjunta de estos diversos medios.
Artículo 3
1. Se deberán adoptar medidas para promover la evaluación objetiva del empleo,
tomando como base los trabajos que éste entrañe, cuando la índole de dichas medidas
facilite la aplicación del presente Convenio.
2. Los métodos que se adopten para esta evaluación podrán ser decididos por las
autoridades competentes en lo que concierne a la fijación de las tasas de remuneración,
o cuando dichas tasas se fijen por contratos colectivos, por las partes contratantes.
3. Las diferencias entre las tasas de remuneración que correspondan,
independientemente del sexo, a diferencias que resulten de dicha evaluación objetiva de
los trabajos que han de efectuarse, no deberán considerarse contrarias al principio de
igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina
por un trabajo de igual valor.
Artículo 4
Todo Miembro deberá colaborar con las organizaciones interesadas de empleadores y
de trabajadores, en la forma que estime más conveniente, a fin de aplicar las
disposiciones del presente Convenio.
Artículo 5
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro,
al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 6
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos
Miembros hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce
meses después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 7
1. Las declaraciones comunicadas al Director General de la Oficina Internacional del
Trabajo, de acuerdo con el párrafo 2 del artículo 35 de la Constitución de la
Organización Internacional del Trabajo, deberán indicar:
a) los territorios respecto de los cuales el Miembro interesado se obliga a que las
disposiciones del Convenio sean aplicadas sin modificaciones;
b) los territorios respecto de los cuales se obliga a que las disposiciones del Convenio
sean aplicadas con modificaciones, junto con los detalles de dichas modificaciones;
c) los territorios respecto de los cuales sea inaplicable el Convenio y los motivos por los
cuales sea inaplicable;
d) los territorios respecto de los cuales reserva su decisión en espera de un examen más
detenido de su situación.
2. Las obligaciones a que se refieren los apartados a) y b) del párrafo 1 de este artículo
se considerarán parte integrante de la ratificación y producirán sus mismos efectos.
3. Todo Miembro podrá renunciar, total o parcialmente, por medio de una nueva
declaración, a cualquier reserva formulada en su primera declaración en virtud de los
apartados b), c) o d) del párrafo 1 de este artículo.
4. Durante los períodos en que este Convenio pueda ser denunciado de conformidad con
las disposiciones del artículo 9, todo Miembro podrá comunicar al Director General una
declaración por la que modifique, en cualquier otro respecto, los términos de cualquier
declaración anterior y en la que indique la situación en territorios determinados.
Artículo 8
1. Las declaraciones comunicadas al Director General de la Oficina Internacional del
Trabajo, de conformidad con los párrafos 4 y 5 del artículo 35 de la Constitución de la
Organización Internacional del Trabajo, deberán indicar si las disposiciones del
Convenio serán aplicadas en el territorio interesado con modificaciones o sin ellas;
cuando la declaración indique que las disposiciones del Convenio serán aplicadas con
modificaciones, deberá especificar en qué consisten dichas modificaciones.
2. El Miembro, los Miembros o la autoridad internacional interesados podrán renunciar,
total o parcialmente, por medio de una declaración ulterior, al derecho a invocar una
modificación indicada en cualquier otra declaración anterior.
3. Durante los períodos en que este Convenio pueda ser denunciado de conformidad con
las disposiciones del artículo 9, el Miembro, los Miembros o la autoridad internacional
interesados podrán comunicar al Director General una declaración por la que
modifiquen, en cualquier otro respecto, los términos de cualquier declaración anterior y
en la que indiquen la situación en lo que se refiere a la aplicación del Convenio.
Artículo 9
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración
de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en
vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la
fecha en que se haya registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año
después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente,
no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo quedará obligado durante
un nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la
expiración de cada período de diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 10
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los
Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas
ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los Miembros de la
Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación
que le haya sido comunicada, el Director General llamará la atención de los Miembros
de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el presente Convenio.
Artículo 11
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al Secretario
General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de conformidad con el
artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa sobre todas
las ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con
los artículos precedentes.
Artículo 12
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia una memoria sobre la aplicación
del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir en el orden del día de la
Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.
Artículo 13
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión
total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en
contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará, ipso jure, la
denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el
artículo 9, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor;
b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente
Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales,
para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
Artículo 14
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.
C111 CONVENIO SOBRE LA DISCRIMINACIÓN (EMPLEO Y OCUPACIÓN),
1958
Convenio relativo a la discriminación en materia de empleo y ocupación (Nota: Fecha
de entrada en vigor: 15:06:1960 .)
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del
Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 4 junio 1958 en su cuadragésima segunda
reunión;
Después de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas a la discriminación
en materia de empleo y ocupación, cuestión que constituye el cuarto punto del orden del
día de la reunión:
Después de haber decidido que dichas proposiciones revistan la forma de un convenio
internacional;
Considerando que la Declaración de Filadelfia afirma que todos los seres humanos, sin
distinción de raza, credo o sexo, tienen derecho a perseguir su bienestar material y su
desarrollo espiritual en condiciones de libertad y dignidad, de seguridad económica y en
igualdad de oportunidades, y
Considerando además que la discriminación constituye una violación de los derechos
enunciados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
adopta, con fecha veinticinco de junio de mil novecientos cincuenta y ocho, el siguiente
Convenio, que podrá ser citado como el Convenio sobre la discriminación (empleo y
ocupación), 1958:
Artículo 1
1. A los efectos de este Convenio, el término discriminación comprende:
a) cualquier distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo,
religión, opinión política, ascendencia nacional u origen social que tenga por efecto
anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación;
b) cualquier otra distinción, exclusión o preferencia que tenga por efecto anular o alterar
la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo u ocupación que podrá ser
especificada por el Miembro interesado previa consulta con las organizaciones
representativas de empleadores y de trabajadores, cuando dichas organizaciones existan,
y con otros organismos apropiados.
2. Las distinciones, exclusiones o preferencias basadas en las calificaciones exigidas
para un empleo determinado no serán consideradas como discriminación.
3. A los efectos de este Convenio, los términos empleo y ocupación incluyen tanto el
acceso a los medios de formación profesional y la admisión en el empleo y en las
diversas ocupaciones como también las condiciones de trabajo.
Artículo 2
Todo Miembro para el cual este Convenio se halle en vigor se obliga a formular y llevar
a cabo una política nacional que promueva, por métodos adecuados a las condiciones y
a la práctica nacionales, la igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo y
ocupación, con objeto de eliminar cualquier discriminación a este respecto.
Artículo 3
Todo Miembro para el cual el presente Convenio se halle en vigor se obliga por
métodos adaptados a las circunstancias y a las prácticas nacionales, a:
a) tratar de obtener la cooperación de las organizaciones de empleadores y de
trabajadores y de otros organismos apropiados en la tarea de fomentar la aceptación y
cumplimiento de esa política;
b) promulgar leyes y promover programas educativos que por su índole puedan
garantizar la aceptación y cumplimiento de esa política;
c) derogar las disposiciones legislativas y modificar las disposiciones prácticas
administrativas que sean incompatibles con dicha política;
d) llevar a cabo dicha política en lo que concierne a los empleos sometidos al control
directo de una autoridad nacional;
e) asegurar la aplicación de esta política en las actividades de orientación profesional, de
formación profesional y de colocación que dependan de una autoridad nacional;
f) indicar en su memoria anual sobre la aplicación de este Convenio las medidas
adoptadas para llevar a cabo esa política y los resultados obtenidos.
Artículo 4
No se consideran como discriminatorias las medidas que afecten a una persona sobre la
que recaiga sospecha legítima de que se dedica a una actividad perjudicial a la seguridad
del Estado, o acerca de la cual se haya establecido que de hecho se dedica a esta
actividad, siempre que dicha persona tenga el derecho a recurrir a un tribunal
competente conforme a la práctica nacional.
Artículo 5
1. Las medidas especiales de protección o asistencia previstas en otros convenios o
recomendaciones adoptados por la Conferencia Internacional del Trabajo no se
consideran como discriminatorias.
2. Todo Miembro puede, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de
trabajadores, cuando dichas organizaciones existan, definir como no discriminatorias
cualesquiera otras medidas especiales destinadas a satisfacer las necesidades
particulares de las personas a las que, por razones tales como el sexo, la edad, la
invalidez, las cargas de familia o el nivel social o cultural, generalmente se les
reconozca la necesidad de protección o asistencia especial.
Artículo 6
Todo Miembro que ratifique el presente Convenio se obliga a aplicarlo a los territorios
no metropolitanos, de conformidad con las disposiciones de la Constitución de la
Organización Internacional del Trabajo.
Artículo 7
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro,
al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 8
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos
Miembros hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce
meses después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 9
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración
de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en
vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la
fecha en que se haya registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año
después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente,
no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo quedará obligado durante
un nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la
expiración de cada período de diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 10
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los
Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas
ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los Miembros de la
Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación
que le haya sido comunicada, el Director General llamará la atención de los Miembros
de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el presente Convenio.
Artículo 11
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al Secretario
General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de conformidad con el
artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa sobre todas
las ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con
los artículos precedentes.
Artículo 12
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia una memoria sobre la aplicación
del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir en el orden del día de la
Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.
Artículo 13
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión
total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en
contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará, ipso jure, la
denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el
artículo 9, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor;
b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente
Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales,
para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
Artículo 14
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.
C138 CONVENIO SOBRE LA EDAD MÍNIMA, 1973
Convenio sobre la edad mínima de admisión al empleo (Nota: Fecha de entrada en
vigor: 19:06:1976.)
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del
Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 6 junio 1973 en su quincuagésima octava
reunión;
Después de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas a la edad mínima de
admisión al empleo, cuestión que constituye el cuarto punto del orden del día de la
reunión;
Teniendo en cuenta las disposiciones de los siguientes convenios: Convenio sobre la
edad mínima (industria), 1919; Convenio sobre la edad mínima (trabajo marítimo),
1920; Convenio sobre la edad mínima (agricultura),1921; Convenio sobre la edad
mínima (pañoleros y fogoneros), 1921; Convenio sobre la edad mínima (trabajos no
industriales), 1932; Convenio (revisado) sobre la edad mínima (trabajo marítimo), 1936;
Convenio (revisado) sobre la edad mínima (industria), 1937; Convenio (revisado) sobre
la edad mínima (trabajos no industriales), 1937; Convenio sobre la edad mínima
(pescadores), 1959, y Convenio sobre la edad mínima (trabajo subterráneo), 1965;
Considerando que ha llegado el momento de adoptar un instrumento general sobre el
tema que reemplace gradualmente a los actuales instrumentos, aplicables a sectores
económicos limitados, con miras a lograr la total abolición del trabajo de los niños, y
Después de haber decidido que dicho instrumento revista la forma de un convenio
internacional,
adopta, con fecha veintiséis de junio de mil novecientos setenta y tres, el presente
Convenio, que podrá ser citado como el Convenio sobre la edad mínima, 1973:
Artículo 1
Todo Miembro para el cual esté en vigor el presente Convenio se compromete a seguir
una política nacional que asegure la abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve
progresivamente la edad mínima de admisión al empleo o al trabajo a un nivel que haga
posible el más completo desarrollo físico y mental de los menores.
Artículo 2
1. Todo Miembro que ratifique el presente Convenio deberá especificar, en una
declaración anexa a su ratificación, la edad mínima de admisión al empleo o al trabajo
en su territorio y en los medios de transporte matriculados en su territorio; a reserva de
lo dispuesto en los artículos 4 a 8 del presente Convenio, ninguna persona menor de esa
edad deberá ser admitida al empleo o trabajar en ocupación alguna.
2. Todo Miembro que haya ratificado el presente Convenio podrá notificar
posteriormente al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo, mediante
otra declaración, que establece una edad mínima más elevada que la que fijó
inicialmente.
3. La edad mínima fijada en cumplimiento de lo dispuesto en el párrafo 1 del presente
artículo no deberá ser inferior a la edad en que cesa la obligación escolar, o en todo
caso, a quince años.
4. No obstante las disposiciones del párrafo 3 de este artículo, el Miembro cuya
economía y medios de educación estén insuficientemente desarrollados podrá, previa
consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas, si tales
organizaciones existen, especificar inicialmente una edad mínima de catorce años.
5. Cada Miembro que haya especificado una edad mínima de catorce años con arreglo a
las disposiciones del párrafo precedente deberá declarar en las memorias que presente
sobre la aplicación de este Convenio, en virtud del artículo 22 de la Constitución de la
Organización Internacional del Trabajo:
a) que aún subsisten las razones para tal especificación, o
b) que renuncia al derecho de seguir acogiéndose al párrafo 1 anterior a partir de una
fecha determinada.
Artículo 3
1. La edad mínima de admisión a todo tipo de empleo o trabajo que por su naturaleza o
las condiciones en que se realice pueda resultar peligroso para la salud, la seguridad o la
moralidad de los menores no deberá ser inferior a dieciocho años.
2. Los tipos de empleo o de trabajo a que se aplica el párrafo 1 de este artículo serán
determinados por la legislación nacional o por la autoridad competente, previa consulta
con las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas, cuando tales
organizaciones existan.
3. No obstante lo dispuesto en el párrafo 1 de este artículo, la legislación nacional o la
autoridad competente, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de
trabajadores interesadas, cuando tales organizaciones existan, podrán autorizar el
empleo o el trabajo a partir de la edad de dieciséis años, siempre que queden plenamente
garantizadas la salud, la seguridad y la moralidad de los adolescentes, y que éstos hayan
recibido instrucción o formación profesional adecuada y específica en la rama de
actividad correspondiente.
Artículo 4
1. Si fuere necesario, la autoridad competente, previa consulta con las organizaciones
interesadas de empleadores y de trabajadores, cuando tales organizaciones existan,
podrá excluir de la aplicación del presente Convenio a categorías limitadas de empleos
o trabajos respecto de los cuales se presenten problemas especiales e importantes de
aplicación.
2. Todo Miembro que ratifique el presente Convenio deberá enumerar, en la primera
memoria sobre la aplicación del Convenio que presente en virtud del artículo 22 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, las categorías que haya
excluido de acuerdo con lo dispuesto en el párrafo 1 de este artículo, explicando los
motivos de dicha exclusión, y deberá indicar en memorias posteriores el estado de su
legislación y práctica respecto de las categorías excluidas y la medida en que aplica o se
propone aplicar el presente Convenio a tales categorías.
3. El presente artículo no autoriza a excluir de la aplicación del Convenio los tipos de
empleo o trabajo a que se refiere el artículo 3.
Artículo 5
1. El Miembro cuya economía y cuyos servicios administrativos estén insuficientemente
desarrollados podrá, previa consulta con las organizaciones interesadas de empleadores
y de trabajadores, cuando tales organizaciones existan, limitar inicialmente el campo de
aplicación del presente Convenio.
2. Todo Miembro que se acoja al párrafo 1 del presente artículo deberá determinar, en
una declaración anexa a su ratificación, las ramas de actividad económica o los tipos de
empresa a los cuales aplicará las disposiciones del presente Convenio.
3. Las disposiciones del presente Convenio deberán ser aplicables, como mínimo, a:
minas y canteras; industrias manufactureras; construcción; servicios de electricidad, gas
y agua; saneamiento; transportes, almacenamiento y comunicaciones, y plantaciones y
otras explotaciones agrícolas que produzcan principalmente con destino al comercio,
con exclusión de las empresas familiares o de pequeñas dimensiones que produzcan
para el mercado local y que no empleen regularmente trabajadores asalariados.
4. Todo Miembro que haya limitado el campo de aplicación del presente Convenio al
amparo de este artículo:
a) deberá indicar en las memorias que presente en virtud del artículo 22 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo la situación general del
empleo o del trabajo de los menores y de los niños en las ramas de actividad que estén
excluidas del campo de aplicación del presente Convenio y los progresos que haya
logrado hacia una aplicación más extensa de las disposiciones del presente Convenio;
b) podrá en todo momento extender el campo de aplicación mediante una declaración
enviada al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 6
El presente Convenio no se aplicará al trabajo efectuado por los niños o los menores en
las escuelas de enseñanza general, profesional o técnica o en otras instituciones de
formación ni al trabajo efectuado por personas de por lo menos catorce años de edad en
las empresas, siempre que dicho trabajo se lleve a cabo según las condiciones prescritas
por la autoridad competente, previa consulta con las organizaciones interesadas de
empleadores y de trabajadores, cuando tales organizaciones existan, y sea parte
integrante de:
a) un curso de enseñanza o formación del que sea primordialmente responsable una
escuela o institución de formación;
b) un programa de formación que se desarrolle entera o fundamentalmente en una
empresa y que haya sido aprobado por la autoridad competente; o
c) un programa de orientación, destinado a facilitar la elección de una ocupación o de un
tipo de formación.
Artículo 7
1. La legislación nacional podrá permitir el empleo o el trabajo de personas de trece a
quince años de edad en trabajos ligeros, a condición de que éstos:
a) no sean susceptibles de perjudicar su salud o desarrollo; y
b) no sean de tal naturaleza que puedan perjudicar su asistencia a la escuela, su
participación en programas de orientación o formación profesional aprobados por la
autoridad competente o el aprovechamiento de la enseñanza que reciben.
2. La legislación nacional podrá también permitir el empleo o el trabajo de personas de
quince años de edad por lo menos, sujetas aún a la obligación escolar, en trabajos que
reúnan los requisitos previstos en los apartados a) y b) del párrafo anterior.
3. La autoridad competente determinará las actividades en que podrá autorizarse el
empleo o el trabajo de conformidad con los párrafos 1 y 2 del presente artículo y
prescribirá el número de horas y las condiciones en que podrá llevarse a cabo dicho
empleo o trabajo.
4. No obstante las disposiciones de los párrafos 1 y 2 del presente artículo, el Miembro
que se haya acogido a las disposiciones del párrafo 4 del artículo 2 podrá, durante el
tiempo en que continúe acogiéndose a dichas disposiciones, sustituir las edades de trece
y quince años, en el párrafo 1 del presente artículo, por las edades de doce y catorce
años, y la edad de quince años, en el párrafo 2 del presente artículo, por la edad de
catorce años.
Artículo 8
1. La autoridad competente podrá conceder, previa consulta con las organizaciones de
empleadores y de trabajadores interesadas, cuando tales organizaciones existan, por
medio de permisos individuales, excepciones a la prohibición de ser admitido al empleo
o de trabajar que prevé el artículo 2 del presente Convenio, con finalidades tales como
participar en representaciones artísticas.
2. Los permisos así concedidos limitarán el número de horas del empleo o trabajo objeto
de esos permisos y prescribirán las condiciones en que puede llevarse a cabo.
Artículo 9
1. La autoridad competente deberá prever todas las medidas necesarias, incluso el
establecimiento de sanciones apropiadas, para asegurar la aplicación efectiva de las
disposiciones del presente Convenio.
2. La legislación nacional o la autoridad competente deberán determinar las personas
responsables del cumplimiento de las disposiciones que den efecto al presente
Convenio.
3. La legislación nacional o la autoridad competente prescribirá los registros u otros
documentos que el empleador deberá llevar y tener a disposición de la autoridad
competente. Estos registros deberán indicar el nombre y apellidos y la edad o fecha de
nacimiento, debidamente certificados siempre que sea posible, de todas las personas
menores de dieciocho años empleadas por él o que trabajen para él.
Artículo 10
1. El presente Convenio modifica, en las condiciones establecidas en este artículo, el
Convenio sobre la edad mínima (industria), 1919; el Convenio sobre la edad mínima
(trabajo marítimo), 1920; el Convenio sobre la edad mínima (agricultura), 1921; el
Convenio sobre la edad mínima (pañoleros y fogoneros), 1921; el Convenio sobre la
edad mínima (trabajos no industriales), 1932; el Convenio (revisado) sobre la edad
mínima (trabajo marítimo), 1936; el Convenio (revisado) sobre la edad mínima
(industria), 1937; el Convenio (revisado) sobre la edad mínima (trabajos no
industriales), 1937; el Convenio sobre la edad mínima (pescadores), 1959, y el
Convenio sobre la edad mínima (trabajo subterráneo), 1965.
2. Al entrar en vigor el presente Convenio, el Convenio (revisado) sobre la edad mínima
(trabajo marítimo), 1936; el Convenio (revisado) sobre la edad mínima (industria),
1937; el Convenio (revisado) sobre la edad mínima (trabajos no industriales), 1937; el
Convenio sobre la edad mínima (pescadores), 1959, y el Convenio sobre la edad
mínima (trabajo subterráneo), 1965, no cesarán de estar abiertos a nuevas ratificaciones.
3. El Convenio sobre la edad mínima (industria), 1919; el Convenio sobre la edad
mínima (trabajo marítimo), 1920; el Convenio sobre la edad mínima (agricultura), 1921,
y el Convenio sobre la edad mínima (pañoleros y fogoneros), 1921, cesarán de estar
abiertos a nuevas ratificaciones cuando todos los Estados partes en los mismos hayan
dado su consentimiento a ello mediante la ratificación del presente Convenio o mediante
declaración comunicada al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
4. Cuando las obligaciones del presente Convenio hayan sido aceptadas:
a) por un Miembro que sea parte en el Convenio (revisado) sobre la edad mínima
(industria), 1937, y que haya fijado una edad mínima de admisión al empleo no inferior
a quince años en virtud del artículo 2 del presente Convenio, ello implicará, ipso jure, la
denuncia inmediata de ese Convenio,
b) con respecto al empleo no industrial tal como se define en el Convenio sobre la edad
mínima (trabajos no industriales), 1932, por un Miembro que sea parte en ese Convenio,
ello implicará, ipso jure, la denuncia inmediata de ese Convenio,
c) con respecto al empleo no industrial tal como se define en el Convenio (revisado)
sobre la edad mínima (trabajos no industriales), 1937, por un Miembro que sea parte en
ese Convenio, y siempre que la edad mínima fijada en cumplimiento del artículo 2 del
presente Convenio no sea inferior a quince años, ello implicará, ipso jure, la denuncia
inmediata de ese Convenio,
d) con respecto al trabajo marítimo, por un Miembro que sea parte en el Convenio
(revisado) sobre la edad mínima (trabajo marítimo), 1936, y siempre que se haya fijado
una edad mínima no inferior a quince años en cumplimiento del artículo 2 del presente
Convenio o que el Miembro especifique que el artículo 3 de este Convenio se aplica al
trabajo marítimo, ello implicará, ipso jure, la denuncia inmediata de ese Convenio,
e) con respecto al empleo en la pesca marítima, por un Miembro que sea parte en el
Convenio sobre la edad mínima (pescadores), 1959, y siempre que se haya fijado una
edad mínima no inferior a quince años en cumplimiento del artículo 2 del presente
Convenio o que el Miembro especifique que el artículo 3 de este Convenio se aplica al
empleo en la pesca marítima, ello implicará, ipso jure, la denuncia inmediata de ese
Convenio,
f) por un Miembro que sea parte en el Convenio sobre la edad mínima (trabajo
subterráneo), 1965, y que haya fijado una edad mínima no inferior a la determinada en
virtud de ese Convenio en cumplimiento del artículo 2 del presente Convenio o que
especifique que tal edad se aplica al trabajo subterráneo en las minas en virtud del
artículo 3 de este Convenio, ello implicará, ipso jure, la denuncia inmediata de ese
Convenio,
al entrar en vigor el presente Convenio.
5. La aceptación de las obligaciones del presente Convenio:
a) implicará la denuncia del Convenio sobre la edad mínima (industria), 1919, de
conformidad con su artículo 12,
b) con respecto a la agricultura, implicará la denuncia del Convenio sobre la edad
mínima (agricultura), 1921, de conformidad con su artículo 9,
c) con respecto al trabajo marítimo, implicará la denuncia del Convenio sobre la edad
mínima (trabajo marítimo), 1920, de conformidad con su artículo 10, y del Convenio
sobre la edad mínima (pañoleros y fogoneros), 1921, de conformidad con su artículo 12,
al entrar en vigor el presente Convenio.
Artículo 11
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro,
al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 12
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos
Miembros hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce
meses después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 13
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración
de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en
vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la
fecha en que se haya registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año
después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente,
no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo quedará obligado durante
un nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la
expiración de cada período de diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 14
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los
Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas
ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los Miembros de la
Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación
que le haya sido comunicada, el Director General llamará la atención de los Miembros
de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el presente Convenio.
Artículo 15
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al Secretario
General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de conformidad con el
artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa sobre todas
las ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con
los artículos precedentes.
Artículo 16
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia una memoria sobre la aplicación
del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir en el orden del día de la
Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.
Artículo 17
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión
total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en
contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará, ipso jure, la
denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el
artículo 13, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor;
b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente
Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales,
para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
Artículo 18
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas
C182 CONVENIO SOBRE LAS PEORES FORMAS DE TRABAJO INFANTIL,
1999
Convenio sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la accion
inmediata para su eliminacion (Nota: Fecha de entrada en vigor: 19:11:2000)
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del
Trabajo y congregada en dicha ciudad el 1.º de junio de 1999, en su octogésima séptima
reunión;
Considerando la necesidad de adoptar nuevos instrumentos para la prohibición y la
eliminación de las peores formas de trabajo infantil, principal prioridad de la acción
nacional e internacional, incluidas la cooperación y la asistencia internacionales, como
complemento del Convenio y la Recomendación sobre la edad mínima de admisión al
empleo, 1973, que siguen siendo instrumentos fundamentales sobre el trabajo infantil;
Considerando que la eliminación efectiva de las peores formas de trabajo infantil
requiere una acción inmediata y general que tenga en cuenta la importancia de la
educación básica gratuita y la necesidad de librar de todas esas formas de trabajo a los
niños afectados y asegurar su rehabilitación y su inserción social al mismo tiempo que
se atiende a las necesidades de sus familias;
Recordando la resolución sobre la eliminación del trabajo infantil, adoptada por la
Conferencia Internacional del Trabajo en su 83.ª reunión, celebrada en 1996;
Reconociendo que el trabajo infantil se debe en gran parte a la pobreza, y que la
solución a largo plazo radica en un crecimiento económico sostenido conducente al
progreso social, en particular a la mitigación de la pobreza y a la educación universal;
Recordando la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989;
Recordando la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales
en el trabajo y su seguimiento, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo en
su 86.ª reunión, celebrada en 1998;
Recordando que algunas de las peores formas de trabajo infantil son objeto de otros
instrumentos internacionales, en particular el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930, y
la Convención suplementaria de las Naciones Unidas sobre la abolición de la esclavitud,
la trata de esclavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud, 1956;
Después de haber decidido adoptar varias proposiciones relativas al trabajo infantil,
cuestión que constituye el cuarto punto del orden del día de la reunión, y
Después de haber determinado que dichas proposiciones revistan la forma de un
convenio internacional,
adopta, con fecha diecisiete de junio de mil novecientos noventa y nueve, el siguiente
Convenio, que podrá ser citado como el Convenio sobre las peores formas de trabajo
infantil, 1999:
Artículo 1
Todo Miembro que ratifique el presente Convenio deberá adoptar medidas inmediatas y
eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo
infantil con carácter de urgencia.
Artículo 2
A los efectos del presente Convenio, el término "niño" designa a toda persona menor de
18 años.
Artículo 3
A los efectos del presente Convenio, la expresión "las peores formas de trabajo infantil"
abarca:
a) todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta
y la trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo
forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para
utilizarlos en conflictos armados;
b) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción
de pornografía o actuaciones pornográficas;
c) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades
ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen
en los tratados internacionales pertinentes, y
d) el trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es
probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.
Artículo 4
1. Los tipos de trabajo a que se refiere el artículo 3, d) deberán ser determinados por la
legislación nacional o por la autoridad competente, previa consulta con las
organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas y tomando en
consideración las normas internacionales en la materia, en particular los párrafos 3 y 4
de la Recomendación sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999.
2. La autoridad competente, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de
trabajadores interesadas, deberá localizar dónde se practican los tipos de trabajo
determinados a tenor del párrafo 1 de este artículo.
3. Deberá examinarse periódicamente y, en caso necesario, revisarse la lista de los tipos
de trabajo determinados a tenor del párrafo 1 de este artículo, en consulta con las
organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas.
Artículo 5
Todo Miembro, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de
trabajadores, deberá establecer o designar mecanismos apropiados para vigilar la
aplicación de las disposiciones por las que se dé efecto al presente Convenio.
Artículo 6
1. Todo Miembro deberá elaborar y poner en práctica programas de acción para
eliminar, como medida prioritaria, las peores formas de trabajo infantil.
2. Dichos programas de acción deberán elaborarse y ponerse en práctica en consulta con
las instituciones gubernamentales competentes y las organizaciones de empleadores y
de trabajadores, tomando en consideración las opiniones de otros grupos interesados,
según proceda.
Artículo 7
1. Todo Miembro deberá adoptar cuantas medidas sean necesarias para garantizar la
aplicación y el cumplimiento efectivos de las disposiciones por las que se dé efecto al
presente Convenio, incluidos el establecimiento y la aplicación de sanciones penales o,
según proceda, de otra índole.
2. Todo Miembro deberá adoptar, teniendo en cuenta la importancia de la educación
para la eliminación del trabajo infantil, medidas efectivas y en un plazo determinado
con el fin de:
a) impedir la ocupación de niños en las peores formas de trabajo infantil;
b) prestar la asistencia directa necesaria y adecuada para librar a los niños de las peores
formas de trabajo infantil y asegurar su rehabilitación e inserción social;
c) asegurar a todos los niños que hayan sido librados de las peores formas de trabajo
infantil el acceso a la enseñanza básica gratuita y, cuando sea posible y adecuado, a la
formación profesional;
d) identificar a los niños que están particularmente expuestos a riesgos y entrar en
contacto directo con ellos, y
e) tener en cuenta la situación particular de las niñas.
3. Todo Miembro deberá designar la autoridad competente encargada de la aplicación
de las disposiciones por las que se dé efecto al presente Convenio. Artículo 8
Los Miembros deberán tomar medidas apropiadas para ayudarse recíprocamente a fin
de aplicar las disposiciones del presente Convenio por medio de una mayor cooperación
y/o asistencia internacionales, incluido el apoyo al desarrollo social y económico, los
programas de erradicación de la pobreza y la educación universal.
Artículo 9
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro,
al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 10
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General de la
Oficina Internacional del Trabajo.
2. Entrará en vigor 12 meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos
Miembros hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, 12 meses
después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 11
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración
de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en
vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la
fecha en que se haya registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año
después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente,
no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo quedará obligado durante
un nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la
expiración de cada período de diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 12
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los
Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas
ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia le comuniquen los Miembros de la
Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación
que le haya sido comunicada, el Director General llamará la atención de los Miembros
de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el presente Convenio.
Artículo 13
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al Secretario
General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de conformidad con el
artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa sobre todas
las ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con
los artículos precedentes.
Artículo 14
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia una memoria sobre la aplicación
del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir en el orden del día de la
Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.
Artículo 15
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión
total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en
contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará ipso jure la
denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el
artículo 11, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor;
b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente
Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales,
para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
Artículo 16
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.
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