íOmWmmmmm Ir» % y AYUN DE AR ESTE TAB A N.u li 1 ORACION GRATULATORIA, QUE EN LA SOLEMNISIMA QUE EL ILUSTRE FUNCION, AYUNTAMIENTO DE LA M. N. Y M. L . CIUDAD DE L O R C A CELEBRÓ E N S U I N S I G N E I G L E S I A C O L E G I A L D E S. P A T R I C I O E L DIA POR EL DE LOS 20 DE DICIEMBRE DE FELIZ 1783 NACIMIENTO SERENÍSIMOS INFANTES D. C A R L O S , Y D. FELIPE D E B O R B O R / Y EL AJUSTE DIFINITIVO DE LA PAZ CON LA INGLATERRA DIXO El Dottor Don alfonso roi^ira t galfez^ Canónigo Lettor al de la referida Iglesia. DÁNLA Á LUZ LOS C A B A L L E R O S COMISARIOS D E L A D. JUAN JACINTO RUIZ XIMENEZ CIUDAD CARRASCO , GARCIA A L C A R A Z , GONZALEZ CABEZA DE V A C A , DE S E V I L L A , MALDONADO Y BOT1A HURTADO; Y D. ANDRES CHICO DE GUZMAN , F E R N A N D E Z DE CACERES y MADRID CARREÑO. MDCCLXXXIV. POR D. JOACHÌN IBARRA , IMPRESOR DE CAMARA DE S. M. CON LAS LICENCIAS V> NECESARIAS. ÌJ^SSS^xmmmmmmi G / o m Í» £ rò/W, in voluntatis. Luc.2. v. 14. Gloria á Dios en las alturas , v tierra l o s hombres de buena vo-' luntad. ¡i j P a z SEÑORES á ILUSTRÍSIMOS. o le quito de la boca á un Ángel las palabras con que anunció á los Pastores, que guardaban sus ganados en los contornos de mentn r ,• ? ' 7 T °rre de A d e r fehz, y dichoso, en que , el m o - nació al n undo el que era la salud del L i n a g e Hu- Mano, la luz de las gentes, la gloria, y m z de IsraeL No temáis (les dixof: Yo vengo A 2 enviado del S e ñ o r , y Soberano D i o s de Abra-» han á daros una n u e v a , que llenará á todo el Pueblo de grande gozo. H o y ha nacido en la C i u d a d de B e l e n , que se llama de Dav i d , el S a l v a d o r , que es Christo , á quien con tantas ansias habéis deseado. Y a se han cumplido todos los vaticinios , que hablaban del Mesías. J a c o b , y D a n i e l han visto v e r i ficados sus oráculos. Y a se han concluido las g u e r r a s , que consternaban vuestra P r o vincia. T o d o el mundo ha celebrado los ami* gables tratados de la paz. Y el T r o n o de D a v i d ha logrado la succesion tan deseada de los P a d r e s , tan suspirada de los antiguos, y tan autorizada de las Escrituras. Si quereis que vuestra f e se confirme con nuevos p r o d i g i o s , y que el C i e l o p r e mie con ventajas vuestra piadosa credulidad, id á adorarle. Y para conocer á vuestro L i bertador , escuchad los señales del sitio de su cuna. Id á un establo, y hallaréis en él á un Infante envuelto en p a ñ a l e s , y reclinado en un pesebre. Los sencillos Pastores , que esperaban un Mesías conforme á su L e y , y á los orácu* (I3) los de sus Profetas : esto es , un Mesías, que aunque era H i j o de D a v i d , no habia de nacer debaxo de la P ú r p u r a , no replicaron al A n g e l del S e ñ o r , que les hablaba. Y q U a n , do comienzan á disponerse para ir al sitio, que les habia señalado, una grande m u c h e dumbre de aquellos Espíritus soberanos, que componen la Milicia de la C o r t e Celestial, e agrego al primer A n g e l , y todos jumo alabaron al Señor con estas magníficas ex presiones : G l o r i a á Dios en ha a l t u r a s , a tierra paz á v e ~ los hombres de buena v o l u n - tad. Quiere decir : Ríndanse acciones de a r a , cías á la Magestad del Soberano D i o s do I s r a e l , que habita en lo mas alto del E m p i reo y h o y derrama la p a z , y los teso, que ros de su misericordia sobre los hombres de buena voluntad , dispuestos á creer sus oraculos , a recibir al Mediador de su r e conciliación , y ¿ aprovecharse de su clee mencia. .. ^ 0 ven g ° á anunciaros un grande rego- crjo, diré con las palabras del Á n g e l , ¿ oue debéis concurrir todos como buenos ' y de vasa- que sois interesados, por e l bien (I4) que resulta á la nación. D o s grandes beneficios acaba de dispensar el Dios de las M i s e ricordias al T r o n o de nuestro M o n a r c a . La succesion tan deseada es el uno ; y la c o n clusión de la paz es el otro. D i o s , según la expresión de San A g u s t í n , quiere que á las cosas grandes precedan grandes d e s e o s , y que su logro se consiga á fuerza de grandes ruegos. con ansia la succesion España deseaba del T r o n o , y que amaneciese el dia de la p a z , que nos habia quitado una guerra tan j u s t a , como la que acabamos de sufrir. Nuestros votos se dirigían á estos dos objetos. E l logro de ambos m e r e c e la mas fina atención de un pecho agradecido. Y como el de nuestro Soberano se v e tan- penetrado de los mas vivos sentimientos que sugieren la p i e d a d , y la g i ó n , nos manda dar á Dios las gracias Relique son debidas á f a v o r e s tan singulares. V o s o tros habéis l e i d o , y oido las v o c e s con que nos lo intima. ¿ H a y acaso entre los monumentos de la antigüedad uno s o l o , que le par e z c a , y que mas atraiga con la dulce v i o lencia de la suavidad, y del amor? ¿Habla en (s) aquel tono terrible d e los que d o m i n a n , ó en el idioma dulce d e un p a d r e , que quiere hacer participantes á sus hijos del g o z o grand e que recibe su casa en los intereses comunes í ¿Usaron este l e n g u a g e los Justinianos, los Constantinos, y los Teodosios? A c o m p a ñ a d m e ( S S . I I . ) á q u e y o repita con aquella ilustre muchedumbre : G l o T á D i o s en las alturas, y en l a tierra p a z á los hombres de buena voluntad. m 0 U dia S i ! PenSaSte¡S "Tv16'110 dC C d e b r a r nUeStr0S eI d o s C a r l o s , y F e l i p e , y del ajuste de la ^ntes p a z en el mismo en que el mundo la logró tan venta josa al nacer e l H i j o d e D i o s ; y el Trono de D a v i d un s u c c e s o r , c o m o lo apetecía el Orbe. E s t e dia feliz se v e señalado c o n u n raro conjunto d e acaecimientos. Nace un descendiente de D a v i d p a r a ocupar su soC Logra y e l mundo la paz q u e deseaba : ' madre d e este P r í n c i p e , rayando mas À i " q u e tós¡demás m u g e r e s , no solamente queda vir- g e n despues del p a r t o , sino q u e duplica s u elegancia de su ingenio el grande P a d r e (I6) S. Agustín: (¿?) Oigan todas las edades (son sus palabras) lo que jamas han escuchado : María dando á luz al Hombre Dios, se declaró dos veces Virgen. Permitidme que y o diga t a m b i é n : O i g a n todas las e d a d e s , escuchen todas las naciones, atiendan todos los R e y nos : L a Princesa de A s t u r i a s , para consuelo de E s p a ñ a , duplicó su fecundidad. > Y o considero á E s p a ñ a en tres estados de felicidad. D e los quales llamo al primero su principio : al segundo su aumento ; y al tercero estado de perfección. L l a m o principio de felicidad para E s p a ñ a el reynado de F e r n a n d o V . en que reunidas las C o r o n a s de L e o n , y de Castilla con la de A r a g ó n , se sacudió de la cerviz Española el y u g o S a r r a - ceno , y se restableció el E v a n g e l i o en todos los dominios que habia tiranizado el A l c o - rán. L l a m o aumento de felicidad para E s p a ñ a el Testamento de C a r l o s II. el qual con los zelos que produxo en la liga formidable del E m p e r a d o r con la I n g l a t e r r a , H o l a n d a , P o r tugal , P r u s i a , S a b o y a , y M o d e n a con el es(a) Audiat omnis cetas , quod nimquam audivit : Virgo dum f arerei, virginitatem duj)Ucavit. De Civit. Dei, cap. 10. (I7) pecioso pretexto de restablecer el equilibrio entre las Casas de A u s t r i a , y de B o r b o n , y asegurar por este medio el reposo de la E u ropa , radicó mas los mutuos intereses con la F r a n c i a , y en la persona del Duque de A n jou quedaron perpetuamente hermanadas e s tas dos Potencias. L l a m o estado de p e r f e c ción de la felicidad de España el reynado de Carlos III. en el qual habiendo llegado á la mayor pureza la R e l i g i ó n , quedan también perpetuados los derechos de la C o r o n a , sin temor de que haya en todo el Orbe P o t e n cia que los dispute. Y o leo en los Historiadores, tanto extra, n o s , como nacionales, que al considerar los dos primeros r e y n a d o s , juzgan aquella f e l i cidad como premio correspondiente al alto mérito, y prendas sobresalientes de sus dos Monarcas. Y para quando se escriba la H i s toria del nuestro, quiero anticiparme á decir: Que los dos grandes beneficios, que ha hecho •Bios á la Monarquía en la succesion duplicada del Trono , y en el ajuste de la paz, eran debidos ¿ las virtudes de nuestro Monarca como premio de las grandes fatigas, que ha (I8) sufrido por la patria. mera parte Y esta será la pri- de mi Oración : Que estos dos beneficios se perpetúen en España depende de nuestro agradecimiento. Y esta será la segunda : Un Monarca justo, y unos vasallos agradecidos argumento de la felicidad de un Reyno. V o y con él á satisfacer vuestra e x - pectación , si el Espíritu Santo me asiste con su g r a c i a , como lo espero por la mediación de su E s p o s a , á quien saludarémos todos diciendo : A V E MARÍA. PRIMERA PARTE. ¿ A c a s o podré explicar con palabras las obras que Dios ha hecho en nuestro beneficio ? decía un Filósofo. Y si Séneca hablaba así en vista de los bienes generales que reparte sobre todo el mundo su beneficencia, ¿qué dirémos nosotros al reflexionar los que acaba de hacer á nuestra N a c i ó n ? A q u í es p u n tualmente donde el discurso se c o n f u n d e , y es fuerza que y o confiese , que no tendré energía bastante para explicarlo. Si la paga se mide por la d e u d a , y el agradecimiento (I9) por el beneficio, ántes de este dia las v o ces secretas, ó de nuestra l e n g u a , ó de nuestro corazon eran gobernadas de un afeéto privado, que paraba todo en las mudas e x presiones de nuestro p e c h o , ó se encerraba en los ocultos, é impenetrables secretos de nuestro ánimo. Pero y a nos vemos en la gustosa precisión de cantar en tono mas alto el hymno festivo de aclamaciones , y de aplausos en reconocimiento del cúmulo inmenso de beneficios, que su mano liberal nos ha dispensado. "¡Grande es Dios ( diremos), que nos ha «concedido con tantas ventajas la succesion de «nuestro Trono en el mismo tiempo que lloráb a m o s inconsolablemente la pérdida succesi« va de dos Infantes! ¡Grande es Dios, y laudab l e sobremanera, porque siendo tan aman" t e de la p a z , ha querido darnos un testiemonio de que nos ama con solo conced e r l a ! ¡ G r a n d e es D i o s , y benéfico sin «limites, que no siendo amigo de a f l i g i r , ha «querido protestar á la frente del mundo, «que esta es la Nación querida, con quien " n o usa otro l e n g u a g e , que el de la miseB 2 (io) t r i c o r d i a ! ¡Grande es D i o s , y r e í l o hasta lo v s u m o , que nos ha dado una prueba in•v) c o n t r a s t a l e de que los R e y e s de España restan señalados con su d e d o , con preferen^ r c i a á los demás R e y e s ! ;Grande es D i o s , y vtoáo misericordia , que nos ha colocado r b a x o el dominio de un Soberano, á quien r e í C i e l o tomó de su cuenta desde que lo r crió para tomar las riendas del Imperio! " ¡ O , que dignación tan g r a n d e ! ¡que gracia tan sobresaliente ! ¿Cómo la apreciarémos 110* sotros ? Nadie ignora la obligación que nos incumbe de mirar á nuestros Soberanos, como unos personages esclarecidos , á quien el Dios absoluto de las Magestades imprimió la grandeza de su d i g n i d a d , para que nosotros confesásemos en la dependencia c a r á & e r que nos hace sus vasallos. el noble ¿Quien duda , que la mayor felicidad de un R e y n o es tener un Monarca R e l i g i o s o , que sabe lo que gobierna, y que gobierna con suavidad? ¿ Q u i e n no sabe que el arte de reynar es d i f í c i l , y que nada lo facilita tanto como el amor del pueblo , y la concordia de los súb-> (») ditos ? D e este parecer f u é A u g u s t o C é s a r , quando echaba los fundamentos al Imperio, atrayendo al Senado con h o n r a s , á la M i l i cia con d o n e s , al pueblo c o n i a abundancia, y á todos con la dulzura del ocio. E s t e es el modo de grangear el obsequio con la v e neración de la M a g e s t a d . P o r este camino eternizó C i r o la memoria del amor de sus pueblos , Trajano el renombre de Óptimo y los C á r l o s , y los C l ó d o v e o s aseguráron sus T r o n o s , y sus Imperios. ^ P o r el c o n t r a r i o , ¿quien ocasionó á E s paña en otros tiempos tristes el Señorío de los C a l d e o s , la aflicción de los C a r t a g i n e n ses , la dominación de los R o m a n o s , la tiranía de los W á n d a l o s , las conquistas de los G o d o s , y la destrucción de los A r a b e s ? desobediencia de los v a s a l l o s , y union con sus R e y e s . h La p o c a L u e g o un M o n a r c a r e t ì o , e q u i t a t i v o , y j u i c i o s o , amado de sus vasallos, y temido de los e x t r a ñ o s , e s un argumento forzoso de la perpetuidad de un R e y n o . ¿Que importa que le rodeen las desw g r a c i a s , y q U e Príncipes émulos de su f e l i c i d a d , y de su gloria quieran perturbar la (») tranquilidad de su E s t a d o , si el Señor de las p e l e a s , y de las v i & o r i a s , de las pérdidas, y de los triunfos v e l a para su defensa ? Si la virtud tiene por sí el atraer la estimación, y el amor de todos : si la aprecian los e n v i diosos , y virtud la aman los enemigos : si por la se deponen los odios , y cesan las ofensas ; ¿podrá s u c e d e r , que á un Príncipe R e l i g i o s o se pongan a s e c h a n z a s , ó se apresten r u i n a s , quando D i o s se precia de ser su protector , de dispensarle abundantemente todo s o c o r r o , y derramar con profusion su favor ? Y donde esto suceda , ¿quien podrá d e cir el honor que de aquí resulta al Príncipe? ¿Quien explicar la felicidad de los subditos? ¿ Q u i e n medir la tranquilidad del Estado, persuadidos todos de la Christiana piedad del Monarca que los r i g e , de su religión en procurar el culto de D i o s , de su solicitud en proveer al bien c o m ú n , de su firmeza, su desinteres, de su reélitud ? A h ! de ¡quien podrá resistir á este E s t a d o ! Testimonios de esta verdad son J o s a f a t , J o a s , y Ezequías, R e y e s santísimos; los quales por su eminente ( r 3) v i r t u d , y bien conocida piedad dexáron infinitos envidiosos de la grandeza del R e y n o Judayco. Pero no busquemos testimonios fuera de nuestros R e y n o s . ¿ Q u e gloria no ha tenido siempre el nombre E s p a ñ o l ? ¿ Q u e m i e d o , y respeto no le han guardado las Naciones e x trangeras? ¿ Q u e riquezas, y felicidades n o ha gozado siempre este Imperio , enriqueciendo de sus sobras á los demás R e y n o s ? E l Oriente le ha enviado sus p e r l a s , y sus aromas. E l Occidente el oro , y l a p l a t a ¿Donde se ha visto en otro continuación de R e y e s tan buenos, y tan esforzados? D e s d e que el zelo ardiente, y valor de los F e r n a n d o s , l a magnanimidad de los P e l a y o s , la f e , y castidad de los A l f o n s o s , la piedad' dé fos R a m i r o s , la prudencia, y Religión de los E n r i q u e s , y la liberalidad de fos í i l i p o s colmo al R e y n o de felicidad, y entretegió innumerables C o r o n a s : ¿quién se ha atrevido á disputar esta gloria á un R e y n o , que p a rece vinculó para sí la felicidad ? ¿Donde ha rey nado mas la pureza de la f e , quando los ' demás R e y n o s de la E u r o p a se han visto (m) contaminados , ó perdidos con la heregía? Díganlo las lágrimas que han derramado en el tiempo de la gloria de España la I n g l a terra, la Alemania , la D i n a m a r c a , la Suecia, la H u n g r í a , y la Bohemia. ¡Pero dicha nuestra! Desde ios R e y e s Católicos a c á , que E s paña ha tenido siempre buenos Monarcas, ha epilogado el reynante las virtudes de t o dos , y Dios le ha favorecido como á nin- guno. Si nos han combatido enemigos, Dios ha peleado por nosotros, como lo hizo por los Israelitas baxo el gobierno de S a m u e l , hasta el vergonzoso desbarato de innumerables, y fortísimos Filisteos. Si nuestras Plazas se han visto bloqueadas, sin proporcion (al parecer) para sostener la diuturnidad de los asedios, y el vigor de los asaltos, Dios las ha defendido aun con prodigios , como salvó á J e r u s a l e n , y otras Ciudades de la Judea en tiempo del Santo R e y Ezequías del último exterminio que les amenazaba el pérfido S e n a q u e r i b , R e y de la Asyria. ¿Para que nos cansamos? Quando se escriba la Historia de nuestro r e y n a d o , ¿no asombrará en los siglos i ( I 5 ) venideros ver compendiadas todas las peleas de los antiguos, ajustadas las paces con tantas ventajas , fortalecidas las Plazas con tantos pertrechos, adornadas las Ciudades con tantas hermosuras? Quien v e a u n R e y n o tan floreciente , y tan rico , quien cuente unas Esquadras tan numerosas , quien admire unos Exércitos tan formidables , quien conconsidere unas Expediciones tan costosas; ¿no es v e r d a d , que al primer golpe de vista quedará atónito por el p a s m o , y confuso por la admiración, sin dar otra respuesta , que decir : E s t e R e y n o lo gobernó Cárlos 1 1 1 . á quien Dios dispensó su singular asistencia, y protección? Quando se han tratado negocios con la C a b e z a de la I g l e s i a , han resplandecido la humildad, y la sumisión para no estrellarse contra aquella p i e d r a , sobre la qual estableció Christo su R e y n o ; pero al mismo tiempo una fortaleza Christiana, y una magnanimidad heroyca en sostener sus derechos, y defender el patrimonio de sus vasallos, han hecho v e r , que las persuasiones de un hijo, quando se fundan en justicia, todo lo alean- (i6) zan de un P a d r e , c u y o cargo es adminis- trarla. Quando se han tratado alianzas con las C o r t e s e x t r a n g e r a s , conociendo que es la 'mejor invención de la vida c i v i l , y que sin ellas no pueden permanecer las f a m i l i a s , ni los I m p e r i o s , siempre se ha tenido presente el Ínteres de la R e l i g i ó n , y la utilidad del bien común : y se han establecido, asegurando al dominio Español sus estipulaciones, y precaviendo para lo succesivo toda infracción, ó interpretación arbitraria. Quando se ha emprendido alguna g u e r r a , siempre la ha animado la causa de D i o s , y la defensa del E s tado , poniendo la confianza en el Señor de los E x é r c i t o s , y no en la muchedumbre de los combatientes. Decidlo v o s o t r o s , nobilísimos C u e r p o s : publicadlo vosotros , zelosísiinos Párrocos : aseguradlo v o s o t r o s , v e n e r a bles Prelados. ¿Quando ha emprendido C á r los I I L alguna acción heroyca en beneficio de sus v a s a l l o s , que no os la h a y a manifestado a n t e s , y r o g a d o , que para el buen éxito de sus empresas interpongáis vuestros votos con. el P a d r e de las l u c e s , de. quien dimana todo b i e n , y felicidad ? Confesadlo* Dios ha he- (r?) cho á E s p a ñ a tantos , y tan raros favores desde que la manda nuestro A u g u s t o S o berano , que considerados todos juntos , y cada uno en p a r t i c u l a r , se puede d e c i r , que no los ha hecho á otra nación del mundo, pudiendo m u y bien apropiarnos las palabras del Real Profeta : Non fecit talitér omni Nationi::: P e r o dexemos autoridades , y razones. A u n no hemos dicho toda nuestra obligación. A u n no hemos hablado de uno de los mas esclarecidos f a v o r e s , que el Señor ha c o n c e dido á nuestra Monarquía. H a b l e m o s de la succesion. D e l gozo grande que debe r e y n a r en la nación por un bien que no cabe en los términos de la ponderación. D i o s nos ha regalado dos inocentes a l m a s , á quienes lleva en su s e n o , porque como quicios del O r b e han de sustentarle. N i el juguete de los had o s , ni las mudanzas de los t i e m p o s , ni la inconstancia de la fortuna podrán borrar de la memoria de las edades el parto f e l i z , y d i c h o s o , en que la Princesa de Asturias ha excedido á todas l$s m a d r e s , que han tenido en sus sienes la Corona. D i g a todo e l grueso •(i8) de la nación H e b r e a , diga todo el Pueblo escogido del S e ñ o r , si el consuelo de la f e cundidad tan apetecida en aquellos tuvo muchos exemplares como este. siglos Digan los G r i e g o s , los R o m a n o s , los Lacedemonios, y los A t e n i e n s e s , si en sus Anales se halla un s u c e s o , que los llene de tanto gozo. ¡Bendigamos las providencias del Señor! Inflamemos nuestros pechos en el amor á un R e y , cuyas virtudes han atraido del C i e l o este rocío de gracias. E s t e es el fruto de sus oraciones. E s t e es el consuelo que á sus suspiros le ha enviado el Cielo. C o n los dos Príncipes de la p a z , C a r l o s , y F e l i p e , nos ha echado una red de oro , de donde no salen aun los peces mas pequeños. N o s ha puesto unos grillos , que aprisionan los hombres mas robustos. N o s ha disparado dos flechas , que penetran los pechos mas fuertes, ¡O que liga tan fuerte es un beneficio de esta clase! ¡Que iman tan poderoso es un f a v o r de tan desmedida estatura! Dios inmortal , ¡que extraña metamorfosis es esta! ¡ E l dia 5 ¿ e Septiembre del año 1 7 8 3 , formando época en la posteridad, (*9) quando se tra te de la succesion de los R e y nos ! ¿ Q u i e n le diria en el año 1 6 8 3 al G r a n d e L u i s X I V . y á A n a de B a v i e r a , que aquella vara de las L i s e s de F r a n c i a , tras- plantada al terreno E s p a ñ o l , habia de producir en un siglo tantas flores? ¿ Q u i e n i m a g i naria , que las pretensiones de un C a r l o s I I I . contra la persona del D u q u e de A n j o u ha- bían de tener por fin el que otro C á r l o s III. viese establecido en paz el derecho de h succesion, sin dexar camino á nuevas c o n tiendas? ¿Quien creería , que la cara de un R e y n o , el mas floreciente, se habia de mudar en lo mas dichoso de las edades en un solo momento? ¡Que espectáculo este! Quando guadaña terrible de la muerte derribó h las dos grandes columnas del E s t a d o ¡que m e lancolía! ¿Pero que h a y que e x t r a ñ a r ? H a y golpes del destino; esto e s , del orden de las disposiciones secretas de D i o s , cuyos c o n s e jos son tan ocultos á los s a b i o s , como i n e v i tables á los mas afortunados. N i n g ú n poder es capaz de impedirlos. Ninguna astucia puede dilatarlos. Quando D i o s toma la m a n o en nuestros sucesos, no h a y actividad que M los emprenda : no h a y destreza que los perfeccione : no hay razón que los comprehenda. A D i o s solo toca el s a b e r , y disponer los tiempos de los c a s t i g o s , y de las misericordias. ¡O Providencia impenetrable á todas las razones humanas ! ¡con que v e l o cubris nuestros consejos, y nuestras acciones ! L a noche o b s c u r a , que entristecía á E s p a ñ a con sus s o m b r a s , ha llegado á terminar su curso , y el sol de la felicidad está iluminando sus horizontes. S í ( S S . I I . ) , se debían á E s p a ñ a de justicia estos dos Infantes ; y el C i e l o no podia menos de hacer que f u e s e realidad lo que antes nos d e x ó gozar c o m o por sueño. D e s de este momento e l mundo todo envidia la felicidad de España. L a s C o r t e s amigas prev e e n este s u c e s o , y se preparan á estrechar mas el nudo indisoluble de la paz. L a su- blime P u e r t a nos franquea el paso para aquellos L u g a r e s , que nuestro Salvador santificó con sus p i s a d a s , y ofrece su mediación para que la A f r i c a no se riegue mas con las l á grimas de nuestros hermanos. E l Septentrión sopla con m a y o r í m p e t u , y limpia nuestra M atmosfèra de los v a p o r e s densos que e x h a laba el fiero alboroto de la guerra. L a I n g l a terra : s í , la I n g l a t e r r a , que sabe m u y bien medir la distancia grande que hay de la e s casez á la a b u n d a n c i a , de la opresion á l a l i b e r t a d , de la f a t i g a al d e s c a n s o , y de la guerra á la p a z , abraza e s t a , y jura solemnemente guardarla al C e t r o E s p a ñ o l baxo unas estipulaciones las mas h o n r o s a s , y con unas v e n t a j a s , que admira toda la E u r o p a Versalles será en los siglos futuros n o m b r a da siempre con v e n e r a c i ó n , y reconocida c o m o el centro de donde salió aquella v o z primera , que será bastante á recrear á todo el O r b e con e l sonido dulce d e la paz. Los C o n d e s de F l o r i d a b l a n c a , y A r a n d a serán siempre distinguidos en las Historias como unos H é r o e s del z e l o , de la integridad, y del amor á la N a c i ó n , y c o m o unos Ministros que acreditan la elección de u n M o n a r c a sabio. Ah! ¡ q u i e n pudiera aquí articular las v o c e s , y expresar los conceptos de que se siente movido e l corazon á prorrumpir en aclamaciones festivas inaugurando l a f e l i c i - («) dad de E s p a ñ a ! ¡ P a z , y succesion! ¡O que v o ces tan dulces para un M o n a r c a , que desea conquistarlo todo por amor ! ¡Que alegría p a ra un R e y n o , que 110 tiene mas Ínteres, que el de su Soberano ! P e r m i t i d m e , Señores, para desahogo del gozo de que redunda mi c o r a z o n , que haga y o aquí dos ligeras preguntas. Hermosísimos I n f a n t e s , si el nacer R e y e s es f e l i c i d a d , ¿quanta será la vuestra quando r e y n e i s , sin otro a f a n , que seguir las pisadas de vuestros augustos A b u e l o , y P a d r e ? Fieles vasallos , ¿quanta será vuestra dicha al gozar de un gobierno tan dulce , y de una tranquilidad inalterable ? Vosotros acabais de v e r lo que la guerra ::: Desterremos esta voz. V e a m o s las ventajas que nos trae la paz. E n la paz resplandece justicia , renace el orden , y la la agricultura , fermenta el c o m e r c i o , y las artes tienen su l u c r o , y seguridad. E n la paz hallan los caidos quien Íes dé la m a n o , los débiles quien los recree, los tristes quien los c o n s u e l e , y el bien público quien lo i n s t i t u y a , y lo ordene. E n la paz se da lo igual á los i g u a l e s , como dice - (23) . , ' Platon : se evita la desigualdad entre gentes procreadas de unos mismos principios: se guardan las preeminencias : se hace aprecio del m é r i t o , y de la virtud : se respetan los grados : se conserva cada uno en su esplendor ; y ninguno abusa de los fueros de su dignidad. E n la paz mira el C l e r o á su Principe , como á un p r o t e d o r , que cuida de hacer se le guarden sus e x e n c i o n e s , y es- tudia en desalojar del altar el f a u s t o , y el vicio. L a N o b l e z a tiene un bienhechor , que incita con los premios á las h o n r a s , y no desestima los trabajos que han padecido por la R e p ú b l i c a . L o s Tribunales son atendidos en sus consejos, y v e n que se dispensa el p o d e r , el p r e m i o , y el castigo igualmente, y con moderación entre los b u e n o s , y los malos. E l pueblo m i r a , que se le guarda j u s ticia , que se refrena el robo , que se reprime el delito, que circula el d i n e r o , y se respira siempre el a y r e saludable de la felicidad. E n la paz las C i u d a d e s , que eran de ladrillo, se edifican de m a r m o l , como le sucedió á Octavio. E l vasallo anima la veneración al R e y , y este les redobla la utilidad. E n la paz los D M T r a j a n o s , y los Constantinos perpetuaron su m e m o r i a , venciendo al número de los años, y llenando al mundo de admiraciones. la paz vio R o m a á N u m a establecer En cere- monias , á A n c o M a r c i o d i ñ a r L e y e s , á Tarquinio Prisco levantar P a l a c i o s , y á Servio Tulio derramar riquezas, y adornos. E n la p a z , y por la p a z , R o m a : s í , esa R o m a , la ambiciosa de los honores : la que ha querido siempre sobrepujar á todas las Metrópolis del mundo : la que jamás ha a d mitido iguales en el p o d e r , y la magnificencia : la que ha querido ser siempre la dictadora de las L e y e s , del g o b i e r n o , y de la p o lítica , despues de atemorizar á sus habitantes con el estrépito de San A n g e l o , despues de llenar el a y r e de m ú s i c a s , y conciertos, despues de publicar unos regocijos comunes, y de poblar los caminos de correos á las C o r t e s C a t ó l i c a s , hizo aparecer en sus m o nedas , abrazados á su Soberano Pontífice con el grande E n r i q u e I V . ¿ P e r o que he dicho? Y a nombré á E n rique el G r a n d e , el V a l e r o s o , el S a b i o , el P a dre , la R a i z , el T r o n c o de la augusta C a s a (I123) de Borbon. ¿ N o os estremecisteis al oir nombrar á este H é r o e , q u e supo de su vida ha^ c e r un e x e m p l o de v i r t u d , y de su gobierno un milagro : que honró con sus hechos las Coronas, y ennobleció con sus L e y e s los C e t r o s : que resucitó las L e t r a s , y las A r m a s , y sepultó en su m a y o r grandeza á sus e n e m i g o s : que enseñó á ajustar los intereses del E s t a d o con los de la R e l i g i ó n : que r e s tauró las costumbres al mismo tiempo que reparó las ruinas de su R e y n o ? C o r r a m o s el v e l o á la Historia. U n o de los grandes pro- y e d o s , que honran los fastos de este P r í n c i p e , f u é establecer un T r i b u n a l c o m p u e s t o de los mas altos personages de la E u r o p a , y solemnemente autorizado para decidir en los casos arduos de duda sobre la succesion de los R e y n o s ; á cuyas sabias resoluciones, comprometiéndose los S o b e r a n o s , se cerraba la puerta , así al rumor de la g u e r r a , c o m o al alboroto de la sedición. ¡Pensamiento d i g no de un E n r i q u e I V . pero desgracia casi inseparable de las grandes e m p r e s a s ! ven su estado de perfección. M a s Pocas demos unos pasos con la fantasía á aquellos últimos D 2 (46) períodos de su vida. L l e v é m o s l e este c o n - suelo á aquel espíritu generoso. A h ! ¡ y como oirá una nueva tan grata ! Apresurémonos antes que dé el último suspiro este H é r o e del v a l o r , y envidia de la posteridad. mosle en voces perceptibles por la Digávasta redondez de la tierra : D e x a d , S e ñ o r , los l a mentos : deponed el l l a n t o , y consolaos viendo á la C a s a de Borbon dominar en los R e y nos mas florecientes del mundo. L a natura- l e z a , que convida á los siglos, y los prepara para la producción de los H é r o e s , no tiene moldes bastantes para los que nacen cada dia en tu R e a l estirpe. E s p a ñ a sola agota los tesoros de las gracias desde que al principiar este siglo principiáron á prometer felicidad los oráculos. Una paz la mas segura que vieron las edades, v a á perpetuar en ella el imperio de la felicidad. L a Providencia nos concedió una gota de tu ilustre sangre , que siendo semilla de P r í n c i p e s , no pudo ménos de producir un F e l i p e V . Y al oir F e l i p e V . y a está entendido quanto nos ha valido , y quanto nos valdrá siempre la union de dos C o r o n a s i (*7) tan a u g u s t a s , la concordia de dos N a c i o n e s hasta entonces tan contrarias , y el paso franco de los P y r i n e o s , antes sitio de t r a g e d i a s , y desgracias. F e l i p e V . es el astro feliz, que nos anunció toda esta felicidad. E s el Príncipe::: ¿Pero adonde v o y ? ¿ A entrarme en la mas intrincada selva de la Historia ? Y o h a g o aquí las veces de O r a d o r , y son necesarias muchas p l u m a s , y otro estilo para puntualizar los hechos de este P a d r e de los Tronos, E s empresa m u y grande querer formar su elogio. M e contentaré con decir lo que del otro Filipo de Macedonia. Baste d e c i r , que tuvo por hijo un A l e x a n d r o . Y un hijo de Felipe V . el viznieto de L u i s X I V . el G r a n d e , Animoso, descen- diente de E n r i q u e I V . el M a g n á n i m o , que heredó con la sangre las v i r t u d e s , á quien dotó la naturaleza de tan singulares prendas, á quien hermoseó la gracia con tan raros dones, ¿no habia de ver coronado su r e y n a d o con los dos grandes bienes de la succesion, y de la paz ? E l C i e l o , que mira con p a r ticular cuidado los pasos de las almas grand e s , guardaba este premio tan singular para (-8) satisfacción de aquel espíritu g e n e r o s o , que en su obrar procedió siempre asociado de la reéiitud. C a r l o s III. es á quien E s p a ñ a debe llamar el P a d r e de la P a t r i a , el Bienhechor de sus v a s a l l o s , y el D e f e n s o r de la Religión. A C a r l o s III. debe el R e y n o su seguridad, M a d r i d su h e r m o s u r a , los M o n t e s Piadosos su f u n d a c i ó n , el E x é r c i t o su destreza, la M a rina su aumento , las Universidades su es- plendor , las L e t r a s su restablecimiento, los Estudios su g u s t o , las Bibliotecas su v a r i e dad , los caminos su c o m o d i d a d , las C i u d a des su adorno , los N o b l e s sus h o n o r e s , la G r a n d e z a sus p r e m i o s , los ricos sus bienes, y los pobres su provecho. ¿ Y todos estos a g i gantados proyectos ven su execucion sin una particular asistencia del C i e l o ? ¿ Y este 110 estaba obligado á decretar un premio singular á tan grandes f a t i g a s ? ¿Obras de tanto mérito habian de quedar sin recompensa? Y o me figuro , que D i o s desde el C i e l o le está diciendo lo que en otro tiempo se dixo á un grande Patriarca : Semini tuo dabo ferrarvi hanc. Esta es la recompensa, que y o te tenia dispuesta por las fatigas grandes con (-9) ' que has hecho glorioso tu reynado. Estos dos nietos son la corona de tus sudores. Y o haré al m u n d o , que se sujete á su Imperio, y tú quedarás para siempre con el e p i t e t o de P a d r e de esta hermosa generación. Sí ( S S . I L ) , no solo d e b i a C á r l o s I I I . v e r e f e c t u a dos sus d e s e o s , sino asegurados en su C a s a con el vínculo de la paz para muchos siglos.. SEGUNDA PARTE. V o s o t r o s lo habéis de h a c e r , Españoles fi- delísimos. Desbaratan muchas v e c e s los p e cados de los vasallos las ideas de sus P r í n cipes , y á las torres altas de estas almas inocentes van á herir los r a y o s del castigo. A vosotros dirijo dos pequeñas reflexiones que formarán la segunda p a r t e , y el epílogo de esta Oración. L a m a y o r prueba que p o déis dar de amor al S o b e r a n o , es ser agradecidos á D i o s por los singulares beneficios que nos acaba de conceder. V u e s t r o a g r a d e cimiento inclinará á D i o s á continuarnos esta felicidad. E l d e b e r , y el ínteres son los dos polos (30) sobre que gira el corazon del hombre , y se mueve á qualquiera empresa. E l deber lo inclina, el Ínteres lo mueve. E l deber desunido del ínteres tiene un obrar lánguido , y sin fruto. E l Ínteres separado del deber d e clina en baxeza ; pero estando los dos j u n tos tienen tal v i r t u d , y eficacia , que no hay corazon que les resista. Usar de agradecimiento con quien nos llenó de favores es un aéio tan conforme, no solo al didiámen de la r a z ó n , sino t a m bién al instinto de la n a t u r a l e z a , que aun las fieras mismas no lo ignoran. L o han esculpido tan indeleblemente en sus afeólos, que no obstante su irracionalidad , quando se trata de reconocimiento , han superado muchas v e c e s á los hombres. N o sin misterio acompañaron á Tobías en sus viages un Á n g e l , y un perro : el Á n g e l para f a v o recerle , y el perro para enseñarle á ser r e conocido. ¿Y quien será escaso con los ( e x c l a m a r é y o con A l e x a n d r o Dioses? el G r a n d e . ) L a profusión en derramar inciensos al Dios de las misericordias, j a m á s llega á tocar y Cs4 eA los limites del exceso. ¿ Q u i e n no v é quan conveniente es pagar al dador s u p r e mo este tributo? E l Soberano es quien nos manda dar á Dios las alabanzas mas h o n r o sas , y las gracias mas expresivas. E s t a e s una l e y que nos intima en prueba d e su R e l i g i ó n , - y de su amor. ¿Podremos resistir a un precepto tan dulce ? ¿Rehusaremos e n tregar nuestro corazon á una ordenanza t a n justa ? P a r a dar D i o s la l e y á su P u e b l o se apareció primero entre a b r o j o s , y espinas , y despues se d e x ó oír con t r u e n o s ; y r e l á m p a g o s , símbolo de la fealdad de laingratitud. A q u í se nos da la l e y , l l a m á n donos á este T e m p l o , y convidándonos con agrado á dar á Dios las gracias que m e r e cen unos bienes como los que acabamos de recibir, i ~ P e r o demos que el M o n a r c a no nos l a mandara. S u p o n g a m o s que no hubiese en* nosotros esta obligación : nuestro propio in-á teres n ° s traería con una dulce violen/ cía á hacer lo mismo que estamos p r a ^ P canda. N a d a h a y ^ e g u n el sentimiento E (3>) los P a d r e s , que mas m u e v a el corazon de D i o s á dispensarnos con abundancia su ben e f i c e n c i a , que pagarle con el pequeño tributo que de nuestras alabanzas los beneficios, con generosa liberalidad , y admira- ble dignación tiene á bien concedernos. P o r tanto , por medio de sus P r o f e t a s nos comienda en muchos lugares re- de la E s c r i - tura , que le seamos a g r a d e c i d o s , a s e g u r á n donos , que nuestro reconocimiento lo in- clina á ser mas p r o p i c i o , y liberal. L o hizo con N o e , el qual habiendo salido del A r c a , y cesado las aguas del diluv i o , levantó prontamente un A l t a r , donde colocó sus v í c t i m a s , y protestó á Dios con la pública demostración d e aquel agradable sacrificio la gratitud de su corazon en haber preservado á su familia del terrible castigo enviado al mundo por su irritada T u v o D i o s tanta complacencia justicia. en las hu- mildes oblaciones d e este respetuoso vasallo, que j u r ó de no enviar mas al mundo otro testimonio de su enojo ; declarando con un . admirable rasgo de su beneficencia á toda la p o s t e r i d a d , que j a m á s verían un castigo (33) semejante por solas las oraciones de su sierv o . Y para que esta infalible promesa no se cancelase de la memoria decretó , que en señal de haber el de los hombres, C i e l o apareciese ajustado una las paces con la tierra. E s p a ñ a tiene e n su augusta P r i n c e s a el Iris b e n é f i c o , que nos asegura de una inviolable alianza con la felicidad. N o s o t r o s d e bemos amarla sobre todos los b i e n e s , p o r que lo merecen sus apreciables p r e n d a s , y porque aleja de nuestros dominios el temor, el m i e d o , y el sobresalto. D i o s la a m a con preferencia á las demás que h o y ocupan los T r o n o s , y nos la señala c o m o una persona r e c o m e n d a b l e , á quien debemos dirigir los mas rendidos homenages de g r a t i t u d , y de amor. Isaías dice , hablando del R e y n o del M e - sías : Alegrar ase el desierto, y despoblado : se alegrará la soledad : brotará como la azucena; y se regocijará alegre, y con alabanzas. Nacerá en sus dias la justicia, y la abundancia de la paz. Alegrémonos nosotros con una alegría E2 (34) saludable en el nacimiento de nuestros Inf a n t e s , y en el gozo de la p a z , y exhale nuestro pecho las mas vivas aclamaciones de a l a b a n z a s , bendiciones, y gracias. Dios no hace beneficio alguno á su Pueblo sin d e n a r , que quede para moria de él. siempre una S i lo saca del E g i p t o , orme- quiere que se celebre la P a s q u a , y se le sacrifique un cordero. Si les envia el M a n á , quiere que se guarde una urna de él en el T a b e r náculo. Si obra prodigios con la V a r a M o y s e s , manda que se conserve para de per- petua memoria. Y los Israelitas acostumbra-* dos y a iban al á observar esta conduéìa , quando d e s i e r t o , mas llevaban instrumen- tos para alabar al S e ñ o r , que armas para defenderse. A l a b e m o s nosotros al Señor de las m i sericordias por los dos grandes beneficios que acaba de hacer á nuestra Monarquía. R e p i tamos con alegría las palabras del Á n g e l ; G l o r i a á Dios en las a l t u r a s , y en la tierra paz á los hombres de buena voluntad. E s t e es el modo de manifestar nuestra obligación, y de empeñar á la divina, .liberalidad para « (3 5) que nos perpetue estos dones. N o h a y a eri este T e m p l o quien no nos acompañe en esto. M a s advertid , que no puede ser grato á D i o s el cántico de nuestra l e n g u a , como no diga consonancia con la limpieza del cora^ £on. F o r m e m o s dentro de nuestro pecho un a l t a r , para sacrificar en él la víólima agra^ dable de a m o r , y de fidelidad á nuestro §0^ berano , por c u y a s virtudes nos llena el C i e l q de tanto f a v o r . .> Digámosle á aquel S e ñ o r , que v e nuestros á n i m o s , y sabe hasta donde debemos empeñarlos : Dios E t e r n o , é I n m o r t a l , q u e d a s , y quitas los I m p e r i o s , á T í se dirigen nuestras g r a c i a s , porque habiéndonos dado un R e y s a n t o , nos has asegurado una dominación suave. T u y a es la vigilancia de nuestro M o n a r c a en proveer al bien común: t u y a su prontitud en servirte ; y t u y o su c u i dado por la defensa del Estado. P r o t e g e sus virtudes / r e g u l a sus deliberaciones, y asiste á sus empresas. C o n c é d e l e una salud robusta, y una vida dilatada. D e r r a m a tu cuidado sobre los Príncipes de A s t u r i a s , y conserva los dos I n f a n t e s , que nos ha dado tu mano para (36) nuestro consuelo. M e r e z c a tus atenciones tod a - l a Familia R e a l , como merece nuestro amor. V i v a siempre el dulce nombre de B o r bon en nuestra l e n g u a , en nuestro pecho, y en nuestra gratitud. Disipa las gentes que quieren, y fomentan las guerras. P e r f e c c i o n a la p a z , que tu mano liberal nos ha franquea-* d o , para que con ella experimentemos siemp r e los dulces e f e d o s de la tranquilidad, y de la abundancia. Inflama nuestros corazones, para que empleando toda nuestra vida en darte g r a c i a s , merezcamos recibir los frutos de la paz en la gloria. A s í sea. - Y / - / / - • / / >/ a/**) '•¿a***» ^ ¿ ^ ¿ ^ / ' ' r 7 / ,// /r j< y. / -Y /-S/yizrz* srs' fi,y 5 ¿ f •" " .. .. ¿U/^ .. /r-s.¡. »V / y J, /¿Vj- ' \ </ ^ & ¿ty S 'T ^ JA jf /s /i , / . X . 11, • fí-ií^/ Xf , / -ypX <—<-< j , A . fíthfi xi / •/ / ' # ^ I MI J I VAJjUSBABfi^ S3BSM0WES IQjtUMliiAiXfc» AYUNTAMIENTO DE MURCIA ARCHI VO EST- 9 G - N.V.2.1 - TAB-