BaerSiro, J. Para un deslinie entre la filosofía del derecho derecho. Rev. A,E.U., 51:8-14, 1965. — Para deslinde un derecno y la y la teoría del la filosofía del entre general del teoría general derecfio por Dr. Julio Bareeiro Estero Bellaco Montevideo 2829 o Estimativa jurídica y Teoría General del Derecho ;^ Relaciones El positivismo : reducción de la Filosofía a la Teoría General ; ciencia del Derecho. Resurgir de la Filosfoía del Derecho : el neokantismo, la fenomenología, la ontología, el existencialismo ; absorción de la Teoría por la Filosofía. Posición de Kelsen: el fin de la Teoría General es de terminar los principios fundamentales de todo orden jurídico, independientemente de su justicia. Posición de Bobbío: la Teoría General es formal pero de base em pírica. Posición del autor: a la ciencia del Derecho le corresponde determinar qué es lo jurídico, a la Filosofía, el sentido del Derecho; ambas investigaciones son necesarias y se complementan ; su distinción implica un desl.nde por relación y no por exclusión. I — . entre Axiología una la teoría y otra. como En el estado actual del desarrollo de la Filosofía Jurídica, resulta difícil duda la vigencia de dos grandes campos hacia los cuales, necesaria poner mente, habrá de dirigirse la preocupación del investigador; el que corresponde a la Axiología o Estimativa Jurídica y el que corresponde a la determinación de en los conceptos recho. jurídicos fundamentales, La suerte de parálisis de la sea, al de la Teoría General del De o investigación filosófica, provocada por el segunda mitad del siglo XIX, deter tiempo hizo suponer como posible la desarrollo de la Escuela Positiva, en la minó el espejismo que durante mucho reducción de la Filosofía del Derecho a una Teoría General del Derecho. Cumplió papel importante en esos momentos, la Escuela Analítica de los pen sadores ingleses y, asimismo, la labor creadora de juristas alemanes de la talla de Bergbhom, Bierung y Merkel, cuya tarea, por conocida, es obvio sintetizar aquí. Tales esfuerzos, al igual que los de Kelsen, tuvieron el mé innegable de pretender la fundamentación del Derecho sobre bases cien sus verdades tíficas, esforzándose por descubrir la esencia de la jurídico, con de universales en constantes, fin, satisfacer pretensión persiguiendo, la necesidad de darle a las ciencias jurídicas particulares, una base conceptual, común y orgánica, de ser posible, en forma de proposiciones''claras y evidentes. rito — — , — 9 — dice García Maynez "debe explicar los Fundamental, es o nociones irreducti las decir, conceptos jurídicos esenciales, categorías ausencia resultaría entender un orden en bles, imposible cuya jurídico cual referirnos los a de quiera. Queremos conceptos supuesto jurídico, derecho subjetivo, deber jurídico, persona ,y sanción, que encontramos indefectible mente en todo sistema. Estos conceptos, llamados también categorías jurí dicas, distingüese de los conceptos jurídicos históricos o contingentes. A diferencia de aquéllos, los conceptos jurídicos contingentes, no existen necesariamente en todo ordenamiento positivo. Las instituciones de la escla vitud, la aparcería,, el robo de energía eléctrica, la enfiteusis, por ejemplo, no han sido siempre conocidas y reglamentadas por los derechos que la historia registra, porque no son conceptos fundamentales, sino nociones históricamen te condicionadas. En cambio, nunca ha existido, no existe, ni podrá existir, un sistema jurídico en el que no haya sujetos, deberes, sanciones y faculta des. Por esta razón se ha escrito, parafraseando una expresión kantiana, que tales nociones son categorías "que condicionan la posibilidad del conocimiento del derecho" (1). Así, aunque el Positivismo se mostrase ineficaz, debido a sus propias e inherentes limitaciones, para planteos capaces de estimular el desarrollo de la Filosofía del Derecho, dejó su secuela de realizaciones en otros campos del conocimiento jurídico, proyectándose, especialmente sobre los intentos dedi La Teoría cados a hacer — — , una Ciencia del Derecho. Bastó que se provocara el renacer de los estudios metafísicos y que apa recieran en el horizonte del hombre moderno, los fecundos aportes de los (a través de las escuelas de Fenomenología (pensando, especialmente, neokantianos SERL o en los del primer período creador Badén de Marburgo), o los de la trabajos de Edmundo Hltsde Max iScheler) o los planteos existencialismo de HeideggeRj en o los ontológicos de Nicolai Hartmann, o el por no citar sino algunas de las corrientes fundamentales de la Filosofía Con — temporánea ■, para que resurgiera en todo su esplendor y con nuevas y múl tiples posibilidades, el estudio de la Filosofía del Derecho. Paralelamente, el terreno que había ganado la Teoría Fundamental del Derecho era tan vasto y propio, definitivamente suyo, que resultó natural en los ambientes universitarios, plantearse el orden de estudio de ambas disci plinas y el grado de relación o de fusión que debería haber entre ellas. El problema esencial era, el de la legitimidad a que podía aspirar la Teoría Gene — ral del Derecho problema gunta, que 116. como de orden corre el forma autónoma del conocimiento y de éste derivaba el pedagógico. Resumiendo estas cuestiones en una sola pre riesgo de parecer simplista, podríamos decir: se le recono cí) "Introducción al estadio del Derecho", (Ed. Potirúa, Méjico, 1951). por E. Gakcia Maynez, cap VIII pá — cería validez noma a lo la Teoría Fundamental del Derecho y que, por disciplina como una autó tanto, cabría estudiar separadamente de la Filosofía del De recho ? Con propiedad observaba BO'BBIO que "no hay casi ningún Tratado de Fi losofía del Derecho que no sea en buena parte un Tratado de la Teoría Ge neral del Derecho" (2). Y comentaba, en el mismo trabajo, que gran parte responsabilidad, en lo que atañe a la violación de los límites entre am bas disciplinas, correspondía al ordenamiento escolástico, que indica entre las materias de enseñanza de una Facultad, la Filosofía del Derecho y no la Teoría General del Derecho, o viceversa. "Al hecho de la persistencia de la no sería extraña la exis decía el maestro italiano ambigüedad teórica, tencia de motivos prácticos" (3) de la — ■— , . Por nuestra parte, pensamos que la Teoría General del Derecho tiene la autonomía suficiente y reúne un volumen tal de conocimientos, como para llegar a ser una materia de enseñanza privativa, tanto como lo es, entre no sotros, la Filosofía del Derecho. No cabe discutir aquí y ahora los detalles de la mejor técnica pedagógica aplicable al caso: si debería enseñarse parale lamente una a la otra; de los cursos, similar cos (p-c, en un o a si ambas deberían la que primer curso se aplica previa a esta este caso, en una distribución de los estudios segundo en un jurídi curso, . ambas. Y al intentar hacerlo, de falsa oposición. En efecto, en bien, relación. Carnelutti, ramas Derecho) discusión, sin duda alguna, tre tes comprenderse otras el estudio de la Teoría y el estudio de la Filosofía del Es en creemos deslinde no la cuestión del deslinde necesario evitar significa exclusión un ni en paralogismo oposición; an en carta que le escribía a Bobbio sobre estos problemas le puede hacer Ciencia sin hacer Filosofía" La distinción entre Ciencia y Filosofía (y sus consiguientes relaciones) ha sido aceptada por las escuelas posteriores al Positivismo. Admitimos, pues, como primer supuesto para trazar ese deslinde, que la Teoría General del Derecho puede ser considerada como una Ciencia. Kelsen propone como una definición comprensiva del objeto de la mis ma, la siguiente: decía : "No se . "La teoría pura del Derecho teoría general del derecho, (2) cado en 1950) (3) "Pilosofia del Diritto "Soritti Giuridicci in . Bobbio, ibid, pg. 47. e es una no una teoría del derecho positivo exposición o interpretación ; es de Teoria Genérale del Dmtto", por NdebErío Bobbio, pulblidi Francesco Cainelutti", Vol. Primo, pgs. 43-64, (Italia onore — orden un 11 — jurídico particular. De la de todos los fe comparación nómenos que llamamos Derecho busca descubrir la naturaleza del Derecho mismo, determinar su estructura y sus formas típicas, in dependientemente del contenido variable que presenta en las dife rentes épocas y en los distintos pueblos. Así ella obtiene los princi pios fundamentales con los que podemos comprender cualquier or den jurídico. Como teoría, su único fin es el conocimiento de su objeto. Ella contesta qué es el derecho, no qué es lo que él debería ser. Esto último pura del derecho pertenece es ciencia" a Política, mientras la (4) que la teoría . bien acaba de proponer esa definición, reconoce Keisen la di hay en querer separar el concepto de derecho de la idea de jus ticia, "porque ambos están constantemente confundidos, tanto en el pensa miento político como en el hablar corriente, y también porque esta confusión coincide con la tendencia que permite al derecho positivo aparecer corno jus to" (5). Desde luego, que tal dificultad no significa imposibilidad, y el es fuerzo de quienes intentan hacer del Derecho una ciencia, ha significado, esen cialmente, un esfuerzo dirigido a declarar, sino a demostrar, que la Teoría Pura del Derecho es incompetente para dar una respuesta a cual sea el orden jurídico justo, puesto que científicamente, tal problema no- puede resolverse. Han procurado, pues, la creación de una Ciencia del Derecho, prescin diendo de sus contenidos. Bobbio señala, con acierto, que la pretensión o in dagación de la Teoría del Derecho, es más de orden formal que de orden con ceptual y que, tal vez, la denominación más conveniente para la misma, fuese la de Teoría formal del Derecho, antes que Teoría General o Teoría Pura del Derecho (7). Pero no es este el problema en cuestión. Pero no ficultad que Advierte Bobbio que aún reconociéndole a la Teoría General del Dere de ciencia formal, ha habido quienes adueñándose de esos cho sus caracteres caracteres, la han concebido misma. Esta trasposición de como Filosofía del Derecho formal del o como parte de la científico al disciplina plano pla lugar cuando fue superada la crisis del Positivismo, por sobre todo las neo-kantianas obra de aquellas corrientes, que pretendieno filosófico, una tuvo — — , (4) "La Teoria Pura del Derecho y la Jurisprudencia Analitica", por Hans KíXSEn, Cap. I, pág. 209, (Ed. Losada, Bs Aires, 1946). (5) Kelsen, íbid, pg. 209. (6) "... la teoría pura del Derecho, simplemente, se declara incompetente para dar una respuesta sea al problema de si un derecho es justo o no, o a ese otro más ftmdamental de qué es aquello que constituye la justicia. La teoría pura del derecho, que es una cien cia no puede resolver estos problemas porque científicamente no pueden ser resueltos de ninguna manera". KJasEN, ibid., págs. 209-210. (7) Bobbio, ibid., pgs. 51-52. — — , 12 — restablecer ron Esta diferencia una — diferencia de orden esencial haría base entre Ciencia y Filosofía. particular criterio, según el cual los con ceptos de la Filosofía son "a priori" y universales (conceptos puros) y los de -la Ciencia son "a posteriori" y particulares (conceptos empíricos). En base a esta diferencia, reducir la Teoría General del Derecho a Filosofía del Derecho, ha significado atribuir a la ciencia formal del Derecho la elabora ción de conceptos "a priori" y universales En otras palabras, se ha sostenido repetidamente que una de las tareas de la Filosofía del Derecho es la de es tablecer las formas "a priori" y universales del Derecho, y que si una ciencia formal del Derecho debe existir, esta es una "ciencia filosófica". Con ello, se ha olvidado algo fundamental : que la regla jurídica es un hecho de la experiencia social, y todos los elementos constitutivos de una de finición general de la regla jurídica son empíricos Por lo cual, hablar de un "a priori" a propósito del conocimiento de la norma jurídica, significa hablar de un "a priori" distinto al de Kant (8) o sea, no en un sentido absoluto, sino en un sentido impuro e impropio. La Teoría General del Derecho es, entonces, respecto a las ciencias ju rídicas particulares, formal e instrumental. Pero es instrumental, como dice Bobbio, "no ya en el sentido de ofrecer a las ciencias jurídicas particulares las condiciones de su desenvolvimiento, sino en el sentido más específico, que presenta a las mismas como un esquema de conceptualizaciones o cuando más, algunos esquemas de clasificaciones". Y sigue diciendo el mismo autor: se en a un . . "La validez universal de un concepto se defiende fácilmente si se experiencia, esto es, en úl su naturaleza de concepto a priori. Pero un concepto derivado de la experiencia, o sea, de ciertos fenómenos experimen tales, representa al cabo una generalización útil para seguir cier tas operaciones, y su validez está condicionada a la aceptación o a la persistencia de aquellos fenómenos" puede probar timo análisis, su no dependencia de la . "La y (8) de un experiencia jurídica definitivo, "Entenderemos, modo u otro no pues, en lo sucesivo tal, que sea de un modo absoluto decreto, jurídica, sino que represen- es casi por eterno por conocimientos dependen de la experiencia, sino los "a priori", no aquellos que absolutamente independientes opuestos los llamados empíricos, o que sólo son posibles que son de ella; a estos conocimientos son "a posteriori", es decir, por la experiencia. E-ntre los conocimiaitos "a priori", llámase puro aquel que carece absolutamente de empirismo. Así, por ejemplo, "todo cambio tiene una causa", es un .principio "a priori"; pero no puro, porque el concepto de oamlbio sólo puede formarse con Losada ; Bs . la experiencia" Aires, 1961 ) . (Crítica de ta razón pwroi', de B. Kant; Int., pg. 148, Ed. — ta, les 13 — simplemente, un cierto número de aplica el nombre de "derecho" y a fenómenos los cuales a los cuales se podría aplicárse les otro nombre". "El término DERECHO soluta" no representa, en suma, una entidad ab (9). rápido examen diciendo, pues, que la Teoría Gene formal, pero que sus conceptos no son "a prio ri" ni universales. Lo cual quiere decir que si distinguimos Filosofía y Cien cia en base a los atributos de la aprioridad y de la universalidad, propios de la primera, la Teoría General del Derecho NO ES Filosofía. Los conceptos fundamentales de que ésta trata, son de derivación empírica. Por lo cual, la Teoría General del Derecho no se distingue de las otras ciencias (10) Pero, quedan todavía algunas cuestiones importantes. Concluiríamos ral del Derecho este es una ciencia . Haciendo el deslinde entre la Teoría General del Derecho y la Filosofía del Derecho, partiendo de la base de que aquella debe ser estudiada como cien cia, con todos sus presupuestos, no se mutila, por cierto, a la última de las nombradas. En todo caso, se evitará el intento enciclopedista, común a mu chos de ra nuestros estudiar la estructura más homogéneo actuales; se exigirá un mayor rigor analítico pa interna del Derecho; se logrará, en fin, un contenido programas para ambas disciplinas. Pero, fundamentalmente, las man estrecha relación. La Ciencia, citando nuevamente a Bobbio, es "una toma de posesión de ¡a realidad; la Filosofía es una toma de posición frente a la realidad" (11) La A cada ciencia, y por ende a la Ciencia del una sin la otra no pueden subsistir tendrá en . . Derecho, campo en el sentido que venimos pertinente. En nuestro caso, analizando, le incumbe el estudio de qué es "lo su jurídico". La Filosofía, en su búsqueda de la verdad (en el caso de la Filosofía del Derecho, la búsqueda de la Justicia por esencia) se mueve en medio de una tensión dialéctica : la de lo contingente y la de lo necesario ; la de lo singular y (9) (10) Bobbio, ihid, pgs. 59-60. No escapa a nuestra comprensión que el deseo de construir una Ciencia Pura del Derecho ha tenido muchos enamorados, el primero de los cuales sería, acaso, KelSEn. Por otra parte, el término ha gozado de gran fortuna en algunas de las modernas concepciones del Derecho. Pero, qué esconde ese térm'no de "puro" aplicado a la Ciencia del Derecho? i No será cierto lo que decía BtoBBio al ¡r-especto, que quizá se trate de "veleidades metafísi en todo caso, luna pura y simple teoría, extraña a las posiciones ideológicas, en "inquirente" y no ''valorante''. El atributo, pues, se hace innecesario, ponqué cada ciencia es, por definición, pura. Así, sin necesidad de recordarlo, es la Teoría General del Derecho. Tal vez aquí se encuentre su distinción con la Filosofía. (11) Bobbio, ibid, pg. 62. cas" ? iSería, todo caso — 14 — de lo universal ; la de lo uno y lo múltiple ; ticas, busca el sentido de todos los sentidos rresponde la tensión de estas tres dialéc A la Filosofía del Derecho le co el establecer el sentido del Derecho. "El saber de la en . acerca Existencia, a del ente hunde necesariamente saber : en la trascendencia . sus raíces en la esencia Pero las ciencias mismas no son dueñas del trascender. Por eso, cada ciencia dispone de su propio horizonte de comprensión, que no puede proyectar ella por sí sola, que ahonda y amplía, pero que no tiene posibilidad alguna de rebasar. La ciencia es siempre, por tanto el conocimiento de lo que es, del ente, pero no del ser ; es siempre el co nocimiento de. un campo determinado del ente y no 'del ente en total" (12) Y si hemos hecho esta cita en extensión es porque nos pareció que sinte tizaba nuestro sentir al pretender señalar el deslinde entre la Teoría General . y la Filosofía del Derecho, como un deslinde por relación y no por exclusión, dijimos al principio de este trabajo. A partir de la filosofía del Derecho, la Teoría General del Derecho podrá establecer sus límites; el campo que debe ocupar e indagar. Con la ocupación de ese campo, la Teoría General se cerciora de lo que auténticamente podrá llegar a conocer, o sea, la determinación de "lo jurídico". Cuánto más clara, cuánto más objetiva y más concreta sea esa visión, tanto más habrá logrado su objetivo. No obstante, sus planteos nunca pasarán de ser un conjunto de propo siciones lógicas. Con ello no basta; deberá recordar constantemente que la Ciencia {el saber, como querían los griegos), es una función de la vida, es como relación permanente, vital, con la existencia. Y ello la vinculará, siempre, a la Filosofía del Derecho, drá que convivir en iluminación recíproca. una con la cual ten bibliografía Filosofía del diritto e teoria genérale del diilitto en ScEirri giuridicci Padova, Cedam, 1950. t.l. Introducción al estudio. del derecho. Méjico, Ed. Porrúa, 1951. 2. García MaynEz, E. Crítica de la razón pura. Buenos Aires, Ed. Losada, 1961. 3. Kant, E. La teoría pura del derecho y la jurisprudencia analítica. 2ed. Buenoj 4. Kel-SEn, H. Aires, Ed. Losada, 1946. 21Sp. 5. SziLASi, W. ¿Qué es la ciencia? Méjico, Fondo de Cultura Económica, 1951. 1. N. Bobbio, in onore — di Francesco Carnelutti. — — — — (12) jico, pgs. "¿Qué es ciencia?" 137-138, (1951). por WniiELM ¿'zii/Asi, Pondo de Cultura Económica, Mé