INDICE INDICE ..........................................................

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INDICE
INDICE .................................................................................................................... 1
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 3
CAPÍTULO PRIMERO ............................................................................................ 5
El Principio de Oportunidad ............................................................................................... 5
Introducción ........................................................................................................................ 5
Antecedentes ....................................................................................................................... 6
Principio de Obligatoriedad de la Acción Penal ................................................................. 7
Bases Constitucionales del Principio de Obligatoriedad .................................................. 11
Principio de Oportunidad como Complemento al Principio de Obligatoriedad de la
Acción Penal ..................................................................................................................... 13
Concepto del Principio de Oportunidad Reglado ............................................................. 14
El Principio de Oportunidad Reglado en el Código Procesal Penal ................................. 16
Requisitos Procesales para Aplicar el Principio de Oportunidad ..................................... 19
Apego al Principio de Legalidad ...................................................................................... 19
Autorización del Superior Jerárquico ............................................................................... 19
Debe ser un Hecho Insignificante..................................................................................... 20
Mínima Culpabilidad del Autor y/o Participe. ................................................................. 21
Inexistencia de Interés Público ......................................................................................... 22
Hecho Cometido por Funcionario Público por Medio o en Ocasión de su Cargo .......... 23
Testigo Corona ................................................................................................................. 23
Existencia de Pena Natural ............................................................................................... 24
Efecto del Criterio de Oportunidad .................................................................................. 24
Extinción de la Acción Penal ........................................................................................... 25
Suspensión de la Acción Penal ......................................................................................... 25
Conversión de la Acción Penal ......................................................................................... 26
CAPITULO SEGUNDO ......................................................................................... 27
Política Criminal ................................................................................................................. 27
Introducción ...................................................................................................................... 27
Generalidades ................................................................................................................... 28
Objetivos de la Política Criminal ..................................................................................... 32
Elementos de la Política Criminal .................................................................................... 33
Principios de Política Criminal ......................................................................................... 34
CAPITULO TERCERO ......................................................................................... 38
Bien Jurídico Tutelado ....................................................................................................... 38
Introducción ...................................................................................................................... 38
Concepto de Bien Jurídico................................................................................................ 46
Función del Bien Jurídico ................................................................................................. 50
Bien Jurídico Seguridad Social ........................................................................................ 52
Garantías Sociales en Nuestra Constitución Política:....................................................... 54
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ........................................................ 62
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................... 66
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Introducción
El trabajo realizado sobre la violación al Principio de Igualdad Constitucional, con
la aplicación del Principio de Oportunidad por Insignificancia del Hecho, solicitado por el
Ministerio Público y dictado por los Juzgados Penales, en retenciones indebidas por cuotas
obreras de la Seguridad Social, denunciadas por la Caja Costarricense de Seguro Social,
permite definir como el Bien Jurídico protegido en estos delitos la Seguridad Social y
descartar el Bien Jurídico Patrimonio.
Asimismo, se indicará si amerita reformar el apartado de las sanciones de la Ley
Constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social, para que se indique de manera
expresa la sanción a la cual se hace acreedor el infractor del Art. 45 de la ley citada.
El presente trabajo se estructura en tres capítulos, el primero referido al principio de
oportunidad, su evolución y complementariedad con el Principio de Obligatoriedad de la
Acción Penal. El segundo capítulo, hace referencia a la Política Criminal, como el
instrumento utilizado para transformar el Derecho Penal dentro del marco normativo que lo
regula. El capítulo tres desarrolla el tema del Bien Jurídico, abordándolo inicialmente de
manera generalizada, para posteriormente, enfocarse en el Bien Jurídico Seguridad Social.
Posteriormente, el investigador presenta las conclusiones y recomendaciones a las cuales
arriba en la elaboración del presente trabajo de investigación.
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El objetivo de esta investigación, es definir cuál es el Bien Jurídico tutelado en las
retenciones indebidas por cuotas obreras que denuncia la Constitutiva de la Caja
Costarricense de Seguro Social, lo anterior, para determinar la incorrecta valoración del
Bien Jurídico, el cual arrastra como consecuencia la violación del Principio de Igualdad
Constitucional en la aplicación de los criterios de oportunidad que se estudiarán.
Como objetivos específicos, se procederá a identificar el Criterio de Oportunidad
dictado en los sobreseimientos aplicados y por el monto en los cuales los aplican.
Asimismo, se procederá a analizar la incorrecta aplicación del principio de oportunidad con
la casuística indicada.
La metodología usada en esta investigación, es la descriptiva – propositiva, por
cuanto, se tiene un problema por analizar, con marco claramente definido, en cuanto a la
normativa utilizada en la resolución del mismo; a saber: la aplicación de criterios de
oportunidad por insignificancia del hecho a las denuncias por retenciones indebidas
instauradas por la Caja Costarricense de Seguridad Social. En ese sentido, el problema de la
investigación es: ¿Cómo puede evitarse la Violación al Principio de Igualdad
Constitucional en la aplicación del Principio de Oportunidad por Insignificancia del Hecho,
en las denuncias por retenciones indebidas por cuotas obreras de la Seguridad Social?.
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CAPÍTULO PRIMERO
El Principio de Oportunidad
Introducción
Con la finalidad de brindar al lector una panorámica sobre el problema de
investigación, sea la afectación del Principio de Igualdad Constitucional, al solicitarse por
el Ministerio Público y dictarse por los juzgados penales las resoluciones de sobreseimiento
definitivo, por criterio de oportunidad por insignificancia del hecho, en las retenciones
indebidas de cuotas obreras acusadas por la Caja Costarricense de Seguro Social, cuando el
monto denunciado es inferior a ciento cincuenta mil colones. A continuación se realizará
una breve exposición del Principio de Oportunidad, por cuanto, es el instrumento procesal
esgrimido por el Ministerio Público, para solicitar el sobreseimiento definitivo en las causas
de retención indebida.
Como primer punto se expondrán los antecedentes generales del Principio de
Oportunidad, pasando luego a una breve reseña, sobre el Principio de Obligatoriedad de
Acción Penal, indicando las bases constitucionales de este principio, posteriormente señala
como se complementó el Principio de Obligatoriedad de la Acción Penal con el Principio
de Oportunidad, indicando ulteriormente, el concepto doctrinario de oportunidad reglado.
Una vez aclarado el asunto, se transcribe textualmente el artículo 22 del Código Procesal
Penal, mismo que contiene el principio estudiado en este capítulo. Se apunta seguidamente,
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los requisitos procesales de aplicación de este instrumento procesal, según el Código
Procesal Penal. Para realizar este capítulo se ha recurrido a doctrina nacional.
ANTECEDENTES
Según lo expuesto por Chang, L. (1998), el criterio de oportunidad aparece ligado a
la delincuencia no trascendental, y se remonta a Alemania en las etapas posteriores a la
Primera y Segunda Guerras Mundiales. Este país da sus primeros pasos en la aplicación de
este principio, con la incorporación en 1923 de la “Reforma Emminguer”, en la cual se
consagra en las Ordenanzas Procesales Penales Alemanas, (equivalente a nuestro Código
Procesal Penal), los supuestos de mínima culpabilidad o escasa reprochabilidad como
excepciones a la persecución penal.
En ese orden de cosas recalca Chang, L. (1998) que en Alemania por el año de
1957 se incorporan varios presupuestos de oportunidad como la inutilidad del reproche
jurídico, persecuciones por motivos políticos y arrepentimiento activo del agente. (Págs. 30
- 37)
En Costa Rica, con la entrada en vigencia del Código Procesal Penal, del primero de
enero de mil novecientos noventa y ocho (ley 7.594), se modificó la normativa procesal
penal, incluyendo el Principio de Oportunidad, dentro del proceso penal en el artículo 22
del mismo código. La característica más importante de este instrumento procesal, es la
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potestad del órgano persecutor (Fiscalía) de prescindir de la obligatoriedad de la acción
penal, siempre y cuando exista observancia del Principio de Legalidad, tutelado en el
Código citado anteriormente, en los artículos del primero al sétimo.
El Principio de Oportunidad normado en el artículo 22 del Código Procesal Penal,
es parte de un nueva corriente legislativa, que persigue descriminalizar delitos de bagatela,
insignificantes, de mínima culpabilidad, siempre y cuando no exista interés público o el
hecho no lo haya realizado un funcionario público, en ejercicio de su cargo o con ocasión
de el, esto con el fin de obtener varias ventajas dentro del proceso, entre ellas: economía
procesal, enfilar los recursos humanos y monetarios a la persecución de delitos con
repercusiones sociales significantes.
Este enfoque de economía procesal y de discrecionalidad administrativa, a criterio
de este investigador, parte primero de una necesidad laboral de tramitar una mayor cantidad
de casos, en el menor tiempo posible, para aumentar así promedios de resolución y para
ofrecer una atención mayor a casos con relevancia periodística.
Principio de Obligatoriedad de la Acción Penal
Como un nuevo instrumento dentro del Código Procesal Penal, el Principio de
Oportunidad, modifica el principio rector de la acción penal, el cual hasta ese momento era
el “Principio de la Obligatoriedad de la Acción Penal ”.
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En el desarrollo, de este tema se razonará sobre la imposibilidad de tramitar todos
los delitos que se presentan en nuestro país, por cuanto, en la realidad no existen los
recursos humanos y materiales para realizar una investigación concienzuda respecto a éstos
delitos y posteriormente, mover todo el aparato jurisdiccional, pues el principio de la
obligatoriedad penal es una ilusión del derecho.
Para realizar una mejor exposición del tema de investigación, se definirá con mayor
claridad los alcances del Principio de Oportunidad y se realizará una breve reseña sobre el
principio de obligatoriedad de la acción penal.
Respecto al Principio de Obligatoriedad de la Acción Penal Chang L. (1998), en un
intento por exponer las fuentes de donde nace este principio, indica:
Según el tratadista Claus Roxin, la teoría de la Retribución, desarrollada
fundamentalmente por los filósofos Kant y Hegel, “parte de la idea de que la tarea del
derecho penal consiste en la retribución y en la compensación mediante la pena de la
culpabilidad en la que el autor ha incurrido con el delito cometido... (Pág. 41)
De la cita anterior, se desprende que al existir una retribución del delito cometido para
compensar a la sociedad el mal causado, la Fiscalía como órgano encargado de perseguir
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los delitos; debe movilizar todo el aparato jurisdiccional y sus auxiliares en aras de retribuir
todo hecho delictivo cometido sin ningún tipo de excepción. No obstante, no puede ni debe
confundirse la obligación de perseguir todos los delitos, con la falta de límite al Poder
Imperio del Estado, para imponer penas, por ende, no podrá penarse de manera
desproporcionada en relación al delito cometido.
Este investigador no comparte esta finalidad retribucionista, por cuanto el Estado,
debería realizar una persecución para cualquier delito aunque el afectado no tenga interés
en iniciar una acusación penal del mismo, pues pierde recursos valiosos para poder
perseguir otros delitos en los cuales si exista interés privado y público.
La relación más clara sobre la finalidad del Principio de Obligatoriedad de la Acción
Penal, es dada por Chang L. (1998), que indica: “Cuando hablamos de obligatoriedad nos
estamos refiriendo al cumplimiento necesario de la función requirente, es decir al ejercicio
de la acción penal, desprovista de toda potestad decisoria sobre la misma” (Pág. 51).
El autor en las líneas transcritas, refiere dos vertientes del Principio de la
Obligatoriedad de la Acción Penal, a saber: el deber de perseguir y la imposibilidad de la
discreción sobre los delitos a perseguir; deja claro el autor citado, que antes de aplicar el
instituto de la Oportunidad, debe apegarse al principio de legalidad y realizar un análisis
profundo sobre la naturaleza del delito que se acusa, teniendo como resultado que en el
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supuesto de estar bajo el Principio de la Obligatoriedad de la Acción Penal, la Fiscalía no
podrá solicitar la aplicación de la oportunidad reglada.
Según lo indica Llobet, J. (1998), como consecuencia de la rigidez del Principio de la
Obligatoriedad de la Acción Penal, se dieron prácticas informales y dañinas al sistema de
administración de justicia:
“Todo ello provocaba que en sede judicial se hiciera una selección previa de los
asuntos a investigar. Incluso se llegaron a establecer tarifas de dinero a las que
debía llegar una sustracción para que fuese investigada por la Policía. Por otro
lado en sede judicial adquirió gran importancia la prórroga extraordinaria de la
instrucción, la que se dictaba cuando existía duda sobre la culpabilidad del
imputado pero que en la práctica envolvía criterios de selección sobre los asuntos
que no merecían ser investigados...” (Pág. 43)
Con referencia al texto anterior, no cabe duda que el criterio de oportunidad, existía y
se aplicaba cubierto con apariencia de la legalidad el cual protegía mecanismos jurídicos
aplicables a casos determinados, pero usados discrecionalmente para los cuales era
incompatible, y de una forma más arbitraria, en sede policial, donde se establecía un límite
en dinero para iniciar las investigaciones previas del caso, lo cual era contrario a la ley, por
cuanto el principio de obligatoriedad absoluta imperaba en ese momento.
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Con base en lo expuesto por González, D. (1995), se realizará un breve recorrido sobre
la Obligatoriedad de la Acción Penal, en el ordenamiento procesal penal costarricense.
Según lo indica el magistrado en el Código Procesal Penal de 1910, cualquier ciudadano
estaba autorizado a incoar una denuncia o acusación, no obstante, con la evolución del
proceso penal, se emite el Código Procesal Penal en el año 1973 (entró en vigencia en
1975), el cual eliminó la facultad de ejercer la acción penal a cualquier ciudadano y la
trasladó al Ministerio Público, como reacción a esta nueva limitación, surge el problema de
la obligatoriedad, es decir, el conjunto de disposiciones legales, las cuales garantizan a los
ciudadanos, que el Ministerio Público, ejercerá la acción penal pertinente, frente a todos los
hechos aparentemente delictivos, sin discriminación (Pág. 65).
Bases Constitucionales del Principio de Obligatoriedad
El principio de obligatoriedad, según indica González, D (1995), se funda en bases
constitucionales claramente definidas, la primera de ellas es el derecho de
cualquier
persona a recurrir a las autoridades jurisdiccionales, para obtener un reparo del hecho
típico, antijurídico y culpable del que ha sido víctima (artículo 27 de la Constitución
Política de Costa Rica).
Como segundo pilar, está el derecho a la igualdad contenido en el artículo 33 de la
Constitución Política de Costa Rica; el cual que dentro del marco de legalidad que rige el
derecho penal, impide realizar una selección arbitraria de los ciudadanos, a acusar en los
estrados judiciales, por la posible comisión de hechos delictivos, lo cual entendido en
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sentido contrario indica: tampoco podrá escogerse de manera parcializada los delitos a
perseguir por las autoridades, lo anterior, es la más clara muestra, que para aplicar la
oportunidad reglada, el Fiscal deberá de aferrarse al marco de legalidad regidor de sus
actuaciones.
Este marco legal, se presenta claramente en el Código Procesal Penal, artículo 22,
donde se ordena al Ministerio Público, ejercer la acción penal en todos los casos que sea
procedente de acuerdo con la ley y señala posteriormente, en el mismo artículo, las
excepciones parciales o totales de la obligatoriedad de la acción penal, como casos
específicos, por ejemplo: hecho insignificante, mínima culpabilidad del autor o del
partícipe, exigua contribución del partícipe, colaboración del imputado en la criminalidad
organizada o violenta y cuando el imputado ha sufrido a consecuencia del hecho un daño
físico.
La tercer base constitucional del Principio de Obligatoriedad, está constituida en la
independencia del juez penal, indicado en el artículo noveno, de nuestra Constitución
Política por cuanto, el mismo no será juez y parte, dicho en otras palabras no actuará
dirigiendo la investigación y a la vez fallando sobre el asunto, por cuanto, cabe la
posibilidad que se presenten fallos sesgados, así como la clara evidencia de que el juez, no
debe ser sometido a ningún tipo de presión, por parte de ningún órgano estatal o no estatal.
En criterio del investigador, este argumento es debatible por cuanto, el procedimiento de
conformidad limita y supedita al juez a lo indicado por el fiscal superior, cuando exista
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disconformidad del primero, al detectar una violación a los derechos fundamentales, esto
debido a que la solicitud del fiscal una vez avalada por su superior, es de acatamiento
obligatorio del juez en atención a los artículos 22 y 302 del Código Procesal Penal .
Principio de Oportunidad como Complemento al Principio de Obligatoriedad de la Acción
Penal
El principio de obligatoriedad de la acción penal, antes de la entrada en vigencia del
Código Procesal Penal, obligaba a realizar la persecución de manera indefectible a todos los
supuestos delitos, de los que se tuviera noticia sin distinción, se complementa con el
principio de oportunidad reglado.
Se habla de complementariedad entre estos dos
principios, por cuanto el artículo 22 es claro, al indicarle a las partes del proceso que deberá
aplicarse el principio de obligatoriedad de la acción penal en todos los casos con arreglo a
las disposiciones legales, esto por cuanto, el legislador expresamente autorizó a los fiscales,
para que cuando sea procedente se prescinda de la acción penal, así Ministerio Público,
tenga la opción de no perseguir los posibles hechos delictivos. Se establece como parte del
ordenamiento la obligación de perseguir, pero con la posibilidad de prescindir la acción
penal siempre y cuando se apegue a los supuestos indicados en los incisos a, b, c y d del
artículo 22 del Código Procesal Penal. Debe hacerse énfasis, en que el artículo citado, se
indica el verbo “podrá”, lo que faculta al órgano perseguidor a prescindir o no de la acción
penal sin importar que sea un hecho de mínima insignificancia, ínfima culpabilidad. Queda
a completa discrecionalidad del fiscal la solicitud o no de la oportunidad.
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En este mismo sentido, el autor Chang, L (1998), indica: “... algunos autores
sostienen que el principio de oportunidad reglada es parte integrante del principio de
legalidad” (Pág.50).
Se deriva de lo anteriormente indicado, que el marco de legalidad exige el
cumplimiento de los presupuestos de la oportunidad, para que la Fiscalía decida si desea o
no continuar con la acción penal, ante lo cual nos encontramos de vuelta ante el principio
de obligatoriedad cuando no sea posible aplicar la oportunidad.
Concepto del Principio de Oportunidad Reglado
Una vez expuesto lo pertinente al principio de obligatoriedad de la acción penal,
debe analizarse el principio de oportunidad en sus diferentes casos, para luego entrar a
exponer el problema del trabajo de investigación. El primer paso es tratar de definir el
concepto del principio de oportunidad reglado, derivado de la doctrina y del mismo código.
En el Código Procesal Penal, no indica de manera expresa cual es el concepto del
principio de oportunidad reglado, pero en razón de la descripción de las actuaciones y
repercusiones que se derivan del mismo, varios autores han tratado de definirlo.
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Dentro de los estudiosos del derecho procesal penal, el autor Vargas, F (1998), al
tratar de conceptualizar el principio de oportunidad, indica que realizar ese cometido es
difícil, por cuanto los autores establecen sus conceptos de forma muy general. Por tratarse
de un principio y acto seguido, transcribe una cita textual de la conceptualización del
principio de oportunidad dada por González D (1995) a este principio que indica:
...el principio de oportunidad trata de establecer reglas claras de para prescindir de
la acción penal, frente a casos en los cuales ordinariamente debía acusarse por un
aparente hecho delictivo. Este sistema ha sido tradicionalmente seguido por los
países de tradición jurídica anglo-americana, pero también es adoptado, al menos
como excepción al principio de la obligatoriedad en algunos países europeos
...(Pág. 153)
Además cita el mismo autor: el concepto del principio de oportunidad puede y debe
ligarse, a una concepción unitaria y realista sobre la legitimación y el fundamento, el fin y
el límite de la aplicación de las penas.
Por otro lado, el autor Tijerino, J (1996), define el principio de oportunidad de la
siguiente manera: “... aquel por el cual se concede al Ministerio Público la facultad de
perseguir o no hechos que se encuentren en determinadas situaciones expresamente
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previstas por la Ley, que afectan al hecho mismo, a las personas a las que se les pueda
imputar o a la relación de éstas con otras personas o hechos” ( Pág. 91 ).
Tomando como base estas dos definiciones, referentes al principio de oportunidad, este
investigador consolida un único concepto, con las fortalezas de los anteriores, indicando
respecto del principio lo siguiente:
El principio de oportunidad, es la facultad otorgada mediante ley al órgano
perseguidor, para que ejerza o no la acción penal en hechos presuntamente
delictivos, realizando esta facultad discrecional, en estricto apego al marco de
legalidad previsto en el Código Procesal Penal, tomando en cuenta la relación de las
personas con los hechos y a la inversa. Por ser esta una facultad discrecional, puede
o no optar por perseguir el hecho, no obstante en caso de no perseguir el hecho
presuntamente delictivo, debe fundamentarse adecuadamente la decisión.
El Principio de Oportunidad Reglado en el Código Procesal Penal
Como se indicó anteriormente, el principio de oportunidad reglada se incluyó en el
Código Procesal Penal, en el artículo 22 de ese cuerpo normativo, el cual reza lo siguiente:
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“... Ministerio Público deberá ejercer la acción penal pública en todos
los casos en que sea procedente, con arreglo a las disposiciones de la
ley.
No
obstante,
previa
autorización
del
superior
jerárquico,
el
representante del Ministerio Público podrá solicitar que se prescinda,
total o parcialmente, de la persecución penal, que se limite a alguna o
varias infracciones o a alguna de las personas que participaron en el
hecho, cuando:
a. Se trate de un hecho insignificante, de mínima culpabilidad del
autor o del partícipe o exigua participación de este, salvo que
afecte el interés público o lo haya cometido un funcionario
público en el ejercicio de su cargo o con ocasión de él.
b. Se trate de asuntos de delincuencia organizada, criminalidad
violenta, delitos graves o de tramitación compleja y el imputado
colabore eficazmente con la investigación, brinde información
esencial para evitar que continúe el delito o se perpetren otros,
ayude a esclarecer el hecho investigado
u otros conexos o
proporcione información útil para probar la participación de otros
imputados, siempre que la conducta del colaborador sea menos
reprochable que los hechos punibles cuya persecución facilita o
cuya continuación evita.
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c. El imputado haya sufrido, a consecuencia del hecho, daño físico
o moral grave que torne desproporcionada la aplicación de una
pena, o cuando concurran los presupuestos bajo los cuales el
Tribunal esta autorizado para prescindir de la pena.
d. La pena o medida de seguridad que pueda imponerse por el
hecho o la infracción de cuya persecución se prescinde, carezca
de importancia en consideración a la pena o medida de seguridad
ya impuesta, o a la que se debe esperar por los restantes hechos o
infracciones, o la que se le impuso o se le impondría en un
procedimiento tramitado en el extranjero. En estos últimos casos
podría prescindirse de
la extradición activa y concederse la
pasiva.
La solicitud deberá formularse por escrito
ante el tribunal, el que
resolverá lo correspondiente, según el trámite establecido para la
conclusión del procedimiento preparatorio. “(Págs. 17- 18)
Realizada la trascripción del artículo respecto al Principio de Oportunidad, se realizará
un breve análisis de las limitaciones, a la aplicación del principio de oportunidad, así como
los requisitos y efectos para aplicar los mismos.
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Requisitos Procesales para Aplicar el Principio de Oportunidad
El legislador al pensar en un instrumento procesal, el cual ayudaría a mejorar la
gestión judicial, estaba conciente de los problemas que traería un uso indiscriminado del
instituto de la oportunidad, tomando en cuenta lo delicado del asunto, se incluyeron dentro
del principio de oportunidad varias pautas y limitaciones, para evitar un uso arbitrario de
este principio. A continuación, se indicará los requisitos procesales para aplicar el principio
de oportunidad.
Apego al Principio de Legalidad
Como primer requisito, se establece, sólo en los casos que la ley prevea se tendrá la
facultad de prescindir de la acción penal, lo cual conlleva consigo, un deber de respeto al
marco de legalidad presente en el Código Procesal Penal.
Autorización del Superior Jerárquico
Uno de los requisitos establecidos de manera expresa, es la autorización del superior
jerárquico, del representante del Ministerio Público, para poder prescindir en cualquiera de
sus formas de la persecución del delito.
Este requisito aparece como formal, por cuanto el fiscal superior o autoridad
superior, refrenda una solicitud, la cual previamente el fiscal debió analizar a la luz de la
Constitución Política y el Derecho Penal, de fondo y forma. Este requisito parece otorgar
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una potestad jurisdiccional al fiscal superior, por cuanto, una vez refrendada la solicitud
será enviada al juez, el cual en caso de no estar de acuerdo, deberá interponer su
inconformidad, La cual será resuelta por el fiscal general o superior. Por cuanto el Código
Procesal Penal, le da mayor poder al fiscal superior que al juez, que en buena teoría es un
garante de los derechos fundamentales del imputado y de la víctima.
Debe ser un Hecho Insignificante
Previsto en el inciso a del artículo citado, como requisito esencial el fiscal, debe
realizar una valoración objetiva sobre la “significancia o no del hecho”, que según Chang
L (1998), dentro de los parámetro por determinar están: “...cantidad de ofendidos, desvalor
de la acción como del resultado, ya que por medio de ellas podrían determinarse posibles
atenuantes o reducir el reproche penal así como las reglas de la medición o fijación de la
sanción” (Pág. 83). En esa línea manifiesta Tijerino, J (1996), que sobre estas causales, el
ataque al bien jurídico tutelado es poco relevante. Otro punto de vista, que concuerda con
los anteriores, es el expresado por González, D (1995), el cual sostiene la existencia de
delitos que por su escasa reprochabilidad no deben ser perseguidos.
Los motivos más que finalistas, son considerados por otros autores, como de
economía procesal, en ese sentido puede consultarse a Vargas, F. (1998), quien cita a
Barahona Vilar (Págs. 157-158).
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En otro aspecto, este investigador considera: ningún delito es un hecho
insignificante, por cuanto todos afectan la paz y armonía social del estado de derecho, no
obstante, también es claro que existe una imposibilidad material de perseguir toda clase de
delito sin realizar distinciones.
Mínima Culpabilidad del Autor y/o Participe.
El autor Vargas, F. (1998), deja plasmada su inquietud sobre la vaguedad del
concepto de mínima insignificancia del hecho, y remite a las reglas del artículo 71 del
Código Penal, en cuanto a la imposición de la pena a saber: bien jurídico lesionado o puesto
en peligro, medio usados para transgredirlo, cantidad de víctimas y variables de modo,
tiempo y lugar, así como la conducta posterior a la comisión del hecho.
Desde el punto de vista anterior, el fiscal debe evaluar cada caso específico, para
determinar todas las variables indicadas, así como la gravedad del Bien Jurídico tutelado,
que supuestamente ha sido violado. La valoración debe ser realizada de manera exhaustiva,
para tener claro, cuales fueron las posibles motivaciones, los efectos del posible delito, el
desvalor de la acción y la conducta posterior del agente. Así pues cuando algunos
doctrinarios escriben sobre el principio de oportunidad como una válvula de escape a la
cantidad de trabajo, es cierto en parte, por cuanto, el proceso penal no se lleva a efectos
posteriores, pero sí debe realizarse un análisis exhaustivo del hecho denunciado.
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De esta investigación se deriva: el aporte de un imputado es valioso para esclarecer
delitos clasificados como especiales, ya sea por su complejidad o violencia, y el fiscal
determinará si es procedente declarar el criterio de oportunidad en cada caso en específico.
Inexistencia de Interés Público
Como punto álgido, la mayoría de doctrinarios señalan como una debilidad del
criterio de oportunidad, la inserción del interés público, como limitante para aplicar el
criterio de oportunidad. Así lo indica Tijerino, J. (1996): dado que en toda figura penal
debemos presumir la tutela de un interés público, que no es distinto del bien jurídico
tutelado. Ante esta aseveración de Tijerino, es claro que toda figura penal tiene un interés
público, la cual, el legislador debió plasmar de manera clara, el tipo o grado de interés
público al cual se refería, no obstante, este tema se tratará con más amplitud más adelante
en esta investigación.
Por otra parte Vargas, F. (1998), realiza una crítica más fuerte al instituto de la
oportunidad por cuanto indica en la inserción de la frase “...salvo que afecte el interés
público”. Dentro del artículo 22, hace ilusoria la aplicación del principio de oportunidad, al
existir interés público, en perseguir cualquier acción presuntamente ilegal que se haya
cometido.
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Para este investigador, es claro: existen intereses públicos superiores a otros, por
ejemplo, el Bien Jurídico más importante en nuestro estado de derecho, es la vida misma
que de ninguna forma es inferior a la tranquilidad pública. No obstante, también es claro
que al indicarse como requisito la inexistencia de interés público, el legislador no realizó
ninguna distinción entre los intereses por valorar. Por estos motivos, comparto con la
doctrina que indica este asunto como una debilidad del principio de oportunidad.
Hecho Cometido por Funcionario Público por Medio o en Ocasión de su Cargo
Este tipo de limitación a la aplicación del principio de oportunidad, está dada para
evitar las presiones políticas, tendientes a favorecer personas, que aprovechándose del
cargo que ejercen han cometido un injusto. Chang, L. (1998), considera que la inclusión de
esta imposibilidad se realizó para garantizar la efectiva persecución de los responsables de
la corrupción de la Administración Pública.
Testigo Corona
Este presupuesto debe darse en delitos de criminalidad organizada, violenta, delitos
graves o de tramitación compleja, cuando el imputado colabore eficazmente con la
investigación, y ayude a esclarecer o detener el delito, con el único requisito de que la
conducta del colaborador, sea menos reprochable que los hechos punibles, cuya
persecución facilita o evita su continuación. El testigo corona es según se desprende del
artículo de marras, aquel imputado que con un grado menor en la organización criminal o
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en el delito colabore de una manera eficaz, para resolver determinado caso o impedir que
los delitos sigan consumándose.
Existencia de Pena Natural
Uno de los factores prominentes la aplicación del Principio de Oportunidad, es la
existencia de la llamada pena natural, que no es más que una consecuencia dañosa recibida
por el sospechoso al cometer el injusto. Por ejemplo: el sujeto que se amputa un brazo al
tratar de forzar una ventana con la finalidad de cometer un robo. Puede ser físico o moral;
en ese sentido, puede consultarse a Tijerino, J. (1996), el cual realiza una breve descripción
de la denominada pena natural (Pág.198) o de manera más profunda Chang, L. (1998), este
indica que la penal natural está estrictamente ligada con el principio de razonabilidad de la
pena, que deriva en la utilización del derecho penal como la última ratio. En cuanto a la
aplicación del criterio de oportunidad en este tipo de casos, la posición no es compartida en
esta investigación, por cuanto, los resultados que reciba el imputado de su propia acción
delictiva, no deben exonerarlo a ser enjuiciado, porque el los tuvo que tener como posibles,
al momento de realizar el injusto.
Efecto del Criterio de Oportunidad
De acuerdo con lo indicado por el autor Tijerino J (1996), los efectos de la
aplicación del Principio de Oportunidad, pueden resumirse en tres supuestos: 1. Extinción
de la acción penal
2. Suspensión de la Acción Penal 3.Conversión de la acción penal
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Extinción de la Acción Penal
Es el efecto perseguido por el principio de oportunidad, el cual se produce una vez
que el juez ha dictado la resolución respectiva, y cuando la víctima no se haya constituido
como querellante en el plazo dado por la autoridad jurisdiccional pertinente. Este asunto es
más que todo de seguridad jurídica, no obstante, la dirección de pensamiento del
investigador, no comparte que se extinga la acción, si la victima no se constituye como
querellante, esto por cuanto, como se explicará adelante, viola el derecho de acceso a la
justicia.
Suspensión de la Acción Penal
Este efecto, se da cuando previo a declararse en firme la resolución que acoge el
Criterio de Oportunidad para el imputado, deben de cumplirse ciertos requisitos, por
ejemplo: en el inciso b y d del artículo 22 del Código Procesal Penal, esto según lo indicado
por Tijerino J. (1996), pues debe comprobarse, que la colaboración brindada por el
imputado fue eficaz para la investigación.
Si se da el caso de no ser suficiente lo
colaborado por el imputado, se podrá ejercer la acción penal, sin ningún tipo de
impedimento. Para los casos de aplicación del criterio de oportunidad en delitos, tales
como: de criminalidad organizada, es muy claro determinar, si la colaboración del
imputado fue exitosa con la investigación llevada a cabo, así como en los casos que se
prescinda de la acción, por no carecer de importancia en relación con otros delitos, o por ser
de interés esa causa.
25
Conversión de la Acción Penal
Este es el caso que, ante la posición de la Fiscalía, de abstenerse de perseguir el
delito y que para la víctima la única opción de proseguir con el proceso penal, sea la
querella, se realiza el proceso sin la presencia del órgano acusador. Así las acciones
procesales, recaen sobre la víctima, de esta manera, al separarse la Fiscalía de la
persecución, la acción pasa de ser pública a tener un carácter privado.
Es criterio del investigador: la conversión de la acción, convierte el derecho de la
víctima de querellar, en una obligación procesal, la cual impone el Ministerio Público al
inhibirse de perseguir el delito, lo cual impide el acceso a la justicia a una gran mayoría de
la población, que recurre al Estado, para lograr una reparación penal a un hecho dañino,
por cuanto, no cuenta con los recursos económicos para cancelar los honorarios del
patrocinio letrado particular.
Aunque en esta investigación no se pretende realizar un análisis exhaustivo de todos
los presupuestos del Criterio de Oportunidad, se realizó una reseña sobre este instituto, con
el fin de exponer mejor el punto, sobre el cual gira esta investigación, el cual es la violación
al Principio de Igualdad Constitucional con la aplicación del Criterio de Oportunidad, por
insignificancia del hecho, en las retenciones indebidas acusadas, por la Caja Costarricense
de Seguro Social, la cual sanciona: el no traslado de las cuotas obreras retenidas al salario
del trabajador por el agente activo.
26
CAPITULO SEGUNDO
Política Criminal
Introducción
Este capítulo hace referencia a la Política Criminal, como instrumento fundamental
dentro del derecho penal, en razón de ser la encargada de estudiar los fenómenos de la
criminalidad y de estos estudios, se derivará el cambio de pensamiento orientado a
suavizar, endurecer, cambiar o crear nuevas formas de prevenir y/o reprimir el fenómeno
criminal.
Esta investigación abarca el criterio de oportunidad, el cual es parte de una nueva
forma de mirar la aplicación del derecho penal y las penas, su impacto dentro de la
aplicación del derecho y la presión ejercida en Costa Rica, por la sociedad para tratar de
cambiar la Política Criminal en el país.
Lo esencial, para poder iniciar este capítulo, es conceptualizar la Política Criminal,
su objetivo, características y subtipos de la misma. De esta manera, se realizará un
recorrido doctrinario, sobre la explicación que los juristas han tratado de elaborar a cerca de
este concepto.
27
Para realizar este capítulo, se recurrió a doctrina extranjera, así como a
publicaciones del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del
Delito y Tratamiento del Delincuente.
Generalidades
La Política Criminal gira en torno del bienestar de la sociedad y de la pena, respecto
a esta última, Bacigalupo, E. (1990), indica que: “...La pena, por lo tanto, no puede
entenderse sino como un bien y el delincuente tiene un verdadero derecho a la pena, es
decir, al tratamiento que a él le corresponde en su situación.” (Pág. 23).
La afirmación realizada es compartida por este investigador, en el sentido idealista
de la pena, la cual brinda la resocialización del delincuente, por cuanto, este tiene derecho a
ser reeducado, para poder convivir en una sociedad con reglas y límites, no obstante, sería
iluso pensar que el tratamiento recibido por delincuente es el adecuado;
ya que la
población de reclusos es altamente superior, a los recursos humanos con los que cuenta el
sistema penitenciario nacional.
Para iniciar el estudio de la Política Criminal, es imprescindible indicar que debe
entenderse por este término, para profundizar en el tema y elaborar una relación entre la
Política Criminal y el Derecho Penal de fondo y forma aplicado en nuestro país.
28
De esta forma, el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (1992), define la Política Criminal
como:
... los procesos críticos necesarios relativos a la configuración del sistema de
justicia criminal o, el conjunto de decisiones relativas a los instrumentos,
reglas, objetivos y estrategias que regulan la coerción penal. (Pág. 3).
Este concepto de la Política Criminal, es importante por cuanto toma, en cuenta
los procesos reformadores de la Política Criminal, cuando se indica procesos críticos,
por cuanto, a entender de este investigador, esta frase perfila dentro de los
movimientos sociales, políticos y corrientes extranjeras, las cuales realizan presión
sobre los estudiosos y encargados de reformar la prevención o represión del fenómeno
específico de coerción penal. Asimismo, cita brevemente que las decisiones tomadas a
raíz de estos procesos críticos, repercuten sobre el sistema de justicia criminal, el cual
abarca la coerción penal. Este enlace de palabras es muy relevante por cuanto, la
justicia criminal contempla desde las causas del delito, el juicio oral y público, la
sentencia, hasta la ejecución de la pena. Así el camino recorrido por el privado de
libertad, debería idealmente terminar con su resocialización y reinserción en la
sociedad.
29
No obstante lo anterior, es importante indicar: se deja por fuera la delimitación de
tiempo y espacio, factores importantes dentro de cualquier movimiento de reforma de la
Política Criminal, por cuanto, los objetivos y fines buscados por gobiernos totalitarios
nunca podrán ser los mismos que los perseguidos por gobiernos democráticos.
Otra concepción pertinente de la Política Criminal es dada por Marty, M. (1986),
expone el concepto como: “...Conjunto de métodos con los que el cuerpo social organiza
las respuestas al fenómeno criminal.” (Pág. 19)
Esta definición debe ser ampliada; por cuanto, si bien es cierto, la Política Criminal
organiza las respuestas al fenómeno criminal, en atención al movimiento del cuerpo social,
lo debe realizar con un grupo de expertos en diversas ramas de la sociedad; debiendo
prevenir ese cambio en la política criminal, como una opción de mejora de la finalidad del
derecho penal, y no como una forma de apaciguar una masa revolucionaria, la cual aboga
por un cambio en la Política Criminal de un país por hechos criminales aislados.
El concepto de Política Criminal, citado por el Instituto Latinoamericano de las
Naciones Unidas para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, y propuesta
por Liszt, indica que la misma consiste en: “...contenido sistemático de principios
garantizados por la investigación científica de las causas del delito y de la eficacia de la
30
pena según los cuales el estado ha de comprender la lucha contra el crimen, por medio de la
pena y de sus instituciones similares”. (Pág. 67)
Lo anterior, refleja claramente: el estudio de la Política Criminal aplicable en un
estado, es parte de una investigación científica, que cuenta con un proceso de estudio, y un
método con el cual podrá concluir con una reforma de las leyes penales, en relación causal,
no con criminalidades aisladas, sino con criminalidades de atención especial, dentro de la
convivencia pacífica que debe prevalecer, todo esto, en relación con la afectación del bien
jurídico e incidencia del hecho en la sociedad.
En contra de la Política Criminal, se puede referir a Rocco citado por el Instituto
Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente (1992), el cual indica: “... ciertas exigencias de la conveniencia y oportunidad
política y práctica que andan vagando fuera del templo del derecho positivo, y que van
abriéndose paso en la legislación positiva penal y preparan así mismo los gérmenes de su
renovación futura.” (Pág. 70)
En ese sentido el autor, se refiere a los movimientos externos, que defienden la Política
Criminal, como un medio de hacer más efectivo el Derecho Penal, en razón de las
limitaciones impuestas a los derechos fundamentales, cuando indica que se preparan los
gérmenes.
Es claro que esto implica una especie de invasión perjudicial al derecho
31
positivo. No puede el investigador compartir este tipo de rechazo por la Política Criminal,
por cuanto, ésta ha demostrado a través del tiempo, con la institución, abolición de penas e
instauración de penas alternativas, ser un instrumento esencial al Derecho Penal a favor de
la sociedad y el mismo delincuente.
Una vez citadas varias definiciones, de lo que algunos doctrinarios entienden por
Política Criminal, se procederá a indicar mediante un criterio propio, el significado de este
concepto:
Política Criminal es el estudio sistematizado de la criminalidad, su origen, formas de
prevención y represión, así como la búsqueda de las mejores herramientas, para
lograr la resocialización e inserción del privado de libertad a la sociedad; lo que
podrá causar un cambio de lineamientos dentro del Derecho Penal, específicamente
dentro de las sanciones. Todo esto limitado a un ámbito espacial y temporal, muy
bien definido, que tome en cuenta toda la globalidad del sistema, a saber: dogmática
penal, criminología y la penología.
Objetivos de la Política Criminal
El tratadista Jescheck, H (1993), indica: “... la Política Criminal se ocupa de como
deba conformarse el Derecho Penal para cumplir mejor su misión de proteger la sociedad.”
(Pág. 18)
32
La anterior, afirmación es muy amplia y deja mucho a la interpretación, en ese
sentido, puede interpretarse, por un lado, que la Política Criminal, además de buscar la
protección de la sociedad, se lanza a la búsqueda de prevenciones a la criminalidad, y por
otro, en materia de represión, puede interpretarse que también como forma de proteger la
sociedad, le brindará al delincuente la rehabilitación necesaria para que regrese a la
sociedad y se integre en beneficio de él y ella misma.
A contrario sensu, puede interpretarse: la Política Criminal, en la búsqueda de la
protección a la sociedad, debe tener como objetivo el conformarse de manera totalmente
represiva y totalitaria, siendo esto, contrario a los fines de la pena, representando un
retroceso a los inicios del Derecho Penal, con ideas meramente retribucionistas, y cuya
única finalidad es la de devolver al privado de libertad el daño que causó a la sociedad con
su conducta típica, antijurídica y culpable. Sostener este punto de vista sería errado desde
una óptica resocializadora.
Elementos de la Política Criminal
A continuación, se indicará según Marty, M (1986) los elementos de esta política
que indica: los elementos de la política criminal – infracción, desviación, pena y
responsabilidad, tienen valor por sí mismos y son hechos objetivos, entidades susceptibles
de ser tenidas en cuenta aisladamente. (Pág. 38).
33
Es claro, la autora indica conceptos todos relacionados con criminalidad, estos son
todos medibles y relacionables con hechos acaecidos, por ende, se desprende: la Política
Criminal se basa en una investigación científica de factores criminales para determinar
entre otras cosas, una posición por seguir de acuerdo con los elementos y sus causas
efectos.
Principios de Política Criminal
Para el tratadista Jescheck, H (1993), la Política Criminal tiene varios principios que la
fortalecen y de los cuales se basa. A continuación, se realizará una breve descripción de lo
indicado por el tratadista.
1. Principio de Culpabilidad:
De acuerdo con lo indicado por Jescheck, H (1993), el principio de culpabilidad
significa, que la pena criminal únicamente puede basarse en la constatación, de que al autor
puede reprochársele personalmente el hecho. Esto hace que la pena se limite a las
conductas que merecen un juicio de desvalor ético-social. (Pág.19)
2. Principio del Estado de Derecho
Indica Jescheck, H (1993) este principio es el rector de toda actividad estatal existiendo
dos divisiones del mismo:
34
“... 2.1. Sentido Formal: según comenta el tratadista Jescheck, H (1993), en esta parte
del principio del estado de derecho, puede determinarse todas aquellas garantías que le
brindan al habitante del país, la seguridad jurídica necesaria. Esto por cuanto, el derecho
penal, es el que interfiere más gravemente en la esfera de la libertad de los ciudadanos.”
Asimismo indica el citado autor: “... dentro del sentido formal se engloba el principio de
que no existe pena sin antes existir la tipificación del delito y asimismo dentro del sentido
formal se encuentra la prohibición de analogía y la libertad del juez sobre la valoración de
la pena.” (Pág.21)
“... 2.2 Sentido Material: En este aspecto, puede encontrarse la salvaguarda de la
dignidad humana con las limitaciones de la intervención mínimas, se encuentra además el
principio de proporcionalidad de medios para evitar que el derecho penal llegue a excesos,
asimismo contempla el principio de igualdad sea que debe tratarse.” (Pág.22)
3. Principio de Humanidad:
A continuación, se transcribirá lo indicado por Jescheck, sobre este principio:
“... Todas las relaciones humanas que surgen del derecho penal en su
más amplio sentido deben ordenarse sobre la base de la solidaridad
recíproca, de la responsabilidad social para con los reincidentes, de la
35
libre disposición hacia la ayuda y la asistencia sociales y la decidida
voluntad de recuperar a los delincuentes condenados. “ ( Pág. 23 )
El autor explica más que todo el tipo de trato diferenciado, debe tenerse con los
delincuentes en general, los define como recíprocos con la dignidad del ser humano, misma
la cual es complementaria con el derecho a la vida. Asimismo, refuerza la idea que el
delincuente debe ser rehabilitado, para lograr una reinserción exitosa a la sociedad; ésta es
compartida, por cuanto, en caso que el delincuente no se rehabilite adecuadamente, seguirá
presentándose el fenómeno de criminalidad y la pena tendrá meramente
un carácter
retributivo.
Los principios indicados, demuestran la preocupación por realizar política criminal de
una manera responsable, lo cual respete los derechos fundamentales de las personas, a las
cuales se les aplicará las sanciones penales, así como también, establece los límites legales
para la invención de nuevas penas o alternativas a las mismas.
Un punto importante de recalcar, es la afirmación de Issa, H. (1998), donde indica:
“... Parte importante de las decisiones de la Política Criminal del Estado
Costarricense son tomadas con base en informaciones vertidas por medios de
36
comunicación de masas y no con base en un estudio de realidad. Las
informaciones indiscriminadas y repetidas, a veces, sobre un hecho delictuoso
crean una imagen de la delincuencia que en muchos casos no responde a la
realidad numérica, pero que termina siendo profecía para que el futuro le dé la
razón a la información.”
Lo externado por el profesor Henry Issa causa gran preocupación, por cuanto como,
se ha expuesto a lo largo de este capítulo, la política criminal debe ser establecida por un
grupo de expertos, tomando en cuenta el método científico y los fines perseguidos por la
pena y en general por el Derecho Penal.
37
CAPITULO TERCERO
Bien Jurídico Tutelado
Introducción
Este capítulo se inicia citando el artículo constitucional, que instaura la Seguridad
Social en Costa Rica, así como el artículo de la tutela penalmente el Bien Jurídico de
marras. Luego se define el Bien Jurídico, su fin, tipos de bienes jurídicos existentes.
Posteriormente, se exponen las funciones del Bien Jurídico y se brinda una concepción del
Bien Jurídico Seguridad Social, así como varios votos de la Sala Constitucional, en relación
con los bienes jurídicos que protege la Seguridad Social.
A continuación, se expondrán brevemente las garantías constitucionales, en relación
con las garantías sociales de mayor importancia, y en relación con la investigación que se
realiza. Además se indicará jurisprudencia constitucional, que trata sobre temas de interés.
Por último, se analizará lo expuesto y se procederá a indicar según el criterio del
investigador, cual es el bien jurídico que se tutela mediante la retención indebida por cuotas
obreras.
El criterio de oportunidad por insignificancia del hecho previsto en el artículo 22
inciso a del Código Procesal Penal, se ha aplicado por parte de los jueces a solicitud de los
representantes del Ministerio Público, en las denuncias de retenciones indebidas por cuotas
obreras de la Seguridad Social, tipificadas en la Sección VI De las sanciones y de las
38
resoluciones de los conflictos, específicamente en el artículo 45 de la Ley Constitutiva de la
Caja Costarricense de Seguro.
A manera de preámbulo, se transcribe el artículo 73 constitucional, en el cual el
legislador consagró a la Seguridad Social, como un Bien Jurídico de primordial
importancia, en el ordenamiento del país, este artículo consagra:
Artículo 73.- Se establecen los seguros sociales en beneficio de los
trabajadores manuales e intelectuales, regulados por el sistema de
contribución forzosa del Estado, patronos y trabajadores, a fin de
proteger a éstos contra los riesgos de enfermedad, invalidez,
maternidad, vejez, muerte y demás contingencias que la ley determine.
La administración y el gobierno de los seguros sociales estarán a cargo
de una institución autónoma, denominada Caja Costarricense de Seguro
Social.
No podrán ser transferidos ni empleados en finalidades distintas a las
que motivaron su creación, los fondos y las reservas de los seguros
sociales.
Los seguros contra riesgos profesionales serán de exclusiva cuenta de
los patronos y se regirán por disposiciones especiales.
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El Bien Jurídico Seguridad Social, consagrado por el legislador en la Constitución
Política, se protegió mediante artículo 45 de la Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de
Seguro Social, el cual tutela el Bien Jurídico Seguridad Social al respecto establece:
Artículo 45.-Constituye retención indebida y, en consecuencia, se impondrá
la pena determinada en el artículo 216 del Código Penal, a quien no
entregue a la Caja el monto de las cuotas obreras obligatorias dispuestas en
esta ley.
(Así reformado por el artículo 112, inciso ch) de la Ley N ° 7135 del 11 de
octubre de 1989 y posteriormente reformado por el artículo 85 de la Ley N °
7983 del 16 de febrero de 2000)
Las solicitudes del Ministerio Público, de aplicar criterios de oportunidad por
insignificancia del hecho, en contraposición con los artículos transcritos, se elaboran bajo la
premisa errónea de que el Bien Jurídico lesionado es el patrimonio, el cual es un
razonamiento incorrecto, por cuanto, aunque la pena de la Retención Indebida de cuotas
obreras de la Caja Costarricense de Seguro Social, esté descrita en el Título VII Sección IV
del Código Penal de 1970, ya sea en los delitos contra la propiedad sección de estafas y
otras defraudaciones. El tipo está descrito en el Art. 45 de la Ley Constitutiva de la Caja
Costarricense de Seguro Social, ahí lo que se tutela es el Bien Jurídico Seguridad Social,
consagrado en el artículo 73 constitucional.
40
Lo anterior es importante, por cuanto, al ser la Seguridad Social, un Bien Jurídico
independiente, pero inmerso dentro de la colectividad de intereses, que protegen la vida en
sociedad, no debe darse la misma tratativa, que a los delitos contra la propiedad, por
cuanto, el valor ético-social protegido, es totalmente diferente al patrimonio.
La Seguridad Social es un Bien Jurídico que para lograr su cometido necesita
patrimonio; pero va más allá de este; pues protege y auxilia a todas las personas dentro del
territorio nacional contra contingencias diversas.
En ese sentido Castillo, F. (1991), explica los elementos que configuran el patrimonio,
de la siguiente manera:
“ ... a. Todos los derechos subjetivos patrimoniales con valor
económico sin mportar en cual rama del derecho estén regulados. b.
Expectativas de derecho y situaciones jurídicas consideradas que tengan
valor económico. c. Posiciones jurídicas, que no se puedan ejecutar,
como ocurre con obligaciones naturales si tienen un valor económico.
Este valor económico falta cuando se sabe que la obligación natural no
tendrá cumplimiento. d. La posesión, mediata o inmediata, de una
cosa, objeto que se protege, en determinados casos, de manera expresa,
en nuestro derecho la figura del estelionato y de la apropiación indebida.
41
e.
Pretensiones jurídicas nulas en tanto, que no correspondan o
provengan de negocios ilícitos o prohibidos, que exista la posibilidad
de que sean cumplidas y que su cumplimiento no sea desvalorado por el
derecho. (Págs. 41-42).”
El autor señala: para que una cosa pueda representar un patrimonio, debe contener los
elementos supra indicados; de esa manera, realizando un breve análisis de los mismos
tenemos: las cuotas obreras son un derecho subjetivo para la Caja Costarricense de Seguro
Social, que según la Constitución Política en sus artículos 73 y 74, se convierte para el
patrono en una obligación jurídica, de trasladar lo retenido al obrero para que la Seguridad
Social, pueda continuar prestando sus servicios de manera solidaria. Asimismo, al no
trasladar las cuotas obreras a la Caja Costarricense de Seguro Social, la posesión de las
mismas, se convierte en una apropiación indebida de una contribución a la Seguridad
Social.
Es claro entonces: la cuota obrera dentro del Bien Jurídico Seguridad Social,
representa un aporte económico obligatorio por parte del obrero y un derecho subjetivo de
la Caja Costarricense de Seguro Social, quien de acuerdo a los artículos 73 y 74 de la
Constitución Política, así como la Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro
Social, artículos 1, 2, 3 y 45, la cual está legitimada para gobernar, administrar e inclusive
acusar las retenciones de este tipo de cuotas.
42
Puesto que, el Bien Jurídico Seguridad Social, protege a los habitantes de la
República de las contingencias contempladas en las normas especialmente creadas para ese
fin a saber: Constitución Política, Código de Trabajo y Ley Constitutiva de la Caja
Costarricense de Seguro Social, su ámbito de protección no es el mismo que la protección
del bien jurídico patrimonio. Puede afirmarse: la Seguridad Social es un mecanismo
tutelado en el Derecho, mediante el cual se da protección a la vida, a la salud y a la
dignidad humana.
La Fiscalía al tratar de manera idéntica el Bien Jurídico Patrimonio y el Bien
Jurídico Seguridad Social, concluye que el Patrimonio en este caso, protege solo el valor
del dinero retenido y siendo éste una cantidad relativamente pequeña, se tiene como
consecuencia la solicitud de aplicar el criterio de oportunidad, por insignificancia del hecho
en retenciones indebidas por montos inferiores a ciento cincuenta mil colones, con lo
anterior, se violenta el Principio de Igualdad Constitucional, por cuanto, al ser el Bien
Jurídico Seguridad Social, una unidad en sí misma, la cual de acuerdo con la forma de
ingresos, ya sea por contribución tripartita forzosa, no es posible afirmar, que un monto
mayor a ciento cincuenta mil colones es más valioso o importante que un monto inferior.
Asimismo en razón del Bien Jurídico que se tutela, este es uno colectivo, al cual no puede
aplicarse el criterio de oportunidad en estos casos.
43
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en su voto 2349-2003 de las
catorce horas cuarenta y dos minutos del diecinueve de marzo del dos mil tres, ha indicado
en el considerando tercero referente al Principio de Igualdad que:
"Igualdad ante la ley significa solo trato igual en condiciones iguales,
pues resultaría contrario a este principio aplicar una misma medida en
condiciones diferentes. Pero debe hacerse hincapié en que no toda
diferencia constituye causa legítima para establecer un distinto trato,
menos aún, sin restricción alguna, pues la diferencia puede referirse a
aspectos irrelevantes, que no afectan lo medular del caso además de que
el quebranto constitucional también podría producirse por exceso, es
decir, cuando se adoptan medidas exorbitantes en relación a las
diferencias que pudieren justificar algún distinto trato."
Este pronunciamiento, es sumamente importante, por cuanto, indica que el trato
debe ser igual en condiciones iguales; pero reafirma que no todas las diferencias son
causales de un trato distinto, asimismo, indica que las diferencias irrelevantes que no
afecten el fondo del asunto no deben ser tomadas como diferencias y en caso de ser
tomadas de esa forma son inconstitucionales, en tanto adopten medidas exorbitantes, que
repercutan en un trato distinto para dos personas en idénticas situaciones jurídicas.
44
El supuesto de violación al Principio de Igualdad, expuesto anteriormente, se
plasma de manera indiscutible en la aplicación de los criterios de oportunidad por
insignificancia del hecho en las retenciones indebidas por las siguientes razones:
El Bien Jurídico protegido en las retenciones indebidas de cuotas obreras es la
Seguridad Social, siendo el patrimonio solo un medio para dotar de prevención y protección
a los habitantes de la República, contra cualquier contingencia establecida por ley.
El punto medular en la retención indebida de cuotas obreras, no es un daño patrimonial
sino; el quebranto a los valores éticos sociales del Bien Jurídico Seguridad Social,
consagrados desde la Constitución Política, hasta las leyes especiales que rigen la materia.
En las solicitudes de criterios de oportunidad realizadas por el Ministerio Público, el
monto económico retenido, es la parte fundamental de la denuncia por retención indebida, o
sea se protege el patrimonio y no la Seguridad Social, como debería de ser. Esta mala
definición del Bien Jurídico tutelado, deriva necesariamente en una falta de fundamento de
las resoluciones que solicitan la aplicación del criterio de oportunidad, por consiguiente se
establecen medidas exorbitantes como lo son: solicitar criterios de oportunidad, en razón de
montos patrimoniales, dando mayor importancia a los montos retenidos que al Bien
Jurídico Seguridad Social.
45
La valoración del patrimonio y no de la seguridad social, causa una grave violación al
Principio de Igualdad Constitucional, por cuanto, el monto desde el punto de vista del Bien
Jurídico Seguridad Social es irrelevante, o sea no debe existir desigualdad de trato procesal,
entre patronos que retienen menos de ciento cincuenta mil colones y patronos que retienen
sumas mayores. De esta forma, se concluye que las solicitudes de criterio de oportunidad,
deben darse en retenciones indebidas para todos los patronos o no debe brindarse para
ningún patrono moroso; pero para todos ellos debe ser igual el trato.
Concepto de Bien Jurídico
Un eje fundamental de esta investigación, es determinar el Bien Jurídico protegido
por el legislador, en el tipo penal del artículo 45 de la Ley Constitutiva de la Caja
Costarricense de Seguro Social. No obstante, para entrar a conocer lo indicado, debe
primero establecerse el concepto de bien jurídico. El bien jurídico penal tutelado, dentro de
la estructura del Derecho Penal, es el pilar fundamental, para aseverar si existe o no delito,
por cuanto, nunca podrá existir una conducta antijurídica sin un bien jurídico penalmente
protegido, esto por cuanto, la función del mismo, es proteger un bien vital para la
convivencia en sociedad.
Los bienes jurídicos según Mora, L. y Navarro, S. (1995) son:
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“...solo aquellos hechos revestidos de un grado preciso de dañosidad
social, que afectan al individuo, resultan penalmente relevantes, ya que
si el bien jurídico puede ser protegido de manera menos lesiva al
ciudadano, estás siempre tendrán prioridad...” (Pág. 84)
Lo expuesto anteriormente, es importante para el Derecho Penal,
por cuanto, al
establecer el legislador, que solo los hechos graves dentro de la convivencia en sociedad,
pueden ser tutelados en vía penal, excluyendo las conductas que no dañen de manera
insignificativa el bien jurídico tutelado, no sería constitucional tutelar un delito sin un bien
jurídico importante para la comunidad.
Dentro de este orden de cosas, se configura el bien jurídico, como la finalidad del
Derecho Penal, en ese sentido indica Welzel, H (11 edición) que:
“...el Derecho Penal quiere proteger antes que nada determinados bienes
vitales de la comunidad (valores materiales) como por ejemplo, la integridad
del Estado, la vida, la salud la propiedad etc (los llamados bienes jurídicos)
de ahí que impone consecuencias jurídicas a su lesión. ”
47
Asimismo, indica el tratadista señalado anteriormente, que el concepto de bien jurídico
es: ...un bien vital de la comunidad o el individuo, que por su significancia social es
protegido jurídicamente.
Una consideración sobre el concepto de bienes jurídicos, es aportada por Jescheck, H.
(1993), donde indica que los mismos son : ... juicios de valor positivo sobre bienes vitales
que son indispensables para la convivencia humana en la comunidad y deben ser
protegidos, consecuentemente por el poder coactivo del estado a través de la pena pública.
(Pág. 6). Continua el doctrinario indicando: ...estos valores se convierten en bienes
jurídicos al ser acogidos en el ámbito de protección del ordenamiento jurídico. (Pág. 6)
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en su voto 6410-96 al
desarrollar el concepto de Bien Jurídico, afirma: el orden sancionador del estado de Costa
Rica, está basado en bienes jurídicos e indica: “...esto significa que todas y cada una de las
prohibiciones de las conductas penalmente conminadas, están montadas sobre una base
razonable: la protección de zonas de fundamental importancia para la convivencia del
grupo social...”
En el voto indicado anteriormente, se reconoce que el bien jurídico es la protección de
intereses de la colectividad, que al ser transgredidos por un agente, el mismo debe ser
sancionado.
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De todo lo anterior, puede indicarse; todo tipo penal describe una lesión al bien
jurídico tutelado, el cual según la dogmática penal puede establecerse según la ley especial
donde se ubique. En este sentido, no cabe dudas que el tipo de retención indebida por
cuotas obreras de la Caja Costarricense de Seguro Social, se tipifica en una ley especial,
pero en cuanto a la pena remite al Código Penal.
Ahora bien, no solo es importante determinar que es un bien jurídico, sino establecerse
los tipos de bienes que existen, en ese caso según indican Roxin, C., Artz, G. , Tiedermann,
K. (1989): “...Todos los delitos y todos los correlativos bienes jurídicos pueden dividirse en
dos grandes grupos: ...bienes jurídicos individuales ... en el grupo segundo se encuentran
los bienes jurídicos de la comunidad y el Estado... “(Pág. 87)
De lo anterior, se deriva que la Seguridad Social, al ser un sistema de protección para
todos los habitantes de la República se configura en un Bien Jurídico de la colectividad.
Asimismo, de la ubicación de este Bien Jurídico dentro de la sistemática penal, permite
razonar que es un Bien Jurídico especial, pues tutela el bienestar para todos los habitantes
de Costa Rica, cuando se presente una contingencia social.
Una definición de contingencias sociales es dada por Melgar, J. (1990) el cual indica:
“... Estas son eventos que dan lugar a específicos estados de necesidad, frente a los cuales el
instrumento político social también específico, es la seguridad social.” (Pág.527)
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Función del Bien Jurídico
La función del bien jurídico es según Llobeth, J. y Chirino, A (2000): “...tutelar
intereses necesarios para tutelar la vida en interrelación de los seres humanos, protegiendo
las condiciones para la autorrealización de los mismos...”. (Pág. 65)
La función indicada por los juristas costarricenses, es de suma importancia, por
cuanto delimita el término bien jurídico, indicando cuales bienes jurídicos deben ser
tutelados por el Derecho Penal, en su principio de última ratio. Pues según los doctrinarios,
todo bien jurídico debe contener una protección a un interés de la colectividad, pero este
interés debe ser tan importante que se considere una necesidad.
Puesto que el interés tutelado no es cualquiera, sino uno necesario y valioso para la
colectividad y que además aporte un grado de protección para que los individuos puedan
auto realizarse. Se concluye que la protección se da a un interés colectivo importante, pero
que la finalidad última del mismo, es brindar al individuo una forma de mejorar su calidad
de vida y expectativas dentro de la colectividad.
En esa misma línea Sánchez, S. citada por Mora, L. y Navarro, S. (1995), indica:
“... el bien jurídico tiene una función garantizadora que debe impedir: “... que el mismo
sirva de mera pantalla para la protección de todo tipo de intereses, estrategias o
convicciones morales cuya lesión, sin embargo, carecería de una autentica repercusión
negativa en la realización de los individuos como seres sociales” (Pág. 86)
50
En el párrafo anterior, la autora comparte con Llobeth, J. y Chirino, A. (2000), que
el fin último de la protección es la realización de los individuos, dentro de una colectividad,
pero además agrega un punto interesante; la protección solo puede brindarse cuando la
lesión es lo suficientemente grave como para causar un efecto negativo, dentro del marco
de la protección colectiva e individual. Lo anterior lleva a concluir: cualquier lesión menor
a un bien jurídico no causa un hecho típico.
En ese sentido, el voto 1588-1998 de las dieciséis horas veintiséis minutos del diez
de marzo de mil novecientos noventa y ocho de la Sala Constitucional, en relación con el
voto 525-93 del mismo Tribunal, explica en el considerando IV:
“... no basta que una conducta u omisión "encaje" abstractamente en un
tipo, es también necesaria una lesión significativa de un bien jurídico. De
lo contrario, tendríamos conductas delictivas pese a que no dañan la
moral o el orden público o a que no perjudican a terceros.
Con base en lo anterior, se concluye: cuando el patrono retiene las cuotas obreras
rebajadas al trabajador, sin importar el monto de la retención se lesiona de manera grave los
presupuestos de solidaridad, unidad, igualdad y justicia social que informan la Seguridad
Social en Costa Rica.
51
Bien Jurídico Seguridad Social
Según las características desprendidas de la Constitución Política artículo 73, la Ley
Constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social, lo expuesto por Calvo, J. (1998), se
define el Bien Jurídico Seguridad Social como:
Un sistema de protección social brindada a todos los habitantes de la República
contra contingencias mediante el otorgamiento de programas de prevenciónatención, subsidios, pensiones previamente establecidas vía ley o reglamento.
Este es financiado por la contribución forzosa tripartita del estado, patronos y
trabajadores y se basa en principios de universalidad, solidaridad, unidad e
igualdad.
Al confrontar el concepto propuesto con las solicitudes de aplicación de criterios de
oportunidad, se concluye: no es posible solicitar ni aplicar estos instrumentos procesales
por los motivos que se exponen a continuación:
Las cuotas obreras no pertenecen ni al trabajador ni al patrono, son parte del
financiamiento de la Seguridad Social, ante lo cual estamos en presencia de un Bien
Jurídico con carácter colectivo. Siendo así, no podrá aplicarse, por cuanto la retención de
cuotas obreras, refleja un desdén del patrono por la convivencia social en armonía, por
52
ende debe perseguirse esta retención con fines preventivos especiales al patrono y
generales a la comunidad patronal, en cuanto al respeto de la Seguridad Social.
Asimismo, al ser un sistema de protección social, el criterio de oportunidad no debe
aplicarse en las retenciones indebidas, por cuanto la naturaleza de la cuota obrera no es
el de aumentar el patrimonio de la Caja Costarricense de Seguro Social, sino, un medio
de financiamiento a los programas preventivos y de atención a las contingencias
presentadas diariamente.
Cada vez que el patrono retiene cuotas obreras, se viola el principio de solidaridad
que sustenta el Bien Jurídico Seguridad Social, por cuanto, el patrono deja de trasladar el
monto rebajado a su obrero para enriquecerse; perjudicando además a todas las personas
que necesitan una adecuada y oportuna atención a las contingencias, losa cuales podrían
denominarse, por ejemplo: atención médica, pensión por invalidez y orfandad.
Así pues, la retención indebida, persigue retornar la paz social, quebrantada al violar
el bien jurídico Seguridad Social, al no realizar la persecución penal en razón del monto,
nunca existirá un resarcimiento al bien jurídico lesionado.
53
El monto de lo retenido no es importante, al acusar la retención indebida sino lo
realmente importante es la violación de la Seguridad Social, por tanto, no es procedente
fundamentar una solicitud de criterio de oportunidad, por insignificancia del hecho
tomando en cuenta, solo la representación de un monto económico sino, debe valorarse
el quebranto al Bien Jurídico Seguridad Social.
Garantías Sociales en Nuestra Constitución Política:
Dentro del título V de la Constitución Política de Costa Rica, se ubican los derechos
y garantías sociales de los habitantes de la República de Costa Rica, los cuales que están
basados en un estado de derecho de justicia social y tutelados por el bien jurídico Seguridad
Social.
El artículo 50 de la Constitución Política, reza : “... el estado procurará el mayor
bienestar de todos los habitantes del país, organizando y estimulando la producción y el
más adecuado reparto de la riqueza...” Lo trascrito anteriormente, es prueba clara que al
indicarse el más adecuado reparto de la riqueza, el constituyente se refiere sobre la igualdad
y solidaridad como principios fundamentales de la Seguridad Social, que deben existir en
un estado democrático de justicia social como lo es Costa Rica. En ese sentido, puede
citarse el artículo primero del Código de Trabajo (ley N º 2) que indica: ... El presente
Código regula los derechos y obligaciones de patronos y trabajadores con ocasión del
trabajo, de acuerdo con los principios cristianos de Justicia Social.
54
De esta manera la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, ha apuntado
mediante su voto 180-98 :
“... el estado no solo tiene la obligación ineludible de velar para que la salud
de cada una de las personas que componen la comunidad nacional no sufra
daños por parte de terceros, en relación a estos derechos sino que además
debe asumir la responsabilidad de lograr las condiciones sociales propicias a
fin de que cada persona pueda disfrutar de su salud, entendido como tal
derecho, como una situación de bienestar psíquico, (o mental) y social.”
En el voto trascrito, el juez constitucional, es claro al indicar que es un deber del
estado velar porque el derecho a la salud, no sufra ningún tipo de lesión por parte de
terceros, en relación con aquellos, pero además puede derivarse que el Estado, en la
persona de la Caja Costarricense de Seguro Social, tiene el deber de proteger por todos los
medios legales los derechos fundamentales tal como: la salud. De ese deber se deriva, la
potestad de acusar penalmente por delito de retención indebida por cuotas obreras y
asimismo la obligación del Ministerio Público, de ejercitar las acciones jurisdiccionales
tendientes a investigar y sancionar las posibles lesiones, que terceros hayan ocasionado
contra la Seguridad Social, reteniendo indebidamente las cuotas obreras de la Caja
Costarricense de Seguro Social.
55
En ese sentido, el artículo 73 de la Constitución Política, es más específico, puesto que
el mismo crea la Caja Costarricense de Seguro Social en Costa Rica, como institución
autónoma para administrar los fondos de la seguridad social. A cerca de este artículo 73 de
la Constitución Política, las doctrinarias Ramírez, M. y Fallas, E. (1999) citan el voto 625694 de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, donde indica que la Caja
Costarricense de Seguro Social, nace desde la Constitución Política con las siguientes
particularidades:
“a) el sistema que le da soporte es el de la Seguridad Social, creándose un sistema
de contribución forzosa tripartita del estado, los patronos y los trabajadores. b) la
norma le concede de forma exclusiva a la CCSS, la administración y gobierno de
los seguros sociales...” (Pág. 111 Tomo II)
El voto supra citado, deja patente la importancia constitucional de contribuir con la
Seguridad Social, que en ese sentido, es una manifestación del poder imperio del estado que
le otorga la calidad de forzosa en sus concepciones: aporte estatal, patronal y del trabajador.
De esto se deriva: no existe ningún aporte cuya importancia sea mayor con relación al
bien jurídico Seguridad Social , todas las contribuciones tienen el mismo valor en sí
mismas derivadas del bien jurídico que protegen y la función que este ejerce en nuestro
estado derecho.
56
Asimismo, las autoras Ramírez, M. y Fallas, E. (1999) señalan que por medio del voto
3853-93 de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, se reconoce a la Caja
Costarricense de Seguro Social, la obligación de ejercer las acciones legales pertinentes
para administrar y gobernar los seguros sociales, en ese sentido se transcribe:
“...sea la Caja Costarricense de Seguro Social, la institución encargada de
administrar y gobernar los seguros sociales, lo que incluye el cobro de la
contribución forzosa que deben hacer los patronos y trabajadores a fin de financiar
el régimen y además la forma de cobro se aplica en igualdad de condiciones a
todos los administrados que se encuentren en mora con la institución...” (Pág.116
Tomo II)
Este voto contiene un aporte sustancial a la investigación, por cuanto, puede afirmarse
que si la Caja Costarricense de Seguro Social, está compelida por la misma Constitución
Política a cobrar a los patronos y trabajadores morosos, aún más lo está, para denunciar los
delitos que se cometan, por parte de los patronos morosos contra la Seguridad Social.
En ese sentido, está obligada la Caja Costarricense de Seguro Social, a denunciar
aquellos patronos, que comparten la condición especial de haber retenido cuotas obreras
pertenecientes a la Seguridad Social. De lo anterior, se concluye: si la Caja Costarricense
de Seguro Social, debe acusar en igualdad de condiciones a los patronos, que retienen las
57
cuotas obreras, el Ministerio Público no debe realizar ningún tipo de distinción por cuanto,
esta sería contraria al Principio de Igualdad Constitucional. Esto porque como lo indica la
Sala Constitucional, las acciones penales, que se lleven a los patronos morosos (imputado),
deben hacerse en igualdad de condiciones para todos, por cuanto infringieron el bien
jurídico Seguridad Social, para el cual todos los montos retenidos son importantes, por
cuanto todas las cuotas o aportes, tienen el mismo valor en atención al reconocimiento
dado por el constituyente.
De lo indicado, debe tenerse claro que la violación al Bien Jurídico Seguridad Social,
existe cuando se da una retención real de las cuotas obreras, por tanto, no podría existir
retención indebida, cuando un patrono nunca se apoderó de los cuotas obreras, verbigracia:
porque nunca se las rebajo a sus trabajadores.
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en el voto 6410-96 declaró
que los delitos formales no tienen fundamento constitucional; pues deben ser demostrados
en la vía penal, por ende para condenar a un imputado en asuntos penales, debe probarse sin
lugar a dudas la responsabilidad del mismo. Lo indicado tiene sus repercusiones en todo el
Derecho Penal, y la retención indebida se afecta en razón que el fiscal debe probar, que el
imputado retuvo de manera efectiva un monto de dinero que debió trasladar a las arcas de la
Caja Costarricense de Seguro Social, por ende, si nunca retuvo ningún dinero no se tiene
objeto material.
58
El voto 4829-98 de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, referente
al artículo 18 de la Constitución Política, que norma sobre la obligación de los
costarricenses de contribuir para los gastos públicos, indica: “...todos deben contribuir a los
gastos del Estado en proporción a su capacidad económica, de manera tal que, en
condiciones idénticas, deben imponerse los mismos gravámenes...”
Asimismo, de acuerdo al artículo 18 constitucional, existe una obligación de
contribuir con los gastos del Estado y así pues los patronos (denunciados) tienen la misma
condición de morosidad, capacidad de pago (en caso de que la tengan) y la condición
especial de no haber trasladado las cuotas obreras a la Caja Costarricense de Seguridad
Social; se deriva que la aplicación del criterio de oportunidad, por insignificancia del hecho
a patronos con deudas inferiores a un monto determinado. es violatorio del principio de
igualdad constitucional, por cuanto los patronos (denunciados), comparten las mismas
condiciones, supra indicadas a saber: retener cuotas obreras de la Seguridad Social, haber
lesionado el mismo Bien Jurídico y tener capacidad económica.
En ese sentido el voto 633-94 de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de
Justicia en lo atinente a materia tributaria indica: “... todos deben contribuir a los gastos del
Estado en proporción a su capacidad económica, de manera tal que a condiciones idénticas
deben imponerse los mismos gravámenes...”
59
El voto anterior, aunque pertenece a materia tributaria demarca una clara línea sobre
el Principio de Igualdad Constitucional, en todos sus ámbitos. En ese sentido, puede
afirmarse: todos los patronos morosos deben ser tratados por igual, en razón de su aparente
comisión del ilícito penal; siempre y cuando posean la misma posición jurídica. Puede
citarse como excepción, para perseguir una Retención Indebida, la capacidad económica
del justiciable, para poder hacer frente a sus obligaciones con la Seguridad Social, esto por
cuanto, puede existir un concurso universal, que impida su pago o declare al patrono en
estado de quiebra.
De esta manera, debe aclararse: el objeto material del delito de retención indebida
por cuotas de la Seguridad Social, es el dinero. En cuanto al objeto material de las
retenciones indebidas González, J (1992) sostiene que: “..El objeto material del delito ha de
ser dinero, efectos o cualquier otra cosa mueble. En definitiva, cosas muebles, puesto que
tanto, el dinero como los efectos lo son...” (Pág. 301).
En atención a la definición dada de objeto material, para delitos de retenciones
indebidas, es el dinero dejado de trasladar a las arcas de la Seguridad Social.
De esta manera, apegándose al espíritu de la Retención Indebida solo existe
violación al Bien Jurídico Seguridad Social, en los casos en que el patrono moroso
60
(imputado) efectivamente retuviera el dinero rebajado a sus trabajadores, causando así un
perjuicio a la Seguridad Social y enriqueciéndose de manera ilícita.
Realizada la exposición del concepto bien jurídico, sus funciones dentro del
Derecho Penal, se determina que el Bien Jurídico tutelado en la retención indebida por
cuotas obreras es la Seguridad Social, la cual está estrechamente relacionada con el derecho
a la salud, a la vida digna y a la vida misma. Se llega a esta conclusión, por cuanto el
carácter de valor fundamental que tiene la Seguridad Social, dentro de la Constitución
Política, así como porque la sistemática del Derecho Penal coloca las retenciones indebidas
por cuotas obreras de la Caja Costarricense de Seguro Social, dentro de la ley especial, que
rige la materia del Seguro Social a saber: Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de
Seguro Social.
61
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Primero. El legislador mediante el Art. 73 de la Constitución Política, ubicado en el
Capítulo de las Garantías Sociales, consagró la Seguridad Social como un bien jurídico de
máxima relevancia en el ordenamiento jurídico costarricense. Este Bien Jurídico es tutelado
mediante la Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social, en su Art. 45,
donde establece el delito de retención indebida por las cuotas obreras de la Seguridad
Social.
Por tanto; el Bien Jurídico que tutela el Art. 45 de la Ley Constitutiva del Seguro
Social es la Seguridad Social.
Segundo. La Fiscalía aplica el Criterio de Oportunidad por Insignificancia del Hecho a las
retenciones indebidas, acusadas por la Caja Costarricense de Seguro Social, cuando el
monto de lo retenido no supera el salario base de un oficinista tres del Poder Judicial.
Por tanto; cuando se aplica el Criterio de Oportunidad por Insignificancia del Hecho
a las retenciones indebidas, de cuotas obreras de la Seguridad Social, en razón del monto,
se evidencia la confusión o análisis inadecuado del Bien Jurídico que realmente se tutela,
por cuanto las cuotas obreras, tienen el mismo valor del Bien Jurídico que protege sea la
Seguridad Social.
62
Tercero. Si la Fiscalía aplica el Criterio de Oportunidad a retenciones indebidas de montos
inferiores al salario base de un oficinista tres, debería aplicarlo también a los montos
mayores de ese parámetro, por cuanto protegen el mismo Bien Jurídico.
Por tanto, la Fiscalía violenta el Principio de Igualdad Constitucional, al tratar de
manera desigual a personas con idénticas condiciones jurídicas.
Cuarto. La Seguridad Social es un sistema de protección social, brindada a todos los
habitantes de la República, contra contingencias mediante el otorgamiento de programas de
prevención-atención, subsidios y pensiones previamente establecidas vía ley o reglamento.
Este es financiado por la contribución forzosa tripartita del Estado, patronos y trabajadores
y se basa en principios de universalidad, solidaridad, unidad e igualdad.
Por lo tanto, es un Bien Jurídico Colectivo, en el cual no se podrá aplicar el Criterio
de Oportunidad.
Quinto.
El objeto material de la Retención Indebida, es el dinero retenido a los
trabajadores por el sujeto activo, por ende, si nunca existió este rebajo o nunca existió el
objeto material nunca existirá la Retención Indebida.
63
Por tanto, la Fiscalía debe probar de manera fehaciente que el sujeto activo retuvo
las cuotas obreras para que pueda proseguir el proceso a etapas avanzadas.
Sexto. La aplicación del Criterio de Oportunidad a montos inferiores a los indicados en
este trabajo, crea un ambiente de inseguridad jurídica.
Por tanto, la Caja Costarricense del Seguro Social, se ve afectada, por cuanto, las
retenciones menores quedarían impunes debido a una solicitud improcedente, por parte de
la Fiscalía.
Sétimo. El artículo 18 de la Constitución Política, consagra el Principio de colaboración
con las cargas públicas en relación con la capacidad económica.
Por tanto, cuando dos denunciados violaron la Seguridad Social, con la retención de
las cuotas obreras y tienen la misma capacidad económica y al primero se le aplica el
Criterio de Oportunidad, por cuanto, el monto no es mayor al salario base de un oficinista
tres del Poder Judicial y al segundo no, se le viola el principio de igualdad en relación con
el artículo 18 de la Constitución Política.
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Octavo. El Bien Jurídico Seguridad Social, protege la Vida, la Salud y la Dignidad
Humana, pero para mantener ese sistema de protección, debe tener patrimonio para cumplir
normalmente con sus fines.
Por tanto, la Seguridad Social, absorbe varios bienes jurídicos que tutela y como
cualquier otro sistema, necesita financiamiento para sostenerlo, pero va más allá del simple
patrimonio, pues es un sistema de protección y auxilio contra las contingencias sociales.
Recomendación
Al estar la pena de la Retención Indebida dentro del Código Penal, la Fiscalía
confunde el Bien Jurídico tutelado en razón de la ubicación sistemática del mismo. Por
tanto; se recomienda incluir en el Código Penal, un apartado que incluya los delitos contra
la Seguridad Social, o modificar el Art. 45 de la Ley Constitutiva de la Caja Costarricense
de Seguro Social, para que se indique de manera expresa la pena y no se remita al Código
Penal.
65
BIBLIOGRAFÍA
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Comares. Granada España.
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LEGISLACIÓN
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•
Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social modificada por Ley de
Protección al Trabajador.
•
Código Procesal Penal. Ley N° 7594. Editorial Investigaciones Jurídicas S.A. San José,
Costa Rica.
•
Código Penal de1971. Ley N° 4573. Editorial Editec Editores SA San José, Costa Rica.
68
RESOLUCIONES
•
Voto 6410-96 Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, de las quince horas
doce minutos del veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y seis.
•
Voto 1588-98 Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, de las dieciséis horas
con veintisiete minutos del diez de marzo de mil novecientos noventa y ocho
•
Voto 8583-2002 Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, de las catorce
horas con cincuenta y un minutos del cuatro de Setiembre de dos mil dos.
•
Voto 633-94 Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, de las horas
con
minutos de mil novecientos noventa y dos mil.***
•
Voto 180-98 Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, de las
horas
veintisiete minutos del diez de marzo de mil novecientos noventa y ocho.
•
Voto 2349-2003 Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, de las catorce
horas cuarenta y dos minutos del diecinueve de marzo del dos mil tres
69
REVISTAS
•
Calvo, J. (1998). Los Principios de la Seguridad Social. Revista Jurídica de
Seguridad Social. Nª 8 Enero de 1998. San José, Costa Rica.
•
Bacigalupo, E. (1992). Revista ILANUD. Consideraciones en torno a una nueva
Política Criminal en Centroamérica y Panamá. San José, Costa Rica
•
González, D. (1995). El principio de oportunidad en el ejercicio de la acción penal.
Ciencias Penales (Revista de la Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica).
Año 5 N ° 7 Julio 1995. San José, Costa Rica.
70
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