México, Distrito Federal, a veintinueve de octubre de dos mil tres

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Contra la Salud: ocultamiento de evidencia
sobre versión de descargó que provocó
absolución
México, Distrito Federal, a veintinueve de octubre de dos mil
tres.
Vistos para dictar sentencia los autos de la causa 70/2002,
instruida en contra de ********** y **********; y,
(…)
SEGUNDO. El cuerpo del delito Contra la salud, en su
modalidad de posesión del estupefaciente denominado clorhidrato
de cocaína con fines de comercio, en su hipótesis de venta,
previsto y sancionado en el artículo 195 párrafo primero en
relación con el 193 y 194 fracción I, todos del Código Penal
Federal, no está plenamente acreditado.
(…)
Del contenido de los mismos se obtiene que el cuerpo del
delito del antisocial en cuestión se integra por los siguientes
elementos:
a) La existencia de una sustancia considerada como
estupefaciente por la Ley General de Salud y, por tanto,
narcótico, conforme a lo dispuesto por el artículo 193 del
Código Penal Federal, que en el caso es clorhidrato de
cocaína;
b) Que el sujeto activo posea dicho narcótico;
c) Que la posesión sea con la finalidad de realizar alguna de
las conductas previstas en el artículo 194, en el caso
concreto la de comercio en su hipótesis de venta; y,
d) Que la posesión se realice sin la autorización de la
autoridad sanitaria correspondiente.
Sentencia 70/2002
Pues bien, en la especie, el segundo de los precitados
elementos es el que no quedó demostrado y con ello es suficiente
para estimar que no se acreditó el cuerpo del delito.
Al realizar la afirmación precedente no se inadvierten los
razonamientos por los que este juzgador decretó auto de formal
prisión a los ahora acusados, resolución que fue confirmada por el
Tribunal Unitario al resolver el recurso de apelación interpuesto
por los hoy sentenciados; pero por un lado, esa decisión obedeció
al examen del elenco demostrativo; y ahora, al juzgar en
definitiva, se dispone de medios de prueba recabados durante la
instrucción y que, al examinarlos y evaluarlos junto con aquéllos,
llevan a la conclusión de que no se demuestra la posesión; y por
otro lado, aquélla decisión intraprocesal es provisional con miras a
iniciar el proceso, y ahora, la decisión es final con objeto de
resolverlo en definitiva.
En efecto, la versión de los agentes aprehensores se hace
consistir, primordialmente, en que el veintiséis de julio de dos mil
dos, aproximadamente a las dieciocho horas, al realizar sus
funciones
de
policía
e
ir
circulando
sobre
la
calle
de
**********,**********colonia **********, delegación **********de esta
ciudad, se percataron de la presencia de tres personas en actitud
sospechosa, dos mujeres y un hombre, que se encontraban en
torno de un vehículo **********, mismas que al ser entrevistadas se
les encontró droga en diversas cantidades por lo que se procedió
a su detención.
Pero, en contra de lo anterior se encuentra la versión de
descargo sostenida por los hoy acusados desde su declaración
ministerial y que estriba en lo siguiente:
********** sostiene que aproximadamente a las dieciséis
horas del veintiséis de julio de dos mil tres, al encontrarse junto
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Sentencia 70/2002
con ********** en el interior del domicilio de la primer nombrada,
ubicado en ********** número **********, departamento **********,
colonia **********, delegación **********de esta ciudad, entraron
varios sujetos unos vestidos de color negro y otros de civil,
mismos que las jalonearon del cabello y les pegaron en diferentes
partes del cuerpo, para posteriormente sacarlas del domicilio
hacia la calle tapadas de la cabeza con unas toallas propiedad de
la mencionada en primer término.
En tanto, **********afirma que aproximadamente a las
dieciséis horas del veintiséis de julio de dos mil tres, él acudió en
compañía de su concubina y su menor hija al domicilio de
**********, número **********, colonia **********, delegación **********
de esta ciudad, ya que iba a contratar a una señora que se llama
**********que vive en esos departamentos para que le hiciera una
comida y al momento en que él se encontraba en el zaguán del
domicilio antes mencionado es detenido por unos sujetos vestidos
de negro.
De donde se sigue que las pruebas que robustecen esta
última versión tienen un doble efecto, a saber: uno, demuestra
que los hechos no sucedieron de la forma narrada por los
aprehensores, lo que de suyo basta para que se considere como
no demostrado el elemento en análisis y, dos, sirven para
acreditar que la detención de **********tuvo lugar mediante la
irrupción en su domicilio sin la orden judicial respectiva, es decir,
un cateo de facto y por tal carente de todo valor probatorio, lo así
encontrado de conformidad con el último párrafo del artículo 61
del Código Federal de Procedimientos Penales.
(…)
Todo lo cual se engarza y robustece con los indicios
referentes a la existencia de las toallas allegadas a este proceso
penal, a saber:
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Sentencia 70/2002
e) No son mencionadas por los policías aprehensores en su
parte informativo y tampoco fueron puestas a disposición
por éstos ante el Ministerio Público Federal al momento
de rendirlo.
f) No obstante lo anterior, obra a foja treinta y ocho del
expediente original y duplicado, la irregular inspección
ministerial que practica el Agente del Ministerio Público de
la Federación, licenciado Fernando A. Matense Sulvaran,
Titular de la Mesa X-D, el veintisiete de julio de dos mil
tres, asentando en la misma que: “… De conformidad a lo
establecido en el artículo 208 del Código Federal de
Procedimientos Penales, da fe de tener a la vista en
interior de esta oficina lo siguiente: Dos toallas de baño,
una color azul otra de color beige siento esta de material
de algodón mismas que son parte de los hechos que se
investigan.
Se dice que tal diligencia es irregular en virtud de que en los
autos originales de la averiguación previa consignada a
este juzgado no se encuentra firmada por el personal
actuante, mientras que en el duplicado obra una firma que
según los rasgos de la misma coinciden a simple vista con
las demás impuestas por el agente consignador, pero
también carece de la firma de los testigos de asistencia.
g) Pese a que las toallas fueron referidas por las detenidas
**********y **********, al momentos de rendir su declaración
ministerial y que de las misma se dio fe dentro de la
indagatorio del modo indicado en el apartado anterior, su
existencia no fue tomada en cuenta por el Agente del
Ministerio Público Federal al ejercer acción pernal, dado
que ni las valoró, ni las mencionó siquiera para negarles
valor, aún cuando eran un elemento de prueba relativo a
la versión de descargo.
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Sentencia 70/2002
h) Además, durante la averiguación previa no quedó claro el
paradero de las toallas, puesto que primero no fueron
mencionadas
disposición
por
de
la
los
aprehensores
autoridad
ni
puestas
investigadora,
a
además
después de que se dio fe de las mismas dentro de la
indagatoria no se estableció cual fue su lugar de depósito.
i) Después no fueron puestas a disposición de este Juzgado
de Distrito de Procesos Penales Federales, pese a que
eran objeto de prueba conforme a la versión de descargo
rendida por la ahora acusada **********, y que sólo a
instancia de la defensa de los acusados que dichas
toallas fueron requeridas en repetidas ocasiones a la
autoridad ministerial, quien sólo las remitió después de
que este juzgador le aplicó una medida de apremio
consistente en multa, de suerte tal que dichas toallas se
recibieron en este recinto judicial hasta el veintisiete de
marco de dos mil tres, es decir, ocho meses después de
la puesta a disposición.
Del engarce de los aspectos que conforman este apartado
que se ha identificado con la letra “d”, se obtiene que los
aprehensores primero y después la autoridad encargada de la
pesquisa,
auténticamente
pretendieron
llevar
a
cabo
el
ocultamiento de una prueba relevante para la acreditación de la
versión de descargo, lo que de suyo se constituye en un indicio
adicional de la falta de probidad o al menos de la falta de
imparcialidad de quienes sostiene la versión de cargo.
Pues bien, de conformidad con los artículos 285 del Código
Federal de Procedimientos Penales, las propias toallas y los
diversos indicios extraídos de su existencia merecen valor
demostrativo de indicio.
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Sentencia 70/2002
De la concatenación de las declaraciones de los testigos
ates transcritas, de las dos inspecciones judiciales y de los
indicios valorados en el párrafo anterior, de conformidad con el
artículo 286 del Ordenamiento Adjetivo en consulta, al ser
enlazadas de forma lógica y natural y apreciado en consciencia,
se consideran aptos para alcanzar la eficacia demostrativa de
prueba plena, respecto a la forma y lugar en que fueron detenidos
los hoy acusados.
Es decir, con ello se demuestra que aproximadamente a
las dieciséis horas del veintiséis de julio de dos mil dos, la
acusada ********** se encontraba en el interior de su domicilio
ubicado en la calle de ********** número **********, departamento
**********, colonia **********, delegación **********de esta ciudad,
cuando irrumpieron en su domicilio diversas persona que la
detuvieron, la sacaron de ese lugar, junto con otra persona,
cubiertas con sendas toallas y las pusieron a disposición de la
autoridad investigadora; mientras que a la misma hora y en la
entrada del domicilio mencionado, es decir, de la unidad
habitacional, ********** fue detenido mientras estaba de pie junto a
la puerta de la entrada mencionada, o sea, sobre la banqueta.
Con base en los anteriores medios de prueba se estima
que el dicho de los agentes aprehensores, que es la única fuente
de prueba para la versión de cargo, no merece valor demostrativo
alguno por no satisfacer el requisito de la fracción II del artículo
289 del Código Federal de Procedimientos Penales, dado que las
probanzas anteriores son suficientes para estimar que la
detención no se dio en la forma, tiempo y lugar que refieren
dichos agentes y por tanto, sus testimonios resultan faltos de
probidad y de imparcialidad.
Bajo tal contexto, aún considerando que la droga afecta a
la causa realmente hubiera sido encontrada en poder de los hoy
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acusados, lo cierto es que este juicio penal no se les acusó
porque la hayan poseído dentro de la casa que está dentro de una
unidad habitacional, sino porque supuestamente la poseían en la
vía pública en torno de un vehículo y con finalidad de comercio.
Pero además de la concatenación de los diversos indicios,
queda demostrado que las personas que practicaron la detención
de la ahora acusada ********** se introdujeron a su domicilio sin
contar con el mandamiento judicial respectivo, lo que auténtica y
materialmente constituye un cateo, en tanto que se irrumpió en el
domicilio de un particular; y para ese efecto, no se satisfizo el más
mínimo requisito que exigen el artículo 16 constitucional, así como
los numerales 61 y 62 del Código Federal de Procedimientos
Penales, consistentes básicamente en que exista una orden
judicial que lo autorice, que conste por escrito y que se lleve a
cabo por quien en dicha orden se autorice, que debe ser un
fedatario público, Secretario de Juzgado autorizante o Ministerio
Público.
Irregularidad que el último párrafo del artículo 61 del
Código Federal de Procedimientos Penales, sanciona con
despojar de todo valor probatorio al cateo, es decir, que si la
obtención de todos los medios de prueba de cargo y de la droga
misma se derivó de la realización de un cateo de facto, para los
efectos de este juicio penal, todo lo atinente al resultado de ese
cateo, carece de valor probatorio, razón ésta que por sí misma
también es apta para negarle valor a la versión de cargo.
En consecuencia de lo anterior, no está demostrado el
segundo elemento del cuerpo del delito en estudio, por lo que es
innecesario entrar al análisis del resto de los sectores corporales y
de la responsabilidad penal de ********** y **********en su
comisión, en virtud de que cualquiera que fuere el resultado de tal
examen en modo alguno variaría el sentido de esta determinación
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Sentencia 70/2002
porque para soportar una condena es requisito insoslayable que
el cuerpo del delito esté plenamente demostrado, lo cual en el
caso no acontece.
Por ello, debe absolverse a ambos por el delito materia de
la acusación y dejarlos en inmediata y absoluta libertad
exclusivamente por lo que a esta causa penal se refiere, debiendo
informar esta determinación a los Titulares de los Reclusorios
Preventivo Varonil y Femenil Oriente de esta Ciudad en donde se
encuentran recluidos a disposición de este Juzgado.
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