Descendedores (Ochos)

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Descendedores (Ochos)
El descenso, normalmente en rapel, es una de las maniobras con cuerda más
corriente en escalada y a la vez una de las más peligrosas, ya que nuestro
cuerpo queda totalmente colgado y dependiendo únicamente del anclaje que
deberá tener siempre 2 o más puntos.
Los 'ochos' normales, también conocidos por ochos de tipo standard o
redondos, son la solución más sencilla para efectuar un rápel con una mínima
seguridad.
Dentro de los 'ochos' especiales, los de tipo cuadrado no tienen tanta
tendencia a formar nudos de alondra y por ello son los más utilizados en
descenso de barrancos. Su desventaja es que rizan la cuerda más que los ‘8’
de tipo redondo, aunque, al ofrecer mayor fricción, también retienen mejor,
sin necesidad de ejercer tanta fuerza.
El Nudo de Alondra
Nudo de
alondra
en el
descensor
tipo '8'.
Con los
cuernos la
presilla no
puede
formarse.
Es un problema que suelen presentar los ‘8’ standard. Cuando dejamos la
cuerda floja mientras estamos utilizando el ‘8’, la cuerda se dobla sobre si
misma y forma una presilla. Esta presilla se deshace dejando de ejercer
presión sobre el descendedor y obligando la cuerda con la mano.
El peligro se presenta cuando nos encontramos bajo una cascada, donde con
la presión del agua que cae sobre nuestro cuerpo, puede resultar irrealizable
esta acción, con el consiguiente peligro de ahogarse. El problema se reduce si
se utiliza un ‘8’ con forma cuadrada y se elimina si se usa un ‘8’ con cuernos o
un rapelador mecánico.
Tubos de Freno
Evitan el rizado de la cuerda. Se utilizan en cuerdas en
doble de 8,5 a 10 mm y en simple de 10 a 11 mm.
Al usar más metal en su construcción que otros
sistemas, mejoran la reducción del calor.
Su diseño 3D proporciona una retención cómoda y
progresiva.
Precauciones Básicas para Rapel
• Utilizar como mínimo dos anclajes sólidos y unidos entre
sí.
• Verificar la longitud de la cuerda, que debe llegar al suelo
o a la próxima instalación.
• Hacer un nudo en el extremo de la cuerda para evitar
llegar al final sin darnos cuenta.
• Revisar el cierre del cinturón y cerrar el cierre de
seguridad del mosquetón.
• Utilizar un sistema de auto-seguro 'Shunt', 'Prussik', etc.,
por debajo del descensor, que nos pueda detener en
cualquier emergencia. Siempre puede ocurrir un desmayo,
que nos alcance una piedra o que simplemente soltemos la
cuerda por la que se desciende para perder el control del
rapel.
• Descender con suavidad como si andáramos. Si lo
hacemos dando saltos forzaremos el anclaje y gastaremos
prematuramente la cuerda.
• Si al bajar vamos separando las cuerdas, después nos será
más fácil su recuperación al tirar de ellas.
• Es más prudente que el más experimentado descienda el
primero. De este modo podrá encontrar o montar otra
instalación en caso necesario.
• Cuando el primero llega a la instalación inferior se
autoasegura e indica que la cuerda está libre.
• Mientras el segundo desciende, el primero pasa uno de los
cabos de cuerda por la instalación.
• Tras el descenso, se recupera la cuerda, recordando
deshacer el nudo del cabo que asciende para evitar que se
bloquee en la instalación superior.
• Una vez recuperada la cuerda se vuelve ha hacer un nudo
al final del cabo y se repite el proceso hasta llegar al suelo.
Descenso
¡¡¡Peligro de Muerte!!!
Si al descender por una cascada pasamos el ocho de forma normal, corremos
el riesgo de que se nos bloquee por el peso de la propia cuerda al estar
mojada. La fuerza del agua no dejaría desbloquear el rapelador.
Pasando la cuerda directamente por el mosquetón (fig.1) en lugar de rodear el
cuello del descendedor, podemos perder el control de la velocidad pero
aseguraremos que no se bloquee. Las placas de freno o los '8' especiales
también realizarán dicha función.
Resultará más difícil de que pase esto si se usan cuerdas especiales para
cañones, ya que flotan y casi no absorben agua.Cuidado con el pelo largo, ya
que puede engancharse en el rapelador. Este percance ha causado muchos
accidentes mortales.
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