Consecuencias juridicas e inaplicabilidad

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Universidad Mayor, Real y Pontificia de
San Francisco Xavier de Chuquisaca
Centro de Estudios de Posgrado
e Investigación
Instituto de la Judicatura de Bolivia
Consecuencias jurídicas e inaplicabilidad del carácter solemne del contrato de anticresis en
Bolivia (Ciudad de La Paz)
Tesis para la opción al grado académico de
Magister en administración de justicia – versión 1
Wilma Rosario Tancara Quispe
La Paz – Bolivia
2009
Universidad Mayor, Real y Pontificia de
San Francisco Xavier de Chuquisaca
Centro de Estudios de Posgrado
e Investigación
Instituto de la Judicatura de Bolivia
Consecuencias jurídicas e inaplicabilidad del carácter solemne del contrato de anticresis en
Bolivia (Ciudad de La Paz)
Tesis para la opción al grado académico de
Magister en administración de justicia – versión 1
Wilma Rosario Tancara Quispe
Tutor: Mgs. Sc. Luis Fernando Garcia Mamani
La Paz – Bolivia
2009
Índice
Resumen
Introducción
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I. Justificación
Ii. Planteamiento del problema
Iii. Situación problémica
Iv. Problema científico
V. Objeto de estudio
Vi. Campo de Acción
Vii. Idea a defender
Viii. Objetivos de la investigación
Ix. Diseño metodológico
X. Métodos, técnicas e instrumentos
Xi. Unidad de estudio población
Xii. Criterio de selección
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Capítulo I
Marco teórico, conceptual y contextual
1.1. Marco teórico y conceptual
1.1.1. El instituto de la anticresis
1.1.2. Definición de Anticresis
1.1.3. Evolución histórica
1.1.4. Características de la anticresis
1.1.5. Ubicación de la anticresis en los contratos
1.1.6. Elementos esenciales a la existencia y validez de la anticresis
1.1.7. Efectos de la anticresis
1.1.8. Teoría de la Escritura Pública y del Documento Privado
1.1.9. Constitución del Contrato de Anticresis por documento o escritura pública
(Art. 1430 y 491 inc. 3) del Código Civil)
1.1.10. Extinción del contrato de anticresis
1.2. Marco contextual
1.2.1. Orientación jurisprudencial sobre la anticresis en Bolivia
1.2.2.Legislación Comparada en materia de anticresis
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Capítulo II
Diagnóstico
3.1. Causas del incumplimiento del carácter solemne del contrato de anticresis
3.1.1. Encuesta dirigida a jueces
3.1.2. Incidencia y tipología de procesos en los juzgados
3.1.3. Causas por las cuales no se perfecciona el contrato de anticresis, desde la
perspectiva de los jueces.
3.1.4. Posición jurídica respecto a la interpretación del Art. 1430 del Código Civil
3.1.5. Posición legal que adoptan los tribunales superiores
3.1.6. Aplicabilidad del Art. 1430 del Código Civil
3.1.7. Opinión respecto a la modificación del Art. 1430 del Código Civil
3.2. Consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable la norma de la
anticresis
3.2.1. Vías procesales adoptadas en la problemática de la anticresis
3.2.2. Demandas y sentencias como muestra de la orientación jurídica
3.2.3. La anticresis opción habitacional en detrimento
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3.2.4. Salvaguarda y protección del patrimonio económico del anticresista, por
medio la norma jurídica.
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Capitulo III
Propuesta
Proyecto de ley de modificación de la anticresis
3.1. Fundamento filosófico
3.2. Fundamento constitucional
3.3. Exposición de motivos
3.4. Enfoque jurídico
3.5. Alcances de la norma
3.6. Anteproyecto de Ley
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Conclusiones y recomendaciones
Conclusiones
Recomendaciones
Referencias
Anexos
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Lista de anexos
Anexo N.- 1
Anexo N.- 2
Anexo N.- 3
Anexo N.- 4
Anexo N.- 5
Anexo N. 6
Anexo N. 7
Anexo N. 8
Condición de la vivienda según año. INE 2001
Visión horizontal de la tesis
Encuesta aplicada a Magistrados del área civil
Caso: Proceso sumario de Cumplimiento de contrato seguido
por Dimas Rodrigo Cruz Sánchez contra María Elena Oblitas
Torrez
Caso: Proceso sumario de Resolución de contrato seguido por
Hermenegildo Tupa Quispe y Elvira Yampara de Tupa contra
María Bonifacio de Arcani
Caso: Proceso Ejecutivo seguido por Nancy Cronenbol
Helguero contra Guido Montaño Zabala sobre cobro de
Dólares Americanos
Caso: Demanda Ejecutiva seguida por Sebastián Carlos
Cáceres Cari contra Tomas Poma Poma con Tercería de
dominio excluyente de Alberto Fernández Ballivián y
Martha Aldazosa de Fernández
Caso: Demanda Coactiva seguida por Angélica Barrenechea
Torrico contra Cuper Aguilera Montecinos con Tercería de
dominio excluyente de Graciela Elsa Callisaya de LLanos
Resumen
En ese contexto, la investigación efectuada, tiene como base la Doctrina del Derecho Civil en el que
se enmarcan los contratos de anticresis, sus tendencias en la legislación comparada, en contraste con
nuestra legislación y el grado de aplicación en la realidad social boliviana, utilizando los métodos
empíricos y teóricos con los que se espera obtener como resultado la demostración de la
inaplicabilidad del carácter solemne del contrato de anticresis en nuestro país, y la necesidad de una
propuesta para adecuar nuestras normas a la realidad social y económica actual.
Para dar respuesta al problema planteado en la investigación se aplicó el Paradigma
Sociocrítico porque sus principios apuntan a la propuesta de solución en términos científicos.
Seguidamente se desarrolla el trabajo en Tres capítulos.
Palabras clave: contrato de anticresis, inaplicabilidad, realidad boliviana, investigación empírica.
Abstract
In this context, the research carried out, is based on the doctrine of civil law in which contracts
antichresis trends in comparative law, in contrast to our legislation and the level of implementation
in the Bolivian social reality are framed using empirical and theoretical methods with those
expected result is the demonstration of the inapplicability of the solemn nature of the contract
antichresis in our country, and the need for a proposal to adapt our rules to the current social and
economic reality.
To address the problem posed in the research paradigm was applied socio-critic because its
principles point to the proposed solution in scientific terms. Then the work is done in three chapters.
Keywords: contract antichresis, inapplicability, Bolivian reality, empirical research.
Introducción
I. Justificación
El derecho a la propiedad y a la vivienda es considerado como un derecho fundamental de la
persona, según Mary Robinson1, ex alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos
humanos, quien estima que el derecho a la propiedad y a la vivienda está íntimamente ligado a otros
derechos humanos fundamentales para el desarrollo de la persona y de las comunidades.
Más de la mitad de la población mundial vive en países carentes de leyes eficaces de
protección del derecho a la propiedad y la vivienda. Así, miles de millones de personas no sólo
viven sumidas en la más absoluta pobreza, también conviven con el miedo a ser desapoderados y
expulsados de sus casas.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1995), en su artículo 17, dice que
“toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente”. Sin embargo, este derecho
es vulnerado constantemente. Aunque el derecho a la propiedad sea uno de los conceptos más
arraigados dentro de la sociedad europea y occidental, no es menos cierto que la “propiedad” en la
actualidad es un valor ajeno a muchos.
En este sentido, el instituto de la anticresis ha paliado la deficiencia habitacional de los que
carecen de vivienda propia. Empero su aplicación viene generando una serie de inconvenientes,
pese a que existe normas jurídicas que regulan su formación. La mayoría prefiere efectuar
documentos privados, por ello, en la ciudad de La Paz, las demandas por estafas y otros van en
incremento.
El instituto de la anticresis está regulado por el Código Civil, sin embargo, la población
ignora cómo es su formación. El artículo 1430 establece que el contrato de anticresis sólo surte
efecto frente a terceros si es constituido mediante un documento público y desde el día de su
inscripción en el registro, es decir; en la Oficina de Derechos Reales. Ésa es la única forma de
garantizar la devolución del dinero correspondiente a la finalización del contrato ante cualquier
eventualidad. El Código Civil establece que el anticresista es preferencial ante cualquier situación,
incluso si el propietario no tiene el dinero para devolver el monto, el anticresista puede llegar hasta
al remate del bien.
Sin embargo, en Bolivia el requisito de la solemnidad y registro en Derechos Reales, ha
ocasionado innumerables problemas para los anticresistas y propietarios, por lo cual la presente
investigación considera que es de vital importancia estudiar el instituto de la anticresis, como
emergencia del derecho a la vivienda, entendido como un derecho universal.
En cuanto a la significación práctica de la investigación se puede afirmar que existen
bastantes beneficiarios y usuarios que podrán emplear con fines académicos; y con fines técnico –
jurídicos, los administradores de justicia que se encuentran desarrollando funciones en el área civil;
también el Poder Legislativo podrá sancionar el proyecto de Ley que se propone; y, finalmente, la
sociedad civil en pleno, porque se facilitará la formación del contrato de anticresis en sus nuevas
relaciones jurídicas.
En lo referente al aporte teórico se puede señalar que aún no se ha llegado a determinar un
conocimiento teórico nuevo - en vista de que los procesos de construcción deben cumplir rigurosos
pasos, situación que demandaría bastante tiempo.
La novedad y actualidad de la investigación circunda en la explicación y análisis de la
temática con el apoyo de estudios de caso y diferentes consultas a expertos (jueces) acerca de las
consecuencias jurídicas e inaplicabilidad del carácter solemne del contrato de anticresis en Bolivia,
debido a que el requerimiento habitacional en la ciudad de La Paz es cada vez complejo y
cuestionado el instituto de la anticresis, por ello surge la urgente necesidad de adecuación a la
realidad nacional, a fin de que el instituto cumpla sus verdaderos objetivos, aspecto que refleja la
pertinencia social de la investigación.
II. Planteamiento del problema
De acuerdo a cifras reveladas por el Instituto Nacional de Estadísticas, Bolivia cuenta con una
población mayor a los 8 millones de habitantes, que en su mayoría se ubican en áreas urbanas, de
ahí que ante una observación inicial en torno a lo habitacional, según datos del INE en el año 2001,
en Bolivia sólo el 63,41 % de la población contaba con casa propia, el 14,66 % vivía en casa de
alquiler y un 5,53 % en anticresis (Ver Anexo Nº 1).
Para el caso del Departamento de La Paz, las estadísticas muestran que un 68, 88% de la
población paceña vive en casa propia, un 15,52%, vive en viviendas alquiladas y un porcentaje
representativo (4,80%) en viviendas bajo la figura legal de la anticresis.
Sobre este tema, el periódico Los Tiempos en fecha 16 de noviembre de 2004, se refería a la
injusticia e inseguridad jurídica en la que se encuentra el anticresista, quién resulta ser el sujeto de
derecho que entrega su dinero producto de sus ahorros de años al propietario de un inmueble
mediante la suscripción de un documento privado, quién muchas veces actúa de mala fe y que
fácilmente pierde el capital de anticresis, pues se puede evidenciar que a diario los órganos de
prensa del país publican edictos de remate de bienes inmuebles en procesos coactivos o ejecutivos,
dando a conocer el valor de los inmuebles a rematarse en precios irrisorios, habiendo perdido los
inmuebles subastados o por subastarse el valor real o comercial. Lo paradójico del caso es que los
propietarios ejecutados, de mala fe, ceden en contrato de anticresis el inmueble y contraen
obligaciones con entes financieros, incumpliendo con el pago a los mismos y sin haber devuelto el
capital que recibieron a los anticresistas; como efecto el banco acreedor viene adjudicándose
inmuebles de toda clase, desde luego en cumplimiento a normas procesales. Las consecuencias las
vienen sufriendo cientos o miles de anticresistas que han sido y están siendo echados a la calle por
efecto de que los jueces se ven obligados a expedir mandamiento de desapoderamiento aún en
contra de terceros ocupantes del inmueble, sin poder considerar el derecho del anticresista, que de
buena fe, entregó el capital de anticresis al propietario, fruto de muchos años de trabajo y esfuerzo
económico, sin que exista a su favor la protección y seguridad jurídica, porque su derecho no consta
en escritura pública inscrita oportunamente en el registro de Derechos Reales, como prevé el
ordenamiento jurídico vigente.
III. Situación problémica
De lo anteriormente detallado, se considera que es oportuno e importante investigar las
consecuencias jurídicas que genera un contrato de anticresis celebrado entre partes sin
cumplir con las formalidades y solemnidades exigidas por ley, existiendo innumerables casos en
los cuales los anticresistas celebran sus contratos mediante documentos privados, obviando la
suscripción de la escritura pública y la inscripción en Derechos Reales, y ante el
incumplimiento de la devolución del capital por parte del propietario del inmueble, ven amenazado
su patrimonio, porque el Juez no puede dar reconocimiento ni validez a ese contrato celebrado sin
cumplir con uno de los requisitos señalados por ley, cual es la solemnidad, y como consecuencia el
anticresista como única alternativa se ve obligado a iniciar procesos contra el propietario del
inmueble en la vía penal por el delito de estafa ó en la civil por cumplimiento, nulidad, resolución
de contrato, etc., con resultados inciertos.
De lo anterior resulta importante conocer:
 ¿Cuáles son los antecedentes, naturaleza y alcances de la anticresis en Bolivia?
 ¿Cuál es la orientación jurisprudencial sobre la anticresis que adoptan los administradores de
justicia?
 ¿Cuáles son las causas más relevantes por las cuales no se cumple con las formalidades y
solemnidades exigidas por Ley, en la anticresis?
 ¿Cuáles son las consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable a la norma de la
anticresis?
 ¿Cuál es la posición jurídica que adoptan otros países con relación a la anticresis?
IV. Problema científico
El análisis de las interrogantes anteriores y la justificación encontrada de la etapa exploratoria por la
autora le permitieron identificar el siguiente problema científico:
¿Cuáles son las consecuencias jurídico-sociales que genera un contrato de anticresis
celebrado entre partes sin cumplir con las formalidades y solemnidades exigidas por Ley?
V. Objeto de estudio
Como objeto de estudio se encuentra el proceso de la normatividad jurídica en materia civil sobre
el contrato de anticresis.
VI. Campo de acción
En cuanto al campo de acción se encuentra en el contrato de anticresis constituido mediante
documento público y privado.
VII. Idea a defender
De la observación efectuada de la realidad social boliviana desde el lugar que la autora ocupa en la
administración de justicia, ha percibido la existencia de inseguridad jurídica del anticresista, quien a
la conclusión del contrato muchas veces pierde el capital de anticresis, porque no fue debidamente
garantizado el contrato. En este sentido la idea a defender que plantea la investigación es la
siguiente:
Las formalidades y solemnidades que son exigidas por Ley para la anticresis, en la
actualidad, generan consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable la norma.
VIII. Objetivos de la investigación
Como objetivos de la investigación se tienen los siguientes:
Objetivo General: Determinar las consecuencias jurídico-sociales que genera un contrato de
anticresis celebrado entre partes sin cumplir con las solemnidades exigidas por Ley, con el fin de
proponer una nueva regulación de los contratos de anticresis adecuada al contexto social de Bolivia.
Objetivos Específicos:
 Establecer el instituto de la anticresis, en cuanto sus características, elementos, efectos,
obligaciones y otros aspectos teóricos.
 Describir la orientación jurisprudencial sobre la anticresis con el fin de conocer los lineamientos
adoptados por administradores de justicia.
 Realizar un análisis comparativo, por medio de la legislación comparada, para conocer la
posición que adoptan otros países con relación al tema de investigación.
 Establecer las causas más relevantes por las cuales no se cumple con las formalidades y
solemnidades exigidas por Ley, en la anticresis.
 Explicar los perjuicios y consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable a la norma de la
anticresis.
IX. Diseño metodológico
En el Diseño metodológico y para el desarrollo de la investigación, se tienen en cuenta los
siguientes aspectos:
Enfoque de investigación: Partiendo desde la epistemología, como Doctrina de los fundamentos y
métodos del conocimiento científico, el tipo de investigación desarrollado es bajo el paradigma
sociocritico, porque sus principios apuntan a la propuesta de solución en términos científicos.
El Paradigma Sociocrítico surge como respuesta a las tradiciones positivistas e
interpretativas y pretende superar el reduccionismo de la primera y el conservadurismo de la
segunda, admitiendo la posibilidad de una ciencia social que no sea ni puramente empírica ni sólo
interpretativa.
El Paradigma Sociocrítico introduce la ideología de forma explícita y la autorreflexión
crítica en los procesos del conocimiento. Tiene como finalidad la transformación de la estructura de
las relaciones sociales y dar respuesta a determinados problemas generados por éstas. Sus principios
son:
 Conocer y comprender la realidad como praxis
 Unir teoría y práctica (conocimiento, acción y valores)
 Orientar el conocimiento a emancipar y liberar al hombre
 Implica partir de la autorreflexión
Como plantea Valcárcel (2007) el Paradigma Sociocrítico es una propuesta de solución en
términos científicos, pero que, necesariamente, se lleva a la práctica, responde a las necesidades de
carácter social que es la justicia, trata de superar y llegar a algo que sea más equilibrado, por ello
combina lo cuantitativo con lo cualitativo, efectúa el análisis de particularidades para comprender la
realidad en la propia práctica, por ello conoce y comprende la realidad en la praxis.
X. Métodos, técnicas e instrumentos
En cuanto a los Métodos, técnicas e instrumentos: Para dar respuesta al problema planteado en la
investigación se utilizó, métodos empíricos y teóricos.
Dentro de los Métodos Empíricos el método vivencial, de observación y la encuesta, que
surge de mi experiencia personal en la función de la administración de justicia en la búsqueda de
alternativas prácticas sobre el tema.
Dentro de los Métodos Teóricos, se utilizaron los siguientes:
El Método de la revisión documental: Que consistió en la revisión de documentos, textos, libros,
normativas del área civil, sitios de Internet, periódicos, a fin de la comprensión de los componentes
doctrinales del contrato de anticresis y construir una visión conceptual y contextual del tema.
El Método de la educación o legislación comparada: En la búsqueda de semejanzas, diferencias o
tendencias de los contratos de anticresis en los diferentes países y sistemas de derecho.
El Método de la Sistematización: Tomando de cada autor lo positivo, y reflejar la realidad
buscando la actividad transformadora del objeto de estudio buscando una aplicación dialéctica de lo
teórico y práctico.
El Método de Modelación: Que permitió reproducir el fenómeno que se está estudiando, creando
modelos para investigar la realidad.
En cuanto a los instrumentos y técnicas aplicables al método empírico, están la guía de
observación aplicable al método de la observación y vivencial, y el cuestionario aplicado en la
encuesta.
En cuanto a los instrumentos teóricos, aplicables a los métodos teóricos se utilizó los
documentos, publicaciones de prensa, textos, publicaciones jurídicas, códigos, jurisprudencia, sitios
de Internet.
XI. Unidad de estudio población
Las unidades de estudio para la presente investigación son dos
 Jueces de Instrucción en lo Civil
 Demandas judiciales referidas al tema
Para la presente investigación se tomó el concepto de Universo ó de Población, que según
Hernández Sampieri (2003) se refiere al: “conjunto de todos los casos que concuerdan con una serie
de especificaciones”. Bajo este concepto podemos definir lo siguiente:
Unidad de estudio 1. El universo o la población de la investigación está comprendida por
todos aquellos jueces en materia civil del Distrito de La Paz que son un total de 45, a los cuales se
aplicó una encuesta al 26%, es decir a 12 Jueces de Instrucción en lo Civil.
Unidad de estudio 2. Para este caso la población de la investigación esta comprendida por
casos de demandas presentadas en los Juzgados de Instrucción en lo Civil del Distrito de La Paz, de
los cuales se tomó 5 casos bajo criterio de investigación.
XII. Criterio de selección
El estudio se caracteriza por tomar una muestra no probabilística centrada específicamente en una
muestra de expertos que para el caso, son magistrados del área civil del Distrito de La Paz. Para el
estudio de caso se toma un conjunto de 5 casos que se consideran como representativos para efectos
de la investigación.
Por lo cual, a continuación se procederá a desarrollar los elementos que hacen al marco
teórico de la investigación, que proporcionan la teoría, las definiciones conceptuales y el contexto
de estudio.
Capítulo I
Marco teórico, conceptual y contextual
1.1. Marco teórico y conceptual
1.1.1. El instituto de la anticresis
En la bibliografía jurídica, el instituto de la anticresis ha estado huérfana de estudios especializados,
sin embargo, encontramos a Lidia Garrido Cordobera (1986) que en la exposición del resultado de
sus investigaciones, señala que este es un instituto vigente en las legislaciones2, pese a que uno de
los principales escollos que atraviesa es su supervivencia, porque le siguieron las críticas
encaminadas a demostrar su inutilidad, pero esas ondas adversas no alcanzaron a propagarse a los
sistemas legislativos de idiosincrasia latina, donde el instituto se mantiene, por las bondades que
encierra esta institución de garantía, especialmente porque en los países de tradición latina y dentro
de ellos, Bolivia, llega a paliar urgentes necesidades habitacionales, se trata, pues, de una institución
que culturalmente se ha enraizado en la ciudad de La Paz, por su alto índice demográfico y un gran
déficit habitacional.
1.1.2. Definición de Anticresis
La palabra Anticresis etimológicamente proviene del griego, “anti” que significa contra y “Chresis”
que significa uso. Es decir uso mutuo o contrario, por cuanto el acreedor goza de la cosa del deudor
y éste del dinero del acreedor3
Para el jurista Roca Sastre citado por Pascual Marín Pérez, “la anticresis es un derecho real
de disfrute y a la vez de realización de valor, en funciones de garantía y de pago de una obligación
pecuniaria, de carácter accesorio, indivisible y que recae directa e inmediatamente sobre bienes
inmuebles, fructíferos, ajenos y enajenables que pueden quedar en poder del propietario”4.
Según José Cesar Villarroel, “el contrato de anticresis es un contrato de garantía real
pignoraticia en virtud del cual una persona llamada deudor propietario, o un tercero por él, entrega
un bien inmueble corporal a otro llamado acreedor anticresista para que de los frutos que produzca
el inmueble en principio se haga pago de los intereses que produce el capital o si se lo pacta se haga
pago en forma íntegra estos últimos, restituyéndose ambas partes las obligaciones o prestaciones
asumidas”5.
A través de este contrato el propietario hace entrega física de un bien inmueble corporal a
otro sujeto de la relación jurídica llamado acreedor anticresista, siendo éste un contrato
pignoraticio, de garantía, cuyos objetivos dependen del tipo de anticresis que se trate, si es
anticresis ordinaria, o lo que los franceses denominaban vif gage el objetivo es entregar el bien
inmueble por parte del deudor propietario al acreedor anticresista para que con los frutos que
produzca el inmueble se pague primero los intereses y luego el capital, y puede haber un momento
en el que no se tenga que devolver absolutamente nada del capital.
Por otro lado, el otro objetivo es que la anticresis sea compensatoria, llamada, también, en
alzada; es decir que las partes pactan que los frutos que produce el inmueble, se presume alquileres,
se compensen completamente con los intereses que produce el capital, de tal manera que al finalizar
el contrato ambas partes se restituyan lo que han recibido, y para ello debe pactarse en cláusula
expresa6.
1.1.3. Evolución histórica
La mayoría de los autores, tanto nacionales como extranjeros, señalan que la anticresis es una
institución que se daba en Grecia y luego pasó a Roma.
G. L. Allende en su libro Los Códigos Más Antiguos, citado por Lidia Garrido Cordobera en
su obra Anticresis un Instituto vigente, señala que esta institución estaba receptada en el Art. 49 del
Código de Hamurabi. Lo cierto es que la anticresis como instituto jurídico no es producto de la era
moderna, sino de una sociedad antigua, al igual que la hipoteca7.
El origen de la anticresis se remonta hasta el derecho griego, en el cual significó un contra
uso y consistía en un pacto de compensación de frutos por intereses. En otras palabras, el deudor
entregaba una cosa al acreedor para que este se hiciera pago de los intereses con el valor de los
frutos que la cosa originaba. No se usaba la institución como medio para cancelar la deuda8.
Todos los autores expresan que en realidad, era más que una estipulación autónoma, una
cláusula en el contrato de pignus, por la cual las partes convenían que el acreedor percibía los frutos
de la cosa empeñada. En el derecho romano se la practicaba tanto con respecto a muebles como a
inmuebles y facilitaba el pago de la deuda. Pero no dejan de señalar que también podemos
encontrarlo como “contrato de anticresis” separado de la prenda.
El hecho de que durante muchos siglos estuviera unido a la prenda hace que aún hoy se tome
como denominación por algunos autores la de “prenda inmobiliaria”.
Avanzando en el tiempo, en el antiguo derecho francés se la conocía como mort – gage
(prenda muerta) o usufructuaria, en el cual se amortizaban los frutos con los intereses; fue
condenada por los canonistas, por ello, también, se halla una variante la del vif – gage (prenda viva)
o amortizadora, en el cual los frutos se imputaban al capital. Hay que señalar que al condenar los
canonistas la usura atacaron la mort – gage por considerar que era una aplicación directa de aquélla
y, por lo tanto, debía ser erradicada de la tierra. La anticresis se fue haciendo muy rara, según
Loysel, en el Siglo XVII desapareció completamente9 .
En el Siglo XVIII los estudios de derecho romano hicieron que fuese nuevamente conocida
esta institución, en razón de que se consideraba a la anticresis como una simple convención relativa
a las rentas. La situación era la siguiente: la prenda para los muebles, hipoteca para los inmuebles, y
anticresis, en los casos en que se quiere asegurar el pago de intereses de la deuda en aquellos
supuestos que se podía percibirlos sin cometer delito de usura.
El Código Civil Francés de 1804 la incorporó en sus reglas; y el Código Italiano de 1861 la
reguló no entre las garantías patrimoniales de los derechos sino simplemente entre los contratos y,
como tal fue considerada un medio para reforzar la obligación, como modo de pago, por el hecho de
que el acreedor debe imputar los frutos que percibe a los intereses, si se deben y después al
capital10.
La institución de la anticresis en Bolivia fue introducida mediante el Código Civil Banzer de
1975. Como antecedente indirecto a esta institución, se encuentra el Código Civil Santa Cruz de
1831, que regulaba la prenda de cosa mueble y de cosa inmueble, señalando que este es un
contrato por el cual el deudor da una cosa a su acreedor para seguridad de la deuda. En el Art. 1429
regulaba que esta prenda no se establece sino por escrito. El acreedor adquiría la facultad de
percibir los frutos del inmueble, debiéndolos descontar anualmente sobre los intereses, si le son
debidos, y después, sobre el capital de su crédito. Asimismo, el Art. 1433 del Código Civil
abrogado señalaba si las partes han estipulado que los intereses se compensarán con los frutos,
totalmente o hasta una cierta cantidad, esta convención se ejecutará como toda otra que no esté
prohibida por las leyes.
El Código Civil Santa Cruz no exigía mayores formalidades para la formación del contrato
de prenda sobre cosa inmueble, sino que se efectúe por escrito11.
De lo anterior se llega a concluir que la anticresis fue introducida en nuestra legislación por
influencia del Código Civil Francés de 1804 e Italiano (1942) en el Código Civil de 1975 en el
Capítulo IV del Título I del Libro Quinto como la Pignoración. La pignoración es el contrato en
virtud del cual el deudor u otra persona por él, entrega un bien mueble o inmueble para garantizar el
cumplimiento de una obligación. La pignoración de bienes muebles se llama prenda; la de
inmuebles, anticresis.
El Art. 1429 del Código Civil en vigencia12 establece que por el contrato de anticresis el
acreedor tiene derecho a percibir los frutos del inmueble, imputándolos primero a los intereses, si
son debidos, y después al capital. Es válido el pacto por el cual las partes convienen en que los
frutos se compensen con los intereses en todo o en parte. Es decir se aplica la anticresis
compensatoria. El Código Civil establece que el contrato de anticresis según el Art. 1430, no se
constituye sino por documento público y surte efectos respecto a terceros sólo desde el día de su
inscripción en el registro.
1.1.4. Características de la anticresis
Las características que tiene son:
 Es un contrato autónomo, distinto, diferente a cualquier otro contrato, diferente a los contratos
de garantía personal o real, diferente a la fianza, hipoteca, prenda; y tiene una estructura propia
en el derecho moderno. En algunas legislaciones (todavía) clásicas y en el derecho francés no
era un contrato autónomo, sino una especie del contrato de prenda.
 Es un contrato de garantía inmobiliaria, porque necesita la traditio, visión que ha cambiado
en el derecho moderno; porque en el derecho clásico, para perfeccionarse, el deudor propietario
tenía que entregar el bien inmueble, sino hacía entrega, por mucho que se hubiera celebrado el
contrato verbalmente ó en documento público, definitivamente el contrato no se había
perfeccionado. Sin embargo, en la legislación boliviana la anticresis no es un contrato real, es un
contrato de garantía real solemne, se perfecciona aún cuando no exista la entrega de la cosa,
basta que se suscriba la escritura pública.
 Es un contrato accesorio y no un contrato principal porque está unida a otro contrato, ese
contrato principal se denomina contrato de préstamo, en toda anticresis el contrato principal es
el contrato de préstamo, que toma el deudor propietario con el acreedor anticresista de un
capital, la anticresis se ubica dentro de los contratos bilaterales sinalagmáticos perfectos, porque
desde un primer momento genera obligaciones recíprocas para ambas partes.
 Es un contrato oneroso porque ambas partes realizan un sacrificio patrimonial, porque el
acreedor anticresista entrega un capital para su uso y goce por un lapso de tiempo, y el deudor
propietario entrega el bien inmueble para su uso, este es un contrato por su naturaleza
esencialmente oneroso.
 Es un contrato esencialmente conmutativo, las partes saben de antemano las ventajas y
desventajas, a no ser que se trate de una anticresis compensatoria en cuyo caso es aleatorio.
 La anticresis es un contrato de tracto sucesivo, las prestaciones recíprocas que asumen las
partes se van ejecutando o cumpliendo de momento a momento, no puede haber una anticresis
de tracto único, de tracto instantáneo.
 La anticresis es un contrato causado, porque en el momento de la celebración se explica la
causa, la razón el motivo que lleva a cada una de las partes a la celebración de este contrato
accesorio.
 Normalmente la anticresis es un contrato de libre discusión porque las partes deliberan el
contenido del contrato, las cláusulas del contrato, al extremo que tienen que elegir qué clase de
anticresis van a optar, la anticresis ordinaria o la anticresis en alzada. Pero también puede haber
una anticresis bajo el sistema de contrato de adhesión que es lo que normalmente ocurre porque
es el acreedor anticresista o el propietario deudor quien impone las condiciones del contrato13.
1.1.5. Ubicación de la anticresis en los contratos
En algunas legislaciones el contrato de anticresis es un contrato real porque se perfecciona sólo con
la entrega del bien inmueble por parte del deudor constituyente al acreedor anticresista de tal
manera que por mucho que se celebre por escrito en documento privado o público, la anticresis no
se perfecciona si previamente el deudor constituyente no ha hecho entrega del bien inmueble al
acreedor anticresista14.
En el Código Civil Boliviano la anticresis no es un contrato consensual, ni real, es un
contrato solemne, pues aunque no se entregue el bien inmueble objeto del contrato por parte del
deudor constituyente al acreedor, se perfecciona con la suscripción de una escritura pública.
Es además un contrato bilateral sinalagmático perfecto que produce obligaciones para ambas
partes desde el mismo momento en que se celebra el contrato, obligaciones interdependientes no
sólo por su carácter formal, sino por las obligaciones principales que asumen cada uno de los
sujetos del contrato, de tal manera que hay obligaciones propias del constituyente como
obligaciones propias del acreedor anticresista.
La anticresis en cualquiera de sus formas es un contrato accesorio porque busca garantizar
una obligación principal de préstamo, porque el deudor constituyente se presta dinero del acreedor
anticresista, y para garantizarle el pago de los intereses total o parcialmente le entrega un bien
inmueble.
1.1.6. Elementos esenciales a la existencia y validez de la anticresis
Los elementos esenciales del contrato de anticresis son: consentimiento, objeto, causa y forma
(solemnidad)15.
Consentimiento.- El consentimiento de las partes debe ser expreso, en el que existe oferta y
aceptación y para ello se requiere no solo capacidad de obrar, sino poder de disposición, lo que
quiere decir que los incapaces, menores de edad, los interdictos, no pueden celebrar el contrato de
anticresis, ni si quiera pueden celebrar los que tienen capacidad limitada como los emancipados por
matrimonio, a no ser que obtengan autorización de sus padres, tutores o del juez.
Objeto.- La anticresis tiene dos objetos distintos: 1.- El capital.- Que normalmente es en dinero. 2.El bien inmueble.
Aquí se trata de prestaciones de dar, y deben cumplir los siguientes requisitos: 1.- Que la
cosa exista, 2.- Que sea de propiedad de quien la transfiere, 3.- Que esté dentro del comercio
humano y 4.- Que esté determinado o que sea susceptible de determinación. Asimismo, es un
contrato de garantía, tiene que cumplir el principio de especificidad, en cuanto al inmueble y al
cuántum del crédito.
Causa.- Si es un contrato bilateral existe causa, la causa de la obligación de una de las partes
constituye la causa de la obligación de la otra parte contratante, y se aplica la teoría de la causa
función, porque cumple una función socioeconómica, tendrá que ser lícita, no contraria a la ley ni a
las buenas costumbres.
Forma.- En Bolivia es un contrato solemne, porque tiene que ser suscrita mediante escritura pública
para que el contrato sea válido entre las partes y surta efectos frente a terceros, no tiene validez un
documento privado.
En otras legislaciones existe otro requisito cual es la:
Traditio.- Es la previa entrega del bien inmueble por parte del deudor constituyente al acreedor
anticresista. En Bolivia, la anticresis es un contrato solemne, consiguientemente la traditio no es un
requisito de formación del contrato16.
1.1.7. Efectos de la anticresis
El contrato de anticresis es bilateral, por lo tanto genera derechos y obligaciones para ambas partes
contratantes:
Derechos y obligaciones del acreedor anticresista
 El acreedor anticresista tiene el derecho de recibir la cosa, es decir a que se le entregue el bien
inmueble, sino se le entrega voluntariamente, será por la vía de ejecución forzada, porque se
trata de una prestación de dar.
 Tiene derecho a usar la cosa conforme a su naturaleza y destino.
 Tiene el derecho de goce, de beneficiarse de la totalidad de los frutos que produce la cosa, frutos
naturales y frutos civiles.
 El acreedor anticresista tiene el derecho de retener la cosa mientras no se le pague el capital, es
decir tiene el jus retinendi, porque no obstante de no ser un contrato real, es un contrato con
efectos reales, el anticresista respecto del bien inmueble tiene un derecho real, y este derecho
real le reconoce el derecho de retención.
 El acreedor anticresista puede estar en ejercicio de su derecho real y de todas las acciones
posesorias, porque en el fondo no es un poseedor, sino un detentador, y las acciones posesorias
también protegen a los detentadores, por lo tanto está legitimado para plantear cualquier
interdicto o acción posesoria.
 Tiene el derecho de ejercer el derecho de persecución de orden jurídico o jus distraendi, el
derecho de hacer vender la cosa, porque el deudor constituyente, al celebrar el contrato de
anticresis está afectando el valor económico de la cosa, para el caso de que no se devuelva el
capital. Lo único que el acreedor anticresista no puede hacer es pactar que si no se le paga el
capital se quedará con el bien.
 Tiene el derecho de preferencia, es decir; el derecho a ser pagado con prioridad frente a otros
acreedores anticresistas, hipotecarios o quirografarios, según quien haya inscrito primero el
título en Derechos Reales17.
Derechos y obligaciones del deudor propietario
 Tiene la obligación de entregar la cosa y abstenerse de perturbar el uso y goce de la cosa.
 Tiene el derecho de exigir la restitución de la cosa.
 Tiene derecho de retener el capital si el acreedor anticresista se niega a devolver el bien
inmueble, en aplicación del axioma non adimplendi contractus, cumple tú primero para que yo
cumpla después.
 Tiene derecho a reconocer algunos otros derechos sobre la cosa como servidumbres, usufructo,
uso habitación siempre que no perjudique el derecho del acreedor anticresista.
 Tiene el derecho de reclamar el pago de daños y perjuicios por deterioros en la cosa debido a la
conducta culposa del acreedor anticresista.
 Tiene el derecho de exigir al acreedor anticresista que realice gastos ordinarios de conservación
de la cosa18.
1.1.8. Teoría de la Escritura Pública
La escritura pública para Ávila Álvarez citado por Ramiro Villarroel Claure, 19 es el documento
autorizado, con las solemnidades legales, por Notario competente a requerimiento de parte, e
incluido en el protocolo y que contiene, revela o exterioriza un hecho, acto o negocio jurídico, para
su prueba, eficacia o constitución, así como las copias o reproducciones notariales de él.
La legislación española, en su Reglamento de la Ley del Notariado reconoce como
contenido de las escrituras públicas, “Las declaraciones de voluntad, los actos jurídicos que
impliquen prestación de consentimiento y los contratos de todas clases”. La función de la escritura
pública, certificada por el Notario es crear o recoger formalmente un negocio jurídico o expresar
una declaración de voluntad, capaz de crear, modificar o extinguir derechos subjetivos de las partes
interesadas20.
La otorgación de la escritura pública y su formalidad está reglada por preceptos concretos y
su cumplimiento no puede eludirse pues son de rigurosa imposición, son la manera legal de
expresar las relaciones jurídicas que constituyen su contenido.
A diferencia de la escritura pública, el documento privado, según Guillermo Cabanellas en
su Diccionario de Derecho Usual, es el redactado por las partes interesadas, con testigos o sin ellos,
pero sin la intervención del notario o funcionario público que le dé fe o autoridad.
El Art. 1297 del Código Civil establece la eficacia del documento privado reconocido, es
decir hace entre los otorgantes y sus herederos y causa – habientes, la misma fe que un documento
público respecto a la verdad de sus declaraciones, es decir que constituye un documento ad
probationem, que se perfeccionan por el solo consentimiento de las partes contratantes.
1.1.9. Constitución del contrato de anticresis por documento o escritura pública (Art. 1430
491 inc. 3) del Código Civil)
Dentro de los requisitos de formación de los contratos están las formalidades, en Bolivia fue
previsto por el Art. 452 inciso 4) del Código Civil, que deviene desde el Derecho Romano, en el
que la forma daba la esencia a los actos y en donde no tenían mucha importancia los elementos
subjetivos, pues en Roma la mayoría de los actos jurídicos eran solemnes, teniendo que realizar ante
ciertas autoridades, en presencia de determinados testigos y repitiendo fórmulas sacramentales. El
consentimiento era necesario, pero no suficiente para dar nacimiento a los actos jurídicos,
posteriormente, se halla influenciada por el formalismo jurídico que aparece a fines del siglo XIX y
comienzos del siglo XX, sus principales exponentes Rodolfo Stammler y Hans Kelsen en el que se
inicia un movimiento de retorno a Kant, que ejerció influencia en el pensamiento jurídico. La
concepción formalista esta centrada en la forma o manera en que debe ser realizada una acción
para que sea un acto jurídico, y no en su contenido justo o injusto, ni en su finalidad. Utiliza una
metodología jurídica cuyo instrumento más importante es la lógica formal21.
El Formalismo Jurídico que se inició con Stammler y Del Vecchio alcanzó su auge con
Kelsen, al fundar la Teoría Pura del Derecho, desprovista de cualquier indagación ideológica, de
cualquier "juicio de valor" sin reflexionar sobre el contenido del Derecho, preocupándose tan sólo
por su "forma". El Formalismo, separó la razón de la experiencia, actuando con los "productos", y
no con la "fuente de la producción"22.
La concepción formal del Derecho lleva al análisis teórico de las relaciones entre
formalismo jurídico frente a la libertad que es el fundamento del principio de la autonomía de la
voluntad, doctrina de filosofía jurídica según la cual toda obligación reposa esencialmente sobre la
voluntad de las partes que es, a la vez, la fuente y la medida de los derechos y de las obligaciones
que el contrato produce
Las formalidades en sentido amplio según Walter Kaune Arteaga (2001) pueden ser: Ad
solemnitatem y ad probationem.
 Ad solemnitatem.- Son aquellas que dan la esencia y validez al contrato. Algunos negocios
jurídicos son solemnes, por la gravedad de los efectos que generan a las partes contratantes al
imponer sacrificios patrimoniales y económicos que no siempre son compensados, por cuya
razón se les exige la observancia de determinados requisitos formales como ser: la intervención
de ciertas autoridades, presencia de testigos, utilización de instrumentos adecuados que
permitan a las partes contratantes disponer de un cierto tiempo de reflexión sobre el sentido y
alcance de las obligaciones que van a contraer.
 Ad probationem.- Se exigen sólo para efectos de prueba. Existen otro tipo de contratos en los
que los sacrificios son recíprocos, o cuyos efectos no se refieren a la transferencia a título
gratuito de bienes, estos se perfeccionan por el sólo consentimiento de las partes contratantes,
aunque, para efectos de su verificación, requiere de la prueba pertinente23.
El Art. 491 del Código Civil Boliviano regula qué contratos deben celebrarse por documento
o escritura pública, dentro de los cuales se encuentra la anticresis.
El Art. 1430 del Código Civil establece de manera categórica que el contrato de anticresis,
se constituye por documento público, y surte sus efectos respecto a terceros sólo desde el día de su
inscripción en el registro.
Asimismo, el Art. 549 inc. 1) establece como una de las causales de nulidad del contrato la
falta de forma prevista por la ley como requisito de validez24.
De lo anterior se llega a concluir que el contrato de anticresis no puede constituirse sino por
un documento o escritura pública efectuada ante Notario de Fe Pública y que esté inscrita en la
oficina de Derechos Reales, su incumplimiento conlleva la nulidad del contrato.
1.1.10. Extinción del contrato de anticresis
El contrato de anticresis puede llegar a extinguirse por las siguientes causas:
 Por vía de consecuencia, cumplida la obligación principal, la anticresis quedará extinguida, es la
forma normal de extinción de la anticresis.
 Por vía principal, se extingue porque queda nulo el contrato de anticresis, por las causas de
nulidad o las de anulabilidad. Hoy en día quedan nulos por falta de solemnidad, porque fueron
celebrados en documentos privados.
 También se puede extinguir por prescripción del crédito.
 Por perecimiento o destrucción del bien inmueble.
 Por resolución de contrato, por incumplimiento imputable al incumplido25.
Complementando a la parte teórica, es importante de desarrollar el marco contextual, con el
aporte de la orientación jurisprudencial de la anticresis en Bolivia y la legislación comparada.
1.2. Marco contextual
1.2.1. Orientación jurisprudencial sobre la anticresis en Bolivia
1.2.1.1.Orientación de la Jurisprudencia Ordinaria y Constitucional
La Corte Suprema de Justicia de Bolivia ha emitido una vasta jurisprudencia con relación a la
temática de la anticresis, considerando los requisitos que debe cumplir para considerar su validez y
efectos en las relaciones jurídicas, de igual manera el Tribunal Constitucional Boliviano ha iniciado
su tratamiento, es por ello que la jurisprudencia considerada para efectos de la investigación tiene la
finalidad de conocer estos lineamientos adoptados por los administradores de justicia. En tal
sentido, para realizar esta descripción se consideró catorce Autos Supremos y dos Sentencias
Constitucionales que se podría decir que es el universo de fallos existentes entre los años 1984 a
2008, contemplando y detallando especialmente sus fundamentos jurídicos que constituyen los
razonamientos jurídicos que sirven de sustento a las decisiones emitidas por el más alto Tribunal de
Justicia en la jurisprudencia existente.
El método de revisión documental nos lleva a distinguir la jurisprudencia boliviana en tres
orientaciones diferenciadas referidas a la temática de la anticresis, especialmente cuando hablamos
de los procesos ejecutivos y de conocimiento. A continuación, se hará una descripción analítica de
las resoluciones objeto de estudio de acuerdo a los parámetros antes indicados:
1.- La Orientación formalista de la anticresis:
Las Resoluciones que se afilian a la orientación formalista son las siguientes:
1.- Auto Supremo Nº SC II CSJ 70 de 2 de mayo de 1985 dictado en proceso ejecutivo. Los
Fundamentos Jurídicos del Fallo señalan que la anticresis debe otorgarse por documento público
ante Notario, porque la minuta, así tenga el reconocimiento de firmas y rúbricas, que esté
protocolizado por orden judicial é inscrito en Derechos Reales, no puede reputársela como
documento público, porque el anticrético se perfecciona con la firma del protocolo ante Notaría de
Fe Pública. Este Auto Supremo hace énfasis en que nunca un documento privado reconocido y
testimoniado adquiere la calidad de documento público.
2.- Auto Supremo No. 206 CSJ de 15 de noviembre de 1985 dictado en proceso ejecutivo. Los
Fundamentos Jurídicos del Fallo denotan que el contrato anticrético, por ser formal, para su
validez, fuera del cumplimiento de requisitos comunes a los convenios contractuales, debe
concertarse en documento público, sin que pueda servir de excusa la norma del parágrafo II del
artículo 493 del Código Civil, razón por la que no puede permitirse que la voluntad de las partes
salve la exigencia formal inexcusable preceptuada por la Ley26.
El Art. 493 – II del Código de Procedimiento Civil establece una norma excepcional para
constituir un contrato cuando las partes expresamente convienen una forma determinada para su
conclusión. Sin embargo, el Auto Supremo no acepta esta excepción para la constitución del
contrato de anticresis, por su carácter solemne.
3.- Auto Supremo Nº 213 SC I CSJ de 25 de noviembre de 1985 dictado en proceso ejecutivo.
Los Fundamentos Jurídicos del Fallo dan a entender que el contrato de anticresis debe cumplir
con todas las formalidades legales exigidas por los Arts. 1430, 491 inc. 3) y 452 inc. 4) del Código
Civil para que dicha convención sea perfecta, para su validez legal, tal cual determina el Art. 493
del C. Civil, sin que se pueda invocar la segunda parte.
4.- Auto Supremo Nº 57 SC I CSJ de 14 de abril de 1986 dictado en proceso sumario de nulidad
de contrato de anticresis. Los fundamentos jurídicos del Fallo refieren que el contrato anticrético
pactado mediante un instrumento privado es una simple minuta que no tiene la categoría de
documento público por la falta de un requisito formal legalmente exigible, y en consecuencia el
contrato es nulo por imperio del Art. 549 numeral 1) segunda parte del Código Civil, nulidad que
conforme al Art. 547 inc. 1) del mismo Código sustantivo, extingue las obligaciones incumplidas27.
Según opinión de Carlos Morales Guillén en su Código Civil comentado y concordado, esta
concepción surge debido a la profana interpretación leguleya del común que se ha convertido en el
aforismo, de que el documento privado o minuta reconocida en su firma y rúbrica se convierte en
documento público, ha dado lugar a un uso indebido del documento privado en la celebración de
contratos anticréticos que ha causado la existencia de esta jurisprudencia28.
5.- Auto Supremo Nº 125 SC II CSJ de 1º de julio de 1986 dictado en proceso ejecutivo. Los
fundamentos jurídicos del fallo señala que las dos salas civiles del Tribunal Supremo han
unificado la jurisprudencia mediante acuerdo firmado, para establecer que el contrato anticrético
debe imprescindiblemente otorgarse ante Notario de Fe Pública conforme al Art. 491 numeral 3) y
1430 del Código Civil para poseer la calidad de título ejecutivo29.
Este Auto Supremo reconoce la diversidad de criterios que existía sobre el tema y la
necesidad de unificar posiciones en los tribunales de justicia.
Auto Supremo Nº 151 SC II CSJ. 24 de julio de 1986 dictado en proceso ejecutivo. Los
fundamentos jurídicos del Fallo determinan que no puede haber contrato de anticresis si se ha
violado la forma prevista por los Arts. 491, incs. 3) y 1430 del Código Civil, porque la forma
exigida es ad solemnitatem, conforme determina el artículo 493 del mismo Código sustantivo, que
en forma precisa dice: “Si la ley exige que el contrato revista una forma determinada, no asume
validez sino mediante dicha forma”30.
Auto Supremo 199908 – SALA CIVIL – II CSJ de 19 de agosto de 1999 dictado en proceso de
nulidad de contrato de anticresis. Los fundamentos jurídicos del fallo hacen mención a que el
Auto de Vista objeto de recurso efectúa una correcta interpretación al declarar probada la demanda
y consecuentemente nulo el contrato de anticresis objeto del litigio, en razón de no tener la calidad
ni el valor de documento público, contrariando el Art. 491 inc. 3) del Código Civil.31
Auto Supremo 200104– SC II CSJ 084 de 25 de abril de 2001 dictado en proceso de nulidad de
documento privado de anticresis y pago de daños y perjuicios. Los fundamentos jurídicos del
fallo señalan que el contrato anticrético que figura en el documento privado reconocido que sirve de
base a este proceso no se adecua a la forma solemne exigida por los Arts. 491 – 3), 549 – 1) y 1430
del Código Civil, porque debe observarse y extenderse escritura pública con estricta sujeción al
precepto contenido en el Art. 1297 del Código Civil, todos ellos de cumplimiento obligatorio 32.
SSCC Nº 0030/2004 – R. Tribunal Constitucional de 14 de enero de 2004 dictado en recurso
de amparo constitucional, cuyos Fundamentos jurídicos del Fallo refieren que el contrato de
anticresis no se elaboró en documento público, la parte acreedora puede demandar el cumplimiento
por la vía del juicio civil ordinario. El incumplimiento de la devolución del dinero recibido en
anticresis, no constituye delito de apropiación indebida.33
Esta jurisprudencia constitucional se halla en concordancia con la línea de la Corte Suprema
de Justicia, al exigir el cumplimiento estricto de las solemnidades en el contrato de anticresis, y a
diferencia de la jurisprudencia ordinaria, ésta tiene carácter vinculante conforme lo señala el Art. 44
de la Ley del Tribunal Constitucional.
Auto Supremo Nº 269 SC II CSJ de 26 de agosto de 2005 dictado en proceso de nulidad de
contrato de anticresis. Entre los fundamentos jurídicos del Fallo señala que el Auto de Vista es
correcto al declarar nulo el contrato por no haberse constituido en la forma prevista en los Arts.
1430 y 491 – 3 del Código Civil34.
Auto Supremo N° 41 SC CSJ de 15 de Marzo de 2006 dictado en proceso de cumplimiento de
contrato de anticresis. Los fundamentos jurídicos del Fallo señalan que el contrato de anticresis es
un contrato real de garantía, accesorio de otro principal, que confiere al acreedor derechos de
retención y preferencia si lo registra en Derechos Reales.
SSCC Nº 0853/2006 – R. Tribunal Constitucional de 29 de agosto de 2006 dictado en proceso
de amparo constitucional en proceso ejecutivo por rechazo a tercería de derecho preferente y
oposición a desapoderamiento, cuyos Fundamentos jurídicos del Fallo concluyen que, al haber
suscrito el primer contrato de anticresis de 6 de julio de 1995 mediante un documento privado con
reconocimiento de firmas, sin inscribirlo en Derechos Reales, luego a través de la escritura pública
385/2001 de 15 de marzo, sin registrarla tampoco en la oficina de Derechos Reales, no es posible
tomar en cuenta los derechos de retención y preferencia que consagran los Arts. 1431 y 1432 del
CC, por cuanto se omitió cumplir con el requisito fundamental consignado en el Art. 1430 del CC,
que dispone que el contrato de anticrético se debe constituir por documento público para que surta
efectos respecto a terceros únicamente desde el día de su inscripción en el registro de Derechos
Reales, sin que sea válido el argumento de los recurrentes en sentido que basta con que el
documento tenga fecha cierta35.
En conclusión la orientación formalista del contrato de anticresis en la jurisprudencia
existente denota una radicalidad extrema al desconocer absolutamente los efectos jurídicos de un
contrato de anticresis suscrito sin cumplir con las formalidades establecidas por el Art. 1430 del
Código Civil, especialmente cuando se trata de procesos de ejecución, en el que se plantean
demandas ejecutivas, en base a documentos privados de anticresis con reconocimiento de firmas y
rúbricas, en los cuales la jurisprudencia taxativamente niega efectos jurídicos a dicho contrato sin
cumplir con las formalidades exigidas por Ley.
Cabe aclarar que la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia tiene solamente carácter
orientador al juez inferior y no tiene carácter vinculante, a diferencia de la jurisprudencia
constitucional.
Con este criterio legalista de interpretación fría de la norma con relación el tema de la
anticresis, se deja sin protección a una gran cantidad de anticresistas que por diversas causas han
suscrito el contrato en documento privado, con el consiguiente detrimento en su patrimonio y la
imposibilidad de recobrar el monto de dinero dado en calidad de anticresis.
2.- La Orientación ecléctica de la anticresis:
Las Resoluciones que se afilian a la orientación ecléctica son las siguientes:
1.- Auto Supremo Nº 205 SC II CSJ15 de septiembre de 1984 dictado en proceso: sumario de
cumplimiento de obligación. Los Fundamentos Jurídicos del Fallo hacen mención a que el Art.
1430 del Código Civil exige que el contrato de anticresis se constituya mediante documento
público, sin embargo dicha formalidad no puede invalidar el derecho del propietario de pedir la
entrega del inmueble y ejercer el derecho de propiedad, pues el requisito es esencial para que el
contrato surta efectos respecto a terceros.36 Desde el punto de vista de la autora de la investigación
es ecléctica porque exige la solemnidad respecto a terceros y reconoce efectos de un documento
privado de anticresis entre partes.
2.- Auto Supremo Nº 39 SC II CSJ de 17 de marzo de 1986 dictado en proceso ejecutivo. En
cuyos Fundamentos Jurídicos del Fallo señala que el contrato de anticresis se lo constituye “ad
solemnitatem” mediante documento público cuyo proceso de formación se inicia con la minuta y se
perfecciona con la firma del protocolo por las partes contratantes, en la Notaría de Fe Pública,
conforme a las previsiones de los Arts. 491 – 3), 493 – I y 1430 del Código Civil. El documento
privado de anticresis reconocido, si bien no constituye título ejecutivo, no por eso deja de tener
validez “ad probationem” para pedir por la vía ordinaria la entrega del inmueble.
Esta resolución demuestra rigidez y radicalidad en cuanto a la validez del contrato de
anticresis cumpliendo solemnidades para el proceso ejecutivo, sin embargo es flexible en su
consideración en el proceso ordinario cuando está constituido en documento privado reconocido.
3.- Auto Supremo Nº 301 SC II CSJ de 13 de septiembre de 2005 dictado en proceso de
cumplimiento de contrato de anticresis. En cuanto a los Fundamentos jurídicos del Fallo establece
que el contrato de anticresis no se constituye sino por documento público conforme al Art. 1430 del
Código Civil, por lo que un documento privado de anticresis reconocido y protocolizado en Notaría
e inscrito en Derechos Reales no se convierte en documento público ni adquiere fuerza ejecutiva
para su cumplimiento, corresponde establecer su eficacia y valor jurídico a través del proceso de
conocimiento, toda vez que no se pueden desconocer las obligaciones y compromisos asumidos37.
En síntesis la posición ecléctica38, no reconoce efectos jurídicos al contrato de anticresis
suscrito mediante documento privado reconocido o minuta con el correspondiente reconocimiento
en los procesos ejecutivos; empero le otorga efectos jurídicos que deben ser demostrados en
procesos de conocimiento, sean estos sumarios u ordinarios mediante acciones de cumplimiento,
nulidad o resolución de contrato. Es decir, otorga efecto ad probationem al documento privado de
anticresis reconocido en sus firmas y rúbricas. De ahí que esta jurisprudencia generalmente deviene
de recursos de casación o nulidad en procesos ejecutivos y de cumplimiento de contrato, resolución
o nulidad de contrato de anticresis, teniendo presente que en forma anterior a la modificación
establecida en la Ley 1760 de 1997, los procesos ejecutivos admitían el recurso de casación.
3.- La Orientación no formalista de la anticresis:
Se ha encontrado una resolución que no exige solemnidades:
Auto Supremo Nº 193 SC CSJ de 13 de Septiembre de 2006 dictado en el proceso de
resolución de contrato de anticresis. En cuanto a los Fundamentos jurídicos del Fallo indica que el
Auto de Vista es correcto en su interpretación por no corresponder la resolución del contrato de
anticresis en razón de haberse cumplido con el objeto de dicho contrato39. Se observa que las
formalidades para la suscripción del contrato de anticresis no son consideradas como un requisito de
validez por el Tribunal de casación.
Esta tercera posición, reconoce efectos jurídicos a un documento privado reconocido,
protocolizado e inscrito en la oficina de Derechos Reales, aplicando la teoría de la autonomía de la
voluntad
De las tres orientaciones antes descritas la posición mayoritaria y más difundida en la
jurisprudencia es la formalista que predomina en la Corte Suprema de Justicia por lo cual los
resultados de los fallos en recurso de casación de acreedores anticresistas que sustentan su acción en
un documento privado es adverso a sus intereses, declarándolos infundados.
Esta posición formalista es aplicada de manera concluyente por la jurisprudencia
constitucional del Tribunal Constitucional que según el Art. 44 de la Ley 1836 tiene carácter
vinculante, consiguientemente la que deben aplicar todos los jueces y tribunales de la República,
sobreponiéndose a la jurisprudencia ordinaria que solamente tiene carácter orientador.
1.2.2. Legislación comparada en materia de anticresis
Criterios metodológicos
El conocimiento científico tiene a la legislación comparada como un método de investigación que
permite la búsqueda de semejanzas, diferencias o tendencias de los contratos de anticresis en los
diferentes países. Asimismo, el método de la modelación, permite estudiar el fenómeno en los
diferentes tipos de modelos y estructuras legislativas existentes en los diferentes países a fin de
poder establecer la posibilidad de transformar la realidad a partir de tales modelos. Para el caso de
esta investigación se recurre a estudiar de manera breve la legislación de los siguientes países. Perú,
Italia, Brasil, Ecuador, España, Venezuela y México, clasificándolas en tres sistemas diferenciados:
Sistema formalista
Código Civil peruano
El Código Civil del Perú de 14 de noviembre de 1984 en el Art. 1091 establece la anticresis como la
entrega de un inmueble en garantía de una deuda, concediendo al acreedor el derecho de explotarlo
y percibir sus frutos y, claramente, en el Art. 1092 establece que el contrato debe otorgarse por
escritura pública, bajo sanción de nulidad, expresando la renta del inmueble y el interés que se
pacte.
Se puede señalar que la anticresis
 Es un derecho real, que se constituye sobre un bien inmueble, y que como tal es oponible a
terceros, siempre que se registre.
 Es un derecho de garantía que generalmente se concede al acreedor de una suma de dinero. No
obstante ello, en aplicación del artículo 1091 del código vigente, su ámbito de aplicación puede
extenderse a otra clase de obligación, al no existir distinción en la norma.
 Concede al acreedor la posesión del bien anticrético con las facultades de usar y disfrutar del
mismo. Queda claro, asimismo, que su ámbito se encuentra circunscrito a los bienes inmuebles.
La renta del inmueble se aplica al pago de los intereses y gastos y el saldo al capital.
Asimismo, el Art. 1412 establece que, si por mandato de la ley o por convenio de las partes deba
otorgarse escritura pública o cumplirse otro requisito, bajo sanción de nulidad, éstas pueden
compelerse recíprocamente a llenar la formalidad requerida. La pretensión se tramita como proceso
sumarísimo40.
Los Códigos Civiles del Perú y de Bolivia son los más formalistas de los Códigos
Latinoamericanos en cuanto al tema de la anticresis, establecen el requisito de formalidad o
solemnidad en la constitución del contrato de anticresis, bajo pena de nulidad.
Sistema ecléctico
Código Civil italiano
El Código Civil Italiano regula el contrato de anticresis en los Arts. 1960 a 1964 (Dell'anticresi), y
constituye aquel contrato por el cual el deudor o un tercero por él se obliga a consignar un inmueble
al acreedor en garantía del crédito, a fin de que el acreedor perciba los frutos imputándolos a los
intereses y en segundo lugar al capital.
La duración del contrato de anticresis no puede ser mayor a los dieciséis años, si se ha
convenido una duración mayor, será reducido al término señalado por ley. Es nulo cualquier pacto,
aunque posterior a la conclusión del contrato, cuando se conviene que la propiedad del inmueble
pasa al acreedor en el caso de que exista incumplimiento del pago de la obligación.
Con referencia a los requisitos para la formación de los contratos el Art. 1325 establece los
siguientes: El acuerdo de partes, la causa, el objeto y la forma cuando está establecida en la ley,
bajo pena de nulidad.
Acerca de la forma del contrato el Art. 1350 del Código Civil Italiano establece que bajo
pena de nulidad deberá ser suscrito por escritura pública o por documento privado entre otros: el
contrato de transferencia de la propiedad de bienes inmuebles, El contrato de constitución del
derecho de usufructo de un bien inmueble, el derecho de superficie, de la enfiteusis, el contrato de
locación de bien inmueble cuya duración es superior a nueve años, el contrato de sociedad, y en el
inciso 7) se halla el contrato de anticresis, lo que quiere decir que para la constitución de un
contrato de anticresis, deberá suscribirse en documento público o privado, bajo pena de nulidad,
por cuya razón que el Código Civil Italiano en la presente investigación ha sido clasificado como
ecléctico41.
Sistema no formalista
Código Civil brasileño
La redacción final aprobada el 6 de diciembre de 2001, contiene 2046 artículos, y en su sistemática
se halla consignada la institución de la anticresis en el Título Segundo referido a los Derechos
Reales, en cuyo Título X Capítulo IV, en los Arts. 1506 al 1510 regula en el sentido de que puede el
deudor u otro por él entregar el inmueble al acreedor y ceder el derecho de percibir en
compensación los frutos que produce el bien. Es decir se enmarca dentro de la anticresis
compensatoria.
El acreedor anticresista puede administrar los bienes dados en anticrético y recibir sus frutos
y utilidades, pero deberá presentar anualmente balance exacto y fiel de su administración.
Si el deudor propietario evidencie que el balance contiene datos inexactos o es ruinosa la
administración, puede impugnarlo y requerir la transformación en arrendamiento, fijando el juez el
valor mensual del canon de arrendamiento, el cual podrá ser modificado o corregido anualmente.
El acreedor anticresista puede recobrar sus derechos contra el adquirente de los bienes, o
acreedores quirografarios o hipotecarios posteriores al registro del anticrético.
Del análisis de las normas contenidas en el Código Civil Brasileño no se observa la
existencia de regulación alguna sobre el requisito de solemnidad en la formación del contrato,
llegándose a inferir que es posible su constitución entre partes sin la intervención de Notario de Fe
Pública, y la posibilidad de su registro correspondiente, toda vez que el Art. 104 establece que para
la validez del negocio jurídico se requiere capacidad de obrar, objeto lícito, posible, determinado o
determinable y la forma prescrita por ley. Y solamente el Art. 108 establece que salvo lo dispuesto
por ley, la escritura pública es esencial para la validez de los negocios jurídicos que se refieran a la
constitución, transferencia, modificación o renuncia de derechos reales sobre inmuebles de valor
superior a treinta veces o mayor al salario mínimo vigente en el país. Es decir que se determina el
requisito de escritura pública de acuerdo a la importancia económica del bien inmueble objeto de
transferencia, norma que no es aplicable al contrato de anticresis42.
Código Civil ecuatoriano
La institución de la anticresis se halla regulada en el Código Civil del Ecuador vigente desde 20 de
Noviembre de 1970, en el Art. 2361 a 1271 y entre sus particularidades está que el contrato de
anticresis se perfecciona con la entrega del bien inmueble objeto del contrato, (contrato real), no
existiendo norma expresa que determine la constitución del contrato por escritura pública, sin
embargo es costumbre aplicar a la anticresis por analogía la norma prevista para el Art. 1930 del
contrato de arrendamiento, que establece el respeto al contrato cuando se ha efectuado por escritura
pública inscrita en el libro correspondiente del Registro de la propiedad antes de los acreedores
hipotecarios.
Según el Art. 2367 el acreedor no se hace dueño del inmueble a falta de pago, ni tiene
preferencia en él sobre los otros acreedores, sino la que le dé el contrato accesorio de hipoteca, si lo
hubiere. Toda estipulación en contrario es nula. Asimismo, el Art. 2370 establece que el deudor no
podrá pedir la restitución de la cosa dada en anticresis sino después de la extinción total de la deuda;
pero el acreedor podrá restituirla en cualquier tiempo y perseguir el pago de su crédito por los otros
medios legales, sin perjuicio de lo que se hubiere estipulado en contrario.
Los artículos objeto de análisis denotan que el contrato de anticresis no exige formalidades
para su constitución, solo la entrega del bien inmueble para su perfeccionamiento43.
Código Civil español
El Código Civil Español regula la institución de la anticresis en los Arts. 1881 al 1886, y considera
como un contrato en virtud del cual el acreedor adquiere el derecho de percibir los frutos del
inmueble de su deudor, con la obligación de aplicarlos al pago de los intereses, si se deben, y
después al del capital de su crédito. Los contratantes pueden convenir que se compensen los
intereses de la deuda con los frutos del inmueble dado en anticresis.
En cuanto a los requisitos esenciales para la validez de los contratos según el Art. 1261 se
hallan: El consentimiento, el objeto y la causa de la obligación, a diferencia del Código Civil
Boliviano que contiene como un requisito ineludible a las formalidades del contrato.
En cuanto a la constitución de los contratos, el Art. 1280 expresamente enumera qué
contratos deben constar en documento público, dentro de los cuales no se halla la anticresis. Sin
embargo señala que deben hacerse constar por escrito, aunque sea privado, los demás contratos en
que la cuantía de las prestaciones exceda de 1.500 pesetas.
De lo anterior se deduce que la ley no señala en forma expresa que el contrato de anticresis
deba celebrarse mediante escritura pública como lo hace la legislación Boliviana, sino que existe el
imperativo de que cualquier contrato que supere la cuantía de las 1.500 pesetas deba celebrarse en
documento privado, norma que es también aplicable al contrato de anticresis. Asimismo, no existe
regulación con referencia a la inscripción del contrato en el Registro de Derechos Reales 44.
Código Civil venezolano
El Código Civil de Venezuela de 26 de julio de 1982 contiene en el Art. 1855 el instituto de la
Anticresis, entendiéndolo como aquel contrato por el cual el acreedor adquiere el derecho de hacer
suyos los frutos del inmueble que se le entregue, con la obligación de imputarlos a los intereses y
luego al capital de su acreencia, entre otras características, la anticresis no concede ningún
privilegio al acreedor, éste tiene solamente el derecho de retener el inmueble hasta que su acreencia
sea totalmente pagada.
Por otro lado, la anticresis no puede ser estipulada por un tiempo mayor de quince años. En
el caso de que el contrato no establezca ningún término, o establezca uno mayor de quince años, la
anticresis concluirá al vencimiento del decimoquinto.
La anticresis debe ser registrada en la Oficina que corresponda a la ubicación del inmueble
para que pueda ser opuesta a terceros.
Con referencia a los requisitos de constitución de la anticresis, el código no establece ningún
requisito de forma, y de la lectura del Art. 1141 se tiene que las condiciones generales requeridas
para la existencia del contrato en general son: el consentimiento de las partes, el objeto y la causa
lícita. De lo que se infiere que en Venezuela a diferencia de lo que sucede en Bolivia para la
constitución del contrato de anticresis no se ha determinado ninguna formalidad o solemnidad.
Asimismo las causas de nulidad del contrato están señaladas en el Art. 1142 por incapacidad legal
de las partes, por vicios del consentimiento y por ausencia de los requisitos de validez de los
contratos. No existiendo norma alguna que determine como causal de nulidad la falta de forma del
contrato de anticresis45.
Legislaciones que no regulan la institución de la anticresis
Según Lidia Garrido Cordobera, en razón de los innumerables escollos que ofrece la anticresis, ha
dejado de tener vigencia en muchos países Europeos, especialmente a partir del Código Civil
Alemán, con la posterior adhesión del Código Civil Suizo, en los cuales existían posiciones
encaminadas a demostrar su inutilidad46; posición que se propagó en los países del sistema
anglosajón como Inglaterra y Estados Unidos, y dentro de los sistemas legislativos de idiosincrasia
latina, en México, en cuyo Código Civil de 30 de agosto de 1928 no se consigna ni establece la
institución de la anticresis, y en la formación de los contratos elimina las solemnidades, dando
énfasis en la voluntad y capacidad de las partes para su formación, constituyendo una norma
flexible en relación a otros Códigos dentro del contexto latinoamericano47.
Semejanzas y contrastes de las legislaciones sobre el tema de la anticresis
Los diferentes sistemas legislativos existentes en los países con relación a la anticresis han
permitido establecer las semejanzas y diferencias con la legislación boliviana, concluyéndose que
de los países estudiados, solamente el Código Civil Peruano, al igual que el Boliviano, llegan a
establecer de manera taxativa los requisitos de solemnidad para la formación del contrato de
anticresis, en los cuales el incumplimiento de la norma conlleva a la nulidad del acto jurídico; sin
embargo, lo interesante de la legislación peruana es que a fin de evitar que cualquiera de las partes
incumpla con la suscripción del contrato con las formalidades establecidas por ley, no obstante
haber recibido la prestación de la otra parte, según el Art. 1412, éstas pueden compelerse
recíprocamente a llenar la formalidad requerida a través de un proceso sumarísimo 48, norma que en
la legislación boliviana no existe, consiguientemente ante la falta de escrituración ante Notario de
Fe Pública, la parte que ha suscrito un contrato de anticresis mediante minuta, ante la eventual
negativa del co - contratante de firmar el protocolo para concluir con la escrituración, se ve obligada
a plantear la demanda preliminar de reconocimiento de firmas y rúbricas, lo cual desnaturaliza la
constitución de la escritura pública.
Otro aspecto importante es que en la legislación Ecuatoriana, el contrato de anticresis se
perfecciona con la entrega del bien inmueble, con la traditio (contrato real por excelencia), no exige
mayores formalidades. Las legislaciones de Brasil y Venezuela tampoco exigen la constitución de
documento público en el contrato de anticresis; sin embargo lo innovador del Código Civil
Brasileño es que, efectúa una diferencia, de acuerdo a la importancia económica del bien inmueble
cuando se trata de constitución, transferencia, modificación o renuncia de derechos reales sobre
inmuebles, exigiendo escritura pública cuando el valor sea superior a treinta veces o mayor al
salario mínimo vigente en el país. Empero esta norma no es aplicable al contrato de anticresis
porque no existe transferencia de derechos reales.
Dentro de las legislaciones Europeas, está el Código Civil Italiano que exige para la
constitución del contrato de anticresis la celebración en documento público o privado, sin
sancionarlo con nulidad su incumplimiento, este Código sirve de modelo al Proyecto de
modificación del Código Civil Boliviano que se encuentra en espera de aprobación en las Cámaras
legislativas desde el año 1999.
El Código Civil Español, adecuándose a un modelo más amplio, establece la formación del
contrato de anticresis mediante documento privado.
Se hizo una síntesis de la legislación comparada, ahora corresponde entrar en la parte de la
diagnosis de la presente investigación, la cual se ha desarrollado en dos puntos centrales, el
primero: las causas del incumplimiento del carácter solemne del contrato de anticresis y las
consecuencias jurídico sociales que hacen inaplicable el Art. 1430 del Código Civil Boliviano.
Capítulo II
Diagnóstico
3.1. Causas del incumplimiento del carácter solemne del contrato de anticresis
3.1.1. Encuesta dirigida a jueces
El presente capitulo, está constituido esencialmente por la aplicación de una encuesta (auto
administrada) dirigida a Jueces de Instrucción del área civil del Distrito Judicial de La Paz, (Ver
Anexo N.- 3) los resultados tanto cualitativos como cuantitativos permiten analizar los siguientes
aspectos: a) la parte estadística, que representan el número de casos que se ventilan en cada juzgado
en la actualidad, es decir: procesos en trámite en la gestión 2008, y b) la parte de los juicios de valor
fundamentados en la experiencia de cada uno de los administradores de justicia y especialmente en
la antigüedad en el cargo que está enmarcada entre 2 a 15 años.
Es importante destacar que los resultados provienen de una valoración personal, de los
informantes, con un criterio aproximado, por lo cual; los resultados que se presentan son un
acercamiento a la realidad con un alto grado de confiabilidad.
3.1.2. Incidencia y tipología de procesos en los juzgados
En la gráfica Nº 1. Se observa la experiencia traducida en años de antigüedad que tienen los 12
jueces de Instrucción en lo Civil (informantes) que va desde los dos años como mínimo y 15 años
como máximo, con una media de 4 a 5 como promedio, lo cual demuestra que los informantes
constituyen fuentes confiables de investigación, debido a su experiencia cotidiana como jueces en el
tratamiento de la temática objeto de estudio.
Gráfica 1
ANTIGUEDAD DE LOS INFORMANTES EN MATERIA CIVIL
16
14
12
10
8
6
4
2
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Gráfica 2.
PROCESOS SUMARIOS Y DE EJECUCIÓN
RELACIONADOS CON EL CONTRATO DE ANTICRESIS
QUE SON TRAMITADOS EN LOS JUZGADOS
Cumplimiento;
13,53%
Otros; 27,06%
Resolución;
7,80%
Ejecutivos o
coactivos;
39,68%
Cumplimiento
Nulidad; 11,93%
Resolución
Nulidad
Ejecutivos o coactivos
Otros
En la gráfica Nº 2. Se denota la distribución de causas tramitadas en los Juzgados de
Instrucción estudiados, que reveló el mayor porcentaje de procesos ejecutivos y coactivos
tramitados con relación al tema de la anticresis de un total de 436 casos que constituye el 100%, el
39, 68% corresponde a los procesos ejecutivos y coactivos, y dentro de los procesos de
conocimiento (sumarios), el mayor porcentaje constituye los procesos de cumplimiento de contrato
con un 13,53%, seguido de las acciones de nulidad de contrato con un 11,93% y finalmente los
procesos de resolución de contrato con un 7,80%, y dentro de otro tipo de procesos, principalmente
medidas preparatorias de demanda se halla un 27,06%. De lo que se concluye la alta incidencia de
acreedores anticresistas que acuden al órgano jurisdiccional a fin de lograr el reconocimiento de sus
derechos.
Situación que nos permite inferir que gran parte de todas estas demandas terminarán en su
rechazo por no cumplir con las formalidades que establece el Art. 1430 del Código Civil.
Por otro lado, no se puede dejar de lado considerar la medida preparatoria que está
contemplada en el 27,06% (de la muestra de estudio) que en un momento determinado irán a
incrementar los procesos de ejecución o de conocimiento cuando lleguen a formalizar la demanda
principal.
Gráfica 3.
TOTAL DE PROCESOS SUMARIOS, ADMITIDOS, TRAMITADOS Y
RESUELTOS
180
160
140
120
EN TRAMITE
100
ADMISIÓN
80
60
40
20
0
Cumplimie
Resolución
nto
Nulidad
Ejecutivos
o coactivos
Otros
EN TRAMITE
59
34
52
173
118
ADMISIÓN
34
12
28
26
17
En la gráfica N 3. Se compara el indicador de causas incoadas que tienen relación con la
problemática de la anticresis que fueron tramitadas y resueltas “admisión”, existiendo actualmente
un alto grado de planteamiento de demandas de ejecución con un total de 173 causas en los 12
Juzgados de Instrucción investigados, de las cuales sólo 26 son admitidas y han logrado obtener una
resolución. Al respecto no se puede precisar el resultado de la demanda en cuanto a su
reconocimiento o negación de la pretensión por la limitación del variable tiempo.
Pero se puede aclarar que la admisión tiene relación especialmente con el cumplimiento de
requisitos de forma. En los procesos sumarios de cumplimiento de contrato de un total de 59 causas
sólo son admitidas y resueltas 34, en los procesos de nulidad de contrato de un total de 52 sólo son
admitidas 28, y de los procesos de resolución de contrato sólo son admitidos y resueltos 12 casos,
siendo éste tipo de acciones que en menor cantidad y proporción son planteados y admitidos.
3.1.3. Causas por las cuales no se perfecciona el contrato de anticresis, desde la perspectiva
de los jueces.
Grafica 4.
CAUSAS POR LAS CUALES NO SE PERFECCIONA EL
CONTRATO DE LA ANTICRESIS
COSTUMBRE;
14,29%
EL ECONÓMICO;
28,57%
CARENCIA DE
DOCUMENTOS DE
PROPIEDAD; 7,14%
DESCONOCIMIENTO;
50,00%
En la gráfica No. 4. Referente a las causas son variadas, podemos identificarlos bajo los
siguientes denominadores:
 El económico. El cumplimiento de las formalidades establecidas en el Art. 1430 del Código
Civil, representa la erogación de un gasto económico adicional tanto para la suscripción de la
escritura pública ante Notario de Fe Pública, así como en el pago de aranceles ante la Oficina de
Derechos Reales a fin de lograr la inscripción del contrato de anticresis, que de acuerdo a
nuestra realidad social no puede cumplir el ciudadano, y de igual manera al finalizar el contrato,
el levantamiento del gravamen representa un gasto adicional y que debe cubrir en su generalidad
el acreedor anticresista, en cuya consecuencia las partes tratan de aminorar gastos y evitar la
observancia de las solemnidades que implican un gasto excesivo, por lo que prefieren realizar el
contrato en documento privado.
 Desconocimiento. Existe ignorancia y carencia de información en litigantes sobre las
formalidades que debe revestir la suscripción del contrato de anticresis, quienes muchas veces
celebran contratos sin la presencia de un abogado; y en cuanto a los abogados no existe un buen
asesoramiento hacia sus clientes en explicarles la forma establecida por Ley para perfeccionar
un contrato de anticresis.
 Costumbre. Existe una costumbre generalizada de las partes de suscribir contratos de anticresis
en simples documentos privados.
 Carencia de documentación de derecho propietario. El deudor propietario no cuenta con los
títulos de propiedad y otros documentos en orden, a efectos de que el acreedor anticresista
pueda proceder a la inscripción del contrato en la Oficina de Derechos Reales.
3.1.4. Posición jurídica respecto a la interpretación del Art. 1430 del Código Civil
Entre los administradores de justicia encuestados, que resuelven las causas en primera instancia
tanto en procesos de conocimiento y de ejecución se advierte la existencia de dos posiciones
antagónicas que son: (Ver gráfica Nº 5)
 Posición formalista y legalista. Los que exigen el fiel cumplimiento y acatamiento en las
partes suscribientes del contrato de anticresis de las formalidades previstas en el Art. 1430 del
Código Civil en concordancia con los Arts. 1429, 491 inc. 3) y 1287 del mismo cuerpo legal,
pues consideran que deben existir todos los presupuestos legales para la validez de los contratos
de anticresis como son la escritura pública inscrita en Derechos Reales, y para el caso eventual
de que no se haya cumplido con la formalidad, la acción que corresponde al acreedor
anticresista para recuperar el monto de su capital es la demanda de nulidad de contrato por falta
de forma en un proceso de conocimiento, y no la acción de cumplimiento ni resolución de
contrato.
 Autonomía de la voluntad. La efectividad del derecho subjetivo más que las formalidades que
se requieren para la admisión de una causa.
Gráfica 5.
POSICIÓN JURÍDICA RESPECTO A LA
INTERPRETACIÓN DEL ART. 1430 DEL CPC
POSICIÓN
FORMALISTA Y
LEGALISTA; 41,67%
AUTONOMÍA DE LA
VOLUNTAD; 58,33%
3.1.5. Posición legal que adoptan los tribunales superiores
Entre los administradores de justicia encuestados y que han tenido la experiencia de emitir
resoluciones en procesos de conocimiento o de ejecución relativos a contratos de anticresis, que
fueron revisados mediante los recursos de apelación y casación por tribunales superiores sean éstos
Jueces de Partido y Vocales de las Cortes Superiores de Distrito, han advertido la existencia de
discrepancia de criterios entre la posición formalista y de la autonomía de la voluntad. Las
interpretaciones de los tribunales superiores tienen criterios dispares, algunos exigen el
cumplimiento de las formalidades exigidas por ley para la celebración del contrato de anticresis, por
ello no otorgan efectividad al contrato ante el incumplimiento del Art. 1430 del Código Civil, éste
es el criterio mayoritario.
Otros en cambio dan validez a un documento privado que ha sido objeto de reconocimiento
de firmas y rúbricas en virtud del principio de la autonomía de la voluntad. De ahí que las
interpretaciones de las causas por los Tribunales superiores son diferentes, algunos jueces admiten
la posibilidad de que se pueda accionar la demanda de cumplimiento de obligación de un contrato
de anticresis y para otros solo procede la demanda de nulidad del contrato de anticresis, por estas
razones no existe uniformidad en sus resoluciones, algunos anulan obrados por no cumplir con el
Art. 1430 del Código Civil, son formalistas y legalistas al extremo y otros confirman las sentencias
en procesos de cumplimiento de obligación, porque reconocen la autonomía de la voluntad más allá
de la formalidad exigida por la ley. (Ver gráfica Nº 6)
Gráfica 6.
POSICIÓN LEGAL QUE ADOPTAN LOS TRIBUNALES
SUPERIORES
N/S; 16,67%
AUTONOMÍA DE
LA VOLUNTAD;
41,67%
POSICIÓN
FORMALISTA Y
LEGALISTA;
41,67%
Aplicabilidad del Art. 1430 del Código Civil
La encuesta efectuada a los jueces revela dos posiciones antagónicas sobre la aplicabilidad de la
norma establecida en el Art. 1430 del Código Civil en el contexto nacional y concretamente en la
realidad social de la ciudad de La Paz. (Ver gráfica Nº 7)
Gráfica 7.
APLICABILIDAD DEL ART. 1430 DEL CÓDIGO CIVIL
NO ES
APLICABLE. ;
58,33%
SI ES
APLICABLE;
41,67%
0,00%
10,00%
20,00%
30,00%
40,00%
50,00%
60,00%
Si es aplicable. Porque es la única forma de resguardar los derechos del acreedor
anticresista, debiendo respetar la voluntad de las partes que intervienen en la relación jurídica y
ellas deben tomar la previsión de cumplir con los requisitos establecidos en la Ley. Asimismo, se
constituye en un medio eficaz para el cobro del capital anticrético, frente a otros acreedores, de lo
contrario el anticresista estaría en desventaja y a merced del propietario del inmueble. Opinan,
además que siendo miembros de un Estado de Derecho, su cumplimiento debería ser exigido por los
administradores de justicia a fin de garantizar la seguridad jurídica de las partes.
No es aplicable. Porque las partes desconocen las formalidades establecidas en la norma
para la suscripción del contrato de anticresis, teniendo en cuenta la realidad socioeconómica y
educativa del País. Asimismo, la exigencia legal en la mayor parte de casos resulta un óbice para la
persona que quiere recuperar su capital, e implica un gasto adicional que afecta a la economía del
acreedor anticresista, resultando onerosa su constitución, lo que conlleva a la imposibilidad de su
inscripción en Derechos Reales. Resultando además, que ante el eventual incumplimiento del
contrato, para el reconocimiento del derecho las partes se encuentran con exigencias legales,
difíciles de subsanar, ocasionando diversos problemas en la administración de justicia, porque una
gran mayoría de la población tiene la costumbre de suscribir el contrato en documento privado,
concluyendo la opinión de los encuestados, que el artículo está diseñado para una realidad ajena a la
sociedad boliviana.
3.1.6. Opinión respecto a la modificación del Art. 1430 del Código Civil
Gráfica 8.
OPINIÓN RESPECTO A LA MODIFICACIÓN DEL ART.
1430 DEL CÓDIGO CIVIL
NO REQUIERE
MODIFICACIÓN;
41,67%
REQUIERE
MODIFICACIÓN;
58,33%
0,00%
10,00%
20,00%
30,00%
40,00%
50,00%
60,00%
Está reflejada en dos posiciones contrarias: (Ver gráfica Nº 8)
No requiere modificación. Porque en la actualidad, es la única forma de garantizar tanto al
deudor como al acreedor anticresista el cumplimiento de las obligaciones emergentes del contrato,
así como la conservación de sus derechos, y la modificación de la norma ocasionaría mayor
inseguridad para el anticresista a momento de pretender recuperar su capital, por lo que opinan que
debe difundirse entre la población las solemnidades en la contratación de la anticresis.
Requiere modificación. Porque el contrato de anticresis debería ser como cualquier
contrato, en el que debe respetarse la voluntad de las partes, y debe modificarse el artículo 1430 del
Código Civil, porque el derecho debe ser capaz de responder y adaptarse a las necesidades, la
dinámica social y la economía de la población, pues se requiere que el derecho del acreedor
anticresista sea protegido, la norma actual debe ser adaptada a la realidad nacional, por una norma
más práctica y provechosa, pues el fin del derecho debe ser la resolución de los conflictos, no para
generarlos.
La experiencia de los administradores de justicia permitió conocer la opinión sobre la
temática planteada. A continuación se hará la explicación de los efectos que tiene la norma actual
en la sociedad boliviana.
3.2. Consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable la norma de la anticresis
3.2.1. Vías procesales adoptadas en la problemática de la anticresis
En Bolivia y especialmente en el departamento de La Paz, de la observación de la realidad social se
llega a advertir que un gran porcentaje de contratos de anticresis es celebrado entre partes mediante
documento privado, sin observar las solemnidades exigidas por los Arts. 1430 y 491 inc. 3) del
Código Civil, aspecto que no representa mayor conflicto cuando ambas partes dan cumplimiento al
contrato, es decir al vencimiento del plazo, el deudor propietario devuelve el capital al anticresista
y el anticresista efectúa la devolución del inmueble al deudor propietario. Empero, la problemática
surge ante el incumplimiento de una de las partes o de ambas, situación que conlleva a su
judicialización en busca de la recuperación del capital o del bien inmueble dado en anticresis, pues
el proceso surge de la aplicación del principio de que no es admitida la defensa propia del derecho,
por lo que ante el agotamiento de los medios pacíficos de solución, debe recurrirse a la protección
del Estado, que actúa por medio de los órganos jurisdiccionales. Protección que se invoca mediante
la interposición de la demanda, que es el modo normal del ejercicio de la acción, hasta que el juez la
conceda o niegue en sentencia esa protección, en ese lapso, media una serie de actos llamado
procedimiento, cuyo conjunto toma el nombre de proceso
En el caso de la anticresis, se acude a diversas vías procesales englobadas principalmente en
los procesos de conocimiento y de ejecución49.
Proceso de conocimiento
Son los procesos tipo regulados en nuestras leyes procesales, por los que se tramitan todas las
cuestiones que no tienen señalado un procedimiento especial50. El criterio adoptado para
diferenciar a las tres clases de proceso de conocimiento es predominantemente cuantitativo, según
se pueden establecer de los Arts. 316, 317 y 318 del Código de Procedimiento Civil, Art. 134, 177,
198 de la Ley de Organización Judicial, distinguiéndose en procesos ordinarios, sumarios y
sumarísimos, de los cuales por su relevancia en la temática se hará una exposición de los dos
primeros:
1 Proceso Ordinario.- Es el previsto para todo asunto contencioso que no esté sometido a trámite
especial, su competencia le corresponde a los Juzgados de Partido en materia Civil – comercial
sobre pretensiones personales, reales y mixtas (inmuebles o muebles) cuya cuantía supere los
80.000 Bs. o tenga cuantía indeterminada, según el Art. 316 del Código de Procedimiento Civil y
Resolución de Sala Plena de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación.
2 Proceso Sumario.- Este conoce y resuelve las acciones reales, personales y mixtas sobre bienes
inmuebles, muebles, dinero y valores cuya cuantía no superen a 80.000 Bs. y corresponde su
conocimiento a los Jueces Instructores, según el Art. 317 del Código Adjetivo Civil y acuerdo de
Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia. El proceso sumario tiene las mismas características del
proceso ordinario, simplemente se lo distingue por la celeridad en la tramitación, para hacer más
ágil la justicia, y el mismo está dotada de una estructura simple y abreviada51.
Entre los procesos de conocimiento sean estos ordinarios o sumarios que con frecuencia se
demandan entre acreedores anticresistas y deudores propietarios como emergencia del
incumplimiento de un contrato de anticresis, se mencionan los siguientes:
 Cumplimiento de contrato.- El contrato es según el Art. 450 del Código Civil el acuerdo entre
dos o más personas para constituir, modificar o extinguir entre sí una relación jurídica. En los
contratos bilaterales, una de las situaciones que puede presentarse, es el incumplimiento culposo
de la obligación asumida por cualquiera de los contratantes; eventualidad en que la otra parte
cumplida puede a su elección interponer la acción de cumplimiento o la acción resolutoria,
según el Art. 568 del Código Sustantivo Civil, puede pedir judicialmente el cumplimiento del
contrato dentro de un plazo razonable que fijará el juez.
 Resolución del contrato.- Resolución, es un medio de invalidez por causas sobrevivientes de
los contratos sinalagmáticos o bilaterales, debido al incumplimiento culpable, a la imposibilidad
sobreviviente o a la excesiva onerosidad de una de las prestaciones, que deja sin efecto, con
carácter retroactivo, un contrato que ha surgido plenamente a la vida del derecho. Así lo
establece el Art. 568 del Código Civil, en el que ante el incumplimiento del contrato por una de
las partes, en contratos con prestaciones recíprocas, como es el caso del contrato de anticresis, la
parte que ha cumplido puede pedir judicialmente la resolución del contrato, caso en el cual, ya
no podrá pedirse el cumplimiento del contrato, y el demandado, a su vez, ya no podrá cumplir
su obligación desde el día de su notificación con la demanda.
 Nulidad del contrato.- Todo contrato debe cumplir los requisitos exigidos por ley para su
formación, según el Art. 452 del Código Civil son los siguientes: el consentimiento de las
partes, el objeto, la causa y la forma, ésta última siempre que sea legalmente exigible. Cuando
faltan esos requisitos, o cuando no han sido respetadas las reglas que les conciernen, el contrato
no se ha perfeccionado, es nulo, es ineficaz. La nulidad, en consecuencia constituye una forma
de ineficacia que deriva de un vicio sustancial de legalidad en cualquiera de los presupuestos del
acto o negocio jurídico en el momento de su celebración, empero la validez o eficacia inicial no
impide que, con posterioridad, otras circunstancias sobrevivientes, lo tornen también ineficaz.
Las causas de nulidad están señaladas en el Art. 549 del Código Civil, se fundan en los
requisitos que deben reunir los presupuestos referidos al objeto, la forma y la causa. En lo referente
a la ausencia de la forma exigida por ley, cabe destacar la formalidad, cuando para su formación y
consiguiente nacimiento a la vida jurídica necesita ser realizado con todas las solemnidades que
establece la ley, como es la constitución en escritura pública, tal como lo determina el Art. 491 del
Código Civil, bajo sanción de nulidad. En ese orden, el citado artículo indica que se constituirán por
documento público los contratos de: donación, hipoteca convencional, anticresis y otros que
expresamente determine la ley, de donde se infiere que si no se observa esta imposición legal, no
asumen validez dichos contratos y serán nulos52.
La acción de cumplimiento, resolución o nulidad de contrato se interpondrá mediante un
proceso ordinario o sumario dependiendo de la cuantía.
Procesos de ejecución
En las acciones de ejecución el juez se dedica a exigir al deudor insolvente el cumplimiento
de una obligación que se encuentra debidamente documentada o que contiene la sentencia judicial,
donde ya no se discuten derechos dudosos o contradictorios.
Cualquier acción judicial tiene una fase de ejecución, además que la misma es necesaria en
la estructura del proceso judicial, porque en la misma se exige el cumplimiento de una obligación
de dar, hacer o no hacer. Sin esta fase la justicia y el acreedor verían frustrados sus derechos
reconocidos en la sentencia y de poder exigir a la fuerza el cumplimiento de un derecho que se
encuentra debidamente reconocido por una resolución judicial.
Se considera al proceso ejecutivo y coactivo como vía de ejecución, porque su objetivo no
consiste solamente en obtener un pronunciamiento judicial que declare la existencia o inexistencia
de un derecho sustancial incierto, sino lograr la satisfacción de un crédito que la propia ley presume
existente en virtud del documento base de la ejecución; además, el efecto inmediato de la pretensión
ejecutiva y coactiva civil consiste en acto coactivo sobre el patrimonio del deudor al embargarse
directamente sus bienes para que con el producto del mismo sea satisfecha la obligación53.
a) Proceso Ejecutivo Es el proceso de ejecución típico, en el cual se reclama el pago de una
cantidad líquida de dinero y exigible que resulte de uno de los denominados “Títulos ejecutivos”.
Este proceso comprende dos etapas: la primera, de conocimiento, muy limitada solo a las
“excepciones” y la segunda del cumplimiento de la sentencia de remate, que constituye en sí una
etapa de ejecución forzosa. Es un proceso especial porque se halla sometido a trámites específicos,
propios de este proceso y diferentes del proceso de conocimiento54.
Es sumario, porque es breve, resumido, donde el conocimiento judicial se debe circunscribir
al examen limitado número de defensas (excepciones e incidentes que se resuelven casi todos en
sentencia).
Es de ejecución porque, sin averiguar la causa de la obligación, no da lugar al examen y
solución del problema. A través de su fallo no se declara la existencia o inexistencia de un derecho
sustancial incierto, sino la satisfacción de un crédito sobre el cual se presume la certeza del derecho
del acreedor55.
b) Proceso Coactivo La acción coactiva civil de garantías reales tiene por objetivo la reclamación
de deudas dinerarias vencidas, exigibles y de cantidad determinada. La reclamación coactiva debe
justificarse documentalmente, bastando con la aportación del título que demuestre el crédito
hipotecario o prendario, es decir, lo que abre el proceso coactivo es del documento base de la
ejecución. Igualmente para la procedencia de la vía coactiva, el deudor debe renunciar
expresamente a los trámites del proceso ejecutivo en el mismo documento base de la ejecución, el
cual debe encontrarse debidamente registrado en la oficina correspondiente, ya sea en Derechos
Reales o Tránsito, para que sea oponible a terceras personas56.
Estas vías procesales son generalmente adoptadas por los acreedores anticresistas y los
deudores propietarios a fin de demandar la recuperación de su patrimonio.
3.2.2. Demandas y sentencias como muestra de la orientación jurídica
El estudio de caso es un método de investigación empleado para estudiar un individuo o una
institución en un entorno o situación única, y de la forma más intensa y detallada posible; Es una
investigación que se le define como descriptiva, es decir, describe la situación prevaleciente en el
momento de realizarse el estudio.
Como parte del diagnóstico de la investigación se eligieron un conjunto de 5 casos reales de
procesos judiciales que se hallaron en el Juzgado 1ro de Instrucción en lo Civil de la ciudad de El
Alto y otros en el Juzgado 8vo y 9vo de Instrucción en lo Civil de la ciudad de La Paz.
Seguidamente, se presentará un resumen descriptivo de procesos sumarios de cumplimiento
de contrato, resolución y de ejecución relacionados con el contrato de anticresis.
Demanda de cumplimiento de contrato
Caso: Proceso sumario de Cumplimiento de contrato seguido por Dimas Rodrigo Cruz
Sánchez contra María Elena Oblitas Torrez
El proceso es radicado en el Juzgado Noveno de Instrucción en lo Civil y es seguido por Dimas
Rodrigo Cruz Sánchez representado por Elena Sánchez de Flores quien incoa demanda de
cumplimiento de obligación y de daños y perjuicios en contra de María Elena Oblitas Torrez,
señalando que su mandante habría suscrito un contrato de anticrético con María Elena Oblitas
Torrez en fecha 20 de noviembre de 2002, por la suma de $us. 3.500, por el término de 2 años, y la
propietaria no le habría devuelto el capital anticrético, por lo que de acuerdo al Art. 568 - I del
Código Civil, demanda cumplimiento de contrato, más pago de daños y perjuicios, pidiendo la
devolución de $us. 3.500, el pago de daños y perjuicios y honorarios profesionales.
Efectuados los trámites de ley, se dicta la sentencia que declara improbada la demanda de
cumplimiento de contrato, más pago de daños y perjuicios, bajo la siguiente fundamentación legal:
El contrato privado de anticresis firmado entre María Elena Oblitas Torrez por una parte en
su condición de propietaria del inmueble ubicado en la Calle José María de Velasco No. 1769 de la
Zona de San Pedro y Dimas Rodrigo Cruz Sánchez como anticresista, no cumple con los requisitos
de validez y formación de los contratos, en mérito a lo dispuesto por el Art. 1430 del Código Civil,
que exige la constitución del contrato de anticresis mediante documento público e inscripción en el
registro. En el caso, el documento privado que se acompañó, se trata de un documento que carece
de solemnidad, al no haberse suscrito en documento público, y no estar inscrito en la Oficina de
Derechos Reales, en consecuencia no puede surtir efectos dignos de tutela jurídica. Por otra parte,
señala, que por disposición del Art. 452 inc. 4) del Código Civil, los requisitos de formación de los
contratos, entre otros se requiere la forma de los contratos, siempre que sea legalmente exigible, y
en el caso que nos ocupa, las partes al momento de suscribir el contrato han soslayado el Art. 1430
del Código Civil, pues se requiere suscribirlo en documento público e inscribirlo en la oficina de
Derechos Reales, aspecto que no sucedió, pues no es posible que un documento privado, por mucho
que cuente con reconocimiento de firmas y rúbricas dentro de un proceso preliminar, se le otorgue
la calidad de documento público, porque desde su origen, el documento base de la acción carece de
todo valor jurídico, y mal puede demandarse cumplimiento de un contrato que adolece de defectos
de formación de los contratos. Consiguientemente se declaró improbada la demanda de
cumplimiento de contrato y se negó la devolución del monto de anticrético y el pago de daños y
perjuicios.
Frente a esta resolución, la parte actora interpone recurso de apelación contra la sentencia y
mediante Resolución No. 95/2007 se dicta auto de vista que revoca totalmente la sentencia y en su
mérito declara probada la demanda de cumplimiento de contrato, bajo los siguientes argumentos de
orden legal:
Evidentemente el contrato de anticresis debe ser celebrado en documento público para su
posterior registro en Derechos Reales según lo disponen los Arts. 452 num. 4) y 1430 del Código
Civil y ante el incumplimiento de las formalidades establecidas en la ley existe la posibilidad de
demandar la nulidad por falta de forma. Sobre este punto en especial, se precisó de que la nulidad
no opera de pleno derecho, como erróneamente señaló el juez a – quo por expresa disposición del
Art. 546 del Código Civil, lo que implica la presunción de legalidad y validez de todo acto jurídico
en tanto no exista sentencia judicial firme que declare la nulidad, siguiendo esos lineamientos es
plenamente posible en la vía de conocimiento (sea a través de un proceso sumario u ordinario)
demandar el cumplimiento en base a un contrato de anticresis porque no puede desconocerse la
existencia de las obligaciones recíprocamente asumidas por las partes por una supuesta nulidad que
no fue declarada en proceso, debiendo prevalecer la presunción de legalidad, porque lo contrario
daría lugar a un enriquecimiento ilícito.
El auto de vista al declarar probada la demanda dispone la devolución del monto entregado
dentro del tercer día hábil de ejecutoriado el auto de vista. (Ver Anexo N.- 4)
Se puede observar que en este caso el Juez de primera instancia se adscribe a una
concepción formalista, en cambio el de segunda instancia al principio de autonomía de la voluntad.
(Con este caso de observa que se aplica el principio de seguridad jurídica del anticresista)
Demanda de Resolución
Caso: Proceso sumario de Resolución de contrato seguido por Hermenegildo Tupa Quispe y
Elvira Yampara de Tupa contra María Bonifacio de Arcani
Proceso radicado en el Juzgado Primero de Instrucción en lo Civil de El Alto, en el cual mediante
Hermenegildo Tupa Quispe y Elvira Yampara de Tupa plantean demanda preliminar de
reconocimiento de firmas y rúbricas del documento privado de contrato de anticresis de fecha 29 de
octubre de 1999 celebrado con María Bonifacio de Arcani por la suma de $us. 1.000, y mediante
Resolución No. 1745/2003 se declaró legalmente reconocido en sus firmas y rúbricas, así como la
efectividad del documento.
Sobre la base de la medida preparatoria anterior, el actor formaliza demanda ejecutiva en
contra de la deudora propietaria María Bonifacio de Arcani, solicitando el pago de $us. 1.000.
Empero la demanda intentada es desestimada, en razón de que el documento privado acompañado
no tiene eficacia de título ejecutivo.
No obstante de la anterior acción ejecutiva intentada, los anticresistas nuevamente intentan
la recuperación del capital anticrético esta vez formalizando demanda sumaria de resolución de
contrato por incumplimiento más daños y perjuicios, señalando que a raíz de un contrato privado
de anticresis debidamente reconocido, él y su familia se hallaban viviendo desde el 1º. de
noviembre de 1999 hasta mayo de 2003 en que fueron echados del inmueble, al no permitirles el
ingreso a las habitaciones, no habiendo sido devueltos sus muebles y enseres ni el capital
anticrético, y que ya no habitan más en el inmueble de propiedad de la demandada, por lo cual al
amparo del Art. 568 del Código Civil demandan la resolución del contrato más pago de daños y
perjuicios, pidiendo la devolución de $us. 1.000 y $us. 500 por pago de daños y perjuicios.
Admitida la demanda y efectuados los trámites correspondientes se emite la Sentencia No.
1490/2005 por el cual se declara probada en parte la demanda disponiendo que la demandada María
Bonifacio de Arcani restituya la suma de $us. 1.000 a favor de los actores dentro de tercero día.
Sentencia que en sus fundamentos jurídicos destaca el Art. 519 y 520 del Código Civil acerca de
que el contrato tiene fuerza de ley entre las partes contratantes no puede ser disuelto sino por
consentimiento mutuo o por las causas autorizadas por ley, y que pese a la falta de forma en la
celebración del contrato de anticresis, este aspecto no fue reclamado por ninguna de las partes. En
caso de incumplimiento de sus obligaciones contractuales por una de las partes, la que cumplió las
suyas tiene la facultad de pedir judicialmente la resolución o el cumplimiento del contrato, el
contrato de anticresis es bilateral y al haber cumplido los anticresistas con su obligación de devolver
las habitaciones, corresponde a la propietaria devolver la suma recibida de $us. 1.000, porque lo
contrario significaría condenar a los demandantes anticresistas a verse privados de contar con el
capital suficiente para conseguir otra vivienda.
Contra la referida sentencia la demandada María Bonifacio de Arcani interpuso recurso de
apelación, el cual es resuelto mediante auto de vista No. 104/2006 que revoca totalmente la
sentencia de primera instancia declarando improbada la demanda, con el fundamento de que en el
tercer considerando de la sentencia el Juez a – quo manifiesta que la suscripción del contrato no
cumple con las formalidades exigidas por el Art. 491 inc. 3) del Código Civil, el mismo, no es
documento público por lo que se considera como nulo de conformidad al Art. 549 inc. 1 del Código
Civil, y que en el caso de autos el juez no aplicó la norma, dictando una sentencia con un
documento nulo.
En conclusión el anticresista, tras un largo y tortuoso proceso sumario que duró
aproximadamente cuatro años, no recuperó el capital anticrético demandado porque el Juez de
alzada aplicó de manera rigurosa los requisitos de formación del contrato de anticresis en cuanto a
las solemnidades que son exigidos por el Art. 1430 del Código Civil. (Ver Anexo N.- 5)
Demanda Ejecutiva
Caso: Proceso Ejecutivo seguido por Nancy Cronenbol Helguero contra Guido Montaño
Zabala sobre cobro de Dólares Americanos
Proceso radicado en el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Civil en el cual mediante memorial de
Fs. 7 acompañando documento privado de anticrético con reconocimiento de firmas y rúbricas
Nancy Cronembol Helguero incoa demanda ejecutiva en contra de Guido Montaño Zabala,
señalando que por el documento privado con reconocimiento de firmas y rúbricas que se constituye
título ejecutivo, consta que el demandado recibió la suma de $us. 3.000. Por concepto de contrato
anticrético de un departamento que le dio en el inmueble de su propiedad ubicado en la Zona de
Pampahasi de la ciudad de La Paz, cuya vigencia era de dos años, que empezó a correr desde el mes
de julio de 2005, plazo que ha fenecido y se ha devuelto al propietario el departamento sin haberle
restituido el capital por lo que se encuentra en mora, solicitando el pago de $us. 3.000 más intereses
legales, costas, daños y perjuicios, y la dictación del auto intimatorio. Ante lo cual mediante
Resolución No. 412/2008 se rechazó la demanda ejecutiva en razón de que el contrato de anticresis
acompañado, no cumple con los requisitos de fondo y de forma para constituir un título ejecutivo.
De fondo por carecer de exigibilidad y plazo vencido, y de forma por que el contrato no cumple con
lo establecido en el Art. 1430 del Código Civil, es decir no está constituido en documento público y
no se halla inscrito en la oficina de Derechos Reales para ser oponible a terceros. Es además un
contrato bilateral sinalagmático perfecto que produce obligaciones para ambas partes.
Esta resolución aplica de manera objetiva el Art. 1430 del Código Civil, exigiendo las
formalidades en la constitución del contrato de anticresis, siendo tan sólo un ejemplo de los cientos
de casos que se presentan a diario en los despachos judiciales, en los cuales no se admiten en la vía
ejecutiva obligaciones bilaterales que tienen origen en contrato de anticresis. En conclusión la
demanda ejecutiva no procede en base a un contrato de anticresis suscrito en documento privado
reconocido. (Ver Anexo N.- 6)
Demanda Ejecutiva con tercería de dominio excluyente
Caso: Demanda Ejecutiva seguida por Sebastián Carlos Cáceres Cari contra Tomas Poma
Poma con Tercería de dominio excluyente de Alberto Fernández Ballivián y Martha
Aldazosa de Fernández
Proceso radicado en el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Civil, en el cual mediante minuta con
reconocimiento de firmas y rúbricas Sebastián Carlos Cáceres demanda en contra de Tomás Poma
Poma en la vía ejecutiva el pago $us. de 7.500, dictándose el auto intimatorio No. 432/2004 y
posteriormente Sentencia No. 96/2005 por el cual se declara probada la demanda, disponiendo
proseguir con el trámite hasta el remate de los bienes propios del ejecutado tomas poma poma para
que con su producto se haga pago a sebastian carlos caceres cari de la suma de $us. 7.500, más
intereses y costas del proceso, sentencia que fue declarada ejecutoriada, en cuya consecuencia el
demandante solicitó las medidas previas al remate, así como el avalúo pericial, el cual fue cumplido
sobre el bien inmueble de propiedad del ejecutado ubicado en la calle valentín navarro no. 728 de la
zona el tejar de la ciudad de la paz con 673 mts.2 de superficie, y cumplidas las medidas previas, se
señala audiencia para el primer remate del bien inmueble objeto de garantía previa notificación a los
co – propietarios, Silverio, Marina Salome, y Gustavo Segundo Poma Linares. En cuyo mérito
Alberto Fernandez Ballivián y Martha Aldazosa de Fernandez interponen Tercería de dominio
excluyente en su calidad de anticresistas, arguyendo que suscribieron un contrato de anticresis
con la co-propietaria Marina Salome Poma Linares por la suma de $us. 10.000, teniendo en garantía
la anotación preventiva sobre el bien inmueble objeto de remate, solicitando el derecho de hacerles
pagar con preferencia a otros acreedores, adjuntando al efecto un testimonio de trámite sobre
anotación preventiva, folio real sobre el Derecho propietario del ejecutado en el que consta la
anotación preventiva efectuada por el tercerista y que fue ordenada por el Juez 14º de Partido en lo
civil. Tramitada la tercería se emite la resolución correspondiente declarando improbada la
tercería en razón de carecer de título que acredite el derecho propietario o de dominio sobre el bien
objeto de subasta y por no cumplir con las formalidades previstas en el Art. 1430 del Código
Civil.
En forma paralela, también se apersonan otros acreedores anticresistas: Mercedes Torrez
Mamani, Sandra Ferrufino Torrez, Maritza Quispe Ramos, Carlos Huallpa Rojas, Belia Ramos
Nacho, Juan Carlos Fernandez Apaza, Lourdes Carvajal Oviedo, Basilia Chura Choquehuanca y
otros señalando que tiene
en la calidad de anticresistas, empero no han podido efectuar el
contrato mediante escritura pública ni registrarlos en la oficina de Derechos Reales, exponiéndose a
ser perjudicados y expulsados de sus departamentos y tiendas en las que se encuentran en
posesión, adjuntando documentos privados de anticresis con reconocimiento de firmas y rúbricas.
El referido memorial no tuvo mayor consideración al no haber adjuntado escritura pública de
anticresis con el registro en Derechos Reales que pueda respaldar alguna tercería.
Posteriormente, mediante memorial de Fs. 344 se apersona Juan de Dios Mollisaca
Machaca, interponiendo tercería de derecho preferente al pago, señalando ser anticresista de
Tomás Poma Poma por la suma de $us. 8.000 dólares de una tienda del bien inmueble de propiedad
del ejecutado y que es objeto de subasta, adjuntando al efecto testimonio de la resolución sobre
reconocimiento de firmas y rúbricas de contrato de anticresis. La Tercería es desestimada por la
falta de pago del 5% del monto base de la subasta del bien inmueble y por no cumplir el contrato
con la formalidad prevista en el Art. 1430 del Código Civil.
De lo anterior, se concluye que en procesos ejecución, sólo es posible el reconocimiento del
derecho del tercerista que tiene calidad de acreedor anticresista, cuando ha suscrito el contrato con
todas las formalidades exigidas por ley, debiendo estar inscrita su acreencia en el Registro de
Derechos Reales, de lo contrario su derecho no es tutelado por el órgano jurisdiccional, como
ocurrió en el presente caso. Llama también la atención, la existencia de un sinnúmero de acreedores
anticresistas que no pueden reclamar tutela, en virtud de tener solamente documento privado
reconocido con anotación preventiva, los cuales se encuentran en situación de desamparo, al estar
imposibilitados de oponer tercerías, por carecer de escritura pública de constitución de anticresis
inscrito en Derechos Reales. (Ver Anexo N.- 7)
Demanda Coactiva con tercería de dominio excluyente
Caso: Demanda Coactiva seguida por Angélica Barrenechea Torrico contra Cuper Aguilera
Montecinos con Tercería de dominio excluyente de Graciela Elsa Callisaya de LLanos
Proceso radicado en el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Civil, en el que Angélica Gloria
Barrenechea Torrico plantea demanda coactiva en contra de Cuper Aguilera Montecinos en cuyo
mérito se pronuncia sentencia No. 969 /2002 declarando probada la demanda, disponiendo el pago
de $us. 4.000 y procederse al remate del bien inmueble otorgado en garantía hipotecaria.
Ejecutoriada la sentencia y efectuadas las medidas previas al remate, se señala audiencia de subasta,
en ese estado procesal se apersona Graciela Elsa Callisaya de Llanos interponiendo Tercería de
dominio excluyente señalando que el demandado Cuper Aguilera Montecinos, con anterioridad al
préstamo suscribió con su persona un contrato de anticrético por la suma de $us. 8.000
lamentablemente sólo mediante un documento privado, señala además que posteriormente y de
mala fe el propietario Cuper Aguilera obtuvo de Gloria Barrenechea un préstamo de dinero por el
que se sigue el proceso coactivo. Adjuntó al efecto documento privado de anticresis con
reconocimiento de firmas y rúbricas, interponiendo Tercería de dominio excluyente, pidiendo la
suspensión del remate. La Tercería es observada al no adjuntar la documentación que respalde su
derecho y el depósito bancario sobre el 5% de la base de la subasta. La observación no es subsanada
por la tercerista, por lo que continúa el proceso hasta el remate y adjudicación del inmueble objeto
de garantía del crédito a favor del acreedor, ordenándose el levantamiento de gravámenes
correspondientes a otras acreencias, ante lo cual nuevamente mediante memorial de Fs. 245 se
apersona la anticresista Graciela Elsa Callisaya de Llanos, adjuntando fotocopias legalizadas y folio
real, señalando que se opone a dicha determinación especialmente de los dos gravámenes existentes
sobre el inmueble de Cuper Aguilera, que le dio dolosamente en anticresis por el monto de $us.
8.000, haciendo conocer que por ninguna razón dejará el departamento mientras no le sea devuelto
el dinero entregado en calidad de anticresis.
De otro lado, a solicitud del acreedor y adjudicatario, mediante auto de Fs. 360 Vlta. se
ordena la entrega y desapoderamiento del bien inmueble que sirvió de garantía de la obligación,
auto que es objetado por la anticresista Graciela Elsa Callisaya de Llanos señalando de existiendo
contrato de anticresis en obrados, se halla ocupando el departamento adjudicado al demandante, el
inmueble no está ocupado por el ejecutado, sino por ella conjuntamente con su familia, advirtiendo
que no desocuparán el inmueble mientras el demandado (deudor y ex propietario del inmueble) no
le devuelva su dinero, señala además de que ha presentado su tercería, pero lastimosamente la
deuda de la ejecutante era anterior a su contrato y naturalmente tenía prioridad, por lo que pide se
considere su situación de anticresista y una vez que el demandado Cuper Aguilera le devuelva su
dinero, no tendrá objeción en devolver el departamento.
Esta solicitud no ha tenido mayor consideración por la autoridad jurisdiccional al no haber
demostrado la calidad de anticresista con documentación idónea, no tener calidad de parte, ni haber
ingresado en calidad de tercerista.
En conclusión, al igual que en el anterior caso, en este proceso existe una acreedora
anticresista Graciela Elsa Callisaya de Llanos, quien pese a tener documento privado reconocido y
haber seguido un proceso ordinario de cumplimiento de obligación en el Juzgado de Partido en lo
Civil obteniendo sentencia favorable, no ha podido recuperar su acreencia y tampoco puede
ingresar en calidad de tercerista, pues no cumple con el requisito esencial de tener instrumento
público y acreencia privilegiada, hasta el momento de la redacción de la presente investigación, ha
sido notificada para desocupar el bien inmueble objeto de garantía hipotecaria, para posteriormente
expedirse el mandamiento de desapoderamiento, sin tener la posibilidad de recuperar su capital
anticrético. (Ver Anexo N.- 8)
Es importante destacar que en todos estos procesos los actores más afectados son aquellos
acreedores anticresistas que ponen en juego su patrimonio familiar. Sin embargo el perjuicio no
sólo es de carácter económico, sino que al existir vulneración a su derecho habitacional, también se
están quebrantando otros derechos, como los que a continuación se detallan.
Derechos vulnerados a través de la aplicación rígida de la norma
El diagnóstico efectuado de la institución de la anticresis en la realidad boliviana, revela que existe
perjuicio económico y quebrantamiento de ciertos derechos inmanentes al ser humano, como son:
El Derecho a la Libertad
La libertad aparece, dentro de algunas teorías modernas del derecho, como uno de los derechos
subjetivos, originarios, que se adquieren simplemente por el nacimiento, es un derecho subjetivo
privado, ya que corresponde a los individuos como simples seres humanos para asegurarles el goce
del propio ser, físico y espiritual; es un derecho absoluto, en el sentido de su oponibilidad erga
omnes; es un derecho personal, extrapatrimonial, y es, finalmente, por razón de su misma
naturaleza, irrenunciable e imprescriptible.
Podría definirse a la libertad como la aptitud de obrar por sí, sin obedecer a ninguna fuerza o
motivo determinante. Es, como dice Kant, una causalidad cuyo primer momento es sólo causa, no
efecto de otra causa, todo lo que pertenece al orden de la libertad pertenece al orden de la razón.
Solamente es libre el hombre en cuanto ser racional y dispuesto a actuar como ser racional.
La libertad es concebida primariamente como autonomía o independencia, ésta autonomía o
independencia consiste en la posibilidad de regir sus propios destinos, sin interferencia de otros57.
En cuanto a la libertad jurídica, por su parte, se divide en la libertad para contratar, que es la
libertad para celebrar el contrato y con quien, y la libertad contractual, que es la libertad para fijar
los términos o contenido del contrato, es decir aquella facultad reconocida por el derecho positivo a
todo ciudadano, de poder celebrar negocios, contratos, convenios, pactos para satisfacer sus
necesidades, introduciendo los contenidos más diversos.
La libertad contractual tiene elementos como la soberanía de la voluntad y la fuerza
obligatoria de la voluntad, La primera referida a la voluntad para contratar, que se basta a sí misma,
sin necesidad del cumplimiento de formalidades. La fuerza obligatoria se refiere a que lo pactado
entre las partes tiene fuerza de ley en estas58.
El ordenamiento jurídico en materia de anticresis por su carácter formalista, otorga mayor
importancia al cumplimiento de las formas de manera rígida, vulnera el derecho a la libertad
contractual del anticresista, de poder realizar su voluntad a través de la celebración de un contrato.
El Derecho a la Dignidad
La dignidad no puede identificarse con un derecho fundamental, sino que todo derecho fundamental
tiene sentido en cuanto su concepto gira en torno a la dignidad de la persona, al desarrollo de la
personalidad, pero no sólo en un plano estrictamente individual, sino en su dimensión social, por
cuanto es el fundamento del orden político y de la paz social.
Dignidad humana significa la facultad que tiene toda persona de exigir de los demás, un
trato acorde con su condición humana, abarca las condiciones materiales básicas de existencia, es
decir, el mínimo vital de subsistencia como la alimentación, la salud, la vivienda, el trabajo, la
educación, la seguridad social, etc. para el desarrollo de la persona no sólo de manera individual,
sino como parte del núcleo familiar59.
Este derecho fundamental es vulnerado por el Art. 1430 del Código Civil, porque lo
subordina al cumplimiento de ciertas formalidades en la celebración del contrato, sin reconocer
efectos jurídicos a los contratos celebrados en documento privado, por lo cual el resultado es
adverso para el acreedor anticresista que a la finalización del plazo acordado, no logra recuperar su
capital, lo cual imposibilita el volver a acceder a una vivienda digna del ser humano y tener un nivel
adecuado de nivel de vida.
El Derecho a la Seguridad Jurídica
"La seguridad jurídica es la garantía dada al individuo, por el Estado, de que su persona, sus bienes
y sus derechos no serán violentados o que, si esto llegara a producirse, le serán asegurados por la
sociedad, protección y reparación. Dicho en otras palabras, según José Guillermo Metlich de la
Peña, la seguridad jurídica es la certeza que tiene el individuo de que su situación jurídica no será
modificada más que por procedimientos regulares, establecidos previamente"60.
El hombre posee una serie de derechos que le han sido reconocidos por el Estado. La
finalidad última del Estado es asegurar los medios para que las personas que habitan dentro de su
territorio gocen de la estabilidad y la seguridad de que sus facultades, posesiones y su persona, no
podrán ser violentados sino por procedimientos establecidos dentro de un sistema de derecho
positivo vigente, general, heterónomo y equitativo.
El Estado, como ente del poder público de las relaciones en sociedad, no sólo establece los
lineamientos y normas a seguir, sino que en un sentido más amplio tiene la obligación de establecer
"seguridad jurídica" al ejercer su poder político, jurídico y legislativo.
Esta seguridad jurídica no se proporciona al acreedor anticresista con la legislación boliviana
actual, cuya finalidad de otorgar seguridad jurídica al anticresista resulta una mera apariencia por el
excesivo formalismo en su constitución, que resulta inalcanzable para ciertos sectores sociales,
produciendo en la realidad efectos contrarios a los deseados. Esta inseguridad jurídica, se constata
con los innumerables casos de pérdida de su patrimonio, debido a la imposibilidad del
cumplimiento del Art. 1430 del Código Civil.
Daños y perjuicios socioeconómicos al patrimonio del anticresista
La vivienda desempeña un decisivo papel en la calidad de vida de las personas y conlleva, en la
mayoría de los casos, al acceso a servicios hoy considerados esenciales para alcanzar niveles
mínimos de bienestar; se puede afirmar que representa la principal inversión y el patrimonio más
importante de las familias de ingresos medio y bajo, por ello gran parte de la población muestra un
fuerte déficit habitacional, que se expresa en la carencia de vivienda propia, este aspecto incide en
la existencia de contratos bajo la modalidad de anticrético.
El contrato de anticresis celebrado con las exigencias descritas en el Art. 1430 del Código
Civil, crea efectos jurídicos para las partes contratantes que son reconocidos por Ley y otorga al
anticresista derechos, como el derecho de retención hasta que se le devuelva el capital, el derecho
de persecución que significa, ser pagado con el valor económico del bien a través del remate y el
derecho de preferencia que es el derecho a ser pagado con prioridad frente a otros acreedores, según
quien haya inscrito primero el título en Derechos Reales; sin embargo, los anticresistas que celebran
sus contratos en documentos privados, cuando acuden al órgano jurisdiccional, no pueden ejercer
ese derecho de retención, especialmente en los procesos de ejecución cuando se está rematando el
bien inmueble objeto de garantía de la obligación y paralelamente éste ha sido objeto del contrato
de anticresis, expidiéndose el mandamiento de desapoderamiento en contra del anticresista, al no
poder demostrar válidamente que se está en posesión del bien inmueble objeto de remate en base a
un contrato de anticresis, sufriendo en consecuencia un gran perjuicio económico al quedarse sin
vivienda y sin recuperar su capital anticrético, toda vez que no se reconoce ese derecho de
persecución, ni de preferencia sufriendo detrimento económico en su patrimonio, lo cual constituye
una gran injusticia contra aquel que ha entregado su capital, fruto del esfuerzo y ahorro de toda una
vida, y que injustamente ve que no se le reconoce sus derechos por no haber cumplido una mera
formalidad. A esto se suma los daños y perjuicios a los cuales se somete, por el tiempo dedicado al
proceso en sus diferentes instancias y los gastos concernientes a pago de honorarios de abogado y
gastos judiciales, que finalmente concluyen con un proceso con resultados totalmente
desfavorables, que inclusive llegan a afectar las buenas relaciones del grupo familiar.
3.2.3. La anticresis opción habitacional en detrimento
La anticresis como opción habitacional está estrechamente relacionado con el problema de la
vivienda en Bolivia, el cual, al ser abordado inicialmente desde el punto de vista constitucional, se
tiene que todas las Constituciones, desde la Primera Constitución Política del Estado hasta la actual
se ha establecido como el derecho fundamental de respeto a la dignidad humana, donde la vivienda
juega un rol fundamental, porque no se puede tener garantizada la existencia de la familia, como
célula de la sociedad sin una vivienda digna y confortable, una vivienda de acuerdo a las
exigencias de la vida en sociedad.
Ahora, el instituto de la anticresis, como contrato de garantías reales presta una gran
utilidad en la sociedad porque facilita a los contratantes a resolver sus problemas económicos de
dinero y habitacionales, al cual una cantidad considerable de personas se acoge, por las grandes
ventajas que conlleva; de una parte tener dinero sin intereses, y de la otra parte acceder a una
vivienda de forma inmediata sin tener que pagar renta alguna; sin embargo se han dado
experiencias negativas, principalmente en el acreedor anticresista que se ve imposibilitado de
recuperar el capital anticrético, o ejercer el derecho de retención que le confiere la ley, por defectos
formales en la suscripción del contrato, ha logrado una innegable desconfianza en la población de
llevar adelante este tipo de contratos, llegándose a equiparar a la anticresis como sinónimo de la
adquisición gratuita de problemas judiciales, es decir realizar un negocio que con lleva mucho
riesgo, y como consecuencia lógica esta institución, ha sufrido una desvalorización considerable en
la actualidad en la ciudad de La Paz.
3.2.4. Salvaguarda y protección del patrimonio económico del anticresista, por medio la
norma jurídica
En el contexto de la realidad boliviana, las solemnidades establecidas por el Art. 1430 del Código
Civil no llegan a cumplirse por diferentes factores enumerados en la presente investigación, en
consecuencia se puede llegar a afirmar que dicha norma no cumple su finalidad, cual es brindar
protección jurídica al contratante, porque esa norma jurídica no se ajusta a la realidad
socioeconómica boliviana, puesto que gran porcentaje de la población llega a constituir contratos
de anticresis por documento privado, de ahí la necesidad de adecuación de la norma a la realidad
boliviana con el establecimiento de una nueva propuesta de solución a cientos de casos, que se ven
enfrascados en la problemática de la anticresis, en la búsqueda de la realización teleológica de la
norma, cual es el lograr el respeto de la verdadera institucionalidad del contrato de anticresis, así
como el reconocimiento y vigencia plena de los derechos del acreedor anticresista y del deudor
propietario en procura de la salvaguarda y protección de su patrimonio.
Finalmente, habiendo descrito los aspectos teóricos y efectuado el diagnóstico de la
investigación, corresponde plantear la propuesta de investigación que es resultado del análisis e
investigación jurídica de acuerdo a la metodología antes descrita.
Capitulo III
Propuesta
Proyecto de ley de modificación de la anticresis
3.1. Fundamento filosófico
La filosofía tiene una tarea fundamental cual es interpretar la realidad desde la perspectiva de la
conciencia humana con un criterio universal, en esa tarea los valores tienen un papel trascendental,
los valores constituyen el punto de partida del mundo jurídico, y le dotan de una finalidad. Los
valores y el derecho tienen relación, pues dentro de los valores espirituales está lo justo e injusto,
como base de un orden jurídico objetivo, Hartmann, citado por Lino Rodriguez – Arias
Bustamante61. Señala que el derecho es un valor básico, una instancia protectora, no solo de los
valores inferiores sino que también de los superiores, ya que ningún valor cultural podrá florecer
mientras no estén seguros el cuerpo y la vida, la propiedad, la libertad personal, etc. Pues el derecho
nos viene a garantizar la seguridad proclamando la igualdad de todas las personas ante la ley.
El valor justicia, es el valor de realización esencial; sin embargo, está claro que no se puede llegar
a concretar una verdadera justicia sin otorgar seguridad jurídica a la ciudadanía, esto supone una
distribución de derechos de manera ordenada y armoniosa que viene a incidir en la conducta
humana social. El derecho ha de ser un instrumento para mejorar el orden social y económico, para
satisfacer las necesidades sociales y lograr la justicia, para ello la norma debe satisfacer las
necesidades individuales y contextualizarse a la sociedad, debe ser pragmática frente a la esterilidad
del formalismo jurídico, siguiendo de esta forma la orientación de las escuelas filosóficas que
corresponden a un nuevo momento histórico, como son el individualismo y el pragmatismo.
La justicia en virtud del principio a “cada uno lo suyo” que es vinculante y separante, que se
entiende tanto en su vocación personalista como en su vocación comunitaria, por ello es que la
justicia en cuanto vincula personas, “cree” en la libertad, en la autonomía, en la autodeterminación
del hombre. Por ello la justicia sobresale en la escala moderna de los valores, dado que ni el orden o
la legalidad poseen el carisma de lo justo. Esta preeminencia de que goza la justicia, es debido a que
reivindica la dignidad humana62.
3.2. Fundamento constitucional
El sistema constitucional se asienta sobre bases firmes que constituyen los valores y principios
constitucionales que tienen directa correspondencia con los derechos humanos. Estos valores
supremos son los ideales que una comunidad decide constituir como sus máximos objetivos a
desarrollar por el ordenamiento jurídico, es decir, los fines a los cuales pretende llegar. Por ello
determinan el sentido y finalidad de las demás normas y disposiciones legales que conforman el
ordenamiento jurídico del Estado63.
El Estado, a fin de lograr la concreción de esos valores supremos, que constituyen: el valor
igualdad, libertad, dignidad humana y valor justicia, llega a utilizar diferentes instrumentos
jurídicos, llega a positivizarlos en la Constitución a través del reconocimiento de los derechos
fundamentales y garantías constitucionales establecidos en la Constitución Boliviana a través de la
historia de las Constituciones que van desde el Constitucionalismo liberal hasta el
constitucionalismo social. Subsecuentemente, las demás leyes y disposiciones inferiores deben ir en
correspondencia y armonía con estos valores supremos.
La norma contenida en el Art. 1430 del Código Civil, de acuerdo a los casos verídicos
demostrados de la realidad socioeconómica Boliviana, quebranta los valores supremos enunciados,
principalmente al valor justicia, igualdad y dignidad humana, al desconocer la autonomía
contractual frente al excesivo formalismo, obteniendo un resultando adverso al deseado, pues se
convierte en instrumento de despojo del patrimonio del acreedor anticresista, tornando en injusta e
inequitativa la norma, reconociendo un enriquecimiento ilegítimo de una de las partes contratantes,
siendo menester la adecuación de la norma a la realidad social boliviana, en correspondencia al “
ideal de justicia” que es el fin de la norma.
3.3. Exposición de motivos
La necesidad de contextualizar el Art. 1430 del Código Civil, se remonta a la época de su
nacimiento a la vida jurídica con el Código Civil de 1975, toda vez que sus efectos adversos salen a
la luz al producirse las diferentes controversias judiciales en torno a la temática, a partir de la
década de los años 80, que dan origen a la jurisprudencia contradictoria, por la diversidad de
interpretación en las diferentes instancias judiciales, definiéndose por último en una posición
formalista que es la que está vigente en la actualidad.
En contraposición, la legislación extranjera existente en el orbe latino en cuanto a este tema,
en forma particular los Códigos Español, Brasileño, Venezolano y Ecuatoriano que son posteriores
al Código Civil Boliviano, prescinden del formalismo en la celebración del contrato de anticresis y
como consecuencia se adoptan medidas jurídicas pragmáticas que facilitan las relaciones entre
acreedor (anticresista) y deudor (propietario).
Las formalidades doctrinalmente se exigen con la finalidad de otorgar seguridad a las partes
y por ello el Art. 549 inc. 1 del Código Civil, sanciona con nulidad su inobservancia; empero, tal
solemnidad no ha cumplido su verdadero fin en la sociedad boliviana, no ha otorgado seguridad a
los contratantes, al no ajustarse a la realidad social y va en discrepancia con la costumbre y la
praxis, resultando un mero enunciado jurídico.
Se debe tener en cuenta además que las condiciones socioeconómicas que se traducen en la
extrema pobreza en que se vive en las ciudades bolivianas, particularmente en la ciudad de La Paz
con una alta densidad demográfica y un gran déficit de vivienda, hacen que el instituto de anticresis
esté plenamente vigente paliando sus efectos ante el decremento de la oferta habitacional.
La anticresis no obstante de constituir un sinónimo de solución al conflicto habitacional,
empero en si mismo conlleva un gran riesgo de pérdida patrimonial del capital anticrético, con la
consiguiente proliferación de conflictos judiciales, siendo necesario dar urgente solución alternativa
a tal problemática, con propuestas coherentes a la idiosincrasia de la sociedad boliviana.
El Estado boliviano ha pretendido dar respuesta a tal necesidad en el régimen contractual de
la anticresis, por medio del Proyecto de Reforma del año 2000 a cargo de la Comisión de Revisión
y Actualización del Código Civil, encabezado por el Ministro de Justicia y Derechos Humanos de
aquel entonces, Dr. Juan Antonio Chaín Lupo, que con apoyo de otros profesionales planteó la
reforma de los Artículos 1430, Art. 452 num. 3 y 491 num. 3, bajo el argumento de que en la gran
mayoría de los casos, las partes - propietarios y anticresistas – sea por burlar la obligación
impositiva o evitar la burocracia en lo administrativo, o para consumar la operación con sentido
práctico y oportuno, optaban por otorgarlo mediante documento privado y ni siquiera con el
reconocimiento voluntario o judicial de rigor, y que dada la circunstancia y la frecuencia con que la
anticresis se vio deformada con aquel sentido de universalidad material antes que jurídica, fijó en la
reforma que los contratos de anticrético, sin que se vea lesionado el interés fiscal, ni la intervención
de las autoridades correspondientes al caso, puedan ser celebrados por instrumento público o
privado reconocido64.
Se puede decir que este proyecto, además de ser una copia del Código Civil italiano, no da
solución integral a la problemática, que no solamente tiene su origen en evasión de una obligación
impositiva o administrativa, como se manifiesta, más al contrario su aplicabilidad pasa por factores
fundamentalmente económicos, de desconocimiento de la legislación, en la costumbre arraigada de
celebración de documentos privados en una gran parte de la población y en la carencia de
documentación de derecho propietario, por consiguiente la reforma proyectada da respuesta parcial
al conflicto.
Por lo que al pretender reformar la norma, es necesario dar solución integral a la
problemática, con la constitución de la anticresis mediante documento privado y su inscripción en
el registro correspondiente, y permitirá resolver las dificultades existentes, que se reflejará en los
alcances de la norma, conforme se detallará más adelante:
3.4. Enfoque jurídico
La actual legislación boliviana actual se afilia al formalismo en el tema del contrato de anticresis, en
contraposición, la propuesta de Ley se adscribe al principio de autonomía de la voluntad, que
tiene un doble fundamento: uno de carácter filosófico y otro de carácter económico. El fundamento
filosófico reposa en la teoría del individualismo; mientras que el fundamento económico se
encuentra en la corriente del liberalismo65.
Alessandri define la autonomía de la voluntad como "la libertad de que gozan los
particulares para pactar los contratos que les plazcan, y de determinar su contenido, efectos y
duración", y señala que esta voluntad es soberana, que el contrato nace del acuerdo de voluntades66.
Para Francesco Messineo una de las varias acepciones del principio de autonomía de la
voluntad o libertad contractual, de acuerdo a las cuales dicho principio implica que a ninguna de las
partes del contrato pueda imponer unilateralmente a la otra el contenido de las obligaciones que lo
conforman, pues el contrato debe ser fruto de un acuerdo previo entre las partes67.
Por su parte, López Santa María, señala que "El principio de la autonomía de la voluntad
es una doctrina de filosofía jurídica según la cual toda obligación reposa esencialmente sobre la
voluntad de las partes. Esta es, a la vez, la fuente y la medida de los derechos y de las obligaciones
que el contrato produce"68.
Es así como la autonomía de la voluntad se funda en los principios propios de la Ilustración
de la libertad y la igualdad llevados al plano jurídico, que se traduce en la igualdad y libertad
jurídica de las partes., porque los pilares del derecho, están referidos al valor supremo igualdad y
libertad, que la norma fundamental del Estado y el ordenamiento jurídico positivo reconoce a todo
ciudadano, siempre que esta libertad contractual no vaya contra la ley, el orden publico y las buenas
costumbres69. Esta autonomía de voluntad, no es otra cosa que la expresión de lo querido, al ámbito
externo orientado a producir efectos jurídicos que el ordenamiento jurídico los reconoce como
idóneos y aptos para generar efectos jurídicos, y el Estado lo único que hace es reconocerle validez,
eficacia y trascendencia, cuando las partes con su voluntad pueden definir el contenido, la forma y
el modo del acto, la sola voluntad es capaz de producir efectos jurídicos70.
Hoy en día la autonomía de la voluntad es la regla, no se precisa formalidades y
solemnidades porque el consentimiento es capaz de producir efectos jurídicos bajo la idea de “pacta
sunt servanda”, los pactos aunque nudos deben y tienen que cumplirse.
3.5. Alcances de la norma
La reforma del artículo 1430 del Código Civil Boliviano dará solución integral a la problemática en
estudio en lo siguiente:
 El principio de la autonomía de la voluntad antes que el ritualismo en la formación del contrato
otorgará un enfoque privado al instituto objeto de estudio y modificación, porque el contrato de
anticresis pasa de ser Ad solemnitatem a ser Ad probationem, es decir sólo para efectos de
prueba en caso de existir controversia judicial.
 La norma propuesta estará en perfecta correspondencia de la realidad y con la costumbre
arraigada de la población, considerando a la costumbre como fuente del Derecho.
 La norma puesta a consideración dará aplicación al principio de gratuidad en la inscripción del
contrato en el Registro de Derechos Reales, a fin de que tenga oponibilidad frente a terceros, sin
que represente óbice alguno el haberse constituido mediante documento privado, aspecto último
que está en concordancia con el Art. 1542 inc. 3) del Código Civil y el Art. 5 del D.S. 27957
Decreto Reglamentario de la Ley de Derechos Reales.
 La proposición normativa logrará el cumplimiento voluntario del contrato, con la consiguiente
desjudicialización de las relaciones jurídicas emergentes del contrato de anticresis que
repercutirá en el descongestionamiento del aparato jurisdiccional.
 Dará solución al problema socioeconómico - habitacional de las clases empobrecidas y carentes
de vivienda propia que acuden a esta figura jurídica al otorgarles mayor seguridad jurídica en el
reconocimiento de sus derechos.
 Se uniformará la jurisprudencia y eliminará la existencia de fallos contradictorios sobre le tema
de la anticresis en la administración de justicia.
3.6. Anteproyecto de Ley
Anteproyecto de ley de reforma al código civil
Libro quinto del título segundo capítulo IV sección tercera de la anticresis y libro tercero
parte segunda título primero capitulo segundo, sección quinta de la forma de los contratos
Art. 491. Contratos y actos que deben celebrarse por documento público. (Modificado)
Deben celebrarse por documento público:
 La donación, excepto la donación manual
 La hipoteca voluntaria
 La subrogación consentida por el deudor
 Los demás actos señalados por Ley
Art. 1430. Constitución por documento público. El contrato de anticresis se constituye a través
de documento privado reconocido y surte sus efectos respecto a terceros desde el momento de su
inscripción en el registro de Derechos Reales en forma gratuita. (Modificado)
Conclusiones y recomendaciones
Conclusiones
Después de haber llevado a cabo una serie de pasos metodológicos y sistemáticos en torno a la
investigación se presentarán a continuación las conclusiones de la investigación.
Primera.- Como principal conclusión y como verificación de la idea a defender de la investigación
se concluye que las formalidades y solemnidades que son exigidas por Ley para la anticresis, en la
actualidad generan consecuencias jurídico-sociales negativas al acreedor anticresista que hacen
inaplicable la norma a la realidad nacional.
Segunda.- Se ha determinado como objetivo específico de la investigación el describir la
orientación jurisprudencial y lineamientos de la temática de la anticresis en Bolivia, la cual fue
cumplida a través de la revisión documental, que llega a distinguir la jurisprudencia ordinaria en
tres orientaciones: La primera formalista con una radicalidad extrema al desconocer absolutamente
los efectos jurídicos de un contrato de anticresis suscrito sin cumplir con las formalidades
establecidas por el Art. 1430 del Código Civil. La segunda posición ecléctica, que no reconoce
efectos jurídicos al contrato de anticresis suscrito mediante documento privado reconocido, en los
procesos ejecutivos; empero le otorga efectos jurídicos que deben ser demostrados en procesos de
conocimiento mediante acciones de cumplimiento, nulidad o resolución de contrato. La tercera
posición, reconoce efectos jurídicos a un documento privado reconocido, protocolizado e inscrito en
la oficina de Derechos Reales, aplicando la teoría de la autonomía de la voluntad.
De las tres orientaciones antes descritas la posición mayoritaria y más difundida en la
jurisprudencia, es la formalista que predomina en la Corte Suprema de Justicia por lo cual los
resultados de los fallos en recurso de casación de acreedores anticresistas que sustentan su acción en
un documento privado es adverso a sus intereses, declarándolos infundados, llegándose a concluir
que la posición legalista, desconoce la problemática social que genera la aplicación del Art. 1430
del Código Civil.
Tercera.- Se ha determinado como objetivo específico de la investigación el realizar un análisis
comparativo de la legislación comparada para conocer la posición que adoptan otros países con
relación al tema de investigación, llegándose a concluir de que existen tres sistemas: el formalista,
ecléctico y no formalista, de los cuales Bolivia y el Perú forman parte del sistema formalista,
llegando a establecer de manera taxativa la formación del contrato de anticresis mediante escritura
pública, siendo causal de nulidad del contrato la omisión de este requisito. Entre los países que no
exigen formalidades para la constitución del contrato de anticresis están Brasil y Venezuela, y
dentro del sistema ecléctico, se encuentra la legislación Italiana que exige la celebración del
contrato en documento público o privado. Asimismo, llama la atención la existencia de países como
Alemania y México que han eliminado de sus legislaciones el contrato de anticresis.
Cuarta.- Se ha determinado como objetivo específico el establecer las causas más relevantes por
las cuales no se cumple con las formalidades exigidas por ley en la anticresis, la cual fue cumplida a
través de la técnica de la encuesta dirigida esencialmente a magistrados del área civil, que permite
conocer las siguientes causas: aspectos económicos, de desconocimiento de la norma, la costumbre
y la carencia de documentos sobre derecho propietario.
Quinta.- Se ha propuesto como objetivo específico de investigación, conocer y explicar las
consecuencias jurídico sociales que hacen inaplicable el carácter solemne del contrato de anticresis,
el cual fue cumplido, al haberse obtenido datos cuantitativos de 12 Juzgados de Instrucción en lo
Civil del Distrito de La Paz, del cual se puede concluir que de un total de 436 casos relacionados
con la problemática de la anticresis en la última gestión, en primer orden están los procesos de
ejecución, y dentro de los procesos de conocimiento (sumarios) están los procesos de cumplimiento
de contrato, acciones de nulidad de contrato y finalmente los procesos de resolución de contrato. De
lo que se concluye la existencia de alta incidencia de acreedores anticresistas que acuden al órgano
jurisdiccional a fin de lograr la protección de sus derechos, situación que permite inferir, que gran
parte de estas demandas terminan denegando la pretensión, por no cumplir con las formalidades que
establece el Art. 1430 del Código Civil.
Sexta.- Se propuso como objetivo específico de la investigación, el explicar las consecuencias
jurídico sociales que hacen inaplicable el carácter solemne del contrato de anticresis, que fue
cumplida a través de la encuesta a magistrados, permitiendo conocer la posición jurídica que
adoptan los administradores de justicia en primera instancia, respecto a la interpretación del Art.
1430 del Código Civil, tanto en procesos de conocimiento y de ejecución, que se puede clasificar de
la siguiente manera: a) posición formalista y b) autonomía de la voluntad, y los tribunales
superiores mantienen similar interpretación con criterios dispares en su aplicación.
Por otra parte los jueces revelan dos posiciones antagónicas sobre la aplicabilidad de la
norma establecida en el Art. 1430 del Código Civil en el contexto nacional, y concretamente en la
realidad social de la ciudad de La Paz, señalando que la norma no es aplicable a la realidad
nacional, y la otra posición, adversa en el sentido de que si se adecua al contexto social.
En cuanto a la opinión que manifiestan los jueces respecto a la modificación del Art. 1430
del Código Civil, se encuentran dos tipos: la primera, que no se requiere modificación y la segunda,
que requiere modificación respetando la voluntad de las partes ante la necesidad de adecuación a la
realidad social.
Séptima.- Se propuso como objetivo específico de la investigación el explicar las consecuencias
jurídico sociales que hacen inaplicable el carácter solemne del contrato de anticresis, el cual fue
cumplido a través del estudio de casos reales, llegando a la conclusión de que las consecuencias son
negativas para el contratante, especialmente cuando tiene que acudir al órgano jurisdiccional,
ocasionándole pérdida de tiempo y dinero, principalmente tratándose del acreedor anticresista, cuya
pretensión de recuperar su capital se ve insatisfecha al rechazarse la demanda por la imposibilidad
de demostrar válidamente su derecho, por el incumplimiento de las formalidades establecidas en la
ley.
Octava.- El contrato de anticresis celebrado sin las exigencias descritas en el Art. 1430 del Código
Civil, no crea efectos jurídicos para las partes contratantes, menos el derecho de retención, de
preferencia, de persecución o derecho a ser pagado con prioridad al anticresista, especialmente en
los procesos de ejecución, sufriendo en consecuencia el anticresista un gran perjuicio económico en
su patrimonio al ser objeto de desapoderamiento, quedarse sin vivienda y sin recuperar su capital
anticrético.
Recomendaciones
Las recomendaciones que a continuación se efectúan son resultado de la consideración de los
fundamentos teóricos y ante todo el diagnóstico de la investigación. Se podría decir que aquéllos
rebasan las expectativas que la investigación consideraba en un principio, tal como se indica
seguidamente.
Primera.- Se recomienda a los magistrados del área civil de las diferentes instancias, procurar
entender al instituto de la anticresis en su sentido jurídico social, en búsqueda de la realización de la
justicia frente a la aplicación fría de la norma en la resolución de las controversias sometidas a su
conocimiento.
Segunda.- Los administradores de justicia, deberán emitir pronunciamientos a través de diferentes
estudios y publicaciones jurídicas sobre la problemática de la anticresis, en búsqueda de encontrar
soluciones inmediatas.
Tercera.- Los Colegios de Abogados, deberán organizar eventos para la discusión de la
problemática entre los colegiados, a fin de que los abogados presten una mejor orientación y
asesoramiento al mundo litigante.
Cuarta.- La ciudadanía, deberá tomar conciencia de la importancia y significación de la
celebración de los contratos de anticresis, acudiendo al asesoramiento de un abogado especialista en
la materia, a fin de obtener la garantía necesaria en la recuperación de su patrimonio.
Quinta.- Las autoridades del Órgano Judicial y de Derechos Reales deberán diseñar políticas
públicas para coadyuvar y simplificar la tramitación de inscripciones de los contratos de anticresis
en la oficina de Derechos Reales con el fin de que otorgar oponibilidad frente a terceros.
Sexta.- Los lectores y usuarios de la presente investigación deberán aportar con las críticas y
recomendaciones a fin de profundizar y continuar con la indagación, exploración y estudio de la
problemática de la anticresis.
Séptima.- Las autoridades del Órgano Judicial deberán incentivar la difusión y análisis de la
presente investigación a fin de su presentación como proyecto de Ley al Poder Legislativo en la
búsqueda de la modificación urgente del Art. 1430 del Código Civil.
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Un Instituto Vigente. Editorial Universidad S.R.L.
8. Augusto G. Lapa Lozano La vigencia actual del contrato de anticresis en el Perú con incidencia
del estudio en la ciudad de Huaraz. 2002.
9. Ripert y Boulanger. Derecho Civil T. VII, págs. 46 y siguientes
10. Marin Perez, Pascual: Derecho Civil Volumen III Derechos Reales y Derechos Registral.
Editorial Tecnos. Madrid – España. 1984. Pág. 242.
11. Del Castillo Carlos Max. Código Civil Santa Cruz. Compilado por Editorial Popular de Germán
G. Villamor La Paz. Bolivia. 1945. Cuarta Edición Pág. 296 – 297.
12. Serrano Torrico, Servando: Código Civil Boliviano promulgado el 6 de agosto de 1975. D.L.
No. 12760 de 8 de agosto de 1975. Editorial Serrano Ltda. Cochabamba – Bolivia. S.A. p. 346 –
347.
13. Datos obtenidos de Diplomado en Derecho Civil – UDABOL, Clase magistral del Dr. José
Cesar Villarroel Bustios, La Paz – Bolivia. 29 noviembre de 2003
14. Villarroel Bustios, José César: Ibidem al 14 de p. 15..
15. Datos obtenidos de la Cátedra en Derecho Civil III Contratos Universidad Mayor de San
Andrés, Clase magistral del Dr. José César Villarroel Bustios, La Paz – Bolivia. 12 de febrero
de 2005.
16. Ibídem. Al 14 p.15
17. Ibidem al 16 p. 17.
18. Marin Pérez, Pascual: Derecho Civil Volumen III Derechos Reales y Derechos Registral.
Editorial Tecno. Madrid – España. 1984. Pág. 245
19. Villarroel Claure, Ramiro: Fundamentos de Derecho Notarial y Registral, Editorial Alexander.
Cochabamba - Bolivia. 2005. Pág. 125
20. Datos obtenidos de Diplomado en Derecho Civil – UDABOL, Clase magistral del Dr. José
Cesar Villarroel Bustios, La Paz – Bolivia. 29 noviembre de 2003
21. http://www.cch.unam.mx/sacademica/historicos/derecho/frame2/otrosf7.htm consultado el 14
de enero de 2009
22. http://www.cch.unam.mx/sacademica/historicos/derecho/frame2/otrosf7.htm consultado el 14
de enero de 2009
23. Kaune Arteaga, Walter: Curso de Derecho Civil. Teoría General de los Contratos. Edit.
Comunicaciones El País. La Paz, Bolivia 2001. Pág. 89, 90.
24. Morales Guillén, Carlos: Código Civil Concordado y Anotado. Cuarta Edición. Tomo II.
Editorial Gisbert.1994. pág. 1841
25. Datos obtenidos de Diplomado en Derecho Civil – UDABOL, Clase magistral del Dr. José
Cesar Villarroel Bustios, La Paz – Bolivia. 29 noviembre de 2003
26. Calderón Saravia, Marcelo: Diccionario de Jurisprudencia Materia Civil. Primer Tomo.
Editorial Producciones Gráficas Ltda. La Paz – Bolivia. 1987. p. 304.
27. Calderón Saravia, Marcelo: Diccionario de Jurisprudencia Materia Civil. Primer Tomo.
Editorial Producciones Gráficas Ltda. La Paz – Bolivia. 1987. p. 308 – 309.
28. Morales, Guillén Carlos, Código Civil Concordado y Anotado, Segunda Edición, Editorial
Gisbert, La Paz - Bolivia, 1993.
29. Calderón Saravia, Marcelo: Diccionario de Jurisprudencia Materia Civil. Primer Tomo.
Editorial Producciones Gráficas Ltda. La Paz – Bolivia. 1987. p. 310 – 311.
30. Calderón Saravia, Marcelo: Diccionario de Jurisprudencia Materia Civil. Primer Tomo.
Editorial Producciones Gráficas Ltda. La Paz – Bolivia. 1987. p. 312 – 313.
31. http://suprema.poderjudicial.gov.bo. Consultado en fecha 2 de julio de 2008
32. http://suprema.poderjudicial.gov.bo. Consultado en fecha 2 de julio de 2008
33. José Luis Paredes Oblitas. Diccionario de Jurisprudencia Constitucional. Segunda Edición.
Area Civil y Comercial. Imprenta Alexander. Cochabamba Bolivia. 2008 Pág. 6 – 7.
34. http://suprema.poderjudicial.gov.bo. Consultado en fecha 2 de julio de 2008
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36. Calderón Saravia, Marcelo: Diccionario de Jurisprudencia Materia Civil. Primer Tomo.
Editorial Producciones Gráficas Ltda. La Paz – Bolivia. 1987. p. 302.
37. http://suprema.poderjudicial.gov.bo. Consultado el 2 de julio de 2008
38. Eclecticismo. (De ecléctico). m. Modo de juzgar u obrar que adopta una postura intermedia, en
vez de seguir soluciones extremas o bien definidas.
39. http://suprema.poderjudicial.gov.bo. Consultado el 2 de julio de 2008
40. http://www.cajpe.org.pe/rij/bases/legisla/peru/codciv.htm consultado el 2 de julio de 2008
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42. http://www.scribd.com/doc/334247/Novo-codigo-civil-Brasileiro. consultado el 2 de julio de
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43. http://www.biblioteca.jus.gov.ar/codigocivilecuador.html consultado el 2 de julio de 2008
44. http://www.ucm.es/info/civil/jgstorch/leyes/cc_ consultado el 2 de julio de 2008.
45. http://www.cajpe.org.pe/rij/bases/legisla/venezuel/ve20a.HTM consultado el 2 de julio de 2008.
46. Garrido, Cordobera Lidia. La anticresis un instituto vigente. Editorial Universidad, Buenos
Aires, 1986 pág. 12.
47. http://www.solon.org/Statutes/Mexico/Spanish/cc-libro4.html consultado el 2 de julio de 2008.
48. http://www.cajpe.org.pe/rij/bases/legisla/peru/codciv.htm consultado el 2 de julio de 2008
49. Parajeles, Gerardo: Lineamientos del Moderno Proceso Civil. Caso Bolivia I Parte. Sucre Bolivia 2000. Pág. 39 – 40.
50. Martínez Cavero, Rosa: Leccionario de Derecho Civil. Instituto de la Judicatura de Bolivia,
Programa de Selección y Capacitación para el Ingreso a la Carrera Judicial. Sucre – 2002, p. 45.
51. Castellanos Trigo, Gonzalo: Proceso Ordinario, Sumario y Sumarísimo. Edit. Talleres Gráficos
Gaviota del Sur S.R.L. Tarija. Bolivia 2008. Pág. 56 – 57.
52. Prieto Melgarejo, Kenny: De la Nulidad y Anulabilidad del Acto Jurídico. Programa de
Capacitación y Actualización Permanente. Instituto de la Judicatura de Bolivia. Curso: Eficacia
de contratos, La Paz – Bolivia. 8 – 10 de mayo de 2003, p. 5 – 10.
53. Castellanos Trigo, Gonzalo. Procesos de Ejecución. Edit. Luis de Fuentes. Tarija - Bolivia.
2005. P. 9 – 11.
54. Martínez Cavero, Rosa: Leccionario de Derecho Civil. Instituto de la Judicatura de Bolivia,
Programa de Selección y Capacitación para el Ingreso a la Carrera Judicial. Sucre – 2002, p. 45.
55. Castellanos Trigo, Gonzalo. Procesos de Ejecución. Edit. Luis de Fuentes. Tarija Bolivia. 2005.
p. 167 -168.
56. Castellanos Trigo, Gonzalo. Procesos de Ejecución. Edit. Luis de Fuentes. Tarija Bolivia. 2005.
p. 167 -168.
57. Kant, Inmanuel. Filosofia de la Historia. Editorial Nova. Buenos Aires. s.a. pág. 28 - 29
58. Patricio Álvarez, Cercano chile Revista Chilena De Derecho Informático No. 3 diciembre de
2003.http://www.derechoinformatico.uchile.cl/CDA/der_informatico_simple/0,1493,SCID%25
3D14402%2526ISID%253D507%2526PRT%253D14333,00.html consultado el 13 de enero de
2009
59. Curso de Capacitación el Juez y la Constitución. Instituto de la Judicatura de Bolivia. La Paz –
Bolivia. 11 y 12 de agosto de 2003.
60. José Guillermo Metlich de la Peña. Seminario de Investigación. Maestría en Derecho Fiscal y
Administrativo. Facultad de Contaduría y Administración. Universidad Autónoma de Coahuila.
Torreón, Coahula, México. Abril de 2005. guillermo_metlich[arroba]hotmail.com. . Consultado
en fecha 24 de enero de 2009.
61. Filosofía y Filosofía del Derecho. Editorial Temis. Bogotá – Colombia 1985 pág.144
62. Idem al 61. Pág. 61
63. Curso de Capacitación el Juez y la Constitución. Instituto de la Judicatura de Bolivia. La Paz –
Bolivia. 11 y 12 de agosto de 2003.
64. Anteproyecto del Código Civil Boliviano Reformado. República de Bolivia. Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos. La Paz – Bolivia. 2000.
65. Larroumet, Christian. Teoría General del Contrato. Vol. I. Editorial Temis. Santa Fe de Bogotá.
1993. Págs. 85-105.
66. Alessandri, Arturo. "De los contratos". Editorial Jurídica de Chile, p. 11.
67. Messineo, Francesco. Doctrina General del Contrato. Tomo I. Ediciones Jurídicas EuropaAmérica. Buenos Aires. 1952. Págs. 16 y 17.
68. López Santa María, Jorge. "Los Contratos. Parte General". Tomo I, Editorial Jurídica de Chile.
Segunda Edición actualizada, Santiago, 1998, p. 233.
69. Cercano Alvarez, Patricio. chile Revista Chilena de derecho informático No. 3 diciembre de
2003.
70. http://www.derechoinformatico.uchile.cl/CDA/der_informatico_simple/0,1493,SCID%253D14
402%2526ISID%253D507%2526PRT%253D14333,00.html consultado el 13 de enero de 2009.
Lista de anexos
Condición de la vivienda según año. INE 2001
Visión horizontal de la tesis
Encuesta aplicada a Magistrados del área civil
Caso: Proceso sumario de Cumplimiento de contrato seguido por Dimas Rodrigo Cruz Sánchez contra
María Elena Oblitas Torrez
Caso: Proceso sumario de Resolución de contrato seguido por Hermenegildo Tupa Quispe y Elvira
Yampara de Tupa contra María Bonifacio de Arcani
Caso: Proceso Ejecutivo seguido por Nancy Cronenbol Helguero contra Guido Montaño Zabala sobre
cobro de Dólares Americanos
Caso: Demanda Ejecutiva seguida por Sebastián Carlos Cáceres Cari contra Tomas Poma Poma con
Tercería de dominio excluyente de Alberto Fernández Ballivián y Martha Aldazosa de Fernández
Caso: Demanda Coactiva seguida por Angélica Barrenechea Torrico contra Cuper Aguilera
Montecinos con Tercería de dominio excluyente de Graciela Elsa Callisaya de LLanos
Anexo Nº 1
Condición de la vivienda según año. INE 2001
2002 2003(p)
Vivienda
Tenencia de la vivienda
Bolivia
Alquilada
Propia (2)
En contrato anticrético y mixto
Cedida por servicios
Cedida por parentesco
Otro
1999
2000
2001
100,00
13,86
65,49
4,74
4,20
10,61
1,11
100,00
15,36
64,35
5,29
3,51
11,02
0,47
100,00
14,66
63,41
5,53
4,31
11,47
0,62
100,00
15,00
64,40
4,40
4,70
11,00
0,50
100,00
14,47
66,10
2,92
4,84
11,39
0,27
Área Urbana
Alquilada
Propia (2)
En contrato anticrético y mixto
Cedida por servicios
Cedida por parentesco
Otro
100,00
20,32
54,42
7,49
2,80
13,54
1,42
100,00
22,08
52,91
8,09
2,68
13,77
0,46
100,00
21,12
51,29
8,71
3,24
14,76
0,88
100,00
21,60
53,00
6,70
3,80
14,40
0,50
100,00
20,76
55,59
4,48
3,79
15,25
0,13
Área Rural
100,00 100,00 100,00 100,00 100,00
Alquilada
2,99
3,64
4,09
3,90
3,53
Propia (2)
84,11 84,27 83,28 83,70 84,36
En contrato anticrético y mixto 0,11
0,41
0,31
0,40
0,22
Cedida por servicios
6,54
4,95
6,05
6,20
6,67
Cedida por parentesco
5,68
6,24
6,08
5,30
4,69
Otro
0,57
0,49
0,20
0,50
0,52
Fuente: Instituto Nacional De Estadística
(1) Incluye locales no destinados para habitación.
(2) Incluye las viviendas que se encuentran en proceso de pago.
Descripción
La Paz
Bolivia
630.072
Propia
68,68
Alquilada
15,52
Contrato anticrético
4,80
Contrato Mixto
0,36
Cedida por servicios
2,39
Cedida por parientes y/o amigos
7,08
Otros
1,17
Área urbana
398.884
Bolivia
Propia
55,71
Alquilada
22,63
Contrato anticretico
7,47
Contrato mixto
0,46
Cedida por servicios
2,35
Cedida por parientes y/o amigos
9,76
Otros
1,62
Área rural
231.188
Bolivia
Propia
91,07
Alquilada
3,27
Contrato anticrético
0,19
Contrato mixto
0,18
Cedida por servicios
2,46
Cedida por parientes y/o amigos
2,45
Otros
0,39
Fuente: INE documento país Bolivia abril de 2007
Anexo Nº 2
Visión horizontal de la tesis
Interrogantes
Científicas o
variables
si
trabaja
hipótesis.
las
se
con
¿Cuáles
son
las
consecuencias
jurídicas-sociales que
genera un contrato de
anticresis celebrado
entre
partes
sin
cumplir
con
las
formalidades
y
solemnidades
exigidas por Ley?
Resultados
Métodos o indagaciones
(aportes teórico,
Tareas
de
la empíricas o teóricas.
práctico)
o
investigación.
Declarar en cada una la
novedad
del
población y la muestra
tema.
1) Definir y establecer el
Conocer
el
instituto del anticresis, en
instituto de la
cuanto sus características,
El Método de la revisión anticresis,
en
elementos,
efectos,
documental
cuanto
sus
obligaciones
y
otros
El
Método
de
la características,
aspectos teóricos más.
Sistematización
elementos,
efectos,
obligaciones
2) Describir la orientación
jurisprudencial sobre la
anticresis con el fin de
conocer los lineamientos
adoptados
por
administradores
de
justicia.
3) Establecer las causas
más relevantes por las
cuales no se cumple con
las formalidades y
solemnidades exigidas por
Ley, en la anticresis.
Se conoce los
lineamientos
El Método de la revisión tendencias
documental
jurídicas respecto
a la orientación
jurisprudencial
El Método de la revisión
documental
El método de la encuesta
Población 45 jueces en
materia civil se tomara al
26% de jueces
Se conoce el
criterio jurídico
respecto
al
contrato
de
anticresis de 12
jueces
Estructura del informe por capítulos o
epígrafes.
Capitulo I
1.1.El instituto de la anticresis
1.2.Evolución histórica
1.3.Características de la anticresis
1.4.Ubicación de la anticresis en los contratos
1.5.Elementos esenciales a la existencia y
validez de la anticresis
1.6.Extinción del contrato de anticresis
Capitulo II
2.1. Orientación de los autos supremos
2.2. La ratio decidendi
2.3 Discusión de Línea jurisprudencial en
general
Capitulo III
3.1. Conocimiento de los motivos y razones
por los cuales no se perfecciona en contrato de
la anticresis, desde la perspectiva de los jueces.
3.2. Incidencia y tipología de procesos en los
juzgados
3.3.. Posición jurídica respecto a la
interpretación del Art. 1430 del CPC
3.4. Opinión respecto a la modificación del
Interrogantes
Científicas o
variables
si
trabaja
hipótesis.
las
Tareas
de
se
investigación.
con
Resultados
Métodos o indagaciones
(aportes teórico,
la empíricas o teóricas.
Estructura del informe por capítulos o
práctico)
o
Declarar en cada una la
epígrafes.
novedad
del
población y la muestra
tema.
Art. 1430 de la Sección III del CPC. 491 Inc.
3ro
4) Explicar el daño y
consecuencias
jurídicasociales
que
hacen
inaplicables a la norma de
la anticresis.
El Método de la revisión
documental
Se han revisado y
4 casos del Juzgado 8vo de estudiado 4 casos
instrucción en lo civil
5) Realizar un análisis
comparativo por medio de
la legislación comparada,
para conocer la posición
que adoptan otros países
con relación al tema de
investigación.
Capitulo IV
4.1.Doctrina sobre los tipos de procesos que da
origen en contrato de anticresis
4.2.Demandas y sentencias como muestra de la
orientación jurídica
4.3.Daños y perjuicios económicos al
patrimonio del anticresista
4.4. La anticresis opción habitacional en
detrimento
4.5.Salvaguarda y protección del patrimonio
económico del anticresista, por medio la
norma jurídica.
Capítulo V
5.1. Criterios metodológicos
El Método de la educación Se conoce la 5.2. Sistema romano-germánico
o legislación comparada
posición jurídica 5.3. Sistema Anglosajón
El
Método
de de
diferentes 5.4. Discusión de semejanzas y contrastes de
Modelación:
países
las legislaciones sobre el tema de la anticresis.
Interrogantes
Científicas o
variables
si
trabaja
hipótesis.
Resultados
Métodos o indagaciones
(aportes teórico,
la empíricas o teóricas.
práctico)
o
Declarar en cada una la
novedad
del
población y la muestra
tema.
6) Elaborar un proyecto de
Ley
que
establezca,
determine y regule a la El Método de Modelación Se
tiene
un
anticresis de acuerdo al El
Método
de
la Anteproyecto de
contexto social actual.
Sistematización
Ley.
las
Tareas
de
se
investigación.
con
Estructura del informe por capítulos o
epígrafes.
Capítulo VI
6.1. Antecedentes
6.2. Exposición de motivos
6.3. Alcances de la norma
6.4. Enfoque jurídico
6.5. Conclusiones
6.6. Anteproyecto de Ley
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