Araucaria revista cultural del Colegio retamar nº 9 ❦ mayo 2004 Proyecto Sócrates: la ley de radiación de Planck Estudio del sonido a saltos en tubos de plástico Cálculo de velocidades límites muy limitadas Sonoluminiscencia: luz a partir de sonido Cuando el cuerpo domina La caracola ennegrecida El oro de los sueños No soy poeta… El Yeti Araucaria revista cultural del Colegio retamar ❦ Nº 9 ❦ Mayo 2004 Lámina de portada: Juan Pablo Carretero Arbona (3º ESO 2003/04) Director: Luis Javier de la Vega Diseño y realización: Jaime Pellico Colaboradores: Nicolás Dietl, Alfonso Hervás, Javier López Balda, Ricardo Moreno y José Francisco Romero A R A U C A R I A ❦ © Los trabajos pertenecen a sus autores y al Colegio Retamar. Queda prohibida su reproducción por cualquier medio sin autorización escrita de los propietarios. Edita: Departamento de Publicaciones del Colegio Retamar. Imprime: Gráficas De Diego. Camino de Hormigueras 180, nave 15. 28031 MADRID Página 2 Índice ❦ Lámina 1. Autor: Javier Caveda Pons........................................................................................4 No soy Poeta… por Álvaro García Dávila........................................................................5 ❦ Lámina 2. Autor: Jaime Semprún Vergara ................................................................................8 Sonoluminiscencia: luz a partir de sonido por Alejandro Allona Rivera..... 9 ❦ Lámina 3. Autor: Jacobo Torras de Caralt ............................................................................20 El Yeti por Francisco Fernández Gaspar.................................................................................21 ❦ Lámina 4. Autor: Álvaro Orejana Martín . .............................................................................22 Cálculo de velocidades límite muy limitadas por Francisco Martínez García........................................................................................................................23 ❦ Lámina 5. Autor: Alberto Ogbechie Condés ..........................................................................32 El oro de los sueños por Alejandro Álvarez Serrano. .................................................33 ❦ Lámina 6. Autor: Pablo de Lucas Sánchez . ............................................................................36 La caracola ennegrecida por César Rodríguez Lomas...............................................37 Estudio del sonido a saltos en tubos rugosos de plástico por Jesús Muñecas Apellániz. ...........................................................................................................41 ❦ Lámina 7. Autor: Juan de Cominges San Martín .....................................................................44 ❦ Lámina 8. Autor: Miguel Martín-Aragón Merino . ................................................................52 Cuando el cuerpo domina por Ángel Sanz Fernández...............................................53 ❦ Lámina 9. Autor: Gonzalo Noriega González ........................................................................54 ❦ Lámina 10. Autor: Javier García Baos ..................................................................................58 Proyecto Sócrates: la ley de radiación de Planck por Nicolás Dietl Sagüés................................................................................................................................................................................................. 59 A R A U C A R I A Página 3 ❦ A R A U C A R I A ❦ Javier Caveda Pons Página 4 (3º ESO 2003/04) No soy poeta… por Álvaro García Dávila* NO SOY POETA … pero siento. No es más que un atardecer de lunes. ¿Qué tiene de especial? Sólo veo meditabundas hojas secas a la deriva en la acera. Ésas que algún día cayeron del roble que domina mi avenida como domina el cementerio el ciprés. No es un atardecer rosáceo que deleite a los amantes de la pintura. Únicamente observo desde mi ventana cómo el ambiente cambia su límpido azul por una escala de grises. Definitivamente, no es más que un ocaso tranquilo y normal de febrero. Pero hoy todo es diferente. De acuerdo, el frío hiela mis dedos y orejas igual que lo hacía ayer, sin embargo hoy no tengo prisa por cerrar la ventana. Oigo gritos de indignación dentro de casa pidiéndome cerrar la ventana, ¿es que acaso nunca tuvisteis este sentimiento? Maldita sea, si supiera de rima, de métrica, simplemente escribir, compondría un poema que haría estremecerse a las estatuas, ¡hasta ellas quedarían conmovidas! Pero pobre de mí, no sé. *La presente obra ganó el Primer Premio de Cuentos de la Categoría B (de 4º ESO a 2º Bachillerato) del Concurso Literario Retamar 2003, cuando Álvaro cursaba 2º de Bachillerato en el Colegio. A R A U C A R I A Página 5 ❦ El fulgor de la farola tiembla inseguro, amenazando a los abstraídos transeúntes con dejarlos a oscuras. Los rótulos de neón coloreados con viveza intentan captar la atención del peatón sin éxito. Increíblemente, hoy no veo en ellos un burdo espectáculo de luces. Son caballitos de mar, que con su aleteo inocente y constante me embeben. Hoy no me repulsan, me embelesa su crepitar en la lejanía y su amable calor los de aquí cerca. Pero, a diferencia de otros días, no me interesa en absoluto su contenido, sólo su luminosidad y el capricho de sus formas. Todos los luminosos forman un caleidoscopio de la modernidad urbana, ¿acaso no hay belleza aquí? La noche ha caído. No es noche campestre, no es noche de siniestras junglas, ni siquiera es noche estrellada. Pero es especial. El vacío del cielo nocturno de mi ciudad hace vernos en nuestro real tamaño, la miniatura. Me obsesiona ver cómo la aparentemente eterna luz de la urbe, no modifica lo más mínimo la inmensidad azabache del firmamento. Cierto, el humo contribuye a su tonalidad... pero ¿a pesar de eso, no puede ser bello?, ¿por qué aquí no hay poesía? Hoy llevo la lírica dentro, si alguien pudiera llevarla al papel no habría poeta que en sentimiento o belleza la igualara. Sin embargo, no sé de metáforas, no sé de símiles, no manejo epítetos abrumadores. Pero sí me pregunto, grandes poetas, ¿creéis que la poesía se halla en la lejanía? Hoy soy todo poesía sin versos. El semáforo del final de la calle dirige con equidad las voluntades egoístas de los conductores. Otra vez me cuestiono por qué poetas y poetastros no ven en él una alegoría de la justicia utópica. No estoy desequilibrado, es sólo que mi mente hoy fluye desbocada. Sigo apreciando arte en la disposición de los cubos de basura en las aceras. Su reposo vertical esconde nuestras inmundicias vergonzantes con un aséptico color verde o blanco que disimula el hedor y repulsión que desprende. ¡Son como los vicios humanos, los cubrimos de barniz estético y son podredumbre en estado puro! Pero sólo lo veo yo. Quisiera transmitirlo con unos serventesios cuidados, con un soneto aterciopelado o con simples coplillas acompasadas. Pero el arte no está en mí. Estoy empezando a enfadarme con los astros de la lírica, sólo supieron hallar como estético lo sublime, pero nadie buscó entre los desechos, entre la mundana ciudad. Pero créanme hay belleza en la simplicidad o aparente monotonía de una sociedad pragmática. A R A U C A R I A ❦ Lo reconozco; hoy abuso de lucubraciones metafísicas, no obstante, os recuerdo que sigo sin tener frío y la ventana continúa abierta. Hoy es ese día que todos necesitamos para ver realmente dónde estamos y tristemente la gente lo desprecia, dicen que es inútil pérdida de tiempo, no se traduce en cuartos, amigo mío. A pesar de todo, insisto, hoy no me voy a resistir a “perder” el tiempo. Voy a seguir con mi íntimo soliloquio. Ahora me detengo escuchando las músicas y conversaciones radiofónicas que invaden suavemente mis oídos desde los automóviles atascados allá abajo. Esas politonales cromáticas recorren mi cerebro como el canto de las sirenas pero sin riesgo de perdición. La aparente masa informe de notas y sonidos componen en mis adentros la banda sonora de la poesía filosófica o quién sabe si la filosofía poética. Desde la estridencia llamada irónicamente musical, al gol narrado como si del Apocalipsis se tratara, son todo una unidad que acaricia mis pensamientos y aumenta mi filantropía y optimismo sin razón aparente alguna. Pero mi temor y angustia no cesa, todo lo que tengo en mente es fugaz, tiene fecha de caducidad marcada; pues no Página 6 domino tercetos, no sé componer romances ni pobres silvas ni liras. Estoy condenado a no recordar la fantasía bella que me transmite ganas de vivir. He de disfrutarlo ahora entonces. Por un momento cierro los ojos y aprieto los párpados creyendo lograr con ello captar mejor las esencias de mi vida. Retengo dos olores en mi entendimiento; uno el cálido hogareño y otro el ácido y frío exterior. Giro la cabeza hacia dentro de mi casa y percibo ese ambiente tibio y denso, es amable y monótono, la quietud del aire y los aromas familiares me transmiten seguridad. Sin querer he abierto los ojos y mi vista ha decepcionado a la sensibilidad de mi olfato, no veo sino un cuarto desordenado y caótico. Me ha disgustado la visión así que vuelvo a asomar la cabeza al exterior y a entornar suavemente los ojos. Disfruto con el olor insano de los amargos tubos de escape. Son como copas de aguardiente tras un festín, su agrio y fuerte sabor, en pequeña cantidad, despierta y aclara la mente. Otra vez me dejo llevar por mi nariz y el olor a comida grasa del restaurante de la esquina despierta en mí sentimientos melancólicos recordándome los olores de una infancia preescolar vivida junto a los pucheros de la cocina. Las ráfagas de frenesí alimenticio son periódicas y mi olfato se prepara instintivamente a recibirlas. Ahora me doy cuenta que este cúmulo de sentimientos y sensaciones poéticas y estéticas son las que realmente dan sentido a este valle de lágrimas. Hoy quisiera que este embelesamiento fuera eterno, que mi pluma inmortalizara la creatividad de mi mente asilvestrada. Me pregunto por qué nadie puede enseñarme a plasmar esta savia de vida. Vosotros, afortunados poetas que tenéis el don de la pluma, ¿por qué nos regaláis ínfimos desechos de la poesía en vez de obsequiarnos con la totalidad e inmensidad de gozo de la pura poesía matutina? ¿Por qué la poesía cotidiana de la vulgar rutina no existe en ediciones encuadernadas? Quizás sea porque ni la mejor mente creativa de la historia es capaz de reflejarla, tal vez porque su encanto intangible, su etérea belleza sea lo que la haga especial. Sin embargo, pensándolo bien, si estos sentimientos líricos no fueran momentáneos e indescriptiblemente bellos y puros; si su estética fugaz fuera cuantificable y plasmable en papel ¿creéis de veras que seguiría siendo ese momento mágico? He cerrado la ventana, el gélido viento de la calle empezaba a convertirse en insoportable y el aura de arte para, se desvanece con la misma rapidez que nació. He olvidado todo lo que he experimentado; sólo sé que ha sido incomparable y que no se puede provocar artificialmente. Sólo las musas te conceden esos minutos de eternidad, sólo me queda esperar que alguna vuelva y que alguna te visite, amante de lo bello. A R A U C A R I A Página 7 ❦ A R A U C A R I A ❦ Jaime Semprún Vergara Página 8 (3º ESO 2003/04) Sonoluminiscencia: luz a partir de sonido por Alejandro Allona Rivera* L a sonoluminiscencia es un raro fenómeno conocido desde 1934, pero poco estudiado y peor explicado. En el año 2002 un artículo publicado en la revista Science lo asociaba a la fusión, pero sólo con leves indicios. Y en la sección Taller y Laboratorio de la revista Investigación y Ciencia, se explica cómo se puede hacer en casa. En este trabajo, Alejandro se propuso hacerlo: crear luz en una burbuja atrapada en un matraz esférico y sometida a ondas sonoras estacionarias. Para ello tuvo que aprender bastante sobre inductancias, resistencias, osciloscopios, etc., ya que el montaje experimental no era sencillo. Los resultados no fueron muy satisfactorios, ya que el fenómeno es más complejo de lo que parece, pero los esfuerzos para conseguirlo, las explicaciones de lo que obtenía, las modificaciones introducidas, etc. hace que realmente sea un verdadero trabajo de investigación experimental. *Este trabajo, basado en una monografía del Bachillerato Internacional, obtuvo una Mención de Honor en el Área de Ciencias del IX Premio de Investigación S. Viator. Alejandro estudia actualmente 1er curso de Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Madrid. A R A U C A R I A Página 9 ❦ Introducción El 8 de marzo del 2002 en la prestigiosa revista Science, científicos del ORNL (Oak Ridge National Laboratory), junto con científicos del Renssalaer y de la Academia de Ciencias de Rusia informaron sobre la posibilidad de la existencia de reacciones nucleares durante el colapso de una burbuja en un líquido, proceso denominado sonoluminiscencia. De conseguirse la demostración de este fenómeno, la fusión nuclear no necesitaría de grandes aceleradores de partículas, ni de enormes campos magnéticos, sino que podría llevarse a cabo encima de un escritorio y con elementos al alcance de un laboratorio. Por eso creo que este tema debe de ser estudiado con entusiasmo, pues es sin duda de gran relevancia. En este trabajo intentaré reproducir experimentalmente el fenómeno de la sonoluminiscencia, según viene explicado en un artículo de Putterman en Investigación y Ciencia de abril de 1995. En él se describe un sistema casero, con materiales baratos y aparentemente fáciles de conseguir, con el cual se podía generar, al parecer de forma sencilla, luz a partir del sonido. Me decidí a comprobar mediante un laboratorio muy modesto si efectivamente el método de Putterman funciona o no. Luego la pregunta en la que se basa mi trabajo y a la cual voy a intentar dar respuesta es : ¿Es posible generar luz a partir del sonido con medios asequibles? Mi misión es simplemente ver si es afirmativa o no esa pregunta y si es negativa, estudiar las posibles causas por las cuales no se cumple. Si fuera afirmativa podría probar con otros líquidos o otras disoluciones acuosas, de manera que se pudiera establecer un límite entre los medios en los que se produce la sonoluminiscencia. No podría entrar en análisis más profundos de las características de la burbuja y otros factores que intervienen en el experimento ya que no poseo los caros materiales que serían necesarios ( láser, medidores...). Montaje experimental A R A U C A R I A ❦ El montaje experimental consiste en, mediante unos transductores (altavoces cerámicos pequeños), conseguir hacer resonar acústicamente un matraz lleno de agua. En estas condiciones deberían formarse ondas estacionarias esféricas en el interior del matraz. Si la frecuencia a la que se forman estas ondas es adecuada, en el centro del matraz debería formarse un nodo, y a su alrededor un vientre: Página 10 Por lo tanto, si sé que en el movimiento estacionario λ/2 es la distancia entre nodos y que en mi caso λ/2=0,031m y el radio de la esfera vale 0,032m y por otro lado que la onda tiene un nodo en ambas paredes del matraz, llego a la conclusión de que un nodo coincide con bastante precisión con el centro del matraz, con un error de 0,1 cm, y por lo tanto la burbuja debería ir a ese lugar, donde no hay movimiento, expulsado por el movimiento de las zonas cercanas. Con el matraz resonando, podría introducir una burbuja de aire dentro, de manera que esta se vaya hacia el centro del matraz, y una vez en el centro estabilizada, realizando pequeñas variaciones de amplitud de onda, conseguiría que la burbuja implotara y se generara luz. Antes de hacer una lista con los materiales utilizados conviene hacer un breve resumen del método empleado. Primero debo conocer la frecuencia de resonancia acústica del matraz. Según el artículo, como era una esfera, dependía de r y sería de unos 25 kHz. Para medirla utilicé el micrófono y el osciloscopio, comprobando cuál es la frecuencia para la cual los picos de las ondas son más grandes. Después pondría los transductores, que funcionan como condensadores. Para que funcionen con un amplificador de audio, se necesita conectarlos a unas inductancias, y lo mejor es que tengan una valor con el que resuenen eléctricamente, consiguiendo así que se transmita la mayor energía posible y que por tanto sea la mayor amplitud a la que el matraz puede resonar. Lo primero de todo es obtener los materiales, que en algunos casos fueron difíciles de conseguir, como se explicará a continuación, y como no se indicaba en el artículo: • Generador de funciones, que pueda trabajar alrededor de 25 kHz. • Amplificador. Un amplificador de audio doméstico debería valer. • Un osciloscopio. • Dos transductores o cerámicas piezoeléctricas excitadores de 15mm de diámetro y 6mm de ancho. Un transductor o cerámica piezoeléctrica actuante como micrófono de 3mm de diámetro y 1 de ancho. • Pinzas de laboratorio ( las necesarias según como sea el montaje del pie y la sujeción del matraz). • Pie de laboratorio. • Un matraz esférico de 100ml de volumen y 65mm de diámetro, con un cuello poco ancho. • Inductancia de 20mH. • Resistencias de 1MΩ, 10kΩ, 1Ω. • Cable coaxial. • Pegamento, super-glue o epoxy de secado rápido preferentemente. • Una jeringuilla o un cuentagotas. • Agua destilada, matraz Erlenmeyer de una capacidad entre 250-500 ml, mechero de camping gas, tapón hermético con un tubo con prolongación de plástico para poder cerrarlo con una pinza y un pie para sujetar el matraz mientras se calienta A R A U C A R I A Página 11 ❦ Análisis, adquisición y fabricación de los componentes Como ya dije antes, algunos materiales no fueron tan fáciles de encontrar como parecía en el artículo. De hecho, gran parte del trabajo consiste en la búsqueda, medición y análisis de los posibles cambios de algunos materiales encontrados, que no eran justamente los sugeridos en el artículo. Incluso tuve que fabricar algunos, como por ejemplo la inductancia. Hubo algunos materiales con los que no hubo problemas: el matraz Erlenmeyer con todo el montaje del tapón, etc., lo conseguí en el Laboratorio del Colegio, junto con los pies y pinzas y junto con el osciloscopio y el generador de funciones. El generador de funciones constituyó desde el principio una fuente de inseguridad, pues no es demasiado preciso, pero aún así lo utilicé. También hubo otra duda con el matraz esférico elegido, ya que sólo pude conseguir uno de 125ml (y no de 100ml como ponía en el artículo de Putterman), pero como no tenía otro, tuve que utilizarlo y no lo consideré como posible problema, ya que variaría la frecuencia de resonancia, algo que no debería afectar en nada. La jeringuilla y el amplificador no supusieron ningún problema, pues pueden encontrarse en cualquier casa normal. El cable coaxial tampoco supuso problema y tanto el epoxy como las resistencias fueron fáciles de encontrar en una buena tienda de electrónica y no supusieron un problema económico, ya que cuestan pocos céntimos. Las inductancias tampoco supusieron problema ya que se venden en las mismas tiendas que las resistencias, pero las que compré no eran variables, ya que es muy difícil encontrar una variable, algo que en un principio no consideré importante. El problema llegó cuando empecé a preguntar en tiendas sobre transductores piezoeléctricos: en casi ninguna tienda sabían de qué se trataba, pero encontré una en la que sí los vendían. El problema es que su tamaño era de 27mm de diámetro, casi el doble y espesor prácticamente inexistente, menos de 1mm. Como por el momento no encontraba más transductores me decidí por comprar esos, y deseché por completo la idea de encontrar un micrófono, debido a su reducido tamaño, decidiendo, en caso de que fuera necesario, y lo fue, utilizar uno de los grandes como micrófono, ya que una de las características de los transductores es que pueden ser utilizados como micrófono y como altavoz. A R A U C A R I A ❦ Puesto que el tamaño de los transductores era distinto, no era ninguna tontería pensar que la capacidad sería distinta a la de los utilizados en el artículo, que era de 2 nF. Después de medirlos con un multímetro, que tenía la opción de medir capacitancias, vi que efectivamente la capacidad de los transductores era de 22 nF cada uno, más de diez veces los otros. Puesto que esta diferencia era muy grande decidí investigar en qué factores afectaría. Comprobé pues que afectaba a la inductancia y que el valor de esta cambiaba de 20 mH a alrededor de 1 mH. La fórmula que regula un circuito L-C en resonancia es: Página 12 Y como sabía, porque se puede calcular en función del diámetro del matraz, las dos frecuencias alrededor de las cuales oscila la resonancia, 24-27 kHz, podía saber los dos límites de la inductancia, para poder así comprar una intermedia o unas cuantas alrededor de esos valores e ir probando: Con todos los materiales encontrados me dispuse a empezar el experimento. En un principio decidí no fabricar la inductancia variable, y probar las que yo tenía, que eran más o menos intermedias, a ver si no afectaba, ya que para fabricarla hace falta dar mucha vueltas. Cuando vi el matraz que me dieron en el Colegio, comprendí porqué era importante el tamaño de los transductores: los transductores que yo tenía eran demasiado grandes para el tamaño del matraz y por lo tanto no transmitirían bien la señal. Por lo tanto estaba estancado y necesitaba encontrar otros transductores más pequeños que se adecuaran mejor al tamaño del matraz. Finalmente y tras encontrar un catálogo inmenso de productos de una tienda llamada RS Amidata, encontré en ese catálogo unos transductores de tamaño perfecto, de 13mm de diámetro y 6mm de ancho, cuya capacidad según el catálogo era de 13 nF, y que comprobé midiendo con el multímetro. Realicé otra vez todos los cálculos necesarios para saber el valor de la inductancia necesaria: Luego según esto necesito una inductancia que varié entre 1,33 y 1,7 mH, es decir podrían valerme dos de 0,75mH. Realicé el montaje de los cables, colocando las resistencias y las inductancias. La señal del micrófono se pondría en el osciloscopio cuando se hubiese terminado de ajustar la tensión y la corriente de manera que la burbuja se situase en el centro del matraz. También realicé todo el A R A U C A R I A Página 13 ❦ montaje de matraz, pie y transductores. Posteriormente calenté agua destilada para que perdiera el aire, algo fundamental según algunos artículos consultados y lo intenté, pero la burbuja no se colocaba en el centro cuando hacía resonar el matraz. Probé cambiando el agua, destilada y sin destilar, hervida o sin hervir, pero aún así no conseguía que la burbuja se centrara en el matraz. Había probado con los transductores tal y como me los habían dado, pero pensé que tal vez fuera mejor lijar la capa exterior de plástico hasta llegar al transductor en sí, y no hacer vibrar este dentro de su cápsula, sino directamente en el aire, porque pensaba que tendría más posibilidades de hacer vibrar el matraz, pero tampoco funcionó. El montaje lo realicé según el dibujo: Como es normal, la primera causa a la que atribuí que no funcionara fue al hecho de que la inductancia no fuera variable. La inductancia lo que hacía era regular la corriente para que funcionaran los transductores, y se ajustaba de manera que las dos ondas captadas en el osciloscopio: la tensión y la corriente del circuito, estuvieran en fase, variando la distancia entre los núcleos de las inductancias, sin tocar por lo tanto la frecuencia, que debería ser la de resonancia acústica del matraz esférico. A R A U C A R I A ❦ Por lo tanto decidí fabricar la inductancia, para que la inductancia fuera variable. Lo que había que hacer era tener dos con núcleo al aire y no de ferrita como se venden en la mayoría de las tiendas; una vez que tuviera estas dos inductancias sólo tenía que variar las distancias entre ellas o incluso su forma, haciendo así que variara su valor en un 50% aproximadamente. Este método puede parecer a simple vista impreciso, pero puedo asegurar que, ante mi asombro, es lo que más precisión tuvo en el experimento. Conseguí poner las ondas en fase muy fácilmente y con una gran precisión, sin ningún problema. Antes de fabricarla quise hacerme una idea aproximada del número de vueltas necesarias para obtener el valor deseado. Página 14 Para ello necesitaba tener unas cuantas inductancias para poder contrastar sus valores con sus vueltas y conseguir así establecer una fórmula que regule su relación. Encontré un catálogo de inductancias en el laboratorio del Colegio, cuyo núcleo al aire era del mismo tamaño que una barra de hierro cuadrada que había en el laboratorio, que por lo tanto podría servir como núcleo donde enrollar el cable de la inductancia. Utilicé un hilo de cobre barnizado y al final quitaba el hierro central, para que fuera de aire. Para calcular el número de vueltas o espiras decidí poner los valores del catálogo en una gráfica para ver si obedecían a alguna función: L (inductancia) 0,18 0,6 12 N(nº de vueltas) 72 130 600 Parecía una parábola del tipo L=KN2. Para calcular la constante K sustituí los tres valores que tenía: K1=0,18/722=3,47·10-5; K2=0,6/1302=3,55·105 ; K3=12/6002=3,33·10-5 ; bastante parecidos, y con una K media de K=3,4·10-5. Después con la fórmula calculé el número de vueltas necesarias: Me salieron 210 vueltas, para una inductancia de 1,5 mH, por lo tanto si necesitaba dos, de unos 0,75mH, debía dar 105 vueltas. Y me dispuse a darlas alrededor de la barra de ferrita. Cuando acabé, quité la barra y comprobé si la inductancia tenia el valor que efectivamente quería y que había previsto que tendría. Para ello elaboré un método de medirlo: Este método no funcionó porque midiendo la intensidad antes y después de la resistencia, no obtuve nada, tal vez porque la resistencia utilizada fuera muy vieja o tal vez porque los amperímetros no funcionaran del todo bien. Por lo tanto tuve que buscar otro método de medir la inductancia con los aparatos del laboratorio: A R A U C A R I A Página 15 ❦ Este método consistía en medir la resistencia total del circuito(Z) con la intensidad y el voltaje, el voltaje es el del circuito entero con la inductancia incluida y se obtiene con el osciloscopio con el botón de voltios por división fijo en una cantidad y contando las divisiones. La intensidad se calcularía midiendo la diferencia de potencial entre el circuito con inductancia y sin ella entre la resistencia del generador. Después calcularíamos la velocidad angular (w) con la frecuencia y con todo esto calculamos la inductancia: Después de comprobar que la inductancia era efectivamente del valor deseado, lijé los extremos para que fueran conductores y la volví a soldar al circuito: Con el circuito ya montado, me dispuse a seguir los pasos para obtener las condiciones necesarias para conseguir la sonoluminiscencia. A R A U C A R I A ❦ Lo primero era poner el agua a hervir en el matraz Erlenmeyer y dejarla hirviendo durante un cuarto de hora. Cuando esta acabó de hervir le puse una pinza a la prolongación de plástico del tubo para que no se volviera a introducir aire en el matraz. Después, la puse en la calle para que se enfriara rápidamente. La forma de comprobar si esta parte se había hecho bien era si se había creado vacío en el espacio entre el agua y el tapón, lo que se notaba perfectamente porque se aplastaba la goma. Después limpié a conciencia el matraz esférico de 125ml y lo llené con el agua que había puesto a hervir y que ya debería de estar fría. Con el matraz limpio y con agua debía calcular la frecuencia de resonancia propia del matraz, ya que cada matraz tiene una distinta. Para hacer esto podía usar una fórmula en función del radio, Página 16 pero consideré más preciso utilizar el osciloscopio. Para calcular la frecuencia de resonancia con el osciloscopio simplemente hice vibrar el matraz con los transductores y luego mirando la señal del micrófono en el osciloscopio localicé la frecuencia para la cual los picos de la onda eran más grandes, la frecuencia de resonancia. Esa frecuencia se detecta claramente, y cuyo valor medí en el osciloscopio poniendo el botón de tiempo por división en 10-5. Las medidas eran: 4.4 divisiones, así que : Una vez hallada la frecuencia de resonancia, volví a conectar al osciloscopio la señal de la tensión y de la corriente eléctrica, puse la frecuencia del generador de funciones en 22,7kHz y ajusté la amplitud en torno a 100-1000mV entre pico y pico de la señal. Después acercando y alejando las inductancias puse en fase el voltaje y la intensidad, para mi asombro, como dije antes, con absoluta precisión, como se ve en la fotografía de la derecha. Ya se suponía que estaba todo listo para que la burbuja se colocara en el centro, pues se suponía que el matraz estaba resonando. Por lo tanto cogí la jeringuilla y cogiendo aire, presioné sobre el agua, creando en esta una serie de pequeñas burbujas. Estas burbujas que como acabo de decir se suponía que debían bajar al centro no lo hicieron, en su lugar se desplazaron hacia arriba, escapándose por el cuello del matraz. Lo volví a intentar esta vez variando poco a poco la frecuencia en torno a su zona de resonancia, para ver si en algún momento hacían un intento por ir hacia el centro, lo intenté varias veces pero tampoco resultó, por último intente cambiando el volumen del amplificador, pero tampoco resultó, y lo único que conseguí fue romper unos cuantos transductores y alguna inductancia debido al exceso de tensión. Ese día no conseguí que la burbuja se situara en el centro, pese a estar todo aparentemente bien montado. Los pasos que debía seguir después de situar la burbuja en el centro eran variar poco a poco la amplitud, A R A U C A R I A Página 17 ❦ para conseguir estabilizar la burbuja en el centro del matraz, y una vez hecho esto, variarla un poco más, hasta llegar a cierta amplitud en la cual la burbuja desaparecería y generaría luz azul mediante su implosión. Otro día intenté realizar el mismo proceso cambiando los transductores, lijados y sin lijar o incluso lo intenté con el transductor plano, pero en ninguno de los intentos la burbuja se situaba en el centro, aunque según el osciloscopio, debería hacerlo. También intenté cambiar los cables de los transductores de polo, para ver si estaban en fase o desfasados, ya que esto no se podía comprobar de ninguna forma, y sólo podíamos probar intercambiando las conexiones, a ver si de una u otra forma funcionaba o dejaba de funcionar. De ninguna de todas las formas intentadas funcionó, y cambiar todos estos factores me llevó varias horas. Probé también cambiando todo el montaje de los cables, pero tampoco funcionó. Luego estaba claro que había algo que había hecho mal, porque estaba certificado por varios científicos que el experimento funcionaba. Por lo tanto volví a leer todos los datos que tenía sobre la sonoluminiscencia y busqué en internet más datos, y entre ellos encontré que el investigador Mayo Villagrán con un grupo mejicano había publicado un artículo sobre la relación entre la sonoluminiscencia y la fusión nuclear y también había tenido problemas al realizar el experimento, y decía en ese mismo artículo que no pudieron realizar el experimento hasta que uno de los estudiantes que realizaron el experimento con Putterman les dio unos detalles indispensables y que no aparecían en el artículo. Viendo esto rápidamente me fui al ordenador y busqué en Google información sobre Mayo Villagrán, y tras encontrar su e-mail, le mandé un correo indicándole donde nos estancábamos y pidiéndole esa información indispensable que les dio el estudiante de Putterman. Pues bien ya han pasado tres semanas desde que le mandé ese e-mail y aún no ha contestado, por lo tanto no puedo continuar con la investigación, ya que no consigo situar la burbuja en el centro del matraz. Lo único que puedo hacer es elaborar una serie de conclusiones o causas por las cuales creo que no me ha salido el experimento. Conclusiones A R A U C A R I A ❦ Por lo tanto mi respuesta a la pregunta: ¿Es posible generar luz a partir del sonido con medios asequibles?, sería no. Ahora bien esto no quiere decir que no se pueda hacer, sólo que yo no lo he conseguido. A continuación intentaré encontrar posibles causas de que la respuesta sea negativa. Una posibilidad es que al ser distintos los transductores que yo he utilizado, a los que se utilizan en el artículo de Putterman, dejara de ser válido éste. Esta causa no tiene mucho sentido por dos razones, la primera es que si fuera cierta, el experimento de Putterman sería muy concreto y tendría unos límites muy pequeños, y por lo tanto no tendría tanta importancia como para salir en la revista Investigación y Ciencia; la segunda razón es que aunque los valores cambiaran, también cambié las inductancias en la proporción en la que debí hacerlo, y por lo tanto no debería ser ningún problema. Pese a esto, puede ser una causa. Página 18 Otra causa puede ser la falta de precisión del generador de funciones, que según artículos que he leído debía estar en torno a 25kHz y tendría que poder variar en rangos de 1Hz ó 10Hz como mucho. El generador de funciones que conseguí en el laboratorio del Colegio variaba a saltos de 1000Hz con una rueda de ajuste fino de 0 a 10. Por lo tanto sería razonable considerarlo como causa del fallo en el experimento. Otra posible razón sería la falta de potencia de los transductores, porque como pude comprobar, el agua no se movía en ningún momento. Por lo tanto puede ser que los transductores no tuvieran suficiente potencia para hacer vibrar el matraz, aunque les llegué a aplicar 40V, bastante más del rango para los que están previstos (3-12). Visto de otra forma, también podría ser que el matraz tuviera un vidrio demasiado gordo, tan gordo que los transductores no pudieran hacerlo vibrar. Tendría que probar con otros matraces. Por último, otras causas que creo menos probables que las anteriores pueden ser que el agua o el matraz estuvieran sucios, o que entrara gas en el agua desde que solté el tapón hasta que realicé el experimento aunque fueron escasos segundos. Si en el futuro consiguiera sonoluminiscencia, este trabajo se podría continuar estudiando: • Las burbujas de otros gases distintos al aire, como por ejemplo el CO2. • Cambiar el agua por otros líquidos o disoluciones acuosas. • Intentar ver el espectro de luz emitida para estudiar la temperatura a la que llega el gas de la burbuja. • Las oscilaciones de la burbuja antes de implotar y producir luz. Todo esto se estudiaría con el fin de establecer los límites entre los cuales se genera la sonoluminiscencia: temperatura, medio... Y después de establecer estos límites tal vez se podría estudiar las utilidades que tiene para la sociedad, entre ellas su posible relación con la fusión nuclear o su utilización para obtener otras formas de energía. A R A U C A R I A Página 19 ❦ A R A U C A R I A ❦ Jacobo Torras Página 20 de Caralt (3º ESO 2003/04) El Yeti por Francisco Fernández Gaspar* E n la más tenebrosa cordillera entre el hielo y la nieve, por sus sendas se mueve un ser nacido en las leyendas, ropaje blanco y apariencia fiera. Al rudo caminante que aventura su vida en los senderos de la sierra donde se abraza el cielo con la tierra y se enrarece el aire con la altura, le surge entre la bruma, sin un grito como un jirón de niebla transparente que congela la sangre al más valiente la fantasmal presencia de este mito. Y en el “Gran Himalaya”, entre la gente que vive pobremente en la montaña “El Yeti” sus historias acompaña y en la noche su paso se presiente. * El presente poema resultó ganador de la Sección de Poesía en la Categoría A del Concurso Literario Retamar del año 2003. Francisco cursaba entonces 2º de ESO. A R A U C A R I A Página 21 ❦ A R A U C A R I A ❦ Álvaro Orejana Martín Página 22 (3º ESO 2003/04) Cálculo de velocidades límite muy limitadas por Francisco Martínez García* E l tema de este trabajo es la Dinámica, concretamente, el movimiento de caída libre con sus fuerzas de rozamiento. Está orientado al análisis de la caída de figuras geométricas como la esfera, el cubo, el cono. Como es un tema complejo y muy amplio, dentro de la caída libre se centra en estudiar la velocidad límite. Para ello fue necesario diseñar y fabricar un sistema que permitiera obtener fotografía de alta velocidad. El trabajo lo desarrolla alternando partes sobre la teoría de este movimiento y partes de experimentación práctica, unas veces como comprobación de esta teoría y otras para inducir una norma general y sacar conclusiones. Lo primero que hace es dar una breve y concisa explicación sobre el movimiento de caída libre y la fuerzas que intervienen. A continuación, define la velocidad límite y explica con ejemplos en qué consiste. A partir de ahí, empezará el estudio de las ecuaciones de la velocidad límite. Una vez que llega a una ecuación que permite saber las variables de las que va a depender, intenta diseñar un experimento como comprobación. Por último, profundiza en el tema apoyándose en estudios de otros científicos, e intenta aportar algo nuevo al impresionante mundo de la Dinámica. * Francisco realizó el presente trabajo como Monografía para la obtención del Diploma de Bachiller Internacional, y además, en el IX Premio S. Viator de Ciencias y Humanidades logró el 5º premio con él. Actualmente estudia Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Madrid. A R A U C A R I A Página 23 ❦ 1. Dinámica. El movimiento de caída libre. Cuando un objeto está en caída libre actúan sobre él tres fuerzas: el peso, el empuje y una fuerza de fricción o resistencia entre el aire y el cuerpo. La fuerza de atracción gravitatoria es la que le hace caer y es igual al peso Fg = mg , suponiendo constante la aceleración de la gravedad; el empuje y la fuerza de resistencia son fuerzas contrarias al movimiento (dirección vertical hacia arriba). El empuje, considerando que el aire es un fluido incompresible, y según el principio de Arquímedes: “todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje ascensional igual al peso del fluido desplazado”: E = mfluido g En la fuerza de fricción o resistencia del aire influye la densidad del fluido en el que está cayendo y la forma del objeto. La fuerza de fricción, para objetos con velocidad de caída muy pequeña, como por ejemplo piedras pequeñas, chinitas, es proporcional a la velocidad (F f ∝ v), así que nos quedaría que v = g / b; sin embargo, para objetos cuya velocidad de caída es mayor, la resistencia es proporcional a la velocidad al cuadrado (F f ∝ v2) Ffricción = ½ rfluido v2 A Cx Siendo A el área máxima de la sección perpendicular a la dirección de caída y Cx el coeficiente de forma. De esta manera podemos concluir sin mucho esfuerzo que experimentará una mayor resistencia a la caída un libro que un clip. Por lo tanto, la ecuación del movimiento de caída libre de acuerdo con la segunda Ley de Newton (Fn = ma) quedará de la siguiente manera: ma = mg – E – Ff 2. La velocidad límite. A R A U C A R I A ❦ Dentro del estudio de la caída libre, voy a centrar el trabajo en analizar la velocidad límite o terminal en el aire. Cuando un cuerpo está en caída libre empieza a acelerarse, va ganando velocidad, y la resistencia va aumentando (recordemos que la resistencia del aire es proporcional a v2). La resistencia va aumentando hasta que se iguala con la fuerza de la gravedad, en ese momento la suma de fuerzas o fuerza neta Fn es cero; el cuerpo deja de acelerarse y empieza caer con velocidad constante. El cuerpo ha alcanzado la velocidad límite. a = 0 ⇒ Fn = 0 ⇒ Ff = Fg ­– E (1) Por ejemplo, cuando un paracaidista se lanza, empieza a acelerarse hasta que el empuje y la fuerza de resistencia se igualan con la fuerza de atracción gravitatoria (igual a su peso). A partir de ese momento el paracaidista cae con velocidad constante igual a la velocidad límite, aproximadamente 216m/s. En cuanto abra el paracaídas, el área que impacta con el aire es mayor y la resistencia aumenta. Por tanto experimentará una aceleración hacia arriba o deceleración (es el Página 24 famoso tirón que se experimenta al abrir el paracaídas) hasta volver a conseguir velocidad constante, aproximadamente 20km/h1. 3. Estudio de las figuras geométricas. Para concretar un poco toda esta teoría, me centré en el estudio de las figuras geométricas e intenté comprobar la veracidad de lo expuesto. Además, intenté averiguar alguna expresión que no dependiera de la forma. Las esferas experimentan las mismas fuerzas que cualquier otro objeto. Cuando éstas alcanzan en caída libre la velocidad límite la aceleración es nula y llegamos a la misma ecuación (1). Expresando la masa del objeto en función de la densidad r = m / V y sabiendo que el volumen de una esfera es Vesfera = 4/3 pR3 nos queda de la siguiente manera: y teniendo en cuenta que: llegamos a la conclusión de que: (2) Podemos concluir que la vlímite es directamente proporcional a la raíz cuadrada del radio de la esfera y de su densidad. En la última deducción no hemos tenido en cuenta el empuje vertical sobre la esfera, porque de algún modo puede estar incluido dentro del peso. 4. Diseño del experimento. Fotografía de alta velocidad. A partir de aquí intenté diseñar un experimento que me permitiera calcular la velocidad límite o terminal de varias esferas, utilizando como coeficiente de forma el que aparece publicado en los libros. Para poder saber la velocidad límite real de un objeto debía relacionar datos de espacio con datos de tiempo. Debía saber qué espacio recorría la esfera en un tiempo determinado, una vez alcanzada la velocidad límite. Debía utilizar un sistema de fotografía de alta velocidad, que me permitiría obtener varias impresiones de la bola en la misma fotografía. El sistema más conocido es utilizando una luz estroboscópica, que emite luz en intervalos de tiempo muy pequeños. El 1 TIPLER, Paul A.: “Física”,Editorial Reverté S.A.,3ªedición, Barcelona, 1994, p.116. A R A U C A R I A Página 25 ❦ principal problema es que la luz que daba la lámpara estroboscópica del Colegio emitía una luz demasiado débil como para que el objeto quedara impresionado en la foto. Se me ocurrieron otras alternativas. Como disponía de un estudio de fotografía, ya que en mi familia existe una larga tradición en el mundo de la fotografía; y por lo tanto de focos de luz, pensé hacer un circuito que disparará los flashes en secuencia, estableciendo un intervalo de tiempo entre el disparo de uno y otro. Como siempre, tenía inconvenientes, el problema de que sólo me permitiría tener las esferas cuatro veces en la foto, ya que sólo disponía de cuatro flashes. Como también tenía que tener en cuenta el aspecto económico ya que uno de los objetivos era que cualquier persona, cualquier alumno pudiera hacer sus propias fotografías “científicas”, ni me plantee la posibilidad de comprar una cámara especialmente diseñada para fotografía de alta velocidad: que poseen un rodillo giratorio en su interior. Debía existir otra opción más sencilla. Se me ocurrió un sistema muy curioso que explico a continuación. La esencia era construir un sistema que en algunos momentos dejara pasar luz y en otros no, de forma que el objeto quedara impresionado en la foto unas veces sí y otras no. Lo primero fue construir un disco en cartón-pluma de color negro con un diámetro de 13 cm. A ese disco le coloqué un motor de corriente continua (que sufre menos variaciones de tensión), con una tensión de 3V cuyo eje estaba perfectamente centrado en el centro del círculo. A continuación hice en el círculo un agujero de diámetro 62 mm (el diámetro del objetivo de la cámara que iba a usar, una cámara reflex normal y corriente). Conseguí adaptar el conjunto a un trípode de fotografía y la cámara la coloqué en otro trípode; colocando los dos de tal forma que el objetivo quedara pegado al disco. Se podía haber usado también una cámara digital, pero en mi caso era más rentable revelar el carrete de blanco y negro. A R A U C A R I A ❦ Tal y como aparece en la fotografía, el orden final en el que se colocaban los elementos era el siguiente, la cámara, el disco girando, el objeto en caída libre y al final un fondo negro. El motivo del fondo negro era que los cuerpos blancos destacarían. La cuestión era que las esferas alcanzaran la velocidad límite. El problema estaba en que el techo del estudio (aprox. 3 m) limitaba la altura desde la que podía lanzar las esferas. Podía ocurrir que no alcanzaran la velocidad límite. Necesitaba una solución, y además, había llegado a este punto sin saber qué tipo de bolas tirar, bolas de golf, pelotas de tenis, de ping-pong, etc. ¿cuáles serían mejores? La solución estaba en la ecuación (2), las esferas con menor densidad alcanzarían antes la velocidad límite, por lo tanto, usé pelotas de poliexpán de distintos radios. Así hice las primeras Página 26 pruebas. Coloqué los focos en los laterales, encendí el motor y el disco empezó a girar. Durante la fotografía mantuve abierto el obturador durante dos segundos y dejé caer la esfera desde la máxima altura que me permitía el local. La esencia del sistema está en que cuando el disco gira y el hueco pasa por el objetivo, el cuerpo queda impresionado. El resto del giro lo único que llega al negativo es negro. Y como el hueco pasa varias veces por el objetivo mientras el obturador está abierto, se obtienen varias posiciones del objeto en la misma foto. Algo no había funcionado...era increíble, en una familia con larga tradición fotográfica y se me había olvidado poner carrete. Pues nada, qué curioso, había que repetir otra vez el experimento. Las fotos que obtuve fueron un desastre lo único que se apreciaban eran manchas: las “esferas” quedaban deformadas, borrosas y lo único que aparecía eran las partes laterales de la esfera; además de que había pocas impresiones por foto. 5. Mejora del sistema de fotografía del alta velocidad. Velocidad de giro. La técnica funcionaba, solamente había que mejorarla... bastante. La causa de que sólo salieran las partes laterales estaba en que eran las únicas partes de la esfera que iluminaban los focos, al centro no llegaba luz; claro. Pero tampoco podía poner los focos justo de frente, porque al fondo no debía llegar luz, pues no saldría negro. Lo solucioné colocando dos focos que daban luz desde abajo (casi desde el suelo) en diagonal hacia arriba; y los otros dos desde arriba (casi desde el techo) iluminando en diagonal hacia abajo. De esta forma toda la esfera quedaba iluminada y el fondo quedaba completamente negro. El problema de que saliera deformada y borrosa tenía que solucionarlo haciendo un cambio en el disco de tal forma que el “barrido” del hueco al pasar por el fotograma fuera tan rápido que se pudiera suponer que el objeto estaba quieto mientras pasaba luz. Es decir, tanto si el objeto caía por la derecha del fotograma como si caía por la izquierda, el tiempo de exposición debía ser el mismo. La solución era cambiar el disco con el hueco circular por otro disco cuyo hueco fuera una sección radial de pocos grados, exactamente 10º (π / 18 radianes). Tanto si el objeto cae en una vertical muy alejada del eje de giro como si lo hace por una que este pegada al eje, el tiempo es el mismo ¿por qué?, porque aunque en el exterior del disco el ancho de la sección radial sea más grande que en el interior, el exterior gira más rápido, y por tanto el tiempo es el mismo. El problema del número de impresiones lo solucioné aumentando la potencia del motor, cambiando la tensión de 3V a 6V (es decir, pasé a utilizar 4 pilas de 1,5V). Esto pude hacerlo sin tener que cambiar de motor, porque desde el principio había elegido uno que, por si acaso, me permitiera variar el voltaje. Las fotos estaban borrosas porque no entraba luz suficiente, debía calcular el intervalo de tiempo exacto en el que pasaba luz por el hueco, que es el tiempo de exposición. Sabiéndolo podría ajustar la intensidad de luz de los focos. A R A U C A R I A Página 27 ❦ El tiempo viene marcado por la siguiente ecuación, considerando α el ángulo en radianes del hueco: ta = a / w y siendo ω la velocidad angular del disco en radianes / segundo. Por lo tanto, debía averiguar la velocidad angular de giro del disco: ω = 2πƒ. Ahora el obstáculo que había que salvar era calcular la velocidad o frecuencia (número de vueltas por unidad de tiempo) del disco. La condición era que el sistema que usara no podía ser mecánico (instalar algo en el disco que tocara al pasar por un punto) ya que esto lo frenaría. Pensando en cómo solucionar este problema mientras estaba en el campo montando en bici, se me ocurrió utilizar un sistema como el del cuentakilómetros de la bici. El fundamento de este sistema es la inducción electromagnética. Un cuentakilómetros tiene tres piezas: el imán que va enganchado a un radio, una pequeña bobina de hilo conductor por cuya parte frontal pasa el imán, y el aparato que va unido a esa bobina mediante un cable y que traduce los datos. Cuando el imán pasa por delante de la bobina el voltaje varía, el aparato lo detecta y entiende que en cada variación la rueda ha dado una vuelta. Si controla el tiempo entre pulso y pulso y previamente se ha introducido el radio se puede obtener la velocidad. Debía colocar el imán en el disco y la bobina en un pie. ¿Cómo podía ver esas variaciones de flujo? Amplifiqué la señal que venía de la bobina y la hice llegar a un osciloscopio, donde en teoría podría observar los pulsos. Sin embargo, no fue así. Cuando capté una señal el imán y la bobina se rozaban al girar. Este sistema ya no servía porque el roce frenaba el disco. La solución fue utilizar la luz estroboscópica. Obtuve un valor de la velocidad (x) de 775,7 rpm. La velocidad angular es: w = 2px / 60 en S.I. Sustituyendo en la ecuación del tiempo nos queda: Para los valores de x=775,7 rpm y a = p / 18 obtenemos un valor de tα = 0,0021s . Este es el intervalo de tiempo en el que pasa luz al objetivo, el tiempo de exposición (que lo marca el disco). Por esto da lo mismo mantener el obturador abierto uno, o tres segundos; suponiendo que el negro sale totalmente negro y el blanco totalmente blanco. Los tiempos en fotografía se indican con frac- A R A U C A R I A ❦ ciones de uno, habría que disparar a por ejemplo 400 ISO. utilizando película de mayor sensibilidad, También calculé el tiempo que no pasaba luz, es decir, la parte negra del disco, que sería el tiempo entre impresión e impresión. En este caso, b= 350º = 35p / 18 rad y x sigue siendo 775,7. Lo sustituimos en la ecuación tb = 30 b / p x = 0,075 s. Una vez que sabía el tiempo de luz que iba a llegar al negativo ajusté los focos para que hubiera la luz exacta. Eso lo hice con la cámara, que tiene un fotómetro incorporado. Con un diafragma de 4,5 (lo más abierto posible) fui subiendo de intensidad los focos hasta que la cámara marcaba 400. Página 28 Ya estaban todo solucionado. Las nuevas fotos debían salir perfectamente. Coloqué todo el material: el disco con el motor y su trípode, el fondo, los focos y la cámara esta vez con carrete. Los resultados son las fotos que muestro. Todo había funcionado perfectamente. Pues bien, en este punto de la investigación, había seguido buscando teoría sobre la velocidad límite, y había encontrado los resultados de Navier-Stokes sobre la caída libre y la velocidad límite en las esferas. 6. Velocidad límite en las esferas: ley de Stokes. Stokes había llegado a una ley sobre la caída libre de las esferas prescindiendo totalmente del A y Cx , que sin duda iban a suponer una dificultad al obtener experimentalmente velocidades límite de diferentes figuras geométricas, que era en un principio el objetivo. Stokes consideraba que el fluido tenía una densidad ρ y la esfera ρ', siendo ρ' > ρ. Las fuerzas que actúan sobre el cuerpo en caída son: 4 E = ρVg = π R 3gρ fluido 3 4 Fg = ρ ′Vg = π R 3gρesfera 3 Y la gran genialidad de Stokes estuvo en que había conseguido expresar la fuerza de fricción en función solamente del radio y la viscosidad del fluido (η). La ley de Stokes dice que: Ff = 6πRην Así, podríamos obtener sustituyendo las tres últimas ecuaciones en (1) una ecuación para la velocidad límite que sólo dependiera del radio, las densidades y el coeficiente de viscosidad. Ff = Fg – E 4 4 6π Rηvlímite = π R 3gρesfera − π R 3gρ fluido 3 3 Desarrollando y despejando la velocidad: 2 vlímite = ( 2R g ρesfera − ρ fluido ) (3) 9η De esta ecuación se deduce que la velocidad es directamente proporcional al cuadrado del radio e inversamente proporcional a la viscosidad. Es lógico, la velocidad de la esfera en el aire es mayor que la de la misma esfera en hierro colado. A R A U C A R I A Página 29 ❦ Hasta este momento yo me estaba fiando de Stokes, como siempre hacemos los alumnos, que sería de nosotros si no tuviésemos fe en la ciencia. A pesar de ello empecé a buscar el origen de la ley, para saber en qué se basaba para llegar a esa conclusión. Mientras tanto, me propuse comprobar la veracidad de la ley de Stokes. El experimento consistía en dejar caer una pelota de ping-pong desde una altura aproximada de 12 ó 13 metros variando la masa en cada prueba. Fotografiando la pelota en los últimos metros de caída, podría saber la velocidad límite. Para poder saber después el espacio coloqué una pequeña regla con un pie de laboratorio. Conseguí variar la masa haciendo un pequeño agujero en la pelota por donde introduje sal hasta alcanzar la masa que quería; y después lo cerré con un poco de cera. 3 Radio (m) Masa (kg) Viscosidad (N s/m ) Densidad aire (kg/m3) Tiempo (s) Espacio (m) V límite (m/s) V límite teórica 0,018 0,003 0,018 1,205 0,075 0,3 3,99 4,77 0,018 0,004 0,018 1,205 0,075 0,5 6,65 6,37 0,018 0,005 0,018 1,205 0,075 0,7 9,31 7,98 0,018 0,006 0,018 1,205 0,075 0,8 10,64 9,58 0,018 0,007 0,018 1,205 0,075 0,9 11,97 11,19 En la tabla anterior hago una relación de los datos del experimento: las constantes eran el radio, la viscosidad, la densidad y el tiempo entre exposiciones; y las variables eran la masa y el espacio real que hay entre una impresión y otra (que lo obtengo midiendo en las fotografías y calculando por regla de tres la distancia real), y la velocidad límite real: v= Espacio m = Tiempo s Y la velocidad teórica, con la ecuación (3) dejándola en función de la masa del objeto: vlímite = A R A U C A R I A ❦ mg − 4 3 π R 3 ρaire 6π Rη La velocidad límite obtenida empíricamente difiere bastante de la teórica que he calculado con ayuda de Stokes. ¿Por qué? Lo más probable es que haya sido por la condiciones del medio; los datos de viscosidad y densidad son teóricos, para una temperatura de 20ºC. Intenté elegir un día soleado y que hiciera calor, para que la temperatura se aproximase lo máximo posible, pero las fotos las hice en la sierra de Madrid, y lo que parecía en la capital un día caluroso, en la sierra no lo era. La temperatura real era de menos de 20ºC, y como la viscosidad aumenta con la temperatura y es inversamente proporcional a la velocidad, es comprensible que la velocidad obtenida sea mayor que la teórica. De esta forma queda comprobada la Ley de Stokes. Página 30 7. Conclusiones. La primera conclusión a la que he llegado es que el movimiento de caída libre que se estudia en bachillerato es una absoluta idealización. Éste es muchísimo más complejo, existen muchas variables: la masa, la forma, el radio, la altura, la densidad...que se concretan en tres fuerzas principales que actúan sobre el cuerpo en caída libre: la atracción gravitatoria, el empuje y la fuerza de fricción. Un cuerpo en caída libre se acelera hasta que Fneta = 0, a partir de ese momento desciende con velocidad constante: la velocidad límite. Conclusión: en el seno de un fluido el objeto tiende a alcanzar velocidad constante. ma = Fg – E – Ff ⇒ Fneta = 0 ⇒ a = 0 ⇒ Fg = Ff + E ⇒ v = cte. De la ecuación (3) además de concluir que la velocidad es directamente proporcional al cuadrado del radio e inversamente proporcional a la viscosidad del fluido podríamos seguir desarrollándola y mediante la integración obtener la velocidad de la esfera en función del tiempo y volviendo a integrar obtener la ecuación de la posición; lo que nos indicaría que el desplazamiento es proporcional al tiempo. Sirviéndonos de la Ley de Stokes llegamos a la conclusión de que en la caída de la esfera sólo influyen el radio y la masa. Y que por medio de ecuaciones diferenciales que relacionen la viscosidad y las dimensiones del cuerpo podríamos llegar a una ley aplicable a otras figuras geométricas. En el desarrollo he analizado muchos factores, pero en ningún momento he tenido en cuenta el tipo de material, según sea más satinado o más rugoso. Parece lógico que no ofrezcan la misma resistencia; sin embargo en el material escrito que he conseguido no se contempla este aspecto. Se podría probar barnizando los cuerpos o haciéndoles pequeñas hendiduras. Cuando un cuerpo cae en un fluido las fuerzas que experimenta, a nivel de las partículas, se producen por variaciones de presión. Además, dependiendo de la forma, crearán al caer un flujo laminar o turbulento. Estos flujos pueden influir considerablemente en el aumento de la velocidad. Aunque no he llegado a tener velocidades límite de muchas figuras geométricas, según avanzaba los estudios me iban apareciendo nuevos aspectos más interesantes y otras vías de investigación; muchas ideas se han hundido sin embargo otras muchas nuevas ideas han surgido. Sin duda la investigación ha sido muy interesante y enriquecedora. A R A U C A R I A Página 31 ❦ A R A U C A R I A ❦ Alberto Ogbechie Condés Página 32 (3º ESO 2003/04) El oro de los sueños Alejandro Álvarez Serrano* U n reloj dio las 23 horas. Nos dirigimos entonces mi hermano Nadir y yo a la playa del pueblo. Más que pueblo era una pequeña aldea, y se llamaba Alcázar Seguer, en Marruecos. Entonces, una linterna se encendió en la despejada noche de verano. Fueron tres relampagueantes chispazos –esa era la clave que esperábamos para irnos–, por lo que al instante corrimos hacia los matojos de la playa de donde habían salido los fugaces haces de luz. Nos encontramos con un grupo numeroso de personas, entre las que estaba la que, entonces oculta, nos descubriese su posición. Él se identificó como el patrón, y nos indicó que así deberíamos llamarle durante la travesía. Entonces, alzando la voz lo suficiente para que sólo se oyese entre el grupo de gente que allí estábamos, dijo: “Ya no queda nadie más. Os daré las instrucciones que debéis seguir. No se puede hablar ni canturrear. No comáis nada en todo el recorrido y tampoco metáis las manos ni los pies en el agua. El viaje será intenso. En caso de que veamos que podemos ser descubiertos, os daré nuevas instrucciones. Nos vamos.” * Alejandro obtuvo con este cuento el 2º premio de la Categoría B (4º ESO a 2º Bach.) en el Concurso Literario Retamar, en abril de 2003, cuando cursaba 1º de Bachillerato. A R A U C A R I A Página 33 ❦ En ese momento, la masa de gente se dio la vuelta y unos cuantos -todos los jóvenes del grupo a excepción de mi hermano y yo- comenzaron a empujar un bote hacia la orilla. La barca entró en el mar y, superpuesto al sonido propio e incansable de la marea, empezó a oírse el leve chapoteo que la pequeña embarcación producía con las olas, como queriendo indicar que estaba ansiosa por partir y por dejar atrás esta tierra que manaba pobreza, hambre, sufrimiento y soledad. Nos montamos, uno a uno, rápida pero cuidadosamente, procurando que el peso en la embarcación estuviese repartido. Por último, subió el patrón, que dio cuerda al viejo motor de la patera, encendiéndolo y añadiendo así otro sonido más que nos acompañaría durante nuestro corto pero peligroso viaje. A la media hora de estar navegando comenzamos a ver luces a lo lejos. Todavía quedaría un cuarto de hora de viaje, por lo que la costa no estaría muy lejos. Supuse que sería una lancha de vigilancia. Efectivamente, nos dijo el patrón que era una lancha de la Guardia Civil costera. Apagó el motor y sacó dos remos de un pequeño compartimento que tenía la barca. En ese momento, la gente empezó a ponerse nerviosa. Pequeños movimientos comenzaron a poner en peligro la ya de por sí frágil estabilidad de la embarcación. Decidió el patrón que era ocasión de serenar a cuantos allí estábamos: “Es importante que no os mováis”, dijo queriendo acallar la situación de tensión generada. “Ahora vendrás tú –señaló a un hombre de complexión fuerte y de unos treinta años– y cogerás este remo. Yo cogeré el otro y trataremos de evadir a esa guardia costera dirigiéndonos al lado más oriental del Estrecho. Es importante que los demás sigáis manteniendo la calma para dejarnos maniobrar y no alertar a los de la lancha.” Dicho y hecho, la situación se relajó, aunque no del todo; y comenzaron a virar. Pasó el peligro y volvieron a girar para recuperar la dirección y el sentido original. Ya se veía la costa a unos 50 metros, cuando sonó una sirena y unos potentes focos nos iluminaron. De nada sirvieron ya las palabras del patrón. Todos, como movidos por un instinto de supervivencia, nos lanzamos al agua, intentando alcanzar a nado la costa. Yo perdí la pista de mi hermano y cuando llegué a la playa, ya en tierras españolas, corrí lo más que pude, intentando evitar todo tipo de sendero, de carretera, de pequeño camino que me pudiese descubrir. A R A U C A R I A ❦ Entonces vi un bosque –después supe que era la Sierra Carbonera, en Cádiz– y me interné en él, con la esperanza de hallar algún sitio donde reponer fuerzas. Encontré una pequeña gruta natural, escondida tras unas encinas y retamas, y me acomodé como pude, esperando la llegada del amanecer. Las emociones vividas me atormentaban; eran como una imagen pegada a mi retina y no conseguía apartarlas de ella por más que lo intentase. No sabía qué había pasado con Nadir, ni con los demás, ni sabía qué iba a ser de mí. Entre estos pensamientos se coló el sueño, que hizo que durmiese ininterrumpidamente hasta el nuevo día. A la mañana siguiente, decidí ir en dirección a la playa, buscando una carretera. A pesar del peligro que eso suponía, fui hasta un pueblo llamado San Roque para intentar averiguar la manera Página 34 de ir a Madrid. No fue difícil, pues en San Roque había muchos inmigrantes como yo, también procedentes de Marruecos. Entre ellos encontré a un antiguo habitante de Alcázar Seguer llamado Yunes. Él me llevó a su casa, me dio ropa limpia y algo de comida. Después hizo unas llamadas, y me dijo que esa misma tarde salía un camión que transportaba salazones a Madrid. Hasta la llegada de aquel momento, decidí dar una vuelta por el pueblo: casas blancas y de poca altura, un mar azulado al fondo, gente morena sonriente y con un divertido acento andaluz... Me llevé una grata primera impresión de España, de su gente y sus costumbres. Después intenté saber algo de Nadir, pero no conseguí nada, por lo que le pedí por favor a Yunes que intentase averiguar algo de él. Antes de despedirme le dije que cuando llegase a Madrid le llamaría yo para ver si ya sabía algo de él. Salió el camión. Yo iba en un pequeño compartimento debajo del asiento del conductor. El viaje fue asombrosamente tranquilo, y esa misma noche llegamos a Madrid. Cuando llegamos al mercado donde iba a descargar el camión –se llamaba el mercado de La Latina– en un céntrico barrio de la capital, me bajé, no sin antes haber agradecido mucho a Pedro el haberme traído. Como no hacía mucho frío, decidí tumbarme en un banco del pobre parque que hacía de alfombra del mercado y dormir hasta el nuevo día. Al día siguiente, conocí el concepto de “metro”. Bajé, siguiendo al torrente de gente que descendía por ella, la escalera que conducía al subterráneo. En un momento en el que no se fijó nadie, salté la barrera y pasé al interior de la estación. Dos largas escalinatas de bajada y una de subida fueron lo que tardé en montarme en aquel fabuloso tren que parecía un veloz gusano que recorría los túneles ya excavados de una manzana. Mi idea era fija: ir a la Plaza de España. Allí me dijo Pedro que había un locutorio desde el que podía llamar a Yunes. Transbordo en Callao, otro tren dirección Moncloa, y llegué a mi destino. Cuando salí de la estación, vi –imponente– la figura de una gran torre (la Torre de España), toda ella de hormigón. A un lado, un parque con árboles, alguna fuente artística y un pequeño estanque. Al otro, el edificio España, con el hotel Crowne Plaza adosado, un comercio fotográfico con un rótulo multicolor en el que se leía “Kónica” y, al fin, el locutorio. Me dirigí a él, teniendo la impresión de que me iba a quedar un grato recuerdo de aquel lugar y de aquel día. Pero no fue así. Yunes me dijo que Nadir había sido arrestado, y que esa misma mañana le habían devuelto a Marruecos. Eso suponía, para mí, quedarme solo en Madrid. Para Nadir, una paliza en cuanto llegase a Alcázar Seguer por la policía del puerto. Maldije mi suerte, pensando que, hasta dentro de mucho, no volvería a ver a mi única familia. Me senté en un banco del parque que había en la plaza y, aceptando la responsabilidad que había contraído por haber conseguido entrar en España, me propuse trabajar muy duro para sacar dinero y traer así a Nadir a Madrid, sabiendo que Alá es grande y bueno y que me concedería ese deseo en no mucho tiempo. A R A U C A R I A Página 35 ❦ A R A U C A R I A ❦ Pablo Página 36 de Lucas Sánchez (3º ESO 2003/04) La caracola ennegrecida por César Rodríguez Lomas* L as nubes se congregan como olas en el cielo. La primera luz inunda la playa. La ausencia gris volaba allí donde se rompe el mar, allí donde se quiebran sus alas. ...Silencio en la playa. Pero quiero escuchar el gemido lánguido de la arena bruna. * Por segundo año consecutivo viene a estás páginas un poema de César. Esta vez por haber obtenido el Primer Premio de Poesía de la Categoría B en el Concurso Literario Retamar del año 2003. En esa misma edición del certamen, consiguió el Accésit de prosa con "Metateatro". A R A U C A R I A Página 37 ❦ Quiero la blanca espuma batiendo siempre... sonando libre... inmortalmente sola. ... ¡Silencio en la playa! Ya no oigo el rumor sereno... De negro enlutece mi playa amada. De negro enlutece con llanto callado. Veo sombras en el agua. Hoy crece la ausencia. Hoy... hoy muere la mar. II S e urdió una mácula de sombras. ¡Tempestad de fuego, dosel de espuma! Fuego en el agua que quema la playa. Un sauce ha muerto, se secaron sus lágrimas. El ciprés la muerte aguarda sin abrir su paraguas. Y una caracola rebosa de negra sangre, ahogo, asfixia, crujido... ¡Muerte! Su canto eterno ha sido violentamente interrumpido. Mueren solas las caracolas. Mueren callando su reminiscencia de mar. A R A U C A R I A ❦ Página 38 Bajo las olas yace silenciosa la caracola. Bajo las olas, ola de ausencia. Sola entre olas, sola en su jaula, sola en su negra cárcel de cristal. III A ñil fue mi mar, limpio espejo del zafiro celeste. Añil fue mi mar. Hoy se enturbia de muerte, con mortaja de lino. Añil fue nuestro mar. Y yo te prometo que azul será. Azul, aunque hoy sea zafiro negro. Azul, y sólo de azul teñido, aunque las huellas se pierdan entre llagas plagadas de mar. Perdió el piélago su curvatura, dejó de ser espejo de las olas del cielo. Los pájaros beben su retrato en plateados espejos de agua. A R A U C A R I A Página 39 ❦ Nosotros somos los pájaros, que quieren ver su reflejo, que quieren beberlo del mar. IV N o, el mar no será negro, ni nuestra vida gris. La lluvia nos salvará diluyendo el sudor de nuestros cuerpos. ¡Luchemos contra los seguidores de la oscuridad eterna! ¡Y luchad fuerte! ¡Y gritad alto! ¡Y escribid con mano firme! Escribid que la sangre negra formó su charco de muerte y tierra, que no hay mar que la trague ni gaviotas que la beban... Desde el cuadro de mi ventana. desde ése versátil lienzo, cuando el piano del amanecer descorre las cortinas del cielo, veo la lluvia, azul telón de terciopelo. ¡Pon fin a esta tragedia, a esta desventura de hielo! A R A U C A R I A ❦ Página 40 Estudio del sonido a saltos en tubos rugosos de plástico por Jesús Muñecas Apellániz* E n este trabajo, Jesús trata de explicar el sonido que se produce al hacer girar tubos de plástico rugoso de los que se usan en las obras para realizar los cableados eléctricos en las paredes. Hace una aproximación al tema, se da cuenta de que al aumentar la velocidad de giro el sonido cambia, pero no de forma contínua como cabría esperar, sino a saltos, produciendo sólo determinadas ondas sonoras, y lleva a cabo un estudio experimental variando los parámetros que considera relevantes: diámetro del tubo, longitud, velocidad del aire, etc. Además, aplica sus conocimientos informáticos para obtener mediciones y analizar los datos. Con ellos establece unas hipótesis para explicar el fenómeno, y presenta también sus limitaciones, como corresponde a todo trabajo científico. * Esta monografía, presentada en el Bachillerato Internacional, obtuvo una Mención de Honor en el Área de Ciencias del IX Premio de Investigación San Viator. Jesús estudia actualmente 1er curso de Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad Autónoma de Madrid. A R A U C A R I A Página 41 ❦ Introducción Antes de empezar habría que explicar qué son y para qué sirven estos tubos de plástico. Pues bien, son tubos anillados, de plástico, que se utilizan en obras para colocarlos en las paredes y hacer pasar cables a través de ellos. Tras haber estado “jugando” con unos cuantos de estos tubos, haciéndolos girar a gran velocidad, observé que producían un sonido. Según variaba la velocidad de giro, me di cuenta de que el sonido producido variaba, pero lo curioso era que a medida que yo aumentaba la velocidad de giro, el sonido no cambiaba progresivamente, sino que más bien lo hacía a saltos. ¿Por qué sucedía? Una de las cosas que este trabajo va a intentar explicar va a ser esto. También se me ocurrió estudiar cómo cambiaba el tipo de sonido producido dependiendo de la longitud y grosor del tubo. ¿De qué manera afecta al sonido? Lo veremos más adelante. En resumen: ¿Por qué suenan estos tubos? y ¿De qué factores depende el sonido producido? ¿Por qué suenan los tubos? La primera cuestión que se planteó después de haber estado probando un poco cómo era el sonido producido por los tubos fue ver cuál era la explicación de que se produjera este sonido. Para plantear la primera hipótesis fue necesario que me diera cuenta de que cuando uno de los dos orificios del tubo estaba cerrado no se producía sonido alguno; así que la primera hipótesis planteada será que el tubo suena porque el aire circula por su interior. A R A U C A R I A ❦ Ahora será necesario demostrar esta hipótesis. Para ello tuve la simple idea de colocar unos papeles dentro del tubo, en uno de los extremos y después hacerlo girar cogiéndolo por el otro lado. De este modo cuando el tubo giraba los papeles eran expulsados hacia el extremo del tubo que estaba girando a más velocidad. Esta experiencia parece que probaba que la hipótesis planteada era correcta, circula aire por su interior. Pero aún así, quedaron algunas dudas, por ejemplo, los papeles podían haber sido expulsados debido a la fuerza centrípeta, así que se me ocurrió experimentar esto de otro modo: colocando los papeles sobre una superficie y haciendo girar al tubo sobre ese lugar. Los resultados fueron satisfactorios, el tubo absorbió los papelitos como si de una aspiradora se tratara. Por lo cual concluí que el tubo sonaba porque el aire circulaba del extremo que giraba más despacio al que se estaba moviendo más deprisa. Página 42 Para explicar porqué el aire circula de un extremo a otro me fijé en que la presión en el extremo del tubo que gira más deprisa es inferior a la del extremo que se mueve más despacio por el teorema de Bernoulli, que dice que en un fluido que se mueve horizontalmente, la suma de la presión estática y de la debida a la energía cinética por unidad de volumen es constante en cualquier punto: 1 ρ + v 2 = constante 2 Por tanto si el aire circula muy deprisa en un extremo, su presión en este lugar disminuirá y provocará que el aire del interior del tubo circule hasta ese extremo. No obstante, esto no puede ser el único factor que haga sonar los tubos, puesto que en los tubos lisos también circula el aire por su interior, pero no suenan, así que habrá que buscar algo más que contribuya a que se produzca el sonido. El sonido es una onda de presión, se produce por compresión y descompresión de las partículas del aire. Por lo tanto, quizá la razón de que se produzca el sonido es que el aire al entrar en el tubo se va comprimiendo y descomprimiendo cada vez que pasaba por uno de los anillos de éste. Si fuera correcta esta hipótesis, se me ocurrió la idea de que el número de veces que se comprimía y descomprimía la onda en el interior del tubo iba a estar relacionado con la frecuencia. De modo que cada compresión y descompresión correspondería con una oscilación. Veamos la relación teórica: Si la frecuencia del sonido es el número de oscilaciones por segundo, sólo tenemos que contar el número de anillas que tiene el tubo y dividirla por el tiempo que el aire tarda en atravesar completamente el tubo. El número de oscilaciones es el número de anillas del tubo, y el tiempo vendrá dado por la expresión t = l / v, siendo “l” la longitud del tubo en metros y “v” la velocidad a la que entra el aire en su interior en metros partido por segundo. De este modo obtenemos la siguiente expresión teórica: f = n nv = ⎛ l⎞ l ⎜⎝ ⎟⎠ v en la que “f” es la frecuencia en hertzios, “v” la velocidad a la que el aire circula en su interior y “n” el número de espiras del tubo. Por lo tanto el sonido que se produzca en los tubos debe depender de los siguientes factores: • Longitud del tubo • Número de anillos del tubo • Velocidad a la que circule el aire en su interior. Los tubos utilizados para el experimento tenían las medidasque se indican en la siguiente tabla: A R A U C A R I A Página 43 ❦ A R A U C A R I A ❦ Juan Página 44 de Cominges San Martín (3º ESO 2003/04) Los datos teóricos de las frecuencias del sonido que se deberían producir según la velocidad del aire en su interior serían los reproducidos en la Tabla inferior. En esta tabla los valores de velocidad están en km/h por lo que en las fórmula se han tenido que dividir entre 3,6 para pasarlos a metros partido por segundo. Nº de Longitud Nº de Diámetro Diámetro tubo (m) anillasinterior (cm) exterior (cm) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 Como se observa, los datos teóricos del tubo 9 coinciden con los del 1, los del 10 con los del 2, los del 11 con los del 3, etc. Cosa lógica ya que la longitud es la mitad y también lo es el número de anillas que tienen esos tubos. Estos datos se pueden apreciar en el siguiente diagrama con los ocho primeros tubos: Tubo 20 30 40 50 1 296 1 264 1 312 1 1,5 1 260 1,5 2 1 220 1,75 2,25 1 340 2,25 2,75 1 310 2,5 1,75 1 1,5 1 250 0,5 148 0,5 132 0,5 156 0,5 130 1,5 0,5 110 1,75 2,25 0,5 170 2,25 2,75 0,5 155 0,5 125 Velocidad 60 2 1,25 70 80 1,25 1,75 2 2,5 1,25 1,75 1 1,5 2 1 1,5 1,25 90 100 1,75 110 120 1 1644,42466,7 3288,9 4111,1 4933,3 5755,6 6577,8 7400,0 8222,29044,49866,7 2 7333,38066,78800,0 1466,72200,0 2933,3 3666,7 4400,0 5133,3 5866,7 6600,0 3 1733,32600,0 3466,7 4333,3 5200,0 6066,7 6933,3 7800,0 8666,79533,310400,0 4 1444,42166,7 2888,9 3611,1 4333,3 5055,6 5777,8 6500,0 7222,27944,48666,7 5 1222,21833,3 2444,4 3055,6 3666,7 4277,8 4888,9 5500,0 6111,16722,27333,3 6 1888,92833,3 3777,8 4722,2 5666,7 6611,1 7555,6 8500,0 9444,4 10388,9 11333,3 7 1722,22583,3 3444,4 4305,6 5166,7 6027,8 6888,9 7750,0 8611,19472,210333,3 8 1388,92083,3 2777,8 3472,2 4166,7 4861,1 5555,6 6250,0 6944,47638,98333,3 9 1644,42466,7 3288,9 4111,1 4933,3 5755,6 6577,8 7400,0 8222,29044,49866,7 10 1466,72200,0 2933,3 3666,7 4400,0 5133,3 5866,7 6600,0 7333,38066,78800,0 11 1733,32600,0 3466,7 4333,3 5200,0 6066,7 6933,3 7800,0 8666,79533,310400,0 12 1444,42166,7 2888,9 3611,1 4333,3 5055,6 5777,8 6500,0 7222,27944,48666,7 13 1222,21833,3 2444,4 3055,6 3666,7 4277,8 4888,9 5500,0 6111,16722,27333,3 14 1888,92833,3 3777,8 4722,2 5666,7 6611,1 7555,6 8500,0 9444,4 10388,9 11333,3 15 1722,22583,3 3444,4 4305,6 5166,7 6027,8 6888,9 7750,0 8611,19472,210333,3 16 1388,92083,3 2777,8 3472,2 4166,7 4861,1 5555,6 6250,0 6944,47638,98333,3 A R A U C A R I A Página 45 ❦ Después de haber obtenido estos datos teóricos era el momento de compararlos con los datos reales. Pero el problema estaba en cómo medir la velocidad en el interior del tubo. Se me ocurrió montarme en un coche y sacar los tubos por la ventana a determinadas velocidades. Estos datos los obtuve con la ayuda de mi padre el cual en unas cuantas ocasiones se me ofreció como conductor y me llevó en su coche para que pudiera tomar medidas de los sonidos producidos por los tubos a determinadas velocidades. Estos sonidos los tomé con una grabadora, añadiendo con mi voz la velocidad a la que iba el coche. Más tarde, en mi casa y con la ayuda de un osciloscopio podría estudiar la frecuencia del sonido en cada velocidad. A R A U C A R I A ❦ Cuál fue mi sorpresa al ver que al sacar el tubo por la ventana perpendicularmente a la dirección del aire, el tubo no producía sonido alguno y que no se cumplía el teorema de Bernoulli antes explicado. Al intentar darle una explicación a esto me di cuenta de que la disminución de presión se estaba produciendo no sólo en el extremo exterior del tubo, sino que también en todo el interior del coche (lo cual me produjo al cabo de unos días un importante catarro que aún me dura) y por tanto también en el otro extremo del tubo, por lo que la presión era igual en los dos extremos. Así tuve una idea: puesto que en la fórmula que había propuesto anteriormente, la velocidad del aire venía dada cuando esta es la que el fluido llevaba al pasar por el interior del tubo, hice lo que iba a ser la manera más sencilla de realizar el experimento, colocar el tubo en la misma dirección en la que iba el coche para que el aire entrara de manera frontal al tubo y que la velocidad que llevara el coche fuera la misma que la que tenía el aire que pasaba por el interior del tubo. Página 46 Los datos reales que obtuve con la experimentación y el análisis con el osciloscopio fueron los siguientes (tabla derecha): Velocidad Tubo 40 50 60 70 80 90 1 909,91111,11250,01923,0 1666,7 Los espacios en blanco son datos que por alguna circunstancia no pudieron ser reconocidos por el osciloscopio y por tanto no pudieron ser analizados. 2 1030,91149,41162,81052,61190,5 1851,9 3 1087,01087,01265,81388,9 1998,9 6 1298,71666,71754,4 2272,7 Lo primero que se ve es que están lejos de los valores teóricos. Sin embargo, observé que cada 7 1369,81149,41388,91587,3 1587,3 Velocidad Tubo 40 50 60 70 80 90 1 4,52 4,44 4,60 3,42 4,44 2 2,85 3,19 3,78 4,88 4,93 3,56 3 3,99 4,78 4,79 4,99 3,90 4 5 4,30 4,22 4,55 2,75 2,52 2,48 6 4,36 3,97 4,31 3,74 7 3,14 4,50 4,34 4,34 4,88 8 4,56 4,55 4,33 5,20 5,11 5,06 9 2,14 2,14 2,57 2,59 2,96 3,11 10 3,40 4,25 3,74 11 2,88 3,68 3,54 3,34 4,51 12 3,32 4,15 3,16 3,94 3,29 4 5 1176,51369,9 1428,6 1333,31694,9 2222,2 8 609,8 763,4 961,5 934,61087,0 1234,6 9 1538,51923,11923,12222,22222,2 2381,0 10 862,1 862,11176,51492,51538,5 1724,1 11 1204,81176,51470,61818,21538,5 1851,9 12 869,6 869,61369,91282,01754,4 1754,4 13 1052,61333,31562,51639,3 1886,8 14 15 2127,7 1612,91234,61886,8 1886,8 16 frecuencia real de los tubos presentaba una razón de proporcionalidad con los datos teóricos. Estas relaciones son las siguientes y se ob4,21 tuvieron al dividir las frecuencias reales con las 3,70 teóricas (tabla izquierda). 3,81 3,83 13 2,90 2,75 2,74 2,98 2,91 14 3,11 15 3,20 4,88 3,65 Los datos con fondo oscuro fueron los que se descartaron por un posible error. 4,11 Por lo tanto la media para cada tubo es: Tubo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 Proporción1/4,5 1/4,3 1/4,61/5,1/2,51/4,1 1/4,51/4,81/2,21/3,81/3,7 1/3,61/2,8 1/3,9 En los tubos 14 y 16 obtuve muy pocas medidas, y los datos son muy poco fiables. Por eso los he omitido. Más adelante intentaré dar una interpretación a esa proporción. ¿Por qué va a saltos el sonido? El sonido que se produce en los tubos no va aumentando progresivamente a medida que aumenta la velocidad, sino que lo hace en una especie de saltos. Para estudiar este fenómeno utilizamos tres tubos de distintos grosores, que además, más tarde iremos cortando para conseguir longitudes más cortas. A R A U C A R I A Página 47 ❦ Mediante la misma experimentación antes relatada fui a obtener las velocidades a las que se producía los saltos, y las frecuencias a las que se pasaba. Tubos usados: nº de tubo longitud (m) anillas diámetro interiordiámetro (cm) exterior (cm) 1 1 296 2 2,5 2 1 260 1,5 2 3 1 264 1,25 1,75 Y los resultados obtenidos fueron los siguientes: tubo 1 100 tubo cm 2 100cm tubo 3 100cm tubo 1 50 tubo cm 2 50 tubo cm 3 50 tubo cm 1 80 tubo cm 1 60 cm vel. frec.vel. frec. vel. frec.vel. frec.vel. frec.vel. frec.vel. frec. vel. frec. 45 1388,960 1000 52 1515,265 60 1639,375 66 952,4 60 1639,360 1724,160 1176,560 1886,860 1562,5 1075,3 65 1098 65 1851,865 1408,45 66 1470,672 1989,3 1428,6 70 1282,170 2272,775 1785,775 1960,890 3030,375 2381 1818,285 1470,5 75 1388,9 2553 70 1923 90 1515,2 90 1538,5 75 2127,7100 2040,8 98 1587,3 81 2222,2108 1960,8102 1754,4 100 2564,1121 60 85 2272,784 2083,3 93 2500 68 80 2381 2381 110 1818,2 115 2000 Un dato muy interesante a la hora de estudiar estas tablas fue que cuanto mayor era la superficie de los tubos, mayores eran las frecuencias que conseguían. Lo mismo ocurría con la longitud de los tubos menos en un caso el cual descartamos por el momento. Al estudiar estas tablas y sus resA R A U C A R I A ❦ pectivas gráficas pude observar cómo iba saltando el sonido dependiendo de la velocidad, y cómo se mantiene constante la frecuencia de éste hasta llegar al siguiente salto de sonido en una velocidad diferente. Pero sin duda lo más interesante de todo esto fue que cuanto mayor era la superficie de Página 48 la boca del tubo, mayores eran las frecuencias producidas, y cuanto más cortos eran los tubos, se producía un sonido con frecuencia también superior. Estás deducciones me llevaron a pensar que en las tomas que había realizado en el coche no había tenido en cuenta un factor muy importante, la resistencia que ejerce el aire al entrar en el tubo. Es de suponer que cuanto más largo sea el tubo, habrá más resistencia al aire; y que cuanto más estrecho sea, habrá también más resistencia. Por lo tanto, podemos decir por el momento que la resistencia producida por el aire al entrar en el tubo es el motivo por el que los datos que he obtenido de manera práctica están relacionados con una constante con los datos obtenidos teóricamente. Y por tanto que la fórmula obtenida por mi (f = nv / l) es “correcta”, pero que no se ha podido demostrar del todo puesto que las velocidades a las que entra el aire en el tubo realmente no son las mismas que a las que habíamos supuesto que entraba. Por eso finalmente se puede decir que el diámetro del tubo afecta, no en el sonido, sino en la resistencia que ejerce la forma del tubo a que entre el aire en su interior. Dentro de la experimentación se me ocurrió repetir el experimento, pero prolongando los tubos para así poder demostrar que la frecuencia cambiaba cuando se aumentaba la longitud del tubo pero no el número de anillos de éste. Para realizar esta experimentación, lo que hice fue colocar en primer lugar un trozo de papel dentro del tubo, pegado a la pared, con el fin de que cubriera parte de la longitud de éste y así reducir su número de espiras conservando la longitud del tubo. Mi sorpresa fue grande cuando al hacer esto colocando el trozo de papel en el extremo de salida del tubo y hacer pasar aire por su interior, éste no sonaba, pero mi sorpresa fue mayor cuando vi que sucedía lo mismo en las ocasiones en las que el papel se encontraba en el extremo opuesto del tubo y cuando se encontraba en el medio del tubo. Además sucedía independientemente de la longitud que tuviese el papel: probé desde unos 2 cm a unos 15 cm. A R A U C A R I A Página 49 ❦ No tengo una buena explicación para esto, ya que el sonido se debería producir en la parte del tubo no interferido por el papel. Además, se notaba con la mano que el aire seguía circulando por el interior del tubo con gran libertad. Puesto que no me salía ningún resultado haciendo esto, me propuse realizarlo de otro modo: colocando el trozo de papel por fuera a modo de prolongación del tubo, aumentando la longitud del tubo. Esta vez sí obtuve resultados, el sonido era muy similar, pero la amplitud de éste era algo menor que la obtenida en los tubos sin modificar. Y en ocasiones el sonido llegaba a apagarse del todo. Esta última experimentación me dio pie a intentar explicar porqué el sonido que se produce va a saltos y es que se produce por resonancia. Pero antes, para hablar de esto hay que explicar la resonancia del sonido en tubos abiertos por los dos extremos: cuando se produce un sonido con una onda cuya longitud es l, en un tubo que se encuentra abierto por los dos lados, el sonido resuena en él, produciéndose ondas estacionarias con una distancia entre nodos de l/2. En el tubo se tiene que formar un vientre de la onda en cada uno de los extremos, y las condiciones de que esto λ se establezca son: l = n ⎛⎜ ⎞⎟ , y por tanto la frecuencia de resonancia del tubo estará restringida ⎝ 2⎠ ⎛ v⎞ por f = n ⎜ ⎟ . Esto nos puede llevar a proponer que ocurre lo mismo en los tubos rugosos, ⎝ 2l ⎠ que se produce una onda, que en cada uno de los extremos hay un vientre, y que para que pueda pasar a una frecuencia superior es necesario que se produzca una onda que pueda entrar completamente desde un vientre hasta el otro vientre. Pero esta hipótesis tiene una pega. Cuando la velocidad del aire no coincide con las condiciones antes relatadas, para que se produzca la resonancia, son momentos en los que no se debería producir sonido alguno, pero en la realidad no es así. Esto es algo que por mucho pensar no pude explicar. A R A U C A R I A ❦ También algo curioso que obtuve de esta experimentación fue que cuando yo conseguía aumentar la longitud del tubo hasta ciertos puntos, no se producía sonido alguno. A esto le di respuesta diciendo que al hacer lo aquí dicho lo que ocurría era que el final del tubo coincidía con un nodo y no un vientre de la onda, por lo que no resonaba. Conclusiones En primer lugar demostré que sólo sonaban los tubos con los dos extremos abiertos y que producían el sonido al pasar el aire por su interior. Página 50 Como no podía ser este el único factor que produjese el sonido en el tubo tuve que buscar otra explicación, la cual la encontré en que los tubos sonaban porque las partículas de aire se comprimían y descomprimían al pasar por su interior y que esto era lo que producía el sonido. A partir de esta hipótesis establecí una relación: Tras todas las experimentaciones, puedo concluir que la fórmula propuesta por mí es correcta, aunque pueda tener algunos fallos (por ejemplo no explica el que las frecuencias no sean continuas, sino que vaya a saltos), hasta que se encuentre una mejor. Y por tanto creo que los factores que afectan a la producción del sonido dentro del tubo son únicamente su longitud, el número de anillas que éste tenga, y la velocidad a la que el aire pasa por su interior. La superficie de la boca del tubo afecta únicamente en la resistencia que ejerce el aire al entrar en el interior del tubo. No tengo una explicación satisfactoria para el hecho de que desaparezca el sonido cuando se pega un pequeño tramo de papel en la pared del tubo. También, quiero decir que el que se produzca el sonido a saltos viene dado porque es necesario que se creen vientres de la onda en los dos extremos del tubo. Por último me gustaría proponer la idea de formar una “orquesta” de personas con un tubo diferente cada una, y que cada una pudiera tocar unas notas haciendo girar su respectivo tubo. Esto podría ser una idea muy innovadora y ante todo original. A R A U C A R I A Página 51 ❦ A R A U C A R I A ❦ Miguel Martín-Aragón Merino Página 52 (3º ESO 2003/04) Cuando el cuerpo domina por Ángel Sanz Fernández* E l avión estaba cayendo en picado. Ese disparo había sido decisivo. Mientras caías estabas pensando por qué le habías perdonado la vida unos minutos antes y por qué demonios te acercaste tanto. Cuando tu avión está a punto de explotar contra el suelo, contigo dentro, suena un “ring ring” que te ensordece los oídos. Te despiertas y apagas tu despertador. Las siete de la mañana. Empiezas a volver a la realidad y consigues desterrar ese sueño maldito. Entonces tu madre aparece en la puerta. Antes de que acabe la frase de “ya es la hora”, le has contestado que un minutito más. Ante su negativa, tú estás enfadado porque no ves lógico que te levante una hora antes de salir, pero tu madre ya te conoce y sabe que luego siempre llegas tarde. Mientras piensas en todo esto han dado ya las siete y cuarto. Te levantas a toda prisa y vas a la ducha. “Luego recupero este tiempo dándome más prisa en lo demás” piensas mientras te preparas un baño hasta arriba. Te quedas embobado mirando el agua, recordando lo bien que te lo pasaste el último verano en la playa. Por fin se llena el baño y te decides a entrar. ¡Qué caliente está! Decides desayunar primero para que se enfríe y sales del cuarto de baño con dirección a la cocina. Al llegar * Esta obra obtuvo el Primer Premio de Cuentos en la Categoría A (1º a 3º de ESO) del Concurso Literario Retamar 2003, cuando su autor cursaba 2º de ESO. A R A U C A R I A Página 53 ❦ A R A U C A R I A ❦ Gonzalo Noriega González Página 54 (3º ESO 2003/04) le das una colleja a tu hermano pequeño que está desayunando y él se enfada y grita. Le intentas dar otra, pero esta vez él se ha apartado y has derramado toda la leche. Tienes que recogerlo rápido antes de que venga tu madre y lo vea. Pero por mucha prisa que te des te pillarán, porque tu madre se acerca por el pasillo. Gracias a Dios se entretiene con tu hermana pequeña y te da tiempo a terminar y a volver a ponerle otro. Viene tu madre y te regaña pues son las 8’35 y todavía no te has duchado ni has desayunado. Cuando estás en la puerta, en dirección al baño, tu madre se da cuenta de que la pared está manchada de leche. “¿Por que no habré limpiado la pared?” piensas mientras aceleras el paso y te metes en el cuarto de baño. El agua se ha enfriado y pones un poco más de caliente. “El baño es lo mejor para las mañanas de frío invierno” piensas y te metes. Cuando consigues volver a la realidad, que por cierto es “seguro que llegarás tarde”, decides salirte en 5 minutos. Pero a los 10 minutos te das cuenta de que sigues dentro y que tendrías que salir por si se da cuenta tu madre. Los 5 minutos delante del espejo no pueden faltar. Quedan 5 minutos para que llegue la hora de salir y todavía no te has vestido. Corres y te vistes a toda prisa pero ya llegas tarde. Pasas por el kiosco para comprarte unos cuantos caramelos (pues en el descanso sientan de maravilla) mientras te convences de que el tren esta vez seguro que se retrasa. Pero tú sabes que esto no ocurrirá pues llevas 10 años cogiendo el mismo tren y nunca se ha retrasado ni un minuto. Por supuesto cuando llegas al tren ya se ha ido y te das cuenta de que hace un mes que no llegas puntual al colegio. Estás enfadado por todo. Te preguntas si merece la pena estar así por no darte prisa. ¿Qué te dirán esta vez en el colegio? Cuando llegas al colegio y entras en clase nadie te mira. Te preguntas por qué y te das cuanta del motivo: ya están acostumbrados a tus retrasos. Tras la clase, vas al vestuario a charlar con un amigo y te ve ese profesor tan bajito que te entrena a baloncesto con el que tú siempre te metes. Otra vez te echarán la charla tus padres. Mientras estás subiendo las escaleras hacia tu clase sientes que alguien te adelanta a toda prisa. Es tu amigo David. Te haces el despistado porque le debes dinero y no tienes para devolvérselo. Pero él te ve y te dice que se ha comprado una bicicleta ahorrando dinero, gastando sólo en cosas imprescindibles. Concluye diciendo que ha valido la pena el sacrificio hecho durante estos meses. Te das cuentan que era la bicicleta que tú querías y que te habías hecho el propósito de no gastar dinero, a no ser que fuera imprescindible e incluso habías dejado los caramelos, mejor dicho de comer de tus caramelos, pero eso duró poco ya que tus amigos te llamaban gorrón y tú eso lo odias. Cuando finalizan todas la clases de la mañana te vas a casa con un largo fin de semana por delante. Le cuentas a tus padres que te tienen que hacer una tarjeta pues te han pillado en el vestuario y te echan la esperada charla. La comida transcurre con normalidad salvo que hoy sólo te has tomado tres coca-colas y no cuatro como siempre y por ello te sientes bien. Son las 4 cuando sales del comedor donde tus padres siguen hablando de temas que tú no logras entender. Te diriges a tu habitación y dejas caer tu cuerpo sobre la cama y, mientras piensas qué puedes hacer, consigues encontrar el mando a distancia de tu cadena. La enciendes y pones la radio. Lo primero que sale es un anuncio de un viaje al Caribe consiguiendo tantos puntos de coca-cola. Te das cuenta de que necesitas una coca-cola para alegrar la tarde y tras 10 minutos de amagos A R A U C A R I A Página 55 ❦ consigues levantarte y desplazarte hacia la cocina. Tras mirar todos los productos que contiene la nevera, coges la deseada coca-cola y unas onzas de chocolate. Cuando vas a tu habitación para tumbarte y pensar en lo que vas a hacer, pasas por la puerta de la sala de estar, te sientas en el sillón y conectas la televisión para ver qué hay. Circulas y circulas por todos los canales sin saber dónde irás a parar. Te dan las 7 cuando decides apagar la televisión y vuelves a tu cuarto para encontrarte con la cama. En cosa de 10 segundos te ves tirado en la cama oyendo un programa de radio donde se habla de economía y cambias de emisora hasta que encuentras un programa que emiten música de todos los tiempos. Suena el teléfono, no transcurren ni 5 segundos y ya te has desplazado hasta el cuarto de estar, tienes el esperado auricular en la oreja y estas hablando con Luis. Te había llamado para ver qué ibais a hacer esa tarde. Recorres lentamente el pasillo hacia tu habitación. Luis ha tenido un día lleno de cosas. Ha estado escribiendo una carta a una chica que vive en Galicia con la cual tiene mucha amistad y se regalan cintas porque tienen los mismos gustos musicales. Luego se ha ido al parque con un amigo y han estado hablando. Ya en casa, han terminado juntos los deberes y luego, mientras estaban escuchando un poco de música, han mandado unos mensajes por Internet a unos amigos comunes. Te invitan a ver una película en su casa pues el cine es muy caro. Les dices que no te apetece porque desde tu casa hasta la suya todo es cuesta arriba y porque siempre pasas por esa tienda para ver las portadas de todos los periódicos de deportes. Decides ir porque tus amigos te insisten y te vienen a buscar en bicicleta. Cuelgas el teléfono y lo dejes sobre la cama mientras estas pensando en la tarde que llevas y en la que ha llevado tu amigo. Tras unos minutos de reflexión, llaman al telefonillo. Avisas que ya sales y te vistes delante de la televisión que emite un programa donde hacen preguntas a los concursantes. Estás imaginándote a ti en ese plató, acertando todas las preguntas, cuando te interrumpe un sonido. Es el timbre del telefonillo. Lo coges y te dicen que te des prisa, que si no vais a terminar muy tarde de ver la película. Sales de tu casa dando un portazo y pensando lo mucho que luego tendrás que andar a la vuelta, pulsas el botón del ascensor. Se abren las puertas y no puedes entrar porque está lleno. Podrías bajar por las escaleras pero esperas al siguiente con la propia excusa de que luego tendrás que andar mucho. Cuando logras encontrarte con tus amigos les pones mil excusas por no haber salido antes. A R A U C A R I A ❦ La película te ha gustado pero sólo la idea de que luego tendrás que ir andando hasta tu casa te hace sentir mal. Al final te llevan a casa en moto y tras ir a la cocina para tomar algo oyes la voz de alguien que parece ser que no viene con buenas intenciones. Es tu madre que se ha enfadado porque has entrado sin saludar. Resistes la charla y te diriges a tu habitación. Te tumbas en la cama y te quedas dormido. Por la mañana te levantas y observas que el día no ha comenzado mejor que el anterior pues no has hecho nada y son las dos. Suena el teléfono. Vas corriendo y lo descuelgas. Es Luis que te pregunta qué vas a hacer. Primero ir al kiosco para comprarte una revista de aviones con la que te regalan un F18 en miniatura. Luego Página 56 al cine. Las palomitas, la bolsa de chucherías y la coca-cola más grande no pueden faltar. La cena será en el Burger King. Luego otras partiditas a los recreativos y luego os cogéis un taxi porque los autobuses a esa hora no pasan. Todo transcurre según lo planeado menos una cosa. Al acostarte te das cuenta de que te has gastado la paga de un mes y eso que no has contado los 6 Euros que debes a David. Entonces te comparas con Luis y te das cuenta de que, aunque tú tienes más facilidades para comprarte de todo, él se lo ha pasado mucho mejor y hace muchas más cosas que tú. Te haces el propósito de minimizar tus gastos y controlar tu pereza. “Está vez va en serio”. Te quedas dormido mientras piensas qué hacer para gastarte menos dinero. “Ring-ring”. ¡Ya es la hora! ¡date prisa o llegarás tarde como siempre! Son las primeras voces que oyes ese lunes. ¡Un minutito más, por favor! Y… A R A U C A R I A Página 57 ❦ A R A U C A R I A ❦ Javier García Baos Página 58 (3º ESO 2003/04) la Proyecto Sócrates: ley de radiación de Planck por Nicolás Dietl Sagüés* R etamar participa desde hace tres años en un Proyecto Comenius de Desarro llo Escolar, dentro del Programa Sócrates de la Unión Europea, el cual promueve proyectos de colaboración entre centros educativos de tres o más países de la Unión. Cada centro participante debe elaborar durante el curso uno o varios proyectos particulares, que se «cuelgan» en una página común de Internet (http://www. uni-graz.at/imawww/euprojekt-cas ), al alcance de los alumnos de los otros países. Si bien los temas y ámbitos preferentes durante los dos cursos anteriores fueron el Cálculo Diferencial y el Cálculo Integral, nuestro Colegio se especializó desde el comienzo en proyectos de Física. En este artículo resumimos el trabajo con el que Retamar participó en dicho proyecto, titulado ”Mathematics and Web: Modern Tools for Understanding”, y del que ya se ha informado ampliamente en la revista “Retamatch”. Este trabajo, escrito originariamente en alemán y traducido para ser publicado aquí, fue presentado ante el Instituto Pedagógico y el Consejo Escolar (equivalente a la Consejería de Educación) de la región de Viena (Austria) el mes de mayo de 2003. Posteriormente, fue expuesto en alemán en el mes de septiembre por los alumnos de 1º Bachillerato Víctor Díaz, Pablo L. de la Fuente, Javier Infante, Luis Olier y Carlos Pardo, ante profesores y autoridades académicas de la región de Alta Austria en la ciudad de Steyr, en un viaje que realizaron con D. José Francisco Romero. Este Proyecto ha contado en RETAMAR con la participación de profesores de los Departamentos de Ciencias y de Nuevas Tecnologías, así como la colaboración del Departamento de Idiomas. * A R A U C A R I A Página 59 ❦ Introducción Todos los proyectos están realizados con el software educativo Math Desktop1, que se ejecuta sobre el programa Mathematica2, una potente herramienta de cálculo numérico y simbólico, con un entorno de programación propio, muy utilizada en universidades e ingeniería. El presente trabajo es una transcripción de dicho documento, que en su formato original permite desplegar o cerrar secciones, capítulos y apartados, y ejecutar todos los cálculos. El autor agradece especialmente la colaboración del Profesor Joachim Schwindt, del Bettina-von-Arnim-Gymnasium, por su inestimable ayuda y corrección de estilo de alemán durante los tres años del Proyecto, particularmente en la exposición de este trabajo. La radiación térmica Cada cuerpo intercambia con su alrededor energía, por ejemplo a través de conducción de calor, y tiende al equilibrio con los otros cuerpos, calientes o fríos. Se habla entonces de radiación de calor o también radiación térmica. Es emitida por un cuerpo debido exclusivamente a su temperatura. Contiene radiación electromagnética y forma un espectro continuo. El hierro fundido emite un color blanco amarillento. Al enfriarse se vuelve rojo claro y después rojo oscuro. El hierro no brillante también emite una determinada radiación, dependiente de la temperatura, en forma de radiación térmica. A R A U C A R I A ❦ Experimentalmente existe sólo un cuerpo que emite un espectro universal dependiente únicamente de la temperatura: un cuerpo negro, como la superficie interior ennegrecida de una cavidad. Su radiación sale al exterior a través de un pequeño orificio de la cavidad, al margen de la radiación de otras fuentes. Un cuerpo negro absorbe la radiación total que cae sobre él y emite la que sólo depende de su temperatura. 1 2 Math Desktop es propiedad de la firma austríaca ©Deltasoft, http://www.deltasoft.at Mathematica es una marca registrada de ©Wolfram Research Co, http://www.wolfram.com Página 60 La distribución de enerRadiancia espectral del cuerpo negro gía espectral del radiador Curvas de radiancia a cuatro temperaturas negro, el espectro del cuerpo negro, muestra un máximo cuya posición se desplaza en la dirección de las longitudes de onda más pequeñas a medida que aumenta la temperatura. Este espectro del radiador de temperatura era bien conocido en el cambio de siglos XIX-XX por medidas experimentales. El significado teórico era sin embargo conocido para un limitado intervalo de frecuencias sólo por Wien y por Rayleigh-Jeans. Dos importantes leyes empíricas fueron descubiertas por esa época: • la ley de Stefan (o ley de Stefan-Boltzmann): RT = σ·T 4 (w / m2) La densidad de flujo de radiación total (la radiancia total, energía por unidad de área por unidad de tiempo) es proporcional a la cuarta potencia de la temperatura. • la ley de desplazamiento de Wien: νmax ∝ T o bien λmax · T = Cw = 2.898·10-3 m·K (constante de Wien) La frecuencia a la cual tiene lugar el máximo de radiancia espectral es directamente proporcional a la temperatura, o dicho de otro modo, la longitud de onda a la cual tiene lugar el máximo de radiancia espectral es inversamente proporcional a la temperatura. En los años siguientes se intentó encontrar una expresión que diera la radiancia espectral del cuerpo negro, es decir, se buscó una expresión teórica que explicara la distribución de las curvas anteriores. El físico alemán Wilhelm Wien obtuvo una expresión genérica, en la cual la densidad de energía dependía de una cierta función F(ν / T) que no fue capaz de obtener, pero que aproximó años más tarde con una exponencial decayente. Rayleigh y Jeans calcularon en 1900 la densidad espectral de energía como el producto del número de osciladores radiantes en la cavidad por el valor medio de la energía de cada oscilador, dividido entre el volumen. Para el cálculo de la energía media de cada oscilador siguieron la distribución de energía de Boltzmann. El resultado fue una expresión, proporcional al cuadrado de la frecuencia, que no se ajustaba a los datos experimentales, y que conducía a la llamada “catástrofe ultravioleta”: la energía emitida se hacía infinita a medida que crecía la frecuencia. A R A U C A R I A Página 61 ❦ Además, a partir de la ley de distribución de Rayleigh-Jeans no se podía obtener la ley de Stefan ni la ley de desplazamiento de Wien, tal y como se comprueba con los cálculos correspondientes en el cuaderno o documento original –notebook– de Mathematica. Y es en este contexto cuando aparece el trabajo de Planck. A continuación reproducimos parte del trabajo original, con un extracto de las fórmulas y gráficos del cuaderno o notebook de Mathematica. La teoría de Planck sobre la cavidad radiante Max Karl Ernest Ludwig Planck (1858-1947), físico alemán, recibió el Premio Nobel de Física en 1918 por su contribución al desarrollo inicial de la Mecánica Cuántica, que comenzó con su célebre artículo “Über das Gesetz der Energieverteilung im Normalspektrum”, presentado ante la Sociedad Alemana de Física de Berlín el 14 de diciembre de 1900, y publicado en la revista Annalen der Physik unos meses más tarde. E= ∫ ∞ 0 ∫ Ee − E (kT ) E ∞ − ( kT ) 0 e dE dE Planck no dudaba de la ley de distribución de Boltzman, pero necesitaba un corte en la función del valor medio de la energía. Este corte llegó cuando se dio cuenta que la energía podía ser considerada y tratada como una magnitud discreta. A R A U C A R I A ❦ Para frecuencias más altas la ley de radiación de Wien era una buena aproximación; para frecuencias más bajas era la ley de Rayleigh-Jeans una buena aproximación. Cuantos más rectángulos hay y más delgados son, más se aproxima la superficie bajo la curva al valor medio de la energía kT. Planck supuso que la energía era una magnitud discreta y buscaba: Ê ≈ kT, esto implicaba ∆E << kT, cuando ν → ∞ Ê ≈ kT, esto implicaba ∆E >> kT, cuando ν → 0 ∆E ∝ ν, → ∆E = hν Página 62 (hipótesis de Planck) E = 0, hν , 2 hν , 3 hν ,… E = n hν; n = 0, 1, 2, 3,… Así pues, Planck remplazó las integrales por sumas. nhv nhv − kT e ∑ Ee dE ∫ n=0 kT E= 0 → E nhv − n=∞ 1 ∞ − ( kT ) ∫ 0 e dE ∑n=0 kT e kT En los siguientes cálculos, α = hν / kT. − ∞ x= ∑ n=∞ n=0 − nhve kT − nhv kT nhv E n=∞ (kT ) n=∞ ∑ (nα e ) = hv = kT ∑ e −1+ e −nα n=0 n=∞ −nα hv kT e kT n=0 ∑n=0 kT De manera que la ley de radiación de Planck para la distribución de energía del radiador negro (su espectro) es: 8π v 2 hv ρT ( v) dv = 3 hv dv c e kT −1 A partir de aquí, el trabajo escrito en el cuaderno de Mathematica continúa realizando los siguientes cálculos: • Representación gráfica de la ley de radiación de Planck para distintas temperaturas de la cavidad radiante. • Representación gráfica conjunta de las tres leyes de radiación estudiadas Clear[ f ] n=∞ fW[v _,T _] := fRJ[v _,T _ := (8π v2 ) e − hv kT c3 (8π v2 ) kT c3 8π v 2 ) ( hv ) ( fP[v _,T _] := ⎛ − hv ⎞ 3 c ⎜ e kT −1⎟ ⎝ ⎠ MDPlot[{ fRJ[v,T ], fP[v,T},{v, 0,1013 }]; A R A U C A R I A Página 63 ❦ • Cálculo de la ley de radiación de Rayleigh-Jeans como una aproximación de la ley de distribución de Planck. • Deducción, mediante cálculo integral, de la ley de Stefan y cálculo de su constante a partir de la ley de Planck. • Deducción, mediante cálculo integral, de la ley de desplazamiento de Wien y cálculo de su constante a partir de la ley de Planck. Este cálculo se realiza haciendo uso de diferentes funciones de Mathematica sobre métodos numéricos, y trabajando tanto en el intervalo de frecuencias como de longitudes de onda. A R A U C A R I A ❦ Página 64