REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS ÁREA DE POSTGRADO DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN EL CONOCIMIENTO. TEORÍAS DEL CONOCIMIENTO VISIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA CULTURA OCCIDENTAL DURANTE LAS EDADES; ANTIGUA, MEDIA, MODERNA Y CONTEMPORÀNEA Participantes: Arcia Pedro Bautte Yrallis Frontado Freddy Echenagucia Baudilia Sección 2 / Equipo 1 Diciembre de 2011 1 INTRODUCCIÓN La expresión cultura occidental define una concepción del mundo y la vida que se expresa de diferentes formas y que tuvo origen en un ámbito territorial por obra de determinados grupos sociales, su tendencia fue acentuar las diferencias con las culturas vecinas y circunscribir el ámbito de su desenvolvimiento. A partir de ese momento la cultura occidental se torna expansiva comienzan a difundirla más allá de las fronteras dónde se había originado con tanto éxito que se creía que se había tornado universal. Por otro lado, La historia de la filosofía tiene sus comienzos hace dos mil quinientos años, pero antes de ella existía una forma de pensar prefilosófica: el pensamiento mítico, es decir las primeras explicaciones que el hombre dio de la realidad fueron de tipo religioso. Ante fenómenos como el rayo, el movimiento de los astros, la vida de los animales y las plantas o la muerte de los miembros de la propia tribu, el hombre primitivo carecía de explicaciones racionales. Y al no disponer de respuestas naturales para sus interrogantes, se refugio en respuestas que aludían a fuerzas o seres sobrenaturales: un Dios airado lanzaba sus rayos contra quienes le habían ofendido; el Sol, la Luna y otros astros eran los dioses que movían el firmamento. A raíz de estas primitivas respuestas religiosas fueron apareciendo otras, mas refinadas y complejas, que han llegado a nuestros días como doctrinas mas o menos fundamentadas en la filosofía griega. También en el II milenio antes de nuestra era, los hebreos crearon una religión que por primera vez en la historia incluía la idea de un Dios único, un Dios que se les había revelado a ellos como pueblo. La fase del pensamiento científico constituye, sin duda, la etapa más positiva de la historia de pensamiento. El científico es menos ambicioso que el filósofo: al científico no le preocupan los grandes problemas especulativos de los filósofos; solo se ocupan de los hechos de la experiencia. Pero el científico es mucho más riguroso: explica esos hechos elaborando leyes 2 científicas, es decir, leyes generales que determinan las relaciones existentes entre los hechos observados. Además, relacionando varias leyes entre sí, pueden llegar a elaborar teorías científicas, mediante las cuales da explicaciones más amplias y acertadas de la realidad. Dentro de este orden de ideas, se ha visto como el conocimiento ha sido percibido en las diferentes edades de la historia humana, por lo que en esta oportunidad se argumentan los aspectos teóricos de la visión del conocimiento en la cultura occidental durante las edades: antigua, media, moderna y contemporánea. 3 TEORÍAS DEL CONOCIMIENTO: SUS PRINCIPALES FILÓSOFOS El Conocimiento El desarrollo de la humanidad se orienta, cada dia más, hacia la necesidad del conocimiento de los objetos y sobre todo, de los fenómenos de esa realidad que la envuelven. El conocimiento de esa realidad, incluyendo la virtual, es el resultado de una larga evolución y transformación de la actividad cognoscitiva de los seres humanos. Esa evolución he marcada por el quehacer, no exclusivo pero principalmente, de la ciencia y la tecnología. El vertiginoso desarrollo de la ciencia y de la tecnología hace que se conceptualicen, o se redimensionen, constantemente, los términos utilizados para denominar cada nuevo fenómeno o cada nueva esencia. Las referencias a esos fenómenos y a esas esencias van a ocupar importantes lugares dentro del sistema gnoseológico de cada comunidad científica, especificamente, dentro de cada área o disciplina, aumentando así, las terminologias de cada campo del saber. El conocimiento se define a través de una disciplina llama epistemología, una doctrina filosófica que se conoce como la teoría del conocimiento. La epistemología define el conocimiento como aquel conjunto de saberes, que como veremos se dan a diferentes niveles, que poseemos sobre algo. Desde esta misma disciplina, es que, para tener una comprensión más adecuada de lo que resulta ser el conocimiento, es que se ha hecho una división de los tres niveles de conocimiento, el conocimiento sensible, el conceptual y el holístico. En primer lugar, el conocimiento sensible es aquel que se adquiere a través de la captación de un objeto por medio de los sentidos, que en el caso de los seres humanos los más desarrollados son el oído y la vista, de este modo, somos capaces de almacenar en nuestra 4 memoria las imágenes de todos los objetos que observamos a diario, con sus características particulares. En cuanto al conocimiento conceptual, se trata de aquel que se forma a partir de un conjunto de representaciones definidas como invisibles, inmateriales, universales y esenciales. La diferencia más significativa entre el conocimiento sensible y el conceptual radica en que el primero es un conocimiento particular de cada persona, en el que cada uno ve y define los conceptos y los objetos con las características propias, mientras que el conceptual hace referencia a la universalidad de los conceptos y objetos, aquellos que todos comprendemos de la misma manera, sin añadirle características propias. Por último, el conocimiento holístico, también denominado intuitivo hace alusión a la forma de captar los conceptos dentro de un contexto en particular, como uno de los elementos que componen una totalidad, sin poseer una limitación o estructura clara. Esto es lo que diferencia en mayor grado el nivel de conocimiento holístico con el conceptual, ya que este último posee ciertas estructuras que le brindan la universalidad. Y aparte a lo que se entiende en el mundo académico de lo que es el conocimiento, encontramos a las tradiciones religiosas y contemplativas, que distinguen entre el conocimiento relativo, que viene a ser el relacionado con el mundo material, sus percepciones y sensaciones, y el conocimiento absoluto o real, que vendría a ser el conocimiento de Dios o de lo que es eterno; por lo mismo se habla del estado ordinario del ser humano como uno de "ignorancia", que se debe superar a través de la contemplación de lo real o absoluto. La teoría del conocimiento es una doctrina filosófica. La Gnoseología o Teoría del Conocimiento es una de las ramas clásicas de la Filosofía que intenta explicar éste fenómeno. Ya los antiguos filósofos griegos la trataron extensamente, llegando a explorar muchas de las sendas posibles: idealismo, realismo, empirismo, escepticismo. 5 A través de la historia han surgido diferentes corrientes filosóficas respecto del conocimiento tales como el idealismo representado principalmente por, Platón y Descartes, el realismo de Aristóteles, el Criticismo de Kant y el empirismo de Hume. Surgimiento del Conocimiento Existe una doctrina epistemológica denominada racionalismo que sostiene que la causa principal del conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma que un conocimiento solo es realmente tal, cuando posee necesidad lógica y validez universal. El racionalismo es la teoría filosófica que reconoce en la realidad un principio inteligible, cuya evidencia y conocimiento, sin embargo, no es de tipo empírico (sensible, basado sobre la experiencia), sino racional (captable sólo por el pensamiento). Podemos decir que inicia con los filósofos eleatas (Parménides) y los pitagóricos (Pitágoras), pero se asocia, en general, con el intento moderno de introducir en filosofía los métodos matemáticos para alcanzar la certeza absoluta en el conocimiento. Así, la crítica filosófica atribuye a René Descartes (1596-1650) la paternidad del racionalismo, que agrupa a pensadores diversos, como son el ocasionalista Nicholas Malebranche (1638-1715), Baruch Spinoza (1632-77) y Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716). En contraposición al racionalismo, el empirismo opone la idea que la única causa del conocimiento es la experiencia, pues según este, no existe un patrimonio a priori de la razón. La conciencia cognoscente no obtiene sus conceptos de la razón, sino exclusivamente de la experiencia, de la paxis, del día-a-día. Los seguidores de este enfoque argumentan que el espíritu humano, por naturaleza, está desprovisto de todo conocimiento. Este se origina en los hechos concretos. Por otro lado del mismo asunto, según Cantú, (2003) 6 En la historia de la Filosofía existe también un segundo esfuerzo de intermediación entre el racionalismo y el empirismo: el apriorismo. El cual también considera que la razón y la experiencia son a causa del conocimiento. Pero se diferencia del intelectualismo porque establece una relación entre la razón y la experiencia, en una dirección diametralmente opuesta a la de éste. En la tendencia de apriorismo, se sostiene que nuestro conocimiento posee algunos elementos a priori que son independientes de la experiencia. Esta afirmación también pertenece al racionalismo. Si relacionáramos el intelectualismo y el apriorismo con los dos extremos contrarios entre los cuales pretenden mediar, inmediatamente descubriríamos que el intelectualismo tiene afinidad con el empirismo, mientras que el apriorismo, se acerca al racionalismo. El intelectualismo forma sus conceptos de la experiencia; el apriorismo rechaza tal conclusión y establece que el factor cognoscitivo procede de la razón y no de la experiencia. No obstante, para este autor, solo existe una intermediación entre el racionalismo y el empirismo: el denominado enfoque dialéctico-holístico. Este enfoque considera que tanto la razón como la experiencia son causas del conocimiento. En el proceso embrionario del sujeto, en formación prenatal, se van estableciendo los elementos primarios de conformación del proceso cognitivo. Ese proceso estará siempre en constante transformación e influenciado por el ambiente socio-cultural, que vá convergiendo en la codificación genética de cada un sujeto en evolución. Tipología del Conocimiento Todo sujeto psicosocial refleja la realidad en virtud del proceso empírico-espontáneo del conocimiento y del especulativo-imaginario. Luego, ligado esencialmente a la actividad laboral o al quehacer cotidiano, incluyendo lo lúdico y lo artístico, incorpora aquel conocimiento mucho más 7 complejo, que es factible de verificación y hasta de comprobación. Cuando se piensa en lo empírico-espontáneo existen dos rasgos que distinguen este tipo especial de conocimiento: 1. Está estrechamente vinculado a la actividad práctica que implica la transformación de los objetos de la realidad o el reflejo de esta. Por ello, lo esencial es la práctica y no lo teórico, donde la obtención de conocimientos no es en sí misma una forma independiente de actividad, sino resultado colateral de la praxis. 2. La actividad cognoscitiva persigue el objetivo expreso de dar solución no a problemas, dificultades, deficiencias e insuficiencias científicas, sino a situaciones problemáticas e insatisfacciones de orden práctico. Ese conocimiento ordinario es empírico-espontáneo y está íntimamente ligado al quehacer laboral, limitándose a reflejar las propiedades observables directamente sin profundizar en las leyes, nexos y las cantidades y cualidades esenciales. Por otro lado, el conocimiento es también especulativo, fantasioso, imaginario, religioso, filosófico, pues estos aspectos forman parte de la formación de la personalidad del sujeto psicosocial. Por tanto, el conocimiento especulativo-imaginario se expresa o se concreta en la ficción, en lo artístico y en lo religioso. Es el reflejo del poder imaginativo del sujeto psicosocial, el cual no refiere de forma directa a la realidad, sino que lo hace inferencialmente a través de la creatividad especulativa del ser humano. Por su parte, existe una otra forma de conocimiento que no es producto de lo imaginativo o fantasioso, ni tampoco es resultado de la práctica, del día a día, de lo empírico-espontáneo. Ese otro conocimiento es el científico. El conocimiento científico es un reflejo especial de los objetos, vinculada históricamente al surgimiento de las clases y de la división social del trabajo en intelectual, por un lado y manual, por otro. Se distingue, ante todo, por su carácter sistémico y sistemático. El conocimiento científico se diferencia del conocimiento ordinario y del especulativo-imaginario en su 8 proyección futurista con una determinada seguridad y en la planificación de las transformaciones que lleva a cabo el ser humano. El conocimiento ordinario, cotidiano o empírico-espontáneo, como es generalmente referido en los textos especializados es mejor definirlo como conocimiento acientífico, pues expresa más claramente la forma como se llega a él. Ya el especulativo-imaginativo o razonamiento especulativo debe definirse como anticientífico, por la misma razón. De ahí, que se puede clasificar el conocimiento, desde la óptica de la forma en que se produce en: acientífico, anticientífico y científico. Los distintos tipos de conocimientos surgen a partir de las necesidades y demandas de la vida social. Estos conocimientos son el resultado de la forma en que se abordan y se explican los fenómenos y esencias naturales, sociales y del pensamiento. Esta clasificación considera a forma o vía utilizada en la interacción sujeto-objeto, o sea, que método fue utilizado para determinar la propiedad o las características del objeto en cuestión. Todos estos conocimientos han desempeñado y desempeñan un papel cardinal en el desarrollo de la humanidad. Ellos forman una unidad dialéctica, pues no existe uno sin la presencia de los otros, están indisolublemente conectados. No obstante, su clasificación es fundamental para el proceso docente, pues guarda una estrecha relación con la enseñanza y la educación de la sociedad. Teoría del conocimiento para Platón Platón dijo, "La ciencia no radica en nuestras impresiones, sino en el razonamiento que hacemos acerca de éstas. Aquí, efectivamente, es posible aprehender el ser y la verdad". Por primera vez la teoría del conocimiento ocupó un lugar igualmente importante que los resultados del conocimiento. Formalmente Platón hizo la 9 pregunta: ¿Qué es el conocimiento?, y rechazó la concepción que reinaba en la filosofía hasta este momento, que afirmaba que el conocimiento significaba la percepción, que para conocer las cosas había que entrar en contacto con ellas a través de los sentidos. En vez de esto, consecuente con la supuesta existencia real de su mundo de las ideas, Platón distinguió entre el conocimiento racional y sensorial. Y no es solamente, que el primero corresponde al conocimiento de las ideas, y el segundo, al conocimiento de las cosas, sino que aún el conocimiento sensorial necesita del apoyo del conocimiento racional: es cierto que los colores, por ejemplo, conocemos a través de la vista y los sonidos, a través del oído, pero para percibir la diferencia entre los sonidos y los colores, como también para entender los conceptos de igualdad, del número o del concepto en general, necesitamos de la razón. Dada en su famosa teoría de las Ideas, puede reducirse a lo siguiente: mundo de las Ideas. La teoría del conocimiento de Platón explica la presencia de los conceptos universales en el alma recurriendo a la Teoría de la Reencarnación, aprendida por Platón de los pitagóricos. Platón establece a través de su metafísica el método dialéctico para el conocimiento y dice: "El método dialéctico es el único que marcha, cancelando los supuestos, hasta el principio mismo, a fin de consolidarse allí. Y dicho método empuja poco a poco al ojo del alma, cuando está sumergido realmente en el fango de la ignorancia, y lo eleva a las alturas...". Paso 1: El alma existe antes que el cuerpo. En su vida anterior, en el mundo suprasensible, contempla las ideas. Paso 2: Cuando el alma se une al cuerpo, olvida el conocimiento que había adquirido. Paso 3: En el mundo sensible, el hombre percibe por los sentidos los objetos que fueron hechos por el Demiurgo, a partir de una materia preexistente (jora), teniendo como modelo a las ideas. 10 Paso 4: La percepción sensible de los objetos despierta en el alma, por su semejanza con las ideas, el recuerdo de las ideas olvidadas. De allí que se denomine a esta teoría "Teoría de la Reminiscencia" o del recuerdo. Teoría del Conocimiento de Descartes La medida del conocimiento, según Descartes, es la razón. Los sentidos son útiles en la vida, pero no en el conocimiento. Para Descartes el conocimiento representó la búsqueda de la certeza. Mediante sus meditaciones y su método intentó dar respuesta al escepticismo reinante. Su estrategia no fue el rechazo o la negación de la duda sino su aceptación hasta las últimas consecuencias. Es decir, utilizó la duda como método y sometió todo conocimiento a duda con el fin de encontrar una verdad de la que ya no pudiese dudar ni el más escéptico. Así llegó a alcanzar una certeza primera: “Pienso, existo.” Y teniendo en ella una base inconmovible, reconstruyó el edificio filosófico. En primer lugar, alcanzó una segunda certeza: la existencia de Dios. En segundo lugar, reafirmó la confiabilidad del conocimiento científico, el cual tenía a Dios por garante. Duda metódica: en busca de una certeza, decidió rechazar como falsa toda afirmación de la que se pudiese dudar. Duda del conocimiento sensible: los datos de los sentidos no son seguros, podemos dudar de ellos. De hecho, los sentidos nos engañan a menudo. Incluso no hay indicios ciertos para distinguir el sueño de la vigilia, por lo que todo lo que percibimos por los sentidos podría no ser real. En consecuencia, todos los datos de los sentidos, inclusive el propio cuerpo, quedan a un lado en esta búsqueda de la certeza. Duda del conocimiento racional: como no se basan en los datos de los sentidos, las verdades de razón (lógicas y matemáticas) no son alcanzadas por la duda, la cual recae sobre el conocimiento sensible. Sin embargo Descartes señala que más de una vez nos equivocamos al realizar algún 11 cálculo, y lleva la duda al extremo de afirmar que podríamos estar siendo engañados por un "genio maligno" o "dios engañador", astuto y poderoso. ¿Cómo podríamos defendernos de él? Descartes dijo “Pienso, existo”: más allá de toda duda se encuentra nuestra propia existencia. Incluso aunque admitiese que soy engañado por un genio maligno, ello no invalidaría la certeza que tengo respecto de esta proposición mientras la estoy concibiendo en mi espíritu. Pues no se trata de un razonamiento o una deducción (como todo lo que piensa existe, si yo pienso, yo existo) sino de una evidencia que se impone, de un conocimiento intuitivo que se obtiene de modo inmediato y directo. Criterio de verdad: Descartes analiza su primera certeza para descubrir las notas distintivas que le servirán de criterio para identificar otras afirmaciones verdaderas. La afirmación “Pienso, existo” se presenta a la conciencia con "claridad" y "distinción". Por lo tanto, serán aceptadas como verdaderas aquellas ideas que sean claras (ciertamente presentes a la conciencia) y distintas (no confundidas con otras ideas). Existencia de Dios: a pesar de haber encontrado una certeza absoluta (“Pienso, existo”), y a partir de ella un criterio de verdad, de todos modos sigue en pie la duda que sobre todo otro conocimiento nos genera la Hipótesis del Genio Maligno. La demostración de la existencia de Dios despeja las dudas sobre el conocimiento racional, que tiene en Dios a su garante. Su existencia se demuestra como causa externa de la existencia en la conciencia de la idea de perfección, que no puede provenir del yo que duda y es imperfecto. Y siendo Dios perfecto no puede ser engañador ni puede habernos hecho para que nos confundamos sistemáticamente. Podemos equivocarnos porque no somos perfectos, pero no estamos hechos para el error. Conocimiento racional seguro: con Dios como garantía, el conocimiento lógico y matemático recobra su seguridad y se desecha la Hipótesis del Genio Maligno. 12 Ideas innatas: son las ideas que no proceden ni de la experiencia ni de la imaginación, son las únicas verdaderamente claras y distintas (la idea de Dios, por ejemplo). Conocimiento sensible: se refiere a las ideas adventicias que, se supone, representan las cosas reales. Pero ¿cómo superar la duda respecto de este conocimiento? ¿No será sólo un sueño? ¿Cuál es su causa, su origen? Nosotros no, porque nos sentimos pasivos ante ellas. Dios tampoco, porque él no es engañador. Debemos concluir que la causa de nuestras ideas adventicias son las cosas externas realmente existentes. De todos modos, sólo conocemos de ellas con claridad y distinción que son substancia extensa. Ideas facticias: son las ideas producidas por la propia conciencia mediante la imaginación (la idea de minotauro, por ejemplo). Ideas adventicias: son las ideas que nos vienen del exterior, a través de los sentidos (la idea de azul, por ejemplo). Teoría del Conocimiento de Aristóteles Aristóteles dijo: “…si todas las opiniones y todas las apariencias son verdaderas, es necesario que todo sea, a la par, verdadero y falso. Pues muchos sustentan juicios contrarios entre sí y consideran que yerran quienes no opinan los mismo que ellos”. Aristóteles, como todos sus contemporáneos, entendía la filosofía en el sentido más amplio, como el "conocimiento de la verdad". En la filosofía, Aristóteles distinguía: 1) una parte teórica, relativa al ser, sus elementos, causas y principios, 2) una parte práctica: sobre la actividad del hombre, y 3) una parte poética: acerca de la creación. El objeto de la ciencia es lo general, a lo que se llega por la razón. Pero lo general existe sólo en lo singular, sensorialmente perceptible, y puede conocerse sólo a través de lo singular: es condición de todo conocimiento general, la generalización inductiva, que no puede realizarse 13 sin la percepción por los sentidos. Aristóteles admitía cuatro causas: 1) la materia o posibilidad pasiva de un proceso de formación, 2) la forma (esencia, el ser del ente), la actualización de aquello que en la materia está dado sólo como posibilidad, 3) el principio del movimiento y 4) el fin. La lógica formal aristotélica se halla estrechamente ligada a la teoría del ser, a la del conocimiento y a la de la verdad, dado que en las formas lógicas Aristóteles veía, al mismo tiempo, las formas del ser. En la teoría del conocimiento, distinguía el conocimiento fidedigno <<Apodíctico>> y el probable, comprendido en la esfera de la opinión. En Aristóteles, sin embargo, estas dos clases de conocimiento se hallan relacionadas entre sí a través del lenguaje. Según él, la experiencia no constituye la última instancia para comprobar una opinión, y las premisas superiores de la ciencia se ven directamente en calidad de verdaderas por el intelecto y no a través de los sentidos. Ahora bien, los altos axiomas del saber intelectivamente aprehensibles no son innatos a nuestra mente y presuponen una actividad: acumulación de datos, orientación del pensamiento hacia los hechos reunidos. El último fin de la ciencia, según Aristóteles, radica en la definición del objeto, y ésta se halla condicionada por el hecho de unir la deducción con la inducción. Como quiera que, en su opinión, no existe un concepto que pueda ser predicado de todos los otros conceptos, y, por ende, los distintos conceptos no pueden ser generalizados en un género único, Aristóteles señala la existencia de categorías, o sea, de géneros superiores a los que se reducen los demás géneros de lo que realmente existe. Teoría del Conocimiento de Kant Los nuevos resultados de la filosofía kantiana se deben a la formulación de una nueva pregunta filosófica: ¿Cómo es posible que basándose en las representaciones de las cosas podemos saber algo de las 14 cosas mismas? Ya que efectivamente, lo que nosotros poseemos son tan solo representaciones, y sin embargo emitimos juicios que hacen referencia a las cosas mismas; ¿cómo es posible este traslado? Escribiendo una carta a su amigo Hertz, Kant lo expresó de la siguiente manera: "Me di cuenta que me hacía falta algo distinto, algo que yo, y otros también, lo dejamos inadvertido en nuestras investigaciones metafísicas, y que sin embargo, es la clave a todo este misterio encerrado en la metafísica. Me hice, pues, la siguiente pregunta: ¿sobre qué base, lo que se llama representación se refiere al objeto?". La teoría del conocimiento de Kant, presentada en su Crítica de la razón pura, es uno de los grandes hitos en la Historia de la Filosofía. Con ella pretende responder las objeciones de Hume respecto del fundamento del conocimiento científico, basado, según el filósofo inglés, sólo en la costumbre. Kant no duda que el conocimiento científico, universal y necesario, es posible; la física de Newton lo prueba. Y sabe que un conocimiento de este tipo no puede tener su fundamento en la mera costumbre. Por ello no se pregunta por la posibilidad sino por las "condiciones de posibilidad". Su teoría le permite encontrar el suelo firme para la Ciencia no en el noúmeno en la realidad, en la cosa en sí sino en el propio sujeto, portador de formas universales que obtienen de la experiencia la materia indispensable para construir su objeto de conocimiento, el fenómeno. Revolución copernicana: mientras los filósofos anteriores (racionalistas y empiristas) habían puesto el acento en el objeto del conocimiento, Kant pondrá el acento en el sujeto que conoce. El sujeto no encuentra al objeto como algo dado sino que lo construye. A priori: independiente de la experiencia y condición de posibilidad de toda experiencia. Noúmeno: la cosa en sí, la realidad tal como es en sí misma. (Permanece incognoscible.). 15 Caos de impresiones: las impresiones constituyen la materia del conocimiento. Sin ellas el intelecto no conocería nada. Pero irrumpen en el intelecto en forma caótica y es éste quien las ordena con sus formas a priori construyendo el fenómeno. Kant dice que las impresiones sin las formas y las categorías que aporta el intelecto serían "ciegas". Por ello, si bien les reconoce a los empiristas que todo conocimiento comienza con la experiencia, no admite que todo conocimiento provenga de la experiencia pues el mismo sería imposible sin el aporte que hace el sujeto de sus formas a priori. Formas y categorías a priori: las formas y categorías a priori construyen el fenómeno a partir del caos de impresiones. Kant sostiene que, sin las impresiones, las formas y categorías permanecerían "vacías". Objeto de conocimiento: el intelecto, con sus formas a priori de la sensibilidad y sus categorías del entendimiento, construye, tomando como materia las impresiones caóticas, el objeto de conocimiento, el fenómeno, que es intramental. El intelecto no conoce las cosas tal como son en sí mismas (noúmeno) sino tal como él mismo las construye (fenómeno). Ideas de la razón pura: las ideas de Dios, de alma y de mundo permanecen vacías. Son las impresiones las que dotan de contenido a las formas vacías del intelecto, pero de las ideas de la razón no tenemos impresión alguna. Estas ideas proyectan la tendencia de la razón a realizar una síntesis cada vez más abarcativa, hasta un plano en el que este objetivo ya no puede ser logrado. Teoría del Conocimiento de Hume Hume fue uno de los máximos representantes del empirismo británico. Sus críticas claras y profundas al racionalismo despertaron a Kant de su "sueño dogmático". Hume aplicó el método científico al estudio del espíritu humano, 16 analizando los procesos psíquicos con un modelo similar o equiparable al utilizado por Newton para el análisis de los fenómenos físicos. Los elementos básicos o "átomos" son aquí las percepciones (impresiones e ideas simples) que se relacionan espontáneamente entre sí según las leyes de asociación de ideas (semejanza, contigüidad espacial y temporal, y causalidad). Como todas las ideas derivan de las impresiones, no cabe hablar, como hacían los racionalistas, de "ideas innatas". Según Hume, las impresiones provienen de causas desconocidas. “No existe ningún fundamento para reconocer la conexión causal necesaria entre los hechos”. Lo hacemos porque trasladamos la experiencia al futuro no basándonos en el razonamiento alguno sino en la costumbre. Nos hemos acostumbrado que después de apretar el gatillo resuena el disparo. Por eso nuestras conclusiones, en este caso, son resultados más bien de la fe que del saber. La búsqueda de las conclusiones causales es un instinto que tenemos por naturaleza. Percepciones: son los elementos básicos o primigenios de la actividad del espíritu, la cual consiste precisamente en relacionarlos. Impresiones: son percepciones vivaces e intensas y pueden provenir de la sensación externa, también llamada simplemente "sensación" (oír, ver, etc.); o de la sensación interna, también denominada "sentimiento" (desear, odiar, etc.). Ideas simples: son percepciones débiles y oscuras. Se trata de copias de las impresiones y provienen de ellas (recuerdos, fantasías de la imaginación, etc.). Razonamientos: a partir de las ideas simples, el espíritu razona y construye proposiciones e ideas complejas. Ideas complejas: el espíritu tiende naturalmente a asociar las ideas simples conformando ideas complejas. Las ideas más generales y abstractas provienen de las ideas más simples y éstas de las impresiones. Si las ideas simples que componen una idea compleja no se dan en ella en el mismo 17 orden en que se nos dan las impresiones de las cuales provienen, la idea compleja no responde a las impresiones sino a la imaginación. Proposiciones de razón: son proposiciones cuya verdad depende de las mismas ideas pensadas. Permiten lograr un conocimiento verdadero porque su contenido es necesario y no contingente (Matemática y Lógica). Sólo en este plano es posible la "demostración". Proposiciones de hecho: sobre las cuestiones de hecho no hay posibilidad de alcanzar un conocimiento cierto, demostrativo, ya que allí no hay necesidad sino contingencia y, en consecuencia, siempre lo contrario puede ser pensado sin contradicción. Sin embargo, Hume sostiene que, en base a la observación regular y a la experimentación, pueden formularse "pruebas" (que no permiten una duda razonable) o "probabilidades" (que recogen experiencias con resultados variables). De todos modos, no tenemos de las cuestiones de hecho verdadera ciencia, ya que la idea de causalidad que nos permite unir los fenómenos, explicarlos y predecirlos, no se respalda en ninguna impresión y, por tanto, halla su fundamento sólo en la imaginación y la costumbre. Palabras: representan a las ideas, por lo que su significado deriva en última instancia de las impresiones de las que proceden éstas. El Origen del Conocimiento Cuando tratamos el problema del origen del conocimiento queremos saber si todo conocimiento se origina en la experiencia o en la razón; si el hombre viene de por sí dotado de ciertos conocimientos o, por el contrario, requiere del concurso de las facultades sensibles e intelectivas a la vez. Para tratar de responder esta cuestión será necesario admitir que el ser humano tiene la capacidad de conocer de alguna forma al objeto. Para explicar de qué forma se puede conocer han surgido diferentes teorías sobre el origen del conocimiento. 18 El racionalismo Esta postura sostiene que es el pensamiento, la razón, la fuente principal del conocimiento humano. Para los racionalistas el conocimiento sólo merece este nombre cuando es lógicamente necesario y universalmente válido. Cuando juzgamos, a partir de la razón, que una cosa tiene que ser precisamente como es y no podría ser de otro modo, y que así es siempre y en todas partes, estamos entonces ante un verdadero conocimiento. Evidentemente, una forma específica de conocimiento ha servido de modelo a la interpretación racionalista del conocimiento y son las matemáticas, puesto que se trata de una forma de conocimiento fundamentalmente conceptual y deductivo. En especial en la geometría, todos los conocimientos se derivan de axiomas y conceptos supremos; de manera que el pensamiento se desarrolla con absoluta independencia de la experiencia, siguiendo sus propias leyes. Los planteamientos más antiguos del racionalismos los encontramos en Platón, quien estaba profundamente convencido de que la experiencia no puede llevarnos a un saber autentico; lo que proporcionan los sentidos no es una Episteme, sino una Doxa, no un saber, sino una mera opinión. El Empirismo El empirismo a diferencia del racionalismo que propone la razón como fuente de conocimiento, sostiene que el conocimiento procede de la experiencia, del contacto directo con la realidad. Para el empirismo no existe un caudal de ideas situado a priori en el pensamiento humano. La conciencia cognoscente no extrae sus contenidos de la razón, sino de la experiencia. Así como vimos que los racionalistas se formaron principalmente en las matemáticas, los empiristas se formaron en las ciencias naturales. 19 Desde la antigüedad nos encontramos con ideas empiristas primero con los sofistas y más tarde con los estoicos y los epicúreos, pero no es sino hasta la época moderna en que John Locke en el siglo XVII combate decididamente la teoría de las ideas innatas. John Locke dijo: “La noción que a través de los sentidos adquirimos de las cosas exteriores, aunque no sea tan cierta como nuestro conocimiento intuitivo, merece el nombre de conocimiento”. Y después afirmo:”Ningún conocimiento humano puede ir más allá de su experiencia”. El Intelectualismo El intelectualismo surge como mediador entre el racionalismo y el empirismo, sostiene que tanto el pensamiento como la experiencia intervienen en la producción del conocimiento. Al igual que el racionalismo sostiene que existen juicios lógicamente necesarios y universalmente válidos, que se establecen sobre las bases no solamente de objetos ideales, lo que también es admitido por el empirismo, sino también sobre objetos reales. En la edad media se desarrolló esta teoría principalmente por Santo Tomás de Aquino, cuya tesis fundamental establece que “el conocimiento de nuestro entender es el producto de nuestros sentidos” <<cognitio intellectus nostri tota derivatur a sensu>>. Para Santo Tomás, se comienza por recibir imágenes concretas de las cosas sensibles; a partir de esto existe un “entendimiento activo”, que extrae de las “imágenes esenciales”; el “entendimiento potencial” recibe estas impresiones y procede a juzgar sobre las cosas. Formando así los conceptos esenciales, por medio de otras operaciones del entendimiento, se obtienen conceptos supremos y generales, como los que se contienen en las leyes lógicas del pensamiento. 20 De igual manera, los principios supremos del conocimiento radican originalmente en la experiencia. Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás declara que “el conocimiento de los principios se nos da por medio de la experiencia”. El Apriorismo Un segundo intento de intermediación entre el empirismo y el racionalismo es el apriorismo. Esta posición considera también a la experiencia y al pensamiento como fuentes del conocimiento, pero el apriorismo se maneja en un dirección contraria al intelectualismo: Para esta corriente nuestra manera de conocer presenta elementos “a priori”; esto es , independientes de la experiencia; esta postura se comparte con el racionalismo; pero mientras éste considera los factores a priori como contenidos de conceptos perfectos, para el apriorismo los conceptos son formas del conocimiento y solamente reciben su contenido de la experiencia; es en esta posición que el apriorismo se separa del racionalismo y se acerca al empirismo. Los elementos a priori se conciben como recipientes vacíos, que son llenados por la experiencia. Hay un principio fundamental del apriorismo que dice: “Los conceptos desprovistos de las intuiciones están vacíos; las intuiciones son ciegas sin los conceptos”. A primera vista, este concepto parece coincidir con el axioma fundamental del intelectualismo aristotélicoescolástico; puesto que se coincide en admitir un elemento racional y uno empírico en el conocimiento humano. Sin embargo, se define la relación entre ambos elementos en un sentido totalmente diferente. El intelectualismo concibe el elemento racional como derivado del empírico: todos los conceptos proceden de la experiencia; el apriorismo rechaza abiertamente esta derivación al considerar que el elemento a priori no deviene de la experiencia, sino del pensamiento, es de naturaleza 21 racional. De cierta manera, esto identifica las formas a priori con los hechos mismos, con la materia empírica, y los asimila al conocimiento. En el apriorismo el pensamiento no se considera como una simple capacidad receptiva y pasiva frente a la experiencia, como en el intelectualismo, sino como un proceso espontáneo y activo. Se considera a Emmanuel Kant como el fundador del apriorismo, y dice: "No hay duda alguna de que nuestro conocimiento comienza con la experiencia. (...) Mas, si bien, todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia no por eso originase todo él en la experiencia”. Importancia del conocimiento para el Desarrollo Humano El papel fundamental de la enseñanza y de la educación deben estar en propiciar al ser psicosocial el potencial de todo tipo de conocimiento posible, donde prevalezca el conocimiento científico, mas sin descuidar la importancia de los otros tipos de conocimientos que existen, para poder impulsar el desarrollo socioeconómico. Una muestra de esta afirmación lo constituye el hecho histórico de que en las últimas décadas del siglo XIX la vanguardia de la industrialización se desplazó de Inglaterra hacia Alemania. ¿Por qué esos cambios? ¿Qué fue lo que causó esos cambios que no solo alcanzó la industria, sino toda esfera económica y social? En el caso de las interrogantes anteriores, la respuesta es solo una: enseñanza. La enseñanza fue quien jugó un papel cardinal en el cambio de la hegemonía económica e industrial. A seguir se hace una breve reflexión sobre este tema de la importancia de la ciencia y la tecnología, que solo es posible si se invierte en la enseñanza tecno-científica. Claro, enfatizando que, sería una enseñanza a través de la instrucción, entrenamiento y formación: enseñar educando, como la didáctica. 22 Visión del Conocimiento en la Cultura Occidental durante la Edad Antigua La historia de la filosofía occidental se remonta a la Antigua Grecia, y se la puede dividir en cinco períodos: la filosofía antigua, la filosofía medieval, la filosofía renacentista, la filosofía moderna y la filosofía contemporánea. La filosofía antigua va desde el siglo VI a. C, hasta la decadencia del Imperio Romano, e incluye pensadores como Platón y Aristóteles. El mundo griego anterior a la aparición de la filosofía vivía instalado en la actitud mítica. A través de los mitos el hombre conseguía dar una explicación de los fenómenos naturales y de las instituciones sociales. El gran acontecimiento espiritual que inician los griegos entre los siglos VII y VI a. C. consistió en intentar superar esta manera de pensar el mundo con otra manera revolucionaria que apuesta por la razón como el instrumento de conocimiento y de dominio de la realidad. Cabe señalar que no debe entenderse este paso como algo brusco sino paulatino. Las influencias míticas son todavía apreciables en muchos pensadores de la antigüedad. En realidad, fueron unas pocas personas las que participaron del nuevo y revolucionario modo de pensar (aquellos que habrían de llamarse filósofos), aunque poco a poco éste se fue haciendo más universal. Incluso en nuestra época, la actitud mítica no ha desaparecido todavía. Este gran paso de la mitología a la explicación racionalista se le conoce como "paso del mito al logos". Con esta nueva forma de pensar, los griegos proponen que las cosas del mundo están ordenadas siguiendo leyes. El mundo es un cosmos, no un caos, por lo que la naturaleza no se comporta primero de una manera y luego de otra completamente distinta, sino que en su comportamiento hay cierto orden que sigue leyes, las cuales pueden ser descubiertas por la razón. Con los griegos aparecen por primera vez muchas de las cuestiones 23 filosóficas fundamentales, y varias de las posibles soluciones que se pueden dar a ellas ya se encuentran articuladas en la filosofía griega. Durante miles de años los hombres explicaban la utilidad del mundo exclusivamente en términos religiosos. La interpretación de la naturaleza desde el hombre, y no desde dioses y sacerdotes nos dan uno de los problemas de la filosofía como lo es el mundo, siendo este de tipo Cosmológico. En la etapa pre-ática, la cual es fundamentalmente filosofía de la naturaleza o del mundo. Se postula para ella una ley interna que asegura la uniformidad del acaecer de los fenómenos: la misma causa determina siempre, en todas partes y sin excepción alguna, los mismos efectos. Sin este postulado no hay ciencia, ni racionalidad, ni lógica. Los representantes de la filosofía pre-ática son: Tales de Mileto, Anaximandro, Anaximenes, intentan fijar el ser último de la naturaleza: agua, aire caos; Heraclito señala hacia un fuego cósmico inteligente y Parmenides y su discípulo Zenón enfatizan que lo que es tiene que ser inmutable e inmóvil; en consecuencia las cosas perecederas no son el ser como tal; son apariencias y apariciones inconsistentes. Los pre-áticos posteriores: Demócrito, Anaxágoras y Empedocles continúan la línea de Tales de Mileto: su doctrina de la naturaleza, es realista y materializante: son los cuatro elementos que constituyen el mundo. En la filosofía Griega, se inaugura la razón como un instrumento para la búsqueda de la verdad, se siembran los principios de la ciencia moderna. Surge como una respuesta a los mitos, para dar argumento acerca de su naturaleza (el por qué de las cosas), ya que la mitología no es un pensamiento filosófico, puesto que no da una afirmación racional y deductiva de sus afirmaciones. Entre sus principales representantes destacan: Platón: (c. 428-c. 347 a.C.), filósofo griego, uno de los pensadores más originales e influyentes en toda la historia de la filosofía occidental.La figura de Platón resulta indispensable para la comprensión de la historia del 24 pensamiento occidental. El objetivo de la filosofía, así como la propia esencia del filósofo en el sistema platónico, son los temas que aborda Emile Bréhier en el siguiente texto.El estudiante más importante de Sócrates fue Platón, quien escribió múltiples diálogos filosóficos utilizando el método de indagación de su maestro para examinar problemas. Los primeros diálogos demuestran cierta semejanza con el estilo de indagación de Sócrates. El centro de la filosofía de Platón lo constituye su teoría de las formas o de las ideas. En el fondo, su idea del conocimiento, su teoría ética, su psicología, su concepto del Estado y su concepción del arte deben ser entendidos a partir de dicha perspectiva. La teoría de las ideas de Platón y su teoría del conocimiento están tan interrelacionadas que deben ser tratadas de forma conjunta. Influido por Sócrates, Platón estaba persuadido de que el conocimiento se puede alcanzar. También estaba convencido de dos características esenciales del conocimiento. Primera, el conocimiento debe ser certero e infalible. Segunda, el conocimiento debe tener como objeto lo que es en verdad real, en contraste con lo que lo es sólo en apariencia. Ya que para Platón lo que es real tiene que ser fijo, permanente e inmutable, identificó lo real con la esfera ideal de la existencia en oposición al mundo físico del devenir. Una consecuencia de este planteamiento fue su rechazo del empirismo, la afirmación de que todo conocimiento se deriva de la experiencia. Pensaba que las proposiciones derivadas de la experiencia tienen, a lo sumo, un grado de probabilidad. No son ciertas. Más aun, los objetos de la experiencia son fenómenos cambiantes del mundo físico, por lo tanto los objetos de la experiencia no son objetos propios del conocimiento. Aristóteles: Al igual que ocurría con Platón tampoco en Aristóteles encontramos una teoría del conocimiento elaborada, aunque sí numerosos pasajes en varias de sus obras (Metafísica, Ética a Nicómaco, Tópicos, por ejemplo) que se refieren explícitamente al conocimiento analizándolo bajo distintos aspectos. El estudio de la demostración, el análisis de las 25 características de la ciencia y sus divisiones, la determinación de las virtudes dianoéticas, entre otros., son algunas de las ocasiones en las que Aristóteles nos habla de una manera más específica del conocimiento y de sus características. De todo ello podemos deducir algunas de las características básicas del conocimiento tal como parece haberlo concebido Aristóteles. Aristóteles distingue varios niveles o grados de conocimiento. El conocimiento sensible deriva directamente de la sensación y es un tipo de conocimiento inmediato y fugaz, desapareciendo con la sensación que lo ha generado. El conocimiento sensible es propio de los animales inferiores. En los animales superiores, sin embargo, al mezclarse con la memoria sensitiva y con la imaginación puede dar lugar a un tipo de conocimiento más persistente. Ese proceso tiene lugar en el hombre, generando la experiencia como resultado de la actividad de la memoria, una forma de conocimiento que, sin que le permita a los hombres conocer el porqué y la causa de los objetos conocidos, les permite, sin embargo, saber que existen, es decir, la experiencia consiste en el conocimiento de las cosas particulares: Ninguna de las acciones sensibles constituye a nuestros ojos el verdadero saber, bien que sean el fundamento del conocimiento de las cosas particulares; pero no nos dicen el porqué de nada; por ejemplo, nos hacen ver que el fuego es caliente, pero sólo que es caliente." ("Metafísica", libro 1,1). El nivel más elevado de conocimiento vendría representado por la actividad del entendimiento, que nos permitiría conocer el porqué y la causa de los objetos; este saber ha de surgir necesariamente de la experiencia, pero en la medida en que es capaz de explicar la causa de lo que existe se constituye en el verdadero conocimiento: Por consiguiente, como acabamos de decir, el hombre de experiencia parece ser más sabio que el que sólo tiene conocimientos sensibles, cualesquiera que ellos sean: el hombre de arte lo es más que el hombre de 26 experiencia; el operario es sobrepujado por el director del trabajo, y la especulación es superior a la práctica.. La teoría de la sustancia mantenida por Aristóteles le apartará también de la interpretación platónica del hombre. Platón, en efecto, había concebido al hombre como el resultado de una unión accidental entre el alma y el cuerpo, dos entidades de naturaleza diferente que se veían obligadas a convivir provisionalmente, hallándose el alma en el cuerpo como un piloto en su nave o, como nos sugiere en el Fedón, como un prisionero en su celda. La muerte significa para el hombre la separación del alma y el cuerpo. Siendo el alma inmortal y el cuerpo corruptible, Platón identificará al hombre propiamente con su alma, por lo que, de alguna manera, concibe la idea de que el fin de la vida del hombre está más allá de su vida en la tierra. Aristóteles, sin embargo, ha de concebir al ser humano de acuerdo con su teoría de la sustancia, es decir, en consonancia con la idea de que no es posible la existencia de formas separadas: la sustancia es un compuesto indisoluble de materia y forma. Además, todas las sustancias del mundo sublunar están sometidas a la generación y a la corrupción. El hombre, pues, ha de ser una sustancia compuesta de materia y forma: la materia del hombre es el cuerpo y su forma el alma. Aristóteles acepta, como era admitido entre los filósofos griegos, la existencia del alma como principio vital: todos los seres vivos, por el hecho de serlo, están dotados de alma, tanto los vegetales como los animales. Pero interpreta también que ese alma es la forma de la sustancia, es decir, el acto del hombre, en la medida en que la forma representa la actualización o la realización de una sustancia. Coincidirá pues, con Platón, en la concepción de que el hombre es un compuesto de alma y cuerpo; pero se separará de Platón al concebir esa unión no como accidental, sino como sustancial. No existen el alma por un lado y el cuerpo por otro lado, sino que ambos existen exclusivamente en la sustancia "hombre" la distinción entre alma y cuerpo es real, pero sólo puede ser pensada. Por lo demás, el alma no puede ser inmortal, como afirmaba 27 Platón, ya que no es posible que subsistan las formas separadamente de la materia. Cuando el hombre muere se produce un cambio sustancial y, como hemos visto en la explicación aristotélica del cambio, eso supone la pérdida de una forma y la adquisición de otra por parte de la sustancia "hombre": la forma que se pierde es la de "ser vivo" (lo que equivale a decir "ser animado"), y la forma que se adquiere es la de "cadáver" (lo que equivale a decir "ser inanimado"). El punto de partida del conocimiento lo constituyen, pues, la sensación y la experiencia, que nos pone en contacto con la realidad de las sustancias concretas. Pero el verdadero conocimiento es obra del entendimiento y consiste en el conocimiento de las sustancias por sus causas y principios, entre las que se encuentra la causa formal, la esencia. Al igual que para Platón, para Aristóteles conocer, propiamente hablando, supone estar en condiciones de dar cuenta de la esencia del objeto conocido. De ahí que el conocimiento lo sea propiamente de lo universal, de la forma (o de la Idea). Pero para Aristóteles la forma se encuentra en la sustancia, no es una entidad subsistente, por lo que es absolutamente necesario, para poder captar la forma, haber captado previamente, a través de la sensibilidad, la sustancia. Visión del Conocimiento en la Cultura Occidental en la Edad Media Es el Período histórico de la Civilización Occidental comprendido entre el siglo V y el siglo XV. Marca su inicio la caída del imperio romano de Occidente (476), y su fin con la caída del Imperio Bizantino, o Romano de Oriente (1453), que coincide con la invención de la imprenta y el fin de la Guerra de los Cien Años. Un final alternativo puede ser el descubrimiento de América (1492). Se denomina filosofía medieval a la filosofía dada en Europa y el Oriente Medio durante el período conocido como Edad Media, periodo 28 que se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V hasta el descubrimiento de América en el año 1492. Los problemas fundamentales discutidos durante este periodo fueron la relación entre la fe y la razón, la naturaleza y existencia de Dios, los límites del conocimiento y la libertad en el hombre, la naturaleza de los universales y la individuación de las sustancias divisibles e indivisibles. El paso de la antigüedad a la edad media fue, sin embargo, gradual, entre los siglos III y VIII. Fue una etapa de trancisión en todos los ámbitos: • Economía: sustitución del modelo de producción esclavista por el modo de producción feudal. • Sociedad: desaparición de la ciudadanía romana y la definición de los estamentos medievales. • Política: descomposición de las estructuras centralizadas romanas y dispersión del poder entre los pueblos bárbaros. • Ideología y cultura: sustitución de la cultura clásica por el teocentrismo cristiano o musulmán. La filosofía medieval estaba muy involucrada con la naturaleza de Dios, y con la aplicación de la lógica y el pensamiento aristotélico a cada área de la vida. Un interés constante en este tiempo fue el de probar la existencia de Dios, a través de la lógica, si era posible. La filosofía medieval estaba fuertemente ligada a la filosofía cristiana, la cual estaba fuertemente influenciada a sí misma por la clásica filosofía islámica y por la filosofía judeo-islámica en la Baja Edad Media, especialmente por los escritos de los filósofos musulmanes como Al-Kindi, Al-Farabi, Alhazen, Avicena, Al-Ghazali, Avempace y Averroes, y filósofos judíos como Maimónides y Gersónides. Un esfuerzo temprano fue el del argumento cosmológico, convencionalmente atribuido a Tomás de Aquino. El argumento, toscamente, es que todo lo que existe tiene una causa. Por lo tanto, debe haber una primera causa sin causa, y esa es Dios. Aquino también adaptó este argumento para probar la bondad de Dios. Todo tiene algo de bondad, y la 29 causa de cada cosa es mejor que la cosa causada. Por lo tanto, la primera cosa es la mejor cosa posible. Argumentos similares son usados para probar el poder y la excepcionalidad de Dios. Otro argumento importante que prueba la existencia de Dios fue el argumento ontológico, ofrecido por Anselmo de Canterbury. Básicamente dice que Dios tiene es aquel mayor del cual no se puede pensar otro, lo cual implica pensar que existe, pues si no existiera se podría pensar otra realidad más grande, lo cual contradice la definición. Este argumento ha sido utilizado de distintas formas desde Duns Scoto en adelante, y repropuesto por Descartes y otros pensadores modernos. A Pesar de los grandes avances que alcanzó la ciencia griega, su vigor no continuó cuando Roma sustituyó a Grecia como la gran potencia del Mediterráneo. Los romanos, que gracias a su organización política y social lograron construir un vasto imperio, no tuvieron mayor interés en las matemáticas que el estrictamente necesario para la administración de los territorios conquistados. Esa actitud se extendió a las demás disciplinas científicas desarrolladas en la antigüedad, por lo que puede afirmarse que los pensadores romanos realmente no contribuyeron al conocimiento científico. Además, cuando el Imperio romano dejó a la Iglesia católica su sitio como la única fuerza política y espiritual del mundo occidental, el rechazo hacia el conocimiento científico fue todavía mayor. En esas condiciones la cultura europea entró en un periodo de estancamiento durante el cual no sólo no se promovió el desarrollo de la ciencia, sino que incluso se propició la pérdida de la mayor parte del conocimiento generado por los griegos. Visión del Conocimiento en la Cultura Occidental durante la Edad Moderna En la Edad moderna, la teoría del cocimiento aparece como disciplina autónoma. Como fundador de ella podemos indicar a J. Locke (1632 – 1704), 30 con su obra "Ensayo sobre el entendimiento humano" aparecida en 1690. En ella Locke habla de la esencia y la certeza del conocimiento humano. Leibnitz (1646 – 1716), refuta la doctrina de Locke en su obra "Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano", obra póstuma aparecida en 1765. En Inglaterra prosigue la investigación acerca del conocimiento humano, Berkerley (1685 – 1753), con su obra "Tratado de los principios del conocimiento humano", aparecida en 1710. David Hume (1711 – 1776), publica dos obras referentes al problema del conocimiento humano: "Tratado de la naturaleza humana" en 1740 e "Investigación sobre el entendimiento humano", en 1748. En 1781, Manuel Kant (1724 – 1804), publica su obra "Crítica de la razón pura", que es considerada como su obra maestra en el campo epistemológico. El nuevo rumbo que toma la filosofía en esta época, se debe entre otros factores, al rechazo del método aristotélico y a su lógica formal. Domina un desorden intrínseco en el pensamiento filosófico. Se pierde el contacto con las grandes síntesis filosóficas del siglo XIII, cayendo en exageraciones del decadente siglo XIV. Entre estas se pueden mencionar: a) El individualismo, que para aceptar una doctrina no se fija si es verdadera, sino en la persona que la profesa. b) La originalidad se confunde con la novedad. Pues, la profundización está sustituida por la moda. No se toma en cuenta la universalidad del pensamiento filosófico y elaborado. c) Poca precisión en la elaboración del pensamiento. Lo que se afirma no se demuestra, sino que se sugiere. En lugar de buscar de convencer, se busca sugestionar. En el siglo XV el pensamiento griego llega a Italia. Muchas obras griegas son descubiertas, nace el humanismo; es la época del Renacimiento; junto al arte y la literatura clásica renacen las diferentes teorías filosóficas, 31 entre estas: El Platonismo, Aristotelismo, Estoicismo, Epicureismo, etc. Las ciencias natrales empiezan a desarrollarse con nuevos métodos. La mentalidad europea está desorientada por la falta de certeza y unidad entre las corrientes filosóficas nuevas y antiguas. En la segunda mitad del siglo XVI, Francia está dominada por luchas religiosas. Hay un gran desorden tanto en el campo filosófico como en el religioso. Visión de la modernidad Sus características se dividen en cuatro: políticas, sociales, económicas y culturales: 1. Política. Políticamente la Edad Moderna se inicia con el paso del feudalismo al capitalismo, pues se lograron afianzar los estados nacionales y la monarquía absoluta. La fuerza y las funciones del estado aumentaron y poco a poco fueron sustituyendo a la iglesia en su carácter de máxima autoridad, aunque con un área limitada pues no alcanzaba a afectar la moralidad ni la vida espiritual del hombre. El estado de esta época se limitó a buscar un nacionalismo bien definido como base de un país libre y autónomo, sin subordinación a ninguna autoridad superior, religiosa ni moral. 2. Social. Se produjo una transformación en la sociedad europea, pues se manifiesta un nuevo estilo de vida mucho más libre y más abierto, que somete a crítica los valore morales, intelectuales y religiosos de esta edad. En los hombres existe una gran rebeldía contra la autoridad establecida. 3. Economía. En esta época existió una minoría privilegiada que acumulaba bienes sin haberlos producido y una mayoría de vasallos desposeídos cuyo trabajo era la fuerza generadora de las riquezas atesoradas en las arcas de los señores feudales. El capitalista del Renacimiento se ocupa de acrecentar sus riquezas; sin embargo, el 32 asalariado sigue tan desposeído como los vasallos medievales. Ya en el siglo XVI la burguesía se ve favorecida por los descubrimientos geográficos que le abren un amplísimo campo de actividades. 4. Cultural. Los primero renacentistas tienen una actitud de apertura a la belleza de la vida y de la naturaleza, inspirados por poetas latinos cuya sensibilidad se había perdido en la aridez de la literatura escolástica. Después, tras la caída de Constantinopla, en 1453, se difundió el idioma griego y se conocieron los textos originales de los antiguos filósofos. La cultura se volvió humanista como la antigua Grecia, donde el hombre encontró su plena realización en el marco de la naturaleza y la historia. Hay una gran inquietud científica y artística y una actitud inquisitiva que investiga y experimenta abriendo camino a las ciencias particulares. Entre los filósofos más conocidos de los comienzos de la época moderna se pueden mencionar: Francisco Bacon (1561-1626), Galileo Galilei, Renato Descartes, etc. Renato Descartes Filósofo nacido en Haye en el año 1596. Se educó con los Jesuitas en la Fléche. Se doctoró en la Universidad de Poitiers en Leyes. Luego estudió matemáticas. Viajó por Alemania, Italia y otros países europeos. Llamado a Estocolmo por la reina María Cristina, muere allá en 1650. Entre sus obras principales: Discurso sobre el método, Meditaciones metafísicas, Principia philosophiae. El objetivo buscado por R. Descartes es el de establecer la unidad en el campo filosófico, unidad que él observa que existe en las matemáticas. Para conseguir dicha finalidad introduce en la filosofía el método matemático; mientras que Galileo y Bacon utilizaban el método para estudiar la naturaleza 33 y progresar en la ciencia. Descartes introduce su método para actuar con certeza y para adquirirla. Con este fin establece cuatro reglas en su método: - La evidencia: Sólo acepta lo que no admite duda. - El análisis: Hay que dividir para facilitar el estudio. - La síntesis: Hay que comenzar con lo más simple para ir en busca de lo más complejo. - La enumeración: Se debe revisar y enumerar todo, para no omitir nada. El sistema cartesiano Si la filosofía quiere ser una ciencia deductiva, sostiene Descartes, debe tener un punto de partida absolutamente cierto, que no pueda dar pie a duda alguna. Con este fin, Descartes implanta en su sistema la "duda metódica". Su punto de partida es: rechazar como falso todo lo que tenga una sombra de duda. Para conseguirlo deja a un lado tanto los sentidos como la razón. Parte de un hecho psicológico innegable: "Cogito, ergo sum". Pienso, luego soy. Una vez en posesión del punto de partida, Descartes acepta sólo como verdad aquello que se presenta como idea clara y distinta. Características del Cogito - Es una intuición y no un raciocinio. - El centro de gravedad de la filosofía, que es la metafísica, pasa al campo gnoseológico. Al determinar la relación entre el pensamiento y el ser, pasa del plano metafísico al plano gnoseológico. Ello dará mas tarde el origen al Idealismo moderno. - Reduce al hombre a puro espíritu: "Soy como un ser pensante". 34 La Existencia de Dios en Descartes Descartes presenta dos caminos en la demostración de la existencia de Dios. 1. De la Idea de lo perfecto a la existencia de lo perfecto: Como en la idea del triangulo está incluida necesariamente la propiedad de 180 grados, concluyo que tiene ciertamente 180 grados; así en la idea de lo perfecto va necesariamente incluida la idea del existir, concluyo que lo perfecto existe necesariamente. 2. De la existencia del imperfecto a la existencia de lo perfecto: Yo soy imperfecto. La causa de lo imperfecto no puede ser el mismo imperfecto. En efecto, si lo imperfecto fuese causa de sí mismo, se habría dado todas aquellas perfecciones que sólo posee en el pensamiento. Ello haría que fuese perfecto y no lo es. Queda por lo tanto que la causa de lo imperfecto es lo perfecto. El Dualismo: Cuerpo Y Alma Existen en el mundo dos substancias: la materia extendida y el alma pensante. El cuerpo tiene extensión. El alma carece de ella. El alma consciente. La materia carece de la conciencia. Son dos mundos completamente diferentes. En el único caso en que el alma está unida al cuerpo, es el caso del hombre. El cuerpo del hombre actúa como una máquina, en forma igual al cuerpo de los animales. Sólo que en el cuerpo humano habita el alma. Descartes niega que el alma tenga influencia real sobre el cuerpo y viceversa, que el cuerpo influya sobre el alma. Descartes al negar la relación concreta entre el cuerpo y el alma, lógicamente tuvo que negar su mutua influencia. Sin embargo, frente a la evidencia del hecho de la influencia entre el cuerpo y el alma, Descartes aceptó que el alma puede influir sobre la 35 dirección de lo que sucede en el cuerpo y éste sobre la dirección de lo que acontece en el alma. El dualismo entre el cuerpo y el alma será un problema permanente, para ir en busca de su solución. Influencia de la Filosofía Cartesiana Su influencia es enorme: Es llamado el padre de la filosofía moderna. Su criterio racionalista de la "idea clara y distinta", prepara el período del "Iluminismo" en el campo filosófico y el dominio de la razón. Dentro de la Iglesia tuvo grandes defensores y grandes enemigos. Su gran mérito es haber sido capaz de despertar el interés por la reflexión filosófica en el mundo de la Ciencia. Ha sido un gran defensor del pensamiento de la filosofía cristiana, frente al Naturalismo. Acercó la filosofía a la Ciencia y con ello abrió la posibilidad a un enfoque global de la realidad. Descartes, considerado "Padre de la Modernidad", definió con claridad el objetivo de los filósofos de este período histórico: la búsqueda de la certeza. Mediante sus meditaciones y su método intentó dar respuesta al escepticismo reinante. Su estrategia no fue el rechazo o la negación de la duda sino su aceptación hasta las últimas consecuencias. Es decir, utilizó la duda como método y sometió todo conocimiento a duda con el fin de encontrar una verdad de la que ya no pudiese dudar ni el más escéptico. Así llegó a alcanzar una certeza primera: “Pienso, existo.” Y teniendo en ella una base inconmobible, reconstruyó el edificio filosófico. En primer lugar, alcanzó una segunda certeza: la existencia de Dios. En segundo lugar, reafirmó la confiabilidad del conocimiento científico, el cual tenía a Dios por garante. A continuación se presenta un esquema del proceso de conocimiento tal como lo entendía Descartes, acompañado de una breve descripción de los elementos que lo componen. 36 Visión del Conocimiento en la Edad Contemporánea en la Edad Contemporánea La sociedad contemporánea se caracteriza por la explosión del conocimiento para alcanzar procesos productivos, dicha explosión es a la vez cuantitativa y cualitativa, haciendo que aparezcan nuevas disciplinas y sub-disciplinas con carácter transdisciplinario. Es una edad denominada la Era del Despertar que se inicia con la revolución francesa hasta la actualidad, en ella la ciencia y la cultura han experimentado un extraordinario desarrollo debido a las diferentes transformaciones económicas y tecnológicas, además le ha dado mucha importancia a la pluralidad , a la socialización y a la deconstrucción. Con la era contemporánea el hombre ha transitado de un pasado de certidumbres conflictivas a un presente de cuestionamientos, prevaleciendo claramente que la contemporaneidad es la sociedad de la comunicación generalizada. 37 La llegada de esta época no es para destruir el pasado, es para superar la nostalgia de los horizontes cerrados e intimidantes. ¿Por qué es la era del despertar? Como consecuencia de las transformaciones sociales, donde van surgiendo nuevas realidades, es necesario que aparezcan nuevas formas de pensamiento para contemporánea es interpretarlas hablar de y explicarlas. un nuevo Hablar orden de la civilizatorio edad cuyas características ya están presentes y no podemos detenerlas. Se le ha dado el sinónimo “La Era del Despertar” debido a que era necesario enfrentar diferentes situaciones o fenómenos propios de la era moderna, entre estas se mencionan: - Un pensamiento disyuntivo y reductor que solamente logra desunir sin propiciar la integración o la unión de diferentes disciplinas. Este pensamiento disyuntivo va a influir profundamente debido a que no reconocerá las realidades conflictivas, debe ser reemplazado por un PENSAMIENTO COMPLEJO que detenga la racionalidad abstracta y cerrada que tanto daño hace a la ciencia y al hombre. - Una hegemonía paradigmática donde la única forma de alcanzar el conocimiento era a través de la medición exhaustiva y controlada, con esta hegemonía siempre prevaleció una estrategia deductiva que explica los fenómenos de manera unitaria, estática y reduccionista. Todo esto motivo algunos pronunciamientos que fortalecieron la ciencia y reivindicaron al hombre como un sujeto activo en la investigación; lleno de creencias y percepciones. - Una incesante y agotadora y agotadora disciplinariedad que indudablemente generaba un conocimiento dividido y con dificultades en tantas partes fuera posible, con la disciplinariedad las mentes no están preparadas para enfrentar las incertidumbres que no dejan de 38 incrementarse , y además no están educadas para la comprensión humana entre seres cercanos y los que están alejados. - La forma de concebir al Hombre: Producto de las transformaciones sociales y la revolución industrial, no se puede ni se podrá seguir concibiendo al hombre como un ser estatico, como herramienta de trabajo o como un objeto, de acuerdo a esta nueva era amenazada y amenazante, el hombre es un ser que vive, convive y socializa, por lo tanto no debe ser dominado para los intereses de los demás. Si no se transforman las formas de vida, de actuar y de trabajar, el hombre siempre será aplastado por la hiperrealidad socioindustrial, sin poder realizar aportes significativos para su presente y futuro. Ante esta situación, comenzaron a emerger diferentes concepciones filosóficas a favor de la evolución y desarrollo integral del hombre: - Existencialismo: Se niega rotundamente a las posturas racionalistas y de opresión, se inclina hacia la vida, la libertad y la experiencia de cada individuo. - Fenomenología: Se opone a la cuantificación, al deducción y a la generalización, afirma que existe una subjetividad que debe ser respetada y una verdad cualitativa que no es necesario someterla a pruebas matemáticas y estadísticas porque lo verdadero es lo que se origina del proceso de la comunicación entre distintos sujetos, La realidad del hombre no puede ser manipulada o tergiversada con datos numéricos, pues epistemológicamente lo cualitativo tiene tanta fuerza como lo cuantitativo. Por el comportamiento de las ciencias: no se podía seguir aceptando la ciencia como una tarea esquematizada y especializada que generaliza comportamientos y fenómenos. Según Morín: debe abrirse un nuevo camino para el mundo científico, basado en la historicidad, en la comprensión y en la interpretación. 39 Evolución Paradigmática en la Edad Contemporánea Debido a la evolución de las sociedades occidentales y los cambios producidos por la revolución industrial, fue necesario dejar atrás una realidad epistemológica propia de la edad moderna, caracterizada por la racionalidad formal, la fragmentación del saber y la disciplinariedad. Ante esta eventualidad fue y será obligatoria la evolución paradigmática para enfrentar los cambios tan acelerados producto de la transformación social. Aparece de esta manera, el PARADIGMA INTEGRADOR O COMPLEJO para que el hombre reconozca fenómenos multidimensionales y se aislé de pensamientos compartidos que en nada contribuyen a hacer frente a una sociedad llena de incertidumbre. El conocimiento en la Edad Contemporánea En este periodo el conocimiento es una herramienta mucho más valiosa e importante que la disponibilidad de capital y materia prima. Cada día debe acelerarse y crecer, pero para tal fin necesita de un alto grado de complejidad acompañada de interdisciplinariedad. El siglo XXI está caracterizado por la incertidumbre y la interdisciplinariedad, ésta debe asumirse como un desafío, porque así como los estados tienen sus fronteras, el conocimiento contemporáneo tiene horizontes. Con la complejidad se revelan las conexiones entre lo uno y lo múltiple de manera que es interconectiva, multidiversa y es un tejido en conjunto. El conocimiento en esta era se caracteriza por la relación e inclusión, es decir, no excluye la simplificación sino que la integra como un elemento más del pensamiento complejo. Siendo las cosas así, se puede afirmar que la contemporaneidad es el periodo para transitar de la indignación a la acción. 40 Con la acción el conocimiento se caracterizara por: - Distinguir y unir - Deconstruir y mejorar - Reconocer e incluir La edad contemporánea debe ser vista como la era de la integración; ella no es para enfrentar la insuficiencia de los enfoques unidisciplinarios o monodisciplinarios que con una visión reduccionista han convertido y convierten todo lo nuevo, diferente y complejo, en algo más simple y corriente, quitándole novedad y diferencia y convirtiendo el futuro en pasado, por el contrario ella aprovecha esta situación y practica la interdisciplinariedad, dicho de otra manera, el conocimiento contemporáneo se interesa por la integración para abrir un camino originario y creativo en beneficio del hombre. El conocimiento en esta época¸ no es para oprimir, es para criticar el propio conocimiento, por lo tanto, la principal tarea es convivir con las ideas sin ser destruidas sino mejoradas. Debido al gran aluvión de información es necesario que el hombre pueda discernir cuales son las informaciones y los problemas claves, no para simplificar, sino para propiciar la interacción compleja que tanto beneficia el conocimiento. En la contemporaneidad, no hay espacios para hablar de enseñanza pura, porque ésta solo transmite saber, es necesario una enseñanza educativa que integre el saber con la condición humana ; sin ésta integración el conocimiento jamás será alcanzado por los más desposeídos. Se trata es de aceptar las curiosidades naturales, sin ellas no se regenerarían ni se reexaminarían los saberes, las ideas y los valores. Es necesario que se desarrollen procesos tales como, la multidisciplinariedad pero más aun la interdisciplinariedad; con el primero se comparten los saberes y conocimientos pero no hay una mezcla de disciplinas, es decir, solo existe una cooperación mutua., con la 41 interdisciplinariedad se comprende todas las sinergias posibles y existe una mezcla de disciplinas que pueden enriquecer el conocimiento. 42 CONCLUSIONES Históricamente la primera interrogante surgió ante el hecho de si es posible tener algún conocimiento de la realidad. El segundo surge cuando se plantea el problema de dónde es que se originan nuestros conocimientos; será en las facultades sensibles o propiamente en la razón. El tercero aparece cuando se trata de determinar la esencia del conocimiento y el cuarto se da cuando hablamos de las formas del conocimiento. En resumen el conocimiento plantea cuatro interrogantes que son: posibilidad, origen, naturaleza y formas. La teoría del conocimiento es una doctrina filosófica. La Gnoseología o Teoría del Conocimiento es una de las ramas clásicas de la Filosofía que intenta explicar éste fenómeno. Ya los antiguos filósofos griegos la trataron extensamente, llegando a explorar muchas de las sendas posibles: idealismo, realismo, empirismo, escepticismo. El periodo prehistórico va a terminar durante la Cultura Predinástica en Egipto y con la aparición de la escritura (fundada por los sumerios alrededor del 3500 a.C.), en esta fecha aproximadamente entramos en La Edad Antigua, que dura desde el 3500 a.C. hasta el 476 d.C. (fecha en la que se produce la caída del Imperio Romano de Occidente) para posteriormente dar paso, cronológicamente hablando, a la Edad Media. En este período destacaron los siguientes filósofos: Pitágoras, Heráclito, Hipócrates, Sócrates, Platón, Aristóteles, entre otros. La Edad Media, Medievo o Medioevo es el período histórico de la civilización occidental comprendido entre el siglo V y el XV. Su comienzo se sitúa convencionalmente en el año 476 con la caída del Imperio romano de Occidente y su fin en 1492 con el descubrimiento de América. En la Edad Media Santo Tomás de Aquino, le dio continuidad al pensamiento aristotélico en lo concerniente a considerar la percepción como el punto de partida y a la lógica como el procedimiento intelectual para llegar al Conocimiento. 43 Aportaron letras y teorías durante este momento histórico: Agustín de Hipona Santo Tomás de Aquino, Pedro Abelardo, San Anselmo de Canterbury, Escoto Eriúgena, entre otros. La Edad Moderna es el tercero de los periodos históricos en los que se divide tradicionalmente en Occidente la Historia Universal, desde Cristóbal Celarius. En esa perspectiva, la Edad Moderna sería el periodo en que triunfan los valores de la modernidad (el progreso, la comunicación, la razón) frente al periodo anterior, la Edad Media, que el tópico identifica con una Edad Oscura o paréntesis de atraso, aislamiento y oscurantismo. Son representantes dignos de esta época: Renato Descartes , Karl Popper Pedro Tomas Hobbes, Jhon Locke, Jorge Berkeley, David Hume, entre otros. La edad contemporánea es el nombre con el que se designa el periodo histórico comprendido entre la Revolución francesa y la actualidad. Comprende un total de 222 años, entre 1789 y el presente. Entre sus máximos representantes destacan a: Schopenhauer, Kierkegaard Dionisio Diderot, Augusto Comte, Nietzsche, entre otros. 44 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Aristóteles (2002).Metafísica, Editorial Sudamericana, Argentina, Obra Reedición. Baron, A (1999). Filosofía a través de la Historia. Editorial Norte, Colombia. Barragán, L. (1977). Epistemología, USTA, Bogotá. 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