Ayudar a sin papeles no merece cárcel

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EL PAÍS, lunes 26 de enero de 2015
ESPAÑA
Condenados por
delitos contra derechos
de los extranjeros
(Artículo 318 bis del Código Penal)
480
369
309
312
177
152
206
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Fuente: INE (Registro Censal de Penados). EL PAÍS
PROTESTAS CONTRA LA ‘LEY MORDAZA’. Cientos de personas se manifestaron ayer en Madrid contra la reforma del Código Penal, que
introduce la pena de prisión permanente revisable, y contra la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza. Convocada por la plataforma
que aglutina las Marchas de la Dignidad, la protesta fue acompañada por otras similares en Barcelona, Zaragoza, Valencia, León o Murcia. / dani pozo (afp)
Ayudar a sin papeles no merece cárcel
La reforma del Código Penal reduce la sanción por asistir a inmigrantes que
entran en España P Las ONG aplauden el cambio, pero alertan de su “ambigüedad”
J. JIMÉNEZ GÁLVEZ
Madrid
A Margarita Martínez apenas le
cuesta unos segundos recordar
una condena “desproporcionada”
en materia de inmigración. Al preguntar a esta catedrática de Derecho Penal de la Universidad Complutense, se retrotrae inmediatamente a una noche de octubre de
2004, cuando se adentra en el
puerto de Melilla un marroquí de
63 años, residente en Bélgica. Maneja un Opel Astra. En el asiento
del copiloto, su supuesto hijo le
acompaña rumbo a la Península.
Pero los agentes les dan el alto. Y,
tras comprobar que es falso el pasaporte del chaval de 17 años, averiguan que realmente se trata del
nieto de la hermana del conductor. El hombre trataba de ayudarlo a entrar en la UE, pese a carecer de papeles. “Solo lo hacía para
mejorar sus condiciones de vida”,
reza la misma sentencia que castiga al hombre a tres años y un día
de cárcel. Una pena que, de celebrarse el juicio tras la reciente reforma del Código Penal, se quedaría en una multa o, como mucho,
en 12 meses de cárcel (una condena que la mayoría de las veces no
implica entrar en prisión).
El Congreso aprobó la pasada
semana la modificación del artículo 318 bis, que castiga actualmente con entre cuatro y ocho años de
cárcel a quienes faciliten “directa
o indirectamente la inmigración
clandestina”, aunque lo hagan
con fines solidarios. De esta forma, el Ejecutivo, que en la ponencia de la reforma considera “desproporcionadas” las sanciones vi-
gentes, da respuesta a una antigua demanda de las ONG reduciendo drásticamente las condenas: fija ahora una sanción económica, o entre tres meses y un año
de cárcel (salvo si el acusado pertenece a una mafia, en cuyo caso
se mantienen las penas actuales).
“En los tribunales, la actual
norma nos produce a muchos
una sensación de cierta injusticia.
Cuando yo estaba como juez instructor, me encontraba con las
manos atadas”, relata Rachid Mohamed, abogado melillense que
ejerció como magistrado en Ceuta. “Veías cómo muchas de estas
personas, que actuaban de forma
ingenua, se iban a enfrentar después en la Audiencia Provincial a
peticiones elevadísimas de cárcel;
y otros, en cambio, por hechos de
mayor gravedad, a otras menores”, añade. Por ejemplo, para el
marroquí detenido en Melilla, el
Artículo 318 bis
E Redacción
actual: “El que,
directa o indirectamente,
promueva, favorezca o facilite el
tráfico ilegal o la inmigración
clandestina de personas desde,
en tránsito o con destino a
España, o con destino a otro
país de la UE, será castigado con
la pena de cuatro a ocho años
de prisión”. Penas agravadas en
casos de organización criminal,
tráfico de menores y otros.
E Nueva
redacción: 1. “El que
intencionadamente ayude a una
persona que no sea nacional de
nínsula con el hermano de su novia; o a otro hombre sentenciado
a dos años por tratar de cruzar
la frontera de Ceuta con el primo de su mujer escondido bajo
unas mantas, oculto en su vehículo. Ambos se incluyen en la
base de datos del Registro Cen-
tral de Penados. Entre 2007 y
2013 se han dictado 2.005 sentencias firmes por delitos tipificados en el artículo 318 bis.
Estas cifras incluyen a quienes, sin más interés que echar
una mano a familiares o amigos,
facilitaron su entrada en territorio español. Pero también a quienes lo hicieron con ánimo de lucro, o perteneciendo a alguna banda organizada, como los patrones
de las pateras. Hasta ahora, para
la ley, ambos grupos cometen el
mismo tipo de delito —aunque a
los primeros se les puede reducir
la pena a dos años, al valorar el
tribunal la “gravedad del hecho,
las condiciones del culpable y la
finalidad perseguida”—. “Actualmente es una norma completamente abierta, que carece de contornos definidos”, reconoce el propio Ejecutivo del PP en una respuesta parlamentaria.
un Estado miembro de la UE a
entrar en territorio español o a
transitar a través del mismo de
un modo que vulnere la
legislación sobre entrada o
tránsito de extranjeros, será
castigado con una pena de
multa de tres a doce meses o
prisión de tres meses a un
año. Los hechos no serán
punibles cuando el objetivo
perseguido por el autor fuere
únicamente prestar ayuda
humanitaria a la persona de
que se trate. Si los hechos se
hubieran cometido con ánimo
de lucro se impondrá la pena en
su mitad superior”. 2. “El que
intencionadamente ayude, con
ánimo de lucro, [a un sin
papeles] a permanecer en
España, vulnerando la legislación
sobre estancia de extranjeros,
será castigado con una pena de
multa de tres a doce meses o
prisión de tres meses a un año”.
3. “Los hechos a que se refiere
el apartado 1 de este artículo
serán castigados con la pena de
prisión de cuatro a ocho años
cuando concurra alguna de las
circunstancias siguientes: a)
Cuando los hechos se hubieran
cometido en el seno de una
organización que se dedicare a la
realización de tales actividades...”.
fiscal solicitó seis años de cárcel.
Por intentar ayudar a un familiar.
Un caso que no resulta aislado. El repaso por la hemeroteca
judicial deja a un policía local
condenado a tres años de prisión por intentar llegar a la Pe-
El castigo máximo
será de un año de
prisión; hasta ahora
ascendía a ocho
Así que los colectivos sociales
celebran este paso del Gobierno.
“Evidentemente, en la medida en
que se palía esa desproporcionalidad de las penas, hay que valorarlo positivamente”, dice Margarita
Martínez. Pero, a su vez, pronostican nuevos problemas en el futuro, por las dudas que suscitan algunos aspectos de la reforma.
El primero es que el nuevo artículo 318 bis prevé que la justicia
no aplique ningún castigo —ni siquiera multa ni una pena menor— en un caso determinado:
cuando quienes hayan ayudado a
un sin papeles a entrar en España
lo hayan hecho por una razón “humanitaria”. Un concepto jurídico,
el de las razones humanitarias,
“demasiado ambiguo”, en opinión
de varias ONG. “Deja un margen
de interpretación muy amplio. A
ver cómo empiezan a aplicarlo los
jueces...”, reflexiona Inés Díez, del
área jurídica de Red Acoge. Esa
misma tesis la sostuvo el Consejo
General del Poder Judicial en su
informe sobre la reforma legal: se
preguntó “cuál es la finalidad altruista a que se refiere” el artículo
y señaló que “la concreción de este aspecto se deja a la futura unificación de criterios del ministerio
público”. ¿Y hasta entonces?
Ese es el primer reproche a la
reforma por parte de los colectivos. No el único. A las asociaciones no les ha gustado que el Gobierno introduzca una nueva modalidad del delito: en su apartado
número dos, el artículo contempla multa de tres a doce meses, o
prisión de tres meses a un año,
también para quienes ayuden a
un irregular no ya a entrar sino a
“permanecer” en España, siempre que lo hagan “con ánimo de
lucro”. “Con esta redacción se podrían penalizar conductas que no
deberían estar en el Código Penal.
Porque, por ejemplo, puede entenderse como perseguibles a los caseros que alquilen una habitación
a un extranjero sin papeles”, explica Díez. “O a aquellos que dispensen el menú del día a una persona
en situación irregular conociendo esta condición”, remacha la
plataforma Salvemos la Hospitalidad, que recogió más de 60.000
firmas en contra de este precepto.
El Ejecutivo, según las ONG,
les ha transmitido que no se interpretará la ley en ese sentido. Pero
las asociaciones no se fían. “No
sabemos qué hará después cada
tribunal, o cada fiscalía”, subraya
la catedrática Martínez, que insiste en los perjuicios de una redacción “ambigua”. Todas esas complicaciones no llegarán hasta dentro de unos meses, cuando el Senado ratifique la reforma.
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