Revista SUYAI

Anuncio
ÍNDICE
DE CONTENIDOS
2
4
8
12
15
17
19
20
22
26
29
30
33
34
36
38
40
Presentación: “Suyai significa Esperanza”
Historia de Suyai: “Comenzando a callejear”
La Infancia en Calle en Chile: “Cuando el Estado ya
no es garante de protección, sino cómplice de la
vulneración”
En la Memoria: “Experiencias pasadas de proyectos
en Concepción”
Deterioro temprano y desigualdad de los procesos
socio-educativos en la Infancia
La Ruta de la decepción
Contextos de alta complejidad y cuidado de los
equipos de trabajo: “Un desafío a la vocación”
Poster “Paisaje Suyai”
La Tribu Suyai
Entrevista a Heriberto Zura, Director del Programa
Suyai: “Estamos en una constante danza entre las
expectativas y la realidad”.
Sin Perfil
Entrevista: “Ver por dentro”
“Cambiar para sobrevivir”: Reflexiones y conclusiones
Refugio Suyai: Primeras ideas para un nuevo sueño
Suyai y Catim: La evolución de un compromiso por
los derechos de la Infancia
Proyectos Hermanos: El Área de Integración Social
de Catim
Agradecimientos y créditos
SUYAI REVISTA
1
Presentación
SUYAI SIGNIFICA ESPERANZA
La revista que tienen en sus manos
refleja las miradas y reflexiones
que hemos incorporado como
equipo, en los casi dos años que
llevamos en Suyai. Se trata de
un programa ambulatorio de
apoyo a 30 niños, niñas y
adolescentes en situación de
calle, de la provincia de
Concepción. Funciona con
una oficina y 4 tutores,
profesionales del ámbito
psicosocial, que se ocupan de
las acciones de búsqueda, el
acompañamiento y la revinculación social de los participantes.
2
REVISTA SUYAI
C
uando comenzamos a hacer Suyai, sabíamos
que la tarea era larga y dura; que las estrategias y metodologías iban a ser siempre dinámicas, adaptándose a cada personalidad,
cada historia de vida. Sabíamos que nuestra propuesta sería insuficiente, que no tendríamos la enorme infraestructura necesaria para la reparación holística de
un niño que ha crecido sin hogar y sin amor.
Suyai es un “piloto”, eso significa que es un intento,
una prueba, cuyo destino es encontrar una fórmula,
una manera de trabajar positivamente para la superación de la situación de calle en la infancia y juventud…
Uf! La tremenda tarea, un gigante de vulneración y
abandono, de explotación y violencia, ejercida en una
etapa vital sagrada, responsable de todo el desarrollo
humano de esa persona en su existencia.
Los niños de Suyai son personas que nacieron en los
peores entornos posibles, en extrema pobreza la mayoría, provienen de familias expulsadoras, herederas
de una larga y honda estirpe de carencias y prevaricación. Luego, y entre tanto, casi sin excepción, vivir
en un hogar proteccional, con sus consecuentes y
sabidas vicisitudes.
Estos niños son jóvenes adultos, que se saltaron todos
los juegos y los mimos, todos los cuidados y la estimulación que necesitamos los seres humanos para
armar un patrón de desarrollo. Estos son nuestros niños y niñas, personas sin hogar y sin amor, hombres y
mujeres en construcción que no han tenido la libertad
de desarrollar sus capacidades y han sido víctimas de
tragedias e injusticias.
En este mundo, nuestro trabajo como programa de
intervención social es de alta complejidad. Los encuentros y conversaciones con los chicos se dan en
distintos territorios, en entornos dinámicos y muchas
veces tensionados, como plazas y comercios. La resistencia al vínculo, la desconfianza mutua y la costumbre de instrumentalizar las relaciones, hacen que
la primera etapa de relación entre los participantes y
los tutores sea de muy largo aliento.
“Consuelo tiene 16 años, un hijo de seis
meses y una madre consumidora problemática y en situación de calle, que la prostituyó
desde los 12. Ha pasado por al menos dos
instituciones proteccionales; hoy Consuelo
duerme alternativamente en viviendas precarias de familiares o amigos, o en la calle.
Su hijo se cría con su abuela paterna”
Testimonio Suyai
En los 18 meses que llevamos funcionando, los resultados de nuestra intervención son pequeños y difíciles
de entender: reducción de daño, acercamiento de redes de apoyo, vínculo efectivo. Estamos aún lejos de
que nuestros participantes se asuman positivamente
y se motiven al cambio con foco en la superación;
con todo el esfuerzo heroico de su parte y la voluntad
que su situación amerita. Dar un salto enorme a su
vida. Una vez que el chico está motivado, “quiere”, es
capaz de soñar; entonces debemos estar preparados
para ofrecerle alternativas de cambio.
Para la etapa de trabajo que viene, tenemos que lograr
una acción más integral, que además del trabajo psicosocial basado en el acompañamiento y la revinculación, incorpore variables duras como la habitabilidad y
la salud física y mental. Un enfoque bio-psico-social,
que incorpore fuertemente la variable diagnóstica y de
tratamiento, que se ocupe íntimamente de “la persona”, y que considere un estándar mínimo de infraestructura, como casa, comida y abrigo.
Con responsabilidad, queremos hacernos cargo de
uno de los problemas más complejos del desarrollo: el
abandono y desprecio de los más débiles. Los niños,
niñas y adolescentes en situación de calle, la infancia
y las juventudes sin hogar y sin amor, son una realidad
que se ubica en la costra de nuestras ciudades, en los
extramuros de la familia y la sociedad. Suyai trabaja
con y para ellos, procurando sus derechos primarios,
acompañándolos, queriéndolos.
Lea Rodríguez Ch.
Directora del Área de Integración Social – Catim
SUYAI REVISTA
3
Historia de Suyai
EMPEZANDO A CALLEJEAR
S
uyai es un programa ambulatorio que apoya
a niños y jóvenes sin hogar del Concepción
Metropolitano. Llegamos actualmente a las
comunas de Talcahuano, Hualpén, Concepción, San Pedro de la Paz, Chiguayante y
Penco, donde acompañamos en total a 30
personas de entre 6 y 18 años.
El proyecto funciona bajo el alero
de la Corporación Catim y se
financia con fondos públicos
y privados. Entre junio de
2012 y noviembre de 2013
gastamos un poco menos
de 40 millones de pesos
en total. El equipo de
trabajo es un director
de proyecto, un coordinador de redes, y dos
gestores de calle.
Nos distingue el carácter de participación
voluntaria de los jóvenes, la focalización en
los procesos de superación, el entregarles
apoyo incondicional con
cercanía en el lenguaje,
flexibilidad y capacidad de
adaptación.
Como estrategias buscamos
generar un vínculo significativo
con cada participante, mediante
derivación asistida, la presencia constante y el responder a sus múltiples necesidades. Luego buscamos generar la confianza necesaria que permita trazar un proyecto
de vida centrado en sus motivaciones y logros, que
incluya alternativas distintas que desarticulen las
constantes situaciones multiproblemáticas de cada
4
REVISTA SUYAI
Suyai es un programa ambulatorio
que apoya a niños y jóvenes sin
hogar del Concepción Metropolitano, funciona bajo el alero de la
Corporación Catim y se financia
con fondos públicos y privados.
joven y niño. Con eso nos
centramos en el proceso
de superación, teniendo
en cuenta una mirada
ecológica, biosicosocial, con enfoque de
derechos.
Sabemos que el
proceso es complejo, por lo que
constantemente
estamos desarrollando estrategias
que nos permitan
hacer más y mejor.
Actualmente
estamos empeñados
en tener un abordaje más clínico que
responda al enfoque
biosicosocial; además
soñamos con poder dar
respuesta al problema de
techo, seguridad y abrigo, por
lo que durante el 2014 esperamos concretar una residencia o un
refugio para jóvenes sin hogar, que
complemente el trabajo de Suyai, adecuándose a la especialización que requiere.
Realizamos un trabajo en red, participando activamente en la red de Juventud de Talcahuano y las redes
de infancia de San Pedro y Talcahuano, convocadas
por sus respectivas OPDs. Para este año pretendemos
integrarnos de forma más activa en el trabajo intersectorial realizado en Concepción. A la vez, buscamos
contactarnos con las redes locales de los territorios
con los cuales interactúan los jóvenes; así estamos
vinculados con la mesa barrial de la población Libertad y con diversos actores locales en el sector de
Boca Sur; en el sector la Emergencia, de Hualpén, nos
relacionamos con una comunidad cristiana que cuenta con una casa de acogida.
Al hacer memoria de lo recorrido hasta la fecha en Suyai, aparecen múltiples recuerdos y experiencias, por
lo que hemos extraído aquellos hitos que reflejan de
forma significativa esta pequeña historia de un poco
más de un año y medio.
La primera tarea fue recopilar antecedentes respecto
al trabajo que se había realizado anteriormente en la
Región en torno a niños en situación de calle, mediante entrevistas a distintos actores y ejecutores de
acciones para abordar la problemática; de esa investigación damos cuenta en esta misma revista a través
del artículo “En la Memoria: Experiencias pasadas de
proyectos en Concepción”.
Como herramienta para pesquisar los casos y seleccionar la cobertura, contábamos con el “Catastro
Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación
de Calle 2012”. Pero la herramienta era deficiente, al
entregar muy poca información respecto a los puntos
de calle, edades y características de los niños identificados. Se hacía necesario observar cual era la situación real.
Decidimos iniciar el trabajo en Talcahuano debido a
que era la comuna en que teníamos mayor información, y en donde se detectó un trabajo articulado y
centrado en los niños tanto desde el Municipio, por
medio de la OPD, como entre los programas de la Red
Sename y los de la Red del Servicio de Salud local.
Así se establecieron contactos con los programas,
que de alguna u otra forma se contactaban directamente con los niños, niñas y jóvenes en situación de
SUYAI REVISTA
5
calle de Talcahuano; estos incluían al PIE Ayen, Centro
El Faro y Programa de Calle de Talcahuano, quienes se
mostraron como activos colaboradores, entregando
abiertamente información y prestando todo el apoyo
para establecer un buen vínculo con los posibles participantes.
Esta primera etapa del programa piloto concluye con
el lanzamiento oficial de Apoyo Suyai, el 12 de septiembre de 2012, ceremonia a la que asistieron autoridades, entes colaboradores y los organismos de
la red de apoyo social con quienes se realizaron las
primeras coordinaciones. El hito marca el paso desde
la etapa de preparación y el inicio de la acción; ya que
coincidentemente, el 13 de septiembre, comenzábamos a “callejear” de forma más permanente, iniciando
el periodo de inserción en los territorios.
La principal estrategia es vincularse mediante quienes
ya se encuentran vinculados a los niños y niñas, lo
que consideramos como derivación asistida, con el
objetivo de recoger experiencias y dar continuidad o
complementariedad al trabajo que se venía desarrollando. Esto implicó un gran esfuerzo en la coordinación con los otros programas.
Realizamos una revisión de las estrategias implementadas y encontramos que las actividades lúdicas y la
periodicidad en los encuentros ayudaban a establecer
el vínculo con los posibles participantes. Pese a que
de acuerdo a los lineamientos técnicos deberían existir
algunos avances en los procesos individuales en un
corto periodo de tiempo, en la mayoría de los casos
nos encontrábamos en un proceso de vinculación mucho más lento.
Nos dimos cuenta que el proceso de vinculación con
los participantes era mucho más complejo; en una primera etapa no existe el vínculo real, no hay ni siquiera
un reconocimiento del otro, luego un saludo, sin contacto físico; mucho después viene el contacto real y el
intercambio de información; el proceso continua con
la aceptación de una propuesta de actividades o acciones que hace el equipo al participante; y por último
encontramos que también teníamos la propuesta de
actividades de los participantes al equipo.
Coincidentemente, al completar la cobertura establecimos otro hito, el primer proyecto de vida, el primer
6
REVISTA SUYAI
plan de trabajo participativo del programa; ahora dejaríamos de estar explorando estrategias, y nos guiaríamos por ciertos objetivos trazados conjuntamente
con los participantes. Significaba un nuevo momento.
Luego nos daríamos cuenta que estos caminos trazados en conjunto presentaban una serie de obstáculos
que dificultaban el avanzar y en algunos casos desviaban el camino o nos obligaban a retroceder.
Una vez avanzados los vínculos, buscamos implementar un hito de participación grupal, como salidas
al cine con los niños del programa, tardes deportivas
y talleres de fútbol calle, en Boca Sur, en la cancha del
Club 21 de Mayo.
También tuvimos la primera frustración con el desarrollo de los proyectos de vida, el intento de inscripción en los proyectos de capacitación laboral SENCE;
dentro de la primera información obtenida, existía
disposición, luego al profundizar se nos da a conocer
que existen mayores exigencias, que nuestros participantes no cumplen. Nos dimos cuenta que nuestros
chicos sólo accederían a beneficios de este tipo a través de excepciones.
Mientras tanto, desarrollábamos el voluntariado y acogimos a alumnos en práctica. Contamos en el primer
semestre con una alumna de psicología comunitaria
(UdeC), dos alumnos de trabajo social (UBB) y una
estudiante de intercambio de España en Trabajo Social (UBB). En el segundo semestre, y en un contexto
más complejo, continuaron los alumnos de la UBB y
se incorporó una asistente social (IPP) así como una
alumna de intercambio de Colombia en el área de psicología comunitaria (UdeC). El aporte de todos ellos
ha sido esencial.
Para celebrar el primer año de funcionamiento de
Suyai, realizamos una actividad familiar con los participantes, voluntarios, alumnos en práctica, profesionales y redes. La jornada se coronó con una declaración de compromiso con los sueños de Suyai y sus
participantes. Cerrábamos un primer ciclo, llenos de
esperanzas, con proyectos de vidas visualizados o en
espera de ejecución. Animados por ver que habíamos
avanzado, rescatábamos de este primer acercamiento
las estrategias más efectivas, las buenas prácticas,
los errores, confiados en que inventaríamos algo más
para aquellas situaciones que no tenían solución.
De pronto, de forma progresiva, nuestros anhelos
comienzan a verse frustrados y en riesgo. El Ministerio de Desarrollo Social dilata el inicio del segundo
periodo de Suyai. Todos nuestros esfuerzos se obstaculizan por la falta de seguridad en la continuidad
del programa. La esperanza depositada, los caminos
trazados comienzan a congelarse. Al cabo de 2 meses trabajando sin financiamiento estatal, teníamos
que tomar decisiones. Decidimos continuar pese a la
inestabilidad. La Corporación Catim asumió el riesgo
de no cerrar el programa y buscar otros financiamientos. Era imposible e inmoral, una nueva trasgresión
a sus derechos, abandonar a los chicos después de
un año de trabajo. El equipo Suyai enfrentó la crisis
con transparencia y sinceridad hacia los jóvenes. Nos
vimos obligados a realizar ciertos ajustes, en cuanto
a la frecuencia en las visitas, el apoyo prestado, los
recursos invertidos por cada participante, priorizando
el trabajo con aquellos con quienes contábamos con
mayor vínculo y congelando las derivaciones hasta
nuevo aviso.
Durante 6 meses, el programa transitó por una senda
tortuosa con una promesa que nunca llegaba; pero
esta ruta nos permitió abrir otras puertas y hacer nuevos amigos. Hoy contamos con el apoyo financiero
de Fundación Colunga, que nos dio un respiro y que,
junto a otros aportes particulares, nos permitieron
continuar.
Entre tanto, realizábamos actividades muchas veces
con fondos de los propios profesionales del equipo,
de voluntarios y amigos. Ajuares para las 4 niñas del
programa que estaban embarazadas, fiestas de fin de
año, regalos de pascua, etc. La Seremía continuó con
el apoyo técnico y solidariamente siguió apoyando
nuestros esfuerzos e intentando hacer reaccionar a
Santiago respecto a la gravedad del cierre del programa.
En diciembre de 2013 nos confirmaron la continuidad
del financiamiento estatal por 2 años, concretándose
este compromiso el 15 de enero del 2014. Gracias
a las alianzas generadas durante la crisis, hoy tenemos más herramientas para hacer un buen trabajo.
Continuamos mirando los desafíos que dejó la primera
parte, los sueños rotos, los quiebres, las soluciones
que no se concretaron, rescatando a la vez las experiencias significativas, los vínculos fortalecidos, las
buenas prácticas, los aprendizajes, el compromiso de
todos y la seguridad de que contamos con propuestas
reales, que pueden ayudar a los procesos de la infancia y las juventudes sin hogar.
Equipo Suyai
SUYAI REVISTA
7
La infancia en calle en Chile
CUANDO EL ESTADO YA NO ES
GARANTE DE PROTECCIÓN,
SINO CÓMPLICE DE LA VULNERACIÓN
H
ablar de vulnerabilidad y pobreza pueden
conjugar distintos constructos sociales, dependiendo de la mentalidad del observador,
pero conjugar las vulnerabilidades naturales
de la infancia, las condiciones de pobreza y agregar
condiciones de exclusión, riesgo social, abandono y
negligencia de los padres, necesariamente nos lleva al
concepto de niños en condición de calle. La infancia
en calle ha sido denominada por nuestra sociedad de
muchas formas a lo largo del tiempo, vagabundos,
mendigos, palomillas, canillitas, vándalos, delincuentes, drogadictos, etc.
Para abordar el tema de los niños en situación de calle,
los países han adscrito a la distinción propuesta por
UNICEF, entre niños en la calle y niños de la calle. Se
entiende niños en la calle como aquellos que, conservando algún grado de vinculación con su familia, incluso pudiendo llegar a depender de ella, mantienen la
autonomía para permanecer gran parte del tiempo en
la calle. Por otra parte, los niños de la calle son aquellos que por razones diversas han hecho de la calle
su hogar permanente, rompiendo prácticamente todo
vínculo con sus familias y con el sistema educativo,
dependen en la sobrevivencia de sí mismos y tienen
fácil acceso al uso de sustancias adictivas. El hecho
de su lejanía de la escuela y la familia, hace que este
grupo sea el que se encuentre en una situación de mayor vulnerabilidad en comparación con la anterior.1
Es difícil calcular la cantidad de personas que se encontraba en situación de calle en Chile a principios del
siglo XX, debido a su invisibilidad en las incipientes
políticas sociales y a la falta de una definición precisa
para este grupo, lo que los hacía parte de la población
conceptualizada como indigentes, vagos, abandonados o simplemente delincuentes.
Al revisar los documentos existentes sobre esta realidad, es destacable señalar que en Chile “al iniciarse
1920, la Prefectura de Santiago fundó un ‘Asilo Policial’ para los niños desvalidos y procedió a ‘recoger’
de las calles, de los suburbios del desamparo urbano,
a estos niños vestidos de andrajos a quienes sólo la
piedad del sol da abrigo (...). Por lo demás, es harto
conocido el caso de muchos individuos que, por indigencia, alojan debajo de los puentes que atraviesan el
río Mapocho”.2
Para el año 1933, la Dirección General de Protección
de Menores calculaba que “el número de menores que
se encuentran en estado de total abandono puede estimarse en la suma de 5.000 en el departamento de
Santiago y de 12.500 en el resto de los departamentos
de la República; lo que hace un total de 17.500”.3
“Alrededor de 1950, los niños y niñas de la calle erraban por la ciudad de Santiago, concentrándose bajo
los puentes, en los espacios públicos de la comuna
de Quinta Normal, en los parques del centro o en las
cuevas del Cerro Blanco. Realizando trabajos de lustrabotas o suplementeros, de “canillitas”, y en el caso
de las niñas, algunas eran víctimas de explotación
sexual de forma habitual u ocasional”. La mayoría ha-
1. Servicio Nacional de Menores, 2004. Niños y Niñas de la Calle. Serie Estudios y Seminarios. Santiago.
2. Acuña Montenegro, 1923 “El Problema de la Mendicidad en Chile, en Mideplan, 2005. “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle
2005. Servicio Nacional de Menores, 2004. Niños y Niñas de la Calle. Serie Estudios y Seminarios. Santiago. Acuña Montenegro, 1923 “El Problema de la Mendicidad en Chile, en Mideplan, 2005. “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005.
3. Mahia Saracostti Schwartzman es Directora de la Carrera de Trabajo Social de la Universidad Autonóma de Chile. Documento extraído el 27/12/12 desde
http://blog.latercera.com/blog/msaracostti/entry/niños_y_niñas_en_situación
8
REVISTA SUYAI
bía empezado su vagar antes de los siete años, y tendían
a agruparse en pandillas de “palomillas” que inquietaban
siempre a los comercios establecidos…, generando la visión de sobrevivencia en la mendicidad y vagancia.4
Chile tiene un pasado oscuro en materia de infancia en
mendicidad, tan así es que las cárceles chilenas, a inicios del siglo XX, albergaron a muchos de estos niños
que se encontraban en situación de vagancia y desamparo viviendo de la caridad en las calles, bajo el delito
de mendicidad; señalaba el código penal “sin importar su
edad, su género o sus condiciones físicas, no desempeñaran oficios ilícitos y viviesen de la caridad pública sin
“Mi misión no puede ser solamente
consolarlos con hermosas palabras
y dejarlos en su miseria, mientras
yo como tranquilamente y mientras
nada me falta. Su dolor debe hacerme mal”.
Alberto Hurtado
un hogar fijo, podían ser detenidos en tanto ‘vagos’”. Bajo
este escenario llegaron a estar las tres cuartas partes de
las cárceles con niños y niñas menores de 18 años bajo
el delito de vagancia.
Para aquellos niños y niñas que no eran privados de libertad, funcionaron establecimientos públicos y privados,
destinados a acoger a la denominada “infancia desvalida”,
que englobaba a aquellos calificados como abandonados,
vagos, mendigos o delincuentes. Estas instituciones funcionaban bajo diferentes modalidades de internación, de
acuerdo a los fines y estrategias de quienes estuviesen
a cargo; algunos se situaban más cercanos a la caridad
cristiana tradicional, y otros, a las nuevas tendencias de la
4. ibidem
SUYAI REVISTA
9
emergente asistencia social de fines del siglo XIX. Destacaron aquellos que,
bajo órdenes religiosas, buscaban dar respuesta a las necesidades básicas
de los internos a través de asilos y hospicios. Con el propósito de rehabilitación de niños, niñas y adolescentes, el Estado estableció reformatorios, cuyo
principal objetivo fue entregar educación y destrezas laborales en un ambiente
disciplinador a quienes, fuera por situaciones de abandono, vagancia o
delincuencia, a solicitud de los Tribunales de Justicia o de sus propias
familias, eran incorporados a estas instituciones.5
La Ley de Menores del año 1928 y la institucionalidad que
ésta generó a través de la Dirección General de Protección de Menores, los Tribunales de Menores y establecimientos de atención, se centraron en aquellos
niños y niñas denominados “en situación irregular”,
englobando a aquellos en situación de abandono
y vagancia y a aquellos que hubiesen cometido
delitos.
Producto de la preocupación de las autoridades
respecto a la marcha de las instituciones existentes se conformó, a principios de los años
60, una Comisión Interministerial de Protección de Menores. Ésta manifestó la necesidad
de programas de desarrollo social, servicios de
auxilio al hogar en crisis, centros de recreación
y orientación, y la mantención de los niños en lo
posible dentro del seno de la familia. Las iniciativas de reforma emanadas desde esta Comisión
desembocarían en la creación del Consejo Nacional
de Menores, que se constituyó como la institución
coordinadora del sistema de atención a la infancia. Sin
embargo, de forma general, las instituciones continuaron
internando a los niños y niñas que se encontraban en las
calles o que llegaban a sus establecimientos por orden de
la justicia, mezclando a aquellos en condición de abandono y
vagancia, con otros que cometían faltas o delitos.6 Luego de estos
procesos, surgen instituciones públicas y privadas destinadas al trabajo
de protección a la infancia vulnerada como Niño y Patria, de Carabineros de
Chile, y el Hogar de Cristo, fundado por el jesuita Alberto Hurtado.
Con el inicio del Gobierno Militar, las políticas sociales de educación y salud
disminuyen y se suma la crisis de 1980, lo que repercute directamente en las
familias chilenas, aumentando el nivel de indigencia y demanda hacia institu-
5. Mideplan, 2005; “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005, pág. 8, Ministerio de Desarrollo Social,
2012. Bases Técnicas del Programa Piloto de Apoyo a Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle Chile Solidario
6. Ibidem
10 REVISTA SUYAI
ciones de caridad como hospederías y otros (En efecto, a mediados de la década de 1970, la población en
situación de calle atendida por las hospederías del Hogar de Cristo alcanzaba un promedio de 1.400 hombres, 550 mujeres y 315 niños7). “Los niños y niñas
fueron actores importantes de este proceso. En Santiago, cerca de la Estación Mapocho, la Vega Central
y el centro, se agrupaban niños, niñas y adolescentes
de diversas edades para defenderse y subsistir en la
calle. A la experiencia de vivir en la calle se sumaron otras problemáticas, como la explotación sexual
y el consumo de estupefacientes, principalmente el
neoprén, que provocaba en sus consumidores pérdida de sensación de hambre, alucinaciones y daño
neuronal irreversible”.8
Los sistemas de protección para el conjunto de las
niñas y niños en “situación irregular” fueron reestructurados, guiados por los principios de subsidiariedad
y privatización de las atenciones a través de la entrega
de subvención a instituciones externas. Se fomentó
así la creación de instituciones no gubernamentales,
que se constituyeron en la red de atención del Servicio Nacional de Menores (SENAME). El pago de la
subvención según asistencia de los niños fomentó la
internación de éstos por largos periodos. Ejemplo de
lo anterior, la Fundación Niño y Patria contaba en el
año 1980 con 43 centros de atención y una capacidad
de atención para 3.035 niños a nivel nacional.9
Para el año 2011 se realiza en Chile el II Catastro de
Personas en Situación del Calle, el cual arroja 12.423
personas en esta condición a nivel nacional, de las
cuales 742 son niños (6%); 65,2% corresponde a
hombres y 34,8% a mujeres. Con relación al grupo
etario, un 81% de los encuestados se concentran entre los 12 y 17 años; un 37% lleva menos de 1 año
en situación de calle, y un 21% lleva más de 5 años;
finalmente, un 86% de los encuestados refiere mantener contacto con su familia.
La principal causa es asociada a problemas con la familia, seguida de consumo de drogas y de problemas
económicos. Las principales actividades laborales
que referidas son: venta ambulante, hurtos, arte en
vía pública y/o transporte, trabajos esporádicos, limosna, comercio sexual, carga y descarga (artículos,
materiales, otros) y servicio de aseo industrial o en
vía pública. En cuanto a escolaridad, un 45% señala
asistir a algún establecimiento educacional.10
Bajo este nuevo escenario, las primeras experiencias
de trabajo con niños de la calle estuvieron a cargo del
Servicio Nacional de Menores, que inició en la década
de 1990 acciones en conjunto con el Hogar de Cristo. En la actualidad SENAME administra 10 proyectos
específicos en esta temática, que atienden a alrededor de 327 niños, niñas y adolescentes denominados
Programas Especializados en Niños de la Calle (PEC)
sólo en Santiago. A contar del año 2012, el Ministerio
de Desarrollo Social implementa un programa Piloto,
al alero del Subsistema Chile Solidario, denominado
“Niños Calle” con una cobertura de 200 niños a nivel
nacional, con 30 cupos en la región del Bío Bío, ejecutado por la Corporación CATIM quien destaca por un
acabado diagnóstico de la situación regional de niños
en situación de calle, abordando una metodología piloto que busca en los niños la Emancipación, la Revinculación Familiar o la Inserción en líneas residenciales
del SENAME.
Si bien esta reseña sólo es un esbozo de la historia y
trayectoria de la acción del Estado con la Infancia en
Calle, sin duda llama la atención, que se lleven más de
100 años de antecedentes de esta realidad y aún como
país la sigamos evidenciando y registrando como un
antecedente vergonzoso de nuestra sociedad.
Jaime Contreras
Administrador Público,
Mcs Trabajo Social y Políticas Sociales,
y Mcs Política y Gobierno
Asesor Técnico del Ministerio de Desarrollo Social
7. Revista Noticias del Hogar de Cristo, octubre de 1975 en Mideplan, 2005; “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle
2005, pág. 32
8. Ernesto Espíndola, “¡Una moneda por favor!”, Revista Mensaje, vol. XXXVI, Nº 363, octubre de 1987, p. 453 en Mideplan, 2005; “Habitando la Calle,
Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005, pág. 12
9. Mideplan, 2005; “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005, pág. 32
10. Ministerio de Desarrollo Social, 2012. Bases del Programa Piloto de Apoyo a Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle Chile Solidario
SUYAI REVISTA
11
En la Memoria
EXPERIENCIAS PASADAS DE
PROYECTOS EN CONCEPCIÓN
C
uando empezamos a hacer Suyai, recopilamos toda la información posible sobre lo
que se había hecho antes en Concepción, en
torno al trabajo social con niños y niñas en
situación de calle. Es así como nos encontramos con
al menos dos experiencias profesionales.
La primera realizada en la década de los 80 y de la
cual se tiene poca información, ningún documento
y sólo referencias vagas obtenidas de personas que
participaron del proyecto. Fue una experiencia efímera
que no fue tan socializada ni difundida en la comunidad.
El segundo esfuerzo surge alrededor de 1999, como
consecuencia de un hecho de connotación pública, en
la que un niño de 9 años apuñaló a un adulto (en situación de calle). Frente a esta tragedia y a la presencia
constante de niños en las afueras de la Catedral de
Concepción, la magistrado Gladys Lagos y el entonces obispo auxiliar Tomislav Koljatic, convocaron a
distintos organismos públicos y personas claves en
el ámbito local, de modo de buscar la manera de proteger a los niños y las niñas que deambulaban por el
centro de la ciudad.
Crearon así la “Red Intercomunal por los niños de y en
la calle”. Se trataba de una mesa de trabajo gestionada en conjunto con la Municipalidad de Concepción,
y que fue integrada por el Hogar de Cristo, SENAME,
1ª Comisaría de Concepción, SEREMI de Educación,
Servicio de Salud Concepción, y posteriormente, por
el entonces CONACE, entre otros organismos públicos. Su objetivo se centró en crear un proyecto que
desarrollara un trabajo específico y especializado con
los niños que deambulan en el sector céntrico de Concepción.
Así, el Hogar de Cristo decide asumir la responsabilidad de ejecutar el proyecto, dando inicio a la Casa
12 REVISTA SUYAI
de Acogida, el 18 de agosto del año 2000. Recibe el
apoyo financiero de SENAME, lo que permite 20 plazas residenciales para niños varones y 30 plazas
ambulatorias mixtas.
Los diagnósticos iniciales arrojaron una
población de alrededor de 162 niños
y niñas en el centro de Concepción.
Detectaron también, como problema asociado, el consumo problemático de drogas, en particular
solventes, frente a lo que se
busca dar respuesta por medio
de un espacio comunitario. En
el 2001 se presentó un documento con la metodología
utilizada en el primer periodo
de ejecución de la Casa de
Acogida. Por otra parte, la Red
buscó sensibilizar a la comunidad y posicionar la problemática social de los niños en y de la
calle. Este objetivo se tradujo en
la realización de dos seminarios en
torno a la temática.
Por otra parte el programa se trasladadó
a calle O’Higgins, en pleno centro de Concepción, lo cual se pensó estratégicamente
para acercarse al circuito de calle que realizaban
los niños y niñas. Esta estrategia se transformó en
un dilema, ya que con su implementación se creó un
nuevo punto de calle y refugio de conductas infractoras de ley, que asumían los niños como forma de
sobrevivencia.
El 2002 la “Casa de Acogida Alberto Hurtado” se
acredita como Comunidad Terapéutica, con el financiamiento del entonces CONACE, convirtiéndose en
un centro de tratamiento para adolescentes en situa-
“… lo importante fue ver el caso a caso
y reparar el vínculo afectivo, el que las familias
volvieran a hacerse cargo de sus hijos...”
(Valeria Venegas, ex directora de CAAH)
ción de calle, con consumo problemático de drogas.
Esto permitió aumentar el número de profesionales
por participante.
También ese año se obtiene la subvención municipal,
para costear el arriendo del inmueble del programa,
recurso que mantuvo hasta el cierre definitivo.
En un comienzo se realizaron intentos por atender simultáneamente a niños y niñas en un modelo más comunitario; sin embargo no obtuvieron los resultados
esperados, y optaron temporalmente por la atención
especializada a niños y adolescentes varones con
perfil de calle.
En noviembre de 2002 parte el convenio para
la atención de niñas, creándose la “Comunidad Padre Hurtado Niñas” en marzo del
2003, como forma de dar respuesta a esta
población que entonces requería y exigía
un trabajo diferenciado. Esta se ubicaba
en calle Paicaví y su implementación se
realiza gracias al aporte del Fondo Social
Presidente de La República.
En 2005 se crea un circuito de atención
a niños y niñas con alta vulnerabilidad
del Servicio de Salud Concepción, lo que
permite incorporar el recurso profesional de
un psiquiatra y una psicopedagoga, que se
mantiene hasta diciembre de 2006.
En octubre de 2005 ocurre un hito importante, se
realiza la ceremonia de egreso exitoso de 11 jóvenes,
quienes habían iniciado su proceso desde comienzos
de este programa. Esto nos marca una pauta como
programa, ya que evidencia el tiempo requerido para
el proceso de superación de al menos 4 años.
“Cada equipo humano que trabajó en este
programa puso su alma y su espíritu en este
sueño… se involucraron sus familias, sus
amigos… sus redes.”
(Gloria Campos, Trabajadora Social, ex profesional
de Casa de Acogida Alberto Hurtado CAAH)
Entre tanto, Tomislav Colgate se va de la región y asume el arzobispado en la región del Maule, hecho que
debilitó el trabajo de la Red, ya que se perdió el articulador de la instancia, y de parte de los entrevistados,
se comparte la percepción que con su partida el programa pierde cierto respaldo y comienza un periodo
de declive, al desarticularse la Red.
SUYAI REVISTA
13
En el 2006 el programa se traslada a calle Ejército.
Ese mismo año se realiza un diagnóstico de la población atendida. A fines de ese mismo año se cierra
el programa residencial y sólo queda la metodología
ambulatoria, cubriendo un perfil de atención con una
complejidad de leve a moderada, dando fin al convenio con CONACE, para la atención de niños y niñas
con un alto nivel de complejidad. Con esto se reduce
el equipo a la mitad.
En enero de 2007, el programa ambulatorio se traslada
a calle Rengo, donde se propicia el trabajo en terreno
en los sectores de referencia de los participantes, por
lo que se generaron alianzas estratégicas con la red
local, como municipios, juntas de vecinos y clubes
deportivos entre otros.
El cierre definitivo se produjo el 2008, como consecuencia de un proceso, en el que por una parte, el
Hogar de Cristo siente que el Estado y la sociedad se
comienzan a hacer cargo de los niños de y en la calle,
con lo cual comienza a hacerse a un lado para dedicar
sus esfuerzos y energías a otras problemáticas. A eso
se sumó la sucesiva formalización de las iniciativas
de SENAME por medio de las distintas licitaciones de
programas en la línea de alta complejidad, y que concluyó en la licitación de los Programas de Intervención
Especializada, PIEs, que se encargarían de apoyar a la
infancia y juventud en situación de calle. El Hogar de
Cristo cerró así el área ambulatoria y la Red se desarticuló por completo.
Heriberto Zura
Psicólogo
Director de Apoyo Suyai
Agradecimientos especiales a Valeria Venegas, Yasna
Leiva, Gloria Campos, Iván Albornoz y Víctor Vivallo.
“… es súper importante el perfil de la gente
que trabaje… con habilidades blandas… ojala
con capacitación, que si no se da desde el sistema con auto capacitación…”
(Yasna Leiva, Psicóloga, ex profesional CAAH)
14 REVISTA SUYAI
DETERIORO TEMPRANO Y
DESIGUALDAD DE LOS PROCESOS
SOCIO-EDUCATIVOS EN LA INFANCIA
D
esde la ratificación de la Convención de los
Derechos del Niño(a) por parte de Chile, en 1990, el país ha experimentado
notables avances en este tema. Legislaciones recientes, como el postnatal
de 6 meses, o algo más antiguas, como
la ley de filiación de 1998, consagran
los derechos de las niñas y niños desde su nacimiento para que nazcan en
igualdad de condiciones. En otras
áreas de desarrollo relacionadas con la
infancia se indica que nuestro país ha
logrado notables avances en la disminución de la tasa de mortalidad y desnutrición infantil (menos del 1 %), a niveles
similares de países desarrollados (7,8 por
mil nacidos vivos). La atención profesional
del parto es del 99 %, por lo que prácticamente
la totalidad de nuestros niños(as) poseen similares
condiciones al momento de nacer.
El año 2003 una reforma constitucional establece la
enseñanza media obligatoria y gratuita, con la intención de que los niños, niñas y jóvenes tengan un mínimo de 12 años de escolaridad. Actualmente la cifra
alcanza un 92,8 % en Educación Básica y un 72,2 %
en Educación Media.
A pesar de los avances descritos, los indicadores de
calidad en los procesos educativos nos muestran una
realidad poco alentadora. En el año 2012 los puntajes
de los estratos bajos presentaron un incremento en
las mediciones del SIMCE, pero aún la brecha entre
los establecimientos educacionales más pobres en
relación a los particulares pagados continúa siendo
desigual. En la prueba de lenguaje en 4º año básico los alumnos(as) del grupo socioeconómico alto
obtuvieron 301 puntos contra 246 de aquellos del
grupo socioeconómico bajo. La calidad en la educación avanza a ritmo insuficiente y si se proyectan los
resultados del SIMCE al ritmo del mejoramiento ac-
tual, recién para el año 2023 no habrá niños(as) en 4º
año básico con rendimiento insuficiente. La cobertura
escolar está virtualmente asegurada, pero el reto es
igualarnos con aquellos países que menos desigualdades presentan entre sus escuelas. De los 57 países
de la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE), Chile está en el lugar 57 de este
índice, lo que impide a los niños, niñas y adolescentes
desarrollarse en una cultura de tolerancia y aceptación
de la diversidad, pues presenta un sistema educativo
altamente segmentado.
Las deficiencias de nuestra realidad educacional nos
conducen a preguntarnos ¿A qué se debe atribuir que
los niños y niñas chilenos, poseyendo el mismo potencial al momento de nacer, presenten estas notables
diferencias en sus etapas de formación temprana? Es
indudable que en su proceso de aprendizaje existen
elementos que obstaculizan optimizar las posibilidades de desarrollo para la mayoría de ellos.
SUYAI REVISTA
15
Las investigaciones en el campo del aprendizaje y las
neurociencias se han centrado, en este último tiempo,
en la edad más temprana de los niños(as), por tratarse
de la de más alta vulnerabilidad, ya que en ella se organizan las estructuras funcionales en el cerebro que
configuran las condiciones y predisposiciones para el
aprendizaje.
Organizaciones mundiales que están a cargo de la implementación y aplicación de la Convención de los
Derechos del Niño(a) como UNICEF, especifican que
“los aprendizajes oportunos y pertinentes son un
derecho desde que nacen o quizás desde antes, y
que, por tanto, son tan relevantes como su identidad, nacionalidad y la satisfacción de diferentes
necesidades básicas”.
Nuestro país ha llevado a cabo diferentes estudios de
evaluación del desarrollo infantil donde se hace evidente que no sólo es suficiente con detectar la existencia de niños(as) en edades tempranas que presentan riesgo en su desarrollo de aprendizaje, sino que la
verdadera tarea por afrontar es cómo se fortalecen los
ambientes de aprendizaje, especialmente el familiar.
Por lo tanto, es fundamental también cuestionarse las
formas de potenciar las capacidades relacionales de
las familias, las que pueden ser entendidas como el
conjunto de competencias emocionales y lingüísticas
que sirven de base para el desarrollo de las funciones
intelectuales superiores, para fortalecer los vínculos
tempranos de todos los niño(as), con miras a incidir
en mejores niveles cognitivos y al desarrollo de sus
competencias emocionales.
Las investigaciones realizadas tanto a nivel internacional como nacional afirman que las actividades de detección coordinadas por los equipos del área saludeducación con las familias, aseguran una intervención
oportuna para el desarrollo esperado en las distintas
etapas evolutivas de los niños(as), y además que con
esta acción colectiva se refuerza la igualdad de oportunidades en el aprendizaje.
Las políticas implementadas por el Estado deben contribuir a que los niños(as) y jóvenes puedan superar
las barreras que dificultan su desarrollo y capacidad
de aprendizaje. Por ello es necesario planificar procedimientos y acciones de carácter interdisciplinario
e intersectorial que coordinen recursos económicos,
humanos y comunitarios para detectar distintas condiciones de riesgo en el desarrollo humano respetando su contexto local y cultural.
Sin embargo, en Chile sigue persistiendo la inequidad
social desde el nacimiento. Algunas cifras dan cuentan
de esta situación: 1) Los niños(as) son más pobres
que el promedio de pobreza de la población nacional.
De acuerdo a la CASEN 2001, un 23,9% de los niños y
niñas menores de 6 años es pobre. 2) La pobreza extrema en niños y niñas menores de 3 años es un 64%
mayor que la pobreza extrema nacional. 3) El tramo
etario de 0 a 17 años es el único que aumentó la tasa
de pobreza con respecto a la CASEN 2009. 4) Los
niños y niñas de los quintiles más pobres presentan
altos niveles de rezago, esto es, no alcanzan el nivel
esperado en algunas de las áreas de desarrollo (motora, cognitiva, lenguaje y social), es decir, no alcanzan
el nivel esperado según su edad en más de una de las
áreas de desarrollo. En Chile, cerca de un 25% de los
niños y niñas menores de 5 años presentan rezago en
su desarrollo, siendo este mayor en los quintiles de
menor ingreso.
De acuerdo a las anteriores cifras, se hace necesario
que las diferentes reparticiones del Estado, especialmente Ministerio de Salud, Ministerio de Educación,
y Ministerio de Desarrollo Social, cuenten con diversas políticas y programas de carácter público para los
NNA y sus familias destinados a superar estas desigualdades que el modelo socioeconómico actual ha
generado en nuestra sociedad.
Leonardo Ojeda Torres
Psicólogo y Trabajador Social
Director PRM “Refugio de Esperanza Concepción”
Referencias Bibliográficas.
1. Consejo de la Infancia (2006) Informe del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma de las Políticas de Infancia.
Gobierno de Chile www.consejoinfancia.cl
2. Unicef (2009). Índice de Infancia y de la Adolescencia: Una Mirada Comunal y Regional Unicef, Santiago. Bibliolink.
1. http://www.unicef.cl/
2. http://www.crececontigo.gob.cl/
3. http://www.simce.cl/
16 REVISTA SUYAI
LA RUTA DE LA DECEPCIÓN
Decepción: es un sentimiento
de insatisfacción que surge
cuando no se cumple las
expectativas sobre un
deseo o una persona.
Chile, ¿un país con memoria?, ¿un país
inclusivo o exclusivo?, ¿un país de buenas o malas intenciones?
M
iles de ojos de chilenos ciegos, ante una
inclusividad pagada en cuotas, donde la
comida, la música, los afectos son fast
collections, así desarrallomos experiencias
sin memorias. Pero ahí estamos todos cuando gana
la selección chilena: “C-H-I CHI L CON E LE. CHICHICHI LELELE VIVA CHILE”, este Chile que endeuda a
su gente, en donde las filas, el orden de llegada, de
los interminables papeleos que te piden pa´una beca,
las sumatorias de “venga la otra semana, ahí daremos
respuesta”, de la voz grabada que te llama cobrando
por teléfono, del funcionario público típico que toma
desayuno cada mañana y no te atiende.
Hay un Chile con sentimientos prestados por todas las
firmas internacionales, un
Chile como si la mala onda y la
voluntad corrompida viniera de un
ADN desconocido. ¡Claro! Si la mala
leche tiene sabor, un sabor amargo
que todos conocemos, un sabor agrio de
un chile privatizado, un sabor a gente enajenada que nunca se desnuda en esta geografía
larga y delgada, cada vez más sedienta, cada vez más
acolorada, una geografía muerta de hambre, y aquí
estamos divididos en pobres y ricos. En donde los ricos se creen millonarios y los pobres nos creemos
burgueses, comprando ropa de marca, utilizando su
buen champú y una buena crema para no evidenciar
que cada noche nos rajamos llorando, algunos que no
tenemos la plata para pagar el préstamo, otros para
pagar la olla. ¡Así está Chile! plagado de políticos bien
intencionados, que venden “la pomá” los unos a los
otros… ¡puta qué vendidos que estamos!
Y aquí nos encontramos, somos miles de vendedores
sociales, intentado velar por una oferta con polvos de
hornear, con nombres de fantasía, ¡si por engrupíos
nos quedamos “C-H-I CHI L CON E LE / CHICHICHI
LELELE VIVA CHILE” Somos inteligentes, somos
“bien pillos”, nos creemos las buenas intenciones de
los discursos políticos, no NOS arriesgaremos a dar
SUYAI REVISTA
17
nombres porque nos puede venir a buscar a este Chile lindo, lindo de corazón, entonces… es que no nos
queda otra… “es lo que hay”, y ahí comenzamos a
ser testigos de las fugas que nos hace tener un estatus más alto; alcohol, pasta base, pito que permite a
muchos engrupirse, pertenecer y cuanto verbo aprendimos en la educación pública. No sabemos cuándo
comenzó todo esto, este Chile con olor a desconocido… ojalá que aquellos ingenieros, trabajadores del
sistema, esos que están detrás del escritorio, dejen
de tener esos monólogos inventados con gente imaginaria “lo que pasa es que esa niña es un poco bien
callada, habla poco, no habla nada, está siempre bien
callada, un silencio ella es”. ¡Estamos aquí! Y queremos acceder a nuestros derechos “hasta pa´eso pagamos” queremos salud, educación, una familia que
eduque con cariño, donde la ignorancia no tiene que
ver con la expulsión, sino con la ganas de emprender
un viaje. En donde nos atiendan y nos miren a los ojos
y puedan explicar, no importa que no entendamos,
lo importante es que nos hagan sentir cuidadanos,
parte de este país... queremos un sonrisa de los
desconocidos porque nos da la esperanza que
no hemos sido expulsados de la memoria,
que estamos vivos y compartimos el mismo
aire… quizás todo es mucho más sencillo
¿y si dejamos de inventar nombres y nos
dedicamos a conocernos un poco más?
¿y si la historia la construyen sobrevivientes desconocidos con nombres, apellidos
y rut que vagan en las calles como bolsas
de basura? ¿ y si la revolución está en los
afectos y en la dedicación del estar? ¿y
si la responsabilidad es de todos y todas?
¿ y si la música es una leve melodía no
ruidos de acciones de miles de cosas que
se harán y que esperamos atentos a ver “si
nos toca”?
No más al desarrollo de una nación que no
entiende que sus ciudadanos son parte de ello
y que nos sentimos postergados cada vez más
en esta máquina de golosinas que sólo infla esta
flaca cordillera y no alimenta esta tierra de maravillosa
fauna de colores.
Juanita Paz Saavedra G.
Trabajadora Social
Profesional de Suyai
18 REVISTA SUYAI
Contextos de alta complejidad y cuidado de los equipos de trabajo
UN DESAFÍO A LA VOCACIÓN
T
trabajadores, de modo de poder tomar la distancia necesaria para poder poner en perspectiva los diversos
fenómenos abordados, ser efectivo y proteger la esfera emocional personal y grupal.
A Herbert Freudenberger (psicoanalista), se le atribuye
el término de burnout (1974) para aplicarlo al tema
del agotamiento profesional entre las personas que
trabajan en contextos de alta complejidad, se refirió a
cómo el carisma y el compromiso social van siendo
reemplazados en estos trabajadores por agotamiento,
la fatiga y otros malestares psicosomáticos. Definía
este desgaste como “un estado de fatiga o frustración
que aparece como resultado de la devoción a una causa, a un estilo de vida o a una relación que no produce
las recompensas esperadas”.
El preocuparse por los aspectos emocionales implicados en nuestra labor, según Barudy (neuropsiquiatra)
es el mejor “antídoto contra el desgaste profesional”,
entendiendo que para prevenirlo se debe actuar a nivel institucional e individual, considerando la prevención y abordaje de este fenómeno. Se requiere de una
formación y un temple que permita no desalentarse
fácilmente ante las adversidades y la frustración, pero
esto no es suficiente, se requiere necesariamente de
estrategias de autocuidado. Esta acción debe funcionar a dos niveles, uno de responsabilidad institucional, que proteja a su recurso humano y otro a nivel
de individual, donde los trabajadores aprendan a “autocuidarse”.
rabajar en contextos de alta complejidad, supone un riesgo para el equipo, exponiendo a
trabajadores al desgaste profesional individual
y colectivo, afectando el nivel de satisfacción
personal y grupal, y por consecuencia el clima laboral y el rendimiento, traducido esto a la calidad
y eficiencia del servicio prestado.
Esto aparece como un elemento central de nuestro
quehacer, el poder tolerar la frustración que supone
el obtener frecuentemente resultados no esperados.
Los equipos conviven con historias asociadas a la exclusión social, vulneración de derechos, marginalidad
y pobreza, delito, consumo de drogas y trastornos
de salud mental no tratados. Muchas veces las soluciones no dependen exclusivamente de la pericia del
equipo para una eventual resolución positiva.
En el caso de Suyai, los participantes del proyecto
han estado expuestos en su historia vital a múltiples
dificultades y la mayoría ha sufrido fracasos vinculares tempranos con sus referentes más significativos;
los mismos que se suponía debían darles contención,
cariño y cuidado, les pueden haber provocado un profundo daño. La capacidad para confiar en otro está
insondablemente dañada, y siendo así, para conseguir
resultados positivos, la intervención se debe lograr
una “rehabilitación vincular”, que permita después de
un trabajo sistemático, interdisciplinario, constante y
de relativa estabilidad en el tiempo, una confianza mínima con los monitores y trabajadores sociales de los
distintos proyectos.
Al movilizarse en estos contextos y temáticas se debe
promover y proteger la implicación emocional de los
En esta área de trabajo confluyen trabajadores formados en distintas disciplinas y con diversas historias
vitales y laborales, que intentan construir un convivir
nutritivo, con un constante intercambio de conocimiento y experiencias. Esto permite enriquecer la labor
de los miembros del equipo, abriendo un espacio para
el trabajo colectivo y complementario, convirtiéndose
esto en un factor protector central para los trabajadores, además de beneficiar directamente a los usuarios
y prestaciones de los programas.
El desafío para las instituciones que trabajan en escenarios tan adversos es claro: proteger la salud mental
de sus equipos. Existe el deber de diseñar e implementar acciones concretas que permitan generar un
ambiente de trabajo favorable, elegir y fortalecer los
liderazgos inclusivos, donde se privilegie la comunicación horizontal, se promueva la participación de
todos los miembros y se facilite la conversación; no
desconociéndose la responsabilidad que concierne a
los equipos como sistema de mantener un clima saludable, basado en el conocimiento mutuo, la confianza
y la visión de un objetivo común.
Néstor Retamal
Psicólogo
Director del PRM “Refugio Esperanza Tomé”
SUYAI REVISTA
19
20 REVISTA SUYAI
SUYAI REVISTA
21
Les propusimos a
algunos participantes de
Suyai que nos contestaran una entrevista loca
para una revista que
estábamos preparando.
Lo planteamos como un
juego y entramos en una
dinámica de preguntas y
respuestas a la manera
de un Cuestionario de
Proust.
Les preguntamos por
sus experiencias y sus
proyectos, por sus fantasías y sus fantasmas.
Nos contaron de sus
ideas, lo que les gusta
hacer, de sus talentos,
sus sueños. Fue una
experiencia distendida
que nos dio una oportunidad de conocernos
más y fortalecer
nuestro vínculo.
Aquí: Kevin, Nicolás,
Jazmín, Jocelyn, Valeska y Cherry, todos de la
Tribu Suyai, nos hablan
de volar, de ser invisibles, de viajar a Puerto
Rico, de aprender a leer
y escribir, de dejar de
consumir y de legalizar
la marihuana. Es un
pincelazo de deseos y
miedos, sobre la tela del
Suyai.
Veamos sus respuestas
a cada una de nuestras
preguntas.
22 REVISTA SUYAI
Si encuentras
una lámpara
mágica con un
genio dentro,
¿cuáles serían
tus 3 deseos?
Kevin, 16 años
- Tener mi hija a mi lado.
- Tener mis cosas y mi
señora.
- Que nunca me falte la
pega.
Nicolás, 17 años
- Viajar a Puerto Rico.
- Viajar a Cancún.
- Visitar a mi papá en Talca.
Jazmín, 17 años
- Irme para mi casa.
- Dejar de consumir.
- Estar con mi familia en el
campo.
Jocelyn, 17 años
- Terminar de estudiar.
- Sacar una carrera.
- Estar con mi hijo.
Si fueras
presidente
¿qué
harías?
Kevin, 16 años
- Haría de todo, pondría un
hogar para niños, y beneficios
para los que están en la cárcel.
Nicolás, 17 años
- Legalizar la marihuana.
Jazmín, 17 años
- Sacaría a todos los de la
calle, les haría casa. Ayudaría
a los pobres. Ayudaría a los
hogares.
Valeska, 16 años
- Tener una casa para mí, mi
hijo y el Lucho. Con agua,
luz y baño.
- Tener 18 luego.
- Que mis papás se lleven
bien.
Jocelyn, 17 años
- No sé. Ayudar a las personas
de bajo recursos.
Cherry, 15 años
- Tener un notebook.
- Tener mi casa propia.
- Tener un buen trabajo.
Cherry, 15 años
- Ser justo con las mujeres
trabajadoras y darle un sueldo
más digno.
Valeska, 16 años
- Le daría casa a toda la gente
que está en la calle.
LA TRIBU
SUYAI
De acuerdo a
lo que sabes,
cuéntanos
¿cómo es un
joven del gran
Concepción?
¿Qué esperas
de este nuevo
año?
Kevin, 16 años
- Que sea un año bueno
Si fueras un
súper héroe,
¿cuál sería
tu súper
poder?
Kevin, 16 años
- Volar
Nicolás, 17 años
- Volar
Jazmín, 17 años
- Escalar rejas
Jocelyn, 17 años
- Ser invisible. Siempre soñé
con ser invisible.
Valeska, 16 años
- Ayudar a los enfermitos
Cherry, 15 años
- Volar
Kevin, 16 años
- No son igual que yo, son no sé,
están ahí cuando tení, y cuando
no tení no están
Nicolás, 17 años
- Que sea más bueno, estudioso, aprender a leer y a escribir.
Nicolás, 17 años
- Son buenas personas. Quitado
de boche.
Jazmín, 17 años
- Irme de mi hogar. Cumplir
18.
Jazmín, 17 años
- No sé. Como estudiosos. Espiantes.
Jocelyn, 17 años
- Que sea mejor que todos los
otros años.
Jocelyn, 17 años
- Son distintos. Carreteros. Buenos para tomar, lesear, reírse.
Valeska, 16 años
- Que sea una vida mejor que
la del año pasado, no tanto
problema para Chile y que mi
familia esté bien igual.
Valeska, 16 años
- Son tranquilo, le gusta andar
como por la vida y portarse mal
Cherry, 15 años
- Buena onda, directo, simpático
y shoro
Cherry, 15 años
- Que llegue más plata a mi
familia, compartir con la gente
que quiero y sacar mis estudios.
SUYAI REVISTA
23
LA TRIBU SUYAI
¿Cuál es tu talento y qué es
lo que más te
gusta hacer?
¿A dónde te
gustaría viajar
y por qué?
¿Qué es lo que
más valoras de
un amigo?
Kevin, 16 años
- Trabajar
Nicolás, 17 años
- Trabajar. Hacer espejos y
mosaicos, dibujos
Jazmín, 17 años
- Hacer poesía. Jugar monópolis
Jocelyn, 17 años
- Todavía no descubro mi talento. Me gusta salir. Quiero
salir con mi hijo, cuando este
más grande.
Valeska, 16 años
- Mi talento es hacer artesanía y lo que más me gusta
hacer es estar con mi hijo
Cherry López, 15 años
- Bailar, dibujar y comer
24 REVISTA SUYAI
Kevin, 16 años
- No sé, porque no me ha salido un amigo.
Nicolás, 17 años
- Buena amistad. Hablar cosas
transparentes. No pelear.
Jazmín, 17 años
- La confianza. El respeto
Jocelyn, 17 años
- No sé. La lealtad, siempre
estar ahí, en las peores y en
las buenas.
Valeska, 16 años
- Que me quiera y que me
comprenda
Cherry, 15 años
- La sinceridad.
Kevin, 16 años
- Argentina o Estados Unidos, Las Vegas, y no sé por
qué.
Nicolás, 17 años
- Viajaría a Puerto Rico por
la música y a Cancún para
bañarme en esas playas.
Jazmín, 17 años
- A Puerto Varas. Me gustaría conocer para allá.
Jocelyn, 17 años
- Brasil. Las playas me encantan, como hablan. Por la
gente, por todo.
Valeska, 16 años
- A África para ayudar a los
niñitos.
Cherry, 15 años
- Brasil para conocer a los
morenos, el idioma y las
playas, y aprender a bailar
zamba.
Si tienes una
máquina del
tiempo y viajas
5 años al futuro, ¿cómo te
verías?
Kevin, 16 años
- Bien, teniendo mis cosas,
teniendo a mi hija.
Nicolás, 17 años
- Otra persona. No hacer las
mismas cosas que hago ahora.
Jazmín, 17 años
- Con hijos. Joven, bonita y
trabajadora.
Jocelyn, 17 años
- Con una profesión. Estar con
mi hijo, feliz con mi hijo; con
mi mamá.
Valeska, 16 años
- Iría al liceo. Con una casa,
mi hijo andaría en el Jardín
y con la gente que yo quiero
vivir.
Cherry, 15 años
- Alrededor de puros robots
y autos voladores. Como una
robot, sería bacán.
¿Qué es Suyai
para ti?
Kevin, 16 años
- Un apoyo
Nicolás, 17 años
- Una cuestión que me pone
feliz y que me ayuda
Nos quieres
dejar algún
mensaje
Kevin, 16 años
- No
Nicolás, 17 años
- Un saludo a toda la población, a toda la gente de Villa
los Presidentes (Chiguayante).
Jazmín, 17 años
- Un apoyo tremendo. Porque
les cuento mis cosas y hay
cariño.
Jazmín, 17 años
- Les doy gracias, por toda la
ayuda y el apoyo.
Jocelyn, 17 años
- Un apoyo
Jocelyn, 17 años
- Gracias. Me han ayudado
harto.
Valeska, 16 años
- Es un programa que me ha
dado mucho apoyo, como
que me entienden en todo y
me gusta el programa porque
yo he ido a programas, pero
ninguno como el Suyai hay
demasiado apoyo, las actividades son muy buenas y yo
creo que ni mi familia había
hecho por mí.
Cherry, 15 años
- Un programa de apoyo en el
estudio, me ayudan a reflexionar las cosas, me ayudan
a pensar y la paso bien con
todos.
Valeska, 16 años
- Los quiero mucho a todos
y que ojalá siempre estemos
juntos con Suyai, aunque sea
más grande igual estemos
con Suyai, son muy buenos y
todos hacen un buen trabajo
y que no se separe ninguno.
Cherry, 15 años
- Ojalá, que el alcalde o el
presidente lo ayude más para
poder salir adelante y tener
más ayuda en el proyecto,
porque más adelante se pueden ver diferente, tener ayuda de todos y nosotros salir
adelante.
SUYAI REVISTA
25
Entrevista a Heriberto Zura, Director del Programa Suyai
ESTAMOS EN UNA CONSTANTE
DANZA ENTRE LAS EXPECTATIVAS
Y LA REALIDAD”
¿
Cómo surge la idea de trabajar en
el área de infancia vulnerada?
Mi primera experiencia fue trabajando en un
Centro Infanto Juvenil (CIJ) y ahí fui conociendo el
tema. Antes había realizado trabajos relacionados con
niños pero distante a la posibilidad de desarrollarme
profesionalmente en el área infancia. Luego vino la experiencia de trabajo en el PIB Umbral Concepción; me
di cuenta que podía ser un aporte y comienza a nacer
el interés de trabajar en este tema. De repente, surge
la oportunidad desde la Corporación Catim de desenvolverme en su nueva área de Integración Social.
Aparece la oferta concreta de este proyecto, que era
trabajar con niños muy vulnerados, entonces asumí la
tarea con un nuevo rol, que era tomar la coordinación
del equipo y ver cómo ejecutar este nuevo proyecto
que era completamente nuevo para mí. Ya que yo venía de la lógica de Sename y ésta era una propuesta
del Ministerio de Desarrollo Social, con otro enfoque.
¿Cómo ha sido la evolución de Suyai?
Ha sido bien flexible, ya que dentro de la complejidad
hemos tratado de mantener estabilidad en el proceso.
Nuestro primer territorio de trabajo fue Talcahuano y
ahí fuimos desarrollando la propuesta metodológica
propia para trabajar. Entre tanto tuvimos que adaptarnos a los lineamientos que propuso el Ministerio
de Desarrollo Social a nivel nacional en el piloto, los
cuales nos dimos cuenta que no estaban acorde a la
realidad local. En eso ponemos énfasis porque el proyecto tiene una mirada distinta desde la región, la cual
se ha visto reforzada con la colaboración y el trabajo
conjunto con la SEREMI de Desarrollo Social. En paralelo debimos completar la cobertura comprometida
26 REVISTA SUYAI
y cubrir de la mejor forma el territorio, Talcahuano,
Hualpén, Concepción, San Pedro de la Paz y Chiguayante, buscando integrarnos en las redes locales y en
las comunidades más cercanas a los participantes,
con la complejidad de cada territorio.
Cuando ya estábamos fijados en una buena dirección,
tuvimos algunos meses sin financiamiento y sin saber
si el proyecto continuaba, esto nos obligó a adaptarnos nuevamente, lo que hizo muy difícil la continuidad
de las estrategias desarrolladas con los participantes,
pero gracias a los aportes de privados y al coraje del
equipo, hemos podido tener continuidad en el proceso.
En este año han pasado muchas cosas, cambios en
el equipo, crear nuevas técnicas, adaptarse a las del
Ministerio y buscar los mejores resultados, y algo que
nos quedó como aprendizaje y que nos recordaba
nuestra psicóloga en práctica Geraldine, es que estamos en una constante danza en la cual uno tiene
ciertas expectativas, pero la realidad nos muestra otra
cosa.
¿Por qué incorporar el concepto
de “sin hogar”?
Según el Ministerio de Desarrollo Social, para que un
niño sea considerado en situación calle, debe pasar 4
noches en calle, pero en el transcurso del programa
descubrimos que otros pasaban noches en casas de
amigos, familiares, casas de consumo (abandonadas
o con microtraficantes/ narcotraficantes) o arriendan
alguna pieza. Creemos que son chicos sin hogar, porque en el fondo no tienen un lugar fijo o que les haga
sentir pertenencia, un lugar propio, donde los acojan
ya que muchos de ellos no cuentan con alguien. Entonces la situación de ellos, los mundos, el sistema, la
comunidad donde se mueven es súper variable, tienen
cambios súper drásticos, la estabilidad les cuesta,
porque el contexto donde se desarrollan es inestable,
la comunidad es inestable, las redes de apoyo son
inestables. Todo esto hace que el tema del hogar, para
nosotros, sea crucial porque en el fondo creemos que
les dará la firmeza que necesitan para desarrollarse
con más oportunidades.
También reconocemos que puede que no sea el mejor
concepto, ya que parte negativamente “sin”, por lo
que el desafío es buscar un concepto que a la vez sea
reconocido por ellos y que no sea desde lo negativo,
un concepto que hable de la esperanza, que es lo que
significa este programa.
Heriberto tiene 36 años y ha dedicado su vida profesional al trabajo
de trato directo con niños y adolescentes gravemente vulnerados
en sus derechos. Es psicólogo
de profesión y clown de oficio. En
agosto de 2012 aceptó el desafío
de liderar la intervención del proyecto Suyai y en esta entrevista
nos cuenta sus experiencias y del
proceso que ha vivido desde entonces.
SUYAI REVISTA
27
Según el informe mundial “Un futuro sin
trabajo infantil”, en el globo existen 246
millones de niños y adolescentes, de 5 a
17 años que están incorporados al trabajo. ¿Qué opinión tiene sobre el trabajo
infantil?
vean que están cubriendo sus necesidades y que valoren el tema de que pueden potenciarse y llegar más
lejos.
Parcialmente de acuerdo, ya que con la experiencia
académica que tienen no pueden optar a otras formas
de trabajo que no sean pesados como de carga o en
otros donde no tienen las posibilidades de desarrollarse, ahí hay un tema ya que debemos buscar una
experiencia laboral que les permita obtener recursos
para subsistir y que al mismo tiempo les permita irse
formando en el área educacional en paralelo, es lo que
hay que ir desarrollando para el bien de estos jóvenes.
Nosotros proponemos el trabajo, porque nos ayuda en
el proceso de superación, obvio que no en las peores
formas de trabajos infantiles, pero en trabajos dignos
y de acuerdo a la etapa de desarrollo y sus capacidades, pero a veces ellos encuentran esos trabajos
porque son las oportunidades reales que están a su
alcance, y debemos apoyarlos. El trabajo lo enmarcamos dentro de la estrategia de reducción de daño,
ayudándoles a ser más sistemáticos y generando hábitos que no aprendieron con anterioridad. Es un punto
de partida y para que no se mantengan en su contexto
y es ahí donde los motivamos a hacer una reflexión de
la situación en que están… “podrías estudiar y tener
un mejor trabajo”.
Tenemos chiquillos que han terminado octavo básico y
siguen pensando en seguir desarrollándose. Tenemos
chiquillos que tienen un proyecto de vida y quieren salir adelante, tenemos un niño que está viviendo con
una comunidad terapéutica y ya no consume. Pueden
ser pocos logros, pero creo que se deben principalmente a la inestabilidad que ha estado el proyecto,
faltan más resultados pero tenemos todas las ganas
y energías de ir en busca de ellos.
¿Qué hay de las posibilidades
en educación para estos niños?
El sistema educacional no está preparado para ellos,
hay esfuerzos de integración pero no al 100%. Hay
una sinergia que los ha llevado a calle, familia que no
se hacen responsables y no procuran construirles un
hogar, sus necesidades deben satisfacerlas ellos mismos en trabajos que no les ayudan a desarrollarse y
el sistema educacional no se adecua a su realidad.
Hay que reconocer que existen estrategias como los
programas de reescolarización, pero yo creo que lamentablemente son los jóvenes los que deben ver
la necesidad de estudiar, ahí nuestra finalidad es que
ellos sueñen en grande y eleven sus metas. En conclusión, nos serviría que los jóvenes sueñen para que
puedan proyectarse a largo plazo y de ahí pensar en
algún sistema que se adecue a su realidad, es decir
un sistema en donde ellos estudien y trabajen y así
28 REVISTA SUYAI
¿Cuáles han sido los resultados
de este año en el proyecto Suyai?
¿Cuáles son tus expectativas
y las del programa?
En cuanto al programa, que el Ministerio reconozca
que es un trabajo de alta complejidad, sabemos que
para el Ministerio de Desarrollo Social esto es nuevo,
porque tienen otra forma de trabajar y que el concepto
de alta complejidad tiene que ver más con Sename,
pero en la práctica nosotros hacemos un fuerte trabajo de intervención con los jóvenes, no es tan solo un
programa de apoyo ni de acercamiento de las redes.
Creemos que es necesario que inyecten más recursos, no para aumentar la cantidad de casos, las coberturas; si no lo que se invierte por cada joven, eso
debe cambiar, y no sólo para nosotros sino para todos
los que trabajan en la red. Por otra parte buscamos
que se reconozca la realidad local, el territorio social,
étnico, cultural, etc. y esperamos lograr la superación
de los y las participantes, en la que todos tengan un
proyecto de vida y puedan seguir soñando.
En lo personal, tengo la esperanza de lograr buenos
resultados permanentes con todos los chicos que
están en el programa. Pero si lo logramos con cinco, que estén bien, pero completamente bien y que
sientan que puedan optar a distintas posibilidades de
desarrollo y que no vean encasillado su futuro, que
vean alternativas y que el futuro está en sus manos.
Puede que quizá sea un número pequeño: digo cinco,
porque conozco su mundo, conozco su realidad y son
situaciones muy complejas, y creo que es un número
significativo para la exigencia, que es que se sientan
integrados y en igualdad de oportunidades.
SIN PERFIL
¿
Quiénes son los niños de Suyai? Un perfil… lo mío aquí, no es determinar quién, o
cuál, o cómo; lo que describiré son algunos
“por qué” de la situación de las y los jóvenes
con que trabajamos a diario.
Es difícil crear un corpus resiliente a partir de las diversas vulneraciones que tienen los participantes de
Suyai. Ellos son exiliados de sus hogares y cuando
no, privados de afectos y cuidados esenciales para las
edades que atraviesan. Las características del ambiente social que los rodea, de a poco van formando
sus costumbres de sobre y supervivencia en la calle.
Parten su historia como los chiquillos que recorren
hasta tarde su barrio, cometiendo alguna que otra
“travesura” al más estilo Dickens, que a la larga se
convierte en disgusto para los vecinos. Los padres,
si los hay, hacen vista gorda de las situaciones. Los
chicos y chicas responden a esto probando los límites de sus cuidadores hasta que los sobrepasan; es
cuando aparece el consumo, o las “faltas”. De aquí
en adelante para las entidades civiles desaparece el
niño o la niña, la persona detrás, ya no están, no es un
ser humano con problemas, que de a poco va siendo
parte de la “borra” social. Comienzan las vagancias
en el sistema de protección, los PIB, los PRM, los PIE
y todos los “senames”.
quienes replican este sentimiento de haber sido recluidos, abandonados. Las y los “niñitos y niñitas de
hogar”, que se presuponen ya maleados, opinión que
debemos a los bullados paladines de la verdad de los
medios de difusión pública.
Los rechazos de todos los sistemas proteccionales;
es difícil para ellas y ellos, y en una edad como la adolescencia donde todo es más interiorizado e intenso.
El hecho de pasar por un privación de la libertad, aunque sea momentánea es violenta, y lleva a adquirir una
identidad de “delincuente”, un calabozo aunque sea
durante tres horas es agresivo, humillante y por qué
no decirlo, limítrofe. Es ahí donde comienza la difícil
decisión, ya estoy aquí, solo o sola. Tal vez alguien llegue a sacarme de acá, tal vez salga, y sólo encuentre
allá afuera el sol, los autos y algunas personas fuera
de fiscalía.
Pese a todo esto, si hay que realizar una caracterización para este artículo podemos decir que aún son
niños y niñas, que están a tiempo de sanar su afectividad y mejorar sus relaciones; hay capacidades
instaladas que levantan los ánimos hacia la dignidad,
generando lazos positivos entre sus similares, buscando esa pequeña luz que los lleve a dignificarse, a
“sacar el octavo”, el permiso pa’ trabajar o aprender
un oficio, y abrirse camino en la selva que, para ellos
y ellas significa vivir.
Por otra parte, una sensación similar ocurre con
aquellos jóvenes que tras otras voluntades, han sido
ingresados a la red de protección desde pequeños,
Pilar Cortés
Trabajadora Social
Monitora de Calle de Apoyo Suyai.
Antes de esto, ya llamaron la atención, ya pidieron
atención, otros/as aprendieron a reemplazar el sentirse
lleno del alma, con satisfacer necesidades mediatas,
cosas y más cosas. También realizaron el reemplazo
afectivo con algún/a “tío” o “tía” del sistema o de la
iglesia, que supo entablar una conversa con ellos. O,
quien depositó la confianza en una sonrisa cómplice
con esperanza.
SUYAI REVISTA
29
Entrevista
VER POR DENTRO
E
n octubre de 2012, cuando empezábamos a
hacer Suyai, hicimos esta entrevista. Mario
tenía 22 años y llevaba 10 en calle. En ese
momento estaba en medio de un proceso de
superación, completaba los cuatro meses viviendo en
la Residencia Roberto Paz y los dos años asistiendo a
un programa terapéutico.
Aunque hoy Mario está de vuelta en la calle, ha reducido su consumo y a veces está mejor. Aquí, desde la
profundidad de su experiencia, en una entrevista que
él quiso que publicáramos, conversa con Heriberto,
de Suyai, y nos da claves para el trabajo que estábamos iniciando.
Heriberto: Estoy tratando de rescatar la experiencia
de personas que anduvieron cuando niños en las calles. Quiero que me cuentes lo que tú viviste, cuando
eras chico y estabas en la calle…
Mario: ¿Cómo de problemas y todo eso?
H: No, sólo lo que sientes que te ha ayudado a seguir
adelante y qué cosas pasaron que no te ayudaron…
M: Lo que me perjudicó fue de porfiado no más, no
hacerle caso a mi mami. Me gustó la calle y en vez
de hacer amistad, hice malas amistades. Empecé a
meterme en la droga, en el alcohol, empecé a robar y
todo eso. Al final mi problema más grave fue meterme
en el alcohol y no poder controlar la droga.
H: ¿Eso a qué edad te pasó?
M: Eso como desde los 12 años y hasta como los 21.
Tomaba, tomaba y ya no lo podía controlar. Ya no daba
el día y de qué hacer. Si no matarme o si no seguir en
el hoyo en que estaba metido. De primera empecé con
una cervecita y el vino. Antes de la calle ya conocía
eso y después ahí con mala junta empecé a conocer
la marihuana, la pasta base y todas las drogas. Y ahí
empecé a consumir.
30 REVISTA SUYAI
H: ¿Y cómo tan chico te conseguías todo?
M: Es que uno va con una cierta persona, como siempre la primera vez, le dan un dato y uno después conoce ese dato y va solo.
Al final ya no valía nada, trabajaba todo el día para
puro mantener mi consumo. No era capaz de comprarme un par de pantalones, ni calcetines, nada.
Siempre he trabajado en el comercio, pero trabajaba
más que nada para el consumo, no trabajaba pa mí.
No me compraba ni un pan, trabajaba pa’l que me
vendía la pasta, pa’ todos los traficantes la hacía.
H: ¿Hay algo más que te haya perjudicado, además
del consumo, cuando eras chico?
H: Había alguien que te apoyaba cuando estabas en
la calle?
M: O sea sí, problemas familiares, no tener
un cariño ni de mamá ni papá. Uno se
mete, empieza a buscar y el alcohol,
a uno lo borra, pa’ perder ese sentimiento que tiene uno. Pa’ eso,
pa’ no recordar uno se mete en
la cuestión no más.
M: Mi monitora me hablaba… “ya estai curao Mario, hasta cuando, cuando te voy a ver aunque sea
un día sano y bueno”. Yo le decía… “buu, no sé, la
veo difícil…”. Como estaba acostumbrado era como
mi rutina, todos los días tomar y no parar de lunes
a lunes. Al final, de a poquito, cuando empecé en la
PTA, consumía pero empecé de a poquito a bajar; me
tomaba unos 12 litros al día, empecé a bajar como de
dos altiro, me tomaba como 10. Después de a poco y
al final ni en la semana consumía, los puros fines de
semana no más. Estuve como tres años metido en la
pasta pero de un día pa’ otro preferí cambiarla por el
consumo de alcohol. Porque el alcohol es más barato
y como que me satisfacía más. La pasta era cara; de
repente me fumaba unos 5 papelillos y no tenía plata,
tenía que estar robando. Meterme en cualquier condoro y al final vi eso, y en vez de estar haciendo daño,
robando, preferí mil veces estar por lo menos curado,
machetiaba pero no le hacía daño a nadie.
H: Ya. Y por otro lado, ¿qué
es lo que tú crees que te
ha ayudado a ir saliendo?
M: Yo creo que cuando
estaba en el Hogar de
Cristo me dieron la oportunidad y la insistí como
tres años. Estuve como
tres años para entrar al
Centro Ambulatorio en la
PTA, Paréntesis que ahora
se llama. Estuve como tres
años insistiendo ahí y acumulando a ver si podían… no sé una
rehabilitación quería yo. Cuando me
dicen que no había cupo, ya no me
daban ni ganas de ir. Al final, de un día
para otro, cuando fui con consumo, dije no
voy más a esta lesera. Y de repente me dieron la
noticia como a los 5 meses después que había cupo
y yo ya había postulado. Estaba adentro y ahí como
que me alegré y todo, y empecé de a poco a dejar el
consumo y empecé a cambiar.
H: ¿Sientes que en algún momento alguien o algo te
hizo darte cuenta de que lo querías dejar?
M: Yo me vi como en un espejo, como cuando estaba
en la PTA un día sano y bueno, me veía como cuando estaba en consumo, en la calle, todo cochino. Eso
como que se reflejó en mí el pasado y ahí pensé hasta
cuando voy a estar así. Ahí me sentí apoyado porque
estaba mi monitora y las tías de la PTA.
H: Y antes de las monitoras, ¿te sentiste apoyado por
alguien?
H: ¿Y cómo se te ocurrió pedir esa ayuda?
M: No, no me sentía apoyado por nadie.
M: Es que igual, uno en el consumo, yo ya no daba
más. Me veía que estaba todo cochino, no me importaba nada, estaba curado. No valía nada, era como un
perro, donde caía la noche me quedaba dormido no
más. Fue por las mías que yo quise buscar un cambio
en mí. Nadie me ha ayudado en nada. O sea mi monitora me hizo los contactos, fue un apoyo y en darme
la oportunidad de cambiar.
H: Y ahora, ¿cómo estás? ¿Te sientes apoyado?
M: Yo sí, creo que las tías me apoyan, mi monitor
de ahora está feliz, cómo estoy trabajando, cómo he
surgido, cómo estoy aquí; seguir luchando para más
adelante tener mi pieza, mi pareja, mi mujer y no estar
en lo que hacía antes. Tengo mi objetivo: no seguir
en lo de antes, porque si ya lo viví, ¿pa’ qué? Pa’ qué
SUYAI REVISTA
31
era verdad y de adentro van a
querer cambiar. Porque la mayoría que no hacen caso teniendo la oportunidad afuera, cambian
mil veces adentro.
H: Quiero que me des un consejo, que me
digas ¿cómo me acerco a un niño en la calle,
cómo llego a ellos?
estar en la droga. O sea en la droga, no puedo decir
que la dejé un 100%, porque todavía igual consumo,
pero por lo menos ya la controlo, no como antes que
ella me controlaba a mí.
H: Tú ya conoces el proyecto Suyai, ¿cómo crees que
nosotros podríamos apoyar a los chicos que están en
la calle hoy?
M: Encuentro que deberían darse cuenta de la vida que
están viviendo, y que vean su futuro cómo piensan que
ellos van a estar si siguen en lo mismo. Que vean su
futuro, porque uno estando en la calle ve, yo he visto
al viejito, al “Codenao”, que tuvo una buena vida, que
tuvo su momentito, trabajador, y ahora llegó a viejo y
está botado en la calle y machetea. Uno se ve, si tiene
la oportunidad y es joven puede cambiar. Por qué no
hacerlo antes y no llegar a viejo. Si realmente quieren
cambiar, van a ver por su futuro que lo que uno les
habla es correcto.
Ahora, si no quieren cambiar ya es voluntad de ellos;
cuando empiecen a caer presos, cuando ya no tengan
libertad, cuando estén entre rejas ahí van a ver que
32 REVISTA SUYAI
M: Darles un apoyo, un cariño y el apoyo que nunca
tuvieron. Hacerle un cariño y como que se les abre el
corazón y así uno va llegando a su corazón para que
entiendan lo que uno les está conversando. Pa’ la gente en la calle, lo que más necesita uno es eso.
No como otra gente, que a uno lo ve y lo empieza a
perjudicar, en vez de darle un apoyo los tratan mal, así
como: ándate cochino, ya estai robando y todo..
H: Ya, ¿pero si andai robando y estai cochino?
M: No, pero es que si uno anda cochino, está bien
porque uno se lo buscó, pero hay mucha gente que lo
perjudica a uno; como ellos tuvieron un buen hogar,
nunca han vivido lo que uno ha vivido. Que uno está
cochino, eso es lo de menos, porque yo cuando estaba en el centro y estaba todo cochino y hediondo
y había gente evangélica que a pesar de que yo no
lo quería aceptar, donde estaba muy hediondo, como
que yo me apartaba. Y llega un pastor y me da un
abrazo, no le importaba nada. Lo que importaba era
darme un cariño. A eso me refiero. El cachó, no me vio
por fuera, me vio por dentro, lo que yo necesitaba.
“Cambiar para Sobrevivir”
REFLEXIONES Y CONCLUSIONES
U
no de los grandes temas de reflexión
para Suyai ha sido la Motivación al Cambio; cómo lograr encender el fuego de la
voluntad en nuestros chicos, y visualizar
un interés, un objetivo, una proyección al futuro.
La consigna de los niños en la calle es sobrevivir,
llevar el día, llegar a la noche, hacer las monedas,
evadir el hambre y la soledad. Sus planes están
llenos de amenazas y debilidades. La permanente
incertidumbre de dónde voy a “parar” mañana,
se convierte en un modo de vida, y al hacerse
nómades van ahondando su desarraigo. Todo se
reduce al aquí y al ahora, a “salvarse”. No hay
tiempo en su vorágine de vida para detenerse y
plantearse.
Participar en Suyai, vincularse con otros, “espejarse”, ver su situación, evaluar su propio bienestar, y concluir que es necesario cambiar. Eso
sería la ruta ideal para la superación, sin embargo
no es tan fácil.
Al crear los métodos y estrategias para hacer
Suyai, hemos desarrollado la idea de que primero es necesario crear y fortalecer los vínculos
afectivos. Luego vienen las confianzas (en otros
y en sí mismos) y finalmente el desarrollo de la
motivación: querer firmemente cambiar. Sólo entonces podemos empezar a hacer planes para la
superación.
Al mismo tiempo, el daño que ya está hecho debe
ser reparado con mucha delicadeza, proveyendo
monitores y terapeutas comprometidos y altamente especializados. El deterioro temprano causado por la falta de cuidados en la infancia, tienen
todo tipo de consecuencias físicas y psicológicas, y éstas deben ser atendidas con urgencia.
Las potencialidades y las discapacidades deben
ser detectadas y diagnosticadas, para que los
chicos puedan compensarse, sanar un poco y
seguir adelante.
Mientras nos afanamos en todo eso, nos
damos cuenta que es vital un ambiente que
apoye el cambio, que le dé oportunidad de
realización a sus sueños. Un lugar concreto
donde pueda proyectar sus planes mientras
toma una taza de té. Un lugar al que poder
llegar, donde exista techo y abrigo, comida y
agua, seguridad y resguardo, lo mínimo de lo
mínimo.
Suponiendo que contáramos con los profesionales especializados, con la casa y toda la
infraestructura que queramos para Suyai; aún
nos enfrentaríamos con enormes dificultades
para que ocurra el cambio necesario.
Hay que ser un héroe, un ser humano con
una férrea voluntad y esperanza infranqueable, para salir de dónde les estamos pidiendo
que salgan. La enorme mochila de su historia,
las experiencias violentas, el deterioro que ya
tienen, conspiran contra sus deseos de salir
adelante. “Veo los demonios”, me dijo en una
ocasión un chico, mientras sangraban sus
brazos con cortes de tiptop. “No siento nada”,
explicaba una niña cuando hablaba de su trabajo en prostitución. …
Motivación al cambio, nuevas experiencias
significativas, vínculos afectivos, redes disponibles, son lo que creemos que es necesario
para estar mejor. Por ahora, lo más urgente es
cambiar para sobrevivir.
Lea Rodríguez
SUYAI REVISTA
33
Proyecto Refugio Suyai
PRIMERAS IDEAS
PARA UN NUEVO SUEÑO
R
efugio Suyai quiere ser un albergue para menores adultos de entre 14 y 18 años, que
viven en situación de calle y participan
del programa ambulatorio para niños, niñas y adolescentes: Apoyo Suyai.
El dispositivo residencial tiene por objeto suplir sus necesidades básicas
de techo, abrigo, resguardo y alimentación, hasta que cumplan la
mayoría de edad.
Todos los avances son difíciles de realizar y son complementarios en su aporte al
mejoramiento de la calidad
de vida de nuestros participantes; pero a la base
de cualquier progreso,
nos dimos cuenta de que
teníamos que trabajar en
asegurar las necesidades
básicas para su sobrevivencia, como techo, abrigo
y seguridad: un lugar donde
dormir tranquilo, descansar
sin la amenaza de permanente
riesgo y vulneración.
En la práctica de Suyai, muchas veces nos vimos forzados a buscar alternativas de habitabilidad para algunos de
los participantes, improvisando albergues
para una noche o arrendando piezas. Un espacio donde dormir, que fuera seguro y que reuniera
un mínimo de dignidad y respeto a sus derechos.
Lo primero que hicimos fue acudir a la oferta disponible y -siguiendo la voluntariedad intrínseca del programa-, consultamos y exploramos estas alternativas
34 REVISTA SUYAI
con nuestros participantes. Allí nos dimos cuenta que
ya habían pasado más de una vez por dispositivos residenciales y tenían la percepción de que no respondían a sus necesidades.
Tomando en cuenta todo lo anterior, creemos que es
estratégico crear un nuevo referente, una oferta especializada a esta realidad de la infancia y juventud sin
hogar; en particular para aquellos de entre 14 y 18
años, que por características propias de su edad, tienden a no respetar reglas, buscar su propia identidad; con esto, su adherencia a los dispositivos
existentes se ve conflictuada por los significados que asignan al sistema proteccional
residencial. En el caso de los niños en
situación de calle, sin duda se da con
mayor frecuencia esta falta de adherencia, y son muchas veces ellos
mismos quienes perjudican más
las posibilidades de otros niños
con necesidades de protección.
Al interior del sistema actual son
víctimas y victimarios.
Visualizamos un espacio en el cual los jóvenes puedan llegar a dormir, que funcione entre las 18:00 y las
10:00 horas. Que cuente con piezas individuales y un
espacio para dejar las pertenecías personales. Contaría con un comedor, un espacio para esparcimiento
y recreación y una sala de contención individual. La
idea es que vayan adhiriendo progresivamente y haciéndose residentes permanentes en la medida que
sus procesos personales de superación avancen y
estén dispuestos a seguir reglas. Sería un espacio
en el cual los jóvenes sientan esa seguridad mínima,
que le permita desarrollar otras acciones en post de
su camino de superación, como nivelar estudios, capacitarse, generar ingresos y prepararse para la vida
independiente.
Estamos conscientes de que el peligro de un espacio
así, es que algunos puedan tomarlo como un punto
de calle más, sólo como una alternativa instrumental.
Por eso la coordinación y el trabajo en red con otros
programas e instituciones, serán fundamentales para
seguir avanzando en los procesos individuales de superación.
El objetivo general del proyecto
que estamos soñando es: Dar
alojamiento temporal a menores
adultos; con acceso a servicios
básicos y a un ambiente que
permita el desarrollo de planes de
intervención biopsicosocial, facilitando de esta manera la superación
de la condición de calle.
Lo central será el brindar un espacio acogedor, que
evoque lo que entrega una familia, pero que no los
ponga en una situación irreal de confort y bienestar
que los inmovilice. Un espacio con criterio de realidad, en donde si bien contemos con normas que den
estabilidad, exista la suficiente flexibilidad para que
mantengan su adherencia y avancen en su desarrollo
progresivamente, como personas libres y sujetos de
derecho.
Buscamos generar un albergue protegido, que sirva como plataforma mínima
para trabajar con ellos sus alternativas de
superación y mejoramiento de la calidad de
vida. La casa se plantea como complementaria a los programas de intervención biopsicosocial
ofrecidos por la red pública y privada de protección
social; no pretende ser un programa integral, en el
sentido que debe ser una red más, un nuevo recurso,
en la paleta de oportunidades, relaciones y vínculos
que los niños deben desarrollar para salir de la calle
de manera sustentable.
Nuestro trabajo actual con niños y jóvenes en situación de calle, nos exige la incorporación de un dispositivo como Refugio Suyai. No es transable la Casa, si
queremos dar una oportunidad real a nuestros niños:
reparar el intenso daño, detener el deterioro físico y
mental progresivo, encontrar sus potencialidades para
crear una oportunidad de futuro mejor.
(Una versión más formal y extendida de este proyecto fue presentado por Corporación CATIM a SENAME en marzo de 2014.)
SUYAI REVISTA
35
Suyai y Catim
LA EVOLUCIÓN DE
UN COMPROMISO POR LOS
DERECHOS DE LA INFANCIA
C
ATIM es la primera institución social en la Región del Bío Bío que aborda profesionalmente
la temática de infancia vulnerada.
En 1990 Chile suscribió y firmó la Convención Internacional de los Derechos del Niño, lo que marcó la
diferencia entre el discurso y la acción, sellando el
compromiso por parte de los países adherentes, a
desarrollar iniciativas concretas en función de la protección de derechos de la infancia. Esto a través de
diversos organismos públicos y privados, iniciándose
así un proceso de adecuación en la legislación a la luz
de la doctrina de la protección integral, en la cual se
considera al niño como sujeto pleno de derechos.
A partir de lo anterior, en nuestra región se llevan a
cabo acciones orientadas a este propósito por lo que
se crea una Comisión Intersectorial en la que participaron las Secretarías de Justicia, Salud y Educación,
Colegio de Profesores, Servicio Nacional de Menores
y de la Mujer, Arzobispado, profesionales independientes, entre otros. Esta comisión se propone dos
metas: Crear una Corporación de Derecho Privado sin
fines de lucro, destinada a planificar, programar y ejecutar todo tipo de acciones a favor de la infancia en la
región y por consiguiente la creación de un centro de
atención integral, que permitiera brindar tratamiento a
niños y adolescentes y sus familias.
De esta manera nace la CORPORACION PARA LA
ATENCION INTEGRAL DEL MALTRATO AL MENOR,
CATIM, un 08 de noviembre del año 1993, como respuesta al esfuerzo y compromiso de diversos actores
sensibilizados con el dolor apremiante de la infancia,
que se visibilizaba en la región.
En 1995 se licita el primer Proyecto de nuestra corporación, “Abrazo de Niños”, un centro de diagnóstico,
36 REVISTA SUYAI
orientación y tratamiento para niños y jóvenes víctimas del maltrato. Con ello comienza también nuestra
relación de más de veinte años de colaboración con el
Servicio Nacional de Menores.
El buen trabajo realizado por el equipo ejecutor de
Catim, abrió las puertas a nuevos desafíos, en tanto
se hace patente la necesidad de especialización del
abordaje en esta materia, produciéndose un cambio
en la mirada que se tradujo en modificaciones de los
lineamientos programáticos de SENAME, respecto a
la complejidad de la intervención en maltrato infanto–
adolescente. En respuesta a esto, en 1998 se crea
“Refugio de Esperanza” como el primer Centro Especializado en Intervención del Maltrato Infantil Grave en
la región.
La experiencia acumulada en esos primeros años, la
excelencia en términos profesionales de los trabajadores, permitió que entre los años 2006 y 2010,
incorporáramos seis nuevos proyectos licitados por
SENAME, de distintos niveles de especialización en
materias asociadas a vulneración de derechos: un
Centro de Diagnóstico Ambulatorio “DAM Andalicán”,
dos proyectos de intervención breve, “PIB Umbral
Concepción” y “PIB Umbral San Pedro de la Paz”, que
atienden situaciones de mediana complejidad y tres
Programas de Reparación en Maltrato Grave y Abuso
Sexual Infantil, “Refugio de Esperanza Concepción”,
“Refugio de Esperanza Tomé” y PRM “Semilla de Roble”, todos éstos en la Provincia de Concepción.
Más recientemente, en el año 2012, Catim se adjudica en la Provincia de Arauco, el PRM “Refugio de
Esperanza Curanilahue” y en el año 2013, el PRM “Refugio de Esperanza Angol”, ampliando su cobertura
a la Región de la Araucanía. A fines del mismo año,
continuando con la expansión de la corporación en
su área reparatoria, se logra la adjudicación de
“Refugio de Esperanza Chiguayante”, liderando de esta forma la línea especializada
en la temática de maltrato grave y abuso
sexual a nivel regional.
Todo esto ha sido posible en gran
medida, gracias a los aportes de las
personas que han pasado a lo largo
de estos años por la institución y
que han contribuido al trabajo por
la infancia. El capital humano de
Catim, que en la actualidad lo conforman más de cien trabajadores, se
caracteriza por esfuerzo constante,
cercanía y compromiso con la labor.
Durante estos años nos consolidamos
en la región, logrando resultados positivos en relación al impacto de nuestras
intervenciones en los distintos niveles de
complejidad que atendemos, lo que nos posiciona como referente institucional en la materia.
Un nuevo hito de Catim se produce el año 2012, cuando la corporación responde al llamado del Ministerio
de Desarrollo Social y se abre hacia una nueva línea
de acción institucional, cuyo propósito es desarrollar
programas dirigidos a Personas en Situación de Calle, lo que produce un cambio organizacional con la
apertura de dos grandes áreas de trabajo: Integración
Social, que alberga los programas de calle, y Buen
Trato, dedicada a la prevención y reparación del maltrato grave y abuso sexual en la infancia.
En el área de Integración Social, tenemos actualmente tres proyectos: La Residencia Roberto Paz, que es
una casa de permanencia en la que viven hasta dos
años personas adultas que han pasado por la vida en
calle y quieren rehacer sus vínculos vitales. El Centro Adelante, que es una casa abierta para todas las
personas, que ofrece servicios básicos y orientación
social en horario diurno; y el Proyecto Suyai, que se
relaciona estrechamente al desarrollo del trabajo proteccional que ha realizado históricamente Catim, como
institución garante de derechos, hacia la infancia más
postergada y dañada de la sociedad.
Hoy nos enfrentamos a nuevos desafíos; debemos,
por una parte, lograr traducir nuestra experiencia en
la actualización y perfeccionamiento de los procedi-
mientos, estrategias y métodos, con el objetivo de
mejorar constantemente y generar conocimientos de
nuestra práctica, considerando como sello de identidad: la calidez, cercanía y compromiso que asumimos
hacia nuestros participantes y sus familias. Al mismo
tiempo, tenemos que apuntar a un desafío aún mayor,
como es la efectiva restitución de derechos para niños
y niñas sin hogar. La realidad nos muestra a diario
que estos niños marginados socialmente, se ven privados de la protección de los derechos humanos más
básicos; y es en este sentido, que tenemos el deber
de adoptar todas las medidas necesarias para que su
existencia se desarrolle en condiciones dignas, y que
nuestra intervención, mirada desde un enfoque biopsicosocial, permita reparar el dolor invisible de estos
niños y niñas que han nacido y crecido en medio de
profundas vulneraciones.
Sandra Castro
Directora del Área de Buen Trato
Francisco Rodríguez
Director Ejecutivo
Corporación Catim
SUYAI REVISTA
37
Proyectos Hermanos
EL ÁREA DE
INTEGRACIÓN SOCIAL DE CATIM
T
odos los proyectos de la Corporación Catim
son hermanos
de Suyai. Sin el apoyo y compañerismo
constante de todos,
no podríamos haber soñado como
lo hemos hecho.
Prueba de eso es
que en esta revista escriben autores de todas las
áreas de nuestra
Corporación, y que
muchos profesionales de otros proyectos
también dedican tiempo
a trabajar con nosotros de
manera voluntaria.
Los proyectos del área de Intervención Social de Catim: Casa Roberto Paz,
Centro Adelante y Voluntariado Catim son los
más cercanos al funcionamiento cotidiano de Suyai.
Ellos quisieron participar en esta revista y dejarnos
también sus reflexiones y aprendizajes.
Una Casa
de Superación
La Situación de Calle no es sólo una situación de
pobreza material, sino por sobre todo un problema
de exclusión social. Quienes viven en ella se encuentran expuestos a un deterioro acelerado que
impacta tanto a los individuos como a sus comunidades. Existen diversos espacios que, como la
38 REVISTA SUYAI
Casa Roberto Paz, que se esfuerzan por promover
la superación de estas personas, pero sin la ayuda
de sus respectivas comunidades, estos esfuerzos
son inútiles.
La Casa Roberto Paz funciona 24/7 y se define como
un espacio que favorece un proceso de cambio, en
donde las personas son invitadas a través del acompañamiento y la experiencia comunitaria a redefinir las
descripciones de sí mismo y su historia, así como sus
formas de relación con la sociedad, el trabajo y la vida
en comunidad.
Para lograr esto, la Residencia busca ser un hogar
estable que permita a las personas poder salir de la
preocupación del día a día, para entrar en un proceso personal de cambio, proyectándose a futuro para
acceder a una vida mejor, a la conformación de una
familia o una comunidad permanente y sustentable.
Por la Residencia han pasado muchas personas que
fueron niños de y en calle, algunos que pasaron por
hogares proteccionales, cárceles y caletas, y hoy continúan tratando de salir adelante. Es muy importante
que trabajemos con los niños que viven estos ambientes, para así prevenir que se conviertan en adultos en
situación de calle.
La invitación es a crear políticas de Estado con los
enfoques locales de todas las organizaciones que nos
comprometimos con esta temática. No ser meros ejecutores del Estado si no colaboradores, que con nuestra experiencia empírica aportemos desde la realidad
que vivimos día a día, mejorando en lo técnico y en la
ejecución los proyectos.
Jorge Bustos
Director de la Residencia Roberto Paz
La primera acogida, el primer
paso para una vida mejor
El trabajo del voluntariado
en Apoyo Suyai
La situación de calle es la consecuencia de la falta de redes familiares y espacios afectivos necesarios, que las personas requieren para resolver
los problemas que los afectan. En la adolescencia
este tipo de problemáticas se presentan más a
menudo, mientras más vulnerable es el entorno
del niño más posibilidades hay de que pueda llegar a dormir en calle.
Desde mayo de 2013, comenzó mi aventura de
trabajar con voluntarios en la Corporación Catim,
si bien mis competencias tienen que ver con el
área de las comunicaciones, nunca había trabajado en convocar y guiar a voluntarios en una tarea
tan difícil y de muchísima entrega personal.
El Centro de Día Adelante es una casa que entrega servicios básicos a las personas en situación
de calle de todas las edades. Se trata de un espacio donde encuentran la primera acogida para
comenzar el proceso de superación que quieran
emprender. Las redes que ofrece el Centro están
enfocadas en dar orientaciones para redirigir su
vida dentro del entorno social; considerando a las
madres o familias con niños en situación de calle,
procuramos que encuentren alternativas para entregarles mejores oportunidades a sus hijos.
En nuestro funcionamiento cotidiano, hemos tenido casos de familias completas y muchas madres
con sus hijos. En ese contexto, ellos son nuestra
primera prioridad. Hemos trabajado con el Programa Apoyo Suyai para orientar nuestro trabajo
hacia la protección de los niños y niñas que llegan
al Centro, en post trabajar con la madre o padre
en su superación o bien buscar estrategias junto a
Suyai, para ubicarlos en alguna red de protección.
En el caso de la llegada de adolescentes al centro,
de inmediato se les deriva a Apoyo Suyai, quienes
logran generar confianza y adherencia con ellos.
El trabajo con voluntarios, específicamente con el
programa Apoyo Suyai, es complejo, puesto que
los participantes son niños que han sido vulnerados gravemente y los voluntarios que se enfrentan a esta realidad tienen que tener “cuero de
chancho”, ya que es mucho más fuerte para personas que no se han relacionado antes con el tema,
ver a un adolescente o niños en situación de calle
que a un adulto. En forma inevitable nos preguntamos… ¿Dónde están sus padres? ¿Dónde está
la familia? ¿Por qué no tiene un hogar? Son situaciones muy difíciles de llevar, pero al mismo
tiempo esas historias de desamparo, hace que los
voluntarios se comprometan mucho más.
El equipo de Suyai es fundamental, admiramos
mucho la labor que realizan y desde el voluntariado reiteramos nuestro compromiso. Siempre
habrá voluntarios que estén interesados en trabajar en esta área y sé que seremos un aporte y
siempre estaremos dispuestos para prestar cualquier tipo de ayuda. Todos en sus distintos roles,
¡ponemos fuerza!
Roxana Besnier
Directora de Alianzas y Voluntariado CATIM
Queremos felicitar al Equipo Suyai por su gran trabajo e incansable esfuerzo de sacar este proyecto
adelante y por ser una luz en la vida de los niños,
niñas y adolescentes en situación de calle.
Valentina Cornejo Délano
Directora del Centro Adelante
SUYAI REVISTA
39
AGRADECIMIENTOS Y CRÉDITOS
Escriben en este número:
Heriberto Zura, Juanita Paz, Pilar Cortés, Jaime Contreras,
Sandra Castro, Francisco Rodríguez, Jorge Bustos,
Roxana Besnier, Valentina Cornejo, Leonardo Ojeda,
Néstor Retamal, Paul Iturría, Lea Rodríguez y la tribu Suyai.
Edición General:
Equipo Suyai
Ilustraciones:
Wuatanaz
wuatanaz.blogspot.com
Diseño y Diagramación:
Periodistas Asociados
Agradecimientos especiales a nuestros voluntarios:
Luciano Orellana, Paula Carrasco, Francisca Arias
Francisco Rojas, José Castro, Macarena Nahuelcura,
Comunidad Lacrimosa Concepción y Lokas Juanas Danza Contemporánea.
Esta publicación no hubiera sido posible sin el apoyo de:
Automotriz Cordillera y Salazar Israel.
40 REVISTA SUYAI
Descargar