436-2007 SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las once horas del uno de julio de dos mil once. El presente proceso contencioso administrativo ha sido promovido por la Sociedad SERVICIOS SANTA ELENA, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia SERVICIOS SANTA ELENA, S.A. DE C.V., del domicilio de Santa Tecla, departamento de La Libertad, por medio de su apoderada general judicial licenciada Yolanda Noemi Moreno de Valencia. Impugna las siguientes actuaciones pronunciadas por: a) la Dirección General de Impuestos Internos, por la resolución de las diez horas tres minutos del veintiuno de noviembre de dos mil seis, mediante la cual resuelve sancionar con multa por infracción cometida al Código Tributario el día veintisiete de abril de dos mil seis. b) El Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos y de Aduanas, por la resolución pronunciada a las trece horas del veintitrés de agosto de dos mil siete, en cuanto confirmó la resolución proveída por la Dirección General de Impuestos Internos. Han intervenido en el presente juicio: la parte actora en la forma mencionada, la Dirección General de Impuestos Internos y el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos y de Aduanas como autoridades demandadas, y la licenciada Karla Elizabeth Muñoz Durán, sustituida posteriormente por la licenciada Mirna Mercedes Flores Quijada, en representación del señor Fiscal General de la República. I. CONSIDERANDOS: ANTECEDENTES DE HECHO ALEGATOS DE LAS PARTES 1. DEMANDA a) Autoridades demandadas y actos impugnados. La parte demandante dirige su pretensión contra la Dirección General de Impuestos Internos, por la resolución de las diez horas tres minutos del veintiuno de noviembre de dos mil seis y contra el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos y de Aduanas, por la resolución de las trece horas del veintitrés de agosto de dos mil siete; cuyos contenidos han quedado descritos en el preámbulo de esta sentencia. b) Circunstancias. Manifiesta la sociedad actora que a las dieciséis horas cinco minutos del día veintisiete de abril de dos mil seis, el señor Juan Pablo Barrera Jovel en calidad de Fedatario levantó acta de comprobación, donde se atribuye infracción al artículo 107 incisos 2° y 6° del Código Tributario, por considerar que se omitió la emisión y la entrega de los documentos exigidos por el Código Tributario, debido a que — según su apreciación- no se le emitió, ni entregó factura o documento equivalente autorizado por la Dirección General de Impuestos Internos, por la compra efectuada por dicho Fedatario, en la Estación de Servicio denominada “SERVICENTRO ESSO SANTA ELENA”. b) Argumentos jurídicos de la pretensión. La sociedad actora alega que, la Dirección General de Impuestos Internos en el procedimiento administrativo que culminó con la resolución que impugna, violentó el principio de legalidad, violando los artículos 179, 180 y 181 del Código Tributario. Argumenta que el Fedatario está únicamente facultado para verificar el cumplimiento de las obligaciones de emitir y entregar facturas o documentos equivalentes y si estos cumplen los requisitos legales, así como también la inscripción de contribuyentes, es decir que es un testigo privilegiado, por lo que debió actuar en aplicación de los principios de ética, justicia y verdad material. En el caso particular ha violentado lo dispuesto en los artículos invocados mostrándose con carácter de agente provocador, arbitrariedad en su actuación y ocultación de la actividad realizada. d) Petición. Se emita sentencia en la que se reconozca: a) la ilegalidad de la actuación del Fedatario; y b) Que se declare la ilegalidad de la resolución emitida por la Dirección General de Impuestos Internos y la resolución emitida por el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos hoy y de Aduanas, y en consecuencia se revoquen. 2. ADMISIÓN DE LA DEMANDA Esta Sala admitió la demanda interpuesta y tuvo por parte a la Sociedad SERVICIOS SANTA ELENA, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, por medio de su apoderada general judicial Yolanda Noemi Moreno de valencia; se requirió de las autoridades demandadas que dentro del término de cuarenta y ocho horas rindieran informe en el que se pronunciaran sobre la existencia del acto que se les atribuía en la demanda respectivamente y que remitieran los expedientes administrativos. Se declaró sin lugar la suspensión provisional de la ejecución de los efectos de los actos administrativos impugnados, 3. INFORMES DE LA PARTE DEMANDADA La Dirección General de Impuestos Internos y el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos y de Aduanas al rendir su informe expresaron que sí habían dictado el acto impugnado que se les atribuye respectivamente. Se dio por cumplidos los in Formes solicitados, y se requirió de las autoridades demandadas el informe prescrito en el artículo 24 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa. Se ordenó notificar al Fiscal General de la República. La Dirección General de Impuestos Internos señala, que Fedatario según el artículo 180 del Código Tributario es un representante de la Administración Tributaria facultado para la verificación del cumplimiento de la obligación de emitir y entregar los documentos legales correspondientes por cada operación que se realice, así como el cumplimiento de los requisitos de tales documentos y la obligación de inscribirse en el Registro de Contribuyentes (...). Sobre el argumento esgrimido por la actora referente a que la figura del Fedatario se asemeja a la del agente provocador, aclara, que ambas figuras son totalmente diferentes, al igual que se diferencia de la figura del agente encubierto que la contribuyente cita, puesto que el Fedatario en ningún momento actúa con el ánimo de hacer caer en error al contribuyente; sino que su actuar va encaminado a verificar el cumplimiento o incumplimiento por parte del contribuyente, a la obligación legal de emitir y entregar los documentos exigidos por el Código Tributario, y los requisitos legales de tales documentos, atendiendo a la obligación de la Administración Tributaria de velar el correcto cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de los sujetos pasivos. Se puede evidenciar que la figura del Fedatario es totalmente diferente a las figuras del agente provocador y agente encubierto, ya que estas últimas solo son aplicables en materia penal para los casos expresamente establecidos en la Ley de la materia; asimismo la figura del Fedatario se encuentra expresamente consagrada en el ordenamiento jurídico, ya que el legislador ha investido a la Administración Tributaria a través de los artículos 179, 180, 181 y 182 del Código Tributario para nombrar Fedatarios, por lo que todas sus actuaciones se reputan legítimas puesto que la misma ley establece los parámetros dentro de los cuales deben actuar dichos funcionarios, estableciendo además el procedimiento que estos deben seguir para realizar la verificación encomendada; siendo que su actividad en ningún momento propicia o genera condiciones para que el contribuyente cometa alguna infracción, ya que ingresa a los establecimientos de los contribuyentes como un simple adquirente de bienes o prestatario de servicios, a efecto que los contribuyentes lo traten como tal. Referente a la arbitrariedad en la actuación del Fedatario cita el artículo 180 que establece que “(...) sus actuaciones se reputan legítimas, por lo que el acta de comprobación correspondiente, tendrá fuerza probatoria.” Además el artículo 181 inciso tercero cita: “El acta de comprobación suscrita por el Fedatario no constituye resolución recurrible, pero servirá de base para la imposición de las sanciones a que hubiere lugar o a la inscripción de oficio en el Registro de Contribuyente, según el caso.” Por otra parte, el artículo 8 de la ley de Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios expone que el impuesto se causa al efectuarse el pago, por tanto, es en ese momento cuando debió emitirse y entregarse al Fedatario, la factura correspondiente por la operación efectuada, siendo así que no debía esperar ningún tiempo prudencial a efecto que le fuera emitido el citado documento. De tal forma, que según lo dispuesto en el artículo 173 del Código Tributario, la Administración Tributaria posee amplias facultades tendientes a asegurar el efectivo cumplimiento de las obligaciones tributarías por parte de los sujetos pasivos, realizando para tal fin actividades de fiscalización, inspección, investigación y control, para lo cual, entre otros, comisiona empleados en calidad de Fedatarios para verificar el cumplimiento de la obligación legal de emitir v entregar facturas o documentos equivalentes relativos al control del Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios, siendo que tal comisión en ningún momento es orientada o se enfila a buscar culpables para efectos de imponerles arbitrariamente multas, sino que aquella actúa estrictamente sometida a lo dispuesto en la normativa legal que la regula y que exige velar por el estricto cumplimento de las obligaciones tributarias. Sobre la ocultación de la actividad realizada por el Fedatario manifiesta que la Administración Tributaria se encuentra obligada a actuar dentro de un marco legal previamente establecido con respeto de las garantías constitucionales de los Administrados; en vista de ello, el procedimiento administrativo desempeña una función de plena garantía para el administrado, ya que le proporciona la oportunidad de intervenir en la emisión del acto administrativo, y objetar si lo desea, antes de la emisión del mismo, los puntos con que esté en desacuerdo. En cuanto a que no le fue notificado con anticipación que sería objeto de verificación por parte de Fedatarios, expone que la actora ha actuado con negligencia o culpa en sus actuaciones, y que todo lo actuado, ha sido apegada al marco legal señalado en la normativa jurídica existente y bajo un criterio de interpretación razonable, al comprobarse por parte del Fedatario, el incumplimiento de la contribuyente de emitir y entregar los documentos fiscales correspondientes, no obstante estar obligarla a ello, y es que, las facultades con que se encuentran revestidos los entes y órganos de la Administración Pública para la consecución de sus fines, están expresamente consignados en la normativa jurídica reguladora de la actividad pública que están llamados a desarrollar. Sobre el Apego al Marco Legal, según el artículo 234 del Código Tributario el patrono o empleador es el responsable de las infracciones que cometan sus dependientes; en virtud de ello, no basta con que se capacite al personal del establecimiento para emitir y entregar a todos los clientes sus facturas de consumidor final o sus comprobantes de crédito fiscal según fuera el caso; sino que además debe procurarse por parte de los contribuyentes, la estricta observancia de parte de sus empleados al cumplimiento de las obligaciones formales y sustantivas que exige la normativa tributaria. El Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos y de Aduanas concluye, que para los adquirentes de bienes y servicios existe la obligación de exigir y retirar documentos, sin embargo tal omisión por parte de los adquirentes no exonera a los contribuyentes de su obligación de emitidos lo que significa que los contribuyentes independientemente que el adquirente pida o no el documento respectivo, su obligación es emitirlo. La Dirección General está revestida de la facultad para comisionar empleados en calidad de Fedatarios, a efecto de constatar el cumplimiento de las obligaciones de emitir y entregar factura o documentos equivalentes por parte de los contribuyentes, si bien a éstos no les aplica la obligación de exigir los documentos de ahí el hecho de que el Fedatario no pida el documento respectivo, no se le exime de obligación al contribuyente de emitir el documento correspondiente. Los Fedatarios en los casos que no se emita y entregue el documento legal que de constancia de la operación, procederá a identificar su calidad de Fedatario, a notificar el auto que lo faculta a realizar la verificación y a levantar el acta de comprobación, lo que para nada signifique una actuación arbitraria o provocadora, todo lo contrario el Fedatario en el presente caso ha limitado su actuación sobre los límites que establece la disposición legal en comento, la cual es el reflejo del ejercicio de la facultad de verificación de la obligación formal de emitir y entregar los documentos por cada operación, por lo que su actuación no puede calificarse de arbitraria. Es obligación de los contribuyentes, inmediatamente que se ha realizado el hecho generador, emitir y entregar los comprobantes de crédito fiscal, facturas o documentos equivalentes, autorizados para documentar su ocurrencia (artículo 117 Código Tributario), lo que constituye una obligación formal relacionada íntimamente con la obligación sustantiva, por lo cual no es necesario que el Fedatario solicite la emisión del documento correspondiente, o le conceda un tiempo prudencial para que el mismo la emita. De conformidad a los artículos 180 y 208 del Código Tributario, las actuaciones de los Fedatarios se reputan legítimas, por lo que el acta de comprobación tiene fuerza probatoria, así también dicho documento tiene para todos los efectos el valor de prueba documental; sin embargo la Sociedad en su recurso de apelación al referirse sobre la falta de veracidad de los hechos que constan en el acta de comprobación, no aportó pruebas que comprueben sus señalamientos, quedándose los mismos en meras afirmaciones. Finalmente sobre la ocultación de la actividad realizada por el Fedatario manifiesta, que está acorde con las disposiciones pertinentes del Código Tributario, específicamente el artículo 181, siendo en tal sentido el legislador tributario quien tuvo a bien establecer de tal manera la actuación del Fedatario, en todo caso será la Corte Suprema de Justicia la que se pronuncie en cuanto a la inconstitucionalidad de tal figura. Se agregó el escrito y la credencial presentados por la licenciada Karla Elizabeth Muñoz Durán a quién se le dio intervención en este proceso en carácter de delegada y en representación del señor Fiscal General de la República, sustituida posteriormente por la licenciada Mirna Mercedes Flores Quijada. 4. TÉRMINO DE PRUEBA El juicio se abrió a prueba por el término de ley, dentro del cual la Dirección General de Impuestos Internos presento prueba documental. Se decretó la medida cautelar de suspensión provisional de la ejecución de los efectos de los actos administrativos impugnados en el sentido de que las autoridades demandadas deberán abstenerse de llevar a cabo cualquier tipo de acto relativo al cobro de la multa determinada. 5. TRASLADOS Posteriormente se corrieron los traslados que ordena el artículo 28 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, con los siguientes resultados: a) La parte actora manifestó entre otros que, el legislador en el Código Tributario faculta a los empleados de la Administración Tributaria, para actuar como consumidores de bienes y servicios a efectos de verificar el cumplimiento de la obligación de emitir y entregar en las condiciones requeridas por la reglamentación vigente, las facturas correspondientes a esas operaciones o documentos análogos. Omitiendo el legislador ordenar al Ejecutivo la creación de un reglamento que regule la actuación del Fedatario, dejando a la discreción de estos su actuar. Como también omitió regular sobre la “prueba en contrario” del acta que levanta el Fedatario no hay forma de demostrar cuál es su comportamiento. La conducta del Fedatario resulta reñida con las reglas del Estado de Derecho, todo ello porque el legislador salvadoreño no reguló ni ordenó la creación de un reglamento, el cual debería delimitar la actuación del Fedatario dejando a discreción del agente u funcionario encubierto, su comportamiento. Por su parte las autoridades demandadas reiteraron lo expuesto en sus informes justificativos. c) La representación fiscal aclara que la peticionaria, está acreditando por ciertas circunstancia que aún no han acaecido, pues, el presente caso se está en presencia de la no emisión de las facturas, los cuales como sanción establecen la imposición de una multa y con su argumento lo que pone de manifiesto que su cliente cometerá nuevamente dicha infracción, por lo cual ya la ley ha previsto el procedimiento de Cierre de Establecimiento, cuya tramitación corresponde a un Juez de lo Civil, previa petición .del Ministerio Fiscal. Lo anterior conlleva a determinar que no podemos ir más allá de los hechos sucedidos, no se puede aseverar que consecuentemente se ordenara el cierre del negocio, cuando el contribuyente aún no ha cometido una segunda infracción, considera que no se ha acreditado por parte de la sociedad actora la ilegalidad por parte de la Administración Tributaria, de comisionar a un Fedatario para que verifique el cumplimiento de las obligaciones tributarias y en cuyo procedimiento administrativo ésta tuvo la oportunidad de ejercer los derechos que la Ley le confiere. Concluye que en el presente juicio en ningún momento se ha acreditado por la sociedad actora la ilegalidad de las resoluciones impugnadas, sino más bien ha realizado una exposición amplia a su criterio, de las posibles consecuencias en caso que la Administración Tributaria verifique un segundo incumplimiento, y de la inconstitucionalidad del Fedatario, cuyo conocimiento no compete a esta Instancia, por lo que en virtud de las argumentaciones legales antes referidas, la Representación fiscal considera que las autoridades demandadas han actuado en el marco de la legalidad. Para mejor proveer se tuvieron a la vista los expedientes administrativos requeridos a la Dirección General de Impuestos Internos y al Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos hoy y de Aduanas. B. FUNDAMENTOS DE DERECHO 1. OBJETO Y LÍMITES DE LA PRETENSIÓN La parle demandante pretende que se declare la ilegalidad de las resoluciones de: a) La Dirección General de Impuestos Internos, por la resolución de las diez horas tres minutos del veintiuno de noviembre de dos mil seis, mediante la cual resuelve sancionar con multa por infracción cometida al Código Tributario el día veintisiete de abril de dos mil seis. b) El Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos y de Aduanas, por la resolución pronunciada a las trece hunas del veintitrés de agosto de dos mil siete, en cuanto confirmó la resolución proveída por la Dirección General de Impuestos Internos. Hace recaer la ilegalidad de tales resoluciones esencialmente en la violación de los artículos 179, 180 y 181 del Código Tributario, en razón de los siguientes aspectos: a) El Fedatario tiene carácter de agente provocador. b) Arbitrariedad en su actuación. c) Ocultación de la actividad realizada. 2. NORMATIVA APLICABLE. El Código Tributario, normativa legal aplicable al presente caso, regula en cuanto a la obligación para el adquirente de bienes o usuarios de servicios, de exigir los documentos para cada operación que realice así corno la figura del Fedatario y el alcance de dichas disposiciones. En cuanto a la obligación de exigir y retirar documentos, el artículo 117 del Código Tributario establece que “Es obligación de los adquirentes de bienes o prestatarios de los servicios, exigir los comprobantes de crédito fiscal, las Facturas o documentos equivalentes autorizados por la Administración Tributaria, las Notas de Remisión, así como las Notas de Crédito o Débito, y retirados del establecimiento o negocio del emisor. La falta de exigencia de los documentos referidos en el inciso anterior por parte de los adquirentes de bienes o usuarios de servicios, no exonera a los contribuyentes del Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación (le Servicios de la obligación de emitirlos y entregarlos de acuerdo a lo establecido en este Código.” La obligación establecida (...) no es aplicable a los representantes de la Administración Tributaria que en calidad de fedatarios verifiquen el cumplimiento de la obligación relacionada con la emisión y entrega de facturas o documentos equivalentes, (...)”. En lo que respecta a la figura del Fedatario, el artículo 179 del Código Tributario establece que “Con el propósito de constatar el cumplimiento de las obligaciones de emitir y entregar facturas o documentos equivalentes establecidos en el presente Código y de inscribirse en el Registro de Contribuyentes, la Administración Tributaria podrá comisionar empleados en calidad de Fedatarios.” De tal disposición se desglosa que la Administración Tributaria tiene la facultad para comisionar empleados en calidad de Fedatarios, a efecto de constatar el cumplimiento de las obligaciones de emitir y entregar facturas o documentos equivalentes por parte de los contribuyentes. El artículo 180 del citado Código señala en lo pertinente “Para los efectos de este Código, Fedatario es un representante de la Administración Tributaria facultado para la verificación del cumplimiento de la obligación de emitir y entregar los documentos legales correspondientes por cada operación que se realice, así como del cumplimiento de los requisitos de tales documentos y de la obligación de inscribirse en el Registro de Contribuyentes y sus actuaciones se reputan legítimas, por lo que el acta de comprobación correspondiente, tendrá fuerza probatoria.” Por su parte el artículo 181 establece en cuanto al procedimiento a seguir que “(...) En el caso que no se emita y entregue el documento que dé constancia de la operación o que el emitido no reúna los requisitos legales, procederá a identificar su calidad de Fedatario, a notificar el auto que lo faculta realizar la verificación y a levantar el acta de comprobación por las infracciones verificadas, En cuanto el acta de comprobación emitida por el Fedatario, el Código Tributario en su artículo 208 expresa “El acta de comprobación suscrita por el Fedatario con las formalidades previstas en este Código, tendrán para todos los efectos valor de prueba documental.” Sobre la Potestad Tributaria de la Administración. El Código Tributario establece en el art. 173 que corresponde a la Administración Tributaria las facultades de fiscalización, inspección, investigación y control, para asegurar el efectivo cumplimiento de las obligaciones tributarias...”. Para ejercer las facultades en mención podrá aplicar las atribuciones que se especifican en la expresada disposición. Entre las cuales esta comisionar empleados de la Dirección General de Impuestos Internos en calidad de Fedatarios para verificar el cumplimiento de la obligación legal de emitir y entregar facturas o documentos relativos al control del Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios, el cumplimiento de los requisitos legales de tales documentos. La lectura de las disposiciones legales antes citadas permite establecer que el ejercicio de la facultad de verificación requiere que la autoridad competente comisione a un empleado, quien procederá a cumplir con la función encomendada. Lo anterior tiene su razón de ser puesto que en un Estado de Derecho al contribuyente no se le sitúa como objeto del procedimiento sino como el sujeto pasivo con quien se establece la relación jurídica, y como tal ha de ser considerado en el desarrollo del procedimiento. El ejercicio de la Potestad Tributaria, no reconoce más límites que los que se derivan de los preceptos constitucionales, en los que precede el Principio de Legalidad y de Seguridad Jurídica, como un límite formal respecto al Sistema de Producción de las Normas, y es en razón del Principio de Legalidad que la Administración Tributaria, debe actuar sometida al ordenamiento jurídico y solo podrá realizar aquéllos que autorice dicho ordenamiento. La Administración Tributaria debe garantizar el derecho de defensa a lo largo de todo el procedimiento. En el caso de autos, mediante resolución de la Dirección General de Impuestos Internos de las diez horas cuarenta minutos del dos de junio de dos mil seis, notificada el seis de junio del mismo año, se emitió auto de audiencia y apertura a pruebas, concediendo materialmente el derecho de defensa. La sociedad actora compareció dentro del plazo establecido, mediante la presentación de escritos de fecha nueve y veinte de junio de dos mil seis (folios 21 al 27 del expediente administrativo). En los cuales la sociedad actora alega la falsedad de los hechos que constan en el acta de comprobación. De conformidad con los artículos 180 y 208 del Código Tributario, las actuaciones de los Fedatarios se reputan legítimas, por lo que el acta de comprobación tiene fuerza probatoria, teniendo efecto de prueba documental. El acta de comprobación levantada (folios 10 y 11 del expediente administrativo) expresa que luego de verificado el incumplimiento y notificado el auto de comisión, el empleado de la estación de servicio procedió a emitir la factura. 3. ANALISIS DEL CASO. 3.1) El Fedatario como Agente Provocador. La actora sostiene que el carácter de agente provocador del Fedatario, transgrede las disposiciones legales, en el sentido del grado de discrecionalidad que poseen, de acuerdo a la poca regulación de su actuar, se caracteriza como un verdadero agente provocador, de los delitos que busca acreditar. La Administración Tributaria, en virtud de las facultades que le confiere el articulo 173 literal p) del Código Tributario, está facultada para comisionar empleados en calidad de Fedatarios para que verifiquen el cumplimiento de las obligaciones relacionadas con la emisión y entrega de documentos, sus requisitos y la de inscribirse en el Registro del Contribuyente, de acuerdo a las disposiciones del Código Tributario; esta debe actuar sometida a lo dispuesto en la normativa legal que la regula, es decir respetando el Principio de Legalidad, regulado en el artículo 3 literal c) inciso cuarto del Código Tributario. El agente provocador busca instigar a fin de lograr cargos penales contra el provocado, excluyéndose de antemano cualquier posibilidad de consumación del delito. Incita a perpetrar la infracción a quien no tenía previamente tal propósito, originando así el nacimiento de una voluntad criminal en un supuesto concreto, delito que de no ser por tal provocación no se hubiere producido aunque de otro lado su compleja ejecución resulte prácticamente imposible por la prevista intervención de la fuerza policial. La figura del agente provocador admite un juicio de compatibilidad con la Constitución cuando su labor se limita a la imprescindible para obtener del sospechoso la conducta esperada que evidencie la comisión del delito preexistente, es decir, dentro del estricto y exclusivo marco de la comprobación, verificación o demostración de delitos realizados por iniciativa propia de las personas indagadas. En este caso no se provoca el delito en sí mismo, sino la constatación de una conducta que pone de manifiesto su realización por determinación previa y personal del investigado. El agente provocador se limita al descubrimiento de delitos ya cometidos, generalmente de tracto sucesivo, porque en tales casos los agentes no buscan la comisión del delito sino los medios, las formas o los canales por los que ese ilícito se desenvuelve, es decir, se pretende la obtención de pruebas en relación a una actividad criminal que ya se está produciendo pero de la que únicamente se abrigan sospechas. En cuanto al Fedatario, según el artículo 180 del Código Tributario es un representante de la Administración Tributaria facultado para la verificación del cumplimiento de la obligación de emitir y entregar los documentos legales correspondientes por cada operación que se realice. Se evidencia que la actividad del Fedatario es totalmente diferente a la figura del agente provocador, puesto que el Fedatario no actúa con el ánimo de hacer caer en el error al contribuyente; sino que su actuar va encaminado a verificar el cumplimiento o el incumplimiento por parte de los contribuyentes, a la obligación legal de emitir y entregar los documentos exigidos por el Código Tributario. Al efecto, conviene señalar que la Administración Tributaria, en virtud de las facultades que le confiere el articulo 173 literal p) del Código Tributario, está facultada para comisionar empleados para en calidad de Fedatarios verifiquen el cumplimiento de las obligaciones relacionadas con la emisión y entrega de documentos, sus requisitos y la de inscribirse en el Registro del Contribuyente, de acuerdo a las disposiciones del Código Tributario. Ellos, en el ejercicio de las referidas funciones, deben actuar sometidos a lo dispuesto en la normativa legal, materia que les dá cobertura a su actuación, es decir respetando el Principio de Legalidad regulado en el artículo 3 literal c) inciso cuarto del Código Tributario. Entre ellos y el agente provocador que es utilizado en el ámbito penal existe una diferencia sideral, en cuanto a que el segundo busca instigar a los potenciales delincuentes a la realización del crimen sin que éste llegue a la etapa de la consumación. En otras palabras, genera la idea criminal. En cambio, el fedatario, únicamente comprueba o verifica una conducta que inobserva las normas tributarias, sin crear una voluntad infractora en el inspeccionado. En otras palabras, constata una conducta sancionada por el ordenamiento administrativo conforme sus facultades inspectoras, en las que existe una determinación previa y personal del investigado. La figura del Fedatario se encuentra expresamente regulada y el legislador ha investido a la Administración Tributaria en los artículos 179, 180, 181 y 182 del Código Tributario para nombrar Fedatarios, por lo que sus actuaciones se reputan legítimas, la misma Ley establece los parámetros dentro de los cuales deben actuar dichos funcionarios, estableciendo además el procedimiento que estos deben seguir para realizar la verificación encomendada. La actividad del Fedatario no propicia o genera condiciones para que el contribuyente cometa alguna infracción, en el presente caso se advierte que él actuó como un cliente y efectuó la compra, realizó el pago y esperó recibir el documento correspondiente en el mismo momento del pago, como lo establece la ley de Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios. Por lo que no se considera haya actuado como un agente provocador, concluyendo que son dos figuras distintas en cuando a su manera de actuar así como a su regulación. 3.2) Arbitrariedad en la Actuación del Fedatario. Manifiesta la sociedad actora que el actuar del Fedatario es arbitrario, es un agente encubierto que tiene por objetivo “hacer caer al Contribuyente” en el cometimiento de la infracción; que el acta de Comprobación la cual sirve de soporte, no refleja la realidad de los hechos, encontrándose sin medios de defensa y que se constituye un verdadero agente provocador. De acuerdo al artículo 179 del Código Tributario, la Administración Tributaria está facultada para comisionar empleados en calidad de Fedatarios, efecto de constatar el cumplimiento de las obligaciones de emitir y entregar factura. Asimismo de conformidad al artículo 180 del citado Código, el Fedatario es un representante de la Administración Tributaria facultado para verificar el cumplimiento de las obligaciones formales antes mencionadas, que sus actuaciones se reputan legítimas, por lo que el acta de comprobación tiene fuerza probatoria. Del artículo 117 del Código Tributario, se colige que para los adquirentes de bienes y servicios existe la obligación de exigir y retirar documentos, sin embargo tal omisión por parte de los adquirentes no exonera a los contribuyentes de su obligación de emitirlos, lo que significa que los contribuyentes independientemente que el adquirente pida o no el documento respectivo, su obligación es emitirlo; por otra parte la misma disposición prescribe, que los Fedatarios no les aplica la obligación de exigir los documentos, de allí que el hecho que el Fedatario no haya pedido la Factura, exima de obligación a la contribuyente de haber emitido la factura. El articulo 181 prescribe que los Fedatarios en los casos que no se emita y entregue el documento legal que dé constancia de la operación, procederá a identificar la calidad de Fedatario, a notificar el auto que lo faculta a realizar la verificación y a levantar el acta de comprobación, lo cual no significa una actuación arbitraria o provocadora, el Fedatario en el presente caso ha limitado su actuación sobre lo establecido en la disposición legal citada, la cual es el reflejo del ejercicio de la facultada de verificación de la obligación formal de emitir y entregar los documentos por cada operación, por lo que su actuación no puede calificarse de arbitraria. 3.3 Sobre la ocultación de la actividad realizada por el Fedatario. Manifiesta la actora que en la actividad realizada por el Fedatario, se da una ocultación premeditada, situación que crea pugna con las garantías establecidas en la Constitución y como derivación de ello, con las normas de procedimiento administrativo. La Administración Tributaria se encuentra obligada a actuar dentro de un marco legal previamente establecido, con respecto a las garantías constitucionales de los administrados; el procedimiento administrativo desempeña una función de plena garantía para el administrado, ya que le proporciona la oportunidad de intervenir en la emisión del acto administrativo, y objetar si lo desea, antes de la emisión del mismo, los puntos con que esté en desacuerdo. En la tramitación del procedimiento hay que atender en cada caso la finalidad del acto, y si la misma ha sido cumplida no cabe la sanción de invalidación. Es indispensable respetarse la exigencia de un procedimiento legalmente establecido. La visión anti formalista del proceso, no supone aceptar violaciones a los procedimientos, sino, valorar si los vicios procedimentales riñen con alguna garantía constitucional, incidiendo en el derecho de defensa del administrado. Si no existe violación de esta índole, no hay ilegalidad que declarar. El procedimiento no es una mera exigencia formalista para la configuración del acto, sino que desempeña una función de plena garantía para el administrado, ya que le proporciona la oportunidad de intervenir en su emisión. El procedimiento administrativo tiene así una función de garantía, en tanto se constituye en el cauce de la acción administrativa con relevancia jurídica directa en el administrado, susceptible de incidir en la esfera jurídica de sus derechos e intereses legítimos, posibilitando la participación de los administrados en la toma de decisiones del poder público administrativo. El acto administrativo no puede ser producido a voluntad del titular del órgano a quien compete su emisión, obviando el apego a un procedimiento y a las garantías constitucionales, sino, ha de seguir necesariamente un procedimiento determinado. Existe ilegalidad cuando el acto ha sido dictado vulnerando el procedimiento legalmente establecido, y obviamente, cuando se ha pronunciado prescindiendo total y absolutamente de él, es decir, sin respetar las garantías mínimas que aseguren la eficacia y acierto de las decisiones administrativas y los derechos de los administrados. El artículo 181 del Código Tributario establece el procedimiento que tiene que seguir los Fedatarios en cumplimiento a las facultades que les han sido conferidas por la ley, el cual inicia al constatarse la infracción, la que para el presente caso se relaciona con la omisión en la emisión y entrega del documento legal que da constancia de la operación; a continuación el Fedatario procede a notificar el auto que lo faculta realizar la verificación y a levantar el Acta de Comprobación por las infracciones verificadas, la que deberá contener la relación consustanciada de los hechos y omisiones que le hubieren suscitado al momento de la verificación y las disposiciones legales infringidas. A folios 8 del expediente administrativo se observa el auto de las nueve horas cincuenta y seis minutos del día veintiséis de abril de dos mil seis, que comisiona al Fedatario y el Acta de Comprobación levantada a las dieciséis horas cinco minutos del día veintisiete de abril de dos mil seis, según la disposición legal antes citada primero se debe verificar el incumplimiento para luego notificar el auto que le faculta, para posteriormente levantar el acta de comprobación respectiva, por tanto, al realizar el procedimiento de verificación de cumplimiento de las obligaciones de emitir y entregar los documentos fiscales correspondientes, se persigue comprobar el cumplimiento de obligaciones formales por parte de los sujetos pasivos, situación que es del dominio y conocimiento del contribuyente, razón por la cual la Administración Tributaria procede a la constatación de emitir y entregar los documentos fiscales correspondientes, de acuerdo a lo establecido en el artículo 181 del Código Tributario. Por lo que se concluye la infracción constatada por el Fedatario. 4. CONCLUSIÓN. Por establecerse en este proceso que es legal el Acta de Comprobación levantada por el Fedatario designado por la Dirección General de Impuestos Internos, no existe violación a los artículos 179, 180 y 181 del Código Tributario, y que el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos hoy y de Aduanas, ha verificado la legalidad de la resolución impugnada constatando que se respetaran las etapas procesales de acuerdo a lo establecido por el Código Tributario, se concluye que los actos impugnados son legales. II. FALLO. POR TANTO, en base a las razones expuestas, artículos 11 y 12 de la Constitución de la República; 179, 188) y 181 del Código Tributario; artículos 31, 32 y 53 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa; 706 del Código Procesal Civil y Mercantil; y artículos 421 y 427 del Código de Procedimientos Civiles (derogado), a nombre de la República, esta Sala FALLA: A) Declarase legal el acto de la Dirección General de Impuestos Internos, Sub Dirección General; División Jurídica, Sección de Incumplimientos Tributarios, de las diez horas tres minutos del veintiuno de noviembre de dos mil seis. B) Declárese legal el acto del Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos y de Aduanas, de las trece horas del veintitrés de agosto de dos mil siete. C) Déjase sin efecto la medida cautelar decretada mediante auto de las diez horas veinte minutos del veinticuatro de junio de dos mil nueve. D) Condénase en costas a la parte actora conforme al Derecho Común. E) En el acto de notificación, entréguese certificación de esta sentencia a las partes y a la representación fiscal. F) Devuélvase los expedientes administrativos a su oficina de origen. NOTIFÍQUESE.- M. A. CARDOZA A.--------------L. C. DE AYALA G.------------E. R. NUÑEZ.--------M. POSADA.------PRONUNCIADA POR LAS SEÑORES QUE LA ILEGIBLE. MAGISTRADOS SEÑORAS MAGISTRADAS Y LOS SUSCRIBEN.-------RUBRICADAS.--------