tribunal fiscal de la nacion - Tribunal Fiscal de la Nación

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TRIBUNAL FISCAL DE LA NACIÓN
En Buenos Aires, a los 10 días del mes de febrero de 2012, reunidos los Vocales
integrantes de la Sala “F”, Dres. Ricardo Xavier Basaldúa y Pablo A. Garbarino, para
resolver en los autos caratulados “HOLGADO ALEJANDRA MARCELA C/
DIRECCION GENERAL DE ADUANAS s/ apelación”, expediente n° 27.069-A.
El Dr. Ricardo Xavier Basaldúa dijo:
I.- Que a fs. 49/52, Alejandra Marcela HOLGADO, por apoderado,
interpone recurso de apelación contra el artículo nº 1 de la resolución-fallo nº 336 del
Jefe de la División Aduana de Mendoza, recaída en el expediente SC38-04-161
(Actuación 12451-633-2006), que la condenó, en su carácter de despachante de
aduana y en forma solidaria con la firma importadora IMAN S.A., al pago de una
multa por infracción al art. 954, ap. 1, incs. a) y c), del C.A., ello por diferencia de
valor en la mercadería declarada en los D.I. nº 00038 IC03 001234 G, 00038 IC03
001246 J, 01038 IC03 000030 A y 01038 IC05 000689 W. Se refiere a los
antecedentes de la cuestión mencionando que Alejandra Marcela Holgado recibió
copia de un proveído por el cual se le corría vista del sumario por el que se le
imputaba la comisión de la infracción mencionada y se la intimaba al pago de la
multa, por el hecho de que la Sección Fiscalización y Valoración de Importación había
denunciado una presunta maniobra de subfacturación de importación en ocasión de
la presentación de los despachos de importación previamente detallados, fundando
su postura en la existencia de una planilla de recomposición de valor respecto a los
ítem 2, 8, 14, 15 y 16 (aunque por error consigna también el 18) del D.I. nº 01038
IC05 000689 W. En respuesta a este proveído produjo su descargo en el que solicitó
que se dejara sin efecto la corrida de vista hasta tanto se indique qué mercadería
estaba subvalorada, en qué proporción y en qué antecedente de precio se basó para
determinar la existencia de subfacturación; solicitó se dispusiera su sobreseimiento
toda vez que de las propias constancias del despacho surgía plenamente acreditado
que ella había cumplido con sus deberes al haber declarado los precios de la
reexpedición suministrada por el importador y conforme las instrucciones impartidas
por éste. A través de un proveído posterior no se le hizo lugar a la impugnación por
extemporánea, se declaró la cuestión de puro derecho y se procedió a resolver,
dictándose la Resolución-Fallo nº 336/09, por la que se le impone una multa, que aquí
se apela. Luego, procede a mencionar los diferentes agravios que le irroga la
mencionada Resolución. En primer lugar se refiere a que se la condena al pago de
una multa sin haberse probado que se haya realizado la conducta descripta por el art.
954, ap. 1 inc. a) y c), del C.A., esto se funda en el hecho de que el Administrador de
la Aduana da por acreditadas las declaraciones inexactas de valor cuando realmente
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son meros ajustes arbitrarios al valor de transacción. Agrega que es el propio
Administrador el que reconoce que la cuestión ventilada en autos es una mera
recomposición de valor. Cita jurisprudencia de este Tribunal. Agrega que los
ajustes de valor realizados y convalidados por la Resolución que se apela,
considerados fundamento de la sanción aplicada, no han sido fundados en ningún
antecedente objetivo y comprobable de valor de mercadería alguna, lo que
evidencia que los valores asignados a las mercaderías declaradas en los ítem 2,
8, 14, 15 y 16 (aunque, por error, consigna también el 18) del D.I. nº 01 038 IC05
000689 W fueron arbitrarios, y la recomposición intentada contraria al art. VII del
Acuerdo Relativo a la Aplicación del Artículo VII del Acuerdo General de Aranceles
Aduaneros y Comercio de 1994 aprobado por la ley nº 24.425. Cita nuevamente
jurisprudencia de este Tribunal. Como segundo agravio menciona que no
corresponde hacerla responsable de una supuesta infracción del importador
achacándole el incumplimiento de un deber que no le ha sido impuesto. Adiciona
que son hechos notorios, probados y consentidos por el Administrador que esta
parte declaró conforme los datos de precio que surgían de la factura que el
importador le suministró y le instruyó que presentara junto al despacho y que hizo
que el importador constituyera garantías a las resultas de una eventual y definitiva
determinación del valor, dando así cumplimiento a todos los deberes, que como
mandataria del importador y auxiliar del servicio aduanero le imponían las
Resoluciones Generales nº 743/99 y 857/00. Solicita se le conceda el beneficio de
litigar sin gastos. Ofrece prueba, hace reserva del Caso Federal y solicita se
revoque la resolución apelada, con costas.
II.- Que a fs. 63/72 se presenta la representación fiscal y
contesta el traslado del recurso conferido solicitando su rechazo, con costas.
Hace una breve reseña de los hechos. Formula una negativa genérica de los
argumentos de hecho y de derecho esgrimidos por la actora en su escrito de
demanda. Menciona que la recurrente se agravia del fallo venido en apelación por
cuanto considera que la condena se basó en una presunción de que el precio era
vil o irrisorio y que la Aduana nunca acreditó tal extremo. Se agravia, también, del
fallo aduanero por entender que no se acreditó el efectivo pago de un precio
anormalmente disminuido. Cita jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación. Agrega que el sistema aduanero descansa sobre la base de la
veracidad y exactitud de las declaraciones efectuadas acerca de la naturaleza,
calidad y propiedades de las mercaderías que constituyen los objetos de las
destinaciones u operaciones que se realizan en las aduanas, como también de
todos los demás datos relevantes que puedan ser requeridos en la destinación u
operación de que se trate. Por ende, es imprescindible que los despachantes,
importadores, transportistas, agentes de transporte, entre otros, suministren
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precisa y concretamente todos los elementos de juicio e informaciones necesarias
que permitan al servicio aduanero ejercer sus facultades de control y determinar
los tributos aplicables en caso que corresponda, siempre teniendo en cuenta la
normativa vigente al efectuar la declaración. Es por esto que las declaraciones
aduaneras que ellos realicen comprometen su responsabilidad, ya que las
inexactitudes en que incurran en ellas son punibles si, como efecto de ellas y en
caso de pasar inadvertidas, se produjere o hubiere podido producir un perjuicio
fiscal, una transgresión a una prohibición a la importación o a la exportación o el
ingreso o egreso desde o hacia el exterior de un importe pagado o por pagar,
distinto del que efectivamente correspondiere. Transcribe parte del art. 954. ap. 1.
Agrega que al haberse efectuado ante el servicio aduanero una declaración que
difiere de lo comprobado, toda vez que se constató la existencia de valores de
transacción anormalmente disminuidos frente a la realidad, produciéndose un
perjuicio fiscal, se encuentra tipificada la infracción prevista y penada por el 954
inc. a) del C.A. Cita nuevamente jurisprudencia de la Cámara y de la Corte. Hace
referencia a la valoración en aduana de las mercaderías y menciona que en el
caso en cuestión el rechazo de valor de transacción contemplado en el criterio
principal no se debió a la existencia de alguno de los impedimentos que menciona
el art. 1º del Acuerdo Relativo a la Aplicación del Artículo VII del G.A.T.T., como
así tampoco de los elementos del art. 8º, sino que se funda exclusivamente en
que aquél resulta inferior a los precios corrientes de mercado para productos
similares, en función de antecedentes, rechazando en consecuencia el precio que
surge de las facturas comerciales. No obstante no darse ninguna de las
circunstancias para desestimar el valor de transacción, tampoco debería
aceptarse este cuando sea ostensible y considerablemente inferior a los precios o
valores corrientes, estimándose a dicho precio como “vil, absurdo, irrisorio”
amparándose para desestimarlo en la norma ampliatoria del Código de Valor del
G.A.T.T., en donde se faculta a la Aduana a no aceptar dichos precios cuando
existan razones fundadas que lleven a sospechar de la veracidad de los precios
facturados y declarados y permite a la Aduana desestimarlos como base de
valoración si su autenticidad no puede ser satisfactoriamente probada por el
importador. Añade que la declaración inexacta ha quedado tipificada en tanto la
diferencia de valor y, por ende, se abonaron menos tributos y un egreso menor de
lo que correspondía. Adiciona a sus dichos que tampoco le asiste razón a la
actora en su planteo, toda vez que ella no fue sancionada en función de una
presunción legal sino por el contrario, el fallo aduanero posee sólidas y sobradas
pruebas que le sirven de sustento. Relata que al despachante de aduana
interviniente no le asiste derecho a argumentar que su declaración estaba
comprometida conforme la documentación complementaria que le facilitó el
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importador y que, por tal motivo, no ha incurrido en infracción alguna, toda vez
que el mismo no actúa solamente como mandatario del exportador, sino que
también es un profesional que se desempeña como auxiliar del servicio aduanero
en el tráfico de importación y exportación de mercadería, motivo por el cual debió
advertir que los precios no respondían al verdadero valor de transacción,
considerando la naturaleza de la mercadería importada y la notable diferencia de
valor observada. Cita jurisprudencia. Ofrece como prueba las actuaciones
administrativas que por el mismo acto acompaña y solicita se confirme el fallo
aduanero, con costas.
III.- Que de la compulsa de las actuaciones administrativas
SC38-04-161, surge que a fs. 1/2 la División Investigación, Control y
Procedimientos Externos de Mendoza observó el valor de la mercadería
documentada en los D.I. nº 0038 IC03 001234 G, 00038 IC03 001246 J, 01038
IC03 000030 A y 01038 IC05 000689 W (sobres contenedores anexos a las
actuaciones administrativas), efectuando denuncia por presunta comisión de la
infracción prevista en el art. 954, ap. 1, inc. c), del C.A. A fs. 4/6 obran las planillas
de ajuste de valor preexistentes de la mercadería correspondiente a los ítem 2, 8,
14, 15 y 16 del D.I. 01038 IC05 000689 W. A fs. 7/9 obran los comprobantes de
pago de las liquidaciones manuales. A fs. 10 obra el Acta nº 002/2001. A fs. 13/14
se instruye sumario contra el importador y la despachante de aduana
intervinientes, y, a fs. 15, se corre vista de todo lo actuado, resultando notificada la
desapachante de aduana el 03/09/2008. A fs. 24/26 la despachante de aduana
contesta la vista conferida. A fs. 29/30 obran prints de pantalla de consulta de
empresas activas. A fs. 31 se declara la cuestión de puro derecho. A fs. 37, se
decreta la rebeldía de la firma importadora. A fs. 39/41 obra el dictamen 159/09 y
a fs.42/45 se dicta la Resolución Fallo nº 336/09, que aquí se apela.
IV.- Que, a fs. 76 se elevan los autos a esta Sala "F" y pasan a
sentencia.
V.- Que corresponde a este Tribunal resolver si se ajusta o no
a derecho la resolución apelada en autos, en cuanto condena a la aquí actora –
en su carácter de despachante de aduana – al pago de una multa por presunta
comisión de la infracción prevista en el art. 954, ap. 1, incs. a) y c), del C.A.,
respecto de la operación documentada mediante las destinaciones nº 0038 IC03
001234 G, 00038 IC03 001246 J, 01038 IC03 000030 A y 01038 IC05 000689 W.
Que la referida norma que en su apartado 1 textualmente
reza: “1. El que, para cumplir cualquiera de las operaciones o destinaciones de
importación o de exportación, efectuare ante el servicio aduanero una declaración
que difiera con lo que resultare de la comprobación y que, en caso de pasar
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inadvertida, produjere o hubiere podido producir: a) un perjuicio fiscal, será
sancionado con una multa de UNO (1) a CINCO (5) veces el importe de dicho
perjuicio; (...) c) el ingreso o el egreso desde o hacia el exterior de un importe
pagado o por pagar distinto del que efectivamente correspondiere, será
sancionado con una multa de UNO (1) a CINCO (5) veces el importe de la
diferencia”.
Que para determinar la responsabilidad infraccional de la
actora, corresponde en primer lugar dilucidar la procedencia o improcedencia del
ajuste de valor efectuado por la aduana, por cuanto de ella derivará si ha existido
la declaración inexacta imputada, el eventual perjuicio fiscal y la diferencia de
valor, previstos en los incs. a) y c), ap. 1, del art. 954 del C.A.
Que, mediante el D.I. nº 0038 IC03 001234 G, oficializado el
19/12/2000, se documentó la importación a consumo de mercadería originaria de
China, con procedencia de Chile, con excepción de los ítem nº 11 y 12 cuyo país
de origen es Indonesia, mediante el D.I. nº 00038 IC03 001246 J, oficializado el
21/12/2000; el D.I. nº 01038 IC03 000030 A, oficializado el 09/01/2001 y el D.I. nº
01038 IC05 000689 W, oficializado el 09/02/2001, se documentó la importación a
consumo de mercadería originaria de China, con procedencia de Chile. Las tres
primeras destinaciones y los ítem 2, 8, 14, 15 y 16 de la última de ellas, fueron
objeto de ajuste de valor al estimarse que los precios documentados no
concordaban con los usuales del mercado, apareciendo como anormalmente
disminuidos, con sustento en los antecedentes de mercadería idéntica o similar
comparable importada, habiéndose tomado como antecedente las planillas
obrantes a fs. 4/6 de las actuaciones administrativas, que sólo se refieren a los
ítems 2, 8, 14, 15 y 16 del D.I. nº 01038 IC05 000689 W.
Que la valoración en aduana de mercaderías importadas debe
realizarse de conformidad con lo dispuesto por el Acuerdo Relativo a la Aplicación
del Artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y de Comercio de
1994, del que nuestro país es parte, conforme lo establece la ley 24.425 (B.O.
05/01/95), que establece que el valor de transacción es la primera base para la
determinación del valor en aduana, ello es, el precio realmente pagado o por
pagar por las mercancías cuando éstas se venden para su exportación al país de
importación (arts. 1, 8 y 15 del Acuerdo y sus notas interpretativas).
Que el sistema de valoración allí aprobado se basa en un
criterio principal, contenido en el art. 1 y cuatro criterios secundarios, que deben
aplicarse, en principio, sucesivamente en el mismo orden en que se los enumera
(con la salvedad de la posibilidad de invertir el orden de aplicación prevista con
relación a los arts. 5 y 6).
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Que, en consecuencia, el “valor en aduana de las mercaderías
importadas”, tal como se define en el art. 1, será el “valor de transacción” y
constituye la primera base para la determinación del valor en aduana, considerado
en conjunción con lo previsto en el artículo 8 – ajustes del precio pagado o por
pagar – y recién cuando no pueda determinarse dicho valor en virtud del método
previsto en el art. 1 se podrá recurrir a las otras bases de valoración previstas en
forma sucesiva y excluyente en los artículos siguientes.
Que, en el caso que nos ocupa, la División Investigación,
Control y Procedimiento de la Aduana de Mendoza, en consideración con el
análisis practicado sobre el valor documentado en los depachos referidos,
entendió que existían motivos para dudar de su exactitud y/o veracidad en los
términos previstos en el art. 17 del Acuerdo del GATT y rechazó el valor de
transacción como primer método de valoración de la mercadería en trato y
propuso los valores ajustados que da cuenta fs. 2 de las actuaciones
administrativas.
Que el rechazo del valor de transacción contemplado en el
criterio principal no se debió a la concurrencia de alguna de las circunstancias
previstas en el art. 1, párrafo primero del Acuerdo, ni a que de la investigación de
valor surgiera la existencia de alguno de los elementos enunciados en el art. 8 de
la norma, susceptibles de producir un ajuste del precio realmente pagado o por
pagar, sino que se ha fundado exclusivamente en que aquél resulta inferior
respecto del valor de transacción de mercancías idénticas o similares vendidas
para la exportación al mismo país de importación y exportadas en el mismo
momento que las mercancías objeto de valoración, o en un momento aproximado,
arts. 2 y 3, párrafo 1 a), del Acuerdo citado.
Que el Comité Técnico, a través de la opinión consultiva 2.1,
sostiene el criterio de que “el mero hecho de que un precio sea inferior a los
precios corrientes de mercado de productos idénticos, no es razón suficiente para
rechazarlo, a efectos del artículo 1, sin perjuicio, desde luego, de lo dispuesto en
el artículo 17 del Acuerdo”, norma esta última que expresamente dispone:
“Ninguna de las disposiciones del presente Acuerdo podrá interpretarse en un
sentido que restrinja o ponga en duda el derecho de las Administraciones de
Aduanas de comprobar la veracidad o la exactitud de toda información,
documento o declaración presentadas a efectos de la valoración en aduana”.
Que se deduce de lo expuesto que las normas del Acuerdo
determinan, en consecuencia, que si la diferencia de precio se debe a que se ha
incumplido alguna de las condiciones del artículo 1, no será aplicable el método
del valor de transacción y si el motivo de la diferencia reside en que no se ha
incluido en el precio pagado o por pagar alguno de los elementos que enumera el
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art. 8, la Aduana deberá efectuar un ajuste para tener en cuenta la diferencia de
precio. Si la diferencia se debe a cualquier otro motivo distinto de aquellos, el
precio, en principio, será aceptable como valor de transacción, aunque sea inferior
a los precios corrientes de mercado para artículos idénticos. Para poder
rechazarse el precio por “otros motivos” – ésta sí es la situación bajo examen –,
es necesario que la Aduana determine la falta de veracidad o exactitud de las
informaciones, documentos o declaraciones que se hayan presentado y recién en
este supuesto se legitima la utilización de un método distinto al del art. 1 del
Acuerdo.
Que, en ese orden de ideas, la resolución 986/97 (B.O.
02/04/97), vigente a la fecha que nos ocupa, aunque derogada en la actualidad,
regulaba en su Anexo V lo atinente a la “Determinación de la base de valoración
en el caso de existir motivos para dudar de la veracidad o exactitud del valor
declarado”, es decir, el procedimiento a seguir, a los fines del control de la
valoración, en el marco de lo previsto en el Artículo 17 del Acuerdo. En tal sentido,
se prevía, entre otras medidas, el pedido al importador de explicación
complementaria que haga a la probanza de la veracidad de los valores declarados
y colaboración en el suministro de catálogos, folletos, listas de precios, literatura
técnico-comercial, etc.
Que, en el caso de autos, el servicio aduanero no siguió
estrictamente el procedimiento establecido en la resolución citada, ya que no hay
constancias de que se haya efectuado la citación reglada a la firma importadora.
Sin embargo, ello no impidió a dicha parte ejercer su debido derecho de defensa,
por cuanto, debe entenderse, principio de informalismo mediante, y en atención al
procedimiento reglado para las infracciones que se llevó a cabo en sede
aduanera, que ese procedimiento suplió a aquel específico de valoración.
Que en efecto, en oportunidad de la corrida de vista de la
instrucción de sumario, el servicio aduanero citó a la importadora y a la
despachante de aduana, aquí actora, para que aportaran las pruebas y dieran las
debidas explicaciones de la veracidad de los valores declarados. La despachante
de aduana se presentó a fs. 24/26 y afirmó haber cumplido con las instrucciones
dadas por su mandante y haberse ajustado a la documentación comercial que
éste le aportara. En cuanto a la firma importadora, atento su incomparecencia –
no obstante haber sido debidamente notificada (conforme consta a fs. 34 del
expediente aduanero) – fue declarada rebelde a fs. 37 del mismo. De lo expuesto
resulta que ninguna de las partes involucradas en el sumario dio explicación
alguna acerca de los precios documentados, ni aportó documentación que los
acreditara, de lo que se sigue, que la resolución dictada por el juez aduanero en
dicho procedimiento, y aquí apelada, es la confirmación de la desestimación
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aduanera de los valores documentados que resultó como consecuencia de un
procedimiento en el cual los interesados tuvieron la posibilidad de aportar los
elementos de juicio y/o explicaciones complementarias que permitieran arribar a
un valor que reflejara el precio real, es decir justificar el valor de transacción
documentado, antes que la Aduana adoptara la decisión de rechazar el valor
declarado.
Que,
puede
concluirse
que
la
actora
no
sólo
tuvo
conocimiento de los fundamentos que habían propiciado el ajuste o recomposición
de valor, sino además la oportunidad de rebatirlos, al contestar la vista corrida en
los términos del art. 1101 del C.A., defensa que no ejerció en sede aduanera, ya
que la misma versó sobre su alegada falta de responsabilidad por cumplimiento
de los deberes a su cargo.
VI.- Que, aclarado lo anterior, corresponde determinar si los
antecedentes considerados por la aduana resultan suficientes, a la luz del
procedimiento de valoración previsto en el Acuerdo del GATT, para desestimar el
valor declarado.
Que la imposibilidad de desestimar directamente el precio de
transacción sobre la base de antecedentes no implica que deba aceptarse sin
más, como base de valoración al precio facturado y/o declarado valor de
transacción cuando éste sea considerablemente inferior a precios o a valores de
“antecedentes”, o a los precios corrientes o bien a la cotización internacional de la
mercadería, pues, en suma, ese precio inferior es el que inicial y razonablemente
podría estimarse como vil, absurdo, irrisorio, poco creíble o – al menos – como
sospechoso en su veracidad, y por ello en principio abiertamente contradictorio o
incompatible con los principios y disposiciones generales del Acuerdo, que
podrían sintetizarse en la finalidad de un sistema “equitativo” de valoración con
exclusión de valores arbitrarios o ficticios, es decir, alejados de la realidad del
mercado de libre competencia salvo, en tal supuesto, que el importador pudiera
justificar debida y adecuadamente las razones de mercado o de otra índole
valedera que hubieran podido lícita y razonablemente motivar el apartamiento (del
precio pactado) de aquellos precios corrientes o de antecedentes; de forma tal
que si tal justificación no se diera y/o igualmente subsistieran “dudas razonables
sobre la veracidad o exactitud” del precio facturado, podrá desestimarse el valor
declarado con arreglo al art. 1 del Acuerdo (conforme lo resuelto en la Sala “G” de
este Tribunal, in re: “GABENARA, ALBERTO CESAR”, expte. N° 7.756-A,
sentencia de fecha 24/06/97; Sala “F” in re: “KREVISKY IMPORT S.R.L., expte. Nº
10.318-A, sentencia de fecha 18/05/01, entre otros).
Que, como se señalara, el servicio aduanero desestimó los
valores declarados en los D.I. nº 0038 IC03 001234 G, 00038 IC03 001246 J,
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01038 IC03 000030 A y en los ítem 2, 8, 14, 15 y 16 del D.I. 01038 IC05 000689
W, según surge de fs. 2 de las actuaciones administrativas, tomando como
antecedentes las operaciones cuyas impresiones de pantalla obran agregadas a
fs. 4/9 de las mencionadas actuaciones. Ahora bien, los antecedentes solamente
se refieren al D.I.01038 IC05 000689 W, sin hacerse mención a los restantes.
X.- Que resultando entonces improcedente el ajuste de valor
efectuado por el servicio aduanero, y no habiéndose configurado la infracción
prevista en el art. 954, ap. 1, incs. a) y c), del C.A., no corresponde analizar la
responsabilidad de la aquí actora.
Que por todo lo expuesto VOTO por:
1.- Revocar la Resolución Fallo nº 336/09, en cuanto ha sido
materia de agravio, dictada en el expediente SC38-04-161 (luego expte. Nº
12451-633-2006).
2.- Costas a la demandada.
3.- Regular los honorarios del Dr. Fernando Daniel Seleme,
por su actuación en esta instancia en el doble carácter de letrado apoderado y
patrocinante de la parte actora, en la suma de UN MIL CUATROCIENTOS
SESENTA PESOS ($ 1.460) y los del Dr. Carlos Agustín Parma por su actuación
en esta instancia en el carácter de letrado patrocinante de la parte actora, en la
suma de OCHOCIENTOS DIEZ PESOS ($ 810), importe al que deberá
adicionarse la correspondiente al I.V.A. en caso de que los mencionados
profesionales revistan la condición de responsables inscriptos ante el impuesto.
El Dr. Garbarino dijo:
Que adhiere al voto precedente.
Que, en virtud del acuerdo que antecede, SE RESUELVE:
1.- Revocar la Resolución Fallo nº 336/09, en cuanto ha
sido materia de agravio, dictada en el expediente SC38-04-161 (luego expte.
Nº 12451-633-2006).
2.- Costas a la demandada.
3.- Regular los honorarios del Dr. Fernando Daniel Seleme,
por su actuación en esta instancia en el doble carácter de letrado apoderado
y patrocinante de la parte actora, en la suma de UN MIL CUATROCIENTOS
SESENTA PESOS ($ 1.460) y los del Dr. Carlos Agustín Parma por su
actuación en esta instancia en el carácter de letrado patrocinante de la parte
actora, en la suma de OCHOCIENTOS DIEZ PESOS ($ 810), importe al que
deberá adicionarse la correspondiente al I.V.A. en caso de que los
mencionados profesionales revistan la condición de responsables inscriptos
ante el impuesto.
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Suscriben la presente los Dres. Ricardo Xavier Basaldúa y
Pablo A. Garbarino, por encontrarse en uso de licencia el Dr. Christian M.
González Palazzo (art. 59, pfo. 3°- AA-840/93 y art. 1162 del C.A.).
Regístrese y notifíquese. Firme que quede la presente, por
Secretaria General de Asuntos Aduaneros, devuélvanse las actuaciones
administrativas y, oportunamente, archívese.
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