Asesoría jurídica ¿LOS DOCENTES TIENEN EL DEBER DE SUMINISTRAR MEDICAMENTOS A LOS ALUMNOS EN LOS CENTROS EDUCATIVOS? Raquel García Blanco, Asesora jurídica de ANPE nacional A LGUNOS compañeros docentes nos han preguntado si deben administrar medicamentos a sus alumnos en el horario escolar, puesto que ellos no son personal sanitario. La mayoría de las veces las dudas surgen no por el mero hecho de administrar una píldora o un jarabe, que la mayoría de los adultos en algún momento de su vida les ha tocado hacer con sus hijos, sino la incertidumbre que les causa la responsabilidad que puede ello acarrear, y el miedo a las posibles actuaciones de los padres ante problemas que puedan surgir por la administración de un medicamento. Bien es verdad, que dentro de las funciones del docente no se encuentra esta en concreto, por lo que no resulta exigible a los docentes el suministro de medicamentos que por su complejidad superen el ámbito de primeros auxilios. Las sentencias que se han pronunciado sobre la administración de medicamentos a alumnos, se circunscriben al ámbito de de Centros de Educación Especial como son: la Sentencia (Sala de lo Social) de 16 de junio de 1993 del Tribunal Supremo, Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo Social) de 1 de febrero de 1994. En dichas sentencias se hace referencia a si entra dentro de las funciones del Auxiliar Técnico Educativo (Cuidador) la de administrar medicamentos. Puesto que son personas que prestan servicios complementarios para la asistencia y formación de los escolares con minusvalía, atendiendo a éstos en la ruta escolar, en su limpieza y aseo, en el comedor y en las necesidades análogas. Se da la razón al Ministerio de Educación y Ciencia que remitió a los Directores de los citados Centros la siguiente instrucción: “La mera administración de un medicamento recetado como tratamiento continuado, que no sea inyectable, y pueda administrarse a juicio del médico por cualquier persona de la que dependa el cuidado del menor, será realizada por los Cuidadores de dichos Centros, siempre y cuando obre en poder de los mismos el informe adecuado del médico en el que se detalle el número de dosis, frecuencia de las medicinas a administrar, etc.” La normativa existente no indica nada de forma expresa. El código civil en su articulado nos dice: Art 1903”... “Las personas o entidades que sean titulares de un centro docente de enseñanza no superior responderán por los daños y perjuicios que causen sus alumnos menores de edad durante los períodos de tiempo en que los mismos se hallen bajo el control o vigilancia del profesorado del centro, desarrollando actividades escolares o extraescolares y complementarias…” La interpretación jurisprudencial establece que los alumnos/as desde el momento en que entran en las dependencias del centro docente hasta que lo abandonan por haber concluido la actividad escolar quedan sujetos a la vigilancia de los profesores/as. Y esto conlleva a actuar como un “buen padre de familia”. Millones de estudiantes de todo el país reciben medicamentos en la escuela todos los días y el número va en aumento, para ello y para no incurrir en una infracción penal de deber de socorro que recoge el Art. 195 del Código Penal se deben de seguir las siguientes pautas: a) El padre/madre o tutor/a debe entregar la medicina y un formulario de autorización a la escuela, donde se indique que autoriza al centro a administrar tal medicamento y que se responsabiliza de ello. En dicho formulario se debería indicar: – – – – El nombre del medicamento. La dosis. El propósito del medicamento. Hora del día que el medicamento debe ser administrado. – Número de días que se espera dar el medicamento en la escuela. – Si tiene algún tipo de alergia. – Posibles efectos secundarios. b) Se considera solamente obligatoria dicha administración por vía oral (píldoras, jarabes, etc...) c) Tampoco es obligatoria la realización de curas o el cambio de vendajes, salvo que sean actuaciones simples como colocar una tirita o desinfectar una herida. Está claro que el personal docente, principalmente maestros, no son ni ATS, ni Cuidadores y por tanto ¿qué pasa en este caso? ¿Qué criterio seguir? No cabe duda que el suministro de medicamentos excede de la actuación educativa o formativa y que entra en el ámbito clínico. 35