DERECHO INSTRUMENTOS NEGOCIABLES Jorge L o ;?;~k Sanín. E n sa y a re m o s a h o ra la en u m e ra c ió n de los p rin cip io s más im­ p u t a n t e s q u e la n u ev a le g isla c ió n so b re le tras d ejó vigentes, b ien p o r h a b e rlo s re p ro d u c id o o p o r no co n ten er disposición con­ tr a r ia . I 9-— L a le tr a p u e d e g ira rs e a la o rden del g ira d o r y en este casp no q u e d a p e rfe c ta b a sta q u e el g ira d o r la endose; puede gi­ ra r s e p a g a d e ra en u n a p la z a c u a lq u ie ra , au n en la m ism a donde re s id e el g ir a d o , p e ro ya sin las exigencias fiscales del artículo 7 9 d e la L ey 2 6 d e 1922, q u e q u ed ó ex p resam ente derogada por la L ey 20 d e 1 9 2 3 ; p u ed e g ira rs e tam b ién a no m bre propio o por c u e n ta d e u n te rc e ro . 2°.— E l in c iso I o del a rtíc u lo 766 del C. de C. dice que pue­ d e n a c o r d a r s e las c lá u s u la s d e vu elta sin gastos, sin más aviso y o tra s q u e n o a lte re n el c o n tra to d e cam bio. Esle a rtíc u lo autoriza­ b a las c lá u s u la s q u e a u to riz a la nuev a Ley con tal que no se afec­ te la n e g o c ia b ilid a d del in stru m e n to . L a excusa del protesto que p u e d e e s tip u la r s e en u n a le tra nos parece q ue es la m ism a cláusu­ la s in m á s a v iso d el a rtíc u lo 766. D ebe n o tarse que pueden agre­ g a rs e e stip u la c io n e s q u e v a ríe n el co n tra to de cam bio, porque, co­ m o h em o s d ic h o , la le tra no se d a hoy exclusivam ente en ejecución d e é l; lo q u e im p o rta es q u e no se d añ e la n egociabilidad de la le tra . 39. , E l in ciso se g u n d o del a rtíc u lo 766 dicho equivale al 19 tic la L ey 4 6 q u e d is p o n e q u e to d o c o n tra to so b re un instrum ento ne­ g o c ia b le es in c o m p le to y re v o cab le h asta la entrega de él con p ro p ó s ito d e h a c e rlo efectivo. 49.— L a le tra p u e d e se r g ira d a a la vista, o a uno o d ía s o m eses vista o fe c h a , a d ía fijo muc 1 ■ y d eteim in a d o y en 0 a c u a lq u ie r p la z o q u e sea fijo o d eterm in ab le. OIlprn 59.— L a é p o c a en q u e deben p a g a rse las letras y a m. ^ d e c o n ta rs e el té rm in o p a ra su vencim iento, están some 1 ^ ig u a le s d isp o sic io n e s en la a n tig u a y en la nueva <¿i* a DERECHO to en a q u é lla com o en ésta, si 110 se determina la época del pa­ go, son p a g a d e ra s a su presentación. 69.— El en d o san te contrae las mismas obligaciones del gira­ dor, según el a rtíc u lo 782 del C. de C. y el 70 de la Ley 46, bien que esas o b lig acio n es son distintas en aquel Código y en esta Ley, como consecuencia de no estar ya la letra destinada exclusivamente a ejecutar el co n trato de cam bio. 79.— L a aceptación podía hacerse de dos maneras, según el art. 798 del C. de C.; p u ra y absoluta o parcial. La condicional se ad m itía en el caso de que el aceptante fuera acreedor del por­ tador y p u siera en la aceptación la cláusula para pagarme a mi mism o ( a rt.799, C. de C.) El artículo 141 de la Ley 4ó dice que la aceptación puede ser general o cualificada; la primera es pu­ ra y sim p le ; la segunda puede ser: condicional, parcial, local, cualificada en cu an to al tiem po y de uno o varios girados, pero no de todos. Se com prenden, pues, bajo el nombre de cualificada diver­ sas clases de aceptación de que no hablaba nuestro C. de C., pero que p o d ían con sid erarse incluidos en él como condicionales que son. Del a rtíc u lo 821 del C. de C. puede deducirse que el porta­ dor podía a d m itir una aceptación condicional, cualquiera que fuera la condición, tom ando sobre sí los riesgos de la letra. El art. 144 de la Ley estatuye que cuando se recibe una aceptación cualificada el g ira d o r y los endosantes quedan libres, bien por su disentim iento a tal aceptación, expresado después de recibir la noticia de ella, ya p o r falla de esta noticia. De m an era que los p rincipios son los mismos, conesta dife­ rencia: de acuerdo con el artículo 144, citado, si dentro de uní tiem po ra z o n a b le despues de recibida la noticia de una acepta­ r o n cu alificad a el g ira d o r o endosante no expresa su disenti­ miento, no se lib erta de sus obligaciones, mientras que según el artículo 821 del C. de C., el portador asumía en todo caso los r,esgos de a d m itir u na aceptación condicional. La aceptación hace al aceptante responsable de la letra, « i en el a rtíc u lo 803 del C. de C. como en el 6-1 de la Ley 46. El aval existe en la nueva Ley bajo el nombre de acóR odam iento. P ero éste no hace responsable a la paite acomoca da solid ariam en te con las dem ás partes obligadas al pago, ¡ ma en fa v o r del b eneficiario queda obligada respecto cl bÉRÉCllÚ las p a rte s su b sig u ie n te s a éste y c u a n d o la le tra es aceptada por a c o m o d a m ie n to d el e n d o sa n te , no es n ecesario n o tific a rá ’ c\ rechazo La firm a p u esta en la le tra 110 im p lic a acom odam iento sino e n d o so , seg ú n el a rtíc u lo 65 d e la Ley 46, y los efecto- f]e llno v o tro son d is tin to s según lo verem os. 1 (K — E n caso de p ag o p a rc ia l, el ten ed o r de i a letra debe p r o te s ta r la p o r el s a ld o , s ie m p re q u e no sea m ay o r d i la mitad d el v a lo r se g ú n el a rtíc u lo 8 4 4 d el C. de C .; en c u alq u ie r otro ca­ so en q u e el p a g o se h a g a en co n d icio n es d istin tas de las estipu­ la d a s, el te n e d o r se h a c e re sp o n sa b le de las re su ltas de tal pago. E sto ú ltim o o c u rre en la Ley 46, d o n d e, según lo vimos en el a p a r te 7° a n te rio r, la a c ep tació n c u a lific a d a lib e rta al girador y a los e n d o sa n te s. E l p ag o debe h acerse de acuerdo con la acep­ ta c ió n , y si esta h a b ía sid o p u ra y sim p le y el pago se adm ite en fo rm a d is tin ta , sin p ro te s ta r la le tra , es obvio que esta conven­ ció n e n tre el te n e d o r y el a c e p ta n te 110 puede red u n d ar en per­ ju ic io d e lo s d em ás o b lig ad o s. l l 9.— L a le tra d eb e p a g a rse a su vencim iento. Si el pago se h ace a n te s, el a c e p ta n te q u ed a re sp o n sa b le en caso de que no ha­ ya p a g a d o a p e rso n a leg ítim a (a rt. 845 del C. de C.) Lo mismo su c e d e en la L ey 4 6 : según los a rtíc u lo s 91 y 121, no es pago en d e b id a fo rm a el hecho antes del v en cim ien to ; la letra no queda d e s c a rg a d a ; p e ro es c la ro qu e si se h a hecho a una parte legiti­ m a, no h a b r á q u ien reclam e un nuevo pago. 1 2 °.— L a le tra no p u ed e p a g a rse al ten ed o r, si el título de é ste es d e fe c tu o so , a u n c u a n d o sea ten ed o r de buena fe. (art. 90, L ey 4 6 y 8 4 9 , C. d e C .). ] 3 <?.— L a le tra d eb e p a g a rs e so b re el e je m p la r aceptado; si se p a g a so b re o tro , el a c e p ta n te q u ed a resp o n sa b le de su valor al te­ n e d o r en d e b id a fo rm a d el e je m p la r a c ep tad o (arts. 850 y 852 ( ' C. d e C. 180 y 183, L ey 4 6 ) . 14 ? La a c e p ta ció n p o r in terv en ció n se adm ite y reg la,11^ a en la n u ev a L ey con el n o m b re de aceptación p or honor, con coi se c u e n c ia s se m e ja n te s a las e stab lecid as en el C. de C. Lo m ism o se d ic e del p ag o p o r in terv en ción, que lleva c Ley 4 ó el n o m b re de p ag o p o r h o n o r. ' 1 5 ?.— L a s d isp o sic io n e s del C. d e C. so b re recam bio y P ^ derecho cripción q u ed aro n vigentes, porque la nueva Ley no dispone nada sobre esas m aterias. EL PA G A R E . En la Ley 46 quedó sometido a sus disposi­ ciones, qu e lo reglam entan en form a muy completa. El a rtíc u lo 185 lo define como una promesa incondicional hecha por escrito, p o r la cual una persona se obliga bajo su fir­ ma, p ara con o tra, a p a g a r a la presentación o a un término fijo o d elerm in ab le una sum a cierta de dinero a la orden o al portador. Desde luego se anota que la definición del artículo 899 del C. de C. quedó sustitu id a por la anterior. Como el a rtíc u lo prim ero de la Ley 46 lo enumera entre los instrum entos negociables, debe contener los requisitos para ser tal; de m an era que si es condicional, o si debe pagarse única­ mente con d eterm in ad o fondo o contiene cualquiera otra estipu­ lación que le qu ite el carácter de negociable, el pagaré no es otra cosa que un docum ento sujeto a las prescripciones del Código Civil. Si llen a las condiciones de instrumento negociable, su transm isión se efectúa de acuerdo con la Ley 46 y a ésta queda som etida la resp o n sab ilid ad de los que intervengan en él. Los pag arés a la orden se transm itían por endoso, como to­ dos los dem ás efectos de com ercio negociables en aquella forma, pero los que no procedían de operaciones de comercio quedaban sometidos en lo dem ás a las reglas del Código Civil; de manera que la resp o n sab ilid ad de los endosantes no era solidaria, ni res­ pondían de o tra cosa que de la existencia del crédito al tiempo de la cesión, de acuerdo con el artículo 1965 de C. Civil- En la Ley 46 no se hace distinción respecto a si los pagarés provie­ nen o nó de operaciones m ercantiles; desde que sean instrumen­ tos negociables, las partes que intervienen en ellos tienen las res­ ponsabilidades señ alad as en aquella Ley. Asi, quien endosa un Pagaré se o b lig a de acuerdo con el artículo 69, lo mismo que (Iu>en endosa u n a letra de cam bio o cualquier otro instrumento negociable. Los p ag arés al p o rtad o r se negocian por entrega y el cedenno co n trae obligación alguna por el traspaso. Si el portador c°loca su firm a en el pagaré, contrae las obligaciones de endo same (arts. 903 C. de C.; 70, L. 4 6 ). Según el a rtíc u lo 11 de la Ley 46, los instrumentos que no ex­ 185------ DERECHO presen la ép o ca del p ag o son p a g a d e ro s a su p resentación, 10 cual m o d ifica la re g la del a rtíc u lo 911 del C. de C., que liaría los papag arés sin p lazo ex ig ib le diez d ías d espués de su fecLa d istin c ió n e n tre p a g a ré s civiles y co m erciales r. iienc hoy razó n de ser, no e x istien d o trib u n a le s y ju zg ad o s de comercio* p o rq u e to d as las re g la s so b re endoso, acom odam iento, t v í s o de rechazo, p ag o p o r h o n o r, etc. de la L ey 46, son ap licab les a los p a g a ré s, sean d e u n a o de o tra clase; y p o rq u e, com o el protesto no se ex ig e ya sin o p a r a las letras de cam bio, la disposición del a rtíc u lo 9 0 7 d el C. de C., a p lic a b le a los p ag arés com erciales, se­ gún la cu al el p a g a ré co m ercial no d ab a acción co n tra los endo­ san tes p a sad o s do s m eses de la fecha d el p ro testo , quedó insub­ sistente. A q u e lla d istin ció n sólo tiene el efecto de que los paga­ rés co m erciales p rescrib en en cu atro años contados desde su ven­ cim ien to , en ta n to q u e los civiles p rescrib en según las reglas or­ d in a ria s . E sta d ife re n c ia se a p o y a en que, no siendo ya necesa­ rio el p ro te sto en los p a g a ré s, el a rtíc u lo 902 del C. de C. que hace a p lic a b le s a éstos las re g la s de la le tra de cam bio, está vi­ g en te en c u a n to a la p re sc rip c ió n , to d a vez q u e la nueva Ley en n in g u n a p a rte tra ta de esta m a te ria . P u e d e a c e p ta rse un p ag o p a rc ia l en un p ag aré, conservan­ do el te n e d o r su acción c o n tra el p rin c ip a l d eu d o r y contra los en d o san te s p o r el re sto ; lo q u e no o c u rre en la letra de cambio, que d eb e p ro te s ta rs e en caso de un p ag o p a rc ia l. EL C H E Q U E .— E stab a re g la m e n ta d o en la Ley 75 de 1916, que a d m itía cheques a la o rden y sim p lem en te nom inativos. La Ley 4 6 lo d e fin e a sí: una le tra de cam bio girada sobre un b anco , p a g a d e ra a su p re se n ta c ió n ; y lo som ete a las prescrip­ ciones de la le tra , salv o d isp o sició n en co n trario . Sus p rin c ip a le s d ife re n c ias con la letra son éstas: 1 ».— D ebe ser p a g a d e ro en un ban co y a su presentación, fa ltá n d o le a lg u n a de ejstas condicio n es es le tra de cambio. 2 ®.— En caso de q u e el cheq u e no se p resen te p a ia el | d e n tro de los té rm in o s fija d o s en la Ley (a rt. 1 8 7 ), queda lib re h a sta el m onto del p e rju ic io causado con tra tá n d o se de una le tra a la vista o p resen tación debe p a ra el pago d e n tro de un tiem p o ra z o n a b le después el D> la <en pies ®11 di m a negociación de e lla (a rt. 7 3 ) y si no se hace así, el g ua< e ^ derecho endosantes qu ed an libres, puesto que la presentación dentro de ese tiem po es necesaria p a ra obligarlos. 3».— L a aceptación o certificación del Banco girado liberta a los g irad o res y endosantes, lo cual no ocurre con la letra de cam bio, cuya aceptación convierte al aceptante en principal deu­ d o r, pero no descarga a los demás obligados. La em isión de un cheque se fundaba, según la Ley 75 , en la p ro v isió n de fondos que el girador debía tener <m poder del g irado y de a llí la disposición del parágrafo l 9 del artículo 6’ de dicha Ley. De acuerdo con el artículor 190, Ley 46, el cheque no equiv ale a una provisión de fondos; lo que significa, a nues­ tro m odo de ver y a pesar de lo im propio de los términos, que el giro de aquél no debe tener necesariamente como base una provisión de fondos, p o rq u e no tiene por fin exclusivo hacer una cesión de éstos. Su esencia está en la orden que se da al girado de p a g a r una sum a, orden que por sí sola constituye en deudor p rin cip al del instrum ento al g irador y que al ser aceptada obli­ ga p rim ariam en te al aceptante, quedando el girador y los endo­ santes com o deudores secundarios. Como se ve, la Ley 46 cambió totalm ente el sistema de la Ley 75 de 1916. R éstanos estudiar si de ésta quedaron vigentes algu­ nas disposiciones. El artícu lo 192 de la Ley 46 ordena hacer una edición de ella ju n to con los títulos décimo y undécimo del C. de C. y las leyes que los adicionan y reform an con las disposiciones legales so­ bre cheques, y con una rigurosa concordancia. Esto demuestra que de la Ley 75 q u edaron vigentes las disposiciones que no son contrarias a la Ley 4 6 ; de éstas los artículos 6V y 71-’ fueron reformados, el pri­ m ero p o r el artíc u lo 187 de la Ley 46 y el segundo por el 3* de la Ley 8a de 1925; los artículos l v a 5^ inclusive, lo mismo que los p a rá g ra fo s del ó9, quedaron reemplazados por los artículos 32 y siguientes, 87, 120, 128, 186 y 190 de la Ley 46. De m an era que de la Ley 75 de 1916 sólo rigen los ai títulos 8 y siguientes, so b re cheques cruzados. LOS G IR O S.— Ni en nuestra anterior legislación ni en la actual hay disposición especial sobre giros, a no en el Códi g° P o stal y T eleg ráfico , que contiene reglas sobre la manera como se expiden y cobran los giros de estos nombres (Decreto 842 de 1 9 0 6 ). Los giros p ó s ta te son instrumentos negociables, ----------- 18 7 - — DERECHO puesto que pueden co b rarse p o r los en d o satarios (art ]3 (| cj D ec reto ); deben ser cu b ierto s a la vista, y el derecho ¿i cobrar­ los caduca d en tro d e un añ o de em itidos, pasando a sor benefb tio del T esoro p ú b lico (a rt. 17 del D ecreto ). Un g iro te le g rá fico no es neg o ciab le po r fa lta rle o to esencial de e sta r firm a d o p o r el que lo em ite. cquisi- La p a la b ra giro es genérica y designa la letra <i cambio, rl ch eq u e y la lib ra n z a . Así se d ice: g ira r u n a letra, g ira r un cheque, etc. D ifícilm en te p o d ría d a rse el caso, d entro de la Ley 46. de un in stru m en to n eg o ciab le en la fo rm a de m andato que no pudiera in clu irse d e n tro de la d en om inación de letra de cam bio, de li­ b ra n z a o d e cheque. P a r a n osotros, lo que propiam ente podía lla m a rse g iro , antes de que se m o d ificaran las reglas del C. de C. so b re le tra s d e cam bio, era la orden de pago que 110 llenara las c o n d icio n es de ésta. Sin e m b a rg o , las leyes siguen h a b la n d o de giros y así puede verse en la Ley 20 de 1923 que p ara ellos se exigen estam pillas. L A S L IB R A N Z A S .— R especto de éstas no hay disposición esp e cial n in g u n a en la Ley d e In strum entos N egociables. El C. de C om ercio las reg lam en ta en su títu lo undécim o, que contiene d isp o sic io n e s q u e son a p lic a b le s a las libranzas y a los pagarés. A ntes d e d e te rm in a r las reg las a que quedaron sujetas las lib ra n z a s , es bu en o e stu d ia r las diferen cias que tenían con la le­ tra d e cam b io en n u estro C. de C. La p rim e ra es, com o la segunda, un m andato escrito dirigi­ d o p o r u n a p e rso n a a o tra p a ra que pague a la orden de un ter­ cero c ie rta c a n tid a d de d in ero . P ero la letra tiene que ser nece­ sa ria m e n te a la o rd en , m ien tras que la lib ra n z a puede ser sim­ plem en te n o m in a tiv a ; a q u é lla e ra un docum ento destinado ex­ clu siv am e n te a e je c u ta r el co n tra to de cam bio, en tanto que la se g u n d a p o d ía d a rse en p ag o de c u a lq u ie r su m a; la letra debía ser g ira d a de una p laza a o tra , la lib ran za podía serlo dentro de la m ism a p laza. La ú ltim a debía contener la expresión de sei 1* b ran za y d eb ía ex ten d erse en p ap el sellad o , lo que 110 sucedía con la letra. P ro te sta d a la lib ra n z a p o r falta de pago, el portadoi c t b ía exigir su im p o rte y gastos al lib ran cista y endosantes, c ^ tro de dos m eses co ntados desde el protesto, siem p ie que a b ran za fu era p a g a d e ra en C olom bia, y tran scu rrid o este j> <.'• 1 8 8 ------------ DERECHO cesaba la resp o n sab ilid ad de los endosantes y la del librancista, si acreditaba la provision de finidos al tiempo del vencimiento. Lo an terio r ><• aplicaba a las libranzas pagaderas en lugar distinto del de su fecha, pues las que lo eran en el mismo lugar, debían d e v o lv é is al librancista al día siguiente de su presenta­ ción p ara el p;¡go lo que podía hacerse sin previo protesto. A gregam os: que podía haber libranzas que no fueran a la orden, las que debían sujetarse en su transmisión y efectos a las reglas de la cesión de derechos del C. Civil, y que si procedían de una operación civil, aunque fueran a la orden, quedaban su­ jetas, salvo en cuanto a su transm isión, que se hacía como la de los efectos de comercio, a dichas reglas. P o r virtud de la nueva Ley, la libranza que llene las condi­ ciones de instrum ento negociable, aun cuando provenga de ne­ gocio civil, queda som etida en todo a ella. De tal manera que la responsabilidad del girad o r y endosantes, la forma en que debe hacerse la trasm isión, las enunciaciones que debe contener, las obligaciones del tenedor etc., se rigen por la Ley 46. Si la libranza no es instrumento negociable, su enajenación se rige por las reglas del C. Civil, lo mismo que los derechos y obligaciones de las partes. La libranza puede ser al portador y en este caso se transmi­ te por entrega. No es necesario protestar la libranza. P ara distin g u ir hoy una libranza a la orden de una letra de cam­ bio, creemos que no hay más criterio que éste: la libranza debe contener aún la expresión de ser libranza y estar extendida en papel sellado, lo que 110 ocurre con la letra. Puede darse el caso de una libranza a la orden que no sea ins­ trumento negociable, po r ejem plo, si contiene alguna condición o si exige que se ejecute algún acto adicional al pago de dinero. Qué disposiciones le serían aplicables a tal libranza? Creemos que las del C. Civil, porque 110 cayendo bajo la denominación de instrum ento negociable, las reglas sobre éstos 110 le son apli cables. La libranza a la orden es un Parécenos que la libranza ha la vigencia de la Ley 46, porque poder g ira rse pagaderas en la efecto de comercio. perdido su utilidad después si alguna ventaja tenían ira misma plaza de su expe 189 ------------ e < DERECHO y la le tra p u e d e g ira rs e en esta fo rm a d esde la vigencia de 1 Ley 26 de 1922; y p o rq u e e stan d o su je ta s a la f o r m a l i d a d del p ap el se lla d o , no h ay razón n in g u n a p a ra p re fe rir!.;]a [ctra S o lam e n te en casos en q u e se h ag a n ecesario g ira r a ...... 1* • i , ° 1ov' UIlQ p erso n a c o n d ic io n a lm e n te o de o tra m an era q ue d v;, la , S o c ia b ilid a d del in stru m e n to p u ed e h acerse preciso i.-! uso d eT a lib ra n z a . Es n a tu ra l q u e q u ie n desee g ir a r un instrum er.¿o negociable use la le tra d e c a m b io , en vez de la lib ra n z a , q ue necesita más for­ m alid a d e s. L O S C U P O N E S .— L a Ley 4 6 a sim ila los bonos y los cupo­ nes seg ú n p u e d e v erse en el a rtíc u lo 3°, au n que, propiamente, éstos son u n a p a r te d e a q u é llo s. La p a la b ra cupón se deriva del fra n c é s c o u p e r ( c o r t a r ) , y sirv e p a ra d esig n ar los certificados d e in te re se s q u e se a g re g a n a los bonos y q ue deben recortarse al v e n c im ie n to de c a d a p e río d o e stip u la d o p a ra su pago con el fin d e c o b r a r lo s a la p e rso n a o e n tid a d d eu d o ra. P a re c e q u e el a rtíc u lo l v, q u e venim os estudiando, se refie­ re p ro p ia m e n te a los b o n o s u o b lig acio n es de deuda y no a la p a r te d e d ic h o s b o n o s q u e sirv e p a ra c o b ra r los intereses. Sin e m b a rg o , los c u p o n e s so n n eg o ciab les en la m ism a form a en que lo se a n lo s b o n o s a q u e p erten ecen . Si éstos son al portador,, se tr a n s f ie re n p o r e n tre g a y lo m ism o se dice de a q u é llo s; si lo son a la o rd e n , u n o s y o tro s se tra n s fie re n p o r endoso. Pero nada o b s ta p a r a q u e los cu p o n e s d e un bono sean transm isibles en for­ m a d is tin ta d e éste, d esp u és d e d e sp ren d erse de él, y así puede e s tip u la r s e p o r la e n tid a d e m iso ra , com o lo verem os m ás adelante. O T R O S IN S T R U M E N T O S NEGOCIABLES.— Pueden equipa­ ra r s e to d o s a l p a g a r é o a la letra de cam bio: al primero, si contie­ n en u n a p ro m e s a ; a la se g u n d a , si una orden de p a g a r u n a suma d e d in e ro . A sí: a ) el re c ib o o c e rtific ad o de deposito e iner en un b a n c o , e x te n d id o a la o rd en del d epo sitan te, o al portad ¡ n o es o tra cosa q u e un p a g a ré firm a d o por el Banco a f a v ^ ^ d e p o s ita n te ; es e n te n d id o q u e se tra ta de recibos ^ q u e se c o b ra n al b a n c o d e p o s ita rio con dich o s recibos, p u t in stitu c io n e s se c u id a rá n d e e x te n d e ilo s a a oí en con ta d d e g ir a r lo s p o r m ed io de ch eq u es; b) los >>ille» so n p a g a ré s , cu y a em isió n está su je ta a reg as especiai , b o n o s, o b lig a c io n e s o cu p o n e s de d eu d a tien en ig u al caracte ) - 1 9 0 ------------- ^ DERECHO den su je ta rse a determ in ad o reglam ento para su negociación; d) las ó rdenes p a ra el pago de dividendos, que usan en Inglate­ rra y el C an ad á, son negociables, y se equiparan al cheque que. según la definición que vimos atrás, es una letra de cambio. A rtícu lo 2o. -“Los dem ás instrum entos sobre contratos y obli­ gaciones, se re g irá n , en cuanto al transpaso o enajenación de ellos, p o r las disposiciones del T ítulo 25, Libro IV del Código Civil y p o r las pertin en tes del Código de Comercio” . Esta disposición establece que los instrumentos no negocia­ bles se rigen en cuanto a su traspaso o enajenación por las reglas de la Cesión de D erechos del Código Civil o por las del C. de Co­ mercio, en su caso; es claro que las partes que intervengan en estos instrum entos tendrán las responsabilidades que establecen estos Códigos. Citam os ya, en tre los instrum entos que no son negociables y que se tran sfieren por endoso, la carta de porte, las acciones de com pañías anónim as y las pólizas de seguro. Fuera de los docu­ m entos p riv ad o s y de los giros que no llenen las condiciones re­ queridas p a ra ser negociables, podemos enumerar, entre los ins­ trum entos que no lo son, los siguientes: E l C o nocim iento, efecto de comercio que puede extenderse a la orden, al p o rta d o r o a favor de determinada persona. En el prim er caso se tra n sfie re p o r endoso, en el segundo por entrega y en el tercero p o r la cesión civil. La responsabilidad de los cedentes de un conocim iento debe determ inarse por las reglas del C. de C. y p o r las del Civil y en ningún caso por las de la Ley46 porque las disposiciones de ésta no le son aplicables. L a p óliza de préstam o a la gruesa, de la cual puede decirse lo mismo que del conocim iento. Los certificados de depósito y los bonos de prenda, documen­ tos que expiden los alm acenes generales de depósito, creados por la Ley 20 d e 1921 y q ue pueden cederse por endoso, juntos o se­ paradam ente. Son efectos de comercio y representan: el primero, la m ercancía d ep o sitad a y el segundo, el contrato de préstamo garantizado con la p ren d a de las mercancías; el tenedor del cer tificado tiene el derecho de disponer de la mercancía pagando cl préstam o g a ra n tiz a d o con el bono; el cesionario dt éste tiene Un derecho de p ren d a sobre la mercancía depositada. La re sp o n sab ilid ad de los cedentes de efectos de comercio 191 DERECHO determ ina en el C. de C om ercio; la de los dem ás instrumentos no negociables está reg lam en tad a en el C. Civil. A rtículo 39.— “ Los bonos, o bligaciones o cupones • deuda em itidos p o r entidades p ú b lic a s o p riv ad as, serán nego'-ifcblcs de acuerdo con el co n trato o con la d isposición g ubernam -ta l o le­ gislativa en que se haya fu n d a d o la em isión de ellos, y -i falta de tal disposición, de acu erd o con las p rescripciones leíalos perlinenies. El p ro p ie ta rio o ten ed o r de un bono, obligación o cupón al p o rla d o r. pued e siem p re que no se tra te de un docum ento que circu le com o m oneda, q u ita rle el c a rá c ter de negociable, poniendo b a jo su firm a una co n stan cia en el bono, obligación o cupón, de que éste es p ro p ie d a d su y a, y en tal v irtu d , la sum a respectiva sólo p o d rá p a g a rse a d ich o p ro p ie ta rio o tenedor, o a su represen­ tante o reco m en d ad o , a m enos que el instrum ento se endose en blanco, o al p o rta d o r o a la ord en , con expresión del lugar de re­ sidencia del en d o sa n te ” . El seg u n d o p á rra fo de este a rtíc u lo fue lom ado del 332 de la Ley d e New Y o rk . H a b ía m o s d ich o ya q u e los bonos son verdaderos pagarés. E ste c a rá c te r h a c e q u e les sean a p lic a b le s todas las regla»? que co n tien e la Ley 46 so b re los ú ltim os, salvo que en cuanto a la ne­ g o c ia b ilid a d pued en estab lecerse reg las especiales en el contrato, ley o decreto en q u e se fu n d e su em isión, reglas que deben inser­ ta rse en ca d a bono. P uede estip u larse, p o r ejem plo, que el bono só lo p u e d a tra n s fe rirs e , au n siendo al p o rtad o r, m ediante inscrip­ ción q ue se h ag a a n te la entid ad em isora. En algunos bonos se e stip u la q u e los cu p o n es de interés sólo pueden cobrarse acom­ p a ñ a n d o el b o n o co m pleto p a ra que un em pleado de la entidad em iso ra reco rte el respectivo cupón, lo q u e le q u ita a éste su ne­ g o cia b ilid a d con in d ep en d en cia del bono a que pertenece. P o r lo g e n e ra l, los cupones de bono sólo contienen la suma que debe p a g a rse , el n ú m ero del bono y el período a que c o jk ponden los in tereses; las estip u lacio n es en cuanto a v e n c im ie n t o am o rtizació n , c a p ita l, etc. están contenidas en el bono. Los bonos se em iten casi siem p re po r la N ación, los Dep tam entos, los M unicipios y p o r las com pañías fe rro c a n ih > a- ^ están frecuentem ente g ara n tiz a d o s con h ipoteca de la einI)‘esa ^ ob ra a que se d estin an los em p réstito s que se hacen pot ni 10 aquéllos, o con los p ro d u cto s de a lg u n a ren ta. Están impreso- derecho form a atractiva y con precauciones para evitar la falsificación v se acostum bra em itirlos al portador con el objeto de facilitar su circulación. P o r lo regular, como son seguridades muy propias p ara el a b o n o , se emiten bonos por distintas sumas en forma de ponerlos al r. an r- de todas las fortunas. En cuanto al lugar de pago, las entidades em isoras establecen agencias o sucursales don­ de se pagan >: cupones de intereses y los bonos mismos a su ven­ cim iento, a fin de facilitar su cobro a los tomadores y lograr así nuevos m ercados para su colocación: no obstante, tratándose de hacer efectivo judicialm ente el valor de un bono, sería necesario en tab lar la dem anda en el lugar del domicilio de la entidad emi­ sora, según las reglas generales de procedimiento, a menos que en el bono se estatuyera otro u otros lugares para el pago. La regla de que al bono pueda quitársele su negociabilidad en la form a que indica el artículo, es especial para esta clase de instrum entos; los demás no pierden su negociabilidad mientras no sean endosados restrictivam ente o descargados (art. 50). Se funda la regla dicha en que los bonos al portador están sujetos al fraude más que ningún otro documento, porque no contienen la expresión del beneficiario y con la constancia de ser propiedad de determ inada persona se evita el peligro a que están expuestos. Los bonos u obligaciones y los cupones caen bajo la deno­ m inación de efectos públicos, los cuales están definidos en el a r­ tículo 93 del C. de C. El artícu lo 3°, en cuanto dispone que los bonos son negocia­ bles de acuerdo con el contrato o con la disposición gubernamen­ tal o legislativa en que se funde su emisión, no varió nuestra an­ terior legislación: el artículo 257 del C. de Comercio contiene el mismo principio. A rtículo 4°.— “ Las firm as de los giradores, otorgantes, acep­ tantes, endosantes y dem ás partes que intervengan en los insti lí­ menlos negociables, se presumen auténticas y no necesitan ser previam ente reconocidas para ejercitar las acciones respectivas. El que alegue la falsedad de ellas debe probarla . Es esta una de las innovaciones más importantes \ útiles de la nueva ley. N uestros juzgados la lian puesto ya en práctica brando los m andam ientos ejecutivos, cuando se piden con ínstrulientos negociables, sin hacer reconocer las firmas de gados. 153 ------------ o- bkkE C ho C A P A C ID A D . A n te s d e e s tu d ia r el cap ítu lo II conviene h acer o s u n a s ol se rv a c io n e s s o b re la capacidad de los que i n t e r v i ú , , en un i ’’ tru n ie n to n e g o c ia b le , com oquiera que ésta es c u c v Drev¡a n"! d e b e re s o lv e rs e al f i j a r la responsabilidad d 3 Ias ¿ íe s * U n in s tru m e n to n e g o c ia b le p u ed e se r un acto J e comercio o u n a c to c iv il, se g ú n q u e p ro c e d a de u n a operación de comercio o d e u n n e g o c io c iv il. A s í: q u ien p a ra c u m p lir un contrato de c a m b io e x p id e u n a le tr a , e je c u ta un acto de com ercio; el que fir­ m a u n p a g a r é en q u e se h a c e c o n sta r u n a deuda com ercial, tam ­ b ié n v e r if ic a u n acto d e com ercio. En cam bio, si la letra se da en p a g o d e l p re c io d e u n a c o m p ra v e n ta de ganados, o el pagaré se f ir m a p a r a d e ja r c o n sta n c ia d e un créd ito civil, se realiza un a c to c iv il. A h o r a b ie n : r o n a c to s c iv ile s d e c o m e rc io . P o r go de ganados y u n a le tra o un p a g a ré p u e d e n c o n v e rtirse , al e je m p lo : u n a le tra d e q u e se en d o sa luégo a que en un principio fue­ ser negociados, en actos cam bio que se dió en pa­ un com erciante que a su v ez la d a en p a g o d e m e rc a n c ías. H a y q u e d is tin g u ir , p u es, tra tá n d o se de la capacidad de los o to r g a n te s , g ir a d o r e s , a c e p ta n te s , en d o san tes y dem ás partes que p u e d e n in te r v e n ir en un in stru m e n to negociable, el caso en que la p a r te e je c u te u n acto de co m ercio y el en que realice un acto c iv il. E n e l p r im e r caso , la c a p a c id a d d e la p arte se rige por las r e g la s d e l C. d e C o m e rc io ; en el seg u n d o , p o r las del C. Civil. N o o b s ta n te lo a n te r io r , h ay q u e ten er en cuenta las reglas e s p e c ia le s d e la L ey 4 6 so b re c a p a c id a d , a las cuales nos referi­ re m o s m á s a d e la n te . C A P IT U L O II R E Q U IS IT O S , FO RM A E IN T E R P R E T A C IO N DE EOS INS- T R U M E N T O S N EG O C IA B LES. A r tíc u lo 5°.— “ P a r a q u e un in stru m e n to sea negociable (li­ b e ll e n a r lo s s ig u ie n te s re q u is ito s : p D e b e c o n s ta r p o r e sc rito y e sta r firm ad o por e x tie n d e o lo g i r a ; 2<> D e b e c o n te n e r u n a p r o m e s a , in co n dicional p a g a r u n a su m a d e te rm in a d a d e d in e ro ; 194 - ,0 q a orden <le bEHECHO a+ x-tz —................................................. 3V Debe ser pagad ero a su presentación, o a un tiempo turo fijo o d eterm in ab le; 4'> Debe ser pagadero a la orden o al portador; y 5° C uando el instrum ento está dirigido a un girado, debe presarse el nom bre e indicación cierta de éste” . (Ig u al al art. 1, N. I. L. y equivalente a las secciones 3 B. E. A. y 17 B. E. A. of C.; estas últimas definen la cam b io ). fu­ ex­ (1 ) letra de 1 ) El instrum ento debe constar por escrito, pero no se requie­ re ninguna form a especial de escritura, de lo cual se lia deduci­ do que puede escribirse a lápiz y en cualquier idioma y que no es necesario que la firm a del otorgante o girador conste del nom­ bre y apellid o . La intención de obligarse basta. N uestro Código Civil exige firm a entera para las escrituras públicas. P a ra los dem ás actos y contratos ninguna ley la re­ quiere. P o r firm a debe entenderse naturalm ente el nombre y ape­ llido de la p ersona, pero la costum bre muy comercial de firm ar con iniciales le ha dado a aquel vocablo una significación más am plia, indicando ya la m arca o señal que una persona coloca en un docum ento con ánim o de autenticarlo y de obligarse. La firm a debe ser puesta por el que extiende o gira el ins­ trum ento o p o r un agente suyo debidamente autorizado, según el artículo 22. En éste y en los que le siguen se establecen las conse­ cuencias de la firm a p o r procuración. En los E stados U nidos se ha decidido que no es necesario que la firm a vaya puesta al pié del documento, en atención a que el significado legal de firm a no es equivalente a suscripción. Entre nosotros, puede sostenerse igual cosa, y, por tanto, la firma pue­ de colocarse en c u alq u ier p arte del instrumento y obliga al fir­ mante, siem pre que aparezca su intención de obligarse. No se requ iere, tam poco, que la redacción se acomode a de­ term inado lenguaje. En nuestro derecho, bueno es repetirlo mu chas veces, no hay p a la b ra s sacramentales. M ientras un instrum ento no haya sido firmado por el otoigante o g ira d o r, no es negociable, aun cuando tenga la aceptación girado. U n instrum ento sin la firm a del que lo extiende o ^.i ril es incom pleto. 2) Si el instrum ento contiene una promesa de pagar una sun > (1° dinero, se llam a p ag aré; si contiene una orden, será una le- bÉkkctió tr a d e c a m b io , u n a lib ra n z a o un cheque, según el caso. Ambas p ro m e sa y o rd e n , deb en se r incond icio n ales. La condición es un a c o n te c im ie n to fu tu r o q u e pued e su ced er o 110, se-cún nuestro C C .; p o r e je m p lo : u n a p ro m e sa de p a g a r cuan d o A. s case, o cuan­ d o el p ro m ite n te re c ib a c ie rta su m a, o una de p a g a / una suma dete rm in a d a s ie m p re q u e se h a y a n vendido talec m ercancías, son c o n d ic io n a le s y lo s in stru m e n to s que las contengan 110 son ne­ g o c ia b le s. L a p ro m e sa o la o rd en deben ser, pues, absolutas, lo cual 110 im p id e q u e el in stru m e n to pued a endosarse condicionalmente. E n un p a g a r é el p ro m ite n te 110 puede o b lig arse condicionalmente, so p e n a d e d a ñ a r la n e g o c ia b ilid a d ; en una letra la obligación d e l g ir a d o r d e p e n d e de la condición de que se cum plan ciertos re q u is ito s . L a a c e p ta ció n de u n a letra puede ser condicional. 3) L a o rd e n o la p ro m esa deben re ferirse a una suma deter­ m in a d a d e d in e ro . No es d e te rm in a d a la sum a en estos casos, se­ g ú n d e c isio n e s a m e ric a n a s : u n a orden o prom esa de pagar una s u m a c ie r ta y c u a le s q u ie ra o tras que puedan deberse; la orden d e p a g a r el p ro d u c id o de un cargam ento de m ercancías, que va­ le n a lr e d e d o r d e ta n to , co n sig n ad o p o r el g irad o r al girado; la o rd e n d e p a g a r el sa ld o q u e se deba al g ira d o r por la construc­ c ió n d e urj e d ific io . C o m o lo q u e p u ed e d e te rm in a rse es determ inado, el articulo 6 c o n tie n e a lg u n o s casos en que, au n q u e la sum a no es cierta, se tie n e p o r ta l. S i la o rd e n o p ro m e sa es de p a g a r m ercancías o efectos, p * Pag° 4) E , ¡n s.rn .n e n to es p a j e r o ■ - * • » s o s, seg ú n el artícu lo 11: Cuan o en e ro a la presentación o a la vista, y ^ se expresa tiempo para el p ago. , L a le y in g le sa y la del C añ ad a c o n e r f ’ ¿fas de gríl , 5U 4 T - sen tacion . días qu en U ley — — ÜkRÉCtíO El tiem po es fijo si se señala el día en que se vence el instru­ mento, como si se dice: el día tal de tal mes y año. El artícu lo 8 dice lo que es tiempo determinable para los efectos de la ley. 5) Las p a la b ra s a la orden o al portador son las que estable­ cen la negociabilidad del instrum ento y le dan su característica principal. Pueden usarse p alabras equivalentes, como: a disposi­ ción de, al tenedor, al cesionario, y otras semejantes. Esto, de acuerdo con el artículo 14. H ay quienes usan las expresiones “ o a quien represente sus derechos” , “o a su representante legal”. Estas expresiones no son aceptables, porque el endosatario o cesionario no representa los derechos del endosante o cedente. Un instrumento que contenga tales frases, en vez de la cláusula a la orden, no es negociable, porque el representante legal de una persona, o quien representa sus derechos, son sus herederos, o su apoderado, o su curador, etc., pero no el endosante, que representa derechos propios. Las leyes inglesa, canadiense y americana definen así la pa­ labra p o rta d o r: “ la persona que posee una letra o pagaré que es pagadero al p o rta d o r’.’ (Sec. 2-B. E. A., sec. 2 d) B. E. A. of C. y Sec. 191 N. 1. L.) 6 ) Según las legislaciones inglesa y canadiense, las letras de cambio y los cheques son negociables por endoso y entrega aun cuando no contengan la cláusula a la orden. En la nuéstra, co­ mo se ha visto, y en la am ericana, se requiere precisamente que sean a la orden o al p o rtad o r; de lo contrario, son documentos nom inativos que se transfieren por la cesión ordinaria. El R. U. de la H. (art. 10 ), dice que toda letra de cambio aunque no sea girada expresam ente a la orden, es transmisible por endoso. 7) El num eral 5° es igual a la sec. C (1) B. E. A. y 20 del B. E. A. of C.) Como la letra, la libranza y el cheque son órdenes dirigidas por una persona a otra, es claro que hay que expresar el nombre ° indicación del g irado, pues de lo contrario no se sabría a quién requerir la aceptación y pago de la orden. I'altando este íequisiel instrum ento deja de ser negociable; y no pudiendo caer ba­ jo ninguna denom inación jurídica específica de los que los son. Podría, quizá, calificarse con la genérica de giro. Se ha decidido en In g laterra que en caso de que una oideu b E r é en o q u e n o c o n tie n e la e x p re sió n del g ira d o sea aceptarla por una per so n a . esta es re s p o n s a b le com o si fu era el otorgante de un pagaré E n C o lo m b ia , seg ú n la Ley 20 de 1923, los pagarés deben exten d e rs e en p a p e l s e lla d o , de m an era que la decisión inglesa no po d r ía a c e p ta rs e e n tre n o so tro s, a m enos que 'a orden estuviera exte n d id a en p a p e l co m p eten te. Si se a d m ite q u e u n a ta l o rden es v. L: r .: -.ten d ie n d o por giro to d a o rd e n o m a n d a to de p ag o , dic:-.-. o C aceptada s e ría la c o n s ta n c ia d e u n a d e u d a , q u e no presta* i-.; mérUo ejecutivo, porque e n n in g u n a p a r te se lo reconocen n u estras leyes. E l g ir a d o p u e d e se r u n a persona ficticia, o el mismo girador (A rt. 1 3 2 ) . E l n o m b re d el g ira d o puede sustitu irse con la indicación c ie r ta d e é l, p o r e je m p lo : el g erente de tal com pañía, el cajero de ta l b a n c o , etc. U n a le tra q u e no co n ten ía el nom bre del girado, pero que se d ir ig ió a u n a re sid e n c ia d ete rm in a d a , expresando la calle y núme­ r o y f u e a c e p ta d a p o r la p erso n a que residía en tal dirección, se a d m itió en I n g la te r r a com o o b lig a to ria para el aceptante. Juz­ g ó se q u e d ic h a le tra co n ten ía la indicación del girado. E l a r tíc u lo 5° c o n tien e los requisitos que debe llenar todo in s tr u m e n to n e g o c ia b le , sea letra de cam bio pagaré cheque etc. S u s p r in c ip io s y los d e los a rtíc u lo s 2» y 14 reemplazan los »u m e r ° l T J o ( T - ^ P a r a t a f é e l o s d e esta Ley, la suma que deba P - c ie rta , au n q u e deba cubrirse en c u a i m a d e estas form as: 1 <? Con intereses; 2» P or contados determ inados; 30 P o r con tados determ inados, con la d e p a g o d e cu alq u ier co n tad o o de los la to ta lid a d d e la s u m a , 4.1 C on c a m b io a u n a ra ta fija 5 , C on los co sto s d e la co b rar, a « d\ - r , d; r i. t f c — ^ ja ra ta corriente; de un apodeh. ^ . e Sa , a S e c . 9 ( l , B . E. A . y fícrUíll ^ * a la 2 8 B. E . A. o f C ) 1) -ón de qUe la fal* ha&¡ exigible íohle en L a e s tip u l 3010 - 198- ins, r,„ucn.o negoe no le quita su carácter, porque basta liquidarlos para conocer el monto cierto de la suma debida. Según el numeral 39 del artículo 20, cuando se expresa el pago de intereses sin decir desde cuándo empiezan a correr, deben pagarse desde la fecha del instrumento y, si no tuviere fecha, desde la entrega. Pudiera decirse que un instrumento en que se estipula el pago de intereses, sin expresar la rata, no es negociable porque no con­ tiene la orden o promesa de pagar una suma cierta de dinero. Pe­ ro la ley señala la cuota de interés que debe pagarse en los con­ tratos, cuando los contratante© no lo hacen, cuota que es distin­ ta según que se trate de un negocio civil o de un negocio comercial. El artículo 1617 del C. C. fija en 6 % anual el interés legal y el 2232 del mismo Código establece la misma rata para los contra­ tos de m utuo civil en que se exprese el pago de intereses sin de­ cir la cuota; de m anera que, tratándose de un contrato civil, de­ ben pagarse intereses a 6 % anual sobre la suma expresada en el instrumento. Si se trata de uno comercial, el interés debe liquidar­ se a la rala media corriente en la plaza, de acuerdo con el artícu­ lo 219 del C. de C. Nótese que de acuerdo con el artículo 931 del C. de C., los préstamos m ercantiles ganan interés, aun cuando no se estipule; interés que debe ser el térm ino medio del interés corriente, du­ rante el plazo y el m ayor interés corriente en caso de demora, pues siendo el artículo 219, citado, aplicable a todo negocio de comercio, no hay razón para liquidarlos a rata más baja, aun cuando el artículo h ab le de interés legal. 2) Un instrum ento vencido devenga intereses a favor del te­ nedor desde la fecha del vencimiento, en caso de qué no se hayan pactado. Estos intereses son los legales, según lo que queda dicho respecto de ellos. Aun cuando en la ley am ericana y en la nuestra se omitió la sec.. 57 ( 1 ) de la Ley inglesa, equivalente a la 134 de la cana­ diense, que dispone que en caso de que un instrumento sea rechazado> el tenedor tiene derecho al pago de intereses desde la picsentación p ara el pago si fuere pagadero a la vista, o desde la fe cha del vencim iento, en caso contrario, nuestros Código Civil \ e Comercio contienen provisiones para llenar ese vacío. En efecto: El artículo 1608 del C. C., dice que el deudor esa en n>°ra cuando no cum ple la obligación dentro del término es- d e r e c h o fcipulado, y el 1617 d el m ism o d isp o n e q u e en cuso de m ora el deu­ d o r d e b e p a g a r in tereses leg ales desd e la fecha de l - dc-inora. De m a n e ra q u e si se tr a ta de u n p a g a ré o de o lio instrum ento nego­ c ia b le q u e 110 se a le tr a de c a m b io , n i cheque, ni í ' :;r; . a, porque p a r a ésto s h a y d isp o s ic ió n esp e c ia l, el instrumento ¿ever.ga inte­ rese s d e sd e e l ven cim im ito 8 7 0 d d c ' d e f ChT <!S V Í b r a n m '« « 81» ¿ d artículo 0 d e l C. d e c . , seg ú n la c u a l las le tra s p ro testadas p or falta de p a g o d e v e n g a n in te re se s legales desde el día del protesto, con es­ te s m o d ific a c io n e s : 1 » q u e el p ro testo sólo se exige para las leH as, y ¿ q u e no es n ecesario p ro te sta r p o r fa lta de pago una le­ tra q u e h a sid o p ro te s ta d a p o r no acep tació n, y, p o r tanto, una e tr a q u e fu e p ro te s ta d a p o r la ú ltim a causa y no lo es por la pri­ m e ra , d e v e n g a in te re se s d esde su vencim iento. En resum en, la reg la v ie n e a s e r ig u a l p a r a to d o instru m en to negociable, menos p a r a la s le tra s q u e se p ro te ste n p o r fa lta de pago. 3 ) D e b e re c o rd a rs e que, de acuerd o con el art. 934 del C. tic C., c u a n d o el p re s ta m is ta re ta rd a el cum plim iento de las obliga­ c io n e s q u e le im p o n e el p ré sta m o , debe p a g a r intereses corrientes d e s d e el re q u e rim ie n to ju d ic ia l o n o ta ria l; aun cuando no haya e s tip u la c ió n d e in tereses, y q u e según el artícu lo 937 del mismo C ó d ig o , p u e d e n c a p ita liz a rs e intereses debidos por un año mediante d e m a n d a ju d ic ia l. 4 ) E n los E sta d o s U n id o s se resolvió que un pagaré que con­ te n ía e sta e s tip u la c ió n : “ con intereses a la ra ta de nueve por cien­ to a n u a l, p a g a d e ro s a n u a lm e n te desde esta fecha hasta el pago d e l c a p ita l; b ie n e n te n d id o , sin em bargo, que si la deuda se paga a l v e n c im ie n to o an tes de él, los intereses serán únicamente de s ie te p o r c ie n to ” , e ra in stru m e n to n egociable, porque contenía una p ro m e s a in c o n d ic io n a l de p a g a r un a sum a d e rla de dincio (B r a n n a n p . 2 5 ) . 5 ) C u a n d o un in stru m e n to es p a g ad ero p o r contados ceter m in a d o s d e b e e x p re s a rs e la fech a de cada vencim iento, pero ^ se re q u ie re fo rm a esp ecial p a ra la fijació n . Asi en c ^ un p a g a r é p o r $ 1.000 p u ed e d ecirse q ue es pagadero en ■ ta d o s m e n su a le s, o q u e su p lazo es de diez meses y qu ^ g a r s e en d iez c o n ta d o s ig u a le s al vencim iento de cada m » d e b e p a g a rs e m e n su a lm e n te el diez p o r d e n lo e a c de 6 ) C om o lo o b serv a F a lc o n b n d g e (p. 5 5 3 ), cad la sum a p rin c ip a l debe tratarse como instrumento independiente para los efectos de la presentación y noticia de rechazo. Es decir, que al vencim iento de cada contado, el instrumento debe presen­ tarse p a ra el pago, y si es rechazado debe darse noticia al gira­ dor y a cada endosante, quedando éstos libres respecto de cada contado en que se om itan esas diligencias. En In g la te rra y C anadá se conceden los días de gracia para cada contado (B yles). 7) El num eral 3 9 autoriza una estipulación penal muy usa­ da entre nosotros. Creemos que puede pactarse, sin que se destruya la negocia­ bilidad del instrum ento y aunque el num eral no lo autoriza ex­ presam ente, que la fa lta de pago de un contado de intereses, en caso de que la sum a deba pagarse en un solo contado, hace exigible la deuda, p orque esta cláusula no hace incierta la suma (V. Brannan p. 2 8 ). Las p a la b ra s “ o de los intereses” que contiene el numeral no existen en las leyes inglesa y canadiense. 8 ) P a ra que la suma sea pagadera con cambio a una rata fi­ ja o a la rata corriente, es necesario que se estipule el pago de mo­ neda ex tran jera, o que haya giro de una plaza a otra, pues de otra m anera no h a b ría cambio. La ley inglesa contiene la siguiente disposición, reproduci­ da en la ley del C anadá: “ Cuando una letra que se gira en país extranjero debe pagarse en el Reino Unido y la suma pagable no se 'exprosa en m oneda del Reino Unido, la suma se calculará, en ausencia de estipulación expresa, de acuerdo con la rata de cam­ bio p ara giros a la vista en el lugar del pago (Art. 9 de la ley 35 de 1907). El num eral 49 autoriza la estipulación de una rata fija o de la rata corriente. Si ninguna de estas dos cosas se dice en el ins­ trum ento, si ésta reza solam ente: “ Páguese a X. o a su oiden, cien libras esterlinas o su equivalente” , será negociable? Cieeiuos que sí po rq u e cuando no se expresa la rata de cambio, la ley li­ ja el tipo com ercial al tiem po y en el lugar del pago. En otras pa­ labras: si no se expresa la rata de cambio, ni se dice que es la co 11 lente, la ley entiende que es esta última. La ra ta corriente está sujeta a fluctuaciones que hacen ta la sum a, pero ésta puede determ inarse en un momento a o y d e r e c h o los q u e n e g o c ia n el in stru m e n to p u e d e n co n o cer su v a lo r en q m e r tie m p o . cual9 ) El n u m e ra l S» no ex iste en las leyes inglesa y canadiense E n el C a ñ a d a se h a re su e lto q u e la ad ic ió n a un instrumento 1 u n a c la u s u la d e p ag o d e un p o rc ie n ta je o de una sum a „ o r bono r a n o s d e un a p o d e ra d o , h a c e in c ie rta la sum a (F alconbridge, p. L os co sto s d e la c o b ra n z a in c lu y e n el h o n o ra rio del apoderado y d e sd e q u e se d ig a en u n in stru m e n to q u e deben p a g a ! s e 'aquéllos! q u e d a d ic h o q u e d e b e c u b rirs e el ú ltim o ;p o rq u e parece que los eos-' to s d e la c o b ra n z a so n las m ism as costas ju d ic ia le s, entre las cuales se c o m p re n d e n la s a g e n c ia s y tr a b a jo en d erecho y no a otra cosa q u e a é s ta s p u e d e r e f e r ir s e el p ag o del h o n o ra rio de un apodera­ d o . E n o tro s té rm in o s : el h o n o ra rio se estip u la p a ra pagar las a g e n c ia s y tr a b a j o en d e re c h o de un ab o g ad o a quien se encar­ g u e el c o b ro d e la d e u d a . 1 0 ) S e g ú n d e c isio n e s e sta d o u n id e n se s: a ) 110 es necesario q u e se f ije el m o n to d el h o n o ra rio del a p o d e ra d o ; b) puede de­ c ir s e s im p le m e n te q u e se p a g a rá el h o n o ra rio razonable de un a p o d e r a d o ; c ) s e a d m ite la fija c ió n d e un p o rc ie n ta je como pre­ c io d e l h o n o r a r io ; d ) s ie m p re q u e no se fije el m onto de éste, se e n tie n d e u n h o n o r a r io ra z o n a b le ; e) el en d o sante es responsable d e l h o n o r a r io e s tip u la d o . (B ra n n a n , ps. 34 a 3 6 ). 1 1 ) D ice C ra w fo rd (p . 15) q u e an tes de la adopción del es­ ta tu to h a b ía d iv e rs id a d en las decisio n es acerca de la validez de la e s tip u la c ió n a u to r iz a d a p o r el n u m e ra l 5° y que las Cortes op­ ta r o n p o r la a f ir m a tiv a , te n ie n d o en cuen ta q u e la suma pagable e r a c ie r ta h a s ta el tie m p o del ven cim ien to y que no era esencial q u e d e s p u é s d e ese tie m p o , c u a n d o el in stru m en to se había he­ c h o n o n e g o c ia b le p o r o tra s razo n es, la su m a co n tin u ara siendo c í e r ta En n u e s tr a le g isla c ió n los costos d e la cobranza son por c u e n ta d e l d e u d o r , d e ta l m a n e ra q u e au n cu an d o en el ms m e n tó n o s e e s tip u lo el p a g o d e los costos d e 1.. c o b r a d y ' h o n o r a r io d e un a p o d e ra d o , el d e u d o r esta .o h:ligado a p a g ^ Í A r t 1 6 2 9 C. C .) . Y n o te n d ría o b je to d e c u en q u e e l d e u d o r se o b lig a a l p a g o d e u n o s y o tro , sm e x p r « a ' l a q u e d eb o p a g a r s e p o r esto co n cep to p o rq u e a n , « . " ' n o rario q u e d a s u je ta a lo a p r e c .a c o u del ju e z y los demás ------- 202 -------- ‘ DERECHO se tasan según lo que aparezca del juicio de acuerdo con la regla del art. 43 de la Ley 40 de 1907, a menos que las partes conven­ gan el precio. De m an era que la estipulación de que hablam os no tiene o b jeto sir.o en el caso de que se exprese la suma que debe pagarse. 12) El artícu lo 6 es enum erativo y puede haber otros casos en que la sum a que debe pagarse es cierta aun cuando esté suje­ ta a aum entos o deducciones. Así, en el caso de que se estipule un descuento, la sum a es cierta y el instrum ento negociable, como ge lia decidido en los E stados Unidos.