El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Tomo I Tesis doctoral presentado por don Antonio Sánchez-Gijón EL RÉGIMEN JURIDICO DE LA TENENCIA DE CASTILLOS Y FORTALEZAS Bajo la dirección del Prof. don José Asensi Catedrático de derecho Constitucional de la Universidad de Alicante Noviembre del 2002 Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón EL RÉGIMEN JURÍDICO DE LA TENENCIA DE CASTILLOS Y FORTALEZAS Índice PREÁMBULO, p. 5 " El marco jurídico de esta tesis, p. 6 " Sobre el método de investigación, p. 10 " Exposición y crítica de la aportación maravalliana, p. 14 EL PLAN DE LA TESIS, p. 21 . BIBLIOGRAFÍA Y DOCUMENTACIÓN, p. 30. CAP . I . EL SEÑORÍO MEDIEVAL Y LAS FORTIFICACIONES, p. 39. " Políticas nobiliaria y real en torno a los castillos, p. 44. " Los castillos y la distribución del poder, p. 47. CAP. II. LA TENENCIA DE CASTILLOS COMO FIGURA JURÍDICA, p . 55 " Tenencias en el régimen feudal de Cataluña, p. 57 " Recepción de las Partidas en la corona de Aragón, p . 62. " La costumbre de España en Valencia, p. 64 . " Tenencias en los reinos de Castilla y León, p. 66. " El pleito-homenaje y su significación jurídica, p. 69. " Tenencia de castillos según uso y costumbre de España, p. 74. " Leyendo las Partidas, p. 80 . " El debate sobre los deberes del alcaide, p. 92. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón CAP . III . LA SIGNIFICACIÓN JURÍDICA DE LA COSTUMBRE DE ESPAÑA, p. 106. " Reseña histórica de la costumbre como norma, p. 111 . " Costumbre de España en las Partidas, p . 115. " Baltasar de Ayala y la costumbre, p. 118. " El uso y costumbre de España en el XVI, p. 125 . CAP. IV . LA PROFESIÓN Y EL ESTATUTO MILITAR, p. 127. " Reseña histórica de la institucionalización del ejército, p. 131 . " En busca del modelo de ejército y de profesional, p. 135. " El militar como profesional, p. 140. " Las ordenanzas administrativas y orgánicas de Carlos V, p. 144. CAP . V. EL EJÉRCITO Y LA JUSTICIA, p . 147 " Desarrollo histórico dei derecho militar, p. 149. " El consejo de Guerra de la monarquía, p. 161 . " El fuero militar, p . 174 . " Los magistrados de la justicia militar, p. 181 . " Los motines, p. 188. " Los derechos contraídos por los soldados, p. 191 . " Los rebeldes, p . 192 . " Conclusiones, p. 193 . CAP . VI. LA GUERRA DE FORTALEZAS EN LA GUERRA MODERNA, p . 195 . " El tránsito entre la guerra medieval y la moderna, p. 199. " Valor de enseñanza de las guerras del periodo, p. 204. " El lugar de los sitios en la guerra, p. 214. CAP. VII . LA DOCTRINA DE LA GUERRA JUSTA, p . 218. " La guerra como pecado, p. 224 . " La guerra como expresión del derecho, p. 227. " La casuística de la guerra, p. 229 . " La guerra como defensa del bien común, p. 234. " La polémica sobre el señorío de la tierra, p . 243 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón I A modode conclusiones,P. 245. CAP.Vm. LA GUERRAY LOS DERECHOSNATURAL Y DE GENTES,p.249. r Vitoria en el ámbitomoralde la guerrajusta,p.252. I Tendencias de Vitori4 p. 258. doctinalescorrectoras J Ayala,Gentiliy Grociocomparados,p.2Tl. I Hacialasdoctrinasdel derechointernacional,P.2T3. CAP.IX.LOSDERECHOSDE GUERRAY DE SITIO,p.276. I Nuevosmodosde arbitrarel derechode guerra,p.278. I En buscadel derechode sitio,p.286. I Rigorsegúnla ley,moderación por costumbre,p.295. r El derechode guerradentroy fuerade los muros,p.297. CAP.X. LA GUERRADE SITIOY ASEDIOCOMOTESTDEL DERECHODE GUERRA,p.302. I El socorrocomofigurajurídica,p. 308. r El lugardel terror,p.312. r El sitiocomotransacción, p. 316. CAP.XI. LA CAPITULACIÓNCOMOTRANSACCIÓNY FIGURAruRÍDICAS. P. 324. I Caracteres de la capitulación,p. 326. formalesy sustanciales I Losderechos p. 342. delasgentesen lascapitulaciones, r Conclusión: p. 353. dela capitulación, Haciala doctrinacontanporánea APéndices I. LA TENENCIADE FORTALEZASEN EL DOCTRINA¿DE ALONSODE CARTAGENA,p. 358 II. NATURALEZAruRÍDICA DEL VASALLAJEFEUDAL,P. 419 rrr. LA cosruMBRE DE ESPAÑAEN UN DOCUMENTOCATAI-ÁN peI- XIV, p. 424 Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón IV. PATENTEDEL GOBERNADORY CASTELLANODE PIOMBINO,p. 428 V. LAS ORDENANZASDEL DUQUEDE ALBA, p.432 VI. LAS ORDENANZASDE FARNESIO,p.437 VIL LAS ORDENANZASDEL PRINCIPEDE ORANGE,p. 446 VIII. ALABA DESCRIBELrNSITIO,p. 455 IX. LOS TRABAJOSDEL GOBERNADORDE LA PLAZA SITIADA, SEGÚTN BAÑOSDE VELASCO,p. 459 X. GUERRAY GUERRADE SITIOEN TRESAUTORES HugoGrocio,p.463 BaltasardeAyala,FranciscoSuárez, XI. EXPRESIÓNMADURA DEL DERECHOY DE SITIOEN BATEL,P. 502 BIBLIOGRAFIA,p. 519. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón PREAMBULO Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón ,6 El propósito de estatesis es estudiarla figura jr:rídica de la tenenciade castillos y fortalezas,en su desarrollo desdela Edad Media hastala Edad Moderna. El autor ha elegido estetema porque cree que está relacionado con formas de guerra que influyeron en la formación de algunosde los principios del derechode gentesmoderno. Como tema relacionadocon la guera, el desarrollo de la tesis obliga a entrar en aspectos históricos y jurídicos de estaforma de conflicto humano y político, tales como la noción de guerrajusta y la guerra desdela perspectivade los derechosnatural y de gentes. Como ternarelacionadocon el servicio de armas,es preciso también considerarla figura del militar, desdeel orden de caballeríay las huestesseñorialesy reales,hastala aparición de los ejércitosprofesionalesy el estatutodel soldadoen los siglos XVI y XVII. Como parte de un orden normado por leyes y costumbres,el ejercicio de las ¿umasdebe contemplarseigualmente desdeel punto de vista de la ley positiva y la justicia. En estasecuenciade hechosy problernasprestaremosatenciónmas particularizadaal modo de guerra de sitio y asedio.Por eso,despuésde una somera descripciónde estaforma de choquearmado,señalaremoslas cuestionesde derechoque suscita,para acabarestudiandoel documentoy la figura jurídica de la capitulación de una plazao fotificación. EL MARCO ruRÍDICO DE ESTA TESIS Mostraremosen estatesisque la tenenciade castillosy fortalezasfue una instituciónque tuvo mucho que ver con la emergencia,desarollo y sostenimientode los estadosmodernos,por lo que su tratamientopuedereclamar lagítimamenteun puesto en la rama de las cienciaspolíticasque se dedicana la teoríadel estador.Estaadscripción viene reforzada,además,por el hecho de que la tenenciade castillos y foftalezases una institución creadapara surtir su efecto sobreesaotra institución humana,la guerra,cuyo estudiotambiénpertenecea las cienciaspolíticas.Graciasa esaconfiguraciónduovalente,la instituciónde la tenenciatiene títulos suficientesparaconsiderarseobjeto merecedordel escrutiniode las cienciasjurídicas. La cuestiónde la guerra justa frata de encontrarlos fundamentosde legitimidad del recursoa la guerra,es decir, aporta los criterios para aclarar si ruro de los be- ' A esterespectodice Juan Ferrando Badía: "la Ciencia Política es el conocimiento logrado, mediante el ex¿rmeny la investigación de las instituciones que son producto y sosténde la estructuraestatal". FERRANDO BADIA. Estudios de Ciencia Política, cuarta edición. Tecnos. Madrid 1992,p.33. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 7 ligerantes,o quizás los dos, estáno no estánasistidosde razón cuandodecidenrecurrir a la guerra o se ven compelidos a ella. El derecho de guerra, por su parte, trata de establecer lo que es lícito o ilícito en el comportamientoguerero de los beligerantes.El criterio de guerrajusta indaga la moral del príncipe o estado,esto es, la moral de un sujeto personalo político-social; el derechode guerra,por el contrario, se interesapor las relacionesinter-subjetivasentre fuerzasopuestas. Estos dos temaso cuestionesocupan la casi totalidad del espacioen que intelectualesy juristas han puesto su mirada cuando se han mostradopreocupadospor el problana de la guerra o del conflicto armado. Sin ernbargo,guerra justa y derecho de guefta no dan cuentade todo el espectrode problanas jurídicos que se planteanen una guerra y en la estructuraciónde una fuerza armada.Veamos esto. Señalarernosen primer lugar que dentro de una organizaciónvocada social o profesionalmentea la guerra se da una multitud de relacionescontractualesy jurídicas complejas,que no se derivan necesariamentede la idea de guerrajusta, ni siquiera del ordenamientode la guena por norrnasde derecho.No bastacon aclarar qué es lo que hace que una guerra sealegítima, ni cómo debencomportarselos contendientespara mantenersedentro de lo que es lícito, sino hará también falta saberquiénesson los que estánfacultadospara hacerla guerra,y por qué r¿rzoneslo están.Surgeasí la necesidad de añadir a las dos cuestionesplanteadas(guerrajusta y derechode guerra)una tercera: la del ordenamientointerno de la fuerzaor garizada. El ordenamientode la fuerza organizadapuedeser üsto o analizadodesdedos perspectivas:como ordenamientodestinadoal ñn propio de una organizaciónmilitar, esto es, el combate,y como ordenamientode las relacionesentre personasfuncionalmentejerarquizadas,estoes,unidaspor la disciplina.La fusión de estasdos modalidadesde ordenamientose concreta,en el plano personal,en el statusde soldado, o si se quiereen el estatutode la profesiónmilitar. La evoluciónde esefenómenode dos caras(status,estatuto)serápresentaday descrita,primero, en el marco generalde la profesión militar en un periodo histórico concreto,y despuésen el de una esfera limitada al servicio de fortalezas,castillos, plazasy presidios,lo que en adelante llamaremos"régimen jurídico de la tenenciade castillos y fortalezas"o denominaciones similares. No debepensarseque las consideracionessobreel statusde soldado o sobreel estatutode la profesión militar nos hará desembocaren la esferadel derechomilitar. No es éseel propósito, ni seráel resultado;el derechomilitar lo podernosconsiderarcomo Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 8 una especialidaddel derechopolítico, nutrido de savia procedentedel derechode gentes.El periodo en que nos vamos a ocupar, esto es, el siglo XVI principalmentes,y en parte el siglo XVII, no conoceun derechomilitar propiamentedicho, aunquedurante ellos surgenformas y normas que esbozanlas líneas generalesde su posterior aparición; pero sí contemplala eclosión del pensamientopolítico moderno y el florecimiento del derechode gentes.Ambos fenómenos,políticos y jurídicos a un tiempo, ejercengran influencia en el swgimiento de un nuevo tipo de soldadoy en la transformaciónde la profesión militar. Al tiernpo, el comportamientode soldadosy profesionalesen la guerra casi constantedel periodo deja profundas secuelasen las ideas,costumbresy prácticaspolíticas y jurídicas de las poblacionesafectadas.Es desdeestelado de la cuestión,esto es, desdela perspectivade la experienciade la guerra,desdedonde se abordarála influencia de los acontecimientosbélicos en el surgimiento y consolidación de formas cadavezmás clarasde un derechode guerra. Este estudio, por tanto, se mantendráen la vertiente de influencias mutuas entre la fuerza militar en estadocasi bruto y el emergentederechode gentesy el de guelra. Por el contrario, quedafuera del areaprincipal de interés de esteestudio la idea de guerra justa o justa causa como restablecimientode un derecho,aunquea estacuestiónse le dará el tratamientoque searelevantey significativo para el propósito, pero eso sí, de forma muy somera,pues se consideraque en eseperiodo el debatefilosófico y político sobreel tema de la guerrajusta entrabaen su ocaso,debido alayabien difundida visión profana,si se quieremaquiaveliana,de la guerra,de la política y del estado. Visión la de Maquiavelo cuya influencia, sin ernbargo,no hay que sobrevalorar paraesteperiodo.La eclosióncultural y política del Renacimientofue de espoleta retardada,no inmediata. El medievo pervivió en la mentalidad renacentista;segúnJosé Mu García Marín: "el Renacimiento,al par que supusouna importante cargainnovadora respectodel periodo anterior, también arrastróconsigo una fuerte dosis de elementos traslaticios,de adherenciasmedievales,residuosde épocasanterioresque afectantanto a su organi zación,como a sus fines y medios"2;uno de esoselementostraslaticios, podríamosdecir con el mismo autor,es "la organizaciónjurídico-pública",en la que se registran "elementosmedievalesde carácterpatrimonial", como el poder real y feudal3, como tendremosocasiónde comprobarrepetidamenteen lo que se refiere a la tenencia 2 C¡,RCÍA MARÑ. Teoría política y gobierno en la Monarquía Hispánica. Centro de Esnrdios Políticos y Constitucionales.Madrid 1998,p. 47 . 3 Id. p. 50. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 9 de castillos y fortalezas,y a la institución del "presidio" formado por soldadosy oficiales. En contra de Maquiavelo se seguirácreyendoque la acción militar y la resistencia armadaa ella se fundan en un derechoque los prír.rcipesy los estadosse han reconocido mutuamentecomo medio de dirimir sus diferencias,y no tan sólo basrándose en el instinto de supervivencia;el recursoa la guerrano es sólo un deber de los ciudadanosque quieren mantenerlibres de príncipes extranjerossus repúblicas,como quiere el pensamientomaquiaveliano,sino que puede ser un serr¡icioreglado al príncipe para los fines personalespropios del ejercicio de su soberanía.Por oha parte, las reglas de la buena guerrano seránsianpre ignoradaspor el príncipe, ni el arte de la guerra enteramenteprivado de consideracionesde moralidad y derecho. La presentetesis tratará de penetraren las ideas circulantesen un periodo en que se piensaque el derechopuede dar a la guena forma legal, independientementede su justicia o injusticia. Como dice Norberto Bobbio, "esadoble relación de la guerra con el derecho,a partir de la cual la guerra se presentacomo medio y como objeto, el derecho como fin y como forma, no es más que un aspectoparticular de la compleja relación generalque existe ente la fuerzay el derecho"4.El estudio,pues, se mantendráen la esferade esa"compleja relación" entre la fuerza y el derechoduranteun periodo en que la fuerza se aplica y se padecede forma casi irrestricta, pero en el que se reconocede forma implícita que hay que poner límites y contencióna los efectosde la guerra,y se practicanformas y usosrestrictivos, normadoscon mayor o menor claridad y precisión jurídica. Históricamente,se tratará de presentaruna descripcióndel tránsito de los conceptosy debatesmedievalessobrela justicia de la guerra,hastallegar a los conceptosde la guerra como un fenómenoobjetivado, no dependientede la moral, ni en buscade su justificación en derechosdivinos, sino como fenómenoque, contemplado tradicionalmentecomo inscrito en la órbita del derechonatural, va circunscribiendouna esferade derechopropia y autónomadesdela que formular y proponer, además,norrnas específicaspara las situacionesde guerra.En estatesis, por tanto, describiremosel tránsitode la experienciajurídica, desdelas nocionesde la guerrajusta, a las de derecho de guerca y las del derecho en la guerra. Sin embargo,no es la presentacióny descripciónde esedecursolo que el autor se ha propuestocomo aportaciónfinal de su trabajo, porque estatareaya ha sido realízadasuficiente número de vecescomo para que se pueda esperarde él gran o BOBBIO. Esquissed'une théorie sur les rapports entreguefte et droit, en "La guerreet sesthéories". A¡nales de PhilosophiePolitique. PressesUniversitairesde France, 1970,p. 8. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 10 innovación, o aportacionessustanciales,o informacionesreveladoras.Todo lo que el autor presenteaquí en torno a las cuestionesde guerrajusta, derechode gaerray derechoenla gtelrratiene por fin conducirlo 4 o mirarlo bajo la especiede, un tona que le parecenecesitadode exploración e iluminación desdeel punto de vista del derechoen general:los usos y formas de la guerra de sitio, con los asedioso expugnacionesde fortalezascomo tema central. Esa forma de guerra constituyeun magma de experiencias forjadasbajo el influjo de nocionesy nonnas de comportamientoformuladaspor el derecho de guerra, pero que al mismo tiernpo lo transforman,y contribuyen decisivamentea las nuevasformulacionesdel derecho en la guerca, con claras influencias en el desarrollo futuro del derechode eentes. SOBRE EL MÉTODO DE INVESTIGACIÓN Aunque el tratamientodel ternapropuestodescansacon preferenciaen fuentes históricas,creemosque todo él no sólo caebajo el foco de interés del derecho,sino que el derechopuede contribuir a esclarecsrcuestionesque la historia no nos ha revelado hastaahorade forma satisfactoria.La historiografia moderna,que sin duda tiene por tema central la emergenciay declive de todas las formas de poder, estructuradasen tomo a determinadosgrupos humanos,o por ellos generadas,no suelerepar¿Ircon igual constanciaen los aspectosmateriales,orgánicosy morales de la fuerza, o de la guerra si se prefiere, como (para decirlo con frase wlgar pero expresiva)parterade la historia. Por eso es útil el cruce de las perspectivashistóricas en torno a la guerra con las que se puedanobtenerdesdeel derecho.Ante las advertenciasde Kelsen, estatesis se pone en lugar seguroen lo que al método de investigación se refiere: no pretende hallarse en el lado de la teoría pura del derechosino, al contrario, en el de la impura, la que toma como métodolos procedimientosde la sociología,o la sociologíadel derecho las fuenteshistóricastal como nos hablandesdeellas susautores, o, más concretamente, susagentes,transmitiéndonoslo que ellos pensabany sentíanque era de derechoo contrario a derecho.En esapensary sentir se confirma lo que el propio Kelsen decía, que "la cienciadel Derechoes cienciadel espíritu,no ciencianatural"s. Interpretandola doctrina de las normasprimarias y secundariasdel derecho, podríamosafirmar que: l) entre las primarias se encuentranlas nonnas políticas ' HansKELSEN,La TeoríaPura del Derecho.Métodoy conceptos Versióndel aleman fundamentales. EditorialRevistade DerechoPrivado.Madrid 1933,p. 17. de Luis LegazLacambra. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 1l generalesque fundamentanla legitimidad del poder (político, material, militar, etc.) y su soberanía,y regulan por medio de leyes el uso de aquél; 2) enhe las secundarias colocaremoslas que reglamentanlos medios de fuerza o coercitivos que garantízany aplican el ordenamientolegal; uno de esosmedios, quizás elmás prominente, era (en el periodo que nos ocuparápreferentanente)el ejercito. Además de esto,y sin pretensión de innovar en materiajurídica, podríamosproponer la existenciade normas terciarias, que para el casoque nos proponemoslas definiríamos como: 3) normas que regulan y disciplinan la fuena dentro de una organizaciónmilitar, tanto en susrelacionesverticales y sub o super-ordinadasentre el príncipe, los mandos,oficiales y soldados,como horizontales,en relación con los componentesde otros ejércitos en los casosconcretos en que los soldadosde unos y ofros ejercitos se encuentran,esto es, en la guerra,y más específicamenteen la guerra de sitio. Como esepunto 3) (la aparición de normas que regulan las relacionesinternas dentro de los ejercitosy susrelacionesexternascon otros ejércitos) es uno de aquéllosa los que al que mayor importancia queremosdar en estetrabajo, seráconveniente enunciarel desarrolloque nos proponemos.Dando por supuestoque la fuerza armada de que nos vamos a ocupar estabainstituída legítimamente,cabela preguntade si, además,estabaafectadapor un ordenamientolegal propio, compatiblecon: l) los derechosnaturalesde las personasque abrazanla vida militar, lo que entrañala cuestión de si existíany se reconocíanderechosy obligacionespersonalesreguladas contractualmente entreel soldadoy el príncipe.2) los objetivosfinalesde la fuerza armada,lo que suponela cuestiónde los derechosque unosbeligerantesdetentaban frentea susenemigos,y 3) las necesidades operativasde la fuerza,lo que supone referirsea los límites de las accionesde fuerzaque se ejercensobreel enernigoy sobre los inocentes. Señalemos,de forma subsidiaria,que los tres puntosacabadosde enunciar circunscribenel espaciojurídico en que se incardinala actividaddel tipo humanoy profesionaldel "soldado",seaéstecapitríngeneral,maestrede campo,auditor o infante. Junto al "soldado", considerargrnoslas relacionesque él mantiene con el instrumentomilitar que nos interesa:las fortalezas,seaparatomarlas,seapara defenderlas.Lo que nos lleva a justificar otravez el tema elegido.Ternacuya relevancia se hace evidentegraciasal desarrollode los estudiosque descomprometidamente Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón l2 llamaremos"castellológicos", tanto en su aspectopolitico-social como en el de su técnica constructiva6. Esta tesis cuentacon una basedocumentalbastantedesa:rolladasobreaspectos fundamentalesy originarios de la castellología"tales como las razonespolítico-militares de conquistay defensapara la construcciónde fortalezasen las diversasépocas,su función de organizacióndel territorio, su carácterde núcleo del entramadosocial, administrativo y jurídico en sus comarcas,su utilidad como instrumento de poder politico y material, y por tanto objeto de disputasentre potestades,etc.7 o Sobre la oporunidad y alcancecientífico de los estudiossobre fortificaciones, dada la dimensión político-institucional de éstas,M. Concepción Castrillo Llamas dice de un periodo histórico de la fortificación por medio de castillos (castellano-leoneses)lo siguiente: "Entre las mas significativas destacala dimensión político-institucional de las fortificaciones, cuestión que ha acaparadola aüenciónde numerososinvestigadores,en grÍur medida influenciados por el renacerde la llamada 'historia política'. Castillos y fortalezas,ademásde poseeruna ñrncionalidad militar y estratégica,sobre todo acentuadaen las áreasfronterizas, eran centros desdelos gue se ejercía y administaba el poder en su sentido más amplio". CASTRILLO LLAMAS. Tenencias,alcaidesyfortalezas en la sociedad castellana de la Baja Edad Media. Estado de la investigacióny acualización bibliográJica. "Medievalismo". Año 8, no. 8. Madrid I 998, pp. 153-I 99 (p. 156). Castrillo Llamas es autora adem¡isde la tesisLa tenencia de fortalezas en la Corona de Castilla en la baja Edad Media. Relaciones de poder entre monarquía, noblezay ciudades (siglos XIII-W). Universidad Complutense, 1997. ' María Concepción Qunintanilla Raso ha observadoa esterespecto:'tna línea de trabajo va reclamando cadavez mas la atención, y consisteen la interrelación entre las distintas estructur¿sde poder: monarquía, nobleza, ciudades,como se ha puesto de relieve en alguna ocasión. Incluso en el ¿fu¡bitode las tesis doctorales,algunos intentos demuestranla operatiüdad de esteenfoque, por ejemplo, a propósito de una institución tan destacadacomo la tenencia de fortalezas". QLJINTAMLLA RASO. El protagonismo nobiliario en la Castilla bajomedieval. Una revisión historiográfca (1984-1997)."Medievalismo", año '7 , n". 7 . Madrid 1997, pp. 187-233 (p.20 1). En estamisma corriente historiografica, Y con gran desarrollo de los aspectosmilitares, políticos y arquitectónicosde las fortificaciones, hay que poDerde relieve la obra de Edward COOPER, Castillos señoriales en la corona de Castilla (4 vol. Junta de Castilla y León. Salamancal99l ), que cubre los periodos de la Baja Edad Media y temprano Renacimiento.. Los aspectos militares en relación con la arquitectura,en Fernando COBOS y JoséJavier de CASTRO, Castilla y León. Castillos.¡tFortalezas. León 1998. Para la difusión de las técnicas fortificatorias en Europa, ver Marino VIGANO. coordinador. Architetti milüari italiani all'estero dal W al WIII secolo- Istituto Italino dei Castelli. Roma 1994. Para las fortificaciones del emperadorCarlos V en Europa y norte de Africa, consideradasen la multiplicidad de sus aspectosy tratadosde forma sistemática,ver Las fortijlcaciones de Carlos V, obra coordinada por Carlos JoséHERNANDO. Veinticinco colaboradores.Editada por la Asociación Españolade Amigos de los Castillos, ministerio de Defensa y SociedadEstatal para la Conmemoración de los Centenariosde Felipe II y Carlos V. Madrid 2000. Ver, además,en general, la revista "Castillos de España", de la Asociación Españolade Amigo_sde los Castillos. Para las fortificaciones del periodo de Felipe II, ver Alicia CAIvt{Ri{ MUNOZ. Fortificación y ciudad en los reinos de Felipe 11.Editorial Nerea-Ministerio de Defensa.Madrid 1998. Del autor de esta tesis se pueden consultar los siguientesartículos, orientadosa poner de relieve las motivaciones políticas y deensivasde la construcción de castillos: La fortifcación como arte real, "Castillos de España",no. I l0- I I l, junio 1998.La acumulación de uperiencias en tietnposde Felipe II, "Castillosde España",no I12, diciembre 1998.Lafortificación modernaibérica en el mundo,"Castillos de España",no. I 14,junio 1999.La Goleta de Túnez,del siglo XYI a nuestrosdías. "Asinto. Revista de los Ingenieros de Contrucción y Electricidad", no. 179-180,Madrid, enero-junio 1999.Luis Escrivá, ingeniero del Emperador en ltalia, "Asinto", no. 183-184,enero-junio 2000. LafortiJicación en la defensade Italia por Carlos 4 "Castillos de España",no. I 16, enero 2000. La Goleta, Bona, Bugía. Los 'Las presidios del reino de Tunezen la política meditercáneadel Emperador, en fortificaciones de CarlosV", op. cit" Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 13 El interés central de esosestudioshistóricos se refiere a las relacionespolíticosocialesde las capasnobiliarias (poder, linaje, sangre,patrimonio, costumbres, ideología, etc.), y se refieren con preferenciaal estadode esascuestionese,nla Baja Edad Media (siglos XIV y XV), periodo que asientay consolida algunasde las tendenciasaparecidasen la Plena Edad Media (siglos XII y XIID. Por lo tanto, los descubrimientos,conceptosy análisisreferidos a esosperiodos nos seránde considerableutilidad p¿raun periodo "moderro" de la historia europea(siglos XVI y XVU), que sufre cambios sustancialesde los conceptosy estructurasdel poder, valores, usos, etc., con proyección directa sobrelas nocionesde derecho,en el restringido cÍrmpo que nos hernosmarcado,de la tenenciay toma y defensade fortalezas. Entre los modos y manerasde tenenciade fortalezasen la Baja Edad Media y los de la Edad Moderna se producendos cambios sustanciales:uno de contenido, otro espacial.En cuanto al contenido, en la Baja Edad Media la tenenciade fortalezasgravita alrededordel conceptopolítico-social del "señorío" como centro de poderes jurisdiccionales8y como "oficina" de adquisiciónde propiedadesinmobiliariasparalos señores,mientras que en la Edad Moderna el régimen de tenenciasse mantiene en la esfera"estatal" del poder real, y por lo tanto las posibilidadesde apropiación señorial de bienesson prácticamentenulas.En cuantoa lo tanporal, en la Baja Edad Media la tenenciade fortalezases una institución que produce experienciasinternas al reino, mientras que en la Edad Modema la tenenciade fortalezasy su defensaes una institución con impronta y alcanceslegalesde ámbito intereuropeo,acentuadoeste fenómeno,en lo que a los reyes españolesse refiere, por el caráctermultiestatal de la en el modo de MonarquíaHispánica.Todo ello produceineütables consecuencias tenenciageneradoen los reinospeninsulares,sobresociedadesy cuerpospolíticos de otrosreinosy estados,sobretodo en los periodosde guerra. Señalemosque en el plano temporal debeobservarsetambién un cambio de importanciadecisiva:la intensaseñorializaciónde la vida política y social en la Baja Edad Media en los reinos de España(cuestiónsuficientementetratada,y que no necesita mayor comentarioen estetrabajo) sufrió un importantísimo correctivo en el reinado de los ReyesCatólicos, primero, y de los reyes de la casade Austria después,precisamente en gran parte debido a la manifestaciónde nuevasnecesidadespolíticas, impuestastanto o Véasepor ejemplo A. RUCQUOI, coord. Los estadosseñoriales como estructura de poder en la Castilla del siglo W, en "Realidad e imágenesdel poder. Españaa fines de la Edad Media". Valladolid 1988,pp. 293-323. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t4 a los reyes como a las sociedadespor la aperturaa nuevoshorizontes estatales, resultantesdel final de la Reconquistay de la intervención en la gran política italiana, del final del siglo XV, lo que supusouna intemacionalizaciónde los conflictos de los reinos españoles,todo ello acentuadopor las consecuenciasde la política dinásticade Fernandoe Isabel, abierta a todas las casaseuropeasdel norte de Europa en un propósito de conteneral reino de Francia. Las fortalezasya no se tienen para reducir a la obedienciade los reyes cristianos comarcasde reyes moros, sino para contenery atacar príncipes de grandesestados,en posesiónde dos instrumentosmodernosde guerra: artillería y fortificaciones de nuevo diseño.El individuo apto para cumplir funcionesde mando en estenuevo contexto no es exclusivamenteel noble, sino también el hidalgo; el conjunto humano capazde cumplirlas no es la huestesino el ejército; el profesional capazde tener las fortalezaspor el rey es el gobernadorde laplaza, no el alcaide vasallo. Las leyes que rigen comportamientosy derechosno son ya las de la caballería, junto a sino las de la profesión militar, derechosde grcnay enla guerra que prep¿Iran, otros factores,el derechode gentescomo derechointemacional público. EXPOSICIÓN Y CRÍTICA DE LA APORTACION MARAVALLIANA Si los estudios"castellológicos"aportanparte importantede los elementosde juicio que nos permitirán desarrollarestetrabajo, aún seránmás pertinenteslas aportacionesque inciden de lleno en el tema de la relaciónde la fortificacióny los ejércitoscon el desarrollode los estadosmodernos.En estepunto es obligatorio referirse a los estudiosde JoséAntonio Maravall sobreesamaterian.Patu ello harernos una reseñade lo que nos interesaen susaportaciones. Comienza Maravall su tratamientodel sistemade fortificación en España tratandode encontraren la experienciade los ReyesCatólicos en torno a las fortalezas del reino una de las clavesde la aparición y construccióndel estadomoderno. Para ello les acompañaen su recorrido por los reinos, recobrandoy concediendocastillos y fortalezas.Los reyesvan contralos señoresfeudalesque nieganjusticiaa susvasallos, ' Por orden cronológico de su publicación, los trabajos de MARAVALL consultadosson: E/ régimen de Estado moderno ¡, el sistema defortifccación militar en España. "Reüsta de Estudios Políticos". Nos. 3334. Madrid 1947;Ejército y Estado en el Renacimiento."Revista de Estudios Políticos", nos. I 17-l 18. Madrid, mayo-agosto 1961, pp. 5-45; en el libro Estado modernoy mentalidad social. SiglosXV a XVII, tomos I y II (Ediciones de la Revista de Occidente S. A. Madrid,1972). Maravall ofrece ideas y análisis sobre el poder político, la justicia real y la soberanía,muy útiles para enm¿uc¿rel tema de la fuerza militar en el entramadode la monaquía más poderosade la época. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón l5 pero también abatensus fortalezas,no como vengrmzani castigo,pues se deja salir en pttz a sus defensores,sino como forma de reestructurarel poder político en favor suyo y en detrimento de los señores.Hernandodel Pulgar escriberepetidamenteen su crónica: "toda aquellafortaleza la mandó derribar". Contra un sólo señor,el conde de Lernos,los reyesmandaronderribar veinte fortalezas.A los señoreslos mandan a luchar contra los moros de Granada,rompen el vínculo de vasallaje que otros tienen con ellos y les desmantelansus castillos. Sin embargo,con las fortalezaspróximas a la frontera los reyesno se comportandel mismo modo: las conservan,restauran,y aún consfuyen algunasnuevasen la raya de Francialo.Sin minusvalorar la importancia del progreso técnico militar (artillería y fortificación abaluartada)como faerzatransformadorade la realidad,Maravall señalaotra, por lo menos tan poderosa: "Hay que pensaren quiénesson los que se defienden,por qué se defienden, por mandatode quién lo hacen,qué estádetrasde ellos y qué esperanzas puedenponer en los que estándetrás,etc. Puesbien, todas estasrazonesson de naturalezanetamentepolítica. Todo una innegableconexión se da entre forma políticay formamilitar"ll. Maravall acudeal testimonio de Maquiavelo para relatiüzar el impacto de la artillería: no era éstala causade que en su tianpo se perdiesenlas antiguasürtudes militares,sino la falta de disciplinar2.La disciplina seráuno de los grandesternas militares del XVI y del XVII, como soportedel poder armadodel estadoy basede cualquierintento de hacerbuenala justicia real antelos súbditos. Maravall, esquematizando fenómenoscomplejos,produceuna impresionistay expresivacomparaciónentre las estructuraspolíticas representadasen la fortaleza medievaly las de la fortificaciónmoderna:"la fortalezamedievalsurgeen cualquier parte, donde hay un exenciónque mantener,y se cierra sobre sí misma porque no tiene r0 Siguiendo a Pulgar, Maravall describeun momento de cambio radical, de época, de sociedad,en realidad de mundo: el alcaide de la fortaleza de Trujillo es un vasallo leal del señor que se lo confió, el marquésde Villena, y a é1,y sólo a é1,juró entregárselo.La reina Isabel se lo pide, y él alega su JurameDtoy se niega. En realidad, se excedeen celo, pues desdelas Panidas por lo menos no hay juramento a señor que valga ante la petición del rey. La reina, paciente, llama al marquésde Villena, y éstepide el castillo, que el alcaide le entrega;la reina se apoderade é1,como castillo de frontera que es rey Fernando lo dará a un hombre de su confianza, quien lo tendrá por los reyes. Pl ','^ El régimende estado.. ., p. 27. '' Toma la cita de Discorsisopra la prima Decada di Tito Livio,pan"tn2",cap. XVII. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón l6 relación con ningún otro sistemadefensivo"13.La fortalezamodema,al contrario, entra "a formar parte de un sistemaorganizado,mediante el cual se sirve el principio de continuidad del poder, de modo tal que cierren y haganperfectamentecompactoel espaciodel Reino que protegen"14.Este cierre y compactaciónse puedeproducir dentro de un espaciodelimitado: "Aparece con ello un conceptopolítico, vago e irrelevante en toda la Edad Media, en torno al cual se va a hacer la historia moderna: el conceptode fronteras"l5. Maravall, que cita a los tratadistasespañolesdel siglo XVII del arte de la fortificación, trasladade éstoslos conceptosde racionalidad,regularidady funcionalidad que tratan de infundir en la fortalezamodem4 a los fines que se propone cumplir el propio estadomoderno: "La regularidad en el trazado,a la que el Estadotrata de aproximarseen su organizaciónadministrativay, como en ést4 una distanciaentre las partes,tal que escalonadamente caiganunas en la esferade acción de las otras, son los dos principios primeros"l6. Las fortalezasencadenadasen un sistemahacenrespecto de un estadola misma función que los muros y baluartesde una ciudad, lo cierran y protegen.En la continuidad de la línea de fortalezasse cumple igualmenteun tercer principio, el de continuidadpropio del estado.Estecierredel estadopor el anillo de fortalezasno debe entenderse,sin anbargo, como una militarización de la vida civil; sólo se militariza el interior de las fortalezas,que en la Edad Media eran con frecuencia casao palacio;dentrode ellas,ahora,sólo queda"moradaparalos que guerrean".Lo que va en la defensade una fortalezamodemano es sólo la suertede los que están dentro,como en tiemposanteriores.sino la suertede las demásdel reino: "Porqueno se tratade salvarsesólo los de dentro,sino de debilitar lo más posibleal enemigoen favor de aquellosotros fuertesy de las restantestropasdel propio país,con las cualesrealizan la acciónconjuntade pelearcontrael enemigo";se los defiendedel "enemigopúblico del reino"l7. Observamos,pues,que en Maravall hay lo que podríamosllamar una visión "castromórfica"del estado,y que podríamosresumiren estasucintaobservaciónsuya: " El régimende Estado...,p. 30. 'o- ,égime, El de Estado...,p. 42. " El régimende Estado...,p.33. 'o_ régimen El de Estado.. ., p. 44. '' El régimen Estado.. p. de ., 51. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t7 calculadapretendetambiénllegara serla "Unamáquinasabiamente organización del Estadomoderno,y obrade cálculosontambiénsusfortificaciones"lS Hagamosla precisión de que Maravall rechazalainterpretacióndeterministade esarelación entre forma de estadoy susmanifestacionesmateriales;así lo pone en claro en otro de sus estudiosde interés para estetrabajole,en que señalala relación que existe entre las formas políticas, muy especialmenteel estado,y las formas de ejercito, arte de la guerra y fortificación, que evolucionanjuntas como objetos de una misma mentalidad2o. El logro de Maravall debe ser mirado sin embargocon cierta perspectiva relativizadora. Su elevadogrado de abstraccióny la armoníade sushipótesis no se acercande modo suficientementeinquisitivo a la realidad histórica en susmúltiples manifestaciones,técnicasunas,otras morales,pero también (las que más nos interesan) jurídicas. Por ejemplo, Maravall mantiene su interés por las fortalezasdento de los límites de la consolidacióndel estadomoderno,pero no haceaparecera éste(porquesin duda no fue ésasu intención) como parte de "un sistemaorganizado" de estados,en cuyo surgimiento la fortificación y la guera de fortificaciones también tuvo un importantepapel quejugar. No es casualque Baltasarde Ayala y Hugo Grocio, testigosde la guerra de los PaísesBajos, guerra de sitios, seanprecursoresdel derechomilitar el uno, y del derechomoderno de guerray, por tanto, del derechointernacional público, el otro. El deseode lograr una ¿umoníaintegradaen todo su esquemalleva a Maravall a operarconclusivamentesobrerealidadesno iluminadasde modo suficientepor la investigaciónhistóricade su tiempo. Por ejanplo, tomemosel casode los ejércitospermanentesde los príncipesversusejércitosformadospor mercenarios.Maravall señala estadistincióncomo uno de los rasgosmas fuertesque distinguenal estadomodernodel l'"8 - , Ll resimende L,,stado....p. 62. -., 1 "r qLrercrfo v Lstado... to "Esa relación no puedeañrmarseciertamentecomo un nexo causal,en el sentidode que a unos fipos de ejército determinado haya correspondido el desarrollo de unas peculiares formas políticas: pero lo que sí parece seguro es que unas y otras respondena una misma mentalidad de los hombres de cada época, mentalidadque en todos los aspectosde la vida de esetiempo tiene un carácterbásicoy que un¿tsveces muestrasusprimerasconsecuenciasen un campo y otrasen camposdiferentes... (pero) siernpreapaÍece como incuestionableuna conexión entreesosdistintosaspectosde la vida social y, consiguientemente,de que formas políticas,económicasy militares evolucionanjuntas". Ejército y Estado...,p.5. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 18 estadotardo-medieval2r.En el casode la Monarquía Hispanica la amplitud continental de los señoríosrealeshizo posible reducir la necesidadde reclutar voluntarios a soldada; muchos soldadositalianos, que luchabanbajo insignia de sus señores,vasallos a su vez del rey de Esparia,¿eranmercenarios,o soldadosregularesde un ejército real? Los suizos que servíanregularmentea los reyes españoleso a otros príncipes, ¿no eran también "regulares",aunqueno reales,lo mismo que los albaneses?¿Quédecir de los inglesesque servíanal rey de España,no sólo por razón de la paga sino por alineación religiosa? ¿Eranmercenarios,o más bien voluntarios de un conflicto religioso? Las fuerzasque siguieron al duque de Anjou en Flandes,bajo sueldoholandés,para luchar contra las realesde España,¿eransólo mercenariaso servíanlegítimamenteun fin "de estado",o dinasticosi se prefiere? Aunque los planteamientosde Maravall ayudan a focalizar lahlz sobretodos estosproblemas,hemos de reconocerque todavía hace falta el enfoqueajustadosobre cadaáreade interés,como las señaladas,y otras muchas.Tomemos otro tema más de los que se ocupa Maravall: el botín. Paraé1,el objetivo de la guerra desdeel Renacimientoen adelante"muestracon más claridad y vigor su carácterpúblico", lo que trae "una novedadque acabarápor imponerse:la abolición del sisternade botín y su sustitución por una rernuneraciónregular y previamentecalculada,el sueldo,que hizo de los antiguosguelTeroslos nuevossoldados"2t.Mostraremosen el desarrollo de esta tesis que, al contrario, el botín forma parte integral del sisternabélico, no sólo como prácticadepredatoria,sino como derechoinstitucionalizadopor regulacionespúblicas. Y aunquesin formar parte del alcancede estatesis, seráútil señalarahora la pervivencia,a una escalaespacialsin precedentes, del sisternade botín entrañadoen el "privateering"de ingleses,holandesesy franceses,más argelinos,furcosy venecianos, en el Atlántico y el Mediterráneo,todos en mayor o menormedidacontralos intereses de la MonarquíaHispánica,y la misma actividadpor partede los corsariosespañoles, sicilianosy napolitanoscontratodos aquéllosy suspatriasde origen. Otro desarrollode la guerra que Maravall da por consagradoes la titularidad del estadoen la propiedadde armasy pertrechos.Paraafirmarlo se apoya en Max Weber cuandodice que una característicadel estadoen la Edad Moderna es la separaciónentre '' "Los ejércitos,con rápido ritrno, pasana ser una organizacióndependientede la Corona. Sabidoes que la Edad Media se habíacaracterizadopor el sistemainverso,de tropasparticulareso privadascuya primera remontabaen Europa a los tiemposdel bajo Imperio". Ejército y Estado. . ., p. 9. ?parición 22.E¡ércüo 1,Estado..., p. 10. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón l9 combatientey propiedaddel armamentot3.Al confrario, creemosque la titularidad de la propiedadpública de parte de esearmamentocorrespondíaa entessocialescon derechos consuetudinariossobreé1,como villas, ciudadesy señoríos,subsumidosquizás en formas modernasde estado,pero con privilegios de raigambre tradicional. Por ejemplo, existíanreglaspara repartirselas piezasde artillería capturadasentre el príncipe, el jefe militar y la tropa. Los nobles fundían artillería, que llevaban consigo al combate;ciertas ciudadesfundían la artillería que ponían sobresus murallas. Nos introduce también Maravall en los cambios socialesque suponenlos nuevos modos de hacer la guerra,dependientesen modo sumo, apartede en la fortificación, en la infantería,que construyó su prestigio en detrimento de la importancia de las fuerzas de caballería,representativasde una tradición nobiliaria medieval, que de todos modos, en Españahabía sido relativamentedébil, lo que hizo que la clasenoble no se apropiase la función militar. Algunos fueros establecenque las tropas de concejo no acudiránmás que a la huesteconvocadapor el rey, nos adüerte Maravall, lo que indica "la tendencia democráticapropia del medievo2a. Reconociendocon Maravall que, efectivamente,la clasenobiliaria no se apropió de la función militar en los siglos que siguierona la Baja EdadMedia, debemosponer de relieve que no dejó de estarpresenteen los mas altosrangosde la milicia, y que determinadascargoso puestosde prestigio, como fortalezasy castillos importantes,se mantuvieron en sus manos, como privilegio de clase2s;pero creemos,hastaque una investigaciónlo pongaen claro, que eranmas bien pocosestoscasos.Estehecho,sin embargo,debeponerseen contrastecon la infinidad de oportunidadesde ascensosocial ("aumentar de estado", se decía),que la guerra ofrecía, a través de honorespor hechos " WEBER. Historia económicageneral. Trad. al español.México 1956;pp. 271-272. En MARAVALL. Ejércitov Estado...,p. ll. " A esterespectodice Maravall: "Es interesanteobservarque tanto las crónicas castellanascomo las catalanasse refieren a esastropas de los concejoscon satisfacción.El autor dela Glosa castellana al Regimiento de Príncipessostieneque para la guerra a caballo son mejores los ejércitos formados por señoresy sus vasallos,mientras que para la guerra a pie son preferibles tropas de labradores,y el solo hecho de que tenga en cuenta esta segundaposibilidad nos advierte del fuerte cntenido democrático de la función militar en Españaen la baja Edad Media". Ejército y Estado...,p.34. " En la obra de Bernardino de Escalante,el Capitán que dialoga con el Alcaide se queja de que los reyes daban las fonalezas y defensade lugaresa los caballerosmiís príncipales del reino: "oy dia vemos que las posseenalgunos de sus sucessoresporjuro de heredad,y otros por merced que el Rey les haze quando heredanlos estadosde sus padres". A lo que replica el Alcaide: "Harto mejor seria que se diessena los Capitanesy soldadosviejos que han servido bien, quando cansadospor edad y heridas que rescivieron no eslán para asisti¡ en Ia guerra". Hacerlo asi serviría ademáspara que "con mayor animo y valor los nobles y aun los que no lo son se occup¿rsen y señalassen".ESCALANTE. Dialogos del Arte Militar, de Bernardino de Escalante, Comissario del sancto Oficio, en Ia Inquisicion de Sevilla, y Beneficiado en la villa de Laredo, dirigidos al illustrissimo señor Cardenal Don Rodrigo de Castro Argobispo de Sevilla, 1 5 8 3 .f . 8 r . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 20 insólitos2ó,o bien por premios al valor en combatey la capacidadde mando27.Lo que sí podanos constatares la inmersión de las capasmas modestasdel ejercito en un espíritu del servicio de armasal rey, que hastaentoncesse había consideradocomo principal rasgomoral y social de la nobleza (y que éstatantasveceshabía defraudadoen el siglo anterior). En el siglo XVI, debido al abatimiento (relativo) de la noblezapor los Reyes Católicos, y ala invitación a participar en prometedorascampañasexteriores,con premios de honrasy bienespara los que combatiesenbien, se produjo una popularizaciónde la guerra como medio de salir de situacionessocialeshumildes, y ello con una disposición anímica que, en el casode muchos soldados,no retrocedíaante la probabilidad de perder la vida si por sentido de la honra se empeñabanvalerosamenteen el combate2s.quirás en pocasocasionesde una guerra se dabantan próximas la muerte y la honra del soldadocomo en el asalto a los muros de una fortaleza. 26 Hazañasdenodadas,o actos valerososde gran notoriedad, efttrl, para los hombres, aunque en rarísimas ocasiones,la oportunidad de un aumento de estado,bendecidopor la más calurosasanción real. Así, Diego de Avila, que apresóa Francisco I de Francia en la batalla de Pavía, fue hecho hidalgo por el emperador,con derecho a hacer y recibir pleitos homenajes,y tener tenenciade castillo. El decreto de Carlos V decía: "E queremose mandamosque vos e wos. hijos e hijas que al presentetheneyse tenieredesde aquí adelante,de legitimo matrymonio nascidose procreados,e sus descendienteslegitimos para siemprejamas, seadese seanhijosdalgo de solar conosgidodevengarquinientos sueldos,segund fuero e costumbrede españa,e seadese seanavidos por tales,bien assy como sy vos el dicho diego de Avila lo fuessedesde vuestro nascimiento,e podadese puedanafiar e desafiar e Reptar e ser rectadose Rescibir castillos e fortalezase facer pleito omenaje e Rescibi¡los e fazer todos los otros abtos e cirimonias e cos¿rsque pueden hazer los otros omes hijosdalgo de solar conosgidodevengarquinientos sueldosde maravedis..." Carta de privilegio 1tconfirmación dada por el Emperador Carlos V a Diego de Avila, hombre de armas de la capitanía de D. Carlos de Lanoy, haciéndole hidalgo de solqr conocidopor haber derrocado del caballo y rendido prisionero al rey de Francia, Francisco I, en Ia batalla de Pavía: año I525. En "Boletín de la Real Academiade la Historia". Madrid 1889,pp. 515-526. 2r Por ejemplo, la lista de castellaníasdadaspor el emperadoren los Abruzzos a oficiales españolespor su comportamiento en la campañade 1528 conm los franceses,en el reino de Nápoles, con rentas sobre las tierras y bienes.Si ciertamentelos beneficiarios, en su mayor parte, no perteneciana los estatos sociales más modestos,tampoco, desdeluego, pert€necíana la gran nobleza. 28 Adepto de estanoción que unía el honor al riesgo de muerte era Roger Williams, el soldado y cronista inglés de la guerra de los PaísesBajos, al servicio del príncipe de Omnge y también al ejército real español,quien decía de las víctimas mortales de los combates:"True it is, the fewer, the better conduct; but the more dies, the more honor to the frght". WILLIAMS. The Actions of the Low Countries. Editado Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 2l EL PLAN DE LA TESIS y prologadopor D.W. DAVIES. Cornell University Press.Ithaca,Nueva York 1964,p. 75. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 22 Tomarel planteamiento de Maravall,presentado en el Preámbulo,comopunto de arranquedenuestrasreflexionesno suponenecesariamente abrazarlo,sinoaceptarlo comoreferentedel lugarqueocupala relaciónfortaleza-estado modernoen la historiografiaespañol4al tiempoquetratade arrojaralgunaluz sobreun temade interésjurídico comola guerra,aunquesóloseade formalimitadaa unade las variedades conqueseha manifestadoen la historia:la guerrade sitio y asedioy su proyecciónsobrela esferadel derechodegentese internacional. Ahoracreemosllegadoel momentode declararel plan de estatesis,con el enunciadodel título y descripcióndel contenidode cadacapítulo,y dejustificar el tratamientoquedamosa los diversostemaspropuestos. CapítuloI: El señoríomedievaly las fortificaciones Nos interesaenmarcarel tema que vamos a desarrollaren el contexto sociopolitico de la épocaque le precedió.Se trata de dilucidar las relacionesde poder que durantela Edad Media gravitabanen torno a las tenenciasde castillos y fortalezas, mantenidasentre los diversosactoresque lo poseíanen algún grado significativo, básicamenteentreel rey y la clasenobiliaria,con las villas y ciudadesy otras instituciones,como Iglesiay órdenesmilitares,en segundoplano. Estecapítulonos llevará sucesivamentea precisar el desarrollo del régimen señorial en España,teniendo in mentela cuestióndel gradode su desarrollofeudal,la dinárnicade la expansión señorial, la función que en ella jugaron las fortalezasy la lucha por la preminencia señorialdel rey sobrela noblezay sobrelas fortalezasdel reino. En un Apéndicereferenciadoen estecapítulose remite al lector al examende la ideología,la doctrinay las normasde la caballeríay la tenenciade castillosy fortalezas, tal como vienenexpuestasen el Doctrinal de los Cavalleros,de Alonso de Cartagena. Otro Apéndiceconduceal análisisjurídico del vasallajefeudal. CapítuloII: La tenenciade castilloscomo fisura jurídica La tenenciade castillos poseíaun perfil jurídico propio en los diversosreinos y territorios de la Españamedieval, aunqueen transformacióncon el paso de los siglos. Se trata de un fenómenorelativamentebien estudiadopor las escuelasde medievalistas, sin que abundenaportacionesimportantesde los historiadoresdel derecho.Las Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 23 castlaníasen Cataluñatenían un carácterjurídico de servicio feudal (conventiencias), pero fue transformándose en un tipo de relación arrendaticia una vez agotadoen la corona de Aragón el impulso reconquistador.En un momento dado enhan en territorios de esacorona las formas de tenenciade Castilla, 1oque se dio en llamar costumbrede España. Esta se caracterizabapor una estrechavinculación y dependenciarespectode los fines regios, especialmenteen relación con la conquistade tierras a los moros. No importan tanto las vinculacionesinter-subjetivas,como enla costumbrede Cataluña, sino las relacionesde vasallajenatural de los nobles y tenentesde fortalezascon respectoal rey, que detentala potestadsupremade tipo político y jurídico sobreel reino. Es el modelo de la Partida segunda,título XVIII. Paradar cuentade todo esto se haceun recorrido histórico de la aparición y transformaciónde los modos de tenenciade castillos,en los diversosreinosde España. Como las relacionesde vasallaje feudal o natural son relacionesde fidelidad, exteriorizadasen el pleito homenaje,se trata con detalle la función del juramento en la recepcióny devolución de castillos, así como la crucial cuestiónde conservarel castillo para el señoro rey, con exposición de la propia vida del castellano.El castillo es un espaciodondese producensituacionesjurídicas de interés,con institucionesque le son inherentes,tal el emplazamientocomo trámite procesal. Por último, se da particularimportanciaa la crisis en el modo de tenencia medieval en el siglo XVI, y el vivo debateque suscitabauna institución configurada segúnlas necesidades de otrasépocas,parala que se reclamabauna reüsión de sus implicacionesjurídicas; en el ex¿Lmen de estacuestiónse toma pie en el tratadosobrelas Partidas,del doctor Antonio Álvarez. Un Apéndicenos aportaun documentode interésparala recepcióndel modo de tenenciade castillo en Cataluñasegúncostumbrede España. Capítulo III: La sierrificaciónjundica dela Costumbrede España El hilo conductorde las prácticasy normasjurídicas entrelos modos de tenencia de castillosy fortalezasen la EdadMedia y en la EdadModernaes la costumbrede España,consuetudoHispaniae, que desdeCastilla se extendió a los otros reinos y a los dominiosde ltalia, y se aplicó en las fortalezasrealesy otrasplazasde los PaísesBajos y Flandesen periodos de guerra. La historiografia ha podido identificar con precisión la figura jurídica de la Costumbrede España. La expresiónfigura en Las Partidas y aún Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón .24 en documentos anteriores.Seusatodaüa en los siglosXVI y XVII en documentos realesde elecciónde alcaidesy gobemadores de plazas.CostumbredeEspañaposeeun contenidojurídico concreto,quelo distinguede otrosmodosde tenercastilloa nombre de señor;la consuetudo Hispaniaeesla tenenciade castilloo fortalezaa nombredel rey, sin connotaciónfeudalalguna.En el sigloXVI la costumbreo usodeEspañasirvió comoelementode inspiracióno fuentede derechoparasometera notm¿rs legalesla disciplinamilitar, comomuestrael frecuenteempleode esostérminosen la obrade Baltasarde Ayala. El Apéndicereferenciado en estecapítulonosofreceun ejemplode documento regioparael nombramiento de gobernador deuna plaza,propiodel sigloXVI, con referenciaexpresaaluso deEspaña- Capítulo IV: La profesión y el estatutomilitar En la Edad Moderna, castillos y fortalezasno son ya más hitos o núcleos de poder socialy económicoseñorial,sino órganosdel podermilitar, servidospor, y en apoyo de, el ejército real. La tenenciade las fortalezasque cuentane importan, las de frontera entre Españay Francia,y las de los puertosde Italia y norte de Africa, están confiadasa un nuevo tipo de hombre de armas,el soldado,perfilado rápidamentecomo un profesional,que reclamasu estatutode tal, del mismo modo que los noblesposeían el suyo desdetiemposinmemoriales.Desaparece la huestey surgeel escuadrón organizadoen ordenanzade combate;y ordenanzasson los instrumentosjurídicos y disciplinariosconquelos que prestanserviciode armasal rey se conviertenen una estructuradel poderdel estado. CapíruloV: El eiércitoy la iusticia En los siglos XVI y XVII el ejércitose ha consagradocomo un instrumento privativo y permanentedel poder real, precisamenteen unos momentos en que las formas políticas, deliberadao insensiblementeadoptadas,hacendel rey el magistrado supremode la justicia. El instrumento nuevo, el ejército, reclamabaun ordenamiento tambiénnuevo,desvinculadode las normativasde tipo militar medievales,tan ligadasal régimen señorial. Este instrumentonuevo fue encontrado,paradójicamente,en las más antiguasformulacionesdocumentadasen el áreacultural e histórica del mundo Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 25 cristiano, en la Roma imperial. El ideal de rey renacentistase basabaen la idea del emperador,a un tiernpo legislador y jefe militar. En la tradición española,el arco que llevaba de Roma a los reinos de Españaencontrabaun apoyo intermedio en el código de las Partida,r, que portabanpor igual el sello romano y el de la supremacíaregia. Consideradasde un modo genérico (y bastanteimpreciso) como fundamentodel ordenamientomilitar, las formulacionesprácticasde las Partidas se realizabanmediante las sucesivasordenanzasque regulabanaspectosconcretosde la función militar, como la administración,y la disciplina. Debido al gran desarrollo de las cienciasy prácticas militares del ejército españolen aquellosaños,y en coincidencia con una ciencia jwídica muy evolucionada,era natural que las cuestionesde justicia militar preocupasen y encontrasenrespuestas.En estesentido son significativas las llamadasOrdenanzasde Farnesioy el tratado del jurista militar Baltasarde Ayala, De iure et fficiis bellicis, et disciplina militarí. Ambos son textos de interésjurídico, inspiradosy urgidos por una guerra en curso, llena de experienciasmilitares de indudable interés para la historia del derecho;experienciasque permiten afirmar que existe ya al final del XVI un cuerpo de nonnas de justicia militar, que se aplicabacon diversa fortuna y eficacia segúnla aptitud de los órganosde la justicia que se crearon.Por eso interesanla figura del auditor de guerra,que lleva la justicia a los ejércitos en campañao a las plazas fortificadas, y el consejode Guerra como órgano que entendíaen los asuntosde justicia que debíasentenciarel rey. Tres Apéndicesnos ofrecen las ordenanzasdel duque de Alba, de Alejandro Famesioy de Guillermo de Orange,representativasde la vehernentenecesidadque habíade someterlos ejércitosa la disciplinamilitar. Capítulo VI: La zuerra de fortalezasen el cuadro de la zuerra moderna Se consideraque fue Maquiavelo quien primero pensólas consecuenciasde la guera modernacomo resultadodel choque entre estadosgrandes,en detrimento de la libertad de los pequeños.Mientras sus diagnósticosde 1oque pasabaeran certeros,los remedios,los consejossobrelo que había que hacer,fueron, sin ernbargo,inadecuados: milicias populares,derribo de las fortificaciones, etc. Nos interesa,pues,Maquiavelo como testigo de las grandessorpresasque las guerrasdel siglo XVI iban a deparara los que las dirigían y las practicaban.Acciones militares muy rápidas sacudíanun territorio como si fuera tena nullius, sujeto a la depredacióny la licencia oportunistas;la Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 26 arnenazadel ejército a las poblacionessólo se podía confrontar si se contabacon poderosasfortificaciones que las protegieran,lo que no era el casola mayoría de las veces.Por un ligero desvío de la fornrna militar, una gran ciudad podía pasarde su estatutoy pM institucionalizadasa tener que elegir enüe alternativasfatales.La inseguridadpersonaly jurídica era lo más corriente. Dos Apéndicesreferenciadosen estecapítulo nos trasladan,por la pluma de Diego de Álaba y Viamont y de Juan Baños de Velasco, testimoniosliterarios expresivosde las alternativas, profesionales,emocionalesy morales que surgenen una situación particular de sitio o asedio. Capítulo VII: Las doctrinasde la €uerrajusta Hay un modo de vivir la guerra moderna,para la que la noción de la gue,lrajusta ha perdido todo significado. Parapoder caractaizar el tipo de guerrapropio de la Edad Moderna y su expresiónparticular en la guerra de sitio, con sus complejas implicacionesjurídicas hay que empezarpor recapitular la noción de guerrajusta. Este capítulo se limitará a reseñarlas principales doctrinas sobre esamateria durantela Edad Media, en las que encontraremosenunciadosmuchos de los problemas que pennaneceránirresueltos,o bien recibirán un tratamientojurídico distinto en los siglos siguientes.Algunas de las grandescuestionesdel futuro derechode gentesestán presentados in nuce o desarrolladaseficazmentepor la doctrina de la guerrajusta. Varias corrientesde pensamientocontribuyen a elaborarla:aristotelismo social, derecho romano, derechodivino cristiano, derechocanónico,conceptosde ley natural y mandamientomoral, etc. Se tratabade contestara preguntastan crucialescomo las de si un cristiano podía tomar las armas,el fin que lícitamente se podía perseguiren la guerra (ius bellum),quién teníaderechoa declararla,qué se podíao no haceren ella (ius in bello), rectificaciónde la injuria, destinode los prisioneros,resarcimientode daños, protecciónde los inocentes,castigoa los culpables,etc. Quizásdemasiadas preguntas para pretenderque una sola ley, la natural, pudiesecontenerrespuestassuficientes. Esasrespuestashabríande buscarsesiguiendoun enfoquejurídico diferente, menoscondicionadopor la idea de la guerracomo medio naturalordenadoa la justicia, y más vocado a determinarderechosde las personasy de los grupos humanosen situacionesjurídicas objetivasde guerra. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 27 Capítulo VIII: La zuerra y los derechosnatural y de sentes Encontramosen Vitoria el epígonomás acabadodel iusnaturalismoescolásticoy de su doctrina de la guerrajusta. A Vitoriq sin embargo,se le escapanrasgos importantesde la guena modern4 que, ciertamente,se libra sin gran concienciade si es justa o injusta. El deductiüsmo que deriva de la ley natural el comportamientodel hombre, bajo la luz de larazón, no puede dar cuentade la infinitud de actos aparentementeirracionalesque tratan de justificarse por la utilidad, la necesidad,la conveniencia,etc. Cuestacreer que es suficiente enunciarla ley natural para someterel comportamientohumano a nonnas. Otras voces llegan más allá que Vitoria en la exploración del derechode gentescomo una ciencia autónoma.La ley debe ser positiva si ha de valer (Molina) y estarenunciadapor un poder político con legitimidad suficiente. Es dudosala noción igualitarista del derechode gentes,cuando es evidente que existe una desigualdadentre las naciones(Ginés de Sepúlveda).Las determinacionesdel derechode gentesson históricas y mudables(Covamrbias). La utilidad y el consentimiento,junto con la justicia, son los determinantesdel derechode gentes(Yénquezde Menchaca).Lo que apruebael derechonatural puede ser desaprobadopor el derechode gentes,y en esteinfluyen la necesidady la conveniencia (Ayala). La guerraposeeun carácterpúblico, y pertenecea la esferade lo jurídico, no de la moral (Gentili). No hay juez imparcial de la guerra; el que hace la guerra está incoandoun procesocriminal (Suarez).El derechode gentesbebe de las prescripciones del derechonatural, pero también de las leyes que los hombres (o los estados)acuerdan positivar(Grocio). Algunos de estosautorestienen interesantesdoctrinasque aportar a la guerra de sitio y defortalezas,paralas que se basanen susnocionese ideassobrelo que es de derechonatural y de gentes.Las hemosrecogido en un Apéndice referenciadoen este capítulo. CapítuloIX: Derechosde zuerray de sitio El método histórico, que trata de representarlas experienciashumanas individuales y colectivas,constituyeun buen auxiliar del derecho.Describir la guerra tomandopie en las descripcionesy juicios de los que, de una forma u otra, la han vivido o la piensan,ofrece un telón de fondo sobreel que debeprobar su relevanciacualquier Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 28 proposiciónjurídica. Hay nocionespropias de la guerra de las que el derechodebedar cuenta;por ejemplo,lanecesidad,lautilidad,lareciprocidady su accesoriala represalia, y en generaltodo lo que seade conveniencia,y creemosque se podrían enunciaralgunas.miis,pero las mencionadasson las que con más fecuenciason evocadaspor los que tratan de la guerrabajo sus diversos aspectos.Naturalmente, aquellosconceptosno agotanel dichoso telón de fondo; todo, en derecho,debeverse bajo la luz de la justicia. En la épocaque nos ocup4 el derechosufre de una insuficiencia de positivación; la noción de la guerrajusta como rectificación y castigo de una injuria tiende a maximizar los rigores y consecuenciasde la guerra, en detrimento quizásde otros aspectosde la justicia; algunasde las formulacionesb¿ísicas de ésta,sin embargo,se conservano son recogidaspor la costumbre.Segun determinadascondicionesdel combateen la guerra,la ley reconociday la costumbre puedencontribuir por igual al rigor o a la moderaciónde sus consecuencias.Esas condicionesno puedenser indiferentesal derecho,y se leen en los hechospropios de la guerra,que tratamosde describir en estecapítulo. Capítulo X: La guerrade sitio y asediocomo test del derechode tenencia La forma de guerra que nos propusimosestudiarmás particularmente,la de sitio y asedio,representauna agudizaciónde los rasgosy contradiccionesde la guerraen aqueltiempo. Esemodo particularde participaren la guerra,"teniendofortaleza",es puestoa pruebaen toda su extremosidad.El mandatode dar la vida por el castillo se pone en vivo contrastecon el mandatode conservarotrosbienesque la ley divina y la razón natural mandanproteger,como la vida de los otros y la propia. La guerra de sitio, por otra parte, puedecambiar la suertejundica de otros valores: posesiónde un bien materialy territorial que perteneceal príncipeo al pueblo,derechosde soberaníasobre una plaza,etc. Por otro lado, el propio combatede sitio o asedioposeeatributos jurídicos aceptadospor la costumbre,que es necesariocontemplarpara obedecerloso desconocerlos,como puedanser el propio reconocimientodel estadode sitio o asedio, el socorro,derechosde beligeranciadentrode la plaza,etc. Todo ello se produceen una situación de extremadapresión sobrelos recursosmaterialesy morales de las personas, sujetasa formas más o menos atenuadasde terror. Es una situación que se muestramuy especulativadesdediversospuntosde vistajurídicos. Todos los conflictosde intereses contradictorios,de valores a conservar,debenser transadosde una forma o de ofa, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 29 legalo ilegal,por los afectados. La guerrade sitio o asedioconstituyeunasituacióno problemajurídico singular,merecedorde un tratamientoampliamenteautónomodentro del derechode guerra. Caoítulo XI: La capitulación como transaccióny figura iwídicas Una capitulación puede ser tratadabajo diversospuntos de vista. Desdela perspectivamilitar es una suspensiónde armasque tiene por objeto la rendición de una plaza. Suspensiónde armasy rendición tienen cadauna un carácterinstitucional y trn significado jurídico propio. Desde el punto de vista del "comercio humano", rrta capitulación suponeuna negociación.Desde el punto de üsta de la sociabilidad,una capitulación implica un juramento y un compromiso de buena fe. Como cambio de un statusjurídico en otro, requiereunos procedimientosy las correspodientesgarantías.Y como práctica o uso de la guerra,va acompañadade unos rituales. El interésjurídico de la capitulaciónparece,pues,fuerade toda duda. Que es lo que estatesis tratabade mostrar y estudiar. Un Apéndice referenciadoen estecapítulo remite a la que podríamosllamar expresiónmás consumadadel derechode guerra y sitio, alcanzadaenel siglo XVIII, cuando se da un tipo de guena con menor nivel de arbitrariedady anomíaque la propia de los siglos XVI y XVII, y que hernosencontradoen el tratado sobreel derechode gentesde Emerich de Vattel y con menor detalle en otros autores. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 30 BIBLIOGRAFÍA Y DOCUMENTACIÓN Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 3l El autorha utilizadobibliografiamuy diversa:desdeobrasde teoríapolíticay jurídica,e historiasdel derecho,hastacrónicasdehechoshistóricos,principalmente militares.De los primerosha obtenidolos criteriosen los queenmarcarsu investigación ha extraído dentrode los pariimetrospropiosde la cienciajurídica.De los segundos testimonios,descripciones dehechosy manifestaciones de est¿dossubjetivosde ánimo probatoriaso refutadorasdemuchas u opinión,valederoscomoalegaciones jurídicas,o bien aprobatorias presunciones o desaprobatorias de normasy leyes. quehansido Segunsutemáticageneral,reseñarsmos los librosy documentos consultados. Tratadoseeneralesde ciencia política y derecho Para situar el terna en un marco científico adecuado,acordecon las cienciasdel derecho,se han estudiadoobrasde teoría política, como Estudios de cienciapolítica, de Juan FerrrandoBadía, la Historia de Ia teoría polítíca, de GeorgeH. Sabine,la Historia de Ia Filosofia del Derechoy del Estado, de Antonio Truyol y Serra..Se ha consultado también Méthodesde la SciencePolitique, de Maurice Duverger-La teoría pura del Derecho, de Hans Kelsen, ha proporcionadocriterios para explicar el paso desdeuna concepcióniusnaturalistade la guera hacia otra basadaen punto de vista positivista. En estesentido ha sido útil la consulta dela Crítica del Derecho Natural. obra colectiva bajo la direcciónde Elías Díaz. La doctrinade las fuentesdel derechoha sido consultadaen Fuentesdel Derecho. I. Principios del ordenamientoconstitucional, de FrancisoBalaguerCallejón. Era necesariotambién apoyarseen historias del derechoespañol.Se ha usado principalmenteel Manual de historia del Derecho español,de Manuel García-Gallo, aprovechandosus vastosrecursosdocumentalesy sus enseñanzassobrelas fuentesdel derecho.El Manual de historia del Derecho español,de FranciscoTomás y Valiente, ha aportadoimportanteselementosde juicio e información sobrela cienciajurídica y la justicia en los siglos XVI y XVII. El Curso de Historia de las Instituciones españolas. De los orígenesal final de la Edad Media, de Luis G. de Valdeavellano, ayudó a situar gran parte de la documentaciónhistórica sobre la Edad Media bajo la perspectivadel derecho.La obra de Otto Gierke, Political Theoriesof the Middle Ages, ha cubierto gran parte de las necesidadesdoctrinalesy científicas sobreeseperiodo de la historia europea.Lavalidez de la costumbrecomo una de las fuentesdel derechohizo preciso Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 32 consultarLa coutume,de John Gilissen. Sobre la formación de una justicia militar, destacael estudio de Nicolas González-DeleitoLa evolución histórica de la jurisdícción penal mílitar en España. La consideraciónde la guerra de fonalezas en una perspectivahistóric4 sobre todo en lo relativo a los siglos XVI y XVII, necesitabaapoyarseen un marco conceptual versadoal conflicto internacionalo guerra enhe las naciones,por 1oque era preciso apoyarseen tratadosde derechointernacional,tanto desdesu vertientejurídica como moral y política. Se ha echadomano principalmentede la Historia del Derecho Internacional Público, de Antonio Truyol y Serra,y del Tratado de Derecho Internacional Público, de L. Oppenheim,así como Le droit international, de Ernest Nys. Particularmenteútil ha sido el tratado de Emerich Vattel El derecho de genteso principíos de la ley natural, por cuanto su tercer volumen estádedicadoíntegramenteal derechode gaerray enla guerra,con un tratamientoextensode las características jurídicas de la guerra de sitio, asedioy fortalezas,así como la capitulación. Como auxiliares de los estudiosde derechose han consultadoobras como el Diccíonarío enciclopédicode Derecho usual, The International Law Dictionary, de Bledsoey Boczek, el Diccionario de reglas, aforísmosy principios de Derecho,la Nueva Enciclopedia Jurídica, de Mascarenas,así como la Enciclopedia de Ciencias Sociales. Tratadosy obras sobre la guerra Con el objeto de iluminar el estadode la ciencia del derechode guerra en los siglos XVI y XVI se ha utilizado un amplio conjuntode autores.Entre éstosdestaca, parael interésespecíficode estatesis,la obrade Baltasarde Ayala,De íure et fficiis bellicis et disciplina militari, en su versión en españolpor Manuel Fraga Iribarne. No mucho menor interés tenían otras obrasque ayudabana enmarcarlos problanas de la guerra en los conceptosdel derechonatural y de gentes;enfre éstasdestacaDe iure belli ac pacis, de Hugo Grocio, obra de la que se han consultadodos versiones,la de Peter Haggenmachery la de Primitivo Marino Gómez, que ha aportadotambién la versión en españolde la obra de Grocio De iure predae. Los autoresdela altaescolásticaespañolahan sido estudiadosen cuanto tuvieron que decir sobrela guerra y el derechode gentes.Así, se ha acudido a las Releccionesdel estadode los indios y del derecho de la guerra, de Franciscode Vitoria. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón JJ Las obrasde FranciscoSuarezDe legíbus,De bello et de Indis y Disputationes han sido estudiadasen la sistematizacíónque hizo de ellas, bajo el prisma de sus doctrina de la guena, Luciano PereñaVicente (Guerra, intervención,paz internacional y Teoría de la guefta en Francisco Suárez).De Juan Ginés de Sepúlvedase ha estudiadosus Demócratesprimero y Demócratessegundoo de lasjustas causasde Ia guena contra Ios indios, en su versión de Angel Losada.Otros autores,como Covamrbias, Molina, Yánquezde Menchaca,Bodino y Leibniz han sido consultadospara poner sus doctrinas de la guerrabajo la perspectivade los derechosnatural y de gentes. Ocupándoseestatesis extensamentede los problemasde la guerra,ha sido necesarioconsultarobras significativas de estatemática,escritasdesdela perspectivade la cultura juridica contemporánea.Así, Thejust War in the Middle Ages, de Frederick H. Russell,La guerre et sesthéories (obra colectiva, en la que destacael estudio de Norberto Bobbio, Esquissed'une théorie sur l1s rapports entre guerre et droit), Guerra y conflicto social, de Manuel Fraga Iribarne The Law of War.A docamentaryHístory (ed.Leon Friedman), el artículo II dirüto di guerca in ltalia nel SecoloW, de Gigliola Soldi Rondinini, La doctrina españolade la guerca, de Alfonso García-Gallo,y el tratado de Richard Tuck sobre The Rightsof lüar and Peace,como guía o hilo conductor del pensamientopolítico sobrela guerra,desdeGrocio a Kant. Guercasjustas e injustas: un razonamientomoral con ejemploshistóricos, de Michael Walzer, ofreció análisismoralesy jurídicos sobrelas guerras "contemporáneas"(siglos XIX y XX), que sirvieron como herramientapara elaborar otrosjuicios moralesy jurídicos sobrelas guenasde la EdadModerna.En estamisma línea de investigación se leyó el libro de Geoffrey Best, Humanity in Warfare. The Modern History of the International Law of Armed Conflicts. El impacto del pensamientotradicional en las reflexiones sobrelos conflictos actualesfue seguidoen TheRulesof Riot.Internal Conflict and the Law of War, de JamesE. Bond. La obra de Robert Axelrod The Evolution of Cooperation aportó interesantesperspectivas behavioristassobrela conducciónde la zuerra. Esrudiosmedievales La constitución de la tenenciade castillos y fortalezascomo una figura jurídica tuvo lugar en la Edad Media, y por esohubo que llegar al tema a través de un amplio espectrode estudiosmedievales.Sirvió de apoyo o marco inicial la obra de Claudio Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 34 Sanchez-Albornoz,España,un enigma histórico. Llegando hastalos límites más remotos del feudalismo en España,se consultó la obra Laformación delfañalismo en la península lbérica, de Abilio Barbero y Marcelo Vigil. El código de las Partidas, naturalmente,ha sido estudiadocon minuciosidad, sobretodo la segunda,titulo XVI[. En el estudio de las Partídas ha sido posible profundizar aún más graciasa la refundición de todas las leyes de caballeríay de tenenciade fortalezasrealizada por El doctrinal de los cavalleros, de Alonso de Cartagena"editado y analizadopor JoséMaría Viña Liste. Por otro lado, ha sido utilísima la abundantehistoriografr,arealizadapor un conjunto de medievalistas,colaboradoresde las revistas"Medievalismo", "Medievalia", "Anuario de EstudiosMedievales'', "Revista de Historia Militar", "Estudia Historica", "lnitium", "Anuario de historia del Derecho español" y "Cuadernosde Historia de España",con interesantesaportacionesde María ConcepciónQuintanilla Raso, María ConcepciónCastrillo Llamas e Hilda Grissotti, para Castilla; Mikel deBpalzay María TeresaFerrer i Mallol sobrelos reinos moros de España;Andrea Romano, Joshua Kosto, Pierre Guichard y Antonio María Aragó Cabañas,para los reinos de la corona de Aragón. Particularmenteoportuna fue la consultade la obra de Ramón d'Abadal les "Partidas" a Catalunya, quejunto con los trabajosde Guichard y Aragó Cabañas, sirvió para tratar el tema de la difusión de la costumbrede España en la tenenciade fortalezasen los reinos de la corona de Aragón. Antonio PalomequeTorres aportó informaciónútil sobrelos ejércitosde la Reconquista,e IsabelBeceiro ayudó a comprenderel acto de pleito-homenaje.A manerade consultade diccionariofue la lectura de El lenguaje técnico delfeudalismo, de Eulalia Rodón Binué. La obra colectiva La noblezapeninsular en la Edad Media aportó muchos elementosde juicio e información,sobretodo en lo referentea la Baja Edad Mediay la expansiónde las fronteraspor medio de la concesiónregia de tenenciasde fortalezas.También sobrela nobleza,y su papelde tipo territorial, se leyó la obra de Ana RodríguezLópez,La consolidaciónde la monarquíafeudal castellana. Era imperativo tambien poseeruna perspectivasobreel feudalismo en la formación de los reinos de la Europa medieval. A adquirirla contribuyó el libro de Esther PascuaEchegaray,Guerra y pacto en el siglo XII. La consolidación de un sistemade reinos en Europa occidental. La obra de Philippe de Contamine,La guerra en Ia Edad Media, resultabaesencialpara el propósito de estatesis. Dos obras de capital importancia para el desarrollo del sistemade fortificaciones medievales sonDalle caverneai rifugi blindati, de Antonio Cassi Ramelli, y Places Fortes. Bastion du Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 35 pouvoir, deNicolasFaucherre. Auxiliar de estapartedel tabajo fae War,Literature andPolitics in the lateMiddleAges,editadapor C. T. Allmand. Estadoy zuerra en el tiempo de la Monarquía Hispana El cuadro generalde la Monarquía Hispana,bajo cuyo dominio se desarrollala fase de la guerra de sitios que más nos interesa,se comenzóa estudiarcon una aproximación global al tema, y para ello fueron utilísimas las obrasde JoseAntonio Maravall El sistemadefortificación militar en España,Estado modernoy mentalidad social, Carlos V y el pensamientopolítico del Renacimiento,y su artículo Ejército y Estado en el Renacimiento.JoséMaría García Marín fue consultadoen sus dos libros, Monarquía católica en ltalia, y Teoríapolítica y gobíerno en la Monarquía Hispánica. Parael estudio del consejode Guerra de la monarquíafueron útilísimos los libros de JoséMartínez Millán, Instítucionesy Elites de Poder en la Monarquía Hispana durante el Siglo XVI,y el de SantiagoFernándezConti, Los consejosde Estadoy Guerra de la Monarquía Hispana en tíemposde Felipe II. El esrudiode la guerra de los siglos XVI y XVII ha ocupadogran parte del espacioy del tiempo dedicadoa estatesis.El autorha utilizado hes tipos de fuentes,a saber, I ) las que tratan de aquellasgueras como tema de interéshistoriográfico; 2) las que hablan de la guerra como experienciavital, entre las que van incluídas algunas historiaso crónicasde los acontecimientos de la época,en generalvividoSpor sus autores,tratandode encontraren sushechosy relatosel testimonioiluminador de una concienciajurídica o moral sobrelos fenómenosde la guerra,y 3) las que se ocupande la guerracomo problemapolítico, técnicoo social,y que en generalreflejanlas doctrinas de la guerra prevalentesen aquellostianpos. a) Obrascontemporáneas sobrela historiadel periodoque nos ocupa Naturalmente,el marco generalmás amplio lo dan las obrashistóricas, entre las que destacaremos Españay su mundo,1500-1700y La Españaímperial, de J. H. Elliott; La práctica del Imperio, de Helmut G. Koenisberger;El ejércíto de Flandesy el CaminoEspañol,1567-1659,de GeoffreyParker;Los terciosespañoles(1567-1577), de René Quatrefages;Guercay decadencia,de I. A. A. Thompson, y los volúmenes editadospor los Congresosde Historia Militar. Una recreaciónde la sociedadguerrera españoladel siglo XVI es El soldado gentílhombre, de Raffaele Puddu. Como obrasde consultase han utilizadoA Bibliography of military Books,de Maurice J. D. Cockle,el Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 36 artículo de Fernando Gorr;álezde León, "Doctors of Military Discipline: Technical Expertíse and the Paradigm of the Spanish Soldier in the Early Modern Period; ambos trabajos iluminan la importancia que tuvo para la ciencia militar europealas crónicas, memorias y obrasdoctrinalesde soldadosy escritoresespañoles.Ademas, naturalmente, de la valiosaBibliogra/ía militar de España, de JoséAlmirante. Lugar preeminente entre las historias del periodo que nos ocupa son los cuatro volúmenes del Aluandre Farnése, de León Van der Essen,que ha proporcionadouna visión orgánicade uno de los periodosmás conflictivos de la guera de los PaíesBajos, así como un catálogo exhaustivode ejernplosy modalidadesde capitulación de plazas. b) Crónicasde los hechosde guerra Entre las memorias y crónicasde guerra,mencionaremoslas dedicadasa Gonzalo Femándezde Córdoba,llenas de experienciasde sitios y capitulaciones;entre ellas tenemoslas Cronicas del Gran Capítán, editadaspor Antonio RodríguezYilla,y la larga serie sobrela correspondenciadel Gran Capitán, publicada por la Revista de Archivos, Bibliotecasy Museos,la cual editó ademaslos perfilesbiográficosde personajesmilitares de la época,en su seneLa Academia del Gran Capitán. El "ciclo" de estecaudillo militar cordobésse cierra con la lectura del libro de JoséEnrique RuizDoménec,El Gran Capitán. Fray Prudenciode Sandovalfue consultadoen su Hístoria del Emperador Carlos I/ sobrelas guerrasde estemon¿rca. Se ha estudiadoun número mayor de obrasdedicadasa la guerra de Flandesy los PaísesBajos. Entre ellasdestacanla Guerra de Flandes,del cardenalBentivoglio; La guerra de los Estados-Bajos,de Carlos Coloma; TheActíons in the Low Countries, de Sir Roger Williams; los Comentariosde las guerras de los Países-Bajos,de Bernardino de Escalante;la serie que la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos dedicóa los motinesmilitares de Flandes.Reflejo de una experienciamilitar intensísima es el Comentario de Ia guerra de Frisia del maestrede campo FranciscoVerdugo. Los diversosvolúmenes del Boletín de Ia Real Academia de la Historia aportaroncrónicasy documentosde diversossucesosde guerra. c) Doctrinas sobrela milicia y la guerra Las obras doctrinalesde temáticamilitar fueron muy abundantesen aquella época,una gran parte de ellas escritaspor militares y tratadistasespañoles;de ellas se ha hecho amplio uso. Una obra que trata de restauraren Españael arte de la guerray la disciplina militar de Roma es la traducción de las Estrategemasde Julio Frontino, hecha por Guillén de Ávila. La que abre la épocamodernade la literatura sobrela guerra es Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 3t Dell'Arte della Guena, de Maquiavelo, que ha sido leída en su versión editaday comentadaen el siglo XX por Piero Pieri. Una serie de tratadistasespañoles,con experienciade guerra la mayor parte de ellos, destacanpor su contribución a la ciencia militar europea.Han sido consultadaslas siguientesobra:Diálogos mílítares, de Diego García de Palacio, que tiene interesantes observacionessobrela toma y rendición de plazasfortificadas; el Diálogo de la verdadera honra militar, de Jerónimo de Urrea, que se ocupa de la disciplina militar como parte de las leyes de la guerra;El perfeto capitán instruido en la disciplina militar, de Diego de Alaba y Viamont, qie suponeuna crítica de las insuficiencias de las leyes militares para dar cuentade todas las incidenciaspropias de una guerra, especialmentela de sitio. Los Dialogos del arte militar, de Bernardino de Escalante,se ocupande los oficios de soldado,capitány capitan general,así como de los alcaidesde fortalezay sus obligaciones.El Espejoy dísciplina militar, de FranciscoValdés, con gran experienciaen los PaísesBajos, realízaun estudio sobre la función militar del sargentomayor, figura clave en el manejo táctico de las unidadesdel ejército. El Discurso sobre laforma de reducir la disciplina militar a mejor y antiguo estado,de Sanchode Londoño, es una obra capital para entendery explicar de forma crítica los hechosde las Íumas españolasen el siglo XVI. La Política militar, del portuguésal servicio de EspañaFranciscode Melo, contieneun análisisde la figura del capitan generalcomo lugartenientedel rey y caudillo de la guerra. En otro siglo, pero como herederode las experienciasde las guerasdel XVI, escribeel príncipe Raimundo Montecuccoli su Arte universal de la guefta. Todas esasobrashan sido tomadasen cuentay leídas. Desdela perspecivadel estado,o más precisamentede los interesesde la MonarquíaHispana,son de destacarla obra de FrancescoLanario,del consejode Guerra de Flandes,Los tratados del princípe y de Ia guerra, así como la de Girolamo Frachetta,II seminario de governi di stato et di gueta. Digna de interés ha sido la defensade la corona española,en términos de teoría militar, realizadapor Tomás Campanellaen su La Monarquía Hispánica. Juanalfonso de Lancina contribuyó a la teoría de la guerra como forma de acción del estado,en sus Comentariospolíticos a los annalesde Cayo Cornelio Tacito. Observacionespertinentessobrela política de fortificaciones figuran en el Discurso política al rey Felipe II al comienzode su reinado, de BaltasarÁlamos de Barrientos. Parecidointento es el del portuguésPedro Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 38 Barbosacon su Discurso de la razón de Estado. JuanBaños de Velasco realizó una cntica a la decadenciamilitar de Españaen su Política militar de Príncipes. Los problemasjurídicos de la tenenciav gobierno de las fortificacaciones Bajo la clasificación de cienciajurídica propia del tiernpo, y de particular interés para el tema que nos ocupa, debenverse algunasobras.La del doctor Antonio LVarez, Tractado sobre la ley de la Partida, de lo que son obligados a hazer los buenos Alcaydes,constituyeuna importante aportacióna la determinaciónde las responsabilidadesen derechodel alcaidede un castillo o fortaleza, conteniendouna agudacrítica sobreel modo leguleyo de entenderlas.Bajo la aparienciade una defensaa machamartillo de las tradicionesdisciplinarias,incluídas las de los alcaides,la obra del auditor de guerra Cristóbal Mosquerade Figueroa, Comentario en breve compendiode disciplina militar, deja traslucir una cienciajurídica militar reflexiva sobre sí misma. Dos juegos de documentosde distinta naturalezacompletan el aparatode fuentes de estatesis,Por un lado tenemosuna serie de ordenanzasde tipo militar, incluyendo posiblementecomo replica o respuestaa las las del príncipede Orange(decretadas españolasvigentesen la época)y las importantesde Alejandro Farnesio.Por otro, hemos estudiadoy publicado en estatesis un juego de tratadosde capitulación o de paz, indicativosdel estadode estacuestiónde tanto interésjurídico, a la luz de las condicionesexistencialespropiasde un sitio o asedio. Por último, se ha extraído cuanto de interésjurídico había en algunasobras de un modo dedicadasa presidiosmilitares españolesde ultramar,representativos particularde manifestarsela utilidad política y militar de las fortificaciones.Se tratade Los presidios españolesdel norte de Africa en tiemposde los ReyesCatólicos, de Rafael Gutiérrez Cruz; la monumentalStoria documentaríadei Reali Presidios di toscana,de monseñorPietroFanciulli; el libro colectivo Orbetelloe i Presidios,y la parte histórica de Mapas,planos y fortificaciones híspánicosde Túnez,de Mikel de Epalza. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 39 CapítuloI EL SENORIOMEDIEVAL Y LAS FORTIFICACIONES Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 4Q La preaninencia que los reyes de Españaalcanzaroncon el paso del tiempo en la jurisdicción sobretodas las fortalezasüno facilitado por la debilidad de las institucionesfeudalesen sus reinos. Esa preeminenciafue alcanzada,no sin dificultad, y con resistenciade algunascoagulacionesde poder con tendenciasfeudalizantes.Para adentrarnosen esteternanos apoy¿Iremos en conocidosmaestrosde la historia, a los que, sin ernbargo,harernosalgunasapostillasdebido a ciertas dudasque sustesis puedensuscitar. En el marco del señoríomedieval en el reino de Castill4 lafortalezay virtualidad del régimen feudal es relativizada por Sánchez-Albornoz.Este autor establecela diferencia entre régimen señorial y régimen feudal; lo hace en un contexto de refutación generala Américo Castro,quien, segúné1,no entendióla distinción entre los dos regímenes.Sánchez-Albornozsostieneque Españano se feudalizó de modo significativo, y aportauna visión del tema sucintay jurídicamente precisa. Segúné1,el régimen feudal "abarcó las relacionespersonalesde tipo contractual,anudadasentre hombres,dueñosde suspropiosdestinos,mediantela libre conclusiónde un pacto sinalagmáticoo bilateral que implica deberesrecíprocos:el vasallo servía al señory el señorprotegíaal vasalloy le dabaelementosde üda". El régimenseñorial,por el conÍario, "vinculaba a los habitantesde una tierra con quien poseíael dominio sobrela misma o la 'justicia' sobrelos moradoresen ella; esevínculo no pendíade los sometidosal señoríoy no habíasido establecidocon su consentimientoni podía ser declaradocaducopor ellos a su arbitrio"2e. Si en León y Castillase habíadado la figurajurídica del feudo,añadeSánchezAlbornoz, fue al margende los cuadrospolíticos y socialesdel reino. La teóricafeudal de las Partidas, añade,no cambió la estructuravasallático-beneficialdel reino; las mismasPartidas,por lo demás,son en esteaspectouna "imitación" delos Libri Da a entendercon estasafirmacionesque en el ámbito feudorum italianos3O. constitucionalde Castillay León predominabala doctrinapública del señoríoregio. Lo acreditanasí,añadeS¿ínchez-Albornoz, el FueroReal de Alfonso X, la compilacióndel FueroViejo y el Ordenamientode Alcalá, de Alfonso XI. De la rarezaen Españade la relaciónde vasallajeen razón de feudo habla Alonso de Cartagenaen su Doctrinal de los Cavalleros, despuésde advertir con toda 2eClaudioSÁNCHEZ-ALBORNOZ. España,un enigmahistórico,tomoII. Edhasa. Barcelona 2000.,p. 770. 'o Ibid.p. 785. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 41 claridad que éstaes "fruta que ay en oüos logares e partese non en estereino"3l: ese régimen existe en el Imperio y Sicilia, y en Españaalgunos creenque se da en Galicia, pero se confunden3t.(En el Apéndice I se lleva a cabo un extensoestudio delDoctrinal de los Caballeros, con un análisisparticular de las normas de tenenciade fortalezas, bajo la perspectivade la cultura caballerescade la época) Las leyes contenidasen el Doctrinal de Cartagenaparecenreunidas expresamentepara enfatizar la supremacíarealen todos los ordenamientos,más o menos superficialmentefeudales.En él encontramosuna distinción neta entre el modo de vasallo del rey y el modo de vasallo enrazón de feudo. Así, dice que la primera manerade vasallaje "es de aquellosque han tierra de señor,como dezimos vasallos del rey"; pero añade:"comoquier que todos los del reino por oha manerade fablar se¿rmos sus vasallos,pero especialmentenombramosasí a aquellosque han dinero dél para langas,que llamamos 'tierra"'33; en estaprimera forma, pues,vasallaje es una relación de derechopúblico. La segundaforma, más restringida, consisteen una relación de derechoparticular entre el rey y el que le prestael servicio de lanzaso armas,lo que seríauna relación feudal3a;vasallaje,dice, es un "grand deudo" entre señory vasallo y entrevasalloy señor3s. Hay también dos acepcionesde "señof', una que apuntaa la jurisdicción sobre todos los que viven en un territorio, y otra que apuntaal pacto por el que un señor transmite una cierta noblezay da un beneficio al que se convierte en su vasallo36. Asumiremos,pues,aunquediscutiremosmás adelante,que las Partidas poco tienenque " Alonso de CARTAGENA. Próloso al libro cuarto del Doctinal de los Cavalleros. Edición realizada por JoséMaría VÑe LISTE. Univérsidadde Santiagode Compostela.1995. " En efecto, dice Cartagena:"ia segundamanera de vasallaje, segunddeximos, es de los feudos, de la cual mucho fablaron los juristas, especialmenteen el derecho civil e algún tanto en el canónico. E platícaseen ofrs partes,tan bien en el lmperio como en la Cicilia y en algunasotras regiones del mundo; ma-sen estereino non la veo usar, ca maguer que algunos cuidan que en el reino de Galizia - en la tierra de la lglesia - se us¿urestos feudos porque algunos cavalleros tienen tierr¿s della e fazen omenaje a los argobisposen su nombre que por tiempo son e han de servir con cierta gente cada uno segundque primeramente le fue empuesto,pero - segund los títulos antiguos e los que oy se fazen - non pasanen herederoe aún en vida se pueden revocar a sola voluntad del argobispoque a la sazón es. Por ende, más pÍrece el tal contracto ser aquel que los legistasllaman precario que feudo". CARTAGENA. Op. cit. Introducción al título tercero del libro cuarto. De los que son vasallospor razón defeudo. 33CARTAGENA. Op.cit. Introducción al título primero del libro cuarto. 3a"La segundamanera- continúa Cartagena. es cuando tiene feudo, ca aquel que ha feudo de algún señor llámanlelos derechos,e aún nós llamámoslevasallo". Ibid. 35 CARTAGENA. Op. cit. Título primero del libro cuarto, ley fué cosa es señor e qué cosa es vasallo. 'o Las dos manerasde entenderel término "señor" son: "aquel que ha mandamientoy poderío sobre todos aquellos que viven en su tierra"; tanto los de la tierra como los que vienen a ella de fuera le deben llamar señor. La segundamanera de entenderel término "señor" es "todo ornne que ha poderío de armar e dar por nobleza de su linaje; e a éste atal non le deven llamar señor si non aquellos que son vasallos e reciben bienfecho dé1".Ley Qué cosa es señor e qué cosa es vasallo. Señoríoy relación feudal queda claramente diferenciadosen estasdos denominaciones. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón .42 ver con el régimen feudal. Alfonso García-Gallo,también,liga las Partidas con una tradición jurídica distinta de la feudal: las Partidas son la versión hispana del íus communeromano-canónicoen sus añosde madurez3T.(Ver Apéndice II, "La naturaleza jurídica del vasallaje feudal") Volviendo a Sánchez-Albomoz,en el régimen feudal son dos personas igualmentelibres las que hacenel pacto sinalagmático,mientras que en el régimen señorial las personasestanligadas,no por pacto, sino por un vínculo que les precede, que les superay separa:uno tiene el señoríoy otros le estansujetos;uno tiene el imperio y los otros son súbditos.Palabrascomo'lasallo" o'lasallaje", o "caballero"y "caballería" no a¡rudana aclarar el tipo de régimen de que estamostratando,puesparece evidenteque se han usadoy se usan indistintamentepara referirse al régimen feudal y al señorial.Pero no importa dernasiado,porque lo que p¿receclaro hastaahora es que el feudo es una relación que se establece,mientras que el señoríoes una relación preestablecida. Luis G. de Valdeavellanotambién sostieneque Españano se feudalizó políticamentede modo importante,pero aportauna visión distinta a la de SánchezAlbomoz sobrela cuestión,a la que da un tratamientohistoricista. Señorial es el régimeneconómicoy socialoriginadoen el Bajo Imperio Romano,consistenteen "el sistemade explotaciónde los grandesdominios,el desarrollode las relacionesde dependenciaentre unos hombresy otros, por razón de la tierra que habitan o del vínculo personalque los une,y el ejerciciopor los poderososterratenientes de poderespropios del Estado".Feudales "el régimennacidode la multiplicaciónde los contratosde 'feudo' entreel Rey y los Nobles, o entreestoslos unos con los otros"38. SegúnValdeavellano,pues,el régimenseñorial llevabaaparejadala condición jurídico-públicapor la cual el señoreratitular de unajurisdicción sobrelos pobladores del territorio señorial,que le estabansujetos,no como súbditoslibrernenteasociadosa é1,sino como siervos,sujetosmaterialmentea la tierra del señor.Cuandosurgeel fenómenofeudal (Alta Edad Media, imperio carolingio, etc.), el régimen señorial es una situación "encontrada" "establecida",provenientede tionpos pasados,históricamente generadaen el Bajo Imperio, y sobreella se va a desarrollarla creciente institucionalizaciónfeudalde la sociedad,a medidaque la actividadeconómicay la '' Alfonso GARCTA-GALLO. VII centenario de las Partidas del Rey Saáio. Discurso ante el Instituto de España.Editorial MagisterioEspañol.Madrid, 1963.P. 29. '8 VALDEAVELLANO. Curso de Historia de lasInstituciones españolas.De los orígenesal final de la Edad Media. Madrid. o . 364. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 43 política,perosobretodo la guerra,sevan volüendo mascomplejasy másestructuradas, creciendoasífrondosostroncosy r¿rmas devínculosde vasallaje,establecidos librementey por tiempolimitado.En esesentidoel régimenfeudalestambiénuna situación"sobrevenida".Seha dado,pues,unacierta"fusión" entreseñoríoy feudo, que presentazonas deumbral,o si sequierede ambigüedad; comopuntualizaG. de Valdeavellano: "Al concederse medianteel 'feudo' unatierra,dominioo señoríose fundíanel régimenseñorialy el feudal,perono sianpre,en cuantono todoslos señoríos procedíandeunaconcesiónen feudoni el objetodel pactofeudalerasiempreun , ..1S oomlnlo"--. No es ésteel lugar para dilucidar las diferenciaseüdentes entre las dos concepciones,de Sánchez-Albornozy de Valdeavellanoa0,pero sí para extraer alguna enseñanzaútil a nuestropropósito Siervo y vasallo nos parecencondicionessocialescontrapuestas,aunque pudieran solaparseen la misma persona,creandoen ella una tensión anímica aguda, perceptible,por ejonplo, a través del tiempo en el selicio de armasde los soldados, muchosde ellos de condiciónservil, si no jurídicamenteestablecida,sí por lo menos material y socialmenteconsolidada,por lo que no dejabade pulsar en ellos la aspiración a (o el afan de emulaciónde) el ideal del vasallolibre, sujetode obligaciones,por supuesto,pero tambiénde derechosar. De ahí la implantación,en la prácticamilitar de tiemposposteriores,de la creenciaen que el soldado,si bien debesermovido a obedecerpor la ¿unen¿va de severísimoscastigos,no puedeser castigadocuandolos hechosdemuestranque los términos de su contrato de servicio al rey no se han cumplido: por ejemplo,cuandono recibela pagao cuandoel botín a que tiene derecho le ha sido robadopor los oficiales,y por ello tiene derechoa amotinarse.Cadasoldado de los siglosXVI y XVII lleva dentrode sí algo del antiguosiervoy algo de hombre libre. La implacabledisciplinase aplicaal siervo;pero si éstequiereacogerseal status de soldado,herederode la condiciónde vasallo,hará apelacióna su derechode acogerse 3evALDEAvELLANO. L p.365. o0 Añadamos solamentequ" Lui, SuárezFernándezse inclina a favor de la tesis de Sánchez-Albornoz: "En Españala palabra feudo aparecemuy mras veces,excepto en Cataluña,que durante algún tiempo formó pafe del mundo carlovingio"; los nobles siempre aparecierontan vinculados al servicio de los diversos oficios de la corte como al de las armas. SUAREZ FERNANDEZ. Nobleza y monarquía: sus interrelaciones. Lección de Clausura.En De la aristocarcia a la nobleza: hacia laformacion de los linajes nobiliarios aragoneses(1076-1376), en "La nobleza peninsular en la Edad Media". VI Congreso de Estudios Medievales. Fundación Sanchez-Albornoz.León 1999. P. 482. ar "Servicio, amistad y protección pactadaentre dos hombres de condición social noble". Esa relación "procedía del séquito o comitatus de los príncipes germánicosy de la clientela o encomendaciónromana en su forma militar"; tales son los rasgosdel vasallaje en VALDEAVELLANO. Op.cit. P. 368. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 44 a lasnoblesleyesdel ordenmilitar, reminiscencia de las de caballería,renovadas por él al entraral serviciodel rey. Por esoel estudiode la legislaciónfeudaldel serviciode puedeexplicary ayudara entenderel surgimientodel soldado,de la profesión ¿Irmas militar "moderna",de su conductaen la guerray de las leyesquerigeno deberíanregir ésta. POLITICAS NOBILIARIA Y REAL EN TORNO A LOS CASTILLOS Volviendo al hilo de la cuestiónfeudaVseñorial,señalaremosque la frondosidad de los vínculos feudalesdebilitó en determinadosperiodos el poder real, por lo que el rey, si queríareconstituir su basede poder, debíadebilitar el señoríofeudal y enfatízar la vinculación de todos, tanto de sus vasallos señorialescomo los vasallos de señores, con él mismo como señorde unos y otros vasallosa2.La presión nobiliaria tuvo, adernás, como resultadoen el plano militar que los reyes se mostraranrernisosa confiar la defensadel reino y su propio servicio de armasa los vasallosnobles,y confiasenmás y más en las tropas pagadaspor la corona mediante"dinero para langas",llamado también "tierra", o "segund las palabrasde entonces,soldada,aunqueagora esto non se dize sino en los que han tierra del rcy'43;gastostodos ellos que eran transferidosde modo crecientea los servicios de tributos que los reyes pedíana las cortes,dando al pueblo, villas y ciudadesla oportunidadde, pagándolos,aflojar un poco más las cadenasque les sujetabana los grandesseñores4. La preferenciaregia quedaclaramenteestablecidaen la ley de Partidas que enuncialas manerasde vasallaje,la primera y mayor de las cualeses el merum imperium,"e quieretanto dezir'mero' como puro y aún esmeradomandamientode o' Esta afirmación la hacemosen un sentido muy lato, con pretensiónde señalaruna tendencia genérica, pero sin pretenderatribuirle validez permanentea través de los siglos. Así, Sánchez-Albornoztiende a mostrir la debilidad del vínculo señorial y territorial en la expansióndel reino astur-leonéshacia el valle del Duero, expansiónllevada a cabo, según é1,por "numerosos grupos de hombres libres". El periodo de anarquíapolítica en el siglo XV, que preludió la reacción antinobiliaria de los Reyes Católicos, es sin embargo un ejemplo que abona la tesis propuesta.También aparecevalidada estatesis por el hecho de que los reyes de la corona de Aragón trataron a mediados del siglo )ilV de incorporar a sus dominios, mediante la traducción al catalán delas Partidas,laconsuetudo Hispaniae de vinculo feudal, más favorabie al rey, frente ala consuetudoCathaloniae, que reservabaderechosmás amplios de los señores frente a los delprinceps o conde de Barcelona. VALDEAVELLANO. Op. cit. P. 401. Sin embargo, Valdeavellano señalapara Cataluña"La posibilidad de la subinfeudaciónsin mas limitación que la de que el 'feudo' fuese suficiente para atendercon sus recursosal cumplimiento de los deberesmilitares anejos". De esaenfeudaciónse habrían beneficiado burguesesenriquecidos,añade(Id. P. 402). Presumimosque esosburguesesno estaríanni tan en condicionesni tan inclinados a prestar los servicios de armas inherentesa su tenenciade los castillos. ot CRRTRGENA. Op.cit., libro cuarto, título primero, Introducción. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 45 judgar e mandar los de su tierraas.Potestadde mandar y de juzgar, he ahí la esenciade la condición regia. La lectura de las "leyes" contenidaset eI Doctrinal de los cavalleros arroja la impresión de que las prerrogativasregias como señor del reino siempre prevalecensobrelos derechosfeudalesde los señores,por lo menos en cuanto al disfrute y tenenciade sus fortalezas.Parececonfirmarselo que dice Sanchez-Albornoz: "Los reyes lograron conservaruna fuerte autoridadpública sin tener que dejarse envolver por la yedra feudal. Nunca naufragó la regia potestaden las tormentasque el poderío nobiliario hubo de suscitara los numerososmonarcascastellano-leoneses desde la conquistade Toledo (1085) hastala toma de Seülla (1248).Jamáslas dos aristocraciasdesconocieronteoréticamentela supranacía dela iussio regis y éstallegó siernpre,por cima de los señores,hastalos caballerosque les servíancomo vasallosy hastalos villanos que vivían en sus señoríos'ló La tesis generalde la debilidad del feudalismo y susrelacionesde vasallaje en Españano nos hará pasarpor alto, sin anbargo, el hecho de que un título entero de la Partida cuarta (el XXVI) se ocupa de los feudos.Veamos esto: "Feudo es una manera de bienfecho'/7; si el beneficio es otorgado sobreülla o castillo u otro bien raiz, no puede ser quitado al vasallo mas que si ésteno cumpliesela postura que tiene concertadacon el señor,o le hiciese algún yerro que llevase la pena de pérdida del bien. Otra forma de feudo es la "de cámara",que es un beneficio dinerario confra su tesoro, el cual el rey puedequitárselo cuandoquisiere.No hay duda de que la primera fórmula se refiere a un pacto o posturaentre señory vasallo; sin embargo,en la segundano aparece explicita esaposturao pacto, y aunquepareceuna concesióngraciosay libre del señor, como merced o premio por un servicio prestado,debernospensarque se trata en realidadde un contratopor servicios,en razónde su posiciónclara en estadisposición sobrelos feudos,en que predominasianpre su característica de prestaciónmediadapor postura. Tal presunciónse ve confirmadapor la siguiente"ley", en que se establecela distinción ("departimiento") entre feudo, y "tierra" y "honor" (a las que con un léxico propio de los siglosXVI y XVII llamaríamos"mercedes").La "tierra" son los maravedíesque se ponen a favor del vasallo en "logares ciertos", y "honor" los * sÁNcgEz-ALBoRNo z. Oo.cit.p. 787. osCARTAGENA.Op. cit. Títuio primerodel libro cuarto.Ley Cuántasmanerassonde señoríoe de vasallaie. ousÁÑcgrz-ALBoRNoZ. op. cit.p. 782. '7 Titulo de la primera ley del título XXVI. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 46 maravedíesque se ponen sobre"logares señalados"que pertenecenal rey, como podrían ser las rentasde algún lugar o castillo, nos dice esta1eya8.En estosdos casosno hay "postura" por la que el rey se vea obligado con su vasallo. "Mas el feudo se otorga con postura,prometiendo el vasallo al señorde fazerle servicio a su costa e a su misión con cierta cuantíade cavalleroso de omnes o a servicio señaladoo en otra maneraque lo prometiesede fazef' . La naturalezapivada del vínculo feudal de vasallaje se pone de manifiesto en la libertad que tienen señory vasallo para romperlo. Sólo despuésde un año, o antespor causajustificada,podrá el vasallo despedirsede su señor; entonces quedarálibre de hacersevasallo de otro señor,ar¡nqueaún ha de manteneralguna forma de lealtad hacia el primero por el bien que le habíahechoae. Podemosafirmar que el feudo no seríaen el futuro, despuésde las Partidas, fruta tan extrañaal fuero de Españacomo pretendíanpara el pasadoCartagenay Sánchez-Albornoz,pues lo veremosutilizarse para tareasde expansiónterritorial de los reyes en el norte de Africa, concretamenteen Melilla y Oran-Mazalquiür, casosclaros de encomiendaen feudo por pacto o postura.En tiempos del propio Cartagenaestaba vigente un feudo muy significativo, pues había servido para conquistarlas islas Canarias,cuya posesiónpor CastillahabíadefendidoCartagenaen el concilio de Constanza.En efecto, el primer conquistadorde las islas, el caballeronormando Bethencourt,había obtenido en feudo del rey castellanolos territorios que había de conquistarso. Contra estahipótesispareceríaalzarsela siguiente"ley" de esetítulo de la Partida, tirulada Quiénpuede establescerfeudoe a quién Io devendar y en qué manera, en cuanto dice que reyes,emperadores,grandesseñoresy preladosslpuedendar en feudo "aquellascosasque son suyasquitamente".Es claro que aquellasplazassituadas en tierra de moros no iban a ser años despuéspropiedadde los reyes "quitamente" ot CRRTAGENA. Op. cit. Título rercero del libro cuarto. Ley Qué departimiento hay entrefeudo e tierra e honor. on CRRTAGENA. Op. cit. Tírulo primero del libro cuarto. Ley Que cosasdebe guardar el señor al vasallo t, el vasallo al señor despuésquefueren partidos. Se correspondecon la misma ley del título XXV de lalY Partida. 'o Sobre esto dice Eduardo Aznar Vallejo: "la enfeudacióndel barón francésrespectoal monarca castellanosupusola creación de un señorío inmune, según el modelo ampliamente desarrolladoen Franciay que en Castillasólo conoció ejemplosaisladosy poco desarrollados...:los usosy costumbres otorgadospor Bethencourt a sus vasallos son los propios de Normandía y Francia". Su postura con el monarca comprendíala justicia y la acuñaciónde moneda,una concesiónraramenteconcedidaa otros señoresen la Península.AZNAR VALLEJO. La ¿olonización de las islas Canarias en el siglo XV.En "La Españamedieval". Estudios en memoria del profesor D. Claudio S¡ánchez-Albornoz,vol, L UniversidadComplutense.Madrid 1986.P. 200 y s. '' Estos últimos solamente"aquellas cosasque los sus antecesoresacostumbrarondar, mas las otras que Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 47 (pacíficamente); al contrario,setomaronpor la fuerza,y esmás,lasplazasde Onin y Mazalquivirfuerontomadasen tiernposde regencia(del cardenalCisneros).El estudio pormenorizado de estoscasos(queno esel propósitode estatesis)nospermitiría establecer si, en efecto,seintrodujoen Españaenlos siglosXV y XVI un usofeudal, útil paraunainnovadoraacciónpolítica,tampoco no acostumbrado, al serconsiderado acostumbrada hastaentonces. LOS CASTILLOS Y LA DISTRIBUCION DEL PODER Nos interesaahora exponer el papel que los castillosjugaron en la disputa por áreasde poder social y económico entre rey, ciudadesy nobles, durante el periodo de crisis que se resolvió en favor del poder real, desdela Edad Media plena hastalos umbralesde las formas absolutistasde poder. Los nobles que tienen castillos poseenen ellos instrumentosde doble utilidad: militar y económica.En general,la utilidad militar abre espaciosnuevos que roturar y apropiar,y cuandoestafunción estácumplida, entra en juego la económica. La relación de los señorescon sus castillos se va transformandocon el cambio de la utilidad militar de éstos.Si la fronteÍa avarza y el castillo roquero deja de tener misión específica,el señortansforma la preeminenciamilitar en un símbolo de su preeminenciasocial, y para ello se construyedentro del castillo recintos señoriales,a vecespalaciegos,con una función militar muy limitadas2. Los señoresde los territorios alejadosde la frontera, al norte del Guadiana, orientansu actividadsocialhaciala explotaciónde la tierra, la adquisiciónde ascendienteen el Consejo Real y la creaciónde redesclientelaresapoyadasen las ramas secundarias de la familia o en hombresde confianzaque tienenpresenciaen las cortes. No desdeñantampocoel comercioo la artesanía.Se produceasí un procesode oligarquización,que en realidadhabíacomenzadodesdeel reinadode Alfonso X53.En non fuesenusadasa dar en feudo non las pueden dar de nuevo". t2 A esterespectoes muy ilustrativa la obl de Edward COOPER, Castillosseñoriales en la Corona de Castilla,4 vol. Juntade Castillay León. Salamanca1991. 53 En referencia al reino de León, CésarÁlvarez Áluarez señalaque "La Casa de Quiñones pudo llevar su voz y defender sus interesesestandopresenteen Cortes por medio de hombres de su total confianza. En 1407, acudeGonzalo Ramírez de la Llama, secretarioy lugartenientedel Merino Mayor, Diego Femindez de Quiñones I. En las Cortes de 1425 y en las de 1447 Diego Fem¿indezde León, estrechamentevinculado al mismo personajeQuiñones.Finalmente, en l47l y 1473, el procurador Alfonso Vacas es un personajemuy relacionado con la Casa de Luna". ALVAREZ ALVAREZ. Linajes nobiliarios y oligarquías urbanas en León. En "La nobleza peninsular en la Edad Media", IV Congreso de EstudiosMedievales.FundaciónSanchez-Albornoz.León 1999,pp. 44-45. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón .48 esteambientede recesiónde la actividad militar la relación de la personacon la fortaleza también se transforma, y aparte de seguir fundamenta¡rdoseen relaciones de confianza,puede servir como medio de consolidar o prestigiar un ciertos statussocial, y abrir entradaen la oligarquía local a los que prestanservicios de armassa.La tenenciade una fortaleza, poÍ muy pequeñaque sea,ofrece una oportunidadpara el ascensosocialss Esta evolución estabalejos de complacera los reyes.Los monarcassin duda tenían un interés genuino en la reconquistade territorio de moros, pero también se movían por un interéspolítico: tener a la nobleza ocupadaen la guerra. La conquistadel valle del Guadalquivir y el recorte territorial del reino de Granadaeran las vías miás expeditaspara que la presión nobiliaria se desviases6.Laguerra defrontera se perfila en Andalucía como un génerobélico distintivo, muy dinámico, movido siemprepor el interés patrimonial tanto como por las pretensionesque la nobleza proclama como to Este es el caso de Alfonso Vaca, de la ciudad de León: "El prestigio de su padre facilitó, sin duda, su nombramiento en lM1 como alcaide de las Torres de la Ciudad y el que, pocos años después,en 1453, se integrecomo regidor del concejo". ÁlVenfZ ÁfVenfZ. Op.cit. P. 57. '¡ 'ccp¡ra muchos rndividuos la obtención de una tenencia fronteriza constituía un excelentemedio de promoción y ¿rscenso social. Sin embargo, su capacidadde iniciativa a nivel bélico se hallaba limitada por la escasezde medios, y la fuerte dependenciaque manteníancon respectoa los poderessuperiores: monarquía,nobleza y ciudades". M'Concepción CASTRILLO LLAMAS. Tenencias,alcaides y fortalezas en la sociedad castellana de Ia Baja Edad Media. Estado de la investigacióny actualización bibliográfica- En "Medievalismo". Boletín de la SociedadEspañolade Estudios Medievales. Año 8, no. 8'. Madrid1998p , p. 153-199. )o A esterespectodice Vicente Alvarez Valenzuela: "Esta nobleza vieja (de Castilla) es la protagonistade la gran reconquistaandaluza.Gracias al impulso reconquistador,como ya había sucedidoen el valle del Duero, asciendenalgunoslinajes,se consolidanotros,y subenal primer nivel del poder político y económico. Aquellos linajes, o r¿rm¿Is de los mismos, que no participan en él y pennanecenen sus tierras de origen, quedanen un segundoplano, reducidos a una nobleza local". ALVAREZ VALENZUELA. Los orígenesde la nobleza castellano-leonesa.En "La nobleza peninsular en la Edad Media", fV Congreso de EsrudiosMedievales.FundaciónSanchezAlbornoz. León 1999,p.72). Mas adelanteañade:"Todo ello configura de modo decisivo el panoramapolítico nobiliario duante el siglo )ilII. Sobre él tendran influenciadecisivala unión de León y Castillay, sobretodo, el importanteavancereconquistador. Aquellas personaso linajes que sepanmoverse adecuadamenteen esasci¡cunstancias,y vincularse a la acción reconquistadoray al gobiemo de los nuevos territorios recién reconquistados,experimentaránun grim ascenso,como ya ocurriera en otros momentos de avancereconquistador;las demás,sin olvidar los factoreshabitualesque determinan el ascensoo descensode cada rama familiar, se converti¡án en nobleza local, desapariendode nuestrohorizonte" (Ibid., p. 83). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 49 propios de la caballerías7.Se ha podido hablar de un tipo humano de noblefronterizo, cuyo epítomehabría sido Alonso Pérezde Guznan, "el Bueno"ss La extensióndel modo de señoríoa las islas Canariassigue pautasasentadasen el modo castellano-andaluz,aunquecon un menor acentoen el ernpleomilitar de las fortalezas,dado que la población que se va a conquistarse halla en condiciones inferiores a las de los moros en cuanto a annamentoy organizaciónse.Excepto un primer núcleo conquistadoracogido al régimen feudal concertadoentre Bethencourty el rey de Castilla, el resto de los señoresque consolidanla conquistadel archipiélagolo hacenbajo el régimen de concesiónregia. La gobernacióno tenenciade un castillo en la Españamedieval proyecta la facultad de ejercerpoder más allá del conceptopuramentemilitar: un castillo situado sobreun puente,o una cañada,exigirá los derechosde pontazgoy portazgopara mantenerel castillo y formar el salario de la guarnición; los vecinos del lugar se verán obligados a hacer la "castellaria" o "mena", prestaciónde servicios para el mantenimientode la integridad fisica del castillo o su guarda,lo que en la práctica puede suponerservicios personalesal alcaide que vive dentroóo.Derecho inherentedel señoríoes imponer la obligación de los vasallosde acudir a repararo reforzar los muros del castillo o murallasde la ciudado villa; y derechode los vasalloses refugiarsedentro " A esterespectodice Emitio Cabrera:"la guerra de frontera suele ser el primer paso para que un noble consiga un señorío en las cercaníasde ella. Una acción destacadaen la conquista de una plaza podia traducirseen una sustanciosamerced relacionadacon ella. Si el protagonistade la acción era un personaje importante, es frecuenteque el rey lo convierta en señor del lugar". Mas adelanteañade:"La mayoria de los estadosseñorialesnacidos en Ia Baja Edad Media en Andalucía remontan sus orígenesa la llamada revolución Trastámarapor más que algunos linajes (entre ellos los Guanáury los Ponce de León) consiguieranperpetuarse,de forma inintemrmpida, como titulares de señoríosdesdefinales del siglo KII o comienzos del XIV". CABRERA. Noblezay señoríos en Andalucía durante la baja Edad Media. En "La nobleza peninsular en la Edad Media". IV Congreso de Estudios Medievales. Fundación SánchezAlbornoz.León 1999,p.96. 56Emilio Cabrera dice de él: "aunque leonésde nacimiento, pasó su vida enteraen Andalucía donde desempeñóun papel de primerísimo orden hastael punto de ser obra suya, en gran medida, la consolidación del dominio cristiano en el áreadel Estrecho.Es, además,la cabezade un linaje llamado a convertirseen el más prestigioso- y tambiénen el más rico - de la región". CABRERA. Op. cit. P. 100. tn La Gomera, por ejemplo, fue colonizada por los castellanos,no ms de una victoria militar, sino mediante "la imposición de un poder superior, cimentado en el apoyo de algunasde las parcialidadesde la isla y en la construcción de una tone particularmente fuerte y presta a recibir los refuerzos del exterior". AZNAR VALLEJO. Oo. cit. P. 200. u0Lu .iqu""u vital resultantede la actividad de un castillo ha sido puestaen términos muy expresivospor Jorge Sanuyana: "en un castillo, el foso, los bastionesy la torre del homenaje sirven al mismo tiempo de estanque,graneros,cocina, capilla, alcobasy salón. Las defensas,no sólo son útiles como tales defensas; atraentambién al interior del recinto a los enamoradosy se concilian las artes delapaz, hastaque el castillo se convierte en palacio y los edificios exterioresen ciudad". SANTAYANA. Dominaciones y potestades.Reflexionesecerca de la Libertad, la Sociedady el Gobierno. Traducción de Joséantonio Fontanilla. Aguilar S. A. de Ediciones. Madrid 1953. Libro segundo:"Ordenación militante de la sociedad",p.213. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 50 de sus muros en la necesidad.Paramover a los vasallos al servicio de las obrasmurales los señoresusabanen Cataluñala figura del bajulus o batlle6t. La economíaque sustentael modo de vida señorial es eminentementeagraria,y se materializa mediante el arendamiento de la tierra a pequeñoso grandesaparceros, que debenpagar una renta monetariao en especie;estaúltima variedad de renta asegura a los nobles contra las crisis fiduciarias, y creaen ellos el sentimiento señorial de que su sustentoes obligación de los pecheros,con 1oque la vinculación contractualtiende a convertir al aparceroen parte de la servidumbre.Esto no excluye que los señores buscaranmejorar sus rentascon actividadesproductivasrelacionadascon la agricultura, como los molinos, las aceñas,hornos, lagares,herrerías,tenerías,ollerías, almonas, etc.62 El señoríomilitar cristiano tiene éxito porque se mueve por un impulso patrimonialista,no porque los que lo practicanvivan la fe cristiana con más ardor y eficacia combativasque sus enernigos.Las mismas órdenesde caballeríacombaten,sí, por la fe, pero sobretodo por cumplir un programafundiario asignadopor los reyes. La Iglesiamisma es muy sensibleanteel potencialeconómicode los castillos63. En el Islam, el militarismo místico formado alrededorde los centrosde espiritualidad "ribat", siemprepróximosa las fronterascon los reinoscristianos,es más pasivo que el de los castellanosy aragoneses;esoscentrosse configuran como puntos donde el creyente abrazaun destino defensivo, graciasal cual puede alcanzarsela muerte en combatey por lo tanto el paraiso; los que Íezany se ejercitan en las armasen las "rábitas" son más "piadososmilitaristas"que "monjes guerreros"s;su impulso,pues,no está suficientementeasentadoen sólidasraicesterrenalesy patrimoniales,ligadas a su vez al sentidode permanenciadel linaje. El conflicto dinástico o territorial entre coronasdevuelve a los castillos y fortalezasuna utilidad militar desligadade todasesasconsideraciones patrimonialeso espirituales:lo que importa es defenderel reino y, bastantemás adelante,una nación o' Ver VALDEAVELLANO. Oo.cit.P. 358. ó2 cnBRrRe. op. cit. P. l09. o' Adam JoshuaKosto ha señaladoque durante la lucha contra el Islam, a finales del sglo X, las diócesis catalanashabían construído castillos para combatirlo. Dos siglos después,otro tipo de conflictos eran frecuentes:"ln Barcelona and Gi¡ona, theseconflicts tended to concern the castles¿rssourcesof revenue", sin por ello perder interés por su utilidad militar, añade.KOSTO. Making and keeping agreementsin medieval Catalonia, 1000-I200. "Medievalia" no. 13. Institut d'Estudios Medievals. Universitat Autdnoma de Barcelona.Bellaterra 1998.p. 40. e Ver el planteamiento de esta cuestión * ltlit"l de EPALZA, La espiritualidad milüarista del islam medieval. El Ribat, los Ribates, las Rabitas y los Almonastires de Al-Andalus, "Medievalismo", Año 3, n'. 3. Madrid 1993,p. 17. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 5l frente a otra. Así, los castillos de la retaguardialeonesadel reino de Castilla y León, cabezasde la reconquistaen los siglos XI y XII, hubieron de recobrarnueva vida y función en el XV con motivo del conflicto causadopor las pretensionesde Alfonso V de Portugal y su invasión del territorio castellano,al comienzo del reinado de los Reyes Católicos6s. A la experienciade las fortalezascomo activo patrimonial y como sedede un impulso religioso, hay que arladir la utilidad que tienen para ejercercomo basede consolidacióny expansióndel señoríoal interior de las ciudadesy villas. El señortitular de una tenenciade la fortaleza, puertao murallas de un poblamiento grandeo chico detentaun factor de poder en sus manos, como se observó en la obstinadaresistenciade Zanora y Toro al dominio de los ReyesCatólicos. En estesentido la tenenciase convierte en un factor de división interna, con la alineación de partidos, uno de ellos dispuestoa resistir y otro queriendoabrir las puertas,dando lugar a una microguerra civil, que si bien en el siglo XV, en España,dura tanto como la inestabilidadpolítica, duranteel siglo XVI en ltalia, Francia y los PaísesBajos, y en el XVII en ésteúltimo país, constituyeun factor de agravamientodel conflicto internacional,al chocar las pretensionesnobiliarias y burguesasde las villas fortificadas (frecuenternente fusionadas)con los derechosde los príncipes. La expansióncastellanaen tierras de moros, en el siglo XIII, puso en manos de los reyes un "botín territorial", lleno de fortalezasantiguasy territorios donde se podían construir otras nuevas.Un rey enérgicocomo FernandoIII las entregabasin necesidad de sellar con el beneficiario el pacto de hacer la guerra y lapaz a su voluntad, puesto que todos estabancomprometidoscon sus empresasmilitares; un rey contestadoy no tan guerrerocomo su hijo Alfonso imponía por capitulación escritaa los beneficiarios esaobligación66. u' M'Cott""pción Quintanilla llama la atención sobre el hecho de que las cortes castellanassólo se preocupabanbien entrado el siglo XV por las fortificaciones en torno al reino de Granada:"hay que esperara las Cortes de Toledo de 1436, en el gobierno de Juan II, para encontrar una mención expresade los castillos de la frontera castellano-portuguesa,insistiendo en su situación de abandono". QLIINTANILLA RASO. Alcaides, tenenciasy fortalezas en el reino de León en la Baja Edad Media. En "Castillosmedievalesdel reino de León". Edición patrocinadapor S. A. Hullera Vasco-Leonesa,1989.P. 7t. uu Hilda Grassotti,que remite a Sanchez-Albomoz,dice a esterespecto:"Esa abundanciadio ocasisón, natural¡riente,a una larga serie de donaciones en plena propiedad de fortalezas y de villas, con el señorío de las mismas,a las OrdenesMilitares y a la noblezalaica y clerical". DesdeAlfonso X las capitulacionesde donaciónsolíanincluir la obligación de hacer la guerray lapaz, de acuerdocon la voluntad del rey. Poco a poco se fue extendiendoestacláusulaa las concesionesde castillosy fortalezasde señores,e incluso prelados, a susvasallosy tenentes.GRASSOTTI . El debery el derechode hacer gu.rray paz en León y Castilla. En "Cuademosde historia de España".lnstituto de Historia de España.BuenosAires 1976,pp.22l-296 @p.274 Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 52 Hastalos concejosmunicipalesde Castillapodíanparticiparen el "botín Toledoy otroslo hicieronconfrecuenciaen territorial":así,los de Avila, Salamanca, A¡dalucía;comoresultadode ello poseíancastillos,de igualmodocomolo hacíanlos magnates6T El expedientede canalizarlas energíasy ambicionesde la nobleza hacia la Reconquistatuvo, sin duda,un éxito completo, pero acabaríapor agotar su ciclo, aún antesde que se concluyesela guerra contra los moros, que se ganó con el cuantiosísimo apoyo de los hombres de los concejosmunicipales y labradores.Contribuyó al agotamientodel ciclo nobiliario la institución del mayorazgo,que se hacíabajo licencia real68;el efecto buscadoy obtenido de los mayorazgoses que lo principal del patrimonio quedabaen manos de los hijos mayores,pero como esono hacía que los padresolvidaran el bienestarde sus otros hijos, se esforzabanen conseguir,para ellos cargosy mercedes,como castellanías,servicios de armas,puestosen la corte, etc. Durante la Baja Edad Media, en Andalucía, los nobles solían hacer concesiónde alcaidíasa personasno nobles. Esto suponíauna patrimonialización de las tenencias,en detrimento de los interesesregios; esteprocesose ha visto favorecido por las diferentes crisis de sucesión,y afectaa todo el territorio castellano,tanto de vieja como de nueva frontera. En la estratificadanobleza andaluzase observael derechode los nobles a otorgar títulos de tenenciaa sus hombresde confianza;las principales fortalezasest¿ín en susmanos,y la influencia social que unos y otros ejercense va extendiendodespués a las regiduríasde las ciudades.El modelo caballerescode la tenenciade fortalezas como servicio al rey y al reino no podía versemás desvirtuadoóe. V SSI. 6t En Ju- MARTÍNEZ DE LA VEGA. Derechomilitar en la Edad Media,Zaragoza 1912,p.90. ó8 A esterespectodice Emilio Cabrera: en Andalucía, "Los mayorazgosempez¿rona ap¿ueceren el siglo XIII pero sólo se generalizarona partir de mediadosdel siglo )üV. Teóricamente,uno de los más antiguos de Andalucía es el de Aguilar, que data de 1274. Pareceque en un principio el mayorazgo podía constituirse sin necesidadde obtener permiso real. Pero.enel siglo XV el permiso para formar mayor¿vgo era una merced hechapor el rey, cuyo concurso resultabanecesariotambién para modificar las condiciones del mayorazgo o la cuantía de los bienes que lo integraban.En el siglo XVI se extendería tambiéna familias.queno efttnde origen noble". CABRERA. Op. cit. P. 107-108. o' Emilio Cabrera describeasí esteproceso: "las familias encuadradasen el primer nivel (de la jerarquía nobiliaria) mantienenun sistemade relacionesde tipo vertical con algunos colaboradoresque en la documentaciónaparecenfrecuentementecon el nombre de criados y que ejercen funciones tanto de carácermilitar como político asegurándolesel control del territorio y también de su principal entidad concejil, Córdoba, participando activamente,en beneficio de sus señores,de las actividadesde gobierno, a nivel local. Singularmente,las cuatro ramas principales de la familia Fernándezde Córdoba (es decir, los condesde Cabr¿, los señoresde Aguilar, los de Lucena y los de Montemayor) tienen entre sus criados de mayor confianza a los alcaidesde las principales fortalezasde sus propias villas de señorío (Aguilar, Cabra, Iznájar, Baena, Alcaudete), Ios cuales,mediante la influencia de sus respectivosseñoreshan sido promovidos también al cargo de regidores de la ciudad de Córdoba, frecuentementeen veinticuatrias acrecentadas....De la misma manera,las diferentes fortalezasde las villas terminiegas de Córdoba Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 53 Frente a la gran presión nobiliaria, las ciudadesy villas castellano-leonesas abrieron un frente contra el encastillamientode los nobles, exigiendo a Juan II, en las cortesde Valladolid de 1442, queno pudieseel rey dar ni enajenarpor cualquier título "gibdadesnin villas nin aldeasnin logaresnin términos nin juredigiones nin fortalezas de juro de heredad,nin cosaalguna dello, salvo a los dichos sennoresReyna e Principe, o a qualquier dellos, con clausulaque las non puedanenajenarnin trocar nin de si apartar", a lo que el rey no tuvo más remedio que acceder,seguramentecon gran contentoTo. Los nobles resistieronencarnizadamente,por un tiempo al menos, los intentos realesde sujetar las fortalezasdel reino al modo de tenencia dela costumbrede España. Cuando la necesidadapretó al sucesorde Juan II, Enrique IV, los nobles volvieron a imponerseefimeramente.En efecto, Enrique le había quitado al duque de Medinasidonia la plazade Gibraltar, adquirida por éstede forma harto turbiatt. No tardó, sin CInbargo,el rey en verse forzado a desdecirse:cuandoel duque volvió a apoderarsede Gibraltar, el rey no tuvo más remedio que hacerlemerced de ella, con vasallosy jurisdicciónQa6Q. Saneóde modo definitivo estacuestiónIsabel I, hermanade Enrique, quitando el señoríoal duque en basea dos argumentos:l) "que la dicha mercednon hobo lugar ni se pudo facerde derecho",sin duda fundandoseen la ley otorgadapor Juan II,y 2) "por ser como es la dicha cibdadde la dicha Coronareal e uno de los titulos de los Reves destosmis Reinos"72. Un ejemploperfectodel nuevomodo de tenenciaimpuestopor los Reyes Católicoses la concesión,pdr la reina Isabel,a GonzaloFernándezde Córdobade la tenenciade la fortalezade Illora, tomadarecientementea los moros.La reina le ordena: (Montoro, La Rambla,Bujalance,Pedroche,Hornachuelos)han sido puestasen manosde distintos alcaidesligados a algunos de los cuatro principales señoresde vasallos o de sus aliados, promovidos así mismo al ofrcio de veinticuatros. Exactamentelo mismo sucedeen el reino de Sevilla". CABRERA.Op. c i t .P . I 1 0 . to El .ey concedió, la merced de que, con "fuerga e vigor de Ley e pacción e contrato firme e estable fecho e firmado e inido entre partes,que todas las cibdadese villas e logaresmios e sus fortalezase aldease términos e juredigiones e fortalezasayan seido e seande su natura inalienablese inprescriptibiles para siempreja-as, e ayan quedadoe quedensienpre en la Corona real de mis regnos e para ella, e que Yo nin mis subgesoresnin alguno dellos non las ayamospodido nin podamos enajenaren todo ni en parte nin en cosa alguna dellas". Ley pacto promulgada por el rey Juan II de Castilla en las Cortes de Valladolid (5 de mayo 1442), inserrta en el Cuaderno de peticiones de dichas cortes, petición l. En 9ARCÍA-GALLO. Op. cit., t. II, p. 889 y ss. " Descripción de los hechosen Memorial de diversasfazañas. Crónica de Enrique lV.Edición y Estudio de Juande MATA CARRIAZO. Madrid 1941,cap. X)O, pp. 75-84. 12 Testamentode la reina Isabel la Católica, Medina del Campo, 12 de octubre de 1504, cap. 15. En GARCIA-GALLO. Op. cit., t. II, p. 893. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex .54 "por mi servicio tomadla", y se la da con la villa. Al nuevo alcaideose le dará de tenencialo que se sueley más; la reina proporcionaráartillería, gentey caballos,y pagarápor todo ello para que Gonzalo puedahacer la guerra a Granada;se ocupa ademásde que el castillo estéen condicionesde defensa,pues manda que se queden maestrosy aparejospara repararlo que derribó la artillería73. Comenzabaasí el periodo en que los reyes imponían sin contestaciónposible la supremacíaregia en el régimen de tenenciasde las grandesfortalezasdel reino y la satelizaciónde las fortalezasnobiliarias a los fines políticos y militares de los Reyes Católicosy sus sucesores. 73 Segúnrelato de Hernán Pérezdel Pulgar. En JoséEnrique RUIZ-DOMÉNEC, E/ Gran Capitán. Ediciones Península.Barcelona 2002,p. 163. Ruiz-Doménec sospechadoblez en la reina Isabel al darle la tenenciade Illora a Gonzalo, pues ésta no era ocasiónpara la guerra sino un cargo administrativo; y lo hacía por venganzacontra su esposoFernando,en la personade uno de los hombres más queridos por éste. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 55 CapítuloII LA TENENCIADE CASTILLOSCOMOFIGURAruRÍDICA Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 56 Lo que se presentaen estecapítulo es la descripciónde una institución típica del estadoen una etapaconcretade su emergencia,desarrolloy consolidación:la tenencia de castillos y fortalezasa nombre de señoro príncipe. Encontramosque la tenencia reune los requisitos formales y materialesde una institución: a saber,pautasde comportamientointerdependientes,regladaspor ley o cosfumbre,Ptr& satisfaceruna necesidadsocialTa.Como pauta de comportamiento,presentacaracterescomunesy sostenidosa lo largo de muchos siglos en territorios, reinos y estadosmuy diversos; implica sianpre a individuos poseedoresde personalidadesy rasgossocialesmuy simila¡es (caballeros,nobles, soldados,de un lado, y príncipes o señoresde otro); todos ellos interactuansujetosa leyes expresaso costumbresestablecidas,y su fin es satisfacernecesidadessocialescomo el control del territorio donde surgeo pretende el estado,la defensade los grupos humanosque lo forman y la conserv¿use participación en la guena contra otros grupos humanoso estados.El modo de participación de los castillos y fortalezas,y de sus tenentes,en la guerra tuvo mayor o menor importancia a travésdel tiempo, pero duranteotros periodos constituyó su principal expresióno manifestación.El estudio en el presentecapítulo de la institución de la tenenciacomo figura jurídica nos ayudará,en otros capítulos,a comprendersu proyección e influencia en el surgimiento de otras institucioneso figura jurídicas, como son las costumbreso leyesde la guerra de sitio y asedio,y la capitulación como modo de poner fin al conflicto armadode forma reglada. El tema nos obliga arealizar un recorrido histórico que nos permita poner de relieve cuanto haya de interésjurídico en el régimen de tenenciade fortalezas,desdesus orígeneshastala evoluciónde la guerrade sitio en los tiemposmodernos(siglosXVI y XVII). A lo largo de eseperiodohistóricose realizó en los reinosde Españauna paulatinageneralizaciónde los principiosde lo que se dio en llamar "costumbrede España"en la tenenciade fortalezasy castillos,favorablea la supronacíadel poder del monarca,y que constituiaun régimendistinto, si no opuesto,al del régimende tenencia feudalTs.Por eso nos seránecesarioentrar a describir los sisternasde tenencia,tal como fueron entendidosy asumidosen aquellosreinoscon rasgosfeudalesen su sistema 7a Seguimos la definición de instin¡ción de Juan Ferr¿ndoBadía: "Una institución es una iegración de pautasde comportamiento interdependientes,establecidaspor la ley o la costumbre,en virtud de las cualesse enmarca,organiza y lleva a término alguna de las múltiples actividadesexigidaq por la vida en sociedad". FERRANDO BADIA. Estudios de Ciencia Política. Madrid 1992,p.125. 75 JoséAntonio Maravall ha apuntadola idea de que el fuero o costumbre de Españase refiere a un uso difundido con caráctergeneral,originado en el reino visigodo, y por lo tanto prefeudal, que luego fue adouiriendo formulaciones oarticularesen los distintos reinos peninsulares. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón >l constitucional,y por los otros que apenaslo conocieron.Por eso fijamos nuestra atenciónprincipalmente en el principado de Cataluñay corona de Aragón, para la tradición feudal, y en Castilla, para la fradición señorial-realista. La generalizacióndela costumbrede España errrpezícon fuerza a principios del siglo XIV en la corona de Aragón, y llegó a extendersea los reinos italianos de ésta,y aunqueno se impuso totalmente,fuvo gran influencia en el modo de sostenerel poder real por medio de las fortalezasreales.En Castilla, el modelo de costumbrede España había sido perfeccionadopor completo en las Partidas, sobretodo en el titulo XVIII de la segunda.Dedicarernosa su descripcióny análisisjurídico algunospárrafos. La imposición del poder regio con preeminenciasobre cualquier potestad señorial fue conseguidapor los ReyesCatólicos, en un momento en que enüabanen Españaelementosy criterios de la razón humanist4 y se vivían experienciasmuy intensasde guerra;una guerra que quedó absolutamentecondicionadapor la imrpción de la artillería y la modernizaciónde las fortificaciones, de modo que la guena cambió en cierta manerade carácter.Las leyes de la costumbrede Esparlafueron sometidasa nuevaspruebasde validez, exigidas por una nueva razón crítica y por experiencias acumuladasen gueras intemacionalesen Europa. Son relevantesa esterespectolos juicios de dos autores:uno de ellos más versadoa la razón militar, Bernardino de Escalante,y otro ala razón jurídica, el doctor Antonio Alvarez.A ambos dedicaremos i gualmentealgunospárrafos. TENENCIAS EN EL RÉGIMEN FEUDAL DE CATAI.UÑE Los historiadoresestánen generalde acuerdoen que el feudalismo tuvo su mayor impronta en Cataluña;hastase le atribuye una infuencia decisiva en la aparición de Cataluñacomo'\¡na entidadnacional",y "se conviertepronto en algo consustancial al país". El feudalismo dentro de la Marca Hispánica se habría formado como consecuenciade la anarquíaen el reinado merovingio de Francia, e ina siendo condicionadopor la aparición del poder soberanode los condesde Barcelona,que encarnaronlos principios fundamentalesdel poder público, como parte sustancialde lo que acabaríasiendoel reino de Aragón76. tu Eulalia RODÓN BII\rtIÉ. El lenguaje técnico detfeudalismo en el siglo XI en Cataluña. CSIC. Barcelona1957,p. V y ss. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 58 La tenenciade castillos y fortalezases una práctica que con el tionpo va ganandoen fuerza institucionalizadora.Sin que se pueda establecerexactamenteel origen y momento de estainstitución, sí se puede señalar,al menos en España,el momento en que empiezana conocersedocumentosque pruebansu existencia.Se trata de los acuerdosde convenientiade Cataluña,de los primeros años del siglo XI. Por convenientiase entendíadiversascosas:un arreglo de disputas,una concesión,los terminos de un contrato y la concesiónde un castillo en régimen de juramento feudal. En cierto sentido,era un formulismo menos afinado formalmente que otros conocidos, pero no menos útil, y con aplicación práctica a los casosde consolidaciónde la facultad depotestas de los condesde Barcelonaa través del control de los castillosTT,tanto en la dirección de los otros señorestemporaleso barones,como de los espiritualesu obispos, y con clara relación con las operacionesde frontera contra los reinos moros. Los documentosde convenientiaincluían varios tipos de garantía:rehenes,propiedades, juramento,etc. Con el paso del tiernpo la denominaciónde "conveniencias" se reservópara aneglosjurídicos de mayor alcance(conveníos),Parala tenenciade fortalezasse fue adoptandoel acto de juramento de fidelidad, testificado por un notario, y la rendición del homenajepor parte del recipiendario,como reflejo de una profundización feudal en las relacionesde sujeción a la autoridadreal de Alfonso I y sus sucesoresen el condado de Barcelona. En Cataluña,en el siglo XI, en razónde la concesiónde un honor, el caballero juraba al señoritlifidetitatem et adiutorium super cunctoshominesautfeminasT8. Por otra fórmulación,muy corriente,el caballerose hacíasolido del señorque concedíael por sí, o en compañíade honor, con obligaciónde servirleen huestesy cabalgadas, . La solidez otros caballerosy peonestn.El homenajepodía sersolido o no solidoso 77 A esterespectodice Adam JoshuaKosto: "Networks of castle holdings were the most extensive and vital of üese structures,By meansof the convenientia, countsin Barcelona and elsewhereestablished highly articulated chains of command over castles.Agreements listed in detail the complex mutual obligations owed by the various parties. The key concept in the system waspotestas, or control over a castle.Granti¡g of potestas on demand was the most significant obligation of a castle holder to his lord. Ramon Berenguer I was especially dilligent in extracting this promise from his subordinates;other counts were lesssuccessful". KOSTO. Oo. cit. P.38. 78 Convenienciaentre Ramón Beáguer I de Ba¡celonay Ermengol II de Urgell, entre 1018-1026. 7e Convenio hechoentre Ramón IV, conde de Pallars,y Rafard Guitar, y Guillermo y Tedbalo susherrnanos. Pallan, 1086.En Alfonso GARCÍA-GAILO, Manual de Historia del Derecho Español.Il Octava edición revisada.Madrid 1979,p. 520. 80 Duplex esthomagium, videlicet homagium solidum, et altiud non solidum. Solidum est, quasi gerens legalitatem, etfidelüatem; nam homo solidus adversusomnesgeritfidelitate¡n domino suo. Et íta in homagio solido nullus excipitur... Est auten homagium non solidum, quando aliquis acipiturfaciendo Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 59 significaba la fidelidad a un solo señor,pues por ella el vasallo debíatener al señorno sólo contra todos sino "ninguno contra é1"81.Por el homenajeno sólido el caballerose hacía vasallo de un señor,pero no contra todos, ya que estecaballerono sólido solía tener un primer señorcontra el que no podía estarpor favoreceral segundost.La formula del solidicium aparecesustituídaen otros documentospor la de homínatícumet fidelitates83.Muchas de estasconvenienciasfueron recogidasen el Liberfeudonm maior, mandadorecopilar por Ramón BerenguerIV. La prescripción de estar "contra todos" parecehaber sido motivada por la necesidadde frazarclaramentelas líneas de fidelidad en un tianpo políticamenteinestable,sujeto a la eventualidadde fidelidades cruzadas.Frecuentementeestasformulas iban unidas a la obligación de "hacer guera y pM" a voluntad del señor.ParaHilda Grassotti,con estaformula de paz y guerra "Estamosen presenciade una aliatuamilitar con una promesarecíprocade no hacer paz separaday con un acuerdode reparto de las conquistas,utílízación de los castillos y distribuciónde los bieneso mueblesque obtuvieran..."84 La tenenciade un castillo,si llevabaconsigoel derechode residencia,podía devengaral señorun tributo de hospedaje (recepto) que el castellanodebíapagar. Esta forma de arrendamientopodía transmitirse a la descendenciadel a¡rendatarioss.En otros casosel derechode residenciaen la torre del homenaje(statícum) se concedede la forma más liberal posible,como otro de los beneficiosque se otorganal castellanode un castillo,a cambiode hacersesolido y hombredel señor8ó. homagium...Constitucionesde Cataluña, Cap. Dupla est homagium. t' Usatgesde Barcelona,primera redacción, fines del s. XI, 36. Este usatge óice: Qui solidus estde seniore optime debet illi sertire vel secundumposse vel secundumillorum conventionem; et senior debet eum habere contra cunctos et nullus conta eum. Propterea nullus debetfacere solidanciam nisi ad unum solvere seniorem, nisi concesseritei senior cui primum solidusfuit. Ver también Eulalia RODON BINUE. op. cit. p. 139. t'Con^e*oracións o Costumasgeneral¡ de Cathalunya entre lossenyorc e vassalls tenent castells e altres feus per sen¡,or.Vol. I.4. 30. En GARCTA-GALLO,II, op. cit. II, p. 534. 8r Convenienciade 1058entre Ramón BerenguerI y Ricardo Altemir para que éstereciba el castillo de Tánega: Convenit predictus Ricardus ad iam dictos comitem et comitissam, ut stet in illorum hominatico et in illorum fdelitate, et ut iuret eisfidelitatem, et ut adiutor sit ad eos ad tenere et defendere omnernillorum honoremcontra cunctoshominesvelfeminasper directamfdem, sine engan."Liber FeudorumMaior" (I, n" l7l, p, l8l). En Hilda GRASOTTI, Eldebery el derechode hacerla guerray lapaz en Leóny Cast¡lla. "Cuademosde historia de España",LX-LX. Instituto de Historia de España.BuenosAires 1976,p.229. 8o GRASSOTTI,op. cit. p.236. o' Convenio enhe el condede Pallan, Ramón [V, y la condesaValencia, de un lado, y BernardoMir, de otro sobrela tenenciapor éstedel castillo de Nas. Mir debíaponer sr¡spropiedadesde alodio situadasen los términos de Pallarsen la bailía del conde,tener dentro del castillo un comtor (comendero)y pagarleel tributo de hospedaje.Mi¡ se hacíahombre del conde y le encomendabasu hijo. En GARCIA-GALLO, op. cit. II. P. 52t. 86 Convenio de I 134entreDeusde,señorde Tamarit, y Ramón Pere,por el que aquélhacea éstecastellanode los castillosde Tamarit y Monteolivi, y le cedederechosde "plazos" y "naufragios",destrictos(derechos judiciales), etc. Por estasconcesionesRamón Perese hace"su hombre y su sólido", y tendní para él tres caba- Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 60 Los prelados,cuandono disponíande fortalezasque.daren feudo,podíanceder participaciónen los beneficiosa quetuüesenderecholas diócesisbajo su autoridad,a cambiode la obligacióndel caballerodeparticiparpor sí o conotroscaballerosen las y cabalgadas mesnadas del prelado.Cualquierotra circunstancia podíaserobjetode transacción; así,el númerode caballerosconquedebíaparticiparpodíadependerdel lugar dondesehiciesenaquellasmesnadas y algaradas; por ejernplo,dentroo fuera"de España"87. En el derechode tenenciacatalánhay un amplio margen legal para que el señor y el castlá conciertenlos términos en que ha de desenvolverse;la donación se hace secundumíllas conventionescontendíoest determinanda8s,La libertad contractualtiene una excepción,la potestad:pacta... contra substanciampotestatis non valeantse. Aunque no era negociable,la potestaddel castillo podía darsey recuperarsepor el señor a voluntad, sin que el vasallo pudiera oponersea la devolución, bajo arrLenazade ser acusadode traiciónm. La investidura del castillo al castld se hace en el acto de homenaje y fidelidad, o despuésde é1,y debíarenovarse cad,avezquecambiarael señoro el castld, generalmentepor fallecimiento de uno u otro. Se exceptuael homenajeen el casode que el señorvenda el castillo a personainferior al actual castlá,el cual deberá en todo casofidelidad por su tenencia.Las mujeres puedensucederen la castellanía" pero darárrel ósculoper interpositampersonam. La concesiónde jurisdicción se hace o no, o se condiciona,segúnel vasallo seasolido o no solido. El vasallo solido se obligaba a hacer la guerra con su señor,aunquetuviera otro señorcon el que fuera no solido; el vasallono solido con dos señorespodíalucharpor uno y ponerpor lleros que participen en las mesnadaqy acompañamientosde Deusde.En GARCÍA-GALLO, op. cit. J1.P. 523 y ss. 87 Por ejemplo, la "conveniencia"enffe el obispo de Urgell don Odón y Ramón Ermengol,de I105, porel que éstedebíaentraren las mesnad¡sy cabalgadasdel obispo, exceptoen España"con dos caballeros,y en Espanacon tres: Ramón Ermengol se hacíasólido del obispo,y recibía a cambio "en feudo" dos partesdel diezmo de Zaragozay de Angostrina,y una terceraparte del diezmo de Ceneja.GARCÍA-GALLO, op. cit. IL P.522. 88 Capítulo de las Costumsrecopiladaspor Pere ALBERT, según el texto de la obra loannis de Socarratis ivrisconsulti cathalani in tractatum Petri Alberti canonici Barchinonensis, de consuetudinibus Cathaloniae inter Dominos et Vasallos,ac nonnullis aliis, quae conmemorationesPetri Alberti appellantur, doctissimepertracta.tur. Lugdvni. Apud Antonium Vincentium. MDLI. En Ramón d'ABADAL I VDIYALS. Les "Partidas" a Catalunya. Editada por "Estudis Universitaris Catalans",VI. B a r c e l o n a1 9 1 4 o . . 31. 8n Jau*" CALLIS, comentariosa las Constitucionesde Cataluña.Antiquiores Barchinonesium leges. En Constitucions ), altres drets de Cathalunya compilats en virtut del cap. de Cort MIIII de las Corts per la S. C. y reval Maiestad del re¡' D. Philip nostre senyor celebrades en la vila de Montso any M.DI.WV, uol. primero. Barcelona, MDI-Wl/lll ... en cesa de Hubert Gotart. Callis a l'us Magnates,f.75. e0"Cuando un vasallo había recibido la investidura de un feudo de manos de su señoi, éstepodía en cualquier momento exigir que le fuese devuelta la 'potestad' del feudo, y el vasallo estabaobligado a dá,rselabajo pena de incurrir enla bausia o delito de traición". RODÓN BINUÉ, op. cit. p. 201. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 6l procuracióna offa personapara que luchara en su nombre, en ayuda del otroel. El señor puedepedir la firma de derecho,y no puedehaber excepciónpara el vasallo. El señorda potestadsimpliciter o propter causam;la primera va implícita en la formalidad de homenajeque estableceque el vasallo deberecibir el castillo estandofuera del castillo y su termino, sin poder siquiera quedarseen una propiedad alodial suya; esto suponeel reconocimientoincontrastablede la admisión del dominio del señor.En casode donación de potestadpropter causam,el vasallo, si se niega a cumplir una de sus obligaciones,no se ve privado de su tenencia,como en el derechocastellano,sino que continuaráen ella pero asumiendolas costasdel pleito que surgirá entre ellos. Que el señorentreguela potestadno implica renuncia a sus derechosa pedir el castillo siernpre que lo desee,morar en é1,pregonarsu nombre desdeel castillo y poner guardia en é1e2. Las obligacionesdel vasallo son hacerhosteset cavalcatas,curias, placita et . El castld no puede abandonarla tenenciadel castillo a su voluntad; sólo seguimentae3 podrá hacerlo el herederosi aún no ha prestadohomenaje.También tiene la facultad de dejar en herenciael castillo a hijo o hija, mediantetestamento;si no lo ha hecho, el señorpuededar el castillo a uno u otro de los hijos, a su voluntad. Los castillos y las tenenciasse sostienenpor el reparto de una serie de activos económicos:rentas, impuestos,ventas,etc.; los términosdel repartose fijan en una conveniencia. Los que tienen un castillo por su señorno debenponer otros en su lugar, ni tampoco pignorar o enajenarla tenencia,sin consentimientodel señor.Si el señorlo supiesey no lo contradijese,entonceslo hecho por el castellanovaldrá; pero si lo contradijese,el señorpodrá retenerel feudo. En casode consentimiento,el que recibe de segundamano la tenenciadel castillo,estaráobligadoa lo mismo a que estaba El usatge42 de los de obligadoaquelcastellanoa quien primero se lo dio el señorea. Barcelonaordenaque "La potestadde su castillo y la seguridadde derechode ningún modo los contradigael hombre a su señor,porque él debedar potestady hacer derecho, porquesi lo contradijereseriasu bausator". er Constitucionesde Cataluña,Cap. Si aliquis est homo. nt CALLIS aluso Magnates,f.75. e3 Constitucionesde Cataluña, Cap.Si castellanussive vasallus, caso4, costum. 2 ea Usatgesde Barcelona,primera redacción,fines del s. )O, disposicionesdictadashacia 1058, 31.,32.,33. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 62 RECEPCION DE LAS PARTIDAS EN LA CORONA DE ARAGON Ramón d'Abadal hace ascenderla tenenciade castillos segúnla costumbrede Cataluñaa la tradición heredadadel imperio francoe5.Las formas acabadasde régimen feudal, sin embargo, no se darían frecuentementey durante mucho tiempo en Cataluña. Ya en los siglos XI y XII la tenenciade castillos (castlanías)se mezcla frecuentemente con obligacionesarrendaticias,fundiarias y mercantilesen relación con los castillos y sus tierras, o con las tierras en alodio situadasen susterminos; en muchos contratosde convenienci¿se tratabade establecerlas condicionesde disfrute de una propiedadinmobiliaria, en razón de unos servicios personales,frecuentemente,pero no siempre,vinculadoscon operacionesmilitarese6.En todo caso,constituía't¡so de Cataluña"la consideracióndel castillo como una valiosa propiedadinmobiliariar cuya puestaen valor era obligación ineludible del castláe7Otras veces,efectivamente,existía la obligación de construir una fortaleza enla tierra concedidaen alodioe8. Castlanusy castellanus,que se usabancorrienternente,son terminos usadospara designar realidadesinstitucionalesdiferentes;el régimen de castlanus reflejaría el carácter feudalizantede la institución, a diferencia del castellanzzs, más parecido al alcaide castellano,como figura de inspiración romanizante,fortalecedoradel poder real. Abadal atribuía la introducción en Cataluñadel uso hisprínicodescrito en el código alfonsinoal rey PedroIII el Cerernonioso(1336-1387).En palabrasde Abadal, la innovaciónque se introducíaera unaprocuración militar a título precario,lo que lo diferenciabadel régimen prevalentecon anterioridaden Cataluña,de feudo hereditario. Alfonso García-Gallo,que aportadocumentossobre"conveniencias"de vasallajey feudo en relacióncon castillosy otrosbienes(siglosXI y XII), siguea Abadal en la nt "Unu de les institucions més importants del dret mig-eval catalá,basadel regiment feudal sobre la qual se sostéla constitucid política del Principat, portada en gnrn part del regne franc durant el primer periode de la reconquesta,es, sensdubte, la tenenciadels castells,ab tot el seguit de relacions secundariesque sln::;,il*Lt?ilt-"ilH*ki;'l?ill;I',1,0"",o,..Nuestra reudar, institr¡ción con sus compricada múltiples enfeudaciones,dominio y tributos, ora radicando en las personas,ora en los bienes,ora en las jurisdicciones, presentabaal castlácon derechospropios en los productos y frutos del término y con atribucionesadministrativasen Ios vasallos,de que carecíael castellanoó alcaide de castillo en el vecino reino, cargo de índole puramentemilitar". CARRERAS Y CANDI. La institución del castlá en Cataluña. "Boletín de la Real Academiade BuenasLetrasde Barcelona",tomo I. Barcelona,l90l-1902. Pp.4-24. comendatum redditur deterius non intelligitur redditum (en Jaume de Montjuich, " Si c^t*^ comentario aluso Magnates). Quaeritur quis tenetur castrum rehedificare et cuius apensis sitfiendum. Die quod si culpa castellani estfactum, non est dubium, quod ad ipsum rehedificatio pertinet, quoniam (en Guillem de Vallseca, aluso Castlani). "feudi concessiodatur ad meliorandum et non ad dirntendum. En d'ABADAL. oo. cit. p.45. e8 Convenienciaentre Ramón BerenguerI Bemardo Seniofredpor la que aquél cedeun alodio en Conesay Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 63 estimaciónde la influencia castellanaen el régimen catalánde tenenciade fortalezas. FranciscoTomás y Valiente"mencionaeseintento de influencia del codigo de las Partidas en la corona de Aragón, pero cree que no prosperóee. Por nuestraparte apuntaremosque se podría ver en la introducción de esa influencia el intento del rey aragonésde abrir en su favor una vía de control sobre una serie de fortalezas,bajo un régimen de tenenciadesembarazadode los usos patrimonializadoresde los castillos, que los baronesdel principado venían practicandopara su beneficio exclusivo, sobretodo una vez alcanzadoel límite de la expansióncatalanoaragonesaa costa de los territorios reconquistadosa los moros. Constancasosde traduccionesde las Partidasal catalán,sobretodo del título (.Jnadisposición de XVIII, cuya ley VI mencionael "fuero antiguo de España"100. Alfonso X sobrelas cosasque es necesariohacery proveer en los castillos en tiempos de sitio y guerra,contenidaen el Códice Escurialense(2j.4), constaque fue utilizada en Cataluñar0r(Ver Apéndice III). Por otro lado, eserégimen, afirma d'Abadal, habíaya ejercido su influencia en Aragón y el Reino de Valencia, antesde que aparecieseel primer casoidentificable en Cataluña,que él pone en 1336.Cuando se aplicó por primera vez en Cataluña,ya estabaintroducida la costumbrede Españaen Sicilia por el propio Pedro III. También en territorios de recienteconquistacatalana,como el Rosellón y el reino de Cerdeña,así como la Cerdaña,se impuso con fuerza la costumbre de Españalo'.La "costumbrede España"tambiénera conocidaen el reino de Nápoles,a lo menosen el siglo XV. Esafuerteinfluencia en numerososdominios de la coronade éstese obligaa constn¡i¡un castillo.En GRASSOTTI,op. cít.,p.245, nota 63. nn Segúnesteautor, la noblezay la rica burguesíacatalanas"hicieron ver a los reyesque éstosno eran propietariosni dueñosabsolutosdel Principadoy que sobreésteno teníanun derechode propiedadni un poder ilimitado". TOMAS Y VALIENTE . Manual de hístoria del Derecho español,segundaedición, Madrid 1980,p. 2 I 7-8. Sin embargoesteautor sí reconocela influenci4 en materia feu.lal, de la costumd'Espanya en el reino de Valencia.P. 225. 'oo Señalad'ABADAL que estánen el Institut d'EstudisCatalansde Barcelonay en la Biblioteca Provincial y Universitaria de Valencia. Op. cit., p. 7. Un documento emitido por Martín el Humano da traslado del título XVIII de la segundaPartida,llamandola "ley del Emperador" "sobre los castillos que se tienena costumbred'Espanya".Archivo de la Coronade Aragón, reg.2172, fol. I 60. r0r La disposición lleva por título Incipit opusculumReverendissimiac prudentis viri lldefonsi, recordationis alte Regisdei gracia Romanorum ac Castelle,de hiís que sunt necessariaad stabilimentum Castri tempore obsidionis etfortissime guerre et multum vicine. Fal. 253r-254r. Transcripción de Fidel FITA. En "Boletín de la Real Academiade Ia Historia", tomo XVII, 1890 (julio-diciembre),pp. 342-349. I02 El castillo de Odena,propiedad de Pedro el Ceremonioso,fue dado a EzbertusFen-¿rrii para quedicte ville teneatpro nobis castrum nostrum de Otina cum duobus equitibus armatis et triginta clientibus, idcirco volumus vobisquedicimus et mandamusquatenus visispresentibus ipsum castrum ad consuetudinemIspanie comitatis eidem necnon de iuribus et preventibus fficii vobis comisii provideatis seuprovideri faciatis ipsis equitibus et clientibus in eorum stipendiis... ACA, reg. 1462, f.2. Abadal da el nombre de treinta castillos de Aragón y catorcedel reino de Valencia tenidos por la costumbre de España, e identificados entre 1328 y 1335; Abadal presr¡meque por ser un número tan elevado, posiblementela costumbrehabía sido ya introducida bastanteantes.D'ABADAL, op. cit., p. l2). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 64 Aragón encontraríaresistenciapor parte de los que defendíanlas consuetudines Cathaloniae, detal modo que despuésde haber puestobajo la costumbrede España bastantescastillos de Cataluña.Pedro III los habíareducido al final de su vida a sólo cincocasosl03. La concesiónde honoresy beneficios estánreservadasa los naturales:así, el justicia general,baile general,jueces, alcaides,etc. del reino de Aragón han de ser naturalesl0o.Con m¿ísdirecta referenciaa las castellaníasde Cataluñase expresauna constitución en las cortesde Barcelona,de 1422,por la que el rey Alfonso V y sus sucesores"no proveirán, proveescanne proveir pugan de offici de castellaniao guarda de las forgas e castells,ne de capitaniassino seráa personasnadius e naturalse pobladesde fet e sensdispensatióen lo dit Principat". Esta constitución dejabaen suspensotodas las castellanías,custodiaso capitaníasque fuesentenidaspor los que no eran del principado, y ordenabaque quien tuviese esosoficios sin cumplir eserequisito "ni'ls sie en res obeit". Estadisposicióndiscriminatoriano se aplicanaa los catalanes que vivían en Sicilia, Mallorca, Cerdeñay Córcega"si en tant com cathalansporien obtenir e haverlos dits ofñcis en los dits Regnes"r0s. Como tal disposicióntuvo como efecto,sin dudaindeseado,el excluir a muchoscatalanesno nacidosen Cataluñade la tenenciade castellanías, castlaniaslo6, capitaníasy otros oficios, una disposiciónde Fernandoel Católico,de 1481, dispusoque las personasnacidasfuera de Cataluñaque fueran hijos de personasnacidasy domiciliadas antesen Cataluña,fuesentenidos por "vertaderscathalans,axi como si fossennatsdins lo dit Principat"loT. LA COSTUMBREDE ESPANA EN VALENCIA PierreGuichardha demostradoque en el reino de Valencia,durantelos reinados de susprimerosreyescristianos,se establecieroncastillosrealesbajo el régimende de la tenenciade un castillo alcaidía.estoes.en résimenno feudall08."Los caracteres 'u3 D'ABADAL, op. cit. pp. 224 y ss. '@ Fueros de las córtes dá Maella de l423,promulgados por la reina María, lugartenientegeneral del reino por Alfonso V. En GARCIA-GALLO, op. cit. II, p. 802. tos Constitución de la reina María, lugartenientegeneral del rey Alftnso V, en las Cortes de Barcelona de 1422, cap. 30. En GARCIA-GALLO, op. cit. II, p. 803. tou Sic: mencionadaslas castellaníasy las castlanias. t07 Constitución del rey Fernando et Católico en las Cortes de Barcelona de I 48 I , cap. I . En GARCÍAGALLO, op. cit. II, p. 804. 'ot Pieoe GLIICHARD, Alcaidía et "coutumed'Espagne" dars le Royaumede Valenceet leséta* de la couronned'Aragon au Moyen Age.En "Les EspagnesMédiévales.Aspectseconomiqueset sociaux. Melaneesoffera á JeanGautier Dalché". Annales de la FacultedesLettres et SciéncesHumainesde Nice. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 65 en alcaidía - dice esteautor - son exactamentelos de la alcaidía castellana,tal como se puede deducir de la lectura del título XVIII de la segundaPartida...: la concesiónes tonporal y revocablea voluntad del rey, el alcaide no tiene derechossobreel castillo y percibe un salario predeterminado,existe la obligación de mantenerel castillo en estado de defensa,proveyéndolede hombres,afmasy víveres, y la alcaidía, que no es un feudo, no implica ningun lazo detipo vasallático"loe.La nota distintiva dela consuehtdo Hispaniae más característicaes el derechodel señor,generalmenteel rey, de exigir la devolución del castillo o fortaleza al tenenteque lo ocupall0. Este no tiene ningún derechosobre é1,y debeprocedera su devolución cuandole seapedido. De las investigacionesde Guichard se deduceque muchasde las primeras concesionesde castillos realesen el reino de Valencia, bajo eserégimen de tenencia, similar o igual al de la alcaidía castellana,se hacíanbajo la costumbrede España (ConsuetudoYspaniae),con o sin mención expresade esacostumbreltt. Guichard suscribela tesis de Maravall de que la introducción de eseuso en la corona de Aragón es incluso algo anterior a la publicación de las Partidas, con lo que no se deberíaa su influencia sino, efectivamente,a una costumbreancestral,no feudal. Habrían reforzado la costumbrevisigóticalos usospracticadosen los reinosmoros de España,no vasalláticos,de sujeción al poder real; naturalmente,esterégimen servíaadmirablernente los interesesde los monarc¿rscristianos.La misma palabraalcaidía, de origen arabe, avalaríaestatesis de una ConsuetudoYspaniaearraigadaen los reinos moros. En las fortalezasde las villas de Navarratomadasa los arabesse instalaun alcaidett'. El Fueto Latino de Teruel,de I 176,mencionaestapalabraparadesignara quien tiene el castillo 1983,pp. 247-256. 'on GLICHARD, op. cit., p.252. rr0 Antonio M" Aragó Cabañasidentifica la petición de devoluciónde un castillo en el reino de Valencia como una "remoción". como si de un funcionario se tratase.Este autor aporta el caso del castillo de Biar, tenido por Pedro Colom, a quien Jaime II se lo pidió cum sit de consuetudineIspaniae, quod castrum suo domino reddi debet, ubi etiam sit comendatumad vitam, necpotest alcaydus illud contra voluntatem requirentis domini retinere. ARAGÓ CABAÑAS. Las "tenentiae castrorum" del Reino de Valencia, "Primer Congresode Historia del PaísValenciano"(Valencia, l4 al l8 de abril de l97l). Universidadde Valencia,1980,vol. II, pp. 565-577(p. 570). "' Aragó Cabañasafrrma que la "aplicación sistemáticade la ConsuetudinesHíspaniae en el reino de Valencia se produjo en el reinado de Jaime II. En ellas aparececlaramentedefinido el carácterde oficial 'castlá' de la Cataluña feudal". El alcaide recibía un real o funcionario del alcaide, "muy distinto del sueldo, la llamada "retinencia". Esta variaba con la cualificación del castillo como castntm o domus plana; se definían las fortalezascomo una u otra, según el valor estratégicodel castillo o la coyuntura bélica. Op. cit. Por nuestraprte observemosque el término domusplana, en su traducción al castellano, "casa llana", es referencia común en algunos casosde fortalezasque en el siglo XVI son reducidos a establecimientomilitar secundarioo civil. "t J. Mu. LACARRA, Documentospara la estudio de la reconquista y repoblación del valle del Ebro (segundaserie),Zaragoza 1949,documentosnos. 125 y 130.Citado en GIIICIIARD, op. cit. p.255. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 66 por el señorde la üllallt. No se excluye siquiera que cuando se mencionabaoriginalmente a Hispanía o Yspaniase aludieseal territorio de los reinos moros, como parece indicar el pacto entre el obispo de Urgell don Odón y Ramón Ermengol, de 1105,para misiones de éstecon otros caballerosen todos los territorios exceptusín Hispania, o bien ín Híspaniarta. Un aspectode la costumbrede Españaera que el castellanono podía retenerel castillo por razón de deudacon él pendiente,cuandoel señorse lo pedía; en un pacto de concesión,el señorpodía eximir al alcaide de estacláusulapertenecienteala Consuetudo Yspaniaerrs. Por lo demás,puedeconsiderarseque el fuero o costumbrede Españaen materia de tenenciade fortalezasperduró en el reino hastapor lo menosbien entradoel siglo XVII16, como atestiguael padreViciana en su historiade la ciudadde Valencia.Este régimen "hispánico" de tenenciade fortalezasse adaptabamaravillosamentea las necesidadesde los monarcasdictadaspor su política exterior, en una situación de transformacionesdinárnicasde la guerra,de la milicia y del arte de la fortificación. TENENCIAS EN LOS REINOS DE CASTILLA Y LEON ha La historiadoraHilda Grassotti,discípulade Claudio Sanchez-Albornoz, estudiadoel régimen feudal y señorial en su implantación en Castilla y León. En estos reinoslas fortalezasque se iban tomandoa los moros pasabanal dominio real, y el rey las concedíaal señoro villa que le placiesellT.La misma construcciónde nuevas fortalezasestabasujeta a autorizaciónreal; si esterégimen puedeparecerautoritario, era al mismo tiempo "democrático"por cuantola concentraciónde esapotestaden manos del rey hacíaa todos los hombresigualesen principio, pueseranhombreslibres, no rrr EditadoporJ. CARUANA, Teruel1974,p.98. rroVer notanúmero 12. rrs Sin embargo,el mismo Guichard (op. cit.) ha podido identificar casosen que sí se mencionala coshrmbre o fuero de España:castillosde Penáguila( 1258),Tous y Sumacárcel,estosdos últimos concedidosa Drogo Eximeni con la cláusulaabsolventesvos ab omnifde et ab omnifidelitate, et specialiter super hoc quod racionefidei vel nature quam secundumForum Yspanienaturalesnon debent suisdominis naturalibw castra pro debitoretinere.ACA reg. 10,fol. 64v" (1258).El castillode Pegoseríaotro caso(t269) (ACA Reg.35, fol. 2lr), y Altea (1279), donde los pobladoresdebíandesignarun alcaide que debía rendi¡ homenajeal rey (ACA, Reg.44,fol. l8l) "6 Así, el padreViciana dice en su crónica de Valencia que "En esúereyno hay mas de trezientoscastillosy casasfuertes,y todos son encomendadospor el rey o señoresa los alcaydessegúnleyesde España". VICIANA. Chrorytcade la Inclita y coronada ciudad de Yalencia,facsímil, estudiopreliminar e índicespor SebastianGARCÍA MARTÍNEZ. Valencia Ig72,t.[I, f. CLXVIIT. "t Alfonso VIII concedióa la orden de Calatrava,en I173, los castillosque tomasea los moros con la Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 67 sujetosentre sí a pactosde vasallajett8.Los reyes FernandoII de Leon y Alfonso VIII de Castilla se obligaron por el tratado de Fresno-Lavandera(1183) a no hacer pacesni treguascon los moros, so pena de perder los castillos que se habían entregadouno a otro, e incurrir en excomunión. La concesiónde un castillo a un noble solía llevar aparejadala obligación de hacer la guerra a los morostte. Ot as concesiones,sin ernbargo,se hacensin mención expresade esaobligaciónl2o,pues se la consideraba uhacerla guerra y lapaz", sobreentendiday universal. No obstante,la formula provenientedel ámbito jurídico-señorial de la corona de Aragón, acabópor hacerse común en los reinos de León y Castilla en la donación de un castillo: suponíaesta cláusulaque el beneficiario se obligaba a no llevar guerrapor su cuentacontra los moros, si el rey (o en su casoel prelado o noble donantes)quería lapaz, y a hacer la guena cuandoel rey se lo ordenase,así como que el rey tuviese siempre el derechode entrar él y sushuestesen el castillo. Esto tenía particular relevanciaen relación con las órdenesde caballería,que por su política generalpodían desearuna guelra que el rey imprudentet't.Otros señoresadoptaronla formula de obligaciónde la considerase gueffa y la paz en la tenenciade fortalezas:así, en la donación de los castillos de Santa Cruz, Mira y Sorrellapor el arzobispoRodrigo Ximénez de Radase incluía la fórmula quod semperguerram et pacem de ea quandocumqueet quibuscumquemandavero faciatis. Hilda Grassottiasociala apariciónen León y Castillade la formula de "hacerla guera y lapaz" con el surgimiento de las primeras donacionesfeudo-vasalláticasen Castilla.Grassottiseñalala condicióndel régimende tenenciascomo algo más allá del ptro situarseen el ámbito estataldel reinol22. marco de institucionesfeudo-vasalláticas, El control de los reyessobrelos componentesdel inventariode fortalezassufrió, sin obligación de mihi ut regis et domino semiatis. En GRASSOTTI, op. cit. p. 260. '18Hilda Grassottidice a esterespecto."Además esadoble monarquíade Lrón y Castilla teníauna baseque, con términosmodemos,podríamosllama¡ democÉtica porque la repoblaciónno sólo había creadouna masa de hombreslibres sino un rosario de germinalesmunicipios. Las fortalezasque fueron conquistadasal enemigo secularfoueron todasde señoríoreal y en gran parte constituyeronombligo de futuras ciudades". GRASSOTTI,op. cit., p.253. por "'Así, la del castillo de Olmos a la villa de Segoviaen I166, o la del de Dos Barrios, cercade Ocaña, p. op. cit., Ver de GRASSOTTI, Alfonso VIII a PedroMartínez de Ocáru, en 1201,o la del castillo Olmos. 2s8. 'to Aceca(l 166),Chillón y susminasa la ordende Calatravay al condeNuño (l168), Beleña(l 170),Ocaña (l 173),etc.Ver GRASSOTTI,op. cit. p. 258. l2l Por ejemplo, los frei¡es de Calatravay de Uclés se aliaron para hacerguerraal moro, en 1221,en unas condicionesque mermabanla facultaddel rey de establecerlapaz o la guerraa su a¡bitrio. Ver GRASSOTTI, o p .c i t . ,p . 2 6 6 . '22 GRASSOTTI. Sobre la retenencia de castillos en la Castilla Medieval, "Miscellanea Charles Verlinden.Bulletin de I'Institut HistoriqueBelge de Rome", XLIC. Bruselas-Roma1974,pp.283-299. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 68 anbargo, alternativasmuy diversasl23.Puededecirseque un punto de máximo control se dio en el reinado de FernandoIII, de fuerte impulso militar. No ocurrió así en el reinado de su hijo Alfonso X, que se esforzópor conducir el control por la vía jurisdiccional medianteleyes, materializadasen las Partidas. El siglo XIV conoció un reflujo del poder real y un aumentodel nobiliario, que se prolongó durante el XVl2a, hastael reinado de los ReyesCatólicos, en que las necesidadesmilitares volvieron a exigir una fuerte acentuacióndel control real sobretenencias,y un mayor grado de exigibilidad sobresus condicionesy eficacia, todo con üstas a las guerrasde Granaday de Italia. ¿El alcaide entrabaen vasallajepara recibir el castillo, o recibía el castillo porque ya estabaen vasallaje?Quintanilla Raso se inclina a la primera formulación: la guardade fortalezasdio lugar a un tipo de pleito homenajevasallático,que dabamás fuerzay solidezjurídicas al compromiso; era en torno al castillo como se establecíanlas relacionesentre señor-concedentey vasallo-tenente,significando con esto que el segundoentrabaen vasallajepara recibir la tenencia;puedehablarse,por tanto, de un limitada a esteconcreto'beneficio de función'12s. tipo de relaciónfeudo-vasallática, Como era frecuenteentregarla tenenciade fortalezasa personasque, siendohidalgos, eran sin embargohombresllanos y aún criados del señor,la formalización del pleito '23 Dice M" Concepción Casrillo Llamas: "La compartimentaciónde los dominios regios en tenenciasde dimensionese importancia variable fue una realidad común a los reinos hispánicos.El gobierno de cada 'dominus' o 'senior', casi siempreun magnatede la corte, demarcaciónse encomendabaa un tenente, próximo al entorno palatino, y cuya fidelidad al rey estabafuera de toda duda. Estos funcionarios ap¿recenrevestidoscon amplias competenciaspolíticas, fiscales,judiciales y, obviamente,militares. Entre estasúltrmas, la supervisión de las fortalezassituadasdentro de cada distrito y el nombramiento de alcaidespara su defensaconstituían los árnbitosmas sigaificativos de su actuación". Añade que el régimen tenencial alcanzí su punto culminante durante el siglo XII, coincidiendo con un impulso militar del reino de Castilla y León, pero pronto empezó a dar muestrasde debilidad en favor de "nuevas fórmulas de admi¡istración territorial denominadasmerindadesy adelantamientos".CASTRILLO LLAMAS. Tenencias,alcaidesyfortalezas en la sociedad castellana de la Baja Edad Media. Estado de la investigaciónv actual',ación bibliográfica.En "Medievalismo",Boletín de la SociedadEspañolade EstudiosMedievales.Año 8, n'. 8. Madrid 1998,pp. 153-199 t2t A esterespecto,para la frontera castellano-leonesacon el reino de Portugal, dice María Concepción Quintanilla Raso: "... la monarquía había sido incapazde frenar el proceso de control de las fortalezasdel reino castellano-leonéspor parte de la nobleza, incluso de las situadasen las fronteras; en la región que estamosconsiderandoIa privatización de fortalezasregias fue un fenómeno creciente,al compás de Ia señorialización,mientras que en cuanto a las de realengo,como sucedió en todo el reino, miembros del mismo grupo nobiliario, segúnse ha visto, supieron hacerseacreedoresde unas tenenciasque, de revocables,p¿rs¿rona vitalicias y mas tarde a hereditarias,lo que signif,rcópara los reyes la practica imposibilidad de nombrar a quienesdemostrasenmayores capacidadespara el ejercicio de dicha función". QUINTAMLLA RASO. Alcaides, tenenciasy fortalezas en el reino de León en la Baja Edad Media. En "Castillos medievalesdel reino de León". Edición patrocinadapor la S. A. Hullera VascoLeonesa,1989,p.72 r2sqLINTANILLA RASO. La tenencia defortalezas en Castilla durante la Baja Edad Media. "En la EspañaMedieval. V. Estudios.enmemoria del profesor D. Claudio Srínchez-Albornoz",vol.II. UniversidadComplutense.Madrid 1986,pp 861-895(p. 873. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 69 homenajedaba al alcaide una condición vasalláticade tipo feudal con su señor,con un énfasisen los elementosmístico-socialesde la fidelidad, y por tanto suponíapara el tenenteuna forma más o menos explícita de ennoblecimientoy también de ascenso social.Si se tieneun castillo se'Vale frfu", y si el alcaidelo pierdepor su culpa,'Aale menos", como dice el uso y costumbrede España. Grassottillama la atenciónsobrela necesidadde no confundir la donación de un castillo con la concesiónde su tenencia.Llama también estaautorala atención sobrela falta de documentosdiplomáticos que den cuentade los actos de concesiónde tenencial26. La donación de un castillo acabópor constituir un medio de reforzamientode lazos vasallático-feudales,en un régimen político-constitucional como el de León y Castilla donde éstoseran débiles,o casi inexistentes.Esta tendenciase intensificó en el siglo XIII, posiblementedebido a las tensionesentre la nobleza y los reyes; el homenaje de vasallaje reforzaríasacramentalmente una relación que hastaentoncesse dabapor supuestay natural, y que ahoranecesitaríaser exteriorizaday atestiguada.La misma disposición legal de que el señorde un castillo debíaentregarloal rey antesde diez días, si éstese lo pidiese,para que el rey se lo devolvieseantesde otros diez días pero con la condición de hacerlehomenaje,parecereflejar la voluntad real de colocar una relación hastaentoncespur¿rmente natural, de sujeción al señornatural, sobreuna base de obligación personalpor honor concedido,de dependenciafeudal. EL PLEITO HOMENAJE Y SU SIGNIFICACIÓN ruRÍDICA El hominiun feudal,como forma de darseen vasallaje,es de origen carolingio. y también a Del imperio fundado por Carlomagnopasó a la dinastíanav¿uro-aragonesa, Cataluña.Se practicabacon su forma de manosy boca.Estacostumbrese comunicóa los reinosoccidentalesde la península,dondese practicabael vasallajepor medio del simple besamanos.El vasallajeque los condesde Barcelona,Ramón BerenguerIV, y de Tolosa,Alfonso Jordanis,juraron a Alfonso VII de Castillael "Emperador",fue posi- 't6 Hildu Grassotti atribuye estehecho a que las tenencias"habitualnente se concedíanmediante la anudación de un vínculo vasalláticoconforme a los ritos peculiaresde la entradaen el mismo". Sí, sin embargo,se solía hacerel hominium y, más adelante,el pleito homenaje.Esto seríasuficiente:"Lacaída en traición que implicaba el quebrantamientode uno y otro tenía pa¡a castellanosy leoneses,como es sabido, mayor gravedad que la redacciónde un documento".GRASSOTTI.El debery el derecho...,p.269. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 70 blemente la oportunidad en que se cambió el besamanosde Castilla y Leon por el juramento de mano y boca navarro-aragonés. En Castilla y León, y aún en Portugal, el pacto por el que un caballerose daba en vasallajeno se conoció por el nombre de hominiurn sino el deplacitum. Esta formulación no suponíaen realidad una institución muy diferente dela conveníentia practicadaen Cataluña.El acto de vasallaje del infante de Portugal a Alfonso VII en I 137 pone al placitum y la convenientiaen una mismo plano de equivalencial2T,dice Grassotti,a quien seguimosen estetema. Tampocoplacitum se distinguíade hominium y convenientía demodo sustanciall2s,aunqueconvenientiay placitum parecian inclinarse a indicar el aspectopráctico del acuerdo,y homíniuraal aspectocomo acto de fidelidad. Pleito, en efecto, aparecealgunasvecesaludiendo a pactosentre reyes; la Chronica AdefonsisImperatoris hace alusión al Emperadorquandofecit pleito in Nagera cum rege don Garcia"t29, El homenaje, hominium, homenescum,hominaticum, hominagium, que de todas esasformas apareceescrito en documentosde una misma época,es el acto de reconocimientopor la concesiónde un honor o beneficio,y suponeun pacto entreno iguales.De forma impropia la palabrahominiumo cualquierade las otrasse aplica a un reconocimientode señor,con el que no se hacenecesariamentepacto, porque ya está Esta es una resultantede la "mayoría"130. establecidala relaciónde señorío-zujeción forma bastardeada de homenaje,que ya no refleja el origen feudalde la institución;esa forma se utilizó en Castilla y León hastabien entradoel siglo XV, y pareceformar parte del ritual o protocolode reconocimientode fuerospor los reyes,y de los reyese infantespor las villas y señores. t" Ho, estplacinm et convenientiaquamfacit Infans Porugalensis cum A. Ispanie Imperatore... ESCALONA. Historia de Sahagún:,scnpt. CLXI, pp.527. Al final del documentose empleala expresión pleito y no el placitum indicado al principio. En Hilda GRASSOTTI , Dos homenajes.I. Homenajede García Ramíreza Alfunso VII. il. "Homenescum"señorial prestado a un misteriosoinfante de León En "Misceliínea Editorial Nájera. Bilbao, p. 3 18. Grassottiseñalaque "La de estudiossobre institucionescastellano-leonesas". - a lo que creo - por primeravaz se aplica la palabra que publico que novedadde las escrituras estribaen pleito a vn homínium que teníacomo consecuenciaun verdaderoacuerdofáctico". '28 En el homenajede GarcíaRamírezde Pamplonaa Alfonso VII de Castilla el Emperador:Istud est placitum et convenienciam,etc., etc... queEgo GarsiasRamirezrac Pampeloniefacio homenesco,etc. etc. p. 321. GRASSOTTI. Dos homenajes..., 'tn En GRASSOTTI, Doshomenajes,op. cit., p. 333. Ver tambiénel valor de pleito o placítum en 'Juicio", "causa que se Cataluñacomo "acuerdo, convenio, pacto", o como "tribunal que juzga", o como sigue ante un juez", o "pleito, litigio, reclamación ante un tribunal". RODON BINLIE. Op. cit. p. 194. r30 Por ejemplo, Grassonidice: "El hominium etjuramentum que hicieron losproceres de Galicia a Alfonso VII todavíaniño, no puedeen modo alguno calificarsede homenajeseñorial.Se vincula miís bien con lo que podría llamane un homenajerecognoscitivo".GRASSOTII. Dos homenajes...,op. cit., p.343. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 7l Como tal forma bastardeadapor el ritual protocolario puede considerarse posiblonente el rendimiento del pleito-homenajee,nlas investidurasde tenenciasde fortalezas.Tal pleito-homenajeno instituiría al que lo rindiese como un "hombre nuevo" del señor,sino que serviría tan sólo para solemnízarla contracciónde obligacionesespecíficasen torno a las fortalezasy castillos, y afirmar mediantejuramento el propósito de sujeción a las leyes que las regulan, por las que debenregirse sus tenentesy alcaides.No un feudo, no un darsea otro, sino la aceptaciónde un estatutoya establecidoy las obligacionesinherentes. Una anotaciónescritapor mano del siglo XVI en los cuato primeros folios de respetodel ejernplar del Doctrinal de los caballeros, propiedadde la universidad de Santiagocontienedos formulas distintas de pleito homenajepor la tenenciade fortalezasl3t.Por su interés específicopara el objeto de estatesis se reproducena continuación: "El que toma pleito omenajea otro, á de tomar las dos manos del alcaidedentro de las suyasdelanteescrivanoy testigos,y ha de dezir assí: "'Vos, F(ulano),¿juraisy prometéis,como hombrehijodalgo,devengar quinientossueldos- una y dos y tres vezes,una y dos y tres vezes,una y dos y tres vezes-, segúnfuero y costumbrede españa,y teméis y guardaréispor el Rey, nuestroseñor,la fortaleza de N bien y fielmente, y eDtodo miraréis el servicio de Su Alteza,y no la dexaréisni desampararéisni entregaréisa personaalgunasino a Su Alteza o a su personeroo especialmandado, guardandosobretodo las leyesde los reinosque disponenen la maneraque se debeteneren la guardade las fortalezasy la obligaciónque los alcaidestienen cercadello?/testigos'. "Otro pleito omenaje: "'Vos F(ulano),como cavallerohijodalgo,¿hazéispleito omenajeal fuero de España- una y dos y tres vezes,I y II y III vezes,I y II y III vezesque la fortalezade N que por Sus Altezas (tenéis,tachado) se vos da en tenencia,segúnse contieneen estaproüsión real, que la ternéis e guardaréis por Sus Altezas e acudiréisa Sus Altezas caday cuando fuere pedida y '3r En JoséMaría VÑA LISTE, editor del Doctrinal de los cavalleros. Universidad de Santiagode Compostela.1995. p. 39 y s. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 72 o a quien(por Susaltezas)vos fueremandado,segúny como demandada estaprovisiónreal sevosmanda?/t(estig)os"'. dice de las dosa:ribatrasladadas Otrafórmulaquepuedesercontemporánea textualmente: "et luego yncontinenteel susodicho Y le tomo por las manosjuntas al dicho X entre las suyase le tomo el pleyto omenajediziendole así: que vos, X, me ¿veyspleyto omenajeuna e dos e tres vezessegundley et fuero e uso e costumbredespaña,que vos, como fijo dalgo terneys e guardaryesesta fortaleza... como vuen alcayde,e le acudereyscon ella cadae quando el la quisiere ayrado o pagadoo en otra cualquier maneraquel venga a ella o a la personaque con su poder gierto vos requiriere... e fara guerra e paz por su mandado,a todo lo qual dixo el dicho X que asy lo otorgava e otorgo e fazie e hizo el dicho pleito omenaje"l32. La primera y la tercerafórmulas manifiestan la perdurabilidad del ritual de la inmixtio manuum.Ritual unido a este,o practicadocomo alternativa,era el besamanos. Sin dudaera un símbolode sumisiónpracticadopor los moros, aunqueel arzobispo Ximénez de Radalo hacíapartedel uso hispánicoparael pleito homenajede vasallaje, y las Partidas lo llaman "antigua costumbrede España"133. La dejacióndel besamanos en algunos casosreflejaría una debilitación de las formas reflejas de comportamiento militar inducidas de antiguo por el continuo choquearmado entre cristianosy musulmanes;los que aceptabanen la Baja EdadMedia la alcaidíade una fortalezano estabanobligadosa manifestarsumisiónsino a mantenerfidelidad a la "postura" que hubiesenconcertadocon el señor.El besamanosse reservabaparaciertas manifestacionesde acatamientoa gran señor,como rey o noblel3o.Así, mezclade manossólo, o besamanos,seríalo que distinguiríael "vasallajehonroso"asumidopor contrato, del vasallaje señorial.Los reyes de Aragón y condesde Barcelonaimponían r32 Testimonio de la toma de posesiónde la fortaleza de Rojas mediante pleito homenaje.AGS, Contaduríadel Sueldo,2" serie,legajo 375, sin foliar. En QUINTANILLA RASO, op. cit. p. 893. '" G. de Valdeavellano atribuye un origen franco a la inmixtio manuumi se le dio el nombre de "homenaje de mano", y acabósiendo consaglado éomomos hispanus. VALDEAVELLANO. Curso de Historia de las Instituciones españolas.De los orígenesalfinal de la Edad Media. Alianza Editorial, ¿? P.384. l3aNo siendo al pareceruna de esasocasioneslas de las dos fórmulas primeras, referidas ambasa "sus Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 73 el homenajede "bocay manos"segúnlos'ttsos" de en susdominioscatalanes olvidarque Barcelonay las "costumbres"de Cataluña.En todosestosritos no debernos demodoconscientecon suutilidad parala la evocaciónde lasmanosserelacionaba guena,la protecciónde la comunidady la fidelidadal príncipe.Por 1odemás,el ritual depleitohomenajepodíaprolongarseconotrosritualesformalizandola entregadeun castillo,con el fin dehacerla guerradesdeél: el FueroViejo de Castilla(I.2.1) determinaqueel porteroqueentregaun castillodebepronunciarestaspalabras:Yovos do estecastiellopor mandadodel Rey,e vosentregode é1,ansiquefagadesde él guefra e paz. El juramento ante los Evangeliosdotabaal acto de unción religiosa, y en cierto modo se le daba caráctersagrado.Equivalía, salvata distantia, al rito de proclamacióny consagraciónde los reyes en una iglesia o catedral,enfatizandosu carácter(al menos en la tradicióncastellana)de vicario de Diosr35. Bajo la presión militar o por otra urgencia,a vecesse pasabapor alto el cumplimiento de los rituales y procedimientospara la entregay la toma en tenenciade una fortaleza,"sin que se alterasepara nada el trasfondo y el significado que el acto teníay los compromisosque la tenenciallevabaaparejados",dice QuintanillaRasot36. Lo que era del todo inexcusablees que se formalizaseprotocolariamentela toma de posesiónde la fortalezapor su alcaide,lo que se llamaba apoderamiento; exígtrbleaún en el casode imposibilidad fisica del alcaidepara reconocerla fortalezaal recibirla, por Tambiénera obligatorioque el lo que debíaalguienhacerlopor él y por su mandatol3T. salientehicieseinventariocompletode lo que quedabadentrodel castillo,y que no tenía derechoa llevar consigo. El ritual consagrabatanto el cesecomo el comienzo de las tenencias:el alcaide salientedebíaponer la carta de entregasobresu cabezaen señalde acatamiento;el que lo recibía debíahacerpleito homenajeuna, dos y tres veces.Parte de la cerernoníase realizabafuera del castillo, ante la puerta,no quedandonadie dentro; Altezas", en amboscasoslos ReyesCatólicos. "t "Vica.ios de Dios son los Reyes cada uno en su Rei:ro, puestossobre las gentespara mantenerlasen justicia, e en verdad quanto en lo temporal, bien assí como el Emperador en su Imperio" (Partida II, I, V). '36gtmlfAlüLI-A RASO. La tenencia defortalezas..., op. cit. p. 868. La autora cita un caso de entrega por orden de los Reyes Católicos a Diego Merlo, en cuya orden Aznalmara de la fortaleza de expresamentese dice: "lo qual mandamosque asy faga e cumpla non enbargantegue la dicha entreganon se faga por mano de portero de nuesta c2maraconosgido,ni aunque en ello non yntervengan las otras solenidadesy cos¿rsque segundderechoy leyes de nuestrosreynos deven yntervenir". 'tt quintanilla Raso aporta este caso de la fortalezade la villa de Palos, de 5 de septiembrede 1505, referenciadoen un documento del A¡chivo General de Simancas(C.S. 2" Serie, leg. 375 sin foliar): "y porque estavadoliente e no pudo sobir a 1oalto della, en su nombre mandó a un escuderosuyo que ha nombre X... el qual dicho X en el dicho nombre e por su amo subió en lo alto de los muros e torres e se apodero en ellas". QUINTANILLA RASO. La tenencia defortalezas..., op. cit., p. 869. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 74 el procuradordel señorrecibíalas llavesdel alcaidesaliente,abríala puertacomoseñal de posesiónennombredel señor,y las enhegabaal enhante.Só1oentoncespodíael nuevoalcaideentraren el castillo,no por sí propiosinoporqueel señorle habíaabierto nadateníaque de queel nuevoapoderamiento la puerta.Tarrbiénquedabaconstancia ver conel anterior,y quelas obligacionesy derechosdel nuevono estabansujetosa algunopor causadel anterior. condicionamiento TENENCIA DE CASTILLOS SEGÚN USO Y COSTUMBRE DE ESPAÑA Cuando se habla de que se concedela alcaidíade un castillo o fortaleza, o de que su asunciónse hará "según uso y costumbrede España",hay que tener en cuentalo que dice sobre'bso" y "costumbre" la historia del derechoespañol.Así, para García-Gallo, "no parsce... que se haya tenido un conceptopreciso de la costumbre",que seríaalgo que se practica consuetudinariamente,sin que haya surgido la necesidadde normarlo por su parte,'lrso" p¿recetener algo de mas faerzade aplicación, aunque expres¿rmente; Muy posiblementelas tampocohaya sido expresamenteformulada la norma o regla138. prácticasasociadasa la asuncióny juramento de las tenenciasse usasende modo reiterativoo copiativoen la Alta EdadMedia, en que la vida se rige por modelosde comportamientoaceptados,e impuestoso confirmadospor los superioresen ausencia de leyes conocidaspor las que guiarse.Cuando rm cronista o un testigo del acto recoge por escrito el acontecimiento,su texto adquierevalor confirmatorio propio y mueve a la imitación o copial3e.Luego se usa como prácticahabitual,cuya ausenciadaríalugar a una nulidad del acto; es decir, llegarían a considerarseactoslegales,como noÍna no escritay sin formulación oficial; seríancomo leyes que nadie sabecuándoy por quién se establecieron,pero que son norrnas.Esta situación incierta de la autoridad de la fuente se subsanacuando se recogeen una recopilación o código como las Partidas, o r3E Y García-Gallo añade:"Con el nombre de consuetudineso costumbres(costumsen Cataluña), o con el deforos o fueros - en Galicia y en los territorios donde luego se hablaní el castellano- se designamuchas vecesel ordenamientono formulado que rige la vida social, la conciencia colectiva no concretadaen norrn¿rsprecisas.Pero con estosmismos nombres se designantambién otrs vecespracticaso nonnas concretas,o los mismos actos reiteradosen que éstasse polarizan". En cuanto a la otra voz,"La calificación de costumbre,comola de usrs, uso o usatge - empleadoespecialmenteen Cataluña -, indica que tales nonnas se usan o aplican, o habran de usarseo practicarse;no que hayan nacido siempre de la repetición continuada de unos mismos actos". GARCIA-GALLO. Op. cit., t. I, p. 186. '3n La forma genérica de nacer estascostumbresla describeGarcia-Gallo de estaforrta: "Estas notas, aún siendo privadas, p¿recenhaber tenido gran difusión y aceptación,sirviendo luego de base a posteriores refundiciones o reelaboraciones.Muchas de ellas han sido sometidasa la aprobaciónreal como costumbresa vecesmultiseculares,aunque en realidad son mucho más modernas"; estemodo de hacer costumbrese practicóhastael siglo XVI. Ibid. p. 188. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t> cuandoseespecificael númerode vecesqueuna costumbreseha practicadoparaque puedaconsiderarse ley.Adernas,el hechode quelas Partidas fuesenatribuídasa un rey lasponíanfueradel debatesobresulegimitidad. La jurisdicciónrealno seconcedea un señoro alcaidemásquepor expreso pronunciamiento, de Oterol4l, segúnlas "Leyesdel Reynode España"I4.Fernández queseapoyaen Castillode Bobadilla,señal4sin onbargo,los límitesde esta ya queinterpretaqueestainvestiduraseda sóloenprimerainstancia,pero concesión, no en apelación.Ni en la másampliaconcesióndejurisdicciónpor partedel rey sobre unafortalezao ülla puedepresumirel señorqueen la investiduravayaimplícita la jurisdicciónúltima; al respecto ,la NuevaRecopilacióndice:"Que ningunoseaosadode estorvarni impediren los Lugaresde Sennoriola JurisdicciónSuprernaque tenemos"l42. Esa supremajurisdicción real no se enajenacon la concesiónde una investidwa La Nueva Recopilación manifiesta claramenteque "la jurisdiccion civil, o criminal supremaque los Reyeshan por mayoria i poderio Real, que es de la facer i cumplir donde los otros Señoresi Juecesla menguaren,declaramosque estano se pueda ganar ni prescribir por el dicho tiempo, ni por otro alguno"l43.Femándezde Otero lo remacha en estecomentario:"Por esto debe entendersejurisdicción ordinaria"tanto civil como criminal, mero y mixto imperio, no por lo que respectaa la supremapotestad,que por el contrario es imprescriptible"la. Hay, pues,una rernisión final de la jurisdicción de cualquier súbdito de señoral rey; en esesentido el rey es señorde señores,y los señores son vasallosdel reylas;y aún es más, la condiciónde vasallajerespectode un señor, como señalaFemándezde Otero,no excluyeque los súbditosseany se llamen vasallos del rey. Los adelantadosy merinos mayoresencontrabanen los castillos una herramienta parael ejerciciode susobligacionesjurisdiccionales; algunasvecesse les concedíala tenenciade una fortalezapara ayudarlosen su tarea,pues con ella se les dabatribunal, celdas,guardia, etc. Las mas de las veces,sin ernbargo,el castillo de realengose entregabaen tenenciaa un noble o criado del rey, el cual cooperabacon lajusticia con taoPartidas,Y,4,9; V, 10, I II, 15,5; II, l, 12 y NuevaRecopilación, 'o' FERNÁND EZ DE OTERO. Tractatus de fficialibus reipublicae, II, I nos. 2l -22. 'ot l b i d . I V , 1 5 ,l . '03 [ b i d . I V . 1 5 .l . '* Ibid., II, I, 38. ra5 Jerónimo Castillo de Bobadilla dice expresamenteque los señoresde vasallos son subditos y sujetos en todo a los Reyes". CASTILLO DE BOBADILLA. Política para Corregidores, II, 16, 68. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 76 las mismas prestaciones.Ineütablemente se formaban acumulacionesde tenenciasen las manos de una misma familia o indiüduo, en razón de su rango y su ascendienteen la corte, como es el casode los condesde Lun4 merinos mayoresde Asturias, que tenían las más importantesfortalezasde esereino, o los Ribera, adelantadosde Andalucía, en la frontera del reino de Granadal*6.Las concesionesjurisdiccionales habían llegado tan lejos en tiernpos de Enrique IV, que él mismo trató de ponerlesfreno determinandoque los alcaidesno tuviesen en ellos, ni en lugar alguno dentro del termino de cinco leguasa la redonda,"officios de corregidores,ni pesquisidores, alcaldesni assistentes,ni alguaziles,ni alcaldesde sacas,ni otro officio de juzgado ordinario, ni por via de generalcomission"t4T. Con los ReyesCatólicos, sin ernbargo,se empiezaa introducir una objetivación de la función jurisdiccional, desligandoladel señoríoy vinculandola a los magistrados, cuyos cuerposse iban formando paulatinamente:corregidores,gobernadoresy justicias mayores.Los castillos realesse quitaban a los nobles y se entregabana funcionarios dedicadosa un oficio o al servicio en la casadel roylo8,quedandoentoncescomo centrosadminisfativos y judiciales, aunqueaún pudiesenmanteneruna función militar en casode necesidad,sobretodo en costas.La función militar, a finales del siglo XV, encontrabasu razón de ser sobretodo en el control y defensade las fronterasterrestres. El símbolodel cambiode época,en esteaspecto,es el castillo de Salses,en el Rosellón, obra de Fernandoel Católico, y clave en la defensafrente a Francia. Es el primer castillo españolapto para la guerramoderna entre potenciascristianas,e irá incorporandorápidamentetodas las innovacionestécnicasque respondana los avances de la artillería y la perfección del arte de sitio. Las campañasinternacionalesde Fernandoel Católico alteraronsustancialmente los principios aragonesesde la tenencia,incluyendo el de la primacía de los naturales del reino. Su primeraintervenciónmilitar en el reino de Nápoles,en 1494,acumulabala experienciaen materia de tenenciasresultantede la guerra de Granada.En la guerra,las 'ouqUINITAMLLA RASO. La tenencia defortalezas. . ., op. cit. p. 876. 'ot Enriqu" IV, cortes de Toledo, 1462.Pet.50. En Recopilacion de las leyes destosreynos, hechapor mandado de la Magestad Catholica del Rey don Philippe Segundonuestro Señor.. Libro tercero, título V. Ley XV. Que los alcaydesde lasfortalezas no tengan fficio de corregidor, ni otros que esta ley pone. Alcalá de Henares,año MDXCVII, f. 206v. '08 Tal es el caso del castillo de Rojas, en 1504, referenciadopor Quintanilla Raso: tenido por el alcaide Juan Barahona en nombre del comendadorNicolás de Guevara, fue entregadoa Sanchode Paredes, cam¿rerode la reina; tomó posesiónde él brevemente,en su nombre, un criado del rey, Diego de Grañón; por causascircunstancialesGriñón confió su guarda al propio Barahona, a quien tomó de nuevo juramento de tenerlo por Sancho de Pa¡edes.QI-IINTAMLLA RASO. La tenencia defortalezas..., oP. cit., p. 893. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 77 fortalezassólo podían tenersea nombre del rey. Así lo manda explícitamentepara que Gonzalo Ferniíndezde Córdoba, su capitángeneral en el reino de Nápoles,reciba las fortalezasque el rey Ferrantele quiera dar: "en estecaso,recebidlasa nombre nuestro"l49. La noblezano quedabaenteramentedesproüsta de función militar como resultadode estossustancialescambiosen la organizacióndel poder real. Los Reyes Católicos la invitan a intervenir en el norte de Africa, a la vieja usÍuza de la frontera del reino de Granada:por adelantamientos.Son los casosde Melilla, Oran y Mazalquiür. Pocos serían,sin ernbargo,los linajes nobles que podian entrar a cumplir estetipo de servicio militar ultramarino, debido a la escasezde plazasaptaspara ello. Estas avat:zadasnorteafricanas,además,requerianun apoyo logístico y organizativo que rebasabalas competenciasy capacidadesde los nobles, pues en su sostenimiento interveníanla marina real y las industriasde armamento,pólvora, aparejosde todas clasesy productosde consumode todo tipo, propios de una organizaciónindustrial. Son éstasnecesidadesque sólo el rey estáen condicionesde satisfaceren alguna medida. La tenenciade fortalezasen la frontera africana,aún en el casode las africanas, constituyeun tipo institucional distinto, instrumentadomediante asientos,que reune ciertos rasgosreminiscentesde un pacto de vasallaje feudal entre los nobles que reciben las plazasy el rey que las concede.El primero de esosasientosfue el concertadopara la guarda y tenenciade la ciudad de Melilla entre los ReyesCatólicos y el duque de Medinasidonia,quien dejó por gobernadoro alcaidea Pedrode Estopiñán.Siguieronlos asientosde Mazalquivir, Orán y Bugíal50.El noble asentistaestabainvestidode la potestadreal, como capitán generaly lugafeniente del rey, pero su ausenciacontinuada de las plazasno hacía sino crear problanas, aunquehubiesendelegadoen gobernadores de su propia familia o criados.Los oficialesy soldados,sin anbargo, no eranvasallos de los nobles,sino soldadosdel rey, a su sueldo,bajo la autoridadmilitar del gobernador Fernándezde Bobadilla caracterizaasía los tituladosy señoresde vasallos:"son vicariosde los Reyes...,y son como los huessos,y la firmeza delEstado,sin los quales seriacomo un cuerpocompuestode carney pulpa"lsl. Como vicarios de los reyes,les correspondeejerceren determinadascircunstanciaslos poderesdel rey; así,pueden rae José En Enrique RUIZ-DOMÉNEC, E/ Gran Capitán Ediciones Península.Barcelona 2002,p.246. r50Ver Rafael GUTIÉRREZ CRUZ. Los presidios españolesdel norte de Afica en tiempo de los Reyes Católicos.Ciudad de Melilla. 1997. '5'FERNÁNDEZDE BOBADILLA. Op. cit.II" XVI. no.9. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 78 obligar a los vasallos a hacer las guardiasen los castillosls2.Un castillo ejerceuna jurisdicción sobresu entomo que afectaa los vasallos o súbditosdel rey, y excluye a todos los otros, de forma taxativa: siemprelos no naturalesde un señoro un reino tuvieron prohibida la entradaa los castillos. Esta prohibición era particularmente relevanteen relación con los moros, durantetoda la Edad Media. Si lo hacíanpodían ser apresadosy juzgadostt'. Aún más taxativa eralaprohibición de que entrasenmoros en las fortalezasde las plazasafricanas;invariablementelas ordenanzasparticularesde cadauna lo recordabane imponían. En situacionesde roce militar en una frontera, puedenrecaersobrelos alcaides de una fortalezao castillo tareasarbitrales,si no judiciales; en Españase conocíala figura delAlcalde mayor entre cristianos y moros, que debían solventarquerellasentre unos y otros, naturalmenteen el lado "español" de su jurisdicciónlsa. Un casoconcretopuedeilustrarnos sobreel mandamientode no entregarla fortalezasino despuésde que fueserequerido una, dos y tres veces,segúncostumbrede España.El primer alcaidede Ia fortalezanueva de Irún-Behovia fue Miguel de Ambulodi, que habia trabajadoen su construcción.Fue nombradoprobablementepor el 'tt "112t¡. En que toca lo a si pueden los Señorescompeler a sus vasallos en tiempo de petigro de guerra, a que hagan guardiasen las fortalezaso castillos: digo que lo puedenhazer, aviendo el dicho urgente peligro, y no de otra manera segúnIacobo de Santo Georgio, Marino Frecian y otros. Y no se descargan los Señorescon gravar a sus vasallos con imposiciones y exacciones,por dezir gue también el Rey los grava a ellos, y a los otros sus vassallos,como atrás queda dicho". FERNANDEZ DE BOBADILLA. Op. c i t .p . 6 2 3 . rs3 Las condicionespolítico-sociales del momento y del lugar, sin embargo,perrritían que las cosas ocurrieran de otra manera.A ello contribuían las eventualesalianzasentre señorescristianos y moros contra otros, el mercenariadode combatienteso el simple abandonode las suspicaciasentre moros y cristianos debido a la pacífica convivencia; se dieron casosen que no sólo se les levantó la prohibición, y otros en que se les obligaba a hacer guardia dentro de los castillos; no eran infrecuenteslos casosen que se acogía a los moros leales dentro de los castillos, cuando mesnadasde moros enemigos venían a sus tierras. Así, en 1359 el alcaide del castillo de Crevillente ordenó a los moros del lugar que hicieran guardia. Los moros se quejaron a la corte, y la reina Leonor juzgó a su favor, y les dispensóde la obligación. Pocos mesesdespués,sin embargo, la misma reina queria que el mismo alcaide pagasesalario a ballesterosmoros, porque resultabanmás baratosque los cristianos. En 1378 el infante Martín de Aragón ordenó que en caso de algaradade moros de Granada"se acogiesendentro del castillo de Crevillente los moros del lugar, en quienesconfiaba. En María TeresaFERRER I MALLOL, Lafrontera amb I'islam en el segleXIV. Cristians i sarrainzs al País Valencid. Consell Superior d'Investigacions Cientifiques.Barcelona1988,p. 34 y apéndicesdocumentales8l y l22.Laconfianza del infante en los moros no debía ser tan incondicional, cuando dio orden al procurador de Elche de que en caso de ataque los moros de Crevillente enhsen al castillo a defenderlo, pero que sus mujeres e hijos fuesen conducidos a Elche en rehenes.Apéndice documental 125. Esta prohibición se hizo mas imperativa, siglo y medio después,en los presidios del norte de Africa. Las capitulacionesentre el rey los gobernadoresde las plazas siempre enfatizabanla prohibición absolutade que entrasenmoros en los castillos; podía permitírselesentrar con sus frutos y ganadosdentro de los muros de la población, pero jamás trasponerla puerta de la fortaleza. i'o E-ilio CABRERA, Nobleza't, señoríos en Andalucía durante la Baja Edad Media,en "La nobleza peninsular en la Edad Media". VI Congreso de Estudios Medievales. Fundación Sanchez-Albornoz.León 1 9 9 9 .p . 1 0 4 . . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 79 cardenalCisnerosdurantesu regencia,antesde la llegada del futuro ernperador.La fortalezase había terminado en 1516.Ambulodi estuvopoco tiempo en la tenenciadel castillo de Irun. El emperador,por carta del 8 de abril de 1517 desdeReinosa,repetíala orden ya dadade que Ambulodi entregaselafortaleza a FernánPérezde Yarza, su "panetier", porque Ambulodi no había atendido el primer requerimiento. Seguramente no se tratabade un acto de desacatoa la personadel soberano,recién llegado a EspaIla. En efecto, en su carta Carlos I hacerelación de todo lo actuadohastaentonces:primero le había enviado requerimientopara la entregapor medio del corregidor de la proüncia, SanchoMartínez de Leyba; ahorale dice a Ambulodi que'tro lo aveys querido nin quereyshazer,alegandopara ello giertasr¿Lzones contenidasen los testimonios synados de escrivanopublico que sobreello se hizieron, que antemy se han presentado".Las r¿vonesalegadaspor Ambulodi para no entregarlopor primera vez bien pudieron basarseen el uso y costumbrede España,que mandanno entregarlafortaleza al rey hastaque se la pide una y dos y hastatres veces.Y esaobligación y juramento es seguramentelo que figuraba en el documentorazonado,firmado por escribanopúblico ante testigos,que luego habría sido remitido al rey. En efecto, si la carta fue el segundorequerimientodel rey para la entregade la fortaleza,aún hubo un tercero, cuandoel alguacil de casay corte, esto es, un "portero" segúnel uso de España,se presentóante la fortalezalss,pil& recibir, estavez sí, el castillo y el pleito homenajede Ambulodi. La pruebade que no habíapasadoni una sombrade duda por la cabezadel rey sobre la lealtad de Ambulodi estáen el hecho de que volvió a darle la tenenciade Irun-Behoviaen 1523. Aunque sujeto a formalidadesprecautorias,el acatamientoal rey por parte de los que tienen fortalezases rotundo, y se extiendea las disposicionesmandadaspor el rey para el gobierno del castillo o plaza.El mismo ritual de pleito homenajeque se hizo para la recepciónde Bugía por su gobernador,Pedro Afan de Ribera, hubo de aplicar 156. éstepara recibir las ordenanzasque el anperador dio a la plazaen I 53 I 155"llevando en sus manos la vara de la justicia, signo distintivo de su autoridad, y acompañadopor un escribanoy varios testigos", es decir, para repetir en favor dePérez deYarza el mismo acto que ya había hecho Ambulodi con esos"testimonios synadosde escrivanopublico" a que alude el rey. Ver esa última cita y el relato de los hechosen CASTRILLO LLAMAS. Estrategia militar y guerrafronteriza en época de Carlos I. En"La nobleza peninsular en la Edad Media". VI Congreso de Estudios Medievales. FundaciónSrínchez-Albornoz. León I 999. P. 4 I 8. 'tu En pres".tcia del alcaide y capitan delaplaza,,otros alcaides,oficiales y contador, y ante un escribano, el pagador Diego Pérez de Lequeitio "presentó las Ordenangasde sus magestadesantesd'esto contenidas, escriptasen treze hojas de papel con esta,y les rrequirio las cunplan e guarden y hagan guardar y cunplir como en ellas se contiene,haziendo la solemnidad del juramento que por las dichas Ordenangassus magestadesmandan y pidiolo por testimonio, a lo qual fueron presentespor testigos. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 80 quela menciónde los casosde lrun-Behoviay Bugíaes Secomprenderá la sóloa manerade ejernplo.Desconocemos puramentealeatoria,y sepresentan existenciadeun estudiomonográficosobrejuramentospor tenenciade castillosy fortalezas,y estimamosquesetratadeun ternaquemereceunainvestigaciónminuciosa queseguardanen los archivos y, adernás, extensa,dadala grancantidadde documentos jurídicos.Señalemos a título de tercerejemplo sobreestetipo de instrumentos españoles de castellanoo alcaidey parala épocaquenosocupala patentedenombramiento gobernador de la plazade Piombino,en Toscana,dadaporFelipeII en 1580a favor de Franciscode Valdés,quehabíaservidodemaestrede campoenFlandes.Podráversesu descripciónen el capítulode "Uso y costumbrede España",y sereproduceen el ApéndiceVL LEYENDO LAS PARTIDAS Dejaremosa otros la valoración de la importanciajurídica de las Partidas, pues intentar hacerlo no cumpliría ningún propósito de estatesis, y hay maestrosreconocidos sobreestamateria.Alfonso García-Gallodice sobreellas: "En cualquierade susredacciones,pero especialmentea partir de la tercera,las Partidas constituyenun tratado completo de todo el Derecho, fundamentalmentedel común, como no hay otro en todo el mundo. Por su intención, su magnitud y su perfecto conocimiento de la materia, puedenen cierto modo compararseen el campo del Derecho con lo que representala Suma de santoTomás en el de la Teología"ls7. En cuanto a lo que nos interesa,que es establecerel origen de un modelo de "Luego el dicho Pedro Afan de Ribera y los sobredichosy el dicho Diego Perez de Lequeitio tomaron las dichas Ordenangasy las pusieron sobre sus cabegasy las besarony las obedecieroncon el acatamientoy rreberengiadeviü y, en cunplimiento de lo por ellas mandado,pusieron sus manos derechassobre la señal de la cruz y juraron en forma de derecho,que bien y fielmente guardaríany cunplirian y harian guardar y cunplir y mantenertodo lo contenido en las dichas Ordenangas,segunde commo en ellas se contiene y por sus magestadeesles es mandado, guardandoel servigio de Dios nuestro señor y de sus magestadesy el bien y pro comun de la gente que rreside en la dicha gibdad; testigoslos dichos". Archivo General de Simancas,Diversos de Castilla, leg. 48, f. 20. Publicado en Revistade Historia Militar, no. 71, año XXXV, Madrid 1991,pp. 105-l45.contexto introductorioA.RiescoTerrero. 'tt GARCÍA-GALLO, op.cit.,t. I, p. 399. Segúnestemismo autor,El Espéculo(libros 2 y 3") contiene ampliamenteeI iuspublicum. El derechopúblico seríarecogido igualrnenteen la segundaPartida, "aunque en éstano tanto el vigente en Castilla como el expuestopor los glosadoresconforme al Derecho romano". Op. cit. p. 655. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón .81 sumaria tenenciaconduraciónmultisecular,haremosa continuaciónunapresentación relevantesparael tratamientodel terna de las normasde las Partidas que consider¿rmos jurídicas lasrelaciones brevemente quenoshernospropuesto.Paraello describirernos mássignificativasquepodemosreconocer. 1) Jurisdicción del rey sobretodas las tenencias. 2) Obligacionesdel pueblo con las fortalezas. 3) Los castilloscomo espaciojurídico. 4) El alcaidey el castillo como figuras jurídicas. 5) El emplazamientocomo trámite procesal. 6) Precedenciadel señoríonatural. No nos ocuparemosde cuanto lasPartidas dicen en tomo a la naturalezajurídica de la nobleza,o de la caballería,o de la organizaciónde las huestesde los ejércitos realeso señorialesy sus oficiales, ni de los derechosde botín ("robos"), de resarcimiento(emiendasy erechas),galardones,castigos,etc. que correspondena la gentede guena, etc. Todo esoha quedadoremitido al Apéndice I (La tenenciade fortalezasen el Doctrinal de Alonso de Cartagena),donde encuentraamplio desarrollo mediantela presentacióny comentariode la obra de de Cartagenaque, como es sabido, es una exposiciónsisternáticade todaslas leyessobrelos reyes,la caballería,la tenencia de fortalezas,etc., texto que recogecuanto las leyes de Partídas disponenen esas materias. l. Jurisdiccióndel rey sobretodaslas tenencias Todas las tenenciasde fortalezasestánsujetasa lajurisdicción del rey, se trate de suspropioscastilloso de todos los demásdel reino. Aunque la tenenciade unos y otros castillos,sin embargo,se rige por leyesdistintas,segúnquién seasu dueño,el poder del rey no tiene límites jurisdiccionales. La figura del rey estáconstruídade tal modo por la segundaPartida que nada escapaa su imperio. La figura del rey se construyejurídicamente a la par y en paralelo con la del emperador.Al emperadorsólo se le da la precedenciade ocupar todo el contenido de la Partidasegunda(II), título I (I), leyesI a IV (I, II, III,IV, etc.) Los reyesocupanla V y Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 82 siguientesleyes del mismo título de la misma Partidarss. Nos interesaráobservar,en primer lugar, el paralelismo que Ia Partida segunda traza entre el anperador y el rey. Lo que uno es, lo es el otro. Ambos tienen el imperio, la mayor dignidad que los hombrespuedentener tonporalmenterse;la única diferencia es que emperadorsólo puedehaber uno, como sólo hay un papat60.Los romanos hicieron al onperador y le otorgaron "todo el poder e el señorio que avian sobrelas gentespara mantener,e defenderderechamenteel pro comunal de todos"l6t. En cuanto a los reyes, convino "los tomassenlos omespor señores"l62.Seano no seanlos castillos propiedaddel rey, es señorde todos ellos, porque esL'inen su señorío. Al ernperadorpertenecesegúnderechoy otorgamientode los antiguos "gobernar e de mantenerel imperio en justicia"; debehaberun sólo onperador, "para fazer fueros e leyes porque sejudguen derechamentelas gentesde su señorío"163. El rey tiene por misión "complir la justicia et dar a cadauno su derecho"; "en el rey yace la justicia"le. El emperador"non es tenudo de obedescera ninguno, fueras endeal papa en las cosasespirituales"ló5.El rey es cabezadel reino, y tal como lacabezamanda sobrelos miembros, asíla cabezadel reino manda sobretodos, porque "el es alma e cabega,e ellos miembros"ló6. Lo mismo que no puedehaber muchos ernperadores,"porque seguntnatura el rralrey es e deve ser uno, por esso señoríonon quiere compañeronin lo ha menesternl6T, deven otrosí ser todos uno con el". Tanto poder tanporal tienen los reyes, "bien assi como el emperadoren su imperio"ló8. El ernperadorfue instituído para "quebrantarlos soberviose los tortizeros e los mal fechores,que por su maldad o por su poderío se afeven afazer mal o tuerto a los menores"l6e. A los reyes,los sabioslos llamaronasí porquesu nombre "quieredezir r58 ha Se seguido la versión de Gregorio LÓPEZ, de 1555, titulada Zas siete Partidas del sabio Rey don Alonso el Nono,nuevmenteglosadaspor el Licenciado Gregorio Lopez del ConsejoReal de Indias. Salamanca,MDLV. Edición facsímil.Boletín Oficial del Estado. ts'II.I. I t6o Partidas,Il,l,l. t6t Partidas,II, I, II. t62 Partidas,II, I, VII. 163 il, I, I t* II, I, v. l6s u, I, I. 1 6 IóI . I . v . 'ó7II. I. l. 'ut II.I. v. l6eII, I, I. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 83 como regla, ca assícomo por ella se conoscentodas las torturas e se enderegan,assi por el Rey son conoscidoslos yerrose ernendados"lT0. una de las leyes pone de relieve los poderesmayoresde que gozael rey en comparacióncon el emperador.Los reyespuedendejar sus tierras a susherederos, porque tienen sus señoríospor heredad,pero los onperadoresno, porque son hechospor elección.Por lo que el rey puede dar villa o castillo de su reino por heredamientoa quien quisiere, lo que no puede hazerel emperador,porque éste"es tenudo de acrescentarsu imperio e de nunca menguarlo". El rey puede dar lo que quiera en feudo por servicios que le presteno le prometan.Así mismo, el rey puede servirsede la gente del reino cuandole fuesemenester,lo que no puedehacer el ernperador,que no puede apremiarmás que aquello que le dabanantiguamentelTl. También los príncipes,duques,condes,marqueses,iuges (iueces)y vizcondes tienen el señoríopor heredamientolT2, como el rey. Estostienen poder de hacerjusticia en sus tierras, "e en todas las otras cos¿Isque han ramo de Señorio", pero no pueden hacerley ni fuero nuevo sin otorgamientodel pueblolT3.Los infanzones(llamados en Italia hidalgos, dice la ley) son sionpre de buen linaje, pero aunquehayan grandes heredamientosno debenusar de poder ni de señorío,a no ser que se los hubiesen otorgado los emperadoresy reyes.Los adelantadoso vicarios, en f[n, son los oficiales que emperadoresy reyes envían a las provincias y condadosy grandesüllas, cuando ellos no puedenir personalmentelTa; los adelantados,además,tienen en esoslugareslas facultadesjudiciales que conespondenal reylTs. Por nuestraparte, y como comentarioal margen, señalaremosque todos los señoresy personajesmencionadosen el anterior pánafo sondramatispersonnae que debenser tenidos en cuentacon relación a la tenenciade castillos y fortalezas,tanto en la Edad Media como en la Moderna. Seránecesarioañadir a éstosun oficial del rey, estrechamente vinculadocon la toma y entregade los castillos:el Portero.Porqueson los oficiales más conocidosde la casadel rey, "pussieron antiguamenteque por su mano fuessensiempredadose recebidoslos castillos";a ellos les correspondehacerlos emplazamientosy que se cumplan las entegaslt6. Aún hay otro funcionario, con papel 'toII, I, vr. 't' II,I, VIII. ttt u, I, xI. tt'II, I, xII. '74II, I, XIII. t7tII, IX, xxII. 'tuII, IX, LIV. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 84 menos señalado,el Alférez, al que correspondeel papel de abogadodel rey para intervenir en el riepto (querella) cuando alguno hicieseperder al rey ü11a,castillo o heredamientolTT. Progresandoen la Partida segunda,hay que llegar al título XIII para encontrar un tratamientoconcretode la tenenciade castillos. Ese título estaconsagrado(y no es necesariorecordarlo), a cómo debe el pueblo, conocetr,honrar y guardaral rey. Cada nuevo rey dará las fortalezasde su propiedad,cuandolos que las han de tener le hagan homenajefuramento) de tenerlasy de entregarlasa sus herederos,esto es, al que sea más adelantenuevo reyl78.Los que reciben sus fortalezas(no se les llama por ahora alcaides)han de prometer al rey hacer desdesus castillos guerra y pzpor su mandado, dejarlesenhar en ellos y hacer que dentro corra su monedalTe.Los que tienen castillo por otro medio que el donadío de los reyes, deberanhacerigualmentehomenaje "solamentepor ser en su Señorio del Rey nuevo"l80.Estosque los tienen de otro modo que por donadio o heredamientode los reyes,esto es, que los tienen por feudo o posturas,también debenhacerhomenajeen los términos de los pleitos y posturasque tuvieren hechos,y han de renovar el homenajecuandose cambiarenpor muerte, o en vida, los que los tienenlsl. 2. Oblieacionesdel pueblo con las fortalezas Establecidaasí la potestaddel rey sobretodas las fortalezasdel reino, seansuyas o no, se ocupa la segundaPartida de las obligacionesdel pueblo con el rey, con sus cosasmueblesy raíces,y las que conciernena su mantenimientol82.Las heredadesson bienesraíces,que puedenser "quitamente del rey" Qtropiedadprivada, diríamos hoy) o "que pertenescenal Reyno, como villas, e castillos o los otros honoresque por tierra los Reyesdan a los ricos omes".Todo el pueblo estáobligadoa defenderestascosas, ninguno las puedetomar, o ayudar a que las tomen, "Porque las cosasque pestenescen 'tt r.IX. xvl. r78 Hecho eseprimer pleito homenaje,el rey podrá confiarles otras fortalezasdistintas sin necesidadde hacerlo de nuevo (II, XIII, X)il). Con esta ley coincide el Especulo: "Nos mandamos...que todos aquellos que villas o castiello o tierras tovieren del rey, que vengan afazer omenageal rey nuevo, e entregarlede todo'.. e non se tenganpor eso por escusadosde non venir a el los que an villas e castiellos e fortalezase tierras por heredamiento,o por donadio del rey, o por compra, o por camio en su señorio de quel aya de fazeralgun..." (II. 16.4) 'tn II. XIII. )oilI. '8o II, XIII, xxIII. '8'II. XIII. xxIV. '8tII, xvr. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 85 al Rey o al reyno, non se puedeneneajenar..."l83La defensaque el pueblo haga de las cosasdel señordebe ser acuciosa:acudir al castillo a defenderlo en tiempo de peligro, y si no lo hacencometeríanhaición; tomarán los lugaresfuertesque puedanser ocupados por el enernigo,y si no 1ohacenllevaran la pena "por alvedrio de su corte"l8a. Estosprincipios reciben tratamiento extensoen el título XVIIII85 de la segunda Partida. Los castillos y fortalezasle dan al rey "esfuergoe poder para guardae amparamientode si mismo e de todos los del pueblo. E por ende deve el pueblo mucho guardaral rey en ellas". De aquí resulta la necesidadde proteger con la máxima garantía posible la solidez de estacompactaunión pueblo-rey: hacerperder al rey alguna de sus fortalezas(por fuerza,robo, hurto o engaño)es "egual a muerte del Señoc', porque por su pérdida podría el rey ser muerto o deshonrado,o perder la tierra. Los que ayudena que el castillo se pierda cometentraición conocida "e devenmorir por ello". La guarda toca comunalmenteal pueblo, y particularmentea hombres señaladosl86. 3. Los castilloscomo espaciojurídico La primera ley del título XVIII explica las manerasde haber castillo por hombresseñalados:por heredamientoy por tenencia.Los castillos de heredamientose tienen por donadio del rey, y aquellosque los tienen puedendisponerde ellos con ciertaslimitaciones: no los puedenvender ni cambiar sin hacerselosaberal rey, y el rey puedeejercerla primera opción para comprarlo o cambiarlo por otro. La tenenciaes para que otro tenga el castillo del rey en su nombre; "estos son tenudosmas que todos los otros de guardarlos". Los delitos contra el rey en los castillos estátipificado en ambos casoscomo traición, pero el régimen de sancioneses distinto, siendo más riguroso en el casode la tenencia,puestoque si el tenentehicieseperder el castillo al rey sería"como si mattasea su señor",y debehaberla penapor ello, y el castigoal que cometeel mismo delito en el casode castillo por heredamientoes perder éstey el destierro.Algunas de las obligacionesde los que los tienenson comunesa ambas maneras(tenerlosguarnecidosde hombres,abastecidosde armasy de todas las otras cosas).Perolos que los tienen por donadio "deven los tenerlabrados",obligaciónque 't'II.xvII. r. 'tou. xvttt. xvII. '8t II, título XVIII: Qual debe el pueblo ser en guardar e enbastecere en defender los castillose las fortalezas del Rey e del Reyno. ,OO II. XVIII. I. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 86 no toca a los de tenencia,pues se suponeque siendo de heredamientodel rey, son su propiedad,y tenerloslabradoscorrespondeal rey. Las siguientesleyes estánconsagradasa cubrir de garantíastodo el ciclo de situacionesen que el castillo debe ser protegido jurídicamente; son estassituaciones: recibirlos, guardarlos,defenderlosy socorrerlos,y darlos al rey (devolverlos). Desdeel punto de üsta procesal,lós aspectosmiásinteresantesson los que se refieren a las formas de recibir y de dar el castillo; en las otras dos situaciones(guarday defensadel castillo) los aspectoscontractualesson los mas destacados. En el dar y recibir castillo se ponen todas las cautelasposibles: el que 1oda y el que lo recibe debenestarpresentes,junto con el portero; y el portero lo recibirá de uno y se lo dará al otro. Así se muestraque las cosaslas da el rey y vuelven al reyls7.Esta transmisión se hace por medio portero porque éstees un oficial conocido de todos, y él conocea todos, y no cabeengañode personasque dan o reciben; como oficial del rey, le correspondellevar a cabo ciertos trámites: ernplazaral que lo ha de recibir a que lo tome dentro de un tiempo determinado,y fijar así responsabilidadespara el casode que en el ínterim se perdieseel castillolss. Pero la necesidadpuedeimponer que el procedimientoregular no se pueda llevar a efecto: primero, por ejanplo, en conquistao en huestese toma un castillo, y no hay tiempo de que el portero haga su trabajo; entoncesse dará el castillo al que el rey señale,y más adelante,si quisiese,se lo dará de nuevo por portero, o se lo dará a otro. Segundo,puedeocurrir que aquél que el rey señaleno quiera recibirlo por portero, por encontrarel castillo mal labradoy no apto para la defensa;porque si lo recibiesepor portero, seríatanto como reconocerque estabaen condicionesde defensa,y eso sería ocasióndel rey "dar carreraa sus vasallosporque cayan en yerros", y si lo pierde cometetraición; pero si lo recibe sin portero y lo pierde no cometetraición, pues ya advirtió del peligro; siempreque el castillo,efectivamente,no se pudiesedefender.Es evidenteque una situación como éstarequiereun juicio por prueba.La terceraforma de excusarportero es cuando el rey da castillo que estásujeto a pleito por malfehía que el que lo tenía anteshubiesecometido. En fin, la cuartaforma de dar castillo sin portero es cuandoel rey ejercesu derechoa tomar para sí, por razón de alojamiento, castillo dado por él en heredad,y para ejercer esederechopuededar el castillo a su hombre mientras t8tII, xvlll, II. '88II, xvm,IlL Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 87 él estéallí,y esopuedehacerloconporteroo sin portero;eséstaunaprácticasegún fueroantiguode Esparla,queen algunoslugaresl\arnanpotestadrse 4. El alcaidey el castillo como figuras jurídicas otro bloque de leyes de estetítulo se consagraa la figura del alcaide. Primeramentese caracterizasufunción: "Tener castillo de Señor segundfuero de españaes cosaen que yrLzemuy grand peligro. Ca pues ha de caer el que lo tuviere, si le perdierepor su culpa, en traycion, que es puestacomo egual de la muerte del señof'. El condicional "si le perdierepor su culpa" tiene la mayor importanciajurídic4 como veremosen estemismo capítulo. Tambíén se describeel perfil humano que ha tener: ser de buen linaje de padre y de madre,pil& que pueda sentir vergüenzade hacer alguna cosamal en é1.En fin, deberáreunir ciertascondicionespersonales:lealtad, esfuerzo, ser aguerridoy sabedor;no ha de ser escaso,para poder compartir con los hombres cuandono hubieseen el castillo, y no ser demasiadopobre para no tener codicia de enriquecerse.A continuación se enunciala exigenciamás rigurosa que sobre el alcaide se puedeejercer: " demasde todo esto deve ser muy acuciosoen guardarbien el castillo que tuviere, e non se partir del en el tiernpo del peligro. E si acaesciesse que gelo cercasseno gelo combatiessen,deve lo ampararfasta la muerte. E por tormentar o ferir o matar la muger o los fijos o otros omes qualesquierque ¿rm¿rsse, ni por ser el presoni atormentado,o ferido de muerte, o amenazadode matar, ni por otra razon que ser pudiesse,de mal o de bien que le fiziesseno le prometiessen de fazer,non deve dar el castillo, ni mandar que le diessen.Ca si lo fiziesse, caeriaporendeen penade traycion,como quien trae castillo de su Señor"ls. Como veretnos,estaes la disposición de mayor trascendenciajurídica, y centro de las vivas polánicas sobrela valoración que le corresponde.Con estaley, lo que el legislador hace es poner de relieve que no hay personaque valga lo que vale el castillo del señor.Otra ley valora el castillo mucho más que cualquier extremososacrificio del señor,y hace dependerla fama del linaje, de su guarda: l8eil, xvIII, IV. Ieou, xv[I, vL Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 88 "Otrosi deven aver gran esfuergoen sofrir todo miedo e todo trabajo que les y venga, tanbien en velar como en sufriendo sed e fambre o frio o todo trabajo que y prisiesse.Ca pues que el castillo no han de dar sino a su Señor, menesterha que tomen esfuergoen si, porque lo puedan fazer e no cayanpor su culpa en traycion. E por endemuerte ni oto peligro que es passaderonon deven tanto terner, como la mala fama que es cosaque fincaria sianpre a ellos e a su linaje, si non fiziessenlo que deviessenen guardadel castillo"lel. La mayor parte de las leyes que siguen se ocupande los casoscircunstanciales que puedenocurrir, o tienen un carácterinstrumental y accesorio.Por ejanplo, si el alcaidemuere sin lengua (sin testar el nombre de su sucesoren c¿rsode muerte inopinada),se establecela prioridad de la consanguineidadpara la sucesiónle2.Se establecela responsabilidaddel alcaide en tener hombres suficientesy capacesen el castillo, y en mantenerlosen disciplina, sobretodo en las velas, y el alcaide que no la mantuviese caenaen traciónle3.Medida disciplinaria extremadamenteimportante es que nadie salgadel castillo sin permiso del alcaide en tiernpo de cerco,ni abra la puerta, so pena de "la mas cruel muerte"; y en todo caso,el alcaideno lo puedehacerbajo ningún conceptolea.Si no tuviese al castillo bien abastecidode agua,üandas y bastimentos,y el castillo se perdiesepor eso,el alcaide caeríaentraiciónles.Lo mismo se dice de su obligación de tenerlo abastecidode armasleó.Y no dudaráen hacer "labor que por sus manos pudiessefazet'', porque de no hacerlo puede incurrir en traición si el castillo se perdiesereT. Lo mismo se aplicaa la obligacióndel alcaidede repararlo derribadoen cerco, y de labrar el castillo en tiempo de paz, aún si el señorno lo hace por falta de sesoo por embargosque tuviese(imposibilidadmaterial)re8. re'il,xvul, xII. tn2ü, xvlll, vll. te3II, xvlll,IX. l%II, xvlll, xru. 'e5II, xcvIII, x. ''óil, xvIII, xL 'etII, xvIII, xIV. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 89 5. El emplazamiento como ü:ámtiteprocesal Las leyes que honos calificado de instrumentaleso accesoriasse refieren a los procedimientosa seguir para dar los castillos al señor,siempre con miras a cumplir la obligación principal, de guardarlessu fidelidad; así, se describeminuciosamenteel procedimiento de entregadel castillo por portero, el cual procedimiento se halla revestido de cierto protocolo ritual, y no desprovistode puntillosidad contable sobrelo que hay en el castillo, de lo que toca a uno, a otro y al reylee.Se contemplala posibilidad de no intervención de portero en la entregapor razonesde necesidady seguridad2oO; estaposibilidad se da en los casosen que el alcaidepuedeverse obligado a devolver el castillo por no poderlo tener, o porque el rey no le ha cumplido la postura; como la primera razón es más peligrosa,o'tuvieronpor derechoque el emplazamiento fuessemas cuytoso", y & esto sigue la descripciónminuciosa de los pasosa dar por el alcaide,y los plazos que tiene derechoa poner para que el rey le tome el castillo20l.Si de todas formas el rey no le tomaseel castillo despuésde ser ernplazado,deberáel alcaideritualizar su salida de é1,llamando a testigosy reuniendopruebasmaterialesde que lo deja por no habersecumplido su emplazamiento202. Previenela ley el casode los que emplazanel castillo con engaño,alegandofalsamenteno poderlo defender,u ocultando al rey que el castillo estáen peligro de perderse;en ambos casosel engaño equivalea traición203. 6. Precedenciadel señoríonatural Gran interésjurídico tienen las últimas leyes (XXIII-XXXI) de estetítulo XVIII, dedicadasa los castillosque se tienenpor fieldad. Castillosde fieldadesson los que "ponen los reyes entre sí por razon de amor e de posturasque ayan prometidaso juradas de se tener unos a otros". Aunque no lo dice, probablernenteestasleyes se refieren a los castillos que los reyes se dan en reheneso prendas,precisamentecomo caución del cumplimiento de lo pactado;de tal modo que "fieldad" seríacomo una garantíamaterial (el castillo)de una obligaciónque se suponepuramentemoral (fidelidad),pero de la que 'e8II,.xvIII, xv, reeil, xvlll, xwII. 2oo il, xvIII, xIX. 2otII,xvul, xx. 2o2II, xvl[, xxl. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 90 no se fian lo bastante.En casoscomo estosel alcaide se ve en un conflicto de lealtades, porque si uno de los reyes le errylaza a que se lo dé contra la voluntad del oho, y él lo hace, caeríaen traición al segundo.Las leyes de estaPartida determinanla preferencia por el rey cúyo es natural el alcaide,y no el otro; pero el alcaideha de ser conminado a entregarel castillo, con advertenciade que cometerátraición si no lo hace,y se le dará plazo de nueve días para que se ponga a salvo con respectoal otro refOo. La honra del alcaide quedaríamaltrecha si al sólo emplazamientodel rey del que es natural se lo entregase,faltando al homenajeque tiene hecho al otro. Para librarle al menos de la tachamoral, le hará ver a esteotro, del que no es natural, que ha sido retadopor faidor por su señornatural, por lo que no ha tenido más remedio que dárselo.En estepunto la tachamoral se trasladaríaal rey señornatural, porque habría acusadoal alcaide de traidor injustamente,puesto que le dio el castillo, y tendría que desmentirse,lo que no es propio de rey; por lo que p¿ra salvar la dignidad del rey hay que separarel pronunciamientode traición, que hará un caballero,respectodel acto de admitir que el alcaide "era bueno e leal" porque al fin entregóel castillo, que hará el t"fot. Naturalmente,quedala justificación que el alcaideha de dar al otro rey del que no es natural, pero al que de todos modos hizo homenaje:le explicará que hizo su derechoen dárseloa su señornatural, y si no le admite estaexcusa,deberáentoncesel alcaide meterseen su poder a su merced206. Como se ve, aquí como en el casode cerco, la personadel alcaide es rehén del castillo, o se pone en lugar del castillo. Pero si fuese el otro rey, del que no es natural, a quien el alcaidehubiesede dar el castillo porque se lo manda su señornatural, no podrá hacerlo directamente,sino que lo ha de entregara portero de su rey y señorpara que seaél quien lo entregueal otro fey207. Los castillosde fieldad se prestanfácilmente,como se ve, a conflicto de lealtades;tal seríael casodel alcaide que es vasallo de un rey y señor,pero no del otro, y que su rey y señorfueseofendidopor el ofo, y entoncesel rey y señorpidiesea su vasallo el castillo que tiene en fieldad con el otro rey; aparentementeestaríamás obligado a su señory rey natural que al otro, con el que no tiene vínculo conocido, y por lo tanto deberíadárselo;pero no lo debehacer sin antespedir al otro rey, del que no es vasallo, que en un plazo enmiendeel yerro hecho a su señor,haciéndoleincluso la 203 lI. xvlr. xxIII. 's II,xv[I, )oov. 2os r, xvIII. xxv. toóII. xvIII. xxu. totil, xvul, xxul Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 91 guera, y sólo pasado elplazo, si no hay enmienda,se lo dará a su rey y señor208. Desembarazadode esteconflicto de lealtadesse encontraráel alcaide que no es vasallo ni natural de ninguno de los dos reyes; en esecaso,si un rey hace tuerto al otro, el alcaidepuededar el castillo a aquél que él cree que tiene derecho,pero ha de emplazarseloantes2oe. Si aún frente a sus señoresnaturalesel alcaide en fieldad tiene derechoa no dar el castillo más que de forma reglada,también los reyes tienen derechoa tomarselo al alcaidesi éste: l) no lo quisiesedar,2) los reyesvieran que se abastecíael castillopara alzarseel alcaide con é1,o 3) si desdeél hicieseuna fechoría en la tierra. De cualquier de esastres formas el alcaide cometetraición, y los reyes,puestosde acuerdo,tienen derechoa quitarseloy darseloa quien quieran2lo.Tampoco obstaráa los reyes cualquier reseryaque el alcaide tenga sobreel posible conflicto que entre ellos hay4 pues, si sintiéndoseagraviadospor el ofo, y ernplazado,ésteno diese satisfaccióna la demanda, el injuriado puedetomar el castillo que pusieron los dos en fialdad, lo mismo que si estuviesenmanifi estamenteen guer.a't t. Termina el título XVIII con una afirmación explícita de la primacía del rey sobre los otros señores,en todo cuanto respectaa la tenenciade los castillos. En efecto, hay otros señoresque tienen castillo por heredamiento,y esto lo respetael rey; pero todos son vasallos del rey por ser sus naturales,pero algunosson adernásvasallos de señores. Si un vasallode señortomaseun castillo,"toüeron por derechoque lo diesseal otro señorcuyo vasallofuesse,pero estoa pleyto que lo de al Rey'', y si el que ha tomadoel castillo no estuvieseseguroque su señor se lo dará al rey, él mismo ha de darseioa éste, "por que guardassea quel su Señorde yerro, de maneraque non oviessede errar contra el Rey que es mayor Señor". Este derechopreeminentedel rey se confirma incluso en el casode que quien tiene castillo por heredamiento,siendo su vasallo o natural, y lo pierdepor su culpa y luego lo recupera,y el rey se lo pide, se lo habráde dar "pues que lo ganaraseyendosu vasallo e su natural". La causade esto es lógica: si lo perdió por su culpa,quedódesheredado del castillo,y si luego lo recuperó,lo hizo como vasallodel rey, que lo heredaahora.Otra cosaseríasi el que recuperael castillo fuesenatural del rey pero no su vasallo, esto es, que no tuvo el castillo por heredamientodel rey sino por 2o8II,xvlll, xxull. 2oeII. xvIII. )cfix. ''o II, xvIII, XXX y xxxl. t" II. xvIII. xxxl. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 92 otro medio;entoncesno estáobligadoa dárseloal rey si selo pidiera"a no serquefuese desnaturado por el rey, por algunacosaquehubiesehecho2l2. EL DEBATE SOBRE LOS DEBERES DEL ALCAIDE Al cabo de casi tres siglos, despuésde que las Partidas hubiesensido escritas, susprescripcionesno podían seguir sujetasal mismo tipo de acatamientoincondicional a la letra, porque se habíanacumuladoya muchos elernentosde juicio y experiencias sobresu virtualidad práctica.En un siglo como el XVI, que conoció,junto a un romanismo intensificado,un modo más crítico de ver las cosas,más "humanista", es lógico que lo concernientea las relacionesde fidelidad entre los súbditosy el rey, y más específicamenteentre los tenentesde las fortalezasy su señory dueño, se examinasena la luz de una razónmás práctica. El famoso casode Alfonso Perezde Guzrnán,el Bueno, como muestradel extrernodramatismoa que podían llegar las exigenciasde las Partidas, fue analizadopor el obispo Jerónimo de Carrarz;abajo la especiede la pura tazón aplicadaa los hechos,antesque darlos por total y exclusivamenteexplicados como un acto de lealtad ciega al juramento prestado;en el acto de Guzman hubo también,pareceindicarnos Carranza,un cálculo de la utilidad militar de las alternativas que se le ofrecían, a lo que estabaobligado el alcaide con tanta faerzacomo cualquier otro mandato2l3. En pocasinstitucionesjurídico-militarescomo en las alcaidíasde fortalezasse confirma que los oficiales y funcionarios del rey son "lugafenientes" del poder real, personasque actuanloco regis..., pero con una limitación de grandesconsecuenciasen una situación de guera, ya que en lo que el rey no le ha delegadoel alcaideno tiene libertad. Y como el rey le ha advertido en la capitulación de su investidura que sólo ''t II. xv[t. xxxll. 2r3 El castellanode Tarifa, según Carranza,debió emplear con frialdad la razónpara contener el tumulto de afectos contrapuestosprovocado por las llamadasde la sangrey de la debida lealtad al rey (entregarla plaza faltando a la obediencia o ver morir a su hijo al pie de las murallas). Según Carranza,don Guzmán, "domando y sujectandocon la razón el Impetu del Amor", y dando por cierto que "se yva al cielo el Innocente", decidió no faltar a su obligación y a su fe, desatendiendola demandadel Amor, "que es gran Maestro de apparentesrazones".Ni siquiera el rigor de la razón (aplicada a lo que hoy llamaríamosun cálculo de riesgos,observamospor nuestracuenta), se aflojó ante la tentadoraposibilidad de emprender una salida a rescatara su hijo, que el Bueno tuvo necesariamenteque considerarcomo escapatoriaa su tragedia: y así, "midiendo con Razon los Impetus de la Voluntad, q(ue) conosció q(ue) hazerlo fuera inconsideradaosadia,y no se pudiera llamar Esfuergo salir, sino Locura y Temeridad, sin librar la de su Hijo, con Perdida de la Villa y estragode los Subditos", don Guzrnán renunció arealizar estaarriesgadae incierta operación.Jerónimo de CARRANZA. Libro de Hieronimo de Carranga, nqtural de Sevilta, que trata de la philosaphia de las aftnas y de su destrezay de la aggressiony defensionchristiana, f.25lr a Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón ,93 puede entregarlafortalezapor expresomandato suyo, el alcaide se ve privado de cualquier capacidadde discernimiento sobrela justicia o la deslealtadimplícita en el acto de entregaruna plaza al enemigo a causadel estadode necesidaden que el asedio le ha puesto.Como oficial del rey, el alcaide que disponejurisdiccionalmente de una fortaleza, al entregarla a alguien que no es su dueño incurriría en el agravio de "lesa majestad" que García Mastrillo reserv4 en su Tractatus de magistratibzs, a los funcionarios que se sobrepasanen sus atribuciones2la. En el centro del debate,pues, se situabala cuestiónde si el alcaide debíamorir necesariamentepara dar cumplimiento a la obligación de entregarla vida en defensadel castillo. Cuestión, sin duda, de interésjurídico, por un lado, y humano y psicológico por otro, cuyas desagradablesalternativaspodían debilitar el ánimo de los espíritusmás hechosa las cosasde la guerra,como le ocurrió al Capitán, de los Diálogos de Bernardinode Escalante2ls. El l/caide de Bernardino de Escalante Escalantehace entrar de lleno las consideracionesde razónen la interpretación de las leyes que rigen la guerra,y más particularmente,la tenenciade fortalezas.Del mismo modo que don Sanchode Guzm¿ínno debió salir de lafortaleza en pos del albur de poder salvar a su hijo, tampoco los alcaidesdebenhacerlo bajo ningún conceptoni con móvil de interés.Es la razón,adanásde la ley, lo que debegobernarsus actos.Así, el Alcaide del diálogo planteadopor Escalantele dice al Capítán que no quiso seguir la costumbrede sus predecesores,que solían salir en correrías,por lo que le tenían por pusililnime y cobarde.A lo que replica el Capitán que "El cavallero q. sigue la honra militar no se ha de governarpor la mala costumbre,sino por la verdaderaraz6n,que le fue dadapor juez de todassuscausas.Así que no debesalir, sino enviar a otros". Pero Escalanteno sólo reclamaque la raz6n corrobore lo que dice la ley, sino que tambiénla disciplinaha de hacerlo.Cuandola ley es contravenidapor una decisión pocojuiciosa y un relajamientode la disciplina,el resultadosueleser catastrófico,no sólo parala vida de los soldadosde una guarnición,sino tambianparalos propósitosde 253r. GARCÍA DE MASTRILLO. Tractatusde magistratíbus,IlI,Il, nos. l0 y 15. "o 2t5 El Capitán dice que aceptaríade mala gana la alcaidía de una fortaleza,porque"aunque se tenga sin perdonar al trabajo ni faltar animo para conservarla horura, y buena opinion, o6 ss sumple sino es con acabarla vida". Bernardino de ESCALANTE. Dialogos del arte militar. Diálogo segundo.Sevilla, 1583, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 94 su príncipe. Esto es lo que ocurrió en la malhadadaexpedición de conquistade la Florida por los franceses,dice Escalante2l6. En la visión de Escalante,la tenenciade fortalezases rur ministerio que no admite composición con otra tareao empresa;1oindica cuandodice que el Peñón de Yélez de la Gomerahubiera sido más dificil de tomar "si el alcalyde Caramostafase hallara en el, y no fuera ydo en corso con sus galeotas".Estasexperienciasnefastasno hubieran ocurrido, viene a decirnos Escalante,si los alcaidesse hubiera atenido a lo dicho en la ley de las Partidas,"que manda que ningun Alcayde salgade la fortaleza que tiene en encomiendapara ningun effecto, sin expressomandato de su Rey, ó del señor por quien la tiene, so pena de traydor. Rigurosa ley me pareceessapor cieÍto"2t1. Escalanteno cesade aportartestimonios con los que quiere probar que la indisciplina o el simple descuidodebenser tratadoscomo delitos de extema gravedad: "se ha visto muchasvezesque por dormirse los que la hazen(la guardia) se han perdido plazasmuy importantes"; PrósperoColonna fue apresadoporque por descuidode sus hombreslas puertasde Villafanca de Niza quedaronabiertas,y la caballeríafrancesa entró. El alcaideque no tiene bien provista su fortaleza,y tro tenga hechoslos reparos necesarios,"perdiendosealguna fortalezapor falta de algunasdestascos¿rs,caeriael tal Alcayde en pena de traydor"; y no empeceque no estuüese a su cargo el suministro de la fortaleza,porque debió de haber advertido al Principe o señorde que si no le socorría no podría defenderlaplaza: pero si lo hiciera, esto es, si avisaraal príncipe de que sin socolros no podría tenerla,no incurriría en culpa ni perderíareputaciónsi fuese obligado a rendirse,como le ocurrió a Mondragón en Medialburque, en Zelanda (Middleburgh). Escalante,que en generalrecomiendaextremar,incluso hastael heroismo,la resistencia,cedea cierta razónde utilidad en no llevar las cosashastaese extemo cuandoafirma que é1,en lugar de hacer lo que Mondragón, hubiera pedido al príncipeque le fuesena recibir laplaza que no podía socorrery el alcaidese veía p. 28r. "6 Relata Escalante que un caballero francésal mando de un pequeño ejército hizo un fuerte en la Florida, con ánimo de conquistarla.Sabedorde ello el adelantadoPedro Menéndez de Avilés, fue con su armadaa expulsarlos;el caballero supo de la venida de la armadaespañola,y salió a la playa a impedir el desembarco;Avilés, sin embargo, se acercó ala fortalezapor distinto c¡mino y sorprendió a los centinelasfrancesesdormidos, con lo que los españolesentraron y degollaron a la guarnición; luego, saliendo afuera a buscar al caballero y su tropa, y habiéndolosencontradoles instó a que se rindiesen "sin veni¡ a las manos, y sucedioleventurosamente,como desseavalos degollo a todos, con ardid que tuvo". Pareceentendersepor el texto de Escalanteque los francesesse rindieron de buena fe, y el ardid consistió en que Avilés empeñasesu palabra sin voluntad de cumplirla. ESCALANTE, op. cit. f. 9r. -" ESCALANTE, op. cit., f. l0v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 95 imposibilitado de defender2rs.No hay deshonraen entregaruna plaza en esas condiciones2le. Escalanteadüerte contra las estratagemasdiseñadaspara urgir la rendición por motivo de falta de socorros;así, la carta del príncipe que le llega al alcaide avisándole de que no le puedeenviar socorTosy que puederendir laplazahonorablemente, quizás seafalsa: tal fue el casodel capitan Sansero,gobemadorfrancésde Sandesir(¿Saint Cyr?), sitiada por el emperadorCarlos V, quien hizo que se le enviaseaquél una carta imitando la letra del duque de Guisa, cerradacon un sello auténticodel duque que había sido arrancadode una carta que éstehabía escrito tiempo ahás al consejeroimperial Granvela. La ley que obliga al alcaide o gobernadorde un castillo o plazaa dar la vida antesque entregarlaera de validez universal: al gobernadorque resistíahastalas últimas consecuenciasse le honrabaen todos los ejércitosy por todos los generales;a los que traicionabana su heroico gobemadorpara salvar la üda se les despreciabay castigaba22o. No podemosver en esecastigo a los que haicionan a sus gobernadoresmás que la expresiónde un interésuniversal por mantenerincólume el principio de la lealtad incondional de éstosal príncipe que les ha otorgado la tenenciade su fortalezao plaza, como algo que pertenecea los principios de rczónde la guerra, sostenidospor una ley positiva claramenteexpuestade modo similar en todoslos ordenamientos;principios y ley que a todos por igual, amigos y enemigos,cristianoso musulmanes,interesa mantenerpor encima de las convenienciasde oportunidad.por eso entre los profesionalesde la tenenciaera obligado leer, no una sino muchasveces, las Partidas, para no caer en yenos voluntarios o involuntarios, pero claramenteadvertidosen Segunda, XVIII22l. t't ESCALANTE, op. cit.p.26r y v. t'n Pedro Navarro tuli¿ ¿" Canossacon banderastendidas,trompetasy tamborescuando hubo de entregarl.aporque el Gran capitán no podía defenderla.ESCALANTE, op. cit. p.26v. "" Escalanterelata el comportamiento de Tomás Nadasto,que tenía la fortalezade Buda por el emperador don Fernando.Nadasto resistió al sitio de los turcos durante el tiempo que sus setecientostudescos combatieron,pero cuando éstosvieron en peligro sus vidas le pidieron que capitulase,y habiéndoles afeado el gobernador su conducta, le ataron de pies y manos y se dieron al turco con partido de la vida y libertad, y salieron en salvo; pero cuando Solimrín supo lo que habían hecho con el gobernador,ñre tras ellos y los mandó matar, y a Nadasto dejó libre. Igual comportamiento tuvo el condestablede Francia, Monünorency, cuando sitiaba una torre del Piamonte donde un sargentonapolitano con treinta hombres le causabagran daño, hasta que los soldadosse salieron fuera abandonandoa sujefe. El condestablehizo ahorcar a los soldados"y al sargentohizo mercedesy le dio libertad". ESCALANTE, op. cit., f. l2v. y I 3r. 2t' Pedto o Diego Basurto (de esasdos formas le llama Diego de Valera), alcaide de la torre de Lopera, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 96 Comentarenosal filo de lo quediceEscalantequela garantíacontraun delito jurídicamentetipificadocomoesel de traiciónconsisteenun bien,no denaturaleza jurídicapor sí misma,sinomoral,a saber,quelos alcaides"seansoldadosüejos y y de quienseentiendaqueternanfidelidady valor,y quepor ningunacosa conoscidos, del mundoharantraycionni alevosia"222. Observemos quedondeEscalantedice "soldadosviejosy conocidos",laPartida segundadice"debeserdebuenlinaje"223; todoun cambiodel signosocialde aquellostiernposquedanpasoa otros,en queel rey necesitaa los soldadosllanostantocomotressiglosantesnecesitaba a los hidalgos. Los alcaidesen derecho.seeunel doctorAlvarez El doctor Antonio Alvarez dedicaun libro al tema de las obligacionesy responsabilidadespanalesde los alcaides:su Tractado sobre la ley de la Partída de lo que son obligados a ltazer los buenosAlcaydes22a. Lo escribió con ocasión del famoso casodel juicio contra don Alonso de Peralta,gobernador delaplaza de Bugía, la cual había entregado,salva la vida, en 1555, a las fuerzasdel turco Sala Raez,que había sitiado laplazanorteafricana22t.Alonso de Peraltafue juzgado, condenadoy mereció estecomentario sobre su muerte, ocurrida en 1473, cuando acudía a salvar la fortaleza que le habían tomado los del marqués de Cádiz estandoél ausentede forma culpable: "E asi juntamente perdió la vida e la honrra e bienes; y el ánima fue en tan gran peligro quanto paresgeque debe yr, según se dize de su vida". Y añade:"E sin duda, si estemalaventuradoalcayde oviera leydo la SegundaPartida, no pusiera en tan mal recabdo su honrra e su vida; la muerte del qual a todos los alcaydesdebe ser engenplo, para que sepanponer cobro en las fortalegasque les son encomendadas.Diego de VALERA. Memorial de diversasfazañas. Crónica de Enrique IV. Edición y estudio de Juan de MATA CARRIAZO. EspasaCalpe.Madrid 1941,cap.LXXVIII. p. 239. "' Bemardino de Escalanteopone al buen alcaide los contraejemplosdel que lo era del fuerte de los Gelves, que saltó del muro para dar a los turcos la información de los trabajos y necesidadesque los sitiadospadecían;lo mismo que hicieron algunos hombres en el sitio de Malta, traición que casi hizo que la plaza se perdiese;lo mismo el calabrésen Strigonia, y un francésen Tripoli, cuya información sirvió para que los turcos plantasensu artillería en otro lugar y am¡inasen laplaza. ESCALANTE.. Op. cit. p. 22v-23r. 223 Segunda,XVI[, V. 220 A¡tonio ALVAREZ. Tractado sobre la t4t de la Partida de lo que son obligados a hazer losbuenos q. tienen a su cargo fortalezas y castillosfuertes. Valladolid, 1558. flcaydes t" Unu crónica detallada¿et sitio y toma de la ciudad de Bugía se encuentraen Fr. Gregorio MANJARRÉS, vicario, Pérdida de la ciudad de Bugía en 'l¡i"o, año I555, referida pir un clérigo vizcaíno, testigo de vista. Edición de CesáreoFERNANDEZ DURO. "Boletín de la Real Academia de la Historia". Madrid, diciembre 1896, pp. 465-537. La crónica presentaa Alonso de Peralta como débil y apocado,y afligido durante el sitio por ataquesde enajenación.Según la crónica, la responsabilidadpor lo ocurrido se extendió a casi todo el cuerpo de oficiales de la plaza; infonnaciones de otro origen coinciden en señala¡el abandono,desidida y comrpción que dominabalaplaza desdetiempos antiguos. La crónica de Manjanés sólo salva, de entre los oficiales, al contador Felipe de Pamenes,que mantuvo todo el tiempo un comportamieno sensatoy aguerrido. También señalaManjanés que los delitos cometidos por los jefes españolesen la lamentabledefensade laplaza parecieron aún mayores por la ruptura por parte del rey de Argel, del concierto para la rendición, la cual garantuabala libertad de todos; la transgresión de la fe dada por el argelino redundó en la esclavitud de la mayor parte de la guarnición y sus familias; Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 97 decapitado.El casose hizo famoso dada la alcurnia del reo y lo insólito del hecho: este caso,dice Alvarezal comienzo de su obra, "anda en lengua de todo el Reyno, y de todos los estados,y mas en estareal corte". Despuésde estamención, no alude más al casoen el texto, y se ocuparásólo del alcaide,del que hablará "no en guena sino en derecho"226 . Alvarezafirma que ha sido consultadopor los que se interesanpor lo que las leyes de Partidas y el fuero de Esparladicen acercade la guardade los castillos y las penasde los alcaides.La cuestiónque va a debatir es si el alcaide que deja el castillo a los enemigos,quedandoél vivo y libre, tendrá derechoa la defensa,y si los jueces se la admitirán, y si recibiriánlas pruebasque en su defensapueda aportar el acusado.Y lo hará en torno a la ley de las Partídas,la cual dice textualmente: El alcaide"debe ser muy acuciosoen guardarbien el Castillo que tuviere, y si que se lo cercasseno se lo combatiessen,deve lo amparar hastala muerte, y acaesciesse por atormentar,herir o matar la muger, o los hijos o otros hombresqualesquierque amasse,ni por ser el presoni atormentado,o herido de muerte, o amenazadode matar, ni por otra razon q. se pudiessede mal, o de bien que le hiziessen,o le prometiessende hazer,no deve dar el Castillo, ni mandar que lo diessen,que si lo hiziessecaeria porendeen pena de traycion, como quien trae Castillo de su señor"227. Álvarez reconoceque son ésas"palabrasterribles", que espantan,crueles; parecenpronunciadascontra el amor natural, y para el vulgo son "fuero de fama, y no ley de religion christiana"228. A primera vista, señala Álvarez,de la generalidadde las palabraspareceque no hay ni se puedeimaginar un casoen que se pierda el castillo sin que el alcaide que lo tiene tenga que morir, o ser culpablepor no haber muerto antesque entregarlo. Alvarez declaraque se propone salir al encuentrodel que abrazandolas palabrasde la ley, "trabaja contra la voluntad y razonde la ley". Por tanto, él se propone demostrarque Peraltay todos los del partido de la rendición fueron liberados, y marcharon a España,donde fueron detenidosy juzgados. En la crónica, Manjanés hace recitar al leal Pameneslas obligaciones del buen alcaide, que debe perder la vida para que no entregue"la fortalezaa los enemigos,si no se la tomaren por y sobre ello debe el alcaide perder la vida conforme a las leyes de España" G,.477). $."ou, 2266'Y tocaré no en el hecho de don Alonso porque de presenteoo éstr cierto como passó,por tener todos licencia de agraviallo". Aunque las letras, añade,suelen callar en presenciade las armas,"los que professamosderecho tenemosfacultad de los Emperadoresy Reyes que lo hizieron, para respondera las dubdasdejusticia, que en los casosde la guerra se offrescen lo que en nuestro derecho hallamos determinado,y ansi respondiendoen cos¿lsde gueira, no hablamos en guera sino en derecho". MANJARRES. Op. cit. fol.2v-3r. 227 SegundaPartida,título XVI[, ley VI. ttt Con el término "fuero de fama" parece aludir a un afán desmedidode la clase nobiliaria por la gloria, que le haría menospreciarlos sentimientosde un buen cristiano. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 98 puedehaberun alcaidequeno tengaculpasi resultaüvo o presocuandosu castillose pierde.Paraello divide sur¿Lzon¿lmiento en cuatrocapítulosy unaexcepción: l) Origendel fueroy de la ley. 2) Lasrtvonesquehuboparamandarguardarla ley. 3) La partenegativacontrael alcaidequequedaüvo (Seguidode las excepciones a la obligacióndemorir del alcaide) 4) Parteafirmativaen favor del alcaide. 1. Orieendel fueroy de la ley Declaraquetal ley esfuerode España,y expresael esfuerzode sushijosdalgo en favor del bien común.Su origensehallaen las leyesderomanosy lacedemonios, quehabían"preferidosiernprela disciplinade la guerray guarday defensade la repúblicay de la patria,a la propiavida"22e. Sin embargo,observaque,aunqueparaun mismoefecto,el fueroescomúna lacedernonios, romanosy españoles, "se moüeron por diversosfinesy por causasdiferentes";los primeros,por la gloria,los españoles por virtud. 2. Las razonesque hubo para mandar guardarla ley El fuero se basaen la razónnaturaly justa equidad;en los castillosestála guarday amparodel rey y su familia; por el castillo se puedeperder toda la tierra; donde se esperamayor peligro, allí se habrá de preferir su guardaa todo lo dernás;el rey legislador(Alfonso el Sabio)tuvo en cuentaque si un castillo se perdíaa los moros, corríapeligro la fe católica;es más,el castillo es como la propia patria de su alcaide,y se ha de preferir la vida de la patriaa la de uno mismo y de su familia23O. ÁLvRRrz, op.cit.,p.lov. "n ¿rv"No hazecosanueva glorioso el rey en lo quemandapornuestraley, quetodosepongapor la defensa y guardadel castillo(queesla propiapatria)".A¡tonio ALVAREZ. Op. cit., f.. l3v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 99 3. La parte negativa contra el alcaide que quedaüvo Recuerda A\varezlo que d.iceAlfonso X sobreel alcaide: "maguer fuessepreso o muerto non podria ser quito de la traycion" si perdieseel castillo23t.Por eso,observa .!+luarez,"parece que no ay medio alguno entreperder el castillo y caer en traycion, ca inmediatamenteque se pierde se cae en traycion"; en esosextrernos,estáexcluida la defensa,"pues no ay mas que guardarbiviendo, o perder muriendo"; la traición estáen el perderlo y vivir, aunqueel castillo se pierda por estarflaco, pues también en estecaso habría traición, conforme a 1oque dice la Partida, que "deven los reyes guardarsede no dar carreraa sus vasallospara que cayganen yerros"2", y expresionessemejantescomo no hacer al alcaide "menguar en su lealtad y caer en pena de traycion", o hacerle al vasallo aleve como aquel que quiere meterle en yerro de traición, "o le diese carera para hazer cosapor que cayesseen traycion", expresionestodas sacadasdela Partida XUII. "Assi que el alcaydeque pierde el castillo, comoquieraque lo pierde no tiene maneraninguna para se salvar,pues de lo que es nadamal se puede hazeralgo ni imaginar defensa,negadoel nacimiento de ella". Y si se perdieseporque el castillo es flaco, aun deberíamorir, porque no debetemer tanto la muerte "como la mala fama que es cosaque fincaria siernprea ellos y a su linaje". La mala fama resulta de la perdida del castillo, "y por evitar estaha de llegar el esfuergoa morir, que es cosapassadera,lo qual no es la mala fama"233.Ladefensa,que se puedeadmitir en otros casos,no es aceptable en materiade castillos,y se exceptuanpor "razónde especialidadpor lo mucho que importa la guarday defensadel castillo, y el grandemal que se podria seguir de lo perder".Los hidalgos(los alcaidesson sianpre hidalgos)han de cumplir lo que prometen(devolverel castillo a su señoro perderla vida); y antesdebenser fieles a su fuero que constituirparasí derechos. También el ordenamientode Alcalá acudeen contra del alcaide que pierde el castillo y no muere:nos muestraestoel rey don Alonso en la ley de Alcalá, "contando las manerasporque caenlos hombresen yerro de traycion, dize: La sexta es quando alguno tiene castillo de rey o villa, o otro señorio,e no lo da a su señorquando gelo pide, no muriendo en defendimientodel"; por tanto, no muriendo cae el alcaydeen traición23a. t3tII. xv[I. XIII. 232 II. xv[I. ilu. 233 ÁLVAREZ.op. cit. f. l9v. 230 ÁLVAREZ. op. cít.f. Z5v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 100 La obligación de la muerte del alcaide,o perdida de su libertad, si pierde el castillo, queda reforzadapor el argumentosegúnel cual el fuero real de España contemplaque, siendo el alcaide cercado,y no tuüese nada que comer, puede comer al hijo antesque entregarel castillo23t.Así, pues, si se permite una cosatan grave como comerseel hijo en defensadel castillo, tanto más permite que muera el alcaide antesque pierda el castillo. Reparaa continuación el que alegacontra la defensadel alcaide en la cláusula mencionada,de obligación inexcusablede morir en defensadel castillo, la cual cláusula dice: 'hi por otra razonq. se pudiessede mal, o de bien que le hiziessen,o le prometiessende hazer,no deve dar el Castillo". Por tanto, no hay excusaposible para el alcaideque pierde el castillo y no la vida, porque la ley excluye todas las razones;y al emplearla palabra"razón" el legislador acierta,porque "la propia razón,que es la que modera y regla todas las cosas,no es parte ni escusaen perdida del castillo, de manera que alegarrazoneses impertinente,pues no ha de aver otra razon, sino la sinrazonde morir antesde perder el castillo, aunquecon la muerte no se pudieseamparar',"u.Huy, pues,una "presuncion violenta contra el alcaydede aver tenido culpa quando con la vida quedó"237 . Enfin, el alcaideno tendrá defensasi pierde el castillo y no muere238. Puessi no ha muerto, es manifiesto que ha cometido traición23e;es un delito notorio, no tiene defensay no requiere citación, ya que éstano es de derechonatural por ella sola, sino sólo necesariaa la defensión,a la que no ha lugar en estecasotoo. El fin de tan imperiosa exigencia,argumentael que apoya estatesis, es mover al alcaide,por medio de la desesperación de perderel castillo,a la't¡tima defensa", "porquehallamosmuchasvezesesperanga en la desesperacion"2al. Apunta la tesisa la obligaciónque tiene el alcaidede morir matandoantesde que pierdael castillo,puesha 235"Esta es ley terrible y creo yo que unica en todo el mundo", a¡ade.ÁLVAREZ. Op. cit. f.21v. t3ó ÁLv¡.RE 2. op. c¡t."t.. zgv. 23t ÁLVARIz. ú. cít.f.. 3or. 238 El castillo t'ha ie ser su sepultura,y assi los buenos alcaydesquando al principio entran en la guarda d-elos castillos, contandosepor muertos hazen sus obsequias".Antonio ÁfVanpZ. Op. cit. f. 3lv. 23e La ejecución de la pena se puede hacer "sin aguardarorden dejuyizio, porque en las cosastales el no guardar orden es guardarla,como nos muestra Ynocencio tercio, diziendo, que según las tradiciones canonicas,las cosasmaniltestasno han menesteracusacion,ni en ellas se ha de guardar la ordenjudicial q,uese suele guardar en las otras cosas".Ál-Ven¡2. Op. cit. f. 38. "" "la citacion se puede quitar por la ley y estatuto,como lo muestra elegantementeel doctor subtil nuestro", en alusión a Vitoria. Alvarez aporta también el testimonio de la ley de Valladolid, del rey Juan II, por la que en casosde traición y maleficio notorios, no ha lugar a la defensión y orden judicial,o como dice el emperadorEnrique VII, en esosc¿rsos "se ha de proceder sumariamentey de plano, sin estrepitu ni figura dejuyzio, como le pareciereque conviene aljuez"; o bien, "según dizen nuestrosdoctores,por la atrocidad del delicto es licito traspasarlas leyes y la orden dellas, y negar a los delinquentesel favor de las leyes".ÁlVen¡2. Op. cit. f. 38v-39v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón l0l habidocasosen quetal resoluciónha puestoespantoen los quesitiabanunaplaza,y les ha hecho.huir. ( Excepcionesa la oblisacion de morir del alcaide) Trata Álvarez casoscontanplados en el título XVIII de la segundaPartida, de pérdida o desamparodel castillo, sin culpa del alcaide.Por ejemplo, cuando se lo mandaseel rey, o cuando el alcaide emplazael castillo a su señorsegúnlas leyes y su señorno se lo toma. La cuestióndel onplazamiento del castillo por el alcaide da pie a algunosde los argumentosque luego se haran en favor del alcaide que pierde el castillo y quedavivo. 4. Parte afirmativa en favor del alcaide El argumentose dirige ahora a favor del derechode defensadel alcaide que perdió el castillo y quedó vivo y libre; la argumentacióntambién se apoyaráen las leyes del "glorioso rey". Estaspertenecen,reclama Alvarez,al derechocomún de España. Parte el que defiendeel derechodel alcaide a la defensaconcediendolos casosen que, sin discusión, es culpable:los producidospor negligenciao por engañode que haya sido objeto, y por tanto cae en pena de traición242. Parapasarde estaconcesióna la defensafirme del derechode defensadel alcaide,el argumentadorrecurre a una situación de hechosque, por nuestraparte, podríamoscaracterizarcomo "constituídos por la necesidad,o por lafuerza", en que el bien a proteger,el castillo,hubiesesido aniquiladosin poderloimpedir el alcaide,por lo cual puededejar el castillo, que es como no dejar nadaza3. Y como nada se ha perdido que no estuvieseya perdido,el alcaideno tiene por qué dar su vida por algo que ha dejadode ser algo (el castillo de su señor)y ya no es nada.Por esosólo le debetocar 'o' ÁLVaREZ. oo. cít.f.34r. 2a2"y esto es 1oque dize nuestra ley, acuciosodeve ser el alcayde, la qual palabra tiene tanta efficacia que excluye de si todo lo que estadicho, y esta culpa, negligencia o engaño,se presumecontra el alcayde ly."Soque pierde el castillo,y quedabivo y libre". ALVAREZ. Op. cit. f. 4lv. "' Si con punrualidad, vergüenza,lealtad, esfuerzoy sabiduría,y disposición a recibir la muerte, y pasar el alcaide todas las cos¿tscontenidasen las leyes, se encontrasede todas formas "constituido en tal necesidady afrenta de fuerza precisa,que sin defensani amparo avia de perder el castillo, y morir el y los que con el estavan,y por el peligro eminente era cierta la perdida de todo sin esperarde presenteotro succeso,no aviendo precedido culpa suya a estanecesidad,en estec¿rsose le permite al alcayde de tutela y defensade su personay de los que con el estan,y librar y ampÍrar la vida de todos, dexando el castillo que es no dexar nada".ALVAREZ. Op. cit. f..42v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t02 una presunciónde culpabilidad por las caus¿Is que pudieron producir la perdida, pero también tendrá el derechode defensa. El argumentadoralega a favor de esederechodel que pierde el castillo pero no la vida, acudiendoa las leyes dela Partida, en las que se dan dos requisitos para que se dé traición: a saber,perder el castillo y hacerlo con culpa. Es en la culpa donde estála traición; y si no hay culpa, no hay traición. Pero adernás,si el alcaide errarey por ello incurriera en traición, el rey dice que es "culpa suya", lo que quiere decir que no es culpa ajena,sino del alcaide,y tambiénessuya la pena;pero cuandoel alcaideno tiene culpa en la pérdida del castillo no cae en pena alguna; porque la culpa puede ser de otro, por ejemplo, del señor,que no ha abastecidoel castillo24, o no ha dado el castillo como debe.Paraque de la pérdida del castillo se pueda culpar al alcaideha de precederla culpa suya, '! si esto no fuera no se repitiera tantasvezesy con tanta pertinanciala palabraculp4 que denotamysterio de derecho,y declarala intención delaley"2as. A pesarde que el alcaidehaya obrado con diligencia, esto es, que haya hecho lo que debía,puedeperderseel castillo, pero no puede ser por culpa"porque culpa es dejar de hacer lo que se debe,por lo que estacuestión"queda en la del caso fortuyto, al qual, porque no puedeprovarse,no se tiene consideraciónpara condenaren algúnjuyzio de buena fe". Ni siquiera hay culpa si el castillo se ha perdido o dejado por violencia o fuerza2a6. Y si antessólo se ha presumido que el alcaidepuede ser culpable (mejora procesalnotable respectode la culpabilización en todo casode perdida del castillo), ahoranuestro argumentadorda un paso más en favor del alcaide que perdió el castillo y quedó vivo. No le debeafectar la presunciónde culpabilidad, sino al contrario, Ia presunciónde inocencia: "la presunciónde culpa se excluye por el juramento del alcayde"o por pruebas2a7. 2s El alcaide estaobligado a adverti¡ al señor que el castillo estádesabastecido,o en peligro por falta de medios. Si lo hace, se exime de culpa. Tomemos un caso de la Edad Media: en Guardamar, 1308, es el pueblo el que se quiere librar de culpas por la posible pérdida cuando advierte al rey por escrito y mensajerosque el castillo se puede perder ante la huesteque venía contra él desdeel reino de Granada,y lo hacíanpara que ellos se pudieran salvar y el rey guardar su honra. En FERRER I MALLOL, op. cit. 253. 205 ÁLVAREZ. op. cit. f.45r. 246 propio El rey define la fuerza como "cosa que es fecha a otro tortizeramenteode que no se puede ampaftr el que la recibe... De manera que desto queda claro que quando el alcayde pierde el castillo, o lo dexa a los enemigospor fuerga precisa que le fue hecha, a la qual no pudo proveer ni resistir, no se puede dezi¡ aver tenido la culpa en perder el castillo, que nuestrasleyes requieren para la pena dellas contra el alcayde".ALVAREZ. Op. cit. f.46147r. 'o' "... y esto nos muestra el glorioso rey singularmentediziendo que si el guardadordixere que el daño no vi¡o por su culpa, mas poniendo y toda su guarda que podia, acaescioque no le pudo escusar,deve ser oydo, y si provare por algunasseñalesciertas deve valer, y por lo que provare o jurare no debe pechar". ALVAREZ. Op. cit. f.47v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 103 El argumentadorretoma la rigurosísima ley alfonsina que quiere que por cualquier culpa se caiga en traición, aun sin haber propósito ni dolo, ni animo de delinquir; "lo qual - añade- cierto es grandísimaspecialidad".pero, adüerte, .tlo saquemosestaculpa fuera de sus terrninos,ni la ampliemos contra Íazony equidad": es culpa no morir cuandola muerte es medio para ampaftir el castillo, "y no quandono teniendodefensaquedael morir sin calidad de provecho ni amparo". El que e,lrando pierdeel castillotieneculpa,y la muertepor ello no le disculp*ot.El quebuscala muerte como medio de salvar su memoria, a pesarde la culpa que tuvo en la perdida del castillo, obra por desesperación,y en esatemeridadmuestra su culpa. Esta reflexión da una base firme a su próximo argumento:"no sé como se puedequerer una cosatan fuera della (de razón\ que es hazer la culpa disculpa". La muerte que se pretendecomo disculpa del yerro cometido es en sí misma culpa, una acto de desesperación"sin provecho para el castillo"2ae. Hay requisitospuestospor el propio rey para que la pérdida del castillo constituyatraición: que el lugar seatal que se puede amparar2sO; que se ha de morir para el efecto de defender,y no cuandono haya qué defender2st;no partir en el tiempo del peligro, etc.; pero cuandoel peligro se convierte en pérdida (como el enfermo que está desahuciadoy en las manosde Dios), ya no estáobligadoa poner su vida por el castillo. Por lo que Álvarez sacaesta"verdaderaconclusión", que él desarrollaen conjunción "con un doctor moderno nuestro" que no menciona,con el que dice que si el alcaideno tiene lo necesariopara la defensay no esperasocorro,puede entregarla fortalezapor composiciónde su vida y las de los que con él están,y aunquelas leyesno lo determinanasí expresamente,a lo menos no dicen nada en contrario, y se podrá dejar la cosaen razóny sernejanzacon otras.leyes2s2. Morir el alcaide en esascondicionessería '08"Y para que esto se entienda mejor se ha de notar que la culpa no puede ser disculpa (pues son contrarios), decláromeque en un mismo hecho y subjeto no se compadecendos contrarios". ÁlVen¡2. Op. cit. f.49v. tnn ÁLVAREZ. op. cit. f. 5ov. 2so A esterespectodice Alva¡ez: ""si se pudiese ¿unparar,de manera que el caer en pena de traycion el alcayde por perder el castillo y quedar bivo, se entiende si se podria guardar y amparar, luego si no se podia amparar,por argumento fortíssimo a contrario sentido nos muestrannuestrosdoctores que incluyen en si y decide el caso contrario"; y añade:poderseampÍrar "no induze necesidadprecisa de derecho,sino possibilidad causativade hecho, que no ha el alcayde de poder ampa¡arpor fuerga, porque el acto se reduce a potencia (como nos muestra Ulpiano), sino amparar si acasopudiere poniendo todo su poder". ALVAREZ. Oo. cit. f.52r. 2st Esta es "ley de Atcalá", señalaAlvare z. ÁfV lNnZ. Op. cit. f. 52v. 2s2"Quando el alcayde no puede guardar ni defender el castillo que le han cercadolos enemigos,por falta de lo que es necessariopara la guarda y defensa,y no esperaayuda ni socorro del señor,puede sin pena salvar su persona,y lo que con el tuviere, por composicion y modo honesto,y dexar el castillo en las manos de los enemigos,y entregarselo(como dize que lo hizo un excelentecapitan que alli nombra) y Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 104 contra el derecho nafural primero y secundario ("que llamamos de las gentes"); el derechode conservarla üda es cosasagrada",'ho hay quien 1opueda quitar", etc. La parte final de la argumentación afirmativa acerca del derecho de defensadel alcaideque quedavivo gira en torno al derechode presentarpruebaspara rechazarla inculpación. Así, si el que debeir a tomar un castillo que su señorle entregue,no puede ir y le envía r¿vonesderechasque lo justifiquen, cae en delito de traición, pero tiene defensay excusa;del mismo modo, el alcaydeüvo que perdió el castillo puede tener excusalegítima2s3. El derechoa la defensay a las pruebasdel alcaide quedademostado por el caso que hipotéticamentese podría plantear contra el alcaide,cuando sus soldadossabenque ésteva a cometertraición. Segunla ley, no bastaque 1osepan,sino que "se deve provar para que el alcaydese defiendaprovando si pudiere lo contrario". La misma proüsión de pruebasdebehacersecuandoel alcaide acudea la llamada del rey y el castillo se pierde. La existenciade hambre en el castillo también sirve de pruebapara haberlo desamparado sin culpa. Del mismo modo que despuésdel desheredamientode ciertos castillos, hecho por el rey don Juan,por la ley de Valladolid se admitieron pruebaspara el casode que alguno de los desheredadosfueseinocentede traición, salvo en aquelloscasosen que la traición o maleficio hubiesensido notorios, en la presunciónde traición por pérdida de castillo no hay hecho notorio2sa,sino sólo presunciónde dolo, por 1oque cabenla pruebay la defensa. cierto estecaso esta delicado por la razon de nuestrasleyes, y por las palabrasdellas, bien entendidas,si no lo esta,a lo menos no esta determinado lo contrario expresamente,y sera caso omitido, y quedaraen la disposicion de derecho,y de la razon y semejangade otras leyes, como nos dice Pomponio jurisconsulto". ALVAREZ. Oo. cit. f.57r. tt3 Pe.o subraya Álvarez: "Díze laley que esto ha lugar si el alcayde no mostrare escusaderechaporque no pudo venir, mas si se embiassea escus¿rmostrandorazonesderechasporque no pudo venir al plazo, aunque se pierda el castillo no ser¿rculpado ni avra lugar la pena de traycion, de manera que constandoel hecho porque se cae en la pena de traycion, puede aver defensay escusaparalibrarse della, como lo dize expressamenteesta ley, y nos muestra que el alcayde bivo que perdio el castillo puede tener excusa legitima. Esto mismo en nuestrosterminos avia determinadoModestino jurisconsulto, y alli el glosador diziendo que el que fue nombrado para la guarda de algun castillo, y no va al plazo que es señaladoy se pierde, ha de ser castigado,como si lo desmamparasse,dandole primero termino para que pueda mostrar si fue detenido por algun caso,el qual provado seadigno de perdon, de lo qual creo que tuvo origen esta ley". ALVAREZ. Op. cit. f.70v. tto Di"" Álvarez que "aquello se llama notorio (como nos dize Inocencio tercio) que es manifiesto por confessionde la parte, o por provanga legitima, y por evidencia de la cosa,que por ninguna cavilación se puede encubrir". ALVAREZ. Op. cit. f. 76v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 105 Es más, no hay derechodivino ni humano, ni delito contra Dios y contra el rey, que excluyan la defensa,ya que ésta es de derecho natural, y por ningún derecho se puede quitar y excluir2s5. Por todo lo cual concluye el doctor Alvarezque "puede el alcaydetener defensa justa y legitima, y que se le ha de admitir y recebir la prueva, dandoletermino convenientepara bazerprobanga,conforme a la calidad del hecho y aladistancia del lugar, porque poco aprovechariael termino tan breve que la impossibilidad impidiesse la probangay por consiguientequitasseindirectamentela defensa"56.Pareceesto un alegatocontra los juicios sumarísimose incontinenti. Llegados a estepunto, recapacitamosen que lo que hemos hecho en este capítulo es describir la ernergenciay desarrollo de la figura del alcaide de castillo o fortalezaen las tradiciones señorialesde distinta raigambreque se dieron en España, sianpre bajo la perspectivadel derecho.En esaevolución llegó un momento en que a la forma politica ernergentede supremacíadel poder real se unió, porque así convino, la consagraciónde un modelo de tenenciade alcaidía acordecon los interesesde esaforma de poder: es la que se dio en llamar uso y/o costumbrede Esparla.Es estacostumbrey uso de Españalo que nos proponemosestudiara continuación,tratandode descubriry ponerde relieve su valenciay significadojurídicos. (Recordamosque en el Apéndice I se presentanpor extensolas normas de la tenenciade fortalezas,segúnlas presentael Doctrinal de los Cavalleros, de Alonso de Cartagena) 2s5 párrafo El donde estáncontenidasestasafirrnacionesmuestrauna erata grave,que,sin embargo,no es dificil interpretar correctamente.Despuésde decir que ni en derecho divino ni humano se puede excluir la defensa,el texto dice: "el glorioso rey que dio derechocomún en sus partidas a España,conformándose con el divino natural, y de las gentes,canonico y civil (como nos muestra en el principio de sus leyes) no dexo defensaal alcayde que pierde el castillo y queda libre y bivo". Es evidente que debe deci¡ "no dexo si¡r defensa". En la frase que sigue hay otra errata evidente: dice el texto publicado: '!ara que mostrando por ella.no aver tenido culpa alguna se ha dado por libre... ". Sin duda deberíadeci¡ "sea dado por libre". ÁLVRREZ. Op. cit. f. 80v. "o ALVAREZ. Op. cit. f.. 88r. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 106 CapítuloIII LA SIGNIFICACIONruRIDICA DE LA COSTUMBREDE ESPAÑA Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón r07 Gilissenha enumerado lasnotasjwídicas quecomúnmente sehanafibuido a la costumbre,aunquediscutiendola validezde algunasde ellas.SegunGilissen,lasnotas atribuídasa la costumbresonlas siguientes2sT: l) la costumbreesun uso2sE; 2) la costumbreesderechono escrito2se; 3) la costumbredebeserconsiderada obligatoriapor la granmayoriademiembrosdel grupo'*;4) la costumbredebeserantigua26l; 5) la costumbredebeserbuenay razonable'u';6)la costumbreno debenecesariamente ser aprobada por la autoridad,el soberanoo el señofó3;7)lacostumbreseelaboradentro deun gruposocio-políticozs.Despuésde asumirestavisión de conjuntosobrela juridicidadde la costumbre, haronosnuestraspropiasreflexiones. Por la costumbre, unosactosquerepetidamente seconsideran admisiblesy lícitospor partede un grupode individuoso unacolectividadsonelevadosal rangode norrnaexigible.La costumbrepuedeconstituirunafuenteprimariadel derechopor cuantosurgede la voluntad,expresada de formatácita,de adoptarpautasde comportamiento ajustadas a unoshábitosrepetidamente confirmados.Desdeel puntode ttt John GILISSEN, La coutume,Brepols,Thun:hout-Belgium19g2,pp. 24-33. 2s8 L'usage naít de la répetition d'actes ou du comportementsdes hommesdans un groupe social donné; il implique une continuité d'agir dans un sensdonné. L'usage devient coutume lorsque cettefagon d'agir esf ressentiepar le groupe comme obligatoire, en ce sensqu'une action contraire d I'usage est considéréecommedevant étre sanctionnée.Cette sanction vient le plus souvent de I'autorité judiciaire... 25e A estanota distintiva le da sólo una valideztemporal, pu", u*qu" es verdad que en la alá y plena Edad Media la costumbreno se escribía, en la Baja Edad Media se hicieron recapitulacionesescritasde las costumbres;el hecho mismo de ser reescritasy promulgadashace que '(se conviertan en una especie de ley". 260 il n'y a coutume que si la grande majorité du group socio-polítique dans lequel elle se.for-e, l'admet, c'est- á-dire 1tconsent et la considére como obligatoire. Il n'est toutefoispas requis que ce consentement so.itformel.- il nefaut pas qu'il soit uprimé...11 sffit que ce consentementsoit tacite. 'o' (Jn uszge ne devient coutume que s'il uiste depuis un tempsrelqtivement long... En efet, la durée requise n'est pas fxe; elle varie beaucoup,presque de cas d cas; tout dépendde lafréquence des actes dont la répétition engendrela coutume-..A c6té de cette situation defait, lesjuristes clesderniers siécles du moyen age ont construit deux théories: selon l'une, la coutume doü étre inmémoriale...; selon l'autre, des délais dffirents sontfxés selon que la coutume est conforme ou contraire au droit romain, ou inconnuepar celui-ci. 2ó2 A estapretensiónde bondad y razonabilidad de la costumbreopone Gilissen la pregunta de quí disait, qui décidait qu'une coutume était mauvaise?...L'abrogation des mauvaisescoutumesest d'ailleurs une despremiéres manifestationsdu pouvoir législatif des souverains et des grands seigneurs; la théorie du caractére raisonnable de la coutume a permis le contrñle de la coutumepar une autorité. 263 Gilissen distingue dos periodos históricos de validación normativa de la costumbre: en la Edad Media le prince s'engageait á respecterles coutumes,du moins lesbonnescoutumes; il ne pouvait créer le droit, tout au plus pouvait'il le constater. Il n'est donc guére question d'intentention pour reconnaítre I'autorité de la coutume. Por el contrario, A l'époque moderne, une condition essentiellede l'autorité de la coutume était le consentementupréss ou au moins tacile du souversin. 2e Aunque es dificil deirni¡ la clase de grupo social que ha formado la costumbre,sí por lo menos se puede decir que no son los grupos nucleares,pequeños,los que lo hacen, ni los soberanos:Ce sont tous les autres groupes sociaux ayant un carácterepolitique, c'est-d-dire, une certain autonomie, qui ont eu leur coutumepropre: le clan, la tribu, l'éthnie, la communeautévillageoise, la communeautéurbaine, la seigneurie, le grand fief, etc. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 108 vista psicológico poseeuna vis intuitiva e inmediata2ós; desdeel punto de vista gnoseológico,la costumbresuponeun procesopreüo de selecciónenfie las diferentes accionesposibles como respuestaa un problema práctico. Los que seleccionanuna práctica para, con su repetición, convertirla en costumbreaspirana que éstaadquiera, entre ellos, faerza de norma. Durante un periodo mas o menos largo la costumbre constituye lo que Alfonso García-Gallollama un ordenamientono formulado, pero al que se da un reconocimientotácito2óó. Los autoresest¿índe acuerdoen que un requisito necesariopara que una costumbrequedeinstituída como norrna de derechoes su repetitividad26T. Naturalmente, el requisito de repetitividad abre la cuestiónde cuántasvecesdebepracticarseun uso para que devengaen costumbre.Hay gran variedadde respuestas:algunos dan un número equis de veces,otros lo dejan a la decisión del juez, otros dicen que "muchos"268,u otros planteanque con un sólo acto que seasocialmenteaprobadoe imitado, ya se hace costumbre. Si la ley enunciaen su promulgación la fuente de que emana,en la costumbre consideradacomo nonna quedael problema de la identificación de la fuente. Tiende a creerseque la fuente es anónima,o indeterminada,y sin duda muchasveceses así; pero puededarseel casode costumbrescuyas fuentesse identifican o declaran;por ejanplo, FedericoBarbanoja(l158) afirmó que el imperio debíaserregido por la ley de los emperadoresy por las costumbresde sus antecesorest6e. Es común también la tut Huy una tendenciainnata al hombre a crear derecho,sostieneAlrens. "La costumbre es el producto de la voluntad de los individuos, nacida de una serie de actos idénticos y sucesivamenterespetados:se forma de una maneramás espontáneay más institiva que la ley, bajo la impulsión inmediata de las necesidades";Alrens define las costumbrescomo "hechos... propicios para formar una regla común que sirve de nonna para hechosfuturos de idéntica analogía..., y son respetadaspor un sentimiento moral de la comunidad". AHRENS. Curso de Derecho natural o deJilosofia del Derecho,vol.I. 26ó'!Los glosadoresy comentaristasse encuentrancon la defrnición romana del iuspublicum y del privatum, y se esfuerzanpor explicarla. Para algunos, el primero se identifica con el Derecho común y el segundocon el singular; o aquel con la ley y este con la costumbre". GARCÍA-GALLO. Manual de historia del Derecho español.I. El origen y la evolución del Derecho. Octava edición. Madrid I979,p. 267. tut Philippe Wielant, a comienzosdel XVI, dio estadefinición: la coutume estun droit non écrit, introduü par les usageset les actes continuellementrépetésdes hommesou despraticie¡u, dont on s'estseryi publiquement, sans opposition de la majorité du peuple, le temps nécessairepour la prescrire. Prahjike Civile. Amberes 1573; reimpresión fotostática a cargo de I Strubbe.Amsterdam 1968. Traducción al francésdesdeel flamenco, por John Gilissen en La coutume,Brepols, Thurnhout-Belgium, 1982, p. 21. El propio GILISSEN da estadefinición: On peut définir la coutume commmeétant un ensembled'usages d'ordreiuridique, qui ont acquisforce obligatoire dans un groupe socio-politique donné,par la répetition d'actes publics et paisibles pendant un laps de tempsrelativement long. Op. cít., p.20 'oo GARCIA GALLO cita un decretoreal dictado para las India. Op. cit. p. 189. Menciona igualmente otros ordenamientosen que la costumbre debe serinveterata, o inmemorial. tun C^rlu a los obispos alémanes:Duo sunt, quibus nostrum regi oportet imperium, legessanctae imperatorum et usus bonuspredecessorumet patrum nostrorum. Citado por H. KRAUSE, Ver Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 109 proclamación de la costumbrecomo normativa en pie de igualdad con la ley: el derecho que rige en Inglaterra, declaró Enrique III en 1236, son legesat consuetudines AnglicanaezTo. Cuandoun espaciojurídico (tenitorial o personal) se mantiene como ámbito puramenteprivativo, entoncesno se dará la necesidadde generalizar,mediante la concurencia de todos los que componenel cuerpo de la comunidad (rey, pueblo y curia real), la validez de una nonna. Quedaasí circunscrito un espaciojurisdiccional no sujeto a una ley general,sino gobernadopor una costumbreútil, aceptadacomúnmente,y sobrela que no hay ya mucho que decir ni innovar. La anpirie histórica muestraque las modalidadesde normas de costumbreson múltiples, singularizadaspara grupos humanossegúnsu actividad o su función social. Así, se puedehablar de costumbres feudales y señoriales,costumbresmonacales,constitucionales,mercantiles,etc. De todas esasmodalidadesde costumbre,la que nos interesade modo particular es la señoríal, que, a diferencia delafeudal, tuvo una implantación profunda y duraderaen los reinos de España.La más importante nota diferencial que apreciamosentre un régimen feudal y uno señorial es que en el primero el señorfeudal tiene unos derechos jurisdiccionales potestativossobresus vasallos,mientras que en el régimen señorial los derechosjurisdiccionalesdel señorestáncondicionadospor la potestadsuprana del soberano,que es quien concedeo retira aquéllos.Es más probable que la costumbrese acrisoley encastrecon más fuerzadentro de un sisternafeudal que en otro de señorío real. La escuelahistórica hace de la costumbrefaerzageneradorade derecho,hastael punto de proponer que cada ley ha sido generadapor una costumbreprecedente:Ius consuetudinefirmatum, consuetudoin legemveniens,dice un conocido aforismo. Hugo y Savigny vinculan la recepciónde la costumbreen la legislación de un estadocon la emergenciade un "espíritu nacional". En la visión de un representantede estaescuela historicista,cadapaísque logró articularlegalmenteun estadohabríaacumulado'hn patrimonioj urídico"27I. pesetzgebung,en Hándwórterbuch der deutscheRechtsgeschichte,t. VII, 1930, col. 1612. ''" En GILISSEN.op. cit. p. 16. '" La valenciajuridica de la costumbre,en el crimpo militar y en la experienciaespañola,se habría visto estimuladapor los fueros municipales. El jurídico militar Juan Martínez dela Vega explica estehecho para el caso españolporque los fueros municipales son en su mayoría anterioresal renacimiento del Derecho romano; eso les da una personalidadmás característica,reforzadapor "habersedado para una épocade incesantelucha"; por eso "dedican a la parte militaruna especialatención". MARTÍNEZ DE LA VEGA, Juan.Derecho militar en la Edad Media, Zaragoza 1912, p. 8. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 110 Un approacá menos totalizador que el de la escuelahistórica hace de la costumbrey de la ley dos momentos distintos del derecho:un momento espontáneo, asistemático,y hastasi se quiere no racional del todo, pero cóntenido dentro de unos rasgosunificativos, en el que se da ademásla tolerancia del legislador respectode las prácticasconsagradaspor la costumbre;y a continuación,un momento sistemático,no espontiáneo y con pretensionesde constituir un producto de larazón. Seacomo se4 la costumbre,como fuente de derecho,desembocade modo natural en la corriente legisladorade un estadocuando se produce una voluntad de sistematizacióny racionalizaciónjurídicas, hastaque en presenciade la ley escritala costumbrepierde vigencia272. La acumulaciónde un "patimonio jwidico" basadoen la costumbretendía a desaparecera medida que se producía la recepcióndel derechoromano-canónico,con precisasprescripcionesfundamentadasen un cuerpo orgánico de doctrina, que se declarabainspirado en el derechonatural, y desanolladasmedianteun razonamiento metódico. Las sentenciasconservabanfuerza normativa para las costumbressólo en el casode su emisión por las más altas instancias(rey, papa, curia real, etc.) Es en estas instanciasde superior autoridad (y mayoresrecursosmaterialesy humanos)donde era más frecuentela práctica de registrar en libros las sentencias,con notas cadavez más completas,justificativas de su fundamentación,apuntandoasí la prácticajudicial hacia la valoración de la jurisprudencia como fuente del derecho,con aplicación normativa o meramenteinformativa; todo dependíaen estecasode la coherenciainterna de los argumentosj ustifi catorios. Cuando la costumbreadquierevalor normativo, lo hace sólo por consentimiento tácito y por confirmación de su utilidad en los diversosniveles de manifestación(villas, comunidades,ciudades,incluso la corte real), pero la generalizaciónde sus norrnas requiereuna formulación más racionalizada;si la costumbreaprobadaha de tener validez general,serápreciso que todos en general,en cuantopartesde la comunidad, den su consentimientoen seleccionaresacostumbrecomo norma general;por lo que, con la partiticipación de todos (pueblo, rey, curia real) en su formulación escrita,puede hablarseya de ley, y no de costumbre;o bien se hacerecurso simultáneoa la ley y al uso y cosfumbreen los pleitos de la corte, segúnlo admitía el Fuero ReaF13. 212 Partida I. Il,.leyes V y VI. ''' En Francisco TOMAS Y VALIENTE, Manual de historia del derecho españo\,4'edición. Tecnos. Madrid.p.236. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón lll RESEÑA HISTÓRICA DE LA COSTUMBRE COMO NORMA Ulpiano le daba el valor de ius non scriptum.Losjurisconsultos romanosle dabanvalor meramentesupletorio en ausenciadel ius seriptum.Isidoro de Seülla formula la definición más completa:Lex est constitutio scripta. Mos estvetustate probata consuetudo,sivelex non scripta. Consueh¿doest iusquodam moríbus institutum, quodpro lege suscipitur cum deficit tex274. Se ve con claridad el tracto entre el uso habitual y su valor normativo; la consuetudoeslarepetición de los hechos;la mos es la ley no escritaque confirmaaquélla27s.La doctrina de Isidoro de Seülla tendríagran influencia en los siglos altomedievales,entrandoen las colecciones canónicas,en ordenamientosde reinos y estados,y en el Decreto de Graciano276. La costumbretuvo a lo largo de toda la Edad Media un papel normativo más importante que el de la ley. Sólo en tiernposmodernosla ley empezóa prevalecersobre la costumbre2TT . Lacostumbre como nonna de derechopodía ser tambiár declaradapor los súbditos;uno de los modos de validación era el recursode las gentesde determinadoslugaresa los reyespara confirmarlas. Una segundaforma es la de la asambleajudicial de vecinos, cuya sentenciallegará a fuero en casode que siga siendo confirmada en otros pleitos, o afectetionpo despuésa personasajenasa las circunstanciasde los primeros casos.Una terceraforma de confirmación resultabade la sentenciade un juez (en Cutillafazaña). Esta servíade precedente,y corregíaun determinadouso de la costumbreen favor de obo. Por üa de validación real o condal podían convertirseen fueros o leyes (en León y Castilla) y usatges(en Cataluña),para aquelloslugaresque lo habíanpedido; por üa de sentencia( de libre albedrio) podía atribuírselefuerzade ley escrita.La forma más segurade consagraruna costumbre como norrna era por medio del refrendo real; la sentenciano era medio tan seguropara ello, por la frecuenciade sentenciasarbitrariasy contrajusticia, debido a ignorancia o perfidia de los jueces. El juicio de albedrío acabópor decaercomo práctica normativa, estimulándoseel recursoal derechocomún para los casosno expresamentelegislados. 21_aEtymologia¡um sive originum libri W, V, 3, 2. "' GARCIA-GALLO. Op. cit. p. lgl. "u Quo" in scriptis redacta est,constitutío sive iusvocatur; quae vero in scriptis redacta non est, generali nomine consuetudovidelicet appellatur. Distinctio I, C. 5. Ed. A FRIEDBERG. Cotpus iuri canonici, t. I. Leipzig 1879, col. 2. -" GILISSEN,op. cit. p. 17. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón tt2 Alfonsoel Sabiointrodujola costumbreen el ordenamiento legalde Castilla. Esterey definió la costumbrecomo"derechoo fuero quenon esescrito;el cual han usadolos omesluengotiempo,ayudrindose de el en las cosase lasrazones,sobrequelo usaron"278. Seven afirmadosaquíel carácterprácticode la costumbre,su naturaleza instrumental;perotambiénsu fondoderacionalidad27e, apreciableen cómoqueda definidala costumbreen lasPartidas28q. Desa¡rolloparalelotienela introduccióndel usoy costumbreenlos ohosreinosde Esparl*"; utravésde la coronadeAragónse introdujo en los reinos de Italia la costumbrede España entenenciade fortalezas2s2. La recepcióndel derechoromano en la Edad Media se hace en un primer momento como incorporación de un derechosupletorio de la costumbre.Se produce así t78 I, II, rv.. 27e La Partida da además las condiciones procesales por las que r¡na costumbre adquiere fuerza de ley: ..E tal pueblo como este,o la mayor partida del, si usarendiez o veynte años a fazer alguna cosa, como en manera de costumbre,sabiendoloel Señor de la tierra, e no lo contradiziendo, e teniendo lo por bien, pueden la fazer e deve ser e guardadapor costumbre, si en estetiempo mismo fueren dados concegeramentedos juyzios por ella, de omes sabidorese entendidosde juzgar. E no aviendo quien gelas contralle, essomismo seria quando contra tal costumbre en el tiempo sobredichoalguno pusiessesu o su querella o dixesseque non hera costumbre que deviessevaler". I, IIa v." $;manda, '"" No seránecesarioentrar a debatir la conocida cuestión de si las Partidas tuvieron vigencia o no en el reinado de su supuestoautor, Alfonso X (lo que prirecees que no la tuvieron, por ser en realidad posterioresa él), o si fueron una reelaboracióndoctrinal del Especulo realizadacuandoeste'ordenamiento fue abrogado en' 1274.GARCÍA-GALLO no llega a ninguna c-onclusión,pues no se han aclarado..los enigmas de las Partidas". TOMÁS Y VALIENTE uuuo la hipótesis de que "las partidas esrarían conectadas,no con el Especulo (con el cual no guardan semejanzade estilo ni de estructura,al margen de coincidenciastextualesen varias leyes), sino con otra obra iniciada por Fernando III y concluida por Alfonso X: el Setenarío.Este es un libro tnmbién dividido en siete patt"s, de un canióter did.icticó y moralizante y de un estilo semejanteal de las Partidas,pero como él y como tantasotras del Rey Sabio, no una obra legal, con pretensionesde que se aplicara como Derecho ügente, sino meramentedoctrinal". Se trataría de un proyecto legislativo destinadoa reforza¡ la candidaturadel rey al Imperio. TOMÁS y VALIENTE, op. cit. p. 239 y s. 'o' En una cana de Martín el Humano al Justicia de Aragón en un pleito sobre el castillo de Daroca, que el rey quería para sí, se define en estostérminos la costumbrede España: "... consideradala ley del Emperador feta sobre los castiellosque se tienen a costumbre d Espanya,la qual ha en si que castiello que s tienga a costumbre d Espanyadecontinent debe seyer livr¿do al senyor irado o pagado, tódo ora que n serarequerido aquell qui lo tendra, en otra manera aquell qui lo tiene caye en crim de traicion; e aquesto consideradono puede seyer dito ni allegado por alguno que tienga castiello a costumbre d Espanyatener aquell a vida sino tan solamenta beneplacit del princep, de la qual ley ya sia creamosvos no igooraquella, vos enviamos transladodentro la present". ACA, reg. 2172,fol. 160. En Ramón ¿'e¡aOef I VINYALS. Les "Partidas" a Catalunya. Editada por "Esfudis Universitaris Catalans",VI. Barcelona 1 9 1 4p. . 3 5 . ttt ¡íuro y costumbrede Españase extendió también a Sicilia en el siglo XV, despuésde que entrara a reinar Fernandol. More et consuetudineHispaniae ap¿ueceen documentoscuriales; se conceden castellaníasad usum et consuetudinemYspaniae.Aparecen en el lenguaje oficial las palabrasalcaydus y subalcaydus.En 1448 el castillo de la Colombara, en Trapani, es entregadoad usum-etconsuetudinem Yspaniaedebito iuramento et homagio manibus et ore commendatum2sz. Como es sabido, el uso de España,si se entiende por éste la pníctica castellana,no incluía la concesióndel mero imperio, por lo que, en caso de concederseen Sicilia, como en efecto hizo Alfonso V en algunasocasiones,sá hacía pot specialia privilegia. Estos usos y costumbreshisprfuricosllegan a ser parte del izs communepublico siculano. A¡drea ROMANO, Influencias arqgonesesen el derechopúbtico de Sicilia,*Initi-um". Revista Catalanad'História del Dret. l. Associació Catalanad'História del Dret "Jaume de Mon{uic", 1996, pp. 129-145.Ver también sobre estamateria L. GENUARDI,II dirittto pubblico spagnolo ii S¡c¡lia,en Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 113 una conüvencia, y hastauna fusión, en ciertos aspectos,de costumbrey derecho romano, del mayor interés para la historia del derecho.La escriturade las costumbresy la recepciónescritadel derechoromano en las universidadespermiten contastar las dos fuentesy depurarconceptostales como justicia basadaen el derechonatural y la equidadde trato. Tal como observaGilissen, "La concepciónde los canonistassobrelas relacionesentre la ley y la costumbreha contribuido de modo importante a desarrollarla idea de la primacía de la legislación estat¿ldurantela Baja Edad Media"2s3.Una vez que el absolutismoregio quedó consagradohacia la mitad del siglo XVI, los monarcas llevaron a cabo un procesode depuraciónde la costumbrep¿ra eliminar aquéllasque fuesencontrariasa sus intereses,ordenandopara el resto la homologación entre la ley y la costumbre,y su recopilación en textos públicos. En el periodo que nos ocupa algunosteóricos y prácticos del derechotratan de elucidar las basesfilosóficas y jurídicas sobrelas que construir un sistemalegal objetivado racionalmente,pero, en ausenciade éste,se hace continuo recurso a los usos y costumbrescomo fuente de derechogeneralmenteaceptada,para salir al paso o satisfacerlas imperiosasdemandasde justicia presentadas,por ejernplo,por um constantesituación de guerra.Mosquerade Figueroa,jurídico militar, llevó el valor normativo de la costumbrea su extremo, pues para él bastabaconqueel rey diesepor buenauna costumbrepara que tuüese fierzade ley y derogasela ley que se le opusiese2Ea. Luis de Molina proyecta al plano internacionalsu conceptode consuetudo mutue, que se distinguiría de las cosfumbresmeramentecoincidentes2ss. La costumbre tenía en eseperiodo una vigencia particularmenteüva en el plano milita:i86 "Rivista di Storiadel Diritto Italiano". VI. 1993. '8'GILISSEN, o p .c i t .p . 5 4 . '"' En la lista de fuentesdel derecho militar aportadapor Mosquera de Figueroa figura de forrra preminente la costumbre.El derechoconsuetudinario,dice Mosquera, "es uno de los principales miembros en que nuestro derecho se divide". Y añade:"antes tiene fuerga de derecho escrito, por el uso y transcursode tiempo, pero nunca muda este nombre de loable costumbre;y es muy conforrne arazon natural el argumento que se sacay deduzede lo que suele acostumbrarse,y en derecho es fortísimo, que como éstacostumbresearazonable,presuponeque fue con voluntad de los Reyes, y no es necessaria nueva voluntad para ello, pues para que se tenga por bien introduzida basta la tolerancia del Principe; y ¿lsslcontra estacostumbreno se debe yr ni passar,antestiene tanta fuerga que suele induzir abrogacionde la ley". Cristóbal MOSQUERA DE FIGUEROA, Comentario en breve compendio de disciplinamilita, g!-que se escrive laiornada de las islas de los Agores. Madrid 1596, fol. l l5v. 'o' Luis de MOLINA. Los seislibros de la justicia y del derecho,. Traducido y editado por Manuel FRAGA IRIBARNE. Madrid 1943.T. I., vol. 1II,p.267. t8ó Mosquera de Figueroa ice que "De costumbrey usangageneral de guerra, los Capianes castigan qualesquieraexcessosque cometen sus soldadosen las partes donde se hallan, en vi¡tud de las patentes que tienen, estandoausentesde los Generalesa quien deven dar cuenta de los casoscalificados". MOSQUERA DE FIGUEROA. Op. cít.,f. 122r. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Lt4 La costumbrede España esla norma (no ley propiamentehablando) que rige el ámbito privativo en que el rey ordena las funciones y las relaciones interpersonales de todos cuantostienen encomendadala defensade su persqnay de susreinos. Es en ese marco donde se da la costumbrede España para la tenenciade fortalezasy castillos; una costumbregeneradaen la Alta Edad Media y que mantieneuna ügencia, si no plena al menos sustancial,hastabien entradoel siglo XVIL Esto es 1oque v¿lmosa estudiara continuación,en dos momentosclave de la evolución de sus doctrinasy leyes: un momento inicial, de formulación e institucionalizactónnormativa dela cosnmbre de España para la tenenciade castillos y fortalezas,en las Partidas, y un momento, tres siglos despues,en que esacostumbrequedareformulada alahtzde la experienciade la guerramoderna,graciasa la obra de Baltasarde Ayala, casi en el umbral de las doctrinas del derecho de gaerray en la guerra que caracterizan aI moderno derecho de gentes. La dochina de la validez jurídica de la costumbreentra de lleno en la obra de Hugo Grocio. En esteautor, que conocíay citó la obra de Ayala, así como la de los magní Hispanii, bajo el nombre de ley se incluye la costumbreque ha sido rectamente introducida"t. Lu, prácticasde la costumbretenían gran influencia en la guerra de sitio, reconocíaGrocio288.También las costumbrescaracterizadasporel cultivo del honor tienen influencia en la guerra2se. Lo que a nuestropareceres más extraordinario: las leyes no suelenvaler en la guerra,pero sí las costumbres2eo. Sin onbargo, no es dificil explicar estaaprenteexenciónde la guerra respectode las nonnas: siendoprerrogativa del rey el hacerla guerra,sus disposicionestienen valor de ley si así lo declara.Es un derechodel rey, suprivilegio, el dar noÍnas a sus soldadospara que conduzcanla t*t GROCIO. De iure belli ac pacis.Libro III, cap. VI, X)üI. 288 Grocio no lo reconocecomo un derecho,perocree que la rendición de los que aceptanentregar una plaza en términos razonablesdeberíaser aceptada:"En el caso de ciudadessitiadas,era regla entre los romanos la aceptaciónde la rendición de una ciudad antesde que el ariete hubiera sacudido los muros. Cesarinformó a los Adratucios que respetaríala ciudad si se rendían antes de que el ariete tocaselos muros. La costumbrese aplica hoy día a los lugaresno fortificados antesde que se abra fuego con los cañones;y en los casosde plazas fuertementefortificadas, antesde que comience el asalto a los muros". In, XI, XIV. 28e garantía La de seguridadde los que se rinden incondicionalmenteno puede descansaren el derechode gentes,que permite matar a los enemigos;Grocio señalaque mris bien descansaen la justicia y el honor, 'y tal comportamiento se hace necesariopor la regla de la costumbre". III, )O(, I. "u Grocio cita a Dión, llamado Crisóstomo, cuando dice:" Nada de lo escrito tiene valor en las guerras, pero las costumbrestodos las guardan,ar¡nqueesténen la situación más enconada".GROCIO. Del derecho de presa, cap. I. "Exordio, argumento,disribución de la obra". Traducción, introducción y notas de Primitivo MARÑO GÓMEZ. Centro de Estudios Constitucionales.Madrid 1987, p.5. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón ll5 guerra.Lo quehagael rey en estedominio,no esproblonade los otrosestamentos del reino2el. COSTUMBRE DE ESPAÑA EN LAS PARTIDAS Los títulos XVII y XVIII de la segundaPartida mencionan con nombres parecidosel conceptode consuetudinesHispaniae;así, aparecentérminos como "fuero antiguo de España","los antiguos de España","lealtad de España"o simplemente"los antiguos", "los de España","costumbresde España","antiguamenteen Esparla","filetro de España",etc. como estasdenominacionesaparecenen las diversasleyes comprendidasen esostítulos, asumimosque la pretensióndel Rey Sabio era radicar el fundamentode esasleyes en el uso ancestralde ciertascostumbres,sin necesidadde prolijos razonamientosque lo justificasen. Ahora bien, en ninguna parte aparece aclaradodesdecuándo se practicabanesascostumbres,ni los textos legalesque les habrían servido de antecedente.Esta es una cuestiónno suficientementeestudiada, aunqueno es la de menor entidad entre las muchasareasinciertas sobreel origen y fuentesde las Partidas. Reuniremosa continuaciónlas disposicionesy noÍnas atribuídasa dicho fuero, costumbreo práctica antigua, segúnse van estableciendoen las leyes sucesivasde títulos XVII y XVIU dela Partida segunda. Hay una obligación genéricade que el pueblo acudaa la defensadel reino2e2,del rey y de sus heredades:pertenecealfuero antiguo de España que el rey ha de ser 2el Los soldadostenían en los reinos una "sl¡jeción especial" al monarca, que no emanabadel Derecho sino del imperium. BALAGIIER CALLEJÓN, Fuentes del Derecho. I. Principios del ordenamiento constitucional.Tecnos.Madrid 199l. o. 44. tn' Los fueros municipales más antiguos, así como otros ordenamientospostenores,establecenla obligación de los habita¡tes de las villas y lugaresde acudi¡ a la construcción o reparación de los muros de castillos y cercas.Algunos autoressostienenque esa obligación se expresabapor el térrrino anubda, todos, sin embargo,dan unívocamenteese significado a la palabra castellaria2e2.LaPanida segundasólo establecela obligación general del pueblo de guardar al rey comunalnente en sus fortalezas,sin especificarestemodo particular de mantenimiento de murallas, muros, etc. Debate estamateria Antonio PALOMEQUE TORRES, Contribución al estudio del ejército en los estadosde la Reconquista. "Anuario de Historia del Derecho Español", tomo XV. Madrid 1944,pp.205-351. Palomequecree que Ia anubda era "prestación personal relativa al servicio de la guerra y despuésse convirtió en tributo o contribución que pagabanlos que no acudíana cumplir con este servicio militar, como nos prueban toda clase de documentoscastellanosa partir del siglo IX Gt. 342). La Real Academia Españolaaceptael signifrcado de anubda como servicio personal de tipo militar, pero aplicado a reparar sótrnos y muros de los castillos G,. 342). La castellaría, claramentesignifica "la obligación que tuvieron los vecinos de la ciudad, de su alfoz y de los que habitaban cerca del castillo de acudi¡ a frabajar en la reparación de las murallasde la ciudad o del castillo". Op. cit. p.228. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 116 guardadoen susüllas y castillosy otrasforhlezas2e3; tambiénquisieronlosantiguos quelos del puebloacudiesen, sin tenerqueserllamados,alos lugaresfuertes que pudiesensertomadospor el enemigo2%. El rey, segínfueroantiguodeEspaña, mantieneopciónpreferentesobrela adquisiciónde cualquiercastillodel reino,cuando seproduzcaun cambioen sutitularidad2es. Perderel castilloculpablemente es,según La traiciónescomparada genéricamente fuero deEspaña,comodarmuerteal señot'e6. como dar castillo contra la voluntad del señor,según losde España2e7. En fin, elfuero de Españamarcala improntageneralquedominaestetitulo de la Partida segunda,que establece sin sombrade dudala primacíadel principiode señoríonaturaldel rey, sobre cualquierotrapretensión;y así,los quetienencastilloen fieldadpor pactoentredos reyessiemprelo hande dar a sunatural2es. Otro conjuntode prescripciones acostumbradas serefierena las garantíasqueel rey setoma,e impone,de queel castillosemantendrásiempreen su señorío.Pieza claveen esagarantíaesel alcaide;ni superson4ni la de sumujer e hijos valenlo que valeel castilloquetienenpor el rey, por lo tanto,deberanperderla vida antesque entregarloa oto que a su señor,como quisieron los antiguos de España2ee. El momento de mayor significado jurídico en cuanto al señoríode los castillos es su entregao devolución al rey cuando los pida: "posieron antiguamenteen España" que cuandoel 'nt El¡rero antiguo de España determina "como deve el Rey ser guardado en sus villas, e en sus castillos e en las otras fortalezasque pertenescenal Rey e al Reyno". Introducción a Partida II, título XVI[. 2ea losantiguos encarecieron que seria desheródamientodel señor "si los enemigostomassenalgun lugar fuerte que no fuere castillo para poblarlo o guerrear del, que deven luego acorrer e estorvargeloquanto podieren por que lo non cumplan"; y aunquepor no hacerlo no caeríanen traición como por el castillo, "seria yerro tan grande por que se non podria escus¿rde yazer en grand culpa. . . E por ende.. . deven aver muy grand pena. Pero los antiguos non les pusieron cierta pena, mas tovieron por bien que el rey gela pudiesseponer con alved'io de su corte". II, XV[I, XVII. tn' El que tiene castillo del rey por heredamiento,"segundfuero antiguo de España si los quisiessen vender o cambiar, devenlo primeramente fazer saberal rey. E queriendo el dar tanto por ellos en aver o en cambio como otro de la tierra diesse,a el los deven dar". II, XVIII, L 2eó"Tener castillo de Señor segúnfuero antiguo de españaes cosa'enque yve muy grand peligro. Ca pues ha de caer el que lo tuviere, si lo perdiere por su culpa en traycion, que es puestacomo egual de la muertedel señor".II. XV[I. VI 2n' Lo, de España dicen en sus desafios(rieptos)"que quando alguno repta a otro de traycion primero djze como quien trae castillo e mata Señor". II, XVII, XVI[. 2e8 Los alcaidesque tienen "castillos de fieldades que ponen los Reyes entresi por r¿rzonde amor e de posturasque ayan prometidas ojuradas de se tener unos a otros", y acaecieseque el alcaide fuese natural de un rey y vasallo de otro, y los reyes se enemistasen,el alcaide ha de entregar, segtnfuero de España, el castillo a aquel rey de quien fuere natural, "maguer el pleyto o la postura diga de otra guisa"; pero no lo debe dar hastaque el rey se lo pida "muy afincadamente,diziendole o faziendole dezi¡ mal por ello. E esto non una vez nin dos, mas fasta nueve dias, deziendogelocada dia por corte"; y sólo podnáel alcaide el castillo al rey del cual es natural cuando hayan pasadolos nueve dias. II, XVIIL X)íV. ^elnplazar t" Los antiguos de España pusieron "que aquellos que estwiessen en los castillos fiziessendos cosas.La una en defenderloscon ardimiento e con esfuergo.La otra con sabiduria e con cordura...; deven defender el castiello muy ardidamenteferiendo e matando los enemigoslo mas de rezio que podieren..., non deven acatarpadre nin a f,rjo,ni a Señor que ante oviere avido, ni a otro ome del mundo que del otro cabo fuere Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . IT7 rey pidieseel castillo a quien 1otuüera, éstedeberíaacudir,y las excusasparano hacerloquedaban excluídas3oo. Estadisposiciónha de mira¡seen contrasteconoüa que da garantíasal alcaide,quientiene derecho,comoquierenlos de España,a rrsegr¡rarse hastatresvecesde queel rey deseaefectivamente quele devuelvael castillo,y sólo entoncesel alcaidelo enhegaráal porterodel refot. El porteroesel principalagenteen la tomay entregade los castillos,y cumpletantounamisiónde funcionarioreal como notarial:él entregalos castillosy los recibeennombredel rey, y no hay cesuraposible entreuna entregapor un alcaidey su tomapor otro, puesarnbosdebenestarpresentes junto al portero para esteacto de hansmisión, como quieretr los de España302. El tomar castillo por medio de portero vale como confirmación de haberlo recibido en condicionesde defensa,por lo que el alcaideno podrá excusarsesi lo pierde, como quiere elfuero antiguo de España; y si no quiere obligarse a cumplir todas las leyes de la alcaidía,dadaslas condicionesdel castillo, podrá exigir que se le dé sin portero, que es como prometer hacer lo que buenamentepuedapor su defens4 pero no más303. Los antiguos de España no quisieron que el alcaide fueseun autómataque entregaseel castillo tan pronto como el rey le mande darlo a otro; al contrario, se ve obligado a tener buen sesoy considerardos cosas:que el mandatoque le ha llegado no es un engaño,y que el que lo ha de tomar tiene suficiente compañapara su defensa.Si apreciadefecto en cualquierade estasdos cosas,el no darlo no seríatraición sino lealtad3M.Tampoco se obliga al alcaide a una obedienciaciega en tener un castillo que cree que no puedetener, o si no se ha cumplido la posturaque tuvo con el señor;por gJ*elcastillo les quisiessenfazer perder". II, XVIII, )ilI. 'Cuando el rey pida el castillo al que lo tiene, "pusieron antiguamenteen España" que éste"deve luego veni¡ de que el mandado oyessesin tardanganinguna a complirlo... Et tanto encarescieronlos de España fecho de castillo, que tovieron que por ninguna de las otras cos¿rspor que se podrian escusarlos omes de venir, que no se escusavnpor ello aquellos que los castiellostoviessen,mas que se deven aventurara todo por dar los castillos a sus Señores.Ca tovieron que era mucho mejor de prender muerte en viniendolos a 93r, qu" caer en pena de traycion non lo queriendo fazer". II, XVI[, XVIII. '"' EstasEes vecesse producen de la siguiente forma: primera vez) el alcaide recibe orden de entregar el castillo, pero para prevenir falsedadde mandaderoo carta puede no entregarlo; segundavez) si no lo entrega,deberapresentarsede inmediato ante el rey, y confirmar que la voluntad del rey es que se lo dé, para lo que pediÉ que nombre portero que lo reciba; t€rcera vez) el alcaide preguntaraal rey delantede testigos si se dará por pagado cuando entregueel castillo al portero, y si el rey respodeque sí, entoncesel se irá con el portero al castillo para entregárselo.II, XVIII, XVI[. d^caide 'u' Ibid. 303 Este es el caso cuando el alcaide recibe castillo mal labrado o en lugar flaco, que si no pudiera defendersepodría dar lugar a acusacionesde traición como si lo hubieserecibido por portero. II, XVIII, rv. 3q Los antiguos de España tuvieron, no por traición sino por lealtad,el no da¡el castillo en dos casos: cuando "alguno aduxessecon traycion e falsamentemandaderiao carta", esto es, con engaño,y cuando "el otro que lo avia de recebú tenia tan poca compaña que non lo podria con ella guardar, e que se podria el castillo por y perder", pero en esecaso debe el que lo tiene llam¡.como testigos a hombres buenosy dar la razon por la que no lo entrega.II, XVI[, XIX. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 118 tanto, fuepuesta antiguamenteen España la maneracomo podía devolverlo si se diera cualquierade estasdos culpas del señor,y ha de hacerlo emplazandoselo30s. La cargade las obligacionesdel alcaide se agravacon el cumplimiento de sus tareasmilitares: quisieron los antiguos de España que todos los del castillo acudiesena repararla parte derribada,sin consideraciónde linaje30ó.El cerco lleva las cosasa sus extremos,y así,fuepuesto en España que de ninguna manerasalieseel alcaide,ni siquiera a hacer espolonadas,pues de otra maneracometeríahaición3o7.Esta ley no es tan firme como parece,pues otra contonpla la posibilidad de que el alcaide se vea obligado a salir en tiernpo de cerco,por lo que elfuero de España dispone que nombre a otro en su lugar por alcaide308. Fuera del castillo, el alcaideno siempretiene derechoa ser obedecido,pues si desdefuera ordenaque se entregueel castillo, los de dentro están obligados, segúnla lealtad de España, a no entregarlobajo ningun concepto3oe BALTASAR DE AYALA Y LA COSTUMBRE En Baltasarde Ayala la costumbreque es creadapor varonesexcelentesse convierte en mandatopositivo para un determinadocomportamiento.La costumbreasí entendidafunda la república; esto es, la costumbrey los varonesürtuosos dan a éstasu 305('fue puesta antiguamenteen España" la manerapor la que los que tienen castillos los entreguena sus señores,aún si éstosno los han pedido; se da esto cuando los que los tienen los emplazan ante el señor; y el emplazarlosse debe a cuatro ftvones, dos por culpa del señor y dos por culpa del vasallo. En cuanto a los casosde culpa del señor , uno de ellos es cuando no se lo quiere tomar "sabiendo cierlamenteque non lo podria tener", que esto seria como si el señor "le diese c¿urerapara fazer cosapor que cayeseen traycion", y el otro, si el señor no da al que lo tiene lo que hubiesepuesto con él para su tenencia.II, XVm, XX. Los dos casospor culpa del vasallo no interesanaquí. '* Los antiguos de Españá tuvierón por bien que si un castillo tuviese alguna parte derribada, "por mengua de sesoo por grandesembargosque oviessen", deben acudir todos a labrarlo. "E desto non se deve ninguno escusarpor linaje ni por bondat que aya en si, que non ayude en ella en todas las guisasque lealtad es mas caftr cosa que linaje, nin otra bondat que el pueda aver". II, XVI[, XV. P^gdiere.Ca 307"fue puesto en España que despuésquel tastillo fuessecercaio qui ninguno non abriessela puerta parafazer espolonadassin mandado del alcayde- Ca el que 1ofiziesse, si el castillo se perdiessepor ello, fincarie por traydor e deve morir por ende la mas cruel muerte que le puedan dar... Mas del alcayde tovieron por bien que lo non provasseen ninguna manera, ca si lo feziesse,maguer fuessemuerto o preso non podria seerquito de la traycion si entonce el castillo se perdiesse".II, xvlll, )ilII. 'uo Si el alcaide ha de ir a alguna parte fuera del castillo, "esto non lo debe fazer entiempo que entendiere que el castillo se podria perder. Mas quando destaguisa que dicho es oviessede yr, deve segtndfuero de España dexar aotro en su lugar por Alcayde. . ., fidalgo. . ., que non haya fecho traycion ni aleve.. . E que seaome con que aya debdo de parentescoo de grand amor... E a tal como estepuede dexar en su lugar, e dar las llaves del castiello e fazer que le fagan omenagequantosy fueren assi como a el mismo lo avian fecho"3o8. il. xuII. uI. 30e La lealtad de España exige que el castillo no pueda ser entregado al que está fuera, sea éste el que lo tiene, seael que éste dejó en su lugar, o seanambos los que estánfuera, que si éstoslo pidiesen a los de dentro, "los otros que fuessenen el castillo non gelo dexassenfazer enninguna manera. Ca comoquier que los que esfovierenen el castillo seantenudosde obedesceral Alcayde en todas cos¿rs,en tal como estanon lo deven fazer, pues que por ella caerianen pena de traycion". II, XVIII, VII. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 119 constitución3lo.En la república las leyes, esto es, la constitución, estánprotegidaspor las armas,y "la cosamilitar", a su vez, se halla sujeta a las leyes. La costumbreposee un valor de perdurabilidad,porque las experienciasde la guerra y la milicia son las mismas sionpre, tanto en el imperio romano como en la presenteépoca3ll.Ahorabien, la costumbreno ha de seguirseciegamente,pues la utilidad puederecomendarel innovar contra la costumbre3l2. En la experienciahistórica española,ala que Ayala remite continuamente,esa costumbreequivale alas constitucionesdel reino de España, ola lqt del reino de España, que a su vez son las leyes positivas ügentes en su tiempo. Observaremosque algunasde ellas procedendirectamentede las leyes de Partidas, sobretodo de su título XWII de la segunda.Como es sabido,esetítulo se ocupa de mas temasque los que hemos recogido en pifurafosanteriores(acaudillamiento,profesionesmilitares, botín, galardones,etc.), reducidossolamentea tratar lo de los castillos y fortalezas.Ahora, con Baltasarde Ayala, serápreciso ampliar la perspectiva,y ocuparnosde esosotros aspectos,por varias r.vones: l) Ayala se ocupaprincipalmente del tgma de la disciplina militar, que evidentementees un problema agudo en ejercitosrealesque llevan a cabo muchasformas de combate,una de las cuales,tan sólo, es la guerra de sitio, esto es, la guelra por los castillos; por lo tanto, debemosobservarla disciplina militar bajo la especiede su significado para toda forma de combate;2) algunosde los problernasde que se ocupa el título XVIII de la segundatienen, adernás,una renovadaforma de gravitación en la guerra de sitio moderna,tales como derechosde los soldados, responsabilidades del mando,poblacióncivil, prisioneros,de los que se ocupaAyala graciasa una experienciaactualizada,3) todos esosproblemasestabansiendotratados en esetiempo bajo puntos de vista nuevos,de un derechonatural y de gentesen rápido crecimiento.Por tanto, aunquelas doctrinasde Ayala las desarrollarernosmás a fondo en el capítulo que dedicaremosa la justicia militar, bastepor ahorala reseñade lo que 310 El verso de Ennio, recuerdaAyala, dice: "En las costumbresantiguasy en los varoues consistela cosa rom¿Irla".Y añade:"Pero ni los varones, si no tuviera tales costumbresla ciudad, ni las costumbres,si no hubieran preexistido tales hombres, hubiesenpodido ni fundar ni sostenerpor tanto tiempo una República tan grande y con tan junto y dilatado imperio". En la dedicatoria a Alejandro Famesio. De iure et fficiis bellicis et disciplina milüari. Edición, traducción y notas de Manuel FRAGA IRIBARNE. Instituto de EstudiosPolíticos.Madrid 1948,p. 4 3r¡ "los mismos ingenios de los hombres que hoy existen, ya antigunms¡te existieron, y también los mismos c¿tsosy eventosde las cosasque hoy dia acontecenya entoncesocurrieron". ". Op. cit. dedicatoria a Alejandro Farnesio,p. 8. "t Co-o ptopon" Cicerón, "siemire enlapazdebe obedecersea la costumbre;mrui en la guerra, a la utilidad". Op. cit. libro primero, cap. II, l0), (p. 42). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t20 esteautor atribuye alas costumbresde España, o constitucionesde España, como él prefiere decir. Nos convendrá,pues,precisara qué contenidosalude Ayala con expresiones como constituciones,costumbres,usos, etc. Lo haremosescogiendoalgunasde sus definiciones y alusiones,a modo meramenteenunciativo, segúnel orden de aparición en su libro, dandolescierta clasificación, pero sin hacer comentarioalguno sobreellos, en estaparte del trabajo. Penasgravesa quienesno acudana la defensa "Mas si urgieseuna necesidadmiáxima,como la defensadel rey o de la república, todos estaránobligados a concurrir a estaguerra,de cualquier sexo y condición que sean,y segúnlas constitucionesde España, se imponen gravespenasa quienesfaltasena sanejante guerra"3l3. El botín puede servir para repararlos dañossufridos por el soldado "... al soldadoque ganaun estipendiono se le resarcede los dañossufridosen la guena, a no ser que por las constitucionesdel reino de España se suelerepararestos dañosa costadel botín evenfual"3la.Más adelantedirá que "es extraño quela tey del reino de España ordeneresarcir las armasperdidascon el evenfualbotín"3ls Son para el rey los camposy las navestomadasen botín "Y por las constítucíonesdel reino de España, no sólo los campos,sino también las navesde guerra, eventualmentecapturadasen la guera naval, son adquiridos por el rgy"3tó. lll oo cit.I. r, 4o),p.76. ::: op.cit.l, II, 40),p.76. cit.ilI, XVI,2)p.534. lllOp ''o O p . c i t .I , V , 3 ) p . 1 0 4 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t2l Derechosdel rey y del eeneralal botín "... inclusocuandoseotorgael botín a los soldados,no obstanteal príncipesele debedar suparte,la cual,segúnlasconstituciones del reino deEspaña,esla quinta partedel botín; algunasveces,el tercio,y otrasla mitad.Tarrbiénal generaldel ejército,por lasmismasconstituciones, sele debela septimapartedel botín,y a vecesla décima.Mas si talvez en combatenavalel rey proporcionanavesconatm¿rmentos y víveresy pagaa los soldadosy marinos,por lasmismasconstituciones todo el botín quedaal arbitriodel rey, paraquienseadquiere,y tro del general,ni del prefecto"3l7. No se puede saquearantesde vencido el enemigo "Y así ha sido rectamenteestablecidopor las constitucionesdel reino de España, que si alguno se dedica al saqueoantesde vencidos los enernigos,pierda su parte en el botin y pague el doble de lo que hubiesesaqueado,pasandoa una milicia inferior. Si por culpa de los depredadoreslos enemigosrestableciesenel combatey vencieseno matasenal rey, seráncastigadoscomo si ellos mismos hubiesendado lugar a ello. Asímismo el que comete fraude en la diüsión del botín, es castigadocon la pena del doble, y pérdida de su parte en el botín, con arreglo a las mismas constifuciones"3l8. Los infieles y paganoscapturadosen zuerra son reducidosa la esclaütud "Mas si la guerra se hace con los infieles y paganos,ciertamentelos capturados en ella seránde la misma condiciónque los capturadospor los enernigosen general,por Derechocivil. Y así lo vernosestablecidoen las constitucionesdel reino de España"3te. ] l ] o p c i t .I , V . 8 ) p . 1 0 8 . " o O p . c i t . I , V , 1 2 )p . I 1 0 . ''n Por el derecho de genteslos vencidos en la guerra son reducidos a la esclavitud; los cristianos están eximidos de esta ley; de ahí que el código civil establecela esclavitud para infieles y paganos.Libro primero, cap. V, l6), l9), pp. I 14 y ss. Las constitucionesdel reino de Españano incluyen a los esclavos de otras religiones en los beneficios que el derecho civil reserva,en cuanto a trato por parte de sus amos, a favor de los siervos cristianos. Libro primero, cap. V, 28,p. 126. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón r22 "Así, cuando sea cogido un duque, conde, barón u otro de gran nombre, eri cuyo caso, por vna antigua costumbre de España, Francia e Inglaterra, perteneceal príncipe. Pero no se le quita la facultad de redimirse, que incluso al generalde los enemigosdebe concederse,si no se teme de ello una perturbaciónde la pa¿,t'0. o'Yciertamente, segúnlasconstituciones deEspaña,losimperios,reinos, condadosy otrosdominiosmayores,unavezrecuperados del enernigo,retomanpor postliminioy no puedeserusucogidosni siquieradesdeel tiempode su recuperación''¡2t . Derecho del rey sobrelas fortalezasque se pierden "Por las mismas constitucionesse prevé que si alguno de los súbditosperdiese por su culpa una fortaleza,aunqueseasuya, ar¡nquedespuésla recuperepor sí mismo, debe,sin embargo,entregarlaal rey, si éstese la pide"322. recuperan "Y ciertamenteque si los que recuperaronel botin han permitido de un modo fraudulentoque antesde quitarselo al enemigo dejasenque éstelo llevase a seguro, descuidandosu persecución,no sólo estaránobligados a restituir al primer dueño las cosasrecuperadas,sino que también lo que pudieron conservary por su culpa se perdió deberádarsea su dueño, como de un modo óptimo ha sido previsto por las constitucionesdel reino de España"323. ]11op cit.I, v, 27)p. t24. ] : l o p . c i tI., v , 3 3 )p . 1 3 0 . l l i o p . " ¡ tI., v , 3 3 )p . 1 3 0 . " ' O p .c i t .I , V . 3 7 )p . 1 3 6 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón r23 Oblieacióndel soldadode testarsegúnel derechocomún "Perofuerade la necesidad de camparla, estáobligadoel soldadoa testarsegún el Derechocomún.Lo cualha sidodecididotambiénporlqt real de las Españas"3z4. Sedebea los hijos y azuadospróximoslos premiosdel soldado "Añádasea estoquepor la ley real deEspañaseha establecido quelos premios quetal vezhayauno merecidopor egregiosserviciosprestadosen la guerra,muertoé1, sedeberána sushijos y aguadospróximos"32s. Penacapital a los que ponen la mano sobreel jefe y sobreel rey "l',li solamentese ha establecidola pena capital contra los que hayan puesto su mano sobreel jefe, sino también contra los que no hayan querido defenderleo le abandonaron,permitiendo su muerte. Y así, por la ley real de las Españas seha establecidocontra los que hayan abandonadoa su rey"326 Castieoa la sediciónsegúnla cualidaddel delito "Y Pauloquiso que a los sediciosos,segúnla clasede su dignidad,se les ahorcara,o se les echaraa las bestias,o se les deportaraa una isla. También por las constitucionesdel reino de España, segúnla cualidad del delito y de la persona,se ordenael castigo"327. Penacapitalpara el noble que huye "Por lo que se ha establecidopor Derechomilitar que el primero que en el combateemprendala fuga sufra la pena capital. Lo mismo se ha ordenadocontra el noble que huya, por ley real de España y por derechocanónico se hace infame"3z8. iiiop cit.III, vII, 15)p.470. l:l Op.cit.ilI, VII, 23)p.476. op cit.III, X,4) p.496. ::: ' " O p .c i t . I I I ,X f V , 2 )p . 5 1 8 . 328Estanormala apoyaen la costumbremilitar romana:"El dictadorCamilo,en la guerrade Veyes,lo Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón r24 Infamia del noble que pierde las armastorpemente Por la ley del reino de España "se impone a los nobles nota de infamia por esta causaQterder las armas torpemente), perdiendo la prerrogativa de nobIeza"32e. Penacapital al que se duermepor terceravez en facción "Y segúnlas constitucionesdel reino de España, suelenlos que se duermen estandode facción, advertidos por terceravez, ser finalmente despeñadoso arrojadosde las murallas de la fortaleza enque militab*rr330. Nadie puederehuir la muerte en la defensade una fortaleza "Y ciertamenteque lo que hastaahora llevamos dicho conüene con lo establecidopor las constítucíonesde España, en las que se estableceque nadie debe rehuir la muerte por la defensade una fortaleza,por cuya custodiadebe cualquiera procedercon fuerte ánimo, incluso contra su padre, su hijo o cualquier señor,y que nadie debetener en tanto la muerte o cualquier peligro, que son transitorios, como la infamia que se le inflige aély a sus descendientespara siempresi no satisfacea su honor"33l. Si el fuerteestámal construídoo zuarnecido. puedeno serdelito el perderlo "... por lasconstituciones del reínodeEspaña,quepor lo dernássonbastante severas,el quepor mandatodel rey fuesepuestoal frentede un fuertemal construidoy desguarnecido, de suertequeno sepuedadefender,y si asílo indicaal rey, no incurre primero que hizo al ser nombrado, fue condenar,según la costumbremilitar, a los que en el último combate con los Veyes habían huído por miedo, haciendo que no fuese el enemigo lo mas temible para el *ldado". Op. cit. III, XV, 2) p. 526-528. ::: op cit. IIl, XVI,2) p. 534. ::: op cit.IIl, xvII,3) p. 540. "' "Y ciertamenteque si a ello le obliga la necesidaddel hambre, antesdebe comer a su hijo que entregar la fortaleza sin la autorización de su señor". Op. cit. III, XV[I, 2) p. 546. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t25 en crimende lesamajestadsi el enemigoseapoderadel fuertepor la üolencia y sin culpadel comandante"332- EL USO Y COSTUMBRE DE ESPAÑA EN EL XVI Hemos seleccionadoun documentoparticular para apreciarel contenidojurídico que se atribuía al'1¡so y costumbrede Esparla"en el siglo XVI, en cuanto al régimen de tenenciasde fortalezasy plazas.Se trata del nombramientoque Felipe II dio en 1580 a favor de Franciscode Valdés, que habíaprestadoservicio de maestrede campo en Flandes,como castellanoo alcaide y gobernadorde Piombino, pequeñopuerto de la Toscanaenfeudadoal ernperadorprimero, y luego a los reyes de España(ver Apéndice IV). Constabalaplaza de castillo, muros de la vill4 torre de la puerta y roquetaso castilletesde la Mar y Escarlín. El presidio estabaformado por una compañíade infantería españolay gentesde otras naciones.La parte expositiva del decretoo patente describeel alcancejurídico del nombramiento: el rey, "de nuesüo propio motu gierta sgienciay rreal autoridad", elige, nombr4 provee y diputa a Valdés "por alcaide al uso despañadel dicho castillo de pomblin y fuergasa el anexasy governadorde toda la gente de guerra y presidio que en el y en la dicha tierra y fuergasay al presentey huviere adelantea nro. sueldo de qualquier Nagion que sea". Valdés tendrá toda la autoridad,jurisdicción, preoninencias,prerrogativasy emolumentosque ya tenía su antecesor.Todos obedecerilnlas órdenesdel gobernador,como si de las del propio rey se tratara.En la parte dispositiva, ordenaa Valdés hacer y prestarjuramento y pleito homenajede fidelidad "según el uso y costumbrede Spaña".Estejuramento y pleito homenajese hará "en manos" del virrey de Nápoles o personaque él nombrare,ante notario público y testigos,y por él se obliga el gobemadora tener, defenderel castillo y anexos,y hacer todo lo que debeun "Bueno y leal Alcaide, governadory capitan". No entregaráel castillo a personaninguna sin orden y mandamientodel rey, pero sianpre que el rey lo pidiere, lo dará sin dificultad ni dilación alguna. El rey comunica que para tomar juramento y pleito homenajeda por la presenteel poder requerido al virrey o la personaque éstedesignare.El gobernadormandaráhacer cuatro inventarios de todo lo que hay en castillo y dependencias,con intervención del veedor y del oficial del servicio de ración,y aún se hará otro que se enviará a la corte. El gobernadortomará a los que estánal sueldo del rey "el juramento de fidelidad que los tales acostumbrany deven "t Op.cit.II, XVI[,5) p. 550. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex r26 hazd'. El gobernadordeberáobedeceral ürrey y capitan generalde Nápoles "como a nuestrapropia persona",y el virrey hará que al gobernadorse le guardenlas preeminencias,honores,libertades, franquicias e inmunidadespropias del cargo. Firma el rey de su mano y se sella el documentocon el sello secreto,refrendadopor el secretario333. Observernosque no se alude a ciertos rituales y procedimientos,incluídos tradicionalmenteen el uso y costumbrede Esparla:poner el mandadodel rey sobrela cabezay facultar al gobernadora exigir que se le confirme hastatres vecesla orden del rey de dar el castillo. Un estudio autónomode estetipo de documentosjurídicos podría indicar la frecuenciade su ernpleoo su desuso 333A¡chi't o Generalde Simancas,Estadoleg. 1082, fol.223. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t27 CapítuloIV LA PROFESION Y EL ESTATUTOMILITAR Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 128 Interesahatardel estatutode la profesiónmilitar. Temaquea suvez dependedel tipo institucionala quecorresponde el ejercito. jurídica Una cuestiónrelevanteesla de si el ejercitotieneunapersonalidad propiaanteo dentrodel estado.Si comola expresiónvulgarquiere,estáal serviciodel rey, cabela pregunta:¿estáal serwiciodel rey comopersonao como"oficio"? Si estáal serviciode la personadel rey, dependerá y disciplinq y en de é1en su organización cuestiones talescomosuspagas,derechospersonales, etc.,y mantendráconé1una relación"privada"quevaldrátantocomola voluntaddel rey quieraquevalg4 o en la medidaen quelos individuosqueformanel ejercitopuedanhacervalerderechos bilateralesde carácterprivado;el soldadodefenderá el pahimonioreal,y del tesororeal derivará sus pagas"a; en todo cuanto no estéacordadoen el contrato de servicio, dependeráde la gracia real, de susmercedes.Tal pareceser el modelo medieval, en que el ejército del rey es una fuerza contingente,temporal, pequeña,una más entre otras fuerzasseñoriales. Pero a medida que el ejercito se hace más complejo, porque sus necesidades organizativasaumentanante la demandade más ambiciososobjetivos militares (como por ejemplo la conquistadel reino de Granadaen una sola y enérgicacamparia),es el"oficio" del rey el que va tomando el lugar de su "persona"; si el rey ha señaladola campañacomo objetivo del "reino", no suyo, es el reino el que convoca,y debepagar el ejército. Las necesidadesorganizativasrefuerzanesetrasladode vínculos; el rey, aún estandoasistido por su pequeñacorte y su casa,no podría atendera la multitud de detallesde naturalezamilitar que requierenatención;debe contar con una asistencia especializada, con consejos,juntas,capitanías,jefaturas, etc. Estasson tendenciasque se dan en otros reinos y principados de la época,primero en España,Venecia y Francia, 33a La soldadamisma que recibía el soldado de la más baja escalarecordaba,por su génesisinstitucional, su antecedentenoble. En efecto, los reyes y señoreshabían solido retribui¡ los servicios de armas con tierras en "beneficio" o prestimonio, pero podían hacerlo por otros medios, independientementede que tuviesen o no tuviesen ya tierras que repartir; así, las Partidas (IV,26,2) dice que "Tierra llaman en Españaa los maravedisesque el Rey pone a los ricos omes e a los caballerosen logares ciertos". Estas asignacioneseran "situadaq" en determinadapertenenciareal (lugares ciertos) donde se generabanrentas, parte de las cualesdebía reservarsep¿ra reribuir a los hombre de armas designadospor el príncipe o señor; altemativamentea esto, recibían la asignacióndirectamentedel tesoro del rey o señor. La soldada, lejos de revesti¡ un caráctervenal, era el símbolo mismo de la relación de vasallaje, y equivalía a fórmulas de retribución alternativasde resonanciasmás "nobles" como los "beneficios", "prestimonios", etc. De todas esasformas era el caballero compensadopor su servicio de arrnasy caballos. La retribución en metálico recibía diversos nombres: maravedisesy mas tardíamenteacostamientosen Castilla, caballerías en Aragón y Cataluña,y caberías en Navarra.. La palabra acostamientosufrió una transformación semánticaen el siglo XVI, para significar ayudascolateralesdistintas del sueldo, como por ejemplo desplazamientosy viajes de oficiales e ingenieros militares, o gastosde material, criados, etc. (ayudas de costa). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 129 posteriormenteen Holand4 y ya bien entradoel siglo XVII en Inglatemay Suecia, acabandopor revestir los ejércitos característicascadavezmas semejantes33s. Todos los componentsdel reino, seande realengoo señoriales,vasallospropios o ajenos,concejos y feudos,debenacudir al propósito militar, señaladopor el rey, sí, pero que sirve al reino todo336.Por eso el ejercito va adquiriendopoco a poco una posición relacional distinta, de vínculo con el reino, no ya exclusivamentecon el rey, aunquela expresión que se siga usandoseala de "al servicio del rey''; esteservicio es impersonal,pues no se refiere al rey concreto del momento, sino al rey de España,el que fuerq y una vez hecho el juramento, el juramento obliga al soldadode por üda, hastaque seadado de baja en la lista337.Raffaele Puddu, interpretandoa Martín de Eguiluz, identifica ese juramento como'tn pacto político". Puedeque aquel cambio de vínculo, del rey al reino, no se haya objetivado en la creaciónde una personalidadpública del ejército, esto es, que no se haya institucionalizadopor un estatutopromulgado,pero de todos modos su personalidadvirtual seguiráestandoahi, jurídicamente ügente pero no declarada. Naturalmente,mucho dependeráde si el reino mismo se convierte en una entidad jurídica propia,distintade la personadel rey o de la dinastía. Y aunquees evidenteque los reinos medievalesvan objetivando su función estatalpor un procesoaceleradode legiferación, seráinteresantecomprobar curándoel ejercito, como distinto a las agrupacionesmilitares propias del servicio de armasal rey, él mismo comienzaa ser regulado por la ley; o si queronos llevar la cuestióna un 33s De los ejércitos de la época que precedierona la paz de Westfalia dice el tratadistaitaliano Luigi Blanch: "Radunata Ia forza afinata indistintamenteda per tutto, raccolta in nome della autorita regia e da lei mantenutaed amministrata,ridotta a vivere cosrentementesotto il medessimotetto, lontana della famiglia e dalle affezioni locali, sostrattaai doveri della comune e del feudo, potettero allora apparire la istruzi¡e uniforme e la desciplina; cioé potettero i soldati presentani sul campo preventivamenteistruiti coi medessimiprincipii, informate dalle medessimeabitudine, animate dal medessimospirito e stretti dall'intimita della continua obbedienzaai capi, nei quali rispettavanonon giá i loro padroni, ma i depositari del potere monarchico, alle cui leggi, capi e soldati erano egualmentee promiscuamente soggetti. L'esercito divenne r¡na corpoftrzionecompatta, con leggi, doveri, diritti, vizii e virtu speciali, cessandodi esserer¡n accozz¿rmento incoerentedi genti tra loro sconosciutee soventenemiche". BLANCH. Della scienzamilitare considerata n' suoi rapporti colle altre scienzee col sistemasociale". N á p o l e s1 8 4 2 p , .88. "o "Dejan de ser válidos los planteamientosfeudalesque sosteníanel esfuerzomilitar en los lazos de fidelidad de los nobles con el monarca. Los nuevos planteamientospolítico, basadosen la autoridad supremadel monarca, no permiten asentarla defensade los territorios en meros lazos de fidelidad, sino que se impone como necesariodisponer de una fuerza bélica propia, de la misma manera que lo era disponer de una red de oficiales públicos. La supremaautoridad política pasabapor contar con un poder milita¡ sólido y propio. Los ejércitos permanentesal servicio del monarca y pagadospor éste,se convierten en un decisivo pilar de sustentaciónde la soberaníadel monarca". A. ROMANOS RODRÍGLIEZ. Carlos V y la razón de la guena en la Monarquía Hispánica, en"ElEmperador Carlos V y su tiempo", IX JornadasNacionales de Historia Militar. Sevilla, 24-28 de mayo de 1999. Madrid 2000, p.52. 1" M"ttío de Eguiluz dice: "Todo españolque assentareplaga de soldado,para servir a su superior y ser Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 130 tianpo todavía más anterior, cuándo comienzaa ser regulado y reglamentadocomo ejército del reino, aunquetodavía no normativizado por medio de leyes. Y si acaba siendonormatiüzado, nos habremosde preguntarde qué fundamentojurídico capital deriva su mayor impulso, si de la ley positiva emanadadel rey y sus cortes,o de la ley que se suponeque estápor encima de la positiva, la ley natural por la que el rey tiene el señoríodel reino; o en qué medida procedede una u otra. Porque en la formación de los ejércitosmodernoshay una trasposiciónde derechosindiüduales entre dos "tipos" de derecho: 1) por el derechopositivo, en el ámbito privado de éste,el rey "contrata" sus soldados,sus hombresde armas,y lo que paseentre ellos no tiene interésjurídico general;2) pero, cuandoel rey se vincula con la personaque le ha prestadojuramento para el servicio de armasal reino, lo hace en el ámbito del derechopúblico. Esta cuestiónse comprendemejor si se atiendea los derechosque pudiera alegar el soldadopor prestarsu sen'icio de armasal rey. Si el pacto privado (privilegio) era temporal (como en efecto generalmentelo era en la Edad Media) y por lo tanto revocable,al irse convirtiendo en un pacto de estatutopúblico, ¿enqué medida era revocable?¿Con qué derechopodía decir el rey, o el reino, que se desentendíade la suertedel soldado,cuandono tenía necesidadde su servicio? Esasson cuestionesque seríanecesarioexaminar,y sobrelas que pareceque falta suficiente investigación históricay jurídica. Debernos,sin anbargo, adelantaraquí lo que creemosque quedaráconfirmado por la investigaciónque más adelantese realizará:que es el rey quien,por decisiones pragmáticasdictadaspor la necesidad,va creandoun cuerpo legal objetivo, no privativo, y sujeto a estatuto,con el cual reforzar y sujetarel ejercito al reino, en un procesopor danás común en la época,en que el rey es por sí mismo lex animata, es decir, lo que quiere el rey es ley: quodprínceps placuit habet vigorem. Esa lex animata, dice Otto Gierek, "en cada casoparticular puedemodificar la ley previamenteexistente en virtud de una sola palabra,que le fue arrancadaal rey por las necesidadesconcretas del momento"338. Parecería,pues,que es el ejército,del que el rey tiene necesidad,el que "arrancaría" al rey su propio estatuto;la gran necesidadque tenían los reyes de Españade ejercitospara dominar sus múltiples reinos y señoríoshabría aceleradola institucionalización del ejercito, en relativa ventaja respectode otros reinos del tiempo. borrado de la lista, sin que haya ningun otro juramento". EGUILUZ Discurso y regla militar. p. 2.. "o Otto GIEREK. Political theories of the Middle Ages. Cambndge at the University Press, 195L P. 77. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 131 Hay otro factor que puedehaber contribuído a la objetivación jurídica e institucional del ejército: es el desarrollo del derechode gentes.Si la ley diüna y la ley natural habían contribuído a constituir las basesy principios del gobierno y de la obedienciadentro del reino o del estado,los intercambioscrecientesde todo tipo entre los reinos fue reclamandola proliferación de normas que contibuyesen alapazy al mantenimientodel derecho.Siendo lafuerzamilitar uno de los factoresimportantesde los intercambiosentre los reinos, la construccióndel derechode gentesexigía la normativización de la fuerza misma (su ernpleo)y de sus agentes(los ejércitos). RESEÑA HISTÓRICA DE LA INSTITUCIoNALIZACIÓN DEL EJÉRcITo La Edad Media conoció legislación sobrela disciplina militar en los diversos reinos; el ernperador Federico Barbarrojapromulgó su lex pacís castrensisen I 158. En 1385 Ricardo II de Inglaterra promulgó los "estafutos,ordenanzasy costumbresque hay que guardaren la hueste". Fue en Castilla, con las Partídas, donde se logró el mayor avanceen la codificación metódica del servicio de armas33e. Los suizos dieron a sus compañíaslas ordenanzasde Sempachen 1393,y las renovaríanvarias vecesa lo lago del siglo XV. La evoluciónde la filos$a política en la EdadMedia debilitabalos fundamentosfeudalesde la sociedadmedieval.La escolasticay los estudiosjurídicos post-glosistas,que incorporabanel derechoromano, reducíanel ¿ímbitojurisdiccional de las relacionesseñorialeso feudales,y estimulabauna valoración más autónomade la sociedadpolítica. Giovanni de Legnano, con su Tractafits, encarnaeste espíritu civilista, en una Italia sacudidapor constantesgueras ciüles y castigadapor los desmanessoldadescos.El Tractatus fve pronto conocido en Francia, a través de la corte papalde Avignon, y enraizóen los estudiosjurídicos de Bolonia por influencia del cardenalGil de Albornoz. A mediadosdel siglo XV anpiezan a aparecertratadosque suponenla recepción de todo un cuerpo de doctrinasglegislación militar romanos,en libros como los Facta et dicta memorabilia, de Valerí6 Máximo, la Stratagemata,de Sexto Julio Frontino, y 33e N.A.R. Wrhight atribuye a las Partidas de Alfonso X el primer puesto en la aparición de las "laws of arms": "The nearest that the fourteenth century came to a codification of the law of arms was perhaps las Siete Partidas which it inherited from Alfonso IX of Castile (trans. S.P. Scott, Chicago and New York, 193l). The work, however, does not appearto have had a wide circulation north of the Pyrenees". WRIGHT. TheTree of Battles of HobréBouvet and the Lawes of War. En "War, Literature and Politics G Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 132 De re militari, título que serepetiríaen una larga seriede futurasobras,de Flavio VegecioRenatus.La obrade Vegecioerabien conocidaen Castillay Cataluña,y hasta sele tradujo,contribuyendo al moümientopre-renacentista de'Vuelta a los antiguos"3ao. L'Arbre desBatailles,del benedictinoHonoréBouvet,trasfundela temática civilista del Tractatusal mundode la guerra,en la Franciadel sigloXIV. ¿ 'Arbre tuvo graninfluenciaen la modernización del pensamiento sobrela profesiónmilitar de su tiempo;escritoen 1386-87,sedifundióen lasprincipalescortesde Europa;tarnbiénfue leídocon avidezpor losjefesmilitaresenbatallacomounafuentede inspiracióny guía de comportamiento. El condestable donAlvaro de Lunay su enemigoIñigo L6pezde Mendozaencargaron traducciones, en la esperanza de encontrarrecursosintelectuales parasusquerellaspolíticasy armadas. El traductorde Lunafue Diegode Valera,él mismotratadistamilitar. El Arbol se puede considerarprimariamentecomo un tratado de derechode guelray secundariamente comoun libro de la profesiónmilitar. Los quelo ven comolo primerole atribuyeninfluenciaen el desarrollofuturodel derechode gentes3al. Los que lo ven como lo segundole atribuyen gran influencia en la transformaciónde las reglas de la guerra en su tiempo3az.Bouvet muestrasu tribulación por ver a la cristiandad,a la rn the Late Middle Ages". Ed. por C. T. ALLMAND. Liverpool University Press.1976, nota 24,p. 2l . "" JoséAntonio Maravall describe su recepción en España:"La Edad Media conoció, hasta punto el de ser familiar a los escritoresde la época,el más famoso de esostratadosclásicos,esto es, el de üegetio; pero las consecuenciasque sacó de su lectura fueron muy diferentesde aquellasenseñanzasque descubrió en sus páginas el Renacimiento. También aquí se dan las mismas diferencias que se observanen la lecfura, en uno y otro tiempo, de poetasy filósofos. El canciller de Alfonso VIII, Diego García de Campos,así como el obispo Gil de Zamora. citan a Vegetio, y en fecha algo posterioi se le traduce; pero el modo de interpretarlo es muy otro de aquel que acabarásuscitando,como una especiede humanismo militar, todo un progftlma de 'luelta a los antiguos' en los modos de guerrear de los combatientes renacentistasy de los teóricos que escriben sobre el tema. Para esto no hay que esperara Maquiavelo. Si un escritor de fondo tan medieval como don Enrique de Villena, con su doctrina militar, tal cómo se expone en el Libro de la Guena - en el caso de que pueda atribuírsele estaobra - representa,a pesar de la presenciade Vegetio, una visión caballerescade la materia bélica, en cambio, poco después,loi capítulos interesantísimosque el obispo Sánchezde A¡évalo dedica a estosproblemas enla Suma de la poliiica, nos muestranun pensamientomuy evolucionado. Obsérvese,por ejemplo, el rigor con que estudia cuestionesestrictamentetécnicas,con un criterio de científico - aunque seacon una cieniia muy aristotélica aún - y no menos el vigor con que afrrma el carácterautónomo del arte de la guerra, al enunciar leyes como la de que una vez iniciada una guerrajusta 'se deve fazer por todas las vias posibles abiertamente,e aun por assechanqas e fraudescomo mejor pueda"'. MARAVALL . Ejército y Estado en el Renacimiento."Revista de EstudiosPolíticos",nos. I l7-l l8 (pp. 5-45). Madrid 1961,p. 15. 3ar Ernest NYS, editor de L'Arbre des Batailles de Honoré BOIIVET. Bruselas yLeipiig,l883. En su proemio a la obra dice que el Arbol "puso anTe los ojos de los estudiososdel derecho iniernacional el más antiguo monumento de esta disciptina" P. XXVil. El historiador Johan HUIZINGA dice que las prescripcionesdel Arbol "tuvieron un efecto dinamizador en el desarrollo del derecho de gintes" (Zhe (:ning of the Middle Ages.Harmondsworth,1968.pp. l0l-2). "' Así, WRIGHT: "El Arbol de las Batallas trata de la 'guerra justa', un tema popular entre los juristas y los teólogos a lo largo de la Edad Media, y sobre la posición del soldado en la soiiedad". Op. cir p. 14. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 133 propia Iglesia, los reyes y los príncipes en estadode guerra continua; en estesentido pues,puedeverse su intento como una aperturahacia el derechode gentes.L'Arbre también fue escrito para los hombres de armas,a los que Bouvet recuerda"el derecho antiguo y las antiguascostumbresde los buenosguerreros"3o'.Su pensamientoregistra la influencia de los post-glosistas,que laboraron en tomo al encuentroentre la escolásticadominadapor el Aquinate y la recepcióndel derechoromano. El Arbol, en general,puede considerarseuna refutación de las privativas "leyes" caballerescas,de tipo feudal y origen germánico,basesde "los usos antiguos", y una aproximación a la perspectivajurídica del mílite como contribuyenteal bien común.. SegunBouvet, la guelra perteneceal orden natural, y su fin es tomar en acuerdo y razínun conflicto. Ella misma no estádesprovistade razón,tal como se recogeen las leyes canónicasy civiles. Los abusosque se cometenen el curso de la guerrano pertenecennecesariamentea su propia naturaleza,sino al mal uso que se hace de ella. Tres condicionesdebetener la guerrajusta: un fin legítimo, que sealibrada por la autoridadcompetente,y que se conduzcade manerajusta. La defensano debeir mas allá de donde llegó la ofensa;la represaliaeconómicano debellevarsemás que los dañoscausados.Ningun príncipe que tenga superior estálegitimado para ir a la guena; puedenhacerlo legítimamenteel papa, el emperadory el rey de Francia; no es tan claro que puedanhacerlo los reyes de España y de Inglaterra. La parte final del Arbol se dedica a la práctica de la guerra como tal; procedimientospara su declaracióny finalización, teguas, salvoconductos,prisioneros, engaños,etc. Y aunquesianpre estáprohibido hacer daño al inocente,no puede eximírselede la reparaciónde dañoscausados,debido a que ha ayudadoa los suyos. Existen grupos de personasa los que se debe extenderla inmunidad: campesinosque estánen sus faenas,estudiantesy sus familiares, enfermos,locos, anbajadores, peregrinos,etc. Evidenciandoun deseopatentede fortalecer la figura del rey de Francia, sostieneque sólo debenestarautorizadosa portar ¿rrmassus soldados.La obra muestra una cierta animadversióna la nobleza feudal, a la que llama a vencer sus inclinaciones a la vanidad, la concupiscenciay la soberbia.De mayor interés para el desarrollo de la profesión de soldadoen los tiempos futuros es la atenciónque Bouvet prestaa la necesidadde pagarbien a los soldados;así se eütan los malesdel pillaje; y dice que el soldadoque va a la guerra bajo conhato de botín, no deberecibir soldada.Bouvet y su Arbol son, como se ve, un puente entre las elaboracionesjurídicas y escolásticassobre la guerra y la problonática de la profesión militar del futuro. Vernos, pues, que Bouvet 303 BotrvET. op.cit.p.202. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 134 enfatizala importancia de dos normas: que sólo los soldadosdel rey lleven armas,y el conhato de botín es incompatible con el de soldada. En contrastecon la impronta de Bouvet se encuentrala temática de la "ley de las amas", como un terna desgajadode las leyes de la guerra.Un representantede los viejos usos feudal-caballerescos,acentuadamenteal margen de las leyes comunes,es JeanFroissart (1337-c. 1404),autor de las Chroniques,lrrracumbre literaria de su siglo en lengua francesa,y que ofrece una amplia perspectivasobrela práctica de la guerra en un territorio castigadopor el largo conflicto entre Francia e Inglaterra. El libro III de sus Crónicas contienesus experienciasen Españay sus conflictos, que conoció a fondo. Froissartes un cronista de la caballería;le interesala guerra como práctica noble, y se muestraajeno a las implicaciones socialesy morales de la guerra.Junto a él debemos mencionar como un analistade estederechoa Geoffroy de Chamy, caballerode la Orden de la Estrella. Fue testigo y en cierto modo "relator" de un congresode 500 caballerosde la orden en 1352,a los que presentóun cuestionariode hechose incidenciasde armasen que normalmentese veían enweltos los caballeros,pidiéndoles su opinión sobrelo que colTespondehacerpor las "gens d'armes" de acuerdocon el "droit d'armes"34. Los caballerosdemostrabanestarmás interesadosen cuestiones como el reparto del botín, los rescates,disciplina en la hueste,etc. que en ningún otro aspectode la caballería El "derecho de armas" (ius armorum) de la literatura para-jurídicade la caballeríafrancesaequivaldría a lo que.enEspañase denomina"leyes de caballería", que los caballerosdebenconocer,tal como podernosverlas recogidasen el Doctrinal de Alonso de Cartagena,especialmenteen el libro tercero345, aunquehaciendola salvedad de que el cuerpo de doctrina que lo inspira procedede las Partidas. Las numerosísimas"leyes"que Cartagenava presentandotienen doctrina, noünas e instrucciónde disciplinaparaprácticamentetodoslos rangosde un ejército,desdelos peoneshastalos "caudillos" y el rey. Es de todos sabido que un momento decisivo en la historia de Españafue la organizaciónde un ejército numeroso,para una campañalarga como la de Granada,por los Reyescatólicos. Menos notada,sin anbargo, es la influencia que tuvo en la transformacióndoctrinal y operativa del ejército el modelo suizo de ejército y 3* WRIGHT. op. cit.. p.20. 345 "De las asonadas,desafiamientos,rieptos, treguase paz. De la devisa de la Vanda, de los torneos e de la amistad". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 135 combatiente. Los ReyesCatólicoscontrataronun númeroelevadode soldadossuizos (entre5.000y 10.000),que,al parecerdel historiadormilitar condede Clonard, sirvieronde escuelay modelode las nuevasformacionesen que seintegrabauna tan grandemasade soldadoscomola del nuevoejército34ó. La disciplinasuizaeravistaen Europacomounareencarnación de lasürtudesmilitaresromanas,y susformaciones comounareediciónde las cohortesy legionesde Roma.CarlosV contratóel servicio depor lo menos15.000soldadossuizos,a lo largode sureinado.FelipeII unpleó a 4.000en los PaísesBajos.En el reinadode FelipeIII los conciertosfueronmas y los contingentes numerosos, mayores.Los serr¡iciosde los soldadossuizosal ejército españolseprolongaronhastacomienzosdel sigloXIX347. EN BUSCA DEL MODELO DE EJÉRCITOY DE PROFESIONAL El ejército de la épocaque nos ocupa se opone en su concepciónal ejercito ambicionadoy propuestopor Maquiavelo. El suyo es un ejercito de campesinosque han de dejar sus laboresy acudir en socorro de la ciudad, o salir al paso del enemigo; representaun depuradoideal dernocrático.Los mercenarios,decía,"siempre querrián guelra, o saqueartan despiadadamentecomo para poder vivir del botín en los ariosde p-"to'. En claro confraste,el gran ejército real de Fernandoel Católico en Italia está formado por una mayoría de hombrescontratadospara la ocasión,y gran parte de ellos serándespedidostan pronto como, con la llegadadelapaz, cesesu utilidad; de otro modo costaríantanto como la guerramisma3ae.Sin embargo,no debe confundirseese ejército contratadocon un ejército mercenario;aunquees un ejercito profesional, está formado por vasallos que tienen un sentido de la lealtad que les une al soberano.Pero no sólo les mueve la lealtad; también tienen grandesexpectativas,y las sientensobre todo los que más abajoestán,los peones.Esto ya lo habíaobservadomenosde un siglo raó Serafin María de SOTTO Y ABACH, conde de Clonard. Historía orgónica de lasArmas de Infantería y.Caballería,tomo II, pp. 83 y ss. '*' Joaquínde SOTTO Y MONTES. La infantería suiza al servicio de España. "Revista de Historia Militar", año XVI, no.32. Madrid 1972,pp.37-72. la8La caracterizacióndel mercenario es de Piero Pieri, estudiosodel arte de la guerra de Maquiavelo. Prólogo a la edición Dell'arte della guena. A cura di Piero PIERL Edizioni Roma. Anno XXV, p. XVI. 3aeFernandoel Católico veía consumirselos recursosde Nápoles en el mantenimiento de un ejército que ya había cumplido su cometido de dominar el reino. En 1505 ordena al Gran Capitrin que "los despida para que se vayan donde ellos quisieren que ya ven que no ay potengia ni dinero en el mundo a sostener de continuo erLpazy en guera un exergito tal como aquel; y que non puede ser mayor Ia guerra para aquel reyno que la misma que agora faze en paz la dicha gente"- Carla del 12 óe marzo de 1505. En Conespondencia de los Reyes Católicos con el Gran Capitán durante las campañas de ltalia. "Revista de Archivos, Bibliotecasy Museos".Madrid, enero-febrero1913,p.313 Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 136 antesGutierreDíezde Games,autordeEl Victorial,entrelos de a caballo:"Porquela noblecaballeríaesel máshonradooficio de todos,todosdeseansubiren aquellahonra". No soncaballeroscuantoscabalgan,y hay muchosa caballoqueno sonarmados caballeros.El servicio de uno de a caballo es tan duro como el de uno de a pie350. Raffaele Puddu, en El soldado gentilhombre, nos trasladala üsión que de sí mismos tenían "aquellos hombre de origen oscuro" que podían ennoblecerseejecutando actosde valor bajo las banderasdel refst. El autor sigue los pasosde aquellasfuerzas, desdesu primera modestavictoria de Atella sobre suizosy gasconeshastasu declive siglo y medios después,dejandotras de sí una estelade carrerasbrillantes y notorias, emprendidasen su juventud por innominadoshidalgüelosy villanos. La impronta populista de las nuevascircunstanciasmilitares mueven a Diego de Salazara tomar la vía de las doctrinasmaquiavelianassobreel ejercito. Los que ahoraimrmpen decisivamenteen las batallas,rompen mrís de una regla de la'buena" caballería,y lo proclaman sin tapujos. Hernán Perezdel Pulgar sigue a Maquiavelo en la doctrina del "glorioso fraude" y a Julio Césaren no sentirseobligado a guardarla fe en las cosasde la guerra. Los plebeyosentran en la caballeríaligera e inmediatamentegozan de ventajassobrelas pesadasformacionesde los gens d'armes franceses,hostigadospor las armasde fuego portátiles. Una serie de gentiles caballerosde Francia caenmuertos o derrotadosantefuerzaspopularesde España:Gastónde Foix en Rávena(1512), Bayardo en Robecco(1524), Odet de Foix, señorde Lautrech, en su retirada de Nápoles ( 1528).Cuandola caballeríaespariolaabrazalos modos antiguosde sostenercon galanura,por algún puntillo de honor, el fuego enemigo, cae derrotada,como en Rávena. El valor y la aptitud para el mando, así como un comportamientovaliente fueron en la primera mitad del siglo XVI motivo de brillantes carrerasde ascensosocial. Tales fueron los casosde PedroNavarro, hecho conde de Oliveto por Fernandoel Católico. 3s0"Los caballeros,en la guerra, comen el pan con dolor; los vicios della son dolores e sudores;un buen día entre muchos malos; pónensea todos los trabajos; tragan muchos miedos, pasanpor muchos peligros; avenfurzmsus vidas a mori¡ o vivir. Pan mohoso o bizcocho; viandas mal adobadas,a horas tienen, a horas nonada;poco vino o ninguno; agua de charcoso de odres; malas posadas,la casade trapos o de hojarascas;mala cama, mal sueño; las cotas vestidas,cargadosde hierro. Los enemigos al ojo. '¡Guarda allá!. ¿Quién anda ahí? ¡Armas, armas!' Al primer sueño,rebatos;al alba, trompetas. '¡Cabalgar, cabalgar! ¡Vista, vista de gente de armas!' Esculcas,escuchas,atalayas,atajadores,algareros,guardas sobre guardas.'¡Vaya allá! ¡Torne acá! ¡Tornad vos acá! ¡Id vos allá! ¡Nuevas,nuevas! Con mal vienen éstos.No traen.Sí traen.¡Vamos,vamos! ¡Estemos!¡Vamos!"'. GutierreDíEZDE GAMES, t/ Victorial. Crónica de don Pero Níño. Edición, prólogo y notas de Ramón IGLESIA. Madrid 1936, p. 18. 35' Raffaele PUDDU, Et sotdado gentilhombre. Autorretrato de una sociedad guenera: la España del SigloXVI. Barcelona1984,p. 10. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 137 Antonio de Leyva, príncipe de Ascoli, don Diego de Mendoza"conde de Melito, Hernan Cortés conde del Valle. Bernardino de Escalantedeplora que esacastade grandes soldadosno sirva de ejemplo a las casasnobles de Esparla:'T.{opretendenagora los cavalleroshonrras,ni interesescon tanto trabajo, contentadosecon una mediania en sus casas,serviendoa las damasy ocupiándosede juegos y conversacionesmas domesticas"3'2.Laguerradab4 sin embargo,oportunidadesa la gente llana, estimuladaspor los más expertosjefes militares de la nobleza; así,el duque de Alba favorecíala meritocraciamilitar3t' y ou para todos los hombres de armasde su tiempo un maestrode disciplina militar. Parecíaconfirmarseque "la guera sirve en ocasiones para definir el orden social"354 El infante plebeyo que gana sueldo'vale" algo en términos contantes,pues puede ser "rescatado"; antes,cuandono valía nadaporque era mesnadade servicio obligatorio, se le dabamuerte si caía exhaustoen la batalla3s5. Ahora la soldadaes la salvaguardadel soldado,y también simboliza su honor: a los ojos del maestrede campo FranciscoVerdugo, los que recibían paga eran dignos de un trato mejor que el que se reservabaa los ladrones;y adanás, "por su paga" les hacía marchar libres, esto es, tasabasu rescateen un mes de sueldo356. La tasaciónse practicabaentre francesesy españolesdesdelos tiernposdel Gran Capitan y el duque de Nernours,que la negociaronen Italia: un soldado,una paga;un hombre de armas,tres; capitanesy alferecesseis,jefes de escuadrónde caballería,un año; nobles a discreción (y a disposición)del general3sT. Y el soldado,cualquieraseasu rango,no sólo vale cuando 352 Bernardi¡o de ESCALANTE. Dialogos del Arte Militar, de Bernqrdino de Escalante, Comissario del sancto Oficio, en la Inquisicion de Sevilla, y Benefciado en la villa de Laredo. Sevilla 1583, Diálogo segundo,fol. 2v. 353 FernandoGONZÁLEZ DE LEÓN, Doctors of Military Discipline: Technical Expertise and the Paradigm of the Spanish Soldier in the Early Modern Period. "Sixteenth Century Journal". Vol. XXVII, n-o.l. Primavera1996,pp.6l-85 (p. 64). "" JoséEnriqueRLIZ-DOMÉNEC,.E/ Gran Capitán Barcelona2002,p.324. "'PllDDU. op.cit.p. 32. "o Al combatientesoldado se le concedealgunos puntos m¡ísde respetoque al villano o al vivandero que se pone a combatir; éstospuede ser ahorcados,el soldado es perdonadoporque se gana la vida con su soldada.Delante de Gruninghen soldadosenemigosholandesesse desmandabanabandonandouna fortificación que estabasiendo sitiada por Francisco Verdugo, quien cuenta."Y tomabemosmuchos de ellos, a los cualesmandabaahorcar luego a la hora delantede su fuerte, y echar en la mar, sino era a los de las compañiasviejas que con ellos venian algunos, y a estosles dexabair por su paga, cosa que daba grandisimo descontentoa los demas;hiceles poner al rededor de su alojamiento algunos billetes en que les decia que hombres que no tenian sueldo ni merescianser tratadoscomo soldados,sino como ladrones, que el nombre de soldado venia del sueldo, y el que ca¡ecia de el no era soldado". VERDUGO. Commentario del coronel Francisco Verdugo de la guerra de Frisia. En XIIII años quefue Governador y Capitan general de aquel Estado y Exercitos por el Rey D. Fhelipe N..9. Napoles 1610. Editado por la 9olección de Libros EspañolesRarosy curiosos, tomo segundo.Madrid 1872.p.65. . . 31. "'PUDDU, op.citp Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón r38 su actividad, al caer prisionero, queda anortizada, sino también porque haciendo la guerra "crea riquezt',lariqueza del soldado: el empleo3s8. Esto es facil de comprender por los soldadosde un lado y de otro de la guerra. El soldado,atado al sueldo,sabeque lo más importante es seguir cobrándolo;y para que é1lo cobre, es preciso que el soldado enanigo le ataquelo menos posible; y para que le ataquelo menos posible, es mejor, las más de las veces,dejarle enpaz. Es un mecanismopsicológico que funciona casi como una ley de la economía,y que generalmentese practica en conha de las leyes de la guelra, que obligan a hostigar al enemigo en toda ocasión.La convenienciamutua llegaba a ser un código oculto de conducta3se. Ahora bien, si el soldadoperdía su sueldopor causadel rescateque pagaba, debía ser resarcido;de ahí la importancia de fijar de común acuerdola tasade cada prisionero de guerra.Esta práctica tenía una tradición multicentenaria,y la habían usadotoda clasede huestes,incluso las municipales; también existía el derechoal resarcimiento(emiendaso erechas)por pérdidasfisicas sufridas en sen¡icio3o.Y en todo caso,los ejércitosviajaban con hospitalesde campaña361. Este es un aspecto,de 358 La suertede la batalla de Pavía pudo haber sido otra si Giovan FrancescoFratino, del cantón de Lugano, de servicio en el ejército francésen el sitio de Pizzighettone,no hubiese arrancadola mecha a un comparieroque iba a matar al marqúesde Pescara, con la excusade que gracias al marquéshabía guerra, y así "vivimos ganandosueldo". En Marino VIGANO. I lasciati degli ingegnieri Paleari Fratino da Morcote nelle carte dell'Archivio diocesanodi Lugano. "Carte que vivono: studi in onore di don G-^iuseppe Gallizia". Annando Dadd Editore, 1997,p. 424. 35e Este mecanismoha sido estudiadopor Robert A)GLROD en The Evolution of Cooperation (Nueva York, 1984): "A mitad de esta guerra brutal (la I Mundial) surgió entre los hombres enfrentadoslo que se llamó el 'sistema de vivir y dejar vivi¡'. Las tropas se atacaríancuando se les ordenase,pero entre grandes batallas cada lado evitaría deliberadamenteel hacer mucho daño al otro, siempre que la otra parte correspondiese"Axelrod da un ejemplo: en u.nsector de las trincheras temporalementetranquilo, los francesesrespondíancon dos tiros por uno alemán,pero no disparabannunca primero. El mensaje codificado era; si no me disparaste dejaré enpaz; si me disparas,tomaré represalias.Por eso,poco a poco glos y otros comprendíanque más les conveníano disparar en ningún caso(p.60 y s). '* Asi. el jurídico militar Juan Martínez deYegaseñala que el fuero de Teruel regulaba las erequias o enmiendas,o rescatede los prisioneros de la hueste.El fuero también preveía resarcimientopor las lesionesfisicas sufridas en campañasegún su gravedad.Existía una tarifa aplicada indistintamentea daños de hombres y de bestias.Añade este autor: "Hoy nos parece inaudito que se califique de daños el cautiverio y las lesiones;pero en Ia Edad Media se les hacía objeto de enmienda,porque no se diferenciabanlos conceptosde daño y de perjuicio, ni, consiguientemente,los de resarcimiento e indemnización". MARTINEZ DE VEGA. Derecho militar en ta Edad Media,Zaragoza l9l2,p. 51. 'u' Las galerasde la corona de Aragón contabapor lo menos desde 1354 con servicio médico embarcado, según las Ordinacions sobre elsfeyts de la mar, de Bernat de Cabrera.Los soldadostenían derechoa la asistenciamédica, tanto en combate como por enfermedad.Cada compañíadisponía de un "barbero", encargadode la asistenciasanitaria más elemental.La plana mayor de cada tercio disponía de cirujano y de médico; el cirujano era un practicante formado a la sombra de un médico, y ésteúltimo tenía, a diferencia del otro, título universitario. Las campañaso grandesemperes¿ni de la corona contabancon hospitalesportítiles; estosestabanatendidospor numerosopersonal sanitario, hubo hospital de campana con cien personasa su servicio; los dirigían clérigos. En la campañaimperial de Túnez en 1535 se dispuso de un hospital de campañade 250 c¿rmas;el hospital estabagobernadopor los obispos de Mondoñedo y Guadix. Manuel GRACIA RIVAS. La asistenciasanitaria de los tercios. En "El EmperadorCarlosV y su tiempo". Op. cit. P.321. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 139 interéstanto jurídico como económico,que no ha sido debidamenteinvestigado, como en generalno lo ha sido todo lo concernientea los derechospasivos confiaídospor los soldadosy oficiales, sobrelo que sólo podremoshacer alguna mención muy someraen el curso de estetrabajo. Había un instrumento infalible para el resarcimientode todas las pérdidasy penalidadesdel soldado: el botín de un saqueo.En BaltasarÁlamo de Barrientos el botin es presentadocomo práticamenteun derechodel soldado en la guerra362. Lo decía sin tapujos el duque de Osuna,virrey de Nápoles,que conocíabien lo que podía temerse de soldadosamotinadospor falta de paga,pues él había sido rehén suyo en Flandes:las dos cosasque movían a la gente de guerra, escribió, eran "la ambición de honor y intereses".Y añadía,ponderandolas ventajasque estacodicia podía dar a su política antiveneciana:"seria diferente sacoel de Venecia que el de Argel, que es lo que lleva a los soldadoscon gusto, no solo a la guerra,pero a la muerte'o3ó3. Un ejército regular no podía, en determinadascoyunturaspolíticas, prestartodos los servicios necesariosal combate.Muchas vecestenían que contratar la participación en la guerra,junto a ellos, de regimientosy compañíasde soldadoslibres, que no recibían soldada.La contribución de éstosal éxito del combatese hallaba en relación directa con la expectativade botín; si lo esperaban,combatían;si no, se apartaban,o luchabande mala gana364.Noes extrario que entre ellos y los que recibían paga se abrieseuna brecha de desconfiatua.La soldadatenía un contenidomoral: era un pacto de lealtad y fidelidad entre el rey y el soldado,si hemos de atenderal testimonio de Martín de Eguiluz. El juramento significa que el soldadono abandonaráal rey, y el rey no abandonaráal soldado36s. La imagennoble y exaltadade la milicia que nos presenta 362 Siempre encontrarásu majestadde cincuenta a sesentamil soldados,que irán a la guerra ofensiva "cuando seanecesarihacerla a algún vecino, y con la speftuza del sacoy de la conquista". ÁleUOS Og BARRIENTOS. Discurso político al rqv Felipe III al comienzode su reinado.Introducción y notas de Modesto SANTOS. Barcelona 1990.p. 94. 363Copia de carta original del duque'de Osuna a S. M. De napoles a 17 de diciembre de 1618.En Colección de Documentos lnéditos para la Historia de España.Tomo XLV[. Madrid 1865, p. 62 y s. 3s Sü Roger WILLIAMS, The Actions of the Low Countries. Edición e introducción de D. W. DAVIES. University Press.Iüaca, Nueva York 1964, p. 33. 9ornell 3ós 36Todoespañolque asentaresu plaga de soldado,para servir a su Magestad en los libros y listas de su Real sueldo, es su criado desdeaquella hora y punto, y promete toda fidelidad y lealtad, hasta ser licenciado de su superior y ser borrado de la tal lista, sin que haga ningún otro juramento, como lo acostumbrehazer la nación alemanaquando sirve a quien le paga...Pero en la nacion Españolacon solo el assientoque haze esta obligado seguir la vandera debaxo de que tal assientohiz6, si¡ ningun otro juramento, de no la dexar en ningun modo ni tiempo, ni por todos los peligros que se le ofrecieren, sin que tenga licencia por escrito de su superior, que el tal no la dara sino por causalegítima... Y alo de hazer forgosamente,que no tiene apelacion,pues su Rey le paga toda su vida, sin le despedir,como haze a otras naciones,que en acabando dehazer sujornada los paga y despide.Pero nuestranacion Españolasiempre, y donde quiera que se halle, en ltalia, Flandes,España,Indias y Berberia, por todas partes le pagay Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 140 Eguiluzhay quecontrastarla, sin ernbargo,consurefutaciónpor sórdidosaspectos de la milici4 quenostrasladaNúñezde Alva: los capitanescobranpor plazasqueno están cubiertas,los señoresmetenen la pagaa suscriados,unosrobana la haciendadel rey, otrosa lossoldados...3óó EL MILITAR COMO PROFESIONAL La cualidad militar del ejército real mas apreciadapor los extrañosen aquel tiempo era, sin embargo,la formación técnica, la calidad profesional, que daba cuenta, en una sola doctrina, de la disciplina, el valor y el rendimiento. Maravall señalaque en los alboresdel gran ejército real no se tratabade manteneruna ética de caballerossino de adquirir una técnicamilitar3ó7.Era la respuestaadecuadaa tm aumentorapidísimo de la demandade prestacionesmilitares. El soldadoy cronista militar inglés Roger Williams expresabasu admiración por la profesionalidaddel ejército español.Williams estudió sus técnicasy las cualidadesde sus mandosen un tratado,A Brief Discourse of War. El secretode sus éxitos, decía,estabaen su disciplina; sus accioneseran como una universidad abiertadonde se impartían las enseñanzasde la guerra368. Dado que la crónica de sus experienciascomo capitan de una compañíade inglesescubre el periodo sustentaen su Real servicio muchos mesesy años, para todo el tiempo que los ha de menester".Martín de EGALUZ, Discursoy regla militar. En PllDDU.Op.cit.p.200. 'oo Un testimonio literario de Diego Núñez de Alva permite apreciar la comrpción dentro de los rangos inferiores del ejército. Dice el "Caminante": "Aveys de saberque yo era pagador y quando a los soldados les tomava la muestrahaziame muy zeloso del servicio del rey: y no consentiapassarmogo alguno: y tenia gran vigilancia en mirar bien las señaspara que no p¿rss¿rsse algun criado de señor o otra personaen nombre de algun soldado que fuesseydo o muerto. Los capitanesdespues,hallandosecon tantasplagas menos, o se venian ellos a la noche a mi posadao me embiavan sus alferezesrogandome que por amor de Dios que no les deshiziesselas compañías,que les bolviesse las plagasy que nos partiessemoslas pagas. Y destamanerame aprovechavatanto solo yo como todos los capitanesde un tercio, y aun m¿rs:porq. ellos avian de partir con sus alferezesy sargentos,y gastanlocon sus soldadosy yo quando mas me partia con otro. AIIende desto no avia faltado el soldado a la muestra,quando le borrava la plaga: despuesel venia rogandome q. se la bolviessse,y quando mucho acabavacomigo era q. la plaga le bolvia mas q. no le pedia dar la paga y assentavalopor pagado,y echavameyo la paga en mi bolsa, premio de treynta malos dias y malas noches,que el desventuradoavia servido. Y allende de todo esto al dar de las cuentas (hazme Ia barva, hazerfehe el copete) siempre encaxavaun zero demasiado".¡nÑgZ ALVA. Dialogos de Diego Nuñez Alia, de Ia vida del soldqdo en que se cuenta la conjuración y pacifcacion de Alemaña con todas las batallas, recuentrosy escaramuQasque en ello acontecieron en los años de mil y quinientos )) quarenta y seys y q)ete,y juntamente se descrive la vida del soldado. En SalamancaMDLII. El libro no estánumerado ni foliado. 3ó7 Maravali señalacomo ejemplo del nuevo profesionalde las armas"tecnificadoua Gonzalo de Ayora, que fue quien introdujo primero en Castilla el "pelear en ordenanza" que practicaban a rajatabla los suizos. Maravall añadeel ejemplo del marqués de Cáñiz, de quien el Cura de los Palacios decía que "era caballero que le placía mucho la geometría de labrar y reparar castillos y c¿rs¿ts y csrc¿rsy fortalezas y labró y gastó en ellas". Op. cit. P. 16 y ss).Otro ejemplo acabadode miütar "tecnificado" es Luis Escrivr! ingeniero consfuctor de los castillosde la ciudad de L'Aquila, y SanTelrno, de la ciudad de Nápoles.Ver SÁNCÉIEZ-GUÓN. Pedro Luis Escrivá, caballero valenciano,constructorde castillos,Ayuntamiento de Valencia, 1995. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t4l 1568-1573,asumimosque su alta estima de las virtudes de los soldadosesparlolesse debe al modo que tenía el duque de Alba de gobernar el ejercito, caractenzadopor una implacable disciplina y una paternal atencióna las necesidadesde los hombres, aparte de sus saberespuramenteoperativos.El duque reprendió una vez a los soldados,con ocasiónde habersealteradoéstospor una falsa alarma,evocando"la inseparableunión que entresítienen mi gobierno con la disciplinay ladisciplina con mi gobiemo"36e. Esemismo ejército apareceríamuy pocos años despuésconsumido por la indisciplina y la revuelta, situación que dio lugar a la perdida de prácticamentetodos los PaísesBajos en las gobernacionesde Luis de Requesensy de don Juan de Austri4 hasta que se pudo dar un vuelco a la situaciónbajo el mando militar del duque de Parm4 Alejandro Farnesio.Ni siquiera éstese vio libres de los motines. Este último fenómeno, tan característicode la épocay de aquella guerra, se hallaba inserto en una maligna circularidad de causas;como escribió el cardenalBentivoglio, "De la guerra nace el gasto,destela dificultad de las pagtr, y dellas la alteraciónde los soldados,y de la alteraciónal fin el motin; quanto durarenlas guerras,tanto durarán estosdesordenes"370. Las guerraslargaslos favorecen,porque crecenlas apreturasde los soldados3Tl.Pero esasconsecuenciasno son nada comparadascon las que causanlos motines a la marcha de las operaciones,que inevitablementequedanfrustradas,si es que no son causade un graverevés372. Alternativas tan contrastadasentre el triunfo y la derrota suscitabanjuicios contradictoriossobreel grado de preparaciónprofesional del ejercito y la milicia. Así, Bernardino de Escalante,en su Diálogos del Arte Militar, dice que "en nuestraEspaña falta de todo punto estadoctrina"373;y mas adelante:'he visto que an salido de Españaa diferentesjomadas grandissimonumerode soldadosnuevos,faltos de toda disciplima 3u8 DAVIES. Op. cit. p. XXXVIII. 'o" Cardenal BENTIVOGLIO. Guerra de Flandes escrita por el eminentissimoCardenal Bentivollo. Traduxola de la lengua Toscanaen la española el Padre Basilio Varen de los Clerigos Menores... Madrid MDCXLIII. p. 69. 3to BENilvocLIo. op. cit. p. 169. '" LJnaguerra larga "hace que los soldadosse acompañencon las mujeres, que se llenen de hijos, que por esterespetose reduzcansiempre a mayores necesidades,y que, finalmente, convertidas éstasen vicios, se amotinen, muchasveces,más porque quieren que por tenerjusta ocasión de hacerlo". Los motines militares en Flandes,Innoducción. "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos". Madrid, juliodiciembrel9l l, pp. 216-235. ''' El motin de Haarlem, de julio de 1573, movió al duque de Alba a dispersarlas fuerzas del ejército en 300 guarniciones.Carta de Requesensal rey, de t6 de marzo de 1574.En Nueva Colección de DocumentosInéditos para la Historia de España, tomo I, p.367. Suponemos,sin embargo, que esta medida debía tener una motivación estrictamentemilitar, como la de asegurarla defensapor el control de numerososountos. 373 ESCALANTE. Op. cit., dedicatoria al cardenal don Rodrigo de Castro. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 142 Militar". Esto ha producido gran dario en jomadas tan importantescomo la rebelión del reino de Granada,el desbaratodel conde de Alcaudete en Mostaganemy la perdida de la Goleta y del fuerte de Túnez. La impreparacidnde los militares también se da en el Nuevo Mundo: "porque sin duda los mas de los oficiales de la gente de guerra que se llevan a las proüncias del Peru y Nueva Esparia,y a las Filipinas y otras Islas de aquel m¿Ir,no han militado, ni visto jarnas campearexercitos"3Ta. Obsen acionescomo ésta, sin ernbargo,reflejan la insuficiencia, más bien que la inexistenciade recursos profesionalesmilitares, tanto de tipo operativo como intelectuales,insuficiencia sin duda debida a la gran demandaejercida sobrelimitados recursoshumanosy materiales por parte de los inmensosterritorios puestosbajo la soberaníade los reyes de España. A pesarde todo, los recursosintelectualesde la ciencia militar, en comparación con los ofrecidos por otros estadosmuy militarizados de Europa, eran not¿bilísimos375. Llama la atenciónla libertad de crítica de los escritoresque han sido militares sobrela incomptenciao la comrpción en las filas del ejército, que se declarany denunciancon gran soltura. Con esaactitud contrastanlas dudasque tiene Williams sobrela legalidad de que los soldadoscritiquen a sus generales,aunqueé1,por su parte, hace la crítica de una de las operacionesde Alba, el sitio de Alkrnaar,plazamucho mas dificil que Haarlem, que el duque acababade tomar con un costo inmenso376. Volviendo al progresorelativo de la ciencia militar en su tionpo, señalaranos que lo mismo se puedeafirmar de la fortificación militar, llevada a un desarrollo rapidísimoy a escalamundial por los ingenierosy soldadosde CarlosV y Felipe II, de tal modo que si fueron los arquitectosmilitares italianos los que dieron en el siglo XV las más avanzadassolucionesdel tiempo de la artillería, fueron los ingenierosy artilleros españoleso al servicio del rey de España,los que aplicaron al arte de la "o ESCALANTE. Op. cit. Dedicatoria "A los muy illustres señoresde la lnfanteria Españolaque assisten presidio en los Reynos y estadosdel Rey don Phelippe nuestro señor". $g r/) ('lhe explosion in üe number of works of military sciencepublished by Spaniardsin the late sixteenth century has no contemporaryparallel, certainly not in the Dutch arrry, whose officers wrote very little. In Venice, the hub of military publishing in the sixteenth century, there were sixty-seven works of military scienceissuedbetween 1492 and 1570, most though not all Italian. Sixty-four other works of similar topic appearedi¡ the rest of Europe during üese years. ln contrast, we find close to sixty military treatises published in the Low Countries and the Spanishworld between 1567 and 1621, most of them written by army officers". FernandoGONZÁLEZ DE LEÓN, Doctors of Military Discipline: Technical Expertise and the Paradigm of the SpanishSoldíer in the Early Modern Period. "sixteenth Century Journal". Vol. XXVII, no. l. Primavera 1996, pp. 6l-85 (p. 64) . Ver también Fernando GONZÁLEZ DE LEÓN, f¿¿ road to Rocroi: The Duke of Alba, the Count-Duke and the High Command of the Spanish Army of Flanders in the Eighty Years War, 1567-1659, Ph D. dissertation.The JohnsHopkins University, 1991. r /o'.rTo say troth, if it were lawful for men of war to find fault with any enterprisethat their general undefakes, they had reasonto fear Alkrnaar, considering how their misery endured before Haarlem above ten months, in the which time üey lost above twenty thousandlives, the most with sicknessand misery". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t43 fortificaciónsumordientey practicidadmilitar, afrontandodemodocompetentísimo la guera de sitio, la cualhabríade caracterizar al conflictoarmadoen Europay la luchaen ultramar, durantedos siglos377 JoséMaría García Marín, que rechazalas descalificacionesde la eficacia general del sistemaadministrativo y politico de los monarcasde la casade Austri4 hace extensivo eserechazoa las críticas de ineficacia del sisternamilitar378.Si el sisterna.en efecto, era eficaz,su eficacia daríarazónde la perdurabilidadde su presenciaen Europa, a pesarde tantasderrotascomo se registraronen los PaísesBajos y la flaqueantedisciplina y baja moral atestiguadaspor los motines. Felipe [V reconocíaen 1632 que "la disciplina Militar de mis Exercitos ha decaido en todaspartes de manera que se hallan sin el grado de estimacion,que por lo passadotuvieron"; por ello restablecíala precedenciade los españolesen las vanguardiasde las campañasy las plazas,como era tradición de los ejércitosreales3Te. Pero no debió ser tan respetadala precedenciaespañolacomo el rey pretendía,porque seis añosdespuésel maestrede WILLIAMS. Op.cit. p. 91. ' '' A esterespecto ver Apologia en escusationy favor de tasfabricas del Reyno de Napoles, del ingeniero militar valenciano Luis Escrivá, consideradoel primer tratado de toma y defensade las fortalezas modernas,que data de 1538. Manuscrito en la Biblioteca Nacional de Madrid (Ms 2852). Editado por primera vez por el coronel de Ingenieros Eduardo MARIATEGIJI, Madrid 1878; reeditaday comentada en 2000, edición al cuidado de Antonio SÁNCHEZ-GIJON: Iuis Escrivá, su Apologia y taiortificación imperial. La Apología anotaday comentadapor Fernando COBOS y Javier de CASTRO. Biblioteca Valenciana,Valencia 2000. Cobos y Castro situan la figura de Escrivá en una perspectivay en un contexto donde se reconocea los jefes militares, maestresde campo e ingenieros españolesun papel, influencia y crédito que indebidamentese venía atribuyendo en exclusiva a los ingenieros militares italianos. 378 García Marín dice: "Me atreveríaa dcú que la burocracia - civil o militar - de ese largo periodo acertó a poner en práctica los fines para los que había sido concebidamejor de lo que algunos - acasopartiendo de esquemasen excesosimplistas - puedanpens¿u...Una maquinaria administrativa cada vez más compleja al par que lo eran las necesidadesa atender;pero - al menos durante el siglo XVI - eficaz y hastamodélica en algunos de sus aspectos(piénseseen el grado de eftcaciaalcanzadoen el orden militar, tras la aplicación del principio de la organización y la racionalidad desdecomienzos de la centuria) respectode otros 'Estados' europeosque, si enfrentabanproblemasparecidosa España,sólo to eran en la denominación o en la forma de presentarse".GARCÍA MARÑ. Teoríapolítica y gobierno en la (onarquía Hispánica, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.Madrid 1998. P. 94. ''' A eseefecto dice la ordenanzade 1632: "Y quautoquiera,que en lo que toca a las Vanguardias,se ha observado(como cosa tan justa y debida) el darlas a la Nacion Española,sin que en esto se pueda aver puesto genero alguno de dificultad, He resuelto declararlo expressamentepor orden. Y en virn¡d de la presente,Es mi voluntad y mando, que en todas ocasiones,sin escepcionalguna, se le aya de dar, y dé la Vanguardia, sin que contra esto se admita cosa en contrario Y para mayor declaracion ordeno y mando lo siguiente: que estandoel Exercito en Presidio, la parte de la muralla y puerta de mas cuydado, por estar a la frente del enemigo, se entreguea los Españoles,y tambien el cuerpo de guardia principal de la Plagade Armas, sin mezclarseen esto las demasNaciones, las qualeshaníursu cuerpo de guardia en el distrito de sus quarteles,o en otras plagas,ó calles, entrandoprimero la guardia Españolade la Plaga de Armas, y hastaque aya arrimado las suyas,no comiencen a entrar las demasNaciones sus guardias". Sigue una lista de otros servicios en que los españolestendrán precedencia:rondas y contrarondas,cuerpo de guardia de la casadel general, lugar más vecino al enemigo, puesto mejor para apretaruna plaza, marchas,cuerno derecho de la batalla, etc. Ordenanzasde Felipe IT, de I 632. No. 77. Un ejemplar en la BibliotecaNacional de Madrid, R 35552. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 144 campoFranciscode Melo dabaa entenderquelas otrasnacionesya no semostrabantan conformescon concederla precedenciaa los esparioles3s0 LAS ORDENANZASADMINISTRATIVAS Y ORGANICASDE CARLOSV Lasordenanzas eranel instrumentoorgánicoy disciplinarioconquelos reyes disponíanel gobierno y mando de sus ejercitos3sl.Como instrumentojurídico, se situan en la tradición derivadade la doctrina de las Partidas. Los ReyesCatólicos encargaron al doctor Alfonso RodríguezMontalvo la recopilación de las leyes de utilidad militar en su tianpo. Las primeras ordenanzasde la Españamoderna,que creanla SantaHermandad, se promulgan en 1476.Es la primera fuerzapermanentedel reino, distinta de las huestes del rey. La pragmáticade 1496 establecelo que, a diferencia de las fuerzasanteriores, llamaremosejército, pues se ocupa a un tiernpo de la caballeríay de la infantería. El mismo nombre de infantería expresael cambio del conceptode soldado,desdeel de "peón" a infante. Infantería y caballerí4 además,se welven autónomasuna respectode la otra; por primera vez se da lugar orgánico a las armasde fuego portátiles dentro de las unidadesde infantería3S2. unas nuevasordenanzas,de 1503,coinciden temporalmentecon las experienciasde Gonzalo de Córdoba en Italia. Fueron públicas. Las ordenanzasdictadaspor el anperador tienen un marcado énfasisenel control administrativo del contingentede soldadosy del gasto en pagas,ütuallas, atmamenro, etc. Las de 1525rectiñcabany completabanlas de 1503;estabandirigidas a los 380Francisco de Melo dice al respecto."Las precedenciasno esjusto que cadauno las lleve de su nación a otra, y más las que tocan a la confianza y fe de las armas;pero esto seaejecutadocon tal modo de urbanidad que lo que verdaderamenteesjusticia, no lo reputen los otros por desprecio.Estasmaterias piden atentacautelaen el Capitrín General, y todas las accionesa ella tocantesy sus resoluciones,aunque sin falta nazcande su poder, mañosamentedeben ser adjudicadasal Príncipe, obrando como en obedienciade sus órdenes,que así quedarámenos empachadoel que se da por ofendido". MELO, Política militar en Avisos generales. Edición prologada por Joaquín RODRÍGUEZ ARZUA. Madrid 1944.p.173. 38' A¡ionio ContrerasGay da estadehnición de "ordennnzas":"constituyen el fundamentojurídico de los ejércitos organizadosy disciplinados con un sentido moderno". M¿ísadelanteañade:"entiendo el régimen de las ordenanzascomo un marco jurídico específico de la actividad militar y complementario de la legislación general de la Monarquía, que fue reescribiéndosecontinuamente,ampliríndosey rectificándosea partir de la experiencia histórica acumulada,de glorias y fracasos,de luces y sombras,en el desenvolvimiento y control de las tropas sostenidaspor el rey". CONTRERAS GAY. El sistema militar carolino en los reinos de España. En "El Emperador Carlos V y su tiempo". Op. cit. p. 346. Este autor ve "continuidad y conservadurismo"en la renovación de la codificación desdetiempos medievales y modemos, en contra del parecer de "algunos clásicos", como Alrnirante, inclinados a'tna periodización m¿ísríeida". 3t' Lo, rnfantesse orlanizaron en cuadrillas de cincuenta, formadaspor un tercio de piqueros, un tercio de alabarderosy un tercio de ballesterosy espingarderos. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t45 contadoresmayoresdel reino de Castilla para que reestructurasenel servicio de guardas con el fin de "reducir en número conveniente para nuestro servicio", ya que en ellas se encuentran"mucha gente, demasiada,y non provechosa"eomo porque seanbien pagadosy que la gente que en ellas quedareoüere de haber de aquí adelantesean personasabiles y suficientes"383. Las ordenanzasde I 536 reorganizanlos rangosy dan la precedenciaoperativa a la infantería sobrela caballería,que se reducea misiones de apoyo"38o.A1 coronel pasan a llamarle "maestrede campo". Al frente de las compañíasse ponen capitanes;tres compañíasformaban una "coronelía"; en el tercio había tres coronelias;el tercio estaba mandadopor el maestrede campo. Se instituye también al cancíller, que había de tomar las muestras. JoséContrerasGay señalael elevadonúmero de ordenanzasmilitares que se dictaronbajo el reinadode Carlos1385. Las de 1551,llamadastambiénde Augusta,se promulgaron en un momento de madurezmilitar, caracterizadopor la inminencia de amenazasexternasde todo tipo, especialmenteen el Mediterrá,neo,y mientras el emperadorestáen Alanania, donde ha acumuladouna gran experienciade campaña.En ellas se reforzabanlos mecanismosde control burocrático de los soldadosv de las cuentas38ó. Las ordenanzasdel periodo del ernperadorsin duda habían dado lugar a un verdaderoestatutode la profesión militar como personalcontratadopor el rey para el servicio de armasdel reino, con obligacionesy derechos.Pero en ellas no aparece desarrolladoel régimen penal adecuadopara dos fines: el mantenimiento de la disciplinay la aplicaciónde la justicia a las relacionesde los militares entreellos Contaduríadel Sueldo(2" serie),leg. l. Ordenanzadel 5 de abril de 1525. "'AGS, 384 Antonio de Pablos Cantero dice a este respecto:"Sobre la base de unas Compañíasque... deben ser de carácterexclusivamentenacional, sin mezclar combatientesde diferentespaísesen las mismas, y con trescientasplazas constantesen cada una de ellas". Se establecela unidad básica en la compañía,con trescientoshombres. En las compañíasespañolasno puede haber soldadosde otra nacionalidad. PABLOS CANTERO. La Monarquía de Carlos I. los Terciosgrandes viejos.En"El Emperador Carlos V y su tiempo".Op. cit. P.304. 385 Las ordenanzasque dio Hernán Cortés en 1520 en Taxcatecle,las ordenanzasdadaspor Carlos I en Madrid el año 1525, las dadaspara la fortalezade Bujía de 153I, las dictadaspor el emperadoren Génova p.aralai¡fantería españolaen el curso de 1536.CONTRERAS GAY. Op.cit. P. 345. 'oo ponían Se aquéllos en manos de dos contadoresdel sueldo, ayudadosporun veedor general, los contadoresde las capitanías,los capitanesy los alcaldesde las guardas,etc.; se ocupabantambién de problemas disciplinarios, de relacionesde la tropa con los pueblos, etc., así como de una caja de compensaciót (arca de cavallos) para indemnizar por los caballos muertos o perdidos en campaña". CONTRERAS GAY atribuye vi¡tudes salvadorasde la institución militar a estosprocedimientos administrativos, de pura auditoría contable, cuando dice: "tenemos que reconocer que el proceso de renovación militar en los albores de la Edad Modema se debió mris al impulso de los contadoresy veedoresque de la verdaderagente de armas". Op. cit. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex r46 mismosy conla poblaciónen general.Estoseiría alcanzando paulatinamente bajo la presiónde la dernanda por la grcrrade Flandes/Países dejusticia generada Bajos.Es en el cursode estaguera cuandoun jurista esparlol(hispano-fl¿lmenco, p¿raserexactos), Baltasarde Ayala,expresódel modomrísprecisola verdaderanaturalezadel estatuto del soldado:el hombrequetieneobligacióndematara otro387. Es de la evolucióny reforzamiento de la justiciamilitar conel fin de regular,frenaro estimularlos derechos y oligacionesdel estatutodel soldado,de 1oquenosvamosa ocuparen el siguiente capítulo. 3st Ayala consideraque el derecho del soldado a matar a los enemigos estásancionadopor la ley canónica y civil, y si no lo hace cuando se le ordena, incurre en abandonoo despreciodel imperio. Itaque tam lege canonica quam civíli permissum est militi hostemín bello occidere; imo nisifecerit,reus erit imperii desertivel contempti.Libro tercero,cap.IV, p.433. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 147 CapítuloV EL EJERCITO Y LA ruSTICIA Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 148 los ordenamientos militaresy de guerraal ¡ímbitode las ¿Pertenecen prerrogativasreservadasal príncipeen exclusiüdad? La voluntadrealtiende,bajo modeloe inspiracióntomadosdel Imperioromano, a reservarse un amplioespaciojurisdiccional.Estavoluntad,latenteentodo el tiempo transcurridoentreaquelimperioy la plenaEdadMedia,semanifiestaen la promulgacióndeRealespragmáticas,conla pretensiónde quetenganla mismaf:uelrz;a de ley quelasquefuesenaprobadas en cortes388, o bien mandatosy preceptos,para atenderal gobierno y la administraciónde las funciones encomendadasal rey38e,una de ellas, de modo erninente,es la defensa. Una cuestióna dilucidar es el lugar de los otorgamientosde beneficios, honores, castellanías,etc., de un lado, y castigosy sancionesde otro, a los señores,jefes militares, alcaides,etc. en el ordenamientogeneraldel reino3eO. Las normas que los regulabandeclarabanlas más de las vecesbasarseen la costumbre;entoncescabe preguntarse,¿teníanrango de ley del reino? ¿Esley consuetudinaria,o más bien dimana de ley pasadapor cortes?¿Intervienenlas cortesdel reino, o el concejo de un lugar, en aquellasconcesionesy castigos,que les afectan?Como se ve, hay que hacer algun esfuerzoque hagaposible tazar una línea diüsoria enfre costumbrey ley en el iímbito normativo de lo militar y de guerra.Gilissen, que trata de esteasunto,no lo clarifica del todo3er.Existe la sospechade que muchasde las relacionesjurídicas establecidas en el 388P4ra Francisco Tomás y Valiente, con las pragmáticas "se fortalece la concepción absolutistadel poder real y el ejercicio del mismo en orden a la creación de normasjurídicas generales".TOMAS Y VALIENTE. Manual de histoia del derecho españo\,4' edición. Madrid, p.244. A finales del XVI, en Castilla, el rey reclama para sus pragmáticasel mismo vigor de ley que las aprobadaspor cortes,y las cortes se reducen a pedir al rey que les informe de las que él apruebe.En la corona de Aragón las cortes se oponen a las pragmáticascontrariasa sus fueros, y en Navarra las cortes exigen el paseforal para que las pragmáticasrealestengan validez. En GARCIA-GALLO, Manual de historia del Derecho español.I. E^lorigeny la evolucióndel Derecho.Octavaediciónrevisada.Madrid 1979,p.210. "n Son los mandata y rescripta dirigidas a los funcionarios, y los decreta de decisionesjudiciales, en el Imperio rom¿Ino.Como el emperadores a la vez legislador y gobernadordel Imperio, todo conflicto es resueltopor voluntad imperial, y los juristas dan igual validez a aquellos instrumentosy a las leyes. Estas mismas facultadesde gobernación se mantienen en el reino visigodo, y aún en los reinos cristianos altomedievales,en que la carenciade un ordenamientosistemáticomovía a los reyes a dicta¡ normas de comportamiento a su arbitrio, los praecepta o mandata, o los capitula missorum del reino franco en Cataluña.Ver GARCIA-GALLO. Op. cit. t.I, p. 212 y s. 3s En Castilla, las leyes aprobadasen cortes y iecogidas en los ordenrmientos; y las disposiciones emanadasde las prerrogativasreales:cartas patentes, realesprovisiones, reales cédulas, reales decretos, realesdecretos,etc. Ver GARCIA-GALLO. Op.cit. t.I,p.214. 3er¡'Hay que concluir que a hnes del siglo XV, y sobre todo en el XVI. se ha producido un cambio importante. La ley ha llegado a ser efectivamentela principal fuente del derecho,bien bajo forma de ordenanzaspromulgadaspor el príncipe, bien bajo forma de costumbresdecretadasque han adquirido fuerza de ley. En menos de un siglo la ley se ha convertido en preponderante".GILISSEN. Individualisme et securitéjuridique. La préponderance de la loi et de l'qcte écrit au XVIe siécle dans I'ancien droit belge. En el volumen de varios autoresIndividu et societé a la Renaissarce, Bruselas 1967,p. 49. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 149 ámbito militar y de guerra se regían por los amplios e imprecisos criterios de la costumbre. Gran parte de aquellaspragmáticaspodían entrar en conflicto con leyes pasadas por cortes;pero creemosque las concernientesal ordenamientomilitar y de guerrano encontraronoposición consistente,debido a que esasmateriasescapabanen generala la jursdicción de las cortes,tanto en Castilla como en la corona de Aragón. En cuanto a las disposicionesde mero gobierno o administraciónde los soldadosy gente armada, generalmenteno merecíanmas que protestas,más o menos energicas,de las cortespor atropellosocasionaleso por conflictos de competenciasen casospenalespuntuales.Las reservaso contrafuerosque se les podían oponer tenían que ver mas con las implicaciones financierasde las decisionesrealesque con el sistemade obligaciones, deberes,derechos,disciplina y justicia, resultantesde la ordenaciónde las fuerzas,su conducciónen la guerra y las consecuenciasen los tratadosinternacionales. De entre las disposicionesresultantesde las prerrogativasjurisdiccionales de los reyes son particularmenterelevantes,para el periodo que nos interesa,las facultades reglamentariasdelegadasen los gobernadoresy virreyes de territorios pertenecientesal patrimoniode los reyesde España:PaísesBajos,Flandes,reinosde Italia, etc.,y los de Indias. Las Instruccionesa los virreyes y gobernadorespodían contenerdisposiciones cargadasde imperiosidad coactiva,con potencial para el conflicto jurisdiccional en los territorios concernidos;otras veceslas consecuenciaseran de largo alcancey duración3e2. DESARROLLO HISTÓNICO DEL DERECHO MILITAR Siguiendo a Nicolás Gotuález-Deleito y Domingo, García-Galloy otros, se puedeestablecerque la historia del derechomilitar en Españaestálleno de lagunas.Son escasoslos historiadoresdel derechoque han sabidounir la ciencia histórica y la ciencia jurídica. Govález-Deleito utiliza, para su estudio de esamateria, el conceptode jurisdicciólr en su acepciónconvencional,alejadade las concepcionesjurídicoadministrativascontemporáneas.En la Edad Media todo lo concernienteal derecho militar se desarrollabajo la impronta romana de la noción de imperium como mando y 'n' Una disposición general como la Ordenanzareal del Peru tuvo una vigencia secular. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 150 como facultad de juzgafe3.Se hace necesariauna breve reseñadel desarrollo de los conceptosromanos de justicia militar. Segun Fraga, la organización militar de Roma era r¡n factor integrador del estado y asegurabaa los romanos su superioridadsocial sobreotros pueblos'eo.Si esto es verdad, como parece cierto, es de gran interés entender la impronta de ese drecho militar romano en una proüncia tan importante como la de Hispania, en que se forjaron los fundamentosde los que luego seríanlos sucesivosreinos de España. La administraciónde justicia en la Roma republicanase ejercía en el senode las legionesromanaspor los tribunos, que podían imponer la pena capital. Los tribunos podían delegarsus funcionesde justicia en los oficiales, y en algunos c¿tsosse formaba un consíliun de magistrados.En el Imperio, estafacultad pasaal senado,pero la ejerce generalmenteel príncipe. Constantinointroduce una especializaciónjudicial de la potestadjurisdiccional, al crear los magístrí arrnorum y magistri milinm. En esta estructurase percibe una administraciónde justicia militar plenamentediferenciada.Se fija de modo claro la noción del generaldel ejercito como juez(Codex, De Re Mílitari 18, pilnafo tercero/. Se circunscribíaasí lo que para otras situacionesGarcia-Gallo denominabaun ias singulare, como "ordenamientoque rige de modo distinto a como 1o hace el Derecho general,una situación especialpero de cierta generalidad".IJn ordenamientoque, al singularizar a unos sujetos, caractenzabapara ellos'1¡na situación excepcionalpero lesiva y perjudici al", el privilegium odioso3e5; término ésteque, paradógicamente,al señalaruna excepcionalidadrespectodel ordenamientocomún, se interpretó en muchos casoscomo un beneficio o discriminación positiva en favor de personaso grupos, como parecepoder leerseen determinadasleyes de las Partidas concernientesal orden de caballería. 3n3"Y precisamente el Derecho militar romano inspira la organización de los ejércitos en nuestraEdad Media, sobreviviendo - en muchos qspectos- a la extinción del dominio de Roma en España". GONZÁLEZ-DELEITO, op. cit. p. I l. 3eoFraga lribarne dice a esterspecto: "Los romanos elevaron a su máxima perfección todas las tecnicas socialesde la Antigüedad, edificando el Estado más poderoso, el Derecho más sistemáticoy una estructuraeconómica relativamenteefrciente.Pero todo ello se construyó sobre un continuo guerrear victorioso y se hundió con la superaciónde las institucionesmilitares roman¿rs.Estas,a su vez, como ya observó Vegecio en De re milüari,lo que tenían eftt una superioridad social y no técnica, en relación con Ios otros pueblos de la Antigüedad. Roma vence a paísesmás poblados, más ricos, de razamás vigorosa, e incluso (en el caso de Grecia) poseedorade un armamentoy unas tecnicasguereras superiores,con 'la continua instrucción militar, la exacta observanciade la disciplina en sus campamentosy el cultivo incansablede las demásartes de la guerra"'. FRAGA IRIBARNE, Guerra y conflicto social. Madrid t962,p.48. 3nt GARCIA-GALLO. op.cit. p.242. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 151 Esta interpretación"beneficial", o favorable, delprivilegium, sin e,rnbargo, contrasta en otras épocascon rasgos agravantesdentro del ordenamiento singularizado'nu,tal como ocurrió con el emergentederechomilitar ylo deguerrq en los siglos XVI y XVII, épocaen que se consideraque nacieronlos ejercitosmodemos,bajo directa inspiración romana. La singularizaciónde un tipo de personaen razón de servicio y el investirse esapersona delprivilegium (benefrciosou odioso, da igual) que sobreella recae,demarcanel territorio de la noción defuero militar. De las numerosasdisposicionesconcernientesa la disciplina de las legiones romanas,así como de las ordenanzasimperiales, sólo llegó a tiempos bajomedievalesel tratadoEpitome Institutionum ReiMilitaris,de Flavio Vegecio Renato3eT, que aunque no se tradujo al castellanohastael siglo XVII había tenido amplia difusión duranteel siglo XVI en versión latina e italiana3e8. Retomandoel hilo histórico, señalaremosque la Alta Edad Media se caracteriza, en esteorden, por cesaren la diferenciaciónjurisdiccional por razÍndel servicio militar. Ni hay jueces militares, ni se distingue entrejurisdicción ordinaria y militar. Se da y mantienedurantesiglos una'lrnidad de fuero", por la que el hombre es vasallo o señor enlapaz y para la guerra. Esto ocurre de igual modo tanto en Españacomo en los otros reinos europeos.La Lex Visigothorum,llarnadamástarde Liber Judiciorum, refleja la fusión de elementosgermánicosincorporadossobreun fondo normativo romano. Se conservala unidad jurisdiccional bajo la autoridadreal. Nadie puede eximirse de prestar el servicio militar3ee;todos los ciudadanosdebenacudir a la guerrapara la defensadel país400. Una ley disponeque los desertoresy traidores quedarána merced del rey, para que hagade ellos lo que quisiereaol. Estadisposiciónse repiteliteralmenteen el Fuero Real (leyes II y V, título XIX). 'No hay más reglasde caráctermilitar en el Fuero Real. La jurisdicción se encarnaen el Monarca", dice Goruález-Deleito402. 'nu Sott las nociones de los privile giosfavorables y odiosos de que habla GARCIA-GALLO. Op. cit. p. 244. 3e7 Cuatro autoresespañolesse han ocupado,según GONZÁJ-EZ-DELEITO, del derecho militar romano: l)COLONDELARRIATEGUI,Féhx, JuzgadosmilitaresdeEspañaysuslndias,tomol,Madridl8lT; 2) FELIU DE LA PEÑA, Francisco,Fundamentosde un nuevo Código Militar.Barcelona, 1850; 3) GUZMAN, Antonino, Tratado elemental del derecho Militar y nociones de Derecho Internacional durante la guerra. Valladolid, 1882; 4) MARIN PEÑA, Manuel, Instituciones mílitares romanas, Superior de InvestigacionesCientíficas. PatronatoMenéndez Pelayo, Madrid 1956 Qonsejo 3e8 La versión en castellano,publicada en 1601, se debió al capitan Juan VenegasQuijada. 3neLibro lX, Defugitivis et refugientibus ouu Título II del libro IX. oo' L"y novena,título II, libro IX. oot GoNZÁLEZ-DELEITO . or.. cit. p. 22. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón r52 El desarrollourbano al paso de la Reconquistava estableciendocomunidades regidaspor fueros que regulan de forma autónomasus üdas. Casi todos los fueros contienenleyes o reglas a obseruarpara la defensade las villas, sus muros y tierras, y para acudir en defensadel rey, y a huestescontra enemigos.Los üllanos debenhacer prestacionesde tipo militar: algaras, para salir a combatir a los moros; elfonsado,:urt tributo pecuniario aplicado muchasvecescomo obligación de alojamiento de soldados; anubda, para la prestaciónde servicios personalesen la construccióny restauraciónde muros y fosos, etc. El fuero de Zaragoza,otorgadopor Alfonso I el Batallador, establece la obligación de los zaragozanosde ir a la batalla campal y a sitiar castillo por lo menos durantetres días. Muchos de estosfueros, de validez transitoria, eximen a los üllanos de acudir a la hueste,o les permiten redimir la obligación mediantemoneda.El fuero de Daroca, concedidopor Ramón Berengueren 1142,obliga a los que toman castillo a conservarlo.El fuero de Teruel estableceel juicio para los sospechosode traición, pflo esafunción siemprela ejercíala justicia ordinaria. Juecesy alcaldestienenjurisdicción sobrelas medidasnecesariaspara manteneren segurolas villas (Fuero de Cuenca).No se contempla,pues, la especializaciónjurisdiccional por razón de la función militar. Bajo influencia real se introducen algunos criterios discriminadoresde una jurisdicción particular para los asuntosmilitares. El Especulo alude a "quantasmaneras se departela justicia para escarmentarlos que fazen algun mal en guerra'/o3.El caudillo o adalid de una huestepuedenombrar wt alcalle parafazerjusticia de todos los malos fechos...,que debeseerfechaen toda manerade guerraaqa. Las Partida.sson el texto legal con mayor influencia sobrela justicia militar entrelos siglosXIV a XVII. En ellas se fundeninfluenciasromanas,canónicas(Código justinianeo, Digesto , y Decretales etc.),así como feudales,éstasprocedentesde los Librifeudorum.La filosofia jurídica que las inspira es el derechonatural: las Partidas estántomadas"de las palabraset de las buenasrazonesque dixieron los sabios,que entendieronlas cosasrazonablementeseguntnatura. Hay dos manerasde derecho, afirma \a Partida primera: derechonatural y derechode gentesa06. Se toman también como fuenteslas palabrasde los santosy los dichos de los sabios,"que mostraron las cosasnaturalmente,que es para ordenarlos fechosdel mundo de como se fagan bien et oo3 Epígrafe de la ley I del título VIII del libro III. o* L"y IX del título VIII del libro III. oot PróI.,5. oo6 I. I. il. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 153 en razon"407.También larazónsirve de criterio para ordenulas Partidas en rttulos: "que quiere decir tanto como suma de las razonesque son mostradasen é1,et en estas r¿rzonesse muestrantodas las cosascomplidamenteseguntson, et por el entendimiento que han son llamadaslq,es'Aog Todo lo concernientea la guerra,la justicia y la tenenciade fortalezasse halla centradocasi exclusivaménteenla Partida Segunda.En el título II de esapartida aparecepor primera vez una figura con poderjurisdiccional. Se trata del alférez del rey, "el mas orurado" entre los otros oficiales del rey. Es el que guía las huestescuando el rey no estápresente.Es una figura tradicional representativade la justicia del rey, porque antiguamenteel solia justiciar los omesgranadospor mandadodel Rey, quando fazian por que; más adelantese repite la idea: pertenecea su ofrciofazer justicia a los omesonrrados quefizieren por que.Tarrbién le corresponde"pedir merced al Rey por los que son sin culpa". Los pleitos mayoresque se dan en las huestesdeben ser librados por el alférez.Es adernásel abogadode üudas, huérfanose hidalgos, cuandono hubiere otroaoe.También el adalid estáinvestido de facultadesjurisdiccionales, pues debejlzgar lo que acaeceen las cabalgadasoto. En la marina, ejercela jurisdicción el almiranteatt, y bajo é1el cómitre o caudillo denavíoat2.Este ejercela jurisdicción en primera instancia, y el almirante lo hace en alzada.Como se ve, el derechomilitar de las Partídas se reducea describir los órganosjurídicos, pero no los requisitos procesalespara aplicarlo. En el reino de Aragón, la figura equiparableal alférez castellanoes el condestable,instituído por Pedro IV el Ceremoniosoen las ordenanzasque llevan su nombre.Estafigura quedadefinida en estostérminos:"El condestabledebejr:u;gau-' todos los debatesque acaezcanentre la gentede a caballo y de a pie del Exército, sobrepresas y cavalgadasque hubiesenhecho". Se ocuparáde que se dé cuentade las pagasde la tropa y de las gananciashabidasal entrar en lugarespor la fuerzade las armas.Para el reparto de presasy los derechosde los almugatenes,adalidesy cabosde las compañías, se regiránpor "las leyesde España",estoes,el modelo dela Partida IIal3.Le correspondeel conocimientode las condenas,castigosy justicia de las personasdel oot I, r, vI. oot I, I. o* II, II, YYI, Que deve ser el alferez det Reye que es lo que pertenescea su oficio. o'o II- xII. IV. o"u,xxiv. rt. o't rI.xxIV.IV. ar3 CapítuloXXVI. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón r54 jurisdicción sobretodo ejercito, los tratantesy otros que enfien a su servicio, te'lriendo ello. especialidades García-Gallo ha descrito la creciente integración de las diversas a la función estataldel del derechoen la función del estado:en el siglo XIII se reintegra procesal' En el siglo derecho público el derecho penal y hasta cierto punto el derecho refiere a hacienda, y XV se desgaja como rama autónoma del derecho público cuanto se guerrq con una en eI XVI alcat:u,alamisma autonomía el derecho referente a la militar' Lo acentuadaformulación de la justicia militar y la consagracióndel fuero público interno del mismo sucederámás adelante con la separaciónentre el derecho estadoy el derechointernacionalala' del que Los ReyesCatólicos sometieronal ejercito a un contol disciplinario, que eran éstehabía carecidodurantemucho tianpo, mediante el onpleo de medidas para aumentar percibidascomo atenidasa justicia, sí, pero de indudableutilidad práctica 1480, al que el poder real. Institución clave es el capitán general,figura creadaen laboresde habíande asistir un auditor para la justicia militar y un prebostepara las poderes policía militar. Estasfiguras ejercensus funcionesjurisdiccionales por de tipo militar otorgadosa personasconcretas,con ocasión de encomendarlesmisiones la que o de orden público. En el casode Gonzalo Fernándezde Córdoba se dio y de virrey posiblementeseala primera coincidenciade la condición de capitan general del cargo de un reino, el de Nápoles, en la misma persona.En el futuro, la acumulación y el de capitán de virrey o gobernador(para los PaísesBajos y el estadode Milan), delicada' generalen la misma persona,o su Separación,era cuestiónextremadamente Este es un digna de la más detenidaconsideraciónpolítica por parte de los reyes' Austria, poco aspectodel gobierno de los reyes españoles,sobretodo los de la Casade o nada clarificado por la historiografia jurídica y administrativa esparlola' de,hecho a partir del siglo XIII una García-Gallo dice "Se le dé o no el nombre de Derecho público, formulan de nuevo' se refire al se que ahora gran pafte de las normasjurídicas, especialmentede las en que éste se consolida y época esta es porque Estado o a sus institucio;es, lo qne es explicable propia el mantenimiento del orden función considera que Estado el desarrolla.En el siglo XIII, debido a gran pafte a la acción privada -, se público y la represión de los delitos - hasta entoncesabandonadaen punto con el Derecho procesal' integra en el Derecho público el penal. Y otro tanto ocurre hastacierto ..A partir de la Baja Edad Media - continúa García-Gallo se va especializandoen el terreno legislativo y público en r¡na de la aplicación de las leyes, el amplio contenido del Derecho en üs órganosq,r" desgajaen el se ".ridpúblico Derecho este De que con el tiempo adquierenplena autonomía. serie de r¿rm¿rs propios de y procedimientos órganos que encuentra siglo XV cuanto se refiere ali Hac¡indadel Estado, Derecho el autonomía' con también constituye sL XVt del actuación.A fines de este siglo y principios de los ejércitos referente ala guerra,, orguiiru"iOn miiitar, como consecuenciade la formación cit' p' 268 y s' op' GARCÍA-GALLO, disciplina. su mantener de pennafrentesy de la necesidad 0,. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 155 El desarollo de un ámbito de la justicia militar no puede separarsede la evolución de los ejércitospara los que esajusticia era necesaria.Es preciso entonces detenerseunos momentos en algunos carnbiossignificativos en materia de organización militar en tiempos de los Reyes Católicos. Empeconos por recordu la sagazpercepción de Ortega y Gassetsobrelo que diferencia en términos militares a estaépocarespecto de los de la Edad Media, o entre el gue,rreroy el militar, y QueGotuález-Deleito resume de estaforma: "El guerrerodefiende su castillo, símbolo del derechode la persona frente al Estado.Y el militar es la creacióndel Estado'/ls Uno de los impensadosefectosoperativosde la administraciónde justici4 fue la reducción, a través del sometimientoa la autoridadreal, del número de soldadosa caballo, siernpreprestosa la acción banderizae individualista, apta para el hostigamientopero no p¿uala acción decisiva que las "gents d'armes" a la francesasí eran capacesde llevar a cabo. Esas"gents d'armes", que en España,por razones socialesy económicasno podían darse,eran escuadronesde caballeríapesadaa los que se confiaba la tarea de romper de frente el desplieguedel enernigo.La optimización de los recursoshumanosde España,principalmente de Castilla, pasabapor el ernpleo,no del caballo, sino del hombre de a pie en formacionesordenadassegúnprincipios tácticos aprendidosen Vegecio y Frontino, y conocidoscontemporáneamenteen la acción de los infantes suizos.Por lo tanto, interesabaa los reyesreducir mediante la fuerza de la ley la autonomíade la inefectiva caballeríaesparlolay la rigurosa ordenaciónde la infantería. Esto era evidentepara observadoresespañoles,y también extranjeros,como Guicciardini; a los soldadosa caballo, escribió esteernbajador florentino, "en tiernpo de la Reina doña Isabel se les ha puesto freno con lapaz y con másjustici a'At6.La crítica del estadode las armasespañolasantesde los Reyes Católicos la expresavivamente Alonso de Palencia,en su prólogo ala Perfección del triunfo militar; "los destaprovingia (España)son más aptos á exergitarlas armasque sometidosá orden i á obediengia.Donde procedenmuchos inestimablesdañosé quigá menguas".Este autor, protegido y servidor del autor del Doctrinal de los caballeros, Alonso de Cartagena,contribuyó al ex¿rmenqítico de la condición militar de España, que sirvió de fermento intelectual para las reformas de los ReyesCatólicosalT.Con todo, o't GóNZALEZ-DELEITO. op. cit.,p.20. o'6Opereinedite,de FrancescoGuicciardini;illustrateda GiuseppeCanestrini,tomoVI, p.275. ar7Testigode lascelebraciones del Triunfo Militar de AlfonsoV de AragónenNápoles,la visit¿a Italia enseñóa Alonsode PALENCIA, "con provechosas razones","que sin seacompañar con el ordeni obediengia no podiaver el r.ultoi f,resta del triunfo". En Dos tratadosdeAlfunsode Palencia,con un Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 156 la concienciade la existenciade unas leyes de la guerra que no era lícito traspasarera algo que no había que predicar con mucha insistencia"dada su fuerzaapodícticaal8 Seríasugerenteestableceren detalle la secuenciajurídicacon que la promulgación de ordenanzasde los Reyes Católicos, los Austrias y Borbones, precedierona, e influyeron en, la promulgación de un cuerpo sistemáticode leyes militares, dado que, al parecer,no existe tal compendio en la historiografia jurídica española.Está entrañadaaquí la cuestiónde la juridicidad del ordenamiento,ya que el ordenamiento reclama su materializacíón; una materialización que consiste en pronunciarse,esto es, en "decirse": ius dicere, y encontar el sujeto que "lo dice", esto es, el juez. Entoncescabela pregunta:en el periodo de que nos ocupÍrmos,¿hahabido momentosen que hubieseordenamientoen los ámbitos militar y de guerra sin jueces, pero totalmenteconfiado a los responsablesde la disciplina y el mando, o bien éstos últimos, investidos con facultadesde jueces,juzgaban sin ordenamiento?Se hallan aquí entañados algunosproblemasde la filosofia del derecho.Una sentenciajudicial es la continuación de un procesode creaciónjurídicA señalóKelsen. Lo implicado en esto es claro: una sentencia,aunqueseadictadapor un jefe militar, pertenecea un ordenamiento,y en éstelo que interesano es si su sentenciase atieneo no a derecho, sino si esejefe militar pertenecea eseordenjurídico y por ello tiene derechoa hacer de juez. Dejernos,sin embargo,la cosaaquí. Aunque seríamuy interesanteclarificar todas estascuestiones,es algo que rebasael propósito de estetrabajo, por 1oque nos limitaremos a señalarel problana y a tratar de aportar los elementosde juicio que puedanconsiderarsepertinentes. La consideraciónde la naturalezade esosordenamientosnos permite aclarar algo sobresu alcancey virnralidadjuridicos. Como ordenamiento,las disposiciones normativas sobrela milicia y la guerra emanande la voluntad del rey, o al menos tienen estudio biográfico y un glosario. Por Antonio María FABIÉ. Madrid, Librería de los Bibliófilos. MDCCCLXXVI. o. VIl. ott CuerrtuDiego áe Valera que tres caballerosespañolesque entraron en el real francés en la guerra por Perpiñan,en 1474, fueron hechosprisioneros y luego "contra la ley de la guerra por la furia de los frangesesfueron muertos". Y añade:"El rey, con grar enojo de la muerte de aquel caballero y de los que con él yvan, mandó degollar todos los prisioneros francesesque tenía, lo qual como en el real se sintiese, enbiaron luego humilmente suplicar al rey le pluguiese usar de clemencia e misericordia por la muchedumbre de prisioneros que tenía, perdonandoel error hecho por algunos sin consentimientoni voluntad del capitan ni de los otros pringipales que con él estaban.E quisieseque dende en adelante/¿s le-vesde la guerra se guardasen Al clementísino rey plugo de agetarel ruego de los frangeses..." VALERA. Memorial de diversas fazañas. Crónica de Enrique IV. Edición y estudio de Juan de MATA CARRLAZO. Madrid 1941,cap. LXXVII, p.252. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 1,57 por tanto,su validezserásubsidiariay dependiente su consentimiento; del ordenamiento superiorquehacedel rey la fuentede todalegalidadate. Tenemosde un ladoun movimie,ntocentrípeto,por el quetodaslas jurisdiccionessonabsorbidas por el centro,por el soberano, quizasconun éxito limitadoen cuantoa la jurisdicciónde la Iglesiaa2o. Po. otro lado,tenemosun jurisdiccionaldel poderdel soberano. movimientoen sentidoinverso,de expansión En la esferamilitar estadobleacciónsemanifiestaen la reducciónde lasjurisdicciones señoriales a la del rey,tan evidenteen lasPartidas,y, en sentidocontrario,enla innovaciónlegislativaproducidapor los reyescon susordenanzas paralos distintos sectoresde la milicia: primerola SantaHermandad y las Guardas,despuéslos ejercitos reales,y por fin los ejercitosen campañaen otrastierrasde Europa,Africa y Asia, con diversasordenanzas y lasnotabilísimasde Farnesio,acabando por configurarse, según unainterpretación, comoun códigopenalparala miliciaa2l,y comoreglamentou ordenaciónespecial,segúnotra422 . El movimientocentrípetoesdescritoconeruditaprecisiónpor Maravallen su Estadomodernoy mentalidadsocial (SiglosXV a XVIlo2r. Señalaesteautorvarios momentos"mentales"de estedesarrollo:si los reinosno serigenpor la justicia,no ale Angel Riesco Terrero lo expresaen estostérminos: "La ügencia de tales orden¡mientos - sea cual fuere su origen - se debe mucho más a la aprobacióny refrendo directo del rey o de sus delegados:las autoridadesy organismosrepresentativosdel poder, que a los autores,titulares o dueños,tanto de la normativa como de los territorios y personassometidosa su jurisdicción". RIESCO TERRERO. Ordenanzasmilitares de Bujía de I53I. "Revista de historia Militar", año )OO(V. 199I, no. 7l pp. 1051 4 5( p . 1 0 7 ) . oto Hirurt. de San Juan lo expresabade esta forma: "El rey cada díaquita y pone leyes y muda el orden judicial, así por la variedad de los tiempos como por ser el consejo del hombre caduco y no poder atinar de una vez ala rectitud y justicia". En JoséAntonio MARAVALL. Estado modernoy mentalidad social (.siglosW a XVII, t. I. Revistade Occidente.Madrid 1972,p.380 (no da el origen de la cita/. a2l Regina M'Pérez Marcos define así l¿5 s¡ds¡¡nzas: "Técnicamente consideradaslas Ordenanzasson, por tanto, un género de ordenamientojurídico-administrativo propio de la administración del Estado Moderno, y desdeel punto de vista del contenido, son un conjunto de preceptosque determinan, dentro exclusivamentede la esferacastrense,un régimen para el gobierno de las tropas y de los asuntosmilitares en el cuadro de la jerarquía, de la disciplina y de los actos del servicio, de manera que en la practica tuvieron un carácterde código penal para el ejército durante los siglos XVI, X\4I y XVIII". PEREZ MARCOS. En los orígenesdel ejército moderno. Las ordenanzasde Bujía de I53l. "Estudios sobre ejército, política y derecho en España.(Siglos )ilI-)OQ". Coordinadores,Javier ALVARADO PLANAS yRegina M" PEREZ MARCOS. Madrid 1986,p. 68. "' Según Riesco Terrero, existe una similitud eu el modo de ordenar normativnmente fueros de ámbito territorial y jurisdiccional, y la creación de instrumentosjurídicos de régimen administrativo como las Ordenanzasde Bugía, "con valor no de ley sino de reglamento y ordenación especialde distintos aspectos de la vida, profesiones,oficios, gestión administrativa, defensa,etc.", con especialeficacia para la regulación concreta de asuntoscomo la vigilancia y protección de fuertes y fronteras, explotaciones mineras, agrarias,etc. Bajo el aspectoforrnal, estosinstrurientos se clasificarían, según eseautor, como pragmáticassanciones,con los rasgospropios de éstas:articulado y promulgación mediante pregón p-!blico". RIESCO TERRERO. Op.cit.p. -de109. ot3 Más precisamenteen la pafe tercera esaobra, Loscambios de mentalidad en relación con las nuevasformas políticas y económicas. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 158 *compañías" de ladrones(San Agustína2a,Pedro Diaz de Toledoa2s); seránmas que sólo por la justi ciahay ruzonpara obedecer(Gil de Zarnoraa26, Vives427,Castillo de hastael propio Lope de Vegaa30,Francesc Bovadillaa28,SaavedraFajardoa2e; Eiximenisa3t.Se considerabaen los años de la monarquíaabsolutaque gobernartenía como función principal "declarar la justicia". La concentraciónde poderesen el rey, propia de una mentalidad que se consagracon generalidaden los reinos europeos,y el aumentode la complejidad de la gobemaciónde multitud de reinos detentadospor los soberanosque reinan en España,creanla necesidadde atendera funciones nuevas(la defensade otros reinos) con instrumentostambíen nuevos (ejércitos de intervención en el exterior y formadosmultinacionalmente).Por todo ello, han de crearseórganos nuevos (consejosde Estadoy de Guerra) o atribuírselesa los existentesnuevas funciones(consejode Castilla). Pero hay necesidadde algo más que esta racionalizaciónadministrativa: se trata también de mantenerla unidad jurisdiccional reclamadapopularmentedesdetianpo antes,en manos del rey: "Es por esopor lo que los llamados Consejosde la Monarquía absoluta- dice Maravall - tienen el carácterde tribunalescolegiadosy sus procedimientosadministrativosse conciben como procedimientosjudicialss'/32. Pero tampoco acabaaquí la tareaque los nuevos tiernpos exigen: a la necesidadde atendercon órganosadecuadoslas funciones nuevas,y de mantenerla unidad jurisdiccional en el ejercicio de esasfunciones,hay que añadir un tercer deber:innovar cuanto seanecesarioen materiajurídica, de forma que un ias novum disuelva y reemplaceal ius vetus,como dice Maravall; un ius novum que al mismo tiempo es el ius proprium del príncipea33. En estasituación el estado"crea a2a Remota iustitia, quid sunt regna nisi magna latrocíniq. o" quitada lajusticia, no son otra cosa los reynos,syno grandes compañíasde ladrones. a2ó justicia La estimago rationis et per illam regnont reges et poputi;bediunt eis. "' La comunidadpolítica es conglutinatiociviumper iustitiam. 428"Castillo de Bovadilla mantendrápuntos de vista semejantesy vendrá a identificafr, o poco menos, fu¡ción de gobernary admuristrarcon funciónjudicial". MARAVALL. Op.cit. t.ll. p.226. a2e"saavedra Fajardo nos dirá que del centro de lajusticia se sacó la circunferencia del poder". MARAVALL Op.cit. t. ll. p. 226. oto ¿Qré es el rev?.Justicia. o3' No deu esserrei qui no té la lleí e no setae aquella. o3t MARAVALL. oD. t. IL cit. o.227. o" Así, Tomás y vaiiente ha puesto de relieve la variedad de derechosexistentesdurante la Edad Media. "Los pleitos foreros y los pleitos del rey sejuzgan por nonnas diferentes". Hay un fuero municipal en cada lugar, por el cual deben serjuzgados los casosque en él se den. Los pleitos del rey "se juzgarían siempre,y sólo por los jueces del rey y según las leyes, uso y estilo de su corte". El Fuero Real se manifestó enlas Leyes nuevasy Leyes de Estilo, que son respectivamente'l¡na serie de respuestasdadas por el rey ante otras tantasconsultasque le fueron formuladas por los alcalde de Burgos", y una colección de casosejemplaresde jurisprudencia del tribunal de la corte. Se impone el '\¡so y costumbre" de la corte, influídos por el derechoromano-canónico.TOMAS Y VALIENTE. Op. cit.p. 236.E\Ordenamiento de Alcalá establecela prelación de fuentes: derecho del rey, fueros municipales y las Partidas. "Puesto que Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 159 y constante derecho"y por lo tantonecesita'1lnórganoquegaranticela necesaria creaciónde leyes'/34.En principio,en el régimendemonarquíaabsolutaeseórganoes el propio oficio regioa35. Todo estemovimiento centrípetoejercido en torno a la personadel rey tiene dos objetivos: ernanciparla ley de los usos consuetudinarios,y fijar la ley promulgadapor el rey y el estado en un orden superior de leyes naturales. Naturalmente, como observa Maravall, esadoble conquistaüene promovida por los portadoresde interesessociales nuevos, concretamentela burguesíamercantil y la clasefuncionarial. Tomás y Valiente afirma que bajo el manto del estadoy el poder real "ejercen esepoder los mas destacadosmiembros de los estamentospriülegiados'/36. Por nuestraparte dirernosque el estamentomilitar en sus diversascapas,sin ser agentemotor, ar¡nquesí significativo, de estasorientaciones,participó en y se benefició de estasconquistas.Y añadiremosque las perspectivasabiertastanto por la concepciónde la soberaníaencamadaen el rey, como por la guena inter- e intraestatal,ensancharonel campo del derecho,creandoen un plazo no dernasiadolargo una distintiva ríreajurisdiccional, la del derechoen la guera modema, con proyección sobre el derechointernacional La reconducciónde la potestadlegislativa al derechonatural, para no dejarla en mero arbihio al capricho del rey, suponela obligación ineludible de su racionalización, así como la jerarquización de las fuentesa37; las leyes humanasdebenser deducidasde, y contrastadascon, un orden suprahumano.La racionalización,en un clima intelectual dominado por disciplinas escolásticas,suponeuna argumentación,y éstarequiereuna dicho texto contiene Derecho romano-canónico,puede decirse que éstepenetra legalmenteen Castilla a partir de entonces".El derechocontenido en las Partidas es, pues, supletorio. Op. cit. p. 243. Más adelante,sin embargo, este autor indica que las normas del derechoromano-canónico"de hecho se citabany se aplicaban".Op. cit. p.246. 430MARAVALL .Op.cit. t. II. Ver estetema en p. 408 y ss. a3s Maravall nos aporta diversos testimonios: así, en las cortes de Barcelona de 1413 el obispo Sapera reclamaÉ para el conde de Barcelona la potestadde hacer leyes; las cortes del Real sobre Olmedo de 1445 determinan que al rre.vpertenesgee ha poder defazerfueros e leyes e de los interpretar e declarar e emendar', Hernando del Pulgar aftrma que las leyes deven ser qñadidas, menguadas, interpretadas e en alguna manera templadaspor el principe; Isabel la Católica dini en su testamentoquiero e mando que sea avido e tenido e guardado por ley e como ley, y ésteimperativo lo repetirá seis veces; las cortes de Castilla diran al emperadorque /as leys e costumbresson sujetas a los reys, que las pueden hazer e quitar a su voluntad, e vuestraAlteza es ley biva; en fin, eseprincipio de la potestadlegislativa del príncipe ap¿Ireceperfeccionadaen Bodin, para quien la loy n'est autre que le commandementdu souverain usant de sa puissance.MARAVALL. Op.cit. t. II, p. 414 y ss. otu TOMÁS y VALIENTE. op. cit. p.263. 437 En esteúltimo ¿rspecto,SaavedraFajardo advierteen 1640de que, ante lamultiplicidad de leyes y la superabundanciade libros de jurisprudencia que entran en España,"que confunden los ingenios y queda embarazadoy dudoso eljuicio", "Menores daños naceránde que cuando falten leyes escrit¿scon que decidir alguna causa,.redley viva la razón natural'(el énfasis es de Francisco TOMAS Y VALIENTE, quien aportala cita en su Manual). Op. cit. p. 318. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 160 formulación escrita,reconocible,discutible. El procesolegislativo debe,además, trascenderel de la formulación de doctrioas,y llegar al estadiode la promulgación de leyes. Por eso, el derechonuevo, como sugiereMaravall, tiende a ser un derechoescrito de nuevo, y por tanto manifiesto y público. Y una de las cosasque la ley ha de poner de manifiesto es el procedimiento de su aplicación, de 1oque resulta la necesidadde enunciar,junto a los aspectosimperativos de la ley, los aspectosprocesales.Esto equivale a que la ley ofrezca ademasgarantíasa38. Cuando Diego de Salazardice que "los hombres ferocesy desordenadosson más faciles de vencer que los tímidos ordenados"a3e indica que los soldadosdebenguiarse por la noÍna. Esta palabra, "norma", no es todavía "ley" sino regla, regulación, disciplina. En el análisismaravalliano, se ayudabaa mantenerel orden en los ejercitos de la Edad Moderna incluso con elernentosrituales del combate:el ritmo de la flauta que usabanlos hoplitas, el tambor o caja española,que dabana la unidad que marcha una pautapara acompasarsusmoümientos, ayudandoasí a mantenerel orden, la "ordenanza";algo muy distinto al alarido de las huestesmedievales. Pasarde la norma-regla,que mantiene el orden de los escuadronescon todo tipo de artificios, como el son, y es aplicadapor unas "ordenanzas"de ruda disciplina, a la norma-ley es la hazañaque muy tardía y precariamenteernpezaráa ser posible a finales del siglo XVI, a través de una serie de experiencias,acumuladasen numerosos conflictos armadosque tienen lugar en Europa, muy especialmenteen la guerra de sitio. La regularidaden el reclutamientode tropas es otro de los factoresque en el análisis de Maravall caractenzaal ejército de la Edad Moderna. Por eso Fernandoel Católico insistía en la necesidadde que el ejército se formase con contingentes aportadospor los pueblos y ciudadesdel reino, "gente conociday personasde sus casas y haziendas"#o.Respectode estepunto concreto,señalemosque, como se verá, el 438 Naturalmente,un avancecualitativo en el ámbito de las garantíasprocesalesno excluye que éstas estuviesenrmplícitas, o frecuentementeafirmadas de modo expreso,en el i¿s vetus.Maravall da varios ejemplos en que la ley manda que los procedimientospenalesquedensujetos a los fueros o ley aplicable en cada c¿No,o que los funcionarios de justicia no procedan sin haber abierto un proceso, o que no sentenciensin audiencia.Es tiranía el iure ordine non serveto, proclama Alvaro Pelayo. Srínchezde Arévalo dice que el rey no puede ser consideradojusto si toma los bienes de las personassin orden judicial; "prueva e declaracion" reclama Hernando del Pulgar antesde la ejecución de un hecho iusticiable. ?'n Di"go de SAI-AZAR, De re militari. Recogeestafrasede Maquiavelo. *o Son palabras del cardenal Cisneros. MARAVALL aporta en su Ejército y Estado en el Renacimiento ('Revista del Instituto de EstudiosPolíticos", nos. I l7-118. Madrid 1961,p. 33), estetestimonio del cardenal Cisneros: "porque la catholica magestadque en gloria se4 tenia mucha experiencia de los daños y grandes ynconvenyentesque se seguian de hacer la ynfanteria de gente vagabunda y perdida y de fugitivos y malhechores,los quales por do quiera que van hacen mill rrobos a los pueblos por donde passan,tenia Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 161 aportemayoritario,o hastaexclusivo,de esetipo de gente"conocida"(y "respetable", podríamosañadir)no hizo muchoparaapartarde los ejercitosla tentacióno la oportunidadde robary matarimpunernente,inclusode forma reglada. EL CONSEJODE GUERRADE LA MONARQUIA Sin necesidadde entrar aquí en el competentementeestudiado asunto del régimen polisinodial del gobierno de los reyes de la casade Austria, nos remitimos inmediatamentea la onergencia del consejode Guerra, como cuerpo que de modo crecienteva captandofuncionesjurisdiccionales. Hay incertidumbre sobrela cronología de la aparición del consejo de Guerrade la llamada Monarquía Hispanica. Parala segundaregenciade Fernandoel Católico en Castilla y los primeros añosdel reinado de Carlos I se han encontradonombramientos de "consejerosde Guerra", lo que parecedar a entenderque existía un Consejo de Guerra con mayúsculasal. No se han encontrado,sin anbargo, estatutosni documentos constitutivos en la estructurainstitucional de Castilla, por lo que durantemucho tiempo se creyó que el consejode Guerra era un apéndicemas o menos formal del de Estado, dando los historiadorespor supuestoque el primero se componíade los miernbros del segundoexceptuadoslos consejerosde Estadoque fuesenclérigos. En contra de este punto de vista con "enfoque institucionalista", FernándezConti sostieneque "el reino no había desarrolladodurante el periodo de los ReyesCatólicos, ni lo hizo a lo largo de la etapaCarolina, una estructuramilitar lo suficienternentecompleja como para exigir la creaciónde un cuerpo institucionalizado,con una burocraciapropia desarrolladapara acordado de hacer otra gente de ynfanteria por los pueblos y cibdades del rreyno, porque siendo la gente conocida y persoru$ de sus casasy haziendas,y que sabenque los castigaran si hicieren cosasque no deban, atajanseinfinitos daños y maldades y rrobos y otros )mconvenyentes".Anotado al margen: "Lo de la gente de las cibdades fue consejo del rrey catholico". Canas del Cardenal F. Jiménez de Cisneros, editadaspor GAYANGOS y LAFUENTE. Madrid 1867,p.186-187. *' LA.A. THOMPSON la situa en l5 16,basándoseen la primera mención halladade un "consejerode guerra" de Carlos L The Armada and administrative Reform: the Spanish Counci,l of War in the Reign of Philip II. "English Historical Reüew", 82,1967,pp.698-725. JuanCarlosDOMINGUEZ NAFRIA adoptael mismo punto de vista en su tesis doctoral E/ Real y Supremo Consejo de Guerra (Madrid, 1988) (ciado por SanúagoFernándezConti). Femández Conti no cree que el nombramiento de consejerosde guerra supusiera la institucionalizacíón de un órgano específico de la administración. Pareceindicar que el nombramienüo alude a la función de aconsejaren matería de guerra al soberanopor parte de alguna penona que por su experienciaestuüeseen condicionesde hacerlo,sin mas compücaciónorgiinica.FERNANDEZ CONTI. E/gobierno de los asuntosde la guena en Castilla durante el reinado del emperadorCarlos V (l 516-1558).En "lnstituciones y Elites de Poder en la Monarquía Hispanica durante el siglo XVI", eütado por JoséManuel MARTINEZ MILI-AN $p a7-l0a). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t62 dirigirla"4'. Este autor reconoce,sin embargo,que hubo algun intento de crear tal consejodurantela secretaríade asuntosde Guerra de Pedro de Zuazola (1523-1532), que no llegó a materializarse.FernándezConti prefiere abordarel estudio del problerna desdela óptica de las élites de poder. Creemosque la no existenciaformal de una institución dadano quiere decir que no exista el órgano encargadode la función de adminisharjusticia, independientemente de lo bien o mal estructuradofuncionalmenteque esté.Qué duda cabede que los asuntosde guerra del emperadorerantratadospor un amplio grupo de profesionales, entre los que se incluían consejerosde Estado,jefes militares (condestablede Castilla, almirante de Castilla, capitan generaldel reino, etc.) y expertos,que el mismo FernándezConti señala.Constaadernasla continua consultadel emperadorcon los profesionalesde la milicia que le acompañabanen sus viajes, y el despachodesdeotros reinos, fuera de España,de asuntosconcemientes,por ejemplo, a materiasde ejercito, artillería, fortificación, etc. Rechazarla presurción de la existenciade un órgano, cuandola función, evidentemente,era atendidacon asiduidad,pareceun enfoque demasiado"institucionalista" de la actiüdad de gobierno#3. Con un emperadoritinerante era natural y lógico que la función de aconsejaren materia de guerra se adaptasea su necesidadde desplazamiento,y que se formasen consejosde guerra ad hoc, como ocurrió, por ejemplo, en la operaciónde conquistade La Goletay Tinez, en 1535,y la discusiónde las necesidades de fortificación de la ciudad de Nápoles,que tuvo lugar en el monte San Martino de esaciudad, en febrero de 1536.Documentosexistentesmuestranla variedad de órdenesy reglamentosque se habíande prever para cada situación, cada"nación", cadaterritorio. ..* Undocumento *' FERNÁNDEZ coNTI. op. cit., p. 53. *' El mismo FernándezConti aportaun testimoniodocumentalde la forrnación de un consejode guerra:el I de septiembrede 1522el ernbajadorMartín de Salinasescribeque "Ha ordenadoSM. Consejode Guerray se ha deshechodel que solía teñer,y son los que agoraha ordenadoel ComendadorMayor Femandode Veg4 Diego de Rojas, d. Hugo de Moncada,Fonseca.Estosson los que agoraentienden,.sinotraspersonaÁ". FernándezConti da (op. cit., p. 65) como referenciadocumentala Antonio RODRIGUEZVJLLA, El Emperador Carlos V y su Corte según las canas de Martín de Salinas. "Boletín de la Real Academia de la Historia",tomo 42,junio de 1903,hastael tomo 46, marzode 1905;t. 43 (1903),p.47.FenÍndez Conti aporta otra alusión al Consejo de Guerra, precisamenteen el senüdo de que se preveía que en el futuro próximo no habría guerra, por lo que no era necesario,porque "si la oviere el verdadero Consejo ha de rresidi¡ con westra Majestad" (op. cit., p. 70). * En la Biblioteca de SantaCruz, de Valladolid, existe un códice con el no. 5, con el título de: "Ordenanzas militares de Carlos Z. Carolus... ymperator augustus.Por quanto hallandoselas cosas... (fol. l)... dinero de mas (fol. 169)", en cuyo índice figuran los siguientesdocumentosde interés: Fol. lr-7v: Relacion de la manera que se tiene en pagar la Gente de Guerra del aercito del emperador nuestro señor y los sueldos que cada nagion lleva y los ministros della y títulos que se les dan en Alemania, Flandes y Ytalia. Sigue un nombramiento de capitán genral (sin indicar la personanombrada) y Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 163 parala ciudadafricanade Bugía,de 1531,interesantes notablesonlas ordenanzas fatalesque porquefueroncontravenidasde maneraescandalosa, con las consecuencias disciplinario.Se seconocen.Setratadeun reglamentomásquedeun ordenamiento dictaronconocasióndel posiblecercoa Bugíapor JairedínBarbarrojqen aquelar1o. queseveníancometiendoen el Pretendían salir al pasodeuna seriede irregularidades laspagas,las licencias,etc.Afectabana unaguarniciónrelativamente abastecimiento, importante,de 600 soldados,destacados enun territoriohostil4s.Lanainaleza meramente disciplinariay económicade las ordenaneas determinaquelaspenas el sueldo del capitan general,maestrede campo general,auditor general, marichal, comisario, capitan de arcabuza caballo, coronel etc. del Duque Mauricio de Sajonia y del Marqués de Brandenburg. Fol. 9r- l2-v: Articulos que la infanteria Aletnana (españolesett Alemania) acostumbra a jurar quando se reunen a sueldo. Son una especieds s¡ds¡anzas milita¡es en 50 artículos en los que se recogen las obligaciones de los militares (obediencia,guardias,saqueosen batalla, solución de las diferenciaspor medio de la justicia, no pelearseni emborracharse,respetara las mujeres, religiosos, iglesias y molinos), derechosQtagaa fin de mes, reparto del botín de guerra), castigos(a los que huyen, a los que hacen ayuntamientoso contactancon el enemigo, u ocultan noticias de interés), etc. No lleva fecha. Fol. 39v-40r: Forma de Juramento que se toma a los capitanes de gente darmas del Estado de Milan. Juramento en 17 artículos de obediencia y fidelidad al emperador, que cumplinín las órdenes y velaran por la disciplina del ejército. No lleva fecha. Fol. 4lv-43r: Juramento que se toma a los hombres darmas del Estado de Milán por el Contador del Exército (Fernando GozagaRozonus). Juramentoen 19 puntos de obediencia a S. M. y a su lugarteniente, buen comportamiento militar, etc. Fol. 55r-v: Copia de la comisión que dio el Marqué:s del Gasto al Capitán Juan de Simancas para Alcayde de Foran,fecha en Milán a l" de noviembre de 1545. Fol. 55v-56r: Titulo de Castellano de la Ciudadela de Beruel que dio el Marques del Gasto a Juan de Simancas. Nombramiento para dicha plaza como capitáur y alcayde de la ciudadela de Beruel con las facultadesy emolumentos de los otros capitanesy alcaydesde castillos y fortalezas.Fechado en Milán a 24 de sept.de 1545. Fol. 9 I r-96r. Ordenanzasdel qercito sobre Metz el año MDLII. Se prohíbe la blasfemia, necesidadde licencia para ausentarsedel campo, respetoa iglesias y monasterios,persecuciónde delincuentes,no trato con enemigos,evitar riñas y peleas,no apoderarsede las vituallas, no jugar en tabernas,derechosal botín de guerra, los militares sólo podran ir acompañadosde su mujer legítima y todas las demás mujeres que haya en el ejército, en número de 6 por compañía,seanputas y comr¡nesa todos. a5 El propósito de las ordenanzasde Bugía era reglamentarla disciplina administrativa, con especial atención a los aspectosde control del gasto; y se emifieron a la vista de fallos notorios en la probidad y competenciade la administración. El segundopárrafo de las Ordenanzas,declaratorio de sus fines, lo dice con precisión: Sepadesque nos somosynformados que lo que toca a la gente que a d'estar e residir en la dicha qibdad e susfortalezas y en la paga del sueldo d'ella y en los bastimentos,paños e otras cossasque se les dan para en quenta de su sueldoy en las quentas efenesgimientosque con ellos se hazen,y en los rreparos y edifiqios e obras que han hechoy hacen en la dicha gíudady en las ofas cossasa ella tocantes,no se a tenido ni guardado la horden que conviene e que en los tiempospasados se an hecho en ello algunosfraudes e colupsionese co.ttcs que son en deservicio de Dios nuestro Señor e nuestro,y en dapnno de la dicha gente, e por remedio d'esto mandamosque de aquí adelante se tenga e guarde la forma e horden siguiente. Se componen de 57 artículos. Su principal interés reside en que da una minuciosa descripción de la fuerza militar alojada en Bugía, su organización, sus oficiales y soldados,los salarios,el régimen de control de pagos, funciones que se cumplían dentro, etc. Las disposicionescon mayor i¡terés militar o administrativo, o con algún contenido de significación jurídica, son las síguientes: l) Ios tenedoresde bastimentos(que pueden ser capitanes,o contadoreso veedores)debenprestar juramento de cumplir fielmente su servicio; 2) hanín el mismo juramento el teniente de alcaide, el alcaide de la justicia y los capitanesparticulares;3) cada mes, o a lo menos cada dos, se hara alarde de la gente qaue estuviereen la plaza;4) los aspirantesa los puestosde artillero debenpasar un examen de su capacidad;5) en adelanteno debe haber "pasacuentas",esto es, no puede pagarseal acreedorde un soldado la soldadade éste,por deudasque haya conffaído. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 164 impuestaspor su confravenciónse reduzcana sancionespecuniarias,de cuyos rendimientosse hará reparto regladoa6.De gran interés es la protección que el ernperadorextiende a la correspondenciade los delaplaza, frecuenternenteüolada por el alcaideyjefes superiores,aunquebien es verdad que en la disposición pertinenteel emperadorrazonala libertad de correspondenciaque postula, en basea la necesidadque él tiene de esta¡informadoaT. La emperatrizregentemisma era asistidapor un consejode Guerra residual para el reino de Castilla, aunquelos asuntosde guerrapropiamentedichos fueran tratados preferentementepor el consejode Estado,tal como dispusoel onperador, en el sentido de que "las cosasde guerra que se ofrescierense provean por el consejode estado, interviniendo al despachoy provisión dellas...el secretariodel consejode la guerra"48. Es evidenteque los asuntosde guerraurgentes"ibenu con el emperador,en lo que FemándezConti llama "consejosde campaña"$e.Enlosreinosde Españalos asuntos de guerra erantratadospor el consejode Estadoen sus dimensionespolíticas y militares más generales,mientras que el consejode Guerra asistía,por intervención de su secretario, en la multitud de asuntosmilitares con una influencia en la capacidadde conducir una guera: obras en fortalezas,nombramientosde alcaidesy tenientesde las guardas,pagos,licenciasa soldados,etc.a50 Que el consejode Guerra iba adquiriendo,a través de la práctica, un ámbito delimitado de su actividad, quedailustrado por el hecho de que algunos asuntos atinentesa la guerra encontrabanen su seno,más o menos institucionalizado, su iímbito natural de discusión y decisión, como la redacciónde las Ordenanzasde las Guardas(de 1525y reformadasen 1554),las cuestionesde contaduría,veeduría,pagas,alardesde la troDa.etc. *u Se dará la mitad de un tercio para la cámaradel emperador,la otra mitad para el hospital delaplaza, un tercio para el que hace la denuncia, y otro tercio para el juez que lo sentencie. Señaladocomo prírrafo no. 57, por la editora de las ordenanzas,Regina M" PEREZ MARCOS.. ai Otrosi, porque somosynformados que quando de la dicha Bugia viene alguna nao o fusta a estos nuestrosffqvnos, sy algunos de los que allá esta que quieren escribir e avisar de algo de lo que haze el capitán e allcaide e veedor e ofigiales, o de otras cosasconplideras a nuestro sertigio, no dexan nin consiententraer ninguna carta nin tanpoco dexar dar níngunas de las que de acá llevan, syn que primero las vean e lean, e porque esto no se debefazer e cada uno a de tener libenad de nos escrevir e avisar de las cosasque pasaren en la dicha gibdad e lo que conviene a nuestro servigio, mandamosque a todos los que estany estuvierenen la dicha Bugia puedan escreviry enviar a nuestrosfteynos las cartas que quisiereny arresgibir las que les llevaran libremente synque les seapuesto enbargo nin enpedimento alguno. Señaladocomo párrafo no. 50. *8 Cartu óe|22 de septiembrede 1532.Archivo Generalde Simancas(AGS), Estado,leg. 636,ff. 185y 186. *n FERNÁNDEZ coNTI. op. cit., p. 81. oto FERNÁNDEZ coNTi. op. cit.,p.77. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 165 En las materias que el consejo de Guerra tenía que üátar estabanlos asuntos de justicia militar. Esta no dejabade presentarproblemasjurisdiccionales complicados, porque el ejército se hallaba desplegado,enpaz y en guena, en ofios estados;algunos de estoseranpropiedaddel propio soberanoy otros pefenecian a príncipes aliados o enemigos.Los problernasjurídicos eran de muy variada naturaleza:disciplina interna de los ejercitos,actividad delictiva contra las poblaciones,prácticasy costumbresde la guerra lícitas e ilícitas, conflictos político-diplomáticos resultantesde la actividad militar, tales como la ocupaciónde plazasy fortalezasenemigasy sus capitulaciones; éstasmismas, urgidas por la necesidado el resultadofatal del momento, requeríanser reconocidascomo amparadaso no por el derechode guerra o el de gentes.Señalamos con esto un amplio campo de accionesinterestatalesy jurisdiccionales, que consideramosque hoy por hoy se halla pobrernenteexplorado,tanto desdeel punto de vista de la historiografia como del derecho.Por ejemplo, el solapamientode jurisdicciones entre el consejode Castilla y el consejode Guerra como responsable último de la disciplina militar, no dejaría de presentarproblernasde competenciasal momento de juzgar comportamientosjudiciables de los miembros castellanosdel ejército. Inicialmente era impensabledesgajarun ámbito jurisdiccional privativo de la profesión militar, en un momento en que existía una reclamaciónpopular en favor del reforzamientode la jurisdicción real como jurisdicción generaldel reino. En el siglo XV se habíamanifestadorepetidamenteel deseode que la justicia fuera unaasl;a comienzos del siglo XVI se reclamabaunajusticia única paratodos los vasallosdel rey, en cualquierade los reinosde España,y esajusticia debíaserla de Castillaas2; la reclamaciónen favor de la unidad jurisdiccional no venía sólo de las capaspopulares,ni jurisdiccional en el soberano,se esperaba, sólo de Castillaas3. La concentración produciría el resultadodeseablede la igualdad ante la justicia (cortesde Madrid de | 41 9454, Diego de Valeraass, Arciprestede Talaveraosí, Marineo SículoasT). ot' Como señalaMaravall, los estarnentosde Castilla se habían mostrado muy celososde las prerrogativas jurisdiccionales del rey, que considerabansus mejores garantías;así, los procuradoresde los pueblos en las cortes de Valladolid de 1442 piden al rey "Vuestra Audiencia seael principal auditorio e de superior jurisdigion" ttt Así, las cortes de Valladolid de 15I 8 reclamabana Carlos I que m estosrq)nos no haya otra justicia sy non la de Castilla, que sea universal para todos,porque paresce grave siendo todos vasallos de raestra Alteza ... haya díversasjusticias quejuzguen a unosy a otros. En MARAVALL. Estado moderno v-mentalidad... op. cit. p.229. "' El infante don Pedro de Aragon escribió que los oficiales del rey, al juzgar, nullafaciens penitus dffirentiam in personis et gradibus hominum, quos Deus creabit aequles.En MARAVALL. Op.cit. p. 23t. asa El señorío real todo igualaba y debia igualar en justicia. ott El r"y estáobligado a todos guardar igualmentejusticia. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 166 Si bien los recelosente el consejode Gue,rray el de Castilla, o el confuso solapamientode las areasde interés del de Guerray el de Estado,o la subordinaciónde aquél respectode éste,podrían haber dificult¿do la aparición de un consejode Guerra con perfiles definidos y autónomos,también debemosver en estasituación confusaun acicatepara formar el instrumento jurisdiccional adecuadopara tratar los asuntos de guerra en cuanto parte de la administraciónde los reinos y de unas fuerzasdesplazadas a otros estados.La función que era necesariocumplir reclamabael órgano, y este órgano pretendió serlo, y acabósiéndolo, el consejode Guerraass. De los dos temasque nos hemos propuestodesarollar en estatesis: el régimen de tenenciade fortalezas,y la práctica y normas de la capitulación, el primero apuntaa su tratamientodesdeel punto de vista de la historia de la justicia militar y del órgano adecuadopara tratar de estamateria; el segundoapuntahacia las leyes de la guerra,y su secuela,el impacto de éstasen el derechode gentes. El estudio del desarrollo del consejode Guerra de la "Monarquía Hispánica" nos ayuda a movernos en el ámbito del primer problana, el de la justicia militar, con los problemasreglamentariosde disciplinaanejos.Por esonos interesaestablecersi, y si sí, cuándoy cómo los problemasde estanaturalezafueron radicadosen el consejode Guerra. En el periodo que nos ocupa no estabafuera de discusión la pretensiónde los del consejode Guerra de que era al ejército mismo al que correspondíala jurisdicción sobrelos delitosde los soldados;el consejode Castillalo disputabaase Seráinteresantetambién saberel alcancejurisdiccional de sus decisionessobre un ejército multinacional, como era normalmenteel de los reyes de España,y en un otu Dice de uno de sus personajesque daba teyesllenas dejusticia e de igualdat. " 1Qu. en lo que a la justicia tocava todosfuesen yguales. ott Sobre la autonomía del consejo de Guerra en material penal militar ver Eladio BALDOVÑ F(IJIZ,El fuero militar en las ordenanzas,partesprimera y segunda."Revista de Historia Militar" nos. 76 (pp.al75)y77(pp.6l-105). a5e A esterespectoes interesantela carta del licenciado Mantuano al secretariodel consejo de Guerra, de 13 de febrero de 162I , en que le dice: en lo que toca que el Consejo de Guena se sacó del Real no me conformo con V.,porque nunca por las historias se sabe quejamas los ropones aconsejasenen las cosas de la guena, que como los Reyes nunca salían de Castilla, y todos los grandes títulos y ricos-homes eran de su Consejo,ésteera de Guerra, el cual título se ha quedado hoy. Cuando querían mover la guerra se aconsejabancon ellos de ella, porque cada uno había de traer la gente que le tocaba por susestados,y ansí salían de campaña, en la cual había susoficios como el de Condestable,Adelantado, Mariscales y otros muchos,y ansí hacíanjusticia de los delüos de los soldados conforme el oficio que tocaba. Cuando algún soldado en Iafrontera delinquía, le castigaba su Adelantado, que era su general, ausenteel Rey. Despu8 de acabada la guena, fuera de los que quedaban en lafrontera, los demasse volvían a sus casas sin sueldo hasta que los tornasen a llamar; en este interin, si delinquían los castigaban los Alcaldes y Justicias de suslugares como a particulares, de suerte quejamas el ConsejoReal tuvo en sí Consejo de Guena, ni aconsejó en estasmaterias, sínofue en las de estado,con lo cual hoy se ha q u e d a d o c o m o a n t e s . . . " E l a d i o B A L D O V I N R U Z . O p . c i tn.o . 7 6 , p p . 4 l - 7 5 ( p . 4 1 ) . N o d a l a f u e n t e d e esalarea cita. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 167 grupo de estadoscon constitucionespolíticas diferentes,cadauna de ellas, presumiblemente,con sus ordenamientosjurídicos, militares y ciüles propios. I.A.A. Thompson señalalos límites geográficosjurisdiccionales del consejode Guerra: los reinos de Españ4 el norte de Africa,las islas del Mediterraneoy el Atlanticoffi. Para atenderlos asuntosde guerra de los PaisesBajos se creó en 1558 un Consejo de Guerra de aquellosestadosa6l. Un problernano menor era el del reparto de competenciasentre un consejode Castilla, sin duda constitucionalmentefacultado para tratar todos los asuntosde justicia, y el consejode Guerra,urgido por los problanas de índole disciplinaria e internacional creadospor las operacionesde un ejército en continua actividad en otros estados. Los asuntos"conforme a justicia" eran tratadosalgunasvecespor el consejode Guerra con la asistenciade autoridadesjurisdiccionales de otras instituciones; así, el Dr. Ezalla, del consejode Ordenes,asistíaal de Guerra en asuntosde esanaturalez4 en 1531462. Aunque el emperadorse había opuestoen el pasadoa que los asuntosde justicia se tratasenen el consejode Guerra, en 1548 ordenó que un determinadoasunto fuesevisto precisamenteen eseconsejo,y examinado"con dos o tres letrados"a63. Para el consejode Guerra formado para atenderlos problanas en ausenciadel príncipe Felipe, que marchabaa Inglaterra a contraermatrimonio con la reina María, se nombró al doctor Velasco, quien debía atender"cosaspara que seanecesarioletrado"; uno de los consejerosde Guena, don García de Toledo, de brillante ejecutoriamilitar, quiso reforzar la autoridaddel consejofacultandolo para tratar asuntosde lajusticia, cosaa la que hastaentoncesse había opuestoel emperador.El consejode Guerra estabaasistido, para estascuestionesde justicia, por un grupo de funcionarios como asesores,relatores, fiscales,abogadode pobres,receptorde las penas,un "portero",etc.; es probableque nadie figurara como presidentedel consejoaff. Es natural que en la corte se pusierande manifiesto mejor que en muchos otros lugaresde los territorios de la monarquíalos problanas planteadospor la existenciade un gran numero de oficiales y soldados.La presenciade la personadel rey, y si no éste de modo permanente,al menos sí la de sus consejos,dabainmediatezy urgencia a los casosjudicialesque se planteaban,sobretodo si erande tipo penal,causadosentrelos oó0THOIr&S ON. Guenay decadencia:gobiernoy administraciónen la Españade losAustrias(l 5601620).Barcelona, 1981,p. 55. oólAGS, GuerraAntigua,leg.67,fo. 50. ou'AGS,cM. LR. fol. 90.En FERNÁNDEZcoNTI. op. cit. p. 98. 063 AGS,Estado,\eg.344,fol.248. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 168 militares que servíanen la corte o llegaban a ella a pedir las mercedesque creían merecero6t.De la guarnición residenteen la corte, la más escogidaera la guardia del rey. Desdeque reinabala casade Austria" estaguardia era un cuerpo cosmopolita, EUosy todos los compuestoprincipalmentede españoles,flamencosy alemanesouu. demásen servicio estabanexentosde la jurisdicción ordinaria, con gran pesarde los alcaldes,que asentabanen el Libro de noticíaspara el gobierno de Ia Sala los casosque a ellos concemíanpero que no podían sustanciar.Parte de los problemassurgíandel hecho de que los soldadosy los oficiales solían salir a sus cosnsarmados.Cuando cometíanun delito, los alcaldesprocedíancontra ellos hastaque intervenía autoridad jurisdiccional de fuero, que generalmenteeran los capitanesde las compañías.Al entrar a reinar Felipe II, los alcaldesconservabanjurisdicción sobreaquellosdelitos cometidos por soldadosque no tuviesenque ver con el servicioaó7. Durante los primeros añosdel reinado se mantuvo estestatus quo jwídico.El consejose interesabaen los asuntosdejusticia concernientesa los soldados,sin revestirseformalmentede poderesjurisdiccionales. El consejoentró en una crisis en los años 80 del XVI, periodo dominado por urgenciasmilitares de todo tipoaó8.Si alguna o* FERNÁNDEZ coNn. op. cit. p. 9t y ss. 065 Se sigue en este párrafo a Enrique VILLALBA PÉREZ. Soldados y justicia en la corte (Finates S. XVl-principios S. WII). "Estudios sobre ejército, política y derecho en España.(Siglos XI-)O()". Op. cit. pp.l0l-? o6 Los españoleseran los monteros de Espinosa,la guardia españolay la guardia vieja (de 40, 100 y 100 sg]dadosrespectivamente);los ¿Irquerosflamencos,venidos a Españacon Felipe I, y la gurda alemana. *' En el reinado de Felipe III ordenaronprepararun infonne sobre la pníctica judicial de cuarentaaños atrrís,y aún menos, en que los alcaldespodían proceder contra los soldadosde la guarda en los delitos que no tocabanal servicio.Archivo Histórico Nacional,libro 1208,f. 186,3 de marzo de 1621.Auto de los alcaldes,seguido de informes, hasta el f. 205. oó8 l.A.A.Thompson ha historiado las incidencias del consejo de Guerra desdeel reinado de Felipe II hast¿ hnales del XVII, sin que podamos decir del resultado de su trabajo sino que cnstituye un esbozogenérico de la institución. De todas formas, Thompson deja en claro que el consejo de Guerra adquirió una contextura institucional más robusta bien entrado el siglo XVII. El tema de las competenciasdel consejo de Guerra en materia de justicia aparececonfusamenteesbozado;así, por una parte nos dice que "El consejo era un cuerpo consultivo formado por expertosmilita¡es y diplomáticos que se ocupabande todos los aspectosde la defensapeninsular... justicia militar, reclutamiento..., etcétera",y por otra nos informa de que "los tnírnitesjudiciales en particular resultabansiempre interminablementelentos". Thompson da cuenta de que en 1594 "el consejo perdió sus poderesjudiciales regulares,que pasaroua una pequeña junta de alcaldesde corte", pero, cuatro después,esto es, en 1598, "se devolvió al Consejo su competenciaen los asuntosjudiciales. La medida se tomó para agllu;ar los ffimites de la justicia, pero el resultado fue demorarlo". Faltan, pues, en Thompson definiciones claras de lo que eran "aspectosde la justicia mkilitar", "trámites judiciales", "poderesjudiciales regulares" y "competenciasen los asuntos judiciales". No obstante,en un momento lo hace aparecercomo una institución plenamenteconsolidada, sin decir a qué época se refiere, aunque es de presumir que se trata del siglo XVII: "Era agentedel gobierno real; era la institución que representabaal estamentomilitar; y era un tribunal administraivo y judicial con sus propios interesescorporativos indepdendientes".De mayor consecuenciaparece,sin embargo, su observaciónde que "El Consejo de Guerra nunca monopolüó los asuntosmilita¡es. Su autoridad se hallaba restringida a la PenínsulaIbérica, el norte de Africa y las islas del Mediterraneo y el Atlantico. Flandes,Italia y las Indias quedabanfuera de su jurisdicción, e incluso dento de Españaéstase veía limitada por las competenciascoincidentesde los demásconsejos". TIIOMPSON. Guerra y Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t69 duranteestereinado,los perdiópor real cédulade 2l vez tuvo poderesjurisdiccionales demayode 1594,por la quelas causascivilesy criminalesquellegasenal consejo a la jurisdicciónde los alcaldesde Casay Corte, supremode Guerracorresponderían quedandosólolos casosde disciplinaconfiadosal consejo,el cualseríaasesorado por dosletrados.En estereinadoun grannúmerode disposiciones y decretosseocupande la disciplinapúblicade los terciosenFlandes,y de los delitoscometidospor sus individuosa6e. FelipeIII alteróel repartodepapelesjurisdiccionalesinstituídopor supadre,y devolvióal consejode Guerralos negociosdejusticia quesehabíanasignadoa los alcaldesde Corte.Esterey dio dosordenanzas, de 8 dejulio de 1603,y el 17de abril de l6l l, queenfatizaban los aspectos moralesde la disciplina,muy decaídapor entonces. Comosianpre,la haciendareal erablancopreferentede lasmaquinaciones de los oficialesa7o. El rey FelipeIII intervinofrecuentemente paraquesólolos capitanes entendieran enla caus4aúnen aquellasqueno concernían al servicioaTl. decadencia.Gobiernoy administración en la España de los Austrias, 1560-1620. Traducción castellana de Jordi Beltra¡r.Editorial Crítica. Barcelona1981,pp. 52 y ss. oóe En la Biblioteca de Santa Cruz, de Valladolid, éxiste un códice con el no. 5, que contiene decretos militares de la épocade Felipe II: Fo.l. 79r-83r: La orden qtte se ha de tener en los alojamientos de la gente de guerra en los lugares donde residieren y lo que han de dar los huespedeses lo siguiente. Instrucciones sobre el alojamiento del ejército: colchones,sábanas,cubiertos, cada cuando se debe lavar la ropa, etc. Esta orden aparecefechada en Milán a 8 de febrero de 1559. Fol. l2lv-125v: La orden que mandó guardar el Duque en los presidios donde havía infantería española en Flandes el año de 1568porque fue advertido que havía algunos descuidosen ella. Normas detalladas sobre el comportamiento de los soldados,guardias,etc. No lleva fecha. Fol. l29v-130r. Orden dada en Bruselasa 8 de septiembrede l57l en la que se nombra al Lic. Gonsalo de Valgaren para que insruya unos delitos cometidos por el capiüín Alonso Núñez y otros oficiales en el castillo de Valencianos. a70 En tiempos de Felipe III se había debilitado tanto la disciplina milita¡, que no era fácil hacer cumplir las ordenanzas,incluso aquéllasque interesabana la haciendareal. El sentarplaza en otra compañía,que en otros tiempos constituía un delito castigadocon la pena de muerte, era uso tan frecuente y aceptado que el gobemador de Pescarapidió al duque de Osuna,virrey de Nápoles, que remediaseel caso de siete soldadosque se habían salido de la ciudadela saltandosus muros, llevando consigo el producto de robos, y habían sentado plaza en la compañía de don Diego de Ziñigaa70.Copia de carta autógrafa de don Juan de Quiroga. De Pescara I 4 dejunio de I 6I 9. En Colección de Documentos Inéditos para la Historia de lspaña, tomo XLV[. Madrid, 1865,p. 188. ot' En 1620 recordó a la sala criminal de Madrid que "en otras ocasionestengo mandado que las caus¿rs que toc¿Irena los soldadosde mis guardasse remitan a sus capitanesy que sólo ellos conozcande ellas" (Archivo Histórico Nacional, libro 1207, f. 438). En 1625 volvió a insistir en que "el conozimiento de los delitos que cometen los soldadostoca a los capitanes",y ademásordena que "general y unibersalmentese remitan a los capitanesdellas, a cada uno el que le tocaseasí en las causasque al presentehubiere pendientes,como las que sugedierenadelantesin que los dichos alcaldesni justicia destavilla de Madrid reseryenen sí ninguna por grave que seaaunque intervenga alevosía,moneda falsa, resistenciao otro qualquiera,pero bien permito que ynfragante delito los alcaldesde la dicha mi casay cofe, juezes y justicia della puedanprender a los dichos soladosy presos en virtud destemi zedula los rremitan luego a sus capitanessin esperarpara ello mandato ni nueba consulta..." Archivo Histórico Nacional, libro I 173, ff. 7v-8v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 170 En la extensiónde la actividad jurisdiccional del consejode Guerra a los asuntos justiciables en el ámbito militar, con un onperador que primero se opone a la pérdida de jurisdicción por parte del consejode Castilla, y que luego va admitiendo la competencia de aquél, con los debidos asesoramientoslegales,no podernosdejar de ver la creciente anergencia de 1oque Duguit considerauno de los momentosnecesariosal acto jurisdiccional: la manifestaciónde la voluntad por parte del que detentael poder de legislaraT2. Duguit señalacuatro elementosnecesariospara admitir la existenciade un actojurisdiccional: I ) pretensiónde que existe una situación contraria a derecho;2) intervención de un órgano público; 3) que la resoluciónjudicial tenga fuerzade verdad legal, y 4) ernisión de un mandatojurídico por el juez. No es dificil caracter-tzar el requisito 1: se trata de los actospropios de la guerra que van contra los usos ordinariamenteadmitidos como lícitos. Sin ernbargo,en el periodo que nos ocupa hay mayor incertidumbre sobreel alcancey consecuenciasde los otros tres requisitos. En cuanto a\ 2, no se sabecon seguridadqué órgano público debeentenderen los casosde ilícito: ¿losmandosde la organizaciónmilitar, los poderespolíticos investidosde mando militar, los tribunales ordinarios?En cuanto al 3, ¿conqué código o ley debe ser juzgado el acto militar? En cuanto al 4, ¿quiénes o debe ser el juez competenteen estos casos?;¿hade serunjuez especial,que hastaahorano ha existido?;¿seha de trazaruna jurisdicción especialpara que surja dentro de ella un juez también especial? Sin necesidadpor ahora de establecerel momento de la aparición de la jurisdicción específicamente militar paralos ilícitos cometidospor hombresde guerra, sí conviene señalarlas teoríasque la explican. Ulpiano colocabael derechomilitar en el ámbito del derechode gentes.Isidoro de Sevilla le sigue en esto,proyectandotodo el peso de su influencia sobrelos reinos cristianosde España.Este es también el enfoque adoptadopor la escuelajurídica española,dominanteen los siglosXVI y XVII. Su exponentemás distinguidoes Baltasarde Ayala. Susplanteamientostieneninfluencia en los de Hugo Grocio y los de Gentili. Sin ernbargo,el inscribir los problemasdel derechomilitar.en el ámbito del derechode gentescorre el riesgo de dejar inexplicados problanas de orden interno, relativos a la justicia, que no pertenecenpor esenciaal derechode las naciones,aunquepuedantener o no tener incidencia en la esferade éste. Nos referimos a los problanas de disciplina militar, que sin duda puedentener, o tienen 472 En efecto, dice Leon Duguit: "El actojurisdiccional es en sustanciael acto de ordenjurídico realizado por un agentepúblico como consecuencialógica de la comprobación por élrealuada de que ha existido o no una violación del Derecho objetivo o tentativa de perturbaruna situación objetiva o subjetiva". DUGUIT. Trailé de Droit constitutionel,pp. 312 y ss. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t7l en gran parte de los casos,proyección en el derechode gentes,ptro poseensin embargo una estructura y coherencia internas propias. Fazzalandirige sus esfuerzosa demarcarel ámbito del actojurisdiccional como Un enfoquecomo éstepuede ser útil en el tema algo distinto del acto administrativoaT3. que nos ocupa; en efecto, los actosmilitares estánencerradosen una esferafuertemente condicionadapor los aspectosdisciplinarios de lo que se considerabuena administración militar. Esta buena administración equivale al mantenimiento autoritario de la disciplina; a su vez, la aplicación rigurosa de la disciplina tiende a afirmar para sí una jurisdiccion ilimitada; estaafirmación no es caprichosa,puesto que apuntaa la protección de bienes que se consideransuperioresa los que puedandetentarlos individuos sujetosa esa'Jurisdicción disciplinaria". En cierto modo, los que están sujetosa esajurisdicción disciplinaria se hallan, por el mero ejercicio de su profesión, en situación objetiva de minusvalía respectode los que no lo están,porque han comprometido su propia vida en arasde la protección de las de los demás,aún a riesgo de la propia: sus bienesprotegibles,en fin, son "inferiores" en valía a los de los demás. Por eso lo que hemos dado en llamar'Jurisdicción disciplinaria" estáesencialmente vocadaa mantenera los individuos sujetosa esacondición de "minusvalía", por la que su vida es de inferior valor que la vida de los que no son de su misma condición profesional.Así, los actos administrativosde la disciplina, tienen una consecuencia jurisdiccionalclara e inevitable. Dos descripcionesde las areasde competenciaque llegaron a caer en la jurisdicción del consejode Guerranos aporta FernándezConti; las dos se refieren a un periodo de desarrollo de estainstitución, en su forma madura, en el siglo XVII. La primeraaTa dice: "Obsérvanseen esteConsejorazonesde guerras,industrias,disposiciones, arbitrios y formas de su execucion,aunqueseanno vistas ni platicadaspor otros, como seanfundadasen Íazon. Trátaselo pertenecientea la guerra ofensiva y defensivade mar y tierra de Españay sus islas adyacentes;la composición de las armadasdel oceano,que se componede navios de alto borde y galerasde España,a cuyos generalesse dan ordenesque debenexecutar.Confiere y resuelvelo tocante a los Presidiosde las costas de Españay de sus islas, disponiendolo convenientepara su conservacion.Manda hacer levas de gentes,nombra generales,cabos,almirantes,maestresde campo, capitanesde o'3 FAZZALARL La giurisdizione volontaria, p. 158. Tomada de DOMÑGUEZ NAIRÍA. op. cit. t. II, p. 704. "o Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón , 172 infanteria y ordinarios de mar y de tierra... Todos estosministros, si faltan a su deber conocede sus delitos el Consejo de Guerra...Atiende a las fortificaciones de las fronteras,castillos i torres que hai en España,fabricas de armas...,bastimentos, artilleria, piperia, adobo de los naüos, reparosjarcias, polvora, municiones, i da ordenes para el gobierno del hospital p¿ra que los soldadosenfermosi gente de servicio seabien curada". La segundaaTs, escritaen el siglo XVIII, describela institución en el pasado,y dice: "Cuydaba de la vista y decision de las causascontenciosas,assi enhe militares y dernassugetosque gozan del Fuero Militar, como sobrePressasy contravencionesde tratadosde paces,y entoncesse llamava Consejo de Guerra de Justicia,pues concurrian los Ministros del Consejo,un fiscal, y el secretariode gobierno. Dos consejerostogados del de Castilla, por associados,que para estoscnsosestavannombrados...Estos Ministros associadosno tenian sueldo alguno por estaocupacion,ni voto decisivo en el Consejo,sino consultivo a los Ministros de Capay EspadaaT6. Pareceque el consejode Guerra sufrió gran decadenciaen la segundamitad del siglo XVII, como da a entenderJuan Baños de VelascoaTT Con la entradade la dinastíaBorbón en los reinos de Españahubo un desplazamientodel ámbito de la justicia militar como parte del derechode gentes,hacia una mayor especializacióncomo régimenjurisdiccional de la disciplina. Se tratabade una influencia francesa,así caracterizadaporel historiador de la justicia militar Alejandro Baccardí,quien a esterespectodice: "la Majestaddel señordon Felipe V, por su Real Ordenanzaque llaman de Flandes,de 28 de diciernbrede 1701,concedióa todoslos terciosy regimientos...el consejode guerrade oficialesparajuzgar todoslos crímenesmilitares y castigarlospor sí, bajo las reglas y formas que en dicha Ordenanza se expresan,para contenerde estemodo las tropas en una exactaobedienciay disciplina,evitandopor estemedio las dilacionesy perjuiciosque en la Administración de justicia se experimentaban,quedandomuchos sin el condigno castigo, o verificándoseéste,tan tarde, que no hacía aquella impresión necesariaen las tropas para mantenerlasen sus deberes,contribuyendotambién esto a que los oficiales del ejército, ot5 Tomada de FranciscoJaüer de GARMA Y DURÁN. Theatrounivercal de España,Madrid 1751,pp. 140-I 54. 476 GAIuvfr{ Y DURÁN. op. cit. p. t47. ott Juan Baños de Velasco manihesta la sorpresaque le causó el comprobar que el barón de Auchi, elevado al consejo supremo de Guerra, que fue ministro de la Guerr4 no conociese,o se desentendiesede repasarlas,las ordenanzasmilitares promulgadaspor Felipe fV, doce años antes de que el barón hubiese publicado sv Arte militar. BAÑOS DE VELASCO. Politica militar de Príncipes.Madid MDCLX)Oq Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t73 con la facultad de juzgar sus delitos, seanmás respetados'*t8.quizás no seanecesario remarcarla alusión a la necesidadde contener alatropq y sujetadaauna 6,acta obedienciay dísciplina. Una representaciónde la época"madura" del consejode Guerr4 esto es, correspondientea la mitad del siglo XVII47e,1odescribecomo uno de los afluenteso "arroyos" que se derivan del consejode Estado.En ésteúltimo reside, segúnesa descripción,"toda suprernajurisdiccion civil y criminal como en el mismo Principe al qual representa,de tal maneraque son una misma cosa". En cuanto a los ámbitos jurisdiccionales de los consejosde Estadoy de Guerra, sin embargo,la descripciónno permite discernir con claridad los límites de uno y otro. En efecto, dice mas adelante que los dos consejos"an de procwar siernprepor escusarjuntamente las muertes,robos, sacrilegios,fuergasy otros infinitos males que resultande las guerrascomo efectosy frutos necesariosdellas", lo que indica un marco de competenciasuniversal sobre guerray ejército; pero más adelante,sin embargo,señalaun ámbito restringido del consejode Guerra,mediado adernáspor el de Estado;así, ariadeque los consejerosde Estado,que también lo son de Guerra, debentratar del "remedio de los dañosque hazen los capitanesy soldadosen los alojamientosal tiempo que lebantangente,no solo en las haziendas,sino en la honrra, mugeresy h¡as, de maneraque gesensi no en todo en la mayor parte". En estadescripciónno apareceel consejode Guerra investido de una facultadjurisdiccional separadade la que coresponde al consejode Estado; antesbien, el consejode Guerra,parecereducido a ejerceruna jurisdicción puramentedisciplinaria sobreun tipo de incidente criminal muy limitado por ocasióny lugar: leva de tropas y alojamientos,y en referenciaa dos tipos de delito consretos,contra el pudor y el buen nombre de las mujeres,y contra la haciendadel rey. Quedafuera de su jurisdicción el gran espectrode delitos frecuentesen una situación de guerra,como atentadoscontra el derechode gentes,indisciplinay negligenciacriminales,traición, deserción,etc. Delitos todos estosque sin duda quedabansujetosa la potestadúltima del rey, mediadapor el consejode Estadocomo "supremajurisdicción",y llos capitanesgeneralesy maestres de campo, de acuerdocon los bandosad hoc emitidos para cadacampaña. n. 154. att Al"¡-dro BACCARDÍ. Nuevo Colónt,t.I, p. 5. o'e Discurso de Augustin Alvarez de Toledo sobre el gobierno de Spaña: Consejo de Estado. Biblioteca Nacional de Madrid, Ms. 904, ff. 99r-105r. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t74 EL FUERO MILITAR La especialízacíóndel derecho militar como una r¿rmadel derecho se cree que La creaciónde éstese sólo fue posible debido a la aparición del ejercito permanenteo80. atribuye comúnmentea los ReyesCatólicos. De gran significado jurídico fue la creación de la figura del capitan general, al que asiste,nvnaudítor para informar de la justicia correspondienteal orden militar, y vnpreboste,para la ejecución de las sentencias.Sin embargo,no es posible ver en estascreacionesel nacimiento de esederechomilita¡ autónomo,pues ya hemos visto que el alferezdel rey en Castilla y el condestableen la corona de Aragón cumplían anteriormentefunciones de justicia militar. Lo que sí se produce, sin onbargo, es una determinaciónmás acabadadel perfil jurídico del capitan general,como cuandoFernandoel Católico nombra a Gonzalo Ferna¡rdezde Córdoba generalde la armadade Sicilia, "como capitan generalde la justigia e jurisdigion cevil e criminal" sobrela armaday sus hombres,tanto en mar como en tierra; y el rey da por puestaspor él mismo las penasque el capitan generalhubiera de poner con el "fuero y derecho" con que puedehacerloast.Loque daría lugar a conflictos de jurisdicción con el virrey de Sicilia, que exigieron el arbitraje del t"yor'. El desplazamientoterritorial relativamenterápido y frecuentede sujetos justiciables, como son los soldadosde un ejército, a áreasgeográficasdistantes, planteabael problernaya conocido de la competenciajurisdiccional entre diversos ordenamientos;los soldadoseranespañolespero podíancometerlos hechosjusticiables en reinos y estadoscon ordenamientospropios. Se daba así ocasión a la renovación de una vieja controversia:¿quéestatutole correspondíaal ciudadanode Bolonia que se El debateestabafuertemente trasladabaa Módena, del que hablabaAccursio?483 condicionadopor el hechode que los sujetosjusticiableseransúbditosdel rey de España,que operabanmilitarmente en estadosdel rey de España,de lo que se derivaba 080 Ramiro FERNANDEZDELA MORA, Conferenciaspronunciadas en la Academia del Cuerpo Jurídico-Militar en el curso I 940-4I . Madrid 194I , p. 36. García-Gallo, por su parte, estima que a fmes del siglo aparececomo autónomo el derechoreferente a la guerra, "como consecuenciade la fonnación de los ejércitos pennanentesy de la necesidadde mantener la disciplina". GARCÍA-GALLO. Op. cit. t. I, p.263. ot' Carta del 14 de abril de 1500. En Correspondenciade los Rqtes Católicos con el Gran Capitán durante las campañasde ltalia. "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos", tomo )Oí Madrid, enerojunio 1909,p.458-59. o" C^rta del I 5 de junio de I 501. En Conespondencia de los ReyesCatólicos con el Gran Capitán durante las campañasde ltalia. "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos", tomo )Oü. Madrid, juliodiciembre1909,p. 350. ot' Ve, estacuestiónen GARCIA-GALLO. Op. cit. t. I, p. 25 l. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t75 flácilmentela solución arbihal de que los sujetoso súbditos soldadosdebíanportar con ellos el estatutoreal, que los singularizabajurídicamente, y los hacía independientesdel ordenamientodel lugar donde operaban.Se manifestabaasí ,con toda la eficacia procesal,el principio delprivilegium,fueraéstefavorableu odioso. Además, como el desplazamientofisico comportabala necesidaddel desplazamientojurisdiccional del propio estatutou ordenamiento,se deducíaque con los ejercitos era preciso el desplazamientodel aparatojurídico necesa¡iopara manteneraquéI.De ahí la necesidad de radicar en el senomismo de las estructurasbasicasdel ejercito, generalmentelos tercios, los órganosjurisdiccionales adecuados.El juez debía acompañara los soldados. Esto abría la cuestión,naturalmente,de qué tipo de juez eracapazde desplazarsecon ejércitosmuy móviles, y en estohabía dos alternativas:o crearjueces aptospara seguir la actividad militar, o dar a los que practicabanla milicia y la guerr4 y debían además matenermediantela disciplina el orden y la j usticia,poderesjurisdiccionales. Las numerosasordenanzasdadaspor el emperadorCarlos V ponen de manifiesto el importante aumentode las necesidadesorganizativs y, también, jurisdiccionales de sus ejercitos.Mientras los ejércitosmarchabanen campaña,iba con ellos un auditor, o, en el norte de ltalia, el capitán dejusticia de la ciudad Milán, acompañadopor treinta arcabuceros"para la ejecución de nuestrajusticia". Este número elevadode agentesjudiciales hace pensaren que su función predominanteera el mantenimientode la disciplinaasa. El consejode Guerra era, por su dedicacióngenéricaa los asuntosmilitares y por la concentraciónen él de destacadosmilitares, algunos sin duda poseedoresde experienciaen la administraciónde justicia en el ejercito, un foco de atracciónde causas y de pleitos, pero el emperadorresistió esatendencia,y a lo sumo accedióa que hubiera asesoreslegalesen su seno,extraídosde las realesaudiencias. Al final de su reinado, el emperadorabrió la puerta a una ampliación del fuero militar paraalgunoscasosparticulares,como las guardasviejas de Castillaen l55lott y la artilleríaen 1553486. Aunque en lo esencial,se mantuvoel statusquo,por el que el aEa Instrucción dada en Genovapor el Emperador Carlos V a I5 de noviembre de 1536para el régimeny organización de su ejército en Italia... 485 La orden'r,"a "para el gobierno y pagade las Compañíasde Caballeria nombradasGuardasViejas de Castilla", de l 3 de junio de 155 l, dispone que "qualquiera pleytos que ovieren e se ofrescieren entre la gente de nuestrasGuardas,assi sobre causasciviles como criminales, las haya de juzgar, e juzgue el Alcalde que es, o foere de la gente de nuestrasGuardas;e que no halliándosepresenteen el Aposento donde residen, seaJoez de los dichos pleytos, e diligencias el Capitín de cada Compañía". En GONZÁLEZ-DELEITO, op.cit.,p. 4 l. 086 l0 de febrerode 1553. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t76 fueromilitar estabarestringidoal tiempode servicio,y ef,la camparlaconcretaen que FelipeII confirmóel fuerode los artillerosa8T. ésteseprestase. El hechode quela llamadaMonarquíaHispánicade los siglosXVI y XVII problonas rasgoel serplurinacional,presentaba tuviesecomosumáscaracterístico jurisdiccionalesmuy complejos.Derivabanéstosdel hechode queel fueromilitar debía frentea, o en armoníacon,los fuerosdetipo ciül de quecadauno de los sostenerse territoriosgozaba.Si enlos PaísesBajosy Flandesfueronen grcnpartelos roces jurisdiccionaleslos quealimentaronlaspasionesde la guerra,en Italia dabanlugara unaconflictividadconstanteen quelos virreyesdebíanponerordeny frecuenternente elevarla cuestiónal arbitriodel rey; entodo caso,setratabasiemprede mantenerel y estatutarias fueromilitar españolexentolo másposiblede lasrestricciones jurisdiccionalesderivadasdel fuerode cadaterritorioparticular.Estejuego requeria oficiales, complicadosequilibriosentrelos ministrosdel rey (virreyes,gobernadores, y funcionariosde las institucionesdel reino o estadoen etc.)y los magistrados particulara8t. Otrasvecesla reservajurisdiccionalsobreel fueromilitar de los españoles de otrosestados, de los potentados debíaejercersefrentea lasreclamaciones o enfeudados independientes a los reyesde España.Esteesun terna,sin embargo,que escapa al propósitode estetrabajo. 087 Thompson dice que la artillería "era un cuerpo virh¡almente independiente.Tenía sus propias libertades,su propio sistemade justicia bajo el Consejo de Guerra, una clara organización financiera, su propio comisariado, servicios hospitalariosy dispensario,íncluso cuando operabaen la flota o como parte de un ejército". THOMPSON. Op. cit. p. 57. ttt Este tema ha sido tratado en el magno estudio sobre los Presidiosespañolesde la Toscana, realizado en nuesffosdías por monseñor Pietro Fanciulli en su obra Storia documentaria dei Reali Presidios di Toscana,3vol. Pitigliano 1999.Como ejemplode conflicto jurisdiccional señalemosel casode los continuos choquesde las autoridadeslocales y pueblos con los soldadosy gobernadores,y otros ministros realesde las plazaspor cuestionesde justicia. Los ministros de los ayuntamientosreclamabana Felipe II la restauraciónde las constitucionesde la república de Siena, de la que habían sido separadoslos presidios. El virrey, cardenal Granvela, ordenó en 1572 una encuestapor un comisario; del informe de ésteresultó un decreto para la ordenación de las competencias,que sejustificaba porque "avendo intesso che nelli presidij di Toscanaper non essernocistabelimenti circa quello compete alla giurisdizione de ministri si mancavadel diritto et per non essernoli officij distincti non si osservanoli veri termini della giustizia ci parse questi mesi passatimanda¡ci il Mag.co Giovan Lopez de Berricano il quale in nome nostro havessepresa informatione del modo del governo di essi et anchevisitare li ministri che da dieci anni in qua hanno ministrato et governato in detti presidij et inteso per relatione del detto li abusi che si causavanoper alcuni di deni ministri in gravissimodanno..." FANCIULLI. Op. cit. vol. I, p. 120. Especialmenteaclaratoriassobre el estatutode los gobernadoresmilitares de los presidios son los párrafos de las páginas 173-175 , vol. I. Una situaciónjurídica muy interesanteera la del auditor general de la gente de guerra de todos los presidios, que era al mismo tiempo podestá,en virtud de los estatutosde Siena.En calidad de podestapodía sentarseen el consejo comunal de Orbetello y estabasujeto,junto con su familia, a visita de dos síndicoslocalesal término de su mandato.(vol. I, pp. 179-188).Por lo demás,el libro de Fanciulli arralizalas figuras institucionales,tanto civiles como militares, de los presidios y trata ampliamente los problemas de justicia del ámbito militar, y de ésteen relación con la justicia civil. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t77 Los hechosmásnotoriosen el reinadode FelipeII, enmateriajurisdiccional del duquede Alba parael ejercitode Flandesy los Países militar, son: l) las ordenanzas Bajos,2) el informedel maeshede campoSanchode Londoñoescritopor encargodel duquede Alba cuandoeragobernadorgeneralde los PaísesBajos,tituladoDiscurso de sobreel métodode reducirIa disciplínaa mejory antiguoestado,3)las ordenanzas AlejandroFarnesioparael ejércitode Flandes,y 4) en el ámbitode la elaboración jurídica,tantoteóricacomopráctica,la obrade Baltasarde Ayala. 1) Las ordenarzasdel duque de Alba Fueron dictadaspor el duque, que había llegado a Flandescon'bn poder soberano",como observóGrocioase,aunqueen principio no llegó como gobemador general.Las incluye Sanchode Londoño en su E/ discurso sobre laforma de reduzir la disciplína militar a mejor y antiguo estadoaeq. Contienenpreceptospara la protección de diversosbienesreligiosos, morales,materialesy personales.También tipifican algunos delitos en razón de las circunstanciasde sitio o asedio. El orden de declaraciónde los delitos y las penases arbitrario, y carecede clasificación y numeración.Las ordenanzaspromulgan medidaspara la protección de bienesmorales pertenecientesal ámbito de la religión, de la disciplina, otros bienes socialescomo la vida y la salud,jurídicos como la seguridaddel ejército,materiales como la hacienda;y se haceuna detalladaexposiciónde los principiosjurídicos y disciplinariosque han de afectara los sitios y asediosde plazas(ver ApéndiceV). 2) El D¡sczrsode Sanchode Londoño El Discurso de Sanchode Londoño propone que los maestresde campo se invistan de la autoridadque tenían los tribunos prefectosde las legionesromanas,'?ara dar órdenesy administrarjusticia a los capitantes,oficiales y soldados".Paradecidir y determinarlos casosciviles y criminales, los maestresde c¿Impodebentener asesores, del mismo modo que en Españalos tienen los corregidoreso gobernadoresque no son letrados;esosasesoresdel maestrede campo son los auditores.Los maestresde campo, otnGROCIO.Annaleset histoiresdestroublesdu Pays-Bas. AmsterdamMDCLII, p. 33. as Bruselas,1596. (1567-1577).Fundación En RenéQUATREFAGES,Losterciosespañoles Universitaria Española, Madrid. P.323-335.En CDIHE,no. 102,p.354. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón , t78 junto conlos auditores,debendeterminarlos casosquenecesitan"desretode ley". estoes,no Ahorabien,los auditoresno debenserlibresparadeterminarlos c¿Isos, ya que obraránde oficio, sinoquelo haranpor comisiónde los maestesde campoont, "los Maestressonjuecesde susterciosy ennombrede ellossedebenpronunciarlas Estasdebenpresentarlos formulismosde algunasgarantíasprocesales, sentencias". comoquela sentenciadebesersuscritaspor el maestrede campoy por el auditor,éste último, y en esteaspecto,conautoridadde notarioo escribanopúblico. 3) La doctrina de Baltasarde Ayala Ayala enunciaen su Del derechoy de los oficios de la guerra las características del fuero del soldadoy su proyección sobrela disciplina, pero lo hace frecuentemente de maneraanfibológica, mencionandolas normasjurídicas romanasde modo que da a entender,ar¡nquesin decirlo expresamente,que tienen validez en el tiempo presente. La principal característicadel fuero militar consisteen la jurisdicción que ejerce sobreél el juez militar. Los capturados,dice Ayala, debenser rernitidos por el gobemadorde la provincia (autoridad ciüI, debernosentender)a su propio juez; se exceptuade estaremisión el soldadodesertorque comete'hn delito enonne, del cual podrá conocerel gobemadorde la proüncia y castigaal soldado en el lugar del delito". No obstante.si el soldadohubieserenunciadomedianteun instrumento adecuadoa la prescripcióndel fuero cuandorompa el vínculo militar, habrá de cumplirse el pactoae2. Por otro lado, puedequedarbajo la jurisdicción del juez propio del caso,civil o militar, si prestasefalso testimonio. De modo simétrico, ni el generaldel ejercito ni el maestremilitar tienen jurisdicción en los habitantesde la provincia. El ámbito jurisdiccional del fuero quedademarcadoterritorialmente por el por la trinchera, o por la proximidad del enanigo para los casosde c¿rmpamento, Sin dice Ayalaae3. disciplinamilitar: "los muros siemprese han tenido por sacrosantos", aer Francisco Lanario dice que el auditor del tercio "ha de ser asesordel Maestre de Campo; le es necesarioatendermás a las órdenesy a los bandosmilita¡es que a las leyes ordinarias, y en la ejecución de la vida, antesde aplicarla, ha de dar parte al Auditor General, a fin de que lo consulte con el general". LANARIO. I trattati del Principe e della Guerra. Tratado segundo.Nápoles, MDC)O(VI, p.96. on' Si tamen miles in instrumentoprofessusfuerit, se non usurumfori praescriptione propter cingulum milüiae, pactum sertandum erit. AYALA. Libro tercero, cap. VII, 3) p. 481. +e3"¡1^ al aproximarselos enemigos,el que deje la exploración o abandonela trinchera es castigadode muerte. Análogamente al que atraviesela valla o entre por el muro en el campamento.Muri enim sacrosancti habiti sunt. Ayala no afinna que esto seauna ley del ejército español,sino da a entenderque Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 179 embargo,las leyes romanaslimitaban el arbitio dentro de los muros: así, sólo se permitía a los tribunos y jefes inferiores'1¡na leve corrección", y oo c¿lsosde pena capital era excepcionalel mantenimiento de la demarcaciónjurisdiccional del "campamento'/eo.Aunque Ayala afirma que los tribunos y otrosjefes inferiores no tuvieron derechode vida o muerte sobrelos soldados,parecejustificar, sin embargo,la justicia sumariacon pena capital por razónde ejemplaridad4es. Los castigosmás duros se aplican para causarmiedo a la pena,"lo cual, en los delitos mas graves,interesaque se hagapúblicamente". Observa¡emosque en Ayala la eficacia de la justicia se mide más por sus efectos sobrela disciplina tal como la valora el general,que por su ünculación procesalmente ordenadacon la justicia.. Lo cual, sin embargo,no debe entendersecomo la prevalencia incondicionadadel arbitrio del general,sino su discrecionalvaloración de 1oque es útil para el fin generalde la guerra.Ayala p¿receapreciarloasí, cuandoaporta el testimonio de Marco Catón cuandodice que, si bien los yerros se puedencorregir posteriormente, "en la guerra los delitos no admiten la enmienda,de suerteque la misma pena siga al error por los talones'/eó. El miedo es presentadopor Ayala como un instrumento que en tiempos romanos fue particularmenteútil a la disciplina militar; así, evoca la forma de inducir miedo entrañadaen la costumbrede diezrnarlas fuerzas,aunqueevoca igualmente formas más suavesde sancióny ejernplaridad,como diferir la paga sin dejarla correr, o licenciar los Inducir miedo, aunqueAyala no lo diga soldadossin las ventajasdel sueldo, etc.aeT expresamente,es el propósito de "lo que se ha establecidopor Derechomilitar, que el primero que en el combateanprenda la fuga sufre la pena capital'/eS,aunqueno debe verse sólo el efecto ejemplarizantede la pena del que se deja arrastr¿Irpor el miedo, sino era una cosfumbreromana.AYALA. Libro tercero,cap. XI, a) p.502. 4e4"Mas ha de saberseque si bien por la ley Valeria, que dio P. Valerio Publícola, y por la ley Porcia, estabaprohibido a los cónsulesque pudieran condenara la pena capital a un ciudadano romano sin autorización del pueblo, y solamentese les dejaba que pudieran castigary ordenar su traslado a las cárcelespúblicas, sin embargo en los campamentostenían derecho a imponer el suplicio según su voluntad". AYALA. Libro tercero,cap. 8, 7) p. a82. tes Así, aduce lo que escribe Tácito: "Municio, prefecto de los campamentos,el cual tenía a su cargo la totalidad de las cosas,estandoausenteel general, calmó la sedición iniciada con el suplicio de dos soldados,más por el buen ejemplo que por derecho concedido". AYALA. Libro tercero, cap. VIII, 8) p. 482. t* AYALA Libro tercero,cap.WII, 6) p. a8S. ont Sobt" la decimación: "Establecieron nuestrosmayores que si por muchos se tramara un delito en cuestión milita¡, por sorteo se condenabaa algunos, para que así el miedo llegara a muchos y la pena a pocos". En cuanto a pen¿rsmenores,cita, junto a las pecuniarias,el hacerlesdorrrir sobre el suelo, bajo el cielo y fuera de la valla. Libro tercero, cap. VIII, 5) p. a86. 4e8*¡o mismo se ha ordenadocontra el noble que huya por ley real de España,y por Derecho canónico se Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 180 el tipo de delito de quien falta al juramento de entregar la üda e'nel combate, si necesariofuera. Penacapital de la que no debenescaparlos que, sin ni siquierahaber visto la cara al enemigo, simulan enfermedadpor miedoaee. Ayala relega el terna de los pronios a los soldadosal ultimo de los capítulos de su tratado. Paraintroducirlo, dice: "De ningun modo se gobiernamejor la República que por la pena y el premio". Jurista, se ha interesado en todo el tratado mas por el castigo como sanciónde la injuria, o de la protección y conservaciónde los derechosdel príncipe, que de lo que el príncipe debe al soldado,pues en pura lógica jurídica no le debenada que no estécontenido en el pacto que selló con él en el juramento. Sin suponerque Ayala no albergabaningún sentimientode la justicia moralmente debida al que había cumplido su seryicio con honra, no fundamentala necesidadde los prernios sobrebasesjurídicas sino prácticas::"Por lo que así como la disciplina militar exige un ásperogénerode castigo,así también han de ser excitadoslos militares al valor con premios". Exigir sigue a una obligación contractual,praniar es sólo añadir un incentivo. Ayala deplora , con Tácito, que la mayoría, tacañacon los premios, estámiásinclinada a correspondera la injuria que le infieren los enernigosque al beneficio que recibe de los amigos,por lo que muchasrepúblicasperecenporque los buenosno reciben más premio que los desidiososs0o. Ayala, sin embargo,acabapor remitir el valor utilitario y compensatoriodel prernio a la honra póstumadel soldado,cuandoevoca las leyes de España,Pisístrato,Solón y Constantino,reconociendopor ley en los hijos los méritosy derechosde los padressol. Ayala pareceinclinarse a la retención de un margen de discrecionalidadpor parte del generalen su juicio del comportamientode los soldados,cuando considerael casode la embriaguez,quepara un generalconstituye atenuante,y es agravantepara otroso2. hace infame". AYALA. Libro tercero, cap. XV, 2) p. 526. t* AYALA. Libro tercero,cap.XV, 5) p. 532. s00AYALA. Libro tercero,cap. XX, 2),p.562. s0' Su tratado termina con estepríLrrafo:"Finalmente, también las constitucionesde Españaatribuyen muchos premios a los que hayan prestadograndesservicios en la guerra, y asimismo concedena los hijos Ios premios debidos a sus padresmuertos. Lo cual se refiere que fue previsto antiguamentepor Pisístrato. Y por ley de Solón se previó entre los ateniensesque, apartede los dones que fuesenrepartidos por los generalesa los soldados,los hijos de los que cayesenen la guerra fueran públicamente alimentadose instruídos en buenasdisciplinas. Y Constantino quiso llamar los hijos a la milicia patema". AYALA. Libro tercero,cap. XX, I l), p. 570. 'o' Así, Pirro dejó marchar sin pena a unos adolescentesque le habían ofendido estandoborrachos, mientras que Carlos V dio un edicto para que nadie considerarala embriaguezr¡na excusa,"por la exageradafrecuenciade emborracharseen estasregiones", dice Ayala con referencia a Flandes.AYALA. '7) p. 491. Libro tercero,cap. VI[, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón l8l LOS MAGISTRADOS DE LA ruSTICIA MILITAR Thompson ha señaladopara el reinado de Felipe IV la tendenciade la profesión militar afrazar y consolidarun fuero especialpropio y la resistenciade las autoridades civiles, tanto de la justicia ordinaria como de los gobiernos"proünciales" (de ofros reinos y estados),a consentirlo. Se dabapor supuestoque cuandolas fuerzasse encontrabanen campaña,no había forma de limitar la aplicación del fuero militar con exclusión de cualquier otrajurisdicción; entoncesel ejercito se regía por las ordenanzas vigentes en cadamomento, y por los bandosde cadacampañao batalla. Las guerras dejabanfelizmente claraslas cuestionesde jurisdicción, pensabaCristóbal de Lechuga, generalde la artillería de Milans03.Fuera de estascircunstancias,embargadaspor la situación de guerra,también los capitanesgeneralesy virreyes utilizaban sus prerrogativasjurisdiccionales para pasarpor alto las limitaciones constitucionalesde cada estadoen particular. Y hacia dentro de la institución militar, ejercíanuna presión centrípetapor la que atraíanhacia sus personastodo el campo de competencias,en detrimento de las jurisdicciones regladasde que estabaninvestidos los oficiales de justicia en rangosinferiores, esto es, dentro de las unidades. Felipe IV se opuso a esemovimiento centípeto que favorecía jurisdiccionalmente a los capitanesgenerales.Las ordenanzasnuevasde I632sM restauraronla distribución de competenciasjurisdiccionales; por ellas se descentralizaba la administraciónde justicia, dejándoselade nuevo encomendadaen primera instancia, como en el pasadohabíandispuestolas ordenanzasde Farnesio,a los auditoresde las solEn la letra y en el espíritu, así como en la costumbre inveterada,el alcaide o gobernador de una plaza era el títular de lajurisdicción que, dentro de ella, se ejercía en nombre del rey, sin excepción ni limitación. Sin embargo, la evolución y modernización del ejército producía conflictos jurisdiccionales, por ejemplo, al crearseun cÍugo como el de general de la artillería, con mando sobre la del ejército, los presidios y las fuerzas.Cristóbal Lechuga, el gran artillero y tratadistade la vuelta de los siglos XVIXVII, señalóel conflicto que se daba en el castillo de Milan y en otras plazas,porque los gobernadoresno permitían al general de la artillería entenderde la que estabaa su cuidado. El atribuía estaconfusión y desordenal estado depaz en que vivía Milán, mientras que en Flandes,en estadode guerra continuo, las cosasestabanclaras: el general de la artillería, con sus oficiales, entiende en todas las cosasde la artillería, sin que tenga más que hacer que dar cuenta al general del ejército". LECHUGA. Discurso del capitán Cristoval Lechuga, en que trata de la Artilleria y de todo lo necessario a ella, con un tratado de fortificacion. Milán, MDCXI, p. 195. t* Ordenantas sobre Disciplina militar, mando, sueldos, ventajas,provisiones de empleosy otras cosas, fechadasel 26 de junio de 1632. Un ejemplar se halla en la Biblioteca Nacional de Madrid, R. 35.552. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 182 unidades,en consultacon los maestresde campo. Al mismo tiempo se ampliaba el fuero militar a todo tipo de situacionesde la vida del soldados0s. Quedabaasí circunscrito totalmente et rárnbitojurisdiccional en que se inscribía el fuero militar, consistenteprecisamenteen su inclusión dentro de eseámbito506. Una de las consecuenciasde estasordenanzasfue la "devaluación" de la figura del capitangeneral,y en esto operabanen sentido contrario a lo pretendido por las ordenanzasde Farnesio.Las ordenartza-cdeclarael rey, son una "instrucción general" en las materiasde que se ocupa: sueldo,disciplina promoción, etc. Entendemosque con esaexpresiónse revocan las provisionesparticularesen las mismas materias,que las ordenanzasde los capitanesgeneralespudiesenhaber dispuesto.Adernás,se les desproveedel "privilegio y título de su cargo" para los asuntosmencionadossoT. Entendemosque así se les sujeta a la condición propia de un oficio de la profesión militar, despojandolosdel "imperio" como alter ego del príncipe, tal como las orcienanzasde Farnesioentendían.Esta intención quedade manifiesto en la voluntad del rey de devolver a los jefes de las unidades"la mano que es razón" en materia 'ot Con la ordenanzano. 65 (en un total de 80) trataba de poner frn a la pníctica en que habían incurrido los generales,de impedir que maestresde campo y capitanesejerciesenen tiempo de paz la jurisdicción que claramenteles correspondíaen tiempo de guerra. "Y por quanto en algunos de mis Exércitos, con la largaPaz, se han ido introduziendo muchos abusos,y entre ellos estoy informado que ni a los Maestresde campo ni a los Capitanes les dexan sus Generales la mano que es razón tengan sobre sus Tercios y Compañías,como la tienen en las Provincias que ay Guerra rota; Mando que los Auditores en la primera instancia conozcande todas las causasciviles y criminales que se ofrecieren entre la gente de los dichos Tercios, y que las sentenciasque pronunciaren, sea consultandolasprimero con los dichos Maestros de Campo, y si las partes apelarendellas, otorguen las apelacionespara los Auditores Generales". t* De est" modo pudo decirse,como señala González-Deleito,que el consejo de Guerra, "concebido inicialmente como órgano consultivo en materia militar asume,a lo largo de su historia, más por imperio de la cosh¡mbreque por señalamientolegal de atribuciones, la función de entenderen apelacioneso agravios con motivo de sentenciasde los órganosjurisdiccionales castrenses- tanto de carácter estrictamentemiliur como de orden civil o criminal común GONZALEZ-DELEITO Y DOMINGO.Op. cit. D. 44. 507'V a los dichos mis CapitanesGeneralesen sus despachosse les advierta que no tienen, ni Yo les doy autondad en manera alguna para dispensaren ninguna cosa de las que en ellas (las ordenanzas)se ordenan.Porque desdeluego revoco qualesquieraotras ordenes,concessiones,o costumbrespor donde puedanpretenderarbitrio, para dispensaro invocar en todos, o en qualquiera de los casosque en ellas se contienen,y les quito el privilegio y titulo de su cargo, de tal manera que en estaparte no tengan facultad, ni titulo para poder dispensar,aunquequieran hazerlo, pues con quitarles el cargo, para en aquel caso les quito la facultad que con el tenian de poderlo mandar, de forma que 1oque hizieren en contrario, en qualquiera tiempo se ha de entenderninguno, y de ningun efecto y valor, como accion de persona ilegitima, y que no sólo se halla sin poder, y facultad mia, sino que obra derechamente contra ella. Por Io qual mando a los dichos VeedoresGeneralesy demasOficiales del Sueldo, adviertan a mis Capitanes Generalesen lo que ordenaren,si se encuentracon mis ordenes,y con lo contenido en estasordenangas. Y en caso que sin embargo de su advertenciano las cumplieren, no tomen larazon, ni pongan intervencion en cosa que se oponga a ellas, ni assientennada en los libros y papelesde sus exercicios. que se lo ordene, y me den seaen contravencion de orden mia, aunqueel Capitan General express¿rmente luego cuenta dello, so pena de privacion de sus oficios, y satisfacioncon el quatro tanto en lo que mi haziendafuere interessada,y de incurrir en mi desgracia... entendienomis CapitanesGeneralesque si por esterespectolos reprehendiereno atropellarenlo tendre a mucho deservicio, haziendo la demostracion Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 183 disciplinariatot. lver en Apéndice VI un sumario de las ordenanzasde Farnesio).En 1590, el príncipe de Orangedictó unas ordenanzasmilitares que imponían un conjunto de medidasdraconianaspara mantenerla disciplina del ejército de los Estados Generales.(En el Apéndice VII se encontraráun sumario de las ordena¡zasde Orange) La situación creadapor las ordenanzasde 1632estabalejos de satisfacera toda la profesión militar. En tianpos no muy posteriores,cuando el brillo de las armashabía decaídoaún más que en aquel tiempo, el maestrede campo Franciscode Melo, portuguésal servicio de la corona española,realizó una exaltadaevocacióndel capitan general,que no podía sino interpretarsecomo una crítica de la "devaluación" pretendida por aquéllassoe. La distribución de facultadesjurisdiccionales y disciplinarirrsno era cuestiónde poca importancia; al reforzarseunas y otras al nivel de las unidadesera ineütable que se confundiesenlos recursospunitivos que corresponderíanrazonablementea la disciplina con los adecuadospara el crimen. En tiernpospasadosno había sido infrecuentecastigarbrutalmentefaltas muy ligeras con penasque sólo podían correspondera los delitos más graves;tal podía llegar a ser la situación, que a los castigoscorporalesque los auditorespodían imponer se les atribuía un efecto inhibidor de castigosmás cruelesque los capitanesy maestresde campo gustabande aplicar. De "castigos bestiales" se queja Sanchode Londoño, el maestroreverenciadode la que convenga".Ordenanzano. 79. tot "Y por quanto en algunos de mis Exercitos, con la larga paz se han ideo introduziendo muchos abusos, entre ellos estoy informado que ni a los Maestros de Campo ni a los Capitanesles dexan sus generalesla mano que es ftuon tengan sobre sus Tercios, y Compañias,como la tienen en las Provincias que ay guera rota; Mando que los Auditores en la primera instancia conozcande todas las causasciviles y criminales que se ofrecieren entre la gente de los dichos Tercios, y que las sentenciasque pronunciaren sea consultandolasprimero con los dichos Maestros de Campo, y si las partes apelarendellas, otorguen las apelacionespara los Auditores Generales".Ordenanzano. 65. ton El Aviso II de la Política militar, de FranciscoManuel de Melo, se titula "De la dignidad del capitán general". En ella se dice: "La dignidad del Capitán General es la más alta que usan o pueden formar los Reyes; los que levantó Ia República Romana se llamaron Emperadores,y de estosse dedujo al mundo por el mayor nombre de sus monarcas;ellos son el brazo diestro de las monarquías,el que las asegura,las hon¡a, las venga y las defiende.. .; son árbitros de las vidas de los mejores hombres de la república, amigos y enemigos (porque en la guerra entran al mayor peligro los mejores de ella), de los unos por la culpa del delito, de los otros por ley de la hostilidad. También alc4r'"a su poder según la fortuna; y algunasveceshan derribado las coronasy los cetros, otras las han mudado, muchas distribuido, sur delinquir ninguna contra el derecho de las gentes;porque lajurisdicción de la potenciajustificada es inseparablede otro que no seael Príncipe dueño de la acción en que se obra". La explicación de la completa potestadjurisdiccional del capitan general la encuentraMelo en que no podría hacer la guerra con acierto si los poderesque tuviera en provincias lejanas de su patria se le diesen limitadamente y con órdenesde consultar sus resoluciones;ademris,en la guerra se presentancasosimpensadosy oportunidadesque podrían perdersepor faltarle la concesióndel príncipe". Francisco Manuel DE MELO, Política militar en Avisosgenerales. Edición prologada por JoaquínRODÚGUEZ ARZUA. Madrid 1 9 4 4 , p . 1 1y3 s . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 184 disciplina militar, en la figuración literaria que de él hace Franciscode Valdés, en su Espejoy disciplina militarsto. FranciscoLanario, mie¡nbro del consejode Guerra del estadode Flandes, participó también en el debatesobrela figura del capitan general,describiendolas cualidadesde caráctery capacidadque debereunir.Lanario coloca la obedienciaa la ley entre los cuatro modos del orden militar que el capitan general ha de reunir. Según el primer modo, consistenteen la educacióngeneral,situa esaobedienciaa la ley en pie de igualdad con la aptitud para el sacrificio y la fortaleza;el modo segundoenseñaa hacer la elección de la gente de guerra; el tercero enseñaa armar los estadossegúnsus proporciones,y a los soldadoscon sus annas; el cuarto modo enseñalas cinco maneras de guerra:marchar, castramentar,combatir en campaña,defendery asaltarplazas fuertessll. La ciencia militar requiere el conocimiento de las leyes y de las reglas militares, y se ha de adquirir mediante el estudio de la historia; en la ciencia militar, los errorescometidosporque no se sabebastanteson como los delitos en materia de justicia: les sigueel castigoy la pena5l2;por esono se puedefallar dos vecesen algo, "porque el error en la guerra es la muerte"5l3.De esaopinión era también el auditor de la armadaen la jornada de Azores, Cristóbal Mosquerade Figueroa,para quien "en la gueffa no se puedeerrar dos veces"st4Laseguridad de un reino consistemás en las leyesque en la milicia. Por esolos ejércitosse confiabana generalesque no sólo poseíanla ciencia militar, sino también la de la jurisprudencia. En todo caso,deben tener siemprea su lado personasentendidasen las cosasde justicia, así como soldados viejos paralas de la guerrattt.La¡usticia, sobretodo si va acompañadade la clernencia, puedeservir a los fines pacificadoresde la guerrasló.La clemenciaque Lanario predica s'u Francisco de Valdés pone en boca de Sanchode Londoño este deseo:"Ojalá se desterrasende la milicia los bestialese inconsideradoscastigosque los oficiales hacen con las alabardasy espadas, heriendo y estropeandoy aun matando muchos soldados,por causasmuy ligeras, lo que no deberíahacer, sino en caso de notable inobediencia,y que fuese necesariopor dignos respetos.darel castigo infraganti". VALDÉS, Espejoydisciplinamilitar. EditadoporJoquínRODRIGLIEZARZUA. Madrid 1944,p.75' s" LANARIO. op. cit. p.36. t'2 LANARIO. op. cit. p. 54. t'' LANARIO. op. cit. p.78. t'o "casos son tenidos por leves en los tribunales de paz, que en los de guerra son dignos de mucha severidad,en la qual no se puede errar dos vezes,y se deven castigar cou rigor, por el peligro en que pone a un exercito un mal soldado, y assi no es de espantarque en el est¡uendode las armas no se oyan las palabrasde las leyes con la atención que en las quietasrepúblicas". MOSQUERA DE FIGUEROA. Comentario en breve compendio de disciplina milita, en que se escrive la jornada de las islas de los Agores.Madrid 1596, fol. 122r. t'' Como dijeron Salomón y Justiniano,Imperatoriam Maestatis, non solum armis decoratam, sed etiam legibus oportet essearmatam. LANARIO. Op.cit. p. 67 y s. s¡ó"A muchos maestrosde campo general ies ha sucedido que el haber mostradojusticia con los enemigosha sido causade apoderarseantes de las ciuadesasediadas.Habiendo Césarusado clemencia Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 185 al capitangeneralla merecesobretodo el soldado,al cual no se le puede llevar a ciertos límites. Lanario recuerdala advertenciade Jenofonteimplícita en su pregunta,"¿qué soldado es tan valeroso y fuerte que pueda luchar largamente con el frio y el hambre?"slt Tampoco se le puedeobligar al soldado a luchar con la necesidad,como cuandono se le pa3a,y se le obliga para comer salir a los camposy ciudadesa robar: "quando manca il pagamento, conviene che manchi il castigo", advierte Lanario, quien más adelanterecuerdaque "el ejercito famélico y necesitadono puede estarsujeto a la disciplina militar, porque siempre suponeque puederobar lo que le falta para el sustento"Sl8.Tampoco se les debe enviar al mataderopara abreüar la üctoria' Este riesgo es especialmenteagudo en la guerra de sitio, ya que se dan muchas ocasionesde poner a los soldadosen peligro de muerte; por eso,el maestrede campo debe ser "como un padre" de los soldadossle.Por el contrario, se debeestimular en el soldadola superaciónde suspropios límites con la esperanzadel prernio; y esto, que Lanario lo recomiendapara todos los ejércitos, se deberíapracticar en los de Su Majestad, sugiriendo quizás que no se practica todo 1oque se debe,y si se hiciese, por ejemplo, promoviendo al soldadoa mayor puesto,serviría también para que "los oficiales fueran s20. más prácticos,expertosy valerososen la guerra" FrancescoFerretti, súbdito del duque de Florencia y con experienciaen las gueras de los reyesde España,hace del maeshede campo generalla principal figura de la adminisfación de justicia en el ejército. Aunque también contonpla la figura del capitan general,no la describebajo su dimensiónjurisdiccional. En Ferretti la función jurisdiccional de los maestresde campo generalposeeun aura augusta,que le acercaen la imaginación a la del capitangeneral:los maestresde campo generalsuelenser hombrestan cualificados que podrían administrarjusticia "né piu né meno que nelle buone et ben ordinate Cittadi, Stati et Regni". El maestrede campo generaldeberá ayudarsede auditoresque seanhombresprácticos,letradosy versadosen los términos de la justicia, "conforme al estilo usual en el ejercicio de las armas,que entiendanlos casossumariamente,decidany sentencien,porque la gente de guerra no estáobligada a con los de Metrópolis,ciudadde la Tesalia,muchasotrasciudadessele rindieron..." LANARIO. Op. cit. p.92. LANARIO.op. cit. p. 26. "t t't LANARIO.op. cit. p. 90. t'n LANARIO.op. cit.p.95. t'o LANARro..op.cit.p. 76-79. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 186 deber observar sino aquello que sea ordenado por el capitan general, y aquello que l. pertenecea la razónnatural"S2 La prernura en que se producen las acciones de guerr4 y la perentoriedad con que se presentanlas adversidades,ponen la adminishación de justicia en las más arduas altemativas. Las leyes de la guerra son diferentes de las comunes "por la brevedad y rigor" y porque han de ser m¿ísseveras,afirma Jerónimo de Urrea522."Prestezay brevedad" en las resolucionesde la guerr4 reclama Alaba y ViamontsB; a ello obliga la peligrosidad que para la población representanlos soldadosque marchan,que necesita pero la severidaddebe acompañarsedel ser contenidacon las más severasmedidas52a; sentido de la justicia distributiva, adüerte Alaba52s.La justicia debe aplicarse"como negociode campoqueva marchando",afirmaMosqueradeFigueroas26 La figura del auditor es descritay valorada alab¡z de la sumariedadpor Cristóbal Mosquerade Figueroa,que había depuradolas responsabilidadespenales resultantesde la sedición de las islas Azores contra la autoridad de Felipe II como rey de Portugal. El orden y solannidades de todo juicio son de derechopositivo, nota Mosquera,pero en el arnbito de la justicia militar conviene disminuir y abreviar la solemnidaddel proceder,"y no solo sumaria,pero simplemente,que es lo mismo que sin marañas, cautelas,ni dificultades". El auditor hace el oficio del rey en cuanto a la 5t' F*rr.esco FERRETTI D'ANCONA. Detla osservanzamilitare. Venecia MDL)OCVI, p. 35. 522 Las leyes de la gente de guerra, dice Jerónimo de Urrea, "Seran diferentes en quanto la brevedad,y rigor, porque la gente de guerra, estandoen ella, no se ha de processarni seguir la causacon largo término, ni tampoco requiere ser los castigospequeñossino grandesy executadoscon severidadpara refrenar gentestan libres". Y son gente libre porque la mayor parte son mozos, y pam que no se consumiesenen sedicionesy se acabasen los emperadorespasados"les pusieronjuezes para deterrninar sus causÍrsy dar a cada qual su parte". URREA, Dialogo de la verdadera honrra militar, que tracta como se ha de conformar la honrra con la conscientia.Yenecia, MDLXVI, fol.32r. 523"la principal parte del buen sucessode los negocios de la guerra consisteen la prestezay brevedad en concluyrlos". Diego de ALABA Y VIAMONT. El perfecto capitan instruido en la disciplina militar, y nueva ciencia de la Artilleria. Madrid, MDXC, fol. 25v. s24((losestadospadecennotables dañospor la insolencia y descomposturacon que proceden los soldados yendo marchando,por ser la mayor parte de los que se reciben hombres de ruynes inclinaciones y respetos,y que conocen ser forgoso valerse dellos, viendo la necesidadpresente,que es lo que les da alas para emprenderqualquiera sin¡azon de las que cada dia hazen a la gente pobre y miserable que los recogeny aposentanen sus qasas". ALABA Y VLAMONT. Op. cit. fol.27r' la "t P".a esteautor, la justicia distributiva ("dar como conviene y a quien conviene") debe caracterizar y justicia y varón fuerte perfectamente, como conducta del capitán, ya que "no podrá saberadministrar esforgado,si no supiereen las ocsionesque se ofrecieren ser liberal y usar destavirn¡d de tanto adorno y estima".ALABA Y \TAMONT.Op.cit. fol. 8r. t'u Mosq,reta enfatiza"la brevedady expedienteque deven tener los juezes o auditores de los exercitos, donde no deven fulminar los processoscon aquellasdilaciones y terminos ordinarios de los juzgados, sino con el menos estrepito y figura de juyzio q. pueda ser, procediendo en las causrts,y determinandolas, como negocio de campo que va marchando,no haziendo assientoni tardangaen ellas". MOSQUERA DE FIGUEROA. Op.cit. fol. I I lr. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 187 justicia en la guerra, en virtud de las leyes civiles, loables costumbresmilitares y comisión particular del propio rey, sin perjudicar por ello Iafaerzade los derechoss2T. El derechoda al auditor licencia para procederde plano, esto es, con llaneza,en cualquier lugar honestoy aún exhaordinario. No lo dice, pero Mosquerapareceestar pensandoen las condicionesde un juicio en campaña.Se refaerzaestaimpresión cuandorecomiendaque "estos negociosse fulminen sin estrepito, que es respetodel lugar, del estilo y del sujeto porque no se á de dar lugar ni ocasiónde dilacionespara buscar abogados,como en los otros tribunalesle permite". Esto no indica más que el que el juez, en la guerr4 obrasinfigura judicial, esto es (segunexplica) prescindiendo de las solemnidadessustancialesdel juicio, establecidaspor derechocomún, sin afectar para nada las que tocan al derechonatural y de gentes,y por razónnatural. Se trata, pues,de un derechono civil, efectivamente,pero atenido a los mismos fundamentos naturalesde éste,y a los principios del de gentes,bajo la guía común a todos, laraz6n. En el juicio militar se prescindede todo lo que entra en los juicios ordinarios, menos las cláusulas"de sustanciadel hecho", esto es, las confesionesy pruebas,y las defensas legítimas. Las sentenciasseránválidas aunqueno se den por escrito,pues está justificado cuandoel delito es notorio, como suelenser los que se dan en la guerra. El auditor puedehacer aún mas sumario el procedimiento; por ejanplo, cuando se presentenpeligros de atrevimientosy revoluciones;en esecaso,puedehacerrecurso libremente a la cláusulasin guardar orden, que le permite ser árbitro, y procedery definir "sabiendo sola la verdad del hecho". Por lo dernás,en la jurisdicción militar no hay limitación en razónde la territorialidads2s. El rigorismo de un Mosquerade Figueroahay que ponerlo en el contexto de los padecimientosde una poblaciónsumidaen la miseriay laopresiónpor causade las alteracionesde los soldados,entre los que sólo hay "vicio, lujuria y ferocidad", lamentabaLipsiuss2e. ttt MoSQUERA DE FIGUEROA. op. cit. fol. 112v. 5'8 "y adviertan que la jurisdicion del Auditor general no estálimitada, como la del juez ordinario, dentro de los términos de su territorio, donde puede lo que haze, y administra legitimameute justicia, tanto que si¡ cometer delito le dexará de obedecerel hombre que fuere de diferentejuri(s)dicion, fuera de su districto, Io que no es en el juez de la guerra, por estendersea mrls su comission, el qual no tiene señalado territorio, antesen qualquieraparte que se comete el delito es competente,y retiene su juri(s)dicion' y se le remiten todos los culpadosque se huvieren recogido a otras". MOSQUERA DE FIGUEROA. Op. cit. fol. l2lv. 52e carta a un amigo Lipsio decía que el mejor servicio que se le podría hacer al rey en su guerra contra En los rebeldesera llevaria a cabo "con lealtad y alguna disciplina... He añadido la disciplina. Porque en verdad, sin ella (hágasey dígaselo que se quisiere) ninguna guerra o empresatendra feliz sucesso,antes se perderáhonra y reputación. ¡O, qué gnm cosa es la soldadescabuena y obediente,y que assílo seanlos Capitanesy officiales menores! Pero es menesterpara esto usar del vínculo de las leyes y severidadque Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 188 LOS MOTINES Una alteración de la disciplina con rango de delito eran claramente los motines, paralos que se pedía un fratamientojurídico de sumo rigor... o de blandura, segúnlo aconsejaranlas circunstancias;ésaera la ambiguarecomendaciónde Franciscode Melos3o. En tiempos del emperador,hubo motines de soldados,pero no con la frecuencia y gravedadde los que se producirían luego en tiempos de su sucesor,Felipe II, con motivo de las gueras de Flandesy los PaísesBajoss3l. Las mejores intencionesde introducir la justicia como un medio de mantenerla disciplina fracasabanconstantemente.El sistemaadministativo-financiero que debía respaldarla guerra estabaafectadode gravesdisfuncionalidadesy carencias;los mismos Casi todo oficial y soldadohabíaparticipado alguna vez ei su üda oficiales robaban532. en un motín, o se había mostrado remiso a reducirlo. Segun la ley, tanto un ate essasfuergasy las haga útiles a la República. Porque de otra manera se derriten, gastany consr¡men con el vigio, luxuria y ferocidad, ni ay entre las tropas destamilicia que robos, cohechosy motines. Vos y los hombres prudentessabeisque digo verdad, y la fuente de nuestrosmales nasgede aquí". Carta de Justo Lipsio al Capitán Francisco de San Victores de la Portilla, sobre las guerras de Flandes. Lovaina, 2 de enero 1595. Versión en castellanode una carta de Lipsio, que se encuentraen la Biblioteca Nacional de Madrid. Publicada en el "Boletín de la Real Academia de la Historia", junio I 899, pp. 257 -265. 530"Conviene que el Capitan General con gran prudencia acuda a extinguir las llamas diligentemente,ya con la blandur:t, ya con el rigor, hastahaber las libertades de los sediciosos,en los cuales súbitamentese deben ejecutar las mayores violencias, sin da¡ lugar a la piedad del Príncipe que se interponga con r¡n perdón generoso,ni a su mismajustificación en casoque la prevengan". MELO. Op. cit. p. I74.El adjetivo "súbito" y el adverbio "súbitamente" se emplean invariablementepor los cronistas,casi como cláusulasde estilo, para explicar la eficacia de las medidas represivasde un motín. Así, las Crónicad del Gran Capitán hablan del "súbito castigo (que) atemorizó a los sediciosossoldados"; Gonzalo había mandado colgar de forma inesperadaa un capitán vizcaíno, a cuyo insulto el día anterior no había querido responder.La "clemencia", "blandura", "humanidad" en el castigo de los demrisamotinados suele ser también otra cláusula de estilo al describi¡ estoshechos;así lo hacen las propias Crónicas del Gran Capitán, que a renglón seguido dicen: "Pues mirad, o franceses,la clemencia y humanidad de los pasados romanos,por cuyo ejemplo debemostodos vivir". Crónicas del Gran Capitán, por Antonio RODzuGUEZVILLA. Madrid 1908,p. 100. 53rEn 1538 sublevaronpor falta de pago las tropas de Lombadía; se acuartelaronen Galerita e se impusieron tributos en los lugaresde la comarca.Por aquél tiempo se produjo un motín en La Goleta de Túnez; pudo aplacarsesacandolos revoltosos de la plaza y llevándolos a Sicilia; como aquí tampoco fueron pagados,se dedicaron al bandidaje durante varios meses,hasta que se pudo reducirlos; vei¡ticuatro de ellbs fueron colgados en diversos lugaresde la costa.Los motines militares en Flandes, cap. I. "Revista de Archivos, Bibliotecasy Museos".Madrid, julio-diciembre 19l l, pp. 380-388. 532"Ta¡ ladronesson los Capitanesy Comisarios", decía Luis de Requesensal rey sobre la escasezde di¡ero, lo cual no sólo se debía a que llegaba poco y tarde. Si el dinero de las pagasse daba a los capitanespar¿lque se lo hicieran llegar a los soldados,éstostenían mucho trabajo en alcenzarlo.Un informe sobre el estadode la milicia en tiempos de Felipe II dice: "Si el soldado pide justicia, creen más al Capián que a é1,y aunquediga verdad no le aprovecha,y cuando no se cata le da el Capitlín o su Alférezuna cuchillada, de que muere o queda manco, y aun (si puede) por muy pequeñaocasión le hace ahorcar". Relación de algunas cosascumplideras al serticio de S. M. cerca de la gente de gueffa- "Pot un vasallo de S.M. que ha residido veinte y un años en sus ejércitos". Biblioteca Nacional de Madrid, Ms 12.615.Reproducido en el artículo Los motines militars en Flandes. Introducción "Revista de Archivos, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 189 comportamientocomo el oho constituíandelitos de lesa majestad;en el curso de una campaña,la justicia poco podía intervenir más que de la forma más arbitraria, y, sobre todo, breve y amedrentadora533. El número de los alteradosen tantosmotines asombra,y explica la dificultad de reducirlos: 3.000 soldadossaquearonAmberes; en Alost, en 1576, entraron2.000 amotinados;todo un tercio se amotinó en febrero de 1590 en la comarcade Courtrai, estetipo de extorsionesera respondido imponiendo contribucionesa las villas cercan¿Is; a vecespor los villanos con ls armas,lo que suponíarepresalias,como la que costó a los En la serie de motines que comenzóen diciernbrede habitantesde Sintron 300 bajas53o. 1592 llegaron a intervenir fuerzasde once naciones,con dos mil infantes y mil caballos; los amotinados,a caballo entre territorio francésy belga, impusieron tributos a las üllas de Artois, Hainaut y entre el Sambrey Mosa. Con sus diversasalternativas,estemotín duró quince meses.En el de Sichem, en 1594,participaron cercade mil infantes y ochocientoscaballos,llegando los soldadosa constituir la Republica de Sichern,que imponía contribucionesa las villas. No fue obstáculoestarebeldia generalízadapara que parte de los amotinadosse uniesena las fuerzasdel conde de Fuentesque sitiaban Cambrai, hastalograr su captura.El motín se prolongó veintiseis meses,hastaque fueronpagadosde susatrasosen agostode 159653s. Si desdeel punto de vista legal los soldadosamotinadosson rebeldes,desdeel punto de vista militar siguen siendo soldadosútiles y necesariosal servicio. Desdeuna concepciónmeta-jurídica, su comportamientose podía asimilar al de los alcaidesde fortalezasque, no habiendorecibido de su señorlos bastimentosy atmasnecesariaspara su defensa,emplazanlafortalezay se salende ella. Las leyes de Partidas avalan ese comportamiento;y no por hacerlo dejan los alcaidesde ser vasallos lealesdel señor,con los que aún se puedecomponersu vuelta al servicio. Pero las mismas leyes obligan al Bibliotecasy Museos".Madrid, julio-diciembre l9l l, pp. [email protected]). t" Así, don Fadrique de Toledo, cuando la violencia de la guerra empezabaa arrecia¡ hacia su extremosidad,pudo aún sin mayor dificultad elegü treinta alemanespara colgarlos por el amotinamiento de sus unidades.Zos motines militares en Flandes. "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos". Juliodiciembre I9l l, cap. I. pp. 380-388 (p. 387). Poco despuesde tomadapor los españolesla ciudad de Haarlem, tras un sitio de va¡ios meses ente 1572y 1573,los soldadosse amotinaron por no haber recibido paga en catorcemeses;hecha una composición, recibida alguna paga y prestadosde nuevo los juramenfos de servicio, volvieron a amotinarseporque exigían no se les descontaralo que habían recibido para entretenarsedurante el sitio. Don Fadrique pasó por ello, pero aprovechó el sitio de Alkmaar para colgar a los promotores del motín de Haarlem. Los motines militares en Flandes, cap. I. "Revista de Archivos, Bibliotecasy Museos".Enero-junio 1912,pp. 107-ll7 (p. I I l). s3oLo, motines militares en Flandes,cap. X[, "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos"- Juliod i c i e m b r e1 9 1 4 p , p . 1 5 3 - 1 6 3( p . l 6 l ) . ttt Lo, motines militares en Flandes, cap. XI. "Revista de A¡chivos, Bibliotecas y Museos". Enero-junio Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 190 alcaide a dar la vida por la defensade su castillo, 1oque creabauna situación delicada cuando el motín se producía dentro de una fortalezas36.Ello había ocurrido frecuentementeenla Baja Edad Media, Modernamente,cuando es necesariohacer partido con los amotinadosporque las armasdel rey estána las últimas, se dan en rehenesde la composiciónhastalos mas altos o nobles oficiales, como el duque de Osuna.Por otra parte, los amotinadosno pierden los hábitos de la profesión; casi siernpremantienenentre ellos la disciplina que han negadoa sus superiores:se forman los escuadrones,se hacenlas guardias,se respetanlas órdenesdel electo, de sus consejerosy de sussargentosmayores,que ellos mismos han elegido: "Jamás se üo desobedienciaque produjeramayor obediencia";y ú que se sale de la ordenanza Roger Williams, sentíauna profunda amotinada,se le hace pasarpor las picass37, admiración por la institución del electo y de los procedimientosde disciplina de los Si bien no deja de amotinados,que parecíanautorizadospor un príncipe o estados3s. señalarque, mientras los soldadospuedenencontrarel perdón en volviendo al servicio regular, para los electosy consejerosera mucho más dificil cualquier forma de reconciliación, y muchasveceseran colgadoso se veían forzadosa huir, aunquela costumbreestablecióque, una vez pagadoslos soldadosy compuestoel motín, los soldadosle diesenalgún dinero, cadauno de lo suyo, y un salvoconductopara salir de las tierras del rey. Los jefes y oficiales no siempremiraban con desprecioy tratabancon forzadacontencióna los amotinados;si al término de su alteración,los amotinados mostrabanuna incom¡ptible lealtad a su príncipe, aún cabíahacia ellos el respetodebido a su sentidodel honorsse. pp.tr3-126(p.r2a). 1915, 536Tal ocurrió cuando el motín que llevó a los alteradosde Haarlem a entr¿Iren Amberes a saquear,y a ellos se unieron los que guarnecíansu ciudadela,los cualesquisieron echa¡ fuera a su gobernador,Sancho de Avila, quien se négó álegandosu obligación de morir antes que abandonarla,porque tenía hecho pleito homenaje.Los amotinadosse contentaroncon echar fuera al segundoteniente de la ciudadela,para que fuese a dar las condiciones al capitifurgeneral,Requesens.Los motines militares en Flandes, cap. III. "Revista de Archivos, Bibliotecasy Museos".Enero-junio 1912,pp. l07-ll7 ' t3' Losmotines militares en Flandes,Introducción, "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos". Juliodiciembre l9l l, pp. 216-235(p.230).El propio electopodía ser objeto de estetratamiento,si actuaba demasiadolibfemente; tal le aconteció al elecfo del motín de Leyden, que quería tratar con los holandeses rebeldespara que les dejaranpasar por un lugar cerca de Haarlem, y como no lo había consultado con los consejerósfue pasadopor las picas, y en su lugar elegido otro. Zos motines militares en Flandes, cap' l. "Revista de Archivos, Bibliotecasy Museos".Julio-diciembre1912,pp. 368-375 (p. 369). 538"sometimes üey forced a person to be their electo againsthis will, but, whether he be willing or not, they will be sure to give him á strong guard of the chiefest mutineers,with such articles as if they find him faulty i¡ the least point they will murder him had he a hundred lives. Especially he must neither sign nor write anything but in public placesbefore them all. Likewise he must neither receive writings nor speechesbui in open audience,nor do anything without their general consent". WILLIAMS- Op. cit. P. 90. 53eNo sin un punto de admiración habla el general Carlos Coloma de los amotinadosalemanesde Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón l9r LOS DERECHOS CONTRAIDOS POR LOS SOLDADOS El estudio de 1oque hoy podríamos llamar un sistema de derechospasivos, esto es, de pensionesdespuésdel servicio, mereceríaun estudio en profundidad. En el curso de estainvestigación no se ha encontradoobra que aclareesteimportante asunto,con tanta influencia en la moral profesional y en el prestigio social de la institución ejército. No podemos,sin embargo,pas¿rpor alto algunasmedidas que tratabande mitigar las necesidAdesde los soldados,una vez acabadasu üda útil. Se acostumbrabaa dar disposicionesque asegurabanun pasara algunosde los que hubieran servido bien. Las Ordenanzasde Felipe IV, de 1632,disponíanpremios de 300 ducadosal cumplir veinte añosde servicio, apartede cualquier ofra merced que pudiesentener los soldados.Estas ventajas,sin anbargo, se concedíancon cuentagotas:por ejemplo, sesentaplazaspara soldadosdadosde baja de más de sesentaañosy veinte de servicio, con pequeñas El sueldo,para la inmensamayoría, sustentabamientras se retribucionesmensualessoo. servía;después,venía el desamparo.Los oficiales de alta graduación,igual que los de baja, se veían en la necesidadde suplicar mercedesque les cumpliesenlos beneficios En los presidiosde que por su hoja de serviciosno lograbanles fuesenreconocidossat. Italia, que en esosaños se manteníarelativamenteen paz, se alojabanhastaacabarsus vidas muchos soldadosestropeadosy viudas con hijos. Otro areasobrela que parecehaber insuficiente investigación es la del resarcimientopor equipo perdido de modo justificado. Este problerna fue expuesto, aunquesin aportar elementoshistóricos de juicio, por el jurídico militar Martínez de Rimberque, que tentadospor los condesde Lipa y Holach con recibir de ellos sus pagasy pasarseal servicio de las Provincias Unidas, "aunque ellos, hastaallí olvidados, al parecer, con el delito de la alteración, de las obligaciones de la honra, quisieron mirar por el más esencialpunto della, que es la frdelidad", y rechazandola oferta se salieron para luchar fuera contra los enemigos desdeun fuerte que hicieron. COLOMA, Las guerras de losEstados-Bajos,editadopor la Biblioteca de Autores Españoles, Historiadores de SucesosParticulares.Madrid, 1853, p. 200. Caso contrario es el que describeBernardino de Mendoza de un motín de alemanesen Valenciennes,en 1567, quienesno sólo encadenaron a los enviados del duque de Alba, sino que amerl¿rztronpúblicamente con entregar la ciudad a los hugonotes franceses:"mancha estatan fea de romper la fe en la nación alemana,y muy ajeno de su costumbreel rendir plaza a otro príncipe que al que se la entregay hacejuramento de guardarla". MENDOZA, Comentariosde lasguerras de losPaíses-Bajos,editadospor la Biblioteca de Autores Españoles,tomo segundo.Madrid 1853,p. 415. too Ordenanzasde Felipe IV, de 1632, nos. 52 y 53. totJuanBAñOS DE VELASCO, cronista general de los reinos de Castilla y León, participante en el sitio de Barcelona y combatiente en Orán, esperabaque la autoría de su obra Po litica militar de Principes (Madrid' MDCL)OCQ, dedicada al duque de Osuna y dirigida a Carlos II, le permitiese conseguir "que su Magestad premie a un Soldado que ha vertido su sangrepor servirle; y desveladosu capacidadpor adelantar sus méritos, asseguradode que por V. Exc. esta Obra facilitaÉ lo que, por huérfanas, se han otras malogrado". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón t92 eseüdentequeen el combate,queselleva a brevemente: Vega,y queexpondremos cabopor mandatoy cuentade otro, el soldadoestásujetoa un alto riesgode perdidade por la accióndel enemigo.En o expuestoa que seandañad¿ls susarmasy pertenencias, la "culpa" por la pérdidade esascosas;y esascondicionesesmuy dificil establecer paradójicamentedebehaber un culpablepara que el costo de la perdida sea imputable5a2. LOS REBELDES Se puede establecerun paralelo entre el hatamiento que acabóimponiéndoseen Flandesa los rebeldesalzadosen armas,y el que Francis Lieber, autor del Código Lieber de Justicia Militar, de los EstadosUnidos, recomendópara los soldados confederadosque actuabandetrasde las líneas enernigas,disfrazadosde hombres comunes,para llevar a cabo accionesde gUerra,generalmentede sabotage.Los rebeldes,había escrito a Lieber el generalHalleck, jefe de las fuerzasde la Unión en el Oeste,reclamabanpara esoshombres el trato de beligerantes,con la arnenazadeque si eran tratadoscomo merodeadoreso espías,los confederadosejecutaríana sus prisionerosunionistas.Lieber establecióuna diferencia entre "freebooters", "brigands" y "partisans"; los dos primeros podian ser asimilados a ladronesy asesinos;los últimos debíanser reconocidoscomo guerrilleros'hechos prisioneros en buena lid y guerra abierta", por lo que debíanquedarprotegidospor las leyes de la gUerray gozar del mismo trato que los prisionerosde guerrato'. Creemosque estadocrina política ya estuvo en vigor en la guerra de Bajos, en la que se pasó de un tratamientotécnicamentecorrecto de los Flandes/Países rebeldescomo criminales de lesa majestad(consideraciónque en el casodel duque de mas notorios,puesde otro modo se Alba sólo se ejecutabasobrelos responsables hubiera producido una hecatombesocial), a su consideracióncomo beligerantes,y ello por razón de utilidad, por cuanto hacerlo de otro modo hubiera supuestoel sufrir los soldadoslealesprisionerosrepresaliasequivalentes,exactamenteigual que en el caso Dedicatoria. so2"El derecho a resarcimientoen lo militar, lo mismo antesque ahora, reconocepor fundamento una verdaderacontradicciónjurídica: es un principio de derechoque quien pierde sus cosasno puede reclamar contra nadie; p¿uaque de aquel hecho nazcauna obligación, es preciso que exista siquiera culpa por parte de una personanatural o coiectiva". Juan MARTÍNEZ DE VEGA. Derecho militar en la Edad Media, Zaragoza1912,p. 50. 503 Telford TAYLOR. Prólogo aThe Law of War. A documentryHistory. Ed. por Leon FRIEDMANEn Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 193 tratadopor Lieber. Walzertiene razónen señalarunarelacióninversaentrecálculo utilitaristadeljefe militar y ley de guerra:a masley de guerra,menosmargenparael arbitrarioutilitarismosa.No tienerazónenpresumirqueouantomenosutilitaristay más atenidaa las leyesde la guerraesunadecisióndeljefe militar, másmoral,o más humana.seráésta. CONCLUSIONES Interesaráañadiralgunasreflexionessobreel gradode materializaciónpositiva de un derechoespecíficamente militar, al final del cortoperiodohistóricoqueestamos considerando. Siguiendola descripciónquede la justiciamilitar haceel profesorPrieto Castro,haremosla paráfrasisde esetexto: "En primer lugar, no se ejercepor Magistrados(aún: todos los Jueces militares no son peritos en Derecho) ni sobrela generalidadde los ciudadanos (salvo en casosexcepcionalesbélicos o de extremagravedad);en segundolugar, no se extiende- en tal orden punitivo - más que a determinadosdelitos que se imputan a ciertaspersonasy que se han cometido en tiempo y lugaresconcretos; y por último, la aplicación de las normas penalesno persigue(en tianpos de normalidad), directamentela defensade la sociedadenteracontra el delito, sino la protección de los derechos,interesesy categoríasque importa defenderpara la conservación,disciplina y eficiencia de las fuerzasdel Ejercito y de las a ellas equiparadas"sas. Por tanto, podernosafirmar que: l) la militar es una justicia no ejercida enteramentepor magistrados,ya que el encausamientoy las sentenciasdebenser consultadaspor los auditores (magistrados)con los maestresde campo o capitanesgenerales. Random House. Nueva York, 1972,p. XVI. sa "Cuando sustraemos al examen de la utilidad de los resultados concretos y nos concentramos exclusivamenteen el ius in bello,los cálculos utilita¡istas experimentanuna restricción radical". WALZER. Op. cit., p. 186. tot L. PRIETO CASTRO. Tratadode DerechoProcesal,parteI, tomo I. Madrid 1952,pp.139-140. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex t94 2) no se declaraextendidajurisdiccionalmente sobrela generalidadde los ciudadanos,pero por la vía de los hechosse aplica a cuantosson considerados un obstáculo a los fines militares que se trata de alcat:zat. 3) la jurisdicción militar se extiende a las personaspertenecientesa una cierta categoríaprofesional, cuyo estatutoestáclaramentedefinido (devengar sueldo del rey); la justicia penal se extiende tarnbién a los que ilegítimamente aleganpertenenciaa eseestatuto(los que combatensin sueldo). 4) esajurisdicción militar se ha ido extendiendodesdedeterminadosdelitos cometidospor ciertaspersonas,en ciertos lugaresy tiempos, a los delitos cometidospor es¿rs ciertasperson¿Isen todo lugar y en todo tiernpo. 5) la aplicación de las normaspenalespersigue,como fin inmediato, la protección de los derechos,interesesy categoríasque importa defenderpara la conservación,disciplina y eficacia del ejército, y como fin mediato la defensade la sociedadcontra el delito cometido por los militares. No obstante,no seríaprudentetrazarparalelosy analogiasdemasiadofirmes entre las antiguasideas sobrela justicia militar y las modernaso actuales,debido a las deficienciasen la delimitacióny tipificación de los delitos en aquellostionpossaó. Pero el decir que no debe pretendersetrazar paralelos y analogíasdemasiado firmes entre el presentey el pasadono excluye tomar inspiración en el pensamiento moderno para interpretarhechosdel pasadoque no aparecíansuficientementeclaros, o confundían,a los protagonistas;tómeseel casode los soldadosconfederados,arriba expuesto.Son los hechosdel pasadolos que contribuyen a formar el pensamiento moderno; también en derechode guerra; muchasnoünas de las leyes de guelra actuales tienensusraícesen hechosy experienciasremotassaT. se A esterespectoMartínez de Vega dice: "El moderno concepto del Derecho penal se ha formado en épocamuy próxima a la nuestray c¿rececasi en absoluto de precedentes;eran por completo opuestosa los de hoy los principios jurídicos profesadosen estamateria por las legislacionesantiguas;no existía en ellas la noción del delito como entejurídico nj de la pena como medio de reintegrar el derechoperturbado y de prevenir nuevastransgresiones".MAR'TINEZ DE VEGA. Op. cit. p. 70. sai Así, Geoffrey Best dice: "A large part of the modem law of war has developedsimply as a codification and universalization of the customsand conventions of the vocationaVprofessionalsoldiery... The chivalric code of the later medieval Europe is a prime example of such a transnationalor cosmopolitan customary law, and it is one of the several tributary stre2msfrom which our modern law of war derives". BEST, Humanity in Warfare. The Modern History of the International Law of Armed ConJlicts.Londres, p. 60. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón l9s CapítuloVI LA GUERRADE FORTALEZASEN LA GUERRAMODERNA Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 196 Repitamosla declaracióndel itinerario que nos hemos propuestoseguir. Venimos de examinar el cuadro jurídico en que se enmarcó originalmente la guerra por los castillos, con el examendetalladode la figura del alcaidey el modo de tenenciade fortalezassegúnla costumbrede España;tatarenros ahora de llegar al estudio de la influencia que en el derechode guerra tuüeron las experienciasde la de sitio y asedio de plazasen los siglos XVI y XVII y su proyección sobreel derechode gentes.Para llegar a eseobjetivo nos es necesario detenernosen la caractenzaciónde la guerra, propia de esetianpo, y del tipo de agenteo profesional que larealí24 así como en los intentos de sometera los agentesy profesionalesde la guerra al conhol jurisdiccional o, si se prefiere, a la justicia militar. Más allá de estepunto, consideramosahoraprematuro el describir las etapasposterioresdel itinerario con el que nos proponemosllegar a la meta. Constituye una paradojade la ciencia política que por un lado se reconociera, más o menos cínicamente,que la guerra siemprefue la oportunidadpara restringir el imperio del derecho,y por otro se señalaseque el enfoqueexclusivamentejurídico del fenómenoera insuficiente para explicarlo5as;por no hablar de su insuficiencia manifiesta para contenerloy controlarlo. Ese fue el fracasodel debatecristianizantey moralista dela guena justa, herido gravanente por el Renacimiento,y que pareció Y definitivamente muerto como tana jurídicamente viable en los alboresdel Barrocosoe. sin onbargo hoy sigue vigente como emocionadaaspiracióna que no se vaya a la guera más que por r¿vonesde derechoy, sobretodo, con la esperanzade que después de ganadala guerra se harájusticia sobrelos culpablesvencidos.Algunos de los que desdeel Renacimiento(caducayala validez dela guerrajusta), hastaesosalboresdel Barroco hicieron la guerra,y muchos de los que se ocuparonde ella como asuntode 5n8 Manuel Fraga llama la atención sobre la dificultad de estudiar el fenómeno de la guerra: Fraga critica 'T.,loes fácil ir mucho la carenciade estudiossuficientessobre la guerra con otro enfoque que el jurídico: más allá, en el estadoactual de los estudios,para lograr una buena definición. La mayor parte de Ias que circulan se resientende un punto de vista exclusiva o principahnentejurídico, siendo así que el fenómeno bélico es algo mucho más complejo y profundo". Y aporta a continuación una serie de definiciones juridizantes de la guerra: "GENTILI la define (en 1588) como 'un conflicto de fuerzaspúblicas armadas 'la condición de los que combatenpor la conducido de modo ordenado'. GROCIO entiende que es 'estado de hostilidad armada entre fuerza'.El Código Lieber, de los EstadosUnidos, la define como 'la situación violenta nacioneso gobiernos soberanos'.Giorgio BALLADORE-PALLIERI estima que es y en contrastecon los deberesnormales del tiempo de paz' de los Estadosen sus relacionesrecíprocas (Diritto Bellico,2" ed., Padua, 1954). Y concluye que estasdefiniciones se interesanmiís por el status de guerra al état de guerre' (que determina las relacionesde beligerancia y la aplicación del Derecho bélico), que por la guerra misma". FRAGA IRIBARNE, Guerra y conflicto social. Madrid 1962,p.28. tonAsí, publicas las el cardenalBENTIVOGLIO escribiendo sobre la guerra de Flandes: "En las caus¿rs y quien victorias las no estan sujetasa venze tiene razon, disputasse reduzen a las armas en campaña, residencia". Guerra de Flandes escrita por el eminentissimoCardenal Bentivollo. Madrid, MDCXLII, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón r97 interéspúblico, hicieron una labor preparatoriadel nuevo derechode gentes, caracteristicode la Europa postrenacentista.Tratemos,pues, de caracterizarla guerra propia de aquellostionpos. Sobrela complejidad de la guerra nos advierte Quincey Wright: se trata de un fenómenojurídico, sí, pero de muchascosasmás: "La guera es simultrínea¡nenteuna situaciónjurídica de excepción,un fenómenode psicología social entre grupos,una especiede conflicto y una especiede üolencia"ss0.Tarnbién señalaque "en su sentido más amplio, la guerra es un contactoviolento de entidadesdistintas,püo similares"; también se puede entendercomo "la condición legal que permite por igual a dos o más grupos hostiles llevar adelanteun conflicto con fverzaarmada"Ssl.Fraga Iribarne ve en la guerraun fenómenovehementementeextrajurídico: "Hay en ella elernentos irracionalese instintivos que desconciertanel estudioracional. Se trata de un fenómeno muy complejo, que requiere la convergenciade diversosmétodosy especialidadespara ser captadoen su integridad, y que por lo mismo desanimea los diversos especialistas"ss2. No se puedeestarmás conforme con esosautores.El approacá exclusivamente jurídico a la guerra (quizasproducido por un prurito de no dejarseinfluir por su aspecto sectariamentecontencioso)es tan insuficiente como lo seríajuzgar un litigio por la lectura de la letra de los códigos, sin atenderpruebasy escuchartestimonios. Lo fortuito de la guerra sorprendea la más sabiaprevisión del legisladorr, como escribió el cardenalBentivoglioss3. No hay palabrassuficientespara deprecarla guerra y sus consecuencias.Cada épocatiene las suyaspropias; la edaddel baroco llena cadarincón de la imaginación con la intención de saturanlosde resolución moral y santotemor a la guerra; en ella no hay certidumbre,por lo que no se debeponer esperanzaen ella55a.Pero la guerra,tanto fol. 535. tto quincy WRIGHT A Sudy of War,2 vols. Chicago 1942,vol.II, p.700. "' WRIGHT. op. cit. pp. 8 y ss. "'FRAGA IzuBARNE. Op. cit. p.28. 553"La fortuna acostumbravariar las atrocidadesde la guerra y las representacionesmgicas con que son funestadosordinariamentelos sucessosde las guerras". BENTIVOGLIO, op. cit. fol.219. 5toAsí, Francisco Lanario: "De la guerra ou""ilo, escandalos,peleas,combates,perdidas de hagienda, cautiverios, atrevimientos,muertes,prisiones de hombres, drños, perdidas y ruina de las cosasy ofensa de Dios, y por esto David escojio antespara su Reyno la peste que la guerra". En la guerra "no se halla certidumbre", porque en sus "ingiertos subcessos", "ninguna cosa correspondemenos el efecto que la esperanga". LANARIO. Los tratados del Principe y de la guena, del duque Principe de Carpignano, don Francisco Lanario y Aragón, Caballero de Calatrava y del Consejo de guerra en los estados de Flandes y capitán de caballos del reino de Nápoles. Palemro, 1627. Segundaparte, pp. 14-15. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 198 ahoracomo entonces,poseíatambien un carácterproteico; si era antisocial,había también algo de sociableen ellasss,como tendremosocasiónde ver. La guerrapodía ser muchas cosasa un tionpo, para una o muchaspersonas:una venganzade la ofensa,una diferencia que se solventapor las armas,la institución abstractaque resulta del enfrentamientode dos fuerzasorganizadas,un rechazo alapaz, la perdiciónde las almas,la ultima ratio...ss6 Pero no toda la guerra era una sinrazónciega al derecho.Existían puntos de luz y am¿uressegurosal abrigo de las tormentas.La guerra de todos contra todos, de Hobbes,en la que nada esjusto o injusto5s7,s€ manifiesta en episodiosque no podían ser sino transitorios. El sistemade reconocimientospúblicos de las legitimidades de los príncipes operabacomo factor de moderaciónde última instancia; los súbditosde un príncipe, maltratadosy ofendidospor el ejercito de su enemigo, eran al fin y al cabo súbditosde esepríncipe, y por lo tanto el enernigono podía apropiarselos;si alguna vez habían sido suyos,podía acasorecuperarlos,pero aún estotenía que quedarsancionado por un tratado; y aunquelos príncipes disputaranpor causade sus derechos,se considerabanmutuamente,los unos a los otros, como la única fuente legítima de derechos,y todapaz debíapasarpor ellos. Pero se obsera también que los príncipes no pueden vivir sin guerras: enpaz oficial con España,Inglaterra no cesade enviar contingentes militares a los PaísesBajos para que luchen contra los españoles;en paz con España igualmente,Francia mira con tolerancia,y ayuda con fuerzas,el intento del duque de Alengon de acaudillar en los PaísesBajos la guerra contra el rey de España.Parece confirmado lo que dijo el cardenalBentivoglio: "No puedenestarsin guerraslas grandesMonarquias ni hazerselas guerrassin soldados,ni criarse ellos si no es entre las armas"558. 55s Raymond Polin observaesta sociabilidad de la guerra, "dado el hecho de que los hombres se hallan ligados por su hostilidad, por sus luchas, en un sistemade influencias y de exclusiones,de similitudes y de diferencias,de proximidades y de oposiciones,que constituyen a la vez lo contrario de una sociedady de una asociación,pero, al mismo tiempo, un verdadero sistemade lazos de naturalezasocial". POLIN. Deux théories extrémessur la guerre: Hobbes et Locke. En "La guerre et sesthéories". ressesUniversitairesde France.Paris 1970,p.33" 5só Franclsco Lanario da las siguientes"Definiciones: La guerra es un aparejo de gente armada a pie e a cavallo o por ocasión de vengar la publica o particular ofensa,o para defendersesiendo acometido. "Algunos difrniendo la guerra dixeron que era una diferencia nagida entre dos Pueblos o dos Principes que con exercito de ambaspartesprocuran con las armas definir y determinar sus pretengiones. "La guerra propiamente es una ordenangade soldados,que estanaparejadosa combatir contra otra multidud ordenadaentrambasa dos guiadasde sus propios capitanesgenerales. "La guerra es una perdida del cuerpo y alma, y por ella se empobrezenlos hombres.Aristotiles dize que havia de ser la ultima agion". LANARIO, op. cit. segundaparte, p. 3. t" ThomasHOBBES. Leviathan,ñII. 558BENTIVOGLIO, op.cit.fol.43l. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón r99 Con el caveat que nos han lanzado esosautores,ftataremosde adenharnosen esatarea con la caractenzaciónde algunos de sus r¿Isgos.. EL TRANSITO ENTRE LA GUERRA MEDIEVAL Y LA MODERNA La guerra medieval estuvo dominada por la organización de la fuerza militar en torno a las fortalezas,tanto o mas que por su desplieguey por las operacionesen la campaña55e. Nos hemos ocupadoanteriormentede la centralidadde las fortificaciones en la consolidacióndel poder real, sin dejar por ello de poner de relieve la importancia que las fortificaciones teníanpara la conservaciónde los priülegios nobiliarios. Los idealescaballerescos,a su vez, estabaninscritos en los hábitos de las órdenesmilitares; con ellas se acentuóla configuración de los métodosde guerra como combatespor las fortalezas56o. A finales de la Baja Edad Media se produce la aparición de dos funcionalidades distintas de los castillos y fortalezas,entre aquéllasque se adscribenal sen¡icio del rey y las que ven reducidassu importancia o su independenciajurisdiccional, al irse reduciendola influencia de los nobles. Lo primero ocurría en com¿rcasde frontera con los moros o, en los reinos de Europa, con motivo de las grandesluchas dinasticasy sse Siguiendo a G. de Valdeavellano, señalaremosque la mesnadao militia regís erauna de las dos fuerzasmilitares organizadasdurante la Edad Media en España.La otra estabaconstituída por las guarnicionesde los castillos, y aún éstasse hallaban sujetasa las alternativaspropias de una fuerza orgánicamentepoco estructurada.La actividad guerrera se conñguraba sustancialmentecon la toma de castillos y fortalezas,de modo tal que la denominación que se daba a las expedicionesmilitares derivaba del nombre de una de las partes de una forfaleza: elfossatum, el foso; en el reino astur-leonésse llamaba fossato al ejército que marchabaa los límites del reino; mas tarde se llamó/onsado aurn expedición pública (upeditione publica quae diciturfonsado, dice un documento de 1035), que, a su vez, tenía por objetivo más frecuentela toma de las fortalezasdel enemigo. El Apellido del reino de Castilla, era las llamada a la defensa;cuando lo realizabanlos concejosde villas o ciudadestenía claramentela función de convocar dentro de las murallas a los obligados al servicio de arrnas,para acudir a los muros o salir de ellos al encuentrodel enemigo que quisieseo pudiesevenir a asaltarlos;el viafor en Cataluña era el mismo grito para la defensapero aplicado a la necesidadde sali¡ de los muros en persecuciónde los que amenazabanel lugar. G. DE VALDEAVELLANO. Curso de Historia de las Instinciones españolas..De los orígenesalfinal de la Edad Media. Op. cit. P.613 y ss. tuo Los castillos de las órdenesmilitares eran puntas de lanza en el territorio enemigo; su razón de ser consistíaen mantenerunida y organizadauna fuerza milita¡ en permenenteestadode combate,para lanzar desdeellos ataquesy correríasque quebrantasenla baseeconómica de la población enemiga, desarticulasensus comunicacionesy, en última instancia, ayudarana despoblar su territorio y permitir así un nuevo avancede la reconquista.Esta estrategianormalmente nos hace asociar las órdenesmilitares y sus fortalezascon el impulso ofensivo, pero no siempre era así.Losribat o rábüas árabesen España, cenobios militares encerrados en una fortaleza, adoptaban una actitud generalmente defensiva ante el ímpetu reconquistadorde los cristianos,una vez agotadoel impulso conquistadorde los al¡nonivides, que los habían insituído en los siglos )il y XII. Consolidado el dominio territorial gracias a las acciones lanzadasdesdelos castillos por las órdenesmilitares, comenzabalatarea de repoblacion y reconstrucción económicabajo el régimen de enfeudación,1oque a la larga abrió paso a la creación de vastos dominios fundiarios, basede la riqueza de los maestrazgosde las órdenes. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 200 territoriales,comola guerrade los CienAños.Lo segundosedebíaa quela seguridad de los pobladosdependíacadavezmenosde quelos habitantesserefugiasenen el castillo,pueslas ciudadesy villas estabancadavezmejormuradas.En la paz,los castillosibandejandode ser"rocas"defensivasy pasabana serhogardel señor,fuera centrode autoridadcomarcalparala éstegrandeo pequeño,y frecuentemente administración dejusticiay el ordencivil. A veces,también,erancentrosdondese cometían,o seorganizabalacomisiónde delitoso abusossobrela población.Su relaciónconla defensaiba siendocadavezmásremota. El castillo,componente materialde la gue,rra, ocupaba,además,un lugaren el la nocióndel castillocomo universocognitivodel hombrede sutiempo,querebasaba meroelementode guerra,y entrabaen la visión de un orbemoraly socialsuperior.Así noslo indicaPhilippede Contamine enestepasaje: "Sólo hay que ver, en primer lugar, la frecuenciacon que los autores espirituales,los predicadores,los teólogos,recurrían, siguiendo a san Pablo, a las comparacionesmilitares para referirse a una u otra conductao a un sentimientoreligioso. Así, Julien de Vézelay en su sernón Sur l'armure du chevalier du Christ; o Inocencio IV, cuandocomparabaa una fortaleza el centro intelectual que había llegado a ser París,mientras en la Alta Edad Media, el paraísose comparabacon frecuenciaa una fortaleza.Hay que citar también, en el mismo conexto, las palabrasde Geoffroi de Breteuil en su carta al abadJuan: 'Si un torreón carecede fortificación, es tan dificil de defendercomo facil de tomar por asalto... Un claustrosin bibliotecaes como un castillo sin arsenal. . . r1156l Seráinteresanterepararen algunoshitos de la experienciahistórica en torno a las fortalezasy castillos. A lo largo de la guerra de los Cien Años se produjo un gran número de sitios y asedios,con hechosde armasque por su naturalezacontenciosa ofrecían elementosde juicio de variada naturalezajurídica. En estaguerra se usaron ¿umasnuevas,como los cañonesde sitio y su derivado, las armasportátiles. Raramente, sin embargo,constifuíanelernentosdecisivos,pues se usabancomo auxiliares o complementosde las armastradicionales(arcos,ballestas,catapultas,gravesde todo tipo, sótPhilippe de CONTAMINE. Z¿ guefta en ta Edad Media, Nueva Clío, Barcelona 1984. Traducción de JavierCaci Lacasta.P.367. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 201 Peroa veceslas armasde fuegoenfraronen el cálculode unacuidadosa etc.)562. 63 planifi cación militars Bajo la leyenda de sus terribles efectos,la artillería podía producir con su sola presenciaun efecto inhibidor de la resistencias#.Como siempre,una oferta de rendición despuésde haber presentadoescasaresistencia,era saludadacomo un golpe de fortuna por los sitiadores,que lejos de castigarla tan poco caballerescacobardía,premiabancon el salvo de la vida y haciendasla entrega,púdponerse enseguidasobre ofraplaza, llevándoseconsigo adernaslas piezasque los sitiadosno podían salvar a lomo de bestia tal o a brazosós.Por el contrario, la resistenciaencarnizadase hataba despiadadamente; fue el signo de las guerrasentre Juan II de Aragón y los reyes de Francia, que inauguraríandos siglos de rencorososenfrentamientosen toda Europa, entre españoles y franceses566. La artillería alteró igualmente algunos aspectosde la impronta caballerescade la guera. Muchos caballeroscaíanabatidos567, no por la espadade un par, sino por un proyectil de piedra disparadopor un plebeyo, herrero o carbonero.No era esto 1ousual cuandola balística se reducíaa flechasy dardos,disparadostambién por plebeyos a pie, ya que los caballerosrechazabano frenabancon sus armadurasy cotasde malla estos proyectiles nervobalísticos.La ira de los caballeroscontra los artilleros se manifestó en la costumbre,en las primeras guerrasde Italia, de matarlos cuandoeran capturados. Pero los artilleros respondieronproclamandola legitimidad de su papel en la nueva guerra; y quizás como un medio de protegerlosbajo un cierto fuero, los reyes franceses de mediadosdel XV hacían caballeros alos maítres d'artilleries6s. tu' Los arcosfueron empleadospor el ejército francéshasta 1567. to3 Tal fue el casode las sieteposicionessitiadasy tomadassucesivamentepor los inglesesentre 1420y 1421, en la región de Burdeos, mediante el transporte de unas pocas piezas por rios, y su empleo infatigable. M.G.A. VALE. New Techniquesand Old ldeals: the Impact of Anillery on War and Chivalry at the End of the Hundred YearsWar. En "War, Literan¡reand Politics in the Late Middle Ages". Editadapor C.T. Allmand, Liverpool University Press,1976,p. 60. t* Tal fue el caso relativamentetemprano de tal efecto del sitio de Bourg, en 145l; despuésde seis días de resitenciaa medios tradicionalesde sitio, la llegada de algunaspiezasmovió a los de dentro a rendi¡se. 565 Concesiónhechapor los francesesen los sitios de Bergerac(1450) y Fronsac(1451). En VALE, op. cit., o.66. 3* S"gú., cuentaDiego de Valera, los españolescreían que el cardenalAlbacense,"fue el primero que en estaguerra mandó poner fuego a las iglesias,y amonestóa los frangesesusar de crueldad, aun allende de su natural costunbre.VALERA. Memorial de diversasfazañas. Crónica de Enrique IV. Edición y estudio de Juan de MATA CARRIAZO. Espasa-Calpe.Madrid l94I,cap. LXXVII, p.255. Del largo sitio puesto por los francesesa Perpiñrin en 1474 cuenta Valera que "se afirma algunos aver comido carne humana de los cuerposmuertos de los enemigos,e lo que más grave paresge,algunasmadresaver comido a sushijos". Op. cit., p.286. sut Uno de ellos nada menos que don Pedro de Trastamar4 hermano del rey de Castiila, en el sitio de Nápoles por Alfonso V en 1438.J. NEVE, ln¡oine de la Salle: sa vie et sesouwages.Paris y Bruselas,1903.P. 231. tut M.G.A. Vale sugiereque la artillería ganó su posición centralen las guerrasdel futuro cuandograciasa Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 202 Y aunqueel castillo pertenecieseal ideal moral del imaginario colectivo y de la caballería,sin embargo,en el plano material había cambiadode naturaleza:el castillo militarmente significativo no pertenecíaa los nobles,tampoco a las órdenesde caballería,sino al rey, y era ademáscompañerode la artillería, que también pertenecía al rey. En 1oque a Españarespecta,el tra¡rsitode la organizaciínmilitar desdelas mesnadasy batallas realesde la Baja Edad Media al ejercito de base setnipermanente, se realiza durante el periodo de tiempo que transcurre entre la guerra de Granada y la primera campariadel Gran Capitan en Itali4 esto es, en r¡nos diez o doce años. Mesnadas,huestes,batallas y cuadrillas son palabrasque van cayendoen desuso,para ser sustituídaspor ejército, compañía,escuadrón,columna, etc.Ejército era una palabra rescatadadel diccionario bélico romano; columna y escuadróndenotabansu origen en la arquitecturay la geometría. Una de las fuentesde información histórica, y de apreciacióny discusión de cuestionesjurídicas en tomo a la toma y defensade fortalezas,fueron esascampañasdel Gran Capitán en Italia. Las característicasmateriales,moralesy simbólicas de aquellas gueras se prestabana hacer de ellas un referente,que ocupabalarazóny las emociones de las gentesde aquel tiempo y posteriores.La tensiónbélica que había culminado con la Reconquistaen la Penínsulase proyectaba,como un resorte,hacia el exterior, sobre todo en Africa e Italia, pero todavía en América, donde las conquistasde Hernán Cortés estabanpor llegar. Los reyes de Españajugaban como gran potencia en el tablero europeo;las innovacionesen las técnicasmilitares producíanvictorias sorprendentes;el romanismo estabaen auge,y se lo considerabagaíade la disciplina y fuente del derecho militars6e.Por eso es de gtan interés el examinar las experienciasy evolución de la guerrade sitio, como banco de pruebade doctrinas sobreel derechode guerra. Las Crónicas del Gran Capitán presentanun amplio muestrariode casosde interés, como veremos. Como en otros trabajosmilitares suyos,Maquiavelo se equivocó al valorar negativamente.laimportancia de las fortalezasen la guera. Tal como la describeen sus Discorsi sopra la prima decadadí Tito Livio, en las gueras de su tiempo no era tan importante a un ejército el tomar las fortalezas,como adentrarseen el territorio enemigo en buscade sus fuerzaspara aniquilarlas. Si es posible llegar hastael enemigo,no ella los francesesinclinaron a su favor las campañasde Normandía y Gascuñaen la guerra de los Cien Años; sin los grandescañonesde sitio el resultadopodría habersido muy diferente.VALE. Op. cif., p. 72. 56eEl autor de las Crónicas del Gran Capitán invoca a los romanos, "por cuyo ejemplo debemostodos vivir". Editadaspor Antonio RODRIGUEZVILLA, Madrid 1908, p. 100. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 203 importa que las fortalezas que se quedan atrás sirvan de base para frenar al invasor, lo importante es la batalla; despuésde vencido en campaña,el enemigono podrá hacer sino refugiarseen sus fortalezaspara oponer un último ímpetu. A estaüsión devaluada de la fortaleza Piero Pieri opone un correctivo, pero no una refutación: "Falta (a Maquiavelo) la idea de la fortaleza-refugioy al mismo tiempo basede operaciónpara un enérgicoregresoofensivo"5To;pero arlade:"Por otro lado, la nueva práctica militar disminuía sin duda la importancia de las fortalezas;la guerramedieval se habíaresuelto dernasiadasvecesen interminablesasediosde castillos y fortalezas,de las que la técnica no acababade dar razón; los actoresprincipales de las üejas guelr¿ts,caballerosy fortalezas,pasabana una segundalinea"57l.Creernos,por el contrario, que la guerra de sitio siguió siendo el factor militar dominante,aunquepoc¿Isvecesfuesedecisivo y resolutivo. El tipo de campañaentrevistopor Maquiavelo tardaríatodavía casi dos siglos en llegar. Cuando Maquiavelo hacía a la virtud del ciudadano analoga a la ürtud del soldadono estabahaciendomás que un ejercicio de nostalgiast2.Esa analogíaya no podía trazarseen su tiempo. El soldadoraso ha aprendidode sus superioresa menospreciar a suspaisanoslos villanos; en ellos el soldadono ve ürfud sino mansuetud. Hace con frecuenciael elogio de la guerraporque consideraque éstaes un modo superior de ganarseel pan, y quién sabesi también la riqueza, graciasa un buen botín en un saqueoafortunado.El soldadotiene una profesión; no practica un menester,como el campesino;si trabaja para un príncipe extranjero se ríe del insulto de "me,rcenario"; pero, con todo, no es excesivamente belicoso,y debesermovido a la acciónbajo la aÍrenazaconstantede castigoscorporaleso pecuniarios;los mejores de ellos se enorgullecende practicar el arte de la guerrasT3 tto Piero PIERI. Prólogo a la edición Dell'arte della guerra. "A cura di Piero Pieri. Edizioni Roma. Anno XXV, p. LIX" caracterizala guerra de Ia época con vigor, como una estrategiaque no sólo es maniobra, sino que ha de ser guerra total, integral, "por lo que entra en lapolítica, y quiere decir di¡ección de un pueblo y de una nación en los momentos más graves de su existencia". Pieri, sin embargo, atribuye a Maquiavelo la virtud de ser el primer claro defensorde la teoría de la estrategiaaniquiladora, y aunque los presupuestostácticos de Maquiavelo estánequivocados,"queda el principio de que de una superioridad tÁctíca deriva la superioridad estratégica, y que ésta encuenm su sostén y también su limitación en el grado de cohesión del Estado". PIERI. Op. cit., L)C. El error de Maquiavelo, que creía ver confirmado en el ejército romano su preferenciapor una milicia (lo que en realidad no fue el caso), le llevó, segúnPieri, "a negar, o no ver, las relacionesentre profesionalismo y perfeccionamientode la táctica". PIERI. Op. cit., p. LXVIL tt'PIEzu. op. cit. p. LIV. ttt MAQLIAVELO. Prefacio alArte de la guena. s73A esterespectodice Claude Rousseau: "Le fait de considérerla guerrecoÍrme un 4zf suppose,tout d'abord, une attitudeexclusivede tout bellicisme:pour le belliciste en effet, la guerre,occasionde la 'devoir sacré' ne sauraitétre la réalisation,de I'accomplissementde I'homme et á ce titre objet éventueld'un Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón , 204 VALOR DE ENSEÑANZA DE LAS GUERRAS DEL PERIODO Puededecirseque la experienciade levantar, orgarúzary manteneren campaña durantelargos periodos ejércitosreales(o "nacionales" si se prefiere), en Europa occidental estuvo limitada a sólo dos países:Francia y España,y a los reinadosde Carlos V y Felipe II, de un lado, y FranciscoI y Enrique II por otro, y ya mucho más tarde Enrique IV. Inglaterra no conoció en el siglo XVI nada semejantea un ejército real de importancia más que en episodiospasajeros,como el de la alarma creadapor la Gran Armada española,la desafortunadafuerzadeinvasión de Portugal en 1589 y la cooperaciónmilitar con los rebeldesholandeses.Aun los ejercitos de Francia, que se mantuvieron institucionalmenteunidos en los reinadosde FranciscoI y Enrique II, cayeronen los reinadossiguientesen el fraccionamientoy la guerra civil. Los príncipes alemanes,como siernpre,eran ajenosa toda idea de unidad y de identidad políticas que les permitieran manteneren pie ejércitos capacesde decidir los conflictos o de sostener campañasprolongadas.Los anperadoresque sucedierona Carlos V, cuya capacidadde organizaciónmilitar era considerable,mantuvieron a sus ejércitosprincipalmente ocupadosen la defensafrente al imperio turco, con limitada capacidadde intervención en los asuntosmilitares de Occidente.Habría que esperaral siglo siguientea que apareciesenactoressignificativos nuevos, como los ejércitos del reino de Sueciay de la republicanaInglaterra de Cromwell. Las guerrasexterioresde Españaeran apreciadascomo fuente inagotablede enseñanzasde todas las artesmilitares: fortificación, tácticas,diplomacia, organización de los ejércitos, etc., y también derecho.No había en Europa alternativa a estos laboratorios,casinuncainactivos,por los que pasabantodo tipo de teorías,hipótesisde trabajo e invencionesmilitares, que transformabanel arte de la guerra y lo hacían progresartto. matiéred'un art". ROUSSEAU. La doctrine de la guene de Machiavel. En "La guerreet sesthéories". PressesUniversitaüesde France.París 1970,p. 20. 5toSi¡ Charles Oman dice respectode la recepción de la ciencia militar moderna en Inglaterra: "The men who wrote in the age of Etizabeth had seenall their service in Flandersand France, and were set on teaching their fellow-countrymen the Art of War that had been developedby Spanishand Italian captains since the colnmencementof the great struggle between Chades V and Francis I. The military books of the period which Mr. Cockle's bibliography covers are very largely compilations from the continental authors.When they are original compositions, they are still mainly inspired by foreign necessities". OMAN. Prólogo al libro de Maurice J. D. COCKLE A Bibliography of Military Bool<sup to 1642.T\e Holland Press.Londres 1978.p. \{I. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 205 La guerra de sitio venía mostrandosus enseñanzasa la luz de los efectosde la artillería y a gran escaladesdela invasión del reino de Italia por el rey Carlos VIII de Francia, en 1494.Entoncesse vio un fien de artillería sin precedentes,que derribabalos muros de las ciudadesitalianas,una tras otra, 1oque tanto inquietó a Maquiavelo. Pero la guerra que hemos dado en llamar "moderna" imrmpió en Italia poco después.En las gueras de Gran Capitan y en las del onperador los españolesse acreditaron como muy buenospara el asaltode plazas,como notó GuicciardinisTs.La gue,rrade sitio de plazas adquirió una centralidadabsolutaen todo conflicto armado de la época,como observa Jerónimo de Urreas76.Mas de un siglo despuésdel Gran Capitán,laguerra de sitio había cambiadode ritno y de tono vital: era una cosatediosay sórdida, confiada a la pala y la zapa,enexpresiónde FrancescoLanariosTT. En el entretantohabían ocurrido las guerrashispano-francesas,una experiencia tan novedosaen toda Europa, que sus consecuenciasaún producían .asombroa finales del XVII en un obselador tan perspicazcomo Leibniz, por el gran número de plazas Y luego vendrían las fuertesque se devolvían los contendientespor un tratado de pazs78. guerrasde Flandes,las más significativas para nuestropropósito, y de desarrollo y efectostan novedososcomo aquellasotras largas gueras. Para empezar,la guerra de Flandes,o de los PaísesBajos, fue el enfrentamientode un príncipe contra amplios grupos humanosque, a la altura de la cienciajurídica del momento, eran técnicamente rebeldes.Desdeluego, el tratamientoque se dio primeramentea estaguerra fue el de la sanciónde una ley interna contra una población rebelada.Esa erala noción que el duque de Alba siemprequiso exterioizar, al negar a los protestantesel derechode s75*La infantería, principalmente la de las Castillas, gozade gran reputación,y es consideradacomo excelente,creyéndoseque en la defensay asedio de las plazas, en que tanto vale la destrezay agilidad del cuerpo, super¿ra todas; y por esta ravon y por su valor, son bastanteútiles en unajornada; de modo que se podría disputar cuáles,de los españoleso suizos, seríanmejores en campo abierto... Francesco GUICCIARDINI. Opere inedite de Francesco Guicciardini; illustrate da GiuseppeCanestrini, tomo VI, p . 2 7 5y s . 57ó'(Los siete peligros que Artur ylustro son estos:Combate en estacadacon otro a todo trance, correr puntas amoladas,ser el primero a subir a escalavista en una muralla, entrar y salir primero de una mina, ser el primero en saltar en la galera, gan¿ren batalla campal estandarte,matar o prender en batalla campal de Moros, Moro señalado".Como se ve, de los siete peligros, tres (combatir en estacada,subir escalay entrar y salir de mina) estrfurrelacionados con la guerra de sitio. URREA. Dialogo de la verdadera honrra militar, que tracta como se ha de conformar la honrra con la conscientia.Yenecia, MDLXVI, fol. 68r. s77*Lausanza de expugnar en estostiempos consisteen la obra de la pala y de la zapa;to hay instrumentosmás necesariosen la guerra, ni con los cualesse hagan obra de mayor importancia". LANARIO. Op. cit. p.95. ttt Leibniz recuerda ensu Code¡ciuris gentium diplomaticus que en lapaz de ChateauCambresisse devolvieron "la enorme cosechade larga guerra" de doscientasplazas. Verlo en la edición de los Escrlros políticos de G. W. LEIBNZ, t. II, por Antonio TRUYOL Y SERRA. Preparaciony traducción de E. Tierno Galván y P. Mariño. Centro de Estudios Constitucionales.Madrid, 1985, p. 9. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 206 beligeranci at'n. La figuradeAlba intrigó a los espíritusmásdespiertosde sutiempo. Odiadopor los rebeldes,no amadopor los lealesy ternidopor todos,dio a todosmotivo pararepensarunavezy otralo queestabapasando.Expertossoldadosde su época creíanqueestuvoal bordedel triunfo militar decisivo.Veamoslo queestopuedequerer de la guerray los idealesde decire términosde la polánica eternaentrelasnecesidades pM: Si las causasque hacenjusta a una guerra no tienen importancia, porque la sentenciasobresu justicia debe aguardaral dictado del vencedor,cuiÍnto mas podremos ver a la cuestiónde lajusticia desvanecersey hacerseirrelevante cuando se trata de analizaruna guerra ya sentenciada,yse levanta la polémica de si, si se hubieran empleadotales medios o sus contrarios,el resultadopudiera haber sido otro. Si, efectivamente,la justicia de la guera la declarael vencedor,podemoshacer esta consideración:la campañadel duque de Alba, que se hallaba a mitad de su camino hacia la victoria por medios de su insuperadaeficacia militar, fue sustituídapor la política más conciliadora encomendadapor el rey a don Luis de Requesens,que dio un respiro a los sublevadosy les permitió fortalecersehastaser capacesde mantenerla supremacia hastaque, años después,intervino, cuando casi todo estabaperdido, Alejandro Farnesio, duque de Parma.Vistos estosresultados,pareceevidenteque debemossuspenderel juicio sobrela admisibilidad o inadmisibilidad de los métodosdel duque de Alba, sobre todo teniendo en cuentaque no estabanprivados de cualquier cautelapolítica. Esto lo vio con claridad (aunqueno sabrernossi también con acierto) Roger Williams, el capitáninglés y cronista de las guerrasde Flandes,pffi&quien fue un error, desdeel punto de vista militar y de los propios interesesdel rey, el retirar a Alba y poner en su lugar al blando Requesens,con lo que la guerra se prolongó indefinidamentesso. 5tn Cuando los ejércitos del duque de Alba y de Guillermo de Orange se acercabanpor primera vez auna confrontación decisiva, el príncipe desafió al combate al duque de Alba, enviándole para ello dos cornetas;el duque colgó a uno de ellos y devolvió al otro con su negativa a combatir en las condiciones del caudillo enemigo. Bernardino de Mendoza comenta estehecho en términos políticos, y señalaque el derechode embajadorescorrespondea los príncipes, por lo que el duque lo que hizo fue castigar a los rebeldespor "el desacatode querersetratar con ellos como si fuesenpríncipes sus iguales". Bernardino de MENDOZA. Comentariosde lo sucedido en las guerras de los Países-Bajos,edición de la Biblioteca de AutoresEspañoles,tomo segundo,Madrid 1853,p.429. tto "But, belike in respectof his wit and mildness, the King sent him into the Low Countries, perhaps persuadedthat a mild captain would win the hearts of the people far better with fair meansthan the Duke of Alva with his cruelty. But in troth both King and Council deceivedthemselvesin calling away the Duke of Alva and in making choice of such a general as the ComendadorMayor, for by all reason,if the Duke had been royally maintained as he ought, he had made his master absolute King over all seventeen provinces. To say troth, fury and resolution well used or executedhad been the only ways to suppressthat nation, the Spanishbeing resolved to subduethem as they were... God help that prince or statethat must be forced to compound with such a people by any meansbut by the sword, which had been far more easy Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 207 Quesetratabade una guerraconta rebeldesal príncipeo, como diríamoshoy, no seescapóal juicio del propioGrocio,queinventó, deunaguerrarevolucionaria, comoexcusamentalo eufemismo,la nociónde "guerramixta", estoes,la queopone unapotenciapúblicaa unapotenciadeparticulares. Si la cuestiónde la legalidadde la guerraquereprimeunarebeliónestáfuerade quédisputasprovocaría discusión,y a pesarde ello levantatal polánica,debepensarse la degeneración de estaguerra,comocualquierotr4 enun cúmulode atropellos por ejercitosen combateo sumidosen desórdenes. A esterespectomerecela causados penacederla palabraa NicolásRamiroRico, en su estudiopreliminara la ediciónen castellanode la obrade Baltasarde Ayala,paraquenossitueen el escenariode la guerTa: "... debemosimaginativamentetrasladarnosa una de esassifuacionesde excepción,a uno de esoscasosextraordinariosque aconsejanla ruptura de la legalidad. Imaginémonos,por ejemplo, que nos hallamos en los PaísesBajos del 500, entre los soldadosespañolesallí acampadosy prestosa luchar contra Francia. El generalespañoltiene que mover esossoldados,que alojarlos, que avituallarlos...etc. "Pareceque la cosaes sencilla. En realidad, sin embargo,dista mucho de serlo. Puesa tenor de los 'fueros', llamánoslos así, locales,la libertad de acción del generales muy pequeña.De hecho no dará un paso el ejército sin tropezar con privilegios, derechosy franquicias de toda clase.En cierto modo, los soldadosde la Coronaespañolaque sehallan en los PaísesBajos, tierra de esa misma Corona, estánen peorescondicionesjurídicas que si se hallaran en territorio enemigo.Laraz6n de estaextrañasituación es que la idea de que la guerratiene no sólo derechoexterno - derechoentrebeligerantes-, sino también un derecho interno específico,ha tardadomucho en abrirsepaso'os8l. Y esederechointerno 1oes en dos árnbitosdistintos: el de las poblacionesentre las que opera el ejército, y el de la propia organízaciín militar. La vida del soldadoy de in the hands of the Duke of Alva than of the poor Comendador". WILLIAMS. The Actions of the Low Countries. Edición e introducción de D. W. DAVIES. Cornell University Press.Ithaca, Nueva York, 1 9 6 4o . . 104. t8' Nicolás RAMIRO RICO. Estudio preliminar a De iure et fficiis belticis et disciplina militari, de Baltasar de Ayala. Traducción de Manuel Fraga Iribarne. lnstituto de Estudios Políticos. Madrid 1948, p. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 208 susoficialessedebateenuna continuatensiónenffeesosdosderechos:si seprotege uno, sedebilitael oho. Si a los soldadosno seles dejasaquear, ¿cómosepodrá mantenerla disciplinaylaobedienciaquemandael fueromilitar? Secontestará: Perosi no serecaudanimpuestosporquelas religiosamente. pagándoles sussoldadas Bueno provinciassehanrebelado,¿dedóndeha de salir el numerarioparalas soldadas? seráquepor lo menossalgade las arcasde las villas rebeldes,porquesi no..., tendrá Cuandoseha queridoeütar durante quesalirde los bolsillosy las casasde los leales582. demasiado tiernpoqueel ejércitocaigasobrelasvillas, porqueno hay conquépagarles, sedesobedece va unidacasisianprea la necesidad; surgeel motín.La desobediencia ParaTom¿ísCampanella porquela vida estáenpeligrodemuerteo de gran zozobra.s&3. los motinesfueronlo másnocivoquele ocurrióal rey de Españaen los asuntosde Lasmásde las veceslos motinesllevabana la rapiñacontralaspoblaciones Bélgicas8a. y y en algunosel propósitode la venganza, vecinas.Estocausaba un granresentimiento, Del desordeny la estovaleparael ejércitorealy paracualquierotro de los enanigosss. los propiosamigosy aliadospodían violenciasepasabaf;ícilmenteal pandemonium: x)oü. s82 Prohibir el hacer exactamenteeso, robar al país amigo, "por la preocupaciónde no quitar al rey aquéllos que le permanecíanfieles entre sus súditos de par dega",le produjo al mestre de campo Francisco de Valdés las más desagradablesconsecuencias:en noviembre de 1574 fue arrestadoy encarceladopor sus hombres. En René QUATREFAGES. Ios tercios españoles(1567-1577). Fundación Universitaria Española,Madrid, p. 263. s83Así parecereconocerlo el coronel Francisco Verdugo: "En toda nuestragente de guelTacrescia la necesidady con ella la desobediencia,y no sabiendoque hacermede ella, propuse,tomando conmigo la que el pais podia sustentar,que la demasfuese con el conde Carlos a Brabante". VERDUGO. Commentaüo del coronel Francisco Verdugo de la guerra de Frisia. En ilIII años quefue Governador y Capitan general de aquel Estado y Exercitos por el Rey D. Fhelipe N. ^S."En Napoles, por Juan Domingo Roncallelo l6 10". Editado por la Colección de Libros EspañolesRaros y Curiosos, tomo segundo. Madrid 1872.P. 56. sEaCampanellalo dice de.estemodo castizo: "nada fue tan nocivo a los asuntosdel Rey en Bélgica como el que los soldadosfueran defraudadosen sus estipendios.Por lo mismo, quisiera yo que fueran capuchinos,pues son de todos los religiosos los que menos se preocupandel dinero". CAMPANELLA. La Monarquía Hispánica, capítulo XV, "El ejército". Traducción del latín, prólogo y notas críticas de Pnmitivo MARNO. Centro de Estudios Constitucionales.Madrid 1982,p.97 . 58s ese De modo presentaDiego Núñez Alva la ve\ganTade un mozo alemán al que habían robado dos caballos e insultado soldadoscompatriotasencerradosen la ciudad de Mühlberg, en guena contra el emperador.El campesinono sólo indicó a los soldadosespañolesel vado del rio Aluis que permitiría que para atacarla ciudad, sino que "Era de ver el villano que yva por guia las tropas imperiales pris¿rsen que delante mostrando no caber en si con plazer yva diziendo: Aora, aora me lo pagaran estosvellacos yo la siendo causade que todos oy seandegollados,con tanalegre rostro que verderamentemostrava aver olvidado su perdida con la esperangade la gercanavenganga.Verdadero exemplo para que ninguno, por poderoso que sea,agravie a otros, porpequeño poder que tenga,pensandoquejamas podra o osara satisfazerse".¡niÑfZ ALVA. Dialogos de Diego Nuñez Alva, de la vida del soldado en que se cuenta la que en ello conjuración y pacificacion de Alemaña con todas las batallas, recuentrosy escaramuQcts acontecieron en los años de mil y quinientosy quarenta y seys y syete,y juntamente se descrive la vida del soldado. Salamanca, MDLII. El libro no está numerado ni foliado. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 209 y sacrificados, caían pararobarlesss6. Los oficiales,tantasveceshazañosos seratacados contralos derechosde sussoldadosal botín deun por codiciaen actosdeshonrosos Otrasveceseranlos derechosde los oficialesrectoslos queseveían saqueos8T. demotín,por puradebilidadobjetivade los superioressss en situaciones atropellados En estadode necesidad,se llegaba a cometerdelitos más gravesque el motín. Los soldadosinglesesque defendíanAalst por el príncipe de Orangese hallaban sin dinero ni bastimentos;las ciudadesde alrededor,incluso las rebeldes,se negarona darlesnada e incluso los de Ganteles dijeron que ojalá Aalst ardieracon ellos dentro. Desesperados,los inglesesvendieron la ciudad a las tropas de Famesio58e. A la luz de esasexperienciascabepreguntarsesi la visión hobbesianade la guerra(la anarquíaesla condiciónpropiade la guerrass)quedabasiernprey entodos s86 Desde luego, el soldado que se demandabay abandonabael campo de batalla llevaba en el robo que hacía el escarmiento. Tal lo indica un relato de Núñez Alva, testigo en la campaña alemana del emperador Carlos V, poniéndolo en boca de "Milicio" y "Cliterio": el emperadorhabía dado orden a una unidad de rudescosque fuesena Hest a desvalijar y devolver al campo a los italianos que se habían desmandadopor robar. "Donde crecio tanto la codicia que no solamentea ellos mas tembien a los Españolesenfermos que se yvan a curar al hospital que estavaen Tanauart desbalijavan,y aun a las vezespor desbalijarloslos matavan; y era desto la causade la mucha licencia que de su capitan tenian, que con ellos devia de ser' aparte. "Cli: Por que no se quexava al general? "Mi: A uno vi q. lo hizo, y luego el duq. Dalva embio con el su gentil hombre al Coronel para que le hiziessebolver su ropa, mas tal que la aprovecho.Respondio el coronel que el lo haria, y despuesal soldado traialo en largas quando le dezia q. bolviesse otro dia; quando enviaba con el un criado al capitan q. estavaen Languinga, y como no podian tan presto entrar en la ciudad, el criado se bolvia y dexavalo en blanco. El tiempo hacia turbado, y cada dia llovia y el pobre soldado andavaquando aca quando aculla el lodo hasta la rodilla, en cuerpo con un cuero cortiadopassadodel agua hasta la camisa; y con todo esto la necessidadle puso tanta solicitud q. al fin un dia pudo hablar al capitan. Y estandoel ya muy alegre, pensandoq. le haria cobrar su ropa, aun no dandole lugar a q. se acabassede quexar, con un desdenle respondio q. lo avian errado en no matarle. Bolviose muy corrido a quex¿Iral coronel, y no hizo dello mas cuenta q. si no le uvieran dicho nada. Assi q. aviendo perdido_laropa, rompio los gapatosque le guardavan;y al cabo cobro enojo quando penso cobrarla". ttÚÑpZ DE ALVA. Op. cit El libro no está numerado ni foliado. 587CuentaNúñez de Alva que una villa de Alemania, Marpac, se resistió al requirimiento de alojar caballeríaimperial. EI duque de Alba envió al príncipe de Sulmona la orden de que fuesen a la villa y les advirtiesen que si no se querían rendi¡ mataríana cuantosestuvierena la defensa."Y si se rindiessenla saqueassensin hazer algun prisionero ni matar alguno. La tierra se detuvo hasta que vio assoma¡la rnfanteria Española,que no osandosemas detenerabrieron la puerta al principe de Salmonay al maestre de campo. Ellos se enffaron con los capitanesy algunasceladas,y los pobres infantes, que pensavanalli remediarse,ya quando los dexaron entrar no hallaron de que ech¡ mano sino de paños viejos, que no renian en que llevarlos". wtÑ¡Z DE ALVA. Op. cit. El libro no esfánumerado ni foliado. 588El maestrede campo Vega fue perseguidopor sus soldados,no en una sino en dos de susjefaturas de tercio. Ocurrió que la primera vez que se le amotinaron, don Juan de Austria, gobernador de los Países Bajos, complació a los soldados,sin duda por no tener alternativa por la amenazade éstosde abandon¡el servicio; destituyó a Vega, aunqueúándole el mando de otro tercio. También en ésteel maestrede campo era objeto de la ojeriza de los soldados.Dos de ellos lo quisieron asesinarhaciéndoleuna mina hasta su barraca,que estalló, aunque les salió el tiro por la culata, porque fueron ellos los que resultaron heridos. Al contar esteincidente, Francisco comenta que "fue cosa de mala consequenciapara el servicio del Rey" la lenidad de don Juan en el primer caso de amotinamiento. VERDUGO Op' cit. P.206. ttn DAVIES. op. cit. P. xx. "o HOBBES. Leviathan. )oo(. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 2t0 los casosconfirmada. ¿Eracierto que la guerra era la antítesisdel derecho,que se planteabacomo una situación de legibus soluta? El generalCarlos Coloma así lo creía: "raras vecespuedenlos rigoresjustificarse con los términos de los derechos"snt.No siempreera así, ni mucho menos.Los elaboradosprotocolos de capitulación de una ciudad, el ritual de rendición de una plaza, estansujetosa reglas reconocidasy respetadasnormalmente;la cortesíadel jefe vencedorrespectodel vencido no era una costumbre de buena criar:za,sino una ley de caballería, claramente expresadaen libros de batallasy artesde la guerr4 que en XVI erantodavía libros "de cabecera".El que resistíahonorablementeun asediotenía derechoa un reconocimientocierto y público merecía castigos por parte del enemigo; el que no resistíao lo hacía deshonrosamente graduadossegúnuna escalano escritade sanciones.Hobbes lo dijo de modo exacto: The only law of actionsin war is honour'ñe2. Había una lógica perversade la guerraque penalízabaa los buenos soldadosy facilitaba el enriquecimientode los malos; aquéllospensabansólo en saltar el muro, prlra desbarataral enemigo,guardarel escuadrónen la marcha; los otros se escaqueaban robar.Dostestimonios,emitidosa una distancia,uno de otro, de setentay cinco años,1o ponen de manifiesto: así, Diego Núñez de Alva, soldado en la campañadel emperador en Alemania, dice que los que mejor cumplieron se quedaronmás pobres,y los ruines Campanella,en el siglo siguiente,era no menos elocuente:"quienes se enriquecieronse3; no son nadie en el escuadrón,se enriquecende estemodo, mientras los fuertes A vecesfracasabanjuntas las leyes de la guerra y las combatenhastala extenuación:r5e4. norrnasde disciplina,y estallabala peleaentrelos aliados:las cosasdel emperador corrieron gran riesgo, como nos cuentaNúñez Alva, por'hna tan pequeñaocasión" t'' Coloma Trata de explicar o justificar un acto de represaliaen el que se quemaron 500 casas.Reconoce que fueron víctimas muchos inocentes,aunquetambién algunos españolesque andabanrobando; y ello "por no poderseexcus¿lr,o por ofio frnes públicos que siempre precedena los particulares". COLOMA. Las guerras de los Estados-Bajos,editado por la Biblioteca de Autores Españoles, Historiadores de SucesosParticulares.Madrid, 1853,p. 168. tnt HOBBES. Elementsof Law,I, )(IX,2. 5e3 el diálogo entre Cliterio y Milicio, aquél pregunta: "Cómo así, no es la guerra toque de la fortaleza? En Donde los más valerososmás medran?" Y respondeMilicio: "Si otras, donde las tierras se entran por fuerga en las quales (aunquetambien tenga su parte la fortuna) por la mayor parte acaescea ganar mas los que van mas adelante.Empero en la passadajornada los mejores y que más han cumplido con lo que devían, han andadomas rotos, y se han al cabo quedadopobres, solo con el trabajo y honra de aver bien servido sus vanderas.Y los mas ruynes vienen mas ricos, y los que menos al rey han servido han andado mas bien vestidos.Porque ya que dexemosaparte lo que en el fin de la guerra pÍIrisavaen Saxonia: donde algunos de los que querian dar larga a conciencia y yr contra los vandos del general,y aun del Emperador aconer (o por mejor dezir) a robar, se enriquecieron:haziendo abominablescrueldadesen los villanos, por sacarles,losdineros, y salteandoamigos y enemigosque encontravanfuera del campo". Diálogo orimero. NI-NEZ DE ALVA. Op. cit. El libro no estánumerado ni foliado. 3no CAMPANIELLA. Op. cit. p. tOt. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 2ll Una incidencia muy frecuenteera que la como una riña entre españolesy alemanes5et. las consecuencias tropa se desmandaseen una operación citíca, con el fin de saque¿Ir; Hablando de su experienciapersonalen Flandes,FrancescoLanario solían ser gravesse6. recomendabalas precaucionesque debían tomarse en cuanto a la mezcla de naciones en el ejército real. Siguiendo a Tito Livio, advertíade que en el ejército no se tenga gente forasteray de muchos reinos; "petroporque parececasi imposible que, en nuestros tiempos particularmente,se pueda formar un ejército sin diversidad de naciones,se ha de mirar al menos que la genteforasterano seadel mismo número". Pero el estar advertido sobre la gente extranjera no es quitarles el crédito y confianza, sino quitar la El ejército formado por varias nacionespresenta, ocasiónde que el farsantetraicioneseT. sin embargo,una ventaja: que se puede emplear susunidadesen el asalto a una ciudad, estimulándolascon su afán de emulación, y por eso se debe confiar a cadanación el asaltopor partesdistintas, o'comose ha experimentadoen Flandes"ses. Es dificil conciliar la impresión de caosy desordenen el modo de conducir la guera en Flandesy los PaísesBajos con la fama de eficacia militar que tenían los tercios. Denfro del ejército real sus contingenteseranuna minoría, pero también eran la Obrabaen favor de su superioridadla ventaja de contar con clave de las operacionestee. sn5 una pelea casualentre infantes españolesy herreruelosalemanesdel duque Mauricio se dieron En cuchilladasy estocadas."Y comengosela cosa a travar de arte que sin mirar mas por los culpados que por los inocentes,los Españolesherían a los Tudescosy los Tudescosa los españoles.La lengua sola, y el habito, era el que señalavalos enemigos... Una sola boz se oia en la lengua de todos, y era, que muriessen los de la otra parte". .Acudieron fuerzasde tres tercios de españoles,salieron los alemanesal paso, hubo disparosde arcabuzy algunos muertos. "Assi que las cosasdel Emperador corrieron gran riesgo poruna tan pequeñaocasión", comentaNúñez Alva. tnu El fuerte de Oetterdam,construído por las tropas de Francisco Verdugo, gobernador de Frisia, era sitiado por las fuerzasorangistasdel conde de Holac. Verdugo describe la situación: "Contra el Fuerte no hacia el Conde otra cosa sino seguir la zapay la mina; y los nuestrosdefenderselo:y un dia que hizieron una salida contra su Artilleria rompieron la guardia y llegaron hasta el Quartel d'el Enemigo; donde los Soldadosse pusieron a saquear,que a no hazer mas de i¡tentar solamentela Artilleria la ganaransin ninguna duda y la pudiran sustent¿rpor estar fortificada: como se detuvieron cargandoel campo d'el enemigo los hizieron retirar". VERDUGO. Op. cit. P. 104. 5ei LANARIO. op. cit. P.29. tn8 LANARIO. op. cit. P.33. see Los reyes de Españasiempre exigieron para sus ejércitos la precedenciade los españolesen las operacionesy en la guarda de campamentosy plazas, así como en las marchas.Las ordenanzasmás terminantesa este respectoson las de Felipe IV, que con estilo conminatorio, probablementeexigido por la decadenciade la práctica, disponía lo siguiente: "Que estandoel exercito en Presidio, la parte de la muralla y puerta de mas cuidado, por estar a la frente del enemigo, se entreguea los Españoles,y tambien el Cuerpo de Guardia principal de laPlaza de Armas, sin mezclarseen esto las demásnaciones... "Las rondas y contrarondasde la muralla Españolasla rondará toda enteramente,y las otras nacionesno saldrá(n) cada una de su distrito". "La ronda Españolaque saliere del Cuerpo de Guardia principal ronde todo el lugar; y las de los Cuerpos de Gua¡dia de las otras nacionesno se alarguen de su quartel particular; y si el alojamiento estuviere mezclado. no desoachenrondas". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 2r2 el respaldode una organizaciónmilitar, industrial y financiera complejatrO,que sus enernigosno podían igualar en la guerraterrestre.Famosospor su actosde rebeldía, también lo eranpor la eficacia y disciplinada resolución, que se reflejaba incluso en los minuciosos protocolos, que se cumplían arajatabla,para mantenerel orden interno dentro de la fuerza amotinada,como tendremosocasiónde ver60l."El conocimiento íntimo del Tercio - dice René Quatrefages- da, en primer lugar, una sensaciónde elevación.El Tercio no es tropa wlgar a la que se empuja al combate.Una consideraciónmutua entre soldadosde todos los gradoses aceptaday respetada"tr2.El 'Señoressoldados' no es una palabravana". Pero resientenvivir como pobresporque la vida es carísima en Flandesm3;deben pagarcon sus soldadaslas armas,municiones, Pot esonecesitanlo que les toque, o vestidos,alimentos cuandoestánacuartelados...uoo. puedanarrebatara los compañeros,del botín. Se daní ademása los españolesel cuerpo de guardia de la casadel general; las alboradasdeben empezara tocarseen el cuerpo de guardia españoldel capitan general; se dará a los españolesel barrio o avenida que cayeren frente al enemigo. "...; y lo mismo se haga en los sitios que se pusieren a las Plazasdel enemigo, en que tambien se dispone la gente en frente de vanderas,etc." Se dara a la nación española"la parte por donde huviere mejor disposicion de poder apretar laPlaza"; al salir a las manos al enemigo, "salgan tambien de vanguardia los Españoles".Cuando en las trincheras los españolesno seansuficientespara continuarun aproche sobre la plaza sitiada, las otras nacionesirán entrando en las trincheras detrásde la española". El rey insistía en todo esto enfáticametne: "siempre, y en todas manerasy ocasiones,se debe dar, y es mi voluntad, ordeno y mando que se dé a la nacion Españolala vanguardia, sin que se admita contra esto disputa, pretensionni dificultad alguna". Creemosque estasdisposicionesseríanmás fácil de cumplir cuando las otras nacionessobre el terreno fuesende estadosdel rey de España.Es posible que en el caso de operacionesde sitio en compañía de ejércitos aliados, la precedenciafuese negociadaentre losjefes, pues sus propias ordenanzascontendrían disposicionessemejantes. 'sinónimos' que ó00 Quatrefagesdice al respecto:"Tecno-estructuray micro-sociedad.Estos son los hemos buscadoal Tercio. El conjunto ligado por auténticaslineas de fuerza:.permanencia,ideal común, homogeneidadéurica y también social, caráctertécnico, milita¡ y administrativo. Fuerte sumisión a un poder político centralizador.Entre el Tercio y estepoder reina la actuación escrita y la guerra se hace con los libros de cuentasen el bagaje y en lugar preferencial". QUATREFAGES. Op. cit. P.263. ó0' La misma represión de los motines se hacía de tal modo que se trasladabaal soldado castigadola impresión de que su castigo era parte de la lógica del ejército. Lo cuenta Campanella:"los cabecillas de tumuitos milita¡es sufran las penasde muerte allí en presenciade los soldados,como se hizo antaño con Speridio, quien incitó al ejército de Carlos V para que volviese de Austria a Italia, pues pueden hacerlo mejor con la espadaque con la lengua". Y hace a continuación una aguda observaciónsobre un efecto moral con indudable influencia en la administración de justicia en un ejército: "quienes han sido condenadosa muerte, mueran a manos del mismo ejército, no de su jefe, para que no caiga ésteen el odio de aquéI". Es decir, no es eljefe el que debe impartirjusticia; es "el ejército", esto es, un ente abstracto, sin una relación personal con el soldado como la que tiene el jefe, dentro del cual se haní justicia de modo anónimo, por un "administrador", un "funcionario" si se quiere, para hacer oficiar la justicia. CAMPANELLA. Op. cit. P. 79 óo'qUATREFAGES, op. cit. P. 3 l l. uo' Luir de Requesens,gobernador general, en r¡na cartaa su hermano, le dice que la tierra "esfá... tan cira que, aunquela gente estuviesemuy bien pagada,no es posible poder vivir con su sueldo". Carta de Requesensa Juan de Ziñigadesde Namur, a 15 de diciembre de 1573. En Colección de Documentos inéditos para la Historia de España,no. 102 p. 354. u* qURTREFAGES.op. cit. P.251. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 213 Sin duda una cierta condición estructural determinaba en gran manera el modo de hacer la guerra en Flandes:como los soldadosesparloleseranpocos, no sóIo en aquel dominio sino en todos los otros, sólo les quedabadominar por el impulso brutal , rápido y resuelto;de otro modo seríandesgastadospoco a poco. Campanellacree que esto 1o aprendieronlos españolesen las Indias605. Nos seránecesario también caractenzarla guerra de eseperiodo desde el punto de vista de sus superestructurasinstitucional y jurídica. Se trata del problema de la conducciónde las operaciones,por un lado, y de la administracióny control de la fuerza militar, por otro. Los combatientesde estaépocase ven como soldadosneo-romanos,Carlos V más que nadie, pues se ponía al frente de sus ejércitos,devolviendo a la palabra "emperador" su significado primigenio como jefe militar. Pero si el príncipe no tiene tionpo o gusto por la gseffa, entonceshace de su mejor general su alter ego, el perfecto emperador que Baltasarde Ayala veía en la figura del capitan generalfl6.Este personajees siempreun privado del rey, su "primo" o su "hermano"; adonás de alcurnia, debetener talento probado en la guerra.Lo que un capitán generaldebe saber de la guerra necesitamás de una vida para aprenderse.No faltan listas de materias confeccionadaspor juristas y soldados;Juan Baños de Velasco señalaque los ministros de estadoy de guerra debenconferir la calidad del reino que debe ser invadido607. FranciscoLanario mira a la necesidadde justicia en los ejércitos como primer deber del capitan general;por eso debe sabertodo lo necesarioa la guerra,y también todo lo que para impedirlo, porque su tarea es "proteger a los buenos(y) hacer en la guerrapasa608, ó05Los españoles,que eran pocos en el Nuevo Mundo, se vieron obligados a despoblarlos lugares,"para no temer siempre que los vencidos, mayores en número, volvieran a las armas contra ellos"; por eso, "al intentar abatir del mismo modo a Bélgica, se ganaronun odio enorme". Y añadea seguido: "Y en el reino de Nápoles y Sicilia se ven todavía ahora obligados a hacer lo mismo, pues apenascinco mil españoles tienen a su c¿rgo aquellos tan vastos rei¡os. Verdaderamente,tales dominios se mantienen sólo de nombre. Por estamisma razón se ven obligados a desarmarlos pueblos, y esto provoca contra ellos la sospechade tiranía e inhumanidad". CAMPANELLA. Op. cit. P. 88. 606*5¡ ¡u de hacersela guerra, en primer lugar ha de verse, ciertamente,a quién pondremos al frente del ejército, pues tanto vale el ejército cuanto el general,como es notorio, y nada es más raro que encontrar un perfecto emperador". Baltasar de AYALA. Op. cit Libro segundo,cap. Il, l)p.264. ó07 "Puede ser esto en dos modos, idealmentetratandosesu temple, clyma, graduacion,distrito de capacidad,centrica y su distancia, sus fragosidades,bosques,llanos, riberas, fertilidad, poblaciones, numero de Villas, Ciudadessi cercadasde muros, con las mas defensasque la comun, o añadidas fortificaciones á lo moderno; que fortalegas,si regularessus plantas, si con padrastros,si capacesde circumvalacion o minas las entradas,si capacespor llanos, o estrechasentre montes, si tiene puestos habiles a surgir sus vagios y playazos. Si la industria ó el terreno por si tiene algunos p€tssosfuertes y notables.El otro modo es en Mapa geographica,delineado por menor todo el Reyno, por artifice que no aya omitido nada de lo esencial,que conduce a estasempresas".LANARIO. Op' cit. P. 37. ó08Lanario da un listado de las más contradictoriasexperiencias.Si por un lado "el arte militar enseñaa prep¿uarlos ejércitos, fabricar fortalezas,fortificar castillos, meter socorros,abrir zar$as,edificar Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 214 Habiendoobservadola guerrade Flandes huir y quehuyanlos malosde su ejército"60e. bajo la conducciónde Alba, RogerWilliams señala,conlenguajemodemo,algomás conlo queel capitangeneraldebecontar:"Thereforeoftentrueintelligenceis thebest part of an enterpriseand worth always half an army"6l0 EL LUGAR DE LOS SITIOS EN LA GUERRA El cardenalBentivoglio evaluó bien el peso que las fortificaciones y plazas fortificadas tenían en la guerra de Flandes;era tan excesivo el número de "fuerzas" (plazas)que el rey (Felipe III) tendría que mantenerpara lograr lapaz, con todo su gasto ruinoso,que se vio obligadoa pedir la suspensiónde armas6ll. Los pobladoresdel reino o estadodonde se libra rma guera sabenque, con mucha probabilidad, se verán atrapadosen un sitio alguna vez en su vida. Por su parte, los soldadossabenque son pocos los que sitian que no seansitiados alguna vez. Combatientesy no combatientessabenque la observanciade las ya secularesnoÍnas vigentes en cuanto a fidelidad, constanciay sacrificio en la defensade castillos puede tener alguna utilidad, por cuanto no se hace sino guardarcon ellas las costumbresy leyes reconocidaspor todos. Pero todos siententambién la necesidadde inventar recursosque les permitan escapar,legal o ilegalmente,a las consecuenciasmás extremosasde la guerra de sitio. Para salir de un sitio con vida, indernney con lo puesto se hace de todo: matar, mentir, engañar,sobornar,muy frecuentementetraicionar, pero las más de las vecesnegociar. Parametersedentro de la ciudad o castillo sitiado se hace, exactamentelo mismo que para salir. Cualquier posibilidad de cumplimiento o incumplimiento de las leyes, de guardaro no lealtadesa los príncipes,de observarlos pactoso romperlos, se da en la guerra de sitio con una frecuenciay perentoriedad inusitados.El cañón es tan útil para abrir brechascomo la clemenciapara mover a la bastiones,vaciar fosos, fabricar máquinas,elegir armas, combatir muros, lleva¡ vituallas ocultas, tejer engaños,tender celadas,usar diversasestratagemascontra el enemigo, aprendera batir torres, tomar murallas, am¡inar castillos", también son consecuenciasde esearte militar "despojar iglesias, saquear ciudades,explanar castillos, destruir c¿rmpos,cancelar las leyes, atropellar matron¿rs,estuprarviudas, violar donzellasde la ciudadanía,capturar algunos, otros emprisionar, otros conftnar, y a otros hacerlos pedazosl trattati del Principe e della Guerra. Tratado segundo.Nápoles, MDCXXVI, p. 37. 60e I tratrati del Principe e della Guerra. Tratado segundo.Nápoles, MDCXXVI, p. 37. ó'oWILLIAMS. op. cit. P. lo7. 6tt Entre otras consideracionespolíticas, militares, geopolíticasy religiosas para buscar la tregua estabala económica,que suponíael mantenimiento de un número infrnito de plazas fuertes. Bentivoglio dice: "¿,quantamaquina de fuergas y de quanta costa seria menester que sustentaseel Rei en la guerra de Flandes.BENTIVOGLIO. OD. cit. Fol. 513. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 2t5 rendición.(En el ApéndiceVIII seha hechoun resumende las perspicaces de Diegode Álabay Viamontsobreel sitio deuna plazavistodesdela observaciones perspectiva de ambossitiadoy sitiador,y suscálculosparaunaventajosacapitulación. En el ApéndiceIX serecogeel testimoniode JuanBañosdeVelascosobrelas jurídicasdel gobiemodeuna plaza,asícomolos requisitosprofesionales implicaciones y moralesde quedebenestardotadoslos querlsr¡mensu gobierno). Lo llamativode la guerrade sitio esquemuchasde susincidenciasestánsujetas a condicionesdejuridicidad.Por ejemplo,el socorroa una fortalezatiene,enlas tratativasduranteunatreguaparala capitulaciónde la plaza,el perfil y significadode unafigurajurídica:laplaza quesenegociavalemáso menossegúnquepuedarecibir socotroso no; esaposibilidadesun valor contante,quehacesubiro bajardepreciola lo expresade formaclaraFernandoel Católico,cuandodiceque"dondeno transacción; esperansocotrono ay cosafuerte",y dondelaplazaesfuerte,ha de intervenirel En los sitiosvalela palabrade caballerocomoen los viejostiempos,y se dinero6l2. derendicióndeuna plaza exigesu cumplimientosopenade la vida6r3.Lasmodalidades perono la eranvariadas:sesolíaperdonarla vida perono los bienes,o bien laspersonas y libertad,peroraramentelos bienes6la. libertad,o personas u" C^'ra al Gran Capitán de 5 de septiembrede 1501. En Conespondencia de los Reyes Católicos con el Gran Capitán durante las campañasde halia. "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos", tomo )O(I. Madrid, julio-diciembre I 9 I 6, p. 426. 613Durante el sitio de Taranto por el Gran Capitríur,en 1503, se hizo una tregua consagradapor juramento con el duque de Calabria que lo defendía,en la cual se concedíaun plazo de dos mesespara que el duque consultasecon su padre, el rey Federico, refugiado en Francia, sobre lo que debía hacer, pues se hallaba impedido de socorros.Durante esosdos mesesel duque no podía fortificar la ciudad, ni meter gente,ni traer vituallas, ni hacer cosa que mostrasesu voluntad de defenderse.Ambas pafes se dieron rehenes,lo que significaba el compromiso de los españolesde no hacer ninguna fuerza sobre la ciudad. RODRÍGLIEZVILLA. Op. cit. P. 95. La tregua surtió su efecto, y el duque de Calabria entregó laplaza. Su misma salida libre requirió protocolizar la entregade rehenesespañolesal que quedó a cargo del castillo, hastaque el duque estuvieseen salvo fuera de los dominios del rey español,y sólo entonces podía ser entregadoa los españoles.Si el Gran Capitrín, con los rehenes,entregabaal alcaide de Taranto garantíascontra cualquier intento español,con la misma se precavía contra cualquier intento del alcaide de no entregar la fortalezaen el plazo, pues dejó al alcaide "sin ningún bastimento ni cosa que le pudiese sosteneruna hora". Carta de Gonzalo de Córdoba a los Reyes Católicos, l0 de marzo, 1502. En Cartas y documentosrelativos al Gran Capitán. "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos". Madrid, juliodiciembre1916,p. 6la castillo de Manfredonia era tenido por un italiano en nombre del rey de Nápoles, Federico, que se El hallaba refugiado en Francia, fue sitiado por las fuerzas del Gran Capitán en marzo de 1503. Sometido al fuego de artillería, el gobernadorde la plaza acordó entregarsecon condicionesventajosassi no llegaban socorrosde los franceses;como un intentó de socorro fue frustrado por los españoles,el castellano enrregó lafortaleza. RODRÍGUEZVILLA. Op. cit. P. 101. La torre de SanVicente,del puerto de Nápoles, que daba protección de flanco al Castelnuovo,parlamentó para darse a partido a las fuerzasde Pedro Navarro si de un día para otro no recibía socorros del castillo, y para hacerlo bueno se dieron rehenes;como no pudo ser socorrida,se cumplió la capitulación.ROORÍGUEZVILLA. Op. cit. P.174. Castelnuovo,medio derribado por minas, se dio a merced del Gran Capitin, con rospetode las vidas, libertad de las personasy captura de grandesriquezas; como éstas,sin embargo, no alcanzarona todos, el Gran Capitán permitió a los que nada habían recibido saquearsu propia casa.Cuando el botín er¿tmenos Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 21,6 El estadode sitio tienelos másdestructivosefectossobrela moraly la cohesión de la comunidad.Cadasitio produce,a menoro mayorescala,unapequeñaguerracivil Negociarla rendiciónde una parala futurapaz delreino6l5. confunestasconsecuencias en la carreradeun capitáno plazaesuno de los pasosmásdificilesy comprometidos El general general;tambiénparalos queseentregan;la perfidiasolíaestaral acecho6ló. no fiarsedel queproponeunatreguapara enfáticamente Franciscode Melo aconsejaba negociarla rendiciónutt;tr tratalasmasde lasvecesdeunaestatagema,no deuna rico, las person¿rs se convefían en activos fiduciarios en manos de sus captores:así, poco despuésde Castelnuovocayó Castell del'Ovo, y aquí el Gran Capitán concedió las vidas pero no las personas. RODRÍGUEZVILLA. Op. cit. P. 175 y ss. Gonzalo de Córdoba parccíaseguir una política deliberadade generosidaden el saco,con desinteréspor lo suyo (eso alegaba)ypor lo del rey. En su carta del 23 de marzo de 1503 parecíapresentarexcusasal rey por no haberle reservadogftm cosa del rico botín de la torre de Rubo, tomada a los franceses;casi todo lo dejó a los soldados,porque "lo habían bien trabajado"; y en efecto, parece que los costó tomarla, porque sólo lograron rendirla "a fuego y saco"; él mismo había recibido tan sólo tres tazasy dos barriles de siete cuencos.Cartas y documentosrelativos al Gran Capitán. En "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos", julio-diciembre 1916,p.429. ótt Esto lo vio perfectamenteFrancescoLanario: "El que deseaasaltary asaltandovencer, podrá aprovechar muchas ventajas y facilidades que podrá encontrar en las tierras que quiere expugn€r, como son el tener inteligencia y correspondenciacon aquellos de la tierra, comprur su voluntad, o sobomar a tres o cuatro de los principales y poderososde aquel lugar, o sabiendoque dentro de ella hay descontentos u ofendidos del Príncipe, del Señor o de la República. Es cierto que quien se valiese de estosmedios fácilmente alcanzariala victoria, sin dejar de mencionar que se puede valer iguaLnente de sembrar discordias entre los ciudadanosy los soldadosque guardan laplaza, con lo que fácilmente se destruirán entre ellos, como enseñóVegecio libro tercero De re milüari capítulo l0 diciendo: el sembrar ocasión de discordias entre los enemigoses modo y estilo de un prudente capitán, ya que no hay nación, por mínima que sea,que pueda ser destruídapor sus enemigossi eslá en concordia y vive fratemalmente,y con las propias enemistadesy rencoresen un instante se destruye,y concluye con estaspalabras:Nam civilí odio ad inimicorum perniciem nihil fficacius. De donde un capitán general con industria o artificio ha de procur¿r la sublevaciónde la tierra que quiere asaltar,y si es universal en su áryrimoel deseode novedad y el apetito de rebelarse,le hara muy facil su conquista.Tales modos usó Carlos Octavo rey de Francia, y encontró abierta la puerta en su conquista del reino de Nápoles, y Luis KI, por el mismo camino, se hizo señordel estadode Milan..." LANARIO. Op. cit. P. 60. 6ró La negociación de una capitulación era buena ocasiónpara disfrazar una perfidia: el gobernador de Chitelino, so pretexto de entregar laplaza, invitó a entrar en lafortaleza a Alonso de Valladolid y seis hombres; entradosen las estanciasdel gobernador,se hizo el intento de arrestarlos,pero los españolesse resistieron,y socorridospor los de fuera acabó el castillo por caer en sus manos,por lo que los miásdel castillo fueron ajusticiados.El caso de Rocca Guillenna se hizo famoso por sus repetidos actos de traición: pocas horas despuésde darse a merced del Gran Capitrin y rendir pleitesía al rey de España,les llegaron socolros francesesy echaron a los españoles,pero como los francesesno fueron bastantes,se dieron de nuevo a merced del Gran Capitan; la renovada lealtad, sin embargo, les duró hasta que los francesesenffaron de nuevo en la comarca,y les abrieran las puertas;pero poco después,los franceses, desanimadospor la marcha general de la campaña,abandonaronRocca Guillerma, con lo que los españolesentraron de nuevo, para.estavez castigar de forma rigurosa las repetidastraiciones con ajusticiamientosy saqueo.RODRIGLIEZVILLA. Op. cit.. 184 y ss. Un estudio mas detallado y documentadode estosincidentesprobablementemostraría,más que un ánimo veleidoso y traidor en los habitantesde Rocca Guillerma, su división interna y las distintas alternativasen las relacionesde poder internas,de acuerdo con los cambios de fase militar. Tal parecehaber sido el caso de Andria, que no pudiendo resisti¡los se dio a los franceses;ni mrls ni menos que los propios francesesdentro de Gaeta,que viéndose imposibilitados de recibú socorrosde Francia y apretadospor el cerco español,trataron de capitular sus vidas, libertad y bienes,pero los soldadosespañoleshicieron saberal Gran Capitrin que no consentiríanque se llevasen sus riquezas,pues ésasiban a ser el pago de sus trabajos. RODzuGUEZ VILLA. Op.cit.P.222. utt Aunq,re la tregua puede ser "cautela del que la pide, también viene a ser honroso remedio del que la concede". Pero advierte Melo: "Comúnmente la tregua es más estratagemaque necesidad,y ar enaza Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 2t7 del militar, quetienepor obligaciónno dejarse Si ésteesel pensamiento necesidad. el quetienein mentepreocupaciones y, por tanto,de serdesconfiado, sorprender de la confianza deun prontorestablecimiento políticasdebepensarenla conveniencia entrelos queserindeny el príncipe.Así, Baltasarde Ayalabuscaparala clemenciaun y advierteal generalconel integradaen la políticadel principeóI8, lugar,orgánicamente y no torpe6le. quela ciudadnegociala rendición,quedebeimponerun pactonecesario, Hechaestacaracterizactlnde la guerrapropiadel sigloXVI y partedel XVII, en jurídicosquesepresentan, llegael a los aspectos la quehemosapuntadorepetidamente momentode hacerla caracterizaciíndela profesiónmilitar en esemismoperiodo,de lo queseocuparáel próximocapítulo. algún contrario efecto; en este caso,y despuésde haberseporjusta y concedida,conviene poner doblada vigilancia, no sólo en las partespor donde el CapitÁnGeneral entienda que podía ser acometido, sino en aquellasdonde sejuzga mils seguro.Y no debe ponerseestecuidado sólo para la defensa,sino en hacer afificiosamente secretosaparatosde algún grande intento, porque el enemigo estécon el mismo desvelo y desconfianzaque nosotros de é1,fiándose mal de la seguridadde la tregua que se le concedió" Francisco Manuel DE MELO, Política militar en Avisos generales.Edición prologada por Joaquín RODRÍGLIEz Aú¿Ú A. Madrid 1944,p. 165. ór8 Ayala presentala clemencia bajo dos luces: una vertida por la moral y otra por la utilidad. Así, con Cicerón, refiere "que no se tenga demasiadacrueldad con los vencidos. Puesnada es más laudable ni mrís digno de un varón grande y preclaro que la aplacabilidad y la clemencia". Por otro lado, "es la clemencia no solo digna de un gran varón, sino que suele, en general, ser fructuosa y gloriosa". Ayala, pues, entiende la utilidad de la clemencia en clave de reciprocidad entre enemigos,o si se prefiere como caución contra la represalia.En cuanto a la utilidad de la clemencia,parece quedar demostradapor la advertenciade Belisario a Totila de que no debía destruir Roma: "Si salesvencedor y destruyesa Roma, ninguna no pierdescosaajena,sino tuya... Mas si fuesesvencidopor los nuestros...,si la destruyeses, humanidad habrá de tenersecontigo". AYALA. Op. cit. Libro segundo,cap. I, l5) p. 256. 6t'Ayala cuenta el caso de Lovaina, sitiada por el príncipe de Orange. Despuésde que la ciudad, por necesidad,ofreciera un cuantiosorescate,Orange exigió ademasjuramento, a lo que se negaron los ciudadanos,advirtiéndole de que "la máxima prudencia política te aconsejaque dejes ilesa la majestaddel rey, haciendoun pacto necesarioy no torpe". El relato completo que hace Ayala dice: "En un dilema parecido calmaron el fiero ánimo del príncipe de Orange algunos ilustres varones de estaUniversidad de Lovaina, pues en aquella nefanda expedición contra su patria, el año de gracia de 1572, al sitiar con un ejército poderosísimola ciudad de Lovaina, privada de toda defensa,viendo varonesprudentísimosque no podían hacer fuerza contra el enemigo, aun cuando era torpe pactar con un enemigo injusto y sectario, sin embargo,p¿uano ver violar todo lo divino y lo humano, profanar los templos y devastaruna tan ilustre Universidad por unos enemigostan malvados,prefirieron, cediendo a la necsidad,redimirse de todo esto con el ofrecimiento de cierto precio en dinero, antesque sufrir la crueldad del enemigo, Y comoquiera que éste,no contento con el precio del rescate,llegasehastala impudencia de exigir ademása los ciudadanosde Lovaina un juramente que no podían prestarlesin incurrir en delito de lesa majestad, aquellos mismos vÍ¡rones,que preferían morir antesque sometersea tamaño crimen, reprimieron de este 'O bien en estecombate que te esperacon el ejército real modo la impudencia del enemigo diciendo: que mandabael duque de Alba - vences o erasvencido. Si vencieres,ciertamenteque ningún negocio tendríascon nosotros,que queriéndolo o no, estaríamosen tu poder. Mas si fueres vencido (pues la fortuna en la guerra es dudosa),no hay razón para que quieras incurrir en nuestraindignación y en la del rey y el duque de Alba, y así, la máxima prudencia politica te aconsejaque dejes ilesa la majestaddel rey, haciendoun pacto necesarioy no torpe". AYALA. Op. cit. Libro segundo,cap. I, l5) p. 258. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 2t8 CapítuloVII LA DOCTRINA DE LA GUERRAruSTA Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 2t9 Encontramosque hay una hilación en la temática de la guerrajusta, que lleva desdetiempos rernotoshastalas puertasmismas de la innovación moderna del derecho de gentesy la formulación de nuevasleyes de la guerra"en los siglos XVI y XVIL PeterHaggenmacherhace remontar la aparición de la docfrina de la guerrajusta como temajurídico al renacimientodel derechoromano y de la patrística en el siglo XII. La doctrina pretendeestablecerlímites a la guerra,endánica en la épocamedieval. En el siglo XIV adquiereautonomíacomo disciplina jurídica. En los dos siglos siguientes, pero sobretodo en el XVI, atraesobre sí el interés de los teologos morales"ó2o. El ternay término de "guerrajusta" aparecepor primera vez en Aristóteles62l, aunquecontempladosdesdeun punto de vista ético, mas que jurídico. En Roma, el terna de la guerrajusta se enlazadirectamentecon la manifestaciónmás común de lo que está bien y lo que estámal622;estaidea enlazaluegocon la de un pleito originado por la ruptura de un contrato. Este enfoque permite que la guerra justa adquiera carta de nainaleza jurídica: al querer restaurar el ius,la guerra se hace parte de "el arte de lo . El fin de la guerrajusta es la repetítío rerum) la reparación bueno y de lo equitativo"623 de la agresióny la restitución de lo robado. Paraque haya guerrajusta debehaber antes una agresióno un robo, esto es, una causa.Esta causa se concibe como algo filosóficamenteoriginario, como algo de lo que se sigue una consecuencia,sin afectaciónsubjetiva alguna, al contrario de lo que ocurrirá en tiempos muy posteriores, cuandotener razón para hacer la guerra será"defender una causa";la palabra "causa" dejaráfrecuentementede aludir al origen o motivo de la guerra y se convertirá en fin en sí misma: "la causade la fe", "la causade nuestropríncipe", "la causaque defendemos","luchamos por nuestracausa",etc. En el mundo romano republicano,si se dan una cosay oha, esto es, el ius y la causa que le da origen, seránecesariotodavía declararla:esto se hace en un acto o ceremoniade los sacerdotes/etiales,quienespor su intervenciónhacende la gUerraun hecho ungido por los dioses.De hecho, en el 6'0A esterespecto,PeterHaggenmacherdice: "A pesarde susmúltiples raícespatrísticasy romanistas,la doctrina de la guerra justa es una creación de la Edad Media: incluso en sus ramiñcaciones del siglo XVI, es tributaria de la escolástica...Se trata antetodo de un producto de'la Escuela',y es por estopor lo que la doctrina forma en la época de Grocio un cuerpo de pensamiento relativamente coherente, individualizado y autónomo, fruto de una génesisde unos cuafro siglos de duración". IIAGGENMACHER. Grotius et la docrine de la gaene jzsle, PressesUniversitai¡esde France,París.P. 49. 62t Política,l,7 l255a,3- 1255b;1255b, 37-40;i,9, 1256b;VII, 14, 1332",30,35;1333b,37-1334", La , 3,15. ót'Así, García-Gallo dice que "Ius est indica que el acto no lesiona a otro hombre, mientras que inuria indica estalesión u ofensa". GARCÍA-GALLO. Manual de historia del derecho español.I. El origen y la evolución del derecho. Octava edición revisada.Madrid 1979.P. 16l. 6t3Def-i"iótt de ius que da Celso. En GARCÍA-GALLO. op. cit. P. 162. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 220 pensamiento de Cicerón la guerra es un procedimiento declarado en el derecho fecial o religioso. Los princeps o anperadoresasumieron,junto con otras funcionesreligiosas, éstade losfetiales como parte de sus facultadesp¿¡radeclararla guerra..El componente religioso de la guerra graütará sianpre, a partir de entonces,en tomo a la idea que los pueblos se formen de quién debe ser suprinceps, esto es, el ser ungido para declararla guerra. Ahora bien, en la civllización romana, la guerra adquiere un carácter envolvente, de totalidad; lo expresaTito Livio con concisión y eficacia: "la guerra se declaraal pueblo enemigo,a sus aliados,a sus subditosy a todos aquellosque se encuentranen su territorio"ó24.Es ésteel ordenjurídico que los cristianos considera¡áncaducopor causa de la aparición del mensajede caridad de Cristo, y contra el cual orden harán los máximos esfuerzosintelectualespara elevar no tanto uno opuesto,sino un orden moral que lo niegue. El intento se vuelve vano a la postre,y se acabarárecurriendo a los postuladosori ginalmentejurídicos. En el mundo romano ya dominado por el cristianismo (siglo IV y posteriores)625 se produce la confusión de la noción vetero-testamentariade la ley diüna" que manda al pueblo judío apropiarsede la Tierra Prometida,con la noción de ser iustum apoderarse, de la forma más directa posible (directum), de ella; lo más expedientepara apoderarse de algo es directum, ir derechoa por ella. Dios indica el camino más directum para alcaruaruna cosaque él ha prometido. La ley de Dios da el derechoa algo. Por otro lado, en el ámbito de las significacionesverbales,el término ritual de ius cede el uso preferente alavoz cotidiana derecho,generalizadamás tarde en las lenguasvulgares o El contenido semánticode izs como algo objetivo (restituir lo que se romarr""s626. quitó), se verá en los siglos futuros complicado, confundido o tergiversadopor el contenido semánticosubjetivo de lo que se alegaser "de derecho" (derechoa algo). La elevadanoción de lo que es iustum siernprese verá mediatizadapor la más terrenal noción o reclamaciónde lo que creemosque es nuestro derecho:lo que es "debido" se ve así asediadopor lo que el que alegaderechoscree que es "exigible". Mientras que las especulacionesfrlosóficas y jurídicas de los siguientessiglos grraránen torno a la necesidadde limitar la guerra a lo que es "debido", su praxis se desbordará 624 Decadas.)C(XI, 6;XXXVI,I. utt quizás algunos ven más bien al cristianismo dominado por el romanismo. 6t6 A esterespectodice García-Gallo: "La palabra directum, en estanueva acepción de Ley o conjunto de nonnas - desconocidaen el latín clasico -, es adoptadapor el pueblo para designarprobablementemás que el Derecho postclásico integrado por los iura y las leges - pues estasvoces siguen empléandose-, el ordenamientopopular que se encuentraestablecidoy cuyas prescripcionesno es necesarioindagar". GARCTA-GALLO. Op.cit. P. 163. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 221 continuaÍiente hacia la forma mas expeditiva y económica de obligar al enemigo a Se corresponderíanambasnocionescon la satisfacerlo que se creenderechos627. distinción que hace Bártolo entre el derechocomo "lo justo" y el derechocomo "ejecución de lo justo". Es ésteun conflicto que se dirimirá, sin éxitos para nadie, en los siglos futuros. La declaraciónde guerra en tiempos republicanossuponíala alienación completadel enanigo como sujeto de derechos;los perdía todos si era de,lrotado,y quedabazujeto a la esclaütud. La esclavitud era la alternativa alamatanua de los enemigos,propia de tiernposbarbaros.El Imperio introdujo un tratamiento diferenciado entre los enemigoslegítimos, que Roma reconocíacomo naciones,y no legítimos, que para Roma no tenían existencialegal. Paralos pueblos más bárbaros,con los que no se manteníanrelacionesformales (los germánicos)y los contendientesno legítimos (por ejemplo, piratas), la pena de la derrota solía ser la aniquilación de los prisioneros. Bandidos y barbaroscaían en la misma condición de ilegalidad, y por 1otanto con ellos cabíatoda extralimitaciónó28. Es la conversiónde Constantino1oque infunde una fuerte cargareiündicativa de la idea de la guerra en una comunidad cristiana,hastaentoncesmayormente pacifista. Por el pacto de conversiónlos cristianos asumenla ahora divina tarea de mantenerlapaz en el mundo. Se suponeque el orden cristiano es equivalente alapaz; ser ciudadanocristiano va a suponerimponer el orden cristiano con los métodos de Roma. Naturalmente,hay discrepanciasfundamentalesrespectode estepunto de vista prevalente:Tertuliano, Orígenesy Lactancio son contrariosa que los cristianos sirvan en las legiones.Sin ernbargo,la principal objeción cristiana al servicio militar radicaba en su unción religiosa, esto es, su proclamaciónmedianteritos "paganos"629. Desaparecidoséstos,no hay obstáculosal servicio de armasde los cristianos.La estatalizaciónde la religión tiene otra consecuencia:los que alteran lapaz cristiana por medio de altercadosreligiosos,los herejes,son enemigosdelapaz, y por tanto enemigosde Roma. La figura representativade estegiro contra una parte de los cristianos es San Ambrosio. El compromiso de Roma con la ortodoxia lo realiza el emperadorGraciano,influído por Ambrosio, en 381 con su edicto CunctosPopulos, qve prohibe las desviacionesdel dogma. Graciano se despojadel título depontifex maximus, uttEncARcÍe-cel-lo. op. cit.P.164. 628Ver Frederick H. RUSSELL. Thejust Vlar in the Middle Ages, Cambridge University Press. P. 7 y s. utn G. HLTBRECHT,La "juste guene" dans le Décret de Gratien, en "studia Gratiana post octava Decreti saecularia".Bolonia 1955.o. 163. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 222 inherenteal de ernperador,dejando así estapotestadal alcancede la potencia espiritual. Naturalmente,el dogma va siendo establecidopor aquellospapasy obisposque gozan de influencia o poder de coacciónsobrelos emperadores.Hay, sin ernbargo,una razón política y de seguridadque abonala convenienciay necesidadde establecerde ese modo dogmático las doctrinas: los barbarosque amen¿vanRoma, si estan cristianizados,lo estánafectadospor doctrinasno válidas en Roma; por lo tanto, defenderlas doctrinasde Roma es defendersu seguridad."Ambrosio miraba instintivamentea los bárbaroscomo enemigos(hostes)del pueblo romano. Dondequiera que la herejía,o perfidia, como la llamaba legalísticamenteAmbrosio, estallabq los ataquescontra el Imperio no tardaríanen llegar. Por eso,en la mentalidad ambrosianala ortodoxia católica se mantendríao caeríacon la Pax Romana.Fídes romana y Fides Esta identificación catholica eran coextensivasy mutuamenteinterdependientes"630. ambrosianaentre hereje y enemigo constituiría una imagen o estereotipomental que cruzarialos siglos. La doctrina de San Ambrosio se inclinaba más al Antiguo Testamentoque el Nuevo. La restauraciónde una medida de equilibrio se debea San Agustín, quien despuésde criticar la superbia romana que conducea la guerra injusta, alabalapietas romana (y también cristiana),que busca lapaz a través de la restauracióndel ordo naturalis, aunquepara ella seanecesarioacudir a la guerra,recursopuesto entre las manos de los hombrespor la providencia divina para castigarel pecado.La guerra que no buscaesarestauración,es decir, que no buscala pazdivina, es injusta. Es justa la que tiene por fin restaurarla.Incluso una guena ofensiva puede serjusta si su intento es recuperarlo robado o castigaruna ofensa;y por serjusta, Dios la manda para castigaral pecador63'. Constituyendoestosprincipiosbásicosuna muy modestacontribucióna la doctrina de la guerrajusta632,y aún menor al ius bellum, no debe sin embargopasarse u'o RUSSELL.oo.cit. P. 14. 63'Philippe Conámine dice a esterespecto:"San Agustín no veía en la guerra solamentela consecuencia pecado, del sino también un remedio para éste,una sanciónpenal cuyos ejecutantesson, por así deci¡lo, los propios beligerantes.Su célebre fórmula justa ella ulscicuntur injurias no significa solamente,como en Cicerón, que la guerrajusta pretendela obtención de una restitución del perjuicio al volver aun statu quo ante bellurn, sino que el príncipe que la lleva a cabo desempeñael papel de azotede Dios y que su acción, inspiradapor el amor, es benéfica incluso para aquél contra quien va dirigida". En La guerra en la Edad Media. Nueva Clío. Ba¡celona 1984. P. 333. Bajo esepunto de vista se comprende que se llamara a Atila "el Azote de Dios". u" Así, Haggenmacherdice:"C'est donc á cet unique impératif moral que se réduisent les prétendus principes augustiniensde la guene juste. Mais cela ne suffit pas, croyons-nous,pour constituer la doctrine que lui attribuent sesinterprétesmodernes". IIAGGENMACHER. Op. cit. P. 17. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 223 por alto el correctivo introducido en el pensamientopatrístico y la conductacristiana a unas doctrinastan militantes como las de San Ambrosio633. Sin ernbargo,el rastro de cualquier formulación de la guerrajusta que San Agustín pudiera haber realizado63tno se hace claramenteperceptiblehastael siglo XII. En el entretanto,sólo podemosidentificar unas pocaspiedras sobrelas que atravesartan anchorío tonporal. Una de ellas es la obra de Isidoro de Sevilla, con susEtimologías. Isidoro escribe,como San Agustín, no tanto bajo la impresión de un imperio romano en decadencia,como la de un reino visigodo en fase de consolidación,pero que se considerainmerso en la tradición imperial, aunqueéstatenga en esemomento su centro político en Bizancio63s.Asumiendo la tradición jurídica romana, Isidoro suscribeuna sentenciaatribuída por él a Cicerón, Nullum bellumjustum habetur, nisi denunciatum, nísi indictum, nisi de repetitis rebtrs"636.Isidorodivide el derecho(izs), que por sí mismo es genérico,en especializaciones:natural, de gentes,civil y militar. El derecho de gentes"es ocupaciónde lugares,la edificación, fortificaciones, guelras,hacer prisioneros,las servidumbres,restitución, aliatuas de paz, treguas,inviolabilidad de los No pasemospor alto la embajadores,prohibición de casarsecon extranjeros"637. mención de las fortificaciones como contenido del derechode gentes;tendremos ocasiónde ver que las fortalezasdan lugar a una nucleación de problernasy conflictos de interés de todo tipo, en que se pone a pruebael derechode gentes.El derechomilitar, 633AntonioTruyol y Serra hace una valoración de la gran influencia de San Agustín en el pensamiento "La diciendo: filosofia política de San Agustín desembocafinalmente en una teoría de la guerra medieval, justa llamada a inspirar toda la doctrina cristiana po.t.rior. Contra quienes(como Tertuliano633y algunas sectas),pretendíanfundar en la SagradaEscritura un pacifismo absoluto, sostieneSan Agustín la licitud del servicio de las armasy de la guerra, si ésta esjusta; es decir, si no tiene otro fin que deshaceruna iniuría. La guerra sólo es legítima en tanto en cuanto es el único medio de hacer frente a la injusticia entre los pueblos. El derecho a la guerra es así una manifestación del derecho de castigar,que colrespondea la autoridad, y en estecaso se ejerce contra los enemigosexteriores.Pero la necesidad,si legitima la guerra, le pone también límites, pues sólo estarápermitido lo que estrictamenteresulte impuesto por la frnalidad perseguidade restaurarel derecho.Por último, el beligerantejusto ha de tener recta i¡tención, actuando como juez y no como ofendido". TRLIYOL Y SERRA. Historia de lafilosofia del Derecho y del Estado. I. De los orígenesa la Baja Edad Media. 13'edición revisada.Madrid ¿? p.269. 630HAGGEI.IvfACHER rechazaqueSan Agustín hubiese realizadouna formulación doctrinal de la guerrajusta, y cree que su comentaristaSan Isidoro no hizo más que recoger algunassentenciassueltas sobre los problemas de la zuerra. ó" A este,especto dice Sáchez-Albornoz: San Isidoro "concebía a Hispania como una comunidad humana con auténticapersonalidadhistórica, (y) vivió espirituaknenteanclado en el ayer romano sin ímpetu creacionalhacia el futuro". España. Un enigma histórico. Barcelona, 2000. Tomo II, p. 13I 6. TRLryOL Y SERRA matiza esta atribución de romanidad. Dice que "Isidoro se siente ya miembro de una nueva patria, la comunidad hispanogoda,cuya unidad religiosa se había sellado con la conversión de Recaredoal catolicismo". SANCHEZ-ALBORNOZ. Op.cit. P. 279. u'u No s" ha podido localizar la obra en que figura estacita atribuída a Cicerón. ISIDORO. Ethymologiae, lib. XVI[, cap. I, P.L. T. LXX)OI, col. 639. En Gigliola SOLDI RONDININI,I diritto di guerra in ltalia nel secoloW,Nuova Rivista Storica, SociethEditrice Dante Alighieri. Milán, Roma, Nápoles, Citta di Castello.Mayo-agosto1964.Pp. 275-305 Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 224 por su parte, "se ocupa de los usos p¿¡rala declaraciónde la guerra,las obligacionesen la conclusión de alianzas,la marcha contra el enemigoo el comienzo del combatea una señaldada,así como su finalización; igualmente,de la represiónde la cobardíamilitar por abandonodel puesto, el sistemade soldadas,la jerarquía de los grados,las recompensashonoríficas - como la concesiónde una corona o de un collar -, el reparto Como vsmos, en el derechomilitar tal como lo del botín, la parte del príncipe", etc.638 entiende Isidoro, se comprenden problemas que más tarde caerán en el á:rrbito del derechode gentes(declaracióny finalización de la guerr4 y aliaruas),y otros que lo haran en el ámbito del derechoo justicia puramentemilitar. Esta noción de la guerrajusta es sugerentemas que concluyente:guerrajusta es la que se hace "por acuerdo,a causade hechosmuy repetidos,o para arrojar al invasor". Debernosasumir que se refiere a la necesidadde que la guerra se haga por acuerdo,lo que lleva implícito el requisito de su declaración;también que se haya extrernadola toleranciahacia las injurias duranteun tiernpo considerable,y que se haga para rechazar la agresión,o derechoa la resistenciacontra la agresión.Graciano el canonistarecogerá de Isidoro de Sevilla los tres requisitos de la guerrajusta: que se anuncie,que se declare y que se haga para restituir el bien o repararel daño. Observaremosademásque a medida que se produzcala recepcióndel derechoromano en la cristiandadmedieval, los conceptosisidorianos sobreel derechomilitar (no propiamenteun código, sino un tratado de disciplina) iran adquiriendocierto carácterde novedad,que se sobrepondráa un mundo militar todavía oreanizadoen términos feudalesv señoriales. LA GUERRA COMO PECADO Debilitada la relación de toda una civilización en crisis con los elementos civilizatorios romanosque muchos siglos atrásla habíanformado, el fenómenode la guerra aparecíaen los siglos previos a la Alta Edad Medida como un pecadosin paliativos, que, ya que no había sido evitado con el resignadosacrificio de la propia vida ante el atropello y el ataquedel enernigo,debía ser expiado con penintenciaspor haber causadola pérdida de la vida de otros, en contra del mandamientodivino de "no Tan estrictadoctrina era contraria a la praxis de la guerra. Si tan opuestoal matarás"63e. utt Estaselecciónde los contenidosdel derechode genteses de TRUOL Y SERRA. Op. cit. P.278. 6ssEtimologías,Y,7. ó3e Esta praxis de los Penitenciales afectabatanto al que mataba en una guerra justa como injusta, aunque penitencia para el primer caso era más leve. Duró por lo menos hastabien entrado el siglo XII. la Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 225 espíritu cristiano era verter sangre,la Iglesia no debía sino oponerseen toda circunstanciaala guena. La necesidad,sin embargo,obligaba a hacer la gue,lra,por lo que había que buscar el medio de monopolizarlapara someterlaa control; a esa tendenciase debeen parte la noción de que el poder delegadopor Dios en los hombres, despuésde que Cristo, como sacerdotey rey, 1odetentarade forma indiüsible, fue entregadoa ernperadory pontífice. Clarificador de estaforma de pensarfue Hinqnaro (806-882), obispo de Reims y jurisconsulto de la corte carolingia; él es uno de los patrocinadoresde la teoría de los dos poderes,el espiritual y el temporal, que por un lado confiaba al anperador la tareade protegerpor las atm¿Isa la lglesia, Ptro por otro entregabaa ésta la tutela para su control moral. Hincmaro contribuyó igualmente a fortalecer la posición y la imagen del rey en la sociedadcristiana,con su fratadoDe regis persona et regio ministerio. Pero lejos de estasconsideracionesjurídicas,los hombrestendíanmás bien a combatir por su causaconfiando en que, en última instancia,Dios daría la victoria a quien tuüera larazón: es el "juicio de Dios"úo, y aunqueparecíaun estímulo para hacer la guerra aún más contundente("si la gan¿Imos, pondremosa Dios de nuesffaparte"), a vecestambién servíapara atenuarsu implacabilidad natural, y, despuésde rechazadoun ataque,dejar el castigo de los que huyen al juicio de Diossr . La versión social del'Juicio de Dios" era, al menos en Francia,y en el siglo XI, la"Paz de Dios" Qtactumpacis, constitutiopacis, etc.), o asambleasde guerrerosy campesinosbajo el ¿rmparode la Iglesia, para ¿urancara los primerosjuramentos de respetarlos bienesy vidas de la Iglesia y de éstosúltimos; esto es, se tratabade obligarles a extenderinmunidadesa los individuos y comunidadespacíficas.El concilio de Clermont(1095) declaróal margende la guerraal clero,las mujeresy los niños, y de forma ad hoc a los campesinospor tres años,dadala escasezde alimentos: también se exceptuabandias señaladospor las prácticasreligiosas.Formulación jurídica de esa voluntad eran los acuerdosde "tregua de Dios", impuestacomo nonna de obligado cumplimiento por la Iglesia, para limitar el derechoa la guerra a determinadasjornadas y horas, con la posible pretensiónde hacermuy dificil conducir campañasmilitares sostenidas.Al amparo de estasmedidasde pacificación, que en generaltendían a flo Philippe Contamine cuenta el caso del rey Gundebaldo llamando a la guerra: "Dios juzgará, cuando nos encontremosen la llanura de un campo de batalla, si yo soy o no el hijo de Clotario". Contamine lo toma de Gregorio de Tours, Histoire des Francs,Paris 1965, II, p. 109. CONTAMINE. En su llbto La guefta en la Edad Media. Nueva Clío. Barcelona 1984. P. 330. *t En la batalla de Fontenoy (841) los vencedoresno persiguieron a los vencidos, para que fuesen Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 226 la acción de los señoresfeudalesdepredadores,fueron surgiendomilicias eryrbarazar locales de autodefensa,formadaspor los villanos. Si ya había aparecidoo no la noción y la polémica de la "guerra justa", necesitaríauna exégesisque no correspondea este lugar, pero puededecirseque el pretendido control moral sobrelas armasnecesitaba también ser formulado en términos legales,con eficacia sobre señoresterritoriales y, sobretodo, príncipes,pero como veremosesto no se logró, aunqueprecariamente,hasta uno o dos siglos después.Ni siquieramurió del todo en aquel tiernpo de la Alta Edad Media la noción tertuliana de la maldad incondicional de cualquier tipo de guerra.Esta sospechatiene su expresiónen una de las Sentenciasde Pedro Lombardo, por la que el guerrero,lo mismo que el mercader,no puedenllevar a cabo su trabajo sino con pecados2.Dentro de la culpabilidad genéricadel guerrero,a vecesse practicabauna agravaciónde la culpa enrazón del arma que se utilizase; si la espaday lalarza gozabande cierto prestigio de nobleza,al arco le correspondíaencarnarel papel de lo infame; así, el concilio de Letrán de 1139 condenóa arquerosy ballesterosde las gueras cristianas;algunosreservabanla inmunidad contra la excomunión en el casode su uso contra infieles y herejes.Realmente,la Iglesia estaballegando ya, con medidas inverosímiles como ésa,al límite de susposibilidadesde tutelar lapaz, y era necesario que para preservar,atenuaro imponer ésta se onpleasen otras herramientasy otros enfoques. Un conceptometa-jurídico que no debe confundirsecon el de la guerrajusta es el de la "guerra santa",que tuvo no menor influencia que la otra en la civilización cristianamedieval. Su raiz se encuentraen el Viejo Testamento.Era santatoda guerra que diese al pueblo judío la tierra prometida, fuese esaguelra de agresióno defensa.El Deuteronomio 20 sientala doctrina del más cruel tratamientopara los vencidos enemigosdel pueblo de Dios. La civlTizacióncristianaincorporó esanoción metajurídica con tanta o más fuerzaque la mansedumbreinstauradaen el corazónde los hombrespor el Nuevo Testamento,y postuladade forma clara por la advertenciadel Evangelio: quien a hierro mata a hierro *rrere*'. A los que no son parte del "pueblo de Dios", esto es, infieles y herejes,se les excluye del derechoa la guerrajusta; cuandose les derrota se les sentenciasumariamente,pues en sus casosno hay mucho que juzgar, ya que por principio la guerra que se les hace es [email protected] "Dios lo quiere" de las "castigadospor el juicio divino y por su derrota". En CONTAMINE. Op. cit. p' 334e' Libri SententiarumlV,4, 16,3. s3 Mat"o. 26- 52. s Esta opinión erarechazada.sin embargo,por Pedro Damián, quien en el siglo XI afirmaba que "en Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 227 cruzadases la otra cara de la moneda de "a la Paz de Dios", saludo evocadorde una institución que ÍImparaa los que se confiesande la misma fe. LA GUERRA COMO EXPRESIÓN DEL DERECHO Paratomar el hilo dialéctico y jurídico de la noción de guerrajusta hay que esperartodavía hastael Maestro Gracianoy su Concordia discordantium canonum (Decreta o Decretum Gratiani) (c.1140), primer tratado de derechocanónico y rio fertilizador de la gran escolastica,a la que entega sernillaspropias del derechoromano, perdidasdurantesiglos. Enla Causa 23us se disipa la noción de la guerra como un pecadoincondicional: no lo es si trata de restablecerlapaz, castigaral malvado y proteger al bueno. Sólo es pecadola guerra que se hacepor rapiña. Puedeser agradable a Dios el uso de las ¿umasp¿rauna buena causa.La guerra sólo puedehacersecon condiciones: I ) debe ser ordenadapor el príncipe; 2) debehacersesólo para defenderla tierra y recuperarlos bienesrobados;3) debetener fines limitados. Hay que señalarel alcancede otra doctrina de Graciano:el hombre debehacer la guerra cuando se lo manda el príncipe; estadoctrina tendrá una importancia decisiva para aseguraral señor la autonomíade su decisión en materia tan ütal, y no importa que el príncipe peque al ir a la guerra; el súbdito debeobedecerley seguirle. En fin, por estadoctrina se establece la legitimidad del poder coercitivo del príncipe para hacer ir a la guerra a sus súbditos. Gracianoejerció gran influencia en la lucha de ideasimplicada en los conflictos armadosen tomo a las Investiduras,en el siglo XI y XII, y en la filosofia escolástica, sobretodo SantoTomás,en el siglo siguiente. Observernos,sin embargo,que la recepcióndel derechoromano efectuadaa partir de los trabajosde los decretistasse mantienemás de lado del íus, de lo que es justo, que del lado de la lex,la ley que deberegular normativamentelas accionesen servicio del ius6a6.A partir de ahora se perfeccionanlos criterios para establecerla justicia de la guerra,pero no tanto los criterios para imponer una conducciónde acuerdo ninguna circunstanciaestapermitido tomar las armaspara la defensade la fe de la Iglesia universal; mucho menos los hombres pueden librar batallaspor bienes terrestreso transitorios". En CONTAMINE. O p .c i t .p . 3 6 4 . @s Licet dominuspeccet precipiendo, tamen subditus non peccat obediendo. só A esterespectodice García-Gallo: "la calificación de ius suponeüansólo un juicio o la declaraciónde licitud de un acto"; y añade:"Aquellas nonnas que las autoridadesestableceno imponen al pueblo romano reciben el nombre de leges;v. gr., las leges regiae o la ls de las doce tablas. GARCIA-GALLO. O p . c i t . P l. 6 l . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 228 a la ley, por la raz1nde que las leges in bello no correspondena la siguiente etapadel desarollo del derecho. El avance,asumido en generalpor los dectetistas,es llevado un poco mas lejos por Rufino, en su SummaDecretorum, al añadir una condición más para la guerrajusta: "Una guerra se dice justa en función del que la declara,del que la lleva a cabo y de aquel contra el que se hace.En función del que la declara:que el que declarala guerra de forma efectiva o la autoriza tenga el poder ordinario para hacerlo; en función del que 1alleva a cabo: que el que la hace la realice con un fervor penetradode bondad y sea una personatal que puedaluchar sin escándalo;en función del que la padecey que es atormentadopor ella: que merezcaser destrozadopor la guerra o, si no, que al menos se considereque la merecepor presuncionesjustas"#7. Este enfoquellega más allá que la cuestión del bellum iustum y se dirige además al tema, desdeentoncescrucial, del íusad bellum: quién tiene derechoa la guerra.La autoridadmás legitimada para declararlao autorizarlaes el papa; estapotestad,de origen divino, dota, por ejemplo, de justa causaa las cruzadaspero hace de la mayoría de los conflictos armadosdel tiempo guerrasinjustas porque sus causasdebieron ser sometidasal pontífice para emitir su juicio. Huguccio, por el contrario, atribuye esa legitimidad al príncipe: "La guerra esjusta cuandose lleva a cabo medianteun justo edictodel príncipe"s8 Establecidosestospuntos en el plano generalde la doctrina comentadapor los glosistasdecretistas(que se basan ertel Decretum gracianeo),y en el curso de la recepciónintensadel derechoromano propia de las elaboracionesde los canonistas decretalistas(que comentany desarrollanlas Decretales de Gregorio IX), correspondea LorenzoHispano(hacia 1210),a JohannesTeutonicusy despuésa Raimundode Penyafort(c. I 180-1275)la tareade establecerdoctrinalmentelos cinco criterios(sobre los que estánde acuerdo)necesariospara considerarsi la guerra esjusta o no, en razón de persona, res, causa,animus y auctorita.s.Es decir, importa determinarla personaque la conduce,la cosaen disputa, la causaque la originó, la intención que la guía y la autoridadque la declara.Los eclesiásticosno debentomar las armas.ParaAlexander of Hales los condicionantesson seis: autoridad,actitud, intención, condición, mérito y causa.Con esalabor se especificaaún más el fenómenode la guerra como tal, separado de su casuística,y gravitando sobreel problernacrucial de la autoridadque la declara, e7 En CONTAMINE. op.cit. P.352. ú8 En RUSSELL.Op.citP . . 89. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 229 como su fuente principal de legitimidad y legalidad. Si en el derechoromano es el princeps el que puede declararla guerra,en el mundo de los siglos XII y XII hay que determinarquién es eseprinceps;paraalgunos autores,los que puedendeclararla guena son el onperador y el papa. Otros hacenextensivo estederechoa los reyes de Francia y de Castilla; no estátan claro para los reyes que tienen su reino en razón de feudo con la sedede Pedro, como Sicilia e Inglate,lra Pero antesde entrar en guerra es preciso buscar la conciliación de las partesa través de un juez imparcial. Es eüdente que un caballerofeudal debe acudir a su señor en buscade justicia antesde meterseen guera. Para los conflictos entre los grandes señoresy reyes, losjudex naturales eran el emperador y el papa; el emperador, sin anbargo, como señorterritorial él mismo, no siernpreestabaen las mejores condiciones para ser imparcial. Por eso Peter the Chanter,que ponía a emperadory reyes en el mismo plano, proponía sólo al papa. El problema de qué autoridadtiene derechoa declararla guerra se plantea cuandono hay acuerdosobrequién puede ser el juez imparcial de la causa.Si el emperadorera uno de los dosjueces posibles, se planteabael problernade la legitimidad de la defensaen el casode vnapatria particular enfeudadaa un señor.Incluso los infieles tendríanderechoa la defensacontra una agresión.¿Peroqué de las repúblicas independientesenfeudadasal emperador?:por ejemplo,las ciudadeslibres de Lombardía,partesdel Imperio, pero enfrentadasa éste en la Liga Lombarda. Aunque Rolando de Cremonareconocía alos podesrd de esasciudadesla calidad de semipríncipes,creía que no les estabapermitido legítimamentedeclararla guerra.La inferencia es que seríanciudadesrebeldessi hicieran la guerra al Imperio. Aspecto éste que no dejaríade tener su interésjurídico en el siglo XVI, cuandoel ducado de Milan fue disputadoacerbamenteentre el Imperio y Francia, con un alineamientointerior a favor o en contra de las diversasciudadesde Lombardía. LA CASUISTICA DE LA GUERRA Raimundo de Penyafort fue llamado "el padre de la casuística".Penyafort se une a las reflexiones sobreel derechode la guerrarealizadaspor los decretistasde los ochentaañosdespuésde Graciano,con su Summade casibuspenintentiae. Se trata de un penitencial,destinadoa servir de guía para administrar en justicia las penassegúnla gravedadde los pecadosque el creyenteconfiesa.A través de la confesión, a los oídos Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 230 del confesorllegan las noticias de las muchas contravencionesde las leyes diünas, cometidasen accionesviolentas. Penyafort las estudiasobretodo en relación con el bandidajey los estragospor fuegose. En una de las dos glosasde Penyafort ala Causa23 de Graciano se contienenlos requisitos de la guerrajusta, que seránrecogidos,en forma más escueta,por Tomás de Aquino. Penayfort se plantea el problernade la restitución de los bienes adquiridos por botín en una guena injusta. No es un problema marginal para un maestrode confesores, en unos tiempos en que la rapiña de la guerra forma parte del sisternaeconómico. Penyafort decide que en razón del bonum obedientíaey de la falta de conocimiento sobrela justicia o no de la guerra,el soldadono tiene la obligación de restituir; sí la tendría si estuvieracierto de que la guerra es ilícita, y de ningún modo la tendría si estuvierasegurode que la guerra es lícita. En el casodel tercero que compra los bienes al soldado,sí hay deber de restitución aún en el casode gue,rrade licitud dudosa,ya que el compradorha tenido la oportunidad de informarse y determinarsesobre si la guerra es lícita o ilícita. El soldado se ve eximido de culpa por la duda, mientras que el tercero compradorquedaculpabilizado por el error que pueda cometeral comprar en casode guerrailícita. Guillaume de Rennes,Monalde de Capo d'Istria y Juan de Friburgo darán a las doctrinasde Penyafortun perfil más orientadohacia la juridificación de la guerra. Rennesreservael beneficio dela bonum obedíentiaeen el casode una guera injusta sólo al vasallo obligado a seguir a su señora la guerra,pero no a los soldadosy a los mercenariosextranjeros.Como se ve, pues, Renneshace gravitar el juicio moral en torno a la voluntad libre o no libre del que puedeparticipar en la guerra. Otra rama especulativaderivadade Gracianoy de Penyafort se orienta, de la mano de la filosofia, hacia la teología. SantoTomás trata del tema de la guerra cuando se ocupa de la caridad,y aún de sus efectospatrimonialescuando se ocupa de la justicla"-". Querer sentardochina firme en la inacabablelista de circunstanciasde una guerra conducecon frecuenciaa recaeren la casuísticade los decretistas.Ejernplo notable es el de si las amboscadasson legítimas, ya que entrañanengaño,esto es, mentira. Rolando de Cremonarespondeque las emboscadascontra los infieles son legítimas,no así contra combatientescristianos.No menos enrevesaday sorprendentees ee De raptoribus, praedonibus, et. incendiariis. ó50 HAGGENMACHER. op. cit. P.37. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 231 la aprobación que Rolando extiende a la captura del botín, despuésde dar un "tour" de argumentos para explicar por qué Abraham no admitió que sus hombres lo tomasen en su conquistade Sodoma65l. Muchas aportacionesindiüduales de los canonistasiluminan puntos oscuroso siernbrandudassobrela justicia o razonabilidadde un principio que se dabaya por establecido.Cuandoparecíaque estabaclaro que sólo el príncipe puede declararla guena, cabela preguntade si los súbditospuedendiscutir su justicia. En esecaso,la desobedienciapareceríajustificada; el papa podía larar interdictos sobrelos súbditos de un señorp¿ra que no participaran en sus guenas; para Robert de Courson no había duda: no debíanseguir al señorsi la guerra era injusta. ¿Y si el interdicto llegabahasta la excomunión?Rolando de Cremonaasegurabaque en tanto la guerra fuera justa, Dios sabíaque la excomunión no podía serjusta. Se trasladabaasí al súbdito una capacidad de albedrío, que en determinadascondicionespodía equivaler a la desobedienciaal señor. El botín resultantede una cabalgadapredatoriao de una entradaa sacoen villa o castillo, actosque estimulan la comisión de los más gravespecados,habrían de llamar la atenciónde los comentaristasescolásticos.¿Quéera el botín, compensaciónpor los dañoscausadospor un atacanteinjusto? ¿Eralícito sólo en el casode la guerrajusta? Courson,comprensivocon las exigenciasmilitares, rechazael botín tomado a los pobresy ala Iglesia, pero lo admite porque de otro modo los caballerosno lucharíanpor su señory la Iglesiautt.Pero la mayor parte del botín debe ser p¿ra los caballeros,y los mercenariossólo debenrecibir el equivalentede su soldada,no más, porque entonces seríarobo. Jeande la Rochelle da un toque más "positivista" a la norma por él establecida,de que todo el botín tomado en una guerrajusta debía ser del que 1o tome6s3. No menos complicado es encontrarel hilo jurídico para las argumentacionesa favor o en contra del uso de mercenariosen las gueffas.El tercer concilio de Letrán condenócon la excomunión a los mercenariosque abusasende su oficio, 1oque no dejaría de crear perplejidad entre éstosal momento de anprender una acción arriesgada, peligrosa o, como en las emboscadas,astuta.Peterthe Chanterposiblementeatendió utt Porqueel botínerailícito, ya quesi lo tomasenél o sushombres,sepodíapresumirqueun pagano comoel rey de Sodomalos habíaenriquecido,lo queeraninadmisible.Ver la discusiónde estepuntoen RUSSELLOo.cit.P.246. ut'Su-^a, tó, ts. uttSu* o de vitiis,de questíset taliis.En RUSSELL.Op.cit.P. 247. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 232 una necesidadsocial y política de los señorescuandoextendió a favor de los mercenarios un argumento que equivalía a una garantía laboral: podian contratar sus servicios con una ciudad puestabajo interdicto de la Iglesia, sin temor a la excomunión, siempreque se enconfiasenen necesidada causade su desonpleo. En todo caso,la defensacontra un ataquejustificaba suficientementeel empleo de mercenarios6sa. La presentaciónacumulativade tanta casuísticasobre situacionesque parecían merecerel análisiso el comentarioteológico, autorizan al lector de hoy día a pensarque muchos de aquellosintentos, puestosen circulación desdelos cuatro puntos cardinales de la cristiandad,equivalían a un fenómenoparecido al de la moderna opinión pública, mantenidaviva por la transmisión de noticias, ansiosamenteesperadapor conciencias despiertaspero confundidas,y satisfechahastacierto punto por expertosen moralidad, faltos todavía de las herramentasy adecuadosparadigmasjurídicos para sacaralgo en limpio. Confundidos los escolásticostanto o más que sus Breys,se marcabaen ellos la tendencianatural a encontrarprecedentesque les sirvieran de basepara sus especulativaselaboraciones.El Viejo Testamentoera una canterarica en antecedentes, pero no tanto el Nuevo, ungido como estabaéstepor la ley incondicional del amor y por el sobrehumanosacrificio de Cristo. Pero la ley vetero-testamentariano equivalía a la lex romana,que con tanto ardor se recibía a través de la renovacióndecretista.La primera era una ley reveladaa los profetas,y era autónomarespectode una noción ética de la justicia; expresabala voluntad de Dios, que tenía fuerzade ley. Por otro lado, lo que Dios dabapor el arbitrio de sus leyes se considerabanderechosdel pueblo judío. Este cruce de nocionessobrelo que esjusto, lo que es ley y lo que da derechono dejaría de tener un efecto condicionadoren la recepciónde los principios legalesdel derecho romano, y veremosque tendrá influencia en la evolución del derechode guerra en los siglos futurosó55. De todas formas, el recurso al Viejo Testamentono dejabade desconcertar;por ejemplo, Robert de Coursontenía que dilucidar por qué les estuvobien a los israelitas atacara los amoritas cuandoles negaronel derechode paso por su territorio, y sin embargopensaronque les estabamal atacara los edomitascuandohicieron exactamente 650RUSSELL.op. cit. P.241. 6ssEl derechoromano aparececomo el derecho"cristiano" por excelencia,y base del derecho de gentes. Así lo ve Leibniz: "Por tanto, por aquella conexión también de los pueblos cristianos, que ha prevalecido del antiguo poder romano, se ha hecho, segúnparece,que las leyes romanasse tengan casi a modo de 'Codex iuris gentium diplomaticus'. Editado por Antonio derecho común de gentes".Prólogo al políticos de G. W. LEIBNIZ, il. Preparaciony traducción de E. Tierno TRLryOL Y SERRA, en Escritos Madrid, 1985, p. 28. y Estudios Constitucionales. de Galvrín P. Mariño. Centro Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón ZJJ lo mismo, negarlesel derechode paso; Courson se ve obligado a declarar el derechode los israelitascontra los amoritasporque Dios les había prometido su tierra, no la de los edomitas,por 1oque ante éstosno tenían derecho aforzar el paso por su territorio656. para Courson el ejonplo de las conquistasde Josuéera la muestrade un derechodivino a la tierra prometida, como el de los cristianos a la Tierra Santa;y no sólo a la tierra, sino a los bienesque allí encontrasen;eso sí, siempreque la cnvadahubiese sido proclamadapor la cabezadela herederalegal de la Tierra Santa,el papa. Como el papa debe contar con reyesy señorespara la crvzada,es necesarioque tenganderechoa recibir lo que de otra forma deberíaaplicar la Iglesia para la conquistade Jerusalen,lo que se dio en llamar "derechosde cruzadd'. Este derechodebíajugar un papel significativo en las finanzasrealesduranteel siglo XVI, como una de las fuentesde financiación de las escuadrasde galerasy las fortificaciones erigidas para la defensa contra nrrcos y moros. El ver las accionesde los israelitascomo misteriososinstrumentosp¿raque Dios ejerzasu voluntad, y así revelar su ley, no siemprees un buen hilo conductor de una legislación clara y eñcaz.CuandoNabucodonosor,un rey a todas luces malvado según sostieneRolando de Cremona, atacóTiro estabacumpliendo la voluntad de Dios, que era destruir esatambién malvada ciudad, por lo que su guelra erajusta; entonces,¿por qué Babilonia fue despuéscastigadapor haber destruídoTiro? Porqueen lugar de atribuir la victoria sobreTiro a Dios, dice Rolando, los babilonios la atribuyeron a sus falsos ídolos. El mismo Cremonasostieneque la emboscadade Josuécontra la ciudad de Ai erajusta porque había declaradodebidamentela guerra,por lo que no la engañó; es más, Dios mismo habíamandadohacerla.Por eso las emboscadasde las fuerzasde la Iglesia contra herejese infieles no manchabanla guerrajusta que les hacía; se entiende, pues,que infieles y herejesdebíanconsiderarsesiempreen estadode guerra con la Iglesia. No faltaban advertenciassobreesto a los herejesy a los que vivían entre ellos; los últimos debíansalirsede la convivenciade los herejes,o de otra modo serian fisicamenteaniquiladospor no poder distinguir entre el inocentey el culpable en el momento de destruir la herejía por la espada.Tal fue la doctrina que llevó a, y se derivó de, la cntzadacontralos albigensesóSt. ó56Rob"rt de COURSON.Summa,26,10.CitadopoTRUSSELL.Op. cit- P.221ós7A esterespecto,dice Truyol que "La índole de la cuestión, dadala distinción entre herejesy paganoso infieles, conduciría finalmente al hecho de que resultasemás favorable al respectola situación del infiel o paganoque la del hereje".TRI-ryOL Y SERRA. Op. cit. P.271- Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 234 políticosy religiosos,lasreflexionesde Siempreal filo de los acontecimientos moralque pretomistassemantuvieronmasdel ladode la especulación los escolasticos ciertosprincipiosquese de la doctina jurídica.No obstante,su esfuerzodejó sentados teoríassobrela guerrajusta.Propondrernos mostraríanútilesparamáselaboradas algunos: I ) ta guerraeraunasancióno castigode la injusticia. de derechosy debienes;sin ellosno 2) la guerrareclamabaunarestauración podíahaberpaz. 3) debehaberunaautoridadlegítimaquela declare;si no, todaguera, incluso por unabuenacausa,seráinjusta. 4) serherejeesun crimen y le 5) serinfiel no esun crimen,peroesuna condiciónquelimita susderechos, priva del deposeerTierraSantay los bienesqueallí tiene. LA GUERRA COMO DEFENSA DEL BIEN COMI-IN La recepcióndel pensamientoaristotélico se deja sentir, sobretodo, en la entrada de la noción de "bien común"658o "vida buena", y dela polis como proyecto teleológico para la convivencia en pazde la poblaciónóse.En estavisión caben más universitas que la cristiana; cabenreinos y principados,y también repúblicas; con el tiempo aparecerála noción territorial depatria. En estesentidono se puedeminosvalorar la influencia que estarelación entre la paz y la necesidadde vida buena en pro del bien común, establecidapor Tomás de Aquino, tendría en todo tipo de pensamientomoral, político y jurídico del porvenir. El hombre es un ser social, como en Aristóteles; los príncipes Por esta fueron instituídos para defenderlos,esto es, para la defensadel bien común660. vía, sin embargo,se abría el problema de determinarla magnitud de una comunidad cuyo señortuviese derechoa proclamar la guerrajusta: ¿el rey?, ¿los nobles?,¿el rey con los nobles?El debatefavorecerábajo el influjo escolásticoa los reyes,y las facultadesdel papa y del emperadorpara "autoizat''la guerra se verán disminuídas.La guena se convertirá despuésde los teólogos escolásticosen un arte propio de los reyes. utt Bi"tt común o interés común es el concepto que Aristóteles introduce para diferenciar las constitucionesbenéficasrespectode las que son tiránicas. Libros III y IV de su Politica. Tomas de Aquino acuñael término "bien común" a partil de estanoción. Sus condiciones estándescritasen Politica 1.1.1252a. utn T. 2-2, q. 40, art. I, obj. 3, ad. 3. Ver de AristótelesEtica Nichomachea,10. S. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 235 Herramientade esearte seránlos combatientesa su sueldo:todaüa los señoresfeudales duranteun tiempo, luego los hombres a sueldo,los mercenarios,con los que se abrirá paso al estadode la épocamodema. Observemoslos factoresque influyeron en esa evolución. Enla SummaTeologic¿Tomás de Aquino se hace cuestiónde la vieja noción de guerrajusta66l,pero él infunde un tratamientofilosófico de inspiración aristotélica en un pensamientodominado hastaentoncespor el "approach" agustiniano662. Su pensamientose halla desligado,graciasa esearistotelismo,de la "autoridad" tradicional de los canonistas663. Aquinas parte, no obstante,de la aceptaciónde la doctina agustinianasobrela gaena6e,que él recogebajo la impronta de)Decretum Gratíaní.El uso de la espadaes lícito para aquellosque tienen autoridad;hastaaquí, ninguna novedadsobrela doctrina recibida de decretistasy decretalistas.La guerrapuedetener un carácterpunitivo; se puede castigara los enemigospara evitar dañosmayoreso lograr un bien mayor como la justicia66t.Huy un instrumentopara defendery castigarel daño que hacenlos enemigo sin justa causa:los soldados.Estospuedenmatar por tres causasjustas: rectificación del mal causadopor los malhechores,impedir el mal que puedenhacer a la población y a la Iglesia, y defenderla justicia divina6ó6.Los gobernantesdebenacudir a la guerra en defensadel bien común delapaz. Esta defensa puedeincluso justificar el ir a la guerrapara salvar el bien a que tienen derecholos No estájustificada la prohibición del servicio de armas668. enemigos667. Los príncipes puedematar a los malhechores.En fin, Aquinas formula los requisitos para que una ó60AqLINAS, De regimini iudaeorumad DucissamBrabantiae,8, paras.735-6. 6t Sobre todo en Pars secundasecundae. ó62Truyol y Serra limita la influencia de Tomás de Aquino en la actualización del concepto de guerra justa: "Si en ella no añadeel Aquinate nada esenciala la concepción agustiniana,matíza las condiciones concretasde Ia licitud de la guerra; por ejemplo, en lo que toca a la autoridad legítima, que ya puede ser la de toda entidad política que no reconozcasuperior en lo temporal, y no tan sólo el Emperador o el Papa, segúnpretendieron los teóricos del Imperio o los del agustinismopolíticos, respectivamente.Pero la teoría tomista de la guerrajusta tuvo importancia sobre todo por el hecho de que, al hallar acogida sistemáticala materia enla Summa, se convirtió en cuestión discutida en las escuelasy, por ende, siempre en trance de desarrollo doctrinal". TRLryOL Y SERRA. Op. cit. P.374. 663 Frederic H. Russell critica el reduccionismo que centra el estudio del pensamientoescolásticoen la figura de Tomás de Aquino, olvidando sus discípulos directos y otros nombres digaos de figurar junto a é1.Así, Russell estudia figuras como Alberto Magno, Vicente de Beauvais y Hannibaldo, y sus discípulos Pierre d'Auvergne, Tolomeo de Lucca, Remigio de Girolami y Gil de Roma: "estos escritorespueden verse como un grupo coherenteque apoya las mismas teoias generales"que las de Aquinas. RUSSELL. O o . c i t .P . 2 5 8 . 6a En Quaestio 40. uutAquinas, Commentumin IV Líbros Sententiarum,t.3, 30, art. a. Opera Omnia, VII,32g. ó66 Aquinas, Qtaestio disputata de Caritate, arts. 8, 10, en QuaestionesDisputaae et QuaestionesXII Quodlibetales. uut S. T. 2-2, q. 40, art. I, obj. 2, ad.2. uut S. T. 2-2, q.40, art. I, sed contra. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 236 guerrapueda serjuzgadajusta: que seahechapor la autoridad del príncipe responsable del bien común de la tierra; que tenga una causajusta y que seaconducidacon intención recta. La primera condición la podemoscalificar de puramenteformal; creemosque las otras dos son sustanciales,ya que suponenrespectivamenteestablecerla causajusta en la culpabilidad del agresor,y mantenerla guerra en el senderode la justicia haciendo que los medios seanproporcionalesa la injuria, por un lado, y a los fines de la gue,lra, por otro. En todo caso,el príncipe tiene derechoa imponer los tributos necesariospara sostenerla guerrajusta, ya que éstatiene por fin el bien común. La defensadeberealizarsecon prudenciay fortaleza,conceptosque Tomás toma de las consideracionesde Aristóteles sobrelas virtudes militares. Parapreservaréstases precisomantenerla moral de combate,por lo que los tímidos y los cobardesdebenser enviadosu "asa66n. El bien común tiene derechoa la compensaciónpor el mal causadoy por la propiedadperdida por la guerra injusta que se le ha hecho. Por eso,los botines de guerra no debenser consideradosrapiña, sino un modo de restitución en la guerrajusta670;pero en la injusta, seríarapiña y ello exige restituciónó".Lacompensación no puede exceder el daño causadopor el enemigoinjusto, por lo que a ésteno se le puede imponer castigosque no esténdestinadosa reintegrar las pérdidasque produjo, como incendios y destrucciónde bienes,que no sirven al fin de la restitución. Parte de las compensacionesde la guerra era la toma de prisioneros.Tomás de Aquino se ocupa de estacuestión,pero sin lograr encontraruna solución clarificatoria de cualquier situación, en guerrajusta o injusta. En realidad, no se tratabade una cuestiónsino de muchas.Aristóteles aprobabala servidumbrede los prisioneros; el derechoromano había institucionalizadola esclavitud; la Iglesia prohibía hacer esclavos a los cristianos,pero los cristianos caíanprisionerosde otros cristianos en una guena. ¿Quéhacercon ellos?Tomásde Aquino toma la posiciónde que la convenienciade los hombreshizo que lamatanza de los prisionerosfuera sustituídapor la esclavitud; esto, por sí sólo no era injusto. En el mundo cristiano, la toma de prisioneros era un incentivo para librar más animosamentela guerrajusta. La práctica era retenerlospara el rescate; esto ponía la cuestión,no en el inmoral campo de los paganos,como Aristóteles, sino dentro de las leyes cristianasque autorizabanla compensaciónpor el daño causadopor uut T. l-2, q. lo5, arl 3, ad. 6 S. uto S. T. 2-2, q.66, art. 8, resp. utt s. T. 2-2, q. 66,art. ad I, 3. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 237 el enemigo.Una compensaciónque, sin embargo,sólo era legítima si la guera era justa..., lo que dejaría al guerrerocristiano que fuesedueño de prisioneros,confundido sobrelo justo o injusto de su derechosobreellos. Tampoco el tratamientomás filosófico de los escolásticossobrelos ternasde la guerrajust4 como se ve, podía dar cuentade la necesidadde principios legalesclaros y operativosque sujetasenla guerra a la justicia. Vicente de Beauvais,dominico como Aquinas, llevó la doctrina sobrela guerra justa un pasomás hacia su objetivación, al proclamar que la guerrapodía estar Pero no perdía de justificada para defenderla libertad y la integridad de una tierraó72. vista la necesidadde mantenerlaen los límites de la restitución del daño causado;así, el caballeroy sus soldadosdebíantomar tanto botín como les compensasenpor sus trabajosy fatigas,pero no más; por otro lado, el súbdito que no hubieseayudadoa su . Mas príncipe a acometerla guerra injusta deberáser inmune al castigo del saqueo673 explícito aún es Pierre d'Auvergne, p¿raquienla defensade un reino o una ciudad exige ir a la gaertau'4.De ahí se sigue que los guerrsrosseannecesariosa unapdtría, c'omo sostieneTolomeo de Lucca675;esteautor defiendeel derechodel príncipe a poner tributos para la guerrajusta, y llega a aconsejarsu empleo en soldadasde los caballeros y en fortificaciones. Atento a los problanas económicosde la guerra,Tolomeo llega a admitir la esclavituddel vencido en términos romanos.Gil de Romaó76cree que los príncipesque van a la guerra para defenderel bien común de sus patrias hacenuna labor Es el príncipe,y no divina, ya que son ministrosde Dios, como afirma Romanos13677. otro, el que debeplanearla conducciónde la guerra.Este autor, que se muestratan claro en la necesidadde que la guera seaconducidabajo una autoridadúnica (principio que siempreveremosalabadoen todo conflicto armado),se muestra,sin embargo,algo confuso cuandoquiere someterlas contingenciasde la guerra a una regla de identificación moral; la guerra que hace el sitiador de una fortalezaes injusta, porque suponeuna invasión del territorio del otro; lo que le hace afirmar que sólo esjusta y legal la guerra defensiva.Esta posición pasapor alto la contingenciade una guelra defensivaen que se realizan sitios a las fortalezasdel agresor,para repararpérdidaso articular la defensa. 6.'_l Speculum D octr i nal e, Il, 36. ''' SDeculumDoctrinale. 7 . 28. 67a Éxpositio in VIII Libros Politicorum, T,lect. 2. 67s regiminePrincipum,4,24,26,paras.I l0l, I104. De 676De regimíne Principum 677La ideade que el príncipe hace la obra de Dios estáclaramenteafirmada en el Especulo de Alfonso X, donde afirma que "non avemosmayor sobre Nos en lo temporal", y todo rey es vicario de Dios. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 238 Como se ve, graciasa las doctrinas aristotélico-escolásticasla noción de que el príncipe, y no otra persona,tiene un mandato divino para hacer la guerrajust4 va entrandoen un dominio en que es al príncipe a quien le estáreservadoel juicio sobre su rectitud. Los súbditosno puedenhacer guerrajusta porque a ellos, y sólo a ellos, les cabeel recursojudicial a una autoridad superiorpara dirimir sus querellas,cosaque no le sucedeal príncipe, que no tiene superior a quien referir sus querellascon otros príncipes.Por otro lado, el bien común, material o moral, de una comunidadjustifica el recurso a la guerra. Observemosaquí que no falta mucho para que este argumento derive al de que la guerra que hace el príncipe legítimo debepresumirsejusta por descontado,y por lo tanto no conespondea los súbditosjuzgar sobresu justificación. A medida que se reservala potestadde la guerra a la esferadel principe, sin ernbargo,se irá poniendo de relieve de forma crecienteel problema de sus efectosy del control de los medios con que se lleva a cabo. La necesidadde aclarar estosaspectos moralesno se le escapaa Tomás de Aquino. La confusacuestiónde las emboscadases uno de ellos. Una contribución interesantede Aquinas es la que permite mantenerun una forma de engaño, mínimo de buena fe entre los contendientes:siendola e,rnboscada no hay que preguntarsesi el particular "ernboscada"es licito o no, sino si el general "engaño" permite un análisismoral: el engarlopuede ser hecho de palabray de obra; el de obra es aquél contra el que los enemigosdebenestarsiempreprevenidos,por tanto cuandoles sobreviene,no puedenalegarinjusticia; otra cosadistinta es el engariode palabra,en que uno de los contendientespromete algo, y luego no lo cumple; esto es una promesarota, y por tanto es ilícito. A la necesidadde observarfielmente estadoctrina (por otra parte no novedosa, pero claramenteexpresadapor Tomás) se agarraránlos enemigosen todos los tiempos, pues cualquier promesarota por uno de los contendientespodría tener las más severas consecuenciasen casode derrota a manos del otro. Habiendo sido puestala cuestiónde los engañosen el contexto de la moral cristiana, que prohibe mentir, cabela preguntade si es lícito mentir a los infieles. Tomás de Aquino no dice nada sobreesto, pero pone condicionesa la guerra contra ellos: que hayan dañadode obra a los cristianos,o blasfemado,o los persiganpor causade su fe. Tomás no admite que los príncipes cristianostenganjurisdicción sobrelos infieles que habiten fuera de su territorio, porque nunca recibieron el mensajede Cristo; pero sí la tienen sobrelos infieles que vivan en sus territorios. Aunque no lo dice, esto pareceimplicar que reconocíael derechode los príncipes infieles a ejercerla jurisdicción sobrelos cristianosque viviesen en su Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 239 territorio. En todo caso,la posición de Tomás en cuanto a los infieles es que deben beneficiarsede la tolerancia de los cristianos,y que las cruzadasno estabanya justificadas por causade infidelidad. Esta posición la basaTomas en el bien de la Iglesia, ya que la intoleranciahacia los infieles podía impedir la predicación de la fe. Estascuestionesno dejaríande tener relevanciaen unos siglos como el XVI y el XVII en que la jurisdicción de cristianosy musulmanessobrelas poblacionesde distinta fe se ejercíageneralmentede forma brutal, ajenaal derechode gentesque los príncipes cristianosse reconocíanunos a otros. En todo caso,todo 1oque Tomás admite para los infieles, lo niega para los apóstatasy herejes,porque en ellos la culpa es patente,ya que recibieron la fe y abjuraron de ella, y estedelito equivale a la rotura de una promesa6t8. Otro aspectogenéricode la conducciónde la guerra es el de la limitación de daños,esto es, la adecuaciónde los medios de la defensaa la injuria recibida y al fin que se quiere conseguir.Subsidiario de éstees el de la justicia de causardarlo o no a los inocentes,es decir, el terna de su derechoa la inmunidad. Los canonistas,desdeluego, recurrían a poner debajo del conceptode Paz de Dios todas las limitaciones tanporales e inmunidadesposibles por razón de la person4 como medio de protección del inocente. Pero una visión más mundanade la guera, propia de los escolásticosinfluídos por Aristóteles y la noción de bien común, conternplabalas cosasbajo la perspectivade la inevitabilidad ocasionaldel daño a los inocentes.La vida del no combatiente,inocente de hacermal alguno al enemigo de su tierra, debe ser respetadaen todo caso,pero si por necesidadocurriera que le disen muerte, entoncesDios le acogenaen su seno como a hombre justo. Aunque estetipo de argumentaciónno deja de ser un recurso sofista resultantede la dificultad de pronunciar una ley justay eftcazen estamateria, no dejaremosde observarque estabalejos de ser irrelevante.Tal argumentoseríaanpleado para someteral mismo castigopor la espadaa herejesy no herejes,por ejanplo, en una ciudad tomada por los contrarios.Conscientesde la inevitabilidad de incidenciasde ese tipo contra los inocentes,los escolásticosno tendríanmás remedio que incurrir en la casuísticapropia de tiempos pasados;así, Tomás de Aquino podía conternplarla muerte de un hombre, inocente de ayudar a su señoren su guera injusta, como castigo por su indubitada condición de pecador.Una vez que los dañosa los inocentesse consideran inevitables,y ademássejustifican cuandosu oclurencia es ocasional,sólo faltaba dar un pasomental para considerarsu'ttilidad" en los cálculos de la guerra. Se trata de la cuestiónde las represalias,con su ambigua validez como venganza,jurídicamente Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 240 admitida desdetiernpo inmernorial, y como disuasorcuandose amenazacon ellas. Esta doble validez situa a la represaliaen el centro de las reflexiones de algunos escolásticos. El mas notorio de ellos en estacuestiónes B¿irtolode Sassoferrato,con su Tractatus de represaliis. Tanto el hombre individual como la comunidad son cofpus; cuandohieren injustamentea una personaen uno de susmiernbroshieren a un'tniembro" de la comunidad,o cuandohieren a la comunidadhieren a todos susmiembros; por 1otanto, del mismo modo que la personaherida puededefendersehiriendo cualquier miembro de la persona,así la comunidad,o la persona,puedenherir a todos los miernbros de la comunidad que ha infligido la primera herida. Como la personay la comunidad civil estáninstituídas por Dios, entoncesla represaliatiene su fuente de legitimación en el derechodivino. La labor de Aquinas y los teólogos sobrela guerrajusta contribuyó grandanente a transformar su siglo con elementosde la antigüedadque, so{prendentanente, aparecíancomo innovadores.Esta influencia es descritaasí por Frederick H. Russell: "Para Aquinas, la guerra tenía un fin doble: castigarel pecadoy rectificar un mal que pe{udicaba el bien común. El análisis tomista intentó, con éxito limitado, sintetizar la vieja noción agustinianade la guerra como castigo del pecadocon la más nuevanoción neo-aristotélicade laraison d'etat.Esta síntesis,tal como la desarrollaronlos sucesoresde Aquino apuntabaa, más que obtuvo, una distinción más clara y modernaentre las guenas ofensiva y defensiva.Anclada en el declinantemundo del guerrero caballerescoy traicionandoun tinte aristocrático,la teoría tomista de la guerrajusta avanzaba hacia la edaddel ejército permanentecomo una distinta clasefuncional dentro de un reino nacional"67e. La escolásticaavanzadaidentificó los conflictos que podían ser tipificados; hacenesto el Ostiense,y despuésJuan de Legnano en el siglo XIV. Del primero es la lista de las modalidadesde unas guenas que llevaban tionpo bajo la observaciónde la Escuela.El Ostienseda sietetipos de conflictos: l) bellum romanum)la que los fieles de la Roma cristianallevan a cabocontralos infieles;2) bellumjudiciale,la que poneun juez imparcial contra rebeldesy contumaces;3) bellum praesumptuosun, la de los rebeldesy contumacescontra eljudex;4) guerra lícita de la autoridad legal o con su Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 241 permiso; 5) guena temerariae ilícita contra el judex;6) la guerra ofensiva, que de por sí es injusta; 7) la guena defensivacontra la guerra anterior. Juan de Legnano,discípulo de Bártolo, es el autor del Tractatus de bello, de represaliis et de duello (c. 1360). Esta puede ser consideradala primera obra autónoma sobreel derechode la guerra.Jurista formado en Bolonia a principios del siglo XIV, Legnano es uno de los jurisconsultos próximos al cardenalAlbornoz, el pacificador de los estadospontificios. Su tratamiento de la guerra es filosófico y moral, pero en sus consideracionesse vislumbra la lucha del derechopor ganarla precedenciasobrelas otras ciencias.Con su Tractatus de bello, de represaliis et de duello (c. 1360), circunscribe un cuerpo autónomo de derecho de guerra, que desde entoncesse irá Legnano da validez sólo a la guerra defensiva,aunqueen éstase desarrollando680. comprendela restauraciónde lapaz y de la justicia. Legnano afirma la doctina de que puedenhacerla guerra civitates superiorem non recognoscentes;por eso la declaración de la guerra por r¿vonestemporalescoresponde al emperador,y la de guemacontra el infiel, al papa.Pero el papa no puedehacer la guerra al infiel sólo por el hecho de serlo, esto es, para obligarle a convertirse,sino sólo cuandolas accionesdel infiel transgredan el derechonatural. He ahí, pues, cómo el espaciofilosófico del orden natural se transfigura en espaciojurídico o derechonatural. La obra de Legnano tuvo influencia en la divulgación de tratadosmilitares sobrela guerra,como los de Henri de Bouvet, Christine de Pisany William Caxton. La de éstoses una literatura de caballeros,pero tambiénde soldadosmercenarios. La extensiónde los serviciosprestadospor los mercenariosa los príncipes,en tiempos en que aún lo esencialde la defensade un reino descansasobrela caballeríade las gentesde armas(caballeros),va conformandola idea de una profesión militar, lo cual mueve a cuestionarla suficiencia de las nonnas de la caballería,abriendo así paso a la posibilidad de que fuera desenvolviéndoseun derechomilitar autónomo, al que vino a ayudar grandernentela traducción y divulgación de los tratadistasmilitares romanos, principalmenteValerio Máiimo, Vegecio y Frontino. Así, tratadoscomo el Arbol de las Batallas, de Honoré de Bouvet, o Le livre desfaits d'armes et de chevalerie, de Christine de Pisan, contienentanto el estudio de la organizacióny las operaciones militares como norrnasjurídicas dentro de las cualesdebenconducirselos que practican la armas.Et árbot de las batallas mereceuna consideraciónparticular como texto de 6tnRUSSELL.oo. cit. P.291. ó80HAGGEMvÍACHER. op. cit. P.39 Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 242 doctrina'Juridizante" basadaen una exhaustivainformación y experiencia68l.Por esa Bouvet llega razónse convirtió en lo que se ha llamado'lm manual del caballero"682. más allá que la tradición agustinian4 que situa la guerra en el orden moral y religioso. Aunque Bouvet reconocetambién esteámbito (el Dios del antiguo testamentono sólo permite sino que ordenaque se haga la guerra), sostieneque la guelra se hace para alcarzarun acuerdopor medio de las leyes de larazón. Lo que es repudiable en la guera es el mal uso que se hace de ella, cuando se cometencrímenesa su amparo.La guena puede serjusta y de acuerdocon larazón si se dan tres condiciones:que sus fines seanlegítimos, las partesque intervienen seancompetentespara hacerlay los métodos seanproporcionadosa la ofensa.En cuanto al primer requisito, la guerra es legítima cuandotrata de restaurarel "bien común de todo el reino". En cuanto a la autoridad competentepara hacer la guerra,Bouvet señalaque cualquier príncipe tiene derechoa rechazarcon la guerrala guerraofensiva que se le hace; no así en ausenciade agresión ofensiva, en cuyo casosólo el papa,el anperador y el rey de Francia tienen derechoa hacerlo, aunqueel casodel rey de Españaes dudoso.En cuanto a la proporcionalidadde la guerra de acuerdocon la gravedadde la ofensa,Bouvet pone el ejernplo de que a un golpe con la mano no deberesponderse,si los contendientesson de aproximada corpulencia,con un ataquecon lanza. El responsableprimero de la limitación de los dañosque los soldadoscausanes el rey; por eso sólo los soldadosdel rey o los que reciban licencia de él debenhacer la guerra.En estesentido, el Arbol puedeverse como una doctrina del poder real como mejor garantíadel bien común, y en generalse muestracontrario a las prerrogativascaballerescasen la guelTa.La misma contención debeobservarseen la compensación:no debe ser superior al daño causadoo bien robado. Sobre esteesquemabásico de principios, Bouvet se ocupa ampliamentede la casuísticade la guerra en su tiempo, tratandolos problemasde los prisioneros,sus rescates,el botín y las represalias;estasúltimas puedenestarjustificadas por el apoyo que los inocentesprestana los combatientesde su bando, pero debenestarseriamente limitadas por un amplio grupo de exenciones.Entre éstasse incluyen de modo significativo las que benefician a ernbajadoresy peregrinos,es decir, los que tienen un título a ejercerla libertad de tránsito. ó8tE. Nys valora esta obra no sólo como literaria, sino como '\¡n monumento de estadisciplina legal", el derechointernacional. Ediciones de Bruselas y Leipzig del Arbol en 1883. Huizinga le atribuye gran influencia en el desarrollo del derecho de las naciones.NYS. Ifte waning of the Middle Ages. Harmondsworth,1968,pp. l0l-102. ó8'R. KILGOIJF.. Honoré Bovet A Fourteenth-Century Critic of Chivalry, en "Publications of the Modern Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 243 Cuandosetratabade limitar el recursoa la guerray susefectos,nadamejorque El limitar tambiénel númerode los quetienenderechoa ella,comohacíaBouvet, Lupus),quedesarrollosutareacomojurisconsulto segovianoJuanLópez(Johannes curial en el último terciodel sigloXV, reservasóloparael papay el emperadorel derechode guerra,puestoque ellos son,cadauno en su esfera,"principis superiorem la gnerrapropla;los demás,los quedeben a ellosles corresponde non recognoscens"; reconocersuperior, sólo puedenhaceruna guelra impropia683.También introduce Lupus la idea de que la guerra estáunida a la necesidad:bellus debet essenecesitatis6sa.La reparaciónhacenecesarioresarcir al agredidode los darios,por eso estájustificado eI hacer cautivos y el botín de guerra en el casode una guerrajusta, pero no en las otras, en cuyo casoseríalatrocinio. Las aspiracionesmorales contenidasen sus doctrinas evocanel ansiade paz en unos estadositalianos sacudidospor las más cruelesguelras civiles entre multitud de príncipes,todos de acuerdoen no reconocersujeción a superior. La idea de que la guerra debeobedecera la necesidades recogida por el también españolFranciscoArias de Valderas: bellumpublicumfundatur prímo exiusta Donde Lupus reservael derechode guerra a causa; ex necessitatenon ex voluntate685. papay emperador,Arias lo hace extensivo también a los reyes de Españay Francia. LA POLEMICA SOBRE EL SENORIO DE LA TIERRA Martino Garati, con su De Bello, escrito en 1460,lleva el tema de la guerrajusta, como cuestiónmoral, a las puertasdel derechode gentes,y como tal enuncia de modo incipiente los principios de una doctrinajurídica del derechode guerra.Profesor de la universidad de Pavía y jurisconsulto de Filippo Maria Sforza, duque de Milán, es testigo de terribles hechosde guerra en un país donde toda referenciaal "poder que no tiene superior" no puede sino señalaral papa,ya que vacante imperio non succeditpopulus romenussedpapa686;los señoresson sólo ministrosde Dios, y susjurisdicciones El que hace guerrainjusta, dice Garati, debe fueron trasladadasen su día al papaó87. LanguagesAssociationof America", I (1935),352-61. 6t3beilu* proprium estquod auctoritatejuris seuprincipis superiorem non recognoscentisindicitur, ut est imperator et maximepapa; ... bellum ... improprium sumptum est illud quod non est indictum per principem more praedicto, sedper inferiores recognoscentessuperíorem. En De bello et bellatoribus, fo. 322r. oarr. 3-4. uto Di belto et bellatoribus, fo.326r,parr.3-4. utt De bello et eiusiustitia, fo.326. 68uqu. 32. utt 9u.46. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 244 restituir los dañoscausados:Inferentesínjustam guer^am tenentur ad restitutionem omnium dampnorum illatorum688.Se ha visto en estasentenciael principio doctrinal de que el que hace la guerra injusta deberepararlos dañoscausados,que mas tarde es recogido por Franciscode Vitoria y evolucionahastala modernateoría de las reparacionesde guerra.El recurso a la guerra se hacenecesariocuandono es posible restituir el bien que se ha arrebatado;pero para llegar a ella hay que esperar(no dice cuanto) y tratar de que el ofensor rectifique el daño causado.Garati trata de la cuestión del deberde obedienciade los súbditoscuando su príncipe les ordenaparticipar en una guerra injusta. Los súbditosno puedenhacer otra cosaque seguir al príncipe, no en razlnde feudo o vasallaje,sino de jurisdicción, lo que en lenguaje contonporáneo,por ejemplo, de Alonso de Cartagena,seríadeber"de naturalezt'. Otra idea de larga influencia serála de que los derechosde un príncipe a un territorio que le ha sido injustamentea¡rebatadono prescribenpor mucho tionpo que haya pasado;si trata de ejerceresederechopor la guera, no hace una conquistasino que se asegurauna restitución. Esta doctrina tiene la mayor trascendenciaen unos momentos en que el empuje islámico de los turcos aÍÉnazaseriamentela cristiandad,y en estesentido puedeentendersecomo una invocacion de respondera esaofensiva con otra cristiana; pues en efecto, Garati declaraque los cristianostienen derechoa recuperarde manos de Las consecuenciapolíticas de esta los infieles tierras que en su día fueron suyasó8e. doctrina son evidentes:servirá parajustificar la política de expansióncristianay españolapor el norte de Africa. Desdeestaperspectivaofensiva, otra de las doctrinas declaradaspor Garati se presentacomo un medio de moderar el legítimo impulso ofensivo de los cristianos: éstostienen derechoa enviar sus predicadorespara procurar la conversiónde los infielesuno.E , cuanto a las represalias,Garati, adhiriéndosecon su propio Tractatus de represalils al parecerde Sassoferratosobresu legitimidad, no las convierte en algo instituído por el derechodivino sino por el natural, ya que su fin es el restablecimientode la justicia, y por lo tanto del orden. Voz decididamenteopuestaa las versionesofensivasdel derechode restitución es la de Pietro Ancarano, canonistay participante en el concilio de Pisa, y que vivió entrelos siglosXIV y XV. La concesiónpor Dios de la posesión,jurisdicción y señorío de la tierra fue dada a todos los hombrespor su condición de seresracionales,no por utt Qn.I, de bello. utnqu. 71. 6no qr,. 48. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 245 nazínde su fe. Por 1otanto, los que se hallan en posesiónde sus tielras no deben ser molestadospor ello, aún si sus tierras fueron en su día de otros; no siendo esto así, nos encontraríamosque siempre hay un "infiel" que poseyó las tierras antes de que tos romanoslas conquistasen,o que los infieles que perdieron las suyasen Italia y España las reclamasen.Suscribeestastesis el legado polaco al concilio de ConstanzaQaIQ. Vladimiro de Brudzewo, donde las llevó aún mas lejos: la doctrina de la restitución de tierras que fueron cristianaspor mandato del pontífice es peligrosa y va contra la predicaciónde Cristo, de que su legado es para la grey humana,no sólo para los que hoy son sus seguidores;por tanto, el papa no sólo no debe atacarlossino que debe protegerlos:como dice el mandato diüno, "apacientamis ganados".Esta doctrina del género humano como grey o comunidad, en que el indiüduo tiene personalidad en raz6n de su condición humanay no de su fe, presentael angulojurídicamente interesantede que atribuye al papa una jurisdicción (pacíficq eso sí) sobrelos infieles basadaen derechoslegadospor Cristo, y no en razón de ser ejercida defocto por los cristianosmediante conquista6el.La virtr¡alidad de una doctrina como éstaen unos tiempos de fuerte expansiónmilitar del Islam, que culminaría con la toma de Constantinopla,es sin anbargo discutible, ya que los hechosmostrabanque no se tratabatanto de la conquistacristiana sobrelos infieles como de la defensade sus reinos. Dejaremosla cuestiónde la guerrajusta en estepunto, cuandoa finales del siglo XV parecíano estaren condicionesde aportarnuevasideas,y antesde que la razón de estadoobligara a una revisión y renovación del debate,con la neoescolásticadel siguiente siglo. Como intento de sacarconclusionessobreestamateria haremosahora, sin embargo,algunasreflexiones apoyadosen la teoría de la guena justa y el derechode gueffa, tal como los expresaNorberto Bobbio. A MODO DE CONCLUSIONES Bobbio establececuatro clasesde relación entre la guerra y el derecho:la guerra como medio de establecerel derecho,la guerra como objeto de reglamentaciónjurídica, la guerra como fuente de derechoy la guerra como antítesisdel derecho6e2. 6e'Ver SOLDI RONDINIM sobre la consolidación del ias belli en op.cit. 6e2"La üéorie juridique de la guerre s'est toujours occupé essentiellementde deux problémes: celui de la justa causa des guerres,qui a donné I'essor aux débats sur la guerrejuste, et celui de la réglamentationde la conduite de guerre, qui a donné I'essor aujus belli. Bellum jusum etjus belli sont les deux parties Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 246 Segunlo expresaBobbio, la legitimidad es el resultadode un procesode justificación; justificar una acción es reconducirla a sufundamento y, además,hacerla proporcional alfin. Desde esepunto de vista, esjusta la guerra que se hace por causa uot.Errsu formulación más justa (su fundamento)para obtener algo que esjusto (su fin) común, el fin de la guerra es el restablecimientode un derechoatropellado. La consideración de la causa (el fundamento) de la guerra se mueve dentro de un marcojurídico que establecelo que es de derechoy lo que no; estemarco es la esfera del izs gentium. Las prescripcionesdel ius gentiurn afectadaspor el fenómenode la guera quedanadscritasa una manifestaciónespecíficadel derechode gentes,el lzs belli, el derechode guerra,que por sí sólo no es una rama autónomadel derechode gentes.La formulación singular del íus belli alegadapara determinarel recurso a la gperra es el ius ad bellum, el derechoa la guerra,que no es sino la expresión positivizada del ius belli. l.l.nque el izs ad bellum no pueda convertirsetampoco en una rama autónomadel derechode gentes,no obstantese registraránsiempreen él ciertos rasgosde útil especialización,como puedenser las prescripcionespara declararo terminar la guerra,el tratamientode terceros,etc., los cualesno son indiferentesu ociosos al momento de hacer evidentesu legitimidad, esto es, el derechoa la guerra.Por lo tanto, el ius belli y el íus ad bellum se verán siemprereconducidosal ius gentium, como manifestacionesrespectivamenteespecíficay singular del derechode gentes. Por otra parte, la consideraciónde la proporcionalidadde los medios ernpleados para alcanzarla restitución del derechoes la esferadel ius in bello. A estederecholo veremossiempreocupadoen buscaruna autonomíay especializaciónjurídicas, en fondamentalesen lesquellesse partage la théorie juridique de la guerre: or la théorie du bellumiustum concernele probléme de la justification de la guerre, c'est-á-dire celui des motifs qui rendentjuste une guerre, en d'autres termes,du titre d'aprés lequel une guerre peut étre consideréejuste; lejus belli c'est le ielévement et I'etude des régles qui gouvernent la conduite d'une guerre et qui rendent possible la distinction entre ce qui est licite et ce qui est illicite dans les rapports entre belligérants. L'objet de la rhéorie du bellumjustum estle probléme delalegitimité delaguere; I'objet du jus belli est le probléme de la legalité de la guerre. Cene distinction est importante, car r¡ne guerre peut étre légitime, c'est-á-dire avoir une juste cause,sansétre légale, dans la mesureoú le belligérant qui a entrepris une guerre sur la base d'une juste causeviole systématiquementles régles du jus belli; et elle peut étre légale sansétre légitime, au cas oú le belligérant qui a entrepris r¡ne gueffe injustement respecte les régles du jus belli. Cétte distinction nous permet de classerles guerresdans quatre espéces:l) légitimes et légales;2) légitimes et illégales; 3) illégitimes et légales;4) illégitimes et illégales ". BOBBIO. La guerre et ses théories. "Annales de Philosophie Politique". PressesUnivesitai¡es de France. París 1970. P. 5 y s. ó" Bobbio parecepresentarestasdos condiciones como alternativasu optativas: "les deux fagons les plus communesde justifier una action consistentou á la reconduire á sonfondament, orrbien á la proportioner au but". Sin embargo, seria muy raro que alguien que promoviese una gue¡rajustificase su justicia en uno sólo de los dos motivos o causas;el que lo hiciera debilitaría su alegación de poseerplena legitimación para emprenderla.Desde el momento en que se proclama la justicia deunfin va en ello incluido que hubo una situación anterior (opresión, ofensa,dañosmateriales,conquista de territorios, discriminación' etc.) que la causaofundamenta.BOBBIO. Op. cit. P. 6. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 247 relación equívocao confusacon el iusgentium. el cual, en el mejor de los casos, aparecesólo como referenciao fuente de legalidad más o menos remota, no inmediata. Lo que m¿mtieneal ius belli y al ius ad bellum dentro de la órbita del ir¡s gentium como una de sus manifestacioneses el límite o frontera que separaal estadode paz del estadode guerra. Lapaz es el estadode satisfacción de los derechos;la guerra es el estadode necesidadde los derechos,es decir, la necesidadde que se restauren.Cuando todos est¿índe acuerdoen satisfacersemutuamentelos derechos,el íus gentium puede decirseque reina, puesbajo él encuentranla satisfaccidnde sus derechos,dos de los cualesson, precisamente,las prescripcionesdel ius belli y el ius ad bellum; cuandounos sientenla necesidadde ir a la guerrapara satisfacersu necesidadde un derecho,surgela discrepanciasobrelo que el ius gentium debetener reservadopara cadauno, y en ese momento la mayor parte de susprescripcionespierden eficacia; el derechode gentesha chocadocon una barrera,con su frontera o límite, y ésasdejan de reinar. Como la guerra se hacepor un fin (generalmentepor la necesidadde restaurarun derecho,a vecespara satisfaceruna necesidadsin derecho),en el derecho en la guerra aparece como de suma importancia, para el conffol del principcio de proporcionalidad,el ernpleode recursosjurídicos que hagan compatible hastadonde seaposible las exigencias dela necesidad(la guerra es una producción continua de necesidades transitorias)con el marco ordinario y permanentedel derechode gentes. Como lo que hace que una guerra seajusta es su legitimidad, siemprefue esencial,como hernosvisto, determinarquién tiene derechoa declararlacomo tal. Hay generalacuerdoentre los tratadistasen que quien da la legitimidad es el príncipe que no reconocesuperior; ahorabien, quién seaesesuperior, es cuestióndebatidaen cada momento, con agudasdiscrepancias:el papa o el anperador, cadauno en exclusiva, o bien uno y otro, o ni papani emperador,sino los reyes que tienen el señoríonatural sobresuspueblos.Estaseráuna cuestiónque más acabadosperfilesjurídicos ha de adquirir en el futuro, hastanuestrosdías, dada su vinculación con factores configuradoresdel derechocomo la potestas,la soberanía,el poder, los derechosde los pueblos,etc., siempreen busca de un tribunal último sobre el derechode guerra6ea Parallegar a estegrado de madurez del tema de la guerrajusta ha sido preciso que se reunieranlas cogitacionesy experienciasde todos aquellosque bebieron en 6eaA esterespectodice Soldi Rondinini: "i giuristi che traggono dal diritto romano, dalla religione, dalle consuetudini,dalle necessitácontiagenti, norme che possino essereegualmentevalide per tutti i popoli, non vedono la possibilita che essevengono osservateseDzaun organismo superiore che ne sia garante". solDr RONDININI. Op. cit. P. 302. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 248 de SanAgustín,el derechocanónico cuatrofuentes:el derechoromano,el pensamiento madurade SantoTomas6es. v la escolástica unt Estascuatro fuentesson asignadaspor SOLDI RONDININI. Op. cit' Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 249 CapítuloVIII LA GUERRAY LOS DERECHOSNATURAL Y DE GENTES Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 250 Hemos visto con Bobbio que la ciencia política moderna sigue situando el derechode la guerra en el ámbito del derechode gentes,lo mismo que lo hacía un Isidoro de Sevilla. Pero el pensadordel derechono puedepensarel de gentesmas que desdecategoríasderazón. Estascategoríasde razón, a su vez, no se distinguen particularmente de las que permitieron una primera aproximación a la naturaleza y la observaciónde algunos fenómenosnaturales.Al ser constantesy preüsibles muchos de los fenómenosdesvelados,se apreciabaen la naturalezaun comportamientoobedientea leyes, leyes naturales.Esasleyes, se pensaba,debíantener su correlato en el alma del hombre, pues con sus categoríasde razón, ésteiba descubriendolas de la naturaleza;era razonablepresumir que la razón también se regía por leyes.Así que cuando el hombre se preguntaba,por ejemplo, qué leyes debengobernarsu relación con los otros hombres,tendía a pensarque esrisleyes se deducen,se leen, en las leyes de la naturaleza,pues el hombre, aunqueparte animadapor larazón, es parte de la naturaleza. La ciencia que estudialas relacionesrazonablesde los hombres entre sí, o si se quiere en sociedad,adquirió el nombre de derechode gentes,y en cierto modo estaciencia es hermana,o tributaria si se prefiere, de otra ciencia que se suponeque existe, que es la que trasladaa los hombres el cúmulo de leyes de la naturalezaque son relevantespara el hombre, para su modo de ser racional, y esaciencia es el derechonatu¡al. Al seguir el debatesobrela guerrajusta hernosdejado el tema relativamentebien ancladoen categoríasde razón. Se entiendeque haya gueras porque hay razonespa.ra que las haya, por ejemplo las iniuria. Pero porque la guerra se da enffe los hombres, entre sus sociedadeso reinos, y éstees el ámbito del derechode gentes,a través del hilo conductor de la razón, en la que todos los hombres se identifican, llegaremosal ámbito del derechonatural, pues el hombre es parte de la naturaleza,y adernashemos visto que la naturalezatiene leyes que larazón humana se siente capazde descubrir. Aunque haya cierto grado de circularidad en el modo de argumentaranterior, por lo menos valdrá para mostrar la aspiracióndel hombre a encontrarlas raícesde un sólo arbol que pueda sostenermuchasramasde la ciencia. Hasta el Renacimiento,dos corrientesde pensamientososteníanla unidad del arbol de la ciencia: por un lado, el aristotelismohacía del hombre un ser de razon inmerso en la naturaleza,y por otro el cristianismo hacía de Dios el dador de leyes p¿ra sus dos criaturas,la naturalezay el hombre. Así que esasdos corrientesde pensamientoapuntabanal mismo objetivo: dar cuenta,en un sólo arbol, de la solidaridad de las leyes de la naturalezay las de larazón. Por eso,el derechode gentesacababasianpre buscandosus raícesyjustificaciones Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 2sl últimas en el derechonatural. Franciscode Vitoria es el portavoz dela corriente más tradicional y moralista del derechode gentes.Grocio, que conocebien los presupuestos de la Escuelade Vitoria, renuevay refuerzalasideas de solidaridad entre larazón humanay la ley natural y se convierte en el paradigmade la corrientejurídico-política del derechode gentes. Otra corriente de pensamiento, distinta de la del derecho natural, incide con vigor en el debatejurídico que se realizadesde el Renacimiento en torno al derecho de gentes.Es la corriente humanista.Paralos autoresde estacorriente, el estadoes la expresiónexcelsade la racionalidadhumana.El derechose expresaen términos políticos; y 1ohace dando por presupuestola validez de lo que ha contribuído a la formación del estado,seaesto la tradición, la conveniencia,la utilidad, la fe mutua, el honor, etc. Estemodo de pensamientose hace apodícticobajo las impresionesy la información que se van recibiendo sobreRoma a lo largo del Renacimiento. Intuitivamente se percibe que es posible, porque existió, una forma acabadade organizaciónpolítica, de convivencia entre los pueblos,basadaen relacionesde derecho,determinadaspor un cuerpopolítico organizado.Paraesta corriente no es tan importante la racionalidad substantea sus presupuestoscomo su funcionalidad, la evidenciade su éxito y la convenienciade su buen funcionamiento.El derechono es tanto un instrumento de la justicia como un factor de estabilidady continuidad del estado.Existen los derechosindividuales en cuanto contribuyen a esosfines; si no contribuyen a esosfines, no existen los derechos.Los enemigosdel estadoromano son enemigosde su estabilidady continuidad,por tanto no tienen derechos,y si se los capturaen la guerra debenquedarreducidosa la esclavitud.En el Renacimientoesta noción intuitiva, evidentementeno basadaen la racionalidadpretendidapor el derecho natural, se trasladaa las relacionesentre los diversosgrupos humanos:la Cristiandad por un lado y los infieles o paganospor otro; los civilizados,de un lado, y los barbaros de otro. Esto condiciona el modo de hacer la guerra, segúnse luche entre los cristianosy civilizados o entre éstosy los infieles o barbaros.Ginés de Sepúlveda,Baltasarde Ayala y Alberico Gentili manifiestan estacorriente,los tres estabanfuertemente impregnadosde cultura política y jurídica romana.Menos pretenciosamoralmenteque la corriente iusnaturalistaescolástica,esacorriente, sin ernbargo,no renuncia a dotar de objetividad e imparcialidad sus pronunciamientossobrederecho.En materia de guerra, las formulacionesde derechose realizan frecuentementecon vista a reducir su crueldad Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 252 jurídicas,basadas de vínculosy obligaciones y brutalidadmedianteel establecimiento enla la fe, el juramentoy el honor. conüveny chocanen esteperiodo:la Así, pues,don corrientesdepensamiento racionalidadsocialdelas leyesnaturalesy la racionalidadpolíticade unaconstrucción artificial; el derechonaturaly larazónde estado.Dos corrientesdel derechode gentes queemergeentrelos siglosXVI y XVII6eó. VITORIA EN EL ÁT¿BITO MORAL DE LA GUERRA ruSTA La ñlosofia escolásticahace posible que la obra de los legistas sobrela casuísticade la guerra alcanceun elevadogrado de sisternatizaciín.Los comentariosde la Summade SantoTomás en la escuelade Parísde comienzosdel XVI, por las enseñanzasdel dominico John Mair, da el impulso necesariohacia la consagraciónde la nueva escolásticacomo basede nuevasorientacionesdel derecho,hacia el de la guelra' por gn lado, y el derechode gentese intemacional de otro. Vitoria, discípulo de Mair, con la Relectio de iure belli , o De indis, sive de iure belli hispanorum in barbaros relectio posterior (1532), es el punto de partida de estasnuevasorientaciones. Franciscode Vitoria mantiene su doctrina sobrela guerra en el ámbito estricto del derechoa la guerrajusta, y en esesentidopuededecirsede él que susRelaciones pertenecenplenamenteen corriente escolasticade la filosofia política6e7. En Vitoria encontramoscuatro nornas axiológicas: las leyes natural, evangélica y de gentes,así como la costumbre.En la ley natural, la guerra es lícita6e8.Todo 1oque unu Richatd TUCK desarrolla este tema en sv The Righ* of War and Peace (Oxford University Press, 1999). Tuck observa la existenciaparalela de "las teorías que descansabanen el concepto de derechos naturales (del siglo XVII) y las teoríaspolíticas humanistasdel siglo anterior" (Op. cit. p. l). Mas explícito es estepánafo: en el tiempo en que Grocio formó su pensamiento,existían "dos tradiciones de pensamientosobre guerra y pu,. Una, la m¡is familia¡ al historiador moderno, era la tradicióp escolástica, representadaprincipalnente por los dominicos y jesuítas de Españay Portugal, que persistíanen juzgat Ia guera por criterios tomistas,y que fue por tanto inevitablementecrítica de gran parte de la actividad militar moderna (y en particular de la conquistade América Central). La otra es lo que he dado en llamar la tradición humanista,que aplaudía la guerra en interés de respublica propia, y que veía una dramática diferencia moral entre la civilización cristiana europeay la barbarie" (Op. cit. p. 78) ó" Como es sabido, el objeto de la Relección segunda(De los indios o del derecho de guerra de los españolessobre losbárbaros) es la justificación del derechode los españolesa hacer la guerra para "la posesióny ocupación de las provincias de aquellos bátbaros", las Indias.A efectosde identificación de los apartados q,r" Vitoria aporta sus argumentos,dudas,proposiciones, conclusiones,etc., de su Relección "tr los numeralescardinalesutilizados en la versión en españolconsultada' La serie de segundausaremos numeralesestáprecedidapor una introducción o prólogo, no numerado.VITORIA, Releccionesdel Estado, de losiidios y del'derecho de la guerra,"ón nou introducción de Antonio CÓVÍPZ ROBLEDO. México 1974. 6e8lntroducción, (1, tercero). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 253 es lícito en la ley natural, es lícito en la ley evangélicaón';pot lo tanto la guerra cabe en 1aley evangélica.La antigua costumbrepuededar poder y autoridad a los príncipesy las repúblicasimperfectospara hacer la guerra,pero el orden y ley natural reservansólo al príncipe o la república perfectosesederechotoo.Como se ve, la casuísticaerosionala coherenciadel sistemade Vitoria. El derechode gentesfue establecidopor el derechonatural. Vitoria quiere enfatizarla necesidadde que cualquier positivación del derecho de gentes esté dominadapor el derechonatural. Ét pane de la sociabilidad inherente alanatutaleza humana; el orbis poseenaturalezamoral, es una respublica, dentro de la cual los pueblos tienen un derechonatural de sociedady comunicactón: ius naturalis societatis et communicationis.Vitoria entiendeel ius gentium er'un doble sentido: como derecho universal del génerohumano (bonum communetotius orbis) y como derechode los pueblos en las relacionesde unos con otros: ius inter gentes.Existe un derechode gentespositivo, las "leyesjustas y que convienena todos", que aunqueson resultadode la voluntad humana,son a la vez propias de la potestaddel orbis1Dr.Observamosque en Vitoria las leyes de la naturalezason a las del hombre 1oque la potestaddel orbe es a la voluntad humana.Pareceríaque el plan divino funciona perfectamente.En eseplan sólo hay derechoa hacer la guerrajusta. Lo malo es, decimospor nuestraParto,cuandola coherenciade eseplan se ve alteradapor alguna ley divina que mandahacer cosasde las que ni las leyes de la naturalezanilas de larazónpueden dar cuentacomo justas, tal Vitoria admite que puedehaber preceptosde derecho como matar a los inocentesT0t. Se hacenlícitos por una licenciaque no divino que no seríanlícitos en la ley natural7o3. se concedea la ley común7oa. La guerrajusta es lícita en la ley natural y en la evangélica;"no puedeponerse en duda la licitud de la guerra defensiva",y tampoco la de la guerra ofensiva que defiende,reclamacosasy pide satisfacciónde las injuriastot; "t licito "hacertodo lo 6eeryuley evangélicano prohibe nadaque sealícito por ley natural". Conclusión,primera cuestión(1, tercero). t00" pero como estascosasson en gran parte de derecho de genteso humano la costumbrepuede dar poder y autoridad para hacer la guerra". Segunda cuestión, tercera proposición (9). Pero antes ha bechrado que "Una república semejante,o su príncipe (habta de lospríncipes"perfectos') tiene autoridad para declarar la guerra y sólo ella". Segundacuestión, tercera proposición (7). 'o' De potestotecivili, no. 2l . tot Cuarta proposición, cuestión tercera (13). to' "po, derec[o natural estríprohibido matar a los inocentes.Aunque nada digo en el caso de que Dios mismo ma¡lde especialmenteotra cesa, pues El es dueño de la vida y de la muerte y podría con su derecho drsponer las cosasde otro modo". Cuartaproposición,cuestióntercera(13). 7@ Segundaproposición,primera duda cuartacuestión(38). 70s Conclusión,primera cuestión(1, tercero). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 254 reque seanecesariopara la defensadel bien público"706;recobrarlas cosasperdidasToT; sarcirsecon los bienesdel enanigoT0s;destruir las fortalezasy levantar nuevas exigir al enemigovencido rehenes,atmasy fortificaciones en el territorio enemigoToe; navespara mantenerloen el cumplimiento de su deberTlo;se puede escarmentaral enemigoy castigarsus injuriasTll, y despojaral inocente de aquellascosasque los enemigospuedenemplear contra nosotrosTl2.El derechode la guelra permite matar al inocente, "por excepción", como por ejernplo cuando en una ciudad sitiada no pueden emplearselas armasde guerra sin padecimientode los inocentestt'. "En virtud del derechode guerra,todo cedea favor y en derechode los que han sostenidouna guelra justa"Tta.Por el derechode guerra se podrá sujetar a cautividad a los inocentes;los inocentespuedenser reducidosa servidumbre,pero por el derechode gentes s¿uracenos a los cristianos sólo se les puedehacer prisioneroshastaque se pagueun rescatepor ellosTls.También es lícito dar muerte a los rehenesque son culpables,no así a los inocentesTló.Es lícito matar a todos los que tomaron las armas,incluso despuésde obtenidala victoriaT't. Puedeser lícito dar muerte a los culpablespara vengar una injuriatl8. Es lícito "deshacerse"de todos los que puedenempuñarlas armas,si son infieles, aunqueno si son cristianosTle.Es lícito matar a los prisioneros que se han rendido y que seanhallado culpablest'o.Er lícito apoderarsede las cosasde los enemigos,hastaque representensuficiente compensaciónde lo robado y de los gastosde la guerraTtt.También es lícito apoderarsede los bienesmuebles de los enernigosaunqueexcedana lo robado y el enemigo estédispuestoa repararlos daños72t.Es lí"ito permitir el saqueode una ciudad "si es necesariopara mantenerla gterra"1z'.Es lícito ocupar y retener alguna tou Primeraproposición,cuartacuestión(15). tot Segundaproposición,cuartacuestión(16). tot Terceraproposición,cuestióncuarta(I7). tt Cuartaproposición,cuartacuestión( I 8). t'0 Ibid., cuartaproposición,cuartacuestión(18) 7lr quinta proposición,cuartacuestión(19). t'2 Primeraproposición,segundaduda, cuartacuestión(39). 713 Segundaproposición,primera duda, cuartacuestión(37). 7ra Segundaproposición,segundaduda, cuartacuestión(40). Terceraproposición,segundaduda, cuarta cuestión(41). tl5 Unica proposición, tercera duda, cuarta cuestión (42). 716 Conclusiónúnic4 cuartaduda, cuartacuestión(a3). ttt Primeraproposición,quinta duda, cuartacuestión(a5)' tr8 Terceraproposición,quinta duda, cua¡tacuestiót Q7). ?le Ctlartaproposición,quinta duda, cuartacuestión(48). 720 Respuestaúnica a la sexta duda, cuarta cuestión (49). 72'Primeraproposición,septimaduda, cuartacuestión(50). t22 Segundaproposición,septirnaduda, cuartacuestión(5 l). t23 Tercetaproposición,septimaduda, cuartacuestión(52). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 255 Es lícito despojaral plaza fuerte o ciudad del enernigop¿ra la propia seguridadT2a. enemigode parte de su territorio hastaque se restablezcalapaz72s.Perteneceal orden del derecho de guerra y el de la costumbre el imponer fiibutos al enemigo vencido por justa causa726. En Vitoria, los inocentesno deberíansufrir las consecuenciasde los crímenesde otros; sólo el nocensdeberíapagarlas,puestoque actuade mala fe. Vitoria mantiene todavía el problema de la inocencia en la guerra en el plano moral y psicológico, subjetivo, del que se consideraa sí mismo como actuandode buena fe, o se sabe haciéndolode mala fe. El problernade los inocentesno entra todavía, en Vitori4 en el . Enuna guena de sitio, por ejernplo, sólo ámbito jurídico, como lo hará con Suárez127 cabeque el sitiador calcule bien la convenienciade atacarlao no, si va poco en ello y si queda manifiesta la ambivalenteutilidad (alavez hay dentro muchos inocentes728. económicay moral) de la necesidadcomo límite a lo permitido en la guerra: puede ser o no útil para la guerra el atacarlaplaza llena de inocentes,y hacerlo sin utilidad representaríaademásun agravio moral, pero es el sitiador quien lo debejuzgar. La cuestiónde los inocentesplanteaun conflicto moral y práctico menor comparadocon el peligro representadopor la supervivenciade los combatientes,una vez que se han entregado:dejarlos vivos y presossuponepara el vencedoruna carga económicaen vituallas y otras atenciones;dejarlos üvos y libres suponeuna amen¿Iza futura si vuelven a combatir, que serálo más probable.Ejecutarlosseríalo más convenientedesdeel punto de vista de la economíade la guena. Este tipo de casosno era, en tiempos de Vitoria, meramenteteórico; constituíauna de las incidenciasmás frecuentesen la guerra de los siglos XVI y XVII. Vitoria confronta esteproblema, pero lo hace confesandono haber leído ni oído las costumbresque rigen estacuestión, aunquesabeque los usos y costumbresde la guerrahacenque, "obtenida la victoria y pasadoel peligro, no se dé muerte a los prisioneros (a no ser que seanprófugos), y debe guardarseel derechode gentescomo se acostumbraentre gentesbuenas".También confiesahaber leído que "ya se ha hecho algunasveces" que los que rinden las fortalezas ponen "tales condicionesque puedancon ellas salvar su vida"; pero si no han puesto 724Sextaproposición,septimaduda, cuartacuestión(55). 7tt Septi-a proposición,septimaduda, cuartacuestión(56). 126Octavadudade la cuartacuestión,(57). 721Ver las alternativasmoral y política de Vitoria y Suárezrespectrvamenteen Luciano PERENA VICENTE, Teoría de la guerra en Francisco Suárez.I. CSIC. Madrid. M)CVÍLIV, p.294-295. 728Segundaproposición,cuartacuestión(37). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 256 tales condiciones,consideraVitoria, puedenser ejecutados,"con mandato del príncipe o del juez, los que mayoresdañoshayan causado"72e. Sin necesidadde ernitir un juicio sobreel grado de conocimientosy de información de Vitoria sobrela guerra de sitio, que ya en sus tiempos había alcaruado un desarrollo largo e intenso en Francia, donde enseñóy presentóla Releccion dela guerra,y en España,así como en los teatos de las guelTashispano-francesasde su tionpo, sí conviene señalarque despuésde esteesbozopor parte de Vitoria de los complejos problanas implicados en las leyes y costumbresde la guerra,esamateria adquirió relevancia a medida que se intensificaba el modelo de guerra de toma de plazas y fortificaciones, en los PaísesBajos, Italia del norte y Alemania. No mucho despuésde Vitoria el arte militar de la capitulación (él no ernpleaestapalabra) adquirió una imperiosa vls jurídica, que habría de tener influencia en nuevasformulacionesde las leyes de guerra,y en la ac¡nlízación racionalistadel derechode gentes.Pero Vitoria no arroja mucha luz sobreestascandentescuestiones. La justificación que haceVitoria de las más extremasmedidas confra combatientese inocentes,en basea las prescripcionesy autorizacionesdel derecho divino y del derechonatural, y las recomendacionesde moderaciónvoluntaria según aconsejanel derechode gentesy las costumbresde los pueblos y príncipes cristianos, sugierela existenciade una crisis de legitimación entre fuentesjwídicas heterogéneasy hastacierto punto incompatibles.Vitoria viene a decirnosque la guerrajusta (que es la única que él contempla)tiene consecuenciasterribles, pero que el derechode gentesy la costumbretienden (o deberíantender) a aliviarlas. A esasconsecuenciasterribles empuja el estadode necesidadpropio de la guerra,y alamoderación empuja la convenienciade los combatientes.Vitoria no sacalas conclusionesde estatensión entre las fuerzasque condicionanla guerra.Las iran sacandopoco a poco los autoresque se para, en su lugar, tratar de disalejen de los fundamentosiusdivinales y ir¿snaturalistas cernir dentro de la multiforme experienciaofrecida por la guerra,categoríasracionales que permitieranobjetivar jurídicamente eseproblema; un problema, digámoslo de una vez, condicionadorigurosamentepor la necesidady la conveniencia. Vitoria identifica al príncipe que sostieneuna guerrajusta con el juez imparcial El "orbe" tiene derechoa castigara los que dirime una causay castigaal delincuente73O. 72e Sextaduda, cuartacuestión(49). t30 "... si hubiese un juez legítimo entre ambaspartes en guena, debería condenar a los injustos agresoresy a los autoresde la injuria..." Terceraproposición,cuartacuestión(17). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 257 malvados,y 1oha de ejecutarpor los príncipesi3t.Vitoria no se ocupa de un hipotético príncipe vencedoren una guerra sostenidainjustamente.La noción del vencedorcomo juez le hace repugnarla idea de un príncipejuez, vencedory parcial; el vencedorno puedeser sino el que hace la guerra con justicia. Contribuye a estavisión las apelacionesa la ley diüna, al derechonatural como reflejo de aquélla, a la autoridaddel Viejo Testamentocon su Dios partidario de un bando contra el otro, etc. No la enunci4 pero p¿receestarimplícita en el pensamientode Vitoria la idea de que el vencedorno puede ser sino el que hizo la guerra justamente, 1oque le attoriza a erigirse en juez justo732.La victoria, por sí misma, permite hacer los actosque un juez imparcial Lo que puedahacerun vencedorinjusto no interesa,porque el vencedorinjusto haría733. no es posible: Dios no lo consentiría.En estesentido,Vitoria estáanclado en un pensamientomedieval afectadopor la noción de Juicio de Dios. Donde se observacon mayor claridad estesesgovitoriano es en las alusionesa la guerra contra los infieles: se les puedeocupar susprovincias si son barbaroscomo los indios, matar a los hombres sarracenosy esclavizara sus mujeresy niños. Hasta cualquier guerra con los turcos seríajusta si la única condición para éstafuera la buena fe de los cristianos,pues piensan que con ella hacenun servicio a Dios73a.Aunque Vitoria no lo dice, pareceestar implícita en esanoción la idea de que los infieles no puedenhacer,por derechonatural, guerrajusta alguna. Lejos de atribuir infecundidad al pensamientode Vitoria por la alineacién en que le hemos puesto en el ámbito de la guerrajusta, creemosque su representacióndel juez imparcial y justo sirve de plantilla o modelo para representara cualquier vencedoren una guera, quien casi infaliblemente se representaráa sí mismo como juez imparcial y justo. Bajo esavisión puede entendersecomo muy útil la terceraregla con que Vitoria cierra su tratado: "Obtenida la victoria y terminadala guerra,convieneusar del triunfo con moderacióny modestia cristianosy que el vencedorse considerecomo juez entre dos repúblicas,una ofendida y otra que perpetróla injuria, para que de esamanera profiera su sentencia,no como acusador,sino como juez, con la cual pueda satisfacera la nación ofendida". Ya que Vitoria no nos ha dicho expresamenteque esevencedor t'' Del mismo modo que el derecho natural da a la repúblicoa autoridad para castigar a los ciudadanos pemiciosos,así también el "otbe". Quinta proposición,cuartacuestión(19)' t" "... el príncipe que hace la guerra tieire por derecho de guerra autoridad sobre sus enemigos, como legítimo juez y príncipe". Segundaproposición,quinta duda, cuartacuestión(46). 733"... despuésde obtenida la victoria, recobradaslas cosasy aseguradaslapaz y la tranquilidad, se puede vengar la injuria recibida de los enemigos, escarmentarlosy castigarlos por las injurias inferidas". Quinta proposición,cuartacuestión( I 9). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 258 justo, asumimosquetambiénel injustopuedeserlo,pero sólopuedeserel combatiente si lo es,"convendría"quefueratan imparcialcomoun juezjusto 1odebeser,a lo que ayudarásu ánimocristiano. TENDENCIAS DOCTRINALES CORRECTORAS DE VITORIA Contanporáneaso inmediatamenteposterioresa Vitoria son otras doctrinas formuladaspor la neoescolásticay las escuelasjwídicas españolas,que se alejan de sus métodosdeductivistasy se atienena la perspectivapositivadora sobrelo que constituye derechoy lo que no. Se ha criticado al ius communicationisvitoriano como un artificio destinadoa dar basede legitimidad a la conquistade América por los españoles735. Daremoscomo epígrafeslos autoresmiís destacadosque adoptanuna orientación distinta de la de Vitoria. Ginés de Sepúlveda Correctivo importante para la noción igualitarista del derechode gentes(todas las nacionestendríanlos mismos derechosen la comunidad del orbis) fue Juan Ginés de Sepúlveda,quien planteó la desigualdadnatural de los pueblos y de los hombres,por 1o que los que no fueran capacesde gobernarsedeberíanquedarsujetosa los que sí lo Y lo son los pueblos dela respublica christiana. Ginésde Sepúlveda, fuesen736. traductor de Cicerón, erunarcasu pensamientoen las teoríaselaboradasen Roma favorablesa la supremacíaimperial sobrelos pueblosbarbaros.Sus ideas las resumede forma compactaen estasentencia:debelucharsepro patria, pro liberis, pro aris, ad 73a Primeraproposición,primera duda, terceracuestión(20). t35 También se le ha alabado como precedentedel modemo derecho a la migración: toda persona,por el ius communicationis,tendría derecho a emigrar a otro país, donde le deberíanser reconocidos los derechosfundamentalesde que es portador. Luigi FERRAJOLL Derechosy garantías La ley del mas débil.Prólogo de Perfecto ANDRES IBANEZ. Madrid 1999. 736 Sepúlvedada fundamento iusnaturalistaal imperialismo: "Por medio de justa guerra se busca también el imperio sobre aquellos por cuyo bien se mira, para que los bárbaros,privados de la licencia de pecar, desarraigadosprimeramente de las costumbrescontrarias alaLey natural y posteriormentellamados, por medio de piadosasexhortacionesy doctrinas, a un género de vida más humano o también a la verdadera Religión por medio de un imperio civil, se mantenganrazonablementedentro del cumplimiento del deber". GnIES DE SEPÚLVEDA. Demócratesprimero. En "Tratados políticos de Juan Ginés de Sepúlveda".Ed. Angel LOSADA. Instituto de Estudios Políticos. Madrid 1963, p. 106. Francisco Suárez basaríasobre una concepción semejantea la de Sepúlvedael derechode intervención de los estadosen los asuntosde otros, por el bien de la comunidad de gentes. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 259 summapro salute et libertate,proque ipsa religioneTsT Aquino suenanlos principios universalesdel derechonatural, sino más bien una expresiónde las leyes de la naturalezainterpretadasen clave humanistay maquiaveliana.Ginés de Sepúlvedapone en vivo contraste lo que en derecho divino y natural es lícito hacer en una guera con lo que un príncipe justo y humano debehacer. Sepúlvedapone la noción de justicia al margen de lo que pretendidamentedeclarael derechonatural. El príncipe, que en todo casodebede serjusto, no tendrá necesidadde mirar a la ley natural para serlo738. Sepúlvedaes el anti-Vitoria avant la lettre. Covam¡bias Un soplo de inductivismo hace que el pensamientode Diego de Covam¡bias aparezcacomo rupturista respectode la tradición ütoriana de la guerrajusta. Covamrbias afirma a un tiempo la historicidad y racionalidad del derechode gentes.Es su racionalidadlo que impide que haya contradicción entre el derechode gentesy el natural. Adernásde racionales,las determinacionesdel derechode gentesson Se frata de un derechohumano y contingentesy mudables,y por 1otanto derogablest3e. Un ejanplo de positivo, guiado por la convenienciay utilidad del génerohumanoTo0. estaderogabilidaddel derechode genteses la esclavitud:hubo un consentimientodel génerohumano en instituirla para el bien común, pero es costumbrede las naciones cristianasno practicarla. Sin embargo,otras instituciones del derechode gentes, t" GINÉS DE SEPÚLVEDA, Cohortatio ad Carolum V utfacta cum Crhistianis pace, bellum suscipiat "Opera", IV Madrid 1780,p. 359. Turcas. in t" Lo que es lícito: "matar al enemigo, someterlo a esclavitud, despojarlede sus bienes, destruir sus villas y ciudades,devastary fzlar sus campos,y hacer toda clase de males". Lo que el príncipe justo debe hacer: "preferir la equidad al sumo derechoy considerarla causade los enemigos en ambaspartes,buena y de la lucha, facilidad y al mismo tiempo, mala; pesar bien las.costumbres,crueldad, mansedumbre,caus¿ts la pertinacia".GINES DE SEPULVEDA. Democratesprimero' Op' cit. pp. I 13-l 14' 73e ejemplo nos bastarápara explicar cuán históricamentecontigentespodían ser aplicadaslas Un prescripcionesdel derecho de gentes,sin dejar por ello de ser racionales:por la paz de CateauCambresis ( 1559) Españay Francia establecieronunos límites (al sur y oestedel trópico de Cáncer y del meridiano 30) dentro de los cuales se respetaríael derecho de gentes,quedandoinmune a él el resto. TRLryOL Y SERRA, Historia del derechointernacionalpúblico.Yersión españolade PalomaGARCÍA PICAZO. M a d r i d¿ ? , p . 5 2 . tao Luciano Pereña,en su estudio sobre Covam¡bias, lo expresaen estostérminos: "Son principios (/os del derecho de gentes) que descubrelarazón, no en consideraciónabsolutade las cosas,sino en cuanto convenientesy útiles al género humano. El principio de utilidad parece informar el derecho de gentes... Su misma interpretación sigaifica una nueva interpretación. El Jus Gentium es un derecho de sociedad regulado por la mayor conveniencia de la sociedadhumana; se deriva de los principios del derecho natural por conclusionesmuy convenientes.La forrnula es perfecta: A ratione propter Reipublicae utilitatem vario temporum successudeducantur et instituantur, vel instituta sint fere omnium hominum consensu(Reguta Peccatum,Il, )C[, 3.)". PEREÑA VICENTE. Diego de Covarntbias y Leyva, maestro de derecho internacionaL Madrid MCMLVII, p. 160. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 260 por consentimiento de la mayorpartede lasnaciones,no han sidoderogadas, aprobadas comola diüsión de la propiedad,la guera, el comercioy los contratoshumanos, por suutilidad universal. positivamente mantenidas Vázquez de Menchaca En Vazquez de Menchacalarelación del derechode gentescon el derecho natural se ve debilitada; el derechonatural es intemporal; los derechosdel derechode gentesson "introducidos", "inventados"T4l' no son emanaciónde larazónpropia del derechonatural. FranciscoCarpinteroiazsúalalos antecedentesdoctrinalesde la filosofia jurídica de Yíuquez de Menchaca:Bartolo había separadoeI ius civíle, propio de la comunidadpolítica, del derechonatural, que era como un reflejo de las leyes divinas sobrela naturalezay el hombre. El derechode origen humano se basaen la utilidad, dirá mas tarde Connanusto3:lo justo perteneceal orden moral, y su fin es la equidad, mientras que la ley se formula positivamente,y su fin es la utilidad; el derecho se refiere al hombre en sociedad.En esteenfoquecoincide Miguel de Ulzum¡m, pila quien el derechohumano es utilitario, aunquetodas las reglas que se dan los hombres procedendel derechonatural. La formación del derechode gentes,así como del derechociül, gira, pues,en torno a la utilidad, la justicia y el consentimientoT4.Yánquezaún clasifica el derechode gentesen uno "primario", que operaex naturale ratione (que separaa los hombresde otros seresdel orden natural), y otro secundariotot,(qt" est alia pars, quaeprocedit ex usu gentium), y da lugar a institutos jurídicos como la esclaütud, la guerra, las to' Dice Francisco Carpintero Benítez a este respecto:"los juristas medievales -yYiuquez los sigue en 'introducidos' o estepunto - eran de la opinión de que los diferentesinstitutos juridicos fueron 'i¡ventados' (inventa sunt, introducta sunt, son las expresionesque emplean más frecuentemente)por los 'tipos' de Derechos". CARPINTERO. Del Derecho Natural medieval al Derecho Natural diferentes moderno:Fernando Vázquezde Menchaca.Universidadde Salamanca,1977,p.84. t42 CARPTNIERo. op. cit. P. 36 y ss. 743 El derecho civil es quod omnibus et pluribus in quaqumquecivitate utiles est. "Commentariorum iuris civilis libri X", Basilea 1557,libro l, cap.6,no.2 7a A esterespectodice Francisco Carpintero: "Como es obvio, desdeesteplanteamiento.el problema del 'origen' o de la fundarnentaciónde los institutosjurídicos mas importantestiene una fuerte tascendencia, y ello se nos muesm en el estudio del poder politico, la propiedad privada o del Derecho de sucesiones. Estasinstituciones,en Yáuquez, dependen,en lo que se refiere a su misma existencia,de la voluntad de los sujetosque se ven afectadospor ellas, ya que las fundamentaexclusivamenteen el Derecho positivo humano y les da tan sólo una base consensualista,negandoque se basenen el Derecho Natural, lo que suponeun fuerte cambio en los criterios necesariospara determinar su función y sus limitaciones". CARPINTERO. Op. cit. P. 85. 745"Se puede frrmar que el Derecho de Gentessecundarioes más positivo que natural, y que no es fijo ni inmutable, sino susceptiblede ser alterado y modificado como el Derecho civil, y no mas dificilmente que Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 261 ciül deuna el cual,originalmente,surgeen el ordenamiento etc.74ó, cautividadeso determinadacomunidad,paraserluego aceptadolibrementepor otrascomunidades entre La esclaütudofreceuno de los ejemplosmasclarosde la separación políticas7a7. el derechonaturaly el de gentes:unade susformasdemostróserutilísimay ventajosa de 1oprescritopor el derechonatural,parael quetodos paratodos,en contravención Lo queesmás,la nociónde guerrajustano puededar cuentadel nacemoslibres7a8. fenómenode la esclavitud,y su admisiónenrazónde la justicia de la guenaconducea s inaceptablesTae. absurdo Molina Aunque Luis de Molina ettraizasupensamientoen la escuelatomista y suscribe los requisitos de la guerra justa propios de aquéll4rechazala innovadoranoción vitoriana del ius communícationiscomo derechonatural, y lo hace dependerde la positivaciónpor los estados. éf'. VÁZQUEZ DE MENCHACA. Controversiarum,I,Il, cap. LX)O(IX, no.27. 7a6 "Derecho de gentessecundario- dice Viízquez - es el que no fue dado juntamente con la creación del género humano, sino que en el transcursode los tiempos se halla admitido por la mayor parte de los pueblos que se rigen por leyes y costumbresy que no llevan vida salvaje al modo de los animales: como por manifiesta razón nos vemos obligados a confesar,fue en un principio sólo Derecho civil y no de Gentes,si bien fue también admitido por todos o Ia mayor parte de los pueblos poco a poco o sucesivamente,de modo que dicho derecho se consideró en un principio solamenteDerecho Civil, pero despuéscomenzó a ser Derecho de gentespor la aprobacióny ú u"ogidu que le dieron". VÁZQUEZ DE MENCHACA. Op. cit., 89, no. 24. 7a7 esterespectodice Carpintero: "En este tema, Yánquez se apartade los teólogos españolescoetáneos: A en efecto, éstosentendíanque el Derecho de gentestoma su validez del consentimientode todo el Orbe, por lo que esteDerecho aparecíarevestido de una autoridad y dignidad mucho mayor que la que le confiereYázqtez". CARPINTERO. Op. cit. P.93. 748'(Hay una tercera forma de esclavitud que tiene su origen en el Derecho de Gentes,lo que parece contradecir la afirmación de que, por Derecho Natural, todos nacemoslibres... Antes que esta forma de esclavitud fuese admitida, los vencedoresacostumbrabana matar a los vencidos, porque con ellos ninguna gananciaobtenían,y era un peligro dejarlos libres y salvos.A fin de evitar tanta matanza inútil se permitió la esclavitud y los vencedores,en vez de matar a susprisioneros, los vendieron. Por lo cual un *u Domingo de Soto que tal invención, no sólo es lícita, sino piadosay utilísima para los mortales"VI\ZQUEZ DE MENCHACA.Op.cit. L,I, cap.IX, no.4' 7ae"... si la esclavitud se instituyó por Derecho de Gentes,no porque ella seadura e inicua, sino para evitar mayores males y más crueles,como lamatanza, canriceríay despedazamientode los prisioneros, justa o injusta, para que se los haga o ¿quépuede importar que los vencidos seanaprisionadosen guerra justa, los vencidos pueden salvar guerra nó rl"*os de lós que los que los han cogido? ¿Por qué siendo la decir,justapataellos - habrían de es guerra injusta y su vida quedandoieducidos a esclavitud, siendo la que np pudiendo el vencedor olvide se No a esclavitud? ser destruídospor no poder el enemigo reducirlos es por parte de aquél un que ya conservación su destuirá, los esclavizar a loi vencidos, verosimílmente Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 262 Ayala Baltasar de Ayala, en su tratado sobrela gUerray sus oficios7s0,mira con escepticismola noción de que el derechonatural dicte sus leyes y prescripcionesal derechode gentes.Bien familianzado con esederechode gentesespecialque es el derecho de guerra, Ayala ve en él otras fuentes distint¿s de las del natural. Pero Ayala, hombre de su tiempo, hace el tributo acostumbrado al derecho natural: reconoce que es inmutable, y no puede ser derogadopor el derechode gentes;por tanto, y dado que los hombres son por naturalezalibres, parececlaro que no pudieran ser esclavos.Sin embargo,existe la esclavitud,y el propio Ayala la aceptapara los infieles y paganos vencidos. Entonces,¿cómojustificarla? Ayala establecedos momentosde la libertad: uno que se da por derechonatural antesde que el de gentesse constituya; y otro que se da desdeel momento en que esemismo derechonatural estableceel derechode gentes, el cual ha introducido el derechode guerray la servidumbre:"Pues la recta razón natural, que es lo más divino y en la que nos aventajamosa las fieras, al crecerla malicia de los hombrespersuadióa que se corrigiera la maldad humana con la guerra,la cautividad y la servidumbre". Podríamosdecir, pues,que en la visión de Ayala el derechode gentesviene a ser una rectificación del natural. Esto parececonfirmado cuandoel jurista afirma que "el derechode gentes,por razón natural, estableciólos dominios y sus divisiones. Puesla comunidadde todas las cosasy la igualdad de los hombres,y la misma libertad de todos, convienenmás a la primitiva nafiraleza íntegra y ala primera República de Platónque al siglo de hierro, y por ello no son aprobadaspor el derechode gentes"75l. Otras cosas,sin embargo,introducidaspor el derechode gentes,se ven aprobadaspor otras expresionesdel derechoTs2. peligro permanente".VÁ\ZQUEZ DE MENCIIACA. Op. cit. L. I, cap. IX, no. 14 a 17. t'o AYALA. De iure et fficiis bellicis et disciplina militari libri tres tt' AYALA. Op. cit. Libro primero, cap.V, l6) p.l 14-116. 1sz Ayalase apoya en Cicerón para establecerlos diversos modos de instituir la propiedad de las cosas.El romano señalaque las cosasno se hacenprivadas por naturaleza,sino por alguna de estasrzLzones: antigua ocupación de cosasvacantes,o por victoria, como las cosastomadasen guerra, o por ley, o pacto o condición. Ayala lo corrobora: "y ello ha sido introducido por Derecho de gentes,y comprobado por Derecho divino, canónico y civil". Pero la apropiación en guerra no sólo se hace por razón de resarcimientode los daños,lo que no sería sino una devolución del bien robado por el enemigo; también hay derecho a una apropiación neta de los bienes del enemigo. Lo dice claramenteAyala: "La equidad de esie derechoevidentementese refiere no tanto a satisfaceral que ha sufrido la injuria como a castigar la maldad de los que hacen guerrasinjustas". AYALA. Op. cit. Libro primero, cap. V, 2) p. 102. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 263 La manifestación del derecho de gentes que mas preocupa a Ayala es el derecho de guerra y los aspectoscon él relacionados,como la autoridad del príncipe para hacerla,la propiedadde las cos¿rsque se pierden o ganan,el castigo del daño causado, Las guerrasjustas, declaraAyala, "son declaradaspor derechode gentesy etc.753 permitidas lo mismo por Derecho canónico que por Derecho diüno, pues el mismo 7s4.No debemos Dios ordenó a los israelítas que hiciesen la guerra contra los amoweos" interpretarpor estafrase de Ayala que su docfiina se mantiene dentro de la noción originarimente medieval de la guerrajusta, que ya hemos descrito. El escribeinspirado por la guerra que conoce,la de los PaísesBajos, y observaen ellas fenómenos inexplicados o injustificados por el derechonatural o el de gentes,de los que de todas formas trata de dar cuentaen términosjurídicos; y para hacerlo, echamano continuamentede dos ideas constantes,como veremos:la necesidady la conveniencia mutua, o principio de utilidad. (En Apéndice X se encontrarála presentaciónmetódica de las doctrinasde Baltasar de Ayala sobrela guerra,el derechode guerra,la disciplina militar y la guerrade sitio). Gentili El italiano disidentereligioso Alberico Gentili hace el más determinadodesafio a la noción de la guerra como algo pertenecienteal dominio de los moralistas. Son los juristas los que debenprimero entenderen ella aunquela cuestiónde la justicia de la Gentili pertenecea la tradición humanistarenovadapor guerrano es indiferenteTss. Maquiavelo"u,.Lu guerraposeecarácterpúblico, y como tal su objeto no es servir a la 7s3 Antonio Truyol arralizala obra de Ayala en clave de conflicto de soberaníay beligerancia legítima"En B. de Ayala la influencia del concepto de soberaníaconduce a una formulación de la guerrajusta, desde el momento en que la guerra es una lucha entre soberanoslegítimos. Pero el alcancede su doctrina está, en cierta forma, limit¿do por el hecho de que se refiere esencialmenteal conflicto entre Felipe II y las provincias de los PaisesBajos fieles a la Reforma. Este conflicto no es, a sus ojos, una guelra propiamente dicha, sino la represión de una rebelión, lo que explica, de otra parte, el rigor de los medios que el autor hispano-flamencoadmite para ponerle término, no pudiendo los rebeldeshacer valer derechosde beligerancia legítima. Este enfoque implica asimismo toda una serie de excepciones al principio general de la buena fe, de la que B. de Ayala afirma que, en el curso de una guerrajusta, es preciso guardarla frente a los enemigos.Si ¿rtu estuvieraen el ánimo de ambos bandos, las reglas de la guerra se aplicarfur con independenciade que seajusta". TRIJYOL Y SERRA. Op' cit., p. 64' tto AYALA. Op. cit. Libro primero, cap. II, 6) p. 38. ttt Sobrela obra de Gentili dice Antonio Troyol: "Gentili se declara expresamenteen contra de los teólogos y reivindica para losjuristas la decisión en todo lo que concierne al Derecho, que constituye su e-Uito propio. Algunos han visto en él al precr¡rsorde una consideraciónhistórica del Derecho de gentes, aunquela mayor parte de sus referenciascorrespondena la Antigüiedadclásica". TRUYOL Y SERRA. Op. cit. P.64. 7s6 Le alaba en De legationibus. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 264 difusión del Evangelio. En toda guerrahay que distinguir la justicia de la causa(que puede ser auténticapara ambos contendientes),de la cuestiónde los derechosde los beligerantes.Los que no son parte de la guerra deben,sin ernbargo,tomar en consideraciónla justicia de las causasde la guena, y así debentomar partido a favor del que hubiera sido objeto de agresión, y tuviese por ello causajusta para la guerra. En fin, los sentimientohumanitarios debenpresidir la conducciónde la guerra757. Gentili puede ser consideradoun continuador de la doctrina ciceroniana de la 'T'{adiedeberíaesp€rara ser guera preventivaTtt.Atí, en su De iure belli, dice: golpeado,a menos que seaun necio. Uno debe defendersede la ofensaque se comete, sino también contra la que posiblementese vaya a cometer...No se debe esperara que llegue... Es mejor prevenir que los hombres adquierandemasiadopoder, que el verse obligado a poner remedio cuandoes tarde"7se. Gentili sigue a Ginés de Sepúlvedaen la justificación de la intervención para sometera los pueblosbarbaros.El espíritu de la República Cristiana de ésteúltimo lo ve Gentili en las accionesde los reyes de Españapara sometera los indios a los principios por los que se guía la sociedadhumana.Hay una maneracristiana de hacer la guerra,y una manerabarbara.Es legítimo que los cristianoshagan tratadosentre ellos, pero no No puede atribuirse validez alguna al juramento de los debenhacer con los infielesTóO. un infiel. Todo en Gentili apuntaa una noción del derecho,restringida a aquellospueblos y príncipesque se reconoceniguales y que pactanlas condicionesjurídicas en que sus tratadosy gueras se aceptancomo legítimos, apartandotoda pretensiónde fundamentar su legitimidad en principios de validezuniversal derivadosdel derechonatural. t5t TRUYoLY SERRA. op. cit. P 65. i58 La legitimidad de la guerra preventiva ha ocupado las lucubracionesde tratadistasjurídicos de la corriente humanista,desdeCatón y Cicerón a Gentili. Catón dijo de los cartaginesesque "quien quiera que hace preparativoscontra mí, de modo que pueda hacermela guerra cuando le convenga,es ya mi enemigo, aunquetodavía no haya emprendido la acción armada". Casio bio, en su "Historia de Roma", describe a Cicerón dirigiéndose al senadopara decirle: "No espereishasta que hayais sufrido tal tratamiento y luego te lamsnteis, sino poneos en guardia antes que sufrais; porque es necio permitir que los peligros lleguen a ti, y luego arrepentirsede ellos, cuando podríais haber anticipado..." La prevención no perteneceal estatutode la ley sino de lanattraleza dijo Cicerón (Pro Milone): "Cuando las armashablan, callan las leyes... El que eüge esperarha de pagar un inmerecido castigo, en lugar de aplicar uno bien merecido". Ver en Richard TUCK, The Rightsof War and Peace. Oxford University Press,1999,pp. l7-23. 75eGEI.i-[ILI,Deiure belli. Ed. por C. Phillipson, trad. J.C. Rolfe. Oxfor 1933' p. 65. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 265 Suarez FranciscoSuarezes autor de una de las más eficacesdefiniciones' o descripciones,de la comunidadinternacional: "El génerohumano, aunquedividido en varios pueblos y reinos, siempre tiene alguna unidad no sólo específica" sino tanrbién cuasi-política y moral, que indica el precepto natural del mutuo ¿rmory la misericordi4 que se extiende a todos, aún a los extrañosy de cualquier nación. Por lo cual, aunquecadaciudad perfecta,república o reino, seaen sí comunidadperfecta (communítasperfecta) y compuestade susmiembros, no obstante,cualquierade ellas es también miernbro de algún modo de esteuniverso, en cuanto perteneceal género humano; pues nunca, en efecto, aquellascomunidadesson aisladamentede tal modo suficientes para sí que no necesiten de alguna mutua ayuda y sociedad y comunicación(aliquo modo iuvanime et societateac communicatione),a veces para mejor ser y mejor utilidad, y a vecestambién por moral necesidade indigencia, como constadel mismo uso. Por estarazón, pues,necesitande algun Derechopor el cual seandirigidas y ordenadasrectamenteen estegénerode . comunicacióny sociedad(ín hoc genere communicationiset societatis)"76r En estadistinción podemosapreciarque Suarezdistingue entre el ius gentium natural (unidad "específica"y también "cuasi-políticay moral de las comunidades)y uno positivo (para satisfacerla necesidadque ias comunidadestienen de "mutua ayuda y sociedady comunicación"). En cuanto al derechoa la guerra,perteneceal ámbito del derechode gentes positivo; estederechopuede ser renunciadoa favor de una solución pacífica del conflicto. Suárezha llevado a cabo, segúnLuciano Pereña, "el esfuerzodialéctico más grandeque ha hecho la ciencia del derechointernacionalmoderno", al convertir la teoría de la guerrajusta en teoría política de la guerru'6'. Stárrezsigue en materiasde 760 GEIiTILI, op. cit. p.402 7órTRtrYoLY SERRA.op. cit. P.62. 762"Pero más sistemáticoque todos ellos, ha construídoun tratado completo de guerra que sintetiza, incorpora y acnnluatoda la doctrina de la escuelaespañolade derecho internacional". PERENA VICÉNfp, estudio preliminar a Guerra, intervención,paz internacional, de Francisco Suárez.Madrid. P. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 266 derechocivil a Baltasar de Ayala. Su teoría del poder legítimo y de la causajusta de la Diego de Covamrbias y Baltasarde guera se apoya en Vitoria y Domingo de Soto763. Ayala le sirven para desarrollar su doctrina del derecho a la guerr4 y para sus doctrina sobreinocentesy no inocenfesse apoya en DomingoBáñez7e. El argumentode Su¿árez sobreel vencedorcomo juez sigue el modelo de Vitoria, aunque1odespegade su vinculación con la noción de guerrajusta: "el que hace la gue,lraes cofno el juez que, una vez comenzadoel proceso,se hace señorde la causa,adquiriendo el derechode proceder hasta el fin"76s.Hacer la guerra es como incoar \In proceso: "La guerra hace las y aunqueseael vencedor el que terminará vecesde un juicio criminal", dice SuarezT6ó, juzgando al vencido, antesde enfrar en guelra debejuzgar, tarnbién como juez,la justicia de ernprenderlaT6l . Como vemos, Suarezse encaradirectamentecon la posibilidad de que el que ganela guera no seaprecisamenteel que teníajusta causa para ello. Con esepequeñogiro diatéctico sobreVitoria, el problema de la guelra se situabasobretérminos más realistas,y por tanto mas apto para un tratamientojurídico positivo. (Ver la un tratamiento ampliado de sus doctrinas en el Apéndice X) Grocio Hugo Grocio768tiene fe en la correspondenciaentre la nattxalezay larazón, entre las leyes del orden natural y las del orden humano. En consecuencia,los principios de la naturalezadeterminanel derechonatural, y el consensocomún de los humanosel 1 6y s s . tó' 3u¿íre"declara seguir a Santo Tomás en su doctrina sobre quién tiene poder legítimo para declarar la guera: por derechonatural lo tiene el soberanoque no tiene superior en lo temporal, o la República que jurisdicción' ie reservó semejantejurisdicción para sí. La facultadpara declarar la guerra es un poder de paz internacionalintervención, justióia en Guerra, SUÁREZ vindicativa. pertenece la a cuyo ejercicio Op. cit. Capítulo segundo,primera conclusión, l. td Lu"i*o pereña ái"" qná h hbor crítica de Suárezes muy superifical y de escasointerés científico. PEREÑA VICENTE. op. cit. P. 14 y s. t6' SUÁREZ. op. cit. Primera conclusión, 4. '* D" b"llo. Ssec.rV, nos. 5 y 7. privados; luego proporcionalmentedebe hacerselo mismo en la causapública de la guerra". SUAREZ. 'Guerra, ¡nterveic¡ón, paz ínternacionat- Capítulo sexto, segundaconclusión, 5. Lo mismo deben hacer jefes militares y póliti"or del reino, si son llamados a consulta,respectode la justicia de la guerra que los ," '1ruu emprender.Los que no son llamados a consulta no tienen la obligación de informarse sobre su justicia.Op. cit. Capítulo sexto, tercera conclusión, 6. iut Ero, son las oúras de Grocio: De iure predae fue escrita en 1606, pero no se publicó hastael siglo XIX, exceptoun capítulo sobre la libertad de los mares,Mare Liberum, publicado en 1609, anónimo. De iure belli ac pacis fue publicado en 1625, en París' Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 267 y esosepercibecon una argumentacióntan sencillade hacer derechode gentes7.6', entonces suficienternente, cuantoque esevidente.Y dondeno puedaargumentarse Vemos,pues,queGrocio y aceptadopor voluntadlibre de todos770. puedeserobservado hacederivarel derechode gentesde las prescripcionesdel derechonatural,pero también de las leyes que los hombres (o los estados)acuerdenpositiva/7r. La relacidn entre el hombre y el estadoes cuestiónesencialen Grocio. Y lo es desdeun punto de vista vital, con tal fuerza que ha de reflejarse en sus cogitaciones jurídicas de maneradecisiva. Veamos el desarrollo de éstas,en De Indis772:Grocio es ciudadanode una proüncia, que desdetodo punto de vista jurídico ügente es un estado propiedadde un príncipe, y ocufre que esepríncipe es el rey de España.Como esa provincia, junto con otras, se halla en rebeldía contra el rey, e inmersa en un proceso voluntarista de adquisición de soberaníaindependiente,Grocio se ve inclinado a deshacercon argumentosjurídicos la imputación de rebeldía, es decir, la manchade la ilegitimidad. El rey era el soberano,sí, pero no por derechopropio, sino otorgadopor los hombres.El hombre es, en Grocio, un individuo dotado por la naturalezade la autonomíay soberaníaque le permiten otorgar su consentimientoa una forma de estado (por ejernplo,a su príncipe), y para ello forma la sociedadcivil. De esasociedadciüI, el príncipe no es soberanopor sí mismo, ni por el orden de la naturaleza:supra 76e'¿Mi primera preocupaciónfue presentarpruebasde lo que perteneceal Derecho natural, con noclones tan ciertas que nadie pueda negarles,a no ser que se haga violencia a sí mismo' Pueslos principios de este Derecho, si reflexionas bien, se manifiestan por sí mismos y son evidentescasi tanto como todo lo que percibimos por los sentidos,y no fallan, como no fallan los sentidos,con órganosbien conformados y con io necesariopara sentir". "Prolegómenos" a De iure belli ac pacis . En Hugo Grocio. Del derecho de presa. Del dárecho de la guerca y de la paz. Edición bilingüe y notas de Primitivo MARINO PEREZ. Centro de Estudios Constitucionales.Madrid 1987, p' )üV' 7?0 "Pues si algo no puede deducirsecon ¿rgumentacióncierta, pero apareceobservadopor todas pafes, '?rolegómenos" a De iure debe concluirse que esealgo tiene su origen en la voluntad libre". GROCIO. belli ac pacis. ttt respectodice Telford Taylor: "Grotius rejected the theological approach ofaccepting fixed A "sie starting points determined from the Church Fathers.By taking a pragmatic, positivistic approach,Grotius could reach both the Catholic princes and the Protestantrulers, then engagedin the bitter battles of the Thirty Years War ( 1618-1648j. Furthermore, Grotius proceededon the assumptionthat the practice of deviations from a theological norm, but expressionsof a natural contemporary starcswere not improper -d"t"rtrrio". Julius Stone explained this approachin Legal Controls of order whose principles he could 'With Grotius simultaneouslybasedthe law of nations on a ambiguity... creative International Law: as evidence of natural law. We must assume,he argued, States practice of üe namely secondfoundation, that States,consisting u. tú"y dó of rational men, must have manifestedthe rules of reason in their past practice. This practice was therefore evidence of what their reasonthen prescribed,¡qd thus of natural iaw itself "'. TAYLOR. prólogo a The Law of War. A documentaryHistory, vol. I.Ed. por Leon FRIEDMAN. Nueva York, ??,P. 15. tt2 Es el título que Grocio dio a la obra que, publicada en el siglo XIX, recibió el conocido título de De iure predae,en la que se contiene el tratado De mare liberum, que no es sino el capítulo )ilI del libro. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 268 republícam nihil est.Es príncipe por consentimiento,y en esesentido sólo puede actuar bajo la autoridad de las ProvinciasTT3. Grocio investiga las formas de tránsito entre el estadonatural y el estadocivil. Eso le lleva a considerarel lugar que la necesidady la utilidad tienen en la formulación del derechode gentes,pueshay quien sostieneque esasdos condicionesmueven a los hombres a aprobarpor convenienciamutua lo que debe entrar en el derechode gentes. Grocio reconoceque la necesidady la utilidad , cadaunapor separado,danrazón respectivamentedel derechonatural y del derechociül o de gentes.En efecto, la naturalezaha hecho al hombre débil y necesitadode muchas cosaspara llevar una üda recta,por 1oque se ve obligado a formar sociedad.En esta sociedadse busca la utilidad de todos, no la de determinadosgrupos particulares,y esabúsquedade la utilidad determinael derechocivil. Pero cuandola búsquedade la utilidad se da entre estados, entoncesnace el derechode gentesiTa. El derechode gentesaparecea vecesen Grocio como propio, no de todas las naciones,sino de las mejores. Con ello hace eco a Ginés de Sepúlveday a Gentili. Así, aunquemuchos consideranque la violación de las mujeres perteneceal derechode guena, esto no es así entre los cristianos,y ello por dos r¿Izones,porque es contra el derechode gentesy porque va contra la disciplina militar77s. 773 No importa aqui tratar de las dos posiciones tomadasen vida por Grocio en torno a si cada una de las Provincias Unidas era soberanapor sí, o lo era la propia Unión. En De Indis se inclinaba a la soberaníade las Provincias Unidas de Holanda. Ensu Apologelicus, sumido en la batalla política frente a Mauricio de Orange, Grocio defendió la soberaníade cadaprovincia como individuo soberano.Las provincias delegan la potestasen la Asamblea de las Provincias Unidas, como antesen el príncipe o rey. tti Eo 5r,Derecho de Presa Grocio dice: "Lo que manifiesta el consentimientode voluntadesunidas de todos los hombres es Derecho". GROCIO. DeI derecho de presa, cap. I "Exordio, argumento, distribución de la obra". En MARÑO GÓMEZ. Op. cit. P. 12. Por otro lado, Grocio dice: "Luego, si 'la utilidad es queremoshablar con propiedad, no es cierto lo que se dice en Carnéadesy en otros, de que como la madre de lo justo y lo equitativo', pues la madre del Derecho natural es la misma natutaleza humana que nos llevaría, aunquede nada necesitásemos,a desearla sociedad;y la madre del Derecho civil es la obligación por consentimiento.Y éste,al tener su consistenciaen el Derecho natural, hace que 'abuelo' suyo. Es, además,útil el Derecho natural, pues quiso el pueda llamarse al Derecho natural como autor de la naturalezaque cadauno de nosotros individualmente fuese débil y necesitasemuchas cosas para llevar una vida recta y así ser impelidos con mayor vigor a formar sociedad.La utilidad ocasionó el nacimiento del Derecho civil, pues aquella que hemos venido en llamar consociación o sujeción comenzó a ap¿yecerpor razón de la utilidad. Además, los que prescriben leyes o derechosa otros suelen o deben buscar alguna utilidad en ello....Pero como las leyes de todo Estadobuscan su propia utilidad, así entre Estados,entre todos o entre la mayoría de ellos, pudieron surgir ciertas leyes por consentimiento-Y es claro que no han surgido éstaspara buscar la utilidad de ciertos grupos particulares,sino parala de aquelá gran universidad. Y éstees el Derecho que llamaremos de gentes,para distinguirlo del Derecho natural". GROCIO. Prolegómenos a De jure beili ac pacis. En MARIÑO GÓMEZ. Op. cit. VI. ttt GROCIO. op. cit. Libro III, cap.IV, )ilX. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 269 justa, y suscribela Grocio no se desprendedel todo de la mentalidad de la guerra no puede doctrina de Vitoria sobreella, aunquele da "un giro formalista"Tlí' Laguerra razón no serjusta para las dos partes.El fuero intemo del contendienteque no tiene la afectados. hace variar las condicionesjurídicas en que las personaso los bienesresultan Dicho esto,nos preguntaremos,como ya hicimos con vitoria, sobreel casode aquel que, ganadala gUerra,pretendehacer de juez imparcial, si por su parte la guerra que hizo no fue justa. Es evidenteque aún en Grocio, con todo su nutrido aparatoerudito analítico, la salida a estacuestiónseguíaestandotan cegadacomo un siglo antes. y También a los neutralescorrespondejuzgar de la justicia de uno de los contendientes; aunqueGrocio no desarrolleuna doctrina sobreel derechode neutralidad, señalala obligación de los neutralesde no apoy¿ra un beligeranteinjusto, así como la de permitir al justo el paso por su territorio y la ocupaciónde plazasfuertes. La importancia que da Grocio a la buena fe de los contendienteses especialmentesignificativa en una guerra en la que continuamentese ven obligados a darseseguridades,prendasy rehenes,para el cumplimiento de determinadas salvaguardas,por ejonplo, en las capitulacionesque ponen fin a los sitios. Veremos en otro capítulo que los contendientesen una guena considerannecesariomantenercierto grado de buena fe entre ellos, por convenienciamutua, que les permita limitar la escaladahacia las medidasmás extremasdel uno contra el otro. La buena fe, en el tiempo de Grocio, ha adquirido, pues,un significado distinto al que tenía en otros tiempos, más vinculado al sentido del honor y el valor del juramento. Es necesario ampliar estaúltima consideracióncon un inciso, porque tiene que ver con la continuidad argumentalde estatesis: Las leyesque llevan los ejércitosdel rey en los PaísesBajos llegan con la juramento impronta del Código de las Partidasy la Costumbrede España. El honor y el del que tíene fortalezaspor el rey son el fundamentode un sistemalegal. Básicamente se trata de no disminuir la propiedaddel rey, de no dar la fortaleza,aún a costade la que vida. Este imperativo no resistela pruebade la realidad, es decir, del tipo de guerra se hace a mediadosdel XVI y principios del XV[, en la que sejuegan no sóio los ejércitos del rey sino la vida de sus poblacioneslealeso rebeldes.Esasleyes, adernás, no cuentanpara los rebeldes;no son sus leyes. Del mismo modo que las compañías particularestienen derechoa hacer la guerra si quieren comerciarlibremente' pareceque Grocio no podía sino afirmar el derechode las poblacionesa determinar si se podía ttuTRtrYoL Y SERRA.op. cit. P. 68. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 270 hacerla guerra olapazsin su consentimiento.Pero también en esto Grocio pasó por alternativasde doctrina, como en el casode la soberaníade las provincias. Veamos esto. Grocio podría figurar también entre los autores favorables a la supremacíadel estadosobrelos interesesparticularesde los individuos en cuestionesconcernientesa la paz olaguera, aunquebajo la visión ambigua de la noción de lo justo. El Grocio maduro afirma que los particulares deben abandonaren favor del estado su derecho a la resistencia,porque de ofio modo el estadono podría funcionar; por eso la guerra mixta esjusta en principio sólo de la parte de la autoridad.En esto Grocio disentía de la posición que había tomado en su juventud, cuandotenía ante sí una guerra de independenciaen que se suponíaque la no renuncia al derechode resistenciaestaba motivada por el caráctertiránico de la autoridad.Así que para devolver a la autoridad toda su eficacia, al descartarel derechode los súbditosa la resistencia,Grocio condiciona el argumentoa que la autoridad seajusta. La dedicatoriade su tratado a Luis XIII "el Justo" ilustra perfectamenteestadoctrina. Grocio se cuida de señalarque las prescripcionesdel derechode gentesno son por sí mismasjustas: hay muchasCosasque, segúnel derechode gentes,estan permitidas, o son legales,o se ven confirmadaspor tribunales,pero que no Son admisibles segúnotras consideraciones,por ser desviacionesde la regla de lo justo, o Los por admonición de las virtudes, o por simple aprobaciónde los hombresbuenos777. temperamentaofrecídospor Grocio son sugestionesp¿Irala humanizaciónde la guerra, muchos de los cualeshan sido incorporadosal derechoespecíficode la guerra. Contribución de Grocio, muy significativa, al derechode genteses su doctrina de la guerra como choqueentre dos potestadessupremas.Grocio distingue enfrebellum publicum solemney bellumpublicum minus solemne.Parala guerrapública solemne hacenfalta dos condiciones:la declaraciónde la guerra y que los dos beligerantessean soberanos.La guerrapública menos solemnees la que se hace cuandouno de ellos no es supremo.La guerra de los Paísesbajos, que desdeestepunto de üsta enpieza siendo unabellum publicum minus solemne, acabaríaadquiriendolegitimidad como bellum publicum solemne.El transito de uno a otro statusjurídico pudo ser imperceptible o improbable en tianpos de Grocio, pero no hay duda de que Holanda acabaría adquiriendoel derechoa la guena pública solemne.El choque dela summapotestas de dos ..supranos" es lo que hace apareceren la sociedadinternacional el enfrentamiento entre soberanías.A esteterna dedicó Grocio su obra tardía De imperio summarum Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 271 potestcúumcirca sacra.La summapotestas no sólo designala competenciasino también el órgano soberano,el summusmagistratustTt.Esta es la basedel pensamiento jurídico que lleva alaPazde Westafalia. Su doctrina de la guerra es de interés también para determinarel estatutode los combatientes.Si el beligerantees la causaeficiente principal de la guerra,y el aliado la causaauxiliar (adjuvante), los subordinadosson causainstrumental.Lavoluntad de los dos primeros es libre, mientras que la de los tercerosno lo es. Los combatientes subordinadosno tienen plena concienciadel alcancede los actos que se les ordenan-La voluntad es el subjectum iuris. Quien no tiene conciencialibre no entra en el alcancede la materia óel/i. No obstante,los subordinadosson sereshumanos,por lo que sus actos son el resultadode su voluntad. ¿Debeel subordinadoejecutartodas las órdenesque se le imparten?Sí, hastaque la orden entre en conflicto con una nolma superior. Grocio basaesteargumentoen la obligación de obedecerun mandamientodivino antesque el de los hombres.La causamaterial de la acción del soldadoreside en las órdenesque recibe de susjefes, y no en la causalejana,justa o injusta, de la guerrapromovida por el enemigo.Tomando las órdenescomo la causamaterial de las accionesdel soldado,el soldadoquedarevestido de un estatuto,de la calidad de íusti hostes.Esto le faculta para, en obedienciade una orden, actuarcontra los inocentes,pues esla causa materíal lo que le hará actuar,y no su noción de la justicia o injusticia del acto. (Ver una versión ampliadade sus doctrinas en el Apéndice X). AYALA. GENTILI Y GROCIO COMPARADOS John Westlake realiza algunascomparacionesde interés entre las contribuciones de Ayala, Gentili y Grocio al derechode guerra.Westlake pone la obra de estostres autores,activos entre finales del XVI y el primer cuarto del siglo XVII, en la perspectivadel derechode la guerra:Westlake parte de estaconstataciónparajustificar el tratamiento simultáneode esostres autores:"No es nada extraño que antesque ninguna otra, la parte del derechointernacionalrelativa a la guerra haya formado una dice, sugiriendo que los tres autoresayudarona conformar rama especialde estudio"77e, ttt GROCIO. De imperio summarumpotestatum circa sacrq. Libro III, cap' X, I. t78 HAGGE]ür,ÍACHER, Grotius et la doctrine de la guene jusfe, PressesUniversitaires de France, ¿?,p. 537. tt'John WESTLAKE Etudes sur lesprincipes du droit internationaL Traducida del inglés al francéspor , ErnestNys,.Alfred Castaign.Bruselas1895-Thorinet Fils Paris-1895,p' 33' Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 272 el derechode guerra como r¿rmaespecializadadelderechointernacional. Los tres trataron de encontrarlas notas que distinguieranla guelTacon respectode la üolencia privada. En esetiempo los contendientes,señalaWestlake, no eran conscientesde que la guerra entre príncipes (o de los príncipes confa la parte de sus vasallos en rebeldía, podríamosarladir nosotros),era en realidad un ejercicio de violencia privada, en defensa de los derechos e interesesprivativos de aquéllos. Para los tres autores, es importante dar al derechoun papel esencialen la limitación de la üolencia' pero no son unánimes en la función de la justicia en el derechode guerra. En el prefacio de su tratado Ayala declaraque la guerra no es incompatible con el derecho.Distingue el derechonatural del ius gentium, aunquereconoceque por consensogeneralesosdos derechosvan siempreasociados.Por derechonatural los hombrespudieron gozarde la libertad, pero por el iusgentium algunoshombres la perdieron, al aprobarsela esclavitudpor consensode muchos. ParaAyal4 no interesa tanto la justicia de la guerra, como que la guerra sea'Justa", esto es, que reúna el requisito ya conocido de que debe ser declaradapor el príncipe que no tiene superior. Este es para Ayala el marco en que la guerrapuede ser tratadacomo un objeto del derechode gentes. Las cuestionesque plantea Gentili estáncontenidasde forma sumaria en la carta que escribióa un amigo enjulio de 1588,en la que le dice que se proponeocuparsede "las leyes de la guerra,las causasde la guelTay de los derechosde vencedoresy vencidos"T*0.Lus disputationesque se proponía llevar a cabo son: "¿Puedeuna guerra serjusta de una parte y de otra? ¿Lasleyes de los intercambiosdiplomáticos, se aplican también a la guerra civil? ¿El súbdito que tiene una religión diferente de la de su príncipe estáobligado a llevar ¿umascontra otro príncipe que es al mismo tiempo su A diferenciade Ayala, Gentili sostieneque los efectosjurídicos de coneligionario?"781. la guerrasólo puedensurgir de la justiciadelajustum bellum.Gentili cree,sin onbargo, que cadacontendientepuedetener un grado mayor o menor de justicia en su causa. Gentili se separade toda emoción que pueda ernpañarla apreciaciónde la juridicidad de las situacionescreadasen la guerra; así, los mercaderesque meten socolTosen una plaza sitiada puedenser colgadoscon pleno derecho,porque son como mercenariosque no prestanayuda a su patria, sino que buscanel lucro. Gentili sostieneque esjusto y útil matar a los rehenescuandootros han faltado a la fe depositada;esto lo sostieneen un t*o Ibid. p. 32. t8' ibid. p. 37. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 273 se ha debilitado por causade su frecuencia; momento en que observaque esapráctica que ha dado motivo a que aumentenlos casos sostieneque, en realidad, es la lenidad la de que los reheneseranprenda' de infidelidad o incumplimiento de las condiciones lógico que filosófico782'El autor Grocio, afirma Westlake, tiene un cafáLctefmas la guerra: éste es un dqecho arbitrario' holandés examina el derecho consuetudinario de el derechonatural' Para ésteúltimo' establecidopor los hombres,que no coincide con sin e'nrbargo'el derecho de gUerraes matar por la espadao por el veneno es indiferente; consuetudinariode guerraparece opuestoal uso del veneno. Si en estecasoel derecho a vecestambén el derechode imponer una limitación que el derechonatural desconoce, último, no es legítimo matar al guerra es menos restrictivo que el natural. Segun éste se puede arrebatarmás bienes al enernigomás que en una guerrajusta; tampoco que ha causadoinjustamente' enemigo que los necesariospara resarcir de los daños justicia de la gUera' ni puede Como el derechode gentesno posee|a noción de la puede,segúnel derechode guerra' establecerlas penasproporcionadasal daño, se saquearlas ciudadesy reducir a la despojaral enanigo de todos susbienes,así como la esclavitud,o su rescatepor dinero servidumbrea los prisionerosallí donde se admita por el derechode guerra' que donde no se admita. Contra las crueldadesamparadas y afanaen introducir frenos deducidos Grocio reconocecomo inherentesa la guerra se al projimo (temperamentum\'En del derechonatural y derivadosdel principio de amor por Grocio un impulso moral fin. Westlake ve detrásdel aparatojurídico innovado más suaveque la que autoriza' y sin moderador:"A vecespareceque deseauna práctica del cristianismo gobiernenla duda abriga la esperanzade que un día los principios como no Seatrevea precisar"783; conductade los hombrs hastaun punto cuyos detalles cuando sugiereque si se quitan los bienes al enanigo, es necesariotener en cuentasu pobreza,y no despoja¡lode todoTsa' HACIALASDOCTRINASDELDERECHOINTERNACIONAL para internacionalútil y realista creemos que la contribución de Grocio a un derecho vio limitada en la medida en que las nacionesde su tiernpo, en guera constante,se gUerrajustaT8s;sin ernbargo' debanos su doctrina es ancilar respectode las teoríasde la ttt rbid. p. 43. t 8 3l b i d . p . 5 1 . D" iir" bellí ac pacis, I' III, cap' )OII par' IVpor "o ,r, ..Y ciertamente,las guerrasjustas son declaradaspor derecho de gentesy permitidas lo mismo Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 274 reconocersu esfuerzoclarificador en cuanto a la situación del derechode gentesentre que se las cienciasdel derecho,y en cuanto a la discusión de las leyes de la gUerra que por su consideranaceptablesy exigibles en el ámbito de las nacionescristianas, predisposiciónsocietariaestabandispuestasa un reconocimientorecíproco' El iusnaturalismogrociano postula el derechopositivo propio del derechointernacionalTs6. El tenaz intento de enraizamiento del derecho de gentes en el fundamento del derechonatural, propio de Grocio, no iba a ser seguidopor otros autoresde su tiernpo o poco posteriores.Despuésde é1se aceleraríael alejamientode las nocionesjurídicas sobrela guerrarespectodel derechonatural, un derechopertenecientea la órbita metafisica de la filosofia, y que Kelsen identificaba con el desarrollo del estadopolicía de la monarquíaabsoluta.Pero es precisamentedurante el periodo de mayor eficacia de esamonarquíaabsoluta,en la que funciona la más opresiva de las policías, la de las conciencias, cuando se producennumerosasexperienciasque sacanla esferajuridica de la guerra fuera de la órbita del derechonatural, se distingue la norma jurídica de la nofrna ética y se piensaa partir de "material jurídico empíricamentedado"787' para el generalFranciscode Melo la guerra,propia del ámbito grociano del SamuelRachel(1628-1691) derechonatural,era una aberracióncontrasusleyes788. trasladael problema de |a guerrajusta al ámbito de las conciencias;la guerra pertenece al ámbito de la costumbrey de las relacionesinterestatales.ParaBynkerschoek(16731743),el derechode gentes,que es un derechointerestatal,tiene sus fundamentosen la costumbre(zsus) de las nacionesy el derechoromano. En Leibniz, el sujeto del derecho de genteses descrito en términos políticos muy precisos,y no al modo de una categoría Ver ia doctrina del derechobajo los abstracta,como ser natural guiado por la razón78e. estrechos|ímites de la naturalezano aclarademasiadolas cosas;Leibniz prefiere hablar Derecho canónico que por Derecho divino, pues el mismo Dios ordenó a los israelítasque hiciesen la suerra contra los amoweos". GROCIO. De iure belli ac pacis. Libro primero, cap' II, 6) p' 38' 7tu..... iusnaturalismode Leibniz, como el de Grocio y el de los clásicos españolesdel derecho de gentes,"lno sólo no excluye el derechopositivo, sino que lo postula, en cuanto ésteestállamado a formular ios principios de aquél en función de las necesidadessocialesen el espacioy en el tiempo, por el prólogo a tegiitaaoi en el orden intemo, por los Estadosen el orden internacional. TRUYOL Y SERRA, P. XI[. políticos. cit. Op. Esuitos la edición de G. W. LEIBNZ. tSt KELSEN, op. cit., p. 21 y ss. 788..La guena (aunqué se encaminea furesjustos, que son los medios para hacerselícita y buena) siempre la obra por instrumentosy modos violentos, inhumanos, llenos de sangrey horror; con que viene a ser lltt:T?^,-¿" leyes las acción mas desigual a la naturalezahumana, y que miís vehementerepugna naturaleza".MELO, Política militar en Avisosgenerales.Edición prologada por JoaquínRODRIGUEZ ARZÚA. Madrid 1944,p. 148. t8n..Corrrpr"nde el su¡etá o persona del derecho de gentes a todo aquel a quien compete la libertad pública, no est¿bajo el poder de otro y tiene por sí mismo el derecho de guerra y el derecho de alianza, iurqu" estéquizá to-"iido a otro superior por vínculo de obligacionesy le reconozcahomenaje, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 275 del hombremáscomosermoralquenatural,alguienquesabequelo queva contralas no debehacerse;"comobien diceel jurisconsultoromano"Ts. buenascostumbres filosóficosdel Lejosde poderponersede acuerdosobrelos fundamentos derechode gentes,estoes,del de las naciones,suspueblos,suspríncipesy soldados,el mundopost-pazwestfalianapreferíadirigirsea unaconcepcióndel derechobasadaen lo reglasde derecho paraestablecer queseha dadoenllamar"contractualismo"Tel, y reconocidas, a lo queayudabael inmensocúmulode concedidas mutuamente prácticasvividaspor todosen el sigloy mediode guerrasanterior.Quees experiencias en el siguientecapítulo. representar lo quenosproponemos frdelidad y obediencia". LEIBNIZ. (Prólogo al Coda iuris gentium diplomaticum). Op. cit. P. 44. t* LEIBNIZ. Prólogo al Codq. op. cit. P. 19. tn' A esterespectodice Truyol: "La sociedadintemacionalse concebíasobreel supuestode un estadode natural enemistadentre los Estadosy como producto de vínculos contractualeslibremente aceptadospor aquellos. La escueladel Derecho natural y de gentes,remitiéndose a Grocio, hara pasar el contactualismo desdela esfera del Derecho político al rámbitodel Derecho Internacional". TRUYOL Y SERRA. Historia del Derecho...p.73. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003