PASO 1 - Piggo

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INTRODUCCIÓN
Así sucedió todo
¿Cómo empezó este proyecto?
Con una idea y mucha emoción.
Esa idea es la que impregna todo
lo que hacemos en piggo: Mejorar
la vida financiera de las personas.
Pero esta vez queríamos hacer algo
tan único como cada una de las
personas que usan piggo, como tú
que nos estás leyendo ahora, como
los que nos escriben y los que nos
cuentan sus historias.
Entonces se nos ocurrió: ¡Qué tal si
hacemos un libro de Yoga y finanzas
personales! Al mencionarlo, todo
tomó sentido.
Y quiénes mejor que Sonia SánchezEscuer y Alejandro Maldonado para
contarte esta increíble historia.
Hoy te compartimos el resultado
de meses de traba jo, miles de
mensa jes, diversión y pasión, los
cuales están contenidos en este
ebook en el que se reúnen dos
mundos que parecen muy lejanos
pero que al juntarlos nos pueden
enseñar mucho.
Tener una relación sana con tu
dinero, así como practicar Yoga:
transforman tu vida.
Yoga Financiero es entenderse
a uno mismo y aplicar todo este
conocimiento en el uso del dinero,
porque todo ese saber te ayuda
a encontrar el balance que tanto
necesitamos entre la vida y la lana.
YOGA
FINANCIERO
Una de las frases que Alejandro
nos repite todo el tiempo es: “¡Fíjate
cómo reaccionas y verás de qué
careces!”.
Nos podemos quejar infinidad de
veces de las cosas que nos hacen
falta, pero eso es sólo un reflejo de
la decisiones que no nos atrevemos
a tomar por miedo; porque nosotros
ponemos las barreras o porque
pensamos que no es para todos.
Para bien o para mal, todo lo que
somos: nuestra mente, nuestras
emociones, nuestro cuerpo, nuestra
cartera, nuestros gastos, nuestras
deudas… afectan inevitablemente
cada una de las decisiones que
tomaremos ahora y mañana.
Quizá esta relación no parece tan
clara a simple vista, pero si miramos
con más atención encontraremos
algo verdaderamente sorprendente: ¡Qué todo lo que somos está
conectado!
Lo que hacemos, lo que no hacemos,
lo que posponemos, las ideas que nos
atrapan y las que nos liberan.
Y más que nada, las cosas que tenemos que hacer y preferimos posponer.
Aunque todo está conectado, lamentablemente andamos por la vida:
• Muy desconectados
• Desintegrados
• Sin equilibrio en nuestros días, pensando que todo es traba jo, traba jo y
más traba jo
• Gastando todo y luego volviendo a
gastar un poco más
Es por eso que integrar ideas de Yoga
a nuestra vida financiera toma todo
el sentido.
Nos enseña que la flexibilidad y la
fuerza se complementan; que la acción
y la rela jación son un gran equipo. Y si
no tienes ambos no avanzarás mucho.
La cosa no termina ahí. Te ayuda a
confrontar tus emociones y a entenderlas para tomar mejores decisiones, no sólo de dinero también en
la vida.
Te permite descubrir las fortalezas
que no sabías que tenías y hasta vencer
aquellos bloqueos que te detienen
para lograr cosas extraordinarias.
¡Sí, todo está conectado! Y por eso,
es momento de sanar la conexión entre nuestra mente, nuestro cuerpo y
nuestra cartera. PRIMERA PARTE
SIETE CONCEPTOS
QUE CAMBIARÁN
TU VIDA Y LA
FORMA EN QUE VES
EL DINERO
Primer concepto:
Estamos acostumbrados
a descuidarnos
¿Por qué estamos acostumbrados a
descuidarnos? ¿Por qué preferimos
posponer nuestro ahorro para mañana? ¿Por qué compramos hoy y pagamos después, aunque nos salga
más caro? o ¿Por qué nuestras finanzas nos preocupan hasta que son un
problema?
¡Porque es más fácil!
El ser humano está diseñado para seguir el camino de la menor resistencia.
Pero esto no es el único factor. La
cantidad de compromisos sociales,
nuestra adictiva relación con los teléfonos, nuestros amigos y responsabilidades cada vez más grandes, juegan
también un papel decisivo para que
NUNCA encontremos tiempo de leer
sobre finanzas o hacer esa rutina de
Yoga de 15 minutos que leímos en alguna revista.
Esto no significa que los seres humanos seamos unos flojos sin remedio o que simplemente se nos vaya el
avión de tantas cosas qué hacer.
Sí, es cierto, nuestro primer impulso
es quedarnos en el sofá antes que
saltar al tapete de yoga o posponer
indefinidamente cosas tan importantes como hacer un presupuesto o
depositar en tu piggo.
No hacer nada es más sencillo que
hacer algo, lo sabemos más allá de
la cuenta. Pese a todo, cuidar nuestra salud, nuestro cuerpo, nuestras
finanzas, nuestras relaciones, requiere
acción e instinto.
El mejor momento
que nunca llega
Seguro te ha pasado que… Llenas
tu agenda con lo urgente y siempre
postergas lo importante para “un
mejor momento”, el cual, 99% de
las veces, no llega.
Una de las ideas básicas en Yoga es
que el mejor momento para lo que
realmente importa es AHORA.
Seguro ya lo has oído antes, pero
¿Qué te ha detenido para aplicarlo?
¿El “mejor lo hago mañana”? ¿Tu ritmo de vida? o quizá ambos.
Nuestra naturaleza de buscar siempre el menor esfuerzo y el estar
siempre “ocupados” se mezclan en
un círculo vicioso, del cual -a vecesno podemos escapar.
Aunque siempre hay salidas.
Primero que nada, tienes que darte
cuenta que tu cuerpo y tu mente
siempre lucharán por la inacción.
El secreto es saber qué es lo que
quieres lograr, es decir, plantear una
meta de ahorro, de vida, de compra, de via je, de carrera, etcétera.
A ese principio hay que agregarle
un “¿Para qué?”. Esta simple pregunta -que sólo tú puedes contestar- al
final hará toda la diferencia porque
te dará un poderoso motivador para
realizar algo.
“Si ya tienes un ‘para qué’
¡Sólo hazlo! ¡No lo pienses!”
Tu primer gran paso lo darás, cuando te convenzas de todo lo bueno
que esta decisión traerá para para
ti.
El segundo paso es más sencillo,
sólo necesitas arrancar ¡El chiste es
empezar y romper la inercia!:
• Guarda 10 pesos a diario en un
frasco durante todo un año
• Lee 5 páginas de un libro
• Descarga una aplicación
de ahorro
• Termina una página de tu tesis,
novela, cómic o libro de Yoga
• Mira una clase del curso en línea
que siempre pospones
Es más fácil convencer a tu mente
con estos pequeños, pero fructíferos
esfuerzos, que intentando hacer
todo de golpe, así que hazlo no
matter what.
“Hazlo no matter what”
Pronto notarás que estos pequeños
avances te llevarán “sin mucho esfuerzo” a completar acciones que te
darán salud, bienestar y abundancia, porque sin salud y sin dinero no
llegas a ninguna parte.
“Sin salud y sin dinero no
llegas a ninguna parte”
Segundo concepto:
Prisioneros de nuestras
propias limitaciones
¿Qué es lo que nos limita? ¡Nosotros
mismos! No hay de otra. Aunque nos
duela.
Empezando por esas ideas que todos
dicen y que aceptamos como verdades, las cuales de pronto se meten
en nuestra cabeza para levantar barrotes que son difíciles de romper.
Concepciones como: “No se puede
ahorrar”, “Mejor me lo gasto hoy”,
“Hay que vivir, no te esfuerces más
de la cuenta” o “Compra hoy y paga
mañana” se arraigan tanto que pensamos que jamás podremos cambiar
nada.
“Deja de fijarte en lo que
hace la vecina”
Al mirar y preocuparte por lo que hacen
los demás, inconscientemente estás repitiendo un patrón de comportamiento:
Si ellos compran un auto, tú también; si
ellos usan una tarjeta de crédito dorada hasta límites inimaginables, tú también… ¿Realmente necesitas eso?
La verdad es que no tienes que hacerlo.
Así que “deja de fijarte en lo que hace
la vecina” y preocúpate por resolver tu
situación actual, encontrar el balance y
sentirte bien con tu vida y tu dinero.
Aprender a escucharse es una herramienta de cambio y de control para
nuestras finanzas que no estamos acostumbrados a usar.
Cada uno de nosotros tenemos el potencial para resolver nuestros problemas.
Si no ahorras, hazlo; si tienes deudas,
resuélvelas; si no sabes cómo, aprende.
Las finanzas personales sanas rompen
con las autolimitaciones. Te hacen sentir poderoso. Sentir que tienes el control sobre tu dinero y no viceversa. Que
vas hacia alguna parte y que no eres
una vela en el Atlántico. Que el dinero
no es el fin, sino el medio para hacer lo
que se te antoje.
Así que haz una pausa y ten esa plática
con tu cartera.
“El dinero no es el fin,
sino el medio para hacer
lo que se te antoje”
Tercer concepto: El alto costo
de la prisa
Yoga nos enseña una importante lección:
Si te exiges más de la cuenta, si no tienes
paciencia, si no te escuchas, acabas sufriendo.
Y no sólo eso, también nos enseña que
todo lleva un proceso y un tiempo que
al final te entrega un interés compuesto
para la vida.
Esta idea es vital para nuestras finanzas
porque la naturaleza desesperada con la
que vivimos nos hace desear resultados
rápidos que sólo nos alejan de conseguir
una relación sana con nuestro dinero.
“La prisa es un signo de que la
situación te está controlando y
no al revés”
Poco a poco es el mejor camino. Recuerda que la prisa está en tu cabeza.
La prisa es generada por expectativas
que nos inventamos. El problema es que
son expectativas que nada tienen que ver
con la realidad.
La prisa es un signo de que la situación te
está controlando y no al revés.
O ¿Por qué sales corriendo todos los días
de tu casa haciéndole parada al primer
taxi que pase?
“Todo lleva un proceso y un
tiempo que al final te entrega un
interés compuesto para la vida”
O ¿Por qué te truenas los dedos rogando
que caiga la quincena para pagar el mínimo de la tarjeta?
Estamos acostumbrados a preferir las recompensas inmediatas, tanto que la emoción nos gana y posponemos metas mayores y con mejores beneficios para
nosotros.
Al empezar a ahorrar vivimos esto. Y es que
perdemos de vista que la meta no es acumular dinero sino alcanzar una FUERTE
libertad financiera.
Así que haz una pausa y pregúntate:
¿Por qué tienes tanta prisa?
¿Qué pasaría si le ba jas tantito?
¿Qué pasaría si disfrutas un poco más?
¿Qué pasaría si te tomas un poquito más
de tiempo?
Analiza tus respuestas. Respira. Haz conexión con tus ‘para qués’. Descubre las causas y ¡transfórmalas en razones para persistir!
Cuarto concepto:
El valor del largo plazo
Sonia nos cuenta esta historia, mientras
se pierde unos segundos mirando por la
ventana:
Estaba en la fila para sacar mi pasaporte.
En dos días via jaría a otro continente
para mi luna de miel.
Adelante de mí se encontraba un señor
que me hizo plática. Se sorprendió de la
premura con la que estaba haciendo mi
trámite.
“Es un via je largo e importante” me dijo.
Confieso que yo misma estaba sorprendida por haberlo dejado casi hasta el final…
De pronto, nos enfrascamos en una conversación sobre el matrimonio, el largo
plazo y la idea de no divorciarse pronto.
Todavía me arrepiento de no haberle pedido su nombre porque me dio uno de los
mejores consejos que he recibido:
“No puedes pretender
embarcarte en un proyecto
valioso por solo unos días. Los
resultados extraordinarios no se
obtienen en una semana”
¡Cuánta verdad! Pero nos gustan las cosas
de “hoy para hoy” y nos embriagan los
resultados instantáneos.
¿A poco no?… Ahorramos unas semanas
y ya queremos rendimientos o tener el
hábito o peor aún… ¡Gastarlo!
El dinero lo necesitaremos siempre, así
que más vale establecer un plan que
abarque desde un mes hasta muchos
años. Ahí la “gran barrera”.
¿Cómo desarrollar una visión de largo
plazo?
1. Lo primero es reconocer que el via je
en el que estamos es para muchos días.
No es una escapada de fin de semana.
2. Ten claras algunas metas del camino
y define los pasos para llegar a ellas.
3. Concéntrate en el camino y no en la
meta. Eso hacen los grandes atletas, los
millonarios, los empresarios exitosos y las
personas que realizan grandes hazañas.
No pierdas de vista que las pequeñas acciones
que tomamos todos los días son las que
determinan nuestro éxito y nuestra relación con él.
“El dinero lo
necesitaremos siempre,
así que más nos vale
establecer un plan que
abarque desde un mes
hasta muchos años”
Quinto concepto: Nuestras emociones
son nuestro reflejo
Nuestro corazón le gana a la mente y al raciocinio, por lo menos
muchas más veces de las que estamos dispuestos a aceptar.
En las finanzas personales sólo el 20% de nuestras decisiones
están basadas en números. ¿El otro 80%? ¡Son emociones!
Las emociones determinan nuestras acciones ¿No me crees?
Revisa tus estados de cuenta, tu clóset, tu casa…
Si hay más zapatos, via jes y compras que ahorros e inversiones, no tendrás duda de lo que te digo.
Esto no es malo, aunque se nos ha enseñado que las emociones
son “las brujas del cuento”. Somos seres emocionales, es natural y no podemos dejar de serlo, pero al tener control sobre
nuestras emociones, las decisiones que tomemos empezarán a
dejar más beneficios que remordimientos.
“Todo lo que hagamos va a tener un resultado y
hay que estar conscientes de si nos va a gustar o
no”
Porque si hay algo cierto, es que todo lo que hagamos va a
tener un resultado y hay que estar conscientes de si nos va a
gustar o no.
Para tomar control, necesitamos estar conscientes de ellas.
Verlas y reconocerlas. Necesitamos aprender a identificarlas
antes de que, disfrazadas de razón, nos hagan cometer locuras como comprar esa televisión gigante a crédito, porque ya
viene El Mundial; o esa bolsa verde limón que no combina con
nada, únicamente porque “te hace falta” ese color.
El problema es que una vez que nos asalta una emoción,
nuestra mente inmediatamente empieza a construir una
lista interminable de justificaciones “perfectas”.
Por ejemplo, si sientes el deseo imperioso de comprar el
celular más nuevo, aunque apenas lleves unos meses con
el tuyo, tu lista será algo como:
• “El celular que tengo no es el más nuevo”
• “Voy a ser el primero en tenerlo en toda… la cuadra”
• “No es tan smart como el de mis amigos”
• “Le faltan más emojis”
• “Seré la envidia de la oficina”
No es nada raro que nos inventemos toda esta serie de
patrañas para estar convencidísimos de que es una extraordinaria decisión y terminar comprándolo a 54 meses
con o sin intereses, ahí cada quien sabe.
La razón principal por la que escondemos, o hacemos
menos las emociones, es el miedo a saber por qué las
estás experimentando. Claro, porque es una confrontación contigo mismo. Pero ignorarlas no va a hacer que
se vayan.
La mejor manera para que las emociones no te metan la
arrastrada de tu vida es “tomándolas por los cuernos”.
La única manera de hacerlo es viéndolas venir, reconociéndolas, aceptándolas, transformándolas y quitándote
si sabes que ahí vienen.
“La mejor manera para que las emociones
no te metan la arrastrada de tu vida, es
‘tomándolas por los cuernos’”
Empieza por analizar cómo es tu respiración.
Al observar la forma en que lo haces, descubrirás cómo has estado tomándote la vida
y sólo entonces identificarás cuáles son las
emociones que más te afectan.
Con este entendimiento sabrás cuál es la que
te domina para gastar, no cuidar el dinero,
quedarte en el mismo traba jo por años, comprar cosas que no necesitas, no emprender…
No buscar que tu vida sea mejor.
¿Qué emoción te domina? ¿Qué emoción
afecta tus decisiones de dinero? Es un buen
momento para responderlo ¿No crees?
Está comprobado que respirar profundamente (exhalar e inhalar) durante unos pocos
minutos neutraliza la adrenalina en el cuerpo.
Respirar aleja la basura mental y te libera de
desperdiciar toda tu energía.
Una vez que tu mente está concentrada en el
momento, puedes ver con claridad cómo te
sientes.
Con la práctica conocerás con más claridad
qué emociones experimentas en diferentes
momentos y podrás tomar mejores decisiones
para tu bienestar y tu mayor disfrute.
Sexto concepto:
Constancia y disciplina
Así como la visión de largo plazo es vital para
los proyectos que consideramos valiosos en
nuestra vida y nuestro dinero, la constancia
y la disciplina son la única vía para lograrlos.
Pero ¡No le saques! Aunque ambas palabras
requieren esfuerzo, la manera en cómo te
reditúan no tiene comparación alguna.
“Con el tiempo y al ver a los demás
dirás: ¡Qué bueno que no me rajé!”
Empieza por hacerle caso a la manda más,
que es la disciplina. Atrévete a quitarle el poder a las emociones que no te sirven y mejor
otórgaselo a lo que sí te va a dejar algo relevante para tu vida.
“Gasto porque no me siento bien, pero me descuido todo el tiempo”, “gasto porque estoy
cansado, pero nunca duermo”, “gasto porque
me siento solo, pero no dejo FB ni un segundo
para ir a visitar a mis amigos”, “gasto porque
es más fácil que ahorrar, pero ni siquiera lo
intento”.
Deja que la disciplina entre en tu día a día…
Sólo déjate llevar… No hay tiempo para
cuestionarla, mejor ayúdala levantando los
cimientos para que la constancia sea tu otra
compañera de via je.
Ahorra 100, 200, 300, 400 pesos…
cada quincena no te preguntes por
qué ¡Sólo hazlo! Sigue y sigue… Si
empiezas a dudar, sacúdete esas
emociones y deja que la disciplina
tome el mando.
Con el tiempo y al ver a los demás
dirás:
¡Qué bueno que no me ra je!
¡Qué bueno que empecé a ahorrar!
¡Qué bueno que invertí en piggo!
¡Qué bueno que puse en orden mis
finanzas! porque ahora estoy tranquilo y disfrutando.
Séptimo concepto:
Nunca es tarde
Ahorrar, invertir y usar inteligentemente nuestro dinero son cosas que a la larga nos van a
redituar algo muy grande.
Sin embargo, el mundo se ha dedicado a decirte que al hacerlo estás dejando de gozar la
vida. Nada más falso que eso.
Lo que hagas en tu presente impacta en tu
hoy y en tu futuro. Y lo mejor es que empiezas
a disfrutarlo casi de inmediato, a sentir cómo
te transforma. Porque no sólo estás haciendo
algo que sabes perfectamente que es bueno
para ti, sino algo que trasciende en tu historia.
Y sobre todo métete en la cabeza que ¡Nunca es tarde para empezar!... a ahorrar, hacer
Yoga o invertir.
“La vida empieza realmente cuando
sabes que puedes hacer lo que
quieras”
Así que desafíate a ti mismo y ¡Hazlo! Simplemente hazlo y regálate una vida mejor.
SEGUNDA PARTE
SEIS POSTURAS
PARA LIBERAR
TU CARTERA Y TU
MENTE
Después de toda la teoría viene la
práctica, ¿Qué es? Una rutina para
cambiar tus finanzas y tu mente.
Antes de empezar, considera
cada una de las reflexiones que a
continuación te damos.
Las siguientes posturas te ayudan
a entenderte más y comprender
mejor cómo te relacionas con tu
dinero.
Es clave que te concentres en el
proceso y las sensaciones que
experimentas. ¡Ahora sólo hazlo y
disfruta el via je!
“No hay nadie más ‘jijo’ ante lo que
hacemos o dejamos de hacer que
nosotros mismos”
Primera postura: Venciendo
tu parte destructiva con
Tadasana
Hay una parte dentro de nosotros que lejos de
ayudarnos a construir, está participando en
nuestra destrucción.
Primera postura
Tadasana
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“Nosotros podemos ser nuestro peor enemigo” es una frase que seguro has oído por aquí
o por allá. ¿Es cierta? Un poco. No hay nadie
más “jijo” ante lo que hacemos o dejamos de
hacer que nosotros mismos.
Todos tenemos hábitos constructivos y destructivos. Los constructivos nos hacen avanzar, los destructivos no nos llevan a ninguna
parte, bueno sí… a la fregada.
No ahorrar, gastar para impresionar a los
demás, abusar de los meses sin intereses,
desentenderse del despilfarro que hacemos
todos los días, aplazar cosas como hacer
ejercicio, comer mejor, empezar a ahorrar e
invertir… En fin, la lista puede ser muy larga y
patética.
Pero no te desanimes, con un poco de esfuerzo podemos cambiarlo, sólo necesitamos emplear nuestra energía para conseguir eso que
realmente queremos y que no lograremos
echados en el sofá o lamentándonos.
“Una postura va más allá de cómo acomodamos
nuestro cuerpo en un espacio. Tiene que ver con la
forma en que nos plantamos ante la vida y cómo
reaccionamos ante ella”
Revisa tu postura
La postura en la que te encuentras ahorita ¿Te
ayuda a que todo funcione cómo debe funcionar?
Antes de responder, piensa no sólo en tu estado físico, también en tu situación financiera,
laboral, personal o ante cualquier circunstancia a la que te enfrentas en este momento.
Una postura va más allá de cómo acomodamos nuestro cuerpo en un espacio. Tiene que
ver con la forma en que nos plantamos ante la
vida y cómo reaccionamos ante ella.
¿Cómo te paras
¿Cómo te paras
¿Cómo te paras
¿Cómo te paras
¿Cómo te paras
¿Cómo te paras
mañana”?
ante
ante
ante
ante
ante
ante
tus metas?
tu libertad financiera?
tus deudas?
el “no me alcanza”?
el “no puedo ahorrar”?
“hoy no, mejor
Así que levántate de tu silla, de la cama o de
donde sea que estés y revisa cómo lo haces.
Si tú mismo te estás comprimiendo comienza
a darte espacio y a ser consciente de ti.
PASO 2
Ahora activamos poco a poco los cuádriceps
alargando las piernas. Nuestra pelvis debe
estar sutilmente abierta y el coxis muy ligeramente hacia adentro.
Empezamos a sentir cómo la energía va alineando nuestra columna. La respiración sigue
siendo profunda. En especial, las exhalaciones. Éstas son pausadas y sin prisa.
PASO 1
Lo primero que vamos a hacer es sacar todo
el aire por la nariz. Ahora inhalamos profundamente y nos paramos derechos. Tus pies
pueden ir separados -a la altura de la cadera- o juntos -al centro-. Lo importante es que
no se hundan los arcos de los pies y que empieces a sentir la energía que viene de la tierra
hacia arriba.
Levantamos las costillas y a través de un
pequeño alargamiento sentimos cómo parece
que la pelvis flota. Los hombros continúan rela jados y lo más lejos posible de las orejas.
Visualizamos un hilo que jala nuestra cabeza
desde la parte de arriba y estira agradablemente toda la estructura.
Colocamos las palmas juntas al centro del
pecho. Sentimos cómo pasa la energía de una
mano a otra, estableciendo una fuerte conexión entre nosotros y ella.
PASO 3
El siguiente paso es sacar todo el aire y al inhalar llevamos las palmas juntas hacia
arriba estirándonos lo más posible, sin tensar,
creando espacio y cuidando no levantar los
hombros.
Poco a poco, separamos las manos y los brazos se van a ir extendiendo hacia los lados,
dándole movimiento a nuestro espacio vital
y expandiendo la energía que nos circunda,
algunos lo llaman El Campo Áureo, yo lo
llamo Ejército molecular.
PASO 4
Lo importante es sentir que estamos ampliando nuestro rango de movimiento, que la
energía despierta y entra por todas partes.
Al regresar volvemos a colocar las manos juntas al centro del pecho y fortalecemos esa
conexión entre nosotros y la fuerza tremenda
de la energía.
Segunda postura: En busca de equilibrio
con Vrkasasana
El equilibrio es una de las cosas que más traba jo nos cuesta
encontrar en la vida. Vivimos en los extremos.
Cuando gastamos, lo hacemos como si no hubiera un mañana.
Luego tenemos deudas tan viejas que ya les pusimos nombre y
tan grandes que ya necesitan su propio departamento.
Cuando buscamos salir de ellas, hacemos un plan extremo
también: cero gasto, todo a pagar deudas y ¡Claro, no aguantamos mucho tiempo, así que abandonamos!
Segunda postura
Vrkasasana
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Y todo porque nos vamos acostumbrando, tanto a los extremos
que ya no recordamos cómo regresar al centro.
De hecho nacimos equilibrados. Aunque es lo más natural, estamos tan alejados de eso, que encontrar equilibrio parece un
reto inmenso.
Para ello tenemos que tomar decisiones, empezando por las
pequeñas y después enfocándonos en las grandes.
“Y no olvides que el equilibrio es ni muy muy,
ni tan tan”
Atiende a tu gasto diario y entiéndelo. Descubre hacia dónde
va todo el dinero que generas y haz los a justes necesarios para
que no andes por la vida tambaleante.
Construye
Invertir es
trando los
sólo como
bases sólidas que garanticen tu futuro financiero.
un buen inicio. Poco a poco verás cómo vas enconpesos y contrapesos que te ayudarán a crecer no
persona sino también tu cuenta de piggo.
Y no olvides que el equilibrio es ni muy muy, ni tan tan. ¡El dinero también es para disfrutarse!
PASO 2
Nuestro siguiente paso es levantar
el pie derecho y colocarlo en el interior de la pierna izquierda, ya sea a
la altura de la pantorrilla, la rodilla o
la entrepierna.
PASO 1
Para empezar con Vrksasana tenemos que
pararnos derechos con los pies juntos y exhalar profundo por la nariz. Inclina tu cuerpo
poco a poco hacia el lado izquierdo, sin contener en ningún momento la respiración. Ésta
siempre debe ser fluida, profunda y pausada.
PASO 3
Llevamos las palmas juntas al centro
del pecho reafirmando que el equilibrio está en nuestras manos.
PASO 4
Elevamos las palmas juntas hacia el
cielo, concentrados en la sensación
de balance. La postura debe practicarse y disfrutarse un mínimo de 30
segundos de cada lado para sentir
en verdad los efectos. Vrkasasana
fortalece las piernas, la columna
y el sentido del equilibrio. Ayuda
a que no vivamos “ni muy muy, ni
tan tan” y a tener equilibrio en los
nervios para que, en las inclinadas
o declinadas que luego nos pone la
vida, no nos vayamos de boca.
Tercera postura: Flexibilidad
con Matsyasana
Los imprevistos son nuestros eternos acompañantes. Las crisis son cíclicas, siempre
hay una a la vuelta de la esquina después
de la temporada de bonanza.
Eso nos obliga a ser flexibles, así estaremos
mejor preparados para enfrentar los cambios.
Tercera postura
Matsyasana
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Si has visto la imagen de una zona costera
en pleno huracán recordarás cómo se mueven las palmeras. Dependiendo de la fuerza
del viento, a veces sus copas llegan a tocar
el piso ante el fuerte vaivén.
Pero rara vez sabrás de una palmera que
fue arrancada de su raíz. Siempre sobreviven, casi intactas a las tormentas más
fuertes. Eso es ser flexible en serio. Eso es
sobrevivir una crisis y no bromas.
Nuestra sobrevivencia depende de ello.
La flexibilidad nos permite adecuarnos al
cambio y responder mejor al presente y al
futuro. Y no es sólo una cuestión de dinero, es parte de la vida: adaptarse a un nuevo traba jo, vecindario, a un presupuesto
menor, etc.
Deja la rigidez y empieza a perseguir la
flexibilidad.
PASO 1
Sobre un mat de yoga o un tapete en el que no
nos derrapemos, nos acostamos boca arriba.
Una vez acostados, sacamos todo el aire y al inhalar colocamos nuestras manos deba jo de los
glúteos con las palmas mirando hacia aba jo, de
modo que quedemos con todo el cuerpo recto,
las piernas juntas y la cadera sobre las manos.
Cuando exhalemos vamos a acercar los codos y
los antebrazos lo más posible al torso.
PASO 2
Inhalando levantamos el abdomen, el pecho,
todo el torso, creando todo un puente desde el
coxis hasta la coronilla de la cabeza.
Las piernas siguen sobre el piso, la pelvis sobre
las manos y con toda la columna en el aire creamos un arco agradable que permite que el pecho
se expanda hasta el cielo.
PASO 3
Al realizar esta postura notamos cómo se extiende la tráquea y el cuello se alarga profundamente.
La cabeza reposa suave en el piso, mientras
respiramos mínimo 5 veces muy hondo, disfrutamos de la flexibilidad que nos otorga. Es muy
estimulante sentir cómo se fortalece la espalda
levantando al máximo el tórax.
No olvides que es fundamental sacar muy despacio el aire por la nariz.
Cuarta postura
Sasangasana
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Cuarta Postura: No
desesperes con Sasangasana
Es muy fácil desesperarnos cuando una situación sale
de nuestro control. Es muy fácil que se nos vaya la mano
con la tarjeta de crédito y luego necesitamos otra para
cubrir los gastos de la anterior.
Es entonces que nos metemos en un problemón digno
de una serie de televisión con 20 temporadas.
PASO 1
Esto pasa porque no conocemos nuestros límites.
De rodillas, nos sentamos sobre los talones.
Tomamos aire y sujetamos nuestros talones.
Saber cuánto puedes gastar, es un límite que tenemos
que saber mejor que nuestro número de Whats. Sólo así
puedes cuidar de no pasarte de la raya.
Lo mismo pasa con cuánto puedes ahorrar, porque si te
pasas, tal vez acabes creyendo que no es posible. O por
el contrario, que te claves tanto, que acabes obsesionado con guardar cada peso y nunca disfrutarlo.
Sasangasana nos enseña a aguantar, pero no sólo
porque sí. Más bien, para no rendirnos ante las vicisitudes que se interponen en las decisiones que hemos
tomado.
Con esta claridad es más fácil resistir a las tentaciones
de compras superfluas que sólo nos alejan de nuestra
estabilidad financiera y de finanzas sanas y fuertes.
PASO 3
PASO 2
Poco a poco colocamos la frente lo más pegado
posible a las rodillas, al tiempo que exhalamos
lentamente.
Apoyamos la coronilla en el piso mientras elevamos los glúteos como si fuéramos a dar una pirueta. Continuamos respirando profundo sintiendo
cómo se alarga toda la columna apuntando con
ella hacia adelante y hacia arriba.
Toda la postura es un ejercicio de acercamiento a
nuestro límite, respirar con él sin perder la paciencia y rela jadamente trascender ese tope con sensibilidad y prudencia avanzando un milímetro más.
“No podrás hacer ciertas cosas hasta
que comiences a hacer otras”
Quinta postura: Viendo lo que no quieres
ver con Adho Mukha Svanasana
Todos tenemos una parte que no nos gusta ver. Esto es normal,
cuando las cosas nos parecen a jenas las intentamos combatir u
olvidar.
Quinta postura
Adho Mukha
Svanasana
Tanto que a veces ya no nos damos cuenta.
A algunos nos encanta procrastinar; otros somos indecisos; otros
más, temerosos ante las decisiones que nos traerán a la larga
grandes beneficios.
Y lo peor de todo es que no sólo lo sabemos, los que nos quieren
nos lo dicen una y otra vez, hasta el cansancio. A veces lo sentimos como un ataque, aunque sabemos que es por nuestro bien.
Pero como en todo, en la vida llega el momento de ser honestos
con nosotros mismos y preguntarnos: ¿A dónde voy?
Las finanzas personales son un camino. Los pocos o muchos que
se atreven a tomarlo nunca lo dejan.
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Intégralas en tu vida y, por favor, empieza a fijarte metas financieras de acuerdo al momento que estás viviendo y sobre todo a
largo plazo. El tiempo se pasa volando.
Algo importante y que debes tener en el radar es: No podrás hacer ciertas cosas hasta que comiences a hacer otras.
Con eso nos referimos, a poner los pies en la tierra y aclarar: Mis
finanzas están así y adaptarse a ellas, al tiempo que buscamos
cómo mejorarlas.
PASO 2
Tomamos aire y colocamos ambas manos una
medida adelante de donde estaban. Separamos
bien los dedos de las manos, exhalamos profundo
y mientras inhalamos levantamos las dos rodillas
del piso, estirando poco a poco las piernas jalando
la cadera hacia atrás y llevando agradablemente
el pecho hacia adentro. Con la práctica frecuente
podremos acercar los talones al piso y extender
completamente toda la estructura.
PASO 1
En el piso nos acomodamos con las rodillas deba jo
de la cadera y las muñecas deba jo de los hombros
PASO 3
Hay que levantar la cadera lo más atrás y arriba posible como
si alguien nos estuviera jalando de la cintura.
La postura se hace con mucha atención a las sensaciones, estira toda la parte de atrás del cuerpo, desde los talones hasta la
cabeza, hay que estirar muy bien los codos y de ser posible
también las rodillas.
Si se tienen problemas de espalda crónicos, lo conveniente es
flexionar ligeramente las rodillas, esto va a beneficiar mucho a
la parte ba ja de la espalda, la postura se efectúa por lo menos
durante 5 respiraciones profundas, regresamos a la posición
inicial, cerramos los ojos y observamos desde adentro los efectos. Fortalece TODO, muñecas, columna, cintura, piernas, pantorrillas, es un vigorizante natural, despierta la circulación de
forma potente.
Última postura
Sirsasana
Ver video
Postura 6: Sirsasana para darle
la vuelta a la cosas
Todos queremos tener la mente abierta pero la realidad es que la
mayoría de las veces estamos muy cerrados. Cerrados a nuevos
puntos de vista, sabores, ideas, lugares, personas.
Nos gusta lo familiar y nos incomoda lo extraño. Lo malo es que
esta cerrazón también influye en nuestra capacidad de resolver
problemas y encontrar soluciones.
Los problemas de dinero son de las cosas que más nos abruman
y preocupan.
Es en donde más traba jo nos cuesta ver soluciones, a veces hasta
pedir ayuda. Al ejercitar nuestra capacidad de cambiar de punto de vista y de abrirnos, aumentaremos nuestra habilidad para
ver, deducir y resolver cualquier situación aún relacionada con el
dinero.
Realizar un parado de cabeza implica esfuerzo, nadie dijo que
darle la vuelta a las cosas era fácil. Si no lo hacemos, llegaremos siempre a las mismas respuestas y nunca encontraremos las
soluciones que necesitamos.
Así que invierte tu energía y ¡Atrévete a darle la vuelta a las cosas!
Si esta es la primera vez que vamos a hacerlo es importante
ir muy despacio, sin prisa, escuchando las indicaciones y,
principalmente, atendiendo lo que dice el cuerpo. El objetivo
no es sólo pararse de cabeza, sino ir sintiendo cómo va aumentando la confianza en nosotros mismos, porque a través
de la respiración y la atención profunda vamos conociéndonos más.
Todas las posturas anteriores fueron una preparación gradual para llegar a esta. No es recomendable hacerla sin haber calentado previamente
con las otras, recordemos que la preparación es
física y mental.
PASO 1
Hincados en el piso, visualizamos un triángulo en
la tierra de unos 30 centímetros en cada lado. Colocamos las manos en los dos vértices de aba jo,
con los dedos bien separados, éstos deben apuntar hacia adelante, no hacia afuera, en las clases
este es un error muy común.
PASO 3
Apoyamos los dedos de los pies en el piso. Confirmamos que nuestros
codos estén alineados arriba de las muñecas y lentamente levantamos
las rodillas del piso hasta estirarlas por completo, tomamos aire y poco
a poco damos un par de pasitos cortos hacia nuestra cara.
En cada paso que damos con ambos pies, nos alineamos, revisamos la
respiración, y estiramos las rodillas llevando la cadera hacia arriba y
sutilmente hacia atrás.
PASO 2
Tomamos aire y al exhalar llevamos la coronilla al
vértice de arriba del triángulo que hemos formado
con nuestra cabeza y las dos manos. Si donde está
la cabeza no alcanzas a ver completamente tusmanos, no estás formando un buen triángulo.
Si notas que la respiración se entrecorta. Es una señal que te está mandando el cuerpo para regresar, reacomodar la respiración y volver a iniciar.
PASO 5
PASO 4
Cuando la cadera esté notablemente arriba y el
cuello estable y sin contraerse, respiramos profundo y subimos una rodilla a un brazo y paulatinamente la otra. Es fundamental poner atención a
cada paso, ninguno es más importante que respirar profundo.
No pierdas de vista que cuando dejamos de respirar profundo ya no estamos haciendo yoga. Al
cultivar la confianza notaremos que nos sentimos
listos para dar el siguiente paso que es sacar completamente el aire, sentir firme el abdomen y desprender las rodillas de los brazos para comenzar
a flotar.
PASO 6
La pelvis, una vez que flota, debe mantenerse estática. Debemos estar
siempre sensibles y conscientes de nuestra respiración y nuestros movimientos para que no nos sorprendan. Al llevar las dos piernas estiradas
hasta arriba conviene calar con los talones al cielo y clavarnos en el
deleite de ver las cosas desde una nueva perspectiva.
Así como entramos con calma, regresamos con calma, terminamos hincados con la frente en el piso dando lugar a que la sangre regrese
gradualmente.
El secreto está en la constancia.
NAMASTE.
Conoce
a los autores
Sonia
Sánchez-Escuer
Sonia Sánchez-Escuer es autora, conferencista y
especialista en finanzas personales. Comenzó a escribir del tema cuando descubrió que hacía falta un
espacio donde se hablara sobre el dinero de manera divertida, rela jada y personal.
Alejandro
Maldonado
Alejandro Maldonado inició sus estudios de Yoga en
Nueva York hace más de veinte años.
En su via je de más de dos décadas, ha conocido
maestros, tradiciones y culturas, que lo han ayudado a crear un estilo propio y único dentro de su disiciplina.
Desde 2014 es vocera de piggo, donde desarrolla
contenido sobre ahorro, inversión y la actitud mental para ganar en ambos.
Es reconocido por ser un Yogui alivianado, le gusta
el tema del tercer ojo pero no se lo pinta.
Ha publicado dos libros con Editorial Planeta: Diario
de una Oveja Financiera y Apuntes de una Oveja
Freelancera.
Su nombre sigue siendo Alejandro Maldonado y
nunca se ha sentido inclinado a cambiárselo por
uno que suene más espiritual.
Fundó en 2008 el sitio Blogylana.com y es productora de uno de los podcast en español más reconocidos de finanzas y negocios: Lana&Podcast.
Cree profundamente que “No hay nada mas saludable que ser feliz”, claramente se le relaciona con
la salud, el ejercicio, el entrenamiento mental y ante
todo por mostrar de una manera accesible lo factible que es estar bien.
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