sumumu y ÍNIXCIOS. ADVERTENCIA.

Anuncio
Martes 11 de Junio de 1867.
Maries И de Junio de 1867.
Madrid
I'rovincias
Ultramar y Extraujero. . . .
EL IMPARCIAL
8 rs. a l m a s .
10
»
20
»
Papel de la fábrica de D. E m i l i o M. de Velasco, en
Morata de Tajuña, á 43 rs. r«sma.
D I A R I O P O L Í T I C O Dir L A T A R D E .
N o se devuelve ningún escrito.
ADVERTENCIA.
Tenemos y a encuadernado bajo u n a elegante
cubierta, de color, el tomo primero dn la interesante
novela Los Invisibles
de l'aris,
de la cual no existe
cn E s p a ñ a otra traducción que la de nuestro f o j l e tin, on e l q u e se p u b l i c a al mismo tiempo que cn
La
Patrie.
Este tomo, que contiene mas de 300 p á g i n a s de
esmorada y óompacta impresión, podrán obtenerlo
los suscritores de Et.
IMPARCÍAL,
en M a d r i d á 3 r e a -
les, y en provincias, franco de porte, remitiendo
nueve sellos de cuatro cuartos. A iguales
precios
podrán adquirirlo los nuevos suscritores.
Nuestros abonados de M a d r i d quo deseen la c i -
dustrialos quieren cs producir m u y barato, á fin
0 que aumente « 1 conàumo, y sus g a n a n c i a s por lo
tanto.
(
•
Por lo demás, no nos sorprende que nuestro c o l e g a nu sopa o p o n g a en olvido todo esto. Como su
objeto principal os, s e g ú n dice, la defensa de los
intorosos religiosos y morales, so cuida m u y poco
de lo que puedan sor las especulaciones i n d u s t r i a les. E s cierto que no está m u y on armonía con el
precepto de dar pan al hambriento, oso de producir
hambres artificiales en provecho de la a g r i c u l t u r a
nacional, y quo no puede recomendarse por su m o ralidad un sistema como el proteccionista, que falta
la justicia y mantiene vivos los odios iutornacionales; pero d e cualquier modo que sea, no debe s o r prendernos, que á fuerza de mirar al cielo nuestro
colega so olvide d é l o quo en l a tiorra pasa, y t e n g a
en su consoeucncia ideas no m u y exactas en m a t e rias económicas.
tada o b r a , pueden dirigir el aviso por ol correo i n -
Y no lo decimo.e osto, precisamente, porquo hoy y a
un proteccio!
i oncia nc merece
,
.
.itrovioraá sosteRecoletos,: bbfn. 4, y los é ^ á servido i n m e d i a t a - mascousidor;i
n o r q u o el sol g i r a al rododor de la tierra. Si nos h e mente por medio de los repartidores.
mos expresado on talos términos es porqno nuestro
A d e m á s , estará dc venta para cl público, como
p l e g a b a incurrido on distrao^íiones solo discupables
todas las obras i e esta empresa, á 4 rs. en las l i b r e - en u n a persona exclusivamontc dedicada á la v i d a
no .че encontrara oil
rías do D u r a n , Carrera de San Gerónimo, y Sanchnz contemplativa. Si La Lealtad
este estado escepcional, ¿cómo» por ejemplo, .se atre^-'
R u b i o , calle de Carretas, número 31.
vería á decir q u e , establecido el l i b r e - c a m b i o todo
1 que necesitara dc un producto extranjero tendría
CUESTIONES DEL D l i .
necesidad dc hacer un viaje al punto de producción,
tenor b u q u e s de su propiedad, a l q u i l a r w a g o n e s y
A «LA LEALTAD.»
hacer otros muchos gastos que sOlo podrían a r r o s trar los grandes capitalistas? ¿Ivs que iba á d g s a p a Con el título de La Agricultura
y el
Libre-сагл- recer ol intoruiediario del comerciante, precisnmenfr
bio, ha publicado recientemente La Lealtad un e x ­ te cuaudo la multiplicación de los cambios h a b i a de
ar m a y o r impulso al comorcio, tauto al por m a y o r
tenso artículo dirigido á demostrar quo tra.s la bandera libre-cambista,
promesa ilusoria
de
prosperi- como al por menor, para poner en contacto á p r o dad, se oculta el estandarte del monopolio,
manan- ductores y consumidores? ¿No se vé claramonte que
ha padecido aquí una g r a v í s i m a d i s tial inagotable de injusticias
é iniquidades
y causa La Lealind
eficaz y muy inmediata
de horribles
desgracias
y tracción? Pues no cs la única, y aun á riesgo do m o miserias sin cuento; que el libre-cambio
organiza
el lestar demasiado á nuestros lectores, vamos á l l a m a r
monopolio,
es enemigo délos pobres y aun de la clase su atención sobre otra no menos notable en que h a
media, constituye
el despotismo mas horrible
y vías incurrido.
Todo ol mundo sabo quo el sistema protecciodesenfrenado,
es útil soto á unos pocos
especuladoista tiende á restringir la importación v á f a v o r e fes, á diferencia
del sistema prolector
que cs provechosísimo
para todo el mundo, es un enemigo
pérfido, cer la exportación. E n esto h a y u n a quimera ma-^
que se finge amigo para ser señor, que promete
abun- nifiesta, y e S j l'a de querer exportar sin importar,
dancia y dá miseria, que, en fin, para conquistar
la puesto que íos productos se cambian por productos;
pobreza y convertirla
enesclava, en ciego
instrumenero do cualquier modo que sea, cl ideal de los p r o ta de explotación,
la sitia por hambre y la toma ya teccionistas consiste cn un pueblo que exportara
escuálida y próxima á
desfallecer.
muchísimo y no importara n a d a .
Pues bien; s e g ú n La Lealtad, no solo h a y ruina
Rs decir. La Leallad
iutcnta demostrar que el
bienestar de las clases pobres consiste en la escasez y miseria p a r a la naciones en la importación, sino
á que tiende cl proteccionismo, y no en la a b u n - que ruina y miseria cs también para éstas la e x p o r dancia á que conduce el l i b r e - c a m b i o ; que es una tación.
iniquidad reconocer en el propietario ol derecho de
•Los bárbaros sectarios de la media luna, dice La
cambiar lo suyo con quien mas le plazca, y una i n - Lealtad, con especialidad los de las costas del Riff y lus
justicia manitiesta despojar al productor nacional cercanías de Tetuan y Tánger, Mogador y Mequinez,
del privilegio que el sistema proteccionista le c o n - tienen mucho trig'o y no consumen ninguno. Se m a n ienen do yerbas y frutas silvestres de ningún valor,
cedo do que el consumidor recurra forzosamente á
olo por tenor el placer de vender su trigo y poder g u a r aus productos a u n q u e el extranjero se los ofrezca
dar uu poco de oro, que de nada les sirve, como no sea
mejores ó mas baratos; La Lealtad pretende d e m o s - para mirarlo de vez en cuando. Se acercan los grandes
trar que abrir los puertos á los artículos extranjeros capitales á los marroquíes, y les compran á muy bajo,
y aumentar por este medio la oferta de productos de á muy vil precio todo su trigo. Aquellos hombres, meuna
manera indefinida, es o r g a n i z a r el monopolio, jor dicho, aquellos desgraciados salvajes, (juedan sumique los monopolios son tanto mas fácilcs,'cuanto mas dos en la miseria y muriéndose materialmente de
abundantes están los objetos de consumo: que es un hambre.»
terior al administrador de
E L
biPARciAi.,,
calle de
acto do despotismo permitir que cada cual se surta
de lo quo necesite cn donde mejor le pareza, y no
hay tal despotismo cu o b l i g a r l o á comprar en d e terminados puntos; por fin La Lealtad intenta con-vcncernos dc que el proteccionismo es sumamente
provechoso p a r a los consumidores, uo obstante c o m prarlo todo mas caro y dc peor calidad que lo e n contraría en el extranjero, y que mientras I n g l a terra, F r a n c i a y B é l g i c a son unas naciones d e s graciadas por h a b e r dado oidos á los picaros l i b r e cambistas, E s p a ñ a nada cn la a b u n d a n c i a y cs
la envidia de todos los paises, tanto del antiguo
como del nuevo continente, por h a b e r tenido el
buen sentido dc no desprenderse do los paternales
b r : i z o 8 del proteccionismo.
Poro ¡ay! qne ha escogido m u y malas circunstancias p a r a convencer á sus lectores. ¿Cómo han
de creerle cuando todavía resuenan en sus oidos los
clamores de nuestras provincias del mediodía por
que so permitiera la introducción dc trigos o x t r a n "cros, es decir, porque se recurriera al l i b r c - c a m >io como medio de impedir que los pobres perecieran de h a m b r e ó se alimentaran con pan de c e b a da? ¿Cómo han de creerle cuando aún se están s i n tiendo los fatales resultados del monopolio ejercido
por nuestros acaparadores dc g r a n o s , monopolio
imposible si estuviera permitida la importación dc
cereales? L a r g o cs el artículo quo p u b l i c a nuestro
c o l e g a p a r a probar q u e el l i b r e - c a m b i o conduce
forzosamente á la miseria y al monopolio; \)cvo os
vano BU esfuerzo. L a nación toda sabe que cl h a m bre de que se h a visto a m e n a z a d a se d e b e solo á la
c r u e l d a d del proteccionismo, que no vacila cn c o n sentir que perezcan por falta de pan millares de
familias á trucciuo do que ol productor venda bien
8i;,s cosechas ; la nación toda ha visto cn el l i b r e c a m b i o , en la apertura do nuestros puertos á los
trigos extranjeros el único remedio eficaz contra la
carestía puramente artificial que tau serias proporciones h a b i a tomado, y por mas que otra cosa sc le
d i g a , demasiado comiircndo que los acaparadores
do trigo de n i n g ú n modo podrían elevar artificialmente el precio de este producto si no se h a l l a r a n
amparados por la ley quo prohibe la importación de
cereales.
К inútil es también que nuestro colega sc e s fuerce cn demostrar quo el l i b r o - c a m b i o solo es útil
p a r a unos pocos especuladores, que cl proteccionismo os provechoso para todos, inclusos los consumidores. ¿No sabou acaso todos los españoles por p r o pi;i experiencia lo caro y aun lo imperfecto dc t o dos los artículos do consumo q u e compran, á c o n secuencia de los derechos protectores dc las a d u a nas? ¿'No confiesan los mismos productores que si
no producen barato y tienen poca salida sus efectos
y sou m u y escasas sus g a n a n c i a s , consiste todo en
el elevado precio quo tienen en E s p a ñ a las p r i m e ras materias, las máquiíms y las subsistencias, ^
causa de esos mismos derechos protectores?
Í
Desengáñese
La Lealtad.
De suerte q u e , en concepto de La Lealtad,
los
marroquíes, y por razon de a n a l o g í a todas las n a ciónos, serian mucho mas felices si en vez de dar
salida á los productos de sus diferentes industrias
se limitara cada familia á consumir la porción que
sus necesidades hicieran indispensables y a b a n d o nar cl resto. ¿O es qúo nuestro c o l e g a quiere decir
que los marroquíes so beneficiarian mas, si en vez
de recibir dinero eu cambio de t r i g o , recibieran
otros artículos de consumos? Si tal opina, tiene m u ha razon nuestro colega; pero en tal caso, tiene
que aceptar ol l i b r e - c a m b i o con todos sus
iwrrores,
porque precisamente lo q u e queremos los l i b r e cambistas cs q u e , limitándose cada país á explotar
las industrias mas conformes con sus particulares
condiciones, satisfagan las exigencias de su r e s p e c tivo consumo por medio del cambio, como medio de
l l e g a r al mayor g r a d o dc b o n d a d y baratura en los
diversos ramos do la producción.
Do suerte, quo La Leallad
se encuentra en la
alternativa de reconocer la distracción sufrida ó d e clararse libre-cambista; y si se ratifica en oso dc
que los marro(iuíos q u e d a n sumidos on la miseria
porque venden sus trigos, preciso será reconocerle
como fundador de u u a nueva escuela, que cousidera
tan dañosa para los pueblos la exportación como la
importación, con lo cual podremos decir que La
Lealtad,
no solo es un periódico noo-católico, sino
también un periódico neo-proteccionista.
EXPOSICIONES
REGION.\LES.
REHICCÍOX I A D S I M S T R A C Í O I .
Calle de R e c o l e t o s ,
sumumu
núm.
i.
y ÍNIXCIOS.
Madrid: En la Administración del P e r i ó d i c o y librerías
de Duran, Carrera de San Jerónimo, y de Sanchez
Rubio, calle de Carretas, núm. 31.
Provincias:
L o s corresponsales y principales librerías
nuestro deber y á nuestra conciencia si siquiera la
encubriéramos ó la atenuáramos con disculpas que
serian mas generosas que ciertas. L a verdad es que
somos un país pobre , y lo que es peor que esto, i n dolente, falto de iniciativa y sin eso estímulo que
es cau.sa de progreso y adelantamiento en todos los
ramos de la actividad h u m a n a .
La rutina, la ignorancia, las proocupacionos, la
escasez de población, la falta de medios y condiciones para uu desarreglo que pudiéramos llamar o r gánico, porque afecta á lo mas íntimo de nuestra
existencia, todas estas causas y otras muchas que
seria ocioso enumerar, son pasto para que aquí se
rechace toda innovación por p e l i g r o s a ; todo a d e lauto por inútil ; toda n u e v a industria por innecesaria; todo estudio por ocioso, y todo progreso y
hasta todo entusiasmo por opuesto á las rancias
preocupaciones quo están vivas todavía en la misma médula de esta sociedad, por todos conceptos
pobre y desgraciada.
,
' "
r Jbs Colores de este c u a dro.
,
íntegro á la penetración
l e nuestros k'ctores. L o y o r t o é s q u o si hay un m e dip para que desaparezcan todos estos inconvenientes os la celebracioa de exjxwiciones r e g i o n a l e s , á
imitación de la q u e h o y sc verifica en V a l e n c i a . Z a rtego7.a, V a l l a d o l i d , S e v i l l a , Barcelona y S a n t i a g o
pueden y deben sor los centros, donde á imitación
de V a l e n c i a , los labradores,,los industriales y hasta
los obreros conoz'cáh el estado actual do sus respectivas industrias, comparon sus mi'todos y respectivas ventajas, y comprendan el progreso de que
todas son isuscoptibksKu todas partes estos nobles concursos do la i n ligenciü/ y del trabajo han dado do sí ventajas i n apreciables. E n nuestro país los bonoficios deben
ser m a y a r o s , porque cs también mayor el desaliento
qúo on todo reina.
Nuestros vinos de Cariñena, por ejemplo, so h a cen hoy lo mismo que hace seis años; los trigos de
tierra de Campos son hoy buenos y excelentes, uo
por otra cosa sino por la naturaleza do aquel torreno; la morera os desconocida on todas las p r o v i n cias do E s p a ñ a , á eseepcion do las de M u r c i a y V a lencia; la^'sabrosísimas frutas do C a m p i c i , do R i o ja y de a l g u u o s puntos del Pirineo, están como v i n culadas eu ignoradas y m u y reducidas comarcas;
el cáñamo, el lino, tudas esas primeras materias que
tan abundante parte pueden ofrecer á la industria
fabril ou C a t a l u ñ a , no se cultivan con verdadero
cuidado, como no sea cn a l g u n o s pueblos de G a l i cia y ribera dol Jalón. T o d o , on fin, aparece a i s l a do y reducido á m u y débiles esfuerzos, cuando d e biera propagarse y desenvolverse por todos los m e dios que la inteligencia aconseja, que la perfección
' toda clase de máquinas facilita, y que la r i q u e z a
•aerai do esto país impcriosamento reclama.
Y no so crea que con esto queremos decir que
los productos de una provincia sc estiendan y d o s arroUou 011 otras cuyas condiciones no son las m i s mas. N o . L o que decirnos, es que conociéndose r e s pectivamoiito uuas y otras, comparando las necesidades a g e n a s cou las propias y cl estado de las d e más por el de cada u n a , sc sabrá á puntíj cierto q u é
ramos de la a g r i c u l t u r a y de la industria conviene
fomentar on g r a n d e escala y qué medios se deben
emplear para conseguirlo. [Cuántos campos yermos
hoy, cuántos torrónos que pueden producir determ i n a d a clase de frutos y que n a d a producen en l a
actualidad, se cultivarían m a ñ a n a si nuestros l a bradores tuvieran el último convencimiento d e qne
sus esfuerzos uo serán perdidos!
compensación territorial á F r a n c i a ; poro el g a b i nete de Bruselas la rechazó no solo por no disgustar
P r u s i a y H o l a n d a , sino para evitar las c o m p l i caciones que en lo sucesivo pudieran s u r g i r con
Francia.
E n vista do osto, I n g l a t e r r a y A u s t r i a se p u s i e ron de acuerdo para p r o p o n e r l a noutralizacitm del
ducado bajo el poder de H o l a n d a , proposición q u e i
fué aooptada por F r a n c i a y rechazada por P r u s i a en j
7 de abril; poro al dia siguiente oficiaoa á su e m lajador en Londres aceptando ambas bases sin que
ladie hasta ahora h a y a podido esplicar este r e p e n ino cambio, por más que se a t r i b u v a á influencias
de Rusia é I n g l a t e r r a . (.Jonsentida la conferencia se
trató enseguida dc aeordar qué naciones habian de
tomar parte en ella, decidiéndose que fueran solo
las g r a n d e s potencias y las interesadas directamente
on la cuestión: A u s t r i a , sin e m b a r g o , inició ol p e n samiento de quo hispana entrara también en la c o n forencia, pero el despacho llegó demasiado tarde y
olo se cx)nvino en invitarla, así como á P o r t u g a l y
necia, para q u e se adlii riesen al tratado de Londres.
E n el seno de las conferencias se reiteraron las
ndicacioups para que E s p a ñ a entrara en el concierto diplomático con las demás g r a n d e s potencias,
pero no parece que so h a y a resuelto n a d a sobre eí
particular. E l dia 7 de m a y o so abrieron las c o n f e rencias cuyos pormenores conocen y a nuestros l e c tores, y tros dias después se firmaba ol tratado d e
Londres quo ha sido un rápido triunfo de l a d i p l o macia.
IOS
ESTADOS-UNIDOS Y L A CUESTIÓN
DEL
Un
PACÍFICO.
despacho telegráfico l l e g a d o ayer con i n j u s -
ificablo retraso, nos participa la noticia de que los
E s t a d o s - U n i d o s retirarán su mediación en la cuestión q u e tonemos pendiente con his r e p ú b l i c a s del,
Pacífico, si E s p a ñ a persiste en exigir
cion
p-éeia
de las cualidades
la
del arbitro
determina^,
que han^
de nombrar los l i s t a d o s - U u i d o s cn el caso dc q u e
no t e n g a n éxito las conferencias.
L a noticia nos h a llenado dc asombro, sin ¡lui!
acertemos á sospechar siquiera las causas do esta
l,eterminac¡on. V e a m o s , pues, q u é h a y de anómalo'
n la nueva faz quo parece tomar osto asunto.
Сu.ando el g a b i n e t e dc W a s h i n g t o n ofreció sus
buenos oficios á E s p a ñ a y á las repúblicas que соП;
olla están cn g u e r r a , nuestro representante cerca
de a q u e l g o b i e r u o recibió instrucciones para a c e p tar esta invitación, á condición dc que las confcrenúas no d e b i a n durar mas que hasta fin de abril, si
nuestra memoria uo nos es infiel, y quo en el caso
de que no resultara avenencia y h u b i e r a que apelar
ll segundo medio propuesto, esto es, al n o m b r a miento de un arbitro por M r . .Ihonson, debian fij a r s e previamente los poderes de que h a b i a de estar
revestido. Bajo estas bases, aceptadas por M r . S e w a r d , se abrieron las conferencias sin resultado a l g u n o , pues y a saben uuestros lectores que a l g u n a
de las repúblicas no han querido asistir á ellas.
L l e g a d o el s e g u n d o caso previsto cn la circular
del ministro norte-americano, parecía lo natural
quo
so consultara á E s p a ñ a y á las repúblicas del
Es necesario, pues, que las provincias piensen
seriamente en las ventajas que J i u e d c n obtener de
estas exposiciones. Sin EMBARGA ¿lo han dc hacer
todo por sí mismas? H o y que carecen casi por c o m pleto de iniciativa en los asuntos que mas h o n d a mente afectan á sus intereses, ¿podrá dirigírseles
una iuculpacioii si los resultados do sus esfuerzos
no corresponden á lo que nosotros deseamos?
Pacífico sobre los poderos de que ha de hallarse r c -
E n nuestro sentir, cl E s t a d o , y a que aquí lo ha
reconcentrado todo, d e b e iniciar l a celebración de
estas exposiciones, promoviendo los obstáculos que
se o p o u g a n á su realización; las personas do intelig e n c i a , los que ejercen poderosa infiuencia en las
provincias, están en el deber por su parte dc estudiar los medios de o r g a n i z a r í a s y do arbitrar los
recursos necesarios para que sus beneficios se h a gan ostensivos al mayor número de poblaciimes; y
por último, la prensa local con su celo, con su r e conocida competencia, es la e n c a r g a d a p r i n c i p a l mente de arrancar á la provincia y al municipio de
esa peligrosa postración cn que y a c e , aun dentro
do las atribuciones quo le son propias.
para el g o b i e r u o de W a s h i n g t o n . Si E s p a ñ a aceptó
k. esta última nos dirigimos especialmente: de
ella esperamos un generoso esfuerzo; y si ol concur-i
so dc todos no es suficiente para despertar ese espi-,
ritu do emulación que quisiéramos ver en todos los
ramos de nuestra r i q u e z a , fuerza será esperar á
mejores tiempos; pero al menos q u e d a r á á todos Ц
satisfacción que siente el que ha cumplido con uñt
I deber de conciencia.
Sustituyamos á las festividades que eran p r e
Celébrase hoy en V a l e n c i a una exposición, que
no por modesta, y poco meuos que i g n o r a d a , deja de testo p a r a el ocio, y q u e afortunadamente van a ser
ser un importante acontecimiento que ejercerá p r o - I sujirimidas, las g r a n d e s y provechosas festividades
vechoso influjo en l a a g r i c u l t u r a é industria il • I (jue tienen por objeto santificar el trabajo.
a q u e l l a comarca.
N o es nuestro ánimo estudiar esta exposición
ANTECEDENTES DEL TRATADO
la cual prestan c(ui justicia los diarios valencianos
DE
LONDRES.
una atención preferente e x a m i n á n d o l a cu todas sus
E l g o b i e r n o inglés ha presentado al parlamento
relaciones, y m u y principalmente cn todo lo iiue
atañe á lus progresos industriales do la provincia y los documentos diplomáticos que se refieren á la
cuestión del L u x e m b u r g o . E s una historia de todas
del país en g e n e r a l .
Los que quieran conocer este suceso, apelen d e s - las peripecias que ha s u f r i d o , y que empieza con
de l u e g o á nuestros c o l e g a s , que dan diariamente un despucho dol 10 dc abril en que se creía i n m i al estudiarla muestras de tan clara inteligencia neute la g u e r r a .
F r a n c i a h a b i a manifcst.ado al gabinete británico
como patriotismo y buen deseo.
Nuestra intención es otra. Quisiéramos que lo el mal efecto que lo producía ver á los prusianos
que hoy hace Valencia no fuera perdido para las ocupar el L u x e m b u r g o una vez disuelta la a n t i g u a
demás provincias; deseamos que este ejemplo, d i g - confederación. Por otro lado, el embajador do Prusia
no de ser imitado, se repita en todas partes, porque Cüinunicaba despachos do su gobierno á lord Stanley
i considerándolo bien, acaso sea este el único modio en los que se daban á entender clarameuto los p r o sencillo y poderoso para desportar en nuestros l a - jiósitos do no abandonar cl ducado ni la fortaleza. .Vsí
bradores é industriales un estimulo de quo hasta las cosas, el gobierno inglés hizo un llamamiouto á
ihoy h a n carecido, y q u e en estos actos, como en los las otriis g r a n d e s potencias encareciéndoles la neceidcinás, es ol primor elemento de actividad y dc p r o - sidad de redoblar sus esfuerzos eu favor de la j i a z .
A u s t r i a fué la primera e n iniciar uua solución que
greso.
consistía cn ceder el ducado á B é l g i c a , d a n d o una
Debemos decir l a verdad al país, y faltaríamos á
L o que todos nuestros
estido el arbitro, como una g a r a n t í a de i m p a r c i a lidad. Esto es lo l ó g i c o , lo n a t u r a l , lo que e s p e r á bamos de la marcha r e g u l a r do la diplomacia. C a l culen, pues, nuestros lectores cuál no h a b r á sido
uiiostra sorpresa al leer el t e l e g r a m a quo t r a s c r i b i mos. N a d a menos que una retractación e n v u e l v e '
la mediación bajo las bases enunciadas, ¿por qud
extraña M r . S e w a r d que persistaj, en que se
cum-
plan e n todas sus partes? ¿ H a y contradicción en ello?
L o raro, lo anómalo, lo que como hemos dicho a n tes, nos ¡ l a r e c e q u e se sale de las r e g l a s dc toda l ó g i c a , es la retirada de sus buenos oficios con q u é
nos a m e n a z a a q u e l g o b i e r n o , fundándose precisamente on la exactitud con que E s p a ñ a q u i e r o l i e - •
var
á cabo sus compromisos diplomáticos.
Repetí- '
inos que apenas damos crédito á esta noticia, r e s e r viíndonos para cuando conozcamos el despacho
en
todos sus detalles, e x a m i n a r l a importancia del d o cumento y las complicaciones que pueden s u r g i r d e
nuevo en qeto.interminable lucha.
MlScELiNEA
I'ÜLITICA.
El Sr. Tejado, antiguo redactor de El
Pensamiento,
.pronunció el sábado último en el Congre.so un caloroso
discurso en favor de la descentralización, del cual no
dice una sola palabra Z o Regeneración; pero siu n o m brar al Sr. Tejado y sin duda eomo medio indirecto de
aludirle, puesto que uo tenia pendiente polémica a l guna sobre el particular, hace esta declaración tan t e r miuaule eomo enérgica :
«Nosotros somos partidarios de la centralización;
¿cómo uo, si somos apasionados de la antigua España?
Pero nosotros teuemos hoy la convicción intima de q u e
la descentralización no es posible siuo después de u u »
dictadura inteligente, católica, Urme, m u y firme de dos
lustros, y retamos á que nadie uos pruebe lo c o n t r a r i o . »
I - L a s anteriores lineas revelan ol deseo de ocultar una
'emisión profunda que se manihesta, nu solamenti; en
esta materia, sino en otros pequeños detalles que b a s tan á formar un todo importante y terrible. La Regeneración no puede ignorar que eu las circunstancias a c tuales uo corren vientos muy favorables para los n e o católicos, que por mucho que ellos aboguen por la d e s centralización, no es eosa para plantearla en seguida^
y que por consiguiente esa diferencia de oportunidad
que consisto en diez años, es pecata minuta para q u »
por ella se desuna un partido que hace quince dias s e
esforzaba por aparecer tan lirmo y tan compacto.
L a verdad es que el diablo ha tirado de la manta f-i
el pastel está descubierto.
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