Sistema Muscular - vitamina comunicación

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“Sistema Muscular”
MANUAL
PARA
EMBODIMENT
STUDIES
“Sistema Muscular”
M ANUAL
PA R A
E MBODIMENT S TUDIES
Mark Chandlee Taylor
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Este manual es la fuente primaria para el Módulo de Sistema Muscular del Programa de Educación
en Movimiento Somático de BodyMindMovement. La aproximación que hace este programa al
estudio del cuerpo en movimiento ha sido influenciada de manera profunda por Bonnie Bainbridge
Cohen, quien originó y posee los derechos de autor del sistema de terapia de movimiento, conocido
como Body-Mind Centering®. Le expreso mi más profundo agradecimiento por su visión y liderazgo
en el campo de la educación de movimiento somático.
Mark Chandlee Taylor
Copyright © Mark Chandlee Taylor, 2008
Body-Mind Centering® es una marca de servicio registrada por Bonnie Bainbridge Cohen.
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Contenido
I. Introducción al Sistema Muscular
La Belleza de los Músculos esta en su Capacidad de Relacionarse
Tus Músculos No Mienten
Todos para Uno y Uno para Todos
Los Músculos Promueves un espacio Articular Consistente y Parejo
Axiomas del Músculo con Experiencia Corporal Consciente
II. Terminología
Movimiento en las Articulaciones
Términos Específicos de los Músculos
Analizando el Movimiento y Acciones Musculares
III. Seis Principios de los Músculos
Primera Relación entre los Músculos: Equilibrar
Segunda Relación entre los Músculos: Acoplamiento Básico
Tercera Relación entre los Músculos: Acoplamiento Asistido
Cuarta Relación entre los Músculos: Secuencialidad
Quinta Relación entre los Músculos: Dirección de la Corriente
Sexta Relación entre los Músculos: Rutas Musculares
IV. El Mundo Celular del Músculo
La Organización de los Músculos Esqueléticos
Fibras Musculares
Categorías de Fibras Musculares Esqueléticas
El Factor de Vinculación
V. Técnicas para Trabajar con el Tejido Muscular
Separar el Músculo del Hueso
Amasando la Carne
Vinculación Horizontal
“Inflar” un Músculo
Ir por abajo del tono
Toque Celular: Nadar en Lechos de Quelpo
Re-educación Muscular
Toque de Direccionalidad de Corriente
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VI. Músculos de la Extremidad Inferior
Los Músculos Intrínsecos del Pie
Los Músculos Extrínsecos del Pie
Músculos que Actúan en la Cadera y la Rodilla
VII. Músculos de la Extremidad Superior
Músculos Intrínsecos de la Mano
Los Músculos Extrínsecos de la Mano y la Muñeca
Los Músculos del Codo y las Articulaciones Radio-Cubitales
Músculos de la Articulación del Hombro
Músculos de la Cintura Escapular
VIII. Músculos de la Cabeza, Cuello y Tronco
Músculos del Cráneo
Músculos de la Cara
Músculos de la Masticación
Los Músculos Anteriores y Laterales del Cuello
Músculos que Actúan Sobre la Columna Vertebral
Los Músculos de la de la Respiración
IX. El Complejo del Iliopsoas
Psoas Menor
Iliaco
Psoas Mayor
Liberando y Tonificando el Complejo del Iliopsoas
X. El Piso Pélvico
Los tres músculos del piso pélvico
Experiencia corporal consciente del piso pélvico
Bibliografía
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Capítulo 1
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Introducción al Sistema Muscular
Las células musculares evolucionaron como especialistas en el arte de la movilidad y de cambiar
de forma. Como tejido contráctil, colectivamente ejercen fuerza física sobre otros tejidos para
producir muchos tipos de movimiento, que son tan variados como el apalancar nuestros huesos
a través del espacio, el empujar y masajear comida a través del tracto digestivo, y el bombear la
sangre a través del sistema vascular. Para lograr esta variedad de actividades, existen tres tipos
de tejido muscular: el tejido muscular liso o visceral, que se encuentra en las paredes del tracto
digestivo y otros órganos; el tejido muscular cardiaco, que parcialmente conforma el corazón, y
el tejido muscular esquelético, el cual podemos controlar voluntariamente y es el tema de este
manual.
Muchos de nosotros sólo le ponemos atención a nuestros músculos cuando nos duelen o nos irritan.
La experiencia corporal consciente de los músculos te brinda el potencial de aumentar tu placer,
especificidad, facilidad y confianza al moverte a través del espacio. Puedes aprender a monitorear
tus respuestas y el nivel de estrés a través de observar el tono y el comportamiento de tus músculos,
y utilizar esa información para ayudarte a modificar el patrón de tus respuestas físicas y psicológicas
a los estímulos externos.
La Belleza de los Músculos está en su Capacidad
de Relacionarse
La belleza de los músculos radica en la manera en la que forman relaciones. En la educación de
movimiento somático, estudiamos la relación entre los músculos entre sí mismos y la relación
de los músculos con los huesos, los que en conjunto crean el movimiento a través del espacio.
Además, ese movimiento, te permite moverte y relacionarte con otras personas, la tierra, y el
espacio. Tus músculos forman espirales alrededor de tus huesos, envolviéndolos en relaciones
complejas y dinámicas que dan como resultado el fluir del movimiento tridimensional. Incluso en
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el nivel molecular, las moléculas que integran las fibras de tus células musculares forman espirales
alrededor de sí mismas en una relación de danza helicoidal.
El sistema nervioso organiza respuestas al medio ambiente e instruye a los músculos en cómo,
cuándo y hacia dónde mover tus huesos. Los músculos proporcionan la potencia. Si no escuchas
a tus músculos, sintiendo su acción y respuestas al movimiento, éstos se vuelven prisioneros de
tu mente. En cambio, si te relajas y permites a tus músculos sentir el movimiento y reportar sus
experiencias a tu cerebro, se volverán participantes de una sociedad recíproca junto con tu mente
y pensamientos. Los músculos pueden comenzar a mover la mente, la cual tiene la capacidad de
desarrollar el deseo y el apetito de los músculos de un momento a otro.
Tus Músculos No Mienten
Los músculos no tienen la capacidad de analizar información o adaptarse fácilmente a nuevos
estímulos por sí mismos, pero poseen memorias independientes y hablan la verdad acerca de su
experiencia acumulada. Los músculos esqueléticos son dirigidos por nervios y dan servicio a los
huesos, pero a través del uso habitual van formando sus propias personalidades y al conjuntarse
expresan la personalidad del individuo. Por lo tanto, los músculos forman hologramas de carácter: tu
personalidad y hábitos residen en tu tejido muscular. Los músculos pueden ser lentos para cambiar
y aprender nuevos hábitos, pero jamás mienten acerca de quién eres o lo que estás expresando. El
pensar acerca de arquetipos musculares puede ayudarte a sentir las cualidades que están inmersas
en tus músculos y, por lo tanto, en tu personalidad. Podemos incluir a los siguientes arquetipos:
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• El Sirviente Devoto y Fiel: Los músculos expresan balance, gracia y la entrega espiritual en el
servicio.
• El Hedonista: Los músculos se enfocan en el placer por el placer en sí.
• El Chivo Expiatorio: Un músculo en particular asume el dolor de una comunidad de músculos,
reteniendo el dolor de los otros y haciendo más de lo que proporcionalmente le toca.
• El Individuo Capaz de Hacer Todo: Un músculo que se ofrece como voluntario para hacer lo
que se le pide, sin importar las consecuencias.
• El Jugador de Futbol: Un músculo que hace lo que le piden y es agresivo al servicio de una meta
establecida por otros.
• El Trabajador de la Fábrica: Un músculo que sufre de extenuación física y espiritual por llevar a
cabo una labor repetitiva.
¿Cuáles son las características de tus músculos, y qué dicen de ti?
Todos para Uno y Uno para Todos
Dependiendo de cómo los diferencien y los cuenten, las diversas fuentes y tradiciones de anatomía
proponen que hay entre 639 y 850 músculos en el cuerpo humano. Al tener una experiencia corporal
consciente de tus músculos, tal vez elijas nombrarlos, diferenciarlos y catalogarlos o categorizarlos
en sus unidades individuales. Sin embargo, también puedes elegir el trabajar desde la perspectiva
de la integración, es decir, sintiendo el revestimiento elástico individual que cubre a tu cuerpo como
un traje cómodamente ceñido. Este traje es tu capa muscular, la cual cubre a tus huesos con fibras
contráctiles continuas desde la superficie hasta tus profundidades, desde el frente hasta atrás, y
desde arriba hasta abajo. Este revestimiento muscular permite moverte con facilidad y elegancia
a través de los tres planos del espacio, así como apartarte de la tierra, y alcanzar hacia los cielos.
Conforme trabajas en la experiencia corporal consciente del sistema muscular, permite que los
músculos individuales sientan cómo apoyan y sostienen la totalidad del revestimiento muscular y
cómo este revestimiento apoya cada músculo al desempeñar su trabajo.
Los Músculos Promueven un Espacio Articular
Consistente y Parejo
Los músculos mueven a los huesos. Los huesos se mueven en relación entre sí y en relación con otras
articulaciones. Por lo tanto, la acción de los músculos está enfocada en mover las articulaciones.
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La razón funcional por la que tenemos una experiencia corporal consciente del sistema muscular
es para apoyar que los espacios articulares del sistema esquelético se mantengan parejos y
consistentes. Cuando los músculos que rodean y mueven una articulación se balancean entre sí
en cuanto a tono y esfuerzo, ésta será una articulación saludable. Cuando el movimiento de una
articulación esta claramente definido y con un experiencia corporal consciente, los músculos que
rodean la articulación pueden aprender ese patrón y brindar equilibrio y fuerza con fluidez.
Axiomas del Músculo con Experiencia Corporal
Consciente
• La belleza de los músculos está su manera de relacionarse.
• Tus músculos no mienten. Son evidencia específica de cómo te relacionas con el mundo.
• Los músculos cargan el prototipo de tu personalidad.
• Todos para Uno y Uno para Todos.Puedes explorar los músculos individualmente o como un
revestimiento muscular único.
• Los músculos con experiencia corporal consciente sostienen el espacio articular homogéneo y
uniforme, creando facilidad, fuerza y fluidez en el movimiento.
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Capítulo 2
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Terminología Muscular
Movimiento en las Articulaciones
Flexión
El movimiento que disminuye el ángulo de la articulación y que acerca a dos huesos entre sí. La
flexión usualmente ocurre en el plano sagital.
Extensión
Es lo opuesto a la flexión, la extensión ocurre cuando incrementa el ángulo de la articulación y
ambos huesos se alejan entre sí. La extensión normalmente ocurre en el plano sagital.
Híper extensión
El movimiento que va más allá del rango de extensión normal o necesaria, sobre-estirando los
ligamentos de la articulación.
Abducción
El movimiento de una articulación que dirige a una extremidad lejos de la línea media del cuerpo.
La abducción usualmente ocurre en el plano vertical.
Aducción
Lo opuesto de la abducción, el movimiento de una articulación que dirige a una extremidad hacia la
línea media del cuerpo. La aducción usualmente ocurre en el plano vertical.
Rotación
El movimiento de una articulación que mueve al hueso alrededor de su eje longitudinal, es común
en las articulaciones esféricas y en los segmentos vertebrales. La rotación, tanto interna (hacia la
línea media) como la externa (alejándose de la línea media) ocurren en el plano horizontal.
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Circunducción
La circunducción (movimiento circular) es la combinación de todos los movimientos descritos con
anterioridad, ocurriendo en ciertas articulaciones esféricas, donde el extremo libre del hueso dibuja
un cono en el espacio. En la circunducción, la articulación se mueve a través de todos los tres planos.
Flexión Dorsal (Dorsiflexión)
El movimiento de la articulación del tobillo que acerca la parte superior del pie hacia el frente de la
pantorrilla.
Flexión Plantar
El movimiento en el tobillo en la cual la articulación se extiende en la zona dorsal y se flexiona en la
zona plantar, alargando la parte superior del pie.
Pronación
En la mano: la pronación es la acción de mover la palma de la mano desde una posición orientada
hacia arriba (o anterior) hacia una posición orientada hacia abajo (o posterior). El movimiento
ocurre en las articulaciones del antebrazo conforme el radio rota alrededor del cúbito.
En el pie, la pronación se refiere al rodamiento del pie internamente hacia el lado medial del pie,
involucrando tanto las articulaciones del tobillo como las subastragalinas.
Supinación
La supinación es la acción opuesta a la pronación, es la acción de mover la palma desde una posición
orientada hacia abajo (o posterior), hacia una posición orientada hacia arriba (o anterior). El
movimiento ocurre en las articulaciones del antebrazo conforme el radio rota alrededor del cúbito.
En el pie, la supinación se refiere al rodamiento del pie hacia afuera hacia la cara lateral del pie,
involucrando tanto las articulaciones del tobillo como las subastragalinas.
Inversión
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Un movimiento de giro del pie, la inversión ocurre en la articulación subastragalina e incluye la
supinación, la aducción y la flexión plantar.
Eversión
Un movimiento de giro del pie, la eversión ocurre en la articulación subastragalina e incluye la
pronación, la abducción, y la dorsiflexión.
Términos Específicos de los Músculos
Origen
El punto de anclaje de un músculo a un hueso generalmente más estable y proximal. Cada músculo
se ancla al hueso por lo menos en dos puntos (u otras estructuras del tejido conectivo).
Inserción
El punto de anclaje de un músculo a un hueso distal generalmente más móvil.
Contracción Muscular
La contracción muscular es una estimulación de fibras musculares que provoca que se involucren
unidades contráctiles microscópicas de músculos, lo que permite que sus filamentos se deslicen
cruzándose entre sí. Ese deslizamiento puede provocar que el músculo se acorte o puede provocar
que se alargue, ya sea de manera activa o involucrada.
Contracción Concéntrica
En una contracción concéntrica, el músculo se acorta, jala sus puntos de anclaje en el hueso, e inicia
el movimiento en la articulación.
Contracción Excéntrica
En una contracción excéntrica, el origen y la inserción de un músculo se apartan o separan de sí
mismos bajo tensión y controladamente, en una acción de alargamiento, como al bajar un peso
contra la gravedad o cuando un agonista se alarga pero es forzado a trabajar en contra de la fuerza
de su antagonista.
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Contracción Isométrica
En una contracción isométrica un músculo se acorta y jala en contra de sus anclajes pero ningún
movimiento ocurre en la articulación. Usualmente los agonistas y antagonistas se contraen
isométricamente al mismo tiempo, para que incremente la tensión equitativamente en ambos
lados de la articulación. (métrica, se refiere a longitud)
Movilizador Primario/Agonista
Es el músculo principal responsable de la acción de la articulación.
Movilizador Secundario/Antagonista
Es el músculo que se opone o hace lo contrario al movimiento del agonista. En la kinesiología
tradicional, cuando el agonista está activo, el antagonista esta estirado y relajado, o pasivo. En la
educación de movimiento somático, se considera que el antagonista se alarga activamente en vez
de pasivamente.
Sinérgico o Neutralizador
Son los músculos que asisten a los movilizadores primarios.
Fijadores
Son músculos sinérgicos especializados que estabilizan una articulación.
Músculos
Monoarticulares,
Multiarticulares
Biarticulares, y
Algunos músculos cruzan solo una articulación, y se llaman monoarticulares. Los músculos de una
articulación son por lo general, más pequeños y más cercanos al hueso. Otros músculos cruzan dos
o más articulaciones, denominándose biarticulares. Estos músculos tienden a ser más largos y más
superficiales. Existe una cantidad de otros músculos que cruzan varias articulaciones, conocidos
como poli-articulares. Estos músculos, comúnmente superficiales, tienden a integrar alguna parte
del cuerpo.
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Músculos Intrínsecos y Extrínsecos
El origen e inserción de un músculo intrínseco se mantienen dentro de los confines de una parte
del cuerpo en particular. Un ejemplo de un músculo intrínseco es aquel que conecta dos huesos del
pie. Un músculo extrínseco tendrá un origen o inserción en un hueso que está fuera de una parte
del cuerpo distintiva. Un ejemplo seria un músculo cuyo origen está en la tibia y su inserción sobre
un hueso del pie.
Analizando
Musculares
el
Movimiento
y
Acciones
Articulación Focal
Los músculos actúan sobre las articulaciones. Cuando analizamos un músculo, es importante saber
qué articulación o articulaciones mueve y cuál es la acción de esa articulación, la cual --para fines de
análisis del músculo--se denomina la articulación focal.
Movimiento Proximal y Distal
En cada articulación existe un hueso proximal más cercano al centro del cuerpo (definido éste
como la columna vertebral y, a lo largo de la columna, la cuarta vértebra lumbar) y existe un hueso
distal más alejado del centro del cuerpo. El movimiento distal ocurre cuando el hueso proximal
en la articulación permanece fijo en el espacio o en la tierra, mientras el hueso distal se mueve
libremente. El movimiento proximal ocurre cuando el hueso distal en una articulación permanece
fijo en el espacio o en la tierra, mientras el hueso proximal se mueve libremente. Los músculos se
comportan en diferentes maneras e inician en secuencias de manera diferente dependiendo si el
movimiento es proximal o distal.
Soporte Fluido del Tejido Muscular
Los dos fluidos que son utilizados con mayor facilidad para sostener y apoyar al tejido muscular son
la sangre y el fluido intersticial. La sangre, a través de sus vías tanto venosas como arteriales, trae
nutrientes a los metabólicamente demandantes músculos y recoge los productos de deshecho que
ahí se producen. El líquido intersticial es el ambiente fluido que rodea a las células musculares. Éste
irriga el lecho muscular y es el océano en donde las células musculares flotan.
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Capítulo 3
18
Seis Principios de los Músculos
Los seis principios de los músculos son presentados en una secuencia, permitiéndote así trabajar
efectivamente con los músculos y las articulaciones al expandir las ideas más básicas a unas de mayor
complejidad. Algunos de los principios son bastante sencillos, pero tienen profundas consecuencias
en cómo experimentas el movimiento y sobre la salud de tus músculos y articulaciones. Otros son
más complejos, y su integración llevará más tiempo. Todos están basados en la experiencia corporal
consciente de la relación entre los músculos y las articulaciones. El trabajar con esta secuencia
de principios te ayudará para organizar tu investigación y estudio de los músculos alrededor de
cualquier articulación, sea o no que conozcas los nombres específicos de los músculos. En este
capítulo estamos más interesados en las ideas que apoyan el sistema muscular que con los músculos
individuales en sí.
Primera Relación
Equilibrar
entre
los
Músculos:
El equilibrar es experimentar conscientemente la habilidad de acortar los músculos en un lado de
una articulación focal, mientras activamente alargas aquéllos del otro lado. Al percibir este balance
no necesitamos nombrar los músculos, sino simplemente sentir la contracción concéntrica del lado
que se acorta de la articulación mientras simultáneamente percibimos la contracción excéntrica del
lado que se alarga.
Cuando equilibras la acción de los músculos de una articulación tienes la habilidad de sentir la
cualidad de su espiral conforme se mueven a lo largo de los huesos, sobre articulaciones, y a través
de los planos de la fascia. Puedes sentir la cualidad del revestimiento muscular elástico, relacionando
cada articulación con sus vecinas. Los músculos en este balance permiten percibir el movimiento
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que se centra en la articulación, al tiempo que perciben el movimiento en direcciones opuestas
(excéntrico y concéntrico) creado por el tejido muscular en los lados opuestos de la articulación
involucrada.
Segunda Relación entre
Acoplamiento Básico
los
Músculos:
En el acoplamiento básico logras experimentar conscientemente la mente de dos músculos
específicos conforme estos balancean su movimiento en ambos lados de una articulación focal. La
premisa del acoplamiento, como en el equilibrar, es el encontrar el balance entre las contracciones
concéntricas y excéntricas en los lados opuestos de una articulación con objeto de crear un espacio
articular estable y uniforme.
En el acoplamiento básico agregamos dos grados de especificidad al principio de equilibrar:
1. Identificamos un agonista, o movilizador primario, y un antagonista, o movilizador secundario.
2. Aparejamos un músculo de una articulación (monoarticular) con un músculo de dos articulaciones
(biarticular) para balancear la acción en la articulación.
El principio trabaja al emparejar las acciones concéntricas y excéntricas de un movilizador primario
y un movilizador secundario, y así proporcionar la contra-tensión y el soporte multi-direccional
necesarios para que un lado de la articulación no esté comprimido por habitual exceso de trabajo
de un músculo en particular (frecuentemente, un movilizador primario).
Músculos Tipo A y Tipo B
Los músculos tipo A integran al hueso distal dentro de un soporte proximal y proporcionan
estabilidad a la articulación. Aunque existen algunas excepciones, generalmente son músculos
monoarticulares, cercanos al hueso, y relativamente cortos. Con frecuencia son los iniciadores
del movimiento y, como integradores, funcionalmente aumentan el rango de movimiento, ya que
ayudan a centrar la acción en la articulación.
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Los músculos tipo B, en cambio, proporcionan la energía o potencia para desplazar las palancas
óseas (los huesos) en el espacio y, por lo tanto colaboran en gran medida con la movilidad activa
del sistema óseo. Con algunas excepciones, cruzan dos o más articulaciones y usualmente son más
largos, más grandes y más superficiales que los músculos tipo A. Su función tiene que ver más con
la fuerza y expresión hacia afuera, que con la integración.
Acoplamiento Básico
En el acoplamiento básico existen dos opciones.
• Un músculo monoarticular (tipo A) se contrae concéntricamente mientras que un músculo
biarticular (tipo B) se contrae excéntricamente en el lado opuesto de la articulación. La
contracción excéntrica modula y balancea el jalar del otro lado de la articulación para que el
espacio articular se mantenga consistente y parejo.
• Un músculo biarticular (tipo B) se contrae concéntricamente mientras un músculo monoarticular
(tipo A) se contrae excéntricamente en el lado opuesto de la articulación. Una vez más, la
contracción excéntrica modula y balancea el jalar ejercido en el otro lado de la articulación para
que el espacio articular se mantenga consistente y parejo.
Tercera Relación entre
Acoplamiento Asistido
los
Músculos:
El acoplamiento asistido es similar al acoplamiento básico, excepto que añades a la consciencia del
movimiento del músculo biarticular (involucrado en la articulación focal) la atención consciente de
su en la articulación vecina, la cual puede ser proximal o distal. ¿Cuándo enfocarnos a un músculo
biarticular que abarque la articulación focal y la siguiente articulación distal? y ¿cuándo enfocarnos
a un músculo biarticular que abarque la articulación focal y la siguiente articulación proximal?
El criterio para hacer esta distinción surge del principio del sistema óseo de que el apoyo precede al
movimiento, como veremos en los siguientes ejemplos.
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Movimiento Distal
En el movimiento distal, cuando el movilizador primario (concéntrico) es un músculo tipo A
(monoarticular), el movilizador secundario (excéntrico) es un músculo tipo B (biarticular) que
deberá cruzar tanto la articulación focal y la siguiente articulación distal. Sin embargo, si consideras
que el músculo tipo B (biarticular) es el movilizador primario (concéntrico), entonces éste deberá
cruzar la vecina articulación proximal.
Ejemplos de Acoplamiento Asistido en Movimiento Distal
Exploración: Flexión del Codo en Movimiento Distal
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo A:
• El braquial, un flexor monoarticular del codo, desempeña una contracción concéntrica.
• El extensor radial largo del carpo es un músculo tipo B, y sirve como un movilizador secundario.
Cruza tanto las articulaciones del codo y de la muñeca (la siguiente articulación distal) y balancea
el trabajo del braquial al desempeñar una contracción excéntrica.
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo B:
• El bíceps braquial, un flexor del codo biarticular que cruza tanto la articulación del codo como
la del hombro (la vecina proximal), inicia una contracción concéntrica.
• El ancóneo, un extensor de la articulación del codo es un músculo tipo A, y sirve como movilizador
secundario. Éste equilibra el trabajo del bíceps al desempeñar una contracción excéntrica.
Exploración: Extensión del Codo en Movimiento Distal
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Cuando el movilizador primario es un músculo tipo A:
• El ancóneo, un extensor del codo monoarticular, desempeña una contracción concéntrica.
• El flexor radial del carpo, el palmar largo, y el flexor cubital del carpo son músculos tipo B, que
individualmente o como grupo pueden servir como el movilizador secundario. Cruzan tanto las
articulaciones del codo y de la muñeca y balancean el trabajo del ancóneo al desempeñar una
contracción excéntrica.
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo B:
• El tríceps es un extensor biarticular del codo que cruza tanto el codo como el hombro (la
articulación vecina proximal) e inicia una contracción concéntrica.
• El braquial, un flexor monoarticular del codo, es un músculo tipo A, y sirve como movilizador
secundario. Compensa el trabajo del bíceps al desempeñar una contracción excéntrica.
Exploración: Flexión de la Rodilla en Movimiento Distal
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo A:
• El poplíteo, un flexor monoarticular de la rodilla, desempeña una contracción concéntrica.
• El tibial anterior puede ser usado como músculo tipo B en la articulación de la rodilla. Su anclaje
verdadero es en la tibia, pero una conexión fibrosa fuerte hacia el músculo cruza la articulación
de la rodilla, y por lo tanto el músculo puede servir como movilizador secundario. El prestarle
atención balancea el trabajo del poplíteo al proporcionar la experiencia de una contracción
excéntrica.
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo B:
• Los semitendinoso y semimembranoso son flexores biarticulares de la rodilla que cruzan la
rodilla y la cadera (la siguiente articulación proximal). Éstos inician una contracción concéntrica.
• El vasto intermedio, un extensor monoarticular de la rodilla, es un músculo tipo A, y sirve como
un movilizador secundario. Este balancea el trabajo de los tendones de la corva al desempeñar
una contracción excéntrica.
Exploración: Extensión en la Rodilla en Movimiento Distal
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo A:
• El grupo de vastos (medial, intermedio y lateral), son extensores de la rodilla monoarticulares,
que en conjunto o individualmente desempeñan una contracción concéntrica.
• El gastrocnemio es un músculo tipo B que sirve como movilizador secundario. Este cruza tanto
las articulaciones de la rodilla y del tobillo (siguiente articulación distal) y balancea el trabajo del
grupo de vastos al desempeñar una contracción excéntrica.
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo B:
• El recto femoral es un extensor de la rodilla. Es un músculo biarticular (tipo B) ya que cruza
tanto la rodilla como la cadera (la contigua articulación proximal). Éste inicia una contracción
concéntrica.
• El poplíteo, un flexor de la rodilla, es un músculo monoarticular, tipo A, y sirve como movilizador
secundario. Balancea el trabajo del recto femoral al desempeñar una contracción excéntrica.
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Movimiento Proximal
En el movimiento proximal, cuando el movilizador primario (concéntrico) es un músculo tipo A
(monoarticular), el movilizador secundario (excéntrico) es un músculo tipo B (biarticular) que
deberá cruzar tanto la articulación focal y la contigua articulación proximal. Sin embargo, si
consideras que el músculo tipo B (biarticular) es el movilizador primario (concéntrico), entonces
éste deberá cruzar la siguiente articulación distal.
Ejemplos de Acoplamiento Asistido en Movimiento Proximal
Exploración: Flexión del Codo en Movimiento Proximal
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo A:
• El braquial, un flexor del codo (monoarticular) desempeña una contracción concéntrica.
• El tríceps es un músculo tipo B y sirve como movilizador secundario. Cruza las articulaciones del
codo y del hombro (la contigua proximal) y equilibra el trabajo de braquial al desempeñar una
contracción excéntrica.
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo B:
• El flexor radial del carpo, un flexor del codo (biarticular) cruza tanto el codo como la muñeca (la
siguiente articulación dístal), inicia una contracción concéntrica.
• El ancóneo, un extensor monoarticular del codo, es un músculo tipo A, y sirve como el
movilizador secundario. Este compensa el trabajo del flexor del carpo al desempeñar una
contracción excéntrica.
Exploración: Extensión del Codo en Movimiento Proximal
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Cuando el movilizador primario es un músculo tipo A:
• El ancóneo, un extensor monoarticular del codo, desempeña una contracción concéntrica.
• El bíceps braquial es un músculo tipo B que sirve como el movilizador secundario. Este cruza las
articulaciones del codo y del hombro (la contigua proximal) y compensa el trabajo del ancóneo
al desempeñar una contracción excéntrica.
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo B:
• El extensor radial largo del carpo, el extensor radial corto del carpo, y el extensor cubital del
carpo, son, individualmente o en conjunto, flexores biarticulares del codo que cruzan tanto
el codo como la muñeca (la siguiente articulación distal) Inician una contracción concéntrica
actuando sobre el codo.
• El braquial, un flexor monoarticular del codo, es un músculo tipo A, y sirve como movilizador
secundario. Este armoniza el trabajo del extensor del carpo al desempeñar una contracción
excéntrica.
Exploración: Flexión de la Rodilla en Movimiento Proximal
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo A:
• El poplíteo, un flexor monoarticular de la rodilla, desempeña una contracción concéntrica.
• El recto femoral es un músculo tipo B, y sirve como el movilizador secundario. Este cruza las
articulaciones de la rodilla y la cadera (la vecina proximal) y compensa el trabajo del poplíteo al
desempeñar una contracción excéntrica.
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo B:
• El gastrocnemio, un flexor de la rodilla biarticular que cruza tanto la rodilla como el tobillo (la
siguiente articulación distal) inicia una contracción concéntrica.
• El vasto intermedio, un extensor monoarticular de rodilla, es un músculo tipo A, y sirve
como movilizador secundario. Este equilibra el trabajo del gastrocnemio al desempeñar una
contracción excéntrica.
Exploración: Extensión de la Rodilla en Movimiento Proximal
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo A:
• El vasto intermedio, un extensor monoarticular de la rodilla, desempeña una contracción
concéntrica.
• Los músculos semitendinoso, semimembranoso, y la cabeza larga del bíceps femoral
son músculos tipo B (los tendones de la corva) que individualmente o colectivamente sirven
como movilizador secundario. Cruzan tanto las articulaciones de la rodilla como de la cadera
(siguiente proximal) y armonizan el trabajo del vasto intermedio al desempeñar una contracción
excéntrica.
Cuando el movilizador primario es un músculo tipo B:
• El tibial anterior puede ser utilizado como músculo tipo B en la articulación de la rodilla. Su
verdadero anclaje es en la tibia, pero una conexión fibrosa fuerte hacia el músculo cruza la
articulación de la rodilla, y por lo tanto el músculo puede en este caso servir como movilizador
25
primario, ya que también cruza la articulación del tobillo (siguiente distal). Este inicia una
contracción concéntrica actuando sobre la rodilla.
• El poplíteo, un flexor monoarticular de la rodilla, es un músculo tipo A, y sirve como movilizador
secundario. Este equilibra el trabajo del tibial anterior al desempeñar una contracción excéntrica.
Es beneficioso y posible experiencialmente el aplicar el principio de acoplamiento asistido en cada
articulación. Sin embargo en algunas articulaciones es difícil o imposible el identificar los músculos
específicos que cumplen los requisitos de la teoría, lo que se complica con el hecho de que muchos
músculos parecen ser mixtos en cuanto a la dirección de su corriente.
En algunos casos puedes utilizar un músculo que se inserta cerca de la articulación y aunque no la
cruce, puedes sentir el jalón de la fuerza en la continuidad de su fascia que sí cruza la articulación,
y sustituir con ésta al músculo. Un ejemplo de esta substitución, cómo lo mencionamos en los
ejemplos anteriores, es el sentir la línea de fuerza del tibial anterior cruzando la articulación de
la rodilla así como la articulación del tobillo, para servir como extensor biarticular de la rodilla. En
otros casos, algunas fibras de cierto músculo pueden sentir otras fibras del mismo músculo parecen
tener la corriente en la dirección tipo B. Un ejemplo de dicho tipo de músculo es el elevador de la
escápula. Las fibras más cortas parecen tener una corriente tipo A mientras las fibras más largas del
músculo pueden sentirse que tienen un flujo tipo B.
Cuarta Relación
Secuencialidad
entre
los
Músculos:
A la mayoría de las principales articulaciones de tus extremidades la cruza más de un músculo con
la misma función básica. La secuencialidad en tus músculos te permite organizar el orden en el cual
inician la acción o se activan, como una estrategia para sostener el espacio articular a la vez que
mover con facilidad la articulación. Se ha establecido una secuencia de cuatro etapas de contracción
muscular en una articulación para producir la acción rotatoria eficiente en la articulación. Es de
particular ayuda el utilizar este principio cuando la articulación tiene un rango limitado, dolor en una
zona en particular dentro del rango de movimiento, o dolor constante. Se describe una secuencia
26
de iniciación para cuatro músculos que cruzan cierta articulación, dos agonistas (un músculo tipo
A y un músculo tipo B) en un lado de la articulación, y dos antagonistas (un músculo tipo A y un
músculo tipo B) en el lado opuesto. Como en el acoplamiento básico, es más importante el recordar
la idea y la sensación del principio, y menos importante, desde una perspectiva practica el recordar
los nombres, orígenes e inserciones de todos los músculos que tal vez quieras utilizar. Al principio
parece complicado, pero con algo de práctica se vuelve más fácil recordar y es muy útil para crear
fluidez en el movimiento.
Secuencialidad Muscular: Movimiento Distal (ABBA)
1. Inicia el movimiento del lado agonista de la articulación con la contracción concéntrica del
músculo tipo A, monoarticular; el movilizador primario. Este músculo tipo A proporciona la
integración articular.
2. Sigue con la contracción excéntrica de un músculo tipo B, biarticular en el lado antagonista de
la articulación; el movilizador secundario. En el movimiento distal, este músculo tipo B deberá
cruzar la siguiente articulación distal. Este músculo tipo B proporciona longitud y facilidad para
el movimiento.
3. Continúa con la contracción concéntrica de un músculo tipo B, biarticular, en el lado agonista de
la articulación (otro movilizador primario). En el movimiento distal, ese músculo tipo B deberá
cruzar la siguiente articulación proximal. Aquí, el músculo tipo B proporciona potencia y un
apalancamiento fuerte para el movimiento, y puede considerarse como el movilizador primario.
4. Termina el movimiento con la concentración excéntrica de un músculo tipo A, monoarticular;
otro movilizador secundario, en el lado opuesto de la articulación. Ese músculo tipo A
proporciona refinamiento y balance para el movimiento.
Ejemplo: Secuencialidad en Movimiento Distal; Flexión del Codo
Etapa 1. Braquial: músculo tipo A iniciando la contracción concéntrica
Etapa 2. Extensor radial largo del carpo: músculo tipo B (que cubre la siguiente articulación distal)
en contracción excéntrica
Etapa 3. Bíceps braquial: músculo tipo B (que abarca la siguiente articulación proximal) trabajando
en contracción concéntrica
Etapa 4. Ancóneo: músculo tipo A trabajando en contracción excéntrica para terminar el movimiento
27
Ejemplo: Secuencialidad en Movimiento Distal; Extensión de la Rodilla title
Etapa 1. Articular de la rodilla (Articularis genu): músculo tipo A iniciando la contracción concéntrica
Etapa 2. Gastrocnemio: músculo tipo B (que cubre la siguiente articulación distal) en contracción
excéntrica
Etapa 3. Recto femoral: músculo tipo B (cubriendo la siguiente articulación proximal) trabajando
en contracción concéntrica
Etapa 4. Poplíteo: músculo tipo A trabajando en contracción excéntrica para terminar el movimiento.
Secuencialidad Muscular: Movimiento Proximal (BAAB)
1. Inicia el movimiento con la contracción concéntrica de un músculo tipo B, biarticular, en el lado
agonista: el movilizador primario. En el movimiento proximal este músculo tipo B iniciador
deberá cruzar la siguiente articulación distal. El músculo tipo B proporciona la fuerza para
mover el cuerpo en el espacio.
2. Sigue con la contracción excéntrica de un músculo tipo A, monoarticular, en el lado opuesto de
la articulación: el movilizador secundario. El músculo tipo A proporciona precisión y facilidad de
movimiento.
3. Continúa con la contracción concéntrica de un músculo tipo A, monoarticular, en el lado agonista
de la articulación: otro movilizador primario. Este músculo tipo A guía el rango de la articulación
para la siguiente fase.
4. Termina el movimiento con la contracción excéntrica del músculo tipo B, biarticular: otro
movilizador secundario, en el lado antagonista de la articulación. El músculo tipo B cubre la
siguiente articulación proximal. Dicho músculo proporciona la longitud en el movimiento y
equilibria la articulación.
Ejemplo: Secuencialidad en Movimiento Proximal; Extensión del Codo
Etapa 1. Extensor cubital del carpo: músculo tipo B (que cubre la siguiente articulación distal)
iniciando una contracción concéntrica.
Etapa 2. Braquial: músculo tipo A en contracción excéntrica
28
Etapa 3. Ancóneo: músculo tipo A trabajando en contracción concéntrica
Etapa 4. Bíceps: músculo tipo B (cubriendo la siguiente articulación proximal) trabajando en una
contracción excéntrica para terminar el movimiento
Ejemplo: Secuencialidad en Movimiento Proximal; Flexión de la Rodilla
Etapa 1. Gastrocnemio o Gemelos: músculos tipo B (que abarcan la siguiente articulación distal)
iniciando en una contracción concéntrica
Etapa 2. Vasto intermedio: músculo tipo A en contracción excéntrica
Etapa 3. Poplíteo: músculo tipo A trabajando en contracción concéntrica
Etapa 4. Recto femoral: músculo tipo B (que abarcan la siguiente articulación proximal)trabajando
en una contracción excéntrica para terminar el movimiento
Quinta Relación entre los Músculos: Dirección
de la Corriente
Las corrientes de activación muscular tienen un patrón direccional dentro del músculo. Así, unas
fibras inician su activación en una dirección tal que permite al músculo mantener el espacio articular
homogéneo y uniforme, e integrar los huesos distales dentro de sus superficies articulares; mientras
que otras inician su activación en una dirección opuesta permitiendo al músculo la facilidad de
expresión del movimiento en el espacio. El flujo direccional del músculo hace referencia a la secuencia
de iniciación a través de fibras intrafusales (husos musculares) en respuesta a las instrucciones
del sistema nervioso central para contraer, por lo tanto involucrando a las fibras extrafusales del
músculo a mover el hueso. (Para más detalles sobre fibras intrafusales y extrafusales, ver la sección
de la Teoría Muscular.)
Los músculos inician su flujo en dos direcciones:
• La corriente de los músculos tipo A va de lo distal hacia lo proximal, fluyendo desde la
extremidad hacia el hueso proximal y hacia el centro del cuerpo. Comúnmente son músculos
menores que cruzan una sola articulación, más profundos y cercanos al hueso. Su papel es el
integrar al hueso distal dentro del hueso proximal. Un ejemplo de músculos tipo A es el conjunto
29
musculotendinoso que conforma el manguito rotador en la articulación del hombro, cuya
principal responsabilidad es la integración de la cabeza humeral a la fosa glenoidea.
• El flujo de corriente de los músculos tipo B va desde lo proximal hacia lo distal, fluyendo
desde el centro del cuerpo hacia la extremidad y el espacio. Comúnmente son músculos más
grandes y largos, cruzan múltiples articulaciones y son más superficiales. Su papel es el de
llevar a los huesos y extremidades libremente a través del espacio, hacia fuera del cuerpo y
hacia una relación con el medio ambiente. Los ejemplos de los músculos tipo B que actúan en la
articulación del hombro son el pectoral mayor y el bíceps braquial.
Cuando los músculos tipo A en la articulación intentan tomar el papel de los músculos tipo B, se
agotan con facilidad, pierden su habilidad para asegurar e integrar la articulación, y se tensan o
dislocan para poder trabajar. La articulación se volverá ya sea inmóvil, o bien, laxa. Cuando los
músculos tipo B intentan tomar el papel de los músculos tipo A, el movimiento en la articulación
se volverá limitado y la habilidad de la extremidad para moverse libremente en el espacio se verá
comprometida.
Es útil al trabajar con la direccionalidad de corrientes de los músculos en la articulación, comenzar
con los músculos tipo A que lo integran, y luego dar apoyo a los músculos tipo B que mueven la
articulación. Tal vez quieras imaginar un río profundo fluyendo hacia adentro el cual se encuentra
con un río superficial que fluye hacia afuera, hacia la punta de la extremidad.
Sexta Relación entre los Músculos: Rutas
Musculares
Las rutas musculares son un reconocimiento de que tus músculos están vinculados entre sí como
parte de una vasta matriz de tejido conectivo interno, y que la tensión o sobreesfuerzo en un
músculo o en la fascia que lo rodea pueden estar relacionados con una sensación de malestar o
tensión en partes distantes del cuerpo.
30
Las rutas musculares pueden crear relaciones longitudinales a través de tu cuerpo. Por ejemplo, una
tensión crónica en tus músculos de la pantorrilla puede ejercer un jalón en los músculos de tu espalda
baja, creando tensión en esta zona. En ese caso, tus músculos de la pantorrilla ejercen tracción
en los músculos posteriores de tu muslo y su fascia, los cuales, a su vez jalan los ligamentos que
conectan tus isquiones a tu sacro, y transmiten las fuerzas contráctiles a través de esas estructuras
a la fascia y a los músculos de los extensores de la cadera y, por útimo, hacia la región lumbar en
tu espalda. Es posible que estés consciente de tu dolor de espalda, pero no estés consciente de lo
aprisionado de tu pantorrilla que debe liberarse para aliviar el dolor lumbar.
Las rutas musculares también forman relaciones horizontales y espirales a través de las capas de
tejido muscular, conectando las lesiones en una capa muscular a otras capas de músculo, ya sean
más superficiales o profundas. Los mecanismos de esas rutas actúan en el nivel molecular, tanto
la estructura interna del tejido muscular, como en el de las fascias que lo unen y entrecruzan.
Distintas porciones de tejido muscular a diversas profundidades, desde la superficie hasta el hueso,
deben iniciar su movimiento en momentos ligeramente diferentes y viajar a diferentes velocidades
para considerar las variaciones de los vectores de fuerza que mueven esa articulación. Dichas
variaciones, aunque ligeras, pueden ser perturbadas por aprisionamiento crónico o tensión, y por
lo tanto disminuir la eficiencia de cómo el músculo guía el movimiento en la articulación.
Puedes trabajar la relación de los músculos con un estudiante o con un cliente basándote en tus
habilidades de observación y en
tu conocimiento del tejido conectivo, patrones de movimiento y anatomía. Al trabajar con ellos,
es posible que quieras ayudar a establecer las relaciones musculares que no existen. Tal vez quieras
el aliviar patrones de trabajo excesivo en relaciones musculares que se han vuelto demasiado
dominantes o se han trabado o bloqueado. Puedes utilizar todas las técnicas de facilitación a través
del tacto y movimiento que aplican tanto al tejido conectivo como a los músculos para ayudar a
establecer una relación funcional entre los músculos.
Thomas W. Myers ha investigaciones ampliamente sobre la interconexión longitudinal de los
sistemas muscular y de tejido conectivo, por medio del toque manual, la disección y la investigación
anatómica. En su libro, Trenes Anatómicos: Meridianos Miofasciales para Terapistas Manuales y
de Movimiento (Anatomy Trains: Myofascial Meridians for Manual & Movement Therapists), el traza
muchas líneas específicas de conectividad a través del cuerpo, y las relaciona funcionalmente con
31
la postura y el movimiento. A las líneas de relación a través de las rutas miofasciales longitudinales,
las llama “trenes”. Las conexiones óseas entre ellas, donde las vías pueden cambiar de dirección, las
llama “estaciones”. Como ejemplo, dos de los trenes que él ha identificado son la línea superficial
frontal y la línea superficial dorsal.
La Línea Superficial Dorsal
Funcionalmente, la línea superficial dorsal colabora la extensión y (con la línea frontal) equilibra
al cuerpo manteniendo la postura, al prevenir que se enrolle en una flexión. Estas son las rutas
primarias involucradas en fortalecer el tono en los patrones de la extensión fisiológica y de la
extensión contra la fuerza de la gravedad. Una descripción simplificada y breve de las conexiones
específicas incluye lo siguiente:
Estaciones Oseas
Vías Miofasciales
Hueso Frontal, borde supraorbital
Gálea aponeurótica y fascia epicraneal
Borde Occipital
Erector de la columna y fascia sacrolumbar
Sacro
Ligamento sacrotuberoso
Tuberosidad isquiática
Tendones de los isquiotibiales1
Cóndilos del fémur
Gastrocnemio (gemelos)
Calcáneo
Fascia plantar y flexores intrínsecos de los dedos
Superficie plantar de los falanges
1
32
El conjunto de los músculos isquiotibiales abarca el bíceps femoral, el semimembranoso y el semitendinoso (N del T)
La Línea Superficial Frontal
Funcionalmente, la línea superficial frontal conecta toda la superficie anterior del cuerpo, desde
arriba hacia abajo, usando dos rutas principales; de los dedos de los pies hacia la pelvis, y de la pelvis
hacia la cabeza. La línea superficial frontal funciona como una línea continua única integrada por
miofascia, compensa la línea superficial dorsal, y proporciona soporte de resistencia a la tracción
contra la fuerza de la gravedad a partes del cuerpo situadas al frente de la línea de gravedad (el
pubis, las costillas y la cara). Esta ruta miofascial guía al cuerpo hacia la flexión fisiológica y a la
flexión en contra de la fuerza de la gravedad. Una descripción simplificada y breve de las conexiones
específicas incluye lo siguiente:
Estaciones Oseas
Vías Miofasciales
Fascia del cuero cabelludo
Apófisis Mastoidea
Esternocleidomastoideo
Manubrio del esternón
Esternalis y fascia esternocondral
Quinta costilla
Recto anterior mayor del abdomen
Tubérculo púbico
Espina iliaca inferior anterior
Recto femoral y cuádriceps femoral
Rótula
Tendón Subpatelar
Tuberosidad tibial
Extensores cortos y largos de los dedos, tibial
anterio; compartimento anterior región crural
Superficie dorsal de los falanges
33
Capítulo 4
34
El Mundo Celular del Músculo
¿Cómo es que un músculo puede cambiar su forma? y ¿cómo puede hacerlo con una potencia tal
que ejerce la fuerza suficiente para jalar los huesos y moverlos en sus articulaciones? Además,
¿cómo proporciona la fuerza necesaria para presionar tu cuerpo hacia arriba contra la fuerza de la
gravedad, y poder caminar, correr, lanzar palos y pelotas, y alzar grandes objetos fuera del piso?
¿Cómo sabe qué tanto contraerse o que tanto relajarse?
Las células musculares son uno de los cuatro tipos básicos de tejido en el cuerpo, las otras son
las células epiteliales, nerviosas y de tejido conectivo. Especializadas para cambiar de forma, las
células musculares, ya sean lisas, cardiacas o esqueléticas, tienen una habilidad extraordinaria
para contraerse y expandirse, usando el complejo de actina-miosina. El músculo esquelético está
compuesto de dos tipos de células: las fibras extrafusales, las más numerosas que llevan a cabo
el trabajo de la contracción, y las fibras intrafusales, las cuales tiene órganos sensoriales imbuidos
dentro de ellas para interactuar con el sistema nervioso.
Hasta hace unos 60 años, nuestro entendimiento de cómo trabajan los músculos no era mejor que el
de los Romanos, quienes llamaban a estas estructuras musculi, que en latín significa “ratoncitos”, por
su acción semejante a la de pequeños ratones corriendo por debajo de la piel. La teoría de la acción
muscular de filamentos deslizantes, propuesta en 1954 por Hugh y Allen Huxley, establece que el
músculo esquelético se contrae cuando dos tipos de filamentos dentro de las células musculares,
constituidos por las proteínas miosina y actina, se deslizan entre sí, sin que realmente cambie
la longitud del filamento en ninguna de ellas. Lo que cambia es la relación espacial entre ellas,
condensando o alargando el músculo. La actina y la miosina, hasta cierto grado, están presentes
en todas las células. Ellas juegan papeles en una variedad de movimientos en células que no son
musculares, incluyendo la división celular, el transporte interno de vacuolas, el movimiento del
citoesqueleto y en la adhesión. Su presencia más espectacular es en las células musculares donde
se organizan en maneras muy poderosas.
35
Vaso Sanguíneo
Miofibrilla
Perimisio
Fascículo
Al visitar el mundo celular, discutiremos las fascias, las fibras musculares y los elementos contráctiles
con más detalle. Sin embargo, no debemos perder de vista el contexto del mundo celular del
músculo: lo fluido. La sangre trae nutrientes a los lechos capilares que rodean al tejido muscular.
El fluido intersticial rodea y baña a cada célula muscular, incluso penetra la célula viajando a
través de pequeños túneles creados por invaginaciones del sarcolema, la membrana de la célula
muscular. Y dentro de estas células existe un fluido, lo suficientemente importante para tener un
nombre especial: el sarcoplasma. La acción muscular (tanto de la célula, como del tejido) depende
de la circulación y la experiencia corporal consciente de los fluidos que la sostienen, interna y
externamente.
Endomisio
La Organización de los Músculos Esqueléticos
Epimisio
Tendón
MÚSCULO ESQUELÉTICO
La unidad más pequeña de tejido muscular es la célula muscular individual y alargada, llamada
fibra muscular o miofibrilla. Cada fibra muscular individual está envuelta en una cubierta de tejido
conectivo, llamado endomisio. Los grupos de fibras musculares están atadas entre sí en unidades
llamadas fascículos musculares (o haces de fibras musculares), las cuales son compartimentadas
por otra capa de envoltura de fascia llamada perimisio. Un grupo de muchos fascículos es unido por
una tercera capa de fascia, el epimisio, el cual forma un vientre muscular completo.
Las fascias que rodean cada fibra muscular, los fascículos (o haces musculares) y el músculo
convergen en los extremos del vientre muscular para volverse un tendón, el cual se ancla o inserta
al hueso. Una idea del músculo es que en realidad es un solo tendón continuo que conecta un hueso
con otro, y que en su interior contiene un gran número de células musculares, las cuales abultan el
tendón en su centro y lo vuelven contráctil.
Fascículos Paralelos
36
Fascículos Fusiformes
Los fascículos y vientres pueden tomar muchas formas diferentes, dependiendo de su forma y
localización.
• Los fascículos paralelos corren paralelamente al eje longitudinal del músculo y terminan en
ambos extremos en tendones planos del mismo tamaño del músculo. (estiloides)
• Los fascículos fusiformes están casi paralelos al eje longitudinal del músculo, pero forman
un vientre central ligeramente abultado y se estrechan disminuyendo hacia ambos extremos,
convergiendo hacia tendones más pequeños con un diámetro menor al vientre del músculo.
(braquial)
• Los fascículos penniformes son como plumas, poseen un tendón largo y fascículos musculares
más cortos que unen al tendón a través de toda su longitud. Los fascículos de un músculo
unipenniforme, tales como el músculo extensor largo de los dedos, están distribuidos en solo
un lado del tendón. Los fascículos de un músculo bipenniforme, tal como el recto femoral, están
distribuidos en ambos lados del tendón central. Los fascículos de un músculo multipenniforme,
tales como los del músculo deltoides, se insertan oblicuamente desde varias direcciones a
varios tendones, que a su vez, se unen a tendones más grandes (de manera similar a los dedos
uniéndose a la palma de la mano).
• Los músculos circulares están distribuidos en un patrón circular, rodeando un orificio. Un
ejemplo es el músculo orbicular de los labios que rodea a la boca.
Fibras Musculares
Las fibras musculares son células contráctiles individuales que juntas, constituyen tejido muscular.
En algunos músculos, las fibras recorren desde los tendones proximales hacia los tendones dístales
(tríceps sural, los músculos de la pantorrilla), y en otros, tales como el sartorio o gracilis, las fibras
terminan en el punto medio del fascículo. El mundo interno de la fibra muscular es fluido y lleno de
espirales, las cuales son inherentes a la estructura molecular de la actina, los filamentos deslizantes
delgados, y a la miosina, los filamentos deslizantes gruesos.
Una fibra muscular sencilla está divida a lo largo de su longitud en miles de sarcómeros, las
unidades funcionales de contracción y relajación. En la contracción muscular, la actina en ambos
extremos del sarcómero se desliza a lo largo de las miofibrillas centrales hacia el centro, reduciendo
su longitud. El acortamiento combinado de muchos sarcómeros a lo largo de la longitud de la fibra
muscular, jala sus extremos juntándolos entre sí. Colectivamente, esta diminuta acción en cientos
de miles de fibras musculares individuales, fascículos, y haces, crea una fuerza contráctil muscular
lo suficientemente poderosa para mover a un hueso.
37
El Filamento de Actina
Moléculas de Tropomiosina
Molécula de Actina
Los filamentos de actina son filamentos delgados del complejo de actina-miosina. Los filamentos
de actina se insertan en ambos extremos del sarcómero, están formados por tres moléculas:
• Una doble hélice de actina
• Una doble hélice de tropomiosina, la cual descansa entre las acanaladuras de las hélices de
actina.
• Los glóbulos de troponina que yacen en hendiduras creadas por las cadenas de actina. La
troponina se inserta más bien a la tropomiosina que a los filamentos de actina.
Tropomiosina
Los filamentos de actina son espirales en hélice.
El Filamento de Miosina
Actina
Troponina
Filamento con Troponina
Filamentos de
Tropomiosina
Cabezas
de Miosina
Los filamentos de miosina están compuestos por de 300 a 400 moléculas de miosina; cada una es
una barra delgada constituida por una doble hélice, con cabezas redondeadas que sobresalen del
filamento. Las moléculas de miosina están dispuestas dentro del filamento de miosina para que
sus cabezas formen un patrón en espiral alrededor y por afuera del filamento. Ya que el filamento
tiene dos extremos, cada uno de las cuales funciona en concierto con los filamentos de actina
que provienen de una dirección diferente, las cabezas de miosina están orientadas en direcciones
opuestas en cada extremo del filamento.
Las cabezas de miosina forman puentes cruzados entre los filamentos de miosina y actina.
Son como pequeños dedos que alcanzan a través del espacio entre los filamentos. Para que se
contraigan, las cabezas se vinculan con las moléculas en la actina y se doblan hacia abajo, para
deslizarse o jalar a la actina hacia el centro del sarcómero. Debido a la disposición en espiral de los
puentes cruzados, el movimiento de la contracción también se mueve en espiral.
Cola
Los filamentos de miosina son espirales y sus cabezas forman patrones en espiral.
Molécula de Miosina
38
Filamento de Miosina
El Sarcómero
La organización del sarcómero es responsable de la característica estriada del músculo esquelético,
ya que dichas estrías se forman por las distintas relaciones entre los filamentos de actina y miosina.
• El disco Z es la placa que forma la división entre dos sarcómeros.
• La banda A es la porción del sarcómero donde existe un superimposición o empalme entre los
filamentos de actina y miosina.
• La zona H es la subsección de la banda A que contiene solo filamentos de miosina, o el espacio
entre los extremos de los filamentos de actina.
• La banda I atraviesa a dos sarcómeros. Es la porción que se extiende en ambas direcciones
desde el disco Z que sólo contiene los filamentos de actina.
En el diagrama, identifica los discos Z, e imagina cómo se vería si las dos placas se acercan entre sí
(contracción concéntrica) o se alejan entre ellas (contracción excéntrica). Observa como la banda
A y la banda H cambiarían de tamaño, mientras que las fibras en sí mantienen la misma longitud.
En el diagrama no aparecen las moléculas de titina, las cuales anclan los filamentos de miosina
a los discos Z en ambos lados del sarcómero y las proteínas de la línea M que sujetan entre sí
a los filamentos de miosina en el punto medio del sarcómero, proporcionando fuerza y soporte
estructural interno.
Miofibrilla
Puente cruzado
Filamentos
de actina
Filamentos
de miosina
Estructura de Sarcómero
39
Movimientos de los Filamentos
El diagrama del sarcómero y sus filamentos muestra sólo dos dimensiones. Es importante recordar
que esto es simplemente una herramienta gráfica, y no la verdadera forma del mundo de un
miofilamento. Puedes imaginar que cada filamento de miosina está rodeado por todos lados por
filamentos de actina, los cuales al deslizarse por la miosina deben rotar en espiral con objeto de
mantener el contacto.
Cuando exprimes una tela --la aprietas y la giras-- se acorta su longitud. Flexiona tu codo y siente
tu músculo bíceps haciendo lo mismo, sintiendo cómo las fibras musculares giran en espirales y se
acortan.
La mayoría de las personas que trabajan con la teoría del filamento deslizante de la acción muscular,
asumen que ambos lados del sarcómero se contraen y extienden simultáneamente, lo que significa
que un músculo y todas sus fibras inician contracciones en el centro del sarcómero y, por lo tanto, lo
hacen uniformemente a lo largo de la totalidad del músculo. Al traer consciencia a tu bíceps, flexiona
tu brazo utilizando esa imagen y sensación, y registra cómo se siente. Inténtalo nuevamente,
imaginando que puedes iniciar con todos los extremos dístales de los sarcómeros, sintiendo en
tus células musculares una onda de movimiento desde lo distal hacia lo proximal. ¿Puedes sentir la
diferencia en la calidad del movimiento? Inténtalo una vez más, imaginando que puedes iniciar con
todos los extremos proximales de los sarcómeros, sintiendo en tus células musculares la onda de
movimiento desde lo proximal a lo distal.
Imagina que tú tienes todas estas opciones conforme inicias las contracciones concéntricas y
excéntricas, en el movimiento distal y proximal. ¿Cómo cambia esto tu movimiento?
Categorías de Fibras Musculares Esqueléticas
40
Las dos categorías básicas de fibras musculares esqueléticas son fibras extrafusales (células
musculares normales) y fibras intrafusales, también llamadas husos musculares, los cuales están
compuestos parcialmente por tejido muscular y parcialmente por tejido nervioso.
Fibras Extrafusales
Las fibras musculares extrafusales forman la masa y espesor de tus músculos. Pueden acortarse
hasta 40% de su longitud en reposo, y pueden desempeñar el trabajo de apalancar a los huesos
a través del espacio. Se le llama una unidad motriz a un grupo de fibras musculares extrafusales
vecinas, en conjunto con la neurona motora alfa que las inerva. (La motoneurona alfa es una neurona
motora que inerva sólo a las fibras musculares extrafusales.) La conexión entre la motoneurona alfa
y la fibra muscular extrafusal es una unión neuromuscular, donde el impulso de la neurona, es
decir, el potencial de acción, es transducido a la fibra muscular por el neurotransmisor acetilcolina.
Existen varios tipos de fibras musculares extrafusales. Sus características se basan en el número de
mitocondrias (estructuras subcelulares dedicadas a la producción de energía) que éstas contienen.
Los diferentes tipos de fibras musculares tienen diferentes cantidades de mitocondrias. Entre más
mitocondrias existan en la fibra muscular, mayor habilidad de producir energía.
Fibras Tipo 1
Las fibras musculares se catalogan en fibras de contracción nerviosa lenta y fibras de contracción
nerviosa rápida. Las tipo 1 son fibras de contracción lenta. Se contraen lentamente, pero también
tardan mucho en fatigarse, ya que contienen más mitocondrias que las fibras de contracción rápida,
y por lo tanto tienen la habilidad de producir más energía por un período más largo de tiempo. Las
fibras de contracción lenta también tienen un diámetro menor al las fibras de contracción rápida;
pero un mayor flujo de sangre capilar irrigándolas alrededor. Debido a que son más pequeñas y
tienen mayor flujo sanguíneo, las fibras de contracción lenta entregan más oxigeno y retiran más
productos de deshechos de las fibras musculares, lo que les permite cansarse a un ritmo más lento
que las fibras de contracción rápida.
Fibras de Tipo 2
Las fibras de Tipo 2 se llaman fibras de contracción nerviosa rápida. Tienen un diámetro mayor
que las fibras Tipo 1, tienen menos mitocondrias, un flujo sanguíneo más limitado, y una habilidad
menor para procesar oxigeno y glucosa. Son muy rápidas al contraerse y se presentan en dos
variedades: Las fibras musculares tipo 2A, las cuales se fatigan a una velocidad intermedia, y las
fibras musculares tipo 2B que se fatigan muy rápido.
41
Los tres tipos de fibras (1, 2A y 2B) están presentes en diversas proporciones en los diferentes
músculos, dependiendo de sus necesidades y características. Los músculos como los del corazón,
que necesitan permanecer contraídos por mucho tiempo, tienen mayor proporción de fibras Tipo
1. Otros que no se usan tan frecuentemente pero con grandes estampidas de actividad, tales como
los músculos de los brazos, contienen una proporción mayor de fibras Tipo 2. La diferencias entre
los tipos de fibra muscular se observan con claridad por los diferentes tonos de color de carne que
vemos en un pollo o en un pavo. La carne blanca es más clara que la carne obscura ya que contiene
menos mitocondrias, por lo que la carne blanca corresponde a las fibras Tipo 2 (de contracción
rápida) y la carne obscura corresponde a las fibras Tipo 1 (de contracción lenta).
Fibras Intrafusales
Nervios Aferentes
Fibra Muscular
Nervios Eferentes
Huso Muscular
Terminaciones
Nerviosas Aferentes
HUSO MUSCULAR
42
Las fibras intrafusales, también llamadas husos musculares, yacen en paralelo a las fibras
extrafusales y con una menor densidad. Son órganos propioceptivos del músculo, que retransmiten
información acerca de la longitud del músculo y acerca de su velocidad de cambio. La información
desde el huso muscular es transmitida al sistema nervioso central para ayudar a determinar el
ángulo y posición de una articulación, la velocidad del movimiento, y la cantidad de tensión sobre
un músculo. Esta información le proporciona a tu cerebro la consciencia dinámica de las posiciones
relativas de las partes del cuerpo a través del espacio y del tiempo. Te permiten triangular entre
tu posición actual, el punto final de tu intención de movimiento, y la cantidad de fuerza requerida
para moverte del punto A al punto B. Por ejemplo, tus husos musculares calibran la fuerza que se
necesita para elevar tu mano en el aire y automáticamente se recalibran cuando llevas a cabo la
misma acción pero estás sosteniendo un objeto pesado. Ellos permiten que los músculos calibren
finamente sus cambios de tono, así como a mantener el tono en reposo del músculo.
Los husos musculares están inervados por fibras eferentes gamma desde el sistema nervioso
central. Mandan información sensorial hacia el sistema nervioso central vía neuronas sensoriales,
las terminaciones de las cuales se envuelven alrededor de las fibras musculares intrafusales y
registran su posición y cambios. Cuando un músculo se alarga, estira las fibras intrafusales imbuidas
en él creando un impulso en la terminación del nervio sensorial, el cual envía tal impulso, mediante
potenciales de acción, hacia el cerebro, el cual, a su vez, modula al músculo.
Exploración: Movimiento desde los Husos Musculares
Recostado en el suelo, inicia el movimiento desde la sensación de tus husos musculares. Percibe
que tu consciencia sensorial guía tus respuestas motrices conforme tus extremidades se estiran
y retractan. Siente tu respuesta motriz alimentando de regreso la experiencia sensorial de tus
músculos. Permite que tus músculos trabajen en relación unos con otros, moviéndote dentro de tu
kinesfera, y empujándote a partir de tu relación con la tierra.
Al ponerte de pie, relaja tus músculos y siente el soporte de tus huesos que resisten la fuerza de
gravedad. Date cuenta de los sutiles cambios automáticos en tu musculatura que continuamente
ajustan tu postura a través de las ondas de tono más alto o más bajo. Permite que la sensación en
tus husos musculares sea tu guía para una postura sin esfuerzo.
Órgano Tendinoso de Golgi
Los órganos tendinosos de Golgi (GTOs por sus siglas en inglés) son propioceptores imbuidos en
los tendones de tus músculos. Cuando un músculo se contrae esté ejerce tensión en el tendón y en
los órganos tendinosos de Golgi, los cuales son sensibles al cambio y a la velocidad de cambio de la
tensión. A través de su retroalimentación hacia el sistema nervioso central, los órganos tendinosos
de Golgi ayudan a controlar el tiempo y el ritmo de la contracción muscular. Originalmente, se
pensaba que proporcionaban retroalimentación sólo cuando la articulación estaba alcanzando su
máximo rango de movimiento para prevenir que los músculos rebasaran los límites miofasciales
de estiramiento y rasgaran el tendón o lo despegaran del hueso. Ahora, adicionalmente a esa
función, se sabe que los órganos tendinosos de Golgi están activos durante la totalidad del rango
del movimiento. Por ejemplo, nos ayudan a organizar el tiempo de transición entre las fases de
equilibrio y desplazamiento al caminar.
El reflejo del órgano tendinoso de Golgi es una respuesta al trabajo excesivo de un músculo,
el cual provoca que el músculo agonista simultáneamente se alargue y relaje mientras activa
al antagonista. Este reflejo puede provocar que dejes caer un objeto que es demasiado pesado
para que lo cargues, como cuando, de repente, tus músculos se vencen al cargar pesas. También
está involucrado en el control motriz bajo condiciones normales: ayuda a refinar y modular el
movimiento. El reflejo permite distribuir la cantidad de trabajo uniformemente a través de todo
43
el músculo, para que todas las unidades motrices trabajen eficientemente. Si algunas fibras
musculares están soportando más carga que otras, sus órganos tendinosos de Golgi se activarán
inhibiendo parcialmente la contracción de estas fibras. Como resultado, otras fibras musculares que
estaban menos activas tendrán que contraerse más para compensar la flacidez, y así, compartir la
carga de trabajo de manera más uniforme y eficiente.
El Factor de Vinculación
La teoría del filamento deslizante de la función muscular no explica lo que muchas personas
experimentan en su habilidad para crear o manifestar la cualidad de resistencia en sus músculos.
Originalmente se le llamaba, a esta cualidad de resistencia, el factor de unión, debido a la sensación
de unión de nuestros músculos en resistencia a fuerzas externas; sin embargo, al explorar este
tema con Bonnie Bainbridge Cohen, ella sugiere que existen mecanismos para que nuestros
músculos se relacionen entre sí, creando fuerzas que sencillamente se rehúsan a ceder. La calidad
de la resistencia muscular o inmovilidad tanto en las microscópicas estructuras moleculares como
en la visible red de fascias es llamada el factor de vinculación. Es una resistencia interna para
movernos que puede ser generada a partir de tres niveles, con diferentes cualidades emocionales
y características físicas:
• El Factor de Vinculación Molecular dentro de los filamentos deslizantes de actina y miosina.
• El Factor de Vinculación Intrafusal dentro de los husos musculares.
• El Factor de Vinculación Extrafusal en las envolturas de fascia de las fibras musculares.
Con la unión en las fibras musculares creamos resistencia al movimiento a partir de un foco interno
en los músculos y desde el ser en su totalidad. De esta manera, podemos enfatizar la habilidad de
ejercer resistencia como una expresión de nuestra elección interna, en vez de ser un mero acto
reflejo en respuesta a fuerzas externas.
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El Factor de Vinculación Molecular
El movimiento puede ser iniciado desde un nivel sub-celular, a partir del deslizamiento del complejo
de actina-miosina dentro del sarcómero. En el movimiento espacial iniciado en el nivel sub-celular,
el arco de la espiral alcanza más allá de su kinesfera, dando una cualidad de longitud, ligereza y
facilidad.
El factor de vinculación molecular surge cuando te enfocas al aspecto estabilizador o cualidad
horizontal de la mente del complejo de actina-miosina, en vez de hacia su cualidad longitudinal
deslizante. Existe una cualidad de otra molécula dentro o sobre los filamentos que sencillamente
cancela la posibilidad de movimiento, como si metieras una llave inglesa en un engrane para
impedir que éste gire. Te vuelves más presente para encontrar la resistencia de la tierra o de otros
elementos en el medio ambiente. El factor de vinculación molecular te ayuda para calibrar tus
respuestas al medio ambiente cambiante. Permite triangular la relación dinámica entre el Yo (la
intención), el otro (el medio ambiente) y la fibra muscular.
Al añadir la resistencia consciente, nuestras mentes pueden elegir entre el forcejeo o el, simplemente,
estar más presentes. El estar más presente involucra al factor de vinculación molecular; “Yo detengo
el deslizamiento volviéndome más quien soy yo.” Con la acción consciente del factor de vinculación
molecular, la resistencia se vuelve global, una acción de toda la matriz, en lugar de localizarse en
una articulación específica.
El Factor de Vinculación Intrafusal
El movimiento puede ser iniciado desde el nivel de los husos musculares, los órganos sensoriales
de los músculos. En el movimiento iniciado desde los husos, el arco de la espiral se mueve hacia
adentro y por el borde de tu kinesfera personal. Tu sensación y experiencia se dirigen hacia la
percepción y configuración interna de tu cuerpo, en vez de relacionarte con el espacio a tu alrededor,
proporcionando a tu movimiento la cualidad de una resistencia con raíces en la tierra y enfatizando
el flujo interno.
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El factor de vinculación intrafusal surge de las relaciones horizontales entre los tejidos en espiral
dentro de los husos musculares, e involucra a la cualidad de estabilidad horizontal de la mente a
resistir el flujo longitudinal del movimiento.
En esta resistencia sensorial, uno se involucra más personalmente al decirle “no” a un movimiento,
agregando la cualidad de manifestar el apoyo emocional a la resistencia.
El Factor de Vinculación Extrafusal
El movimiento también puede ser iniciado desde las fibras extrafusales y sus contenedores de
fascia. En el movimiento iniciado desde las fibras extrafusales no te relaciones con el espacio para
nada, pero hacia la consciencia de la fuerza de gravedad u otra resistencia externa. Esta calidad de
movimiento produce la espiral más corta en el espacio y produce la cualidad del esfuerzo, siendo
más una sensación de hacer que la sensación de relacionarte.
El factor de vinculación extrafusal surge a través de involucrar a todas las capas de las envolturas
de fascia del tejido muscular; el endomisio, el perimisio y el epimisio. La fascia posee movilidad,
la habilidad de moverse y contraerse. El traer esta cualidad con una consciencia horizontal crea
un vínculo de la fascia con la fibra muscular, y limita el espacio para el deslizamiento del tejido
muscular.
A través de esta resistencia miofascial, tú expresas el poder y determinación a través de la acción
de tu propio músculo por sí mismo; sin el apoyo del involucramiento emocional de tu persona (nivel
intrafusal), ni de la matriz donde radica la intencionalidad de todo tu cuerpo (nivel molecular).
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47
Capítulo 5
48
Técnicas para Trabajar con Tejido
Muscular
¿A quien no le encanta o disfruta un buen masaje muscular? Entre los muchos beneficios existe
la posibilidad de una relajación profunda, alivio del aprisionamiento miofascial y del dolor,
mejoramiento en la circulación, el equilibrio del sistema nervioso a través de la estimulación de
la piel y de las articulaciones, y la satisfacción de ser tocado por otro ser humano. La educación
en movimiento somático difiere de la terapia de masaje en cuanto a que su meta es facilitar la
consciencia en el movimiento, diferenciar tejidos, y ayudar a la integración de la mente-cuerpo
en un diálogo activo con el cliente y su cuerpo. Al trabajar con los músculos en este contexto se te
invita a utilizar cualquier habilidad que tengas de técnicas terapéuticas de masaje; pero sin perder
de vista el enfoque educativo y didáctico del trabajo somático.
Los músculos, como criaturas de hábito, usualmente son el último tejido en responder a la
invitación de modificar patrones. Las técnicas descritas a continuación tienen una mejor aplicación
como técnicas complementarias para orientar a los músculos en sus nuevas tareas, una vez que las
rutas de los sistemas esquelético, ligamentario y nervioso han sido establecidas como avenidas
de la transformación. Una vez que estas rutas han sido establecidas, los músculos generalmente
están listos y contentos para unirse a la fiesta, pero el iniciar el cambio desde la perspectiva sólo
de lo músculos puede resultar difícil. Tienden a aferrarse a sus viejos hábitos con gran tenacidad
y compromiso (una característica admirable dados sus deberes normales) pero que no son útiles
cuando se requiere de un cambio.
Separar el Músculo del Hueso
Muchas áreas de nuestros cuerpos, tales como nuestras extremidades y el cuello, puede ser que
las experimentemos como masas sin partes internas distintivas. Cuando los músculos intentan
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desempeñar el trabajo de los huesos (soportando el peso y proporcionando la estructura), en lugar
de ser usados sencillamente para moverlos, entonces ninguno de los dos tejidos está saludable. El
hueso subyacente puede que no reconozca su propia capacidad y función, y el músculo se endurece
y se vuelve menos móvil. El separar el hueso de la carne es una manera de enfocarnos para
desarrollar la consciencia individualizada del tejido muscular y óseo. Esto, junto con un proceso de
revisión de , la postura y de modificación de patrones, puede ayudar a la fluidez del movimiento y a
la integración de la mente-cuerpo.
Exploración de Separar el Músculo del Hueso
Con tu compañero acostado en el suelo, toma una de sus extremidades y desliza el músculo
alrededor del hueso, liberando el punto de encuentro entre músculos y huesos. Intenta deslizar los
músculos longitudinalmente a lo largo del hueso así como alrededor de él. Este no es un proceso
delicado. Sin lastimar a tu compañero, asegúrate que tu toque es lo suficientemente sanguíneo
para realmente separar los tejidos y el estirar la fascia entre ellos.
• Mantén la consciencia de trabajar profundamente en el centro de los vientres musculares y con
mayor sensibilidad alrededor de las articulaciones.
• Verifica con tu compañero para asegurarte de que se siente cómodo con lo que haces.
• Repite con las otras extremidades, y suavemente alrededor del cuello y del torso.
• Invita a la iniciación del movimiento desde el hueso y alterna con el movimiento iniciado desde
la carne.
• Platica con tu compañero cómo se siente su cuerpo como resultado de la exploración.
Amasando la Carne
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El amasar es un apretón y masajeo rítmico de músculos para relajarlos, por medio de reducir la
congestión de fluidos y ayudar a los husos musculares a que bajen su tono. De manera similar
a cuando amasas el pan, utiliza todo o parte del talón de tu mano y, a veces, las yemas de tus
dedos, empujando y suavemente jalando en un ritmo lento, cuidadoso y amoroso. Ajusta la presión
para percibir la resistencia en los músculos de tu compañero. Puedes trabajar con tus manos en
direcciones opuestas para que la amplitud del estiramiento en una mano sea reducida de acuerdo
a la fuerza aplicada por la otra. La dirección usualmente es perpendicular a las fibras del músculo,
pero también puede ser diagonal e inclusive longitudinal.
El ritmo es importante. Cuando hayas aplicado presión en una dirección en particular, asegúrate
de tomar tu tiempo antes del rebote o la liberación. Cuando un músculo es simplemente amasado
repetidamente sin permitir que la presión se expanda, el cambio que se produce es pequeño. Sin
embargo si aplicas el movimiento de amasar y luego lo sostienes por algunos segundos, sentirás
que el músculo se relaja y se derrite. La sensación es como el mover un cuchillo caliente a través de
un trozo de mantequilla fría: la presión inicial del cuchillo en la mantequilla casi no produce cambio,
pero conforme el cuchillo se hunde hacia adentro y atraviesa la barra al derretir la mantequilla
debajo de la cuchilla.
Mientras tu compañero sienta la presión, no debe ser doloroso, y es importante el mantener la
comunicación para asegurarse que estás aplicando la mayor presión posible sin cruzar la línea del
dolor. La profundidad de tu presión puede ser provista por el peso de tu cuerpo y no sólo por la
fuerza de tu mano. Asegúrate de no dirigir la presión hacia las articulaciones u otras estructuras,
sino de mantenerte en contacto con el tejido muscular.
Escucha propioceptivamente con tus manos al cambio de tono de tu compañero (siente la
retroalimentación en tu propio cuerpo). Busca sentir cómo va disminuyendo la cualidad de la
resistencia en el tejido, registrándolo a través de las respuestas en tus propias articulaciones y
músculos.
Vinculación Horizontal
La vinculación horizontal es similar al amasamiento de los músculos en cuanto a que también
combina el “derretir” de las fascias con el cambio de tono en los husos musculares para relajarlos.
En este caso, trabajas con un músculo en específico, y te aproximas a él horizontalmente, asiéndolo
entre el pulgar y los dedos, o tomándolo entre las dos manos. Con un acercamiento amable, pero
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con peso similar al de cuando amasas, contén y comprime ambos lados del músculo hasta que
sientas que se suaviza y se derrite ante tu toque. Sigue las mismas directrices para el dolor y la
escucha propioceptiva. Estás trabajando con las fibras musculares, pero también con el tejido
conectivo que las vincula y el sistema nervioso que las mantiene informadas.
“Inflar” un Músculo
La técnica de “inflar” se utiliza para liberar el tono de un músculo en específico. Al darle información
al sistema nervioso, le permites al músculo reconocerse a sí mismo y ajustar su tono al nivel
adecuado. Es una técnica sencilla que es similar a la de toque y alargamiento de los ligamentos.
Identifica el músculo que quieres “inflar”, y coloca tus manos o dedos en los extremos opuestos del
vientre muscular. Suavemente trae los extremos del músculo hacia el centro del vientre muscular.
Identifica la alineación del músculo y sigue cualquier distorsión en espiral, o por sobre-expansión
o acortamiento que el músculo pueda tener. Escucha con tus manos, y observa si puedes sentirlas
conectadas a través del músculo; puedes tener la sensación de que un río subterráneo se está
manifestando, o de que emerge una plenitud conforme el músculo se libera). Sostén por algunos
momentos el músculo que fue “inflado” y, después, suavemente, libera los extremos.
Variaciones:
• Trabaja con solo una porción del músculo. En vez de trabajar con la totalidad del músculo,
puedes aislar pequeños segmentos de este si sientes una resistencia extra o dureza en un punto
en especifico.
• “Infla” energéticamente, en vez de hacerlo físicamente, comenzando a “inflar” desde la
sensación de los husos musculares a lo largo de la longitud del músculo.
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Ir por abajo del tono
El ir por abajo del tono ayuda a liberar músculos que están aprisionados en un tono alto durante el
reposo y los cuales se les ha olvidado cómo relajarse. Coloca tus manos bajo el(los) músculo(s) de
tu compañero y equipara el tono que tú sientes con tu mano (pídele a tus husos musculares el que
produzcan el mismo tono estático que está debajo de ellos en el tejido de tu compañero). Pregúntale
a tu compañero si puede sentir si el tono alto está siendo equiparado o igualado en el encuentro,
y ajusta tu tono de nuevo si es necesario. Relaja tu tono ligeramente y pídele a tu compañero que
siga tu tono con sus músculos, relajando un poco y sintiéndose al unísono con tu mano. Dale mucho
tiempo y motiva que su respiración apoye su relajación. Cuando el tono muscular del compañero ha
sido equiparado con aquel de tu mano, reduce tu tono de nuevo, repitiendo el proceso hasta que el
músculo y sus husos hayan aprendido el nuevo patrón.
Este procedimiento se siente un poco como el regresar en el tiempo, revertiendo el medio ambiente
muscular a un tiempo de fluidez, (tal vez al de nuestra vida en la matriz o ,tal vez, eones de tiempo
atrás, yendo al comienzo de la vida y contactando el legado prehistórico imbuido en todo tejido
muscular.
El ir por arriba del tono es el llevar a cabo lo mismo, pero en reversa. Al equiparar el tono bajo
en un músculo, y lenta y conscientemente incrementar el tono en tu mano, puedes ayudar a tu
compañero a traer vitalidad y activación a un músculo que ha estado dormido o poco utilizado.
Pídele a tu compañero el ser consciente de su papel en incrementar el tono, observando y sintiendo
los cambios en tu mano y equiparando esta experiencia en sus tejidos.
Toque Celular: Nadar en Lechos de Quelpo
(Algas Marinas)
El acercamiento básico al toque celular para los músculos es igual que para cualquier tejido. El tocar
a otra persona con la resonancia de la respiración celular es una invitación no invasiva al cambio.
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El tocar el tejido muscular desde los cimientos de tu propia respiración celular (particularmente en
tus manos) invita a las fibras musculares de tu compañero a encontrar suavidad, a recuperarse, y a
llevar a cabo los ajustes necesarios para la salud y el funcionamiento óptimo.
Al trabajar con fibras musculares, puedes imaginártelas como hebras de quelpo, una especie de
algas marinas flotando en el mar. Son semejantes al quelpo por su organización longitudinal y su
multiplicidad. La imagen también ayuda al sostener la conciencia del océano en donde ellas nadan;
de cómo están formadas por corrientes y cómo dirigen el flujo entre ellas. Permite que tus manos
sientan las mareas, las olas y las corrientes que ondulan a través de las algas marinas y que sigan el
movimiento que surge. Soporta la cualidad de reposo en los lechos de quelpo, y permíteles el ir a
la deriva.
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Re-educación Muscular
La re-educación muscular es un proceso de modificación de patrones de los músculos, el cual ayuda
a desarrollar nuevos hábitos de movimiento, por medio de entrenar los patrones de memoria de
células musculares individuales, de músculos completos, y de grupo de músculos (incluyendo los
agonistas y antagonistas) para moverse a través de rutas saludables. Al trabajar con un cliente, un
practicante comienza facilitando el movimiento pasivo y gradualmente incremente la participación
del cliente hasta que tenga la habilidad de desempeñar independientemente el movimiento con
patrones modificados y, finalmente contra una resistencia. Los cinco pasos son:
Movimiento Pasivo
En el movimiento pasivo, el practicante mueve al cliente a través de un rango de movimiento,
identificando dónde los músculos están libres para dejarse mover de manera pasiva y y dónde se
involucran involuntariamente. Con frecuencia, este es un gran paso para el cliente, quien tal vez
no tenga la habilidad para confiar que su cuerpo sea movido por otra persona, o que tal vez tenga
dificultad en liberar el tono muscular.
Asistencia Pasiva
En la asistencia pasiva, el practicante continúa dirigiendo y guiando el movimiento, pero el cliente
participa, usando una cantidad graduada de esfuerzo; por ejemplo, el practicante proporciona 60%
del esfuerzo y el cliente aporta 40%. Si el cliente, o un músculo en específico, involuntariamente
toma el control del movimiento, tal vez quieras regresar al movimiento pasivo, para permitir al
músculo que se relaje de nuevo. Puedes trabajar la asistencia pasiva con diferentes variaciones,
incrementando y disminuyendo la relación entre esfuerzo del cliente y la conducción del practicante.
Asistencia Activa
En la asistencia activa, el cliente es activo y guía el movimiento, mientras que el practicante asiste
y proporciona el apoyo y la retroalimentación. El practicante puede inhibir o redireccionar el
movimiento donde sea necesario cuando el cliente esté cayendo en antiguos hábitos de movimiento
o patrones que no sean de utilidad; tal vez desees regresar a la asistencia pasiva por algún tiempo
y después tratar de nuevo la asistencia activa.
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Movimiento Activo
En el movimiento activo el cliente es activo independientemente, moviendo la articulación a través
del nuevo patrón de movimiento, mientras que el practicante sigue el movimiento sin proporcionar
guía alguna.
Resistencia Activa
La resistencia active prueba y fortalece las rutas de los músculos con modificación de patrones al
preguntarles que funcionen contra la resistencia. El cliente es activo, pero el practicante proporciona
resistencia contra la dirección del movimiento.
Toque de Direccionalidad de Corriente
El dirección de la corriente es un principio que hace referencia a que los husos musculares no inician
el movimiento uniformemente en el músculo, sino que inician de manera secuencial y longitudinal
a través del músculo, ya sea en dirección proximal (como en los músculos tipo A) o en una dirección
distal (como en los músculos tipo B). Cuando los músculos tienen revertida la dirección de la
corriente, tu toque puede ayudar a reprogramar sus hábitos de flujo de corriente. Esto permite que
los músculos funcionen óptimamente, brindando fluidez al movimiento, al tiempo que mantienen
el espacio articular consistente y uniforme.
Antes de tocar a otra persona, practica el revertir el flujo eléctrico o energético en tus manos y dedos.
Con tus manos en reposo debes de tener la habilidad de dirigir el flujo de energía y la intención de
tus antebrazos hacia la punta de tus dedos. Luego revierte el flujo, redireccionando la intención y la
energía para moverse desde tus dedos hacia tus antebrazos. Esa facilidad te permitirá comunicar el
flujo direccional hacia los músculos de tu compañero.
Al facilitar la dirección de la corriente de un músculo con un compañero, debes de equiparar la
dirección de la corriente en tu mano con la dirección ideal para ese músculo. Por ejemplo, si estás
usando la técnica de flujo de corriente en los músculos del manguito rotador, los músculos tipo
A que integran la cabeza del húmero hacia la fosa glenoidea del omóplato, debes posicionar tus
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manos en relación a este músculo de manera tal que puedas sostener el flujo direccional de lo distal
hacia el centro; es decir, una corriente tipo A. Tu toque puede ser profundo o superficial, ligero o
pesado; pero la comunicación energética desde tus manos debe mantener el flujo de corriente de
esos músculos en dirección proximal. La posición de tus manos puede cambiar, pero conforme lo
hagas, necesitas re-ajustar la polaridad, el flujo direccional en tus manos y continuar guiando la
corriente de los músculos.
El redireccionar la corriente ayuda en la iniciación e intención de los músculos en movimiento. No
es útil en la quietud, excepto cuanado te preparas para moverte. Tan pronto hayas proporcionado
el apoyo para la dirección de corriente a un músculo en reposo, pídele a tu compañero que mueva
su articulación en un pequeño rango de movimiento para observar si puede sostener la nueva
dirección de flujo de corriente. Si no le es posible sostener el nuevo patrón y revierte el flujo, trabaja
con las cinco etapas de la re-educación muscular y combínalo con los principios de direccionalidad
de corriente.
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Capítulo 6
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Músculos de la Extremidad Inferior
Los Músculos Intrínsecos del Pie
Superficie Dorsal
Extensor corto de los dedos
Origen: Calcáneo (superficie dorsal)
Inserción: Del segundo al cuarto dedos de los pies a través de los tendones largos del extensor de los dedos
Acción: Extiende desde el segundo hasta el cuarto dedos de los pies, que actúa en las articulaciones metatarsofalángicas e interfalángicas
Extensor corto del dedo gordo
Origen: Calcáneo (superficie dorsal)
Inserción: Falange proximal del dedo gordo del pie
Acción: Extiende el dedo gordo del pie en la articulación metatarsofalángica
La primera capa (superficial plantar)
Abductor del dedo gordo
Origen: Calcáneo (superficie plantar)
Inserción: Falange proximal del dedo gordo del pie (parte medial)
Acción: Abducción del dedo gordo del pie
Abductor del meñique
Origen: Calcáneo (superficie plantar)
Inserción: Falange proximal del quinto dedo del pie, cara lateral
Acción: Abducción del quinto dedo del pie
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Flexor corto de los dedos
Origen: Calcáneo (superficie plantar)
Inserción: Del segundo al cuarto dedo de los pies a través del tendón del flexor largo del dedo
Acción: Flexión de las falanges medias de los dedos segundo al quinto
Segunda Capa
Cuadrado plantar
Origen: Calcáneo (superficie plantar)
Inserción: Cara posterior y lateral del tendón del flexor largo de los dedos
Acción: Apoya al flexor largo de los dedos para flexionar los dedos segundo a quinto
Lumbricales
Origen: Tendones del músculo flexor largo de los dedos
Inserción: Bases de falanges proximales de los dedos segundo al quinto
Acción: Flexión de las falanges proximales de los dedos segundo a quinto en las articulaciones metatarsofalángicas
Tercera Capa
Aductor del dedo gordo
Origen: Cabeza oblicua: bases del segundo al cuarto metatarsianos
Cabeza transversal: ligamento plantar de la tercera a la quinta articulaciones metatarsofalángicas
Inserción: Superficie lateral de la base de la falange proximal del dedo gordo del pie
Acción: Aducción del dedo gordo del pie
Flexor corto del meñique
Origen: Base del quinto metatarsiano
Inserción: Base de la falange proximal del quinto dedo del pie
Acción: Flexión del quinto dedo del pie en la articulación metatarsofalángica
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Flexor corto del dedo gordo
Origen: Las superficies plantares del cuboides y del tercer cuneiforme
Inserción: Caras medial y lateral de la base de la falange proximal del dedo gordo del pie
Acción: Flexión del dedo gordo del pie en la articulación metatarsofalángica
Cuarta Capa (la más profunda)
Interóseos Dorsales
Origen: Los ejes del primer al quinto metatarsiano
Inserción: Primero: Superficie medial de la falange proximal del segundo dedo del pie
Del segundo al cuarto: Las superficies laterales de la falange proximal del segundo al cuarto dedos de los pies
Acciones: Abducción y flexión del segundo al cuarto dedos de los pies en las articulaciones metatarsofalángicas
Interóseos Plantares
Origen: Bases del tercero al quinto metatarsianos
Inserción: Las superficies mediales de falanges proximales de los dedos tercero al quinto
Acciones: Aducción y flexión del tercero a quinto dedos de los pies
Los Músculos Extrínsecos del Pie
Pierna Anterior
Tibial anterior
Origen: Cóndilo lateral de la tibia, la mitad superior de la superficie lateral de la tibia, membrana interósea
Inserción: Cara medial y la superficie plantar del hueso cuneiforme medial y base del primer hueso metatarsiano
Acciones: Dorsiflexión e inversión del pie en la articulación del tobillo
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Extensor largo del dedo gordo
Origen: Mitad de la superficie anterior del peroné y membrana interósea
Inserción: Base de la falange distal del dedo gordo del pie
Acción: Extensión del dedo gordo del pie, la flexión dorsal y supinación del pie
Extensor largo de los dedos
Origen: Los dos tercios superiores de la superficie anterior del peroné, membrana interósea, cóndilo lateral de la tibia
Inserción: Expansiones extensoras, en la superficie dorsal de los cuatro dedos laterales y las bases de las falanges media y distal
Acción: Extensión de los dedos de los pies, la flexión dorsal del pie en el tobillo
Pierna Lateral subhead
Peroneo lateral largo
Origen: Dos tercios proximales de la superficie lateral del peroné
Inserción: Base de la superficie plantar del primer metatarsiano y del cuneiforme medial
Acción: Flexión plantar y la eversión del pie
Peroneo lateral corto
Origen: Dos tercios distales de la superficie lateral del peroné
Inserción: Lado lateral de la base de quinto metatarsiano
Acción: Flexión plantar y la eversión del pie
Peroneo tercero
Origen: Tercio inferior de la cara anterior de la membrana interósea y el peroné
Inserción: Superficie dorsal de la base del quinto hueso metatarsiano
Acción: Flexión dorsal y eversión del pie
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Pierna Posterior
Gastrocnemio
Origen: Cabeza lateral: superficie lateral del cóndilo y la posterior del fémur
Cabeza medial: la superficie poplítea del fémur por encima de cóndilo medial
Inserción: Superficie posterior del calcáneo
Acción: Flexión plantar del pie, la flexión de la pierna en la rodilla
Sóleo
Origen: Inserción: Acción: Superficie posterior de la tibia (línea del músculo sóleo), tercio superior de la cara posterior del peroné, y el arco fibroso entre la tibia y el peroné
Superficie posterior del calcáneo
Flexión plantar del pie
Plantar
Origen: Inserción: Acción: Cresta supracondílea lateral del fémur, el ligamento poplíteo oblicuo
Superficie posterior del calcáneo
Flexión plantar del pie, la flexión de la pierna
Posterior de la tibia
Origen: El eje posterior proximal de la tibia, el peroné proximal y membrana interósea
Inserción: Cuneiformes, navicular, cuboides y las bases del segundo al cuarto metatarsianos
Acción: Flexión plantar e inversión del pie
Flexor largo del dedo
Origen: Parte medial de la superficie posterior de la tibia
Inserción: Bases de las falanges distales de los dedos segundo, tercero, cuarto y quinto
Acción: Flexión de las falanges distales del segundo al quinto dedos de los pies, ayuda a la flexión plantar e inversión del pie
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Flexor largo del dedo gordo
Origen:
Dos tercios inferiores de la superficie posterior de la diáfisis del peroné, tabique intermuscular posterior, membrana interósea
Inserción: Base de la falange distal del dedo gordo del pie
Acción: Flexión de la falange distal del dedo gordo del pie, ayuda a la flexión plantar e inversión del pie
Músculos que actúan en la cadera y la rodilla
Los músculos de la cara anterior del muslo (cadera y rodilla)
Sartorio
Origen: Inserción: Acción: Espina ilíaca anterosuperior y la zona inmediatamente por debajo de ella
Parte superior de la cara medial del eje de la tibia
Flexión, abducción y rotación lateral de la cadera
Ligera rotación medial de la articulación de la rodilla con flexión
Recto femoral
Origen: Cabeza anterior: espina ilíaca anteroinferior
Cabeza posterior: ilion por encima de acetábulo
Inserción: Del ligamento rotuliano y la rótula a la tuberosidad de la tibia
Acción: Extensión de articulación de la rodilla
Flexión de la cadera
Vasto lateral
Origen: Inserción: Acción: 64
Línea intertrocantérica, borde inferior del trocánter mayor, tuberosidad glútea, labio lateral de la línea áspera del fémur
El margen lateral de la rótula, luego del tendón rotuliano a la tuberosidad de la tibia
Extensión de articulación de la rodilla
Vasto interno
Origen: Línea intertrocantérica, el labio medial de la línea áspera del fémur, tabique intermuscular interno, la línea supracondílea medial
Inserción: Borde medial de la rótula, luego por el ligamento rotuliano en la tuberosidad de la tibia, cóndilo medial de la tibia
Acción: Extensión de la rodilla
Vasto intermedio
Origen: Las superficies anterior y lateral de los dos tercios superiores del fémur, el septo intermuscular lateral, línea áspera y la línea supracondílea lateral
Inserción: Parte profunda del tendón del cuádriceps luego a través de la rótula a la tuberosidad tibial
Acción: Extensión de articulación de la rodilla
Articularis genu (Articular de la rodilla)
Origen: Cara anterior del fémur distal
Inserción: Borde superior de la bolsa suprapatelar
Acción: Elevación de la bolsa suprarrotuliana durante la extensión de la rodilla
Los Músculos de la Cara Posterior del Muslo e Isquiotibiales
Bíceps femoral
Origen: Cabeza larga: tuberosidad isquiática, el ligamento sacrotuberoso
Cabeza corta: parte lateral inferior de la línea áspera, , tabique intermuscular lateral
Inserción: Lado lateral de la cabeza del cóndilo lateral del peroné y la tibia
Acción: Las dos cabezas: flexión en la articulación de la rodilla
Larga: extensión en la cadera
Semitendinoso
Origen: Tuberosidad isquiática
Inserción: Cara medial del eje de la tibia
Acción: Flexión y rotación medial de la rodilla (cuando la rodilla está flexionada)
Extensión en la articulación de la cadera
65
Semimembranoso
Origen: Tuberosidad isquiática
Inserción: Parte posterior del cóndilo medial de la tibia
Acción: Flexión y rotación medial de la rodilla (cuando la rodilla está flexionada)
Extensión en la articulación de la cadera
Poplíteo
Origen: Inserción: Acción: Superficie lateral del cóndilo lateral del fémur
Parte superior de la superficie posterior de la tibia
La rotación interna y flexión de la pierna
Los Músculos de la Cara Medial del Muslo (aducción de la
cadera y la rotación, flexión de rodilla y rotación)
Pectíneo
Origen:
Inserción: Acción: Rama superior del pubis
Línea pectínea del fémur
Aducción y rotación medial de la cadera
Asiste en la flexión de la cadera
Aductor corto
Origen: Superficie externa de la rama inferior del pubis
Inserción: Línea pectínea y parte proximal de la línea áspera
Acción: Aducción y rotación medial de la cadera
Asiste en la flexión de la cadera
Aductor largo
Origen: Tubérculo del pubis
Inserción: Labio medial de la línea áspera
Acción: Aducción y rotación medial de la cadera
Asiste en la flexión de la cadera
66
Aductor Mayor
Origen: Rama inferior del pubis, rama del isquion y tuberosidad isquiática
Inserción: Labio medial de la línea áspera, tubérculo del aductor del fémur
Acción: Aducción y rotación medial de la cadera
Asiste en la flexión de la cadera
Grácil
Origen: Inserción: Acción: Rama inferior del pubis y la rama del isquion
Proximal, eje medial de la tibia en el tendón de la pata de ganso
Aducción y rotación medial de la cadera
Flexión de la rotación de la rodilla y medial de la rodilla flexionada
Grupo de glúteos (extensores de la cadera, rotadores y
abductores)
Glúteo mayor
Origen: Inserción: Acción: Superficie externa del ilion detrás de la línea posterior de los glúteos, adyacente a la superficie posterior del sacro y el cóccix, ligamento sacrotuberoso, aponeurosis del erector de la columna (sacroespinal)
Tracto iliotibial de la fascia lata, tuberosidad glútea del fémur
Extensión y rotación lateral de la articulación de la cadera, extensión del tronco
Glúteo medio
Origen: Superficie externa del ilion inferior a la cresta ilíaca
Inserción: Superficie lateral del trocánter mayor
Acción: Abducción y rotación medial del fémur en la articulación de la cadera
Glúteo menor
Origen: Superficie externa del ilion entre las líneas glúteas anterior e inferior y en el margen de la fosa ilíaca externa
Inserción: Cara anterior del trocánter mayor
Acción: Abducción y rotación medial de la articulación de la cadera
67
Tensor de la fascia lata
Origen: Borde exterior de la cresta ilíaca entre la espina ilíaca antero-superior y el tubérculo ilíaco
Inserción: Tracto iliotibial en la parte superior del muslo
Acción: Flexión y rotación medial de la articulación de la cadera
Los Seis Rotadores Laterales de la Articulación de la Cadera
Piriforme
Origen: Inserción: Acción: La superficie interna del hueso sacro, el ligamento sacrotuberoso
Borde superior del trocánter mayor
Rotación lateral y el abducción del muslo en la articulación coxofemoral
Obturador interno
Origen: Superficie pélvica de la membrana del obturador y los huesos que le rodean (ilion, isquion, pubis)
Inserción: Tendón común con géminos superior e inferior a la superficie medial del trocánter mayor
Acción: Rotación lateral, abducción, y, posiblemente, la flexión del muslo en la articulación de la cadera
Gemelo superior
Origen: La espina del isquion
Inserción: Con el tendón del obturador interno en el borde superior del trocánter mayor
Acción: Rotación lateral del muslo en la articulación coxofemoral
Gemelo inferior
Origen: El margen superior de la tuberosidad isquiática
Inserción: Con el tendón del obturador interno en el borde superior del trocánter mayor
Acción: Rotación lateral del muslo en la articulación coxofemoral
68
Obturador externo
Origen: Superficie externa de los ramos superior e inferior del pubis y la rama del isquion alrededor agujero obturador
Inserción: Fosa trocantérica del fémur
Acción: Rotación lateral del muslo
Cuadrado femoral
Origen: Borde lateral de la tuberosidad isquiática
Inserción: Trocánter mayor del fémur, por debajo de la cresta intertrocantérea
Acción: Rotación lateral del muslo en la articulación coxofemoral
El Complejo del Iliopsoas
Psoas menor
Origen: Décima segunda vértebra torácica (T 12) y primera lumbar (L 1)
Inserción: Cintilla iliopubiana, la fascia iliaca, y ocasionalmente del ligamento inguinal
Acción: Ayuda al psoas mayor y conecta la pelvis a la columna vertebral
Psoas mayor
Origen: Inserción: Acción: Los discos intervertebrales y las apófisis transversas de las vértebras lumbares
Trocánter menor
Flexión de la cadera
Conecta la columna vertebral con el fémur
Ilíaco
Origen: Inserción: Acción: Fosa iliaca y el sacro
Tendón del psoas, trocánter mayor y menor
Flexión de la cadera
Conecta la pelvis al fémur
69
Capítulo 7
70
Músculos de la Extremidad Superior
Músculos Intrínsecos de la mano
Eminencia Tenar
Oponente del Pulgar
Origen: Retináculo flexor y tubérculo del trapecio
Inserción: Borde lateral del primer metacarpo
Acción: Rota el pulgar en oposición con los otros dedos y opone el pulgar a los otros dedos.
Abductor corto del pulgar
Origen: Retináculo flexor, tubérculo del trapecio, hueso y tubérculo del escafoides
Inserción: Lado radial de la base de la falange proximal del pulgar
Acción: Abduce y ayuda a la oposición del pulgar
Flexor corto del pulgar
Origen: Retináculo flexor y trapecio, y primer hueso metacarpiano.
Inserción: Base de la falange proximal del pulgar.
Acción: Flexiona la articulación metacarpofalángica, ayuda en la abducción y rotación del pulgar, actúa con otros músculos de la eminencia tenar a la oposición del pulgar con respecto a los demás dedos.
Eminencia Hipotenar
Oponente del Meñique
Origen: Superficie anterior del retináculo flexor y del hueso ganchoso
Inserción: Borde Medial del quinto metacarpo
Acción: Rota el quinto metacarpo, trae el quinto metacarpo hacia adelante, ayuda en la flexión de la articulación carpometacarpiana del quinto dedo
71
Abductor del meñique
Origen: Hueso Pisiforme, tendón del flexor cubital del carpo.
Inserción: Lado interno de la base de la falange proximal del quinto dedo
Acción: Abduce el quinto dedo
Flexor corto del meñique
Origen: Superficie anterior del retináculo flexor, y hueso ganchoso
Inserción: Lado medial de la base de la falange proximal del quinto dedo
Acción: Flexiona el quinto dedo en la articulación metacarpofalángica
Músculos Profundos
Aductor del Pulgar
Origen (Cabeza oblicua): Superficie anterior del segundo y tercer hueso metacarpiano, del hueso grande y el trapezoide.
(Cabeza transversa): Superficie anterior del tercer hueso metacarpiano.
Inserción: Lado medial de la base de la falange proximal del pulgar
Acción: Aduce el pulgar
Palmares interóseos
Origen: Primero: Lado medial de la base del primer hueso metacarpiano.
Segundo, tercero y cuarto: Superficies anteriores del segundo, cuarto y quinto hueso metacarpiano.
Inserción: Primero: lado interno de la base de la falange proximal del pulgar.
Segundo: Lado medial de la base del dedo índice
Tercero y cuarto: Lados internos de las falanges proximales de los dedos cuarto y quinto.
Acción: Aduce los dedos hacia el tercer dedo en las articulaciones metacarpofalángicas, ayuda en la flexión a los dedos en las articulaciones metacarpofalángicas
72
Interóseos dorsales
Origen: Desde las dos cabezas de los lados adyacentes de los huesos metacarpianos primero y segundo, segundo y tercero, tercero y cuarto, y cuarto y quinto.
Inserción: Primera: Lado externo de la base de la falange proximal del dedo índice.
Segunda: Lado externo de la base de la falange proximal del dedo medio.
Tercera: Lado interno de la base de la falange proximal del dedo medio.
Cuarta: Lado interno de la base de la falange proximal del dedo anular.
Acción: Abduce los dedos alejándolos del centro del tercer dedo en las articulaciones metacarpofalángicas, ayuda en la flexión de los dedos en las articulaciones metacarpofalángicas
Lumbricales
Origen: Inserción: Acción: Los tendones del flexor profundo en la palma de la mano
Lado lateral del tendón correspondiente del extensor de los dedos (en los dedos)
Extiende los dedos en las articulaciones interfalángicas, débilmente flexiona los dedos en las articulaciones metacarpofalángicas
Los Músculos Extrínsecos de la Mano y la
Muñeca
Flexores: capa profunda
Flexor común profundo de los dedos
Origen: Tres cuartas partes distales de las superficies anterior y medial de la diáfisis del cúbito y el lado medial de la apófisis coronoides, membrana interósea
Inserción: Frente de la base de las falanges distales de los cuatro dedos mediales
Acción: Flexiona las falanges distales
73
Flexor largo del pulgar
Origen: Mitad de la superficie anterior de la diáfisis del radio, membrana interósea, epicóndilo medial del húmero y a menudo el proceso coronoides del cúbito
Inserción:
Cara palmar de la base de la falange distal del pulgar
Acción: Flexiona la falange distal del pulgar
Flexores: Capa Intermedia
Flexor común superficial de los dedos
Origen: Cabeza Húmero-cubital: Del epicóndilo medial del húmero a través del tendón común, margen medial de la apófisis coronoides del cúbito.
Cabeza radial: Cara anterior de la diáfisis del radio
Inserción: Cuatro tendones se dividen en dos ramificaciones cada uno, las ramificaciones se insertan en los lados (al margen de las superficies anterioesr) de las falanges medias de los cuatro dedos
Acción: Flexiona las falanges medias de los dedos
Flexores: Capa Superficial
Flexor radial del carpo
Origen: Epicóndilo medial del húmero a través del tendón común
Inserción: Parte delantera de las bases de los metacarpianos segundo y tercero
Acción: Flexiona y abduce la mano en la articulación de la muñeca
Palmar Largo
Origen: Epicóndilo medial del húmero a través del tendón común
Inserción: Frontal (parte central) del retináculo flexor y el ápice de la aponeurosis palmar
Acción: Flexiona la mano
74
Flexor cubital del carpo
Origen: Cabeza humeral: Epicóndilo medial del húmero a través del tendón común
La cabeza del cúbito: El margen medial del olécranon del cúbito, borde dorsal de la diáfisis del cúbito
Inserción: Hueso pisiforme, gancho del ganchoso y la base del quinto hueso metacarpiano
Acción: Flexiona y aduce la mano en la articulación de la muñeca
Extensores: Capa Profunda subhead
Extensor del índice
Origen: Superficie posterior del cúbito y la parte adyacente de la membrana interósea
Inserción: Expansión del extensor en la superficie dorsal de la falange proximal del dedo índice
Acción: Extiende el dedo índice
Extensor largo del pulgar
Origen: Medio tercio de la superficie dorsal del cúbito y membrana interósea
Inserción: Base de la falange distal del pulgar
Acción: Extiende el pulgar
Extensor corto del pulgar
Origen: superficie dorsal de la parte adyacente de la radio y membrana interósea
Inserción: Base de la falange proximal del pulgar
Acción: Extiende pulgar y abduce la mano
Extensores: Capa Superficial
Extensor radial largo del carpo
Origen: Tercio inferior de la cresta supracondílea lateral del húmero
Inserción: Cara posterior de la base del segundo metacarpiano
Acción: Extiende y abduce la mano en la articulación de la muñeca
75
Extensor radial corto
Origen: Epicóndilo lateral del húmero
Inserción: Superficie dorsal de la tercer metacarpiano
Acción: Extiende la mano ayuda en la abducción de la mano
Extensor de los dedos
Origen: Tendón común adjunto al epicóndilo lateral del húmero
Inserción: Las superficies laterales y dorsales de todas las falanges de los cuatro dedos
Acción: Extiende los dedos y la muñeca
Extensor del meñique
Origen: Tendón común adjunto al epicóndilo lateral del húmero
Inserción: Dorso de la primera falange del dedo meñique
Acción: Extiende el dedo meñique
Extensor cubital del carpo
Origen: Tendón común adjunto al epicóndilo lateral del húmero
Inserción: Superficie posterior de la base de quinto metacarpiano
Acción: Extensión y aducción de la mano en la articulación de la muñeca
Abductor
Abductor largo del pulgar
Origen: Superficie dorsal de la diáfisis del radio, el cúbito y membrana interósea
Inserción: Superficie dorsal de la base del primer metacarpiano
Acción: Abducción, rotación lateral, y extensión del pulgar
Abduce la mano en la articulación de la muñeca
76
Los Músculos del Codo y las Articulaciones
Radio-Cubitales
Supinación del Antebrazo
Supinador
Origen: Inserción: Acción: Epicóndilo lateral del húmero, ligamento lateral (colateral radial) del codo, ligamento anular en la articulación radio-cubital, y la cresta del supinador del cúbito
superficies dorsal y lateral del tercio superior del radio
Supinación del antebrazo y la mano
Bíceps braquial
(Véase la flexión del codo)
Pronación del Antebrazo
Pronador cuadrado
Origen: Cara anterior y medial de la parte distal de la diáfisis del cúbito
Inserción: Superficie lateral y anterior de la parte distal del radio
Acción: Pronación del antebrazo y la mano
Pronador redondo
Origen: Cabeza humeral: cresta medial supracondílea y epicóndilo medial del húmero.
Cabeza del cúbito: borde medial de la apófisis coronoides del cúbito
Inserción: Mitad de la superficie lateral del radio (tuberosidad del pronador)
Acción: Pronación del antebrazo y la mano y flexión del codo
77
Flexión del Codo
Bíceps braquial
Origen: Cabeza larga: tubérculo supraglenoideo de la escápula
Cabeza corta: apófisis coracoides de la escápula
Inserción: Tuberosidad del radio y la fascia profunda en la parte media del antebrazo
Acción: Supinación del antebrazo y la mano, flexiona el codo, flexiona ligeramente la articulación del hombro
Braquial
Origen: Inserción: Acción: La mitad más baja anterior del húmero
Apófisis coronoides del cúbito y la tuberosidad del cúbito
Flexiona el codo
Braquiorradial
Origen: Los dos tercios superiores de la cresta supracondílea lateral del húmero
Inserción: Base de la apófisis estiloides y la superficie lateral del radio
Acción: Flexiona el codo
Pronador redondo
(Véase la pronación del antebrazo)
Extensión del codo
Tríceps braquial
Origen: Cabeza larga: tubérculo infraglenoideo de la escápula
Cabeza lateral: mitad superior de la superficie posterior de la diáfisis del húmero
Cabeza medial: superficie posterior de la mitad inferior de la diáfisis del húmero
Inserción: parte posterior del olécranon del cúbito
Acción: Extiende la articulación del codo, la cabeza larga apoya en la aducción del brazo, si es abducido
78
Ancóneo
Origen: Inserción: Acción: Parte posterior del epicóndilo lateral del húmero
Superficie lateral del olécranon y la superficie posterior del cúbito
Extiende la articulación del codo
Músculos de la Articulación del Hombro
Los músculos del manguito rotador
Supraespinoso
Origen: Fosa supraespinosa de la escápula
Inserción: Parte superior de la tuberosidad mayor del húmero y la cápsula de la articulación del
hombro
Acción: Integra y estabiliza la cabeza del húmero en la cavidad glenoidea, abduce a la articulación del hombro
Infraespinoso
Origen: Fosa infraespinosa de la escápula
Inserción: A la mitad de la faceta de la tuberosidad mayor del húmero y la cápsula de la articulación del hombro
Acción: Integra y estabiliza la cabeza del húmero en la cavidad glenoidea, rota lateralmente la articulación del hombro, la parte superior abduce el brazo, parte inferior aduce el brazo
Teres Menor
Origen: Inserción: Acción: Los dos tercios superiores de la superficie dorsal del borde axilar de la escápula
Zona baja de las facetas de la tuberosidad mayor del húmero y la cápsula de la articulación del hombro
Integra y estabiliza la cabeza del húmero en la cavidad glenoidea, rota lateralmente el brazo, abduce débilmente el brazo
79
Subescapular
Origen: Fosa subescapular en la superficie anterior de la escápula
Inserción: Tuberosidad menor del húmero y parte ventral de la cápsula de la articulación del hombro
Acción: Integra y estabiliza la cabeza del húmero en la cavidad glenoidea, rotación medial del brazo, y puede ayudar tanto a la flexión y la extensión como a la abducción y la aducción, dependiendo de la posición del brazo
Aducción de la Articulación del Hombro
Pectoral Mayor
Origen: Parte clavicular: la mitad medial de la clavícula
Parte Esternocostal: esternón, seis primeros cartílagos costales, aponeurosis del músculo oblicuo externo
Inserción: Labio lateral del surco intertubercular del húmero, cresta por debajo del tubérculo mayor del húmero
Acción: Las dos partes: aducción y rotación medial del brazo en la articulación del hombro
Parte clavicular: flexiona la articulación del hombro
Parte esternocostal: extiende el brazo flexionado, en el movimiento proximal eleva el tórax
Deltoides (porciones anterior y posterior)
Origen: Porción anterior: borde anterior y la superficie superior del tercio externo de la clavícula
Medio porción: borde lateral del acromion
Porción posterior: el borde inferior de la cresta de la espina de la escápula
Inserción: tuberosidad deltoides en el húmero
Acción: Porción anterior: aduce, flexiona y rota medialmente el brazo
Medio porción: secuestra el brazo
Porción posterior: aduce, extiende y rota lateralmente el brazo
80
Dorsal ancho
Origen: Inserción:
Acción: Apófisis espinosas de las seis vértebras inferiores torácicas, vértebras lumbares, vértebras sacras, ligamento supraespinoso, y la parte posterior de la cresta ilíaca través de la fascia lumbar, el ángulo inferior de las tres o cuatro costillas más bajas
Parte inferior de la corredera bicipital del húmero
Extiende, aduce y rota medialmente el brazo, saca el hombro hacia abajo y atrás, mantiene el ángulo inferior de la escápula contra las costillas, apoya los músculos de la respiración
Redondo Mayor
Origen: Tercio inferior de la cara posterior del borde lateral de la escápula, cerca del ángulo inferior
Inserción: Labio medial del surco bicipital del húmero
Acción: Extiende, aduce y rota medialmente el brazo
Coracobraquial
Origen: La punta de la apófisis coracoides
Inserción: Tercio medio inferior de la cara medial y el borde del húmero
Acción: Aduce y débilmente flexiona el brazo
Tríceps
La cabeza larga del tríceps aduce el brazo en la articulación del hombro, ver la extensión del codo
Redondo menor
Ver los músculos del manguito rotador
Abducción de la Articulación del Hombro
Deltoides (parte media)
Origen: Porción media del borde lateral del acromio
Inserción: Tuberosidad del deltoides en el húmero
Acción: Abduce la porción media el brazo
81
Supraespinoso
Flexión de la Articulación del Hombro
La porción anterior del deltoides
Porción clavicular del pectoral mayor
Cabeza larga del bíceps braquial
Coracobraquial
Extensión de la Articulación del Hombro
Dorsal ancho
Porción posterior del deltoides
Redondo mayor
Cabeza larga del tríceps braquial
Rotación Medial de la Articulación del Hombro
Pectoral mayor
La porción anterior del deltoides
82
Dorsal ancho
Redondo mayor
Subescapular
Rotación Lateral de la Articulación del Hombro
Porción posterior del deltoides
Infraespinoso
Redondo menor
Músculos de la Cintura Escapular
Trapecio
Origen: Inserción: Acción: La protuberancia occipital, ligamento nucal en todas las vértebras cervicales, las apófisis espinosas de las vértebras torácicas
Tercio externo de la clavícula, el margen medial del acromio, en toda la longitud de la espina de la escápula
Parte superior: eleva la escápula
Parte media: aduce la escápula
Parte inferior: deprime la escápula
Pectoral menor
Origen: Las superficies externas de las costillas tercera, cuarta y quinta
Inserción: Apófisis coracoides de la escápula
Acción: Lleva a la escápula hacia delante y hacia abajo, eleva las costillas en inspiración forzada
83
Elevador de la escápula
Origen: Tubérculos posteriores de las apófisis transversas de las primeras cuatro vértebras cervicales
Inserción: Borde vertebral de la escápula en y por encima de la columna vertebral
Acción: Eleva el borde medial de la escápula, rota la escápula para bajar el ángulo lateral, actúa con el trapecio y romboides para tirar de la escápula en sentido medial y hacia arriba, inclina el cuello lateralmente
Romboides mayor
Origen: Las espinas de las vértebras torácicas segunda a quinta
Inserción: Borde medial de la escápula por debajo de la columna vertebral
Acción: Retrae y fija la escápula, eleva el borde medial de la escápula, rota la escápula para deprimir el ángulo lateral (ayuda en la aducción del brazo)
Romboides menor
Origen: Espinas de la séptima vértebra cervical y primera torácica
Inserción: Borde medial de la escápula en la raíz de la columna vertebral
Acción: Retrae y fija la escápula, eleva el borde medial de la escápula, rota la escápula para deprimir el ángulo lateral (ayuda en la aducción del brazo)
Serrato Anterior
Origen: Las superficies exteriores y las fronteras superiores de las primeras ocho o nueve costillas
Inserción: Cara anterior (superficie costal) del borde medial de la escápula
Acción: Gira y proyecta la escápula
84
85
Capítulo 8
86
Músculos de la Cabeza, Cuello
y Tronco
Músculos del Cráneo
Occipitofrontal: el vientre occipital
Origen: Dos tercios laterales de la línea nucal superior del hueso occipital, apófisis mastoides del hueso temporal
Inserción: Galea aponeurótica (tendón de la cubierta del cráneo)
Acción: Lleva el cuero cabelludo hacia atrás, con el vientre frontal, arruga la frente y levanta las cejas
Occipitofrontal: el vientre frontal
Origen: Galea aponeurótica
Inserción: Fascia de los músculos faciales y la piel por encima de la nariz y los ojos
Acción: Lleva el cuero cabelludo hacia atrás, arruga la frente, levanta las cejas
Temporoparietal
Origen: La fascia sobre el oído
Inserción: Borde lateral de la galea aponeurótica
Acción: Eleva las orejas, tensa el cuero cabelludo
Auricular anterior, superior y posterior
Origen: Anterior: fascia en la región temporal anterior a la oreja
Superior: Fascia en la región temporal superior a la oreja:
Posterior: Área mastoidea del hueso temporal
Inserción: Anterior: por delante de la hélice de la oreja
Superior: Porción superior de la oreja
Posterior: Parte posterior de la oreja
Acción: Anterior: atrae la oreja hacia adelante y mueve el cuero cabelludo
Superior: atrae la oreja hacia arriba y mueve el cuero cabelludo
Posterior: atrae la oreja hacia atrás
87
Músculos de la Cara
Ojos
Orbicular del ojo -parte orbital
Origen: Hueso frontal, maxilar
Inserción: Continúa alrededor de la órbita y vuelve al origen
Acción: Cierra los ojos fuertemente
Orbicular del ojo - parte palpebral
Origen: Ligamento palpebral medial
Inserción: Ligamento lateral palpebral en el hueso cigomático
Acción: Cierra suavemente los párpados
Elevador del párpado superior
Origen: Superficie inferior del ala menor del esfenoides
Inserción: Piel del párpado superior
Acción: Eleva el párpado superior
Corrugador
Origen: Inserción: Acción: Extremo medial del arco superciliar
Capa profunda de la piel en porción medial de las cejas
Dibuja las cejas hacia abajo y al centro
Nariz
Prócer
Origen: Inserción: Acción: 88
La fascia sobre el hueso nasal y el cartílago nasal lateral
Piel entre las cejas
Arruga la nariz, atrae hacia abajo la parte medial de las cejas
Nasal
Origen: Inserción: Acción: Parte transversal: a la mitad del maxilar superior
Parte alar: cartílago alar mayor, la piel en la nariz
Parte transversal: músculos del lado opuesto sobre el puente de la nariz
Parte alar: la piel de la punta de la nariz
Las dos partes mantienen la apertura de las fosas nasales externas durante la inhalación y hacen aletear la nariz
Elevador del labio superior y del ala de la nariz
Origen: Proceso frontal del maxilar y el hueso cigomático
Inserción: Cartílago alar mayor, piel de la nariz y el labio superior
Acción: Eleva el labio superior, dilata las fosas nasales, forma el surco nasolabial ( gesto de burla)
Músculo depresor del tabique nasal
Origen: Fosa incisiva del maxilar superior
Inserción: Tabique nasal y ala
Acción: Constriñe las fosas nasales
Boca
Orbicular de la boca
Origen: Banda lateral: borde alveolar del maxilar superior
Banda medial: tabique de la nariz
Parte inferior: lateral a la línea media de la mandíbula
Inserción: Continúa con otros músculos en el ángulo de la boca
Acción: El cierre y la protrusión de los labios
Elevador del labio superior y del ala de la nariz
Origen: Proceso frontal del maxilar y el hueso cigomático
Inserción: Cartílago alar mayor, piel de la nariz y el labio superior
Acción: Eleva el labio superior, dilata las fosas nasales, forma surco nasolabial (gesto de burla)
89
Elevador del ángulo de la boca
Origen: Fosa canina del maxilar superior
Inserción: Ángulo de la boca
Acción: Eleva el ángulo de la boca (sonreir)
Cigomático mayor
Origen: Hueso cigomático
Inserción: Ángulo de la boca
Acción: Dibuja el ángulo de la boca hacia arriba y hacia atrás (reir)
Cigomático menor
Origen: Hueso cigomático
Inserción: Labio lateral superior al elevador del labio superior
Acción: Forma surco nasolabial
Risorio
Origen: Inserción: Acción: Fascia del masetero
Piel en el ángulo de la boca
Retracta el ángulo de la boca (Hacer muecas o reir)
Depresor del labio inferior
Origen: Mandíbula entre la sínfisis y el agujero mentoniano
Inserción: Piel del labio inferior
Acción: Dibuja el labio inferior hacia abajo y afuera (fruncir el labio)
Depresor del ángulo de la boca
Origen: Línea oblicua de la mandíbula
Inserción: Angulo de la boca
Acción: Deprime el ángulo de la boca (fruncir los labios)
90
Mentoniano
Origen: Fosa incisiva de la mandíbula
Inserción: Piel de la barbilla
Acción: Eleva y protruye el labio inferior y arruga la piel de la barbilla
Buccinador
Origen: Superficie externa del proceso alveolar del maxilar y en la mandíbula sobre los molares
Inserción: Parte profunda de los músculos de los labios
Acción: Comprime la mejilla y ayuda en la masticación
Músculos de la Masticación
Temporal
Origen: Inserción: Acción: Fosa temporal incluyendo huesos frontal, parietal y temporales
Apófisis coronoides y borde anterior de la rama de la mandíbula
Eleva y retrae la mandíbula
Masetero
Origen: El proceso cigomático del maxilar superior y las superficies medial e inferior del arco cigomático
Inserción: Ángulo y la rama de la superficie lateral de la mandíbula y la apófisis coronoides de la mandíbula
Acción: Eleva la mandíbula
Pterigoideo medial
Origen: Superficie medial de la placa pterigoidea lateral del hueso esfenoides, el hueso palatino y la tuberosidad del maxilar superior
Inserción: Superficie medial de la rama y el ángulo de la mandíbula
Acción: Eleva, protruye (adelanta) y desvía lateralmente la mandíbula
91
Pterigoideo lateral
Origen: Cabeza superior: superficie lateral del ala mayor del esfenoides
Cabeza Inferior: superficie lateral de la placa pterigoidea lateral
Inserción: Cóndilo de la mandíbula y articulación temporomandibular
Acción: Deprime (abre), protruye (adelanta) y desvía lateralmente la mandíbula; ayuda en la masticación
Los Músculos Anteriores y Laterales del
Cuello
Los Músculos Suprahioideos
Estilohioideo
Origen: Apófisis estiloides del hueso temporal
Inserción: Hueso hioides
Acción: Retrae el hioides, eleva la lengua
Digástrico
Origen: Inserción: Acción: Vientre posterior: incisura mastoidea del hueso temporal
Vientre Anterior: parte interna del borde inferior de la mandíbula, cercano a la sínfisis
Bucle tendinoso adherido al hueso hioides
Eleva el hioides, deprime la mandíbula, retracción y protrusión del hioides
Milohioideo
Origen: Superficie posterior de la mandíbula, de la sínfisis a los molares
Inserción: Hueso hioides
Acción: Eleva el hueso hioides, eleva piso de la boca y la lengua
92
Hipogloso
Origen: Inserción: Acción: Superficie medial de la placa pterigoidea lateral del hueso esfenoides, hueso palatino y la tuberosidad del maxilar superior
Superficie medial de la rama y el ángulo de la mandíbula
Eleva, sobresale y desvía lateralmente la mandíbula
Los Músculos Infrahioideos
El grupo infrahioideo deprime y estabiliza el cartílago tiroides y la laringe durante la deglución y la
vocalización. Están situados debajo del hueso hioides y en la superficie anterior del cuello.
Esternohioideo
Origen: Principio de la manubrio
Inserción: Hueso hioides
Acción: Estabiliza y deprime el hioides, ayuda a elevar el tórax en la inhalación
Esternotiroideo
Origen: Principio del manubrio
Inserción: Cartílago tiroides
Acción: Estabiliza y deprime el cartílago tiroides
Tirohioideo
Origen: Inserción: Acción: Cartílago tiroides
Hueso hioides
Estabiliza y deprime el hioides
Omohioideo
Origen: Borde superior de la escápula
Inserción: Hueso hioides
Acción: Estabiliza y deprime hioides, tensa la fascia del cuello, dilata la vena yugular interna
Músculos que Actúan Sobre la Columna
Vertebral
La columna vertebral se mueve tanto por los músculos intrínsecos --aquellos que conectan los
segmentos vertebrales entre sí-- y por los músculos extrínsecos, que conectan la columna vertebral
a otras partes del cuerpo. Culturalmente, estamos entrenados para resaltar la apariencia de los
músculos superficiales y no prestar atención a la importancia y la belleza de los músculos profundos
que son la base para un movimiento fuerte y fluido.
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Los músculos intrínsecos proporcionan el apoyo silencioso, interno de la columna vertebral, que
apoya y organiza el resto del cuerpo. La columna vertebral debe funcionar como el mástil de un barco
de vela, ofreciendo soporte para las velas y permitiéndoles moverse con facilidad en respuesta a
fuerzas externas. La columna vertebral, guiada por sus músculos intrínsecos, no sólo brinda apoyo,
también debe ser capaz de doblarse para responder a las fuerzas externas con flexibilidad. Un
constante esfuerzo en la columna de los músculos superficiales que convergen y se anclan en ella y
de las conexiones de la fascia distal de las extremidades, pueden distraerla de su equilibrio interno.
Equilibrar la conciencia de los músculos espinales intrínsecos con la conciencia de su musculatura
espinal extrínseca te permite tener una columna vertebral sana y feliz.
Los músculos intrínsecos de la columna puede ser separada en cuatro capas:
1. La capa anterior
2. La capa posterior profunda
3. La capa posterior intermedia
4. La capa posterior superficial
Capa Anterior
La capa anterior de músculos no cubre toda la superficie anterior de la columna, como lo hace en
los peces. Para efectos de conciencia corporal, podemos imaginar que tenemos una capa anterior
del músculo que se extiende desde la cabeza hasta la cola. Los músculos que se enumeran a
continuación son los músculos preespinales que conservamos en la medida en que los adaptamos
gradualmente a la locomoción bípeda y a la verticalidad.
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Largo del cuello
Origen: Fibras oblicuas superiores: Procesos transversales de C5-C7
Fibras oblicuas inferiores: cuerpos anteriores de T1 - T3
Fibras mediales: cuerpos anteriores de C5-T4
Inserción: Fibras oblicuas superiores: tubérculo anterior del atlas
Fibras oblicuas inferiores: apófisis transversa de C6
Fibras mediales: los cuerpos anteriores de C1-C4
Acción: Contracción unilateral: flexión lateral y rotación del cuello
Contracción bilateral: flexión del cuello
Músculo largo de la cabeza
Origen: Cara anterior de las apófisis transversas de C3 - C6
Inserción: Porción basal del hueso occipital
Acción: Contracción unilateral: flexión lateral del cuello
Contracción bilateral: flexión del cuello
Cruras o Pilares diafragmáticos
Origen: Pilar derecho: Cuerpos anteriores de L1 - L4
Pilar izquierdo: Cuerpos anteriores de L1 - L3
Inserción: Pilares derecho e izquierdo: tendón central del diafragma
Acción: Flexión y estabilización de la columna lumbar
Psoas mayor
Origen: Inserción: Acción: Las superficies laterales de T12 - L4 y los procesos laterales de la L1 - L5
Trocánter menor del fémur
Flexión de la cadera, y, como músculo espinal intrínseco, la estabilización de la columna lumbar
Capa Profunda Posterior
Interespinales
Los interespinales vinculan las superficies adyacentes entre las apófisis espinosas.
Intertransversos
Los intertransversos son laterales a los interespinales en la columna cervical y lumbar. Su función es
vincular las apófisis transversas de los segmentos vertebrales adyacentes.
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Rotadores largos Rotatores longus
Origen: Superficie posterior de la apófisis transversa (bilateral en cada segmento de la columna)
Inserción: Apófisis espinosa del segundo segmento vertebral más alto por encima del origen
Acción: Contracción unilateral: rotación de la columna vertebral hacia el lado opuesto
Contracción bilateral: extensión de la columna vertebral
Rotadores cortos Rotadores brevis
Origen: Superficie posterior de la apófisis transversa (bilateral en cada segmento de la columna)
Inserción: Apófisis espinosa del siguiente segmento vertebral por encima del origen
Acción: Contracción unilateral: rotación de la columna vertebral hacia el lado opuesto
Contracción bilateral: extensión de la columna vertebral
Supracostales (Elevadores de las Costillas)
Origen: Apófisis transversas de C7 a T11
Inserción: Ángulos costales de la costilla inmediatamente inferior (supracostales cortos) o segunda costilla hacia abajo (supracostales largos)
Acción: Contracción unilateral: rotación de la columna vertebral hacia el lado opuesto
Contracción bilateral: la inhalación
Los supracostales no son músculos espinales intrínsecos, ya que se insertan en las costillas. Sin
embargo se incluyen en este grupo porque 1) surgen en el mismo nivel, 2) son innervados por el
mismo nervio que los otros músculos de la capa posterior profunda, y 3) están implicados en el
movimiento de rotación de la columna.
Capa Posterior Intermedia
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Multífidos
Origen: Inserción: Acción: Sacro y apófisis transversas de las vértebras cervicales a las lumbares
Apófisis espinosa de L5 a C2, de dos a cuatro segmentos vertebrales sobre el origen
Contracción unilateral: rotación de la columna vertebral hacia el lado opuesto
Contracción bilateral: extensión de la columna vertebral
Semiespinoso
Origen: Apófisis transversas de todas las vértebras torácicas y apófisis articulares de las vértebras cervicales inferiores
Inserción: Apófisis espinosas de las vértebras dorsales y cervicales superiores (excepto C1) y la línea nucal superior del occipital
Acción: Contracción unilateral: rotación de la columna vertebral hacia el lado opuesto
Contracción bilateral: extensión de la columna vertebral superior
Los multífidos y el semiespinoso se agrupan a menudo con los rotadores en un grupo oblicuo o
transversoespinoso, porque tienen la misma dirección y funciones.
Capa Superficial Posterior
La capa superficial posterior se compone de una densa, red en capas de músculos que se conocen
colectivamente como los erectores de la columna. Como grupo, pueden palparse fácilmente, y
presentan tres divisiones principales basadas en su localización, cada una de los cuales se subdivide
a su vez :
• Espinosa, la más pequeña de las tres, es la más cercana a la espina dorsal
• Longísima, la parte más gruesa, forma una protuberancia grande a cada lado de la columna
• Iliocostal es el más lateral, se adosa a las costillas, y se desplaza por debajo de la escápula
Erector de la columna
Origen: Tendón toracolumbar y superficie posterior del sacro, cresta ilíaca, apófisis espinosas de la columna lumbar y las últimas dos vértebras torácicas
Inserciones: Se inserta en diversos puntos de las costillas posteriores, apófisis espinosas y transversas de las vértebras torácicas y cervicales, y la apófisis mastoides del hueso temporal
Acción: Contracción unilateral: flexión lateral de la columna vertebral
Contracción bilateral: extensión de la columna vertebral
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Espinoso
Origen: Inserción: Acción: Del tórax: apófisis espinosas de la columna lumbar y torácica superior de menor
vértebras
Del cuello: ligamento nucal, apófisis espinosa de C7
Del tórax: apófisis espinosas de vértebras torácicas superiores
Del cuello: Apófisis espinosas de las vértebras cervicales excepto C1
Contracción unilateral: flexión lateral de la columna vertebral
Contracción bilateral: Extensión de la columna vertebral
Longísimo
Origen: Del tórax: tendón de toracolumbar
Del cuello y de la cabeza: Apófisis transversas de las cinco vértebras torácicas superiores
Inserción: Del tórax: nueve costillas más bajas y las apófisis transversas de las vértebras torácicas
Del cuello: apófisis transversas de las vértebras cervicales
De la cabeza:: apófisis mastoides del hueso temporal
Acción: Contracción unilateral: flexión lateral de la columna vertebral
Contracción bilateral: extensión de la columna vertebral
Iliocostal
Origen: Inserción: Acción: 98
Lumbar: tendón toracolumbar
Torácico y del cuello: superficie posterior de las costillas de 1 a 12
Del Lumbar: apófisis transversas de L1 - 3 y la superficie posterior de las costillas de 6 a 12
Del tórax: superficie posterior de las costillas de 1 - 6
Del cuello: apófisis transversas de las vértebras cervicales inferiores
Contracción unilateral: flexión lateral de la columna vertebral
Contracción bilateral: extensión de la columna vertebral
Músculos posteriores del cuello
Los músculos esplenio de la cabeza y esplenio del cuello están relacionados con el grupo erector
de la columna. Ambos tienen fibras oblicuas en lugar de verticales, y el esplenio de la cabeza es un
músculo extrínseco que conecta la columna vertebral con el occipital. El esplenio del cuello es más
profundo que el esplenio de la cabeza.
Esplenio de la cabeza
Origen: El ligamento nucal y apófisis espinosas de C7 a T3
Inserción: Apófisis mastoides y porción lateral de la línea nucal superior
Acción: Contracción unilateral: rotación y flexión lateral de la cabeza y el cuello del mismo lado
Contracción bilateral: extensión del cuello y la cabeza
Esplenio del cuello
Origen: Apófisis espinosas de T3 - T6
Inserción: Apófisis transversas de las vértebras cervicales superiores
Acción: La contracción unilateral: la rotación y flexión lateral de la cabeza y el cuello del mismo lado
La contracción bilateral: extensión del cuello y la cabeza
Músculos suboccipitales
Los músculos suboccipitales son músculos intrínsecos, estabilizan el complejo del Axis-AtlasOccipital. Colaboran en la extensión, rotación y la inclinación lateral de la cabeza en las articulaciones
atlanto-axoidea (A-A) y occipitoatloidea (A-O, por sus siglas en inglés). Son importantes en el
movimiento de succión y deglución y en la libertad del cuello y la mandíbula.
Recto posterior mayor de la cabeza
Origen: Apófisis espinosa del axis
Inserción: Línea nucal inferior del occipital
Acción: Contracción unilateral: la rotación de la articulación A-A
Contracción bilateral: extensión de la articulación A-O
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Recto posterior menor de la cabeza
Origen: Tubérculo del arco posterior del atlas
Inserción: Línea nucal inferior del occipital y, a nivel interno, la duramadre
Acción: Extensión de la articulación A-O
Oblicuo superior de la cabeza
Origen: Apófisis transversa del atlas
Inserción: Entre las líneas de la nuca del occipital
Acción: Extensión de la articulación A-O
Oblicuo inferior de la cabeza
Origen: Apófisis espinosa del axis
Inserción: Apófisis transversa del atlas
Acción: Rotación de la articulación A-A
Músculos Abdominales Profundos
Además del psoas mayor y del psoas menor, el cuadrado lumbar, por lo general considerado
como un músculo de la espalda, es en realidad un músculo abdominal profundo que actúa sobre la
columna lumbar.
Cuadrado lumbar
Origen: Cresta ilíaca posterior
Inserción: 12 ª costilla y las apófisis transversas de L1 - L4
Acción: Contracción unilateral: flexión lateral de la columna lumbar y la pelvis
Contracción bilateral: extensión de la columna lumbar y la fijación de la 12 ª costilla durante la inhalación y la exhalación forzada
Los Músculos de la de la Respiración
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Los músculos que sostienen la respiración se encuentran en todo el cuello, el tronco y la pelvis. En
la siguiente lista, cuando la ubicación de un músculo y su acción no se especifican, es porque ya han
sido mencionadas anteriormente. Los músculos de la inhalación apoyan la fase de la inspiración
al respirar y los músculos de la exhalación apoyan la fase de la expiración. Muchos músculos que
participan en la respiración tienen otras funciones importantes para el movimiento y la postura.
Los Músculos Principales de la Inhalación
Los principales músculos de la inspiración, el diafragma y los intercostales externos, son los
músculos más importantes para la respiración. Ellos aumentan el tamaño de la cavidad torácica, y
por lo tanto jalan aire hacia los pulmones.
Diafragma
Origen: Unión Costal: superficie interna de las seis costillas inferiores
Unión Lumbar: dos o tres vértebras lumbares superiores
Unión Esternal: superficie interna de la apófisis xifoides
Inserción: Tendón central del diafragma
Acción: Deprime el tendón central en la contracción (inhalación), aumentando el volumen del tórax.
Intercostales externos
Los músculos intercostales externos son responsables de alrededor de 25 por ciento del aire que
entra en los pulmones durante la respiración en estado de tranquilidad. Conectan cada costilla con
la de arriba y la de abajo, viajando en una dirección antero-inferior, la misma dirección con la cual
una mano entra en un bolsillo delantero. (Los otros intercostales –interno y profundo—ayuda en la
exhalación forzada.)
Origen: Inserción: Acción: Borde inferior de la costilla superior
Borde superior de la costilla inferior
Eleva las costillas diagonalmente, aumentando el espacio de la cavidad torácica
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Músculos accesorios de la inhalación
Todos los músculos accesorios de la inhalación pueden estar involucrados en varias ocasiones
en la inhalación, y sobre todo con la inhalación forzada, ya que es cuando aumenta la frecuencia
respiratoria y más aire se necesita. Todos ellos contribuyen a movimientos de otras partes
del cuerpo, además de la respiración. El uso excesivo habitual de los músculos accesorios de la
inhalación puede crear patrones incómodos o ineficientes de la respiración, y ocasionar problemas
posturales y trastornos orgánicos. El uso equilibrado de los músculos accesorios permite acceder a
una gama completa de respiración y movimiento.
Los Músculos Escalenos
Los tres músculos escalenos elevan las dos costillas superiores durante la inhalación y ayudan al
cuello en la rotación y la flexión lateral. Están situados entre el esternocleidomastoideo en el frente
y la parte anterior del trapecio en la parte de atrás, surgen de las apófisis transversas de las vértebras
cervicales y se adhieren a la primera y segunda costillas. Se pueden considerar músculos primarios
de la inhalación, porque es creciente la evidencia de que en los patrones de respiración en reposo
de la mayoría de la gente, los músculos escalenos se utilizan en coordinación con el diafragma.
Escaleno anterior
Origen: Apófisis transversas de C3 - C6
Inserción: Primera costilla
Acción: Bilateral: eleva la costilla de la flexión del cuello inhalación, (escaleno anterior solamente)
Unilateral: con la costilla fija, flexiona lateralmente la cabeza hacia el mismo lado; gira la cabeza hacia el lado opuesto
Escaleno medio (mayor que y posterior al escaleno anterior)
Origen: Apófisis transversas de C2-C7
Inserción: Primera costilla
Acción: Bilateral: eleva la costilla para la inhalación
Unilateral: con costilla fija, flexiona lateralmente la cabeza hacia el mismo lado; gira la cabeza hacia el lado opuesto
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Escaleno posterior (localizado entre el escaleno medio y el elevador de la escápula)
Origen: Apófisis transversas de C5-C6
Inserción: Segunda costilla
Acción: Bilateral: eleva la costilla para la inhalación
Unilateral: con costilla fija, flexiona lateralmente la cabeza hacia el mismo lado; gira la cabeza hacia el lado opuesto
Los Músculos Accesorios de la Inhalación: el Cuello
Esternocleidomastoideo
Origen: Cabeza esternal: parte superior del manubrio
Cabeza clavicular: tercio medial de la clavícula
Inserción: Apófisis mastoides del hueso temporal y la parte lateral de la línea nucal superior del hueso occipital
Acción: Bilateral: con la cabeza fija eleva el tórax para la inhalación, con el tórax fijo, flexiona el cuello
Unilateral: flexión lateral del cuello y de la cabeza, rotación de la cabeza y el cuello hacia el lado opuesto
Esternohioideo
Origen: Principio del manubrio
Inserción: Hueso hioides
Acción: Estabiliza y deprime hioides, ayuda a elevar el tórax en la inhalación
Esplenio de la cabeza
Esplenio del cuello
Los Músculos Accesorios de la Inhalación: la Cintura Escapular
Serrato anterior
Pectoral mayor
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Pectoral menor
Trapecio superior
Dorsal ancho
Músculos Accesorios de la Inhalación: Espalda
Erector de la columna
Elevadores de las Costillas (Supracostales)
Cuadrado lumbar
Un Misterio: Los Músculos Serrato Posteriores
Existe cierta polémica en torno a la función de los músculos posteriores serrato superior e inferior.
Algunos textos afirman que ambos ayudan a la inhalación, algunos dicen que el superior ayuda a la
inhalación y el inferior ayuda a la exhalación forzada, y otros dicen que el inferior sólo funciona de
forma sinérgica con los iliocostales y longísimus para la rotación unilateral y la extensión bilateral
de la columna. Una propuesta más reciente es que, debido a que son profundos con respecto a
otros músculos y se colocan en la parte superior e inferior del tórax, funcionan como propioceptores
de estiramiento para ayudar al sistema nervioso central a determinar la posición y las tensiones
en la cavidad torácica . Se incluyen aquí como músculos accesorios de la inhalación debido a sus
posiciones que conectan la columna vertebral con las costillas.
Serrato posterior superior
Origen: Apófisis espinosas de C7 - T3
Inserción: Superficie posterior de las costillas de 2 a 5, lateral a sus ángulos
Acción: Eleva las costillas durante la inhalación
Serrato posterior inferior
Origen: Apófisis espinosas de T12 - L3 y la fascia toracolumbar
Inserción: Superficie posterior de las costillas 9 - 12, lateral a sus ángulos
Acción: Baja las costillas inferiores durante la inhalación, puede estabilizar las costillas inferiores al ser elevadas por el diafragma, posiblemente juegue un papel en la rotación del tórax y la extensión de la columna vertebral
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Los Músculos de la Exhalación
Durante una respiración sencilla, en estado de reposo, sin alteración por patrones, no hay necesidad
de activación muscular. Tu exhalación se produce a partir de la retracción elástica de los pulmones
y el regreso natural y suave del diafragma, los intercostales externos, y, quizás, los escalenos a sus
posiciones de reposo. Ningún esfuerzo debe ser necesario cuando el aliento simplemente sale de
tu cuerpo.
Durante el ejercicio, al toser, reír, o en otros momentos, cuando la oxigenación adicional es requerida,
los músculos adicionales son para forzar tu exhalación. Ellos ayudan a la respiración mediante la
profundización y la aceleración de la exhalación. Todos los músculos que usas en la exhalación,
por lo tanto, son accesorios: los más importantes son los músculos de la pared abdominal, los
intercostales profundos y el torácico transverso.
Los Músculos de la Pared Abdominal
Los cuatro músculos abdominales principales se utilizan tanto para la exhalación forzada como
para el movimiento de la columna. También forman la parte frontal de la cavidad para los órganos
abdominales, evitando que se derramen fuera del cuerpo.
Transverso del abdomen
Origen: Ligamento lateral inguinal, cresta ilíaca, fascia toracolumbar, y la superficie interna de las seis costillas inferiores
Inserción: Aponeurosis abdominal de la línea alba
Acción: Compresión del contenido abdominal, la estabilización del tronco y la exhalación forzada
Oblicuo interno
Origen: Ligamento lateral inguinal, cresta ilíaca y la fascia toracolumbar
Inserción: Superficie interna de las tres costillas inferiores, aponeurosis abdominal de la línea alba
Acción: Bilateral: Flexión del tronco, la compresión del contenido abdominal y la exhalación forzada
Unilateral: Flexión lateral de la columna vertebral, rotación de la columna vertebral hacia el mismo lado
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Oblicuo externo
Origen: Ocho costillas inferiores en continuidad con la fascia del serrato anterior
Inserción: Porción anterior de la cresta ilíaca, aponeurosis abdominal de la línea alba
Acción: Bilateral: flexión del tronco, compresión del contenido abdominal, exhalación forzada
Unilateral: flexión lateral de la columna vertebral, rotación de la columna vertebral para el lado opuesto
Recto abdominal
Origen: Cresta del pubis y de la sínfisis
Inserción: El cartílago de las costillas de 5 a 7 y el proceso xifoides
Acción: Flexión del tronco, compresión del contenido abdominal, exhalación forzada
Piramidalis
Origen: Inserción: Acción: Sínfisis del pubis
Línea alba
Tensa la línea alba, eleva el pubis, trabaja en conjunto con el suelo pélvico
Los Músculos del Tórax
Intercostales Internos
Los intercostales internos son oblicuos, como los intercostales externos, pero pasan en una
dirección posterior-inferior, de tal manera que pueden ayudar en la exhalación forzada presionando
las costillas. Muchas personas los utilizan innecesariamente, en ciertos patrones inconscientes de
respiración con excesiva tensión.
Origen: Borde inferior de la costilla superior
Inserción: Borde superior de la costilla inferior
Acción: Deprime y retrae las costillas inferiormente, disminuyendo el espacio de la cavidad torácica
Intercostales íntimos
Los intercostales íntimos son una capa incompleta, en la parte posterior del tórax. Son más
106
profundos que los intercostales internos, y están dispuestos en la misma dirección.
Origen: Borde inferior de la costilla superior
Inserción: Borde superior de la costilla inferior
Acción: Deprimen y retraen las costillas inferiormente, disminuyendo el espacio de la cavidad torácica
Torácico transverso
El torácico transverso sigue el patrón muscular del transverso del abdomen hacia el tórax. Se forma
un patrón como los rayos de un sol naciente en la pared anterior del tórax, separando el esternón y
las costillas de la pleura parietal y acolchonando el corazón.
Origen: Proceso xifoides, la parte inferior de la cara posterior del esternón, extremos esternales de cartílagos costales de las costillas de 5 a 7
Inserción: Diverge hacia arriba y afuera para insertarse en los bordes inferiores y las superficies interiores de las costillas y cartílagos costales 2 a 6
Acción: Deprime y retrae las costillas inferiormente, disminuyendo el espacio de la cavidad torácica
Véase el capítulo diez de los músculos del suelo pélvico.
Vilensky, J. et al., Serratus Posterior Muscles: Anatomy, Clinical Relevance, and Function: Clinical
Anatomy 14:237-241 (2001) online: www.spinetechnologyandrehabilitation.com/
107
Capítulo 9
108
El Complejo del Iliopsoas
El complejo del iliopsoas se compone de tres músculos: el psoas menor, el psoas mayor y el iliaco.
Ellos actúan sobre una triada de huesos: el fémur, la pelvis y la columna vertebral, de tal manera
que cada una de las tres estructuras está conectada con las otras dos. El psoas menor conecta la
columna con la pelvis, el psoas mayor conecta la columna con la pierna y el iliaco conecta la pierna
con la pelvis.
• Psoas menor: relaciona pelvis con columna
• Psoas mayor: relaciona columna con pierna
• Iliaco: relaciona pierna con pelvis
La acción principal del complejo iliopsoas es la flexión de la articulación de la cadera. Además de
flexionar la cadera, contribuyen a la estabilización postural y a la marcha. El tener una experiencia
corporal consciente del complejo iliopsoas tiene los siguientes efectos: 1) desarrolla tu fuerza del
centro; 2) libera tensiones musculares en tu cadera, rodilla, articulación sacroiliaca y sínfisis del
pubis; 3) ayuda a establecer un espacio y rango de movimiento parejos y consistentes en tales
articulaciones; y 4) te ayuda a encontrar claridad y un flujo de peso parejo al alinear tu postura.
Muchas personas han encontrado que el balancear la acción y flujo de esta triada de músculos tiene
repercusiones a través del cuerpo, ayudándoles a liberar el cuello y la voz, los pies, los hombros y
otras estructuras aparentemente no relacionadas.
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Psoas Menor
Origen: Inserción: Acción: T12 y L1
Eminencia iliopúbica, fascia iliaca y, ocasionalmente, el ligamento inguinal
Elevación anterior pélvica
Dirección de la corriente: Tipo A: de la pelvis a la columna.
El psoas menor es un pequeño músculo del que se dice no está presente en muchas personas. Sin
embargo, una idea es que sólo parezca estar ausente debido a la falta de uso y atrofia. Su vientre
pulposo es pequeño, cercano a su punto de origen en la columna, con un largo tendón que llega
hasta la eminencia iliopúbica. Es un músculo tipo A, lo cual significa que su dirección de flujo es en
diagonal hacia atrás y hacia arriba, desde la pelvis hacia donde se adhiere en su punto de origen en
la columna. Cuando la columna lumbar se estabiliza (principalmente debido a la acción del psoas
mayor) el psoas menor eleva suavemente el hueso púbico para prevenir una inclinación anterior
(anteversión) de la pelvis. El revitalizar, fortalecer e involucrar al psoas menor contribuye a suavizar
y facilitar el movimiento en la cadera y a liberar toda la pierna debido a que ayuda a crear una
plataforma estable en la pelvis.
Trabajo en Parejas: Percibiendo la Dirección de la Corriente del Psoas Menor
Invita a tu pareja a que se acueste en posición supina, con sus pies en el piso y las rodillas dobladas.
Coloca una de tus manos suavemente sobre la eminencia iliopúbica de tu compañero, y la otra
mano debajo del proceso transverso de su T12 y su L1 del mismo lado –el sitio de origen del psoas
menor.
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• Percibiendo la dirección de la corriente: Invita a un flujo de conexión, información y sensación
a moverse entre los dedos de tu mano derecha e izquierda. Observa cada vez que halla un flujo
energético en medio de esos puntos y cuál es la dirección que parece seguir. Invita a la dirección
del flujo a moverse desde la pelvis a la columna. El flujo debería conectar el frente de la pelvis
con la columna.
• Movimiento: Cuando el flujo ha sido establecido, pide a tu compañero que se ponga de pie y
que observe cuál es la sensación en su cuerpo. Qué ha cambiado y cómo siente ese lado.
• Repite la exploración del otro lado
Iliaco
Origen: Inserción: Acción: Fosa iliaca y sacro
Tendón del psoas mayor y trocánter menor
Flexión de la cadera
Dirección de la corriente: Tipo A: del fémur a la cresta iliaca
El músculo iliaco cubre la superficie interna de PELVIC WINGS. Es un músculo largo y grueso que
hace una espiral desde su origen hasta su inserción sobre el tendón del psoas mayor y el trocanter
menor. Es el principal y más profundo flexor de la cadera, funciona mejor cuando la pierna está
en una posición neutral, sin abrir en abducción o en rotación externa. Para hacer más eficiente
la función del iliaco, la línea de plomada del flujo de peso a lo largo de la pierna debe ser claro,
moviéndose desde el centro de la articulación de la cadera, a lo largo del espacio intercondilar del
fémur, en la rodilla y continuando a lo largo del centro de la articulación del tobillo para salir en el
segundo o tercer dedos del pie o el espacio entre estos.
El iliaco es un músculo tipo A, cuya dirección de corriente va de la inserción distal hacia su origen
proximal. Es un músculo tipo A característico: profundo, relativamente corto, estabilizador (de la
cabeza del fémur dentro del acetábulo, en este caso), y proveedor de especificidad de acción a la
articulación.
Trabajo en Parejas: Palpando y Percibiendo la Dirección de la Corriente del Iliaco
Invita a tu pareja a que se acueste de lado con pierna de abajo ligeramente extendida y la de arriba
flexionando cadera y rodilla. Dale apoyo a la pierna de arriba y la rodilla con pequeñas pelotas y
111
cojines. En esta posición, acostado de lado, los órganos caerán ligeramente hacia el piso, logrando
que el iliaco esté más disponible para ser palpado.
• Palpación: localiza la cresta iliaca de tu compañero y coloca los dedos de una mano como a
cinco centímetros hacia la zona medial en cualquier punto a lo largo de la cresta. Coloca tu
otra mano encima de la primera y usa ambas para presionar suavemente, curveando tus dedos
alrededor de la cresta y hacia abajo dentro del músculo iliaco. Asegúrate de que presionas lo
suficientemente suave para que los órganos abdominales de tu compañero se deslicen dejando
camino libre para tus manos a medida que presionas en sus tejidos.
• Invita a tu compañero a que flexione su articulación de la cadera suavemente; debes
poder sentir cómo se involucra el músculo iliaco.
• Dirección de la corriente: cambia una de tus manos al punto de inserción en el trocánter
menor de tu compañero, en la superficie medial de la pierna, cerca de la ingle. (Asegúrate de
pedir permiso. Opciones alternativas son que ella coloque su mano en ese punto, o bien que
mantenga la sensación de este punto con atención consciente.)
• Invita a tu compañero a que perciba la dirección de la corriente en su músculo iliaco.
Apoya este flujo desde su trocánter menor hacia la expansión de su fosa iliaca, como un
río esparciéndose en un delta.
• Movimiento: invita a tu compañero a que inicie la flexión de su cadera a partir de percibir la
corriente hacia adentro –tipo A—del músculo iliaco. Invita a tu compañero a que se ponga de
pie y camine observando qué cambios pueden haber ocurrido durante la exploración. ¿Cómo
siente su cuerpo? ¿Cómo siente su articulación?
• Repite la exploración del lado opuesto.
Psoas Mayor
112
Origen: Discos intervertebrales y procesos transversos de las vértebras lumbares
Inserción: Trocánter menor
Acción: Flexión de la cadera (movimiento distal), extensión de la zona lumbar (movimiento proximal)
Dirección de la corriente: Tipo B –de la columna al fémur
Siendo el músculo más largo de la triada, el psoas mayor también es un flexor de la cadera, pero ayuda
con muchas otras funciones. Se divide en una parte superficial y otra profunda. La zona profunda
se origina desde los procesos transversos de todas las vértebras lumbares. La parte superficial se
origina de las superficies laterales de T12, L1 hasta L4 y desde los discos vertebrales interpuestos en
estas vértebras. El plexo lumbar del sistema nervioso periférico yace entre estas dos capas. Debido
a que cruza varias articulaciones, el psoas mayor es un músculo tipo B. Su corriente de inicio fluye
desde el centro del cuerpo hacia la periferia. La rigidez en el psoas mayor puede contribuir tanto a
la anteversión o a la retroversión de la pelvis sobre las articulaciones de la cadera (coxofemorales).
La laxitud del psoas provocará una sensación de colapso en el centro del cuerpo.
Al caminar, sentarse y pararse, un psoas mayor sano puede sostener la curva lordótica de la zona
lumbar por medio de extender las vértebras lumbares.
Trabajo en Parejas: Palpando y Percibiendo la Dirección de la Corriente del Psoas Mayor
Invita a tu pareja a recostarse en posición supina, con sus rodillas apoyadas en un cojín o bolster.
En algunas personas el músculo puede ser palpado desde el abdomen por la superficie anterior,
moviendo suavemente los músculos abdominales superficiales y los órganos.
• Palpación: Encuentra el punto a la mitad del abdomen de tu compañero entre la espina iliaca
anterosuperior y el ombligo. Coloca tus dedos en este punto y suavemente ve incrementando
la presión, no empujando sino fluyendo a través de las capas de músculo. Profundiza tu toque
lenta e indirectamente, de tal manera que los órganos puedan deslizarse del camino a medida
que tus dedos se mueven a lo largo del abdomen. (Justo en dirección medial de donde estás
tocando, en el lado izquierdo pasa la arteria aorta abdominal, y en lado derecho, la vena cava
inferior. Si percibes un pulso a medida que profundizas, muévete más lateralmente para que
no presiones en ninguno de estos conductos.) En algún momento puedes sentir una resistencia
con forma de un pequeño montículo longitudinal. Éste es el psoas mayor.
• Dirección de la corriente: coloca una mano sobre el trocanter menor de tu compañero y la otra
mano sobre sus procesos transversos de las lumbares. Invita a que haya un flujo hacia abajo
113
y hacia afuera desde su columna vertebral hacia su pierna. Propicia que su articulación de la
cadera encuentre espacio. Quizá quieras trazar el flujo del músculo tanto desde la superficie
anterior como la posterior de su cuerpo.
• Movimiento: Invita a tu compañero a deslizar su talón a lo largo del piso, extendiendo la
articulación de la cadera, mientras él continúa percibiendo la dirección tipo B de la corriente.
Ayúdalo a sostener el flujo hacia afuera de esta corriente a medida que él o ella flexionan su
cadera para deslizar el talón de regreso hacia los isquiones. Asegúrate de que la curva lumbar no
aumenta ni disminuye al tiempo que la cadera se flexiona o se extiende. Invita a tu compañero
a pararse y caminar y observa cualquier cambio que haya podido ocurrir durante la exploración.
• Repite la exploración del otro lado
Liberando y Tonificando el Complejo del
Iliopsoas
Existen muchas maneras de activar el complejo del iliopsoas. La siguiente secuencia de movimientos
propicia un tono balanceado tanto en la contracción excéntrica como en la concéntrica. También
equilibra las funciones de flexión de la cadera y la extensión lumbar. La secuencia del protocolo te
va a ir dando fuerza y coordinación de manera progresiva. Haz hasta donde puedas con suavidad
y sin mucho esfuerzo, y cuando sientas que no puedes seguir con fluidez, sin tensión, detente. Ve
añadiendo más pasos a medida que te sea posible. El protocolo está pensado para realizarse como
una secuencia, pero después de que te hayas familiarizado con él, se debe adaptar la secuencia a
tus propias necesidades e integrar en tu práctica regular las partes que te funcionan.
Primer paso: Flexión de Cadera en el Suelo
Preparación: Ponte cómodo sobre tu espalda, con las rodillas flexionadas y los pies en el suelo. Ten
en cuenta los siguientes aspectos para ayudar en tu posición preparatoria:
114
• Encuentra una respiración completa y global en el torso
• Enraiza el centro de tu sacro en el suelo, usando la gravedad para apoyarte en una
posición neutral, de modo que tu pelvis no esté ni en anteversión o retroversión, ni en
rotación hacia la mitad pélvica izquierda o derecha.
• Visualiza y percibe las tres curvas de la columna vertebral
• Asegúrate de que tus piernas estén paralelas. Los talones deben ser colocados
directamente en frente de tus isquiones, haciendo una línea de plomada que cruce por
el centro de tu cadera, rodilla y tobillo
• Coloca tus dedos sobre tu articulación de la cadera
Activación: Con un movimiento de flexión de la cadera, trae tu rodilla hacia el pecho, girando
la cabeza del fémur en el acetábulo. Visualiza los siguientes apoyos para el movimiento en los
momentos antes de comenzar:
• Sin perder la curvatura lumbar, suavemente ahueca los abdominales superficiales,
desde tu pubis hasta la parte inferior del esternón (apófisis xifoides)
• Visualiza y siente dirección de la corriente tipo A, del psoas menor y el ilíaco, y la
corriente tipo B del psoas mayor
• Inhala
• Muévete en una exhalación, haciendo énfasis en el flujo hacia afuera del psoas mayor.
Movimiento: A medida que tu rodilla hace un arco hacia tu pecho en el plano sagital, siente la
rotación de la cabeza femoral en el acetábulo. Si realmente utilizas el complejo del iliopsoas e
inicias tu movimiento desde ahí, no tendrás que involucrar al recto anterior del muslo ni su tendón,
el cual cruza la parte delantera de la articulación de la cadera. Ese tendón debe permanecer quieto
y relajado mientras realizas el movimiento. Considera las siguientes guías para apoyar esta acción:
• No permitas que la rodilla o el pie hagan abducción o aducción mientras mueves la
pierna
• Siente que tu rodilla está alcanzando hacia el espacio
• No levantes el pie: éste debe colgar de la rodilla a medida que se mueve en el espacio.
115
Si levantas activamente el pie, involucrarás tu músculo recto femoral, obligando así, a
que su tendón se tense.
• Coloca tus dedos sobre la parte anterior de la articulación de la cadera para detectar
cualquier actividad en el recto anterior del muslo, y si se activa, continúa probando
diferentes opciones de posición y de atención conciente hasta que puedas mover la
pierna sin el uso del recto femoral.
• Observa cualquier exceso de tensión que surja en cualquier otra parte de tu cuerpo. Si
surge alguna tensión o bloqueo, recurre a tu respiración para ayudar a soltar la tensión,
la siguiente vez que realices el levantamiento de la rodilla.
Paso dos: Liberando Cada Mitad Pélvica Apoyándote Sobre Pelotas
Usa un par de pelotas de cinco a siete pulgadas, (12 a 18 cm. aproximadamente) asegurándote que
estén parejas. Pueden ser balones tipo Gertie o Trak, u otro tipo que sea resilente y acolchonado
por dentro. Coloca cada mitad del sacro y la pelvis sobre una pelota, con consciencia de que el sacro
y la pelvis no se inclinen hacia delante o hacia atrás. Nota: Debes sentir que el sacro está colocado
sobre las pelotas en la misma relación espacial con la tierra como cuando descansa directamente
en el suelo.
Desde esta posición mueve tus mitades de la pelvis y el sacro en todas las direcciones, rodando,
elevando, separando, girando, meneando, y disfrutando el movimiento de tu pelvis y sus
articulaciones. Regresa a la posición preparatoria sobre las pelotitas, cuando hayas calentado tus
articulaciones de la cadera, sintiéndolas fluidas y contentas.
Paso Tres: Bajar Lento la Rodilla
En esta exploración comenzarás a tonificar y equilibrar el complejo del iliopsoas aplicando una
contracción excéntrica en lugar de una contracción concéntrica.
Preparación: Mantente apoyado sobre las pelotitas con tus caderas y rodillas flexionadas. En lugar
116
de colocar los dedos sobre las articulaciones de la cadera, entrelázalos alrededor de una rodilla. La
pierna libre será la que trabaja. Utiliza las siguientes directrices para prepararte para el movimiento:
Encuentra una respiración completa y global en el torso
• Enraiza el centro de tu sacro en el suelo, a través de las pelotitas, usando la gravedad para
apoyarte en una posición neutral, de modo que tu pelvis no esté ni en anteversión o retroversión,
ni en rotación hacia la mitad pélvica izquierda o derecha.
• Asegúrate de que tus piernas estén paralelas. Los talones deben ser colocados directamente
en frente de tus ísquiones, haciendo una línea de plomada que cruce por el centro de tu cadera,
rodilla y tobillo
• Coloca tus dedos sobre tu articulación de la cadera
Activación: Visualiza los siguientes apoyos para el movimiento en los momentos antes de comenzar:
• Suavemente ahueca los abdominales superficiales, desde tu pubis hasta la parte inferior del
esternón (apófisis xifoides)
• Visualiza y siente la dirección de la corriente tipo A, del psoas menor y el ilíaco, y la corriente
tipo B del psoas mayor
• Renueva la consciencia de tu respiración e inhala
• Vas a moverte muy lentamente, haciendo varias respiraciones completas a lo largo del
movimiento.
Movimiento: En el movimiento de extensión de la cadera (contracción excéntrica del psoas mayor e
ilíaco), tu rodilla describe un arco hacia abajo y tu pie se acerca al piso, al tiempo que tu cabeza del
fémur rota en el acetábulo. En cámara lenta, permite que tu pie se mueva en el plano sagital hacia
el suelo, con tu consciencia enfocada en la rotación de la articulación de la cadera.
Considera las siguientes guías para apoyar esta acción:
117
• Muévete lentamente
• Cuando sientas que surge tensión en cualquier parte de tu cuerpo, haz una pausa. Usa tu respiración
para aliviar la tensión y luego continua el movimiento. (Los lugares más comunes para la tensión
que surgen en esta exploración son el cuello, el diafragma respiratorio, los músculos abdominales
superficiales, y la cintura escapular)
• Realiza el movimiento de un lado y repite del otro, alternando de manera que hagas el movimiento
al menos cinco veces en cada lado
• Mantén la posición neutral de la pelvis. Si la pelvis tiende a inclinarse hacia delante, renueva el
dirigir la corriente y la activación de tu psoas menor. Si tu pelvis quiere inclinarse posteriormente,
(retroversión) renueva el dirigir la corriente y la contracción excéntrica de tu psoas mayor.
Paso cuatro: Bajando las Dos Rodillas título
Utiliza la misma preparación, activación yl movimiento como en la exploración de bajar lentamente
la rodilla, pero ahora hazlo con las dos piernas al mismo tiempo.
Paso cinco: Extensión de la cadera con la Pierna Estirada título Utiliza la misma preparación y
secuencias de activación que en la exploración de bajada lenta de rodilla, pero comienza con la
pierna que va a trabajar extendida hacia el techo. Asegúrate de que tu pelvis está equilibrada sobre
las pelotitas, y que presta atención a las líneas paralelas de movimiento a través de tus articulaciones.
Movimiento: Con los dedos entrelazados alrededor de la rodilla flexionada, extiende lentamente la
pierna a través del espacio. Sigue las siguientes recomendaciones durante el movimiento:
• Muévete lentamente
•Si sientes que tu pelvis tiende a hscer una inclinación anterior, haz una pausa; renueva y refresca
la dirección de la corriente tipo B de tu psoas mayor y la dirección de corriente tipo B en tu psoas
menor
• Cuando sientas que surge tensión en cualquier parte de tu cuerpo, haz una pausa. Usa tu respiración
118
para aliviar la tensión y luego continúa el movimiento. (Los lugares más comunes para la tensión
que surgen en esta exploración son el cuello, el diafragma respiratorio, los músculos abdominales
superficiales, y la cintura escapular)
• Siente la energía que sale de la planta del pie, que no debe estar ni totalmente en flexión dorsal
ni flexión plantar
• No permitas que la pierna se sienta jalada hacia la tierra; encuentra la sensación de que está
flotando lejos de tu cuerpo en el espacio
• Al final del arco que describe tu rodilla, permite que el psoas mayor se estire un poquito, pero sin
esfuerzo; mantente en contacto con la sensación de fluir hacia afuera
• Cuando hayas terminado, no flexiones la cadera poco a poco para elevar el pie, sólo dobla la
rodilla y tráela hacia el pecho para comenzar lentamente la extensión en el lado opuesto
• Repite todas las veces que te sea posible hacerlo sin esfuerzo o tensión.
119
Capítulo 10
120
El Piso Pélvico
El piso pélvico es una cesta de varias capas de músculos y membranas, tejidos juntos en la base
del tronco. Al funcionar correctamente, soporta el peso de los órganos que se hallan por encima,
controla el movimiento de las articulaciones de la pelvis y la cadera, permite la micción, la
defecación, el orgasmo y el parto, y equilibra la facilidad muscular y el flujo de todo el cuerpo.
Sus elementos están compuestos de, o participan en, los sistemas urinario, digestivo, locomotor,
endocrino, muscular, esquelético y ligamentoso del cuerpo. Aunque es fundamental para el
funcionamiento humano, la estructura anatómica no fue identificada hasta 1945, por el Dr. Arnold
Kegel, y la investigación sobre su anatomía y las implicaciones clínicas para la salud tanto de las
mujeres como de los hombres está en desarrollo.
Mecánicamente, el piso pélvico está llamado a desempeñar dos funciones contradictorias: se
necesita para brindar estabilidad, ya que sostiene el peso de los órganos que cubre, sin embargo,
también es necesario para permitir el movimiento a través de sus aberturas para la micción, la
defecación y las funciones sexuales. Sus músculos ayudan a guiar a los huesos de la pelvis en la
marcha (movilidad), así como de apoyo a la postura y el soporte del peso (la estabilidad). Sus
elementos deben ser capaces de trabajar a veces como una unidad, para apoyar esfuerzos en la
columna vertebral y las actividades homólogas, y en otras ocasiones de forma independiente uno
de otro, para apoyar a los patrones de movimiento homolaterales y contralaterales.
La tensión hipertónica de los músculos del piso pélvico da como resultado la limitación de
movimiento en tu sínfisis púbica y las articulaciones sacroilíacas y coxofemoral. Ese proceso
disminuye el potencial para la facilidad de movimiento y fuerza a los músculos superficiales, tales
como los cuadriceps o glúteos, a endurecerse. La laxitud hipotónica tiene un efecto similar, al forzar
a los mismos músculos superficiales a sobre esforzarse ellos mismos, al trabajar sin el apoyo de un
121
centro organizador. La consciencia corporal de un piso pélvico tonificado, móvil y equilibrado es
fundamental para tu salud, apoyando muchas de las funciones vitales, las cuales incluyen:
• Facilidad de locomoción y placer en el movimiento
• Funciones digestiva, urinaria y sexual
• El tono postural de todo el cuerpo
• El balanceo de la fuerza de la columna vertebral y su libertad de movimiento
En su artículo El Piso Pélvico, Hilde Fedweg escribe acerca de la necesidad de un equilibrio
estructural y energético en la zona, y cómo un desequilibrio afecta el cuerpo entero:
El piso pélvico se puede comparar con los cimientos de una casa. Cuando el piso pélvico
es corto en un lado, es como si los cimientos fueron más altos en ese lado. Entonces,
todas las estructuras que se encuentran encima se inclinarán fuera de su relación
normal con la línea media. Consecuentemente, la gravedad va a moverlas a un nuevo, y
probablemente, más tenso sistema de organización.
Por otra parte, un cambio en el anillo óseo de la pelvis causado por las tensiones en el
piso pélvico no sólo presionará hacia arriba, sino también hacia abajo en la cadera y las
piernas. La estructura en su conjunto no puede estar en equilibrio, si la conexión central
horizontal está desequilibrada.1
Las Tres Capas del Piso Pélvico
El piso pélvico incluye varios grupos musculares, regiones y estructuras. A veces el término se
usa como sinónimo del diafragma pélvico, pero mucha gente distingue entre ambos. Algunas
definiciones limitan el piso a los músculos del elevador del ano y coccígeo, mientras que otros
incluyen músculos adicionales profundos de la pelvis. La manera más común para el tratamiento
de la anatomía del piso pélvico es dividirlo en tres capas. De superficial a profunda, las capas son las
Hilde Feldweg, “The Pelvic Floor: Meeting Place Between Inside and Outside,” Rolf Lines (March/April1990) www.somatics.de/
Feldweg/Pelvic.pdf
1
122
siguientes: los esfínteres y músculos de la erección, el diafragma urogenital y el diafragma pélvico.
Todos ellos son intrínsecos a la pelvis.
El Piso Pélvico Superficial
El piso pélvico superficial se compone de los esfínteres que regulan la relajación y la contracción de
los orificios y los músculos que principalmente participan en la excitación sexual.
Esfínter anal externo
Origen: Cuerpo perineal (el tendón central)
Inserción: Ligamento anococcígeo (los dos lados rodean el ano)
Acción: Cierre voluntario del ano
Esfínter uretral externo
Una división del músculo transverso profundo del periné, que rodea la uretra
Acción: Cierra la uretra
Bulboesponjoso
Origen: Hombre y mujer: el cuerpo perineal (el tendón central)
Inserción: Hombres: rafe del pene
Mujeres: el clítoris
Acción: Hombres: rodea el cuerpo esponjoso, contribuye a la erección, la eyaculación y la sensación del orgasmo
Mujer: cierra la vagina, contribuye a la erección del clítoris
Isquiocavernoso
Origen: La superficie interna de la tuberosidad isquiática y la rama
Inserción: Hombres: pilares del pene
Mujer: pilar del clítoris
Acción: Hombres: flexión anal, estabilización del pene erecto
Mujeres: tensa la vagina durante el orgasmo, contribuye a la erección del clítoris
123
El Diafragma Urogenital
Transverso superficial del periné
Origen: Tuberosidades isquiáticas
Inserción: Cuerpo perineal (el tendón central)
Acción: Elevación del piso pélvico y el cuerpo perineal (el tendón central)
Transverso profundo del periné
Origen: Ramas isquiáticas y ramas púbicas inferiores
Inserción: Pared de la vagina o de la próstata, el cuerpo perineal (el tendón central)
Acción: La tensión del piso pélvico
El Diafragma Pélvico
El diafragma pélvico, en el fondo del diafragma urogenital, consiste del elevador del ano y el músculo
coccígeo. El elevador del ano está compuesto por los músculos puborrectal, pubococcígeo e
ileocoxígeo.
Puborrectal
Origen: Rama superior del pubis en ambos lados de la sínfisis púbica
Inserción: Ligamento anococcígeo, formando un cabestrillo para el recto
Acción: Soporta los órganos pélvicos, la relajación reduce el ángulo entre el recto y el ano, lo que permite la defecación, junto con la relajación de los esfínteres anales interno y externo
124
Pubococcígeo
Origen: Pubis, lateral a puborrectal
Inserción: Ligamento anococcígeo, el cóccix y el sacro
Acción: Soporta los órganos pélvicos, el flujo de la orina, se contrae durante el orgasmo
Ileocoxígeo
Origen: Inserción: Acción: Cara interna del ilion y el arco tendinoso de la fascia del obturador interno
Ligamento anococcígeo y el coxis
Sostiene los órganos pélvicos
Coccígeo (parte posterior del diafragma pélvico)
Origen: Espina ciática y ligamento sacroespinoso
Inserción: Cóccix y la parte inferior del sacro
Acción: Sostiene los órganos de la pelvis, de forma unilateral el cóccix se desplaza hacia un lado
Colaboradores Extrínsecos al Piso Pélvico
Músculos extrínsecos de la pelvis, contiguos a los músculos del piso pélvico, también contribuyen
a la forma de embudo del interior de la pelvis. La pared lateral pelviana está compuesta por el
obturador interno y el piriforme, que extienden la forma del piso pélvico verticalmente y forman
parte de la estructura de soporte de los contenidos pélvicos. Se originan en las superficies interiores
de la pelvis y se insertan en el fémur, en la zona externa a la pelvis. Las tensiones en el elevador
del ano y músculos del piso pélvico asociadas pueden dar lugar a limitaciones en estos músculos
también. El coccígeo está bordeado superior y posteriormente por el glúteo mayor, del cual
también puede guiar patrones de movimiento y tensión de los músculos superficiales.
125
Experiencia Corporal Consciente del Piso
Pélvico
Desarrollar una experiencia corporal consciente del piso pélvico es un proceso que abarca una larga
etapa en nuestra vida. Disciplinas específicas del movimiento como la danza, el yoga o las artes
marciales pueden desafiar su equilibrio a través de movimientos repetitivos y el uso excesivo o
la subutilización de partes específicas del piso pélvico. La falta de uso, el parto y la hipertensión
pueden causar daños o atrofia. Las exploraciones siguientes son sugerencias para invitar y
mantener la conciencia de las diferentes estructuras del piso pélvico, utilizando una combinación
de visualización, respiración, técnicas sensoriales y otros ejercicios.
Pulsación y Piso Pélvico
El movimiento de cada diafragma en el cuerpo es un reflejo del temprano patrón de pulsación,
surgido en los océanos primigenios. Es el patrón de la medusa, un organismo simple similar a
un diafragma que se impulsa a través del medio acuático a partir de cambiar su circunferencia
alternadamente, de la forma plana a la de un domo. La acción de hacerse como domo, o de
contraerse, es el momento de la propulsión.
Un diafragma es un plato, cuenco, o domo que divide un cilindro. En tu cuerpo son estructuras
membranosas y musculares que separan una cavidad de otra. Los diafragmas principales son el
diafragma craneal (tentorio del cerebelo), el paladar blando, el diafragma vocal, la entrada torácica,
el diafragma respiratorio, el piso pélvico y las palmas de las manos y las plantas de los pies.
La separación de las cavidades es sólo un elemento de la función diafragmática. Los diafragmas
también ayudan a organizar el paso de la energía, los fluidos y el movimiento a través de la pelvis,
el torso, el cuello y la cabeza. Más que separar las cavidades, las unen y ayudan al movimiento con
facilidad entre ellos.
126
Todas las articulaciones en tu cuerpo, especialmente las que existen entre los huesos largos de las
extremidades, pueden ser consideradas también como un diafragma, permitiendo que el patrón
de la pulsación se irradie por todo el cuerpo. Cuando cualquier diafragma se tensa o está inmóvil
por alguna razón, la falta de movimiento tiende a ser comunicada a otros diafragmas y limitar su
movilidad. La tensión en cualquier diafragma puede afectar la libertad de los demás, así que una
concientización corporal cuidadosa de tu diafragma pélvico y piso pélvico tiene ramificaciones para
el diafragma respiratorio, las caderas, las piernas y los pies, y las regiones distantes del cuerpo.
Exploración: Pulsación
Para esta exploración es un gran apoyo inicial buscar en Internet imágenes de medusas nadando y
absorber esa imagen en tu cuerpo y mente. (Buscar medusas en YouTube; por ejemplo, Jellyfish at
Georgia Aquarium.)
Cuando la imagen y el movimiento sean claras, colócate cómodamente de lado en el suelo. Visualiza
y siente tu mundo interno como un océano, utilizando tu respiración y relajación para enfocarte
hacia tu interior.
• Visualiza y siente una hermosa medusa nadando en el interior de tu cráneo, al nivel del diafragma
craneal (tentorio del cerebelo). Permite que tu cabeza se mueva respondiendo a esa sensación,
como te sientas invitado a hacerlo.
• Haz lo mismo para cada diafragma: tu paladar blando, el diafragma vocal, la entrada torácica
(parte superior de tus pulmones), el diafragma respiratorio y el diafragma pélvico.
• Tómate el tiempo que necesites para cada uno, buscando alcanzar la sensación de que tienes
toda una escuela de medusas pulsando suavemente dentro de ti.
• Invita a las palmas y las plantas de los pies para iniciar el ritmo de aplanamiento / ahuecamiento,
y permite que el movimiento se irradie a través de tus brazos y piernas.
• Lleva tu atención más específicamente a tu piso pélvico. Permite que se mueva en el espacio,
ruede, ascienda y descienda. Deja que nade relacionándose con todas las otras medusas.
127
Concientizando los Músculos del Piso Pélvico
Con el fin de activar los músculos del piso pélvico, es importante visualizar y sentir su estructura
músculo-esquelética. El objetivo es construir un mapa sensorial de la estructura y ser capaces de
activar los músculos juntos o por separado. Los cuatro puntos de referencia del pubis, el cóccix
e isquiones proporcionan puntos de referencia. Estos cuatro puntos pueden ser visualizados o
localizados como una cruz o un diamante.
En el centro de la cruz está un punto de referencia importante para el piso pélvico: el tendón
central, también llamado el cuerpo perineal. El triángulo frontal, formado por los isquiones y el
pubis es conocido como triángulo urogenital. El triángulo posterior formado por los isquiones y el
cóccix es el triángulo anal.
Exploración: Desarrollando una Experiencia Corporal Consciente de la Cruz
Para construir un mapa sensorial de tus músculos del piso pélvico, localiza, mediante percepción
interna o el tacto, la parte inferior del hueso púbico y la sínfisis del pubis. Localiza tu cóccix de la
misma manera, y siente la distancia entre el pubis y el cóccix en el plano sagital. A continuación,
ubica cada isquión y siente la distancia entre ellos en el plano horizontal. Esos son los límites óseos
del piso pélvico.
Imagina las líneas entre estos cuatro puntos formando una cruz. En el centro de la cruz se encuentra
el tendón central del diafragma pélvico, también llamado el cuerpo perineal. En las mujeres se
pueden sentir entre el ano y la vagina, en los hombres entre el ano y el comienzo del escroto.
• Suavemente usa tus músculos para mover tu pubis hacia el cóccix. Después de activarlos,
relaja tus músculos suavemente y por completo (con un ritmo suave y sostenido, como legato).
(Pubococcígeo)
• Suavemente usa tus músculos para mover el cóccix hacia el pubis. (Pubococcígeo)
• Suavemente usa tus músculos para aproximar los dos isquiones el uno hacia el otro. Después
de activarlos, relaja los músculos suavemente y por completo (con un ritmo suave y sostenido,
como legato). (Músculos transversos superficial y profundo del periné)
128
• Mueve suavemente tu isquión derecho hacia el tendón central y luego relájalo.
• Mueve suavemente el isquión izquierdo hacia el tendón central y relájalo de nuevo.
Exploración: Desarrollando una Experiencia Corporal Consciente del Diamante
Lleva tu conciencia a la forma de diamante formado por el pubis, el cóccix y los dos isquiones.
• Usa la menor cantidad de músculo necesaria para llevar el pubis y el isquión derecho uno hacia
el otro. Después de activarlos, relaja los músculos suavemente y por completo (con un ritmo
suave y sostenido, como legato).
• Usa la menor cantidad de músculo necesaria para llevar el isquión derecho y el cóccix uno hacia
el otro.
• Usa la menor cantidad de músculo necesaria para llevar tu cóccix y tu isquión izquierdo uno
hacia el otro.
• Usa la menor cantidad de músculo necesaria para dibujar el isquión izquierdo y el pubis uno
hacia el otro.
Exploración: Desarrollar una Experiencia Corporal Consciente de los Triángulos
Lleva tu conciencia al triángulo urogenital, el formado por los isquiones y el pubis. Activa y libera
ese triángulo, el frente de tu piso pélvico.
Lleva tu conciencia al triángulo anal, el formado por los isquiones y el cóccix. Activa y libera ese
triángulo, la parte posterior de tu piso pélvico.
Lleva tu conciencia al triángulo formado por el pubis, isquión derecho y el cóccix. Activa y libera ese
triángulo, el lado derecho de tu piso pélvico.
Lleva tu conciencia al triángulo formado por el pubis, isquión izquierdo y el cóccix. Activa y libera
ese triángulo, el lado izquierdo de tu piso pélvico.
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Iniciar la Respiración Desde el Piso Pélvico
El inicio de la respiración desde tu piso pélvico es una actividad importante para ganar conciencia y
control de los músculos del diafragma pélvico. En este ejercicio, tonificas los músculos con suavidad,
permitiendo que toda la estructura, organizada en torno al tendón central, ascienda hacia el centro
del cuerpo con la exhalación, y luego descienda y se relaje plenamente con tu inhalación. Te prepara
para utilizar activamente el piso pélvico para la locomoción, los cambios de nivel, y el equilibrio
postural.
Esta acción es similar, pero totalmente diferente, los ejercicios de Kegel prescritos por los médicos
para problemas de salud de la mujer. Estos ejercicios son importantes por muchas razones, pero se
centran principalmente en la acción de los esfínteres. En las siguientes exploraciones, la intención
es tonificar el piso pélvico de tal manera que se convierta en un participante activo e iniciador del
desplazamiento; es decir, un elemento de la conciencia espacial propioceptiva y una base para la
postura equilibrada y el buen funcionamiento de la columna vertebral.
Una imagen útil es pensar en tu piso pélvico no como un diafragma estático, sino como una
superficie elástica como la de un brincolín, que tiene la capacidad de moverse hacia arriba y hacia
abajo en el espacio.
Exploración: Activación del Piso Pélvico
Tumbado sobre la espalda con los pies en el suelo y las rodillas flexionadas y con de los pies al suelo,
inicia la respiración desde tu abdomen. Dirige la respiración hacia el área de tu ombligo y exhala
relajando el abdomen y liberando tu peso en el suelo.
Continúa con este patrón de respiración, pero ahora al respirar, permite que el piso pélvico, centrado
en el cuerpo perineal, se relaje por completo y descienda un poco hacia tus pies. Al exhalar, atrae
tu “brincolín pélvico” (centrado en el cuerpo perineal), hacia arriba, hacia el diafragma respiratorio.
No aprietes tus esfínteres anales, uretrales o vaginales, como parte del movimiento. (Tal vez dales
un buen apretón, una o dos veces para sentir lo que hay que evitar, y luego suéltalos.)
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Repite estos movimientos con sensibilidad y cuidado hasta que seas capaz de utilizar el piso pélvico
suavemente y sin esfuerzo, en una frase suave de movimiento coordinado con la respiración.
Nota: Ten cuidado de no añadir esfuerzo muscular en los glúteos, los muslos o la espalda baja. Estas
zonas deben estar completamente relajadas.
Versión Avanzada:
• Cuando tengas confianza en realizar el movimiento como se describió anteriormente, permite
que tu pelvis se incline hacia adelante con la inhalación durante la inhalación y relajación del
piso pélvico y se incline posteriormente con la exhalación y activación de tu piso pélvico. La fase
de inhalación/relajación permitirá aumentar la curvatura en tu columna lumbar, mientras que la
fase de exhalación-activación presionará tu espalda baja hacia el piso, meciéndote suavemente
sobre tu sacro.
• Cuando sientas que puedes realizar este movimiento con facilidad quizás desees continuar el
movimiento de exhalación/activación de tu piso pélvico, en una elevación de tu sacro hacia
la posición de puente. Aprovecha la exhalación/relajación de tu piso pélvico para regresar tu
columna y tu sacro al suelo.
Iniciación muscular de la nutación y contranutación
La nutación y contranutación son términos usados para describir movimientos en la articulación
sacroiliaca, los cuales tienen movimientos recíprocos con los huesos coxales y el sacro. Los músculos
del piso pélvico juegan un papel activo y crucial en estos movimientos.
En la nutación, la base del sacro se mueve hacia delante y la punta se mueve posteriormente, por
lo que la distancia entre el cóccix y el pubis aumenta, requiriendo un alargamiento y relajación de
los músculos pubococcígeo e ileocoxígeo, los elevadores del ano. Simultáneamente, en cada mitad
131
pélvica los isquiones se alejan uno del otro, mientras que las crestas iliacas en la parte superior de la
pelvis se mueven haca dentro angostando la cintura. Este momento requiere de ensanchar y relajar
el piso pélvico, en especial los músculos perineales transversos tanto profundos como superficiales.
Juntos estos movimientos crean una apertura más amplia y profunda en el fondo de la pelvis; el
máximo de esta apertura se logra en el parto. La nutación abre la base de la pelvis, guiada por
la apertura y relajación del piso pélvico y apoya la flexión y mayor rango de movimiento en las
articulaciones coxofemorales. Cuando la nutación está restringida por tensión inconsciente del
piso pélvico, los movimientos de la cadera, de flexión, abducción o rotación externa son iniciados
por músculos superficiales provocando que el movimiento sea menos libre. Cuando el movimiento
de nutación se realiza libremente, la relajación consciente del piso pélvico y el movimiento y la
pierna puede moverse con facilidad a través de un rango más amplio de movimiento.
La contranutación es el movimiento opuesto, guiado por la contracción del piso pélvico, tanto en
sus dimensiones del frente hacia atrás como de lado a lado. La base del sacro se mueve hacia atrás y
la punta se mueve hacia delante, de tal manera que la distancia entre el cóccix y el pubis disminuye:
visualiza la punta del cóccix moviéndose hacia adelante, acercándose al pubis. Simultáneamente,
los isquiones se mueven uno hacia el otro en la dimensión horizontal, mientras que las crestas
iliacas, en la parte superior de la pelvis se mueven hacia fuera, ensanchando la cintura. Juntos
estos movimientos crean un espacio más angosto y menos hondo en el fondo de la pelvis, y guían
los movimientos de extensión, rotación interna y aducción en la articulación coxofemoral. La
contranutación brinda la fuerza al cinturón pélvico y colabora con la estabilidad en la postura de
pie. Si el piso pélvico no se activa en la contranutación, el movimiento se vuelve restringido, ya que
los músculos superficiales se ven forzados a involucrarse cuando se requiere estabilidad.
Como se describió anteriormente, los movimientos de nutación y contranutación son simétricos,
apropiados para la columna y a patrones de movimiento homólogo. Sin embargo, en cualquier
clase de movimiento contralateral u homolateral, los músculos del piso pélvico deben tener la
disponibilidad de operar independientemente; el isquión de un lado dirigiéndose hacia el centro
y disminuyendo el diámetro para brindar estabilidad, mientras que el otro isquión ensancha el
132
diámetro y se abre para brindar movilidad. Al caminar – o cualquier movimiento o postura sobre
una pierna, ya sea en danza, yoga o cualquier deporte – la pierna de apoyo debe tener como base
el apoyo de la contranutación, mientras que la pierna al aire encuentra su apoyo en la nutación. El
piso pélvico, como iniciador muscular y sostén de patrones de movimiento muy complejos, necesita
tener fuerza, independencia, integridad y flexibilidad de manera equilibradas.
Exploración: Nutación y Contranutación desde el Piso Pélvico
1. De Pie: Párate con tus pies separados a un ancho un poco mayor que el de tus caderas (espinas
ilíacas) con una ligera rotación externa en la coxofemoral, como una ligera segunda posición de
danza. El movimiento que realizarás es un plié, flexionando simultáneamente tus articulaciones
de las caderas, rodillas y tobillos para descender con tu pelvis, mientras mantienes anclados tus
talones al piso. ¿Desde dónde comenzarías este movimiento, habitualmente? Muchos de nosotros
lo haríamos desde las rodillas o los muslos. En lugar de comenzarlo desde ahí, trae tu atención
consciente a tus isquiones y a tus mitades pélvicas.
Inicia el movimiento relajando tu piso pélvico y ensanchando la distancia entre tus isquiones, al
tiempo que visualizas cómo se angosta tu cintura; es decir, el movimiento de nutación. La separación
de tus isquiones debe permitir que tus articulaciones y músculos se relajen y encuentres fluidez al
descender.
Para subir de regreso a la posición de pié, no empujes el piso o aprietes las rodillas o articulaciones
de la cadera. Simplemente, activa tu piso pélvico. Elévalo y visualiza tus dos isquiones acercándose
uno al otro, con el pubis y el coxis también acercándose; es decir, el movimiento de contranutación.
Permite que esa iniciación desde el piso pélvico vaya hacia tus piernas, las cuales pueden alargarse
de manera relajada sin tensión extra en tus pantorrillas o muslos.
2. Acostado Boca Arriba: Acuéstate sobre tu espalda con las piernas extendidas contra una pared.
Desliza tus piernas para abrirlas contra la pared y tráelas de regreso al vertical, sintiendo como se
fuerzan a trabajar tus abductores y aductores.
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Realiza el movimiento de nuevo, pero esta vez inicia desde el expandir tu piso pélvico para abrir tus
piérnas, alejándolas de la línea media, y cuidadosamente, inicia desde un angostamiento de tu piso
pélvico para deslizarlas de regreso a la vertical. ¿Puedes percibir una diferencia en la cualidad del
esfuerzo que hacen los músculos en tus piernas y caderas?
3. De pie sobre una pierna: Experimenta con una postura de equilibrio en una sola pierna, como
la postura del árbol, Vrikshasana. Nota la diferencia entre el estrechamiento de los músculos del
piso pélvico de la pierna de apoyo (en contranutación) de la amplitud en el piso pélvico con la que
inicias la acción en la pierna suspendida (nutación). Observa cómo esta toma de conciencia afecta
la estabilidad y / o la flexibilidad de tu postura.
4. Posiciones en Loungé: Explora cualquier tipo de posición de danza o yoga en la que una pierna se
lanza al frente, como en la postura del guerrero I, Virabhadrasana I, de yoga
• Tu pierna estirada, la pierna de atrás, está haciendo una extensión en la articulación de la cadera
(coxofemoral). Funcionalmente sigue siendo la pierna de apoyo, por lo que el isquion de ese
lado debe estar hacia la línea media.
• Tu rodilla y tu cadera están en flexión, por eso trata de liberar el isquión de esa pierna alejándola
de tu línea media. Relajando ese lado del piso pélvico, muchas personas encuentran que pueden
profundizar la posición sin poner estrés adicional sobre la rodilla. (El músculo cuádriceps puede
estar trabajando fuerte, por lo que debes cuidar que el trabajo se mantenga en el vientre del
músculo y no en la articulación de la cadera o la rodilla.)
• Observa cómo la diferenciación de los dos lados de tu piso pélvico afecta a tu equilibrio y la
comodidad de tu postura.
5. Caminando: Cada paso que das –caminando o corriendo—puede convertirse en una exploración
de la nutación y contranutación recíprocas, guiadas por el piso pélvico. En la fase de apoyo de la
marcha, tu articulación de la cadera hace una extensión, requiriendo que los músculos del piso
pélvico de ese lado atraigan al isquion hacia la línea media. Simultáneamente, los músculos del piso
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pélvico en el lado de la pierna que estás balanceando necesitan liberar el isquion alejándolo de la
línea media para permitir que la articulación de la cadera se flexione libremente. Los músculos del
piso pélvico pueden sentirse jugosos y activos en la marcha.
El Piso Pélvico como Base Propioceptiva para la Alineación
Los ligamentos, tendones y músculos del piso pélvico pueden brindar retroalimentación
propioceptiva a tu cerebro en cuanto a su posición en el espacio y su relación con los otros
diagramas en tu cuerpo. La atención consciente a este proceso ayuda a una alineación sin esfuerzo
y a la facilidad del movimiento.
Tu piso pélvico idealmente está colocado paralelo al piso para facilitar el movimiento. Si tienes
el hábito de dejar caer el triángulo frontal hacia la tierra y de apretar el triángulo posterior, tu
columna lumbar debe hiperextenderse y necesitarás involucrar a los músculos superficiales para
compensar esta desalineación. Este patrón puede emerger del entrenamiento en danza o yoga,
cuando la rotación externa de las piernas aprieta a los músculos piriformes y coccígeo. (Si tú tensas
el triángulo frontal y relajas el posterior, la porción posterior de tu piso pélvico caerá hacia la tierra y
perderás tu curvatura lumbar; esto forzará a una serie de compensaciones que impiden un espacio
articular consistente y parejo y perturban la tensegridad de tu cuerpo.
Por medio de escuchar la información de tu piso pélvico en cuanto a su posición en el espacio y
manteniendo su alineación paralela a la tierra, puedes encontrar una base de apoyo para tu
movimiento. Las articulaciones en tu cadera y en tu pierna estarán libres para moverse fácilmente y
tu columna estará libre para responder. La experiencia corporal consciente de tu piso pélvico puede
ser el elemento iniciador para cambiar de niveles en el espacio, permitiéndole a tu cuerpo bajar al
piso o levantarte del piso con mínimo involucramiento muscular. Imagina que eres un bebé al que
levantan cargándolo del pañal con fuerzas parejas que vienen de adelante y de atrás de su pelvis,
ésta es la sensación del piso pélvico que actúa como una honda cargando la base de tu pelvis.
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Exploración: Propiocepción del piso pélvico
1. Ponte de pie con tus caderas, tobillos y rodillas ligeramente flexionados, pero con una clara
sensación de que tu disco pélvico cuelga suspendido entre tus isquiones, pubis y cóccix. Asegúrate
de sentir tu piso pélvico paralelo a la tierra.
• Comienza con una rotación del piso pélvico de derecha a izquierda sintiendo cómo gira alrededor
del tendón central. Asegúrate de que permanezca paralelo a la tierra.
• Cambia tu peso de un lado al otro, iniciando el movimiento a partir de la sensación de tu piso
pélvico. Conforme alternas el peso en cada pie, asegúrate de que el piso pélvico se mantenga
paralelo a la tierra.
• Cambia tu peso hacia adelante y hacia atrás, caminando en ambas direcciones e iniciando el
movimiento desde tu piso pélvico y de la intención de que puede permanecer paralelo a la
tierra. Muévete libre por el espacio, sintiendo siempre la relación paralela entre la tierra y tu
piso pélvico.
2. Conscientemente explora mover tu piso pélvico fuera del plano horizontal. Recupera tu alineación
a partir de recolocar tu piso pélvico paralelo a la tierra, y no por apretar tu musculatura superficial.
3. Permite que tu piso pélvico te guíe a través de cambios de nivel, de pie a arrodillarte, sentarte
y volver a ponerte de pie. Observa si puedes moverte a través de ese rango de movimiento
manteniendo la relación paralela del piso pélvico con la tierra. ¿Cómo afecta esto a tu movimiento,
tus músculos y tus articulaciones?
• Pasar de arrodillada-sentada a arrodillada-con la cadera elevada: De rodillas-sentada, inicia el
movimiento de elevar tu cadera, pero no desde el movimiento hacia adelante de la cabeza o
el pecho. Esto incitará a tu piso pélvico a dirigirse hacia atrás y perder su relación con la tierra.
En vez de ello, inicia desde tu piso pélvico elevándolo internamente, llevándolo hacia arriba y
adelante y cargando la columna sobre él. Observa cómo no es necesario utilizar músculos de la
espalda en este movimiento.
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• Arrodillada-con la cadera elevada a Loungé. Desde arrodillada-con la cadera elevada, libera
una pierna de tal manera que su pie pueda descansar en el piso, sin perder la alineación del piso
pélvico con la tierra. Inicia el movimiento de tu pierna desde el piso pélvico.
• Loungé a pie. Siente cómo tu piso pélvico puede elevarse hacia adelante y arriba por debajo de
ti, llevando tus piernas a alargarte y dejando la alineación de tu torso intacta. No permitas que
tu cadera se incline hacia atrás o a tus hombros caer hacia el frente conforme te elevas.
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