6. CONCLUSIÓN Hay quienes presentan el argumento de que en los tiempos de la Biblia los milagros eran necesarios para vencer a los poderes de los demonios. Pero claramente nuestra fe está hoy bajo ataques espirituales más fuertes y el poder del diablo hoy está más activo que nunca. Así que, si fueron importantes los milagros en los tiempos bíblicos, mucho más lo son hoy en día. ¡Dios todavía exhibe su poder a través de sus milagros! El día de los milagros todavía está aquí, porque Cristo es inmutable. Véase Hebreos 13.8. PREGUNTAS • ¿Cuál es tu necesidad? • ¿Qué milagro/s necesitas que Dios haga esta semana? • ¡Sólo tienes que creer en el Dios de los milagros, para que ellos sucedan! Cree en el Dios de los Milagros Lección 1 Rompe-hielo: ¿Has sido testigo de algún milagro? ¿Quieres compartirlo con todos? 1. INTRODUCCIÓN Véase Hechos 4.30; 1ª Corintios 12.28. Hay tres palabras en las Escrituras que tienen un significado similar: maravillas, señales y milagros. Éstas se refieren a fenómenos sobrenaturales que son presenciados y observados, pero que no pueden ser explicados por los conocimientos del hombre, debido a que son efectuados por la intervención sobrenatural del poder de Dios. 2. ¿QUÉ ES UN MILAGRO? A veces se define milagro como “un acto contradictorio con la naturaleza”, pero sería más preciso decir que un milagro es un fenómeno contrario a lo que nosotros entendemos como natural. Es decir que los milagros sólo existen para nosotros, mas no para Dios, quien todo lo conoce y todo lo puede hacer. Dios puede trabajar en un nivel superior a las leyes naturales que Él mismo estableció en esta creación. 4 Para ilustrar lo antedicho, pensemos en los modernos inventos que nos rodean. Los celulares o las computadoras son milagros de la tecnología moderna, o al menos eso le hubiera parecido a las personas hace cien años atrás. Cuando Dios ejecuta un milagro, Él simplemente está trabajando en un nivel superior. Él puede suspender o anular en cualquier momento las leyes naturales y cambiarlo todo; y lo puede hacer porque Él es el Creador. Entonces un milagro es un hecho sobrenatural que podemos ver pero no comprender. 1 3. CREE EN EL DIOS DE LOS MILAGROS Uno de los milagros más grandes de Dios es, sin dudas, la Creación. Pero el más maravilloso de todos los milagros es la Redención del Hombre. Todo otro milagro es secundario comparado con el acto del amor de Dios en la cruz del Calvario. La naturaleza fue creada por Dios y es sustentada por Él para ayudarnos a conocerle mejor. Dios, en su soberanía, maneja la naturaleza como es manejada la arcilla en las manos del alfarero. Por eso Él es capaz de cambiar nuestra naturaleza, y convertir a un pecador en un santo. Sin dudas, no hay milagro más grande que la salvación de una persona. Aquí, la fe en el Dios de los Milagros es el elemento más importante. La fe es el elemento que mueve la mano de Dios en la ejecución de los milagros. La incredulidad puede impedir a Dios el hacer milagros. Jesús fue impedido de realizar muchos milagros en su pueblo natal de Nazaret, debido a la incredulidad: “Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.” Mateo 13.58. Creer en Dios es creer en milagros. Es imposible creer en uno sin creer en lo otro, y es imposible ver milagros sin creer en Dios. Pero “al que cree, todo le es posible.” Marcos 9.23. 4. ¿CUAL ES EL PROPÓSITO DE LOS MILAGROS?| ¿Por qué obra Dios milagros? ¿Lo hace para entretenerse a sí mismo o entretenernos a nosotros? ¿Obra Dios milagros sólo para demostrar que Él puede hacerlo? ¿Es Dios una especie de mago que extrae conejos de su galera? ¡Absolutamente no! Todos los milagros ocurren con un propósito. Casi sin excepción, Dios hace milagros para ministrar a nuestras necesidades. Él siempre está llamándonos, atrayéndonos, y realiza sus milagros para llamar nuestra atención y demostrarnos su infinito amor. Incluso sus milagros de juicio muchas veces son actos de misericordia. Los milagros de juicio que hizo contra Faraón en Egipto fueron para enseñar su poder a su pueblo Israel y engendrar fe en ellos. 2 Después de presenciar aquellas señales, Israel alabó a Dios con estas palabras: “¿Quién como tú, oh Jehová... magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?” Éxodo 15:11. 5. ¿HA PASADO LA ERA DE LOS MILAGROS? Agnósticos e incrédulos –incluso algunos “cristianos”, aseguran con frecuencia que la era de los milagros es algo del pasado. Pero este es un argumento vacío. La Biblia y los hechos que constantemente presenciamos en la Iglesia nos demuestran que Dios sigue haciendo milagros a favor de su gente. Aún estamos en la Dispensación de la Gracia, que comenzó en el Aposento Alto, en Pentecostés y que sólo terminará cuando Jesús venga por su Esposa. La Edad de la Iglesia comenzó con grandes milagros y como aún no termina, podemos esperar muchos milagros más. La Palabra de Dios dice que Jesucristo ha colocado en su cuerpo el don de hacer milagros: “A otro, el hacer milagros.” 1ª Corintios 12.10. “Los que hacen milagros.” 1ª Corintios 12.28. Y como el hacer milagros fue colocado dentro del cuerpo de Cristo, todavía hoy tenemos la atribución de presenciar milagros en nuestra vida. Antes de partir, Jesús comisionó a sus discípulos que hicieran milagros, como un fruto del creer en el Evangelio de su Nombre: “Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” Marcos 16.17-18. 3