SENTENCIA CONSTITUCIONAL 1460/2005-R Sucre, 14 de noviembre de 2005 Expediente: 2005-11423-23-RAC Distrito: La Paz Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas En revisión, la Resolución 013/05-SSA-I, cursante de fs. 481 a 483 vta., pronunciada el 14 de abril de 2005 por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dentro del recurso de amparo constitucional interpuesto por Gabriel Rojas Torrez en representación de Lilian Noelia Uría Esquivel y Martha Virginia Condori Mamani contra Miguel Gemio Urrutia, Miguel Ángel Guzmán Cadena, Ronald Irigoyen Díaz, Raúl Jiménez Sanjinez, Marco A. Vargas, Gonzalo Medina, Presidente, vocales Permanentes y Secretario de la Comisión de Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías (ANAPOL) y otros, alegando la vulneración de sus derechos a la dignidad, a la igualdad jurídica, a la libertad de decisión sobre acontecimientos relacionados a su vida, cuerpo y salud, a la seguridad jurídica, a recibir instrucción y adquirir cultura, a formular peticiones, al juez natural independiente e imparcial, a la defensa, la garantía del debido proceso, a la imagen y privacidad, tutela jurisdiccional efectiva, a la doble instancia y recurso efectivo, a la honra y buena reputación, contenidos en los arts. 6, 7 incs. a), e), h), 16.II, IV de la Constitución Política del Estado (CPE), 8, 10, 11 incs. 1), 2) de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), 18, 25, 26 de la Declaración Americana de Derechos y Derechos del Hombre, arts. 2, 4 incs. 1), 2), 14 incs. 1) a 5), 9, 10, 25 y 27 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. I.ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido del recurso I.1.1. Hechos que motivan el recurso En los memoriales presentados el 6 y 11 de abril de 2005 (fs. 380 a 394 vta. y 410 a 413), el recurrente afirma que Lilian Noelia Uría Esquivel y Martha Virginia Condori Mamani son alumnas regulares de tercer y segundo curso de la ANAPOL, gestión académica del 2005, respectivamente, y a su retorno de las vacaciones pedagógicas de fin de año, a raíz de un simple desfallecimiento sufrido en una rutinaria formación, en un trato degradante e inhumano, el Comandante del Batallón de Cadetes, con abuso de autoridad y la complicidad de las co recurridas Yusela Miranda Averanga y María Luisa Araníbar Montoya, las acusaron de hallarse “en actual estado de embarazo” e infringir el art. 10.D, inc. 10) del Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL, y lo que es peor, sin previo consentimiento de sus representadas, ni conocimiento o autorización de sus padres, fueron conducidas a la Clínica Policial “Vírgen de Copacabana”, por orden del mencionado Comandante, donde bajo el pretexto de haber subido el nivel de azúcar en la sangre o estar con anemia, fueron sometidas a revisiones y diagnósticos ginecológicos, exámenes de sangre, orina y ecografías, acto último que fue solicitado oficiosamente y cancelado por su propio dinero por el Jefe Policial recurrido, quien verbalmente ordenó la privación de libertad de sus mandantes (arresto), así como su aislamiento e incomunicación en dependencias de Sanidad de ANAPOL, bajo la vigilancia de dos centinelas como si fueran dos vulgares delincuentes, a más de determinar contra su voluntad y su pudor de mujer, que el Médico de la clínica mencionada practique examen ginecológico para establecer su estado de gravidez, quien “les obliga en su momento a despojarse de las prendas de vestir de la cintura para abajo, a su libre arbitrio en traumante intervención médica, en forma indistinta y a su turno, procede en ambas a efectuar dolorosas manipulaciones manuales al interior de sus vaginas, introduciendo un instrumento de metal con el cual procede a dilatarlas, con doloroso sufrimiento físico y posterior sangrado, sin prestar atención a los clamorosos pedidos de que cese la dolorosa manipulación ginecológica”, para luego convocar a Yusela Miranda Averanga y mostrarle las cavidades uterinas de las representadas indicándole que compruebe que no existe en el saco vaginal ningún producto gestacional, y, no contento con semejante menoscabo les instigó a que, por moral y ética, soliciten su baja voluntaria y las amenazó con perjudicarlas con su informe, lo que materializó en las declaraciones informativas prestadas de su parte. Relata que la Fiscal co demandada, dispuso el secuestro de las historias clínicas de sus poderdantes, sin que medie orden judicial alguna, y sin facultad legal al efecto, ordenando se levante el secreto profesional del médico aludido, todo ello contra los arts. 190 y 191 del Código de procedimiento penal (CPP), y la jurisprudencia constitucional, como la SC 726/2001-R, de 16 de julio. Señala que las irregularidades mencionadas fueron denunciadas al Comando General de la Policía Nacional que ha instruido la organización de proceso disciplinario administrativo contra los funcionarios policiales nombrados, igualmente ha denunciado al médico y a la Fiscal ante el Tribunal Departamental de Ética Médica y ante la Fiscalía de Distrito. Puntualiza que después de ese “calvario de vejámenes”, el Comandante del Batallón de Cadetes de la ANAPOL, comenzó con un ilegal hostigamiento y persecución contra sus representadas, con un trato discriminatorio en razón de género y las instigaba para que pidan su baja voluntaria, causándoles daño psicológico, como demuestra el certificado del Psicólogo, Waldo Bravo Peñaranda, lo que fue denunciado a organismo de protección de derechos humanos. Asevera que en base a la prueba ilegalmente obtenida los recurridos miembros de la Comisión de Régimen Disciplinario, dispusieron el ilegal encausamiento disciplinario de sus representadas, abriéndose los casos 001/05 y 006/05. El investigador rechazó las pruebas propuestas por su parte como la inspección seguida de reconstrucción, influyó negativamente en los pocos y valientes testigos de descargo, realizó la inspección en forma unilateral, y se abocó a recopilar supuesta prueba que no hace al asunto investigado y elaboró un informe con el que se abrió proceso por la presunta trasgresión de los arts. 10.D y 25 inc. g) del Reglamento de Régimen Disciplinario, bajo acusación de encontrarse en estado de embarazo. A pesar que -continúa- sus representadas protestaron en el proceso por todas las irregularidades comentadas y la vulneración de sus derechos fundamentales, y Noelia Uría planteó excepción previa de atipicidad, que fue ilegalmente rechazada en una resolución carente de motivación, para pronunciar finalmente la Resolución 005/2005, de 23 de marzo, por la que disponen su baja definitiva de la ANAPOL sin derecho a reincorporación sobre la base de la prueba obtenida ilegalmente, de la que se protestó por nulidad absoluta. En el caso seguido contra Martha Virginia Condori Mamani se inició el proceso por la presunta falta tipificada en el art. 10.D inc. 10) del Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL, protestó por las mismas irregularidades, la excepción que formuló fue también rechazada, y reclamó por habérsele impuesto un abogado defensor de oficio, contra el derecho consagrado en el art. 8 inc. 2) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Refiere que en ningún momento sus representadas fueron llamadas por requerimiento fiscal para ser sometida a algún examen médico forense para informar sobre la existencia o no de la comisión del delito de aborto que supuestamente habrían cometido, debiendo considerarse que según los médicos especializados, los exámenes biológicos, y otros se tornan negativos desde el séptimo día de producido el presunto aborto, o sea que en este caso es descabellado acusar el delito de aborto cuando no se ha realizado análisis alguno y han pasado más de dos meses. Agrega que el Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL no prevé el recurso efectivo de apelación ante un tribunal superior, no quedándole otra vía para recurrir que el amparo constitucional. I.1.2.Derechos y garantías supuestamente vulnerados El recurrente estima que se han vulnerado los derechos de sus representadas a la dignidad, a la igualdad jurídica, a la libertad de decisión sobre acontecimientos relacionados a su vida, cuerpo y salud, a la seguridad jurídica, a recibir instrucción y adquirir cultura, a formular peticiones, al juez natural independiente e imparcial, a la defensa, la garantía del debido proceso, a la imagen y privacidad, tutela jurisdiccional efectiva, a la doble instancia y recurso efectivo, a la honra y buena reputación. I.1.3.Autoridades recurridas y petitorio Por lo anotado, interpone recurso de amparo constitucional contra Miguel Gemio Urrutia, Miguel Ángel Guzmán Cadena, Ronald Irigoyen Díaz, Raúl Jiménez Sanjinez, Marco A. Vargas, Gonzalo Medina, Presidente, vocales Permanentes y Secretario de la Comisión de Régimen Disciplinario de la ANAPOL, Gil Dayan Quiel Zamudio, Edwin García Crespo, vocales Alternos, Osvaldo Cabrera Ferrufino, Comandante del Batallón de Cadetes, Wilfredo Coca Ugarte, Ayudante del Comando de Batallón de Cadetes, Víctor Hugo Sanabria Vaca, Oficial Investigador de la Oficina de control Disciplinario del Departamento de Instrucción de la ANAPOL, Yusela Miranda Averanga, María Luisa Aranibar Montoya, Luciano Gutiérrez Paz, Médico empleado de la Clínica “Virgen de Copacabana” de la Policía Nacional, y Ana María Bakovic, Morales, Fiscal de Materia de la PTJ de la zona sud de La Paz, solicitando sea declarado procedente con costas, daños y perjuicios de Bs20.000.- por los daños físicos, psicológicos y morales sufridos, y se disponga: a) la inmediata reincorporación de la representada Noelia Uría Esquivel al tercer curso de la ANAPOL, con la misma antigüedad y goce de sus derechos académicos; b) la ratificación y rehabilitación de los derechos académicos de Martha Virginia Condori Mamani como alumna regular de segundo año; c) queden sin efecto jurídico y se declare la inconstitucionalidad de los actos ilegales de las autoridades recurridas en los procesos disciplinarios; d) el desagravio público mediante orden del día de la ANAPOL ordenando se les preste atención psicológica; e) cese toda represalia u hostigamiento; f) se les otorgue las más amplias garantías de respeto de su dignidad y derechos humanos. I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de amparo constitucional En la audiencia pública de amparo constitucional realizada el 14 de abril de 2005 (fs. 475 a 480 vta.), se suscitaron las siguientes actuaciones: I.2.1.Ratificación y ampliación del recurso El recurrente ratificó y reiteró los términos de su demanda, agregando que: 1) el Secretario de la Comisión de Régimen Disciplinario tiene un proceso, que está en contra de los requisitos para conformar ese ente colegiado, pero no pudieron recusarlo porque no existe esa posibilidad en las normas respectivas; 2) en el proceso disciplinario ha solicitado se promueva un recurso incidental de inconstitucionalidad contra las normas que afectan el debido proceso, 3) no puede argüirse que no han agotado los recursos antes de interponer el amparo, porque si bien el art. 50 del Reglamento prevé un recurso jerárquico ante el Vicerrector de la Universidad Policial, hasta el momento dicha Universidad no tiene autorización para su funcionamiento, pues no tiene aprobados sus reglamentos o sea que esa autoridad no puede conocer tal recurso, y aunque la disposición transitoria “del 52” trasfiere esas facultades al Directo Nacional de Instrucción y Enseñanza, esa norma es inconstitucional por cuanto permite la constitución de una comisión o tribunal especial; 4) recién se ha notificado a Martha Condori con la Resolución 012/2005, de 23 de marzo; 5) la Fiscal co recurrida ordenó ilegalmente el secuestro y requirió el levantamiento del secreto profesional del médico sin tener facultad para ello. I.2.2.Informe de las autoridades recurridas Gonzalo Medina Sánchez, por si y en representación de las autoridades policiales co demandadas, en el informe que corre de fs. 444 a 448 y en audiencia, sostiene lo siguiente: a) el 24 de enero de 2005, cuando el Batallón de Cadetes retornó de su vacación anual, Lilian Noelia Uría Esquivel de tercer curso, y Martha Condori Mamani, de segundo, se desmayaron mientras estaban en filas, por lo que el Oficial de Servicio dispuso se les preste los primeros auxilios y se las lleva al servicio de Sanidad, empero, no mostraron signos de mejoría razón por la que el Capitán de Servicio ordenó a Yusela Miranda las traslade al Hospital “Virgen de Copacabana”; b) realizados los exámenes de laboratorio, se detectó embarazo en ambas cadetes, retornaron a la ANAPOL y el Director de la misma ordenó su reposo; c) al día siguiente, por un principio de responsabilidad las recurrentes, Osvaldo Cabrera Ferrufino y Yusela Miranda Averanga, fueron al Instituto Nacional de Laboratorios de Salud, donde se confirmó el embarazo de ambas; d) con los resultados, fueron analizadas por el especialista en ginecología, Luciano Gutiérrez que informó que ambas pacientes fueron sometidas a un legrado uterino; e) se informó al Director de la ANAPOL de lo acontecido pero no se sugirió procesamiento alguno, en tanto, las cadetes continuaban en reposo pero nunca se las encerró; f) tampoco se les obligó a someterse a exámenes contra su voluntad; g) en 27 de enero de 2005 el Director de la ANAPOL, de acuerdo al art. 42 del Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL, remitió antecedentes a conocimiento del Presidente de la Comisión de Régimen Disciplinario, que ordenó el inicio de la investigación; h) se inició proceso contra Lilian Noelia Uría Esquivel en base al informe en conclusiones que señaló que incurrió en la falta grave de quedar en gravidez mientras cursa estudios de formación policial profesional; i) la excepción de falta de tipicidad que planteó fue rechazada al no tratarse de un proceso penal; j) en la audiencia de 18 de marzo de 2005, la procesada y su abogado abandonaron el acto, y no se presentaron en la audiencia fijada para el 23 de marzo de 2005, de manera que se procedió según dispone el art. 48 del Reglamento del Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías, es decir, resolver el proceso sobre la base de los hechos y los elementos de prueba aportados en el informe en conclusiones o en la denuncia; k) la Resolución que emite la comisión puede ser recurrida en grado de revocatoria y jerárquico, conforme los arts. 49 y 50 del Reglamento del Régimen Disciplinario de la ANAPOL, situación que no ocurrió cuando se notificó a la recurrente, motivo por el que se ejecutorió la Resolución 07/2005, siendo Lilian Noelia Uría retirada del instituto; l) a la demandante Martha Condori Mamani se le siguió igual proceso por la misma falta, también formuló excepción de falta de tipicidad que fue rechazada, ante el abandono del proceso por parte de su abogado, se nombró abogado defensor de oficio a Juan Ramos Mamani, a quien renunció la procesada, por lo que se le conminó a presentar abogado, que no hizo, de manera que según el art. 8.2 inc. d) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, invocada por la cadete, se le instó a asumir su defensa en forma personal; m) se emitió la Resolución 011/2005, la cual fue impugnada, encontrándose pendiente “el recurso de revocatoria y jerárquico”; n) la denuncia sentada por la recurrente contra Osvaldo Cabrera Ferrufino, Comandante del Batallón de Cadetes y otros funcionarios, se encuentran en proceso de investigación; o) la petición de reincorporación de Noelia Uría Esquivel corresponde dirigirla al Consejo Académico, de conformidad al art. 25 del Sistema Educativo Policial, para lo que debe considerar que el amparo no es un recurso sustitutivo de otros; p) Gonzalo Medina Sánchez y Wilfredo Coca Ugarte, carecen de legitimación pasiva. Solicita se declare improcedente el amparo con costas. El co recurrido Marco Antonio Vargas Y., en el informe escrito que sale de fs. 449 a 453, reitera lo aseverado por Gonzalo Medina, añadiendo que los arts. 23 y 24 del Reglamento de Organización y Funciones de la ANAPOL, dispone que la Comisión de Régimen Disciplinario es la única instancia para conocer, procesar y sancionar casos de faltas graves en los que estén involucrados los cadetes; y manifiesta que “el día de ayer” se notificó a la co recurrente Martha Condori Mamani con la Resolución que dispone su baja, y que aún está a tiempo de formular recurso de revocatoria. I.2.3. Resolución La Resolución 013/05-SSA-I, cursante de fs. 481 a 483 vta., pronunciada el 14 de abril de 2005 por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, declara improcedente el recurso, sin multa, con estos fundamentos: 1) contra los funcionarios de la ANAPOL que supuestamente habrían lesionado los derechos de las recurrentes, existen denuncias que están investigándose, así como la Fiscal que está sometida a la Ley Orgánica del Ministerio Público que establece la responsabilidad de los actos de todo fiscal; 2) no es evidente que no exista recurso de apelación contra las resoluciones impugnadas, pues el art. 50 del Reglamento del Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías prevé el mismo y el art. 51 del mismo reglamento el recurso de revocatoria y jerárquico; 3) existe un recurso incidental de inconstitucionalidad planteado contra el Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL, que está pendiente de resolución, y de su validez o no depende la validez de los actos impugnados ahora; 4) ese Tribunal está impedido de ingresar a analizar el fondo del amparo al existir recursos pendientes, otros no agotados y controversias que no pueden ser estudiadas en este recurso extraordinario. I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Por requerir de mayor análisis y amplio estudio, de conformidad a lo establecido en el art. 2 de la Ley 1979 de 24 de mayo de 1999, mediante Acuerdo Jurisdiccional 138/2005, de 31 de octubre, se amplió el plazo procesal para dictar resolución hasta el 29 de noviembre de 2005, por lo que la presente Sentencia es pronunciada dentro del plazo legal. II. CONCLUSIONES Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se señalan seguidamente: II.1.El 24 de enero de 2005, según los informes de fs. 66 y 67, Lilian Noelia Uría Esquivel y Martha Virginia Condori Mamani, estudiantes de tercer y segundo curso de la ANAPOL, respectivamente, sufrieron un desvanecimiento cuando se encontraban en filas, por lo que fueron trasladadas a Sanidad y luego a la Clínica Policial “Virgen de Copacabana”, en la que se les practicó exámenes detectando posibles embarazos seguidos de legrado uterino, conforme dice la literal de fs. 63 sin firma; sin embargo, el informe ecográfico de 24 de enero de 2005, del médico radiólogo Edgar Pozo Gonzáles (fs. 62), indica que Noelia Uría Esquivel no demuestra presencia de saco gestacional. II.2.Remitidos los antecedentes por parte del Director de la ANAPOL al Presidente de la Comisión de Régimen Disciplinario (fs. 69), en 1 de febrero de 2005 (fs. 76), el Presidente de la Comisión de Régimen Disciplinario emitió el decreto de apertura de sumario contra Lilian Noelia Uría Esquivel, quien en su declaración informativa (fs. 79 a 81), manifestó las mismas acusaciones expresadas en su demanda de amparo respecto de la actitud del Comandante de Batallón, otras co recurridas y el Médico de la Clínica Copacabana que la auscultó ginecológicamente sin su consentimiento. II.3.El 3 de marzo de 2005 (fs. 196 y 197), Lilian Noelia Uría planteó excepción de falta de tipicidad en el proceso disciplinario que se le seguía, que fue rechazada por Auto de 18 de marzo (fs. 211 y 212). II.4.Por nota de 17 de marzo de 2005 (fs. 207), el médico Luciano Gutiérrez Paz remitió al Presidente de la Comisión de Régimen Disciplinario la historia clínica de Lilian Noelia Uría Esquivel, en atención al requerimiento de 9 de marzo de 2005 (fs. 131 vta. del Anexo 2) emitido por la fiscal de Materia Ana María Bakovic, a solicitud del Investigador asignado. II.5.El decreto de 18 de marzo de 2005 (fs. 213), señala que habiendo abandonado la audiencia de procesamiento la procesada Lilian Uría y su abogado, se fijó para el 23 de marzo nuevo día de audiencia, con lo que se notificó a la mencionada dama cadete. II.6.A través de la Resolución 005/2005, de 23 de marzo (fs. 217 a 223), la Comisión de Régimen Disciplinario de la ANAPOL resolvió sancionar a la dama cadete Lilian Noelia Uría Esquivel, “por la comisión de la falta disciplinaria prevista por el art. 10.D inc.10 con el agravante de haber incurrido con su conducta lo establecido por el art. 25 inc. g) del cuerpo disciplinario legal” (sic), con el retiro definitivo de la ANAPOL sin derecho a reincorporación. Con esta decisión se notificó a Lilian Noelia Uría Esquivel en 24 de marzo de 2005 (fs. 225). De acuerdo al decreto de 24 de marzo de 2005 (fs. 226), la Resolución antedicha se emitió en la audiencia de 23 de marzo de 2005, cuando la procesada no se presentó a ese acto, pero que la misma “tiene abierta la vía administrativa para formular los recursos de ley”, con lo que se notificó a la nombrada el 24 de marzo (fs. 227). El 2 de abril de 2005 (fs. 374), Lilian Uría Esquivel fue entregada a sus padres en dependencias de la ANAPOL. II.7.En el caso de la co representada Martha Condori Mamani, luego de prestar su declaración informativa (fs. 247 a 250), en la que describió el examen ginecológico que se le realizó sin su consentimiento, opuso excepción previa de falta de tipicidad (fs. 331 y 332), que también fue rechazada (fs. 351 y 352). En 22 de marzo (fs. 353), y por haber “abandonado” la audiencia del proceso el abogado defensor de Martha Condori Mamani, la Comisión Disciplinaria nombró como defensor de oficio a Juan Ramos Mamani, al que la referida renunció, conforme se indica a fs. 355 y se sostiene por ambas partes. La Resolución 011/2005 de 23 de marzo (fs. 419 a 426), emitida por la Comisión Disciplinaria de la ANAPOL, sanciona a Martha Virginia Condori Mamani con la baja definitiva sin derecho a reincorporación por la comisión de la falta disciplinaria prevista en el art. 10-“D”, num. 10. De acuerdo a lo sostenido por el recurrente así como por los recurridos, se notificó con esta determinación un día antes de la realización de la audiencia de amparo. III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El actor arguye haberse vulnerado los derechos de sus representadas a la dignidad, a la igualdad jurídica, a la libertad de decisión sobre acontecimientos relacionados a su vida, cuerpo y salud, a la seguridad jurídica, a recibir instrucción y adquirir cultura, a formular peticiones, al juez natural independiente e imparcial, a la defensa, la garantía del debido proceso, a la imagen y privacidad, tutela jurisdiccional efectiva, a la doble instancia y recurso efectivo, a la honra y buena reputación, por cuanto: a) fueron sometidas a exámenes ginecológicos sin su consentimiento y no obstante sus pedidos en contra; b) en el proceso disciplinario instaurado en su contra, la Fiscal co recurrida dispuso el secuestro de documentos y el levantamiento del secreto profesional médico sin tener atribución para ello; c) el médico actuó en forma ilegal al practicar los exámenes en contra de su voluntad; d) el Comandante del Batallón de Cadetes ordenó y pagó tales auscultaciones, ordenó mantenerlas bajo llave en dependencias de Sanidad, e incurrió en hostigamiento y discriminación de género en su contra; e) la Comisión de Régimen Disciplinario se basó en la prueba ilegalmente obtenida, para determinar ilegalmente su baja definitiva sin derecho a reincorporación; f) a Martha Condori se le impuso un abogado defensor de oficio. III.1.El amparo constitucional ha sido instituido como un recurso extraordinario que otorga protección inmediata contra los actos ilegales y las omisiones indebidas de autoridades o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de la persona, reconocidos por la Constitución y las Leyes, siempre que no exista otro recurso o vía legal para demandar el respeto de tales derechos. En ese contexto, la SC 1503/2004-R, de 21 de septiembre, expresa que: “...corresponde recordar por una parte que el Tribunal Constitucional ha establecido que la jurisdicción constitucional no puede operar como un mecanismo de protección paralelo a los medios de defensa judicial o administrativos que la Ley dispensa a los ciudadanos dentro de los procesos judiciales; en este contexto, el art. 19.IV de la CPE establece que se: ' (....) concederá el amparo siempre que no hubiere otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados (...)', formulación general que ha sido precisada, por el art. 96 inc. 3) de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC) que señala que: 'El Recurso de Amparo no procederá contra las resoluciones judiciales que por cualquier otro recurso puedan ser modificadas o suprimidas aún cuando no se haya hecho uso oportuno de dicho recurso', regulación que permitió complementar la configuración procesal del recurso de amparo. De estas previsiones constitucional y normativa, se desprende que el recurso de amparo se constituye en un instrumento subsidiario y supletorio en la protección de los derechos fundamentales, subsidiario porque no es posible utilizarlo si es que previamente no se agotó la vía ordinaria de defensa y supletorio porque viene a reparar y reponer las deficiencias de esa vía ordinaria. El carácter subsidiario del recurso de amparo, ha sido desarrollado por abundante jurisprudencia de este Tribunal, entre otras por las SSCC 1343/2004-R, de 17 de agosto; 1216/2004-R, de 30 de julio; y, 953/2004-R, de 18 de junio, que señalan que 'no podrá ser interpuesta esta acción extraordinaria, mientras no se haya hecho uso de los recursos ordinarios o administrativos y, en caso de haber utilizado los mismos deberán ser agotados dentro de ese proceso o vía legal, sea judicial o administrativa, salvo que la restricción o supresión de los derechos y garantías constitucionales ocasione perjuicio irremediable e irreparable. Del entendimiento jurisprudencial, se extraen las siguientes sub reglas de improcedencia del amparo por subsidiariedad cuando: 1) las autoridades judiciales o administrativas no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un asunto porque la parte no ha utilizado un medio de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuando en su oportunidad y en plazo legal no se planteó un recurso o medio de impugnación y b) cuando no se utilizó un medio de defensa previsto en el ordenamiento jurídico; y 2) las autoridades judiciales o administrativas pudieron haber tenido o tienen la posibilidad de pronunciarse, porque la parte utilizó recursos y medios de defensa, así: a) cuando se planteó el recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un medio de defensa útil y procedente para la defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo no se agotó, estando al momento de la interposición y tramitación del amparo, pendiente de resolución. Ambos casos, se excluyen de la excepción al principio de subsidiaridad, que se da cuando la restricción o supresión de los derechos y garantías constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e irreparable, en cuya situación y de manera excepcional, procede la tutela demandada, aún existan otros medios de defensa y recursos pendientes de resolución” (las negrillas son nuestras). III.2.En el presente caso, si bien las representadas del recurrente habrían manifestado su rechazo a ser sometidas a exámenes o auscultaciones ginecológicas, y, no obstante, los mismos les habrían sido realizados por el médico co demandado, quien supuestamente mostró la vagina y cavidad uterina a una de las Subtenientes que trasladó a la Clínica “Copacabana”, lo que se invoca como lesivo a sus derechos a la dignidad, a la seguridad jurídica, y a la privacidad, no es menos evidente que conforme lo ha reiterado en varias oportunidades el propio recurrente, así como el requerimiento de la fiscal de Materia Ana María Bakovic, que para que el médico entregue la historia clínica de las mencionadas damas cadetes, éstas están siendo objeto de investigación en las reparticiones correspondientes, de manera que el amparo no puede ingresar a dilucidar nada respecto a dichos extremos. De otro lado, se constata que Lilian Noelia Uría Esquivel fue notificada personalmente el 24 de marzo de 2005 con la Resolución 005/2005, de 23 de marzo, por la cual la Comisión de Régimen Disciplinario de la ANAPOL, cuyos miembros son ahora recurridos, resolvió sancionarla con el retiro definitivo de la ANAPOL sin derecho a reincorporación, y sin embargo, no utilizó el recurso que prevé el art. 49 del Reglamento del Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías, que dispone: “Resolución.- La Resolución será fundada y podrá ser apelada con el recurso de revocatoria, en primera instancia ante la Comisión del Régimen Disciplinario, pudiendo presentar pruebas de reciente obtención que fundamentalmente podrá ser aceptada o rechazada en un plazo de 48 horas”; y, aún el art. 50 del Reglamento del Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías señala: “Apelación ante el Vicerrector.- La apelación en segunda instancia corresponde al Recurso Jerárquico ante el Vicerrector de la Universidad Policial...” debiendo aplicarse lo determinado por el art. 52 (Disposición Transitoria” del Reglamento del Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías, que establece que “Mientras se institucionalice la organización y se nombren a las autoridades de la Universidad Policial, para efectos de procedimiento en el Recurso Jerárquico, éste se interpondrá ante el Director Nacional de Instrucción y Enseñanza, quien estará encargado de resolver los casos en los plazos y términos establecidos en el presente reglamento”. En consecuencia, se evidencia que Lilian Uría Esquivel no utilizó los recursos que tenía a su alcance para impugnar la Resolución ahora objetada, por una parte, y por otra Martha Virginia Condori Mamani fue notificada con la Resolución por la que se la sanciona con la baja definitiva de la ANAPOL sin lugar a reincorporación, un día antes de la realización de la audiencia de amparo, de manera que tenía, a esa fecha, expedita las vías antes referidas para presentar sus reclamo, no pudiendo por tales motivos, ingresar al estudio de la problemática de fondo mediante este recurso extraordinario y subsidiario. Es menester dejar sentado que, una vez concluidas las instancias administrativas, de persistir la vulneración de derechos, las impetrantes tienen la facultad de acudir a esta acción tutelar en demanda del respeto y resguardo de los derechos y garantías conculcados. De lo expuesto, se concluye que la Corte de amparo al haber declarado la improcedencia del recurso ha evaluado correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo. POR TANTO El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 19.IV y 120.7ª) de la CPE; arts. 7 inc. 8) y 102.V de la Ley del Tribunal Constitucional, con los fundamentos expuestos, APRUEBA la Resolución 013/05-SSA-I, cursante de fs. 481 a 483 vta., pronunciada el 14 de abril de 2005 por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, sin costas ni multa. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional No interviene el Magistrado, Dr. José Antonio Rivera Santivañez, por encontrarse en uso de su vacación anual, la Magistrada, Dra. Martha Rojas Álvarez, por encontrarse declarada en comisión y el Magistrado, Dr. Felipe Tredinnick Abasto, por no haber conocido el asunto. Fdo. Dr. Willman Ruperto Durán Ribera PRESIDENTE Fdo. Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas DECANA Fdo. Dr. Artemio Arias Romano MAGISTRADO Fdo. Dra. Silvia Salame Farjat MAGISTRADA