- Manual de Enfermería practica Clase: 1501 Fundamentos de Enfermería Por: Petter J. Otero Rosado RN, BSN, MSN, MST Índice Objetivos Concepto de enfermería Concepto de salud Técnica de lavado de manos Signos vitales Sondas Tendido de cama Posiciones de los pacientes Movilizaciones de los pacientes Tipos de dietas Manejo de hoja de enfermería Amortajamiento Bibliografía Objetivos Conocer los principios de enfermería. Aprender el uso de técnicas para el tratado de los pacientes. Conocer las técnicas de manipulación de cargas y advertir de que el mal uso de estas técnicas puede provocar riesgos no tolerables. Concepto de enfermería La Enfermería es la ciencia del cuidado de la salud del ser humano. Es una disciplina que en el último siglo y particularmente en los últimos años ha ido definiendo cada vez más sus funciones dentro de las ciencias de la salud. En España y Colombia existe otra profesión dentro de la Enfermería cuyas funciones complementan la labor de los enfermeros: el titulado técnico en cuidados auxiliares de enfermería, más conocido como auxiliar de enfermería. Se concibe como la atención oportuna, personalizada, humanizada, continua y eficiente que brinda el personal de enfermería, de acuerdo con estándares definidos para una práctica profesional competente y responsable, con el propósito de lograr la satisfacción del usuario y del prestador de servicios. Concepto de salud La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Constitución de 1946, define salud como el estado de completo bienestar físico, mental, espiritual, emocional y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La salud implica que todas las necesidades fundamentales de las personas estén cubiertas: afectivas, sanitarias, nutricionales, sociales y culturales. Esta definición es utópica, pues se estima que sólo entre el 10 y el 25 % de la población mundial se encuentra completamente sana. Una definición más dinámica de salud es el logro del más alto nivel de bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcionamiento que permitan los factores sociales en los que viven inmersos el individuo y la colectividad. La salud y la enfermedad forman un proceso continuo, donde en un extremo se encuentra la muerte prematura, muchas veces prevenible, y en el otro extremo se encuentra un elevado nivel de salud, al que difícilmente llega todo el mundo. En la parte media de este continuo o equilibrio homeostático se encontraría la mayoría de la población, donde la separación entre salud y enfermedad no es absoluta, ya que es muy difícil distinguir lo normal de lo patológico. Salud (del latín "salus, -ūtis") es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades, según la definición de la Organización Mundial de la Salud realizada en su constitución de 1946. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como en el macro (social).El concepto salud abarca el estado biopsicosocial, los aspectos que un individuo desempeña. Técnica de lavado de manos El lavado de manos es el más simple, económico e importante procedimiento en la prevención de las Infecciones Intra Hospitalarias (IIH), logrando reducir su incidencia hasta en un 50% cuando se realiza de manera adecuada. La efectividad para reducir la dispersión de microorganismos depende de tres factores fundamentales: La ocasión. Se refiere a que la cantidad y el tipo de gérmenes no es la misma al realizar una técnica donde hay presencia de materia orgánica, a pesar que se utilicen guantes. Ej. Después de manipular chatas y urinarios, manipulación del instrumental usado en procedimientos, etc. La solución utilizada. Esta relacionada con la calidad y procedencia de la misma que puede ser una solución antiséptica, pero contaminada. La técnica de lavado de manos. Puede ser antes y después de cada paciente pero en tiempos o con técnica incorrecto. Existen varias técnicas de lavado de manos, dependiendo de la situación clínica, el lugar y los recursos disponibles se clasifica en lo siguiente: a. Lavado de manos social Es el lavado de manos de rutina, se define como la remoción mecánica de suciedad y la reducción de microorganismos transitorios de la piel. Este lavado de manos requiere de jabón común, de preferencia líquido, el que debe hacerse de forma vigorosa con una duración no menor de 15 segundos. Objetivo Remover la suciedad y el material orgánico permitiendo la disminución de las concentraciones de bacterias o flora transitoria adquirida por contacto reciente con los pacientes o material contaminado. Personal Médicos, Personal profesional no medico y personal no profesional. Técnica básica Use agua y jabón antimicrobiano líquido. Mojar vigorosamente las manos con agua Friccionar toda la superficie de las manos, entre los dedos, por lo menos entre 10-15" llegando hasta 10 cm. por debajo del pliegue de las muñecas. Poner especial énfasis en el lavado de uñas Enjuagar con abundante agua Las manos se secaran con toallas de papel desechables. Para el cierre de la llave use la misma toalla, para evitar la recontaminación. El tiempo total para el procedimiento es de aproximadamente 30” segundos Indicaciones Antes de manipular los alimentos, comer o dar de comer al paciente Después de ir al baño Antes y después de dar atención básica al paciente (bañar, hacer la cama. control de signos vitales, etc.) Cuando las manos están visiblemente sucias. b) Lavado de manos clínico con antiséptico Es el que se realiza con una solución jabonosa antiséptica de amplio espectro microbiano , que tiene rápida acción, no es irritante y está diseñado para su uso en situaciones de brotes de infección hospitalarias, áreas criticas, realización de procedimientos invasivos, y en áreas de pacientes inmunosuprimidos. El lavado de manos antiséptico es el método más efectivo Objetivo Remover o eliminar los microorganismos transitorios adquiridos por contacto reciente con los pacientes o material contaminado. Personal Personal medico, personal profesional no medico y técnicos de áreas criticas como UCI, neonatología, sala de procedimientos invasivos, sala de inmunosuprimidos, sala de quemados, en situaciones de brotes, etc. Técnica básica Humedecer las manos con agua. Aplicar de 3 – 5 ml de jabón antiséptico. Frotar vigorosamente por 15 a 30 segundos cubriendo toda la superficie de la mano, espacios interdigitales hasta la muñeca. Seque posteriormente con una toalla de papel por mano. Use toalla para cerrar el grifo, si es necesario. Indicaciones: Al llegar y al salir del hospital. Antes y después de los siguientes procedimientos: Procedimiento invasivo como colocación de un catéter vascular periférico, catéter urinario o toma de muestras, etc. Medir presión nerviosa central o monitoreo de presión intra vascular Curación de heridas Preparación de soluciones parenterales Administrar medicación parenteral. Aspirar secreciones de vías respiratorias. Administrar y/o manipular sangre y sus derivados. Antes y después de estar en contacto con pacientes potencialmente infectados. Después de hacer uso sanitario, toser, estornudar o limpiarse la nariz. Antes del contacto con pacientes inmunodeprimidos por alteraciones en la inmunidad humoral o celular o con alteraciones de la integridad de la piel y mucosas (quemados, escaras, heridas), o con edades extremas. c. Lavado de manos quirúrgico Es el lavado realizado por los integrantes del equipo quirúrgico antes de su ingreso al quirófano, siempre esta indicado un jabón antiséptico. Recordar que el uso del cepillado no es necesaria para reducir la carga microbiana cuando se utiliza antiséptico con efectos residual. Objetivo Prevenir la contaminación del sitio quirúrgico mediante la remoción y destrucción de microorganismos transitorios y la reducción de la flora residente presentes en las manos del equipo quirúrgico. Personal Personal de sala de operaciones Técnica básica La llave se accionara con pedal o con el codo o célula fotoeléctrica. Mojar las manos con agua, aplicar el jabón antiséptico 3- 5ml, restregar enérgicamente por un periodo de cinco (5) minutos en el primer lavado y de tres (3) minutos en los lavados siguientes. Frotar las manos, palma con palma, palma derecha con dorso de mano izquierda y palma izquierda con dorso de mano derecha, los espacios interdigitales de mano derecha y luego de mano izquierda. Con movimientos rotatorios descienda por el antebrazo derecho hasta 6 cm. por encima del codo y luego antebrazo izquierdo Limpie uña por uña, de una mano y luego la otra. Se recomienda el cepillado quirúrgico, incluyendo los lechos ungueales y yema de dedos, durante 2 minutos. Enjuagar las manos manteniéndolas levantadas sobre los codos. Durante el procedimiento se recomienda mantener los brazos hacia arriba y alejadas del cuerpo favoreciendo el escurrimiento hacia los codos. No tocar superficies o elementos. Este procedimiento se realizara dos veces. La duración del procedimiento es de 5 minutos Secar las manos y antebrazos con tollas estériles. Ingrese al quirófano dando la espalda a la puerta Indicaciones Antes de todo procedimiento quirúrgico Antes de cada procedimiento invasivo con incisión en piel. Uso racional de los antisépticos Principios orientadores para la selección Utilizar los conocimientos de las características del hospital, tipo de servicios que se prestan, los recursos humanos y materiales con que se cuenta, las infecciones más frecuentes y su etiología. Determinar el uso que se dará a cada producto de acuerdo a la información científica disponible, sus concentraciones y periodo de vigencia, además de las condiciones especiales para su conservación. Asegurar que las soluciones se distribuyan en la concentración óptima y listas para su uso a los servicios clínicos a fin de evitar la manipulación en los servicios usuarios. Mantener un sistema de evaluación del uso de los antisépticos, aceptación por los usuarios, complejidad de su uso, efectos adversos, efectividad y costos. Principios fundamentales para la selección La selección de uso de un agente antiséptico debe realizarse teniendo en cuenta 3 aspectos: Determinar las características antisépticas deseadas (ausencia de absorción en la piel, rápida reducción de la flora de la piel, espectro de acción, efecto residual, etc. Evidencia de seguridad y eficacia del producto, en la reducción del conteo microbiano de la piel. Aceptación del personal, en que el usuario evaluara aspectos del producto como: olor, color, espumosidad, sensación de suavidad o resecamiento de la piel, etc. Aspectos que muchas veces determinan la no aceptación del producto y por ende el no lavado de manos. Técnica para lavado con AGUA Y JABÓN Mójate las manos con agua Deposita en la palma de la mano una cantidad de jabón suficiente para cubrir todas las superficies de la mano Frótate las palmas de las manos entre sí Frótate la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa Frótate las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados Frótate el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándote los dedos Técnica para lavado con PREPARACIÓN ALCOHÓLICA Deposita en la palma de la mano una dosis de producto suficiente para cubrir todas las superficies a tratar Frótate las palmas de las manos entre sí Frótate la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa Frótate las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados Frótate el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándote los dedos Frótate con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo atrapándolo con la palma de la mano derecha, y viceversa Frótate con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo atrapándolo con la palma de la mano derecha, y viceversa Frótate la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa Frótate la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa ...una vez secas, tus manos son seguras Enjuágate las manos con agua Sécatelas con una toalla de un solo uso Usa la toalla para cerrar el grifo ...y tus manos son seguras Cuándo debemos lavarnos las manos 1. Antes del contacto con el paciente 2. Antes de realizar una tarea aséptica 3. Después del riesgo de exposición a líquidos corporales 4. Después del contacto con el paciente 5. Después del contacto con el entorno del paciente ... y además ANTES Y DESPUÉS de: Entrar/Salir de la estancia del paciente La utilización del Equipo de Protección Individual (EPI) Signos vitales Los signos vitales comprenden el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, la temperatura y la presión arterial. Estos signos se pueden observar, medir y vigilar para evaluar el nivel de funcionamiento físico de un individuo. Los signos vitales normales cambian con la edad, el sexo, el peso, la tolerancia al ejercicio y la enfermedad. Los rangos normales para los signos vitales de un adulto sano promedio son: Presión arterial: 120/80 mm/Hg Respiración: 12-18 respiraciones por minuto. Pulso: 60-80 latidos por minuto (en reposo) Temperatura: 36.5-37.2º C (97.8-99.1 º F)/promedio de 37º C (98.6 º F) Los Signos Vitales son: Respiración Pulso Reflejo Pupilar Temperatura Presión Arterial Al prestar primeros auxilios es importante valorar el funcionamiento del organismo y detectar las alteraciones que son frecuentes en caso de accidentes; para ello es necesario controlar la respiración y el pulso. La determinación de la temperatura y la presión arterial se realiza a nivel institucional, debido a que casi nunca poseemos los equipos para la medición de signos vitales. (Ya que por lo general no andamos cargando todo el tiempo el equipo necesario). El control de la respiración y el pulso, además de ser necesario para determinar los cambios que se presenten como consecuencia del accidente, orientan al personal de salud para iniciar el tratamiento definitivo. Los signos vitales indican la gravedad del problema. La respiración consta de dos fases: La inspiración y la espiración Durante la inspiración se introduce el oxigeno a los pulmones proveniente de la atmósfera y en la espiración se elimina bióxido de carbono. En la respiración además de los órganos del aparato respiratorio, intervienen la contracción de los músculos del tórax y los movimientos de las costillas. Por eso en caso de lesiones a este nivel, es indispensable el control de este signo vital. Cifras normales de la respiración Hay factores que hacen variar el número de respiraciones, entre ellas: El ejercicio; la actividad muscular produce un aumento temporal de la frecuencia respiratoria. El sexo; en la mujer la respiración tiende a ser más rápida que en el hombre La hemorragia; aumenta la respiración La edad; a medida que se desarrolla, la persona la frecuencia respiratoria tiende a disminuir. Cifras normales son: Procedimiento para controlar la respiración Para controlar la respiración, tú como auxiliador, debes contar los movimientos respiratorios, tomando la inspiración y la espiración como una sola respiración. Coloca al lesionado en posición cómoda (acostada) en caso de vómito con la cabeza hacia un lado. Afloja las prendas de vestir. Inicia el control de la respiración observando el tórax y el abdomen, de preferencia después de haber tomado el pulso, para que el lesionado no se de cuenta y evitar así que cambie el ritmo de la respiración. Cuenta las respiraciones por minuto utilizando un reloj con segundero. Anota la cifra para verificar los cambios y dar estos datos cuando lleves al lesionado a un centro asistencial o llegue el médico. Pulso Es la expansión rítmica de una arteria, producida por el paso de la sangre bombeada por el corazón. El pulso se controla para determinar el funcionamiento del corazón. El pulso sufre modificaciones cuando el volumen de sangre bombeada por el corazón disminuye o cuando hay cambios en la elasticidad de las arterias; tomar el pulso es un método rápido y sencillo para valorar el estado de un lesionado. Tomando pulso Cifras normales del pulso El pulso normal varia de acuerdo a diferentes factores; siendo el más importante la edad. Sitios para tomar el pulso El pulso se puede tomar en cualquier arteria superficial que pueda comprimirse contra un hueso. Los sitios donde se puede tomar el pulso son : En la sien (temporal) En el cuello (carotídeo) Parte interna del brazo (humeral) En la muñeca (radial) Parte interna del pliegue del codo (cubital) En la ingle (femoral) En el dorso del pie (pedio) En la tetilla izquierda de bebes (pulso apical) Los más comunes son el pulso radial y el carotídeo. Recomendaciones para tomar el pulso Palpa la arteria con tus dedos índice, medio y anular. No palpes con tu dedo pulgar, porque el pulso de este dedo es más perceptible y se confunde con el tuyo. No ejerzas presión excesiva, porque no se percibe adecuadamente Controla el pulso en un minuto en un reloj de segundero Anota las cifras para verificar los cambios. Manera de tomar el pulso carotídeo En primeros auxilios se toma este pulso porque es el de más fácil localización y por ser el que pulsa con más intensidad. La arteria carotídea se encuentra en el cuello al lado de la tráquea, para localizarlo has lo siguiente: Localiza la manzana de Adán Desliza tus dedos hacia el lado de la tráquea Presiona ligeramente para sentir el pulso Cuenta el pulso por minuto Manera de tomar el pulso radial Este pulso es de mayor acceso, pero a veces en caso de accidente se hace imperceptible: Palpa la arteria radial, que está localizada en la muñeca, inmediatamente arriba en la base del dedo pulgar Coloca tus dedos (índice, medio y anular) haciendo ligera presión sobre la arteria. Cuenta el pulso en un minuto Manera de tomar el pulso apical Se denomina así el pulso que se toma directamente en la punta del corazón. Este tipo de pulso se toma en niños pequeños (bebés). Coloca tus dedos sobre la tetilla izquierda Presiona ligeramente para sentir el pulso Cuenta el pulso en un minuto Sonda Foley Una de las herramientas más valiosas a disposición de los urólogos es la sonda foley, denominada así en honor del inventor, un médico norteamericano, Federico Foley. Este maravilloso invento salio al mercado en 1934. Consiste, fundamentalmente, en tubo de goma, hueco y flexible de dos canales que permite que la orina, la sangre, el fluido de irrigación se drenen permanentemente de la vejiga. Un canal en la pared de la sonda se conecta a un pequeño balón, que cuando se hincha en el interior de la vejiga con 10 mililimetros de agua, impide que la sonda se desprenda. En el otro extremo del catéter se encuentra una bolsa para la orina, esta se sujeta a la pierna y debe vaciarse cada tres o cuatro horas. Se utiliza para drenar temporalmente la vejiga en aquellos casos que no es posible orinar con normalidad. También pueden utilizarse de forma permanente en aquellos pacientes que han perdido el control de las funciones normales de la vejiga. Muchos individuos llevan una sonda Foley cuando están sometidos a tratamiento por aumento de próstata o por prostatitis, también en ocasiones antes de llevar a cabo una intervención quirúrgica de próstata, y siempre después de la misma (temporalmente). Sondas Foleys por colores-calibre Tipos de sondas Las sondas vesicales y sus tipos ¿Qué son las sondas vesicales? Las sondas vesicales son productos sanitarios de un solo uso, e instrumentos con forma de tubo y de composición, calibre, longitud y consistencia variable. Se introducen a través de la uretra, hasta la vejiga urinaria, para evacuar la orina contenida en su interior o bien instilar líquido a través de la misma, con fines diagnósticos o terapéuticos. ¿Para qué se indica el sondaje vesical? Las sondas urinarias se utilizan para: Vaciar la vejiga en caso de retención urinaria. Control de la cantidad de la diuresis. Recoger muestra de orina estéril, cuando no se puede obtener por los medios habituales. Determinar si persiste orina residual después de una micción espontánea. Permitir la cicatrización de vías urinarias tras la cirugía. Realizar irrigaciones vesicales en caso de hematuria (lavados), o administrar medicación con finalidad de diagnóstico o tratamiento. Mantener seca la zona genital en pacientes incontinentes en situaciones especiales, como es el caso del tratamiento de escaras, úlceras o dermatitis de contacto en la región genitourinaria o sacra de difícil manejo. ¿De qué materiales están hechas las sondas vesicales? Las sondas pueden ser de muy diferentes materiales, y los más utilizados son el látex, el látex siliconado, la silicona pura, el polivinilo y los poliuretanos. Látex. De uso muy frecuente, sin embargo las sondas de látex pueden provocar alergia en las personas alérgicas al látex. Para evitarlo existen sondas de látex recubierto por una capa de silicona. Silicona: Los catéteres de silicona son los que presentan mayor biocompatibilidad y a igualdad de calibre exterior, mayor calibre funcional (luz interior), por lo que pueden ser más finas y tener por tanto mejor tolerancia. Tipos de sondas Según el calibre: Los calibres deben seleccionarse según el sexo, la edad y características del paciente: Adultos. Existen sondas desde el calibre 8 al 30. Los calibres que se utilizan con más frecuencia son: Mujeres: CH 14 y 16. Varones CH 16-18-20-22. Pediátricas: CH 06–10. Según la longitud: Masculinas: 40 cm. Femeninas: 20 cm. Pediátricas: 20 cm. Según el tiempo de permanencia del sondaje: Las sondas utilizadas para el vaciado por autosondaje intermitente son diferentes a las utilizadas en el sondaje permanente. El sondaje intermitente es el principal tratamiento de la incontinencia causada por daño medular o daño de los nervios que controlan la micción, y que producen incontinencia con mal vaciado de la vejiga. Consiste en la introducción de un catéter o sonda en la vejiga, a través de la uretra, para vaciarla de orina. La frecuencia del sondaje dependerá del volumen de orina diario y de la capacidad de la vejiga (3-4 sondajes diarios) y se realiza por el propio paciente o sus cuidadores (autosondaje). Sondaje permanente, en el que la sonda es mantenida en su lugar por un balón que se hincha con aire o agua al colocarla. Está indicado en casos de intervención quirúrgica, para controlar la diuresis, o cuando es necesario mantener una vía de drenaje o de lavado continuo de la vejiga. Una sonda permanente debe cambiarse cada 15-20 días, aunque las sondas de silicona pueden mantenerse un periodo más largo hasta de 2-4 meses. Tendido de cama Arreglo de cama con pacientes Es el procedimiento para poner o cambiar la ropa de cama, y en este caso por lo general, el paciente debe permanecer en ella continuamente, incluso cuando lo hace la hace la enfermera. Es importante que ella aprenda a cambiarla con suavidad y rapidez estando el paciente acostado. Los encamados a menudo están muy enfermos y esta contraindicada la mucha actividad Equipo Necesario Dos sábanas grandes Una sábana travesera (opcional) Una manta Una colcha Travesera a sábana impermeable (opcional) Funda(s) para la(s) almohada(s) Cesto portátil para la ropa sucia, si se dispone de uno. Técnica del procedimiento de arreglo de cama con paciente Quitar la ropa de encima. Retire todos los artículos que estén acoplados a la ropa de cama, como el timbre de llamada. Afloje la ropa de encima, a la altura de los pies de la cama, y quite la colcha y la manta. Deje la sábana encimera sobre el cliente (ésta puede quedarse sobre el cliente si se va a cambiar y si proporciona suficiente abrigo), o sustitúyala por una sábana de baño, de la siguiente manera: a) Extienda la sábana de baño sobre la sábana de arriba. b) Pida al cliente que sostenga la parte superior de la sábana de baño. c) Alcanzando por debajo de la toalla desde un lado, sujete el extremo superior de la sábana y retírela hacia los pies de la cama, dejando la sabana de baño en su sitio. d) Quite la sábana de la cama y colóquela en la bolsa de la ropa sucia. Mover el colchón hacia arriba en la cama: Coloque la cama en la posición plana, si la salud del cliente lo permite. Agarre el colchón por las asas, y, utilizando una buena mecánica corporal, mueva el colchón hacia la cabecera de la cama. Pida al cliente que colabore, si puede, cogiéndose a la cabecera de la cama y estirando a medida que usted empuja. Si el cliente pesa mucho puede necesitar la ayuda de otro profesional de enfermería. Cambiar la sábana bajera y la travesera: Ayude al cliente a girarse hacia el lado contrario de donde está la ropa limpia. Alce la barandilla lateral cercana al cliente. Esto protege al cliente de caídas. Si no hay barandillas laterales, otro profesional de enfermería sostendrá al cliente, colocándose en el otro lado de la cama. Afloje las ropas de abajo del lado de la cama, donde está la ropa limpia. Doble en acordeón las sábanas travesera y bajera en el centro de la cama. Coloque la sábana bajera limpia sobre la cama, y doble verticalmente, en forma de acordeón, la mitad que se va utilizar para el lado más apartado de la cama, tan cerca del cliente como sea posible. Remeta la sábana bajo la mitad más próxima del colchón, y doble la esquina en forma de mitra, si no se está usando una sábana ajustable. Coloque la travesera limpia sobre la cama con el pliegue central en el centro de la cama. Doble la mitad superior, en forma de acordeón, verticalmente sobre el centro de la cama, y remeta el extremo más próximo bajo ese lado del colchón. Ayude al cliente a darse la vuelta hacia usted, sobre el lado limpio de la cama. El cliente se gira sobre la ropa doblada en forma de acordeón de la parte central de la cama. Mueva las almohadas hacia el lado limpio para que las utilice el cliente. Levante la barandilla lateral antes de dejar ese lado de la cama. Diríjase al otro lado de la cama, y baje la barandilla lateral. Retire la ropa usada, y colóquela en la bolsa de ropa sucia portátil. Estire y alise la funda del colchón para eliminar las arrugas. Desdoble la sábana bajera, dejándola uniforme y sin arrugas, y remeta la parte sobrante debajo del colchón. Estando enfrente del lateral de la cama, utilice las dos manos para estirar la sábana bajera dejándola uniforme y sin arrugas, y remeta la parte sobrante debajo del colchón. Desdoble la travesera, doblada en acordeón, sobre el centro de la cama, y estírela firmemente con ambas manos. Estire la sábana en tres puntos: a) póngase de frente al lateral de la cama para estirar de la parte central. b) póngase de frente a la esquina superior, para estirar de la parte inferior c) Póngase de frente a la esquina inferior para estirar de la parte superior. Remeta la parte sobrante debajo del lateral del colchón. Volver a colocar al cliente en el centro de la cama: Vuelva a colocar las almohadas en el centro de la cama. Ayude al cliente a colocarse en el centro de la cama. Decida qué posición necesita o prefiere el cliente, y ayúdele a adoptar esa posición. Colocar o completar las ropas de encima: Extienda la sábana encimera sobre el cliente, y pídale que sostenga el extremo superior de la sábana o remétala bajo los hombros. La sábana debe permanecer sobre el cliente cuando retire la sábana de baño o la sabana usada. Complete la parte superior de la cama. Garantizar la seguridad continuada del cliente: Levante las barandillas laterales. Ponga la cama en la posición baja antes de irse de la habitación. Enganche el timbre de llamada a la ropa de cama, al alcance del cliente. Deje los objetos que utiliza el cliente a una distancia cómoda Formas de hacer la cama Cama abierta Asignada a un enfermo Puede ser desocupada si el enfermo está fuera de la cama y ocupada si el enfermo está dentro de la cama (se hace con él dentro). Cerrada Cuando el paciente abandona la unidad y la cama no esta asignada a otro enfermo. Postoperatoria o quirúrgica Cómo hacer la cama 1. Preparación del material: a. Carro de lencería limpia b. Carro de lencería sucia c. Guantes desechables 2. El carro se deja en la puerta y se coge lo necesario. 3. La lencería se pone en una silla en sentido inverso al que se va a colocar. 4. Comentar al paciente lo que se va a hacer. Si es posible hacer la cama en horizontal. 5. Frenado de las ruedas de la cama. 6. La funda del colchón, bajera, empapador y entremetida deben estar bien estiradas y sin arrugas. 7. La encimera, manta y colcha debe cubrir al paciente hasta la altura de los hombros. 8. La ropa sucia no debe tocar la limpia. 9. La lencería no debe tocar el uniforme. 10. No dejar la ropa sucia en el suelo. Dejarla en una bolsa o en el carro de la ropa sucia. 11. No pasar la mano por la lencería. 12. No sacudir la lencería al aire. Hacer la cama abierta 1. Lavar Las manos y colocarnos los guantes 2. Poner la cama horizontal y frenar las ruedas. 3. Colocación del material a utilizar en una silla a los pies de la cama. 4. Retirada de colcha y manta. 5. Retirada de encimera y entremetida. 6. Retirada de empapador y bajera. 7. Si la funda del colchón está sucia, se cambia. 8. Extender la sábana bajera sobre la cama, remeter la cabecera, luego los pies, hacer esquina de mitra en pies y cabeza y finalmente remeter laterales. 9. Colocación del empapador a la altura de la pelvis. 10. Hacer lo mismo con la entremetida. 11. Colocar encimera de forma que el dobladillo ancho quede en el borde superior del colchón y se remeten los pies. 12. La manta que quede a la altura de los hombros. 13. La colcha igual que la manta pero más arriba. 14. Hacer encimera Existen diferentes tipos de cama, según las necesidades del paciente: Cama articulada: El somier metálico está formado por segmentos móviles que se pueden inclinar con ayuda de una manivela. Camas ortopédicas: Se utilizan para pacientes con problemas ortopédicos. En la cama articulada, se adapta un marco (arco balcánico), que dispone de varillas situadas por encima de la cama, donde se colocan poleas por las cuales pasan cuerdas. En uno de los extremos de la cuerda lleva una cincha forrada que se fija a la extremidad del paciente, terminando el otro extremo en una empuñadura al alcance del paciente, que al realizar tracción se levanta la extremidad. El juego de diferentes cuerdas y poleas, permite asegurar la reeducación y movilización del enfermo. Existen otros tipos de camas, de uso menos frecuente, que son: Cama electrocircular: Que permite cambiar de forma periódica la posición del paciente. Se utiliza en Unidades de Quemados. Camas para servicios especiales: Existen en el mercado camas muy complejas diseñadas para servicios especiales. Arreglo de la cama. Objetivo Proporcionar higiene y bienestar al paciente. Precauciones. Respetar la intimidad del paciente durante toda la técnica, no dejándolo nunca totalmente al descubierto. Evitar desconexiones involuntarias de sondas, catéteres, sueros etc. Al movilizarlo. Teniendo la precaución de moverlo lo menos posible. Evitar las arrugas de la ropa de la cama. La presión y malestar que sufre el paciente son mínimos si las sábanas inferiores están tensas, evitando que irriten la piel y favorezcan la aparición de arrugas. La sabana superior, debe estar libre y no ejercer presión sobre las extremidades del paciente, para así no limitar sus movimientos. La ropa sucia que se retire, debe introducirse directamente en una bolsa. Esta ropa conserva microbios que pueden transferirse por contacto directo. Para evitar la contaminación, el Auxiliar de Enfermería, practicará el lavado de manos antes de hacer la cama y se colocará los guantes desechables Retirará la ropa sucia evitando el contacto con el uniforme y finalizado el servicio, se lavará nuevamente las manos El carro de la ropa, se limpiará siempre antes de rellenarlo y no debe entrar en la habitación. Se dejará en la puerta. En las manipulaciones de ropa, se debe tener siempre la noción del doble circuito (ropa sucia y limpia), no deben mezclarse. Material Funda de colchón: impermeable para proteger. Sábanas: de tejido de algodón y sin costuras. Se utilizan: Sábana bajera, que se coloca encima del colchón, enfundándolo. Sábana intermedia (travesero), abarca la zona de tórax a rodillas, sirve de protección del colchón y sábana inferior, además de conservar al paciente más cómodo y seco. Sábana encimera Manta, preferentemente de lana, que son calientes y no pesan, de color claro para que se detecte la más mínima suciedad y pueda limpiarse sin dificultad. La manta nunca debe estar en contacto con el paciente. Colcha, de algodón, blanca preferentemente y de tejido fácil de lavar. Almohada y funda. Técnicas de desarrollo de la cama La cama debe cambiarse completamente cada día, tras el baño o aseo del paciente. Si es un paciente encamado o portador de drenajes, sondas, sueros etc., se cambiará el travesero o sábanas, las veces necesarias para su confort y así evitar lesiones cutáneas por rozaduras. Antes de iniciar, se comprobará que esté preparada toda la lencería, tanto de la cama como de uso personal, pijama o camisón, toallas y las bolsas de recogida de ropa sucia, que se identificará siempre en rojo o negro según la enfermedad del paciente. Hay tres técnicas para realizar la cama, según esté vacía, ocupada o post quirúrgica. Cama vacía Se coloca la cama en posición horizontal y se retira la almohada. Asegurarse de que el colchón está en buenas condiciones. Colocar la sábana bajera encima del colchón en la mitad inferior, coincidiendo el doblez longitudinal de la sábana con el centro del colchón, el borde libre cuelga por los pies del colchón. Después desdobla hacia arriba la otra mitad de la sábana. Los bordes correspondientes a la cabeza y los pies se meten debajo del colchón y para las cuatro esquinas, existe una técnica que deja la sábana completamente encajada. Se levanta el borde lateral de la sábana y el sobrante se mete debajo del colchón. Se dobla debajo del colchón el borde lateral. El ángulo de sábana sobrante, cubre lo anterior, quedando una esquina correcta. Se denomina esquina en forma de mitra. Colocar el travesero para que su doblez central quede en el medio de la cama, sus bordes laterales se meten de forma ajustada debajo del colchón. Colocar la sábana encimera, que igualmente su doblez central quede en el medio de la cama, su borde superior coincidirá con el borde correspondiente del colchón. La parte inferior se fija debajo del colchón. Se realiza el embozo de unos 25 cm. Si se precisa mantas o colcha, se colocaran sus bordes inferiores siguiendo la misma técnica que la encimera y el borde superior por debajo del embozo. La sábana, manta y colcha, colgarán lo mismo de cada lado y no se remeterán los laterales. Lo último en colocar es la almohada. Cama ocupada Antes de iniciar el servicio, se valora la situación del paciente para formar el equipo de enfermería necesario. Se le informa de lo que se le va hacer para conseguir su máxima participación. Se retira la almohada y se cambia la funda. Para realizar la cama, se procede: Por mitades longitudinales Se lateraliza al paciente hasta el extremo de la cama, sujetándolo un auxiliar para su seguridad. La otra auxiliar, retirará en su parte libre las sábanas sucias y colocará en abanico hacia el centro la cama la sabana bajera y el travesero. Por medio de un solo movimiento se voltea al paciente hacia la parte limpia. Se retira la ropa sucia, se estira la sábana limpia y el travesero, que deben quedar sin arrugas y se colocan las esquinas realizando los bordes mitra. Se retira la sábana o toalla que cubría al enfermo. Se coloca la sábana encimera dejando el esbozo en la parte superior y quedando holgada en los pies, para una movilidad mas libre. Se arreglan las esquinas y se coloca la manta y colcha si se precisa. Se coloca la almohada. En bandeja Si el paciente está completamente inmovilizado, (politraumatizados, neurológicos etc.) se precisa un equipo de cuatro personas, colocadas en parejas en ambos lados de la cama para poderlo levantar en bandeja y colocar la ropa en la cama. Cama post-quirúrgica Se realiza igual que la cama vacía, teniendo en cuenta las siguientes excepciones: Se coloca en la cabecera un travesero, de modo que si se ensucia por vómitos, es tarea más fácil cambiar el travesero que la sábana bajera y no es tan molesto para el paciente postoperado. La lencería superior no se mete debajo del colchón en el lado de los pies, para facilitar el paso de la camilla a la cama. Se comprobará, que disponga de soporte de suero y que los sistemas de toma de oxigeno y vacío funcionen correctamente. Limpieza de la cama. La cama se limpiará una vez a la semana o siempre que quede libre con agua y jabón, secándola posteriormente con un paño seco. El colchón se limpiará diariamente con un paño y si el paciente puede levantarse le daremos la vuelta. Cuando el paciente es alta, se limpiará el colchón con agua caliente, jabón y una solución de lejía al 0,1 %. Cambios posturales El cambio postural es una medida que el equipo de enfermería pauta en función del plan de cuidados de cada enfermo. Es aconsejable la participación del mayor nº de colaboradores, aumentando este en función de los requerimientos y gravedad del paciente. De forma genérica se pauta en aquellos enfermos que provisional o definitivamente han perdido su autonomía y movilidad y se encuentran encamados. Siempre se respetará la alineación corporal y se protegerán las partes catalogadas de más sensibles o susceptibles de lesionarse. El ritmo y característica de los cambios se define en función del plan de cuidados de cada paciente Posiciones de los pacientes Se conocen como posiciones básicas del paciente encamado, todas aquellas posturas o posiciones que el paciente puede adoptar en la cama, camilla, mesa de exploraciones, etc., que son de interés para el manejo del enfermo por el personal sanitario y de manera especial por el celador. Los enfermos pueden adoptar diferentes posiciones y, con ello, se persiguen distintos fines como son: Colaborar en la exploración médica. Permitir una intervención quirúrgica, según cuál sea el área operatoria, el paciente se encontrará en una posición u otra. Ayudar en el tratamiento de una enfermedad. Conseguir la comodidad del paciente. Diferentes posiciones: Posición de decúbito supino o dorsal En la posición anatómica el paciente permanece con las manos a cada lado del cuerpo, brazos extendidos, pulgares de aducción y manos de pronación. La cabeza se mantiene erecta y los pies dirigidos hacia delante. Las rodillas y los dedos en ligera flexión. El enfermo se encuentra acostado sobre su espalda con las extremidades en extensión, las superiores pegadas al cuerpo y las inferiores juntas. Indicaciones: Examen de tórax, abdomen, miembros superiores e inferiores. Postoperatorio. Estancia en la cama. Cambios de posición. Palpación de las mamas. Contraindicaciones: Ancianos. Enfermos pulmonares. Enfermos de larga duración Pueden colocarse almohadas en distintas zonas del cuerpo del paciente para favorecer su alineamiento: Bajo el cuello y hombros, para evitar la hiperextensión del cuello. Bajo la zona lumbar ( un pequeño cojín), para mantener la curvatura anatómica. Una toalla enrollada lateralmente bajo las caderas y muslos, evitando la rotación externa del fémur. Bajo el tercio inferior del muslo, para elevar el hueco poplíteo. Bajo la parte inferior de las piernas, para elevar los talones. El paciente en decúbito supino o dorsal descansa sobre su espalda, con la cabeza y los hombros ligeramente elevados, para lo cual bastará una pequeña almohada. La curvatura lumbar se sostendrá mejor con otra almohada. Si el paciente no tiene apoyo para los muslos estos tienden hacia la rotación externa, dos toallas enrolladas apretadas contra las caras externas de los mismos por debajo del trocánter femoral, conservarán alineados los miembros inferiores. Las rodillas deberán estar en ligera flexión para lograr la máxima comodidad; esto se consigue colocando una almohada debajo de los muslos, inmediatamente por encima del hueco poplíteo. En el decúbito supino o dorsal los pies tienden a la flexión plantar, esta flexión de ser prolongada puede ocasionar caída del pie (pie péndulo) con contracción involuntaria de gemelos y sóleo. En la posición con o sin almohadas más usual, al menos inicialmente hasta que se tenga establecido el diagnóstico. También se utiliza en la exploración del abdomen, piernas y pies así como para la palpación de las mamas en mujeres. Posición de decúbito dorsal para relajar las paredes musculares abdominales El paciente se encuentra, al igual que en el caso anterior, acostado sobre su espalda y con los miembros superiores extendidos junto al cuerpo, en esta posición las extremidades inferiores se hallan flexionadas por la rodilla y están ligeramente separadas. Las plantas de los pies están apoyadas sobre la cama. Posición de decúbito prono o ventral También llamado Decúbito Ventral. En esta posición el paciente descansa sobre su abdomen y pecho, con la cabeza inclinada hacia un lado. Las medidas de sostén para el paciente en esta posición son almohadas o rollos pequeños en el abdomen a nivel del diafragma, para dar compensación a la curvatura lumbar y si se trata de una mujer, para disminuir el peso de su cuerpo sobre las mamas. Una almohada pequeña debajo de cada hombro, ayuda a sostener la alineación anatómica. Cuando el paciente se encuentra en posición pronoventral, se ofrece presión sobre las rodillas, para disminuirlo puede usarse un pequeño cojín bajo los muslos. Si el paciente desea una almohada para la cabeza y no existe contraindicación, se le puede colocar una muy pequeña, que incluso puede favorecer el drenaje de las vías aéreas, debe cuidarse de todas formas que dicha almohada no tenga en hiperextensión la cabeza del paciente. Esta posición se utiliza en exámenes de la espalda y glúteos. Indicaciones: Exploraciones de espalda (aunque para exploraciones se usan poco). Enfermos comatosos o inconscientes. Enfermos anestesiados con anestesia general para prevenir el vómito. Operados de columna. Estancia en la cama. Cambios posturales. Pueden emplearse almohadas: Bajo la cabeza. Un pequeño cojín bajo el diafragma, para evitar la hiperextensión de la curvatura lumbar, la presión excesiva en las mamas y facilitar la respiración. Bajo el tercio inferior de las piernas, para disminuir el rozamiento en los dedos de los pies. Posición de decúbito lateral El enfermo permanece apoyado sobre un costado, derecho o izquierdo, con las extremidades extendidas. El miembro superior correspondiente al lado sobre el que se halla recostado el paciente, está por delante del cuerpo. Indicaciones: Para hacer la cama ocupada. Para colocar un supositorio. Administración de inyectables intramusculares. Para prevenir las úlceras por decúbito. Administración de enemas. Estancia en cama y para hacer cambios posturales. Higiene y masajes. Conviene colocar almohadas o cuñas tope: Bajo la cabeza, para favorecer el alineamiento Bajo el brazo superior, para elevar el brazo y el hombro Detrás de la espalda, para mantener una buena alineación Posición inglesa, o de sims, o semiprona También llamada posición de semiprono. Es similar a la posición lateral en la que el paciente está tumbado sobre su lado; pero en la posición de Sims, el peso del paciente se carga sobre la parte anterior del ilion, el húmero y la clavícula, más que sobre la parte lateral del ilion y del omóplato. Por tanto, en la posición de Sims los puntos de presión del cuerpo son diferentes de los puntos de presión de las posiciones lateral, de Fowler, reclinado dorsal y decúbito prono. La posición de Sims se utiliza frecuentemente con pacientes que están inconscientes, porque facilita el drenaje de la mucosa de la boca. Es una posición cómoda para otras muchas personas incluidas las mujeres en el último trimestre del embarazo. En la posición de Sims se coloca un brazo detrás del cuerpo y el otro está flexionado por el hombro y el codo. También están flexionadas ambas piernas por delante del paciente. La de arriba está más flexionada en la cadera y en las rodillas que la de debajo. Una almohada apoyada en el abdomen del paciente, dará sostén en esta posición. Su indicación en principio puede ser en pacientes que no pueden deglutir, pues permite un buen drenaje de las mucosidades y proporciona máxima relajación muscular, pero también puede ser aplicada en múltiples ocasiones. El enfermo se halla en decúbito lateral izquierdo con el muslo derecho flexionado brazo derecho hacia delante. La cabeza está girada lateralmente. El peso corporal descansa sobre el tórax. Indicaciones: Posición de seguridad, por lo que es ideal para el transporte de accidentados. Exámenes rectales. Administración de enemas y medicamentos vía rectal. Colocación de sondas rectales. En pacientes inconscientes para facilitar la eliminación de secreciones. Postoperatorio. Facilita la relajación muscular. Facilita el drenaje de mucosidades. Se colocarán almohadas: Bajo la cabeza. Bajo el hombro y brazo superior. Bajo el muslo y pierna superior. El cuerpo se apoya en hombro y cadera. Posición de sentado El paciente se encuentra sentado sobre la cama, con las extremidades inferiores extendidas y las superiores dirigidas hacia delante, pudiendo estar las manos apoyadas sobre la cama. Posición de fowler Es una de las posiciones mas utilizadas en pacientes encamados. El paciente se halla semisentado, formando un ángulo de 45º. Es una posición cómoda para el enfermo, sobre todo si se le facilitan almohadas para la cabeza, espalda, curvatura lumbar, brazos, etc. En esta posición los principales puntos de apoyo están en los talones, sacro y parte del hueso coxal. La posición de Fowler esta indicada en pacientes o con trastornos respiratorios o cardiacos, puesto que con ella se logra la máxima expansión torácica. Se utiliza para exploraciones de cabeza, ojos, cuello, oídos, nariz, garganta y pecho. Es una posición usada muy frecuentemente en las exploraciones de los servicios de Otorrino-laringología. Una variedad de la posición de Fowler es Fowler modificada; básicamente es la misma que la anterior, la diferencia estriba en el arqueamiento de la articulación de la rodilla, y este hueco relleno con una almohada o doblando la cama si es posible. También se modifica la posición de Fowler, cuando el paciente una vez sentado se inclina y reposa sobre una mesa de cama o varios almohadones. Esta última modificación se emplea en algunas patologías respiratorias, proporciona fuerza supletoria para exhalar el aire inspirado. Estando el enfermo en decúbito supino se levanta la cabecera de la cama unos 50cm y así la espalda apoyada sobre la cama formará un ángulo de 45º con la horizontal. Las extremidades inferiores estarán flexionadas por la rodilla y, se puede colocar una almohada bajo ellas. Esta posición se puede emplear en algunos enfermos cardiacos que así estarán más cómodos. Indicaciones: Posición muy empleada en las exploraciones de otorrino-laringología. Pacientes con problemas respiratorios (asma, EPOC, enfisema, etc). Para relajar los músculos abdominales. Pacientes con problemas cardíacos. Exploraciones de cabeza, ojos, cuello, oído, nariz, garganta y pecho. Pueden colocarse almohadas: Detrás del cuello y hombros. Detrás de la zona lumbar. Bajo los antebrazos y manos, para evitar la tensión en los hombros y sujetar los brazos y manos, si el paciente no los utiliza. Debajo y los lados de la parte superior de los muslos. Bajo el tercio inferior de los muslos. Bajo los tobillos, para elevar los talones. En caso de posición Fowler alta, la posición de la cabecera de la cama está elevada 90º respecto a los pies. Y la posición semi-Fowler, la elevación es de 30º. Existe también, la posición Fowler-modificada, que consiste en poner al paciente misma forma que en el caso anterior pero modificando la posición de los miembros superiores (las manos), que deben estar colocadas, más elevadas que los codos. Esto se consigue, apoyando las manos sobre una mesa de comer, por ejemplo. Esta indicada en enfermos cardíacos para facilitar la circulación venosa o de retorno. Posición de trendelenburg El enfermo se coloca como en decúbito supino, sobre una cama o mesa inclinada 45º respecto al plano del suelo. La cabeza del paciente está mucha más baja que los pies. Se utiliza esta posición en cualquier situación en que se requiera aumentar el riego sanguíneo del cerebro y en algunas intervenciones quirúrgicas. En esta postura hay que colocar a los pacientes con shock. Una variedad de esta posición es aquella en que el enfermo está en decúbito supino con el cuerpo inclinado, la cabeza más baja que el tronco y las extremidades inferiores flexionadas por la rodilla, es importante que las caderas estén más altas que el tórax. Se utiliza para aplicar lavados vaginales. El paciente se encuentra en decúbito supino sobre una cama o mesa inclinada, de modo, que la cabeza está a un nivel inferior que los pies. Una variedad de esta posición es aquélla en que el enfermo está en decúbito supino con el cuerpo inclinado, la cabeza más baja que el tronco y las extremidades inferiores flexionadas por la rodilla, de forma que las piernas cuelguen del extremo superior de la mesa; para ello es necesario bajar una sección ajustable que existe en los pies de la mesa. Un empleo de esta posición es, en aquellas situaciones en que es necesario que fluya sangre al cerebro como ante un síncope. Indicaciones: Mejora de la circulación cerebral sanguínea. Lipotimias o síncopes. Conmoción o shock. Para el drenaje de secreciones bronquiales. Evitar las cefaleas después de una punción lumbar. Hemorragias. Cirugía de los órganos pélvicos. Posición de trendelenburg inversa, antitrendelenburg o morestin Es como su nombre indica la posición contraria a la de Trendelenburg, es decir la cabeza del enfermo descansa sobre la parte mas elevada y los pies sobre la más baja. Se consigue generalmente colocando unos tacos en las patas de la cabecera de la cama suele ponerse una tabla en los pies de la cama con objeto de que no se deslice el paciente. El enfermo está inclinado en decúbito supino con la cabeza a un nivel superior que los pies. Indicaciones: Exploración radiográfica. Facilita la circulación sanguínea a nivel de las extremidades. En algunas intervenciones quirúrgicas (bocio). En caso de problemas respiratorios. En caso de hernia de hiato. Posición genupectoral o mahometana También conocida con el nombre, aunque menos frecuente, de posición mahometana. El paciente adopta una posición similar a la que adoptan los mahometanos para sus prácticas religiosas. El paciente se arrodilla apoyado sobre su pecho, poniendo las caderas hacia arriba y apoyando los hombros en la cama, así como la cabeza de forma lateral. Se emplea esta posición en los exámenes de recto y colon, así como en curaciones específicas de la zona perianal. Las rodillas estarán ligeramente separadas y los muslos perpendiculares a la cama, la cabeza estará vuelta hacia un lado y, los miembros superiores colocados en la forma que desee el paciente. Esta posición se utiliza para exámenes rectales, fundamentalmente. En esta posición, hay que prestar especial atención al paciente, por resultar una posición bastante humillante para el. Posición de roser o de proetz El paciente se halla en decúbito supino con la cabeza colgando, con el objetivo de mantener el cuello en hiperextensión. Indicaciones: Intubación traqueal. Exploraciones faringeas. Reanimación cardiorespiratorias. En ciertas intervenciones quirúrgicas (bocio). Lavado del pelo de pacientes encamados. Posición ginecológica o de litotomia La paciente se halla acostada boca arriba, con una pequeña almohada debajo de la cabeza. Las piernas colocadas sobre los estribos, los muslos están flexionados en ligera abducción mientras que las rodillas lo están mucho más. Esta posición es utilizada en ginecología para el examen manual de pelvis, vagina, recto y para la exploración de la embarazada. Se utiliza en las intervenciones quirúrgicas de los aparatos urinario y reproductor, es la posición a adoptar en el parto. La enferma se encuentra en decúbito supino, con la pelvis borde de la mesa. Las extremidades inferiores están separadas, con los muslos y piernas flexionadas. Para sostener estas extremidades existen unos soportes o estribos en los que se pueden colocar las rodillas o los pies. Indicaciones: Exámenes ginecológicos (vaginal), rectales y vesicales. Partos. Intervenciones ginecológicas. Lavado genital. Sondaje vesical en la mujer. Examen manual o instrumental de la pelvis. Exploración de las embarazadas. Posiciones para realizar una punción lumbar Para efectuar una punción lumbar, el paciente se coloca en decúbito lateral, con su espalda alineada al borde de la cama, muy cerca de donde el médico va a trabajar. La espalda del paciente estará recta y el cuello flexionado de forma que, al flexionar las rodillas, éstas se encuentren lo más cerca posible de la barbilla. En los niños se necesita una sujeción especial. El auxiliar de enfermería se sitúa frente al niño (que tiene su espalda alineada con el borde de la cama o mesa de exploración) y pone su brazo alrededor del cuello, levantando sus muslos con el otro brazo para que se encuentren lo más cerca posible de la barbilla, con este último brazo se sostienen las manos del niño, agarrándolas firmemente. Hay dos opciones: 1.- Sentado al borde de la camilla, con la cabeza flexionada, acercándola lo más posible, a las extremidades inferiores, para conseguir un arqueamiento de la espalda y así facilitar la visualización de los espacios intervertebrales. 2.- Tumbado en la cama, en decúbito lateral, flexionando la cabeza y miembros inferiores con el mismo objetivo que en el caso anterior. Indicaciones: Anestesia raquídea Recogida de líquido cefalorraquídeo por punción En general, las posiciones básicas, que un paciente puede adoptar son: a) Posiciones del enfermo o paciente encamado no quirúrgicas: Decúbito dorsal, supino o anatómico Decúbito prono o ventral Decúbito lateral Fowler Sims o semiprona o inglesa b) Posiciones quirúrgicas: Litotomia o ginecológica Trendelenburg Mahometana o genupectoral. Morestin Movilizaciones del paciente Movilización del paciente encamado Para movilizar al paciente encamado debemos tener en cuenta su estado y conocer si puede colaborar con nosotros o no es posible su ayuda para cambiarlo de postura. PACIENTE NO COLABORADOR: Realizar la movilización entre 2 personas. 1. Colocarse cada persona a un lado de la cama, frente al enfermo; 2. Debemos colocar los pies separados así como las rodillas ligeramente flexionadas; 3. Retirar la ropa superior de la cama así como la almohada del paciente; 4. Las auxiliares o celadores introducen un brazo por debajo del hombro del paciente y el otro debajo del muslo. Sujetan al paciente y lo levantan con cuidado hasta llevarlo a la posición deseada; 5. NOTA: A la hora de movilizar al paciente a la posición deseada es preciso evitar fricciones y sacudidas repentinas o bruscas para lo cual el paso 4 es mejor realizarlo con la ayuda de una entremetida. También se pueden colocar las dos personas al mismo lado de la cama, de esta forma: 1. La primera persona coloca un brazo por debajo de los hombros del paciente y el otro brazo por debajo del tórax; 2. La segunda persona desliza sus brazos a la altura y por debajo de la región glútea; 3. Entonces elevan cuidadosamente al paciente hacia la posición requerida. PACIENTE COLABORADOR: En este caso con una sola persona basta. 1. Nos colocaremos junto a la cama del enfermo, frente a él y a la altura de su cadera; 2. Decirle al enfermo que se agarre a la cabecera de la cama y flexionando sus rodillas, coloque la planta de los pies apoyando sobre la superficie de la cama; 3. Entonces colocamos nuestros brazos por debajo de las caderas del paciente; 4. Se le pedirá al paciente que haciendo fuerza con sus pies y brazos intente elevarse; 5. Es entonces cuando la auxiliar o el celador -con sus brazos- debe ayudar al enfermo a subir hacia la cabecera; 6. Si el paciente se encuentra bastante ágil, puede realizar él solo esta movilización. Movilización del paciente ayudado por una sábana Se realiza entre dos personas, situados uno a cada lado de la cama. 1. Para esta técnica nos ayudaremos de una "entremetida" que es una sábana doblada en su largo a la mitad; 2. Se la colocaremos al paciente por debajo, de forma que llegue desde los hombros hasta los muslos. 3. Para ello colocaremos al enfermo en decúbito lateral, lo más próximo a un borde de la cama y meteremos la "entremetida" por el lado contrario al que está girado, luego lo volveremos al otro lado y sacaremos la parte de "entremetida" que falta de colocar. 4. Una vez colocada la "entremetida", se enrolla ésta por los laterales sujetándola cada persona fuertemente, pudiendo así mover al paciente hacia cualquier lado de la cama evitando las fricciones. Movilización del paciente hacia un lateral de la cama El Auxiliar de Enfermería o Celador se coloca en el lado de la cama hacia el cual va a trasladar al enfermo: 1. Colocar un brazo debajo del hombro del paciente, sujetándolo sobre la axila opuesta; 2. Colocar el otro brazo por debajo de la cadera, desplazándolo hacia la otra cadera; 3. Si el enfermo es corpulento debe realizarse entre dos personas; 4. Movilizarlo con cuidado a la posición deseada. Giro del paciente encamado de Decúbito Supino a Decúbito Lateral El Auxiliar o Celador debe colocarse en el lado de la cama hacia el que va a girar el enfermo: 1. En primer lugar, se desplaza al paciente hacia el lado de la cama contrario al decúbito deseado, para que al girarlo quede el paciente en el centro de la cama. 2. Se le pide al paciente que estire el brazo hacia el lado que va a girar el cuerpo y que flexione el otro brazo sobre el pecho; 3. Se le pide que flexione la rodilla del miembro que va a quedar por encima; 4. A continuación el auxiliar o el celador debe colocar uno de sus brazos por debajo del hombro y el otro por debajo de la cadera; 5. Girar al paciente hacia el lado en que se encuentra el auxiliar o celador, dejándole colocado en decúbito lateral. 6. NOTA: En la posición de Decúbito Lateral hay que tomar precauciones con orejas, hombros, codos, cresta ilíaca, trocánteres y maleolos para que no se produzcan úlceras por presión. Forma de sentar o incorporar al paciente en la cama Para sentar un enfermo en la cama, si ésta es articulada como son prácticamente todas, basta dar vueltas a la manivela correspondiente hasta que la elevación de la cama haga que el enfermo se encuentre cómodo y en una postura adecuada a su estado. Para levantarle los hombros, el Auxiliar o Celador se coloca de cara al enfermo y de lado con respecto a la cama. El pie más cercano se coloca atrás y la mano más lejana se pasa por detrás de los hombros del enfermo balanceando el cuerpo hacia atrás, bajando las caderas verticalmente de forma que el peso pase de la pierna de delante a la de atrás. Forma de sentar al paciente en el borde de la cama 1. El Auxiliar o Celador adelanta un brazo, el más próximo a la cabecera, y rodea los hombros del enfermo, y el otro lo coloca en la cadera más lejana del enfermo; 2. Con esta mano hace que la cadera y las piernas giren de modo que queden colgando del borde de la cama; 3. Con el otro brazo ayuda a erguir el tronco; 4. En el momento en que se ha sentado, se le debe tomar el pulso y luego se le colocan la bata y las zapatillas. Pasar al paciente de la cama a la camilla CON DOS PERSONAS 1. Una realiza la movilización del enfermo y la otra se asegura de fijar la camilla para que no se mueva y de ayudar a la primera; 2. La camilla se coloca paralela a la cama y bien pegada a ésta; 3. Previamente se habrán sacado la entremetida y el hule (salvacamas) tras haber retirado la sábana encimera y las mantas hacia los pies; 4. Una de las dos personas se coloca en el lado externo de la camilla, en el centro, y tira de la entremetida hacia sí, mientras la otra se coloca en la cabecera sujetando al enfermo por los hombros, levantándolos y acercándole hacia la camilla; 5. Una vez que el enfermo está colocado en la camilla, se le tapa con las sábanas y mantas y se arreglan el hule y la entremetida. CON TRES PERSONAS 1. Si el enfermo no puede moverse en absoluto serán necesarias tres personas; 2. La camilla se coloca perpendicular a la cama, con la cabecera de la camilla tocando los pies de la cama; 3. Las tres personas se sitúan frente a la cama, adelantando un pie hacia la misma; 4. Doblan las rodillas al unísono y colocan sus brazos bajo el paciente: el primero, uno por debajo de la nuca y hombros y el otro en la región lumbar; el segundo, uno bajo la región lumbar y otro debajo de las caderas, y el tercero, uno debajo de las caderas y el otro debajo de las piernas; 5. Después vuelven al paciente hacia ellos haciéndole deslizar suavemente sobre sus brazos. Éstos se mantienen cerca del cuerpo para evitar esfuerzos inútiles; 6. Se levantan, giran los pies y avanzan hacia la camilla, luego doblan las rodillas y apoyan los brazos en la misma. Los movimientos han de ser suaves y simultáneos para dar seguridad al enfermo y evitar que se asuste. Pasar al paciente de la cama a la silla de ruedas 1. Lo primero que hay que hacer es fijar las ruedas. Si aún así hay peligro de que la silla se mueva harán falta dos personas, una de las cuales sujetará la silla por el respaldo para evitar su movimiento; 2. Si la cama está muy alta se colocará un escalón que sea firme y que tenga una superficie suficiente para que el enfermo se mueva sin caerse; 3. El paciente se sentará al borde de la cama y se pondrá, con la ayuda del Auxiliar, la bata y las zapatillas (de forma que no se le salgan con facilidad); 4. Si el paciente no puede hacer solo los movimientos necesarios para sentarse al borde de la cama se le ayudará de la manera indicada en Forma de sentar al paciente en el borde de la cama; 5. La silla se coloca con el respaldo en los pies de la cama y paralela a la misma; 6. El Auxiliar o Celador se coloca frente al enfermo con el pie que está más próximo a la silla por delante del otro; 7. El paciente pone sus manos en los hombros del auxiliar o celador mientras éste lo sujeta por la cintura; 8. El enfermo pone los pies en el suelo y el Auxiliar o Celador sujeta con su rodilla más avanzada la rodilla correspondiente del enfermo para que no se doble involuntariamente; 9. El Auxiliar o Celador gira junto con el enfermo y, una vez colocado frente a la silla, flexiona las rodillas de forma que el enfermo pueda bajar y sentarse en la silla. Cuando la silla no es de ruedas se procede en la misma forma, pero el peligro de que la silla se mueva es inferior. Tipos de dietas Dietas por menús Una dieta por menús es aquella en la que el paciente sigue unos menús fijos que se basan en la pre-planificación de calorías y reparto en macronutrientes prefijado. A lo largo del tiempo, el paciente puede sustituir ingredientes por otros del mismo grupo, pero no se le permiten o no están previstos más cambios. Ej: Potaje de garbanzos (o lentejas, alubias..), puré de calabacín (o zanahoria...), patatas guisadas con carne (o bacalao, o chirlas...). Ventajas: Es más operativa: En personas con poca capacidad de comprensión (ancianos con deterioro cognitivo, analfabetos funcionales, ...) siempre y cuando los menús estén adaptados al medio social y cultural del paciente y cuando el prescriptor no tiene tiempo o no existe un soporte educativo para el paciente. Es práctica en períodos específicos, por ejemplo en el diabético con gastroenteritis, diabetes con insuficiencia renal avanzada. Desventajas: Monotonía. No garantiza adaptación a gustos individuales. Escasa o nula adaptación a las variaciones en estilo de vida, imperativos laborales, cambios de semana/fin de semana, viajes... No aprovecha las posibilidades de variación de alimentos: estacionalidad, costumbres regionales. Dieta por intercambios la dieta personalizada, libremente planificada Consiste en planificar diariamente unas cantidades de alimentos “genéricos”, representantes de grupo, según las calorías elegidas y el reparto calórico prefijado. Se adjuntan unas tablas de equivalencias para sustituir esos genéricos, por otros alimentos que, combinados, permitan elaborar un menú según los gustos del paciente, y posibilidades. Es una dieta cuantitativa, en la que se programa proporcionalmente el aporte de sustratos energéticos según el contenido mayoritario de un determinado nutriente. Requiere un adiestramiento adecuado del paciente, de manera que éste pueda diariamente intercambiar unos alimentos por otros para confeccionarse el menú adecuado a sus posibilidades o imperativos. La dieta por intercambios constituye el mejor instrumento para la individualización de la dieta, permitiendo cambios día a día en función de cualquier circunstancia vital. Es por tanto, la única estrategia que permite libertad de decisión y planificación de menús dentro de la planificación prescrita. Ventajas: Flexibilidad. Libertad de elección. Adaptabilidad a horarios, oferta alimentaria, estacionalidad, gustos, capacidad económica, etc. Permite la creatividad del paciente. Desventajas: Adiestramiento. Mínimo deseo de aprendizaje. Este sistema de planificación dietética es el resultado del trabajo y consenso de varios años, de diferentes médicos, equipos y Sociedades científicas, con el fin de conseguir un sistema unificado de referencia, aceptado por todos, de manera semejante a otros países, de modo que sirva de base para cualquier publicación, y para que todos los obesos dispongan de dietas, más o menos personalizadas, elaboradas con un sistema único y homologado, que evite confusiones. Como hemos visto anteriormente, un intercambio, es la cantidad de alimento que contiene 10 gramos de uno de los nutrientes energéticos: proteínas, grasas o hidratos de carbono. Elaboración práctica de la Dieta por intercambios Los pasos para llegar a las unidades de intercambio son los siguientes: Calcular la cantidad de calorías necesarias para cubrir las necesidades individuales. Como ya se ha explicado dependerá de la edad, nivel de actividad, sexo, peso actual y tipo de patología concomitante a la enfermedad de base del paciente. Repartir las calorías que hemos calculado en los porcentajes correspondientes a cada uno de los tres nutrientes energéticos (por ejemplo 55% de H de C, 15% de proteína y 30% de grasa). En obesidad generalmente se maneja una distribución aproximada de 50-55% de hidratos de carbono, 15-20% de proteínas y 30-35 % grasas, es decir, los porcentajes de dieta equilibrada, como ya se ha comentado. Conocidas las calorías llevarlas a gramos. Esta operación se realiza de la siguiente manera: Las calorías de H de C se dividen entre 4 puesto que un gramo de H de C aporta 4 Kcal. Las calorías de Proteína se dividen entre 4 puesto que un gramo de proteína aporta 4 Kcal. Las calorías de grasas se dividen entre 9 puesto que un gramo de grasa aporta 9 Kcal. Calcular el número de intercambios que suponen dichas cantidades en gramos. Los gramos se dividen entre 10 puesto que una unidad de intercambio es la cantidad de alimento que contiene 10 g de uno de los tres nutrientes energéticos. Cuando tenemos los intercambios de los tres grupos se realizan los ajustes (como se explica en el algoritmo que sirve de ejemplo) necesarios para cubrir tanto los grupos de alimentos hidrocarbonados, lípidos y alimentos proteicos como el grupo de lácteos, verduras y frutas. Para ello se realiza la siguiente operación: Hidratos de Carbono: restar 22% para frutas (6 intercambios), 7% para verduras (2 I), 10% para lácteos (3I). El resto 61% (17 I) se pondrán como alimentos hidrocarbonados. Grasas: restar un 33% (2I) para grasas de lácteos y de los alimentos proteicos. El resto 67% (5I) se utilizan como grasa añadida. Proteínas: restar un 25% (3 I) para las proteínas de los lácteos. El resto 75% (5I) se ponen como alimentos proteicos. Distribuir los intercambios según el número de ingestas repartidas a lo largo del día. Una vez que tenemos el número de intercambios de todo el día se reparten en las distintas ingestas que realizará el paciente. Este reparto se puede negociar con el paciente o puede hacerse de forma más estandarizada. En general se asume el siguiente reparto: Si cinco ingestas: Un 15% de las calorías corresponderán al desayuno. Un 10% corresponderán a la media mañana. Un 30% corresponderán a la comida del medio día. Un 15% corresponderán a la merienda. Un 30% a la cena. Si cuatro ingestas: Un 15% de las calorías corresponderán al desayuno. Un 35% corresponderán a la comida del medio día. Un 15% corresponderán a la merienda. Un 35% corresponderán a la cena. Si tres ingestas: Un 20% de las calorías corresponderán al desayuno. Un 40% corresponderán a la comida del medio día. Un 40% corresponderán a la cena. Para ello se confecciona un cuadro donde las filas son las tomas y las columnas los grupos de alimentos y se van colocando los intercambios correspondientes en cada casilla. Dieta líquida Las dietas líquidas se originaron en los hospitales, donde a la fecha se emplean en tratamientos pre y post operatorios o para tratar problemas de tipo gastrointestinal, de masticación, entre otros, ya que permiten una recuperación más rápida de los pacientes y evitan problemas digestivos. Una dieta líquida consiste en ingerir únicamente, durante algunos días, sustancias líquidas trasparentes como caldos de vegetales, zumos o jugos de fruta, agua, gelatinas, helados a base de agua o infusiones. Algunas dietas líquidas permiten también la ingesta de frutas batidas, yogur, puré de pollo, aguas aromáticas, etc. Actualmente las dietas líquidas se emplean no solo con fines terapéuticos, sino también se utilizan para depurar el organismo y hasta como un método para bajar de peso. No obstante, están contraindicadas en los niños, adolescentes, diabéticos, hipotensos y depresivos. No deben ser automedicadas y como en todo régimen, conviene consultar previamente con un médico o experto en nutrición. Adelgazar con dietas líquidas, contrario a lo que se cree, no es anti-saludable. Si se diseñan y administran de forma apropiada, estas dietas son seguras de seguir por cortos períodos de tiempo. Lo importante es no abusar de ellas. Algunos recomiendan hacer esta dieta por 2 , 5 o incluso hasta 10 días, mientras otros creen que hacerla un día a la semana únicamente, es suficiente para mantener el peso ideal. Las dietas líquidas son por lo general bajas en calorías, van de las 500 a 1000 calorías, por lo que resultan efectivas para bajar de peso. Los principales beneficios de este tipo de dietas son que permiten la depuración del organismo, mejoran la circulación y permiten eliminar los kilitos de más. Además, son fáciles de seguir por la variedad de líquidos que se pueden ingerir, los cuales pueden beberse a cualquier hora del día. Entre las desventajas de las dietas líquidas podemos mencionar que con ellas se pierden líquidos, grasa y masa muscular. Disminuyen el metabolismo y aunque producen una pérdida de peso rápida, las libras se recuperan en corto tiempo, por lo que sus efectos no son duraderos. Ejemplos de dietas líquidas Ejemplo No. 1 Duración: 2 días Pérdida de peso estimada: hasta 3 kilos. Desayuno • Zumo de fruta natural • Té con edulcorante artificial. Comida • Puré de verduras frescas Cena • Zumo de frutas naturales o verduras frescas. Ejemplo No. 2 Desayuno • Elige entre las siguientes opciones: 1 café con edulcorante; 1 infusión o un zumo natural. Media mañana • 1 zumo a base de frutas trituradas con una poquita de agua. Comida • Elige entre las siguientes opciones: 1 gazpacho (sin sal); un puré de verduras; un caldo de pollo. Media tarde • 1 infusión Cena • 1 zumo de frutas o un puré de verduras. Los purés puedes prepararlos con verduras frescas o cocidas. Los zumos de fruta conviene agregarles un poco de agua para que no estén muy espesos. Se recomienda hacer ejercicio moderado. Dietas “prefabricadas” y dietas de fórmula Son dietas que entregan las porciones de los alimentos en paquetes diseñados previamente o dietas que sustituyen algún alimento por una malteada o licuado energético. Es un subtipo de las dietas fijas Ventajas Fáciles de seguir Ayudan a aprender el tamaño de las porciones No requieren tiempo para preparase Útiles en personas de edad avanzada Desventajas No siempre son balanceadas No son accesibles para todas las personas Suelen ser rígidas y aburridas y no son recomendables en la mayoría de los casos Dietas bajas en calorías Son las que restringen la cantidad de alimentos, sin importar el origen de los nutrientes. Lo importante es lograr una restricción calórica Ventajas Permiten elegir los alimentos que se van a eliminar de la dieta Generalmente se “sacrifican” calorías en el grupo de carbohidratos y grasas, Se puede lograr una dieta con un consumo mínimo de calorías que disminuya el peso en grados extremos. Desventajas Pueden estar desbalanceadas, sobre todo cuando no hay una supervisión médica. Las dietas extremas y perjudiciales para la salud suelen pertenecer a estos grupos La restricción de un alimento o tipo de alimentos suele ser difícil en la mayoría de los casos Dietas bajas en carbohidratos Restringen al grupo de los carbohidratos, mientras que la cantidad de proteínas y grasas sigue siendo el mismo que una dieta normal. Ventajas Permiten suprimir en un porcentaje al grupo de carbohidratos simples (azúcares, harinas, etc.) sin que haya carencia de otros Nutrientes Para muchas personas resulta más fácil eliminar un tipo de alimentos que contar calorías Desventajas No se puede eliminar a los carbohidratos de la dieta de manera absoluta ya que puede ser perjudicial para la salud y solo debe hacerse bajo supervisión médica Eliminar carbohidratos suele ser lo más difícil de cualquier dieta. Dietas bajas en grasas Son las que restringen la cantidad de grasas que se consumen, mientras que los otros grupos permanecen sin cambios Ventajas Restringir la cantidad de grasa suele ser más fácil que restringir los carbohidratos Existen sustitutos de las grasas que pueden hacer los alimentos más apetecibles Permite eliminar una gran cantidad de calorías Pueden utilizarse para controlar el colesterol y triglicéridos Desventajas Pueden ser poco atractivas No es recomendable eliminar todas las grasas de manera definitiva a menos que exista una indicación para ello Dietas de reducción Son las que originan la pérdida de peso. Ventajas Permiten tener una pérdida de peso controlada Van graduándose según la respuesta que se obtenga Pueden ser variadas Desventajas Es la primera fase a un cambio de estilo de vida y por lo tanto puede ser difícil de seguir durante mucho tiempo Son las dietas que se abandonan con mayor frecuencia No se pueden seguir por mucho tiempo Dietas de mantenimiento Son las que permiten mantener el peso una vez que se ha logrado el peso ideal. Ventajas Permiten mantener el peso después de una dieta de reducción sin “rebote” Pueden seguirse durante mucho tiempo, incluso años Es menos estricta Desventajas No son de utilidad si no se ha reducido peso primero. No se pueden seguir para siempre si la persona no es disciplinada y no lleva un estilo de vida adecuado La dieta de mantenimiento es un apoyo para mantenerse saludable, no la receta para continuar bajando de peso de manera indefinida. Manejo de hoja de enfermería Registros Usuales en Enfermería La enfermera maneja diversas formas de papelería, de manera que pueden considerarse excesivas. En la actualidad se plantea como evitar el manejo de tantas, lo que sin duda alguna la quita tiempo en la atención directa del paciente. La revisión de registros es importante en la supervisión indirecta, entre las distintas formas que maneja enfermería se tienen las siguientes: 1. Hoja de la enfermera. 2. Planes de atención de enfermería. 3. Hoja de registros clínicos y tratamientos. 4. Hoja de balance de líquidos en 24 horas. 5. Libro diario de pacientes. 6. Hoja de cuidados intensivos. 7. Hoja de medicación. 8. Vales a central de equipos. 9. Tarjetas de identificación de recién nacidos. 10. Informe diario de trabajos en almacén. 11. Plan de rotación y distribución de personal de enfermería. 12. Plan de rotación de vacaciones del personal de enfermería. 13. Plan de rotación de descansos del personal de enfermería. 14. Informes diversos. Amortajamiento MATERIAL NECESARIO: Mortaja o sudario para envolver el cuerpo; Vendas para atar las muñecas y tobillos, esparadrapo; Recipiente con agua y jabón para lavar todo el cuerpo; Esponja; Guantes para realizar la técnica del lavado; Toalla para secar después de lavar el cuerpo; Material para curas; Algodón; Jeringas de 10 c.c.; Pinzas; Tijeras; Bolígrafo y etiqueta para identificar el cadáver. 1. Verificar y confirmar el éxitus en el parte médico. Se deberá colaborar con la enfermera responsable durante todo el proceso. 2. Solicitar a la familia que abandone la habitación mientras realizamos el amortajamiento, ayudarles en todo lo necesario en esos difíciles momentos; 3. Trasladar al paciente que comparte la habitación con el fallecido a otra habitación o, en su defecto, aislarlo mediante un biombo o cortina; 4. Lavarnos las manos y colocarnos guantes de un solo uso; 5. Preparar todo el material necesario y trasladarlo a la habitación del fallecido; 6. Dejar el cuerpo en decúbito supino colocando la cama en posición horizontal si estaba levantada y se le deja una almohada; 7. Desconectar y retirar catéteres, drenajes, etc. que llevara el fallecido; 8. Realizar la higiene completa del fallecido. Lavarle la cara y afeitarle si hace falta, limpiarle las secreciones y peinarle; 9. Colocar en un carrito el material para curas y ayudar a la enfermera a taponar las salidas de sangre u otras secreciones, si las hay, y a colocar el apósito perineal tras un taponamiento rectal y vaginal si se precisaran; 10. Estirar las extremidades inferiores y colocar los brazos a lo largo del cuerpo. El cadáver debe quedar alineado; 11. Cerrarle los ojos bajando los párpados superiores tirando levemente de las pestañas. Colocarle la dentadura si se le había quitado al enfermo moribundo, y cerrarle la boca; 12. Sujetar la mandíbula del cadáver con un vendaje alrededor de la cabeza; 13. Entregar a la enfermera los objetos de valor retirados del fallecido (para su posterior entrega a los familiares) y ponerle una bata mortuoria o sudario. Si la familia lo desea, se facilitará que puedan vestir con sus ropas al cadáver; 14. Cubrirle por completo con una sábana y ponerle la etiqueta de identificación: identificar al cadáver con nombre, fecha, hora y unidad de procedencia; 15. Antes del traslado por los Celadores, asegurarse de que las puertas de las demás habitaciones están cerradas y de que no circulan pacientes por los pasillos; 16. Notificar el éxitus a los servicios que corresponda: Farmacia, Admisión, Cocina, etc. 17. Recoger y limpiar la habitación, después avisar para su desinfección; 18. NOTA: Los fallecidos por causa de ciertas enfermedades contagiosas deben ser amortajados de forma especial. Preparar al paciente fallecido de manera que presente un aspecto cuidado y limpio, así como cumplimentar los requisitos administrativos establecidos en el Hospital. Confortar y brindar apoyo emocional a la familia, tomando en consideración sus creencias religiosas y sus valores culturales. Material Vendas. Esparadrapo. Guantes. Palangana. Gasas y compresas. Jabón liquido. Toallas. Sabanas. Sudario. Pinzas de disección largas. Documentación para traslado al mortuorio. Secuencia o Confirmar el exitus y avisar al médico. o Preservar, en todo momento, la intimidad del paciente fallecido. o Asegurarse de que el médico certifica el fallecimiento del paciente, lo registra en la historia e informa a la familia . o Procurar realizar los cuidados post-morten en una habitación individual, si no es posible, aislar al paciente fallecido mediante cortinas o biombos. o Colocar al fallecido en decúbito supino para evitar deformaciones en cara y cuerpo. o Registrar en la documentación de enfermería los últimos cuidados prestados al paciente indicando la hora del óbito. o Ponerse guantes. o Aspirar secreciones y contenido gástrico. o Retirar drenajes, catéteres de vías perifericas y centrales, sonda nasogastrica, sonda vesical, tubo endotraqueal, etc. o Retirar objetos personales: anillos, cadenas, reloj, etc. o Asear ,cuidadosamente, el cadáver. o Cerrarle los ojos. o Cubrir heridas con apósitos. o Colocar pulsera de identificación del paciente. o Sujetar la mandíbula inferior ,si fuera necesario, para mantener la boca cerrada. o Sujetar las extremidades con vendas. o Colocar al cadáver en decúbito supino sobre el sudario. o Cerrar el sudario con la cremallera dejando abierta la parte superior por si la familia quiere verlo. o Colocar en el sudario pegatina de identificación del paciente. o Cubrir el cadáver con una sabana. o Retirar el material utilizado. o Quitarse los guantes. o Lavarse las manos. o o o o Acompañar a los familiares junto al fallecido, si lo desean, proporcionándoles apoyo emocional y respetando en todo momento sus creencias religiosas y sus valores culturales. Entregar los objetos personales del paciente fallecido a la familia en un momento adecuado, estos deberán firmar un recibo de entrega. Informar a la familia acerca del traslado al mortuorio. Enviar la documentación para traslado al mortuorio. Observaciones Actuar en todo momento manteniendo la calma y respetando la dignidad del fallecido y su familia. Crear un ambiente lo menos traumático posible para los compañeros de habitación del fallecido. Se les invitará a salir de la habitación si su estado lo permite; si no pueden salir de la habitación se utilizarán biombos o cortinas, para aislar el cadáver, actuando siempre con la mayor discreción. El cadáver tiene que presentar un aspecto limpio y cuidado. En el caso de que no estén presentes los familiares se avisará al Servicio de Atención al Paciente para hacerles entrega de los objetos personales del fallecido. Asegurarse de la correcta identificación del fallecido Bibliografía Kozier Bárbara, et. al. Fundamentos de enfermeria, conceptos, proceso y practica. Editorial Mc Graw-Hill, Interamericana. 5ta. Edición. México, 2002. Pgs. 829-831. L. Wieck, E.M. King, M. Dyer. Técnicas de enfermería. 3ra. Edición. Editorial Mc Graw-Hill, México 1995, Págs. 727-728. Signos vitales Actualizado: 2/23/2009Versión en inglés revisada por: David C. Dugdale, III, MD, Professor of Medicine, Division of General Medicine, Department of Medicine, University of Washington School of Medicine. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.