DIOS Y LA HUMANIDAD AL ENCUENTRO LOS ORÍGENES (Génesis 1:1-8, 1-4)

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DIOS Y LA HUMANIDAD AL ENCUENTRO
LOS ORÍGENES (Génesis 1:1-8, 1-4)
La Biblia comienza con un registro de la creación de los cielos y de la tierra. El hombre, lo último en
la creación de Dios, fue puesto en el Jardín del Edén, pero a causa de su desobediencia fue echado
para vivir en el mundo. Una promesa de salvación es dada por Dios a través de un velo en Génesis
3:15. Caín, el primer hijo de Adán y Eva, mató a su hermano menor, Abel.
El pecado y la violencia crecieron a través de 10 generaciones hasta que Dios resolvió destruir a la
humanidad por medio de un diluvio. Sólo Noé fue encontrado digno para ser salvado.
EL PERIODO DESPUÉS DEL DILUVIO (Génesis 8:15-11:23)
Después del Diluvio, Noé y su familia hicieron un nuevo principio. Pronto grandes ciudades e
imperios tuvieron su principio, pero el orgullo del hombre e independencia otra vez corrompieron
al mundo.
La construcción de la torre de Babel ilustra la rebelión del hombre contra Dios, por eso Él
interviene y confunde las lenguas. Así cada uno toma su camino.
ELECCIÓN DE UN PUEBLO (Génesis 12:1-38:20)
Luego Dios llama Abraham para ser su agente en su plan para salvar a la humanidad.
Abraham dejó Ur para vivir en Canaán como Dios lo había dirigido. Dios hizo un pacto con
Abraham que sería cumplido por sus hijos: su descendencia sería tan numerosa como las estrellas
del mar y las arenas del mar y le prometió una tierra. Después de varios años, Isaac les nació a
Abraham y a Sara. Isaac se casó con Rebeca teniendo como hijos a Jacob y Esaú. Jacob huyó a
Harán después de defraudar a Esaú se casó con Lía y Raquel concibiendo junto con sus esclavas 12
hijos que llegaron a ser los padres de las 12 tribus de Israel.
Al regresar a la tierra de Canaán, José uno de sus hijos, fue vendido a Egipto por sus hermanos
celosos.
LA ESTANCIA EN EGIPTO Y LIBERACIÓN (Génesis 39:1 – Éxodo 12:36)
En Egipto, José subió al poder y cuando vino el hambre, invitó a su padre ya sus hermanos que
vinieran a vivir en Egipto. Por un tiempo, debido a la popularidad de José, los israelitas (Como eran
llamados ahora) fueron tratados bien en Egipto, pero un cambio de gobierno los llevó a un estado
de esclavitud.
Moisés fue escogido por Dios para sacar a los israelitas fuera de Egipto, y, después de 10 plagas al
fin los el faraón los dejó salir del país, pero después que el Pueblo de Israel se fue de Egipto, el
faraón se arrepintió y mandó los soldados para que los hicieran regresar. Entonces Dios abrió las
aguas del Mar Rojo para que pasaran los Hijos de Israel; llegando los soldados del faraón, se
cerraron otra vez y murieron todos los soldados (Ex 14,19-31).
VAGANDO EN EL DESIERTO (Éxodo 12:37; 40:38; Levítico, Números, Deuteronomio)
En el monte Sinaí, Dios hizo un compromiso o Alianza con su pueblo. Dios se comprometió a ser
como un padre para su pueblo, defendiéndolo de los peligros y llevándolo hasta la tierra prometida.
El pueblo se comprometió a ser como un hijo para Dios, obedeciendo a sus mandamientos. Moisés
murió sin ver la Tierra Prometida y Josué llegó a ser el nuevo líder.
LA CONQUISTA DE CANAÁN (La tierra prometida) (Josué 1:1-24:33)
Josué fue elegido por Dios para dirigir al Pueblo de Israel en la conquista de la tierra de Canaán
(Jos 1,1-7), que empezó con la toma de Jericó (Jos 6)
EL PERÍODO DE LOS JUECES (Jueces, Rut, 1 Samuel 1:-7:17)
Durante unos doscientos años, el Pueblo de Israel fue gobernado por los ancianos, que conocían
la Ley del Señor y trataban de hacerla respetar. Cada tribu tenía sus ancianos. Cuando había un
peligro común, como en caso de una guerra, entonces se unían todas las tribus bajo el mando de
algún hombre señalado por Dios. Este podía ser un gran pecador, sin embargo, Dios le daba la
fuerza para guiar al Pueblo hacia la victoria. Entre los jueces más destacados encontramos a
Sansón, Gedeón y Samuel fue el último Juez.
EL REINO UNIDO ( 1 Samuel 8:1-31:1313; 2 Samuel, 1 Reyes 1:1-11:43, 1 Crónicas 10:1, 2 Crónicas
9:31)
Israel quería ser como las otras naciones –tener un rey. Saúl fue ungido el primer rey. Su reinado
fue marcado por la lucha con los filisteos.
David, el segundo rey, conquistó a los filisteos y extendió el territorio de Israel hasta su límite
mayor Cuando murió el rey David, tomó el lugar su hijo Salomón, que recibió de Dios el don de la
sabiduría. La obra más grande que realizó, fue la construcción del famoso templo de Jerusalén,
que fue realizada según las indicaciones del mismo Dios.
LA PROMESA DE UN MESÍAS
A pesar de todo, las estructuras políticas y religiosas del reino de Israel no consiguen traer al
pueblo esa situación de felicidad prometida. Por eso empieza surgir la esperanza de que un día
llegará un mesías que instaurará la salvación. Son sobre todo profetas, que hablan de parte de
Dios, los que alimentan esperanza mesiánica.
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