Sentencia de la Audiencia Nacional, Sala de lo Contencioso

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Roj: SAN 291/2012
Órgano: Audiencia Nacional. Sala de lo Contencioso
Sede: Madrid
Sección: 6
Nº de Recurso: 765/2010
Nº de Resolución:
Fecha de Resolución: 02/02/2012
Procedimiento: CONTENCIOSO
Ponente: MERCEDES PEDRAZ CALVO
Tipo de Resolución: Sentencia
Resumen:
Responsabilidad Patrimonial de la Administración.
Encabezamiento
SENTENCIA
Madrid, a dos de febrero de dos mil doce.
Vistos los autos del recurso contencioso-administrativo num.
765/10 que ante esta Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional
ha promovido el Procurador Sr. Baena Jiménez en nombre y representación deHIJOS
DE LOPEZ VILAGRASA SA frente a la Administración del Estado defendida y
representada por el Sr. Abogado del Estado, contra la Resolución dictada por el
Presidente de la AEAT el día 17 de febrero de 2011 en materia relativa
aResponsabilidad Patrimonial de la Administración, con una cuantía de 39.950,45
euros. Ha sido Ponente la MagistradoDª MERCEDES PEDRAZ CALVO.
Antecedentes
Primero .- La recurrente indicada interpuso ante esta Sala
recurso contencioso-administrativo contra la Resolución dictada el día 16 de noviembre
de 2010 y por Decreto del Sr. Secretario se acordó tener por interpuesto el recurso,
con reclamación del expediente administrativo.
Habiéndosele notificado la resolución de la AEAT de 17 de febrero
de 2011 por el Presidente de la AEAT por la que se anula el acuerdo de 4 de noviembre
de 2010 por el que se inadmitia el recurso de reposición y se desestima dicho recurso
potestativo de reposición, solicitó la ampliación del recurso a dicho acuerdo, y en tal
sentido resolvió la Sala por auto de 12 de abril de 2011.
Segundo .- En el momento procesal oportuno la parte actora
formalizó la demanda mediante escrito en el cual, tras alegar los hechos y
fundamentos de derecho que estimó de rigor, termino suplicando se dicte sentencia
por la que se declare la responsabilidad patrimonial de la Administración condenándola
a abonar a la actora la cantidad de 39.950,45 euros más los intereses legales que se
hubieren devengado desde la fecha de la reclamación previa en vía administrativa.
Tercero .- El Abogado del Estado contestó a la demanda para
oponerse a la misma, y con base en los fundamentos de hecho y de derecho que
consideró oportunos, terminó suplicando la desestimación del recurso.
Cuarto .- La Sala dictó auto acordando recibir a prueba el
recurso, practicándose la documental a instancias de la parte actora, con el resultado
obrante en autos.
Quinto .- La Sala dictó Providencia señalando para votación y
fallo del recurso la fecha del 31 de enero de 2012 en que se deliberó y votó
habiéndose observado en su tramitación las prescripciones legales.
Fundamentos
PRIMERO.- Es objeto de impugnación en el
presente recurso contencioso-administrativo la Resolución dictada el día 17 de febrero
de 2011 por el Presidente de la AEAT por la que se anula el acuerdo de 4 de noviembre
de 2010 por el que se inadmitia el recurso de reposición y se desestima dicho recurso
potestativo de reposición interpuesto por el liquidador de HIJOS DE LOPEZ VILAGRASA
S.A. contra resolución de 6 de septiembre de 2010 del Presidente de la AEAT que
desestima una reclamación porResponsabilidad Patrimonial de la Administración.
SEGUNDO .- Los hechos que se encuentran en el
origen del presente recurso los siguientes:
-. El día 11 de marzo de 2010 HIJOS DE LOPEZ
VILAGRASA S.A. presenta un escrito de reclamación por responsabilidad patrimonial de
la Administración Pública exponiendo los siguientes antecedentes de hecho:
+ desde el año 1999 la sociedad prestó garantía
por un aplazamiento de deuda tributaria mediante unas máquinas limpia-playas marca
Tauro modelo Tolva. Al ser requerida de pago de deudas tributarias el 16 de noviembre
de 2001, el 4 de febrero de 2002 puso a disposición de la Administración las referidas
máquinas.
+ Las máquinas fueron tasadas a efectos de
subasta por la AEAT en 9.500 euros. La actora impugnó la valoración y por una
sociedad de tasación, a instancias de la interesada se valoran en 62.475 euros. (folios
92 y 93 del expediente).
+ Celebrada la subasta pública, la misma resultó
desierta en primera y segunda licitación; concluido el trámite de adjudicación directa
con resultado negativo, se acordó el 31 de enero de 2005 la no adjudicación al Estado.
La discusión se centra en si se notificó el acuerdo
de devolución de los bienes al deudor, como afirma la Administración, o por el
contrario no se hizo así como sostiene la parte actora.
En el escrito de reclamación por responsabilidad
patrimonial el interesado pone de relieve que el transcurso de los seis años que
transcurrieron desde que se le debió comunicar la devolución hasta que se hizo cargo
de la maquinaria constituida en depósito ha deteriorado la novedad y funcionabilidad
de las máquinas, decreciendo su valor y su posible transmisión ulterior a precio de
mercado,"dicha merma de valor no la puede más que haber producido la pasividad de
la Administración en el anormal actuar en que ha procedido" .
El importe de la reclamación, 39.950,45 euros se
fija en esta cifra por ser la diferencia entre el valor de tasación fijado por la
Administración tributaria y la deuda, que la actora dice subsistente en la fecha de
reclamación.
Consta en el expediente (folio 48) que se designó a
PARKING CARABANES RODA S.L. como depositario de dichos bienes embargados,
designando como lugar de depósito el propio domicilio de la sociedad.
Igualmente obra en el expediente (folio 50) una
carta del liquidador de la ahora actora por la que se indica a la AEAT:"les reitero que
las mismas se hallan a su entera disposición en el Parking Caravanes Roda SL de la
población de Roda de Bará (Tarragona) Lg Carretera TV 2041 km. 2 siendo por otra
parte de interés que se proceda cuanto antes a su retirada dado que de otro modo
debería procederse a la renovación del alquiler de las plazas".
Por diligencia de constancia de hechos de 13 de
noviembre de 2003 se constata que las máquinas están en una finca vallada a las
afueras del núcleo urbano y se hace constar:
(folio 51)"La maquinaria se localiza en su totalidad
aunque se encuentra protegida ante la posibilidad de ser sustraída sin forzar la puerta
de entrada a la finca, dado que el solar se encuentra vallado, no se encuentra
protegida a las inclemencias del tiempo, al estar dicha maquinaria a la intemperie. Por
dicho motivo el estado en el que se encuentra la maquinaria es el que cabe esperar de
una máquina expuesta durante largo tiempo al rigor del tiempo y a la falta de
utilización de las mismas".
El primer informe de tasación es de fecha 8 de julio
de 1999, y se tasan las tres máquinas en 16.012.912 ptas. Como resulta de los
propios escritos de la recurrente"el 4 de febrero de 2002 puso a disposición de la
Administración las referidas máquinas".
El segundo informe de tasación es de fecha 18 de
julio de 2002, es decir de fecha inmediatamente posterior a la puesta a disposición de
la AEAT, y se tasan las máquinas en 9.500 euros. (folios 62 a 66).
La tasación se le notifica al deudor, la hoy actora,
que la impugna. El eje de su impugnación se encuentra en el hecho de que se
establece una antigüedad de 15 años para las máquinas, cuando tienen 2 años y 10
meses.
Y alega:"En definitiva pues, estando reconocido que
el valor de adquisición de las máquinas es de 102.000 euros, y no habiendo sido
usadas con una amortización máxima por su antigüedad de 15.300 euros, resulta
evidente la injustificable diferencia con la valoración que aquí se recurre". Todo ello
con fecha 21 de octubre de 2002.
Como consecuencia de esta actividad de la
recurrente, se dicta el día 10 de octubre de 2003 resolución por la AEAT (folio 110)
fijando el valor de las máquinas en 62.475 euros.
La AEAT comunica a la depositaria la devolución de
los bienes, y se dicta acuerdo de puesta a disposición del liquidador (folio 204) y
consta la notificación al depositario y una supuesta notificación a este último (folios
205, 206 207 y 208 constan las notificaciones al depositario, y folios 210 y 211 la
notificación al liquidador en diciembre de 2005, siendo ilegible el día en el sello
correspondiente).
El día 4 de enero de 2006 la actora presenta escrito
a la AEAT poniendo en conocimiento de la Administración la situación de la empresa.
El día 18 de noviembre de 2009 se presenta ante la
AEAT solicitando documentación.
El día 7 de mayo de 2010 la ahora actora presenta
escrito de tasación de la maquinaria litigiosa, según el cual tiene un valor residual
como chatarra por importe de 258 euros.
El día 6 de septiembre de 2010 la AEAT dicta
resolución desestimatoria de la reclamación.
La ahora actora interpone recurso de reposición el
cual es inadmitido por extemporáneo el día 4 de noviembre de 2010.
El 14 de febrero de 2011 la AEAT dicta resolución
acordando anular la de fecha 4 de noviembre de 2010 y admitir y desestimar el
recurso potestativo de reposición.
TERCERO -. Elartículo 106.2 de la Constitución
Españolaestablece que"los particulares, en los términos establecidos por la Ley,
tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en sus bienes y
derechos salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia
del funcionamiento de los servicios públicos".Del mismo modo elartículo 139.1 de la
Ley 30/92, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común establece idéntico derecho, dentro del sistema de
responsabilidad de todas las administraciones públicas. La responsabilidad patrimonial
de la Administración, ha sido configurada en nuestro sistema legal y
jurisprudencialmente, como de naturaleza objetiva, de modo que cualquier
consecuencia dañosa derivada del funcionamiento de los servicios públicos, debe ser
en principio indemnizada, porque como dice en múltiples resoluciones el Tribunal
Supremo"de otro modo se produciría un sacrificio individual en favor de una actividad
de interés público que debe ser soportada por la comunidad".
Para que concurra tal responsabilidad patrimonial
de la Administración, se requiere según el artículo 139 antes citado, que concurran los
siguientes requisitos:A) Un hecho imputable a la Administración, bastando, por tanto
con acreditar que un daño antijurídico, se ha producido en el desarrollo de una
actividad cuya titularidad corresponde a un ente público.B) Un daño antijurídico
producido, en cuanto detrimento patrimonial injustificado, o lo que es igual, que el que
lo sufre no tenga el deber jurídico de soportar. El perjuicio patrimonial ha de ser real,
no basado en meras esperanzas o conjeturas, evaluable económicamente, efectivo e
individualizado en relación con una persona o grupo de personas.C) Relación de
causalidad directa y eficaz, entre el hecho que se imputa a la Administración y el daño
producido, así lo dice laLey 30/92, en el artículo 139, cuando señala que la lesión debe
ser consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos yD)
Ausencia de fuerza mayor, como causa extraña a la organización y distinta del Caso
Fortuito, supuesto este que sí impone la obligación de indemnizar.
CUARTO -. La propia Administración reconoce que
la solicitud de indemnización fue presentada dentro del plazo de un año, por lo que
esta Sala debe proceder a comprobar si se reúnen los requisitos expuestos en relación
con los daños que se encuentran en la base de la solicitud de indemnización.
El problema se desarrolla alrededor de las
obligaciones que incumben al depositario, y si los desperfectos sufridos por las
máquinas, sobre los que no existe debate, aunque si en relación con su valor
económico, son responsabilidad de la Administración.
En las fechas relevantes estuvo vigente en primer
lugar el Reglamento aprobado por Real Decreto 1684/1990 de 20 de diciembre por el
que se aprueba el Reglamento General de Recaudación (vigente hasta el 1 de enero de
2006).
tenor literal:
Los preceptos de aplicación tenían el siguiente
"Artículo 136. Depósito de bienes en general.
1. Los órganos competentes de recaudación
designarán, en su caso, el lugar en que los bienes embargados deban ser depositados
hasta su realización, siguiendo los criterios que se fijan en este artículo.
2. Los bienes que al ser embargados se encuentren
en entidades de depósito u otras que, a juicio de los órganos de recaudación, ofrezcan
garantías de seguridad y solvencia, seguirán depositados en las mismas a disposición
de dichos órganos.
3. Los demás bienes se depositarán, según mejor
proceda, a juicio del órgano de recaudación:
a. En locales de la propia Administración cuando
existan y reúnan condiciones adecuadas para el depósito de dichos bienes.
b. En locales de otros entes públicos dedicados a
depósito o que reúnan condiciones para ello, incluidos museos, bibliotecas, depósitos
de vehículos o similares.
c. En locales de empresas dedicadas habitualmente
a depósito.
d. En defecto de los anteriores, en locales de
personas físicas o jurídicas, distintas del deudor que ofrezcan garantías de seguridad y
solvencia.
e. Excepcionalmente, en locales del deudor, cuando
se trate de bienes de difícil transporte o movilidad, en cuyo caso se procederá a su
precinto o a la adopción de medidas que garanticen su seguridad e integridad,
quedando el deudor sujeto a los deberes y responsabilidades del depositario, citados
en el artículo 138 de este Reglamento.
4. En los casos c) y d) del apartado 3, las
relaciones entre la Administración y el depositario se regirán por la legislación de
contratos del Estado en lo no previsto en este Capítulo.
Artículo 137. Funciones del depositario.
1. El depositario está obligado a custodiar y
conservar los bienes embargados y a devolverlos cuando sea requerido para ello. En el
desempeño de tal cometido deberá actuar con la diligencia debida.
Cuando las funciones del depositario impliquen
actos que excedan de la mera custodia, conservación y devolución de los bienes
embargados, tales actuaciones precisarán autorización del administrador de Hacienda
o del jefe de la dependencia de recaudación.
2. Si, en los supuestos contemplados en los
artículos 131 y 133 anteriores, se nombrase un depositario o administrador, sus
funciones, además de las señaladas en el apartado 1, comprenderán las habituales de
gestión de bienes y negocios debiendo ingresar en el Tesoro las cantidades resultantes.
En el nombramiento se fijará la clase y cuantía de
las operaciones que requerirán autorización del órgano de recaudación.
Artículo 138. Derechos, deberes y responsabilidad
del depositario de bienes embargados.
1. El depositario, salvo en los casos en que lo sea
el propio deudor, tiene derecho a la retribución convenida por la prestación de sus
servicios y al reembolso de los gastos que haya soportado por razón del depósito,
cuando no estén incluidos en dicha retribución.
2. Además de los deberes inherentes a sus
funciones como depositario y, en su caso, como administrador, tiene el deber de rendir
las cuentas que le sean ordenadas por los órganos de recaudación y cumplir las
medidas que en orden a la mejor administración y conservación de los bienes sean
acordadas por los mismos.
3. El depositario incurrirá en responsabilidad civil o
penal por incumplimiento de las obligaciones que le incumben como tal. Asimismo,
será responsable solidario de la deuda hasta el límite del importe levantado cuando
colabore o consienta en el levantamiento de los bienes embargados.".
QUINTO-. El eje de la cuestión planteada en este
recurso se encuentra en la existencia o inexistencia de un nexo causal entre la
actuación administrativa y los daños que a juicio de esta Sala han quedado
acreditados, sufridos por la recurrente.
circunstancias:
La actora vincula esta relación de causalidad a dos
-. La Administración nombró el depositario, y no
realizó actividad alguna dirigida a asegurar el cumplimiento de las obligaciones que a
este le incumben.
-. La Administración no le notificó, como era su
obligación, la puesta a disposición de los bienes, habiendo transcurrido cinco años
desde que la acordó hasta que la titular de los mismos tuvo conocimiento de que podía
hacerse cargo de las mismas, con el consiguiente deterioro y pérdida de valor.
Los argumentos de la Administración expuestos en
las resoluciones impugnadas redundan en beneficio de la tesis actora: alega que los
bienes embargados se han encontrado depositados durante un largo periodo de tiempo
en un lugar distinto del designado para su depósito, y añade"en ningún caso se puede
imputar a la Administración Tributaria la responsabilidadexclusivade los daños
reclamados".(folios 267 y 268).
La Administración olvida que es ella la que designa
el depositario, incluso el lugar de depósito, y que es a ella a quién compete exigir al
depositario el cumplimiento de sus obligaciones. Así lo establece elart. 136 del anterior
Reglamento General de Recaudaciónreproducido más arriba.
A esto se suma el hecho probado de que la AEAT
no procedió a notificar al interesado que como consecuencia de no haberse adjudicado
los bienes ni a particulares a través de subasta ni al Estado, los bienes embargados
quedaban a disposición de su titular, con las igualmente acreditadas consecuencias
dañosas para el estado y consecuentemente el valor de dichos bienes.
Esta Sala considera, por lo expuesto, que se ha
acreditado la existencia del nexo causal debatido.
SEXTO- . En relación con la suma a indemnizar, la
Sala considera, con la actora, que el importe de tasación establecido por la propia
Administración el día 10 de octubre de 2003 (resolución de la AEAT folio 110) fijando el
valor de las máquinas en 62.475 euros, es el que debe prevalecer.
Resuelto este motivo de debate jurídico entre las
partes, resta determinar cual debe ser el importe que la Administración debe abonar a
la recurrente, dados los términos en que la misma ha fijado su pretensión tanto en vía
administrativa como contencioso- administrativa.
primer escrito:
La solicitud del interesado quedó clara desde su
-. Escrito de 11 de marzo de 2010:"Que se
reconozca a esta parte el derecho a una indemnización de TREINTA Y NUEVE MIL
NOVECIENTOS CINCUENTA EUROS CON CUARENTA Y CINCO CENTIMOS (39.950,45
euros) por los daños producidos en los términos expresados en los antecedentes de
este escrito."
En los antecedentes, y en relación a su pretensión
de compensación, solo incluye un párrafo:"por ello la evaluación económica de la
responsabilidad patrimonial que en este escrito se reclama ascienda a TREINTA Y
NUEVE MIL NOVECIENTOS CINCUENTA EUROS CON CUARENTA Y CINCO CENTIMOS
(39.950,45 euros) cifra diferencial que resulta del valor de tasación fijado por la
Administración Tributaria y de la deuda que efectivamente subsiste a día de hoy"(folio
3 del expediente)
En el escrito de demanda nuevamente solicita la
referida cifra de 39.950,45 euros si bien ahora reclama los intereses legales desde la
fecha de la reclamación previa, y en cuanto a la justificación reitera que (folio 15)"la
cuantía del presente procedimiento es de 39.950,45 euros equivalente al valor de los
bienes embargados según tasación realizada en fecha 3 de octubre de 2003 por
importe de 62.475 euros y deducida por compensación la que mi representada
mantiene a fecha 3 de febrero de 2010 con la AEAT por importe de 22.524,55 euros".
En primer lugar debe recordarse la regulación que
del Instituto de la Compensación como medio de extinción de las deudas tributarias
contiene la Ley 58/2003:
"Artículo 71. Compensación.
1. Las deudas tributarias de un obligado tributario
podrán extinguirse total o parcialmente por compensación con créditos reconocidos por
acto administrativo a favor del mismo obligado, en las condiciones que
reglamentariamente se establezcan.
2. La compensación se acordará de oficio o a
instancia del obligado tributario.
3. Los obligados tributarios podrán solicitar la
compensación de los créditos y las deudas tributarias de las que sean titulares
mediante un sistema de cuenta corriente, en los términos que reglamentariamente se
determinen.
Artículo 72. Compensación a instancia del obligado
tributario.
1. El obligado tributario podrá solicitar la
compensación de las deudas tributarias que se encuentren tanto en período voluntario
de pago como en período ejecutivo.
2. La
presentación
de
una
solicitud
de
compensación en período voluntario impedirá el inicio del período ejecutivo de la deuda
concurrente con el crédito ofrecido, pero no el devengo del interés de demora que
pueda proceder, en su caso, hasta la fecha de reconocimiento del crédito.
3. La extinción de la deuda tributaria se producirá
en el momento de la presentación de la solicitud o cuando se cumplan los requisitos
exigidos para las deudas y los créditos, si este momento fuera posterior a dicha
presentación. El acuerdo de compensación declarará dicha extinción."
La jurisprudencia había venido recordando que
tanto en el ordenamiento jurídico-privado (artículos 1195 y ss del Código Civil.) como
en el ordenamiento tributario la compensación de deudas como modo de extinción de
las obligaciones constituye un auténtico derecho subjetivo de quien la insta y que no
es potestativo de aquel de quien se solicita aceptar o no, siempre que concurran los
requisitos legales establecidos al efecto.
La compensación a instancias del obligado
tributario se solicitará en un escrito con los requisitos establecidos en elartículo 56 del
Reglamento General de Recaudación:
a) Nombre y apellidos o razón social o
denominación completa, número de identificación fiscal y domicilio fiscal del obligado al
pago y, en su caso, de la persona que lo represente.
b) Identificación de la deuda cuya compensación se
solicita, indicando al menos, su importe, concepto y fecha de vencimiento del plazo de
ingreso en período voluntario.
c) Identificación del crédito reconocido por la
Hacienda pública a favor del solicitante cuya compensación se ofrece, indicando al
menos su importe, concepto y órgano gestor.
d) Lugar, fecha y firma del solicitante».
Según este mismo artículo 56, a la solicitud de
compensación se acompañarán los siguientes documentos:
«a) Si la deuda tributaria cuya compensación se
solicita ha sido determinada mediante autoliquidación, el modelo oficial de esta
debidamente cumplimentado, salvo que el interesado no esté obligado a presentarlo
por obrar ya en poder de la Administración; en tal caso, señalará el día y
procedimiento en que lo presentó.
b) Justificación de haber solicitado certificado de la
oficina de contabilidad del órgano u organismo gestor del gasto o del pago, en el que
se refleje la existencia del crédito reconocido pendiente de pago, la fecha de su
reconocimiento y la suspensión, a instancia del interesado, de los trámites para su
abono en tanto no se comunique la resolución del procedimiento de compensación....
Resulta en consecuencia que la compensación es
un medio extraordinario de extinción de la deuda tributaria, frente al ordinario que es
el pago. Y que está sometido por la ley a una serie de exigencias: el primero es que el
escrito de solicitud reúna determinados requisitos, y en este caso, aún si se entendiese
que la reclamación de responsabilidad patrimonial es una solicitud de compensación,
falta un requisito esencial: identificación de la deuda cuya compensación se solicita. No
solo no se indicó el importe, sino los restantes elementos que la identifican, pues del
expediente y en relación con las deudas que dieron origen al embargo litigioso resultan
otras cifras distintas:
46.152,63 euros.
diligencia de embargo.
-. Folio 29 del expediente, importe total pendiente
-. Folio 33 del expediente, la misma cifra en la
-. Igual cifra en los folios 39 y 40.
-. Folio 42, ampliación de la cobertura de diligencia
de embargo, la cifra a embargar es de 107.033,85 euros.
-. Folio 168, la propia actora presenta escrito y
señala que adeuda 1.746.519 ptas (el día 27 de junio de 2011).
-. Folio 172, la propia actora presenta escrito y
señala que adeuda "los importes de 4.597.283 pesetas y 2.609.212 pesetas" (escrito
presentado el día 4 de febrero de 2002).
La Sociedad actora lleva en liquidación al menos
desde el año 2002.
No existe en los autos dato alguno que permita
concretar cual es la situación de dicha entidad, ni existe dato alguno sobre la
existencia de deudas tributarias, el estado de recaudación de las mismas, ni desde
luego sobre su importe.
La recurrente no ha aportado ni en su escrito de
reclamación, ni en el de recurso de reposición ni en sus escritos ante esta Sala
elemento alguno que permita concluir en la identificación de la deuda tributaria cuya
compensación pretende. En consecuencia, aún si se admitiese que mediante el escrito
de reclamación de responsabilidad patrimonial se está al tiempo presentando una
solicitud
de
compensación
de
deudas
tributarias,
y
que
el
recurso
contencioso-administrativo se interpone contra un acto administrativo que al tiempo
desestima ambas solicitudes (de indemnización y la de compensación) en ningún
momento se ha dado cumplimiento por la recurrente a las exigencias de la normativa
que regula la compensación a instancias del interesado, reproducida más arriba.
Una vez analizada la cuestión de la solicitud de
compensación, resta por determinar si puede entenderse que el recurrente está de
hecho reclamando la suma de 62.475 euros.
Esta Sala considera que no puede llegarse a esta
conclusión visto el contenido de los escritos de la actora en los que claramente se
solicita la indemnización de 39.950,45 euros y la compensación de 22.524,55 euros.
En conclusión: debe estimarse en parte el recurso,
condenando a la Administración demandada a que satisfaga a la recurrente la suma de
39.950,45 euros más los intereses legales desde la fecha de la reclamación en vía
administrativa. La jurisprudencia delTribunal Supremo (sentencias de 9 de febreroy18
de mayo de 2002entre otras) ha declarado que debe alcanzarse la plena indemnidad
del perjuicio causado por la Administración lo que se logrará mediante el abono de los
intereses legales de la suma a abonar como indemnización desde la fecha de
formulación de la reclamación previa administrativa.
SEPTIMO-. No se aprecian razones que, de
conformidad con lo dispuesto en elart. 139 de la Ley Jurisdiccional, justifiquen la
condena al pago de las costas a ninguna de las partes.
de pertinente aplicación,
Vistos los preceptos legales citados, y los demás
Fallo
Que debemosESTIMAR EN PARTE y ESTIMAMOS el recurso
contencioso-administrativo interpuesto porHIJOS DE LOPEZ VILAGRASA S.A. contra
la Resolución dictada por el Presidente de la AEAT el día 17 de febrero de 2011
descrita en el fundamento jurídico primero de esta sentencia, la cual anulamos por no
ser conforme a derecho condenado a la Administración a que abone a la recurrente la
suma de 39.950,45 euros más los intereses legales desde la fecha de la reclamación
en vía administrativa. Sin efectuar condena al pago de las costas.
Notifíquese a las partes esta sentencia, dando cumplimiento a lo
dispuesto en elart. 248 pfo. 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
ASI por esta nuestra sentencia lo pronunciamos, mandamos y
firmamos.
<span class="h2">
Voto particular</span>
VOTO PARTICULAR QUE FORMULA LA ILMA. SRA
MAGISTRADA Dª CONCEPCION MONICA MONTERO ELENA A LA SENTENCIA
DICTADA EN EL RECURSO 765/2010, CON FECHA 2 DE FEBRERO DE 2012.
Mi discrepancia con la sentencia a la que se formula este voto
particular, que en todo caso acato y respeto, se centra en un exclusivo punto, y es la
interpretación que la Sala realiza de la pretensión actora y que determina la decisión
final de la mayoría.
Nos encontramos ante dos peticiones actoras, la primera relativa
al reconocimiento a ser indemnizado por el deterioro de determinadas máquinas
depositadas a disposición de la Administración, y la segunda, que de la cifra en que
valora el deterioro se deduzca cierta cantidad por aplicación de la compensación de las
deudas que mantiene a favor de la Administración, o lo que es lo mismo, que se
extingan determinadas deudas que sobre ella pesa mediante compensación
deduciéndolas de la cantidad total reclamada en concepto de indemnización.
Así resulta claramente del fundamento jurídico tercero de la
demanda, en el que se fija la cantidad a indemnizar en 62.475,00 euros, pero, a
continuación se añade que de tal cantidad ha de deducirse 22.524,55 euros por deudas
que la recurrente mantiene con la Administración - páginas 6 y 7 de la demanda -.
La Sala acoge el derecho a la indemnización que se le pide, pero
no así la extinción de deudas por la compensación por entender que no concurren los
requisitos necesarios para ella. Nada se objeta en este voto particular sobre estas
cuestiones. Ahora bien, si la mayoría estima sólo una de las pretensiones actoras, el
derecho a la indemnización que se le solicita, pero no la otra, la extinción de deudas
por compensación, ha de ser coherente con ello y reconocer el derecho a la
indemnización completa en la cuantía que ha sido reclamada y que la propia Sala
entiende correcta. Pero no se hace así, por entender la mayoría que se encuentra
vinculada por la concreta cantidad fijada en el suplico.
A mi juicio, esta interpretación de la delimitación de las
pretensiones de las partes dentro de las cuales ha de resolver la Sala, peca de un
excesivo formalismo, hasta el punto de impedir otorgar la tutela judicial efectiva en la
forma en que nuestro Tribunal Constitucional ha venido declarando.
Así el Tribunal Constitucional ha declarado "...las formas y
requisitos procesales, pese a su importancia para la ordenación del proceso, no pueden
erigirse en obstáculos insalvables para su prosecución, convirtiéndose en verdaderos
formalismos enervantes... los requisitos formales no son valores autónomos que
tengan sustantividad propia, sino simples instrumentos de una finalidad legítima..." (S.
263/1988).
""[E]l derecho a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE) incluye el
derecho a obtener de los órganos judiciales una resolución motivada y fundada en
Derecho sobre el fondo de las pretensiones que hayan sido oportunamente planteadas
por las partes en el proceso..." (S. 154/2007).
"A tal efecto debe tenerse muy presente que, utilizando las
mismas palabras empleadas por el preámbulo de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
de lo Contencioso-Administrativo, de 27 de diciembre de 1956, que bien merece el
homenaje de su recuerdo, «las formalidades procesales han de entenderse siempre
para servir a la Justicia, garantizando el acierto de la decisión jurisdiccional» y,
podíamos añadir, la realización y efectividad de los principios que estructuran el
proceso; «jamás como obstáculos encaminados a dificultar el pronunciamiento de la
Sentencia acerca de la cuestión de fondo y así obstruir la actuación de lo que
constituye la razón misma de ser de la Jurisdicción», y, también, volvemos a añadir, el
objetivo esencial que protege el derecho reconocido en el art. 24.1 de nuestra Norma
suprema. De conformidad con ello, el órgano judicial viene obligado a superar la
estricta literalidad de las normas que establezcan requisitos formales para alcanzar, si
así resulta proporcionado y razonable en atención a las circunstancias concurrentes en
el caso concreto, la interpretación más razonable a la prosecución del proceso, siempre
que el interesado haya actuado con diligencia y buena fe y no ocasione a la parte
contraria restricción alguna de las garantías procesales que constitucionalmente le
corresponden" (S. 109/1991).
De esta doctrina, reiterada en innumerables sentencias, se
resulta con palmaria claridad que los Tribunales de Justicia han de superar una
interpretación formalista de las normas a fin de hacer posible una respuesta fundada
en Derecho de las pretensiones de las partes.
Pues bien, volviendo al caso que analizamos, entiendo que la
interpretación formalista que la mayoría realiza del contenido del suplico, le impide
otorgar la tutela judicial efectiva que se le solicita.
Veámoslo. En realidad el recurrente ejercita dos acciones
acumuladas en el presente recurso, la una, que se le reconozca el derecho a ser
indemnizada, la otra, que se declaren extinguidas unas deudas que sobre ella pesan
por compensación, y coherentemente con ello, en el suplico fija la cifra de la
indemnización en la cantidad que resulta de rebajar de la indemnización total que
solicita, la suma debida por deudas a la Administración.
Pero si la mayoría estima sólo una de las acciones ejercitadas
íntegramente -el reconocimiento del derecho a la indemnización fijándola, como
resulta de la propia sentencia, en 62.475,00 euros-, y rechaza la otra, esto es, la
extinción de deudas por compensación; necesariamente ha de fijar la suma a
indemnizar en la antes ciada cantidad, pues no ha lugar a la deducción por la
compensación también pedida.
Entiendo que la sentencia debió estimar íntegramente la petición
de indemnización en la cuantía reclamada, 62.475,00 euros, y desestimar la
pretensión de compensación; sin realizar una interpretación del suplico de la demanda
desconectado del cuerpo de la misma, y excesivamente formalista hasta el punto de
impedir otorgar la tutela judicial en los términos que han sido solicitados.
PUBLICACION.- Leída y publicada fue la anterior Sentencia por
el Iltma. Sra. Magistrado Ponente de la misma, en el día de la fecha, estando
celebrando
Audiencia
Pública
la
sección
Sexta
de
la
Sala
de
lo
Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional.
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