kobie_27_ESTUDIO DE LA FAUNA DE LOS YACIMIENTOS DE

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KOBIE (Serie Paleoantropología). Bilbao
Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia
N.º XXVII, pp. 199-204, año 2003/7.
ISSN 0214-7971
ESTUDIO DE LA FAUNA DE LOS YACIMIENTOS DE
ESNAURRETA, ARRUBI Y OIDUI (ARALAR)
Faunal's study from Esnaurreta, Arrubi and Oidui sites (Aralar)
Pedro Castaños*
RESUMEN
Se estudia la fauna procedente de tres estructuras de tipo tumular que en realidad fueron lugares de habitación de un reducido grupo de pastores desde la Alta Edad Media a la Edad Moderna. Se observa un predominio del ganado vacuno en los niveles medievales y del ovicaprino en los modernos.
Palabras clave: Arqueozaología, ocupaciones pastoriles, País Vasco, Edad Media y Moderna.
ABSTRACT
Fauna coming from three structures of tumulus style that in fact were habitat places of a small group of shepherds since High Middle Age untill Modern Age is studied. To remark that cattle prevails on medieval levels
and sheep/goat on moderns.
Key words: Archaeozaologie, shepherds settlements, Bask Country, Middle Ages, Modern Ages.
LABURPENA
Tumulu forma duten hiru egituretako fauna aztertzen da. Horiek artzain taldetxo batzuen bizilekuak izan
ziren Goi Erdi Arotik Aro Berrira. Azterketan ikusten da Erdi Aroan behi-haziendak zirela nagusi eta modernoetan berriz ardi-ahuntzak.
Hitz gakoak: Arkeozoologia, artzain-bizilekuak, Euskal Herria, Erdi Aroa eta Aro Berria.
*
I.E.S. J.A. Zunzunegui; [email protected]
PEDRO CASTAÑOS
200
INTRODUCCION
Los estudios de faunas procedentes de yacimientos
altomedievales son todavía muy escasos en el Norte
de la Península Ibérica. Por tanto cualquier análisis de
muestras faunisticas correspondientes a las ocupaciones más antiguas del Medievo tienen ya un interés per
se. Pero si el material estudiado procede de cabañas de
pastores ubicadas en cotas altas, el panorama bibliográfico entonces es casi inexistente. En las muestras
óseas objeto del presente estudio confluyen unas circunstancias que las convierten en datos arqueozoológicos de primera mano. La pobreza de efectivos de
dos de ellas se compensa por la novedad de la información que aportan al estar ubicadas en un lugar
como Aralar que constituye una de las divisorias de
cuencas más importantes del País Vasco.
Los materiales fueron recuperados en varias campañas dirigidas por J. A. Múgica quien nos encomendó los restos para su estudio. Respecto a la cronología
de los mismos los conjuntos de Esnaurreta y Arrubi
corresponden a contextos de la Alta Edad media cuyas
dataciones oscilan entre los siglos VII y X. Por su
parte la muestra de Oidui pertenece al siglo XVIII.
(Tabla 1). La muestra de Esnaurreta en cuanto a
número de restos representa más de la mitad (58%)
del total de evidencias faunísticas. Le sigue en importancia la de Oidui con algo más de la cuarta parte
(27 ,6%) y Arrubi presenta el conjunto más reducido.
Este desequilibrio en el reparto de los restos incide
lógicamente en el valor y fiabilidad de la información
proporcionada por cada uno de los yacimientos.
La frecuencia relativa de la porción de material susceptible de identificación anatómica y taxonómica suele
interpretarse como un indicador indirecto del grado de
fragmentación de las muestras óseas. En este sentido la
muestra de Esnaurreta presenta el mayor porcentaje de
material identificado duplicando casi a Oidui. Arrubi
presenta al respecto una posición intermedia.
COMPOSICIÓN TAXONÓMICA
MATERIAL
La variedad específica de los tres yacimientos es
muy reducida. La mayor parte de los restos identificados pertenecen a Mamíferos domésticos. Sólo en
Esnaurreta hay restos de un ungulado salvaje (ciervo)
y todos ellos son fragmentos de asta que sin duda han
sido utilizados como materia prima para algún tipo de
utillaje artesano. Por tanto no parece adecuado considerarlos como aportaciones a la subsistencia de origen animal de los ocupantes de las cabañas (Tabla 2).
Se ha recuperado un total de 394 restos distribuidos de forma desigual entre los tres yacimientos
Las muestras son tan escasas que los porcentajes
sólo pueden interpretarse como meras tendencias.
Esnaurreta
Arrubi
Oidui
NR
%NR
NR
%NR
Identificados
127
50,6
19
33,3
29
26,8
No identificados
102
49,4
38
66,6
79
73,2
Totales
229
57
NR
%NR
108
Tabla 1.- Proporciones de restos identificados y no identificados de los tres yacimientos.
Esnaurreta
Arrubi
Oidui
NR
%NR
NR
%NR
100
78,7
13
72,2
Ovis a./Capra h.
13
10,2
6
27,7
Sus domesticus
2
1,5
. Canis familiaris
1
0,8
Cervus elaphus
11
8,6
Bos taurus
Totales
127
19
NR
%NR
27
93,1
2
6,9
29
Tabla 2.- Distribución de los restos por especies y yacimientos.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
ESTUDIO DE LA FAUNA DE LOS YACIMIENTOS DE ESNAURRETA, ARRUBI Y OIDUI (ARALAR)
Con esta cautela se puede decir que la diferencia más
significativa se circunscribe a las frecuencias de bovino y de ovicaprino. El cerdo cuando está presente lo
hace de forma testimonial. Resulta significativo el
predominio del ganado vacuno en los contextos
medievales y su ausencia a favor de la oveja y de la
cabra en la ocupación más reciente.
Prácticamente no hay muestras coetáneas comparables a las de estos fondos de cabaña pastoriles. La
mayor parte de estudios arqueofaunísticos altomedievales proceden de asentamientos urbanos, rurales o
castillos cuya funcionalidad nada tiene que ver con
estos habitáculos de pastores de montaña. Habrá que
esperar nuevos datos para confirmar o corregir esta
primera aproximación.
ESTUDIO DE LAS ESPECIES PRESENTES
GANADO VACUNO
Bos taurus
Con 113 evidencias es la cabaña que más restos ha
dejado en conjunto aunque esté ausente en Oidui. La
Tabla 3 recoge la distribución anatómica de los restos
de bovino.
La muestra de Arrubi por su reducido número no
es significativa de cara a establecer el tipo de acarreo
del animal a la txabola. Más interés tiene el conjunto
de Esnaurreta. En él llama la atención la elevada proporción de elementos de la cabeza y la escasa frecuencia de huesos de las extremidades. El predominio de
los elementos cefálicos se debe indudablemente al alto
número de piezas dentarias aisladas. Da la impresión
de que la región esquelética correspondiente a la cabeza llega casi entera al habitáculo y sufre un importante proceso de destrucción. Especialmente significativa
es la presencia de un hueso como el hioides que es
muy raro en la mayoría de los yacimientos debido a
que es separado del cuerpo al extirpar la lengua del
animal. El escaso valor cárnico del cráneo hace aún
más inexplicable esta presencia masiva de elementos
craneales. Parece como si a la cabaña del pastor llegaran cráneos enteros que posteriormente sufren un proceso de destrucción que afecta más a los huesos y conserva las piezas dentarias que por su composición son
más resistentes a los procesos destructivos. No puede
descartarse que estos pastores utilicen los cráneos de
los bovinos como adornos o para otro tipo de uso que
Esnaurreta
Cráneo
Diente a. sup.
Mandíbula
Diente a. inf.
Arrubi
1
Total
1
4
34
4
201
62%
22
38
4
7
29
Hioides
1
Vértebra
2
Costilla
15
Escápula
6
6
Húmero
4
4
Pelvis
2
2
Fémur
2
2
Tibia
2
Metapodio ind.
1
1
Falange 1
1
1
Falange 2
2
2
Falange 3
1
1
2
100
13
113
Totales
Tabla 3.- Distribución anatómica de los restos de ganado vacuno.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
1
2
17%
1
21%
16
2
PEDRO CASTAÑOS
202
Esnaurreta
Arrubi
NI
NI
1
Dentición
Edad
D2-D4 O
0-2 meses
4
Ml+/-
6 meses
M2+ M3-
18-27 meses
M3+
Cohortes
5
Infantil
2
2
Juvenil
1
1
Subadulto
1
2
Adultos
1
1
3
11
1
M3+++
Totales
Total
8
Tabla 4.- Distribución de edad en el ganado vacuno.
nada tiene que ver con el consumo alimenticio. Las
porciones esqueléticas que soportan las regiones anatómicas más ricas en carne (las extremidades) están
peor representadas que en otros asentamientos habituales de ocupación. Parece que el trasporte de porciones importantes del cuerpo a estos lugares tan apartados no resultaría ni fácil ni práctico. Todo apunta a
que estas osamentas proceden de animales del propio
rebaño que por enfermedad o accidente se malogran y
son aprovechados por los pastores.
También resulta interesante la presencia nada despreciable de fragmentos de costilla. Se trata de una
región del esqueleto con un índice muy bajo de conservación que se refleja habitualmente en su escasez en la
mayor parte de las muestras publicadas. Sin embargo,
su presencia dentro de la cabaña puede estar relacionada con prácticas de curación para la obtención de cecina. Es costumbre entre los pastores de montaña la exposición de costillares de animales accidentados en el
techo de las cabañas durante varios días tras un proceso cuidadoso de evisceración y desollado de cara a la
curación de esta región corporal. Posteriormente estas
cecinas se guardan en el habítáculo y se van consumiendo gradualmente. Cuando el animal sacrificado o
muerto circunstancialmente es consumido de inmediato es normal que los restos óseos se entreguen a los
perros por lo que su conservación en el interior de la
propia cabaña es muy improbable. Esto puede explicar
la escasez de fragmentos de las extremidades. Puede ser
que las ricas regiones musculares de las patas fueran
objeto de consumo inmediato y de su correspondiente
aprovechamiento por parte de los perros. Los restos de
este aprovechamiento quedarían fuera de la cabaña y no
se han conservado. Es sintomático que no se observen
marcas de carnívoros en los restos recuperados. Y sin
embargo, los fragmentos del costillar conservados dentro de la choza puedan corresponder a la parte curada
del animal. Estas prácticas permiten una mejor economía y distribución de la carne a lo largo del tiempo.
La estructura de edad del bovino puede aportar
también información de interés acerca de la funcionalidad de este tipo de pastoreo de altura (Tabla 4). En
Arrubi sólo se ha podido registrar la presencia de un
infantil y dos adultos. La muestra es demasiado
pequeña como para establecer conclusión alguna.
Pero en Esnaurreta el predominio de animales inmaduros es llamativo. A partir de la dentición se puede
estimar un mínimo de ocho individuos de los cuales
siete son recentales o novillos muy jóvenes. Hay cuatro que presentan la dentición de leche sin ningún
desgaste. Esto indica que se trata de animales que no
han sido destetados y aún no pastan. Su edad no
sobrepasa los dos meses. Hay que añadir otros dos
con el primer molar erupcionando y por tanto que
rondarían los seis meses. Un individuo parece que
alcanzó el año y medio y finalmente sólo hay restos
de un adulto.
Estos datos nos hacen pensar que se trata de un lugar
con amplia concentración de recentales de ganado vacuno. Pudo tratarse de una paridera, de un refugio de pastores en el que se consumen individuos muy jóvenes o
de ambas cosas simultáneamente. En todo caso se trata
de una construcción con algún tipo de funcionalidad
estrechamente vinculada a las crías de bovino doméstico. Hoy en día hay zonas del Pirineo central en las que
un solo pastor pasa tres o cuatro meses (Junio- Septiembre) en valles altos (1.500 m.) con animales de varios
pueblos que forman un rebaño constituido solamente
por vacas con las crías del año. Este tipo de pastoreo
especializado ha podido conservarse durante siglos en
las zonas montañosas del Norte peninsular.
GANADO OVICAPRINO
Ovis aries/ Capra hircus
El ovicaprino con 45 restos es la única cabaña que
está presente en los tres yacimientos. La Tabla 5 recoKOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
ESTUDIO DE LA FAUNA DE LOS YACIMIENTOS DE ESNAURRETA, ARRUBI Y OIDUI (ARALAR)
Esnaurreta
Arrubi
Oidui.
203
Total
1
Clavija córnea
Cráneo
1
Diente a. sup.
3
6
9
Mandíbula
2
1
3
Diente a. inf.
1
10
11
Vértebra
1
2
2
5
Costilla
4
3
3
10
Escápula
1
1
Pelvis
1
1
Metatarso
1
1
Metapodio ind.
2
2
Falange 1
1
1
27
46
Totales
13
6
Tabla 5.- Distribución anatómica de los restos de ovicaprino.
ge la distribución anatómica de estas evidencias.
Aunque con menor abundancia se puede observar en
el ganado menor un fenómeno similar al del bovino.
Las dos regiones anatómicas mejor representadas son
la dentición (con piezas dentarias aisladas) y las costillas. La hipótesis sobre los posibles hábitos de curación de los costillares de los animales malogrados
anteriormente esbozada puede también servir para
explicar esta peculiar distribución anatómica de los
restos en el ovicaprino.
Las diferencias entre las osamentas de oveja y las
de cabra constituyen una cuestión de difícil solución
cuando no se conservan elementos diagnósticos. Este
es el caso de Esnaurreta donde no se ha podido llegar
a la especificación de ningún resto. Parecida indefinición se extiende en este yacimiento a la estimación de
la edad. Todo el conjunto pudiera pertenecer a un
mismo individuo adulto.
Sin embargo, en la muestra procedente de Arrubi
hay un fragmento de clavija córnea que perteneció a
una cabra y el resto queda igualmente sin atribución
específica. También en este caso todo el material se
puede atribuir a un adulto.
Finalmente en Oidui hay un fragmento de metatarso de oveja y el resto queda en duda. Pero aquí hay
como mínimo dos individuos juveniles distintos, un
subadulto y un animal de edad avanzada a juzgar por
el elevado grado de desgaste que presentan las piezas
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
dentarias. Además de han podido tomar las longitudes de dos terceros molares inferiores: 22 y 20,5 mm.
respectivamente.
GANADO PORCINO
Sus domesticus
El cerdo es la cabaña doméstica peor representada
en cuanto a número de restos. Está totalmente ausente
en Arrubi. Proceden de Esnaurreta un fragmento proximal de metacarpo de un animal adulto y una primera falange que tiene aún sin soldar la epífisis proximal
por lo que pertenecería a un juvenil. Hay otros dos restos recuperados en Oidui. En un caso se trata de un
incisivo lacteal sin desgaste de un infantil y en el otro
de un cuarto molar también de leche que por su grado
de desgaste parece corresponder a un juvenil.
PERRO
Canis familiaris
La presencia de perros como auxiliares era previsible en un tipo de ocupaciones cuya funcionalidad
básica es ganadera y pastoril. Sin embargo, sólo hay
una evidencia de esta especie en Esnaurreta. Se trata
de un fragmento de canino. No sería arriesgado suponer que la presencia de un colmillo roto en el interior
de la cabaña pudo ser consecuencia de la pérdida de
204
PEDRO CASTAÑOS
dicha pieza por parte de algún animal vivo. La rotura
de colmillos en perros de cierta edad no es infrecuente. Además es difícil pensar que los restos de un animal con una relación tan estrecha con el pastor llegaran al interior de la cabaña tras producirse la muerte
de los mismos.
CIERVO
Cervus elaphus
El ciervo es la única especie salvaje de la muestra
recuperada. Todos sus restos proceden de Esnaurreta
y corresponden a fragmentos de asta. La ausencia de
elementos del resto del esqueleto hace suponer que
no se trata de desperdicios de un animal cazado y
consumido. Parece más bien que sean deshechos de
alguna cuerna de desmogue encontrada casualmente
y utilizada para la confección de mangos y otros útiles.
MOLUSCOS
La muestra se completa con tres caparazones de
Cepaea sp. cuya cronología y presencia en el yacimiento resultan problemáticos a causa de los hábitos
trogloditas de estos gasterópodos terrestres.
FOSILES
Junto a los restos históricos de fauna se han recuperado en Arrubi cinco fragmentos de fósiles antiguos. Cuatro de ellos son Ammonites y el quinto
puede corresponder a un Ammonoideo o a un Porífero o Esponja. Su presencia en la cabaña se debe a
recogidas por parte de los pastores en los alrededores
de la cabaña. Son en sí mismos una prueba del interés que los fósiles han despertado desde hace siglos.
CONCLUSION
El estudio de las faunas asociadas a estos tres fondos de cabaña supone en el Norte de la Península una
de las primeras aportaciones arqueozoológicas de
lugares de pastoreo de altura. A pesar de la escasez de
dos de los conjuntos, hay datos que permiten registrar
un cambio en los modelos de ganadería estacional de
montaña. Los datos altomedievales parecen indicar
que el objeto de la ganadería es fundamentalmente el
bovino doméstico. Mientras que los restos procedentes de la ocupación moderna señalan a la oveja y la
cabra como objeto del pastoreo. La escasez de restos
no ha permitido corroborar el carácter estacional de
estas actividades aunque las condiciones climáticas
del lugar hacen suponer que la práctica de actividades
pastoriles durante el invierno sería imposible.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
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