Actas: Comunicaciones y Pósters Málaga 8, 9 y 10 de Noviembre MESA 12 Selección, desarrollo profesional y carrera docente Coordinan: José Félix Angulo Rasco Jurjo Torres Santomé Reinventar la profesión docente Organiza: Grupo de Investigación: Innovación y Evaluación Educativa Andaluza Departamento de Didáctica y Organización Escolar Facultad de Educación. Universidad de Málaga. Actas del Congreso. Reinventar la formación docente ISBN 978-84-693-7961-5 Web: www.profe10.org [email protected] Málaga Mesa 1 Índice de contenidos: Competencias y contenidos: cada uno es su sitio en la 1 formación docente. J. Félix Angulo Rasco, Silvia Redón Pantoja ¿A qué llamamos desarrollo profesional del docente? 20 Jaume Martínez Bonafé Sobre la relación educación y trabajo. Retos para profesores y 35 formadores. Cabello Martínez, María Josefa y López Martínez, Belén Desarrollo de las competencias profesionales en los docentes 45 de los centros bilingües andaluces: conclusiones de una encuesta llevada a cabo entre las asesorías lingüísticas de los centros del profesorado de andalucía Aurora Carretero Ramos , Juana María Sáenz Francés Una propuesta para la autoevaluación de las competencias 59 docentes. Julia María Crespo Comesaña Futuros maestros y maestras recordando docentes de su 77 pasado escolar. Apuntes para la mejora de su formación inicial. Esther Fatsini Matheu Reinventar lo público: una nueva organización de los centros 91 escolares Francisco Javier Fernández Franco Sentido y necesidad de la evaluación de la práctica docente 104 Francisco Javier Fernández Franco Psicopedagogía, coordinación interprofesional e innovación en 119 Andalucía: una visión legislativa Susana Fernández Larragueta, Monia Rodorigo Reinvención de la profesión docente en contextos académicos 128 avanzados: factores que influyen en un proceso de enseñanza – aprendizaje a nivel posgraduado Jesús Gabalán Coello Reinventar la profesión docente Diagnóstico y factores de influencia sobre procesos de valoración docente en posgrados a partir de estructuras 143 sistémicas Jesús Gabalán Coello “Los retos de la Función Directiva de los Centros Educativos 159 ante el cambio social” Gallego García, Mª Del Mar , Lupión Cobos, Teresa Percepción del profesorado de Educación Infantil sobre la 171 importancia de la variable espacial como recurso didáctico Alfageme González, Mª. Begoña, Vallejo Ruiz, Mónica Entre lo real y lo posible. Necesidades de formación para la 183 carrera docente Margarita González Peiteado y Margarita Pino-Juste ¿Cómo mejorar la formación inicial desde el punto de vista del 195 profesorado en formación?. Un estudio acerca de las creencias y valores de la profesión docente Prudencia Gutiérrez Esteban y Enrique Iglesias Verdegay Desarrollo profesional de los docentes a través de la 206 competencia 'gestión de la información Iglesias García, Mª Teresa , Molina Martín, Susana , Diego Pérez, Carmen y González Fernández, Montserrat Análisis y proyección de la carrera profesional del profesorado a 225 través del Observatorio Internacional de la Profesión Docente (OBIPD) Dra. Beatriz Jarauta Borrasc, Dra. Núria Serrat Antolí y Dra. Zoia Bozu “Educación Superior en Fisioterapia: profesionales de Ciencias 236 de la Salud” Rocío Martín Valero Competencia en educación: un abordaje enactivo 245 Mário Medeiros Propuesta Para Implementar La Profesionalidad Docente en el 263 sistema educativo español José Penalva La personalidad como elemento determinante de elección de 273 especialidad en estudiantes de magisterio Mesa 1 Carlos Salavera, José Luis Antoñanzas y Miguel Puyuelo La evaluación del trabajo docente: apuntes para el 282 reconocimiento de una profesión desde la perspectiva de sus actores Joaquín Vázquez García, Blanca Verónica Bastidas Valdez , Maura Hirales Pacheco , Armida Montano Fernández , Arnoldo Lizárraga Aguilar Reinventar la profesión docente Competencias y contenidos: cada uno es su sitio en la formación docente. J. Félix Angulo Rasco (Universidad de Cádiz) [email protected] Departamento de Didáctica. Universidad de Cádiz Silvia Redon Pantoja (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso) [email protected] Escuela de Pedagogía. Facultad de Filosofía y Educación. Puerto Real (España) y Viña del Mar (Chile) 2010 La confusión primero. La presente comunicación responde a la perplejidad y sorpresa frente a la extensión y aceptación acrítica de la idea de competencias (Angulo 2009). Quizás lo que más nos llama la atención sea que el movimiento generado en los últimos años en pro de las competencias, recoja tanto a un sector importante de docentes e investigadoras anteriormente partidarios de otras propuestas teóricas progresistas como el constructivismo, el aprendizaje situado y la pedagogía crítica, por poner algunos ejemplos, como a otros grupos mucho más conservadores, en una especie de conjunto o amalgama post-ideológica que parece pretender suspender el juicio y el análisis político (Bauman 2001, 2002). La pregunta que se impone, más allá incluso de las condiciones líquidas (Bauman 2002) en las que vivimos, es la siguiente: ¿en qué se apoya epistemológicamente esta aceptación unilateral? Una parte de la respuesta se encuentra, a nuestro juicio, en la afirmación un tanto enfática, según la cual, competencia es un concepto complejo y por lo tanto, multifacético y poliédrico (Pérez Gómez 2009). Sin embargo, se mire por donde se mire, ya sea en la versión que se ofrece para primaria y secundaria (teniendo como referente a DeSeCo), o la que se ha extendido por la educación terciaria (con el Modelo Tuning como referencia), nos encontramos siempre con lo contrario: con un concepto confuso (De Ketele 2008)1, bajo cuyo paraguas semántico se engloba casi todo. Cuando formulamos la pregunta ¿qué queremos decir cuando hablamos de competencias? o ¿a qué nos referimos con ese término? (Angulo 2009), nos encontramos con un revoltijo conceptual. Perrenoud (2004: 11)2 afirma que competencia representa ‘la capacidad de movilizar varios recursos cognitivos’; Hipkins (2006: 87) en el contexto de una propuesta curricular para 1 de Ketele (2008) afirma que el concepto de competencia está mal definido, es poco claro y es epistemológicamente dudoso. 2 Uno de los participantes en la elaboración del documento DeSeCo, por cierto. 1 2 Mesa 12 Nueva Zelanda, afirma que “las competencias incluyen habilidades, conocimientos, actitudes y valores necesarios para presentar las demandas de la tarea”; Goñi Zabala (2007: 87) negando que el concepto deba abarcar habilidades, afirma a su vez que competencia es la capacidad ‘para enfrentarse con éxito a una tarea en un contexto determinado’; y Blanco Blanco (2007) defendiendo una idea de competencia profesional sobre la que nos detendremos más tarde, afirma –al igual que Hipkins (2006)- que toda competencia “integra conocimientos, destrezas o habilidades y actitudes o valores” (2007: 36). Abordar este panorama, nos obliga, como en tantas ocasiones en el mundo de la educación, a ir más allá de lo obvio y aparente. Está claro que afirmando que nos encontramos frente a un concepto complejo (y no confuso) hacemos dos cosas: una, aceptar la confusión existente forcluyendo el debate epistemológico y, por supuesto, político sobre el concepto y su utilización indiscriminada. Con ello, y en segundo lugar, la evitación del debate racional lleva, a nuestro juicio, la consecuencia más preocupante de dejar la puerta abierta para que la definición funcional del concepto quede en manos de instituciones, actuaciones y grupos internacionales de dudosa calidad y pertinencia educativa. ¿Qué queremos decir con lo de definición funcional? Con esta expresión queremos hacer referencia al hecho de que en última instancia la competencia será, nada más y nada menos, que aquello que marquen, determinen y, a fin y al cabo, definan dichas organizaciones e instituciones. Pongamos un ejemplo sencillo. Pérez Gómez (2007) es uno de los claros ejemplos que pretende realizar una lectura progresista de la idea de ‘competencia’ asociándola a una pedagogía activa y de fuerte impronta constructivista. En algún momento de su trabajo llega a afirmar que en última instancia, la idea de competencia se asemeja a la de conocimiento práctico planteada por Schön (1983, 1987). “el concepto de competencias aquí defendido, como habilidad para afrontar demandas externas o desarrollar actividades y proyectos de manera satisfactoria en contextos complejos, implica dimensiones cognitivas y no cognitivas: conocimientos, habilidades cognitivas, habilidades prácticas, actitudes, valores y emociones. Es un concepto muy similar al defendido por SCHÖN (1983, 1987) como característicos de los profesionales reflexivos: el conocimiento práctico” (Pérez Gómez 2007: 11)3. Incluso si aceptamos esta equiparación -que podría discutirse-, nada asegura que sea esta acepción de competencia la que se esté extendiendo y empleando. Por el contrario, basta revisar los trabajos de Goñi Zabala(2007), Hipkins (2006) y Blanco Blanco (2007), para ver que no es así4; y desde luego los documentos oficiales sobre los planes de estudio de primaria e infantil sobre los que volveremos más tarde. La acepción funcional vigente se acerca a lo que Jones y Moore (1995-2008) denominan enfoque conductista o de observación directa de su desempeño (desagregación de las ‘habilidades’, la estandarización mesurable de 3 Véase también Pérez Gómez (2009). La situación no mejora en los textos canónicos de DeSeCo (2005) y Rychen y Hersh Salganik (2003) y Tuning (González y Wagenaar 2003, 2005) Véase Gimeno Sacristán (2009). 4 Reinventar la profesión docente resultados) en pro de un lenguaje de la transparencia. Un ‘modelo de competencias’ que se ajusta a unos objetivos económico políticos determinados. Dicho de otra manera, las competencias se inhabilitan como instrumento político, a medida que adoptan una forma más holística (Jones y Moore 1995-2008:6). DeSeCo (2005) –no lo olvidemos- es un programa de trabajo que ha llegado a constituir la base teórica y, a fortiori, conceptual, de una de las pruebas más extendidas en los sistemas educativos; nos referimos a las pruebas P.I.S.A. “La evaluación PISA comenzó con la comparación del conocimiento y habilidades de los estudiantes en las áreas de matemáticas, ciencias y solución de problemas. La evaluación de la actuación del estudiante (performance) en materias escolares seleccionadas tuvo lugar con la comprensión de que el éxito en la vida del estudiante depende de un amplio rango de competencias. El Proyecto de Definición y Selección de Competencias de la OCDE, aporta un marco que puede guiar la extensión a largo plazo de la evolución hacia los dominios de la competencia” (DeSeCo 2005: 48). Por ello, DeSeCo enfatiza que una competencia ha de ser una acción, una conducta o una elección particular manifiesta. Medir una competencia es medir inferencialmente a través de la constatación de su existencia en la actuación del sujeto. “La atribución de competencia.. es fundamentalmente una inferencia, realizada en razón de la evidencia que aporta la observación de una actuación” (DeSeCo 2005: 48). No ha de extrañarnos, pues, que la que venimos denominando definición funcional recoja tanta adhesión. La evaluación –assessment- de los sistemas educativos, es un instrumento político de primer orden, una herramienta que está paulatinamente determinando las decisiones políticas de los países participantes (Angulo 1995). No podemos ahondar en este punto, pero sí en otro aspecto no menos político y mucho más relacionado con la introducción y adopción del modelo funcional de competencia en la enseñanza universitaria y especialmente formación docente. Trazos de un nuevo neo-colonialismo Si DeSeCo representa la macro propuesta para, fundamentalmente, la formación básica no universitaria, Tuning (Tuning Educational Structures in Europe) (González y Wagenaar 2003, 2006) es la propuesta para la educación terciaria (Angulo 2009, 2010). Éste no es un proyecto centrado exclusivamente en el diseño de competencias; en realidad pretende algo más ambicioso: ofrecer a las universidades europeas esquemas eficientes de aplicación del ‘programa de Bolonia’. “El enfoque Tuning consiste en una metodología para re-diseñar, desarrollar, implementar y evaluar programas de estudios para cada uno de los ciclos establecidos en Bolonia, de tal manera que pueda ser considerado válido mundialmente, puesto que ha sido testado en varios continentes y probado su éxito” (Ibid: 2006:1) 3 4 Mesa 12 Tuning se crea para diseñar una nueva arquitectura que cumpla las líneas básicas establecidas en Bolonia y válida más allá de las fronteras europeas. Dicho en términos más técnicos Tuning se ha propuesto ofrecer el modelo de diseño curricular esencial, estandarizado, válido y eficaz. A medio plazo, dicho modelo curricular estandarizado posibilitará comparar titulaciones y establecer criterios de acreditación y evaluación estándar. Para ello, se requiere desarrollar perfiles profesionales, para distintas enseñanzas universitarias, a través de la especificación y selección de resultados de aprendizaje y “competencias deseables en términos de competencias genéricas y relativas a cada área de estudios incluyendo destrezas, conocimientos y contenido” (ibid: 2003: 31). El informe plantea una serie de justificaciones para el uso de competencias, y entre las más importantes (González y Wagenaar 2003: 34 y ss) se encuentran las siguientes: 1. Fomentar la transparencia en los perfiles profesional y académicos de las titulaciones y programas de estudio, promoviendo un mayor énfasis en los resultados 2. Desarrollo de un nuevo paradigma centrado en el estudiante y la necesidad de encauzarle hacia la gestión de conocimientos. 3. Ampliar los niveles de empleabilidad y de ciudadanía. 4. Crear un lenguaje más adecuado para el intercambio y el diálogo entre los implicados. El primero y el cuarto apuntan claramente hacia la operatividad de las burocracias estatales (Angulo 2010). La posesión de un lenguaje y una terminología común permite la comunicación fluida y genera a su vez que dicho diálogo se centre en los perfiles profesionales; transparentes5 ahora porque sus características y elementos constitutivos son evidentes y los mismos, sea el país que sea en Europa y con independencia de la universidad europea que se trate. Al igual que con la propuesta de DeSeCo, el modelo Tuning ha calado fuertemente en la conformación de los programas educativos universitarios, cumpliendo sobradamente estos puntos (el 1 y el 4). Más dudoso se muestra el segundo, y todavía tendremos que esperar para ver si de verdad el modelo de competencias provoca en la universidad un cambio en la metodología docente y en los procesos de enseñanza aprendizaje, como algunos de sus apologetas han señalado (Perrenoud 2004). El tercer punto, el de la empleabilidad, se convierte en el punto medular: los perfiles profesionales se erigen en el nuevo artificio común para la educación superior en Europa en razón de que propiciarán, a si se espera, la empleabilidad de los egresados y egresadas del sistema. No olvidemos que éste es, justamente, uno de los objetivos básicos de la Estrategia de Lisboa lanzada por los Ministros y Ministras de Educación de los estados Europeos en Marzo de 2000, junto con su defensa de la economía del conocimiento. Dicha estrategia tiene por objetivo convertir a la Unión Europea en la economía más 5 El deseo de transparencia es común a DeSeCo y a Tuning. Reinventar la profesión docente competitiva en el mundo, con la intención de alcanzar el pleno empleo en 2010 (European Council 2000)6. La estrategia descansa en tres pilares (Kok 2004): ‐ ‐ ‐ Un pilar económico orientado a preparar la transición europea a una economía basada en el conocimiento. Un pilar social, encargado de la modernización del modelo social europeo, invirtiendo en recursos humanos y combatiendo la exclusión social. Un pilar medioambiental, añadido en la reunión de Göteburgo de 2001, que intenta prestar atención a los recursos naturales y a un crecimiento sostenible (eco-industrias y eco-innovaciones). El informe elaborado por Kok (2004) se muestra muy crítico con respecto al logro de los objetivos fijados. Pero, además de llamar la atención sobre la lentitud de su implantación los remodifica añadiendo otros no menos importantes: ‐ Enfatizar el mercado interno, con la libre circulación de bienes y capitales, creando un único mercado de servicios. Reforzar el mercado laboral. ‐ ‐ El tratado de Lisboa reconfigura el espacio de la teoría económica europea. Aunque se continúa declarando cuestiones relacionadas con la ciudadanía, la ecología y la democracia, lo cierto es que el terreno se ha desplazado de una política social o keynesiana a una política de intención neoliberal. Primar la competitividad y, especialmente, la economía basada en el conocimiento, no es más que adoptar formas encubiertas de neoliberalismo (Robertson 2008). Ello puede detectarse en, como decíamos, su defensa a ultraza de la economía del conocimiento Como ha indicado Godin (2006), el concepto de ‘economía basada en el conocimiento’ mantiene la retórica justificativa de que el conocimiento y las tecnologías de la información y la comunicación son factores clave para la economía; pero como Robertson (2008) señala, se trata de centrar los esfuerzos en un conocimiento que pueda generar beneficios económicos, por ejemplo, en forma de patentes. No nos equivoquemos, no se trata del conocimiento en un sentido amplio y comprensivo; se trata de que Europa se oriente hacia el conocimiento específico que genera utilidades y rentabilidades y no otro7. “El imperativo de avanzar Europa como un proyecto político y económico y, en concreto, desarrollar una economía basada en el conocimiento, está unido al decline de Europa y de los Estados Unidos en la producción global de bienes. Por estas razones, tanto EE.UU como UE comparten un interés común en la 6 Un fracaso clamoroso a la luz de la situación que tanto nuestro país como otros países europeos está sufriendo, con altas tasas de desempleo, y pérdida paulatina de apoyos sociales. Véase Judt (2010) y Navarro. 7 El informe Kok (2004) lo indica bajo el epígrafe de investigación y desarrollo de TICs (pág. 20) 5 6 Mesa 12 expansión de una economía global de servicios, incluyendo a la educación superior como un mercado, como una máquina para la innovación y un sector clave en el desarrollo de nuevas formas de propiedad intelectual” (Robertson 2008, p.3). ¿Cómo realizar esta transformación? Porque, de alguna manera, las universidades europeas han mantenido un nivel importante de investigación, generación de conocimiento y relación empresarial e industrial. La Estrategia de Lisboa quiere acelerar y amplificar todo ello, pero no basta con afirmarlo y con extender las estructuras normativas aprobadas para las universidades. En este puzzle, necesitamos una tercera pieza, que Robertson (2008) indica pero que no desarrolla con el sentido en el que quiero darle aquí. La pieza es Tuning (2003)8. Si tenemos por un lado, un nuevo Espacio Europeo de la Educación Superior de la mano del Programa Bolonia y por otro, un objetivo tan claro como el propuesto en la Estrategia de Lisboa sobre la economía del conocimiento, lo que se necesita en un traductor del conocimiento que se desarrolle dentro de las universidades en conocimiento, económica y mercantilmente viable (de Sousa Santos 2005). Tuning es ese traductor, porque entra en los contenidos de los planes de estudios universitarios y los modifica según perfiles profesionales, de la selección de resultados de aprendizajes y “competencias deseables en términos de competencias genéricas” (González y Wagenaar 2003, pág. 31)9. La introducción de este traductor significa mucho más que la conversión ‘vocacionalista’ de la universidad, lo cual es evidente (Barnett 2002). En este punto tenemos que pensar que la cuestión es mucho más densa ideológica y políticamente que la búsqueda de la convergencia europea, transformar el lenguaje de las burocracias o fomentar la transparencia. La pretensión es provocar un giro neoliberal en la educación superior y someterla a las necesidades del mercado. “Bajo la rúbrica de la economía basada en el conocimiento, la educación superior (en Europa) se valora ahora por su contribución económica y no cultural, como un mercado lucrativo y como un medio de generar nuevos valores a través de las patentes y la innovación” (Robertson 2006). De Ketele (2000-2008), lo ha señalado también a su manera, cuando nos recuerda que no es una casualidad que “las primeras obras destacables en francés sobre las competencias han sido escritas por expertos que trabajaban en el mundo de la empresa, como Le Boterf (1994, 1997, 1998) y Lêvy-Leboyer (1996). Los expertos en educación se basaron ampliamente en sus obras (como Romainville, 1996; Perrenoud, 1997)”. 8 Es muy probable que la otra gran pieza sea la European Qualifications Framework, lanzada en 2005 y sus homólogas nacionales. No podemos desarrollar este punto aquí, pero merece un análisis posterior. Nóvoa y de Jong-Lambert (2003), así lo entienden: “una diversidad de estrategias –benchmarking (comparación de rendimiento), establecimiento de objetivos, revisiones entre pares, redes de expertos, indicadores de rendimiento, etc.- son movilizados en orden a distraer la discusión de las cuestiones políticas y reorientarlas hacia los niveles más difusos de gobierno. El “estado regulador” implica al estado evaluador como tal, cuando los elementos de la economía de mercador son llevados al sector público” (pág. 46) 9 En Angulo (2008), desarrollo las implicaciones de Tuning con mayor detalle. Reinventar la profesión docente Pero la estrategia así concebida apunta más allá del marco europeo. El modelo de competencia, a través del programa Tuning, se quiere erigir en, por así decir, un traductor universal exportable en sí mismo. “El enfoque Tuning consiste en una metodología para re-diseñar, desarrollar, implementar y evaluar programas de estudios para cada uno de los ciclos establecidos en Bolonia, de tal manera que pueda ser considerado válido mundialmente, puesto que ha sido testado en varios continentes y probado con éxito” (González y Wageenar 2006, pág. 1). Por ello, existe un Tuning Latinoamericano, Ruso y Asiático. El modelo de competencias tal como Tuning lo plantea, se extiende como si se tratase de un nuevo y refundado colonialismo, un modelo universal y en tanto tal, rentable, de organización empresarial universitaria. “Mientras por mucho tiempo Europa ha legitimado sus actividades presentándose a sí misma como una presencia más civilizadora que imperialista... Sus intereses más explícitos: económicos y trasnacionales, la sitúan en el plano de un nuevo colonialismo e imperialismo. (Robertson 2006: 39).10 La literatura al respecto es tan copiosa como inabarcable11, y para no extendernos quisiéramos citar únicamente el ejemplo del caso chileno. En Chile como en muchos de los países latinoamericanos, existe una gran demanda por diseñar los currícula de formación profesional basados competencias12. Presionados por estas políticas públicas, se han generado los recursos, plataformas y fondos ministeriales para satisfacer dichas demandas. Cabe destacar que en estas políticas nacionales, que involucran grandes sumas de dinero, están detrás bajo el velo de la cooperación y asistencia técnica organismos transnacionales como OCDE; BM; FMI; IESALC (Fonseca 1995, cit. en Gentili, 1996: 14) El mecanismo “oficial” por el cual Universidades Chilenas acceden a proyectos vinculados con la renovación y mejora de sus currícula, se denomina MECESUP (Mejoramiento de la Calidad de la Educación Superior) Aunque estos fondos se reparten entre diversos objetivos (contratación de profesionales doctores y actualización bibliográfica) una parte considerable de los mismos se destinan al asesoramiento para la formulación de competencias en los planes de formación docente y en la elaboración de los currícula universitarios. En 2004 se destinaron a tal efecto unos nueve millones de dólares (un 41% del presupuesto general) y entre los años 2006 y 2008 el monto total ascendió a 13 millones de dólares y medio, i.e., más de un 50% del 10 Véase también Hartmann (2008). Véase Cepeda Dovala (2010) y Daniele Paranhos y Rino Mendes (2010) 12 Especialmente los países y universidades reunidos por el proyecto ALFA Tuning Latin America Project. (http://tuning.unideusto.org/tuningal/index.php?option=content&task=view&id=168&Itemid=196) Visitado 21 de Septiembre de 2010. 11 7 8 Mesa 12 presupuesto global para esos años13. Sin dejar de valorar la inversión pública que hace el estado chileno para la mejora de sus currícula de formación profesional, es lamentable que una corriente atrapada políticamente en una ideología neoliberal, además de controvertida, poco clara, confusa y débil epistemológicamente (de Ketele, 2000), se convierta en el sello de “calidad” de la formación de los y las profesionales chilenos/as exacerbado por el abultado gasto estatal. Este capital económico global presente en los mercados transnacionales como ejes de poder políticos por sobre los estados nación (FMI, BM, OCDE), requiere del monopolio de la ciencia la tecnología y la cultura para su hegemonía. Por ello ha conquistado a las universidades como nicho del colonialismo del saber a través de la homogenización de sus planes de formación profesional en el marco Tuning y los currícula por competencias: “Se presentan algunas evidencias que (de)muestra el trasfondo ideológico que motiva el trasplante e imposición del enfoque llamado de ‘competencias’ desde el canon de la lógica del capital hacia el campo educacional. Tal discurso del poder hegemónico neoliberal tiene un origen y filiación economicista y está impregnado de significación pragmática y utilitaria. La reducción del quehacer educativo a su mera mercantilización e instrumentación tecnocrática y conductista atenta contra una concepción educativa humanista, integral, democrática e inclusiva, que postulamos como la pertinente para Chile y nuestra América”. (Rubilar 2009) Lamentablemente son pocas las voces latinoamericanas, que se han alzado denunciando esta nueva imposición, este neocolonislismo, que pretende imponer de nuevo un canon neoliberal en un tejido universitario mucho más frágil que el europeo. Los resultados en cuanto a la mejora docente, como cabía esperar, son cuando menos dudosos, y probablemente, desastrosos para muchos, si no la totalidad de las instituciones superiores públicas latinoamericanas. 13 Cifras públicamente difundidas por el ministerio de educación en su plataforma oficial. Reinventar la profesión docente El conocimiento cultural y su pérdida. Después del recorrido que hemos realizado hasta aquí, quisiéramos centrarnos en uno de los puntos que han estado latiendo en los dos apartados anteriores. Nos referimos a la desaparición o invisibilización, a nuestro juicio lamentable, del conocimiento cultural y aún académico, en las nuevas concepciones sobre los planes de formación universitaria y, especialmente, en los de la formación de docentes. Para entender, repetimos, esta pérdida o invisibilización, tenemos que situarnos de nuevo tanto en las propuestas de DeSeCo como en la de Tuning, enfocando la mirada a sus intersticios más concretos. Comencemos por un cuadro que nos puede servir de comparación. Ya hemos señalado que DeSeCo define su enfoque como funcional y orientado a las demandas. Son las demandas de la vida cotidiana que cada alumno o alumna tendrán que afrontar -demandas que se supone variadas- las que determinan –aquí- la idea de competencia14. Para ello, DeSeCo selecciona tres grandes ámbitos que constituyen las competencias clave: - Uso interactivo de herramientas - Necesidad de Interaccionar en y con grupos heterogéneos. - Actuar autónomamente El primer grupo hace referencia a herramientas tan diversas como el lenguaje y las nuevas tecnologías para poder interactuar con el ambiente. El segundo grupo apela al hecho de que en un mundo ‘crecientemente interdependiente’, los individuos tienen que relacionarse con otros grupos e individuos heterogéneos y diversos. El tercero se orienta a las ‘responsabilidades que los individuos han de adquirir en sus propias vidas, situándolas en los contextos sociales y actuando con autonomía’ (DeSeCo 2005: 5). Resulta imposible no estar más de acuerdo con estos planteamientos, sin más adjetivación. Sin embargo, en ellos no aparece la idea de contenido cultural, lo que debería resultar lógico viendo cómo se entiende el concepto de competencia. No obstante, si escarbamos un poco más, podemos encontrar que estas ideas básicas proceden, esencialmente, de otra propuesta anterior recogida en el Informe Delors (UNESCO 1996)15. En él, se recordará, con la idea de estimular ‘la creatividad’ en la enseñanza, se distinguía cuatro ámbitos esenciales para la educación del siglo XXI: - 14 Aprender a conocer (i.e. desarrollo de la razón) Aprender a hacer (i.e. habilidades prácticas y técnicas) Aprender a vivir juntos (i.e. habilidades de comunicación) Aprender a ser (i.e. habilidades de gestión de la propia vida) El aspecto práctico que subyace a la idea de competencia manejada por DeSeCo es hipertrofiado y aumentado, probablemente de modo intencional, en la definición que de competencia se utiliza en Pérez Gómez (2007: 10). 15 Puestos a buscar ‘arcanos’ podemos cotejar esta ideas con el, ya olvidado, Informe de la Comisión Fauré de 1972, también de la UNESCO. 9 10 Mesa 12 Según los autores de este informe, la educación debería trascender, por lo tanto, “la visión puramente instrumental de la educación considerada como la vía necesaria para obtener resultados (dinero, carreras, etc.)”, reconsiderando la función que tiene en su globalidad y el papel que juega en la ‘realización de la persona, que toda entera debe aprender a ser’ (UNESCO 1996: 76). Y es justamente esa visión puramente instrumental, la que la propuesta DeSeCo abraza y conjuga. Detengámonos un momento en el cuadro siguiente: Delors (1996) DeSeCo (2003) APRENDIZAJES GENÉRICOS COMPETENCIAS CLAVE Aprender a conocer Uso interactivo de herramientas Aprender a hacer Aprender a vivir juntos Interactuar en grupos heterogéneos Aprender a ser Actuar autónomamente Cuadro nº 1 Como puede verse en DeSeCo desaparece aprender a conocer que está en Delors, mientras que los restantes son prácticamente similares. Supongamos por un momento que la idea de DeSeCo se encuentra en simplificar la propuesta, aceptando –epistemológicamente- que conocer, es decir, desarrollar la razón y adquirir conocimientos culturales para comprender el mundo, es lo mismo que usar herramientas interactivamente16. Sin embargo, también desde un enfoque meramente epistemológico, adquirir el lenguaje y habilidades, o competencias informáticas, que es de lo que se trata cuando emplean el concepto de herramienta, no puede ser sinónimo de adquisición de una sólida estructura conceptual (teorías, modelos, enfoques, etc.) sobre el mundo (Young 2008ª, 2008b; Donald 2002; Tomasello 2007). Quizás debamos recordar lo que señala Donald (2002: 35): “La relación entre cultura y conciencia es recíproca. Mientras la cultura emerge de los intentos de una conciencia expandida por conectar con otras, es la inmersión en la cultura, mucho más que cualquier factor del cerebro, lo que define nuestra auténtica conciencia humana”. Ahora podemos entender ciertas cuestiones que hacen que del concepto de competencia un concepto altamente confuso y dado a atropelladas definiciones. Por ejemplo, cuando equipara competencia con conocer; algo que raya en el absurdo epistemológico. No creo que sea necesario volver a repetir lo que acabamos de mencionar: poseer herramientas, por ejemplo, cognitivas no obvia el adquirir estructuras de conocimiento cultural. Sin embargo, en los planes de estudio vigentes en las dos diplomaturas aprobadas: primaria e infantil, éste tipo de errores se repiten una y otra vez. La Orden ECI/3857/2007 de 27 de diciembre de 2007 afirma en su Apartado 3, denominado Objetivos, lo siguiente: “competencias que los alumnos estudiantes deben adquirir”, con lo que el documento legal, equipara objetivos y 16 La falta de novedad de la propuesta de DeSeCo es también señala por Col y Martin (2006). Visiones alternativas y espitemológicamente mucho más sólidas, pueden encontrarse en Donald (2002), Cole (2003), Engeström (1987) y Engeström, Miettinen & Punamäki (1999). Reinventar la profesión docente competencias. O dicho de otra manera, ya no hay objetivos como tales, sino sólo competencias, aunque claro se sigue empleando el primer concepto, como genérico. Lo que nos podría llevar a la conclusión contraria: las competencias son objetivos. Si así fuera, quizás la confusión sería menor. Queremos decir que el concepto de objetivo es independiente con respecto a su propios contenidos. Objetivo trata de indicar una meta, un resultado, un punto final que se ha de alcanzar. En este sentido puede ser tanto un contenido, como una conducta, habilidad u otra cosa que queramos indicar; recuérdense las taxonomías de objetivos de Bloom. Ya sabemos, también, que los objetivos tienen su propia historia y servidumbre (Gimeno Sacristán 1982), pero, repetimos, tenían la virtud al menos de mostrarse independientes17 con respecto a lo que quisiéramos denominar objetivo. El problema que presentaban era su propia definición como objetivos terminales, operativos y conductuales y el modelo medios/fines i.e. técnico que representa para el diseño y desarrollo del curriculum (Gimeno 1982; Angulo 1994). La cuestión es otra con competencia; porque por mucho que queramos ampliar el campo de lo que puede ser o es competencia, par que todo quepa en ella, en tanto concepto la competencia apunta a un tipo de acción, o si se quiere está dirigida a la actuación, al dominio de habilidades, a la performance. Como son las que señala DeSeCo (véase cuadro nº 1). En ningún caso conocer algo puede ser considerado como competencia, a menos que aceptemos que poseer estructuras de conocimiento es en sí mismo una competencia, lo que no deja de resultar una contradictio in terminis. Lo mismo podríamos decir de otras ‘competencias ‘ que se indican en el documento oficial, como por ejemplo las siguientes, de las que citamos los encabezados: - Conocer áreas curriculares Diseñar, planificar y evaluar procesos de enseñanza y aprendizaje Abordar con eficacia situaciones de aprendizaje en contextos multiculturales. Diseñar y regular espacios de aprendizaje en contextos de diversidad. Fomentar la convivencia en el aula y fuera de ella. Conocer la organización de los colegios de educación primaria y la diversidad de acciones que comprende su funcionamiento. Mantener una relación crítica y autónoma respecto a los saberes, los valores y las instituciones sociales, públicas y privadas Tendríamos que preguntarnos si conocer las áreas curriculares es realmente una competencia, lo mismo pasa con ‘conocer la organización de los colegios’. Ambos pueden ser objetivos de la formación primaria que implican la adquisición de estructuras de conocimiento disciplinar. Pero ¿qué decir de diseñar, planificar y evaluar? En este objetivo se entrecruzan tanto conocimiento disciplinar como, habilidades, experiencias, conocimiento tácito (o 17 Está claro que no cualquier cosa podría ser un objetivo. El requisito era externo: sólo podría ser un objetivo de la educación aquello sobre lo que pudiese constatarse su adquisición. (Gimeno ) 11 12 Mesa 12 práctico, si se quiere) y competencias de actuación. Pero desde luego, sin un conocimiento de distintos modos, modelos y ‘experiencias’ de diseño, planificación y evaluación, nos resulta poco creíble desarrollar cualquier tipo de competencia. Los objetivos de ‘abordar con eficacia’ y ‘fomentar la convivencia’ presentan sus propias dificultades como competencia. Con independencia de que habría que definir qué significa eficacia en un contexto práctico de enseñanza, tendríamos aquí también que generar procesos analíticos (además de experienciales) y reflexivos en los que se ha de conjugar conocimiento disciplinar; lo que vale para el objetivo de la convivencia: fomentarla también exige conjugar una extraordinaria experiencia práctica, análisis y reflexión en el que intervienen habilidades, conocimientos disciplinares, morales y experienciales. Por último, el objetivo de mantener una relación crítica y autónoma tiene tanta fuerza ético moral que no puede, más que forzando y tergiversando su sentido, convertirlo en competencia. Desde luego, repetimos, si éste fuera el problema básico con el empleo de las competencias en la formación docente, no supondría un problema tan grave; al fin y al cabo representaría otro más de los dislates a los que nos tiene acostumbrados el legislador18. Lo preocupante es que estos objetivos que erróneamente denominan competencias, han dado lugar a unas 69 subcompetencias en las que se desglosan (para su inclusión en las asignaturas) elaboradas fundamentalmente por la ANECA19. La confusión se convierte ahora en un disparate. ¿Cómo, seriamente, podemos denominar competencia a “analizar y comprender los procesos educativos en el aula y fuera de ella relativos al período 6-12”, a “conocer las propuestas y desarrollos actuales basado en el aprendizaje de competencias” o a “conocer la evolución histórica del sistema educativo en nuestro país y los condicionantes políticos y legislativos de la actividad educativa”, y así sucesivamente hasta, como decimos, 69 sub-competencias. ¿Cómo podemos aceptar que con la adquisición de dichas 69 subcompetencias (transferibles y homogéneas para la titulación) tendremos docentes formados? ¿cómo podemos creernos que podremos formarlos con ellas?20 Si tomamos Tuning como referencia21, la situación no mejora en absoluto. Comencemos por decir que, a pesar de que ha sido y es Tuning el elemento clave de la transformación de los planes de estudios en estructuras de competencia, como tal no aparecen en los documentos oficiales. Parece que 18 Parece que hemos olivado que en la L.O.G.S.E se definía en el artículo el concepto de curriculum, y que en los contenidos se distinguía entre hechos, conceptos procedimientos y actitudes, con la intención de ser incluidos en las programaciones y los diseños curriculares. Véase Coll et alli (1992) 19 ANECA es acrónimo de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación. La agencia ha publicado un libro blanco por cada titulación. Pueden consultarse en: http://www.aneca.es/publicaciones/libros-blancos.aspx 20 Una pregunta muy parecida a las que formulaban los críticos cognitivos de la formulación operativa de objetivos. Véase Gimeno Sacristán (1982) 21 Es necesario recordar que Tuning también distingue tres tipos de competencias genéricas: competencias instrumentales, competencias interpersonales y competencias sistémicas, Lo que les sitúa en la órbita de DeSeCo. (http://www.tuning.unideusto.org/tuningeu/index.php?option=content&task=view&id=173&Itemid =209 Consultado 21 de Septiembre de 2010). Véase Cuadro nº1. Reinventar la profesión docente sirvieran más como justificación científica (algo que resulta poco convincente dada su débil base epistemológica) (Angulo 2009) y política, que como modelo concreto de toma de decisiones. Veamos las competencias genéricas que Tuning indica22. Cuadro nº2 Competencias Genéricas Tuning Educational Structures in Europe23 COMPETENCIAS GENÉRICAS 1.- Capacidad para análisis y síntesis. 2.- Capacidad para aplicar conocimiento en la práctica. 3.- Planificación y gestión del tiempo. 4.- Conocimiento general básico en el campo de estudio. 5.- Afianzamiento del conocimiento básico de la profesión en la práctica. 6.- Comunicación oral y escrita en su lengua nativa. 7.- Conocimiento de una segunda lengua. 8.- Habilidades elementales de computación. 9.- Habilidades de investigación. 10.- Capacidad para aprender. 11.- Habilidades para la gestión de información ( habilidad para recuperar y analizar información de diversas fuentes). 12.- Habilidades de crítica y autocrítica. 13.- Capacidad de adaptación a nuevas situaciones. 14.- Capacidad para general nuevas ideas (creatividad). 15.- Solución de Problemas. 16.- Toma de decisiones. 17.- Trabajo en equipo. 18.- Habilidades interpersonales. Lo que parece claro, después de una lectura detenida de la tabla es que sólo como recurso retórico se puede decir que los 18 componentes del cuadro nº 2 son competencias24. Se habla de capacidades, de habilidades, de solución de problemas, que –volvemos a repetir- sólo forzando el concepto de competencia se puede aceptar su equiparación. Pero conocer es conocer, i.e. dominar y poseer estructuras disciplinares de conocimiento que nos servirán de fundamento para dialogar con el mundo a nuestro alrededor y comprenderlo. 22 Compárense estas ‘competencias’ con las que aparecen en el Informe Final Proyecto Tuning-América Latina 2004-2007. 23 Los componentes de este cuadro fueron tomados originalmente en Noviembre de 2009. Actualmente la página web del proyecto Tuning presenta 30 competencias. Entre las nuevas destacan: Habilidad para trabajar autónomamente, Espíritu de iniciativa y de emprendimiento, compromiso ético y Voluntad de éxito. Afirmar que el trabajo atónomo, la iniciativa, el compromiso y la voluntad, son competencias representa uno de los mayores dislates epistemológicos que Tuning ha mostrado a lo largo de su desarrollo. (Véase http://www.tuning.unideusto.org/tuningeu/index.php?option=content&task=view&id=183&Itemid =210) (visitada 21 Septiembre 2010) 24 En el documento para Latinoamérica las competencias genéricas se amplian a 27. Entre las que están la capacidad de motivar y el compromiso con el medio ambiente. Nos encontramos con los mismos problemas que hemos mostrado antes. Una capacidad y un compromiso no son una competencia . 13 14 Mesa 12 Lo mismo pasa con la creatividad; la creatividad, ser creativo, no es una competencia, ni depende exclusivamente del dominio de habilidades, técnicas o procedimientos (Egan 1994). La creatividad es algo mucho más complejo que la competencia y no es tan fácilmente evaluable, como –según sus defensoresbebería serlo. De todas maneras a nuestro juicio, y por mucho que continuemos analizando el entramado retórico de las propuestas en las que ha tomado cuerpo el movimiento de competencias, no entraremos en su problema medular, en el centro del peligro que representan: la perdida y enmascaramiento de conocimiento cultural y disciplinar. Como hemos visto en los ejemplos anteriores, ya no se habla de disciplinas del conocimiento: no existe la antropología, la sociología, ni la psicología, ni, desde luego, la psicología social, la psicología del aprendizaje, o la sociología de la educación25. Ya no digamos la Historia de la Educación, la Didáctica y la Organización Escolar, o la Metodología de Investigación. Sólo existen competencias: 69 en total. Este enmascaramiento, que sentimos como pérdida ha sido denunciado en la formación vocacional o profesional, justamente en relación a la formación basada en competencias, extendida en ese campo educativo desde los años 80 (Wheelahan (2007)26. “El acceso al conocimiento disciplinar es importante por razones epistémicas, porque aporta a los y las estudiantes el acceso a las ‘representaciones colectivas’ sobre los mecanismos causales de las disciplinas estudiadas, mecanismos que no siempre son accesibles a través de la experiencia directa (o la solución de problemas). Las disciplinas aportan a los estudiantes acceso a la conexiones relacionales en un campo de estudio y entre campos, y los estudiantes necesitan acceder a ‘estilos de razonamiento’ disciplinar…. Si el mundo está caracterizado por la profundidad ontológica, la estratificación, la emergencia y la codeterminación, los estudiantes necesitan conocer dichos procesos, y no poseer dichas comprensiones restringe su acceso a los acontecimientos y a las experiencias” (Weelahan 2007: 640) Argumentos parecidos ha planteado recientemente Young (2008a), quien señala con claridad: “la adquisición de conocimiento es la clave que distingue a la educación, tanto sea básica, profesional o universitaria de otras actividades”, y añade: un ‘curriculum para el futuro’ necesita tratar el conocimiento como un elemento distintivo y no reducible a los recursos cambiantes que la gente necesita para acceder y a dar sentido al Mundo” (Young 2008b: 80). Incluso César Col y Elena Martín (2006)27, en un trabajo reciente que lleva el significativo título de Vigencia del debate curricular, afirman lo siguiente: 25 Esta cuestión se refleja de forma evidente en los así denominado Módulos de los títulos universitarios de Primaria e Infantil. Véase Orden ECI/3857/2007. 26 Wheelahan (2007) señala que el lenguaje progresista en educación ha estado asociado con la Competency-based teaching en Australia (640) 27 Col y Martín (2006) distinguen con cierta claridad entre saberes básicos y competencias clave. Sin embargo, confunden aprendizajes con saberes. Reinventar la profesión docente “La identificación y definición de los aprendizajes esperados de los alumnos en términos de competencias no permite prescindir de los contenidos. Es más. Definir los aprendizajes básicos únicamente en términos de competencias puede ser engañoso, ya que su adquisición va siempre asociada a una serie de saberes (conocimientos, habilidades, valores actitudes), que, no por el hecho de estar implícitos, dejan de estar implicados” (18). Las competencias no pueden pues prescindir de los contenidos culturales, los saberes o los contenidos disciplinares (Torres 2008). Cuando los invisibilizamos, imponiendo el modelo de competencias vigente, estamos eliminamos el debate epistemológico y político sobre qué queremos como sociedad que nuestras futuras generaciones aprendan y qué conocimientos han de adquirir los futuros profesionales. Es más, anulando el papel de los contenidos disciplinares en la formación docente estamos contribuyendo a su degradación profesional. “La introducción de la competencia desprofesionaliza las clases y reemplaza las formas democráticas y colegiadas en la organización y en el control del trabajo por otras técnicas y gerencialistas. El sector del “mundo del trabajo” más afectado por las competencias es aquél formado por los propios profesores y formadores” (Jones & More 2008: 14). Las competencias sitúan a los docentes en un plano técnico, es decir, los descualifican profesionalmente; al traducir en forma transparente –medibles, cuantificables y acumulables- las habilidades profesionales, las estamos exponiendo al control de los gestores, a su mercantilización y a la descualificación neoliberal de la profesión docente; una, como decía, vuelta política al más burdo taylorismo. Dichos profesionales no requerirán conocimiento disciplinar de ningún tipo -da a entender esta postura- para el ejercicio de su profesión; les basta con la adquisición de una serie de competencias (69 para ser exactos). Por ello, habría que dejar en manos de otros profesionales el dominio de dichas estructuras. De esta manera, no lo olvidemos, podemos derivar a situaciones en las que para ejercer la docencia, así como para formar a docentes, bastará con acreditar el dominio de dichas competencias y, actualmente, sólo agencias externas sin control democrático y público alguno son las encargadas de dicho proceso de acreditación. A la larga, las competencias nos convertirán, si no lo somos ya, en una sociedad auditada (Power 1999). Las consecuencias de este proceso de transformación líquida (Bauman 2002)– o fisión, para emplear la expresión física correcta- pueden ser todavía mucho más graves si nos detenemos en los países Latino Americanos. La exclusión o supresión del debate sobre los contenidos culturales en los currícula nacionales, tiene aquí un impacto enorme. Los países colonizados, como el caso del conglomerado latinoamericano han recorrido un camino difícil y complejo en la constitución de sus estados nación. Poseen un tejido social fragmentado, producto de un itinerario histórico con profundas carencias de memoria colectiva e invisibilización de las culturas originarias conviviendo con la cultura dominante impuesta por las clases oligárquicas en la mayoría de los 15 16 Mesa 12 países latinoamericanos. El proceso de expansión del mercado global ha utilizado esta realidad Latinoamericana, incorporando a la educación en estos procesos de mercantilización para perpetuar la hegemonía cultural y entre ellos, especialmente el movimiento de competencias. Volver a la phronesis. No quisiéramos terminar este trabajado sin dar un paso más. Hasta ahora hemos ido analizando el sentido y la aplicación de la idea de competencia en general y, específicamente en la formación docente. Hemos indicado con insistencia que una de las pérdidas más preocupantes se encuentra en el enmascaramiento del debate epistemológico y político sobre los contenidos, tanto en la educación básica como en la formación de docentes (Torres 2009). Con la misma fuerza con la que hemos defendido la importancia de los contenidos, queremos afirmar que de la misma manera que con la adquisición de competencias no formamos docentes, con la simple adquisición de conocimientos disciplinares y saberes –si se prefiere- tampoco. Hipertrofiar sin más el papel de los conocimientos lleva el peligro asociado de derivar en lo que, no sin razón, se ha criticado como academicismo; i.e. una formación alejada de las complejidades de la práctica (1993). A su manera el academicismo es otra forma de tecnicismo, porque conlleva la idea –implícitade que con la adquisición de teorías y modelos, podremos resolver los retos de la práctica docente. Por su lado, sobreestimar las competencias nos lleva al otro extremo: hacernos creer que con la adquisición de las mismas –en forma de habilidades, rutinas, solución de problemas, etc.-, estaremos formados y preparados para hacer frente a una práctica educativa enormemente compleja, que es convertir la práctica profesional en mera cuestión técnica. La manera de transitar entre la Escila academicista y el Caribdis técnico, ha sido ya formulada y pertenece a lo mejor de la tradición pedagógica y de formación docente, con autores como Stenhouse (1978), Schön (1983, 1987), Elliott (1990), Grundy (1987), que nos ayudaron en otros tiempos a comprender que la mejor formación docente se encuentra en el desarrollo del conocimiento práctico o del juicio profesional práctico28. Actualmente Toulmin (2003) y Flyvbjerg (2001) desde el campo de la epistemología y Dunne (2001) de la filosofía de la educación, nos lo han vuelto a recordar a través de su defensa de la idea de phronesis. Para explicar, aunque sea brevemente, esta idea, veamos la imagen siguiente. 28 Angulo (1999) es una revisión in extenso de esta corriente. Reinventar la profesión docente Aceptemos que episteme representa al conjunto de conocimientos disciplinares y techné a las habilidades, rutinas, técnicas concretas que han de adquirir los futuros docentes (Toulmin 2003). En la formación no se puede prescindir de ninguna de ellas, como hemos dicho; pero hemos de conjugarlas de tal manera que nutran y eduquen la phrónesis del alumnado y del futuro docente. La phrónesis o prudentia, representa ese punto en el que tocamos los dilemas y exigencias y complejidades de la práctica docente. Afrontamos la práctica desde estructuras de conocimiento disciplinar y grupos de habilidades que poseemos y dominamos, y son ambas desde y con las que conversamos y dialogamos con la práctica en las exigencias de la acción (Schön 1983, 1987). La reflexión sobre ese diálogo y conversación educa nuestra phronesis, reformula nuestro conocimiento y nos provee con nuevas habilidades técnicas en un proceso constante; i.e. desarrolla nuestro conocimiento práctico. La formación universitaria de los futuros docentes tiene la obligación de desarrollar su conocimiento práctico, su phrónesis. La sola apelación al conocimiento académico no lo logrará; mucho menos la insistencia en las competencias. Así pues, regresemos a la phrónesis, discutamos su sentido y pongamos al contenido y a las competencias cada uno en su sitio. Referencias Angulo Rasco, José Félix (1993) ¿Qué profesorado queremos formar? Cuadernos de Pedagogía. nº 220: 36-39. 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(Debord, Guy 1996 p. 29) La mirada desde la historicidad La historicidad es una forma de mirar un campo social que nos ayuda a comprenderlo como una sucesión de estratos discursivos (formas de hablar que acaban regulando prácticas institucionales y formas de actuar que modifican los lenguajes) en los que se inscriben los acontecimientos generales y cotidianos, sincrónicos e interdependientes de ese campo. En el caso de la formación y el desarrollo profesional docente nos ayuda a entender los silencios, las ausencias, y las emergencias con las que vienen construyéndose los discursos en el interior de dicho campo. La mirada es pertinente por cuanto, como pretendemos argumentar en este texto, el concepto desarrollo profesional en su trayectoria de uso en nuestro país, ha venido acompañando políticas y prácticas diversas, en un proceso creciente de consolidación de una figura retórica enmascaradora del inmovilismo epistemológico con el que se pretende nutrir de racionalidad tales políticas y prácticas. Inmovilismo que, por otro lado, ha dejado el camino abierto a políticas neoliberales y neoconservadoras, truncando lo que se llamó con Gramsci el papel histórico del profesor como intelectual socialmente comprometido. La mirada desde la historicidad, entonces, se ocupa de las múltiples relaciones y dispositivos con los que se ha venido constituyendo la formación discursiva del desarrollo profesional docente. Una formación discursiva –señaló Michel Foucault- es: "un conjunto de reglas anónimas, históricas, siempre determinadas en el tiempo y en el espacio, que han definido en una época dada, y para un área social, económica, geográfica 21 22 Mesa 12 o lingüística dada, las condiciones de ejercicio de la función enunciativa"29. Nuestra propuesta, al detenernos en la formación discursiva sobre el desarrollo profesional es buscar analíticamente los enunciados, prácticas y acontecimientos que en su dispersión y singularidad han venido conformando el pensamiento hegemónico e invalidando u ocultando otras epistemologías posibles. El discurso de la profesionalidad…y las políticas públicas de la carrera docente A los efectos de este estudio, tomaré como punto de partida de la reivindicación y la exigencia de profesionalidad, la búsqueda del profesionalismo, en el contexto del Estado Español, las políticas del cambio promulgadas por el primer gobierno socialista tras el triunfo electoral de octubre de 1982. Porque una de las premisas fundamentales del “cambio” educativo era, precisamente, otorgar un mayor protagonismo al profesorado; la otra requería de la reforma del curriculum. Parte de la estrategia seguida por el equipo30 en el ministerio presidido por José María Maravall fue, por un lado, el acercamiento a las experiencias del sector del profesorado más innovador y progresista, cuya manifestación más visible eran las Escuelas de Verano de los Movimientos de Renovación Pedagógica. Por otro lado, la búsqueda de una racionalidad fundamentante que se alejara críticamente de la hegemonía tecnocrática de influencia positivista que inspiraba el contexto académico y los ICEs y regulaba la administración educativa hasta ese momento31. ¿Cuáles fueron los principios inspiradores de aquellas primeras políticas de desarrollo profesional? Sin pretensión de agotar la respuesta, veamos algunos de ellos, relacionados con el curriculum y con la propia formación docente. En primer lugar, el curriculum no es sólo objeto de aplicación mecánica por parte del profesor; antes, al contrario, se convierte en un problema práctico del docente, para lo que se requieren procesos reflexivos e investigadores del profesorado en y sobre la acción del desarrollo curricular. El discurso del curriculum como proceso e investigación, tenía como apoyo teórico más significativo la obra de L. Stenhouse, cuyas traducciones al castellano no se hicieron esperar (Stenhouse, 1984; 1987; 1997). Por otra parte J. Elliott y el equipo de CARE (Centre for Applied Research in Education, University of East Anglia) recorrieron en aquella primera fase diferentes centros universitarios y convocatorias de formación mostrando el carácter estratégico de la Investigación/Acción para esta propuesta de investigación curricular. 29 (1987) Arqueología del Saber, México, Siglo XXI pág. 198 Un equipo complejo en su composición, en el que debían equilibrarse las diferentes miradas que sobre el problema de la formación y desarrollo profesional tenía el propio partido y sus allegados. 31 Sobre esta cuestión se disponen de buenos análisis, fuentes y documentación. Destaco aquí: Luis, A. y Romero, J. (2009). “Reformas educativas y formación permanente del profesorado en la última obra de Julia Varela: memoria y olvido. Profesorado. Revista de curriculum y formación del profesorado, vol. 13, nº 1. 231-295; Varela, J. (2007). Las reformas educativas a debate (1982-2006). Madrid: Morata; y ROZADA, J. 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Este principio, por otra parte, es el que había dado origen y sentido al llamando Movimiento Freinet, de fuerte arraigo en los años 70 en nuestro país y en otros países del sur europeo32. El centro escolar, entonces, cobraba un especial protagonismo como campo social y contexto de problematización y formación. Un tercer aspecto de este aparataje discursivo del cambio tenía que ver con el reconocimiento de un análisis estructural emergente desde finales de los 60: la función social de la institución, y por tanto el carácter no neutro del curriculum y no técnico del trabajo docente. Las traducciones al castellano de autores como M. Apple o H. Giroux vinieron a recuperar lecturas de Gramsci o Freire –entre otros autores, cobrando especial relevancia Bourdieu, más tarde Foucault-, y con ellos se refuerza la crítica al positivismo académico, que siempre despreció como “ruído” la proyección política de la teoría y la práctica educativa. Conviene subrayar, en esta primera fase discursiva la característica de vínculo o relación entre el desarrollo curricular y el desarrollo profesional: ”no hay desarrollo del curriculum sin desarrollo del profesor” fue un conocido y muy citado lema de Stenhouse. Así mismo, cobra fuerza la idea de situar en lo local, concreto y situacional, el proceso de innovación, cambio y mejora de la escuela y de la profesionalidad docente. Con mayor o menor profundidad, de un modo intuitivo en ocasiones, se insiste en una concepción de la teoría de la acción docente como una teoría situada, interesada y socialmente crítica, alejada por otra parte de toda pretensión de constituir una teoría científica única y cerrada33. En este contexto discursivo, en noviembre de 1984 el Gobierno de España publica el Real Decreto de Creación de los Centros de Profesores, que en su inspiración anglosajona constituía un modelo descentralizado y autónomo de creación de un espacio institucional para el desarrollo profesional docente basado en la problematización e investigación del curriculum. En la introducción de ese documento normativo podía leerse: La importancia del perfeccionamiento del profesorado para la elevación de la calidad de la enseñanza es correlativa a la función capital que al profesor corresponde en el proceso educativo (...). Las precedentes consideraciones, junto con la preocupación por la asignación de los recursos disponibles y la convicción de que el trabajo en equipo constituye el principal activo en la propia renovación pedagógica de los docentes, imponen la necesidad de arbitrar 32 El documental “Cambiar la escuela con Freinet”, de de 59’ de duración recoge la trayectoria y experiencia de este movimiento. Editado en 2008 en catalán por la Universitat de Valencia y en castellano por la Revista Colaboración. 33 En un número monográfico de Cuadernos de Pedagogía, José Contreras desarrolló estos postulados con la apoyaturas bibliográficas consiguientes en un artículo titulado “Teoría y Práctica Docente” (Contreras, J. 1997) 23 24 Mesa 12 nuevas fórmulas para el perfeccionamiento del profesorado: fórmulas que sean coherentes con una concepción del profesor como profesional dotado de un alto grado de autonomía que adecua la enseñanza a las condiciones del medio y no se limita a la mera ejecución de los programas. (Del Real Decreto 2112/1984 por el que se regula la creación y funcionamiento de los Centros de Profesores. Boletín Oficial del Estado, nº282 del 24 de noviembre de 1984). Sin embargo, este “modelo” de desarrollo profesional, apoyado en ideologías socialdemocratas para el sistema educativo, tenía los días contados, en un contexto económico, político y social, de desembarco neoliberal. El declive se inicia con la salida del Ministerio y del Gobierno de José María Maravall, hasta ese momento uno de los ministros con más carga ideológica, provocada en gran medida por una prolongada, tensa y conflictiva huelga del profesorado durante el curso 1987-1988 (en el curso anterior el conflicto llevó a la huelga y a la protesta callejera a miles de estudiantes). Aquel ministro que en el origen del proceso llamaba al profesorado a la investigación, la innovación y el cambio, acabó llamándole al orden. Y aquellos espacios pensados para el encuentro y la problematización de la práctica profesional, devinieron oficinas descentralizadas de la administración para la difusión de sus propias estrategias34. Con la entrada del nuevo ministro, Javier Solana, el devenir y los acontecimientos de las políticas públicas sobre el profesorado, y los discursos que las legitiman, fueron poco a poco poniendo las cosas en su sitio. Hasta el momento presente en que cualquier atisbo de aquellos principios fundamentantes del desarrollo profesional basado en la problematización del curriculum, la cooperación horizontal y el intercambio entre iguales del saber profesional práctico, es pura resistencia militante de sectores minoritarios del profesorado, con presencia muy desigual según los niveles del sistema educativo. Veamos algunos de los hitos más significativos de esa deriva discursiva hacia las versiones más ortodoxas del capitalismo neoliberal en sus posiciones sobre la educación pública35. ¿Desarrollo con sujeto, o sin?. El desprecio de la experiencia. Parto del principio que, sin sujeto, no hay desarrollo profesional. En las últimas décadas ha venido creciendo la cantidad de investigaciones que argumentan, frente a los enfoques tecnocráticos de base positivista, que la formación y desarrollo profesional del profesorado es una práctica cultural en la que el juicio reflexivo de cada sujeto, en relación con su propia experiencia vital y 34 Muchos “asesores” de aquellos CEPs recordarán las polémicas surgidas con la imposición de las “Cajas Rojas” como modelo de desarrollo curricular y profesional “desde arriba”; por citar sólo el inicio. (Las Cajas Rojas eran un conjunto de “Materiales para la Reforma” compilados y editados por el Ministerio de Educación y difundidos a todas las escuelas, siendo los Centros de Profesores, un espacio estratégico para la interpretación de ese texto curricular normativo. 35 Un buen apunte sobre las políticas educativas neoliberales y sus consecuencias puede verse en Cascante, César (1995; 2009) Reinventar la profesión docente profesional, es un componente radical de esa formación36. Hacer síntesis de ese movimiento en el interior de las ciencias sociales sería ocioso y aburrido. Sin embargo, el recorrido por la políticas públicas, y por las posiciones académicas que las legitiman, no se corresponde con este principio o punto de partida que pone en relación, al menos, cinco conceptos fundamentantes: sujeto, identidad, cultura, reflexión y experiencia37. Antes al contrario, ese recorrido muestra una huída creciente de dicho campo o relación conceptual. Los territorios en los que situar la mirada sobre este devenir son diversos. A los efectos de este trabajo seguiremos destacando el campo del curriculum y el de la formación permanente del profesorado, y las relaciones que se abren, o se cierran, entre ambos. El campo del curriculum.Recién estrenado el gobierno socialista, se aprueba en el año 83 el Plan Experimental de Reforma del Ciclo Superior de EGB, en el que se dotaba a equipos de profesores en los centros de autonomía, cierto apoyo financiero y relativo asesoramiento para impulsar proyectos para el diseño y desarrollo de unidades didácticas y materiales curriculares innovadores. De alguna manera venía a reconocerse un trabajo ya existente anteriormente en bastantes centros, poniéndolos en coordinación por medio de jornadas puntuales y publicaciones, entre otras estrategias. Durante al menos dos cursos continuados en la mayor parte de las comunidades autónomas se constituyeron redes de profesores investigando –con el mayor o menor acierto de su conocimiento práctico- innovaciones en el desarrollo curricular. Sin embargo, pronto surgirían en el marco de esta incipiente reforma, voces de expertos y dictámenes que vienen a sugerir la necesidad de “encauzar”, “asegurar la coherencia”, “buscar un marco común”, “responder a los mismos principios básicos” y “adoptar una misma estructura curricular” (ver, por ejemplo Coll, C. (1987) En los años siguientes se constituirán comisiones de “expertos” por área o disciplina para la discusión y el diseño del Curriculum Base (DCB) y se inicia el discurso de LA REFORMA, en singular, con mayúsculas, y desde arriba. Las experiencias de reforma, cambio e innovación en el curriculum, hasta ese momento respondían a factores y motivaciones diversas. Podemos destacar los siguientes: surgían del propio centro, de un grupo de profesores o de una iniciativa individual; constituían proyectos con elección temática o problematizadora muy diversa; buscaban algún tipo de alternativa a la fragmentación disciplinar, al desarraigamiento cultural del contenido, a la presión burocrática que el libro de texto ejercía sobre la didáctica del aula; y tenían, además, un componente ideológico significado en las llamadas pedagogías críticas, renovadoras, nuevas, representadas por autores como Freinet, Freire, o Dewey, entre otros. A menudo se materializaban en la edición de Unidades Didácticas y otros materiales curriculares que pretendían una alternativa parcial o total al libro de texto. La puesta en común y el intercambio 36 Ver Pérez Gómez et al (1999); Contreras, J. (Comp) (2010). He desarrollado esta cuestión a partir de la epistemología de la experiencia en Martínez Bonafé, J. (2008) 37 25 26 Mesa 12 se producía en redes y ámbitos como las Escuelas de Verano de los movimientos de Renovación Pedagógica, o Jornadas y Encuentros, como las propiciadas por grupos como Investigación en la Escuela. En ese contexto proliferaron revistas cercanas a estas redes, siendo una de las más significativas Cuadernos de Pedagogía. En algunos artículos académicos contemporáneos se etiquetó a estas experiencias e iniciativas renovadoras de “activismo bienintencionado” pretendiendo subrayar con esta calificación su descalificación por la supuesta ausencia de “teoría”. Conviene advertir, por otro lado, que hasta mediados de los años 80 las iniciativas de la Administración Educativa y las Universidades para impulsar la investigación y la renovación curricular eran escasas, de marcado carácter tecnocrático y basadas en el cuerpo de Inspectores para el caso de la Administración, y los ICEs por parte de las universidades. Agotado el periodo inicial de experimentación y titubeo se inicia un proceso continuado de Reforma, con cambios superficiales a lo largo de las diferentes legislaturas, y una característica común para el caso que nos ocupa: la división social del trabajo para la producción del Texto curricular, la definición y diseño del curriculum, a cargo de expertos disciplinares, se corresponde con lo que Lundgren (1992) llamó el “contexto de formulación” mientras que el profesorado, como sujeto profesional, se mantenía en el “contexto de realización”. (pag. 20 y 21) O para decirlo tomando las herramientas de Foucault (2004), los sucesivos procesos de Reforma curricular pueden verse también como “prácticas divisorias” a través de las que vienen produciéndose sucesivas formas de objetivación del sujeto docente. Veamos esto con algo más de detenimiento, poniendo en relación las políticas curriculares con aquel discurso original del desarrollo profesional basado en la autonomía y capacidad de juicio reflexivo del docente38. La llamada Reforma del Curriculum partió de los cuatro interrogantes habituales en los manuales sobre la elaboración de cualquier propuesta curricular: 1. ¿Qué enseñar? La respuesta a esta pregunta proporciona información sobre los objetivos y contenidos de la enseñanza. 2. ¿Cuando enseñar? Es necesario decidir también la manera de ordenar y secuenciar estos objetivos y contenidos. 3. ¿Cómo enseñar? Se refiere a la necesidad de llevar a cabo una planificación de las actividades de la enseñanza y aprendizaje que nos permita alcanzar los objetivos marcados. ¿Qué, cómo, y cuándo evaluar? Por último, es imprescindible realizar una evaluación que permita juzgar si se han alcanzado los objetivos deseados. (MEC, 1988, p. 21.) Con cuarenta años de antelación R. Tyler –uno de los referentes fundamentales de la tecnificación y eficientismo curricular- formulaba en términos muy similares los mismos problemas: 1. ¿Qué fines desea alcanzar la escuela? 38 Los argumentos con los que continúo este epígrafe son una reelaboración de otros trabajos míos que con mayor desarrollo se publicaron en MARTÍNEZ BONAFÉ, Jaume (2000 Trabajar en la escuela. Profesorado y reformas en el umbral del siglo XXI. Madrid, Miño y Dávila Edit. Reinventar la profesión docente 2. De todas las experiencias educativas que pueden brindarse, ¿cuáles ofrecen mayores probabilidades de alcanzar esos fines? 3. ¿Cómo se pueden organizar de manera eficaz esas experiencias? 4. ¿Cómo podemos comprobar si se han alcanzado los objetivos propuestos? (Tyler, R. (1973) pp. 7-8.) El modo en que en el Ministerio de Educación concretó las respuestas a las cuatro preguntas señaladas, tampoco era muy distinto al que sugirió Tyler en su momento. Se recurre a unas fuentes (sociológica, psicológica, pedagógica y epistemológica) que aportan y proporcionan información específica para las diferentes fases de elaboración y realización del curriculum. Sin embargo, aquel contexto histórico de aplicación con fuertes reivindicaciones culturales desde las comunidades autónomas, sugería en el documento la definición de una propuesta que permita la pluralidad y apertura curricular, añadiendo, entre otras razones, que "renunciar a una propuesta abierta llevaría a anular la autonomía e iniciativa profesional de los docentes que quedarían convertidos en meros ejecutores de un plan previamente establecido. La profesionalidad de los docentes exige que éstos desempeñen un papel fundamental en las decisiones relativas a los objetivos y contenidos de la enseñanza, ...". (MEC (1988) p. 26.) Veamos si esta última afirmación queda reducida a los límites ideales del discurso institucional, o por el contrario, adquiere en la forma que se concreta la práctica, su auténtica veracidad. El curriculum alcanza, según la propuesta del MEC, tres diferentes niveles de concreción: a) El Diseño Curricular Base. b) El Proyecto Curricular de Centro c) Las programaciones de aula. El Diseño Curricular Base concreta en una seriación de objetivos y contenidos las diferentes áreas de conocimiento académico que constituyen el curriculum escolar. Lo que se sugiere como prescripción administrativa es el resultado del esfuerzo de expertos en las diferentes áreas de conocimiento por regular y secuenciar aquello que se considera sustancial en cada disciplina. Como ya sugería Tyler en Principios básicos del curriculo, el documento prescriptivo señala ahora los resultados de aprendizaje que deberán alcanzar los alumnos. Los cuarenta años que separan ambos documentos no son más que la distancia que separa una formulación precisa, operativa y conductual del objetivo, de otra con pretensión constructivista. Es decir, se mantiene la concepción tecnológica del curriculum, si bien el paso del tiempo se ha encargado de modificar las fuentes psicológicas que orientan su formulación. Además del carácter prescriptivo de objetivos y contenidos, se señala en el documento del MEC el carácter orientador para el profesorado que tiene el DCB. Veamos, entonces, donde queda la autonomía profesional en este primer nivel de concreción. Autonomía profesional en el ámbito prescriptivo del curriculum significa capacidad de discutir y enjuiciar junto a otros la selección y organización del conocimiento curricular. Significa no dar por supuesto nada que no haya sido confrontado con la prueba de la práctica reflexiva. Significa adoptar una actitud ética y moral respecto a la construcción del conocimiento escolar. Y significa 27 28 Mesa 12 que la instancia de decisión política reconoce en el marco deliberativo de los profesionales prácticos un punto de referencia fundamental para las decisiones prescriptivas (Hargreaves, A. 1994). El contexto teórico y práctico de lo que se ha venido llamando un curriculum procesual o deliberativo vendría a apoyar y completar tales argumentos. Pero una mirada detenida sobre aquella experiencia muestra que el nivel real de participación profesional queda fuertemente reducido instaurándose un primer nivel de determinación de la práctica docente donde otros agentes marginales al profesorado -burocracia de las administraciones, académicos y especialistas en áreas de conocimiento, ...etc- tienen en sus manos el poder de decisión sobre el diseño del curriculum. Así, lo que inicialmente se plantea como un proceso pedagógico-cultural donde el discurso del desarrollo profesional desde la autonomía tiene su razón de ser, resulta fundamentalmente un proceso político-cultural de producción y reproducción de un conocimiento interesado, donde la llamada a la autonomía y el desarrollo profesional -como señalaban en aquel momento trabajos como los de Ozga (1988)- ocupa en el discurso una función ideológica de legitimación. La práctica profesional, en este nivel, es básicamente una práctica desposeída de la capacidad de decisión (Kincheloe, 2004). ¿Qué quería decir, entonces, que el Diseño Curricular Base tiene, además de su función prescriptiva, una función orientadora para el profesorado?. Desde mi esquema de interpretación, lo que el discurso institucional sugiere para la práctica docente no difiere mucho de lo que Tyler señalaba en su corto y último capítulo del libro ya citado. Elaborado ya un programa de enseñanza -dice Tyler- lo que hemos de conseguir es que el profesor comprenda sus fines y medios para que lo pueda aplicar debidamente. (Tyler, R. 1973 p. 129.) Solamente si su contenido resulta significativo para el profesorado -dice el documento del MEC- , sirviéndole de guía e instrumento para su actividad educativa, puede el Diseño Curricular Base cumplir su función (MEC (1988), pag. 30). En cualquier caso, lo que me parece significativo ahora, para el desarrollo del tema, es la evidencia de dos ámbitos separados de la práctica de producción del texto curricular. Uno ajeno al puesto de trabajo docente -al que corresponde la elaboración del Diseño Curricular Base- y otro, el de ese puesto de trabajo, al que queda desplazada la reproducción técnica del producto curriculum. Por otro lado, diversos trabajos coinciden en señalar otro nivel de concreción de la práctica curricular más potente en la determinación del trabajo de los profesores. Me refiero a la traducción en materiales curriculares del marco curricular que prescribe la política educativa del Estado. Y lo que los análisis sugieren, tal como fue señalado ya anteriormente, es que la concreción del contenido curricular en materiales de uso para profesores y alumnos se ejecuta en ámbitos externos al centro educativo, responde a intereses políticos y económico-comerciales, y -utilizando las mismas palabras de Popkewitz (1988 p.14)- codifican sobre la base del consenso y la ausencia de problematización un campo de conocimiento. Lo que la Reforma señalaba en su discurso puede interpretarse a través Reinventar la profesión docente de un encadenado de significados con los que se construye una determinada representación simbólica del papel que se le asigna al profesorado en su relación laboral con los materiales curriculares. Tales son: - Los materiales deben ayudar al profesor a pasar del Diseño Curricular Base al Proyecto Curricular de Centro. - Los profesores deben elegir aquellos materiales que mejor les sirvan para alcanzar los objetivos señalados. - Es necesario que el profesor pueda conocer y tener acceso a una amplia gama de materiales. - Los materiales pueden aplicarse directamente en el aula, o tomarse como punto de referencia para una posterior elaboración propia del profesor. - Las fuentes de los materiales son dos: los elaborados por grupos de profesores (MRPs, CEPs...) o los que potenciará el Ministerio para ilustrar las opciones del DCB. - La producción y difusión se llevará a cabo en colaboración con las editoriales del libros de texto, con el fin de que la oferta que llegue al profesorado sea coherente con el DCB. - Los materiales curriculares pueden acabar convirtiéndose para el profesorado en el referente curricular por excelencia de su actividad docente.39 De lo que podemos deducir, en primer lugar, la concepción del profesor como un usuario del material. La capacidad de elaboración escapa a sus márgenes de autonomía. En segundo lugar, el material codifica la política prescriptiva sobre el curriculum. Si el profesor había sido desplazado de aquel nivel de concreción curricular, y aquí se le presenta ya codificado, su autonomía en el uso queda sensiblemente reducida a decisiones que en ningún caso alteran esa función codificadora. Pero todavía esta codificación de la cultura seleccionada para el curriculum tiene otra función particularmente importante, en la medida que produce una relación alienada del profesor con el conocimiento, precisamente por ese carácter codificador que legitima un tipo y uso de conocimiento y, por esa misma razón, deslegitima otros40. La situación actual El debate sobre los cambios curriculares y las políticas y decisiones administrativas que los concretan llega hasta nuestros días. Si en los 70 la búsqueda de cientificidad pasaba por la obsesión eficientista hacia los objetivos, y a finales de los 80 nos desayunamos con el constructivismo como fuente de inspiración curricular, la obsesión en la primera década del XXI está vinculada al discurso de las competencias. Podemos analizar esos efectos discursivos sobre el concepto de desarrollo profesional. Sin embargo, antes conviene subrayar que, en el interior del campo social de la educación, la posición del sujeto docente no se ha modificado, quedando estructuralmente relegado a las funciones ejecutoras de un curriculum preestablecido en su diseño y, en gran medida, también en su desarrollo. Para decirlo tomando las 39 Los distintos puntos señalados se han tomado de las páginas 59 y 60 del documento del MEC (1988). Las cursivas son mías, siendo los significantes que subrayan copia literal del documento citado. 40 He desarrollado en profundidad un análisis de las políticas del libro de texto escolar en Martínez Bonafé, J. (2003) 29 30 Mesa 12 herramientas de Bourdieu (1992) la relación entre campo y habitus se mantiene inalterable en lo sustancial. En el espacio social de la escuela, la tradicional desigual distribución de capital cultural entre los agentes del campo no ha tenido ninguna modificación estructural. Las posiciones se mantienen y, si bien, en las últimas décadas se produjeron transformaciones importantes en el capitalismo como modelo económico y cultural, con proyecciones significativas hacia el interior de la institución escolar –nuevas formas de financiación en detrimento de lo público o adecuación de costos y estrategias de control según las lógicas del mercado-, lo que ahora nos preguntamos es cómo pueden haber influido en esa citada relación estructural en la que se inscribe la profesión docente los cambios en el discurso sobre el profesionalismo ocurridos en las tres últimas décadas. El profesorado.En primer lugar, se han silenciado o minorizado todas las referencias que en el inicio de los años 80 reclamaban del profesorado un mayor protagonismo en la problematización del curriculum. De hecho, a juzgar por los planes de formación revisados, el curriculum ya no constituye un “problema” del profesor, es decir, un espacio para la interrogación, la reflexión y la investigación que conduzca a la revisión de las prácticas concretas. Un espacio que, así formulado requiere de la colaboración entre iguales para facilitar la indagación y la sistematización de la experiencia práctica. Al contrario, la formación y el desarrollo profesional se decanta hacia el consumo de cursos dirigidos a la aplicación de diferentes modelos de planificación –hoy, “por competencias”-; o al aprendizaje del uso de tecnologías en el trabajo de aula. Tampoco la formación inicial, tras la reforma de títulos para la adaptación al grado, indica en sus programas nada sobre la investigación, el desarrollo y la innovación del curriculum desde la reflexión y la investigación de la propia práctica. Conceptos como el de investigación-acción, y profesor investigador, que formaban parte del lenguaje sobre el profesionalismo docente en la década de los 80, prácticamente han desaparecido de los nuevos planes de estudio. Por otra parte, se ha ampliado y hecho mas compleja la red de agencias que intervienen en la formación permanente. Las administraciones, central y autonómicas, iniciaron, especialmente durante los gobiernos del Partido Popular, procesos crecientes de externalización de los programas de formación. La Universidades, especialmente tras la implantación del llamado Plan Bolonia, intensificaron su oferta de Masters y cursos de postgrado. Las organizaciones sindicales encontraron en la oferta formativa una buena fuente de financiación y captación de afiliación. La lógica con la que funcionan estas redes complejas de formación se acerca a la lógica del mercado: se oferta aquello que se vende. En el interior de esta lógica se pierde toda posibilidad de entender la formación como un proyecto histórico y político, con capacidad de transformación (Giroux, H. 2010). El aparato discursivo por el que se instala esta lógica como forma hegemónica de desarrollo profesional requería algunos olvidos conceptuales y nuevas incorporaciones. Se perdió la batalla gramsciana del profesor como intelectual comprometido: el mundo neoliberal requiere de profesionales técnicamente competentes y socialmente Reinventar la profesión docente desclasados. Y en un indiscutido reinado de la mercancía, la educación no podía dejar de someterse a esa transformación en negocio; y el desarrollo profesional y la formación de profesores en un creciente negocio basado en la compra y la venta de esa formación y ese desarrollo profesional. La formación como mercancía. Sin valor de uso, ciertamente, pero con un creciente aunque desigual valor de cambio, según los niveles del sistema educativo y la mayor o menor definición de la “carrera docente”. En el caso de la Universidad, no es extraño preguntarnos por el auténtico valor de uso de la asistencia a determinados Congresos o reuniones científicas, pero está cada vez más clara la relevancia de su valor de cambio en créditos, puntuaciones y certificaciones para la carrera laboral y académica. La gubernamentalidad y la razón neoliberal de estado. Un proyecto de investigación en ciernes. Si a lo largo del texto he defendido la relevancia de las prácticas discursivas, es porque estas constituyen un campo de lucha que pone en relación y concreta las formas institucionales dominantes del poder económico y político, y su influencia sobre, en nuestro caso, la gubernamentalidad del sujeto docente. Pretendo ahora argumentar que en esa relación triangular entre economía, política y sujeto, abrazando el campo de la formación y el desarrollo profesional docente, la interpretación neoliberal del capitalismo por medio de las ideologías de la sociedad del conocimiento, la información y la comunicación, ha dado un significativo vuelco al papel histórico del sujeto docente, y a la teoría y la práctica de la construcción de su conocimiento profesional práctico. Utilizo la noción de gubernamentalidad en el sentido dado originalmente por Foucault (1997; 1999) para referirme a un forma de tecnología política por la que el sujeto interioriza la necesidad de perfeccionamiento, se disciplina y elabora una mentalidad colectiva sumergida en los cuerpos de conocimiento y los regímenes de verdad de un espacio histórico específico41. Lo que aquí nos preguntamos, y lo que constituye un proyecto de investigación en ciernes, es qué estructuras, relaciones y métodos organizan la conducta profesional de los docentes y les conducen hacia determinados modelos y concepciones sobre su desarrollo profesional, y qué agencias intervienen y qué racionalidad gobierna la acción y la mentalidad de la práctica profesional, de la mejora de esa práctica, y de la concepción estratégica con la que el colectivo docente conduce su la carrera y desarrollo profesional. Partimos del supuesto que el discurso neoliberal de la educación si está produciendo cambios en la naturaleza, el sentido, la organización y la función del conocimiento profesional práctico. Para decirlo con los términos de Mark Olssen (2010), un nuevo “capitalismo del conocimiento” viene a redefinir el aprendizaje y el desarrollo profesional como una forma de permanente proceso de autogestión individual de informaciones dirigidas a la adquisición de 41 Un buen desarrollo de esa noción foucaultiana en el análisis de la formación permanente, puede verse en Fejes, A. y Nicoll, K. (2010) 31 32 Mesa 12 destrezas, habilidades y competencias con la que adaptarse a las llamadas y necesidades externas definidas, entonces, al margen de las problemáticas específicas y el análisis del propio puesto de trabajo. El desarrollo profesional se convierte así en una suerte de consumo individualizado de cursos, talleres – presenciales o virtuales- en el que juegan un papel relevante las llamadas plataformas digitales y el uso eficaz de informaciones basadas en las tecnologías de la información. Como Lambeir (2005: 351) señala: el aprendizaje es ahora el constante esfuerzo por competencias extra y la gestión eficaz de las adquiridas. La formación se ha convertido solamente en una herramienta en la fetichización de los certificados”42. Parafraseando a este autor, que centra su estudio en la formación permanente, podemos decir aquí que el discurso del desarrollo profesional es una llamada “al desarrollo profesional”. Las nuevas formas de aprendizaje profesional para el desarrollo profesional han venido incorporando cambios sustantivos. Desde los inicios de una formación orientada a la comprensión y la búsqueda del sentido de la educación como tarea profesional del docente, pasando por una formación orientada a la oferta mayoritariamente institucional basada en supuestos programas de reforma educativa a, finalmente, una formación orientada al “saber cómo”, en el que el aprendizaje para el desarrollo profesional se convierte en una “colección pública de competencias ofrecidas en el mercado laboral de las oportunidades de aprendizaje” (Olssen, 2010:87). Así, el docente puede acabar concibiéndose a sí mismo como una especie de empresario de sí mismo, y la responsabilidad de su aprendizaje y el desarrollo de su conocimiento práctico pasa, de ser un proyecto público con responsabilidad del sistema público de educación, a una responsabilidad individual, en la que cada profesor acaba siendo el responsable último de poner al día sus competencias profesionales y encontrar su espacio en el campo jerarquizado del trabajo docente. O un simple consumidor de una mercancía/conocimiento cuya práctica de consumo está más regulada por la propaganda institucional y la oferta de mercado que por sus verdaderas necesidades profesionales y una verdaderas políticas de la educación pública. La contribución de las nociones foucaultianas nos permite profundizar en la comprensión del modo en que los procesos en que intervienen supuestas elecciones autónomas y libres, que implican a un sujeto activo y con capacidad de decisión, en el fondo están dirigidas por una forma de poder neoliberal que acaba conformando una red de control que afectaría a la profesión en su conjunto, y no sólo a individuos aislados. Una agenda neoliberal sobre la que hay que permanecer alerta ante los incesantes cambios económicos y tecnológicos que implementa y su repercusión en las adaptaciones individuales y los costes políticos y sociales que provoca. Por esto, finalmente, nos parecía relevante iniciar esta reflexión preguntándonos, pero ¿a qué llamamos desarrollo profesional docente?. BIBLIOGRAFÍA 42 Citado en Olssen, M. (2010:86) Reinventar la profesión docente BOURDIEU, Pierre (1992) El sentido práctico. Madrid, Taurus. CASCANTE, César (1995) “Neoliberalismo y reformas educativas”. 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Las reformas educativas a debate (1982-2006). Madrid: Morata. Reinventar la profesión docente Sobre la relación educación y trabajo. Retos para profesores y formadores. Núcleo temático: “Selección, desarrollo profesional y carrera docente.” Cabello Martínez, María Josefa. Facultad de Educación. Centro de Formación del profesorado. Universidad Complutense de Madrid. Datos de contacto: [email protected]; López Martínez, Belén Resumen: A través de esta comunicación se pretende dar a conocer los principales resultados obtenidos en el desarrollo de la tesis doctoral “Los programas de formación para el empleo como herramienta de desarrollo integral de las personas trabajadoras. Rentabilidad social de la formación para el trabajo” en relación al núcleo temático del I Congreso Internacional: reinventar la profesión docente, relativos a la selección, desarrollo profesional y carrera docentes. En esta investigación se analizó la relación que existe entre el sistema educativo, la formación para el trabajo y el mercado de trabajo respondiendo a cuestiones relativas a ¿cómo debe ser la formación para el trabajo para ser un instrumento que asegure el derecho a la educación y al trabajo?; ¿y para que se convierta en un elemento de mejora del bienestar social, económico, cultural y personal de las personas? Y por ello, ¿cuáles son los principios que deben guiar la práctica profesional de las personas que trabajan en las diferentes áreas de la formación para el trabajo? Investigación con, entre otros, los siguientes objetivos generales: Analizar la formación para el trabajo como línea de acción de educación de adultos y dentro del principio de educación permanente. Estudiar cómo el actual sistema influye en el desarrollo del derecho al trabajo y a la educación. La investigación se estructuró en cuatro bloques fundamentales: la formación para el trabajo bajo el referente socioeducativo de la educación permanente y posicionamiento internacional; estado de la formación para el empleo en España; trabajo de campo sobre el proceso de reflexión, desarrollo 35 36 Mesa 12 y evaluación de competencias profesionales adquiridas en experiencia laboral o vías no formales; así como conclusiones y propuestas de futuro. En la comunicación que se presenta a continuación se desarrollan algunas de las ideas principales relativas al área temática de este congreso. Introducción El nivel de bienestar de la sociedad, sus posibilidades de mantenimiento y desarrollo posterior están directamente relacionados con el sistema de educación que ésta posea. Las políticas y actuaciones en materia de educación y formación transcurren paralelamente a transformaciones económicas, sociológicas, culturales, científicas, ambientales, etc. La repercusión de estas modificaciones en el sistema productivo está alterando las relaciones entre las empresas, los trabajadores y el empleo y condiciona, especialmente, los modos de satisfacer la necesidad social y económica de las personas de acceder a un puesto de trabajo y mantenerse en el mismo. Todo ello trasciende, directa o indirectamente, a las políticas, los planes y las prácticas educativas, en especial a la formación para el trabajo en todos sus niveles y modalidades. Dentro del sistema educativo, la formación para el trabajo es un elemento fundamental de crecimiento, sostenimiento y puesta a prueba del estado de bienestar dentro de un país. Afecta directamente al tejido productivo y a la calidad de vida de las personas a través de la mejora de la empleabilidad de los trabajadores y las trabajadoras y de la competitividad de las empresas. La formación para el trabajo repercute así en la riqueza del país pero, para que cumpla esta función, no puede pensarse ni hacerse al margen de sistema educativo en el que intrínsecamente está inscrito. El trabajo no es sólo un medio para ganar dinero, aunque en muchos casos se convierta en la única vía de subsistencia de muchas familias. Puede ser un elemento de proyección personal, social, cultural, etc. El trabajo es un factor que influye no sólo en la vida adulta de las personas sino que está presente en todas las etapas educativas, de forma más o menos consciente, desde la misma elección del centro educativo por nuestros padres. El tiempo de trabajo se configura también como tiempo de aprendizaje de las personas y, por tanto, deben establecerse los mecanismos necesarios que permitan su reconocimiento evitando que las personas tenga que pasar por un proceso formativo formal que les permita obtener la certificación de aquello que ya demuestran que saben hacer en su trabajo diario. Educación y trabajo son derechos fundamentales de las personas. En la formación para el empleo, el derecho a la educación y el derecho al trabajo confluyen, interactúan y generan sinergias. Sin embargo, no sirve cualquier educación, del mismo modo que recibir una compensación económica, no hace al trabajo digno. Reinventar la profesión docente 1. La relación entre educación y empleo. Los fines de la educación van más allá de la preparación de las personas para el desempeño de una determinada ocupación, sin embargo el empleo ha sido uno de los aspectos más influyentes en la planificación educativa, tanto por la necesidad de proveer a las personas de capacidades para obtener los recursos económicos necesarios para vivir, cuanto por la influencia del sistema económico sobre el educativo, considerados ambos subsistemas sociales. Los efectos de la globalización se han notado en los empleos: deslocalización, precarización, temporalidad, pérdida de derechos laborales tradicionales, etc. La introducción de nuevas tecnologías, así como nuevas formas de organización laboral ha tenido como consecuencia la destrucción de empleos en base a asegurar la competitividad. Ante esta situación, nos preguntamos ¿cómo afecta la educación al empleo? La frontera en esta relación educación – trabajo es difusa e inestable. “El problema descansa, en cualquier caso y a nuestro juicio, en la evaluación que de la educación se haga. Esto es, en cómo, con qué criterios y con qué niveles, las empresas, organizaciones y entidades valoran las titulaciones, la experiencia laboral, los méritos y otros rasgos de los asalariados” (Barrigüete, 2005: 554). Del mismo modo, y como indica Retuero (1996) “en todos los países de la Unión Europea esa inencontrable relación de la formación con el empleo vive entre las dos vertientes de la cualificación profesional: la competencia necesaria y la formación ofrecida” (149). La ampliación de la oferta en formación para el empleo no implica que todas las personas puedan formarse, o que los colectivos más vulnerables frente al empleo accedan a los recursos. En este punto, como profesionales de la formación para el empleo, nos preguntamos ¿qué tipo de oferta educativa estamos haciendo?, ¿qué canales de promoción y vías de acceso hemos abierto para que accedan los que más lo necesitan?, ¿qué planteamientos metodológicos seguimos para evitar que la persona trabajadora abandone la formación antes de culminar en una acreditación? Los principales ejes que pueden hacer sustentable esta relación entre la educación y el empleo son: a. A través de la educación y la formación inicial, las personas desarrollan las competencias básicas y específicas para la realización de una determinada ocupación y durante la vida laboral de las personas, los trabajadores se van actualizando y proveyendo de otras que le aseguran la permanencia en el mercado de trabajo. “La educación permanente en el ámbito del trabajo es una necesidad, no sólo por la posibilidad de que sea preciso cambiar de profesión, sino porque los avances en una misma ocupación hacen necesaria la permanente actualización profesional. La formación para el trabajo cumple un papel de ajuste a las necesidades laborales y de empleo en la nueva sociedad del conocimiento” (Cabello, 2002: 160). b. La formación para el trabajo se facilita si se tiene como base una buena educación general. “La formación general debe 37 38 Mesa 12 incorporar elementos de anticipación de lo que se supone pueden ser necesidades de todos los trabajadores (este es el reto al que tratan de responder las innovaciones tecnológicas y el reforzamiento de los idiomas), y tiene que propiciar, antes que aprendizajes específicos de utilidad dudosa, el desarrollo de capacidades y actitudes generales que faciliten ulteriores aprendizajes específicos (aprender a aprender) y la adquisición de conocimientos y habilidades transferibles de un contexto a otro” (Herrador, 2006: 187). c. La educación tiene también una función de contención de las tasas de parados. Por un lado, se ha retrasado la edad de acceso al empleo y por otro, numerosas personas desempleadas están realizando formación mientras consiguen trabajo remunerado. Como señala Alonso (2001: 77) “los aumentos en el sistema educativo, ya sea como enseñanza reglada exigida, ya sea como inversión privada en el capital humano, pueden inmediatamente aliviar la presión sobre el mercado de trabajo (y las estadísticas de desempleo) generando los famosos efectos aparcamiento -estudiar por no tener donde trabajar-, pero a la vez contribuyen a las líneas de deseabilidad de los empleos y la normalidad social del trabajo dejando fuera los trabajos manuales, industriales o los oficios tradicionales, que quedan devaluados frente a la imagen estereotipada del trabajo administrativo o la profesión universitaria como únicas ocupaciones que colman las aspiraciones laborales y el nivel de estatus troquelado por un sistema educativo modelado por, a su vez, la idea de carrera profesional”. d. La falta de formación influye en las posibilidades de conseguir un empleo. Son las personas menos instruidas las que están más afectadas por el desempleo. Paradójicamente en España “el perfil de la población que se beneficia de la formación continua es similar al de otros países de la UE. Las empresas que mayor formación realizan son las de mayor tamaño y la formación se concentra en los empleados hombres, que desempeñan tareas más cualificadas y mejor retribuidas” (Planas, 2005: 134). e. El valor de los diferentes diplomas y certificados también se ve afectado por el mercado de trabajo, en cuanto que se utiliza como pasaporte de entrada a determinadas ocupaciones o sectores de actividad. “La empresa es el lugar donde la cualificación se acredita de modo definitivo” (Del Castillo, 1996: 60). f. El problema de la doble certificación (académica y laboral) perjudica directamente a aquellas personas sin titulación básica reconocida. “Observemos por ejemplo toda la oferta dirigida al mundo laboral y de la formación ocupacional: contabilidad, ofimática, jardinería, horticultura, fontanería, electricidad, (…) esta oferta no se canaliza sólo a través de la escolarización técnica con reconocimiento oficial, tiene sus propios cauces de acreditación social” (Rivas, 2007: 243). g. Cuando el desempleo afecta a la población instruida, supone un alto coste para la sociedad. La educación superior y especializada necesita de gran cantidad de recursos económicos. Si está orientada sólo al empleo, es difícil garantizar que tenga un retorno a Reinventar la profesión docente la propia sociedad, máxime en los momentos de alto índice de paro en un país. Esta situación se agrava en el caso de las mujeres que, habiendo incrementado su nivel educativo significativamente, sus condiciones laborales siguen estando caracterizadas por la temporalidad, precariedad, bajos salarios, etc. h. Las empresas, en un entorno de fuerte competencia y rápidos cambios, juegan un papel fundamental en el desarrollo de las competencias específicas para sus puestos de trabajo. Éstas, como indica Planas (2005: 129) “no pueden construirse si no es mediante el trabajo y en el trabajo”. i. La no certificación de las competencias que las personas trabajadoras adquieren por aprendizaje informal, en el ámbito de su trabajo, lleva consigo una pérdida del valor social de las mismas cuando éstas abandonan la empresa. Las empresas pierden “la memoria” (Planas, 2005: 130). j. Existe una estrecha relación entre la formación y la temporalidad en el trabajo. “En las empresas con mayor proporción de contratos temporales, las tasas de formación son inferiores que en las empresas con tipos de contratos más estables” (Planas, 2005: 133). k. La formación influye en la productividad de las empresas y sus trabajadores. “El incremento de la productividad es resultado de la combinación del sistema técnico (que implica mayor nivel de formación) con el sistema organizativo. De la innovación de los mismos surgirá el empleo (con el consiguiente aumento de la producción) y de la innovación de los procesos productivos solo se obtendrá, coyunturalmente, la reducción de costes” (Herrador, 2006: 185). 1.1. Fracaso escolar y sus implicaciones en el empleo. A pesar del incremento del nivel educativo que se ha producido en España de que en la actualidad la Educación Secundaria Obligatoria (ESO, en adelante) llega hasta los 16 años, a partir de los cuales se puede trabajar con el consentimiento de los tutores legales, el fracaso escolar representa cifras importantes, está mermando considerablemente las posibilidades de desarrollo personal y social de nuestros jóvenes y por tanto, su actividad como ciudadanos. El concepto de fracaso escolar es un término muy controvertido. Se manifiesta en un porcentaje de alumnos que finaliza la enseñanza obligatoria sin la titulación correspondiente; un alto porcentaje de jóvenes que abandona prematuramente el sistema educativo y niveles bajos de conocimiento en competencias básicas. La consecuencia de estas situaciones es que en España tenemos reducidos porcentajes de acceso a los niveles de educación secundaria postobligatoria, especialmente la formación profesional. (CES, 2009: 18) Para poder aproximarnos a datos sobre fracaso, es preciso acudir a los publicados sobre otros conceptos como: 39 40 Mesa 12 - Alumnos matriculados: los inscritos en los diferentes cursos. - Alumnos que terminan: los que finalizan cada curso, sin especificar cómo. - Alumnos que promocionan: los que pasan al curso siguiente, sin especificar con qué edades o si lo hacen con asignaturas pendientes. - Tasa de idoneidad: porcentaje de estudiantes que cursan la etapa que les corresponde según su edad. En base a estos conceptos y partiendo de lo que la administración educativa hace público, como datos de éxito escolar, en diferentes cursos de escolaridad obligatoria, Cabello y García (2006), analizan no sólo el fracaso como resultado final ante el título de Graduado en ESO, sino también cómo se gesta o evoluciona el cambio en los resultados de los estudiantes que acaban fracasando. Los datos analizados muestran que 35,3% de los estudiantes han repetido algún curso al llegar al final de la ESO, mientras que al comenzar esta etapa solo tenían este problema el 11,6% de los estudiantes de primaria. A estos datos es preciso añadir que cabe la posibilidad de que una parte de la población en edad de escolaridad obligatoria no esté realmente escolarizada. Por otra parte, el llamado “fracaso escolar” también debe valorarse en términos del impacto que va a tener sobre el futuro personal y profesional de estos jóvenes. Un impacto que se traduce principalmente en un déficit de recursos para enfrentarse, no sólo a la búsqueda de un empleo de calidad (estable, bien remunerado, etc.), sino en precariedad en cuanto a la capacidad adaptativa ante un mercado laboral cada vez más exigente e inestable. Un déficit que limita e hipoteca las posibilidades de la persona para aprender, trabajar y realizarse en la sociedad en la que vive. El problema del desempleo juvenil está presente en las diferentes políticas económicas y sociales que se desarrollan. Como señala Eckert (2006: 42) “se establece una correlación entre riesgo de desempleo y bajo rendimiento escolar (…). Aún cuando dicha correlación no signifique necesariamente causalidad y se sepa enseguida que mejorar el nivel de formación de los jóvenes no conlleva de entrada el aumento sustancial de la oferta de empleo, el vínculo entre situación de cara al empleo y situación a la salida de la escuela está establecido”. La falta de formación, y por consiguiente de titulación, influye directamente en las posibilidades de conseguir un empleo, así como en las posibilidades de, una vez conseguido, mantenerlo o tener una mínima carrera profesional. Pero además, el fracaso escolar pone de manifiesto una pérdida de motivación e interés de los jóvenes por aprender, que va a influir directamente en las relaciones que se establezcan en el ámbito laboral. 1.2. Sobrecualificación: Falta de reconocimiento laboral del esfuerzo educativo. Las estadísticas sobre estudios y empleo ponen de manifiesto que poseer estudios superiores no es garantía para conseguir empleo de ese nivel, especialmente en el caso de las mujeres. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, si lo es para optar a él. Reinventar la profesión docente La sobrecualificación plantea entonces varias situaciones controvertidas y contradictorias. En primer lugar, nos encontramos con desajustes entre los estudios realizados y las demandas del mercado de trabajo. Estos se producen desde dos vertientes. Desde las empresas se está demandando, con carácter general, un perfil educativo mayor del que exige el puesto de trabajo. A más demandantes de un determinado puesto, mayores son los requerimientos para acceder al mismo, aunque no sean necesarios para su desempeño. Impacta ver cómo en las diferentes ofertas de empleos para prácticas o becarios se solicitan candidaturas con requisitos como: edad no superior a los 30 años, estudios superiores, formación complementaria, idiomas, y algunos años de experiencia profesional. Se potencia la sobrecualificación, aun cuando ésta puede resultar negativa en relación al interés del joven por conservar su puesto de trabajo o a la productividad de su desempeño. Por otro lado, encontramos con frecuencia jóvenes con estudios que no tienen demanda en el mercado de trabajo, lo que les dificulta enormemente acceder a un empleo en el que desempeñar su elección profesional. “En algunos países, el hecho de alcanzar un nivel educativo más elevado no ha proporcionado automáticamente mejores oportunidades de empleo. Muchas personas con diplomas de educación superior tienen empleos que no se corresponden con sus cualificaciones, lo cual a menudo produce un alto nivel de subempleo y la consiguiente falta de motivación. Por sí solos, los niveles más altos de educación no bastan para incorporarse en el mercado de trabajo, si bien lo facilitan. Varios estudios han indicado que en muchos países en desarrollo, aunque en menor medida en América Latina, los jóvenes con un mejor nivel de educación registran tasas de desempleo más altas que aquellos que tienen un nivel de educación más bajo. El fenómeno de los «desempleados con educación» está estrechamente relacionado con una débil demanda agregada. Sin embargo, este problema se debe en parte a la falta de correspondencia entre las calificaciones y los conocimientos técnicos especializados u ocupaciones demandadas” (OIT, 2004: 15). En el caso de España, el porcentaje de jóvenes parados con estudios es significativo, llegando a alcanzar el 20% que, en el caso de las mujeres, asciende hasta el 24,4% (datos del cuarto trimestre 2007 del INE). Esta situación de las mujeres obedece o puede obedecer bien a que hay más mujeres que hombres con estudios, o bien a que las mujeres tienen más dificultades para acceder y mantener el empleo que los hombres. Con bastante cautela se puede afirmar también que en la mayoría de los casos el trabajo que se desempeña inicialmente no es fruto de una elección personal. No obstante, los estudios y datos presentados por el CES (2006) permiten deducir que la trayectoria profesional tiende a corregir este desajuste, aunque el periodo de tiempo necesario para ello es largo. Estas situaciones de desajuste entre la cualificación y el empleo que se desempeña, fomentan la frustración y el desinterés por la formación en los jóvenes que, al no encontrar retorno a sus esfuerzos, no perciben el valor que podría tener para ellos, por un lado, cambiar de actividad inmediata y aplazar el continuar con su formación al medio – largo plazo y por otro, las posibilidades 41 42 Mesa 12 (redes sociales, desarrollo de habilidades de relación, de comunicación, organización, etc.) que el empleo les puede aportar, más allá de los a veces tan necesarios ingresos económicos. La sobrecualificación, por tanto, contribuye al desprestigio de la formación y no ayuda a la puesta en práctica del principio de educación permanente al que me referí en el capitulo anterior. Como afirma Eckert “en un contexto en el que los jóvenes franceses tienden a prolongar todavía más su formación inicial, el acceso al primer nivel de formación profesional no clasifica ya a los individuos de la misma manera que antes: el valor de los diplomas varía de una generación a otra y, en esta ocasión, tiende a bajar” (2006: 46). 2. Aprendizaje a lo largo de la vida. Retos para profesores y formadores. Aprender a lo largo de la vida exige a las personas la voluntad y el tesón necesarios para dedicar tiempo, esfuerzo y recursos a seguir procesos de desarrollo personal, social y profesional en todas las etapas de su vida. Aprender a lo largo de la vida exige también a las instituciones responsables de definir las políticas educativas y de formación para el trabajo, y a todos los que trabajan en ambos sistemas, desarrollar acciones conjuntas y coherentes, enfocadas a conseguir el reconocimiento de los aprendizajes conseguidos, ya sean en procesos de educación formal, no formal o en el desempeño del puesto de trabajo. No hay una reflexión conjunta entre el sistema educativo y la formación para el trabajo: sobre los factores que están produciendo el abandono temprano y el fracaso educativo, por ello, en las acciones de formación para el trabajo que pretenden paliar esta situación podemos estar reproduciendo las mismas estructuras que la provocan. Los datos actuales sobre el abandono temprano de la escolarización y el fracaso escolar en España, y su impacto en el sistema de formación para el trabajo, evidencian la necesidad de medidas globales que no se limiten a la etapa básica de escolarización. Sin embargo, y a pesar de que el colectivo que no logra la titulación básica participa, o al menos debería participar, en las acciones de formación para el trabajo, ésta solamente aborda el problema desde el punto de vista estadístico. para valorar las consecuencias de una elección temprana (12 – 14 años) de la especialidad educativa que permita establecer medidas que permitan actuar, ya sea desde las etapas educativas o desde las acciones de formación para el trabajo, para mejorar o corregir los efectos de esta elección. sobre los motivos por los que la regulación laboral no recoge unos niveles mínimos exigidos para acceder al empleo que obligaría a que todas las personas tuvieran al menos los estudios secundarios obligatorios terminados. sobre las salidas profesionales y la calidad del empleo que tienen los estudios universitarios o de formación profesional. Reinventar la profesión docente Del mismo modo, en momentos en los que tiene lugar un fuerte debate en el seno del sistema educativo, incluida la educación superior, sobre la necesidad de establecer un nuevo modelo que permita responder mejor a las demandas del mercado, el sistema de formación para el trabajo es ajeno a este debate, o al menos funciona en paralelo con el mismo. Aún cuando las transformaciones que aludíamos al inicio de esta comunicación involucran al sistema educativo y al productivo y generan situaciones personal y socialmente problemáticas en ambos, no hay unidad de esfuerzos y permanecen las contradicciones en las respuestas que se proponen para las mismas. La introducción del término competencia dentro del sistema de formación para el empleo no está teniendo una incidencia de la misma índole que en el sistema educativo formal. El motivo es triple: la carencia de un currículo formal; la falta de acreditación de la formación y el no cuestionamiento del término competencia en el sistema de formación para el empleo. Si en la enseñanza obligatoria existe un currículum formal establecido, en la formación para el empleo esto se limita a un listado de grupos de acciones formativas sobre las que referenciar la oferta. Lo que en un ámbito se plantea como ruptura, en el otro, como el primer currículo explícito del que se dispone para estructurar los esfuerzos de las personas, tanto en el desarrollo de su trabajo como en espacios de educación no formal, que tengan como consecuencia su reconocimiento laboral y educativo. El reconocimiento y la acreditación de los conocimientos, o de los estudios realizados, históricamente se ha asignado al sistema educativo y, aunque sometido a reformas, esta función y los mecanismos para ejercerla están consolidados dentro de él. Sin embargo, en el sistema de formación para el empleo, especialmente en los niveles de menor cualificación, aun no están correctamente implantados, ni el procedimiento ni la cultura del reconocimiento de los saberes adquiridos por diferentes procedimientos. Cuando se produce este reconocimiento dentro del sistema de formación para el empleo es porque viene directamente del ámbito universitario o de instituciones profesionales. Así, por ejemplo, a través del sistema de formación para el empleo muchos trabajadores y trabajadoras están accediendo a los títulos propios que ofertan las universidades; pero estos procedimientos quedan aún reservados a una minoría y no se generaliza la información, la orientación y la oferta necesarias para que puedan ser aprovechados por todos. La introducción del término competencia y las implicaciones que para el sistema educativo y la formación para el trabajo están teniendo, como se explicó en el análisis del trabajo de campo, no ha dado lugar a debates conjuntos. Aunque dentro del sistema educativo el término se vive como una imposición del sistema productivo, lo cierto es que el mundo de la formación para el trabajo permanece ajeno al debate. Esto deja pendiente una reflexión conjunta sobre cuestiones como: ¿es esa la forma de realizarse el ser humano y de lograr una sociedad integrada?; ¿qué debemos poner en duda en las prácticas actuales con la introducción del nuevo lenguaje?; ¿qué se corrige, de lo que hacemos mal ahora, al introducir este discurso?; ¿qué de nuevo y útil aporta a las ideas, a los valores, a las 43 44 Mesa 12 prácticas que poseemos, conocemos y que han inquietado y mueven hoy a los seres humanos y a las sociedades – y deberían hacerlo a los gobiernos- hacia el progreso, la justicia, el acceso universal a la educación, la racionalidad, el conocimiento crítico, la búsqueda del aprendizaje relevante, significativo, integrado, aplicable y motivador?; ¿qué aporta que no tuviésemos con una forma más sencilla de expresarlo? (Gimeno, 2008: 54) Reflexión conjunta es necesaria y beneficiosa para ambos sistemas, ya que el nivel de desarrollo y estabilidad del sistema educativo es mayor que el de formación para el trabajo y, lo que para el primero puede ser contraproducente, para el segundo podría constituirse como una vía de ordenación y estructuración. El aprendizaje a lo largo de la vida exige un desarrollo complementario de todos los procesos de aprendizaje, y la formación para el trabajo no puede ser un elemento más de presión negativa hacia el sistema educativo Conclusiones. La educación básica es el soporte necesario y fundamental para que la formación para el empleo pueda cumplir su función de desarrollo, profundización o actualización de competencias profesionales. Tomar decisiones y determinar cuales son las competencias básicas es algo muy importante, por dos razones: la primera, porque es una forma de mostrar el modelo que tiene de la educación quien las propone y determina. La segunda, porque si son realmente básicas, tienen que ser para todos, algo que todos deben alcanzar, y se convierten entonces en un derecho universal de todo ser humano, tanto si se refiere a lo cultural, lo laboral, lo social o lo personal. (Gimeno, 2008). La relación entre los dos subsistemas, guiada por principios de educación permanente tales como innovación, democratización de las acciones y respeto a la cultura de la persona trabajadora, equidad, diversificación, intersectorialidad, interdisciplinariedad e interterritorialidad, puede ampliar la capacidad de tomar medidas estructurales y tecnológicas, de dotar de planificación y de recursos para intervenir en los distintos sectores, así como de generar políticas que puedan apoyar el desarrollo de una educación cultural inicial para todos, una educación que cimiente e impulse una formación para el empleo generalizada en lo personal, en lo sociocultural y en lo educativo, y no sólo centrada en lo económico-profesional. Aunque en algunos casos, especialmente cuando se trata de trabajadores y trabajadoras con baja cualificación, las acciones de formación básica y de formación para el trabajo, dirigidas a personas adultas, se desarrollen en un mismo periodo de tiempo y deban estar interrelacionadas, sus metas no deben confundirse sino complementarse. El bajo rendimiento obtenido en las enseñanzas obligatorias así como el abandono temprano de la educación, condiciona el desarrollo de la formación profesional dentro del mercado de trabajo. No es posible la especialización laboral sin una buena formación básica y, en el ámbito laboral, sin haber adquirido unas competencias básicas sobre las que asentar futuras Reinventar la profesión docente actualizaciones y especializaciones. Sin embargo, el desarrollo de acciones de formación profesional encaminadas al logro de estas competencias básicas no implica que se estén cubriendo las necesidades básicas de formación de las personas. Son dos aspectos educativos diferentes, que pueden confluir en un mismo tiempo y persona, y que, precisamente por su cualidad de complementarios y no excluyentes deben quedar expresamente atendidos, procurando alcanzar buenos resultados. La formación relacionada con lo laboral está directamente afectada por las tendencias del mercado de trabajo y, por tanto, es necesario mantener un referente socioeducativo, como el conjunto de principios de la educación permanente, para asegurar que responde a principios educativos. La formación para el trabajo, siguiendo el principio de la educación permanente, tiene que contribuir también a la formación de ciudadanos comprometidos con la construcción de su proyecto personal y social. El escaso número de personas cualificadas en el mercado de trabajo también se debe a una débil demanda de cualificación por parte de las empresas. En general, se ha venido produciendo un acoplamiento entre el sistema formativo y el sistema productivo: el bajo rendimiento educativo se alimenta en un mercado de trabajo que demanda empleos de baja cualificación. Así, a pesar de que se aboga por un cambio en el sistema productivo, hacia sectores que impliquen un mayor desarrollo en investigación y tecnología, existe una espiral de trabajos de baja cualificación con muy poca incentivación para la mejora, lo que refuerza la permanencia de profesionales con baja cualificación. Necesitamos, por tanto, distinguir entre dos tipos de actuaciones con carácter general. La primera dirigida a la cualificación del empleo. La demanda (baja cualificación) responde a una oferta (puestos de trabajo sin cualificación) por lo que si se quiere cambiar la primera, la segunda tiene necesariamente que mejorar. No podemos pretender que las personas dediquen sus recursos a formarse cuando no va a existir una recompensa dentro del ámbito laboral. Por otra parte, y considerando que el desarrollo profesional de las personas es un proceso largo, es preciso quebrar esta espiral desde los ámbitos educativo y formativo, ya que es poco probable que la ruptura que pueda producirse desde el ámbito laboral en exclusiva contemple un desarrollo profesional integral, como el que venimos defendiendo. Bibliografía reseñada. Alonso, L.E. (2001). Trabajo y postmodernidad. El empleo débil. Madrid: Fundamentos. Barrigüete Garrido, L.M. (2005, 16, nº 2). Examen crítico de la relación empleo y educación en el contexto de la globalización. Revista Complutense de Educación, pp.543-568. Cabello Martínez, Mª J. (2002). Educación permanente y educación social. Controversias y compromisos. Málaga: Aljibe. 45 46 Mesa 12 Cabello Martínez, Mª. J. y García Tiscar, E. (2006). Fracaso escolar y fracaso vital. Hacia una reconceptualización del fracaso escolar que transforme sin tratamiento. Revista Interamericana de Educación de Adultos, 28. Consejo Económico y Social. (2009). Informe sistema educativo y capital humano. Madrid: CES. Consejo Económico y Social (2006). El papel de la juventud en el sistema productivo español. Sesión ordinaria del Pleno de 21 de diciembre de 2005. Madrid: CES. Del Castillo, M. (1996, 4). Tendencias en la formación. En Situación, pp.53-70. Eckert, H. (2006, 341). Entre el fracaso escolar y las dificultades de inserción profesional: la vulnerabilidad de los jóvenes sin formación en el inicio de la sociedad del conocimiento. Revista de Educación, pp. 35 -55. Gimeno, J. (2008). Educar por competencias, ¿Qué hay de nuevo?. Madrid: Morata. Herrador, F. (2006). La formación profesional como política pública de estabilidad. Cuadernos de trabajo social, pp. 173-190. Organización Internacional del Trabajo. (2004). Recomendación sobre el desarrollo de los recursos humanos. Recomendación 195. Ginebra: OIT. Planas Coll, J. (2005, 338). 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En los centros educativos implicados se viene generando una nueva realidad que precisa de profesionales con unas competencias muy concretas que den respuesta a las nuevas demandas que emergen en todos los ámbitos: el organizativo, el metodológico y el curricular. Por esta razón, y para convertirse en esos profesionales cualificados capaces de abordar todas las innovaciones que conlleva el proyecto, los procesos formativos en los que se han visto inmersos han sido muchos. La formación requerida ha sido importante, por lo que creemos que las asesorías de los Centros del profesorado han sido testigos y compañeros en este recorrido con el profesorado de los centros bilingües durante estos años. Este “acompañamiento” ha permitido a las personas responsables de las asesorías observar aquellos cambios que se han ido experimentando en la implementación de los proyectos y que han ido marcando el rumbo de unos profesionales cada vez más cualificados y con unos recursos más concretos (Bueno, 2010, p. 159). Por esta razón, entendemos que sus informaciones son relevantes a la hora de aportar luz sobre la construcción de este nuevo perfil. Este recorrido con el profesorado, que ha requerido gran colaboración y coordinación de todas las personas implicadas, ha resultado un proceso enormemente enriquecedor para todas las partes, tanto a nivel profesional como personal. La presente comunicación muestra los resultados de una encuesta llevada a cabo para indagar sobre las opiniones y percepciones de los responsables del ámbito lingüístico en otros Centros del Profesorado andaluces acerca de los cambios producidos en el perfil profesional de los docentes de los centros bilingües. La investigación tiene como punto de partida las conclusiones expuestas por las mismas autoras en otra comunicación presentada en el I Congreso 47 48 Mesa 12 Internacional de Enseñanza Bilingüe en Centros Educativos, celebrado en Madrid, en junio de este mismo año (Carretero y Sáenz, 2010) y que plasmaba sus creencias y percepciones como asesoras responsables del CEP de Málaga desde que el PFP se puso en marcha. A raíz de las nuevas realidades que hemos venido observando, nuestro trabajo se despliega en los siguientes cuatro ejes: • el desarrollo de competencias basadas en la comunicación, • el desarrollo de competencias basadas en la metodología, • el desarrollo de competencias basadas en la gestión de aula y la interacción social, • el desarrollo de competencias relacionadas con aspectos de la innovación y la investigación educativa. Aunque muchas de estas competencias profesionales van en paralelo para los docentes, se detectan matices que dependen en gran medida del ámbito o área que desarrollan en los proyectos. Por ello, focalizamos nuestras las miradas hacia dos perspectivas: la del profesorado de lenguas extranjeras (LE) y la del profesorado de las áreas no lingüísticas (ANL). Asimismo, dentro del grupo de docentes del ámbito lingüístico, prestamos especial atención al del profesorado de lengua castellana y literatura (LCyL) que, paulatinamente, va reconociendo y desempeñando un mayor protagonismo dentro del programa y brevemente reflexionamos sobre las funciones de los responsables de la coordinación de los proyectos, que principalmente pertenecen al área de lenguas extranjeras. Entendemos que es el momento de analizar la situación actual, lo que aportaría luz sobre cómo estas competencias docentes pueden contribuir o dificultar la consecución de los objetivos del Plan de Fomento del Plurilingüismo. Es una mirada parcial (la aportada por las asesorías del ámbito lingüístico andaluz) pero tiene el valor de la cercanía del seguimiento de primera mano. OBJETIVO DE LA INDAGACIÓN La comunicación presentada en el I Congreso Internacional de Enseñanza Bilingüe en Centros Educativos (Carretero y Sáenz, 2010), surgió tras una reflexión que desembocó en una serie de conclusiones, que sirvieron como base para la redacción del trabajo presentado en aquel congreso. Entonces, entendimos apropiado, conveniente y enriquecedor contrastar y triangular nuestras opiniones con las de otras/os compañeras/os asesoras/esi. La finalidad era mostrar unos indicadores de perfil que puedan definir en mayor o menor medida el grado de desarrollo de las competencias profesionales de los docentes implicados en el Plan según estos responsables de las asesorías. METODOLOGÍA DE LA INDAGACIÓN Muestra: Los destinatarios eran las personas responsables de las asesorías del ámbito lingüístico relacionados con los centros bilingües. No se puede decir que el número sea cerrado pues cada CEP establece el número de asesorías, según el número de centros bajo su ámbito. Generalmente suele existir al menos un responsable por CEP y en algunas ocasiones 2. Por lo tanto, Reinventar la profesión docente podríamos decir que el número podría oscilar entre 32 (número de CEPs en Andalucía) y 40 (exceptuando a las autoras de este trabajo, que no han realizado la encuesta). La participación ha sido voluntaria. Recogida de la información: Se realizó una encuesta, mediante el gestor de encuestas LimeSurvey del Centro del Profesorado de Málaga. La encuesta se difundió y se colocó en el espacio virtual a nivel regional y que compartimos las asesorías del ámbito, en la plataforma de teleformación del CEP de Marbella-Coín. Se recogieron 12 encuestas completas. La participación se vio dificultada porque se pasó a finales de curso, cuando la mayoría estábamos desbordados por el cierre del año. También se dio la circunstancia de que durante el verano se produjo el normal relevo de responsables en algunas de las asesorías, por lo que las personas encargadas aún no podían opinar por no tener suficiente información. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS Presentamos a continuación unas gráficas de sectores, que representan los resultados de nuestra encuesta. Los sujetos de estudio se han agrupado por áreas de enseñanza: • Profesorado de Lengua Extranjera • Profesorado de Áreas No Lingüísticas • Profesorado de Lengua Castellana y Literatura • Coordinadoras/es de centros bilingües Dentro de cada uno de los apartados, se detallan los diferentes aspectos que definen cada una de los cuatro bloques de competencias estudiadas: Competencias basadas en la comunicación, donde destaca la necesidad que siente el profesorado del proyecto bilingüe de mejorar lingüística y comunicativamente, así como la importancia que le otorgan a la formación y actualización en este ámbito. • Competencias basadas en la metodología, puesto que los cambios metodológicos detectados son reveladores. • Competencias basadas en la gestión de aula y la interacción social, ya que en los centros bilingües se detecta una mayor inclinación hacia el trabajo colaborativo y una gestión del aula más activa. Estas competencias colaborativas las contemplamos en referencia al alumnado, por una parte y al profesorado, por otra. • Competencias relacionadas con aspectos de la innovación y la investigación educativa, que se toman forma con un mayor compromiso con su formación o en compartir sus prácticas y sus materiales con otros docentes. Los colores, en las gráficas de sectores, corresponden a las respuestas siguientes: • En gran medida Mucho Ligeramente Prácticamente nada 49 50 Mesa 12 Profesorado de Lengua Extranjera Desarrollo de competencias basadas en la comunicación El profesorado de LE: Se preocupa por tener un dominio adecuado de L2. Un 80% demuestra que al profesorado de lengua extranjera le preocupa mucho o en gran medida el modelo de la lengua que está ofreciendo a sus estudiantes, puesto que constituye la base para la formación lingüística de éstos en la segunda lengua. Desarrollo de competencias basadas en la metodología El profesorado de LE diseña unidades didácticas integradas. Más de dos tercios de las asesorías creen que los docentes de L2 trabajan mucho o en gran medida de manera integrada e interdisciplinar con el resto del profesorado del equipo bilingüe, tanto de otras lenguas como de otras materias, diseñando unidades donde los contenidos y la lengua están integrados. El profesorado de LE trabaja el enfoque por tareas. Poco más de la mitad de las personas encuestadas opina que los docentes de lengua extranjera procuran crear oportunidades dentro del aula para utilizar la lengua en situaciones reales, lo que redundaría en el alumnado ya que, de esta manera, aprenden a usar la segunda lengua para adquirir nueva información. El profesorado de LE utiliza una enseñanza más centrada en el alumnado. Las respuestas rozan el 60% en cuanto a asumir al alumnado de manera individual, con sus propias experiencias, competencias, entorno, gustos y necesidades. Es decir, involucrando al alumnado como parte esencial de cada fase del proceso curricular y trabajando con ellos contenidos con mayores dificultades, lo que redunda en mejores resultados. El profesorado de LE incluye las TIC. Es significativo que un 80% de las respuestas apuntan al uso de las nuevas tecnologías como herramientas en el aula. Únicamente una quinta parte de las asesorías lingüísticas andaluzas cree que el profesorado de LE no incorpora sistemáticamente las tecnologías de la información y la comunicación en su labor docente. El profesorado de LE hace explícitas las estrategias de aprendizaje. Un 46% de Reinventar la profesión docente las opiniones asesoras entienden que el profesorado de LE trabaja de modo explícito las estrategias de aprendizaje con su alumnado en el aula bilingüe. El profesorado de LE ha modificado sus modos de evaluación. Tal y como demuestran los dos tercios de resultados, según las asesorías, los docentes de lenguas extranjeras han comenzado a introducir nuevos instrumentos de evaluación (como la participación activa en el aula) y la evaluación cada vez más del producto final de las tareas. También es interesante la sensibilización hacia la fluidez frente a la corrección gramatical. Desarrollo de competencias basadas en la gestión de aula y la interacción social El profesorado de LE establece el trabajo colaborativo entre el alumnado. A tenor de las respuestas, las asesorías de los CEPs andaluces estiman que el profesorado de L2 tiende a fomentar mucho o en gran medida el trabajo colaborativo del alumnado, hecho muy beneficioso en un aula de idiomas, puesto que se promocionan tanto las estrategias comunicativas como los aspectos sociales del alumnado. No es desdeñable el 27% que opina que esto se realiza ligeramente, puesto que demuestra que el proceso está en vías de desarrollo. El profesorado de LE coopera para consensuar programaciones. A pesar de las dificultades que la integración de lengua y contenidos conlleva en cuanto a las programaciones de las distintas áreas, observamos que más de un tercio de las encuestas señalan que esto se hace en gran medida. Es muy apreciable que casi un 50% de las encuestas opina que esta integración se está llevando a la práctica, si bien con diferentes intensidades. El profesorado de LE promueve la participación de agentes externos en el aula. Un amplio 60% manifiesta que los docentes de lenguas extranjeras favorecen mucho o en gran medida la intervención de manera virtual o de modo directo de personas ajenas a la vida del centro, estrictamente hablando. Léase otros docentes (de entornos cercanos, de otras provincias o comunidades, o incluso países europeos), auxiliares de conversación o incluso las familias. 51 52 Mesa 12 Desarrollo de competencias relacionadas con aspectos de la innovación y la investigación educativa. El profesorado de LE difunde sus prácticas. De acuerdo con las asesorías, sólo el 37% cree que el profesorado de LE tiende a compartir sus experiencias y las buenas prácticas con docentes de otros centros, con la reflexión sobre su práctica y su proyecto que trae consigo. El profesorado de LE contacta con otros centros bilingües y comparte materiales/informaciones. Los responsables de las asesorías parecen observan que aunque se intercambian materiales e informaciones entre el profesorado, no ocurre así en todos los centros pues las cifras se encuentran en el 50%. El profesorado de LE contacta con el extranjero. Casi tres cuartas partes de las respuestas son favorables en cuanto al contacto de los docentes de segundas lenguas con el extranjero, bien como inmersión lingüística o como manera de estimular el intercambio, la cooperación y la movilidad entre los sistemas de educación y formación. Pero no sólo lo hacen a nivel personal, sino con su alumnado, a través de hermanamientos con centros en el extranjero o programas como los Comenius o e-Twinning. El profesorado de LE innova en su contexto. Más de la mitad de las respuestas expresan que el profesorado de segundas lenguas se preocupa mucho o en gran medida de las innovaciones que surgen en su ámbito. Estamos hablando, fundamentalmente, de aquellas innovaciones que vienen fomentadas por las políticas lingüísticas europeas: el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas y el Portfolio Europeo de las Lenguas. Asimismo, ya anteriormente apuntábamos que se observa cómo introducen en mayor medida que sus colegas de las secciones no bilingües el uso de las TICs y unos modelos de enseñanza más activos. Otro elemento de innovación es el modo en que se abordan los contenidos con la Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas Extranjeras. El profesorado de LE asume una mayor implicación en su desarrollo profesional. La implicación en el desarrollo profesional del profesorado de L2, tanto a través de la autoformación como de la formación, se deja notar en un 60% de las opiniones, que se decantan porque esto tiene lugar en gran medida o mucho. Otra modalidad de formación que se da mucho en las Reinventar la profesión docente personas que integran los equipos bilingües es el trabajo coordinado, que implica participación centrada en el diálogo, el intercambio y confrontación de experiencias. Profesorado de Áreas No Lingüísticas Desarrollo de competencias basadas en la comunicación El profesorado de ANL: Se preocupa por tener un dominio adecuado de L2. Las opiniones de las asesorías del ámbito lingüístico elevan a un 87% la sensación que transmite el profesorado de ANL en cuanto a su interés por lograr un correcto dominio de la L2. Parece que estos docentes entienden que han de mejorar las estrategias lingüísticas que facilitan la comprensión de información, comunicación y adquisición de lengua extranjera. Desarrollo de competencias basadas en la metodología El profesorado de ANL diseña unidades didácticas integradas. El 43% de las asesorías opinan que el profesorado de ANL diseña y pone en práctica mucho o en gran medida unidades didácticas integradas mediante una metodología AICLE. El profesorado de ANL trabaja por proyectos y hands on activities. Un poco más de la tercera parte de las asesorías encuestadas cree que los docentes de ANL organizan en sus aulas una enseñanza activa estructurada en proyectos de trabajo, donde el papel tradicional de transmisor de la información se convierte en un papel de guía y orientador. Si bien todavía no está asentado en la cultura escolar, parece despuntar el “aprender haciendo”. Sería interesante indagar en los motivos de estos cambios metodológicos. Cabría la posibilidad de que produjesen porque a) los docentes de ANL implicados en las secciones bilingües solían tener esa metodología antes de implicarse en el proyecto o b) que los hayan adquirido durante el desarrollo profesional necesario para hacer frente a las nuevas necesidades, ya sea mediante las acciones formativas desarrolladas por los CEPs o bien por el contacto con otros sistemas escolares durante las estancias o vistas a otros países. El profesorado de ANL utiliza una enseñanza más centrada en el alumnado. Las respuestas referidas al profesorado ANL apenas superan el 50% en cuanto a trabajar con el alumnado integrándolo como parte activa del proceso enseñanza-aprendizaje y teniendo siempre 53 54 Mesa 12 en cuenta su individualidad y su propia forma de ser y enfrentarse a los procesos curriculares que suceden en su entorno educativo. El profesorado de ANL incluye las TIC. Prácticamente un 50% de respuestas apuntan al uso de las tecnologías de la información y la comunicación por parte del profesorado ANL como herramientas fundamentales para la búsqueda y adaptación de recursos y materiales docentes para la enseñanza de sus materias. El profesorado de ANL ha modificado sus modos de evaluación. Un tercio de las respuestas determina que el profesorado de ANL tiene más dificultades a la hora de modificar la evaluación de su alumnado. El alto porcentaje de opiniones a favor de “Ligeramente” significa que está en el proceso de cambio introduciendo nuevos instrumentos que, cada vez más, requiere del alumno su participación activa (mediante, por ejemplo, las nuevas tecnologías) e incluso les lleva a contemplar aspectos más comunicativos de lo que se acostumbra a trabajar en las aulas no bilingües. Desarrollo de competencias basadas en la gestión de aula y la interacción social El profesorado de ANL establece el trabajo colaborativo entre el alumnado. Parece que a los docentes de ANL les cuesta entrar en el proceso del trabajo colaborativo con el alumnado. Por esta razón, casi la mitad de las asesorías encuestadas opinan que se usa este tipo de estrategias interactivas en el aula sólo ligeramente. Esto nos lleva a asumir que el proceso, aunque lento, está llevándose a término. El profesorado de ANL coopera para consensuar programaciones. Si bien la sensación que transmite el profesorado de ANL es que la cooperación para consensuar programaciones no la realiza en gran medida, observamos que dos tercios de las respuestas demuestran que los equipos bilingües se encuentran inmersos en el proceso de desarrollar unidades didácticas integrando contenidos de todas las materias implicadas en el proyecto. El profesorado de ANL promueve la participación de agentes externos en el aula. Según los resultados de la encuesta, no son particularmente frecuentes las visitas al aula de personas que no pertenecen al centro (ya sea otros docentes, familias, colaboradores de Reinventar la profesión docente distinta índole, etc.). Sin embargo, un 40% señala que no son raras. Sin ir más lejos, la figura de los auxiliares de conversación es ya muy familiar en los centros bilingües. Desarrollo de competencias relacionadas con aspectos de la innovación y la investigación educativa. El profesorado de ANL difunde sus prácticas. A diferencia de la experiencia del CEPMA1, un escasísimo 14% de las respuestas nos conduce a pensar que los docentes de ANLE no difunden las experiencias escolares de su aula o centro educativo. Nosotros hemos podido comprobar que existe (aunque reconocemos que aún escaso) un proceso de reflexión y revisión de la propia práctica que acarrea autoformación y que se está haciendo desarrollarse nuevos modelos. El profesorado de ANL contacta con otros centros bilingües y comparte materiales/informaciones. Una magra quinta parte de las personas encuestadas se decanta por la visión de un profesorado de ANL que colabora y comparte con otros centros bilingües. Es éste otro caso en el que la experiencia del CEPMA1 difiere del resto de Andalucía. A través de nuestra plataforma colaborativa, el profesorado se resuelve dudas, está al día en cuanto a normativa y novedades y, desde luego, se comparten materiales. El profesorado de ANL contacta con el extranjero. Es curioso que sólo una quinta parte de nuestros colegas de las asesorías lingüísticas opinen que los docentes ANL contactan mucho con el extranjero. Según nuestra experiencia, son ya muchos los que participan anualmente en los programas de inmersión lingüística o de los hermanamientos, tanto reales como virtuales (e-Twinning), mostrando interés comprobando su provecho profesional y personal. El profesorado de ANL innova en su contexto. Es muy posible que este tercio de respuestas favorables a la atención a las innovaciones en el ámbito no lingüístico se deba a que fundamentalmente pensamos en documentos lingüísticos: MCER y PEL. Sin embargo, toda la metodología que conlleva la implantación del método AICLE ha sido seguida muy de cerca y con creciente interés por el profesorado ANL: trabajo por tareas, trabajo colaborativo, currículo integrado, etc. El profesorado de ANL asume una mayor implicación en su desarrollo profesional. La sensación que transmite el profesorado de ANL de los centros 55 56 Mesa 12 bilingües es que se preocupa mucho (47%) por su formación. Para ellos, la elaboración y adaptación de materiales es una ardua tarea, puesto que es necesario encontrar proyectos lingüísticamente accesibles y es ésta una metodología que no habían llevado a la práctica hasta este momento. Profesorado de Lengua Castellana y Literatura Se observa un cambio metodológico en el profesorado de LCyL implicado en el proyecto bilingüe. Esta gráfica refleja la visión de las asesorías lingüísticas en cuanto a una nueva forma de trabajo del profesorado de esta área. Una metodología de trabajo colaborativa con el resto de las lenguas, lleva a reflexionar sobre todo lo que comparten y la rentabilidad de integrarlas en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Es cierto que es un proceso lento, pero ya es visible, como demuestra el 40% que opina que el cambio metodológico es grande. Coordinaciones bilingües La coordinación del proyecto bilingüe desarrolla competencias necesarias para la gestión de recursos humanos. Un 60% de las respuestas obtenidas indica que se aprecia mucho o en gran medida que la coordinación está desarrollando funciones esenciales y especiales para el desarrollo del proyecto, con un papel destacado dentro del equipo bilingüe: dinamizan al profesorado integrante potenciando el concepto de aprender juntos, con la transferencia que esto conlleva. Igualmente establece contactos con otros agentes, como las familias, auxiliares lingüísticos, otros centros del entorno o del extranjero, dado el caso. ALGUNAS CONCLUSIONES PARA SU DISCUSIÓN Sin duda, resulta difícil llegar a determinar el perfil de los docentes que necesita un sistema educativo concreto, tampoco es sencillo delimitar las competencias necesarias para implementar un determinado programa. Lo que parece ser cierto es que, en la actualidad, se observan matices importantes en los centros dependiendo de la especialización de sus docentes. Por lo tanto, podemos decir que han de ser competencias amplias y dinámicas que deben ser analizarlas dentro del contexto en el cual se ponen en práctica. Ciertamente, desde las asesorías responsables del PFP en los centros del profesorado, se vislumbran unas competencias profesionales específicas en el profesorado que está impartiendo clase en las secciones bilingües. Ahora bien, aunque en el trabajo anteriormente mencionado de las autoras nos limitamos a exponer y narrar nuestra percepción (como tal personal y subjetiva). Con esta pequeña indagación, donde se incluyen otras opiniones y creencias, nos gustaría resaltar algunos factores que nos han resultado especialmente significativos y que como tal nos gustaría comentar: Se detectan algunos matices diferentes en los datos referidos al profesorado de LE y el de ANL en diferentes ámbitos, como pueden ser: la participación de agentes externos en el aula, la difusión de las prácticas, los contactos con el Reinventar la profesión docente extranjero y otros centros para compartir materiales y experiencias. Estas diferencias podrían venir dadas por las distintas “apropiaciones” y compromisos que cada docente adquiere ante el proyecto, así como por una cultura profesional establecida desde unas didácticas específicas concretas, que les lleva a focalizarse en el contenido de la materia que imparten, obviando así metodologías más relacionadas con el bilingüismo. Una acertada solución podría ser la propuesta de García, cuando sugiere una formación lingüística del profesorado de ANL orientada a lograr “una adquisición de contenidos específicos a través de la L2 (modelizando así lo que sería una buena práctica futura para los profesores participantes), con un énfasis en las estrategias de aprendizaje y de enseñanza y un componente de reflexión sobre temas relacionados con el bilingüismo” (2010, p.56). Asimismo, parece consecuencia del hecho de que sea el profesorado de LE quien suele asumir la coordinación del proyecto en los centros, lo que conlleva que los docentes de ANL descarguen en ellos este tipo de responsabilidades y acciones. Por lo que respecta al diseño de unidades didácticas integradas, los datos arrojan opiniones encontradas. Mientras que más de dos tercios de las asesorías creen que los docentes de L2 diseñan unidades didácticas de manera integrada con el resto del profesorado del equipo bilingüe, menos de un tercio opina que los docentes de ANL tienden a trabajar siguiendo estos métodos de trabajo integradores. Según estas asesorías, un 60% de los informantes creen que efectivamente se lleva a cabo, pero la colaboración y la integración es ligera. Probablemente detrás de estas opiniones se encuentren unas diferentes concepciones y capacidades de acción a la hora de buscar mecanismos de trabajo más globalizador. Como afirma Ramos (2007) es vital que los docentes que se implican en un proyecto de este tipo muestren la “voluntad de trabajar conjuntamente con sus colegas, tanto los de su propio curso como los de los superiores e inferiores, en la planificación de lecciones y en la búsqueda y creación de materiales en dos idiomas”. Se observa que el profesorado de LE hace explícitas las estrategias de aprendizaje con su alumnado. Como sugerimos en Carretero y Sáenz, 2010, esa “vivencia del aprendizaje” que se da, en cierta medida, en las aulas bilingües, lleva a los docentes a fomentar y desarrollar en los aprendices reflexiones sobre cómo aprenden, sobre sus habilidades de pensamiento y sobre sus estrategias. Los datos parecen indicar que, aunque de forma tímida y poco sistemática, se abordan éstas de forma explícita, apoyando la idea de García (2010, p 55) de que se hace necesario que esta reflexión sobre las estrategias tome un “protagonismo explícito”. No podemos concluir este trabajo sin resaltar que lo aquí expuesto no es más que una aproximación a una realidad mucho más compleja. Las experiencias de los CEPs son ser diferentes. De esta forma, los datos parecen indicar que, dependiendo del entorno y los centros de referencia, la opinión que cada asesoría pueda plasmar varía. En palabras textuales de una asesora: “Tengo que admitir que nuestros centros bilingües son tan diferentes entre sí (algunos tienen equipos maravillosos, otros algunas personas con mucha iniciativa e 57 58 Mesa 12 interés, y otros cumplen con la normativa). Asimismo, las creencias y las visiones que cada uno de los asesores va desarrollando dependen, en muchas ocasiones, del contacto directo o de los comentarios al respecto que les hacen llegar otros compañeros cuando se confrontan experiencias y prácticas de distintos centros. Así, por ejemplo, una asesora reconoce: “De algunos solamente tengo información de segunda mano al no ser mis centros de referencia”. En conclusión, aunque sea un fugaz acercamiento a la temática, pensamos que las informaciones recogidas, y aquí expuestas, contribuyen a crear esa evidencia de que la profesión docente requiere de saberes y actitudes que estén en continua disposición hacia el cambio. Sólo así el profesorado puede ajustarse a las necesidades que surgen en los centros como resultado de las exigencias y la complejidad que impregna la realidad de un determinado contexto escolar. Esas realidades, en definitiva, van creando plantillas que dan identidad propia a los centros. BIBLIOGRAFÍA Bueno Jiménez, J. (2010). Proyecto bilingüe del CEIP Andalucía: Modelo para el desarrollo profesional y la mejora del rendimiento académico. En E. Barrios Espinosa (Ed.). La educación bilingüe en Andalucía: Análisis, experiencias y propuestas (pp.133-164). Granada: Grupo Editorial Universitario. Carretero Ramos, A. y Sáenz Francés, J. M. (2010). El perfil profesional del docente en los centros bilingües andaluces: una reflexión desde la asesoría lingüística del Centro del Profesorado de Málaga. Comunicación presentada en I Congreso Internacional de Enseñanza Bilingüe en Centros Educativos (CIEB). Madrid 14 al 16 de junio. Consejería de Educación. (2004). Plan de Fomento del Plurilingüismo. Una política lingüística para la sociedad andaluza. García Mata, J. (2010). “Dime cuánto hablas…” La L2 en las aulas bilingües de Andalucía; análisis de un informe y propuestas de formación. En E. Barrios Espinosa (Ed.). La educación bilingüe en Andalucía: Análisis, experiencias y propuestas (pp. 31-60). Granada: Grupo Editorial Universitario. Ramos, F. (2007). Programas bilingües y formación de profesores en Andalucía. OEI, Revista Iberoamericana de Educación; Nº34. Recuperado el 20 de septiembre de 2010 desde http://www.rieoei.org/rie44a07.htm. Desde aquí queremos agradecer la colaboración a todas las compañeras y a aquellos compañeros que rellenaron la encuesta y nos enviaron sus comentarios. Reinventar la profesión docente Percepción del profesorado de Educación Infantil sobre la importancia de la variable espacial como recurso didáctico Julia María Crespo Comesaña Universidad de Santiago de Compostela [email protected] RESUMEN Este trabajo busca esclarecer cuál es el peso de la opinión del profesorado en el diseño de edificaciones escolares y descubrir si el profesorado incluye los diferentes elementos espaciales en su modelo didáctico para el ejercicio docente en Educación Infantil. Para ello se diseña un estudio de corte cualitativo en el que intervienen los docentes y directores de 23 centros de Educación Infantil construidos en la Comunidad Autónoma de Galicia siguiendo las prescripciones del R.D.1004 de centros escolares. MARCO TEORICO El tema del diseño del ambiente, del espacio escolar, aunque ha estado presente en distintas propuestas metodológicas a lo largo de la historia de la Pedagogía, arrastra serias carencias en el ámbito de la investigación y, consecuentemente, en el de la construcción teórica. Este hecho, como explican Romañá Blay (1984, 2004) y Sureda y Colom (1989), entre otros autores, tiene una doble vertiente. Por un lado está relacionado con la excesiva inclinación humanista de la ciencia pedagógica. Se evitarían así los estudios sobre el espacio por percibir un cierto determinismo en sus conclusiones que se acercarían a planteamientos positivistas. Por otro lado estos autores señalan también que la pedagogía ha estado ocupada resolviendo otros problemas que reclamaban atención urgente. En los años siguientes al final de la segunda guerra mundial en Europa y en los años 70 en España se priorizaba la escolarización masiva de la población. Este proceso se ve ralentizado, entre otros factores, por el descenso en la tasa de natalidad. Durante el período mencionado las demandas sociales se centran en la obtención de puestos escolares y los esfuerzos pedagógicos se desarrollasen en esta línea. Una vez superado este período de demanda de escolarización surge la preocupación por garantizar la calidad de esos puestos de enseñanza. Esta garantía pasa por la creación de un entramado conceptual que desde el punto de vista de la pedagogía identifique, entre otras cuestiones, los factores a potenciar en el sistema educativo y en el individuo y a la vez estudie qué elementos, y bajo qué circunstancias contribuyen a vehicular el desarrollo de esos factores. 59 60 Mesa 12 Creemos que, en el caso de la escuela, uno de esos factores es el componente físico. La elaboración de este espacio físico es lo que llamamos diseño espacial. Para Zabalza Beraza (1996), es una dimensión que afecta a la calidad educativa y por eso: “El espacio acaba convirtiéndose en una condición básica para poder llevar a cabo muchos de los otros aspectos clave. Las clases convencionales con espacios indiferenciados resultan escenarios empobrecidos y hacen imposible (o dificultan seriamente) una dinámica de trabajo centrada en la autonomía y la atención individual de cada niño” (p. 50). En este trabajo intentaremos analizar y profundizar en algunos aspectos de la vertiente aplicable al ámbito institucional escolar. Los componentes de cualquier diseño espacial, escolar o no, son siempre elementos físicos los cuales, juntos o por separado, transmiten una información que está ligada a la interpretación y uso personal y social, y que además es susceptible de provocar incidencia formativa. Estos elementos, en el caso el diseño escolar, son todas las estructuras físicas que crean este espacio y todos los elementos añadidos. Según Loughlin y Suina (1987), “el entornó físico del aprendizaje tiene dos elementos principales; la instalación arquitectónica y el ambiente dispuesto. Ambos interactúan para fortalecer o limitar la contribución del entorno al aprendizaje de los niños” (p. 17). Para ilustrar este apartado tomaremos la clasificación que han realizado Sureda y Colom (1989), sobre el campo actuación e investigación del Diseño Educativo: *Ámbito de la Educación Formal (o no formal). Estudio de las estructuras fijas (arquitectura). Estudio de los elementos móviles y/o semimóviles, como el espacio de clase. *Ámbito de la Educación Informal. Espacios acentuadamente infantiles: patios escolares, plazas y jardines propios para juegos infantiles. Espacios genéricos, internos o externos, naturales o artificiales, tales como calles, comercios etc. En este estudio, según este esquema, desarrollaremos el primer apartado dando prioridad a los componentes arquitectónicos. Dentro de este primer apartado, la mayor parte de las investigaciones han desarrollado aspectos relativos a la disposición del mobiliario y han dejado casi olvidados los elementos arquitectónicos. Por este motivo hemos decidido centrarnos en la investigación de estos elementos La razón de centrarnos en este aspecto es que estimamos que de los elementos tratados en el apartado, los arquitectónicos han sido objeto de mayor despreocupación, si cabe, puesto que sobre estudios de disposición del mobiliario del aula etc. existe un mayor número de trabajos. Reinventar la profesión docente Ahora bien, cuando hablamos de aplicar las variables que conforman el Diseño Escolar y dar a los resultados una aplicación real, estamos hablando de explorar un campo de estudio y generar una teoría a través de esa exploración que nos permita utilizar esos elementos físicos con un sentido plenamente formativo dentro del marco de una aplicación pedagógica que dé sentido a este diseño y a su vez evolucione a través de él. Creemos que esto aportaría calidad a la educación porque optimizaríamos sus resultados aproximándonos a las necesidades y experiencias de los individuos y grupos que conforman la comunidad educativa. Al mismo tiempo la generación de un campo de contenido contrastado crearía un espacio de intersección que permitiría la construcción de un diálogo común entre los especialistas implicados, educadores, pedagogos, arquitectos. Existen numerosos estudios dentro de la Psicología Ambiental que podrían servirnos de base, y apuntan hacia la idea de que el ambiente que rodea al individuo ejerce una influencia apreciable en la comprensión e interiorización de lo que le rodea y consecuentemente sus actuaciones se ven mediatizadas en cierto modo por esos factores físicos. Desde el punto de vista de la educación, los resultados de estos estudios nos hacen ver que es necesario contar con ellos para poder trabajar de una forma más coherente y económica. La integración de diferentes discursos que giran en torno al espacio escolar como el pedagógico, el psicológico y el arquitectónico tendría como consecuencia una mejor comprensión y gestión de los procesos formativos que ocurren dentro de este espacio. DISEÑO Y MÉTODO. El trabajo que se presenta tiene como objetivo descubrir si se ha tenido en cuenta la opinión del profesorado para el diseño de edificaciones escolares y describir si el profesorado incluye los diferentes elementos espaciales en su modelo didáctico para el ejercicio docente en Educación Infantil dada su importancia para la calidad educativa. En el estudio se conceptualiza el término modelo desde una amplia perspectiva desde la que podemos entender, al igual que Marín y García Fernández (2003), que los modelos didácticos son, entre otras cosas una descripción y análisis de los ambientes de aprendizaje, donde se producen los procesos de enseñanza, que ayudan a definir y delimitar términos, además de cómo las acciones han de realizarse. La observación se ha llevado a cabo en todos los centros de la Comunidad Autónoma de Galicia en los que se imparte el segundo ciclo de Educación Infantil (en estos centros se encuentran: Centros de Educación Infantil y Primaria (CEIP) y centros que solamente atienden al segundo ciclo de Educación Infantil) que han sido construidos entre 1991 y 2005 a partir de los criterios espaciales expresados en los Programas de Necesidades de Construcción de Centros regulados por la Orden de 4 de noviembre de 1991 Se toma la decisión de elegir de esta forma los centros por varias razones: 61 62 Mesa 12 1) Las edificaciones están construidas en diversos entornos medioambientales. Dado que, de acuerdo con la legislación, los centros deben adaptarse al medio físico que las rodea se pueden generar distintas tipologías constructivas, que a su vez podrían establecer relaciones singulares con las prácticas docentes 2) Dado que la ubicación de los centros depende de las administraciones locales, la solución de las demandas sobre espacios dependen de criterios diferentes, lo que puede dar lugar a diferentes grados de adecuación de las respuestas de estos organismos administrativos en relación con las necesidades de cada centro. 3) Dado el carácter de flexibilidad de nuestro currículo, los centros deben adaptar sus programas educativos a la realidad más próxima. Esta realidad incluye al propio centro, sus instalaciones, espacios y el uso que cada comunidad educativa en particular hace de ellos 4) Como señalan los trabajos de Erickson (1989) el estudio sobre comunidades completas ha sido el elegido en muchas ocasiones en trabajos y estudios de corte etnográfico La población está constituida por las maestras (en el momento en el que se realiza el estudio no hay ningún maestro en estos centros) y los/as directores/as de los 23 centros de segundo ciclo de Educación Infantil que se ajustan a las características antes descritas El total de maestras es de 83, de las cuales participan en el estudio 61, lo que supone un porcentaje de participación del 85,5%. Los/as directores/as participantes en el estudio son 21 en total (los 2 restantes se encuentran de baja por enfermedad). De estos 13, el 62%, son maestros de Educación Primaria. Las técnicas y los instrumentos utilizados fueron: - Entrevista a los directores de los centros. Estas entrevistas fueron grabadas en audio (EN). - Entrevista a los informantes clave (EIC). Se pretendía que aportasen una visión personal desde su experiencia real con el diseño y planificación del espacio educativo, bien desde su trabajo como profesionales, o bien desde su papel de conocedores de las demandas de los docentes con respecto a los diferentes espacios; como en el caso del Delegado Provincial y del Arquitecto Jefe de la Unidad Técnica, aportando así una visión holística de la realidad concreta a investigar, al complementarla con la experiencia de personas conocedoras de dicha realidad. - Cuestionario. Que se pasó a las maestra de Educación Infantil (CU). - Análisis de contenido de los documentos institucionales del centro. (PEC) Proyecto Educativo de Centro, (PCC) Proyecto Curricular de Centro, (PA) Reinventar la profesión docente Programación General Anual, (MA) Memoria Anual, (DAC) Otros documentos aportados por los centros como: actas de reuniones, recortes de prensa, documentos enviados por la administración. - Análisis de documentos administrativos. Como bases de concursos para obra pública de centros y normativa interna del servicio de construcciones escolares (DAA). - Cuaderno de campo de la observadora (CC). - La observación directa, empleada para identificar las distintas actividades llevadas a cabo en los diferentes espacios del centro. Aplicación de registros estandarizados (RED) RESULTADOS: Los hemos organizado en dos categorías: A) Aprovechamiento de la experiencia del profesorado en el diseño de centros La asistencia a cursos por parte de los directores en los que se hayan tratado cuestiones referidas al diseño espacial ha sido del 33,3%, 7 directores del total de los 21 entrevistados (EN). En el caso de las maestras la asistencia a cursos de este tipo ha sido del 43,08%, un grupo de 31 (CU). Los directores de los centros opinan que los docentes deberían ser consultados a la hora de proyectar o remodelar un centro, pues conocen las necesidades de los niños y de los maestros (EN). La experiencia en el campo docente es un elemento indispensable en el diseño de los centros educativos y tener en cuenta esta experiencia ayudaría a evitar problemas entre forma y función (EN). Al mismo tiempo los centros se aproximarían de un modo más eficaz a las comunidades que los utilizan, rentabilizándose los recursos espaciales: “Yo creo que es un fallo, deberían de preguntarnos a los profesores cómo deben ser los centros. Creo que podemos dar ideas, conocemos a los niños, sabemos lo que quieren y lo que necesitan y sabemos qué necesitamos para hacer nuestro trabajo” (EN43). El maestro se siente al margen en la toma de decisiones, pero luego debe trabajar con las deficiencias que podían haber sido corregidas. “No se cuenta con el personal (maestros) para estas cosas, creo que no es la norma, lo material viene hecho y luego tu ves cómo te apañas” (EN46). “Lo triste de todo es que no te consultan nada y hacen las cosas sin mirar lo que hay aquí, así luego se ven las meteduras de pata. Lo hacen por ahorro y 63 64 Mesa 12 por comodidad y luego nos encontramos nosotros [docentes] con el problema” (EN17). Parte del profesorado se queja ya que ellos mismos se han dirigido a las autoridades, comunicándoles sus problemas y ofreciendo posibles soluciones, que son rechazadas y son sustituidas por otras que no se adaptan a los problemas planteados. “Pedimos a la Consellería un espacio abierto fuera, con juegos, pero lo que nos hicieron fue un pabellón con una pared donde los niños se mojan” (EN11). “Este centro é proporcionalmente pequeno, temos 25 nenos por aula e quedan moitos fóra, Pedimos a ampliación hasta 3 aulas para os máis pequenos. O Concello concedeunos 5 metros máis de patio, entón o colexio presentou un proxecto propio e presentouno na Delegación que dixo, fai dous anos que o estudiaría, e así quedou. Este ano volvimo-lo a solicitar e contestóusenos que se nos daría unha sala grande e un aula normal, que nos era o que necesitabamos. Viñeron un día as tres da tarde, hora na que o centro está cerrado e aquí non hai ninguén, e pola prensa enterámonos que pensan facer unha ampliación de unha clase máis un despacho na zona do patio soleado, a pesar de que na nosa proposta, insistimos en que se respectara este espacio xa que de outra forma o patio de recreo quedaría sin sol e con humidade. Nós damos posibles solucións para aumenta-lo espacio pero polo que se ve non nos fan caso” (EN42). La lectura de las distintas acciones y procesos emprendidos para la creación de un nuevo centro educativo nos hace percatarnos de la importancia del factor económico. De hecho, el tema está presente en la fase de plica, en la valoración de los documentos presentados al concurso de proyectos, en la elaboración del anteproyecto y en la fase de proyecto de ejecución (DAA). Aunque existen otros parámetros, parece ser este el más importante. Realmente encontramos que la valoración del aspecto educativo de las edificaciones escolares es nulo y así lo manifiesta uno de los informantes clave, “los colegios son hoy más pequeños que en la etapa centralista porque se ciñen a la norma ya que no hay más dinero” (EIC1) En este sentido Zabalza Beraza (1996) señala la importancia de la cuestión presupuestaria en relación con la calidad de la enseñanza, incluyendo en esta también los temas de espacio y en este sentido indica que “es preciso reconocer que no se puede esperar grandes milagros de iniciativas basadas en la 'buena voluntad' y el 'esfuerzo' de las personas encargadas de llevarlas a cabo, pero sin que se les concedan los medios suficientes para desarrollarlas dignamente. A veces los discursos políticos o el marketing comercial no se corresponden con los hechos reales a nivel de financiación y de dotación de recursos, y esa es la primera condición, aunque desde luego insuficiente, de la calidad” (p. 44). Reinventar la profesión docente Para la Administración parece que el aspecto económico es el criterio vertebrador y no las cuestiones relacionadas con la línea pedagógica o educativa. De hecho, en los documentos internos que manejan los diferentes órganos de la administración relacionados con las construcciones escolares, en ningún momento se hace referencia a otro criterio, ya sea educativo, o de diseño estético (DAA). A este respecto, autores como Peters (1992) opinan que “jardines de infancia y centros escolares tienen hoy, (…) una notable importancia económica y por eso están influenciados, cada vez más, por intereses económicos; esto es absolutamente válido para la educación y la formación” (p. 12). No existe valoración alguna de la plasmación en el proyecto del edificio de la vertiente educativa de los espacios y tampoco se aprecian valores en consonancia con el espíritu de la LOGSE (vigente a la hora de redacción de los criterios espaciales). Observamos que en el baremo utilizado por la mesa de contratación no existe ningún apartado que haga referencia ni siquiera remota a estos aspectos (DAA). En la misma entrevista antes citada se nos explica, “si en la memoria de los edificios escolares aparece algo en relación a la adecuación de los espacios, a criterios educativos o pedagógicos, no se valora (…), algo así se podría valorar en un centro experimental, pero ahora no hay ninguno” (EIC1). Entendemos que se da por supuesto que la cuestión de adecuación a criterios educativos de los espacios no es algo muy importante ya que en la Subdirección de Construcciones y Equipamiento, en el momento en que nosotros realizamos nuestra visita, no cuentan con ningún especialista en temas educativos (CC). Podría deducirse que los valores educativos que fundamentan la ley dan por supuestos a la hora de aplicar la normativa referida a la construcción de centros escolares. A este respecto, en entrevista mantenida con otro de los informantes clave, se nos comenta que la normativa ha sido estudiada de forma tal que “su aplicación garantiza la adecuación de los espacios a los principios educativos” (EIC2). Es evidente que, desde el punto de vista del profesional de la arquitectura que decide presentarse a alguno de estos concursos, es bastante difícil conectar con fuentes pedagógicas que le proporcionen una visión del espacio desde una perspectiva cualitativa y teniendo en cuenta las necesidades educativas (EIC3). La administración pone a su disposición mucha información técnica, pero sin embargo escasea aquella apropiada para abordar la cuestión pedagógica (EIC3). Por otra parte la preparación del propio arquitecto en esta parcela resultaría un ejercicio totalmente altruista por su parte, no sólo porque es un valor añadido al proyecto que nadie en el tribunal va a estimar, sino porque una vez hecho este trabajo puede no verse consolidado en la realidad al no ganar la plica. 65 66 Mesa 12 Por otra parte, una vez que se ha fallado el concurso, el profesional elegido tiene libertad para comunicarse cuantas veces quiera con la Unidad Técnica (DAA), pero en ningún momento se le ofrece la oportunidad de recabar las opiniones de los usuarios obligatorios y directos del edificio. Es igualmente interesante comprobar que tanto el Arquitecto Jefe de la Unidad Técnica y de los responsables del servicio de Proyectos y Construcciones y los de Supervisión de Proyectos y Expropiaciones, tienen una responsabilidad muy grande en el resultado final de la obra. No sólo en lo que se refiere a su construcción física, sino en lo que respecta a la concepción genérica de los espacios, de forma que la responsabilidad de la calidad del producto final desde el punto de vista arquitectónico y educativo está bastante repartida (DAA). En algunos casos los docentes entienden que la Administración realiza intervenciones inadecuadas y además no cumple lo que promete. “Nas reformas levadas a cabo no Centro elimináronse os servicios que había con saída ó campo prometendo que se farían outros pero aínda estamos esperando que se fagan” (MA del CP17). La Administración se muestra poco receptiva en lo que se refiere a aceptar variaciones con respecto a los proyectos y planos de los edificios, recogemos manifestaciones en el sentido de que aunque se detecten y se comuniquen deficiencias importantes en el transcurso de la obra estas no son tenidas en cuenta. “El patio es el peor que te puedas imaginar. Nos quejamos en el momento de la obra y como no se podía variar nada, así nos quedamos” (EN13). “Cuando me percaté de lo que estaban haciendo [en el patio] dije que eso no era lo correcto, pero me contestaron que lo que estaba en los planos no se podía cambiar” (EN17). Los docentes perciben además que para que las autoridades den solución a los problemas que le plantean, no basta con justificar las demandas, sino que es necesario presionar desde otros medios como la prensa o el AMPA. “A xente [administración] que ven a ve-lo centro o primeiro que dí é 'esto non pode ser', pero logo non se fai nada. Eu levo cinco anos na dirección, todo o que se fai é fruto da loita de profesores e pais. É triste. Non hai unha planificación seria, os espacios se estudian por números. A administración é un desastre, non só a local, tamén a outra, porque nós traballamos con todas” (EN14). “Hemos llamado muchas veces para denunciar las deficiencias y te hacen caso según la presión que hagas en el periódico” (EN16). Esta forma de pensar se refleja en muchos de los documentos aportados por los centros. En ellos se recoge la necesidad de recordar constantemente a las autoridades competentes las deficiencias detectadas. Reinventar la profesión docente “Teremos que intentar conseguir unha maior implicación do Concello no tocante ó arranxo do patio de Educación Infantil e o mantemento de todo o recinto escolar” (MA del Cp16). “As medidas a desenvolver neste apartado dependerán da capacidade de resposta ás demandas e necesidades do centro por parte da Consellería de Educación e Ordenación Universitaria, do Concello de Betanzos, e a Diputación Provincial” (PA del CP14). Este último texto figura en el apartado de “Medidas a Desenvolver”, como respuesta al objetivo: “Continuar avanzando na perfecta dotación do centro en materia de infraestructúras e equipamentos: segunda fase do pavillón polideportivo, renovación dos servicios higiénicos dos alumnos, construcción dun espacio cuberto para os alumnos de Educación Infantil (…)” (PA. Del CP14). En el CP11 también se hace referencia a este tema y por eso nos indican que deben “estar en constante seguimento das entidades que teñan obrigas no mantemento das instalacions educativas, tanto no seu aspecto inmobiliario como no de mobiliario” (PA del CP11). Esta es una medida de consecución para el objetivo: “procurar a mellora das infraestructuras e dotacións do centro” (PA del CP11). Los docentes ven como una dificultad la petición de cualquier documento relativo a la edificación del centro a la Administración. Ya sea para realizar cualquier obra o incluso para llevar adelante proyectos de obligado cumplimiento por parte del centro, como por ejemplo en el caso del plan de autoprotección: “nos andivemos detrás dos planos durante meses, hasta fai unha semana, e iso que era polo tema da autoprotección” (EN19). En muchos de los centros el acondicionamiento del espacio es señalado entre las prioridades del centro, pero se percibe un desánimo en cuanto a la consecución de objetivos en relación con este punto debido a la presunta falta de eficiencia de la Administración: “Obxectivos específicos que o centro se propón conseguir no curso: Seguir a acondiciona- lo espacio físico do centro ós nenos: aulas, corredores, patio de recreo (…) Medidas a desenvolver para a consecución dos obxectivos fixados: Manter todo os contactos que fagan falla co Concello para unha puntual información das necesidades do Centro, naqueles aspectos que sexan da sua competencia” (PA del CP13). En el mismo documento, en el apartado de “Características do Centro”, leemos: “Así mesmo, dado o escaso espacio de recreo, e sobre todo a súa inadecuada disposición física, creemos necesario ampliar dito espacio, tendo en conta que arredor do Centro existe abundante terreo en venta. Pero o Concello sinalou primeiro que non podía mercar un solar, xa que pedían 67 68 Mesa 12 demasiado por el. Agora sinala tamén que o terreo que linda o patio non é urbanizable, polo que non se pode facer nada nel” (PA del CP13). Otro ejemplo en esta la misma línea… “O Concello comprometeuse a realiza-lo acondicinamento do terreo e a Consellería Provincial de Educación a levar a cabo a edificación solicitada coa axuda económica do Concello. O Sr. Delegado de Educación, persoal da unidade técnica, e representantes do Concello visitaron in situ o lugar das futuras obras. Seguimos esperando unha resposta por parte de ámbolos dous organismos” (MA del CP42). En el caso del CP13, recogemos en nuestras notas el malestar de los docentes, llegando a solicitar la edificación de otro centro Están descontentos con todo en su entorno laboral: la forma, los acabados, la ubicación, el tamaño (EN13). Se muestran dolidos y expresan su descontento por el silencio de la Administración. También desde el análisis de la experiencia como docentes se llama la atención sobre otro tipo de factores que afectan al funcionamiento de los centros. Hemos recogido la opinión de los maestros sobre la conveniencia de crear centros menos masificados, de menos unidades (EN). Nosotros hemos observado que el ambiente en los centros donde hay muchas unidades es menos distendido y menos familiar (CC), existe preocupación por no molestar a los vecinos que están haciendo cosas diferentes ya que todos no pueden realizar actividades en común salvo contadas veces: “a veces pienso que para infantil mejor serían centros más pequeños (…) el nuestro es un centro grande pero es un poco agobiante con tanto niño, la gente dice que es un centro grande pero resulta agobiante sobre todo con tanta escalera” (EN46). B) Importancia del espacio en la práctica docente Consideramos de suma importancia comprender cómo los maestros de Educación Infantil entienden su espacio de trabajo: si les parece que es una herramienta para la educación de sus alumnos o si lo ven como algo que dificulta de algún modo la consecución de las metas educativas. Creemos que es muy interesante comprobar si el maestro se sirve del espacio y de qué forma. Intentaremos establecer la opinión de los docentes sobre el espacio como soporte de la labor académica De los directores entrevistados 12, un 57,14%, opinan que el espacio utilizado en las actividades académicas es el adecuado. Aun así, opinan que debería ser más grande (EN). Este dato debe ser analizado con cautela pues 13 de ellos, el 62%, no trabaja en Educación Infantil (EN). Entre las maestras de Infantil encuestadas 46, el 65%, opinan que la distribución del aula por grupo no es el sistema de trabajo más adecuado. De las que así opinan, la mayoría propone el sistema de trabajo por talleres como alternativa o, al menos, una combinación de aula grupo y talleres, lo que significaría una estructuración del espacio escolar totalmente diferente. Una pequeña minoría, un grupo de 3 maestras, 4,5%, propone, aunque no lo utiliza, Reinventar la profesión docente el trabajo por equipos en espacios comunes de todo el nivel Infantil, lo que hemos entendido como una interpretación del sistema de aula abierta (EN). Esta idea transformaría aun más el medio físico del centro. Nos parece muy interesante comprobar que existe un porcentaje elevado de maestros que apuntan hacia otros tipos de organización que en estos momentos no configuran el modelo oficial habitual. Aportamos algunas impresiones de las maestras que nos parecen representativas. “Con los talleres se puede distribuir el material por talleres y no por edad, se aprovechan mejor los espacios, permite al alumnado moverse y explorar todo el centro, conocer diferentes personalidades, etc.” (CU442). “En ellos [talleres] tendría el material preparado y listo para utilizar de manera autónoma por los niños” (CU113). “Os talleres permiten aproveitar material e o mesmo tempo permiten dispoñer de máis recursos, por exemplo, en vez de ter 40 puzzles en 3 aulas diferentes, temos 20 nunha soa aula e no resto teríamos outro tipo de material” (CU443). “La orientación y la exploración espacial mejoran. Las aulas-taller podrían ofrecer mayor número de materiales y de posibilidades de movilidad para el alumno. Mayor número de actividades compartidas con otros grupos” (CU411). Las maestras hacen referencia especialmente, al hablar de talleres, a una mejor gestión del material y a un incremento del nivel de autonomía del alumno (CU). Este último aspecto es uno de los objetivos básicos de la educación Infantil y lo entienden también como una potenciación de las conductas motrices y sociales (CC). Un grupo de 57 docentes, el 81%, trabaja utilizando la metodología de rincones, siendo los más citados los rincones de juego simbólico y el rincón de lectura. Aquellos que no los utilizan alegan que no disponen de espacio suficiente para hacerlo (CU). “No hay suficiente espacio para hacer rincones de trabajo, toda [el aula] está ocupada por las mesas y las sillas de los niños” (CU148). “No puedo tener rincones por el espacio reducido en relación con el número de niños por aula” (CU311). También entre aquellos profesores que trabajan por rincones hay problemas con el espacio: “Teño rincóns pero precisaría máis espacio, para que estiveran máis separados e mellor estructurados” (CU212). Las maestras opinan en un 59%, es decir, un grupo de 42, que el propio centro 69 70 Mesa 12 tiene capacidad de motivar al niño para explorar el espacio y al ser preguntadas sobre cuáles son las características del centro que invitan al niño a descubrir formas, colores o tamaños, 12 maestras, el 29%, contesta que todo en conjunto (el edificio, el entorno, el mobiliario); 10 maestras, el 24,44%, responde que la luminosidad de los espacios y su configuración y 7 maestras, el 16%, que las formas de puertas, ventanas y otros elementos constructivos. El resto, 13 maestras, un grupo bastante numeroso (30,56%), no se refieren a ningún elemento en particular. (CU). También el 80% de las maestras; esto es, un grupo de 57 docentes, nos han indicado que cuando trabajan las nociones de espacio, color, tamaño o forma utiliza habitualmente elementos y propiedades del propio edificio como referencia. (CU). Si relacionamos estos dos últimos apartados, podemos decir que el edificio, sus espacios, colores, la disposición de los elementos constructivos, son elementos que se consideran de interés formativo, motivan al niño y forman parte del curriculum educativo (CC). Hemos comprobado que no existen espacios de castigo, según la tipología que se describe en el trabajo de Suárez Pazos (2004), donde colocar a los niños cuando se produce alguna conducta indeseable (EN). Este hecho no llama nuestra atención ya que la propia autora señal que los castigos físicos “aparecen con poca frecuencia durante el período de párvulos o preescolar” (p. 433). Creemos que no es adecuado que el niño aprenda a identificar ciertos espacios del centro con el castigo. Para aprovechar el espacio como vehículo y elemento educativo, el niño debe apropiarse de todo su centro, la existencia de zonas o habitáculos indeseables o temidos dificulta esta prolongación (CC). Sabemos que el desarrollo cognitivo de los alumnos de Educación Infantil está fuertemente ligado a la conducta motora y por eso es importante considerar las características de los espacios en donde se realizan las tareas de esta índole (aulas de psicomotricidad o salas de usos múltiples que se emplean con este fin). Con respecto a tamaño de estos espacios, las maestras están todas de acuerdo en que estas aulas son pequeñas (CU). En algunos centros se utilizan pabellones de deportes. Estos suelen ser amplios con alturas considerables (DR) para permitir ejercicios y juegos con elementos como pelotas. La altura de los pabellones y el deficiente tratamiento acústico en los mismos producen niveles de reverberación del sonido molestos (CC). Cuando esto ocurre el profesorado, incluso con pocos niños, debe esforzarse para hacerse oír, porque el golpeteo de los zapatos en el suelo es suficiente para causar interferencias importantes en la comunicación (EN). Por otro lado, el mismo ruido requiere del alumnado un mayor nivel de atención, pues su escasa experiencia y competencia en habilidad decodificadora no le permite componer frases cuando la audición resulta muy defectuosa. En el momento que esto ocurre, el niño recurre a la visualización del adulto, sus gestos le ayudan a suplir la falta de información auditiva. Pero al problema de ruido hay que añadir Reinventar la profesión docente que la iluminación también es defectuosa, pues los gimnasios se sirven de luz artificial al aprovechar al máximo las paredes para colocar elementos como las espalderas. Recordemos que en los pabellones se produce un desplazamiento de las ventanas hacia las zonas más altas, funcionando estas más como elementos de ventilación que de iluminación. Todas estas problemáticas pueden suponer una disminución en los tiempos de atención por fatiga, lo que facilita la aparición de las conductas no deseadas (CC). Exponemos algunas opiniones del profesorado que ejemplifican estos datos. “El gimnasio mal construido, sin ventanas, se tuvieron que abrir unos respiraderos a posteriori, hay mucho ruido para trabajar allí. Pocos niños parecen un ciento y acaban fatal, nerviosos, no obedecen (…)” (EN31). “A insonorización do ximnasio é unha demanda repetida polo profesorado cada vez considerada máis urxente. Non existe posibilidade de comunicarse cos alumnos” (PA del CP19). Estos espacios generalmente son utilizados por otros niveles en los centros (EN), por lo que los alumnos de Educación Infantil no disponen en ellos de un material adecuado y colocado permanentemente, sino que en cada clase es necesaria la colocación de los elementos con los que se va a trabajar y su retirada posterior, lo que convierte su uso en algo engorroso (CU). La utilización del espacio no puede ser tampoco arbitraria pues ha de someterse a un horario, lo que hace que la psicomotricidad en vez de discurrir paralela a toda la actividad de Educación Infantil se convierta en una materia de horario marcado (CC). Entendemos que los gimnasios no son espacios adecuados para trabajar habitualmente la psicomotricidad, sin embargo son adecuados para trabajar la Educación Física. CONCLUSIONES Comenzaremos señalando que las intenciones pedagógicas de los profesores no se tienen en cuenta en la fase de diseño arquitectónico de un centro escolar. Consideramos que la elaboración del proyecto debería ser fruto de la colaboración de dos especialistas: el arquitecto por un lado y el docente por otro. Todos los maestros entrevistados están de acuerdo en este razonamiento y lo justifican argumentando que ellos son los que tienen experiencia en la utilización de los espacios que son necesarios para la realización de sus funciones y también que son los que conocen las necesidades de los alumnos. Siguiendo esta línea argumental, podemos concluir que no es cierto que los maestros no sepan formular sus demandas o que les dé igual el tipo de espacio que se construya. De hecho, opinan que un espacio acorde con sus necesidades optimizaría las labores docentes. Muchos entienden que la adaptación a las carencias espaciales es una dificultad añadida a su tarea. 71 72 Mesa 12 Del mismo modo, el arquitecto necesita ser partícipe de las necesidades y estrategias pedagógicas del especialista en educación. En opinión de los docentes, contando tan sólo con la legislación y su experiencia como alumno, al arquitecto le es imposible manejar todos aquellos elementos que el profesorado considera esenciales para diseñar adecuadamente un espacio educativo. Creemos que se debe indagar sobre las necesidades que los propios docentes manifiestan para lograr una adecuación entre necesidades educativas y diseño de espacios. Para ello, se necesita un contacto directo con el educador. Se pretende que sean las personas que poseen criterios basados en la práctica quienes informen a los arquitectos, de modo que estos puedan proyectar los espacios idóneos con los que contará el docente para facilitar y optimizar las actividades de enseñanza-aprendizaje. Esta información servirá además para contribuir a la cualificación del proyecto elaborado por el arquitecto. Entendemos que la posibilidad de estos contactos entre arquitectos y educadores en la construcción de centros públicos no puede dejarse en manos del voluntarismo personal, sino que requiere la articulación de un marco prescriptivo. En el contexto escolar, los docentes valoran positivamente tal posibilidad. Por otro lado, los maestros consideran insignificante la labor realizada por las administraciones competentes al abordar los problemas relacionados con los espacios en sus centros y consideran que la falta de colaboración ocasiona numerosos problemas en los centros. En aquellos casos en los que se detectan importantes problemas en relación con los espacios y dotaciones, existe un sentimiento de falta de comunicación por parte de las Administraciones, por lo que en ocasiones se recurre a la movilización de padres o a la intervención de la prensa. Los docentes consideran que esta actitud de la Administración radica en la falta de interés por invertir en las edificaciones escolares. Debe hacerse un esfuerzo por parte de los organismos competentes para incrementar la inversión en la construcción y equipamiento de los centros, no se puede esperar una mejora en estos conceptos sin aportación económica. La importancia de este tema de inversión es aún mayor si entendemos que el componente espacial interviene a través múltiples conexiones en la eficacia de los procesos de enseñanzaaprendizaje. También se detecta una falta de acierto en las soluciones que se ofrecen a las demandas que le comunican los centros. Los maestros se quejan de que en ocasiones, cuando ocurre la intervención administrativa esta no está en la línea de lo que se había solicitado. Esto parece decir que existe una falta de comunicación o de entendimiento entre los docentes y las autoridades administrativas. Todos los docentes coinciden en afirmar que las aulas son pequeñas en relación con las ratios permitidas, al igual que los patios. Recordemos que Reinventar la profesión docente estos suelen ser más grandes de lo que estipula la ley y aún así los consideran como insuficientes. Observamos la conveniencia de añadir espacios nuevos a los que actualmente están prescritos en los mínimos constructivos estos espacios permitirán la flexibilización de los agrupamientos y la realización de diferentes tipos de actividades que en la actualidad se realizan de forma incómoda o inadecuada El factor espacial tiene gran importancia si se han de tomar decisiones con respecto al uso de estrategias metodológicas. Es importante tener en cuenta las demandas expresadas por los docentes ya que consideran las carencias con respecto al espacio como uno de los factores que les impiden llevar a cabo una labor educativa adecuada, especialmente, si pretendemos que esta se ajuste a las necesidades de los niños. Por eso les disgusta adaptarse a los espacios que les vienen impuestos, ya que les impiden desarrollar una metodología adecuada. Sería necesario que la metodología que los docentes consideran como más adecuada pudiera ser llevada a cabo sin que el espacio construido lo dificulte o impida. La realidad física de un centro no puede ser un obstáculo para las decisiones de carácter organizativo y didáctico de los maestros. El espacio se utiliza como mediador documentos prescriptivos aportados realizados por las propias maestras. instrumento que el adulto utiliza para mismo elemento de aprendizaje. del aprendizaje. Queda reflejado en los por los centros y en los comentarios Podemos afirmar que el espacio es un apoyar su práctica y, al tiempo, es en sí Los maestros organizan su práctica educativa entendiendo el espacio como un contenido de aprendizaje y al mismo tiempo valiéndose de él como una herramienta para desarrollar las habilidades del niño en todos los ámbitos de aprendizaje atendidos desde el currículo de la Educación Infantil. Si a esto sumamos que el espacio tiene una relación de conexión con la metodología que el maestro utiliza, veremos que el espacio tiene una triple vertiente: 1.- Incide sobre la toma de decisiones metodológicas por lo tanto interactúa con la metodología empleada por el docente. Esto ocurre de dos formas: una que se relaciona con la elección de espacios adecuados para cada aprendizaje y otra porque condiciona el tipo de actividades y las propias tareas que se realizan en el. 2.- Es en sí mismo un contenido. El docente planifica objetivos en función de la apropiación de sus propiedades y características físicas. El niño aprende el propio espacio en la medida en que se relaciona, se identifica e interactúa con él. 3.- Es un mediador del aprendizaje pues a través de la planificación consciente de su uso, por parte del docente, se trabajan todos los ámbitos educativos señalados en el DCB. 73 74 Mesa 12 Teniendo en cuenta estos aspectos, podemos decir que el espacio escolar se puede utilizar como un elemento facilitador de los aprendizajes. BIBLIOGRAFÍA Erickson, F (1989): Métodos cualitativos de investigación sobre la enseñanza. En M. Wittrock (Dir.), La Investigación de la Enseñanza, II. Métodos Cualitativos y de Observación (pp. 195-301). Barcelona: Paidós, Loughlin, C. E. y Suina, J. H (1987). El ambiente de aprendizaje: diseño y organización. Madrid: Morata. Crespo Comesaña, J. y Pino Juste, M.R. (2010). La estética de las edificaciones escolares en Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Galicia. Revista de Educación, 351, 485-511. Crespo Comesaña, J. y Pino Juste, M.R. (2007). 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Apuntes para la mejora de su formación inicial. Esther Fatsini Matheu, [email protected] Departamento de Pedagogía Facultad de Educación de la Universidad de Vic La incorporación a una profesión (…) los candidatos a profesores entran en el programa de formación con creencias personales acerca de la enseñanza, con imágenes acerca de lo que es un buen profesor, con una imagen de sí mismos como profesores, y la memoria de si mismos como estudiantes. (Marcelo & Vaillant, 2009) Significarse en el mundo adulto significa, la mayoría de las veces, optar por una profesión, pero ¿cuál?. El cuándo se hace explícitamente obvio, en la adolescencia, donde los itinerarios formativos empiezan a ser rutas con sello personal y espacios para (re)pensar-se a uno mismo, a una misma. En ese proceso, aparecen las dudas, las inquietudes, y se observa el mundo laboral como un terreno a la par conocido e inhóspito en el que encontrar una razón para ser y actuar. ¿En qué modelos fijan las y los jóvenes sus miradas para incorporarse al mundo laboral? ¿Cuáles son sus experiencias previas? Pensando en el ámbito de la educación, las y los estudiantes de magisterio, ¿qué experiencias previas han tenido con maestras y maestros que les hayan podido marcar como para en el futuro optar por este ámbito laboral? ¿Cuáles son sus recuerdos? ¿En qué piensan cuando piensan en la profesión? En la presente comunicación se pretende conocer como recuerdan algunas personas que quieren dedicarse a la profesión docente, en las escuelas de educación primaria, a los y las docentes de su pasado escolar, qué cualidades valoran o deprecian de quiénes han tenido parte en su trayectoria académica hasta ese momento e intentar conocer si hay miradas distintas de las chicas sobre el magisterio respecto los chicos. Universidad, trabajo y género Tener una titulación universitaria favorece la inserción laboral de la persona y sin duda es una potente razón para optar a ella. No obstante, lo que cabe resaltar es la diferencia de predilección en el tipo de estudios que se realiza en función del sexo, y en este sentido, puede realizarse una mirada de género a dicho comportamiento. Más allá de una elección individual y personal, es una muestra de la fuerza del componente social y cultural que envuelve a la persona durante el proceso de decisión, y aunque la igualdad de acceso a la 77 78 Mesa 12 universidad es una realidad aparentemente objetiva, porque hombres y mujeres parecen disponer de las mismas oportunidades para hacer realidad su elección profesional, las matriculaciones en las diferentes carreras no muestran equilibrio en su distribución. Asimismo los datos sobre inserción de titulados y tituladas universitarias (Bará Temes & Agència per a la Qualitat del Sistema Universitari de Catalunya, 2010) muestran una aparente igualdad entre mujeres y hombres en cuánto al acceso a un empleo pero persiste la barrera a superar de la feminización o masculinización de determinadas ámbitos profesionales, con el consecuente efecto negativo en la consideración social de dichas profesiones, sobretodo cuando hablamos de una sobrepresencia femenina en ellas. Desgraciadamente, éste es el caso de Magisterio donde se evidencian unos sesgos con tradición histórica por ser un ámbito laboral claramente feminizado. Existe una gran paradoja en la relación entre sexos: la conquista de la igualdad convive con el reclamado respeto a las diferencias; asimismo, la supresión de las diferencias se viste de aparente neutralidad cuando en realidad es la incorporación del mundo femenino al contexto masculino preponderante. En éste contexto, ¿Cómo no pensar que la experiencia escolar con maestras y maestros de los y las futuras aspirantes no haya tenido sus influencias, aunque sea disfrazadas de aparente normalidad, en relación a la compleja relación de los géneros en la escuela? ¿Cómo emanciparnos de los lastres que la contaminación cultural ambiental del patriarcado ha creado durante años y es envolvente en todas las situaciones de la vida cotidiana? Las personas que optan por realizar los estudios para ser Maestros y Maestras en la escuela infantil y primaria, cuando llegan a las aulas universitarias vienen con una carga de recuerdos alimentados, conscientemente o inconscientemente, de las experiencias vividas como alumnos y alumnas. Emocionalmente, que se recuerden aspectos de la vida escolar es debido a que han tenido algún tipo de impacto en quién los intenta recuperar, y este proceso no racional e intangible permanece como sustrato en la configuración de su identidad profesional docente futura, también como hombres o mujeres docentes. Saberes, conocimientos, habilidades desde el ser sexuado El conocimiento del contenido parece ser una seña de identidad y reconocimiento social. Pero para enseñar, bien sabemos que el conocimiento de la materia no es un indicador suficiente de calidad de enseñanza. Existen otros tipos de conocimientos que también son importantes: conocimiento del contexto (dónde se enseña), de los estudiantes (a quién se enseña), de sí mismo, y también de cómo se enseña. (Marcelo & Vaillant, 2009) La identidad profesional que están construyendo estos futuros maestros y maestras está íntimamente ligada a la representación mental que subyace en ellos de dicha profesión después de estar en contacto con unas docenas de docentes en su trayectoria estudiantil. El recuerdo de algunas acciones, palabras, miradas o simples gestos les hacen pensar que manifestando estas Reinventar la profesión docente cualidades que para ellos y ellas fueron importantes –tanto como para recordarlos muchos años después- aseguran su éxito profesional con su futuro alumnado. No obstante, algunas de estas representaciones responden a una visión totalmente idealizada, estereotipada y sesgada de la vida laboral real de dichos docentes. La identidad profesional que han construido cada uno y cada una de ellos, además, es particular y totalmente subjetiva si atendemos a que dos personas con un mismo profesor o profesora pueden describir dos experiencias no sólo distintas sino incluso antagónicas. La construcción de las relaciones sociales y académicas en el aula no son inocuas al hecho que dichas interacciones se realizan desde un cuerpo no sólo sexuado sino también condicionado como género social. La socialización escolar incluye el aprendizaje de prácticas y roles. Un mismo mensaje puede percibirse de distinta forma en función de las expectativas, experiencias previas, prejuicios, que sumado al hecho que su emisor puede ser femenino o masculino y el receptor o bien un niño o una niña, se incrementan exponencialmente la complejidad de las interacciones. Así pues, ¿recordamos lo mismo, hombres y mujeres, de las y los docentes que tuvimos en nuestra infancia y juventud? Preguntando a los y las estudiantes de magisterio sobre su pasado como alumnado en la escuela primaria, las descripciones que realizan, cuando se acude al recuerdo, tienen gran relación con las habilidades personales y emocionales que dichas personas establecieron (o las que no existieron, y por tanto en su defecto) y son las que pueden tener una gran papel en la determinación de una identidad profesional docente determinada en los futuros y futuras aspirantes a maestros. Éstas características ni evaluadas al final de la formación, ni demandadas en su inicio, ni trabajadas explícitamente durante su paso por la universidad, pueden ser las que realmente acaben siendo las que determinen una buena (o mala) carrera profesional. El desarrollo de las características de personalidad puede acabar siendo una de las más importantes en la configuración del rol profesional, respecto las habilidades técnicas, si atendemos a lo que en edad adulta somos capaces de reconocer – mediante el recuerdo- de nuestros antiguos referentes en la escuela. El equivalente en sanidad nos proporciona una interesante comparación: no solo queremos a un profesional de la medicina que diagnostique bien las enfermedades y nos proporcione las curas adecuadas, sino que debe comunicarse con la persona de forma atenta, solícita, comprensiva y agradable. Como se presupone su capacidad profesional, porqué para ello tiene la titulación y ejerce en el contexto que su actividad requiere, lo que tiene impacto es su saber ser y estar en dichos contextos, no únicamente su saber o saber hacer. Resulta evidente que en las facultades de formación del profesorado (como en otros ámbitos laborales) se incida en los dos últimos, lo que seria discutible es el tiempo dedicado a los otros dos sabiendo su impacto en la vida y recuerdo de las personas en una de las profesiones que tiene el privilegio de atender al 100% de la población. Buena docencia, mala docencia Existen también determinadas disposiciones en los profesores que aun siendo necesarias en la mayoría, por no decir la totalidad, de las profesiones, son 79 80 Mesa 12 especialmente importantes en la profesión docente. Son los principios que impulsan el trabajo de enseñar, las metas capaces de dinamizar y de orientar su trabajo, la forma de relacionarse con los demás. Constituyen, posiblemente, el carácter del profesor, su estilo profesional, la manera de establecer relaciones personales con los que le rodean en su trabajo, los motivos que informan su acción. Estas disposiciones podrían resumirse en dos: la dinámica emocional y la responsabilidad moral. (Marchesi, 2007) La literatura existente sobre los requisitos y condicionantes de la labor profesional de los y las maestras muestra que la actividad docente implica diversidad de acciones técnicas (dominio de conocimientos y estrategias), sociales (relación interpersonal con compañeros y compañeras de profesión, con familias, con otros profesionales…), personales (aptitudes para la interacción, la comprensión, la motivación…), morales (actitudes y valores), afectivas (emociones). Philippe Perrenoud describe 10 familias de competencias que deberían desarrollar y dominar los docentes: organizar y animar situaciones de aprendizaje; gestionar la progresión de los aprendizajes; elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación; implicar a los alumnos en sus aprendizajes y su trabajo; trabajar en equipo; participar en la gestión de la escuela; informar e implicar a los padres; utilizar las nuevas tecnologías; afrontar los deberes y dilemas éticos de la profesión; y organizar la propia formación continua. Para Amparo Tomé el profesorado tiene un papel importante en las etapas de educación infantil y primaria donde “hemos de trabajar aquellas carencias (subrayado de la autora) que las prescripciones de género limitan y jerarquizan la construcción de las identidades masculinas y femeninas” (Abad, 2002). En este sentido ella propone que para niños y niñas en la escuela deben potenciarse aquellos aspectos que han sido infravalorados en un sexo pero sobrevalorados en el otro como mecanismo de compensación. Marcelo y Vaillant citan algunas de las cualidades atribuibles a “un buen profesor” (entrecomillado de los autores) “algunas de refieren al conocimiento y los valores que maestros y profesores deben poseer para transmitir a los estudiantes, a lo que se agrega el manejo de métodos de enseñanza relacionados con los contenidos, las competencias comunicacionales que les permitan interactuar con estudiantes, padres, colegas; el dominio de técnicas derivadas de los avances más modernos de las tecnologías de la información y la comunicación, las competencias para la investigación, y la reflexión acerca de sus propias prácticas” (Marcelo & Vaillant, 2009). El referente más inmediato del que disponían los y las estudiantes que fueron interrogados durante el primer trimestre de estancia en la universidad en los estudios de Grado de Maestros y Maestras de educación primaria fue la lectura del libro de Jaume Cela y Juli Palou43 con el que dan la bienvenida a la profesión con un título tan sugerente como Carta a los nuevos maestros. En ella invitan a los lectores, principalmente aspirantes a ejercer esta tarea, a 43 La lectura fue obligatoria también en el Grado de Maestros y Maestras de educación infantil, pero los datos que se presentan hacen referencia a uno de los grupos de primaria. Reinventar la profesión docente reflexionar sobre algunos puntos clave que su vida profesional les ha mostrado como imprescindibles en educación. Sus sugerencias, más que recetas para ensayar en las aulas, son más bien pequeñas píldoras de experiencia concentrada en las que encontrar el sentido común y una práctica docente que tiene como elemento básico el respeto a la infancia y la consideración de los niños y niñas como verdaderos interlocutores con el adulto para conseguir el reto de su educación. Una de estas reflexiones comprimidas que proponen a las nuevas maestras y maestros está en relación a la buena o mala docencia, centrándose en ésta última y mostrándoles aquellos aspectos que deberían evitarse a toda costa si realmente se quiere optar por esta profesión. Para ellos, no puede ser Maestra o Maestro aquél quien crea en la superioridad de unas personas respecto las otras, quien no se sienta responsable de cada uno de los niños y niñas que llegan a la escuela, quien no confía en las capacidades del individuo, lo degrade o lo humille, quien no cree en la necesidad de un futuro más justo, más decente, quien ante las situaciones conflictivas opta por la exclusión, quien no esté convencido o convencida de que todas las criaturas pueden aprender. Investigando sobre el pasado escolar Cuando coexisten, en el mismo sistema educativo, concepciones contradictorias del oficio de profesor, su oposición remite, indirectamente, a referenciales de competencias profesionales incompatibles. En un oficio en evolución, que además autoriza una gran diversidad de representaciones y pràcticas personales, resulta imposible fabricar un referencial aceptado por cada uno. (Perrenoud, 2004) Recibir año tras año a nuevas generaciones de jóvenes que deciden optar por los estudios de Maestra o Maestro en la universidad permite aproximarse a algunas de las razones de dicha decisión. En el primer año de impartición de los nuevos planes de estudio de Grado durante el curso 2009-10 en la Universidad de Vic44, y en el contexto de la asignatura de primer curso Escuela, sistema educativo y función docente, con una muestra ocasional de un grupo de 47 estudiantes, 13 chicos (27,7%) y 34 chicas (72,3%), aparece la oportunidad de ahondar en los implícitos que les han llevado a (re)pensarse a si mismos y a si mismas como futuros buenos y buenas maestras si repiten esos modelos de éxito que obtuvieron en algún momento de su infancia escolar, o al menos, a no repetir las experiencias negativas de los malos ejemplos que persisten en sus recuerdos. La lectura previa del libro de Cela y Palou es la base para ayudar a los y las estudiantes a identificar como valorarlos y valorarlas como buenos o malos ejemplos en la profesión. No obstante, las respuestas deben leerse mediatizadas por el imperativo del encargo dentro de la asignatura (y que obtuvo una evaluación de resultado) y 44 La Universidad de Vic (UVic) es una universidad privada regida por la Fundación Universitaria Balmes y en cuyo Patronato hay representantes del Ayuntamiento de Vic, la Generalitat de Catalunya y la sociedad civil, de control público y gestión privada reconocida por el parlamento de Catalunya en mayo de 1997. 81 82 Mesa 12 por el hecho que su lectura iba a ser realizada por el profesorado de la universidad y no cualquier otro perfil no académico. Con ello se quiere resaltar la idea que las respuestas, aunque libres en formato y extensión, conllevan una parte de condicionante que, teniendo en cuenta que todo el alumnado estaba sujeto al mismo criterio, no afecta en la comparación de las respuestas entre ellos y ellas, pero podría haberla si se hubiera hecho la demanda en un contexto, por ejemplo, informal y sin evaluación. Después de trabajar el contenido del libro a nivel grupal, se concluyó realizando una reflexión personal final en la que debían incluir un apartado específico en el que reflejar un ejemplo de su propia infancia que hiciera referencia a un buen maestro o maestra y a un claro ejemplo, también, de mal maestro o maestra. Debían describir el máximo posible el contexto de dicha relación. Sus argumentos y justificaciones las tenían que hacer en función de las aportaciones que Cela y Palou realizan en el libro. Para analizar los argumentos de sus respuestas se ha utilizado el programa de análisis de datos cualitativos Atlas.ti. A las respuestas a estas preguntas debe añadirse otro elemento que incrementa la complejidad de la interpretación de sus respuestas. La escolarización se realiza de forma grupal pero no debemos olvidar que la vivencia escolar es individual, es un proceso muy personal que puede llevar a recuerdos incluso contradictorios entre dos personas que han convivido en una misma aula con los mismos recursos y personas. Así pues, el primer factor a tener en cuenta en todas las respuestas es que ellos y ellas son el punto de referencia central desde el cual realizan su mirada al recuerdo y el proceso tiene sus consecuencias: por un lado, porque la realidad no tiene solo un único ángulo sino múltiples y ellos y ellas están haciendo un esfuerzo para focalizar su recuerdo en un perfil y lo hacen des de su perspectiva y forma de ver las cosas, la hacen independientemente de las sensaciones que otros y otras compañeras del aula de entonces pudieran tener de dicha relación educativa, y lo hacen con la complejidad de basarse en el recuerdo, aquello que la memoria ha determinado que tenia valor e impacto en nuestra vida, tanto como para dejar un espacio en la memoria. La segunda consideración es que este supuesto egocentrismo resalta, no obstante, la individualización y personalización de la experiencia escolar que cada uno y cada una de nosotros vivimos de forma única y exclusiva como parte de nuestra individuación. Un modelo posible de interpretación Aunque era muy pequeña, recuerdo muy bien a algunos maestros. El nombre no, claro, pero, cuando eres tan pequeño, quizá no es necesario, es el tiempo de las sensaciones. Recuerdo su cara y sus cabellos. Eran una pareja que a mi me parecían muy mayores pero que no deberían tener más de 25 años. El llevaba melena larga, cortado rectos ras del cuello, y con una especie de flequillo inclinado sobre la frente. A ella la Reinventar la profesión docente 83 recuerdo menos. Pero tengo la imagen de sus rostros tranquilos y nunca enfadados45. (Masanés,2007) A partir de los diferentes modelos teóricos sobre buena docencia y mala docencia, se ha optado por elaborar un modelo propio, que se ha matizado a partir de las argumentaciones del alumnado sobre su pasado escolar. Así pues, era previsible que en las respuestas se obtuvieran argumentos que incidieran en las diferentes acciones que se esperan de las y los docentes (ver figura 1), es decir, que fueran competentes en el qué (componente científico/epistemológico: dominio de la materia), en el desde cuándo (componente pràctico: experiencia profesional), en el cómo (componente Componente científico – epistemológico MATERIA Componente reflexivo Componente práctico EXPERIENCIA PROFESIONALIZACIÓN Competencias valoradas (o no) de los y las docentes Componente contextual Componente pedagógico CONTEXTO Impacto personal y profesional en el/la futura docente METODOLOGIA Componente emocional Componente social ALUMNADO MAESTROS/AS Figura 1. Modelo de interpretación de las competencias docentes pedagógico: metodologías utilizadas), en el quién (componente emocional: como tratar al alumnado y componente social: como se relaciona el/la maestra), en el dónde (componente contextual) y el para qué (componente reflexivo profesional). La compleja trama de interacciones entre los componentes es la que en definitiva acaba teniendo repercusión en la configuración de la identidad personal y profesional docente futura. Argumentos y razones para la valoración, o no, de las y los docentes La identidad docente va configurándose así de forma paulatina y poco reflexiva a través de lo que podríamos denominar aprendizaje informal, mediante el cual los futuros docentes van recibiendo modelos con los que se van identificando poco a poco, y en cuya 45 Traducción propia a partir del texto original en catalán. 84 Mesa 12 construcción influyen más los aspectos emocionales que los racionales (Marcelo & Vaillant, 2009) A partir de este modelo, el análisis del contenido de los argumentos aportados para la buena o mala crítica de docentes del pasado escolar de esta nueva generación de maestras y maestros aportó matices a cada uno de los componentes que pasamos a detallar. No hacen demasiado hincapié en aspectos generales de contexto de la institución educativa, y solo en pocos casos se hace mención a algunas de las características de la escuela que probablemente también influyeron para que posteriormente haya un recuerdo. En este sentido pueden comentarse los aspectos del componente contextual como la mención a la gran diversidad cultural de alumnado que asistía a la escuela, al hecho de que fuera pequeña con aulas sin agrupamiento por edades (escuela rural) o incluso en un caso, se hace mención al mal funcionamiento general de la escuela y el desgaste del profesorado hasta la llegada de un nuevo maestro al que recuerda como buen maestro. A nivel geográfico tampoco dan mucha información, salvo en algún caso en el que se comenta si la escuela estaba situada en una zona rural o más urbana, aunque puede deducirse de sus palabras que en la mayoría de casos nos encontramos con experiencias escolares de chicos y chicas que han estado escolarizados en centros mayoritariamente urbanos y en poblaciones de no muy grandes dimensiones. Debido a la composición heterogénea del alumnado en la universidad, en el sentido que aunque mayoritariamente existe un perfil de estudiante que ha seguido paso a paso los diversos tramos educativos que le han remitido finalmente a la universidad en la edad que el propio sistema prevé (aproximadamente chicos y chicas de 18 años), es también en este tramo de la educación no obligatoria dónde la diversidad de alumnado es mayor teniendo en las aulas universitarias a personas que en su momento iniciaron otros estudios universitarios y han reorientado finalmente su vocación/profesión, otras han hecho un cambio en sus perfiles profesionales y después de estar activas en el mercado de trabajo por un periodo reorientan sus vidas a una profesión en el que el mercado de trabajo está ofreciendo oportunidades. El recuerdo de todas ellas se remonta mucho más allá en el tiempo y remiten sus palabras, de aprecio o desprecio, al recuerdo de docentes de su pasado no a cursos de primaria (LOGSE, 1990) sino de EGB (LGE, 1970). De los centros citados en los que han vivido experiencias docentes positivas y negativas no son suficientemente concluyentes los datos relativos a la tipología escolar (privados o públicos) aunque a juzgar por las respuestas que sí han dado muchas y muchos de ellos en la fase de contextualización de los ejemplos, mayoritariamente podríamos citar que sus experiencias escolares han sido en centros privados concertados más que en escuela pública. Y en el caso de malos ejemplos, la proporción de citas de la escuela privada aumenta considerablemente respecto la pública siendo esta información un alegato a la mayor presencia de buen profesorado en la escuela pública según la experiencia relatada de estos chicos y chicas. A todo el mundo le cuesta tener recuerdos nítidos y se observa que, aunque en la mayoría de casos la etapa de educación infantil es una etapa donde se disfruta yendo a la escuela, no es la que más reflejada ha aparecido en estos Reinventar la profesión docente datos. Solo en un caso se ha mencionado a una buena maestra en el curso de P5 o a un mal maestro en P4. Lo que resultaba más fácil era recordar los últimos tramos educativos realizados, y aunque se insistió en que intentaran recordar a profesores o profesoras de educación infantil y primaria, se consideraron igualmente válidas las argumentaciones realizadas respecto a profesorado también en la educación secundaria obligatoria o no obligatoria. Así pues, cabe mencionar que los datos muestran que los de ciclo medio son los más citados como buenas y buenos profesores, después en la misma proporción, se mencionan a los situados en ciclo inicial y ciclo superior. Cuatro ejemplos de ESO, 2 de bachillerato y 3 de EGB completan estos datos. Al pensar en los malos y malas docentes, proporcionalmente aumentan las citaciones de profesorado en ESO y se acumulan muchos más ejemplos de mal savoir-faire en los cursos superiores de la primaria, siendo el profesorado en ciclo superior el más citado, seguido de los del ciclo medio. Estos datos nos remiten a una primera conclusión: a medida que se avanza en los niveles educativos, más probabilidades hay de encontrar a algún maestro o maestra que no cumple con la expectativa que el alumnado mantiene sobre ellas y ellos. Por sexo, podría ser solo una constatación que las respuestas fueran de recuerdo de más mujeres simplemente porque son éstas las mayoritariamente representadas en los niveles educativos de educación infantil y primaria en el ámbito docente. Aún siendo así en el caso de buenas maestras, una cuarta parte de los buenos ejemplos son de hombres que fueron buenos modelos de profesión. De los más recordados por su mal ejercicio profesional también son mencionados los hombres en casi un 54% aunque por la sobrerrepresentación que tienen éstas en el tramo en el que se pretendía ahondar, tampoco sorprende que las mujeres sean citadas como un mal ejemplo en el restante 46% de las respuestas. Respecto al componente científico/epistemológico, en infantil y primaria, el tutor o tutora del grupo es quién asume la mayor parte del tiempo escolar con el alumnado. La coexistencia de profesorado preparado profesionalmente en diferentes planes de estudios y titulaciones reconocidas, se constata por la alta variabilidad de posibilidades en relación al trabajo en las diferentes áreas en la escuela: profesorado especialista en matemáticas, conocimiento del medio natural y/o social, en lengua catalana y/o castellana, por poner algunos que conviven con los propiamente especialistas e incorporados a la escuela en función de su titulación específica en áreas como la lengua extranjera (inglés mayoritariamente), educación física o música, entre otras. No hay resultados concluyente en este apartado ya que no todos los estudiantes reflejaron en qué áreas estaba implicado el maestro o maestra en los buenos y malos recuerdos de docentes de su pasado. Como dato interesante, comentar que contrastan los recuerdos que tienen de los buenos y buenas profesoras por ejemplo en las áreas de conocimiento del medio (con prácticas metodológicas que los “engancharon”) mientras que los peor recordados (en relación a las otras áreas) son los de matemáticas. No obstante, relatan problemas con el profesorado propiamente con titulación de especialista (música, inglés, educación física) que pueden explicarse porque en la mayoría de casos conviven con dicho profesor o profesora durante muchos años de su escolarización. 85 86 Mesa 12 El componente emocional es uno de los más reflejados en los argumentos de los futuros y futuras docentes. Mayoritariamente, valoran la capacidad que tenía el maestro o maestra para reconocer el esfuerzo personal que realizaban en las diferentes tareas, su capacidad para verlos individualmente y no difusos en la multitud, la confianza que les tenían como alumnos y alumnas. También expresan como argumentos el hecho de que les valoran su capacidad para elevar la autoestima del alumnado, premiar sus buenas acciones, porqué les permitían tener un papel activo en el aula y les enseñaban valores, porqué se mostraban exigentes y castigaban si era necesario, y porqué la relación con las familias era fluida y positiva. Aunque chicas y chicos comparten las argumentaciones, las futuras maestras parece que, de su antiguo profesorado, valoran con más ahínco que los chicos, el hecho que les elevaran su autoestima y su esfuerzo personal en las tareas, posiblemente atribuible al sobreesfuerzo que las mujeres han tenido que hacer en el difícil acceso a un mundo históricamente masculino y el papel secundario que se les había atribuido en él. Asimismo, los elementos negativos que resaltan de su antiguo profesorado hacen referencia a que no tenían confianza en absoluto en ellos y ellas, a su actuación en el aula sin consideración de la diversidad existente en ella o el mal trato recibido en los distintos castigos impartidos, siendo algunos de ellos malos tratos físicos. Otras argumentaciones, también bastante presentes, han sido para criticar diversos ataques personales por los que bajó su autoestima, la necesidad de que interviniera la familia para resolver situaciones críticas, o la falta de valores más allá de la imposición de la disciplina. La posible diferencia entre las argumentaciones de las chicas respecto los chicos estaría en que estos han sido mucho más explícitos para argumentar las malas experiencias respecto las buenas, y recuerdan mayormente su malestar cuando son sometidos a acciones que creen que sobrepasan el límite aceptable mostrándose más susceptibles y menos dóciles que las chicas. Seria interesante analizar si sus reacciones eran contra mujeres o contra hombres docentes. Junto a este componente emocional, las y los estudiantes de magisterio han elaborado muchos argumentos en relación a la capacidad de interacción que mostraba el docente en relación a ellos. Así pues, el componente social es uno de los más reflejados en las respuestas. La actitud positiva con la que entraban en el aula e interpretaban los fenómenos que en ella ocurrían, sus muestras de afectividad, su capacidad para involucrarse personalmente, el optimismo y buen humor son los elementos más mencionados. Junto a éstos, la capacidad para ser paciente, su bondad, saber imponer una disciplina y organización en el aula y la transmisión de un sentimiento de seguridad son otras de las argumentaciones utilizadas para justificar su idoneidad como maestros y maestras. Curiosamente, ningún chico ha interpretado como valor positivo el saber reflejar una disciplina en el aula, pero en cambio reflejan una aproximación al modelo de género tradicional femenino cuando en una proporción relativamente alta valoran una actitud positiva en relación a ellos o Reinventar la profesión docente cuando recuerdan como importante las muestras de afectividad que les eran mostradas hacia ellos46. Critican de sus antiguos maestros y maestras que no se implicaran suficientemente en su labor (que consideran mucho más amplia que entrar en un aula y transmitir información), que se mostraran distantes con ellos y ellas, sobretodo que les hicieran comentarios inadecuados o que les faltaran al respeto (incluidos los insultos), que generaran un clima de baja afectividad, que actuaran de forma inadecuada al rol que se esperaba de ellos o ellas, que se mostraran desmesuradamente duros/as o estrictos/as. En menor intensidad, les critican también por mostrar una actitud que generaba inseguridad en el aula o por su falta de sentido crítico. Las argumentaciones de los chicos, en proporción, han sido más altas con respecto las muestras de falta de respeto e insultos. Teniendo en cuenta que la muestra ocasional es mucho menor en el número de chicos que de chicas, parece ser que el recuerdo de la vivencia de su experiencia escolar ha sido peor en comparación a la de las chicas en este factor. El componente pedagógico también ha sido uno de los más recordados y explícitamente argumentado. Valoran como positivo que supieran captar su atención, que utilizaran sus propios recursos metodológicos, o que implicaran en las tareas al alumnado. También que mostraran preocupación para que aprendieran, que les hicieran trabajar en equipo, que fueran innovadores o que simplemente actuaran con sencillez. En relación a la insistencia por el aprendizaje, cabe comentar que es en el único elemento, entre todos sobre los que se han pronunciado, en el que hay el mismo número de chicos que de chicas que lo valoran y que así lo han recordado. Existen cuatro aspectos metodológicos que recuerdan negativamente de sus antiguos profesores y profesoras. Mantener una rutina de repetición constante del modelo de impartición de la docencia al estilo “tradicional” es una de ellas, así como no conseguir que se motivaran para asistir al aula. Recuerdan de forma muy crítica el hecho de que el profesorado mantuviera una relación desigual con el alumnado y aplicara diferencias de criterio que se traducían en diferencias de trato, e incluso recuerdan negativamente que no consiguieran tener un determinado “control” del aula. Ir a clases rutinarias y que no consiguiera motivar al alumnado son las dos cuestiones en las que los chicos se han expresado con mayor insistencia. En este sentido, aunque muchas chicas también lo han expresado, parece ser que el modelo de escuela “tradicional” deja mayor impacto en el recuerdo de los chicos, que no aceptan asumir el papel de obediencia que dicho modelo lleva implícito. En la profesión docente habitualmente se habla de que “la experiencia es un grado”. En este sentido, debido a la formulación de la pregunta y a la dificultad 46 Aunque ello no signifique que haya un verdadero movimiento de aproximación al modelo de género femenino ya que en esta investigación no se interroga por la capacidad de los chicos de mostrar afectos públicamente a otras personas. Se quería incidir en la visibilización de que la afectividad es bien recibida y es también una parte muy importante para los chicos ya que en su memoria persiste este sentimiento. 87 88 Mesa 12 de que pudieran no solo recordar sino saber las trayectorias profesionales previas de los y las maestras que describen como modelos positivos o negativos, el componente práctico aparece poco descrito en las argumentaciones pero cabe mencionar que tanto en el caso de los buenos modelos como de los malos, su experiencia con ellos y ellas les confirmó sus referencias previas, de manera que si les advirtieron de su capacidad o su incapacidad, esta simplemente se constató. Hay un elemento de las respuestas que no se ha podido controlar por su alta complejidad: se desconoce si están hablando de profesorado experto o principiante. Su recuerdo solo puede matizar si les habían comentado algún aspecto previo al inicio el curso sobre dicho profesor o profesora, pero aún así, los años de experiencia docente no son extrapolables más allá de que se comente que era una persona mayor o joven en el momento de ser descrita. Tampoco se puede precisar, en la línea de lo comentado, en qué etapa de su vida profesional se encontraban estas y estos mentores ya que lleva implícito el número de años de dedicación y, por lo tanto, su experiencia. El último de los componentes analizados de su discurso ha sido el relativo al componente reflexivo, en el que expresaban realmente si a nivel global aquel docente era válido para la profesión o no. Globalmente, parece que les ha sido más fácil identificar a los malos y malas docentes por la abrumadora cantidad de argumentaciones al respecto, que en algunos casos incluso acompañan con el comentario del despido laboral de la persona en cuestión, por lo tanto, su inhabilitación profesional. La falta de vocación, término que Cela y Palou en el libro presentan como importante en éste ámbito laboral, es la máxima crítica. Orientar la carrera docente des de la formación inicial Que la realidad no cambia porque hablemos en femenino y en masculino es verdad: pero también lo es que, si de verdad vemos a las mujeres y a los hombres que hay en la escuela, es necesario (y de algún modo inevitable) que los nombremos. (Abad, 2002) La inserción en el mundo laboral lleva implícito considerar que hay unos factores condicionantes de la elección, entre los cuales la propia experiencia previa que ha tenido cada persona con ese ámbito laboral. Además persisten experiencias diferenciales entre hombres y mujeres en relación a las profesiones a pesar de los avances en la igualdad debido al lastre de la visión androcéntrica del mundo. Las experiencias personales que han explicitado estos estudiantes en un trabajo relacionado con una de las asignaturas de Grado puede ser una de las múltiples formas que tengamos en la universidad para afrontar el tema de la construcción de la identidad docente más allá de cumplir con los requisitos académicos de cubrir todos los créditos asociados a su especialización. Y se constata que comparten, chicos y chicas, algunas experiencias e interpretaciones de la realidad que les ha tocado vivir, pero también en otras y quizá sea eso lo más significativo, las experiencias escolares se recuerdan Reinventar la profesión docente distintamente en función del sexo tanto del docente que se recuerda como del de quién está recordando. Los recuerdos tienen la particularidad de ser muy selectivos pero también son muy esclarecedores de ciertos implícitos que la formación inicial tiende a obviar. Las nuevas generaciones de maestras y maestros llegan a las aulas universitarias con intención de adquirir habilidades, destrezas, conocimientos que les puedan ser útiles y que les tienen que ser necesarios para afrontar su tarea profesional, pero ni estos futuros y futuras docentes reconocen el impacto que los años de escolarización han tenido en ellos y en el moldeo de un modelo de éxito inconsciente que probablemente se han construido, ni desde las diferentes asignaturas ni incluso las prácticas en la universidad se explicitan debidamente estas competencias comunicacionales, o las que algunos han considerado que tienen los denominados “docentes eficaces” como su compromiso con la profesión, su capacidad para conectar con el alumnado, su capacidad para mostrar afectividad, entusiasmo por su profesión y su preocupación constante por el bienestar y el aprendizaje del alumnado que tiene a su cargo. Y todo ello tamizado por el aprendizaje de los roles de género. Muchas de éstas son las que insistentemente estos futuros y futuras docentes han venido argumentando en sus descripciones de buenos y malos modelos de profesión. Deberíamos preguntarnos qué oportunidades estamos ofreciendo, desde la formación inicial, para plantear como las capacidades, las actitudes e incluso el carisma personal de los futuros y futuras aspirantes a trabajar en la escuela en educación primaria son esenciales para desarrollar con éxito su carrera docente. Bibliografia Abad, M. L. (2002). Género y educación :La escuela coeducativa. Barcelona: Graó. Bará Temes, J., & Agència per a la Qualitat del Sistema Universitari de Catalunya. (2010). Gènere i inserció laboral del col·lectiu universitari Besalú Costa, X., Falgàs, M., Godoy Tomàs,Joan de la Creu, & Romero, A. (2007). Mestres del segle XXI :Competents, ben formades, justes = mestres del segle XXI : Competents, ben formats, justos. Girona: CCG Edicions. Cela, J., & Palou, J. (2005). Carta a los nuevos maestros. 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Pedró i Garcia, F., & Fundació Jaume Bofill. (2008). El professorat de catalunya. Barcelona: Fundació Jaume Bofill. Perrenoud, P. (2004). Diez nuevas competencias para enseñar :Invitación al viaje. Barcelona: Graó. Reinventar la profesión docente Reinventar lo público: una nueva organización de los centros escolares Francisco Javier Fernández Franco CEIP “Miguel de Cervantes” Écija (Sevilla) [email protected] Resumen Se hace necesario en los centros educativos, hoy más que nunca, un nuevo modelo organizativo que de respuestas satisfactorias a las cada vez mayores y frustrantes tasas de fracaso escolar (alrededor del 30%). No se puede resolver esto último a golpe de legislación. Hay que remover las dinámicas allí donde se encuentra el “meollo” del sistema educativo: en los centros y las aulas. Todo lo que no sea descender a la microsociedad del sistema, es volver a fracasar. Para ello, la competitividad dentro del sector público es, ya no solo recomendable y saludable, sino imprescindible. 1.-Introducción En prácticamente veinticinco años, hemos tenido en nuestro país cinco leyes educativas (Ley 8/1985 LODE, Ley 1/1990 LOGSE, Ley 9/1995 LOPEGCE, Ley 10/2002 LOCE, Ley 2/2006 LOE, (sin contabilizar por su nulo impacto la Ley del Estatuto de Centros Docentes, del año 1980) junto con otras tantas autonómicas, que han definido, organizado y desarrollado los principios, finalidades y estructura del sistema educativo del Estado. La inestabilidad del sistema ha sido, por lo tanto, el denominador común de la dinámica administrativo-política que, a modo de péndulo, ha venido regulando la educación en España. Tras todos estos cambios, tras los mayores recursos económicos que jamás ha tenido la administración para afrontar la educación, tras la mejora objetiva de los medios materiales y recursos humanos, los resultados han sido, a todas luces muy insuficientes para los objetivos y expectativas que se marcaron en un principio. En España, de cada cien estudiantes que inician la primaria, sesenta abandonan el sistema educativo y sólo veinte finalizan sus estudios universitarios (Rul, J. (2004) De la educación pública y su ordenación. Madrid: FEAE-Praxis) Junto a esto, los últimos resultados de los Programas Internacionales de Evaluación de Estudiantes (PISA) y los últimos resultados de las Evaluaciones de Diagnósticos de centros de primaria y secundaria del curso escolar 2008/2009 en Andalucía (hechos públicos el tres de julio de dos mil nueve) y 91 92 Mesa 12 las del curso 2009/2010 evidencian que el alumnado va reduciendo su competencia curricular y su nivel académico, en comparación con años anteriores y con sus homólogos europeos. Esta idea además es avalada por la reciente Evaluación General de Diagnóstico realizada por el Instituto de Evaluación a una muestra de alumnos/as de 4º de primaria de todo el Estado, en el marco de la Evaluación General del Sistema Educativo (publicada el 15 de junio de 2010, por la Secretaría de Estado de Educación y Formación Profesional) A mayor redundamiento, en Julio de 2010 se hizo público un informe de la Obra Social de La Caixa titulado Fracaso y Abandono Escolar en España, coordinado por el catedrático de sociología de la Universidad de Salamanca, Mariano Fernández Enguita, en el que se ponían de manifiesto las alarmantes cifras de fracaso escolar y abandono escolar prematuro que fabrica nuestro sistema educativo y que se estancan en los límites del treinta por ciento. Gráfico 1. Abandono escolar temprano. Fernández Enguita, M; Mena Martínez, L.; Riviere Gómez, J. (2010). Fracaso y Abandono Escolar en España. Barcelona: Fundación La Caixa. (Página 69) Para terminar con este breve diagnóstico de la situación inicial de partida, podemos comentar los resultados que nuestro país ofrece ante la Estrategia Europea de Lisboa 2000, que ha hecho públicos la Comisión Europea al finalizar el año 2009 y que muestran un claro déficit en cuanto a las metas y objetivos planteados por la Unión Europea, para el primer decenio del siglo veintiuno. De los cinco objetivos operativos, sólo alcanzamos uno de ellos, concretamente el cuarto, aumentar el número de licenciados en matemáticas, ciencias y tecnologías. En el cómputo global nos situamos a mucha distancia tanto de la media europea, como de los objetivos fijados por el Consejo Europeo en el programa “Educación y Formación 2010” Reinventar la profesión docente Entonces, ¿cómo promover un verdadero cambio escolar que garantice los resultados, mejore la calidad y cumpla los fines que la sociedad tiene encomendados y confía al sistema? ¿Cómo llevar a cabo la renovación? ¿Dónde centrar los esfuerzos? ¿Cuál es el error? Para contestar a estas preguntas y encarar el verdadero reto de una educación de calidad, eficiencia y excelencia, sería recomendable analizar las experiencias de éxito de países del contexto europeo occidental. Dichos análisis se encuentran reflejados en el Informe Mckinsey (Michael Barber y Mona Mourshed, 2007) que concluye que: “Los sistemas educativos que obtienen mejores resultados son aquellos que mantienen un fuerte foco en mejorar el proceso de enseñanza en el aula, debido a su impacto directo sobre los aprendizajes de los alumnos/a” Para los autores, estos sistemas actuaron bien sobre 3 ejes: 1. Seleccionar a las personas más aptas para ejercer la docencia 2. Incidir, comunicar y extender las buenas prácticas docentes 3. Desarrollar la atención a la diversidad de forma precisa. Tomando como referencia pues, el informe Mckinsey, habría que añadir un cuarto eje para garantizar el éxito en los resultados escolares y rendimientos académicos: La organización de los centros: Autonomía, Organización, Financiación y Funcionamiento, tal y como se nos propone por la Asociación de Inspectores de Educación de Andalucía (ADIDE) en su informe de 15 de abril de 2009. Junto a estas dos referencias, tenemos que añadir una tercera, que es el prestigioso informe del economista sueco Anders Morin (2009) analizado por la experta en educación de ese país, Inger Enkvist, (catedrática de la Universidad de Lund) en el que se concluye que: 93 94 Mesa 12 1. Lo importante para el éxito escolar no son las características socioeconómicas o la situación geográfica del municipio, sino el “ethos escolar”, el ambiente. 2. Fomentar la autonomía en todos los niveles del sistema escolar sin la correspondiente evaluación y responsabilidad ha creado un vacío, una falta de liderazgo. 3. No es el número de profesores lo que importa, sino la calidad ya que no hay mejores resultados en los municipios donde la ratio es más baja. Al revés, algunos de los colegios más exitosos tienen menos profesores pero utilizan mejor el tiempo de estos. 4. El factor más importante para la calidad de la enseñanza es la calidad del profesorado. 5. La competencia de las escuelas concertadas es beneficiosa y no dañina. Las concertadas obtienen un mejor resultado en gran parte porque utilizan mejor los recursos y, en primer lugar, el tiempo de los profesores. 6. El tiempo de los alumnos debe utilizarse para el aprendizaje y no para otras actividades. Así el “buenismo” daña seriamente a la calidad de la educación porque los propios alumnos contribuyen a disminuir la eficacia de la enseñanza por su falta de respeto ante el sistema escolar. 7. No hay relación entre la inversión económica y los resultados del alumnado. Es ahí, donde se centra la propuesta que hacemos a la comunidad educativa, con este artículo. 2.-Calidad, Eficiencia y Excelencia para los Centros Docentes: El ReCambio. Proponemos por lo tanto, que, los verdaderos avances en la educación cristalizan allá donde se producen buenos resultados académicos y escolares, y estos se logran gracias a unas buenas prácticas en el microcontexto del aula. Estamos hablando de la buena metodología de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Estamos hablando del tercer y cuarto nivel de concreción curricular. Este nivel de aula, no puede estar aislado del resto de la realidad docente, sino que deberá coexistir con una organización del centro que facilite y ampare estas prácticas profesionales, técnicas, científicas y pedagógicas. Los buenos resultados necesitan pues, un enfoque organizativoecológico absolutamente novedoso. Una reinvención total que haga posible que la demanda de plazas escolares de los centros públicos realmente sea valorada y perseguida por las familias, en vez de convertirse en algo, cada vez menos deseado por los padres y madres de nuestros alumnos/as que miran a la escuela concertada o privada con especial entusiasmo, en detrimento de la pública. Reinventar la profesión docente No querer reconocer esto, es hacer justamente lo contrario a lo que necesita la escuela pública, como garante de la movilidad entre estratos sociales, y compensadora de desigualdades. No podemos seguir pregonando las bondades de la escuela pública, con los penosos resultados que ésta está ofreciendo. Es muy cómodo atribuirse ser el defensor de las utopías cuando las consecuencias la sufren otros. Hay que definitivamente, recambiar. 3.-Autonomía de Gestión y Pedagógica en los Centros Docentes: Más Responsabilidad. Requerir autonomía, significa mayor responsabilidad. Por lo tanto, cuando el profesorado solicita con vehemencia más autonomía para su labor docente, debe ser consciente de que este reto implica más y mejor trabajo, más compromiso y más exigencia La actual legislación contempla estos supuestos, tanto en la legislación básica del Estado, Ley 2/2006 Orgánica de Educación, de 3 de mayo, en su Titulo V: Participación, Autonomía y Gestión de los Centros, como en la legislación andaluza, Ley 17/2007 de Educación de Andalucía, de 10 de diciembre, en su Título IV: Autonomía Pedagógica, Organizativa y de Gestión. En esta línea avanzan los Decretos Orgánicos de los Centros Docentes publicados el 13 de julio de 2010 (BOJA del 16 de julio) por parte de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía (Decreto 327/2010 por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de los Institutos de Educación Secundaria y el Decreto 328/2010 por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de las Escuelas Infantiles, los Colegios de Educación Primaria, los Colegios de Educación Infantil y Primaria, y los Centros Públicos Específicos de Educación Especial.) Dichas referencias legislativas y normativas son insuficientes para alcanzar un planteamiento como el que propondremos más adelante. Estos instrumentos, se quedan cortos a la hora de posibilitar una verdadera gestión de resultados, eficiencia y excelencia, para desarrollar al máximo todas las potencialidades de la escuela pública. No se le pueden rendir cuentas a un equipo directivo, ni reclamar resultados a un claustro de profesores, sin que estos puedan desplegar su profesionalidad con total autonomía y responsabilidad. Para ello, es obvio que se debe ir más allá de lo que la actual legislación permite, posibilita y ampara. 4.-Urgente: Reinventar la Escuela Pública Pues bien, el marco general de actuación deberá ser una concepción de currículo abierto, básico y flexible, pero más prescriptivo en el sentido de concreción, precisión, exactitud, claridad de los objetivos a alcanzar y las competencias básicas a desarrollar. Esto es: un currículo no interpretativo, sino preciso y evaluable. Como decía Lord Kelvin, allá por 1850 tomado del libro de Teresa González Ramírez, Evaluación y Gestión de la Calidad Educativa, 95 96 Mesa 12 editorial Aljibe, “Lo que no se define, no se puede conocer. Lo que no se conoce, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada para siempre” Junto a este primer nivel de concreción curricular que se prescribe a través de los Reales Decretos de Enseñanzas Mínimas, el sistema tiene que exigir que los proyectos educativos de los centros no sean entelequias abstractas, sino hojas de ruta bien marcadas en el tiempo, en el espacio y con definición clara y precisa de los protagonistas de cada viaje. Esto es, en los centros hay que desterrar ya y para siempre la para nada deseable situación de encontrarnos varios métodos de lectura y escritura en cada ciclo o etapa, varios métodos de aprendizaje matemático y varias formas de concretar otros aprendizajes comunes. Para ello, la legislación deberá ser taxativa y rígida al respecto: un solo método didáctico para cada aprendizaje instrumental en el centro, seleccionado por los profesores en sus órganos colegiados, autorizando al director a dirimir en caso de conflicto. Todo lo que no sea esto, está llamado al fracaso más estrepitoso. El modelo que presentamos se plantea un solo objetivo. Este no es otro que mejorar los rendimientos y resultados académicos y escolares en el aula. Para ello, necesita una reforma de la organización del centro escolar, pivotada en: A. B. C. D. Estructura Financiación Funcionamiento Supervisión e Inspección Estructura La estructura debe ser planteada como si de un centro empresarial se tratara, donde la cuenta de resultados es lo que acredita la labor desempeñada. El volumen de negocio de un centro escolar, se reduce a los rendimientos académicos y escolares prioritariamente. No reconocer esto, sería letal para el futuro de la escuela pública y legitimaría el avance silencioso de las ofertas privadas del servicio público de la educación, que consagra el artículo 27 de la Constitución Española. Los cambios en la estructura deben afrontar, al menos, elementos: los siguientes 1) Aumentar las competencias en la gestión financiera del director. 2) Profesionalizar la figura del director como gestor, eximiéndole de la docencia para que se dedique de forma profesional a la gestión del centro. No tendríamos directores en los centros, sino gerentes. Para ello entre otras medidas habría que ampliar su potestad sancionadora para con el personal adscrito a su jefatura más allá del apercibimiento, dotarlo de capacidad para solicitar a la administración los perfiles concretos de profesorado vacante o interino, posibilitar relaciones más concretas entre el centro educativo y las empresas o centros de trabajo entre otras. Reinventar la profesión docente 3) Permitir una legislación más flexible que otorgara a los centros una personalidad jurídica propia, a modo de los organismos autónomos locales, con sus propios estatutos, su consejo rector constituido democráticamente entre los sectores de la comunidad educativa e incorporando sectores privados que deseen colaborar, permitiendo al centro moverse con criterios de mercado dentro de la oferta de centros de la zona. Esto es: Posibilidad de establecer tasas o precios públicos por los servicios que pudiera prestar a otras entidades o particulares. ¿Por qué no va a poder un centro, ofertar menús no sólo a sus alumnos sino a otros sectores recibiendo por ello un legítimo beneficio económico? Este ejemplo se puede extender a servicios deportivos y de ocio, culturales y artísticos, educativos, particulares, publicitarios, alquiler de instalaciones a empresas durante los fines de semana o en horario vespertino, convenios o contratos de uso o servicios y todo aquello que la autonomía y capacidad de los gestores, pueda concertar. Funcionamiento y Financiación Pública: Fin a la homogeneidad lineal. Inicio de la competitividad y cuenta de resultados. La financiación pública de un centro, no puede seguir estando vinculada en su mayor peso por el número de alumnos/as matriculados o por el número de líneas escolares en ejercicio. No. Ese igualitarismo no es justo y evita un despliegue de aquellos centros con mayores posibilidades. Es cierto que el número de alumnos/as matriculados debe ser un factor para su financiación, pero no el prioritario. Además se deben añadir: • • • • Evolución o involución de la calidad del centro, evaluado en periodos de 3 años. (En este sentido, podemos tomar como referencia el Proyecto de Autonomía de Centros –PAC– que se ha iniciado en Cataluña) Consecución de los objetivos operativos y cuantitativos de su Proyecto Educativo y de su Plan de Gestión. Cartera de Servicios a la comunidad. Bono escolar a cada unidad familiar para destinar al centro que libremente decida. Es decir, debemos eludir la financiación plana, directa, lineal para vincularla a los servicios y calidad de los resultados que el centro demuestre y acredite a través de las correspondientes auditorías y supervisiones de la inspección y de los agentes externos que la administración homologue. En este sentido de fomentar la competitividad entre centros a fin de mejorar los resultados, captando más alumnado y la confianza de las familias, debemos destacar una financiación que no es directa desde la administración al centro, sino que es indirecta, desde la administración a través del bono escolar y desde ese bono escolar, al centro. El bono escolar es el aval que cada familia deposita en el centro en el cual confía la educación de sus hijos. Así de simple y así de contundente al mismo tiempo. La administración no invierte la totalidad de los fondos públicos 97 98 Mesa 12 directamente al cetro a través de las transferencias corrientes del presupuesto, sino que, la administración entrega a cada unidad familiar un bono, valorado en la cuantía que se determine en función del nivel educativo de cada hijo/a, para que dicha unidad familiar invierta ese dinero en el centro escolar que estime más oportuno. Es decir, gran parte del presupuesto de cada centro dependerá de la gestión económica de los bonos que reciba. A más alumnos/as – demanda más fondos. Fondos que han sido recibidos por la decisión de los padres o tutores legales del alumnado. Opera aquí, la ley de la oferta y la demanda. Cuanto mejor funcione un centro educativo, más alumnos recibirá. Si hoy en día un usuario del sistema público de salud, puede elegir a su médico, ¿por qué los padres no pueden seleccionar con criterios de calidad, el centro en el que sus hijos se van a formar? Este es, grosso modo, el sistema empleado en Suiza, una de las cunas del Estado del Bienestar y para nada sospechosa de fracaso escolar y baja calidad en los parámetros de los servicios públicos. Igualmente, gran parte de los planteamientos aquí expuestos son defendidos por el prestigioso profesor Pedro Schwartz del CES de Madrid. Pero, evidentemente un centro necesita otras fuentes de financiación y una colaboración entre administraciones, cada una de las cuales tiene asignadas por Ley, una serie de competencias. Estos serían los gastos que asumirían las administraciones: Administración Local: mantenimiento de centros, limpieza, pago de suministros básicos (luz agua, gas…) • Administración Autonómica: Bono escolar-familiar. Inversiones para la construcción y ampliación de nuevos centros. Transporte escolar y resta de servicios complementarios para garantizar el acceso y la asistencia de la población en desventaja sociocultural, económica o geográfica. Pago de los haberes de profesores y otros profesionales del sistema educativo. • Administración del Estado: Financiación de un sistema potente de Becas, para docentes como para discentes, que haga atractiva la movilidad territorial y profesional. • ¿A qué se reduce todo lo expuesto? Simplemente a que la competencia entre centros, mejorará el rendimiento académico de su alumnado. Así ocurre en la escuela privada. Cuanto antes empiece a funcionar en la pública, mejor para ella. La competencia entre instituciones educativas, acarreará mejores resultados que, sin duda alguna, los vistos hasta este momento. Las familias tendrán libertad para invertir sus bonos en los centros que estimen mejores en virtud de la realidad diaria, que ellos mejor que nadie, conocen. A ese conocimiento contribuirá la Auditoría de Inspección que apoyada en su validez técnica y profesional, será un referente cualitativo de extrema importancia y de la que trataremos en el punto cinco de este artículo. Reinventar la profesión docente Así, los buenos centros tendrán problemas por exceso de solicitudes de plazas, creando incluso bolsas para los próximos cursos académicos, gestionando la regla de la oferta y la demanda en perjuicio de los centros que no quieran, sepan o se comprometan al verdadero recambio del sistema educativo. Los buenos resultados, tendrán igualmente que premiar a los docentes más y mejor comprometidos. La administración, dentro de la fiscalización y auditoría pública que realice, se verá obligada a mejorar los salarios de los profesionales mejor valorados por las evaluaciones y que hayan alcanzado los objetivos planteados en sus programaciones didácticas. No se trataría sólo del estímulo económico en sus nóminas, sino en facilitar becas de estudio, de investigación, licencias retribuidas para perfeccionarse, premios, movilidad, promoción interna, reconocimientos públicos… 5.-Información, Asesoramiento, Evaluación, Control y Supervisión Evidentemente, este nuevo planteamiento de organización del centro escolar, necesita unos controles de calidad que deberán ser realizados externamente por la administración. Para ello, la administración cuenta con un gran recurso que podría destinar a esta misión: la inspección educativa. Se trataría de reorientar la inspección para, desburocratizándola, dedicarla a lo verdaderamente necesario en el centro: mejorar los resultados académicos a través de las buenas prácticas docentes y metodológicas en las aulas. En definitiva, la inspección informaría y asesoraría para mejorar los resultados académicos y la atención a la diversidad, la dirección de centros y organización del profesorado y la mediación en los conflictos de centro, tal y como marca el ámbito del objetivo 1º, del Plan General de Actuación de la Inspección para el cuatrienio 2008-2012 regulado por la Orden 21 de julio de 2008. Pero todo ello encaminado a un objetivo esencial, ya enunciado al principio del artículo: la dinámica en cada aula. Junto con los inspectores y la reorientación de su misión, esencial como garantes de los derechos de los miembros de la comunidad educativa así como fiscalizadores en la observancia de las obligaciones y responsabilidades, la administración contaría con organismos profesionales, encargados de velar por la calidad del sistema educativo. Dichos organismos serían externos a los centros. A este respecto podemos destacar como instrumento, la publicación para su desarrollo del Plan Estratégico de Evaluación General del Sistema Educativo 2009-2012, publicado el tres de julio de dos mil nueve por la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa, (AGAEVE) Las instituciones evaluadoras o auditoras de resultados no se deben limitar a las públicas, se debe permitir igualmente que sean organismos privados los que puedan desarrollar sus evaluaciones para así, contrastar los datos, procedimientos, resultados y conclusiones y mejorar la efectividad de los estudios. Ahora bien, esas instituciones privadas, antes de poder desarrollar sus trabajos, deberán ser homologadas por la Administración, y ese papel no 99 100 Mesa 12 debería ser desempeñado por otros profesionales que los inspectores de educación 6.-La nueva formación inicial de los docentes Entendemos por formación inicial del profesorado, no aquella que se inicia cuando el profesional comienza a impartir clases en un centro (ejercer la profesión), sino cuando la ciudadanía decide estudiar y formarse para ser maestros o profesores, esto es, al iniciar los estudios profesionales de grado. Por lo tanto, es ahí donde debe empezar la formación inicial, en los planes de estudios de las universidades y orientar dicha formación hacia la práctica docente y no hacia otro lugar. Es decir, la formación de los universitarios deberá establecerse orientada a la práctica concreta en las aulas. Por lo tanto habría que redefinir dicha formación haciéndola más útil, operativa y práctica. Esta tarea tendrá que ser establecida en el seno de los órganos de coordinación universitaria, tanto en la Conferencia General de Política Universitaria, como en el Consejo de Universidades. Debemos hacer una reflexión en este apartado de la exposición. La actual Ley 2/2006 Orgánica de Educación (LOE) exige en su artículo 100.2 que para ejercer la docencia en la Enseñanza Secundaria Obligatoria, en la FP, en el Bachillerato y en las Enseñanzas de Régimen Especial, se debe estar en posesión de la formación didáctica y pedagógica correspondiente que exige el espacio europeo de educación superior. Esa formación se acredita a través de la realización del Máster Oficial de Postgrado regulado por el RD 1834/2008 que habilita para el desempeño de la docencia. Pero el ejercicio de la docencia en la actual encrucijada de una sociedad cada vez más diversa y compleja, debe responder a unas necesidades y problemáticas que antes no existían o se desconocían: alumnos disruptivos, desmotivación, deterioro de la convivencia, déficit de atención e hiperactividad, dificultades graves de aprendizaje, trastornos generales de la conducta, ludopatías, anorexia, bulimina, ciberbullying, drogadicción, absentismo escolar, inmigración, altas capacidades intelectuales, necesidades de compensación educativa o los diferentes tipos y grados de discapacidad física, psíquica y sensorial. Junto a esto, es necesario que el profesorado tenga la capacidad de diseñar materiales y estrategias didácticas para atender a la diversidad, evaluación, tutoría y nuevas tecnologías. Ante esto, los máster deben ser orientados hacia la difusión de experiencias prácticas que ya han sido implementadas en los centros docentes fruto de la innovación y conocimiento acumulado. Por lo tanto, el máster de formación del profesorado y la formación de grado de maestros deberían ser mucho más ambiciosos y reales en ese sentido: el práctico. Se debería contar con los profesionales de la educación primaria y secundaria para que se implicaran en esta formación, en la enseñanza directa de esos futuros profesores. No podemos caer en el error de que el máster de formación del profesorado sea una nueva copia del pretérito CAP. Si esta formación se enquista en algo teórico y huye de la práctica útil se volverá a fracasar. No puede supeditarse este asunto a un reparto de poder entre los distintos departamentos universitarios. El futuro profesional de la docencia necesita experiencias concretas, ejemplos cotidianos para la compleja tarea de Reinventar la profesión docente dinamizar un aula, llevar a cabo una entrevista, motivar a un alumno, compatibilizar diferentes niveles de competencia curricular o resolver conflictos en el aula. Es difícil que personas que no están trabajando directamente en las escuelas infantiles, colegios de primaria o institutos de secundaria puedan ofrecer en exclusiva esta formación tan práctica. Este planteamiento es apoyado por la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España y el Consejo Escolar del Estado en su informe sobre la situación y el estado del sistema educativo en el curso 2008/09, emitido el 1 de junio de 2010. Pero, una vez terminado los estudios profesionales de grado, ¿cómo seleccionan las Administraciones Públicas a los mejores docentes? El actual sistema de concurso-oposición no garantiza que los mejores profesionales se incorporen a la escuela pública. No. Además en los últimos años con el sistema transitorio adoptado en la RD 276/2007 se ha pretendido estabilizar al colectivo interino, en vez de proveerse de los mejores profesionales. El rigor en la selección del profesorado, constituye la mejor garantía de equidad y compensación de las desigualdades más potentes de las que dispone el sistema. Lo que planteamos es un cambio profundo en el sistema. Al igual que con la crisis económica, no es posible corregir la “crisis educativa en España” (a tenor de los resultados) con medidas paliativas, sino con auténticos cambios estructurales. Concretando la propuesta, abogamos por un sistema como el que se articula en Finlandia. Los estudios superiores para ejercer la profesión de docente, serán los que requieran una mayor nota de ingreso tras las pruebas de acceso a la universidad, de modo que sólo los alumnos/as más brillantes y cualificados se pueden convertir en los maestros y profesores del futuro. Esto, junto con una carrera exigente, dura y que requiera una constante revisión de los planes de estudio, garantizará la excelencia. Una vez superada la carrera universitaria, los nuevos titulados tendrán acceso directo a la función pública docente, sin tener que realizar ningún tipo de proceso selectivo (pues ya de hecho han sido seleccionados durante sus propios estudios superiores) Posteriormente, durante el ejercicio de la profesión, sí se articularán procesos de promoción horizontal o interna vertical. La garantía de un trabajo profesional, prestigiado y con la cobertura del Estado una vez finalizados los estudios profesionales de grado, será el aliciente necesario para atraer a los mejores talentos de la sociedad en el desempeño de la tarea docente. 7.-Acreditación Continua de las Competencias Profesionales: Hacia la cultura de la Evaluación Permanente. Junto con un nuevo sistema de acceso a la función pública docente que garantice los mejores, más entusiastas y más comprometidos profesionales, tenemos que concienciar, tanto a las Administraciones como a los profesores 101 102 Mesa 12 que es absolutamente imprescindible una continua actualización de las cualificaciones profesionales a través de la pertinente acreditación. Igual que un médico debe demostrar sus conocimientos y actualizaciones cada equis tiempo, los docentes deben hacer esto de forma reglada, continua y organizada externamente por los poderes públicos para ejercer con eficacia su cometido. No es admisible que en los centros docentes, haya sectores que desconozcan la normativa a aplicar, las últimas investigaciones e innovaciones pedagógicas y se encuentren alejados de las buenas prácticas de otros colegas. No es admisible que la actualización quede al arbitrio y buena voluntad de aquellos que así lo desean. La actualización y renovación pedagógica, debe ser una obligación y una función imprescindible de los docentes, sometida a supervisión por la Administración. Es una exigencia ética y deontológica, establecer estos sistemas de acreditación constante y continua de las capacidades y competencias técnicas, científicas y pedagógicas. Para concluir diremos que la Administración Educativa en su conjunto debe garantizar el derecho a la educación de los ciudadanos/as en unas condiciones de equidad y calidad, que facilite a los que más necesidades tienen, una escolarización y formación sin exclusiones al mismo tiempo que no impida a aquellos que tienen un ritmo de aprendizaje más rápido, realizarse en todo su extensión. Por eso, la evaluación docente no basta. Es un requisito necesario pero insuficiente. Es imprescindible remover las estructuras del sistema educativo a fondo, para logar alejar la triste realidad del fracaso y abandono escolar prematuro. 8.-Conclusiones La actual educación pública, goza de un descrédito, una desconfianza y un deterioro objetivo de tal calibre, que necesita de una verdadera modificación de sus estructuras decenales para poder subsistir con prestigio ante los avances imparablemente silenciosos de la escuela privada y concertada. Captar lo que el mercado tiene de bueno para adaptarlo al funcionamiento de las instituciones educativas, es un ejercicio de coherencia que persigue la calidad, el rigor, la excelencia, el trabajo bien hecho y la satisfacción de mejorar decididamente, la sociedad que tenemos a través de su herramienta más poderosa: la formación de las presentes y futuras generaciones. “El cambio social siempre va por delante del cambio en las organizaciones de los centros educativos” (Mariano Fernández Enguita). Es hora de empezar sin punto de retorno, a desdecir esta realidad. Referencias bibliográficas. • Agencia Andaluza de Evaluación Educativa. (2009). Plan estratégico de evaluación general del sistema educativo andaluz: 2009 – 2012. Sevilla: Autor Reinventar la profesión docente • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Asociación de Inspectores de Educación de Andalucía (2009). Desarrollo de un modelo de intervención de la inspección educativa de Andalucía situado en el centro educativo. Antequera: Autor. Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos. (2007). McKensey&Company. Comisión de la Comunidades Europeas (2009). Proyecto de Informe conjunto de 2010 del Consejo y de la Comisión sobre la puesta en práctica del programa de trabajo “Educación y Formación 2010”. Bruselas. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía (2009). 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En el presente artículo justificaremos la necesidad de dicha evaluación apoyándola en la legislación actual, orientándola a unas finalidades concretas para concluir con una propuesta al conjunto de la comunidad educativa. PALABRAS CLAVE Rendición de Cuentas. Paradigma Cualitativo. Carácter Interno. Orientación Formativa. Competitividad Profesional. Formación Inicial. Calidad. 1.-LA NECESIDAD DE UNA CONTINUA EVALUACIÓN DE LA PRÁCTICA DOCENTE Si lo que el sistema educativo pretende es mejorar la calidad de sus resultados, debe sistematizar unos procesos de evaluación aplicados a todos los ámbitos del propio sistema. Capacitar a sus escuelas y a sus docentes para que las tasas de fracaso escolar (actualmente del 30% según el informe realizado por la Fundación La Caixa, Fracaso y Abandono Escolar en España, coordinado por el catedrático de sociología de la Universidad de Salamanca, Mariano Fernández Enguita et al. 2010), de abandono prematuro del sistema (también otro 30% analizado en el mismo informe antes mencionado) y tasa de idoneidad, que se cifra en un 58% , lo que significa que 42 de cada 100 alumnos/a de 4º de ESO han repetido alguna vez durante la educación básica según indica el Informe del Consejo Escolar del Estado publicado en 2009 y relativo al curso 2007/2008, se vean significativamente mejoradas. Reinventar la profesión docente Cuadro 1: Tasa de Idoneidad en España. Curso 2007/2008. Informe CESCES 2009 Gráfico 1. Abandono escolar temprano. Fernández Enguita, M; Mena Martínez, L.; Riviere Gómez, J. (2010). Fracaso y Abandono Escolar en España. Barcelona: Fundación La Caixa. (Página 69) Esto, que a todas luces resulta evidente, no provoca controversia alguna en los diferentes sectores de la comunidad educativa (docentes, alumnado, familias, instituciones públicas e inspección) ya que, cómo se puede garantizar el derecho a una buena educación para todos si no se arbitran dispositivos para que escuelas y profesorado den cuentas (así mismos, a la comunidad y a la administración) de la educación ofrecida. Lo que sí provoca puntos de vista dispares es el establecimiento del tipo de evaluación a aplicar, el modelo a seguir y perfeccionar y la interpretación de los diferentes resultados obtenidos. No podemos escapar a la cruda realidad. Al concluir el decenio 2000/2010 establecido por la Unión Europea en su estrategia de Lisboa, podemos dibujar una comparativa de los datos que, a modo de radiografía, sitúa a España en 105 106 Mesa 12 unas condiciones muy mejorables con respecto a las metas y objetivos operativos planteados por sus socios europeos. Estos son los resultados: Cuadro 2: Comparativa de consecución de los objetivos planteados por la UE en la Estrategia de Lisboa “Educación y Formación 2010” aprobados por el Consejo Europeo de Bruselas en 2003, articulando los “Seis Bemchmarks”* OBJETIVOS UE 2010 ABANDONO 10% ESCOLAR REDUCIR EL Nº DE 15% ALUMNOS QUE A LOS 15 AÑOS TIENE DIFICULTADES DE LECTURA TITULADOS ESO 85% AUMENTO DE Aumento del LICENCIADOS EN 15% CIENCIAS Y MATEMÁTICAS FORMACIÓN 12% CONTINUA DE ADULTOS *Antonio Bolívar: Las grandes cifras del Universidad de Granada. Enero 2010. MEDIA EUROPEA 15% ESPAÑA 20% 21% 76% + 27% 61% +16% 9% 5% 30% fracaso escolar. Revista profesorado. Fundamentación Legislativa La actual Ley 2/2006 Orgánica de Educación (en adelante LOE) otorga a la evaluación un carácter estratégico dedicándole nada más y nada menos que todo un Título, el VI. De ahí se infiere la crucial necesidad de desarrollarla de la manera más idónea, transparente y eficaz posible. De hecho ya tanto en el preámbulo como en su artículo 1, se establece la evaluación general del sistema educativo como un principio básico y en el Título III dedicado al profesorado, mandata en su artículo 91 que dos de las funciones del docente son la evaluación del proceso de enseñanza y del proceso de aprendizaje así como la participación en los planes de establecidos por la Administración o por el propio centro. En ese mismo título, el artículo 106 define la evaluación de la función pública docente, delegando la responsabilidad en las diferentes Administraciones Educativas en una triple perspectiva: la evaluación organizada por la propia Administración, la evaluación voluntaria del profesorado auspiciada y promovida por la administración pero pendiente de desarrollar (y esperemos que no eternamente) y el reconocimiento por parte de ésta, de los resultados de dichas evaluaciones en la carrera profesional y docente, como incentivo. El artículo 141, dentro ya del Título VI, establece los ámbitos de la evaluación general del sistema educativo, siendo uno de estos, la labor docente. Reinventar la profesión docente Por último la disposición adicional décimo segunda organiza tanto la vía de acceso a los cuerpos docentes de la función publica (concurso oposición que se complementa con una fase de práctica - regulado por el RD 276/2007- ) como el proceso de promoción interna en los casos de los catedráticos de educación secundaria y para el paso del nivel A1 al nivel A2. Por lo tanto, la evaluación de la práctica docente se circunscribe en tres conjuntos: 1.-Autoevaluación del profesorado a modo individual. 2.-Autoevaluación del profesorado, de modo colectivo en el cetro 3.-Evaluación externa a través de planes y estándares. Los tres conjuntos están interconectados y deben retroalimentarse. La evaluación constituye por lo tanto, el punto de partida para tomar medidas que contribuyan, a tenor de las necesidades detectadas, a aumentar la calidad. No pude haber procesos de calidad sin mecanismos de evaluación. El binomio es indisoluble. 2.-FINALIDADES DE LA EVALUACIÓN Finalidades Generales y Concretas La LOE establece en su artículo 140 las finalidades de la evaluación del sistema educativo que se reducen a cinco grandes metas: Mejorar la calidad y equidad de la enseñanza, orientar políticas educativas, aumentar la transparencia y eficacia del sistema educativo, obtener información sobre el grado de cumplimiento y alcance de los objetivos de mejorar establecidos por las Administraciones Educativas y obtener información sobre el grado de consecución de los objetivos del sistema educativo español y del europeo. Estas finalidades no podrán amparar el establecimiento de clasificaciones entre centros. Este principio que puede ser entendido como ético, igualmente puede ser el paraguas bajo el que se cobije la falta de disponibilidad al cambio de un sector del profesorado, que amparado en una cultura de la no evaluación, puede llegar a justificar dicha inercia a la parálisis. Será labor tanto de los equipos directivos como de la inspección educativa, promover y ser los motores de la gestión del cambio orientado a la mejora, asumido y no burocrático. Pero debemos aterrizar al plano concreto de la misión del profesorado, para acotar bien las finalidades que debe tener su evaluación, su auditoría, su rendición de cuentas, externa e interna. Podemos destacar las siguientes: a. Ajustar la práctica docente a las necesidades del alumnado b. Detectar dificultades y problemas en el proceso de enseñanzaaprendizaje c. Mejorar la comunicación y coordinación de los equipos docentes d. Potenciar aciertos y buenas prácticas educativas e. Identificar los puntos débiles y errores 107 108 Mesa 12 f. g. h. i. j. k. l. Diagnosticar carencia formativas Compartir experiencias Desarrollar la capacidad autocrítica y el análisis constrictivo Superar la cultura del individualismo y del autismo profesional Motivar en la tarea diaria Cumplir y adecuarse a la normativa vigente Fomentar la competitividad profesional Es decir, todas estas finalidades tienen cuatro funciones esenciales que serán: • • • • Diagnóstica: Identificar la situación real de partida de cada profesional Instructiva: La propia evaluación va a formar al profesorado, recualificándolo Educativa: La evaluación contribuirá a la optimización de cada centro docente y de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Desarrollo Profesional: Tomar la evaluación como base para el perfeccionamiento cualificado de cada profesional. La evaluación del propio trabajo hará madurar al profesorado como técnico, disipando el miedo a autoevaluarse así mismo de forma crítica, sin temer a los errores, sino todo lo contrario, aprendiendo de ellos. Agentes de la Evaluación Ya que estamos siguiendo como hilo conductor la LOE, en su artículo 142 se establecen los agentes responsables de la evaluación general del sistema. Estos son el Instituto de Evaluación, regulado por el RD 928/1993, los órganos análogos de las Administraciones Educativas (como la reciente creación en Andalucía, de la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa. AGAEVE) los equipos directos y los propios docentes. A estos agentes, debemos sumarles las Administraciones Educativas y la Inspección, que deberán ser los que exijan la rendición de cuentas a través de mecanismos externos. El Instituto de Evaluación tiene las siguientes funciones: a. Responsabilizarse de la evaluación general del sistema educativo b. Evaluar el grado de adquisición de las enseñanzas mínimas en las diferentes etapas y enseñanzas del sistema educativo c. Realizar las evaluaciones general de diagnóstico (de carácter muestral) d. Establecer y actualizar el sistema estatal de indicadores de evaluación e. Coordinar la participación del Estado en las evaluaciones internacionales f. Intercambiar información con las Administraciones Educativas g. Informar a la sociedad anualmente del resultado de las evaluaciones generales de diagnóstico u otras h. Realizar periódicamente informes y publicaciones sobre innovación e investigación educativa El Instituto de Evaluación define el sistema estatal de indicadores de educación que se ofrece al conjunto de la comunidad educativa como referentes para medir sus logros y detectar sus necesidades. Estos indicadores están Reinventar la profesión docente organizados por grupos o familias que acotan un ámbito específico en los proceso de enseñanza y aprendizaje. Así, unos indicadores estarán más relacionados con la organización de los centros, otros con los contextos y otros con las práctica directas del docente en el aula. Es este último grupo de indicadores, el que más nos interesa si lo que pretendemos es valorar el rendimiento y los resultados académicos y escolares, estos es, la interacción directa entre el alumnado y el profesorado allí donde se produce el “meollo” de la educación: el aula. Sírvase el presente cuadro para, a modo de pincelada, ilustrar esta estructura del sistema estatal de indicadores de educación: Cuadro 3: Grupo/Familia de indicadores del sistema educativo. Instituto de Evaluación GRUPO/FAMILIA CONTEXTO RECURSOS ESCOLARIZACIÓN PROCESOS EDUCATIVOS RESULTADOS EDUCATIVOS INDICADORES • General • Humano • Económicos • Humanos • Cada Etapa • Tasas • Educación Superior • Atención a la Diversidad • Formación Continua • Aprendizaje Permanente • Organización y Funcionamiento de los Centros • Práctica Educativa Trabajo en equipo Estilo docente Actividad del alumnado fuera del horario escolar Tutoría y Orientación Formación Permanente del profesorado • Clima Escolar Relaciones en el aula y en el centro • Alumnos • Promoción y Certificación • Largo Plazo Destacamos, dentro de la familia de procesos educativos, aquellos indicadores relacionados con la práctica educativa, por ser estos últimos los más directamente relacionados con la evaluación del trabajo del profesorado. En cuanto a los equipos directivos, el Título V de la LOE, denominado, Participación, Autonomía y Gobierno de los Centros, establece en su capítulo cuarto, artículo 132 las competencias del director de un centro educativo, entre las que se encuentra la de impulsar las evaluaciones internas en el centro y 109 110 Mesa 12 colaborar con las externas promovidas por la Administración. Por lo tanto, se le atribuye la responsabilidad de ser el principal protagonista de que su centro, se disuelva en procesos de mejora a través del análisis de su propia práctica docente. Recae en los equipos directivos, como órgano ejecutivo de gobierno (artículo 131 de la LOE) implementar en el centro la cultura de la evaluación, de la rendición de cuentas y de la reflexión crítica sobre la práctica docente. Pero,… ¿quién pude colaborar con los equipos directivos en este empeño? Decididamente, la inspección educativa se reserva esa función, la de motor del cambio. Para esto último, y siguiendo igualmente la LOE, en su Título VII dedicado a la Inspección Educativa se prescribe en su artículo 148.3 “la inspección educativa se realizará sobre todos los elementos y aspectos del sistema educativo, a fin de asegurar el cumplimiento de las leyes, la garantía de los derechos y la observancia de los deberes de cuantos participan en los procesos de enseñanza y aprendizaje, la mejora del sistema educativo y la calidad y equidad de la enseñanza” Igualmente, en el Capítulo II del mismo título se establecen tanto las funciones, artículo 151, como las atribuciones de la labor del cuerpo de inspectores, artículo 153. Si tanto las funciones como las atribuciones no se aplican a la evaluación orientada a la mejora y al cambio, se perderá su razón de ser. Las funciones son: a) Controlar y supervisar desde el punto de vista pedagógico y organizativo el funcionamiento de los centros educativos así como los programas y servicios. b) Supervisar la práctica docente, la función directiva y colaborar en su mejora continua. c) Participar en la evaluación del sistema educativo y de los elementos que lo integran. d) Velar por el cumplimiento en los centros educativos de las leyes, reglamentos y demás disposiciones vigentes que afecten al sistema educativo. e) Velar por el cumplimiento y aplicación de los principios y valores recogidos en la Ley, incluidos los destinados a fomentar la igualdad real entre hombre y mujeres. f) Asesorar, orientar e informar a los distintos sectores de la comunidad educativa en el ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento de sus obligaciones. g) Emitir informes solicitados por la Administración o derivados del ejercicio de sus funciones h) Cualesquiera otras que le sean atribuidas por las Administraciones. Las atribuciones que hacen posibles dichas funciones son: a) Conocer directamente todas las actividades que se realicen en los centros a las cuales tendrá acceso libre. Reinventar la profesión docente b) Examinar y comprobar la documentación académica, pedagógica y administrativa de los centros c) Recibir de los restantes funcionarios y responsables de los centros y servicios educativos, públicos y privados, la necesaria colaboración, para cuyo ejercicio los inspectores tendrán la consideración de autoridad pública. d) Cualesquiera otra que le sean atribuidas por las Administraciones. La inspección educativa, deberá establecerse así misma, unas pautas de actuación que guíen su cometido. Establecer esos referentes determinará la viabilidad y eficacia de la evaluación, sin perder de vista que la inspección debe jugar un papel de evaluador externo, que con cierta distancia y objetividad no le haga perder su imparcialidad y su independencia. Ahora bien, dicho carácter externo debe captar información de fuentes internas del propio centro y por lo tanto, el contacto y la interacción con el profesorado y el resto de los miembros de la comunidad educativa, debe ser pauta común de la tarea de la inspección. A modo de síntesis podemos enumeras las pautas arriba comentadas: a) La Evaluación debe tener carácter externo, pero debe apoyarse en informaciones de agentes del centro. b) Debe responder a una planificación dentro de los respectivos equipos de zona que responda a cada una de las actuaciones programadas (fase de prácticas, voluntaria, departamento, …) c) El inspector debe usar diferentes técnicas. d) Debe usar unos indicadores de guía que responderán a las funciones del docente que establece el artículo 91 de la LOE: -La programación -La Evaluación del proceso enseñanza-aprendizaje -La orientación educativa, académica y profesional -La tutoría -La atención al desarrollo integral -La promoción, organización y participación en actividades complementarias dentro y fuera del recinto educativo -La información periódica a las familias -La Participación en los planes de evaluación de las administraciones y del centro -La participación en la actividad general del centro -La innovación, investigación y experimentación: la renovación pedagógica 3.-UNA PROPUESTA DOCENTE CONCRETA PARA EVALUAR LA PRÁCTICA Hasta ahora, nos encontramos con el dilema de actuar por presión externa (control de resultados) o promover el compromiso e implicación interna (autoevaluación). Además debemos también evitar una evaluación que se centre en el control burocrático de corte cuantitativo, sino que, la evaluación, debe ser un elemento, 111 112 Mesa 12 un instrumento útil y valioso inmerso en unos programas comunes dentro del centro. La evaluación aislada, analítica a un profesor/a suele tener nulos resultados y por lo tanto, carece de sentido. Las evaluaciones de la práctica docente, deberán centrarse en los procesos dentro del aula y en la interacción directa con el alumnado, más que en variables distantes. (Hopkins 2001) Para encarar el verdadero reto de una educación de calidad, eficiencia y excelencia, sería recomendable analizar las experiencias de éxito de países del contexto europeo occidental. Dichos análisis se encuentran reflejados en el Informe Mckinsey (Michael Barber y Mona Mourshed, 2007) que concluye que: “Los sistemas educativos que obtienen mejores resultados son aquellos que mantienen un fuerte foco en mejorar el proceso de enseñanza en el aula, debido a su impacto directo sobre los aprendizajes de los alumnos/a” Para los autores, estos sistemas actuaron bien sobre 3 ejes: 4. Seleccionar a las personas más aptas para ejercer la docencia 5. Incidir, comunicar y extender las buenas prácticas docentes 6. Desarrollar la atención a la diversidad de forma precisa. Tomando como referencia pues, el informe Mckinsey, habría que añadir un cuarto eje para garantizar el éxito en los resultados escolares y rendimientos académicos: La organización de los centros: Autonomía, Organización, Financiación y Funcionamiento, tal y como se nos propone por la Asociación de Inspectores de Educación de Andalucía (ADIDE) en su informe de 15 de abril de 2009. Junto a estas dos referencias, tenemos que añadir una tercera, que es el prestigioso informe del economista sueco Anders Morin (2009) analizado por la experta en educación de ese país, Inger Enkvist, (catedrática de la Universidad de Lund) en el que se concluye que: 8. Lo importante para el éxito escolar no son las características socioeconómicas o la situación geográfica del municipio, sino el “ethos escolar”, el ambiente. 9. Fomentar la autonomía en todos los niveles del sistema escolar sin la correspondiente evaluación y responsabilidad ha creado un vacío, una falta de liderazgo. 10. No es el número de profesores lo que importa, sino la calidad ya que no hay mejores resultados en los municipios donde la ratio es más baja. Al revés, algunos de los colegios más exitosos tienen menos profesores pero utilizan mejor el tiempo de estos. 11. El factor más importante para la calidad de la enseñanza es la calidad del profesorado. 12. La competencia de las escuelas concertadas es beneficiosa y no dañina. Las concertadas obtienen un mejor resultado en gran parte porque utilizan mejor los recursos y, en primer lugar, el tiempo de los profesores. Reinventar la profesión docente 13. El tiempo de los alumnos debe utilizarse para el aprendizaje y no para otras actividades. Así el “buenismo” daña seriamente a la calidad de la educación porque los propios alumnos contribuyen a disminuir la eficacia de la enseñanza por su falta de respeto ante el sistema escolar. 14. No hay relación entre la inversión económica y los resultados del alumnado. Es ahí, donde se centra la propuesta que hacemos a la comunidad educativa, con este artículo. La autonomía de lo centros educativos, no es un fin en si mismo, sino un medio, un recuso y un instrumento para al excelencia educativa. Por lo tanto, a medida que la autonomía de un centro sea mayor, también tendrá que ser mayor la rendición de cuentas y la exigencia de resultados a ese centro. Así, la evaluación verídica externa, que se complemente con la propia interna, tienen que ser factores que actúen al unísono y de forma continua y coordinada. En esa rendición de cuentas, obviamente, se deberá atender a las características del contexto del centro. En síntesis podemos decir que la evaluación del profesorado tiene una doble intención: Interna, hacia dentro, para la mejora de la propia labor con el alumnado y familias y Externa, hacia fuera, para diagnosticar y evaluar los resultados académicos y escolares. Hacer compatibles ambas, es el reto de todo evaluación eficaz. Ahora bien, la evaluación interna de los centros (autoevaluación) debe superar algunas condiciones de partida que son: Aceptación de su necesidad pues la eficacia está en relación inversa al grado de imposición de la misma. Objetividad, evitando lo sesgos para lo cual es necesaria una formación previa en técnicas de evaluación. Participación colegiada de todos los sectores implicados, buscando los consensos necesarios en base a datos empíricos de investigaciones científicas para evitar la subjetividad. Y por último la Disponibilidad al Cambio, pues será inútil realizar una evaluación a un profesor/a que no admite propuestas de mejora o reconceptualización. Esa labor de equipo requiere pasar de la lógica de los enfrentamientos a una lógica de la colaboración que tenga clara que las responsabilidad de los aprendizajes es un esfuerzo colectivo de todos. En ese “de todos” entraría en juego el sistema de reconocimiento y de recompensa ofrecida por la Administración que, a nuestro entender, deben ser colectivo y no individuales ya que los sistemas que se apoyan un una evaluación individualizada de resultados provocan conflictos entre el claustro de un centro al percibirse como acciones individualistas que no favorecen la cohesión interna (basta referirnos a la poco legitimidad que el profesorado, sobre todo el de educación secundaria, ha otorgado al Plan de Calidad y Mejora de los Rendimientos Escolares puesto en marcha por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, desde el curso 2007) Además, las Administraciones Educativa deberán ofrecer aquellos apoyos y recursos necesarios al amparo de los resultados obtenidos. Un sistema de evaluación, pues, no sirve y a la larga resulta poco creíble si, recíprocamente 113 114 Mesa 12 no proporciona los medios y apoyos oportunos, ya que la mejora es un proceso que exige un apoyo sostenido en el tiempo y la combinación de exigencias externas como dispositivos que desarrollan la capacidad interna.(A. Bolívar 2003) Por lo tanto, la acción individual y la colectiva están imbricadas: compartiendo expectativas sobre las capacidades de los alumnos, sobre las formas de conocimiento más importantes para alcanzarlos, y sobre cómo evaluar los progresos. Esto es, sobre el diseño y el desarrollo del currículo. Centrarse en buscar que los centros sean unas verdaderas comunidades profesionales de aprendizaje. Habrá que centrar los esfuerzos en construir competencias internas de mejora antes de diseñar políticas externas de rendimiento y rendición de cuentas. Los cambios han de realizarse desde dentro, mejor de modo colectivo, incidiendo en los propios implicados. Primero capacitar y en segundo lugar exigir y presionar. Ambas dimensiones son necesarias, pero en ese orden. Según Elmore (2003), “el rendimiento de cuentas interno precede siempre al rendimiento de cuentas externo y es una precondición para cualquier proceso de mejora” Como expone Hopkins (2007), “los resultados o recomendaciones de las propias evaluaciones externas sólo pueden ser bien procesados e incidir en la mejora si previamente existen equipos y procesos de autoevaluación” El profesorado de un centro no formado tendrá dificultades para dar sentido a cualquier evaluación externa. De ahí la necesidad de generar un compromiso de trabajo en equipo, partiendo de un diagnóstico inicial honesto que aporte datos y explicaciones éticas para detectar necesidades que sirvan para establecer planes de futuro. Una vez establecidos dichos planes de mejora, la evaluación será cíclica y en espiral (Elliot, Lewins y Kemins) identificando prioridades, revisando y rectificando la práctica. Así pues, la evaluación externa no podrá incidir significativamente en la mejora interna si es percibida como un control. En ese caso, generará en los profesionales estrategias defensivas y la motivación de los actores se verá reflejada a la mínima expresión, estableciéndose actitudes de rechazo. Si no hay capacidad interna de mejora mal van a conseguirse los objetivos establecidos por las presiones de las evaluaciones externas centradas en la rendición de cuentas. La evaluación sumativa, es necesaria sin duda, más, es imprescindible, pero no para sustituir a la interna, sino para hacerla más eficaz y complementarla. La nueva formación inicial de los docentes Entendemos por formación inicial del profesorado, no aquella que se inicia cuando el profesional comienza a impartir clases en un centro (ejercer la profesión) , sino cuando la ciudadanía decide estudiar y formarse para ser maestros o profesores, esto es, al iniciar los estudios profesionales de grado. Por lo tanto, es ahí donde debe empezar la formación inicial, en los planes de estudios de las universidades y orientar dicha formación hacia la práctica Reinventar la profesión docente docente y no hacia otro lugar. Es decir, la formación de los universitarios deberá establecerse orientada a la práctica concreta en las aulas. Por lo tanto habría que redefinir dicha formación haciéndola más útil, operativa y práctica. Esta tarea tendrá que ser establecida en el seno de los órganos de coordinación universitaria, tanto en la Conferencia General de Política Universitaria, como en el Consejo de Universidades. Debemos hacer una reflexión en este apartado de la exposición. La actual Ley 2/2006 Orgánica de Educación (LOE) exige en su artículo 100.2 que para ejercer la docencia en la Enseñanza Secundaria Obligatoria, en la FP, en el Bachillerato y en las Enseñanzas de Régimen Especial, se debe estar en posesión de la formación didáctica y pedagógica correspondiente que exige el espacio europeo de educación superior. Esa formación se acredita a través de la realización del Máster Oficial de Postgrado regulado por el RD 1834/2008 que habilita para el desempeño de la docencia. Pero el ejercicio de la docencia en la actual encrucijada de una sociedad cada vez más diversa y compleja, debe responder a unas necesidades y problemáticas que antes no existían o se desconocían: alumnos disruptivos, desmotivación, deterioro de la convivencia, déficit de atención e hiperactividad, dificultades graves de aprendizaje, trastornos generales de la conducta, ludopatías, anorexia, bulimina, ciberbullying, drogadicción, absentismo escolar, inmigración, altas capacidades intelectuales, necesidades de compensación educativa o los diferentes tipos y grados de discapacidad física, psíquica y sensorial. Junto a esto, es necesario que el profesorado tenga la capacidad de diseñar materiales y estrategias didácticas para atender a la diversidad, evaluación, tutoría y nuevas tecnologías. Ante esto, los máster deben ser orientados hacia la difusión de experiencias prácticas que ya han sido implementadas en los centros docentes fruto de la innovación y conocimiento acumulado. Por lo tanto, el máster de formación del profesorado y la formación de grado de maestros deberían ser mucho más ambiciosos y reales en ese sentido: el práctico. Se debería contar con los profesionales de la educación primaria y secundaria para que se implicaran en esta formación, en la enseñanza directa de esos futuros profesores y maestros. No podemos caer en el error de que el máster de formación del profesorado sea una nueva copia del pretérito CAP. Si esta formación se enquista en algo teórico y huye de la práctica útil se volverá a fracasar. No puede supeditarse este asunto a un reparto de poder entre los distintos departamentos universitarios. El futuro profesional de la docencia necesita experiencias concretas, ejemplos cotidianos para la compleja tarea de dinamizar un aula, llevar a cabo una entrevista, motivar a un alumno, compatibilizar diferentes niveles de competencia curricular o resolver conflictos en el aula. Es difícil que personas que no están trabajando directamente en las escuelas infantiles, colegios de primaria o institutos de secundaria puedan ofrecer en exclusiva esta formación tan práctica. Este planteamiento es apoyado por la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España. Pero, una vez terminado los estudios profesionales de grado, ¿cómo seleccionan las Administraciones Públicas a los mejores docentes? 115 116 Mesa 12 El actual sistema de concurso-oposición no garantiza que los mejores profesionales se incorporen a la escuela pública. No. Además en los últimos años con el sistema transitorio adoptado en la RD 276/2007 se ha pretendido estabilizar al colectivo interino, en vez de proveerse de los mejores profesionales. Lo que planteamos es un cambio profundo en el sistema. Al igual que con la crisis económica, no es posible corregir la “crisis educativa en España” (a tenor de los resultados) con medidas paliativas, sino con auténticos cambios estructurales. Concretando la propuesta, abogamos por un sistema como el que se articula en Finlandia. Los estudios superiores para ejercer la profesión de docente, serán los que requieran una mayor nota de ingreso tras las pruebas de acceso a la universidad, de modo que sólo los alumnos/as más brillantes y cualificados se pueden convertir en los maestros y profesores del futuro. Esto, junto con una carrera exigente, dura y que requiera una constante revisión de los planes de estudio, garantizará la excelencia. Una vez superada la carrera universitaria, los nuevos titulados tendrán acceso directo a la función pública docente, sin tener que realizar ningún tipo de proceso selectivo (pues ya de hecho han sido seleccionados durante sus propios estudios superiores) Posteriormente, durante el ejercicio de la profesión, sí se articularán procesos de promoción horizontal o interna vertical. La garantía de un trabajo profesional, prestigiado y con la cobertura del Estado una vez finalizados los estudios profesionales de grado, será el aliciente necesario para atraer a los mejores talentos de la sociedad en el desempeño de la tarea docente. Acreditación Continua de las Competencias Profesionales: Hacia la cultura de la Evaluación Permanente. Junto con un nuevo sistema de acceso a la función pública docente que garantice los mejores, más entusiastas y más comprometidos profesionales, tenemos que concienciar, tanto a las Administraciones como a los profesores que es absolutamente imprescindible una continua actualización de las cualificaciones profesionales a través de la pertinente acreditación. Igual que un médico debe demostrar sus conocimientos y actualizaciones cada equis tiempo, los docentes deben hacer esto de forma reglada, continua y organizada externamente por los poderes públicos para ejercer con eficacia su cometido. No es admisible que en los centros docentes, haya sectores que desconozcan la normativa a aplicar, las últimas investigaciones e innovaciones pedagógicas y se encuentren alejados de las buenas prácticas de otros colegas. No es admisible que la actualización quede al arbitrio y buena voluntad de aquellos que así lo desean. La actualización y renovación pedagógica, debe ser una obligación y una función imprescindible de los docentes, sometida a supervisión por la Administración. Es una exigencia ética y deontológica, establecer estos sistemas de acreditación constante y continua de las capacidades y competencias técnicas, científicas y pedagógicas. Reinventar la profesión docente Para concluir diremos que la Administración Educativa en su conjunto debe garantizar el derecho a la educación de los ciudadanos/as en unas condiciones de equidad y calidad, que facilite a los que más necesidades tienen, una escolarización y formación sin exclusiones al mismo tiempo que no impida a aquellos que tienen un ritmo de aprendizaje más rápido, realizarse en todo su extensión. Por eso, la evaluación docente no basta. Es un requisito necesario pero insuficiente. Es imprescindible remover las estructuras del sistema educativo a fondo, para logar alejar la triste realidad del fracaso y abandono escolar prematuro. 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Bruselas Elmore, R.F (2003) Accountability and Capacity. RoutledgeFalmer. New York. González,T (2002) Evaluación y gestión de la calidad educativa. Málaga: Aljibe. . Hopkins, D. (2007) Las escuelas eficaces. Claves para mejorar la enseñanza. Madrid: Santillana. Instituto de Evaluación (2010). Evaluación General de Diagnóstico. Educación Primaria. Cuarto Curso. Informe de Resultados. Madrid: Autor Ley 2/2006, de 3 de mayo, Orgánica de Educación. Planes, J.A. (Julio 2010) Propuestas pedagógicas para mejorar el éxito escolar. Revista Digital universidaddepadres.es, 8 Real Decreto 276/2007, de 23 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de ingreso, accesos y adquisición de nuevas especialidades en los cuerpos docentes a que se refiere la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, y se regula el régimen transitorio de ingreso a que se refiere la disposición transitoria decimoséptima de la citada ley. Real Decreto 1834/2008 por el que se definen las condiciones de formación para el ejercicio de la docencia en la educación secundaria obligatoria, la formación profesional, el bachillerato y las enseñanzas de 117 118 Mesa 12 • régimen especial y se establecen las especialidades de los cuerpos docentes de enseñanza secundaria. Stefan Fölster; Anders Morin; Mónica Renstig (2009) La Escuela de la Injusticia. Estocolmo: Hjalmarson & Högberg Bokf.AB Hjalmarson y Bokf.AB Högberg. Reinventar la profesión docente Psicopedagogía, coordinación interprofesional e innovación en Andalucía: una visión legislativa. Susana Fernández Larragueta, [email protected], Monia Rodorigo. Universidad de Almería La presente comunicación es fruto de la primera fase de trabajo del Proyecto de de Excelencia “Estudio de la coordinación y eficacia de los sistemas de asesoramiento interprofesional para la inclusión educativa de los hijos e hijas de inmigrantes en las escuelas andaluzas” (P08-SEJ-03848, Subvencionado por la Junta de Andalucía). Dicho Proyecto tiene, entre sus propósitos indagar los procesos de coordinación interprofesional que se establecen para atender a los estudiantes inmigrantes. Durante esta primera fase de investigación, una de las tareas principales ha sido el análisis de aquellos documentos legislativos relacionados con los diferentes profesionales (docentes, orientadores/as, mediadores/as, asesores/as, etc.) y ámbitos (gestión, organización, formación, etc.) del sistema educativo en general y andaluz, en especifico, atendiendo fundamentalmente a los dos siguientes criterios: la actuación con el alumnado de origen inmigrante; y la coordinación interprofesional. En este sentido, el trabajo que ahora presentamos nace de esta labor de análisis documental, concretamente de aquellos relacionados con la actuación psicopedagógica, siendo el propósito específico de esta comunicación, profundizar en cómo se ha venido plasmando en la legislación andaluza47 la coordinación entre los profesionales de la orientación y los demás profesionales de la enseñanza, y cómo esto procesos de innovación educativa. Cuando hablamos de situaciones relacionadas con la escuela, olvidamos que no estamos tratando con objetos aislados o con situaciones impermeables, sino con personas y problemas situados en un aula, en un centro, en una sociedad y en un entorno socio-político cambiante y dinámico. Entendemos la escuela como un ecosistema social y humano donde se entremezclan una serie de elementos (población, ambiente, interrelaciones, tecnología, etc.) y de relaciones organizativas que la determinan y definen (Fernández Sierra, 1999). Con esto queremos subrayar que nos movemos en un entorno que algunos autores (Pérez Gómez 1998, Brofenbrenner 1979, Doyle 1978, Santos Guerra 1990) definen como paradigma ecológico. Este paradigma, o marco teórico para la interpretación del acto didáctico, toma su nombre de la atención que, aquellos profesionales de la educación que apoyamos este paradigma, ponemos en los microsistemas en los que se desarrollan las acciones didácticas objeto de nuestro estudio y en las relaciones que se crean entre los actores y el entorno. 47 Básicamente se analizarán la Orden de 17 de julio de 1995, el decreto 213/95, la Orden 200/97, las Instrucciones de 23 de julio de 2003 y las dos Órdenes de 27 de julio de 2006. 119 120 Mesa 12 En los mismos términos hablaremos de la acción psicopedagógica, objeto de esta comunicación, expresada desde una perspectiva de asesoramiento ecológico (Fernández Sierra, 1999; Fernández Larragueta, 2004) que “supone romper con prácticas y concepciones orientadoras, así como con enfoques tecnificados del currículo. A través del asesoramiento ecológico lo que se pretende es poner en marcha acciones educativas integradas a partir de la colaboración y confrontación didáctica de los saberes interdisciplinares de los diferentes profesionales” (Fernández Larragueta, 2004:181). El psicopedagogo debería por tanto ser, un asesor para el cambio social y un dinamizador de la acción educativa en los centros, favoreciendo acciones innovadoras desarrollando en las aulas por parte de los docentesinvestigadores y transformadores de la realidad. Debería ser un compañerocolaborador más en el centro, un profesional que desde la colegialidad ofrece su conocimiento psicopedagógico a los demás compañeros de la misma forma que lo hace otro profesional, con el objetivo común de llevar a cabo transformaciones de calidad en las instituciones escolares en su conjunto. Aunque la experiencia investigadora (Fernández Larragueta, 2004; Fernández Sierra, 2006) nos indica que la práctica profesional va encaminada a acciones orientadas al counselling y a los programas, no podemos dejar de apostar por este planteamiento y, en esta línea, es en la que vamos a desarrollar el recorrido legislativo que nos proponemos. Análisis descriptivo de la legislación psicopedagógica andaluza: de la Orden de 17 de Julio de 1995 a la Orden de 27 de Julio de 2006 Para realizarse el siguiente análisis descriptivo, hemos seleccionado la legislación andaluza más relevante en el ámbito psicopedagógico. Y es que más allá de las recomendaciones establecidas en la LOGSE (1990) y las negociaciones organizativas en el seno andaluz estructurando la orientación en tres niveles: aula (tutor)-centro (Departamento de Orientación)-sector(EOE) (Carrión Martínez, 1996), la orientación en Andalucía ha tenido dos grandes fases, la primera que abarca, la Orden de 17 de julio de 1995, el Decreto 213/95 de 12 de septiembre y el Decreto 200/97; y una segunda que se concreta en las instrucciones de 23 de julio de 2003 y en las dos ordenes de 27 de julio de 2006. a) Primera fase: El decreto 213/95 regula los Equipos de Orientación Educativa a través de la descripción orgánica y regulación funcional de los mismos, es decir, se explicitan los aspectos logísticos que los definen, además de establecer tanto las funciones generales como las específicas y los diferentes ámbitos de actuaciones. En este decreto podemos observar como la estructura funcional de los EOEs se bifurca en una doble vía de intervención: por un lado han de responsabilizarse de la orientación en los centros de Educación Primaria, realizando tareas como “evaluación psicopedagógica” o “asesoramiento en la confección, aplicación y seguimiento de programas educativos y de refuerzo pedagógico” entre otros; y por otro lado, han de realizar laboral de coordinación psicopedagógico como equipos de sector. Así, los EOEs “se distinguen por el carácter interdisciplinar y especializado de sus intervenciones, por su función de apoyo y complemento a Reinventar la profesión docente la actividad educativa desarrollada en los centros” (Decreto213/95:1) de la zona en la que actúan. Así mismo en este decreto se establecen las funciones del Equipo Técnico Provincial para la Orientación Educativa y Profesional subrayando la labor coordinada de estos últimos con los Equipos de Orientación Educativa. Entre las características más importantes del Decreto, cabe destacar la apertura profesional que supone para los psicopedagogos y las psicopedagogas no tener que encorsetar sus acciones profesionales en horarios y prácticas inflexibles puesto que permanece abierta la posibilidad de atención preferente a un ámbito o a otro según el contexto lo requiera, y siempre y cuando tanto el Proyecto de Centro como el Proyecto Curricular de Centro lo contemplen. La principal apuesta psicopedagógica en la Comunidad andaluza, fue la incorporación en el seno de los Centros de Secundaria (IES), Orientador interno que se encargaba de la jefatura de lo que se denominó Departamento de Orientación. La legislación que reguló esta incorporación y la especificidad de las funciones del Orientador en los IES, fue la Orden de 17 de julio de 1995, por la que “se establecen directrices sobre la organización y funciones de la acción tutorial del profesorado y los Departamentos de Orientación” y el Decreto 200/97 por el que “se aprueba el reglamento orgánico de los institutos de educación secundaria”. En ellas se definen los Departamentos de Orientación, su estructura, sus componentes, sus funciones y como se tienen que coordinar con los demás órganos de coordinación que se definen en la misma orden. Así mismo se definen las funciones del Orientador de IES y su participación en las reuniones de coordinación con los demás órganos de coordinación; en la Orden de 17 de julio de 1995, podemos ver como las funciones del Orientador van encaminadas en dar una respuesta a cuatro grandes bloques: con respecto al centro (básicamente coordina y organiza la Acción tutorial y asesora a los órganos colegiados);a los estudiantes (fundamentalmente establecer procesos de orientación escolar, personal y profesional); al profesorado (entre otras asesorarles en aspectos de orientación, tutoría, atención a la diversidad; y por último, con las familias (básicamente cooperar y conectar la familia con el centro, fomentando su participación en el mismo). Un aspecto interesante en estos documentos legislativos es autonomía organizativa de la acción psicopedagógica a la hora de estructurar el horario y los tiempos dedicados a cada una de sus funciones, proporcionando cierta libertad según el contexto lo requiera. b) Segunda Fase: En las Instrucciones de 23 de julio de 200348, por la que se regulan determinados aspectos sobre la organización y funcionamientote los Equipos de Orientación educativa a través de las que se intenta favorecer que los profesionales de los Equipos de Orientación 48 Boja 155 de 13 de agosto de 2003. 121 122 Mesa 12 Educativa realicen un trabajo cercano a los centros de modo que la orientación contribuya a la mejora de la institución escolar. Sin embargo la verdadera misión de esas instrucciones es reestructurar la labor de los EOEs planificando estrictamente la labor de todos los miembros y su relación con los colegios de la zona de actuación. En el BOJA del 8 de septiembre de 2006, nos encontramos con dos Órdenes, ambas del 27 de julio de 200649, que reestructuran y organizan la labor psicopedagógica de los Departamentos de Orientación de Secundaria, matizando y derogando aspectos legislados hasta el momento regidos por la Orden de 17 de julio de 1995 y el Decreto 200/97. Así, en estas órdenes se especifica una planificación determinando los tiempos específicos para cada función orientadora, regulando así las anteriores órdenes y decretos. En esta Orden, se estructuran las funciones del orientador especificando las tareas prioritarias y las secundarias de la acción psicopedagógica, repartiendo porcentajes horarios a las funciones orientadoras y dejando poco espacio a la autonomía y poca posibilidad de flexibilidad y adaptación del trabajo y las funciones según el contexto educativo y su entorno. Además se limita el trabajo colegiado y se enfoca más a la acción individual con los estudiantes. La coordinación interprofesional en la legislación andaluza sobre orientación Entendemos que la coordinación interprofesional es el eje central para favorecer procesos de innovación por ello en este apartado, y una vez presentado el análisis descriptivo de la legislación andaluza en materia de orientación, nos parece importante ponernos a analizar qué concepto de coordinación usa dicha legislación y qué medidas maneja para favorecer las relaciones y el intercambio entre profesionales. En la Orden 213/95 se hace referencia a la coordinación en varias ocasiones. Los E.O.E. según la legislación se coordinarán en la zona educativa donde actúan, con los servicios dependientes de las delegaciones de trabajo y asuntos sociales y de salud. También trabajarán de forma coordinada con los Equipos especializados con demarcación geográfica provincial, que dependerán directamente del coordinador del Equipo Técnico Provincial. En esta Orden sí se hace referencia explicita a la coordinación, por ello se regula la coordinación que debe de haber entre los profesionales de los Departamentos de Orientación, tanto a nivel interno (mismo departamento) como a nivel externo (otros equipos presentes en la zona). No obstante, no se hace referencia explicita a la coordinación interprofesional de los miembros de los EOEs, aunque la labor del Orientador es lo suficientemente abierta como para que se creen espacios de trabajo coordinado al dejar la posibilidad de trabajar con el profesorado de forma coordinada y enriquecedora por ambas partes. 49 Orden de 27 de julio de 2006, por la que se regulan aspectos referidos a la organización y al funcionamiento de los Departamentos de Orientación de los I.E.S Orden de 27 de julio de 2006, por la que se regulan determinados aspectos referidos al Plan de Orientación y Acción Tutorial en los Institutos de Educación Secundaria. Reinventar la profesión docente Los Orientadores de los EOEs según lo que se refleja en la legislación, asesoraran y apoyan la labor docente en los centros, evalúan y diagnostican al alumnado con dificultades de aprendizaje, además de planificar acciones educativas enfocadas a la prevención y a la atención temprana de los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales, y para todo ello se requiere de una coordinación. Además, al no estar dividida su actuación en partes horarias definidas, el Orientador puede promover la coordinación y el trabajo en equipo, así como la investigación acción. En la Orden de 17 de julio de 1995 y en el Decreto 200/97 se hace referencia a la coordinación cuando se habla de las competencias del Jefe del Departamento de Orientación. El Orientador deberá de coordinar la elaboración, planificación y ejecución del plan de orientación y acción tutorial, coordinar las actividades del mismo departamento, coordinándose a su vez con el Jefe de Estudios, coordinar la organización de espacios e instalaciones y proponer la adquisición de material. Asimismo se define al Departamento de Orientación como un órgano de coordinación docente junto con el Departamento de actividades complementarias y extraescolares y los Departamentos Didácticos. En el decreto 200/97 no se hace especial mención a la coordinación con los demás órganos de coordinación docente. Sin embargo a través del análisis de las funciones orientadoras de la Orden de 27 de julio de 1995 observamos cómo la coordinación con docentes, tutores y equipo directivo, además de con otros orientadores de referencia, es fundamental en la acción orientadora. Así el Orientador debe trabajar con los demás profesionales de los centros de forma coordinada y colegiada, además de tener apertura en la estructura organizativa del horario para atender las necesidades más evidentes de su entorno. En las instrucciones de 23 de julio de 2003 y en las Órdenes de 27 de julio de 2006 se estructuran y acotan las funciones del orientador, categorizando su labor y definiendo el horario del mismo cerrando, de esta forma, los espacios para la coordinación interprofesional no legislada, y el desarrollo de posibles otros espacios para la reflexión docente y el asesoramiento. En las instrucciones de julio 2003 se establece un horario para la coordinación definiendo que la coordinación entre los mismos miembros del Equipo será de dos horas y media a la semana, además de las horas de coordinación con los distintos Equipos Técnico de Coordinación Pedagógica. En las Órdenes de julio de 2006, se habla de la coordinación del Departamento de Orientación estableciendo una reunión semanal del Orientador con los tutores de los diferentes cursos de la E.S.O. y una mensual, con los tutores de las demás etapas de la enseñanza post-obligatoria. Además, se define que se celebrará una reunión de coordinación semanal entre los miembros del Departamento de Orientación. Para finalizar, hemos de decir que el tema de la coordinación es una idea recurrente en la legislación andaluza sobre orientación, pero ésta está enfocada principalmente hacia prácticas organizativas y de poner orden, más que de reflexionar colaborativamente para fomentar prácticas de calidad e innovadoras. 123 124 Mesa 12 La innovación o la falta de innovación en la legislación andaluza sobre orientación. Hasta ahora hemos descrito qué uso hace la legislación andaluza de la “coordinación” y hemos plasmado que para nosotros, la coordinación la entendemos como el trabajo colaborativo integral en pos de innovación educativa. Ahora bien, ¿Qué es innovar? Aunque como exponen Imbernón y Martínez Bonafé (2008:62) durante muchos años se ha entendido la innovación desde la perspectiva de la racionalidad técnica considerando ésta como “un cambio deliberado, especifico y original que es pensado para ser más eficaz en el logro de los objetivos” no podemos olvidar que la innovación supone por lo menos tres cosas: primero, la creación de algo previamente desconocido, segundo, la percepción de lo creado como algo “nuevo” y tercero, la asimilación de algo novedoso (Angulo Rasco , 1994). Hablando además de innovaciones educativas no podemos olvidar que éstas se desarrollan y cobran significado dentro de las instituciones escolares siempre y cuando dicha innovación tenga la capacidad de adaptarse y modificar los marcos preexistentes. Si esto no se tiene en cuenta nos encontraremos, siguiendo a Rudduck (1999), con innovaciones sin cambio y, sin sentido. Innovar en el centro es una tarea de todos, una tarea colectiva y una de las funciones principales del psicopedagogo/asesor que, sin duda, tendrá que combatir contra la cultura del aislamiento, la cultura individualista y la cultura balcanizada que impera en los centros, intentando crear puentes de comunicación entre los profesores y la comunidad educativa (Hargreaves, 1999) para impulsar innovaciones y fomentar un rol de agente de innovación. Y es que el psicopedagogo/a debe ser un agente de innovación en los centros, que impulse espacios de reflexión-discusión acerca de la estructura curricular y organizativa que cimenta y socializa la institución (Angulo Rasco, 1995). Como se plantea en la Orden de 27 de julio de 2006, si el orientador sólo centra su trabajo en labores de atención directa, acción tutorial y orientación profesional y académica, organizado todo ello con horario cerrado, se limitará la posibilidad de poder realizar actuaciones de asesoramiento para el replanteamiento por parte de la comunidad educativa de su propia práctica docente. Además la coordinación y los ámbitos de innovación50 posibles, quedarán restringidos a segmentos de entornos desconectados del continuum educativo. Consideramos que en el decreto 213/95, en la Orden de 17 de julio de 1995 y en la orden 200/97, la acción psicopedagógica no quedaba tan restringida y acotada legislativamente, lo que permitía, al menos, dejar espacios posibles a coordinaciones que pudieran favorecer la innovación. 50 Vease Fernández Larragueta, S. 2004:204. Ámbitos de Innovación Reinventar la profesión docente Conclusiones Vivimos en una sociedad caracterizada por lo que Bauman (2003) define “modernidad liquida”, por unas relaciones fluidas e intercambiables, por unos límites institucionales imprecisos y cada vez menos claros. Vivimos en un mundo donde las personas circulan por múltiples escenarios y son moldeados por numerosos agentes sociales. En este contexto es fácil concordar con la idea de que la coordinación se convierte en una exigencia, tan difícil como necesaria, de los procesos educativos. Sin embargo, las organizaciones escolares arrastran a lo largo de su historia, una gran resistencia a la coordinación interprofesional, de forma que, si la coordinación es, como venimos sosteniendo, la característica esencial de una organización fuerte, efectiva y de calidad, sin ésta no podemos hablar hoy en día, de la escuela como de una entidad encaminada a la excelencia e innovación. Más allá de planteamientos simplistas como que esto se debe al individualismo docente, consideramos que las causas por las que se ha llegado a esta situación son más complejas y profundas, y que la raíz del problema reside realmente en la que podríamos denominar “inercia institucional”. Esta socialización está instalada en las organizaciones escolares, cuyo desajuste estructural, regulación en lo formal y ambigüedad en lo técnico, provoca un funcionamiento paralelo entre la gestión a través de órganos participativos y la actividad docente reacia a la colaboración profesional. (San Fabian Moroto, 2008). Por todo lo anterior, nos parece lógico afirmar que la respuesta a los principales retos educativos y psicopedagógicos de la escuela hoy pasa por una buena coordinación interprofesional. Para fomentar una escuela educativa de calidad se requiere de una comunidad de vida, participación democrática, búsqueda intelectual, dialogo y aprendizaje compartido, discusión abierta y constructiva, colaboración y cooperación entre los miembros de la comunidad educativa, critica y reflexión sobre los influjos de la sociedad. Y es que a mayor desajuste en los procesos educativos, más necesaria es la coordinación y el intercambio profesional. En la medida en que el trabajo docente sea resultado más de la investigación, de la deliberación informada y de la innovación, el trabajo en equipo se hace ineludible. Y es en este espacio de colaboración en el que el Orientador ha de convertirse en un eje de dinamización curricular y organizativa, generando dinámicas innovadoras que fuercen procesos de enseñanza y aprendizaje de calidad (Fernández Sierra, 1999). Así consideramos, tras haber analizado el material legislativo, que la apertura organizativa y funcional de la acción orientadora en las primeras leyes andaluzas se ha ido restringiendo hacia prácticas poco ecológicas y reduciendo los espacios de coordinación, lo que un estancamiento de la innovación. Si, como hemos dicho, innovar significa replantearse y analizar de forma colegiada las estructuras tantos materiales como ideológicos y sociales de los centros escolares, limitar la interacción docente y aumentar la carga de trabajo individual del Orientador, auspiciado por la Administración, ha promovido un bloqueo en el posible desarrollo de los ámbitos de innovación. 125 126 Mesa 12 Más allá de ello, y a modo de conclusión, continuamos apostando por un una acción psicopedagógica desde un paradigma ecológico, que fomente la figura del orientador como agente de cambio, para lo cual se hace necesario superar las prácticas socializadas e intentar, junto con la comunidad educativa, replantearse y analizar el significado y el desarrollo en el tiempo de las medidas legislativas adoptadas por la Administración Educativa. Bibliografía Angulo Rasco, F. (1994). Innovación, cambio y reforma: algunas ideas para analizar lo que está ocurriendo. En Angulo Rasco, F Y Blanco (coord.). Teoría y desarrollo del currículum. Málaga: Aljibe. Angulo Rasco, F. (1995). El papel innovador de los/las psicopedagogos/as en los centros de secundaria obligatoria. En Fernández Sierra, J. (coord.). El trabajo docente y psicopedagógico en educación secundaria. Málaga: Aljibe. Bauman, Z. (2003). Modernidad líquida. Buenos Aires: F.C.E. Bronfenbrenner, U. (1987). La ecología del desarrollo humano. Barcelona: Paidós. Carrión Martínez, J.J. (1996). Andalucía y ámbito MEC ¿Dos modelos de orientación? Kikiriki, 41, 25-27. DECRETO 213/1995, de 12 septiembre, por el que se regulan los equipos de orientación educativa. DECRETO 200/97, de 3 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento Organicote los Institutos de Secundaria. Elliott, J. (1992). ¿Son los “indicadores de rendimiento” indicadores de la calidad educativa? Cuadernos de Pedagogía, 206. Fernández Larragueta, S. (2004). 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Instrucciones de la Dirección general de participación y solidaridad en la educación para la aplicación de lo establecido en la Orden de 23 de julio, por la que se regulan determinados aspectos sobre la organización y funcionamiento de los Equipos de Orientación Educativa. Junta de Andalucía Reinventar la profesión docente ORDEN de 17 de julio de 1995 por la que se establecen directrices sobre la organización y funciones de la acción tutorial del profesorado y los Departamentos de Orientación. Junta de Andalucía. ORDEN de 27 de julio de 2006 por la que se regulan aspectos referidos a la organización y al funcionamiento de los Departamentos de Orientación de los I.E.S. ORDEN de 27 de julio de 2006, por la que se regulan determinados aspectos referidos al Plan de Orientación y Acción Tutorial en los Institutos de Educación Secundaria. Pérez Gómez, A. (1999). La cultura escolar en la sociedad neoliberal. (2ª ed.). Madrid: Ediciones Morata, S.L. Rudduck, J. (1999). Innovaciones y cambio: el desarrollo de la participación y la comprensión. Sevilla: M.C.E.P. San Fabian Maroto, J.L. (1994). Participar más y mejor. Cuadernos de Pedagogía, 224, 70-71. Santos Guerra, M.A. (1990). Investigar en Organización. Málaga: Secretariado de publicaciones de la Universidad de Málaga. 127 128 Mesa 12 Reinvención de la profesión docente en contextos académicos avanzados: factores que influyen en un proceso de enseñanza – aprendizaje a nivel posgraduado Jesús Gabalán Coello, msc. (Ingeniero Industrial Universidad Autónoma de Occidente y Magíster en Ingeniería con énfasis en Ingeniería Industrial Universidad del Valle. Cali – Colombia. Investigador del Grupo de Investigación en Educación reconocido por COLCIENCIAS y Profesor del Área de Investigación de Operaciones de la Universidad Autónoma de Occidente. Coordinador del Área de Calidad de la Oficina de Planeación y Desarrollo Institucional de la Universidad Autónoma de Occidente) UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE OCCIDENTE [email protected] 1. RESUMEN El presente documento es el resultado de un proyecto de investigación en educación que tomó como eje principal la evaluación del desempeño profesoral y el análisis de las variables de caracterización docente a través de diferentes estamentos de la comunidad académica en una Universidad. La evaluación profesoral en pregrado tiene amplios desarrollos, pero conocer qué aspectos se ponderan o cómo influyen las percepciones de los involucrados en posgrados es un campo que no ha sido documentado ampliamente hasta el momento y el cual también es muy importante tomando en cuenta que el desarrollo de la ciencia y tecnología solo se da si existe una sólida y adecuada formación a nivel de posgrados. El estudio que se presenta toma en cuenta diferentes fuentes de información (profesores, estudiantes y jefe inmediato), estableciendo un sistema holístico y a su vez propone una metodología que integra la aproximación inicial a los aspectos que más influyen para que un profesor sea considerado de calidad a través de elementos cuantitativos como la modelación estadística y elementos cualitativos como los grupos focales de discusión, que finalmente permiten obtener una visión general sobre los aspectos que más son tenidos en cuenta por los evaluadores para reconocer cuando un profesor es de calidad en la dinámica de posgrados. 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La evaluación del desempeño docente en el contexto universitario necesariamente debe ser comprendida desde la complejidad y a través de ésta describir las interrelaciones emergentes en este proceso. Esta complejidad se caracteriza por la determinación de elementos propios de la relación profesor – estudiante y su connotación en el proceso de enseñanza – aprendizaje, las funciones investigativas y de proyección, miradas desde la perspectiva de la autoevaluación del profesor, desde la propositiva de sus jefes y por supuesto sus estudiantes. La permanente ruptura que se presenta entre las miradas reflexivas del proceso, es la problemática fundamental que se trata en este trabajo investigativo. Las percepciones estudiantiles no son la única fuente de Reinventar la profesión docente valoración del actuar docente, así como tampoco lo es la valoración hecha por su jefe inmediato, dándose con frecuencia en las instituciones la evaluación profesoral utilizando en un alto porcentaje la primera de las fuentes (cuestionario de opinión para alumnos). En estos términos la pregunta de investigación que se pretende resolver es ¿cuáles son los factores más importantes desde el punto de vista de los estudiantes, jefes y el mismo docente que influyen en la opinión general del desempeño profesoral en posgrados de la Escuela de Ingeniería Industrial y Estadística (EIIE)? 3. OBJETIVO GENERAL Determinar cuáles son los factores que más influyen, desde el punto de vista de los estudiantes, jefe inmediato, profesores en la opinión general que se tiene sobre el desempeño docente en los posgrados de la Escuela de Ingeniería Industrial y Estadística, con el fin de optimizar los niveles de calidad bajo el enfoque de mejoramiento continuo. 4. MARCO TEÓRICO 4.1. Evaluación Profesoral La evaluación profesoral debe ser entendida de manera multidimensional e integral, involucrando los diferentes escenarios de actuación, como son: las funciones sustantivas (docencia, investigación y proyección social) y el desarrollo profesoral (elemento igualmente importante en los planes de mediano y largo plazo de las instituciones de educación superior). Los profesores, como unos de los actores principales involucrados en los procesos de evaluación universitaria (en pregrado y posgrado), son evaluados periodo tras periodo por parte de sus estudiantes; sus colegas (Peterson, 2006) opinan que el propósito de involucrar a los profesores en la evaluación de pares es para agregar exactitud y profundidad a la documentación de los juicios de la calidad docente; sus jefes (Danielson y McGreal, 2000) opinan que un desarrollo profesoral adecuado sugiere un alto grado de confianza en la relación profesor-supervisor y hasta por ellos mismos en un acto de autoevaluación que involucra un proceso consciente y responsable de contrición, estableciendo procesos de evaluación educativa centrados en la calidad de la docencia y considerando todas las características que tan complejo proceso conlleva; según Tuomi y Pakkanen (2002) esta autoevaluación debe ser vista como un proceso honesto y confiable de cooperación constante por parte del profesor como elemento autónomo partícipe de una nueva cultura evaluativa que tiene como principal finalidad su propio desarrollo y retroalimentación. “La evaluación del desempeño docente es un proceso holístico y flexible, que se basa en esquemas de evaluación abiertos en los cuales los mismos interesados pueden trabajar con apoyo institucional en su propio mejoramiento” (Vásquez y Gabalán, 2006). 129 130 Mesa 12 En el momento de evaluar el desempeño de un profesor se deben tener en cuenta todas las fuentes evaluativas y todas las variables que intervienen en el proceso, sus interrelaciones y el contexto en el que se encuentran, para poder emitir un juicio lo más objetivo posible de su actuación en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Para Danielson y McGreal (2000) el propósito de la evaluación profesoral es controlar y asegurar la calidad de la enseñanza y propender por el crecimiento profesoral. Es decir, que a este proceso evaluativo, cada vez más complejo, se le suman, además de los actores mencionados, el entorno (como elemento que determina el nivel de subjetividad de cada uno de los actores que participan en el proceso, constituyéndose en factor fundamental en el momento de emitir una apreciación determinada) y todas las interrelaciones que se puedan presentar (incluso las que se presentan de manera tácita). “... la conducta de una persona es el resultado directo de su campo de percepciones en el momento de su comportamiento” (García y Villa, 1984). No es posible emitir un concepto valorativo absoluto de la eficacia docente, ya que este concepto va más allá de él mismo, sino que también de los estudiantes a los cuales dirige y del contexto y circunstancias que rodeen el proceso de enseñanza – aprendizaje. “A veces el que termina siendo eficaz en la transformación del profesor es el alumno y el ambiente institucional” (García y Villa, 1984). Es necesario asignar igual importancia a cada uno de los actores, ya que la retroalimentación entre ellos es multidireccional y permite establecer políticas y directrices encaminadas a la excelencia. En palabras de Etxegaray y Sanz (1991): “...en el nivel universitario lo que el alumno aprende suele tener, con frecuencia, poco que ver con lo que el profesor directamente explica, y mucho más con cómo organiza el entorno de aprendizaje”. La evaluación docente debe ser entendida como un proceso en el cual se identifican fortalezas y oportunidades de mejoramiento, de tal manera que el profesor, tanto de pregrado como de posgrado, pueda incrementar sus fortalezas y trabajar en sus debilidades obteniendo resultados satisfactorios para él, los estudiantes, el entorno social y la Institución en general. Para Arnaz y Yurén (1994) “...debe evitarse el medir la labor del docente en términos meramente cuantitativos, así como el establecer comparaciones con respecto a otros maestros; la evaluación debe orientarse a la obtención de un perfil del docente con respecto al modelo educativo”. Al considerar las percepciones de los estudiantes en procesos evaluativos profesorales se deben tener en cuenta aspectos cualitativos externos al aula de clase, tales como grados o niveles de entendimiento, realización y ejecución, relaciones familiares, aspectos motivacionales, hábitos de estudio, etc. Es muy difícil utilizar unos elementos eminentemente estadísticos (cuantitativos), si desconocer su importancia en procesos evaluativos, para identificar las diferencias intrínsecas en los estudiantes en relación con un proceso efectivo de evaluación docente (Braun, 2005). Reinventar la profesión docente Se considera entonces, que el proceso de evaluación del desempeño docente debe definir el perfil del profesor, más acorde con un modelo educativo, de tal manera que sirva como medio de mejoramiento de la práctica educativa. El profesor universitario, tanto en pregrado como en posgrado, debe ser un individuo íntegro que fusione sus conocimientos en el campo científico o técnico con su proceder como formador de personas útiles a la sociedad. Para Rizo (2004) “...se requiere con mayor urgencia que el profesor universitario, investigue, enseñe y se proyecte socialmente. Para ello, se requiere fundamentalmente de dos cosas: del desarrollo profesional de los docentes ligado a su contexto particular y de las mejora de las prácticas educativas”. 4.2. Evaluación a Nivel Posgrado En relación con los procesos de evaluación educativa en posgrado, considerando que son muy pocos los autores que han trabajado el tema y muy escasos los trabajos investigativos al respecto, se hace necesario, en términos del presente artículo, comentar las diferencias básicas existentes entre la evaluación realizada por un estudiante de posgrado y uno de pregrado en relación a la calidad de la enseñanza por ellos percibida. Se considera para fines prácticos, que los estudiantes de posgrado son, a nivel general, individuos que habiendo culminado una carrera profesional de pregrado están activamente inmersos en el mercado laboral y desean mejorar sus cualidades académicas por razones generalmente asociadas a su ámbito laboral actual o futuro. Son personas más exigentes en cuanto a sus expectativas de formación, con mayor fortaleza de carácter para buscar y exigir mayor calidad en el servicio educativo que se les ofrece. En posgrado los estudiantes manejan mejor la timidez, característica de muchos estudiantes de pregrado, siendo que han superado ya numerosas barreras típicas de quienes inician su formación universitaria. Por lo anterior, el profesor universitario se enfrenta en posgrado a un grupo de estudiantes particularmente exigentes que participan activamente del proceso de enseñanza-aprendizaje, con preguntas en clase comúnmente asociadas a su campo de trabajo. Muchos estudiantes en posgrado exigen aplicabilidad de los conceptos teóricos impartidos por los docentes, exigiendo por tanto al profesor una suficiente experiencia teórico-practica, mayor conocimiento de casos aplicados y un mayor conocimiento de la hoja de vida de sus estudiantes, todo con el fin de favorecer el flujo de información entre profesor y estudiante en cada sesión de clase. Algunos educandos de posgrado tienen la percepción de que están “pagando” por un “servicio educativo”, y a cambio de ese pago esperan recibir una formación de alto nivel. En cuanto a la evaluación del desempeño del docente, en posgrado los autores perciben empíricamente una mayor exigencia. No se han encontrado mayores estudios que tomen el posgrado como grupo focal de análisis para la medición de la satisfacción del estudiante con la práctica docente. En Voss (2007) se muestra un estudio realizado en universidades alemanas que surgió a raíz de la preocupación de las universidades europeas por retener estudiantes de pregrado para que continuaran sus estudios de posgrado en la misma universidad, dada la actual mayor libertad de los estudiantes de realizar un 131 132 Mesa 12 posgrado en cualquier país de la comunidad europea. El trabajo muestra la necesidad de medir el nivel de satisfacción del estudiante universitario y afirma que las “expectativas” de los estudiantes están relacionadas con la satisfacción que el estudiante perciba del servicio educativo. Dice específicamente que: “si los profesores conocen lo que sus estudiantes esperan, ellos pueden adaptar su comportamiento a las expectativas de sus estudiantes, lo cual tendría un impacto positivo sobre la calidad del servicio percibido y sus niveles de satisfacción”. En sus conclusiones el artículo revela interesantes aportes: - Los estudiantes encuentran especialmente valiosa la experiencia del docente. - El componente práctico y aplicado, los casos reales, motivan a los estudiantes más que los aspectos meramente teóricos. Los profesores podrían buscar una unión entre la teoría y la práctica, y podrían hacer uso de invitados externos para que compartan sus experiencias con los estudiantes. - Los profesores deberían colocar tareas que están directamente relacionadas con el mundo laboral y usar ejemplo reales en clase. En Cardone (2001) se toma como base para la medición de la satisfacción del estudiante de posgrado tres grandes dimensiones: - Interés del estudiante en el tema (que está relacionado además con las horas de dedicación del estudiante hacia la temática). - Satisfacción con el profesor, que depende de: clases bien organizadas y explicación clara, entusiasmo del profesor acerca del conocimiento transmitido, motivación del profesor para la participación de los estudiantes en clase, uso y recomendación de material bibliográfico, y mantenimiento de un horario de atención al estudiante. - Satisfacción con las clases practicas. Para finalizar, existen numerosas investigaciones relacionadas con la práctica evaluativa a nivel de pregrado; a diferencia de lo que ocurre en el ámbito de posgrado, donde las aplicaciones y desarrollos en la materia han sido escasamente analizados. Esta situación amerita ser trabajada en futuros estudios, debido a que existe la necesidad imperiosa de identificar de manera concreta cómo se desarrollan los procesos de enseñanza-aprendizaje en los contextos relacionados con este nivel superior formativo. 5. METODOLOGÍA La metodología utilizada en el presente estudio, se basa en la confluencia de los enfoques cualitativo y cuantitativo. Uno de los principales elementos, lo constituye la valoración de los cuestionarios de opinión existentes en la EIIE para medir la satisfacción en los cursos de posgrado. En este sentido, se opta por involucrar una pregunta final en cada uno de los cuestionarios que permitiera servir de resumen de las anteriores. La pregunta hace relación a la calificación que hacen cada uno de los estamentos (estudiantes, profesores y jefe) sobre el desempeño general de la dinámica docente al interior de los posgrados. Posteriormente, se realiza la aplicación censal de estos cuestionarios y se tabulan los resultados, conformando una base de datos que sirva a los propósitos del estudio. De la misma manera, dentro de una mirada Reinventar la profesión docente reflexiva del proceso de enseñanza – aprendizaje se plantea la utilización de técnicas de investigación cualitativa tales como los grupos focales de discusión que contrasten y contribuyan a la explicación de los fenómenos evidenciados desde la perspectiva cuantitativa. Las fuentes de información a utilizar se resumen en el siguiente esquema: Gráfico 1. Fuentes de Caracterización de Variables La evaluación que hace el estudiante (como directo receptor del servicio educativo) de su profesor, es relevante en tanto es la única fuente que conoce las situaciones existentes en el aula de clase y por tanto es el llamado a tener la actitud de evaluación permanente a lo largo del periodo académico en el que se imparte la asignatura. Para tal fin, la coordinación de posgrados cuenta con un instrumento de medición que permite plasmar estas percepciones, concreta y estrictamente. Se involucra la autoevaluación que se define como aquel proceso reflexivo en el cual el profesor analiza desde su interior, sus fortalezas y oportunidades de mejoramiento, de tal manera que se cualifique constantemente y pueda desarrollar su labor de la mejor manera posible. De igual manera, esta evaluación ayudará en el marco del presente proyecto a identificar los elementos más importantes que a su propio juicio constituyen la imagen de un profesor “ideal”; desde el enfoque de calidad y mejoramiento continuo. Por último, es importante de la misma forma, contar con percepciones acerca del rol de profesor universitario como subalterno, es decir, la forma en que el profesor forma parte del engranaje de la Institución Educativa. Las normas, procedimientos y objetivos estratégicos que considera la Universidad deben jugar un papel fundamental en el rol del profesor y cuáles de estos influyen más en el evento de tener una percepción general sobre el que hacer del profesor. 5.1. Métodos de Investigación Cuantitativa 5.1.1. Análisis discriminante para las percepciones por estamento En el contexto del presente proyecto, este modelo discriminante será de gran ayuda en la medida en que permitirá la clasificación posterior de las percepciones realizadas por los involucrados y por ende la cercanía o lejanía que se tiene de la percepción general sobre el quehacer docente, desde la visión de cada uno de los integrantes de la comunidad académica integrantes 133 134 Mesa 12 del proceso. Para los estudiantes, profesores y jefe inmediato se buscará un modelo de las siguientes características: Donde: - D es la Variable Respuesta, que permitirá la clasificación, dependiendo de su valor, en los dos grupos mencionados. - Xi es el coeficiente asociado a cada pregunta o aspecto evaluado. - P representa el valor que toma cada pregunta en cada percepción (ponderación). - C es la constante del modelo discriminante, situación que implica el valor fijo en cuanto a la variable de respuesta. Este modelo permitirá de primera mano, conocer el nivel de ponderación de cada uno de los aspectos a la hora de emitir juicios valorativos de manera general. Obviamente estos aspectos también son contrastados a través de la herramienta cualitativa. 5.1.2. Regresión Logística para las percepciones por estamento Igualmente se trata de un modelo que permite describir el nivel de importancia de cada una de las variables asociadas al desempeño profesoral. En este sentido, se intentará tener un modelo logístico para la percepción de los estudiantes con respecto a sus profesores, para la percepción de los profesores con respectos a ellos mismos y para la percepción del jefe inmediato con respecto a los profesores bajo su coordinación. Definida la variable dependiente como la ocurrencia o no de un acontecimiento, el modelo de regresión logística la expresa en términos de probabilidad, utilizando la función logística para estimar la probabilidad de que ocurra el acontecimiento o de que un individuo elija la opción uno de la variable dependiente, dados determinados valores de las variables explicativas, mediante la siguiente formulación: Siendo (explicado anteriormente en la sección de marco teórico) Puesto que el modelo anterior no es lineal respecto a las variables independientes, se considera la inversa de la función logística, que es el logit o logaritmo de los odds o ventaja de que un suceso ocurra, definiéndose esta como el cociente entre la probabilidad de que ocurra un acontecimiento y la probabilidad de que no ocurra, que es su complementaria, como puede observarse en la siguiente expresión: Reinventar la profesión docente La formulación anterior facilita la interpretación del modelo para cada una de las valoraciones por estamento que se tiene sobre el desempeño general de los profesores. De igual manera facilita la interpretación de los coeficientes (que en últimas son los que marcan el nivel de relevancia) asociados a las valoraciones por aspecto de desempeño profesoral. 5.2. Métodos de Investigación Cualitativa La metodología a nivel cuantitativo solo permitiría observar las asociaciones, pero las explicaciones de por qué se presentan quedarían sin abordar o sin encontrar una explicación válida y confiable (brindadas por las fuentes de información reales del proceso). Esta es una segunda razón que justifica, aún más, el abordaje del estudio a través de la entrevista, representada en la realización de los grupos focales de discusión. Se reúnen grupos de estudiantes (entre cuatro y seis personas) por curso de posgrado, adscrito a la Coordinación de Posgrados de la Escuela de Ingeniería Industrial y Estadística, en un ambiente amigable y controlado, posibilitando entablar con ellos conversaciones que permiten conocer de manera informal sus opiniones, respecto al proceso de evaluación profesoral. Este proceso se desarrolla con base en un modelo preestablecido de entrevista en profundidad, donde se utilizan preguntas abiertas, se escuchan y registran las repuestas de los entrevistados y, posteriormente, se complementan con preguntas adicionales, derivadas del conocimiento de los entrevistadores y del manejo de la situación que amerita cada una de las contestaciones evidenciadas. “La entrevista profunda es una fuente importante de datos cualitativos para la evaluación” (Patton, 1987). En este sentido, se puede decir, que existen tres diferentes enfoques para abordar la entrevista de tipo cualitativo: la entrevista de conversación informal, la entrevista con guía, la entrevista abierta estandarizada. Para llevar a cabo estas entrevistas se propone segmentar de acuerdo a las siguientes categorías: - Guía para Entrevista dirigida a Estudiantes del Posgrado: - Guía para Entrevista dirigida a Profesores: - Guía para Entrevista dirigida a Jefe Inmediato: 6. RESULTADOS 6.1. Proceso de agrupación de preguntas en variables o aspectos a evaluar Luego de un proceso de reflexión sobre cuáles preguntas debería formar parte de cuáles variables y teniendo en cuenta los principales referentes teóricos sobre la práctica de evaluación profesoral en el contexto educativo colombiano, se presenta una agrupación en donde cada una de las preguntas tenga igual ponderación para la conformación de la variable o aspecto a evaluar. En términos prácticos esto implica que la calificación obtenida en una variable será calculado como el promedio simple entre cada una de las preguntas que conforman esa variable. 135 136 Mesa 12 - Pvar = Promedio obtenido para la variable o aspecto a evaluar. - Xi = Calificación obtenida por el profesor en la pregunta i asociada al aspecto a evaluar. - n = Número total de preguntas que hacen parte de la variable o aspecto a evaluar considerado. 6.2. Análisis discriminante en el proceso evaluativo Continuando con la exploración de modelos que intenten explicar qué factores de evaluación docente influyen más en el juicio valorativo a nivel general, ahora es el turno del concepto de discriminación estadística, explicado con detalle en la sección anterior relacionada con metodología. Para empezar, se pretende encontrar la función propia de las percepciones estudiantiles. En este sentido, se ha utilizado de igual manera la conversión de la variable respuesta o pregunta 16 (desempeño general) en una binaria cuyos dos valores serán cumple con el estándar de calidad (calificación 4 o 5) o no cumple con el estándar de calidad (calificación 1, 2 o 3). La primera prueba que se corre es aquella relacionada con la igualdad de los centroides de cada aspecto propio de la dinámica docente una vez se dividen en los dos grupos de los estándares de calidad. La idea es encontrar que existen grandes diferencias entre los centroides para cada aspecto, en cuyo caso esta distancia permitirá una mejor discriminación y por tanto se verá reflejada en la efectividad del modelo para la clasificación. Un aspecto de interés es que la hipótesis nula manejada para cada uno de los aspectos de la dinámica docente será que las medias o centroides de los grupos son iguales (es decir que no existen diferencias significativas). Esa hipótesis nula es rechazada para todos los aspectos a un nivel de significancia de 1% y por tanto cada uno de los aspectos son valorados diferentes de acuerdo a como se está calificando el desempeño general de los profesores por parte de los estudiantes. Vale la pena resaltar que la variable en la cual es más significativa la desigualdad de los centroides es precisamente en METODOLOGÍA, situación que evidencia que este aspecto profesoral es el que puede tener una mayor capacidad de discriminación a la hora de valor el desempeño integral del profesor. A través de este análisis, también se puede observar como punto de gran importancia y concluyente un coeficiente de correlación canónica, que posee conceptualizaciones similares a las del coeficiente de correlación comúnmente utilizado. Al elevar la correlación canónica al cuadrado, se puede abstraer que aproximadamente el 55,2% de la variación en el cumplimiento o no cumplimiento del estándar depende de la variación que se evidencia en los aspectos de valoración profesoral cumplimiento, planeación, metodología, dominio, evaluación y relación interpersonal. La anterior aseveración valida una vez más la necesidad de poder contar con un análisis cualitativo que permita conocer qué otros factores o aspectos de la dinámica profesoral están siendo tenidos en cuenta por los estudiantes en el momento de emitir la valoración general de la dinámica profesoral. Reinventar la profesión docente Tabla 1. Coeficientes del modelo discriminante - estudiante En este sentido, el modelo matemático estará dado por: Donde valdría la pena explicar que al ser la constante negativa, se esperará que una vez al reemplazar los valores tomados por las variables de desempeño, si D es negativo representa que el profesor no cumplirá el estándar de calidad y si es positivo exactamente lo contrario. El procedimiento anterior describirá la manera de clasificación de los evaluados dependiendo las valoraciones obtenidas en los aspectos de desempeño. Por último se presenta un análisis de la efectividad del modelo seleccionado en la clasificación, a través de la tabla denominada resultados de la clasificación, en la cual básicamente se contrasta las clasificaciones que origina el modelo de acuerdo a la función discriminante para la clasificación de los profesores en visión general contra la que realmente ocurre. Si existe coincidencia se dice que el modelo es efectivo en la clasificación. En este caso, con el modelo seleccionado se clasifican correctamente el 100% de los casos trabajados, luego esto implica que las ponderaciones de los aspectos evaluados son las correctas y por tanto las tres variables que más ponderación sostienen son metodología (1.343), seguida de evaluación (0.534) y relación interpersonal (0.355). Los estudiantes a la hora de emitir juicios valorativos sobre el desempeño general de sus profesores tienen en cuenta en un alto grado la metodología de enseñanza – aprendizaje tenida en cuenta por el profesor. Como se mencionan anteriormente, el dominio disciplinar para algunos estudiantes de los posgrados se da por sentado, pero es muy importante que los profesores a pesar de tener grandes conocimiento sepan como transmitirlos. Eso es importante para los estudiantes, según lo observado en los grupos focales de discusión. Ahora, al tratar de encontrar la función propia de las percepciones profesorales se procede de la misma manera que con el modelo anterior. Vale la pena mencionar en esta instancia que, los profesores a través de su ejercicio de autoevaluación no valoraron su desempeño general con calificaciones iguales o inferiores a 3; motivo por el cual se tiene de entrada una variable dicotómica 137 138 Mesa 12 pero está vez reflejada por los factores que hacen que un profesor se asigne una calificación de 4 (buena) o 5 (excelente). La prueba de igualdad de los centroides para grupos señala como aspectos de la dinámica docente donde existen diferencias y por tanto se obtendrá mayor niveles de discriminación entre los dos grupos, las variables planeación significativa al 5% y dominio podría ser considerada significativa al 10%, como podría valorarse en el campo de la educación. Es diferente entonces en gran medida la percepción en planeación (- El programa del curso fue estructurado de manera clara y precisa y - Fue cuidadoso en la planificación del curso (disposición de recursos bibliográficos, materiales, equipos, guías, etc.)) para cada grupo de profesores (los que se asignan 5 o los que se asignan 4 en su desempeño general). El porcentaje de variación de la variable respuesta que es explicado a través de la variación de las variables o aspectos a evaluar del quehacer profesoral es de 89.1%. El anterior indicador manifiesta que aproximadamente el 90% de las calificaciones impartidas de manera general por los profesores depende los aspectos considerados en el cuestionario. Por tanto esta proporción no es tan pequeña como en el caso de los estudiantes, pero de igual forma existe un 10% de la variación que está siendo explicado por factores externos. Desde tal perspectiva, también se hace necesaria la indagación a través de las entrevistas grupales. Por otro lado, se busca conocer si el modelo o función discriminante es adecuado para la discriminación. En este sentido, se rechaza la hipótesis nula a un nivel de significancia de 5% y por lo tanto la función es adecuada. Con respecto a la matriz de estructura se puede apreciar que ninguna de variables de desempeño presenta una asociación con el modelo superior a 0.5. No existe una correlación estrecha entre las variables y el modelo. Esto puede ser explicado dado que los profesores en sus opiniones no presentan sesgos o patrones que permitan evidenciar una tendencia categórica. Podría pensarse que algunos privilegian unos aspectos del desempeño profesoral por encima de otros, mientras que otros lo hacen con aspectos que no consideran los primeros. De igual forma, se presentan los coeficientes asociados a la función discriminante Recordemos que la variable que inquiere sobre las relaciones interpersonales de los maestros no se puede involucrar en el modelo matemático, debido a que es una constante a lo largo de todas las observaciones, por lo tanto no posee capacidad de discriminación. Tabla 2. Coeficientes del modelo discriminante - profesor Reinventar la profesión docente Cuando el valor de la función es negativo, significa que la calificación general que se otorga en la percepción general es 4. De otro lado, si el valor de la función es positivo, la valoración que hacen los profesores de su desempeño general es 5. De acuerdo a los coeficientes la mayor ponderación la obtiene la variable dominio (recordemos que es significativa al 10%). En este sentido, es para los profesores de gran relevancia el dominio, evidenciado en la cualificación disciplinar que ostenten, en el momento de emitir juicios valorativos de su que hacer profesoral de manera general. Análogamente, la eficacia del modelo en términos de la clasificación en las dos subpoblaciones (profesores que valoran su desempeño general en 4 y profesores que valoran su desempeño general en 5). El modelo clasifica el 100% de las percepciones tenidas por los profesores. En la última dimensión de análisis (superior inmediato), la variable que permite establecer diferencias entre los dos grupos de interés (profesores que en su valoración general obtienen 4 y profesores que en su valoración obtienen 5) es la relacionada con cumplimiento y compromiso institucional tomando como base un nivel de significancia del 5%. Por otra parte, se observa que la variable evaluación es una constante y por tanto no se pueden establecer criterios de discriminación con base en ella. Es decir, el superior inmediato al momento de emitir juicios valorativos de los profesores bajo su responsabilidad, otorga una calificación en este punto indistintamente si se trata de profesores buenos o excelentes en la variable respuesta. De acuerdo a la correlación canónica existente, se puede observar que el porcentaje de variación de la valoración que se hace del trabajo profesoral que es explicado por la variación de los aspectos que forman parte de la dinámica profesoral es 81,4%. Esta afirmación puede de igual manera desprender la reflexión que existe un 20% de la variación de la valoración del rendimiento general del docente que depende de factores externos (ajenos al cuestionario). En este sentido, se hace indispensable poder contar con los grupos focales de discusión que permitan identificar esos otros aspectos que están intrínsecamente ligados a la valoración. Con respecto a prueba de adecuación de la función discriminante, se puede observar que el modelo es inestable en el momento de la clasificación. La variable que más discrimina es cumplimiento y compromiso institucional en la prueba anterior, lo que se podría tomar como el principal insumo del análisis realizado para la percepción del superior inmediato. La significancia del modelo 139 140 Mesa 12 es cuestionada debido a la homogeneidad que presentan las percepciones del jefe inmediato en torno a la dinámica docente (excepto en cumplimiento y compromiso institucional), motivo por el cual no se puede establecer una función discriminante óptima de acuerdo a los aspectos profesorales. La variable que se encuentra más correlacionada con el modelo es cumplimiento y compromiso institucional, que como es de esperarse también posee el mayor valor coeficiente en la función discriminante utilizada (7,337). Tabla 3. Coeficientes del modelo discriminante -jefe 7. CONCLUSIONES A partir del anterior trabajo investigativo se pudo establecer, cuáles son los factores que más influyen al interior de la comunidad académica de la Escuela, en el momento de emitir juicios valorativos de la dinámica profesoral. Esto se pudo lograr a través de la propuesta de un modelo de valoración integral que toma en cuenta diferentes percepciones de los involucrados. En este sentido, se pudo concluir que desde el punto de vista de los estudiantes la variable de la dinámica profesoral más importantes es la relacionada con metodología. Los ejercicios resultantes de la autoevaluación de los profesores y la percepción del jefe inmediato, deja entrever que asignan una calificación al accionar profesoral que oscila entre las calificaciones buena y excelente, es decir, entre 4 y 5. Esta acción puede formular futuros proyectos de investigación en los cuales se contraste la apreciación de que los profesores de la Escuela manejan estos altos estándares de calidad o puede obedecer a una apreciación en la cual se sobrevalore su actividad debido a que se trata de un ejercicio de autoevaluación. A lo largo de la investigación se ha podido encontrar que la variable dominio es valorada en gran medida por los estudiantes, aunque se presentan diversas apreciaciones sobre la metodología. Fundamentalmente se menciona la alta competencia a nivel disciplinar que ostentan los profesores de la Escuela, pero se tienen algunas apreciaciones negativas con respecto a la competencia pedagógica, situación que se contrastó a través de las entrevistas grupales. Otro elemento importante que se logró determinar y a su vez contribuye a la formulación de políticas al interior de la Escuela, es precisamente la necesidad de involucrar otros factores en la visión que se tiene de calidad a través de los cuestionarios de evaluación preparados por la Institución. Es de anotar, que se Reinventar la profesión docente comprobó en el desarrollo de la investigación que existen factores externos que no están siendo tenidos en cuenta en el cuestionario, y que constituyen un insumo de información igualmente importante en el momento de valorar el desempeño general del profesor. En este sentido, se llegó a la conclusión que en el caso de las percepciones estudiantiles aproximadamente el 55% de la variación del desempeño general del profesor depende de la variación de las variables de actuación profesoral incluidas en el cuestionario, en el caso de las percepciones provenientes del ejercicio de autoevaluación el 89% de la variación del desempeño profesoral depende de las variables de actuación profesoral definidas y por último, en el caso del jefe inmediato, aproximadamente el 81% de la variación en la percepción del desempeño general del profesor depende de la variación de las variables de actuación profesoral. A través de las entrevistas grupales, se llega a obtener información que permite entre otras cosas, conocer que en el caso de los estudiantes, estos opinan que no es necesario que los profesores que les imparten asignaturas deban tener el mismo nivel del estudio de posgrado bajo su dirección. Al respecto, se pondera mucho más el saber enseñar y los factores metodológicos asociados. Por su parte, el estamento profesoral pondera en mayor medida la variable evaluación seguida por cumplimiento y compromiso institucional a la hora de evaluar su desempeño general en los cursos de posgrado. Para el caso del jefe inmediato, se pudo conocer que la variable que se diferencia en su valor, entre los profesores que son evaluados de manera general en 4 o 5, radica en gran medida en la valoración que se hace de la variable cumplimiento y compromiso institucional. Factores externos al cuestionario, como el recorrido a nivel empresarial que haya tenido el profesor, es un factor sumamente importante en el momento de emitir juicios valorativos. Dicho argumento fue contrastado a partir de la visión del jefe inmediato y estudiantil. El recorrido a nivel empresarial, sostienen los involucrados, redunda en un enfoque metodológico – vivencial que permite una adecuada transmisión del conocimiento. De igual forma, se evidenció en los profesores una actitud propositiva, por medio de la cual manifiestan la necesidad de generar espacios de reflexión al interior de la Escuela, en los que se aborden temáticas pedagógicas, que permitan cualificar el trabajo y optimizar los procesos de enseñanza – aprendizaje en los posgrados. 8. BIBLIOGRAFÍA Arnaz, J. A. & Yurén, T. (1994). Docencia. Serie Documentos. Mexicali. CETYS. México. Braun, H. I. (2005). Using student progress to evaluate teachers: a primer on value-added models. Princeton, USA: Educational Testing Service – ETS. Cardone R., C., Lado C., N. & Rivera T., P. (2001). Measurement and effects of teaching quality: an empirical model applied to masters programs. Business Economics Series, 10. Universidad Carlos III, Madrid. Danielson, C. & McGreal, T. L. (2000). Teacher evaluation to enhance professional practice. Princeton, NJ. ASCD. Etxegaray, F. & Sanz, I. (1991). La evaluación de la docencia del profesorado universitario. Investigación en la escuela, Nº 15, 1991, Págs. 67-84. 141 142 Mesa 12 García C., J. & Villa S., A. (1984). Líneas dominantes de investigación en el análisis de la función docente. En Profesores en conflicto (pp. 89-105). Patton, M. Q. (1987). How to use qualitative methods in evaluation. Newbury Park, California: SAGE Publications Inc. Peterson, K. D., Kelly, P. & Caskey, M. (2006). Consideraciones éticas para los profesores en la evaluación de sus colegas. Revista Mexicana de Investigación Educativa, Vol. 11, No. 28, 317-326. Rizo M., H. E. (2004). Evaluación del profesor universitario. Una visión institucional. Revista Iberoamericana de Educación de la Organización de Estados Iberoamericanos - OEI. No. 34. pp. 1 – 15. Tuomi, O & Pakkanen, P. (2002). Towards excellence in teaching. Evaluation of the quality of education and the degree programmes in the Universit of Helsinki. Publications of the Finnish Higher Education. Helsinki, Finlandia. Vásquez R., F. E. & Gabalán C., J. (2006). Percepciones estudiantiles y su influencia en la evaluación del profesorado. Un caso en la Universidad Autónoma de Occidente, Cali–Colombia. v12, n.2. http://www.uv.es/RELIEVE/v12n2/RELIEVEv12n2_3.htm. Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa. España. Voss, R., Gruber, T., & Szmigin, I. (2007). Service quality in higher education: The role of student expectations. Journal of Business Research, 60. 949–959. Reinventar la profesión docente DIAGNÓSTICO Y FACTORES DE INFLUENCIA SOBRE PROCESOS DE VALORACIÓN DOCENTE EN POSGRADOS A PARTIR DE ESTRUCTURAS SISTÉMICAS ING. JESÚS GABALÁN COELLO. [email protected] UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE OCCIDENTE (Ingeniero Industrial Universidad Autónoma de Occidente y Magíster en Ingeniería con énfasis en Ingeniería Industrial Universidad del Valle. Cali – Colombia. Investigador del Grupo de Investigación en Educación reconocido por COLCIENCIAS y Profesor del Área de Investigación de Operaciones de la Universidad Autónoma de Occidente. Coordinador del Área de Calidad de la Oficina de Planeación y Desarrollo Institucional de la Universidad Autónoma de Occidente) 1. RESUMEN La presente propuesta investigativa se basa en el diagnóstico de factores que influyen o condicionan la percepción que tienen los estudiantes de un profesor a nivel de posgrados. Esta problemática de valoración del desempeño docente, cuenta con un número considerable de investigaciones y desarrollos pero fundamentalmente en niveles de pregrado, notándose una falencia en proponer alternativas metodológicas que permitan esbozar las líneas teóricas de investigación del desempeño docente en contextos académicos avanzados, como lo constituyen los posgrados. Desde esta perspectiva, la propuesta propende por encontrar con la ayuda de herramientas conceptuales del pensamiento sistémico (como lo son los arquetipos), elementos que permitan contextualizar situaciones que se presentan en los procesos de enseñanza – aprendizaje, tales como insumos metodológicos, evaluativos, relacionados con la experiencia docente pero también profesional, etc. y que toman una connotación especial a los que acaecen en los niveles de pregrado. El trabajo intenta realizar un primer acercamiento descriptivo, donde es importante comprender el fenómeno formativo sistémicamente y que integra 143 144 Mesa 12 diferentes visiones y actores, pero que ante todo revierte en la calidad de la formación impartida en los estudiantes como ejes articuladores de dinámicas avanzadas en la aplicación de conocimiento y profundización en el uso del mismo para la solución de problemáticas específicas, presentándose un alto grado de relación entre dichos procesos y el desempeño profesional de cada persona que busca formarse en posgrados. 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La evaluación del desempeño docente en el contexto universitario necesariamente debe ser comprendida desde la complejidad y a través de ésta describir las interrelaciones emergentes en este proceso. Las variables generalmente adoptadas en la evaluación del desempeño profesoral se refieren a cumplimiento, dominio, evaluación, metodología y relaciones interpersonales, todas estas entendidas y validadas en la mayoría de veces desde la óptica de pregrado. Dicho problema de evaluación enfrenta una nueva connotación cuando se enfatiza en niveles superiores de formación como lo constituyen los posgrados, toda vez que existen condiciones especiales como el recorrido empresarial con el que ya cuentan los estudiantes, que convierten a estos procesos de enseñanza – aprendizaje en procesos más rigurosos y estrictos con dinámicas propias. Entre otros factores, el balance de la teoría con la práctica, debe permitir al estudiante encontrar una relación directa entre sus procesos de capacitación en posgrados y los desarrollos o aportes de su sector empresarial. De la misma manera, las herramientas metodológicas que utiliza el profesor deben evidenciar su recorrido y dominio alrededor de casos aplicados. Por tanto el problema de investigación que se aborda en este trabajo es conocer qué factores condicionan la valoración del desempeño profesoral en posgrados, descripción que se realiza con la ayuda de herramientas sistémicas. 3. OBJETIVO GENERAL Determinar la influencia que tienen diferentes factores involucrados en el proceso de enseñanza – aprendizaje en contextos académicos avanzados (escenario de posgrados) en la valoración del desempeño profesoral; a través de arquetipos sistémicos y diagrama de Forrester. 4. MARCO TEÓRICO En relación con el amplio espectro que abunda en torno al término evaluación, se afirma que existen diversas clases, las cuales dependen de las características del contexto en que se realice el proceso, de los actores participantes en el mismo, de su función, de su finalidad, del enfoque metodológico, etc. “Para definir los tipos de evaluación existentes hay que analizar la evaluación desde una perspectiva cuantitativa que tiene que ver con el concepto de evaluación como medición y desde una perspectiva cualitativa, Reinventar la profesión docente que relaciona la evaluación con la capacidad y la acción de apreciar, valorar, comparar y comprender” (Gorritti, 2006). Para algunos autores uno de los principales tipos de evaluación existentes es la que se realiza en contextos educativos, tanto en pregrado como en posgrado, y se conoce por el nombre de evaluación educativa. “La evaluación educativa se concibe como instrumento de control social (para conocer el nivel de logro de los objetivos educativos previstos) y como instrumento de mejora y optimización del conjunto del sistema. Así se orienta más hacia la aportación de información que pueda mejorar la calidad educativa que hacia la sanción, clasificación o selección. Actualmente se considera que la evaluación debe aplicarse a cada uno de los niveles del sistema (curriculum, aprendizajes, docencia, centros...)” (Marques, 2000). El proceso de evaluación educativa lleva muchos años siendo implementado en las universidades e instituciones de educación superior, Beall (1999) afirma que este proceso ha existido desde que se crearon las escuelas públicas, siendo mucho más teorizado y estudiado en ambientes de pregrado que de posgrado, donde sus actividades son vistas como garantes del control de la calidad y del cumplimiento de las metas propuestas y el proceso en sí es considerado como posibilitador y promotor de la libertad de acción de las personas (actores del proceso), permitiendo que actúen de acuerdo con sus posibilidades creativas y sus personalidades independientes, en ambientes de respeto y camaradería. “Es evidente que algunos sistemas adecuados deben responder adecuadamente a la incorporación de modificaciones educacionales centradas en las fortalezas individuales y los intereses” (Emerick, 1992). La Universidad, como punto de referencia del presente análisis y ente que conjuga estos dos escenarios (pregrado y posgrado), es la encargada de propiciar un ambiente adecuado, donde estudiantes y profesores, que por constitución natural se encuentran cargados de valores subjetivos, se integren y complementen en la consolidación de un modelo de evaluación educativa acorde con las necesidades de cada uno de los actores, con base en los objetivos, metas e intereses de la Institución. En su conjunto, el proceso de evaluación es mucho más que la suma de sus partes (Tuomi y Pakkanen, 2002). En relación con los procesos de evaluación educativa en posgrado, considerando que son muy pocos los autores que han trabajado el tema y muy escasos los trabajos investigativos al respecto, se hace necesario comentar las diferencias básicas existentes entre la evaluación realizada por un estudiante de posgrado y uno de pregrado en relación a la calidad de la enseñanza por ellos percibida. 145 146 Mesa 12 En cuanto a la evaluación del desempeño del docente, en posgrado los autores perciben empíricamente una mayor exigencia. No se han encontrado mayores estudios que tomen el posgrado como grupo focal de análisis para la medición de la satisfacción del estudiante con la práctica docente. En (Voss, 2007) se muestra un estudio realizado en universidades alemanas que surgió a raíz de la preocupación de las universidades europeas por retener estudiantes de pregrado para que continuaran sus estudios de posgrado en la misma universidad, dada la actual mayor libertad de los estudiantes de realizar un posgrado en cualquier país de la comunidad europea. El trabajo muestra la necesidad de medir el nivel de satisfacción del estudiante universitario y afirma que las “expectativas” de los estudiantes están relacionadas con la satisfacción que el estudiante perciba del servicio educativo. Dice específicamente que: “si los profesores conocen lo que sus estudiantes esperan, ellos pueden adaptar su comportamiento a las expectativas de sus estudiantes, lo cual tendría un impacto positivo sobre la calidad del servicio percibido y sus niveles de satisfacción”. De la misma manera, en la mayoría de los estudios de impacto evidenciados anteriormente se ha encontrado que la dinámica evaluativa trasciende las miradas descriptivas, para constituirse en un elemento importante en el momento de determinar políticas y planes educativos. En este sentido, se observa el papel de la evaluación como referente que permite el direccionamiento institucional, en torno al paradigma de calidad que debe regir a las facultades, departamentos o programas académicos. En consonancia con lo anterior, la connotación de evaluación del trabajo académico del docente, como elemento indispensable que permite el direccionamiento del sistema educativo, es entendida como una manera de potenciar la calidad de vida del evaluado, de forma tal que pueda integrarse de una manera más efectiva a la sociedad que lo rodea y aportando en gran medida a la consolidación de una cultura de la calidad, tanto a nivel personal como a nivel institucional. Finalmente, vale la pena mencionar que existen numerosas investigaciones relacionadas con la práctica evaluativa a nivel de pregrado; a diferencia de lo que ocurre en el ámbito de posgrado, donde las aplicaciones y desarrollos en la materia han sido escasamente analizados. Esta situación amerita ser trabajada en futuros estudios, debido a que existe la necesidad imperiosa de identificar de manera concreta cómo se desarrollan los procesos de enseñanzaaprendizaje en los contextos relacionados con este nivel superior formativo, razón por la cual se hace un llamado a la comunidad investigativa para que contribuya al enriquecimiento de la temática en pro del desarrollo de las instituciones de educación superior y de los procesos de formación avanzada. 5. METODOLOGÍA Se propone en el contexto del proyecto realizar una aplicación de la dinámica de sistemas de tal manera que el sistema universitario en el cual interactúa la comunidad académica del posgrado, sea representado y caracterizado y que Reinventar la profesión docente de esta forma provea elementos valorativos sobre el proceso de enseñanza – aprendizaje y la relación con el componente evaluativo. El insumo que da origen a las estructuras sistémicas, se enmarca dentro de las opiniones de los involucrados generando un esquema 360 grados, donde existen valoraciones de los estudiantes, profesores y directivos de una Escuela que imparte curso de posgrados en una Universidad de Cali – Colombia. Se realiza un proceso de investigación cualitativa para capturar las percepciones, aplicando criterios que garanticen la validez externa e interna en la investigación. En la identificación de estas estructuras, los teóricos han encontrado gran cantidad de modelos de la realidad y han sido considerados como arquetipos (esta clase de arquetipos sistémicos describen patrones de comportamiento comunes en las organizaciones). Los arquetipos sistémicos más importantes aplicados al proceso de valoración docente en posgrados son: compensación entre proceso y demora; límites de crecimiento; desplazamiento de la carga; soluciones rápidas que fallan; tragedia del terreno común; erosión de metas; escalada y éxito para quien tiene éxito. A continuación se describirá de manera muy general partir del resumen hecho por Álvarez y Alonso (2000), los principales argumentos de cada arquetipo; dado que en la sección de resultados se llevan a cabo las aplicaciones y conceptualizaciones correspondientes en el proceso que es objeto de estudio de esta investigación. Compensación entre proceso y demora: Una persona, un grupo o una organización, actuando con miras a una meta, adaptan su conducta en respuesta a la realimentación demorada. Si no son conscientes de la demora, realizan más acciones correctivas de las necesarias o a veces desisten porque no ven ningún progreso. En un sistema lento, la agresividad produce inestabilidad. Se debe ser paciente o lograr que el sistema reaccione mejor. Limites del crecimiento: Un proceso se alimenta de sí mismo para producir un período de crecimiento o expansión acelerada. Luego el crecimiento se vuelve más lento y puede detenerse o se revierte e inicia un colapso acelerado. La fase de crecimiento es causada por uno o varios procesos de realimentación reforzadora. La desaceleración surge por un proceso compensador que se activa cuando se llega a un límite. No se debe presionar el proceso reforzador y hay que tratar de suprimir o debilitar el factor limitativo. Desplazamiento de la carga: Se usa una “solución” de corto plazo para corregir un problema, con resultados inmediatos aparentemente positivos. A medida que esta corrección se usa cada vez más, las medidas correctivas fundamentales se aplican cada vez menos. Con el tiempo, las aptitudes para la solución fundamental se atrofian, creando mayor dependencia respecto de la solución sintomática. No debemos concentrar en la solución fundamental. Si la solución sintomática es la imperativa (a causa de las demoras de la solución fundamental), solo debe usarse para ganar tiempo mientras se trabaja en la solución fundamental. 147 148 Mesa 12 Soluciones rápidas que fallan: Una solución eficaz en el corto plazo tiene consecuencias de largo plazo imprevistas que requieren más uso de la misma solución. No se debe descuidar el largo plazo. De ser posible no recurrir a las soluciones de corto plazo, o usarlas sólo para ganar tiempo mientras se trabaja en un remedio duradero. Tragedia del terreno común: Los individuos utilizan un recurso común pero limitado reparando únicamente en las necesidades individuales. Al principio son recompensados, pero eventualmente hay una disminución en las ganancias, lo cual les induce a intensificar los esfuerzos. Al final agotan o erosionan el recurso. Se debe administrar el terreno común educando a todos y creando formas de autorregulación y presión de pares, o mediante un mecanismo de regulación oficial, idealmente diseñado por los participantes. Erosión de metas: Es una estructura de desplazamiento de la carga donde la solución de corto plazo significa el deterioro de una meta fundamental de largo plazo. Se debe sostener la visión. Escalada: Dos personas u organizaciones entienden que su bienestar depende de una ventaja relativa de una sobre la otra. Cuando una se adelanta, la otra se siente amenazada y actúa con mayor agresividad para recobrar su ventaja, lo cual amenaza a la primera, aumentando su agresividad, y así sucesivamente. A menudo cada parte ve su conducta agresiva como una reacción defensiva ante la agresión de la otra; pero la defensa de cada parte deriva de una escalada que escapa la voluntad de ambas. Se debe buscar el modo de que ambas partes ganen o alcancen sus objetivos. En muchos casos, una parte puede revertir unilateralmente la espiral viciosa al realizar agresivos actos pacíficos que hagan sentir al otro menos amenazado. Éxito para quien tiene éxito: Dos actividades compiten por recursos limitados. A mayor éxito, mayor respaldo, con lo cual la otra se queda sin recursos. Se debe buscar la meta abarcadora de logro equilibrado de ambas opciones. En algunos casos, rompe o debilita el eslabonamiento entre ambas, para que no compitan por el mismo recurso limitado (esto es deseable en casos donde ese eslabonamiento pasa inadvertido y crea una insalubre competencia por los recursos). De la misma forma, se emplea el diagrama de Forrester para el diagnóstico e identificación de factores que condicionan la visión sobre la calidad docente y los niveles de satisfacción. Reinventar la profesión docente 6. RESULTADOS Como se ha descrito en párrafos anteriores el objetivo de esta sección es poder describir de manera sistémica los principales hallazgos del estudio, a lo largo de los paradigmas abordados: cuantitativo y cualitativo en función de las valoraciones de la comunidad académica en niveles de estudios superiores de posgrado. 6.1. Arquetipos sistémicos evaluación profesoral en posgrado: En el problema objeto de estudio, se identifican situaciones que se repiten constantemente, que no ofrecen soluciones raíz y que por el contrario tienden a empeorar el problema; estas situaciones o comportamientos son conocidos como arquetipos (estos arquetipos surgen a partir del estudio y a través de las percepciones de valoración asociadas a los estamentos de la comunidad académica de la escuela), a continuación se presentan algunos identificados con sus respectivos diagramas causales: 6.1.1. Compensación entre proceso y demora: Tal y como se explica a lo largo de la filosofía del pensamiento sistémico, causa y efecto no necesariamente son cercanos en el tiempo; entonces se emprenden acciones que traten de compensar la anomalía presentada por las apreciaciones estudiantiles. Esto de una u otra manera, permite en las Instituciones de Educación Superior pensar como primera medida en la cualificación de su principal recurso humano: el profesorado. Al respecto, entonces se enfatiza en la necesidad en una cualificación de tipo disciplinar y una cualificación de orden pedagógica; la primera de éstas relacionada con potenciar el perfil académico del profesor dentro de su campo de formación o experticia (es aquí donde las políticas de capacitación propician los espacios necesarios para el acceso a especializaciones, maestrías o doctorados, de carácter nacional o internacional); y la segunda de ellas relacionadas con el “enseñar a enseñar” porque es bien sabido en la comunidad académica que a la mayoría de los profesores no se les ha formado durante su carrera para que impartan conocimiento. Es necesario que el profesor de calidad tenga una sólida fundamentación en las áreas que imparte pero que al mismo tiempo esté en capacidad de motivar los estudiantes, propiciar espacios de reflexión académica, ser un facilitador y catalizador satisfactorio del proceso de enseñanza – aprendizaje. Análogamente se emprenden procesos de reforma curricular que intentan innovar en los planes de estudio, tendientes a impulsar currículos pertinentes con las necesidades del entorno, pero que necesariamente debe pasar un tiempo prudencial para poder evaluar la eficacia. Este “tiempo prudencial” es lo que se conoce en el mundo académico como “cohortes” y en el arquetipo que se presenta es precisamente la “demora” que impide obtener un reflejo o impacto de una acción, cercano en el proceso de ejecución. De la misma forma, la compensación se da precisamente por la necesidad de optimizar los 149 150 Mesa 12 espacios y acciones emprendidas. Es decir, no se trata de capacitar con dos o tres maestrías o muchos cursos de cualificación pedagógica, sino de optimizar los recursos con los que cuenta la Institución, brindado posibilidades propicias y acordes con el desarrollo de los departamentos y acciones pedagógicas inherentes a las necesidades de los estudiantes. Gráfico 1. Compensación entre proceso y demora en las percepciones A medida que existen peores apreciaciones de la práctica profesoral, más énfasis se hace en procesos tales como: cualificación, reforma curricular, autoevaluación, etc. Pero necesariamente existe una demora ocasionada por las “cohortes académicas”. Luego, entonces a mayores niveles de énfasis en estos procesos es factible obtener más niveles de satisfacción del cuerpo profesoral. “Si no se tiene conciencia de la demora, se realizan más acciones correctivas de las necesarias, o se desiste de ellas por no ver progreso” (Osorio, 2006). 6.1.2. Soluciones rápidas que fallan: Analizando la práctica profesoral y sobretodo considerando una de las principales fuentes de información, como lo son los estudiantes, existe generalmente un proceso de evaluación docente a través de cuestionarios de opinión. En este sentido, la descripción del arquetipo presenta una situación problemática y es precisamente el evento en que un maestro es percibido por debajo del estándar de calidad definido por la Institución de Educación Superior que se mide a través del cuestionario. Gráfico 2. Soluciones rápidas que fallan en percepciones a nivel de posgrado El proceso de Reinventar la profesión docente evaluación docente debe ser asumido como un proceso de reflexión sistémico en donde antes de tomar una actitud punitiva, sea el medio propicio para el crecimiento y potenciar la calidad de vida y satisfacción de los evaluados, en beneficio en primer lugar de ellos y en segundo de la Institución a la que pertenecen. Cuando no es asumido de esta manera, simplemente se tendrá una solución del corto plazo: “sanción personalizada”. El significado pragmático de esta “sanción personalizada” es la amonestación y en el peor de los casos llega a causar la desvinculación contractual del profesorado de la institución, siendo una conducta acostumbrada con mayor prevalencia en el sector privado. Evitar ver este proceso de evaluación desde una perspectiva sistémica, impide que se propicien espacios de capacitación en los cuales los profesores puedan trabajar sus fortalezas y debilidades y por tanto dar paso a la cualificación pedagógica que facilite la transmisión de conocimiento en el marco del proceso de enseñanza – aprendizaje. Esta solución de corto plazo caracterizada por la sanción del profesor, trae como consecuencia de largo plazo la inestabilidad del programa académico, toda vez que uno de los factores evaluados por el Consejo Nacional de Acreditación es precisamente el factor profesores. Por este motivo, inconsistencias en este factor impiden la acreditación del programa, situación de inestabilidad en el paradigma de calidad del sistema evaluado. 6.1.3. Desplazamiento de la carga: Se tomará como punto a caracterizar el fenómeno relacionado con la inasistencia a clases de los estudiantes, cuyo rol es de un “efecto del problema”. Es un efecto del problema porque teniendo en cuenta un enfoque sistémico se podrá advertir con precisión que esa acción solamente responde a un impulso generado por el no cumplimiento de las expectativas de los estudiantes en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Gráfico 3. Desplazamiento de la carga en percepciones a nivel de posgrado 151 152 Mesa 12 El problema es entonces un problema de motivación hacia el aprendizaje. El bucle superior (compensación) refleja que a medida que crece la inasistencia a clases por parte de los estudiantes existirá mayor énfasis en mediciones periódicas por parte de los docentes que intentan “premiar a los asistentes” y “castigar a los que no asisten” a través de la amonestación tanto a nivel de asistencia como por no participar en las previas o quices. Esta estrategia de “premio y castigo” no es más que una solución al efecto, pero no ataca la raíz del problema. Por definición conceptual de este arquetipo, el problema subyacente empeora y se va perdiendo capacidad real de intervención a medida que se continúan utilizando las soluciones “fáciles”. Esta alternativa sólo estará en detrimento de la calidad de la educación impartida como lo muestra la figura. En esa misma dirección, se puede apreciar en la parte inferior de la representación gráfica que la motivación al estudiante actúa como solución raíz del problema. En este sentido, se podría pensar que al ser un bucle de compensación, entonces a mayor motivación del estudiante existirá menos inasistencia a clases. 6.1.4. Tragedia del terreno común: En el contexto de las percepciones estudiantiles en el marco del proceso de evaluación profesoral, se ha podido ver que existe un aspecto que cobra gran importancia para los estudiantes a nivel de pregrado y con mucho más ahínco en los estudios de posgrado, y es precisamente el componente práctico que manifieste el programa a través de su diseño curricular y por ende el proceso de transmisión de conocimiento por parte del profesor. Al respecto, son reiterativas en el pregrado las inquietudes de los estudiantes en relación a la condición poco pragmática de algunas asignaturas. Gráfico 4. Tragedia del terreno común en percepciones a nivel de posgrado Reinventar la profesión docente En este sentido, se explora como terreno común el diseño curricular dado que existen un número de créditos asignados a los planes de estudio, en los cuales puede generarse prevalencia de uno o del otro enfoque (teoría o práctica). Se trata por tanto, de garantizar una adecuada mixtura entre la condición teórica – práctica y la consideración del límite de los recursos como puede ser el plan de estudios como tal. Además, “la preparación de cursos únicamente basada en el momento evaluativo y que no rinda cuenta de un proceso de enseñanza – aprendizaje, lleva que los resultados de los exámenes sean el fruto de enfoques memorísticos que ocasionan un deficiente rendimiento académico alrededor del sistema en general, pues el proceso de formación es relegado por una formación de momento como lo es la preparación específica del examen. Como es un enfoque sistémico, esta política institucional se cohesiona hasta la operación e implementación, cuya escena se evidencia en el salón de clase, donde el profesor cuenta con generalmente dos horas para explicar una temática y en las cuales debe tratar de propiciar un adecuado equilibrio y armonía entre la teórica y la práctica, con sus respectivas ganancias asociadas conocimientos técnicos y fundamentación conceptual. En muchos casos puede no ser posible fundamentar las dos horas de clase solo en conocimientos teóricos sin tratar de brindar una aproximación a la realidad a través de los conocimientos técnicos y el saber hacer en contexto; y esta complejidad afecta de manera directa la percepción que tienen los estudiantes del profesor. 6.1.5. Erosión de metas: Este arquetipo es por definición, una estructura de desplazamiento de la carga en la que la solución del corto plazo lleva a un deterioro de una meta fundamental para el largo plazo. Gráfico 5. Erosión de metas en percepciones a nivel de posgrado 153 154 Mesa 12 En este sentido se retoma la problemática pedagógica, teniendo como meta altos niveles de cualificación pedagógica de los docentes hora cátedra. Esta variable a nivel de pregrado es muy importante, dado que es relativamente sencillo propiciar espacios en los docentes que conforman la planta de las Instituciones de Educación Superior y en ese orden de ideas, es probable que obtengan niveles de capacitación para la gran mayoría; pero en los hora cátedra es de gran dificultad dado las vinculaciones que poseen dichos profesores en diferentes instituciones universitarias y en el sector empresarial. 6.1.6. Límite de crecimiento: Este arquetipo ayuda a ver cómo varía el desequilibrio entre crecimiento y límites con el tiempo, permitiendo descubrir que en muchas oportunidades, cuanto más empeño se ponga para superar una restricción, más se agravan los efectos. Se propone la siguiente reflexión con respecto a la docencia de calidad. Gráfico 6. Límites de crecimiento en percepciones a nivel de posgrado Como se puede observar en el ciclo de realimentación positiva o reforzador, entre más exista la cualificación disciplinar y pedagógica en el profesorado de la Institución de Educación Superior existirán mayores niveles de calidad, y por tanto es una consecuencia lógica la satisfacción del estudiante en el salón de clase. A mayor calidad de la docencia en la Institución de Educación Superior, entonces existirá mayor cualificación pedagógica y disciplinar, con base en las experiencias de los profesores anteriormente capacitados, fomentando así un crecimiento. Pero existe una condición limitadora, en este caso a través de los recursos financieros que soporten la gran inversión en capacitación. Sabemos que los recursos son limitados y por tanto la administración de las Instituciones buscan de alguna manera tratar de optimizar pero en algunos casos hasta minimizar este tipo de inversiones. Es esta una de las razones que llevan a la permanente dicotomía entre la parte académica y el sector administrativo. No se pueden eliminar los límites, pero si se identifican de manera temprana, se Reinventar la profesión docente pueden plantear estrategias que permitan llevar el crecimiento y poder manejar los límites. Por eso se establece que mientras exista una mejor administración de los recursos, existirán espacios para potenciar la docencia de calidad; y cuando existan esos niveles de docencia de calidad es muy probable que se minimicen los rubros para capacitación, llevando al sistema otra vez a la condición inicial a través de la condición limitadora. Por ese motivo, este último recibe el nombre de ciclo de realimentación negativa o ciclo compensador. 6.2. Factores que influencian la satisfacción del estudiante a nivel de posgrado para el caso de una asignatura: Empíricamente se ha comprobado que existe diversidad de factores que influencian el nivel de satisfacción del estudiante en un curso a nivel de posgrado. Desde el punto de vista de la dinámica de la enseñanza-aprendizaje en posgrado y yendo mas allá del aula de clases, se puede afirmar que hay identificados factores relacionados directamente con el estudiante, otros relacionados con el profesor, otros con el curso y otros factores finalmente asociados al contexto laboral-familiar del estudiante que afectan indirectamente el desarrollo de los distintos cursos. Sin ser exhaustivo en la lista de factores y con base en el caso de posgrados en Ingeniería, pueden identificarse los siguientes con miras a la construcción de un Diagrama Causa-Efecto representativo de la compleja dinámica del sistema estudiado: Factores relacionados con el estudiante: 1) Expectativas de Notas, 2) Notas obtenidas, 3) Experiencia práctica del estudiante en la temática del curso, 4) Motivación del estudiante por la temática del curso, 5) Percepción preconcebida acerca de la calidad del profesor, 6) Percepción pre-concebida acerca de la calidad de la universidad, 7) Experiencia académica del estudiante en sus estudios de pregrado, 8) Calidad de las tareas presentadas por el estudiante, 9) Nivel de Stress en la clase, 10) Tasa de preguntas formuladas por el estudiante, 11) Carga laboral en su lugar de trabajo, 12) Tiempo disponible semanal del estudiante, 13) Acumulación de tareas por parte del estudiante, 14) Quejas del estudiante, 15) Liderazgo del estudiante, 16) Autoconfianza para el aprendizaje. Factores relacionados con el profesor: 17) Calidad de las explicaciones, 18) Tiempo invertido en atención a estudiantes fuera de clase, 19) Tiempo remanente en clase para la explicación de temas relativos al curso, 20) Tiempo invertido en las dudas de los estudiantes en clase, 21) Experiencia práctica del profesor en la temática del curso, 22) Percepción pre-concebida acerca de la calidad del estudiantes, 23) Calidad de las tareas preparadas por el profesor, 24) Tasa de asignación de tareas por parte del profesor, 25) Amabilidad del profesor. Factores relacionados con el curso mismo: 26) Nivel de lógica-matemática requerida en el curso. Factores relacionados con el oficio (trabajo) del estudiante, con le entorno Social y con la Universidad: 27) Presión por obtener logros 155 156 Mesa 12 Gráfico 7. Diagrama causa – efecto en factores para posgrado Algunos de los anteriores factores son con frecuencia típicos de estudiantes de posgrado tales como la Carga Laboral (11), Experiencia practica del estudiante en la temática del curso (3), y Experiencia Académica del estudiante en sus estudios de pregrado (7). La mayoría de estudiantes de posgrado se desempeñan en cargos en distintas empresas lo cual no resulta típico en el caso de pregrado. Precisamente gracias a su recorrido laboral, el estudiante a ganado una importante experiencia práctica normalmente relacionada con el programa de posgrado que decida realizar. De hecho, no es común que los estudios de posgrado de un estudiante sean totalmente ajenos a su campo laboral actual y a sus perspectivas laborales futuras. Y finalmente se tiene que todo estudiante de posgrado lleva consigo las experiencias positivas y negativas vividas en su correspondiente pregrado. Dichas experiencias se espera que incidan en su comportamiento en el salón de clases a nivel de posgrado, han moldeado su carácter, lo han hecho quizás un mejor estudiante, y quizás han afianzado ó desmotivado en el estudiante el gusto por determinada temática. El resto de factores son comunes a pregrado y posgrado, pero algunos de ellos son más acentuados en posgrado. Un ejemplo de aquellos factores que tienden a ganar mayor relevancia en posgrado que en pregrado son: Por parte del estudiante: Motivación por la temática del curso (4), Tasa de preguntas realizadas en la clase (10), Tiempo disponible semanal del estudiante (12), Quejas del estudiante (14), Liderazgo del estudiante (15). Por parte del profesor: Experiencia practica del profesor en la temática del curso (21) Lo interesante es que todos estos factores no parecen influir aisladamente en la dinámica de clases, sino que por el contrario están estrechamente relacionados en una red causa-efecto que pudiera llegar a tener un nivel de complejidad más allá de lo que pudiéramos pensar. Se muestra como ejemplo en la Figura siguiente, una posible gama de relaciones, entre muchas otras Reinventar la profesión docente posibles, donde los factores están relacionados en pares causa-efecto a través de flechas dirigidas, siendo la punta de la flecha el efecto y la base de la flecha la causa. El signo “+” asignado a la punta de una flecha indica una relación directamente proporcional (mas de un factor implica más del otro, ó más de la causa amplifica el efecto) y el signo “-“una relación inversamente proporcional (más de un factor implica menos del otro, ó más de la causa ocasiona menos del efecto). Obsérvese que en el diagrama se propone considerar como inductores directos de la satisfacción del estudiante a cuatro factores: Notas obtenidas por el estudiante en el curso (2), Calidad de las explicaciones por parte del profesor (17), Amabilidad del profesor (25) y Calidad de las tareas preparadas por el profesor (23). Y la escogencia de estos cuatro factores resulta de un razonamiento en principio lógico respecto a la satisfacción desde lo que se percibe en la práctica. Partiendo de la figura, se puede iniciar la siguiente exposición de relaciones, algunas de ellas probablemente controversiales. Por ejemplo, la relación mostrada entre el factor 26 y el 10 afirma que entre mayor sea el nivel de lógica-matemáticas requerido en un curso, mayor será la tasa de preguntas formuladas por el estudiante. Alguien podría decir por el contrario que en muchos casos la relación de estos factores es precisamente inversa, es decir, que a mayor sea el nivel de lógica-matemática requerido en un curso, más difícil se volverá dicho curso y los estudiantes no sabrán incluso que pregunta formular disminuyendo así el numero de preguntas formuladas por el estudiante. Pero en este escenario no es adecuado que el silencio del estudiante en la clase ante una extrema dificultad de un curso se traduzca en la no existencia de preguntas. Probablemente el estudiante tiene demasiadas preguntas y no sabe cual formular primero. Lo que parece mas acertado suponer en la practica es precisamente lo que se ha propuesto en el diagrama, es decir, entre mayor sea la dificultad del curso en la parte lógica-matemática mayores serán los interrogantes del estudiante respecto al tema. 7. CONCLUSIONES Dado los procesos de reflexión llevados a cabo en los puntos anteriores, se cuenta con una visión sistémica sobre el problema objeto de investigación, que constituye un referente sobre los factores y elementos que rodean o condicionan las percepciones acerca del juicio de calidad sobre la labor profesoral. Existe una necesidad imperiosa por involucrar otros factores en la visión que se tiene de calidad a través de los cuestionarios de evaluación preparados por la Institución. Es de anotar, que se comprobó en el desarrollo de la investigación que existen factores externos que no están siendo tenidos en cuenta, y que constituyen un insumo de información igualmente importante en el momento de valorar el desempeño general del profesor. A través de la investigación cualitativa y el reflejo en los arquetipos se obtiene información que permite entre otras cosas, conocer que en el caso de los estudiantes ellos opinan que no es necesario que los profesores que les imparten asignaturas 157 158 Mesa 12 deban tener el mismo nivel del estudio de posgrado bajo su dirección. Al respecto, se pondera mucho más el saber enseñar y los factores metodológicos asociados. El recorrido a nivel empresarial que haya tenido el profesor, es un factor sumamente importante en el momento de emitir juicios valorativos. Dicho argumento fue contrastado a partir del análisis 360 grados. El recorrido a nivel empresarial, sostienen los involucrados, redunda en un enfoque metodológico – vivencial que permite una adecuada transmisión del conocimiento. De igual forma, se evidenció en los profesores una actitud propositiva, por medio de la cual manifiestan la necesidad de generar espacios de reflexión al interior de la Escuela, en los que se aborden temáticas pedagógicas, que permitan cualificar el trabajo y optimizar los procesos de enseñanza – aprendizaje en los posgrados. 8. BIBLIOGRAFÍA Álvarez C., Y. y Alonso M., M. I. (2000). El proceso de toma de decisiones en entornos complejos: una aplicación metodológica. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Universidad de Oviedo. España. Beall, J. (1999). On evaluation and professional development. Independent School 59, (1), 72-79. Emerick, L. J. (1992). Academic underachievement among the gifted: Students' perceptions of factors that reverse the pattern. National Association for Gifted Children, Gifted Child Quarterly Summer, Vol. 36, No. 3, 140-146. Gabalán C., J. (2007). ECAES: Una visión sistémica. Revista El Hombre y la Máquina. Número 29. pp. 8-21. Cali, Colombia. Marques G., P. (2000). Evaluación contextual. Cuestionarios para la evaluación del profesorado. Consulta realizada el 19 de octubre de 2007, en http://dewey.uab.es/pmarques/contextu.htm. Osorio G., J. C. (2006). Introducción a la Dinámica de Sistemas. Notas de Clase. Universidad del Valle. Colombia. Tuomi, O y Pakkanen, P. (2002). Towards excellence in teaching. Evaluation of the quality of education and the degree programmes in the Universit of Helsinki. Publications of the Finnish Higher Education. Helsinki, Finlandia. Voss, R., Gruber, T., y Szmigin, I. (2007). Service quality in higher education: The role of student expectations. Journal of Business Research, 60. 949–959. Reinventar la profesión docente “Los retos de la Función Directiva de los Centros Educativos ante el cambio social” NÚCLEO TEMÁTICO: “Selección, desarrollo profesional y carrera docente” Gallego García, Mª del Mar ([email protected])* Lupión Cobos, Teresa Centro del Profesorado de Málaga Objeto El Informe Español TALIS 2009 (OCDE), recoge: La Educación está todavía lejos de convertirse en una “industria del conocimiento”, para la cual se necesitan directores y profesores que actúen como una comunidad profesional, que tengan la autoridad para actuar, la información necesaria para decidir con acierto, y el acceso a sistemas de apoyo efectivo que les ayuden a afrontar los desafíos51. Como profesionales de la Educación, podemos aproximarnos a la realidad educativa desde diferentes perspectivas, en base a las diversas concepciones y modos de interpretar que tenemos de la realidad social. Desde la óptica del desarrollo profesional docente, la investigación y la formación permanente, se erigen como elementos imprescindibles para la mejora de la práctica educativa, siempre y cuando, se vincule ésta al estudio de los procesos de enseñanzaaprendizaje en los contextos donde ocurren y con las personas implicadas en los mismos, tal y como recoge el Decreto 110/2003, por el que se regula el Sistema Andaluz de Formación Permanente del Profesorado, marcando como una de sus finalidades “promover el desarrollo profesional docente y la mejora de la práctica educativa”. Por tanto, los centros tienen que ser capaces de dar respuestas educativas efectivas a las nuevas demandas sociales que doten a su alumnado de una formación que le capacite para incorporarse activamente a su entorno, siendo, el equipo directivo, como responsable del centro, quien gestione éstas desde el ejercicio de un liderazgo pedagógico comprometido, promoviéndolas desde los equipos docentes y a través de su comunidad educativa. 51 OCDE (2009): Informe TALIS. La creación de entornos eficaces de enseñanza y aprendizaje. Síntesis de los primeros resultados. Santillana Educación S.L., p. 26. 159 160 Mesa 12 En este sentido, es precisa la actualización que desde los Centros del Profesorado se les puede brindar a los Equipos Directivos, no sólo a través de la Formación Inicial, sino también a través de la Formación Permanente. Con estas consideraciones, desde las Asesorías de Formación responsables de Equipos Directivos de nuestro CEP, programamos actividades que incidan en: - La fase inicial de formación (de ahora en adelante la llamaremos “I”), establecida actualmente en la Orden de 20 de junio de 200752, donde no sólo se regula el procedimiento para la selección y nombramiento de los/as directores/as de los centros docentes públicos, sino que también se propicia el programa formativo que le proporcione herramientas conceptuales básicas para iniciarse en el ejercicio de la dirección y entender la realidad para afrontar los problemas que la caracterizan, al tiempo que desarrollan habilidades y recursos para programar actuaciones encaminadas a mejorar su realidad escolar. - La formación permanente (de ahora en adelante la llamaremos “P”), para los distintos miembros que componen el Equipo Directivo, diseñada para responder a los cambios que se producen dentro del contexto educativo, siendo regulada por la temática prioritaria de “la actualización e impulso de su liderazgo en los centros docentes” que indican los programas de formación53. En estos marcos, el diseño, puesta en práctica y aplicación de las acciones formativas que se desarrollan se encuadran en alcanzar los siguientes objetivos: I. II. Desarrollar y promover competencias profesionales esenciales en el liderazgo pedagógico de centros educativos, en sus diferentes vertientes de: Visión estratégica, de Relaciones humanas y Comunicación institucional y de Gestión del Aprendizaje. Dinamizar procesos de reflexión compartida, intercambiando experiencias y propuestas a través de grupos de trabajo de la práctica directiva, contextualizada a realidades de casos propios del asistente. Metodología Al planificar actividades formativas, tratamos de dinamizar metodologías activas y participativas, donde valoramos la importancia del proceso generado, facilitando herramientas que promuevan la reflexión de los participantes sobre su realidad, fomentando la práctica reflexiva de su acción directiva y propiciando el trabajo colaborativo en la construcción de estrategias y propuestas de resolución de casos prácticos, para incorporar nuevos 52 BOJA nº 140, de 17 de julio de 2007. Instrucciones de 27 de mayo de 2010, de la Dirección General de Profesorado y Gestión de Recursos Humanos para la elaboración de los Planes Provinciales de Formación y los Planes de Actuación de los Centros del Profesorado. 53 Reinventar la profesión docente elementos formativos que mejoren su realidad y modificar aquellos aspectos que vean necesarios. El profesorado inscrito asiste tanto a ponencias como conferencias marco, que les aportarán herramientas formativas claves para establecer las bases de su ejercicio. A raíz de éstas, se generan reuniones de grupos de trabajo, talleres específicos con mesas de debate y/o puestas en común, donde se afianzan los contenidos trabajados. Asimismo, se desarrollan tareas específicas de contextualización y resolución de casos prácticos en sus centros educativos sobre temáticas consensuadas, realizando por tanto un trabajo no presencial de preparación de estas tareas. Paralelamente, se propician espacios para intercambiar y reflexionar sobre los casos prácticos que hayan abordado en sus centros y las actuaciones derivadas de éstos, generando dinámicas formativas y de gestión tanto del centro escolar como del aprendizaje en sus equipos docentes. A tal fin, a lo largo de curso 2009/10, hemos desarrollado dos acciones formativas, objeto de este estudio, que detallamos a continuación: - En Formación Inicial (I): “JORNADAS: EL COMPROMISO DEL LIDERAZGO PEDAGÓGICO EN LA DIRECCIÓN DE LOS CENTROS EDUCATIVOS” (102922AG088), realizada por los Directores y Directoras en prácticas propuestos por la Dirección General de Gestión de Recursos Humanos en nuestra provincia. - En Formación Permanente (P): “JORNADAS DE EQUIPOS DIRECTIVOS: PROYECTO EDUCATIVO Y COMPETENCIAS BÁSICAS” (102922AG055), dirigidas a Equipos Directivos en ejercicio de centros docentes públicos, de niveles de Infantil, Primaria, Secundaria, ERE y Educación Permanente, en la que participaron 65 miembros de dichos Equipos. Resultados Hemos utilizado diferentes fuentes de información en la recogida de datos que nos ha permitido dimensionar los resultados alcanzados, en base a los objetivos indicados en este trabajo, correspondientes a las acciones formativas anteriormente descritas. Los instrumentos utilizados han sido: - Cuestionarios de evaluación, tanto en la actividad de formación inicial como en la de formación permanente. - Específicamente en la Formación Inicial: Actas de reuniones de Grupos de Trabajo constituidos. 161 162 Mesa 12 Informe de seguimiento emitido por los Tutores de Prácticas y los correspondientes elaborados por las Asesoras de Formación. Aportaciones personales recogidas en el Foro de la Plataforma Virtual utilizada de soporte a la formación. Con la información obtenida, hemos podido establecer: 1.- Respecto al primero de nuestros objetivos “valorar el grado de desarrollo y promoción de las competencias profesionales esenciales en el liderazgo pedagógico de centros educativos” (I). En ambas actividades (P e I) pasamos un cuestionario de evaluación de cuyas respuestas podemos resaltar consideraciones de interés formativo, estimadas por el profesorado participante, referidas a: a) Información relativa al perfil de la función desempeñada y a la tipología del centro (Tablas 1I y 1P). Función directiva que ud. desempeña Tipología de su centro educativo Director/a Vicedirector/a Jefe de Estudios Secretario/a Otros Infantil Primaria Secundaria Adultos ERE 32 0 4 1 0 20 17 13 3 0 Tabla 1I Función directiva desempeña Director/a Vicedirector/a Jefe de Estudios Secretario/a Otros que ud. Tipología educativo 28 0 22 9 6 de su Infantil Primaria Secundaria Adultos ERE centro 37 44 21 8 2 Tabla 1P ANÁLISIS (Tabla 1I y 1P): Encontramos que la Función directiva mayoritariamente ejercida por los participantes en esta formación es la de Director/a y la de Jefe de Estudios, siendo éstos, por tipología de centros, mayoritariamente de Infantil y Primaria, tanto en F. Inicial como en permanente. Esta correlación sigue la proporción en base al mayor número de estos centros respecto al total de los existentes. b) Información sobre la consecución de objetivos marcados en la actividad (Tablas 2I y 2P). GRADO DE CONSECUCIÓN DE OBJETIVOS Presentar Modelos Directivos actuales Nada - Poco 3 Bastante 18 Mucho 13 Incorporar CCBB en el Proyecto Educativo Promover la Renovación Metodológica 1 - 9 9 17 16 6 8 163 Reinventar la profesión docente Difundir Experiencias Innovadoras 1 11 11 9 GRADO DE CONSECUCIÓN DE OBJETIVOS Presentar Modelos Directivos actuales Nada 0 Poco 16 Bastante 43 Mucho 7 Incorporar CCBB en el Proyecto Educativo Promover la Renovación Metodológica Difundir Experiencias Innovadoras 0 0 0 22 13 14 35 45 44 8 7 7 Tabla 2I Tabla 2P ANÁLISIS (Tablas 2I y 2P): En F. Inicial como objetivos prioritarios en la realización de la actividad, los asistentes resaltan muy similarmente la “incorporación de Competencias Básicas en Proyecto Educativo” y la “promoción de la Renovación metodológica”, y aparece especialmente destacado la “presentación de modelos directivos actuales”. Sin embargo en la Formación Permanente destaca significativamente la “difusión de las experiencias innovadoras”, lo que puede considerarse como consecuencia del avance en el bagaje formativo que la evolución en su ejercicio profesional les va marcando. c) Valoración de la importancia de la formación, para el desempeño de la Función Directiva (Tablas 3I y 3P). ¿Qué importancia cree que tienen los siguientes contenidos en la formación que ud. precisa en el desempeño de su función directiva? (0 ninguna importancia, 3 mucha importancia) Legislación básica Modelos de organización de centros Modelos de dirección Gestión de recursos humanos (profesorado, alumnado) Gestión de recursos materiales (organización espacial) Gestión de recursos funcionales (horario, presupuestos) Sistema relacional (comunicación, participación) Imagen institucional Cultura organizativa Clima organizacional Planificación de la formación en centros Elaboración de documentos (PEC, PCC, ROF, Presupuesto, Memoria) Técnicas e instrumentos de planificación Técnicas y estrategias para resolver conflictos Evaluación institucional Estrategias de dinamización de centros Gestión y administración informática Innovación Investigación 0 1 2 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 1 2 1 2 1 3 8 2 3 4 4 12 11 13 8 21 16 14 16 18 15 17 14 20 22 19 24 11 17 16 11 13 14 13 14 0 0 0 0 0 0 0 2 4 6 1 2 0 0 19 12 18 12 19 19 22 14 18 8 19 13 15 10 164 Mesa 12 Tabla 3I ¿Qué importancia cree que tienen los siguientes contenidos en la formación que ud. precisa en el desempeño de su función directiva? (0 ninguna importancia, 3 mucha importancia) Legislación básica Modelos de organización de centros Modelos de dirección Gestión de recursos humanos (profesorado, alumnado) Gestión de recursos materiales (organización espacial) Gestión de recursos funcionales (horario, presupuestos) Sistema relacional (comunicación, participación) Imagen institucional Cultura organizativa Clima organizacional Planificación de la formación en centros Elaboración de documentos (PEC, PCC, ROF, Presupuesto, Memoria) Técnicas e instrumentos de planificación Técnicas y estrategias para resolver conflictos Evaluación institucional Estrategias de dinamización de centros Gestión y administración informática Innovación Investigación 0 1 2 3 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 5 3 5 4 12 6 10 21 9 9 6 6 18 16 18 21 24 19 21 30 29 25 23 23 41 44 42 39 18 39 30 12 25 30 21 36 0 0 1 0 1 0 0 3 9 13 4 7 5 8 23 18 34 26 25 15 27 39 36 16 35 31 35 29 Tabla 3P ANÁLISIS (tablas 3I y 3P): De entre los contenidos en la formación propuestos como precisos para el desempeño de la función directiva, los participantes en F. Inicial destacan: - Gestión de recursos humanos. Modelos de organización de centros. Legislación educativa básica. Comparativamente, en Formación Permanente, los datos indican que, además de los contenidos anteriormente indicados por los noveles, se cuestionan especialmente el relativo a MODELOS DE DIRECCIÓN, dando así paso al planteamiento de la importancia de la evolución del ejercicio profesional y el proceso inherente a la misma, como corresponde a una fase más madura y consciente, consecuencia de la experiencia acumulada. 165 Reinventar la profesión docente d) Valoración de la importancia de las competencias profesionales en su labor diaria (Tablas 4I y 4P). ¿Qué importancia tienen las siguientes competencias en la labor diaria de su Equipo Directivo? (0 ninguna importancia, 3 mucha importancia) Trabajo en equipo Resolución problemas Relaciones interpersonales Participación Orientación al aprendizaje del alumnado Organización Liderazgo Fortaleza interior Energía Desarrollo profesional de los colaboradores Desarrollo personal Control emocional Comunicación Compromiso ético Autonomía Autogestión Adaptación al cambio 0 1 2 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1 3 0 4 1 2 1 1 3 0 1 3 1 1 6 6 5 8 7 16 12 13 10 13 12 10 8 12 14 16 12 27 26 27 23 23 17 18 19 20 1 18 20 23 18 16 15 18 Tabla 4I ¿Qué importancia tienen las siguientes competencias en la labor diaria de su Equipo Directivo? (0 ninguna importancia, 3 mucha importancia) Trabajo en equipo Resolución problemas Relaciones interpersonales Participación Orientación al aprendizaje del alumnado Organización Liderazgo Fortaleza interior Energía Desarrollo profesional de los colaboradores Desarrollo personal Control emocional Comunicación Compromiso ético Autonomía 0 1 2 3 0 0 0 0 1 0 1 2 2 1 0 1 0 1 0 3 1 0 2 2 1 4 7 4 4 3 3 1 3 4 6 11 12 12 20 23 27 26 20 23 17 12 11 17 25 56 53 52 52 42 41 32 30 38 34 44 47 52 43 35 166 Mesa 12 Autogestión Adaptación al cambio 0 0 5 3 31 16 28 46 Tabla 4P ANÁLISIS (tablas 4I y 4P): - Valores bajos de liderazgo en I y en P. - Bajo en comunicación en P y muy alto en I. - Común en ambos I y P: a) Trabajo en equipo. b) Resolución de problemas. c) Relaciones interpersonales. 2.- En relación con la formación de Directores y Directoras en Prácticas y, en este sentido y respecto al segundo objetivo de este estudio, “Establecer el grado de desarrollo alcanzado por los directivos participantes, en la dinamización de los procesos de reflexión compartida, intercambiando experiencias de propuestas a través de grupos de trabajo” (II). De acuerdo con lo establecido en el artículo 4 de la Orden de 20 de junio de 2007, que regula el proceso de su formación inicial: “El director o la directora en formación deberá: - Participar en grupos de trabajo don compañeros y compañeras y personas que tutelen la formación. - Reunirse periódicamente con la persona que ejerza la tutela. - Asistir a los cursos, jornadas y encuentros que organice el Centro del Profesorado. - Participar en redes profesionales de dirección. En todas estas actividades y, especialmente, en los grupos de trabajo, participarán también los miembros de equipos directivos”. El análisis realizado de la información recabada, nos permite apuntar consideraciones de interés, tanto de carácter general respecto al proceso como de índole más específica. * De manera general: - El proceso, funciona, en el sentido de que las sesiones formativas recibidas ayudan en la labor diaria que deben desempeñar, compartiendo sus inquietudes, dificultades y tropiezos. Se establecen importantes lazos entre ellos y los tutores y cuando el proceso termina estos lazos constituyen una verdadera red de apoyo e intercambio de información que permite no sentirse solo en el mundo de la dirección, tan ingrato algunas veces. - Con respecto al Calendario y sus dificultades, creemos que es muy positivo iniciar el proceso antes del verano, para afianzar algunos aspectos propios del principio de curso, permitiendo a los directores noveles acumular alguna información y estrategias que les van a hacer Reinventar la profesión docente mucha falta cuando gestionen su primer “Cupo”, cuando tropiecen con las primeras obras, la primera matrícula, etc. - En cuanto a la idoneidad de los contenidos, constatamos que no solo es importante el contenido en sí, sino la forma de tratarlo. * De carácter específico: Analizando las temáticas que se recogen en la Actas de reuniones de los Grupos de Trabajo en sus distintos tramos educativos (Educación Infantil – Primaria, Educación Secundaria y Educación Permanente de Adultos), se desprende la importancia que para el desempeño de la Función Directiva, tiene la Formación enfocada en promover el desarrollo de las distintas competencias esenciales inherentes al ejercicio del liderazgo pedagógico, como son: - Visión Estratégica. Relaciones Humanas y Comunicación Institucional. Gestión del Aprendizaje. Del Análisis realizado, destacamos los “bloques de tareas” que aparecen reflejados en la siguiente tabla como aspectos más representativos que manifestados, especificando los contenidos generales correspondientes para cada tarea. TAREAS Registro y uso de la Plataforma Virtual de Directores y Directoras (creada por la Junta de Andalucía, y de ámbito regional, para tal efecto y seguimiento) Programación del calendario de actuación del comienzo de curso Evaluación y Propuestas de mejora CONTENIDOS - Planificación del curso. - Calendario de actuaciones. - Elaboración de documentos planificadores: Plan de Centro, Presupuesto y seguimiento de los mismos. - Medidas de atención a la diversidad. - Proceso de matrícula de aquellos niveles en el que se abre a principios de curso. - Memoria Informativa del curso anterior. - Plan de acción tutorial. - Gestión económica. - Programa de Acogida, tanto para el nuevo alumnado como profesorado que se incorpora al centro. - Plan de evaluación Interna. - Plan de Calidad y mejora. - Plan de Escuela TIC 2.0. - Resultados de las distintas Evaluaciones. - Pruebas de Evaluación de Diagnóstico. 167 168 Mesa 12 - Elaboración mejora. Comisiones del Consejo elecciones al mismo Convivencia Escolar Plan de Autoprotección de las propuestas de y - Actuaciones para mejorar la convivencia. - Conductas perjudiciales contra la convivencia. - Plan autoprotección: planificación y ejecución. - Dificultades encontradas en su cumplimentación. - Alternativas y propuestas de solución. - Fijar fechas de Simulacros. - Plan evacuación: planificación y ejecución. Relaciones con las administraciones e instituciones, padres y madres Trabajos con los órganos colegiados Equipos docentes y funcionamiento del Equipo Directivo Asistencia Análisis de la marcha del curso y proceso de Escolarización Final del curso - Absentismo Escolar. Ausencias del profesorado. Procesos finales. Calendario. Organización de pruebas. Estructura de la Memoria. Recogida de información. Previsión de la oferta educativa próximo curso. Captación del alumnado. Orientación pedagógica y profesional del alumnado. Reuniones o charlas en IES o IPEP. Memoria final y recogida de memorias de cada tutor/a de cada plan o nivel. Previsión matrícula curso siguiente. Memoria de Directores en prácticas Conclusiones Desde la perspectiva de nuestras Asesorías, tras reflexionar sobre el proceso formativo desarrollado podemos apuntar una serie de logros y también algunas propuestas de mejora en las acciones estudiadas. - RESPECTO A LAS JORNADAS REALIZADAS, TANTO EN FORMACIÓN PERMANENTE (P) COMO EN LA INICIAL (I): El elevado grado de asistencia y certificación (mayor del 85%). LA Reinventar la profesión docente - - El calendario establecido, bien ajustado a sus necesidades formativas. El diseño en sí de esta modalidad formativa de jornadas, que ha sido ampliamente valorado. De las encuestas recogidas se extrae una calificación media global de 8 sobre 10. En concreto, la valoración de ponencias es en general buena (sesiones específicas sobre Gestión económica, Convivencia, Evaluación, Liderazgo), así como la duración de las mismas, documentación y recursos aportados. Aspectos más valorados indicados expresamente por participantes han sido: o “Exposiciones interesantes basadas en problemáticas cotidianas y reales de los centros”. o “Trato recibido”. o “Experiencias prácticas de otros centros”. o “Bibliografías complementarias”. Del análisis efectuado en la actividad de F. Permanente, extraemos la necesidad de diseñar un itinerario formativo que incida en mejorar aspectos formativos relativos al liderazgo pedagógico en todas sus dimensiones. ESPECÍFICAMENTE PARA LA FORMACIÓN INICIAL (I): - a) Respecto a los Grupos de Trabajo El balance es muy positivo respecto a sesiones satisfactorias en cuanto a su operatividad y resolución de posibles problemáticas ya sean organizativas, administrativas ó didácticas. Se establece una gran coincidencia en la idoneidad de los contenidos trabajados tanto en temas propuestos como en calendarios adaptados de los grupos. En línea a mejorar el funcionamiento de estos grupos, se establece como propuesta unánime solicitar a la Dirección General, que la constitución de los GGTT se traslade a finales de mayo-junio de cada promoción para que en Septiembre ya puedan trabajar de lleno en las temáticas iniciales de curso y durante los conflictivos meses de junio-julio dispongan de un apoyo tutorial y consultivo. Asimismo, se muestran partidarios de que el horario de celebración de sus reuniones sea recogido en el horario oficial de tareas directivas dedicadas al Centro. b) Respecto al uso de la Plataforma virtual regional - - En general es valorada su organización regular. Consideran muy importante mantener contacto con el Foro tras la finalización de la fase de prácticas. Teniendo acceso a la documentación de normativa, bibliografía y ponencia. Como mejora se considera que el Foro debería tener un carácter más técnico que de opinión y aportarse orientaciones a los participantes más en la línea del perfil que debería tener. Los foros modulares quedan en segundo plano. Asimismo, es preciso subsanar la saturación de correos de escasa relevancia para su función. 169 170 Mesa 12 - Por otro lado, es conveniente modular la carga de trabajos a nivel de tareas en la plataforma de manera que no suponga un complemento innecesario de las sesiones presenciales tanto del curso como del GT. c) Respecto a la Tutorización realizada - Importancia de su seguimiento desde comienzos de la asignación de funciones, ejerciendo apoyo y motivación en los momentos híncales del desempeño de la labor directiva. Aportación de referencias, recursos y enfoques diversos para poder trasladar a sus contextos educativos. En línea a su mejora, y para normalizar su desarrollo diverso en cuanto a planificación y contenidos, se propone establecer un calendario concreto a seguir en base a las funciones que el/la Tutor/a debiera desempeñar. En este sentido, se manifiestan la necesidad de establecer una cronología de visitas que sea suficiente para poder tutelar adecuadamente y emitir justificadamente una evaluación de todos los aspectos a recoger en el Informe final. Referencias - - - - Bolívar, A. y González Vázquez, J.G. (2010): “Liderazgo Pedagógico: una Dirección para el Aprendizaje” en OGE. Organización y Gestión Educativa. Revista del Fórum Europeo de Administradores de la Educación, Nº 1 (enero y febrero), Madrid, Wolters Kluwer España, S.A. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía (2003): Decreto 110/2003, por el que se regula el Sistema Andaluz de Formación Permanente del Profesorado. BOJA nº 78, de 25 de abril de 2003. Eirín Nemiña, R., García Ruso, H.M. y Montero Mesa, L (2009): “Desarrollo Profesional y Profesionalización Docente. Perspectivas y problemas” en Profesorado. Revista de currículum y formación del profesorado, Vol. 13, Nº2, Universidad de Granada. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía (2010): Instrucciones de 27 de mayo de 2010, de la Dirección General de Profesorado y Gestión de Recursos Humanos para la elaboración de los Planes Provinciales de Formación y los Planes de Actuación de los Centros del Profesorado para el curso 2010/11, así como para la realización de la Memoria del Plan Provincial de Formación y de los Centros del Profesorado, correspondiente a las actuaciones del curso 2009/10. OCDE (2009): “Informe TALIS: La creación de entornos eficaces de enseñanza y aprendizaje. Síntesis de los primeros resultados”. Madrid, Editorial Santillana Educación S.L. Consejería de Educación de la Junta de Andalucía (2007): Orden de 20 de junio de 2007, por la que se regula el proceso de formación inicial de los directores y las directoras de los centros docentes públicos dependientes de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. BOJA, nº 140, de 17 de julio de 2007. Reinventar la profesión docente Una propuesta para la autoevaluación de las competencias docentes Alfageme González, Mª. Begoña, [email protected] y Vallejo Ruiz, Mónica Facultad de Educación Universidad de Murcia Introducción La formación del profesorado se reconoce como la mejor solución para la mejora de la educación, pero también como el problema más difícil a resolver satisfactoriamente. Sobre todo, si entendemos la formación como construcción de la identidad y del quehacer profesional del profesorado, que da origen a la filosofía de las competencias con un nuevo rol docente centrado en los estándares de la profesión y en las buenas prácticas docentes. Competencias que surgen en las últimas reformas y cambios producidos en el contexto educativo. El profesor de nuestros días ya no es un mero transmisor de la información, sino que es otro su papel; en este sentido, debería cambiar desde una autoridad que distribuye conocimientos hacia un sujeto que crea y orquesta ambientes de aprendizaje complejos. El “comprender lo que se aprende y aprender a aprender” son demandas imprescindibles de la escuela, como organización general educativa. El objetivo es que el alumno construya su propia comprensión de la materia y se implique en actividades adecuadas, que trabaje con otros alumnos como compañeros en el proceso de aprendizaje, pero también que se realice un trabajo con estructura más flexible y adaptada a los alumnos. En dicho enfoque de las competencias se suele hacer referencia a alguien que tiene que aprender, a un alumno, que necesita llegar a un campo profesional, olvidándose de que para que esto sea así tiene que haber un grupo de profesionales que “tengan” esas competencias y se las transmitan o faciliten. En la literatura actual hay diversos trabajos centrados en competencias para los estudiantes en el sistema reglado, en la etapa obligatoria y en la universidad, más centrados estos últimos en perfiles profesionales del mundo laboral (Tejada, 2005, 2009; Cano, 2008a; 2008b). Hay también trabajos más genéricos sobre competencias profesionales, pero no hay tantos sobre aquellos centrados en qué competencias docentes tenemos que tener para dar respuesta a todas estas necesidades. Los diseños de competencias, siguiendo a Cano (2008a; 2008b), se justifican por tres factores: la sociedad del conocimiento y la rápida creación y obsolescencia del conocimiento; la necesidad de formación integral y holística (nuevo paradigma educativo centrado en el aprendizaje de los estudiantes, potenciación de todas las inteligencias, dar respuesta a la complejidad y reforzar el aprendizaje y centrarse en los resultados); y la incorporación de las demandas del mundo laboral (necesidad de trabajadores polivalentes, 171 172 Mesa 12 polifuncionales; necesidad de mejorar la ocupabilidad en esta sociedad; y en las tareas que se han enriquecido horizontal y verticalmente). Para Tejada (2005), la competencia comporta todo un conjunto de conocimientos, procedimientos y actitudes combinados, coordinados e integrados, en el sentido que el individuo ha de saber hacer y saber estar para el ejercicio profesional. El dominio de estos saberes le hace capaz de actuar con eficacia en situaciones profesionales. Estamos ante un equipamiento profesional o recursos necesarios para tal actividad. Así, las competencias implican a las capacidades, sin las cuales es imposible llegar a ser competente; pero, a la vez, las competencias logradas aumentan el poder de las capacidades con lo que el proceso se convierte en una espiral centrífuga y ascendente que hace necesaria la formación permanente. Utilizar el enfoque de la formación basada en la competencia ha significado un paso adelante en el sentido de poner mayor énfasis en la globalidad de las capacidades del individuo y de reconstruir los contenidos de la formación en una lógica más productiva, menos académica y, más orientada a la solución de problemas. Y esto, según el autor, significa por un lado que hay que incorporar la experiencia en el propio proceso formativo, pero no reducir todo a una formación más práctica; y por otro lado, que no hay que contraponer el enfoque de las competencias y el de las cualificaciones, minusvalorando el proceso formativo, la mejor forma de desarrollar las competencias es articulando formación y experiencia, no sustituyendo una por otra. Desde el punto de vista pedagógico, el debate sobre el concepto de competencia pone en evidencia la necesidad de una lectura que trascienda su dimensión funcional, ampliando su estudio e investigación más allá de los límites de la formación profesional y del aprendizaje de un trabajo. Alberici y Serreri (2005) manifiestan que debe considerarse: “un aspecto constitutivo del aprender a pensar, de aprender no sólo un trabajo específico sino a trabajar, de aprender a vivir, a ser, en el sentido de confluencia entre saberes, comportamientos, habilidades, entre conocer y hacer, que se realiza en la vida de los individuos, en el sentido de saber actuar en los distintos contextos de forma reflexiva y con sentido” (citado por Bisquerra y Pérez, 2007, p. 63). Escudero, Vallejo y Botías (2008, p. 3) señalan que utilizar las competencias nos debería situar en una perspectiva que nos ayude a relacionar mejor la formación académica con las peculiaridades de los puestos de trabajo para los que se quiere preparar. Así, siguiendo a Perrenoud (2000), éstas podrían servir para conectar, mejor que hasta la fecha, los contenidos y aprendizajes académicos con la complejidad y múltiples facetas de la vida cotidiana, de la vida profesional. En este sentido, tener en cuenta el mundo del trabajo significa abordar las competencias junto a los demás elementos del diseño, con la reflexión sobre los modelos teóricos, las metodologías y la evaluación de los aprendizajes. El trabajo con competencias debe ser “una oportunidad para pensar e interrogarse sobre los contenidos de la formación.” (Escudero, Vallejo y Botías, 2008, p. 12). El paso de una enseñanza centrada en el aprendizaje de conocimientos académicos a otra basada en el desarrollo de competencias representa un gran cambio: “en primer lugar, que los conocimientos académicos recuperen su Reinventar la profesión docente verdadero sentido, al ser enseñados no sólo para ser reproducidos con mayor o menor literalidad, sino como instrumentos para la acción, es decir, conocimientos para la comprensión e intervención en situaciones reales; y, en segundo lugar, su ampliación con otros conocimientos, habilidades y actitudes relacionados con los ámbitos personal, interpersonal y social.” (Zabala, 2009, p. 20) El profesorado y los formadores en general necesitan disponer de competencias que les ayuden a enfrentar los retos crecientes y cambiantes de la sociedad actual, sobre todo porque tienen que desarrollar dichas competencias en aquellos a quienes forman. No sirve sólo con poseer una gran formación disciplinar, se necesita disponer de competencias personales y profesionales que ayuden en el quehacer diario. De ahí que Tejada (2009), defienda que “la formación basada en competencias viene, pues, a completar, que no desplazar los planteamientos académicos” (p. 471). El problema es que cuando se habla del enfoque basado en competencias casi siempre se hace relación a alguien que tiene que aprender, a un alumno, que necesita llegar a un campo profesional, olvidándose que para que esto sea así tiene que haber un grupo de profesionales que “tengan” esas competencias y se las transmitan. En la literatura actual hay muchos trabajos centrados en competencias para los estudiantes en el sistema reglado, en la etapa obligatoria y en la Universidad, más centradas éstas últimas en perfiles profesionales del mundo laboral (véase Tejada, 2005; Alfageme González, Agüera y Calderón, 2006; Agut, (2006). Hay también trabajos más genéricos sobre competencias profesionales, pero no hay tantos sobre aquellos centrados en qué competencias docentes tenemos que tener para dar respuesta a todas estas necesidades (véase Álvarez, Pérez y Suárez, 2008; Batista, Graça y Matos, 2007; Bisquerra y Pérez, 2007). Cano (2008a; 2008b) señala que trabajar en enseñanza con competencias obliga a los docentes a revisar nuestras propias competencias. Así, para lograr una mayor competencia en temas pedagógicos tendremos que mejorar nuestros conocimientos, capacidades y actitudes. Y por ejemplo, más allá de elementos que nos ayuden a elaborar los planes docentes, se requiere de un cambio cultural que permita una integración de saberes y una planificación conjunta, superando la fragmentación disciplinar. Asumir que somos facilitadores del aprendizaje y no sólo instructores y por ello, tenemos que tener una actitud proclive al aprendizaje activo por parte del alumnado, a la vez que necesitamos no sólo conocer distintas estrategias de enseñanza sino ponerlas en práctica. Una de las principales referencias en el campo antes citado son los trabajos de Perrenoud (1999; 2000; 2001a; 2001b; 2004) quien plantea un referencial, adoptado en Ginebra en 1996, en el que destaca diez nuevas competencias básicas o prioritarias en la formación continua del profesorado de Primaria, que se concretan en diferentes competencias específicas. No se trata de un listado de competencias a cumplir, sino de un referencial o instrumento para pensar las prácticas, debatir sobre la profesión, descubrir los aspectos emergentes o las zonas controvertidas, es decir para contribuir a redefinir la profesionalidad docente. 173 174 Mesa 12 En este sentido, las competencias de referencia que señala son: organizar y estimular situaciones de aprendizaje; gestionar la progresión de los aprendizajes; concebir e ir cambiando los dispositivos para la atención a la diversidad; implicar a los estudiantes en su aprendizaje y trabajo; trabajar en grupo; participar en la gestión del centro; informar a las familias e implicarse con ellas; servirse de las nuevas tecnologías; afrontar los dilemas y deberes éticos de la profesión; y gestionar la propia formación. De acuerdo con la propia definición que Perrenoud (2004) da sobre competencias, se busca un docente con la capacidad o facultad para movilizar diversos recursos (saberes, capacidades, informaciones, etc.) en orden a actuar, con pertinencia y eficacia, en un conjunto de situaciones. No sólo se centra en los alumnos, en la gestión de clase y en las relaciones interpersonales. También el docente tiene que saber trabajar en grupo, tanto dentro como fuera del centro, colaborando con las familias, tiene que participar en la gestión del centro, autogestionar su desarrollo profesional y afrontar los problemas de la profesión. Centrándonos en los trabajos de dicho autor, hemos planteado una propuesta de actuación para conocer las competencias profesionales de los futuros docentes. Así, nuestro trabajo tiene por objeto el ayudar a que los alumnos conozcan y reflexionen sobre sus propias competencias con relación a lo que se les va a pedir en la docencia, haciendo visible para ellos tanto el grado en el que poseen dichas competencias como la relación con los conocimientos que van adquiriendo en sus estudios. En resumen, potenciar en los alumnos, futuros maestros, la autoevaluación de sus propias competencias, o en palabras de Airasian y Gullickson (1997) potenciar la autoevaluación docente como proceso en el que los profesores hacen juicios sobre la idoneidad y eficacia de su propio conocimiento, el rendimiento, las creencias o los efectos con el propósito de mejorar uno mismo. Para los autores antes citados los docentes tienen que ser el centro de la autoevaluación, de hecho, consideran que éste suele ser uno de los errores principales cuando se realiza esta práctica en la docencia. La autoevaluación docente debe centrarse en la práctica personal y reconocer que las principales razones de los profesores para llevarla acabo es obtener el desarrollo profesional a partir de sus propias tareas docentes y sus propias experiencias, así da sentido a lo que significa ser maestro y a su necesidad de mejorar las experiencias cotidianas de la enseñanza. Eso conlleva que el profesor sea responsable de su propio proceso de autoevaluación y mejora, siendo el mismo quién recoge, interpreta y juzga la información personal recogida sobre su práctica, de ahí que hablen de que la autoevaluación docente es la evaluación del profesor, por el profesor y para el profesor. No en vano, siguiendo a Spitz (2001), la autorreflexión da a los profesores una voz y el control sobre su propia práctica. O en palabras de Hayson (1985); en la autoevaluación se pueden identificar dos objetivos principales la mejora de la comprensión y la apreciación de la propia situación. Generalmente la mayoría de las evaluaciones en las aulas no son autoevaluaciones porque olvidan estos términos, quizás porque los docentes no estemos preparados para asumir dicho proceso. Ésta es una de las competencias que no se suelen enseñar en la formación inicial y que sin Reinventar la profesión docente embargo, a nuestro entender, condiciona y facilita el desarrollo profesional que posteriormente tengamos en nuestra labor docente. Para Airasian y Gullickson (1997) el proceso de autoevaluación se puede describir en cuatro pasos que pueden ocurrir de manera formal o informal: a) Identificación de los problemas o delimitación. ¿Qué va a ser evaluado? b) Recogida de la información o la obtención. ¿Qué información se recopilará? c) Reflexión y toma de decisiones. ¿Cuál es el significado de la información de mi enseñanza? d) Aplicación y el cambio. ¿Qué medidas, si las hubiere, que ahora se necesita? Estos autores señalan igualmente que la función de la autoevaluación es ayudar a los maestros a identificar y tomar decisiones sobre las fortalezas y debilidades de su práctica con la intención de mejorarla. Esta ha sido también nuestra intención, hemos pretendido con la experiencia que aquí relatamos, ayudar a formar a los futuros docentes a autoevaluarse. No nos centramos por lo tanto en nuestra autoevaluación como docentes sino en aportar a los futuros docentes herramientas para que sean ellos mismos quiénes conozcan, reflexionen, analicen y tomen decisiones acerca de su práctica para poder mejorarla. No obstante, en nuestra experiencia no abarcamos todos los pasos que dichos autores consideran, puesto que el último de ellos es una cuestión personal que los futuros docentes tienen que llevar a cabo. Descripción del trabajo La experiencia que aquí se presenta se llevó a cabo con alumnos de dos asignaturas obligatorias centradas en el docente que se imparten en dos titulaciones diferentes en la Universidad de Murcia (“Formación y actualización pedagógica” de 5º curso en la Licenciatura en Pedagogía y “Profesorado, desarrollo profesional y evaluación docente” de 5º curso de la Licenciatura en Psicopedagogía). Dichas asignaturas comparten contenidos que versan sobre temas como: profesión y profesionalización docente; desarrollo profesional; qué profesor se busca: competencias docentes; y formación docente y comunidades de aprendizaje. En concreto, dentro del tema relacionado con las competencias docentes se realizó una pequeña experiencia para la autoevaluación por parte de los alumnos de sus competencias docentes, partiendo del referencial establecido por Perrenoud (1999, 2001). A dicho referencial simplemente le añadimos una escala de valoración de 0 (nada adquirida) a 5 (totalmente adquirida), así como tres datos identificativos con relación a la titulación cursada, el sexo y si estaban o no ejerciendo la profesión docente. Tras la reflexión personal y la cumplimentación de dicha matriz, se llevó a cabo un análisis general de los datos de grupo con la ayuda del SPSS (versión 18). Análisis aportado por la docente a los alumnos dentro de las horas lectivas y que fue asimismo valorado por los alumnos con un debate en clase. La muestra estaba compuesta por un total de 36 alumnos de quinto curso que están terminando sus estudios, curso 2009/2010, y que ya, deberían 175 176 Mesa 12 estar preparados para acceder al mercado laboral, 14 de Pedagogía y 22 de Psicopedagogía. De los cuáles 7 eran hombres y 29 mujeres. Gráfico 1. Muestra de los datos recogidos Asimismo, al ser Psicopedagogía una titulación de segundo ciclo en la que se incorporan usualmente titulados como maestros, tanto en activo como no, distinguimos entre nuestra muestra 13 alumnos que estaban ejerciendo su profesión como maestros y 23 que no lo hacían, lo cual permitió una comparación de datos interesante. Gráfico 2. Alumnos que son o han sido docentes, según Titulación. Gráfico 3. Alumnos que son o han sido docentes, según sexo. Reinventar la profesión docente Resultados y conclusiones Recogemos las medias de las valoraciones realizadas por los alumnos en las tablas que a continuación reflejamos, pasando posteriormente a comentar dichos datos. Tabla 1.- Valoraciones de todas las competencias según la Titulación COMPETENCIAS Media De referencia ESPECÍFICAS Pedagogí a 1. Organizar y estimular situaciones de aprendizaje 2. Gestionar progresión de aprendizajes la los - 3. Concebir e ir cambiando los dispositivos para la atención a la diversidad 4. Implicar a los estudiantes en su aprendizaje y trabajo - 5. Trabajar en grupo - Conocer los contenidos a enseñar y su conversión en objetivos de aprendizaje en cada una de las materias Trabajar a partir de las representaciones de los estudiantes Trabajar a partir de los errores y obstáculos del aprendizaje Construir y planificar recursos y secuencias didácticas Implicar a los alumnos en actividades de investigación a través de proyectos de trabajo Concebir y gestionar situaciones problemas adaptadas a los niveles y posibilidades de los alumnos Adquirir una visión longitudinal de los objetivos de la enseñanza primaria Establecer vínculos entre las teorías subyacentes a las actividades de aprendizaje Observar y evaluar a los alumnos en situaciones de aprendizaje Realizar balances periódicos de competencias y tomar las decisiones oportunas para el desarrollo posterior Gestionar la diversidad en el grupo clase 3,57 Psicopedagogí a 3,33 3,36 3,00 3,29 3,47 3,64 3,50 3,14 2,81 2,79 3,25 2,57 2,92 3,43 2,94 3,93 3,97 2,86 2,72 3,00 3,14 Extender la gestión de la clase a un espacio más amplio Realizar un apoyo integrado, trabajar con alumnos que tengan grandes dificultades Desarrollar la cooperación entre los alumnos y formas de enseñanza recíproca Suscitar el deseo de aprender, explicitar la relación con el saber, el sentido del trabajo escolar y desarrollar la capacidad de autoevaluación en los niños Instituir y hacer funcionar un consejo de alumnos (aula y escuela) y negociar con los estudiantes diversos tipos de reglas y contratos Ofrecer actividades de formación optativas 2,79 2,50 2,86 2,86 3,21 3,47 3,21 3,39 3,29 2,97 3,50 2,58 Favorecer la definición de un proyecto 3,14 personal del alumno Elaborar un proyecto de grupo, de 4,00 intereses, objetivos y representaciones 2,42 3,44 177 178 Mesa 12 comunes - Animar el trabajo en grupo, gestionar 3,86 reuniones de trabajo Formar y renovar un equipo pedagógico 2,36 3,64 Confrontar y analizar conjuntamente 2,71 situaciones complejas, situaciones prácticas y problemas profesionales Gestionar la resolución de conflictos 3,29 2,67 Elaborar, negociar el proyecto de centro 2,50 2,25 - Gestionar los recursos del centro 2,50 2,44 - Coordinar y animar las relaciones de la 2,50 escuela con otros (asociaciones, familias, enseñanza y cultura de origen ...) Animar reuniones de información y debate 2,71 2,64 Realizar entrevistas 4,07 3,39 2,93 2,94 3,86 3,56 3,64 3,19 - Implicar a las familias en el proceso de construcción del saber Utilizar herramientas para la edición de documentos Explotar las potencialidades didácticas de las mismas en relación con los objetivos de la enseñanza Comunicarse telemáticamente con otros 4,36 3,86 - Utilizar multimedia en la enseñanza 4,50 4,14 Prevenir la violencia en la escuela y la comunidad Luchar contra los prejuicios y discriminaciones sexuales, étnicas y sociales Participar en la puesta a punto de reglas de vida en común referidas a la disciplina escolar, sanciones y valoración de los comportamientos Analizar la relación pedagógica, la autoridad, la comunicación en el aula Desarrollar el sentido de la responsabilidad, solidaridad, justicia Saber hacer explícitas las propias prácticas Establecer una evaluación propia de la competencia y el programa de formación necesitado Negociar un proyecto de formación común con los colegas (equipo, escuela, red) Implicarse en tareas relaciones con la profesión de docente Recibir y participar en la formación de los colegas 3,07 3,25 3,36 3,53 3,00 3,11 2,57 2,47 3,43 3,44 3,00 2,72 2,86 2,39 2,86 2,64 3,29 3,22 3,21 3,00 6. Participar en gestión del centro la - 7. Informar a las familias e implicarse con ellas 8. Servirse de las nuevas tecnologías - 9. Afrontar los dilemas y deberes éticos de la profesión - 10. Gestionar la propia formación continuada - 2,11 3,36 2,81 Los resultados obtenidos nos indican que en general ambos grupos, los alumnos de Pedagogía y de Psicopedagogía, piensan que tienen adquiridas, en un mayor grado, las competencias que tienen que ver con las nuevas tecnologías seguidas de aquellas que tienen que ver con la organización y Reinventar la profesión docente estimulación de situaciones de aprendizaje. De hecho, la mayor puntuación entre las competencias específicas también se sitúa en el grupo de las nuevas tecnologías: “utilizar multimedia en la enseñanza”. La menor puntuación es la que otorgan a aquellas competencias relacionadas con la participación en la gestión del centro, esto se explica puesto que no han podido experimentar muchas de estas competencias en el caso de aquellos alumnos que no han ejercido la profesión docente. La segunda puntuación más baja varía en relación a las dos titulaciones, en el caso de Pedagogía señalan las competencias para concebir e ir cambiando los dispositivos para la atención a la diversidad y, en el caso de Psicopedagogía, aquellas que hacen referencia a la gestión de la propia formación continuada. Sin embargo, la competencia específica menos puntuada es, en ambos grupos, “Formar y renovar un equipo pedagógico”, que forma parte de la competencia relacionada con el trabajo en grupo. Tabla 2. Valoraciones de las competencias de referencia según la Titulación Competencias de referencia Media pedagogía Media Psicopedagogía 1. Organizar y estimular situaciones de aprendizaje 3,40 3,22 2. Gestionar la progresión de los aprendizajes 3,12 3,16 3. Concebir e ir cambiando los dispositivos para la 2,96 atención a la diversidad 2,99 4. Implicar a los estudiantes en su aprendizaje y trabajo 3,28 2,84 5. Trabajar en grupo 3,24 3,04 6. Participar en la gestión del centro 2,50 2,44 7. Informar a las familias e implicarse con ellas 3,24 3,05 8. Servirse de las nuevas tecnologías 4,09 3,69 9. Afrontar los dilemas y deberes éticos de la profesión 3,09 3,16 10. Gestionar la propia formación continuada 3,04 2,79 Las puntuaciones otorgadas tanto individualmente como en grupo nos indican la carencia que los sujetos consideran que tienen en las distintas competencias. No todas tienen que estar adquiridas con la formación inicial y no todas tienen que tener la puntuación máxima, el grado en el que están adquiridas es lo que permite que los alumnos sean conscientes de su propia formación y puedan reflexionar sobre ella. En general, podemos decir que las puntuaciones de los alumnos de Pedagogía sobre las competencias adquiridas son más altas que las de los alumnos de Psicopedagogía. Además las puntuaciones de los alumnos que no han ejercido la profesión docente suelen ser más bajas que las de los que han ejercido la docencia, hecho algo sorprendente teniendo en cuenta que casi todos ellos opinaban que con la experiencia docente se aprendía más que con la formación académica recibida, aunque puede ser un reflejo de que los alumnos son más conscientes de sus limitaciones en la práctica del día a día. 179 180 Mesa 12 De hecho quedó visible en el debate mantenido con los alumnos, tras el ejercicio y la exposición de los resultados, que los alumnos clarificaron la utilidad de la formación que estaban recibiendo en sus clases. Comentarios como “entiendo ahora para que me sirve…” eran constantes en el debate. Así, declararon ser conscientes de sus carencias o debilidades sobre las competencias que el docente debería adquirir, pero también de sus fortalezas. Ello les llevó a hacer explícitos, mediante los comentarios en clase, su convicción de estar más formados de lo que pensaban para llevar a cabo su labor docente, en el caso de aquellos alumnos que no habían nunca ejercido como tal, alumnos que generalmente consideran que mucha de la formación docente recibida no tiene aplicación en su futura labor. No hay duda de que la autoreflexión sobre la propia enseñanza y sobre las competencias propias son algunos de los mejores mecanismos para la mejora del crecimiento profesional docente, siempre sin olvidarnos de la actualización científica a través por ejemplo de la lectura de documentos profesionales, la asistencia a cursos o actividades de formación o el desarrollo de redes de profesionales o comunidades de aprendizaje en su propio campo de trabajo. Además detrás de auto-evaluación docente, como señalaban Osterman y Kottkamp (1983), están las siguientes creencias: 1. Los maestros necesitan oportunidades de crecimiento profesional. 2. Los profesores desean mejorar su práctica y el conocimiento, los maestros quieren y necesitan información sobre sus conocimientos, rendimiento y eficacia. 3. Los maestros son capaces de asumir la responsabilidad de gran parte de su propio crecimiento y desarrollo profesional, con el tiempo, aliento y recursos. 4. Colaboración enriquece el crecimiento y desarrollo profesional. Por ello, tenemos que formar a los futuros docentes y a los docentes en activo en la necesidad de ser capaces de realizar esta auto-evaluación, en el conocimiento de que sean ellos mismos quiénes sean conscientes de si son competentes o no en las distintas funciones y tareas docentes. De ahí que se haga necesario ejercicios como éste y otros muchos para que cada uno aprendamos a reflexionar sobre nuestra propia práctica. Otorgar oportunidades de crecimiento personal y profesional a los docentes es una necesidad así, a nuestro entender, se consigue el desarrollo profesional. Los docentes se ven envueltos en cambios y mejoras sin llegar a entender en ocasiones cuál es su papel ni en qué consiste su función, es hora de que se empiece a contar con ellos y se les considere profesionales activos y con capacidad para tomar decisiones, responsables no sólo de la mejora del día a día de su enseñanza, sino también del desarrollo de su función en los centros educativos. Este clima profesional activo necesita de docentes que sepan reflexionar y auto-evaluarse, puesto que si empiezan por sí mismos no tendrán problemas en asumir y participar en la reflexión y la evaluación de todo el resto de su actividad en el centro. Reinventar la profesión docente REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Airasian, P. W. y Gullickson, A. R. (1997). Teacher self-evaluation tool kit. Thousand Oaks, CA: Corwin Press. Alfageme González, M. 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MARCO TEÓRICO El vertiginoso cambio en las estructuras sociales ha influido notoriamente en el abordaje de los distintos estilos y concepciones que pueblan el quehacer docente, imbuidos en el compromiso sostenido hacia la asunción de un papel activo en el engranaje educativo. Así, el profesor se enfrenta a la disyuntiva de integrar diferentes estilos o intentar mantener un estilo preferente dentro de una sociedad pluralista, multicultural y multilingüe. En este nuevo escenario, el presente educativo se asoma a interrogantes, dificultades y configuraciones históricas e institucionales que van conformando un nuevo espacio. Como resultante de lo expuesto, la mejora de la calidad educativa no se produce únicamente por el incremento de recursos e infraestructuras, sino que se necesita la aportación de capital humano que dé respuesta a una sociedad en transformación. Previamente a centrar la exposición en la consideración de los estilos de enseñanza, se ha de delimitar conceptualmente el campo que nos ocupa. La construcción de un marco conceptual en torno al constructo “estilos de enseñanza” es evidentemente una tarea necesaria si se desea proceder con un mínimo de rigor a la hora de precisar el contenido y continente del mismo, así como sus formas de generar conocimiento científico. Esta tarea no es fácil si se tiene en cuenta lo difuso de las fronteras del concepto “enseñanza”, muchas veces asociado a dimensiones como formación, instrucción, entrenamiento, etc. tanto en el plano teórico como práctico. De hecho, al pensar en abordar la cuestión de los estilos de enseñanza surgen interrogantes que nos conducen hacia distintas líneas de investigación. Por ello nos hemos apoyado en las concepciones teóricas existentes que nos han aportado las herramientas conceptuales necesarias para profundizar en el término y en las dimensiones en que se sustenta, así como incurrir en el abordaje crítico de la práctica educativa y de los aspectos circunstanciales que inciden en el rol docente. Autores pioneros en el desarrollo de tipologías surgidas en diferentes momentos históricos y que han enriquecido el concepto de estilos de enseñanza, vienen a confirmar la diversidad de clasificaciones existentes (Mosston, 1978, 1993; Gage, 1979; Don Franks, 1992; Delgado, 1991, 1994, 1996, 1998; Medina, 1996; Sicilia, 2001) y nos ha permitido construir un cuerpo teórico que fundamente la realización de este trabajo. 183 184 Mesa 12 Resumimos a continuación las clasificaciones más conocidas y utilizadas a lo largo del último siglo. Por ejemplo, Lewin, Lippit y White (1939) indagan sobre los estilos en relación al grado de autonomía permitido por los docentes: estilo de enseñanza autoritario, laissez faire y democrático. (1939) establece dos estilos: dominador e indagador. Gordon (1959) centra el estudio en la influencia directa que el grupo tiene en el profesor y en consecuencia cada estilo dependerá del grupo-clase: Estilo instrumental, expresivo e instrumentalexpresivo. Bennett (1979) apunta la influencia del pensamiento del profesor en su estilo e intenta perfeccionar los estudios realizados previamente, clasificando los estilos en: liberal, formal y mixto. Flanders (1984) señala dos grandes modelos enfrentados dependiendo del grado de directividad del docente: directo e indirecto. Delgado (1991) elabora una taxonomía que parte de las relaciones acaecidas dentro del aula, de la distribución de poder, de la concepción del currículo, etc. Se trata de una propuesta muy aceptada en la que se respetan los estilos de enseñanza difundidos por Mosston y Ashworth (1990) con la introducción de algunas modificaciones. El autor clasifica los estilos de enseñanza en: tradicional, individualizador, participativo, socializador, cognoscitivo y creativo. Como podemos comprobar los estudios han evolucionado desde planteamientos teóricos-normativos hacia un predominio de estudios de carácter aplicativo, advirtiéndose un incremento de investigaciones de corte cualitativo en contextos reales. Un análisis de las líneas de trabajo pone de manifiesto el uso de enfoques descriptivos en el abordaje de la complejidad de la actuación docente. En consecuencia, en esta revisión de la literatura existente sobre el tema en cuestión, hemos constatado el tratamiento de concepciones teóricas y propuestas didácticas, sin embargo son muy escasos los estudios realizados en nuestra Comunidad Autónoma. Por lo que reviste mayor novedad los análisis llevados a cabo en el presente trabajo. Por lo tanto, hemos tenido en cuenta que el constructo estilos de enseñanza está poblado de características personales y corrientes teóricas incardinadas entre sí. Los estilos de enseñanza entendidos como la disposición que adoptan los docentes en función de la demanda específica de la tarea, de la relación establecida con el alumnado, del clima que genera en el aula y de las bases teóricas que fundamentan su actuación; son el resultado de una dimensión psicológica (personalidad) y otra cultural. Pasan por diferentes estadios que representan exigencias personales, profesionales y psicológicas que van constituyendo un estilo de enseñanza preferente. Así mismo, todo docente aborda el acto didáctico de manera peculiar lo que va a configurar un estilo personal de actuación y por tanto una tendencia preferente de interactuar, resolver un problema, tomar decisiones y establecer un ambiente y una determinada organización escolar. Se puede concluir que todo profesor es el resultado de un largo camino trazado a partir de la evolución personal y profesional que incluyen aspectos como su propia vivencia académica, su experiencia laboral, su biografía existencial, contextualizados en un entorno institucional e ideológico. Estas notas inciden explicita e implícitamente en el desarrollo de un estilo de enseñanza preferente que materializan en un modo Reinventar la profesión docente de concebir la práctica educativa y que tiende a establecer pocas modificaciones. Sin embargo, es necesario precisar que la tendencia a manifestar un estilo u otro se puede modificar a través de la formación pedagógica y el entrenamiento. Ello contribuye a consolidar la idea de que todo docente es el resultado de un proceso evolutivo personal, profesional y académico. En este sentido, coincidimos con Hervás (2003: 31) quien resalta la implicación de una multiplicidad de factores, señalando que los estilos de enseñanza son la: “Disposición que manifiestan los profesores para adaptar determinadas estrategias cuando se enfrentan a un conjunto de actividades o a la solución de un problema. Es la suma de elementos cognitivos, afectivos y fisiológicos junto a las características de la personalidad que manifiestan de manera que solemos percibir, pensar, responder e interactuar con los entornos educativos. Son formas específicas de abordar las tareas de enseñanza, preferencias en la forma de enseñar”. En función de este marco conceptual el objetivo de nuestro estudio será identificar los estilos de enseñanza del alumnado de tercer curso de magisterio explicitando los principales indicadores que van a sustentar su praxis educativa. 2. ESTUDIO En un intento de aproximación a la realidad educativa, se ha llevado a cabo un estudio de carácter exploratorio-descriptivo sobre los estilos de enseñanza y por tanto, creencias, valores y representaciones que mantienen los alumnos de 3º curso de las facultades de Ciencias de la Educación de Galicia, atendiendo a su dimensión simbólica, a su actitud, a las relaciones existentes y modos de comunicación en el aula. Para dar respuesta a este objetivo, se utilizan métodos y técnicas variadas tales como una escala de estimación de actitudes, entrevistas y grupos de discusión. Se ha tenido especial cuidado en su aplicación con el propósito de que en la medida de lo posible el alumnado se muestre auténtico y transparente (Bisquerra, 1989; Cohen y Manion, 1990). Se parte del hecho de que los estilos de enseñanza oscilan dentro de un continuum puesto que prácticamente nunca se dan estilos puros, pero si la existencia de un estilo preponderante que puede, aprenderse, variar o mejorar conforme avanzan en el proceso de enseñanza. Por tanto, la evaluación de los estilos resulta un fenómeno complejo y difícil en su planteamiento y realización, que requieren tener en cuenta aspectos y características diversas. Solo si aceptamos que las personas son diferentes, estamos en disposición de reconocer que los docentes presentan rasgos distintos en su forma de actuar y enseñar. Bajo esta visión, nos vamos a centrar en el estudio de las diferencias individuales en el modo de enseñar. 185 186 Mesa 12 Como marco de contextualización de este trabajo, a continuación se reseñan los objetivos que se han formulado en el desarrollo de la investigación: 1.- Comprobar las posibles diferencias entre los estudiantes de Ciencias de la Educación de la Comunidad de Galicia respecto a las representaciones que tienen de los estilos de enseñanza. 2.- Conocer si el hecho de estudiar en una u otra especialidad conlleva en los estudiantes un estilo de enseñanza diferente. 3.- Comprobar las posibles diferencias según el sexo respecto a los estilos de enseñanza. 4.- Determinar si existen diferencias significativas en función de la edad Nuestra concepción de la investigación en el campo de la didáctica es entendida como una aproximación al conocimiento del saber, pero sobre todo del saber hacer. En consecuencia se trata de una investigación aplicada, bajo la perspectiva de un enfoque descriptivo y orientada hacia el descubrimiento, puesto que buscamos indagar e interpretar cuáles son los estilos de enseñanza preferidos por los futuros docentes de las etapas de Educación Infantil y Primaria en la Comunidad de Galicia (Bericat, 1998; Delgado y Gutiérrez, 1994). A sí mismo, intentamos estimar cuáles serán las posibles mejoras que deberán acompañar a un proceso de cambio para la optimización de los procesos formativos. Atendiendo a estas consideraciones, abordamos el análisis de datos dentro de un modelo plurimetódico, que busca complementar el paradigma de tipo cualitativo con el paradigma cuantitativo, con el objetivo que enriquecer la calidad del trabajo (Visauta, 1986; Pino, Domínguez y López, 2007). A lo largo de la investigación se rentabilizan los aportes de diferentes técnicas a través de fuentes diversas de recogida de datos. En primer lugar se elaboró una escala de actitudes tipo Likert compuesta por 31 ítems. La construcción del instrumento está precedida de una revisión de la literatura existente al respecto para que su diseño sea lo suficientemente preciso para facilitar su tratamiento evitando la acumulación de datos irrelevantes. Consecuentemente hemos partido de la elaboración de una definición operativa del constructo y sus componentes, diferenciando claramente las dimensiones que miden los ítems en la escala. Cumpliendo con la premisa de que la elaboración de los enunciados de la escala sea coherente con la selección y definición de factores que se han constituido. Los estudiantes que integran la muestra tienen que expresar su preferencia escogiendo una alternativa de respuesta entre las existentes. Por tanto dichos enunciados que describen rasgos de dos estilos de enseñanza se van a valorar en una escala nominal de 4 puntos, expresando el grado de acuerdo y desacuerdo donde el 1. es Nunca, 2. Raras veces, 3. frecuentemente, 4. Siempre. Asignándole el valor 4 a la respuesta que más se ajuste a su percepción sobre cómo enseñar y 1 a la que peor se adecúe. En todo momento Reinventar la profesión docente hemos tenido en cuenta los criterios señalados por Likert (1932) para la construcción de la escala: • Claridad en la redacción. • Que los ítems expresen comportamientos deseados, no hechos. • Evitar el uso de frases que contengan negaciones y enunciados que integren varios comportamientos. A todos los integrantes de la muestra se le explicó cuáles eran los objetivos de la investigación y se les requirió que leyeran bien las instrucciones y los ítems, solicitándoles que expresen su propia opinión y no un comportamiento deseable. En todo momento se les ha garantizado el anonimato. Los datos obtenidos han sido procesados utilizando el paquete estadístico SPSS/PC (Statistical Package for Social Sciencies) (Visauta, 1998). En primer lugar se obtuvieron descriptivos generales y posteriormente se llevó a cabo el análisis estadístico. Con la intención de evitar sesgos que afecten a la credibilidad de los datos, enriquecer los resultados del estudio y profundizar en las creencias y opiniones de los futuros docentes, hemos complementado esta técnica cuantitativa con dos técnicas cualitativas: la entrevista y el grupo de discusión. Para ello, se han empleado entrevistas personales y abiertas, en el transcurso de las cuales el estudiante responde a cuestiones previamente diseñadas con la intención de aumentar el caudal de información. Por consiguiente, la planificación de la entrevista –objetivos, muestreo, implementación- se ha ajustado a los objetivos globales de la investigación. En este sentido, hemos seleccionado 20 estudiantes de Ciencias de la Educación de cada Universidad, pertenecientes a distintas especialidades, con el fin de saturar la información y evitando hacer entrevistas adicionales que no aporten nada nuevo a la investigación. El grupo de discusión se llevó a cabo en la Universidad de Vigo con una muestra integrada por 8 sujetos, seleccionados aleatoriamente entre las diferentes especialidades. Durante aproximadamente una hora estuvieron confrontando puntos de vista y concretando posturas, situación que nos ha permitido conocer creencias y representaciones sociales acerca de los estilos de enseñanza. En este sentido, nos hemos limitado a plantear el tema y provocar el entusiasmo para debatir libre y espontáneamente. Nuestra intervención se reduce a plantear preguntas abiertas siguiendo un pequeño guión elaborado previamente con el propósito de redirigir el debate en caso de dispersión. La información obtenida fue organizada conceptualmente con el propósito de facilitar el análisis de los resultados. 187 188 Mesa 12 3. RESULTADOS Con el propósito de reunir la información necesaria para la consecución de los objetivos propuestos, se llevó a cabo un estudio con una muestra compuesta por un total de 555 estudiantes de 3º curso, representativa de la población matriculada en el período académico 2009-2010 de las Facultades de Ciencias de la Educación de la comunidad de Galicia. En función de la variable especialidad, el grupo investigado está compuesto en un 41,3% por estudiantes de Educación Infantil mientras que el 29,5% pertenece a Educación Primaria. Con un porcentaje menor de estudiantes se encuentran las especialidades de Educación Física, 10,8%; Educación Musical, 7,4% y finalmente Lenguas Extranjeras con un 11,0% del total de la muestra. Se ha conseguido la existencia de representatividad en las tres Universidades gallegas (Universidad de Vigo, Universidad de Santiago de Compostela y Universidad de La Coruña). Tabla 1. ESPECIALIDAD Ed. Infantil Ed. Primaria Ed. Física Ed. Musical L. Extranjeras Total PORCENTAJES 41,3% 29,5% 10,8% 7,4% 11,0% 100,0% En lo referente al sexo, existe una mayoría de mujeres (81,4%) respecto a los hombres (18,6%) que lejos de ser un sesgo en esta muestra, es coherente con los patrones ordinarios de presencia de hombres y mujeres en las aulas de las Facultades de Ciencias de la Educación. Tabla 2. SEXO HOMBRE MUJER TOTAL PORCENTAJES 18,6% 81,4% 100,0% La distribución por edad es la siguiente: El 35,9% de la muestra tiene menos de 20 años, el 45,9% integra la franja de 21 a 23 años, mientras que el 18,2% posee más de 24 años. Este dato también es coherente con los patrones tipo del estudiante de magisterio en nuestro país. Reinventar la profesión docente Tabla 3. EDAD Menos de 20 21-23 24 o más Total PORCENTAJES 35,9% 45,9% 18,2% 100,0% En relación con los estilos de enseñanza preferidos por el alumnado, el análisis de la escala arroja los siguientes resultados: Tabla 4. ESTILOS Tradicional Activo Total FRECUENCIA 10.8% 89.2% 100,0% En función de los resultados se han identificado dos dimensiones relacionadas con sendos estilos de enseñanza: Estilo de enseñanza tradicional. Estilo de enseñanza activo. El estilo de enseñanza tradicional está vinculado al concepto de autoritarismo. Las relaciones que promueve en el aula son totalmente verticales, la enseñanza gira en torno a la figura del profesor. El alumno es un simple depositario de la cultura transmitida por el docente. El objetivo es mantener el control, la disciplina y la eficacia de la tarea. El estilo de enseñanza activo es desarrollado por docentes que fomentan la participación activa del alumnado, y una convivencia en el aula basada en el respeto y la colaboración. Crea las condiciones favorables para el desarrollo integral del estudiante, respetando y estimulando su autonomía y su capacidad. A estas dos dimensiones nos aproximamos a través del análisis de ítems de la escala Likert. Nuestro objetivo es alcanzar una solución escalar parsimoniosa, con una alta consistencia interna, que integrase todos aquellos elementos necesarios para discriminar entre los estilos de enseñanza. Para ello, en la selección final de ítems hemos escogido los que poseían una desviación típica suficiente. Otro de los criterios empleados fue el Índice de Homogeneidad Corregido (IHc) que recoge las correlaciones entre cada elemento y el total de la escala excluido dicho elemento. Una correlación baja señala que el elemento en cuestión no va en la misma dirección que el resto de los elementos. Esta 189 190 Mesa 12 información la hemos completado con la que nos proporciona el índice de consistencia interna Alpha si se elimina el ítem. Con el propósito de completar este análisis preliminar de datos se llevó a cabo un Análisis factorial de Componentes Principales, con el fin de evaluar la validez de constructo de la escala e identificar los factores subyacentes. El método de rotación utilizado fue el Varimax, lo que nos permitió identificarlos dos factores descritos. Para el estudio de la fiabilidad se calculó el indicador de su consistencia interna. En consecuencia, el coeficiente alpha de Cronbach es 0,887. En relación a la especialidad cursada, Lenguas extranjeras y educación Infantil son las que puntúan más alto en el estilo activo, siendo educación física los que genera menos evaluaciones positivas en relación al estilo activo. Tabla 5. Especialidad E.E. Tradicional Activo Total L. Ed. Infantil 16.08% 83.20% 100.00% Ed. Primaria 22,74% 77.26% 100.00% Ed. Física 25.38% 74.62% 100.00% Ed.Musical 20.9% 79.10% 100.00% Extranjera 14.98% 85.02% 100.00% Las dos dimensiones descritas (enseñanza tradicional versus enseñanza activa) arrojaron diferencias a favor del sexo femenino. Así, los hombres en comparación con las mujeres, manifiestan una mayor tendencia hacia estilos tradicionales. Mientras que solamente el 18.20% de las mujeres presentan una tendencia hacia el estilo tradicional y un 81.80% hacia el estilo activo; el 26,18% de hombres se identifica con el estilo tradicional y el 73.82% lo hace con el estilo activo. Por tanto, las futuras docentes que participaron en este estudio rechazan más que los hombres el estilo tradicional. Tabla 6. Sexo E.E. Tradicional Activo Total Hombre 26.18% 73.82% 100.00% Mujer 18.20% 81.80% 100.00% En relación a la edad, los resultados obtenidos confirman un patrón ascendente hacia los estilos de enseñanza activos. Reinventar la profesión docente Tabla 9.4. Edad E.E. Menos de 20 años De 21-23 años Más de 24 años Tradicional Activo Total 20.02% 79.98% 100.00% 19.74% 80.26% 100.00% 17.54% 82.46% 100.00% Es decir, cuanto mayor es la edad del alumnado mayor es la inclinación hacia estilos más activos. 10.-CONCLUSIONES Esta investigación ha servido para constatar que los estudiantes del último curso de las Facultades de Ciencias de la Educación de Galicia se decantan preferentemente por la selección de comportamientos coherentes con los postulados del estilo de enseñanza activo aunque estas convive, en un bajo porcentaje, con actitudes relacionadas con una perspectiva tradicional. Si nos atenemos a los datos aportados por los análisis estadísticos y descriptivos en relación a las especialidades confirmamos la poca aceptación que manifiesta el enfoque tradicional en líneas generales, por lo que concluimos que la especialidad elegida no influye en la configuración de un estilo de enseñanza determinado. En la muestra también se encontraron escasas diferencias en los estilos de enseñanza en relación al sexo. Analizadas las creencias previas relacionadas con la edad, se percibe que a medida que aumenta el rango de edad también se incrementa el porcentaje de sujetos que manifiesta la preferencia por un enfoque activo. A propósito de lo referido anteriormente, Delgado, Medina y Viciana (1996) han realizado una investigación sobre la preferencia de los estilos de enseñanza de los futuros profesores de Educación Física. Los resultados indican una clara tendencia hacia estilos activos y una valoración negativa hacia estilos tradicionales. En una investigación posterior, Delgado (1998) estudia los estilos de enseñanza en estudiantes en formación inicial de Educación Física y profesores en ejercicio de su profesión. En ambos casos hay un claro predominio de los estilos activos frente a los estilos tradicionales. No obstante es necesario señalar que no existen estilos de enseñanza puros, cada persona manifiesta un estilo de enseñanza preferente, una constancia en su actuación y una coherencia en su comportamiento pero puede presentar rasgos de otro estilo. De todas formas es deseable que sea capaz de combinar ambos estilos en función del estilo de aprendizaje del alumno y de la situación de aprendizaje concreta. Sin embargo, el ejercicio de la docencia y en consecuencia, la manifestación de los estilos de enseñanza, pueden verse 191 192 Mesa 12 obstaculizados por factores ajenos al docente, como la propia estructura y configuración institucional (tamaño, sistema de comunicaciones, recursos, etc). En todo caso, nuestra intención es provocar a través del estudio y descripción de la realidad, el análisis y la reflexión en torno a la naturaleza e implementación de una determinada forma de actuación en las aulas. Consideramos que para optimizar la calidad del desarrollo docente es necesario conocer las concepciones previas que subyacen en las creencias de los futuros docentes sobre lo que debe ser una actuación de calidad. Ello supone un avance en el estudio de la eficacia docente, ya que entorno a cada estilo se agrupan una serie de comportamientos o patrones de conducta que permiten cotejar estas dimensiones con los resultados de aprendizaje de los alumnos. 11.-BIBLIOGRAFÍA Anderson, H.H. (1939). Domination and social integration in the behavior of kindergarten children and teachers. Genetic psychological monographs. 21, 287-385. Bennett, N. (1979). Estilos de enseñanza y progreso de los alumnos. Madrid. Morata. Bericat, E. (1998). La integración de los métodos cuantitativo y cualitativo en la Investigación social. Barcelona. Ariel. Bisquerra, R. (1989). Métodos de investigación educativa: Guía práctica. Barcelona. CEAC. Cohen, L, y Manion, L. (1990): Métodos de investigación cualitativa. 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Para que la transformación y el cambio se produzcan, es necesario que la triple dimensión del estudiante: cognitiva, afectiva y efectiva se modifiquen. En la formación de maestros/as nos encontramos con situaciones en las que "ante una propuesta provocadora sobre el tipo de enseñanza...argumentan que no la entienden o no están de acuerdo” (Oliver, 2009). Sería útil disponer de un instrumento que nos permitiera determinar cuáles son los valores y creencias de los estudiantes que impiden la innovación y la mejora de su formación. Así pues, el objetivo de este trabajo es construir un instrumento que permita determinar cuáles son las creencias, valores y concepciones que tienen, explorando las siguientes dimensiones: a) concepción de la enseñanza, b) fundamentos psicológicos y sociológicos para la toma de decisiones, c) Concepción del currículo y d) valoración de los elementos del currículo y hacer una propuesta de cambio formativo en el currículo de los estudiantes. Para la construcción del instrumento partiremos de los estudios de los siguientes autores: Hargreaves, Earl y Ryan, 1999; Fullan, 1996; Escudero, 1993, Oliver, 2009, Feiman-Nemser, 2001, Ng, 2010 y otros autores que internacionalmente estudian el tópico de las concepciones y creencias previas a la formación de maestros. Para realizar este estudio se confeccionó un cuestionario, basándonos en la bibliografía existente sobre el tema y que se expone en el apartado correspondiente. Una vez construido el cuestionario se buscará la validez de contenido en consulta con otros profesores implicados en la formación de maestros y finalmente se validará. 195 196 Mesa 12 La muestra se elije de modo intencional y constará de todos/as los estudiantes universitarios del grado de Grado de Primaria, así como alumnado del MFPES. Posteriormente se hará un análisis factorial de componentes principales y se le aplicará la rotación oportuna para lograr el significado sustantivo de los factores. Se espera que se pueda, a través de las puntuaciones factoriales encontrar clusters de creencias que nos definan algunos tipos característicos y generales de creencias para poder sistematizar el diseño del currículo. Marco teórico Cambiar y mejorar la realidad educativa de nuestros centros, renovar para mejorar son inquietudes recogidas en la L.O.E. (2006) como herramientas para mejorar la calidad de la educación. Esto implica un cambio, una modificación no evolutiva que debe producirse en la realidad educativa, teniendo muy presente que la intencionalidad es crucial para que ésta pueda llegarse a alcanzar. La innovación pues, se identifica con una acción donde la clave está en el proceso más que en la naturaleza misma de lo que se introduce, pero este cambio ha de ser nuevo, para el sistema en el que se introduce, aunque no sea original en sí mismo y exitoso (Giné y Parcerisa, 2003; De la Herrán, 2008). Cuando alguien innova, cambia el estado de las cosas. Ésta es nuestra premisa de partida, innovar para cambiar. Como punto de partida, debemos destacar la propuesta de Mérida Serrano (2009: 41) en relación con la formación inicial del profesorado, la cual compartimos: 1) Los maestros han de desarrollar sus tareas en un contexto socio– cultural determinado, generalmente desconocido y alejado de su propio contexto vital, e imprevisible en el momento de su formación. 2) Su labor se sitúa en contextos prácticos caracterizados por la convergencia y simultaneidad de múltiples elementos (físicos, psicosociales, epistemológicos, didácticos, axiológicos...) 3) La tarea docente se desarrolla en un marco institucional determinado que, como organización, posibilita o dificulta, favorece o perjudica, potencia o inhibe unas determinadas prácticas, valores y actuaciones 4) La labor del maestro se debe desarrollar en un clima de colaboración, practicando una dinámica de coordinación entre colegas que favorezca el intercambio de experiencias, innovaciones y dificultades, 5) A los y las educadoras se les demanda desarrollar una óptima mediación entre el conocimiento científico de las distintas disciplinas y las capacidades de aprendizaje del alumnado. 6) A los docentes, en la actualidad, se les ha elevado su status profesional, y ya no aparecen como tecnólogos educativos que se limitan a ejecutar las disposiciones que dictaminan las distintas administraciones educativas. 7) Otro de los requerimientos fundamentales de los y las educadoras actuales es su preparación en el ámbito de la orientación personal, familiar y profesional. Reinventar la profesión docente Sin embargo, desde nuestra experiencia como docentes universitarios en la formación inicial del profesorado, encontramos que el alumnado de las titulaciones relacionadas con el campo educativo, conocen los conceptos, qué significa innovar, nuevos métodos de enseñanza, herramientas que pueden facilitar dicha innovación, y sin embargo, no siempre se produce ese cambio y mejora en su formación que les permita entender la enseñanza de un modo diferente a cómo la entendían cuando eran alumnos y alumnas. ¿Cuáles son los valores y creencias de los estudiantes que impiden la innovación y la mejora de su formación?. Creemos junto con Oliver (2009) que sería conveniente acompañar al alumnado durante su formación inicial a tomar conciencia de sus creencias sobre la enseñanza, y su actitud hacia ella, explicada por esa triple dimensión a la que hacíamos referencia cognitiva, afectiva y efectiva, que incide en la aceptación o rechazo de los aspectos contextuales, culturales, curriculares, evaluativos o sociales implicados en el proceso enseñanza-aprendizaje. Esto nos lleva a plantearnos, otro de los dilemas objeto de estudio en el campo de la formación del profesorado las prácticas educativas y el pensamiento del profesorado. Tema de estudio que consideramos necesario tener en cuenta en la planificación y desarrollo de la formación inicial del profesorado, ya que como ha sido puesto de manifiesto en numerosos estudios previos, el profesorado reproduce los modelos interiorizados durante su paso por el sistema educativo cuando eran alumnos, pese a la formación recibida y la adquisición de conocimientos, si bien, no siempre existe una correspondencia entre los conocimientos y su modo de actuar. “Lo cual no significa que no posean conocimientos de carácter proposicional que informen sus actuaciones; significa que estos conocimientos no provienen como fuente única de la teoría pedagógica” (Mérida Serrano, 2009: 42). Es lo que denomina Gimeno Sacristán (1991) esquema práctico. Las teorías implícitas subyacentes a las tradiciones formativas predominantes son la traslación del conocimiento teórico a las decisiones de acción práctica; es decir, cómo hacen frente a situaciones complejas a las que han de enfrentarse, lo que en palabras de Mérida Serrano (2009) suponen dos consecuencias: trabajar modelos formativos homogeneizadores y olvidar el carácter contextualizador que caracteriza la actividad docente. Metodología Datos del cuestionario: El cuestionario está formado por 93 ítems, dividido en cuatro subescalas (denominadas dimensiones) que tratan de representar las creencias del profesorado en función de las teorías macrocurriculares existentes en la literatura. Cada subescala presenta una escala tipo Likert donde se deben situar, indicando su desacuerdo o no respecto a las afirmaciones que se le presentan en las cuatro opciones. La primera subescala contiene 37 ítems, la segunda 17 ítems, la tercera 16 ítems y la cuarta 23 ítems. 197 198 Mesa 12 Los ítems han sido redactados describiendo pensamientos que se corresponden a cada una de esas teorías. A saber: teoría tradicional, racional tecnológica, hermenéutica interpretativa y sociocrítica. La confección de los ítems se ha hecho siguiendo la descripción de esas teorías en textos como el de Lorenzo (1994), Hargreaves, Earl y Ryan (1999), Fullan (1996), Escudero (1993), Oliver (2009), Feiman-Nemser (2001) y Ng (2010). Cada una de las subescalas del cuestionario describe ampliamente cada uno de los aspectos de las teorías: la concepción de la enseñanza, elementos que se enfatizan en el currículo, los elementos que se remarcan en la toma de decisiones y los fundamentos teóricos de estas últimas. El propósito de estos ítems es determinar qué factores subyacen en cada subescala y si éstos se corresponden y describen adecuadamente las creencias y preconcepciones que el alumnado tiene antes de comenzar sus estudios enfocados a ser profesor de los distintos niveles educativos no universitarios. Esto sería de vital importancia para diseñar las enseñanzas en la formación inicial del profesorado y que consigan adquirir las competencias profesionales que se les va a demandar para ser profesores de principios del siglo XXI. Muestra La muestra se ha seleccionado de forma intencional entre el alumnado matriculado en el Máster de Formación del Profesorado de Educación Secundaria en la Facultad de Educación de la UEx de la Universidad de Extremadura durante el curso 2009-2010. La muestra (población) está compuesta por 120 personas, pertenecientes a cuatro especialidades: Orientación Educativa, Tecnología, Educación Plástica y Musical y Economía y Empresa, que indican la formación previa del alumnado. La muestra participante en nuestro estudio es inicialmente, de 79 personas, si bien hay que hacer notar que el número de participantes varía en cada subescala, ya que fue respondida de modo voluntario y algunos alumnos o alumnas no contestaron alguna de las subescalas. Dimensión I: 79 personas, Dimensión II: 74, Dimensión III: 70, Dimensión IV: 67. La recogida de los datos se realizó a través de cuatro formularios on-line, mediante una de las herramientas que ofrece Google Documents. Estos datos son generados y recogidos en formato .xls dispuestos, conforme a las respuestas dadas por cada persona. La plantilla de una de las dimensiones puede ser visualizada en la dirección: https://spreadsheets.google.com/viewform?hl=en&formkey=dFNfV09EeEZCeF ZDd2JKNVV5MkRZV0E6MA#gid=0. Una vez recogidos, los datos fueron exportados al programa de análisis de datos estadístico SPSS 15.0, para proceder al posterior análisis de datos. Reinventar la profesión docente Análisis de datos Como se pretendía detectar variables latentes entre los ítems del cuestionario se realizó un análisis factorial de componentes principales, con rotación Varimax a través de la versión 15 del programa SPSS de cada una de las subescalas. La extracción de los factores se ha realizado teniendo en cuenta los requisitos previos para poder realizar dicho análisis que autores como Norušis (2010) y Field (2009) señalan. A saber: • Que la medida de adecuación de la muestra Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) sea superior a 0.5. • Seleccionar factores observando la inflexión del gráfico de sedimentación (Screen plot). • Que el determinante de la matriz de corelaciones (R-Matrix) sea mayor de 0.00001. • Que la prueba de esfericidad de Bartlett sea significativa (p<0.01). El resultado del análisis de componentes principales se ha sometido a la rotación de factores ortogonal Varimax y se han obtenido los siguientes resultados, para las diferentes subescalas, donde podemos observar las matrices de componentes principales: a) Subescala 1 Matriz de componentes rotados(a) Componente v17 v13 v16 v19 v33 v20 v15 v24 v12 v11 v14 v37 v23 v25 v26 v30 v34 v28 v36 v35 v9 1 ,759 ,722 ,619 ,594 ,581 ,549 ,537 ,478 ,442 ,386 ,371 2 3 4 ,384 ,414 ,364 -,357 ,351 ,694 ,673 ,592 ,588 ,567 ,555 ,483 ,469 ,384 ,326 -,349 199 200 Mesa 12 v8 v4 v3 v2 v1 v18 v7 v10 v22 v21 v5 v27 v29 v6 v32 v31 ,114 ,680 ,642 ,632 ,607 ,491 ,323 ,480 ,125 ,322 -,313 ,302 ,376 ,433 -,304 ,685 ,678 ,532 ,500 ,476 ,455 ,448 -,359 Método de extracción: Análisis de componentes principales. Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser. a La rotación ha convergido en 6 iteraciones. Subescala 2 Matriz de componentes rotados(a) Componente 1 2 3 v45 ,698 v40 ,671 v38 ,567 ,378 v41 ,545 ,366 v44 ,499 v43 ,498 ,384 v39 ,455 v51 ,382 ,340 v47 ,808 v52 ,769 v54 ,712 v48 ,320 ,633 ,348 v53 ,507 ,439 v50 ,744 v46 ,675 v42 ,361 ,522 v49 ,479 Método de extracción: Análisis de componentes principales. Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser. a La rotación ha convergido en 8 iteraciones. Reinventar la profesión docente Subescala 3 Matriz de componentes rotados(a) Componente 1 2 3 v63 ,651 v67 ,646 v55 ,623 -,308 v60 ,615 ,522 v56 ,607 v68 ,570 v61 ,568 ,330 v70 ,704 v62 ,360 ,598 v66 ,561 v69 ,559 v58 ,442 ,544 v59 ,527 v57 ,481 ,438 v64 ,765 v65 ,653 Método de extracción: Análisis de componentes principales. Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser. a La rotación ha convergido en 7 iteraciones. Subescala 4 Matriz de componentes rotados(a) Componente 1 2 v93 ,761 v91 ,697 ,327 v87 ,651 v80 ,615 v92 ,575 v83 ,569 v82 ,439 v74 ,674 v76 ,621 v77 ,619 v89 ,601 v81 ,590 v79 ,564 v75 ,314 ,534 v88 ,399 ,498 v90 ,417 ,476 v86 v84 v78 3 ,423 -,360 ,689 ,586 201 202 Mesa 12 v73 v72 v71 v85 -,421 ,376 ,347 ,332 -,305 ,576 ,460 ,389 ,353 Método de extracción: Análisis de componentes principales. Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser. a La rotación ha convergido en 10 iteraciones. Como se puede apreciar se han determinado cuatros factores en la dimensión 1, y tres factores en las restantes dimensiones. Discusión de resultados En cada una de las subescalas subyacen unos factores que sería deseable que pudieran identificarse con aspectos relevantes de cada una de las teorías macrocurriculares que hemos utilizado. Si así fuera, a través del cuestionario total podríamos diagnosticar qué aspectos de cada una de las teorías subyace en las respuestas al cuestionario del alumnado. Dicha identificación nos permitiría revelar las creencias que el alumnado arrastra hasta los estudios de Formación del Profesorado y que limitan y condicionan la formación posterior. Realizada la lectura atenta de los ítems de cada subescala, se pueden identificar cada uno de los factores determinados estadísticamente con los siguientes aspectos de cada una de las teorías macrocurriculares. A saber: En la subescala 1: Factor 1: Relacionado con una visión de “aprendizaje exógeno” facilitado por el profesor. Factor 2: Relacionado con un modelo de Enseñanza transmisora de conocimientos. Factor 3: Relacionada con contenidos académicos tradicionales. Factor 4: Relacionada con un profesor artesano que sabe trucos y recetas. Como se puede apreciar, los factores que se han obtenido son aquellos que subyacen a un modelo de profesor tradicional, que aunque se pueda pensar que ya no existe, las características que lo definen subyacen en las creencias de muchos de los futuros profesores/as. En la subescala 2: Factor 1: Relacionado con la programación y los objetivos. Factor 2: Relacionado la evaluación de los objetivos programados. Factor 3: Relacionado con las técnicas y la metodología a emplear en el aula. En este caso también vemos que los factores que subyacen son los característicos de una visión de la educación desde la perspectiva racional tecnológica. Reinventar la profesión docente En la subescala 3: Factor 1: Relacionado con los proceso de enseñanza aprendizaje Factor 2: Relacionados con el papel del currículo. Factor 3: Relacionada con la visión del profesor como mediador entre la cultura del grupo social y la escolarizada. De nuevo, vemos que los factores se corresponden con las características del modelo que subyace en esta subescala: el modelo hermenéutico interpretativo. En la subescala 4: Encontramos tres factores que se pueden, claramente, asociar con características del modelo que la subescala pretende identificar. Así pues identificamos los siguientes factores: Factor 1: Relacionado con la Enseñanza como actitud crítica. Factor 2: Relacionado con el Currículo como instrumento de transformación, mejora y cambio. Factor 3: Relacionado con la dimensión social, política y moral de la Educación. Conclusiones A partir de los datos, es posible determinar algunas de las creencias del alumnado antes de comenzar su formación como profesores, para así adecuar su formación a la modificación de sus creencias y prejuicios acerca de la enseñanza y la educación. Pensamos que el uso del instrumento sería muy sencillo y nos permitiría un rápido diagnóstico de las necesidades formativas de nuestro alumnado, para posteriormente, incorporar los conocimientos y actitudes correspondientes a los modelos pertenecientes a las cuatro grandes teorías curriculares, para poder favorecer procesos de innovación y mejora dentro de la formación inicial del profesorado y por extensión, a las prácticas de enseñanza del futuro profesorado. El alumnado puntúa por encima de la media en las cuatro subescalas, si tenemos en cuenta que se trata de una escala tipo Likert donde deben elegir una sola opción. En la Dimensión I la media es 2,77, Dimensión II 3,17, Dimensión III 3, Dimensión IV 2,89. Como podemos observar, las puntuaciones son superiores a la media (2 puntos), lo que nos lleva a pensar que tienen interiorizado un modelo principalmente racional tecnológico, seguido de cerca por quienes dicen estar más cerca del modelo hermeneútico-interpretativo y algo menos aunque también por encima de la media, los modelos sociocrítico y el modelo tradicional, respectivamente. Estos aspectos han de ser tenidos en cuenta en la mejora del diseño de los planes de estudio, que están sometidos a revisión continua, en relación a la formación inicial del profesorado tanto de Educación Primaria como de Educación Secundaria, añadiendo las propuestas provenientes de los resultados de este estudio, entre otras: - Apostar por ejemplos reales y prácticas docentes basadas en modelos de enseñanza alternativos, donde observen y vivan situaciones a las que 203 204 Mesa 12 profesorado en activo hace frente mediante la apuesta por métodos y modelos alternativos, a pesar de la escuela tradicional y la transmisión de contenidos. - Hacer de la innovación el modus operandi de nuestra propia práctica docente en la formación inicial del profesorado. - Incluir en la formación inicial del profesorado alguna materia con contenido específico relativo a la innovación docente. - Dotar al alumnado de herramientas y crear situaciones de aprendizaje mediante supuestos prácticos que les lleven a pensar estratégicamente, proponiendo soluciones creativas e innovadoras frente a los retos a los que han de hacer frente hoy en día, teniendo en cuenta las demandas educativas, sociales, laborales, culturales y económicas de la sociedad del siglo XXI. - Transmitir por encima de todo el gusto por la mejora de la enseñanza, y hacer de la metodología docente nuestro mejor argumento para renovar la educación de hoy y de mañana. 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En la sociedad denominada de la información y del conocimiento, es necesario que los estudiantes, sobre todo aquellos que quieran desarrollar la carrera docente, posean aptitudes para el acceso y uso de la información (Jonhson, 2001), lo que supone que sean capaces de reconocer no sólo cuándo necesitan la información, sino también cómo identificarla, localizarla, evaluarla y utilizarla eficazmente para responder a un problema planteado, para tomar una decisión y comunicarla de manera ética (Abell y otros, 2004). La situación descrita nos mueve a iniciar esta investigación para conocer las competencias de los estudiantes de Magisterio de la Universidad de Oviedo en relación a la ‘gestión de la información’. Es decir, queremos saber si conocen los múltiples depósitos de información (centros de documentación, asociaciones científicas, organizaciones profesionales, bases de datos bibliográficas y hemerográficas…), cómo evalúan la validez y fiabilidad de las fuentes de información, su grado de comprensión de las mismas y si utilizan el conocimiento obtenido de una manera legal y ética. El informe que ahora presentamos constituye una parte de un estudio más amplio, que ha sido realizado con financiación del Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Oviedo (Proyectos de Investigación de Grupos Emergentes, Modalidad B, del año 2008, UNOV-08-MB-4, y del año 2009, UNOV-09-RENOV-MB-4) y que lleva por título “Análisis de las necesidades de formación en 'Gestión de la Información' para potenciar el aprendizaje autónomo”. ‘Alfabetización Informacional’ (ALFIN) y ‘Gestión de la Información’ (GI) Nuestro estudio enlaza con los planteamientos de organizaciones internacionales y nacionales especializadas en la normalización y difusión de la información, así como con varios estudios como el de Candy, Crebert y O’Leary (citado en Bundy, 2004: 5) y especialmente con la Agenda para la investigación en instrucción bibliográfica y alfabetización informacional. En él tomaremos en Reinventar la profesión docente cuenta las directrices señaladas por instituciones ligadas a la documentación y a la biblioteconomía tanto internacionales (como la American Library Association, -A.L.A.-; la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios -I.F.L.A.-; la Federación Internacional de Información y Documentación -F.I.D.-) como nacionales (A.N.A.B.A.D. y AENOR, que se ocupa de trasladar las normas internacionales -I.S.O- a las correspondientes normas nacionales o normas UNE -Una Norma Española-), que trabajan en la promoción de la conciencia nacional e internacional acerca de la necesidad de desarrollar las aptitudes para el acceso y uso de la información y en la denominada alfabetización informacional (ALFIN), facilitando la adquisición de habilidades en los ciudadanos y especialmente en los universitarios. El concepto de alfabetización informacional ha sido definido como “habilidades que permiten saber cuándo se necesita información, cómo identificar, acceder, evaluar y utilizar eficazmente la información para resolver el problema en cuestión” (National Forum on Information Literacy, 2006) y supone alcanzar un conjunto de competencias, que difieren en las distintas propuestas realizadas por diferentes asociaciones, entre las que cabe señalar las siguientes: • La American Library Association (ALA) hace una propuesta sobre las competencias que se deben desarrollar en la educación superior, estableciendo las seis siguientes (American Library Association, 2000): American Library Association (ALA) - Determinar el alcance de la información requerida. - Acceder a la información necesaria con eficacia y eficiencia. - Evaluar la información y sus fuentes de forma crítica. - Incorporar la información seleccionada a su propia base de conocimientos. - Utilizar la información eficazmente para cumplir un propósito específico. - Comprender los aspectos económicos, legales y sociales que rodean al uso de la información y acceder a ella y utilizarla de forma ética y legal. • La propuesta de la Australian and New Zealand Information Literacy Framework: principles, standards and practice, publicada en 2001 y revisada en el 2004 por la Australian and New Zealand Institute for Information Literacy (ANZIIL) y el Council of Australian University Librarians (CAUL), identifica seis normas básicas que subyacen a la adquisición, comprensión y aplicación de la alfabetización informacional por un individuo y son las siguientes (Bundy, 2004): 207 208 Mesa 12 • Australian and New Zealand Information Literacy (ANZIIL) Council of Australian University Librarians (CAUL) - Reconoce la necesidad de información y determina la naturaleza y nivel - • de la información que necesita. Encuentra la información que necesita de manera eficaz y eficiente. Evalúa críticamente la información y el proceso de búsqueda de la información Gestiona la información reunida o generada. Aplica la información anterior y la nueva para construir nuevos conceptos o crear nuevas formas de comprensión. Utiliza la información con sensatez y se muestra sensible a las cuestiones culturales, éticas, económicas, legales y sociales que rodean al uso de la información. El Chartered Institute of Library and Information Professionals (CILIP) indica que las habilidades (o competencias) necesarias para que una persona pueda ser considerada como alfabetizada en información consisten en la comprensión de los siguientes aspecto (Abell y otros: 2004): Chartered Institute of Library and Information Professionals (CILIP) - La necesidad de información. - Los recursos disponibles. - Cómo encontrar la información. - La necesidad de evaluar los resultados. - Cómo trabajar con los resultados y explotarlos. - Ética y responsabilidad en la utilización. - Cómo comunicar y compartir tus resultados. - Cómo gestionar lo que has encontrado. • Por ultimo, la Society of College, National and University Libraries (SCONUL), indica que la alfabetización informacional supone el dominio de siete aptitudes principales (Society of College, National and University Libraries, 1999). Society of College, National and University Libraries (SCONUL) - Aptitud para reconocer la necesidad de información. - Aptitud para distinguir entre las distintas formas de tratamiento de la necesidad de información reconocida. - Aptitud para construir estrategias de localización de la información. - Aptitud para localizar y acceder a la información - Aptitud para comparar y evaluar la información obtenida en diversas fuentes. Reinventar la profesión docente - Aptitud para organizar, aplicar y comunicar la información a otras personas y de forma adecuada a cada situación. - Aptitudes para sintetizar y edificar a partir de la información existente, contribuyendo a la creación de nuevo conocimiento. Actualmente estamos inmersos en un proceso de cambio de planes de estudio para adaptar la enseñanza universitaria al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), pero los documentos relacionados con este proceso de convergencia no hacen referencia directa a la ALFIN, sino que van más lejos y acuñan una nueva terminología más acorde con sus supuestos metodológicos. En este momento, se considera que la finalidad del proceso de enseñanzaaprendizaje debe situarse en el desarrollo de competencias, tanto específicas de la profesión elegida, como de aquellas otras, denominadas competencias genéricas, que permitan al individuo seguir aprendiendo y mantenerse actualizado respecto de los avances que se produzcan, además, de ser capaz de adquirirlas por sí mismo en el futuro (Comisión Europea, 2000, 2001). Se trata de conseguir que los estudiantes adquieran los conocimientos, destrezas, habilidades y actitudes necesarias, que les permitan hacer frente a sus futuras tareas diarias como profesionales (Jefatura del Estado, 2001, art 1°). En este sentido, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) detecta que, tanto los profesionales como el profesorado del ámbito educativo, consideran fundamental incluir en los nuevos planes de estudios una competencia genérica clave para el éxito futuro de los titulados, denominada gestión de la información (GI), a la que se atribuye en determinadas titulaciones “el carácter de herramienta con una finalidad procedimental” (ANECA, 2005). En el caso de los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de maestro en educación infantil y primaria, figura entre las competencias a conseguir por los estudiantes “Adquirir hábitos y destrezas para el aprendizaje autónomo y cooperativo y promoverlos entre los estudiantes” (Ministerio de Educación y Ciencia, 2007a, apartado 3.10; Ministerio de Educación y Ciencia, 2007b, apartado 3.11). Ser capaz de gestionar la información es un prerrequisito para lograr ese aprendizaje autónomo y continuo, tal y como han demostrado los estudios internacionales citados (Candy, Crebert y O’Leary, citado Bundy, 2004). Por todo esto, consideramos que es preciso que se contextualice la situación actual de logro de la competencia de gestión de la información en la población de estudiantes universitarios asturianos, para que a partir del análisis de los datos obtenidos, se pueda plantear cuáles son las habilidades más o menos desarrolladas, de modo que puedan ser integradas en los planes de estudio que se elaboren para adaptar las titulaciones al EEES. Asimismo, todo ello debe ir acompañado de una formación y orientación del profesorado universitario que deberá integrar esta competencia en el proceso de enseñanza y aprendizaje, teniendo en cuenta que el carácter especializado del campo profesional requiere conocimientos no sólo técnicos sino también específicos de cada ciencia (un ejemplo de aplicación al campo de la educación puede verse en Molina, Iglesias y Diego, 2008a, 2008b y 2010). 209 210 Mesa 12 OBJETO O PROPÓSITO Objetivo general: El objetivo principal que se plantea en este estudio es de detectar las habilidades con que cuenta el alumnado de magisterio en el momento de iniciar sus estudios universitarios y las que tiene al finalizarlos, de forma que se detecten las carencias no cubiertas en la titulación de diplomado en magisterio, en sus distintas especialidades, y que pueden ser subsanadas en los planes de estudio de los nuevos grados de maestro en Educación Infantil o en Educación Primaria. Objetivos específicos: • Adaptar las normas utilizadas en el ámbito internacional para valorar el nivel de competencia de un individuo en el acceso y uso de la información al contexto español. • Diseñar un cuestionario sobre 'Gestión de la información' que permita la detección de habilidades y carencias del alumnado de la escuela universitaria de magisterio de la Universidad de Oviedo en el acceso y uso de la información. • Identificar las habilidades que manifiestan los estudiantes de magisterio de la Universidad de Oviedo en relación con la competencia 'gestión de la información’. o Analizar la competencia al inicio de los estudios. o Analizar el nivel de dicha competencia al final de los estudios o Detectar posibles carencias que deberían cubrir los nuevos planes de estudio. METODOLOGÍA O PROCEDIMIENTOS El proceso seguido en esta investigación se compone de las siguientes fases, desarrolladas entre mayo de 2008 y mayo de 2010: Elaboración de un cuestionario para valorar el nivel de habilidades sobre 'gestión de la información'; aplicación del cuestionario al alumnado de la escuela universitaria de magisterio de la Universidad de Oviedo; y análisis de los resultados obtenidos de dicha aplicación. Elaboración del cuestionario GESTINF. Una vez definidas las habilidades comprendidas en la competencia de ‘gestión de la información’, se diseñó un cuestionario inicial para recoger la información sobre el dominio de las mismas por parte del alumnado de magisterio de la Universidad de Oviedo, que consiste en un cuestionario ad hoc con preguntas cerradas, en relación a: Reinventar la profesión docente i. Percepción de conocimientos (enunciados en los que el alumnado afirme si ‘domina’ o no las distintas habilidades). ii. Conocimientos prácticos reales (preguntas evidencien si se ‘dominan’ o no las habilidades). prácticas que Para elaborar este cuestionario, al que denominamos Cuestionario sobre Gestión de la Información (GESTINF) hemos establecido seis normas básicas que permiten identificar que una persona está alfabetizada en información: 1. Saber qué buscar y dónde; 2. Saber buscar lo que se necesita; 3. Evaluar lo encontrado y replantear la búsqueda; 4. Registrar la información localizada; 5. Elaborar la información y publicarla; y 6. Utilizar la información respetando privacidad, intimidad y autoría. Para identificar estas seis normas hemos consultado las aportaciones de las asociaciones estadounidense (ALA), australianas (ANZIIL y CAUL) y británicas (CILIP y SCONUL), así como la traducción realizada por la European Network on Information Literacy del Cuestionario Estudio sobre Alfabetización Informacional (ENIL) (la traducción del cuestionario ENIL, realizada por Cristóbal Pasadas Ureña, está disponible en: http://www2.ceris.cnr.it/Basili/EnIL/Spanish_questionnaire.html). El cuestionario final consta de una primera parte, dirigida a recoger datos de la muestra (titulación y especialidad que estudian, curso, edad,…) y, de una segunda, compuesta por dieciocho ítems, dirigida a identificar las habilidades relacionadas con el acceso y uso de la información de los estudiantes universitarios. Los ítems son formulados destacando ciertas palabras con la intención tanto de fijar la atención del estudiante en la acción que le planteamos como de facilitar la respuesta. Concretamente GESTIF, está compuesto por los siguientes ítems: • del 1 al 3, tratan de identificar si el estudiante reconoce cuándo necesita información y sabe cómo y dónde buscarla (norma uno): alcance de los buscadores, localizar libros, consultar referencias en los libros. 211 212 Mesa 12 • del 4 al 7, tratan de valorar la capacidad del individuo para buscar y encontrar la información que necesita (norma dos): estrategias de búsqueda de catálogos, elaboración de ecuaciones de búsqueda, uso de operadores lógicos y uso de bases de datos. Reinventar la profesión docente • del 8 al 10, valoran la capacidad del estudiante para evaluar lo encontrado y, en caso necesario, replantear la búsqueda para obtener nueva información (norma tres): fiabilidad de las fuentes de información, características distintivas de las fuentes de información y estrategias para replantear la búsqueda realizada. 213 214 Mesa 12 • del 11 al 13, tratan de conocer cómo registran los estudiantes la información encontrada (norma cuatro): normas de citación, identificación de datos clave para identificar una referencia bibliográfica y estrategias para registrar la información localizada. Reinventar la profesión docente • el 14 y el 15, valoran la capacidad del estudiante para construir algo nuevo a partir de la información encontrada y difundirlo, si resulta oportuno (norma cinco): medios de difusión de la información y estrategias de divulgación. • del 16 al 18, se refieren al uso de la información que hace el estudiante, respetando la privacidad, intimidad y autoría (norma seis): incorporación de la información encontrada en sus trabajos académicos e inclusión de referencias en el texto (cuándo y cómo incluirlas). 215 216 Mesa 12 Muchos de los ítems tienen respuestas correctas en distinto grado (ítems 2, 3, 4, 5, 8, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 17 y 18), por lo que la respuesta idónea ha sido valorada con 4 puntos y las adecuadas, aunque no exactas, con 2 ó 1 punto. En el resto de los ítems (1, 6, 7, 11 y 16) se ha valorado con 4 puntos la única respuesta correcta. Las respuestas mejor valoradas a cada ítem suman 72 puntos. Concretamente, la distribución de puntuaciones que hemos utilizado para cada ítem es la siguiente: NORMA ITEMS RESPUESTAS a) b) 1 4 puntos NORMA 2 2 puntos 1 3 4 4 puntos NORMA 5 4 puntos 1 punto 2 6 7 8 2 puntos 4 puntos NORMA 9 1 punto 2 puntos 3 10 2 puntos 4 puntos 11 4 puntos NORMA 12 2 puntos 4 13 2 puntos 3 puntos NORMA 14 1 punto 1 punto 5 15 1 punto 2 puntos 16 4 puntos NORMA 17 2 puntos 2 puntos 6 18 c) d) e) 2 puntos 4 puntos 2 puntos 1 punto 4 puntos 1 punto 2 puntos 2 puntos 4 puntos 1 punto 2 puntos 2 puntos 2 puntos 1 punto 4 puntos 4 puntos 2 puntos 4 puntos 4 puntos 2 puntos 3 puntos 4 puntos 2 puntos 4 puntos 1 punto 4 puntos 4 puntos Este cuestionario fue sometido a una aplicación piloto a través de la web, que permitió mejorar el propio instrumento y hacer una primera estimación de las carencias del alumnado universitario consultado. Aplicación del cuestionario GESTINF. La aplicación definitiva se ha realizado en dos momentos diferentes y en dos cursos consecutivos (2008/2009 y 2009/2010). En el curso 2008/2009 se recogió la información en octubre de 2008 (grupos de primer curso para analizar sus habilidades antes de comenzar su formación en la Universidad) y en mayo de 2009 (grupos de tercer curso de todas las especialidades de magisterio para analizar sus habilidades justo antes de concluir sus estudios universitarios). Esta recogida de información se repite en octubre de 2009 y mayo de 2010. El cuestionario se ha aplicado a la totalidad del alumnado de la escuela universitaria de magisterio, quedando la muestra constituida por los estudiantes Reinventar la profesión docente que se encontraban en el aula en el momento de la aplicación: 824 alumnos/as que cursan las especialidades de Educación Especial (24,6%), Educación Musical (14,1%), Educación Infantil (20,3%), Educación Primaria (16,5%), Educación Física (13,6%) y Lengua Extranjera (10,9%); el 57,84% estaban cursando en el momento de la aplicación el primer curso de la titulación y el 42,2% el tercer y último curso. La distribución de la muestra es la siguiente: Análisis de resultados: Detección de puntos fuertes y débiles de la competencia 'gestión de la información'. A partir de los datos obtenidos de la aplicación del cuestionario, se llevan a cabo los siguientes análisis: 1. Diagnóstico del nivel de habilidades con que llegan los estudiantes a la Universidad, establecido a partir de los datos obtenidos en los grupos de primer curso de las seis especialidades, que nos permite conocer si están preparados para abordar el aprendizaje autónomo que promueve el EEES a lo largo de sus estudios y qué habilidades sería necesario reforzar a través de su inclusión en las distintas materias y actividades prácticas cursadas a lo largo de la carrera. Los análisis realizados han consistido en el cálculo de la puntuación media obtenida en cada una de las normas y la puntuación total obtenida por todo el alumnado conjuntamente y por cada una de las especialidades. Se lleva a cabo un contraste de medias para obtener las posibles diferencias significativas utilizando el análisis de varianza y el estadístico T de Student. 2. Diagnóstico del nivel de habilidades con que abandonan los estudiantes la Universidad, establecido a partir de los datos obtenidos en los grupos de último curso de las seis especialidades de magisterio, que nos permite conocer si las habilidades incluidas en la competencia 'Gestión de la Información' se han adquirido suficientemente para que puedan desarrollar el aprendizaje autónomo a lo largo de su carrera profesional. Se calculan de nuevo las puntuaciones medias obtenidas en cada una de las normas y las puntuaciones totales obtenidas por todo el alumnado 217 218 Mesa 12 conjuntamente y por cada una de las especialidades, realizándose contrastes de medias para obtener las posibles diferencias significativas. 3. Contraste entre los resultados obtenidos en primer y último curso, que nos indicará la aportación de los planes de estudio anteriores al proceso de convergencia europea a la formación en la competencia de ‘gestión de la información’. En este caso se analizan las diferencias entre las puntuaciones medias obtenidas en GI y en cada una de las seis normas en función de la variable curso (primero/tercero), tanto a nivel global como por especialidades, utilizándose para ello el estadístico de contraste T de Student. RESULTADOS, DEBATES O DESCUBRIMIENTOS Diagnóstico del nivel de habilidades con que llegan los estudiantes a la Universidad. El alumnado de primer curso llega a la Universidad con escasas habilidades con respecto a la competencia 'Gestión de la Información', siendo su puntuación media de 34,07 (recordamos que la puntuación máxima alcanzable es de 72 puntos) y presentado una gran dispersión (desviación típica de 8,79). Superan la media en cuanto a la Norma 1 (cuándo y dónde buscar), en la que obtienen una media de 6,96 sobre 12 (desviación típica 3,21), Norma 3 (evaluar lo encontrado y replantear la búsqueda), en la que se obtiene una media de 7,61 sobre 12 (desviación típica 2,86), y la Norma 5 (elaborar información y difundirla), en la que obtienen una puntuación media de 5,55 sobre 8 (desviación típica 1,96). Resulta especialmente preocupante su puntuación con respecto a la Norma 4 (registrar la información) en la que sólo alcanzan una puntuación media de 3,86 sobre 12 (desviación típica 2,88) y también se detectan carencias en relación a la Norma 2 (cómo buscar) cuya puntuación media es de 4,85 sobre 16 (desviación típica de 2,69) y a la Norma 6 (uso ético de la información) cuya puntuación media es de 5,55 sobre 12 (desviación típica de 3,17). Reinventar la profesión docente Analizada la información por especialidades, las puntuaciones medias obtenidas han sido las siguientes: Aunque las puntuaciones parecen, a simple vista, bastante homogéneas, es preciso indicar que el análisis de varianza realizado revela diferencias significativas entre las seis especialidades con respecto a la puntuación final obtenida y con respecto a las 5 primeras normas. Analizadas estas diferencias entre las especiales tomadas dos a dos y utilizando el estadístico de contraste T de Student, se observa que los estudiantes que eligen la especialidad de Educación Infantil muestran un puntuación total en ‘Gestión de la Información’ significativamente más alta que los que eligen las especialidades de Educación Especial (p = .001), Educación Primaria (p = .000) y Educación Física (p = .001). Además, los que eligen la especialidad de Lengua Extranjera también muestran una puntuación total significativamente superior a la de los estudiantes que eligen Educación Primaria (p = .025) y Educación Física (p = .050). 219 220 Mesa 12 Diagnóstico del nivel de habilidades con que abandonan los estudiantes la Universidad. Al finalizar sus estudios universitarios, el alumnado de magisterio sigue mostrando escasas habilidades con respecto a la competencia ‘Gestión de la Información’, alcanzando una puntuación media de 36,45, que se sitúa justo en la media, ya que el máximo alcanzable es de 72 puntos y sigue mostrando una gran dispersión (desviación típica de 8,67). Su puntuación mejora en cuanto a la Norma 1 (cuándo y dónde buscar), alcanzando una media de 7,61 sobre 12 (desviación típica de 3,21) y la Norma 3 (evaluar lo encontrado y replantear la búsqueda) cuya media es de 8,63 sobre 12 (desviación típica de 2,70) y se mantiene igual en cuanto a la Norma 5 (elaborar información y difundirla) que muestra una media de 5,18 sobre 8 (desviación típica de 2,01), por lo que estas siguen siendo las normas en la que muestran mayor habilidad. No se aprecian cambios, a simple vista, en relación a la Norma 2 (cómo buscar) que presenta una puntuación media de 4,88 sobre 12 (desviación típica de 3,21) y a la Norma 6 (uso ético de la información) con una media de 5,78 sobre 12 (desviación típica de 3,02) y, aunque sí parece que hay una mejora en cuanto a la Norma 4 (registrar la información), que alcanza una media de 4,38 sobre 12 (desviación típica de 2,77), sigue siendo en la que se muestran menores niveles de habilidad. Por especialidades, las puntuaciones medias obtenidas han sido las siguientes: Son puntuaciones mucho más homogéneas que las de primer curso, no observándose diferencias significativas en cuanto a la puntuación total en GI, ni en el análisis de varianza ni al realizar los contrastes mediante el estadístico T Reinventar la profesión docente de Student tomando las especialidades dos a dos. Sí se aprecia una diferencia significativa en cuanto a la puntuación de la Norma 2 (cómo buscar) en la que los estudiantes de la especialidad de educación especial son los que muestran menos habilidad. Contraste entre los resultados obtenidos en primer y último curso. Para comprobar si se produce una mejora significativa a lo largo de los cursos, hemos realizado un contraste de medias, utilizando de nuevo el estadístico T de Student, y hemos comprobado que los estudiantes mejoran en cuanto a la puntuación total en GI (p = .000), donde pasan de una media de 34,08 (desviación típico 8,79) a una media de 36,45 (desviación típica 8,67), y también en cuanto a las habilidades incluidas en la Norma 1 (cuándo y donde buscar) (p = .004), Norma 3 (evaluar lo encontrado y replantear la búsqueda) (p = .000) y Norma 4 (registro de la información) (p = .009). CURSO NORMA 1 1 3 NORMA 3 1 3 NORMA 4 1 3 MEDIA 6,9559 7,6063 7,6071 8,6264 3,8613 4,3822 p ,004 ,000 ,009 Por especialidades sólo se comprueba un aumento significativo en la puntuación total en GI en las especialidades de Educación Primaria (p = .010) y Educación Física (p = .044). 221 222 Mesa 12 PUNTUACIÓN TOTAL INFORMACIÓN’ Educación Primaria Primero Tercero p 31,5647 35,9216 ,010 DE ‘GESTIÓN DE LA Educación Física Primero Tercero p 32,3333 35,6724 ,044 En las seis normas se observan las siguientes diferencias significativas: NORMA ESPECIALIDAD CURSO MEDIA p NORMA Educación 1 6,7368 ,010 1 Musical 3 8,4750 Educación 1 6,3519 ,019 Física 3 7,7586 NORMA Educación 1 7,5115 ,009 3 Especial 3 8,6250 Educación 1 7,1294 ,000 Primaria 3 8,9804 Educación 1 7,4444 ,012 Física 3 8,8276 NORMA Educación 1 3,3740 ,001 4 Especial 3 4,6528 NORMA Lengua 1 4,8889 ,038 6 Extranjera 3 6,2857 CONCLUSIONES El análisis realizado nos permite extraer dos conclusiones básicas: 1. El alumnado que llega a la escuela universitaria de magisterio está escasamente preparado para afrontar el aprendizaje autónomo necesario para tener éxito en los nuevos planes de estudio en el marco del EEES, por lo que sería necesario mejorar su formación en los niveles educativos pre-universitarios; 2. El plan de estudio anterior al EEES incidía escasamente en la competencia 'Gestión de la Información' por lo que se insiste en la necesidad de que ésta sea incluida en el nuevo plan de estudios que se inicia el curso académico 2010/2011 si queremos que los futuros maestros puedan desarrollar una carrera docente en la que prime su competencia para mantener actualizados sus conocimientos. Reinventar la profesión docente BIBLIOGRAFÍA Abell, A. et al. (2004). Alfabetización en información: la definición de CILIP (UK). Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, 77, 79-84. 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T. y Diego, C. (2008b). Explorando la competencia “gestión de la información” en la educación superior. Revista de Ciencias de la Educación, 215, 279-302. 223 224 Mesa 12 Molina, S., Iglesias, M. T. y Diego, C. (2010). Gestión de la información y uso de herramientas tecnológicas en educación superior. Revista de Enseñanza Universitaria, 31 [en prensa]. National Forum on Information Literacy. (2006). What is information literacy? Recuperado de: http://www.infolit.org/index.html Society of College, National and University Libraries. (1999). Aptitudes para el acceso y uso de la información: la postura de SCONUL. Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, No. 62, 63-77. Recuperado de http://www.aab.es/pdfs/baab62/62a4.pdf Reinventar la profesión docente Análisis y proyección de la carrera profesional del profesorado a través del Observatorio Internacional de la Profesión Docente (OBIPD) Dra. Beatriz Jarauta Borrasca ([email protected]) Facultat de Pedagogia (Universitat de Barcelona) Departament de Didàctica i Organització Educativa Dra. Núria Serrat Antolí ([email protected]) Dra. Zoia Bozu ([email protected]) 1. PRESENTACIÓN En esta comunicación pretendemos ofrecer información acerca del Observatorio Internacional de la Profesión Docente (OBIPD) y mostrar los pasos seguidos para lograr su creación e institucionalización. En segundo lugar, pretendemos compartir algunos de los resultados obtenidos en la fase inicial de funcionamiento del Observatorio. El OBIPD surge como iniciativa de un grupo de instituciones y profesionales interesados en el estudio, análisis y mejora de la práctica profesional del profesorado perteneciente a todas las etapas y niveles educativos. El OBIPD (www.ub.edu/obipd/) es producto del trabajo colaborativo que, desde 2004, mantiene el grupo de investigación FODIP (Formación Docente e Innovación Pedagógica) de la Universidad de Barcelona con otros grupos e instituciones de reconocido prestigio de Catalunya, España, Europa y América Latina. En la actualidad son miembros activos del OBIPD, representantes de más de 10 universidades y centros de formación europeos y más de 12 instituciones universitarias pertenecientes a Latinoamérica. 2. LA NECESIDAD DEL TRABAJO COLABORATIVO EN LA FORMACIÓN Y MEJORA DE LA PROFESIÓN DOCENTE La enseñanza exige, en la actualidad, un trabajo colaborativo, imprescindible para mejorar la labor educativa del profesorado, la organización de las instituciones educativas y el aprendizaje del alumnado. Hoy se instaura, con fuerza, el sentimiento compartido de evitar uno de los grandes males de la docencia: el aislamiento, el funcionamiento celularista o "celularismo escolar”, donde los miembros de la comunidad educativa asumen conductas y hábitos de trabajo en los que priman el individualismo, la falta de solidaridad, la autonomía exagerada o mal entendida, la privacidad. 225 226 Mesa 12 La cultura del aislamiento en la profesión docente ha hecho que se separe el compromiso de la satisfacción en el trabajo, facilitando que en las instituciones educativas se establezcan luchas internas, que se generen aquellos patrones de trabajo, a veces egoístas y competitivos, que favorecen una atomización educativa, un continuado pensar y trabajar solos, un compartimentar y la instauración de una autonomía exagerada o el reclamo de una privacidad mal entendida. El aislamiento genera incomunicación, quedarse para sí mismo lo que se sabe o lo que no se sabe y aquello que se desea saber sobre la experiencia educativa. Una práctica social como la educativa necesita procesos de comunicación entre colegas. Explicar qué sucede, qué se hace, qué no funciona y qué sí ha tenido éxito, etc. En la actualidad, es difícil encontrar una profesión abierta al entorno social que trabaje aislada y aún menos, que se forme aisladamente. El compartir con otros dudas, contradicciones, problemas, éxitos, fracasos… se convierte en un elemento imprescindible en la formación del profesorado y en su desarrollo personal y profesional. Y una forma de combatir el aislamiento e individualismo docente es la instauración de procesos formativos basados en la colaboración. Procesos que, en definitiva, ayuden al profesorado a explicar qué le pasa, qué necesita, cuáles son sus problemas, etc. y a asumir que no son técnicos que desarrollan o implementan innovaciones prescritas por otros, sino que pueden participar activa y críticamente, desde y en el propio contexto educativo. Esto supone orientar la formación hacia procesos que provoquen una reflexión basada en la participación (aportación personal, motivación, coordinación, autoevaluación, metas comunes, normas claras) y mediante una metodología formativa flexible, abierta, basada en casos, intercambio, debates, lecturas, trabajo en grupo, incidentes críticos, situaciones problemáticas, etc. Exige también un planteamiento crítico y no domesticado de la formación, un profundo análisis de la práctica profesional desde la perspectiva de los supuestos ideológicos y actitudinales que se encuentran en su base. La formación debería asumir así un conocimiento que permita crear procesos propios de intervención, en vez de dar una instrumentación ya elaborada. Para ello será necesario que el conocimiento sea sometido a crítica en función de su valor práctico, del grado de conformidad con la realidad y analizando los presupuestos ideológicos en los cuales se basa. Aquí aparecen algo más que palabras. Aparecen muchas dificultades. Una, y muy importante, es que las estructuras organizativas escolares no están creadas (ya que fueron creadas en otra época y con otra forma de pensar la educación) para favorecer ese trabajo colaborativo. Las aulas fueron ideadas como celdas, los agrupamientos homogéneos bajo criterios no coherentes, la creciente especialización entre el profesorado y la parcelación de la enseñanza (ciclos, etapas, niveles, cursos, etc.) constriñen e impiden una forma de trabajar conjunta. Por el contrario, el Reinventar la profesión docente mantenimiento de esas situaciones y estructuras legitiman y facilitan el continuar trabajando de un modo aislado donde el profesorado no necesita tratar con los otros, excepto en los procesos burocráticos. Existe poco diálogo sobre lo qué pasa y, a veces, el intercambio es ficticio. Para evitar esta cultura personalista hay una serie de modalidades y estrategias formativas importantes y destacadas en las que basar la formación permanente en los diversos contextos educativos: la potenciación de grupos colaborativos en los territorios, los movimientos de renovación pedagógica, la agrupación de escuelas rurales, las comunidades de formación o intelectuales en una o varias escuelas, los grupos de proyectos interdisciplinarios, las redes telemáticas o no telemáticas, la afiliación o organizaciones de enseñantes, los grupos de intercambio de ideas o experiencias, los equipos autónomos de investigación sobre la práctica educativa, etc. Ahí, debe incidir la formación del profesorado. Introducir una cultura colaborativa y romper con el personalismo e individualismo pedagógico a través de la formación, requiere potenciar en la cultura del profesorado los siguientes aspectos: - El desarrollo colectivo de procesos autónomos en el trabajo docente, pero entendidos como una autonomía compartida y no como una mera suma de individualidades. Debería lucharse contra la idea de una profesión subsidiaria donde otros deben dictaminar lo que hay que hacer. - El compartir procesos metodológicos y de gestión en los centros educativos. - Introducir la existencia de la indeterminación técnica. Dar a entender que la racionalidad técnica no tiene respuesta para todo o para casi nada y que múltiples factores, no siempre predecibles o controlables, intervienen en los hechos sociales y educativos. Esto podría evitar mucha angustia entre el profesorado y la facilidad de compartir las situaciones problemáticas ya que se destruye un determinado concepto de profesor/a eficaz que, en definitiva, impide la comunicación de los fallos y errores. - Potenciar la autoestima colectiva ante los problemas que aparecen en la realidad social y en la enseñanza. La institución educativa es el fiel reflejo de lo que pasa en la sociedad y no es de recibo culpabilizar al profesorado de muchos problemas que aparecen que son producto de las nuevas estructuras familiares y sociales. - La creación y desarrollo de nuevas estructuras organizativas en los centros educativos que posibiliten una mejor enseñanza y una mayor colaboración en los procesos de gestión. 227 228 Mesa 12 El colectivo de enseñantes necesita participar conjuntamente en procesos de innovación y formación ligados a proyectos globales de la institución educativa para asumir un mayor protagonismo en su trabajo. Protagonismo que ha de surgir a partir del debate y la construcción de bases reales colectivas para dirigirse hacia una mayor cultura colaborativa. Y he aquí la importancia de quienes trabajan en la enseñanza. Saber respetarse y confrontarse para saber construir alternativas conjuntamente. Los equipos de profesores y profesoras deben romper con la cultura profesional tradicional que se ha ido transmitiendo en la profesión. Una cultura profesional viciada por muchos elementos y que ha generado unas barreras de comunicación entre un colectivo formado por personas que trabajan una al lado de la otra, separados aún por tabiques estructurales y mentales. Y una cultura que ha otorgado una valoración excesiva a la categoría profesional, al contenido académico, a la improvisación personal y al empirismo elemental, lo que ocasiona en ciertos ámbitos un fracaso profesional que repercute en la vertiente relacional. Así pues, será necesario establecer un rearme moral y profesional contra los que, normalmente desde fuera, cortocircuitan el proceso de innovación y formación y los procesos de reflexión colectiva y contrarrestan los avances de compromisos colectivos institucionales, abogando por un trabajo decantado hacia el mérito individual, la promoción o la competitividad. En este contexto dilemático surge el Observatorio Internacional de la Profesión Docente (OBIPD) como plataforma que pretende recoger todas las voces y miradas implicadas en la profesión docente y en su formación. Además de ello, el OBIPD pretende también impulsar un conjunto de actividades de investigación y formación conjuntas y de difusión e intercambio de temáticas relacionadas con la profesión docente de cualquier etapa educativa. 3. ¿QUÉ ES EL OBIPD? El OBIPD es un espacio autónomo, generado y sostenido por iniciativa de un conjunto de Instituciones y Universidades de Europa y América Latina, que pretende generar oportunidades de análisis y acción en el ámbito concreto de la Profesión Docente. El Observatorio se dirige a fomentar la difusión permanente de reflexiones especializadas sobre políticas educativas y cuestiones pedagógicas de especial relevancia para el profesorado, así como la realización de diversas acciones que permitan el intercambio y la colaboración entre instituciones y profesionales pertenecientes al ámbito de la educación y formación docente. Bajo un enfoque flexible e interdisciplinar, el OBIPD pretende ofrecer información y argumentos suficientes que potencien la iniciativa y autonomía de los profesionales de la educación en el desarrollo de propuestas de investigación y formación que contribuyan al crecimiento profesional del profesorado. Reinventar la profesión docente El OBIPD nace con la finalidad de ofrecer información y argumentos suficientes que potencien la iniciativa y autonomía de los profesionales de la educación en el desarrollo de propuestas de investigación y formación. En general, responde a cuatro grandes áreas de atención: Información, Diagnóstico, Investigación, Intercambio y Proyección. ‐ INFORMACIÓN: Creación y dinamización de un espacio autónomo donde sea posible la sistematización de información y documentación relevantes sobre la profesión docente en todos los niveles y etapas educativas (Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, Educación Universitaria, Educación Superior no universitaria, Educación no formal). ‐ DIAGNÓSTICO: Realización de estudios diagnósticos sobre la Profesión Docente en Europa y Latinoamérica que permitan la identificación y propuesta de nuevas líneas de innovación e investigación conjuntas. ‐ INVESTIGACIÓN: Estudio y análisis de temas emergentes y nuevas tendencias en las áreas de formación inicial y permanente del profesorado, asesoría pedagógica y formación en gestión y dirección de centros educativos. ‐ INTERCAMBIO Y PROYECCIÓN: Fomento del intercambio de experiencias y buenas prácticas, y promoción de investigaciones dirigidas a mejorar la profesión docente en Europa y América Latina. Las acciones promovidas por el Observatorio se dirigen a un amplio público: - A profesionales de las administraciones públicas que trabajan en el diseño y análisis de las políticas educativas. - A maestros/as y profesores/as de cualquier país, etapa y nivel educativo, constituyendo el OBIPD un punto de referencia para el desarrollo de investigaciones e innovaciones docentes y un foro para el intercambio de información y recursos. - A investigadores/as, académicos/as y profesores/as universitarios/as pertenecientes al área de las Ciencias Sociales, interesados en el estudio y mejora de la educación y de la profesión docente. - A estudiantes del ámbito de las Ciencias Sociales, siendo el OBIPD una importante fuente de información y documentación. - A la sociedad en general, a los ciudadanos y ciudadanas preocupados e implicados en la educación que reciben los niños/as y jóvenes de Europa y Latinoamérica. El OBIPD cuenta con el apoyo y colaboración de un grupo de instituciones y expertos europeos y latinoamericanos, reconocidos por su dilatada experiencia en el ámbito de estudio de la formación del profesorado. Pese a que el OBIPD pretende impulsar un sistema de trabajo en red, se encuentra físicamente ubicado en las instalaciones de la Universidad de Barcelona y es dirigido por el Dr. Francisco Imbernon del Departamento de Didáctica y Organización Educativa 229 230 Mesa 12 4. OBJETIVOS DEL OBIPD La actividad central del OBIPD se estructura en torno a cinco grandes objetivos: - Crear un espacio abierto, de carácter plural y democrático, que fomente el intercambio y reflexión sobre las principales temáticas y problemáticas que atañen a la profesión docente en Europa y América Latina. - Ofrecer información precisa de los rasgos que caracterizan la profesión docente en los países que componen el OBIPD. - Fundamentar puntos concretos de referencia, contraste y evaluación de la situación de la profesión docente en Europa y América Latina - Contar con un banco de información pertinente, necesaria y válida para analizar la profesión docente desde diferentes perspectivas. - Promover acciones de investigación, innovación, formación y divulgación fundamentadas en principios de cooperación y construcción de conocimiento colectivo que consigan un mayor acercamiento al profesorado y que contribuyan de manera significativa a su formación y desarrollo profesional. 5. FASES DEL PROCESO DE DESARROLLO Y CONSOLIDACIÓN DEL OBIPD El OBIPD ha requerido de diversas acciones hasta llegar a su consolidación, fase en la que actualmente se encuentra. Desde 2007, se han llevado a cabo diversas acciones estructuradas en cuatro fases: (i) creación, (ii) desarrollo, (iii) evaluación y (iv) consolidación. FASES ACCIONES TEMPORIZACIÓN 1.1. Realización de varias reuniones internas de organización y planificación (FODIP-Universidad de Barcelona). Enero-Marzo 2007 Reinventar la profesión docente CREACIÓN DESARROLLO 1.2. Organización de reuniones de trabajo con las universidad de lengua catalana (Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Gerona, Universidad de las Islas Baleares, Universidad de Lérida, Universidad Rovira i Virgili). Presentación del OBIPD. Abril-Junio 2007 1.3. Búsqueda y obtención de recursos financieros Enero 2007 hasta la actualidad 1.4. Contacto inicial, vía correo electrónico, con universidades europeas y latinoamericanas. Presentación OBIPD y captación de nuevos miembros. Enero 2007 hasta la actualidad 1.5. Reunión internacional con representantes de universidades europeas y latinoamericanas. Presentación del OBIPD, definición de la finalidad y objetivos del observatorio, establecimiento del plan de trabajo y distribución de responsabilidades. 19 y 20 de noviembre de 2007 2.1. Creación de (www.ub.edu/obipd). Enero-Marzo de 2008 la página 2.2. Elaboración del Reglamento Funcionamiento Interno. web de 2.3. Presentación de documentación para el reconocimiento institucional del OBIPD por parte de la Universidad de Barcelona. Septiembre de 2008 Abril 2010 Marzo de 2009 2.4. Realización de una reunión anual con todos los miembros del Observatorio. 2.5. Inicio del Estudio Diagnóstico de la Profesión Docente en Europa y América Latina. 2.6. Búsqueda, análisis y promoción de documentos (legislación, artículos, memorias de investigación, informes, etc.) relevantes sobre la profesión docente. EVALUACIÓN 3.1. Reunión de todos los miembros del OBIPD para la evaluación de proceso. 21 y 22 de junio de 2010 Abril de 2009 Enero de 2009 21 y 22 de junio de 2010 231 232 Mesa 12 CONSOLIDACIÓN 4.1. Búsqueda de ayudas y alternativas para la continuación del OBIPD. A lo largo de todo el proceso 4.2. Actualización constante de información que proyecta el OBIPD. la A lo largo de todo el proceso 4.3. Búsqueda y contacto con otras universidades y centros educativos de América Latina y Europa. A lo largo de todo el proceso 4.4. Organización de reuniones anuales de seguimiento con todos los miembros del OBIPD. A lo largo de todo el proceso 6. ÁREAS DE OBSERVACIÓN Y ANÁLISIS El OBIPD se constituye como un espacio de cooperación e investigación, y como una plataforma de pensamiento en la que confluyen la opinión e iniciativas de múltiples expertos y profesionales de la educación. El OBIPD pretende promover una observación crítica y una reflexión profunda en torno a la situación profesional que actualmente atraviesa el profesorado en Europa y América Latina y en torno a la formación, inicial y permanente, que recibe. De manera preferente, el OBIPD recoge referencias sobre el profesorado que desarrolla su práctica docente en las siguientes áreas: a) b) c) d) e) f) Área de Educación Infantil Área de Educación Primaria Área de Educación Secundaria Área de Educación Universitaria Área de Educación Superior no universitaria Área de Educación No Formal Los ejes transversales que se tratan para cada una de estas áreas y en relación a su profesorado se especifican a continuación: a) b) c) d) e) f) Formación Inicial del Profesorado Formación Permanente del Profesorado Organización, Gestión y Dirección de Centros Asesoramiento y acompañamiento pedagógico Cuestiones laborales Deontología 7. ACTIVIDADES PRINCIPALES DEL OBIPD De entre las actividades que actualmente impulsa, promociona y organiza el OBIPD es preciso hacer mención de las siguientes: Reinventar la profesión docente 1. Estudio diagnóstico sobre la profesión docente Realización de un estudio diagnóstico que analice y dé a conocer la situación que actualmente atraviesa la profesión docente en diferentes países europeos y latinoamericanos. El estudio, en el que ya están trabajando diferentes miembros del OBIPD, será publicado en la página web del Observatorio a finales del 2010. El estudio se ha estructurado en torno a las siguientes fases: a) Elaboración de unos indicadores genéricos que orienten la búsqueda de información y el análisis de la situación del profesorado en diferentes países europeos y latinoamericanos. b) Estudio y diagnóstico de la situación del profesorado tomando como referencia el documento genérico de indicadores. c) Revisión y difusión de los productos elaborados por los diferentes miembros del OBIPD a través de la página web del Observatorio. d) Actualización constante de la situación docente en Europa y Latinoamérica en función de los cambios y transformaciones experimentados en sus sistemas educativos, en la formación y en la carrera docente de su profesorado. e) Ampliación del estudio a la realidad de otros países pertenecientes a Europa y a América Latina y establecimiento de nuevos contactos. Las instituciones y países participantes y los resultados que se derivarán de esta primera actividad se especifican en la siguiente tabla. Es preciso señalar que, de manera progresiva, se pretende aumentar el foco de estudio y analizar la situación del profesorado de otros países aún no contemplados en esta primera fase inicial. PRODUCTO INSTITUCIONES IMPLICADAS Estudio diagnóstico de la profesión docente en U. Autónoma de Barcelona, U. Cataluña de Barcelona, U de Gerona, U. de Lérida, U. Rovira i Virgili Estudio diagnóstico de la profesión docente en Universidad de Santiago de Galicia Compostela Estudio diagnóstico Andalucía Estudio diagnóstico Alemania Estudio diagnóstico Rumanía Estudio diagnóstico Italia de la profesión docente en Universidad de Sevilla de la profesión docente en Universität zu Köln de la profesión docente en Universidad de Bucarest de la profesión docente en Insituto di Scienze Psicologiche dell’Educazione e Della Formazione ISPEF 233 234 Mesa 12 Estudio diagnóstico de la profesión docente en Universidad Católica Boliviana. Bolivia Estudio diagnóstico de la profesión docente en Pontificia Universidad Católica Chile de Valparaíso. Universidad de Valparaíso. Estudio diagnóstico de la profesión docente en Universidad ORT-Uruguay Uruguay Estudio diagnóstico de la profesión docente en Universidad Nacional Tres de Argentina Febrero Estudio diagnóstico de la profesión docente en Universidad de Nariño Colombia Estudio diagnóstico de la profesión docente en Universidad de Monterrey México” Universidad de Quintana Roo Estudio diagnóstico de la profesión docente en Centro de estudio para el Cuba” perfeccionamiento de la Educación Superior (CEPES) de la Universidad de la Habana. Estudio diagnóstico de la profesión docente en Universidad Pedagógica Venezuela” Experimental Libertador 2. Organización de actividades de información y formación del profesorado De manera anual, el OBIPD organiza diferentes acciones formativas. A modo de ejemplo, se impulsan las siguientes acciones: ‐ Ciclo de conferencias propias del OBIPD, con una media de cuatro conferencias anuales impartidas por profesionales e investigadores de reconocido prestigio por sus aportaciones en el ámbito de la formación del profesorado. ‐ Fórum de la profesión docente, con la finalidad de dar voz al colectivo docente. El fórum pretende convertirse en un espacio en el que el profesorado pueda compartir sus interrogantes, dudas, inquietudes, etc. Se trata de ceder el protagonismo a todo aquel que se vea y se sienta involucrado en la Profesión Docente, con la reserva de un espacio común donde poder publicar propuestas de actividades, solicitudes o ofrecimientos de ayuda, intercambio de material, etc. ‐ Jornadas de Buenas Prácticas Docentes, dirigidas a todo el profesorado interesado en compartir experiencias innovadoras y de mejora de la docencia en sus contextos educativos de referencia. 3. Promoción de documentos (legislación, artículos, memorias investigación, informes, etc.) relevantes sobre la profesión docente de Atendiendo a las principales áreas de observación anteriormente citadas (Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Universitaria, Superior no Universitaria y No Formal), el OBIPD se constituye como un espacio en constante actualización que recoge documentos de interés para el profesorado de todos los niveles y etapas educativas. Reinventar la profesión docente 4. Difusión de noticias y actividades de plena actualidad y relevantes para el profesorado Información sobre los últimos acontecimientos educativos y de formación del profesorado. Establecimiento de un calendario de actos y convocatorias relevantes para el profesorado. 5. Establecimiento del I Programa de Investigación del Observatorio Internacional de la Profesión Docente. Período 2010-2012 El OBIPD cuenta con un Programa de Investigación orientado a subvencionar proyectos de investigación sobre la profesión docente. De carácter bianual, este programa impulsa acciones de investigación e innovación que aporten datos relevantes para la mejora y transformación de la práctica docente y de la educación que se ofrece en Europa y Latinoamérica. La primera convocatoria se abrirá durante el mes de diciembre de 2010 e incluirá como temática principal las repercusiones de la sociedad actual en el profesorado. Podrán acogerse a esta convocatoria profesores/as de cualquier etapa educativa del sistema educativo catalán interesados en los siguientes aspectos: a) b) c) d) e) f) Demandas sociales actuales en la profesión docente Relación escuela y sociedad Situación laboral del profesorado Malestar y bienestar docente Sociedad de la información y profesión docente Inmigración y profesión docente. 235 236 Mesa 12 “Educación Superior en Fisioterapia: profesionales de Ciencias de la Salud”. Title: “Higher Education and training of physioterapy and health care workers” Rocío Martín Valero* * Personal Investigador en Formación de la Universidad de Málaga en el departamento de Psiquiatría y Fisioterapia. [email protected] INTRODUCCIÓN “Educación Superior en Fisioterapia: profesionales de Ciencias de la Salud”. “Higher Education and training of physioterapy and health care workers” Debido a los cambios en el sistema educativo que están surgiendo a raíz de la intervención de España en el Espacio Europeo de Educación Superior y su actuación al respecto del Plan de Convergencia de Estudios Superiores, he considerado interesante abordar el proceso de cambio para los profesionales sanitarios españoles, con la entrada al Espacio Europeo de Educación Superior. El objetivo del Espacio Europeo de Educación superior es homogeneizar y hacer más flexible la movilidad de los sistemas universitarios europeos. El mayor nivel de estudios marca un camino para conseguir una mayor calidad en la atención profesional, tanto en el sistema sanitario como en la sociedad. La apertura de las titulaciones al espacio europeo ha determinado la aparición de una gran diversidad en los códigos deontológicos de los diferentes países. Ante tal diversidad fue necesaria la aprobación de un documento de consenso en el que se establecieran los elementos básicos que debe contener el código de la enfermería europea, entre los que se encuentra la protección de los derechos de los pacientes y, en especial, su derecho a la información. En este punto se incluirá también todo lo relacionado con la armonización entre los derechos de los pacientes y los derechos de los profesionales: consentimiento informado y objeción de conciencia. Asimismo, se incluirán los principios éticos, los deberes y responsabilidades de la profesión y un capítulo dedicado a la conducta profesional (Avances en el código deontológico europeo de enfermería, 2007). Queda recogido en el Código deontológico de Fisioterapeutas de Andalucía, en el capítulo II, Articulo 14º “El fisioterapeuta respetará los derechos y dignidad de todos los individuos sin restricción por consideración del origen nacional o étnico, raza, género, opción sexual, opinión política, estado social, invalidez o estado de salud. Así mismo reconocerá que cada Reinventar la profesión docente individuo es diferente de todos los otros individuos y respetará y será sensible a esas diferencias”. Artículo 16º: “El fisioterapeuta mantendrá la norma más alta de competencia profesional en todo momento y se esforzara por poner al día y extender el conocimiento profesional y su habilidad continuamente; actualizará y perfeccionará sus conocimientos técnicos, científicos y culturales en beneficio del cliente y del desarrollo de su profesión”. Según el Artículo 19, recogido en el Proyecto de Ley del EstatutoMarco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud aprobado el 27 de Noviembre del 2003, de conformidad con lo establecido en el artículo 90 de la Constitución: “El personal estatutario de los Servicios de Salud viene obligado a: a) Respetar la Constitución, el Estatuto de Autonomía correspondiente y el resto del ordenamiento jurídico. b) Ejercer la profesión o desarrollar el conjunto de las funciones que correspondan a su nombramiento, plaza o puesto de trabajo con lealtad, eficacia y con observancia de los principios técnicos, científicos, éticos y deontológicos que sean aplicables. c) Mantener debidamente actualizados los conocimientos y aptitudes necesarios para el correcto ejercicio de la profesión o para el desarrollo de las funciones que correspondan a su nombramiento, a cuyo fin los centros sanitarios facilitarán el desarrollo de actividades de formación continuada”. Si echamos un vistazo a los países europeos, existe numerosa oferta de especialización en el ámbito del ejercicio profesional. Los sistemas de salud se apoyan en los especialistas para mejorar continuamente la calidad de la atención de salud (Informe sobre la situación de las especialidades de enfermería en Europa. 2003). El Consejo General de Enfermería realizó un estudio para determinar la situación actual de las especialidades de enfermería en Europa. Se observó que en los países europeos existen numerosas ofertas de especialización en el campo de la enfermería. Sin embargo, en España tan sólo hay dos especialidades desarrolladas (Informe sobre la situación de las especialidades de enfermería en Europa. 2003). Se espera que con la aplicación de los Acuerdos de Bolonia al sistema universitario aparezcan nuevas estructuras para el desarrollo de nuevas especialidades. La Declaración de Bolonia el 19 de junio de 1999 sienta las bases para la construcción de un "Espacio Europeo de Educación Superior", organizado conforme a ciertos principios (calidad, movilidad, diversidad, competitividad) y orientado hacia la consecución entre otros de dos objetivos estratégicos: el incremento del empleo en la Unión Europea y la conversión del sistema Europeo de Formación Superior en un polo de atracción para estudiantes y profesores de otras partes del mundo (Diaz Diaz, Cardo Maza, & López Bueno, 2007). Se puede sintetizar la Declaración de Bolonia en los seis los objetivos siguientes: -La adopción de un sistema fácilmente legible y comparable de titulaciones, mediante la implantación, entre otras cuestiones, de un Suplemento al Diploma. 237 238 Mesa 12 -La adopción de un sistema basado, fundamentalmente, en dos ciclos principales. -El establecimiento de un sistema de créditos, como el sistema ECTS. -La promoción de la cooperación Europea para asegurar un nivel de calidad para el desarrollo de criterios y metodologías comparables. -La promoción de una necesaria dimensión Europea en la educación superior con particular énfasis en el desarrollo curricular. -La promoción de la movilidad y remoción de obstáculos para el ejercicio libre de la misma por los estudiantes, profesores y personal administrativo de las universidades y otras Instituciones de enseñanza superior europea. Los estudios del Espacio Europeo de Educación Superior persiguen conseguir “competencias”. De manera que el profesor debe cambiar su forma de evaluación para hacer un seguimiento del resultado del aprendizaje de los conocimientos, actitudes, responsabilidades y ejecución. Por lo que la universidad en España se deberá enfrentar a limitaciones: estructura física de los edificios, cambios en las guías docentes, evaluación del profesorado… Por lo tanto, el objetivo principal de este trabajo es analizar el estado de cambio a nivel del Espacio Europeo de Educación Superior de los profesionales sanitarios, concretamente en el área de la enfermería y fisioterapia. Antecedentes Históricos de la Declaración de Bolonia: El 25 de mayo de 1998, los Ministros de Educación de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido firmaron en la Sorbona una Declaración instando al desarrollo de un "Espacio Europeo de Educación Superior". Ya durante este encuentro, se previó la posibilidad de una reunión de seguimiento en 1999, teniendo en cuenta que la Declaración de la Sorbona era concebida como un primer paso de un proceso político de cambio a largo plazo de la enseñanza superior en Europa. Se llega así a la celebración de una nueva Conferencia, que dará lugar a la Declaración de Bolonia el 19 de junio de 1999. Esta Declaración cuenta con una mayor participación que la anterior, siendo suscrita por 30 Estados europeos: no sólo los países de la UE, sino también países del Espacio Europeo de Libre Comercio y países del este y centro de Europa. La Declaración de Bolonia tiene carácter político: enuncia una serie de objetivos y unos instrumentos para lograrlos, pero no fija unos deberes jurídicamente exigibles. La Declaración establece un plazo hasta 2010 para la realización del espacio europeo de enseñanza superior, con fases bienales de realización, cada una de las cuales terminan mediante la correspondiente Conferencia Ministerial que revisa lo conseguido y establece directrices para el futuro. La primera conferencia de seguimiento del proceso de Bolonia tuvo lugar en Praga en mayo de 2001. En ella, los Ministros adoptaron un Comunicado que respalda las actuaciones realizadas hasta la fecha, señala los pasos a Reinventar la profesión docente seguir en el futuro, y admite a Croacia, Chipre y Turquía, como nuevos miembros del proceso. Los comunicados de Praga (2001), Berlin (2003) y Bergen (2005), correspondientes a las reuniones de ministros, hicieron balance de los progresos realizados hasta cada fecha, incorporan las conclusiones de los seminarios internacionales realizados y establecen directrices para la continuación del proceso. La siguiente reunión fue en Londres en 2007. La integración del sistema universitario español en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) requiere de propuestas concretas que desarrollen los distintos elementos conceptuales definidos en las declaraciones europeas y recogidas en la LOU. En especial, resultan decisivas las medidas que deban adoptarse sobre el sistema europeo de créditos, la estructura de las titulaciones, el Suplemento Europeo al Título (DS) y la garantía de la calidad. Para ellos se han creado: -Informe de progreso presentado con motivo de la reunión de ministros de Bergen -La integración del sistema universitario español en el Espacio Europeo de Educación Superior (Documento marco) -Real decreto 1044/2003, de 1 de agosto por el que se establece el procedimiento para la expedición por las universidades del Suplemento Europeo al Título. Aportaciones a tener en cuenta: aspectos específicos y técnicos del Suplemento Europeo al título: -Real decreto 1125/2003, de 5 de agosto por el que se establece el sistema europeo de créditos y el sistema de calificaciones en las titulaciones de carácter oficial y validez en todo el territorio nacional -Real Decreto 55/2005, de 21 de enero, por el que se establece la estructura de las enseñanzas universitarias y se regulan los estudios universitarios oficiales de Grado (Modificado por Real decreto 1509/2005) -Real Decreto 56/2005, de 21 de enero, por el que se regulan los estudios universitarios oficiales de Posgrado. (Modificado por Real decreto 1509/2005) Como resumen se entiende que entre los objetivos del EEES están: - El Reconocimiento de las Cualificaciones - La Estructura de las Titulaciones - El Sistema de Créditos - Los programas de movilidad MATERIAL Y METODOS Catálogos bibliográficos consultados Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en las bases de datos MEDLINE, CINAHL, CUIDEN, Sport Discus. Se ha combinando los descriptores anglosajones siguientes: specialties physiotherapy, bologna treaty, European Higher Education Area, European Deontology Code physiotherapy, General Council Physiotherapy; y los descriptores en castellano son los siguientes: especialidades en fisioterapia, tratado de Bologia, Espacio Europeo Educación 239 240 Mesa 12 Superior, Código deontológico Europeo de Fisioterapia y Consejo General de enfermería y fisioterapia. RESULTADOS Tras realizar una revisión literaria de las publicaciones relacionadas con el estado de cambio a nivel del Espacio Europeo de Educación Superior de los profesionales sanitarios, concretamente en el área de la enfermería y fisioterapia. Hemos encontrado grandes deficiencias en el área de la fisioterapia con respecto a la enfermería. A continuación se analizan diferentes publicaciones presentadas por orden cronológico de las especialidades en fisioterapia en España y Europa. Desde 1972 Net y colaboradores reflexionaron sobre la importancia de los especialistas en los pacientes respiratorios Resaltó la importancia de tener conocimientos específicos en esta área y dominar las técnicas específicas empleadas. Además determinó las actividades de cada componente del equipo de especialistas en pacientes respiratorios. En resumen, los especialistas en respiratorio provienen de diferentes disciplinas: médicos, enfermeros, auxiliares, fisioterapeutas dentro del campo sanitario. En el campo de los deportes Zachazewski y colabores en 1994 realizaron la primera junta de especialistas en el Deporte. Se realizaron unas encuestas para determinar la importancia de desarrollar unas competencias finales para conseguir la mayor calidad asistencial en esta área del deporte. En 1998 Nakamura y colaboradores encuestaron a 1292 médicos en el área metropolitana de Tokio para conocer el tanto por ciento de médicos que solicitaban el servicio de profesionales sanitarios: terapeutas ocupaciones, fisioterapeutas, logopedas (Nakamura, Yanagawa, & Nishi, 1998). El 86% de los médicos señalan la ventaja de las visitas de los terapeutas a los pacientes y sus familias para mejorar las funciones y condiciones de los pacientes. Además, resaltaron la importancia de las especialidades de los profesionales sanitarios. En el 2008 Bentley y colaboradores documentan la frecuencia de las desigualdades de salud en el Reino Unido basado en el origen étnico de los pacientes, la variación regional, las características y motivaciones para la formación de la diversidad cultural, a través de una encuesta de las derivaciones educativas de gran número de especialidades médicas del Reino Unido, decanato de postgrado y escuelas de enfermería, fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia (Bentley, Jovanovic, & Sharma, 2008). Los resultados obtenidos mostraron una gran variación en las prácticas entre los profesionales sanitarios y regiones geográficas. Este estudio proporciona evidencia de la necesidad de definir las directrices para incorporar la capacitación en competencias culturales de todos los organismos de salud del Reino Unido. Caddick, S y colaboradores en el 2008 hace un estudio del proceso de Bolonia y resalta la importancia de su implantación para conseguir que las universidades europeas sean más competitivas internacionalmente (Caddick, 2008). Analiza las dificultades de implantación del proceso de Bolonia (título de grado, título de máster y título doctor). Así como los problemas que se encuentran los estudiantes que se encuentran en el momento actual de transición en los estudios de educación superior. Reinventar la profesión docente En un Congreso Mundial de Terapia física deportiva (WCPT), la Federación Internacional de Fisioterapia deportiva (IFSP) ha reconocido la necesidad de la especialización de postgrado en Fisioterapia Deportiva (Phillips, 2009). Como consecuencia más y más programas se están poniendo a disposición a nivel mundial. La WCPT se ha declarado que el aprendizaje permanente y el desarrollo profesional es la piedra angular de una autoridad competente en todos los fisioterapeutas interesados a dedicarse a este campo. Por lo que los fisioterapeutas deberían ser alentados a realizar estudios postgrado a fin de seguir la profesión. También juegan un papel relevante las revistas científicas basadas en la evidencia que se convierten en un componente esencial para el desarrollo profesional, proporcionando fuentes de pruebas pertinentes y la práctica basada en un medio de difusión de las mejores prácticas, a través de la investigación original. En el trabajo de Garnham Andrew y colaboradores en el 2009 señala que el deporte y el ejercicio de medicina (SEM) fue reconocido como la nueva especialidad médica en Australia por el Colegio Australiano de Terapias Físicas (ACSP) (Garnham, 2009). Afirma que la SEM promueve el ejercicio como un medio legítimo terapéutico. Añade que el nuevo centro de especialidades médicas es multidisciplinar y la fisioterapia deportiva la presenta en respuesta a las especialidades médicas que surjan. Rusthona Alison en su artículo del 2010 defiende la creación de maestros de manipulación a nivel de la práctica clínica en la fisioterapia manual (Rushton & Lindsay, 2010). Seleccionaron un curso de postgrado universitario en fisioterapia manual en el Reino Unido y se realiza un estudio exploratorio. Utilizaron varios métodos de entrevistas y observación participante, informado por el análisis documental inicial. El análisis de los datos del proceso iterativo de desarrollo de categorías inductivas de los datos se realiza a través de un proceso comparativo constante. Las categorías de análisis fueron identificadas posteriormente vinculado a formar proposiciones teóricas. La saturación de los datos se ha conseguido. La recopilación de datos coincidió con un estudio Delphi con anterioridad y los resultados de cada muestra de convergencia. Un alto nivel de razonamiento clínico fue identificado como el comportamiento más importante asociados con la construcción de la fisioterapia manipulativa. Este estudio proporciona una base sólida para futuras investigaciones al ofrecer comprensión de la construcción de los maestros de manipulación nivel de práctica clínica de fisioterapia. Convergencia de datos con el estudio Delphi apoyando la validación de la construcción. La fiabilidad de los resultados parece muy buena, y por lo tanto proporciona una justificación para el uso de la construcción en la información en el desarrollo curricular a nivel de la maestría de manipulación a nivel de la práctica clínica. Tras la publicación del real decreto 1393/2007 de 29 de Octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales y la orden ministerial Orden CIN/2135/2008, de 3 de julio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Fisioterapeuta, nuestra profesión 241 242 Mesa 12 logra el avance tanto profesional como académico más importante de su historia. Dentro de la vertiente profesional este avance se hace más notorio, al resaltar la antes mencionada orden ministerial, con un grupo de competencias que los estudiantes deberán adquirir entre las cuales se destacan: - Valorar el estado funcional del paciente, considerando los aspectos físicos, psicológicos y sociales. - Valoración diagnóstica de cuidados de fisioterapia según las normas y con los instrumentos de validación reconocidos internacionalmente. - Diseñar el plan de intervención de fisioterapia atendiendo a los criterios de adecuación, validez y eficiencia. - Ejecutar, dirigir y coordinar el plan de intervención de fisioterapia, utilizando las herramientas terapéuticas propias y atendiendo a la individualidad del usuario. - Evaluar la evolución de los resultados obtenidos con el tratamiento en relación con los objetivos propuestos - Elaborar el informe de alta de los cuidados de fisioterapia una vez cubiertos los objetivos propuestos. - Participar en la elaboración de protocolos asistenciales de fisioterapia basada en la evidencia científica, fomentando actividades profesionales que dinamicen la investigación en fisioterapia. Estas competencias nombradas anteriormente (no contempladas en el anterior título de Diplomado en Fisioterapia), darán a los nuevos fisioterapeutas del futuro, la capacidad para desarrollar plenamente la profesión como una ciencia con carácter de evidencia científica y facilitando la investigación en fisioterapia. Sobre todo en la vertiente académica es donde el avance es clave. El reconocimiento de la opción de acceder al doctorado, como queda recogido en el RD. 1393/2007 de 29 de octubre en su artículo 11 apartado 1. Las enseñanzas de doctorado tienen como finalidad la formación avanzada del estudiante en las técnicas de investigación y la realización de la correspondiente tesis doctoral, que consiste en la presentación de un trabajo original de investigación para acceder a la excelencia investigadora. En resumen, podemos diferenciar claras limitaciones en el área de fisioterapia en el reconocimiento de las especialidades en España con respecto al resto de Europa. Este trabajo deja líneas de investigación abierta para futuros estudios posteriores. La entrada de la universidad Española al EEES es una puerta llena de oportunidades en el campo sanitario, supone para la Fisioterapia un reto total en la formación de los nuevos profesionales de esta profesión. Aprovechemos este gran reto que se presenta en nuestro país para mejorar la Calidad Asistencial y la investigación. CONCLUSIONES Los profesionales sanitarios deben garantizar la solución de los problemas de salud relacionados con las distintas demandas de los pacientes. En esta búsqueda bibliográfica he encontrado referencias en el campo de la fisioterapia respiratoria, deportiva y manipulativa. Sin embargo, en la actualidad en España no se reconocen están especialidades a nivel del Ministerio de Reinventar la profesión docente Educación y Ciencia. Los estudios postgrados que se ofertan hasta la actualidad son títulos propios de universidades privadas que responden a las necesidades de las demandas de los profesionales sanitarios. En el Reino Unido si reconocen especialidades en el área del deporte, de la fisioterapia respiratoria y neurológica. Esperamos que con la entrada al Espacio Europeo de Educación Superior las especialidades sean reconocidas y homogeneizadas para los diferentes países. El Reconocimiento de las cualificaciones (competencias) es muy importante para garantizar la calidad de la atención al paciente. Los estudios del Espacio Europeo de Educación Superior persiguen conseguir “competencias”. De manera que el profesor debe cambiar su forma de evaluación para hacer un seguimiento del resultado del aprendizaje de los conocimientos, actitudes, responsabilidades y ejecución. Por lo que la universidad en España se deberá enfrentar a limitaciones: estructura física de los edificios, cambios en las guías docentes, evaluación del profesorado que deberá de superar para conseguir la mayor calidad en la formación de los profesionales sanitarios. Figura 1: Palabras claves y límites de la búsqueda Key Words: Specialties physiotherapy, Bologna treaty, European Higher Education Area, European Deontology Code physiotherapy, General Council Nursing and Physiotherapy Limits: Published in the previous 40 years (1970-2010) English and Spanish language 243 244 Mesa 12 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: (1) Avances en el código deontológico europeo de enfermería.(2007). Actualidad, (Marzo-Abril) (2) Bentley, P., Jovanovic, A., & Sharma, P. (2008). Cultural diversity training for UK healthcare professionals: A comprehensive nationwide crosssectional survey. Clinical Medicine (London, England), 8(5), 493-497. (3) Caddick, S. (2008). Back to bologna. the long road to european higher education reform. EMBO Reports, 9(1), 18-21. doi:10.1038/sj.embor.7401149 (4) Diaz Diaz, B., Cardo Maza, A., & López Bueno, L. (2007). Plan de convergencias europeo y competencias en fisioterapia. Jornadas Nacionales De Metodologías ECTS, (Septiembre) (5) Garnham, A. (2009). Sport and exercise medicine A new medical specialty in australia. Sport Health, 27(4), 17-21. Consultado en http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=sph&AN=4839231 9&loginpage=Login.asp&lang=es&site=ehost-live&scope=site (6) Informe sobre la situación de las especialidades de enfermería en europa (2003). Consejo General De Enfermería, (Julio) (7) Nakamura, Y., Yanagawa, H., & Nishi, S. (1998). Roles of physical, occupational and speech therapists in in-home medical care. [Nippon Koshu Eisei Zasshi] Japanese Journal of Public Health, 45(4), 376-383. (8) Phillips, N. (2009). Postgraduate specialisation in sports physiotherapy academic or clinical expertise? Physical Therapy in Sport, 10(3), 83-83. Consultado en http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=c8h&AN=2010371 327&loginpage=Login.asp&lang=es&site=ehost-live&scope=site (9) Rushton, A., & Lindsay, G. (2010). Defining the construct of masters level clinical practice in manipulative physiotherapy. Manual Therapy, 15(1), 9399. Consultado en http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=sph&AN=4745105 7&loginpage=Login.asp&lang=es&site=ehost-live&scope=site Reinventar la profesión docente Competencia en educación: un abordaje enactivo Mário Medeiros Universidade de Pernambuco-UPE(Brasil) [email protected] Introducción De las muchas aportaciones que han salido a la luz, objetivando elucidar el que Perrenoud (1999:20) llamó “la caja negra de las operaciones mentales” generadoras de competencias a de Francisco J. Varela (1946-2001), investigador Chileno del área de las neurociencias, radicado en Francia, se destaca por la originalidad epistemológica y por la abertura de nuevas posibilidades comprehensivas. Este texto es una tentativa de aproximación a las ideas de ese investigador tal como él presentó en uno conjunto de conferencias tituladas “Lecciones Italianas”, en la Universidad de Bolonia, posteriormente publicadas en Portugal con el título “Sobre a Competência Ética” En este texto, se busca identificar las aproximaciones y los distanciamientos de los aspectos de esa contribución con algunos autores que estudiaron cuestiones relacionadas con el aprendizaje, especialmente Piaget y Paulo Freire, y con nuestra tesis doctoral sobre qué es y cómo se desarrollan las competencias (SILVA, 2004). Se destaca, primeramente, que el autor tiene consciencia del carácter polémico de las ideas que presentará, una vez que ultrapasan el ámbito de las epistemologías consolidadas en las academias del occidente. En segundo lugar, posibles extrapolaciones de elementos de esas ideas para el campo de la educación formal son de la completa responsabilidad de este autor, entre otras razones porque Varela siquiera insinúa, a lo largo de su texto, aplicar sus hallazgos en ese dominio. Por último, se fija desde ya la idea de una lectura quedando, pues, descartada cualquier pretensión a la exhaustividad. 1. La problemática de Varela En las lecciones Italianas, Varela mismo advirtiendo a sus lectores de que no es filósofo, se plantea dos cuestiones fundamentales: 1. ¿Cual es el mejor modo de comprender el saber-hacer ético? 2. ¿Como ese saber-hacer se desarrolla y progresa en los seres humanos? Para responder la primera pregunta, parte de la tesis siguiente: La ética está más próxima a la sabiduría que a la razón, más próxima a la comprensión de la cosa que debe ser el bien que a la formulación de principios correctos[…] una persona sabia (o virtuosa) es la que conoce lo que es el bien y lo pone espontáneamente en práctica (Varela,1995: 13-14). Anteviendo posibles contestaciones a ese registro afirma: “si me dispongo a tomar abiertamente esa posición cuanto a la ética es porque creo firmemente que cultivarla en un ángulo no moralista es crucial para nuestro confuso y desorientado mundo contemporáneo” (op cit, 12). 245 246 Mesa 12 En el desarrollo de su tesis, Varela utiliza argumentos procedentes de la Fenomenología, del Pragmatismo y del que él llama la tríade de las tradiciones de la sabiduría: Confucionismo, Taoísmo y Budismo. Basado en esas referencias, desarrolla una argumentación articulada a partir de hechos corrientes del cotidiano, para concluir que es claro, en este entendimiento de persona virtuosa, el carácter inmediato de la percepción-acción, o sea, para él entre el conocer y el actuar no habría mediación. Por ello, ya en el inicio de su reflexión, se insurge contra uno de los cánones del pensamiento científico occidental, aquel que afirma que los conceptos y categorías son imprescindibles para el proceso de aprehensión del real, para la producción del conocimiento o representación de las cosas, para un actuar ético-razonable. Diciendo de otro modo, se insurge contra el presupuesto de que la mente humana es incapaz de apropiarse de la cosa en si y de orientar por si misma nuestra trayectoria en el mundo, careciendo, por lo tanto, de intermediarios para tal. En esa línea de razonamiento, pasa a realzar la noción de no mediación, o aprehensión del real sin la mediación de los conceptos y categorías, porque ella había sido desconsiderada “no solo por los epígonos del pensamiento de Kant y Husserl, también por estudiosos que se ocuparon largamente de muchos aspectos del aprendizaje y del comportamiento”(Varela, 1995:14). Como ejemplo, apunta Piaget (1935) cuando escribe: “Nosotros nos proponemos [...] estudiar el juicio moral y no los comportamientos o sentidos morales”. Después de afirmar eso dice Varela que Piaget concluye que “[...] la lógica es una moral del pensamiento, tal como la moral es una lógica de la acción [...y la razón pura] comanda al mismo tiempo la reflexión teórica y la vida práctica”(Piaget citado por Varela, 1995: 14-15). De ese modo, el autor en apreciación entrevé, a través de Piaget, lo que entiende como un súper dimensionamiento de la importancia del pensamiento racional o conceptual reflexivo en la determinación de las acciones o comportamientos éticos en lo cotidiano de las personas. Para Varela, hay, en posicionamientos como ese, una cuestión crucial que formula así: “¿Por qué habría de confundirse un comportamiento ético con un juicio moral, si la mayoría de las acciones éticas que realizamos en lo cotidiano no resultan de juicios o razonamientos, sino del confrontamiento inmediato con los acontecimientos que nos sobrevén? En la comprensión de él, “la respuesta de muchas personas a esa pregunta refleja más el punto de vista de la tradición occidental sobre la cuestión, y no lo que ellas hacen en lo cotidiano” (Varela, 1995:15). Pide que consideremos un ejemplo. ¿Qué pasaría si paseáramos tranquilamente en una calle citadina, en un día cualquiera y oyéramos el ruido de un accidente? Ciertamente nuestra reacción inmediata seria ver si podríamos prestar alguna ayuda. Para él ese tipo de reacción es lo más común en nuestro día-a-día. ¿Cómo podríamos explicar esto? Podremos apenas decir que realizamos estas acciones porque la propia situación las hace emerger de nuestro interior. No obstante, ellas son verdaderas, genuinas acciones éticas, representan efectivamente el tipo más común de comportamiento ético que manifestamos en nuestra vida normal cotidiana (Varela, op cit: 15). Reinventar la profesión docente Registramos, entretanto, que Varela no es el pionero en la defensa de la tesis de que el conocimiento mediado es más una excepción que una regla en lo cotidiano humano. De hecho, la tesis que él asume consiste en la visión sobre ética y desarrollo de la persona virtuosa elaborada por Meng Tsu (Mencius), un confuciano que vivió alrededor del siglo IV, D.C. Meng Tsu, Se opone a la idea de que el razonamiento ético implica sobretodo la aplicación de reglas o principios. Las reglas solo pueden tornarse evidentes para las personas después de una cuidadosa reflexión o en situaciones en que una dificultad las obliga a efectuar una valoración (Varela,1995: 36). El entusiasmo de Varela con ese pensador oriental es tan grande que lo lleva a declarar: “Afirmo que el redescubrimiento de la filosofía asiática, en particular de la tradición budista, constituye un segundo renacimiento en la historia cultural del Occidente” (Varela,1995: 34). Es esa la fuente primera de la convicción (convicción después testada en experimentos científicos) de Varela de que es en la percepción inmediata que está la llave para una comprensión más larga del comportamiento ético y no en la percepción mediada (aquella derivada de la reflexión o de los varios razonamientos lógicos). Entretanto, Varela no niega que una parte de nuestro comportamiento ético y moral deriva de juicios morales y que estos los justifican. El juicio moral está presente, por ejemplo, cuando, preocupados con las dificultades que nuestro hijo tiene en la escuela, después de una reflexión sobre lo que hacer, decidimos estar más presentes relativamente a sus obligaciones escolares. “En este tipo de conducta, sentimos que la acción es nuestra, que existe un motivo para llevarla a cabo ya que esperamos obtener un cierto resultado”(Varela, op cit: 15). Todavía, insiste que no podemos dejar de lado la primera y más difusa modalidad de comportamiento ético solo por el hecho de no ser reflexivo. Por qué no empezar por lo que es más común y ver adonde tal nos conduce? Estamos así a subrayar la diferencia entre know-how y knowwhat, la diferencia entre habilidad o capacidad de confrontamiento inmediato (savoir faire) y conocimiento intencional o juicios racionales (Varela, op cit: 16). El pensamiento dominante en el occidente no hace eso. Al contrario, “la tendencia es contraponer a eses difusos modos de ser éticos situaciones en que se hace la experiencia de un yo central como causa de acciones deliberadas, voluntarias”(op cit, 15). O sea, la tendencia es clasificar como acciones o comportamientos éticos aquellos que resultan de la reflexión fundamentada, y clasificar como costumbre, hábito o simples automatismos, aquellos que resultan de un envolvimiento intuitivo, no reflexionado, emotivo, inmediato. ¿Y por que es así? Porque, para Varela, el pensamiento occidental es de tal orden que, contradictoriamente, la categoría que mejor le configura, que deja más a la vista el carácter del conocimiento que produce es la abstracción y no el racionalismo, (evidente en el argumento presentado arriba), ni el cartesianismo u objetivismo como quieren diferentes tendencias epistemológicas. 247 248 Mesa 12 Es la tendencia a abstracción lo que nos empuja para la atmósfera poco densa de lo que es general y formal, lógico y bien definido, previamente representado y planificado, que torna nuestro mundo occidental tan distintamente familiar (Varela op, cit, 17). El carácter abstracto de nuestro conocimiento supuestamente nos colocaría fuera del alcance de las vicisitudes del cotidiano proporcionando una cierta sensación de estabilidad del mundo, tornándolo previsible, programable, seguro. En un mundo así, lo inesperado y lo imprevisto son vividos como quiebra de la rutina, como accidente, como excepción a la naturaleza de las cosas. Preferimos vivir respirando una normalidad abstracta, idealizada, sustraída del contexto. El contexto como tal parece ser sentido como espacio del caos, como el lugar del peligro, de la irracionalidad, de la amenaza permanente. Para ser habitable tiene que ser comprendido, disciplinado. El primer ejemplo de esa visión viene de la Grecia antigua, donde el filósofo Anaxágoras propuso la existencia de una Nûs o mente universal que sería la ordenadora de un supuesto mundo (ideal o abstracto) situado mucho más allá de las atribuciones del hombre cotidiano. El acceso a ese mundo seria obra del intelecto o de la razón en el sistema platónico. Aunque Aristóteles tenga escrito que “aquel que dice que la razón, tanto entre los vivos como en la naturaleza en general, es la causa del mundo y de toda orden, aparece como un lúcido frente aquellos que antes hablaban a ciegas” (citado por Staccone, 1991:17), fue el Iluminismo quien entronizó, en la modernidad, la razón humana como el guía y el instrumento de acceso a un mundo abstracto donde reina una orden incorruptible. Felizmente, señala Varela, ese modo de ver las cosas está mudando. El impulso para el cambio venía de los trabajos, de fuerte orientación pragmática, realizados en el campo de la inteligencia artificial. La orientación general de las investigaciones en ese campo es dada por el paradigma computacional, según el cual, El conocimiento actúa por medio de reglas de tipo lógico para manipulación simbólica[....] Los esfuerzos iniciales estaban dirigidos para la resolución de problemas generales como la traducción del lenguaje natural y la construcción de un ‘general problem solver’ [...] Como fracasaron en sus objetivos principales, el único modo de dar pasos en frente fue redimensionar las ambiciones, una vez que también las funciones más ordinarias, y hasta aquellas realizadas por pequeños insectos, son simplemente no reproducibles en los moldes de la estrategia computacional (Varela, op cit: 17-18). Delante de resultados como esos, empieza a tomar cuerpo, en el interior de las ciencias cognitivas, la idea de que el modo dominante de concebir el conocimiento está agotado. Desde ahí se va delineando la comprensión de que el conocimiento es indisociable de significados y sentidos contextualizados que a su vez emergen de la totalidad autónoma del organismo. Piaget es uno de los pioneros de esta línea de investigación. Su punto de partida fue la hipótesis de que la cognición, inclusive en sus expresiones más elevadas, se funda en la actividad concreta de todo organismo, esto es, en la conexión sensorio-motora. En el centro de este punto de vista emergente reside la convicción de que las unidades apropiadas de conocimiento son concretas, Reinventar la profesión docente corporificadas, vividas. El conocimiento es contextualizado, y su unicidad, su historicidad y contexto, no son ruidos que impiden la comprensión del fenómeno cognitivo en su verdadera esencia, la de una configuración abstracta. Lo concreto no es un escalón para algo diverso: es como llegamos y dónde estamos (Varela, op cit 17). Varela parece tener en mente, con esa afirmación, impugnar diferentes corrientes filosóficas y epistemológicas como aquellas representadas por Platón e Kosik. Platón, cuando, con su teoría de las ideas, divide la realidad en dos mundos, el sensible y el inteligible. Como se sabe, el mundo inteligible seria constituido por las ideas o formas. Ellas serian incorpóreas e invisibles – lo que significa decir justamente que no está en la materia la razón de su inteligibilidad. Serian reales, eternas y siempre idénticas a si mismas, escapando a corrosión del tiempo, que torna perecible los objetos físicos[...] Perfectas y inmutables, las ideas constituirían los modelos o paradigmas de los cuales las cosa materiales serian apenas copias imperfectas y transitorias. Serian, pues, tipos ideales a trascender lo plan mutable de los objetos físicos (Autor n/m in Platão, 1996:19). Kosik, con su tesis de que La existencia real y las formas fenoménicas de la realidad son diferentes y muchas veces absolutamente contradictorias con la ley del fenómeno, con la estructura de la cosa, y por lo tanto, con su núcleo interno esencial y su concepto correspondiente” (Kosik, 1989: 10). De la posición de Varela resulta que el idealismo y el materialismo histórico, a medida en que suponen ‘un si mismo (o yo) cognitivo’, un agente consciente dotado de intencionalidad que representa para si una realidad dada fuera de si, están en descompás con lo que ocurre en el universo. Siendo así: El conocimiento no se puede explicar como un espejo de la naturaleza, sino como la co-implicación del cognoscente y del conocido; el aspecto central del problema del conocimiento es la indecible connotación (mi traducción para el término indecibilidade utilizado por el autor) entre realidad como construcción y como representación de un mundo dado, posición, además, primeramente defendida por el cibernético H.Von Foerster (Morão in Varela, op cit,: 8). En síntesis, para responder la primera cuestión que se coloca: ‘¿Cual es el mejor modo de comprender el saber-hacer ético?', Varela parte de una determinada concepción de ética como objeto de reflexión, la de que ‘la ética está más próxima de la sabiduría que de la razón’. Argumenta que ‘es en la percepción inmediata que está la llave para una comprensión más larga del comportamiento ético y no en la percepción mediada, aquella derivada de la reflexión o de los varios razonamientos lógicos’, para concluir que la mayor parte del saber-hacer ético emerge del confrontamiento directo con la realidad, por lo tanto, a lo largo de la reflexión que produce mediación. Si esa no es la opinión de la mayoría de las personas, eso se debe al carácter abstracto dominante en el conocimiento occidental que condicionaría la comprensión de ellas. 249 250 Mesa 12 Todavía, en el desarrollo de su argumentación, Varela desestabiliza la idea de que son imprescindibles conceptos y categorías para la aprehensión del real, desestabiliza la noción de conocimiento como representación aunque aproximada de la realidad, de la propia noción de la realidad como dado exterior al sujeto, y del sujeto como una entidad cognitiva dotada de intencionalidad, cuya misión es representar para si la realidad. En los términos de esa reflexión, la filosofía occidental es casi totalmente desmontada. Por vía de consecuencia, no sería exagerado decir que esa misma filosofía se queda así desafiada a reconstruirse, empezando por debruzarse, una vez más, sobre aquella que tal vez sea la cuestión nunca satisfactoriamente resuelta y de cuya respuesta dependen todas las otras: ¿Que es la realidad? Más que soluciones, ¿Que caminos apunta Varela para la avalancha de cuestiones que su reflexión coloca para la filosofía? El autor recorre caminos originales. En el recorrido se quedan configurados un nuevo paradigma de conocimiento y su respuesta a la segunda cuestión que se colocó en el inicio de las Lecciones Italianas: ‘¿Como ese saber-hacer (o saber-hacer ético espontáneo, no mediado) se desarrolla y progresa en los seres humano 2. Enaccion: otra lógica de la cognición Tomando para si el desafío que colocó para la filosofía en general, Varela empieza por delinear una nueva concepción de mundo o de realidad. “El mundo no es algo que nos es dado, sino alguna cosa en la que tenemos parte gracias al modo como nos movemos, tocamos, respiramos y comemos” (Varela, 1995: 18). O sea, el mundo o la realidad no es un hecho, es algo donde sujeto y objeto, observador y observado se implican, se delinean, se condensan y se diluyen permanentemente. Esa visión del mundo es incompatible con nuestra manera de concebir el sujeto u observador como alguien previamente definido y estable, dotado de un aparato cognitivo estructurado por medio de reglas fijas de tipo lógico, apto a representar el mundo de modo duradero a través de conceptos y fórmulas abstractas y consistentes. Un sujeto así es la expresión de un mundo estable y estaría ahora obsoleto, una vez que el mundo concebido por Varela tiene en la inestabilidad su nota caracterizadora. Por ello, se ve como es necesario formular una concepción de sujeto o de observador y una concepción de cognición compatibles con la visión del mundo como algo inestable, en permanente proceso de delineamento, de reestructuración. Sobre esos dos puntos, la tesis fundamental de Varela, conforme señalada por Morão (1995:07), Se basa en la concepción del observador como sistema, autopoético (esto es, auto-organizador), en lo complejo de las interacciones con el medio, e integrado en un contexto histórico y social, lo cual, por su turno, se mira como respuesta a presión del devenir biológico de la especie, en su larguísimo esfuerzo de adaptación a variaciones del ambiente. El observador es, pues, como sistema vivo, como realidad cerebral y neuronal, una unidad de interacciones con el contexto en que se encuentra; o que implica una circularidad inextricable con lo percibido. Reinventar la profesión docente Ahora, si el mundo o la realidad no es un dado, más bien digamos, un proceso, si el observador no es un sujeto cognitivo definido, mas alguien que se va definiendo en la interacción que responde la presión del devenir biológico de la especie, si ambos implican una circularidad, ¿Cómo aprehender esa circularidad? ¿Cómo tornarla accesible a comprensión? Para visualizar la circularidad del observador con lo percibido, Varela propone el término enaccion. “Enaccion sugiere hacer emerger mediante la manipulación concreta” (Varela, 1995:18). La palabra viene del Inglés enaccion, del verbo enact, que significa efectivar, representar, poner en acto, promulgar. Enaccion se refiere a relación estrecha que, según Varela, existe entre acción y agente en el proceso cognitivo, este, a su vez, seria esencialmente performativo. La preocupación central de la visión enactiva se contrapone al punto de vista normalmente acepto, de que la percepción es sustancialmente un registro de informaciones ambientales existentes con el fin de reconstruir una parte de la realidad del mundo físico. En el abordaje enactivo, la realidad no es un dado: depende del sujeto que percibe, no en virtud de construirse por capricho, mas porque lo que cuenta como mundo relevante es inseparable de lo que es la estructura del sujeto envuelto en la percepción (Varela, op cit, 23). Mas ¿En qué difiere la lógica enactiva de los modos normalmente aceptos de aprehensión del real consagrados por las epistemologías occidentales? ¿Dónde estaría la ruptura? ¿Enaccion no es más un concepto o un registro duradero de informaciones disponibles en el ambiente? No. El abordaje enactivo afirma que, […] la percepción no consiste en el deparar con un mundo previamente definido (aprehensión); ella se basa antes en la regulación perceptiva de la acción en un mundo que es inseparable de nuestras capacidades sensorio-motoras[....]. Las estructuras cognitivas superiores emergen también de los esquemas recurrentes de acciones perceptivamente guiadas. Por ello, la cognición no es formada por representaciones, mas por acciones cuerporizadas (Varela,1995:27). Y ¿Qué significa esa cuerporización ? Significa básicamente que: - la cognición depende de los tipos de experiencia que derivan de la existencia de un cuerpo con muchas capacidades sensoriomotoras; - estas capacidades sensorio-motoras individuales se encuentran también inseridas en un contexto cultural y biológico más amplio (Varela, op cit: 21). O sea, los procesos sensorio-motores y la percepción-acción no se ligan apenas de modo contingente, ellos son inseparables, uno no puede ser concebido sin el otro. Siendo así, son inherentes a lógica enactiva de la cognición, dos puntos que son entrelazados e indisociables. -La percepción es formada por acciones perceptivamente guiadas; 251 252 Mesa 12 -Las estructuras cognitivas brotan de esquemas sensorio-motores recurrentes que capacitan la acción para ser perceptivamente guiada (Varela, op cit: 22). Todo eso resulta de la tesis fundamental de que el mundo no es un dado, es un proceso, luego no puede existir un mismo mundo para todos. En general, vivimos en micro mundos. Lo que el mundo es depende de donde (en sentido preciso de transitar por un lugar complejo) se esté. Y más, la percepción que podamos tener del mundo depende del movimiento que estamos haciendo ahora, al mismo tiempo en que el movimiento que estamos haciendo ahora depende de la percepción que estamos teniendo del mundo. Así, mundo y sujeto forman una unidad-diversidad interactiva permanentemente inestable, en construcción. Si aceptamos esa visión del mundo, comprenderemos porque el punto de partida de una lógica enactiva de la cognición es el estudio de como el sujeto que percibe guía sus acciones en situaciones locales (micro mundos) y no alguna forma de abstracción, como es propio del pensamiento dominante en el occidente. Si es cierto que las situaciones locales mudan constantemente como resultado de la actividad de los diferentes sujetos, El punto de referencia para aprehender la percepción ya no es un mundo previamente definido, que no depende del sujeto que percibe, mas antes la estructura sensorio-motora del agente cognitivo, el modo como el sistema nervioso conecta las superficies sensoriales y motoras. Una estructura – el modo como el sujeto que percibe es corporizado –, más que cualquier mundo dado a priori, es el que determina como el agente cognitivo puede actuar y ser modelado por los acontecimientos ambientales. La preocupación fundamental de un abordaje enactivo de la percepción no es establecer como reconocer un mundo cualquiera que no depende del sujeto que percibe, mas determinar los principios comunes o las conexiones apropiadas entre sistemas sensoriales y motores, los cuales explican como que la acción puede ser perceptivamente guiada en un mundo que depende del sujeto que percibe (Varela, op cit: 23). De eso resulta que, diferentemente de un concepto, el término enaccion no se configura como una mediación entre un sujeto y la realidad que el aprende, entre una estructura de percepción y lo percibido, entre una sensación y una acción. Por lo contrario, enaccion implica un emerger directo de todo eso, sin reglas a priori, sin mediación. Se trata de un acto de emergencia en una situación en que la estructura de la percepción y del percibido, sensación y acción, se configuran simultáneamente, por implicación, accionados por una desequilibración. ¿En que se sustentaría esa “propiedad” del “emerger sin reglas a priori, sin mediación” que el término enaccion pretende consustanciar? Varela va a buscarla una vez más en la visión sobre ética y desarrollo de la persona virtuosa elaborada por Meng Tsu. Su punto de partida es la idea de mente humana sustentada por aquel sabio oriental. En el entendimiento de Meng Tsu, la mente humana consiste, entre otras, de tres capacidades que se implican recíprocamente: Reinventar la profesión docente ▪ T’ui (Ta) o extensión es la capacidad que nos lleva a actuar en una situación poco clara, por analogía a otra situación en que esa misma acción fue considerada correcta porque se ha quedado cierta. ▪ Su o atención es la capacidad que nos lleva a identificar correspondencias, afinidades y diferencias entre diferentes situaciones. Implica que, cuando estamos presentes (atentos), percibimos y podemos comprender lo que pasa, de otro modo no. Luego, el ‘entrenamiento’ ético (el aprender a hacer lo cierto o correcto) es un proceso que depende claramente de la percepción adecuada. ▪ Chih o Consciencia inteligente es la capacidad que nos posibilita guiar nuestras acciones, de modo que enfrenta la trama de las situaciones sin dejarse codificar en reglas y procedimientos permanentes. Sería un ‘innovando en acto’. Si pudiésemos hablar aquí en una división del trabajo, diríamos que estas capacidades son más o menos exigidas (accionadas) por interacciones entre agentes cognitivos y situaciones o micro mundos que se condensan y se diluyen recíprocamente. La primera de ellas estaría apta para tratar satisfactoriamente con situaciones semejantes y más tendientes a estabilidad. En este caso, esquemas más o menos listos de percepción/comprensión/intervención flacamente guiados, permiten al agente cognitivo un grado satisfactorio de efectividad en sus posicionamientos. La segunda capacidad estaría apta para tratar con situaciones de estabilidad media o desequilibración parcial, donde afinidades y diferencias más o menos definidas posibilitan que la percepción/comprensión/intervención guiada por reglas, normas y formas ya conocidas se rehaga y adapte los esquemas de acción existentes, de modo a lidiar adecuadamente con ellas. La tercera capacidad es aquella que posibilitaría al agente cognitivo tratar situaciones de elevada inestabilidad. Exactamente aquellas que producen desequilibraciones radicales, tornando obsoletos los esquemas conocidos de percepción/comprensión/intervención bien sucedidos que están a disposición de los agentes cognitivos. Eso ocurre cuando las diferencias entre situaciones o micro mundos asumen tal grado que las afinidades entre ellas se tornan residuales. En estos casos, dado el carácter de implicación de las situaciones o micro mundos y la cognición, ni las diferencias y afinidades, ni el aparato cognitivo para percibirlas, comprenderlas y lidiar con ellas de modo bien sucedido estarían listas, configuradas en reglas, normas o formas, ni en la situación y ni en el agente cognitivo. En estos casos, diferencias, afinidades, aparato cognitivo, percepción/comprensión/intervención adecuadas se hacen recíprocamente, se configuran en el proceso, en la vivencia. O sea, en los casos de desequilibraciones radicales, las normas, reglas, formas, situaciones o micro mundos y la propia mente humana emergen por implicación de acciones cuerporizadas permanentemente inestables. Así, al final de esa reflexión, se configura, en palabras de Varela, la respuesta a la segunda cuestión que se propuso en el inicio de su texto: ¿Como ese saberhacer(el saber-hacer ético....) se desarrolla y progresa en los seres humanos? En síntesis, pues, observamos que la interacción de la consciencia inteligente, atención y extensión clarifica, en la visión de Meng Tsu, como alguien se torna 253 254 Mesa 12 en una persona verdaderamente virtuosa, empezando como principiante modesto (Varela, op cit: 39). Suponiendo que las cosas se pasen de esa manera, ¿Como llegar a las competencias por ese camino? La argumentación de Varela deja bastante clara la idea de que, en Meng Tsu (Mencius), persona ética, persona sabia y persona virtuosa son una misma y única cosa. A su vez, ello parece no hesitar en equiparar ética, sabiduría y virtud a competencia. Por lo tanto escribe: El trazo más importante que distingue el verdadero y genuino comportamiento ético es entonces el hecho de que él no nace de simples modelos habituales de reglas. Personas verdaderamente competentes actúan a partir de inclinaciones alargadas, no si prendiendo solamente a reglas aceptas. Por eso, pueden superar el hecho evidente de que las respuestas puramente provenientes de los hábitos no son muy estructuradas cuanto a infinita variedad de circunstancias que estamos en condiciones de enfrentar. Esta aquí el motivo por el que un comportamiento verdaderamente ético puede, por veces, configurarse incomprensible al ojo incompetente, al punto de suscitar la impresión de una sabiduría loca [...] (Varela, op cit,38). Si bien entendida, competencia asumiría, en ese registro, la connotación de un actuar acertado y correcto en una situación radicalmente desequilibradora, respetando el hecho de que ese actuar no nacería de modelos habituales de acciones o de reglas conocidas. Ese actuar sería guiado, sobretodo, por la consciencia inteligente (Chih), dado que esa se caracteriza como un ‘innovando en acto’ ella propia emergiendo de la acción que guía, no pudiendo, todavía, por eso mismo, ser codificada a partir de reglas a priori. 3. Varela: aproximaciones y distanciamientos de Freire y de Silva No es de causar sorpresas el carácter innovador de tesis recientes como la de Varela, cuando confrontadas con las tradicionales representaciones de la realidad y con los modos de aprehenderla, consolidados y dominantes en las academias occidentales en un momento de deconstrucción paradigmática como ese que estamos viviendo. Todavía, los resultados a los que Varela llega al desplazar para el primer plan, a partir del cotidiano, la dimensión inmediata del proceso de inteligibilidad-acción-sujeto-mundo, esa dimensión que es casi ignorada por lo que podríamos llamar de ‘alto pensamiento académico’, y desvendarla a través de sofisticados experimentos científicos, esos resultados, insistamos, suplantan los límites de simples innovaciones porque atingen el núcleo duro de lo que se entiende por realidad, por sujeto cognoscente y por conocimiento como registro por un sujeto de relaciones lógicas existentes en el mundo desde siempre. La visión de Varela implica un constructivismo radical en que las nociones de causa y efecto pierden significación y son sustituidas por las nociones de circularidad, emergencia y cuerporificación. Así: El cuerpo surge cual verdadera ‘máquina ontológica’, que con sus redes neuronales, con su coordinación sensorio-motora, con su centro cerebral presidido por la ley de la reciprocidad de sus Reinventar la profesión docente diversas regiones, y con su trabajo de redes, hace emerger un mundo (Morão, 1995: 8). Parece no ser difícil percibir que la elaboración de Varela es polémica y se distancia de la concepción del mundo, de la noción de realidad y del aparato epistemológico teórico-metodológico con los cuales producimos saberes y prácticas educativas utilizados hasta ahora en las tentativas de materializar nuestros sueños e intenciones educacionales. Menos evidente seria la visualización de puntos de contacto o aproximaciones entre universos comprensivos tan distintos como los que están aquí en discusión. Aún así, entendemos que, más allá del grado de consistencia de la elaboración de Varela, en ella se puede entrever puntos de aproximaciones con la elaboración de Freire y con la de Silva. Es necesario considerar, entretanto, que esas aproximaciones traen la marca de distanciamientos sutiles, delicados, más de grande significación para un proyecto político-pedagógico que se quiera comprometido con las camadas no dominantes de la sociedad. Una vez más, el lector será colocado delante de un registro breve, de carácter indiciario, no exhaustivo, por lo tanto, abierto a contestaciones y rectificaciones posteriores, inclusive por parte del autor que aquí escribe. Nuestro punto de partida es admitir que hay, en el pensamiento de Freire, tal como aparece en el libro Pedagogía del Oprimido (1987), entre otras posibles, una dimensión marxista, una dimensión fenomenológica más allá de una dimensión propiamente cristiana. Admitido eso, diríamos que la dimensión fenomenológica marca la aproximación de Freire con Varela, las dos otras los distancian. Distancia, también, uno del otro, lo posible carácter biologizante de la elaboración de Varela, señalado por Morão y contenida en la afirmación de que el ser del hombre es configurado por la “presión del devenir biológico de la especie” (Morão in Varela, 1995:7-10) aunque considere que ese carácter biologizante, a mí entendimiento, se deshace delante de la observación colocada por Varela de que la “presión del devenir biológico de la especie” acontece de “forma integrada a ciertas condiciones socio-históricas”. Esta observación, entretanto, no parece satisfacer a Morão, cuya preocupación con la biologización no es de modo alguno descabellada. Aquí es preciso llevar en consideración la advertencia de Morin(2002, p. 400). La revolución biológica se reforzó de hecho en el reino de la complejidad, mas aún no lo sabe. Es por eso que el discurso biológico comporta de hecho un doble discurso simplificador/complejo. Cuando el paradigma de la simplificación retoma el control del pensamiento, el acaso y la necesidad coligados rechazan conjuntamente la autoorganización, y por fin la autonomía viva se disuelve en determinismos y acasos venidos de otra parte. De donde la situación ambigua evasiva, múltiple, de la revolución biológica. Sus descubrimientos conducen a una revolución paradigmática que no realiza. Olvida incesantemente, al nivel del fundamento, lo que demuestra, incesantemente, al nivel del funcionamiento. Revela aquello que esconde, rechaza lo que exhibe. Que quede claro que en este artículo adoptamos la posición del paradigma de la complejidad y que entendemos que Varela se mueve entre los paradigmas de la complejidad y de la simplificación posibilitando interpretaciones opuestas de su pensamiento conforme sea la vía en que lo miremos. Creemos que su 255 256 Mesa 12 situación de científico(simplificadora algunas veces) le opone, en algunos momentos, a su posición de filósofo(aunque declare que no lo es) complejo. Puesto eso, destacaríamos como un primer punto de aproximación entre el Varela complejo y Freire. Por un lado la concepción de mundo de Freire como ‘realidad histórica inacabada’ y del hombre como un ser inconcluso; por otro, la concepción de mundo de Varela como algo que se construye con el hombre, y del hombre (observador, sujeto que percibe) como un existente autopoético (esto es, auto–organizador), como sujeto que se construye con el mundo en un proceso que él denomina “percepción perceptivamente guiada(Varela, op cit: 22). En los dos casos, mundo y hombre aparecen como algo y ser que están haciéndose por la vía de una interacción permanente. En los dos casos, se niega la dicotomía hombre-mundo (Freire, 1987:62). Veamos primero como Freire se coloca. [La educación problematizadora] parte exactamente del carácter histórico y de la historicidad de los hombres. Por eso mismo es que si ellos se pueden reconocer como seres que están siendo, como seres inacabados, inconclusos, en y con una realidad que, siendo histórica también, es igualmente inacabada. En la verdad, diferentemente de los otros animales, que son apenas inacabados, mas no son históricos, los hombres se saben inacabados. Tienen consciencia de su inconclusión (Freire, 1987: 72-73). Todavía, ya en la concepción de hombre sorprendemos distanciamientos significativos entre los dos autores. Para Freire, el hombre tiene consciencia de su inconclusión, luego su vocación o intención es ser más. O sea, Freire concede al hombre el tener presente en si una especie de meta-consciencia que lo posibilita distinguir la consciencia propiamente dicha de las cosas que están en la consciencia. O sea, el hombre toma consciencia de lo que le falta a la consciencia. La educación problematizadora, respondiendo a esencia del ser de la consciencia, que es su intencionalidad [...] Se identifica con lo propio de la consciencia que es siempre ser consciencia de, no apenas cuando se intenciona a objetos, mas también cuando se vuelve sobre si misma, en lo que Jaspers llama de Cisión. Cisión en que consciencia es consciencia de consciencia (Freire,1987: 67). Siendo así, la presencia de un Si mismo consciente en la reflexión de Freire parece clara, lo que es comprensible para un pensador influenciado por el marxismo y por el cristianismo, simultáneamente. Un tal posicionamiento no encuentra espacio en la elaboración del Varela científico simplificador para quien el sujeto cognitivo solo puede ser comprendido, Enfocando su dimensión apropiada: la actividad cognitiva situada en el espacio verdaderamente específico que podemos definir como los ejes del presente inmediato visto que es en el presente inmediato que efectivamente habita lo concreto (Varela, op cit: 49). O sea, la consciencia es aquello mismo que está en ella. Lo que la constituye es apenas parte de la gama de significados que resulta de la interacción cuerpo-mundo que acaba por imponerse, más o menos aleatoriamente, en ciertas condiciones histórico-ambientales. Sería así porque: Reinventar la profesión docente Contrariamente a lo que se podría antever en un primer examen, etológico o introspectivo, la vida cognitiva no es un flujo continuo, mas ponteada por estructuras de comportamientos que surgen y se disuelven en fracciones mínimas de tiempo. Esa intuición de la reciente neurociencia – y de la ciencia cognitiva en general – es fundamental, porque nos libera de la tiranía de postular un homúnculo centralizado para explicar el comportamiento normal de un agente cognitivo (Varela, op cit: 53). Homúnculo debe ser entendido aquí como un Si mismo (o yo) significando “tener un punto de vista coherente y unificado, un lugar privilegiado, estable y constante, a partir del cual se piensa, percibe y actúa” (Varela, op cit: 47). De la argumentación que Varela desarrolla a partir de experimentos realizados por investigadores de la neurociencia, se puede concluir que tal cosa no existe. “El Si mismo cognitivo es su propia implementación: su historia y su acción forman un bloque único” (Varela, op cit: 59). Ese distanciamiento suena fundamental. Si las cosas se pasan conforme ese registro del Varela científico simplificador, si la percepción de que tenemos un Si mismo (o yo) más o menos constante es ilusoria, porque la consciencia de Si (del yo), su historia, su implementación forman un único bloque, entonces el Si mismo (o yo) del opresor es tan legítimo cuanto el del oprimido, porque ambos son expresiones espontáneas de vicisitudes históricas, no cabiendo, por lo tanto, la postulación de diluir el primero en nombre de la liberación del segundo. Hasta porque, de una historia así naturalizada, no se puede extraer cualquier idea de haber en la sociedad capitalista un segmento social intencionalmente privilegiado. En este caso la obra de Freire no tenía sentido. Moriría de inanición ética. Ciertamente no comulgamos con esa posibilidad, entendiendo que la existencia del Si mismo (o yo) es una cuestión que no se deja encuadrar fácilmente en una ecuación que sea aceptable por todos, es por lo tanto una cuestión en abierto o la espera de una formulación más consistente. Entretanto, Morín(2002) al analizar tal cuestión a fondo, al modo complejo, no sólo del punto de vista filosófico pero también biológico, y en este campo particularmente, entre otras cosas nos dice que: La elucidación de los procesos inmunológicos hizo emerger una idea que hasta entonces la biología desconocía: la idea de sí. El sí, que surge de la oposición inmunológica al no, no-sí constituye una auto-afirmación de la identidad individual, simultáneamente molecular y global, del organismo (p. 179-180) Claro que esto no significa afirmar la idea de sí mismo como homúnculo combatida por Varela y que, a mí entendimiento, tampoco es esposada por Freire. Significa apenas que un Si mismo histórico, con todas las posibilidades y restricciones que esto comporta, es posible. De cualquier modo, las ideas y convicciones de Silva(2004) apuntan en la dirección de las ideas y convicciones de Freire, y no podría ser diferente, una vez que lo mismo se encuadra entre aquellos que se orientan por el marxismo marxiano, por la fenomenología y por el ideario cristiano, por más contradictorio que ese 257 258 Mesa 12 conjunto pueda. Así siendo, lo que aproxima y distancia a Varela de Freire, en estos aspectos, también lo aproxima y distancia de Silva. Entretanto, Silva tiene sus propias aproximaciones y distanciamientos con Varela. Explicaré algunas de ellas. La más grande de las aproximaciones es, sin duda, proveniente de la noción de mente humana formulada por Meng Tsu y esposada por Varela. Para un estudioso de las competencias, como Silva, que afirma que las mismas sólo se expresan en situaciones imprevisibles y que, por lo tanto, sólo se desarrollan competencias actuando en situaciones que, al menos para los aprendientes, sean inéditas (Silva,2004), suena oportuna y convincente la estructura de la mente humana delineada por aquel pensador oriental. Esto porque aquella estructura posibilitaría explicar diferencias de fondo que ha explicitado en su tesis de doctoramiento (Silva, 2004) entre saber-hacer, conocimiento y competencia. Vista de este ángulo la perspectiva abierta por Meng Tsu/Varela, es posible afirmar que competencia seria lo que emerge de un proceso enactivo perceptivamente guiado. En ese proceso, cabría a la consciencia inteligente (Chi) un papel de destaque inconmensurable. Como ya vimos, esta última es la dimensión o capacidad que la mente tiene de guiar nuestras acciones de modo a enfrentar la trama de las situaciones sin dejarse codificar en reglas y procedimientos permanentes. Sería así un innovando en acto. En esa primera aproximación, aflora también el primer gran distanciamiento. Para Varela, y con él comulga una gran cantidad de autores (Perrenoud entre ellos), saber-hacer y competencia se refiere a la misma porción del real. Para algunos de ellos, en lo máximo habría entre los dos conceptos una diferencia de grado o de extensión. No de género. O sea, saber-hacer aparece casi siempre en esos autores como un eximio dominio de procedimientos que resultarían eficientes para la solución de problemas puestos por la realidad. Silva discuerda de esa comprensión, argumentando en la línea de que podremos alcanzar desempeños eficientes y elevados en la ejecución de tareas ya conocidas, a través de la imitación de gestos elaborados por otros y continuar nosotros mismos desconociendo el por qué esos gestos proporcionan esos desempeños. Ahora, competencia es inseparable de comprensión porque implica la decisión de aplicar ese o aquel conocimiento, de adoptar esa o aquella actitud, de utilizar esa o aquella habilidad, ese o aquel saber-hacer para alcanzar resultados que sean considerados correctos y coherentes con una intención. Siendo así, competencia es de la orden del relacional, de lo que se va haciendo, en cuanto lo saber-hacer se encuadra en la orden de lo que es mecánico, de lo que está codificado, listo para ejecución. Aunque competencia suponga algún saber-hacer, no puede ser reducida a cualquiera de ellos. Silva se distancia, por lo tanto, de Varela en el punto que entiende que él reduce competencia a saber-hacer. Se distancia también de la concepción de hombre que Morão (1995:7) atribuye a Varela a partir de una lectura, simplificadora a mí ver, de un fragmento de su obra, aquí ya citado, y que es lo siguiente. “El observador es, pues, como sistema vivo, como realidad cerebral y neuronal, una unidad de interacciones con el contexto en que se encuentra; lo que él es implica una circularidad inextricable con lo percibido”. Para Morão ese entendimiento resulta sin duda de una pretensa cientificidad (de Varela) que, entre otros resultados, apunta para una biologización de la cultura con la consecuencia previsible de Reinventar la profesión docente neutralizar la legitimidad de intenciones que contrarían la “orden establecida”. Morão se refiere a ese aspecto por él atribuido a obra de Varela diciendo lo siguiente: Es de rebatir todavía, la metafísica materialista aquí presupuesta, que ultrapasa el recinto de la metodología de la neurociencia para presentarse como visión global del ser (vivo) y de la vida mental; igualmente la epistemología reductora y biologista que en jeito y gesto imperialista, pretende proponerse como fundamento de la indagación del conocimiento, y de todo lo demás (Morão in Varela, 1995: 10). Imagino que ese libelo de Morão implica una repulsa a la idea de que el observador (agente cognoscente, sujeto, hombre) se configure reducido al resultado de una circularidad natural, por lo tanto neutra, en la concepción de hombre que él atribuye a Varela. Circularidad, como expresión neutra, resulta en una no falsabilidad de lo que se configura o emerge y encobre la posibilidad de los agentes cognitivos, en la condición de actores sociales, sean dotados de intención no-legítima, una vez que toda y cualquier intención sólo se presentaría a posteriori en las relaciones sociales, porque sería producida en el interior de una interacción social determinada por una historia natural voluntariosa. Si así fuera, se apagarían las fronteras éticas como las que existen entre las nociones de opresor y oprimido, de explorado y explorador, de dominador y dominado, de súbdito y ciudadano, de justicia social y exclusión, de lo que restaría naturalizada (justificada) la orden social contemporánea. Mientras no crea que el Varela filósofo tuviera ese resultado como objetivo de su elaboración, una posible interpretación formalmente lógica o simplificadora de su concepción de hombre, tal como esa hecha por Morão, puede justificarlo. Desde Morin(2002, p 104) esto es posible porque: Las mismas ideas o teorías pueden tener una significación diferente por completo, y hasta inversa, según la ecología mental o cultural que las alimenta[….] toda noción que inicialmente dilucida puede tornarse factor de estupidez luego que se encuentre en una ecología mental e cultural que deja de alimentarla en complexidad. Con Morin parece concordar Gómez (2008. p 65) cuando dice: Los significados son representaciones mentales de la realidad en todas sus manifestaciones. Los significados, como representaciones subjetivas de la realidad, son siempre polisémicas, en parte reflejan la realidad y en parte reflejan el modo de ver del sujeto, representan la realidad desde la perspectiva de quién elabora la representación, y cada sujeto va construyendo sus plataformas subjetivas de representación con las representaciones ajenas que respira en su contexto familiar y cultural. Señalo, entretanto, que lo distanciamiento de Silva, aún sea de grande significación (así lo entiendo), se restringe a ese aspecto neutralizador derivado de la posible biologización de la epistemología de Varela, biologización que a su ver no existe cuando se aborda sus aportaciones desde una perspectiva compleja. O sea, Silva no acepta que, lo que el observador (sujeto) es implica una circularidad “neutra” con lo percibido. Para Silva no hay duda de que, en las condiciones contemporáneas de vida, los actores sociales se obligan a una intencional y constante redefinición de sus identidades. En otros términos, los 259 260 Mesa 12 actores sociales son reconfigurados en el momento mismo en que, en su interacción con el ambiente y con otros actores sociales, se deparan con un desafío o desequilibración en el sentido dado a ese término por Piaget. Silva desarrolló ese punto de vista en su tesis de doctoramiento, aquí ya citada. En aquel trabajo él concluí que esa redefinición se dona de modo intencional, en los términos de Max Weber, mas no dentro de condiciones históricas que los actores sociales escogerían (parafraseando Karl Marx), pero dentro de condiciones históricas que se van construyendo a partir de esas interacciones mismas. Silva ha llamado ese movimiento más amplio de interacionalide y lo definió como Un proceso a través del cual actores sociales, y la propia situación, redefinen sus identidades y los scripts que representan en respuesta a interpelaciones circunstanciales recíprocas, gestadas en interacciones realizadas en el interior de estructuras orientadas para cambios (Silva, 2004: 71) Él autor llama atención para el hecho de que está utilizando la expresión actores sociales y no agentes cognoscentes u otra expresión cualquiera indicativa de neutralidad. Actor, al contrario de una connotación neutra, indica un Si mismo (o yo) que puede presentarse a través de configuraciones diversas sin dejar de ser él mismo. O sea, lo que quiere decir es que cambia el escenario, cambian los papeles, cambian los figurines, mas el Si mismo (o yo) del opresor continua opresor, del explorado continua explorado, del capitalista continua capitalista, del asalariado continua asalariado. Los cambios que se configuran en las condiciones actuales son estrategias que cada uno busca para materializar mejor sus intenciones. No se deduzca de esto que los Si mismo(s) a los que me estoy refiriendo sean inmutables y eternos, o porque sean naturales o sobrenaturales o por otra razón cualquiera. Al contrario. Los concibo como creaciones históricas, producidos por interacionalidades sociohistóricas, por lo tanto, posibles de transformarse, por acciones recíprocas, en auténticos otros Si mismos gestados en la multitud de interacionalidades en que estamos insertados. El punto de partida de este movimiento está en los hombres mismos. Mas, como no hay hombres sin mundo, sin realidad, el movimiento parte de las relaciones hombres-mundo. Desde ahí que este punto de partida esté siempre en los hombres, en el aquí y en el ahora que constituyen la situación en que se encuentran ahora inmersos, ahora emergiendo, ahora insertados (Freire, 1987: 73-74). Pienso, pues, que en el contexto actual, la negación simplificadora de la existencia de un Si mismo (o yo) más o menos permanente, afirmada por Varela, si necesariamente no contraria su declarada intención de contribuir para el cultivo de una ética no moralista, por lo menos posibilita ilaciones utilizables para afirmar prácticas justificadoras de las políticas que configuran la denominada Nueva Orden Mundial. Orden cuyos resultados más visibles son el agravamiento y el fortalecimiento de la exclusión social y de la opresión y de los mecanismos que las sustentan, justamente las grandes maldades que Freire combatió con su obra y su ejemplo. Reinventar la profesión docente 4. Algunas derivaciones pedagógicas No haríamos justicia a obra de Varela si concluyésemos esas aproximaciones y distanciamientos por la negativa. Por eso, concluyo afirmando que, más allá de posibles interpretaciones simplificadoras o del grado de consistencia del paradigma defendido por Varela, de él se puede extraer, para la educación algunos puntos de apoyo: 1. La confirmación, en un referencial epistémico que se quiere fundado en la no-mediación, del potencial educativo de situaciones didácticopedagógicas desequilibradoras preconizadas por Piaget. 2. La confirmación de la tesis central de Silva(2004): solo se desarrollan competencias actuando en situaciones que, por lo menos para los aprendientes, sean inéditas. 3. La confirmación de la actualidad de la educación dialógica, problematizadora (que desvela y enfrenta ambigüedad), comprometida con la responsabilidad social y política (ética), consubstanciada en la vida y obra de Paulo Freire (1987). Pienso más que el análisis precedente sugiere algunas pistas para el trabajo cotidiano de los educadores. Una de ellas es formalizada por Perrenoud (2001:46) cuando dice “El abordaje de las competencias hay que transformar por lo menos una parte de los saberes disciplinares en recursos para resolver problemas, realizar proyectos y tomar decisiones”. Así en nuestras clases debemos demostrar para lo que sirven los conocimientos objeto de enseñanza a través de una acción o un ejemplo práctico, al contrario de acreditar que los alumnos comprenderán más tarde para qué es que ellos sirven. Debemos nos esforzar también para que toda lección sea una respuesta a un desafío que se configura en la vida de cada uno de nuestros alumnos. Pero nada de esto es propiamente novedoso, ya está preconizado en clásicos de la educación como Tyler(1986), Dewey(1998), Taba(1974), Stenhouse (1984). Una segunda pista es que nosotros educadores no podemos más ignorar las aportaciones de las Neurociencias al proceso de enseñanza-aprendizaje. Pero aquí ya no tenemos espacio para matizar mejor esa sugerencia. 261 262 Mesa 12 Referencias Bibliográficas DEWEY, Jonh(1998). Democracia y educación. Madrid: Morata. FREIRE, Paulo (1987). Pedagogia do oprimido. Rio de Janeiro: Paz e Terra. GÓMEZ, Ángel I. Pérez. (2008).Competencias o pensamiento práctico? La construcción de los significados de representación y de acción. In SACRISTÁN, J. Gimeno(org.). Educar por competencias, qué hay de nuevo? (pp 59 –102) Madrid: Ediciones Morata. MORIN, Edgar(2002). O método dois: a vida da vida. Porto Alegre: Editora Sulina. MORÃO, Artur (1995). Advertência do tradutor. In VARELA, J. Francisco. Sobre a competência ética. Lisboa: Edições 70. PERRENOUD, Philippe (1999). Construir as competências desde a Escola. Porto Alegre: Artmed. SILVA, Mário Medeiros (2004). Competências básicas do educador: desafios e perspectivas. Braga(PT): Universidade do Minho, Instituto de Educação e Psicologia, Tese de Doutoramento em Educação, mímeo. STENHOUSE, Lawrence. (1984). Investigación y desarrollo del curriculum. Madrid: Morata. TABA, Hilda. (1974). Elaboración del currículo: teoría y práctica. Buenos Ayres: Editorial Troquel. TYLER, Ralph.(1986). Principios básicos del currículo. Buenos Ayres: Editorial Troquel. VARELA, J. Francisco (1995). Sobre a competência ética. Lisboa: Edições 70. KOSIK, Karel (1989). Dialética do concreto. Rio de Janeiro: Paz e Terra. PLATÃO (1996). Vida e obra. São Paulo: Editora Nova Cultural, Coleção ‘Os Pensadores’. Reinventar la profesión docente Propuesta Para Implementar La Profesionalidad Docente en el sistema educativo español José Penalva [email protected] Resumen Esta comunicación ofrece unas propuestas para reforzar la profesionalidad docente, en el contexto del sistema educativo español. A tal fin, en primer lugar, se presentan las deficiencias del modelo de profesional docente vigente; en segundo término, se ofrecen las dimensiones de la profesionalidad docente que deberían ser reforzadas; el autor pondrá especial énfasis en la dimensión personal de la profesión. Por último, se exponen los cambios estructurales necesarios para implementar tal modelo profesional. Introducción El problema fundamental del sistema educativo español reside en la deficiencia de sus tres pilares clave: 1) la teoría de la enseñanza, 2) el modelo de profesor, y 3) la idea de escuela (Penalva 2008, 2010-a). Ahora bien, el problema educativo nuclear radica en el modelo de profesor vigente y, consecuentemente, en la idea de profesionalidad subyacente. La idea de profesionalidad docente dominante en el discurso pedagógico español procede, básicamente, de tres modelos: el modelo docente eficaz (dentro paradigma empresarial), el docente reflexivo (englobado, genéricamente, en la investigación-acción) y la docencia como praxis moral (centrado en España en torno a la educación en valores). En otro lugar he ofrecido un análisis detallado de estos modelos (2010-b). En esta comunicación resaltaré una cuestión clave para la profesionalidad docente, y es que esos modelos de docente —de orientación fundamentalmente práctica— dejan a un lado lo más básico y elemental de la “acción”, a saber: la dimensión de “lo que debe ser”, y, consecuencias, las propuestas alternativas realmente educativas. Por tanto, esos modelos dan una respuesta poco satisfactoria a la innovación docente y, de resultas, arrojan un modelo profesional poco adecuado para los retos de la sociedad actual. El objetivo de esta comunicación es presentar unas líneas de propuestas para reforzar la profesionalidad docente, en el contexto del sistema educativo español, asunto éste de no poca importancia dado que el reto de la mejora de los resultados escolares depende de la actividad del profesor, y ello, a su vez, depende en buena medida del modo en que concibamos la profesión docente. A tal fin, esta comunicación presenta, en primer lugar, las deficiencias principales del modelo de profesional docente vigente; en segundo término, se ofrecen las dimensiones de la profesionalidad docente que deberían ser reforzadas; el autor pondrá especial énfasis en la dimensión personal de la 263 264 Mesa 12 profesión. Por último, se exponen los cambios estructurales necesarios para implementar tal modelo profesional. 1. Supuestos centrales en los principales modelos de profesional docente En otro lugar he ofrecido un análisis detallado de los supuestos de los modelos de docente vigentes en nuestro contexto educativo (cf. Penalva 2010b). En síntesis, esos modelos presentan supuestos insuficientes para la profesión docente por las siguientes razones: 1. Metodológicamente hablando, esos modelos docentes se apoyan en planteamientos poco consistentes: — Metodología naturalista (en el caso del modelo “docente eficaz”) — Metodología descriptiva (docente reflexivo) — Solución no-metodológica — perspectiva subjetiva (docencia como praxis moral) 2. En lo que se refiere al modo en que estas perspectivas metodológicas conciben el conocimiento profesional (aspecto epistemológico), observamos que se aboga por: — El conocimiento empírico (docente eficaz) — Conocimiento práctico alejado de criterios racionales evaluativos (docente reflexivo) — Conocimiento intuitivo (docencia como praxis moral) 3. Si consideramos la dimensión normativa (de la acción profesional) de esos modelos, encontramos los siguientes rasgos: — El modelo docente eficaz no supera una racionalidad declarativa — El modelo docente reflexivo se reduce a proposiciones descriptivas — El modelo docencia como praxis moral no incluye una racionalidad evaluativa. 4. En lo relativo al ámbito epistemológico de la racionalidad, esos modelos docentes se apoyan o bien en una racionalidad de medios, o bien en una interpretación de los fines educativos (de naturaleza fundamentalmente moral), pero, en rigor, no existe atención al problema de la relación entre la racionalidad de fines y la racionalidad de medios. 5. Desde un punto de vista de la racionalidad de los agentes, la acción educativa del profesor se entiende desde: — una racionalidad técnica (en el caso del modelo de docente eficaz) — una racionalidad substantiva (en el modelo de docente reflexivo, donde la acción docente está determinada por el contexto) — una racionalidad intuitiva (docencia como praxis moral) 6. Aunque estos modelos tienen la pretensión de dar un mayor protagonismo al profesor, sin embargo, el protagonismo recae: Reinventar la profesión docente — En los resultados efectivos (modelo docente eficaz) — En los contextos (docente reflexivo) — El teórico moral (modelo docencia como praxis moral) En resumidas cuentas, en el ámbito del contexto educativo español, la profesión docente gira en torno a la siguiente idea: acción = práctica Esto es: la actividad profesional del profesor = docencia docencia = intervención individual, concreta y situada Así, pues, en la tendencia dominante relativa a la concepción de actividad docente existe un claro reduccionismo: 1. Estrictamente hablando, el profesor no “piensa” (incluyendo aspectos cognitivos del pensamiento) sobre la educación (incluido los fines de la educación); como mucho, se admite que la capacidad reflexiva (ya técnica, ya de carácter moral) del profesor está referida a la “revisión de la práctica”. 2. De modo semejante, tal modelo profesional dispone de un marco insuficiente a la hora de abordar el “proceso de la acción del profesor”, y, en concreto, el proceso de relación entre los medios educativos y los fines. La cuestión de la relación entre una racionalidad de medios y una racionalidad de fines está todavía pendiente de ser abordada. 3. Igualmente, tal modelo profesional deja al profesor sin capacidad para “evaluar”, y desde criterios racionales, los resultados educativos que se obtienen. En conclusión, para que la acción docente sea realmente educativa e innovadora, se requiere un modelo de profesional que incluye los siguientes dimensiones: 1. Los fines (que deben ser educativos). 2. Los procesos (relación de los medios con los fines). 3. Evaluación de los resultados (en referencia a los fines y a los medios). Por razones de espacio, abordo en esta comunicación sólo la primera dimensión. 2. Dimensiones esenciales de la profesionalidad docente Para que la acción del profesor sea real y verdaderamente educativa (además de eficaz y eficiente), es necesario que él mismo participa en la búsqueda de fines. De lo contrario, existe una desconexión entre ideas y acciones, proyectos y realización, teoría y práctica, como sucede en este momento. Asimismo, tampoco existe en la profesión docente lugar para la “actualización” del conocimiento educativo; esto es: el profesor no tiene posibilidad de adquirir herramientas cognitivas para presentar a sus alumnos propuestas realmente educativas. De ese modo, la educación no da respuesta 265 266 Mesa 12 efectiva a las necesidades del presente, ni es útil para la vida, y carecería de la índole propia de la innovación. Se requiere, pues, un modelo profesional con bases epistemológicas y metodológicas más sólidas, que incluya también, y entre otras, las siguientes dimensiones cognitivas: a) Conocimiento de los contenidos realmente formativos b) Conocer la estructura de contenidos ya alcanzados c) Conocimiento relativo a la situación presente d) Capacidad para generar alternativas de acción educativas Para ello sería necesario plantear que la actividad del profesor tiene dos dimensiones esencialmente relacionadas: a) dimensión práctica (intervenciones situadas) b) y dimensión cognitiva (conocimiento innovador y educativo) La inclusión de ambas dimensiones (cognitiva y práctica) en la actividad profesional nos conduce a un concepto radicalmente distinto de profesionalidad. La actividad del profesor incluiría dos facetas íntimamente relacionadas: 1. Acción práctica (esto es, la docencia) 2. Acción cognitiva (esto es, estudio e investigación) Así, pues, estudio, investigación y docencia son (deberían ser) elementos constitutivos de actividad del profesor. Porque la actividad del profesor está dirigida, no primariamente a meras “intervenciones prácticas”, sino a prácticas fundamentalmente orientadas desde fines educativos. Dicho de modo más claro, la actividad del profesor adquiere sentido desde la necesidad de ofertar “bienes” (contenidos verdaderamente formativos) a alumnos concretos. Por tanto, la acción profesional co-implica los siguientes elementos: i) la búsqueda de fines educativos ii) búsqueda que está orientada a dar respuestas a situaciones concretas (conocimiento actualizado al mundo presente, aquí y ahora) iii) y el diseño de conocimiento innovador (intervención práctica orientada a fines) Ninguno de estos tres niveles de la acción podrían ser alcanzados si se excluye la dimensión cognitiva de la actividad profesional. 1. En primer lugar, no habría búsqueda de fines. 2. En segundo término, no podría haber “actualización” del conocimiento (y, por tanto, la educación carecería de oferta de “sentido”; esto es, la educación no daría respuesta efectiva a las necesidades del presente, ni sería útil para la vida). 3. Por último, sin fines educativos y sin actualización, la actividad profesional carece de la índole propia de la innovación. Reinventar la profesión docente De este modo, a la acción profesional subyace (debe subyacer) una dimensión cognitiva. Evidentemente, este cambio de modelo profesional nos lleva a una re-configuración del sistema educativo. Esto lo señalaré en la última sección de esta comunicación. Antes daré las razones sobre la conveniencia de este modelo de profesionalidad. El modelo de profesor que aquí se propone presenta como rasgo principal la introducción de la dimensión cognitiva en la actividad profesional. De este modo, la dimensión cognitiva queda íntimamente relacionada con la dimensión práctica. Por tanto, se debe dar razón acerca de la necesidad de incluir la “dimensión cognitiva”. 3. Más allá del reduccionismo “practicista” y “contextualista” La inclusión de la dimensión cognitiva en la actividad del profesor lleva consigo la superación del reduccionismo del modelo profesional vigente, en la medida en que refuerza dos aspectos nucleares de la acción educativa, a saber, el “objeto” de la educación y el “sujeto” de la acción educativa. En primer lugar, en lo que se refiere al “objeto” de la educación, se suele pasar por alto hoy en día el hecho de que la cuestión clave de la educación no reside tanto en la “adaptación” a los contextos (aun por muy necesario que ello sea), como en que la intervención sea verdaderamente educativa (que implica necesariamente la oferta de posibilidades para la superación del contexto dado). Ahora bien, si se excluye la dimensión cognitiva —de la actividad profesional del profesor—, resulta difícil esperar que la actividad se ajuste (o intente ajustarse) a fines educativos. La educación sería no más que productos emanados de lo que “de hecho” se hace en la práctica, sin criterios racionales para juzgar o valorar su validez educativa. De otro lado, sin la dimensión cognitiva de la actividad del profesor sería difícil producir genuina innovación y creatividad, y, en consecuencia, no cabría esperar una auténtica superación de los contextos de partida. Por ello la inclusión de las dos dimensiones (cognitiva y práctica) en la actividad profesional del profesor responde de un modo más adecuado al objeto de la educación. En segundo término, este modelo profesional no sólo responde de modo más adecuado al “objeto” de la educación, sino también al “sujeto” que realiza la acción profesional. Porque el ejercicio profesional se lleva a cabo (se “realiza”) fundamental y básicamente desde una “instalación personal” (utilizando la expresión de J. Marías). La instalación personal de la profesión significa que, para que el ejercicio profesional se ejecute de modo “auténtico”, es preciso que el profesional incorpore la profesión en su proyecto vital. De este modo, el ejercicio profesional —mirado desde la ladera personal— conlleva no sólo i) una responsabilidad moral ante la sociedad y ii) una ejecución práctica, sino también, y sobre todo, iii) una interpretación original de la actividad y, a la vez, 267 268 Mesa 12 iv) un ensayo o diseño de acción realizables. (La práctica docente, y sus motivaciones morales, serían inefectivas sin el ensayo auténtico). A pesar de la relevancia que la vertiente personal tiene en el ejercicio profesional, el discurso pedagógico vigente lo ha dejado de lado, hecho que considero de extrema gravedad. A mi juicio, el discurso pedagógico se ha dejado influir más de lo debiera por tres corrientes: i) el discurso de las organizaciones empresariales (muy unida a técnicas psicológicas de motivación profesional), ii) el lema de la enseñanza “centrada en el niño”, y iii) la literatura sociológica sobre el contexto social de la acción. Frente a la hiper-dominancia de estas corrientes, hay que afirmar, especialmente hoy, que la actividad docente no sólo se ejerce desde una mentalidad social o corporativa, ni sólo desde unas estructuras organizativas (para la colaboración), ni desde técnicas psicológicas de motivación. Porque si la profesión carece de una instalación personal, lo normal es que la mentalidad corporativa y las técnicas psicológicas carezcan o bien de suelo nutricio y basamento, o bien se utilicen para instrumentalizar la actividad (anulando así la autenticidad y originalidad del trabajador). El recto ejercicio profesional —esto es, el ejercicio profesional ajustado a la realidad y capaz de responder a necesidades reales— no es el resultado de la pura y simple “acción práctica”; ni tampoco es el resultado de la reflexión sobre la mera “práctica”. El conocimiento profesional (o experiencia profesional) no es una pura emanación de “lo que se hace” de hecho. El ejercicio profesional, como cualquier otra dimensión personal, tiene un carácter esencialmente temporal, y, como tal, es esencialmente proyecto asumido, tarea querida, misión buscada. Por tanto, si queremos que la docencia sea ejercida “auténticamente” (esto es, ejercida por profesionales auténticos), considero que es necesario que el sistema educativo ponga las condiciones de posibilidad para eso que he llamado “instalación personal de la profesión”. Al menos en lo que a mí se me alcanza, no veo cómo ello pueda ser posible si se excluye de la acción profesional la dimensión cognitiva. 4. Beneficios del nuevo modelo sobre la profesionalidad docente Por ello considero que la inclusión de la dimensión cognitiva junto a la práctica (o inclusión de la investigación y el estudio, junto a la docencia) posibilitaría el florecimiento de las siguientes notas profesionales: i) Vocación (entendida como desarrollo de una genuina instalación personal en la profesión). No veo cómo la vocación, así entendida, pueda ser cultivada si se elimina la investigación, a menos que la vocación se reduzca a la aceptación de proyectos sociales dados de antemano, proyectos elaborados por agentes externos al profesorado y asimilados gracias a técnicas de psicología empresarial. Reinventar la profesión docente ii) Capacidad de riesgo, innovación y creatividad. ¿Cómo se puede exigir al profesor que se arriesgue a ensayar proyectos, que responda ante las complejidades sociales con creatividad e innovación, sin cultivar la vocación? iii) Excelencia profesional. Actualmente, el sistema educativo “excluye” a los intelectualmente mejor dotados. La inclusión de la investigación convertiría la profesión educativa en algo “intelectualmente atrayente”. Además, ¿cómo se le puede exigir excelencia en el ejercicio de su trabajo, si se han eliminado las condiciones que posibilitan el nacimiento y fortalecimiento de la vocación? iv) Identidad profesional. La experiencia profesional es el resultado tanto de la dimensión cognitiva como de la práctica. Parece difícil elaborar una identidad profesional personal (narrativa profesional) sin la investigación. v) Fruición intelectual. Si la fruición intelectual es un componente esencial de la enseñanza, ¿cómo puede ser transmitida tal fruición en el proceso de enseñanza, si el profesor carece de ella? Y, ¿cómo la puede poseer el profesor sin la investigación? vi) Enseñanza como oferta de propuestas “con sentido”. La experiencia educativa nos dice que sólo es posible ofrecer a los alumnos propuestas “con sentido” (útiles para la vida), si el profesor está abierto a su mundo y a los problemas vitales del presente; de lo contrario, sólo se ofrecerían contenidos insustanciales. Ello sólo es posible desde la “acción investigadora”, es decir, si el profesor tiene la posibilidad de beber, de primera mano, de las mismas fuentes del saber. vii) Autonomía profesional. La inclusión de la investigación en el cuerpo del profesorado contribuiría a proteger la educación tanto de la injerencia política como de los discursos pedagógicos idealistas e ideológicos. Los profesores serían (ahora sí!) los responsables principales del progreso o fracaso escolar, y, por tanto, estarían sujetos a resultados. Por todo ello, la actividad profesional del profesor incluye (debe incluir), como elementos esencialmente relacionados, la investigación el estudio y la docencia. Esto implica una re-configuración del sistema educativo. 5. Cambios estructurales requeridos Diez son, al menos, los cambios estructurales que reclama el modelo de profesor que se acaba de señalar. 1. Los núcleos temáticos de la investigación a ser realizada por el profesor incluiría, al menos, los siguientes cinco aspectos de la educación: i) Estudio de los fines de su actividad y de los medios técnicos de la docencia (didáctica). ii) Estudio de los contenidos curriculares y de la asignatura de la propia especialidad. 269 270 Mesa 12 iii) Estudio de la realidad social. Ello incluye el análisis de los valores dominantes en cada generación de alumnos y, a la vez, el examen de las condiciones sociales y laborales de la siguiente generación (aquella en la que los presentes alumnos desarrollaran su vida laboral y personal). Este nivel es cada vez más urgente, dada la celeridad de los cambios en nuestra sociedad, y dada la influencia de los medios de comunicación. iv) Investigación acerca de la innovación e implementación del sistema educativo. La implementación de la escuela sería más efectiva si estuviera dirigida por el profesor, el mismo agente que trabaja dentro de la escuela. Las anteriores estrategias han resultado ineficaces. v) Investigación acerca del significado mismo de la educación, como realidad distinta (aunque relacionada) de otros campos de conocimiento (Psicología, Sociología, etc.) y otros ámbitos sociales (mundo económico, mundo político, mundo de ocio, etc.). 2. La “comunidad de investigación educativa” debe ser “interna” al cuerpo profesional del profesor. Es decir, “la comunidad de investigación” debe estar compuesta por el mismo profesorado (de primaria y secundaria). Esto conlleva cambios tanto materiales, como en lo relativo a la formación inicial requerida para esta profesión. Que la comunidad de investigación sea interna al cuerpo del profesorado no significa la “asociación” entre profesor y Facultad de Educación, sino que implica el protagonismo del profesorado. En este nuevo marco, la Pedagogía “sirve y ayuda” al profesor (lo que, a su vez, conlleva una re-configuración del modelo de aplicación). 3. Para que la investigación esa posible, los profesores deben disponer de los medios necesarios (bibliotecas, ediciones, asistencia a congresos, etc.). Las bibliotecas dispondrían de libros relacionados con los cinco campos de estudio antes reseñados. 4. El claustro sería el principal órgano de decisión en lo relativo a la acción educativa. Esto exige aclarar dos malentendidos: primero, la escuela no es la única institución responsable a la hora de solucionar de “todos” y cada uno de los males sociales (consumo de droga, violencia, etc.); segundo, la escuela no es la única institución que encarna una dimensión educativa. El primer punto parece que está cada vez más claro en la opinión pública, aunque no suficientemente. Pero me interesa incidir algo más en el segundo malentendido (acerca de la dimensión educativa de instituciones diferentes a la escuela): • La familia es, por ejemplo, la institución básica. ¿La responsabilidad educativa de los padres se ejerce sólo reclamando la responsabilidad del profesor en la educación? ¿No son los padres también responsables del proceso educativo de su hijo en la familia? Reinventar la profesión docente • Dada la abundancia de casos, el lector podrá fácilmente encontrar ejemplos acerca de la función educativa (o des-educativa) de los medios de comunicación social. • Institución judicial. ¿Es que acaso las leyes y las sentencias judiciales no tienen una repercusión educativa en la sociedad? Por ejemplo, las leyes y sentencias que favorecen el clima de impunidad ante ciertas faltas o delitos, ¿no generan consecuencias educativas (o des-educativas)?. Por tanto, sería necesario un gran esfuerzo social y político para reclamar a las otras instancias públicas i) que cumplan cada una con su parte de responsabilidad ante los problemas sociales, y 2) que asuman su responsabilidad educativa. 5. La re-estructuración de la actividad del profesor afecta también al horario laboral, dado que habría que introducir un número de horas dedicadas a la investigación y distinguirlas de las horas de docencia. El objetivo sería llegar a implantar más horas de investigación que de docencia. 6. Implantar, cuando menos, un Bachillerato de tres años con el objetivo de que la Enseñanza Media sea una auténtica preparación para la Enseñanza Superior y el mundo laboral. 7. Restitución de la excelencia en la formación y en la actividad profesional del profesor. Excelencia en la acción educativa, que incluye, repito, tanto la actividad investigadora como la docencia. Esto implica que el proceso de formación de maestros y profesores debe ser re-estructurado. 8. El propio cuerpo profesional de profesores debe ser el formador de los futuros maestros y profesores. Esta formación abarcaría tanto i) la enseñanza académica, como ii) la enseñanza práctica. Es decir, el profesor impartiría docencia a los “aprendices de maestros” y, también, acompañaría al alumno en el aula (o, mejor dicho, el aprendiz acompañaría al profesor en el aula). Ello implica dos novedades: primero, el profesor sería el formador de los nuevos profesores. Y segundo, el aprendiz de profesor vería reforzado su aprendizaje práctico (actualmente existe una gran deficiencia práctica, como se sabe). 9. Introducción de la promoción dentro del cuerpo del profesorado. La promoción profesional del profesorado no significa el paso de la docencia a la investigación. Tanto la docencia como la investigación son esenciales a la actividad educadora, como he indicado. La promoción conlleva un reconocimiento a la experiencia docente y a la competencia investigadora. 9. Unidad del cuerpo profesional. La promoción, tal y como aquí se entiende, afecta i) al paso de la enseñanza primaria a la secundaria, ii) al paso de la secundaria a la primaria; y iii) esto es lo fundamental, el paso a la educación superior (si por tal se entiende la tarea de formación de profesores). 271 272 Mesa 12 Referencias PENALVA, J. (2008) Claves del sistema educativo español. Sobre el modelo de enseñanza y de profesor. Madrid. La Muralla. PENALVA, J. (2010-a) La escuela a examen. La perspectiva de la construcción social. Madrid, Dykinson. PENALVA, J. (2010-b) «Bases metodológicos de la práctica innovadora: Análisis crítico de los modelos docentes vigentes» I Congreso Internacional: Reinventar la Profesión Docente. Málaga 8-10 noviembre 2010. Reinventar la profesión docente La personalidad como elemento determinante de elección de especialidad en estudiantes de magisterio Carlos Salavera, José Luis Antoñanzas y Miguel Puyuelo Facultad de Educación Universidad de Zaragoza [email protected] Aún con la implantación de los nuevos planes de estudios motivados por el Plan Bolonia, los aspirantes a maestro, muestran preferencias por determinadas especialidades y por una forma de enseñanza u otra. Hasta ahora se atribuían distintos modelos educacionales, según la especialidad en la que el profesional se había formado, sin contemplar aspectos previos, es decir, sin hacer caso de la personalidad previa del docente, que determina su estilo de enseñanza (Emmerich, 2006). Estos aspectos, no han sido apenas analizados, ni a nivel teórico ni práctico, pensando que era la especialidad docente elegida la que configuraba el estilo de enseñanza del profesor. El objetivo fundamental de este trabajo es analizar si hay variables de personalidad que determinen la elección de una u otra por parte de los aspirantes a Maestros. Se realizó un estudio lineal, prospectivo con los cuestionarios EPQ-R y Temperamento y Carácter (TCI-R), en alumnos de 1º y 2º de Magisterio de las especialidades de Educación Física (EF) y Educación Especial (EE) de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza.. Conclusiones: Presentamos los primeros resultados de la investigación, que como avances más significativos, se observan diferencias cuando menos significativas entre los distintos grupos, corroborando nuestra primera hipótesis: la personalidad previa de los aspirantes a profesor, determina la elección de especialidad en los estudios de Magisterio. La manera en cómo se imparte una asignatura o grupo de asignaturas, se creía que venía relacionada con la enseñanza recibida por el docente y su formación. Sin embargo, a la par de variables ambientales y sociales, se establece la importancia de la personalidad del docente a la hora de relacionarse con sus alumnos. El comportamiento de las personas, otorga algo único a cada individuo que lo caracteriza como independiente y diferente, cómo lo es cada profesor y su enseñanza. La construcción de una identidad corporativa a la hora de impartir una especialidad, integran una unidad coherente que finalmente describe el tipo de docencia y el modelo empleado en la tarea docente. La personalidad se trata de un concepto básico dentro de la psicología y la educación. A lo largo de la historia ha recibido distintas y variadas definiciones. Puede sintetizarse como un conjunto de diferencias o patrón de 273 274 Mesa 12 pensamientos y sentimientos ligados al comportamiento, explicándose como el conjunto de actitudes, hábitos y conducta de cada individuo, persistentes a lo largo del tiempo y que distinguen a una persona de las demás, haciéndole diferente en las reacciones frente a las distintas situaciones y la manera de resolverlas. Ese comportamiento tiene una tendencia a repetirse a través del tiempo de una forma determinada, independientemente del docente. En los últimos años se ha discutido mucho sobre la personalidad: tipos, formas,… incluso se han llegado a formalizar distintos constructos (Millon, Cloninger, Loranger,…), con sus correspondientes teorías de personalidad y modelos. Algo menos estudiado es cómo afecta esto a los estilos de enseñanza (Zhang, 2007). Hasta ahora se atribuían distintos modelos educacionales, según la especialidad en la que el profesional se había formado, sin contemplar aspectos previos, es decir, sin hacer caso de la personalidad previa del docente, que determina su estilo de enseñanza (Emmerich, 2006). Estos aspectos, no han sido apenas analizados, ni a nivel teórico ni práctico, pensando que era la especialidad docente elegida la que configuraba el estilo de enseñanza del profesor. En este trabajo se investigó si se puede hablar de una personalidad previa a la formación de maestro, que determine que tipo de enseñanza quiere impartir aquella persona con vocación docente. MATERIAL Y MÉTODO: Instrumentos EPQ-R (Eysenck, 1985) El Eysenck Personality Questionnaire, versión revisada, constituye un intento para corregir las deficiencias psicométricas de la escala original P en el EPQ. Esta nueva versión revisada del EPQ logra una distribución más simétrica de las puntuaciones incrementándose el intervalo de puntajes y obteniéndose un índice de consistencia interna más elevado: 0.76 para las mujeres y 0.78 para los varones. El tipo de administración del EPQ-R es de carácter individual y/o colectiva, es una prueba objetiva, puesto que su aplicación, corrección e interpretación de las puntuaciones son independientes del juicio subjetivo del examinador. Como es un instrumento de papel y lápiz, el único requisito para su aplicación es la presencia de la capacidad de lecto-escritura. Esta versión está construida para medir la personalidad a lo largo de tres dimensiones más un atributo complementario, por lo cual se compone de las siguientes escalas: a. Estabilidad-Neuroticismo (N). b. Extraversión-Introversión (E). c. Normalidad-Psicoticismo (P). Reinventar la profesión docente d. Sinceridad o Veracidad (L o V). TCI-R (Cloninger, 1994) El autor describió un modelo de personalidad que define como un complejo sistema jerárquico que puede ser naturalmente descompuesto en distintas dimensiones psicobiológicas del temperamento y el carácter. Está definida por las diferencias individuales en los sistemas de adaptación implicados en la recepción, procesamiento y almacenaje de la información sobre el entorno. Este modelo dio origen a un cuestionario que mide características del temperamento y carácter, denominado Temperament and Character Inventory, TCI. Existen tres versiones: una para adultos, autoadministrada, con 240 ítems; otra para preescolares (2-4 años) que responden los padres; y otra versión para escolares (7 - 14 años) autoadministrada y que cuenta también con la versión padres. En la investigación se empleó la versión para adultos. Las escalas de temperamento miden las variaciones individuales en cuatro mecanismos psicobiológicos de adaptación al entorno, mientras que las de carácter reflejan características aprendidas que tienen que ver con el autoconcepto. Las cuatro dimensiones del temperamento; Cloninger (1994): 1- Evitación del Daño (HA) 2- Búsqueda de Novedad (NS) 3- Dependencia de la Recompensa (RD) 4- Persistencia (P) Las tres dimensiones del carácter; Cloninger (1994): 1- Autodirección (S) 2- Cooperación (C) 3- Autotrascendencia (ST) Participantes La investigación se desarrolló con alumnos de 2º de Magisterio de las especialidades de Educación Física (EF) y Educación Especial (EE) de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza. Concretamente fueron 74 alumnos/as de EF; 38 chicas (51,35 %) y 36 chicos (48,65 %) y 40 alumnos/as de EE; 24 chicas (60 %) y 16 chicos (40 %). Procedimiento Se analizó el perfil previo de los alumnos, con una entrevista semiestructurada, en la que se reflejaban datos sociodemográficos, así como 275 276 Mesa 12 su historia personal, para evitar un sesgo en la muestra. Todos los sujetos eran estudiantes de Magisterio, mayores de 18 años y con una motivación en el proceso lo suficientemente amplia como para poder recoger los datos y hacer una valoración objetiva de los mismos. Tanto el EPQ-R como el TCI-R fueron aplicados y corregidos por profesores de la asignatura Psicología del Desarrollo, ambos psicólogos con amplia experiencia docente, clínica e investigadora. Para el procesamiento de los datos, se utilizó el programa SPSS para Windows en su versión 15.0 (Statistical Package for the Social Science) para el análisis estadístico de los resultados; concretamente se realizaron tanto análisis descriptivos (máximos, mínimos, medias y desviación estándar) como análisis de variables cruzadas y correlaciones a nivel bilateral. Como contraste de hipótesis se empleó el test de la X2. En todos los casos se consideraron significativas aquellas diferencias con un valor de p<0,05. RESULTADOS En el análisis de resultados (Tabla 1), en el EPQ-R se aprecian diferencias en todos los factores. El grupo de Educación Especial muestra puntuaciones mayores en el apartado de Extraversión-Introversión, así como en Sinceridad-Veracidad. El grupo de estudiantes de Educación Física, obtuvo unos valores menores en Estabilidad-Neuroticismo, indicando una mayor estabilidad y una mayor normalidad en el factor de Psicoticismo. Tabla 1. Resultados obtenidos en el EPQ-R. Extraversión 1 2 Neuroticismo 1 2 Psicoticismo 1 2 3 Sinceridad 1 2 3 4 EDUCACIÓN FÍSICA 9 (12,2 %) 65 (86,8 %) 66 (89,2 %) 8 (10,8 %) 52 (70,3 %) 19 (25,7 %) 3 (4,1 %) 37 (50 %) 18 (24,3 %) 12 (16,2 %) 7 (9,5 %) EDUCACIÓN ESPECIAL 3 (7,5 %) 37 (92,5 %) 34 (85 %) 6 (15 %) 26 (65 %) 9 (22,5 %) 5 (12,5 %) 9 (22,5 %) 18 (45 %) 12 (30 %) 7 (17,5 %) En cuanto a los resultados del TCI-R (figura 1), muestran como en los apartados de Búsqueda de novedad, Dependencia de recompensa, Persistencia, son los alumnos de Educación Física los que tienen mayores puntuaciones, buscando con mayor intensidad estos apartados. Mientras, en Evitación del riesgo, Autodirección y Cooperación, son puntuaciones son inferiores, mostrando los alumnos de Educación Especial una mayor intensidad en la búsqueda de estos apartados. En transcendencia, ambos grupos se encuentran igualados. Reinventar la profesión docente Búsqueda de novedad Evitación del riesgo Dependencia de la recompensa Persistencia EF EE Autodirección Cooperación Transcendencia 0 30 60 90 120 150 CONCLUSIONES Presentamos los primeros resultados de la investigación, que como avances más significativos, vemos que dimensiones medidas por el TCI-R, como Búsqueda de Novedad, o Persistencia, se presentan más en los futuros maestros de Educación Física, mientras Evitación del Riesgo, Autodirección o Cooperación están más presentes en los aspirantes a Maestros de Educación Especial. Se presentan diferencias cuando menos significativas entre ambos grupos, corroborando nuestra primera hipótesis: en los aspirantes a maestro, hay una personalidad previa, que puede determinar la elección de la especialidad de acuerdo con ésta. En cuanto al EPQ-R, las diferencias se encuentran en todos los factores, en mayor o menor medida, eso sí. En Extroversión, que define al sujeto que puntúa alto dentro de esta escala estará caracterizado por ser: sociable, excitable, impulsivo, inclinado al cambio, optimista y poco sensible. Puntajes bajos caracterizan a sujetos que tenderán a ser: retraídos, tranquilos, previsores, reservados, desconfiados, controlados y con baja tendencia a la agresión. Los resultados de la investigación muestran como los estudiantes de Educación Especial son más extrovertidos. En cambio los estudiantes de Educación Física se muestran como más estables (Estabilidad-Neuroticismo), al indicar sus respuestas altas del sujeto en este continuo, que revelan elevados niveles de ansiedad, fuertes cambios de humor en cortos períodos de tiempo, desórdenes psicosomáticos y dificultad en volver al estado emocional anterior a la respuesta nueva. Por el contrario, puntajes bajos representan 277 278 Mesa 12 características descritas como estabilidad: calma, control emocional, tono débil de respuestas y constancia en el humor. Los estudiantes de Educación Especial con sus puntuaciones en Normalidad-Psicoticismo, muestran mayores atributos de un pensamiento duro, tales como: despreocupación, crueldad, inclinación hacia las cosas raras, baja conciencia, falta de empatía y generación de conflictos en el medio. Por último, en Sinceridad-Veracidad, los estudiantes de Educación Especial se revelan con un mayor grado de veracidad de las respuestas. Como principal conclusión y línea de posteriores investigaciones, no sólo se tienen que establecer procesos educativos adaptados a la propia personalidad de los alumnos, futuros docentes, sino que habría que trabajar aquellos aspectos que mejoren sus capacidades personales y profesionales, pensando en implementar claramente estrategias educativas y trabajar de manera diferente los procesos, pensando en la personalidad de los sujetos como elemento fundamental en la formación de los docentes. En cualquier caso, los resultados de este estudio muestran que los futuros docentes, se aproximan a un determinado tipo de enseñanza dependiendo de su propia personalidad. Ello implica la necesidad de tener en cuenta la personalidad de los alumnos de cara al desarrollo de programas educativos específicos. Por otra parte, el tamaño de la muestra, aunque relevante desde el punto de vista clínico, es relativamente pequeño desde una perspectiva estadística. Por ello, se requiere un mayor número de estudios semejantes con el objetivo de poder identificar el perfil específico de los docentes y la elección de especialidad. REFERENCIAS Boyle, G.J., Stankov, L. & Cattell, R.B. (1995). Measurement and statistical models in the study of personality and intelligence. En D.H. Saklofske y M. Zeidner (Eds.): International Handbook of Personality and Intelligence (pp. 417-446). Nueva York: Plenum Press. Claridge, G.S. (1981). Psychoticism. En R. Lynn (ed.): Dimensions of personality: papers in honour of H.J. Eysenck. (pp. 79-109). Oxford: Pergamon Press. Chico, E. y Ferrando, P.J. (1995). A psychometric evaluation of the revised P scale in delinquent and non-delinquent Spanish samples. Personality and Individual Differences, 18, 331-337. Cloninger, R., (1999a), Personality American Psychiatric Press, Inc. and Psychopathology, Washington: Cloninger, R. (1999b). 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Zhang, Li-Fang (2007) From career personality types to preferences for teachers ’ teaching styles: A new perspective on style match, Personality and Individual Differences, 43, 1863-1874 281 282 Mesa 12 La evaluación del trabajo docente: apuntes para el reconocimiento de una profesión desde la perspectiva de sus actores Area temática: Selección, desarrollo profesional y carrera docente. Autores: Joaquín Vázquez García [email protected], Blanca Verónica, Bastidas Valdez Maura Hirales Pacheco , Armida Montano Fernández , Arnoldo Lizárraga Aguilar , Universidad Autónoma de Baja California I. PRESENTACION En las instituciones públicas de educación superior en México se promueven convocatorias para favorecer la participación del profesorado en programas de estímulo al trabajo desempeñado en la enseñanza, investigación, gestión administrativa, académica y vinculación, aspectos que hablan de un esfuerzo integral por construir escenarios de calidad. Al interior de tales procesos, existe la percepción del profesorado respecto de los criterios de evaluación integrados y la productividad generada, en los rubros de docencia, gestión institucional, tutorías, investigación y desarrollo de publicaciones relacionadas con su labor académica. En la Universidad Autónoma de Baja California, así como en el resto de las universidades públicas mexicanas se instrumentan desde 1990 programas de tipo compensatorio (merit pay, según el origen de tal retribución en Estados Unidos), complementarios a la percepción salarial. Como parte de un trabajo de investigación, se integra la aplicación y procesamiento de un cuestionario aplicado a 28 profesores de las licenciaturas en Ciencias de la Educación, Psicología, Comunicación y Sociología, adscritos a la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California y quienes acceden a participar en el estudio. En la convocatoria emitida en 2006 fueron 35 profesores quienes reunieron los requisitos para hacerse acreedores de alguno de los 5 niveles previstos en el Programa de Premios en Reconocimiento al Personal Académico (PPREDEPA), sin embargo por motivos personales 7 personas declinaron proporcionar información. Cabe mencionar que el trabajo investigativo abarca la aplicación de instrumento a los docentes acreedores en las convocatorias 2006-2007 y 2007-2008. El estudio es de corte cuantitativo, descriptivo y longitudinal; integra dos etapas donde se arroja información que facilitará la comprensión del funcionamiento del programa, características de los participantes y opiniones de los mismos. La segunda etapa se relaciona con el análisis de las condiciones laborales del profesorado de la unidad académica, donde se incluyen los sujetos investigados en la primera etapa, así como el total de profesores con Reinventar la profesión docente dedicación de tiempo completo. Es importante analizar cuál es la categoría contractual de los mentores, la antigüedad en la institución, la pertenencia a los cuerpos académicos por carrera y la prospección hacia el retiro por jubilación de la planta docente, además de identificar las características del futuro reemplazo por profesores que posean los requisitos demandados en los modelos actuales de acreditación y certificación existentes en la universidad. En las conclusiones se ofrece la apreciación correspondiente al diagnóstico del contexto académico y administrativo en el que se sustenta una evaluación al desempeño, contrastado a partir de los cuestionarios aplicados en apego al nivel alcanzado en el PPREDEPA con el sentido de pertenencia a la institución, la motivación y valoración, así como el factor productividad. Se asientan las condiciones que posee en este momento el personal docente como elemento también de contraste con el habitus relacionado con el trabajo académico. La importancia fundamental reside en el conocimiento de las percepciones frente al desempeño de las funciones docentes, la relación con la evaluación del desempeño y la prospección en la situación laboral y académica de los profesores en la universidad. II. REFERENTE OPERATIVO E INSTITUCIONAL DEL PROGRAMA En las instituciones de educación superior públicas, como el caso de la Universidad Autónoma de Baja California –perteneciente al subsistema de instituciones públicas autónomas, a partir de 1990 y en complementación con los tabuladores salariales para el personal académico (técnico académico –en las funciones de docencia, de investigación, de difusión cultural, deportes y psicopedagógico- docencia e investigación), se diseñan convocatorias para favorecer la participación en programas de estímulos traducidos en percepciones económicas diferenciadas en niveles donde se integran montos equivalentes en salarios mínimos y, recientemente, en porcentajes correspondientes a la categoría de contratación adscrita al profesorado. Cabe mencionar que inicialmente se incorporaron en las convocatorias a docentes de tiempo completo, en las fases sucesivas se amplió la participación al resto del personal distinguiéndose para el efecto un número determinado de horas de actividad docente o de investigación para calificar como candidato a la evaluación. En 1990 y con características de un programa de carácter federal, se aplica en la UABC una evaluación dirigida que sostuvo una vigencia anual en la asignación de recursos a profesores de tiempo completo, condición que en 1994 se modifica (Cordero, et al, 2003) para identificar en esa emisión el rasgo de “integral”, donde se enfatiza la necesidad de pensar al académico involucrado en la docencia, en la investigación y en las acciones de extensión. Al interior de la institución se replantean las características de los indicadores que los profesores deben documentar para acceder a los niveles, sin embargo es claro en los hechos que aspectos como apuntalar las experiencias laborales fuera de la universidad se difuminan para centrar la atención en los aportes que se realizan a favor de mejorar la calidad formativa producto de la naturaleza del trabajo propio de la enseñanza y la investigación (en las versiones iniciales del 283 284 Mesa 12 programa se valoraba el trabajo formal ejercido en instituciones u organizaciones externas a la universidad, sin embargo ese aspecto dista en la realidad de ser objetivo porque la naturaleza de las funciones docentes se manifiestan en la academia. Cuando se asevera que detrás de las remuneraciones existe una definición a nivel de problemática, se sujeta el punto a una apreciación que en la Administración de Recursos Humanos se concibe como calificación de méritos que, en la medida que la misma es incorporada a equivalentes económicos, tiende a diferenciar la percepción de los sujetos y de la naturaleza propia del trabajo. Bajo la explicación anterior, Chiavenato (2000) indica en la Teoría de la Inequidad que la persona experimenta un sentimiento de injusticia y de insatisfacción, que aumenta al observar distancia entre su percepción económica y la naturaleza del trabajo desempeñado. La actividad académica se identifica con un constructo complejo, donde el incremento de roles y funciones adjudicados a los profesores genera expectativas de cambio en el reconocimiento a su labor profesional. Gil Antón (1994), señala una tipología del académico visualizado como investigador, docente o profesionista, lo cual indica que al tenor de esa aportación del autor se manifiesta que en la práctica tales funciones generan la inclusión del profesor en los diferentes rubros si éste pretende y decide en su oportunidad concursar en la convocatoria respectiva. Tal señalamiento La disyuntiva respecto a la funcionalidad de los ejercicios de evaluación del desempeño académico se dirige a lo propuesto por Ibarra Colado (2006), donde se explica que la base salarial, que antes de la crisis económica en México se conseguía luego de las correspondientes negociaciones entre sindicatos y las universidades, lo cual en la actualidad no opera debido a que hoy se compite por recursos extraordinarios vía concursos, cuyos resultados afectan las percepciones de los trabajadores, no en función de los sueldos y salarios, sino en el hecho de hacerse acreedores o merecedores de compensaciones materializadas en apoyos, becas o estímulos, preferentemente de índole económicos. En julio de 1984 se crea el SNI (Sistema Nacional de Investigadores), que viene a beneficiar a tales profesionales a través de asignaciones especiales en recursos y en reconocimiento a la función desarrollada, donde se puntualiza una diferencia importante entre la docencia y la propia investigación, toda vez que en los esquemas laborales en las instituciones mexicanas por la época ambas actividades estaban claramente definidas. Un aspecto digno de subrayar es la diferenciación que existe en México en relación a la profesión docente, la cual es a su vez distinta, compleja y cambiante de acuerdo con el nivel educativo, al subsistema en cuestión y a la presencia organizada de los profesores como fuerza sindical, como grupos académicos de influencia en el sistema educacional o como instituciones que concentran la importancia de la actividad productiva o intelectual en el país. Vinculado con lo anterior, el magisterio de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) encuentra adscrito a su desempeño docente el Programa de Carrera Magisterial, el cual asegura percepciones económicas complementarias al salario de forma Reinventar la profesión docente permanente una vez que concursa y se ubica en las distintas vertientes. Esa posibilidad para el resto del profesorado en educación media superior y superior es inexistente porque, en un juicio particular, existen prácticas políticas centradas en las tipologías institucionales, no soportados por organizaciones gremiales o sindicales, sino en disposiciones del Estado, lo que implica la temporalidad en el ingreso, permanencia o salida de los programas de estímulos, en dependencia de las horas contratadas en docencia, a la productividad demostrada y a la competencia entre los profesores postulantes. En la Universidad Autónoma de Baja California, el Estatuto del Personal Académico indica que se contrata al personal académico como docente o como investigador, condición por la que se expresa que la evaluación de los indicadores en los programas de estímulos a la par integran ambas actividades, diferenciando los puntajes hacia la docencia y a la investigación dependiendo del tipo de contratación del participante. El estatuto data del año 1982, con reformas en 2002 y 2003, aspecto relevante debido a que se expresa que las características para el desempeño del trabajo académico prevén dedicación de tiempo completo, medio tiempo y asignatura, en distintas categorías, lo que puntualiza obligaciones entre el patrón y el trabajador. Sin embargo, se distingue que veinticuatro años posteriores a la publicación del documento que rige las relaciones laborales, en la realidad exigencias como la formación en posgrado, investigación y publicación de productos en revistas de divulgación o de arbitraje científico, tutorías, gestión administrativa, vinculación, difusión cultural, por mencionar algunas, matizan de manera diferente el trabajo actual del profesor, incluso y tomando como referencia documentos contractuales de otras instituciones de educación superior, se observa que la carga de horas a la actividad docente implica esfuerzos más amplios para conseguir la contabilización de los puntajes requeridos en la diversidad que establece la universidad en su programa de estímulo docente, mientras que en otros centros docentes la asignación en horas clase es menor. A partir de 1994 y hasta 1999 se integra en el Programa de Becas al Desempeño del Personal Académico la visión de reconocimiento de la naturaleza y diversidad del trabajo académico. Es en esa ocasión cuando, a diferencia de las etapas presentes de 1990 a 1993, que se publica la convocatoria dirigida a profesores-investigadores, técnicos académicos de docencia o de investigación, para el área de deportes y además para el área de extensión. Se desarrolla en la UABC una investigación denominada “Evaluación y Replanteamiento del Programa de Estímulo al Personal Académico de la UABC”, que recoge los resultados y formas de operación para generar una convocatoria en el año 2000 que permitiera fortalecer las dimensiones de dicha evaluación en congruencia con las directrices institucionales de calidad y productividad. En ese sentido, ahora se adiciona la función psicopedagógica, adscrita en todas las unidades académicas y se le reconoce como específica para la cuantificación y cualificación de los indicadores a considerar en el rubro de la atención al alumnado de nuevo ingreso, al seguimiento vocacional, la formación de hábitos de estudio y la atención psicológica. 285 286 Mesa 12 En el año 2005 y en previsión de la operatividad para el periodo 2006-2007, se organiza la convocatoria para el definido Programa de Premios en Reconocimiento al Desempeño Académico (PPREDEPA). Como innovación en las reglas de inscripción al programa, se identifica que el profesorado con perfil PROMEP (Programa de Mejoramiento del Profesorado) otorgado por la Secretaría de Educación Pública, puede quedar ubicado en alguno de los 5 niveles establecidos, lo que ofrece mayores posibilidades de ingresar, permanecer o ascender, con la consiguiente bonificación económica y además –a contrastar en el presente estudio- percepciones distintas entre los participantes vía convocatoria PPREDEPA y el reconocimiento al perfil PROMEP). El PPREDEPA estima como asignación económica los siguientes montos (devengados en salario catorcenal por el académico). a) Nivel 1. 10 % b) Nivel 2. 20 % c) Nivel 3. 30 % d) Nivel 4. 40 % e) Nivel 5. 50 % III. PROPUESTA METODOLÓGICA PARA EL ESTUDIO Se integra un cuestionario dirigido a los profesores de tiempo completo y de asignatura, así como a técnicos académicos adscritos a la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California, unidad Mexicali. Se dirige la aplicación del instrumento a maestros que lograron ubicarse en alguno de los 5 niveles del Programa de Premios en Reconocimiento al Desempeño Académico. Se consideró aplicar el cuestionario en el periodo comprendido entre los días 24 y 28 de abril de 2006, estimando el plazo para tal actividad en dos semanas posteriores a la fecha de emisión de los resultados, con la finalidad de conservar la percepción de los mismos de parte de los involucrados, así como sujetar la información vertida en la conformidad y no conformidad de los resultados a un tiempo determinado. Para la apertura de la convocatoria 2007-2008 se aplica el mismo instrumento a los profesores con la finalidad de contrastar sus respuestas en ambos periodos, al igual que en el periodo anterior, inmediatamente a la publicación de los resultados. El instrumento utilizado se integra de ocho reactivos correspondientes a datos de identificación del participante (ver anexo A) y por diez reactivos en la parte denominada percepción del programa PPREDEPA, que a través de una escala de Likert permite observar los niveles de acuerdo o desacuerdo sugeridos. La composición por género se da en 18 personas de sexo femenino y 10 de sexo masculino. De igual forma, es el 80% de los profesores quienes responden al cuestionario, que en la Licenciatura en Ciencias de la Educación y en la Licenciatura en Sociología el total del personal adscrito accede a la respuesta (Cuadro 1) Reinventar la profesión docente El procesamiento de la información se realizó en el programa SPSS, en el cual se efectúan cruces para contrastar información dada en las variables antigüedad, nivel académico y valoración por la institución. IV. RESULTADOS Tabla 1. Resultados de aplicación del instrumento en los periodos 20062009. Periodo 2006-2007 Respecto a la antigüedad en la UABC se encuentra que el 17.9% (5 casos) tiene entre 5 y 10 años, el 21.4% (6 casos) tiene entre 10 y 15 años, el 32.1% (9 casos) tiene entre 15 y 20 años y el 28.6% (8 casos) tiene más de 20 años. Periodo 2008-2009 Se encuentra que el 7.4% tiene entre 5 y 10 años (2 casos), un 22.1% entre 10 y 15 años (6 casos), 29.6 % entre 15 y 20años (8 casos) y el 40.7% (11 casos) tiene más de 20 años. Observación Un 70.3 % Académicos tiene antigüedad laborando para la FCH entre 15 y más de 20 años. La forma de participación en PPREDEPA 2006-2007 es del 67.9% por convocatoria UABC (19 profesores) y el 32.1% por PROMEP (9 académicos). La participación PPREDEPA 2008-2009 es del 40.7% por convocatoria UABC (11 casos), y el 59.3% por PROMEP (16 académicos). La diferencia que marca en la comparación es el aumento de académicos que participan en PROMEP de 9 en el 2007, aumenta a 16 profesores en el 208. El 21.4% se muestran totalmente de acuerdo en que la evaluación docente en opinión de los alumnos es determinante para obtener puntaje en los niveles más altos del PPREDEPA, mientras que el 32.1% sólo se muestra de acuerdo, siendo un total de 53.5% de respuestas positivas al respecto, en contra parte el 28.6% que se muestra en desacuerdo y el 10.7% que está en total desacuerdo, además un 7.1% se El 7.4% se muestra totalmente de acuerdo en que la evaluación docente en opinión de los alumnos es determinante para obtener puntajes en los niveles más altos de PPREDEPPA, mientras que el 33.3% sólo se muestra de acuerdo, siendo un total de 40.7% de respuestas positivas al respecto, en contraparte el 37% que se muestra en desacuerdo y el 14.8% que está en total desacuerdo, además un A diferencia del 2007, en el 2008 los académicos responden mayormente 51.8% en desacuerdo refiriéndose a que la evaluación docente en opinión del alumno sea determinante para obtener niveles altos en PPREDEPA. 287 288 Mesa 12 expresa en opinión neutral. Este programa está impulsando al personal académico a obtener niveles más altos de posgrado, lo que podemos ver reflejado en el 28.6% que en éste momento son estudiantes de doctorado, un 10.7% en proceso de obtención del doctorado y un 10.7% en proceso de obtención de una maestría. El 57.1% de los encuestados están en total acuerdo en que los incentivos económicos son importantes para el desarrollo de la actividad docente; lo que se apoya con el 32.1% que también está de acuerdo, mientras solo el 3.6% de declara en desacuerdo y el 9.2% sin opinión. 7.4% sin opinión. El 11.1% está en proceso de obtención de grado de Maestría, un 25.9% con grado de Maestría, el 18.5% estudiante de Doctorado, un 25.9% en proceso de obtención de grado de Doctorado y el 18.5% con el grado de Doctor. El aumento de académicos en la obtención de niveles más altos se refleja en esta aplicación existiendo más graduados de maestría y doctorado en el 2008. El 48.1% de los encuestados están en total acuerdo en que los incentivos económicos son importantes para el desarrollo de la actividad docente; lo que se apoya con el 37% que también está de acuerdo, mientras solo el 7.4% se declara en desacuerdo y el 7.4% sin opinión. Se corrobora la afirmación en 2008 con el 85.1% de los encuestados donde refieren estar de acuerdo en que los incentivos económicos son importantes para el desarrollo de la actividad docente. En cuanto a la productividad un 21.4% se muestra en total acuerdo y un 53.6% en acuerdo de que ésta se identifica a través de los indicadores de PPREDEPA, mientras sólo un 17.9% se declara en desacuerdo y un 7.1% sin opinión En cuanto a la productividad un 11.1 % se muestra en total acuerdo y un 48.1% en acuerdo de que ésta se identifica a través de los indicadores de PPREDEPA, mientras el 29.6% se declara en desacuerdo y un 11.1% sin opinión. Para el 67.8% de los participantes en éste estudio, existen diferencias en el acceso a los indicadores de Para el 62.9% de los participantes en éste estudio, existen diferencias en el acceso a los indicadores de productividad solicitados En el 2009, 16 encuestados con el 59.2% están de acuerdo que la productividad se identifica a través de los indicadores solicitados en PPREDEPA, observando que existe una diferencia con la opinión del 2007 ya que fueron 21 los que habían opinado igual y al parecer cambiaron de opinión. Se mantiene alto porcentaje con un 62.9% en estar de acuerdo afirmando que se presentan diferencias en el acceso a los Reinventar la profesión docente productividad solicitados por el PPREDEPA (en total acuerdo 32.1% y de acuerdo 35.7%), mientras sólo el 14.3% opina que no se presentan diferencias. por el PPREDEPA (en indicadores total acuerdo 18.5% y de productividad acuerdo 44.4%), PPREDEPA mientras sólo el 18.5% mencionan que no se presentan diferencias y un 18.5% sin opinión. Referente a la percepción que se tiene respecto a la antigüedad, como mayor posibilidad de obtener puntaje en niveles más altos del PPREDEPA, en su mayoría están en desacuerdo con un 50% y 39.3% en total desacuerdo. Lo que obviamente minimiza el 7.1% que está de acuerdo en que la antigüedad es determinante para alcanzar mayores niveles dentro del programa. El personal académico participante del PPREDEPA en la Facultad de Ciencias Humanas, en un 67.8% se considera valorado por la institución (32.1% totalmente de acuerdo y 35.7% de acuerdo) mientras que el 21.4% consideran que su trabajo académico no es estimado por la UABC. Referente a la percepción que se tiene respecto a la antigüedad, como mayor posibilidad de obtener puntaje en niveles más altos de PPREDEPA, el 14.8% están de acuerdo (3.7% totalmente de acuerdo y 11.1% de acuerdo) y un 85.1% en desacuerdo (48.1% en desacuerdo y 37% totalmente en desacuerdo). Se confirma no estar de acuerdo con un 85.1% en el 2009 donde se refiere que la antigüedad no es un indicador de mayor posibilidad para obtener los niveles más altos en PPREDEPA. El personal académico participante del PPREDEPA en la Facultad de Ciencias Humanas, en un 81.5% se considera valorado por la institución (18.5% totalmente de acuerdo y 63% de acuerdo), mientras que el 7.4% consideran que su trabajo académico no es estimado por la UABC, y un 11.1% no opinó. Sus actividades Sus actividades docentes se docentes se desarrollan desarrollan en dos en dos modalidades: modalidades: Escolarizada 46.2% Escolarizada el 57.1% Semiescolarizada 3.8 % Es importante que la mayoría de los académicos se siente valorado como académicos en la Institución y considerar que existen aun en minoría quienes están en desacuerdo y prefieren no opinar. en de el La modalidad semiescolarizada conforme avanza la cobertura de los distintos semestres del plan de estudios requiere la 289 290 Mesa 12 Ambas el 42.9% Ambas 50% Ningún participante se desarrolla en la modalidad semiescolarizada. incorporación de docentes, por ello se observa que los profesores participan ya en ambas modalidades El 78.6% de los encuestados afirman que la diversificación de las actividades conlleva a la cobertura de los indicadores requeridos por PPREDEPA, mientras sólo el 10.7% opina lo contrario. El 74.1% de los encuestados afirman que la diversificación de las actividades conlleva a la cobertura de los indicadores requeridos por PPREDEPA, mientras que el 18.5% está en desacuerdo y un 7.4% sin opinión. La comparación refiere que están de acuerdo que la diversificación de actividades conlleva a la cobertura de los indicadores requeridos por PPREDEPA. El 50% de los participantes de éste estudio consideran que existen oportunidades diferentes entre los programas de licenciatura para obtener los puntajes establecidos en los indicadores de PPREDEPA, siendo una leve diferencia entre quienes opinan que tal contraste no existe El 70.4% de los participantes de éste estudio consideran que existen oportunidades diferentes entre los programas de licenciatura para obtener los puntajes establecidos en los indicadores de PPREDEPA. El 22.2% están en desacuerdo y un 7.4% sin opinión. Las diferencias se refieren a las condiciones fundacionales de las licenciaturas, como son la trayectoria del profesorado en el programa más antiguo (Ciencias de la Educación), la productividad académica generada, principalmente. El 60.7% de los encuestados están de acuerdo que contar con un Posgrado favorece su ingreso y la permanencia al PPREDEPA, un 35.7% está en desacuerdo con ésta afirmación y el 3.6% no opinó. El 55.5% de los encuestados están de acuerdo que contar con un Posgrado favorece su ingreso y la permanencia al PPREDEPA, un 37% está en desacuerdo con ésta afirmación y el 7.4% no opinó. El impacto principal es que el profesorado puede obtener perfil PROMEP, donde un requisito primordial es contar con grado de maestría o de doctorado, además de participar y seleccionado ante la Secretaría de Educación Pública. Fuente. Instrumento aplicado en la investigación, periodos 2006-2007 y 20082009 Reinventar la profesión docente V. CONDICIONES ACTUALES DEL PROFESORADO EN LA UNIDAD DE ESTUDIO En la investigación es importante conocer las características actuales del profesorado de la unidad académica para comprender la configuración actual en el trabajo docente respecto a las políticas de promoción laboral, de obtención de los estímulos académicos, de antigüedad y estimación del proceso de jubilación. El personal adscrito a la facultad, con dedicación de tiempo completo (se incluyen profesores ordinarios de carrera y técnicos académicos), son 48. 15 pertenecen a Ciencias de la Educación, 16 a Psicología, 12 a Comunicación y cinco a Sociología. De igual forma, el promedio de antigüedad en la unidad es de 20 años, correspondiendo la mayor antigüedad a Sociología con 24 años, seguida por Educación con 23, Psicología con 18 años y Comunicación con 17 años. Según las bases de datos consultadas (Coordinación de Recursos Humanos de la universidad), el promedio de edad en el personal docente de la facultad es de 48.7 años. Para la carrera de Ciencias de la Educación, el promedio de edad es de 50.2 años. En Psicología la edad promedio del profesorado es de 52 años mientras que en Comunicación es de 45.4 años. En Sociología la edad promedio de sus profesores es de 52 años. El profesorado se distribuye en distintas categorías contractuales, mismas que responden a las disposiciones normativas, previstas en el Estatuto de Personal Académico de la universidad. Los procedimientos para lograr la promoción laboral son establecidos de acuerdo con la naturaleza de la plaza, correspondiendo por un lado los requisitos para las contrataciones de técnicos académicos y por otro para los profesores de tiempo completo. Con el objetivo de comprender las diferencias existentes entre el personal adscrito a los programas de licenciatura, se presentan los datos correspondientes en lo particular. 5.1 ANALISIS EN LA CARRERA DE CIENCIAS DE LA EDUCACION En la carrera de Ciencias de la Educación se ubican 15 académicos, de los cuales nueve (80 %) poseen la categoría docente más alta (112) , de acuerdo con el tabulador contractual de la universidad. Se observa que nueve docentes de esta licenciatura obtienen el nivel cinco (el más alto estimado) en el programa de estímulos académicos (el 60%). Se estima que en un plazo de diez años se presente la jubilación de siete profesores, si el personal atiende los criterios normativos para el efecto. En todo caso se debe pensar en el reemplazo del profesorado, que de acuerdo con las políticas de funcionamiento en las instituciones de educación superior deberá atenderse que quienes sean considerados para contratación en su oportunidad tendrán que poseer grado académico de doctor y una carrera académica incipiente en los rubros de 291 292 Mesa 12 investigación, publicaciones científicas, gestión institucional y trabajo en el campo docente. 5.2 ANALISIS EN LA CARRERA DE PSICOLOGIA En Psicología se ubican 16 profesores, de quienes solo tres académicos poseen la categoría más alta. El mayor porcentaje (43.7 %) se ubica en la categoría 111. Cuatro profesores de la carrera obtienen el nivel cinco en el programa de estímulos académicos. El rubro de la jubilación, en apego a los criterios de normatividad laboral, favorece que se decida por el retiro al cumplir 30 años trabajados y 60 de edad. En esta licenciatura se encuentra que seis profesores deberán acumular más años laborados mientras que los diez restantes podrán separarse de su cargo al cumplir la edad reglamentaria. En un plazo estimado a diez años se prevé que se de jubilación en cinco mentores. 5.3 ANALISIS EN LA CARRERA DE COMUNICACIÓN A la carrera de Comunicación le corresponden 12 profesores con dedicación completa, de los cuales cinco (el 41.6 %) se adscribe a la categoría 111. A su vez, el 50 % del profesorado en la carrera obtiene el nivel cinco en el programa de estímulos académicos. La población docente en la licenciatura es en promedio la más joven dentro de la facultad, lo que se relaciona con los periodos de jubilación hasta dentro de nueve años,sin embargo el personal podrá retirarse al cumplir los 60 años de edad, en apego a los criterios normativos. 5.4 ANALISIS EN LA CARRERA DE SOCIOLOGIA A la carrera de Sociología se adscriben cinco profesores con dedicación de tiempo completo. Ningún académico ha logrado en esta licenciatura la categoría 112. Respecto a la obtención de los niveles en el programa de estímulos académicos, dos mentores se ubican en algún nivel, sin embargo tres de ellos no alcanzan a ubicarse en ninguno. Si bien este programa educativo es antiguo, en 1993 se traslada a la facultad, por ello el personal representa condiciones de posible jubilación en un profesor, así como en un plazo de ocho años cumplirían los requisitos otros tres maestros. V. CONCLUSIONES Ibarra Colado (2006) explica en su artículo “Regulación del trabajo académico y deshomologación salarial: balance general de sus ejes problemáticos” que el salario por si mismo no refleja la calidad del trabajo producido por el académico, en franca dependencia por el complemento estímulo, mismo que se puede perder a raíz de efectos dependientes del sujeto (baja productividad, que puede ser por intereses diversos en su profesión, cargas excesivas de trabajo, enfermedades o envejecimiento) a lo propios de la institución (disposiciones en las formas de evaluar, quienes evalúan, cómo evalúan, qué se privilegia, si se conoce ampliamente la responsabilidad en la evaluación) o de las condiciones del país (como se parte de recursos extraordinarios, la Reinventar la profesión docente Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Secretaría de Educación Pública, las instituciones y el gobierno) formulan estructuras frágiles que a los trabajadores académicos (o como los llamaría Alvaro Marín “Acadestrativos”, por la incesante actividad administrativa adjudicada) no les permiten suponer una seguridad económica, en comparación con los mentores en educación básica. Por otro lado, la investigación ofrece datos que vale la pena analizar para iniciar un diagnóstico de las condiciones del trabajo académico, sus producentes, sus productos y su repercusión en la calidad formativa: 1. Se invalida el supuesto sugerido de la antigüedad y el logro de niveles más altos en el programa de estímulos. Siempre y cuando el sujeto cuente con perfil PROMEP se cubre con la premisa a mayor antigüedad, mayor posibilidad de ubicarse en los niveles más altos de PPREDEPA. 2. Se encuentra que no es continuo ni probable el obtener un nivel igual o superior de una convocatoria anterior a la presente. La variable que ingresa como susceptible de modificar tal hecho es contar con perfil PROMEP, de otra forma el riesgo o la oportunidad de permanecer, ascender o descender de nivel es latente, aunque también se reconoce que los profesores llegan a comprender la mecánica de funcionamiento y la documentación de los indicadores se puede realizar con antelación debido a que la convocatoria se publica con dos años de anticipación. En la operación, es igualmente probable ingresar y ubicarse en el nivel más alto como sostenerse en el mismo nivel o descender. 3. El poseer posgrados no es garantía de mejoramiento de la inclusión en los niveles más altos, sin embargo se refleja que la obtención de perfil PROMEP requiere como requisito mínimo indispensable contar con grado de maestría y deseable de doctorado. 4. Si bien es cierto que las relaciones laborales en las instituciones se sujetan a estatutos y reglamentos dispuestos por la representación del patrón y los trabajadores, existe distancia entre lo acotado en las bases contractuales de la época y las exigencias, demandas y presiones que vive la educación superior en México hoy en día. El académico de hoy debe certificar acciones que hace años no existían; debe apresurar su acceso a los posgrados; deberá convertirse en gestor para la obtención de recursos para funciones que –contrariamente- no suele expresar su contrato colectivo de trabajo, como la investigación, misma que es fundamental pero que se diferencia de la efectuada por quien se contrata como investigador y quien agrega esa tarea a su labor docente. 5. Los indicadores existentes en la evaluación del programa exigen la diversificación del trabajo propio de la actividad docente, que se debe complementar con las tutorías, actividad administrativa, gestión institucional, investigación y productividad académica. Se reconoce tal pertenencia, sin embargo el profesorado señala que tal referencia del 293 294 Mesa 12 programa distancia las labores de la enseñanza y el aprendizaje encomendadas. 6. Al margen del programa de estímulos, el personal se reconoce como valorado por la institución. Cabe mencionar que el 70 % de los profesores participantes en PPREDEPA tienen una antigüedad mayor de 15 años, lo cual indica pertenencia a la universidad. 7. El acceso a un programa de estímulos académicos y su posterior ubicación en los niveles más altos guarda correspondencia con el programa educativo de procedencia del profesor. Se encuentra que existe ventaja en este punto hasta el momento en las carreras de Educación y Comunicación. 8. La jubilación es un tema que formara parte de la realidad que viven los profesores debido a la antigüedad acumulada con el paso de la historia en la facultad. El sistema de jubilación dispuesto en el Estatuto de Personal Académico indica como requisitos dos elementos, por un lado la edad laboral de 30 años cumplidos; por otro lado se dispone de tener al menos 60 años de edad cumplidos. El área de recursos humanos en la universidad debe observar los procesos de retiro en su personal, toda vez que es una posibilidad el reemplazo de los catedráticos por otros profesores que reúnan los indicadores de calidad exigidos por instancias como el PROMEP, los cuerpos académicos constituidos y la productividad demandada en las distintas aéreas de conocimiento. 9. El acceso a las categorías contractuales agrega al profesorado una remuneración coincidente con sus condiciones de productividad académica, desarrollo docente, participación en la gestión y vinculación institucional. El ubicarse en las categorías más altas trae como consecuencia percibir mayores ingresos económicos, a la par de resultar una ventaja competitiva si el mentor obtiene reconocimiento a perfil deseable PROMEP, pues asegura un ingreso económico extraordinario vía compensación a través del PPREDEPA. 10. Se afirma que existe una configuración del trabajo docente en la actualidad debido a la inserción de políticas de calidad en las que participa la universidad. Se recomienda al profesor adherirse a criterios de calidad vertidos en programas federales para el reconocimiento a su labor. La disyuntiva en este aspecto reside en la dualidad de exigencias en las labores comunes que entraña la docencia frente a la galopante necesidad de crear producciones científicas a través de la exigibilidad de la investigación, la difusión de los conocimientos en escenarios de preferencia internacional y lograr la participación activa en redes de colaboración académica nacional y extranjera. Reinventar la profesión docente IV. BIBLIOGRAFÍA Chiavenato, Idalberto (2004). Administración de Recursos Humanos. Ed. Mc Graw Hill. México. Galaz Fontes, J.F.; Viloria Hernández, E. (2004). “La toma de decisiones en una universidad pública estatal desde la perspectiva de sus académicos”, en Revista Mexicana de Investigación Educativa, vol. 9, núm. 22. Galaz Fontes, J. F. (2003). La satisfacción laboral de los académicos en una universidad estatal pública: La realidad institucional bajo la lente del profesorado, México: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. Gil Antón, M. (2000). “Los académicos en los noventa: ¿actores, sujetos, espectadores o rehenes?”, en Revista Electrónica de Investigación Educativa, vol. 2, núm. 1, consultado en octubre de 2006 en: http://redie.ens.uabc.mx/vol2no1/contenidogil.html. Gil Antón, M., et al. (1994). Los rasgos de la diversidad: Un estudio sobre los académicos mexicanos, México: Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco. Ibarra Colado, E.; Rondero López, N. (2006). Regulación del trabajo académico y deshomologación salarial: balance general de sus ejes problemáticos Consultado en octubre de 2006 en http://estudios-institucionales-uamc.org/biblioteca/ponencias/G007-20606.pdf Marín Marín, A. (1998). El análisis de la educación superior en México mediante la teoría del caos. Consultado en octubre de 2006 en http://fuentes.csh.udg.mx/CUCSH/Sincronia/winter98.html Estatuto del Personal Académico. Universidad Autónoma de Baja California. 2003. Manual de operación del Programa de Premios en Reconocimiento al Desempeño Académico. Universidad Autónoma de Baja California. 2006. Cuadro 1. Participación del profesorado por programa académico (2006-2007). Programa académico de Académicos Contestaron No adscripción participantes 80 % contestaron 20% Licenciado en Ciencias de la 12 12 0 Educación Licenciado en Ciencias de la 9 6 3 Comunicación Licenciado en Psicología 11 7 4 295 296 Mesa 12 Licenciado en Sociología Total 3 35 3 28 0 7 Cuadro 2. Categoría contractual y sueldos en personal académico de la Facultad de Ciencias Humanas de la UABC. 2008-2009. Categoría contractual 165. Técnico Académico ordinario de carrera asociado Nivel B 167. Técnico académico ordinario de carrera titular Nivel A 108. Profesor ordinario de asignatura asociado nivel B de tiempo completo 109. Profesor ordinario de asignatura asociado nivel C de tiempo completo 110 Profesor ordinario de asignatura titular A de tiempo completo 111 Profesor ordinario de asignatura titular B de tiempo completo 112 Profesor ordinario de asignatura titular C de tiempo completo Fuente. Contrato Colectivo de Trabajo. SPSU-UABC. Sueldo $ 11,581.55 $ 13,193.28 $ 13,370.48 $ 14,920.78 $ 17,275.25 $ 20, 413.42 $ 23,555.00 Tabla 1. Programa de adscripción, distribución del personal con dedicación completa, antigüedad y promedio de edad del profesorado. Número de Promedio Promedio Programa de adscripción profesores de de edad con antigüedad (en años) dedicación (en años ) completa Lic. en Ciencias de la Educación 15 23 50.2 Lic. en Psicología 16 18 52 Lic. en Ciencias de la 12 17 45.4 Comunicación Lic. en Sociología 5 24 52 Facultad de Ciencias Humanas 48 20 48.7 Fuente: información de la Coordinación de Recursos Humanos de la UABC. 2009. Tabla 2. Adscripción contractual del profesorado de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California. Categorías contractuales Programa PDTC 165 167 108 109 110 111 112 LCE 15 2 1 2 9 LPS 16 2 2 2 7 3 LCC 12 1 1 1 1 5 3 LSOC 5 2 1 2 48 1 2 1 7 5 16 15 Fuente: información de la Coordinación de Recursos Humanos de la UABC. 2009.