Educación Especial e Inclusiva

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COLEGIO ALEMÁN STIEHLE
CUENCA
Departamento de Orientación Vocacional y
Bienestar Estudiantil
Educación Especial e
Inclusiva
Abril 2012
PRESENTACIÓN
Los años de estudio concernientes a la etapa escolar tienen una importancia especial en la
vida del educando ya que desplegará y desarrollará sus potencialidades, convirtiéndolas
en competencias y destrezas.
Para ello, el proceso de aprendizaje dentro de la institución educativa debe tener en
cuenta la condición personal del educando, considerando su ambito mental, intelectual,
afectivo, social, somático, etc.
Con la finalidad de contribuir a una educación integral y holística, desde nuestra praxis
educativa, presentamos este folleto denominado “Educación Especial e Inclusiva”.
El abordaje de los temas está dividido en dos partes:
1. Una síntesis sobre los lineamientos del Ministerio de Educación del Ecuador, en lo
que a la educación especial e inclusiva se refiere.
2. Una breve descripción de algunas necesidades educativas especiales, tales como
Dislexia, Déficit de Atención, Discalculia, Síndrome de Asperger. No son las únicas,
sin embargo, son las de mayor predominancia en algunos estudiantes de nuestra
Institución.
Mediante el trabajo conjunto entre los diferentes actores de nuestra Comunidad
Educativa, haremos posible una educación que prepare para la vida, con notables
competencias humanas, académicas y profesionales de nuestros estudiantes.
Departamento de Orientación Vocacional y Bienestar Estudiantil
EDUCACIÓN ESPECIAL E INCLUSIVA
Índice
I.
II.
Tema
LINEAMIENTOS
SOBRE
EDUCACIÓN
ESPECIAL E INCLUSIVA DEL MINISTERIO DE
EDUCACIÓN DEL ECUADOR
Página
1
LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES:
DESCRIPCIÓN, CARACTERÍSTICAS Y PAUTAS
O RECOMENDACIONES
Dislexia
5
Trastorno de Déficit de Atención con
Hiperactividad
8
Discalculia
12
Síndrome de Asperger
14
I.
LINEAMIENTOS SOBRE EDUCACIÓN
ESPECIAL E INCLUSIVA DEL MINISTERIO
DE EDUCACIÓN DEL ECUADOR
1. Necesidades educativas especiales:
“Un alumno tiene necesidades educativas especiales cuando presenta dificultades mayores que
el resto de estudiantes para acceder a los aprendizajes comunes a su edad (bien por causas
internas o por un planteamiento educativo inadecuado), y necesita, para compensar dichas
dificultades, condiciones de aprendizaje especialmente adaptadas en los diferentes elementos
de la propuesta curricular ordinaria, así como la provisión de recursos específicos distintos de los
que la escuela ofrece a la mayoría de los alumnos” (Warnock y Breman).
Las necesidades educativas especiales pueden ser permanentes o transitorias.
1.1. Necesidades educativas permanentes:
Son aquellas dificultades educativas que presenta el niño, niña o adolescente durante toda su vida
como consecuencia de:
deficiencia intelectual, sensorial, física, mental o trastornos neurológicos;
dotación intelectual (superdotación, altas capacidades y talentos).
1.1.2. Necesidades educativas especiales transitorias:
Son dificultades del niño, niña o adolescente para acceder al aprendizaje, que se presentan
durante un periodo determinado de su escolarización, como consecuencia de:
factores externos: institucional, pedagógico, familiar, social, otros;
factores internos: adaptación, madurez para el aprendizaje, enfermedad, otros.
Las necesidades educativas especiales demandan una serie de estrategias pedagógicas y didácticas
para que se consoliden e interioricen los nuevos aprendizajes.
A nivel mundial se ha establecido un sinnúmero de clasificaciones de las necesidades educativas
especiales. Sin embargo, contemplando un fácil manejo y comprensión por parte del docente a lo
largo de esta guía, se presenta la siguiente clasificación:
TIPO
SENSORIAL
AUDITIVA
VISUAL
CLASIFICACIÓN
Sordera
Hipoacusia
Ceguera total
1
Baja visión
Síndrome de Charge
SORDOCEGUERA
Síndrome de Usher
Síndrome de Wolfram
Esta clasificación está dada de acuerdo a los apoyos en función de las siguientes
dimensiones:
Dimensión I: Habilidades intelectuales
INTELECTUAL
Dimensión II: Conducta adaptativa (conceptual, social y práctica)
Dimensión III: Participación, interacciones y roles sociales
Dimensión IV: Salud (salud física, salud mental, etiología)
Dimensión V: Contexto (ambientes y cultura)
Psicosis
MENTAL
Trastorno de personalidad
FÍSICA
Lesiones del sistema nervioso central
MOTORA
Lesiones del sistema nervioso periférico
Músculo esquelético
Por las características específicas, se consideran además las siguientes discapacidades:
Trastorno Autista
Trastorno de Asperger
TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL
Trastorno Desintegrativo Infantil
DESARROLLO
Trastorno Generalizado del Desarrollo No
Especificado
SÍNDROME DE DOWN
RETOS MÚLTIPLES O MULTIDISCAPACIDAD
Presencia de dos o más discapacidades
Necesidades educativas no asociadas a la discapacidad
Dislexia
Disortografía
Disgrafía
Discalculia
TIPO
DOTACIÓN INTELECTUAL
CLASIFICACIÓN
Superdotación
Altas capacidades
Talentos
DIFICULTAD PARA EL
APRENDIZAJE
TRASTORNOS DE
COMPORTAMIENTO
OTROS
Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH)
Trastorno disocial
Otros trastornos de comportamiento de la infancia, la niñez o la
adolescencia
Enfermedades catastróficas
2
Movilidad humana
Adolescentes infractores
Diferente orientación sexual
Etnia, cultura y religión
Trabajadores
Migración o refugio
2. Educación inclusiva
Es un proceso que hace referencia a la transformación progresiva del sistema educativo para dar
respuesta a las necesidades de todos los estudiantes. La Educación Inclusiva busca que la calidad
de esta llegue a todas las personas por igual y se adapte a la diversidad.
2.1. Objetivo de la educación inclusiva
Hacer efectivo el derecho a la educación, la participación y la igualdad de oportunidades para
todos los niños, niñas y adolescentes, sin discriminación alguna, respondiendo con calidad,
equidad y pertinencia a las poblaciones diversas y en situación de vulnerabilidad, por medio de
apropiadas adaptaciones curriculares.
El ideal máximo de la Educación Inclusiva busca atender a la diversidad con una educación de
calidad. De esta manera, acoge a todos por igual con el fin de que tengan éxito escolar.
El principio fundamental de la Educación Inclusiva es que todos los estudiantes aprendan juntos a
aceptar diferencias individuales, viviendo en tolerancia y centrando la mirada en las fortalezas. Es
así que deben adaptarse a los diferentes ritmos de aprendizaje como premisa para garantizar una
educación de calidad. Esto implica que los estudiantes deben recibir el apoyo necesario a través de
estrategias pedagógicas que garantizarán su acceso al conocimiento.
El fin de la Educación Inclusiva es preparar al estudiante para que en su momento pueda enfrentar
con éxito los desafíos de la vida.
La escuela inclusiva parte de principios propuestos por organismos internacionales como la
Unesco. A continuación se citan los principios universales:
Igualdad: El trato igualitario equivale a decir que todos los niños, niñas o adolescentes han de
tener las mismas oportunidades para acceder a una educación de calidad, con respeto de las
diferencias individuales, para lograr ciudadanos integrados en su contexto social.
Flexibilidad: Es la necesidad de mantener, por parte de la escuela, un currículo común a lo largo
de todo el periodo, sobre todo en la educación básica obligatoria, para atender la gran
diversificación de los estudiantes en función de su origen económico, social y cultural. Se trata de
impartir una formación integral en las personas para que sean actores en su sociedad de
referencia.
Globalización: Es la visión, desde las distintas disciplinas curriculares, que prepara al estudiante
para enfrentarse a los problemas de la vida.
3
3. Modalidad de inclusión en un establecimiento educativo no especializado
Luego de la respectiva evaluación, en caso de considerar la inclusión como modalidad más
adecuada para un establecimiento no especializado, se deberán seguir las sugerencias del equipo
transdisciplinario, mediante la realización de adaptaciones curriculares acordes a la necesidad
educativa especial que presente el estudiante. Para ello, se contará con un docente del programa
de apoyo, quien colaborará en las adaptaciones y asesorará a los docentes y padres de familia
sobre el manejo del estudiante en el aula y el hogar.
Además, en caso de detectarse (o sospechar de la existencia de) necesidades educativas especiales
asociadas o no a la discapacidad en los estudiantes del establecimiento, el docente de apoyo o el
docente del aula sugerirá la evaluación integral del estudiante en las Unidades Distritales de
Apoyo a la Inclusión.
El docente del programa de apoyo tendrá a su cargo de una a tres instituciones educativas según
las necesidades.
Fuente: Ministerio de Educación del Ecuador. http://www.educacion.gob.ec/coordinacioneducativa/educacion-especial-inclusiva-ml.html
4
II. LAS NECESIDADES EDUCATIVAS
ESPECIALES: DESCRIPCIÓN,
CARACTERÍSTICAS Y PAUTAS O
RECOMENDACIONES
La Dislexia
1. Introducción
Los niños con dislexia presentan un desarrollo lento de las funciones neuropsicologías
esenciales para la lectura. Este retraso o deterioro del desarrollo determina una dificultad
para transcribir los sonidos a las letras correspondientes y comprender el material escrito.
2. Concepto
- El término dislexia se emplea para designar un síndrome o conjunto de causas
determinado, que se manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de
letras o grupos de letras, falta de orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de
frases, etc.; que se hace patente tanto en la lectura como en la escritura.
- La “dislexia”, es el efecto de una multiplicidad de causas que pueden seriarse entre dos
polos; por una parte, los factores neurofisiológicos (que ralentiza la maduración del
sistema nervioso) y por otra parte, conflictos psicógenos (provocados por presiones y
tensiones en el ambiente en el que se desenvuelve el niño).
3. Características
- Dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta de orden y
ritmo en la colocación, mala estructuración de letras, etc., que se hace patente tanto en la
lectura, como en la escritura.
- La dislexia puede aparecer en niños cuyo cociente intelectual es normal, y sin problemas
físicos o psicológicos que puedan explicar dichas dificultades.
- Una de las características de estos niños es la falta de atención. Como tiene que realizar un
gran esfuerzo para superar sus dificultades perceptivas específicas, suelen presentar un
alto grado de fatigabilidad, lo cual produce una atención inestable y poco continuada.
- Dificultad inicial para imaginar la historia o si la ha imaginado adecuadamente, se siente
incapaz de expresarla por escrito o reacio a hacerlo. Dedica un considerable tiempo antes
de iniciar el trabajo.
- Discrepancia entre lo escrito y el lenguaje oral del niño.
- Dislexia con alteraciones fundamentales viso-espaciales y motrices, cuyas características
serían: escritura en espejo, confusiones e inversiones al escribir, torpeza motriz,
disgrafías...
- Dislexia con alteraciones fundamentalmente verbales y de ritmo, que se caracterizaría por
trastornos del lenguaje: dislalias, inversiones, pobreza de expresión, poca fluidez verbal,
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comprensión baja de las reglas sintácticas, dificultad para redactar y para relatar
oralmente...
4. Síntomas
-
Niños de educación infantil:
Retraso en aprender a hablar con claridad.
Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
Falta de habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo los colores.
Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
Alternancia de días “buenos” y días “malos” en el trabajo escolar, sin razón aparente.
Aptitud para la construcción de objetos y juguetes “técnicos” (tienen una mayor habilidad
manual que lingüística), juegos de bloques, lego...
Dificultad para aprender las rimas típicas de preescolar.
Dificultades con palabras rimadas
Dificultades con las secuencias.
Niños hasta 9 años:
- Particular dificultad para leer y escribir.
- Mucha tendencia a escribir los números en espejo o en dirección u orientación que no es
la correcta.
- Dificultad para distinguir la izquierda y la derecha.
- Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener
secuencias, como por ejemplo, los días de la semana, los dedos de la mano, los meses del
año.
- Falta de atención y de concentración
- Frustración, posible inicio de problemas de conducta.
Niños entre 9 y 12 años.
- Continuos errores en la lectura, lagunas en comprensión lectora.
- Forma extraña de escribir, por ejemplo con omisiones de letras o de alteraciones del
orden de las mismas.
- Desorganización en casa y en escuela.
- Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
- Dificultad para seguir instrucciones orales.
- Aumento de la falta de autoconfianza y aumento de la frustración.
- Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
- Problemas conductuales: impulsividad, corto margen de atención, inmadurez.
Adolescentes de 12 años en adelante:
- Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensible.
- Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos, a veces permanencia de las omisiones,
alteraciones y adiciones de la etapa anterior.
- Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas en general.
- Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono.
- Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
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-
Baja auto-estima.
Dificultad en la percepción del lenguaje, por ejemplo en seguir instrucciones.
Baja comprensión lectora.
Aparición de conductas disruptivas o de inhibición progresiva. A veces, depresión.
Aversión a la lectura y la escritura.
5. Apoyo pedagógico
-
-
-
-
Los programas y los ejercicios muy estimulantes que utilizan la imaginación del niño, las
historias interesantes y las actividades que implican movimientos físicos contribuyen a
incrementar la motivación del aprendizaje.
Haga saber al niño que se interesa por èl y que desea ayudarle, de esta manera, disminuye
la tensión y la inseguridad.
Establezca criterios para su trabajo en términos concretos que pueda entender sabiendo
que realizar un trabajo sin errores puede quedar fuera de sus posibilidades.
Evalúe sus progresos en comparación con èl mismo y no con sus compañeros.
Que sepa que puede preguntar si algo no comprende.
Asegúrese que ha entendido la tarea o la instrucción, para ello, divida la tarea en partes.
La información nueva debe repetirse varias veces, debido a su distracción y memoria de
corto plazo. Necesita ayuda para relacionar los nuevos aprendizajes con la experiencia
previa.
Asigne tiempo para organizar su pensamiento y para terminar el trabajo. Sin la presión del
tiempo estará menos nervioso y podrá realizar un mejor aporte.
Otra persona puede ayudarle leyendo el material de estudio o examen.
Evitar la corrección sistemática de todos los errores de escritura.
De ser posible, realizar los exámenes oralmente, para evitar los errores por su mala
lectura, escritura y capacidad organizativa.
Asignarle un trabajo más breve considerando que le toma más tiempo y se cansa más en
relación a los compañeros. Por ello tiende a frustrase.
Elogiarle por sus avances.
No hacerle leer en voz alta ante el público en contra de su voluntad. Hay que prepararle
para este paso.
Usar instrumentos alternativos a la lectura y escritura como calculadoras, audio
grabadoras.
-Para el alumno se establece, en función de sus necesidades, criterios específicos de
evaluación: opción múltiple, trabajos escritos realizados en casa, preguntas que permitan
respuestas cortas, etc.
Mientras la materia lo permita tener anotaciones de conceptos, fórmulas, etc.
No poner para la misma fecha pruebas de diferentes materias, recuerde que el estudiante
realiza un gran esfuerzo para estudiarlas.
Enviar con anticipación los materiales para que el educando tenga tiempo de prepararse.
Comprobar que el entorno sea estructurado, previsible y ordenado, ya que los niños con
dificultades disléxicos responden mejor cuando se dan ciertas premisas.
No utilizar jamás amenazas, ni súplicas o castigos para que mejore su rendimiento escolar,
pues el niño no responderá y tendrá efectos negativos sobre su autoestima, su
rendimiento y su confianza en usted.
7
-
Recordar minimizar los deberes sobre todo de lectura y escritura por el sobreesfuerzo que
le representa al niño.
En el área de inglés y alemán se deberá poner especial importancia ya que son ligadas al
lenguaje, siendo una dificultad el análisis y síntesis de la lectura y escritura. Trabajar en
una adaptación curricular en estos idiomas; se recomienda que tomen en cuenta
contenidos básicos y sobre todo en qué nivel se encuentra el alumno.
Fuentes:
-
CASSANOVA, M. A. (1.990): Educación especial: hacia la integración. Editorial Escuela
Española. Madrid.
CRITCHLEY, McDonald (1976): El niño disléxico, España. Editorial Marfil
Trabajo sobre la Dislexia, de Ma. Elena Escobar Guerrero
OLTRA, V. La dislexia. Recuperación de los problemas de lecto-escritura.
http://www.saludalia.com/docs/Salud/web_saludalia/vivir_sano/doc/psicologia/doc/doc_
dislexia_1.htm
Trastorno de Déficit de Atención con
Hiperactividad
1. Definición: Es un síndrome neurobiológico caracterizado por la presencia de un desarrollo
inapropiado de los mecanismos que regulan la atención, la reflexividad y la actividad. Las personas
que tienen un trastorno de déficit de atención con hiperactividad saben que hacer, pero no
pueden hacer lo que saben que tienen que hacer. Los factores causales del trastorno de déficit de
atención con hiperactividad (TDHA), pueden ser tanto biológicos y hereditarios, como
piscosociales, así como la interacción de los dos.
Con la comprensión de la compleja naturaleza y el carácter multifacético que a menudo tiene el
TDAH, las últimas directrices sobre su diagnóstico recogidas en la literatura orientan hacia la
necesidad de enfocar el problema desde una visión multimetodológica y multidisciplinar.
Se considera la presencia para el diagnóstico de tres subtipos:
1. El subtipo fundamentalmente inatento.
2. El subtipo fundamentalmente hiperactivo-impulsivo.
3. Y el subtipo combinado.
La mayoría de los enfoques de tratamiento del déficit de atención con hiperactividad se han
centrado en niños, puesto que su conducta repercute en el contexto familiar, escolar y social,
estando estos bajo el control y responsabilidad de sus padres. El manejo en la adolescencia y la
edad adulta consiste en un entrenamiento cognitivo, asertivo, de autocontrol, programas de
organización de actividades y tareas, terapia de pareja, según sea el caso.
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2. DETECCIÓN
Desatención:
Para poder hablar de desatención, seis o más de los siguientes síntomas deben haber
persistido durante por lo menos seis meses, con una intensidad que sea desadaptativa e
incoherente en relación con su nivel de desarrollo.
Fracasa con frecuencia en prestar atención a detalles o comete errores por descuido en la
tarea escolar, el trabajo u otras actividades.
Frecuentemente tiene dificultad para mantener la atención en tareas o desarrollo de
actividades lúdicas.
Con frecuencia no parece escuchar lo que se le está diciendo.
A menudo no cumple instrucciones y fracasa al realizar sus tareas escolares domésticas u
obligaciones en su lugar de trabajo (no debido a conductas de oposición o dificultades para
comprender las indicaciones).
Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
A menudo evita o le disgusta mucho las tareas escolares y domésticas que requieren un
sostenido esfuerzo mental.
Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (libros, lápices,
herramientas, juguetes).
Con frecuencia se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
A menudo es olvidadizo y/o descuidado en sus actividades diarias.
Hiperactividad
1. Para poder hablar de hiperactividad-impulsividad, seis o más de los siguientes síntomas tienen
que haber persistido por lo menos seis meses y provocado una mala adaptación, incoherente
con el nivel de desarrollo.
Se levanta del asiento en clase o en otras situaciones en las cuales se espera que permanezca
sentado.
A menudo corre o trepa excesivamente en situaciones inapropiadas. Esta conducta en el
adolescente o en el adulto puede limitarse a sentimientos subjetivos de impaciencia.
Frecuentemente tiene dificultad para jugar o conectarse con tranquilidad en actividades
recreativas.
A menudo “está en marcha” o suele actuar como si tuviera un motor.
A menudo habla en exceso.
Impulsividad
Con frecuencia responde abruptamente a preguntas antes de escucharlas en forma
completa.
Tiene dificultad para esperar alineado o aguardar su turno en juegos o situaciones grupales.
A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (conversaciones, juegos).
Los síntomas deben presentarse en dos o más situaciones ( casa, escuela o trabajo)
La perturbación provoca clínicamente una angustia significativa o impedimento de su
funcionamiento social, académico u ocupacional.
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3. Recomendaciones para el ámbito escolar
Estos niños deberán ocupar los primeros asientos para evitar distracciones y así pretar
mejor atención a la clase, necesitarán además mayor cantidad de tiempo para resolver
sus tareas escolares que el que reciben sus compañeros, o caso contrario no deberán
recibir demasiados trabajos que no podrán culminar.
Los niños que presentan dificultades atencionales y aquellos que ya han sido diagnosticados
con Síndrome Deficitario Atencional tiene dificultad para estructurar internamente y
organizarse. Debido a esto, ellos necesitan de ambientes ordenados, consistentes y
predecibles, con normas y límites muy claros.
Es importante ayudarles a planificar su tiempo desarrollando un horario en que se divida las
horas de clase en períodos definidos. Las actividades que se realicen en cada período deben
estar detalladas. Esto les permite planificar el tiempo de una forma clara y visualizar el orden
que siguen las diferentes clases y las actividades propuestas.
Se les debe recordar constantemente lo que deben hacer, siendo muy precisos respecto a lo
que esperamos de ellos.
Las instrucciones para trabajos y actividades deben ser planteadas en forma clara y concreta.
Deben ser dadas tanto de forma verbal como escrita. Es importante pedirle al niño que las
repita para asegurarnos de que las está interiorizando. En estos momentos el establecer
contacto visual con el niño; es la manera de asegurarnos, en la medida de lo posible, que nos
está siguiendo. Se debe empezar con instrucciones sencillas, con pocos pasos, para luego ir
ampliándolas.
Algunos niños tienen dificultad para manejar los cambios imprevistos. Por esto, debemos
tratar de cumplir siempre los horarios tal como están planificados. Se debe intentar avisarle
con tiempo si se va a dar algún cambio de rutina, de modo que él esté preparado.
En los casos de niños que no toleran bien la frustración es importante prepararles para
aquellas situaciones que impliquen la postergación de algo que desean mucho.
La forma de entregarle los trabajos es muy importante. Si se le presentan tareas largas y
complicadas ellos pueden sentirse frustrados aún antes de empezar a trabajar, con la idea de
que es algo que no van a poder hacer. Por esto es necesario dividir las tareas en partes
presentándolas como tareas separadas, o enumerar los distintos pasos a seguir.
Si el niño está motivado se concentrará mejor. Es bueno empezar la clase con algo atractivo,
como un cuento relacionado con el tema que se va a tratar; de esta forma se capta la atención
del niño para luego introducir el tema. Se deben evitar las actividades monótonas y
repetitivas.
La clase debe mantener un hilo conductor. Cuando se salta de un tema a otro, es fácil que los
niños se pierdan. Es de mucha ayuda trabajar con material de apoyo y visual concreto.
Es aconsejable no realizar pruebas continuamente. De ninguna manera resulta conveniente
aplicarles pruebas formales con límite de tiempo. De hecho, éstas no podrían cumplir con el
fin propuesto, que sería evaluar el conocimiento adquirido. Se estarían poniendo todos los
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obstáculos para que el niño no logre transmitir lo que sabe. Se deben pensar formas de
evaluación que resulten menos formales y más creativas.
En cuanto a los deberes o tareas para la casa, aquí también se deben evitar trabajos largos y
tediosos. Los niños con dificultades atencionales se cansan muy pronto y, generalmente, les
toma más tiempo que a sus compañeros realizar los trabajos bien. Debido a esto no tiene
sentido pedirles cosas que les va a costar tanto trabajo cumplir. Adicionalmente necesitan de
alguien que esté monitoreando su trabajo, que lo motive, dentro de un ambiente controlado.
Es conveniente aprovechar la capacidad de juego de estos niños. Ciertos trabajos de clase
pueden ser más entretenidos si se presentan en forma de juego. Además, a través del juego
ellos pueden ejercitarse en respetar reglas, esperar su turno, manejarse con orden, detener
una acción impulsiva, etc.
Suele ser de gran utilidad preguntarle directamente al niño en que necesita que se le ayude.
Ellos pueden decirnos muchas veces cómo aprenden mejor, qué actividades les resulta
motivantes. Es importante saber escucharles porque nos pueden dar pautas claras que
faciliten el desenvolvimiento en clase.
Es necesario enseñarles a ejercitar la autoobservación; puede ser útil preguntarles qué es lo
que está haciendo, qué estuvo haciendo antes, como se siente frente a ciertas situaciones
concretas. A su vez se debe fomentar la observación del otro. Esto es de gran ayuda para
mejorar la relación con sus compañeros.
Es importante la comunicación entre los profesores y la familia para establecer acuerdos y
pautas básicas en el manejo del niño.
El uso del mensajero es útil como medio de comunicación entre el colegio y la casa.
Es importante tomar en cuenta que estos niños aprenden mejor por la vía visual que la
auditiva. Son menos reflexivos y analíticos. Tienen gran interés por la naturaleza y el medio
ambiente, además de la computación y la electrónica; son muy curiosos y muestran gran
capacidad y energía cuando algún tema llama su atención.
El escenario y el teatro son extraordinarios para el niño con TDAH. Tener la oportunidad de
actuar diferentes personajes y escenas es un una magnífica salida para la imaginación creativa
del niño con TDAH.
Modelos a escala, escultura, trabajo con madera o actividades mecánicas
A la mayoría de los niños con TDAH les gusta resolver problemas o rompecabezas. Ayudarlos a
aprender cómo cambiar sus ideas en realidades concretas y terminar completamente un
proyecto que empezaron, es extremadamente recompensante para todos los involucrados,
pero especialmente para el niño con TDAH. Una vez que la tarea se completa, el niño tiene un
éxito sólido y visible, y puede decir: ¡Yo puedo hacerlo!
La natación es una actividad de inmersión total que requiere un esfuerzo físico y total
concentración, con el plus de que es divertido.
Es esencial ayudarle al niño con TDAH a expresarse por sí mismo; el arte y la música son dos
maneras grandiosas de hacerlo. No es sólo las clases de música o de arte, estamos hablando
más de la auto-expresión.
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Bibliografía:
o Trastorno de hiperactividad con déficit de atención: polémicas actuales acerca de su
definición, epidemiología, bases etiológicas y aproximación de intervención. Autores: a:
Miranda, S. Jorque y M. Soriano.
o Revisión conceptual del sistema ejecutivo y su estudio en el niño con trastorno por déficit de
atención e hipeactividad. Autor: R. Sanchez-Carpintero, J. Norbona.
Discalculia
1. Etiología: Es importante reconocer que el aprendizaje de las matemáticas es necesario para
que sea posible organizar el pensamiento y para estimular el razonamiento deductivo del alumno.
La esencia de la matemática es la comprensión.
Se entiende por discalculia un tipo de dificultad de aprendizaje asociado a la compresión y al
aprendizaje de las matemáticas o del razonamiento matemático. Puede ser debido a una lesión del
cerebro o ser propia del desarrollo. Aunque hay expertos que reducen este problema al ámbito de
la aritmética. Estudios recientes demuestran que los problemas aritméticos son solo la punta del
iceberg, pues es consecuencia de dificultades en los conceptos abstractos de número, tiempo,
medida y espacio.
Independiente del nivel mental, de los métodos pedagógicos empleados, y de las perturbaciones
afectivas, así como las dificultades que involucra la enseñanza- aprendizaje de las matemáticas, se
observa en algunos niños/as la dificultad de integración de los símbolos numéricos en su
correspondencia con las cantidades reales de objetos.
En la discalculia el valor del número no se relaciona con la colección de objetos, se constata
igualmente dificultades en efectuar una buena coordinación espacial y temporal, relación que
desempeña un papel importante en el mecanismo de las operaciones y dificulta o imposibilita la
realización de cálculos.
Por lo general, el niño disléxico que rota, transpone o invierte letras o sílabas, repite los errores
con los números (6 x 9); (69 x 9); (107 x 701).
2. Detección:
Los primeros indicios de discalculia se pueden observar en el niño que, ya avanzado en su primer
grado, no realiza una escritura correcta de los números y que, no responde a las actividades de
seriación y clasificación numérica o en las operaciones.
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En los niños de grados superiores está afectado el razonamiento, resultando imposible la
resolución de los problemas aritméticos más simples.
El profesor debe alertarse principalmente si en el área de lecto-escritura no aparecen fallas ni
retraso alguno. Sin embargo en un alumno con discalculia podemos decir que destaca su
incapacidad para percibir el sentido numérico, reconociendo los siguientes rasgos que si bien no
tienen que estar presentes todos, la presencia de varios de estos en forma acusada deben
hacernos pensar en la necesidad de una evaluación con un especialista.
Los indicadores que nos podrían hace pensar que estamos frente a esta dificultad de aprendizaje
son:
Lentitud acentuada cuando se procesa un problema de matemáticas.
Dificultades memorísticas a corto y largo plazo.
Incapacidad para percibir pequeñas cantidades numerables de objetos sin contar (por
ejemplo para saber que está ante 5 círculos, necesitará contarlos).
Incapacidad de contar hacia atrás de forma fluida independientemente del número de
inicio.
Dificultades para leer la hora en un reloj de aguja, así como en uno digital, usar términos
menos….cuarto, menos 25”.
Confundir derecha e izquierda.
Incapacidad de estimar si una respuesta numérica es razonable.
Dificultades para reconocer las secuencias como el medio necesario para resolver un
problema.
Incapacidad para gestionar el propio tiempo en su vida diaria (no es capaz de estimar
cuanto tiempo le puede llevar hacer algo, por ejemplo).
Percepción reducida para ver mismos patrones numéricos y no numéricos en
circunstancias diferentes.
Confusión entre símbolos +, -, y, x.
3. Recomendaciones:
Es recomendable un manejo individual y, en un primer momento, el niño deberá realizar
actividades con el profesor de apoyo o bien con la familia (previo entrenamiento
profesional)
Después de un período de trabajo conjunto se impulsará al niño a la práctica.
Todos los ejercicios de rehabilitación matemática deben presentar un atractivo interés
para que el niño se predisponga al razonamiento, en primer término por agrado o por
curiosidad, y luego, proceder al razonamiento matemático.
En ausencia de trastornos orgánicos graves, hay que proceder a la reeducación, con el
empleo progresivo de objetos que se ponen en relación con un símbolo numérico, para
instaurar en el individuo la noción de cantidad y la exactitud de razonamiento.
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La adquisición de destreza en el empleo de relaciones cuantitativas es la meta de la
enseñanza en los discalcúlicos. A veces es necesario comenzar por un nivel básico no
verbal, donde se enseña los principios de cantidad, orden, tamaño, espacio y distancia,
con el empleo de material concreto.
Los procesos de razonamiento, que desde el principio se requieren para obtener un
pensamiento cuantitativo, se basan en la percepción visual por bloques.
Además, hay que enseñar al niño el lenguaje de la aritmética: significado de los signos,
disposición de los números, secuencia de pasos en el cálculo y solución de problemas.
Fuentes referenciales:
o Problemas y dificultades en el aprendizaje de las matemáticas: una perspectiva cognitiva.
Autores: Angel Riviere. Madrid, 1990 pp. 155-182.
o Problemas escolares: Dislexia, discalculia, dislalia. Autor: María J. Martínez, María Sabater,
R Velazco. M. Jabonero, J.V. López-Toppero. N. López Toppero.
o Disclaculia en el aula: Reconocimiento y tratamiento del problema. Revista Innovaciones y
experiencias educativas. Autor. Jesús Bernal Rodriguez.
Síndrome de Asperger
1. Conceptualización
- Es un trastorno neurobiológico que forma parte de un grupo de enfermedades que se les
denomina trastornos del espectro autista.
- Algunos autores consideran más adecuado ubicarlo en la franja superior del “Espectro
autista” como opuesto a los casos de autismo grave que forman la franja inferior.
- Se conocen como trastornos del espectro autista porque los síntomas pueden aparecer en
diferentes combinaciones: dos niños con el mismo diagnóstico pueden tener en común
ciertos patrones de comportamiento, pero pueden expresar una amplia gama de talentos
y habilidades.
- El trastorno lleva ese nombre por Hans Asperger, un pediatra vienés que, en 1940,
describió una serie de patrones de comportamientos que había observado en alguno de
sus pacientes, especialmente de sexo masculino
- El síndrome de Asperger aparece más tarde que el autismo, o al menos se identifica más
tarde. A muchos niños se les diagnostica después de los 3 años de edad, y la mayoría de
los diagnósticos se realizan entre los 5 y los 9 años.
2. Caracterización
- El síndrome de Asperger se caracteriza por interacciones sociales deficientes, obsesiones,
patrones de lenguaje raros y otras peculiaridades características.
- Los niños con síndrome de Asperger a menudo muestran poca expresividad facial y tienen
dificultades para leer el lenguaje corporal de los demás; pueden ocuparse en rutinas
obsesivas y mostrar una sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales (por ejemplo, les
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puede molestar una luz que nadie más advierte; pueden taparse los oídos para no oír los
sonidos del ambiente; o pueden preferir llevar ropa sólo de un cierto tipo de tejido).
En general, las personas con síndrome de Asperger son capaces de funcionar en la vida
cotidiana, pero suelen ser socialmente inmaduros y ser vistos por los otros como raros o
excéntricos.
Tienen problemas para mostrar empatía hacia los demás y las interacciones sociales
continúan siendo difíciles para ellos
Otras características del síndrome de Asperger incluyen retrasos motores, torpeza,
intereses limitados y preocupaciones peculiares.
Falta de flexibilidad frente a cambios imprevistos (de consignas, de horarios de trabajo, de
lugares de trabajo, cancelación de una excursión, etc.).
Falta de iniciativa para la comunicación y la relación con pares, o formas inadecuadas y/o
fallidas de intentos de establecer vínculos.
Dificultades para adecuarse a los tiempos de trabajo escolar, sobre todo cuando hay un
excesivo y rígido perfeccionismo que lo lleva a centrarse en detalles de la tarea y a una
realización minuciosa y lenta de la actividad.
Dificultades para organizarse en espacios de tiempo no estructurados, por ejemplo la hora
del recreo, el tiempo libre etc.
3. Signos o síntomas
Los siguientes signos y síntomas pueden estar presentes en un niño con síndrome de
Asperger:
Interacciones sociales mínimas o inadecuadas
Conversaciones que siempre se refieren a ellos mismos en vez de a los otros.
Lenguaje "pautado", "robótico" o repetitivo.
Dificultades para leer, escribir y con las matemáticas.
Obsesiones con temas complejos como los patrones gráficos o música.
Habilidad cognitiva no verbal normal o por debajo de lo normal, mientras que la
habilidad cognitiva verbal es normal o por encima de lo normal
Movimientos torpes.
Comportamientos y gestos extraños.
A diferencia de los niños con autismo, los que tienen Síndrome de Asperger pueden no
presentar ningún retraso en el desarrollo del lenguaje; normalmente muestran tener
buenas habilidades gramaticales y un vocabulario avanzado a una edad temprana. Sin
embargo, a nivel de lenguaje; pueden ser muy literales y tener problemas para usar el
lenguaje en un contexto social.
A menudo no existen retrasos obvios en el desarrollo cognitivo ni en las habilidades para el
cuidado de sí mismo, como comer o vestirse solos. Aunque los niños con Síndrome de
Asperger pueden tener problemas para concentrarse y organizarse, y tienen talentos que
parecen bien desarrollados en algunas áreas y les faltan ciertas habilidades, normalmente
su inteligencia se encuentra entre la media o por encima de la media.
Pueden ser vistos como deliberadamente maleducados, pero no es así. Se trata de un
trastorno neurobiológico cuyas causas no se conocen totalmente.
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4. Apoyo pedagógico
- Es recomendable asignar un tiempo para asegurarse que ha comprendido las instrucciones
o las tareas de la clase que le han sido encomendadas. Ante esto debemos hacer
preguntas cortas, fáciles y concretas. Tenemos que ayudarle a descubrir los aspectos
nucleares de la situación, incluidos sentimientos y emociones, para diferenciarlos de los
secundarios. Es muy importante, conseguir que dé sentido a la globalidad de la historia no
deteniéndose exclusivamente en los detalles no relevantes.
- Su capacidad para recordar le sirve muchas veces para suplir otras dificultades. Tienen una
excelente memoria fotográfica y fácilmente aprenderá los números, direcciones, pero
tendrá dificultad para otorgarle sentido a lo que ha memorizado.
- Darle las tareas fraccionadas y no todas a la vez, animarle frecuentemente con gestos o
señales, no imponerle tiempos de trabajo demasiado largos y situarlo cerca del
educador/a.
- Como estos niños tienen tendencia a mirar poco a los ojos, también es posible que
aparenten estar dispersos y en cambio estar escuchando adecuadamente la explicación. Es
recomendable dirigirle de vez en cuando alguna pregunta directa para comprobar si está
escuchando.
- Necesitará ayuda para organizar y planificar su vida cotidiana así como para dar un
objetivo a sus conocimientos y aprendizajes .Acumula cosas que debe hacer pero no
establece prioridades, no las ordena adecuadamente.
- Frecuentemente pasa de un tema a otro y en una explicación cambia fácilmente el
encuadre de la acción. Sus pensamientos también están desordenados. Utilizar lápiz y
papel para ayudarle a resituar y poner en orden su relato.
- Asegurar que los padres estén informados de los deberes, exámenes, salidas etc.
anotándolo en la agenda escolar incluso a la edad que el resto de la clase ya no la utiliza y
aprovechar su rigidez (rutinas) para que no deje de mirarla ningún día.
- Ayudarle a organizar su tiempo libre y sus actividades. Teniendo capacidad y memoria
para llevar a cabo todas las acciones requeridas, el caos organizativo puede llevarle
fácilmente al fracaso. Es capaz de memorizar fotográficamente un libro entero, de repetir
de forma mecánica un discurso o una película, de recordar cosas de cuando era muy
pequeño pero tiene mucha dificultad para recordar un recado o una obligación para el día
siguiente. Es conveniente darle el máximo número de recordatorios escritos posible.
- Es útil elaborar semanalmente un registro para la escuela y otra para casa. Esto permite
que él tenga controladas las actividades y su duración. De esta manera cada semana se le
pueden anticipar los acontecimientos que se salen de la rutina (cumpleaños de un niño,
etc.) y se le ayuda ubicar las actividades en el tiempo (mañana, la semana que viene).
- Es frecuente que se resistan a aceptar el cambio de una actividad que les gusta a otra que
es la que deben hacer en ese momento. Si el cambio es impuesto el resultado será
seguramente negativo, si el cambio es explicado lo llevarán a cabo con mayor facilidad.
- Explicar en qué consistirá la próxima actividad, enseñarles su “Horario” para que vean que
se ha acabado el tiempo, o el reloj si les hemos dicho que la actividad durará 10 minutos
etc. Aunque generalizar a distintas situaciones las mismas normas es una de sus
dificultades, conforme van asumiendo las diferentes explicaciones en situaciones varias, su
actitud se vuelve más flexible y llevan a cabo los cambios con mayor facilidad. Una
actividad que sabemos que les gusta puede utilizarse para calmarlos en momentos de
stress.
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Para aumentar su motivación debemos animarle en sus éxitos y si es preciso utilizar
recompensas relacionadas con sus intereses específicos. Los niños con S.A pueden pasar
de motivación nula en temas nuevos o que exigen interpretación de sentimientos y
emociones o que simplemente no le interesan, a tener una motivación obsesiva por sus
temas preferidos.
Permitirle hablar de ellos puede modificar su actitud. A través de los padres, conocer
situaciones y actitudes que puedan favorecer su motivación.
Siempre que sea necesario, desglosar un concepto global en pequeñas secuencias para
favorecer su comprensión. Los procesos de aprendizaje simultáneo presentan mayor
dificultad para él.
Materializar con apoyo visual los conceptos abstractos: el tiempo con relojes, horarios
etc.; las operaciones matemáticas con pequeñas cantidades y objetos; las emociones con
una historia etc.
Tener en cuenta su baja tolerancia a la frustración. Los niños con S.A tienden al
perfeccionismo y a la vez frecuentemente cometen errores.
Dificultades en la comprensión del entorno que les llevan a conductas no adecuadas,
sentirse diferente etc. genera en estos alumnos una sensación de fracaso que toleran muy
mal. Generalmente son autosuficientes, no preguntan a pesar de no entender y no piden
ayuda aunque se encuentren ante una necesidad.
Pueden no distinguir entre una conducta correcta y otra que no lo es si no se le explica de
forma explícita. Se sienten mal cuando se les corrige y no entienden el porqué. Cualquiera
de estas situaciones les genera ansiedad que puede desencadenar un aumento de
movimientos repetitivos, dispersión o una rabieta.
Cuando recordamos evocamos una imagen acompañada de sensaciones y sentimientos.
Las personas con S.A tienen un pensamiento esencialmente visual sin atributos
complementarios. Precisan ayuda para incluir sentimientos, sensaciones y emociones a
sus recuerdos o relatos.
Es preciso enseñar al niño con S.A las normas básicas de relación: mirar a los ojos del
interlocutor cuando escucha o responde, no invadir el espacio interpersonal, no
interrumpir, respetar los intereses de los demás y también a ser flexible. Todas ellas
deberán explicarse y ejercitarse hasta que pueda incluirlas en su repertorio aun sin
comprender, en algunos casos, las razones. Los juegos de cambio de rol son
recomendables para lograr estos objetivos.
Permitirle hablar de sus intereses limitándole el tiempo de exposición y alentando a los
compañeros a que también hablen de los suyos.
Utilizar sus intereses para introducir nuevos conocimientos. Sus centros de interés
acostumbran a carecer de sentimientos: trenes, horarios, carros, astronomía,
ordenadores, idiomas, dinosaurios, etc. Cuando se hable de un cuento, de una historia o
de una película poner especial atención en la introducción de sensaciones, sentimientos y
las reacciones que estos provocan. El niño con S.A no es capaz de identificarlos por sí solo.
Difícilmente identificará por su expresión facial o corporal al bueno, malo, pillo, cansado,
triste o enfadado ni los estados emocionales que subyacen a cada una de estas
expresiones.
El uso de un refuerzo positivo dirigido selectivamente a adquirir una determinada
conducta correcta es la estrategia para ayudar al niño con AS (Dewey, 1991). Estos niños
son muy receptivos a las alabanzas (por ejemplo, en el caso de uno que haga preguntas sin
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descanso, el profesor puede alabarle siempre que haga una pausa y felicitarle por dejar
que los demás hablen).
Algunos niños con AS pueden negarse a realizar tareas fuera de sus áreas de interés. Hay
que transmitirles que se espera firmemente de ellos completen su trabajo. El niño con AS
tiene que tener muy claro que no es él el que manda y que debe obedecer una serie de
reglas específicas. No obstante, hay que hacer la concesión de proporcionarle
oportunidades para que desarrolle sus propios intereses
El alumno con S.A desea y precisa un tiempo de juego solitario pero esto no excluye la
necesidad de introducirlo en los juegos de grupo especialmente en aquellos que él mejor
acepta y realiza con mayor soltura. Las estrategias para ampliar su gama de juegos
individuales o su participación en los juegos comunes pasan siempre por la explicación con
apoyo visual de la novedad que deseamos introducir, las reglas y los objetivos del juego.
Sus dificultades para anticipar, para “leer” las intenciones del otro, para observar el
lenguaje corporal y contextualizar las actitudes favorecen el rechazo que los niños con S.A
muestran frecuentemente frente a un juego de grupo. Algunas experiencias muestran la
utilidad de contar con algún compañero de clase para actuar como “tutor” del alumno con
S.A en los juegos de grupo o en su incorporación en las actividades que los niños llevan a
cabo durante las horas libres. La elección del “tutor” o “sistema amigo” siempre debe
contar con la aceptación por ambas partes.
Fuentes:
-
El síndrome de Asperger, estrategias prácticas para el aula. Guía para el profesorado
(2002) Autor: Thomas, George I. Editor: País Vasco. Servicio Central de Publicaciones
Soy un niño con síndrome de Asperger (2003) Autor: Hall, Kenneth. Editor: Ediciones
Paidós Ibérica, S.A.
Un acercamiento al síndrome de Asperger: una guía teórica y práctica (2004) Editor:
Asociación Asperger España
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