costos del delito al sector comercial en tula de allende, hidalgo.

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO
INSTITUTO DE CIENCIAS ECONÓMICO- ADMINISTRATIVAS
LICENCIATURA EN COMERCIO EXTERIOR
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
ARTICULO:
COSTOS DEL DELITO AL SECTOR COMERCIAL EN
TULA DE ALLENDE, HIDALGO.
CATEDRATICO:
DR. MARIO CRUZ CRUZ.
ALUMNO: OLIVERA MARTINEZ ALEJANDRO SHARAD
Este trabajo se de sarrol l ó e n e l marco de l Proye cto CONACYT "Di se ño
Me todol ógi co para e l Anál i si s de l Impacto de l a Inci de ncia De l i ctiva e n e l
Come rci o de l a Mi cro, Pe que ña y Me di ana Empre sa e n e l Estado de Hi dal go"
Cl ave 215835
MAYO 2015.
La inseguridad es un problema que afecta a la sociedad mundial y sobre todo a
los países en vías de desarrollo también denominados del tercer mundo,
debido a los múltiples factores negativos que en dichas sociedades imperan
como lo es la opresión política y económica, las desigualdades sociales y
gobiernos autoritarios de carente legitimidad, es por ello que América Latina
comparte más que un pasado y se posiciona como una de las regiones con los
más altos niveles en incidencia delictiva.
Jean-Jacques Rousseau decía que el hombre era bueno por naturaleza pero
que a medida que avanzaba y más poseía más deseaba, por lo cual generaba
ciertos recelos entre los demás, surgiendo la necesidad de “Encontrar una
forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y
los bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, uniéndose a todos, no
obedezca sino a sí misma y permanezca tan libre como antes...” (Rousseau,
1762) es así como se puede describir que todo individuo que decida vivir en
sociedad necesita de un Estado de Derecho que le permita asegurar las
libertades para poder convivir.
Actualmente los Estados se enfrentan ante un gran abanico de delitos que
perseguir es por ellos que el mantener la seguridad de la población es todo un
reto, mismo que en el caso mexicano no es logrado en su totalidad.
Las consecuencias que ocasionan los delitos pueden ser cuantificadas de
diversas formas una de ellas es “medir el costo por años de vidas perdidos, un
cálculo complejo permite estimar por cada país cuántos meses de vida se
perdieron por exceso de homicidios, una cifra que se multiplica por la población
del país, lo cual se ve reflejado en un decrecimiento en el PIB” (Bergman,
2013); otra forma de cuantificar los costos es realizando cálculos contables de
los gastos directos e indirectos que la población realiza para mantener su
seguridad.
En México específicamente “las estadísticas oficiales ofrecen una imagen tan
distorsionada de la realidad, que no pueden ser usadas para explicar el
fenómeno delictivo, ya que no existe en nuestro país un marco de referencia
que permita diagnósticos precisos sobre la delincuencia.” (Arango, 2003), esto
es debido a que no existe la sistematización de ciertos datos (por ejemplo
datos de la víctima), no existe una clasificación homogénea de los actos,
existen entidades que no llevan un registro (policía interbancaria) y existen
muchos casos que no son denunciados fomentados por el tratamiento de
delincuente que se le da la víctima cuando acude a las autoridades pertinentes.
Tula de Allende es un municipio que se encuentra en el Estado de Hidalgo,
colindante con el Estado de México al oeste y perteneciente a la región
conocida como el Valle del Mezquital, cuenta con una extensión de 305.80
Kms2 y una población aproximada de 93,296; fue esta ciudad la que vio nacer
una de las más importantes y grandes civilizaciones mesoamericanas, la
tolteca.
Los toltecas sentaron allí su ciudad principal fundando Tollan, que significa
“junto al tular”, eran magníficos artesanos, constructores y guerreros gracias a
estas cualidades en la actualidad podemos apreciar una zona arqueológica
majestuosa donde destacan las colosales esculturas de los atlantes que
simbolizan a los guerreros toltecas conocidas a nivel mundial, por lo cual la
actividad turística en la región es alta posicionando a la ciudad como el
principal destino turístico del Estado.
Actualmente al decir Tula, la mayoría de las personas relacionan a esta ciudad
con la zona arqueológica homónima, pero cabe señalar que dicha región es
también referente para la industria que se ubica allí.
No es de extrañarse que Tula haya sido elegida por un gran número de
industrias, es considerada un punto geoestratégico muy importante en el país
debido su cercanía con la capital de la República y a que a su localización
central permite una conexión rápida y eficaz entre la zona Norte y Sur del país
ya que en ella convergen las principales autopistas federales, esto es un hecho
que vislumbró el gobierno desde hace muchos años atrás y por ello se
encuentra la refinería Miguel Hidalgo, una de las más importantes a nivel
nacional y la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos ambas pertenecientes a las
paraestatales Pemex y CFE respectivamente y se lleva a cabo la construcción
de un puerto seco.
De igual forma la región que comprende el municipio de Tula de Allende es rica
en materia prima para la industria cementera por lo cual las dos cementeras
más importantes del país tienen sus fábricas localizadas en dicha ciudad, Cruz
Azul y Cemex así como múltiples industrias importantes de la rama textil,
agroindustrial, alimenticia, etc.
Debido al gran número de fábricas en la zona se considera una de las ciudades
más contaminadas a nivel nacional e incluso mundial. La Refinería Miguel
Hidalgo es la principal contaminadora de la zona con cerca del 70% del total
debido a que procesa 325,000 barriles por día.
Por otra parte contaminación en su río principal “Tula”, el cual recibe la gran
mayoría de las aguas residuales del centro del país.
Debido a la contaminación atmosférica, lluvia ácida y el desahogo de las aguas
residuales del Valle de México, que afectan el municipio de Tula de Allende se
reportan diversos problemas de salud, desde enfermedades diarreicas,
problemas de piel y ojos en gran parte de la población e incluso se ha
registrado como la zona del estado con mayor número de casos de cáncer y
malformaciones congénitas.
Actualmente y debido a la gran contaminación de las aguas provenientes del
Valle de México se construye la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, la
cual es la más grande en el mundo debido a sus características de proceso,
con lo que se espera corregir y mejorar la calidad ambiental y por ende la
calidad de vida de los pobladores de la región.
Para poder entender la incidencia delictiva, se debe hablar en primera instancia
del delito, y es este término el que es necesario para la aplicación de un
Derecho Penal, ya que no existe sanción sin delito, es por ello que a
continuación se analizarán diversos conceptos propuestos a lo largo de la
historia y desde diversos entornos para poder determinar un concepto
concluyente.
Desde el punto de vista del padre del psicoanálisis “el delito es producto de la
inadaptación social a causa de los complejos entre otros de Edipo, de
Electra...” (Citado por Carrancá y Trujillo, s.f.)
Por otra parte el afamado criminalista Ferri nos añade un interesante elemento
penal ya que “solo podemos referirnos al delito en cuanto es violación de aquél
mínimum de disciplina social establecido por las normas penales” (Ferri, 1928),
es decir nos indica que el hombre es responsable por el hecho de vivir en
sociedad
y
no
por
una
responsabilidad
moral como
lo
establecían
anteriormente la Escuela Clásica.
Mientras que Francesco Carrara nos dice que “el delito es una infracción,
ofensa, crimen, acto delictivo, infracción de la ley del Estado, promulgada para
proteger la seguridad de los ciudadanos y que resulta de un acto externo del
hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso”
(Carrancá, 1983)
Por último me parece interesante citar al criminólogo francés René Garraud
quien nos indica que “el delito implica una acción o inacción del hombre, un
movimiento voluntario del cuerpo o una omisión sin movimiento, destinada a
producir un cambio en el mundo exterior” (Garraud, 1881)
Pero, ¿Qué dice el Código Penal del Estado de Hidalgo? En el artículo 12º
indica que “el delito es el acto u omisión que sancionan las leyes penales”.
(Poder Legislativo del Estado de Hidalgo, 1990)
Por lo que se puede concluir que el delito es una ofensa, infracción, acción o
inacción que produce un cambio en el mundo exterior, penado moralmente por
la sociedad al no ser compatible con las disposiciones de disciplina
previamente establecidas por ésta y el cual es castigado penalmente por el
Estado con la finalidad de proteger la seguridad de los ciudadanos.
La teoría del delito es un “sistema de categorización por niveles conformado
por el estudio de los presupuestos jurídico – penales de carácter general que
deben concurrir para establecer la existencia de un delito, es decir, permite
resolver cuando un hecho es calificable de delito”. (Muñoz Conde & García
Arán, 2004)
En esta teoría podemos distinguir históricamente dos corrientes: la causalista y
la finalista y para poder diferenciarlas claramente debemos conocer su principal
diferencia en la base de la estructura de todo delito: la conducta humana.
Los causalistas aseguran que la acción es un movimiento voluntario, físico o
mecánico, que produce un resultado previsto por la ley penal sin que sea
necesario tener en cuenta la finalidad que acompañó a dicha acción.
Los finalistas consideran que cualquier conducta humana se rige por una
voluntad cuya manifestación exterior no puede dejar de ser tenida en cuenta a
la hora de valorar el hecho delictivo.
Es decir, la teoría causalista atiende, principalmente, a los elementos referidos
al desvalor del resultado, es decir, a la lesión o puesta en peligro de un bien
jurídico; mientras que la teoría finalista pone más énfasis en el desvalor de la
acción, es decir en el reproche sobre el comportamiento del delincuente, sea
este intencionado o negligente.
A la persona que comete el acto ilícito penal se le conoce como Sujeto activo;
mientras que a quien sufre el delito se le denomina Sujeto pasivo y a su vez
este sujeto puede denominarse Sujeto pasivo impersonal cuando se trata de
una persona moral o jurídica (por ejemplo una empresa) o Sujeto pasivo
personal cuando se trata de una persona física.
Cabe señalar que existe otra clasificación para los sujetos pasivos y esta hace
referencia a las consecuencias directas (Sujeto pasivo de la conducta) o
indirectas (Sujeto pasivo del delito) que conlleva la acción realizada por el
Sujeto activo.
Para el causalismo el dolo comprende el conocimiento de los hechos, es decir
el conocimiento de que lo que se está realizando está penado por la ley,
mientras que para el finalismo solo abarca el conocimiento de los hechos pero
no que está proscrito por el derecho penal.
Se puede clasificar al dolo en:
 Dolo Directo. Cuando el sujeto tiene el total control mental, sabe lo que
plantea realizar y lo comete, aunque no de los resultados esperados.
 Dolo de Primer Grado. Cuando predomina la voluntad.
 Dolo de Segundo Grado. Cuando predomina el conocimiento.
 Dolo Indirecto. Cuando el sujeto presenta el hecho como necesario o
inevitable para lograr su finalidad.
 Dolo Eventual. Cuando el sujeto se representa el resultado de su acción
como posible.
La culpa individualiza una conducta pero esta no se concibe sin voluntad y a su
vez la voluntad no se concibe sin finalidad; no individualiza por la finalidad sino
porque en la forma en que se obtiene esa finalidad se viola un deber de
cuidado.
Existen diversas formas de culpa.

Imprudencia: Tomar riesgos innecesarios.

Negligencia: No realizar una actividad por lo que se produce un daño.

Impericia: Realizar una actividad sin contar con los conocimientos
técnicos especiales necesarios.
El comercio se puede denominar como una actividad socioeconómica que
consiste básicamente en el intercambio de bienes y/o servicios, es decir es una
transacción con la finalidad de comprar o vender un producto; por consiguiente
a la persona física o moral que realiza dicha acción y ésta constituye su
sustento de vida se le denomina comerciante.
El medio de intercambio actualmente en el comercio suele ser el dinero,
dándose en menor caso el trueque, es decir el intercambio de un producto por
otro.
De igual forma el término comercio puede ser utilizado para denominar al
negocio, tienda o local comercial.
No es tan tradicional el pensar en que ambos términos mantengan una relación
directa pero la realidad es que la incidencia delictiva puede ocasionar
beneficios o desventajas para el sector comercial.
El realizar un delito es considerado por algunos autores como una actividad
económica alternativa a la vía legal, por ejemplo el Premio Nobel de Economía
de 1992 Gary Becker en su teoría de la disuasión considera a los delincuentes
“personas racionales, maximizadoras de ganancias que antes de obrar
analizan costos y beneficios del delito” (Becker, 1968) lo cual describe la
relación entre la economía y el delincuente.
Es indudable que cuando ocurre un delito existe una contraparte que recibe las
consecuencias negativas, en un gran número de casos los delitos tienen una
relación completamente directa al comercio ya que atentan específicamente
contra la actividad y contra el comerciante.
Por otra parte hablamos de una relación positiva que ocurre cuando la
población al verse afectada por la inseguridad recurre al consumo de productos
y/o servicios con la finalidad de prevenir y reprimir el delito incrementando por
ende las ventas de comerciantes dedicados a este rubro.
Sin lugar a dudas no hay empresa que este inmune a sufrir un acto delictivo,
inclusive las dedicadas a ofrecer productos o servicios para la seguridad, es
por ello que, actualmente la relación tiene una tendencia completamente
negativa y son estas consecuencias las
que se intentan estudiar en este
trabajo ya que los daños ocasionados al comercio son traducidos en daños a
una región debido a que no puede haber un gran crecimiento económico si se
poseen altos índices delictivos, es una relación completamente inversa.
Uno de los proyectos impulsados por el Subsistema Nacional de Información
de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia (SNIGSPIJ) es la
Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública
mejor conocida por sus siglas ENVIPE el cual es coordinado por el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Dicho proyecto tiene como objetivo recolectar información nacional y estatal
que permita estimar la incidencia delictiva que afecta a las personas
integrantes del hogar, características del delito, las víctimas y el contexto de la
victimización. De igual manera pretende obtener información acerca de la
percepción de la seguridad pública y sobre el desempeño y experiencias con
las instituciones a cargo de la seguridad pública y la justicia.
El contenido de las encuestas fue declarado en el 2011, de interés Nacional por
la Junta de Gobierno del INEGI, por lo que es de carácter oficial y de uso
obligatorio para la Federación, los estados, el Distrito Federal y los diferentes
municipios.
Realiza estimaciones sobre: robo total o parcial de vehículos, robo en casa
habitación, asalto en calle o transporte público, fraude, extorsión, amenazas
verbales, lesiones, secuestros y delitos sexuales.
El proyecto tiene una periodicidad anual, por lo que a la fecha de elaboración
de este ensayo solo se cuenta con información perteneciente a los años 2011,
2012 y 2013 y es pertinente señalar que algunos delitos como narcotráfico,
delincuencia organizada y el tráfico de indocumentados, no son susceptibles de
medirse en una encuesta de victimización.
La encuesta indica que el incremento en la tasa de delitos en los años 2012 y
2013 se debe, en mayor medida, al aumento de los delitos más frecuentes,
tales como el robo o el asalto en la calle o en el transporte público, la extorsión
y el robo total o parcial de vehículo.
Que el nivel de delitos no denunciados o que no derivaron en averiguación
previa en el país durante el 2012 fue de 92.1% cifra que incremento a 93.8%
para el 2013 y dentro de los motivos que orillaron a las víctimas a no denunciar
en el 2012 es que consideran en un 61.9% que denunciar es una pérdida de
tiempo y desconfían en la autoridad cifra que de igual manera incremento para
el 2013 a 65.6%.
La percepción de inseguridad fue del 72.3% para ambos años debido a que un
33.9% de los hogares mexicanos tuvo, al menos, una víctima de delito durante
el 2013 cifra que ha ido en aumento desde el 2011.
A nivel nacional los delitos que más se presentaron fueron el Robo en la calle o
transporte público, la extorsión donde más del 90% de los casos fue vía
telefónica y el Robo total o parcial de vehículo mismo ranking que coincide en
el Estado de Hidalgo.
La ENVIPE permitió estimar que para el 2013, el costo total a consecuencia de
la inseguridad y el delito en hogares representó un monto de 213.1 mil millones
de pesos, es decir, 1.27% del PIB. Lo cual equivale a 5,560 pesos por persona
afectada por la inseguridad y el delito. A continuación se detalla en una tabla la
descripción de dichos gastos.
(INEGI, 2014)
No podemos solo cuantificar las consecuencias que ocasionan los delitos en un
ámbito económico o vidas pérdidas, también existen muchas consecuencias en
el comportamiento de la población, a nivel nacional existe un gran porcentaje
que percibe su entorno como inseguro y es por esto que se adaptan y dejan de
realizar actividades cotidianas con la finalidad de preservar su seguridad.
Entre ellas se encuentra que la población manifestó principalmente mente un
cambio al no permitir que sus hijos menores salieran, dejar de usar joyas, de
salir de noche y de llevar dinero en efectivo o tarjetas bancarias consigo y en
menor medida viajar por carretera con destino a otro Estado, es interesante
observar dicha información que se presenta a continuación en una gráfica
comparativa de los años 2012 y 2013, en dónde en todos los casos el cambio
en la conducta de la población incrementó.
(INEGI, 2014)
Sin lugar a dudas elaborar este trabajo representó un reto, debido a que
actualmente, y desde hace algunos años, el tema principal es un tema delicado
en el país, por lo cual se carece de información 100% confiable ya que no
existe la sistematización de ciertos datos (por ejemplo datos de la víctima), no
existe una clasificación homogénea de los actos, existen entidades que no
llevan un registro (policía interbancaria) y existen muchos casos que no son
denunciados fomentados por el tratamiento de delincuente que se le da la
víctima cuando acude a las autoridades pertinentes.
El Estado de Hidalgo ocupa uno de los más bajos lugares en niveles de
incidencia delictiva y esto no es halagador ya que es consecuencia de ocupar,
a su vez, un lugar alto en el ranking de la Cifra Negra (delitos no denunciados).
Al comparar los datos obtenidos por la prensa nacional, estatal y local con la
cifras oficiales se pudo corroborar que sigue existiendo poco manejo de los
delitos por los medios es decir, de cubrirlos ya que se trata de delitos
considerados graves mientras que los delitos menores si son expuestos, el
claro hecho fue que no se le prestó la atención necesaria a los feminicidios
hasta que el octavo cadáver hizo aparición.
Otro hallazgo importante de la investigación fue que el mes con menor
cobertura de delitos fue diciembre y julio meses que se caracterizan por su
temporada vacacional y que la mayoría de los robos registrados no eran
violentos.
El delito más recurrente en la prensa fue el asalto a comercios por lo cual
podemos concluir que el sector comercial de la región de Tula de Allende, está
siendo gravemente afectado de una forma directa y eso explica el lento
desarrollo económico de la región pese a la gran cantidad de industrias que se
encuentran allí.
Por otra parte si hablamos de delitos que afectan de manera indirecta son los
homicidios y los delitos de genero los principales ya que crean un efecto de
psicosis entre la población que ocasiona cambios en su conducta habitual y por
ende un bajo consumo en los comercios locales.
Habiendo analizado toda la información puedo llegar a la plena conclusión que
la denominación de “Comunidad Segura” en el 2014 por parte de Cisalva a la
ciudad de Tula, carece de toda legitimidad y representa una burla para la
población ya que, no son sino los mismos datos oficiales presentados por el
gobierno federal los que contradicen todos los beneficios en materia de
seguridad que se le adjudican.
Es por ello que puedo decir con seguridad que, el municipio de Tula de Allende,
Hidalgo es uno de los municipios más peligrosos del país y simboliza una gran
amenaza para el sector comercial.
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