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BOLETÍN OFICIAL DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS
núm. 250 de 28-x-2014
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V. Administración de Justicia
Juzgados de lo Social
De Oviedo número 2
Edicto. Notificación de sentencia.
En Oviedo a quince de octubre de dos mil catorce. La Ilma. Sra. D.ª María Cristina García Fernández, Magistrada
Juez del Juzgado de lo Social n.º dos de los de Oviedo, habiendo visto los presentes autos sobre despido, seguidos entre
partes: de una como demandante D. Antonio García Larroza representado por el Letrado Pablo Díez Fernández y, de la
otra, como demandados Carpintería Exclusiva de Madera S.L. y el Fondo de Garantía Salarial que no comparecen, en
nombre de Su Majestad el Rey, ha dictado la siguiente
Sentencia
Antecedentes de hecho
Primero.—Que la parte actora presentó escrito de demanda con fecha 19 de mayo de 2014 por entender su derecho
a que se dicte sentencia de conformidad con lo interesado en el suplico de su demanda. Alegó en derecho y suplicó sentencia conforme a sus pretensiones.
Segundo.—Abierto el acto del juicio, la parte actora se ratificó en su demanda. Suplicó la absolución.
Tercero.—Recibido el juicio a prueba se practicó la propuesta con el resultado que consta en el acta. En conclusiones
la parte demandante insiste en sus pretensiones, declarándose los autos conclusos y vistos para Sentencia.
Cuarto.—Se observaron las prescripciones legales.
Hechos probados
1.º—El actor presta sus servicios para la demandada desde el 1 de septiembre de 2009 con la categoría profesional de
Jefe de la Oficina Técnica, con un salario bruto diario de 122,41 €. No ostenta la representación de los trabajadores.
2.º—La empresa le notificó el 23 de mayo de 2014, la carta de despido, cuyo contenido es el siguiente: Carpintería
Exclusiva de Madera S.L. C/ Cipreses n.º 5. 33423 Soto de Llanera. D. Antonio García Larroza. Asturias. 23 de mayo de
2014. Muy Sr. nuestro: La Dirección de esta empresa ha tomado la decisión de extinguir el contrato de trabajo que nos
une, con efectos al 23 de mayo de 2014, conforme a lo establecido en el artículo 52.c) del Estatuto de los Trabajadores,
esto es, la concurrencia de causas objetivas, más concretamente por causas económicas. Efectivamente, de los resultados de la empresa se desprende una situación económica negativa, ya que la Empresa lleva un año completo sin tener
actividad y siendo usted el único trabajador existente en la misma como consecuencia de los cuales la empresa se ve en
la necesidad de extinguir el contrato celebrado con Ud. A fin de acreditar dicha situación, le adjuntamos los siguientes
documentos/datos: Debido a la situación económica por la que atraviesa la empresa y en base a lo establecido en el
artículo 53.1 b) del Estatuto de los Trabajadores, en este momento no le resulta posible poner a su disposición la citada
indemnización, si bien le será abonada en tanto la situación económica lo permite. Asimismo se adjunta propuesta detallada de la liquidación de haberes y finiquito calculados a esta fecha de extinción, cuya cuantía se pondrá a su disposición
en los locales sociales en la fecha de extinción advirtiéndole que puede Ud. solicitar la presencia de un representante
legal de los trabajadores al firmar su recibo, en el cual, haga o no uso de su derecho, se hará constar uno u otro extremo
expresamente, conforme establece el artículo 49.2 de aquella misma norma. La presente comunicación no respeta el
plazo de preaviso de quince días a contar desde la fecha de su entrega establecido en el artículo 53.1 c) del Estatuto,
cuya cuantía será compensada en la liquidación con indemnización falta de preaviso. Recibí No Conforme. Carpintería
Exclusiva de Madera S.L. C/ Cipreses, 5 urb. Soto de Llanera 33423-Llanera-Principado de Asturias.
3.º—La empresa le adeuda los salarios desde marzo de 2013 a febrero de 2014, por importe de 44.068,2 € brutos
(30.000 € netos).
Cód. 2014-17736
4.º—El actor presentó el 23 de abril de 2014, conciliación previa para la extinción del contrato de trabajo y el pago
de los salarios adeudados, que se celebró el 7 de mayo, con el resultado de intentado sin efecto. Interpuso la demanda
el 19 del mismo mes.
5.º—Presentó otra conciliación frente al despido, el 29 de mayo, que se celebró el 12 de junio con el mismo resultado;
interpuso la demanda el 12 de junio y fueron acumuladas por Auto de 20 de junio.
Fundamentos de derecho
1.º—El actor instó la extinción del contrato de trabajo, junto con la reclamación de los salarios debidos, y posteriormente, al serle notificado el despido, impugnó esa decisión que fue acumulada conforme con el artículo 32 de la LJS. La
doctrina general sostiene, con excepciones, que debe examinarse antes la acción que se haya ejercitado primero, así
si la demanda sobre resolución del contrato de trabajo a instancias del trabajador se ha interpuesto con anterioridad a
la decisión del despido del empresario, ha de ser preferente su conocimiento por el órgano jurisdiccional, dado que su
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estimación implicaría la extinción de la relación laboral y la consecuente falta de acción del trabajador para reclamar
contra el despido operado con posterioridad a la primitiva demanda (STS 4 febrero 1986). Si por el contrario, es anterior
en el tiempo la acción por despido, el órgano judicial debe conocer primeramente del mismo, ya que la declaración de
su procedencia comportaría la extinción de la relación laboral, con la consecuencia de no ser, ya posible una pretensión
resolutoria del trabajador sobre una relación laboral extinguida por voluntad del empleador (SSTS 21 mayo 1986, 14
septiembre 1988 y 27 julio 1989). La misma doctrina afirma que deben examinarse ambas acciones cuando las causas
de una y otra sean autónomas, estableciendo un criterio de preferencia e incidiendo la estimación de la extinción, en el
pronunciamiento de ser estimada la acción por despido.
2.º—La demanda de extinción se basa en el artículo 50 del Estatuto de los trabajadores cuyo apartado 1 b) establece
como causa de extinción del contrato por voluntad del trabajador, la falta de pago o retrasos continuados en el abono
del salario pactado.
La jurisprudencia del Tribunal Supremo, reflejada, entre otras, en las SSTS/IV 24-3-1992, 29-12-1994, 25-9-1995,
28-9-1998 y 25-1-1999, conforme a la cual:
«Cabe entender que una interpretación conjunta de los apartados b) y c) del art. 50.1 ET exige para que prospere la
causa resolutoria a instancia del trabajador basada en “la falta de pago o retrasos continuados en el abono del salario
pactado” es necesaria la concurrencia del requisito de “gravedad” en el incumplimiento empresarial, y que a los efectos
de determinar tal “gravedad” debe valorarse exclusivamente si el retraso o impago es o no grave o trascendente en
relación con la obligación de pago puntual del salario “ex” arts. 4.2.f) y 29.1 ET, partiendo de un criterio objetivo (independiente de la culpabilidad de la empresa), temporal (continuado y persistente en el tiempo) y cuantitativo (montante
de lo adeudado). En consecuencia, concurre tal gravedad cuando el impago de los salarios no sea un mero retraso
esporádico, sino un comportamiento continuado y persistente, por lo que la gravedad del incumplimiento se manifiesta mediante una conducta continuada del deber de abonar los salarios debidos. También, por ello, cuando exista una
situación de impago de salarios como comportamiento empresarial continuado y persistente concurre el requisito de la
gravedad de la conducta empresarial que justifica la extinción contractual a instancia del trabajador “ex” art. 50.1.b)
ET, con independencia a estos fines de que tal retraso no esporádico sea debido al arbitrio injustificado del empresario o
derive de una imposibilidad total o parcial debida a circunstancias económicas imputables o no a aquél. En efecto, pues
si tal situación de crisis económica concurre impidiéndole cumplir con su obligación de pago puntual de salarios la norma
estatutaria le posibilita el acudir a las formas de modificación de las condiciones de trabajo, suspensión o extinción “ex”
arts. 41, 47, 51 o 52. c) ET, pero no puede obtener por su propia autoridad y contra la voluntad de los trabajadores
afectados una quita o aplazamiento en el pago de sus obligaciones salariales, por lo que de no acudir a tales figuras y
persistir en su continuado incumplimiento existe justa causa para la extinción contractual “ex” art. 50.1.b) ET a instancia
de los trabajadores afectados”. El incumplimiento en esta materia ha de ser grave, estimando que no lo es el retraso de
un solo mes (sentencia de 21 de junio de 1986), o el de dos meses (sentencia de 16 de junio de 1987) o incluso, con el
valor añadido de pronunciarlo con el fin de proclamar la doctrina buena al respecto, en la falta de abono de tres meses
de salario y una paga extra en una relación laboral vigente durante 20 años (sentencia de 25 de septiembre de 1995).
Pero en cambio, sí se da esa gravedad, por ejemplo, cuando durante más de un año se viene cobrando el salario con
retraso (sentencia de 24 de marzo de 1992) o durante once meses consecutivos (sentencia de 13 de julio de 1998) o,
asimismo, si el abono de las pagas extras se realiza, en dos anualidades consecutivas, con un retraso de cinco o más
meses (sentencia de 28 de septiembre de 1998), como también si se adeudan dos meses y una paga extra, cobrándose
las nóminas con un retraso medio de 29 días (sentencia de 25 de enero de 1999).
En suma, que una situación económica adversa, ponderable a efectos de posibilitar la modificación, suspensión o
extinción de los contratos de trabajo, no es aducible, sin embargo, para excluir la aplicación de la causa resolutoria «ex»
art. 50-1-b) ET, ya que dicha situación no afecta al esencial deber de abonar puntualmente los salarios.
Tal y como ha venido a señalar la doctrina jurisprudencial, la resolución del vínculo contractual por voluntad del trabajador al amparo de lo previsto en el art. 50 del Estatuto de los Trabajadores, es una solución extrema que ha de estar
proporcionada a la gravedad del incumplimiento empresarial (STS 18 diciembre 1989 y 16 enero 1991), por lo que tan
solo procede en casos de graves y reiterados incumplimientos por su parte de las condiciones esenciales que regulan la
relación laboral de los que se infiera una voluntad deliberadamente rebelde al cumplimiento de las obligaciones contraídas con el trabajador; únicamente en tales supuestos puede entenderse justificada la acción de extinción, en otros casos, se encuentra legitimado el trabajador para el ejercicio de la correspondiente acción en reclamación del cumplimiento
de la obligación empresarial de que se trate, pero no puede motivar la extinción indemnizada del vínculo laboral.
En el presente caso, cabe estimar que concurre causa para la extinción porque el impago afecta a doce meses, tal
y como alega el actor, sin que la empresa haya aportado prueba de estar al corriente en el pago o de cualquier otra
circunstancia que dejara vacía de contenido la acción.
Cód. 2014-17736
3.º—Corresponde a la empresa la carga de la prueba de la causa de despido, conforme con el artículo 105 de la LJS,
que no se cumplió por la incomparecencia de la empresa, lo que conlleva la declaración de improcedencia del mismo,
al amparo del artículo 55 del Estatuto de los trabajadores, con los efectos del artículo 56 del mismo, que también son
aplicables a la extinción solicitada por el trabajador.
Se fija la indemnización, devengada desde el inicio de la relación hasta la fecha de la presente en que se acuerda la
extinción, en 24.574 € y se condena al pago de los salarios debidos devengados desde la fecha del despido hasta el día
de hoy, además de los adeudados correspondientes al período de marzo de 2013 a febrero de 2014, cuyo importe total
es de 61.695,24 € brutos.
Conforme con el artículo 33 del Estatuto de los Trabajadores, responde subsidiariamente el Fogasa.
Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación,
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Fallo
Que estimo la demanda interpuesta por D. Antonio García Larroza contra Carpintería Exclusiva de Madera S.L. y el
Fondo de Garantía Salarial y declaro extinguida la relación laboral con efectos a la fecha de la presente, y la improcedencia del despido del actor, condenando a los demandados, con la responsabilidad subsidiaria del Fogasa, a que abonen al
actor 24.574 € en concepto de indemnización y 61.695,24 € en concepto de salarios brutos.
Notifíquese esta sentencia a las partes advirtiendo que contra ella podrán interponer Recurso de Suplicación ante el
Tribunal Superior de Justicia que deberá ser anunciado por comparecencia, o mediante escrito en este Juzgado dentro
de los cinco días siguientes a la notificación de esta Sentencia, o por simple manifestación en el momento en que se le
practique la notificación. Adviértase igualmente al recurrente que no fuera trabajador o beneficiario del Régimen público de Seguridad Social, o causahabiente suyos, o no tenga reconocido el beneficio de justicia gratuita, que deberá
depositar la cantidad de 300 euros en la cuenta abierta en el Banco Banesto a nombre de este Juzgado con el núm.
3359000034042314 acreditando mediante la presentación del justificante de ingreso en el período comprendido hasta la
formalización del recurso así como, en el caso de haber sido condenado en sentencia al pago de alguna cantidad, consignar en la cuenta de Depósitos y Consignaciones abierta en dicha entidad bancaria a nombre de este juzgado, con el
n.º 3359000065042314, la cantidad objeto de condena, o formalizar aval bancario por dicha cantidad en el que se haga
constar la responsabilidad solidaria del avalista, incorporándolos a este Juzgado con el anuncio de recurso. En todo caso,
el recurrente deberá designar Letrado para la tramitación del recurso, al momento de anunciarlo.
Así por esta mi sentencia, definitivamente juzgando, lo pronuncio, mando y firmo.
Cód. 2014-17736
Oviedo, 20 de octubre de 2014.—El/la Secretario/a Judicial.—Cód. 2014-17736.
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