Reservatauro - Turismo y Planificación Costa del Sol

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RESERVATAURO
M
Una dehesa
abierta al turismo
POR DAVID JARAMILLO / FOTOS: RESERVATAURO Y MARCO HIERRO
uchas veces se ha dicho que el gran problema de la Fiesta es que no sabemos enseñarla. Pues bien, el matador de
toros rondeño Rafael Tejada se ha dado a la tarea de hacerlo. Por eso ha invertido en hacer realidad su sueño:
tener una finca adecuada para la cría del ganado bravo,
con todas las instalaciones para su normal desarrollo y, lo más importante, de fácil y cómodo acceso para todas las personas que quieran conocer
un poco más a fondo el mundo de los toros.
Hace poco más de cuatro años Rafael Tejada era un ingeniero emprendedor y exitoso en los negocios, a quien la pasión por los toros le ganó la
partida y decidió convertirse en uno de esos seres que tanto admiraba: un
matador de toros. Lo que consiguió el año pasado. Aunque torea poco, Rafael se entrena todos los días de salón, tentando o corriendo por las praderas y la dehesa de “Don Bosco”, una preciosa finca ubicada a escasos cinco
kilómetros de la vía que une a Ronda con Málaga. Precisamente allí es donde está construyendo una de las empresas que más le ilusiona: Reservatauro, un proyecto que nació de su amor por la Fiesta y de la necesidad de comunicarla de una manera directa, abierta y sin restricciones de ningún tipo.
Consciente de los millones de turistas que visitan la preciosa localidad malagueña, Tejada se informó en la oficina de turismo de que,
anualmente, más de trescientas mil personas entran a conocer la plaza
de toros de la Maestranza de Ronda, por tanto, algún interés les genera
el tema taurino y, seguramente, a muchos de esos visitantes les interesaría conocer más a fondo lo relacionado con el toro. Y qué mejor que hacerlo de una manera cómoda, agradable y, sobre todo, auténtica e ilustrativa. Por eso, en “Don Bosco” todo ha sido elaborado pensado en la
crianza del toro bravo de la manera más tradicional, sencilla y óptima
posible, pero con el matiz de buscar la facilidad de acceso a todos los
rincones de la finca con un vehículo adaptado para el transporte de un
importante grupo de visitantes.
Aunque el fin de la ganadería que pasta en la dehesa no es la lidia definitiva en la plaza de toros, pues los machos son destinados al entrenamiento de los toreros que vengan a participar de la actividad didáctica en
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la plaza de tientas, sí que se realizan todas las actividades cotidianas de una
vacada como tal y la agenda de saneamientos, destetes, herraderos, apartados,
curas, tentaderos en la plaza y a campo abierto, con acoso y derribo, se celebran con total normalidad y con la maravillosa posibilidad de ser observada
por los visitantes que en ese momento se encuentren en la finca.
Los turistas, cuando llegan a “Don Bosco”, reciben primero una introducción de lo que van a poder presenciar. Rafael Tejada y Eloy Cañete, banderillero y mayoral de la finca, explican el funcionamiento de una explotación como esta y guían a todos los visitantes en un vagón acondicionado con un
sistema de altavoces para ir explicando todo el proceso de la cría del toro, desde su nacimiento hasta que es transportado a la plaza. Todo esto de una manera interactiva, pues la cercanía y el acompañamiento personalizado permite la
resolución de dudas durante el trayecto. La ruta conduce el coche por todos
los cercados, primero el de los cabestros, luego el de los caballos y posteriormente hace una parada en una nave donde tiene varias cuadras de caballos en
la se puede tener contacto con los petos y demás acondicionamientos que se
usan a diario con los equinos para las tareas camperas. Además, hay un amplio espacio donde se enseñan las bases del toreo de salón. Capotes, muletas,
banderillas, ayudas y espadas están a disposición de todos para tener contacto
directo con los trastos, aprender a moverlos, probar con las banderillas y hasta practicar la suerte suprema en el carretón.
La ruta continúa en los terrenos del bravo, los distintos cercados con las vacas y sus crías, las camadas de machos y los sementales están bien diferenciados y debidamente cercados para ofrecer una visita segura. Además, se acercan
a la vía atraídos por la comida que le ofrecen los trabajadores de la finca y así
pueden ser vistos muy de cerca. La finca también ofrece un paso por un sector
de la dehesa en el que se puede observar la flora típica del lugar y distintas especies de aves y otros animales que conviven con el toro de lidia y conforman su
hábitat natural. El último trayecto que se visita es la manga en la que se realiza el
acoso y derribo, una gran explanada donde también pastan los caballos.
Finalmente, de vuelta al lugar de inicio, se visitan las instalaciones de la
plaza de toros, en donde, si es el caso, se pueden apreciar los tentaderos, con
la posibilidad de ayudar en las labores del apartado, enchiqueramiento de las
reses y, si hay algún valiente, de poder pegar algún pase en la arena. Además,
en la casa, un bonito cortijo con todos los servicios, se puede tomar un refrigerio antes de seguir con las actividades convenidas, pues en “Don Bosco” no
hay más horarios que los que imponen los grupos de visitantes.
En el proyecto hay otros dos elementos que están a punto de ser terminados,
uno es el picadero cubierto, en donde se realizarán las labores de doma a la vista
de todos, y un centro audiovisual, en el que constantemente se estarán proyectando vídeos educativos acerca de toda la cultura de la tauromaquia.
Sin duda, una gran idea digna de ser visitada no sólo por los turistas que quieren conocer más sobre la Fiesta, sino por aquellos aficionados que no tienen la
posibilidad de tener un contacto tan cercano con el toro en el campo. Y qué mejor que en un marco tan incomparable como el de Ronda, cuna de la tauromaquia, y ahora lugar de gestación de una educación taurina tan necesaria en nuestros días para la comprensión y respeto de esta cultura.
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6toros6 / nº 940 / 3 de julio de 2012