Sentencia Audiencia

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-------Procuradores de los Tribunales
NOTIFICADO: 20/10/2015
AUDIENCIA PROVINCIAL
DE
ALMERIA
TRIBUNAL DEL JURADO
PROCEDIMIENTO Nº 2/15
SENTENCIA
Procedimiento ante el Tribunal del Jurado 2/15
Juzgado de Instrucción de procedencia: JUZGADO DE INSTRUCCIÓN Nº5
de Almeria
En la Ciudad de Almería a 19 de Octubre de 2015
Vista en Juicio Oral y Público ante el Tribunal del Jurado, siendo
Magistrado-Presidente el Ilmo. Sr. Dª. SOLEDAD JIMENEZ DE CISNEROS
Y CID, la presente causa, Procedimiento de la Ley de Jurado nº
2/15, procedente del Juzgado de Instrucción nº 5 de Almería contra
los acusados
BALDOMERO –----- –------, natural de Canjayar (Almería), nacido el
–-----, hijo de –----- y –-----, con domicilio en –-----(Almería).
FRANCISCO MIGUEL –----- –-----, natural de Almería, nacido el
–-----, hijo de Baldomero y –-----, con domicilio en –-----, 18 de
Almería.
JOSÉ –----- –-----, natural de –-----, nacido el –-----, hijo de
Baldomero y –-----, con domicilio en –-----–----- Almería.
1
NICOLÁS –----- –-----, natural de Almería, nacido el –-----, hijo
de Baldomero y Josefa, con domicilio en –----- de Almería.
Han interviniendo como acusación particular D. –----- en nombre
propio y en el de su hija –----- –----- –----- –----- –----- y
–----- y –----- –----- –----- en nombre propio y de su hijos
menores –-----, –----- y –----- representados por el Procurador Dº.
–----- –-----el Letrado D. –----- habiendo sido parte el
Ministerio Fiscal.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Por el Sr. Juez de Instrucción nº5 de Almería se remitió a
esta Audiencia Provincial el Procedimiento de Jurado seguido en
dicho Juzgado con el número 1/2013.
SEGUNDO.- Tras la personación de las partes en esa Audiencia, por
Auto de fecha 15 de Febrero de 2013 se fijaron los hechos
justiciables, se efectuó declaración de pertinencia de las pruebas
propuestas por las partes y se señaló para comienzo de la vista el
día 16 de Septiembre a las 9.30 horas de la mañana, señalándose
previamente para sorteo de candidatos al jurado el día 5 de Junio
de 2015.
TERCERO.- Realizados los trámites correspondientes y constituido el
Tribunal del Jurado, se celebró el juicio oral los días
de
Septiembre 16,17,18,21,22,23,24,25,29,30 y 1,2,5,6 Octubre de
2015.
CUARTO.- En el trámite de conclusiones definitivas el Ministerio
Fiscal, calificó los hechos como constitutivos de a) dos delitos de
Asesinato del art 139.1º Cp del Código Penal, y b)de un delito de
tenencia ilicita de armas del art 564.1.1 cp reputando autor al
acusado BALDOMERO –-------- –-------- con la concurrencia de la
circunstancia modificativa de la responsabilidad de parentesco,
solicitando se le impusiera por el delito a) la pena de 20 AÑOS DE
PRISIÓN por cada uno de los dos asesinatos , con la accesoria de
inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena. Por el
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delito b)la pena de 1 AÑO Y SEIS MESES DE PRISION accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante
el tiempo de condena , y 41 AÑOS DE PROHIBICION de aproximación y
comunicación con las victimas a una distancia inferior a 300 m en
cualquier lugar donde esta se encuentre.
Asi mismo , calificó los hechos como constitutivos de a) dos
delitos de Asesinato del art 139.1º Cp del Código Penal, reputando
autor a FRANCISCO MIGUEL –----- –----solicitando se le impusiera por cada delito de asesinato la pena
de 19 AÑOS DE PRISIÓN, con la accesoria de inhabilitación absoluta
durante el tiempo de la condena. Y al pago de las costas así como a
indemnizar conjunta y solidariamente a –------ –------ –------ en
la cantidad de 134.000 euros a –------ –------ –------ en 56.000
euros, a –------ y –------ 11.200 euros para cada uno de ellos y a
–-- –--- –----- en 134.000 euros y de su hijos menores –-----,
–----- y –----- –----- –----- en 56.000 euros a cada uno de ellos,
incrementadas con el interés legal previsto en el art. 576.1 de la
Ley de Enjuiciamiento Civil.
QUINTO.- La Acusación particular, calificó los hechos como
constitutivos de a) dos delitos de Asesinato del art 139.1º Cp del
Código Penal, y
b)de un delito de tenencia ilicita de armas del
art 564.1.1 cp reputando autor al acusado BALDOMERO –-----–------ con la concurrencia de la circunstancia modificativa de la
responsabilidad de parentesco, solicitando se le impusiera por los
delitos a) la pena de 20 AÑOS DE PRISIÓN por cada uno de los dos
asesinatos , con la accesoria de inhabilitación absoluta durante el
tiempo de la condena. Por el delito b)la pena de 1 AÑO Y SEIS
MESES DE PRISION accesoria de inhabilitación especial para el
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y 41 AÑOS
DE PROHIBICION de aproximación y comunicacion con las victimas a
una distancia inferior a 300 m en cualquier lugar donde esta se
encuentre.
Asi mismo reputo autores de ambos delitos de asesinato del art
139.1 cp a FRANCISCO MIGUEL –------ –------, como autor material y
a JOSE –------ –------ y a NICOLAS –------ –------ como
cooperadores necesarios solicitando se les impusiera por cada uno
de los delitos la pena de 20 AÑOS DE PRISIÓN a cada uno de los
tres , con la accesoria de inhabilitación absoluta durante el
tiempo de la condena y 41 AÑOS DE PROHIBICION de aproximación y
comunicacion con las victimas a una distancia inferior a 300 m en
cualquier lugar donde esta se encuentre. Y al pago de las costas
así como a indemnizar conjunta y solidariamente a –------ en la
cantidad de 134.000 euros a –------ –------ en 56.000 euros, a
–------ y –------ 11.200 euros para cada uno de ellos y a –-----3
–------ –------ en 134.000 euros y de su hijos menores –------,
–------ y –------ en 56.000 euros a cada uno de ellos,
incrementadas con el interés legal previsto en el art. 576.1 de la
Ley de Enjuiciamiento Civil.
SEXTO.- La defensa del acusado –------ solicito la libre absolución
de su patrocinado y alternativamente la condena por un delito de
homicidio del art 138 cp y por otro de Tenencia ilícita de armas
del art 564.1 Cp
La defensa de Jose –------ solicito la libre absolución de su
representado y subsidiariamente la condena por delito de homicidio
del art 138 cp en la persona de Manuel Bernardo concurriendo la
eximente de legitima defensa del art 20.4 cp subsidiariamente
atenuante de legitima defensa, y atenuante de colaboración con la
justicia simples y /o muy cualificadas.
Asimismo considera en sus conclusiones que los hechos son
constitutivos de un delito de lesiones con arma en la persona de
José Santiago Fernández del art 148 cp concurriendo la eximente de
legitima defensa y subsidiariamente las atenuantes ya referidas.
La defensa de Francisco solicito la absolución de su patrocinado
con la alternativa de un delito de homicidio del art 138 cp y/o de
homicidio imprudente del art 142 1 y 2 Cp concurriendo la eximente
de legitima defensa o atenuante del ar 21.1 en relación con el art
20.4 cp así como atenuante de colaboración del art 21.4 en relación
con el art 21.7 del mismo cuerpo legal, con imposición de una pena
por este el delito de homicidio de 3 años de prisión y por
homicidio imprudente de 6 meses de prisión.
La defensa de
representado.
Nicolás
solicito
la
libre
absolución
de
su
SEPTIMO.- Concluido el juicio oral, se entregó al Jurado el objeto
de veredicto conforme a las conclusiones elevadas a
definitivas
con observancia de sus peticiones , previa audiencia a las partes
e
instrucciones
al
Jurado,
procediendo,
siendo
solicitado
ampliación de instrucciones al tener duda
éste a la deliberación
a puerta cerrada, emitiendo veredicto en el sentido que obra en el
acta que se une a esta Sentencia.
OCTAVO.- Emitido el veredicto el día y leída el acta en audiencia
pública por el portavoz del jurado, siendo aquél de culpabilidad
por delitos de homicidio frente a Baldomero, Jose y Francisco y no
4
culpable para Nicolás y así mismo culpable por el delito de
tenencia ilícita de armas para Baldomero se concedió la palabra a
las partes a los efectos de informar sobre la pena, medidas, que
debían imponerse a los acusados y sobre responsabilidad civil. En
dicho trámite, el Ministerio Fiscal, solicitó la pena de 15 años de
prisión por cada delito de homicidio y 1 año de prisión por
tenencia ilícita de armas, a Francisco 13 años de prisión por cada
delito de homicidio, y a Jose 11 años de prisión por cada delito de
homicidio ratificándose en todo lo demás en sus conclusiones
definitivas y solicitando prisión provisional de los mismos. La
acusación particular así mismo solicito para Baldomero 15 años de
prisión por cada uno de los delitos de homicidio y 2 años de
prisión por el delito de tenencia ilícita de armas, para a
Francisco igualmente 15 años por cada delito de homicidio y a José
12 años y 6 meses de prisión ratificándose en todo lo demás en sus
conclusiones definitivas y solicitando prisión provisional de los
mismos. Finalmente la defensa de Baldomero solicito pena mínima de
10 años de prisión por cada uno de los delitos y por la tenencia
ilícita de armas 1 año de prisión. La defensa de Francisco solicito
la pena mínima legal de 10 años por cada uno de o delitos de
homicidio y la defensa de José solicito así mismo la pena legal
mínima.
HECHOS PROBADOS
El Jurado, ha declarado probados en su veredicto los siguientes
hechos:
Existiendo desavenencias desde hacia tiempo entre el acusado
Baldomero –------ y su hermano Bernardo –------ a consecuencia de
la gestión de la sociedad Promoindalhouse, de la que eran socios
ambos hermanos y a la que pertenecía el “pub Hadar”, el 27 de Julio
de 2012, Baldomero en compañía de su familia, se presento en el
referido pub manteniendo un grave enfrentamiento que exigió la
presencia policial.
Tras el incidente, Baldomero, en unión de sus hijos Francisco
Miguel y Jose se dirigió al domicilio familiar sito calle Amazonas
nº18 de esta ciudad, contiguo al de su hermano Manuel Bernardo,
procediendo a sacar armas de fuego que tenia guardadas en su casa,
en concreto pistola Smith Wensson del calibre 9 mm parabellum a
nombre de su hijo Francisco Miguel y de un revolver marca Smith
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Wensson del calibre 357 magnum a nombre de su otro hijo José
Santiago cargando las mismas con munición adecuada.
Los acusados Baldomero y Francisco Miguel en connivencia con el
otro acusado José, tras comprobar que regresaban Bernardo Manuel en
compañía de su hijo José Santiago Garces sobre las 3.30 horas,
procedieron a disparar de modo simultaneo, con animo de acabar con
su vida, contra los mismos; Baldomero desde la acera junto a la
puerta de la vivienda de los fallecidos con el revolver marca
Smith Wensson del calibre 357 magnum que le había proporcionado su
titular, el coacusado José, quien auxilio en todo momento a su
padre permaneciendo a su lado mientras este disparaba; Francisco
Miguel situado entre dos vehículos que se encontraban aparcados en
la misma calle enfrente de los domicilios familiares
disparo la
pistola de su propiedad y para cuyo uso tenia licencia.
Inmediatamente y tras los disparos procedieron los referidos
acusados a refugiarse en su casa donde esperaron la llegada de la
policía a la que procedieron a auxiliar Francisco y José
entregándoles a los agentes las armas.
Bernardo Santiago Garcés recibió cuatro impactos de bala dos de
ellos en el cráneo, mortales de necesidad. José Santiago Garcés
recibió dos disparos directos que atravesaron el cuerpo a nivel
toracico produciendo gravísimas lesiones mortales de necesidad,
afectando a órganos vitales pulmones, higado, y corazón.
Bernardo Manuel Santiago Garcés convivía con su esposa Carmen y sus
tres hijos Clementina, Carmen y Juan Manuel teniendo otro hijo, el
hoy fallecido José Santiago Garcés que no convivía con el mismo.
José Santiago Garcés tenía esposa y tres hijos menores de edad con
los que convivía.
Baldomero –------ cogio el revolver marca Smith wensson del
calibre 357 magnum, en perfectas condiciones para disparar, que
tenia guardado en el armario de su habitación, careciendo de
licencia de armas.
No consta que Nicolás Santiago Fernández se encontrara en el lugar
de los hechos, ni su participación en los mismos.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Centrándonos en la controversia de litis sometida al
veredicto del Jurado, recordar que como señala la sentencia del
Tribunal Supremo de 15 de Septiembre de 2001: “en relación con la
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exigencia de motivación de las resoluciones judiciales, que
entronca directamente con el derecho fundamental de la tutela
judicial efectiva plasmado en el artículo 24.1 de la Constitución
Española, y tiene expresa exigencia en el artículo 120.3, también
del
Texto
Constitucional,
significa,
como
ha
señalado
la
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional (STC. 188/99, de 25/10,
como recuerda la S. de esta Sala de 18/4/01), poder “conocer las
razones de la decisión que aquellas contienen y que posibilita su
control mediante el sistema de los recursos. Pero no existe norma
alguna que imponga una determinada forma de razonar ni una
determinada extensión en la exteriorización del razonamiento. La
motivación ha de ser suficiente, y ese concepto jurídico
indeterminado nos lleva al examen de cada supuesto concreto en
función de su importancia y de las cuestiones que en él se
planteen”, debiendo distinguirse, por lo que a la motivación
llamada fáctica se refiere, el sentido del fallo (condenatorio o
absolutorio) y la misma naturaleza de la prueba de cargo empleada
(directa o indirecta) (también S.T.S. de 3/4/01). Tratándose de
sentencias dictadas por el Tribunal del Jurado, ha señalado la
Jurisprudencia del TS (ss. de 29/5 y 11/9/00 y la citada de
18/4/01), que “es obvio que no puede exigirse a los ciudadanos que
integran el Tribunal el mismo grado de razonamiento intelectual y
técnico que debe exigirse al Juez profesional y por ello la Ley
Orgánica del Tribunal del Jurado exige en su artículo 61.1 d) una
sucinta explicación de las razones por las que han declarado o
rechazado declarar determinados hechos como probados, las cuales
deberán ser complementadas por el Magistrado-Presidente en tanto en
cuanto pertenece al Tribunal atento al desarrollo de juicio,
motivando la sentencia de conformidad con el artículo 70.2 de la
L.O.T.J.. Y añade “Nos hemos referido más arriba a la denominada
motivación fáctica, que tiene por objeto explicar sucintamente las
razones por las que los componentes del Jurado han declarado o
rechazado declarar determinados hechos como probados, motivación
sobre los hechos que supone la parte esencial de la exigencia
motivadora en tanto es aquélla por la que se conoce el proceso de
convicción del Órgano Jurisdiccional sobre la culpabilidad de una
persona, en el sentido de participación en el hecho delictivo
imputado, y esta función sólo la puede realizar el Órgano
Jurisdiccional que ha percibido la prueba con la inmediación
derivada de la práctica de la misma. Pero junto a ella, existe una
segunda fase necesaria de la motivación concebida como operación de
subsunción lógica de los hechos de la norma (fundamentación)
regulada en los artículos 142 de la L.E.Cr., y 248 de la L.O.P.J.,
es decir, la motivación sobre la aplicación del derecho, cuyas
exigencias son distintas (S.T.S. de 29/6/00 y todas las citadas en
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la misma). La motivación a la que se refiere el artículo 61.1 d)
L.O.T.J., incide en la primera, mientras que la motivación
jurídica, como subsunción del hecho delictivo y sus circunstancias
en el tipo penal aplicable, corresponde al Magistrado-Presidente
en la sentencia (artículo 70 L.O.T.J.), que deberá ajustarse a lo
dispuesto en el artículo 248.3 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, respetando en todo caso el contenido correspondiente del
veredicto, es decir, la motivación del Jurado integra la sentencia
(artículo 70.3 L.O.T.J.) y ésta es complementaria de aquélla. Por
ello, en rigor, la subsunción del elemento subjetivo del tipo o de
las circunstancias que califican el mismo debe hacerla el
Magistrado-Presidente en la resolución como también “ex” artículo
70.2 tiene que concretar la prueba de cargo existente, lo cual
constituye su labor técnica (artículo 49 L.O.T.J.), aunque la
valoración de la misma es competencia exclusiva del Jurado”.
SEGUNDO.- Consecuentemente con la doctrina anteriormente expuesta,
ha de quedar establecido, conforme a la valoración de la prueba
llevada a cabo por el Jurado, que los hechos declarados probados
por el mismo POR UNANIMIDAD son legalmente constitutivos, según el
mismo decide, de dos delitos de homicidio del art 138 cp del Código
Penal. Dicho precepto tipifica la acción de matar a otro de forma
intencionada. El delito de homicidio precisa para su apreciación a)
Una conducta del sujeto activo del delito que haya dirigido al
privar de la vida a otra persona. b) Un resultado de muerte del
sujeto pasivo de la acción. c) Una relación de causalidad entre
acción y resultado, y d) Ánimo de matar en el sujeto activo -o
"animus necandi"- que concurre tanto en el supuesto de dolo
directo como eventual. Al respecto señalaba la STS 481/97 de 15-41
que dicho dolo concurre comprende no sólo el resultado directamente
querido o necesariamente unido a él, sino también el representado
como probable y sin embargo consentido . El elemento subjetivo ,el
ánimo de matar, puede acreditarse de manera particular por el
"modus operandi" del agente y en concreto por los medios
utilizados para llevar a cabo la agresión y la forma de producirse
esta ( S.TS. 12.06.2.001 y 21.01.2.002 ). Se ha dicho también por
la jurisprudencia que como signos de la voluntad de matar ha de
atenderse a la naturaleza del arma empleada, la zona anatómica
atacada y el potencial resultado letal de las lesiones infligidas
( S.TS. 22.03.2.00 y 14.03.2.001 . En definitiva han de tenerse en
cuenta como datos más significativos de la voluntad de matar: a).
Los antecedentes de hecho y las relaciones entre el autor y la
víctima; b). La clase de arma utilizada; c). La zona o zonas del
cuerpo a que se dirige la agresión; d). El número de golpes
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inferidos; e). Las palabras que acompañaron al ataque; f). Las
condiciones de lugar y tiempo, así como las circunstancias conexas
o concomitantes con la acción; g). La causa o motivación de la
misma y h). La entidad y gravedad de las heridas causadas. En el
presente caso concurren todos los citados requisitos pues el
Jurado ha tenido por acreditado que los acusados dispararon
contra las victimas bien de modo material o colaborando con actos
necesarios causándoles heridas que les causaron la muerte
El Tribunal de Jurado no considero acreditado que concurría la
alevosía que propugnaban las acusaciones pues a su juicio no
existió sorpresa que pudiera impedir la defensa de los agredidos,
en el acometimiento, llegando los miembros del Jurado a efectuar
propuesta tras instrucciones ampliadas solicitadas en este sentido
y que consta en el veredicto en relación con Baldomero. En relación
con Francisco, el Jurado hecho cuarto probado por unanimidad así lo
recoge el objeto de veredicto, rechazando el hecho cuarto donde se
recogía explícitamente la alevosía propuesta por las acusaciones.
La doctrina jurisprudencial, entre otras la sentencia del
Tribunal Supremo de 20 de diciembre de 2001, ha establecido que "
existe alevosía en todos aquellos casos en que por el modo de
practicarse la agresión queda de manifiesto la intención del
agresor o agresores de cometer el delito eliminando el riesgo que
pudiera proceder de la defensa que pudiera hacer el agredido. Es
decir, la esencia de la alevosía como elemento constitutivo del
delito de asesinato (art. 139.1ª) radica en la inexistencia de
posibilidades de defensa por parte de la persona atacada. La
alevosía, como circunstancia que tiene trascendencia de cualificar
el homicidio dando lugar al tipo de asesinato, existe cuando el
autor emplea en su ejecución medios, modos o formas que tiendan
directa o especialmente a asegurarlo, sin el riesgo que para su
persona pudiera proceder de la defensa por parte del ofendido
(art. 22-1º del Código Penal).
Subraya el Jurado que no han considerado acreditado que los
disparos se produjeran de forma sorpresiva y aprovechando que
acababan de salir del vehículo sin posibilidad de reacción ni
defensa de los fallecidos.
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TERCERO.- El Jurado por UNANIMIDAD da por probada la existencia de
un delito de tenencia ilicita de armas del art 564.1 1 cp del que
seria autor Baldomero. En la sentencia del Tribunal Supremo 200/08
de 11 de abril , recogiendo el criterio ya asentado en la Sala, se
configura dicho delito señalando:
a) El elemento dinámico estriba en la mera posesión, bastando una
relación entre la persona y el arma que permite una disponibilidad
de ésta y su utilización a la libre voluntad del agente para los
fines propios de tal instrumento. La tenencia debe superar lo que
es un pasajero contacto, a efectos de examen, o la ocupación fugaz
propia de un servidor de la posesión, como sucede en el caso de
reparador o transmisor. Puede distinguirse en la posesión el
componente físico o "corpus possessionis" y el subjetivo o "animus
possidendi" o "detinuendi", sin que sea exigible el "animus
domini" o "rem sibi habendi".
b) El elemento material u objetivo consistirá en el arma de fuego,
caracterizado como instrumento apto para disparar proyectiles,
mediante la deflagración de la pólvora. Requisito necesario del
elemento es que el arma se halle en condiciones de funcionamiento,
no apreciándose tal capacidad en aquellas armas que por su
antigüedad, ausencia de piezas fundamentales o cualquier otra
causa, carecen de aptitud para disparar proyectiles. Se ha
estimado que el arma funciona si puede hacer fuego o ser puesta en
condiciones de hacerlo. La idoneidad del arma para el disparo
permite que el peligro abstracto que comporta el arma se traduzca
en peligro concreto y es elemento fáctico esencial que debe ser
acreditado por la Acusación.
c) El elemento jurídico extrapenal consistirá en la
habilitación administrativa de la posesión del arma y
falta
de
d) El elemento subjetivo estribará en el conocimiento de que el
arma poseída es de fuego, con idoneidad para disparar y de que no
puede poseerse lícitamente sin guía de pertenencia y licencia de
armas.
Que al arma utilizada, revolver del calibre 357 magnum por
Baldomero era de fuego se desprende de la pericial de balística y
del propio hecho del disparar, reconociendo el acusado carecer de
guía administrativa y licencia de armas.
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QUINTO.- De los delitos de homicidio anteriormente descritos, son
responsables en concepto de autores los acusados Baldomero,
Francisco y José, los dos primeros como autores materiales y el
último como cooperador necesario con actos de auxilio.
-Al respecto de la autoría de Baldomero , el jurado ha motivado la
misma basándose en las declaraciones de las testigos presenciales
–------, hija y hermana de los fallecidos
y –------, esposa y
madre de los mismos. Dicho testimonio se ha mantenido en lo
esencial idéntico sin contradicciones a lo largo de la instrucción.
En efecto han sido numerosas las declaraciones efectuadas en el
Juzgado y con idénticas conclusiones a las expuestas en el acto del
Juicio, no admitiéndose la aportación de las manifestaciones
policiales en tanto que están vedadas por no constituir prueba en
si, si bien las testigos efectuaron declaraciones y precisiones en
su extenso interrogatorio realizado por las partes resultando sin
contradicción esencial, corroborándose su testimonio con otras
pruebas.
Se alude en el veredicto a que –------ que estaba debajo de la
ventana de su casa, tal como visiono el jurado en la reconstrucción
de los hechos, al oir el coche de su padre se asomo a la ventana y
vio a su tío Baldomero empuñando el arma desde la acera de sus
viviendas, que eran contiguas, oyendo multitud de disparos y
comprobando de inmediato al salir a la puerta “ en el trayecto” que
su padre y su hermano habían sido abatidos por los disparos,
comprobando asi mismo como Baldomero en unión de Jose y –------ se
introdujeron en el domicilio familiar de estos. El testimonio de
–------ resulta a juicio del Jurado esencial. Esta testigo relato
como al oír el coche de su marido se dirigió a la puerta de su casa
y al oír disparos salio viendo a Baldomero con el brazo izquierdo
levantado y portando el arma en la mano, introduciéndose de
inmediato en su casa.
Dada la proximidad y continuidad en el
tiempo colige el jurado, según lógica y máximas de la experiencia,
que Baldomero disparo y que lo hizo con el revolver asentándose
también en las declaraciones de los policías que acudieron como
testigos,
P.N
92.735
Y
84.439.
Ambos
elaboraron
croquis
explicativo de la posición posible de los dos tiradores, así como
intervención de dos armas, concluyendo el Jurado que el tirador T-2
del informe que recoge el croquis, es Baldomero, en consonancia
con las declaraciones de –------ y –------. Dichos agentes se
11
ratificaron en el informe obrante a los folios 307-321 del
testimonio, constituyendo para el Jurado tales testigos policiales
prueba de cargo esencial.
El inspector con el nº 92.735 aclaro que ambos cadáveres recibieron
disparos simultáneamente de ambas armas según el agrupamiento y las
heridas de los cadáveres, impactos de frente, de espalda , así dijo
que ambos recibieron disparos de revolver y de pistola si bien no
pueden determinar la secuencia de los mismos, en lo que a este
acusado se refiere concluyo en que el cadáver de José también tenia
restos de disparo realizado con el revolver.
Este agente que intervino también en la inspección ocular fue quien
realizo informe partiendo de los restos observados, vestigios,
vainas percutidas, fragmento de bala, en el lugar de los hechos.
A juicio del Jurado existe un móvil en este caso de tipo económico,
gestión de la empresa promoindalhouse de la que eran socios Manuel
Bernardo y Baldomero, con un previo enfrentamiento de las familias
horas antes en el pub Hadar donde la familia –------ increpo a la
familia –------ existiendo enfrentamiento que culmino con daños en
el local siendo necesaria la presencia policial, remitiéndose el
jurado a las declaraciones de la camarera Vanesa y según reconoció
el propio acusado.
La prueba pericial forense en relación con la pericial balística de
los policías 163 y 170, ha sido igualmente determinante para el
Jurado, reseñando estos últimos que a juicio de los referidos
expertos es especialmente extraño que tras analizar los residuos de
pólvora en la persona de Baldomero apenas se encuentren residuos no
solo de pólvora sino de ningún compuesto a diferencia de los
hallazgos en los cuerpos de los cadáveres y de otros testigos que
también fueron sometidos a la misma prueba, lo que sugiere que se
hubieren lavado posiblemente las manos, conectando el Jurado este
extremo con las declaraciones del policía nacional 76.651 jefe del
operativo que afirmo que en la inspección ocular realizada en la
vivienda de los acusados encontraron en la bañera restos de agua ,
“suponiendo un uso reciente”.
El informe forense emitido por el Sr –------ y la Sra –-----confirman que Bernardo Manuel recibió 4 impactos de bala
de los
cuales dos son mortales, los de la cabeza, de necesidad, véase
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informe a los folios 276-30 del testimonio y José Santiago recibió
el impacto de numerosas esquirlas por todo el cuerpo, tanto de
plomo como de camisa de proyectil con dos disparos principales
-En relación a la participación en los hechos de Francisco Miguel
el Jurado ha tomado como pruebas las propias declaraciones del
acusado que reconoció haber cogido la pistola 9 mmm parabellum de
su propiedad de la que poseía licencia en vigor y que guardaba en
el armario de la habitación principal de la casa “dentro de un
maletín con codigo” cargándola con munición. La situación de este
acusado que aparece como tirador T-1 en el croquis policial entre
dos vehículos, es compatible con el hecho de que las testigos
presénciales –------ y –------ no le vieran pues se encontraba
enfrente oculto por los coches tratándose la furgoneta en concreto
de un vehículo opaco sin ventanillas como expuso el inspector que
intervino en la inspección ocular. Los testigos policiales que
efectuaron inspección ocular y a los que se refiere el Jurado, P.N
92.735 y 84.439 concluyen en la existencia de otra arma de las
características coincidentes con la encontrada en la vivienda en el
momento de la detención y que pertenecía al acusado. La existencia
de dos tipos bien diferenciados de armas en el lugar del crimen
queda también corroborada por las declaraciones de las testigos
presenciales que aseguraron que los disparos eran muy diferentes y
su sonido también, a igual conclusión llego el vecino Sr Fernández.
Explicitan los jurados que, según declaraciones de los policías ya
referidos y a los que otorgan absoluta credibilidad, iba avanzando
desde su primitiva posición hacia la fachada donde finalmente
cayeron abatidos los fallecidos, efectuando al menos 7 disparos
según restos balisticos, casquillos que fueron encontrados. De
nuevo refieren los jurados las declaraciones del inspector que
intervino en la inspección ocular y que efectuó levantamiento del
croquis y en lo que a este acusado se refiere concluyo en que
tanto el cadáver de Bernardo como de Jose presentaban blindajes de
la pistola 9 mmm parabellum, ratificando asi mismo su informe.
El informe de los peritos expertos en balistica
163 y 170, es
también tenido en cuenta concluyendo que el hecho de que no tuviera
tampoco este acusado restos de pólvora se debía a un posible lavado
en conexión con las declaraciones del agente que efectuó inspección
ocular y afirmo ver restos de agua en la bañera. Los agentes
afirmaron su extrañeza ante cualquier resto de partículas en el
análisis realizado sintomático de un lavado.
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Niegan sin embargo, en contraposición a los alegatos de la defensa
y que les fueron ofrecidos en el veredicto, que los disparos
realizados por Francisco, quien reconoce este hecho, fueran
dirigidos al suelo y se trataran de mero aviso, pues aludiendo al
informe forense concluyen que también ocasionaron la muerte de su
primo. En consonancia con tal extremo solicito el Jurado se
preguntara por la Sra presidenta al testigo si habían agujeros de
disparo en el suelo contestando que no, véase sesión del dia 24 de
Septiembre a la que se unió la pregunta del Jurado.
La participación en los hechos la deducen asi mismo los Jurados del
hecho de que Francisco fuera detenido en su vivienda de la calle
Amazonas nº18 cuando llego la policía, no habiendo abierto la
puerta a ninguna persona desde que ocurrieron los hechos por miedo
a las represalias. Es mas, las testigos presenciales y los agentes
que llegaron en primer lugar, afirmaron que fue un tío suyo quien
acompaño a la policía y logro como intermediario que abrieran la
puerta.
-La participación de Jose como cooperador necesario y no
como
autor material la infiere el Jurado de las siguientes pruebas.
Como explica la STS 170/2013 de 28 de febrero la realización
conjunta del hecho implica que cada coautor colabore en una
aportación objetiva y causal eficazmente dirigida a la consecución
del fin conjunto, sin que sea necesario que cada uno ejecute por sí
mismo todos los actos materiales integradores del núcleo del tipo,
pues a la realización de éste se llega por la agregación de las
diversas aportaciones de los coautores integrados en el plan común
siempre que se trate de aportaciones causales decisivas ( SSTS
1031/03, 8 de septiembre
; 1497/03, 13 de noviembre
; 1564/03,
25 de noviembre
; 56/04, 22 de enero
; 251/04, 26 de febrero
; 415/04, 25 de marzo , entre otras muchas).
Dos son por tanto, los planos en que necesariamente se apoya la
apreciación de una coautoría: a) existencia de una decisión
conjunta, elemento subjetivo, que puede concretarse en una
14
deliberación previa realizada por los autores, con o sin expreso
reparto de papeles, o bien puede presentarse al tiempo de la
ejecución cuando se trata de hechos en los que la ideación criminal
es prácticamente simultánea a la acción o en todo caso muy
brevemente anterior a ésta. Y puede ser expresa, o tácita, la cual
es frecuente en casos en los que todos los que participan en la
ejecución del hecho demuestran su acuerdo precisamente mediante su
aportación; b) una aportación al hecho que puede valorarse como una
acción esencial en la fase ejecutoria, que integre el elemento
objetivo apreciable aunque el coautor no realice la acción nuclear
del tipo delictivo.
En palabras de la STS 1242/2009 de 9 de diciembre son autores
quienes ejecutan el hecho conjuntamente. La jurisprudencia ha
entendido que para que la ejecución conjunta, pueda ser apreciada,
no es preciso que todos y cada uno de los intervinientes en esa
fase ejecutiva procedan a llevar a cabo la conducta prevista en el
verbo nuclear del tipo. La coautoría requiere un elemento subjetivo
consistente en un acuerdo respecto de la identidad de aquello que
se va a ejecutar, el cual puede ser previo y más o menos elaborado,
o puede surgir incluso de forma simultánea a la ejecución,
precisándose sus términos durante ésta, siempre que las acciones de
cada interviniente no supongan un exceso imprevisible respecto a
lo aceptado tácitamente por todos ellos, pues en ese caso
respondería individualmente. Y, además, superando las tesis
subjetivas de la autoría, es precisa una aportación objetiva y
causal de cada coautor, orientada a la consecución del fin
conjuntamente pretendido. No es necesario que cada coautor
ejecute, por sí mismo, los actos que integran el elemento central
del tipo, pues cabe una división del trabajo, sobre todo en
acciones de cierta complejidad, pero sí lo es que su aportación lo
sitúe en posición de disponer del codominio funcional del hecho.
En este caso el Jurado ha deducido ese previo acuerdo y la
actuación conjunta con reparto de papeles, y aportación en fase
ejecutiva, a partir de un proceso valorativo.
La declaración de –------ que vio a José apostado en el momento de
los disparos al lado de su padre, Baldomero, en la posición que el
croquis refleja como tirador 2 facilitando pues los disparos de
15
este. Asi mismo resaltan en su veredicto los jurados que este
acusado era propietario del revolver del cual tenia guía y licencia
y que tan solo el tenia la llave del maletín codificado donde
guardaba el revolver, siendo el quien se lo facilito a su padre.
Igualmente fue encontrado por la policía en el domicilio familiar
donde se oculto junto con su familia tras ocurrir los hechos según
declaraciones de –------.
Consideran la existencia de un acuerdo de actuación conjunta de
todos los intervinientes el fin o designio criminal que resulta
plenamente verosímil a la luz de las propias declaraciones del
acusado examinadas de forma crítica y partiendo de la valoración
personal que realiza el Jurado que es la que prima, y en el que
incluye al acusado que por otro lado, se encuentra al lado de su
padre en el momento de los disparos por lo que existe en ese plan
trazado un reparto del papeles, no pudiendo desligarse el acusado
del resultado criminal que forma parte previsible racionalmente
del desenlace que en todo caso es asumido plenamente, máxime cuando
el referido acusado participo desde el primer en las reuniones
familiares incluida la desencadenante del pub Hadar donde según la
testigo Vanesa hubo insultos y roturas de objeto por parte de los
acusados.
-En relacion con Nicolas el Jurado no ha considerado acreditada su
participación en los mismos pues fue detenido al dia siguiente de
los hechos en la vivienda de su novia, no encontrándose en el
domicilio familiar en el momento de la llegada de la policía y
detención de su padre y hermanos. El testimonio de su novia –-----y de su suegro –------, a juicio del Jurado, asi lo corrobora, por
lo que se impone su absolución en sentencia en aplicación del
principio de presunción de inocencia del art 24 CE
SEXTO.- Concurre como agravante la circunstancia mixta en la
persona de Baldomero de parentesco en el delito de homicidio
prevista en el art. 23 del código penal según la conclusión
alcanzada por el Jurado por unanimidad, al resultar que la victima
Manuel Bernardo era hermano de Baldomero. Sobre tal agravante la
jurisprudencia ha establecido que la circunstancia mixta de
parentesco resulta aplicable cuando, en atención al tipo delictivo,
la acción merece un reproche mayor o menor del que generalmente
procede, a causa de la relación parental de que se trate, y que en
los delitos contra las personas, su carácter de agravante no está
16
basado en la existencia de un supuesto cariño o afectividad entre
agresor y ofendido, exigencia que llevaría a su práctica
inaplicación como agravante en los delitos violentos contra las
personas, sino en la mayor entidad del mandato contenido en la Ley
dirigido a evitar esa clase de conductas en esos casos, o como se
declara en la STS 147/2004 de 6.2, la justificación del incremento
de la pena se encuentra en el plus de culpabilidad que supone la
ejecución del hecho delictivo contra las personas unidas por esa
relación de parentesco o afectividad que el agresor desprecia,
integrándose la circunstancia por un elemento objetivo constituido
por el parentesco dentro de los limites y grado previsto, y el
subjetivo que se concreta en el conocimiento que ha de tener el
agresor de los lazos que le unen con la víctima, bastando sólo ese
dato y no exigiéndose una concurrencia de cariño o afecto, porque
como tal exigencia vendría a hacer de imposible la agravante pues
si hay afecto, no va a haber agresión, salvo los supuestos de
homicidio pietatis causa en los que el parentesco podría operar
pero como circunstancia de atenuación- sentencia del TS de 26 de
septiembre de 2007.
SÉPTIMO.- Con respecto a la eximente de legitima defensa del art
20.4 cp argüida por las defensas de Francisco y de José el Tribunal
de Jurado no ha dado por probada la misma ni completa ni
incompleta, art 21.1 en relación con el art 20.4 cp, en el primero
pues atendiendo a las declaraciones del agente 92.735 no se han
encontrado como intervinientes mas que dos armas precisamente las
referidas, no existiendo tampoco restos o vestigios de disparos de
otra distinta al revolver o a la pistola, y por ende inexistencia
de la previa agresión ilegitima por parte de los fallecidos
Bernardo y José característica de la legitima defensa.
Debe recordarse que, para que sea aplicada esta circunstancia en
cualquiera de sus intensidades, se requiere la existencia de una
previa
agresión
ilegítima,
sin
cuya
presencia
mal
podría
establecerse una defensa justificable o al menos parcialmente
exculpable, salvo el supuesto de defensa putativa que aquí no se
plantea (vd. entre otras muchas, SS. Tribunal Supremo sujeto y que
tiende a poner en peligro o a lesionar el interés jurídicamente
protegido de su vida, integridad física o bienes o derechos que le
pertenecen o le son ínsitos ", es decir, se trata de un peligro
17
real y objetivamente constatable que se cierne de modo próximo
sobre la persona o bienes propios o ajenos.
Al
respecto
de
la
posible
legitima
defensa
de
terceros
concerniente a José, pues dada su acusación como cooperador
necesario y no como autor material, hubo de proponerse en esos
términos , el Jurado no considera la existencia de la misma a tenor
de las pruebas practicadas; de nuevo las declaraciones del experto
92.735, y ello porque no consta acreditada previa agresión
ilegitima que invoca la defensa asumiendo las conclusiones del
referido agente acerca de que solo intervinieron en los hechos dos
armas,
pues
no
se
encuentran
restos
balísticos
distintos
identificados.
Con respecto a las atenuantes propuestas, el Jurado tanto en lo
que se refiere a José, mayoria de 8/1 hecho noveno, como a
Francisco Miguel, por unanimidad hecho décimo, declaro probadas las
atenuantes analógicas de colaboracion explicitando los motivos que
a continuación de trascribirán. Reiteradamente se ha acogido por el
TS (STS 10-III-2004 ), como circunstancia analógica de confesión la
realización de actos de colaboración con los fines de la justicia
cuando ya se ha iniciado la investigación de los hechos con el
acusado. En efecto la aplicación de una atenuante por analogía debe
inferirse del fundamento de la atenuante que se utilice como
referencia
para
reconocer
efectos
atenuatorios
a
aquellos
supuestos en los que concurra la misma razón atenuatoria. En las
atenuantes ex post facto el fundamento de la atenuación se encuadra
básicamente en consideraciones de política criminal, orientadas a
impulsar la colaboración con la justicia en el concreto supuesto
del art. 21.4
En el caso presente a juicio del Jurado ha quedado acreditado que
los acusados Jose y Francisco, antes de su detención prestaron su
colaboración con las autoridades. Según el policía 76.651 José les
llevo hasta las armas que se encontraban en la casa en una maceta
exhibiéndoles la munición allí existente. En igual sentido se
manifiesta el agente 100.464 añadiendo que el alto por “Francisco”
le subió arriba y le mostró donde estaban las armas
OCTAVO.- En cuanto a la individualización de la pena de
conformidad con lo dispuesto en el art. 66 del Código Penal y
18
la doctrina del Tribunal Supremo (ss. 21-6-99, 5-10-00, 2711-00, 24-1-01, 14-3-01) y teniendo en cuenta, de un lado que
en Baldomero concurre la agravante de parentesco en relación
con la muerte de su hermano Bernardo Manuel debe imponerse la
pena en la mitad superior, oscilando la pena del homicidio de
10-15 años de prisión procede imponer la pena de 14 años de
prisión por el homicidio de Manuel Bernardo y 11 años por el
de Jose, no existiendo motivos objetivos para imponerla en su
extensión mínima de 10 años solicitados por su defensa.
Dicha pena, por ministerio del art. 55 del Código Penal, lleva
aparejada la accesoria de inhabilitación absoluta durante el
tiempo de la condena.
En cuanto a la pena por el delito de tenencia ilícita de armas
del art 564.1 cp, consideramos adecuada dada la horquilla de 1
a 2 años la imposición de una pena de 1 año de prisión
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante el tiempo de condena , 5 AÑOS DE
PRIVACION del derecho a la tenencia y porte de armas y 5 AÑOS
DE PROHIBICION de aproximación a la victima a una distancia
inferior a 500 m en cualquier lugar donde esta se encuentre.
Al respecto de la imposición de penas para Jose y Francisco,
concurriendo en ambos la atenuante de colaboración en ningún
caso como muy cualificada la pena a imponer seria para José
como cooperador necesario la de 10 años y un mes de prisión
para cada uno de ellos y para Francisco 11 años de prisión por
cada uno de los delitos.
NOVENO.- Toda persona criminalmente responsable de un delito
también lo es civilmente conforme al art. 109 y ss del Código
Penal, debiendo además abonar las costas causadas, de
conformidad con el art. 123 del Código Penal y 240.2º de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal, incluidas en este caso las de
la acusación particular.
19
Conforme a lo establecido en el art 123 cp , los acusados debe
asumir el pago de las costas procesales correspondientes a las
infracciones por las que resultan condenados, a cuyo efecto
debe dividirse el total por el número de infracciones
delictivas objeto de acusación y, a su vez, cada una de éstas
se subdivide por el número de acusados por la misma.
En la condena en costas deben entenderse incluidas las
devengadas por la actuación de la acusación particular como
regla general legalmente prevista ( art 241 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal ), siempre que no se excluyan
expresamente. Como es sabido, el responsable del delito
enjuiciado debe asumir el pago de las costas, por disponerlo
así el art. 123 del Código Penal , costas que incluyen tanto
los derechos de procuradores como los honorarios de letrados (
art. 241 nº 2 y 3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal ). Por
ello,
la
jurisprudencia
del
Tribunal
Supremo
indica
reiteradamente que, por regla general, la imposición de costas
al acusado debe incluir las producidas por la actuación de la
acusación
particular,
tanto
si
se
trata
de
delitos
perseguibles sólo a instancia de parte, en cuyo supuesto la
inclusión es preceptiva en todo caso por disposición del art
124 del Código Penal , como si se trata de delitos
perseguibles de oficio, en cuyo caso esas costas sólo se
excluyen
excepcionalmente
cuando
exista
una
acentuada
desproporción, error o heterogeneidad entre las peticiones de
la acusación particular y los pronunciamientos de la
sentencia, relegándose a un segundo plano el antiguo criterio
de la relevancia, como indica la reciente S. Tribunal Supremo
de 25 de abril de 2012 , (en similar sentido, SS. 24 de marzo
de 2006 y 28 de julio de 2007 ). En el presente caso no hay
heterogenidad manifiesta que pudiera justificar la excepcional
exclusión de las costas de la acusación, de manera que deben
estimarse comprendidas en el pronunciamiento de condena
En orden a la valoración económica del perjuicio derivado de
la muerte de una persona, siempre de difícil cuantificación,
necesariamente
hemos
de
atenernos
a
una
serie
de
circunstancias, como edad del fallecido, cargas familiares,
dolor moral por esa pérdida de sus parientes más allegados,
20
etc. Pues bien, en este caso, teniendo en cuenta las
circunstancias de esa naturaleza que han quedado acreditadas
en el procedimiento, se estima adecuada y de equidad, para
compensar, en lo posible, el sufrimiento causado a los
herederos de las victimas, a –------ en la cantidad de 134.000
euros a –------ en 56.000 euros, a –------ y –------ 11.200
euros para cada uno de ellos y a –------ en 134.000 euros y de
su hijos menores –------, –------ y –------ en 56.000 euros a
cada uno de ellos, que deberán satisfacer ambos acusados
solidariamente, incrementadas con el interés legal previsto en
el art. 576.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
VISTOS los artículos citados y demás de general y pertinente
aplicación del Código Penal, Ley de Enjuiciamiento Criminal y
Ley Orgánica del Tribunal del Jurado
FALLO
Que de acuerdo con el veredicto de culpabilidad emitido por el
Tribunal del Jurado, debo
CONDENAR Y CONDENO al acusado BALDOMERO –------ como autor
de dos delitos de Homicidio concurriendo en uno la agravante
de parentesco y de un delito de tenencia de arma prohibida, a
las siguientes penas
1) Por el delito de homicidio en la persona de Manuel Bernardo
concurriendo al agravante de parentesco a la pena de TRECE
AÑOS DE PRISIÓN,
2) Por el delito de Homicidio en la persona de Jose, sin
concurrencia
de
circunstancias
modificativas
de
la
responsabilidad penal a la pena de DOCE AÑOS DE PRISION con
la accesoria de inhabilitación absoluta durante el mismo
tiempo, y PROHIBICIÓN, DURANTE TREINTA AÑOS, de aproximarse a
menos de 300 m de las victimas , en cualquier lugar donde se
encuentren, y de acercarse a su domicilio, a sus lugares de
trabajo y a cualquier otro lugar que sea frecuentado por los
mismos.
21
3) Por el delito de tenencia de arma prohibida, a la pena de
UN AÑO DE PRISIÓN, con la accesoria de inhabilitación
especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo
durante el mismo tiempo , 5 AÑOS DE PRIVACION del derecho a
la tenencia y porte de armas y 5 AÑOS DE PROHIBICION de
aproximación a la victima a una distancia inferior a 300 m en
cualquier lugar donde esta se encuentre.
DEBO CONDENAR Y CONDENO al acusado FRANCISCO –------ como
autor de dos delitos de homicidio concurriendo la atenuante de
colaboración a la pena de ONCE AÑOS DE PRISION por cada uno
de los delitos con la accesoria de inhabilitación absoluta
durante el mismo tiempo, y PROHIBICIÓN, DURANTE TREINTA AÑOS,
de aproximarse a menos de 300 m de las victimas , en cualquier
lugar donde se encuentren, y de acercarse a su domicilio, a
sus lugares de trabajo y a cualquier otro lugar que sea
frecuentado por los mismos.
DEBO CONDENAR Y CONDENO al acusado JOSE –------ como autor por
cooperación necesaria de dos delitos de homicidio concurriendo
la atenuante de colaboración a la pena de 10 AÑOS y un mes DE
PRISION por cada uno de los delitos con la accesoria de
inhabilitación
absoluta
durante
el
mismo
tiempo,
y
PROHIBICIÓN, DURANTE TREINTA AÑOS, de aproximarse a menos de
300 m de las victimas , en cualquier lugar donde se
encuentren, y de acercarse a su domicilio, a sus lugares de
trabajo y a cualquier otro lugar que sea frecuentado por los
mismos.
Debiendo indemnizar de modo solidario los tres condenados a
los herederos de las victimas, a –------ en la cantidad de
134.000 euros a –------ en 56.000 euros, a –------ y –-----11.200 euros para cada uno de ellos y a –------ en 134.000
euros y de su hijos menores –------, –------ y –------ en
22
56.000 euros a cada uno de ellos, que deberan satisfacer ambos
acusados solidariamente, incrementadas con el interés legal.
Respecto de las costas procesales, se imponen, incluidas las
devengadas por la acusación particular, 3/6 partes al acusado
Baldomero, 1/6 partes a Francisco Santiago Fernández y 1/6
partes a Jose –--------- declarándose de oficio 1/6.
Que de acuerdo con el veredicto de no culpabilidad de Nicolás
–------- DEBO ABSOLVER Y ABSUELVO a NICOLAS –----- de los hechos
que se le imputaban declarando de oficio 1/6 partes de las costas
causadas.
Será de abono para el cumplimiento de la condena el tiempo
transcurrido de privación de libertad por esta causa de no
haber servido para extinguir otras responsabilidades, lo
que
se acreditará en ejecución de sentencia.
Dese el destino legal al arma intervenida.
Acredítese la solvencia o insolvencia de los acusados.
Únase a esta resolución el acta de votación del Jurado y
llévese certificación literal a la causa de su razón.
Esta sentencia es recurrible en apelación para la Sala de lo
Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de
Andalucía, Ceuta y Melilla, cuyo plazo de interposición es de
diez días siguientes a su última notificación.
Así lo pronuncio, mando y firmo.
23
PUBLICACIÓN.– Leída y publicada que ha sido la anterior
sentencia, por el Ilmo. Sr. Magistrado Presidente, en el día
de su fecha, estando celebrando audiencia pública; de lo que
doy fe.
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