Respecto a la aplicación del artículo 21 del Decreto 1080 de 1996 a

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220-61953 del 03 de Noviembre de 2006
Asunto: Procesos Concursales – No rige la mínima cuantía – Aplicación del artículo 21 del Decreto 1080
de 1996
Me refiero a su comunicación radicada en esta entidad con el número 2006-01-170348, por medio de la cual
plantea la siguiente consulta:
1.- “ Si en los procesos concúrsales, liquidaciones rige la mínima cuantía o se deben tramitar en única instancia
como lo dispone el Art. 70 Literal b) de la ley 794 de 2003, que derogó los Artículos 549 del C.P.C., que
reglamentaban el procesos ejecutivo.
Si el trámite de decisión de los recursos que establece el Art. 21 del Decreto 1080 de 1996, rige para los procesos
concursales” .
En relación con su primera inquietud, es preciso tener en cuenta que frente a los procesos concursales, no rige la
mínima cuantía, por cuanto la ley no prevé cuantía en esta clase de procesos y además es claro que la misma es
uno de los factores de competencia, factor que no se aplica para el caso que nos ocupa. La competencia de la
Superintendencia de Sociedades en materia jurisdiccional, concretamente en los procesos concúrsales la dan los
artículos 90 y 214 de la Ley 222 de 1995.
Frente a la única instancia en los procesos concursales, esta entidad como autoridad jurisdiccional se ha
pronunciado en diversas oportunidades, en cuanto a que como juez del proceso concursal, carece de superior
jerárquico, y por consiguiente, el trámite jurisdiccional, es un proceso de única instancia sujeto a las reglas y
procedimientos para él estatuidos por las normas vigentes para el efecto.
Ahora bien, esta Superintendencia ha venido sosteniendo que el mecanismo de impugnación de las providencias
consagradas por el Código de Procedimiento Civil como recurso de apelación, que como es bien sabido procede ante
el superior jerárquico única y exclusivamente respecto de la providencias expresamente señaladas, no procede
dentro del proceso concursal, pues la citada ley 222, ni la ley 550 de 1999, prorrogada por la Ley 922 de 2004
consagran dicho recurso contra ninguna de las decisiones que debe tomar el juez del Concurso.
Valga la ocasión para traer a colación a partes del fallo reciente expedido por El Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Bogotá, Sala Civil, Magistrado Ponente, Luis Roberto Suárez González (7 de Febrero de 2006):
“ … Revisada la normatividad pertinente, se observa que le asiste razón a la entidad emisora de la decisión en el
sentido de que tanto la ley 222 de 1995, como la 510 no se otorgó la segunda instancia a la decisión que califica y
gradúa los créditos en la liquidación obligatoria, pues si bien, en el artículo 224 del primer conjunto normativo se
permitió la revisión por el superior funcional de al referida actuación, tal permisión se restringió al ‘ trámite del
concordato o al de la liquidación obligatoria de las personas naturales y de las personas jurídicas diferentes a las
sociedades comerciales’ , esto es, respecto de las actuaciones que de esta naturaleza tiene competencia el Juez
Civil del Circuito Especializado y a falta de este el Civil del Circuito del domicilio principal del deudor.
“ … De acuerdo con lo anterior como en tratándose del recurso de apelación, el Código de Procedimiento Civil
asumió el sistema de la especificidad o taxatividad por cuya virtud sólo son apelables aquellas providencias
específicamente determinadas por la ley en el artículo 351 o en las normas especiales que expresamente lo
consagren, este aspecto impide otorgar la prosperidad pretendida al recurso de queja, que tampoco contempla la
alzada contra la providencia en comento… .” .
Tenemos entonces que no es procedente conceder el recurso de apelación al tenor del artículo 224 de la ley 222 de
1995, toda vez que como bien se afirma en el fallo citado, la citada disposición se restringe al trámite del
concordato o al de la liquidación obligatoria de las personas naturales y de las personas jurídicas diferentes a las
sociedades comerciales.
Respecto a la aplicación del artículo 21 del Decreto 1080 de 1996 a los
procesos concursales, consagra el mismo: “ TRAMITE Y DECISIÓN DE
LOS RECURSOS. Para aquellos casos que de manera general determine
el Superintendente de Sociedades, una vez interpuesto el recurso de
reposición, el expediente deberá ser repartido a un grupo de trabajo
distinto a aquél que conoció y proyectó la decisión recurrida, a fin de
que avoque el conocimiento de la impugnación y proceda a su trámite.
Para tal efecto, podrán crearse grupos de trabajo en la forma que establezca el Superintendente de Sociedades” .
Es claro que la aplicación del citado artículo en el trámite jurisdiccional, es eminentemente discrecional del
Superintendente de Sociedades, el cual como juez del proceso podrá decidir que determinados asuntos sean
conocidos por un grupo diferente del que haya proferido la decisión inicial objeto del recurso. Ahora bien, dada la
organización institucional actualmente imperante y las expresas funciones que le han sido asignadas a cada grupo,
actualmente los recursos presentados contra decisiones tomadas por la entidad como autoridad jurisdiccional son
resueltos directamente por el Grupo de Liquidación Obligatoria al cual este asignado su trámite, pero las firmas de
la providencias respectivas esta a cargo del Superintendente Delegado para los Procedimientos Mercantiles.
En los anteriores términos se ha dado contestación a su consulta, anotándole expresamente que los efectos del
presente pronunciamiento son los descritos en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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