Teorías criminológicas

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TEORÍAS CRIMINOLÓGICAS
Para Hilda Marchiori (2002) existen diferentes enfoques sobre la criminalidad que corresponden a distintas
etapas históricas de la Criminología. Así, dichos enfoques abordan de diferente manera al delito y al
delincuente, la criminalidad y −recientemente− a la víctima; las tres corrientes son complementarias de un
enfoque individual, grupal e institucional sobre la criminalidad y observan con preocupación la temática
victimológica y los procesos de victimización social e institucionalizante.
Actualmente la criminología ha comenzado a ocuparse de la víctima, desde las diferentes teorías y disciplinas.
• Criminología Clínica
Se refiere a la criminología tradicional que parte del estudio del individuo, de su enfoque antropológico,
médico, psicológico y psicopatológico.
La criminología clínica se basa en el método clínico y en la interdisciplina para conocer al individuo que
cometió el delito y a la víctima.
Las aportaciones de Cessare Lombroso en el conocimiento del delincuente, además de servir para la
constitución de la criminología como una disciplina científica fungieron como base para el desarrollo de las
características de personalidad de los delincuentes, de sus motivaciones y de su comportamiento.
La criminología clínica intenta conocer al individuo que cometió el delito, aclarar el significado de esa
conducta desde la perspectiva de la historia del individuo y del inesperable contexto social en que el hombre
interactúa; así, esta teoría elabora el diagnóstico, el tratamiento y las distintas psicoterapias en la recuperación
del individuo.
El delito es considerado por la criminología clínica como una conducta patológica, anormal que daña y
destruye; es la conducta de un individuo enfermo social, que a través de la sanción penitenciaria debe ser
curado y rehabilitado socialmente.
Mientras que, la víctima implica un diagnóstico del daño y de las consecuencias sufridas por el delito, así
como la asistencia, comprensión y la aplicación de terapias individual y familiar a los fines de su recuperación
por la agresión y humillación sufrida.
• Criminología interaccionista−crítica
Se basa en la teoría del delito vinculado a la estructura social. Es una corriente sociológica que retoma
conceptos de Emile Durkheim respecto a su teoría estructural funcionalista, que señala que el delito es un
fenómeno social normal en toda sociedad, así mismo el delincuente es visto como agente regular de la vida
social y la pena tiene como fin el mantener la cohesión social.
Merton continuó los trabajos de Durkheim en relación a los conceptos de anomia y destacó cómo las
estructuras sociales ejercen una presión definida sobre ciertas personas de una sociedad para que manifiesten
una conducta inconformista, ya que la comunidad presiona al individuo para tal conducta desviada, porque la
misma sociedad no le brinda los medios para alcanzar las metas sociales.
Los aportes de Durkheim y Merton son retomados por la escuela sociológica de Chicago y especialmente la
teoría de la asociación diferencial de Surtherlandl, quien señala que la conducta criminal se aprende en la
interacción con otras personas, en un proceso de comunicación, vale decir, en contactos con modelos
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criminales, debido a que la delincuencia es una conducta sub−cultural que se aprehende, como la delincuencia
organizada y la delincuencia juvenil.
El interaccionismo se ubica en el campo de la reacción social, es decir, la relación entre el hecho y la
sociedad, denunciando que los procesos de etiquetamiento provocan la criminalización y de ella surge la
delincuencia porque el establecimiento de normas y leyes depende de los grupos en el poder.
El interaccionismo propone que cuando el individuo es detenido, es también etiquetado por los grupos de
poder pero también por él mismo, por un cambio profundo en su identidad pública, y que la pertenencia al
grupo solidifica una identidad desviante. Así, el delincuente es el individuo etiquetado y estigmatizado por los
grupos sociales en el poder y las normas jurídicas sirven para proteger esos valores.
La teoría sociológica considera al delincuente como víctima social y como víctima del sistema penal para el
etiquetaje de identificación criminal. Entre los aportes más significativos de dicha corriente se encuentran: la
introducción al concepto de criminalidad desconocida, o cifra negra, de los delitos que no e denuncian a la
administración de justicia; así como las investigaciones sobre la inmunidad, sobre la criminalidad de cuello
blanco o delincuencia económica que afecta a numerosas víctimas.
• Criminología organizacional o política crminal
Esta teoría se refiere a la criminología como ciencia de la defensa social; se acerca cada vez más a la
criminología contemporánea, la cual tiende a estudiar y a resolver los problemas actuales y nuevos en el
proceso de represión de la criminalidad.
Este tipo de criminología tiene por fin conocer los procesos de criminalización, tipo de delito, el costo social y
económico de la delincuencia en la región, el control del crimen, y las reformas jurídicas y sociales para la
protección comunitaria; así mismo implica la cooperación de los países para la prevención del crimen.
La criminología organizacional surgió a fines del siglo XIX cuando fueron analizadas cuestiones penales y
penitenciarias a nivel internacional; posteriormente se acentuó en las primeras décadas del siglo XX y las
Naciones Unidas la consolida a partir de 1948, en temas diversos y extensos como genocidio, trata de blancas,
explotación de menores, criminalidad de guerra, tráfico de armas, estado de las prisiones, secuestros, etc.
El trabajo de ésta criminología ha permitido realizar diferentes tipos de acciones jurídicas sobre temas
vinculados al delito, al delincuente, a la reacción social y a la víctima. El objetivo esencial es la reducción de
la criminalidad.
BIBLIOGRAFÍA
Marchiori, H. (2002). Criminología. La víctima del delito. México: Porrúa.
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