sentencia

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ANA GALINDO MARIN
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NOTIFICADO LEXNET
20/1/2014
JDO. DE LO MERCANTIL N. 1
MURCIA
SENTENCIA: 00008/2014
AVD. DE LA JUSTICIA S/N, FASE 2, MÓDULO 2,2ª PLANTA, 30011 MURCIA
9682722/71/72/73/74968231153N0439030030 47 1 2012 0000775
PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000400 /2012
Procedimiento origen:
/
Sobre OTRAS MATERIAS
DEMANDANTE
D/ña.
ASOCIAC.ESPAÑ.DE
FABRICTES
P.FOTOLUMINISCENTES
Procurador/a Sr/a. ANA MARIA GALINDO MARIN
Abogado/a Sr/a.
DEMANDADO D/ña. “EMPRESA XXXXXXX”
Procurador/a Sr/a. SUSANA GARCIA IDAÑEZ
Abogado/a Sr/a.
S E N T E N C I A
DE
SEÑALIZACIONES
Nº
DE
SEGURIDAD
Y
8/2014
JUEZ QUE LA DICTA: MAGISTRADO-JUEZ CANO MARCO.
Lugar: MURCIA.
Fecha: dieciséis de Enero de dos mil catorce.
Vistos por mí, Francisco Cano Marco, Magistrado- Juez del
Juzgado de lo Mercantil número uno de Murcia, los presentes
autos de Juicio Ordinario 400/2012, promovidos por ASOCIACIÓN
ESPAÑOLA DE FABRICANTES DE SEÑALIZACIÓN DE SEGURIDAD Y PRODUCTOS
FOTOLUMINISCENTES
(
Lumaes),
representado/a
por
el/la
Procurador/a GALINDO MARIN, y defendido/a por el/la Letrado/a
FRONTIÑAN MEIJON, contra “EMPRESA XXXXXXX”, representado/a
por
el/la Procurador/a GARCIA IDAÑEZ, y defendido/a por el/la
Letrado/a HERRERO FERNANDEZ, en este juicio que versa sobre
competencia desleal, y atendiendo a los siguientes:
ANTECEDENTES DE HECHO.
PRIMERO: Que por la representación de la parte actora se formuló
demanda de Juicio ordinario en la cual solicitaba que se dictara
sentencia por la que;
1.Declare
que
la
parte
demandada
“EMPRESA
XXXXXXX”
(comercialmente denominada “XXXXXXX”) ha incurrido en un acto de
competencia
desleal
sobre
la
parte
demandante
ASOCIACION
ESPAÑOLA DE FABRICANTES DE SEÑALIZACIÓN DE SEGURIDAD Y PRODUCTOS
FOTOLUMINISCENTES (abreviadamente LUMAES) consistente en la
comercialización y difusión de la demandada a través de su marca
“XXXXXXX” de productos fotoluminiscentes que no cumplen la
normativa establecida, infringiendo de esta manera
triplemente
la legislación competencial y adquiriendo ventaja competitiva
con sus competidores.
2.- Declare que tal conducta ilícita de “EMPRESA XXXXXXX”
(comercialmente denominada “XXXXXXX”) resulta susceptible de ser
dañosa para la parte demandante y generadora de responsabilidad
3.- Condene a “EMPRESA XXXXXXX” (comercialmente denominada
“XXXXXXX”) a cesar en la venta de productos luminiscentes
defectuosos,
a abstenerse de reiterarla en el futuro y a la
remoción de todos los efectos de las infracciones competenciales
y actos desleales, entre ellos, la retirada del mercado de los
productos defectuosos remitiendo carta a los compradores de sus
productos desde el año 2011 advirtiéndoles del incumplimiento de
la normativa de los productos luminiscentes vendidos
4.- Condene a “EMPRESA XXXXXXX” (comercialmente denominada
“XXXXXXX”) a publicar el encabezamiento y fallo de la sentencia
condenatoria en la página web corporativa de la demandada así
como mediante remisión de comunicaciones informativas de la
sentencia que recaiga a todas las empresas y particulares a los
que hubiera suministrado productos luminiscentes en el año 2011
hasta la fecha de la sentencia y mediante la publicación de
anuncios en un periódico económico y otro generalista de ámbito
nacional
5.- Condene a “EMPRESA XXXXXXX” (comercialmente denominada
“XXXXXXX”) a indemnizar a la parte demandante por los daños y
perjuicios morales y materiales que se cuantifican en 100.000
euros
6.- Condene a la demandada a estar y pasar por los anteriores
pronunciamientos y al pago de las costas procesales.
SEGUNDO: Admitida la demanda, se dio traslado de la misma a la
parte demandada, por la cual se formuló escrito de contestación
en el que solicitaba que se dicte sentencia desestimando la
demanda con expresa imposición de costas de este proceso a la
demandante.
TERCERO:
Convocadas las partes para la celebración de la
audiencia previa al juicio, se celebró la misma, con la
presencia de ambas partes, comprobada la subsistencia del
litigio , y tras pronunciarse las partes sobre los documentos
aportados de contrario y fijar los hechos sobre los que existía
conformidad o disconformidad, se pasó al trámite de proposición
de prueba; por la parte actora se propusieron los siguientes
medios de prueba; interrogatorio, documental, testifical y
pericial, por la parte demandada se propusieron los siguientes
medios de prueba; interrogatorio y
documental.
Admitidas las
pruebas propuestas en los términos acordados
en el acto de la
audiencia previa, se dio por terminado el acto, citando a las
partes para la celebración del juicio.
CUARTO: Abierto el acto del juicio, se practicaron las pruebas
declaradas
pertinentes
salvo
las
que
fueron
renunciadas.
Finalmente, los Letrados de las partes formularon oralmente sus
conclusiones.
QUINTO:
Que en la sustanciación del presente juicio se han
observado las prescripciones legales y demás de pertinente
aplicación al supuesto de autos.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
PRIMERO:
Planteamiento.
Ejercita la parte actora en su demanda acción basada en la Ley
3/1991, de 10 de enero, de competencia desleal, tendente a que
se estimen las pretensiones declarativas, de cesación, remoción,
indemnización y publicación que se concretan en el suplico de su
demanda. Considera, en síntesis, la parte actora que la
demandada en la fabricación de las señales luminiscentes en
materia de seguridad
en la edificación y contra incendios que
comercializa incumple la normativa en vigor en materia de
seguridad, y que ello supone un acto de competencia desleal por
infracción de normas, siendo sus productos más baratos por lo
que obtiene una ventaja competitiva, por la realización de
publicidad ilícita en relación a dichos productos y por la
concurrencia de engaño.
La demandada se opone a la demanda por considerar, en síntesis;
1) que los productos que comercializa no incumplen las normas
establecidas sobre luminiscencia. 2) que en cualquier caso
pudiera concurrir un cierto desarreglo en la producción de la
demandada dado que las señales que no cumplen la norma lo hacen
por un escaso margen y algunas incluso lo sobrepasan. 3) que aun
en caso de que concurra una infracción de normas, no se indica
cual ha sido la ventaja que obtiene la demandada, ni que esta
sea significativa, ni el prevalimiento que esta ventaja supone.
4) que no concurre un acto engañoso o de publicidad ilícita. 5)
que no se acredita en modo alguno el supuesto perjuicio causado
en la cuantía reclamada.
SEGUNDO:
Normativa aplicable
Ejercitada acción en defensa de los derechos reconocidos por
Ley 3/1991, de 10 de enero, de competencia desleal ( LCD),
conviene recordar que la citada Ley tiene por objeto, según se
afirma en su artículo 1, la protección de la competencia en
interés de todos los que participan en el mercado, y a tal fin
establece la prohibición de los actos de competencia desleal,
incluida la publicidad ilícita en los términos de la Ley General
de Publicidad.
El artículo 2 LCD regula su
ámbito objetivo estableciendo
que
los comportamientos previstos en esta ley tendrán la
consideración de actos de competencia desleal siempre que se
realicen
en
el
mercado
y
con
fines
concurrenciales,
presumiéndose la finalidad concurrencial del acto cuando, por
las circunstancias en que se realice, se revele objetivamente
idóneo para promover o asegurar la difusión en el mercado de las
prestaciones propias o de un tercero.
Por su parte, el ámbito subjetivo se regula en el artículo 3 LCD
cuando afirma
“La ley será de aplicación a los empresarios,
profesionales y a cualesquiera otras personas físicas o
jurídicas que participen en el mercado La aplicación de la ley
no podrá supeditarse a la existencia de una relación de
competencia entre el sujeto activo y el sujeto pasivo del acto
de competencia desleal.”
Seguidamente el artículo 4 LCD contiene un claúsula general que
afirma que "se reputa desleal todo comportamiento que resulta
objetivamente contrario a las exigencias de la buena fe" y los
artículos 5 y siguientes LCD contemplan concretos actos de
competencia desleal.
Sobre la relación entre la cláusula general ( anteriormente
regulada en el artículo 5) y los concretos actos descritos en
los artículos posteriores se pronuncia la STS de 15 de diciembre
de 2008
en los siguiente términos “El art. 5 de la Ley de
Competencia
Desleal establece,
bajo
la
rúbrica
"Cláusula
general", que "se reputa desleal todo comportamiento que resulta
objetivamente contrario a las exigencias de la buena fe". Y la
jurisprudencia
de
esta
Sala
viene
declarando
en
su
interpretación y aplicación: 1º. Que el precepto está reservado
a comportamientos que merezcan la calificación de desleales no
contemplados en los arts. 6 a 17 de la propia Ley (arts. 23 de
mayo de 2.005 ; 24 de noviembre y 29 de diciembre de 2.006 ; 10 de
octubre y 28 de noviembre de 2.007 y 29 mayo de 2.008 ); 2º. Que
no establece un principio abstracto objeto de desarrollo en los
artículos siguientes (SS. 24 de noviembre de 2.006 y 23 de marzo
de 2.007 ), sino un supuesto de ilicitud con sustantividad propia
(SS. 24 de noviembre de 2.006 y 23 de marzo de 2.007 ), que
entraña una norma completa (S. 29 de diciembre de 2.006 ), por lo
que no cabe su alegación si los actos se contemplan en otra
norma (SS. 7 de junio de 2.000 , 23 de junio y 28 de septiembre
de 2.005 ). Su plena autonomía se manifiesta en que no puede
valorarse en relación con los actos típicos de los arts. 6 a 17,
pues no tiene carácter integrativo o complementario de los
mismos (SS. 20 de febrero y 4 de septiembre de 2.006 y 23 de
noviembre de 2.007), de ahí que quepa rechazar de plano todo
planteamiento que pretenda configurar el ilícito general como
una versión de los tipos específicos modalizados por un
comportamiento contrario a la buena fe objetiva (SS. 22 de
febrero y 11 de julio de 2.006 ; 19 y 29 de mayo y 8 de julio de
2.008 ); 3º. El precepto comprende los actos realizados en el
mercado
(trascendencia
externa)
con
fines
concurrenciales
(idóneos
para
promover
o
asegurar
la
difusión
de
las
prestaciones
propias
o
de
un
tercero)
que,
no
estando
tipificado,
suponga
una
deslealtad
por
ser
objetivamente
contrario a las exigencias de la buena fe objetiva, la cual
actúa como un estándar o patrón de comportamiento justo y
honrado reconocido en el tráfico a las circunstancias concretas,
es decir, conforme a los valores de la honradez, lealtad y justo
reparto de la propia responsabilidad y atenimiento a las
consecuencias que todo acto consciente y libre puede provocar en
el ámbito de la confianza ajena (SS. 16 de junio de 2.000 ; 15 de
junio de 2.001; 19 de febrero de 2.002; 14 de julio de 2.003 ; 21
de octubre de 2.005 ; 14 de marzo de 2.007 ). Se trata de
conseguir que los agentes económicos compitan por méritos o por
eficiencia y no "mediante la realización de comportamientos que
supriman, restrinjan la estructura competitiva del mercado o la
libre formación y desarrollo de las relaciones económicas del
mercado" (SS. 24 de noviembre de 2.006 y 23 de marzo de 2.007 );
y, 4º. La infracción del art. 5 LCD EDL1991/12648 obliga a
identificar las razones en que se funda la deslealtad de la
conducta (S. 24 de noviembre de 2.006 ), sin que baste citar el
precepto en los fundamentos de derecho de la demanda (S. 19 de
mayo de 2.008 ).”
Finalmente, el artículo 32 LCD enumera las acciones que pueden
ejercitarse contra los actos de competencia desleal en los
siguientes términos;
“1ª Acción declarativa de deslealtad.
2ª Acción de cesación de la conducta desleal o de prohibición de
su reiteración futura. Asimismo, podrá ejercerse la acción de
prohibición, si la conducta todavía no se ha puesto en práctica.
3ª Acción de remoción de los efectos producidos por la conducta
desleal.
4ª Acción de rectificación
incorrectas o falsas.
de
las
informaciones
engañosas,
5ª Acción de resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados
por la conducta desleal, si ha intervenido dolo o culpa del
agente.
6ª Acción de enriquecimiento injusto, que sólo procederá cuando
la conducta desleal lesione una posición jurídica amparada por
un derecho de exclusiva u otra de análogo contenido económico.
2. En las sentencias
el apartado anterior,
procedente, y con
publicación total o
estimatorias de las acciones previstas en
números 1ª a 4ª, el tribunal, si lo estima
cargo al demandado, podrá acordar la
parcial de la sentencia o, cuando los
efectos de la infracción puedan mantenerse
tiempo, una declaración rectificadora.”
TERCERO:
LCD
a
lo
largo
del
Competencia desleal por infracción de normas. Art. 15
Vistas las alegaciones de las partes y la normativa aplicable en
términos generales a la competencia desleal, y siendo que no se
discute que el supuesto de hecho que se analiza se encuentre
dentro del ámbito subjetivo y objetivo de la LCD, procede entrar
a conocer sobre las concretas cuestiones planteadas, analizando,
en primer lugar,
si la demandada ha podido cometer actos de
competencia desleal por el primer y principal motivo alegado por
la parte actora, a saber, el previsto en el artículo 15.1 LCD,
titulado violación de normas.
Indica el citado artículo 15.1 LCD
“Se considera desleal
prevalerse en el mercado de una ventaja competitiva adquirida
mediante la infracción de las leyes. La ventaja ha de ser
significativa.”
Interpretando el citado artículo la STS de 24 de junio de 2005
establece;
“Ahora bien la mera infracción normativa no constituye por sí
sola conducta desleal, ya que se exige que la ventaja
competitiva represente efectiva ventaja significativa y al
utilizar el artículo el término "prevalerse", se está refiriendo
a que ha de tratarse de ventaja real y no potencial, debiendo de
darse el necesario nexo causal entre la infracción y la ventaja
alcanzada. El denunciante en estos casos ha de demostrar además
de la infracción de las leyes, que el infractor ha obtenido la
ventaja efectiva que le permite una mejor posición competitiva
en el mercado, ya que la ventaja concurrencial (significativa)
no se presume ni automáticamente se produce por el hecho de
infringir las leyes, lo que, de suyo, no reviste carácter
desleal.” “La deslealtad se integra cuando el infractor obtiene
provecho efectivo del ahorro de costes que por razones legales
ha de satisfacer y a efectos de diferenciarse y hacer frente de
esta manera y con ventaja a la competencia, presentándose
significativa cuando se produce desviación acreditada de la
clientela de los competidores a su favor con tal practica que la
Ley sanciona y ataja el artículo 15-1,…”
Por su parte, la SAP Zamora de 21 de octubre de 2007 describe
con mayor detalle los requisitos para la concurrencia de la
infracción del artículo 15.1 LCD por violación de normas en los
siguientes términos;
“1°) Existencia de una infracción de las Leyes, entendida como
infracción directa o inmediata o como defraudación, siempre que
la norma jurídica reúna los caracteres de imperatividad,
generalidad
y
coercibilidad
(leyes
orgánicas,
ordinarias,
decretos-leyes,
decretos
-legislativos,
decretos,
órdenes
ministeriales,
ordenanzas
y
reglamentos
de
corporaciones
locales, estatutos generales y particulares de corporaciones
profesionales, normas de las Comunidades Autónomas, etc.).;
2º) Una posición de ventaja competitiva derivada de la
infracción normativa, lo que significa que la violación de la
norma jurídica permita al infractor un ahorro de costes de
tiempo, o bien de inversión de recursos o elementos materiales,
inmateriales, o de índole personal, con el consecuente aumento
de su margen comercial o beneficios;
3°) Que la ventaja sea significativa, lo que significa que
mediante ese ahorro de costes, tiempo, inversión, etc.. derivado
de la infracción de una norma jurídica, (fiscal, social,
sanitaria, etc..,) el infractor consiga desviar clientela hacia
su actividad comercial, industrial, de servicios, etc.., bien
porque consigue disminuir los precios de sus servicios o
productos, bien porque aumenta el nivel de sus prestaciones o
mejora la calidad de las mismas y
4°) Que exista un prevalimiento de la ventaja así obtenida, lo
que viene a significar que se prevalga de la ventaja en el
mercado, es decir, que se exteriorice como ventaja en el mercado
frente a la competencia.”
CUARTO: Análisis de la concreta infracción de normas en el caso
de autos
Analizando si concurre el primer requisito de los citados, es
decir, la violación de normas por parte de la demandada, la
respuesta a esta cuestión debe ser positiva, teniendo en cuenta
la normativa en vigor sobre los productos fotoluminiscentes que
comercializa la demandada y que son objeto del procedimiento y
el informe elaborado por el independiente Instituto Tecnológico
Aido ( documento nº12), y ratificado coherentemente por su
autora en el acto del juicio.
Así, como se afirma en la demanda, la normativa en vigor está
constituida por RD 2267/2004, de 3 de diciembre, por el que se
aprueba el Reglamento de seguridad contra incendios en los
establecimientos industriales y sobre todo, en el Documento
Básico de Seguridad Contra Incendio (DB SI), del Código Técnico
de la Edificación (RD 314/2010).
Igualmente, los productos
fotoluminiscentes deben cumplir las características establecidas
en las Normas de ensayo UNE como son la 23035/1-2003, 23035/22003; 23035/3-2003 y 23035/4-2003.
Se trata, pues, de una normativa que reúne los caracteres de
imperatividad,
generalidad
y
coercibilidad
que
exige
la
jurisprudencia para que sea relevante su infracción en materia
de competencia desleal.
De la citada normativa se desprende que los productos que se
venden como fotoluminiscentes en materia de seguridad contra
incendios y en la edificación deben cumplir los requisitos
mínimos de luminiscencia y duración marcados en dicha normativa.
Los requisitos mínimos son: La parte 1 de la citada Norma UNE
explica como se ha de realizar el ensayo de luminiscencia del
producto y cuales son los valores mínimos que debe dar el
producto. Se parte de un producto “descargado” es decir, que no
se haya expuesto a la luz. A dicho producto (señal) se le
“excita”, que técnicamente quiere decir, que se le expone
durante 5 minutos a una luz determinada (de 1000 luxes), y
seguidamente se procede a retirar esta fuente de luz. Tras este
ensayo la norma UNE (UNE 23035/4, clase B de placas y laminas,
tabla 2, punto 7) establece cuales son las emisiones mínimas de
luz
que
debe
devolver
al
exterior
ese
productos
fotoluminiscentes y durante cuanto tiempo para que se puedan
considerar productos legales y validos:
- El valor de luminiscencia del producto a los 10 minutos del
cese de la excitación debe ser como mínimo de 40 mcd/m2.
- El valor de luminiscencia del producto a los 60 minutos del
cese de la excitación debe ser como mínimo de 5,6 mcd/m2.
- El valor de la atenuación de luminiscencia del producto no
debe ser inferior a 800 minutos. Es decir, que el tiempo que le
debe costar apagarse al producto (que su luminiscencia no sea
inferior a 0,3 mcd/m2, que es el valor mínimo que percibe el ojo
humano según la normativa), debe ser como mínimo de esos 800
minutos desde el cese de la excitación.
Pues bien, del informe elaborado por el independiente Instituto
Tecnológico Aido ( documento nº12) se desprende que de las
veintitrés señales adquiridas al azar del catálogo de la
demandada, fueron analizadas, igualmente al azar, diez señales,
y ocho de ellas no cumplían con los valores de intensidad o
duración que exige la normativa en vigor. Y los incumplimientos
no pueden ser calificados como menores, teniendo en cuenta en
relación a la duración, que dos de las señales no llegan a los
500 minutos y otras seis no llegan a los 700, y en relación a la
intensidad, que dos de las señales no superan las 27,1
minicandelas a los diez minutos cuando deberían superar las 40.
El referido informe se entiende suficientemente significativo de
las deficiencias observadas teniendo en cuenta la cantidad de
señales analizadas, la forma de tomar las muestras ( sin romper
la cadena de custodia desde la compra a la demandada hasta la
entrega al Laboratorio con intervención notarial) y
las
importantes deficiencias encontradas.
Es por ello que, en base a dicho informe, y teniendo en cuenta
las fechas en que se pidieron y recibieron las muestras, finales
de 2011 y principios de 2012, cabe declarar que en los citados
ejercicios la demandada no cumplía la normativa reguladora sobre
la intensidad y duración de las señales luminiscentes en materia
de
seguridad
contra
incendios
y
en
la
edificación
que
comercializaba.
Y a la anterior conclusión no es obstáculo el informe del mismo
Instituto y en relación a una única señal que aporta la parte
demandada en la contestación a la demandada, o al presentado en
su día con el mismo origen por un cliente de la actora, pues es
evidente que la parte demandada ha podido crear una específica
señal para dicha prueba a efectos de superar los límites, lo que
efectivamente sucede, siendo que el método de toma de muestras y
análisis del informe aportado con la demanda se aprecia como
imparcial e independiente.
QUINTO:
Análisis de la existencia de una ventaja competitiva
significativa en el caso de autos
Acreditada pues la violación de normas por la parte demandada en
la fabricación de los productos fotoluminiscentes en materia de
seguridad que comercializa, es preciso analizar, en segundo
lugar, si dicha violación de normas supone a la demandada una
ventaja significativa con la que haya podido prevalerse en el
mercado.
La parte actora identifica en su demanda la ventaja que haya
podido obtener la demandada en el menor coste de fabricación de
sus productos que traslada a un menor precio de venta.
La existencia de un menor coste de fabricación en el presente
caso resulta plenamente acreditada.
Así, el cuasi notorio hecho de que una menor intensidad o
duración de las señales se encuentra relacionado con un menor
uso de material fotoluminiscente o con la utilización de
soportes más económicos se encuentra ratificado de modo
coherente, razonable y creíble por los tres expertos en la
materia que han declarado en el acto del juicio, siendo que si
bien los dos primeros pudieran estar relacionados con la entidad
actora, al ser empleados de la entidad IMPLASER que forma parte
de la actora, la experta independiente del laboratorio AIDO
corrobora la versión de los anteriores. En este sentido, y a
pesar de la vinculación con IMPLASER de la testigo SANDRA LOPEZ,
destaca su declaración altamente creíble, razonada y coherente
no solo en cuanto al mayor coste de los productos utilizados
para fabricar señales dentro de los términos legales, sino en
cuanto al coste, duración e intensidad de los controles de
calidad que se deben realizar durante la fabricación del
producto para constatar que el mismo cumple las especificaciones
legales. Frente a dicha declaración, la parte demandada no
practica prueba alguna, a pesar de la lógica facilidad
probatoria, sobre su proceso de producción a fin de acreditar la
existencia de controles, lógicamente con coste patrimonial, para
cumplir la normativa legal.
De lo anterior se desprende que el coste de fabricación de los
productos luminiscentes que comercializa la demandada es, por
razón de la vulneración normativa existente, menor que el de las
entidades que cumplen la normativa legal. Debiendo analizarse
seguidamente si la demandada traslada al mercado ese menor coste
de fabricación para vender en el mismo producto a un precio más
barato. Y la respuesta a esta cuestión debe ser igualmente
positiva, tal y como se desprende del informe aportado con
anterioridad a la celebración de la vista por el Ingeniero
JAVIER ARILLA.
Es cierto que el mencionado informe contiene una limitación,
cual es que JAVIER ARILLA es empleado de IMPLASER, entidad
vinculada con
la actora, así como que el citado es ingeniero,
en lugar de economista, como hubiera sido deseable. Pero al
margen de lo anterior, el informe se basa en una mera
comparación de precios que resultan de facturas de la demandada
con facturas de otras empresas que comercializan productos
similares, habiendo sido todas estas facturas aportadas con el
informe. Y esta comparación puede considerarse objetiva, y
resulta de la realización de meras operaciones matemáticas que
se consideran razonadas y coherentes, y que por tanto, cualquier
otro perito pudiera haber realizado en similares términos. Así,
la demandada no achaca al informe incorrección alguna en cuanto
a las operaciones realizadas para llegar a las conclusiones que
mantiene, más allá de la impugnación que sí hace de las facturas
utilizadas para llegar a dichas conclusiones.
En relación a dichas facturas la parte demandada afirma que se
han utilizado todas las facturas del ejercicio 2011 de la
demandada relativas a la venta de productos luminiscentes, en
tanto que no se acredita que se hayan analizado todas las
facturas de las otras entidades objeto de comparación. Y
efectivamente no se aporta documentación contable o fiscal que
acredite
que
las
facturas
comparadas
de
las
entidades
pertenecientes a la actora sean las totales del ejercicio 2011,
pero lo anterior no es obstáculo a tener por acreditados los
resultados del informe. Así, de la entidad ART SER se han
analizado facturas por un total de 57.558 señales, de la entidad
SERGAR se han analizado facturas por un total de 26.607 señales,
de la entidad IMPLASER se han analizado facturas por un total de
225.389 señales, y de la entidad demandada se han analizado
facturas por un total de 199.079 señales. Es pues tan importante
la cantidad de facturas analizadas que, a falta de prueba en
contrario, no es posible considerar que el autor del informe
haya utilizado o las empresas suministradas hayan facilitado
únicamente facturas a precios más altos de lo habitual, habiendo
ocultado facturas a precios menores, pues ello exige que
realmente exista esta diferencia importante de precios en los
mismos productos que venden estas mismas empresas, así como que
se haya producido la ocultación, que la demandada más allá de
alegar no acredita en modo alguno.
Vista pues la corrección del informe, debe tenerse por probado
que el precio medio de la venta de señales en el mercado por
“XXXXXXX” es de 0,59 euros por unidad, en tanto que el de la
entidad IMPLASER es de 1,35 euros, el de ART SER es de 1,26
euros y el de SERGAR es de 1,04 euros. Acreditado lo anterior, y
teniendo en cuenta el también acreditado menor coste de
fabricación de las señales de la demandada por la infracción de
normas, debe concluirse, en ausencia de elemento alguno en
contrario que pudiera haber introducido la demandada en el
procedimiento, que la demandada traslada al precio de venta de
sus productos el menor coste de fabricación de los mismos
obteniendo, dada la diferencia superior al 100% en todos los
casos, una ventaja competitiva en el mercado.
Frente a la anterior conclusión, la demandada aporta al acto de
la vista un documento publicitario de la entidad IMPLASER del
que se desprende que dicha entidad fabrica sus señales con una
calidad muy superior a la legalmente exigida. Así, fabrica con
una intensidad de 150 minicandelas cuando la exigida es de 40,
lo cual podría justifica a su juicio la diferencia de precio. La
actora no niega esta mayor calidad en las señales fabricadas por
IMPLASER, pero afirma, apoyada en la versión de los testigos,
que esta mayor calidad no puede justificar un incremento de
precio de un 130%. Vistas las alegaciones de las partes sobre
esta cuestión, y la prueba practicada, procede declarar que las
conclusiones del informe que se indicaban en el párrafo anterior
no resultan alteradas por esta alegación siendo que la mayor
calidad en la fabricación se afirma de IMPLASER, pero no de las
otras dos entidades objeto de la comparación y teniendo en
cuenta la importante diferencia en cuanto al precio, en el que
no solo influye el material sino los lógicamente costosos
controles de calidad a los que antes nos referíamos.
En este punto procede indicar que la prueba practicada por la
parte actora sobre la cuestión relativa al precio, constituida
fundamentalmente por el informe pericial elaborado por JAVIER
ARILLA al que nos venimos refiriendo, no presenta una veracidad
absoluta. Así, el referido informe pudiera haber sido realizado
por una persona no relacionada con la actora, pudiera haber
acreditado que se utilizaban todas las facturas de las entidades
comparadas o pudiera haber incluido a todas las empresas
españolas que fabrican estos productos, tal y como exige la
demandada. Igualmente, pudiera haberse realizado otro informe
por experto independiente basado no en facturas, sino en costes
reales de producción. Pero no presentando dicha prueba una
veracidad absoluta, sí se considera suficiente, según las reglas
de la sana crítica, para llegar a las conclusiones que pretende,
siendo de destacar que, a pesar de que la carga probatoria
correspondía a la actora, la cual se entiende que ha sido
cumplida, la demandada pudiera haber desvirtuado ese informe de
muy variadas formas como por ejemplo presentando un informe
alternativo que acreditase que sus precios de venta son posibles
con las calidades legalmente exigidas o aportando precios de
venta de otras entidades no incluidas en el informe, pero nada
ha hecho la demandada sobre esta punto, y, ante esta ausencia de
esfuerzo probatorio de la demandada, y con la suficiente prueba
aportada por la actora, deben considerarse correctas las
conclusiones anteriores.
Entiende este juzgador que los anteriores hechos probados son
suficientes
para
considerar
que
concurren
los
elementos
necesarios para integrar el artículo 15.1 LCD dado que la
infracción de normas se puede relacionar con la disminución del
precio de venta, que, en atención a su entidad,
reporta una
lógica ventaja competitiva de la que lógicamente se está
prevaliendo la demandada.
No obstante lo anterior, cabe plantear finalmente si conforme a
la interpretación jurisprudencial existente es necesaria
para
la estimación de la demanda una efectiva y directa prueba de la
pérdida de mercado de otras entidades a favor de la actora. Y lo
anterior se afirma teniendo en cuenta que la parte actora no
practica una prueba directa sobre este punto, como pudiera ser
la que se derivase de un análisis de la disminución de
beneficios por parte de las entidades competidoras de la
demandada,
de
un
estudio
que
demostrase
el
paulatino
apoderamiento del mercado por la demandada o de la testifical o
documental de clientes que hubiesen dejado de comprar a las
competidoras a favor de la demandada. Y la respuesta a dicha
cuestión debe ser negativa pues teniendo en cuenta la amplitud
del mercado al que nos referimos y la complejidad de reunir
datos del mismo, siendo que en muchos casos el comprador será
cualquier profesional que promueva la construcción de una
vivienda, y siendo que cualquiera puede tener acceso a la
política de precios de las empresas del sector mediante una mera
consulta por Internet, es lógico considerar que los precios
ofertados por la demandada, y que están relacionados con el
incumplimiento de normas, están causando una lógica desviación
de clientela a favor de la demandada. Prueba de dicha
prevalencia es el correo electrónico aportado por la propia
demandada en el acto del juicio, y admitido como medio de
prueba, en el que un cliente se queja a una de las entidades que
forman parte de la actora de la existencia de señales a 0,60
euros, en tanto que dicha entidad se las vende a 1,25 euros. Es
lógico considerar que los clientes no solo de esta entidad,
IMPLASER, sino también de otras entidades como las mencionadas
en el informe, vean en los precios que ofrece la demandada, y
que no resulta acreditado que ofrezca ninguna entidad del
mercado, una razón suficiente para adquirir los productos de la
demandada, de lo que se desprende que la demandada se está
prevaliendo en el mercado de su ventaja.
En base a todo lo anterior, habiendo quedado acreditado que la
demandada ha cometido una actuación constitutiva de competencia
desleal en los términos previstos por el artículo 15.1 LCD por
vulneración
de
normas,
procede
estimar
las
acciones
declarativas, de cesación y remoción que se solicitan en los
número
1
y
3
del
suplico
de
la
demanda,
referidos
específicamente a los ejercicios 2011 y 2012 que son objeto de
prueba, no siendo de estimar las peticiones del número 2 por
resultar en parte redundantes y por prejuzgar en parte la
petición de responsabilidad económica a la que nos referiremos
seguidamente.
Y todo ello siendo que apreciada la infracción del artículo 15.1
LCD, resulta innecesario analizar si concurre igualmente la
infracción del artículo 5 LCD por actos de engaño o del artículo
18 LCD por publicidad ilícita, sin perjuicio de tener por
acreditado que la demandada en sus catálogos y en las propias
señales declara haber cumplido la normativa que en esta
sentencia se considera incumplida.
SEXTO:
Publicación de sentencia
Solicita la actora en el punto 4 del suplico de la demanda que
se condene a la demandada a publicar el encabezamiento y fallo
de la sentencia condenatoria de las siguientes formas; 1) en la
página web corporativa de la demandada. 2) mediante remisión de
comunicaciones informativas de la sentencia que recaiga a todas
las empresas y particulares a los que hubiera suministrado
productos luminiscentes en el año 2011 hasta la fecha de la
sentencia. 3) mediante la publicación de anuncios en un
periódico económico y otro generalista de ámbito nacional
Y no deben ser estimadas dichas peticiones pues el ámbito del
mercado al que se refiere la cuestión controvertida no justifica
interés general que motive la publicación de esta sentencia en
publicaciones sobre temas generales, ni económicos, siendo que
la finalidad pretendida en materia de seguridad y difusión de la
conducta se logrará, sin duda alguna, con la petición estimada
en el punto 3 del suplico de la demanda remitiendo carta a los
compradores de los productos en los años 2011 y 2012
advirtiéndoles del incumplimiento de la normativa de los
productos luminiscentes vendidos y procediendo a la retirada de
los mismos.
SEPTIMO:
Daños y perjuicios
Solicita finalmente, la actora que se condene a la demandada a
indemnizar a la parte demandante por los daños y perjuicios
morales y materiales que se cuantifican en 100.000 euros.
En relación a los perjuicios patrimoniales ocasionados, se
declara probado en la presente sentencia que la demandada se
está prevaliendo en el mercado de su ventaja
a través de una
lógica desviación de clientela a su favor. Pero ello no
justifica la importante cuantía indemnizatoria que se solicita,
siendo que sobre este punto la actora no ha practicado prueba
alguna que permita concretar el daño causado. Se afirma en fase
de conclusiones que la facturación por parte de la demandada en
la cuantía de 117.026 euros por las señales analizadas que se
desprende del informe de JAVIER ARILLA justifica la cantidad
reclamada. Pero este juzgador no puede llegar a la misma
conclusión, siendo que no se tienen en cuenta los costes de
fabricación de la demandada aun de manera irregular, ni los
costes que a las entidades que componen la actora les hubiera
supuesto la fabricación y venta de esas señales. En suma, dada
la ausencia de prueba sobre esta cuestión, ni de razones
suficientes para fijar una indemnización a tanto alzado, procede
desestimar la fijación de una cuantía indemnizatoria por
perjuicios patrimoniales.
En relación a los daños morales, los mismos debieran estar
relacionados con la afectación del prestigio, buen nombre o
reputación de la entidad actora, o de las personas jurídicas que
las componen, y sobre estas cuestiones nada se dice en la
demanda, ni se prueba, ni se acredita, por lo que no cabe dictar
una sentencia condenatoria en relación a los mismos.
OCTAVO:
Costas
En cuanto a las costas,
de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 394.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, cada parte
abonará las causadas a su instancia y las comunes por mitad en
la medida en que la demanda se estima parcialmente siendo que
dicha estimación no se considera esencial a la vista de la no
estimación de la petición indemnizatoria que pudiera justificar
por si sola la oposición a la demanda.
Vistos los preceptos legales citados y demás de concordante y
general aplicación al caso de autos
FALLO
Que estimando parcialmente la demanda interpuesta por ASOCIACIÓN
ESPAÑOLA DE FABRICANTES DE SEÑALIZACIÓN DE SEGURIDAD Y PRODUCTOS
FOTOLUMINISCENTES
(
Lumaes),
representado/a
por
el/la
Procurador/a GALINDO MARIN, y defendido/a por el/la Letrado/a
FRONTIÑAN MEIJON, contra “EMPRESA XXXXXXX”, representado/a
por
el/la Procurador/a GARCIA IDAÑEZ, y defendido/a por el/la
Letrado/a HERRERO FERNANDEZ , procede efectuar los siguientes
pronunciamientos;
1.- Debo declarar y declaro que la parte demandada “EMPRESA
XXXXXXX” (comercialmente denominada “XXXXXXX”) ha incurrido en
un acto de competencia desleal sobre la parte demandante
ASOCIACION ESPAÑOLA DE FABRICANTES DE SEÑALIZACIÓN DE SEGURIDAD
Y PRODUCTOS FOTOLUMINISCENTES (abreviadamente LUMAES) durante
los años 2011 y 2012 consistente en la comercialización y
difusión por la demandada a través de su marca “XXXXXXX” de
señales luminiscentes en materia de seguridad en la edificación
y contra incendios que no cumplen la normativa establecida,
adquiriendo ventaja competitiva con sus competidores.
2.- Debo condenar y condeno a “EMPRESA XXXXXXX” (comercialmente
denominada “XXXXXXX”) a cesar en la venta de productos
luminiscentes defectuosos,
a abstenerse de reiterarla en el
futuro y a la remoción de todos los efectos de las infracciones
competenciales y actos desleales, entre ellos, la retirada del
mercado de los productos defectuosos remitiendo carta a los
compradores de sus productos en los años 2011 y 2012
advirtiéndoles del incumplimiento de la normativa de los
productos luminiscentes vendidos
Y todo ello con absolución a la demandada del
pretensiones formuladas en el suplico de la demanda.
resto
de
Cada parte abonará las costas causadas a su instancia y las
comunes por mitad.
Contra la presente sentencia cabe recurso de apelación ante la
Audiencia Provincial que, en su caso, deberá ser interpuesto
ante este Juzgado, en el plazo de veinte días siguientes a su
notificación.
Se le hace saber a las partes que para entablar el mencionado
recurso deberán consignar el importe que, al efecto, señala la
Disposición Adicional Decimoquinta de la Ley Orgánica del Poder
Judicial. Dicha consignación deberá efectuarse en la cuenta de
este
Juzgado,
mediante
ingreso
en
la
cuenta
expediente
correspondiente al órgano y procedimiento judicial en que se ha
dictado, debiéndose especificar en el campo concepto del
documento Resguardo de ingreso que se trata de un “Recurso”,
seguido del código y tipo de recurso de que se trate ( 00Reposición; 01- Revisión de resoluciones Secretario Judicial,
02- Apelación y 03- Queja); caso contrario no se admitirá a
trámite el recurso.
El ingreso deberá efectuarse en el BANESTO, número de cuenta
2209-0000-04-0400/12.
Así por esta mi sentencia, de la que se expedirá testimonio para
su unión a los autos y cuyo original se incluirá en el libro de
sentencias, lo pronuncio, mando y firmo.
PUBLICACIÓN.- La anterior sentencia ha sido dada, leída y
publicada por el Sr. Juez que la suscribe hallándose celebrando
audiencia pública en el día de su fecha. Doy fe que obra en
autos.
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