Complejo Pesquero Marítimo - Ministerio de Ciencia, Tecnología e

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ANÁLISIS
TECNOLÓGICOS
Y PROSPECTIVOS
SECTORIALES
complejo pesquero marítimo
Responsable: Nicolás Gutman
FEBRERO 2016
AUTORIDADES
■
Presidente de la Nación
Ing. Mauricio Macri
■
Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
Dr. Lino Barañao
■
Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
Dr. Miguel Ángel Blesa
■
Subsecretario de Estudios y Prospectiva
Lic. Jorge Robbio
■
Director Nacional de Estudios
Dr. Ing. Martín Villanueva
RECONOCIMIENTOS
Los estudios sobre complejos productivos agroindustriales fueron coordinados por el
Magister Gustavo Idígoras y asistidos por la Magister Sabine Papendieck. La supervisión y revisión de los trabajos estuvo a cargo del equipo técnico del Programa Nacional
de Prospectiva Tecnológica (Programa Nacional PRONAPTEC) perteneciente a la Dirección Nacional de Estudios del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva:
Lic. Alicia Recalde.
■ Lic. Manuel Marí.
■ Lic. Ricardo Carri.
■ A.E. Adriana Sánchez Rico.
■
Se agradece a los diferentes actores del sector gubernamental, del sistema científicotecnológico y del sector productivo que participaron de los distintos ámbitos de consulta del Proyecto. No habría sido posible elaborar este documento sin la construcción
colectiva de conocimientos.
Por consultas y/o sugerencias, por favor dirigirse a [email protected]
El contenido de la presente publicación es responsabilidad de sus autores y no representa la posición u opinión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
Trabajo realizado entre octubre de 2012 y abril de 2013.
COMPLEJO PESQUERO MARÍTIMO
EL ESCENARIO INTERNACIONAL Y EL SECTOR NACIONAL
El sector pesquero marítimo argentino se afianzó históricamente en el puerto de Mar
del Plata de la mano de inmigrantes que traían al país el oficio. El sector creció
durante décadas gracias a una extensa red de contactos formales e informales de los
pescadores con sus países de origen, especialmente España e Italia, en donde los
productos de la pesca conforman una parte importante de la dieta y el consumo de
estos productos es elevado. En tanto que en Argentina el consumo de productos de
mar es marginal en la dieta; como resultado más del 85% de la pesca argentina se
destina a exportación, esto se traduce en una escasez de calidad y variedad en los
productos pesqueros en el mercado local.
Las sucesivas devaluaciones y los ciclos de valoración y depreciación de la moneda
han incrementado el interés del sector por privilegiar los mercados de exportación, al
tiempo que se desalienta una consolidación del mercado de consumo argentino y un
cambio en los hábitos alimenticios para favorecer los productos pesqueros.
La década de 1990 fue el momento en que el sector cambió definitivamente, al pasar
de un caladero rico y una flota adecuada para los recursos existentes, a un modelo de
control y extranjerización de la flota pesquera. El otorgamiento de permisos a buques
extranjeros, que comenzó en la década del ´80, se consolidó en la siguiente cuando
el entonces Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Felipe Solá, firmó un
acuerdo con la Comunidad Económica Europea (CEE) para la incorporación de
buques pesqueros de la flota española, que estaban siendo expulsados de África, por
el grave daño que causaron a la biomasa marina en sus caladeros, y que al momento
de la firma se encontraban ya inactivos. El convenio pesquero entre la Argentina y la
U.E. otorgaba una captura anual de 250.000 toneladas durante un período inicial de 5
años a cambio de contribuciones financieras y ventajas arancelarias para el acceso de
productos argentinos a la UE. El convenio preveía la formación de sociedades mixtas
o totalmente europeas y se llevó a cabo por la necesidad de la Unión Europea de
resolver la crisis de su sector pesquero, especialmente la de los armadores
españoles que carecían de caladeros donde realizar sus capturas.
Los decretos 2236/91 y 1493/92 permitieron el arrendamiento de buques extranjeros,
bajo este nuevo régimen se crearon empresas mixtas y joint ventures, expandiendo la
flota congeladora y la flota-factoría y permitiendo el ingreso de buques poteros
extranjeros para la captura del calamar. El resultado de esta política de manejo de los
recursos pesqueros tuvo como consecuencia la sobre-explotación de la biomasa
marina, especialmente de la merluza-hubbsi, principal especie del caladero argentino
y generó una grave crisis del sector que redujo significativamente las capturas por
varios años.
La implementación del sistema de cuotas (CITC) desde el año 2009, para administrar
la pesca en el país, favorece la subsistencia de los productores más pequeños que
han tenido asignación de cuotas, y a la vez desalienta la consolidación empresarial
para conseguir escalas de producción que permitan una mayor eficiencia. Esto tiene
como resultado que el sector pesquero a diferencia de otros regímenes como el caso
de Chile, ofrece una mayor participación social en la distribución de las riquezas
ictícolas, pero desacelera la concentración empresarial que puede tener como ventaja
escalas de producción más óptimas, sin embargo al mismo tiempo amplia la
distribución de la renta pesquera geográfica y socialmente a un mayor número de
actores.
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PROCESOS PRODUCTIVOS Y TECNOLOGÍAS ACTUALES
El sector representa aproximadamente un 2% del Producto Bruto Interno y se
caracteriza por una marcada atomización de las unidades productivas, tanto en la
dispersión geográfica como en el tamaño de las unidades extractivas y productivas.
Está orientado predominantemente a la exportación, formado por 593
buques
pesqueros, plantas de procesamiento en tierra y aproximadamente 200 empresas
con una marcada participación de capital accionario y/o gerenciamiento extranjero. En
2011 las exportaciones del sector pesquero fueron de 1.462 millones de dólares, sin
embargo por su dispersión geográfica y la existencia de pequeñas embarcaciones,
conocidas como flota artesanal, la pesca es para muchas comunidades del litoral
argentino una actividad estratégica para la subsistencia de amplios sectores sociales.
Desde hace dos décadas, la incorporación de buques congeladores y buques factoría
a la flota han ido reemplazando la labor de procesamiento en tierra. En este sentido
coexisten comunidades pesqueras de baja intensidad que utilizan pequeñas
embarcaciones artesanales, con escasa incorporación de tecnología, con grandes
buques-factoría que son fábricas que hacen a bordo todo el proceso hasta el
producto final para exportación, sin necesidad de regresar a tierra, y que
generalmente incorporan tecnología de punta como eco-sonares, posicionamiento
geo-satelital, y factoría por túneles de congelamiento súper-rápido a bordo.
Desde que se comenzó con la tarea de reordenamiento de la pesquería argentina a
comienzos de la década del ´80 se intentó privilegiar las inversiones que
contemplaran factorías de procesamiento en tierra. Esta situación fue cambiando con
la incorporación de buques factoría a la flota en la década de 1990, y el consiguiente
resultado del colapso de las pesquerías, especialmente en Mar del Plata y en la
principal especie la Merluza-Hubbsi.
Como resultado de esta situación en los años 90 el empresariado pesquero mostró
una reticencia a invertir en plantas en tierra debido a la alta conflictividad laboral en
estas, situación que se agravó, cuando debido a las condiciones biológicas y la
sobrepesca, las capturas disminuyen y no hay stock para mantener activas las líneas
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de proceso de las plantas y la actividad de la mano de obra contratada. Actualmente
muchas provincias patagónicas mantienen funcionando las factorías en tierra a través
de diferentes mecanismos de subvención, como por ejemplo el pago parcial del
salario de la plantilla de trabajadores o a través de ayuda financiera directa. Esta
situación ha hecho que las provincias patagónicas con litoral sean reticentes a
aprobar la instalación de nuevas plantas, o a apoyar proyectos de incorporación
tecnológica en las existentes.
Finalmente existe todavía espacio para modernizar tanto la flota, como las plantas
procesadoras. La flota pesquera presenta un alto grado de obsolescencia, dónde un
alto porcentaje de buques pesqueros, especialmente de la flota fresquera, fueron
incorporados en las décadas del ´50, del ´60 y del ´70 sin ninguna renovación o
modernización.
Los
buques
pueden
ser
reemplazados
totalmente
o
ser
modernizados, tanto el casco, el motor o ambos. El reemplazo o la modernización
reactivaría el trabajo de los astilleros navales, como por ejemplo Astilleros Río
Santiago, y varios de menor porte en la ciudad de Mar del Plata. La modernización de
los motores permitiría una mejora en el consumo de combustible y de autonomía de
la flota, pero no tendría esto un efecto multiplicador, ya que en Argentina no se
fabrican motores náuticos.
1.1 Procesos productivos
1.1.2 Mapa tecno-productivo
El sector pesquero está compuesto por una flota de buques que se pueden distinguir
por sus diferentes características: la o las especies objetivo a las que están
destinados y el tratamiento que se les da a la captura a bordo; el arte de pesca que
utilizan para la captura y finalmente por el tamaño y la capacidad de la embarcación,
que les permite pescar cerca de la costa, o realizar mareas (viajes) más distantes y
por más tiempo. Es de acuerdo a este tipo de clasificación que la administración
pesquera nacional, a través de su órgano de aplicación y administración, que es el
Consejo Federal Pesquero (CFP), otorga los permisos y licencias que permiten pescar
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en las 200 millas marítimas de soberanía nacional (zona económica exclusiva). Esta
clasificación es también la que utilizan las diferentes cámaras, sindicatos y
asociaciones gremiales del sector para agruparse. Por el tratamiento que se les da a
bordo la flota se clasifica de la siguiente forma:

Flota fresquera: desembarca el pescado fresco, en cajones con hielo en escamas,
para luego realizar el procesamiento en la planta industrial o para la venta directa en
los puertos de arribo para su venta inmediata.

Congeladores: esta flota congela el pescado a bordo y es mantenido y
desembarcado a temperaturas inferiores a los 20º bajo cero.

Buques factoría: esta flota realiza el procesamiento del pescado a bordo, con la
maquinaria incorporada y personal que trabaja a bordo durante el tiempo que el
buque se encuentra en altamar, estos buques tienen las características de verdaderas
fábricas flotantes.
Según las artes de pesca utilizadas los buques se clasifican de la siguiente forma:

Pesqueros de rada o ría y pesqueros costeros cercanos- Flota Amarilla: Tienen una
eslora de hasta 9 metros, y motores de propulsión de 100 HP a 200 HP de potencia, y
una bodega con capacidad de 5 a 8 toneladas y de 2 a 6 tripulantes. Pescan a no más
de 15 millas náuticas de la costa por un tiempo no mayor a 24 horas. Las especies
objetivo son las que se conoce como variado costero: anchoíta, caballa, pejerrey, lisa,
corvina, pescadilla, langostino y camarón. Las capturas se almacenan en cajones con
escamas de hielo. Estos buques son conocidos como flota amarilla, debido al color
del casco. Pescan con permisos provinciales, ya que las provincias mantienen el
control sobre la franja marítima de la milla 0 a la milla 12. A partir de la milla 12 hasta
las milla 200 las aguas son nacionales y los permisos deben ser otorgados por la
Nación. Esta flota también conocida como flota artesanal, es la flota más obsoleta y
la que presenta la menor incorporación tecnológica. Generalmente es una flota
destinada a pequeñas cantidades, que se venden directamente en el puerto de
desembarco para consumo local o en algunos casos para abastecer la demanda de
grandes flotas o plantas si estas precisan completar despachos. Es también la flota
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que permite a las provincias mantener una política de contención social al permitir la
inclusión en el caladero de pequeños barcos, que generalmente se heredan, y que no
han podido competir con la entrada de buques mayores a partir de la década del ´80
o que no tuvieron la capacidad financiera para conseguir los permisos a partir de la
entrada en vigencia de la cuotificación del mar argentino.

Pesqueros costeros lejanos: Esloras mayores a 15 metros, motores de propulsión de
250 HP a 450 HP con una capacidad de bodega de 10 a 20 toneladas y una
tripulación de 4 a 10 personas. Pueden permanecer en el mar de 72 a 96 horas y se
encuentran en los puertos de Mar del Plata, Necochea, San Antonio Oeste, Puerto
Madryn, Comodoro Rivadavia y Caleta Paula.

Pesqueros Fresqueros de Altura: Tienen una eslora de 25 a 50 metros y motores de
400 HP a 1700 HP, tienen bodegas de 50 a 200 toneladas y una tripulación de 6 a 21
personas. Tienen posibilidad de pescar en toda la zona económica exclusiva (de la
milla 12 a la milla 200) permaneciendo en el mar de 20 a 50 días por marea, las
capturas se colocan en cajones con hielo en escamas. La flota está presente en los
puertos de Mar del Plata, Necochea, San Antonio Oeste, Puerto Madryn, Comodoro
Rivadavia, Caleta Paula y Puerto Deseado.

Pesquero congelador potero de altura: Tienen una eslora de 45 a 70 metros, motores
de propulsión de 1200 HP a 2200 HP, con bodegas de 400 a 1500 toneladas y una
tripulación de 22 a 30 personas. Los poteros tienen como especie objetivo el
calamar, y las artes de pesca son específicas para esta especie, que es junto con el
langostino las de mayor valor en el mercado mundial. Pescan en toda la zona
económica exclusiva por periodos de 30 a 70 días por marea.

Pesqueros congeladores palangreros de altura y pesqueros congeladores factoría de
altura: Los buques palangreros tienen como objetivo el calamar, que se pesca con
palangres y fuertes luces para atraer a los cardúmenes. Los buques tienen una eslora
de 40 a 144 metros y motores a propulsión de 1800 HP a 7000 HP, congelan de 10 a
300 toneladas diarias, y tienen bodegas con capacidad hasta 5.000 toneladas.
Cuentan con una tripulación de 25 a 80 personas; generalmente pescan dentro y
fuera de la zona económica exclusiva, yendo más allá de la milla 200 por periodos de
6
hasta 90 días por marea. Esta flota opera como fábricas flotantes, con un alto grado
de incorporación tecnológica tanto en los motores, el puente de comando de los
barcos y la factoría a bordo; puede congelar la pesca en sistemas de congelamiento
rápido a 50° bajo cero y mantenerlos en bodega para ser embarcados a exportación.
Los puertos de operatoria de la flota son Mar del Plata, Necochea, Puerto Madryn,
Puerto Deseado y Ushuaia. Los congeladores factoría de altura se distinguen de los
primeros en que cuentan con la capacidad de procesar a bordo harina de pescado de
alta calidad.

Pesquero congelador de altura: Tienen de 28 a 60 metros con motores de propulsión
de 700 HP a 2400 HP, y una tripulación de 20 a 30 personas. Pescan dentro y fuera
de la zona económica exclusiva, por períodos de 30 a 90 días. Esta flota tiene como
objetivo especies australes de mar frío, principalmente la merluza negra de gran valor
comercial, merluza austral, abadejo y brótola austral. Los puertos de operatoria son
Puerto Madryn, Puerto Deseado y Ushuaia.

Pesquero congelador tangonero de altura: Su especie objetivo es el langostino,
tienen de 28 a 50 metros de eslora, y pueden procesar y congelar de 5 a 10 toneladas
diarias, pescando tanto dentro como fuera de la zona económica exclusiva, por
períodos de 30 a 60 días por marea. Los puertos de asiento son Mar del Plata, Puerto
Madryn, Comodoro Rivadavia, Caleta Paula y Puerto Deseado.
Según el tipo de buques y permisos con los que estos cuentan, los fresqueros que
componen la flota de menor tamaño llamada artesanal, hacen mareas de un día en la
zona costera cercana en pequeñas embarcaciones, estas bajan en tierra el producto
que se mantiene en cajones con hielo para ser vendido sin ningún proceso, en el
puerto. El producto es generalmente para consumo local, restaurantes y pequeños
comerciantes. En algunos casos se venden a plantas en tierra o cooperativas que se
encargan de hacer un proceso de selección y eviscerado para la venta en canales de
mayor tamaño como pescaderías y supermercados en centros urbanos como Buenos
Aires, Rosario o Córdoba.
Las plantas industriales de proceso en tierra y los buques factoría tienen diferentes
opciones de tratamiento de la pesca para la obtención del producto final. El principal
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producto es el conocido como H&G (descabezado y eviscerado) así como filetes y
cortes, aunque también se comercializa el pescado entero sin ningún tipo de
proceso. El filete congelado es el principal producto pesquero que produce
Argentina, al que se le pueden ir incorporando procesos de agregación de valor. Sin
embargo el filete es exportado para luego recibir una segunda y posteriores etapas
de procesamiento en los países de destino. El trabajo de proceso de la captura tiene
como resultado filetes con piel, sin piel, con poca o sin espina y desgrasado. En la
etapa de envase del producto se puede adoptar las modalidades de "IQF" (congelado
individual), interfoliado (filetes separados con láminas de polietileno) y bloques (el
filete es acondicionado en láminas de cartón parafinado donde se lo congela).
1.1.3 Etapas y eslabones del procesamiento
El tratamiento de la pesca tanto a bordo de los buques congeladores y los buques
factoría que pueden procesar a bordo son:

Recepción: la planta en tierra recibe los cajones con el pescado y les agrega hielo
para conservarlo en cámaras de fresco, si el buque los procesa, entran a la línea
directamente o esperan en las cámaras de frio hasta llegar a la línea de tratamiento

Clasificación: luego de lavarlo e inspeccionar la calidad, se lo clasifica por tamaño

Fileteado: se separan los filetes a partir del pescado entero. Puede realizarse en
forma manual, con fileteros especializados, o mecánica, donde el pescado pasa a
través de un tren de máquinas que realizan la operación. El fileteado manual suele
obtener un producto de mayor calidad.

Prolijado: se eliminan las espinas, huesos, parásitos, hematomas y restos de piel,
esta operación determina la calidad final del producto.

Envasado: se fracciona el producto, se lo coloca dentro de un elemento apropiado de
contención (molde, bandeja o estuche) y se realiza la última inspección de calidad.
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
Congelado: el producto envasado se coloca en el interior de armarios, de placas o
túneles de viento para su congelación. Una vez congelado se acopian en cajas de
cartón corrugado. Los bloques y los interfoliados en parafina se congelan en placas
de contacto, mientras que los lomos y los filetes individuales se congelan en túneles.

Almacenamiento: el producto, ya terminado se conserva en cámaras de baja
temperatura (- 30º) a la espera de su despacho al cliente. Tanto los buques como las
plantas en tierra pueden incorporar a los filetes y otros productos de la pesca un
mayor valor agregado.
1.1.4. Complejo predominantemente “Monoproducto”
El sector pesquero es un complejo predominantemente extractivista, con bajo valor
agregado a los productos pesqueros, por lo que un alto porcentaje es monoproducto.
La mayor parte de la pesca es exportada sin valor agregado, diferenciándose
solamente por el valor internacional de las especies que se ofertan. Sin embargo
existe una pequeña cantidad de la pesca menor al 10% del total, que recibe un
proceso que agrega valor y amplía la gama de productos finales obtenidos. Un
porcentaje aún menor, cercano al 4% del total de las capturas totales, se procesa
para el mercado interno como comidas congeladas generalmente empanadas
(bastones o croquetas para freír o para el horno) en las que se prioriza el costo por
sobre la calidad, que se comercializan en los grandes supermercados del país.
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1.2 Eslabones y encadenamientos principales
La operatividad de la flota pesquera requiere de provisión de combustibles, tareas de
estiba y almacenamiento en los puertos de descarga, despacho de aduanas y
mantenimiento y reparaciones especiales por parte de astilleros navales. Las plantas
de procesamiento en tierra requieren del transporte de la materia prima del puerto a
las plantas, y fletes de las plantas al destino final ya sea este el mercado interno o la
exportación. Algunas empresas que extraen pesca de alto valor en el mercado
internacional, utilizan el envío aéreo para ofrecer productos frescos no congelados
con destino a los países con una demanda de productos de muy alto valor. A su vez
las plantas utilizan grandes cantidades de energía eléctrica, especialmente para el
acopio a bajas temperaturas, y de servicios de ingeniería, software, logística y
mantenimiento especializado.
Para la elaboración de productos con alto valor agregado se requieren otros insumos
comestibles, y especialmente productos de empaque de alta gama. El envasado
utiliza principalmente cartón, láminas parafinadas, estuches (para el langostino),
polietileno y fleje plástico. Una empresa con flota pesquera propia tiene un gasto
aproximado del 40% del gasto total en sueldos y jornales; a los que se añade los
gastos de fletes para exportaciones, gastos de estiba y amarre en los puertos,
combustible y aceite para los barcos y prestaciones de terceros como despachantes
de aduana, abogados, ingenieros navales y mecánicos e ingenieros náuticos.
1.2.1 Tecnología “Línea de montaje” escalas y grados de automatización
óptimos
A la captura de los buques fresqueros o artesanales, no se puede aplicar el concepto
de proceso continuo o de línea de montaje. Para los procesos a bordo de los buques
congeladores y factoría, estos pueden funcionar en líneas de montaje, pero con
características muy especiales ya que se llevan a cabo en espacios muy reducidos.
En este caso si bien puede existir una escala óptima, esta no es una variable de
consideración ya que debido al sistema de cuotificación vigente, los barcos con
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proceso a bordo deben adecuar su escala estrictamente a la cuota que tiene
asignado el barco. En este sentido la política sectorial es la de “reducción del
esfuerzo pesquero”, este término se refiere a que existe una capacidad de pesca
mucho mayor a la capacidad de regeneración biológica de la biomasa marina, esto
impulsa al Consejo Federal Pesquero (CFP) a reducir la capacidad de pesca de la flota
existente y no a ampliarla, de forma que los buques factoría raramente invierten en
optimizar las “líneas de proceso” en relación al volumen, ya que la flota cuenta con
más capacidad de proceso, que los permisos correspondientes con los que están
operando.
Sin embargo existen adecuaciones de las líneas de producción en los buques por
motivos de ahorro de energía y optimización en el tratamiento que da como resultado
una mejoría en la calidad. Las adecuaciones en la línea de montaje son la
incorporación de túneles de congelado de mejor tecnología o el reemplazo de las
líneas existentes por unidades más nuevas, pero que no amplían o reducen la
capacidad instalada.
En el caso de las plantas en tierra, sí existe una “línea de montaje” para una gama de
productos finales con diferentes grados de valor agregado. En las “líneas” predomina
la labor manual, y el grado de tecnificación varía según cada planta. La labor manual
asegura una mejor calidad final del producto, sin embargo es más lenta y costosa
que la incorporación de tecnología de proceso para la limpieza y eviscerado del
pescado. En relación al arte actual de la tecnología para plantas en tierra, Argentina
tiene un grado de desarrollo muy semejante al de las plantas en Brasil, pero con un
diferencia en tamaño y cantidad de plantas en este último muy superior a la de
Argentina. Si Brasil incorporase mejor tecnología y un mayor grado de desarrollo para
los productos finales de alimentos pesqueros a sus plantas en tierra, las plantas
argentinas sufrirían un impacto directo en la perdida de mercados.
En la región las plantas con mayor incorporación tecnológica y más avanzadas se
encuentran en Chile, que ha desarrollado en un corto plazo un sector de acuicultura
tan dinámico que convirtió al país en el segundo exportador de salmón del mundo,
generando ingresos sólo por salmón de acuicultura, mayores al valor total de toda la
exportación del caladero argentino. Finalmente las plantas más importantes,
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altamente tecnificadas y con incorporación de tecnología de punta en el sector se
encuentran en Asia y la Unión Europea; especialmente en Japón, Corea del Sur,
Taiwán y Malasia, Estados Unidos, España, Italia e Islandia. La mayor incorporación
de tecnología en la línea se da para la fabricación de productos semi-elaborados y los
productos totalmente listos para comer que además de utilizar el pescado incorporan
varios alimentos, condimentos, y requieren de un sofisticado manejo de tecnologías
agro-industriales.
1.2.2 Capital intensiva y mano de obra intensiva
El sector pesquero es tanto capital intensivo como también mano de obra intensivo;
según el tipo de embarcación y captura. Hasta la entrada en vigencia del sistema de
cuotificación en 2009 en el sector coexistía una pesca con baja inversión de capital,
más ligada a la pesca artesanal y de costa en donde predomina la mano de obra por
sobre el capital necesario y los grandes buques y factorías que son capital intensivos.
En ambos casos y a medida que los buques son mayores, si bien no requieren una
gran cantidad de trabajadores, se precisa de mano de obra especializada, capitanes,
técnicos en motores y maquinaria, etc, y trabajadores que están embarcados
semanas en el mar, de forma que el costo laboral para la operatoria es
considerablemente más alto que en otras ramas de la agro-industria. Actualmente el
sistema de cuotificación generó un costo financiero para la adquisición de los
derechos de extracción en el mar argentino, lo cual refuerza el carácter capitalintensivo de la industria, favoreciendo un sistema de pesca con actores que
necesariamente tienen que tener acceso a capitales y/o financiación para mantenerse
en el sistema.
1.3 Instituciones I+D y vínculos con el sector productivo
Existe en Argentina un instituto público de investigación científica con asiento en la
ciudad de Mar del Plata, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero
(INIDEP) que asesora a la subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación (SSPyA),
al Consejo Federal Pesquero y a la Cancillería Argentina, en el uso racional de los
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recursos marinos. El instituto fue creado en 1977 por la ley 21.673 y es un organismo
descentralizado dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, que
cuenta con tres buques propios de investigación pesquera.
El INIDEP tiene por objetivo preservar el ecosistema marino, a través de estudios
sobre la dinámica de poblaciones de peces, crustáceos y moluscos de interés
pesquero, relevando los aspectos tales como reclutamiento, crecimiento, mortalidad
natural y por pesca. También lleva a cabo investigaciones físicas y químicas del mar y
trabajos orientados al desarrollo de productos marinos para la alimentación humana y
de tecnologías para el cultivo de organismos marinos. El INIDEP también realiza
análisis económicos de pesquerías y estimaciones de productividad y eficiencia de la
flota y de la industria. También el INIDEP mantiene un fuerte vínculo con el sector
productivo y es a la vez el que determina la Cuota Máxima Permisible de Captura
(CMP) por el que se rige el volumen de pesca en el mar argentino. El INIDEP y el
Consejo Federal Pesquero mantienen a su vez un estrecho vínculo con organismos
como la FAO y otras instituciones supranacionales de investigación pesquera. El CFP
a su vez financia con fondos propios investigación y desarrollo académico y
propuestas de laboratorios especializados que son elevadas a consideración por las
provincias miembro del Consejo. La ciudad de Mar del Plata cuenta con una oferta
académica de nivel terciario especializada en biología marina y sector pesquero que
funciona como formador de profesionales para el sector, pero que no tiene fuertes
lazos con las empresas y todavía no ha hecho aportes relevantes al desarrollo y la
innovación en el sector.
1.4 Tendencias de la comercialización mercado interno y externo
En Argentina, muy pocas empresas y plantas de proceso de productos de mar
incorpora valor agregado para exportación, tales como obtener el producto en
porciones, empanado, precocinado, o en bandejas de alimentos y viandas,
preparados de sopas, paellas, pastas, aderezos, cazuelas con contenidos de otros
alimentos y precocinados al vapor o fritos, entre los cientos de productos que existen
hoy en el mercado, envasados de tal manera que estén listos para la góndola de los
supermercados y otros canales de distribución, y lleguen al consumidor final. La falta
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de incorporación de un mayor valor agregado a los productos del mar es un problema
que impide al país obtener un mayor porcentaje de la renta que genera la exportación
de productos del caladero y que primariza las exportaciones pesqueras. El principal
destino de la pesca argentina es la Unión Europea, y España es el principal destino de
la pesca Argentina, que además sirve como intermediario para otros mercados.
El principal problema es que la Unión Europea hace un uso extensivo de barreras
para-arancelarias de forma que exportar productos pesqueros con valor agregado es
muy difícil para las empresas argentinas, y cualquier demora en los puertos europeos
para la entrada de los productos, se convierte en un riesgo de pérdida total del
embarque; ante esta situación el sector no ha buscado nuevos mercados sino que ha
internalizado las acciones proteccionistas de la UE primarizando la oferta exportable.
El sector pesquero argentino está fuertemente extranjerizado, las mayores empresas
si bien deben ser por normativa de origen nacional, pueden ser de capital y/o control
extranjero. Existe una predominancia en el origen de capitales por parte de empresas
españolas, sin embargo también están presentes empresas de origen japonés, de
Nueva Zelanda, de Estados Unidos, de Corea del Sur, de Canadá, Rusia y más
recientemente de la República Popular China. Estas empresas favorecen una
exportación de muy bajo valor agregado, y funcionan como proveedoras de empresas
que tienen una estructura rígida en la cual las plantas para procesar los productos de
mar provenientes de diferentes flotas alrededor del mundo se llevan a cabo en
factorías propias en las que se prioriza el bajo costo de mano de obra, las economías
de escala y el acceso preferencial a los principales mercados, especialmente la Unión
Europea. Las empresas controladoras en su mayoría tienen operatoria en varios
países, por ejemplo las empresas españolas que operan en Argentina a su vez tienen
flotas en Honduras, Ecuador, Brasil, Chile, Namibia, Ghana entre otros países, y al
igual que las empresas de origen asiático, utilizan el caladero argentino como fuente
de pesca pero evitan procesar y agregar valor en tierra para exportar. Por este motivo
un porcentaje muy alto de la pesca se exporta sin procesos que requieren de
maquinaria y herramientas de última tecnología, el caso paradigmático es el de la
exportación sin proceso de productos al mercado español, que luego lo procesa,
empaca y vende en los mercados de la UE como productos españoles.
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El sector debería salir del riesgo de ser dependiente de España como principal
comprador, y diversificar su oferta con énfasis en Asia y el Golfo Pérsico; desde hace
ya tres años España funciona como comprador, pero cada vez más como
intermediario de las riquezas del caladero argentino, re-exportando a terceros
mercados pesca argentina y posicionándola y comercializándola como productos de
origen español.
Las empresas de origen nacional por su parte tienen dificultad en adquirir a precios
competitivos, y con acceso a crédito a tasas razonables, maquinaria para el proceso y
agregación de valor. Sin embargo el principal motivo para la reticencia de la
incorporación tecnológica está dado en los aranceles que impone la Unión Europea
(principal destino de las exportaciones) a los alimentos procesados. Esta política
funciona de forma que los productos pesqueros sin ningún proceso, ingresan a la UE
sin arancel, expandiendo de hecho la zona de pesca europea hacia caladeros más
ricos, e impidiendo al mismo tiempo que los recursos extraídos puedan incorporar
valor agregado fuera de la Unión Europea. Por este motivo, existe un fuerte incentivo
a exportar sin valor agregado, lo que a su vez desincentiva la adquisición de nuevas
maquinarias y tecnologías más avanzadas. A esta situación se suma la dificultad de
reconvertir el personal existente en las plantas a otras funciones cuando se
incorporan sistemas de automatización, de forma que las plantas de proceso operan
con un énfasis mayor en la utilización de personal con tareas manuales,
conjuntamente con maquinaria que es obsoleta en comparación al estado del arte en
los países industrializados. Debido a la atomización del sector, y a la facilidad que
tienen las empresas con capital de origen extranjero para acceder a crédito a tasas
competitivas, o financiamiento intra-empresa, coexisten en el sector pocas empresas
y plantas con mayor incorporación de tecnología, y más cercanas a los estándares
internacionales, con una mayoría de empresas que no lo están.
Cabe destacar en el sector la presencia de traders y brockers, estos intermediarios
entre los grandes compradores internacionales y los productores locales se ven
favorecidos por dos factores. En primer lugar la atomización del sector impide a
muchos productores pequeños y medianos cerrar negocios directamente con los
grandes compradores, de forma que terminan siendo captados por estas formas de
intermediación. En segundo lugar la falta de valor agregado y diferenciación de los
15
productos impide la búsqueda de compradores más selectivos o de acceder a los
puntos de venta final. Existe además una falta de coordinación sectorial para
posicionar los productos del caladero argentino, ya que estos provienen de pesca
directa y no de acuicultura, lo que debería resultar en un mayor valor comercial, que
sin embargo es desaprovechado. Recientemente el CFP ha impulsado fuertemente el
posicionamiento de los productos de pesca en el mundo con la creación de la marca
“Mar Argentino”.
Las empresas de mayor tamaño pueden tener acceso a una relación directa con los
importadores, y en muy pocos casos directamente a los grandes compradores de las
cadenas de comercialización como supermercados y mayoristas. Existen casos de
empresas nacionales que han intentado innovar, incorporando a la línea productos
finales elaborados, estos esfuerzos para llegar a los puntos de venta directo en los
mercados internacionales, han sido finalmente una restricción para el acceso a los
mercados de exportación, y debido a la escasa incorporación de los productos de
mar en la dieta en Argentina tampoco funcionaron en el mercado interno.
El sector tiene un nivel de incorporación tecnológica similar al que existe hoy en
Brasil, pero rezagado en comparación al estado del arte en plantas de proceso en
Chile, y especialmente a las de Australia, la Unión Europea, Estados Unidos, Japón y
Corea del Sur. La combinación de un acceso al crédito para pequeñas y medianas
empresas muy restrictivo, y la existencia de empresas extranjerizadas con un mejor
acceso al crédito en los países de origen incentiva a las empresas con capitales de
origen extranjero a ir absorbiendo a las empresas más pequeñas de origen nacional.
16
1.5 Tecnologías o conocimientos que constituyen barreras a la entrada
Existen en el sector pesquero varios formas de certificación que funcionan a la vez
como estándares técnicos reconocidos y barreras a la entrada a diferentes mercados.
Si bien no son obligatorios, muchos compradores internacionales exigen estas
certificaciones. La principal certificación para las pesquerías es el MSC (Marine
Stewardship Council) creada en 1997 por Unilever (el mayor comprador mundial de
pescados y mariscos) y la organización no gubernamental WWF. Actualmente la
Cancillería argentina tiene una posición de desalentar el reconocimiento y el uso de
certificaciones por agentes privados como el MSC, ya que estas funcionan como una
barrera a la entrada a mercados por parte de un agente privado, cuando las normas
deberían estar en la esfera de las agencias de origen supranacional como la FAO, que
son de gobernanza pública. Esta discusión se encuentra abierta ya que muchos
países importadores prefieren que el proceso de certificación sea completamente
gestionado por empresas privadas como MSC, actualmente esta discusión se está
desarrollando incluso dentro de los organismos supranacionales de supervisión y
reglamentación.
Debido a la grave situación de las pesquerías en el mundo, muchas ONGs hacen una
fuerte presión para que las grandes cadenas de distribución sólo vendan productos
de mar con certificación de sustentabilidad. Muchas cadenas incluyendo a Wal-Mart
han comenzado a ceder y sus oficinas de compra buscan proveedores con
certificación MSC, sin embargo el costo para lograr la certificación corre por cuenta
de las propias empresas, obligándolas a mantener una relación de continua
supervisión sobre su manejo ambiental y sanitario a una empresa privada y
extranjera, para no perder, o incluso poder acceder a los mercados internacionales.
La posición frente al proceso de certificación es diferente según las empresas y los
gobiernos locales; Islandia y Alaska han desistido del uso de la certificación MSC,
creando un sistema propio, al igual que Japón que creó en 2007 su propia
certificación MEL (Marine Eco-Label Japan) en tanto que empresas radicadas en
Argentina como Yuken, que certificó la pesquería de la especie Hoki a través del
MSC, han visto incrementar el precio por tonelada en 200 dólares y apoyan que se
extienda paulatinamente a otras pesquerías, argumentando que el proceso además
17
ayuda a poner orden en un sector muy conflictivo y dónde las reglas son de difícil
aceptación y acatamiento.
La Unión Europea también adecuó sus normativas para el ingreso de los productos a
los países de la Unión. A partir de 2008 se implementó el reglamento CE 1005/2008
que tiene por objetivo luchar contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada
(INDNR). Si bien la normativa apunta a resolver un tema muy grave de la pesquería
mundial, su aplicación puede fácilmente convertirse en una forma de barrera a la
entrada de productos de los países que sean sancionados. La normativa obliga a los
estados donde se origina la pesca a supervisar el origen de los productos exportados
a través de sistemas de trazabilidad, de esta forma se certifica que los productos no
provienen de pesquerías INDNR, sin embargo si se detectara una exportación puntual
con destino a la UE por parte de un barco sin permiso, o pescando en zona de veda,
o con artes de pesca no conformes, entre otros incumplimientos a la normativa, la
sanción es a las exportaciones de todo el país y no de la/s empresas implicadas. Esta
situación obliga a una mayor adecuación y supervisión por parte del Estado de las
pesquerías, pero al mismo tiempo da un amplio margen a la Unión Europea para
restringir la totalidad de la importación de productos de todo el país ante un
incumplimiento puntal.
Desde la perspectiva de las unidades más pequeñas, pesca artesanal y microempresas, especialmente la flota artesanal también conocida como flota amarilla, la
barrera más importante al acceso a los mercados externos es la logística. La
necesidad de infraestructura para el manejo y la cadena de frío que mantiene la
pesca en condiciones para el transporte y manejo y exportación es muy cara y
compleja y funciona como una barrera a la entrada de miles de pequeños pescadores
a los mercados masivos, tanto interno como externos.
1.6 Disponibilidad de recursos humanos para el sector
Existe un fuerte déficit de maquinistas matriculados para la flota pesquera, esta
situación tiene su origen en el cierre de los colegios industriales secundarios, donde
se forman los técnicos electromecánicos, que pueden incorporarse como
18
maquinistas en el sector pesquero o elegir otras áreas y sectores productivos. En la
temporada de la flota potera existe dificultad para conseguir maquinistas y capitanes.
Actualmente, y debido a la grave situación de cierre y deterioro de las escuelas
industriales que forman a los maquinistas, éstas no están preparadas para capacitar
en las nuevas tecnologías que utilizan los motores náuticos más modernos y la
maquinaria de última tecnología. Esta situación lleva a la contratación de personal
especializado extranjero con remuneraciones muy altas, ya que son trabajos
estacionales. No existe tampoco un plan integral para adecuar las necesidades del
sector con el sistema educativo, tanto para las escuelas industriales que no han
cerrado, como para la Escuela Marina de Pesca de Mar del Plata.
Las barreras arancelarias y para-arancelarias en alimentos procesados de Japón, la
Unión Europea y los Estados Unidos desalientan una mayor especialización en
tecnología e innovación de alimentos. En este sentido existe un fuerte déficit en la
incorporación de ingenieros en alimentos al sector pesquero.
19
LAS TECNOLOGÍAS DEL FUTURO DEL COMPLEJO A NIVEL
MUNDIAL
2. TECNOLOGÍAS QUE TRANSFORMARAN LA ACTIVIDAD EN EL
FUTURO
2.1 Nano-tecnología y tecnologías de propósito general
Argentina tiene un consolidado desarrollo en i+d en biotecnología en comparación a
los países latinoamericanos, sin embargo el rápido desarrollo de la investigación e
innovación en nanotecnología en los países desarrollados, está incrementando la
brecha de conocimiento debido a la dimensión de los recursos financieros necesarios
que requiere el sector; y al tiempo considerable entre la inversión en investigación y
los resultados comerciales aplicables con rentabilidad.
En el sector pesquero hay muy escasas aplicaciones a escala comercial de
tecnologías de propósito general, en primer lugar porque las soluciones
biotecnológicas en la pesquería, están centradas en la acuicultura, que demanda
sistemas de cultivo con una fuerte integración de ésta. Sin embargo y a diferencia de
otros países de la región, Argentina no ha desarrollado un sector dinámico en
acuicultura. Chile es hoy el segundo exportador mundial de salmón de acuicultura, el
cual reporta un ingreso anual superior (2.900 millones de dólares en 2010) a todo el
sector pesquero argentino, en tanto en Argentina la acuicultura produce solamente
unas 3.000 Tn anuales de las diferentes especies de cultivo.
La acuicultura es el sector de producción de alimentos de mayor crecimiento en el
mundo según la FAO; esta situación se da por la fuerte caída de la pesca tradicional
en el mar, debido a décadas de sobrepesca, pesca ilegal y el uso de mejores y
nuevas tecnologías en barcos y sistemas de rastreo. El escaso desarrollo de la
acuicultura local se explica también por la baja demanda de alimentos de mar y agua
dulce en la dieta local y la dificultad de exportar especies de agua dulce no
20
tradicionales a mercados externos, ya que se debería agregar los costos logísticos de
transporte por tierra hasta los puertos, con incrementos en costos logísticos y
mayores tiempos para el arribo del producto al destino final.
Respecto de las aplicaciones de biotecnología, estas dan respuestas en su mayoría a
graves situaciones sanitarias que son comunes en la acuicultura. La densidad
requerida para que sea comercialmente viable, genera brotes de parásitos y
enfermedades en las poblaciones de peces, que son tratados con antibióticos,
parabióticos y alimentos especiales.
2.2 Adopción y desarrollo en el país de tecnologías clave en el sector
Actualmente
las
aplicaciones
biotecnológicas
en
acuicultura
tienen
varias
aplicaciones. Se utilizan métodos para crear stocks transgénicos, transfiriendo genes
de una especie donante a la especie de cultivo, buscando que el resultado sean
peces con nuevas características genéticas de la especie donante. Generalmente se
busca aumentar el tamaño, acelerar los tiempos de crecimiento y madurez
reproductiva, y una mayor resistencia a parásitos y enfermedades. Los avances en
biotecnología se aplican también para acelerar los ciclos reproductivos a través de
manipulación hormonal, aumentando significativamente las poblaciones y reduciendo
los tiempos. En Canadá se están probando actualmente en etapa experimental peces
transgénicos que son mayores y crecen mucho más rápidamente, que aceleran los
procesos metabólicos para convertir alimento en masa corporal, resistentes a varios
vectores de enfermedades, con mayor capacidad de resistir bajos niveles de oxígeno
en el agua, y a temperaturas extremas o de casi congelación. Por ejemplo para este
último caso se toma la proteína de especies que viven en las aguas del ártico, por la
que pueden soportar muy bajas temperaturas y se crean especies transgénicas de
otras latitudes con estas características.
Actualmente en Canadá se utilizan varias técnicas para la transferencia de material
genético, en las que predominan la microinyección y la electro-portación.
En la
primera el material genético es inyectado en los huevos recién fertilizados, sin
embargo esta técnica requiere de mucho tiempo en laboratorios con profesionales y
21
equipos de alto costo, motivo por el cual no es una técnica redituable a gran escala,
excepto en los casos donde hay fuertes subsidios gubernamentales, ya que las
ventajas que se consiguen, no resultan suficientes para cubrir los costos de la
utilización de esta tecnología. La segunda es la transferencia de material genético a
través de una corriente eléctrica a los huevos fertilizados, que es menos costosa que
la microinyección.
Finalmente, la investigación en biotecnología para el sector está enfocada a la
producción de alimentos y antibióticos para los peces de acuicultura. Al igual que en
otros sectores, la alimentación y la salud de los animales sujetos a producción
intensiva son problemas con soluciones difíciles y costosas. A mayor escala, también
es más complejo y difícil un sostenimiento saludable de la población animal, lo que
requiere de constantes inversiones en soluciones biotecnológicas. La alta incidencia
de enfermedades y parásitos en la explotación intensiva requiere de enormes
cantidades de antibióticos, los que finalmente terminan en la última etapa de la
cadena trófica, el consumidor humano, que de esta forma ingiere grandes cantidades
de medicamentos veterinarios y antibióticos en su alimentación, con el fin de reducir
los costos de producción.
Estas tecnologías transgénicas sí bien tienen un rápido beneficio en los resultados
operativos para las empresas de cultivo, tienen fuertes desventajas tanto comerciales
como sanitarias. En primer lugar muchos países no confían en la seguridad de esta
tecnología, y poseen legislación específica que prohíbe la comercialización de
productos alimenticios con origen de animales, vegetales y organismos sujetos a
manipulación genética, y en los casos en que no es prohibido debido a las
resoluciones de la OMC que ven a estas prohibiciones sanitarias como trabas al libre
comercio, se dificultan su importación y distribución o se crean barreras paraarancelarias para dificultar su ingreso al mercado.
La Unión Europea, el principal destino de las exportaciones pesqueras argentinas, es
el mayor impulsor de las medidas y legislaciones restrictivas de los OGMs. Debido a
la baja demanda interna, y en consecuencia por la baja escala y tamaño de las
unidades productivas de acuicultura en Argentina, no sería deseable impulsar esta
tecnología.
22
2.3 Principales desarrollos tecnológicos que aún no se aplican en el sector
La nanotecnología es hoy uno de los desarrollos más prometedores en su
aplicabilidad; existen posibilidades en toda la cadena de incorporar soluciones de
nanotecnología al sector pesquero, especialmente de los nano-materiales producidos
por el hombre. Los peces son organismos muy susceptibles a los cambios en su
medio ambiente, y generalmente no pueden subsistir ante muy pequeñas
alteraciones químicas o de contaminación en el agua; dosis muy bajas de desechos
industriales, especialmente metales y agentes químicos se acumulan rápidamente en
los peces, alterando sus capacidades de reproducción, y matando a grandes
poblaciones. Un grave problema es la presencia de metales pesados en los peces,
especialmente el mercurio, que finalmente termina acumulándose en las personas
que los consumen. El cultivo industrial que se ha estado manejado con
biotecnologías aplicadas específicas, presenta problemas debido a la necesidad de
aplicar antibióticos y parabióticos, así como también
para mantener el agua en
niveles de salubridad y calidad que permita la producción de alimentos de calidad.
Todavía no existen datos concluyentes sobre los efectos de la eco-toxicidad de nano
partículas presentes al utilizar esta tecnología en acuicultura, sin embargo toda la
evidencia científica realizada hasta el momento apunta a una menor toxicidad en
comparación a los agentes químicos utilizados para los mismos fines y un mejor
resultado en calidad y salubridad en relación a las biotecnologías tradicionales.
La aplicación de nanotecnología en el sector es aún incipiente en todas las empresas
pesqueras de los países desarrollados, y no se utilizan todavía de forma extensiva.
Sin embargo existen innovaciones que se pueden desarrollar y aplicar en el país.
Debido a la alta calidad de los productos pesqueros de Argentina, con origen en una
pesca de mar abierto, templado y con baja contaminación, puede verse favorecida
con la aplicación de nano-tecnologías para ganar mercados exigentes y de alta
competitividad. La nano-tecnología se puede aplicar por ejemplo para la fabricación
de empaquetamiento con nano-polímeros para proteger los filetes más delicados.
Un problema del sector son los costos logísticos, ya que el pescado tiene un tiempo
muy acotado para llegar a los puntos de venta, una vez procesado y sólo se mantiene
23
siendo congelado a muy bajas temperaturas, lo que incide fuertemente en los costos
de transporte y almacenamiento. Aquí la nanotecnología puede aprovecharse con el
uso de nano-recubrimientos antibacterianos y films de nano-polímeros de arcilla para
sellar los filetes evitando la presencia de oxígeno. El nano-empaquetado, más liviano
y mucho más resistente, puede ser de polímeros naturales a nanoescala, de celulosa,
almidón o partículas de quitosano; esta última es un polisacárido derivado de la
quitina, que es un elemento estructural del exoesqueleto de los crustáceos. De esta
forma miles de toneladas que se echan a perder en el transporte y manipulación
podrían
ser
recuperados.
Nano-sensores
pueden
utilizarse
también
en
el
empaquetado para detectar si se produjo un cambio en la calidad del alimento, al
detectar cambios en la cantidad de CO2 que producen los microbios.
En acuicultura la provisión de medicación veterinaria ha sido un problema debido a la
baja estabilidad de los productos farmacéuticos en el agua. Aquí la nano-tecnología
puede mejorar las técnicas actuales implementadas con biotecnología, traspolando
innovaciones ya existentes en el desarrollo de medicamentos para humanos. Por
ejemplo nano-partículas porosas de sílice se pueden utilizar para la liberación
controlada de sustancias, permitiendo un sistema de “vacunación” de los peces. En
la alimentación de éstos, las vitaminas y medicaciones pueden ser provistas con
nano-encapsulación de nutrientes que en condiciones normales se degradarían,
como los ácidos grasos, o que los peces tienen dificultad en incorporar, como las
vitaminas poco solubles, e inclusive se pueden modificar las propiedades físicas de
estos alimentos nano-encapsulados para diferentes especies de peces.
Sin embargo las aplicaciones más importantes de nano-tecnología en acuicultura son
en la mejora de la calidad del agua de los criaderos; que ha sido uno de los
problemas ambientales y de salud más graves del sector. La nano-tecnología permite
crear superficies antibacterianas de los criaderos, especialmente gracias a las
propiedades antibacterianas del nano-titanio y la nano-plata. También se podrían
utilizar nano-sensores para detectar patógenos en el agua, y sistemas de distribución
de productos veterinarios en los alimentos para peces utilizando nano-estructuras
porosas.
24
Se están probando con éxito sistemas de purificación de agua con nano-tecnología
para depurar microbios, bacterias, químicos orgánicos y metales. Si esta tecnología
de purificación se hace comercialmente viable, entonces los costos y la calidad de la
acuicultura se acercarían a los de la pesca de mar abierto, generando un grave
problema para la pesca tradicional argentina.
2.3 influencia de las principales políticas económicas sobre el desarrollo del
sector
El sector muy estrechamente ligado a la exportación a la Unión Europea se queja de
un “atraso cambiario” y una elevación de los costos, principalmente de los costos
laborales y del combustible, enmarcado además en una retracción de los mercados
externos, y afectados muy especialmente por la crisis económica de España,
principal destino de las exportaciones. Se suma además un Estado que hoy controla
y regula de forma mucho más eficaz y con más herramientas tecnológicas lo que
sucede en los barcos y en los puertos para evitar la sobrepesca, el contrabando, la
pesca ilegal y las declaraciones falsas. Los altos márgenes de ganancia del sector
pesquero post-devaluación se han ido achicando, sin embargo la operatoria de las
empresas en el país debería funcionar con márgenes de ganancia en el esquema y
con el tipo de cambio actual. El principal problema es la falta de diversificación en los
destinos de las exportaciones y el riesgo de mantenerse como proveedor del
mercado español que se está contrayendo a un ritmo del 6% anual.
25
CONCLUSIONES
3.1 Escenario internacional 2020
En primer lugar, en los países desarrollados y especialmente la Unión Europea, el
mayor socio comercial del sector y principal importador, se tiende a buscar productos
cada vez más saludables, y especialmente libres de manipulación genética. Todos los
estudios sectoriales indican que los consumidores de altos ingresos de productos
pesqueros (UE y mercados asiáticos) están favoreciendo los productos de origen sin
agregados, no modificados genéticamente y con trazabilidad, que son cada vez más
demandados y a su vez mejor pagos que los de origen industrial (de cultivo). A
mediano plazo van a coexistir dos tipos de mercados altamente diferenciados, debido
a la creciente brecha en el poder adquisitivo y la distribución de la renta en todo el
mundo. Por un lado habrá una amplia oferta de productos alimenticios de baja calidad
y alto riesgo sanitario, a bajos precios y en grandes cantidades, y por otro lado habrá
una fuerte demanda de productos de alta calidad, con fuertes controles sanitarios, de
alto precio y en menores cantidades que los primeros.
En el caso de los productos pesqueros, muchos países, especialmente en el Sudeste
Asiático y en Centroamérica, están produciendo grandes cantidades de pesca de
acuicultura, debido a que sus caladeros son pobres o no son ya suficientes para su
demanda interna. También muchas empresas europeas y japonesas trasladan a
países con menores costos laborales y menores restricciones en sus legislaciones
ambientales los cultivos de acuicultura. Argentina, teniendo uno de los caladeros más
ricos del planeta, debe posicionarse como un productor y exportador de pesca
natural, libre de antibióticos y modificación genética. El cultivo con aplicación de
biotecnología es una ventaja para países sin recursos pesqueros, con poco litoral
marítimo o con déficit en su seguridad alimentaria. Los consumidores de los países
desarrollados tienen acceso a exportaciones de pesca de acuicultura de países con
bajos costos laborales y caladeros pobres en recursos; pero cada vez hay menos
pescados provenientes de una pesca natural de mar abierto, lo que es una ventaja en
26
calidad y costos para Argentina, que debe explotar y posicionarse como proveedor de
pesca de mayor calidad en vez de competir con acuicultura basada en biotecnología.
El sector pesquero marítimo a diferencia de otros sectores del complejo agroindustrial no puede aumentar su capacidad de extracción ya que la biomasa marina
se encuentra en una situación al límite de su capacidad de regeneración, motivo por
el cual la única vía del aumento de ingresos y participación en el mercado mundial es
a través de la agregación de valor a la pesca. Esto excluye la pesca continental o de
acuicultura que sí tiene capacidad de expandirse sin afrontar problemas de límites
eco-sistémicos. En este sentido el Estado puede apoyar la agregación de valor a las
exportaciones pesqueras de dos formas. En primer lugar se deben buscar mercados
de alto poder adquisitivo y que presenten menos barreas para-arancelarias y prácticas
proteccionistas que la Unión Europea, de forma de incentivar la colocación de
productos con valor agregado. Se debe explorar los mercados del golfo pérsico,
medio oriente y los mercados de Hong Kong, Japón y China que tienen fuertes
déficits en materia de seguridad alimentaria, presentan más facilidad para la
colocación de productos elaborados y tienen un mercado exigente que obligará a las
empresas a desarrollar productos de alta calidad. El proceso para el desarrollo de
productos innovadores es un área clave, y la incorporación tecnológica debe hacerse
como una política sectorial. Así como Chile impulsó el sector de salmónidos con una
política específica acompañando el desarrollo fitosanitario, industrial y de mercado,
los productos del caladero argentino pueden ganar en valor con la incorporación de
nano-tecnología, desarrollo de productos específicos para diferentes mercados, y la
investigación para incorporar métodos y tecnologías que permitan mantener el
producto fresco por más tiempo con embalajes de bajo costo derivados de nanotecnología.
El apoyo al sector desde una perspectiva tecnológica puede orientarse, en primer
lugar a la búsqueda de sistemas de congelamiento y mantenimiento que permitan
extender la vida del producto sin afectar la calidad, en el embalaje de forma de
minimizar las pérdidas por manipulación y transporte sin aumentar los costos,
desarrollos que ya se están probando exitosamente con nano-tecnología; finalmente
se pueden desarrollar una serie de productos para el consumo final basados en las
principales especies explotadas como la merluza-hubbsi, pero también en el
27
desarrollo de nuevos productos innovadores como se ha hecho con el surimi que
tiene un excelente mercado en los países asiáticos.
3.2 Adecuación y modernización de la flota
Desde hace varios años, ante la falta de un plan adecuado, la administración nacional
evalúa la idea de llevar adelante un plan integral para la renovación y recambio de la
flota. Sí bien esto no tendría como resultado una mayor captura y volumen
exportable, si lograría conseguir un aumento en la calidad del pescado al incorporar
nueva tecnología, especialmente porque los barcos más obsoletos dañan la pesca al
manipular y manejar la captura, y almacenar en bodegas con baja capacidad de frio.
Una flota más adecuada mejoraría la diversidad de las capturas de los buques por la
adecuación de las artes de pesca y la posibilidad de combinarlas y procesarlas;
también disminuiría el riesgo de exceso de capturas y mejoraría la eficiencia de la
flota que captura especies no cuotificadas, facilitando de esta forma finalizar el
proceso para cuotificar las especies que no están bajo el régimen de cuotas, como el
variado costero, la anchoíta, la caballa y el abadejo, el calamar, el langostino y la
vieira, que se manejan por autorizaciones de captura y no por sistema de cuotas.
El sector, especialmente los buques, tienen una fuerte dependencia de los
suministros de repuestos y piezas de origen extranjero para su funcionamiento. Las
fuertes penalizaciones por parte de la administración, por no pescar durante los
periodos que tienen asignados los buques en sus permisos, hace que el acceso a
repuestos y piezas para motores sean una fuente de reclamos permanentes. Existe
aquí una posibilidad de impulsar una importante sustitución de importaciones por
producción local, sin embargo se debe tener en cuenta que piezas y partes pueden
ser reemplazadas por producción local en un periodo de tiempo breve, para que ésta
no afecte la operatividad y continuidad de la flota, y que piezas y bienes no consiguen
la escala suficiente, por el tamaño y las necesidades de la flota argentina, para
reemplazar las importaciones por producción local.
Un plan de reconversión que puede impulsar la administración pública, y que ya es
discutido por diferentes actores del sector sería un plan de 10 años para las
28
empresas que cuenten solamente con barcos, ya que este es todo su capital de
trabajo. Este plan apuntaría a ir resolviendo el problema del esfuerzo pesquero,
debido al sobredimensionamiento de la flota, que tiene una capacidad de captura
mayor en relación a la biomasa marina. El resultado del plan esperado es el de sacar
barcos del caladero, especialmente barcos poteros, y barcos de la flota amarilla
(artesanales) de los cuales muchos todavía son de casco de madera y con más de 60
años de antigüedad. Como resultado del plan, se quitaría del caladero a la flota más
obsoleta, reemplazándolos con la incorporación de una menor cantidad de barcos
nuevos de factoría nacional, incentivando así la industria de astilleros, y a la vez se
disminuiría
considerablemente
los
costos de
seguros,
y
al
incorporar
la
modernización de los motores, lograría un menor consumo de combustible, que es
un factor de importancia en los costos de operación, así como una menor
contaminación.
Destinos de exportaciones pesqueras 2011
toneladas
Millones de U$D
ESPAÑA
95.525
463.337
BRASIL
53.206
153.499
ITALIA
27.328
131.869
FRANCIA
13.483
91.078
ESTADOS UNIDOS
17.663
89.027
JAPON
17.416
86.157
CHINA
43.754
73.175
UCRANIA
12.919
27.860
TOTAL 2011
471.169
1.490.053
29
Exportaciones por bloques comerciales 2011
Mill. U$D
Toneladas
Participación %
UNION EUROPEA
754.346
163.055
50.63
OTROS
257.014
142.807
17.25
ASEAN+3
208.848
82.071
14.02
MERCOSUR
169.770
62.156
11.39
NAFTA
100.074
21.079
6.72
TOTAL
1.490.053
471.169
100
Consultas realizadas:
Néstor Miguel Bustamante: Subsecretario de Pesca y acuicultura de la Nación
Dirección: Av. Paseo Colón 982, CABA Teléfono: 4349-2000
Carlos Cantú: Representante del Poder Ejecutivo ante el Consejo Federal Pesquero
Dirección: Humberto 1º 133, CABA. TEL: 5299-3200/ 1
Rubén Burkhard: Gerente general de Coomarpes, Mar del Plata
Dirección: Dársena de pescadores, 7600. Mar del Plata. Teléfono: 0223-480-0111
Alan Mackern: Gerente General de Yuken Argentina S.A. Ushuaia, Tierra del Fuego
Dirección: Virrey del Pino 2458, piso 8º of B CABA, TEL: 5236-6060
Juan José Buono: Director del Registro Nacional de Pesca
Dirección: Paseo Colón 982 Anexo Jardin CABA TEL: 4349-2345
Alejo Toranzo: Asesor letrado del Consejo Federal Pesquero
Dirección: Humberto 1º 133, CABA. TEL: 5299-3200/ 1
Oscar Fortunato: Presidente del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas CEPA
[email protected] Dirección: Olavarría 2938 3º A /B Mar del Plata TEL 0223-4861420.
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