Contribución de la OIE en la lucha contra las enfermedades

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Rev. sci. tech. Off. int. Epiz.,
1986, 5 (1), 197-205.
Contribución de la OIE en la lucha
contra las enfermedades caballares*
L. BLAJAN**
Resumen : La información de los Países Miembros de la OIE sobre la evolución
de las principales enfermedades animales contagiosas y la armonización de los
reglamentos zoosanitarios constituyen las funciones prioritarias de esta organiza­
ción.
Por lo que se refiere a patología equina, en el sistema de información, se tie­
nen en cuenta diecisiete enfermedades que se las notificará a la OIE en caso de
foco nuevo, siendo objeto de especial vigilancia en los intercambios internaciona­
les.
Con arreglo a los datos que los Servicios veterinarios de los Países Miembros
transmiten regularmente, analiza el autor la situación epizootiológica y los princi­
pales medios de lucha aplicados contra cinco enfermedades equinas : peste equina,
anemia infecciosa, encefalomielitis equina venezolana, metritis contagiosa equina
y gripe equina.
Los muy importantes riesgos sanitarios a los que están expuestos los caballos
de carreras y deportes, pueden minimizarse mediante una información sanitaria
inmediata, y rápidas y concertadas intervenciones.
P A L A B R A S C L A V E : Comercio internacional - Control - Enfermedades
caballares - H a e m o p h i l u s equigenitalis - Vacunación - Vigilancia de las enfer­
medades -Virus de la anemia infecciosa equina - Virus de la encefalomielitis
equina venezolana - Virus de la gripe equina - Virus de la peste equina.
La Oficina Internacional de Epizootias (OIE) es una organización interguberna­
mental creada en 1924 por iniciativa de Francia para coordinar la lucha contra las gran­
des enfermedades contagiosas de los animales. La oportunidad se presentó al aparecer
la peste bovina en Bélgica a raíz del tránsito por el puerto de Amberes de cebús proce­
dentes de Pakistán. Se trataba para los países fundadores, al principio en número de
28, de informarse mutuamente acerca de su situación sanitaria, unir sus conocimientos
y coordinar las investigaciones, con objeto de luchar mejor en sus propios países contra
estas enfermedades y asimismo evitar que se difundieran más allá de las fronteras con
motivo de los intercambios comerciales.
Esta preocupación, así como el afán de armonizar las reglamentaciones sanitarias
de aplicación para los intercambios de animales, condujeron a redactar una recopila­
ción de recomendaciones, denominada Código Zoosanitario Internacional, adoptado
por el Comité de la O I E en 1968.
* Informe presentado en la 9a Conferencia internacional bianual del Caballo de trote, Brisbane (Austra­
lia), 7-11 de Octubre de 1985.
** Director General de la OIE, 12, rue de Prony, 75017 Paris, France.
— 198
Se consignan en el Código primeramente las obligaciones de los Países Miembros y de la Oficina Central de la O I E en materia de notificación de las enfermedades animales, por lo que constituye la base del sistema de información sanitaria de
la O I E . Efectivamente, la información sobre la situación sanitaria es u n a de las
condiciones bàsicas de los intercambios de animales y de productos pecuarios, reconocida explcitamente en el artculo 1.3.1.1. (1) en el que se estipula especialmente que:
"Se deben tener en cuenta los siguientes
elementos
:
1. Informaciones
sobre la situación sanitaria y el sistema nacional de información sobre las enfermedades animales del país exportador con objeto de hacer
constar que está libre de enfermedades o dispone de zonas libres de las enfermedades de la Lista A.
2. Regularidad y rapidez de las informaciones facilitadas por el país
exportador
sobre las enfermedades contagiosas, especialmente las reseñadas en las Listas
A y
B...".
En la Lista A se incluyen las enfermedades que se consideran más importantes
p a r a los intercambios internacionales, debido a su carácter altamente contagioso.
E n la Lista B figuran aquellas que, a u n q u e sean menos contagiosas, se las h a de
t o m a r en consideración en los intercambios.
En estas listas figuran diez y siete enfermedades caballares :
— peste equina, metritis contagiosa equina, durina, linfangitis epizoótica,
meningoencefalomielitis enzoótica equina, anemia infecciosa equina, gripe
equina (virus tipo A), piroplasmosis equina, rinoneumonía equina, m u e r m o ,
viruela equina, arteritis infecciosa equina, encefalitis japonesa, sarna equina,
salmonelosis (S. abortus equi), surra y encefalomielitis equina venezolana.
P e r o el Código es ante t o d o el guía puesto a disposición de los Servicios veterinarios p a r a determinar las n o r m a s sanitarias destinadas a la importación y exportación de animales y productos pecuarios. Tiene la ventaja de proponer p a r a los p r o blemas que plantean los intercambios, soluciones científicamente fundadas que
pueden ser definidas pragmáticamente por los países importadores y exportadores,
en función de su respectiva situación zoosanitaria.
También incluye un conjunto de recomendaciones p a r a las medidas sanitarias
de aplicación durante el transporte desde la explotación de origen hasta el lugar de
destino de los animales. Procede señalar en este sentido que los expertos de la O I E
participan en las labores del G r u p o de colaboración de transportes internacionales
de animales, en el marco de la Asociación internacional de Transportes aéreos
(IATA).
P o r último, se describen en el Código los métodos que se han de seguir para
efectuar las pruebas sanitarias cuyo objeto es confirmar que los animales están
libres de enfermedades de las Listas A y B. Efectivamente, resulta importante que
todos los países hablen igual lenguaje y se realicen las pruebas efectuadas en el
lugar de origen según iguales métodos que en destino. Los métodos son estandarizados por la Comisión de N o r m a s , así como las técnicas de preparación y control
de los productos biológicos que puede ser de utilidad administrar a los animales
antes de la exportación.
N o se trata de analizar aquí ni debatir todos los capítulos relativos a los équidos, sino de examinar algunos que tienen especial importancia para los intercambios
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de caballos. Entre las enfermedades que han suscitado dificultades al respecto, nos
ha parecido interesante retener la peste equina, la anemia infecciosa, la encefalomielitis equina venezolana, la metritis contagiosa equina y la gripe equina.
PESTE EQUINA
H a s t a la invasión del Medio Oriente en 1959-1960, la peste equina, con excepción de algunas incursiones más allá del M a r R o j o , se había delimitado a Africa al
sur del Sahara. En estas regiones en las que es enzoótica, la enfermedad provoca
una mortalidad poco elevada. En cambio, en las regiones vírgenes, es la causa de
graves brotes epizoóticos. Así, se estima en 300.000 por lo menos el número de
équidos muertos en la primera fase del brote en el P r ó x i m o Oriente y Asia del
Suroeste. Se comprende, pues, la preocupación suscitada en los medios caballares,
muy especialmente en Europa, por la extensión de la peste equina en Magrib en 1965.
En la reunión de emergencia sobre la peste equina, celebrada en Enero de 1961
en la sede de la O I E en París, se confeccionó el esquema de las medidas que se
habían de a d o p t a r p a r a hacer frente a la enfermedad. Todos los países que deseaban proteger su industria caballar dictaron, como lo recomienda el Código de la
O I E , u n a prohibición de ingreso en su territorio de équidos procedentes de los países infectados. Esta prohibición que era eficiente p a r a los países alejados de los
focos de la enfermedad, no fue suficiente para impedir que E s p a ñ a quedase contaminada desde el Magrib en Octubre de 1965. P e r o , merced a la inmediata y enérgica
aplicación por los Servicios veterinarios españoles de las medidas recomendadas
por la O I E , se p u d o eliminar rápidamente el foco y, el 1 de Febrero de 1967 se
podía considerar a E s p a ñ a como totalmente libre de la enfermedad.
o
En Magrib se registraron los últimos focos en Junio de 1967.
C u a n d o se celebró la mesa redonda realizada en la sede de la O I E los días 26 y
27 de M a y o de 1971, bajo la presidencia del Doctor Mirchamsy (Instituto Razi,
Irán), habían transcurrido cuatro años sin que se presentasen nuevos casos en los
países de Africa del Norte, pese a las importaciones de caballos nuevos procedentes
de E u r o p a . Así, pues, los expertos estiman que el virus de la peste equina parece
que ha desaparecido de las regiones anteriormente invadidas. Esta opinión se atiene
a las disposiciones del Código según las cuales "se puede considerar que un país
está libre de peste equina cuando no se ha confirmado ningún caso con una anterioridad de dos años ni se ha praticado en el mismo ninguna vacunación contra la
enfermedad en ese mismo período. Además, el país en cuestión no deberá haber
importado équidos procedentes de países en los que se haya confirmado la enfermedad en el transcurso de los dos últimos años o en los que se haya practicado la vacunación contra la peste equina en ese mismo
período".
Cierto n ú m e r o de países, incluida Francia, reanudan los intercambios tradicionales de caballos con los países del Magrib, sin que resultara de ello el m e n o r inconveniente sanitario, demostrándose así lo justo de las medidas previstas por el
Código. Se dispone igualmente en el mismo la posibilidad de importación de caballos procedentes de países en los que esté presente la peste equina.
— 200 —
Esta eventualidad n o podría ser contemplada p a r a los países libres de la enfermedad si los équidos procedentes de países infectados pudieran ser portadores de
virus. A esta cuestión planteada en la reunión especial que se celebró el día 21 de
Julio de 1972 en la sede de la O I E , los expertos contestaron por la negativa, al
durar habitualmente la fase de viremia de 7 a 9 días en el animal enfermo y desaparecer el virus rápidamente en el animal c u r a d o . Así, pues, se pueden realizar movimientos de caballos desde los países que se consideran infectados al a m p a r o de las
condiciones reseñadas en el artículo 2.1.11.6. (1) del Código, a saber :
— elección de la estación de n o actividad de los insectos vectores de la enfermed a d , los culicoides;
— puesta en cuarentena al resguardo de los insectos durante 40 días, duración
que corresponde al período máximo de incubación de la enfermedad;
— dos pruebas de fijación del complemento con resultado negativo en u n intervalo de por lo menos de 21 días y como más de 30 días.
En la perspectiva de los próximos Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, en el
Informe sobre las enfermedades caballares que se presentó en la 53a Sesión General
de la O I E , en Mayo de 1985, se recuerdan al Comité las disposiciones previstas en
el Código, especialmente p a r a la peste equina.
ANEMIA INFECCIOSA EQUINA
La anemia infecciosa equina es u n a enfermedad generalmente crónica que
afecta principalmente al caballo. La amplitud que fue adquiriendo en 1966 en algunos centros europeos de caballos de competición condujo a la O I E a incluirla en las
labores de la Comisión del Código y de la Comisión de N o r m a s .
En la primera fase, el Código determinó p a r a los caballos admitidos en los intercambios internacionales que :
1) no presenten
infecciosa;
en el día del embarque
ninguna manifestación
clínica de anemia
2) no deberá haberse comprobado ningún caso de anemia infecciosa en los lugares en que permanecieron
los animales en los tres meses que antecedieron a la
exportación.
N o obstante, resultaban insuficientes estas garantías, pues los animales atacados
de anemia infecciosa podían ser fuente de contagio, sin presentar síntomas, por lo
menos durante algunos períodos, por lo que resultaba importante que se pudiese
aplicar u n m é t o d o de diagnóstico que permitiese reconocer a los animales infectados crónicos.
La prueba de Coggins que corresponde a este objetivo fue introducida en el
Código después de la 3a Reunión sobre enfermedades caballares, celebrada en Lyon
en 1977, que había propiciado el encuentro de los expertos y de la O I E .
Según el Código, se deberá practicar la prueba en los 30 días antes de la salida
de los caballos. Al ser de difícil cumplimiento esta exigencia en el caso de los caballos de competición que viajan a m e n u d o , las organizaciones hípicas desearon u n a
prueba periódica, por ejemplo anual.
Es obvio que se puede prever esta adaptabilidad dentro del espíritu del Código
en función de acuerdos bilaterales y del conocimiento que los países interesados
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pueden tener de sus recíprocas condiciones sanitarias. Las organizaciones hípicas
deberán brindar su colaboración a las autoridades veterinarias p a r a que se proceda
a encuestas metódicas en los censos de caballos a m e n u d o agrupados en los Centros
de entrenamiento e h i p ó d r o m o s de d o n d e se p o d r á n eliminar, en su caso, los animales enfermos.
P a r a dar a la p r u e b a de Coggins un valor irrefutable en el m a r c o de los intercambios, en el Anexo 4 . 4 . 3 . 1 . (1) del Código figura el m é t o d o normalizado :
"En orden a armonizar la interpretación
de los resultados conseguidos en los
diferentes países, los laboratorios que realizan esta prueba deberán utilizar un suero
de referencia para verificar el nivel de sensibilidad de su técnica. Este suero de referencia es estéril, tratato térmicamente y liofilizado. Es preparado por el Comité de
referencia..."
Este Comité incluye al " N a t i o n a l Institute of Animal H e a l t h " en Tokio p a r a
Asia y Australia, los "Veterinary Services L a b o r a t o r i e s " del U S D A en Ames
(Iowa) p a r a las Américas, y la " E c o l e Vétérinaire" de Alfort (Francia) p a r a E u r o p a
y Africa. Así, están reunidas todas las bases técnicas de saneamiento de los censos
equinos y la circulación sin riesgo de los caballos.
E N C E F A L O M I E L I T I S E Q U I N A V E N E Z O L A N A (EEV)
La encefalomielitis equina venezolana es u n a zoonosis grave que ataca al h o m bre y al caballo, pero en cuya compleja epidemiología entran numerosas especies
animales (équidos, rumiantes, suinos, carnívoros, quirópteros, edentados, marsupiales, roedores, aves y reptiles) y muchos a r t r ó p o d o s (Culex, Aedes,
Anopheles,
Psorophora,
Mansonia).
Se localizan los focos naturales de infección en los bosques húmedos de la
América tropical, habitualmente en las regiones p a n t a n o s a s . Los principales reservorios son distintas especies de roedores; los mosquitos Culex sirven de vector p a r a
transmitir el virus a los animales sensitivos. C u a n d o se presentan las condiciones
ecológicas favorables (lluvias, calor intenso), se multiplican los roedores y la p o p u lación de mosquitos amplía su propagación.
El complejo E E V incluye varias cepas (IA - IB - IC - I D - IE - II - III - IV). El
más reciente y más m o r t a l brote fue el de 1969 provocado por el subtipo I B . Se p r o pagó del E c u a d o r a Guatemala, y después a otros países de Centroamérica, a
México p a r a alcanzar Texas, Estados Unidos en 1971. D u r a n t e esta epizoodemia,
murieron de 38.000 a 50.000 caballos. En cuanto a los casos h u m a n o s , se registraron unos 31.000 incluidos 310 mortales únicamente p a r a el E c u a d o r . Esta llamarada de la enfermedad justificó el e m b a r g o , tal y como está recomendado por el
Código, que fue instituido por los países libres de la enfermedad p a r a las importaciones de caballos procedentes de los países c o n t a m i n a d o s .
N o obstante, mediante una lucha antivectorial de extensión sin precedentes y la
muy amplia vacunación con un virus vivo modificado de u n a cepa Donkey Trinidad 1943, y seguidamente clonada con el n o m b r e de T C 83, se detuvo la expansión
de la enfermedad al Sur de los Estados Unidos de América.
En M a y o de 1972 (un año después del episodio IB de la infección de Texas), se
celebró una mesa redonda sobre la E E V en la sede de la Oficina en París bajo la
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presidencia del Prof. C. H a n n o u n , Jefe del Servicio de Ecología vírica del Instituto
Pasteur.
Los expertos confirman el interés p a r a los países libres de la enfermedad de p r o ­
tegerse mediante la total prohibición de importación de los caballos durante el
período de actividad de los mosquitos. Preconizan, c u a n d o se reanudan las impor­
taciones, que se p o n g a n en cuarentena los animales durante dos semanas, siendo el
criterio más importante p a r a cerciorarse que están sanos el examen de su curva
térmica durante el período de observación. Efectivamente, únicamente durante el
corto período virémico de la enfermedad, el caballo es p o r t a d o r de virus. Se reco­
gen estos principios en el Código al recomendarse p a r a los caballos procedentes de
países infectados que se les p o n g a n en cuarentena antes de la exportación, y se los
aisle y observe después al llegar al país i m p o r t a d o r durante diez días.
METRITIS C O N T A G I O S A E Q U I N A (MCE)
En 1977 se identificó la metritis contagiosa equina en los censos de los p u r a san­
gre de Inglaterra, Irlanda y Australia. Más tarde fue reconocida — en 1978 — en
Estados Unidos, Francia, Bélgica y República Federal de Alemania, en 1980 en
Japón.
La O I E organizó en M a y o de 1978 u n a mesa redonda de especialistas p a r a exa­
minar los distintos problemas que plantea la M C E , especialmente diagnóstico,
transmisión, epidemiología y medidas de lucha. Los trabajos efectuados demostra­
ron que la enfermedad era transmisible sexualmente, a u n q u e también el contagio
podía ser indirecto y hacerse por mediación de los locales, instrumental de limpieza,
etc.
En el Código se recomienda que se tenga en cuenta p a r a los movimientos de
sementales y yeguas que tiene que haber una organización oficial de control p a r a
garantizarse que no estuvieron en contacto directo, por razón de la m o n t a con un
animal infectado, ni en contacto indirecto como consecuencia del paso por un esta­
blecimiento c o n t a m i n a d o . Se estima que está contaminado t o d o local o explotación
en el que se ha observado la metritis contagiosa equina en los dos últimos meses y
no haya sido limpiado y desinfectado cuidadosamente.
En el capítulo relativo a M C E se incluyen en el anexo los protocolos que se han
de cumplir p a r a proceder a la t o m a de muestra del germen responsable — Haemo­
philus equigenitalis — en la yegua y semental, a su conservación durante el trans­
porte en un medio adecuado, a su siembra en varios medios, a las condiciones pecu­
liares de su incubación y a su identificación.
GRIPE EQUINA
La O I E tuvo varias veces la oportunidad de estudiar las enfermedades respirato­
rias del caballo, a u n q u e n o se había t o m a d o ninguna disposición particular sobre la
gripe por no figurar la misma hasta 1983 en la lista de las enfermedades considera­
das por el Código.
N o obstante, en la Conferencia sobre el tema "Gripes humanas y
animales"
organizada en la Escuela de Alfort en 1979 se indicaban las posibilidades p a r a la
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O I E de participar en las acciones contempladas para la protección del caballo. Efecti­
vamente, parecía aleccionadora la demostración del éxito de la vacunación caballar
especialmente en la región parisiense.
La "Société d ' E n c o u r a g e m e n t " p a r a mejora de las razas caballares en Francia
fue la primera en emprender que se exigiera la vacunación antigripal p a r a el ingreso
en los h i p ó d r o m o s y terrenos de entrenamiento de los caballos de p u r a sangre.
Paulatinamente se fue extendiendo la práctica de la vacunación a los p u r a san­
gre de diversos países, planteándose entonces el problema de la vigilancia del virus
en la gripe equina. C o m o se sabe, pueden evolucionar los virus gripales por "desli­
zamiento"
o "fractura" y cuestionar la inmunidad adquirida por un ataque ante­
rior o por la vacunación.
Los expertos de la O I E p a r a las enfermedades caballares pudieron en estas con­
diciones proponer al Comité internacional de la Organización, que se organizase un
dispositivo de vigilancia de la gripe con dos fines :
— cooperar con la O M S en el conocimiento de las relaciones mantenidas por los
virus equinos con los demás virus de las distintas especies animales y con los virus
humanos;
— proceder al examen de los virus aislados en las diversas regiones del m u n d o
en los équidos con objeto de poder, en los mejores plazos, estudiar la oportunidad
de preparar u n a nueva vacuna.
Este p r o g r a m a fue objeto de diversas consultas y el Comité de la Oficina dio,
mediante Resolución N ° V de M a y o de 1983, en la Sesión General anual, su recono­
cimiento p a r a que se crease u n Laboratorio
de referencia de la gripe equina de la
OIE en la Universidad Veterinaria de Munich - Profesor P.
Bachmann.
El llorado Profesor P . A . Bachmann había transmitido en el mes de M a y o a la
O I E , con motivo de la 53a Sesión General del Comité, un " I n f o r m e p a r a 1984
sobre el estado de avance del L a b o r a t o r i o de referencia de la gripe en M u n i c h " . En
el informe se tratan los siguientes temas :
1. Investigaciones comparadas sobre la vigilancia de las cepas de virus
— Tipificación de cepas enviadas de Suecia y Francia.
— Preparación de anticuerpos monoclonales.
— Constitución de un banco de cepas.
2. Vigilancia epidemiológica
— Evidenciación del subtipo H N sobre sueros acoplados enviados de Francia
y República Federal de Alemania.
— Investigación negativa sobre sueros recibidos de T u r q u í a .
3
8
3. Preparación de antígenos para el diagnóstico
En base a las dos cepas de referencia A / e q u i / P r a g a 1/56 y A / e q u i / M i a m i / 6 3 ,
se prepararon antígenos de referencia que fueron distribuidos a los laboratorios en
orden al diagnóstico serológico.
— 204 —
4. Estandarización de las técnicas de diagnóstico
Se realizaron estudios con objeto de confeccionar un protocolo estándar para
detectar los anticuerpos de la gripe equina mediante inhibición de la hemaglutinación (IHA) en colaboración con la Unidad de virología equina del " A n i m a l Health
T r u s t " en Newmarket, G r a n Bretaña (Dr. M u m f o r d ) y el Instituto de Higiene y
Epidemiología de P r a g a (Dr. T u m o v a ) . Así se p o d r á n comparar los resultados de la
vigilancia epidemiológica y de la vacunación.
En 1983, el Comité decidió que se incluyera en el Código u n artículo p a r a aconsejar la vacunación de los équidos que deben viajar de un país a o t r o . N o obstante,
p a r a tener en cuenta que n o se vacuna en los países que no conocieron la gripe
equina, se aconseja que se vacunen los animales al llegar al país i m p o r t a d o r . Se
están p r e p a r a n d o distintos textos sobre la vigilancia de la gripe, especialmente la
técnica de t o m a de muestras del virus y forma de envío al laboratorio.
El calendario de vacunaciones fue ampliamente debatido en los medios hípicos.
Se trata de tener en cuenta primero los momentos más favorables para la primera
vacunación, y el plazo que se h a de observar p a r a la revacunación y consecutivas
revacunaciones. Seguidamente, los entrenadores desean que tengan lugar estas
sucesivas intervenciones de m o d o que se integren, sin molestarlos, en las diversas
fases que llevan al caballo hasta el h i p ó d r o m o . Los estudios experimentales que se
han hecho sobre el caballo nuevo son todavía demasiado limitados p a r a poder
extraer conclusiones definitivas. De todos m o d o s , el control periódico de la inmunidad debería, dentro del m a r c o de la práctica de la vacunación, permitir que se
hagan observaciones de utilidad a u n nivel estadístico significativo.
Con este objeto hay que recabar de los medios hípicos u n a cooperación activa
p a r a proceder, según las instrucciones que dé el Laboratorio de referencia, a la
t o m a de muestras de las cepas del virus gripal y a la recolección de sueros p a r a examen.
CONCLUSIONES
La prosperidad de la cría caballar, especialmente de carreras y de deportes, está
supeditada a la facilidad de los intercambios y a la protección del estado sanitario
de los animales. A m b a s condiciones, aparentemente opuestas, sólo pueden conci liarse mediante la estrecha colaboración de los Servicios veterinarios oficiales y de
las Autoridades hípicas.
Los riesgos sanitarios son m u y importantes para los caballos de carreras y de
deportes, en contacto en su propio país, como en los países a donde se trasladan,
con muchos congéneres que encuentran en los campos de concursos, los hipódromos o acaballaderos. Unicamente se p o d r á n evitar estos riesgo o por lo menos
hacerlos mínimos, mediante u n a inmediata información sanitaria y u n a rápida y
concertada acción. Rapidez y fiabilidad de la información, eficacia de la acción
dependen del dispositivo organizado p a r a asegurar u n a auténtica cooperación entre
Autoridades hípicas y Servicios veterinarios.
El ejemplo de esta cooperación a nivel mundial lo dan las relaciones establecidas
entre la Oficina Internacional de Epizootias y las Autoridades hípicas internacionales : Federación Ecuestre Internacional, Conferencia internacional de Autoridades
hípicas, Asociación mundial del trote. Recordemos aquí algunas de las conferencias
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internacionales patrocinadas por las Autoridades hípicas, lo más a m e n u d o con
participación de la O I E , y que contribuyeron al estudio de las enfermedades infecciosas del caballo :
• l a Conferencia internacional celebrada en Stresa (Italia) del 11 al 13 de Julio
de 1966 bajo el doble patrocinio de la Unión nacional p a r a mejora de las razas
caballares (Roma) y de la Fundación Grayson (Lexington, USA).
• 2a Conferencia internacional organizada por la "Société d ' E n c o u r a g e m e n t " y
la O I E en París del 14 al 18 de Junio de 1979.
• 3a Conferencia internacional organizada por la Fundación Grayson, la
"Société d ' E n c o u r a g e m e n t " y la O I E en Paris del 17 al 21 de Julio de 1972.
• 4a Conferencia internacional organizada por la Fundación Grayson y la
"Société d ' E n c o u r a g e m e n t " en Lyon (Francia) en Septiembre de 1976.
• También merece que se señale la Conferencia internacional de cooperación de
los Servicios veterinarios ministeriales y de las Autoridades hípicas con especial referencia a los intercambios en el espacio mediterráneo, celebrada en
R o m a los días 26 y 27 de Febrero de 1981, en la sede de la U N I R E .
Se examinó en esta Conferencia un proyecto de acuerdo en lo relativo a la
reglamentación zoosanitaria en materia de libre circulación de los caballos de
competición entre los países mediterráneos.
P a r a realizar este acuerdo se recomendó en la Conferencia especialmente que
los Servicios veterinarios dispongan de un sistema eficiente de control p a r a las
enfermedades caballares y faciliten regularmente y a su debido tiempo las
informaciones necesarias sobre estas enfermedades.
También confirmó la necesidad ya puesta de manifiesto con motivo de las dos
Conferencias anteriores de u n a colaboración permanente entre Veterinarios
oficiales y Veterinarios de las Autoridades hípicas.
Esta breve reseña de las acciones llevadas a cabo por la O I E respecto a algunas
enfermedades caballares conduce a desear que se amplíe la investigación de la información sanitaria a t o d o s los c a m p o s en los que se crían y utilizan caballos t a n t o si
se t r a t a de caballos de élite como de caballos comunes, y con este objeto la cooperación de todas las Asociaciones implicadas ( C I A H - Asociación de Trotadores Federación Ecuestre Internacional). Efectivamente, la O I E aparece actualmente, si
se tiene en cuenta su experienca y su finalidad, como la organización mejor preparada p a r a coordinar cualesquiera iniciativas en orden a la información sobre las
enfermedades caballares.
*
* *
BIBLIOGRAFÍA
1. O . I . E . (1986). — Código Zoosanitario Internacional (nueva edición, en prensa).
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