Poder Judicial de la Nación EXPTE. 18.845 SALA 3 FD. N* BOL CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES FD____ DE LA PLATA.OF. DE JURISPRUDENCIA B 300____ PUBLICACIÓN EN SITIO WWW.PJN.GOV.AR Carpeta CIVIL DERECHO A LA SENTENCIA. REINTEGRO SALUD.AMPARO. DE GASTOS. TRÁMITE ADMINISTRATIVO PREVIO. EN EL CASO: El Tribunal confirma la sentencia de primera instancia que condenó USO OFICIAL a PAMI a reintegrar el costo de los insumos médicos que debió afrontar la actora. “…no resultan razonables los argumentos de la demandada basados en un apego normativo estricto y sin matices al que pretende circunscribirse para desligarse de responsabilidad, postulando un supuesto apartamiento voluntario del sistema. La lógica y el sentido común indican que ante la necesidad concreta descripta, se prioricen las conductas que tienden a la salvaguarda de la salud por sobre aquellas que enfilan al cumplimiento de los pasos administrativos y burocráticos que sugiere la demandada (…) La exigencia del trámite previo que pretende la obra social, debe ceder ante la necesidad urgente y precisa que requería y comprometía la salud de la actora. Ello justifica que hubiera optado por adquirir los elementos y luego solicitar su reintegro.El Pami no ha contemplado el caso de excepción de que se trata y el lógico estado de vulnerabilidad en que se encuentra una persona en esas circunstancias. Más aún, no se advierte una conducta diligente de su parte. Es por todo ello que corresponde hacer lugar a la acción de cobro condenando al PAMI a reintegrar el costo de los insumos médicos que adquirió la actora. La manera en que la actora sobrellevó la situación para lograr que la intervinieran quirúrgicamente para la colocación de los clavos, revela una conducta en defensa de su propia integridad física que, hasta por sentido común, resulta indudable que no puede volverse en contra de sus derechos”. (Del voto del DR. VALLEFÍN con adhesión del DR. PACILIO). 28/05/2013.SALA TERCERA. Expte. 18.845. “A., J. D. c/ I.N.S.S.J.P. s/ Cobro de Pesos (sumarísimo)”. Juzgado Federal de Junín. PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN t.207.F.1-5 ///la ciudad de La Plata, a los 28 días del mes de mayo del año dos mil trece, reunidos en Acuerdo los señores Jueces que Federal integran de la Sala Apelaciones Tercera de La de esta Plata, Cámara toman en consideración el expediente n° 18.845, caratulado “A., J. D. c/ I.N.S.S.J.P. s/ Cobro de Pesos (sumarísimo)”, procedente del Juzgado Federal de Primera Instancia de la ciudad de Junín. Practicado el sorteo el orden de votación resultó: doctores Carlos Alberto Vallefín, Carlos Alberto Nogueira y Antonio Pacilio. El juez Vallefín dijo: I. Antecedentes. 1. La señora J. D. A. promovió la presente demanda por cobro ordinario de pesos contra el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (en adelante Pami), solicitando el reintegro de los gastos que debió afrontar. Relató que el día 26 de agosto de 2009 sufrió un accidente en la vía pública y fue trasladada de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos de Junín “Dr. Abraham Piñeyro”, donde debió ser internada “por presentar fractura lateral de cadera, por lo que debió ser intervenida el día 5 de septiembre de 2009 deslizante (DHS), colocándosele la cual placa debió ser tornillo adquirida directamente por la paciente, frente a la imprecisión brindada por los agentes de la demandada respecto del tiempo que demandaría la compra del mencionado insumo por parte posterioridad del el Pami”. Explicó reclamo que inició administrativo para con el reintegro de los gastos efectuados, el que fue denegado “confusamente, sin razones lógicas y fundadas”. Señaló que no fue desconocida por la demandada la cobertura que brinda el Pami respecto de los insumos médicos en cuestión y afirmó que acreditada la urgencia médica del caso, ello “hubiera determinado la necesidad de adoptar una actitud activa y diligente Poder Judicial de la Nación de la repartición frente al requerimiento”. En cambio, medió un obrar manifiestamente arbitario e ilegítimo que lesionó su derecho a la salud (fs. 13/19). 2. El Pami contestó la demanda a fs. 44/48, solicitando su rechazo. Opuso excepción de defecto legal por incumplimiento de la carga deber que impone el art. 330 inc. 6 del CPCCN, por no individualizar debidamente los daños y los montos que se reclaman y solicitó se intime a su subsanación. Cuestionó la veracidad de los dichos de la actora, con expresiones fantasmagórico” o contradicciones en tales “elucubración la fecha del como “relato actoral” y marcó accidente entre el USO OFICIAL certificado médico y el relato de los hechos; desconoció que hubiera concretó Afirmó mediado muchos que cabecera y urgencia días después la actora el lugar pues del conoce de la operación supuesto cuál es internación su se accidente. médico –Clínica de Centro Médico Privada SRL- y “si el afiliado concurre –como en el caso de autos- a otra institución hospitalaria o sanatorial diversa, lo hace como paciente particular, se autoexcluye del sistema del INSSJP, no existiendo cobertura, ni en ese momento ni en forma posterior”. Destacó que tratante no consta gestionara que la el afiliado prótesis ante el o el Pami médico ni se acredita un caso de urgencia. Sostuvo que se adquirieron los elementos como particular “pretendiendo ahora forzar un reclamo administrativo, cuando su propio accionar ha generado efectos, no pudiendo contradecirse posteriormente. Así, es de aplicación como un guante la teoría de los actos propios”. Afirmó que la postura del ente encuentra establece los fundamento límites en para la Resol. el 2122/81 que otorgamiento de reintegros. Concluyó que “mi comitente no ha generado por acción u omisión la situación fundante del reclamo de cobro de pesos, ya que fue el propio actor quien –por indicaciones verbales del Dr. M. J. E, que pertenece al staff de traumatólogos del Hospital Interzonal Gral de Agudos de Junín- adquirió el set de clavos, careciendo esta obra social de legitimación pasiva en la acción que se replica”. 3. A fs. 50 la actora contestó la excepción opuesta postulando su rechazo. Afirmó en tal sentido que el demandado menguado parte, su pudo contestar derecho aclaró que de la demanda defensa medió un en error y no juicio. de se Por vio otra tipografía al consignar en la demanda la fecha del accidente. 4. Abierta la causa a prueba y producida la ofrecida por las partes –a la que más adelante haré referencia-, el a quo dictó sentencia a fs. 107/111. II. La sentencia apelada y los agravios. 1. El a quo rechazó la defensa de defecto legal, con costas, e hizo lugar a la demanda, condenando en consecuencia al Pami a pagar la suma de $2.000 con más intereses a la tasa pasiva desde la fecha del pago realizado por la accionante. Sostuvo que surge “de las testimoniales que el actor tenía la necesidad de ser operado en forma urgente y que la demandada no le ha brindado la cobertura que necesitaba en tiempo y forma, a pesar de las gestiones proveerse los realizadas, implementos obligando necesarios a tener por su que cuenta”. Consideró también que “los días transcurridos entre el accidente denunciado y la operación efectiva resultan exiguos incluso si se tomara la diferencia denunciada por la demandada, situación de consecuente permitiendo internación, con su la necesidad suponer actora de que obró salud en en que una forma debía ser atendida por la demandada”. Destacó que “habida cuenta que la demandada no ha desvirtuado, por prueba en contrario, la existencia de los gastos en que incurriera la actora por las intervenciones a que fuera sometida, como así tampoco ha aportado elementos que disuadan Poder Judicial de la Nación acerca de una cobertura menor, el reintegro corresponde en su totalidad”. 2. representante La sentencia del Pami a fue fs. apelada 114, por que la expresó fundamentos a fs. 117/118, agraviándose “en cuanto al pago de los $2000 más los intereses”. Sostuvo que se ha desconocido que “todo sistema prestacional requiere que se cumpla un circuito administrativo para poder acceder a los beneficios, debiendo ajustarse a las normativas propias de cada obra social”. Se agravió porque “conociendo el sistema la beneficiaria o sus allegados no recurrieron al Instituto” y “no llamaron a su médico de cabecera, que por sus dichos dice que trabaja en el USO OFICIAL Hospital, para que dispusiera de su internación pudiéndose trasladarla al centro correspondiente donde capitaba de elementos donde le hubieran requeridos, beneficiario”. sin Cuestionó que gestionado cargo se todos los para el considerado que alguno haya fuera una urgencia y que “se nos haga cargo del pago de la misma”, lo que genera un perjuicio económico que hubiera podido evitarse, agraviándose también porque se le carga con el pago de intereses “imputándosenos la mora en la disposición provisión, de todos a pesar aquellos que de encontrarse cumplen con a el circuito administrativo de la Obra Social, aún en los casos de urgencia”. 3. La actora contestó los agravios a fs. 121. III. Consideración de los agravios. 1. Si bien asiste razón a la obra social respecto a la existencia de una reglamentación a la que debe atenerse y un circuito normal para la provisión de elementos a los afiliados, no puede dejar de tenerse en cuenta las especiales circunstancias que se presentaron en el caso, que se estima que justifican el accionar de la actora. En efecto, la señora A., de 64 años de edad, sufrió un accidente en la vía pública por impacto de moto-moto, a resultas del cual fue trasladada por un servicio de urgencias -no llegó la paciente por sus propios medios- y fue internada en un hospital público – con lo cual atención no más puede allá de suponerse sus que pretendió posibilidades-. una Sufrió la fractura de su cadera, todo lo cual surge de su historia clínica agregada a fs. 80/98. Asimismo surge de la declaración de la actora (v. fs. 67 y vta.) que “no le explicaron cuando se afilió que solamente tenía que ir a la Clínica Centro. Y que a ella le dijeron que también se podía atender en el Hospital, porque su médico de cabecera trabaja en el Hospital Abraham Piñeyro”-; aclaró que “lo llamó, no en el mismo momento porque estaba tirada en la calle y la llevó Intermed al Hospital y su familia llamó al médico”, cabecera y “que este su hermana habrá habló con dispuesto el médico internarla de ahí”. Respecto al requerimiento de la prótesis al Pami afirmó que “la pidió el Hospital y fue el Hospital quien hizo el trámite”. Respondió que pidió la prótesis y se la denegaron, aclarando “que no se la mandaron porque en ese momento estaba cortada la cobertura y que no sabían durante cuanto tiempo estaría cortada dicha cobertura. Y que se encontraba lista para operarse y en el Hospital y en la ortopedia le dijeron que debía pagarla y el Pami le haría el reintegro. Por ello la pagó y le dieron boleta y todo”. Tales extremos resultan corroborados por la Historia Clínica, en la que también se consigna que luego de su examen físico fue evaluada por el servicio de traumatología “que decide su ingreso a quirófano, realizando reducción y tracción esquelética, programando cirugía para días posteriores” (fs. 93). Igualmente se advierte –con las dificultades que tiene la lectura de este tipo de documentos- que tanto el 27/8 como el 29/8 Poder Judicial de la Nación se consignó “se espera prótesis para programar cirugía”, “se espera prótesis” y el 31/8 “se espera implante para programar cirugía” (fs. 93 vta./94). Todo ello explica el proceder de la actora. A la vez que debe considerarse que no es lógico suponer que una persona de escasos recursos (jubilada con el haber mínimo) elija voluntariamente apartarse del sistema y abonar por su cuenta dos mil pesos, cuando podía haber contado tan fácilmente -como afirma el Pamicon los clavos comprender cadera las en cuestión preocupaciones fracturada, sin de internada cargo. una en Es persona un fácil con hospital, la que razonablemente pudo entender que el nosocomio se ocupaba USO OFICIAL de los trámites y que ante las complicaciones y días de espera, internada y sin poder caminar (ver certificado de fs. 7) -lo que debe tenerse en cuenta cuando se afirma automáticamente que debió hacer la solicitud al Pami- decidió abonar los elementos para luego pedir el reintegro. Máxime cuando desde el mismo hospital se lo recomendaron, como consigna la actora. En cuanto al hecho de que la operaron 14 días después de haber sido internada, en lo que se basa el Pami para decir que no se trató de una urgencia, cabe agregar que ello surge desvirtuado con la declaración del médico traumatólogo J. E. M. obrante a fs. 76, en la que explica que “toda fractura se constituye como una urgencia y ésta en particular era una urgencia” y que “este tipo de fracturas cursa con un alto grado de morbi-mortalidad por ende es conveniente operarlos en el menor tiempo posible para insertarlos en la vida cotidiana”. 2. Nada de esto autoriza a dar prevalencia al formalismo del trámite como pretende la demandada, frente al estado de salud de la actora, teniendo también en cuenta el monto que se encuentra en litigio. Por sopesando los el contrario, intereses de en ambas estas condiciones, partes, resulta absolutamente razonable que la obra social reintegre a la afiliada los gastos en que incurrió. Todo el cuadro probatorio descripto lleva a la convicción de que no medió de parte de la afiliada una conducta conciente de apartamiento del sistema, sino que obró en desconocimiento de buena fe de cuál era el accionar que la obra social le reclamaba. Reafirma esta interpretación el hecho de que meses después debió reoperarse por el mismo problema de salud y esta vez lo hizo de acuerdo a los parámetros que exige la obra social, una vez anoticiada debidamente de ello (ver fs. 57). Debe destacarse también que esto no afecta ni perjudica al PAMI, que reconoce que cubre este tipo de prestaciones. 3. En este marco no resultan razonables los argumentos de la demandada basados en un apego normativo estricto y sin matices al que pretende circunscribirse para desligarse de responsabilidad, postulando un supuesto apartamiento voluntario del sistema. La lógica y el sentido concreta común descripta, indican se que prioricen ante la las necesidad conductas que tienden a la salvaguarda de la salud por sobre aquellas que enfilan al cumplimiento de los pasos administrativos y burocráticos que sugiere la demandada. En relación al argumento del PAMI en cuanto a que no existen constancias de solicitud de los clavos al Pami, resulta verosímil el relato de la actora acerca de los atrasos y el rechazo del PAMI, corroborado por lo que surge de la HHCC y del certificado de fs. 9 en que el doctor M. consigna que “se colocó placa tornillo deslizante (DHS). Se solicitó por su obra social pero no fue provista en tiempo y forma motivo por el cual el material de osteosíntesis fue adquirido por la paciente”. La exigencia del trámite previo que pretende la obra social, debe ceder ante la necesidad Poder Judicial de la Nación urgente y precisa que requería y comprometía la salud de la actora. Ello justifica que hubiera optado por adquirir los elementos y luego solicitar su reintegro. El excepción de Pami que no se ha contemplado trata y el el lógico caso de estado de vulnerabilidad en que se encuentra una persona en esas circunstancias. Más aún, no se advierte una conducta diligente de su parte. Es lugar a la por todo acción de ello cobro que corresponde condenando al hacer PAMI a reintegrar el costo de los insumos médicos que adquirió la actora. La manera en que la actora sobrellevó la USO OFICIAL situación para lograr que la intervinieran quirúrgicamente para la colocación de los clavos, revela una conducta en defensa de su propia integridad física que, hasta por sentido común, resulta indudable que no puede volverse en contra de sus derechos. IV. Por lo expuesto propongo al acuerdo: Confirmar la sentencia recurrida y en consecuencia ordenar el reintegro de la suma de $ 2.000 con más los intereses a la tasa pasiva promedio mensual del B.C.R.A ENTEL s/ (Conf. plenario indemnización por in re “Gomez despido” Ricarda sentencia c/ del 30/08/01). Con costas de ambas instancias a la demandada vencida (art. 68 CPCCN). Así lo voto. El juez Nogueira dijo: Que adhiere al voto que antecede. Con lo que termino el acto firmando los señores jueces autorizante intervinientes dejándose constancia y la que el Secretaria señor juez Antonio Pacilio no suscribe la presente por hallarse en uso de licencia (art. 109 R.J.N.). Fdo. Carlos Alberto Nogueira y Carlos Alberto Vallefín (Jueces de Cámara). Concepción Di Piazza de Fortín (Secretaria de Cámara). Expte 18845 “A.” // Plata, 28 de mayo de 2.013. Y VISTOS. Por tanto en mérito a lo que resulta del Acuerdo cuya copia autenticada antecede, SE RESUELVE: 1) Confirmar la sentencia recurrida y en consecuencia ordenar el reintegro de la suma de PESOS DOS MIL ($ 2.000) con más los intereses a la tasa pasiva promedio mensual del B.C.R.A (Conf. plenario in re “Gomez Ricarda c/ ENTEL s/ 30/08/01); 2) indemnización Con costas por de despido” ambas sentencia instancias del a la demandada vencida (art. 68 CPCCN). Regístrese, notifíquese y devuélvase. Fdo. Carlos Alberto Nogueira y Carlos Alberto Vallefín (Jueces de Cámara). Concepción Di Piazza de Fortín (Secretaria de Cámara).