Oficio Nº 990/INC/2016 Valparaíso, 21 de julio de 2016. A S.E. la Presidenta de la República En sesión del Senado de ayer, los Honorables Senadores señor Navarro, señora Muñoz y señores De Urresti, Guillier, Horvath, y Tuma, solicitaron dirigir oficio a V.E., para que, si lo tiene a bien, se sirva dar plena aplicación a la ley N° 3.290, que aprueba la Convención sobre Ejercicio de Profesiones Liberales, celebrada con la República Oriental del Uruguay con fecha 17 de noviembre de 1916 y publicada en el Diario Oficial de 4 de diciembre de 1918, a fin de permitir en nuestro país a ciudadanos de nacionalidad uruguaya el efectivo ejercicio de la profesión de médico cirujano, como de médicos especialistas formados en la República Oriental del Uruguay, tanto en sistema de salud público como privado, conforme a las normas y principios del derecho internacional. Sus señorías fundamentaron su petición en los siguientes antecedentes: 1.- La normativa internacional vigente en materia de salud suscrita entre Uruguay y Chile es la siguiente: • Acuerdo de Cooperación entre Ministerio de Salud Pública de la República Oriental del Uruguay y el Ministerio de Salud de la República de Chile, firmado el 26 de febrero de 2010. • Convención sobre ejercicio de profesiones liberales, suscrita entre Chile y Uruguay el 17 de noviembre de 1916. 2.- El artículo 1° de la convención de 1916, antes referida, señala expresamente que: "Los ciudadanos de cualquiera de las dos Repúblicas contratantes podrán ejercer libremente en el territorio de la otra la profesión para la cual estuvieren habilitados, por diploma o título expedido por la autoridad nacional competente, siempre que para ese ejercicio no sea exigida por la ley la calidad de ciudadano chileno o uruguayo. Los certificados de estudios secundarios, preparatorios o superiores en cualquiera de los dos países, expedidos por centros especiales de enseñanza, en favor de nacionales de uno de los Estados contratantes, producirán en el otro los mismos efectos que les atribuyera la ley de la República de donde emanen". A su turno, el artículo 4° señala que: "El diploma o certificado antes indicado y el certificado de identidad de persona, pasada por el agente diplomático o consular de la Nación que hubiere expedido el diploma o certificado, producirán los efectos pactados en la presente Convención; después de registrado en el Ministerio de Relaciones Exteriores, quedará conocimiento del registro al Ministerio o repartición a que interesare el ejercicio de la profesión." Por su parte, el artículo 5º establece que: "La presente Convención regirá por tiempo indeterminado, ...". Esta Convención ha permitido el reconocimiento de los títulos universitarios a través de un trámite que se realiza ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. 3.- Cabe advertir, que de acuerdo al Oficio N° 004542 del Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirección de Asuntos Jurídicos de fecha 14 de abril de 2016, se comunicó al Presidente del Senado, Honorable señor Ricardo Lagos Weber, que la Convención sobre ejercicio de profesiones liberales, celebrada con la República Oriental del Uruguay, publicada en el Diario Oficial de 4 de diciembre de 1918, se encuentra vigente, y no ha sido modificada. 4.- En cuanto al reconocimiento de la profesión de médico cirujano, desde el año 2009 se exige la aplicación de un examen de conocimientos. La ley N° 20.261, introdujo, entre otras reformas, la exigencia de rendir y aprobar el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina, también llamado Eunacom, como requisito adicional habilitante para aquellos médicos cirujanos que desearen ingresar al sistema público de salud, para los que quisieren ejercer como prestadores de servicios en la modalidad de libre elección gestionada por el Fondo Nacional de Salud y, a su vez, para aquellos que desearen postular a programas de perfeccionamiento, de postítulo, de postgrado conducentes a la obtención de un grado académico y de especializaciones o subespecializaciones, financiados por los órganos de la Administración del Estado o que se desarrollen total o parcialmente, en establecimientos de salud dependientes de dichos órganos. 5.- El Eunacom es exigido en el caso de los ciudadanos chilenos, a todos aquellos médicos recibidos dentro del año inmediatamente siguiente a la publicación de la ley Nº 20.261, pero en el caso de los médicos extranjeros, se les exige a todos los que presenten sus títulos extranjeros para reconocimiento posterior a la fecha de entrada en vigencia de la nueva normativa chilena, sin considerar en cuenta la fecha de su titulación. Por otra parte, si se trata de un médico chileno, sólo debe rendir la parte teórica del mismo; mientras que para los extranjeros el examen tiene parte teórica y práctica, lo que significa una diferenciación perjudicial para los extranjeros. 6.- En cuanto al reconocimiento de especialidades, el Convenio bilateral entre Uruguay y Chile no contempla a las especialidades médicas, ya que las mismas no existían al momento de la firma del referido acuerdo. En este sentido, surge la dificultad de que los títulos de especialidades realizadas en Uruguay no son reconocidos en Chile, a pesar de provenir de la misma Universidad de la República. 7.- En el año 1982 se creó en Chile la Corporación Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (Conacem), que es oficialmente reconocida en sus cometidos y atribuciones en el año 1984. La posibilidad de reconocimiento depende a partir de entonces del Conacem, que siendo una corporación privada, tiene la potestad de permitir o no la realización del examen necesario para que se otorgue el reconocimiento al título obtenido en el extranjero. Dicho trámite además implica la necesidad de cubrir altos costos al interesado. En este sentido, podría suceder que en un determinado año no se abra la posibilidad de inscripción en una especialidad y, en consecuencia, un médico extranjero no tiene posibilidad alguna de obtener el reconocimiento de su especialidad. En el caso de un médico chileno puede recurrir a otras vías, que no son posibles para extranjeros, como son convenios vigentes con Fonasa, postgrados realizados en Chile o poseer cinco años de experiencia en el sector de salud público, la experiencia en el extranjero no es considerada. 8.- La afectación antes señalada es clara y constituye una penosa realidad que deben enfrentar los médicos cirujanos uruguayos residentes en Chile, más aun siendo de público conocimiento y de profusa difusión noticiosa, la notoria necesidad que tiene el país de contar con médicos especialistas, altamente calificados como son los médicos uruguayos reconocidos en el mundo. Por otra parte, y no menos importante, debido al Convenio vigente entre Chile y Uruguay, los estudiantes y profesionales chilenos se han beneficiado de la posibilidad de formarse como médicos en Uruguay. Esto es significativo por dos razones: pueden realizar la carrera de medicina en forma gratuita y al finalizarla es homologada en Chile en forma automática por el mencionado acuerdo; y, por otra parte, el ingreso a la Universidad de la República en Uruguay, es de acceso libre para los chilenos por ser parte integrante de los Estados Asociados al Mercosur. 9.- Una política apegada al cumplimiento del derecho internacional y de los convenios internacionales pactados entre los países de Chile y Uruguay, permitiría subsanar los inconvenientes antes descritos. 10.- Lo anterior, conforme lo prescrito en los numerales 26 y 27 de la Sección Primera, sobre la observancia de los tratados, Parte III relativa a la Observancia, aplicación e interpretación de los tratados de la Convención de Viena sobre el Derechos de los Tratados. Envío el presente oficio en nombre de los mencionados Senadores, en virtud de lo dispuesto en los artículos 23, número 7º, y 105 del Reglamento de la Corporación. Dios guarde a V.E. RICARDO LAGOS WEBER Presidente del Senado JOSÉ LUIS ALLIENDE LEIVA Secretario General (S) del Senado