Santa Fe de la Vera Cruz

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Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-2684/11)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA
Su beneplácito al cumplirse el 438º aniversario de la fundación de la
ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, el próximo 15 de noviembre del
corriente año.
Carlos A. Reutemann.FUNDAMENTOS
Señor presidente
La ciudad de Santa Fe fue fundada por Juan de Garay el 15 de
noviembre de 1573. Agustín Zapata Gollán en Las puertas de la tierra,
sostiene que
“Asunción había quedado aislada del mundo. Ya
había comprendido la imposibilidad de llegar al Perú. Los montes eran
impenetrables e imposible la navegación del Pilcomayo” (p.51).
Y continúa Zapata Gollán relatando que “… Garay … con su idea de
abrir puertas a la tierra para tratar y conversar con la provincia y
gobernación del Tucumán y por allí con los reinos del Perú, partió de
Asunción … con setenta y cinco criollos y sólo cinco españoles que le
acompañaron en la empresa “(p.58).
Santa Fe abría un nuevo camino hacia el Perú, para los asunceños a
través del Tucumán, o viceversa, y mejoraba el camino del Río de la
Plata. Al momento de la fundación de Santa Fe, la gobernación de
Paraguay dependía del Virreynato del Perú, desde donde vino Garay
hasta Asunción en el año 1569.
Martín Suárez de Toledo y el Obispo D. Fray Pedro Fernández de la
Torre, que se habían hecho cargo del gobierno de Asunción,
facultaron a Juan de Garay, para que hiciese gente y saliera con ella á
hacer una población en sancti spiritu , á donde mas convenia,
expresaban las instrucciones impartidas.
Así, el 14 de abril de 1573, salió de Asunción Juan de Garay con
ochenta soldados para fundar Santa Fe. Según el relato de Zapata
Gollán “Garay observaba las costas del Paraná. La margen izquierda
era alta, ondulosa, fértil. La margen derecha era baja, anegadiza y se
perdía entre el laberinto de los arroyos y la maraña densa de las islas.
La margen izquierda estaba defendida por la muralla de sus
barrancas, mientras la margen derecha se agazapaba entre los
árboles esperando el inexorable castigo de las inundaciones. Sin
embargo, Garay se internó en un brazo del Paraná sobre la margen
derecha y fundó Santa Fe de la Vera Cruz, del lado de la tierra, para
que por su puerta entraran los hombres de Asunción siguiendo el
mejor camino que los llevaba al Perú”(p.60).
Y más adelante dice Zapata Gollán que “… los que salieron -desde
Asunción- para fundar a Santa Fe no tenían ante sus ojos los
espejismos de grandeza y tesoros que alucinaban a otros. Santa Fe
iba a ser solo una ciudad del camino: una posta en la ruta al Perú y a
la futura Buenos Aires. Santa Fe iba a ser una encrucijada”(74).
“La conquista del río de la Plata fue obra de los criollos de Asunción
que bajaron con Garay y echaron primero los cimientos de Santa Fe
de la Vera Cruz abriendo los caminos, dicen los documentos de la
época, para el trato y comercio de la Gobernación de Tucumán y para
comunicarse con España. Santa Fe se plantó en el cruce de los
caminos.” (p. 78/79).
Posteriormente, “Buenos Aires absorbió el tráfico de Asunción y Santa
Fe se quedó agazapada al borde de su río bichando en el horizonte
las alas blancas de los barcos que iban y venían a lo largo del Paraná
como bandadas de garzas”. (p. 113)
“A principios de 1700 los Mocovíes y los Avipones reanudan con
mayores bríos sus ataques a Santa Fe. Los malones han desolado las
estancias del norte y después caen sobre los pagos de Coronda; y
Santa Fe. Acorralada por las tribus, para no morir de hambre, tiene
que buscar un pedazo de carne burlando o desafiando a los indios en
una travesía de cuarenta leguas” (p.114).
“En 1717, apenas legan a trescientos los habitantes de la ciudad. El
fuerte de Rincón tiene solo cincuenta hombres, mal armados y medio
desnudos. La guarnición de Rosario se ha reducido a diez hombres
famélicos y casi indefensos”(p.114).
“Santa Fe, obtiene una Real Cédula, fechada el 18 de Agosto de 1726
que - como la del 31 de diciembre de 1662 - la declara puerto preciso
de las embarcaciones del Paraná, con la esperanza de restituirle su
perdido comercio , y de ayudarla demás con los arbitrios que señala a
la defensa militar de la ciudad “ (p.115).
“Asunción protesta contra la obligación que le impone el Rey de llevar
necesariamente sus productos al puerto de Santa Fe … Y Buenos
Aires, por su parte, fomenta las aspiraciones de la Asunción con la
tolerancia o la complicidad de los funcionarios y del comercio próspero
de la ciudad” (p.116).
“La Reales Ordenanzas en favor de Santa Fe no se cumplen ni se
cumplirán jamás” (p. 116).
“En 1753, Santa Fe recurre ante la Real Audiencia del agravio que le
causan Asunción y Buenos Aires; y aunque al año siguiente la
Audiencia reconoce el derecho de Santa Fe, las pretensiones de los
santafesinos, lo dicen ellos mismos, se estrellan ‘en la tenacidad de la
Provincia del Paraguay y declarado abrigo que ésta había ganado en
el gobierno de Buenos Aires’” (p.117).
No obstante, es oportuno recordar que, “En su encrucijada se
encontraron primero las dos corrientes pobladoras del Río de la Plata;
en su encrucijada se vino más tarde el predominio absorbente de
Buenos Aires; en esa encrucijada se encontraron en 1853, los que
organizaron el país y por esa encrucijada llegaron con Aarón
Castellanos los primeros “hombres de buena voluntad” que
escucharon el reclamo argentino y vinieron a sembrar colonias y
pueblos...”
“Hasta que por fin - en 1853 -, después de Caseros, fueron llegando a
Santa Fe unos señores graves, solemnes, ceñidos en el atildamiento
del frac negro, con sus melenas románticas y sus caras encerradas
entre los signos de admiración de las patillas rizadas” (p. 124).
“Treinta días después que los hombres reunidos en el Cabildo de
Santa Fe abrieron los puertos y los ríos y los caminos de ‘los pueblos’
para todos los hombres del mundo, Aarón Castellanos firmó un
contrato con el gobierno santafecino comprometiéndose mil familias de
trabajadores europeos, a las que la provincia proveería de tierras,
alimentos y útiles de labranza” (p. 128).
“…unos años después de firmado el contrato de Castellanos, llegaron
los primeros gringos a Santa Fe, una tarde de los últimos días de
Enero de 1856, En el ‘Asunción’ - vaya paradoja -, primer barco
grande con máquina a balancín que llegó a nuestro puerto, venían
doscientas familias de colonos” (p. 130).
“El gobernador de la Provincia tomó con empeño la fundación de la
primera colonia, que llamaron ‘Esperanza’, y los colonos se internaron
…” (p. 131).
“Así se realizaba la segunda conquista de América, la que hicieron los
gringos que llegaron a Santa Fe, entre las miradas burlonas y las
sonrisas cachadoras de los criollos, con sus zapatones pesados, con
sus chalecos de colores, con su andar torpe de montañeses, y sus
cantos con sabor de mosto, que parecían llenos de luz como una
mañana de sol, o envueltos, a veces, en una tenue bruma de
melancolía” (p. 132).
Zapata Gollán, finalmente sostiene que ”El sueño de Garay se había
cumplido. Estaban abiertas de par en par las puertas de la tierra”,
refiriéndose a la entrada de los inmigrantes europeos a partir de la
sanción de la Constitución Nacional en 1953, en la propia ciudad de
Santa Fe.
Por ello, señor Presidente, sin dejar de reconocer que hoy nuestros
pueblos tienen nuevos desafíos, nos parece oportuno recordar
algunos aspectos de la historia de Santa Fe, en oportunidad de
conmemorar un nuevo aniversario de su fundación, y solicitamos la
aprobación del presente proyecto de declaración.
Carlos A. Reutemann.-
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